ESCUELA DE CICLO BSICO COMN UNS

INGRESO 2014

Clase n 1
LA FLOR DEL AMANCAY
Quien da una flor de amancay ofrenda su corazn, decan los indios vuriloches. Y a
quienes les preguntaban el porqu, les contaban esta leyenda.
La tribu viva cerca de Ten-Ten Mahuida, que hoy se conoce como cerro Tronador.
En aquel entonces, el hijo del cacique era un joven llamado Quintral. No haba
muchacha en la regin que no suspirara al mencionar sus actos de valenta, su cuerpo
vigoroso, su voz seductora Pero a Quintral no le interesaban esos halagos. l amaba a una
joven humilde llamada Amancay, aunque estaba convencido de que el cacique jams le
permitira desposarla. El joven guerrero no imaginaba que Amancay tambin senta por l un
profundo amor, y la muchacha no se animaba a decirlo porque pensaba que su pobreza la
haca indigna de un prncipe.
Tanto amor inconfesado encontrara ponto una dura prueba.
***
Un da, sin aviso, se declar en la tribu una epidemia de fiebre.
Nadie saba cmo curarla. Quienes caan vctimas de la enfermedad deliraban hasta la
muerte. Los que permanecan sanos se alejaban de la aldea, seguros de que la peste era obra de
los malos espritus.
Quintral fue uno de los que se enfermaron. El cacique se qued junto a su hijo; no le
importaba el peligro del contagio. Escuch que el joven, en medio del delirio de la fiebre,
murmuraba un nombre: Amancay.
No le dio mucho trabajo averiguar quin era, y enterarse del amor secreto que sentan
el uno por la otra.
Decidido a encontrar cualquier recurso que le devolviera la salud a su hijo, envi a sus
guerreros para que trajeran a la muchacha.
***
Pero Amancay no se hallaba en su casa. Estaba trepando penosamente el Ten-Ten
Mahuida. La machi
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le haba dicho que el nico remedio capaz de bajar esa fiebre era una
infusin, hecha con una flor amarilla que creca solitaria en lo alto de la montaa.

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En la cultura mapuche, curandera, persona que tiene conocimientos prcticos para curar algunas enfermedades
utilizando yuyos, infusiones, rezos, cantos y danzas.
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Lastimndose las manos y las rodillas, Amancay alcanz finalmente la cumbre y vio la
flor abierta al sol.
Apenas la arranc, una sombra enorme se extendi sobre el suelo. Cuando Amancay
alz los ojos, vio un gran cndor que bajaba del cielo levantando un viento terrible cada vez
que bata las alas. El ave se pos junto a la joven.
-Soy el guardin de estas cumbres dijo el cndor, con voz atronadora- . Y t robaste
algo que pertenece a los dioses.
Aterrada, Amancay le cont lo que suceda abajo, en el valle.
-Quintral agoniza explic, en medio de lgrimas-. Esta flor es su nica esperanza.
Los ojos del cndor relampaguearon.
-La cura llegar dijo, por fin-, solamente si t accedes a entregar tu propio corazn.
Amancay acept, porque no imaginaba un mundo donde Quintral no estuviera. Si
tena que entregar su vida a cambio, no le importaba.
Dej que el cndor la envolviera en sus alas y le arrancara el corazn con el pico. En
un suspiro, con el que se le iba la vida, Amancay pronunci el nombre de Quintral.
El cndor tom el corazn y la flor entre sus garras y se elev, volando sobre el viento,
hasta la morada de los dioses. Mientras ascenda, la sangre que goteaba no solo manch la flor,
sino que tambin cay sobre los valles y montaas.
Cuando estuvo ante los dioses, el cndor pidi la cura para aquella enfermedad, y
tambin pidi que los hombres recordaran para siempre el sacrificio de Amancay.

***
La machi aguardaba en su choza el regreso de la joven. Cada tanto, miraba hacia la
montaa.
De pronto se dio cuenta de que algo milagroso haba ocurrido. Porque, en un
momento, las cumbres y los valles se cubrieron de pequeas flores amarillas moteadas de rojo.


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De cada gota de sangre de Amancay naca una pequea planta, la misma que antes creca
solamente en la cumbre del Ten-Ten.
La hechicera sali y contempl, con ojos asombrados, el vuelo de un cndor
gigantesco, all en lo alto. Y supo que los vuriloches ya tenan su cura. Por eso, cuando los
guerreros llegaron en busca de Amancay, les entreg un puado de flores como nica
respuesta.




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INVESTIGACIONES EN TORNO A LA LEYENDA
Le los siguientes textos que ofrecen informacin relacionada con la leyenda de la flor de amancay .

Historia de gigantes
Cuando el navegante portugus Fernando de Magallanes desembarc en las costas del
sur de nuestro pas, se sinti sorprendido por la altura y por el tamao de los pies de los
aborgenes que habitaban la zona. Los llam patagones por las enormes huellas que sus pies,
envueltos en pieles de guanaco, dejaban en la tierra y as origin la leyenda que hablaba de
una raza de gigantes.
En esa zona habitaban los tehuelches. Bajo este nombre se agrupaban distintas etnias,
como puelches, picunches y vuriloches.
El cronista que viajaba con Magallanes, Antonio de Pigafetta, escribi: Ese hombre era
tan alto, que nuestra cabeza llegaba apenas a su cintura. Si bien se trata de una descripcin
exagerada, los tehuelches eran, en realidad, fuertes, musculosos, con espaldas anchas y de
estatura elevada: 1,80 metros en promedio.
El espaol Francisco de Viedma y Narvez escribi sobre los tehuelches: As hombres
como mujeres son muy celosos y amantes de sus hijos a quienes luego que nacen atan con
muchas fajas de cuero contra una tabla en donde los tienen sujetos ms de un mes, dndoles el
pecho sin desatarlos de all. As dicen que se cran derechos, y efectivamente tanto ellos como
ellas son todos muy derechos, tienen buenos cuerpos y no se ve uno que sea cargado de
espalda.
Los tehuelches eran nmades; esto quiere decir que no residan de manera permanente
en un sitio sino que se desplazaban de un lugar a otro en busca de alimentos. Eran cazadores-
recolectores, ya que se alimentaban de los animales que cazaban y de las races, semillas y
frutos silvestres que recogan. Sus armas eran el arco, las flechas y las boleadoras. Cuando un
indio mora, las enterraban junto con l, y su mujer, en seal de duelo, se cortaba el pelo.
Con el tiempo, adoptaron el uso del caballo, animal trado por los espaoles, que
signific un gran progreso en su modo de vida, ya que les permiti desplazarse grandes
distancias y contactarse con otros grupos.

