“En el campo…
En el campo… Me encantaba el campo. Quería estar lejos de las ciudades,
lejos de la excitación. Sólo me apetecía tumbarme de espaldas bajo un árbol y
leer un libro o dibujar, y dejar de preocuparme porque me asaltaran, dejar de
llevar una faca o terminar casado con alguna fulana como una cabra. Así debía
de ser el campo, pensé ensoñadoramente.”
― S.E. Hinton, The Outsiders

“A veces me cuesta distinguir los recuerdos de los sueños. Solo sé que, tanto los unos como los otros, sucedieron de verdad.”
― Ana Sender, The Cottingley Fairies

“-Yo soy todo tuyo, Wynd. Quiero llevarte a tantos lugares... Quiero abrazarte al dormir y mirarte al despertar. Quiero verte vivir y ser feliz. Quiero sacarte de quicio. Quiero ver cómo te sonrojas cuando te sientes tímida. Quiero empaparme de tu lado dulce, del atrevido, del aventurero.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“Una vez más volvió a gritar para sentir su voz de nuevo con vida, pero cerró la boca con rapidez: no quería que se escapara lo poco que quedaba de él”
― José Manuel Saquete Fuenmayor, Etenra I

“Las ramas apenas mostraban fragmentos de lo que ocurría allí arriba, y parecía envolverlo, lo atrapaba entre sus brazos puntiagudos y lleno de cuervos”
― José Manuel Saquete Fuenmayor, Etenra I

“Harás cualquier cosa por conservar el amor. Traicionar, e incluso morir. No hay nada más temerario que el amor. Cuídate de él.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“El mundo puede estallar ahora mismo que no pienso mover ni un dedo de donde los tengo.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“Cinco personas que se habían encontrado y que habían acabado rompiéndose en pedazos los unos a los otros.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“Reduciré el continente a cenizas si hace falta y tomaré todas las decisiones egoístas e inmorales. Puedo luchar contra todos esos demonios; puedo convertirme en el maldito villano si eso significa salvarnos.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“Si normalmente era una salvaje ventisca de hielo, ahora no era más que una suave y esponjosa nieve derritiéndose bajo sus manos.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“Vamos a escribir nuestro destino.”
― Nerea Llanes, Conjuro de noche y estrellas

“All I’ve done my entire life is take people’s souls away. I have no real friends, no family, few hobbies. I’ve been miserable for so long, and you . . . you’re like the sun breaking out from behind a cloud. You make everything bright and warm.”
― Sarah Hawley, Guía de brujas para citas falsas con un demonio

“All I’ve done my entire life is take people’s souls away. I have no real friends, no family, few hobbies. I’ve been miserable for so long, and you . . . you’re like the sun breaking out from behind a cloud. You make everything bright and warm”
― Sarah Hawley

“La mayoría de escritores se sirven de la vida para explicar a los monstruos, pero los autores de fantasía utilizamos a los monstruos para explicar la vida.”
― Héctor Peña Manterola, Mimo

“A las grandes aventuras siempre les sigue el silencio.”
― Héctor Peña Manterola, Mecánica de fluidos

“A través de la ventana divina, la luz reduce a los demonios a cenizas.”
― Emily Thiede, This Vicious Grace

“Al final del principio,
la diosa creó las islas santuario para sus fieles
y los bendijo con tres dones:
Algunos nacerían con magia.
Un salvador, que la protegería.
Y cuando llegase el momento de la batalla,
los guerreros se mantendrían fuertes,
pues ella les dio una fuente curativa.”
― Emily Thiede, This Vicious Grace

“Sentí humanidad en él. Sentí calor en su mirada.”
― Patricia Garcia Ferrer, El sacrificio de la reina

“Un mensaje de texto suyo solía dar más placer que esta realidad incómoda del cuerpo. Era más cercano que esta cercanía. Cuando la otra nos escribe imaginamos a alguien capaz de pronunciar lo mismo hablándonos muy cerca, con la voz viva y la piel de la rodilla atenta a nuestra mano.”
― Sara Torres, La seducción

