De Inventione

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Edicin para la Biblioteca Saavedra Fajardo de Jos Luis Villacaas Berlanga

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Poltico Hispano

Alfonso de Cartagena, Cicern, De Inventione Retorica.

Normas de edicin 1. El smbolo e se vierte como e para no cortar el ritmo de los versos. 2. No se indicarn las lagunas en el texto, sino que se completarn por lecturas procedentes de otras ediciones y manuscritos. 3. Se aceptarn todas las palabras en su literalidad, de tal manera que se puedan mantener todos los elementos histricos en relacin con la lengua y su evolucin. 4. No se dotar de coherencia la aparicin de las palabras, mantenindose las variaciones tal y como figuran en el manuscrito. 5. No se incorporan los signos de transcripcin. 6. Se aadir, cuando sea necesario, la puntuacin de tildes, comas y puntos para hacer fcil la lectura del texto, en la idea de que estos smbolos slo marcan la forma de leer y no alteran el contenido del texto. Sin embargo, no se marcarn. 7. Los nombres propios aparecern escritos con mayscula, pues son tambin seales decisivas para la comprensin del texto y su fcil lectura. 8. Se mantiene la serie de folios del manuscrito.

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Alfonso de Cartagena, Cicern, De Inventione Retorica.

BETA CNUM 0963. Madison TEXT-RHE. Cicern; Alfonso de Cartagena tr. De inventione; Retrica. Escorial Monasterio T-II-12. CNUM 963. BOOST3 492. Transcr. Roderic C. Diman. Marcus Tullius Cicero. De inventione (Retrica) [tt. var.: Libro de Marco Tulio Cicern]. Traducido al castellano del latn, 1420 a quo - 1433 ad quem. Tr. Alonso de Cartagena (obispo de Burgos); dedicado a Duarte (el rei de Portugal). TEXID 1446. San Lorenzo de El Escorial: Monasterio, T.II.12 (olim II.P.8, V.{THETA}.5, III.e.25). Copiado 1435 a quo - 1500. Papel. 45 + 2 ff. Prov.: Granada: Capilla Real. MANID 1682. Ocupa ff. 1r-45r. Ttulo en MS: Libro de marcho tullio ieron que se llama de la Retorica Notes: Mascagna ed. a base de este MS. Bibl.: Via Liste (1991), Cronologa de la literatura espaola. I. Edad Media, p. 68, n. 171; Cicern (1969), La retrica de M. Tullio Cicern.; Bibl.: Zarco Cuevas (1924-29), Catlogo de los manuscritos castellanos de la Real Biblioteca de El Escorial, II, pp. 389-90; Simn Daz (1965), Bibliografa de la literatura hispnica, n. 5312.

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[fol. 1r] Libro de Marcho Tullio iceron que se llama De la retorica trasladado de latin en romane por el muy reuerendo don Alfonso de Cartajena obispo de Burgos a ynstania del muy esclaresido prinipe don Duarte rey de Portogal. Prologo en la traslaion Fablando con vos, prinipe esclaresido, en materias de sienia en que vos bien sabedes fablar, en algunos dias de aquel tiempo en que en la vuestra corte por mandado del muy catholico rey mj sseor estaua, vnovos a voluntad de auer la Arte de la retorica en claro lenguaje por conoscer algo de las doctrinas que los antiguos dieron para fermoso fablar. E mandstesme, pues yo a esa sazon paresia aver algun espacio para me ocupar en cosas estudiosas, que tomase vn pequeo trabajo e pasase de latyn en nuestra lengua la Rethorica que Tullio conpuso. E commo quier que en el estudio della fuy yo tan poco ocupado e despendi tan poco tiempo que non digo para la trasladar, mas avn para entender algo della, me reputaua e reputo ynsufiiente. Pero acatando al vuestro studioso deseo, comen a poner en obra vuestro mandamjento. E comenando ocupar en ello la peola sobrevino mj partida e qued a vos segunt se suele fazer [fol. 1v] en las compras commo por manera de seal vna muy pequea parte del comjeno. E vino comjgo el cargo de lo ac conplir e pasaron despues tiempos asaz en que otra obra mucho mayor e de mas trabajo e estudio se podiera acabar. Mas esta non se acab fasta aquj. iertamente non por olujdo njn por menospreio. Ca lo primero fuera torpeza muy grande, lo segundo jnmensa presunion. Mas por sobrevenjr tales tiempos que a los semejantes estudios otorgaron ferias noctorias, lo qual para mj escusaion allegar non s por quales otras mejores njn tan buenas palabras que por aquellas que escriuj sant Bernardo al papa Eugenjo en el Libro de la consideraion diziendole asi: Menbrandome del prometimjiento en que so obligado a ty, o muy buen varon papa Eugenjo, qujrome librar siqujera tarde. E verguena avra yo de
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la dilaion si sopiese que en mj oujera negligenia o menosprecio. Pero non es as, mas sobrevjno commo t sabes tiempo graue tal que al huso de la vida paresia enbargar, quanto mas a los estudios. E paresceme que puedo a proposito dezir algo de lo semejante, non porque entiendo que vino a uos tanta graueza de tiempo commo a l por uentura vjno, njn que la presente traslaion sea de tanto estudio njn requjera tanto trabajo commo la conpusiion que l fazia. Mas njn el yngenjo e sienia de quien esto escriue es egual por ierto, njn ha proporion njn respecto con la de aquel santo e famoso varon. E asi non es de maraujllar que pequeo [fol. 2r] yngenjo en la pequea obra con menor ynpedimento tanto se enbargue commo el grande en la obra ms alta por el ynpedimento mayor. Por ende, la tardana que en esto ouo, si la afetion non me engaa, que suele defender las culpas propias, non es mucho de culpar. Ca ocupado nuestro muy ynclito prinipe en su graiosa juuentud contra vna parte de sus vezinos en defension de su honor real e anparo de la su republica e contra otra en exaltaion de la santa fee catholica e opresion de los enemigos de la vera cruz que dentro de los nuestros termjnos tanto tiempo ha que moran, rasonable cosa es que todos sus subditos, dexadas las otras cosas en que en los otros tiempos se suelen ocupar, bueluan su coraon enteramente e ocupen su voluntad ponjendo su poderio en quanto el estado e fuera de cada vno basta para le en ello serujr. Pero entre las otras ocupaiones [quede]me algunt poco espaio para conplir vuestro mandado e pagar ya esta debda. E llamada la ayuda diuinal fzelo asi commo vedes, non tal sin dubda commo fazer se deuja e pertenesia enbiar a vos, a qujen se dirige. Mas [??] la jnbeilidat e flaqueza del yngenjo del escriujente en ta[?? ??] basto, confiando en vuestra virtuosa equanjmjdat que rescebiredes begnjnamente esta paga avnque tarde, tollerando los defectos que en la presente traslaion fallaredes, donde tollerarse podieren, e hemendndolos donde hemendarse deujeren. E para ms clara ver la jntenion, ante que oyades a Tullio, oyd la yntrodution sigujente. [fol. 2v]
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Jntrodution Muchos fueron los que de la rethorica en los tiempos antiguos fablaron, asi griegos commo latynos. Pero avnque de la eloquenia de asaz dellos oy dura la fama e de algunos sus famosas oraiones, asi commo entre los griegos de Demostens e de Esthines e entre los latinos de Salustio e de otros ms, libros conpuestos de la arte liberal mesma que llaman Rethorica yo non s que de aquellos muy antiguos en este tiempo parescan si non de dos actores: el vno griego, el otro latino. El griego fue Aristotiles que fabl en ello profundamente Ca non entendi aquel philosopho que del todo acabaua la obra moral si despues de las ethicas e politicas non diese doctrinas de lo que a la eloquenia pertenese e conpuso vn libro que se llama De la Rethorica en que escriuj muchas e nobles conclusiones pertenesientes a esta arte, de las quales asi por theologos commo por juristas son muchas [en] diuersos logares allegadas cada vna a su proposito. El otro fue latino e este es Marcho Tullio ieron el qual escriujo muchos libros e tractados de diuersas materias escriptos so muy eloquente estilo, e entre ellos conpuso algunos pertenesientes a la doctrina desta arte. Ca avnque en todos guard l bien las reglas de la eloquencia, pero non fabl en todos della. Ca vna cosa es fablar segunt la arte e otra es fablar de la arte. E l en todos guard la arte, pero non en todos, mas en algunos fablo de la arte. Estos si son [fol. 3r] muchos o quntos son non lo s, mas los que comunmente parescen son los siguientes: El libro de la Rethorica vieja e otro de la Rethorica nueua, e vn libro que dizen Del orador e otro Del orador menor, e vn breue tractado que se llama De la muy buena manera de los oradores, e otro que se yntitula La Topica. Los quales avnque por diuersas maneras todos tienden a dar doctrinas de la eloquenia e destos porque el de la Rethorica vieja es primero e avn porque fabla mas largo, fue por vos escogido para que se posiese en nuestro lenguaje. E fzose asi por vuestro mandado en la traslaion del qual non dubdo que fallaredes algunas palabras mudadas de su propia
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signjficaion e algunas aadidas, lo qual fize cuydando que conplia asi. Ca non es este libro de Santa Escriptura en que es herror aader o menguar, mas es conposiion magistral fecha para nuestra doctrina. Por ende, guardada quanto guardar se puede la yntenion avnque la propriedat de las palabras se mude, non me paresce cosa ynconuenjente. Ca commo cada lengua tenga su manera de fablar, si el ynterpetrador sigue del todo la letra, necesario es que la escriptura sea obscura e pierda grant parte del dulor. Por ende en las doctrinas que non tienen el valor por la abtoridat de qujen las dixo, njn han sseso moral njn mxtico, mas solamente en ellas se cata lo que la sinple letra signjfica, non me paresce daposo retornar la yntenion de la escriptura en el modo del fablar que a la lengua en que se pasa conujene, la qual manera de trasladar aprueua aquel singular trasladador sat Geronjmo en vna solepne epistola que se sobre escriue de la muy buena manera [fol. 3v] del declarar que enbi a Pamachio entre otras cosas dizindole asi: yo no solamente lo digo, mas avn con libre voz lo confieso que en la ynterpetraion de los libros griegos non curo de expremjr vna palabra por otra, mas sigo el seso e efecto saluo en las Santas Scripturas, porque alli la horden de las palabras trae mjxterio. E esta manera seguj aquj porque mas sin trabajo lo pueda entender qujen leer lo qujsiere. E avn por lo mas aclarar: commo qujer que en latin est todo junto e non tiene otra partiion saluo la de los libros, es a saber entre el primero e segundo, pero yo party cada libro en diuersos titulos e los titulos en capitulos, segn me paresci que la diuersidat de la materia pida. E donde el vocablo latino del todo se pudo en otro de romane pasar, fzelo; donde non se pudo buenamente por otro canbiar, porque a las vezes vna palabra latina requjere muchas para se bien declarar. E si en cada logar por ella todas aquellas se ouiesen de poner, farian confusa la obra en el tal caso. Al primero paso en que la tal palabra ocurri se fallara declarada e avnque despues se aya de repitir non se repite la declaraion. Mas qujen en ella dubdare, retorne al primero logar donde se nonbr, el qual est en los margines sealado e ver su signjficaion. Pero avnque esto todo se faga, las conposiiones que son de sienia o de arte liberal, para bien se
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entender, todavia piden estudio, porque non consiste la dificultad de la sienia tan solo en la obscuridat del lenguaje. Ca si asi fuese, los buenos gramaticos entenderian qualesquier materias que en latin fuesen escriptas. E [fol. 4r] veemos el contrario, ca muchos bien fundados en la arte de la gramatica, entienden muy poco en los libros de theologia e derecho e de otras sienias e artes, avnque son escriptas en latyn, sy non oujeron doctores dellas que los enseasen. Por ende, avnque esta Rethorica sea traspuesta en llano lenguaje, qujen entender la qujsiere cunple que con actenion la lea. E de mas desto es de saber que algunos cuydan que la Rethorica toda consiste en dar dotrinas espeiales para escriujr o fablar o trasmudar o hordenar las palabras, mas non es asi. Ca commo quier que della sale la buena hordenana del fablar, pero non es este su total yntento. Ca grant parte della se ocupa en ensear commo deuen persuader e atraer a los juezes en los pleitos e otras contiendas e a las otras personas en otros fechos quando acaescen. E qujen bien lo qujsiere considerar fallar que el ofiio que entre nos tienen los juristas que llamamos abogados, ese era prinipalmente el de los rethoricos antiguos e lo que estos oy qujeren fazer allegando testos e determjnaiones, los otros fazian diziendo razones fermosas cada vno en fauor de su parte, e a las vezes jnserir aquellas pocas leyes que entone auja, lo qual bien puede ver qujen las famosas oraiones de aquellos tiempos leyere. Ca aquellas dos que en Athenas se fizieron, que oujeron tanta nombradia que Tullio mesmo les conosce ventaja e sant Geronjmo faze dellas en el prinipal prlogo de la Biblia menion, la vna fizo Echines acusando a Thesifon, la otra Demostens defendiendo al acusado e reacusando al acusador. E muchas de las que de Tullio leemos son fechas acusando a vnos e [fol. 4v] defendiendo a otros, commo fazen los abogados solepnes. Por ende, qujen lo presente leyere, non cuyde que fallar escripto cmmo escriua las cartas njn commo trasporte las palabras, ca avnque dello otros mas modernos en tiempo e non de tan alta manera algo escriujeran, pero los prinipes de la eloquenia preipuos escriptores della en los prinipales libros non se ocuparon del todo en esto, mas dieron sus generales
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doctrinas para arguyr e responder, para culpar e defender e para mouer los coraones de los oyentes a saa o a mjsericordia o a las otras pasiones que en la voluntad humana cahen. E dende cada vna saque por su yngenjo aquello que entendiere que para en lo que qujere fablar cunple. E desto Aristotiles en el libro que deximos fabl muy profunda e sientificamente e Tullio en este non con tanta sienia, mas por mas clara e mas particular hordenana dixo algunas cosas notables que del otro tom, e avn aadiendo de suyo, entre las quales hay algunas que, si bien entendidas e a buen fin traydas son, pueden mucho aprouechar. E si con maliiosa jntenion dellas se husa, podrian algo dapar, mas njn por esto son de dexar. Ca el fierro non es de dexar avnque con l se cometen a las vezes ynjustos omeidos e muertos a mala verdat, porque las armas fechas del aprouechan ha esforar la justiia e ha justa defension de la republica e opresion de los ynjustos e malos; njn las doctrinas del especulador e de los otros juristas praticos son de menospreiar, porque con ellas los malos abogados fazen muchas caujlaiones. Pues los buenos donde toman mucho avisamjento para gujar la justiia [fol. 5r] e oujar a las maliias que contra ella se tientan. Por ende, a buen fin e con recta e sana yntenion oyamos ya que dize Tullio. Prologo de Tullio Muchas vezes pens algunt tanto comjgo sy la copia e abundania del fablar e el soberano studio de la eloquenia, que es la fermosura de la fabla, si fizo mas mal que bien o mas bien que mal a los omes e a las ibdades e fzenme esto dubdar las razones que hay de amas partes. Ca de la vna parte, quando considero los dapos de nuestra republica e recojo en mj coraon las viejas desauenturas de algunas muy grandes ibdades, veo que non pequea parte, mas bien grande de los males vino por omes eloquentes e muy polidos en fablar. E de la otra parte, quando torno a repetir en mj coraon las cosas que son muy aredradas de la nuestra memoria por la su grande antiguedat e las leo por las ystorias, fallo muchas ibdades pobladas, muchas guerras
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qujtadas, muy firmes conpajas fechas, muy santas amistades ayuntadas con la razon del coraon, ayudando a ello la eloquenia. E pensando yo luengamente en esto, la razon me traxo en vna tal conclusion; es a saber: que pienso que la sabiduria sin la eloquenia puede aprouechar poco a las ibdades, mas la eloquenia sin la sabiduria nunca puede aprouechar e puede mucho dapar. Por ende, si alguno dexa los muy buenos e muy honestos studios de la razon e de la [fol. 5v] virtud e pone todo su trabajo e gasta su tiempo solamente en el exeriio del fablar, este ser omne sin prouecho asi e ibdadano muy daposo a su tierra. Mas el omne que se aderesa e arma de la eloqueia non para contradezir a los prouechos de su tierra, mas para pugnar por ellos, este me paresce varon muy prouechoso a los sus fechos e a los publicos e ibdadano muy amjgo de su ibdat. E si queremos considerar perfectamente el comjeno desta cosa que es llamada eloquenia, quier sea arte quier studio qujer algunt exeriio o facultad de la naturaleza, fallaremos que es nasida de muy honestas causas e acabada de muy buenas razones. Ca cuydo yo que fue vn tiempo en que los omnes andauan en los canpos vagabundos a manera de bestias e gouernauan su vida con el mantenimjento que los animales fieros se goujernan. E non fazian cosa alguna por la razon del coraon, mas lo mas admjnjstrauan con las fueras del cuerpo. Non era honrrada avn entone la diujnal religion njn el humanal ofiio e virtud e non auja avn alguno que oujese visto bodas legitimas nin conosiese fijos iertos. Non cuydauan que en el derecho e egualdat auja algunt prouecho e asi por herror e por non saber la cobdiia iega e loca enseoreadora del coraon, para fartar sus deseos husaua muy mal de las fueras del cuerpo asi commo de muy maliiosos serujdores. E en aquel tiempo pienso yo que ouo algunt grande varon e sabidor que conoscio que auja en los coraones de los omnes vna grande materia e opprtunjdat para grandes e honestas cosas, es a saber la razon e la jnclinaion [fol. 6r] natural que los omnes han al bien si oujese qujen la podiese descobrir e fazer la mejor con
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enseanas. E este con buena razon apremj a los omnes que andauan desparzidos por los campos e morauan en las cueuas ascondidas de las montaas e ayuntolos en vn lugar e ynduzialos a las cosas honestas e prouechosas. E luego a comjeno reclamauan con la soberuja que tenjan e despues por la razon e por la eloquenia oyan mas voluntariosamente e de fieros e crueles que eran, tornolos mansos e paificos. E por ierto a mj parese que la sabidura, si fuera callada e pobre de fabla, non pudiera tan ayna conuertir a los omnes de su costunbre e traerlos a diuersas maneras de biujr. E acatemos despues de las ibdades pobladas qujn podiera atraher los omnes ha que aprendiesen guardar la fee e mantener la justiia e se acostunbrasen obedescer a otro por su propia voluntad e que qujsiesen non solamente sofrir trabajos por el bien comun, mas avnque pensasen que deujan perder la vida por ello. E esto cmmo se podiera fazer si los omnes con la eloquenia non podiesen amonestar e ynduzir a los otros a aquellas cosas que fallasen que son buenas con la razon? E sin dubda non hay njnguno que, si non fuese moujdo por madura e dulce fabla, que qujsiese descender sin fuera al derecho, quando l es mas poderoso de fueras e padesiese egualarse entre aquellos que l puede sobrepujar e por su voluntad se partiese de la muy alegre costunbre que por la antiguedat tiene ya en l fuera de natura. E primeramente, segunt a mj paresce, nasceria la eloquencia asi commo dexjmos e yria acrescentandose poco a poco e fara grandes bienes en las muy grandes cosas. Pero despues [fol. 6v] que el que los omnes llaman prouecho, que es el acrescentamjento destas cosas temporales, el qual es mal semejador de la virtud, cobr copia e abundancia de fablar sin saber la razon de la virtud, es a saber, quando los omnes cobdiiosos fueron eloquentes, entone la maliia ayudada con yngenjo subtil comenara ha reboluer las ibdades e amanzillar las vidas de los omnes. E commo dixjmos el comjeno del bien, digamos el prinipio del mal. E paresceme que es berisimjle e cosa de creer que comenaste asy. Que fue algunt tiempo en el qual los que non eran bien fablantes njn sabidores non tractauan las cosas publicas. Mas los grandes e muy entendidos varones tractauan lo publjco e
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non se ocupauan en las cosas priuadas de las singulares personas. E commo entonce los notables omnes admjnjstrasen las cosas publicas, ymagin yo que ouo otros que non eran rudos, mas serian agudos de yngenjo que se ynterponjan en las contiendas pequeas de las singulares personas. E commo en estas conteniones se acostunbrase muchas vezes tenjendo mentira porfiar contra la verdat, la continuaion que estos tales oujeron del fablar cri en ellos grande osada, de gujsa que aquellos grandes varones que admjnjstrauan las cosas publicas, por remediar a las ynjurias de los ibdadanos oujesen de resistir a los osados e ayudar cada vno a sus parientes e amjgos. E commo acaesce muchas vezes que, el que dexa el studio de la sabiduria e non cura de otra cosa si non de la eloquenia, paresce a los omnes egual e avn mejor que el sabidor, e contesce que por juyzio del pueblo e por su presunion es repuctado digno para regir la cosa publica, serian estos puestos en el regimjento de lo publico. [fol. 7r] E asi non es maraujlla njn es sin razon que quando estos atreujdos e osados omnes venjesen a gouernar la cosa publica recresiesen las ibdades muy grandes destruymjentos e dapos. E por estas cosas creo yo que la eloquenia seria muy aborresida de los buenos, por que veyan que era cabsa de tanto mal. E por ende los omnes de muy grande jngenjo se apartarian de la vida reboltosa de las ibdades e se allegarian al studio qujeto e manso, commo fuyen los omnes de alguna tormenta peligrosa e se acogen al puerto. E por esto es de creer que los otros studios buenos e honestos de la sabiduria e de la philosophia fueron mucho husados por los muy buenos varones en otio e resplandesieron segunt por sus libros paresce. Mas este studio de la eloquenia fue desierto dexado por los mas dellos e olujdose en aquel tiempo en que mucho ms lo deujeran retener e acrescentar con grant cuydado. Ca quanto mas yndignamente e mas contra razon la locura e osadia de los locos e malos con grande dapo de la cosa publica tractauan mal e dapauan esta cosa muy honesta e buena que es la eloquenia, tanto con mayor deligenia deujera ser resistido a ellos e remediado a la cosa publica. Lo qual por ierto non olujd nuestro Caton njn Lelio njn aquel que yo puedo llamar verdaderamente disipulo dellos, el
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Africano, njn los Grachos sus njetos. Ca en estos omnes auja soberana virtud e con la virtud muy grande abtoridat. E lo que estas cosas guarnesia e enderesaua e fazia mas fermosas e ayudaua a la defension de la cosa publica era la eloquenia, que era grande en ellos. Por ende, a mj parescer non es menos de estudiar en la eloquenia porque husan algunos della mal, asi en los fechos publicos commo en los particulares; mas ante por esto es ms [fol. 7v] de curar della porque los malos con grant dapo de los buenos e con destruyion comun de todos non puedan con ella mucho mal fazer. Sealadamente porque la eloquenia es vna cosa que mucho pertenesce a todas las cosas asi publicas commo priuadas. Ca por ella se faze la vida segura e honesta e resplandesiente e muchos prouechos vienen a la cosa publica si la sabiduria, que es tempradora de todas las cosas, est muy presta, lo qual se faze con la eloquenia. E de alli vienen a los que la alcanan loor e honrra e dignjdat, e a sus amjgos muy ierto e muy seguro anparo. E por ierto a mj juyzio los omnes en muchas cosas son mas flacos e mas enfermos que los anjmales brutos, mas en esto les lieuan muy grande ventaja: que pueden fablar e los anjmales non. Por ende, paresceme que alcana muy fermosa cosa qujen, en aquello en que los omnes lieuan ventaja a las bestias, lieua el ventaja a los otros omnes. E esta eloquenia, si se alcana por aventura, non sola mente por naturaleza e por exeriio, mas avn dizen cerca della aquellos que escriujeron algunas doctrinas desta arte. Mas ante que digamos de los mandamjentos de la eloquenia me parese que deuemos dezir de la manera de la arte e del ofiio e de la fin e de la materia e de las partes della. Ca conosidas estas cosas podra el coraon de cada vno mas ligera e mas libremente considerar la via de la arte. Titulo primero: de la materia de la Rethorica. La buena hordenana del beujr que llaman poliia e a manera de sienia fablando llamamos la sienia eujl, ayntase de muchas e grandes cossas [fol. 8r], pero vna e grande parte della es la
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artifiial eloquenia, la qual es llamada Rethorica. Ca nos non concordamos con aquellos que cuydan que la sabiduria eujl non ha menester a la eloquenia, e tanbien discordamos mucho de aquellos que piensan que toda la eujl sabiduria se contiene en la arte de la Rethorica. Mas tomamos vna medianera conclusion, es a saber: que la facultad del fablar njn es toda la sienia eujl njn es arredrada della, mas es vna parte della. El oficio desta facultad e arte me paresce que es fablar apostadamente para amonestar e atraher a los omnes. El fin della es atraherlos fablando. La diferenia entre el ofiio e la fin es esta; que en el ofiio consideramos qu es lo que se deue fazer en la fin, que es aquello para que se faze. Commo dezimos en el fisico que el oficio suyo es curar bien para sanar e el fin es sanar con la cura. E asi conosceremos qual es el oficio e qual es el fin del orador . Ca lo que deue fazer aquello llamamos ofiio. E aquello por cuya cabsa lo deue fazer llamamos fin. La materia de la arte se dize aquello en que toda la arte e la facultad della consiste, commo si dixiessemos que la materia de la mediina es las enfermedades e las llagas, porque en esto toda la sienia de la mediina se rebuelue. E asi podemos dezir que aquellas cosas en que consiste la arte e facultad oratoria, es a saber de la eloquenia, son materia de la arte Rethorica.1 E estas cosas en que consiste la materia desta arte, algunos de los Rethoricos antiguos dixieron que eran muchas, algunos cuydaron que eran mas pocas. Ca vn muy antiguo rethorico que llamaron Gorgias Leontino diza que el buen orador deuja poder fablar muy bien en todas las cosas. E segunt esto [fol. 8v] fazia infinjda e sin medida la materia desta arte. Ca si en todas las cosas el orador en quanto orador puede bien fablar, ssyguese que todas las cosas son materia deste arte. Aristotiles, que fue despues el qual dio a esta arte muchas ayudas e muchos ornamentos e aparejos, diza que en tres maneras de cosas consiste el ofiio del rethorico, las quales el nonbraua asi: demostractiua, deliberactiua e judiial. Demostractiuo es aquello que se faze en loor o vituperyo de alguna ierta persona, commo quando loamos o vituperamos e
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GL: eloquenia e Rethorica e arte oratoria todo se entiende aqui por vna cosa 14

