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Comunidad de los cuerpos

En Mónica B. Cragnolini (comp.), Extrañas comunidades, Buenos Aires, La Cebra, 2009, pp. 97-116.

Monica B. Cragnolini (camp.) Extranas comunidades La impronta nietzscheana en el debate contemporaneo INDICE Extraiias comunidades: la impronta nietzscheana en el debate / Monica B. Cragnolini ... [et.al.] ; compilado por Monica B. Cragnolini. -la ed. Buenos Aires: Ediciones La Cebra, 2009. 256 p. ; 20x14 cm. ISBN 978-987-24770-4-2 1. Filosofia Contemponinea. 1. Cragnolini, Monica B. II. Cragnolini, Monica B., compo CDD 190 Pr6logo. Comunidades nietzscheanas EI presente libro se publica gracias a un subsidio concedido por el Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas, en el marco del proyecto de investigacion del PIP-CONICET 2005-2007, Nro 5854, "La impronta nietzscheana en los debates contemponineos en torno a la comunidad", dirigigo por Monica B. Cragnolini, y codirigido por Maria Luisa Pfeiffer, con lugar de trabajo en el Instituto de Filosofia, Facultad de Filosofia y Letras, UBA. 7 Monica B. Cragnolini I. AMOR, ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE La investigaci6n en busca de la comunidad: hacia una ontologia de la huella 17 Mariano Dorr y Maria Teresa Garcia Bravo Apofatica y comunidad セ 37 Gabriela Balcarce Extranas comunidades: para una metafisica del exilio .51 Monica B. Cragnolini © Ediciones La Cebra, 2008 edicioneslacebra@gmail.com www.edicioneslacebra.com.ar © de los autores Imagen de tapa Laura Vacs, Puertas. Esta primera edici6n de 300 ejemplares de Extrafias comunidades se termino de imprimir en el mes de agosto de 2009 en GrMica M.P.S., Santiago del Estero 328/38, Lantis, Buenos Aires, Argentina Queda hecho el deposito que dispone la ley 11.723 Rostros, mitos y limites de la comunidad 65 Alejandro H. Boverio II. LA COMUNIDAD (ENTRE): NANCY, DERRIDA Y OTROS Dos respuestas a la actual exigencia comunitaria: la deconstrucci6n de la comunidad ideal perdida en J. L. Nancy y la fantologia derrideana 83 HectoT E. Monteserin Comunidad de los cuerpos Daniel Alvaro 95 La comunidad posible. Formismo y nomadismo en Michel Maffesoli Cristina Ambrosini Aproximaciones deleuzianas al concepto de "comunidad" en Imperio y Multitud PROLOGO 115 COMUNIDADES NIETZSCHEANAS 137 Fernando M. Gallego III. LA COMUNIDAD DE LOS VIVIENTES: DEL ANIMAL, DE LA INMUNIZACION Y DEL DON LQuienes somos nosotros? Los hereperos del sujeto en el debate comunitario Evelyn Galiazo De Stockhausen a Gould: potencias comunitarias de la musica Paula Fleisner y Guadalupe Lucero 155 181 Lo comtm y la vida. "La soluci6n Nietzsche" y las paradojas de la normatividad liberaL Bernardo Ainbinder 201 Donde esta la salvaci6n, crece tambien 10 que nos somete 221 ]ualian Ferreyra Etica, libertad y don Maria Luisa Pfeiffer 237 csde hace tiempo la filosofia y las ciencias sociales se pregunton por Is cuesti6n de la comunidad y su "retorno". Muchas veces, :1 corocter de las discusiones se relacion6 con temas como las "perteI1cncios" y los "lazos" que forjan comunidad: Lson estos "mas naturaICI:l" que sus correspondientes sociales? Les la comunidad el "modo de QGHIセャ QゥVョB mas propio del existente humano? Propiedad, naturalidad, .ociaci6n 0 reunion: terminos todos que denotan un modo espedfico de cntender la comunidad, modo que rernite a una idea de hombre bnsicamente concebido desde la subjetividad que la filosofia moderna tWPO bien fundal'. in embargo, el siglo XX, alentado por los carninos nietzscheanos de fines del siglo anterior, deconstruyo la figura de esa bien funda10 subjetividad. Ante un sujeto estallado, fragmentado, multiplicado, plLlralizado, muchos pensaron que el retorno de la problematica de Ir1 comunidad evidenciaba una nostalgia del viejo sujeto y sus caractcres. Por el contrario, el asi llamado "retorno" a la comunidad de las 1'lItimas tres 0 cuatro decadas hace patente otras cuestiones. Ante todo, potentiza que la pregunta acerca de un Cum posible (ese "cum" que nos "acomuna") no responde a las necesidades de un sujeto ahora debilitado, 0 de un individuo aislado que busca completarse, sanar sus orencias, encontrar consuela para sus falencias. Frente a los planteos eticos, y a los planteos sociologicos, los trabajos de este volumen, que corresponden a los "resultados"! de un grupo Ie investigaci6n sobre la impronta nietzscheana en el debate comuni- I. Coloco "resultados" entre comillas para evidenciar que en estas tematicas "nndn" se alcanza sino que toda problematica nos deja, como diria Nietzsche, en l'I "vestibulo" de una filosofia, 0 ante una puerta, como el final de La estrella de la l'I'III'II..iol1 de Rosenzweig. Tal vez, en estas cuestiones, 10 irnportante este mas del lado rI cl ll"ayecto que dellugar de arribo. 7 Hector E. Mon leserin vivir" con los espectros: "La mayoria de la gente piensll que la muerte estri separada de la vida, que la vida es una cosa y la muerte estri del otro lado. Sin embllrgo, debemos saber que recibimos constantemente muchas influencias de las personas muerlas. Vivimos sin dllrnos cuenta de que sobre nosotros estrin los padres, los abuelos, los bisabuelos, los tatarabuelos y todos nuestros ancestros desde la creacion del universo. Pnicticamente nos aplastan sobre esta tierra y tenemos que estill' aqui. "21 Pero en contra de una interpretaci6n demasiado apresurada que yea en esta convivialidad con los muertos seiialada por Ohno un oscuro gravamen, alli tambien se dice "La responsabilidad de los seres vivos es dejar crecer juntas a la vida y Il la nluerte. Cuando estrin unidas, vivimos con mas energia y sentimiento; tenemos que hacer crecer a la gente junto con las personas que han fallecido. Pienso que esta unidad entre la vida y la muerte nos viene de la madre. 5i 110 ve1110S Ull fUhtro con agradecimiento al legado de la vida y al de las personas muertas, no hay Oriente para ir avanzando hacia ese futuro. "22 Finalmente, para conduir, recordemos las palabras de Derrida acerca de esa enigmatica intensificacion de la vida en que deriva la sabiduria de abrirse al peso de 10 espectral, a la cual se referia endeudar, acusar, Ohno, "Pesar (lasten) es, asimismo, cargal', gravar, セj・ョッーュゥ asignar, prescribir. Y CUllIlta mris vidll hllY, tanto mas se agrnvll el espectro del otro, tanto mas gravosa es su imposicion. Y tllnto mas debe el vivo responder de ella. Responder del muerto, responder al muerto. Corresponder y explicarse, sin seguridlld ni simetria, con elilsedio. Nlldll es mas serio IIi verdlldero, nllda es mas justo que esa fantasmagoria. EI espectro pesa, piensa, se intensifica, se condensa en el interior mismo de la vida, dentro de Ia vida mas viva, de la vida mas singular (0, si se prefiere, individual). Desde ese momenta, esta yll no tiene, lli debe ya tener, precisamellte porque vive, ni pura identidad consigo misma ni adentro asegurado: esto es 10 que todas las filosofias de III vidll, e inc/uso del individuo vivo 0 real, deberian sopesar. "23 por el destino que tend«i. Hay que ver en esla expresion artistica tanto el resultado de los elementos orientales ya nombrados, como el de la formacion occidental en las vanguardias europeas de las que surgen sus dos creadores. Actualmente el Butoh tiene tantas escuelas como representantes importantes en el mundo, 10 que Jleva al recurrente cuestionamiento -<jue ya se adivina como inacabable-- sobre su definicion. De aqui que la referencia al Buloh no sea fortuita, danza exislencial que asume el papel creador de conocimiento de la danza como praxis reflexiva sobre el cuerpo en el mundo. Rasgo determinante de una danza que se ubica en el punto de inflexion historico donde las fronteras que separaban oriente y occidente ceden a la mundializacion. 