37 - Revista Digital de Criminología y Seguridad

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TEMAS

Revista Digital de Criminologa y Seguridad


Junio de 2016

DESTACADOS
Relacin entre adicciones, delito y pobreza.
Seguridad Vial: Nuevas seales de trnsito para la modernidad.
Revisin de los postulados de Emili Durkheim en relacin con la explicacin de
la Criminalidad y la Poltica Criminal.
Documento: Los modelos de gestin policial y la situacin en la Provincia de Mendoza.
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REVISTA DIGITAL DE
CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

Ao V
Nro. 37
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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

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Ao V Nro. 37
ISSN 2314-1116

Revista TEMAS Ao VNmero 36 - Abril de 2016

3 3

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

SUMARIO
Revista Digital de Criminologa y Seguridad TEMAS Febrero de 2016

Criminologa

06 Relacin entre adicciones, delito y pobreza.


26

Revisin de los postulados de Emilio Durkheim en


relacin con la explicacin de la Criminalidad y la
Poltica Criminal.

AO V
NRO. 37

Seguridad Vial

18 Seguridad Vial: Nuevas seales de trnsito para la


modernidad.

DOCUMENTO:

56 Los modelos de gestin policial y la situacin en la


Provincia de Mendoza. Una revisin histrica y actual de la realidad.

Secciones

82 Eventos y Novedades
102 Noticias Universitarias.

JUNIO 2016

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REVISTA DIGITAL DE C

Emanuel Sebastian Espeso


(Argentina)

Grado Universitario en Criminologa (Facultad de


Derecho - Universidad del Pas Vasco, San Sebastin
Espaa).
Estudiante de intercambio Erasmus en la
Universidad Eberhard Karls Universitt Tbingen Baden Wrttemberg Alemania. Ponente y
organizador de Seminarios de criminologa.
Desmitificacin de la trada pobreza-adiccionesdelincuencia, Centro Huella Paran Ministerio de

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

RIMINOLOGA Y SEGURIDAD

RELACIN ENTRE ADICCIONES,


DELITO Y POBREZA
Desmitificacin de la trada
desde una mirada criminolgica

Introduccin
Las adicciones generan factores de
riesgo a nivel personal, familiar y social. Las consecuencias fsicas, psquicas y emocionales que producen las
adicciones son progresivas y pueden
llegar a la prdida del dominio de las
propias decisiones, influyendo en el
estilo de vida y generando inclusive
problemas con la ley.
Por ello, la relacin entre adicciones
y delitos tiene relevancia para la Criminologa.

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TEMAS

Caractersticas fundamentales de su
mtodo:
Empirismo e interdisciplinariedad
Anticipacin: anlisis del delito, el

Conceptos
Qu es la Criminologa? Se define como
una ciencia emprica e interdisciplinaria,
que se ocupa del estudio del crimen, de la persona del infractor, la vctima y el control social
del comportamiento delictivo, tratando de suministrar una informacin vlida, contrastada, sobre la gnesis, dinmica y variables
principales del crimen (contemplado ste como problema individual y como problema social), as como sobre los programas de
prevencin eficaz del mismo, las tcnicas de
intervencin positiva en el hombre delincuente y los diversos modelos o sistemas de respuesta al delito. (GARCA-PABLOS DE MOLINA, A. 1999 pg. 43 y ss.).
8

delincuente, la vctima y el control


social
Objetivos: explicar y prevenir el cri-

men, intervenir en la persona del infractor y vctima y evaluar los diferentes modelos de respuesta al crimen.
La Criminologa de las conductas
adictivas centra su estudio en el consumo problemtico y repetido de sustancias y los comportamiento que se
derivan de dicho abuso, teniendo en
cuenta principalmente la relacin entre delincuencia y drogas. Conjunta-

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA

mente, evala las causas que influyen


en los sujetos y provocan dicho consumo, y cmo el consumo estimula dichas
conductas antisociales. (HIKAL, W.
1990) pg. 289).
Desde una perspectiva normativa, el
Delito es la conducta (comportamiento
humano, accin u omisin) tpica
(tipificada, descripta normativamente),
antijurdica (contraria a la norma), culpable (que pueda imputarse a quien lo
realiz) y punible (con sancin penal).
Ej.: no hay culpabilidad sin antijuricidad aunque si hay antijuricidad sin culpabilidad (enajenacin mental).
Dentro de las variables de perspectiva, tambin se puede considerar delito
a la lesin de los sentimientos altruistas fundamentales de piedad y probidad en la medida media en que son posedos por la comunidad y en la medida
media en que son indispensables para
la adaptacin del individuo en sociedad. Este es el concepto que desde la
sociologa ha adoptado Raffaele Garfalo y ms tarde algunos socilogos. (ver:
Wikipedia Rafael Garfalo).

Por qu se da esta relacin?


Aunque no existe una relacin directa (aunque posible) entre consumo de
drogas y comisin de delitos, varios estudios concluyen que muchas personas
sumergidas en una subcultura delictiva
presenten un mayor riesgo de tener
problemas de adicciones (por el uso de
drogas como estimulante para ejecutar
los hechos, por ejemplo), as como
aquellos sujetos que tengan problemas
con las drogas presenten un mayor
riesgo de acabar participando en la comisin de delitos (para obtener los medios de adquisicin de las mismas).
Desde una perspectiva tradicional,
dicha relacin se observa y construye
por afirmaciones tales como:

La delincuencia lleva al consumo


de drogas

Consumo de drogas llevan a la comisin de delitos

Drogas y delincuencia estn relacionadas simultneamente

Drogas y delitos tienen diferentes


variables pero comparten la misma causa

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TEMAS

Esta es comnmente la percepcin social


general.

efectos indeseables de la reiterada


(robos con fuerza en las cosas).
Delincuencia relacional: actividades de-

Cules son las posibles causas de


la percepcin de esta relacin?
Respuesta a una clsica definicin de
droga: aquella sustancia qumica que altera el estado de nimo, la percepcin o el conocimiento, siendo la alteracin consiguiente del comportamiento la que puede
llevar a la violacin de la ley.
Lo caracterstico de las drogas es su
carcter habituador, productor de adiccin. Esto conlleva a la necesidad de disponer de los medios para acceder a la sustancia, resultando la conducta delictiva de una
motivacin lucrativa.
Para comprender la incidencia de las
drogas en los conflictos con la ley, se plantea una breve clasificacin basada en una
triple tipologa clsica:
Delincuencia inducida: su origen es la in-

toxicacin producida por la toma de sustancias y la delincuencia depender de


los efectos que la sustancia tenga sobre el
organismo (euforia, excitacin, etc.).
Delincuencia funcional: realizada por un

drogodependiente con el fin de procurarse la sustancia que necesita y evitar los


10

lictivas que se producen en torno al consumo de drogas y son facilitadoras de dicho consumo (cultivo, trfico). (OTERO,
J.M. 1997).
Esta distincin puede ser vlida para poder actuar sobre la causa del problema delictivo.
Estas relaciones, que podemos llamar negativas, inciden en la denominada estigmatizacin o etiquetamiento, que se concibe
como un fenmeno social en el cual se rechazan o censuran algunos hechos que se
consideran contrarios a los patrones establecidos y que provocan un malestar social.
Esto conlleva un tratamiento especial hacia
los sujetos, separndolos y marginndolos
del grupo. (En: www.saber.ula.ve)
Este fenmeno es un proceso conformado por dos elementos:
1. la reaccin que produce en la sociedad la
transgresin de la regla de conducta, y;
2. la situacin que vive el sujeto en razn de
su nueva colocacin dentro de la sociedad como consecuencia de la reaccin
social.
El segundo elemento conlleva conse-

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CRIMINOLOGA

cuencias para el individuo, especialmente la


situacin de alienacin a que es sometido.
La estigmatizacin es por lo tanto, un
fenmeno alienante.

Posibles motivos de la estigmatizacin


En base a los estudios del socilogo
francs Loc Wacquant, se institucionaliza
la penalizacin del pobre y el adicto, en parte porque es una estrategia poltica para
hacer invisibles estos problemas sociales.
(WACQUANT, L. 2006).
El pobre y el adicto son sujetos invisibles
para una parte de la sociedad, no hacen reclamos a la comunidad y desaparecen de la
escena pblica. Al desaparecer de la escena
pblica, no estn ms ah.
A su vez, la pobreza y las adicciones se
concentran generalmente en reas estigmatizadas, ms identificada con barrios en
particular a los que se considera

conflictivos; donde existe precariedad,


concentracin de violencia y delitos, degradacin de la vivienda, de la infraestructura,
etc.
En algunas reas es solamente una percepcin, pero generalmente son barrios estigmatizados. A la pobreza y precariedad
econmica, se le suma la estigmatizacin
territorial.
En las reas estigmatizadas, los individuos no se sienten identificados con el espacio, no se genera sentimientos de pertenencia y los sujetos para evitar el estigma,
se lo pasan unos a otros; creando desconfianza social, falta de solidaridad, etc., lo
que permite la criminalidad.
La percepcin social de las drogas se vincula con estereotipos, como drogasdelincuencia o drogas-inseguridad ciudadana. En el sistema de la droga, la reaccin
social criminalizadora y marginalizadora
produce por s misma la realidad que la legitima.

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TEMAS

Se conforma as una trada que se castiga: adicciones pobreza - delincuencia.

to determinar la forma en que la sociedad


responda a la delincuencia relacionada con
la droga.

Del mito a la realidad

La afirmacin quienes delinquen tienen


problemas de adicciones es un ejercicio
simplificador que no puede tener en cuenta
la verdadera complejidad del nexo entre
consumo problemtico de sustancias y delitos.

Son varios los factores y condiciones que


llevan a las personas que delinquen y a los
consumidores de drogas optar por diferentes vas, cada una de las cuales puede (o no)
reflejar un vnculo especfico entre drogas y
delitos. Por dicho motivo, las respuestas a la
delincuencia relacionada con las drogas tienen que ser complejas, diferenciadas y bien
enfocadas.
La determinacin de la relacin entre
drogas y delitos tiene implicaciones en la
poltica pblica, puesto que su conocimien-

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Deberan plantearse metodologas de estudio especficas que sirvan para estimar la


delincuencia relacionada con las adicciones,
que ayudaran a mejorar la evaluacin del
efecto de las intervenciones y medidas dirigidas a combatir los delitos correspondientes, tanto en lo que respecta a la reduccin
de la demanda de drogas (tratamiento, re-

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CRIMINOLOGA

duccin de daos) como a la prevencin/


reduccin de los delitos (prevencin de la
delincuencia circunstancial, alternativas al
encarcelamiento, prevencin de la delincuencia social).
Esto conllevara a una posible visin
pblica y social ms acorde a la realidad
que ataa a dicha relacin.
En algunas ocasiones, las adicciones pueden conllevar la comisin de delitos o actos
antisociales, lo que plantea el tipo de intervencin ms eficaz frente a estas conductas.
Las dependencias de diferente naturaleza, tienen componentes comunes que son
los que habr que tratar, y algunos elementos, como la motivacin para el tratamiento
o la adherencia siempre son importantes.
Los aspectos comunes abarcan tanto la
motivacin para el tratamiento, como la
eleccin del objetivo teraputico y la seleccin de las tcnicas de intervencin.
El tratamiento hasta la reintegracin plena y duradera puede ser largo y no es un
proceso lineal.
El tratamiento de deshabituacin se configura como una herramienta para la reintegracin social del sujeto y supone igualmente la cesacin de las conductas antisociales que hubieran podido observarse

(Subijana, 2005).
En caso que la adiccin sea la que ha desencadenado la comisin de la conducta delictiva, lo indicado ser proceder sobre la
causa (las causas) y la respuesta deber venir desde el tratamiento de la dependencia,
ms que desde una perspectiva punitiva
(penal).
Una va de intervencin es el tratamiento
de deshabituacin, que junto con uno de los
fines de las instituciones penales como es la
resocializacin, sera una va que permita
recuperar socialmente al delincuente evitando al mismo tiempo la reincidencia. El
tratamiento tendra adems efectos preventivos.
Para ello, se debera hacer un replanteo
jurdico-penal, que ofrezca opciones que
faciliten dicha resocializacin como la suspensin de la ejecucin de las penas privativas de libertad, aplicacin de medidas de
seguridad, atenuacin, etc.; para aquellos
sujetos que cumplan con un tratamiento.

Aportes desde la Criminologa


Completar y enriquecer el enfoque nor-

mativo del delito con un anlisis emprico


interdisciplinario.

TEMAS LA REVISTA MAS LEIDA DE CIENCIAS FORENSES

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TEMAS

Indagar sobre la gnesis y etiologa del

delito, como hecho individual, problemtica comunitaria y accin resultante de


combinacin multifactorial.
Generar estrategias y programas eficaces

para la prevencin (con el menor coste


social).
Evaluar

cientficamente la eficiencia/
calidad de los sistemas legales de reaccin y respuesta al delito.

Ejercer una accin resocializadora para

las partes involucradas en hechos delictivos.


Sensibilizar e informar a la poblacin

(utilizando los medios de comunicacin


masivos, las TIC, etc.).
Entendindose la salud psicosocial como
un concepto multidimensional compuesto
por factores que hacen referencia a la capacidad de adaptacin, la madurez intelectual,
emocional y conductual, la superacin de
problemas y frustraciones, la identidad individual y social, o el control de los impulsos (Asociacin Pro-Salud Psicosocial,
2012); no debemos olvidar que las personas que tienen problemas con la ley, pueden llegar a tener problemas de salud psicosocial; producto del contexto carcelario,
la reclusin y la sociedad en s misma, ms
all de las adicciones.
Son muchas las matizaciones que se deben hacer para atender objetivamente la
problemtica descripta. Los trminos
delincuente, violento, etc., son palabras
que desencadenan una intensa emocionalidad y designan una realidad ante la cual,
generalmente, pocos se distancian y realizan una reflexin. Es nuestro trabajo actuar
pronto y efectivamente para realizar este
cambio.

14

No tiene sentido examinar la relacin


droga-delincuencia desde planteamientos
causa-efecto, ya que son otras variables
(familiar, grupales y personales), las que
explican ambos fenmenos y por tanto,
responsables de la relacin. El fenmeno
de las drogas no se puede comprender sin
tener en cuanto los conflictos escolares,
desestructuracin familiar, dificultades o
no de acceso al empleo, otras adicciones,
etc.; es decir, las situaciones de vulnerabilidad y/o exclusin social que viven cada vez
ms personas y grupos de nuestra sociedad (prrafo extrado de una conferencia
del psiclogo y profesor de la Universidad
de Santiago de Compostela (Espaa), Juan
Manuel Otero).

Bibliografa
GARCA-PABLOS DE MOLINA, A. (2013). Criminologa. Una introduccin a sus fundamentos
tericos. Valencia: Tirant lo Blanch.
GARCA-PABLOS DE MOLINA, A. (1999). Tratado de Criminologa. Valencia: Tirant lo Blanch.
HIKAL, W. (1990). Introduccin al estudio de la
Criminologa, 2 Edicin. Mxico: Editorial
Porra.
OTERO, J.M. (1997). Drogas y Delincuencia: un
acercamiento a la realidad. Madrid: Ed. Pirmide.
SUBIJANA ZUNZUNEGUI, I.J. (2005). El juez en
la ejecucin de las penas privativas de libertad. Revista electrnica de ciencia penal y criminologa.
WACQUANT, L. (2006). Castigar a los parias urbanos.Antpoda n 2. California. Tomado de:
http://criminet.ugr.es/recpc/07/recpc07-11.pdf
http://www.saber.ula.ve/
bitstream/123456789/31696/1/
estigmatizacion_alienacion.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Raffaele_Garofalo

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CRIMINOLOGA

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TEMAS
Revista Digital de Criminologa y Seguridad
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23

REVISTA DIGITAL DE

SEGURIDAD VIAL
Nuevas seales de Trnsito
para la modernidad

Carlos Daniel Puiggrs


(Argentina)

Licenciado en Criminalstica
(Universidad del Aconcagua)
Docente (JTP) de la ctedra de
Deontologa en la Licenciatura en
Criminalstica (UDA)
Diplomado en Investigacin de
Homicidios.
Diplomado en Docencia Universitaria.
Tcnico Universitario en Accidentologa Vial y en Documentologa (UDA).
Tcnico Qumico.
Es Director Titular del Gabinete Pericial Puiggrs & Ca Peritajes Criminalsticos.
Investigador del CIUDA Consejo de Investigaciones de la Universidad del Aconcagua.
Perito Judicial de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza.

18

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

n la ciudad china de Chongquin, implementaron en un parque de atracciones, sendas peatonales exclusivas para usuarios
de telfonos celulares.
De esta manera existe una senda para caminar
sin el uso de celular y otra paralela para aquellos
que lo quieran hacer usando su dispositivo mvil,
bajo su propio riesgo, teniendo en cuenta la posibilidad de choques por no prestar atencin a su
entorno mientras se camina.

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19

TEMAS

Esta iniciativa estuvo inspirada en


un experimento realizado por la National Geograhic Television en Washington D.C., EE.UU, que rpidamente
quedo en desuso y fue tomada en serio por un grupo de chinos.
La demarcacin es de color blanca
sobre el piso, divida con una doble

lnea continua. En una de las sendas


se aprecia la figura de un telfono
celular y en la otra el mismo telfono
pero dentro de un crculo con una
lnea oblicua que la cruza, al mismo
tiempo debajo de cada uno de ellas,
se lee su respectiva norma para evitar malos entendidos.

SEGURIDAD VIAL
Nuevas seales de Trnsito
para la modernidad

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD VIAL

En este caso particular, estamos


en presencia de una nueva seal de
trnsito informativa, una que tiene
indicaciones especiales. Esta no solo
es horizontal, ya que al inicio de las
sendas, tambin la acompaan un
cartel vertical de color azul y blanco,
que reza la misma leyenda que la demarcacin sobre el suelo, una medida para hacer llegar la informacin
sin que al peatn se le pase por alto

A su vez, una investigacin del


Instituto Pew Research del 2012, indic que el 23% de las personas que
usan celulares se han golpeado contra algo por estar enfocados en la
pantalla del telfono en vez de en su
camino. Ms llamativo an es que
50% de estos usuarios afirmaron
haber sido empujados por otras personas que estaban distradas con sus
celulares.

La distraccin provocada por el


celular al caminar por la va pblica
no es un tema menor. Una investigacin de la Universidad de Queensland publicada en la revista cientfica
Plos One comprob que escribir
mensajes al caminar hace que el paso
sea ms lento y torcido. Adems, un
tercio de los 26 jvenes sanos entrevistados dijeron haber sufrido
algn tipo de accidente por mantener
su vista en el telfono mvil y no prestar atencin a su entorno.

El problema de caminar y usar el


telfono al mismo tiempo es todava
ms grave cuando los peatones van a
cruzar la calle.
En torno a ello, en la cosmopolita
ciudad de Estocolmo, capital de Suecia, recientemente han oficializado
una nueva seal vertical para el
trnsito en la va pblica, esta fue
denominada Cuidado, peatones
usando celular.
Esta iniciativa, fue en realidad llevada a cabo por dos jvenes publi-

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21

TEMAS

fue embestido por un automovilista mientras caminaba por las calles de Estocolmo usando su telfono
mvil. Luego de aquel incidente que lo involucr junto
con un vehculo, se reuni
con su colega y amigo Emil y
juntos disearon y colocaron en distintos puntos de la
ciudad sus carteles caseros.
Al principio, estas seales
llamaron poderosamente la
atencin de los transentes,
quienes compartan jocosamente fotos de estos nuevos
carteles. Cuando las autoridades locales tomaron conocimiento,
procedieron
rpidamente a retirar toda
aquella cartelera de la va
pblica, por considerarla no
oficial, es decir ilegal.
cistas llamados Jacob Sempler y Emil Tiisman.
Todo surgi cuando Jacob, quien se reconoce como adicto a su telfono celular, casi

22

Tiempo despus y al haber notado el impacto que causaron aquellas seales y la


prevencin que provocaba en los usuarios
de la va pblica, decidieron oficializarla, es
decir, incluirla como seal vertical preventi-

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD VIAL

o azul y blancas. En cuanto al formato, por lo general las seales


verticales preventivas son triangulares, las reglamentarias circulares
y las informativas rectangulares.

va en las normas de trnsito locales, para


luego colocarlas en todas aquellas zonas
que lo as ameritaban, como son aquellos
lugares donde comienzan los paseos peatonales.

Estas iniciativas, por ms risueas


que al principio parezcan, pretenden colaborar con la seguridad
vial, teniendo como principales objetivos ordenar y prevenir accidentes en la va pblica, pero lo ms
novedoso es que consideran la realidad actual en la que vivimos, esa
realidad es que los dispositivos
tecnolgicos mviles llegaron para
quedarse y que lamentablemente
se apoderan de nuestra atencin,
an en situaciones que pueden ser
peligrosas, como es el uso de celulares en la
va pblica.

El cartel, es de forma triangular, con sus


bordes rojos, interior blanco y el motivo
principal en color negro, graficando en su
interior dos personas caminando con sus
ojos enfocados en su telfono celular.
Claramente estamos en presencia de una
nueva seal vertical de trnsito preventiva,
ms precisamente una que advierte la posibilidad de un riesgo eventual, as como son
aquellos carteles que indican la presencia
de escolares, nios jugando, ciclistas, jinetes o animales sueltos.
Cabe destacar que en Argentina, generalmente las seales verticales preventivas
son de color amarillo y negras, mientras
tanto las seales verticales reglamentarias
lo son de color rojo, blanco y negro, paralelamente las informativas son de color verde

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Watson Consultores y el equipo editorial de


TEMAS trabajan de manera constante por la
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24

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TEMAS Pretende fomentar el debate cientfico,


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REVISTA DIGITAL DE

REVISIN DE LOS POSTULADOS DE


EMILIO DURKHEIM EN RELACIN
CON LA EXPLICACIN DE LA
CRIMINALIDAD Y LA POLTICA
CRIMINAL
Wael S. Hikal Carren
(Mxico)

Es Licenciado en Criminologa con acentuacin en


prevencin del delito e investigacin criminolgica
de la Facultad de Derecho y Criminologa de la
Universidad Autnoma de Nuevo Len, Mxico.
Maestra en Trabajo Social con orientacin en proyectos sociales con la tesis Proyecto reforma a las
escuelas de Criminologa y Criminalstica en Mxico.
Becario Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa
por la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo
Humano de la misma Universidad.
Ha dictado innumerables conferencias y es docente universitario en temas afines.
Su inters en la investigacin se centr hacia la vertiente cientfica, filosfica, psicolgica,
etiolgica y preventiva.
Director de la Revista Cientfica Archivos de Criminologa, Criminalstica y Seguridad Privada
Director de Wikipedia Criminolgica. La enciclopedia de Criminologa y Criminalstica.
Miembro del Comit Acadmico de Revista Digital de Criminologa y Seguridad TEMAS.
Tambin es autor de destacados libros especializados.

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

Resumen
El presente expone una breve revisin terica sobre los postulados principales del socilogo francs: Emilio Durkheim. A
pesar de la antigedad de estos, como muchos otros tratadistas, siguen siendo vigentes ante el contexto actual, por ello, se
hace adems, la exposicin general de situaciones que se viven en Mxico como determinantes de la violencia y delincuencia. Finalmente, de los mismos postulados, se proponen
razonamientos que pueden dar fundamento a la poltica
pblica laboral y preventiva.
Palabras clave: Desigualdad, Prevencin del crimen, Sociedad, Solidaridad.
Summary
This presents a brief theoretical review of the main tenets of
the French sociologist Emile Durkheim. Despite the age of
these, like many other writers, they are still valid in the current
context, therefore, the overall exposure of situations that live
in Mexico as determinants of violence and crime in addition
ago. Finally, the same assumptions, reasoning that can substantiate the preventive work and public policy are proposed.
Keywords: Inequality, Crime Prevention, Society, Solidarity.
Recibido el: 18-05-2016

Publicado el: 01-06-2016

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TEMAS

mile Durkheim
18581917

explicaba la criminalidad
de manera tradicional.
Lombroso dio una ilusin
de poder adivinar quin
era delincuente y quin
no, esto queda asentado
en lo siguiente: Apunt
De Quirs que la primera
referencia a Lombroso se
encuentra en el diario de
viaje de un joven periodista francs, Emilio Lavaleye quien escribe: Me
han presentado a un joven
sabio desconocido llamado
Doctor Lombroso, quien
habla de ciertas caractersticas por las cuales
podra reconocerse fcilmente al delincuente Qu
til y cmodo descubrimiento para los jueces! (Quirs, 1955, pp. 30
y 31).

Explicacin social de la
vida en general y de
la criminalidad
Seala que los fenmenos sociales,
cualesquiera, no pueden explicarse
va psicolgica o biolgica, sino dentro del mismo ambiente social, por
ello el desarrollo de una metodologa
de investigacin social. Esto viene a
contrariar las hiptesis psicoanalistas
y antropolgicas fsicas con las que se

28

Durkheim identifica que el delito


es un fenmeno normal, porque ocurre en toda sociedad, sin que esta se
vea libre de tal acontecimiento, las
estadsticas no indican que haya pases donde no ocurra el delito, ni localidades, entonces, al ser algo destacado y recurrente, pasa a ser normal en
la cultura, es un proceso social que se
observa, imita, aprende. Pero lo normal no significa sea bueno, tambin
es normal la muerte, las enfermedades, el desempleo, ms no indican ser

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA

parmetros de un sociedad en sano


desarrollo. A su vez, el lado positivo
del delito, es que las personas rectifican su conducta, notan el delito es
sealado como malo, y sirve como
rector de la conducta; es decir, no
hacer tal o cual acto, pues incurre en
un delito, que conlleva a una sancin
y afectacin a la vctima, familiares y
sociedad, de ambas partes.
Por otro lado, al considerar que
toda explicacin de los fenmenos
debe partir de lo social, es el encasillamiento que se ha atribuido a que
todas las actividades del ser humano
concluyen en lo social, finalmente, la
misma actividad mental, es una miscelnea entre lo que ocurre al interior, tomado de lo exterior y manifestado en el mismo exterior. Una esquizofrenia, un trastorno de la personalidad, por grave que sea, concluye en
lo social y en las estructuras y organizaciones sociales: Hospitales, iglesias, familia, escuela.
Apunta Gomezjarra:
Para el conocimiento de la sociedad se exige datos exteriores a la
mente, procedentes de observaciones y experimentos. Para ello Durkheim elabora una serie de reglas
para la investigacin social, convirtindose en uno de los primeros
socilogos preocupaos por los problemas metodolgicos.
Primera regla: para observar
hechos sociales hay que eliminar
radicalmente los prejuicios.
Segunda regla: la materia de toda
investigacin sociolgica debe
comprender un grupo de fenmenos definidos de antemano por

ciertas caractersticas externas comunes.


Tercera regla: el investigador debe
considerar los hechos sociales como
independientes de sus manifestaciones individuales. (2008, p. 32).
Involucrado como el mtodo sociolgico, donde el investigador debe
implicarse directamente con el fenmeno que estudia, aprovechando as
su experiencia y conocimientos, para
interpretar la situacin, pero sin viciarse de su parte no profesional, sino
ser objetivo.
Segn Orellana Wiarco, se destacan otras importancias en los postulados de Durkheim:
a) La criminalidad es un fenmeno
normal, porque deriva de la estructura misma de la sociedad, es
un producto cultural.
b) La criminalidad como producto
normal de toda sociedad, evoluciona y se transforma, en la misma
medida que lo hace la propia sociedad.
c) El estudio de la criminalidad,
solamente se podr realizar, analizando la cultura que lo ha producido, en un tiempo y espacio determinado. (2007, pp. 170 y 171).
Por su parte, Gonzlez Vidaurri y
Snchez Sandoval, aportan:
1. La delincuencia es un fenmeno
normal, no proviene de causas
excepcionales, sino de la estructura misma de la cultura a la cual
pertenece.
2. El delito es un hecho social connatural a toda sociedad sana.

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29

TEMAS

No hay que decir que un acto ofende la conciencia comn porque es


criminal, sino que es criminal porque ofende la conciencia comn.
Emile Durkheim.

3. Dado que la delincuencia es la resultante de las grandes corrientes colectivas


de la sociedad, su existencia y sus relaciones con el conjunto de la estructura social presentan un carcter de permanencia.
4. El fenmeno criminal debe ser comprendido y analizado no en s mismo, sino siempre con relacin a otro, determinado en el tiempo y en el espacio. Por
ello, el mtodo mnimo para su conocimiento es el comparativo.
5. La desviacin tambin puede ser portadora de innovaciones sociales; y esto
ocurre slo si permanece como un hecho
excepcional respecto al cumplimiento de
la norma. Si la desviacin refleja una ausencia de normas sociales, el hecho es negativo porque se produce una disgregacin social.
6. La criminalidad produce un reforzamiento en el sentimiento colectivo de los
valores impuestos y generalizados en la
sociedad; por lo tanto se puede decir que
Durkheim habla por primera vez de la
teora de la prevencin general positiva o
de la reintegracin.
7. Durkheim, plante adems el concepto
sociolgico de anomia como una falla de
la estructura social, por la carencia relativa de normas en un grupo o una comu-

30

nidad. (Gonzlez Vidaurri y Snchez


Sandoval, 2008, p. 76).
El concepto de anomia fue utilizado por
Durkheim (...) en 1893 al sealar las consecuencias socialmente crticas producidas
por el fenmeno industrial. (Tieghi, 2004,
p. 288). Tambin para: Explicar las repercusiones sociopatolgicas de la divisin social y humana del trabajo desarrollada rpidamente en el industrialismo temprano.
(Lamnek, 2006, pp. 38 y 39).

La normalidad en el delito
Orellana Wiarco, apunta la nocin de delito segn Durkheim, y la define: Como toda ofensa a los sentimientos profundamente
arraigados y claramente definidos de la conciencia social (2007, p. 172).
Tomando en cuenta lo normal de lo anormal, se presenta la siguiente inquietud: A
travs de los aos, desde el ser humano primitivo y salvaje y an en ciertas regiones
del mundo existen las tradiciones consideradas primitivas, es una tendencia que persiste. El planeta Tierra tiene alrededor de
4,500,000 de aos (Hawking, 2011, y Sagan,
2004) si consideramos a la humanidad solo
despus de Cristo, es de 2016, por lo que lo
natural y normal en la vida histrica es: El
salvajismo; el delito natural, que as lo designaba Garfalo: El robo y homicidio, que

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CRIMINOLOGA

se encuentra arraigado en los instintos de


la humanidad, por lo que al ser natural, significa est genetizado en el ser humano, por
lo tanto, no debera existir el delito por esos
hechos...
Con el tiempo, las modas han venido a
modificar la conducta, el aroma natural del
cuerpo es hereditario, pero lo actual es usar
aromatizantes para ocultarlo o disminuirlo;
empero, una persona hoy etiquetada como
mal oliente es rechazada y excluida. El cabello, pelo y vello, son naturales, pero la
sociedad contempornea hoy exige un corte adecuado y presentable, por el contrario,
el que no lo hace, es desalineado, rebelde,
sucio o descuidado. As, las tendencias van
cambiando y se imponen modificaciones a
lo natural.
Por otro lado: Por qu comer con cubiertos? Si ello no es lo natural histrico, los
animales comen con las patas o segn su
cuerpo, solo con la boca o con las herramientas que la naturaleza les ha dado. Se
justifican estos cambios mediante la evolucin y Mejoramiento de la humanidad? Pero a la par, el empeoramiento de la misma
Por qu ir a orinar o defecar a un bao? Si
lo natural ha sido igual que los animales, y
as, pueden derivarse ms ejemplos de lo

natural-normal-histrico.
Entonces, para Durkheim, la normalidad
viene del hecho de ser lo usual, recurrente
o frecuente. Caso contrario, si no existiese
el delito, podra ser anormal, aunque sea
una tendencia sociolgica, que pretende limitarse solo a explicar los hechos mediante
la circunferencia social, tiene una gran parte de natural-biolgico con lo ya antes expuesto.
Apunta Tieghi que:
Debe tenerse en cuenta que para Durkheim cierto grado de desviacin no
puede sino ser considerado como expresin normal de la interaccin social; en
otros trminos, la criminalidad, en su
cuota tratable, forma parte de la vida
comunitaria y es un fenmeno inevitable (2004, p. 289).
Durkheim incluso da un valor positivo al
crimen como un modo de expresin cultural y que caracteriza a dicho, algo que ha
sido bien empoderado a travs de los aos,
con la creacin de museos, documentales,
libros y otros medios didcticos, donde se
muestran esas formas criminales que marcaron determinada poca o cultura, el crimen se ha convertido en una forma tam-

31

TEMAS

encarcelados, por ejemplo.