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denostamos a alguno; deliberactiuo es aquello de que husan en alguna discreptaion e consultaion iujl para hordenana de sentenia, commo quando se toma consejo para fazer alguna cosa. Judiial es aquello de que se husa en el juyzio e tiene en si acusaion e defension e petiion e contradition; commo quando los abogados contienden qujer sea cabsa crimjnal, qujer iujl. E por ierto, segunt nuestra opinjon, la arte e facultad del orador en esta materia partida asi en tres partes consiste segunt que Aristotiles dixo. Ca vn sabidor que llamaron Hermgoras que en esto qujso fablar, njn par mientes lo que dixo njn entendi quanto diza. Ca dixo as que la materia del orador se parta en dos partes: a la vna llamaua cabsa, a la otra quistion. La cabsa diza que era aquella cosa que tiene en si contienda en fablar con ynterposiion de iertas personas e esta nos bien la atribuymos al orador. Ca segun desuso deximos en tres partes la distingujmos, es a saber: judiial, deliberactiua e desmostractiua. E esto a la demostratiua [fol. 9r] paresce pertenescer. La qujstion diza l que era aquella cosa en que hay contienda en fablar sin declaraion de iertas personas en esta manera, commo si se preguntase alguno si hay algunt bien en la vida saluo la honestad o si son verdaderos los sentidos de los omnes, o qual es la forma del mundo o quanta es la grandeza del sol. E magnjfiesta cosa es que non dixo bien, ca todo omne puede entender que estas questiones son muy arredradas del ofiio del rethorico. E grant locura me paresce atribuyr al orador asi commo pequeas cosas aquellas en que los soberanos yngenjos de los philosophos con muy grande trabajo fueron gastados; es a saber: las questiones muy altas e prinipios profundos de las sienias, asi commo estas questiones en que posimos enxiemplo en que despendieron sus vidas los antiguos sabidores. E si por ventura Hormgoras en estas cosas sopo mucho, alcanndolo por su studio e por doctrina, paresceme que esforndose en su sienia dixo falso de la arte del orador e non declar lo que la arte poda, mas lo que l por su persona alcanaua. E aquj non preguntamos lo que sabe cada vno por su persona, mas lo que le pertenesce saber por razon desta arte. Ca si alguno sabe muchas e diuersas cosas, non es razon de las atribuyr
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todas a vna sienia o arte, mas duese atribuyr cada vna a su propria arte o sienia. E quanto agora paresceme que tal es la fuera de los omnes que mucho mas ayna les qujtarian la rethorica que aader la philosophia. Ca mas ayna fallarian omnes que non sepan alguna dellas que otros que sean habiles para saber las amas. Por ende non es de poner sso la rethorica lo que es mas difiile que ella, commo es lo que pertenese [fol. 9v] a las sienias mas altas. Njn digo yo esto porque me paresca escripta mentirosamente la arte de rethorica que este Horagoras fizo, ca asaz yngenjosa e diligentemente ayunt en ella algunas cosas escogidas de las antiguas artes. E avn l alguna cosa dixo de nueuo. Pero muy poca cosa es al orador fablar de la arte segunt que Hermgoras fizo, ca mayor cosa es fablar segunt la arte, lo qual todos veemos por sus scripturas que l non sopo fazer. Por ende dexadas las otras opinjones parescenos que la materia de la arte rethorica es la que deximos que Aristotiles diza. Titulo ij: de las partes de la Rethorica Las partes desta arte son aquellas que ya muchos rethoricos dixieron e son las que se siguen: Jnuenion, disposiion, elocuion, memoria, pronuniaion. La jnuenion que quiere dezir fallamjento es aquel pensamjento e ymaginaion que omne ha para fallar cosas verdaderas o verjsimjles, que qujere dezir aquellas que parescen verdaderas que muestran la cosa que quiere prouar ser razonable. La disposiion, que en este proposito qujere dezir hordenana, es el repartimjento que faze omne de las cosas falladas, ponjendo cada vna en su horden. La elocuion, que qujere dezir fablar apuesto, es el apropriamjento que se faze de palabras e de conclusiones fermosas e sufiientes para declarar lo que omne qujere desir. Memoria, que es remenbrana, es aquel retenjmjento firme que el coraon faze de las palabras e de las [fol. 10r] cosas en que qujere fablar. Pronuniaion, que en este proposito quiere dezir la buena expresion de la lengua, es el enderesamjento de la boz e de los gestos del cuerpo que

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conuengan con la qualidat de las palabras que dize e con la dignjdat de la materia en que fabla. E asi breuemente declaradas estas cosas dilataremos para otro tiempo las razones por ende podemos prouar el genero e el fin e el ofiio desta arte. Ca estas cosas han menester muchas palabras e non son tan nescesarias para declaraion desta arte njn para las dotrinas della. Mas qualquier que escriue de la Rethorica, deue escriujr destas otras dos cosas que a ella ataen que agora nombramos; conujene a saber: de la materia de la arte e de las partes della. E por ierto amj paresce que deuemos fablar destas dos cosas materia e partes ayuntadamente. E en comjieno desta fabla deue ser prjnipalmente considerado que tal deue ser la jnuenion que nombramos suso por primeramente. Ca en qualqujer manera de las cabsas, qujer la cabsa demostratiua, qujer deliberatiua o judiial es prinipalmente la jnuenion. E esto es de saber que toda cosa que tiene en si disputaion o alguna contienda conujene que contenga alguna question de fecho o de nonbre o de genero o de ation.2 Genero se llama aquella cosa que contiene en si muchas e diuersas speies distintas e apartadas; commo dezimos animal, ca sso l se contiene la speie de los omnes e la speie de los cauallos e de los leones e de las otras cosas que tienen anjma sensitiua. La qujstion de que nasce la cabsa llamamos constituion. Constituion en este proposito se dize aquel primero debate e rebuelta de las cabsas el qual se faze quando vno dize algo e otro le contradize. Commo en este [fol. 10v] exemplo dize vno a otro: tu feziste esto; responde el otro: non lo fize, o dize: fizelo con derecho.3 E esto asi propuesto deuemos saber que quando la contienda es sobre fecho que se aya de prouar con presuniones llamasse contienda conjetual, que qujere dezir de sospecha. Quando es sobre nonbre por que el debate es sobre la propiedat del vocablo e porque la natura del nombre se ha de definjr e declarar con palabras, llamase contienda difinjtiua,
(N.d.e.)De aqu en adelante, la versin se hace muy libre. (N.d.a.) Esta constituion de que fabla Tullio es poco mas o menos la que llaman los juristas contestaion. Mas nos, por fablar generalmente, esta constituion llamar la hemos contienda.
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porque es sobre difinjion e declaraion del vocablo4. E quando acaesce que la contienda es sobre conoscer la cosa de que fablan de qu genero es. Ca vno dize que es de vn genero el negoio e otro dize que es de otro genero, entonce se llama contienda general, que qujere dezir contienda que es sobre conoscer el genero de la cosa. E quando la contienda depende sobre esto, es a saber, que se dize que non pide aquel que deue pedir o que non pide a qujen deue o non delante qujen o non en el tiempo o non por la ley o non por el delito o non por la pena que devria, esta se llama contienda traslatiua, que qujere dezir que ha menester trasladaion e mudamjento. Ca se contiende sobre que se deue mudar o la persona o la manera. E en todo genero de cabsas es nescesario [fol. 11r] que aya algunas destas contiendas. Ca donde algunas destas contiendas non oujere, non puede aver debate njn deue ser llamada cabsa njn pleyto. E declaremos todas estas cosas por exemplos. Ssobre fecho puede auer contienda en todos tres tiempos passado, presente, por venjr. En el pasado commo si preguntasen si Vlixes, aquel cauallero griego, mat a Ajas otro cauallero o non e sobre esto se debatiese. En el presente commo si preguntase si los singelianos, que son gente de vna ibdat, si tienen buena voluntad a los romanos e contendiesen sobre ello en el por venjr commo si preguntasen: si dexaremos en paz a Cartago o si vern dende algunt dapo a la Republica de los Romanos e porfiasen en ello. Contienda sobre el nombre es quando son concordes en el fecho e preguntan qu nonbre deue aver. E este debate nasce porque, avnque son concordes en el fecho, contienden sobre dezir qu cosa es aquel fecho. Porque vn fecho mesmo a vnos parese vno e a otros otro, e vno le pone vn nombre e otro le pone otro. E en las contiendas desta manera es nescesario de declarar la cosa por su difinjion e que se entienda el nombre del vocablo por otras palabras e breuemente, commo si alguno furtase alguna cosa sagrada de vna casa de vn lego e dubdasen si le deuen condepnar
(N.d.a.) Difinjion es aquella razon que declara qu es la cosa que qujeren saber. Commo si preguntasemos qu cosa es omne e sse respondiese: omn es anjmal razonable e mortal. Ca non ay en el mundo cosa que sea anjmal razonable e mortal que non sea omne. Por ende estas palabras se llaman difinjion e por esto la contienda que es sobre ello llamase difinjctiua.
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commo a ladron o commo a sacrillegio e por la difinjion e declaraion dello mostrar que aquel fecho non deue aver aquel nombre que los aduersarios le ponen. Contienda de genero es quando son concordes en el fecho e avn en el nombre que deue aver, mas el debate es sobre [fol. 11v] conoscer qu tamao es aquel fecho e de qu manera es o que tal; commo quando contienden si es justo o ynjusto lo que se fizo o si es prouechoso o non. E asi non debaten sobre el fecho njn sobre el nombre del, mas sobre saber qu tal es. Ca vno dize que era liito otro dize que non. E sso esta manera de debate puso Hermgoras, aquel rethorico que deximos, quatro partes las quales llam asi: deliberatiua, demostratiua, juridisial e negoial. E en esto non herr poco. Por ende entendemos que este herror suyo es de reprehender, mas deue ser la reprehension en breues palabras. Ca si del todo callsemos e sin allegar razon alguna le dexasemos, parescera a los que lo oyesen que sin cabsa razonable le dexamos de ssegujr. E si luenga tardana fiziesemos en el reprehender enbargariamos lo que auemos de dezir en las dotrinas desta arte. Por ende njn del todo callaremos njn tardaremos mucho en le reprehender, mas mostraremos su ynsufiienia de la manera que se sigue. Si lo deliberatiuo e demostratiuo son generos de cabsas, ierto es que non pueden ser dichos partes de algunt genero de cabsas. Ca vna cosa mesma bien puede ser genero por respecto a vna cosa e parte por respecto a otra. Mas por respecto a vna cosa mesma non puede ser genero e parte. Exiemplo desto: esta cosa anjmal por respecto al omne es genero, ca conprehende en s la speie de los omnes e de otros anjmales. E por respecto a la substania es parte, ca la substania conprehende al anjmal e otras cosas non animadas. Mas por vn respecto mesmo vna cosa non se puede dezir genero e parte. E que deliberatiuo e demostratiuo sean generos de cabsas pruuase asy por sufiiente deujsion. Ca o diremos que hay vno solo [fol. 12r] que llaman judiial o que son tres. E si dezimos que non hay genero alguno de cabsas, esto seria locura; ca el mesmo Hermgoras dize que son muchas cabsas e da sus doctrinas en ellas. E si muchas son, nescesario es que aya
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algunt genero dellas. E si dezimos que es vn solo genero judiial, non se podria defender; ca la deliberaion e demostraion non son semejantes entre sy. E mucho son diuersas de lo judiial e cada vna tiene su fin ha que tiende. E asi nescesario es de concluyr que todas tres son generos de cabsas, de lo qual se sigue que demostraion e deliberaion non pueden ser partes de algunt genero de cabsas, ca ellas son generos. E asi mal dixo Hermgoras en dezir que eran partes de la contienda que es sobre genero la qual se llama general. E desto se sigue otra tal razon que si lo demostratiuo e deliberatiuo non pueden ser dichas partes de alguna cabsa, mucho menos se pueden dezir partes de la parte de la cabsa. E la contienda parte es de la cabsa, ca non se yncluye la cabsa so la contienda, mas la contienda se yncluye so la cabsa. E pues demostraion e deliberaion non pueden ser dichas partes de algunt genero de cabsas, porque ellas mesmas son generos, mucho menos se puede dezir que son partes de la parte, commo Hermgoras dixo; ende mas: que la contienda e qualqujer parte della non es al si non el enpuxamjento e contrariaion que faze omne a la jntenion del otro; de lo qual se sigue que lo que non es contrariamjento ha jntenion, del otro njn es contienda njn parte de contienda. E commo la deliberaion e demostraion non sea contrariaion ha jntenion del otro, siguese que non es contienda njn parte de contienda. E pues Hermgoras bien confes que la contienda es contraria [fol. 12v] ha Jntenion de otro, nescesario es que confiese tanbien que la deliberaion e demostraion non son contienda njn parte de contienda. E esta razon mesma allego contra l, avnque diga que la primera afirmaion que faze el acusador o el primero ruego que faze el defensor son contienda. Ca todavia ha lugar la razon por quanto demostraion e deliberaion non pertenescen a esto. E avn puedesse allegar otra razon la qual es esta. La cabsa conjetural non puede ser en vno e avn respecto e en vn genero mesmo conjetural e difinjtiua, njn la cabsa difinjtiua puede ser difinjtiua e traslatiua. E generalmente fablando non hay alguna contienda njn parte de contienda que pueda juntamente tener su natura e la de la otra. Ca cada vna dellas se deue considerar
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sinplemente segunt su natura. E si otra alguna se ayunta, doblase el numero de las contiendas, mas non se acresienta la fuera e la natura de cada vna, commo si acaesiese que oujesen contienda sobre fecho e sobre entendimjento de vocablo conjuntamente. Ca por ende non se puede dezir que estas dos cosas pertenescen a vna manera de contienda. Ca la vna es conjetural e la otra difinjtiua e njn la conjetural conprehende a la difinjtiua, njn la difinjtiua a la conjetural, mas son dos juntas la qual non acaesce en la cabsa deliberatiua. Ca en su genero mesmo contiene contienda conjetural e contienda de genero e difinjtiua e traslatiua o vna dellas o a las vezes muchas. Esso mesmo acaesce en la demostraion, de lo qual se sigue que la demostraion e la deliberaion njn son contienda njn parte de contienda, commo Hermgoras dixo, mas son generos de cabsas commo nos ante deximos. Capitulo iij [fol. 13r] Tornando a nuestro proposito esta contienda de genero la qual llamamos general, parescenos que tiene dos partes las quales son estas: juridisial e negoial. Juridisial es aquella en que se cata qual es lo egual e lo justo e si deue ser dado galardon o pena. Negoial es aquella en que se considera qu derecho cunple e qu egualdat segunt la costunbre de la ibdat e este cargo parescen tener cerca de nos los jurisconsultos. E esta parte juridisial se distinge en otras dos partes, las quales se llaman asy: absoluta e asuntiua. Absoluta se dize aquella que contiene en s quistion si es derecho o non aquello sobre que se contiende. Asuntiua es aquella que de s mesma non da cosa firme para defender, mas de fuera toma alguna defension. E esta asuntiua tiene quatro partes las quales son estas: otorgamjento, qujtamjento del delito, relaion del delicto, comparaon. Otorgamjento es quando el reo non defiende lo que es fecho, mas pide que sea perdonado. E esta parte que se dize otorgamjento distingese en otras dos partes, las quales se llaman
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assy: purgaion e ruego. La purgaion es quando se otorga el fecho, mas njegase la culpa. E esta purgaion tiene otras tres partes las quales se llaman asi: jndiscreion, caso, nescesidat. El ruego es quando el reo confiesa que pec sientemente e pide que le sea perdonado, la qual manera acaesce tarde. Qujtamjento del delicto es quando el reo qujere qujtar el delicto que le ponen de sy e de su culpa e trabaja por lo pasar en otro. E esto se puede fazer de dos maneras: la vna quando la cabsa del fecho se pasa a otro, la otra quando el fecho se pasa en otro. La cabsa se pasa en otro quando el reo dize que aquel fecho se fizo por fuera o poderio de otro. El fecho se [fol. 13v] pasa en otro quando el reo dize que otro deujera e pudiera fazer aquel fecho que le aponen razonablemente. Conparaion se dize quando el reo allega que fizo aquel fecho de que le reprehenden porque otro alguno fiziese alguna cosa buena e prouechosa para lo qual conplia que el reo fiziese aquello que fizo. En la quarta contienda que llamamos traslatiua el debate es sobre si se demanda la cosa por qujen o a qujen o delante qujen o por la manera o por la ation o en el tiempo que deue o quando sobre otra qualqujer manera de mudamjento se entiende. E esta manera de contienda dizen que la fall Hermgoras, ca commo qujer que muchos de los viejos oradores husasen della, non curaron de la escriujr njn la posieron los scriptores desta arte en el numero de las contiendas. E despues venjeron algunos rethoricos que dixieron que Hermgoras non la fallara de nueuo, mas non dixieron verdat en ello, lo qual fizieron non tanto por non lo saber, commo por enbidia e detraer de Hermgoras. E asi commo oystes auemos declarado las contiendas e las partes dellas, mas los exemplos de cada vna parscenos que los declararemos mas prouechosamente quando en cada genero fiziremos los argumentos. Ca la razon del argumentar se faze mas clara quando cerca del genero de la cabsa se pone luego el exemplo. Capitulo iiijo

