Las doce a Bragado por Haroldo Conti* (A mi to Agustn, por si algn da para de andar y alcanza a leerlo) Bien, ahora

mismo, desde este invierno ue empapa el pavimento y las paredes y las ropas y el alma, si tenemos, lo ue sea, esa !inita tristeza ue se enrosca por dentro como una madreselva y en das as, "usto, asoma sus !loridas puntas por las ore"as y la nariz y los o"os, en das as, digo, cierro los o"os y veo ese largo camino polvoriento del verano ue se e#tiende hasta el horizonte como un ro seco $a"o el sol% &s el camino de tierra entre Chaca$uco y Bragado, ese mismo seme"ante a una 'spera corteza de 'r$ol vie"o con tantos y tantos surcos, el almac(n de don Luis )t(!ano en una es uina de acacias hasta el a*o ++ y despu(s para siempre en la memoria, y la de ,glesias a la derecha, m's adelante, ya por el camino de )astre, despu(s esa loma ue trepa $revemente hacia el cielo y despu(s el puente so$re el ro )alado, ue es el mismo lmite entre los dos partidos, segn dicen los carteles de chapa en una y otra punta, y uno imagina ue hay en el aire una lnea invisi$le y ue el aire es sutilmente distinto a cada lado de esa lnea% - ahora, es lo ue veo desde este hmedo y triste invierno, el to Agustn aparece saliendo de la curva, un poco antes del almac(n de ,glesias, a la altura del mo".n de hierro !undido ue casi tapan los pastos, del lado de Chaca$uco todava% /iene corriendo con sus largas piernas huesudas perseguido por una nu$ecita de polvo y un perro escu'lido ue ladra a sus zapatillas de $adana% La gente del almac(n lo aplaude hasta ue trepa a la loma y se pierde tras ella, pla!, pla!, el to Agustn, y el vie"o ,glesias le grita a sus espaldas0 123ale, !laco41% 5or ue el to es puro hueso, y una llama $ien encendida ue alum$ra por de$a"o de su piel% Los ladridos del perro se so!ocan detr's de la loma y el to de$e estar cruzando el puente% Hace seis horas ue larg. punteando desde la plaza )an 6artn, en Chaca$uco, !rente a la iglesia de )an ,sidro La$rador% Hoy es "ustamente la !estividad de )an ,sidro, 78 de mayo, y se corre la /uelta del )alado o La 9ondo de las 7:, es decir, La Carrera de 9ondo de las 7: leguas a Bragado% &l to estuvo haciendo trote en la largada una hora antes de la partida% ;ena puesta una camiseta de !risa con el nmero 7< pintado en la espalda y unos pantaloncitos negros y las zapatillas de $adana y cuando el vie"o 5elice dispar. la $om$a de estruendo el to peg. un tremendo salto y un grito y sali. a los trancos, pla!, pla!, pla!, perseguido en la ma*ana ne$linosa por una hilera de hom$res semidesnudos, entre ellos el loco =ar$arino ue no pasa$a del cementerio y se cansa$a tanto de agitar los $razos y saludar hasta a los perros, dio una vuelta a la plaza y cuando comenza$a a encend(rsele a uella $lanca llama en!il. por la Avenida Alsina, pas. punteando !rente al $ar "apon(s y rum$e. serenamente hacia las uintas% &l to corre con la huesuda ca$eza echada hacia atr's como un p'"aro y a medida ue entra en com$usti.n sus trancos son m's largos y m's altos% La gente res$ala como una mancha oscura por el costado de sus o"os y, despu(s del hospital municipal, se corta, se disuelve y cuando no hay m's gente y s.lo ueda por delante el camino pelado, el campo hmedo y la ma*ana olorosa, la llama le $rota por los o"os y corre todava m's !uerte, m's liviano% Los pasos de $adana resuenan suavemente cuando golpean so$re las ta$las del puente y cuando el to se em$ala por la pendiente de la loma, al otro lado, ya en el partido de Bragado, la llama le $rota a chorros a trav(s de la piel, los o"os se le $orran con tanto $rillo y corre, corre locamente $e$iendo el aire per!umado de la ma*ana, los campos verdes inundados de esa $landa luz