21. Entrevisla a Kazuo Ohno realizada por Gustavo Collini Sartor en Kazl/o Ohno el Iiltimo COMUNIDAD DE LOS CUERPOS Daniel Alvaro 1. Comunidad de los cuerpos: un titulo y un problema. Tal vez un concepto. En cualquier caso, se trata de una cita. En su simplicidad el enunciado se muestra exigente, desde el comienzo solicita ser releido y, en consecuencia, reescrito. Este nos viene de Jean-Luc Nancy y apa-1 rece repetidas veces, pero acaso por primera y ultima vez, en Corpus. Conviene tener presente desde ahora que el enunciado en cuanto tal no representa un motivo central de su obra. Por esta razon, quizas, el privilegio que Ie otorgamos aqui pueda parecer excesivo a primera vista. No obstante, antes que encaminarnos hacia una exegesis puntual de dicha frase, nos proponemos analizar la relacion entre los problemas que ella nombra. La comunidad y el cuerpo son dos de las problematicas que con mas insistencia ha trabajado Nancy durante las ultimas tres decadas. Con todo y por sorprendente que parezca, rara vez aparecen articuladas de manera expllcita. La relacion entre estas dos grandes cuestiones aparece delineada en muchas de sus publicaciones pero nunca como en Corpus. Nunca, al menos, tan abierta y claramente como alii. Asi se explica el hecho de que nuestro analisis este dirigido y vuelva permanentemente a ciertas proposiciones de este libro. En el fondo, 10 que se anuncia con este titulo no es ninguna novedad. En distintas epocas y desde diferentes perspectivas, los discursos consagrados a reflexionar sobre la comunidad abordaron la pregunta par el cuerpo, aunque por 10 general se trato de analisis parciales y en cierto modo limitados en su alcance. Intentaremos precisar esta cuesti6n a traves de un breve recorrido por algunos textos y enunciados emblematicos de Bataille, Blanchot y Nancy. A pesar de las diferencias entre estos discursos reconocemos emperador de Ia danza, Buenos Aires, Viciguerra, 1995, p. 126. 22. Ibidem, p.126-7. 23. J. Derrida, Espectros de Marx, trad. cit., p. 125. 94 1. Paris, Metaihe, 1992, '2006. 95 Daniel Alvaro en ellos una cierta continuidad, 0 incluso, si cabe decirlo asi, un cierto encadenamiento logico y cronologico cuya historia es posible reconstruir. De Bataille a Nancy pasando por Blanchot, y desde entonces par tantos otros autores contemponlneos, el pensamiento de la comunidad ha experimentado una serie de importantes metamorfosis que, en su conjunto, constituyen la trama de uno de los debates mas significativos de nuestro tiempo. Aqui solamente retomaremos uno de sus hilos, aguel que anuda el concepto necesariamente plurivoco de "comunidad" a la pregunta por el cuerpo y por los cuerpos. 2. Pensar "el" cuerpo en singular y no justamente como una singularidad equivale casi siempre a detener el pensamiento en una certeza complaciente. Aguella que identifica el cuerpo con un organismo cerrado, saturado de sentido 0 perfectamente acabado, puntual, fundado en si y para si mismo, esto es, sin relacion con el afuera. Sin embargo, tampoco bastaria con hacer del discurso sobre el cuerpo un elogio de 10 singular; como si el solo hecho de reivindicar su singularidad comunmente denegada fuera suficiente para abolir los efectos de una tradicion teologico-filosofica tan antigua como el concepto 0 la idea misma de cuerpo. Mas bien habria que intentar pensar, como 10 hizo Bataille y tambien Blanchot, el caracter singular y a la vez plural-ellos dirian, quizas, el caracter relacional que no se agota en 10 estrictamente social- de los cuerpos en general. En efecto, tanto el uno como el otro comprendieron que la singularidad de un cuerpo implica ante todo 10 que llamamos "relacion". 0 dicho de otro modo, que la presencia de un cuerpo supone la existencia de una comunidad de cuerpos, 10 que significa, como minimo, mas de uno. Cuando Bataille y Blanchot escribieron acerca de la "comunidad", acerca del sentido 0 de los sentidos que cada uno de ellos busco en esta palabra, 10 hicieron desde esta perspectiva. No necesariamente con la terminologia que aqui empleamos, pero bajo la conviccion profunda de que ninguna especie de comunidad, ningun comunismo incluso, habria de tener lugar sin la experiencia de la exposicion, de la finitud y del extasis compartido. 2 2. Es importante tener en cuenta que la reflexion en tome a la comunidad, al menos aquella que vincula inextricablemente los n01"I1bres de Bataille, Blanchot y Nancy, fue rnotivada en buena medida por la necesidad de responder a la llarnada "exigencia comunista". La "afumacion critica" de esta exigencia define un trazado -una praxis- que recorre todas estas reflexiones, desde los primeros escritos politicamente comprornetidos de Bataille, comenzando por "La structure psychologique du fascisme" (en La Critique Sociale, nO 10, Paris, 1933), hasta las mas recientes publicaciones de Nancy (vease, por ejemplo, 96 Comunidad de los cuerpos "Para Bataille -afirma Nancy- la comunidad fue ante todo [...] la de los amantes."3 La "comunidad de los amantes" bataillana debe ser entendida, primeramente, como expresi6n de un mundo pasional de intimidad enfrentado al orden social en su conjunto. Es gracias y contra la "hipocresia" denunciada por Bataille en este orden que los amantes gozan (de am, tambien, que al menos en este sentido haya podido hablar de "comunidad negativa"). El "amar", consumado y consumido par esta comunidad de amantes, se nos presenta aqui como un modelo "heterogeneo" de soberania en abierta oposicion al orden social existente, y mas concretamente al modelo soberano representado por el Estado. Segun Bataille, la pasion en el amor 0 el cuerpo a cuerpo de los amantes, expone la linica verdad de esta comunidad, del "mundo verdadero de los amantes". Verdad que consiste, sin mas, en el amar como exposicion: exposicion entre los amantes y exposicion de ellos mismos, de sus cuerpos entrelazados, a toda la sociedad. Pues no hay exposicion sin cierta posicion, 0 mejor, sin cierta disposicion de los cuerpos, sin 10 que Bataille no duda un instante en llamar por sus nombres consagrados: beso, caricia, acoplamiento, etc. Se dira entonces que una especie sutil, y con todo superficial, de tacto 0 de contacto, es constitutivo de la relacion, o -para usar un termino del que Bataille se sirve a menudo- de la "comunicacion" entre los amantes. Cada uno de ellos toea y se hace tocar por el otro. Tocandose asi es que tocan ellimite, es decir, ellimite que el otro cuerpo es y del que ninglin pensamiento de la comunidad puede o debe sustraerse. (Pero precisamente, el limite con el que choca este pensamiento -aunque en verdad habria que decir "todo pensarniento", y no solo este- es ellimite 0 el contorno del cuerpo del otro -no menDs que el delllamado "cuerpo propio", que por 10 demas nunca deja de ser otro cuerpo. Sobre esta cuestion volveremos mas adelante.) Tambien Blanchot, cuando escribe sobre la comunidad, vincula la relacion singular entre los cuerpos al mundo intimo que comparten los Write de la democratie, Paris, Galilee, 2008). A proposito de esta relacion afumativa y ala vez critica con la promesa cautiva en la palabra "comunismo", Blanchot escribe: "Cornunismo, comunidad: tales temunos son ciertarnente tenninos, en la rnedida en que la historia, los desenganos grandiosos de la historia, nos los hacen conocer sobre un fondo de desastre que va mas alla de la ruina. No existe tal cosa como conceptos deshonrados 0 traicionados, sino conceptos que no son 'convenientes' sin su propio-impropio abandono (que no es lrna simple negacion), he aqui 10 que no nos permite rechazarlos 0 recusarlos tranquilarnente. Queramos 10 que querarnos, estarnos ligados a ellos precisarnente por su defeccion" (La ・ヲオ。ュセ ッc il1avouable, Paris, Minuit, 1983, p. 10). 3. La Communaute desreuvr/!e, Paris, Christian Bourgois, 1986, '1999, p. 89. 