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CONSCIENCIA Y COHERENCIA EN EL AHORA DEL CAMBIO

1. Planteamiento Ms all de los falaces dualismos que abundan en Tercera Dimensin, no hay dicotomas entre Ciencia y Espiritualidad, que realmente son como la letra y la msica de una misma y hermosa cancin que armnicamente nos revela que nada est vedado o escondido, que basta con mirar para poder ver. De hecho, cada vez son ms numerosas las manifestaciones de esta ntima interconexin entre Espiritualidad y Ciencia. Un bello y potente exponente al respecto lo constituye todo lo relacionado con la consciencia, en general, y con la toma de consciencia, su expansin y la denominada Ecuacin de la Decisin, en particular. Son temas a los que muchas corrientes espirituales han prestado secularmente gran atencin y a los que la ciencia est dando en la actualidad gran importancia de la mano de la Teora de los Universos y Multiversos Paralelos, las Realidades Supersimtricas y la Teora del Principio Hologrfico. Retomando lo recogido por escuelas espirituales de todos los tiempos y culturas y por las ltimas innovaciones y aportaciones cientficas en los campos reseados, se puede constatar que la consciencia se expande ondular y fractalmente en el contexto de un proceso de preguntas y opciones en el que tomar consciencia no es hallar respuestas, sino formular preguntas. Y las preguntas no tienen una respuesta concreta, sino que abren opciones que conducen a nuevas preguntas. 2. La dinmica consciencial La dinmica consciencial planteada en prrafo anterior puede ser sintetizada en los puntos o fases siguientes: 1) En cada momento presente y con un determinado estado de consciencia (visin y comprensin de la vida y del mundo, escala de valores, prioridades y preferencias, pautas vitales,) asociado a una frecuencia vibracional concreta, cada persona vive mltiples experiencias cotidianas que le llevan a formularse preguntas. Hacernos las mismas representa la toma de consciencia. 2) Las preguntas que nos planteamos no tienen una respuesta, sino que abren un abanico o haz de opciones conformado por todas las respuestas posibles. Cada una de las opciones tiene su propio perfil y su propia cualidad vibracional.

3) Entre las diversas opciones, traemos a la realidad aquella que por su gradacin vibracional sintoniza con la frecuencia vibratoria de nuestra consciencia. En la realidad fsica, que es cuntica y subcuntica, todas las opciones acontecen a la vez (Universos y Multiversos Paralelos y Realidades Supersimtricas), pero en la medida que nuestro estado consciencial resuena con una concreta y se decanta por ella, sta es la que experienciamos consciencialmente (en el interior) y moldea hologrficamente (Teora del Principio Hologrfico, de la que el holands Gerard t Hooft, Premio Nobel de Fsica en 1999, es uno de los mayores exponentes) lo que nuestros sentidos fsicos perciben como realidad (exterior) en Tercera Dimensin. 4) Las opciones que se traen a la realidad permiten vivir nuevas experiencias que pueden ir modificando nuestro estado consciencial y derivarn en nuevas tomas de consciencia y nuevas preguntas, ponindose otra vez en marcha y repitindose el proceso descrito. Es as como la consciencia se expande y va cambiando su frecuencia vibracional, con lo que varan, al unsono, las prioridades y las preferencias (sintonas) por unas u otras opciones. 3. Co-Creacin: sus caractersticas bsicas De lo enunciado se deduce que cada persona es co-creadora de la realidad exterior. Una Co-Creacin que ostenta las siguientes caractersticas bsicas: +Genera impactos tanto en el momento presente como en el desenvolvimiento del momento presente: Al traer a la realidad una de las opciones se producen efectos tanto inmediatos (lo que especficamente traemos a la realidad en el momento presente) como una secuencia de causa-efectos (como si se tratase de fichas de domin que se golpean encadenada y sucesivamente) a corto, medio y largo plazo (tambin en la cadena de vidas o reencarnaciones) cuya frecuencia vibratoria y perfil (Amor, Armona, o todo lo contario) ser el mismo que el de la opcin adoptada (en el saber popular hay diversas sentencias y aforismo que lo resumen con claridad: <<se recoge lo que se siembra>>; <<quien siembra vientos, recoge tempestades>>;). As, los impactos inmediatos de las opciones plasmadas en la realidad y los que se darn a partir de ellas en la dinmica causa-efectos configuran la realidad y la vida de cada ser humano, que por esto es responsabilidad de uno mismo al 100 por 100. Una conclusin que estando presente en la definicin actual de la Ecuacin de la Decisin coincide plenamente con lo indicado por antiguas culturas y escuelas espirituales (verbigracia, la que subyace en esa prctica milenaria de las islas del Pacfico y los Mares del Sur conocida como Hoponopono).

+Es individual, a la par que colectiva: Cada cual trae a la realidad sus opciones conscienciales, aunque en interaccin con los dems. Y los dems tambin crean, cada persona lo hace, su propia realidad. De este modo, la realidad compartida y conformada entre todos constituye una colosal Matriz Hologrfica. +Provoca una amplia batera de Intersecciones Conscienciales: Los seres humanos nos relacionamos en mayor medida con congneres que, por sus propias opciones conscienciales, generan una realidad que resulta ms necesaria sea por que apoya de manera directa la nuestra o porque al oponerse aparentemente a la misma la apoya de manera indirecta- para que nuestra realidad se plasme de manera efectiva, compartiendo as espacios de realidad co-creada. En cambio, interactuaremos menos con personas que estn creando realidades menos necesarias, en el doble sentido apuntado, para la implementacin de la nuestra. No obstante, que los siete mil millones de seres humanos convivamos en la misma Matriz Hologrfica significa que, por imposible que parezca, entre todos hay un mnimo de Interseccin Consciencial +Las Intersecciones Conscienciales son el fundamento y la razn de ser de lo que diversas escuelas espirituales denominan Ley de Atraccin. Y en la mida que nuestro estado consciencial se va modificando, se intensificarn o minorarn las intersecciones conscienciales con unas u otras personas y situaciones. 4. Tiempo de Evolucin: el Cambio interior transforma el mundo exterior Mediante la dinmica consciencial descrita y a lo largo de cadenas de vidas fsicas que en su conjunto suman miles y miles de aos de duracin, cada ser humano, en particular, y la humanidad, en su globalidad, han ido expandiendo su consciencia. Y esta expansin ha provocado modificaciones graduales en la realidad co-creada y en la Matriz Hologrfica hasta llegar a un momento clave, precisamente la poca actual, en el que la raza humana ha realizado y comenzado a socializar e interiorizar un hallazgo que hay que incluir entre los ms importantes y trascendentes de los llevados a cabo por el homo sapiens. Nos referimos al descubrimiento, ms notable y valioso que el del fuego o la rueda, de que la realidad exterior, la percibida por sentidos fsicos, depende y est en funcin de la realidad interior. Durante milenios, los hombres y mujeres han intentado cambiar y mejorar el mundo exterior desde el exterior. Cuntas revoluciones, por ejemplo, se han dirigido a ello a lo largo de la historia de la humanidad y de una punta a otra del planeta. Y cuntas personas han dado lo mejor de s, hasta la misma vida, en pro de ese cambio exterior desde el exterior (transformaciones polticas, institucionales, econmicas, sociales,). Sin embargo, el mundo exterior, en lo 3

sustancial, no ha mutado y en la actualidad una inmensa mayora de seres humanos desean un mundo distinto sin las injusticias, miserias, violencias y dolores que se acumulan por doquier. Pero hoy sabemos, por fin y tal como se ha constatado en los epgrafes anteriores, que es desde nuestro interior (estado consciencial) desde donde creamos, moldeamos y generamos la realidad exterior, en general, y nuestra propia vida, en particular. Por lo que el cambio del mundo exterior no puede hacerse desde el exterior, sino desde el interior: se necesitan ojos nuevos para un nuevo mundo. Este descubrimiento ha abierto las puertas a la posibilidad de un gran cambio, a modo de salto dimensional, por encima y ms all de los lmites por los que la Matriz Hologrfica ha venido hasta ahora desenvolvindose. Su envergadura es tal que puede hablarse de un salto dimensional propiciado por todos los seres humanos que desde su interior decidan hacer sus sueos realidad en la consciencia de su capacidad creadora. Adems, este proceso de expansin consciencial de la humanidad coincide en el momento presente con un ciclo de carcter cosmognico que puede ser calificado de autntica <<Primavera Consciencial>>. Se trata exactamente de lo anunciado por antiguas culturas como la maya, con su famoso 2012. Al igual que hay ciclos de corta duracin que, por ello, forman parte de nuestra cotidianeidad (da y noches, las cuatro estaciones anuales,), en la Naturaleza y en el Cosmos hay otros ciclos cuyo curso y discurrir se mide por miles y miles de aos. Y el momento presente puede ser en este sentido descrito como de entrada en proceso o estacin de Primavera Consciencial. Una Primavera que, siendo energticamente y vibracionalmente impulsada desde el Centro Galctico, repercute en un buen nmero de sistemas solares, el nuestro entre ellos, afectando al Sol y, por reverberacin en l, a todo el conjunto de planetas que lo circundan y, por supuesto, a la Tierra. La entrada en la reiterada Primavera Consciencial acontecer entre el solsticio de invierno de 2012 y el equinoccio de primavera de 2013, si bien, como ocurre con la primavera anual, sus impactos podrn ser sentidos antes de la fecha oficial de hecho, ya estn siendo sentidos por la Madre Tierra y por millones de seres humanos- y, pasada sta, an habr momentos en los que el invierno vuelva a dar la cara. No obstante, a partir de 2013 la dinmica de crecimiento consciencial (vibracional, electromagntico, espiritual,...) ser cada ms evidente y patente, actuando como unas vitaminas energticas que llegarn a los hombres y mujeres, tal como se acaba de resear, en un momento crucial en el que la humanidad, por s misma, tambin se halla en proceso de despertar consciencial.

La coincidencia de ambas circunstancias el despertar consciencial de la humanidad y la Primavera Consciencial cosmognica- dista mucho de ser casual y forma parte del devenir natural de esa espectacular Naturaleza que es la Creacin en su conjunto. La interaccin entre las dos multiplicar exponencialmente sus respectivos impactos hasta llevar a la Tierra y a la humanidad a un Tiempo de Evolucin. Sus efectos se irn acelerando hasta llegar a un momento en el que el viejo mundo no ser reconocible. Es algo que cualquiera puede ya presentir a su alrededor por todos los lugares, en todos los pases y en todas las situaciones. Esta Evolucin representa y manifiesta el despertar del Corazn humano y de nuestro ser interior. Y se plasma especialmente en la interiorizacin de que el verdadero cambio no es el exterior, como durante milenios la humanidad ha venido creyendo, sino interior, pues ser el cambio interior lo que transforme, lo est empezando a hacer ya, el mundo exterior. En ltima instancia y en lo que en trminos humanos llamamos largo plazo, todo ello desembocar en un verdadero salto dimensional: el surgimiento de una nueva una Nueva Tierra y una Nueva Humanidad. Estamos, por tanto ante una Evolucin, no ante una revolucin. Es verdad que habr movilizaciones y revoluciones externas, pero sern seal de la efervescencia de la energa del cambio interior impulsado desde el Corazn de cientos de millones de hombres y mujeres. Toda revolucin en el plano humano y material (exterior) se mueve en la dualidad y aunque parezca que puede producir algn cambio, no puede producir realmente ninguno y est llamada siempre a desembocar en el conflicto, la confusin y la lucha. Aunque sean seales y manifestaciones del movimiento interno de la energa y la consciencia, tarde o temprano desembocan en la manifestacin de los opuestos y en la contaminacin de su impulso puro inicial. La autntica revolucin es la Evolucin interna, la del despertar de la Conciencia en cada cual y del Amor en el Corazn. Abracemos esa verdadera revolucin y agradezcamos tambin sus manifestaciones externas, pero no nos dejemos engaar y atrapar por la ilusin de la lucha contra lo exterior para cambiar nada. Que cada cual acte como considere oportuno, pero siempre oyendo a su Corazn, esa parte de cada uno que nunca llevar por los caminos de la guerra y la desesperacin. Desde ah todo ser diferente. Por tanto, no hay que enfrentarse con nada ni a nada, sino hacer lo que hay que hacer en armona con el Corazn: crear lo nuevo, no luchar contra lo viejo; Evolucin, no revolucin. Buscamos otros mundos, pero queremos que sean reflejos de ste. Pero el Reino de Dios, el Cielo en la Tierra, no es el mundo de nadie (de ninguna persona, grupo o visin; no se ajusta a ninguna percepcin consciencial); ni puede ser contemplado bajo los parmetros de este plano o dimensin; ni, por supuesto, surgir de la reforma o mejora del actual.

El Reino de Dios es un vino nuevo que precisa un odre nuevo. Y ste slo puede configurarse desde el interior. El cambio es una ventana que se abre desde el interior. Y la llave es el vaciamiento de todo lo que no sea simplemente Amor. Un Amor pleno de Armona y Aceptacin y que sabe que Todo es Uno y Todo es Perfecto. Y para alcanzar y mantenerse en esta Frecuencia de Amor hay que dar un ltimo paso en la expansin consciencial de cada cual: el que lleva a desconectarse de la Matriz Hologrfica. 5. La desconexin de la Matriz El proceso de toma de consciencia y co-creacin descrito en los epgrafes anteriores ha llevado, por tanto, a la humanidad a un momento crucial de su historia, situndola ante la oportunidad de un autntico salto dimensional. Y en este punto, la expansin consciencial lograda ests situando -lo har an con ms fuerza a partir de 2013- a muchos hombres y mujeres a un estado lmite en el que la consciencia individual divisa una <<ltima frontera>> en la que la persona, desde su dimensin ms ntima, se comienza a cuestionar el sentido y la razn de ser de la propia dinmica de expansin consciencial. As, cada vez con mayor intensidad y claridad, empieza a percibir que, por mucho que se avance en ella, siempre se mantiene en el contexto y en el escenario de la Matriz Hologrfica, como si se tratase de juego virtual donde un nivel lleva a otro, y a otro, y a otro, en un proceso sin fin. Y lo que el Corazn comienza a sentir de forma creciente es una apremiante necesidad de salir de ese juego, de desconectar de la Matriz. Para encontrar y vivir lo Real. Es en este punto donde el ser humano vuelve los ojos a su ser interior. Pero no de manera mental, sino desde el Corazn, contemplando su carcter divinal e inefable, percatndose de la absoluta y perfecta Unidad en la que se integra y a la que pertenece y empezando a comprender la ficcin de una consciencia individual, pues slo hay una Consciencia y una Vida. Todo lo cual va diluyendo la idea de una identidad individual, sea fsica o espiritual, y de una consciencia propia. Para discernir en toda su dimensin e intensidad lo que esto supone, es preciso hacer referencia a la pauta Quietud / Movimiento presente y activa en toda la Creacin, en todas sus escalas y niveles. Una pauta que la ciencia actual est comenzando a vislumbrar de la mano del estudio del vaco y su vibracin. 6. Nada versus algo?

Ha sido frecuente en la historia de la humanidad, particularmente en la filosofa occidental de los ltimos siglos, que cuando se trata de indagar sobre la Naturaleza del Ser Uno surja inmediatamente la pregunta que estremeci a Leibniz, Unamuno o Heidegger: por qu hay algo y no ms bien nada?. Lo cual abre una disyuntiva primigenia y radical que, como las nuevas tecnologas, es de base binaria (0/1): hubo un estadio o periodo previo en el que nada haba ni exista (opcin 0); o desde siempre y por siempre ha existido algo (opcin 1). Lo que, tradicionalmente, ha desembocado en la siguiente cuestin: cul de ambas opciones, 0 1, es la cierta, ya que una, forzosamente, tiene que serlo y las dos a la vez no lo pueden ser?. Sin embargo, los avances de la ciencia contempornea ofrecen novedosas pistas que obligan a replantear los fundamentos de esta pregunta, ofreciendo una visin de la realidad en la que las dos opciones, 0 y 1, son ciertas y no hay que elegir entre ellas, pues forman parte de una misma cosa. Expresado de otro modo, se empieza a comprender que nada y algo no son tan distintos, sino que forman parte de una misma realidad que se sostiene en el concepto de vaco. 7. La vibracin del vaco: la existencia del No-Ser El vaco es lo que los cientficos generan cuando consiguen cerrar o sellar un habitculo o espacio cualquiera, del tamao que sea, logrando que en su interior no haya nada: ni elementos materiales, ni lquidos, ni gaseosos, en cualquiera de sus modalidades, incluso las ms infinitesimales. Por ejemplo, buena parte de los experimentos desplegados por la Organizacin Europea para la Investigacin Nuclear (CERN) en su laboratorio de Ginebra, el mayor en materia de investigacin de partculas a escala mundial, requieren la consecucin de ese vaco. Pues bien, la ciencia actual ha aprendido que el vaco existe, es decir, que siendo nada tambin es algo. Y la existencia del vaco va ligada a un hecho crucial: el vaco vibra!. Para entenderlo mejor, se puede partir del corto, pero intenso y ameno artculo El Vaco y la Nada escrito por lvaro de Rjula, fsico terico del citado Laboratorio Europeo de Fsica de Partculas, cuyo contenido est disponible en la web de Tercera Cultura (http://www.terceracultura.net/tc/?p=162). El texto arranca de forma tan sugerente como desconcertante: <<Saquemos los muebles de la habitacin, apaguemos las luces y vaymonos. Sellemos el recinto, enfriemos las paredes al cero absoluto y extraigamos hasta la ltima molcula de aire, de modo que dentro no quede nada. Nada?. No, estrictamente hablando lo que hemos preparado es un volumen lleno de vaco. Y digo lleno con propiedad. Quizs el segundo ms sorprendente descubrimiento de la fsica es que el vaco, aparentemente, no es la nada, sino una substancia. Aunque no como las otras>> 7

lvaro de Rjula nos recuerda a continuacin que Albert Einstein, en las primeras dcadas del siglo XX, fue el primer cientfico en acercarse a esta percepcin del vaco, al aadir a sus ecuaciones la llamada Constante Cosmolgica. La interpretacin moderna de la misma es que se trata de la <<densidad de energa del vaco>>. Ms recientemente, observaciones astrofsicas han mostrado que el Universo se halla en expansin acelerada y las galaxias se comportan como cohetes a los que algo empujara. Ciertamente, las galaxias estn estabilizadas por su propia gravedad y tienen un tamao fijo, pero el espacio (o el vaco) entre ellas, se estira. Y quin infla el Universo es la densidad de energa del vaco. Por lo mismo, el vaco no es nada, sino algo, una excepcional y sorprendente substancia activa (en el lenguaje de los fsicos se la ha calificado un <<campo que permea>> el vaco), capaz de ejercer una repulsin gravitacional, incluso sobre s mismo. Siendo el vaco a la vez nada y algo, puede afirmarse que el vaco contiene algo de lo que no lo podemos vaciar (su densidad de energa). Y el vaco, como queriendo mostrar una existencia, que se fundamenta curiosamente en No-Ser, vibra. Desde luego, cuando el vaco se va llenando de partculas, stas vibran. Pero lo que aqu se subraya es bien diferente: cuando el vaco es realmente vaco, cuando est absolutamente limpio de cualquier elemento o componente, el vaco, como tal, en s, vibra. Precisamente, la clebre Partcula de Higgs, bautizada por algunos como Partcula de Dios, es una vibracin del vaco. Entre los objetivos del Large Hadron Collider (LHC) del CERN se encuentra el estudio del vaco y su vibracin, intentando transformar la energa de sus colisiones en partculas de Higgs, que como se acaba de indicar es una vibracin del vaco, no en el vaco como las dems. Y la vibracin del vaco afecta a la de las partculas con las que el vaco se va llenando, interaccionando de modo distinto con cada tipo de partcula y generando as sus masas, haciendo que sean como son. Tal es el origen de las masas en el Modelo Estndar de las partculas elementales, que explica con xito sus otras propiedades e interacciones no gravitatorias. De hecho, que el vaco sea algo permite dar contestacin a dos candentes cuestiones planteadas y examinadas por la fsica actual: una, en el extremo de lo ms grande, el cosmos y su expansin; y otra, en el de lo ms diminuto, las partculas elementales -por definicin son tan pequeas que, si tienen partes, no lo sabemos- y su comportamiento. Por tanto, la vibracin del vaco (de la nada) puede estar en el origen de la existencia de lo que llamamos algo. Y este algo que ya es (Ser) surgira cual manifestacin de lo que no es (No-Ser). As, la dicotoma entre nada y algo queda rota y superada: la nada es algo y el algo se sostiene en la nada, siendo el vaco el marco en que todo ello acontece y el algo se despliega como tal. 8