Evidentemente, a estos postulados, habra contradicciones,
la expectativa de normal se
vincula con bueno o se anhela
as, una sociedad libre de delito es el ideal tal vez para muchos, si alguien aceptar ser la
vctima de algn delito para
conservar esa normalidad que
sealaba Durkheim, sera una
conducta suicida o te autoinduccin a la lesin y su propio
dao. La determinacin de esto dependera de lo que la sociedad anhela, si estar libre de
mal, crmenes, enfermedades y
otras condiciones, en el ideal
de que todos funcionen en beneficio de todos, esto es ms
apegado a lo religioso y amarnos los unos a los otros.

bin de destacar a un grupo, no solo humano, sino de animales, cuando se analizan las
tcticas y ventajas de ataque entre animales.
Seala que tener criminalidad es algo saludable, tal vez da un equilibrio entre lo
bueno y malo, si no existiese el delito como
forma de clasificacin ms grave en una sociedad, se sancionaran actos insignificantes,
posiblemente. Y como se seal antes, es un
controlador y rectificador de la conducta, al
negarnos a querer ser sealados, castigados,

32

Podra ser una confusin estadstica incluso, ya que todos


los hechos a los que la mayora
de las personas huyen o rechazan, se hacen presentes en mayor o menor medida, pocos tal
vez afirmara que desean padecer cncer, o SIDA, ser participantes en un hecho de
trnsito, o que gustaran el
avin en el que viajan cayera, entre otros
hechos, sin embargo, ocurre, es normal, ms
no es lo deseado por el grueso de la poblacin.

Las bases de sus estudios y la


causalidad con el delito: El suicidio
y la divisin del trabajo
Otros de sus estudios, son referentes al

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CRIMINOLOGA

suicidio, donde destaca las variables sociales que envuelven a la conducta de los seres
humanos, si este fenmeno aumenta o disminuye, es porque hay condiciones que lo
conducen as.
Distingue y explica tres tipos de suicidio,
donde para l, este fenmeno, a pesar que
surge de lo individual, es un resultado de la
sociedad, nuevamente, es esta la que conduce a realizar cierto tipo de acciones.
a) el egoista (sic) como posible producto de una independencia extrema del
individuo en la sociedad. Ante la carencia de integracin grupal, el individuo
recurre al suicidio para solucionar problemas personales; b) altruista, como
producto de una integracin extrema
del individuo en la sociedad; en sociedades simples (de solidaridad mecnica)
como resultado de presiones del grupo
que fuerzan a la autodestruccin se da
el suicidio para beneficio de otros. (...)
c) el fatalista como resultado de una
excesiva reglamentacin, por lo cual el
porvenir queda obstruido. (Marchiori,
2004, p. 67).
En el primer caso, puede tratarse del individuo aislado, que en el supuesto de ser su
conducta un producto de la sociedad, es al
que no se le integra en actividades grupales
o sociales, sea por cualquier condicin que
este tenga, se le excluye o por su voluntad
se mantiene desadaptado, lo que lleva a interiorizar tanto sus problemas, que se consume as mismo (suicidio).
Del segundo, el extremo comprometido
con ciertos movimientos, que como histricamente se ha visto, los hroes dan la vida
por sus ideales. As, este sujeto internaliza
demasiado se creencia y la lleva al extremo,
se vuelve un representante social. O por
otro lado, al negar tanto la realidad o al ser

esta tan fuerte o pesada para el individuo,


prefiere autoeliminarse.
El ltimo caso, la sociedad exige tanto,
que no se puede llevar a cabo todo, son los
mismos estndares de calidad de vida, que
al incumplirse, generan hundimiento y a un
ser no adaptado a dichas; por ejemplo: La
sociedad contempornea o de hace no mucho, exige: Matrimonio, hijos, casa, vehculo,
reconocimiento, educacin, entre otros, al
no lograrlo, viene la exclusin o alejamiento. Contrario a ello, se presentan movimientos o tendencias, donde tales exigencias, se

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33

TEMAS

indicativo de que algo dejo de funcionar y


que llevo de tener algo reducido a un aumento considerable, un arraigo y persistencia que ha sido recurrente; es decir, se cultiv, desarrollo y sigui creciendo, tal cual
la plantacin de una semilla, en tierra adecuada para su proliferacin, con los elementos necesarios, en este caso, sencillamente,
agua, luz, viento, entre otras, se genera. Lo
mismo con este tipo de criminalidad, logr
triunfar como movimiento de grupos sociales, se arraig.
Apunta Tieghi:

desplazan y hay una nueva generacin con


gustos o ideales de vida distintos y que se
imponen; por ejemplo: No casarse joven, decidir no tener hijos, rentar o comprar una
vivienda sencilla, el uso de otros medios de
transporte, etctera.
Del mismo modo, el que determinado delito sobresalga en una sociedad, la cantidad
y poca del ao donde es ms recurrente,
indica es porque en la dinmica de la sociedad, hay elementos que as lo interactan,
somos el resultado de la sociedad y nuestros
actos tambin.
Tmese de ejemplo el crimen organizado
que se padece hace aos en nuestro pas, es

34

La cultura moderna occidental en los


siglos ltimos ha estado inculcando
principalmente normas egostas, competitivas, utilitarias, por oposicin a las
normas morales e incondicionadas de
amor universal (). Adems las ha
hecho cada vez ms condicionales y relativas, disminuyendo de esta manera
progresivamente su valor obligatorio,
discrepando y contradicindose entre
ellas. Ha dado un carcter fundamental principalmente a los valores materiales y sensuales, como la riqueza, el
placer, las comodidades, la popularidad, el amor sexual, la fama mundana,
que por su naturaleza son escasos y no
pueden ser posedos abundantemente
por todos. Como resultado de ello las
normas jurdicas inmorales de las diversas personas y grupos se han vuelto
cada vez ms discrepantes y contradictorias entre s; aun aquellas que siguen
siendo concordantes son prcticamente cada vez menos y violadas con mayor frecuencia. La escasez de los valores materiales ha hecho ms intensa la
lucha por su posesin menos sometida
a otras normas que no sean las de la
fuerza bruta () han hecho del siglo XX

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el siglo ms sangriento, ms cruel, ms


cargado de odio, turbulento y antagnico de todos los siglos (2011, p. 33).
Para Durkheim: En estas situaciones sociales las metas no pueden ser alcanzadas
por los individuos y se produce una falta de
integracin social y un estado de inadaptacin (Marchiori, 2004, p. 66).

Qu podra estar provocando estas situaciones a las que se refiere? La marginalidad, desigualdad, exclusin, condiciones de
vivienda deplorables, situacin de urbanismo deficiente, servicios pblicos inadecuados, falta de oportunidades de estudio, entre otros, falta de empleo, o caractersticas
laborales deficientes, bajos sueldos, hora-

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35

TEMAS

rios extenuantes, descuido por la salud, familia, etctera. As como la polaridad entre
clases sociales.
Durkheim, sostiene que la divisin del
trabajo cada vez ms compleja, contribuye a
la diferenciacin social, haciendo a las relaciones sociales tan inestables que la sociedad
slo podra mantenerse unida en virtud de
algn mecanismo exterior, tal como el estado (Marchiori, 2004, p. 66).
Apunta Lamnek: Segn Durkheim, en semejantes sociedades con una gran diferenciacin de funciones, o sea en las sociedades industriales modernas, se verifica un debilitamiento de la conciencia colectiva y una mayor acentuacin de las diferencias individuales (2006, p. 39).

La anomia
Apunta Tieghi: El trmino anomia significa ausencia de normas, desorganizacin social, conducta normativamente irregular (2004, p. 289). En sentido amplio, ms
all de definir anomia como la falta de normas, hay que profundizar, puede comprender la ausencia de cohesin social, que impide un sano desarrollo y propicia a condiciones contrarias, incluidas el delito. Mejor dicho, la anomia es producto o resultado de
esa falta de unin social.
De acuerdo con Lamnek:
De este modo el concepto de anomia es
presentado como el polo contrario de la
solidaridad orgnica. Si faltan las reglas morales de carcter obligatorio, lo
que es mucho ms probable con una
elevada divisin del trabajo, entonces es
ms difcil de realizar accin solidaria.
Segn la concepcin hasta ahora desarrollada de anomia, el concepto de

36

falta de normas es el que ms se le


aproxima (2006, p. 40).
Puede surgir en determinados momentos
y situaciones; por ejemplo: Existe una anomia entre jvenes y sus padres o la sociedad, cuando hay esa confrontacin de que
las reglas que dirigen la vida de los adultos
no son tolerables por los jvenes y ocurre el
reto, puede ser un momento pasajero o perdurable, lo que lleva luego a la adaptacin o
a la agresin negativa y destruccin.
Por otro lado, los grupos que estn en
contra de un sistema, ideologa, poltica u
otra tendencia, desempean un papel de luchadores sociales, para bien o mal, logran
cambios y movimientos que sacuden al resto de la sociedad y a los gobiernos. Dependiendo sobre qu sea su lucha, la misma sociedad ser la que evalu si la confrontacin
ha sido correcta o perjudic ms.
Retomando un concepto de Criminologa,
elaborado por Winslow y Zhang, de: La Criminologa incluye el estudio de la justicia criminal, en el supuesto de que esta determina
el crimen, y en otros casos, puede producirlo (2008, p. 2).
Al respecto anterior, Tieghi reflexiona:
Es evidente que Durkheim se vali de este
trmino para conceptuar el estado de desorganizacin social por el desmoronamiento
del rgimen jurdico, con referencia a las
pautas de conducta vigentes dentro de una
sociedad dada (2004, p. 289).
Con lo indicado anteriormente por estos
autores, da claridad al respecto, quin establece las normas sociales es la sociedad, evidentemente, pero quin las judicializa es el
Derecho con apoyo de la Sociologa Jurdica.
Se crean nuevos regmenes a los que la sociedad debe adaptarse, ya sea porque esta
los impone o porque los legisladores lo es-

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37

TEMAS

tablecen, para ambos casos, hay quines no


desean dichos cambios, y se crea en ellos
una desadaptacin.
As por ejemplo, el robar como estilo de
vida, es eso, un modo adoptado ante diversas situaciones, el criminal podr argumentar, ha sido la sociedad y el gobierno quines lo llevaron a ello; es decir, una contraculpabilidad, el Derecho Penal lo seala como ofensor de la sociedad, pero este culpa a
los antes sealados por no haberle dado lo
necesario para desarrollarse, en parte podra ser vlido o no...
Reflexionan Gonzlez Vidaurri y Snchez
Sandoval:
Una situacin de anomia es probable en
una colectividad social, cuando existen
particularidades que obstaculizan la duracin y la estabilidad de las relaciones
sociales. Esas circunstancias producen
desintegracin social, es decir el debilitamiento del soporte efectivo, que el
grupo pudiera otorgar a sus integrantes
y eso obliga al aislamiento de alguno de
ellos (2008, p. 77).
Junto con el progreso de las sociedades,
vienen cambios, nuevas expectativas, estilos
de vida, gustos, tendencias, modas, hbitos,
gastos, requerimientos sociales, que al no
lograrse, crean frustracin y malestar. La
sociedad de no hace mucho, todava exiga
casarse, tener hijos, trabajar y repetir el ciclo, quines no lo lograban eran sealados
por el resto, actualmente, al ser un grupo
considerable el que no sigue estos estndares, la tendencia se vuelva a su favor, en la
actualidad, el casarse joven y tener hijos es
no del todo bien visto. Todo ello genera nuevas adaptaciones y otras desadaptaciones.
Contina Lamnek:
La anomia es, por lo tanto, un estado

38

social que est caracterizado por un


debilitamiento general de la conciencia
colectiva, en el que se vuelve poco claros los fines del accionar. En esta forma
ampliada la anomia es el fracaso o la
falta de un sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente (2006,
p. 40).
Tieghi advierte:
Con relacin a los tiempos que corren,
que: las actuales circunstancias psicosociales y socioeconmicas, el ritmo
acelerado de vida y la imposicin
neurtica de inalcanzables niveles de
aspiracin (...), en una sociedad de
bruscas transiciones, obediente a un
patrn econmico y ajena a los valores
morales, acentan todava la disociabilidad, la labilidad y la inconsciencia de
la conciencia. La causa de diversos conflictos a los que la ley permanece ajena
se encuentra en la dinmica misma de
la civilizacin en que vivimos... (2004,
p. 289).

Poltica Criminal basada


en Durkheim
Tomando en referencia los anlisis de
Durkheim como causantes de la criminalidad, las condiciones sociales, podran reforzarse algunas reas para llevar a cabo una
labor preventiva, a saber:
El trabajo e igualdad

Existen tres formas anormales de divisin del trabajo y entre ellas da importancia a la divisin forzada del trabajo
en donde la divisin de las ocupaciones
no es anloga a la distribucin de los
talentos. Y en relacin a estas formas
anormales es que introduce el concepto
de anomia llamando anmica a la

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condicin anormal predominante para


todos los casos. Esta condicin anmica
implica una falta de integracin o adaptacin mutua de funciones, a causa de la
crisis industrial, a los conflictos entre el
trabajo y capital, a la creciente especializacin de las ciencias (Marchiori,
2004, p. 66).
Lo anterior, aplicado al contexto actual,
no requiere de mucho conocimiento terico
cientfico, las descripciones populares dan
bastante al respecto de las condiciones laborales. Hganse entrevistas informales a
cualquier persona en la calle o en algn comercio, se obtienen datos de terror.
Se plantea para iniciar la siguiente situacin: Un empleado que labora en el rea de
limpieza, se le excluye, pues el pblico o los
empleados de mayor nivel, no deben estar
en contacto con el empleado sucio, el perfil
de contratacin, suele ser con primaria o
secundaria terminada, a veces no importa si
sabe leer o escribir, esta ausencia de habilidades resulta mejor para el empleador, se
da una labor de entre ocho a diez horas o
ms, donde debe estar a cargo de la imagen
de la institucin o empresa, pues de ello depende cun atractiva luzca. Su salario, suele
ser de los ms bajos, si no es que el ms bajo
dentro de los empleos ms comunes, su labor: Mucha.
En otro contexto, se encuentran los egresados de alguna carrera profesional, anteriormente la ilusin o expectativa era que al
estudiar se tendra garantizado el futuro y
xito laboral, esto no ocurre ms (Robinson,
s.f.), ante las oportunidades tan polarizadas,
donde un escndalo en medios de comunicacin lleva a la fama y riqueza a determinadas personas, donde se empodera y admira
ms a un narcotraficante, o a un cantante,
actor. Tambin se tienen personajes que lo-

graron la fortuna por medio de su esfuerzo


e ideas, ms no son tomados del todo de gua, en el supuesto anterior, el objetivo es ser
importante a travs de cualquier medio.
Retomando el tema sobre el empleo, resulta intrigante abrir un peridico, revisar
por internet o ver convocatorias de ocupacin para determinado puesto donde se requiere nivel de tcnico o licenciatura, ante
el contaste con el salario miserable, denigrante y una serie de funciones que despersonalizan al sujeto de su vida en todos los
aspectos, este deja de existir, su nica existencia es para la empresa.
La solucin a esto, vendra a ser una adecuada proporcionalidad entre los horarios,
funciones, ingresos y prestaciones. Hace poco surgi una reforma laboral de lo ms denigrante, donde el empleador ya no estaba
obligado a proporcionar base laboral, servicio mdico, ni otras prestaciones, como de
ahorro, vivienda, seguro, etctera, se dejo a
la desproteccin a todo trabajador que se
desempea por horas, donde en ocasiones
ni existe contrato de prestacin de servicios
que garantice legalmente su seguridad laboral, donde aparentemente se paga un poco
ms que al resto, y de ah deben cubrirse los
requerimientos que el prestador lleve a cabo.
Por otro lado, ya no hay compromiso entre las empresas y el empleado, se da un
perodo de prueba en algunos lugares, sin
garantizar permanencia, claro es, las empresas se protegen tambin, pero ha desembocado en un abuso por los empleadores. Donde el empleado debe mendigar su sueldo,
ms que merecerlo, rolar turnos, estar
horas extras, a veces ni pagadas, sacrificar a
la familia, das de descanso, alimento, entre
otras, para poder ser digno de unas vacaciones, seguro social, prima vacacional, otras

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39

TEMAS

prestaciones. O ante la amenaza constante


de una no posible renovacin de contrato.
Las funciones de los empleados son en
ocasiones extenuantes, horas enteras de pie
o en movilidad, al temor de ser regaado
por periodos de descanso cortos, etctera.
Se buscan personas que hagan funciones de
mquina, sin pensar, sino operar, donde el
nico pensamiento deseado es la fidelidad a
la empresa y la rendicin al cliente o al
patrn.
Leyes que promuevan y rijan mejores
condiciones, pero sobretodo, que vigilen se
lleven a cabo, el contexto jurdico y poltico
parece estar en contra del trabajador, empoderando solamente al gran empresario.
Por otro lado, cabe el estudio de la instalacin de empresas extranjeras que vienen a
dar lo que el rgimen poltico no es capaz de
dar, discursos de que Mxico es un pas con
las condiciones ptimas para el desarrollo
de estas grandes empresas, es vlido, pero
lo intolerable es que el empleo vengan a
darlo extranjeros porque los nacionales no
lo facilitan y la poltica nacional no fomenta
el nacimiento y desarrollo de las empresas.
Cabe cuestionarse: Qu ocurrira si no existiesen en Mxico u otros pases las siguientes compaas: Wal Mart, Sams, Costco, HEB,
Burger King, Mc Donalds, entre tantas, o las
automotrices? Qu empresa mexicana sustituira a las anteriores?
Resultara una utopa el ideal laboral o las
condiciones ptimas de empleo, pero es lo
que algunas legislaciones sealan en su
marco: Gestionar y promover condiciones
de trabajo adecuadas para los empleados,
salarios dignos y proporcionales, descanso,
horario limitado a la capacidad humana
mental y fsicamente, que fomente la salud y
el bienestar mental del empleado, donde
adems, obtenga prestigio y reconocimiento

40

social y familiar, que contribuye a la economa empresarial, local y nacional, y a su


persona y familiar. Que las caractersticas
del empleo, le permitan adems tener tiempo para si, su familia y descanso adecuado,
que lo anterior no sea visto como falto de
compromiso a la institucin, sino como conciencia de ambas partes: Empresaempleado. Con adems condiciones de crecimiento, superacin, aprendizaje y no estancamiento.
La falta de unidad laboral y equidad, llevan al colapso, segn Durkheim, debido a
que la divisin del trabajo no produce contactos lo bastantes eficaces entre sus miembros, ni regulaciones adecuadas de las relaciones sociales (Marchiori, 2004, pp. 66 y
67).

Solidaridad

Reitera Quiroz Cuarn: Emilio Durkheim,


que investiga en el medio social las causas de
la criminalidad, insistiendo en el grado de
integracin al grupo como elemento importante del comportamiento criminal (Quiroz
Cuarn, 2003, pp. 66 y 67).
Una sociedad unida y bien regulada hace
disminuir tanto la corriente egosta, como la
anoma, los suicidios provocados por una
situacin de anoma son consecuencias del
fracaso de los frenos sociales. La actividad
humana, por naturaleza, aspira llegar ms
all de los lmites asignables y se pone metas inalcanzables (Marchiori, 2004, pp. 67 y
68).
Los socialmente aceptado y esperado es
que un individuo se plante metas en su vida, a corto, mediano y largo plazo, proyectando una metodologa para alcanzar esos
ideales, as como las formas y medios, que
se esperan seas lcitos, a muy largo plazo y

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con muchas dificultades, sin duda, ante las


condiciones sociales contemporneas donde lograr lo mnimo se debe a dar el mximo, el sujeto podr optar por medios ilcitos, que le implicarn mucho menos tiempo;
sobretodo, en un ambiente viciado donde el
que logra el xito es envidiado y se le procura hundirle o dificultarle tal mrito.
En consecuencia, si prefiere destinarse al
medio ilcito, se desva de lo socialmente esperado y considerado como bueno o sano
(si es que an persistiera que lo lcito es
as). De ese modo llegar a sus metas en un
corto plazo, igual con dificultad y riesgo, pero satisfactoriamente ms rpido; por ejemplo: La adquisicin de una vivienda, actualmente, los crditos hipotecarios van de entre cinco a 20 aos, no hace mucho incluso a
30; es decir, si el individuo activo laboralmente, se quiere hacer de una vivienda, 20
aos despus ser propia, esto si la estabilidad laboral y econmica se le mantienen como constante.
Un gobierno y sociedad, criminalizan a
sus habitantes, al bloquearles las metas.
Una conciencia colectiva, donde se retome
la unin y no la individualidad, llevar a lograr las metas de manera ms eficaz y sana,
sin agobios, frustraciones, sacrificios de salud, fsicas, de familia. Leyes que fomenten y

ejecuten el respeto y crecimiento del individuo, mayor unidad entre nosotros, apoyo
mutuo y no voracidad por hacerse de ms
cosas o tomar ventajas o superioridad sobre
otros.
En cambio, una sociedad estable, presenta otro matiz. En ella, los objetivos
precisos ayudan al individuo a respetar
la autoridad colectiva; las metas econmicas son ms claramente definidas y
estn al alcance de las aspiraciones del
individuo. Esto implica una conformacin del hombre con su medio social y
una estimulacin moderada a mejorarla
(Marchiori, 2004, p. 67).
Al mismo tenor de ideas, Durkheim:
Distingue as dos tipos de unidad en la
sociedad; la solidaridad mecnica, por
un lado, caracterstica de las sociedades
ms sencillas, no diferenciadas en las
que existe una ola conciencia colectiva
basada en la igualdad, intereses y sentimientos comunes y por otro lado, la solidaridad orgnica (intereses y sentimientos) propia de las sociedades ms complejas, consecuencia de la ndole complementaria de las relaciones entre las
personas debido a la extensa divisin del
trabajo, basada en la especializacin de

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41

TEMAS

las funciones y de las diferencias resultantes entre los individuos. Es decir, que
a mayor divisin del trabajo, menor conciencia colectiva y mayores diferencias
individuales (Marchiori, 2004, p. 68).
Toda la sociedad, a travs de todas sus
instituciones y dependencias sociales, puede
lograr las metas colectivas. Para Durkheim
la religiosidad es de lo ms importante y es
factor que influye en la cohesin social (Orellana Wiarco, 2007, p. 173). As es
a lo que invita la religin, a la unin y amor
(sin extremos y manteniendo un equilibrio
objetivo). La escuela es otra institucin donde se ensea a los individuos el respeto a los
seres iguales, animales, plantas, responsabilidades y normas para con los padres, otras
figuras de respeto y entre ellos.
Sobre el castigo, que aqu ser preferiblemente mejor llamado como tratamiento, Durkheim opinaba que si el crimen
es una enfermedad, vista as desde el punto
individual o clnico, entonces el remedio debera ser el tratamiento (o castigo), misma
premisa aplicada hoy da, donde se habla de
un tratamiento penitenciario en vaivn al
castigo; es decir, proporcionalidades entre
el dolor de la privacin (tal cual hospitalizacin donde se prohbe su salida -a menos los

42

familiares lo exijan, pero no lo mismo en la


crcel-), pero con la esperanza de recibir
una serie de procedimientos que lo aliviarn...
Aunque ya pasa de 100 aos los postulados de Durkheim, se les puede encontrar
impresos en la normatividad internacional,
a travs de la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito, recomienda:
Deber prestarse especial atencin a
las polticas de prevencin que favorezcan la socializacin e integracin eficaces de todos los nios y jvenes, en particular por conducto de la familia, la
comunidad, los grupos de jvenes que
se encuentran en condiciones similares,
la escuela, la formacin profesional y el
medio laboral, as como mediante la
accin de organizaciones voluntarias.
Se deber respetar debidamente el desarrollo personal de los nios y jvenes
y aceptarlos, en pie de igualdad, como
copartcipes en los procesos de socializacin e integracin (2007, pp. 80 y
81).

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

CRIMINOLOGA

Referencias bibliogrficas
Gomezjarra, F.A. (2008). Sociologa (41 edicin). Mxico: Editorial Porra.
Gonzlez Vidaurri, A. y Snchez Sandoval, A.
(2008). Criminologa (2 edicin). Mxico:
Editorial Porra.

CURSOS DE CAPACITACIN
A DISTANCIA CICLO 2016

Hawking, S. (2011). El universo en una


cscara de nuez. Espaa: Drakontos bolsillo.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2007). Recopilacin de reglas y normas de las Naciones Unidas en
la esfera de la prevencin del delito y la
justicia pena. EUA: Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito.
Orellana Wiarco, O.A. (2007). Manual de Criminologa (11 edicin). Mxico: Editorial
Porra.
Lamnek, S. (2006). Teoras de la criminalidad
(6 edicin). Mxico: Siglo XXI editores.
Marchiori, H. (2004). Criminologa. Teoras y
pensamiento. Mxico: Editorial Porra.
Quirs, C.B. (1955). Criminologa (2 edicin).
Mxico: Jos M. Cajica.
Quiroz Cuarn, A. (2003). Medicina Forense
(11 edicin). Mxico: Editorial Porra.
Robinson, K. (s.f.). Changing paradigms.
RSAnimate, Recuperado de https://
www.youtube.com/watch?
v=WbOtm0zkxLQ

Watson Consultores (Argentina) en asocio


con la Academia de Peritos en Ciencias Forenses (Mxico)
Tienen el agrado de invitarlo a participar
del

Seminario Virtual

INVESTIGACIN Y PRESERVACIN DE LA EVIDENCIA FSICA


EN LA ESCENA DEL CRIMEN
INSCRIPCIONES ABIERTAS
Informes:
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Evento Exclusivo para Mxico

Sagan, C. (2004). Cosmos. Espaa: Planeta.


Tieghi, O.N. (2011). Holstica criminal. Desintegracin sociocultural por condicionamiento crtico y subculturas delictivas, Archivos
de Criminologa, Criminalstica y Seguridad
Privada, ao 4, vol. VII agosto-diciembre,
Mxico, p. 33.
______ (2004). Tratado de Criminologa (3
edicin). Argentina: Universidad.
Winslow, R.W. & Zhang, S.X. (2008). Criminology. A global perspective. USA: Pearson Prentice Hall.

www.watsonconsutores.com

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Eventos y Novedades

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEMINARIO VIRTUAL

INVESTIGACIN Y PRESERVACIN
DE LA EVIDENCIA FSICA
EN LA ESCENA DEL CRIMEN
MODALIDAD ON-LINE

TEMTICA
Origen de la Criminalstica.
Carcter cientfico de la Crimi-

nalstica.

El seminario consta de ocho mdulos con material en video,


multimedia y bibliografa de apoyo, y est dirigido a Abogados, Jueces y Fiscales, Policas, Personal de las Fuerzas de Seguridad, Estudiantes de Criminalstica y pblico en general.

Introduccin a la Criminalstica.
Objeto y mtodo de las ciencias

naturales.
El razonamiento en criminalstica.
Los medios de prueba.
Lugar del hecho.
Los Indicios y la Evidencia fsica.
Proteccin y preservacin de la

escena del crimen.

La escena del crimen es el lugar donde ha acontecido un


hecho criminal que debe ser investigado. Es la principal fuente en donde el investigador encontrar evidencias y pruebas
que le ayuden a esclarecer qu ocurri y quin fue el autor.
El objetivo del seminario es que aprendas los fundamentos
originales de la Criminalstica de campo, cmo manejar la escena del delito para evitar la destruccin de pruebas, cmo
buscarlas, preservarlas, fijarlas, recolectarlas y remitirlas a
los laboratorios.

Origen e importancia de la Ins-

peccin Ocular.

8 mdulos y 27 videos en HD

La observacin del sitio del suce-

so.
Bsqueda de indicios.
Inspeccin de homicidios.
Fijacin del Sitio del Suceso.
Coleccin de Evidencia Fsica.

Bibliografa especfica.

Lecciones multimedia y Videos


temticos.

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REVISTA DIGITAL DE

MXICO

Novedades
EVENTOS

Primera Generacin
Plataforma Virtual

Aspectos Generales del Sistema de Justicia Penal Acusatorio: Actuacin Pericial.

Accidentologa Forense.

Factores de Produccin en los Accidentes de Trnsito.

Factores de causalidad en los Accidentes de Trnsito.

La Investigacin Pericial en los Accidentes de Trnsito.

Investigacin en el Sistema Acusatorio.

Morbilidad, Mortandad y Seguridad Vial.

Metodologa Jurdico-Pericial.

El Perito como medio de prueba en la Audiencia de Juicio Oral.

DURACIN: 120 hs. (10 mdulos de 12 hs.) Plan de estudios avalado


metodolgicamente por SETEC. Se entrega credencial, diploma y certificacin.
HERRAMIENTAS DE ARENDIZAJE: e-Thinking. Material electrnico, foros de discusin, chat, diapositivas, videos, exposicin docente
en tiempo real, sesiones interactivas programadas y sesiones grabadas.
INFORMES: peritosforenses.ctl@hotmail.com
46

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CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

Novedades
EVENTOS

MXICO

Primera Generacin
Plataforma Virtual

Aspectos Generales del Sistema de Justicia Penal Acusatorio:


Actuacin Pericial, Bases Fundamentales de Criminalstica, Bases Fundamentales de Criminologa, Bases Fundamentales de
Victimologa, Medicina Forense, Identificacin Humana, Psicologa Criminal, Perfilacin Criminal, Comunicacin, Lenguaje y
Expresin Corporal, La investigacin en el Sistema Acusatorio,
Metodologa Jurdico-Pericial, El Perito como medio de prueba
en la Audiencia de Juicio Oral.

DURACIN: 120 hs. (10 mdulos de 12 hs.)


Plan de estudios avalado metodolgicamente por SETEC.
HERRAMIENTAS DE ARENDIZAJE: e-Thinking. Material electrnico, foros de discusin, chat, diapositivas, videos, exposicin docente en tiempo real, sesiones interactivas programadas y sesiones
grabadas.
Se entrega credencial, diploma y certificacin como operador Jurdico del Sistema Penal Acusatorio (PERITO) avalado por SETEC.
IMPARTEN DOCENTES CERTIFICADOS DE LA SETEC Y ESPECIALISTAS DE DIVERSAS CIENCIAS FORENSES DE TALLE INTERNACIONAL.
INFORMES: peritosforenses.ctl@hotmail.com
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REVISTA DIGITAL DE CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

Novedades
LIBROS

ARGENTINA

MANUAL DE NEGOCIACIN CON REHENES


Osvaldo A. Cuello Videla
La Primera Parte del manual trata sobre el
Gerenciamiento y Administracin de Crisis de
Alto Riesgo y contiene toda la informacin que
ir definiendo paso por paso cmo es la mecnica de un evento crtico, cules son las consecuencias de las crisis, cmo acta la tensin inicial,
cmo controlarla efectivamente para comenzar a
negociar, cmo organizar (y formar) un equipo
de elite para la administracin de crisis y las acciones bsicas para resolver un evento de alto y
altsimo riesgo.
La Segunda Parte aborda directamente los temas vinculados a la negociacin con rehenes y
negociacin en crisis. Cmo se organiza el equipo
y qu funciones cumplen sus integrantes. Principalmente desarrolla cmo debe ser la comunicacin y cmo comenzar a negociar el manejo de
las demandas y la liberacin de rehenes. Conocers cmo llevar a cabo la negociacin propiamente dicha en funcin de los tipos de sospechosos y aprenders cmo perciben ellos la
realidad y cul es el proceder tctico del negociador de rehenes.
Esta segunda parte contiene todos los secretos acerca de la negociacin para la liberacin
de rehenes y en situaciones crticas, y las tcticas eficaces para negociar cara a cara, por
telfono, por altavoz, a travs de un tercero, como manejar los deseos y la conducta de los
sospechosos; aplicando tcnicas probadas y eficaces en hechos reales; todo ello avalado por
las vivencias de un negociador con experiencia en la intervencin de eventos crticos y tomas de rehenes.
Prxima Edicin
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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

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TEMAS

Los Accidentes de Trnsito bajo anlisis


Cunto cuesta a cada contribuyente un choque
con lesiones? Cmo se reconocen los puntos
crticos en calles y rutas? Qu medidas pueden
instrumentar las autoridades para prevenirlos?
Los semforos aumentan o disminuyen los accidentes? Investigadores de la Universidad Nacional del Sur llevaron a cabo un anlisis indito de
los accidentes de trnsito desde una perspectiva
multidisciplinaria
que
combina
la
salud,
la ingeniera vial y la geografa.
Universidad Nacional del Sur
Carrera de Medicina
09 de Mayo de 2016

El Observatorio Vial Latinoamericano destaca


que los siniestros viales son la primera causa de
muerte a nivel mundial en la franja que va de los 15
a los 29 aos. En la Argentina durante 2014, segn
cifras oficiales de la Agencia Nacional de Seguridad
Vial, murieron 5.279 personas en estos accidentes.
De ese total, casi el 25% tena entre 15 y 24 aos.
Esto equivale a sufrir cada ao el doble de la prdida de vidas humanas de la guerra de Malvinas.

man fue elaborada en base a los


trabajos de quince investigadores
de los Departamentos de Ciencias
de la Salud, Ingeniera, y Geografa
y Turismo. Se dedica al estudio de
la accidentologa vial en Baha
Blanca, sintetizando y esquematizando la situacin del trnsito desde la perspectiva de las colisiones. La obra contiene anlisis de
los costos econmicos derivados
de las colisiones viales, el georreferenciamiento de los accidentes
en un mapa de la ciudad, el anlisis de los errores humanos a los
que los investigadores atribuyen
el 90% de los eventos traumticos
del trnsito, indicadores comparativos con otras ciudades, y ms.