97 Comunidad de los cuerpos Daniel Alvaro amantes. Al menos esto es 10 que hace en La Communaute inavouable. Particularmente en la segunda y ultima parte de este libro, titulada "La communaute des amants".4 Para empezar habra que ver alH algo mas que un homenaje al pensarniento del amigo. Se trata, sin lugar a dudas, de un homenaje a Bataille (ellibro entero 10 es), no menos que de un escrito testimonial, si se puede decir asf, donde es posible reconocer las ambigiiedades a las que se presta la figura bataillana de los amantes. En un registro aun mas esquivo del texto, se trata tambien de una respuesta a la lectura que Nancy nos ofrece de Bataille en "La Communate desCEuvree". Por el momenta indicaremos solamente uno de los desvfos interpretativos operados por Blanchot respecto de la "comunidad de los amantes" de Bataille: propiamente hablando, un giro teorico y practico que parece reencontrar, en la impotencia misma de este enunciado, una exigencia polftica que se crefa excluida, 0 en todo caso desertada. Lejos de los amantes, al menos en apariencia, Blanchot comienza esta segunda parte de su libro con una larga evocacion del acontecimiento llamado "Mayo del 68". Sin rastros visibles de nostalgia, estas primeras paginas evocan nada menos que la ambigua "presencia del pueblo", "Ia comunicaci6n e:>.:plosiva, la apertura que permitfa a cada uno, sin distincion de clase, de edad, de sexo 0 de cultura, relacionarse con el primero que pasaba, como con un ser ya amado, precisamente porque era el familiardesconocido."5 Dicho esto a modo de introduccion, Blanchot pasa a considerar directamente las relaciones entre ese mismo pueblo 0 esa misma comunidad que "para no limitarse, acepta no hacer nada"6, y "la extraneza de esta sociedad antisocial [... J que forman los am igos y las parejas."7 El desvfo llega antes de anunciarse, sin siquiera damos el tiempo necesario para percibirlo. Tal vez, mas que de un desvfo deberfamos hablar de una desviacion multiple 0, mas concretamente, de una desviacion polftica de la cuestion de los amantes. Como se ha dicho, los amantes de Bataille forman un mundo aparte dentro del mundo, una sociedad secreta enfrentada a "la" sociedad de la que a pesar de todo forman parte, preci- 4. En esta segunda parte de su libro Blanchot se proponia "acompafiar la lectura" de un relato por entonces reciente de Marguerite Duras (La Milladie de la morl, Paris, Minuit, 1982). La primera parte, titulada "La communaute negative", es un comentario a! articulo que Nancy acababa de publicar en la revista Alea y que tres afios mas tarde se convertiria en libro, nos referimos, evidentemente, a "La CommUl1aute desceuvree". 5. La COmmullaule illavouable, ed. cit., p. 52. 6. Ibid., p. 55. samente como su parte maldita. Sea como fuere, la cuestion polftica, como cuestion del mundo, no encuentra lugar en la comunidad de los amantes. Esta habfa sido concebida por Bataille como excepcion del mundo en el mundo, 0 mas severamente como olvido -incluso como negacion- del mundo que hacemos todos y cada uno sin excepcion. De esta hipotesis de lectura, que dicho sea al pasar Nancy es el primero en poner a prueba, parece derivar el comentario admonitorio de Blanchot.s Comentario que va a la zaga de una posible "aproximacion" (es la palabra que utiliza), asf fuera a partir de los rasgos que los distinguen, entre el "pueblo" y "el mundo verdadero de los amantes" en el sentido de Bataille. A pesar de todo, hay que decir que esta "aproximacion" de apariencia imposible consigue sostenerse, aunque mas no sea en la duracion siempre provisoria que caracteriza al tiempo de una comunidad. Para Blanchot no hay ni debe haber comunidad 0 comunicacion duraderas: "No hay que durar, no hay que participar de ninguna duracion."9 Quizas sea esta la ultima leccion polftica de Blanchot y aquello que Ie permite reorientar en una direccion hasta entonces impensada la tesis de Bataille sobre la soledad comUn que detentan los amantes en su mutua exposicion. Es la soledad compartida entre los cuerpos, aquella que resulta de la relacion de cada uno y de cada cual con "los amigos y las parejas" (se habra notado que Blanchot amplfa el horizonte de esta comunidad incluyendo en ella a los amigos), el rasgo diferencial y a la vez comun entre 10 que se ha podido 8. Deciamos mas arriba que la seccion de La Comnllmaule inavollnble consagrada a la "comunidad de los amantes" tambien puede leerse como lma respuesta a la interpretacion nancyana de Bataille. Recordemos pues que en "La Commlmaute desceuvree" Nancy habia comenzado un analisis pormenorizado y mas 0 menos entico de esta cuestion. Entre otros pasajes alusivos podemos citar el siguiente: "Ia soberania de los amantes y del artista, una y otra y una en otra sustraidas tanto al orgiasmo fascista como a la igualdad comunista [... 1 solo pudieron aparecersele [a Bataille] como extasis, si no propiamente 'privados' (Lque sentido podria tener esto?) al menos aislados, sin influencia --€n todo caso sin influencia senalable, enunciable- sobre la comunidad en la cual no obstante debian estar tejidas, arrealizadas 0 inscritas, so pena de perder, en el fondo, su propio valor soberano" (La Commlmaule desrellvree, ed. cit., p. 55). Casi veinte anos mas tarde, en La Commlmalilli affronlee (Paris, Galilee, 2001) -libro donde Nancy repasa la historia de "los textos filosoficos sobre la 'comunidad' en los anos 1980"_ se vuelve nuevamente sobre este "tema": "[Bataillel consideraba el fuerte lazo (pasional 0 sagrado, intimo) de la comunidad como reservado a 10 que el llamaba la 'comunidad <;ie los amantes'. Esta se hallaba, pues, en contraste con el lazo socia! y como su contra-verdad. Lo que se suponia que debia estructurar a la sociedad aunque fuera abriendo en esta una brecha transgresora- era depositado fuera de ella en ella, en una intirnidad para la cualla politica quedaba fuera de alcance." (p. 33). 9. La Communau/einavouable, ed. cit., p. 56. 7. Ibid., p. 57. 99 98 Daniel Alvaro designar aqui con el incierto nombre de "pueblo" y la "comunidad episodica entre dos seres que estan hechos 0 no estan hechos el uno para el otro". En suma, 10 que comparten estos dos mundos que no obstante coexisten en un mismo mundo, eso mismo de 10 que se diferencian y que a su vez los diferencia y los singulariza, es su radical rechazo a toda forma organizada de lazo social, a toda forma homogenea y homogeneizante de sociedad tendiente a perdurar en el tiempo por la sola ley de la fuerza 0 de la tradicion instituida. Es aqui donde podemos distinguir con mayor claridad el desvio propiciado por Blanchot. Desviacion minima pero espectacular si consideramos que la fuerza insurreccional y al mismo tiempo disociante de la comunidad de los arnantes, si no suprimida al menos transfigurada por la representacion de Bataille, ahora se inscribe en ella de modo imperativo y concluyente como su "fin esencial". Asi, en todo caso, 10 testimonia uno de los parrafos mas deslumbrantes de La Communnutf! innvounble. Casi al final del libro, en un apartado titulado "La destruction de la societe, l'apathie", Blanchot escribe: La comunidad de los amantes, 10 quieran estos 0 no, 10 disfruten 0 no, tanto si estan ligados por el azar, 'el amor loco', 0 la pasion de la muerte (Kleist), tiene por fin esencialla destruccion de la sociedad. Alli donde se forma una comunidad episodica entre dos seres que estan hechos 0 no estan hechos el uno para el otro, se constituye una maquina de guerra 0 mejor dicho una posibilidad de desastre que lleva en si, asi fuere en dosis infinitesimales, la amenaza de la aniquilacion universal. lO A menudo, como aqui, los nombres de Bataille y Blanchot aparecen juntos. Sin embargo, es preciso diferenciar un pensarniento del otro, al menos y para empezar en 10 que concierne al tratamiento que ellos hacen de la cuestion-comunidad. De realizarse, dicha diferenciacion seria la ocasion para un trabajo post-deconstructivo sobre textos que suelen