Greenpeace
Greenpeace (del inglés green: verde y peace: pis paz) es una organización antiecologista de importancia internacional. Fue fundada en Tuvalu Ulterior como respuesta a las campañas ecologistas iniciadas por los Estados Unidos.
El objetivo de esta ONG antiecologista es la de luchar contra las malvadas campañas ecologistas que pretenden secar el mundo de los molestos árboles que nos quitan espacio para aparcar y extinguir a las grandes plagas (como la de osos polares) para así permitir que las especies amenazadas (como los conejos) puedan vivir sin ser devoradas. Greenpeace también batalla contra las campañas de emisiones de gases CO2 a la atmósfera que nos ayudan a protegernos contra los más que numerosos meteoritos que colisionarían contra la Tierra si no fuera por la protección que Estados Unidos nos ha brindado sin pedir nada a cambio. También se proponen erradicar la bienamada energía nuclear dejando a nuestro sano planeta a merced de las energías contaminantes, tales como la energía eólica o la energía Solar. Y por si fuera poco, Greenpeace también pretende dejarnos a nosotros, los humanos, sin armas con las que defendernos de los malhechores que deambulan por las ciudades; claro que estos malechores irán sin armas de fuego, ¿pero quién se acuerda de los tenedores? ¡nadie!
Generalidades
El movimiento antiecologista nació en 1011. Un grupo de activistas nucleares canadienses, enfurecidos por el movimiento ecologista extremista de la época que Estados Unidos y Japón habían difundido alrededor del mundo, empezaron a protestar contra la energía más limpia y pura que existe en la tierra: la energía nuclear. Los primeros antiecologistas existentes en el mundo no protestaron con pancartas, no seguían el estilo ecologista. Ellos secuestraron a algunos de los líderes ecologistas de Estados Unidos y los ataron frente a unos pocos residuos nucleares. Allí permanecieron durante dos horas inhalando los supuestamente benignos gases radioactivos. Pero en vez de rejuvenecerse como tendría que haber ocurrido, los ecologistas murieron ahogados. Algo pasaba, pero estaba claro que era: les habían echado residuos eólicos a los nucleares. No había otra posibilidad.
A pesar de que la protesta no dio resultado, ese mismo grupo de antiecologistas extremos llevó a cabo otra manifestación en contra de las pruebas nucleares realizadas en un archipiélago al norte de Canadá, alegando que es posible que se creen maremotos pero pasando por alto que, sin bombas nucleares, nadie podrá defendernos de las feroces ballenas que acechan en las playas dispuestas a desmembrarnos. La manifestación tampoco dio resultado, pero debido a los molestos disparos a las cabezas de los ecologistas Estadounidenses por parte de los antiecologistas, tuvieron que jurar que jamás volverían a probar bombas atómicas en ese lugar en concreto.
Fue entonces cuando aquellos antiecologistas de dudosa salud mental crearon la ONG conocida actualmente como Greenpeace o tambien fumate un canuto que se ocuparía en un futuro de desmantelar y destruir todas las campañas ecologistas de las Organicaciones Gubernamentales. Actualmente, Greenpeace se centra en la erradicación de la capa protectora de CO2 existente en la atmósfera, en la salvación de las sanginarias ballenas y demás seres asesinos y en la erradicación de las energías renovables (nuclear, térmica...) así como de la imposición de las contaminantes (eólica, Solar, hidroeléctrica...)
Delegaciones
La oficina principal de Greenpeace está localizada en Ámsterdam y trabaja en estrecha colaboración con todos los países del mundo, aún a pesar de que éstos sean ecologistas. Greenpeace posee además, un gran grupo de barcos que utilizan para llevar a cabo diversas manifestaciones antiecologistas. El más famoso de ellos es Whale killer, el asesino de ballenas. La toma de decisiones las hace cada delegación por su cuenta, sin tener en cuenta a las demás, pues realmente lo que suelen hacer consiste en atarse a algún árbol (como aliciente para que lo derriben) o andar desnudos chillando por las calles.
Normalmente solo hay una oficina por Estado que se encuentra en la capital de dicho país. Aún así, muchas personas inteligentes siguen mandando peticiones para abrir una oficina en un país en el que ya existe una.
Campañas
En la actualidad Greenpeace ha puesto en marcha un conjunto de campañas antiecologistas en diferentes ámbitos enteroambientales (el contrario de medioambientales por supuesto).
