Las armas de la hermosura
3/5
()
Información de este libro electrónico
El honor, en la España del Siglo de Oro, era considerado una cualidad intrínsecamente masculina, ligada a la valentía, la castidad de la mujer de la familia y la reputación social. Este valor cultural solía emplearse para justificar conductas machistas y violentas, y relegaba a las mujeres a un papel secundario y pasivo.
En Las armas de la hermosura, Calderón desafía estas convenciones y presenta a sus personajes femeninos como seres dotados de las mismas capacidades y potencialidades que los hombres. A través de la trama y las acciones de sus personajes, Calderón demuestra que las mujeres también pueden ejercer la violencia y defender su honor, cuestionando así las limitaciones impuestas por el concepto tradicional de honor.
Esta visión progresista y crítica de Calderón es una de las razones por las que su obra sigue siendo relevante y estudiada en la actualidad. A pesar de que fue escrita hace varios siglos, Las armas de la hermosura plantea cuestiones sobre la igualdad de género y los roles de género que siguen siendo pertinentes en el mundo contemporáneo.
En este sentido, Las armas de la hermosura puede considerarse un antecedente temprano del feminismo y una contribución valiosa al debate sobre la igualdad de género. A través de su dramaturgia, Calderón nos invita a reflexionar sobre la construcción social del género y las formas en que nuestras ideas sobre el honor y la virtud pueden ser utilizadas para perpetuar la desigualdad y la violencia.
Pedro Calderon de la Barca
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) estudió con los jesuitas y completó su formación en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca. En su juventud participó en varias campañas militares, mientras daba inicio a su exitosa carrera como dramaturgo, llegando a ocupar el lugar hegemónico que había distinguido a Lope y a ser uno de los autores favoritos de la corte y la monarquía españolas. Vivió entre Toledo y Madrid. Se ordenó sacerdote en 1651 y fue nombrado capellán de honor del rey en 1663. Su obra dramática sobresale en multitud de subgéneros, desde las comedias más ligeras hasta los autos sacramentales, pasando por los dramas mitológicos o las tragedias de la honra, siempre con un lenguaje de alto vuelo poético y conceptual.
Lee más de Pedro Calderon De La Barca
La vida es sueño: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La vida es sueño Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl monstruo de los jardines Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl orden de Melquisedec Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl divino Jasón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran teatro del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cena del rey Baltasar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa semilla y la cizaña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa dama duende Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmar después de la muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos guisados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cordero Isaías Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl lirio y la azucena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl nuevo palacio del retiro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAfectos de odio y amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl valle de la zarzuela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCelos, aun del aire, matan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa sibila de oriente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa nave del mercader Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Las armas de la hermosura
Títulos en esta serie (100)
Los intereses creados Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El diablo predicador Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComedia de San Francisco de Borja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRienzi el tribuno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA María el corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl hijo de Hernández Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gigante Amapolas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Finisterrae Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSostenes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCualquier lugar, cualquier día Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNoches lúgubres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El galán fantasma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Qué chicos tan teatreros! (Vol.3): Teatro del Mundo para las Nuevas Generaciones Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La pieza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDarlo todo y no dar nada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesClases y clases Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmado y aborrecido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl antecristo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHipnosis / La colonia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCéfalo y Pocris Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFarsas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa carretera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAndrómeda y Perseo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHagamos lo que hagamos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl divino Orfeo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Quién hallará mujer fuerte? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones100 m2 (el inconveniente) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El doble o el aprendiz de Fausto: Farsa en tres actos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmar después de la muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
El príncipe constante Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La hija del aire I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas famosas asturianas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El indulto general Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl socorro general Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija del aire II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cordero de Isaías Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiálogo de Mercurio y Carón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa rueda de la fortuna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos bandos de Verona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl conde Partinuplés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ciudad de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran teatro del mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La más hidalga hermosura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEspatolino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria y política Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas cadenas del demonio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA secreto agravio, secreta venganza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComedieta de Ponza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas órdenes militares Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa nave del mercader Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSueños hay que verdad son Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEpisodios nacionales II - El Grande Oriente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa marquesa de Yolombó Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Doña Beatriz de Silva Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl saco de Roma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida de Herodes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas desgracias del rey don Alfonso el Casto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVeinte años despues Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amor es más laberinto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Artes escénicas para usted
Storytelling: Cómo contar tu historia para que el mundo quiera escucharla Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía Práctica de Ejercicios de Técnica para Guitarra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El miedo escénico: Orígenes, causas y recursos para afrontarlo con éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El método Smart Brevity: El poder de comunicar más con menos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Aprendizaje de Idiomas es Fácil Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Tu Pasaporte a los Tesoros de la Literatura Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones50 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAnatomía del guión: El arte de narrar en 22 pasos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Teoría de la Música: Niveles 1 - 3 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 50 leyes del poder en El Padrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Un viaje literario por los tesoros de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl guión. Story Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Herramientas para el director de escena Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Solución Carrero: Serie Carrero, #3 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Quieres escribir un cuento? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5The Chosen – Libro dos: 40 días con Jesús Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Kit del escritor: 50 herramientas imprescindibles Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Edipo rey. Antígona. Electra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los 100 clasicos de la moda: Una guia de articulos que toda mujer con estilo debe poseer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Gran Cuaderno de Podcasting: Cómo crear, difundir y monetizar tu podcast Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Cuentos Navideños Clásicos Que Deberías Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las confesiones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHacer radio hoy: Tradicional, online, pódcast, la que vendrá Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Finanzas para no financieros: El caso colombiano Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Vestidas de azul: Análisis social y cinematográfico de la mujer transexual en los años de la Transición española Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arte y oficio del actor: La técnica Meisner en el aula Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cada Cosa en Su Lugar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La dama del alba Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Las armas de la hermosura
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Las armas de la hermosura - Pedro Calderon de la Barca
Pedro Calderón de la Barca
Las armas
de la hermosura
Barcelona 2024
Linkgua-ediciones.com
Créditos
Título original: Las armas de la hermosura.