considerarse, con razon, emblematicos de una epoca del pensamiento que de mil maneras ponia en evidencia la necesidad 0 la urgencia misma de la "deconstruccion". Naturalmente, no nos arrogamos aqui semejante tareaY Nos conformaremos con indicar, acaso muy breve- Comunidad de los cuerpos mente, algunos puntos problematicos de los que deberia dar cuenta una relectura critica de los escritos de Bataille y Blanchot sobre la comunidad. Sucede que cuando leemos sus textos, en particular aquellos a los que implicita 0 explicitarnente nos hemos estado refiriendo, resulta inevitable llegados a un cierto punto la sensacion de detencion de la enorme apuesta filosofica que alii se nos ofrece. En ambos casos, y en cada caso por separado, no es posible pasar por alto cierta inclinacion conciente 0 inconciente (aunque sabemos que una distincion semejante no tiene aqui el menor interes) a retraer sus enunciados 0 sus conceptos mas aca del horizonte de pensarniento que ellos mismos exigian dejar atras. Hecho que no nos impide advertir notables diferencias entre uno y otro. En este sentido, es claro que Blanchot se muestra mas susceptible y mas atento que Bataille respecto de la "diferencia sexual" (por no to12 mar mas que un ejemplo concreto que toca de cerca a nuestro analisis ). Asimismo, mas susceptible y mas atento respecto allenguaje utilizado, ala seleccion de conceptos comprometidos en la exposicion de los problemas y, en particular, a los tropos puestos en juego para afirmar la experiencia de una comunidad que se eclipsa en el momenta de nombrarla. Pero la demarcacion que mas directamente nos interesa destacar es la de sus respectivos pensarnientos en 10 que hace a la articulacion entre "cuerpo" y "comunidad". Antes que nadie, ellos supieron decir 10 esencial de la logica de la exposicion, aquello que no se resume en ninguna esencia de 10 comun y sin embargo, 0 por eso mismo, revela el sentido no-revelable de la existencia comun -nada distinto, pues, de 10 que tanto el uno como el otro se propusieron pensar bajo el nombre de comunidad. Aun asi, 10 que en estos planteos tiende a resultar problematico, 0 por 10 menos inquietante, es que para decir esta logica que se abre a la comu- 11. Esta tarea fue emprendida por Nancy en muchos de los textos que aqui intentamps leer, pero tambien, aunque desde una perspectiva diferente, por Jacques Derrida, espOOalmente en PoJitiques de ramitie, Paris, Galilee, 1994, pp. 56-57,89,98,100,325 55. 12. En los diversos ensayos donde Bataille se ocupa de los "amantes" -10 mismo que en buena parte de su "literatura"- tiende a imponerse con demasiada facilidad el modele occidental tipico, es door dominante, de "pareja" "heterosexual". Ya en La Comnwnaule desreuvree Nancy se refena a este asunto: "Los amantes de Bataille son tambien, en ultimo termino, un sujeto y un objeto -y el sujeto siempre es, por 10 demas, el hombre, y el objeto siempre la mujer, por un desvio sin duda muy clasico de la diferencia sexual en apropiaci6n de sl por si." (ed. cit., p. 63). Si bien inrnediatamente despues aclaraba entre parentesis: "(Sin embargo, no es seguro que bajo ot£O registro, en otra lectura, el amor y el gow no sean en BataiJIe esencialmente los de la mujer _y de la mujer en el hombre. [... J)" (pp. 63-64). En la lectura de Blanchot, todos estos temas son tratados de un modo sensiblemente diferente; de un modo mas sensible a la cuesti6n misma de la diferencia. Un analisis detallado de esta problematica exigiria leer con detenimiento, y en paralelo al relato de Marguerite Duras, los dos apartados finales de La Communaute inavouable: "L'absolument feminin" y "L'inavouable communaute" respectivamente. 100 101 10. Ibid., p. 80. Comunidad de los cuerpos Daniel Alvaro nidad y a un mismo tiempo la distancia de sus representaciones habituales, de una manera u otra y de maneras bien distintas, ambos terminan por postular un mundo de intimidad (formado por "amantes", "parejas" 0 "amigos") cuya simple afirmacion presupone una frontera mas o menos estabilizada entre un orden "publico" y otro "privado", dualismo clasico en torno a la cual se organiza la estructura de una socialidad que se suponia Hamada a desaparecerY De am que la "comunidad de los amantes" se nos muestre con frecuencia como la manifestacion de una intensidad aislada y hasta cierto punto retenida en la supuesta interioridad de un orden social que, paradojicamente y por contraste, acaba por prescribir su sentido y su destinacion misma. Enfrentado a si mismo 0 a su propia exigencia, el mundo insondable de los amantes, las parejas y los amigos, parece ofrecido, tentado incluso, a representar su contrario. Ya se la piense modelada por el amor, por la amistad, 0 por ambas cosas ala vez, esta comunidad sigue representando un modelo. Incluso si este modelo rompe con todos los modelos tradicionales del amor y de la amistad, mientras la comunidad este restringida a un numero limitado de cuerpos, y alin si estos son mas de dos, permanece abierta y siempre latente la amenaza de exclusion. Ahora bien, aqui no se trata de recusar sin mas la representacion de los amantes tal como se muestra en estos textos y a traves de estos autores. Se trata simplemente de senalar un riesgo y, en ultima instancia, de prolongar estos analisis en una direccion que nos permita pensar en y desde el abismo que eHos mismos nos descubrieron. Creemos, pues, que en una direccion semejante se orientan algunas de las publicaciones mas recientes de Nancy. Tanto por las tematicas como por los interrogantes que alli se plantean, estos trabajos han de leerse en la actualidad como aportes fundamentales al debate que aqui nos interesa. Cuestion de cuerpo y cuerpos. Limitando aqui nuestra lectura a textos que buscan acceder por distintas vias a esta misma cuestion, comenzando por Corpus, intentaremos en 10 que sigue formalizar algunas preguntas y ponerlas a prueba. 3. GComo pensar 0 volver a pensar la "comunidad" en terminos de co-existencia, es decir, segun la modalidad elemental de la exposicion, 13. Aqui retomamos uno de los argumentos centrales de la critica de Nancy a la "representacion bataillana de los amantes" (vease La Communaule dtisceuvree, ed. cit., pp. 9091). Asimismo nos preguntamos hasta que punta la reinterpretaci6n de Blanchot no seria, ella tambien, solidaria de este esquema oposicional. El hecho de aproximar dos ordenes que en Bataille aparedan claramente escindidos y enfrentados no distiende la oposicilSn, sino que mas bien parece profundizarla. I 102 sin por ella someter su exigencia a una figura identificable? GComo permanecer en la estela de un pensamiento acerca del "estar-en-comun" prescindiendo de todos nuestros esquemas 0 modelos "comunitarios"? En ultima instancia, Gcomo pensarnos a nosotros mismos difiriendo indefinidamente toda limitacion de sentido para este "nosotros"? Para empezar a esbozar una respuesta a estas preguntas de orden general,y por alejada que una cosa parezca de la otra, habra que analizar, aunque fuese parcialmente, 10 que se pone en juego a traves de la reflexion nancyana sabre el cuerpo. Con ese proposito, entonces, comenzaremos por leer un importante pasaje de Corpus, libro desconcertante y desde todo punto de vista inclasificable al que Jacques Derrida se refirio, con buenas razones, como "el Peri Psyches de nuestro tiempo".14 Los cuerpos son lugares de existencia, y no hay existencia sin lugar, sin ahi, sin un 'aqui', 'he aqui', para el este. El cuerpo-lugar no es Heno ni vado, no tiene afuera ni adentro, como tampoco tiene partes, totalidad, funciones, o finalidad. Afalo y acefalo en todos los sentidos, si se puede decir as!. Mas es una piel diversamente plegada, replegada, desplegada, multiplicada, invaginada, exogastrulada, orificiada, evasiva, invasiva, tensa, relajada, excitada, pasmada, ligada, desligada. Bajo estos modos y bajo mil otros (aqui no hay 'formas n priori de la intuicion', ni 'tabla de las categorias': 10 trascendental esta en la indefinida modificacion y modulacion espaciosa de la 15 piel), el cuerpo dn lugar a la existencia. De este primer acercamiento al problema que pretendemos analizar, y antes de retomar la cita que hemos interrumpido, debemos inferir algunas consideraciones preliminares. Para empezar, habra que insistir en esto: el de Nancy no es un discurso sobre "el cuerpo". Pensar el cuerpo -antiguo e inacabado programa de nuestra tradicion filosofica y teologica- siempre supone asignarle una esencia, un sentido 0 una significacion que en principio nada tiene que ver con los cuerpos singulares y plurales. El suyo, mas bien, es un discurso que se agota a si mismo en la tentativa de situar la "extraneza" Hamada cuerpo al margen de toda "di。