Curiosamente, esta nueva visin del vaco y de la realidad configura una especia de regreso al futuro, pues est muy asentada en antiqusimas culturas espirituales y corrientes msticas, sobre todo orientales, que dibujan al Ser Uno como No-Ser del que fluye el Ser, Increado y Creador, Nada y Todo, Vaco y Presencia Absoluta, esencialmente Indeterminado, siendo su estado natural la Transparencia y lo Absoluto, Experiencia Integral de Ser que afianza su Esencia en la Experiencia Integral de No-Ser. 8. Quietud y Movimiento Pero no queda ah la aplicacin de lo hasta aqu expuesto a la Fsica de la Deidad, en general, y a la Naturaleza del Ser Uno y la Creacin, en particular. Y es que con las ltimas aportaciones cientficas en la mano se est en condiciones de comprender e interiorizar ms plenamente una pauta cosmognica subrayada desde muy antiguo por tradiciones espirituales de los cinco continentes: la pauta <<Quietud / Movimiento>>, enunciada ya en el muy milenario El Kybalin y recogida en otros muchos textos posteriores (verbigracia, el Evangelio Apcrifo de Toms, que en su Login 50 seala: <<Si se os pregunta cul es la seal de vuestro Padre que llevis en vosotros mismos, decidles que es el Movimiento y a la vez la Quietud>>). La mencionada pauta est presente en la Creacin a todos los niveles y escalas, desde el Origen mismo al despliegue creativo. Se puede sintetizar as: 1. El Ser Uno es esencial e intrnsecamente No-Ser (Vaco). Es Quietud completa (el Ocano de Inexistencia, Paz y Silencio y absolutamente carente de lmites descrito en arcaicos poemas), Transparencia plena y Simplicidad radical. Y sin precisar nada, goza de una Omnipotencia derivada de la Absoluta No-Necesidad: el poder sumo, muy superior al de poder hacer cualquier cosa, consistente en no necesitar ni por asomo hacer ninguna; el poder mximo, muy por encima de aquel que permite tener todo lo que se desea, consistente en no requerir ni desear nada). Los cristianos lo llaman Padre y Creador, aunque lo deberan denominar Vaco y No-Ser. 2. La Quietud es Movimiento. El propio ser humano puede comprobar de manera directa que en meditacin, concentracin y silencio quietud- emanan de su interior movimiento- fuerzas y energas de un calibre y una entidad que jams lograra en accin. Pues bien, en una escala incomparable, el No-Ser, siendo Vaco Quietud-, vibra Movimiento- (recurdese lo enunciado en lo epgrafes precedentes sobre la vibracin del vaco descubierta por la ciencia actual). De este modo, sin pretenderlo ni necesitarlo, sino de forma espontnea, inmediata y natural, el Ser Uno, esencialmente No-Ser, acta cual Creador o, en la terminologa cristiana, Padre. 9

3. Quin es su Hijo?: el Movimiento generado por la Quietud del No-Ser, la vibracin del Vaco (el Cntico del Vaco, lricamente expresado). Se trata de una Vibracin Primigenia y Pura en la que subyace la Esencia del Padre, pues en l halla su Origen. Puede ser denominada Espritu Divino, aunque su naturaleza es sencillamente Amor en estado infinito y sublime. Y como no es vaco (No-Ser), sino su vibracin -Primigenia y Pura, pero vibracin-, puede decirse que es, por lo que su atributo es Ser. De ah el clebre <<Yo Soy>> (el <<Yo Soy el que Soy>> del Libro del xodo) con el que la deidad ha sido presentada y definida por mltiples tradiciones espirituales. Por tanto, Ser es el Hijo (Movimiento) del No-Ser (Quietud). Y Ser es Espritu o Amor. O, si se prefiere, Cristo mismo. 4. En el Hijo se repite la pauta Quietud / Movimiento. El Ser (Cristo, Amor, Vibracin Pura y Primigenia del Vaco) es Quietud y, en tal estado, total es su fusin con el Padre. Mas su Quietud es Movimiento: el Movimiento de la Vibracin Primigenia, la reverberacin de la vibracin original (el Eco producido por el Cntico del Vaco, retomando la expresin lrica,). Es as como el Ser despliega movimiento- la Experiencia de Ser, que es Consciencia y es Vida Una y nica. Esta reverberacin de la Vibracin Primigenia es conocida en el cristianismo como Verbo. 5. Y en el Verbo vuelve a darse la pauta Quietud / Movimiento. En Quietud, el Verbo se halla fijado, centrado y sostenido en la Vibracin Primigenia y Pura (esencia crstica) que en l subyace (Cristo Interior) y, a travs de ella, fusionado con el Padre (de ah que Cristo sea la Va: <<ego sum via>>). Y en Movimiento, el Verbo se expande, condensa y manifiesta en infinidad de modalidades de frecuencias vibracionales finitas, que dan lugar a los Omniversos, Multiversos, Dimensiones, Universos, galaxias, sistemas solares, estrellas, planetas, mundos que llenan el Kosmos y a cuantas modalidades de vida los pueblan. Es con este Movimiento como la Experiencia de Ser, que es una (una Vida, una Consciencia), se despliega en experiencias que aparentan diferencias. 6. Ms especficamente, el desenvolvimiento de la nica Experiencia de Ser en experiencias aparentemente diferentes se produce a travs de las almas (atman,). Surgen stas, a travs del denominado efecto heterodinaje, por la convivencia vibracional que se da en el Verbo, en cualquiera y en todas de su infinidad de manifestaciones, entre la vibracin infinita de su esencia crstica (Quietud: Espritu, Amor, Cristo Interior, Vibracin Pura) y la vibracin finita que en la que se condesan y conforman, por el Movimiento del Verbo, esas manifestaciones. En cualquier caso, en estas manifestaciones tambin radica la quietud: Presencia de la Quietud del Vaco en Cristo / Id. Verbo / idem en ser Humano. Cuando se vive y experimenta est ntima conexin-fusin, se conata que el ser humano y toda

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modalidad de vida es Ser Uno, Dios mismo (en expresin de San Juan de la Cruz, la amada alma- se transforma en Amado Dios-). 5. Todo lo descrito en los apartados anteriores se desarrolla de manera absolutamente natural en el nico contexto del Ser Uno (NoSer y Ser. Y el Orden Natural es el Amor (el Ordo Amoris de San Agustn). Es el Amor lo que impulsa a las almas (a las experiencias en las que se desenvuelve la Experiencia de Ser) a un nivel frecuencial cada vez mayor. Expresado de otro modo, las almas tienden a ir aumentando su gradacin vibracional por medio de las experiencias en acercamiento constante, de momento en momento, a la frecuencia pura de la Vibracin Primigenia (Amor, Hijo, Cristo) hasta fusionarse con ella, aunque no hay predeterminsmo y caben estancamientos y retrocesos vibracionales-experienciales. 6. En el proceso de incremento vibracional (un camino de Retorno al Hogar), las Almas van vivenciando experiencias de mayor a menor densidad vibracional. Y la paulatina menor densidad es un camino de desidentificacin hasta transformarse vibracionalmente en Amor. Y el camino que sigue el alma es hologrfico, moldeando consciencialmente el Verbo. No obstante, en la Creacin no existe el tiempo, sino que rige la Instantaneidad. Por lo mismo, las almas se desenvuelven en la Insmulditransunidad: Instantaneidad, Multidimensionalidad, Multitransversalidad y Unidad. 7. En todos los niveles, cuando la Quietud genera Movimiento, ste es Uno, pero tambin es masculino y femenino. Su componente masculino expande (siembra); el femenino, absorbe hacia el interior, hacia el Orden, hacia el Padre. En el mbito de la Vibracin Primigenia y Pura (el Hijo), el componente masculino es Va: el Camino que lleva al Padre. Y el femenino es Vium: hacer el camino como tal (Experiencia de Ser, Vida y Consciencia) retornado al Hogar. --------------------------------------------------------------------------------------------------------SER } No-Ser (1) ------- vibra (vibracin) ------- VPP (Ser) {SER } Ser (2) ------- vibra (reverberacin) ------- Verbo { UNO } Verbo (3) ------- vibra (expansin) ------Dimensiones {UNO (1): Insmulditransunidad (2): Aqu y Ahora (3): Nocin de tiempo y espacio segn las caractersticas de cada Dimensin: de menor a mayor densidad vibracional de cada una, del momento contino al tiempo circular y al tiempo lineal. IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII Matriz Vibracional: VPP / Dimensiones IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII VPP en Dimensiones ms densas: Alma IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII 11

Alma: evolucin natural en el Ser Uno hacia la VPP (energa femenina) En su evolucin, realiza un trnsito interior (vibracional y consciencial) por las distintas Dimensiones configurando tanto mundos hologrficos (manifestaciones exteriores plasmada virtualmente en el Verbo) como Realidades Supersimtricas (Ecuaciones de Decisin). El trnsito evolutivo es consustancial de la Naturaleza Divina y se realiza por las almas en autonoma consciencial. Esta autonoma puede ser consciente y plantearse como independencia consciencial en planos vibratorios elevados, incluso en escenarios no satnicos (oposicin al Plan Cristico), sino proevolutivos hasta un determinado nivel (sin llagar a la esfera crstica, que se rechaza como meta) IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII I +Todo es Espritu de Dios y cualquier punto vibracional es Dios mismo +Todo constituye intrnsecamente un mismo proceso natural e interior, con infinitas manifestaciones exteriores en funcin de las frecuencias vibracionales subyacentes. +Realmente, no hay tiempo, ni espacio. Cualquier punto es multidimensional (toda alma ha iniciado y concluido su evolucin, siendo su autonoma consciencial lo que hace que ilusoriamente ese vea a si misma en una Dimensin u otra). SER UNO INCREADO No Ser Vaco Dios Padre Ser
Ser)

CREADO
(Experiencia (Cntico de del

RECREADO Experiencias de Ser Reverberacin (Eco) Verbo Vibracin asociada Plasmacin Materializacin Vibracin asociada

VPP
Vaco)

Hijo (unignito), Cristo Mente Pensamiento Fuente Emanacin Big (concentracin) Bang (expansin) Nada que es Esencia,Espritu,A Algo mor 9. Nada que preguntarse

La Vida y la Consciencia, que en todo estn y todo llenan, gozan de toda la Sabidura de manera innata y no necesitan hacerse preguntas. As, enlazando con lo enunciado pgina a tras a propsito de la dexconesin de la Matriz Hologrfica, la persona que deja de identificarse como tal y asume que es slo, ni ms ni menos, que esa misma Vida y Consciencia, interioriza que nada hay que preguntarse y cesa de hacerse preguntas.

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Se entiende entonces y se ve difanamente que cualquier pregunta proviene de la ignorancia del ego; cualquier respuesta, de su vanidad. Preguntas, opciones y respuestas tejen un Holograma que el ego define como Realidad. En verdad slo es el velo que oculta lo Real. Para descorrerlo, nada hay que preguntarse; para ver lo que Es basta con vivir el Aqu&Ahora. Y antes los estmulos e impulsos cotidianos del mundo exterior, la clave radica en la actitud que se adopte ante ellos: una actitud que emane de la Esencia divina y natural que en Todo tiene su presencia; una actitud plena de buena Voluntad, sentido de Vinculacin de todo y todos, armona, paz, comprensin, ternura, bondad, alegra y humildad: Amor Entre cada estmulo que se recibe y la respuesta al mismo se encuentra el Aqu&Ahora, un espacio de consciencia. Es en l donde toman las decisiones en funcin de las actitudes que adoptemos antes los estmulos recibidos. Las actitudes elegidas desde la consciencia del presente generan emociones y pensamientos, que se plasman en acciones. Y las acciones repetidas se convierten en hbitos, que determinan nuestro carcter, que define la visin de la vida y la muerte: el sentido que le otorgamos a la vida y el significado que le damos y le daremos cuando acometamos el trnsito que llamamos muerte. Por tanto, nada hay que preguntarse. Y ante los estmulos de la vida cotidiana, basta con dejar fluir la actitud amorosa y armoniosa que emana de la Esencia de lo que Es y Somos. Todo ello sin concebir ni apegarse a ningn tipo de identidad sea personal, existencial o de ser, fsica o espiritual. No hay ms. Vivir. La Vida es lo nico que Es: una forma superior de energa de calidad vibracional y consciencial que se despliega en un momento presente continuo conformando infinidad de campos de energa de infinidad de frecuencias vibracionales en multitud de dimensiones y planos de existencia, estando todos los campos ntimamente vinculados entre s en una Naturaleza Creadora que se hace a s misma constantemente en la Perfeccin de cuando Es y existe. La Quietud y el Movimiento son pautas cosmognicas presentes en todas las Dimensiones y esferas de la Creacin, tambin en la Fuente o Padre/Madre y en el Hijo o Cristo. Aplicado al ser humano y en lo que aqu ocupa: QUIETUD (No preguntas) MOVIMIENTO: +resplandor de la quietud (no

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preguntas) +repiqueteo (preguntas). del movimiento

Esto es lo que numerosos seres humanos, muchos sin necesidad alguna de racionalizarlo o intelectualizarlo, estn haciendo. Y ello est originando una metamorfosis de la matriz, en general, y mutando multitud de Intersecciones Conscienciales. Se trata del denominado Cambio, que numerosas personas ligan al ya clebre 2012 El compromiso social no es lucha, ni pugna exterior, sino mantenimiento exterior en la frecuencia de Amor, compartir con los dems en clave de cooperacin y solidaridad y ejercer, muy especialmente, el Acompaamiento en la consciencia que el verdadero cambio es el interior y que cada uno hace su camino. Estarse amando al Amado permitir que Cristo viva en m: no Amo, soy Amor. Si Agustn de Hipona proclam <<Ama y has lo que quieras>>, Juan de Yepes va ms all y no quiere Amar, sino No-Ser para ser Amor. Cuando ni siquiera se puede Amar porque uno ya no es, sino que es Amor, la manifestacin del Amor en cualquier modalidad de existencia se transforma en Acompaamiento, el Acompaamiento del Padre a todo el que siendo l, se siente separado o fragmentado de l y en esa separacin vive experiencias. 10. Consciencia y Coherencia A) Una interaccin tan ntima como intrnseca para que el Movimiento sea el resplandor de la Quietud 1.Nacer de nuevo: Consciencia con Coherencia: Consciencia, Ser conscientes de lo que somos (Hijos de Dios y Dios mismo); Coherencia, vivir el ahora como lo que somos. 2. La Coherencia implica y conlleva: +Amor en la cotidianeidad. +Consciencia de Unidad. +Acompaamiento e interaccin con los dems. +Vida sencilla. +Con Alegra y sin miedos. +La No-Va: el desalojo interior, el vaciamiento: B) Amor en la cotidianeidad: 1. Amar no es querer hacer mejor (bueno) al otro, sino aceptar al otro: aceptar todo y a todos (respeto, no egosmo). El Amor es aceptacin, slo as no hay dualidad: lo otro o el otro se hace Uno con Uno mismo.

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2. Y la aceptacin no es asumir o aguantarse con lo que uno no est de acuerdo: aceptacin es no estar en acuerdo o desacuerdo con nadie ni con nada (Buda: <<el dolor del mundo lo genera mi deseo de estar contento>>) C) Consciencia de Unidad: 1. La dualidad no existe, ni la separacin: la Creacin es Unidad, Todo es Uno. 2. La Energa Crstica todo lo llena. El demonio es Cristo: se niega a aceptarlo, trata de olvidarlo, quiz ya no recuerde quien realmente es, pero yo s se quien es (Ejemplo: anciano con esposa con alzhimer: ella no sabe quien soy yo, ni siquiera quien es ella misma, pero yo s s quien es ella). 3. El interior de la Creacin est regido por el Ordo Amoris (S.Agustn): la Creacin, su naturaleza y estructura, es Voluntad de promocin: la transformacin en Dios (S. Juan de la Cruz). Deificacin: somos ros destinados a ser mar. Pero podemos vivir contra corriente. Ahora bien, la fuerza de la corriente (Amor) nunca deja de empujar. D) Compromiso social y Acompaamiento en Tiempo en Evolucin 1. Buscamos otros mundos, pero queremos que sean reflejos de ste. Pero el Reino de Dios, el Cielo en la Tierra, no es el mundo de nadie (de ninguna persona, grupo o visin; no se ajusta a ninguna percepcin consciencial); ni puede ser contemplado bajo los parmetros de este plano o dimensin; ni, por supuesto, surgir de la reforma o mejora del actual. 2. El Reino de Dios es un vino nuevo que precisa un odre nuevo. Y ste slo puede configurarse desde el desalojo y el vaciamiento interior. El cambio es una ventana que se abre desde el interior. Y la llave es el vaciamiento de todo lo que no sea simplemente Amor. Un Amor pleno de Armona y Aceptacin y que sabe que Todo es Uno y Todo es Perfecto. 3. El sistema solar, el planeta Tierra y la Humanidad viven un Tiempo de Evolucin que se va a ir acelerando en los dos prximos aos hasta llegar a un momento en el que el viejo mundo no ser reconocible. Es algo que cualquiera puede ya presentir a su alrededor por todos los lugares, en todos los pases y en todas las situaciones. Esta Evolucin representa y manifiesta el despertar del Corazn humano, del Ser Crstico que todos atesoramos, la Esencia del Espritu Uno en cada uno. 4. No estamos hablando de revoluciones externas, aunque eso tambin es lo que estarn contemplando a su alrededor como seal de la efervescencia de la energa del cambio. Toda revolucin en el plano humano y material (exterior) se mueve en la dualidad y aunque parezca que puede producir algn cambio, no puede producir realmente ninguno y est llamada siempre a desembocar en el conflicto, la confusin y la lucha. Aunque sean seales y manifestaciones del movimiento interno de la energa y la 15