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EL SONIDO Y LA FURIA
El Tronador es un cerro que se encuentra en la zona sur
de la Cordillera de los Andes, en la frontera entre Chile y Argentina, a 90 km. de la ciudad de San Carlos de
Bariloche. Es la montaa ms alta de la regin, alcanza 3491 metros sobre el nivel del mar; separa dos Parques
Nacionales: el Vicente Prez Rosales, en Chile y el Nahuel Huapi, en Argentina.

Aunque se lo conozca y figure en los mapas como cerro o montaa, es un volcn dormido. Su ltima
erupcin es desconocida pero se piensa que habra ocurrido hace ms de 10.000 aos, por lo que son muy bajas las
probabilidades de que entre en erupcin y derrita los glaciares que cuelgan de sus paredes.
Dominador de las alturas, solo superado en la zona por el volcn Lann, posee tres picos, ya que una lejana
erupcin deform su cumbre: el Internacional, su mxima altura y que tambin oficia de hito natural, marcando el
lmite fronterizo entre Chile y Argentina; el argentino, hacia el este y el chileno, hacia el oeste.
Su nombre se debe al ruido similar al de truenos producido por los frecuentes desprendimientos y cadas
de seracs, pedazos de hielo, de los glaciares colgantes.
El Tronador posee siete glaciares que se encuentran actualmente en retroceso a causa de los fenmenos
de calentamiento de la atmsfera. Por la vertiente argentina se encuentran los glaciares Fras, Alerces, Castao
Overo y Ro Manso. Por la chilena, Peulla, Casa Pangue y Ro Blanco.
En la base del cerro existe una zona donde los hielos se tien de negro producto de los sedimentos y
arenas que acarrea el glaciar Ro Manso y que es conocida como Ventisquero Negro. Esta masa de hielo no posee el
tpico blanco brillante con vetas azuladas de otros glaciares y es por ello un capricho nico de la naturaleza.
Del lado argentino, un camino permite acercarse hasta el pie de las paredes de roca que rodean el cerro,
al punto de perder de vista la cumbre, por la excesiva cercana y as observar la masa oscura de hielo.
Las mejores vistas del Tronador se obtienen en el cercano paraje de Pampa Linda. En Chile es visible
desde Osorno y Frutillar, incluso logra ser visible desde la isla grande de Chilo a ms de 200 km de distancia.
Un sendero peatonal de fuerte pendiente, permite llegar a un refugio organizado, que lleva el nombre del
andinista Otto Meiling. Posee ciertas comodidades de alojamiento y est ubicado en el borde de los glaciares
superiores Alerces y Castao Overo.





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Sanar el cuerpo y el alma
Machi: Oficio comunitario que en Chilo fue desempeado por un hombre y
tardamente por mujeres. El machi fue el curandero local, utilizando plantas medicinales y
tcnicas heredadas de sus ancestros. Adems ejerci el rol de chamn y animador del panten
mgico-religioso de su cultura.







Hoy la machi nos es ms que una curandera o consejera, en relacin a males provocados
por brujos.
Un ser supremo o un espritu se manifestaba a la futura machi y le revelaba a travs de
un sueo o un llamado interior que haba sido elegida por fuerzas sobrenaturales para ser
chamn. A partir de entonces, se iniciaba un largo proceso de instruccin por parte de una machi
anciana hasta el momento de la consagracin.
Si bien la funcin cotidiana bsica era la de curar enfermos y para esto deba
especializarse en el uso de plantas medicinales, deba, a su vez, lograr los conocimientos que le
permitieran descubrir al brujo o a quien causara la muerte. Tambin deba conocer los secretos
para controlar el clima, predecir hechos futuros o descubrir cosas ocultas. Y junto a esto, todo
un repertorio de frmulas, oraciones, ensalmos, conjuros, cantos, bailes y una gran destreza en
el uso del cultrn o cultrunca, como se llam en Chilo a este tamborcillo.
El investigador Martn Gusinde ha registrado 324 plantas, usadas como purgantes,
vomitivos, sudorferos, etc., utilizados por la machi que demuestran un profundo
conocimiento de la anatoma. Dowling agrega:"...tiene un conocimiento exacto del valor
medicinal de cada planta y de cada substancia, pero no le interesa la composicin qumica
de la planta o de una determinada substancia. ( ) Todo esto involucra una accin divina en
la que siempre estn presentes Ngenemapn durante la eleccin de la planta o substancia y
Ngenechn durante la curacin, con sus simblicas ramas de canelo."

Renato Crdenas Alvarez, El libro de la mitologa, historias, leyendas y creencias mgicas obtenidas de la
tradicin oral". Ed. Atel. Chilo, 1997. En: www.virginia-vidal.com (Adaptacin).