ャエセ」 ゥ significante". Tentativa vana y sin duda banal, como el mismo no se cansa de repetir, pero con efectos concretos sobre el modo en que 14. I.e loucller, Jean-Luc Ntl1!cy, Paris, Galilee, 2000, p. 79. 15. Corpus, ed. cit., p. 16. 103 Daniel Alvaro Comunidad de los cuerpos pensamos el justa lugar de esta dificil cuestion. La cuestion pasa aquf par ellugar, la extension, el espacio y el espaciamiento de los cuerpos. No hay cuerpo ni cuerpos sin lugar, sin nqui, ahi 0 aW, en una palabra, sin mundo. Los cuerpos tienen lugar, a simplemente son, en el mundo. No en un mundo distinto, apartado a retirado del mundo, sino aquf, en "nuestro mundo" (es decir, mundo de todos los existentes y no necesariamente "mundo del hombre": "El mundo anterior al hombre y fuera del hombre es tambien nuestro mundo, y nosotros tambien Ie pertenecemos a el"16). Ahara bien, Nancy no dice solamente que los cuerpos tienen lugar, dice que los cuerpos son lugares, y para ser mas precisos, "lugares de existencia". Por eso rnismo,lugar, extension, exposicion, no son simples atributos del cuerpo, ni accidentes que sobrevendrfan a una pretendida sustancia del cuerpo. Son, par el contrario, tada 10 que el cuerpo es. El cuerpo, subraya Nancy, "da lugar a la existencia": Y, muy precisamente, da lugar a esto: que la existencia tenga par esencia no tener ninguna esencia. Par eso In Olltologia del euerpo es la ontologia misma: ahi el ser no es nada previa a subyacente al fenomeno. El cuerpo es el ser de la eXistencia. 17 iQue debemos entender par una "ontologfa del cuerpo"? iDonde situarla? iComo pensar eso mismo que Nancy llega a decir que "tal vez" "no sea exactamente para pensar"IS? Toda la dificultad reside en que paradojicamente no hay lugar, no en nuestro pensamiento, para el "cuerpo ontolOgico". La que entre nosotros y en toda nuestra tradicion se queda sin lugar es justamente 10 unico que tiene lugar y da lugar a la existencia. "Ex-istencia: los cuerpos son el existir, el acto rnismo de la eX-istencia, el ser."19 Concebido de este modo, el ser es infinita apertura. El ser de la existencia, a "cuerpo", es abierto: apertura indeterminada, espaciosa y espaciante de un lugar, de una extension, de una exposicion. 0 dicho mas econornicamente y en la ajustada sintaxis de Nancy: "EI cuerpo es el ser-expuesto del ser."20 En definitiva, de esto y nada mas que de 16. ]ean-Luc Nancy, Le sens du mcmde, Paris, Galilee, 1993, p. 75. 17. Corpus, 00. cit., pp.16-17. 18. Ibid., p. 18. 19. Ibid., p. 20. ) 20. Ibid., p. 32. 104 esto trata una "ontologfa del cuerpo": de concebir el "ser-expuesto". Aunque el problema, y asf volvemos al punto de partida, es que nada de esto resulta concebible para nosotros. Par comprensivo que sea el lector dificilmente pueda consentir proposiciones de este tipo. Y justamente Nancy cuenta can ella desde el cornienzo. De am este Corpus, discurso fragmentario y discontinuo, continuamente interrumpido y a un rnismo tiempo relanzado: "Discurso inquieto, sintaxis casual, declinacion de ocurrencias. Clinamen, prosa inclinada hacia el accidente, fragil, fractal."21 De ahi el incesante y alocado discurrir de una escritura (0 de una exeripeion: "inscripcion-afuera") que dice hacer 10 inconcebible: tocar el cuerpo en la propia pagina de escritura. En este contexto, comenzamos a entender por que "tal vez esta ontologia no sea exactamente para pensar." "Quizas -dice Nancy- el 'cuerpo ontologico' no sea para pensar mas que ahf donde el pensamiento toea la dura extrafleza, la exterioridad no-pensante y no-pensable de este cuerpo. Pero solo un tacto semejante, 0 un toque semejante, es la condicion de un pensarniento verdadero."22 Tocar el cuerpo no es posible mas que situandolo en un espacio, en un plano si se quiere, materialP Fuera de este espacio no hay cuerpo ni cuerpos, pues no existe "cuerpo" sustraido al tacto. Un cuerpo que no toque a que no pueda ser tocado ya no serfa un cuerpo. Serfa un espiritu, una identidad, a un Dios. Pero en ningun caso un cuerpo. Serfa alga, y ni siquiera eso, absolutamente indistinto, incapaz de diferenciarse. Un cuerpo se distingue y se diferencia de los otros cuerpos en tanto y en cuanto el rnismo es una diferencia material. Por esta razon, y par algunas otras que alegaremos enseguida, se puede decir que la "ontologia del cuerpo" es asimismo una"ontologia materialista". Ser-expuesto significa entonces estar-expuesto al tacto a al contacto consigo rnismo y con los otros cuerpos. La singularidad de un cuerpo ala vez "unico" y "cualquiera", su fuerza misma y su diferencia, solo 21. Ibid., p. 49. 22. Ibid., p. 18. 23. No "material" como opuesto a "ideal", sino m;\s bien en el sentido atomista de "materia". En el sentido de "Ia caida de los Momos en el vado" y del "dinamen: el desvio y el contacto, el montaje, la separacion, la tangencia, el entre-dos y el entrechoque del hay difractado singular. La singularidad es material, ya sea que se la entienda como acontecirniento 0 como unicidad de existencia, 0 como las dos cosas juntas, y siempre en manto sentido. Reciprocamente la matelia siempre es singular 0 esta singularizada, siempre es materia signata, materia signada, es dear, no significada, sino exhibida 0 exhibiendose singular." (Le sens du monde, 00. cit., p. 97.) 105 Doniel Alvaro se explican por el hecho incontestable y evidente de que hay cuerpos.24 Cuerpos y mas cuerpos, es todo 10 que hay en el mundo. Para que haya "algo" 0, como dice Nancy, para que haya alguno 0 alguna, algu.n uno o alguna una, tienen que haber, simulhinea y contemporaneamente, algunos/as otros/as. Si hay uno es porque hay otro, y reciprocamente. Esto quiere dedr sencillamente que nada "pre-existe" a la relacion de los unos con los otros. Pues 10 que aqui se entiende por "reladon" no es ellazo que vincula a los existentes como si estos pudieran tener lugar antes dela exposicion, sino que es eso mismo que posibilita a cada uno ser uno y a cada otro ser otro, espaciados en un espacio comun y ocupando un lugar irreemplazable precisamente porque somas varios. En el sentido ontologico mencionado, vale decir, en un sentido originariamente material del ser, "relacion" significa estar de a varios 0 entre varios (etre iz plusieurs): "los unos y los otros, los unos can los otroS."25 La logica de la relacion sobre la cual insistimos aqui atraviesa al tiempo que articula toda la reflexion ontologica de Nancy. Y esto al menos desde La Communaute desceuvree, donde se formula por primera vez la pregunta acerca del "ser de la comunidad". Pregunta que invitaba a pensar en las posibilidades teorico-practicas del "ser-encomun" (etre-en-commun) mas aca 0 mas alia de la "puesta en obra de un ser-comun". Pocos aiios mas tarde volvemos a encontrar la misma pregunta -aunque adecuada a la coyuntura politica de ese entonces (el derrumbe sistematico de los comunismos en el mundo)- en La Comparution 26, libro escrito junto a Jean-Christophe Bailly. A estas dos publicaciones las siguieron muchas otras donde se volvia a plantear la cuestion del ser de la comunidad aunque ya no como tema central ni en los mismos terminos en que la pregunta habia tenido lugar en un principio. Por distintos motivos, la palabra "comunidad" fue reemplazada en estos analisis par expresiones menos connotadas 0 sobrecargadas. 