Analizar los motivos y el contexto de este tipo de


eventos puede llevar a planificar soluciones que
protejan la vida humana y ahorren gastos en atencin mdica. Ese es el objetivo del Grupo Interdisciplinario para el Estudio de las Colisiones Viales de
la Universidad Nacional del Sur, que acaba de publicar la obra Colisiones viales en Baha Blanca: descripcin y anlisis del impacto urbanstico, sanitario y econmico, 2012-2014.

Segn relev Argentina Investiga del estudio, en Baha Blanca, los


accidentes viales son los que ocasionan los mayores gastos y requerimientos de recursos humanos de
los hospitales locales. En los primeros 90 das de 2016 se registraron 609 accidentados, de los cuales 215 fueron trasladados hacia
centros asistenciales, mientras que
otros 113 requirieron la atencin
de mdicos del servicio de emergencias en el lugar del accidente.
De ellos, seis perdieron la vida en
choques que involucraban motos
en diferentes puntos de la ciudad.

La obra, coordinada por el magster Pedro Silber-

En el mismo perodo de 2015 la

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

NOTICIAS UNIVERSITARIAS

cifra fue similar: de 587 accidentes,


209 personas fueron derivadas a
hospitales y 94 fueron atendidas
en la va pblica. En el primer trimestre de 2014 hubo 644 accidentes sin que se registraran vctimas
fatales; en 2013, un total de 683 y
dos decesos; en 2012, 623 y dos
muertes; y en 2011 se lleg a 693
siniestros y cuatro fallecimientos.
El grupo presenta desde hace
cuatro aos informes semestrales
al municipio, y en la obra se exponen estos resultados con otros
anuales de tipo comparativo, para
brindar una mirada global y eva-

Fuente de imagen: http://argentinainvestiga.edu.ar/

luar con objetividad algunas de las polticas pblicas implementadas en este tiempo, explica Silberman. Un ejemplo concreto que brinda el estudio
de medidas no siempre acertadas segn explica
lo constituye la semaforizacin: En los puntos de
elevada accidentologa los vecinos generalmente
piden un semforo, y los gobiernos apelan mayoritariamente a este recurso. Sin embargo, en muchos casos los semforos aumentan los accidentes
porque generan ms confianza en el conductor.
Hay otros recursos como rotondas, o ms econmicos como reductores de velocidad, que pueden
ser ms efectivos.

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TEMAS

Acoso escolar: un problema alarmante que requiere de intervenciones eficaces


De acuerdo con una investigacin del rea de
Psicologa del Instituto de Ciencias Sociales y
Disciplinas Proyectuales, la Ciudad de Buenos
Aires presenta niveles significativamente ms altos de problemticas vinculadas al acoso escolar
que otras regiones del pas. El bullying es un tema cada vez ms relevante en los mbitos educativos y requiere de intervenciones eficaces por
parte de la comunidad escolar para evitar problemas de depresin, baja autoestima y alta ansiedad en el mbito educativo.
Universidad Argentina de la Empresa
Facultad de Ciencias Sociales y Jurdicas
11 de Abril de 2016

De acuerdo con una investigacin del rea de


Psicologa del Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales, la Ciudad de Buenos Aires presenta niveles significativamente ms altos de problemticas vinculadas al acoso escolar que otras regiones del pas. El bullying es un tema cada vez ms
relevante en los mbitos educativos y requiere de
intervenciones eficaces por parte de la comunidad
escolar para evitar problemas de depresin, baja
autoestima y alta ansiedad en el mbito educativo.
El bullying o acoso escolar es una problemtica
de gran riesgo para la salud mental de los nios y
los adolescentes. Segn la Organizacin Mundial de
la Salud, la violencia generada en el contexto escolar consiste en el uso deliberado de la fuerza fsica

o el poder, ya sea en grado de


amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o una comunidad, que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones,
muerte, daos psicolgicos, trastornos del desarrollo o privaciones. La Repblica Argentina presenta los niveles ms altos de bullying o acoso escolar en Amrica
latina, segn un estudio realizado
por la UNESCO entre 2005 y 2009.
A pesar de la preocupacin que la
temtica ha generado en los ltimos aos, pocos estudios empricos se llevan a cabo en nuestro
medio para evaluar la magnitud
del problema, las caractersticas
del acoso y las consecuencias que
tiene para las vctimas.
En esta lnea, un equipo de investigacin del rea de Psicologa
del Instituto de Ciencias Sociales y
Disciplinas Proyectuales de la Fundacin Universidad Argentina de
la Empresa (UADE), dirigido por el
doctor Santiago Resett, realiz una
evaluacin del acoso escolar en
instituciones educativas de nivel
medio de la Ciudad Autnoma de
Buenos Aires (CABA) y otras regiones de la Argentina. Se evaluaron alrededor de 1.500 alumnos.
Para ello, se utiliz como herramienta el Cuestionario de Olweus,
uno de los ms usados en el mun-

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NOTICIAS UNIVERSITARIAS

do en esta problemtica. El cuestionario


debe su nombre a su creador, Dan Olweus,
uno de los pioneros en estudiar la temtica hacia la dcada de 1970, quien analiz
el fenmeno de la agresin entre pares en
instituciones escolares de las naciones
nrdicas.
Los hallazgos en la muestra indicaron
que, en escuelas de la Ciudad Autnoma
de Buenos Aires, alrededor del 22% de los
alumnos son victimizados al menos dos o
tres veces al mes, principalmente mediante sobrenombres. Pudo detectarse que los
chicos son acosados generalmente en el
patio de la escuela y llamativamenteen
el aula con el docente presente. Slo un
alumno de cada diez indic que acosaba a
otros. El 84% de los alumnos de la muestra manifest haber sido agredido por un
compaero de su curso. El doctor Resett
seal a Argentina Investiga que un
hecho de gran preocupacin es que la Ciudad Autnoma de Buenos Aires tiene niveles muchos ms altos de acoso (casi el
doble o el triple) que el de otras regiones
examinadas por este equipo de investigacin, como Entre Ros, Ro Negro y Chubut.
Otro dato de relevancia es que la mayora de los adolescentes acosados (un
54%) no informa a otros sobre estos
hechos. La gran mayora de los alumnos
no alerta sobre este tipo de prcticas, lo
cual no permite interrumpir el acoso, aunque coinciden en que se trata de una si-

tuacin que les genera tristeza. Adems, la


mayora cree que la escuela y los docentes no
hacen nada para detenerlo. Los alumnos victimizados presentan mayores niveles de depresin, baja autoestima y ansiedad, principalmente una mayor sintomatologa depresiva.
A partir de los resultados hallados, el equipo de investigacin ha realizado actividades
de transferencia desde la Fundacin UADE
para padres, docentes y directivos del nivel
medio, no slo enfocados a difundir los resultados de la investigacin, sino tambin a
transmitir alternativas de intervencin y sugerencias sobre qu puede hacer la comunidad educativa para detener el acoso.
El paso prximo del grupo coordinado por
el doctor Santiago Resett es llevar a cabo investigaciones de intervencin en las escuelas
en torno de esta problemtica, para demostrar cules son las formas ms exitosas de
erradicar el acoso. Tambin se est profundizando en el estudio del cyber-acoso (acoso
mediante las nuevas tecnologas), el cual tiene caractersticas que lo hacen ms difcil de
detectar y detener: trasciende el espacio fsico de la escuela, se viraliza rpidamente y su
pblico es masivo, entre otras caractersticas.
De este modo, se est examinando de qu manera estas nuevas formas de acoso a travs de
la tecnologa afectan la salud mental de nios
y adolescentes.

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53

TEMAS

Watson Consultores es un grupo de profesionales dedicados a


la asesora en distintas reas de la Seguridad Pblica y Ciudadana para instituciones gubernamentales y privadas, investigadores y profesionales de Latinoamrica.
Actuamos tambin en el campo pericial colaborando con instituciones pblicas y privadas, compaas de seguros, estudios
jurdicos, abogados, polica, agencias de seguridad y particulares con el fin de brindarles servicios periciales y de consultora
en todas las especialidades de la Criminalstica.

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Watson Consultores

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REVISTA DIGITAL DE

LOS MODELOS
DE GESTIN POLICIAL Y LA
SITUACIN EN LA PROVINCIA DE
MENDOZA
Osvaldo A. Cuello Videla P.
(Argentina)

Licenciado en Criminalstica (UDA), Diplomado en Docencia Universitaria.


Profesor titular de las ctedras de
Mediacin y Negociacin con Rehenes en
la Licenciatura en Seguridad Ciudadana,
Mediacin y Teora y Tcnicas de la Comunicacin en la Tecnicatura en Seguridad
Ciudadana. Profesor de Criminologa en
la Licenciatura en Criminalstica y Profesor de Secuestros y Tomas de Rehenes en
la Diplomatura de Perfiles Criminales en la Universidad del Aconcagua, Mendoza,
Argentina. Miembro (investigador) del Consejo de Investigaciones Cientficas de la
Universidad del Aconcacua (CIUDA) y del Instituto de Investigaciones (Facultad de
Psicologa) de la misma Universidad.
Director General de Watson Consultores y Director Editorial de la Revista Digital de
Criminologa y Seguridad TEMAS.
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CRIMINOLOGA Y SEGURIDAD

UNA REVISIN HISTRICA Y ACTUAL DE LA REALIDAD


INTRODUCCIN

uando pensamos en la seguridad ciudadana, lo


primeo que se nos viene a la cabeza es la inseguridad y si
creemos que hay un culpable, en seguida le echamos la culpa
al Gobierno y a la Polica, pero es sta a la que se le atribuye
la mayor responsabilidad en torno a la inseguridad.
Todas las quejas de los ciudadanos van dirigidas a la Polica, sin reflexionar que hay un sinnmero de actores sociales que en mayor o menor medida tienen alguna carga relacionada con el tema, dado que la inseguridad es un problema multicausal y multifactorial. En cambio cuando vivimos
tranquilos no nos acordamos de ellos. Es igual que la salud.

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57

TEMAS

LOS MODELOS DE GESTIN POLICIAL


Y LA SITUACIN EN LA PROVINCIA DE MENDOZA
Una revisin histrica y actual de la realidad

Pero nos preguntamos: El Problema es la polica? Y la respuesta


podra ser afirmativa: Si. El problema es la polica. Pero lo es cuando
todos los mecanismos del Estado
funcionan a la perfeccin y hay inseguridad, pero qu sucede cuando los
problemas que se le achacan a la polica devienen de una serie de desajustes con los cuales los gobiernos
no han sabido lidiar.
Qu sucede cuando la inseguridad
no solo podra ser causada por la falta de una prevencin adecuada, sino
que nos encontramos con problemas
58

sociales, econmicos, cambios culturales,


deficitarios
procesos de control
informal, problemas
educativos desde la
raz de las familias,
impunidad fomentada por el propio Estado cuando la gran
mayora de los delitos no son juzgados
por falta de celeridad judicial, inadecuadas normas de
procedimiento, y un
largo etctera. El problema es la Polica? Creo que no.
Pero si es la propia polica la que
funciona mal?, cmo podemos
echarles la culpa a los dems actores? Entonces, volvemos al principio,
la culpa es de la Polica. Si, porque
ningn problema relacionado a la
seguridad ciudadana se puede solucionar con una institucin deficitaria
o desactualizada. No cabe dudas que
slo le podemos atribuir responsabilidad a la justicia, la educacin, la
economa, la familia y a una parte de
la sociedad cuando la polica funcio-

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD

na bien, an dentro de un cmulo de


factores que le impiden hacer su
bien trabajo. En definitiva la polica
slo puede deslindar responsabilidades cuando est bien estructurada
y funciona bien y eso no sucede en la
actualidad.
Cabe aclarar que no estamos diciendo que la culpa es de los policas, sino de la estructura institucional y esto ya no es responsabilidad
de ellos, porque desde hace un buen
tiempo que los policas no tienen el
control de la Polica, sino que sta
est a cargo de los gobiernos y por
ende hay una gran responsabilidad
poltica en ello.
Pero el presente estudio no viene
a discutir si los policas estn en mejores condiciones de hacerlo o si los
polticos tienen toda la responsabilidad, no; esto no es una crtica a los
polticos tampoco, sino un diagnstico de una situacin que merece detenerse unos instantes a reflexionar
sobre una realidad que ha sobrepasado las gestiones gubernativas y
que debera constituir una Poltica
de Estado, una responsabilidad compartida, incluso por la ciudadana.
Y aunque pensamos en la inseguridad, nos detendremos slo en la
Polica, sin dejar de considerar que
el problema tiene otras causas y hay
dentro del Estado otras Instituciones responsables de ello, desde los
tres Poderes
Por eso decimos que en gran medida la polica es el problema, pero
tambin debemos pensar que la polica es el inicio de la solucin porque
es importante abordar cambios ins-

titucionales que contribuyan a enfrentar la realidad de la inseguridad


que nos desborda y para ello debemos trabajar para mejorar la calidad
y el funcionamiento de la misma, para recin entonces hacer un diagnstico de qu es lo que no funciona en torno a ella, aunque de hecho
ya lo sabemos y est esbozado ms
arriba.
Particular importancia reviste en
este sentido la polica. Primero, porque ante una criminalidad percibida
como ascendente, la ciudadana a
menudo atribuye a la polica la responsabilidad nica y exclusiva por
los problemas de seguridad pblica
que se viven. Segundo, porque juega
un rol significativo en la proteccin
de los derechos ciudadanos y en la
prevencin de la violencia. Pero debemos saber tambin que ninguna
organizacin cambia si no se cambia
la manera de pensar.
En Argentina las reformas policiales no fueron, en su mayora, producto de un estudio, un consenso y
un plan bien concebido. No. La mayora de las reformas se hicieron luego de algn problema que satur la
paciencia poltica o en otras palabras
sucedieron luego de alguna crisis.
Y el problema pasa precisamente
por ah, no porque las reformas no
fueran necesarias, al contrario, la
evolucin social demanda an hoy
una reforma constante de las policas, que por ser organismos sociales
deben acompaar esa evolucin. Pero las reformas no se concentraron
en adoptar un modelo adecuado, todo lo contrario, tuvieron como

59

TEMAS

propsito eliminar el modelo existente, pero


no aportaron una estructura que lo sustituyera, mucho menos que funcionara.
Hoy podramos decir que la polica no
funciona como debera, y no es porque el
modelo anterior fuera mejor, sino porque el
modelo actual es deficitario. No funciona
porque hace falta una nueva reforma, pero
pensada en funcin de la seguridad, de la
ciudadana y del futuro.
Es evidente que el modelo de polica que
reclama la sociedad actual no es precisamente el de las dcadas recientes, implicados directamente en el control de la poblacin y con el manejo exclusivo y supremo de
la seguridad, sino que se hace necesario
contar con uno o varios organismos que trabajen en funcin y cerca de los problemas
sociales y vecinales y relacionado con otros
organismos estatales o no. Para lo cual es
menester, de manera fundamental, reorientar el perfil institucional.
Pero por lo pronto este primer trabajo se
limitar slo a hacer un repaso histrico
(reciente) de la situacin y un anlisis actual
de las deficiencias del modelo imperante.

UN BREVE DIAGNSTICO ACTUAL


La Polica de la Provincia de Mendoza, a
partir de la reforma institucional de 1998
instaurada con las leyes 6.721/99 y
6.722/99 y su correspondiente reglamentacin, pas a ser una institucin civil armada,
jerarquizada y con carcter profesional, depositarias de la fuerza pblica por delegacin
del Estado provincial, (Art. 2 Ley 6722/99)
abandonando el concepto de organizacin
autrquica,
descentralizada
y
autocontrolada.
Por tradicin la Polica de Mendoza, como
ocurri en casi toda Amrica Latina estuvo
60

en manos de sus mandos naturales y ello no


tena consonancia con la vuelta y consolidacin de la democracia. Para ese entonces la
mayora de los gobiernos de Latinoamrica,
restauradas sus democracias, haban producido o estaban produciendo modificaciones
fundamentales y trascendentes en sus organismos policiales, muchos de ellos tomando
como referencia el modelo de Community
Policing de los pases anglo-sajones, conocido en la lengua castellana como Polica Comunitaria.
El rgimen del personal policial de la Ley
4.747/83 y el rgimen orgnico establecido
por la Ley 4.697/82 se mantuvieron hasta
el ao 1998 cuando a raz de diversos
hechos de corte coyuntural, se dispuso la
reforma del Sistema de Seguridad Pblica
que se concret en las Leyes 6651; 6652 y
6653/98 y las leyes 6.721 y 6.722/99.
Dicho proceso, segn el ex Ministro de
Justicia y Seguridad, surgi de la necesidad
de modificar una realidad crtica en materia
de seguridad en la provincia y del reconocimiento de que el tema no es slo una cuestin
policial sino la modificacin de todo un sistema... (CAZABAN, A. 1999).
El primer paso para dicho proceso consisti en considerar que el sistema policial
vigente estaba agotado y era ineficaz para
atender los problemas de seguridad, partiendo del concepto que el poder civil asumiera la conduccin, control y planificacin
del sistema policial (CAZABAN, A. op. cit.).
Se debe considerar que transformaciones
de este tipo, como la evolucin en la organizacin y esquema funcional de instituciones
tan tradicionales como es la Polica deben
implicar simultneamente un cambio paralelo en su Doctrina y el Perfil de sus integrantes. Hay que observar que esta reforma
oper casi de la misma manera que en otros

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pases de Latinoamrica, donde no se consider ninguna de ellas.


los cambios introducidos en la organizacin y en los regmenes de las policas
ataen a los deberes, derechos y obligaciones del personal, como as tambin en
el rgimen disciplinario, de ingreso y de
promociones implican tambin un cambio
necesario en el perfil del personal que integra la polica, es decir el perfil funcional del mismo (CUELLO VIDELA, O.
2012).
En la actualidad, a casi ya veinte aos de
dicha reforma, es posible hacer un diagnstico de su eficacia y de sus deficiencias,
teniendo en consideracin los resultados;
como as las consecuencias que el cambio de
modelo trajo aparejada para la seguridad de
los ciudadanos que han sufrido los embates
de un deterioro constante de la seguridad
pblica en la Provincia, como consecuencia
de algunas polticas inadecuadas, seleccionadas al azar, carentes de consistencia y sin
sustento acadmico-cientfico.
Sin dudas, desde 1998 hasta la fecha, los
problemas de seguridad se incrementaron,
en parte por la lgica resistencia al cambio que se refleja en cualquier organizacin
donde se pretende innovar- y en parte por
la propia evolucin social, adems de otros
factores vinculados a la actividad delictiva,

donde vemos que hay un desfase entre esa


realidad y el sistema de seguridad encargado del orden pblico, como as tambin en
la implementacin de un modelo que nunca
funcion.
Muchas de las propuestas en materia de
polica comunitaria, que se pretendieron
implementar, casi nunca o en escasas oportunidades se llevaron a la prctica; como
por ejemplo la constitucin de los Foros de
Seguridad, entre otras medidas; por tanto el
control civil sobre la actividad policial, ha
sido en parte limitado u olvidado y de hecho
nulo.
En lo interno, la reforma no modific en
mucho la estructura orgnica de la institucin, ni se consolid a travs nuevas reglamentaciones, producindose claro-oscuros
y espacios vacos. Esto origina tambin que
la Doctrina an no est definida con nitidez.
Sin lugar a dudas, muchos de los problemas de aquel entonces se incrementaron en
el devenir, porque no se defini un modelo
que especificara cmo cumplir el rol de seguridad, ni qu es lo que se pretenda alcanzar. Situacin que se refleja y proyecta en
distintos problemas de seguridad actuales.
El hecho es que transformaciones y reingenieras de este tipo precisan tambin, una
modificacin del modelo profesional de los
hombres y mujeres policas, que en pocos

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TEMAS

pases han sido tenidos en cuenta al


implementarse las reformas policiales y tambin en todo el funcionamiento interno y su doctrina.
Sin dudas el ideal de la polica que
precisa la sociedad no se corresponde en un todo con el modelo actual,
que contina con una estructura rgida, semi-militarizada, alejado de la
sociedad y de sus problemas cotidianos. Hoy el prototipo policial debe
responder a los nuevos paradigmas
que el mundo moderno requiere.
Los grandes cambios que significan las reformas policiales, en muchas policas, lo dejan al descubierto cuando
introducen distintas modificaciones: a) de
tipo estructural, organizativas, estratgicas,
inclusive polticas; b) educacionales; c) en la
incorporacin de personal y d) el rgimen
disciplinario; pero que no han producido
cambios de fondo, ni le fija prcticas laborales que puedan ayudarles a alcanzar un fin, y
esto tampoco est claramente definido.
Hoy se tiende a lograr un polica culto, conocedor de la legislacin, titulado en diferentes ramas universitarias, pero carente de
habilidades prcticas para resolver los problemas de la gente. Lo ms grave es que no
tiene adonde recurrir para saberlo, y entonces se educan y forman conforme los conceptos doctrinarios de antao, que muchas
veces van en un sentido distinto, formulados
para un tipo de organizacin ms preocupada por los problemas internos que los de la
gente.
Una de las deficiencias del sistema actual
se encuentra en la falta de atencin que se le
puso al personal, sobre todo en su idiosincrasia como tal y en su culturizacin policial,
es decir que cuente con todos los conocimientos para la prctica del trabajo cotidia-

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no, sus rutinas diarias, que sepa qu es lo


que se puede hacer y que no. Ese bagaje de
conocimientos, experiencias, prcticas, procedimientos, deben recogerse a travs de la
reglamentacin. Esto es lo que inspira, forma y contiene, entre otras cosas, la Doctrina, la cual tambin debe definir como se
llevarn a la prctica, o sea cmo debe desempear su funcin, qu es lo que se pretende de ese capital humano, cmo debe relacionarse con la gente, cules son sus principios ticos, morales, no slo su formacin
intelectual. Es decir se establece una cultura
organizacional.
Creo que hoy la doctrina institucional
est en crisis.
Esta situacin es anloga en cualquier
grupo de personas, en una sociedad, en una
organizacin, que como cualquier sistema
transita por diferentes etapas y encuentra
su origen cuando un conjunto de seres
humanos comienzan a relacionarse, a compartir pautas culturales, lo que les da una
identidad determinada.
En su devenir histrico, las sociedades y
las organizaciones pueden pasar por diferentes perodos, que algunos estudiosos

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prefieren sealar, por analoga con las biolgicas, como el nacimiento, crecimiento y
muerte. Segn Garca Mira, tal evolucin se
puede dar tambin en los conjuntos humanos, hechos, sociedad, como en el sistema de
normas, significaciones y valores que, configurando el modo de vivir de un pueblo, conforman su cultura.... (GARCIA MIRA, 1990).
Segn Garca Mira, en la historia de toda
sociedad se pueden presentar perodos difciles, e incluso muy duros, en que pareciera
que su sistema cultural institucionalizado
corre un grave peligro de perecer. A estas
difciles instancias las denomina crisis, o
perodos de crisis, que se pueden mostrar
con mayor o menor profundidad, intensidad
y durabilidad. En consecuencia, importan
riesgos serios para la personalidad, la sociedad o la cultura. (GARCIA MIRA, op. cit.).
...Las dificultades ms significativas parecen estar en una suerte de Crisis de la
Doctrina Policial, junto con una falta de
definicin filosfica del trabajo y sus
enunciados ms elementales, que como
una cortina de humo impiden ver con claridad cules son los esquemas bsicos de
las instituciones, su disciplinamiento, sus
valores, y qu es lo que se espera de su
potencial; y esto afecta de manera sustantiva la formulacin de una nueva doctrina y un modelo de polica que se pretende para el futuro en Latinoamrica... (CUELLO VIDELA, O. op. cit.)
La idea es presentar un diagnstico de la
situacin que se ha planteado en la institucin policial de Mendoza en los ltimos
aos por lo menos, y lo que paulatinamente
llev al estado actual de cosas, afectando a
la Comunidad, que es en definitiva la que
sufre y sufrir los ssmicos trastornos de un
modelo que qued incompleto por falta de
una visin en perspectiva de todo un cmulo de situaciones que debi atender en su

momento y de las que an hoy adolece.


En este sentido debemos pensar que los
cambios deben plantearse para el futuro y
de este razonamiento se deduce que debern implicar avances en todos los rdenes, lo que significara poner a la institucin
policial predispuesta y en condiciones para
enfrentar ese futuro, sin que ello implique
en modo alguno volver sobre viejos esquemas perimidos.
Partimos del concepto de que una Provincia segura implica una comunidad dotada de una polica eficiente y eficaz. Una
slida condicin de seguridad pblica slo
se puede lograr a travs de ella. Es a partir
de ah que se detectar si realmente el poder judicial no funciona, si no funciona el
deporte, la educacin u otras concausas asociadas a la seguridad, pero si la polica no
funciona Cmo podremos saber qu otra
cosa est fallando?
De igual modo adherimos a las modernas
teoras criminolgicas de la multicausalidad
del delito y al concepto de que la seguridad
no es un problema exclusivo de la polica.
Y Por qu estas dos ponderaciones que
pueden parecer contradictorias?
Una de las ideas bsicas de estas pginas
es clarificar que an cuando el delito responde a un sinnmero de cuestiones de
ndole social, econmicas, biolgicas, psicolgicas y antropolgicas, con el ingrediente de las caractersticas propias de orden
urbano y a las que se suman aquellas de
carcter jurdico y de administracin de justicia; esto no debe significar que la polica
deba ser un organismo polifuncional. Tampoco puede desligarse del problema de la
seguridad achacndole culpas a otros factores que le son ajenos y sobre los cuales no
tiene control (la pobreza, por ejemplo).
An cuando distintos ingredientes confi-

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TEMAS

guran el fenmeno delictivo, la polica debe


tener un carcter nico en cuanto al rol que
le compete dentro de esa amalgama de variables que contribuyen a la inseguridad.
La multicausalidad no debe significar en
modo alguno que la polica se pueda desentender de los otros problemas o los factores
de riesgo del delito; al contrario. Tradicionalmente el fin esencial de la polica es velar
por el orden pblico y la paz social. No hay
ninguna polica en el mundo que pueda soslayar estos dos principios cardinales. Expresados de uno u otro modo, todas las policas
tienen esa finalidad.
Marcelo San, agrega que en democracia,
las tres funciones bsicas de la polica son la
prevencin de delitos, la intervencin en la
represin de delitos y el mantenimiento de
la situacin de seguridad pblica (SAIN, M.
2002).
En general, es la prevencin del delito el
papel fundamental que la sociedad espera
de su polica -evitar que el delito suceda- y
si la polica no es eficiente y eficaz en alcanzar ese propsito estamos frente a una organizacin que muestra algn grado de insuficiencia, sea porque carece de recursos, sea
porque no posee estrategias, o porque adolece de un capital humano apto.
Slo para el caso de una sociedad utpica,
sin una polica eficiente y eficaz, el orden
pblico y la paz social son fciles de alcanzar.
En tanto, si se pretende una polica abarcativa de todos esos problemas sociolgicos
que configuran el fenmeno delictivo, los
recursos siempre sern menesterosos y sus
resultados igualmente insuficientes.
Una polica eficiente y eficaz es aquella
que est atenta a los factores de riesgo para
evitar la inseguridad, y tambin la que res-

64

ponde adecuadamente cuando el delito ya


se consum, pero no implica que el polica
deba ser socilogo, antroplogo, mdico,
abogado, juez y parte en este teatro de la
vida. El Polica debe ser simplemente custodio del orden pblico, con todas las implicancias de orden jurdico y social que esto
involucra, pero polica al fin. La intelectualidad que hoy se le exige al polica no es un
factor predecesor de una sociedad segura.
Parafraseando sobre esta idea digamos
que el polica que recorre las calles es la
maza y el aro de una rueda en la lucha contra el fenmeno delictivo, pero los rayos
estn constituidos por una serie de actores
sociales que en suma contribuyen al control
social (formal e informal), tales la familia, la
escuela, y otras organizaciones no gubernamentales, como as tambin las del Estado.
Es el aro porque mientras rueda debe reconocer cules son los factores de riesgo
para alertar a esos actores sociales a tiempo
y evitar la proliferacin de conductas inadecuadas que a la postre sabemos que pueden
concluir en el delito, y es la maza, porque al
final del recorrido debe saber cmo responder eficientemente cuando fallaron todos
los dems recursos, y en esa tarea se consolida como el ncleo central para solucionar
los problemas que ataen a la seguridad,
independientemente de su etiologa.
Para comprender, porqu se afirma que
la polica tiene un perfil desajustado y porqu este no funciona en la actualidad, explicar qu debe entenderse por una organizacin policial, sus roles y qu es un perfil institucional.

QU ES LA POLICA?
El trmino polica deriva del latn polita,
y sta del griego (Politea), de

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TEMAS

, (Polis = Ciudad), que se refiere al gobierno o a la administracin del estado y se


orienta al orden y buena disposicin entre
todos los miembros de una colectividad, en
este caso de la Polis o ciudad. aquella encaminada a limitar los comportamientos individuales en funcin de lo que puedan perjudicar al resto de la sociedad (MARTIN
FERNANDEZ. 1992).
Para otros (la mayora) la etimologa del
trmino proviene del francs policer que
significa poder del pueblo y en su sentido
ms amplio, significa regulacin y control de
una comunidad en los aspectos relacionados
al orden, la salud, la vida y la propiedad, y se
comenz a utilizar a partir del siglo XVIII.
(FYFE, J. 1997).
La polica como organizacin es la institucin que se encarga de mantener el orden
pblico y la paz social. Es el rgano mediante el cual se hacen cumplir las leyes y a
travs del cual se logra la obediencia a las
mismas.
Su carcter de encargada del orden pblico, denota un fuerte componente preventivo
ms que de ndole represivo. Kaller define el
orden pblico como el conjunto de principios inspiradores de la organizacin del Estado y la familia, que de acuerdo al orden moral y buenas costumbres, aseguran la realizacin de los valores humanos fundamentales (KALLER de ORCHANSKY, B. 1997).
Para otros autores orden pblico significa
el ncleo, el aspecto central y ms slido y
perdurable del orden social. Es el conjunto de
aquellas caractersticas y valores de la convivencia que una sociedad considera como no
negociables. Se lo considera sinnimo de convivencia ordenada, segura, pacfica y equilibrada (ARNOLETTO, E. J. 2007)
En cuanto a su funcin, una de las caractersticas del Estado moderno es el monopo66

lio del ejercicio de la actividad y la autoridad de polica para regular la convivencia


ciudadana, limitando la libertad individual
para beneficio de la colectividad.
El concepto denota tambin el ejercicio
de autoridad para dictar normas que hagan
posible la convivencia y la legitimacin social. Para Martn Fernndez ya citado- en
toda sociedad democrtica, el mantenimiento del orden debe entenderse como el equilibrio entre las diferentes fuerzas sociales y
el establecimiento de cauces de resolucin
de conflictos inherentes a toda sociedad
compleja.
El Estado es la organizacin jurdico poltica que tiene por el fin asegurar el bien
comn de los ciudadanos. En esa inteligencia, nace el concepto de Seguridad para
garantizar una situacin de confianza frente
a las distintas agresiones que pudieran sufrir las estructuras o la poblacin, para lo
cual el Estado dispone de la potestad de
ejercer autoridad y disponer de un orden
social.
En su rol de garante de la seguridad el
Estado dispone del poder de coaccin de
donde emerge el poder de polica. Lo que se
busca es el equilibrio social y el bien comn
y esto es lo que justifica la existencia de la
polica que para su cumplimiento tiene reservada la atribucin del uso de la fuerza
dentro de los lmites que la ley establezca;
aquello que la Criminologa conceptualiza
como la ultima ratio del control social, uso
que se delega genricamente en la polica
como institucin, es decir ya como un rgano administrativo del Estado que recibe por
delegacin el poder de polica.
Pero para muchos la actividad policial se
reduce a su facultad de coercin para hacer
cumplir la Ley, lo cual no siempre es correcto, ni satisface en un todo el cmulo de fun-

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SEGURIDAD

ciones que tiene bajo su responsabilidad como organismo de control social y a la vez
aquella noble tarea socializadora de la que
hicimos referencia.
No todo lo que la polica hace se reduce a
la fuerza, a la aplicacin del poder de Polica
o al control estricto del cumplimiento de la
Ley.
la caracterizacin de la polica por su
potencial recurso a la fuerza, aunque ha
mostrado su vigencia en los trabajos de
campo con patrullas policiales y retrata
bien el papel de tercera parte o fuerza
de interposicin que las fuerzas de polica juegan en la gestin de los conflictos
cotidianos o la misin especfica de
mantenimiento del orden en acontecimientos multitudinarios deja de lado,
como veremos, la genealoga de lo policial en el mundo contemporneo;
adems, relega a un plano secundario un
conjunto de abordajes potencialmente
productivos, ms atentos a otro amplio
espectro de actividades efectivas de la
polica, tales como investigar, recopilar
informacin, levantar atestados, conceder pasaportes, controlar identidades,
que no contemplan en s mismas el recurso a la fuerza, sino que componen un saber y una mirada sobre la socie-

dad
2005).