consciencia, tarde o temprano desembocan en la manifestacin de los opuestos y en la contaminacin de su impulso puro inicial. Pero la verdadera revolucin es la Evolucin interna, la del despertar de la Conciencia Crstica en cada cual y del Amor en el Corazn. Abracen esa verdadera revolucin y agradezcan tambin sus manifestaciones externas, pero no se dejen engaar y atrapar por la ilusin de la lucha contra lo exterior para cambiar nada. Acten como ustedes consideren, pero acten oyendo a su Corazn, esa parte de cada uno que nunca llevar por los caminos de la guerra y la desesperacin. Desde ah todo ser diferente. Por tanto, no hay que enfrentarse con nada ni a nada: hacer lo que hay que hacer en armona con el Corazn; evolucin, no revolucin. 5. El compromiso social no es lucha, ni pugna exterior, sino mantenimiento exterior en la frecuencia de Amor, compartir con los dems en clave de cooperacin y solidaridad y ejercer, muy especialmente, el Acompaamiento en la consciencia que el verdadero cambio es el interior y que cada uno hace su camino. 6. Estarse amando al Amado permitir que Cristo viva en m: no Amo, soy Amor. Si Agustn de Hipona proclam <<Ama y has lo que quieras>>, Juan de Yepes va ms all y no quiere Amar, sino No-Ser para ser Amor. 7. Cuando ni siquiera se puede Amar porque uno ya no es, sino que es Amor, la manifestacin del Amor en cualquier modalidad de existencia se transforma en Acompaamiento, el Acompaamiento del Padre a todo el que siendo l, se siente separado o fragmentado de l y en esa separacin vive experiencias. E) Vida sencilla: 1. Menos saberes, deberes, quereres y quehaceres ( Rumi + S. Juan Cruz: Quien no escapa de la voluntad, carece de voluntad; quien no escapa del esfuerzo, para nada se esfuerza. Olvido de la Creacin, memoria del Creador, atencin a lo interior y estarse amando al Amado. La era del asceta pas, el Reino del Amor ha llegado ): una Nueva Vida para una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra. +Desasimiento +Menos pertenencias, calibrar bien las autenticas necesidades y austeridad en su cobertura (no consumismo), no deudas ni prstamos, no ahorro(si ahorras, es que te sobra; si te sobra, comprtelo), descargar agendas (arte de hacer nada y ritmo de vida sosegado, equilibrado y armonioso), no caer en la dinmica de noticias negativas, ratos de silencio, +El trabajo: Acepten la responsabilidad de que ya no pueden trabajar en cualquier actividad vendindose por la ilusoria necesidad de una compensacin econmica para sobrevivir. +El uso de la palabra, el lenguaje y la comunicacin: No mentiras, ni medias verdades, ni excusas. Y presten atencin a su expresin hablada que est retroalimentando las programaciones de sus sistemas neurolgicos, mentales y emocionales. Es vital ahora que la vibracin del chakra de su garganta est situada en una continua frecuencia creadora y expansiva de luz. Todo lo que no sea eso estar 16

taponando su propia ascensin y produciendo adems un efecto boomerang contra ustedes mismos y el mundo que les rodea. +Apartarse de los escenarios de lucha y de los medios de comunicacin que los divulgan: Retrense de todos los escenarios que bajan su frecuencia y que no les permiten el despegue de su cuerpo mental y emocional, contaminndolos con energas densas y de lucha y frecuencias alejadas del corazn. No intenten luchar para cambiar esos escenarios. En su lugar, retrense inteligentemente, bendiciendo aquellas situaciones y a aquellos que todava vibran en esa experiencia de lucha, de separatividad y de miedo. Apartarse de las energas de los medios de comunicacin que alimentan las viejas programaciones del miedo y la esclavitud. 4. Para saltar dimensionalmente a un mundo sin mentira es preciso que se opte por no mentir en una dimensin donde mentir es perfectamente posible. F) Con Alegra y sin miedos: 1. Vivir el ahora y vibrando en mayor armona con la Fuente: de Mi a Fa: Alegraos Por nada os inquietis Que la Paz de Dios, que supera a todo entendimiento, guarde vuestros Corazones Estad atentos y practicad lo que habis aprendido y recibido (Filipenses, 4 , 4-9). +El miedo es slo una ficcin mental: hay que fluir y confiar en la Providencia (que es nuestro ser interior en accin). +La muerte no existe: la Creacin es Vida. 2. Lo importante no es lo que suceda, sino como lo vivamos: la manera de vivir interiormente el ahora moldea los acontecimientos externos (Ejemplo: lo que ocurre en el interior de la nave de la pelcula Contact). La realidad es que todo es como Es en el contexto de una Creacin perfecta que es reflejo de la perfeccin del Creador (Ejemplo: nudos e hilos cruzados en el otro lado de un bordado perfecto). G) La No-Va: el desalojo interior, el vaciamiento: A travs del vaciamiento interior todo es percibido como recibido; y se constata experiencialmente que ms se recibe cuanto menos se retiene y que lo recibido procede de la Fuente que es nuestro origen y destino y con la que nos transformamos (fusionamos) en el Amor: un Fondo absolutamente Vaco y radicalmente Libre al que slo se retorna cuando la Vida es un continuo desalojo de nosotros mismos (cualquier tipo de identidad, sea fsica, consciencial, espiritual,) y un llenarse de l que es, realmente, Vaciarse en el No-Ser.

AIRE

CONSCIENCIA Y COHERENCIA: EL SIMBOLISMO DE LOS CUATRO ELEMENTOS +Confianza en la Providencia

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AGUA

TIERRA

FUEGO

+Alegra y no inquietarse por nada +Fluir +Aceptacin: no estar de acuerdo ni en desacuerdo con nadie ni con nada +Discernimiento Matriz Hologrfica +Consciencia de Unidad +Vida Sencilla +Acompaamiento +No luchar: crear! +Metanoia: sacar a la Luz el Cristo Interior +Vivir en la Frecuencia del Amor: que la Quietud resplandezca en el Movimiento (La No-Va) +Amor en la cotidianeidad

11. La singularidad del momento presente y el 2012 (ver Anexo) ESQUEMA BSICO A) El Cambio ( la denominada Segunda Venida): +Una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra. Afecta no slo a la Humanidad, sino a la Madre Tierra en su conjunto: una Nueva Humanidad en una Nueva Tierra; +Perfil espiritual, energtico, consciencial y cosmognico: ciclos. Es un acontecimiento de perfil espiritual, consciencial, energtico y cosmognico: se inscribe en el contexto de los grandes ciclos csmicos que potencian la regeneracin energtica y consciencial del Universo, la Va Lctea, nuestro sistema solar y nuestro planeta, as como de los seres vivos que lo habitamos (Ejemplo de ciclo similar en su escala: la primavera); +Punto de vista cientfico: salto dimensional (ejemplo: escala musical). +desde el punto de vista cientfico, es un salto dimensional: el paso de la Tierra y la Humanidad de la Tercera Dimensin a otra de vibracin ms pura y menos densa (Cielo) (Para aproximarse a lo que son las Dimensiones: ejemplo de la escala musical). B) Es un salto dimensional y un proceso interactivo: +La Tierra est aumentando su frecuencia vibracional (de MI a FA). La Tierra es un ser vivo y como tal conforma un campo energtico

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con una determinada frecuencia vibracional. Pues bien, esta vibracin est aumentando y va a alcanzar una frecuencia correspondiente a una escala superior (de MI a FA). +La Humanidad tiene la oportunidad de vibrar en armona con ella. La Humanidad tiene la oportunidad de vibrar en armona con ella: para ello debe, igualmente, incrementar su frecuencia vibracional (tambin de MI a FA). +Y para esto, seres humanos, en general, y cada uno, en particular. Es preciso que los seres humanos, en general, y cada uno, en particular, aumenten del mismo modo su propia vibracin: despertar consciencial o toma de consciencia. C). Cmo aumentar cada uno su nivel vibracional?: +Sacar a la luz nuestro Cristo Interior: Transformarnos en un Portal Interdimensional. +Venida de un Mesas colectivo: proceso interactivo. +Consciencia y Coherencia

12. Crculos de Unidad A) Red consciencial: Rejilla de nodos individuales. B) Crculos de Unidad: Fortalecimiento de la rejilla mediante la conformacin de nodos grupales entre personas con sintona consciencial. C) Meditacin crstica. D) El papel de la Multidimensionalidad: Nuestro ser interior, nuestro Yo Verdadero, es multidimensional. Por ello, los planos superiores de la consciencia, que configuran Dimensiones que trascienden de la esfera material de la Tercera Dimensin, no dejan de estar conformados por nosotros mismos en un reino superior (que no es de este mundo). Cada vez son y sern ms los seres humanos que sientan y perciban en sus experiencias internas esta multidimesionalidad, a la par que la ciencia ir desvelndola y ratificndola de manera asombrosa y desconcertante para el "ego", esa entidad individualizada y ilusoriamente separada de su propia realidad divina espiritual con la que tantas personas an se identifican. Unidad, muldimensionalidad, multiversalidad, transversalidad. E) El apoyo de los Hermanos en el contexto de un proceso natural:

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Abrirse su mundo al espacio exterior con la irrupcin en el escenario de lo que han llamado civilizaciones o vida extraterrestre. Como un reflejo de la apertura de su mente a la multidimensionalidad, todas esas realidades pasarn a formar parte de su experiencia normal y cotidiana en una Tierra expandida que se abre al cosmos y a la relacin con el resto del universo. Desde el amor de su corazn como un nuevo escenario de la realidad que les permitir expandirse an ms y expandir la energa del amor en ustedes. Recuerden que no estn solos en este viaje y en esta maravillosa aventura de luz por el planeta Tierra. Sus guas espirituales, esa parte expandida y multidimensional de ustedes mismos. 13. Mensaje desde dentro de ti mism@ Lo nico importante en los momentos actuales es mantenerte en la sintona y la frecuencia del Amor. Ni ms, ni menos. Esto significa permanecer la mayor parte posible de cada da en paz, alegra e ntima armona; llenar de Amor todo lo que te rodea; evitar los dualismos, divisiones y confrontaciones y constatar la belleza de la Creacin y la Perfeccin de cuanto Es; disfrutar de las energas que llegan a la Madre Tierra y de las que emanan de ella y de ti mism@; y comprobar y experienciar el significado, la potencia y la hermosura de los tiempos actuales, que estn trayendo el Cielo a la Tierra. Todo lo dems es ruido y confusin del ego: vanidad, slo vanidad. Dispones de toda la Sabidura, innata en tu ser interior como Hij@ del Padre (y Madre) que eres. Se ir desplegando ante tus ojos fsicos y abrindose a tu mente de la mano de la Providencia divina y al comps de tu propia evolucin. Todo est cumplido y el Cambio va a acontecer. De hecho, ya est aconteciendo. Es una Metamorfosis interior (espiritual, consciencial, energtica, vibracional) de la Tierra, la Humanidad y cada ser humano. En cuanto a los impactos exteriores del Cambio (sus efectos fsicos y materiales en tu vida y en el planeta) no estn escritos ni predeterminados, pues dependern precisamente de como se desenvuelva el proceso interior. Asistimos al parto de una Nueva Tierra y una Nueva Humanidad. Y en un parto siempre hay contracciones y dolores. Pero, como en todo parto ocurre, la intensidad de estos ser mayor o menor en funcin de cmo nosotros, cada uno y entre tod@s, vivamos la experiencia. De ah la importancia de que te mantengas en la mayor armona que puedas y con la llama de Amor viva, bien puesta en el ms profundo centro del alma. Para ello, haz una vida sencilla y lo ms libre de cargas posible; minora el ritmo y la agenda con los que afrontas cada jornada; coloca 20

espacios de silencio (oracin, meditacin,) en tu cotidianeidad; calibra con sentido comn cuales son tus verdaderas necesidades y cbrelas con austeridad; evita el batiburrillo de las opiniones y discusiones y no enjuicies a los dems ni a ti mismo; comprende y asume que el Cambio es una ventana que se abre desde el interior y que no se trata de luchar contra nada ni nadie, tampoco contra el viejo mundo y sus secuelas, sino de Crear desde lo ms hondo y sagrado de tu ser una Nueva Realidad y un Mundo Nuevo; busca la compaa de los amigos y seres queridos con los que eres ms feliz; apoya y ayuda en la medida de tus posibilidades a quien lo necesite; y ten absoluta confianza de que todo lo que suceda en tu vida y en la de los dems y en el devenir del planeta y de la Humanidad, todo sin excepcin, se orienta y se inscribe en un proceso de Cambio personal y colectivo realmente maravilloso. Algrate, vive y comparte en paz, equilibrio y gozo, en libertad y sin miedos, no te inquietes por nada y procura ser receptor y emisor de la esencia crstica y divinal que en todo se halla y en tu intimidad bulle. Ilumina con ella tu interior y cuanto est a tu alrededor, proyectando bondad, ternura, belleza y Amor, mucho Amor. El Ahora est impregnado de Dicha; el Aqu, lleno de Bendiciones. Abre a ellas tu Corazn, borra del mismo cualquier atisbo de ira, temor, culpa, resentimiento, resignacin o rencor y disfruta... disfruta de un viaje en el que como equipaje slo necesitas Amor! Dame tu mano, que juntos vamos a Saltar hacia el mundo que tanto hemos soado y, por fin, hemos decidido Crear. Con Amor.

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ANEXO I: Sobre el 2012 y la Segunda Venida Cada vez son ms los cientficos que convergen en una visin unificada de la conciencia desde la conexin con el Universo. La clave est en el conocimiento y desarrollo de nuestro proceso interior. En este artculo expondremos una sntesis documental de las exposiciones cientficas ms relevantes sobre la percepcin cuntica y las realidades supersimtricas. 1.-Amit Goswami: Destaca por su formulacin de la realidad cuntica en el marco holstico de la percepcin consciente. El estudio de la creatividad cuntica y la mente humana, le han llevado a formular una interesante visin de la Fsica que expone en Universidad de Oregn. watch?v=s42mrdhKwRA watch?v=D98KWJ-1geI&feature watch?v=-7LlTfNKVtU&feature 2.-John Hagelin: Profesor de Fsica. Director del Instituto de Ciencia Tecnologa en la Universidad de Maharishi. Formula lo que el denomina la Fsica del Alma, explicando las realidades supersimtricas en el marco de la Teora de Supercuerdas. watch?v=OrcWntw9juM&feature watch?v=FSxluvq5HI0&feature 3.-William Tiller: Profesor emrito de Stanford. Expone la Telekinesis en el marco de la mecnica cuntica. watch?v=wNOCTGk63mg&feature watch?v=6L0G97UxxLI&feature watch?v=5zlz_JMHqRg&feature 4.-Fred Alan Wolf: Experto en fsica Teortica y Conciencia. watch?v=W5mPWmGhfJQ&feature watch?v=mykNC6v64EA&feature 22

5.-David Albert: Profesor de la Universidad de Columbia. Experto en la Teortica de los cambios conscientes. watch?v=QQMCknRDUVg&feature watch?v=hc5MS2lQh_A&feature watch?v=dr6JU6Vcwc4&feature En todos ellos, converge una misma lgica en la explicacin de la conciencia que puede resumirse en tres puntos fundamentales: 1.-La Explicacin del Quantum y la Conciencia como una misma cosa: El Universo y la Conciencia forman parte de la misma realidad. 2.-La interaccin permanente entre conciencia y Universo Inteligente. 3.-La existencia de escenarios y realidades supersimtricas. Las diferentes lneas de tiempo. ---------------------------Un reciente estudio publicado por la Cornell University, expone abiertamente el estudio de las realidades supersimtricas en el marco de la teora de los multiversos. En " The Multiverse Interpretation of Quantum Mechanics" Raphael Bousso y Leonard Susskind, exponen abiertamente que las realidades supersimtricas existentes en los diferentes multiversos coexisten a la vez y constituyen dos caras de la misma moneda respecto de la mecnica cuntica. La cuestin reviste especial inters, dado que por primera vez se analiza de forma integrada la teora de cuerdas con la mecnica cuntica tratando de entender los factores que intervienen en la ecuacin de decisin. Por facilitar la comprensin del estudio, si entendiramos multiversos como diferentes universos, todas las posiciones, desenlaces y situaciones se estaran dando a la misma vez. Por poner un ejemplo, en un escenario (realidad) yo soy deportista, en otro soy profesor, en otro soy msico, en otro he viajado a otros mundos y en otros no estoy presente. A este tipo de realidades las denominamos supersimtricas, porque son alternativas entre s. Pero la cuestin de fondo reside en cul de esas realidades va a manifestarse o materializarse, y es ah donde incide la Ecuacin de Decisin. Raphael Bousso y Leonard Susskind, exponen por vez primera que en esos escenarios de realidades supersimtricas, la "libertad" en la eleccin influye de forma sustancial en base al principio de "decoherencia" que interacta con la causalidad. En el modelo propuesto por Bouso y Susskind se toma en cuenta el libre albedro desde el punto de vista del observador (subjetivo). En base a los clculos que realizan, determinan que sera posible determinar el resultado de la eleccin ya que los modelos de infinitas elecciones que realiza el observador seran replicables de forma previsible. El estudio supone un interesante avance en la lnea de la reconciliacin entre las diferentes perspectivas de la fsica dado que: 1.-Concilia adecuadamente las ecuaciones de decisin con los escenarios de la realidades supersimtricas.

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2.-Comprende que no pueden explicarse los eventos multiversales sin la concurrencia de ambas perspectivas: Cuerdas y Mecnica Cuntica. 3.-Plantea de forma extendida el problema de la Ecuacin de Decisin planteando abiertamente el libre albedro en la toma de decisiones. En concreto Bousso y Susskind sealan textualmente que: Nosotros sostenemos que el Multiverso Global es una representacin de los muchos-mundos (todas las posibles historias causales decoherentes) en una geometra simple. Proponemos que debe ser posible, en principio, para verificar las predicciones de la mecnica cuntica con exactitud. Esto requiere no slo la existencia de observaciones exactas, sino otros dos postulados adicionales: un mismo y nico observador en el Universo puede tener acceso a infinidad de experimencias idnticas; y los resultados de cada experimento deben estar completamente definidos. La dinmica causal con finitas reas de superficie, los lmites de la entropa hologrfica implica que no existen observaciones exactas, y ambos postulados fallan: los experimentos no pueden repetirse infinitamente muchas veces, y la decoherencia, no es completamente irreversible, por lo que los resultados no son definitivos.

ANEXO II: Sobre el 2012 y la Segunda Venida A) Sobre los ciclos 1. Todo en la Creacin es un proceso natural, un orden sin orden, un plan sin plan como tal (Ejemplo: Naturaleza). 2. Todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. 3. Como es arriba es abajo. 4. La Creacin es, a su vez, Creadora y se expansiona constantemente, en un momento presente continuo, ondular y fractalmente (ondas que fluyen, no hacia arriba o hacia los lados) tanto ms intensamente cuanto mayor es la sintona con la frecuencia vibracional de la Fuente de donde Todo emana y en la que Todo Es. 5. La expansin ondular es un proceso tan natural como pleno de Unidad, aunque desde la perspectiva de la Tercera Dimensin, tan marcada por los dualismos, pueda ser contemplada como fases de luz y fases de oscuridad. Lo cierto es que sta ltimas permiten plasmar en una realidad ms densa el potencial adquirido en las fases denominadas de luz y son la antesala de stas (San Juan de la Cruz: <<Oh noche que guiaste>>). 6. La expansin ondular es la tendencia general, que acontece en un contexto de Armona y experiencias conscienciales de Amor. Ahora 24

bien, la Creacin tambin contempla e integra la existencia de desarmona (caos). Cuando sta prima en una experiencia consciencial o movimiento energtico-vibracional, se produce un atasco en la expansin, lo que ocurre con mayor frecuencia en contextos de mayor densidad. Cuando en el sistema se produce el atasco, se genera algo desde el interior movimientos y experiencias conscienciales, con implicaciones e impactos en el exterior, que los desestanca. 7. Los llamados ciclos, de cualquier nivel y duracin, apoyan e impulsan de forma natural el proceso expansivo descrito. B) Sobre el 2012: 1. Multitud de interpretaciones: travesa por el Cinturn de Fotones, acercamiento al Centro Galctico o alejamiento del mismo, sincronizacin al tiempo real tras viaje al pasado, energas de Acuario, Resonancia Schumann, 2. En cualquier caso, lo cierto es que estamos ante un cambio de ciclo que conlleva, en trminos astrofsicos, el trnsito por un Puente de Einstein-Rosen o agujero de gusano (embudo energtico). 3. Implicaciones fundamentales: Apretn energtico / Aceleracin del tiempo. 4. Todo hecho o acontecimiento exterior tiene su origen y causas en el interior. Desde esta perspectiva interior: Acumulacin e intensificacin de experiencias: personales, colectivas y planetarias. *Humanidad: Despertar consciencial / Cambio: La Sala de los Espejos. *Cada ser humano: liberacin de cargas (ejemplo pelcula La Misin): detectar y eliminar lo que en nuestra vida material, emocional, de carcter, ego o personalidad- genera tensin, desarmona o desequilibrio. Y la acumulacin de hechos desconcertantes es signo de la Metamorfosis (oruga en mariposa).