27 Asi, 10 que en aquellos primeros escritos pudo ser pensado y proyectado en terminos de una ontologia de la comunidad derivo poco a poco en otras tantas ontologias: a saber, ontologia del "ser-en- 24. Sobre la "interseccion" de 10 "sustituible" y 10 "insustituible", "de 10 reernplazable y de 10 irreernplazable, de 10 cualquiera y de 10 Unico" en virtud de la cual "la relacion tiene lugar", vease I.e sens du monde, ed. cit., p. 118. Comunidad de los cuerpos comun", del "ser-juntos", del "ser-con", 0 lisa y llanamente ontologia del "con" (todos ellos, en cierto modo, intentos por prolongar y a un mismo tiempo radicalizar el analisis heideggeriano del Mitsein). No obstante, cada una de estas ocurrencias, a pesar de sus diferentes matices semanticos, no hacen mas que poner en evidencia que si el "ser" tiene un sentido para nosotros este no es otro que el de la "relacion". Nos peguntamos aqui si una "ontologia de la relacion" -par darle un nombre generico a un camino de pensamiento que en ningun caso podria reducirse a un nombre y mucho menDs a un concepto- no fue siempre y para empezar una "ontologia del cuerpo". Aun si esta expresion nos lIega con retraso, y aun si su uso es poco frecuente, ella parece concentrar un repertorio ajustado de problemas que permanecen diseminados a 10 largo de toda la obra de Nancy. Mucho antes de que el cuerpo fuese un problema, y acaso el problema mismo de N ancy 28, bastante antes de Corpus y de una buena cantidad de textos que 10 siguieron donde tambien se trata de este mismo y unico problema, un pensamiento del toucher (donde se cruzan el "tocar" y el "tacto" sin que podamos decidir entre uno y otro) se abria camino en direccion al "cuerpo". En el monumentallibro que Derrida dedica a Nancy, "Ie toucher", en todos los sentidos, traducibles y no-traducibles, es el "hilo conductor" de un extenso recorrido. 29 Alii Derrida emprende el anaIisis de las metamorfosis lexicales y las sucesivas reinvenciones de la figura nancyana del toucher, al mismo tiempo que se propone leer, siempre en busca de otras tantas figuras "hapticas", algunos textos celebres de Kant, Husser!, Maine de Biran, Levinas, Merleau-Ponty, Deleuze, Franck y Chretien, entre otros. De las multiples interpretaciones que ellibro de Derrida nos ofrece acerca de esta sensible y dificil cuestion en Nancy, aqui nos interesa especialmente el toucher en tanto cuestion de la existencia "singular-plural". La vinculacion de estas dos problematicas, por decirlo rapidamente, del toucher y de la modalidad singular plural de la existencia, ya aparece sugerida 0 insinuada en casi todas las publicaciones a las que nos hemos referido. Principalmente en Corpus, pero tambien y de forma explicita en algunas obras posteriores. Uno de los textos de 26. Paris, Ouistian Bourgois, 1991. 28. Vale la pena recordar que los primeros trabajos donde Nancy aborda explicitamente la cuestion del cuerpo son contemporaneos aI transplante de corazon aI que fue sometido a comienzos de los aftos 1990. L'lnfrus (Paris, Galilee, 2000) es el sobrio testimonio de esta 27. Los motivos puntuales de esta sustitucion tenninologica son evocados por Nancy en La ) experiencia. 29. I.e toucher, Jean-Lllc NallClj, ed. cit., p. 9. 25. Ibid., p. 117. Communaute affrontee, ed. cit., pp. 42-43. 106 107 Com U11 idad de los cuerpos Daniel Alvaro Nancy en donde vuelve a plantearse esta vinculacion, y por cierto uno de los mas importantes de su vasta produccion filosofica, es Etre singulier pluriel. 30 Acaso su intento mas ambicioso, certero y convincente por rehacer "Ia ontologia" 0 "filosofia primera" a partir de la logica del "con". Es imposible reconstruir aqui las aventuradas hipotesis que este libro plantea. Nos limitaremos simplemente a citar dos pasajes, y entre ambos, intercalado, un comentario, por donde desfilan todos los motivos 0 conceptos desde los cuales comienza a cobrar sentido para. nosotros la asi llamada "comunidad de los cuerpos". Primer pasaje: 'Tocar 0 alcanzar la meta' es arriesgarse incluso a perderla. Pero el origen no es una meta. EI Fin, como el Principio, es una forma del Otro. Tocar el origen no es perderlo: es estar propiamente expuesto a el. Sin ser otra cosa (un nliud), el origen no es ni 'perdible' ni apropiable (penetrable, absorbible). No obedece a esta logica. Es la singularidad plural del ser del ente. Lo toeamos en la medida en que nos tocamos, y en que tocamos el resto de cuanto es. Nos tocamos en tanto existimos. Tocarnos es 10 que nos hace 'nosotros', y no hay otro secreta por descubrir 0 por ocultar tras este tocar mismo, tras el 'con' de la co-existencia. 31 Toucher, mas y menos que un sentido, seria entonces el sentido de todo cuanto somos. Si somos es porque "nos tocamos". Y ya no habria momenta "mas originario", como suele decirse, que el de este tocarse 0 este tocarnos, en tanto y en cuanto 10 que aqui se entiende por "origen" es siempre ya singular-plural. Uno a uno y en su conjunto, 0 mejor dicho en su sistema, todos los conceptos ontologicos fundamentales se yen trastocados por este can 0 este co- de la coexistencia, de la comunidad 0 de la comparecencia de los seres singulares plurales. Naturalmente, un pasaje tan rico como el que acabamos de citar, donde confluyen tantas y tan decisivas afirmaciones sobre el toucher, no podia pasar inadvertido a la eSCIupulosa ledura de Derrida. Entre muchos otros fragmentos de Etre singulier pluriel transcriptos en Le toucher, este es uno de ellos, acaso el mas extenso y el que merece un examen mas atento de su parte. Derrida coloca este pasaje de Nancy poco antes de articular en una misma frase, de una sola vez y en tiempo condicional, "el tocar", "el ser", "el can", "el contacto" y "Ia comunidad". Leamos pues, intercaladamente, el comentario a este primer pasaje: EI tocar [Ie toucher] seria as!, en el ser, como ser, como el ser del ente, el C011tncto del con (del cum 0 del co-) consigo y con el otro, consigo como con el otro, el con como contacto, la comunidad como co-tacto. 32 Esta breve y cargada frase explicita 10 que creemos entender cuando Nancy habla de la "comunidad de los cuerpos". Ciertamente, Derrida no la nombra, no aqui al menos. Se limita a decir simplemente 10 que el tocar "seria" segun la estricta logica del ser-singular-plural. Ni siquiera estamos seguros de que esta glosa no encierre ya una so33 specha 0 una inquietud respecto de aquello mismo que interpreta. Pero cualquier afirmacion a este respecto seria demasiado arriesgada y nos llevaria muy lejos. Para empezar habria que leer cuidadosamente todo el capitulo donde aparece citado este pasaje de Etre singulier pluriel y aun las multiples entradas donde aparece nombrada 0 citada la palabra "comunidad". En cualquier caso, antes Ymas alla de toda reticencia, no hay duda de que Derrida escribe este y todos aquellos libros consagrados a Nancy bajo el impulso de una profunda y declarada admiracion, en serial de deuda y reconocimiento al"pensamiento amigo". Sabemos 0 creemos saber 10 mucho que Nancy debe a Derrida pero sabemos poco y casi nada se ha dicho hasta el momenta acerca de todo aquello que en Derrida, en su escritura y en su reflexion, resulta alcanzado, tocado 0 comprometido pOI el pensamiento, los estilos y las firmas de Nancy. Suspendido en los margenes de esta cuestion, el comentario de Derrida debe ria comenzar a decirnos algo sobre eso mismo que Nancy da a entender con el enunciado "comunidad de los cuerpos". (Que otra cosa podria ser sino "Ia comunidad como co-tacto"? Y al mismo tiempo nos preguntamos, todavia muy cerca de Derrida, (por que "Ia 32. I.e fOl/cher, Jean-Luc Nancy, ed. cit., p. 133. 