(PALACIOS

CEREZALES,

D.

Segn Martn Fernndez, la actividad policial no es una prerrogativa del estado en


general o de los poderes pblicos en particular, sino una obligacin de stos para garantizar la vida en sociedad y la igualdad de derechos, limitaciones y obligaciones de todos
sus miembros (MARTIN FERNANDEZ,
Op.cit.).
Esa obligacin se legitima mediante un
rgano eficaz para brindar seguridad a la
poblacin y ese instrumento es la Polica. En
trminos ms rigurosos, si el Estado es limitado o insensible para proveer seguridad
pblica a sus ciudadanos, a travs de los
mecanismos que la Constitucin y las leyes
ponen a su alcance, el resultado es la prdida de esa legitimidad y subsidiariamente
decae la imagen policial.
Una Provincia segura es aquella que posee una polica eficiente y eficaz, apta para
el cumplimiento de su misin, porque es el
nico organismo que puede brindar las condiciones de seguridad a la poblacin en
trminos ms o menos aceptables, independientemente de que el origen de la criminalidad sea multicausal. Adems la ciudadana
espera que su polica resuelva el problema,
y a ella le reclama principalmente esta res-

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TEMAS

ponsabilidad. Y decimos en trminos ms o


menos aceptables, porque el delito; al decir
de mile Drkheim; padre de la Sociologa
moderna- es constituyente de lo social. Lo
normal es sencillamente que haya criminalidad Y afirma Drkheim que una sociedad
sin delito es imposible porque tal hiptesis supone que los sentimientos colectivos
habran llegado a un grado de intensidad sin
ejemplo en la historia. (DRKHEIM, E.
1982)
Entre ms factores convergen a degradar
esa situacin ideal o esperada de seguridad,
ms debe concentrar la polica su competitividad y en su actividad propia. En otras palabras, -y aqu volvemos a reiterar que no
queremos aparecer como contradictorios-,
entre ms causas se atribuyan al fenmeno
delictivo (pobreza, marginalidad, educacin,
prdida de valores, el aprendizaje de la delincuencia, la tensin social, etc.), cuanto
ms multicausal aparezca la expresin del
delito, ms debe la polica fortalecer y concentrar sus esfuerzos en torno a la seguridad y fundamentalmente la prevencin del
delito y otras inconductas sociales; y para
ello ms atenta deber estar frente a los factores de riesgo; entre otras cosas, porque
los efectos multiplicadores de la criminalidad (cuando no hay una polica competente)
no crecen de manera proporcional, sino de
forma potencial, primero por su propia naturaleza, y en segundo lugar porque encuentran un caldo de cultivo oportuno, producto
de una sensacin o una realidad de impunidad que se genera.
Vemos entonces que no todo se reduce al
uso de la fuerza, ni al poder de polica, ni a la
aplicacin de la ley.
Hasta aqu me he limitado a dar una breve nocin del vocablo, su fundamento, lo
que hace la polica y su importancia, pero no

68

la hemos definido. Creo junto con otros autores que no hay una definicin que pueda
darnos una nocin concreta sobre la polica,
o por lo menos que nos satisfaga en cuanto
a su conceptualizacin.
Hemos tratado genricamente de su etimologa y de su funcin pero muy pocos autores han atinado una definicin del trmino. Segn Diego Palacios
No es fcil definir qu es la polica, ni
delimitar el campo de las actividades policiales. La literatura negra y el cine han
legado una imagen de la polica en la que
lo dominante es el combate al crimen;
desde el activismo poltico, por otra parte, se ha tendido a identificar lo policial
con la represin y a entender sus tareas
como el producto de la instrumentalizacin gubernamental (PALACIOS CEREZALES, D. 2005).
Conversando con el Dr. Alberto Montbrum sobre la dificultad para encontrar una
definicin nica de la polica, nos haca referencia a que es muy difcil de conceptualizarla, dado que no existe en el habla castellana un verbo que se equipare al trmino
policing en ingls, y que se la puede caracterizar como una fuerza civil armada, de
servicio pblico, encargada de prestar servicio de control del delito y la disfuncin en el
marco del Estado y nos haca referencia a
que el trmino se asocia a la facultad de
controlar y prevenir.
Estas dificultades para definir la polica
fueron tambin advertidas por Bayley quien
habla de una imprecisin definitoria y sugiere que polica es mandato para regular
las relaciones interpersonales en el seno de
una comunidad mediante la utilizacin de
sanciones coercitivas autorizadas en nombre
de la comunidad, pero que en definitiva
termina por no definir a la polica, sino que

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SEGURIDAD

hace una descripcin de lo que creemos


podra ser el concepto jurdico del poder de
polica, pero no de la polica en s. (BAYLEY,
D. 1975).
El mandato hace ms bien referencia a la
delegacin del poder de polica por parte
del Estado y limita la misin policial al uso
de sanciones coercitivas, lo que ya vimos
reduce en mucho el cmulo de deberes que
la polica tiene, lo que posiblemente proviene del concepto de que la polica slo es la
encargada de hacer cumplir la Ley, cuestin que dista mucho de su labor cotidiana.
Creo con todo lo dicho hasta aqu, que sobre la no definicin del concepto de polica
el Dr. Fernando Garrido Falla pone un punto
de inflexin a sta dificultad para conceptualizarla cuando en una conferencia afirmaba
Determinar el concepto de polica en
funcin del concepto de orden pblico es
hacer de la primera, de una vez para
siempre, un concepto relativo cuya determinacin de amplitud solamente sera
posible tras un examen detenido de las
circunstancias que lo condicionan. Lo que
se entiende por orden pblico, en efecto,
depende en cada momento de las concep-

ciones dominantes sobre el rgimen poltico y los fines del Estado. De esto se deduce que las diferentes concepciones dominantes sobre esta materia durante el
siglo XIX y en los momentos actuales nos
dan, con su diversidad, la medida de las
variaciones experimentadas por la polica administrativa. (GARRIDO FALLA.
1953)
El Diccionario de la Real Academia Espaola, la define como un
Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden pblico y la seguridad de los ciudadanos, a las rdenes de
las autoridades polticas. Tambin el
diccionario define cuerpo como el
conjunto de personas que se desempean en la misma profesin (cuerpo diplomtico, cuerpo de funcionarios) y en
cuanto al sentido militar dice del
conjunto de soldados con sus respectivos oficiales. Gran unidad integrada por
dos o ms divisiones, as como por unidades homogneas y servicios auxiliares (R.A.E. 2001)
Por lo tanto nos preguntamos La polica
es una fuerza, un cuerpo o una institucin?
Para la Ley provincial actualmente en vigencia Las Policas de la
Provincia son instituciones
(Art.
2
Ley
6.722/99), la Ley de Seguridad Interior hace referencia
a el accionar de los referidos cuerpos y fuerzas entre
s y con los cuerpos policiales provinciales (Art. 8 Ley
24.059) y en su texto distingue los cuerpos policiales
de las fuerzas nacionales de
seguridad.
El

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decreto

nacional
69

TEMAS

1.273/92 que reglamenta la Ley de Seguridad Interior en su artculo 2 3ra parte expresa Se entiende como Fuerzas de Seguridad a la Prefectura Naval Argentina y a la
Gendarmera Nacional y como Fuerzas Policiales a la Polica Federal Argentina y a las
Policas Provinciales
Tambin en esto hay cierta incertidumbre
en alusin al tipo de organizacin que es la
polica, pero debemos admitir que se la considere o denomine de cualquiera de stas
formas, esto no hace al perfil institucional,
ya que su carcter (profesional, militar,
comunitaria) estar determinado principalmente de manera exclusiva creemos- por el
modelo que se adopte, por lo tanto no ahondaremos ms sobre ello.

EL PODER DISCRECIONAL DE LA
POLICA
Antes de entrar de lleno a analizar los
modelos de gestin policial, he considerado
oportuno discernir lo que respecta al poder
discrecional de la polica, cuya aceptacin y
uso tiene gravitacin importante al momento de decidir las estrategias de accin que se
adopten y al definir el carcter de la polica, pero cuya delimitacin, sea amplia o restringida, no constituyen en s modelos de
gestin, sobre lo cual creemos que hay un
error conceptual en algunos autores.
Sin dudas el poder discrecional debe ser
tenido en cuenta al pensarse en el perfil del
capital humano, sobre todo en su formacin,
como tambin en la doctrina, por eso es que
nos detendremos a hablar un poco de esto.
Con relacin al tema, la discrecionalidad
significa definir si un suceso cualquiera merece ser atendido como un atentado al orden pblico o violatorio de una norma cualquiera, y el criterio que aplican la polica y
70

los policas respecto a su intervencin.


La discrecionalidad es una potestad de
actuar libremente y con prudencia sobre
aquellas actividades que no estn regladas
de una manera especfica. Pero tratndose
de la polica hay un ingrediente adicional,
porque hay muchos sucesos, que aunque
estn definidos en el ordenamiento legal, la
polica igualmente utiliza la discrecionalidad para determinar cmo sern manejados, sobre todo en los niveles de ejecucin
(en los rangos inferiores, los menos preparados, el polica de calle para ser ms concretos) mucho antes de que la justicia aplique el Principio de oportunidad que establece nuestro Cdigo Procesal Penal.
Por ejemplo, una persona circula en su
vehculo y va hablando por telfono, un polica advierte la situacin, la detiene, y esta
persona denota un evidente estado de alteracin y le explica al polica que su hijo acaba de sufrir un grave accidente y est tratando de averiguar qu pasa mientras se
dirige al hospital. El polica, frente a una infraccin de trnsito reglada por el ordenamiento jurdico y sancionada con multa:
Labra el acta correspondiente, o en atencin a un episodio desgraciado que afecta al
infractor/a le sugiere que termine su llamada y luego contine el camino recomendndole que sea cuidadoso de no involucrarse
en un accidente? Situaciones como esta se
presentan a diario. Pequeas rencillas familiares, desobediencias a los padres, infracciones de trnsito, al cdigo de faltas, etc.
Garrido, Stangeland y Redondo, nos dicen
que estudios llevados a cabo por Banton
(1964), Skolnick (1975) Bayley (1985), determinaron que un margen de maniobra es
inevitable, porque las situaciones diversas
que atiende la polica son tan variadas que
debe interpretar y definir en el mismo mo-

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SEGURIDAD

mento en que acta, pero que la profesin


jurdica difcilmente acepte que esta discrecionalidad la aplique alguien que no sea
juez o fiscal. ...Sin embargo, en miles de situaciones diarias se toman decisiones de este
tipo. La ejercen los ciudadanos mismos, al poner en conocimiento de la polica solamente
una pequea parte de las infracciones cometidas. La polica interviene en unas pocas situaciones, mientras que el resto se resuelve
de una forma u otra sin que se abra un procedimiento judicial (GARRIDO, V. et. al.
2001)

puede ser la libertad de movimientos, la


intromisin en la esfera ms ntima y
privada, la coaccin fsica e incluso, en
algunos casos extremos, la propia vida
El polica, en sus intervenciones diarias,
tiene aparentemente un gran poder discrecional y, sin embargo, no dispone de
autonoma real ni herramientas legales
que permitan ejercer ese poder para solucionar conflictos sin que ello implique
el incumplimiento de alguna norma (MARTIN FERNANDEZ, M.
op.cit.).

Manuel Martn Fernndez nos dice que

Es as, cuando ese poder discrecional resulta abusivo estamos frente a un caso de
corrupcin. Por eso es que, por ejemplo, el
modelo policial de carcter racionalburocrtico, lo que
hace es limitar este
tipo de discrecionalidad restringiendo la
arbitrariedad
que
pudiera generarse.
Lo mismo sucede
con la tolerancia
cero; que creemos
no es un modelo sino una estrategia;
que elimina el poder
discrecional del polica aplicando las

un polica puede tomar decisiones que


afecten esferas importantsimas como

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TEMAS

medidas que corresponden a cualquier infraccin. De hecho se funda en que si se castigan las infracciones menores esto contribuir a evitar que sigan ocurriendo e incluso
prevenir que se produzcan violaciones legales de mayor proporcin e importancia.
Para reducir este poder discrecional y a
su vez eliminar algunos episodios de corrupcin y sobre todo de arbitrariedad hacia
la gente de color, se gener entre los aos
60 y 80 en los Estados Unidos una corriente que consideraba a los policas como Los
encargados de hacer cumplir la ley y una de
las formas de poner lmites a esa arbitrariedad era estableciendo cdigos de tica profesional y un riguroso control interno y de
supervisin, tal como lo haba sugerido Wilson en su libro Administracin Policial en
1950.
Tambin en esa perspectiva la Asamblea
General de las Naciones Unidas, dict el 17
de diciembre de 1979 la resolucin 34/169
el Cdigo de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, que establece principios ticos a cumplir por los policas evitando el abuso mediante un riguroso apego a la ley.
Esta libertad (o restriccin) de discrecin
es la que dio motivo a algunos mtodos de
labor policial que han sido considerados como modelos, pero a nuestro juicio no lo
son y slo constituyen estrategias o modos
de actuar, porque no definen de manera general el carcter, la organizacin y el perfil
institucional de una polica. Uno de ellos es
la tolerancia cero que hicimos referencia
que aplic William J. Bratton en Nueva York,
siguiendo la teora de las ventanas rotas de
James Q. Wilson y George L. Kelling, a quien
denomin sus mentores intelectuales. (No
ahondar en describir estas teoras, tema
sobre el cual la bibliografa especializada ha

72

hecho lo suyo y suficiente).


Tambin, basados en esa facultad de aplicar su propio arbitrio, han sido denominados errneamente modelos de gestin las
distintas formas en que se produce la reaccin policial. Es decir si la polica se dedica
a atender slo las llamadas de emergencia o
acta preventivamente en sus recorridas.
Visto desde este punto de vista, el criterio
de actuacin no es ms que una modalidad
operativa y de poca incidencia en el poder
discrecional, porque el polica que patrulla
tambin puede hacer la vista gorda de algunas situaciones que constituyen factores de
riesgo (jvenes bebiendo en una esquina, o
un caminante solitario en la noche, por
ejemplo), sin siquiera detenerse a averiguar
qu esta pasando, o por el contrario acosar
por susceptibilidades y suspicazmente a
cuanto transente encuentre a su paso, abusando del poder de aprehensin que le otorga la ley.
En realidad la forma en que se produce la
reaccin policial es lo que se denomina
comnmente el polica bombero y el polica
cartero, al decir de Bayley, uno que acude a
apagar el incendio, mientras que el otro va
recorriendo el barrio. (BAYLEY. 1976).
Inclusive en el primero de los casos se
han realizado estudios y estimaciones sobre
el tiempo de llegada de la polica al lugar,
como un factor para reducir el crimen, cosa
de la que muchos dudamos.
De todas formas las modalidades de reaccin de la polica, no constituyen modelos
de gestin policial, porque slo involucran
una estrategia operativa de trabajo, y en el
segundo de los casos (el polica cartero) la
clara aplicacin del poder de discrecin dejando al polica de calle la decisin de intervenir en aquellos casos que considere oportuno o decidiendo que curso tendr su solu-

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TEMAS

cin.
Las nociones que se prestan a confusin
pueden ser aquellas que pretenden distinguir entre polica reactiva y polica proactiva hacindolas aparecer como los dos extremos de una misma clasificacin. Creo que
ambas pautas no provienen de una misma
esfera de entendimiento.
Se dice que una polica es reactiva cuando
slo tiende a reaccionar cuando el delito ya
ocurri, aquella que permanentemente se
dedica a atender las llamadas de emergencias, la que dispone de las patrullas para
atender los casos en curso; pero en realidad
esto sucede cuando se ha visto superada por
las circunstancias y ya no tiene capacidad de
prevencin. Es deficitaria, por tanto no
constituye un modelo, porque nadie adoptara un mtodo de trabajo de este tipo, por
lo menos de manera deliberada. (El xito de
una buena estrategia policial, flucta ms
bien en el equilibrio entre lo reactivo y lo
preventivo y no de manera exclusiva en lo
primero).
Sin embargo una polica proactiva si
constituye un modelo, de hecho es una variable de la polica comunitaria, pero el
trmino no se refiere solamente al poder de
discrecin del individuo, ni la capacidad de
la institucin, sino al carcter que adopta
la misma y esto si afecta su organizacin y
despliegue.
Ahora bien, aunque queda claro que la
forma en que se administre ese poder de
discrecin no constituyen modelos, su uso y
abuso muchas veces dan lugar a analizar
algn tipo de modificacin en el carcter y la
filosofa de una institucin cualquiera, sobre
todo cuando por desconocimiento o ausencia de normas o por propio arbitrio se dejan

de perseguir algunos delitos y faltas (se corroe el orden pblico) o cuando se abusa
arbitrariamente de l y se atenta contra las
libertades individuales o los Derechos
Humanos.
En un estudio llevado a cabo por el Programa de Investigacin Estratgica de Bolivia al exponer los resultados preliminares
de una investigacin denominada Polica y
democracia en Bolivia: Una poltica institucional pendiente, Juan R. Quintana afirmaba
Los mrgenes incontrolables de autonoma,
deliberacin y discrecin administrativa
otorgados a la polica durante dos dcadas
produjeron efectos no deseados que hoy ponen en riesgo la continuidad del rgimen democrtico (QUINTANA, J. 2003).
Estas inequidades pueden ocurrir tanto
en una polica de carcter profesional o semi-militarizada donde los funcionarios pueden cometer arbitrariedades contra las personas1; como por una polica con orientacin comunitaria al no tomarse las medidas
de orden legal, cuando se proyecta y procura dar solucin por otros medios a todos los
problemas de la gente cuando la intervencin de la justicia en algunos casos es ineludible.
Por ltimo sealar que el poder discrecional que se otorga a la polica no es un
modelo en s mismo, pero si tiene una influencia bastante importante en la filosofa
y el perfil de la misma.
Por lo tanto al definir el modelo de una
institucin es necesario tener en cuenta
otros mecanismos del funcionamiento interno, ya que las adaptaciones a la realidad
siempre, ineludiblemente dira, son necesarias. curiosamente se utiliza el trmino
modelo policial en el sentido de grandes

Por ejemplo, en la identificacin y aprehensin de ciudadanos para demostrar su poder, por prejuicios sobre un
sector de la poblacin o con fines estadsticos simplemente como sucede a veces.

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TEMAS

estructuras de cuerpos pero no en el de funcionamiento organizativo, tareas o relacin


con la poblacin. Se discute el modelo y no la
realidad. Eso es paradjico (TORRENTE
ROBLES, Diego. 1997)

RELACION ENTRE MODELO Y


PERFIL POLICIAL
Hemos tratado sobre la polica como institucin y como funcin, pero esto no basta
para explicar su funcionamiento, sino simplemente la conceptualiza. De manera muy
resumida y simplificada he desarrollado qu
es y para qu est hecha la polica, pero no
el cmo.
La forma de organizacin en trminos de
administracin (in-put) y cmo se desarrollar la labor en relacin con la comunidad
(out-put), determina el carcter de una polica, es decir, aquello que se implementa o
adopta en funcin del cumplimiento de su
misin y que la rige desde el punto de vista
de su direccin y desde el punto de vista de
su orientacin. El carcter es sinnimo de
modelo para ste caso. De ah que hemos
sentido hablar de una polica de carcter
semi-militarizado o de carcter profesional
por ejemplo, aunque los autores modernos
prefieren referirse a ellos como modelos.
Se llaman modelos porque responden a
un estereotipo funcional con caractersticas
propias: Son sus atributos, condicin y naturaleza. Es un esquema terico de un sistema
de administracin policial.
Torrente Robles afirma que las policas se
articulan en base a tres imperativos bsicos
en la forma en que se organizan, piensan y
actan
controlar el riesgo, mantener la autoridad y racionalizar los recursos. El pri-

76

mero es una condicin bsica, el segundo un mandato institucional, el tercero


una necesidad organizacional. Las organizaciones de Polica pueden optar entre varias formas de responder a esos
imperativos, cada una configura un modelo de organizacin policial distinto.
Ese modelo y el origen social de sus
clientes explican cmo la Polica define los problemas sociales y las respuestas
que
ofrece
a
la
sociedad (TORRENTE ROBLES, D. 1997).
El mismo autor, ms tarde afirmara que
los modelos policiales renen variables organizativas, sociales, polticas y econmicas,
y que pone en relacin a las organizaciones,
el entorno social y las ideas. (TORRENTE
ROBLES, D. 2001)
Como la forma en que se administran
ciertas organizaciones policiales en muchos
casos evidencia factores de xito es que se
adoptan esas formas como modelos a imitar
por otras organizaciones. Cada modelo tiene un propsito, ms all que puedan ser
calificados de buenos o malos, y responden
a un plan determinado y preconcebido de
actuacin policial en un contexto social determinado y en un momento especfico.
De ah que los modelos no son recetas
que puedan aplicarse como una panacea a
cualquier tipo de sociedad. Dadas las variaciones que pueden presentarse en funcin
del tiempo y en trminos de una idiosincrasia particular de una comunidad, dichos
modelos deben ser sometidos a evaluaciones y por lo general sufren adaptaciones o
ajustes que hacen posible alcanzar el fin para el cual fueron concebidos.
Cuando ese modelo se adapta a circunstancias especficas del entorno social en que
la polica desarrollar su actividad, con los
ajustes que puedan ser convenientes, esta-

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SEGURIDAD

mos definiendo el Perfil Institucional.


Esto quiere decir que hay diversas formas de concebir una organizacin policial
para un mismo modelo de gestin. El perfil
de la polica, se lo da en parte, aquello que
en la administracin se denominan
regmenes y se refiere a las normas disciplinarias, de incorporacin, capacitacin,
destinos, ascensos, jubilaciones, etc. Por eso
es que el lector por analoga, habr odo
hablar u observado en la legislacin policial
sobre el rgimen de promociones, rgimen
disciplinario, rgimen de cambios de destinos, etc., y por otra parte cmo se relaciona
la institucin con la sociedad. Por lo tanto
para definir el perfil de una institucin es
necesario determinar cmo es y cmo procede la polica, y esta otra parte le corresponde a La Doctrina, porque involucra las
polticas, los planes, los programas, estrate-

gias, etc. y sobre todo la capacitacin de su


capital humano para actuar frente a los problemas de la sociedad.
Por ejemplo, Es posible una polica comunitaria con un capital humano que tenga
una educacin rudimentaria? Si. De hecho
las policas latinoamericanas en sus orgenes fueron ms o menos comunitarias, imitando el modelo ingls con el tpico polica
de parada. Lo que cambiaba era su perfil
institucional. Hoy en da nuestra sociedad
no lo aceptara, pero de hecho existi.
No creo que queden dudas en cuanto a
las diferencias entre el perfil y el modelo, ya
que es evidente que muchas de las policas
comunitarias hoy en funcionamiento responden a un mismo modelo, y sus idiosincrasias son indudablemente particulares:
Tienen un perfil distinto.

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77

TEMAS

LOS MODELOS DE GESTIN


POLICIAL
Los modelos policiales pueden clasificarse de distinta manera; segn el punto de vista de su administracin pueden ser: Centralizados, Descentralizados o Intermedios.
Desde el punto de vista terico se clasifican
en Legalistas, de Servicios y de Vigilancia.
Segn la naturaleza de la gestin pueden
clasificarse en Militar, Semi-militar, Profesional, Comunitario, etc. que es el punto de
vista que he tomado para este anlisis.
Los mtodos tradicionales de gestin de
la polica surgieron a partir de una visin
militarista de su organizacin, hasta que en
la segunda mitad del siglo XX, se comenzaron a ver las fallas que en distintos aspectos
tenan.
Uno de los escritores ms influyentes en
la gestin de la polica desde los aos 50 a
la dcada del 70 fue Orlando W. Wilson, ex
superintendente del Departamento de Polica de Chicago. En su libro sobre la administracin de la polica refuerza los principios
clsicos de gestin de aquellos aos: Un control estricto con un nmero limitado de subordinados por supervisor, una jerarqua

78

clara (para
que todo el
mundo sepa
a quin deben
informar), y la
centralizacin de mando, donde las
decisiones se
toman en la
parte superior y el flujo
hacia abajo
debe obedecer estrictamente ese mandato, con poco
poder discrecional. (WILSON O. 1950).
Esta escuela de gestin de la polica estadounidense influy mucho en el arraigo y
afianzamiento de los modelos militares de
Europa y semi-militarizados de Latinoamrica y se lo denomin el Modelo Profesional, de gran aceptacin en Espaa y difusin en otros pases europeos.
El xito del modelo de Wilson hizo que
reeditara su libro Police Administration
por tercera vez en 1972 en asocio con Roy
C. McCaren y muchos de los aspectos que

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SEGURIDAD

LOS MODELOS DE GESTIN


POLICIAL Y LA SITUACINEN LA
PROVINCIA DE MENDOZA
Una revisin histrica y actual de la realidad
encierra el mismo se siguen aplicando an
hoy en las administraciones de Polica.
Durante la dcada de los 90, diversos esfuerzos de reforma que haban estado cobrando fuerza en las ltimas dos dcadas
comenzaron a fundirse en un solo movimiento conocido como la Polica Comunitaria.
Para Patricio Tudela, Profesor de la Academia Superior de Estudios Policiales y
miembro del Centro de Investigacin y Desarrollo Policial de Chile los modelos policiales pueden clasificarse en dos vertientes:
aquellos cuyo eje rector es la legalidad y el
cumplimiento de la ley (modelo racionalburocrtico) y aquellos sujetos a la influencia
de la comunidad, la polica, la autoridad y la
legalidad misma en la definicin de su quehacer y funcin (modelo comunitario)
(TUDELA, P. 2007)
La polica comunitaria, adems de un modelo, es un movimiento de reforma integral
que ha sido definido de varias maneras o

tiene, se podra asegurar, distintos modos


de aplicacin: Polica comunitaria; la polica
orientada a los problemas, la polica orientada a la inteligencia, entre otras.
Estas ideas estn influyendo en la actualidad en los administradores de polica, que
en general tiene dos aspectos esenciales:
Por una parte la exigencia de participacin
de nuevos actores sociales en la produccin
de seguridad y por otra, la necesidad de modernizar a la polica para poder hacer frente
al crecimiento de la delincuencia en las zonas urbanas, producto de la sociedad de
consumo y posteriormente la sociedad de
exclusin frente a la cual la respuesta tradicional es insuficiente. (VARELA JORQUERA,
F. 2007)
Consider que el modelo y el perfil que
adopta una polica son de primordial importancia para la sociedad en que desarrolla su
actividad y de inters especial para la Criminologa, porque determina cmo se llevar a
cabo gran parte del control social formal e
informal.2

2.- Sobre este aspecto, si bien es cierto en la Ciencia Criminolgica se afirma que el control formal le corresponde
a la actuacin del Estado en general a travs de la Polica, la Justicia, la Ley, etc., mientras que el control informal
a la familia, las costumbres, el deporte, las normas morales, ms especficamente a cualquier persona que en un
momento dado acta contra el delito sin que ello sea su actividad profesional; pensamos que la polica no escapara a ese control informal, desde el momento en que acta como moderador de otras conductas que no estn
en el ordenamiento jurdico ni enunciadas especficamente como obligaciones en sus actividades rutinarias, asumiendo en algunos casos actitudes correctoras, funciones de colaboracin, asistenciales, e incluso educativas
que la colocan en situacin de ser partcipe de ese control informal tambin, al cual contribuye con su amparo y
cooperacin en el mejoramiento de la calidad de vida de una comunidad.

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79

TEMAS

La importancia que tiene la determinacin de un modelo de polica para una sociedad en particular radica en que ste es el
que establecer cmo ser la relacin entre
la organizacin y la comunidad y cmo
sern tratados sus problemas de seguridad.
Si el modelo seleccionado es exitoso (el
carcter de la polica) y los ajustes han sido
correctos (su perfil), tendremos una polica
eficiente y eficaz, si esto es as el fenmeno
criminal debera estar bajo control.
El fracaso, en cambio, puede deberse a
distintas razones, de las que enumeramos
slo algunas:
Un modelo incierto, (O ausencia de mode-

lo)
Una inadecuada seleccin del modelo,

(Disfuncional)
Un modelo apropiado con un perfil insti-

tucional
vagamente
establecido
(Implementacin deficiente),
Contradicciones entre el modelo y el perfil

(Incertidumbre),
Un modelo y un perfil acertados y una

marcha deficitaria de los mismos (Fallas


en la ejecucin),
Un modelo y un perfil adecuados e inco-

rrectamente explicados (Falta de conviccin o educacin),


Un

modelo insostenible
(Recursos insuficientes),

utpico.

Un modelo o un perfil resistidos (Fallas en

la disciplina), etc.
Los modelos aplicados en la administracin policial a lo largo de la historia, pueden
resumirse en la siguiente enumeracin, para
lo cual he agrupado en una brevsima sntesis aquellas caractersticas que denotan un
prototipo de gestin con caractersticas pro-

80

pias.

A.- El Modelo Militar o Napolenico


El primero de los modelos que describir
es el modelo militar o napolenico, de corte
netamente castrense y tal vez el ms antiguo.
Este modelo tuvo nacimiento en Europa,
y se trata de modelos policiales estrictamente jerarquizados. Son organismos muy
centralizados, con un fuerte control desde el
poder estatal, al que han estado ms ligados.
Este modelo se aplic en Francia, Grecia,
Luxemburgo, Holanda, Portugal, Espaa e
Italia. Nace en 1791 con la Gendarmera Nacional Francesa, de estructura netamente
militar, siendo un modelo represivo del delito por tanto de naturaleza reactiva.
Una de las caractersticas actuales del
modelo napolenico en Europa es que convive con otros modelos de polica, sobre todo con el comunitario. En la actualidad los
nicos pases que lo conservan (con algn
grado de evolucin) son Espaa (Guardia
Civil), Francia (Gendarmeri), e Italia
(Carabinieri); donde se desarrolla como un
sistema policial que depende en algunos casos de los Ministerios de Defensa.
Estos modelos tienen una formacin y
organizacin militar en cuanto a su funcionamiento, y por lgica se encuentran ms
orientados a su estructura interna que al
exterior social.
Algunos pases como Grecia y Holanda,
conservaron dicho modelo policial hasta la
segunda mitad de los aos 80 y 90 respectivamente, que debido a las transformaciones sociales estaban en franca regresin.