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Asi declarada la contienda de la cabsa, es bien de considerar si la cabsa es sinple o es ayuntada. E, si es ayuntada, si es por ventura ayuntada de muchas [fol. 14r] questiones o si es ayuntada de alguna conparacion. Sinple se dize la cabsa que tiene vna question, commo si preguntsemos si es bien fazer guerra a Corinthio o non. Ayuntada de muchas questiones la cabsa en que se fazen muchas preguntas en esta manera; commo sy dixiesemos si es bien destruyr del todo a Cartago o si es bien dexar morar en ella a sus naturales, o si seria bien fazer la colonja; es a saber: tirar dende todos los naturales e poblarla de otras gentes, ca a esto llamauan colonja. Por conparaion se dize ayuntada la cabsa quando se pregunta por manera de contenion qul es lo mejor entre diuersos fechos commo si preguntasemos, qual seria mejor enbiar hueste a Maedonja para que ayuden a nuestros conpaeros e amjgos o tenerla en Ytalia para que aya grande copia de gentes contra Anjbal. E es de considerar demas desto si el debate es sobre scripto o sobre razon. Debate de scripto se dize aquel que nasce de la manera de la scriptura e deste debate son inco generos, los quales son estos. El primero quando las palabras de la scriptura parescen contradezir con la jntenion del scriptor. El segundo quando dos leys o tres o mas entre si discuerdan. El terero quando lo que es scripto paresce signjficar dos cosas o mas. El quarto quando por lo que es scripto se puede considerar lo que non es scripto. El qujnto quando se pregunta de la fuera de la palabra segunt que deximos en la contienda difinjtiua. E estos inco generos se llaman asi: el primero llaman de scripto e de jntenion. El segundo de contrarias leyes. El tercero anbiguo es a saber dubdoso. El quarto dizen disputatiuo. El qujnto difinitiuo. Disputar se dize quando toda la question non est en la scriptura, mas est en alguna argumentaion. E quando considerado el genero de la cabssa [fol. 14v] conosieres la manera de la contienda e entendieres si es sinple o ayuntada, deues avn ms adelante considerar que tal es la question e qul es la razon e qul es la judicaion, que qujere dezir en este

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proposito dubda; e qual es el firmamento de la cabsa, que qujere dezir prueua. Las quales cosas todas salen de la contienda. La question es aquel debate que se engendra e nasce de la rebuelta de las cabsas en esta manera, quando dize vno a otro: non feziste esto con derecho, e responde el otro: con derecho lo fize. La rebuelta de las cabsas es aquella en que est la contienda e desta nasce el debate que llamamos question. En esta manera si fizo aquel esto con derecho o non. La razon es aquella que contiene la cabsa e si esta es tirada, non queda debate alguno en la cabsa.5 E para declaraion desto husemos de vn exiemplo publico e pongamos que acusan a Orestes porque mat a su madre. ierto es que non tiene defension alguna saluo si dize que lo fizo con derecho, porque ella mat a su padre. Ca si esta razon non oujese, non avria debate alguno. Por ende la razon desta cabsa es que ella mat a Agamenon. La Judicaion es aquel debate que nasce de la confirmaion e de la destruyion de la razon. Commo en este mesmo exiemplo dize Orestes: mat a mj madre por que ella mat amj padre. Replica el aduersario: njn por ende deujeras t matar a tu madre. Ca pudiera ella ser punjda sin que t cometieses tamaa maldad. E desta rebuelta de la razon nasce aquel debate que llamamos judicaion e rebuelta. E esto es si fizo Orestes bien o mal en matar a su madre porque mato a su padre. Firmamjento se dize aquella argumentaion muy firme e rezia que faze el defensor para traer por s la judicaion. Commo si qujsiese dezir Orestes que esa mesma voluntad [fol. 15r] tenja de fazer a l que a su padre, ca le qujsiera matar e a ssus hermanos e dstruyr su regno e la fama de su linage, e por ende que a sus fijos prinipalmente conuenja darle la pena. E en esta manera nasce la judicaion en los otros generos de contiendas saluo en la que llamamos conjectural, porque en ella non se contiende sobre la razon porque el fecho non se otorga, e por ende non nasce la judicaion de la rebuelta de la razon, mas es
GL: Tulljo aquj tanne la ystoria de Troya en que se cuenta que Agamenon fue muerto por su muger quando torn de la conquista e su fijo Orestes matola por ello, avn que era su madre. 24
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nescesario que la question e la judicaion sea todo vno e es esta si el fecho que se dize se fizo o non e quntas contiendas son en la cabsa e quantas partes dellas, tantas es nescesario que sean las questiones e tantas las razones e judicaiones e firmamentos Titulo .iij. de las partes de la causa e primeramente del exordio que qujere dezir comjeno. Capitulo primero. Falladas todas estas cosas que son en la cabsa deuemos considerar las partes de toda la cabsa, ca non es nescesario que se considere primero lo que primero se ha de dezir, porque las cosas que primero se han de dezir para que se apropien bien a la cabsa, deuense traer de las que despues se sigujeren; por ende desque deligentemente e con la arte fueren falladas las cosas que pertenescen a la judicaion e dubda e los argumentos della e tratados con cuydado e pensamjento, entone son de hordenar las otras partes de la oraion que quiere dezir fabla. E estas segunt a nos paresce son seys, las quales son estas: exordio, que quiere dezir comjeno; narraion que qujere dezir recontamjento [fol. 15v]; partiion, confirmaion, que qujere dezir prueua; reprehension e conclusion. E porque el exordio deue ser prinipio de todas las otras partes, por ende primeramente daremos del dotrinas algunas. El exordio es aquella fabla que atrae sufiientemente el coraon de qujen oye a lo que adelante se ha de dezir. E esto se far si se fiziere el coraon de qujen oye benjuolo, que qujera bien a qujen fabla e actento, que pare mjentes en lo que se dize e enseable. Por ende, qujen bien qujere fazer su exordio e comenar su cabsa, nescesario es que con deligenia conosca primero el genero della. Los generos de las cabsas son inco, los quales son estos: honesto, maraujllosso, baxo, dubdoso, obscuro. Honesto genero de cabsa se dize quando la cabsa es tal en que el coraon de qujen oye da fauor sin njnguna fabla nuestra. Maraujlloso se dize aquel en que el coraon de los que han de oyr
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est enagenado e se estraa dello. Baxo se dize quando la cabsa es menospreiada por el oyente e non cura mucho de parar mjentes en ella. Dubdoso se dize quando non paresce en que esta la dubda o la cabsa es tal que tiene parte de honestad e parte de torpeza de gujsa que puede traer bien querenia e saa e odio. Obscuro se dize quando los oyentes estn tardineros o perezosos o la cabsa es rebuelta con negoios difiiles para entender. E pues tan diuersos generos son de las cabsas, necesario es que los exordios sean diuersos, porque en cada genero se deue fazer el exordio de su manera. E el exordio partese en dos partes: la vna se llama prinipio e la otra jnsinuaion. El prinipio se dize aquella fabla que claramente faze al oyente benjuolo e enseable e actento. Jnsinuaion se dize aquella fabla que con vna simulaion e con obscuro rodeo entra en el coraon del oyente. E en el genero de [fol. 16r] cabsa que llamamos maraujlloso, si del todo non estn saudos los oyentes, pueden auer la benjuolenia por manera de prinipio; es a saber: fablando en ella claramente. Si por ventura estn mucho saudos los oyentes, estones es forado de recurrir a la jnsinuaion; es a saber: a fablar en la benjuolenia por manera de rodeo. Ca si la paz e benjuolenia se pide a los saudos claramente, non solamente non se alcana, mas acresientase e eniendese el odio. En el genero baxo de la cabsa es forado de fazer actento al oyente por tirar el menosprecio. En el genero dubdoso de la cabsa, si es duboso porque tiene dubdosa la judicaion es de comenar el esordio de la mesma judicaion; si es dubdosa porque tiene parte de torpeza e parte de honestad cunple buscar benjuolenia de los oyentes e fazer que paresca pasar la cabsa al genero honesto. Quando es el genero honesto, puedese dexar este prinipio e si cunpliere comenar la fabla de la narraion o de alguna ley o de alguna muy firme razon de nuestro yngenjo. E si por ventura nos plugujere husar de prinipio, buscaremos con l commo acrescentemos la benjuolenia de los oyentes. E en el obscuro genero de la cabsa cunple que fagamos con nuestro prinipio ensennables a los oyentes Capitulo .ij.
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Ya deximos qu cosas se deuen fazer en el exordio. Queda que mostremos con qu razones se podr esto acabar. E es de saber: que la benjuolenia de los oyentes se alcana por vna de quatro cosas: o por nuestra persona, o por la persona de los aduersarios, o por la persona de los juezes, o por la natura de la [fol. 16v] causa. Por nuestra persona se alcanara si de nuestros fechos e de nuestras buenas obras dixieremos algo sin hufana, si desfiziremos los malefiios que nos aponen e las non honestas sospechas, si declarremos los dapos que nos han acaesido e los trabaJos e dificultades, si husaremos de humjlde ruego. Por la persona de los aduersarios se alcanara benjuolenia si los fizieremos venjr en odio e en jnujdia o en menospreio de los oyentes. En odio vernn si dixieremos lo que ellos fizieron soberujosa e cruelmente e con maliia. En jnujdia vernn si dixieremos de sus riquezas, de su poderio, de sus parientes e que husan dello con soberuja perezosamente, de guisa que paresca que mas confian en estas cosas que en la justiia de su cabsa. E en menospreio vernn si dixieremos de su rudeza e de su negligenia e de su poquedat e de su studio perezoso e oio luxurioso. Por la persona de los oyentes se alcanar la benjuolenia si contremos las cosas que por ellos son fechas con fortaleza, con sabiduria, con mansedat. E que non se faga esto con mucha adulaion e roneria. Esso mesmo si dixieremos en quan honesta reputaion estn e qu esperana tienen todos de su juyzio e abtoridat. De las cosas mesmas se alcanara la benjuolenia si ensalaremos nuesttra cabsa londola, si abaxremos la cabsa de los aduersarios e la traxiremos en menosprecio. Actentos faremos los oyentes si demostrremos que las cosas que auemos de dezir son grandes o nueuas o jncridibiles o tales que taen a todos e a los que las han de oyr, o a Dios jnmortal o a la Republica. E si prometiremos que declarremos [fol. 17r] en breue nuestra cabsa e la judicaion o judicaiones que a ella pertenesen.
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Enseables faremos los oyentes si fermosamente e en breue declarremos el efecto de nuestra cabsa; es a saber aquello en que est todo el debate. Ca si qujeres fazer enseable al oyente, nescesario es que le fagas actento. Ca aquel es mucho enseable que esta muy actento e con grande deligenia aparejado para oyr. Capitulo iij. De aquj adelante digamos de las jnsinuaiones cmmo se han de tractar, que son aquellas fablas que por manera de disimulaion e de rodeo se fazen. E es de husar de la jnsinuaion quando el genero de la cabsa es maraujlloso; es a saber quando el coraon del oyente es contrario segunt desuso deximos. E esto se faze sealadamente por tres razones o alguna dellas. La primera si en la cabsa es alguna torpeza. La segunda si el oyente est enformado de otros en el contrario. La tercera si dan lugar al orador que fable en el tiempo que estn ya enojados los oyentes de oyr a otros. Ca por esto a las vezes non menos que por las otras razones acaesce de se enojar el oyente e a saarse contra el orador, si la torpeza de la cabsa trae aborresmjento al oyente. Si es porque tae a omne que l non qujera bien, es de fablar de otro que l ama. Si es por que la cosa non le paresce bien, es de fablar de otra que a l plega, o a las vezes por la cosa que aborresce es de fablar de omne que le plaze, e por el omne que qujere mal es de fablar de la cosa que le paresce bien, de gujsa que el coraon del oyente sea traydo de lo que aborresce a lo que ama. E disimulars que non qujeres defender aquello cuya defension cuydan que tomas e desque el oyente fuere fecho mas manso puedes entrar passo a passo en la defension e dezir que aquellas cosas [fol. 17v] de que los aduersarios dizen mal, tan poco parescen a ty bien. E despues que oujeres amansado el oyente, demostrars que cosa alguna de aquellas non tae a ty e que non qujeres dezir mal alguno de los aduersarios, njn vna cosa njn otra de gujsa que abiertamente non digas de aquellos que son amados, avnque obscuramente algo se diga fasta que en quanto pudieres aredres dellos la voluntad del oyente e traers a
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proposito abtoridat e juyzio que es digno de sser semejado de algunos que dieron en semejante fecho, demostrando que esse mesmo es el que t tratas o semejante o mayor o menor. E si por ventura los oyentes estn ynformados por los aduerssarios e creyeron lo que por ellos les fue dicho, lo qual ligeramente conoscer aquel que sabe qules cosas son aquellas que fazen al omne ser creydo, entonce conujene que diga el orador que qujere comenar a fablar de aquello que los aduersarios pensaron que era mas ierto e mas firme e comenars de los dichos del aduersario, sealadamente de aquellos que el postrimeramente dixo, o dirs commo maraujllndote que dubdas qu es lo que primero digas o a qual argumento primero respondas. Ca quando el oyente vee que aquel que l cuydaua que estaua turbado, con las razones del aduersario est aparejado para contradezir con coraon muy firme, a las vezes entiende que non confia sin razon el orador, mas que l crey de ligero. Si por venture el coraon del oyente se enoja de oyr porque est cansado de aver oydo a otros, prometers que qujeres dezir mas breue que cuydauas, non semejando al aduersario que dixo largo. E si el negoio lo lieua, prouechoso es comenar de alguna cosa nueua o que sea de reyr, qujer sea nasida de lo que se dixo allj lo qual trae bozes e estruendo, quier sea antigua commo [fol. 18r] fablilla o otra cosa que traya riso. E si a la dignidat del negoio non pertenesce obra de juego njn burla, non es daposo traher a proposito en comjeno alguna cosa triste nueua o espantable. Ca asi commo la fartura e enojo de la vianda se relieua a las vezes con alguna cosa amarga, o se amansa con cosa dulce, el coraon cansado de oyr se refuera con alguna maraujlla e se renueua con riso. E las cosas que nos paresca que apartadamente deujamos dezir de las partes del exordio, es a saber del prinipio, de la jnsinuaion, son las que deximos. Agora digamos en breue de amas juntamente aquello que nos paresce que dezir se deue. Capitulo iiijo

