Antología Poética Del Siglo XX
Antología Poética Del Siglo XX
Antología Poética Del Siglo XX
1. El crimen
3.
Se le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueo en el Alhambra,
un tmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, en su Granada!
2. El poeta y la muerte
As es mi vida,
piedra,
como t. Como t,
piedra pequea;
como t,
piedra ligera;
como t,
canto que ruedas
Qu alegra ms alta:
vivir en los pronombres!
Qutate ya los trajes,
las seas, los retratos;
yo no te quiero as,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: t.
S que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
slo t sers t.
Y cuando me preguntes
quin es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterrar los nombres,
los rtulos, la historia.
Ir rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al annimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te dir:
Yo te quiero, soy yo.
35 bujas
S. Cuando quiera yo
la soltar. Est presa,
aqu arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
cien mil lanzas los rayos
cien mil rayos del sol. Pero de noche,
Se queran
Se queran.
Sufran por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, sangre dnde?
Se queran en un lecho navo, mitad noche, mitad luz.
Se queran como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melanclicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se queran de noche, cuando los perros hondos
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Buscad, buscadlos:
debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro
o la firma de uno de esos rincones de cartas
que trae rodando el polvo.
Cerca del casco perdido de una botella,
de una suela extraviada en la nieve,
de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.
FEDERICO GARCA LORCA (1898-1936)
Miembro de la generacin del 27. Form parte del tringulo surrealista formado por l, el pintor
Salvador Dal y el cineasta Luis Buuel. Considerado uno de los grandes poetas y dramaturgos del
siglo XX, muri asesinado en su Granada natal.
Romance de la luna
La luna vino a la fragua
con su polisn de nardos.
El nio la mira mira.
El nio la est mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y ensea, lbrica y pura,
sus senos de duro estao.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
haran con tu corazn
collares y anillos blancos.
Nio djame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarn sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
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El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el nio,
tiene los ojos cerrados.
Pertenece a la generacin del 27. Su actividad como escritor, lingista, traductor y crtico literario le
llev a dirigir la Real Academia Espaola entre 1968 y 1982 y a recibir el Premio Cervantes en
1978. Algunos de sus libros de poesa ms destacados son Poemas puros. Poemillas de la ciudad
(1921), Hijos de la ira (1944) y Hombre y Dios (1955).
Insomnio
Madrid es una ciudad de ms de un milln de cadveres (segn las ltimas
estadsticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45
aos que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracn, o ladrar los perros, o fluir blandamente
la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracn, ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntndole a Dios, preguntndole por qu se pudre lentamente
mi alma,
por qu se pudren ms de un milln de cadveres en esta ciudad de Madrid,
por qu mil millones de cadveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, qu huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
Temes que se te sequen los grandes rosales del da, las tristes azucenas letales de tus
noches?
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia area mientras crece el tormento.
All donde termine este afn que exige un dueo a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin ms horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean ms que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de nio.
All, all lejos;
Donde habite el olvido.
JUAN GIL-ALBERT (1904-1994)
Poeta alicantino. Entr en contacto con la poesa a travs de Garca Lorca, Juan Ramn Jimnez y
Luis Cernuda, entre otros. Public sus primeros poemas en 1936 convirtiendo su casa en el centro de
los intelectuales republicanos. Su dolorosa experiencia en la guerra civil lo aleja de su tendencia
vanguardista, convirtindolo en un poeta reflexivo e intimista. Se exili en Mxico y Argentina de
1939 a 1947. Al regresar a Espaa, public obras como El existir medita su corriente (1949) o
Concertar es amor (1951). Aunque no obtuvo un gran reconocimiento hasta la dcada del setenta.
La rosa
La imagen del amor como una rosa
abre sus encendidas ilusiones
y sobre el tallo esbelto resplandece
su oscura primavera deseada;
el naciente reflejo de su sombra
nubla el claro contorno de la vida
y nos absorbe su letal aliento
cual la luz la cautiva mariposa.
Alas llevo rondando el escondido
deseo de mi amor, ansiosas alas
me sirven como un velo trasparente
Isla y mujer
Me busco y no me encuentro (PAU)
Hacia arriba tus das trepadores,
tus prisas cenitales, tus montaas
escaladoras de guilas y nubes.
Hacia arriba tus cerros,
con sus verdes espuelas, sus morenos
ijares, sueltas en el viento rubio
las bridas trinadoras de los pjaros.
Hacia arriba tus valles atrevidos
como si una gran mano los llevase
desde la azul rodilla de las aguas
hasta los altos muslos de tus nieves.
Romera de piedra enamorada
desde el mar a la cumbre. sa es la isla,
que recoge la falda de la espuma
para ganar los ticos que vieron
brotar del pecho virgen de la roca
el silbo ardiente de un pezn de humo.
Desde entonces tu sombra da la vuelta
alrededor de crteres lunares.
Pero ahora que nos hemos encontrado,
isla, madre, mujer, volcn, destino,
ven a dormir tu soledad de siempre
-oh amada de la noche y la distanciaen
el tibio silencio de mis brazos.
Me busco y no me encuentro.
Rondo por las oscuras paredes de m misma,
interrogo al silencio y este torpe vaco
y no acierto en el eco de mis incertidumbres.
No me encuentro a m misma.
Y ahora voy como dormida en las tinieblas,
tanteando la noche de todas las esquinas.
Y no pude ser tierra, ni esencia, ni armona,
que son fruto, sonido, creacin, universo.