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SEGURIDAD

En general los pases europeos han contado con una polica ms militarizada, a diferencia de lo que ocurri en el resto del
mundo, dado sus orgenes.
Por lo general las deficiencias del modelo
napolenico han sido compensadas por la
existencia de organizaciones policiales de
contrapeso, generalmente de tipo municipal
con orientacin comunitaria o profesional,
por lo tanto en rigor cientfico estas ciudades tienen un modelo mixto.
En Amrica del Sur, Brasil y Per son exponentes de ste modelo militar, con algunas diferencias, pero que en general responden a sus caractersticas ms sobresalientes. (En coincidencia con esto opinan Mller
Soln y Rico)
Chile tambin cuenta con un organismo
militarizado, encargado del orden pblico
denominado Carabineros.
Las caractersticas ms sobresalientes de
este modelo, adems de su estructura militar, son:
Una organizacin jerrquica piramidal.
Profesionalizacin.
Una orientacin dedicada a defender el

orden social del Estado.

cumplimiento de los objetivos y el orden


interno, que un real compromiso con su
misin de seguridad.
Por ende, una gran burocratizacin y fun-

ciones administrativas de primordial importancia.


Escasa o nula rendicin de cuentas de sus

actividades.
No dependen del consenso popular.

Estas caractersticas en teora le garantizan imparcialidad y evitan la arbitrariedad


y discriminacin en sus actuaciones.
Histricamente los fines de este tipo de
polica estaban determinados exclusivamente por el cumplimiento de la ley y los
objetivos del Estado. En consecuencia eran
estructuras policiales ms orientadas a cuidar su apariencia de orden y legalidad que
de los problemas criminales y los factores
crimingenos.
Estas caractersticas, en muchos casos,
hicieron que paulatinamente dichas organizaciones se aislaran del mundo social para
evitar verse influenciadas tanto por la opinin pblica como por la poltica, afincando
sus propios objetivos, principalmente el
cumplimiento estricto de la Ley.

Una estructura ms controlada hacia el


Los Carabinieri son la
fuerza de la polica
militar de Italia.

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81

TEMAS

Sobre ste modelo el Dr. Gonzalo Jar Couselo, nos dice


El liberalismo imperante a lo largo
de todo el siglo XIX servir para confrontar los dos modelos ms importantes de
Polica: El anglosajn (ingls) y el continental (francs) El primero tambin denominado por Loubert (1992) Polica del
Pueblo surge de demandas fruto de una
autorregulacin social, y el segundo, Polica del Prncipe, en el que priman consideraciones polticas para la construccin
del Estado(JAR COUSELO, M. 1999).
Dice este autor que a este modelo por sus
caractersticas le corresponde un menor nivel de apoyos y de legitimidad. El modelo
imperante en Espaa, luego de la constitucin de 1812, es una variante del mismo, pero conserva las caractersticas miliares.

del Derecho Militar a los civiles, una tajante


separacin entre el Ejrcito y Polica y vinculacin al poder local (JAR COUSELO, M.
op. cit.)
Este modelo se consolida en todo Inglaterra a partir de 1839, en que se exige mantener una organizacin policial civil (sin armas) y con funciones principalmente de
prevencin del delito.
Sir Robert Peel, plante algunos puntos
esenciales para el desempeo de la polica
civil, que nos acercan Chaln y otros autores:
La misin bsica de la polica: prevenir la

criminalidad y el desorden pblico.


La capacidad de la polica de llevar a cabo

su misin depende de la aprobacin pblica de su accin.


La libre cooperacin de la ciudadana en el

acatamiento de la ley para asegurar el respeto de la poblacin.

B.- Modelo De Polica-Civil


o Alglosajn
El modelo anglosajn, es creado a imagen
de la polica Londinense e inspirado en los
principios formulados en 1829 por Sir Robert Peel, fundador del Cuerpo de Polica Civil (Polica Metropolitana de Londres),
quien consideraba que la polica es un servicio urbano cuyo rol es esencialmente preventivo y de cooperacin con la comunidad.
Se trata de un modelo de polica descentralizado, civil, ms prximo al ciudadano,
con un mayor nivel de apoyos, ms legitimidad y menos recurso a la coaccin para el
mantenimiento del orden pblico.
Es uno de los pocos cuerpos de polica
que en ste perodo desvinculan a la polica
de lo militar. Este modelo establece, en
base a una larga tradicin inglesa anterior
incluso al siglo XVII contraria a la aplicacin

82

El grado de cooperacin pblica disminuye

proporcionalmente la necesidad de uso de


fuerza.
Se gana el apoyo pblico no por compla-

cencia, sino demostrando un absoluto e imparcial servicio a la ley.


El uso de la fuerza policial se requiere slo

y en grado necesario para cumplir con la


ley, cuando la persuasin, exhortacin y
advertencias resultan ser insuficientes.
La polica es la gente y la gente es la polic-

a.
La polica se limita a sus funciones y no

usurpa aqullas del aparato judicial.


La prueba de la eficiencia policial es la au-

sencia de criminalidad y desorden, no la


evidencia visible de la accin policial en el
manejo de esas realidades. (CHALON, M.

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SEGURIDAD

Polica Metropolitana de
Londres.

el recurso de la fuerza
pblica.
Esto fue conformando un
modelo que se repite en
muchos pases por sus similitudes en cuanto a su
devenir histrico y su propia constitucin como tales, por tanto es un modelo de gestin con ms de
un siglo de evolucin.
et. al. 2001).
La experiencia britnica, que en la actualidad se ensaya en Colombia, constituye uno
de los pocos modelos de polica-civil con
personas encargadas del orden pblico sin
el uso de armas.
La caracterstica ms sobresaliente es su
vinculacin con el entorno social, ms
orientado al mantenimiento del orden a
travs de la vigilancia y los lazos comunitarios.

C.- El Modelo Hegemnico Latinoamericano


Este modelo, segn Cheves, represent,
salvo las excepciones propias de cada pas y
con sus diferentes variables a casi todas las
policas de Amrica Latina y responde a un
contexto utilitarista, en donde los Estados
se valieron de sus respectivos aparatos policiales para disciplinar a la comunidad, bajo
el pretexto del orden pblico, apagando muchas veces los movimientos populares por

Entonces, recordemos en principio la


constitucin de los Estados Nacionales,
emparentados con las creaciones e institucionalizaciones de los Ejrcitos Nacionales, habida cuenta de la necesidad,
adems de limitar sus fronteras, de impartir orden y poseer a la vez que ejercer,
el poder poltico interno. En este cuadro
de situacin, sus primeras medidas estuvieron orientadas a su constitucin y modernizacin, preponderando el fortalecimiento de la justicia, del ejrcito y de la
polica e imponindoles, supletoriamente,
una doctrina de alto potencial filosfico,
donde su actuacin se emparentaba
igualitariamente con lo patritico (CHEVES, R. 2000)
Este modelo, segn este autor, se caracteriz, por:
Un fuerte disciplinamiento interno, pero

escaso apego a la ley.


Una inadecuada estructura institucional,

rgida, obsoleta y principalmente negada


hacia todo avance tecnolgico.

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83

TEMAS

Un macro despliegue con

repeticin de funciones,
confusas y tediosas lneas
de comunicacin a la vez
que un difcil acceso del
pblico a la institucin policial.
Un esquema de preven-

cin basado exclusivamente en la eliminacin de


oportunidades, preponderando una saturacin de
objetivos en forma indiscriminada y eventual, como as precarias
tcnicas de investigacin,
Conflictos con la comunidad. Distancia-

miento.
Grandes despliegues de policas y patru-

lleros en su mbito de responsabilidad como mega operativos puntuales y coyunturales.


Criterios discriminatorios para con los

grupos sociales ms dbiles (menos influyentes) con frecuentes acciones que se


apoyan con el uso de la fuerza.
Precaria e inadecuada capacitacin profe-

sional.
Prdida de identidad, sobre todo motiva-

do por la auxiliariedad de tareas y funciones con otros poderes del estado.


(custodia de detenidos, resguardo de vehculos, notificaciones, etc.)
Influencia poltica.

Cheves adems afirma que entre otras cosas se advierte como los cambios operados en los ltimos aos en el mundo y sus
sociedades han dejado en el camino a la Institucin Policial y develado su incapacidad
de absorcin y adaptacin (CHEVES, R.
op. cit.)

84

Algunos autores, como Martn Fernndez,


denominan a este modelo tambin como el
tradicional lo cual es un error, ya que el tradicional se corresponde ms con el carcter
semi-militarizado que con el modelo
hegemnico, no obstante aporta este autor
en su descripcin que
las decisin de los objetivos que ha
de alcanzar la polica la toman los grupos con capacidad de hacerlo. Partidos
Polticos, caciques y grupos de presin,
poderes econmicos, religiosos, sindicales o de cualquier otro tipo influyen en
la decisin de stos objetivos en funcin
de su poder en cada momento. La polica, en este modelo, se caracteriza por su
dependencia de esos grupos que influyen en todos los niveles de la organizacin, su defensa de la ley est siempre
mediatizada, la burocracia es rudimentaria y las lneas jerrquicas difusas en
la prctica. Este modelo propicia la
aparicin de corrupciones y desviaciones
de
poder
muy
fcilmente (MARTIN FERNANDEZ, M. op.
cit.)
En este modelo, si bien no es un arquetipo a imitar, son innegables las grandes influencias que tuvo en las administraciones
de las policas Latinoamericanas, tanto en

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SEGURIDAD

sus sistemas para reunir informacin de


grupos contrarios a los intereses del Estado
con organismos de inteligencia, como en
sus estructuras, sobre todo en la formacin
de los cuerpos de infantera para combatir
los desrdenes sociales y no el delito.
En general es el modelo que dio origen y
al cual respondieron hasta pasada la mitad
y finales del siglo pasado muchas policas en
Latinoamrica y que an hoy sigue existiendo disfrazado con otros intentos de aplicacin, ya que las reformas que se han implementado siempre han sido insuficientes para reemplazarlo de manera absoluta, persistiendo sus resabios hoy en da en muchas
policas.

D.- El Modelo Semi-Militar


Tambin denominado modelo tradicional, guarda una gran similitud con el anterior, diferencindose principalmente por su
origen histrico, ya que el mismo ha sido de
aplicacin en otros continentes, con una
evolucin distinta, y tambin por su grado
de independencia de los poderes del Estado.

Parte del concepto que muchas organizaciones policiales adquieren para su funcionamiento interno una estructura similar a la
del Ejrcito, no slo en su disciplina estricta,
sino fundamentalmente en su organizacin
interna, inclusive denominaciones de dependencias, graduaciones, uniformes, emblemas, rituales, formacin, etc.
Su origen data de principio del siglo pasado, y una de las caractersticas ms sobresalientes del modelo se encuentra en la descentralizacin de la polica. Marcelo San,
destaca entre otras caractersticas las siguientes i) el desgobierno poltico sobre
los asuntos de la seguridad pblica y policiales; ii) el autogobierno policial de la seguridad pblica y del sistema policial mismo; y
iii) la exclusin comunitaria de los asuntos de
la seguridad pblica (SAIN, M. 2004).
El modelo se caracteriza por:
Una organizacin semi-militarizada, con

una estructura piramidal.


Una disciplina estricta, uniformes, distin-

tivos, protocolos y prcticas que emulan


las castrenses.
Descentralizada, con una

autodefinicin de su misin,
visin y objetivos institucionales.
Poca incidencia poltica en

el gobierno institucional, y
en la forma de afrontar los
conflictos.
Excesiva burocracia, que

se trasunta en una gran preocupacin por el orden interno ms que de los problemas sociales, en consecuencia:
Alejamiento de la comuni-

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85

TEMAS

medro de los problemas sociales y el delito.

dad.
Recurrencia al uso de la fuerza.
Gran poder discrecional, (y corrupcin).
Carencia de rganos de consulta o aseso-

ramiento externos.
Concepto del enemigo al definir los pro-

blemas criminales.
ello apuntal una marcada independencia doctrinal, orgnica y funcional en su desarrollo y proyeccin institucional frente al
gobierno estatal y frente a la sociedad poltica y civil, y permiti que estas agencias actuaran con frecuencia como si estuvieran por
encima y ms all de la autoridad constitucional del Gobierno, protegiendo cada vez
ms sus logros e intereses autodefinidos y resistiendo con relativo xito a todo tipo de iniciativa gubernamental tendiente a erradicar,
reducir o cercenar dicha autonoma. (SAIN, M. 2004)
En su mayora contaban con un estado o
plana mayor, responsable de la toma de decisiones trascendentes, generalmente involucradas en sus problemas internos, en des-

86

En Argentina durante muchos aos las


policas estuvieron a cargo de miembros de
la Fuerza Armadas que ejercan el cargo de
Jefe de Polica, conservando las mismas las
subjefaturas, lo que contribuy en mucho a
que el modelo hegemnico afiazara una cultura semi-militarizada. Luego con intenciones de hacer ms profesional su direccin
algunos policas en actividad o retiro alcanzaron la Jefatura, haciendo estas instituciones ms hermticas an.
Este modelo se caracteriza adems por
concentrar en una sola institucin las funciones del cuidado del orden pblico y la
investigacin delictual.
En cuanto a su estructura de personal el
modelo denota diferencias jerrquicas internas que
se compusieron por el personal superior conformado por la oficialidad policial oficiales superiores, oficiales jefes y
oficiales subalternos- y, en el plano subordinado, por el personal subalterno
conformado por la suboficialidad poli-

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SEGURIDAD

cial suboficiales superiores, suboficiales


subalternos, agentes y aspirantes o cadetes-. Ambas instancias han constituido
compartimentos estancos que emulaban
las estructuras orgnicas castrenses basadas en la diferenciacin entre los
miembros de conduccin y el resto de la
institucin que ocupa la franja subordinada (SAIN, M. 2002).
El
modelo
tradicional
o
semimilitarizado, es el que domin la mayor parte de las policas del mundo durante la segunda mitad del siglo XX.

E.- El Modelo Racional-Burocrtico


y El Profesional
Nacen en Estados Unidos en el perodo
comprendido entre los aos 30 y 70
aproximadamente. Estos modelos tienen
como corolario el crecimiento demogrfico
en las grandes capitales para uno y diversos
episodios de corrupcin en la polica y actuaciones excesivas, sobre todo contra las
personas de color, para el otro. Frente a estas realidades que se presentan casi de manera simultnea distintos movimientos progresistas ejercieron suficiente presin para
que se profesionalizara la funcin, a fin de
terminar con la brutalidad policaca, exigiendo un alto grado de especializacin co-

mo una fuerza encargada de respetar y


hacer cumplir la ley.
La corrupcin generalizada llev a
una serie de investigaciones y propuestas
de reforma que derivaron en las recomendaciones de la Wikersham Commission,
creada por el Presidente Hoover en 1929,
y que signific el nacimiento de un nuevo
modelo de seguridad y polica. En los
aos 30, con las reformas implementadas
a partir de las recomendaciones de dicha
comisin, la polica se separa de los cuerpos polticos del estado, se profesionaliza,
y, tomando como modelo organizacional el del ejrcito, se erige en una fuerza armada de
control del orden, que acta en
el medio local con asepsia y
objetividad. (MONTBUN A.
2002)
Dada la ntima conexin entre
ambos modelos y su contemporaneidad, vamos a analizarlos en
su conjunto, ya que en realidad
su nacimiento e implementacin
resultan de la imbricacin de uno hacia el
otro en un perodo relativamente corto, sin
que exista un punto de traspaso, sino ms
bien evolutivo, de ah que muchos autores
los caracterizan como uno solo, mientras
que en otros no hay acuerdo sobre sus similitudes y diferencias.
Sobre este punto el autor espaol Diego
Torrente, que realiz estudios sobre una
institucin policial, cuando trata sobre la
evolucin del modelo racional-burocrtico,
nos aclara algunos aspectos al mencionar
que
Los primeros anlisis cientficos de la
Polica se efectan en estos aos, en general desde dentro. Las obras de August
Vollmer u O.W. Wilson y R. McCaren son

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87

TEMAS

los soportes intelectuales del modelo


racional-burocrtico. En sus comienzos
algunos de esos autores llamaron a este
modelo profesional. Comparte con
ste -posterior en el tiempo- Una aspiracin de autonoma de funcionamiento que le hace concentrar mucho poder
(Martn 1993). Aunque el ideal racional
-burocrtico no es propiamente profesional, s es profesionalista y refuerza la
dedicacin
y
especializacin (TORRENTE ROBLES, D. 1997)
La influencia del modelo profesional en
Latinoamrica se hace notar ms como una
evolucin del modelo hegemnico y semimilitarizado que como un cambio, por tanto
hubo ms bien una fusin o asociacin que
no obedece a ningn proceso de reforma sino ms bien de inters, aceptacin y aplicacin de sus postulados, que en mucho se conectan con el ya imperante. La inusitada por ese entonces- bibliografa especializada
de administracin policial que suscitaron
estos modelos, lleg a los pases latinos a
travs de Mxico y sedujeron a las policas.
Por ste motivo nos detendremos un poco
ms en el anlisis de los mismos.
Por aquellos aos, las policas estadounidenses dado el crecimiento que experimentan para poder satisfacer las necesidades de
las grandes ciudades, deben implementar
mecanismos de administracin ms sofisticados. Las mejoras en las comunicaciones
con el auge del telfono, permiten a la ciudadana dar a conocer con ms prontitud los
hechos, pero tambin obliga a la polica con
una respuesta igualmente rpida. Se generaliza el uso del auto-patrulla y los medios de
comunicacin con stos son imprescindibles. Se adopta paulatinamente una estrategia de vigilancia a travs de los medios motorizados en forma permanente en la calle:

88

El patrullero ya no regresa a su estacin para esperar otra llamada, sino que hace su
base de operaciones directamente sobre la
ciudad, atendiendo un llamado tras otro y
en los lapsos intermedios aprovecha para
desempear la vigilancia del orden pblico
que antes slo se haca a pi.
Este modelo profesional de vigilancia, se
caracteriza segn Bayley por
el reclutamiento de acuerdo a patrones especficos, remuneracin alta o suficiente para crear una carrera, entrenamiento formal y supervisin sistemtica
por oficiales superiores Se basa tambin, segn este autor por la especializacin funcional de los policas, uso de
tecnologa moderna, neutralidad en la
aplicacin de la ley, uso responsable de
la discrecin y una cierta autonoma.
(BAYLEY, D. 2001).
Se imponen lneas de supervisin para
evitar lo ms posible la discrecionalidad y
los abusos. El control del desempeo de los
policas de patrulla, exige una excesiva burocracia para documentar cul fue su actuacin durante todo un turno. Se imponen mecanismos de evaluacin, para evitar la ociosidad, en base a estadsticas que reflejen el
trabajo del polica en la calle: Cantidad de
llamadas atendidas, tiempo de respuesta,
kilmetros recorridos, reas cubiertas, personas que se identificaron, bares y comercios visitados, multas de trnsito, etc., a fin
de tener un control perfecto de los policas.
Las autoridades Parten del presupuesto de que un personal formado, un
equipo modelo y formas organizativas
similares a las empresas privadas logran
mayor eficiencia y control sobre los
agentes. Se piensa en la modernizacin
de la organizacin es la clave y se disean cuerpos apolticos, centralizados, ra-

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SEGURIDAD

cionales y burocratizados. Se crea el mito


de las respuestas rpidas que hace que se
generalicen los coches patrulla como estilo de trabajo (TORRENTE ROBLES,
D. 1997).
Se acua un concepto trascendente: El
polica es el Encargado de hacer cumplir la
Ley, pasando a ser este el fin de la organizacin, por sobre el mantenimiento del orden pblico.
El modelo racional-burocrtico Cree
que la Ley aporta racionalidad para definir
el trabajo, control y legitimidad a la organizacin. Esta utiliza la legalidad para imponer
un estilo de gestin y mentalidad burocrticas. El polica pasa a ser un funcionario que
aplica la Ley (TORRENTE ROBLES, D.
op. cit.).
Esto genera una de las caractersticas
ms sobresalientes del modelo que es su autonoma con el poder poltico, ya que los deberes de la polica no estn tanto en las de-

cisiones de la autoridad sino en el cumplimiento irrestricto de la Ley, por tanto hay


poca ingerencia sobre el aspecto funcional
de la organizacin, la cual dado sus propios
mecanismos de control es ms autnoma.
Como contrapartida la polica se asla de su
entorno. Lo social y lo policial en cada extremo.
El concepto de racionalidad y afianzamiento a la ley tambin implica un menor
grado de discrecionalidad en los niveles de
ejecucin para evitar cualquier tipo de corrupcin (abusos o inaccin). Todo se resume en la obediencia debida a las Leyes. Los
Policas son los encargados de hacer cumplir
la ley.
Esta autonoma y el control estricto del
trabajo, obligan a la organizacin a contar
con ms mecanismos para medir su actuacin y se crean estructuras internas dedicadas a la administracin de personal, al manejo del papeleo interno, al estudio del deli-

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89

TEMAS

to en cuanto a la cantidad de ocurrencia, se


lo clasifica, se estudian sectores y horarios
crticos, se elaboran mapas del delito, factores de riesgo, etc. con el fin de lograr una
planificacin puntillosa de las tareas de las
patrullas y finalmente el control preciso de
la actividad; que hacen de sta polica un organismo realmente burocratizado para que
pueda funcionar segn sus propsitos. Aunque no rinde cuentas a nadie, todo debe
quedar perfectamente documentado para
no dejar lugar a dudas.
Para controlar los abusos, y evitar la discrecionalidad excesiva, se estandarizan las
funciones lo ms posible, lo que exige un
cmulo de normas, manuales y directivas
internas, una disciplina regular y un rgimen de sanciones para asegurar su cumplimiento, lo que tambin contribuye a dar
nombre a ste modelo (burocrtico). Al respecto Martn Fernndez agrega que
La definicin de los objetivos de la polica en este modelo viene determinada
por la Ley y los intereses del Estado. Son
unas organizaciones muy normativizadas y cerradas, que se aslan del entorno
en su afn de limitar las influencias exteriores, a fin de evitar distorsiones en lo
que consideran la funcin de la polica:
El cumplimiento de la ley.. (MARTIN
FERNANDEZ, M. op. cit.)
En general como estos planteamientos (el
afianzamiento policial a la Ley: Law enforcement) no dieron respuesta satisfactoria a las
necesidades de la seguridad, es que aparece
la idea de profesionalizar la polica, dando
origen al modelo profesional (aunque en sus
inicios, ya vimos el racional-burocrtico
haba recibido esta denominacin).
El taln de Aquiles de este modelo es,
precisamente, el pretender que sea el propio
profesional quien defina el problema y su
90

mtodo
de solucin
ms apropiado (MARTIN FERNANDEZ, M. op. cit.)
Aunque sus orgenes se confunden con el
anterior, ste modelo pone el acento en la
autonoma del personal, ms que en el de la
institucin. El Polica, si adquiere la capacidad del profesional (en el sentido que entendemos las profesiones actuales como
abogados, arquitectos, mdicos, etc.) estar
en mejores condiciones de resolver los problemas propios de la funcin.
Tradicionalmente, los modelos de Polica racional burocrticos y profesionales han asumido la tarea de hacer
cumplir la ley como el ncleo central de
la labor policial y como mtodo de lucha contra la delincuencia. La creencia
en la eficacia de ese mtodo empez a
tambalearse en los aos setenta con la
investigacin emprica. El modelo profesional descansa en el patrullaje aleatorio, como tcnica de deteccin y respuesta a la delincuencia, y en la investigacin. (TORRENTE ROBLES, D.,
1999)
En realidad ningn gran departamento
de polica lleg a ser profesional. Una profesin exige un cuerpo de conocimientos
cientficos propios, una agrupacin que regule la actividad, la formacin acadmica
especializada, el reconocimiento social como profesin, normas ticas que determinen su actuacin e independencia de criterio. Para las organizaciones que siguen
este modelo, todo llega a ser un inconveniente para la eficacia profesional de la polica:
Los polticos, las leyes y la propia sociedad.
Todo ello, sin contar con la dificultad de compatibilizar la pretendida profesionalidad con
unas estructuras fuertemente jerarquizadas
y burocratizadas (MARTIN FERNANDEZ,
M. op. cit.)

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SEGURIDAD

Este modelo profesional de vigilancia, se


caracteriza segn Bayley por
el reclutamiento de acuerdo a patrones especficos, remuneracin alta o suficiente para crear una carrera, entrenamiento formal y supervisin sistemtica
por oficiales superiores Se basa tambin, segn este autor por la especializacin funcional de los policas, uso de
tecnologa moderna, neutralidad en la
aplicacin de la ley, uso responsable de
la discrecin y una cierta autonoma.
(BAYLEY, D. 2001).
Para lograr la profesionalidad se afianz
la idea de las academias de polica, con exigencias curriculares ms formales y una
mayor dedicacin a las reas intelectuales
(cientficas) y se disea una carrera policial.
En el rea de incorporacin se establecieron
estndares ms regulares en los requisitos
de admisin y se generalizaron los cdigos
de tica profesional. Simultneamente se
incrementan los salarios de los policas para
hacer ms atractiva la incorporacin y darle
el nivel socio-profesional que necesitaban.
A falta de un cuerpo terico propio, se incentiva y desarrolla una gran bibliografa
sobre mtodos de patrulla, administracin
de patrullas, administracin y organizacin
policial, uso de los medios de comunicacin,
organizacin y manejo de centrales de
emergencias, hasta se habla de una filosofa
policial.
Como se ve este modelo sedujo en mucho
al modelo semi-militar porque prcticamente lo perfecciona, por tanto en muchos casos
algunas policas adoptaron algunas de las
caractersticas de ste modelo sin dejar de
ser semi-militares.
Tanto los modelos racional-burocrtico
como profesionales fueron paulatinamente

superados por las circunstancias, sobre todo a partir de finales de los 70 y comienzo
de los 80. El cumplimiento de la Ley, no
bastaba para atender el problema social que
significa la actividad delictiva. Diversos estudios llevados a cabo en los Estados Unidos
y el resto de Europa, revelaron que la presencia en vehculos, puede servir para un
mnimo porcentaje de la prevencin, mientras que no contribuye en el mismo grado
que lo hace la presencia a pi para disminuir la sensacin de inseguridad en la poblacin. La gente no sabe si la presencia del
patrullero les lleva tranquilidad, si algo malo sucedi en las inmediaciones de su residencia o los estn vigilando.
Adems, consideramos que la reduccin
en el tiempo de respuesta es relativa o nula
en la prevencin del delito, aunque puede
ayudar a capturar delincuentes in-fraganti
no evade la accin ya consumada. Al perderse el contacto directo con el pblico, se pierden muchsimas oportunidades de obtener
informacin que pueda servir tanto para la
prevencin del delito como para su investigacin, convirtiendo gradualmente a las organizaciones en deficitarias y principalmente reactivas.
David H. Bayley, (citado por Torrente)
sostiene que los modelos de organizaciones
de Polica racional-burocrticos y profesionales tratan con las consecuencias del delito
pero no con sus causas y afirma que entre
otras razones la polica no es eficaz en la lucha contra la delincuencia porque no consideran su misin prevenir. Los recursos, el
patrullaje y la investigacin, sus tcnicas
bsicas, estn pensados para responder a
delitos que ya se han producido (la mayora) o se estn produciendo, pero no se anticipan a ellos. (TORRENTE ROBLES, D. 1999)
Otra de las desventajas de los modelos, se

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TEMAS

podr apreciar, es su excesivo costo. Estos modelos exigen muchos recursos para sostener sus
propias burocracias internas, con macro organizaciones dedicadas a la
planificacin y orden internos, tecnologa, medios de comunicacin y
auto-patrullas para poder cubrir las necesidades de sus propios principios.
Como imperceptible, pero paulatinamente van convirtindose en reactivas, las necesidades (personal, vehculos y comunicaciones) tambin aumentan de manera progresiva a medida que aumenta el delito. Satisfechas sus necesidades temporalmente (con
ms recursos) aparece la calma, hasta que
nuevamente viene el desfase y como se
vuelven inoperantes gradualmente, ms recursos necesitan y se comienzan a crearse
nuevas oficinas y dependencias en los lugares
donde
surgen
los
problemas
(comisaras, destacamentos, puestos) y con
el tiempo dejan de ser funcionalmente eficientes y operativamente eficaces. Esta es
una de las principales causas del cuestionamiento a ste modelo: Su elevado costo por
la constante necesidad de tener ms recursos disponibles.
Los sntomas ms evidentes de la decadencia de estos modelos lo constituyen un
aumento sostenido y sutil del delito a lo largo del tiempo, sensacin de inseguridad en
la gente, la aparicin o proliferacin a gran
escala de prestadores de seguridad privada,
mayores necesidades en inversin para ms
recursos, sensacin o realidad en el alejamiento con la comunidad, reclamo ciudadano de endurecimiento de las acciones contra
92

la delincuencia o que se le otorgue ms poder a la polica y el consecuente aumento en


la discrecionalidad individual del agente.

F.- Los Modelos de Polica Comunitaria


Luego de algunos aos de la aplicacin
del modelo semi-militar, el racionalburocrtico y el profesional a partir de finales de los 70 y comienzos de los 80, las relaciones polica-comunidad empiezan a sufrir un deterioro, incluso se manifiestan algunos desrdenes sociales y protestas en
casi todo el globo como en los Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile, Francia, Espaa, China, etc.
Cuando las administraciones de polica
estadounidenses reconocen que sus estrategias resultaban altamente costosas, no ponan freno al crimen y adems la poblacin
comenzaba a sentir miedo, es que intentan
alternativas que pongan ms atencin en las
relaciones con la comunidad que en una
fuerza encargada del cumplimiento de la
ley.
Los lazos polica-comunidad estaban resquebrajados y esto no ayudaba a generar la
tan ansiada sensacin de seguridad que se

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SEGURIDAD

dilua frente al crimen en todas sus formas.