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El exordio deue auer mucho de maduridat e de buenas conclusiones e generalmente deue contener en si todas las cosas que pertenescen a dignjdat e honestad. Ca aquello se deue fazer muy bien que cunple para que el orador paresca bien al oyente. E non deue el orador demostrar en el exordio grat fiesta e solepnjdat e resplandor demasiado. Ca estas cosas fazen sospechar que la fabla se horden con artifiial deligenia e con mucho aparejo e cuydado, las quales cosas tiran la fee a la fabla e la abtoridat al orador. Los herrores muy iertos de los exordios, los quales con grat deligenia se deuen esqujuar son estos: Vulgar, comun, mudable, luengo, apartado, traspasado, contra dotrinas. Vulgar se dize el exordio que se puede apropriar a muchas cabsas, de gujsa que a cada vno paresca conuenjble. Comun es el que puede conuenjr tanbien a la contraria parte commo a aquella por qujen se faze. Mudable es aquel que puede [fol. 18v] ligeramente por el aduersario ser mudado e traydo por la parte contraria. Luengo es aquel que es mas prolixo en palabras o en conclusiones que cunplia. Apartado es aquel que non se saca de la cabsa mesma njn conujene a la fabla asi commo vn mjenbro della. Traspasado se dize aquel que faze otra cosa que el genero de la cabsa pide, commo si alguno con el exordio faze enseable al oyente quando en la cabsa conplia procurar bien querenia, o quando husa de prinipio donde el negoio pide jnsinuaion. Contra doctrinas se dize el exordio que non faze cosa alguna de aquellas porque los exordios son fallados; es a saber: que njn faze al oyente benjuolo njn actento njn enseable o por ventura lo que es peor faze lo contrario e del exordio asaz auemos dicho. Titulo iiijo. De la narraion que qujere dezir recontamjento Capitulo primero La narraion es aquella declaraion e recontamjento que se faze de las cosas fechas e tres generos son de las narraiones. El
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primero es aquel en que la cabsa mesma e toda la razon del debate se declara. El segundo es aquel en que salen a contar algunas cosas de fuera de la cabsa, o por culpar a otros o por traer alguna semejana o por delectaion que non sea agena njn estraa del negoio que se trata, o por fazer mas fermosa la fabla. El tercero genero es apartado de los pleitos e delos juyzios e este es aquel en que por cabsa de delectaion non daposa con exeriio de algunt saber se dize algo o se scriue. E las partes deste genero son dos. La vna consiste prinipalmente en los negoios. La otra en las personas. La parte que consiste en recontamjento de negoios tiene tres partes, las quales son estas: fablilla [fol. 19r], ystoria, argumento. Fablilla es aquella en que se recuentan cosas que non son verdaderas nin avn virisimjles, commo dixo vn poeta que las angujllas muy grandes estauan atadas en vn yugo. Ystoria es recontamjento del fecho que pass que es ya aredrado de la memoria de nuestra hedat, commo dezimos que Sipion fizo fazer guerra a Cartago. Argumento es la cosa que es jnfingida e non fue, mas es tal que podiera ser. Commo dize Terenio en vna poetria fablando de vno este quando salio de Effesso. Aquella narraion que consiste en personas es de tal natura que en ella en vno con las cosas mesmas se pueden considerar las palabras de las personas e los coraones en esta manera. Commo dize Terenio6 en aquella poetria, fingiendo que fablaua vno con otro: vjno a mj muchas vezes llorando: qu fazes Mjio, por qu pierdes este moo?, porque ama, porque beue, porque le das espensas para estas cosas, porque le das demasiadamente de bestir? Mucho eres tu jnabile para castigar el moo, mucho es el moo duro alliende de lo que deuja ser segun egualdat e bondat. En este genero de narraion deue aver mucha fiesta e solepnjdat, la qual deue el conponedor hordenar e fazer de la diuersidat de los fechos de la desemejana de los coraones, de la maduridat, de la mansedat, de la esperana, del mjedo, de la sospecha, del desseo, de la disimulaion, del herror, de la
(N.d.a.) Finge Terenio en vna poetria que fablauan vnos omnes en vno, lo qual non fue, mas era cosa que podiera acaeser. 31
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mjsericordia, de la mudana, de la fortuna, del dapo a desora, de la alegria subita, del alegre fin de las cosas. E para esto tomaran ornamentos de aquello que dizemos adelante erca de la elocuion. Capitulo .ij. Agora digamos de la narraion que contiene declaraion de la cabsa e esta deue aver tres cosas, las quales son [fol. 19v] estas: que sea breue e clara e razonable. Breue ser si se tomare el comjeno de donde es necesario e non se repitiere desde lo postrimero, e si el fecho de que basta dezir el efecto non se recontare por menudo. Ca a las vezes abonda dezir que es la cosa fecha avnque non cuentes commo se fizo. E si non proediere a recontar luengamente el fecho, mas de lo que cunple e si non se pasare a contar otras cosas. E si dixiere de tal gujsa que a las vezes se entienda por lo dicho lo que non se dize. E si non solamente se dexare aquello que dapa, mas avn aquello que njn daa njn aprouecha e si vna vez e non mas se dixiere cada cosa e si non comenare a dezir de lo que entonce acab. E a muchos acaesce que son engaados sigujendo breujdat e cuydan que son breues e son muy luengos. Ca trabajan por dezir muchas cosas en breue e no trabajan por dezir pocas e non mas de aquellas que es nescesario commo en este exiemplo ssy dixieste alguno: fue a casa de Tiio, llame al moo, respondiome, pregunte por su seor, negome que estaua en casa. E algunos cuydarian que es esta narraion breue. E es ierto que tantas cosas non las podia dezir mas en breue, pero bastaua dezir la vna es a saber: que le negaron en casa a Tiio. E asi es luengo con muchedunbre de cosas, avnque non con muchedunbre de palabras. E en este gnero mucho es de esqujuar esta semejana de breujdat. Ca non solamente es de desechar la demasia de las palabras, mas avn la demasia de las cosas que nescesarias non son. Clara puede ser la narraion si recontaremos los fechos segunt que cada vno pas, guardando la horden del tiempo. Recontando primero lo que primero fue, diziendo cada cosa
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segunt pass o paresiere que [fol. 20r] pudo pasar. E aquj es de considerar que non se diga cosa alguna turbada njn rebueltamente, njn pase a contar otras cosas, njn se repita el fecho desde lo primero, njn llegue a lo que es del todo postrimero demasiadamente, njn se dexe cosa de lo que pertenese al fecho. E generalmente todas las doctrinas que son dadas para la breuedat son de guardar en este genero. Ca a las vezes acaesce que se dexa de entender la cosa por la longura tanto e mas que por la obscuridat de la narraion. E es de husar de palabras claras, de lo qual diremos en las doctrinas de la eloquion. Razonable sera la narraion si paresiere que se contienen en ella aquellas cosas que se suelen contener en la verdat si se guardan las dignjdades de las personas, las cabsas de los fechos, si paresiere que ouo poderio de fazer aquel fecho qujen dize que lo fizo, si ouo ende tiempo sufiiente e asaz de espaio e lugar oportuno para lo que se cuenta. E si la cosa es tal que conujene a la natura de los fechos que se dizen e a la costumbre del pueblo e a la opinjon de los que oyen. Ca por estas cosas se faze el fecho verisimjle e de creer. E alliende desto es de considerar que non se faga la narraion de lo que dapa e que non se ynterponga lo que non aprouecha e si se ynterpusiere que la ynterposiion non se faga en lugar non conuenjble o non commo el negoio demanda. Daposo es recontarse aquello que recontado trae grant saa e odio de los que oyen, ca esto tal deue se amansar argumentando e prosegujendo su cabsa. E quando esto acaesce cunple partir por mjenbros el fecho e desparzerlos por la cabsa e a cada parte dar luego la razon ante que a otro proceda, de gujsa que a la llaga est presta la melezina e el odio sea mitigado luego con la defension. La narraion se faze de lo que non cunple quando la [fol. 20v] cosa es declarada ya por los aduersarios. E es tal que non da fuera en que se cuente otra vez o que se cuente en otra manera, o si los que oyen entienden que la cosa pas de vna manera e a nos non va dapo njn prouecho en que lo entiendan asi o non. Ca quando esto acaesce es de sobreseer en la narraion. La narraion se faze en lugar non conuenjente quando las cosas non se recuentan en el lugar en que el negoio lo requjere. E
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desto diremos quando tractaremos de la disposiion, ca a ella pertenesce esto. La narraion se faze non commo el negoio demanda quando lo que aprouecha al aduersario se recuenta clara e fermosamente e lo que ayuda a si mesmo se recuenta obscura e negligentemente e este viio es de esqujuar. E el que recuenta deue retornar todas las cosas a prouecho de su cabsa. E las que son contrarias dexarlas si pudieren dexar e sy non las pudiere dexar, tocarlas liujanamente. E lo que tae a su prouecho recontarlo con deligenia e con claridat. Titulo quinto: de la partiion. Capitulo priermo Asaz auemos dicho de la narraion e recontamjento, pasemos agora a fablar de la partiion, la qual, quando bien se faze en la cabsa, faze toda la fabla muy esclaresida. E las partes de la partiion son dos e cada vna dellas cunple mucho para abrir la cabsa e conoser la contienda. La vna parte es aquella en que se declara qul es aquello en que concordamos con los aduersarios e qul es lo que queda en debate. E por esta sabe el oyente qul es lo ierto e qul es lo que queda en debate para que ocupe su coraon en lo parar mjentes [fol. 21r] La otra parte es aquella en que se declara breuemente e se destribuyen e reparten las cosas de que auemos de dezir e esta faze que el oyente tenga en su coraon iertas las cosas de que ha de dezir el orador e dichas aquellas entiende que es acabada la fabla. Agora dexamos estos generos de la partiion, digamos breuemente commo deuemos husar de cada vno dellos. E aquella partiion que demustra qul es aquello en que estn concordes e qu es en lo que discuerdan deue traer a prouecho de su cabsa aquello en que estn concordes, en esta manera en el exiemplo que de suso posimos. Concordes estan amas las partes que el fijo mat a su madre e de la otra parte puedese dezir que estan concordes que Clitomestra mat a
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Agamenon e aquj cada vno alleg aquello en que eran concordes, mas solamente alleg lo que aprouechaua a su cabsa. Despues es de allegar para declaraion de la judicaion lo que est en contienda. La partiion que contiene declaraion de las cosas departidas e destribuydas esta deue aver tres cosas, las quales son estas: breujdat, absoluion, poquedat. Breujdat se guarda quando non se dize palabra alguna si non nescesaria e es prouechosa. La breujdat en este genero porque al coraon del oyente deuemos le tener con las cosas mesmas, non con palabras njn ornamentos estraos. Absoluion es aquella razon por donde concluymos en la partiion todos los generos que fazen a la cabsa e en esta partiion es de parar mientes que non sea dexado algun genero prouechoso, njn sea traydo despues tarde fuera de la partiion, ca esto es cosa muy viiosa e torpe. La poquedat se guarda en la partiion si ponemos en ella los generos de las cosas e non mesclamos con ellos las partes. Ca genero es aquello que contiene so s muchas partes, commo dezimos anjmal parte es aquella que est so el genero commo cauallo. Mas a las vezes [fol. 21v] acaesce que vna cosa mesma es genero por respecto a vno e parte por respecto a otro. Enxiemplo desto: omne es parte por respecto a animal e es genero por respecto a los omnes de Thebas e a los omnes de Troya, ca cada vno dellos es omne. E esta declaraion posimos aqui mas deligentemente porque claramente entendida la general partiion se pueda en ella mejor guardar la poquedat de los generos. Ca el que asi parte su fabla que dize en esta guisa: yo qujero mostrar que por la cobdiia, por la osadia, por la auariia de los aduersarios venjeron todos estos dapos a la Republica, bien paresce que non entendi que dicho el genero mesclaua la parte tener. Ca la cobdiia es genero de todas las solturas e la auariia sin dubda es parte deste genero. Por ende esto es de esqujuar: que si genero posieres en la partiion, non deues poner parte suya commo cosa diuersa. E si en el genero hay muchas partes, avnque en la primera partiion de la cabsa se faga menion del generalmente, despues se puede mejor repartir a sus partes quando la cabsa venjere en estado en que se aya de declarar aquel genero. Pertenesce eso mesmo a la
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poquedat que deximos, que non digamos que queremos mostrar mas cosas de las que son menester en esta manera, commo si dixiese alguno: yo qujero mostrar que los aduersarios podieron fazer e qujsieron e fizieron esto. Ca abasta mostrar que lo fizieron. Esso mesmo si la cabsa non ha menester partiion e la repetimos e husamos en ella de distribuion, lo qual acaesce pocas vezes. Capitulo .ij. Son dems desto otras doctrinas en las partiiones que non son mucho nescesarias para la arte de rethorica, las quales estn en la philosophia de donde nos trasladamos estas que dichas auemos, porque paresian conuenjr a esta arte e non fallamos algunas dellas en la otra arte de Rethorica [fol. 22r] que otros conpusieron. Eso mesmo deuemos nos menbrar que en toda fabla segunt la horden que las partes leuaron en la partiion, asi se prosigan en el fablar e todas declaradas se acabe la fabla e non se diga cosa alguna despues de la conclusion. E podemos allegar a esto aquello que escriue Terencio de cmmo partia su razon breue e prouechosamente vn viejo en la comedia de Andria,7 ca queria ynformar a su liberto e diziale asi: t conosceras la vida de mj fijo e mj consejo e que quiero yo que fagas t en este fecho. E asi commo lo propuso en la partiion asi lo recuenta. Ca primeramente dize la vida del fijo diziendo esto despues que sali de Epheso, despues dize su consejo diziendo yo agora trabajo en esto, depues lo que qujere que faga Sosias dizelo postrimeramente diziendo agora tu deues fazer. E asi commo este viejo de que faze menion Terencio declar la primera parte que tenja propuesta e todas declaradas fizo fin de fablar, asi deuemos fazer llegar a cada vna de las partes e todas declaradas acabar la fabla. Titulo sexto de la confirmaion.

La comedia de andria es nonbre de vna poetria que conpuso Terenio. 36

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Capitulo primero Agora de aquj adelante segunt que la horden demanda arsceme que deuemos dezir de la confirmaion. E es la confirmaion aquella razon por la qual argumentando ayuntamos firmeza e abtoridat de fee a nuestra cabsa. E desta parte que se dize confirmaion hay iertas doctrinas las quales se partirn por cada vno de los generos de las cabsas. Pero paresceme que non ser daposo que digamos vna commo montaa e materia vnjuersal mesclada e confusa de todas las argumentaiones e despues digamos cmmo cunple confirmar cada genero de cabsa sacando desta montaa las razones del argumentar. E es de saber que toda cosa se confirma argumentando o por aquello que es atribuydo a las [fol. 22v] personas o por aquello que es atribuydo a los negoios. A las personas pensamos que son atribuydas estas cosas que se siguen: nonbre, natura, criana, fortuna, habito, afetion, studios, consejos, fechos, acaesimjentos, fablas. Nonbre es aquello que se da a cada vna persona por el qual es llamada por su propio e ierto vocablo. Difinjr la natura seria difiile e mas ligero es contar las partes della, solamente aquellas que auemos menester para esta doctrina que difinjr la toda. E destas partes de la natura que para esto cunple conoscer algunas son en lo diujnal, algunas en genero mortal, alguna es en el genero de los omnes, alguna es en el genero de las bestias. E en el genero de los omnes hay diferenia en los sexos. Ca los vnos son varones e las otras son fenbras. En la nasion en la tierra, en el linage e en la hedat. En la nasion commo si es griego o barbaro. En la tierra commo si es de Athenas o de Laedemonja. En el linage de quales desiende o que parientes tiene. En la hedat si es njo o moo entrado en dias o viejo. E consideran se eso mesmo los prouechos segunt la natura dada al coraon o al cuerpo en esta manera. Si el omne de quien fablan es rezio o flaco, luengo o pequeo, fermoso o feo, ligero o pesado, sotil de yngenjo o rudo, de buena emoria o olujdadizo, si es mansso, bien serujdor, vergonoso, paiente o
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non. E generalmente todas las cosas que son dadas por la natura al coraon o al cuerpo son de considerar en la consideraion que llamamos de natura. Ca las cosas que se alcanan por la yndustria del omne pertenescen a la consideraion del habito, de la qual diremos adelante. En la criana es de considerar con qules o en qu manera o sso cuyo poderio se cri, qu maestros ouo de las artes liberales, qu enseadores ouo en las maneras de beujr, con qu amjgos husa, en qu negoios, en qu gananias, en qu artefiio se ocupa, de qu guisa admjnistra [fol. 23r] su fazienda, de qu manera biue en su casa. En la fortuna sse considera si es sieruo o libre, rico o pobre, si es persona priuada o sy tiene algunt poderio o jurisdiion. E si poderio tiene, si lo tiene justamente o non, si es omne de grande estado e bien andante o famoso o non, qu fijos tiene. E si de omne que non es biuo preguntan, es de considerar qu muerte murio. Hito llamamos alguna firme perfetion del coraon o del cuerpo por alguna cosa o alguna doctrina de virtud o de arte o alguna sienia o alguna buena manera del cuerpo, que non sea dada por la natura, mas que sea ganada por su trabajo e yndustria. La afetion se dize aquella mudana que acaesce en el coraon o en el cuerpo en algunt tiempo por algunt cabsa, commo alegria, cobdiia, miedo, tristeza, dolenia, flaqueza o otras cosas semejantes. El estudio es la ocupaion del coraon continua e rezia que omne pone con grande voluntad erca de alguna cosa, commo en la philosophia o en poetria o en geometria o en otras sienias o artes. El consejo es aquella razon que omne piensa verdaderamente para fazer alguna cosa o non la fazer. Los fechos o los acaescimjentos e las fablas se deuen considerar por tres tiempos: pasado o presente o futuro; es a saber: qu fizo aquel de qujen fablamos o que le acaesi o qu dixo o qu faze o qu le acaesce o qu dize o qu ha de fazer o qu le ha de acaescer o de qu fabla ha de husar. E esto es quanto a las personas.
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Capitulo ij Quanto es a los negoios lo que a ellos se atribuye es de muchas maneras. Ca algo dello es aquello que se contiene en el negoio, algo se considera en la expediion del negoio, algo es ayuntado al negoio, algo se sigue del negoio. Las cosas [fol. 23v] que se contienen con el negoio se dizen aquellas que siempre estan fincadas en el e non se pueden del apartar. E destas el primero es el breue ayuntamjento de todo el negocio que contiene la suma e efecto; es a saber: por qu e para qu e por cabsa de qu se fizo el fecho. Despues ctanse las cosas que se fizieron ante del fecho fasta el mesmo negocio. E despues destas se considera qu se fizo en el negocio e qu se fizo despues. En la expediion del negoio es de considerar qu manera ouo de aquellas que se atribuyen a los negoios, las quales son estas: Logar, tiempo, modo, ocasion, facultad. El logar se considera en la cosa que se dize ser fecha segunt la opportunjdat que ouo para se fazer tal fecho. La opportunjdat se considera de la grandeza del espaio do estas lexos o erca, de la soledat, de la fama,de la natura del logar e de la vezindat de la otra tierra. E si era sacro el logar o profano, que en este proposito qujere dezir seglar o publico o priuado, ageno o de aquel de qujen fabla. El tiempo es aquello de que agora husamos. Difinjrle generalmente seria cosa difiile, mas quanto a nuestro proposito es vna parte de la eternjdat, que qujere dezir perdurableza con ierta signjficaion de ierto espaio de dja o de noche. E cerca desto deue considerar que son las cosas que pasaron asi aquellas que por la antiguedat son ya olujdadas, de guisa que non se creen e son tornadas en el cuento de las fablillas, commo aquellas que ha grant tiempo que pasaron e son arredradas de nuestra memoria, pero auemoslas por iertas, porque hay dellas ystorias e escripturas abtenticas. E esso mesmo las que ha poco tiempo que pasaron e las pueden muchos saber e las que son presentes e muchas vezes se fazen e las que se siguen dellas, segunt las quales
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se puede considerar qul es la cosa que se faze ayna o qul mas tarde. E comunmente en la consideraion del tiempo se deue considerar la longura [fol. 24r] dl, ca muchas vezes es nescesario medir el negoio con el tiempo e ver si pudo la grandeza del negoio e muchedunbre de las cosas acabarse en tanto tiempo. E es de considerar el tiempo del ao e del mes e de la noche e del dia e de la vigillia e de la ora e de la parte de la ora. Ocasion se dize aquella parte del tiempo que tiene en si opportunjdat sufiiente para fazer alguna cosa o non la fazer. E hay diferenia entre esta e el tiempo, ca maguer que son vnos en genero, porque amos signjfican tiempo, pero son diuersos en esto, que quando dezimos tiempo, signjficamos el espaio que hay en los aos o en el ao o en alguna parte del; quando dezimos ocasion signjficamos alguna opportunjdat ayuntada al espaio del tiempo. Por ende, avnque sean vnos en genero, son diuersos en speie, segunt agora deximos. E esta ocasion se parte en tres generos, los quales son estos: publico, comun, singular. Publico es lo que toda la ibdat costunbra, commo los juegos, el folgar de las fiestas, la guerra. Comun es lo que acaesce a todos poco mas o menos en vn tiempo, commo el coger de los panes, la vendimja, la callentura, el frio. Singular es lo que por alguna cabsa suele acaescer singularmente a alguno, commo fazer bodas, ofrescer sacrifiio, sepellir finado e conbidar. Modo es aquel en que se considera de qu manera o con qu yntenion se fizo la cosa e las partes del modo son dos, las quales son estas: fazerse las cosas sientemente o fazer se non sabiendo. Si se fizo la cosa sientemente, puedese considerar de aquellas cosas que dixo o fizo ascondidamente o en plaa, o si se fizo por fuera o por amonestamjento de otro. Quando la cosa se fizo non sabiendo, esto pertenece a la purgaion e tiene tres partes, las quales son estas: nescesidat, o sinpleza, acaesimjento. Nescesidat e puede traerse a esto la grande ynclinaion del coraon, commo tristeza, saa, amor [fol. 24v] e las otras cosas que son en semejantes generos. Facultad se dize aquello con que la cosa se faze mas ligeramente o sin lo qual non se puede fazer.