de mayo, loco ca$allo des$ocado, loco% &n tres horas m's, a ese paso, puede estar en Bragado, por lo menos en la laguna, pero un poco antes de >arnes, cuando ya asoman los palos del alum$rado entre los altos y oscuros 'r$oles de la entrada, esto es antes de las vas del !errocarril )armiento, tuerce el to hacia la iz uierda y se lanza sin cam$iar la marcha por el estrecho camino ue $ordea el monte de eucaliptos del campo de Cirigliano cuyos negros 'r$oles saltan desde hace un rato en el hueco encendido de sus o"os% &l to es ahora el ti$io camino de tierra cruzado por !rescas som$ras ue atraviesan sus largas piernas% Corre y corre saltando las som$ras hmedas, $landos terrones de tierra, solo y alado, so$re este recuerdo, so$re puntos y lneas, so$re el rado invierno de mi tristeza, so$re a*os y tiempos, siempre volante, eterno, perenne corredor de las 7: a Bragado, el $ravo to Agustn empu"ando su intensa llama por a uel solitario camino recruzado por espantados cuises y lie$res y p'"aros ue arrancan veloces un poco antes de sus pasos% )alta un alam$rado y sigue la carrera a campo traviesa, llama y llama, !uego y !uego% ).lo una vez lleg. hasta el Bragado por ue el tano Cers.simo, esto es, el =ringo del 5ito como se lo conoca por a uellos a*os, lo sigui. con un sul?y y cuando se uera desviar le cerra$a el paso y lo golpea$a con el l'tigo y lleg. con dos leguas de venta"a so$re el Chino 6otta, nada menos, pero cuando la gente lo aclama$a ya y el intendente se par. en el palco con un $andern en la mano no lo pudieron ata"ar por ue salt. so$re la meta con

un grito pro!undo y sigui. de carrera hacia :8 de 6ayo, muy campe.n, el grandes piernas de acero de mi to, el !ormida$le to Agustn% &so !ue en el +:, ue $ati. todos los r(cords, aun ue a (l no le importa$a eso sino tan s.lo correr y correr% 5ero las otras veces torci. a derecha o iz uierda antes del Bragado, aturdido por el campo, y algunos lo vieron y avisaron ue el to i$a a los saltos entre las doradas espigas o las oscuras he$ras de pasto o las chalas ue $rilla$an como vidrios y azota$an sus duras piernas, espantando lie$res y p'"aros y cuises, y un da o dos despu(s lo hallaron dormido de$a"o del 'lamo carolina, ese ue se levanta solitario detr's del campo de Cirigliano y ue desde el camino real aparece todo un monte y ue para el to era su nica meta reconocida y hasta ella corri. por premio o por mero gusto, acompa*ado o solo, el da de )an ,sidro o un da cual uiera mientras le dur., por muchos a*os, a uel $erretn de ca$allo des$ocado% -o era pi$e entonces y vea al to, "oven, como desde una enorme distancia, a trav(s de nie$las y velos, por ue yo esta$a por ser, no tena som$ra ni casi historia, era tan s.lo presente, pe ue*o, mero estar y ver y sentir a la som$ra de los grandes, mi a$uelo, ciego por ter uedad ue un da prometi. rezar un mill.n de padrenuestros por ue di"o ue se le ha$a aparecido @ess, carpintero como (l, mi padre, ue entonces corretea$a para el !rigor!ico La Blanca montado en un !ragoroso 9ord A o la ta @uana, por siempre "oven, ue tena un cuarto para ella sola y una cama muy alta ue ola a "azmn y una escupidera de loza ue pareca una sopera y un novio ue vena todas las tardes a las cinco y se marcha$a apenas caan las som$ras en el patio de $aldosas con la parra de uva chinche y la $om$a pie de molino y por supuesto el to, to Agustn, ese ansioso ca$allo de verano% A veces cuando pateo la calle cierro los o"os, y aun sin cerrarlos lo veo pasar entre la gente, al trote con su pantaloncito negro y la camisa de !risa y el nmero 7< en la espalda, ue siempre me !all. en la uiniela, lo veo, por e"emplo, trotar a las zancadas por el medio de Corrientes o trasponer de un salto