Qué Es Una Emoción
Qué Es Una Emoción
Qué Es Una Emoción
W. JAMES.
Bases del texto
La esfera estética de la mente, sus anhelos, sus placeres y penas, sus emociones,
han sido hasta tal punto ignoradas.
Ciertas combinaciones de sonidos, líneas, colores, son agradables, y otras, lo
contrario, sin que el grado de sentimiento sea suficiente para acelerar el pulso o la
respiración o para incitar movimientos del cuerpo o la cara.
Hay placeres y dolores inherentes a ciertas formas de actividad nerviosa como tal
donde quiera que se produzca la acción.
los trastornos corporales son la «manifestación» de diversas emociones, su
«expresión» o «lenguaje natural», y son estas mismas emociones, tan
intensamente caracterizadas desde dentro y fuera, las que pueden denominarse
emociones estándar.
Una manera de pensar sería:
La percepción mental de algún hecho
Emoción
Expresión corporal.
Para el autor: los cambios corporales siguen directamente a la percepción del hecho
desencadenante y que nuestra sensación de esos cambios según se van produciendo
es la emoción.
Un estado mental no es inducido inmediatamente por el otro.
Las manifestaciones corporales deben interponerse previamente entre ambos.
Una exposición más racional es que nos sentimos tristes porque lloramos,
enfadados porque golpeamos, asustados porque temblamos, y no que lloramos,
golpeamos o temblamos porque, según el caso, estemos tristes, enfadados o
asustados.
Lo que nos dificulta tanto el reproducir en frío la expresión completa y global de
cualquier emoción es el número inmenso de porciones del cuerpo que se
modifican en cualquiera de ellas.
Cada cambio corporal, cualquiera que sea, se siente, aguda u oscuramente, en el
momento en que se produce.
No hay un «ingrediente mental» a partir del cual pueda constituirse la emoción, de
modo que todo lo que queda es un estado de percepción intelectual, frío y neutro.
La rabia se evapora totalmente al tiempo que la sensación de sus llamadas
manifestaciones y lo único que tal puede imaginarse para ocupar su lugar es
alguna fría y desapasionada sentencia judicial, limitada totalmente a la esfera de
lo intelectual, en el sentido de que cierta persona o personas merecen un castigo
por sus pecados.
¿A qué asocia esta imagen?
Objeción
Sería absurdo suponer que el sistema nervioso del hombre civilizado está
adaptado de forma innata a la mayoría de las cosas que son objeto de sus
emociones.
Las ideas de vergüenza, deseo, remordimiento, etc., deben haber sido ligadas
primero por la educación y asociación a estos objetos convencionales antes de que
los cambios corporales hubieran tenido posibilidad de despertar.
Una vez que una tendencia nerviosa a descargar está ahí, todo tipo de imprevistos
pueden apretar el gatillo y soltar los efectos. El que entre estas cosas deba haber
convencionalismos creados por el hombre es un tema que no tiene ninguna
consecuencia psicológica en absoluto. La parte más importante de mi ambiente es
mi prójimo. La consciencia de su actitud hacia mí es la percepción que
normalmente abre la mayoría de mis vergüenzas, indignaciones y miedos. La
extraordinaria sensibilidad de esta consciencia se muestra por las modificaciones
corporales operadas en nosotros al saber que nuestro prójimo nos está observando.
Al escuchar poesía, teatro o novela épica, nos sorprendemos a menudo ante el
escalofrío cutáneo que, como una repentina ola, nos invade.
Todo el mundo sabe cómo el pánico aumenta con la huida, y cómo el dar paso a
los síntomas de dolor o rabia aumenta estas mismas pasiones. Cada acceso de
llanto hace más aguda la pena y provoca otro acceso aún más fuerte.
Las únicas excepciones a esto son aparentes, no reales. La gran expresividad
emocional y movilidad de ciertas personas nos lleva a menudo a decir: «Sentirían
más si hablaran menos.» Y en otra clase de personas, la energía explosiva con que
se manifiesta la pasión en ocasiones críticas parece correlacionar con la forma en
que la reprimen durante los intervalos.
En conclusión
Estructura corporal.