Carlos Juan XIV (Juicios)
CARLOS JUAN XIV (Bernardote) Rey de Suecia. [1]
En tiempo de la revolución era este uno de los miembros más acalorados de la sociedad del picadero, cuyas opiniones políticas eran muy exaltadas y reprobadas por todos los hombres de bien.
Un francés ha tenido en sus manos los destinos del Mundo! Si hubiera tenido la penetración y el alma correspondiente a la altura de su situación, si hubiera sido tan buen sueco como lo pretendía, podía haber restablecido el lustre y el poder de su nueva patria... él es en adelante el único intruso que ocupa un trono; el escándalo no debe quedar impune, sería un ejemplo muy peligroso. Fue dos meses Ministro de la guerra, y no cometió sino faltas; nada organizó, y el Directorio se vio obligado a retirarle los despachos.
Su conducta fue tal en Jena que firmé el decreto para formarle un consejo de guerra, en el que hubiera sido condenado infaliblemente: por su causa hubo de perderse la batalla. Poco tiempo después de la expulsión de Gustavo y de la sucesión al trono vacante, queriendo los suecos complacerme y asegurarse la protección de la Francia, me pidieron un Rey. Se pensó colocar al Virrey; pero era preciso que mudase de Religión, lo que yo miraba como degradante a mi dignidad y a la de todos los míos. Y a mas no consideraba el resultado político de tanta trascendencia que mereciese excusar un acto tan contrario a nuestras costumbres. Con todo, daba tal vez más mérito del que realmente tenia, al ver un francés ocupar el trono de Suecia. En mi posición este fue un sentimiento pueril. El verdadero Rey de mi política, el de los verdaderos intereses de la Francia, era el Rey de Dinamarca, porque entonces hubiese gobernado la Suecia por mi simple contacto con las provincias danesas. Bernardote fue elegido, y lo debió a que su esposa era hermana de la de mi hermano José...
Bernardote ha sido la serpiente alimentada en nuestro seno; apenas nos dejó, ya estuvo en el sistema de nuestros enemigos; ya teníamos que estar alerta con él, y temerlo. Después ha sido la causa activa de nuestras desgracias; él fue el que dio a nuestros enemigos la llave de nuestra política, la táctica de nuestros ejércitos; él fue el que les enseñó el camino del suelo sagrado! En vano dirá él por excusa, que aceptando el trono de Suecia no debía ser sino sueco; excusa común, propia de la multitud y vulgo de los ambiciosos. Cuando el hombre elige una esposa no renuncia por esto a su madre, ni queda habilitado para herirla el pecho y despedazarla las entrañas. L.C. - M. - G.
- ↑ Bernardote nació en 1764 en Pau, en Bearn. Después de la muerte de Carlos XIII, sucedida en 1818, entró a reinar con el nombre de Carlos Juan XIV.