Alem, en direcci.n al puerto%-o me suspendo y pienso, casi grito, 2Ah va mi to, hi"os de puta4 26iren u( lindo loco4 5asa como entonces con la terca y dura mirada clavada en el horizonte, con las narices anchas de viento, cavando el aire con sus largas, muy largas piernas% 3espu(s crec, ech( som$ra como un 'r$ol y hasta yo mismo particip( en La 9ondo de las 7: a Bragado, pero no pas( del cementerio% Cuando do$l( por el hospital y vi a lo le"os los altos humos de los hornos de ladrillo, algo ue, supongo, trastorna$a al to, el cual uera darle alcance a cuanto se pona al !ondo del camino, las sienes me empezaron a tem$lar y me dolan las encas como si !uese a echar un pu*ado de dientes% Al llegar al cementerio rod( con un grito entre polvo, sudores y piernas ue pasaron zum$ando al lado de mi ca$eza% &l to, por ese entonces, tra$a"a$a en la carpintera del a$uelo, so$re el pasa"e ,ntendente Beltr'n, !rente a la plaza =ral% Aecochea o la 5laza del 6ercado donde est' hoy la estaci.n de colectivos% Ahora cierro los o"os y me veo en la penum$ra del taller con paredes de ladrillo a la vista y un espeso olor a polvo, sillas y el'sticos ue cuelgan de las vigas y al !ondo la mesa de carpintero en la ue tra$a"a$a el to% A veces no recuerdo al to sino ue mi pensamiento se su"eta de un o$"eto cual uiera y ese o$"eto cu$re casi todo mi da% Hoy, por e"emplo, mientras cruza$a hasta el $ar 9alucho aguantando el viento ue $arra la Avenida )anta 9e, me acord( de $uenas a primeras de a uella sierra de ingletes o de !alsa escuadra ue ha$a en una punta de la mesa% &l da crece lentamente alrededor de ese o$"eto, lo rodea como la pulpa de un !ruto y el da en todo caso vale nada m's ue por eso% A uella sierra ue ha$a sido construida en ,nglaterra en 7BC8, ue en consecuencia ha$a atravesado el mar em$alada cuidadosamente en un ca".n de pinotea, me atraa misteriosamente% &ra una sierra montada so$re un $astidor, con una empu*adura negra como la de una ametralladora y serva para cortar marcos, escuadras, 'ngulos, encastres y dem's cortes de precisi.n% La veo ahora mismo en el aire, negra y pulida y, por !uerza, al rato veo en la punta de la empu*adura al to Agustn% Dl se mova silenciosamente de un lado a otro del taller aporreando maderas, reparando vencidos el'sticos de cama o reemplaz'ndolos por otros nuevos ue estira$a para enca"arlos en el armaz.n en una prensa, especie de potro ue gira$a con $ruscos chirridos met'licos% &l to era de una silenciosa precisi.n en todo% -o me maravilla$a de ue hom$re tan silencioso y preciso en sus movimientos produ"ese a ratos tanto ruido de una vez% 5or e"emplo cuando se calza$a un pa*uelo negro delante de su aguda nariz y echa$a a andar a uella cardadora mec'nica ue era el supremo orgullo de la mue$lera y carpintera &l 6ercurio% &l to meta la lana apelmazada por un lado y ya mismo sala por el otro en $landos copos ue caan lentamente dentro de un corralito de alam$re de gallinero% La m' uina rechina$a en la punta de las manos del to% 5or a uel tiempo ha$a de"ado de correr hasta el 'lamo carolina, pero despu(s del tra$a"o emprenda largas caminatas hasta el zan".n o el cementerio o el 5rado &spa*ol o la uinta de 5astore, o la estaci.n del 5ac!ico, donde espera$a ver pasar al 1Cuyano1 ue henda la noche como un car$.n encendido aventando som$reros y papeles% Los