Los administradores de polica y estudiosos norteamericanos coinciden en afirmar
la necesidad de aplicar un nuevo modelo integral, a travs del cual la sociedad y la polica identifiquen y busquen soluciones a los
problemas que afectan la Seguridad Ciudadana.
Robert Trojanowicz realiz un estudio en
los Estados Unidos en la ciudad de Flint, Estado de Florida, conocido como el
Neihborhood Food Patrol. Consisti en un
experimento donde se asign a algunos funcionarios policiales la flexibilidad necesaria
para actuar en dicha comunidad vigilando la
misma para hacer un lugar mejor para vivir,
con la consigna de interactuar con la gente,
involucrarse en sus problemas (aunque no
fueran violaciones a la ley) y procurar soluciones con su ayuda. Se demostr que la comunidad puede ser motivada para apoyar a
la polica y aceptar nuevos estilos de patrullaje. Este experimento arroj muy buenos
resultados y se fue convirtiendo paulatinamente en una estrategia digna de imitar,
porque resolva el problema del distanciamiento con la comunidad, contribuy a
disminuir el delito y
asegur una sensacin plena de seguridad en los vecinos
que podan confiar
en la ayuda policial.
Este modelo se denomin Community Policing (Polica comunitaria).

organizaciones policiales modernas es, sin


duda, la necesidad de que la polica est
fuertemente cohesionada con la colectividad, lo que implica la integracin plena en el
tejido social y por tanto, la mxima interrelacin con los diferentes actores sociales.
(YPEZ DVALOS, E. 2004).
Seala que con la denominacin de Polica Comunitaria, Polica de Proximidad, Polica de Cuadrante entre otras acepciones, se
desarrolla un modelo de gestin policial que
se aparta del tratamiento tradicional de tipo
reactivo de la actuacin y pone nfasis en la
accin preventiva, pro-activa y de reinsercin social de la polica. Estas propuestas
resultaran la alternativa ms viable para
enfrentar con xito el incremento de la criminalidad y la violencia y llevar a la comunidad la tan ansiada sensacin de seguridad.
El modelo de Polica Comunitaria alcanz
rpidamente prestigio mundial y no se limit a los Estados Unidos, sino que se
adapt a diferentes culturas policiales, realidades sociales, sistemas jurdicos y econmicos en prcticamente todo el mundo. Hoy
en da el modelo de Polica Comunitaria se

Enrique
Ypez
Dvalos nos dice que
uno de los elementos
caractersticos de las

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TEMAS

aplica en casi todas las ciudades y pases,


como Londres en Inglaterra, Francia, Blgica, Noruega, Canad, Australia, Japn, San
Salvador, Costa Rica, Colombia, Ecuador,
Per, entre muchas.
El concepto de polica comunitaria implica cambios en el papel de la polica en nuestras sociedades. Se refiere a un grupo de
medidas que le adjudican a la comunidad un
rol importante en la definicin de la labor
policial y en guiar su desempeo. Se basa en
el principio democrtico que cualquiera
que ejerce su autoridad en favor de la comunidad, responde a la comunidad por el ejercicio de esa autoridad. (STENNING, P. 1984.)
La estrategia o modelo de "polica comunitaria", por su parte, surge de la
constatacin de las falencias del modelo policial profesional tradicional dominante. Este demanda un enfoque organizativo y operativo de la polica, que
supone una estrecha colaboracin entre sta y la comunidad en la tarea de
controlar la criminalidad y el orden
pblico, como tambin en el desarrollo
de
programas
de
prevencin (TUDELA POBLETE, P. 1999)
Entre los elementos esenciales del modelo estadounidense una polica comunitaria
incluye: La prevencin comunitaria, el despliegue de patrullas para interactuar con la
comunidad en situaciones rutinarias, el llamado a la ciudadana a cumplir con tareas
de servicio pblico y canales para recibir las
opiniones sugerencias que tenga el pblico
sobre la operacin policial (retroalimentacin).
El concepto se ha tornado en un nuevo
marco de la reforma policial en el mundo,
pero aquellas prcticas llamadas de polica
comunitaria varan tanto que parecera que
el trmino al abarcarlo todo pierde su con94

notacin, y es cierto, es mucho ms amplio


que eso.
La polica comunitaria no slo es una forma de gestin policial, o de cmo se relaciona sta con la gente; no es nicamente la
forma en que se ejerce su direccin (in-put)
y la definicin de su orientacin (out-put);
porque comprende una variedad de elementos: Desde esfuerzos por mejorar la
imagen pblica de la polica, hasta profundos cambios estructurales y operativos para
mejorar la colaboracin entre la comunidad
y la polica en la identificacin y resolucin
de problemas.
No hay caractersticas que puedan permitirnos definirla en trminos de su aplicacin
en el mundo concreto, porque su gran difusin y adaptaciones han hecho en la prctica que exista un perfil de polica propio de
cada ciudad.
Pecaramos de ajustados si pretendiramos enumerar cules son sus caractersticas bsicas o ms sobresalientes como
hemos hecho con los dems modelos. Tal
vez con el tiempo eso sea posible.
La nica caracterstica que se manifiesta,
est en el incremento de la capacitacin de
su capital humano en temas no especficamente policiales.
Adems de ello, la polica comunitaria se
define mejor en cuanto a la relacin policacomunidad y sobreabunda la bibliografa
referida al tema, pero no hay muchos documentos que especifiquen cmo debera ser
el orden interno de una institucin con sta
orientacin (su perfil), a pesar que se han
revisado los regmenes legislativos de algunas policas sudamericanas (de Chile, Per,
Mxico, Colombia, Repblica Dominicana,
Venezuela, Portugal, Argentina, entre
otras), no encontramos un patrn que perfi-

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SEGURIDAD

le la administracin policial en un sentido


nico, ni caractersticas comunes que denoten similitud alguna.
Creo, en base a mi experiencia, y entendiendo sus enunciados, que una polica comunitaria vara no solo de una comunidad a
otra, sino de un punto a otro de una misma
ciudad, y por eso es importante la permanencia de los policas en sus destinos. Esto
obedece, en gran parte, a que deben ajustar
sus estrategias de adaptacin a un entorno
dinmico, particular y morfolgicamente en
evolucin como es la sociedad, pero con
constancia en el tiempo a fin de no ser desconocidos ni desconocer el entorno social.
La polica comunitaria no se ajusta a las
condiciones polticas de un momento determinado, ni responde a objetivos de un gobierno en particular, sino a las necesidades
sociales de un contexto real.
En esto coincido con Varela Jorquera, de
la Subsecretara de Carabineros de Chile,
quien afirma que

En cada uno de los pases donde existe, este modelo de policiamiento posee
una definicin y nfasis diferentes, no
obstante, lo que subyace a todas las experiencias es que la polica cede responsabilidades a la comunidad manteniendo una cooperacin mutua en la tarea
de disminuir los delitos, mantener el orden pblico y desarrollar programas
preventivos en conjunto... (VARELA
JORQUERA, F. 2007)
Se podra afirmar con todo ello y sin lugar a dudas, que no slo nos encontramos
frente a un nuevo modelo de gestin, sino
frente a Una Nueva Polica: As de importante puede considerarse este nuevo movimiento, que se ir transformado paulatinamente en un nuevo paradigma de la seguridad.
Esto es as, porque a diferencia de otros
modelos clsicos, la polica comunitaria no
solo involucra a la institucin policial (su
direccin in-put y orientacin out-put), sino

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TEMAS

que integra -y esta es su arista ms importante- al resto de organismos encargados


del control formal del delito, como tambin
a las organizaciones comunitarias de todo
tipo y esencialmente al ciudadano comn
(control informal), sin cuya participacin
estara predestinada al fracaso, por que es el
eje angular de su aplicacin.
Este nuevo paradigma requiere un cambio conductual recproco en la dualidad polica-comunidad, y no solamente en la primera; que debe cambiar su imagen, su identidad, su modelo y su perfil; mientras que en
el entorno el concepto de seguridad deja de
limitarse al orden pblico o al afianzamiento estricto a la Ley, y se ampla a la idea general de calidad de vida.
En un contexto que se caracteriza
por una tendencia al aumento de la criminalidad a nivel global, la polica ha
debido adaptarse y buscar modelos y
estrategias orientados a hacer ms eficiente y eficaz su labor. Ello la ha llevado en muchos casos, a superar el modelo
policial tradicional de vigilancia de
carcter reactivo y avanzar hacia modelos ms modernos para coproducir
seguridad con la ayuda de otros actores
sociales. (VARELA JORQUERA, F.
op.cit.)
Se exige que la polica no solo acte en la
funcin como la conocemos hasta hoy (
destinada a la prevencin y represin del
delito, encargada del orden pblico y la paz
social) sino como un verdadero miembro de
la sociedad. Y en esa ilustracin que hicimos
al comienzo se funde, con los rayos de esa
rueda para integrarse (con toda la significacin del trmino) en el discurso social,
poltico y cientfico del fenmeno criminal y
la seguridad.
Tal es la impresin de una verdadera po96

lica comunitaria, pero a la par de esto tambin debemos ser objetivos al plantear, con
la estricta vehemencia que la seriedad del
tema impone, que alcanzar ese objetivo es
uno de los ms difciles desafos a los que se
enfrenta los Estados, porque el acercamiento a la comunidad y la participacin ciudadana no depende exclusivamente del poder
poltico, sino principalmente del ciudadano
comn.
Dos estudiosos del tema, Rico y Chinchilla coinciden al afirmar que
las recientes reformas en este sector
an no han conseguido superar numerosos problemas que, debido al carcter
novedoso de tales reformas y al peso de
la tradicin, afectan diversos aspectos
de la institucin policial, en especial su
desmilitarizacin, profesionalismo, control, acercamiento a la comunidad y eficiencia con respecto al fenmeno criminal (RICO J.M., et. al. 2002).
Los mismos autores en publicaciones
posteriores reafirman esta idea con respecto a los diversos problemas que origina la
implementacin de este modelo, al analizar
la falta de conocimiento respecto de algunos referentes importantes
En Amrica Latina los nuevos enfoques enfrentan desafos y problemas
adicionales. Para comenzar carecemos
de acadmicos dedicados a estudiar los
asuntos de seguridad ciudadana lo que
es incomprensible considerando los costos de la criminalidad, la importancia
que el asunto tiene en la agenda pblica, el profundo malestar ciudadano que
genera y los dolores de cabeza que causa a nuestros gobiernos-, casi no se conocen las experiencias de prevencin
europeas y canadienses y hay una tendencia a copiar las experiencias esta-

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SEGURIDAD

dounidenses, mucho ms prximas al


tipo de medidas represivas que demanda la opinin pblica (RICO J.M., et.
al. 2006).
Si bien consideramos que el modelo de
polica comunitaria debe su gran difusin
ms al augurio y promesa de sus resultados
que de los resultados mismos, no cabe dudas que estamos frente a un cambio paradigmtico, nico a nivel mundial, pero ello
tambin enfrenta algunos riesgos si no hay
una
buena
implementacin.
Esta
filosofa, como se le ha denominado, se inserta dentro de aquellas iniciativas que enfatizan un acercamiento proactivo al delito,
logrando un relativo xito en variadas experiencias internacionales en los ltimos
aos (TUDELA POBLETE, P. 1999)
El xito de una polica comunitaria, parece que radica no slo en la adopcin misma
del modelo, sino en las estrategias que se
sigan para hacerlo funcionar y esto ha relativizado el logro de su implementacin.
Todo lo que el trmino denota -como
filosofa de accin entre polica y comunidad- se diluye en una suerte de interpretaciones, re-interpretaciones y modificaciones de cuya amalgama surgen
nuevos ajustes que slo han concluido
en desajustes y crisis institucionales;
algunas
ms
severas
que
otras (CUELLO VIDELA. 2008).
Convengamos que cualquier plan estratgico en ste sentido implica una ordenacin
y reforma en los caracteres bsicos de la polica y su perfil, pero lamentablemente, la
experiencia nos seala que siempre que se
ha intentado aplicar el modelo de polica comunitaria, las autoridades no han considerado todas las implicancias que ello significa. Es decir, hay muchos deseos de reforma,
pero no todas las reformas han sido reforza-

das por planes estratgicos.


No obstante, es obligacin aclarar que
adems la polica comunitaria, en su afn de
adaptacin ha originado prototipos de aplicacin diferentes. Tales son las propuestas
de Polica Orientada a los Problemas, desarrollado en 1979 por Herman Goldstein
quien concibi el concepto de Problem
oriented policing y se aplic por primera
vez en los Estados Unidos en el condado de
Newport News, Estado de Virginia, donde se
adopt esta estrategia y se desarrollaron
planes para identificar y resolver problemas
ms especficos y no policiales que dio buenos resultados.
Golstein afirmaba que la solucin de problemas es la esencia del trabajo policaco y
que los policas deben identificar las causas
de los mismos, hacer una mejor utilizacin
de los recursos y aumentar la efectividad de
los oficiales.
Otro enfoque lo constituye la Polica de
Proximidad, una nueva prctica para los
policas, ambiciosa y ambigua al mismo
tiempo, es un concepto moldeable, que alberga significados diferentes para personas
y situaciones distintas. En el fondo tiene
muy similares caractersticas a la polica
orientada a la solucin de problemas, pero
se basa principalmente en una accin ms
personalizada de la actuacin policial.
Esto significa que la polica adems de
preocuparse por los problemas que ataen a la gente, debe involucrarse en su solucin, lo cual decamos al principio atenta a
la enunciacin de un rol especfico para la
polica, porque la hace polifuncional, y esto
a nuestro juicio la obliga a desatender otros
aspectos importantes de su funcin primordial y con el tiempo la tornara deficitaria.
Creo que slo sera permisible su aplica-

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97

TEMAS

cin con un gran nmero de efectivos policiales por habitante o como alternativa para
aplicarse por organizaciones policacasciviles, municipales o de otro tipo (anexas a
un cuerpo policial principal) que no estn
tan involucradas en el problema delictivo
directamente, sino ms bien dedicadas al
cuidado de las normas de convivencia urbana. Los resultados de diversos estudios sugieren que la polica de proximidad y la polica orientada a la solucin de problemas han
tenido un efecto moderado sobre la delincuencia pero un efecto mayor sobre la calidad de la relacin entre la polica y la comunidad (GREENE, J. 2006)
Existen muchas perspectivas dentro de
estos dos ltimos prototipos de polica de
acuerdo a los enunciados que las sostienen,
pero que se han formulado ms que nada
sobre presunciones que an no han sido
evaluadas cientficamente para asegurar su
efectividad.
Por ltimo tambin se abre otra posibilidad de adaptacin que es la Polica Orientada a la Inteligencia, donde la recoleccin de
informacin delictual tiene por fin hacer
ms nfasis en los delincuentes que en los
delitos cometidos por stos.
Esto plantea el debate sobre la necesidad

de un mayor control sobre la actividad policial tambin, ya que no se trata de la reimplantacin de los sistemas de inteligencia
propios de los modelos tradicionales, sino
de investigar y hacer inteligencia sobre la
conducta delictiva (desde un punto de vista
criminolgico), ms que en la produccin
del delito.
El modelo de policiamiento Intelligence-Led Policing (o Policiamiento
Guiado por la Inteligencia) tiene su
origen en el Reino Unido debido a un
aumento del crimen durante la dcada
del 80 y principios de los 90, lo que provoc una mayor demanda de la ciudadana para mejorar la eficacia y eficiencia en las acciones policiales
Mediante las evaluaciones obtenidas
por el Ministerio del Interior y The Audit
Commission en el ao 1993, se reconoci que la polica gastaba demasiado
tiempo respondiendo al crimen y muy
poco tiempo apuntando a los delincuentes (VARELA JORQUERA, op. cit.).
Este modelo debe contar con tcticas (y
recursos) para poder poner en accin agentes encubiertos, contar con informantes,
realizar vigilancia de sospechosos, intercepcin de llamadas, seguimientos, y otras medidas basadas en tecnologa adecuada para

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Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD

el anlisis de informacin.
Cualquiera sea la modalidad que se adopte de polica comunitaria, hemos observado
que la principal caracterstica estriba en que
se asigna una gran cuota de discrecionalidad a los policas que trabajan en la calle,
por lo tanto exige una mayor descentralizacin del mando; lo que exige, de manera inexorable diramos, mayores condiciones ticas y formacin de los mismos con un conocimiento perfecto de los procedimientos,
para que de sta manera puedan contar con
las herramientas para discernir quien estar en mejores condiciones de abordar un
problema social y a quien derivarlo, o si cabe una solucin judicial, y evitar cometer
incumplimientos de tipo penal.
Tambin involucra tener adecuados procedimientos de control de la actividad policial individual.

EVOLUCIN DE LA REALIDAD
POLICIAL EN ARGENTINA
En cuanto a los modelos de gestin, la
evolucin en el pas no fue distinta a la que
se produjo en casi todo Latinoamrica durante gran parte del siglo XX.
La mayora de las policas respondieron a
un prototipo hegemnico y semi-militar con
una fuerte influencia del modelo profesional
y muchas de ellas conservaron los designios

de dicho imperio en su organizacin, su estructura centralizada, en sus rituales y protocolos marciales y principalmente en las
estrategias para realizar su labor, principalmente represiva ante el delito y por tanto
reactivas.
El advenimiento de la democracia en el
pas, trajo consigo ideas de reformas de algunas de las instituciones policiales. La mayora de ellas solapadas, porqu no, en la
excusa de mejorar la seguridad pblica y
ciudadana (que tambin sufra un deterioro
notorio en casi todas las provincias, principalmente en las mayores urbes del pas) pero principalmente tendientes a desmilitarizar su carcter y asumir el poder de su gobierno hasta ese entonces autnomo.
Estas reformas, partiendo de una observacin global de sus alcances conciernen a
los niveles estructurales de las instituciones
(lo normativo y lo organizacional) y con ambiciosas ideas de acometer en la cultura policial para docilizar y cambiar su imagen deteriorada tras los perodos de gobiernos militares, que debemos reconocer por una u
otra razn daaron el adjetivo policial.
En casi todos los casos, quienes llevaron
a cabo este tipo de reestructuracin policial
consideraron que para cambiar la imagen
policial slo tena gravitacin lo que la gente ve, tal por ejemplo, uniformes, smbolos
y otras representaciones similares, como

TEMAS LA REVISTA MS LEDA DE CIENCIAS FORENSES

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99

TEMAS

ocurri en la Polica de la Provincia de Bs.


As. durante la administracin del Ministro
Arslanin y que se grafica en una nota periodstica que dice:
Mediante tres resoluciones, Seguridad
defini el formato de las insignias del
nuevo escalafn nico y los uniformes de
todas las Policas de la Provincia. Los
uniformados tambin estrenarn emblemas Justifican los cambios a partir de
la necesidad de adaptarse al nuevo perfil
policial Hace poco, el ministro de Seguridad bonaerense Len Arslanin destac que a la Polica le cambiamos todo,
nombre, academia, escalafones, grado.
Ahora dio un paso ms, al modificar las
insignias, uniformes y emblemas de los
45 mil uniformados que hay en la provincia. Este ltimo cambio, que aunque
es de forma adquiere un valor simblico
especial para los integrantes de la fuerza (ARSLANIAN L. 2008).
Sin dudas que el camino del cambio no
iba en se sentido.
En el otro extremo de estas reformas, algunos autores con sus opiniones e investigaciones atacaban principios bsicos del ser
policial comparndolo con lo militar, sin
hacer aportes tiles en la misin esencial de

lo institucional y la forma de llevarlo a la


prctica, que es lo que estaba fallando (las
estrategias de seguridad pblica, las tcticas
urbanas, la disciplina, lo tico, etc.), sino que
estaban perfiladas en un desmedro de su
esencia histrica. Debemos reconocer a sta
altura, nos guste o no, que no todo lo heredado por nuestras policas en su devenir
evolutivo es pernicioso y algunas cosas deben subsistir. Pero muchas de stas opiniones las tornaban deleznables frente a la
necesidad palpable de un cambio de
orientacin, con un cierto grado de resentimiento.
Para Sofa Tiscornia, Las instituciones
policiales argentinas se estructuraron bajo el
modelo militarizado. As por ejemplo la idea
de guerra y del enemigo es un recurso utilizado en todas las actividades y operaciones
policiales... Segn esta autora, Otro rasgo
del modelo militar es el Estado Policial, que
adems de constituir un status jurdico, tiene
fuertes implicancias, sociales, culturales y
polticas y es uno de los presupuestos bsicos
sobre los que se asienta la identidad Policial... (TISCORNIA, S. 2000), y a partir de
dicha identidad nos dice Jos Mara Rico...Se configura el espritu de cuerpo, otro
rasgo comn con las prcticas militares... (RICO, J. M. 1998).
Con todo, podemos afirmar junto con San, que
casi todas las policas del
pas posean tradicionalmente
un
elemento
comn: La centralidad
que ocupaban en el diseo de las estrategias y acciones dirigidas a gestionar la seguridad urbana.
(SAIN, M. 2002).
Con esta necesidad ya evi-

100

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD

denciada de cambiar el modelo policial en la


Argentina, entre los aos 1987 y 1991 en la
Provincia de Buenos Aires, durante la gestin del gobernador Cafiero, podemos observar un ambicioso plan de reforma que
pretendi implementar el Ministro Luis
Brunatti, que intentaba, entre otras cosas,
ponerle freno y control a distintos actos de
corrupcin policial, algunos conocidos como
los casos de gatillo fcil y otros enmascarados tras elites de poder policial que ponan de manifiesto la necesidad de desbaratar pseudos-organizaciones internas no del
todo transparentes.
Pero hasta aqu las reformas intentadas,
tenan como fin cambiar la gestin semimilitar de sus organizaciones, atacando los
aparatos de poder que ejercan los propios
policas en el manejo de la seguridad, debido a la configuracin de las instituciones
que las hacan compartimentos cerrados
con muy poca ingerencia poltica en la especificacin de su propia autodeterminacin.
Ya a mitad la dcada de los 90 la crisis de
seguridad aument el debate sobre la necesidad de producir cambios en la gestin y
diseo de las polticas pblicas del sector; y
el aparato policial, como estaba constituido,
significaba siempre un escollo difcil de sortear por las razones ms arriba apuntadas
(la centralidad del poder). Se imponen entonces las propuestas de realizar serios
cambios en los mecanismos de gestin, estrategias y fundamentalmente en las bases
de las instituciones de seguridad.
Las razones de las reformas policiales
que se disean entonces son mltiples,
haciendo emerger lo que Pegoraro llama el
paradigma de la inseguridad, y las miradas
se centran en la organizacin que histricamente tuvo la funcin de prevencin y represin del delito. (PEGORARO, J. 1997,

SOZZO, 1999)
En la configuracin de este nuevo escenario, comenzaron a vislumbrarse en el campo
de las polticas pblicas diferentes iniciativas de reforma ms o menos ambiciosas de
las instituciones policiales, pero no se consider la problemtica de la seguridad como
un campo a gestionar mediante polticas
pblicas, sino que se contina delegando el
diseo y ejecucin de acciones en materia
operativa a manos de las instituciones policiales. (PALMIERI, G. 1998)
Otro factor que adquiere relevancia es el
avance decisivo hacia la consolidacin de la
democracia, que obliga a desmilitarizar a las
policas, a profesionalizar sus miembros y a
tomar conciencia de la potencial necesidad
de re-educacin de sus integrantes.
El diagnstico general, frente a ese paradigma de la inseguridad, encontraba diversas razones para proponer la modificacin
del modelo de gestin policial imperante en
muchas policas del pas y se centraba en
tpicos de contenido ms bien estructural
que en lo referido especficamente al problema mismo de la seguridad ciudadana.
Las policas, en la opinin de diversos autores, acusaban falencias en su funcionamiento que las tornaban extemporneas e
inadecuadas para un rgimen democrtico,
y algo de razn haba.
Muchas policas compartan y acusaban
en mayor o menor cuanta algunos de estos
problemas:
Un alto grado de militarizacin,
Autonoma institucional respecto del po-

der poltico,
El predominio de sus objetivos por sobre

las necesidades de la comunidad,


La existencia de elites de poder institu-

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101

TEMAS

cional,
Impunidad por muchas de sus acciones,
Falta de aplicacin cientfica y tecnolgica

en el manejo del problema criminal,


Estrategias de abordaje a los problemas

de seguridad fuera de contexto,


Resquebrajamiento de la disciplina,
Desprestigio pblico, etc.

A pesar de ello, algunos procesos de reforma, estuvieron principalmente determinados solo por buenas intenciones, con
una ausencia de investigacin previa, implementacin de programas sin fundamentacin emprica, traducido en acciones frgiles
en el tiempo y hasta contradictorias entre s.
As tenemos que a pesar de la existencia
de elementos que hacen a las experiencias
de reforma de la Polica de Buenos Aires y la
Polica de Santa F diferentes entre s, -nos
dice Palmieri- sobre la superficie aparecen
ciertos puntos de contacto que las hace
comparables. En ambas la implementacin
de la reforma no fue pacfica, pues se generaron rechazos de diversos actores, principalmente desde la misma polica. Sin embargo aunque los policas no ejercieron una influencia importante como oposicin, la ausencia de colaboracin rutinaria fue significando una corrosin a sus correspondientes
reformas. (PALMIERI, et. al. 2001).
La Provincia de Entre Ros tambin lanz
un plan de reforma hacia la concepcin de
polica comunitaria, a travs de un proyecto
presentado por el Comisario General Andrs
Valentn Mndez, Director de Institutos Policiales, el cual seala que la Polica Comunitaria es un modelo de polica que tiende a
mejorar la calidad de vida de la comunidad a
partir de un accionar plenamente integrado
al mbito social del que forma parte. Las ca-

102

ractersticas de ese espacio social conforman las demandas que van dando perfil a
dicha Polica.
Como fundamento de dicha reforma, se
menciona la existencia de una crisis de valores, que obliga a las organizaciones en
general y a la polica en particular, a modificar su estilo de gestin para atender en forma ms eficiente y eficaz las demandas comunitarias.
En cuanto a este ltimo punto, y en relacin con el polica como educador cvico,
destaca el Lic. Hctor Adn, en un trabajo
indito titulado El Problema de la Seguridad lo siguiente:
"...en una sociedad democrtica y moderna, el delito, el Polica es parte integrante del Conjunto de elementos sociales, y como tal, es o debera ser considerado como un agente profesional especializado en la defensa global de la calidad de vida de la colectividad. Desde
esta perspectiva constituye el vrtice de
la pirmide de autoproteccin social y
puede ser un generador de conciencia
cvica". (ADN, H., 2000)
Pero tambin aclara que para que esto
sea factible, debemos contar con una polica
que se gue con criterios de profesionalidad
y eficacia; que cuente con una formacin
permanente e idnea de sus miembros e
implante mecanismos innovadores de promocin profesional, entre otras consideraciones valiosas en cuanto a transformar la
estructura y la cultura policial. (ADN, H.,
op.cit.)
Atenindonos a estos conceptos, es que
debemos considerar la descripcin inicial
del proyecto para la Polica de Entre Ros,
como acotado al campo operativo y no se
vislumbra, an, una futura modificacin de
las estructuras y, por ende, de la cultura po-

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SEGURIDAD

licial imperante. Estos tipos de iniciativas


de reforma policial se encuadran en el enfoque ortodoxo difundido internacionalmente
sobre democratizacin policial, compuesto
por medidas de reforma culturalistas y legalistas (Shearing-Brogden, citados por
SOZZO, M. et. al. 2000).
Por eso es que en su oportunidad afirm
que
En la situacin actual, la mayora de
las instituciones policiales de Amrica
Latina se encuentran inmersas en profundos procesos de cambios. Todava no
existe un consenso claro y definido sobre
su razn de ser como organizaciones responsables del control formal del delito y
de contencin y solucin de los problemas sociales, y en algunos casos falta un
principio que delimite el papel que deben
cumplir en la sociedad (CUELLO VIDELA, O. op.cit.)
Por ello, es necesario establecer como lo
han dicho varios analistas, como el colombiano lvaro Camacho entre otros, que coinciden en cuestionar las polticas de seguridad que trazan algunos Estados, en las cuales pareciera que su preocupacin no fuera
tanto la seguridad de las personas, sino la
seguridad del propio Estado, incluso por en-

cima de los intereses de la ciudadana.


(CAMACHO, A. 2002)
Por lo tanto, hemos visto como las reformas que han operado en la mayora de las
policas argentinas, carecen de una orientacin inicial clara, que determine con certeza
cul es el rumbo concreto al que apuntan las
mismas, ms all de la desmilitarizacin que
hace falta profundizar, pero sin perder de
vista el elemento cultural que se pretende
cambiar, porque, debemos reconocerlo, para reformar la polica, lo primero que hay
que cambiar es la forma de pensar, y esto no
ha sido muy tenido en cuenta.
Muchos proyectos de reforma, adems,
quedaron en formulaciones y cambios superficiales, sin ahondar en aspectos crticos
de la administracin policial, lo que ha tornado los intentos no solo ineficaces, sino a
veces perniciosos porque han permitido
que subsistan; solapados porque no; esquemas de abordaje anticuados, que no han podido poner fin al problema delictual y criminal, por carecer de una visin que establezca ste como el fin esencial de la existencia
de las instituciones, ms all de su funcionamiento y organizacin interna que deber
adecuarse a ello.
Muchas instituciones persisten en con-

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103

TEMAS

servar sus viejos esquemas no slo por tradicin, sino porque no se han generado (ni
estudiado, ni planificado, ni pensado) nuevas alternativas y formulaciones serias que
permitan vislumbrar un cambio realmente
de avanzada en la constitucin de un modelo de gestin policial, y esto no concierne
solamente a sus miembros, sino ms bien se
podra atribuir a una anomia poltica por
indagar en cuestiones como las que tratamos en estas pginas.

marcha del modelo policial en Mendoza.

Muchos saben lo que hara falta hacer, pero casi nadie sabe cmo hacerlo, ni tampoco
se ha puesto a indagar en nuevas opciones
para enfrentar los problemas y las dificultades referentes a la seguridad ciudadana y la
organizacin de las instituciones de modo
tal de posibilitar un abanico de posibles soluciones, hoy inexistentes.

Marcelo Chves (2000), en su publicacin


sobre Polica en Naciones Unidas II. (El Modelo policial Hegemnico en Amrica Latina) hace un anlisis profundo sobre las causas que llevaron a las policas a adquirir estos rasgos: Un trabajo excepcional al que
remito para conocer los orgenes y causas
del Modelo Hegemnico en Latinoamrica y
sobre todo en Argentina. No entraremos en
el anlisis poltico y las causas de ello, sino
ms bien trataremos de describir una realidad orgnico-funcional de la Polica de
Mendoza, dejando de lado otros ribetes
histricos, no slo porque podra interpretarse como su justificacin, sino porque escapa a nuestro objeto de estudio. Pero es
preciso aclarar que muchos de los cambios
institucionales, obedecen a los cambios
polticos y culturales de la provincia a lo largo de su historia.

EVOLUCION DEL MODELO


POLICIAL EN MENDOZA
Porque la experiencia ha acreditado que
nada de lo que se manda en este pueblo se
lleva a debido efecto, unas veces por desidia y
otras veces por falta de vigilancia, se ha formado una partida de cuatro soldados a las
rdenes del Teniente Alguacil Don Fernando
Luna, para que se haga cumplir todo cuando
se ordena en este bando
Con estas palabras el 20 de Octubre de
1810 el Coronel Dn. Jos Moldes, Teniente
Gobernador de Mendoza dicta un bando
donde tipifica conductas ciudadanas que
considera infracciones y designa funcionarios para encargarse del cuidado del orden
pblico dando nacimiento a nuestra Polica.
Doscientos aos de evolucin no podran
ser sintetizadas en estas breves pginas, pero intentaremos mostrar al lector, en apretada sntesis, una brevsima semblanza de la
104

En nuestro pas durante dcadas, y casi


sin excepcin el modelo hegemnico fue
adoptado (o impuesto) en casi todas las
provincias. Podramos afirmar, en este marco, que debido a su devenir histrico, casi
todas las policas de Amrica Latina con
muy raras excepciones- nacieron y evolucionaron sobre la base de estructuras centralistas, con una organizacin similar a la
de los ejrcitos.