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Ayuntado al negoio entendemos que es aquello que es mayor o menor o semejante al negoio que se trata e lo que es egual en grandeza o contrario o apartado o es genero dello o parte o el euento que se suele dende segujr. Mayor o menor o egual en grandeza se considera la cosa segunt la quantidat e calidat e figura del negoio, commo consideramos la grandeza de vna cosa corporal por el estado e medida del cuerpo. Semejante dezimos en las cosas jncorporales, ca a semejana de las cosas corporales que se pueden conparar se juzga e conpara la natura de los negoios que tienen manera para se poder semejar. E por este respecto se dizen grandes o pequeos. Contrario es lo que se pone so diuerso genero de aquel so qujen est aquello a qujen es contrario e es mucho diuerso desto, commo el frio del calor o la muerte de la vida. Apartado se dize lo que se aparta mucho de la otra cosa, aadiendo negaion, commo si dixiesemos aquel sabe o aquel non sabe. Genero es lo que contiene algunas partes, commo cobdiia. Parte se dize lo que est so algunt genero, commo amor e auariia, ca la cobdiia conprehende mas cosas. Euento es la salida del negoio e en esto se suele considerar que salio de cada cosa e que sale e que salir. E porque en este genero pueda omne mas ierta e mas prouechosamente ver lo que ha de salir del fecho ante que salga, es de considerar que suele salir de lo semejante en esta manera: del desdn suele salir malquerenia e de la soberuja suele salir desden. La quarta parte de las que deximos que se suelen atribuyr a los negoios es el segujmjento de las cosas que dellos se siguen. E en esta parte suelense considerar qu son las cosas que se consiguen de aquel fecho, e primeramente aquel fecho que se fizo por qu nonbre se deue llamar e dende en adelante qules fueron los capitanes e falladores de aquel fecho e qules le dieron abtoridat. E qules aprouaron aquella ynuenion e fueron [fol. 25r] segujdores della. E esso mesmo de aquella cosa, qu ley hay, qu costunbre, qu ation, qu juyzio, qu sienia, qu artefiio, qu natura. E si suele acaescer a menudo o si acaesce de tarde en tarde. E despues desto es de considerar si los omnes suelen aprouar por su abtoridat aquella cosa o si suelen escandalizar della o auerla por mala. E todas las otras cosas que de tal fecho se
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suelen segujr luego o despues de algunt espacio. E postrimeramente es de acatar si se sigue alguna cosa de aquellas que son contadas en las partes de la honestad e del prouecho, de las quales mas clara mente diremos adelante. E estas cosas que desuso auemos nombrado son las que poco mas o menos se atribuyen alos negoios. Capitulo .iij Toda argumentaion que se toma de los fundamentos que de susso deximos partese en dos maneras; ca deue ser o probabile, que en este proposito qujere dezir razonable o nescesaria. E para que breuemente declaremos qu cosa es argumentaion, es de saber que argumentaion es la razon fallada e sacada de algunt genero para demostrar alguna cosa razonablemente o la concluyr nescesariamente e dizense concluyr nescesariamente las cosas quando son tales que se non podrian fazer njn prouar en otra manera si non segunt se dizen, commo si arguyese alguno desta guisa: si pari aquella muger, sguese que dormj con varon. E este genero de argumentar que consiste en demostraion nescesaria por la mayor parte se tracta en las fablas por vna de tres maneras: o por conplexion, que en este proposito qujere dezir vn tranamjento que a las vezes se faze de dos partes contrarias; o por enumeraion, que qujere dezir recontamjento; o por sinple conclusion. Argumentaion por manera de conplexion se dize aquella que qualquier de las partes que omne otorgare ser reprehendido, commo en este exienplo: si malo es aquel omne, por qu husas con l; si bueno, por qu le acusas. Argumentaion por manera de enumeraion es aquella en que se recuentan muchas cosas [fol. 25v] e, quitadas todas, queda alguna nescesariamente; commo en este exiemplo: nescesario es que si este omne mat a aquel, que lo fiziese o por enemjstad que con l tenja, o por mjedo o por esperana de auer algo por su muerte o por fazer plazer a algunt amjgo. Ca si alguna destas cabsas non hay, non le mat l; ca sin cabsa non se puede cometer malefiio. E pues njn auja enemjstad,
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njn algunt mjedo, njn esperana de prouecho que de su muerte le venjese, njn conplia su muerte a algunt amjgo suyo, sguese que non lo mat l. Argumentaion por sinple conclusion nescesariamente se sigue en este exiemplo: vos dezides que yo fize esto en aquel tiempo; yo en este mesmo tiempo estaua alliende la mar, de lo qual se sigue que non solamente non fize lo que vos dezides, mas avn que non lo pude fazer. E es deligentemente de acatar en este genero de argumentaion que non se pueda desfazer por alguna manera e que la prueua que con esta argumentaion se faze non tenga solamente semejana de conclusion nescesaria, mas que de fecho est la argumentaion asentada en nescesaria razon. Probabile se dize aquello que poco mas o menos se suele fazer, o lo que est puesto en la opinjon de los omnes, o lo que tiene en si alguna semejana a esto que dicho es; qujer sea falso, qujer verdadero en aquel genero de aquellas cosas que se suelen poco mas o menos fazer. Fzese probabile la argumentaion desta manera: si madre es, ama al fijo; si auariento es, menospreia el juramento. Ca avnque esto non sea nescesario, porque puede acaescer que alguna madre non ame al fijo e algunt auariento guarde lo que jura, pero acaesce muchas vezes, en aquello que es puesto en opinjon ser probabile la argumentaion en esta manera diziendo asy: a los malos estn las penas aparejadas en el ynfierno, e a los que trabajan en la philosophia la bien andana diujnal.8 La semejana se suele acatar por la mayor parte en las cosas contrarias e en las eguales e en aquellas que caen so esa mesma razon. En las contrarias se faze la argumentaion commo en este enxiemplo: si alguno dixiese assy, si es [fol. 26r] razonable perdonar a los que fizieron mal non sabiendo, siguese que es razonable non dar galardon a los que fizieron bien por nescesidat. En las eguales se arguye commo en este enxiemplo: asi commo en la mar non puede ser logar seguro a las naues si non el puerto, asi non puede ser coraon firme a los amjgos sin
GL: Aquj fabla Tullio errando commo gentil, ca las penas del ynfierno non se creen por manera de opjnjon, mas por firme e verdadera e jndubdable fee sin dubda e esitaion alguna. 43
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fee. En las cosas que caen so esta mesma razon se considera lo probabile commo en este enxiemplo. Si a los de Rodas non es feo alqujlar el puerto, non fue feo a Ermacreonte tomarlo por alqujler. E destas cosas algunas son verdaderas, commo si dixiesemos: seal tiene, sguese que ouo llaga. Algunas son virisimjles, commo si dixiesemos: mucho poluo trae en las calas, sguese que viene de camjno.9 E porque en iertas partes partamos todo lo probabile que se toma para argumentaion, es de saber que se parte en quatro partes, las quales son estas: seal, creyble, juzgado, conparable, que qujere dezir semejable. Seal es aquello que cae so sentido e signjfica alguna cosa que paresce saber del fecho o que passo ante o en el mesmo negoio o fue despues, enpero es tal que ha menester menor certenjdat e testimonio de prueua, commo la sangre que sale de la ferida o la fuyda del omne o el amarillura de la cara o l, e las cosas que son semejantes a estas. Creyble es aquello que, sin algunt testigo, lo prueua la opinjon del oyente, commo en este enxiemplo: non hay omne que non desee que sus fijos sean sanos e bien andantes. Juzgado es aquello que por consentmjento o abtoridat o juyzio de alguno o de algunos es aprouado. E esto consiste en tres generos, los quales con estos: religioso, comun, aprouado. Religioso es aquello que juzgaron aquellos que son jurados para juzgar segunt las leys. Comun es lo que todo el pueblo aprou e sigue, commo que nos leuantemos a los mas viejos e que ayamos misericordia de los que a nos suplican. Aprouado es aquello que los omnes por su abtoridat establesieron que era bueno, avnque era dubda si seria aujdo por bueno o por malo, commo el [fol. 26v] fecho de Graco el padre, que el pueblo romano le fizo consul despues de la censura porque durante el ofiio non fizo cosa alguna sin sabiduria de su conpaero. Conparable es aquello que tiene alguna semejante razon en cosas diuersas, e esto se parte en tres partes las quales son estas: ymagen, collaion, exiemplo. Ymagen es la fabla que demuestra
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GL: Ca esto non es nescesario, por que puede traer poluo e non venjr de

camjno. 44

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semejana de cuerpos o de naturas. Collaion es la fabla que eguala vna cosa con otra por alguna semejana. Exiemplo es la razon que qujere aprouar o reprouar alguna cosa, allegando abtoridat o acaesimjento de algunt omne o de algunt negoio. E los enxiemplos e las declaraiones destas cosas se vern adelante quando diremos las doctrinas de la elocuion. Capitulo .iiijo. La fuente de la confirmaion que es el argumentar ya la abrimos segunt se pudo abrir, ca mostramosla tan claramente commo la natura de la cosa padesia mas commo la contienda e la parte de contienda e qualquier debate, qujer consista en fabla, qujer en escripto, se deua tratar. E qules argumentaiones conujenen a cada cosa en el segundo libro lo diremos fablando singularmente de cada genero. Ca en este primero libro solamente desparzimos los numeros e las maneras e las partes del argumentar confusa e mescladamente. Pero despues escogeremos e discerneremos desta copia qul conuenga a cada vna de los generos de las cabsas. E la argumentaion bien se puede fallar por estos fundamantos que deximos, mas despues de fallada hornarse e enderesarse e polirse e partirse en iertas partes es cosa muy fermosa e muy nescesaria. E por la mayor parte non fablaron en ello los escriptores desta arte, por ende paresceme que deuemos dezir deste polimento e enderesamjento porque la execuion del argumentar se ayunte a las ynueniones [fol. 27r] de los argumentos. E esto es de considerar con grant cuydado e deligencia e non solamente hay grant prouecho en ello, mas avn ay grant dificultad en dar las dotrinas que a ello pertenescen. E es de saber que toda argumentaion se deue fazer por vna de dos maneras, las quales son estas: yndution e raionaion. Yndution es aquella fabla que diziendo cosas non dubdosas e iertas atrae a si consentimjento de aquel con qujen fabla, con el qual consentimjento le faze que aprueue aquello que era dubdoso por semejana de aquellas cosas en que consinti; commo en este
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exiemplo: cuenta Esquines Socratico que diza Socrates que fablara Aspasia con Xenofon e con su muger en esta gujsa. Ruegote muger de Xenofon que me digas: si tu vezina toujese mejor oro que t tienes, qul querrias ms, el tuyo o el suyo? Respondi ella el suyo. Pereguntole: mas toujese vestiduras e hornamentos que valiesen mas que los tuyos, quales querras ms, los tuyos o los suyos? Respondi ella los suyos. E esto dicho preguntole si toujese mejor marido que el tuyo, qual querras ms, el tuyo o el suyo? Ouo verguena la muger de Xenofon e call. Entonce dixo a Xenofon: Rugote Xenofon que me digas si tu vezino touiese mejor cauallo que t, qul querras ms, el tuyo o el suyo? Respondi Xenofon el suyo. E si toujese mejor heredat que t qual querras ms, la tuya o la suya? Respondi la suya. E si toujese mejor muger que t, qul querras ms, la tuya o la suya? A esto call Xenofon. Entonce dixo Aspasia: porque cada vno de vosotros non me respondi a aquello que yo solamente quera saber e por lo que preguntaua las otras cosas, yo mesmo dir lo que cada vno de vos piensa, lo qual es esto: t, muger de Xenofon, querras muy buen marido e tu Xenofon querras muy buena muger; por ende si non fizieredes que t seas el mejor omne de la tierra e tu la mejor muger [fol. 27v] siempre querredes aquello que pensaredes que es mejor. E t desears ser siempre marido de muy buena muger e tu ser casada con muy buen varon. E asi Aspasia, diziendo cosas que non eran dubdosas, ouo consentimjento; de gujsa que por la semejana de aquellas e por la razon del preguntar, se otorgase aquello que fuera dubdoso si apartadamente lo preguntaua. E desta manera de fabla husaua mucho Socrates, ca non queria l de suyo dezir cosa alguna para ynduzir al otro mas de lo que diza el que disputaua con l; formaua las argumentaiones porque, segunt lo que auja dicho, oujese de otorgar lo que l queria. E en este genero de argumentaion primeramente auemos de parar mjentes que aquello que traemos para semejana sea tal que nescesario se aya de otorgar, ca pues por ello queremos fazer
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otorgar lo dubdoso conujene que ello non sea dubdoso. Es eso mesmo de acatar que aquello que queremos prouar sea semejante a aquellas cosas que traemos por claras para lo prouar. Ca en otra gujsa non nos aprouechara que nos otorgasen lo que dezimos, si non es semejante a ello aquello para cuya prueua lo traemos. E demas desto es de acatar que non entienda aquel contra qujen se trae ha qu fin se fazen aquellas ynduciones, ca el que vee que si otorga lo que le preguntan que aver nescesario de otorgar lo que le desplaze, por la mayor parte o non respondiendo o mal respondiendo non consentir prosceder adelante la razon. Por ende, por esta manera de preguntas non sabiendolo, es de traer de lo que otorg a lo que non qujere otorgar. E asi atraydo forado es que o calle o lo otorgue o lo njegue e si lo njega entones es de demostrar la semejana de las cosas que otorg con la que non qujere otorgar. O es de traer otra yndution. Si lo otorga es de concluyr la argumentaion. Si calla es de afincar que responda. O por quanto el callar paresce confesion, es de concluyr la argumentaion commo si fuera otorgada. E asi este genero [fol. 28r] de argumentaion se faze de tres partes: la vna consiste en las semejanas vna o dos o ms que se traen para prouar lo que qujeren. La segunda consiste en lo que queremos que nos otorguen, por cuya cabsa se traen las semejanas. La tercera consiste en la conclusion que aprueua el otorgamjento o demuestra qu es lo que se sigue del. E porque por aventura parescera a alguno que non auemos claramente esto demostrado si non ponemos algunt exiemplo en genero de cabsas de pleitos, es bien que husemos de vn exiemplo de pleito, non porque la doctrina sea diuersa. Ca quanto a esto esa mesma doctrina ha logar en las conteniones de los juyzios que en las otras fablas, mas porque satisfagamos a la voluntad de aquellos que lo que veen en vn logar non lo saben conoscer en otro, si non gelo muestran, pongamos vn exiemplo. E este sea aquella cabsa que fue mucho publicada entre los griegos, la qual fue quando Ephamjnudas, enperador de los thebanos, no dio hueste a su subsesor segunt la ley e detuola pocos dias e venci con ella del todo a los de Lacedemonjia. Ca en esta cabsa podria qujen le acusase husar de vna argumentaion
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por manera de jndution atenjndose a la escriptura de la ley, contra la yntenion de qujen la fizo. E diziendo a los juezes en esta gujsa: O, Juezes, si esto que Ephamjnudas dize, es a saber, que la yntenion de qujen fizo la ley es de punjr al que detiene la hueste ssaluo si lo faze por prouecho de la republica, sy l lo qujsiese aader en la ley mesma e escriujrlo asi, consintiriades gelo o non? Por ierto pienso que non. E si vos mesmos, lo que vos non fariades, ca es cosa muy arredrada de vuestra religion e sabiduria, qujsieredes por honrra suya aader esta excepion a la ley sin mandado del pueblo, cuydades si el pueblo thebano lo consentira? Por ierto non. Pues lo que es maldat aaderlo a la ley paresce vos que es bien segujrlo commo si fuese escripto en ella. Por ierto, yo conosco vuestro entendimjento [fol. 28v] O, Juezes! e s que vos non parescer asi. Por ende, si la voluntad de qujen la escriuj non puede ser corregida por escriptura por vos njn por l, parad mjentes si es cosa mucho mas fea mudar de fecho por vuestra sentenia lo que avn de palabra non podriades mudar. Capitulo v. Asaz auemos dicho quanto a lo presente de la argumentaion que se faze por manera de yndution. De aquj adelante consideremos la fuera e naturaleza de aquella que se faze por manera de raionaion. La raionaion es aquella fabla que saca de la question mesma alguna cosa probable, la qual, declarada e conosida por s, confirme e prueue a s mesma. Ca los que deligentemente consideraron este genero de argumentaion, avnque en el huso del fablar fueron concordes, pero en la manera de la doctrina fueron algunt tanto discordes. Ca algunos dellos partieron este genero en inco partes. Algunos dixieron que non se podria partir mas que en tres. E paresceme que es prouechoso que declaremos la discordia destos en vno con la razon que cada vno dellos por si tiene. Ca breue es e non es de tal gujsa que alguna destas opinjones sea del todo vana. Mas cada