a*os lo ha$an en!la uecido an m's y un da ue lo sorprend inclinado so$re la !a$ulosa sierra de ingletes le vi $rillar las $lancas sienes y el emplumado mech.n de pelos encanecidos ue le caa so$re la !rente% - esa vez sent verdadero amor por el to, a uel ansioso ca$allo del verano ue ahora descenda a la carrera la larga cuesta de sus das%-o, en cam$io, trepa$a los mos% &sos das me llevaron le"os del pue$lo y cuando volv, algn verano despu(s, y entr( en el taller penum$roso, el to levant. la cara por encima de la sierra y me o$serv. con una mansa sonrisa por arri$a del armaz.n de metal de unos lentes% La luz de la tarde penetra$a por una clara$oya y el to !lota$a, $lando y casi transparente, en a uella luz polvorienta% 6e pregunt. u( tal esta$a la ruta E% 5or lo ue recuerdo, !ue la primera vez ue ha$l. conmigo demostrando cierto inter(s so$re algo concreto% )e*al ue yo ha$a crecido realmente y ahora era un hom$re, al menos para (l, ue la medida de mi tiempo% )iempre pregunta$a so$re caminos% La ruta E termina$a de ser reparada entre )an Andr(s de =iles y Carmen de Areco% &so lo alegr. al to% &se mismo a*o ha$a ido a pie hasta Lu"'n portando el estandarte de la Congregaci.n de )an Luis =onzaga% 6e e#plic. ue era cuesti.n de echarse a andar y no cam$iar el paso, vendarse los pies y calzar $otines $ien armados% /olvi. con el &#preso Fo"as y reci(n entonces not. ue la ruta esta$a levantada en algunos tramos% 9ue toda una conversaci.n% 5or (l me enter( de ue el camino entre Chaca$uco y Bragado segua siendo de tierra, pero ue ahora le ha$an puesto la electri!icaci.n rural y era pro$a$le ue en un par de a*os le echaran encima cemento% -a no va a ser lo mismo, di"o el to con tristeza% )egua haciendo sus largas caminatas, pero ahora se e#travia$a cada dos por tres% Gna vez lo tra"o un vigilante ue lo encontr. perdido por el Agua Corriente, y otra el vie"o 5unta ue lo cruz. en el camino a )alto, por el almac(n de Cattaneo, y (l le pregunt. d.nde ueda$a el ;iro 9ederal y el vie"o entendi. el &stadio 6unicipal y como de todas maneras am$os ueda$an para el otro lado, lo su$i. a la "ardinera y lo tra"o hasta la mue$lera% Gn da el to, esto lo supe dos veranos despu(s, ya hom$re entero y (l m's vie"o y m's !laco, y el camino a Bragado todava sin as!altar, !ue hasta la !armacia de 6arino, al otro lado de la plaza, pero cuando lleg. a la Avenida Alsina, ue !ue as!altada en el +:, $a"o la intendencia de don &ste$an Cernuda, la encontr. de tierra, como cuando era chico y despu(s mozo y corra ya en la /uelta del )alado% Los charr(s y los sul?ys i$an y venan por la avenida de tierra y algunos "inetes trota$an entre espumosas nu$es de tierra% &l to, !laco y encorvado, vio con algo de sorpresa c.mo avanza$a por el medio de la calle un land. descapotado como los de la cochera =rossi Hermanos con la se*orita Lom$ardi en su interior% &l coche se detuvo "usto en!rente del to y la se*orita Lom$ardi asom. su ca$eza cu$ierta con una capelina de raso y apunt'ndole con su som$rilla de seda estampada le pregunt. por la a$uela Adela ue ha$a muerto, si mal no recorda$a, seis a*os atr's% Dl se uit. el som$rero, sonri. complacido a la tan se*orita y se inclin. hasta ue la som$ra del carrua"e desapareci. de su vista% Aaturalmente, no cruz. la avenida ni !ue hasta la !armacia de 6arino por ue en a uel tiempo la !armacia no e#ista todava% /olvi. al taller y el resto del da, hasta ue vino la luz de la tarde, se sent. en un rinc.n, detr's de la mesa de carpintero, entre ca"as de herramientas y rollos de el'sticos y ta$lones de pino ue olan a resina y pens. en la muy dulce se*orita Lom$ardi ue para (l, el tiempo le da$a la raz.n, no i$a a enve"ecer nunca% Huiz' dentro de unos pocos das, pens., si se entrena$a un poco, poda volver a correr en La 9ondo de las 7: a Bragado%-a no ueda$an campeones y en el tiempo ue tarda$a ahora cual uier $uen !ondista de la zona (l poda llegar a Bragado saltando so$re un pie% Cuando entr. a uel melanc.lico rayo de luz por la alta clara$oya, el to ech. a andar hasta el 5rado &spa*ol% 3as despu(s, al cruzar la