No este desalentado y lento desgranarse
que convierte en preguntas todo cuanto es herida.
Y rondo por las sordas paredes de m misma
esperando el momento de descubrir mi sombra.
Toda mi ilusin
Toda mi ilusin la he puesto
en la espera de un maana.
Cmo vendrs? Adornado
de blanca flor de retama
o de flor de pensamiento
que de luto se engalana?
Vendrs con rojas miradas
o con plidas miradas?
Tendrs voz, tendrs sonrisa,
o no me guardars nada?
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El nio yuntero
Cada nuevo da es
ms raz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este nio hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qu es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
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y siento,
al fin!
La trasfiguracin
Siento tu cuerpo entero junto al mo;
tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que est fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silbica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recprocos,
y viven
su trasfiguracin,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y vida,
Nacido en Bilbao, durante su infancia sufri la prdida de su padre y su hermano y su familia pas
penalidades econmicas. Estudi Derecho, primero de forma presencial, y luego preparndose por su
cuenta, a causa de verse forzado a ayudar a su familia. Su poesa pas por varias etapas, que
abarcaron desde la religiosidad hasta el descubrimiento de la importancia de la sociedad; el poema
"Pido la paz y la palabra" es una clara muestra de esta ltima faceta. Public ms de una decena de
poemarios, y sus obras han aparecido en recopilaciones y antologas. Destacan Cntico espiritual,
Ancia y ngel fieramente humano y Redoble de conciencia.
Miembro destacado de la generacin de poesa social en Canarias. Entre sus obras figuran algunos
ttulos tan significativos como Poesa unnime, Segunda enseanza o Funcin al aire libre.
Algunos de sus textos fueron llevados a la cancin por Taburiente, Caco Senante, Palo, Rosa Len y
Los Sabandeos. Fue Premio Canarias en 1985.
A la inmensa mayora
Aqu tenis, en canto y alma, al hombre
aquel que am, vivi, muri por dentro
y un buen da baj a la calle: entonces
comprendi: y rompi todos su versos.
As es, as fue. Sali una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adnde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
Aqu! Llegad! Ay! ngeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aqu tenis, en carne y hueso,
mi ltima voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Aguafuerte
Aqu te quiero ver,
amigo mo.
Aqu, aunque solo sea por el dicho
de que ver es creer.
Aqu, para que vivas como vivo,
para que mueras una y otra vez
como yo muero sin haber vivido.
Aqu te quiero ver.
En el camino de ms spera piel
que he conocido.
Donde matan de sed
hasta los ros.
Donde el azul es otro precipicio,
de cuyo abismo el corazn da fe.
Donde se cae siempre en el vaco.
Donde se alienta solo en el papel
de una letra de cambio o de un recibo.
Toreando los filos,
te quisiera yo ver.
Aqu, donde los astros que se ven
estn emparentados con el fro.
Donde el da est herido
antes de amanecer.
Donde querer saber
es un delito.
Donde el aire es un hilo
que se puede romper.
Donde es triste nacer
y morir un respiro.
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La maleta
Ya tengo la maleta,
una maleta grande, de madera:
la que mi abuelo se llev a La Habana,
mi padre a Venezuela.
La tengo preparada: cuatro fotos,
una escudilla blanca, una batea,
un libro de Galds y una camisa
casi nueva.
La tengo ya cerrada y rodendola
un hilo de pitera.
Ha servido de todo. Como banco
de viajar en cubierta,
y como mesa y, si me apuran mucho,
como atad me han de enterrar en ella.
Yo no s dnde voy a echar races.
Ya las ech en la aldea.
Dej el arado y el cuchillo grande,
las cuatro fanegadas de la vieja...
- La hostelera es buena, me dijeron.
Y cog la bandeja.Si seor, no seor, lo que usted mande,
servida est la mesa...
Yo por vivir entre los mos hago
lo que sea.
Vi a las mujeres plidas del norte
arrebatarse como hogueras
y llevarse las caras como platos
de mojo con morena,
tanto que aqu no dejan ni rubor
para tener vergenza...
Vi vender nuestras costas en negocios
que no hay quin los entienda:
venda un alemn, compraba un sueco,
y lo que se venda era mi tierra!
Pero no importa, me qued plantado.
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Luz de tarde
Me da pena pensar que algn da querr ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pauelo cado tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
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Consiento
Hijo del poeta modernista Eduardo de Ory, fue uno de los autores vanguardistas ms singulares y
revolucionarios de la segunda mitad del siglo XX. Fund el postismo, un movimiento de vanguardia
tardo. Su obra, ignorada por mucho tiempo, se revaloriz a partir de los aos setenta. Residi en
Francia desde 1955 hasta su muerte. En su obra destacan Tcnica y llanto, La flauta prohibida, Los
sonetos, Poesa abierta y Metanoia.
premios literarios importantes por su obra, que se caracteriza por su erotismo y las alusiones
mitolgicas. Autora de poemarios como Los devaneos de Erato (1980), Indicios vehementes (1985),
Apuntes de ciudades (1990) o La nota de blues (1996).
Hubo un tiempo...
Desde Irak
Respndeme, poltico, por qu
quieres desfigurar la faz del mundo?
Por qu quieres cortar
las cabezas azules de mis templos?
Por qu quieres
salpicar con mi sangre
a tu pueblo inocente?
No sabes que si envas
la muerte a visitarme
volver sobre ti, boomerang en retorno?
Por qu quieres
matar mi casa
romper mi nio
quemar mi perro?
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