No obstante, digamos que la mayora de


las policas coincidan en su organizacin,
casi todas dependientes de un nico mando,
con una plana mayor y el monopolio de las
funciones preventivas y represivas del delito; aunque en su intimidad estaban ms
preocupadas por el orden interno que por
los problemas sociales, y si los haba, la idea
del enemigo, del delincuente al que haba
que combatir, siempre era predominante.
Luego de la Declaracin de la Indepen-

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SEGURIDAD

dencia, por imperio de una Ley sin nmero


(de la Honorable Sala de Representantes) el
8 de Julio de 1824 la Polica de Mendoza
pas a depender del Poder Ejecutivo comenzando una vida institucional de carcter
autnomo.
En 1900, con la firma de Francisco Civit Presidente del Senado- y L Montbrum
Secretario- se dicta la Ley 168 Cdigo de Polica, el que establece: La organizacin policial, las reglas generales de disciplina, los
regimenes de administracin del personal y
rgimen interno. Ya la polica adquira un
carcter disciplinado pero con una orientacin urbana muy marcada. Los servicios de
parada y el sargento de recorrida eran instituciones que identificaban un comportamiento con la sociedad y que tenda al mantenimiento del orden pblico a travs de la
vigilancia y el conocimiento de los vecinos.
La Polica marcaba presencia en las calles
para prevenir las conductas delictivas e inmorales, proteger a los necesitados y llevar
tranquilidad a la poblacin.
El Reglamento General de Polica de 1945
consolid una estructura ms vertical de
cargos y su graduacin, tomando para ello

el modelo militar y determinando los derechos y obligaciones del personal policial, estableciendo el perfil que el polica deba tener para poder ingresar y permanecer en
las filas de la institucin.
En Octubre de 1954, se sanciona la Ley
2.352/54 que establece que es una institucin de carcter civil, que ejercer funciones
de tipo administrativas y judiciales para garantizar el orden, la seguridad y la moral
pblica y como auxiliar de la justicia.
Esta Ley marca la diferencia entre Jefes
superiores, oficiales jefes, oficiales subalternos, personal de suboficiales y la tropa, comienza a generarse una tendencia a la ideologa castrense, que se consolida en 1963
cuando el Decreto 3.548 en su artculo 1
establece La polica de la provincia tiene
el carcter de institucin semi-militarizada,
en lo que respecta a la organizacin y disciplina de sus cuadros, sin que esto importe
considerarla como parte integrante de las
fuerzas armadas de la Nacin
Entre las dcadas del 50 y los 80, se promulgaron distintas de leyes y resoluciones
que la conceptualizan como un organismo
semi-militarizado, que segn el ex Jefe de

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105

TEMAS

Polica Comisario General (R.) Lic. Carlos


Marcos, es a partir de este perodo en que se
consolida y perfecciona el patrn estructural-funcional legado, transformndose en la
base de los cambios orgnicos que sobrevivieron a partir de los 70 y que en esencia,
mantuvieron los caracteres de la polica
histrica, cuyos precedentes jurdicos fueron el Cdigo de Polica de 1900 y el
Reglamento General de Polica de 1945,
que recogen los aportes del siglo XIX en materia de organizacin policial. La Ley
2.352/54, el Decreto 5.036/57, el DecretoLey 3.548/63, la Ley 3.677/70, la Ley
3.849/72, las Resoluciones 218/77, 283/78,
la Ley 4.697/82 y la Ley 4.747/83, adems
de otras disposiciones, proyectos e intenciones, y que indican con claridad meridiana el
trayecto de la organizacin policial en ms
de tres dcadas... (MARCOS, C. 1992).
Sin dudas, aun mantenindose dentro del
modelo hegemnico, los policas estaban
enamorados del sistema semi-militarizado,
porque categorizaba mejor su estructura y
les daba cierto potencial interno en el manejo del personal. Entre tanto, histricamente
la polica estuvo al mando de militares (en
actividad o retiro), de manera excepcional a
cargo de polticos y finalmente sobre todo a
partir de los 80 sus propios hombres en actividad la condujeron.
El Comisario General (R.) Eduardo Enrique Olgun Escudero, nos dice que
a partir de 1.972 se produce un importante hito en el campo del derecho
positivo policial, trado de la mano de la
Ley N 3.849 del Personal Policial, que
por primera vez en la historia institucional produce una clara separacin
entre el derecho orgnico y el derecho
del personal policial. A partir de ese momento la organizacin policial recono-

106

ci esos dos campos del derecho interno, que no slo contribuyeron al mejor
entendimiento, sino que posibilit la
aplicacin de una ms clara y genuina
tcnica legislativa. Los asuntos relacionados con la organizacin, misin y
funcionamiento policial quedaron del
lado del derecho orgnico, mientras
que aquellos temas relativos a los derechos y deberes, pasaron a integrar la
rama del derecho del personal (OLGUIN, E. 2010)
La polica se rega por un sistema de incorporacin y formacin que marcaba diferencias entre los oficiales y el resto del personal subalterno, incluso con diferentes escuelas de formacin, (La Escuela de Cadetes
y La Escuela de Suboficiales y Agentes) tal
como es en los ejrcitos.
Lo mismo ocurri con el sistema de pases
y ascensos que eran dispuestos por los altos
mandos a travs de juntas y; como afirmbamos respecto de la tendencia nacional;
ms perfilada a atender los requerimientos
de la estructura de mandos y las necesidades funcionales, que los problemas sociales.
A partir de la sancin de la ley 4.697/82
la Polica de Mendoza se convirti en la
primera organizacin policial del pas en
apartarse decididamente del modelo de base
militar impuesto por el Consejo Nacional de
Seguridad Interior dependiente del Ministerio del Interior de la Repblica Argentina (OLGUIN, E. op.cit)
No obstante estas afirmaciones, para su
funcionamiento interno la polica conserva
una base disciplinaria cuasi-militar con los
rituales propios de una disciplina de este
tipo, estableciendo la Ley 4.747/83 un escrupuloso rgimen procesal administrativo
que garantiza el debido proceso y un rgimen disciplinario claro, que no deja dudas

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SEGURIDAD

en cuanto al tipo administrativo, es decir


establece de manera explcita qu actos
constituyen faltas y qu sancin especfica
le cabe a las mismas. Se consolida un patrn
disciplinario estricto, pero que igualmente
garantiza la debida defensa al reducir la discrecionalidad administrativa para sancionar
y esto es base para una doctrina propia en
materia disciplinaria.
Este modelo, a mediados de los 90 entr
en decadencia y se genera un nuevo arquetipo tendiente a la democratizacin del modelo policial imperante. Creemos que las razones estn a la luz de una realidad inmediata que no solo era mendocina.
En otras palabras, el modelo policial
existente, sustentado en la concepcin
de defensa del orden pblico estatal
frente a un enemigo interno, fue puesto
en cuestin por la emergencia de las
nuevas visiones provenientes del retorno
a la democracia vinculados al sentido de
ciudadana: derechos y deberes. Por eso,
los nuevos gobiernos que nacieron de la
votacin popular plantearon nuevas relaciones con la polica y formularon
tambin un nuevo concepto de la misma
sustentado en la desmilitarizacin y el
control de la violencia hacia la poblacin (CARRION, M.F. 2007)
La institucin policial de la Provincia de
Mendoza no estuvo ajena del todo a sta
realidad que junto con algunos episodios de
corrupcin, dejaron al descubierto las fallas
del sistema.
Adems de ello, nuestra polica nunca estuvo ajena a la influencia de los modelos racional-burocrtico y el profesional, producindose una amalgama de caractersticas
que la identificaron como una organizacin
rgida hacia adentro, con escaso poder discrecional, con macro-estructuras de control

interno que fueron creciendo paulatinamente; por ejemplo la Oficina de Planeamiento que dependa de la Jefatura pas a
ser una Direccin y con el tiempo una Direccin General.
Hasta 1998 la polica se organizaba a
travs de una Jefatura y Subjefatura de Polica, en orden descendente las Unidades Regionales (Gran Mendoza, Maip-Lujan, Valle
de Uco, Zona Este y Zona Sur) cada una de
ellas con lo que se denomin Unidades de
Orden Pblico (comisaras, subcomisaras y
destacamentos), mientras que el resto de la
organizacin dependa de las Direcciones
Generales de Servicios Especiales y Apoyo
Operativo y de ellas las direcciones, departamentos, divisiones, secciones y oficinas.
La estructura piramidal de mando se perfecciona en esta organizacin y a las Unidades Regionales y Direcciones Generales le
corresponda un comisario general, a las Direcciones los comisarios mayores, a los Departamentos y reas los comisarios inspectores, a las Divisiones, Cuerpos y Comisaras
los comisarios, las Secciones y Destacamentos a los principales y as en orden descendente, afianzndose el concepto militar de
la cadena de mandos.
Aunque la unidad de mando, debemos
reconocerlo, constituye un principio elemental de la estrategia (como disciplina),
con estas palabras defina la cadena de
mando y el principio de unidad de mando
Wilson en su libro la Administracin de la
Polica, estableciendo como mxima que por
sobre las necesidades reales estaba la satisfaccin de un sistema vertical:
Hay que adherirse al principio de unidad de mando y fijar lmites razonables
al alcance de la autoridad de cada quien.
Se fija la responsabilidad sin lugar a dudas y se delega la autoridad proporcio-

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107

TEMAS

nada. Se asegura la supervisin, y todos


debern rendir cuentas del uso que
hagan de su autoridad En la prctica podr parecer que la aplicacin de algunos principios administrativos estorba
en vez de ayudar en el desempeo de las
labores policacas. El adherirse a las lneas de autoridad oficialmente establecidas
parece causar demoras innecesarias; el
sistema de mando y supervisin parece
ser indebidamente complicado y estorboso. El deseo de cumplir tienta a cortar
por atajos, violando el principio de unidad de mando, pero de ello resultan fricciones (WILSON, O. 1950)
Wilson refleja en estas afirmaciones, que
an cuando cortar atajos pueda ser til y
provechoso a los fines instituciones (el orden pblico y la paz social) estn por sobre
el mismo la satisfaccin de las exigencias del
sistema. Es decir se crea la idea que satisfechas las exigencias del sistema, los resultados constituyen un aspecto secundario de la
labor.
La polica responde a los modelos
hegemnico y el semi-militarizado y se per-

108

fecciona en muchos aspectos tomando elementos del modelo profesional al que aspira. La burocracia interna se pule y completa,
pero no se tecnifica y adopta la morfologa
de la correspondencia militar al igual que la
redaccin de los escritos policiales. Lo que
an hoy en da puede verificarse sin cambios. Y esto colabora al anquilosamiento de
los procesos y satisface sin ninguna duda
los requerimientos del sistema ideado por
Wilson, la burocracia por sobre cualquier
otra cosa.
El crecimiento hacia adentro fue mucho
ms evidente que su respuesta encaminada
a crear estructuras encargadas de cuidar el
orden pblico. Un vistazo a la Ley 4.697/82,
con casi medio centenar de organigramas
da una idea muy clara de su tendencia al
perfeccionismo organizacional y de sistema
auto-suficiente.
Para satisfacer la vorgine burocrtica de
stos organismos poco personal queda para
los servicios de polica en las calles, los oficiales (con ms estudios) se vuelcan a las
tareas de oficina para garantizar la eficiencia administrativa interna; los pocos que

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SEGURIDAD

trabajan en las guardias, deben cumplir tareas de protocolo judicial (recibir denuncias, completar la investigacin preliminar,
etc.), con muy poca ingerencia en las tareas
de prevencin, que es mbito de la tropa.
Las tareas de calle no eran para los oficiales, que se preparaban para la conduccin.
Esto significa que los policas que reciban ms preparacin estaban al servicio de
la institucin ms que de la ciudadana. Se
afianza la idea del enemigo en cuanto al
concepto de la lucha contra el delito. Esto
signific, durante muchos aos, que el delito, como fenmeno social, no fuese estudiado en su etiologa desde un punto de vista
criminolgico, sino que siempre se intent
atacar sus consecuencias (cuestiones que
an subsisten).
Nacen as y se conservan an en la actualidad en las tcticas policiales las ideas de
combate urbano, los mega-operativos y
otros conceptos similares, siempre imbuidos de una simbolizacin y representacin
de la lucha por el uso de la fuerza o por imposicin de la autoridad, por la amenaza del
uso de la fuerza y el control sobre la poblacin con una presencia policial casi amenazante ms que protectora.
En ste panorama el rgimen del personal policial de la Ley 4.747/83 y el rgimen
orgnico establecido por la Ley 4.697/82 se
mantuvieron hasta el ao 1998 cuando a
raz de diversos hechos de corte coyuntural,
se dispuso la reforma del Sistema de Seguridad Pblica que se consolid en las Leyes
6.721/99 y 6.722/99 y las ya mencionadas.

miento de que el tema no es slo una


cuestin policial sino la modificacin de
todo un sistema... El primer paso para
iniciar el proceso de cambio consisti en
el reconocimiento por parte del gobierno de que el sistema policial vigente durante el presente siglo se encontraba en
un estado de agotamiento e ineficacia
para atender la problemtica de seguridad De esta manera el Dr. Alejandro
Cazabn conceptualizaba con claridad
cul era el fundamento de la reforma y
su objeto tambin comprendimos que
deberamos partir de un concepto fundamental y fundante de la nueva etapa
en la historia de la Provincia de Mendoza como es que el poder civil asumiera
la conduccin, control y planificacin
del sistema policial (CAZABAN, A.
1999).
Destaca el autor de la reforma A partir
de este cambio estructural, en la relacin entre la sociedad civil, el gobierno y la polica,
comenzaron diversas y profundas acciones de
cambio tendientes a profesionalizar, jerarquizar y capacitar a nuestra polica, pero
fundamentalmente lograr la incorporacin
de valores tendientes a una democratizacin
de la misma (CAZABAN. op.cit.)
Aunque en lo profundo de la reforma el
problema de la seguridad esta en un segun-

Segn el designado flamante Ministro de


Seguridad, este proceso de reforma:
surgi de la necesidad de modificar
una realidad crtica en materia de seguridad en la provincia y del reconoci-

Alejandro Cazaban, ex-Ministro de Seguridad en


Mendoza

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109

TEMAS

do o tercer plano, la reforma incluye un concepto novedoso: La Polica deja de depender


del Ministerio de Gobierno y se crea el Ministerio de Justicia y Seguridad, con las Subsecretaras de Justicia, de Seguridad y de Relaciones con la Comunidad.
Las Direcciones Generales (tres) desaparecen. Se eliminan, aunque no definitivamente los mecanismos de inteligencia, con
la disolucin de la direccin informaciones
(D-2).
Se crean la Direccin Seguridad y la Unidad de Enlace, El nombre de Cuerpos Especiales reemplaza a la vieja infantera y las
unidades regionales pasan a denominarse
Policas Distritales de Seguridad, pero esto
slo fue un cambio de nombre, nada trascendente o que tuviera relevancia alguna en
la organizacin.
Las Policas de la Provincia pasan a ser
instituciones civiles, armadas, jerarquizadas, y con carcter profesional, depositarias de la fuerza pblica por delegacin
del Estado provincial (Artculo 2 de la
Ley 6722/99), concepto este que ms adelante analizaremos en profundidad por
cuanto constituye la piedra angular de la reforma en cuanto al modelo que se adopt
para llevar a cabo la misma.
Bomberos pas a depender de Defensa
Civil pero en la rbita de la Subsecretara de
Seguridad, lo mismo que la Direccin
Trnsito pas a denominarse Polica Vial
(otro de los cambios de nombre de Cazabn
que no tuvo ningn fin ni sentido prctico).
El resto de las Jefaturas Distritales dependen de la Direccin de Seguridad, y se cambia la denominacin de Polica de Mendoza
por Las Policas de la Provincia. Todos estos cambios carentes de planificacin estructural, determinaron que la polica siguiera funcionando exactamente igual pero
110

estrenando nombres nuevos y en este


sentido tal reforma tiene muchos puntos en
comn con la de Arslanian en Buenos Aires.
Se pens que cambiando los nombres de las
dependencias iba a cambiar la polica.
Se crea la Inspeccin General de Seguridad para la investigacin de situaciones internas.
La verdadera reforma estaba en la existencia de una Subsecretara de Relaciones
con la Comunidad, ms los Programas de:
Participacin Comunitaria para la Seguridad Pblica, Para la Promocin de la Seguridad Pblica, Atencin a la Vctima, de Prevencin y Atencin del Maltrato Infantil,
Parlamento Joven, Mediacin Social y Comunitaria, entre otros; la Creacin del Consejo de Poltica de Seguridad Pblica, el Sistema de Informacin de Seguridad Pblica,
etc., que daban la impresin de que haba
una intencin de crear una polica orientada
a la comunidad.
Tambin en los inicios de la reforma y
hasta nuestros das se comienza a exigir a
los comisarios que fomentaran y participaran en reuniones vecinales para conocer los
problemas de la gente, pero no se les da ni
la libertad ni los recursos para solucionarlos.
Todos los signos iniciales de la reforma
de 1998, parecen orientarse con una marcada inclinacin hacia una polica de carcter
comunitario. El sistema se completa con
una serie de actores extra-policiales que
marcan an ms esa tendencia: Se crean el
Consejo Provincia de Seguridad Pblica y la
Comisin Bicameral de Seguridad Pblica;
los Consejos de Seguridad Departamentales,
los Foros Vecinales de Seguridad y los Coordinadores de Seguridad, conforme lo estipula claramente la Ley 6721/99, aunque estos
tres ltimos nunca llegaron a funcionar en

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SEGURIDAD

todo el territorio provincial y los que lo


hicieron tuvieron una existencia efmera. Se
redact una ley muy prometedora pero
ningn gobierno (hasta la actualidad) tuvo
la capacidad de ejecutarla.
Pero frente a estas acciones la legislacin
define a la polica como una institucin de
carcter profesional (vase el modelo
profesional en pgina 87), lo cual no deja
claro cul es el modelo que se va a seguir.
Esto implica que el modelo anterior (semimilitar, con resabios hegemnicos y tendientes a lo profesional) subsistiera y an persista y se perfeccione. Y aunque se pretende
desmilitarizar la polica modificando el rgimen disciplinario, se mantienen costumbres
y aspectos propios de instituciones semimilitarizadas, y como ejemplo se cita el rasgo ms vvido de un modelo militarizado
que establece esta nueva Ley tal es la gran
divisin entre personal superior y personal
subalterno, se cre luego un rgimen de
ingreso diferencial para unos y otros (al crearse la figura del auxiliar) y mecanismos de

formacin en cuanto a duracin y contenidos que marcan una diferencia, y que an


cuando su formacin se da en un mismo
edificio y en un nico Instituto (el I.U.S.P.
Instituto Universitario de Seguridad Pblica), la preparacin es distinta: Unos se capacitan para mandar y los otros se preparan
para obedecer.
A pesar de las intenciones, el desconocimiento de lo que es la polica y cmo funciona por parte de los autores de la reforma
hace que se contine impartiendo y asignando roles distintos al persona superior y
subalterno, lo que no se compadece con la
problemtica y fin de la institucin en esos
momentos (an hoy en da); como si unos
atendieran los problemas mayores y otros
los menores, cuando cualquiera sabe que
los problemas de la gente generalmente los
atienden en primer instancia aquellos que la
ley define como personal subalterno que
son los que menos formacin reciben. Esto
deja claro que el problema no era la seguridad, el problema era la polica.

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111

TEMAS

Desde el inicio de esta reforma, paradjica e inexplicablemente, los mecanismos para dar seguridad a los mendocinos se asemejan an ms a los utilizados en pocas
nefastas de nuestra historia y el Gobernador
Lafalla, en la persona de su Ministro Cazabn emula los procedimientos de la dictadura militar. Los Cuerpos Especiales (la vieja infantera destinada a mantener a raya a
la ciudadana) se potencia an ms con mayor asignacin de recursos y el propio autor
de la reforma, el Dr. Alejandro Cazabn, en
la pgina 53 de su Informe de Gestin de
1999, cita cmo se realizaron 16 megaoperativos y que 72.897 mendocinos fueron
privados
de
su
libertad
(aprehendidos) por antecedentes y medios de vida (CAZABAN, A. op. cit.). Todo un
rcord histrico de abuso que no se compadece con una verdadera polica comunitaria
ni con un pas en democracia. Y esta tendencia, sta ideologa represora constituye su
caballo de batalla, que a la postre ha devenido en un fracaso de casi dos dcadas.
Transcribo aqu un pasaje de la entrevista
que Norma Pimienta en ocasin de su investigacin sobre seguridad le hiciera al Comisario General (R.) Oscar Arbona, quien dice:
Estamos enamorados de este modelo
militar: en la actualidad veo polticos y
policas entusiasmados con los cuerpos
especiales; hay un sector de la polica
que se viste como militares, tiene un estilo militar y ceremonias guerreras como
los militares. Y parece que esto a la sociedad la atemoriza. Mientras tanto, la
realidad mundial y acadmica habla de
otro paradigma central: de la polica comunitaria, de la polica de proximidad, y
no de la polica reactiva, con cascos y
boinas y con gestos y expresiones duras (PIMIENTA, N. 2008)

112

Sin dudas, la redaccin de las leyes que


acompaaron la reforma del 98 tenan un
ideal de cambiar el modelo policial, pero no
lo hicieron, sino que al contrario, reafirmaron un carcter que ya a principios de esa
dcada estaba desapareciendo en casi todos
los pases desarrollados, y que fue precisamente uno de los desencadenantes (entre
otros motivos) de denominada la rebelin
policial cuando cientos de policas se congregaron en la Legislatura Provincial a exigir un cambio de rumbo. Muchos perciban
que el modelo en marcha estaba ms que
desgastado, principalmente los policas que
reclamaban (entre otras cosas) cambios en
la gestin y en su propia seguridad, sin embargo nadie atendi ese reclamo y el mismo
se interpret como un ataque a las instituciones polticas.
Y aunque a esta circunstancia se sumara
un porcentaje de policas corruptos, con
ideas y acciones desajustadas (hay que reconocerlo, pero que no alcanzaba al 3% del
grueso de la fuerza), fue una buena oportunidad para... volver atrs. Se reform la ley
y se cre una polica profesional.
Esto podr ser defendido por algunos como un error de redaccin, posiblemente,
pero luego de todos estos aos nadie lo subsan, nadie se percat del gravsimo error;
suponemos por eso que no hay voluntad real de cambiar esta realidad o simplemente
no lo saben. No es un detalle menor. La po-

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SEGURIDAD

lica sigue respondiendo a


los designios del modelo profesional ideado por Wilson y
aorando su carcter semimilitarizado. La estructura
orgnica de grueso de la polica sigue intacta a pesar de
la derogacin de la ley
4.697/82, los mecanismos
internos y los regmenes del
personal sufrieron unas pocas modificaciones y lo ms
grave, en el contexto general,
supusieron un retroceso para el recurso humano ms que un avance
como se esperaba, porque se trastocaron
valores doctrinarios esenciales y los ascensos y traslados lejos estaban de respetar un
orden prioritario de beneficio comunitario,
y la polica se empez a politizar ms de lo
debido.
La idea de polica comunitaria se diluy
en el tiempo y la polica ni siquiera es del
todo profesional, se hizo ms hegemnica
que nunca; donde el amiguismo y el favoritismo eclips a los policas que obtuvieron
su ttulo universitario, a quienes nunca se
les pidi un estudio ni un consejo ni se
aprovech lo que estudiaron en beneficio de
la ciudadana.
Alberto Montbrun, citando a Trojanowicz
y Bouqueroux, (1994) sealan como principios fundamentales de una polica comunitaria los siguientes:
Una filosofa y una estrategia organizacional: La polica comunitaria implica una
base filosfica de cmo deber ser y actuar la
polica, base marcadamente distinta a la tradicional; pero, adems, desarrolla y explica
los concretos mecanismos y herramientas para que esa filosofa pueda ser llevada a la
prctica cotidiana del polica ms adelan-

te acota El modelo mental de los decisores


pblicos parece ser el siguiente: el modelo
de seguridad y polica tradicional est en crisis, pero nosotros podemos mejorarlo y
hacerlo andar bien (MONTBRUN, A.
2002).
La idea de profesionalizar la polica (con
la titulacin de sus hombres en carreras de
pre-grado y de grado) no ha implicado concretamente un avance en materia de seguridad pblica y ciudadana, sino ms bien
apunta a la exquisitez y refinamiento hacia
la satisfaccin del propio sistema; la percepcin general y la realidad lo vienen demostrando: Mendoza en estos aos pas a ser
una provincia insegura. Los hombres y mujeres que a diario trabajan en la calle, con la
gente y sus problemas son los que menos
capacitacin recibieron y los auxiliares que
ya tienen casi 15 aos de antigedad a duras penas asisten una vez al ao a un programa de tiro y eventualmente hacen actividad fsica. Slo algunos se costean sus estudios para poder progresar. La capacitacin,
una verdadera capacitacin policial, no ha
existido en todo ese tiempo.
La estructura orgnica y la cadena de
mandos se mantienen idnticas a la exis-

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113

TEMAS

tente antes de la reforma (como si de un organismo militar se tratase) y el crecimiento


innecesario y no planificado de la estructura
policial con la creacin de nuevas comisaras, destacamentos y otras dependencias
(como la polica rural, polica turstica, inteligencia criminal, unidades especiales de patrullaje, la unidad motorizada y la unidad
motorizada y ciclstica de accin rpida, entre otros) no han satisfecho las demandas
sociales.

guir siendo.

El modelo profesional, decamos, requiere y exige cada vez ms recursos, siempre


inalcanzables, y las actividades de reaccin
obligan a destinar gran parte del presupuesto en comunicaciones y vehculos que son
consumidos cada vez ms y ms por una
vorgine delictual que parece imparable. El
presupuesto provincial en seguridad desde
la reforma y en diez aos creci ms de un
mil por ciento (diez veces ms). (PERALTA,
D. 2010).

Tal como el modelo profesional lo exige,


los desfases entre la actividad policial encaminada a controlar la seguridad y la actividad delictiva, obligan a crear ms y ms comisaras y destacamentos, para poner una
pequea central de polica en cada barrio
que tiene un problema de seguridad sin que
ello implique una solucin de fondo.

La realidad nos muestra que el crecimiento fue mayor an que la inflacin. Por ejemplo el presupuesto en 1998 era de aproximadamente ochenta millones de pesos, y en
el ao 2012, el Gobernador Prez, de los casi
veinte mil millones del presupuesto provincial, destin algo ms de mil ciento setenta
millones ($ 1.171.798.260) al Ministerio de
Seguridad. (FIOCHETTA, L. 2012)
En el ao 2004, el presupuesto del Ministerio de Justicia y Seguridad era de $
214.086.616, de los cuales $ 136.152.525
estaban destinados a la Direccin de Seguridad, $ 14.371.789 a la Direccin Investigaciones, $ 9.870.127 a la Polica Vial y $
28.832.677 al Servicio Penitenciario y $
93.271 a la Direccin de Participacin Comunitaria, segn datos de la Oficina Anticorrupcin de la Nacin. (ZLOTOLOW, A., et. al.
2004), y la cifra continu creciendo y as se-

114

Menos recursos se destinan al estudio de


las problemticas sociales, a la verdadera
participacin comunitaria y casi ninguno a
la investigacin criminolgica, la incorporacin de recursos de software informtico
que la hagan gil en el control del crimen no
existe prcticamente y los recursos tecnolgicos de ltima generacin adquiridos no
son aprovechados ni al diez por ciento de su
utilidad por falta de visin y sentido comn.

En una entrevista al Dr. Alejandro Poquet


(ex subsecretario de Justicia, del Ministerio
de Seguridad) del Diario Correveidile,
(Chacras de Coria) asever lo siguiente:
...Es que no tenemos un diagnstico sobre la criminalidad, ni sobre la sensacin
de inseguridad, ni sobre los recursos de
que disponemos para hacer frente al delito....Si no se tiene un verdadero diagnstico no se sabe qu es lo que pasa y
lo que termina sucediendo es que se responde segn dogmas o tradiciones de
hacen cien aos y es de lgica elemental
que uno va actuando en base a lo que
est sucediendo. Es muy grave que una
estructura organizativa funcione en base a otro momento histrico, ninguna
persona actuara as en su empresa o en
su casa....Cambias las normas pero se
sigue actuando de la misma manera que
se haca antes, con el otro sistema...Programas como polica a mano
responden a necesidades propagandsti-

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SEGURIDAD

cas o a un plan operativo?: Es difcil evaluar las experiencias del gobierno si no


te permiten una total ingerencia porque
no hay informacin, pero por lo que se
ha podido recabar sobre este programa
se puede decir que uno se entusiasma
con experiencias comparadas como las
de polica comunitaria, de proximidad o
a mano, pero hay que tener en claro
cmo son esas experiencias, cmo se estructuran y cmo polticamente se dirigen. Porque lo que tenemos es una polica no capacitada, desprofesionalizada,
sin las destrezas necesarias para resolver o evitar un conflicto social. (GUEVARA, M. 2006)
Y contina diciendo en relacin a la reforma en Mendoza
...En 1998 se sentaron las bases, algunos
creyeron que ya era suficiente y se amesent. Y cuando esto ocurre hay un retroceso, la realidad pas por encima, se multiplicaron los delitos (algunos cometidos
por los delincuentes y otros por fallas estructuradas en el sistema). Se ven conductas errticas, los funcionarios de turno estn preocupados porque la inseguridad no se desborde y los que estn ocasionalmente en la oposicin no estn consustanciados con los principios de la reforma.... (GUEVARA, M. op.cit.)
Por lo tanto, el carcter profesional de la
polica de los aos 70 lejos est de superarse, sino que en los ltimos aos se afianz
solapadamente. Si a esto le sumamos la insistencia casi caprichosa de torcer sus cimientos a una polica comunitaria, sin modificar la estructura y la cultura, la fractura
se hace sentir como un movimiento de cizalla especficamente sobre el perfil de la institucin y de sus hombres que an se encuentra indefinido.

EL PERFIL POLICIAL ACTUAL


Idealmente (de una manera imaginaria o
ilusoria) el Sistema Provincia de Seguridad
Pblica, arranca con una directriz que avanza a tientas sobre un modelo de polica comunitario, pero que paulatinamente fue
perdiendo fuerza.
Los Consejos de Seguridad Departamentales, los Foros Vecinales de Seguridad (en
aquellos casos en que llegaron a funcionar)
dejaron de tener protagonismo y dieron
muestras de cmo se fue apagando ese ideal
comunitario y muy pocos coordinadores de
seguridad llegaron a nombrarse en todo el
territorio provincial.
Excepto algunos cambios que slo involucraron los nombres de las grandes dependencias, la polica en cuanto a su organizacin continu como antes.
Se produjo entonces lo que Melossi ha
calificado como la perspectiva del jurista
ingenuo: ...La del hombre de derecho que
cree que los problemas sociales, econmicos y
polticos y los propios problemas del ordenamiento jurdico, pueden ser resueltos mediante un cambio legislativo... (MELOSSI. 1996).
Si bien es cierto el modelo policial actual
es de corte profesional sin ninguna duda,
con muchos matices del semi-militar, el perfil institucional es incierto o por lo menos
causa cierta fluctuacin en el desarrollo institucional, tratar de explicar porqu.
De un modo incomprensible el debilitamiento inicial de ste modelo; el primer
gran golpe a las cimientes de su fundacin;
lo constituye la misma ley que se dict a
esos fines: La Ley de Policas de la Provincia
de Mendoza 6722/99. Es difcil de entender.
Toda la organizacin del nuevo Ministerio
apuntaba a la constitucin de una polica
comunitaria, y se defini a las policas como

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115

TEMAS

instituciones de carcter profesional. Nace


la primera gran incertidumbre Hacia dnde
vamos? El modelo y el perfil de la institucin
sufren un ssmico trastorno.
A pesar de los pocos cambios estructurales, en materia de recursos humanos dicha
reforma hizo nfasis en lo referente a capacitacin y entrenamiento de los efectivos,
consolidndose la creacin del Instituto Universitario de Seguridad Pblica, y la desaparicin de toda otra estructura de educacin
policial; esto es la Escuela de Cadetes, Escuela de Suboficiales y Agentes, la Escuela
Superior y la Direccin Instruccin.
(CAZABAN, A. op. cit.)
Para cubrir este vaco se cre el Centro de
Adiestramiento Tctico Policial, que no obstante su enftico lanzamiento fue perdiendo
fuerza paulatinamente en el sentido y con
las estructuras fsicas que fue creado el 13
de Agosto de 1999 con sus instalaciones en
la Base Cndor. Hoy lentamente est cobrando fuerzas nuevamente en pequeas
estructuras de re-entrenamiento policial.
Pero en el fondo se eclips la preparacin
tcnico-prctica del capital humano por una
prctica de tiro. El aprendizaje de los usos y
rutinas propios de los policas se dejaron
librados a la propia experiencia y al juego
del ensayo y error en las tareas cotidianas.
Hoy los instructores del C.A.Tac.Pol visten
uniformes color verde mimetizado, transmitiendo un mensaje subliminal, afianzando el
concepto de polica semi-militarizada, junto
con muchos otros policas que tambin usan
uniformes al mejor estilo comando sin serlo
precisamente, como la Polica Rural por
ejemplo.
En el rea de incorporaciones se realiz
un proceso de revisin de los requisitos solicitados para el ingreso al cuerpo policial basado en el anlisis de los puestos de trabajo

116

y los perfiles profesionales. Para tal efecto


se elabor un circuito o secuencia para la
seleccin en el que intervienen los departamentos de Personal, Capacitacin y Desarrollo Organizacional y asistencia laboral,
buscando cambios tendientes a optimizar
el recurso humano, evitando de ste modo
prdidas irreparables de tiempo y dinero... (CAZABAN, A. op. cit.), pero se dej de
lado el aspecto ms valioso del polica, el
Deontolgico. Las encuestas sobre vida y
costumbres de sus postulantes, con visitas a
sus domicilios y la indagacin de sus relaciones sociales fueron abandonadas, permitiendo el ingreso de personas vinculadas o
relacionadas con otras de mal vivir o dudosa moralidad en algunos casos puntuales.
Afortunadamente esa tendencia se est revirtiendo poco a poco.
Por otro lado, no obstante algunos intentos importantes en los aspectos de relaciones con la comunidad, orientados a una Polica Comunitaria, la reforma en s no fue tal
sino ms bien constituy un mecanismo para consolar a la ciudadana.
Por otro lado, como ya se dijo Infantera
pas a denominarse Cuerpos Especiales, pero su constitucin prosigui igual al anterior concepto cultural en casi todos los aspectos. Luego con el correr tiempo se ampla su estructura con la incorporacin de
nuevos cuerpos especiales, pero hay que
analizar Qu funcin cumpliran en un contexto de polica comunitaria? unidades policiales de patrullaje especializado, que no
comulgan actualmente con un modelo que
promulga el contacto social, sino que estn
ms involucrados en el control social por
presencia selectiva en ciertos lugares conflictivos, sin un contacto fluido, permanente
y estrecho con la comunidad. Sus tcticas
obedecen definitivamente a una polica reactiva a la ocurrencia de un hecho policial y

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SEGURIDAD

no a la anticipacin de las conductas delictivas.