33. Fs conocida la desconfjanza que siempre inspiro a Derrida la palabra "comunidad", tanto en €I sentido corriente de este termino como en el sentido especifico que Nancy, Blanchot y lantos otros antes y despues de ellos pudieron darle. Entre otros textos donde Derrida se refiere a esla cuesti6n, vease especialmenle Politiques de "ami tie, ed. cit., capitulos 2 y 10, Y VOljOl/S. Deux essais sur la raison, Paris, Galilee, 2003, capitulos 4 Y 5 de la primera conferencia, "La raison du plus fort rt a-t-it des Btats voyous?)". 30. Paris, Galilee, 1996. 31. Ibid., p. 32. 108 \ 109 Daniel Alvaro Comunidad de los cuerpos comunidad"? LA cuantos cuerpos resiste una comunidad? LDonde situar ellimite, si 10 hay, de la cosa Hamada "cuerpo"? Descubrimos un principio de respuesta a esta serie de preguntas en el segundo pasaje: a cargo por todos y por cada uno segu.n unas modalidades que resulta esencial que sigan siendo diversas, incluso divergentes, multiples, incluso heterogeneas. La politica [...] no puede sino estar separada."37 Aqui, sin embargo, "separada" no quiere decir sin ninguna relacion con aquello de 10 que se separa. Por el contrario, esto significa que la politica debe ser modalizada, cada vez y por cada cual, teniendo en cuenta primeramente la "relacion" en cuanto tal. Esto es, aquello sin 10 cual ninguna politica seria posible, y tanto menos una politica justamente compartida y repartida, una politica deferente, respetuosa a la vez de la igualdad inconmensurable y de la diferencia irreductible de los cuerpos. Para Nancy, tampoco se trata de zanjar esta cuestion reconduciendo el pensamiento en la direccion de una interpretacion biopolitica. Entre otras razones, pero principalmente, porque desde su perspectiva la nocion de "vida" es insuficiente para dar cuenta de la totalidad de 10 existente. Segu.n afirma Nancy: "El 'mundo' seria una nocion mas precisa: un 'munde' como reverso de un 'cosmos' y como cuidado (duelo y espera) de una 'totalidad de sentido'."38 El mundo es siempre "mundus corpus", mundo "de todos los cuerpos, inanimados, animados, sintientes, hablantes, pensantes, pesantes." El mundo mundial, es decir mundinlizado, es el mundo de la "techne de los cuerpos" 0, mas exactamente, de la "ecotecnia". Con esta palabra Nancy designa en primer lugar el espaciamiento del mundo, la interseccion tecnica de los cuerpos en el mundo. Problema este que ya se habia anunciado en Corpus: "Nuestro mundo es el mundo de la 'tecnica', el mundo cuyo cosmos, cuya naturaleza y cuyos dioses, el sistema completo en su juntura intima, se expone como 'tecnica': mundo de una ecotecnia. [...] La ecotecnia crea el mundo de los cuerpos segu.n dos modos correlativos: sustituye las proyecciones de historias lineales y de fines ultimos por espaciamientos de tiempo, con diferencias locales, bifurcaciones numerosas. La ecotecnia deconstruye el sistema de los fines, los vuelve no-sistematizables, no-orgarucos, incluso estocasticos (salvo bajo la imposicion del fin de la economia politica 0 del capital, que hoy se impone en efecto a toda la ecotecnia, re-linearizando el tiempo, homogeneizando los fines: sin embargo, tambien el capital debe renunciar a presentar un fin ultimo, Ciencia 0 Humanidad, y la creacion de los cuerpos tambien detenta una La ontologia del ser-con es una ontologia de los cuerpos, de todos los cuerpos, inanimados, animados, sintientes, hablantes, pensantes, pesantes. 'Cuerpo' quiere decir ante todo y en efecto: 10 que esta fuera, como afuera, allado, contra, cerca, con un (otro) cuerpo, en el cuerpo a cuerpo, en la dis-posicion. No solamente de un 'si' [soil a un 'otro', sino y en principio como si, de si a si: de piedra, de madera, de plastico 0 de carne, un cuerpo es el reparto y la partida de si, a sl, 10 cerca-de-si sin 10 cual 'si' ni siquiera seria 'aparte de si'.34 Comunidad de los cuerpos: comunidad de todos los cuerpos. "La igualdad es la condicion de los cuerpos. LHay algo mas comun que los cuerpos? Antes que cualquier otra cosa, 'comunidad' quiere decir la exposicion desnuda de una evidencia banal, igualmente sufriente, gozante, temblorosa."35 4. La problematica de la comunidad, tal como se expone en los escritos de Nancy, resulta inseparable de un cierto pensamiento de la igualdad y de una experiencia de la libertad. 36 En este sentido, la existencia comun, 0 la "comunidad", no puede prescindir de una praxis politica. Ahora bien, esto no significa que la comunidad sea el1a misma "politica", sino mas bien que el inmenso problema que pone al desnudo la refJexion contemporanea sobre la comunidad comporta una "instancia" -ni la ultima ni la primera- propiamente politica. Nancy ha insistido mucho, especialmente en los ultimos anos, sobre la necesidad de distinguir entre los diversos motivos del "en-comu.n" y 10 que solemos Hamar "politica": "la politica debe comprenderse en una distincion _y una relacion- con 10 que no puede ni debe ser asumido por ella, no ciertamente porque esto deberia ser asumido por otra instancia (arte 0 religion, amor, subjetividad, pensamiento...), sino porque esto debe ser tomado 34. Eire sillgulier pluriel, ed. cit., pp. 107-108. 35. Corpus, ed. cit., p. 45. 37. Write de la dbl1ocmtie, eel. cit, pp. 40-41. 36. Sobre la relacion entre comunidad, igualdad y libertad, vease Jean-Luc Nancy, L'experience de In liberte, Paris, Galilee, 1988, especialmente los capitulos 7 y 8. 38. La [reatiOyt du mmlde ou la mondialisation, Paris, Galilee, 2002, p. 171 nota 1. Vease tambien pp.137-143. 110 111 Daniel Alvaro Comunidad de los cuerpos fuerza revolucionaria ... )."39 POl' consiguiente, se puede decir que la pregunta porIa politica, en tanto pregunta pOl' aquello que compromete unas teorias y unas practicas revolucionarias, es indisociable en la actuaIidad de la pregunta por el "mundo" en tanto mundo de los cuerpos. El sentido de la politica y de 10 polftico encuentra asi su limite, su medida o su extension misma, en la configuracion espacial de los cuerpos singulares y plurales. Nancy llega incluso a decir que "Ia politica conzienza y se tennina en los cuerpos": cuerpo colectivo de la comunidad, ni se la debe entender como metafora equivalente 0 suplementaria a las de "cuerpo politico" 0 "cuerpo social", y menos aun, por si hace falta aclararlo, como fundamento de alguna "identidad biologico-racial" determinada. 41 "Comunidad de los cuerpos" es el enunciado descarnado, terriblemente simple y problematico a la vez, donde se mezclan hasta confundirse dos de las problematicas mas decisivas de la epoca actual. El pensamiento de la comunidad, desde Bataille, 0 induso desde antes セャオァ。