plaza, le dio un salto el coraz.n% 3e$a"o de la p(rgola ue ha$a sido echada a$a"o en tiempos de 9resco vio y hasta escuch. a la $anda del maestro 6arsiletti% La $anda toca$a a uel nmero de !uerza ue le haca tem$lar las piernas al to, ;remi gli insani del mio !urore, Aa$ucco, Acto ,, y ue el maestro 6arsiletti tararea$a y por momentos aulla$a tratando de imitar a ;itta Fu!!o% Ao s.lo esta$a a uella p(rgola, ue seme"a$a una "aula !lorida, sino ue hacia el lado del 5alacio 6unicipal vio $rillar entre los oscuros 'r$oles al lago arti!icial ue mand. rellenar el intendente Barc'n y en el ue el loco =ar$arino se zam$ull. un :8 de mayo% La $anda, con el maestro 6arsiletti ue $landa la $atuta y un Avanti ue sacuda en la $oca al comp's de la msica, pareca !lotar en el aire de la p(rgola de$a"o de una luz amarilla como la ue penetra$a en la clara$oya del taller% 3espu(s de Aa$ucco, tocaron Alegra de la hoguera, una polcaImazurca de )trauss con la cual el maestro 6arsiletti pareca remontar un vuelo y la plaza comenz. a po$larse de muchachas y muchachos ue en dos hileras gira$an por el centro, alrededor de la estatua de )an 6artn, ue de golpe ha$a reemplazado a la p(rgola y ue en a uel tiempo era pedestre, no ecuestre, segn se acostum$ra, por razones de economa, pues la partida ue vot. el Conce"o 3eli$erante no alcanz. para el ca$allo, lo cual termin. por convertirse en una curiosidad y hasta en una atracci.n hasta ue en tiempo del go$ernador Alo(,

ue era de Chaca$uco, le pusieron el ca$allo y es as como ca$alga ahora en el alto cielo de mi pue$lo entre las espl(ndidas copas de los 'r$oles, en direcci.n a la con!itera )an 6artn, hacia la ue apunta un dedo% &n eso el to vio pasar al Cholo Barrios ue, segn tena entendido, por ue estuvo en el velatorio, se vol. la ca$eza mientras pro$a$a una escopeta de un ca*o, cali$re :J, vio al Cholo con sus $igotazos renegridos, rancho, polainas $lancas y un $astoncito con el pomo de plata ue lo salud. con el $razo en alto, muy en su conte#to, lustroso ca$allero el Cholo, gran amigo de violentas !arras y !uerte apostador en las cuadreras y re*ideros, propietario de un gallo 1A" )eco1, apodado Facoto, de origen peruano, ue $ati. a todos los gallos de com$ate del +K al <8% Ltra vez el to i$a para el Crculo L$rero donde esta$a cam$iando el esterillado de las sillas y no pudo seguir de la Avenida Alsina, pues se tropez. con la procesi.n de Auestra )e*ora del Carmen, con el padre 3oglia de$a"o del palio y los tanos 6inervino y /isiconti tocando la gaita a la ca$eza, todos muy de solemnis so$re la calle de tierra mientras las campanas de la iglesia $atan a !iesta $ien pulsadas por el vie"o )antiago, gordas palomas de $ronce por el aire limpio de la ma*ana% &l ltimo verano ue estuve en el pue$lo, este ue pas., !ui hasta la vie"a casa del a$uelo y, como siempre, despu(s de los saludos y los mates penetr( en el empolvado taller del !ondo% ;ard( un rato en acostum$rarme a la penum$ra, cegado como entr( por el sol del patio, y en a uella moment'nea ceguera sent el ti$io olor a maderas y a cola de carpintero y o el escamoso cru"ir de las chapas del techo recalentadas por el sol% Cuando mis o"os se !ueron acostum$rando a a uel velado y uieto paisa"e de o$"etos sepultados por el polvo descu$r cada cosa en su e#acto lugar, como si el tiempo no se hu$iese movido y yo tornara de golpe a mi in!ancia% All esta$a la tremenda cardadora a motor, la carcomida mesa de carpintero y so$re ella, en un e#tremo, mi uerida sierra de ingletes ue apunta$a hacia la puerta% &n la prensa ha$a un el'stico a medio tender% A uella suave pero insistente permanencia de las cosas, luego de tantos a*os y tantos cam$ios y tanto y tanto, recuper. por un