El Ser Historico
El Ser Historico
El Ser Historico
camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrs se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. (Antonio Machado, Proverbios y cantares)
La historia es curso, devenir ininterrumpido. Es el devenir del propio hombre. La historia no es un derrotero pre-establecido por donde transita el hombre hacia un final determinado; sino un camino que se hace con las acciones humanas. El hombre no tiene esencia, su ser es solo devenir. No tiene esencia porque no responde a entes que guen su pensamiento o conducta ni a un plan establecido. Las conductas humanas responden esencialmente al mundo que rodea al hombre, a las circunstancias que debe enfrentar da a da. Pero estas circunstancias no determinan necesariamente la forma en que un hombre va responder a ellas. Esto ocurre porque es el propio hombre el que convierte el espacio y el tiempo que le toca vivir en circunstancias, en conciencia de su propia existencia en relacin al mundo. La conciencia le ofrece al hombre la oportunidad de no ser solo objeto de su propia existencia, sino la de ser sujeto, observador y actuante frente a lo existente. El hombre, como individualidad, es sujeto u objeto de la historia? La filosofa occidental, especialmente desde la modernidad ha construido la idea de que el curso de la historia es el objeto de la reflexin histrica y de que el observador de ese curso es el sujeto de la historia. Esta es, ciertamente, una visin mecnica de la historia, que, desde el principio, obvia el papel central que el hombre juega en su devenir; es decir en la propia historia. La historia, como curso del devenir del propio hombre, no puede ser entendida sin l. La esencia de la historia es el propio hombre, no existe fuera de l. Pero la historia, como tal, requiere en dos elementos indesligables y fundamentales: el
hombre pensante y el hombre actuante. Tanto el hombre pensante como el hombre actuante responden en ltima instancia al hombre existente; es decir, al hombre en el espacio y en el tiempo. Partiendo de esta idea diremos que las diferenciaciones ontolgicas entre el objetivismo y el subjetivismo son, sencillamente, poco tiles pues desligan dos aspectos interdependientes. El hombre, en resumen, es praxis humana. La praxis humana es, as, existencia, conciencia, proyecto y accin humana. La historia es nicamente humana porque no es sino la praxis del hombre. El hombre, as, no es exclusivamente sujeto u objeto de la historia: es ambos. Su circunstancia (Tiempo y espacio) le imponen, al no tener esencia, las condiciones para la existencia, pero para una existencia a la que no est ciertamente condenado. Sobre esa realidad objetiva puede y debe construir un proyecto que le permita transformarse a s mismo y a la realidad circunstancial. Son estas condiciones espaciales y temporales circundantes las que se pueden definir como realidad objetiva. No hay otra forma de definir la objetividad pues esta no existe, histricamente, sin el sujeto que la vive, que la observa y la procesa. As, en la historia, la separacin entre el objeto observado y el sujeto observador no solo es infructuosa, sino que tampoco tiene sentido. La historia es imposible sin la conciencia histrica. Sin conciencia histrica es solo un conjunto de hechos incomprensibles y sin significacin alguna. As, la historia es racional porque el devenir se nos presenta en la conciencia como racionalizada. Pero la historia, como conciencia histrica es intencional. La intencionalidad el eje fundamental sobre el que gira tanto la conciencia histrica como el propio curso de la accin humana, que modela los acontecimientos que dan lugar a la historia. En ste sentido, el sujeto histrico, el hombre, es su propio y fundamental objeto de la historia, la materia prima que se transforma a s misma. Esto es por que los hombres no actan en la historia, son la historia misma. La historia no es sino la conciencia del hombre sobre su propia praxis. La historia, as, comprende tanto a la circunstancia espacio-temporal que le toca vivir al hombre, como al hombre intencionado en ella, que la percibe, la interpreta, la racionaliza y la transforma transformndose a si mismo. No tiene sentido, por ello, ninguna reflexin ontolgica sobre la historia, pues esta carece de esencialidad. Al carecer el hombre de esencialidad, no existe ningn proyecto preestablecido, previo a su propio ser. Por ello, la historia, a su vez, no tiene un curso pre-determinado sobre el cual el hombre pueda tener alguna confianza con respecto al futuro.
Esta orfandad obliga al hombre a hacerse cargo del mundo, de enfrentarlo y afirmarse en l a travs de un proyecto humano. De poder sobreponerse a esta orfandad fundacional, para construirse a s mismo. As, la razn, como productora de la conciencia histrica, es una conquista del hombre, de un hombre que se sabe arquitecto de su existencia y por ende de la historia misma. La tradicin filosfica occidental, a travs de la separacin entre el objeto y el sujeto histrico, ha fracasado en el objetivo de determinar el lugar que el hombre ocupa en la historia. La separacin irreconciliable entre el sujeto y el objeto ha producido una confusin en la comprensin de la historia que hasta el da de hoy ha llevado incluso a problemas fundamentales para definirla.
La conciencia histrica como un nivel superior de la conciencia del hombre La historia es la praxis humana. No es el camino que transita el hombre; es el hombre mismo que solo tiene la condicin de tal en este transito. La historia solo es posible desde la conciencia de humana sobre su propio devenir, sobre su propia existencia como producto de su conciencia y accin. En este sentido, la conciencia histrica implica, necesariamente, el reconocimiento del hombre sobre su orfandad esencial, sobre la inexistencia de un proyecto preestablecido de antemano para l. Ante la inexistencia de un proyecto esencial al hombre, y sobre la base de su comprensin sobre las posibilidades de transformarse a su mismo, el hombre se convierte en plenamente consciente que es un sujeto y, a la vez, objeto, de la historia. La conciencia histrica, as, deviene en la comprensin del propio hombre como sujeto-objeto de la realidad. El hombre se comprende a s mismo como el nico sujeto-objeto en lo existente. La historia deja de ser un objeto porque no tiene vida propia, carece de esencialidad, para pasar a ser un espacio de transformacin del propio hombre. La ciencia histrica, en su pretensin de comprender la historia tal cual es, independientemente de observador, ha fracasado. Esto ha ocurrido porque la historia es el hombre mismo, la praxis humana, pero la praxis consciente. Los hechos del hombre, entendido como ser biolgico, previos a toda conciencia de su devenir, no son sino hechos humanos. Es la preocupacin que la ciencia histrica muestra por ellos lo que los transforma en historia, en conciencia de la praxis. . La historia del hombre, en strictu sensu, no empieza con la aparicin biolgica del hombre sino con la toma de conciencia, por parte de este, de su historicidad: con la conciencia histrica. Pero luego, ante el surgimiento de la
preocupacin del hombre sobre su pasado, estos hechos humanos son historiados. Es decir, los hechos humanos, aquellos actos humanos desprovistos de conciencia histrica, no pertenecen a la historia en s misma. Pero al aparecer una preocupacin histrica con respecto a estos hechos, al producirse una comprensin de estos hechos por parte de la conciencia histrica, estos hechos se transforman en historia. El hombre alcanza la consciencia histrica cuando va ms all de la conciencia sobre lo inmediatamente necesario para garantizar la sobrevivencia. Solo la conciencia histrica le permite arribar a una comprensin de s mismo, que engloba tanto su pasado como su presente y futuro, en torno a un proyecto consciente, orientado a transformarse a s mismo; esto es, a asumirse como sujeto-objeto. En este sentido, la conciencia histrica constituye un nivel superior de conciencia humana. Es un nivel superior porque solo de ella proviene conviccin del hombre de ser su propio objeto de transformacin. En suma, conciencia histrica es la productora de la historia misma, en el contexto de praxis humana. la la la la
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