1. Introducción
En este capítulo estudiamos la participación familiar en la actividad económica1 desde diversos ángulos. Partimos del análisis de niveles: masculinos y femeninos, adultos y adolescentes. Desde esta primera perspectiva, el interés central es detectar los contextos que facilitan en mayor medida la participación. Conviene recordar en este punto que cada contexto familiar resulta de un arreglo particular que tiene en cuenta la composición de parentesco y el ciclo vital de la unidad, así como la situación de clase del jefe de la misma.
En un segundo momento, los contextos con mayor participación económica pasan a ser el centro de atención. Para ello se examina un buen número de elementos que suponemos relevantes para explicar un nivel dado de participación familiar en la actividad económica. Entre estos elementos tenemos: las condiciones materiales de existencia derivadas de la situación de clase del jefe del hogar, algunas características de estructura interna de las unidades y varios aspectos sociodemográficos que atañen a los individuos. Antes de entrar al análisis de datos hemos creído conveniente aclarar los rasgos que identifican y diferencian este análisis de participación económica de otros estudios en el campo Asimismo, aprovechamos la oportunidad para ejemplificar la manera en que pueden interactuar los diversos elementos y niveles de análisis antes señalados.
Nota
1 Al hablar de participación en la actividad económica nos estamos refiriendo a la participación en el mercado de trabajo, o sea, a la realización de actividades distintas a las tareas del hogar. A este último tipo de actividades la denominamos trabajo doméstico. Esta diferenciación entre actividad económica de mercado y trabajo doméstico es fundamental en especial en el análisis del trabajo femenino (véase Jelin, 1974; De Barbieri, 1980). Asimismo, vale la pena aclarar que las actividades económicas de mercado pueden ser realizadas tanto fuera como dentro del hogar.
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