C) A las puertas de un salto dimensional: 1. Dimensiones: crculos concntricos, exterior a interior (como escala musical: en especial, Mi (3D) y Fa) 2. Tierra: ser vivo en proceso de salto dimensional por delante de la humanidad (ejemplo a la inversa, las puertas de la serie Superagente 86). 3. Humanidad: Vibrar en la nueva frecuencia de la Tierra. No es cuestin de nmero de personas, ni de elegidos (ejemplo, 144.000), sino de intensidad y calidad energtica y vibracional. Tener en cuenta muertos versus nios ndigos y cristal (1.500millones < 13 aos). 4. El apretn energtico y la aceleracin de experiencias a escala personal y colectiva provocar un proceso de decantacin vibracional: la separacin de mezclas heterogneas de frecuencias vibracionales que hasta ahora venan conviviendo (como una clula que al crecer energticamente, se separa en dos): Mi, de un lado, y Fa, de otro. Las personas y sistemas sintonizados en Mi se 25

concentrarn cada vez ms en esta frecuencia; y esto coadyuvar a que ms personas y con ms intensidad resuenen en clave Fa. 4. Algo maravilloso acontece y se va a acelerar, llegando a un punto crucial entre el solsticio de invierno de 2012 y el equinoccio de primavera de 2013. Sern tres meses de fuertes convulsiones interiores, cuyas manifestaciones exteriores (fsicas, materiales,) estarn en funcin de cmo las vivamos interiormente. Pero no es el fin del salto, sino su desencadenamiento (Crop circle Wilton Windmill /Giro de 90) (Ver Anexo II: Proceso a partir del 2012). Proceso a partir 2012 El 21/12/12 no es el fin del salto, sino su desencadenamiento. Esta bien reflejado en el crop circle Wilton Windmill. Se trata de un Giro de 90: Haz de posibilidades dimensionales / Total: 180 aos (60x3) ^ | } Fase 3: 2133-2193 60 aos } Falsos Cristos y Segunda Venida (y salida) } Ascenso del Anticristo ser un hecho en 2189. Y la Venida } 1335 das despus (Daniel 12,12) } ^ } | } Fase 2: 2073-2133 60 aos } La Gran Tribulacin } 666 ^ } | } Fase 1: 2013-2073 60 aos } Tiempos de angustia y desolacin } ^ } | } -------- Giro de 90 ^21/12/2012 *Procesos re-encarnaciones: a partir de 2012, ya habr saltos e integracin energa Cuarta Dimensin de la Tierra. 5. Se ha iniciado la cuenta atrs para un cambio de plano dimensional de la Tierra en su conjunto y, con ella, de la Humanidad. Ante tal cambio, nuestro ADN ya se est preparando y mutando. Alma: cambio cuerpo (ADN) (ascensin: mutacin y energa sexual). 6. Llegado al momento final de tal cuenta atrs y, por tanto, al cambio de plano dimensional, se abrirn distintos escenarios dimensionales -energticos y vibracionales- alternativos entre los que

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cada persona elegir en libre albedro y segn su Consciencia y frecuencia vibratoria propia. 7. Cundo se producir la Segunda Venida?: +Nadie sabr ni el da ni la hora. +S sabemos el escenario: declive exterior / regeneracin interior: parto. +Proceso prolongado: ya ha arrancado (Tierra): 2012 Profecas. 8. Al ser un fenmeno de caractersticas cosmognicas, en trminos humanos su duracin ser prolongada (hablamos de dcadas, posiblemente de ms de un siglo). El proceso ya ha arrancado porque la Tierra ya est cambiando su vibracin. Desde el punto de vista de la Humanidad, el pistoletazo de salida se producir a partir de noviembre de 2011 y tendr su punto culminante entre el solsticio de invierno del ao que viene (el 2012 del que tanto se habla) y el equinoccio de primavera de 2013. Llegados a este momento, millones de seres humanos habrn alcanzado un nuevo nivel de consciencia y comenzarn a caer los viejos paradigmas en los que se ha basado hasta ahora nuestro modelo social. A partir de ah acontecer lo previsto en las profecas (Ejemplo: Mateos, 24): el derrumbe del viejo mundo ira in crescendo (las profecas sealan tres grandes fases) y tendr tintes apocalpticos, pero en su trasfondo ser algo maravilloso.

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FSICA DE LA DEIDAD, CRISTO, PLAN CRSTICO Y SALTO DIMENSIONAL

CAPTULO 1: SER UNO, ESPRITU, VERBO Y ALMA El replanteamiento de la nada: regreso al futuro En lo Mdulos precedentes han sido numerosas las referencias al Ser Uno (Todo, Dios,), a la Unidad que l engloba y explica y a la dimensin espiritual de los seres humanos. Es llegado el momento de

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ahondar al respecto, comenzando por el principio, esto es, por la esencia de la divinidad. Para ello, es necesario, primeramente, un replanteamiento de lo que se entiende por nada y por fe, pues muchos de los equvocos y malentendidos que dificultan la percepcin de la esencia de la divinidad obedecen a los conceptos errneos que miles de millones de seres humanos mantiene sobre el significado y contenidos de ambos trminos. Comenzando por la nada, ha sido frecuente en la historia de la humanidad, sobre manera en la filosofa occidental de los ltimos siglos, que cuando se trata de discernir sobre el Ser Uno surja inmediatamente la pregunta que estremeci a Leibniz, Unamuno o Heidegger: por qu hay algo y no ms bien nada?. Lo cual abre una disyuntiva primigenia y radical que, como las nuevas tecnologas, es de base binaria (0/1): hubo un estadio o periodo previo en el que nada haba ni exista (opcin 0); o desde siempre y por siempre ha existido algo (opcin 1). Lo que, tradicionalmente, ha desembocado en la siguiente cuestin: cul de ambas opciones, 0 1, es la cierta, ya que una, forzosamente, tiene que serlo y las dos a la vez no lo pueden ser?. Sin embargo, los avances de la ciencia contempornea ofrecen novedosas pistas que obligan a replantear los fundamentos de esta pregunta, ofreciendo una visin de la realidad en la que las dos opciones, 0 y 1, son ciertas y no hay que elegir entre ellas, pues forman parte de una misma cosa. Expresado de otro modo, se empieza a comprender que nada y algo no son tan distintos, sino que forman parte de una misma realidad que se sostiene en el concepto de vaco. El vaco es lo que los cientficos generan cuando consiguen cerrar o sellar un habitculo o espacio cualquiera, del tamao que sea, logrando que en su interior no haya nada: ni elementos materiales, ni lquidos, ni gaseosos, en cualquiera de sus modalidades, incluso las ms infinitesimales. Por ejemplo, buena parte de los experimentos previstos en el clebre acelerador de partculas del CERN de Ginebra requieren la consecucin de ese vaco cual contexto imprescindible para que aquellos se puedan desarrollar. Pues bien, la ciencia actual ha aprendido que el vaco existe, es decir, que siendo nada tambin es algo. Y la existencia del vaco se pone de manifiesto en un hecho crucial: el vaco vibra!. Desde luego, cuando el vaco se va llenando de partculas, stas vibran. Pero lo que aqu se subraya es bien diferente: cuando el vaco es realmente vaco, cuando est absolutamente limpio de cualquier elemento, componente o sustancia, el vaco, como tal, en s, vibra (los denominados bosones son la plasmacin de esa vibracin del vaco). Y la vibracin del vaco (nada) puede estar en el origen de la 29

existencia de lo que llamamos algo, que surgira cual manifestacin perceptible por nuestros sentidos fsicos de la diversas modalidades frecuenciales que puede adquirir la vibracin del vaco. As, la dicotoma entre nada y algo queda rota y superada: la nada es algo y el algo se sostiene en la nada, siendo el vaco el marco en que todo ello acontece y el algo se despliega como tal. Curiosamente, esta nueva visin del vaco y de la realidad est muy asentada en antiguas culturas espirituales y corrientes msticas, sobre todo orientales, que dibujan al Ser Uno como Creador e Increado, Todo y Presencia Absoluta y, por tanto, Vaco y Nada y esencialmente Indeterminado, siendo su estado natural lo Absoluto, esto es, lo relativo a S: Consciencia Perfecta, Concentracin Completa y Experiencia Integral de Ser, que es lo mismo que Experiencia Integral de No-Ser. En prximos epgrafes se ahondar sobre las consecuencias e implicaciones del regreso al futuro que representa beber de esas antiguas escuelas msticas y espirituales y engarzar sus postulados con los modernos conocimientos cientficos. El replanteamiento de la fe: retorno al origen En la idea, obsoleta ya por lo apuntado, de que el ser humano ha de elegir forzosamente entre la opcin 0 (nada) y la opcin 1 (algo), prolifer el convencimiento de que la decantacin por la 1 no es tanto una eleccin racional, en sentido estricto, como fundamentalmente irracional, sensitiva, intuitiva e inspirativa: fluye de nuestro interior, se deca, cuando late la ntima conviccin de que siempre existi algo y que ese algo es Dios. Y esta conviccin se lig la fe. Una fe a menudo a ciegas e interpretada y activada por numerosas religiones en clave de conversin a la Verdad y al Dios Verdadero. Pero el origen del trmino fe nada tiene que ver con esto, sino que est en armona con los expuesto y enunciado por las antiguas corrientes msticas y espirituales a las que se viene haciendo mencin. Para constatarlo y efectuar tal retorno al origen, hay que subrayar un hecho objetivo: es en el mensaje del Maestro Cristo Jess donde la fe ostenta un protagonismo ms remarcado y acentuado, muy superior al de las dems escuelas espirituales. Si hubieras dudas al respecto, se aconseja la lectura del libro En defensa de Dios (Paidos; Barcelona, 2009), de Karen Armstrong, experta mundial en religiones, que explica con detalle el papel central que la fe tiene en las manifestaciones publicas de Jess, sin parangn en ninguna otra tradicin espiritual.

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Es suficientemente conocido y los Evangelios lo constatan, que Cristo Jess rega una y otra vez a sus discpulos por su falta de fe, mientras alababa la de los gentiles, que parecan entender sus enseanzas mejor que sus propios paisanos judos. Igualmente, a quienes le pedan una curacin, les exiga como requisito previo que tuvieran fe, autntica llave con la que abrir el cofre de los milagros. Y famosa es su aseveracin, recogida en el Evangelio de Mateo (17, 1419) acerca de que la fe mueve montaas y de que con ella nada os ser imposible. Ahora bien, qu quiso expresar Cristo Jess cuando tanto hablaba de fe?. Pues para saberlo, hay que acudir obligatoriamente a su idioma nativo. Se puede comprobar as que con esta expresin haca mencin a lo que en las primeras transcripciones al griego de sus enseanzas se sintetiz en el vocablo pistis (su forma verbal es pisteuo), palabra traducida como fe en el Nuevo Testamento y que significa literalmente, confianza, perseverancia y compromiso. Por tanto, la fe en boca de Cristo Jess no fue utilizada como sinnimo de creencia, ni tampoco como llamada a que la gente tuviera que creer en l o en algo. Hablaba el Maestro de confianza, perseverancia y compromiso, es decir, de cosas muy distintas a la fe ciega, los dogmas de fe, las doctrinas impuestas bajo la intimidacin del temor de Dios o la ortodoxia oficial que castiga como hereja todo aquello que no coincide con sus postulados. A los que durante siglos y an hoy da se esfuerzan en transmitirnos esta visin obtusa y absurda de la fe hay que estarle agradecidos. No en balde, debido a ellos estamos en condiciones de entender mucho mejor el mensaje autntico y trascendente de Cristo Jess a propsito de la fe y sobre el que de inmediato volveremos. Pero antes hay que preguntarse qu ha ocurrido para que histricamente se haya producido esta tergiversacin de contenidos. Desde luego, ha habido personas y colectivos que conscientemente han influido en ello, dando a la fe la interpretacin que ms convena a sus intereses terrenales, por ms que los disfrazaran de celestiales. Sin embargo, el origen sustantivo de la confusin radica en la Torre de Babel, es decir, en las diferencias de lenguas y en sus distintas acepciones y construcciones sintcticas y gramaticales. Debido a esto, cuando san Jernimo (342-420) tradujo el Nuevo Testamento del griego al latn, no encontr mejor transcripcin para el vocablo griego pistis que el trmino latino fides, esto es, lealtad; adems, dado que fides carece de forma verbal, en lugar del griego pisteuo (formal verbal de pistis) us el verbo latino credo. Seguro que lo hizo lo mejor que pudo y supo, pero, con el paso de los siglos, provoc que en idiomas derivados del latn, como el espaol, la confianza, la perseverancia y el compromiso reclamados por Jess fueron sustituidos, como seala el Diccionario de la Academia de la Lengua, por la exigencia de fidelidad y el 31

asentimiento a la revelacin de Dios, convertido finalmente por la Iglesia romana en la primera de las virtudes teologales. En cuanto a las lenguas anglosajonas, la reinterpretacin de la fe vivi en dos fases. Primero, al traducirse la Biblia al ingls, credo y, por ende, pisteuo se convirtieron en I belive (yo creo) en la versin del rey Jacobo (1611); y se asocio al trmino belief (creencia), que en la poca era entendido como lealtad a una persona a la que se est ligando por promesa o deber (por ejemplo, en la figura del caballero de Chaucer, cuando suplicaba a su patrn accepte my bileve, quera decir acepta mi fidelidad, mi lealtad). Posteriormente, este significado cambi. Concretamente, a finales del siglo XVII, cuando nuestro concepto de conocimiento se hizo ms terico, la palabra creencia empez a usarse para describir el asentimiento a una proposicin hipottica y con frecuencia dudosa. Cientficos y filsofos fueron los primeros en utilizarla en ese sentido, hasta que bien entrado el siglo XIX tambin as qued formulada en los contextos religiosos. Por tanto, lo que el Maestro Cristo Jess nos solicita no es fidelidad, ni creencia, ni asentimiento, sino confianza, perseverancia y compromiso. Esto es: +Confianza: Su manifestacin ms genuina y acabada es la confianza en la Providencia. Y ello en el convencimiento pleno de la perfeccin de la Creacin. Todo es perfecto y no ha lugar a preocupaciones ni sufrimientos, que no son sino muestras de engreimiento y vanidad. Vive en el presente, en el ahora, como las aves del cielo y los lirios del campo. Y no te identifiques con los apegos y anhelos materiales (bienes, poder, xito, reconocimiento social, qu dirn,) que, en vez de llenar tu vida, terminarn sepultndola bajo su peso. +Perseverancia: Est ntimamente relacionada con el trabajo interior de cada uno para activar nuestro Yo Verdadero -nuestra dimensin espiritual, eterna e infinita- y permitir que tome las riendas de nuestra vida, en lugar del pequeo yo, el ego, que slo se percata y vive para el mundo de ilusin (maya) de las formas materiales, el tiempo y el espacio (tercera dimensin). +Compromiso: Porque el crecimiento espiritual activacin del Yo Verdadero-, si es tal, genera Consciencia de Unidad y, con base en esta, Amor Incondicional hacia todos y hacia todo. La quietud contemplacin, Ser- es tambin movimiento accin, Amor-. Y ste se manifiesta en el amor al prjimo, la armona con la Naturaleza y el Cosmos, la compasin y la evangelizacion (que no es otra cosa que dar lo que somos -y recibiremos lo que damos-). Cristo Jess quera discpulos que se comprometieran con su misin, que dieran todo lo que tuvieran, que se negaran a dejarse obstaculizar por los lazos familiares, que abandonaran su orgullo y dejaran a un lado su engreimiento y su sentimiento de superioridad y que difundieran la 32

buena noticia del Reino, que est dentro de nosotros mismos, a todos incluso a las prostitutas y los recaudadores de impuestos- y llevaran una vida compasiva, no limitando su benevolencia a los seres queridos o las personas respetables y convencionalmente virtuosas. Esta fe o pistis conjuncin perfecta de confianza, perseverancia y compromiso- s que mueve montaas; y desencadena un potencial humano insospechado capaz de hacer realidad el nada no es imposible prometido por Jess. La fe radicalmente cristiana no es, pues, una creencia, mucho menos un asentimiento, sino una vivencia directa e ntima de la propia divinidad que todos atesoramos en nuestro interior y que es la mejor fuente de experiencia y sabidura: fe que busca la inteligencia (fides quaerens intelectum); fe para saber, o creer para entender (credo ut intelligam, en expresin de San Agustn). Porque, como indic San Anselmo al hablar de la operosa fides y de la otiosa fides, la fe que no trata de entender es una fe ociosa. Una fe que no sabe de iglesias ni de credos. Una fe inteligente, operante, viva, vlida para comprender. Una fe que es el suplemento de conocimiento que nos proporciona la revelacin interior a la que los seres humanos tenemos acceso. Revelacin que no sucede aleatoriamente o por azar, sino que est ligada a la activacin de nuestro Yo Verdadero (con perseverancia). Por lo que la fe, para que d sus frutos, debe volcarse en una prctica cotidiana de la misma (Amor Incondicional, compromiso) que confirmar en el da a da la veracidad de lo que anuncia y ayudar a ahondar en ella mediante la elevacin del nivel de consciencia. Planteamientos que ayudan a interiorizar el mensaje que un grupo de monjes contemplativos catlicos remiti al Snodo de los Obispos, en septiembre de 1967, sobre la posibilidad de que el ser humano entable un coloquio con Dios. En l, frente a la idea imperante incluso entre muchos creyentes de que no es posible llegar a Dios -desconocido e inaccesible, completamente Otro-, muestran su convencimiento de que Dios concede al espritu atento y purificado el don de alcanzarlo ms all de palabras e ideas, aadiendo que la fe desemboca en la seguridad inamisible colocada en nuestros corazones por Dios mismo y que en el Espritu hemos comprendido que en l tenemos acceso a Dios por la fe reintegrados en nuestra dignidad de Hijos de Dios. Y concluyen: El conocimiento mstico cristiano no es solamente el conocimiento oscuro del Dios invisible; es, en el encuentro de un amor personal, una experiencia de Dios que se revel a fin de hacernos participar en el dilogo del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Y, justamente, en la Trinidad de las Personas es en donde Dios se nos revela como completamente Otro y, al mismo tiempo, como ms cerca de nosotros que cualquier otro ser. En los apartados y captulos se comprobar la veracidad de estos asertos. El Todo es Mente; la Creacin es vibracin 33

Tras las premisas recogidas en los primeros epgrafes de este Mdulo 6, lo primero a subrayar es que indagar sobre lo divinal significa hacerlo sobre una realidad sustantiva y sustancial situada fuera de lo que nuestros sentidos fsicos perciben y de la que el ser humano se percata de manera sensitiva, intuitiva e inspirativa (toma de consciencia y accin del Yo profundo), de un lado, y por medio de la investigacin cientfica, de otro. Hace miles de aos, Hermes Trismegisto lo compendi con maestra: ms all del Cosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la Realidad Substancial, la Verdad Fundamental. Y en la actualidad, tanto las religiones como la ciencia se refieren a ella, aunque se le asignan distintos y variados nombres: Espritu, Energa, Fuerza, Esencia, Identidad Universal, . Ante lo cual emerge una pregunta clave: de qu est hecha o en qu consiste esa realidad substancial?. El intento de responder a este interrogante nos retrotrae a lo que en el Mdulo 2 se cit como segundo eje de la pelcula Y t que sabes?: el replanteamiento de lo que entendemos por real. Un terreno en el que la ciencia contempornea ha dado un sensacional salto cognoscitivo al desvelar que en el ncleo del mundo material y cuanto lo compone hay una realidad inmaterial de carcter subyacente. Como all se seal, esta nueva forma de comprensin de lo real tuvo pioneros como Herbert Spencer, que en el siglo XIX defendi la existencia de una energa infinita y eterna de la cual proceden todas las cosas, o Nikolas Tesla, que dcadas despus explic como en la raz de lo material hay una realidad no fsica que se expresa como vibracin; la cual, a su vez, tiene su origen y razn de ser en la plasmacin mental de la consciencia. A lo que despus se sumaron cientficos como Jeffrey Satinover: la materia, sea lo que fuere, no tiene nada en esencia; es completamente insustancial; lo ms slido que se puede decir sobre ella es que se parece mucho a un pensamiento; es como una pizca de informacin concentrada. Gracias al trabajo de muchos cientficos como ellos y a las repercusiones de la fsica cuntica, en esta primera dcada del siglo XXI se empieza describir la realidad substancial de cuanto existe como energa vibratoria o vibracin as lo sostiene, por ejemplo, la Teora de Cuerdas- provocada o asociada a alguna manifestacin, sea consciencial, informacin, idea o pensamiento. Por lo que, como se enunci en el Mdulo 2 siguiendo al fsico Fritjof Capra, no resulta inverosmil pensar que todas las estructuras del Universo (desde las partculas subatmicas hasta las galaxias y desde las bacterias hasta los seres humanos) sean manifestaciones de la dinmica autoorganizadora del Universo, que hemos identificado como la Mente Csmica.