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vna dellas tiene alguna verdat. E este fundamento de argumentar non es de menospreiar en las fablas. E es de saber que aquellos que piensan que en inco partes se destribuye esta manera de argumentaion dizen asi: que aquel que desta manera quiere argumentar deue primeramente declarar el efecto de su argumentaion, commo en este exiemplo, diziendo: mejor se fazen las cosas que se gujan con consejo que aquellas que se admjnjstran sin consejo. E esta cuentan ellos por la primera parte e dizen que se deue prouar [fol. 29r] por diuersas razones e por muy abundosas palabras en esta manera: la casa que se rige e se goujerna por razon es ms enderesada e mas aparejada en todas las cosas que aquella que se admjnjstra locamente e sin ningunt consejo. La hueste que es gujada por emperador sabidor e sotil se rige muy mas prouechosamente en todos sus fechos que aquella que es admjnjstrada por locura e nesio atreujmjento de alguno. E esta mesma razon ha logar en el naujo. Ca aquella nao faze su viaje muy bien que tiene gouernador muy sabio. E quando la propusiion en esta manera es ya prouada e pasaron estas dos partes de la raionaion, dizen ellos que deues ya dezir lo que qujeres mostrar por fuera de la proposiion que has dicho en esta gujsa. E non hay cosa alguna entre todas las cosas que mejor sea admjnjstrada que todo el mundo e esta es la tercera parte de la raionaion. E despues della en el quarto logar dizen que es de tomar otra aprouaion, commo diziendo, asi en este exiemplo, que posimos: los nasimjentos de los signos e el poner dellos guardan vna horden limjtada e los mudamjentos de cada ao non solamente se fazen de vna gujsa por nescesidat, mas avn son apropiados a prouecho de todas las cosas e las mudanas de los dias e de las noches nunca fueron mudadas, mas alternanse todavia de vna gujsa e nunca daaron a cosa alguna, las quales cosas todas son seal que la natura del mundo es admjnjstrada con consejo non mediano, mas muy grande. E en el qujnto logar es de dezir vna conclusion que concluye en vna de dos maneras: o solamente aquello que de todas las partes qujso concluyr, diziendo asi en el exiemplo suso dicho:
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sguese que el mundo es admjnjstrado con consejo; o ayuntando en vn logar todas las proposiiones e prueuas dellas diziendo asi en el exiemplo ya dicho: pues que asi es, que mejor se admjnjstran las cosas que se fazen con consejo que las que sin consejo se fazen. E non hay cosa en todas las cosas que mejor [fol. 29v] se admjnjstre que todo el mundo, siguese que el mundo es admjnjstrado con consejo. E asi piensan que es partida esta argumentaion en inco partes. Los otros que dizen que es partida en tres partes non dizen ellos que se ha de fazer de otra guisa, ca bien entienden que as es de fazer commo deximos, mas reprehenden la partiion della, ca dizen que las prueuas de la primera proposiion e de la terera non son partes apartadas, mas son vnas con sus proposiiones. Ca non se dize propusiion acabada la que est confirmada con su prueua. E por ende aquellas que los otros dizen que son dos partes, es a saber, primera e segunda e llmanlas proposiion. Ca si non toujese aprouaion non seria proposiion de la argumentaion. E eso mesmo las que los otros dizen que son dos partes, es a saber tercera e quarta, e llmanlas asumpion e aprouaion, dizen estos que es vna e llamanla asumpion e asi la argumentaion que se faze de vna manera paresce a los vnos que tiene tres partes e a los otros inco. De lo qual se sigue que la diuersidat destas opinjones non trae diferenia en el exeriio del fablar. Ca en esto amas concuerdan, mas trae diferenia en la manera de la doctrina. E quanto a nos, parece que es mas prouechosa aquella partiion que parte esta argumentaion en inco partes. E esta sigujeron por la mayor parte todos aquellos que fueron segujdores de las doctrinas de Aristotiles e de Theufrasto. Ca asi commo Socrates e los Socraticos husauan por la mayor parte de aquel genero de argumentar que de suso deximos que se llama argumentaion por yndution, asi Aristotiles e los periphateticos e Theofrasto husaron mucho este genero de argumentaion que se faze por raionaion. E despues lo sigujeron aquellos que fueron aujdos por rethoricos muy sotiles e muy dulces. E parescenos que deuemos dezir por qu razon nos paresce esta partiion mejor, porque non piensen que la segujmos locamente e deuemos lo
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dezir en breue porque non tardemos en ello mas que la razon de la doctrina demanda. E digamos asy: si hay alguna argumentaion en que seria [fol. 30r] flaca la proposicion si non se ayuntase a ella aprouaion, siguese que la aprouaion es cosa apartada de la proposiion. Ca lo que se puede ayuntar a alguna cosa e apartar della non es aquello mesmo ha que se ayunta e de que se aparta. E pues hay alguna argumentaion en que la proposiion non ha menester prueua e hay alguna argumentaion que non vale cosa alguna sin prueua segunt demostraremos, siguese que la aprobaion es cosa apartada de la proposiion. E mostrarse ha esto que prometimos en esta manera. Aquella proposiion que contiene en si alguna cosa magnjfiesta e que es nescesario que todos la ayan por ierta, non cunple quererla firmar njn aprouar, commo en este exiemplo si alguno dize asi: Si el dia que esta muerte se fizo en Roma yo estaua en Athenas non pude ser en ella. Ca esto porque es claramente verdadero non cunple prouarlo. Mas conujene segujr la proposiion e dezir en esta gujsa: en aquel dia estaua yo en Athenas. E si esto non es ierto, ha menester prueua, la qual fecha vienen a la conclusion. E puede dezir: sguese que yo non puedo ser en esta muerte. E asi hay alguna proposiion que non ha menester aprouaion, ca de auer algunas que han menester prueua, non es nescesario de lo mostrar porque cada vno se lo vee. E si asi es, sguese que es apartada la aprouaion de la proposiion, de lo qual se concluye que es falso dezir que la argumentaion non tiene mas de tres partes. E semejante se puede dezir en la terera parte que llamamos asumpion. Ca si hay alguna argumentaion en que basta husar de la asumpion e non es menester de ayuntar prueua e hay alguna argumentaion en que seria flaca la asumpion si non le fuese ayuntada prueua, sguese que la aprouaion es cosa apartada de la asumpion. E ierto es que hay alguna argumentaion en que la asumpion non ha menester prueua. E hay otra en que non valera cosa sin prueua. E asi nescesario se concluye que la aprouaion es cosa apartada de la asumpion e mostraremos esto que prometimos en esta gujsa: hay argumentaion en que la
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asumpion [fol. 30v] non ha menester prueua e ay otra en que non valera cosa sin prueua. E asi nescesario se concluye que la aprouaion es cosa apartada de la asumpcion e mostraremos esto que prometimos en esta gujsa, commo en este exiemplo si dixiese alguno asi: Conplidero es querer saber, conujene trabajar en la philosophia. Esta proposiion ha menester prueua, ca non es clara njn la han todos por ierta, porque muchos hay que cuydan que la philosophia non aprouecha, e avn algunos piensan que dapa, mas la asumpion es clara la qual es esta. Cosa complidera es saber, ca esto es cosa clara de si mesma e cada vno la entiende. Por ende non ha menester prueua. Mas luego es de concluyr la argumentaion en esta gujsa: sguese que conujene trabajar en la philosophia. E asi paresce que hay alguna asumpion que non ha menester prouaion. Ca de aver alguna que aya menester prueua, claro es. E asi se concluye que la aprouaion es cosa apartada de la asumpion, de lo qual se sigue que es falso dezir que la argumentaion non tiene mas de tres partes. E de lo que dicho es, asaz claro paresce que hay alguna argumentaion en que njn la proposiion njn la asumpion ha menester prueua. E pongamos vn exiemplo breue porque sea ierto. Si alguno dixiese asi: Si con grant deligenia la sabiduria se deue catar, con grat deligenia la nescedat e locura es de esqujuar. E pues la sabiduria se deue catar con grat deligenia siguese que la nescedat es de esqujuar con grande deligenia. E en esta argumentaion la asumpion e la proposiion son claras e amas non han menester aprouaion. E de todas estas cosas se demuestra claramente que la aprouaion, a las vezes se ayunta, a las vezes non, de lo qual se sigue que la aprouaion non se contiene en la asumpion njn en la proposiion, [fol. 31r] mas cada vna dellas tiene su logar e su fuera apartada. E asi bien partieron aquellos que la argumentaion destribuyeron en inco partes. Capitulo .vj.

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Concluyendo lo suso escripto es de saber que la argumentaion que se faze por raionaion contiene inco partes, las quales son estas: proposiion, por la qual se declara breuemente el fundamento de donde salle toda la fuera de la raionaion; aprouaion por la qual aquello que breuemente es dicho se prueua por razones e se faze mas abierto e mas claro; asumpion, por la qual se trae a proposito aquello de la proposiion que faze al fecho que qujeren prouar; aprouaion de la asumpion, por la qual se confirma con razones aquello que es traydo ha proposito; conclusion, por la qual breuemente se declara aquello que de toda la argumentaion qujeren concluyr. E asi la argumentaion que mas partes tiene en estas inco esta otra argumentaion hay que tiene quatro partes, otras tres, otras dos. E cada vno puede ver que es asi. E de aquellas cosas que son iertas poneremos exiemplo e de las que son dubdosas daremos razones. Argumentaion de inco partes se podria fazer en este exiemplo, commo si alguno dixiese:10 O Juezes!, todas las leys se deuen traer aprouecho de la Republica e son de ynterpretar segunt el prouecho comun e non segunt la escriptura de las letras. Ca esta virtud e sabiduria tenjan nuestros antecesores que en escreujr las leys non curauan de otra cosa si non de la salud e prouecho de la Republica. E njn ellos querian escreujr cosa que dapase e avnque lo escriujesen, bien [fol. 31v] entendian quando fuese entendido sera refusada la ley que dapo troxiese. Ca non hay alguno que qujera guardar las leys por cabsa de las leys, mas por cabsa de la Republica e todos piensan que se admjnjstra muy bien la Republica con las leys. Por ende, segunt aquel fin para que las leys se mandan guardar, conujene ynterpretar la escriptura dellas. E pues a la Republica serujmos, deuemos jnterpretar las leys segunt el prouecho della. Ca asi commo de la mediina non cunple otra cosa tomar si non aquello que pertenesce a prouecho e sanjdat del cuerpo, porque por cabsa del fue leuantada, asi de las leys non conujene alguna cosa aluedriar si non lo que cunple a la Republica, porque por cabsa della fueron establesidas. Por ende
(N.d.a.) Torna Tullio a argujr en el exiemplo que de suso puso en la cabsa de Ephamjnudas. 53
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en este juyzio dexad de escodriar las letras de la ley e considerad la ley segunt que es razonable al prouecho de la Republica. Ca qul cosa fue ms prouechosa a los de Thebas que ser supremjdos los de Laedemonja, que eran sus enemjgos?, o qul cosa pertenesca ms que acatase Ephamjnudas, enperador de los thebanos, que los suyos oujesen vitoria?; o qul cosa por ms cara e ms amada o por mejor conujene aver que tamaa gloria de los thebanos con tan claro e tan fermoso trihunpho? Por ende, dexada la escritura de la ley, deuj Ephamjnudas considerar la jntenion de qujn la escriujo. E esto asaz cosa considerada es que non hay alguna ley escripta si non por cabsa de la Republica. Por ende penso que era soberana locura non jnterpretar segunt la salud de la Republica lo que por salud della era escripto. E si todas las leys conujenen ser referidas a prouecho de la Republica, e este Ephamjnudas fizo prouecho a ella, sguese que non se puede dezir que en vn mesmo fecho fizo prouecho a toda la comunjdat e desobedesi a las [fol. 32r] leyes, ante paresce auerlas obedesido, pues por el prouecho comun, el qual el guard, son establesidas. En quatro partes se faze la argumentaion quando proponemos o asumjmos sin prouaion lo qual se deue fazer quando la proposiion se entiende por si mesma o la asumpion es clara e non ha menester prueua e dexada la prueua de la asumpion, fazese la argumentaion en quatro. Commo en este exiemplo, si alguno contra Ephamjnudas dixiese asi: O Juezes!, vos que sodes juramentados a juzgar segunt la ley, nescesariamente deuedes obedescer las leyes. E obedescer a las leys non podedes si non segujdes lo que es escripto en ellas. Ca, qul mas ierto testimonjo de su voluntad puede dexar el que escriuj la ley que la escriptura la qual l escriuj con grant cuydado e deligenia. E si las letras non toujsemos con grant trauajo las buscariamos por conoscer por ellas la voluntad del escriptor. E non consentiramos a Ephamjnudas si non toujese pleito que le taese que nos jnterpretase la yntenion de la ley, pues ms razonable es que non le suframos, tenjendo presta e clara la ley, jnterpretar la voluntad del scriptor non segunt que est magnjfiestamente escripto, mas segunt que cunple a su
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negoio. E si vos, juezes, deuedes obedescer a las leys, e esto non podedes fazer si non seguides lo que es escripto en la ley, por qu dubdades de juzgar que este Ephamjnudas fizo contra la ley? Dexada la aprouaion de la asumpion, se puede fazer la argumentaion en quatro partes segunt este exiemplo. Si alguno dixiese: Non deuemos dar fee a las palabras de aquellos que muchas vezes contra la fee nos engaaron. Ca si algunt dapo resibisemos por la su deslealtad, non podramos razonablemente acusar a otro saluo [fol. 32v] a nos mesmos e ser omne egaado . La primera vez es dapo, la segunda es liujandat, la tercera es torpeza e nescedat. E pues los de Cartago muchas vezes nos engaaron, soberana locura es aver esperana en la fee de aquellos por la deslealtad de los quales tantas vezes somos engaados. Dexada la aprouaion asi de la proposiion commo de la asumpcion, se puede fazer la argumentaion en tres partes. Commo en este exiemplo, si alguno dize asy: Vna de dos cosas nos cunple: o auer temor de los de Cartago, si los dexamos asi seguros; o que destruyamos su ibdat e ierto es que non cunple aver themor dellos, pues siguese que deuamos destruyr su ibdat. Capitulo .vij. Algunos hay que piensan que algunas vezes se puede callar la conclusion quando lo que se sigue de la proposiion es claro. E quando esto acaesce fazese la argumentaion de dos partes; en esta manera, commo si alguno dixiese asi: si la muger pari, non es virgen. E esta muger pari aquj dizen que basta asaz fazer la proposiion e asumpion e dexar la conclusion porque es tan clara que non es menester de la dezir. Pero a nos paresce que toda raionaion es de concluyr e aquel viio que a ellos desplaze, es a saber: poner en la conclusion lo que es mucho claro, se deue esqujuar con grant cuydado, lo qual todo se puede fazer si son bien entendidos los generos de los ayuntamjentos de las propossiiones. Ca o ayuntaremos e pornemos en vno la proposiion e la asumpion en esta manera, commo diziendo en el
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exiemplo suso escripto: si todas las leyes conujene ser eferidas al prouecho [fol. 33r] de la Republica, e este Ephamjnudas a prouecho a la salud publica, por ierto non puede ser dicho que en vn fecho mesmo fizo bien a la salud comun e non obedesio a las leys. O tomaremos el contrario de la conclusion en esta manera, en el exiemplo suso dicho de Cartago diziendo: siguese que es soberana locura auer esperana en la fee de aquellos por la deslealtad de los quales tantas vezes eres engaado. O de otra gujsa que concluyamos solamente aquello que queremos dezir, commo en este mesmo exiemplo diziendo: siguese que destruyamos la ibdat. O que esprimamos lo que se sigue de aquello que queremos concluyr, commo en el exiemplo de la muger que diziamos en esta gujsa: si la muger pario, ierto es que dormj con varon. Esta pari, siguese que dormj con varon. E si non quieres dezir esto por que es muy claro, conclyelo que dello se sigue e dirs: sguese que cometi jncesto o adulterio segunt la calidat del caso en que se fabla. E asi concluyrs la argumentaion e non ser la conclusion muy clara la qual qujeres esqujuar. E por ende en las argumentaiones muy luengas es de concluyr por estos atraymjentos o por los contrarios. En las breues es de declarar solamente aquello que omne quiere prouar. E en aquellas en que la conclusion seria muy clara, es de husar de aquello que se sigue de la conclusion segunt que de suso deximos. E si algunos hay que piensan algunas vezes basta asaz fazerse la argumentaion con vna parte sola, commo en el exiemplo suso dicho, diziendo asi: pues pari, con varon dormj, porque en tal caso pueden pensar que njn es menester asumpion njn aprobaion njn conclusion. Pero a nos paresce que estos yerran en la signjficaion del nombre. Ca la argumentaion, avnque tiene vn nombre, signjfica dos cosas, es a saber: que argumentaion es la cosa fallada razonable o nescesaria para prouar alguna cosa, e el polimjento artefiioso desta cosa fallada. E quando dizen algo en esta manera: pues pari, con varon dormj, dizen la cosa fallada, mas non dizen el polimjento della. E nos fablamos de las partes deste polimjento.