“No existen historias de fantasmas que den más miedo que las que nos contamos a nosotros mismo. Aquellas que nos traen de vuelta a quienes amamos para luego volver a arrebatárnoslos.”
― Iria G. Parente; Selene M. Pascual

“Esa es nuestra pequeña gran desgracia: éramos una imposibilidad que avanzaba entre tragedias.”
― Iria G. Parente; Selene M. Pascual, Pétalos de papel

“—¡Así es! ¿Ves este medallón? —El trapecista le enseñó el colgante que llevaba al
cuello. Era un dije muy sencillo: un disco de madera pulida, pero de alguna forma también
parecía importante y hermoso—. Le perteneció a él, lo heredé de mi madre. Es el símbolo
himaya de la rueda. Significa que todo lo que ahora está arriba bajará en algún momento, y
todo lo que está abajo subirá. Que nada se mantiene dónde está para siempre y que los
problemas siempre acabarán pasando. —Hanú sonrió desafiante. Era la misma sonrisa que le
regalaba al público cuando les dedicaba una reverencia al finalizar su actuación—.”
― Marina Golondrina, El último rey mono

“I love you too, Rush. “I had no idea that a wild treasure hunt for a lost oasis would be what led me to you.”
― Anna Hackett, Undiscovered

“Al tiempo, sin olvidarse de que a unos pocos kilómetros de allí era sorteado el destino de la creación toda, hallando inspiración en ello, Flor yacía boca arriba en un cómodo lecho rosa. Con la escueta pieza a medio encender, en su cabeza la ya escritora de cuentos infantiles pulía algunos punzantes parlamentos.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, El país del prisma

“Había solo dos caminos, la religiosa jornada entonces advertía ese número de opciones; el cristal del laberinto se bifurcaba. Una arrugada bruja a la derecha, un ángel cano al otro lado, ambos nos llamaban. Allá, de hinojos sobre sendas pilas de antropomorfas calaveras, hacían señales con sus blanquecinas manos.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, El país del prisma

“El sultán les pidió a los cristianos que siguieran al ejército musulmán. Cada grupo se encargó de alzar a sus muertos. Fueron otros cinco kilómetros de trayecto bajo el intenso sol.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, Silencios olvidados

“Había más mendigos en aquella plaza. Decenas de hombres, mujeres y niños pedían monedas en cada esquina. Claro, ni siquiera las hijas de las familias más adineradas tenían esos hermosos ojos azules. La mirada de esa mujer era hipnotizadora, ¡cómo escapar de ella! Muy tarde Susana vino a comprender su error, todo el mundo la estaba observando.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, Silencios olvidados

“Las apariencias engañan; cualquier cosa puede ser. Realidad y fantasía, ahora tienes que correr. Aquella rezandera monja es un monstruo, una bestia infernal. La observó por la rendija del despacho parroquial. El antiguo recinto debería estar vacío, el último cura se había ahogado en el río.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, Realidades y ficciones, colores y sombras

“Aquí no pasaba nada, pero todo ya se había perdido. Yo me moría por dentro; nadie, ni siquiera yo, podría dimensionar lo que aquella tragedia había derrumbado en mi interior. Si es que existe el alma, si es que yo tenía eso, seguramente ya no valdría ni siquiera un centavo. Yo era otro cadáver, un muerto más. Aunque el color de mi piel dijera otra cosa, no pertenecía a este mundo.”
― Diego Armando Arciniegas Malagón, Realidades y ficciones, colores y sombras

“Y, es que es gracioso, porque al final va a ser que el algoritmo son las nuevas fotos, que un algoritmo puede ver un alma, un rollo o un sentir. ¡Que tú no lo veías! Porque estabas ciega de fantasías e ilusiones. Pero resulta que sí.”
― Nelia Higueras Escoda, Creces, vives regu y luego… te mueres