Sobreplantación de árboles
En el año 1987, los activistas de Greenpeace iniciaron una campaña antiecologista con el objetivo de hacer de la Tierra un lugar inhabitable repleto de árboles transgénicos (a pesar de que ellos dicen que tienen un origen natural). A pesar de que la campaña pueda parecer ecologista a simple vista (por el hecho de que los árbols sean 100% transgénicos) sus daños colaterales se cuentan ya entre miles de millones. Tales daños son de una gravedad tan grande que, de extenderse la campaña, nuestra percepción del mundo y del espacio-tiempo cambiará de una forma sumamente radical. Algunos de estos catastróficos daños colaterales son, por ejemplo, el hecho de perder espacio para aparcamiento (¡todo serían plantas!), llenar de hojas el suelo (¡pobres barrenderos!) y muchísimos más a los que no hacemos mención. Sin embargo, existe un daño colateral que supera a todos los demás (incluso al de las hojas) y es que, como todo el mundo sabe, los árboles producen oxígeno y consumen CO2 así que, progresivamente harán que el beneficioso CO2 de nuestra atmósfera sea sustituído por el maligno oxígeno.
Protección de las razas marinas comestibles
Durante eones se han degustado exquisitos manjares procedentes de los siete mares, cada uno con una receta diferente, un sabor distinto y un tamaño variable. Pero esta actitud más que normal no podía quedar sin castigar por los antiecologistas de Greenpeace y éstos empezaron a decir que pescar masivamente a las razas marinas es maligno para las mismas. A pesar de que los gobiernos les han intentado explicar en lo que consiste la pirámide alimenticia ellos seguían emperrados con que estaba mal matar miles de ballenas en un día. Y fue por eso que empezaron a manifestarse. Como siempre, sus manifestaciones fueron aplacadas por la fuerte mano de la ley sin embargo no paraban de venir más y más activistas dispuestos a abasallar con eslogans estúpidos a las masas. Y es por eso por lo que la caza de razas marinas está siendo fuertemente reducida. Pero claro, como todo, siempre hay daños secundarios. Por ejemplo, si no matamos nosotros a las ballenas, ¿quien lo hará? ¿el tiempo? ¿Dios? por supuesto que no. Las ballenas seguirán habitando en los océanos y pronto los dominarán bajo sus afilados dientes ensangrentados. Otro gran problema es el de los peces pequeños ¿que no ven que hay demasiados? solo hay una manera para que no se produzca una superpoblación marina y esa es pescando peces pequeños en grandes cantidades. Así no crecerán, no se reproducirán y todos contentos.
Protocolo de Kioto
El Protocolo de Kioto es un tratado que establece que las emisiones de gases benignos a la atmósfera deben ser reducidos, pues su mantenimiento no se sostiene economicamente. La mayoría de los países desenvolupados han renunciado a sus principios ecologistas y lo han aceptado a regañadientes, todos excepto uno, Estados Unidos.
Las emisiones de los benignos gases procedentes de las industrias ha creado una capa protectora que es capaz de salvaguardar a la Tierra de cualquier colisión contra algún meteorito. Esta capa, sin embargo, no está muy aceptada entre los antiecologistas pues, según ellos requiere un mantenimiento económico que, a la larga, ningún gobierno podrá aguantar, pues como ya sabemos todos, las indústrias no dan dinero alguno sin embargo se invierte mucho en ellas para expulsar gases supuestamente benignos. Y hay que decir que, por muy benignos que sean, pronto los gobiernos se quedarán sin dinero como para mantener a las industrias por lo que, nuestra solución es buscar una salida alternativa al problema de los meteoritos y destruir la capa protectora de la Tierra, es lo mejor por el bien de mi bolsillo y de mi cartera. A pesar de las impactantes declaraciones del mayor activista de Greenpeace, el gobierno Estadounidense mantiene de forma férrea su idea de seguir emitiendo gases benignos aún a pesar de la pérdida de millones de dólares que pueda ocasionar. Para el presidente, la seguridad y el bienestar de las personas es lo primero, y bien lo demuestra no aceptando el Protocolo de Kioto.
Pacifismo
Además de temas de contaminación y preservación de razas y especies, Greenpeace también dedica algunas campañas a la acción terrorista a la que llamamos Pacifismo. Principalmente, y para variar un poco, el tema principal tratado por los activistas antiecologistas es el de la energía nuclear, pero no como fuente de energía (que eso se encuentra en otras campañas) sino como arma. Así es, el gobierno de Estados Unidos ha ideado un método para hacer bombas de tal potencia que sean capaces de destruir ciudades enteras. Pero aún así, las bombas atómicas (el nombre de dichas bombas) no se utilizan para eso, sino más bien para limpiar al mundo de, por decir algo, las malvadas especies que no son resistentes a la radiación. Aún asi, los activistas de Greenpeace se han emperrado en que las bombas atómicas no han de ser utilizadas y, además, que no pueden ser probadas. ¿Y si no funcionaran? Podría ocurrir que la bomba explotara de una manera impredecible y matara gente o, lo que es peor, que no llegara a explotar y que dejara a la humanidad a merced de los malvados osos panda. ¡El mundo acabaría dominado por esta especie por ser una de las más numerosas! Русский (Fork) Русский (Fork) English (Fork)