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Por tanto, desde este replanteamiento cientfico de lo real, el interrogante acerca de qu est hecha y en qu consiste esa realidad substancial tiene una respuesta contundente: es vibracin originada por algn tipo de fenmeno de caractersticas cosmognicas. Sorprendente?. No tanto. Primeramente, porque las nuevas fronteras cientficas dibujadas por la revolucin tecnolgica, en general, y el mundo de la realidad virtual en particular, ofrecen recursos hasta hace poco impensables para comprender tal respuesta. Y en segundo lugar, porque coincide exactamente con lo enseado hace miles de aos por sabiduras arcaicas. Recurdese a este respecto El Kybalin, que afirma nada reposa, todo se mueve, todo vibra, aadiendo que lo que llamamos materia y energa no es ms que modos (niveles o grados frecuenciales) de movimiento vibratorio y que el Todo es Mente; el Universo es mental, utilizando el trmino Mente y mental no en el sentido de la comprensin humana de los mismos, ligada al surgimiento de pensamientos, sino desde la perspectiva del carcter eminentemente vibracional (ondas) presente intrnsecamente en cualquier proceso mental. Y en marco de la realidad vibracional que todo abarca y Todo Es, desde la materia a la energa, despliega su vida y experiencias el ser humano, que es tambin vibracin, conforme al conocido principio de reciprocidad o correspondencia como es arriba es abajo; como es abajo es arriba- (ms exactamente, como se ver ms adelante, un maravilloso campo o vrtice vibracional en el que conviven armnica y equilibradamente tres modos vibracionales: espritu, cuerpo y alma) Desde luego, cuando se utiliza el principio de reciprocidad no se quiere indicar que el arriba y el abajo sean iguales, sino que presentan una analoga que puede ser indagada y comprendida por la inteligencia humana. A la citada analoga se refiere, por ejemplo, el Libro del Gnesis cuando especifica: Dios procedi a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creo (1,27). No se seala en este versculo que Dios y el ser humano sean iguales, sino que se usa una expresin, imagen (imagen de Dios, imago Dei), que nos conduce al mbito de lo analgico. Y que, por cierto, se mueve tambin en la esfera de lo vibracional y ondulatorio, pues es el escenario donde se inserta la nocin de imagen. Por lo que en este pasaje bblico se est haciendo mencin a la presencia en la persona de atributos analgicamente semejantes a los divinos como consecuencia de un hecho crucial: la propia existencia del ser humano se gesta y permanece en vibracin primigenia a la que El Kybalin se refiere con la expresin el Todo es Mente. Por tanto, en el discernimiento sobre la divinidad resulta una tesis plausible, surgida de los razonamientos formulados y fundamentada en ellos, la descripcin del Ser Uno (Todo, Dios,) como Mente (vibracin) infinita y eterna. Con lo que vibracional es la Matriz y la Unidad donde todo existe y se sostiene; vibracional es el origen del 35

Omniverso y su naturaleza intrnseca; y vibratoria es la esencia innata de todos los cuerpos, objetos y seres que lo pueblan, en todas sus dimensiones. El resultado es un Cosmos armonioso y perfecto donde la vida fluye por doquier y la muerte es un imposible. En los apartados que siguen se va a desarrollar esta tesis inicial tanto desde la perspectiva cosmognica como en sus implicaciones con relacin al ser humano y su experiencia vital. Y se alcanzarn unas conclusiones que, por su congruencia y ajuste a la realidad que puede ser contrastada, reforzarn la veracidad de la propia tesis. Tal contraste y veracidad se harn especialmente notorios en el interior de cada uno, en nuestra intimidad, en nuestra esfera espiritual. Y lo espiritual es mucho ms que lo no material, cual suele ser entendido. Julin Maras lo ha reflejado muy bien al sealar (en su conferencia en el Curso Los estilos de la filosofa , Madrid, 1999-2000) que lo espiritual es la realidad capaz de entrar en s misma; el entrar en uno mismo es lo que da la condicin de espiritual, no la inmaterialidad. La insistencia en lo inmaterial ha ocultado lo esencial, que es precisamente la capacidad de entrar en s mismo. Por esto dijo San Agustn: no vayas fuera, entra en ti mismo: en el hombre interior habita la verdad (noli foras ire, in teipsum redi; in interiore homine habitat veritas). El descubrimiento es la interioridad, nuestra intimidad, el Ser profundo. Y el descubrimiento permite que el Yo verdadero aflore y tome el mando de nuestras vidas. Con ello, el ego, el piloto automtico, se desactiva y cesa la curiosa y absurda dinmica por la que, al quedarnos en las cosas exteriores, nos vacibamos a nosotros mismos. Ser Uno y Manifestacin Consciencial El Ser Uno es lo Absoluto. No tiene consciencia, Es la Consciencia: Consciencia Perfecta. No est concentrado, Es la Concentracin: Concentracin Completa. Y lo Absoluto (Consciencia y Concentracin) es Quietud y Movimiento, que son intrnsecamente la Experiencia Integral de No-Ser y Ser. El Ser Uno no vivencia experiencias, Es la Experiencia Integral de No-Ser y Ser en lo Absoluto (Quietud y Movimiento) que se despliega en la instantaneidad (momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve) como Manifestacin Consciencial. Y la Manifestacin Consciencial es Una, Infinita y Eterna. La Humanidad la llama Creacin y, an siendo Una, la percibe plural como manifestaciones pluriconscienciales y multidimensionales que conforman los Omniversos, Multiversos, Dimensiones, Universos, los mundos y todas y cada una de las modalidades de existencia materiales y e inmateriales, efmeras y trascendentes, incluida la Madre Tierra y el propio ser humano es sus planos fsico y espiritual. Cada modalidad de vida, cada cosa y cada persona no es sino una de esas manifestaciones conscienciales que, realmente, se hallan 36

radicalmente integradas en la Manifestacin Consciencial, desenvolvimiento de la Experiencia Integral de No-Ser y Ser, Quietud y Movimiento (big-bang). Espritu y Verbo Con relacin a ste ltimo, el Movimiento (bang), es EmanacinExpansin de la Esencia (Espritu, Amor) del Ser Uno desde l, hacia l y en l. Por tanto, el Espritu o Amor emanado y expandido, siendo creacin (el Hijo o Cristo mismo, en acepcin cristiana) del Ser Uno (el Padre), no es Increado como l, aunque comparte su Esencia y, por ende, su cualidad de vibracin infinita. Y como vibracin pura e infinita en emanacin y expansin, el Espritu llena la Creacin como, valga el ejemplo, el gas hincha un globo. Y el globo es la Creacin misma, si bien carece de centro y fronteras y fluye fuera del tiempo y el espacio, sin localizacin alguna. Y el Espritu en emanacin y expansin genera corrientes y flujos vibracionales de frecuencia finita como en su escala, analgicamente, el pensamiento en desarrollo de un ser humano provoca pequeas ondas vibratorias que no son el pensamiento como tal, sino que van asociadas a l y presentan frecuencias vibracionales ms bajas y densas que las ideas o pensamientos. Tales corrientes vibratorias finitas creadas por el Espritu conforman el Verbo al que se refieren tantas tradiciones espirituales. An siendo su gradacin finita, la envergadura de los flujos vibracionales que constituyen el Verbo es colosal. Y forman y despliegan enormes mbitos ondulatorios que se interconexionan entre s de mltiples maneras, provocando portentosos impactos gravitacionales y procesos interelacionados entre la gravedad (realmente, las ondas gravitatorias se propagan a velocidad muy superior a la de luz) y la radiofrecuencia gravitacional. Como consecuencia de todo lo cual, El Verbo se condensa (densificacin de la vibracin) en una gigantesca cantidad y variedad de combinaciones frecuenciales: Campos Vibracionales (Campos, Subcampos, Hipocampos, Hipercampos,) y, en su seno, Nodos Espectrales de Frecuencia, todos ellos de muy distintos niveles vibratorios y densidades. Tales Campos y Nodos engloban, entre otras cosas, la llamada materia, aunque gran parte de ella no es perceptible para los sentidos humanos dada su gradacin vibracional (el cuerpo humano slo capta la materia plasmada en una determinada franja frecuencial, no percibiendo la que ostenta rangos vibratorios situados fuera de ella, por arriba o por debajo). Y configuran el Omniverso y sus Multiversos y, dentro de uno de ellos, el Universo conocido por la Humanidad, siguiendo siempre un patrn de tipo fractal y escalar.

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Por esto, la materia, realmente, carece de materialidad, valga el juego de palabras, en el sentido de que est conformada por partculas de esencia vibratoria. En ltima instancia, la masa de las partculas est compuesta y determinada por armnicos, dependientes de ondas vibracionales, que actan como osciladores cunticos. Los patrones de armnicos son el origen cuntico de la materia y, al unsono, condicionan la masa de las partculas. Y las partculas son estados de resonancia en sistemas dinmicos de armnicos encadenados actuando cual osciladores cunticos; y mantienen entre ellas una comunicacin permanente, a velocidad muy por encima de la de la luz, y una interaccin y conexin de naturaleza espectral definida por exponente escalares o fractales que varan en funcin de la Dimensin en la que operen.

Diseo Inteligente y Convergencia Cosmognica En el desenvolvimiento tanto de los Campos y Nodos como de las partculas, las frecuencias son distribuidas de manera natural del modo ms eficiente posible. La Fsica moderna define la energa como la capacidad de realizar un trabajo y reconoce que la mnima expresin de trabajo es el movimiento, que es, por tanto, la forma ms eficiente de efectuar el trabajo. Pues bien, el Verbo en su despliegue y todas sus condensaciones, de los Campos y Nodos a las partculas, plasma esta ntima conexin entre movimiento y energa: los armnicos, actuando de osciladores cunticos, son la expresin de la eficiencia energtica natural. Los Nodos y Campos alcanzan su mximo local de densidad espectral conforme a esta distribucin natural y eficiente de las frecuencias. Y las partculas logran su mximo nivel de eficiencia cuando se corresponden con los nodos espectrales principales. En el Diseo Inteligente del Universo brilla con luz propia esta monumental y apotesica Convergencia Cosmognica. La Creacin en su globalidad y el Universo conocido en su totalidad responden a esta forma natural de alcanzar siempre mxima eficiencia en la distribucin lgica de la energa (se podr alegar que es una tendencia a largo plazo, pero ello es una ficcin en un contexto donde el tiempo no existe), manteniendo de manera subyacente una red de relaciones naturales de tipo fractal, escalar y logartmica. Cabe hablar, por tanto, de un modelo fsico integral convergente para todos los eventos cosmognicos. Algo que estn comenzando a hacer suyo los nuevos paradigmas cientficos promovidos por una nueva fsica con un planteamiento holstico, pues rige en ella la citada Convergencia bajo la forma del principio de Convergencia Global: las partes no pueden aislarse del todo al ser convergentes con el Universo Inteligente y comprender ste diferentes escalas que envuelven tramos de las realidades supersimtricas -coherentes, 38

convergentes y lgicas- que lo conforman. Se trata de una especie de sinfona de armnicos que siempre tiende al equilibrio csmico y en la que existe una onda biofsica convergente que es permanente y est presente a nivel escalar en todos los eventos del Universo, desde las microestructuras hasta las mayores estructuras conocidas. Por otra parte, todas las partculas interaccionan entre s a nivel local y universal, de manera que a priori ninguna tiene una masa predeterminada, sino que la materia es una consecuencia de la energa. Dentro de este modelo, el principio de Convergencia Global supone que todos los objetos fsicos en el Universo constantemente cambian su masa, debido a crecimiento, decaimiento o fusin, produciendo oscilaciones permanentes en el ter gravitacional (sobre la fsica de este fluido estn avanzando cientficos como Niayesh Afshordi, del Departamento de Fsica y Astronoma de la Universidad de Waterloo (Canad), obligando a replantear la teora de la relatividad de Einstein mediante la formulacin de la teora cuntica diferencial de la gravedad del aether: la presencia de este fluido en el Universo explicara como cualquier perturbacin implicada en un contexto de densidad uniforme sera no-dinmicas, permitiendo la curvatura del espacio-tiempo). Con el curso de los procesos, las oscilaciones causan la formacin de tendencias permanentes de ondas gravitacionales en el Universo, que son lo suficientemente fuertes para permitir slo aquellos objetos cuyos valores de masa sean convergentes con la onda gravitacional. Y determinadas combinaciones de frecuencias interactan a nivel biofsico en los seres vivos, en la percepcin consciente de las ondas gravitacionales, lo que, en ele caso de los seres humanos, permite hablar de la una relacin ionogenomtica, entre la ionosfera terrestre y el ADN, en la que ste una maqueta a escala de las mismas partculas, interactuando plenamente en el escenario descrito de cambios y oscilaciones permanentes. Lo No Manifestado y lo Manifestado Por todo lo expuesto, cabe sealar que la Creacin, siendo Una en el Ser Uno, ostenta una doble dimensin o plano: el plano de lo No Manifestado (Omega) y el plano de lo Manifestado (Alfa). Con relacin al primero, est situado ms all del espacio/tiempo y es imperceptible para nuestros sentidos fsicos. Lo configura la expansin de la Esencia emanada, que es fruto de la actividad creadora innata del Principio nico, comparte sus cualidades y elevadsimo rango vibratorio y se despliega como Espritu o Amor. En cuanto al plano de lo Manifestado, se debe al Verbo y su condensacin. Hay que insistir en que el Verbo, aunque tambin sea generado por el Principio nico, no es Esencia, sino que surge asociado a su Emanacin. Y cuando el Verbo se despliega, las ondas vibracionales que lo constituyen se condensan (valga el smil del agua que se condensa como hielo) en muy distintos y cuantiosos niveles 39

vibratorios, de menor frecuencia cuanto mayor sea la condensacin, que conforman el plano de lo Manifestado. Es tal la variedad de niveles vibratorios generados por el desenvolvimiento del Verbo que, para su mejor entendimiento por la mente humana, es conveniente subdividir el plano de lo Manifestado en manifestaciones intangibles y manifestaciones tangibles. Las primeras, dimanan de condensaciones dbiles, por lo que gozan de alta gradacin vibratoria y se mantienen en la esfera de lo inmaterial (al menos desde la perspectiva de nuestros cinco sentidos). Por el contrario, las manifestaciones tangibles derivan de condensaciones fuertes, por lo que tienen una reducida frecuencia vibracional y conforman la materia que nuestros sentidos son capaces de percibir. Es en estos ltimos niveles en donde tiempo y espacio ganan protagonismo. La Unidad Divina Hay que insistir en que todo existe y se sostiene en el Ser Uno: todo es l y permanece en l; nada hay fuera ni distinto de l. Es la Unidad Divina (Todo, Identidad Suprema). En coherencia con ello, el plano de lo No Manifestado u Omega (Espritu o Amor, vibracin infinita) y el de lo Manifestado o Alfa (Verbo, vibracin finita) estn plena y radicalmente inmersos en la Unidad Divina. A ello hace mencin San Juan en el Apocalipsis cuando recoge esta afirmacin de Dios: yo soy el Alfa y la Omega (1,8), esto es, lo Manifestado y lo No Manifestado. Adems, dentro de la Unidad, cada uno de estos planos configura, a su vez, una unidad. Especficamente, uno es el Espritu o Amor que emana y se expande (lo No Manifestado). Y uno es con el Principio nico que lo engendra, ya que el Hijo es uno con el Padre -Yo (Hijo) y el Padre somos uno (Juan, 10, 30)- y comparte sus cualidades de eternidad, inalterabilidad, infinitud y vibracin pura. En cuanto al plano de lo Manifestado, tambin conforma una unidad, pues todas las manifestaciones -las intangibles y las tangibles- son fruto de la condensacin de las ondas vibracionales asociadas a la Emanacin divina, distinguindose entre s slo por el nivel de condensacin y, en consecuencia, la frecuencia vibratoria. Nuestros sentidos corporales carecen de capacidad para notar la existencia del plano de lo No Manifestado. En cuanto al de lo Manifestado, slo perciben las manifestaciones tangibles, pero no las intangibles. Y lo hacen sin percatarse de que todas estas manifestaciones (incluida la materia y nuestra realidad fsica como seres humanos) pertenecen y se integran en la unidad energtica y vibracional del Verbo, sostenido y existente, a su vez, en la Unidad Divina del Ser Uno. Esto tiene importantes implicaciones en nuestra vida cotidiana. En otros epgrafes del texto se profundizar en ellas. Baste aqu con 40

subrayar que, por lo que se acaba de sealar, cuando el ser humano pasa sus das en piloto automtico (ego) y no abre otras puertas (intuicin, inspiracin, meditacin, sensibilidad,) de acceso al conocimiento, confiando exclusivamente en lo que sus cinco sentidos le ensean, se condena a vivir ajeno a su verdadero ser, que, como despus se ver, pertenece al plano de lo No Manifestado. Igualmente, limita su visin del Universo a slo una parte del plano de lo Manifestado, las manifestaciones tangibles, ignorando las de carcter inmaterial. Y, finalmente, cae en el error de creer que las manifestaciones materiales, en general, y su propia entidad fsica, en particular, son realidades separadas, individuales e, incluso, dotadas de una identidad singular o personalidad. Tamaa falacia introduce a hombres y mujeres en un mundo ilusorio (maya) de muy reducido grado de consciencia y que en nada coincide con lo Real, convirtiendo su existencia en una estril bsqueda sin objeto entre apegos materiales y con la muerte como amenaza constante y aciago final. Lo que es y lo que no es: la paradoja de consciencia Dentro del plano de lo Manifestado, las manifestaciones tangibles o materiales, por su fuerte condensacin y dbil grado vibratorio, estn sujetas a las reglas del tiempo y el espacio (espacio/tiempo). Y son mutables y muy efmeras en comparacin con la inalterabilidad y eternidad que caracterizan al plano de lo No Manifestado. Esto ha provocado que escritos religiosos ancestrales identifiquen lo material como lo que no es, dada su existencia fugaz y cambiante; y lo No Manifestado como lo que es, debido a su perpetuidad e inmutabilidad. Ante ello e hilando con lo reseado a propsito de la Inmanencia, se produce una curiosa circunstancia: nuestros sentidos perciben las manifestaciones materiales, englobadas en lo que no es, pero, por su elevadsimo rango vibratorio, no se percatan de lo No Manifestado, que realmente es. Se trata de una tremenda paradoja: percibimos lo que no es y no nos percatamos de lo que es. Y esto se puede aplicar a nuestra propia realidad como seres humanos. Nuestro cuerpo fsico pertenece al mbito de lo Manifestado; y es el resultado de la evolucin, a lo largo de miles de millones de aos, de la materia surgida de la condensacin del Verbo (la vibracin asociada a la Emanacin de la Esencia divina). Adems, contamos con la presencia inmanente de la Esencia emanada y expandida, Espritu o Amor (No Manifestado). Lo primero nos proporciona una dimensin material de baja frecuencia vibracional, que no es, debido a su condicin extremadamente efmera y cambiante; lo segundo nos otorga una dimensin espiritual de altsima gradacin vibratoria, perteneciente a lo que es, por ser eterna e inalterable. Sin embargo, nuestros sentidos fsicos perciben de nosotros mismos lo que no es (lo que no somos), mientras que