momento ese !irme presente de mi in!ancia, sin som$ras ni pesos, errante edad de mi pue$lo% 3e repente sent un leve rasp.n "unto al ta$lero de las herramientas y achicando los o"os vi emerger por detr's de la mesa la $lanca ca$eza del to ue esta$a sentado en un $an uito% 5areca un vie"o p'"aro, uno de esos vie"os c.ndores ue con las radas alas a$iertas toman el sol en la "aula del Mool.gico% &l to se cal. los anteo"os ue e#tra"o lentamente de su estuche a presi.n y me o$serv. en silencio con sus o"os laga*osos, como de vidrio mellado% 1N3e ui(n sosO1, pregunt. al ca$o de un rato con una voz !inita% Huera decir de ui(n era hi"o yo, ue es lo ue se pregunta o como se pregunta a un muchacho cual uiera de los pue$los% -o di"e 1&l hi"o de 5edro ,sidro1% Dl ca$ece. y repiti. para s, sin reconocerme, posi$lemente sin reconocer si uiera a uel nom$re0 15edro ,sidro%%%1% 5edro ,sidro es mi padre, su hermano% )e levant. y camin. hasta m, encorvado% 6e ech. una a!ilada mano encima del hom$ro y pregunt. esta vez0 1N3e d.nde vens, muchacho%%%O1% Ao pregunt. u( tal esta$a la ruta E, ni tampoco supe si por !in ha$an as!altado el !a$uloso camino a Bragado% Luego supe por la ta ;eresa ue en esos das se ha$a encontrado en la es uina de la tienda Ciudad de 6essina con 5epe 5rovenzano, ue patea$a como siempre la calle vendiendo $illetes de lotera y con 5ancho ;onelli, am$os $ien !inados, lo mismo ue la tienda, ue cerr. all' por el 8B% 3espu(s, cuando trat. de volver a la casa no dio con la calle y aun ue pas. por en!rente de la puerta, al recorrer el pue$lo por tercera vez, no acert. a reconocerla% 5or suerte se tropez. en la es uina del Almac(n ,ngl(s con el gordo 3e Aigris, otro muertito, ue lo condu"o, siempre tan gentil ca$allero, hasta a uella salteada puerta y se lo devolvi. a la ta cuando ya oscureca% 5ara Feyes vino la hi"a de Buenos Aires y el to se calz. los anteo"os y le pregunt. de ui(n era% A partir de ah empez. a e uivocar las puertas y los cuartos y a veces charla$a en los rincones del patio con persona"es invisi$les% Ao mucho despu(s, como lo pronostic. la madre Benedicta, ni si uiera reconoci. a la ta a la ue con!undi. una vez con 6artita Fomero, su primer !ilo, y otra con 9ilomena 5errone, ue !ue reina del carnaval del Clu$ 5orte*o, en el a*o +B% Aca$o de volver del pue$lo y por eso pienso tan !uerte en el to en esta podrida noche de invierno mientras $e$o un semill.n en el $ar 9alucho, en 9itz Foy y Luis 6ara Campos% Cuando !ui a ver al to lo encontr( acostado en el medio de esa $uena cama inglesa con ca$ezales de $ronce y remaches de co$re y el'stico de !le"es ue perteneci. a la !amilia 6ediavilla y compr. en un remate de >arnes% ;ena puesto un camis.n de !risa y un gorrito de lana y de tan !la uito y huesudo se perda so$re la pila de almohadas% Hace meses ue no

sale de ah% 9uera de los lmites de esa cama no reconoce nada en el mundo% A eso se ha reducido el suyo, a a uella $uena cama inglesa de $ronce $ien lustrado% )in em$argo, no la pasa tan mal% )iempre tiene algn muertito con el ue charlar y por detr's de la $arras de $ronce ve cosas de hermosa e#travagancia, como el corso del a*o :+ o el Circo )arrasani, e incluso el da en ue el loco =ar$arino gan. de tarro La 9ondo de las 7: a Bragado% * Haroldo 5edro Conti naci. en Chaca$uco, provincia de Buenos Aires, en 7C:8% 9ue, entre otras cosas, escritor, guionista, maestro rural y pro!esor de !iloso!a% Algunas de sus pu$licaciones son0 La $alada del 'lamo carolina (7CKE), al ue pertenece el cuento 1Las doce a Bragado1, y las novelas Alrededor de la "aula (7CKK), &n vida (7CE7) y 6ascar., el cazador americano (7CE8)% &n 7CEK !ue secuestrado por la dictadura militarP permanece desaparecido%