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Por [fol. 33v] ende aquella razon que estos dizen non pertenesce a este fecho e con esta respuesta podemos desechar otras razones que parescen fazer contra la partiion que deximos de algunos si hay que piensan que la asumpion se puede tirar o la proposiion la qual tiene alguna osa probabile o nescesaria sin dubda en algo mouera al oyente. Ca solamente curasemos de la cosa que se dize e non fiziesemos menion de la manera en que se dize lo que es pensado, non se faria tan grant diferenia commo se faze entre los soberanos oradores e los medianos. Mas non solamente es de acatar lo que se dize, mas avn la forma en que se dize. Por ende el que tracta de la argumentaion deue curar non solamente de la cosa fallada, mas avn del polimjento de la manera del fablar. Capitulo viijo. Con grande cuydado cunple diuersificar e variar la oraion ca en todas las cosas la semejana es madre de la fartura. E esto se puede fazer si non comenaremos siempre de vna manera la argumentaion. E lo primero conujene distingujr la fabla en los mesmos generos e a las vezes husar de manera de jndution, a las vezes de raionaion e en la argumentaion non comenar siempre de proposiion, njn siempre fazer argumentaion de inco partes, njn polir las partiiones de la razon siempre por vna manera. Mas a las vezes comenar de la asumpion, a las vezes de la aprouaion e alternarlas e trocarlas, e a las vezes husar de vna manera de conclusion e a las vezes de otra. E para que esto se vea bien o escriujendo o fablando en qualquier de los exiemplos, se puede ver qun ligero es de fazer. E parescenos que asaz auemos dicho de las partes de la argumentaon e bien queremos que entiendan los que esto leyeren que nos sabemos que por otras razones muchas e obscuras se tractan las argumentaiones [fol. 34r] en la philosophia, de las quales hay ierta arte. Pero paresionos que non son para el huso de orar e para la arte de la eloquenia, mas aquellas que pertenescen para fablar e orar nos non afirmamos que las deximos
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mas prouechosamente que los otros, mas dezimos que las auemos escripto con mayor deligenia e cuydado. E agora segunt que presumjmos por aquella horden pasaremos a las otras cosas.

Titulo septimo de la reprehension Capitulo primero Reprehension es aquella por la qual argumentando omne o destruye o aflaca o adelgaza la confirmaion de los aduersarios. E esta fzese por aquella mesma fuente de jnuenion por la qual se faze la confirmaion. Ca por aquella manera de fundamjentos que se puede la cosa confirmar e prouar, por esa manera e por essos mesmos fundamantos se puede destroyr. E non hay de considerar en todas estas jnueniones si non aquello que es atribuydo a las personas e a los negoios. Por ende de las doctrinas que ya auemos dicho, las quales se han de traspasar a esta parte de fabla que llamamos reprehension, se deue hordenar la jnuenion e argumentaion e polimjento della. Pero porque alguna doctrina espeial se d en esta parte, declararemos las maneras de la reprehension e qujen las guardare mas ligeramente podr desfazer o destruyr las argumentaiones que contra l se fazen. E toda argumentaion se reprehende por alguna de las maneras que se siguen. La primera si por ventura non se otorga alguna cosa o muchas de las que fueron puestas en la asumpion. La segunda si se njega que de las cosas otorgadas se ssygue la conclusion que el arguyente qujso prouar. La tercera si se muestra que el genero de la argumentaion non es bueno. La quarta si contra alguna firme argumentaion se trae otra tanto o ms firme. [fol. 34v] De las cosas que fueron dichas en la asumpion, non se otorga algo, commo quando aquello que diza el que argumentaua que era creyble se njega ser as o lo que diza que era semejable se muestra que non es semejante o lo que allegaua por juzgado se rebuelue por la otra parte o se reprueua del todo el juyzio o lo que diza el argumentador que era seal se njega ser asy o si se
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reprehande el ayuntamjento de diuersas razones en la vna parte o en amas o si el cuento de diuersas cosas se prueua ser falso o si la sinple conclusion se demuestra contra l en alguna cosa falsa. Ca todo lo que se toma para argumentar, qujer sea de cosa probabile, quier de cosa nescesaria, conujene que se tome de los fundamentos que desuso deximos. Lo que es tomado por cosa creyble se destruya si se muestra ser claramente falso en esta manera, commo si dixiese alguno: Non hay alguno que non qujera mas el dinero que la sabiduria. Ca esto magnjfiestamente es falso, porque algunos hay que qujeren mas la sabiduria que el dinero. O si hay alguna cosa contraria que sea creyble, commo si dixiese alguno: qul hay que non sea mas cobdiioso de los actos de la virtud que del djnero?, porque hay algunos que faran el contrario. Que si se dize que del todo non es creyble aquello que era puesto por creyble, commo si alguno, que es ierto que es auariento, dixiese que por cabsa de algunt acto de virtud mediano menosprei muy grant quantia de djnero; o si aquello que en algunas cosas acaesce e en algunos omnes, digan que se faze comunmente en todos en esta manera, commo si dixiese alguno: los que pobres son, ms qujeren el djnero que los actos de la virtud, ca non lo fazen todos los pobres. O si dixiese alguno asy: pues aquel logar es desierto, nescesario es que allj se fiziese esta muerte; ca aquel omne podia ser muerto en logar publico. Ca esto non ha logar todavia, porque a las vezes acaesce [fol. 35r] el contrario. O si aquello que se faze pocas vezes, dizes que nunca se faze, commo dizja Courio en fauor de Fulujo que non podia alguno en vna vista njn de pasada enamorarse; ca esto avnque comunmente sea, pero podria en algunt caso acaescer el contrario. E lo que es tomado por seal, por aquellos mesmos fundamentos porque se prueua, se puede destroyr. Ca en la seal primeramente es nescesario que sea verdadero aquello que por seal se toma e dende que sea propria seal de aquello porque se toma e de que se tracta. Commo la sangre es seal de la muerte, despues que sea tal cosa la que se fizo que non se deujera fazer. E postrimeramente es menester que aquel de qujen tratan sopiese la ley e la costunbre de aquella cosa. Ca estas cosas son atribuydas a la seal, las quales declararemos con mas deligenia quando
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fablaremos de la contienda conjectural. E asi en la reprehension es de dezir o que non es seal o que es pequea para tamao fecho o que faze mas por el que fabla que por los aduersarios o que del todo es falso lo que dizen o que se pudo traer a otra sospecha demas de aquello ha que ellos lo qujeren traer. Capitulo .ij Quando alguna cosa se trae por manera de semejable por quanto aquello se tracta por semejana, conuern en reprehender negar que es semejante a aquello para que se trae; lo qual se podr fazer si se demostrare que es diuerso en genero o en natura o en fuera o en grandeza o en tiempo o en logar o en persona o en opinion. E si se muestra en qu reputaion se puede tomar aquello que se trae por semejana e en qu logar aquello para cuya semejana se trae. E mostrado esto, mostrar luego qu diferenia hay entre [fol. 35v] la vna cosa e la otra, de lo qual mostraremos que se deue reputar e tener por otra cosa aquello que se compara e por otra aquello ha que se conpara. E esta manera de reprehension auemos mucho menester quando queremos reprehender alguna argumentaion que es fecha por manera de jndution. E si se trae contra uos alguna cosa judgada, porque esto prinipalmente se confirma e toma actoridat por estos fundamentos, es a saber, por loor de aquellos que lo judgaron. E por semejana de aquella cosa de que se tracta a aquella que fue juzgada e remenbrando e diziendo que non solamente non fue reprehendido aquel juyzio, mas avn que fue de todos aprouado e loado, e demostrando que mayor e ms difile cosa fue aquella que fue judgada que traen para prouar, que aquella que est en juyzio, en tal caso conplir reprehender la tal argumentaion por fundamentos contrarios, si hay para ello razon verdadera o verisimjle e ser de acatar deligentemente si por ventura non faze a propsito de lo que se tracta aquello que fue judgado. E es de ver si es tal cosa la que traen en la qual se ha de reprehender el que la judg, de gujsa que paresca que qujeren reprehender e judgar a aquel que la judg.
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Cumple eso mesmo parar mjentes si son otras cosas juzgadas de otra manera, de gujsa que aquello que traen por judgado paresca cosa singular o tal que se fizo pocas vezes. Ca por estas razones la actoridat de lo judgado se puede mucho destroyr o amenguar. E aquellas cosas que se traen commo razonables por la manera suso dicha se puede temptar de las desfazer. Capitulo iij Aquellas cosas que se traen commo nescesarias e semejan argumentaion nescesaria e non lo son, puedense reprehender en la manera que se sigue. Primeramente, la conplexion [fol. 36r] e ayuntamjento de dos partes que es fecha de tal guisa que qualqujer parte otorgada paresce enteramente concluyr, si verdadera es, nunca se puede reprehender; si falsa es, reprehender se ha por vna de dos maneras. O por conuersion o por destruion de la vna parte. Por conuersion es a saber: retornando la razon contra el arguyente en esta manera, commo si alguno dixiese asy: si este que t acusas es omne de verguena, para qu acusas a aquel que tiene en poco ser acusado? Ca el que faze esta razon, entiende que qujer confieses que es omne de verguena, qujer non que avrs de otorgar que non deue ser acusado. E esta argumentaion se puede reprehender por manera de conuersion en esta gujsa, diziendo asi: ante se deue acusar. Ca si es omne de verguena, no tern en poco la acusaion. E si tiene el yngenjo desuergonado, razon es de acusarle, pues es mal omne. Por destrucion de la vna parte se puede reprehender en este mesmo exiemplo respondiendo asy: si omne de vergena es, por la acusaion se corregir e se partir del herror. La enumeraion e recontamjento de las partes se dize viiosa si se dexa alguna cosa para lo que queremos que sea otorgado o si contamos cosa flaca que se pueda contradezir, o tal que non aya cabsa alguna porque non se pueda otorgar honestamente dexase algo en la enumeraion, commo en este exiemplo, si dixiese alguno asi: t que tienes este cauallo,
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nescesario es que o lo conpraste o lo heredaste o te fue dado o nascio en tu casa. E sy esto non es, siguese que lo furtaste. E pues non lo conpraste, njn lo heredaste, njn te fue dado, njn nasio en tu casa, concluyese que lo furtaste. Esto se puede reprehender bien respondiendo que aquel cauallo fue tomado de los enemjgos e le ouo en su parte, lo qual al dicho se [fol. 36v] destruye la enumeraion e recontamjento, porque aquello que se responde non fue recontado en ello. En otra manera se reprehender si se dize contra aquello commo en el exiemplo suso dicho, si muestra que ouo el cauallo por herenia, o si aquello que qujeren que confiese non es cosa torpe e se puede bien otorgar, commo si dixiesen los aduersarios a alguno: o t quesistes poner asechanas o quesiste fazer plazer a tu amigo o te mouiste con cobdiia, ca bien puede responder: qujse fazer plazer a mj amjgo, lo qual non es cosa torpe. Capitulo iiijo La sinple conclusion se puede reprehender si aquello que qujere que se siga non paresce segujrse nescesariamente de lo que ante se dixo. Ca dezir asi: si spiritu tiene, bjue; si de dia es, luz hay, es de tal gujsa que de lo primero nescesariamente se sigue lo postrimero. Mas si alguno dixiese asi: si aquella es madre, ama; si aquel alguna vez pec, nunca se corregir, conujene que se reprehenda, demostrando que non se sigue nescesariamente lo primero de lo postrimero. Ca acaesce a las vezes la madre non amar al fijo e el que pec corregirse. Este genero e las otras cosas nescesarias a la arte del argumentar e la reprehension de las argumentaiones contienen vna mayor materia e mas largamente e mejor se deue declarar que aquj se declara, mas el conosimjento e la doctrina de aquella arte es tamaa e de tal manera que non se puede ayuntar del todo a alguna parte desta arte de Rethorica que tractamos, mas es tal que requjere grande ensenamjento e de luengo tiempo e apartado desta arte. [fol. 37r] Por ende aquellas cosas que a ello pertenescen en otro tiempo e para otro proposito, si buenamente pudieremos las declararemos.
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Agora conujene nos que seamos contentos para el huso del fablar de las doctrinas de los Rethoricos. E quando de lo que se toma en la asumpion alguna cosa non se otorga, destruyese el argumento segunt que dexjmos. Mas quando de las cosas otorgadas non se sigue la conclusion, es de considerar esto si por ventura se dize vna cosa e se faze otra. Commo si alguno diga que parti de su casa para yr a la hueste e contra l qujera otro husar de tal argumento: sy venjeras a la hueste vierante los capitanes de los caualleros. E pues non te vieron, siguese que non partiste para la hueste. Ca aquj, si otorgares la proposiion e la asumpion, es de destroyr la conclusion porque otra cosa se concluy que de nescesidat se concluya. Porque bien puede ser partir para la hueste e non llegar njn lo ver el capitan. E agora porque mas claramente se entendiese la materia, posimos este exiemplo que tienen claro e grande herror, porque se canbian las palabras. Ca al comjeno dize del venjr e despues concluye en el partir. Mas muchas vezes acaesce que el herror es mas obscuro e pasa por verdat. Commo quando non te mjenbras bien de lo que otorgaste, o si otorgaste cosa dubdosa por ierta. E quando otorgares cosa dubdosa e por aquella confesion te qujsieren concluyr, conujene que demuestres que non se sigue la conclusion de lo que tu otorgaste en la manera que t lo entendiste, mas que el aduersario la qujso traer a otro entendimjento. E asj que la conclusion non sale de lo que t otorgaste, mas de lo que l qujso entender. Commo en este exiemplo, si alguno qujsiese prouar a algunos mercadores que eran pobres e argumentase asi: sy avedes menester djnero, non tenedes djnero, [fol. 37v] si non tenedes djnero pobres sodes e ierto es que auedes menester dinero, ca en otra gujsa non trabajarades en mercadoria, pues syguese que sodes pobres. Este argumento se reprehende asy que dir la otra parte: quando t dizias: `si aujades menester djnero non tenedes djnero, esto entendia yo si tanto era el menester que tornaua en pobreza e por ende lo otorgaua; e quando t dizas adelante `auedes menester djnero, entenda yo que queras dezir que querramos tener ms djnero. E asi destas confesiones non se concluye que somos
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pobres, mas bien se concluyera si al comjeno confesramos que el que quera auer mayor quantia de la que tiene, non tiene djnero alguno. Mas esto non se confes. A las vezes cuydan que has olujdado lo que confesaste. E por ende ponen en la conclusion lo que non se sigue. Commo si qujsiesen concluyr en esta manera, si alguno dixiese asi: si a aquel pertenesa la herenia de fulano, verisimjle es que l lo mat, e va prouado esto por muchas palabras, e despues dize que a aquel pertenesia la herenia. E dende concluye que aquel lo mat. Ca non se sigue esto de lo que auja dicho, porque otra cosa es ser versimjle que lo mat e otra dezir que lo mat. Ca lo vno muestra presumpion, lo otro certenjdat. Por ende cunple diligentemente acatar qu es lo que primeramente se dixo e qu es lo que se sigue dello. Capitulo v. El gnero de la argumentaion se puede mostrar errado por estas cabsas que se siguen, es a saber: si en el mesmo hay herror, o si non faze propiamente a proposito lo que se dize. Herror ay en el argumento en las maneras sigujentes: [fol. 38r] si es todo falso, o si es todo comun, o si es vulgar, o si es flaco, o si es apartado, o si husa de mala difiniion, o si es en si rebuelto, o si es claro o si es non otorgado, o si es torpe, o si es ofensoso, o si es contrario, o si es moujble o si es daposo. Falso argumento es aquel en que claramente se contiene mentira, commo si dixiese alguno: non puede ser sabidor aquel que menospreia el djnero, Socrates menospreiaua el djnero, siguese que non era sabidor. Ca magnjfiestamente mjiente el que dize que el que menospreiaua el djnero non puede ser sabidor. Comun es aquel argumento que tanbien faze por los aduersarios commo por l. Commo si dixiese alguno: O Juezes!, por esto razon breuemente, porque tenja verdadera cabsa. Ca tan bien podr dezir esto el aduersario contra l, commo l lo dixo contra el aduersario.

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Vulgar es aquel que si non se otorga se puede traspasar a cosa non probabile njn razonable, commo si dixiese alguno: si parara mjentes non lo cometiera, o si la cosa que es claramente torpe qujere encobrir con flaca defension, commo si dixiese alguno a otro: avnque todos los otros te acatauan quando floresias, yo te dex, e agora que eres dexado de todos, yo solo con muy grat peligro trabajo por te restituyr. Apartado se dize el argumento quando alguno allega alguna cabsa para reprehender a otro mas de lexos de lo que es razon. Commo si reprehendiendo los males que venjeron en Roma por los Gracos, dixiese alguno asy: si Plubio Sipion non diera su fija Cornelia por muger a Tiberio Graco, e l non oujera en ella dos fijos, aquellos que llamaron los Gracos, non se leuantaran tantos boliios en Roma commo se leuantaron. Por ende este dapo es de ynputar a Sipion. Ca esta razon mucho es de lexos e poca culpa ha Sipion en los malefiios que fizieron sus njetos. E desta guisa [fol. 38v] es aquella querella que escriue el poeta diziendo asy: bueno fuera que en el Montepellio non cayeran en tierra las vigas cortadas con segures, ca demas luee viene esta quexa que demanda el fecho, ca el cortar de la madera mucho es aredrado del mal que despues se faze con ella, si fazen naujos para flota o pertrechos para conbate o astas para armas e se sigue algunt mal dello. Mala difiniion es quando en ella se ponen cosas comunes, commo si alguno dixiese asi: bolleedor e leuantador de pueblo es aquel que es ibdadano malo o sin prouecho. Ca estas palabras non conuenjeron mas al bollecedor e leuantador del pueblo que al mouedor de malos pleitos calupniosamente, o al que qujere la honrra ms de razon o a otro mal omne; o si contienen alguna falsedat en esta gujsa, commo si dixiese alguno: sabiduria es el cuydado de allegar djnero, ca esto non es as: asi contiene alguna cosa non tan grande njn tan pesada commo deue, commo se dixiese la locura es cobdiia de gloria sin medida. Ca commo qujer que esto es locura, pero es vna manera della. E non contiene todas las otras maneras de la locura, las quales son muchas.