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no se percatan de la existencia de lo que realmente es (lo que verdaderamente somos). La ignorancia acerca de esta paradoja, que es una autntica paradoja de consciencia, hace que numerosas personas olviden su espectacular dimensin espiritual (Espritu, Esencia divina, Hijo de Dios, Dios mismo) y pasen sus das de existencia fsica en el falso convencimiento de que eso es todo lo que son, cuerpo o materia sometido a la tirana de los apegos materiales y, finalmente, de la muerte. Tal es el nivel de inconsciencia y de desconocimiento de s mismo al que el ser humano puede llegar. La Inmanencia de Dios Como se ha remarcado, el plano de lo No Manifestado es creacin divina y Esencia (Amor) emanada en expansin, por lo que, aun no siendo increado como el Principio nico, participa de sus dems cualidades, entre stas la gradacin pura e infinita de su vibracin. En cuanto al plano de lo Manifestado, est constituido por la expansin del Verbo asociado a la Emanacin de la Esencia, siendo igualmente obra divina, tanto en sus manifestaciones intangibles como tangibles, aunque su vibracin sea finita y tanto ms densa cuanto mayor es su condensacin. En este orden, la Creacin -en permanente despliegue por la expansin de la Consciencia y fusionada con el Creador en el Ser Unoest repleta y completa de la Esencia emanada en expansin, es decir, de lo No Manifestado, del Espritu o Amor desplegado a partir del Principio nico. La Creacin es Amor, sin disociacin posible. Y lo No Manifestado radica ntimamente y es presencia absoluta y subyacente, con frecuencia vibracional infinita, en las mltiples dimensiones y en la globalidad y en cada uno de los Universos que configuran el Omniverso, todos existentes y sostenidos en la Mente infinita y eterna, Ser Uno. Esto no ocurre con lo Manifestado. El Verbo no es la Esencia emanada, sino la vibracin que le acompaa. Y el Verbo en expansin, en sus muy distintos grados de condensacin y consiguientes gradaciones vibratorias finitas (intangibles y tangibles), no llena toda la Creacin. Enunciado en trminos coloquiales, lo Manifestado no ocupa la totalidad de la Creacin, aunque est integrada en ella, sino una parte de la misma, por ms que la parte pertenezca a la Unidad Divina. Por tanto, en la Creacin hay esferas dimensiones, planos, espacios, -constituidas exclusivamente por lo No Manifestado (con ello est relacionado lo que la ciencia tilda tanto de antimateria como de materia oscura). Y otras en la que lo No Manifestado, vibracin infinita, y lo Manifestado, vibracin finita, coexisten vibracionalmente.

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Esto provoca algo de enorme trascendencia: sea cual sea el carcter intangible o tangible de lo Manifestado y sea cual sea la parte del Omniverso donde radique u ocupe, siempre convive con lo No Manifestado. Es una convivencia de tipo vibratorio (una convivencia vibracional en la que se profundizar inmediatamente) entre la frecuencia infinita del Espritu o Amor y la gradacin finita de lo Manifestado, sea intangible o tangible. Desde la perspectiva de los cinco sentidos del ser humano, que slo se percatan de parte de lo Manifestado (de la gama o franja de las manifestaciones que por su condensacin y vibracin pueden percibir), esta convivencia puede describirse como presencia patente (visible) de lo Manifestado y presencia latente (no visible) del Espritu. O lo que es lo mismo: como presencia subyacente del Espritu (vibracin pura) en lo Manifestado (vibracin finita, tanto menor cuanto mayor sea la condensacin). Esto, por supuesto, es aplicable a la materia (lo Manifestado tangible para nuestros sentidos): a pesar de su corporeidad, la materia (incluida la parte fsica del ser humano) goza de la presencia subyacente del Espritu, de la Esencia emanada y expandida, con todos sus atributos y capacidades. Es un hecho francamente maravilloso que evidencia rotunda y portentosamente la envergadura del acto de Amor que la Creacin es y significa. A l se refieren diversas tradiciones espirituales con la expresin la Inmanencia de Dios Para entender mejor sus implicaciones, resulta til constatar que el Diccionario de la Lengua de la Academia Espaola aconseja el uso del trmino inmanente para referirse a lo que es inherente a algn ser o va unido de un modo inseparable a su esencia. Para poder aplicar esta definicin a la Inmanencia de Dios hay que reiterar que todo es creado y se sostiene en el Ser Uno, Mente infinita y eterna. Por lo mismo, su Esencia ha de estar, de forma inherente o subyacente, en todo lo que en l existe y permanece. No puede ser de otra manera; y la presencia inmanente de lo No Manifestado en lo Manifestado es su plasmacin natural. En conclusin: todas las modalidades de existencia procedentes de la condensacin del Verbo -intangibles y tangibles- conviven vibracionalmente con el Espritu o Amor, lo que se plasma en la inmanencia de lo No Manifestado (frecuencia vibratoria infinita y de la que, por ello no se percatan nuestros cinco sentidos) en lo Manifestado (de limitada gradacin vibracional y que en el caso de mayor condensacin y menor gradacin vibratoria, como la materia que conforma nuestro cuerpo, s es percibida por los sentidos fsicos). La convivencia vibracional

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En definitiva, el Ser Uno (Todo, Absoluto e Increado; Consciencia Perfecta, Concentracin Completa y Experiencia Integral; Quietud y Movimiento) emana y expande su Esencia (Espritu o Amor) de vibracin infinita. Y el Espritu emanado y expandido genera el Verbo, de vibracin finita y que por su propia dinmica se condensa en innumerables modalidades vibracionales con niveles frecuenciales muy diversos. Es as como en la Creacin acontece una maravillosa convivencia vibracional entre el Espritu y las mltiples modalidades en las que el Verbo se condensa. Para entender esta convivencia hay que subrayar el hecho de que la Esencia emanada y expandida es Una no hay dentro de ella posibles distinciones- y llena la Creacin al completo (recurdese el ejemplo del globo henchido de gas). Sin embargo, el Verbo, siendo uno, se condensa en innumerables niveles vibracionales, por lo que dentro de l cabe diferenciar los infinitos cuerpos materiales, modalidades de vida, formas tangibles e intangibles, mundos, Universos, Multiversos y Dimensiones existenciales que constituyen el Omniverso. Adems, el Verbo, enunciado en trminos coloquiales, no ocupa la totalidad de la Creacin, aunque est integrada en ella, sino una parte de la misma, por ms que la parte pertenezca a la Unidad Divina. Por tanto, en la Creacin hay esferas dimensiones, planos, espacios,-constituidas exclusivamente por el Espritu. Y otras en la que el Espritu y el Verbo coexisten vibracionalmente. Esto provoca algo de enorme trascendencia: sea cual sea la modalidad de vida, cuerpo o forma en la que el Verbo se condense y sea cual sea la parte del Omniverso donde radique u ocupe, siempre goza de la presencia subyacente del Espritu, de la Esencia emanada y expandida, con todos sus atributos y capacidades. Es un hecho francamente maravilloso que evidencia rotunda y portentosamente la envergadura del acto de Amor que la Creacin es y significa. A l se refieren diversas tradiciones espirituales con la expresin la Inmanencia de Dios. Y es as como acontece la referida convivencia vibracional entre la frecuencia infinita del Espritu o Amor y la gradacin finita del Verbo en cualquiera de sus niveles y modalidades de condensacin vibracional. Qu consecuencias tiene esta singular convivencia vibracional entre la vibracin infinita del Espritu y la finita del Verbo?. Para dilucidar esta cuestin interrogante hay abordar el alma, aunque antes hay que ocuparse del Espritu Santo. El Espritu Santo Se han hecho numerosas referencias hasta aqu tanto al Principio nico como al Espritu o Amor; y a cmo ambos comparten atributos y pureza vibratoria y son la Esencia misma del Ser Uno. Ahora bien, qu es el Espritu Santo que completa la naturaleza trina de Dios (Ser Uno), propugnada por el cristianismo y otras creencias, junto con 44

el Padre (Principio nico) y el Hijo (Espritu o Amor)?. Expuesto sin ambages, el Espritu Santo o Parclito (del griego parakletos: aquel que es invocado) es la plasmacin efectiva y concreta de la Inmanencia de Dios en cada una de las manifestaciones, intangibles o tangibles, que conforman lo Manifestado. Como se ha reseado, la Inmanencia es la presencia inherente de lo No Manifestado en lo Manifestado. Pues bien, estamos ante el Espritu Santo cuando, realmente y de modo especfico, se produce esa presencia del Espritu divino en cualquier manifestacin concreta, sea inmaterial o material, de las prcticamente infinitas que configuran el plano de lo Manifestado. Ya se seal que el Espritu o Amor, lo No manifestado, es uno. Y que las manifestaciones, por cuantiosas que sean, constituyen una unidad en lo Manifestado. An as, las manifestaciones admiten una diferenciacin aparente entre s debido a sus mltiples y distintos niveles de condensacin y frecuencia vibracional. Por esto, aunque la Inmanencia de Dios es global y total (en lo Manifestado se halla inherente lo No Manifestado), hay tambin que contemplarla en trminos de presencia efectiva del Espritu o Amor en cada una de esas manifestaciones. Valgan los smiles tanto del viento -que es uno, pero zarandea en particular cada rbol o animal del bosque- como del aire que respiramos -que obviamente es uno, pero alienta a cada persona que lo inspira. Analgicamente, siendo uno el Espritu, su presencia especfica en cada manifestacin concreta, inmaterial o material, es el Espritu Santo. En coherencia con los smiles propuestos, se entiende que en el Evangelio de San Juan se afirme: El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dnde viene ni a dnde va. As es todo el que ha nacido del Espritu ( 3,8). O que haya descripciones del Espritu Santo como el aliento de Dios, que es Uno, pero que anima a cada individuo o modalidad de existencia: Entonces el Seor Dios model al hombre con arcilla del suelo y sopl en su nariz un aliento de vida. As el hombre se convirti en un ser viviente (Gnesis, 2,7). Por supuesto, todo esto es aplicable a cada uno de los componentes del mundo material que los cinco sentidos detectan; y a nosotros mismos en nuestra dimensin fsica. El Espritu -de elevadsimo rango vibratorio, Esencia divina (Amor) emanada y expandida- radica de forma inmanente tanto en la materia que nos rodea como en la que nos constituye corporalmente. Una materia de reducida gradacin vibratoria que es <<iluminada>> por la vibracin pura del Espritu, por la Luz de Dios. Es la lgica de Amor de la Creacin; y esto es lo que indica la figura del Espritu Santo: la presencia subyacente y concreta del Espritu divino en cada manifestacin del plano de lo Manifestado y, por supuesto, en cada ser humano. El cristianismo lo expresa simblicamente cuando describe al Espritu Santo como llama o chispa vital del Espritu de Dios que desciende sobre 45

nosotros: a los reducidos niveles vibratorios de la materialidad baja el Espritu para que se haga la Luz en las Tinieblas. Algunas tradiciones religiosas denominan a esto encarnacin. Se comprende as la naturaleza trina de Dios (Ser Uno): Padre (Principio nico); Hijo (Espritu o Amor, con las mismas cualidades vibratorias que el Principio nico y, por ello, Esencia de Dios, Dios mismo); y Espritu Santo (presencia inmanente del Espritu, la Esencia divina emanada y expandida, en cada manifestacin, inmaterial o material, surgida por la expansin y condensacin del Verbo vibracin asociada a la Emanacin de la Esencia-). Asistimos con todo ello a la extraordinaria convivencia vibracional antes aludida. Porque, aun siendo una unidad en el mbito de lo Manifestado, todas las manifestaciones, inmateriales o materiales, tienen su propia identidad en funcin del grado de condensacin y la frecuencia vibracional resultante. Y todas cuentan, a su vez, con la presencia inmanente del Espritu. De lo cual se deduce que en el mundo que nos rodea y en nosotros mismos coexiste una doble dimensin vibratoria: la dimensin manifestada en sentido estricto, de limitada gradacin vibracional (por ejemplo, la materia que perciben nuestros sentidos o nuestro cuerpo fsico); y, de manera inherente, otra dimensin no manifestada o espiritual, de elevadsima frecuencia vibratoria (de la que por ello nuestros sentidos no se percatan). La Inmanencia, la presencia subyacente de lo No Manifestado en lo Manifestado, provoca esta ntima alianza o convivencia vibracional entre la vibracin pura e infinita del Espritu o Amor -Hijo de Dios, Esencia divina, Dios mismo- y la limitada gradacin vibratoria de lo Manifestado. El alma Todo lo descrito es primoroso. Y es el prembulo de algo todava ms radiante que se cit en el captulo previo, aunque sin ahondar en ello, a propsito de la Absorcin: la Inmanencia del Espritu (plano de lo No Manifestado) en las manifestaciones intangibles o tangibles (plano de lo Manifestado) posibilita la activacin vibracional de las manifestaciones inmateriales y materiales y el aumento de su frecuencia hacia niveles vibratorios por encima de lo que en s les corresponden. Al Amor de Dios no le basta que lo Manifestado forme parte intrnseca de la Creacin; tampoco que a ello se sume su Inmanencia en l. El Amor es tal que logra ms: gracias a la convivencia vibracional y por influjo del Espritu, se activa una dinmica dirigida a multiplicar la gradacin vibracional de las manifestaciones intangibles y tangibles (en nuestro caso, el cuerpo humano) y a integrarla (absorberla) en la propia Esencia divina. En el lenguaje cristiano, el Padre (Principio nico) enva a su Hijo (Espritu o Amor) para que se encarne (Espritu Santo) en el mundo (convivencia vibracional) y resucite la carne 46

(materia), consiguiendo que sta suba al Cielo (el incremento de su gradacin vibratoria hacia escalas divinales). Como se adelant en el captulo precedente respecto a la Absorcin, se logra as que el proceso de arriba hacia abajo (Principio nico, Padre, big -Emanacin de la Esencia divina y del Verbo a ella asociado-; Hijo, bang -expansin de la Esencia como Espritu y del Verbo-; e Inmanencia de lo No Manifestado Espritu Santo- en lo Manifestado -condensacin del Verbo: manifestaciones inmateriales y materiales-) tenga su correlato de abajo hacia arriba mediante la generacin de una nueva energa vibracional en el plano de lo Manifestado. Una energa sembrada por la Consciencia Perfecta (semilla) a partir del big-bang y que brota y va subiendo de gradacin vibratoria en una dinmica que la ir aproximando (Absorcin) a la que es propia del Espritu y la Esencia divinal. Cmo sucede algo tan extraordinario?. A travs de lo que diversas religiones conocen como alma. Para entender cmo aparece el alma y cules son sus perfiles y caractersticas, hay que hacer referencia al efecto de heterodinaje: un fenmeno sobradamente conocido por la ciencia y aplicado actualmente en mbitos relacionados con campos y frecuencias vibratorias Por ejemplo, en la ingeniera de sonido, que nos muestra cmo al combinarse dos ondas de distinta frecuencia vibratoria una mayor y otra menor- se genera una tercera con un nivel vibratorio que se mueve entre los de las dos primeras. Aplicando esto a lo que aqu ocupa, significa que de la convivencia vibracional entre la alta frecuencia del Espritu y la baja de la corporeidad surge una tercera gama o esfera vibracional, usualmente llamada alma, con una gradacin que oscila entre la frecuencia de la corporeidad y la del Espritu. En este orden, las funciones del alma son tanto de enlace y bisagra vibratoria entre Espritu y cuerpo como de transmisor vibracional y batera energtica. Por una parte, el alma acta de bisagra en cuanto a que opera como espacio vibratorio de encuentro y conexin entre los campos vibracionales del Espritu y el cuerpo, facilitando que se produzca la aludida convivencia vibracional, pero sin que haya ni mezcla ni contacto directo. Y es que la mezcla no puede darse, pues conllevara la alteracin de las cualidades del Espritu como Esencia divina, lo cual es imposible ya que el Ser Uno es inalterable y su Esencia y naturaleza no pueden ser modificadas. Como tampoco es viable el contacto, pues es tan descomunal la diferencia en intensidad de los dos planos vibratorios que, en el supuesto de que existiera contacto directo entre el Espritu y las manifestaciones (nuestro cuerpo fsico entre ellas), stas sufriran enormes distorsiones que bloquearan su evolucin biolgica, anulando el desarrollo de formas de vida, ms o menos sutiles, en lo Manifestado.