イ singular de Nietzsche en esta historia merece un analisis aparte-, no ha cesado de interrogar las posibilidades del cuerpo y de interpretar las relaciones entre los cuerpos. En Bataille, el anaIisis de esta cuestion descubrio rapidamente unos limites muy concretos. La "comunidad de los amantes", asentada en el "amor" y movilizada pOl' el deseo de ir mas alia de todas las convenciones instituidas, no deja de ser una comunidad reducida y por 10 demas impotente para afrontar la exigencia politica que por entonces se hallaba en juego. Blanchot, a partir de estos mismos analisis, fue sin duda mas lejos. A fin de renovar el envite politico vinculado a este pensamiento, la figura de los amantes debia exceder su propio aislamiento, esto es, el estrecho mundo de intimidad al que Bataille la habia relegado. En este sentido, la apuesta filosofica y politica de Blanchot continua siendo admirable y en muchos aspectos absolutamente vigente. Sin embargo, el derrotero de la reflexi6n sobre la comunidad en los aiios inmediatamente posteriores puso de manifiesto las limitaciones y, muchas veces, los contrasentidos a los que se exponen estos anaIisis. Sin prescindir de ellos nec- 'Cuerpo politico' es una tautologia, 0 al menos una evidencia, para toda la tradicion, cualesquiera que sean sus variadas figuras. La fundacion politica reposa sobre esta absoluta circularidad significante: que la comunidad tenga el cuerpo como sentido, y que el cuerpo tenga la comunidad como sentido. En consecuencia, que el cuerpo tenga la comunidad -su institucion- como signo, y que la comunidad tenga el cuerpo -del rey 0 de la asambleacomo signo. La presuposicion infinita es pOl' 10 tanto la del cuerpo-comunidad, que comporta una doble implicacion. POl' una parte, el cuerpo en general tiene como sentido su propia intimidad organica, su sentir-se y su tocar-se de sujeto (res inextensa): dicho de otro modo, el cuerpo tiene como sentido el sentido, absolutamente y en totalidad. POl' otra parte, y correlativamente, los cuerpos individuados se entre-pertenecen en un cuerpo comun, cuya sustancia (de nuevo, res inextensa) constituye el fondo de la revelacion del misterio politico. (Dicho de otro modo, bajo el regimen politico del sentido, no hay res extensa, no hay espacio para el estar-entre-nosotros 0 para el estar-encomun -y no hay espacio para los cuerpos, sus trazados, sus encuentros, sus accidentes singulares, sus puestos y posturas en el trabajo, el intercambio y toda la indefinida declinacion de las'condiciones comunes'. Dado que este regimen esta agotado, surge la sospecha de que la politica ya no seria una cuestion de sentido incorporado: sino que la politica conzienza y se ternzina en los cuerpos.4il Habra que en insistir en esto: "comunidad de los cuerpos" no viene a designar la supuesta coincidencia de los cuerpos individuales con el 39. Corpus, ed. cit., pp. 78-79. 40. Ibid., pp. 63-64. 112 ( 41. Seglin explica Roberto Esposito en Bios. Biopolitim .II filosofta (trad. C. R. Molinari Marotto, Buenos Aires, Amorrortu, 2006), toda la tradicion politica habria pensado la relacion entre cuerpo y politica a partir de alguna de estas variantes. Por esta y por otras rawnes mas especificas, Esposito propone dejar de lado el "cuerpo" para concentrarse en el amilisis de la "came", terrnino que eJ considera mas significativo para pensar nuesh·o presente politico y filos6fico. No podemos detenemos aqui como habria que hacer!o en 10 que supone esta distincion fundamental entre, por un lado, el "cuerpo", y por otro la nocion de "came" (tal como es utilizada por Esposito y tal como fue pensada originalmente por la tradicion fenomenologica asociada a los nombres de Husser! y Mer!eau-Ponty), ni en sus implicancias con respecto a 10 que Nancy llamola "deconstruccion del cristianismo". Sobre todos estos temas en Esposito, vease ademas de Bios (ed. cit., pp. 252-271), "Olair et corps dans la deconstruction du christianisme", en AA.VV., Sens en tous sens. Autour des travaux de ]ean-Luc Nancy, Paris, Galilee, 2004, pp. 153-164. Las objeciones de Nancy a los anaJisis fenomenologicos de la "came" y del" cuerpo propio" son manifiestas en casi todas las publicaciones a las que hemos aludido, especialmente en Corpus, ed. cit., pp. 8-9, 17, 54-62, 65-66, 67-68, 77, 86-90, 117118. En relacion con 10 anterior vease tambien, J.-L. Nancy, "Verbum caro factum", en La Declosion (Deconstruction du christianisme, 1), Paris, Galilee, 2005, pp. 125-128. 113 Daniel Alvaro esariamente, se solicitaba una reevaluacion critica de las diversas figuras que se veian comprometidas por los usos recientes de la nocion de comunidad. No obstante, es necesario saber que el problema permanece intacto rnientras se crea que basta con sustituir una "figura" por otra. Ya sea que se plantee la cuestion de la comunidad en terrninos ontologicos, ya sea que se plantee en terminos politicos -si es que estas instancias deben permanecer separadas-, la exigencia que parece inspirar el pensarniento de Nancy es una y la rnisma: afirmar la existencia sin principio fundador ni destino figurable -la existencia comun 0 la "comunidad de la existencia" enfrentada a su ausencia de significado principal 0 terminal, abandonada, ella rnisma, a su propia insignificancia. Cada vez que se intenta asignar un "significado" a la comunidad, se acaba con ella. La tendencia general de todo movirniento de significacion es siempre y por definicion la de presentar esquemas, modelos 0 figuras identificables de aquello que en el 0 por el se significa. Por esta razon, justamente, ya no seria cuestion de significar la existencia sino de afirmarla, o bien, como dice Nancy, de darle lugar. Implicitamente en un comienzo pero de forma cada vez mas explicita en los ultimos anos, la "ontologia del cuerpo" (con todo 10 que a ella va asociado), comenzo a percibirse como un recurso original para afirmar la existencia comu.n mas alla de toda identificacion. Esto es: la "comunidad de nuestros cuerpos" sustraida a toda verdad y a toda significacion inmanente 0 trascendente. No sustraida al sentido ni a los sentidos, que siguen siendo su condicion rnisma de apertura, sino enfrentada y resistiendo a la c1ausura significante. Tal es, segUn Nancy, la condicion para pensar la existencia plural de nuestros cuerpos singulares y numerosos. Para pensarla, ciertamente, y para darle lugar. Pues pensar esta cuestion seria un modo, entre muchos otros, de afectarla, de dade lugar precisamente ahi donde eso parece imposible. "Todo es posible. Los cuerpos resisten, duras partes extra partes. La comunidad de los cuerpos resiste. La gracia de un cuerpo que se ofrece siempre es posible, asi como esta disponible la anatomia del dolor -la que no excluye una singular alegria. Los cuerpos exigen aUn, de nuevo, su creacion."42 LA COMUNIDAD POSIBLE. FORMISMO Y NOMADISMO EN MICHEL MAFFESOLI Cristina Ambrosini ッュVcセ es posible Ia comunidad? La Hamada "globalizacion"l es un desafio etico cuando impone la sensacion de que el mundo ya no esta controlado por nadie: ni la providencia divina, ni la astucia de la razon, ni la mana invisible. Unsicherheit es el vocablo utilizado por Bauman para explicar esta sensibilidad social. Segun nos indica, tres terminos necesita el espanol para conceptualizarlo: "incertidumbre, inseguridad y desproteccion". Vivir en la incertidumbre parece ser el unico estilo de vida posible. En vista a esta sensibilidad globalizada, tanto en el ambito sociologico como en el filosofico, la comunidad es un foco de interes privilegiado en autores que han pensado el "lazo social", el vinculo, primariamente afectivo, que posibilita el sentido de pertenencia en algo comun. En los debates contemporaneos, Nietzsche es un punto de encuentro al momenta de criticar el concepto moderno de "comunidad". Teniendo en cuenta la desarticulacion del concepto moderno de sujeto, la comunidad exige ser pensada en otros terminos. Desencantada la relacion sujeto-objeto, Nietzsche vislumbra otros modos de pensar la subjetividad y, con ello, la idea de "comunidad" fuera del paradigrna de la igualdad. En la filosofia contemporanea, los debates eticopoliticos, se desarrollan en tome a algunos autores que, siguiendo la impronta nietzscheana identificada con las criticas al igualitarismo, destacan el caracter de la otredad, que no puede ser reducida a ninguna rnismidad. En la linea italiana, Massimo Cacciari, aludiendo a 1. "Los procesos globalizadotes induyen una separacion, segregacion y marginacion social progresiva. Las tendencias neotribales y fundamentalistas, que reflejan y articulan las vivencias de los beneficiarios de la globalizacion, son hijos tan legitimos de esta como la tan festejada "hibridacion" de la cultura superior, es decir, la cultura de la cirna globalizada."BAUMAN, Z., La globalizaci6n. Consecuencias humanas, Buenos Aires, Fondo de Cultura Economica, 2005 42. Corpus, ed. cit., p. 73. 114 115
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