Excepto unidades como la U.P.A.T.
(Unidad de Asistencia al Turista) que no dependen de los Cuerpos Especiales, no hay en
este tipo de organizaciones una idea comunitaria de la seguridad; aunque es preciso
echar una mirada en sta particular unidad
para observar el fuerte arraigo militar en
sus uniformes con camouflaje al mejor estilo de combate como ya sealamos.
Las direcciones por su parte pasaron a
manos de la autoridad civil en un principio,
pero conservaron en su gran mayora sus
denominaciones (Comunicaciones, logstica,
investigaciones, judicial, etc. excepto personal que pas a llamarse de Recursos humanos y desarrollo organizacional y Trnsito
que pas a llamarse Polica Vial), siguiendo
la misma prctica anterior, es decir sin variaciones orgnico-funcionales esenciales
de ningn tipo, o por lo menos trascendentes: Nunca fueron reglamentadas.
Esa carencia de reglamentacin sobre el
funcionamiento interno y las diversas
prcticas policiales ha llevado a que subsista solapadamente (en la prctica) la aplicacin de los conceptos que contenan los viejos reglamentos orgnico-funcionales y
otros referidos a diversos aspectos tal como
fueron implementados para la polica antes
de 1998.
A falta de una nueva orientacin algunas
normas por lo tanto continan an vigentes
en una suerte de derecho consuetudinario, pero heredadas del sistema hegemnico y semi-militarizado anterior a la reforma.
Por lo tanto, la ley 4.697 (ley orgnica policial) fue derogada, pero sin una reglamentacin sustituta, todo el aparato burocrtico
policial contina rigindose como una suer-

te de organizacin espontnea de acuerdo a


sus principios elementales (de los aos 80
y 90).
En definitiva la reforma intent acertar
en una modificacin como si fuera un movimiento de piezas de ajedrez pero sin la fuerza y contundencia necesarias para imponer
una transformacin sustancial en el desarrollo interno y en las actividades especficas internas, que es lo que hace a la polica
excesivamente burocratizada.
No se pens en que los policas que haban sido incorporados antes de la reforma
tenan una forma de pensar y una estructura mental sobre el concepto de la funcin, la
profesin y la institucin que no fue modificada, por lo tanto aquellos que se incorporaban lejos de transmitir sus nuevos ideales,
eran absorbidos por el grueso y su socializacin policial los llev a adquirir aquel modelo mental de la polica semi-militarizada y
profesional ya existente.
Esto ha contribuido sin dudas a que exista una crisis doctrinaria que lleva a poner
en tela de juicio todo el concepto filosfico
de una transformacin del tipo que se pretendi llevar a cabo en aquel entonces por
gente sin experiencia.
...En este panorama, poco han hecho las
reformas por sus miembros que han soportado cambios dogmticos y filosficos del accionar de sus instituciones, sin
que exista una definicin concreta sobre
el horizonte al que apuntan dichas reformas; muchas de las cuales conservan
orgnica y estructuralmente los mismos
designios de la poca anterior (an
cuando haya cambiado su denominacin) y el funcionamiento interno sigue
marchando al comps de otros conceptos; lo que origina cierta perturbacin y
desconcierto por el laberinto cultural en

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117

TEMAS

Foto: Diario Mdzol.com

que se encuentran actualmente sus integrantes.... (CUELLO VIDELA. op. cit.)


Alberto Montbrun nos deca;
el problema sustancial de nuestra polica es la obsolescencia paradigmtica
de su modelo fundante y la necesidad imperiosa de disear participativamente
un nuevo modelo acorde a los aportes
cientficos ms recientes de las
organizaciones inteligentes (learning
organizations). Este encuadramiento
cientfico ser el adecuado y actualizado
para garantizar coherencia entre el modelo y el tipo de sociedad en el cual el sistema ha de operar (MONTBRUN, A.
op. cit.)
Citaremos como ejemplo pattico de toda
esta realidad institucional, el hecho que despus de muchos intentos, se logr aprobar
el Reglamento de uniformes y equipos, una
norma de antao que fue desempolvada y a
la que se agregaron las modificaciones que
se fueron introduciendo en la indumentaria,
con uniformes que parecen sacados de pelculas blicas con camouflajes, boinas, escu118

dos, distintivos que nos acercan ms a las


Fuerzas Armadas, no slo en su aspecto, sino tambin en su esencia. Y porqu esta
apreciacin?, bien nos preguntamos entonces: Interesa a la seguridad la cantidad de
laureles que tiene una gorra?, Realmente a
la gente le importa el nmero de estrellas?,
Es necesario un par de uniformes para trabajar y otro para los actos oficiales? En el
fondo, el reglamento lo que trata de acrecentar y marcar definidamente son las diferencias entre los propios policas, e impone
el ms vvido presente de un contexto militar, las diferencias entre personal superior
y personal subalterno. Increble. Los uniformes policiales, son una muestra de la tradicin militar de la polica. Claro que ya
hemos dicho que con slo cambiarlos, tampoco va a cambiar la mentalidad, ni el perfil
institucional o del personal, pero hay en el
fondo cierta melancola y admiracin por lo
militar y su disciplina rgida. De hecho el
uniforme de salida de un oficial tiene idntica confeccin al de un oficial de nuestro
Ejrcito, al mejor estilo prusiano.

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LA DOCTRINA POLICIAL
El siguiente eje sobre el cual hay que trabajar es la Doctrina.
Doctrina, significa etimolgicamente lo
que es objeto de enseanza. El vocablo espaol viene del verbo latino docere,
doctum (ensear, enseado), de acuerdo a
su etimologa doctrina tiene el sentido de
enseanza.
Segn el diccionario doctrina es la
Enseanza que se da para instruccin de alguien. Ciencia o sabidura. Opinin de uno o
varios autores en cualquier materia.
(Diccionario Enciclopdico. 2000)
La Doctrina, constituye un bagaje de conocimientos especficos en una rama en
particular del saber. Pero el concepto de
doctrina, en el sentido que aqu se utiliza, no
se limita solamente a la enseanza, porque
aqu no hablaremos de planes de estudio, ya
que el concepto de la Doctrina Policial es
mucho ms amplio que eso.
La Doctrina Policial es El conjunto de conocimientos ordenados en forma metdica
para lograr el cumplimiento de la funcin
policial y est constituida por principios filosficos, disposiciones legales y valores ticos que la fundamentan y a su vez contiene el
bagaje reglamentario que hace al funcionamiento de la polica: Sus polticas, planes,
programas, estrategias, prcticas, y los procedimientos para ejecutarlos, e inspira los
valores de sus miembros (aquello que se defiende; qu se premia y qu se castiga) de
acuerdo a los principios fundamentales de la
Constitucin y la Ley.
La Doctrina Policial es la que marca la
forma en que se ejecutan las rdenes, qu
hace y de qu forma se hace lo que la polica
realiza en su diaria labor; por tanto no slo
es un marco normativo, ni se reduce a ello,

porque a su vez la doctrina es -como su etimologa lo indica- lo que es objeto de enseanza, aquello que el polica debe aprender
para hacer bien su trabajo.
Es una fuente inagotable donde remitirse
para lograr la perfeccin del capital humano. A la Doctrina Policial puede y debe recurrir cada uno de los miembros de la polica
si quiere ser bueno en su trabajo. Incluye
los principios ticos y morales de su conducta.
El punto es que una institucin que sufre
una reorganizacin, una reingeniera, una
reforma o cualquier otra forma de cambio;
al cambiar de modelo, de filosofa, de estructura conceptual, de estrategias, de principios,
etc.,
debe
necesariamente
reformular su doctrina.
Esto en Mendoza esto no ha sucedido, y
se vislumbran pocas perspectivas de que
suceda.
Nadie sabe a ciencia cierta si los reglamentos (y todo tipo de disposiciones similares) que estaban vigentes en la anterior organizacin estn en uso an hoy. Algunos de
ellos, sin embargo, se siguen aplicando como algunos Planes de Seguridad Pblica
(P.S.P.) y Planes de Operaciones Policiales
(P.O.P.), el Reglamento de Automotores Policiales y otras normas similares que fueron
redactados en pocas del Proceso de Reorganizacin Nacional que tanto dao le hizo a
la polica como institucin. Estas normas
estn vigentes? Nadie lo sabe pero el entonces Subsecrtario de Seguridad las puso en
prctica y las hizo llegar a todas las comisaras en los principios de la gestin del Ministro Aguinaga.
Y nos preguntamos: Es vlido que reglamentos dictados para una organizacin semi-militarizada se apliquen a una organiza-

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TEMAS

cin civil, jerarquizada?, Qu cambi con la


reforma de 1999? Poco y nada.
Una doctrina debe acompaar el proceso
evolutivo de una realidad determinada, en
este caso la policial, porque en ella se sustenta el desarrollo de las teoras y principios
que deben animar dicha evolucin: Es decir
hoy debera existir una doctrina formulada
para una polica democrtica, de carcter
comunitario o no, porque la realidad social
no coincide (sin dudas) con la dcada de los
aos 70, sin embargo lo poco que queda de
doctrina est ms cerca de aquellos aos
que del devenir actual y futuro.
Hoy las races cognitivas de nuestra institucin estn inspirados en una estructura,
creencias, preceptos y valores de otra realidad social e institucional que ya no existe. O
tal vez si existe aquella polica cerrada porque estaba inspirada ms al orden interno que a los problemas del ciudadano-,
orientada ms al control social a travs de
estrategias y mtodos propios de un estado
no-democrtico: Mega-operativos, traslado
de aprehendidos, requisas de vehculos, cacheo de personas, instalacin de destacamentos, puestos de avanzada, etctera.
La idea de la doctrina policial y su congruencia con la realidad no es un concepto
innovador o un descubrimiento que nadie
saba. Ya a principios del siglo pasado, al
presentar el primer Reglamento general y
rgimen interno de la Polica de la Provincia
de Mendoza el Comisario de rdenes Dn.
Juan Tabanera escriba La falta de un texto de instruccin policial propio, completo y
ajustado a las reglas de los nuevos procedimientos constitua un inconveniente de importancia para la preparacin metdica de
los agentes... (TABANERA, J. 1916).
La carencia de una doctrina actualizada
y acorde a un perfil institucional bien defini120

do se transfiere a la capacidad laboral de


sus hombres y ste denota un marcado desconocimiento de la labor que deben cumplir, lo cual se traduce desde la demora hasta la incertidumbre en el cumplimiento de
su deber en determinadas situaciones del
quehacer policial. Una base doctrinaria precaria con escasa teora y prctica, importa
muchas dudas al tener que resolver las situaciones urgentes y an las emergentes de
su funcin.
Sin entrar a discurrir por ahora cul es el
modelo de polica que mejores resultados
pueda dar, es claro que hubo una verdadera
intencin de abandonar el modelo anterior,
Pero que se ha hecho en ste sentido?
El Dr. Alberto Montbrum opinaba sobre
una falta de sintona entre la realidad social
actual y la manera en que la polica realiza
su trabajo, apuntando que
el desfase de nuestra polica responde al cambio de las dinmicas de la sociedad globalizada y cibernetizada del
siglo XXI frente a las cuales los sistemas
mecnicos, rgidos y jerrquicos propios de la sociedad industrial carecen
de capacidad de respuesta adecuada.
Ese desfase se traduce en un problema
de falta de compensacin homeosttica
con el entorno en el cual el sistema policial debe operar (MONTBRUM A.
2007).
De esta manera, la institucin policial se
ve envuelta en un trance que tendra diversos motivos, entre ellos posiblemente la falta de una visin institucional adecuada y un
marco normativo que determine con meridiana certeza su perfil institucional. Es decir, la filosofa que adoptar para su desarrollo (de proximidad, comunitaria, orientada a los problemas, etc.), y a partir de all el
nacimiento de una doctrina ms moderna

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que marque cul ser el desenvolvimiento


de sus miembros.

EL CAPITAL HUMANO
El tercer eje lo constituye el capital
humano.
Friedman, Hatch y Walker indican que,
para poder valorar al personal de una empresa, se debe superar la idea de recursos
humanos y pasar al concepto de capital
humano, ya que el personal de la empresa
no debe concebirse como un recurso que
hay que explotar sino como un capital que
hay que rentabilizar. Por este motivo se
considera que, en la actualidad, es ms conveniente utilizar el trmino capital humano que recursos humanos..
El trmino capital humano apareci por
vez primera en Investment in Human Capital, un artculo del Premio Nobel en Economa Theodore W. Schultz publicado en
1961 en la American Economic Review y citado por Friedman. Desde entonces, los autores coinciden en que el capital humano
comprende habilidades, experiencia y conocimientos. Algunos aaden personalidad,
apariencia, reputacin y credenciales.
(FRIEDMAN, B., Et. al. 2000).
Otros, equiparan el capital con personas
hbiles e instruidas para un determinado
proyecto o empresa. (FLAMHOLTZ, E. et.al.
1981).
Las habilidades hablan ms bien de las
destrezas para ejecutar algo. Es un conocimiento prctico sumado a la pericia para
llevarlo a cabo. Nos dice que el capital
humano debe tener, adems del conocimiento cientfico, un adiestramiento tcnico.
La Polica es un organismo que presta

servicios. Cada vez que un ciudadano llama a la polica precisa una solucin a un
problema determinado. Al polica no se acude por un diagnstico, ni un proyecto, ni un
asesoramiento como a otros profesionales.
Llamamos al 911 cuando hay un problema:
El Polica debe saber cmo resolverlo. Disposicin, competencia, idoneidad, preparacin, son caracteres que el adiestramiento
debe sumar al caudal de caractersticas del
perfil policial.
Podramos hacer una suma interminable
de cualidades que debe tener el polica.
Mencionemos algunos conceptos que consideramos tiles: Destreza, pericia, prctica,
preparacin, ingenio, saber, disposicin,
don, sutileza, tacto, empata, predisposicin,
etc., etc. Habilidad, Instruccin y Experiencia son cualidades para ejercer la funcin
policial.
En suma al conocimiento policial necesariamente debe agregarse la pericia, una
amalgama entre la preparacin prctica y el
saber. Pero stos son de ninguna utilidad si
no se deposita en ellos el hbito.
Porque an as, existiendo capacitacin
universitaria en diversas ramas, no hay en
igual proporcin preparacin tcnicooperativa, ni una enseanza que ayude a incorporar a la polica los progresos actuales
en materia de tecnologa utilizable.
Hay un cmulo de factores que contribuyen a que esto sea as. Por ejemplo, la polica no ha incorporado an los procesos informticos suficientes y a su alcance, por lo
menos a nivel general, y los que hay, por
distintos factores sobre todo desconocimiento- no se los sabe utilizar.
Aqu los dos primeros ejes tienen una
gravitacin elemental.
No se lograr nunca un capital humano

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TEMAS

apto, eficiente y eficaz, si no hay una filosofa institucional claramente definida,


acompaada por una doctrina policial integral y actualizada y a partir de all delinear
la formulacin de un rgimen educativo que
sea consonante con los principios elementales de esa filosofa institucional, pero que a
su vez sea prctico desde el punto de vista
funcional y que permita al recurso humano
conocer cul ser su labor cotidiana y le
otorgue aptitud para desempearla.
Es decir una formacin bsica y contina:
Hay una gran atomizacin de la formacin. Los profesores no conocen qu
temas estn dando otros profesores ni
cmo o bajo qu enfoque. No hay ningn
tipo de transversalidad entre las ctedras. Hay conocimientos que se dan ms
de una vez (constitucin, derechos humanos, derecho administrativo) y otros que
ni siquiera se imparten. Esto se agrava
por que hay una total indefinicin respecto al perfil de polica que se busca... (MONTBRUM, A. 2008).

122

Pero adems de estas caractersticas, el


polica debe tener un constituyente adicional que consideramos de primordial importancia. Los policas son ciudadanos
seleccionados entre los miembros de la sociedad.
Para Robert H. Langworthy y Lawrence F.
Travis los policas son adiestrados y educados en academias creadas para estos fines,
en donde se lleva a cabo el proceso de socializacin policaca. Para stos autores la socializacin es un trmino que utilizan los
socilogos para referirse al proceso mediante el cual las personas adquieren el conocimiento, los valores, las destrezas y actitudes de la sociedad en que viven. Es el
aprendizaje de la cultura. (LANGWORTHY,
R. Et. Al. 1994).
Segn estudios llevados a cabo en la Polica de Puerto Rico, al cumplir con su trabajo pueden cometer errores que conllevan la
suspensin o expulsin de la fuerza policaca; cargos criminales y/o demandas civiles;
enfermedad, incapacidad y hasta la muerte

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en el cumplimiento del deber. ...Es un trabajo que requiere madurez y seriedad, honestidad e integridad y para esto hay que saber
escogerlos,
educarlos
y
adiestrarlos... (SANTIAGO, W. 1997).
El Polica est para proteger a la sociedad, para brindarle soluciones, para prestar
un servicio pblico. Esto de por s habla ya
de un conjunto de funciones que requieren
de conciencia cvica; el polica es corrector
de las inconductas sociales por lo tanto al
carcter social de su misin se suma el ingrediente tico y moral de su propia conducta. Cmo podra una persona que tiene
tachas o relaciones dudosas en su conducta
cumplir esta misin?
Se podran enumerar muchas ms funciones inherentes al rol policial, como el cuidado del orden pblico, de la paz social, etctera, pero en esencia el polica cumple una
funcin social de alto contenido tico.
Esta idea tampoco es nueva, hacen ms
de un siglo en el ao 1899 el Promotor Fiscal en lo Criminal de Santiago de Chile, Dr.
Robustiano Vera, escriba:
El polica, cualquiera que sea su jerarqua, en todos sus actos debe tener
presente la importancia de su misin
social, colocndose por su conducta a la
altura de la confianza que en l se deposita. Adems se requiere que sea escrupuloso en el cumplimiento de sus debe-

res pblicos y privados, observando una


conducta ejemplar en sus relaciones de
familia, porque el que tuviere faltas graves en la vida privada, carece de las condiciones necesarias para ser uno de los
moralizadores pblicos de que debe
componerse esta institucin. Texto
este que sirviera de inspiracin en la redaccin del antiguo Reglamento General de Polica de 1945. Y contina: el
polica se forma y no nace polica, ni se
le puede tampoco hacer variar de lo que
ha sido con slo colocarle el traje (VERA, R. 1899)
Adems, al considerar el capital humano
de la polica no slo debemos pensar en su
capacitacin y aptitud psico-fsica, sino en
una ntegra conviccin del servicio comunitario que presta, por su condicin de
referente social al que acude (incluso por
problemas no policiales) aquel que sufre,
que necesita y en esa inteligencia debe
hacerse merecedor de la confianza ciudadana, la que slo se logra a travs del buen
hbito.
La profesin policial no es una salida laboral. Debe haber todo un cmulo de principios de carcter filosfico en aquel que la
desempea. Desde la bsica idea del bien y
del mal hasta un comportamiento privado
de excelencia. Debe practicar las virtudes.
El polica es la figura ms emblemtica de

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123

TEMAS

la tranquilidad pblica, pero el carcter profesional de la funcin es un trmino que suele resultar ambiguo y en la prctica su significado depende del grado de aproximacin
que hagamos del hombre que la desempea
o de la actividad que cumple. Efectivamente,
el trmino profesionalizacin policial se lo
usa sin acuerdo previo referido a si la polica es una profesin o la calidad que buscamos al formar a sus recursos humanos o en
cuanto a los resultados que esperamos del
organismo que cumple ese rol.
El polica debe ser ejemplo en todo, en su
manera de hablar, en su porte, su higiene
personal, la forma en que viste el uniforme,
en su figura y contextura fsica y eso no se
logra con una disciplina militar, sino con
educacin y una adecuada seleccin.
Creemos que antes de todo eso debe existir vocacin, porque la obediencia no significa necesariamente compromiso. Si el capital
humano no est comprometido, no tomar
la iniciativa ni asumira los riesgos que conducen al cambio y a la mejora continua, permanente y constante que exige el turbulento
entorno social.
El polica debe asumir ese compromiso
social con la ntima conviccin de un sacerdocio. Federic Taylor, -citado por Hamel- en

124

su obra Principios de la gestin cientfica


nos dice:
Podemos ver y sentir el desperdicio de
las cosas materiales. Sin embargo, los
movimientos humanos torpes, ineficientes y mal dirigidos no dejan nada visible
o tangible tras de s. Para apreciarlos se
requiere un acto de la memoria, un esfuerzo de la imaginacin. Y por esta
razn, aun cuando nuestra prdida diaria derivada de esta fuente es mayor que
la derivada de nuestro desperdicio de
cosas materiales, una nos ha estremecido profundamente, mientras que la otra
slo un poco (HAMEL G. 2006)

CONCLUSION
Los problemas actuales de la Polica (y
que conllevan inseguridad social) pasan por
un modelo que es incierto y en lo que se
conserva caprichosamente de los anteriores, porque estn totalmente desajustados
de las necesidades sociales.
Una de las deficiencias del sistema actual
se encuentra en la falta de atencin que se
le puso y pone al personal, no tanto en sus
regimenes de administracin (deberes, derechos y obligaciones), sino en su idiosin-

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TEMAS

crasia como tal, en su culturizacin policial y


esto ha afectado a todo el capital humano, a
pesar de que es generalizada la idea de culpar slo a la nueva generacin de policas
que se incorpor luego de la reforma y esto
sabemos bien que no es as. Porque si pretendemos que un auxiliar que recin egresa
se suba al mvil y a los diez minutos est resolviendo un asalto a una estacin de servicios, es porque no lo valoramos como persona, ni somos conscientes de que es un novato que precisa un perodo de adaptacin, ni
entendemos que ese polica pone en riesgo
su vida.
La formulacin de un perfil de hombres y
mujeres debe necesariamente implicar a
todo el numerario en su conjunto, para que
todos apunten a un nico objetivo comn,
dejndose de lado las diferencias entre personal superior y subalterno.
Lo mismo advierten, por ejemplo, especialistas en el Per, que han intentado llevar
a la prctica modificaciones de ste tipo en
el funcionamiento y desempeo policial,
orientndolo a la actividad comunitaria,
porque ningn nuevo esquema de trabajo
tendr xito, si no tenemos en cuenta al componente humano: al Polica; al profesional de
la seguridad ciudadana, al experto, a la persona que llevar adelante estas nuevas estrategias (MULLER SOLON, E. 2005).
Hoy las estructuras de las organizaciones
policiales en el mundo han cambiado fundamentalmente, diferencindose en mucho de
aquellas que tuvieron xito, basados en los
conceptos organizativos de la sociedad del
pasado. Es obvio que no se puede pretender
manejar la polica como si fuera una empresa comercial, pero esto tampoco debe significar que su modelo debe quedar enquistado
en una estructura que en otros tiempos fue
exitosa y hoy no lo es ni por aproximacin.

126

Tampoco es la estructura (su organizacin y funcionamiento administrativo) lo


nico que hay que tener en cuenta, porque
la actividad no tendr cambios en tanto y en
cuanto no cambie la manera de pensar de
sus miembros. Ninguna organizacin puede
cambiar si las personas no cambian su manera de ver las cosas, por lo tanto hay que
apuntar a un cambio cultural en la forma de
comprender la organizacin y la manera de
enfrentar el conflicto.
Hoy la polica est estructurada para manejar los problemas de La Sociedad Industrial, y tal vez ni siquiera est en condiciones de satisfacer los requerimientos de
aquel entonces, a pesar de que cuenta con
ms recursos y presupuesto, porque el las
estrategias de abordaje a los problemas criminales siguen intactos, mientras que el entorno y los problemas cambiaron radicalmente.
Hoy por ejemplo, frente a un nuevo modus operandi o una ola de delitos determinados, se responde con los mismos esquemas estratgicos y tcticos de los aos '70 o
ms antiguos an: Operativos masivos,
puestos fijos o la inauguracin de una nueva
comisara o un destacamento. Eso puede
haber dado resultados hace treinta o cincuenta aos atrs; hoy sabemos que con
stas medidas ponemos solucin a un problema durante un lapso de tiempo muy corto o un espacio geogrfico limitado, sin que
en el fondo la situacin tenga cambios trascendentales. La diferencia slo estriba en la
cantidad de recursos disponibles (y hasta
cierto punto), sin que se lleve a la prctica
un estudio cientfico de los problemas para
contar con mayor informacin o nuevas y
mejores alternativas de solucin, que sean
sostenibles en el tiempo.
El modelo policial imperante en la pro-

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SEGURIDAD

vincia es el mismo modelo con el que se encontraron los autores y las autoridades de
la reforma de 1998, sin que se hayan producido grandes cambios en el contexto interno
y el carcter de la polica que an sigue
manteniendo el modelo hegemnico y semimilitar del siglo pasado, evidenciado esto en
los uniformes, la organizacin, las prcticas
y los esquemas mentales de los policas, pero con una disciplina menos estricta por el
relajamiento que se ha producido ante el
desconcierto general de si la polica es o no
un organismo semi-militar, profesional o
verdaderamente democrtico.
Se ha producido entonces una colisin
entre lo que la ley pregona en su texto y la
realidad que se resiste a cambiar de sentido,
mantenindose intocables los principios del
cambio hacia una polica profesional, pero
con la grave contrariedad que muy pocos
policas comprenden la diferencia entre uno
y otro modelo.
Muy pocas autoridades polticas se preocupan y ocupan del modelo policial imperante, sino ms bien de los problemas coyunturales y en consecuencia nadie se ha
puesto a pensar que qu sentido va la polica, qu funcin quieren que cumplan sus
hombres o qu herramientas necesitan, ni
siquiera se sabe cules son las causas de la
inseguridad; y que no son los robos, los
homicidios y las drogas, porque la pregunta
es: porqu se producen?
En los ltimos aos se ha intentado infructuosamente definir las condiciones de
ingreso, permanencia y ascenso, se han
creado nuevas jerarquas, se quiere incentivar de algn modo al personal policial; pero
parece que el sistema an no comprende
que en tanto y en cuanto no se defina un
Perfil Institucional y una Doctrina slida
cualquier discusin en este sentido carece

de sentido prctico. Un buen polica para


qu?, para qu tipo de institucin?, para
qu funcin?, Con qu responsabilidades
sociales?.
Con todo, no podemos decir que la polica
no tiene un perfil, pero siendo este un perfil
basado en modelos anticuados y perniciosos a los intereses sociales, y con pocas determinaciones y especificaciones sobre su
utilidad (que es lo que verdaderamente interesa) se ha convertido en un filtro de caf
defectuoso que deja pasar toda la borra y
por tanto no cumple con la funcin que debera. No caben dudas que el tiempo permiti que se consolide un perfil construido con
una combinacin de modelos incorrectos,
fuera de contexto y poco eficientes para que
puedan ser satisfechas las necesidades sociales respecto de la seguridad.
La seleccin adecuada de un modelo policial, slo ser exitoso cuando la planificacin meticulosa de su implementacin se
lleve a cabo mediante un estudio serio del
problema social que significa la seguridad y
adelantndose a las proyecciones que se estimen a futuro, ya que tampoco tendra mucho sentido imponer un cambio para el contexto actual, sino que es preciso comenzar
hoy a construir un modelo que al tiempo de
estar en condiciones de funcionar est actualizado, es decir, para el futuro.
As por ejemplo, en caso de seleccionarse
un modelo de polica comunitaria, debemos
ser conscientes que dicho modelo, slo es
aplicable en contexto sociales pequeos o
donde el comn denominador sean los problemas vecinales y de convivencia, pero la
polica comunitaria, muy a pesar de sus defensores, no est capacitada para resolver
problemas de mayor envergadura como por
ejemplo el criminen organizado. Ser necesario idear un perfil ms riguroso, y adapta-

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127

TEMAS

do a nuestra cultura? Seguramente as sea.


Porque los pases ms avanzados han
comprendido, luego de muchos aos de experiencia que una polica comunitaria puede
encargase sin ningn problema del consumo
de drogas, pero no est en condiciones de
resolver los problemas de narcotrfico por
ejemplo, por lo tanto cualquier organizacin
que la adopte, debe sin lugar a dudas aplicar
un modelo mixto o concebir varias organizaciones policiales que acten simultneamente o coexistan paralelamente como se
ha hecho en otros pases sobre todo los europeos.
Por lo tanto para definir el modelo policial, no slo es menester estudiar profundamente las experiencias de otros pases y la
propia historia provincial, sino que es necesario tener informacin suficiente sobre la
evolucin del delito, sus formas y proyecciones para afrontar el problema con visin de
futuro. Y esto excede lo coyuntural y el diario trajinar, puesto que un cambio de modelo significara adoptar una identidad cuya
puesta en prctica absorbera no menos de
cinco aos de ajustes e implementacin (si
es que se quiere hacer bien) y debe planificarse para subsistir un par de dcadas cuando menos.

128

Hoy se vislumbran algunos intentos de


pequeos cambio, pero estos cambios, aunque buenos cada uno de ellos individualmente son aislados, y deberan ser parte de
un emprendimiento integral que no existe.
Hoy la poltica ha vuelto a cifrar sus esperanzas en los policas, pero lejos de atinar
en un complejo estudio y asesoramiento, se
deja la responsabilidad en los encargados
de dirigir la institucin, y se pone el acento
en los aspectos operativos.
Se han propuesto reformas en el rgimen
disciplinario, de ingresos, de jerarquas, y
hay buenas intenciones en educacin, pero
esas acciones no sern suficientes.
La polica precisa de un equipo de estudio que analice principalmente los aspectos
referidos a la satisfaccin ciudadana y que
valore sus necesidades inmediatas y mediatas, porque es a ella a quien se debe; en segundo lugar debe concretarse el anlisis criminolgico del delito crendose un instituto
de Criminologa dedicado a ello, que permita conocer a ciencia cierta cul es la situacin real y no auto-engaarse con las estadsticas que estn lejos de lo que sucede
en las calles. En base a ello pensar no slo
en modificar las leyes policiales, sino introducir reformas procesales tiles y que se

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puedan llevar a cabo (las actuales luego de


ms de una dcada est an en proyeccin),
y de ah en ms pensar en un modelo policial que satisfaga todas esas necesidades.
Hay una gran voluntad de cambio en los
mandos policiales, hay una gran esperanza
en los actuales responsables de la fuerza,
pero tal vez falte un impulso poltico decidido a cambiar y mejorar an ms.
En tanto las polticas de seguridad no acten en funcin del futuro y limiten su accin a una gestin de cuatro aos nada ms,
poco se puede hacer en materia de seguridad y se est desaprovechando una gran
oportunidad de contar hoy en da con el potencial policial que ofrecen los nuevos conductores y las nuevas generaciones, vidos
de cambios, deseosos de progreso y con vocacin profesional.

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TORRENTE ROBLES, Diego, Prevencin del De-

http://revista-temas.blogspot.com.ar

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TEMAS

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en el Congreso Internacional sobre la Polica del Futuro: Mediacin y proximidad) Revista Reis Nro. 84/99. Espaa. 1999.

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A DISTANCIA CICLO 2016

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VERA, Robustiano. (1899). Estudios sobre
Polica. Imprenta Meja. Santiago de Chile.
WILSON ORLANDO W. Police Administration McGraw-Hill. Nueva York. 1950

Watson Consultores (Argentina) en asocio


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YEPEZ DAVALOS, Enrique. Seguridad Ciudadana: 14 Lecciones Fundamentales. Instituto de Defensa Legal. Lince. Lima, Per.
2004.
ZLOTOLOW, Alejandro; YORNET, Guillermo;
VITALE, Javier; DE FAVERIS Victoria;DI
GIACOMO Diego y ALVAREZ Luciana.
Informe Final Diagnstico Provincial. Provincia de Mendoza. Oficina Anticorrupcin
de la Nacin. Banco Mundial. 2004.

132

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

SEGURIDAD

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INVESTIGACIN Y PRESERVACIN
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Carcter cientfico de la Crimi-

nalstica.
Introduccin a la Criminalstica.
Objeto y mtodo de las ciencias

naturales.
El razonamiento en criminalstica.
Los medios de prueba.
Lugar del hecho.
Los Indicios y la Evidencia fsica.
Proteccin y preservacin de la

escena del crimen.

La escena del crimen es el lugar donde ha acontecido un


hecho criminal que debe ser investigado. Es la principal fuente en donde el investigador encontrar evidencias y pruebas
que le ayuden a esclarecer qu ocurri y quin fue el autor.
El objetivo del seminario es que aprendas los fundamentos
originales de la Criminalstica de campo, cmo manejar la escena del delito para evitar la destruccin de pruebas, cmo
buscarlas, preservarlas, fijarlas, recolectarlas y remitirlas a
los laboratorios.

Origen e importancia de la Ins-

peccin Ocular.

Acceso a la Plataforma por 8 semanas.

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133

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Somos conscientes de la
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nuestra naturaleza, por eso
elegimos el formato digital
y as seguir siendo.

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estars contribuyendo para
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la faz de la Tierra.

TEMAS
Revista Digital de Criminologa y Seguridad

134

Revista TEMAS Ao V - Nmero 37 Junio de 2016

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