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En si rebuelto es el argumento quando, para declarar vna dubda, traen otra cosa dubdosa en esta gujsa, commo si dixiese alguno: los dioses de Ehoeia que tienen el poderio de los soberanos e de los ynfiernos, fazen paz entre sy e dan concordia a los omnes. Ca njn lo vno njn lo otro se sabe. Claro es aquello en que non hay debate, commo si aquello de que acusauan a Oreste qujsiesen prouar, es a saber, que mat a su madre, ca ierto es que la mat e la dubda non era sobre la [fol. 39r] muerte, mas contendan sobre si deuj matarla o non. Non otorgado es quando aquello que se acresienta e se trae para prouar lo otro non es ierto e est en debate, commo si aquel que acusaua a Vlixes trabajase en prouar que es cosa yndigna que vn omne perezoso e de poco bien matase a Ajaz, que fue varon muy fuerte. Torpe es quando aquello que se dize segunt el logar en que se dize o el omne que lo dize o el tiempo en que se dize o segunt los que lo oyen o segunt la materia de que fabla es yndigno e non honesto. Ofensoso es aquello que enoja las voluntades de los que lo oyen, commo si alguno que cobdiiase aver algunt juzgado entre los caualleros de Roma loase la ley agraria, la qual fue desplazible al estado de la caualleria. Contrario es quando alguno reprehende aquellas cosas que fizieron aquellos que lo oyen, commo si delante Alixandre de Maedonja acusando alguno a otro que destruyera alguna ibdat, dixiese el acusado que non hay cosa mas cruel que destroyr las ibdades. Ca el mesmo Alixandre destruyo la ibdat de Thebas. Moujble es quando vn omne mesmo de vna cosa fabla desuariada e diuersamente, commo si alguno dixiese que el omne virtuoso non ha menester otra cosa alguna para bien beujr saluo la virtud, e despues dixiese que sin sanjdat non puede omne bien beujr; o si dixiese alguno que husa con su amjgo por la bien querenia e dize despues que espera dl aver prouecho. Daoso es quando aquello que se dize daa en algo e enpesce a lo que el que lo dize qujere fazer, commo si el capitan quando esfuera los caualleros para pelear, loase la fuera e la

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muchedunbre e la bien andana de los enemjgos. Ca esto faze a las vezes enflaqueer el esfuero de los suyos [fol. 39v] Quando alguna parte de la argumentaion non faze al proposito de lo que fablan, forado ser que en algunt herror de los que se siguen caya, es a saber: si prometi de prouar muchas cosas e prueua pocas; o si deuja prouar toda la razon e prueua parte della, en esta gujsa, commo si alguno dixiese: el linaje de las mugeres es auariento, ca Eriphila vendi por oro la vida de su marido. Ca non se sigue por ende que todas las mugeres sean auarientas. O si defendiese aquello que non le acusan, commo si alguno fuese acusado que por djneros mercaua dignjdat e l se defendiese diziendo que era fuerte en armas, segunt cuenta Euripides que faza Anphion e Pacurio. Cuenta que vno a qujen dizian mal de la musica, defendindola, loaua la sabidora. O si culpa las cosas non por culpa dellas, mas por culpa del omne. Commo si alguno reprehendiese la doctrina por los herrores de algunt doctor o si alguno queriendo loar a otro non le loase de la virtud, mas de la bien andana. O si alguno conpara de tal gujsa vna cosa con otra que piensa que non loa a la vna si non denuesta a la otra; o si loa de tal gujsa a la vna, que non faze menion de la otra; o commo quando algunos deliberan si avrn guerra o non, otro loa la paz del todo e non demuestra si aquella guerra es daposa o sin prouecho. O si quando fablan de ierta cosa, otro fabla de cosa comun e general. O si dan razon falsa de alguna cosa, commo si dixiese alguno: buena cosa es el djnero, porque ello mas que otra cosa faze la vida bienauenturada. Ca esto non es asy. O si dan razon flaca commo diza Plauto, el qual dixo: grant mal es, e crueldat, castigar al amjgo por culpa avnque lo meresca, pero en la moedat prouechoso es e atrelo a la virtud el castigo. Ca yo a mj amjgo non le castigar por su culpa njn [fol. 40r] meresimjento, ca esta Razon es flaca, porque avnque l asi lo fiziese, non se sigue por ende que es asi de fazer. E en otro logar dixo asy: muy grant mal es la auariia, porque la cobdiia del djnero a muchos trae grandes dapos. Ca otras razones hay porque la auariia es mala. O si non es sufiiente la razon, commo si dixiese alguno: muy grant bien es la amjstad, porque hay

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muchas delectaciones en ella. Ca non es esta la prinipal razon porque es buena la amjstad. Capitulo vij. La quarta manera de la reprehension era quando contra argumentaion firme se trae otra tan firme o ms. E esta manera de reprehension se husa sealadamente en las deliberaciones quando aquello que contradezimos confesamos que es razonable, mas lo que nos defendemos demostramos que es nescesario; o quando confesamos que lo que los otros defienden es prouechoso, mas demostramos que lo que nos dezimos es honesto.

Titulo octauo: de la conclusion Capitulo primero Estas cosas pensamos que se deujan dezir de la reprehension. Agora de aquj adelante djremos de la conclusion. E Hermgoras pone que para la postrimera conclusion se deue fazer vna digresion que en este proposito qujere dezir traspasamjento de vna razon en otra. E en esta digresion e traspasamjento piensa l que deue entremeter vna fabla que sea apartada [fol. 40v] de la cabsa e de la dubda della, la qual fabla contenga o loor de si o denuesto de su aduersario, o traya alguna otra razon de que faga algo de confirmaion o de reprehension, non reprehendiendo njn argumentando, mas acresentando lo reprehendido o argumentando por vna manera de engrandesimjento dello e de reforamjento. E si alguno pensare que esta digresion es parte de la oraion e fabla, sigualo si le plugujere. Ca nos ya djmos en parte las doctrinas del acrescentar e loar e denostar e en parte en su lugar sean dadas, mas a nos non plaze que esta parte que llaman digresion sea puesta en cuento de las partes, porque non auemos por bien que se traspasse de la cabsa a la conclusion si
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non por materia comun e non por materia apartada. E deste genero despues se dir, mas a nos non plaze que los loores e los denuestos se tracten apartadamente, mas que sean ynxeridos en las mesmas argumentaiones. Agora diremos de la conclusion. E la conclusion es la salida e determjnaion de toda la fabla. E esta tiene tres partes: enumeraion, yndignaion e conquestion. Enumeraion que qujere dezir recontamjento por el qual las cosas que son dichas desparzida e derramadamente se recogen en vn logar e porque mejor se remjenbren se ponen so vn acatamjento. Si se faze siempre en vna manera, todos entendern claramente que se tracta con arte, mas si se faze en diuersas maneras, qujtase esta sospecha e avn qujtase el enojo de los oyentes. Por ende cunple fazer commo muchos fazen: primeramente pasar por lo mas ligero e taer cada cosa singularmente e pasar por todas las argumentaiones breuemente e despues dezir lo que es mas difiile e graue [fol. 41r] diziendo quales partes oujste declarado en la partiion e de quales prometiste que dirias, por qules razones prouaste cada vna de las partes e entone preguntar a los que lo oyen qu es lo que ms deuen querer que les sea desmostrado, diziendo en esta gujsa: aquello prouamos, esto otro mostramos claro. E asi retornar el oyente en su memoria todas las cosas en vno e pensar que non queda ya cosa que deua pedir que le muestren, porque todo es demostrado. E en estos generos segunt que desuso es dicho, deues pasar tus argumentos apartadamente cada vno sobre s. E lo que mas difiile es ayuntar los argumentos contrarios con los tuyos e quando dixieres tu argumento mostrar cmmo desfeziste la razon que contra l se faza. E asi por breue comparaion la memoria del oyente ser enteramente reformada en todo lo que fue dicha en la confirmaion e en la reprehension. E estas cosas conujene que se digan por diuersas maneras. A las vezes lo puedes recontar commo de tu persona, diziendo qu es lo que dexiste e cada cosa en qu logar lo dexiste, a las vezes ynduzir otra persona o otra cosa que fabla. Persona puedes ynduzir en esta manera diziendo asy: por ventura si el que escriujo la ley estudiese aquj e vos preguntase, `O Juezes!, qu es lo que dubdades, qu le podrades
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dezir. Pues que esto e esto vos es demostrado. E desta gujsa podemos en persona de otro asi commo por nuestra persona pasar por todas las argumentaiones remenbrndolas singularmente. E eso mesmo retornar cada vno de los generos a las partiiones e a las vezes preguntar al oyente qu desea mas saber. E fazer esto a las vezes por comparaion de sus argumentos con los contrarios, alguna cosa se ynduze, commo qu fabla si atribuymos la razon a alguna cosa non biua, commo a la ley o al logar o a la ibdat o al moujmjento, commo diziendo [fol. 41v] asi: O Juezes!, si las leyes podiesen fablar, por ventura en estas cosas dubdarades. Ca qu deseades mas saber, pues que esto e esto vos es manjfestado claramente. E en este genero de fablar podemos husar de todas las maneras de que husaramos si en nuestra persona fablsemos. Ca hay vna doctrina comun en qualqujer manera de recontamjento que se deue guardar, la qual es esta que de cada argumento, porque todo non se puede dezir otra vez, se escoja lo que fuere mas graue e mejor e se diga lo mas breuemente que ser pueda, de gujsa que non paresca que se repite la razon otra vez, mas que se renueua en la memoria. Capitulo .ij Indignaion es aquella razon por la qual se faze que se leuante alguna grande malquerenia contra algunt omne o graue enojo de alguna cosa. E en este genero deuemos primeramente saber que de todos los logares e fundamentos de que posimos doctrinas de la confirmaion, se puede tractar la yndignaion. Ca de las cosas que son atribuydas a las personas e a los negoios, pueden nascer qualesqujer acrescentamjentos de razones e yndignaiones e leuantamjentos de saa. Pero consideremos aquellas doctrinas que apartadamente se pueden dar desta yndignaion e enseamjento. E es de saber que se pueden tomar de muchos fundamentos, los quales son los que se siguen. El primero fundamento es de abtoridat, quando remenbramos qunto cuydado oujeron de la cosa en que fablamos los dioses non mortales o aquellos omnes cuya abtoridat fue muy
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grande. Este fundamento se toma de las [fol. 42r] suertes de las reuelaiones de los prophetas, de las cosas que acaesieron contra natura, de los mjraglos, de las respuestas que se dan por manera de reuelaion e de las semejantes cosas. E eso mesmo de nuestros mayores, de los reyes de las ibdades, de las gentes, de algunos omnes que fueron muy sabidores, del senado del pueblo, de los que escriujeron las leys. El segundo fundamento es aquella razon por donde se demuestra aquella cosa de que fablan a qules pertenesce acresentndola e exitando a saa e diziendo si pertenesce a todos o a la mayor parte, lo qual es cosa muy crua, o si pertenesce a mayores omnes commo eran aquellos de cuya abtoridat se toma la yndignaion, lo qual es cosa muy yndigna, o a eguales en bondat o en fazienda o en cuerpo, lo qual es cosa muy mala; o si pertenesce a omnes mas baxos, lo qual es cosa muy soberuja. El tercero fundamento es quando preguntamos qu jnconuenjentes vernjan si fazen otros lo que este fizo. E declaramos que si esto asi passa, que avr muchos que cometan semejante osadia e mostraremos qu mal puede desto venjr. El quarto fundamento es por el qual demostraremos que estar muchos alegres esperando ver lo que determjnaran sobre esto, porque puedan entender que segunt lo que a vno fuere consentido, semejante ser a cada vno dellos otorgado en la semejante cosa. El qujnto fundamento es por el qual mostraremos que, avnque hay otras cosas que maguer sean mal determjnadas son de tal natura que si vna vez es juzgada non se puede mudar por otra sentenia, njn corregir por poderio alguno. El sexto fundamento es quando mostramos que el malefiio que acusamos fue fecho a sabiendas e con maliia e ayuntamos [fol. 42v] luego a ello diziendo que al malefiio voluntario non es de dar perdon, avnque a las vezes se otorgue al que es fecho con sinpleza. El septimo fundamento es quando nos ensaamos diziendo que el fecho que acusamos es espantable, cruel, maliioso e obra de tirano e cometido por fuera e por mano poderosa, lo qual es aborresido de las leys e de la egualdat del derecho.
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El octauo fundamento es quando demostramos que el malefiio que culpamos non es comun njn husado, non solamente de los omnes llanos, mas avn de los muy osados e atreujdos e que es tal que lo non suelen cometer los fieros omnes njn las gentes barbaras njn las crueles bestias. E esto se puede dezir quando se dize alguna cosa ser fecha cruelmente contra los padres o madres o contra los fijos o contra las mugeres o contra los parientes o contra los homjlles. E eso mesmo si se dize algo ser fecho contra los viejos e mayores de hedat o contra los huespedes o contra los vezinos o contra los amjgos o contra aquellos con qujen ouo conuersado o de qujen fue mantenjdo o de qujen fue enseado el que lo fizo o contra los muertos o contra los desanparados e baxos o contra los que son dignos de mjsericordia e piedat o contra los omnes famosos o nobles o contra aquellos que oujeron grandes honrras e dignjdades o contra aquellos que non podieron defender asi njn fazer mal a otro, commo son los moos e los viejos e las mugeres e de todas estas cosas leuantada agramente la yndignaion e saa puede mouer muy grande odio contra aquel que a alguno de los suso dichos ofendi o dap. El [fol. 43r] nono fundamento es quando conparas aquello que acusamos a algunos pecados que es ierto que son pecados. E por conparaion mostramos qunto es peor e ms feo aquello que nos acusamos que los otros pecados. El deimo fundamento es quando recojemos e ayuntamos en vno todas las cosas que en el fazer del malefiio pasaron e todas las cosas que dl se sigujeron, reprehendiendo e culpando a cada vna e ponemos el fecho en quanto podemos por tales palabras delante los ojos de aquel a qujen lo dezimos, de tal gujsa que el malefiio que acusamos le paresca tan malo commo si el mesmo se acertara ende quando se cometi e fuera presente e lo viera. El onzeno fundamento es quando mostramos que se fizo el malefiio por aquel a qujen menos conuenja de lo fazer e qujen lo deujera vedar si otro lo fiziera. El dozeno fundamento es quando mostramos grad sentimjento porque el fecho acaesi primeramente contra nos, e non se hus en algunt tiempo fazer contra otro.

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El trezeno fundamento es quando mostramos que el fecho se faze por ynjuriar e desonrrar, ca por esta manera se leuanta malquerenia de qujen lo oye contra la soberuja e vanagloria de qujen lo fizo. El catorzeno fundamento es quando pedjmos a los que lo oyen que consideren nuestras jnjurias por sus fechos e si acusamos el malefiio fecho contra moos, pidiremos que piensen de sus fijos e si contra mugeres que piensen de sus mugeres e si contra viejos que piensen de sus padres e de sus ahuelos. El qujnzeno fundamento es quando dezimos que avn a los contrarios e a los enemjgos suele parescer mal aquello que nos fue fecho. E la yndignaion e saa poco mas o menos destos fundamentos que dichos son se leuantar muy grauemente. Capitulo iij [fol. 43v] Las partes de la conqujstion, que qujere en este proposito dezir quexamjento, de las cosas mesmas se ha de tomar. E la conquestion e quexamjento es aquella fabla que procura mouer a los oyentes a mjsericordia e conpasion. E en esta conquestion e quexamjento conujene primeramente fazer el coraon del oyente mjsericordioso, porque ms ligeramente se mueua a la mjsericordia que le piden. E esto se podr fazer por aquellas razones comunes por las quales se muestra la fuera que ha la fortuna contra todos e qunta es la flaqueza de los omnes, la qual fabla si se faze madura e breuemente mucho abaxara el coraon de los que lo oyen e le mouer a mjsericordia quando en el mal ageno consideraren su flaqueza e enfermedat. E dems destas comunes razones ay otros fundamentos espeiales para mouer a los oyentes a mjsericordia. El primero fundamento es mostrando quantos bienes toujeron aquellos para qujen pedimos mjsericordia e en quantos males estn agora. El segundo es declarar los tiempos e dezir por qujn e en qules males fueron e son e sern si dellos non han conpasion.
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El tercero fundamento es llorar cada vno de los males apartadamente sobre sy, commo en la muerte del fijo dezir la delectaion que auja el padre con su njez e el amor e la esperana e el solaz e la criana e en semejantes cosas quexarse de cada vno de los dapos. El quarto fundamento es mostrar que las cosas que fazen a aquellos para qujen pedjmos misericordia son feas e viles e de escaseza e muy jndignas, segunt su hedat e linaje e la fazienda e honrra que toujeron e segunt los benefiios que resibieron o han de rescebir. El qujnto es declarar todos los dapos cada vno sobre s apartadamente [fol. 44r] ponjndolos ante los ojos del oyente, de gujsa que paresca al que lo oye que lo vee, de manera que non solamente las palabras, mas la cosa mesma, commo si fuese presente, le mueua a mjsericordia. El sexto es mostrar commo aquel para qujen se pide la mjsericordia est en grandes miserias e aflictiones e non tiene otro bien si non la esperana e que esperaua algunos bienes e non solamente non los alcan, mas ante cay en graues males. El septimo fundamento es quando retornamos semejante caso en los mesmos que lo oyen e los pedjmos que en veyendo a nos, se remjenbren de sus fijos o de sus padres o de alguno que les deue ser mucho amado a qujen vieremos que mas razonablemente podria acaescer lo semejante. El octauo fundamento es quando dezimos que fue fecho lo que non se deuja fazer o que non fue fecho lo que deuja, commo si alguno quexndose de la muerte de otro dixiese asi: non fuy yo ende presente, non lo vi, non oy su postrimera boz, non rescebi su postrimero spiritu; o diziendo desta gujsa: en las manos de los enemjgos fue muerto, en la tierra de los enemjgos yogo sin sepoltura desonrradamente. Los fieros anjmales le atormentaron grande espacio e non solamente de las otras honrras, mas avn de la comun honrra caresio en la muerte. El nono fundamento es retornar la fabla a las cosas mudas que non tienen razon, commo fablando en persona del cauallo o de la casa o de la vestidura, ca por esto se mueue mucho el coraon de los que lo oyen e amaron a aquel cuyas eran aquellas cosas.

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El deimo fundamento es quando demostramos pobreza, enfermedat e soledat. El onzeno fundamento es quando loamos el sepelljr [fol. 44v] de los fijos o de los padres o de su cuerpo de cada vno e otra cossa desta gujsa. El dozeno fundamento es quando se llora apartamjento de alguno, commo si te apartan de aquel con qujen de muy buena voluntad has biujdo, commo del padre o del fijo o del famjliar o del amigo. El trezeno fundamento es quando con vna manera de saa nos quexamos que somos maltratados de aquellos a qujen non conuenja tratarnos mal, commo son los parientes, los amjgos e aquellos a qujen bien fezimos e los que cuydamos que nos aujan de ayudar; o si somos mal tractados de aquellos que es cosa yndigna que nos tracten mal, commo si son sieruos o fueron nuestros sieruos o criados o omnes de baxa gujsa. El catorzeno fundamento es que se faze por manera de suplicaion, commo quando rogamos suplicando a los que lo oyen con homjllde fabla e piadosa, que qujeran aver mjsericordia. El qujnzeno fundamento es quando demostramos que non nos quexamos de nuestras desauenturas, mas de las de aquellos a qujen deuemos amar. El sextodeimo es quando demostramos que nuestro coraon fue a otros mjsericordioso e piadoso, pero que es ancho e grande e paiente para sofrir todos estos dapos e que lo ser si mas le acaesieren. Ca a las vezes la verdat e magnjfienia e grandeza del coraon en que esta maduridat e abtoridat, aprouecha ms para atraer los oyentes a misericordia que homjlldat njn ruego njn suplicaion. E desque fueren comoujdos los coraones a piadat, non cunple tardar mucho en la conqujstion e quexamjento, ca segunt dize el Rethorico, non hay cosa que mas ayna se seque [fol. 45r] que la lagrima. E por quanto nos paresce que auemos dicho asaz de todas las partes de la fabla e la grandeza deste volumen proscedio mucho, de aquj adelante diremos las cosas que se siguen en el segundo libro.

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