DNA Como Portador de La Información Genética.
DNA Como Portador de La Información Genética.
DNA Como Portador de La Información Genética.
Griffith observó que si inyectaba a los ratones con neumococos de tipo RII
(benignos) a las 24 horas seguían vivos, mientras que si los inyectaba con
neumococos SIII (virulentos) a las 24 horas los ratones morían. Entonces
decidió calentar los neumococos SIII (virulentos) para destruirlos y
posteriormente inyectarlos a los ratones, encontrando que los ratones seguían
vivos después de 24 horas. Por consiguiente el calor, destruía el poder infectivo
de los neumococos SIII. Por último, inyectó a los ratones una mezcla de
neumococos RII vivos (no virulentos) y de SIII (virulentos) previamente
muertos por calor, encontrado que los ratones morían a las 24 horas y
extrayendo de su sangre neumococos SIII vivos).
Conclusiones de Griffith: puesto que los neumococos RII (benignos)
nunca mutan a SIII (virulentos), en el último experimento se demuestra la
existencia de una sustancia presente en los extractos de neumococos SIII
muertos por calor que es capaz de transformar a los neumocos RII vivos en
SIII vivos, dicha sustancia fue denominada por Griffith el Principio
Transformante.
2.- EXPERIMENTOS DE
TRANSFORMACIÓN
BACTERIANA DE AVERY,
McLEOD Y McCARTHY (1944).
EL PRINCIPIO
TRANSFORMANTE ES EL ADN.
Avery, McLeod y
McCarthy mediante analísis
químicos, enzimáticos y
serológicos y utilizando
técnicas de electroforesis,
ultracentrifugación y
espectroscopía aislaron a
partir de los extractos de
neumococos SIII
(virulentos) muertos por
calor cinco fracciones
distintas con el mayor grado
de pureza posible en la
época. Estas cinco fracciones
diferentes fueron una
correspondiente a
Polisacáridos, otra de
Lípidos, una de Proteínas,
otra de ARN y otra de ADN.
Para comprobar que habían marcado correctamente los virus T4, unos
solamente en el ADN y otra colección solamente en las proteínas, aislaron parte
de los virus descendientes de las infecciones los sometieron a choque osmótico
y centrifugaron en condiciones tales que las cápsides de los virus eran más
pesadas y se iban al fondo del tubo después de la centrifugación, mientras que
el ADN que había salido fuera de las cápsides, como consecuencia del choque
osmótico, se quedaba en solución al finalizar la centrifugación. Cuando el
experimento se hacia con virus marcados en su ADN con P 32 el marcaje
aparecía en solución y no en el fondo del tubo, mientras que si el experimento
se realizaba con fagos marcados en sus proteínas con S35 el marcaje aparecía
en el fondo del tubo donde estaban las cápsides y no en solución.
Una vez conseguidos los virus que tenían marcado solamente su ADN con
32
P y los fagos T4 que tenían marcadas solamente sus proteínas con S35,
prepararon dos nuevos experimentos.
Conclusiones
de Hershey y Chase:
Prácticamente lo único
que entra en las
bacterias después de
la infección por el fago
T4 es el ADN del fago,
por dicho motivo,
cuando se infecta con
virus T4 marcados en
su ADN el marcaje
aparece en el fondo
del tubo donde están
las bacterias y no en
la solución. Además en
este caso, los virus
descendientes están
marcados en su ADN,
lo que indica que el
único nexo de unión
entre dos
generaciones de fago
T4 es el ADN. Sin
embargo, cuando se
infecta con virus
marcados en las
proteínas, se detecta
muy poco marcaje en el fondo del tubo, donde están las bacterias, estando la
mayoría del marcaje en la solución, lugar en que se localizan las cápsides
proteicas de los virus y no se observan virus descendientes marcados en sus
proteínas. Por consiguiente, la molécula portadora de la información en los virus
T4 es el ADN y no las proteínas.
Alfred Hersey recibió el Premio Nobel por sus trabajos con fagos en 1969
junto con Max Delbrück y Salvador Luria.