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Por esto, centrando la reflexin en los seres humanos, la convivencia vibracional entre Espritu y cuerpo implica, mediante el efecto de heterodinaje, la generacin natural y automtica del alma cual tercera gama o esfera vibratoria. El alma ensambla ambos planos vibratorios y hace factible la convivencia entre los dos a travs de ella, sin que Espritu y cuerpo se mezclen ni entren en contacto directo. Y, por otro lado, el alma acta de transmisor y batera energtica, ya que propicia que la fuerza vibratoria del Espritu se canalice hacia la corporeidad y aumente la frecuencia vibratoria de sta en el sentido antes expuesto. Un fenmeno que no es difcil de comprender, pues tiene su punto de partida analgico en los principios de Entropa y Entalpa (del griego thalpein, calentar), que a colacin, por ejemplo, del encuentro entre masas de agua fra y caliente, muestran cmo el resultado de la combinacin de ambas ser una masa acuosa de temperatura intermedia, por prdida de energa calorfica del agua caliente a favor de la fra. Los contenidos de estos dos principios fsicos pueden ser analgicamente aplicados a la convivencia vibracional entre Espritu y cuerpo, aunque con un elemento de enlace o bisagra, el alma, que no existe en el ejemplo del agua caliente y fra. Concretamente, la alta gradacin vibracional del Espritu (agua caliente) se canaliza de modo natural hacia el bajo nivel vibratorio del cuerpo (agua fra), si bien lo hace a travs del alma, que es la que adquiere una gradacin vibracional situada entre los dos extremos (el caliente y el fro). Eso s, la vibracin del Espritu es infinita. Siguiendo con el caso del agua, es como si la caliente estuviera vinculada a una fuente de energa que le permitiera volver a calentarse permanentemente, superando as el transitorio menoscabo promovido por el contacto con el agua fra. El Espritu es inalterable, pues es Esencia divina, y emite hacia el cuerpo, con el intermedio del alma, su elevada frecuencia. Por esto, la gradacin vibracional y energtica hacia el alma tiende a ir en aumento en el contexto de un proceso que se examina en el prximo epgrafe: la dinmica vibratoria interactiva (el agua caliente, al volver a calentarse constantemente, terminar elevando hacia su nivel calorfico al agua fra con la que est en contacto). Metafricamente, la Luz habr vencido a las Tinieblas; y la carne resucitada (la materia vibracionalmente activada por la convivencia con el Espritu) ascender a los Cielos. Como seala Jess: Yo he venido al mundo como Luz, para que todo el que crea en m no quede en las Tinieblas (Juan, 12,46). La dinmica vibratoria interactiva El papel del alma es, por tanto, fundamental como bisagra y enlace vibracional entre Espritu y cuerpo; y como transmisor de la fuerza vibracional del primero hacia el segundo y batera energtica (como 48

explicacin alternativa, pero basada en los mismos principios, podramos plantear la induccin de corrientes de energa elctrica en circuitos en los que el flujo magntico vara: el flujo magntico sera el Espritu Santo; el circuito sera el Alma; y la corriente elctrica generada, tambin de naturaleza ondulatoria, sera la parte Manifestada o cuerpo). Para desempear tal papel, el alma opera como filtro, usando la terminologa cientfica relativa al heterodinaje. Un filtro es un circuito vibratorio que deja pasar determinadas frecuencias, pero no otras. Y en lo que aqu interesa, hay dos clases principales de filtros: filtro pasa bajos, que deja pasar todo aquello que sea igual o se encuentre por debajo de una frecuencia vibratoria denominada frecuencia de corte del filtro; y filtro pasa altos, similar al anterior, pero al revs, pues deja pasar todo lo que sea igual o se halle por arriba de la frecuencia de corte. Cmo acta el alma en un ser humano?. Pues la frecuencia de corte del filtro est definida con exactitud por el grado de consciencia de la persona: la frecuencia vibracional del grado consciencial funciona como frecuencia de corte. A partir de ah, segn el sentido Espritucuerpo (agua caliente hacia agua fra) o cuerpo-Espritu (agua fra hacia agua caliente) de los flujos vibracionales, el alma acta como filtro pasa bajos o filtro pasa altos, respectivamente. Se trata de la dinmica vibratoria interactiva (el modelo puede complicarse al objeto de explicar un cierto fenmeno selectivo de la frecuencia de paso hacia el cuerpo: tendramos as los circuitos de los aparatos de radio, en los que una resistencia variable y un condensador seleccionan la frecuencia de la emisora que queremos or). Supongamos una persona cuyo grado de consciencia es 3 (ni que decir tiene que es slo una hiptesis numrica de carcter didctico). Ante la enorme fuerza vibracional que emite el Espritu, el alma opera como filtro pasa bajos: recibe y transmite hacia la corporeidad toda la energa vibracional que sea tanto igual como inferior a la frecuencia vibratoria de corte, esto es, 3 (grado de consciencia). Esta energa es recogida por el cuerpo, que funciona como oscilador local (expresin cientfica referida a un circuito vibratorio que se encarga de generar una onda de una frecuencia especfica para mezclarla con la frecuencia recibida), y se plasma en un determinado estadio de conciencia que lleva al ser humano a desplegar una serie de experiencias. Si como consecuencia de stas se produce una elevacin del grado de consciencia de la persona, por ejemplo hasta el nivel 4, el alma recibe el incremento energtico actuando como filtro pasa altos: recibe la fuerza vibratoria que se site igual o por encima de la frecuencia de corte definida por el grado consciencial anterior, esto es, por arriba de 3. A partir de aqu se repite el proceso en el contexto de la dinmica vibratoria interactiva, pero con la nueva frecuencia de corte derivada 49

del nuevo grado de consciencia (ya no es 3, sino 4). El alma, ante el elevado influjo vibracional del Espritu, vuelve a operar como filtro pasa bajos: recibe y transmite hacia la corporeidad energa vibracional tanto igual como menor a la nueva frecuencia vibratoria de corte, es decir, 4 (nuevo grado de consciencia). Esta energa es tomada por el cuerpo y se concreta en un determinado estadio de conciencia que conduce al ser humano a vivir un conjunto de experiencias. Si debido a stas se produce una elevacin del grado de consciencia de la persona verbigracia, hasta el nivel 5-, el alma acoge el incremento energtico actuando como filtro pasa altos: recibe la fuerza vibratoria superior a la frecuencia de corte definida por el grado consciencial anterior, esto es, mayor que 4. Y as sucesivamente, con la nica e importante salvedad de que el ser humano goza de libre albedro, por lo que sus experiencias en un determinado grado de consciencia (verbigracia, el 3 con el que antes se arranc) y estadio de conciencia pueden no llevarle a un ascenso en tal gradacin consciencial, sino a un mantenimiento (seguira siendo 3), o, incluso, provocar un decremento (por ejemplo, a 2). En este ltimo supuesto, el alma, funcionando ante la fuerza del Espritu como filtro pasa bajos, recibira y canalizara hacia la corporeidad energa vibracional tanto igual como inferior a la nueva frecuencia vibratoria de corte, es decir, 2. Esta energa sera acogida por el cuerpo y se plasmara en un determinado estadio de conciencia que llevara al ser humano a vivir una serie de experiencias. Si como consecuencia de stas se produce una elevacin del grado de consciencia de la persona verbigracia, hasta el nivel 3-, el alma acogera el incremento energtico actuando como filtro pasa altos: recibe la fuerza vibratoria superior a la frecuencia de corte definida por el grado consciencial precedente, esto es, mayor que 2. Aunque tambin puede ser que, como consecuencia de las experiencias, tuviera lugar un estancamiento o una nueva bajada de la gradacin consciencial (por ejemplo, a 1). En definitiva, la dinmica vibratoria interactiva es la visin energtica y vibracional de la interaccin conscienciaconcienciaexperiencias analizada en captulos anteriores. En cualquier caso, no hay determinismo alguno, sino un potencial que el ser humano, en su experiencia de individualidad en libre albedro, puede hacer efectivo, o no, a travs de su voluntad y comportamiento (experiencias en un determinado estadio de conciencia). Si lo hace, la elevacin de grado vibracional y consciencial que le ha llevado a ese estadio de conciencia (los ego, triunfador, dador, buscador, vidente o espritu de captulos precedentes) no ser canalizado hacia un nuevo aumento de tal grado. Pero si la persona plasma el citado potencial en su conducta, inclinaciones y afectos es decir, en Amor-, provoca un efecto de retroalimentacin vibracional que impulsa una nueva elevacin de su gradacin consciencial, volvindose a repetir la dinmica descrita.

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De esta forma, con la reiteracin y reproduccin de la dinmica vibratoria interactiva, el ser humano (unidad de espritu, cuerpo y alma) puede elevar su grado de consciencia (caminar hacia la plena consciencia de su autntico ser), lo que se ver acompaado del avance en el estadio de conciencia: la sustitucin de comportamientos ligados a los apegos e inercias de la materia (objetivos egostas, riqueza y dinero, poder, fama, xito, reconocimiento social, qu dirn,) por pautas divinas de accin (Amor: bondad, misericordia, benevolencia, altruismo, generosidad y desprendimiento, humildad, vocacin de servicio, amor al prjimo, compasin,). La prioridad por estas pautas muestra un acercamiento consciencial y vibratorio al Bien, mientras que la prevalencia de los apegos materiales indica un acercamiento al Mal, aunque, como se explica en el siguiente captulo, ambos trminos tienen un significado muy distinto al que comnmente se les suele otorgar. La antigua polmica teolgica sobre si todos los seres humanos poseemos o no alma o si sta tiene que ser fabricada por cada uno es un debate estril. Por supuesto que todos tenemos alma, pues constituye el fruto natural de la convivencia vibracional, con el consiguiente efecto de heterodinaje, entre nuestro ser profundo (Espritu) y el cuerpo fsico. Pero cada alma, cual bisagra, acumulador y comunicador vibracional, ostenta una frecuencia vibratoria distinta segn el grado de consciencia (frecuencia de corte del filtro) de la persona, pudindose tal grado elevar, mantener o reducir mediante la dinmica vibratoria interactiva que se acaba de resumir. Las almas segn su crecimiento vibracional y consciencial En el caso humano, todo lo precedente significa que en cada persona hay que distinguir una dimensin material (el cuerpo fsico y su biologa, fruto de la evolucin durante miles de millones de aos de una materia surgida de la condensacin del Verbo) y otra inmaterial y trascendente. Y dentro de sta, a su vez, entre el Espritu que en todo mora de modo inmanente, pues, repitiendo el smil, llena el globo (a su presencia especfica en cada ser humano se le ha dado el nombre de Espritu Santo), y el alma, surgida por la convivencia vibracional y el efecto heterodinaje entre la vibracin infinita del Espritu y la finita de la corporeidad. Y nacidas en la concatenacin causa-efecto de la EmanacinExpansin del Ser Uno (Espritu Verbo convivencia vibracional/efecto heterodinaje almas), la vocacin de todas y cada una de las almas es idntica en el proceso de Absorcin: crecer vibracionalmente, acercndose cada vez ms a la gradacin vibratoria del Espritu hasta volcarse finalmente en l, mediante la vivencia de experiencias que expandan la consciencia, contribuyendo con ello a la Expansin de la Consciencia de la Creacin, que, as, tambin es Creadora. 51

Por tanto, el proceso es primero de arriba hacia abajo: Ser Uno, Consciencia Perfecta y Concentracin Completa (Padre, big), del que emana y se expande (bang) el Espritu o Amor (Hijo, Cristo mismo) y el Verbo a l asociado, condensndose ste en multitud de modalidades vibracionales en todas las cuales el Espritu est inmanente como Espritu Santo. Y tienen su correlato de abajo hacia arriba mediante la generacin de una nueva energa vibracional, el Alma, surgida de la convivencia vibracional entre el Espritu y el Verbo, que est destinada a brotar e ir subiendo de gradacin vibratoria en una dinmica que la ir aproximando a la que es propia del Espritu y la Esencia divinal. No obstante, mltiples son los caminos y sendas de la consciencia. La parbola del sembrador recogida en los evangelios cristianos lo explica metafricamente muy bien: el Espritu es la semilla; el Verbo, la tierra; y el alma, el fruto que aparece por el encuentro de ambos y que est llamado potencialmente a crecer y desarrollarse, aunque no hay determinismo y la causstica es muy variada. Expresado esquemtica y coloquialmente, el proceso de crecimiento que las almas ests llamadas a experimentar transcurre por siete posibles grandes tipologas o fases (en cada una hay numerossimas subfases y manifestaciones experienciales): +Almas preconscienciales: Son el primer fruto, la primera germinacin de la semilla, de la presencia inmanente del Espritu en el Verbo. Su gradacin frecuencial es muy baja y carecen de consciencia en sentido estricto, limitndose sus percepciones a la esfera operativa o funcional o a la experiencia innata y espontnea de pertenencia grupal a una especie o colectivo bilgico. +Almas uniconscienciales o almas-personalidad simples o egicas: Su frecuencia vibracional contina siendo baja, aunque no tanto como las preconscienciales, y bastante ms cercana a la vibracin del Verbo en la que estn encarnadas (verbigracia, el cuerpo humano) que a la del Espritu. La idea de una identidad personal (identificacin con un yo y una personalidad) y el mantenimiento de una visin materialista/egica de la existencia es propia de seres en las que estn encarnados almas de esta categora. +Almas uniconscienciales o almas-personalidad complejas: Su rango vibratorio es mayor que el caso precedente, lo que en la encarnacin que desarrollan se manifiesta en una percepcin trascendente de la existencia, sintiendo o intuyendo que sta va ms all de la esfera corprea y material. No obstante, se aferran a la idea de ser desde la ptica de algn tipo de individualidad espiritual (de ah que continen siendo almas-personalidad) con potencialidad para existir eternamente y ganarse el derecho a gozar de la inmortalidad en un marco de felicidad absoluta (Paraso, Cielo, Gloria,...). 52

+Almas pluriconscienciales simples: Cuando un alma-personalidad, como consecuencia de sus experiencias conscienciales, incrementa su vibracin en direccin a la del Espritu, va abandonando tanto la idea de una identidad personal como la de un ser singular. Y opta, finalmente, por fusionarse voluntariamente con otras almas con las que tiene coherencia vibracional, dando lugar a un nuevo campo energtico o alma pluriconsciencial. Valga con sealar, como se ver en otras partes de este texto, que un alma pluriconsciencial simple puede manifestarse consciencialmente (encarnarse) al unsono en distintas modalidades de vida pertenecientes a otras Dimensiones ms exteriores (inferiores), teniendo, por tanto, capacidad para vivenciar a la vez diferentes experiencias conscienciales, todas las cuales son absorbidas por el mismo campo energtico o alma pluriconsciencial. +Almas pluriconscienciales complejas: Continuando el ascenso en el proceso de crecimiento vibracional, las almas pluriconscienciales se transforman en complejas, lo que representa un salto cuantitativo y cualitativo. Cuantitativo, porque se incrementa significativamente el nmero de componentes en los que el alma pluriconsciencial puede manifestarse consciencialmente (encarnarse), aumentando tambin la capacidad de variedad dimensional de estas manifestaciones. Y cualitativo, porque en stas (en la Dimensin, Universo y modalidad de vida en la que se produzcan) se aporta energa de mayor nivel frecuencial y de ms calidad y consciencia crstica que en el caso de las almas pluriconscienciales simples. +Almas-Espritu: El proceso de crecimiento concluye cuando el alma pluriconsciencial compleja alcanza un nivel vibracional semejante al del Espritu y se transforma en alma-Espritu, que no es un estado del alma, sino un estadio de trnsito antes de volcar su energa vibracional en el Espritu. En este punto, el alma deja de existir como tal (el alma, pues, no es inmortal) y el Espritu la absorbe y se expande la Creacin, que, de este modo, es tambin Creadora (lo que explica el Yo Soy el que resultar Ser que Dios indica a a Moiss en el pasaje del Monte Sina del Libro del xodo). +Almas-personalidad pluriconscienciales: Representan una excepcin y un retroceso en el camino evolutivo expuesto, en cuanto que son almas pluriconscienciales, tanto simples como, fundamentalmente, complejas, que se niegan a elevarse por el camino evolutivo que las llevara a dejar de existir, rechazando el trnsito por el estadio de almas-Espritu y aspirando a sobrevivir eternamente con los atributos conscienciales y vibracionales que han logrado cual almas pluriconscienciales. Su significado y caractersticas se examinarn ms adelante a propsito de la figura conocida como Satans. Pacto de Amor pluriconsciencialidad entre almas: preparando la

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+Las almas no son de ningn sitio concreto. Al igual que tenemos un cuerpo fsico para experimentar en este plano material el planeta Tierra, hasta hora en Tercera Dimensin-, disponemos tambin de una especie de vehculo no material el alma- que permite al espritu -que es lo que verdaderamente somos- experimentar una enorme cadena de vidas en multitud de Dimensiones, mundos, modalidades de existencia y situaciones. Expresado coloquialmente, el espritu viaja en el vehculo alma, y sta, a su vez, va encarnado en vidas fsicas en multitud de cuerpos -sean materiales, como es el caso del ser humano, o ms sutiles, como es el caso de formas de vida ms energticas y angelicales-. +Como la llamada Parbola del Sembrador de los Evangelios cristianos describe metafricamente, el vehculo alma con el espritu como conductor- comienza su viaje en las Dimensiones ms densas de las existentes en el Cosmos y la Creacin, en las que, dada su densidad, el espritu puede quedar adormecido, aletargado, hasta que comienza a despertar consciencialmente y reinicia su camino de ascensin. A partir de ah, va pasando el fruto que crece- por Dimensiones cada vez menos materiales y ms energticas y sutiles en una especie de retorno al Hogar: la Fuente donde el espritu nace y emana. +Ahora bien, en la Creacin no existe el tiempo, que es slo una ficcin que se vive en Tercera Dimensin. El tiempo, realmente, no existe y todo acontece y sucede en la Instantaneidad. A la mente humana le resulta complicado asumirlo, pero as es. Y esto tiene una importante consecuencia con relacin a lo enunciado en el punto anterior: el alma no va pasando de Dimensin en Dimensin (Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta,), sino que est a la vez (instantaneidad) en todas las Dimensiones, sin excepcin. Es como si t espritu- al subir en un ascensor alma- desde la planta baja a la ms alta (Dimensiones) de un edificio (Creacin), estuvieras a la vez todas las plantas, tanto abajo como arriba, tanto iniciando la subida como ya habiendo llegado lo ms alto posible. +Por lo mismo, el alma es realmente Multidimensional, pues est a la vez en todas las Dimensiones. Y, por supuesto, Roco, esto le ocurre a tu alma, que est en Tercera Dimensin en tu cuerpo fsico, pero tambin en las otras Dimensiones de existencia. La mawjuda illa Llah Ya que el presente escrito bebe permanentemente de la tradicin cristiana, para ilustrar de otro modo lo explicado se puede cambiar de corriente espiritual y acudir al mundo islmico, en general, y al sufismo en particular.