© 2024, Red ediciones S.L.
e-mail: info@Linkgua-ediciones.com
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN tapa dura: 978-84-1126-324-5.
ISBN rústica: 978-84-9816-438-1.
ISBN ebook: 978-84-9953-275-2.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
Sumario
Créditos 4
Brevísima presentación 7
La vida 7
Personajes 8
Jornada primera 9
Jornada segunda 61
Jornada tercera 115
Libros a la carta 163
Brevísima presentación
La vida
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.
Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.
Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales.
Lope de Vega elogió sus obras, pero en 1629 dejaron de ser amigos tras un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope. Nadie sabe qué pasó.
Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre. En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales.
Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermano José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.
Personajes
Coriolano, galán
Lelio, galán
Enio, galán
Aurelio, viejo
Flavio, viejo
Sabinio, rey
Emilio, soldado
Pasquín, gracioso
Veturia, dama
Libia, criada
Astrea, reina
Relator
Cuatro damas
Soldados romanos
Soldados sabinos
Criados
Músicos
Jornada primera
(Córrese la cortina, y vense todos los bastidores del teatro trasmutados en aparadores de piezas de plata, y en medio una mesa llena de vasos y viandas, y sentados a ella hombres y mujeres, y en su principal asiento Coriolano y Veturia, y los músicos detrás, arrimados al foro, y Pasquín y otros criados sirviendo a la mesa.)
Coro I No puede amor
hacer mi dicha mayor.
Coro II Ni mi deseo
pasar del bien que [poseo].
Coroliano Sin duda, Veturia bella,
esta canción se escribió
por mí, pues solo fui yo
feliz influjo de aquella
de Venus brillante estrella;
pues benigna en mi favor...
Los dos coros No puede amor
hacer mi dicha mayor.
Veturia Mejor debo yo entender
su benévolo influir;
pues, dándome que sentir,
me deja que agradecer;
y más el día que a ser
llegue la ventura mía
tu esposa, pues ese día
no podrán mi fe, mi empleo...
Veturia y
Coro II Ni mi deseo
pasar del bien que poseo.
Hombre I A tanta solemnidad
desde ahora será bien
que todos en parabién
brindemos.
Hombre II A que su edad
viva eterna.
Hombre III Y su beldad
en fecunda sucesión
a Roma ilustre.
Pasquín Éstos son
convidados que me placen,
que a un tiempo la razón hacen
y deshacen la razón.
Músicos No puede amor
hacer mi dicha mayor,
ni mi deseo
pasar del bien que poseo.
Mujer I Todas, ya que la fortuna
trocó el pesar en placer,
esa salva hemos de hacer.
Libia ¿Cómo se podrá ninguna
excusar, si cada una,
de cuantas hoy Roma encierra,
feliz el susto destierra
de aquel pasado temor?
Mujer I y
Músicos Y no puede amor
hacer su dicha...
(Dentro.)
Voces ¡Arma, guerra!
(Cajas y trompetas dentro, y alborótanse todos.)
Hombre ¡Qué asombro!
Mujer I ¡Qué confusión!
Coroliano ¿Qué novedad será ésta,
que dentro de Roma forman
voces, cajas y trompetas?
Todos ¿Quién causa este estruendo?
(Salen Aurelio y Enio de soldado.)
Aurelio Yo.
Coroliano ¿Tú, señor?
Aurelio Sí.
Coroliano Pues ¿qué intentas?
Aurelio Despertar tu torpe olvido,
porque, al ver que en mi hijo empieza
la reprehensión, sepan todos
que, anticipada la queja,
antes que a mí su pregunta,
llegó a ellos mi respuesta.
Quitad, romped, arrojad
aparadores y mesas,
nocivos faustos de Flora
y Baco, cuando es bien sean
pompas de Marte y Belona.
(Ocúltanse los aparadores y mesas.)
Y porque la causa sepan,
Enio, dile a Coriolano
y a cuantos con él celebran,
bastardos hijos del ocio,
cultos al Amor, las nuevas
que traes de Sabinia...
Veturia (Aparte.) (¡Cielos!
¿Qué nuevas pueden ser éstas?)
Libia (Aparte.) (Oye y disimula.)
Aurelio ...en tanto
que a toda Roma las cuentan
públicos edictos que,
para freno y para rienda
de tan locos devaneos,
dispone el Senado.
Enio Fuerza,
como a primer senador,
es, señor, que te obedezca,
y fuerza también que haya,
para que mejor se atiendan,
de enlazar con su principio
el nuevo motivo.
Aurelio Sea,
no como quien le refiere,
sino como quien le acuerda.
Enio Sabinio, rey de Sabinia,
mal ofendido de aquella
fingida amistad con que
Rómulo, atento a que fuera
eterna la población
de su gran fábrica inmensa
que, émula a Jerusalén,
también en montes se asienta,
y que no pudiera serlo,
sin que de su descendencia
la sucesión se propague,
viendo cuánto para ella
buscar consortes debía,
convidó para unas fiestas
los comarcanos sabinos
con sus familias, en muestra
de firmar con ellos paces.
Aurelio Si lo fueron o no, deja
al silencio esas memorias,
pues nadie hay que no las sepa,
según en su gran teatro
al mundo las representan
el tiempo en veloces