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No en balde, el objetivo ltimo del sufismo es la unificacin de la aparente multiplicidad en la Unidad Esencial. De acuerdo con las enseanzas del sufismo, esto slo es posible mediante la aniquilacin de todas las apariencias en Allah y, sobre todo, de la apariencia del propio yo. Hay cuatro pasos en este proceso: +El primero es la no creencia en Allah, esto es, el ser humano que no contempla en s mismo ni en el mundo que le rodea ninguna dimensin espiritual o trascendente, lo que se correspondera, enlazando con lo que se acaba de exponer, con almas uniconscienciales o almas-personalidad simples o egicas. +El segundo es la de la persona que s es creyente y expresa esta en creencia en la frmula mabuda illa Llah (no hay nada digno de adoracin excepto Allah), manifestacin de una alma uniconsciencial o alma-personalidad compleja (Dios est all y yo estoy aqu y lo reconozco y adoro). La multiplicidad se reduce aqu a lo adorado y al adorador e impera la dualidad puesto que el yo y el mundo, al existir el adorador, aun parece que existe. +El tercero es la maqsuda illa Llah (no hay propsito ni objetivo sino Allah), seal inequvoca de almas pluriconscienciales simples, es decir, almas que han superado la visin uniconsciencial, se alinean con la Voluntad del la Fuente, Padre o Creador y esto les permite trascender de la idea un alma-personalidad y de una existencia espiritual individualizada. Sin embargo. Aunque expresada de otro modo, la dualidad persiste. Aunque Allah se convierte en el nico objeto del deseo, en la negacin de otros objetos su existencia aun est implicada y el yo, an en clave pluriconsciencial, contina ah. + Y, por ltimo, la mawjuda illa Llah (nada existe sino Allah), manifestacin de almas pluriconscienciales complejas que se acercan a almas-Espritu La verdadera unidad solamente se sostiene en el tercer nivel nada existe sino Allah. Por tanto el objetivo no solamente debe ser y que no slo superan la multiplicidad del deseo y la percepcin, sino que encuentran el propio ser solamente en el nico y Uno Siempre Existente. En el misticismo islmico el buscador intenta conseguir este objetivo de unidad mediante un sistema de educacin cuyo estadio final es el nivel de baqabi Llah (existiendo en Allah). Existir en Allah es el estado del ser humano perfecto en el que ya no hay un buscador de la verdad puesto, que el buscador se ha convertido en la Verdad. Todos los atributos y todas las acciones pertenecen nicamente a Allah. No hay otra existencia sino la de l. Todo y toda las cosas desaparecen en este Ser Singular. El objetivo final es la experiencia de desaparecer en l y ser uno con l: el alma pluriconsciencial

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compleja transita el estadio de alma-Espritu y se vuelva en el Ser Uno, lo que Es y No Es, el Todo y el Vaco. Mer-Ka-Ba La famosa Mer-Ka-Ba, conocida por la Humanidad desde la noche de los tiempos, sintetiza muy bien el prodigioso proceso creador descrito desde la limitacin de las palabras y el lenguaje tridimensional en los epgrafes anteriores, de ah la importancia que a su representacin grfica se le dado secularmente por la Geometra Sagrada. Aunque existen diversas transcripciones y enunciaciones (Merkabah, Merkava, Merkavah,), generalmente se pronuncia poniendo el nfasis en la segunda de sus slabas: Mer-K-Ba. Se plasma grficamente en dos tringulos equilteros entrelazados, uno apuntando hacia abajo y otro orientado hacia arriba, y su interpretacin profunda engarza tambin con la de la reiterada parbola del sembrador:

+Tringulo orientado hacia abajo: El lado que conforma su base y que se halla, por tanto, en la parte superior del dibujo, representa especficamente al Ser Uno y Creador (el sembrador), si bien el conjunto de la Mer-Ka-ba es un smbolo de l y de la Unidad intrnseca de cuanto Es. En cuanto a los dos lados que descienden, representan al Espritu emanado y expandido (la semilla del sembrador). Ambos convergen en la punta inferior, que penetra en el otro tringulo, el dirigido hacia arriba, e intersecciona con su base (simboliza el Verbo, la tierra de la parbola), poniendo de manifiesto el encuentro vibracional entre el Espritu y el Verbo (la semilla que entra en contacto con la tierra). +Tringulo orientado hacia arriba: Como se ha indicado, su base representa al Verbo (la tierra); y sus lados ascendentes, al alma surgida de la convivencia vibracional entre Espritu y Verbo (el fruto generado por la semilla en conexin con la tierra), que va creciendo consciencial y vibracionalmente del modo que se ha enunciado. Los dos lados se fusionan, por ltimo, en la punta superior de este tringulo, que se introduce en el otro e intersecciona con su base, 56

mostrando cual conclusin como el ascenso del alma termina volcndola energticamente en la Unidad de la Creacin. Con estos fundamentos, el hondo significado de los tres componentes de la Mer-Ka-Ba es el siguiente: +Mer es el Espritu emanado y expandido, que llena la totalidad de la Creacin (como el aire o el gas llenan el globo que se puso pginas atrs de ejemplo). En la protohistoria de la Humanidad, Mer fue contemplado como un tipo especfico de luz o energa de vibracin infinita, denominndosele tambin Amor. Este conocimiento fue recuperado durante la 18 dinasta egipcia, en la poca de Akenaton, quien cambi la adoracin de muchos dioses por un solo Dios, Creador de toda la Vida. +Ba es el Verbo. En Tercera Dimensin configura lo que los seres humanos denominan materia, incluido su cuerpo fsico, aunque hay otras muchas Dimensiones en las que la condensacin del Verbo es menor (ms sutil) o mayor (ms densa), dando lugar a una enorme variedad de formas materiales y modalidades de vida. +Ka, por ltimo, es el alma, surgida por efecto heterodinaje de la convivencia vibracional entre Mer (Espritu) y Ba (Verbo). Por tanto, la Mer-Ka-Ba, en su conjunto, es la representacin global, completa y cosmognica de la Creacin. Igualmente, a escala humana, sintetiza la unidad trina del ser humano como Espritu (Espritu Santo presente e inmanente en otra persona), alma (sea uniconsciencial o pluriconsciencial, en cualquiera de sus numerosas variantes) y cuerpo (Verbo condesando con una determinada densidad y gradacin vibratoria). As, la Mer-Ka-Ba describe a cada persona como un vrtice o campo de energa que, siendo uno, aglutina armoniosamente tres modalidades energticas, vibracionales y electromagnticas: Espritu, vibracin infinita; alma, cuya gradacin oscilar entre la del Espritu y la materialidad corporal; y corporeidad material, vibracin finita. Desde esta perspectiva, cada ser humano cuenta con su Mer-Ka-Ba, que manifiesta su autntica identidad como vrtice vibracional y electromagntico en el que la energa fluye cual campo contrarotatorio, ya que la vibracin del Espritu (recurdese que se representa por los dos lados descendentes del tringulo orientado hacia abajo) y la del alma (los dos lados ascendentes del dirigido hacia arriba) se movilizan en sentido contrario (como si en un reloj, una aguja se moviera en el sentido ordinario, de 0 a 12, y otra en el sentido inverso, de 12 a 0). Y en el centro de tal campo contra-rotario de energa se sita el cuerpo fsico, con su baja gradacin vibratoria.

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Sabiendo lo anterior, el ser humano puede concebir el Mer-Ka-Ba como una especie de vehculo, valga el smil, en cuyo interior se encuentra, utilizndolo para acceder y experimentar otros planos de realidad o potenciales de vida. Por esto, distintas escuelas espirituales se refieren al Mer-Ka-Ba como campo de energa cristalino compuesto de geometras sagradas especficas, que alinean la mente, el cuerpo y el corazn. Y tal campo cristalino rodea al cuerpo humano, formando un vrtice energtico circular-elptico en torno a l de muchos metros de dimetro y girando a su alrededor a velocidades que pueden aproximarse a la de la luz (a mayor velocidad, mayor dimetro). La posible falta de consciencia de la persona limita grandemente esta velocidad, llegando, incluso, a parar a casi por completo su movimiento. A la par, los seres humanos ms conscientes, pueden voluntariamente incrementar la velocidad utilizando la meditacin. Para ello, como se mostrar en otros apartados de este texto a propsito de la llamada Meditacin Crstica, basta con concentrarse mentalmente en la Mer-Ka-ba que los rodea, utilizar la respiracin consciente, profunda y rtmica como medio para impulsar el movimiento de las corrientes contra-rotatorias de energa que la configuran y, cuando se empieza a sentir ntimamente la fuerza vibracional generada, situar toda la consciencia en el Espritu que cualquier persona atesora. Se logra as activar por completo la MerKa-Ba, que alcanza su mayor velocidad y tamao, visualizndose energticamente a escala como la estructura tpica de una galaxia o de un platillo volante. De esta forma, la Mer-Ka-Ba permite experimentar la conciencia expandida, conectar con potenciales elevados de consciencia y con otros planos y Dimensiones, restaurar el acceso tanto a la memoria trascendente como a las posibilidades infinitas de nuestro ser e 58

integrar equilibradamente los aspectos femeninos (intuitivos, receptivos) y masculinos (activos, dinmicos) de la mente y del alma. Toma el mando y Ama! En trminos no del Espritu, que es eterno y se despliega en un momento presente continuo, sino del espacio/tiempo finito que enmarca el plano del mundo material que nos rodea y en el que fsicamente vivimos, cunto tiempo dura el pleno desarrollo de la reiterada dinmica vibratoria interactiva o, lo que es lo mismo, la elevacin del grado de consciencia hasta el mayor nivel que sea posible en nuestra condicin de seres humanos?. Tal elevacin puede producirse en cualquier momento, de manera instantnea, si la persona adquiere consciencia de lo que es y con legitimidad afirma soy el que soy. En esta toma de consciencia radica la plenitud de nuestra experiencia de individualidad en libre albedro. Y est a nuestro alcance de modo permanente. No es preciso vivir muchas vidas fsicas; ni, en cada una, leer muchos libros o atesorar conocimientos mltiples. El Espritu que somos es el Conocimiento mismo. Sus dones y frutos estn descritos en los libros sagrados -San Pablo los resume en su Epstola a los Glatas (5, 2223): amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza-. Ya tenemos en nosotros la totalidad de la sabidura porque somos la Sabidura. A menudo, los buscadores se embarcan en una ansiosa y laboriosa captacin de conocimientos que termina por perderlos en un laberinto de teoras, conceptos y prcticas: que si una escuela dice no s qu, que si otra explica no s cunto, qu idea tan interesante sta, qu forma tan original e intensa de meditar, que si con ese maestro aprendo tal cosa, que si ese otro me ensea tal otra, que si este libro es magnfico, pues anda que esa pgina web, cunto mal trato y atosigamiento para nuestra mente!. Pero todo es bastante ms sencillo y directo; es cuestin de consciencia: soy el que soy!, una plasmacin de Dios y Dios mismo; no la hoja, sino el rbol; no la ola, sino el mar. Entrate de una vez y no sigas dando vueltas a la noria!. El conocimiento es vacuo; la Consciencia es la expresin absoluta de Ser. Las vas y prcticas, da igual que se basen en la mente o en la no-mente, son un embrollo para la toma de consciencia; las tcnicas, sean las que sean, un enredo; las experiencias, una maraa. El momento presente, el aqu y ahora, no ha de ocuparse con conocimientos, vas, prcticas, tcnicas o experiencias. Slo llenarse con Ser. O, lo que es lo mismo, con Amor. Cuando ocupas el ahora en algo que no sea Amor Incondicional a todo y a todos, ests enclaustrando tu Esencia -tu Verdadero Ser- entre las rejas de la vanidad. Como se pregunta y responde Salomn en el Eclesiasts (1,2-3), qu saca el ser humano de todo el trabajo con que se afana 59

sobre la tierra o debajo de la capa del sol?: vanidad de vanidades y todo vanidad. Si hay Consciencia, Ser es Amor. Si Ser no es slo y exclusivamente Amor Incondicional, no hay Consciencia. Todo lo dems, no Es. Slo vanidad. Eres (somos, soy) la Creacin, el Creador y el Milagro: desde la individualidad en libre albedro y en la tridimensionalidad, tomo consciencia de lo que soy y de lo que es; y conmigo se expande la Consciencia de la suma de la que formo parte y, con ello, la Unidad Divina y Multidimensional (es como un pequeo big-bang, que contribuye a que se expandan ms los impactos del gran big-bang ya examinado). Ya no hay dualidades y triunfa la Unidad. Reconozco completamente, acepto plenamente y me integro con todas sus consecuencias en la Unidad Divina a la que siempre he pertenecido y sobre la que ya soy absolutamente consciente. La Unidad que me hace uno con el Ser Uno aqu y ahora, que pone de manifiesto mi divinidad recin reconocida, aunque siempre estuviera ah, y que modifica las condiciones, circunstancias y caractersticas del mundo exterior en consonancia y coherencia con mi linaje divinal. Y en consciencia, me ocupo en el ahora de Amar y slo de Amar, mi nica y portentosa accin, mi Esencia; y, al Amar, todos los poderes divinos son mis poderes puestos al servicio de llenar de Amor un mundo que tanto lo necesita. Comprendo entonces que ya no es tiempo de orar. Cuando se ora lo explica, muy bien Domingo Daz desde su iniciativa de Amor y Consciencia (AMYCS)- se pide algo o se alaba a alguna deidad de cualquier credo religioso o espiritual. Esto implica que internamente consideramos que nosotros estamos a un lado y Dios a otro, lo que es un reconocimiento patente de que la dualidad est an anclada en nuestras mentes y sistemas de creencias. Pero ya no es momento de eso, sino de apagar el piloto automtico y permitir que fluya libremente nuestro Yo profundo y divino; dejar que coja las riendas y asuma el mando. Y el mando debe ser puesto en prctica mediante rdenes directas que, emitidas interna o externamente, sean un acto claro, firme y rotundo de creacin; un ejercicio consciente de nuestra divinidad. Es el acto de un Dios con forma humana mediante el cual define con Amor las condiciones en las que desea que se desarrolle su vida fsica y la de su entorno, desde lo ms prximo hasta la globalidad planetaria. Desde mi divinidad, defino y establezco mis condiciones de vida al completo y re-ordeno el mundo para que sea el que quiero que sea. Mis deseos ya no son anhelos humanos, sino la emanacin del Amor y la sabidura que estn en m como consecuencia de esa recin recuperada consciencia de divinidad. Es el momento de decretar como un Dios humano y de re-ordenar la vida y sus circunstancias; de ejercer el poder de nuestra divinidad con responsabilidad, consciencia y Amor y con la conviccin de que todos los decretos sern cumplidos a la mayor brevedad posible. 60

La fuerza y el poder de la orden tienen su origen en la fuerza y el poder de nuestra propia conviccin en lo decretado. Y esta conviccin se ejecuta tanto al emitir la orden como a partir de ese momento, pues se debe vivir como si el decreto ya se hubiera cumplido, con todas sus consecuencias. Si uno decreta, pero no vive de acuerdo con la orden, es porque en el fondo no cree en el ejercicio de mando que acaba de realizar. Hay que insistir otra vez: al creer, estoy creando; cuando creo, creo!. Y el creer consciente en la divinidad que soy es el crear divino, el verdadero origen del poder creador del Dios que todos somos. La encarnacin en una cadena de vidas (reencarnaciones) Sin embargo, al ser humano le apasionan los laberintos. Hasta la felicidad la ha convertido en el laberinto con el que comenzaron estas pginas. Aturdido por los engatusamientos de la materialidad, no logra fijar la atencin en lo nico que la merece: su propio Ser; Amor. Y anda distrado cual mariposa de flor en flor, de da en da, de ao en ao, de vida en vida. Por ello, la dinmica vibratoria interactiva precisa comnmente para su desarrollo de una cadena de vidas fsicas. No es que el Espritu salga y entre del plano humano de manera intermitente, pues el Espritu est inmanente en l (desciende a l una vez: encarnacin). Sucede, simplemente, que el desarrollo de la dinmica vibratoria interactiva por la que se eleva la gradacin consciencial suele requerir de un tiempo vivencias, experienciasque va ms all de lo que nuestros sentidos perciben como una vida, es decir los aos que van del nacimiento a la muerte fsica. De ah que la encarnacin del Espritu en el plano material humano y la dinmica vibratoria interactiva se plasman y se desenvuelven en lo que desde nuestra perspectiva es una cadena de vidas fsicas. Algunas religiones llaman reencarnaciones a la presencia del Espritu Santo en cada una de estas vidas, pero hay que insistir en que la encarnacin es una y slo una, por ms que la dinmica vibratoria discurra por una cadena de vidas. En este discurrir, el Espritu es siempre l, sin cambios. Tiene como fiel compaera al alma -bisagra y batera energtica de acoplamiento del Espritu en el cuerpo-, que tambin es siempre la misma (un tercer campo vibratorio generado por la convivencia vibracional entre Espritu y cuerpo), si bien su potencia vibracional tiende a ir in crescendo en la medida en la que recibe y acumula los impulsos vibratorios de los aumentos del grado de consciencia (frecuencia de corte) sin descartar, por supuesto, decrementos conscienciales- por los estadios de conciencia y experiencias disfrutados en cada vida y en la cadena de vidas fsicas. Lo que s cambian son el cuerpo y las vidas fsicas, eslabones en la cadena de vidas en la que el Espritu

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despliega su encarnacin y el alma su evolucin (o involucin) vibratoria. En cada uno de estos eslabones, aunque el Espritu y el alma son los mismos y el cuerpo es lo nico que cambia, se impone lo que algunas tradiciones espirituales llaman Ley del nferos o Encadenamiento a los ciclos de la materia: la carencia de memoria de lo vivido y avanzado vibracionalmente -en consciencia, conciencia y experiencias- en las vidas fsicas precedentes. Se trata de una ley cosmognica cargada de sentido comn. El recuerdo de todas nuestras vidas y experiencias anteriores atorara nuestra posibilidad de elevacin consciencial; nos bloqueara por la dimensin y enorme intensidad de lo vivido. De ah que las personas Espritu, cuerpo y alma- no nos acordemos de las vidas anteriores o reencarnaciones por las que Espritu y alma han transitado en el desarrollo de la encarnacin inmanente del primero en el plano humano. El cuerpo, en el que radica la mente y la memoria, no las vivi. El Espritu, por su parte, Esencia y vibracin pura, est ms all del tiempo y la remembranza. Y el alma, que s acumula energtica y vibracionalmente la cadena de vidas recorrida (por esto algunas escuelas iniciticas la llaman alma-personalidad), lleva a cabo una especie de rememoracin selectiva, pues en la nueva vida fsica activa exclusivamente aquellos componentes y recuerdos precisos para las experiencias conscienciales y concienciales que, en libre albedro, tocan vivir (en el prximo epgrafe se sealar cmo el alma implementa tal activacin en nuestro ADN). Es como si guardsemos todas las experiencias acumuladas a lo largo de la cadena de vidas en una especie de disco duro, pero mientras unos archivos estn activos (consultables, utilizables), otros permanecen ocultos (no son accesibles). Incluso cuando una persona acomete prcticas de regresiones o progresiones a otras vidas son muchos los textos que se ocupan de ello, por ejemplo, Todos somos inmortales, de Patrick Drouot (EDAF; Madrid, 1989)-, acceder nicamente a aquellas vidas y recuerdos que le sean consciencialmente tiles para las experiencias que en la nueva vida corresponden. No obstante, an sin memoria estricta de otras vidas, cada nueva vida fsica es un reflejo exacto de lo acontecido en aqullas. Valga el smil de un da cualquiera de nuestra vida actual. Obviamente, al levantarnos por la maana nos disponemos a vivir una serie de experiencias y acciones que estn en funcin de lo vivido los das anteriores y las semanas, meses y aos previos: gran parte de lo que viviremos a lo largo de las siguientes horas tiene su causa (relacin causa-efecto) en lo ya vivido en el pasado. Pues bien, lo mismo ocurre en cada nueva reencarnacin o vida fsica (como si fuera un nuevo da), con la importante diferencia de que no recordamos las otras vidas (en el ejemplo, los das, semanas, meses y aos precedentes).

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Todo lo cual ocurre, adems, con un teln de fondo que es un exponente ms de la ntima unin de cuanto existe y, en este caso, de la que hay entre cada uno de nosotros y el planeta del que formamos parte y en el que vivimos. Se trata de algo francamente maravilloso y que se relaciona con el hecho, bien conocido por la geologa, de que la mayor parte de la formacin rocosa de la Tierra, especialmente en la corteza, es roca cristalina. Y estos cristales tienen una funcionalidad no slo fsica o material, sino tambin sutil y trascendente que enlaza con una serie de caractersticas y capacidades de cristales y biominerales que se abordarn en la Parte IV de este texto: conservan la energa, tienen memoria, son un banco de recuerdos. Recuerdos?, de qu?. De cada uno de nosotros, de nuestro Yo verdadero y de sus experiencias a lo largo*de la cadena de vidas fsicas. La totalidad de lo que hacemos se registra en este planeta como energa y permanece en el entramado cristalino. La globalidad de lo que hemos hecho colectivamente durante todas las vidas permanece en el planeta como una vibracin superior. Esta energa es extraordinaria. Y es la fuerza por la que la elevacin del grado de consciencia de cada ser humano contribuye a aumentar la consciencia de la suma a la que pertenecemos y, a travs de ello, expande la consciencia de la Unidad. En tal estructura cristalina se conserva, en trminos energticos, todo lo que cada uno espiritualmente ha hecho y aprendido durante sus vidas fsicas en este planeta. Como si fueran los anillos de un rbol, cada vida est representada ah; es la esencia de todas las vidas experimentadas por cada uno esperando la siguiente. Y es que -como ensean distintas tradiciones y han subrayado contemporneamente canalizaciones como las de Kryon (www.kryon.es)- en el instante en que nace un beb, se activa una estructura cristalina en la Cueva de la Creacin: la Tierra sabe que el alma, si es vieja, retorna otra vez para seguir su encarnacin en la cadena de vidas; o que, si es nueva, inicia este peregrinaje. Y en el caso de las almas viejas, en la estructura cristalina est toda la informacin de las vidas anteriores esperando la nueva reencarnacin. No debe olvidarse que el Ser profundo o Yo verdadero siempre es el mismo, por lo que todas las vidas pasadas no son extraas a tu M Mismo. Y en cada nueva vida, esa estructura cristalina se activa y est a nuestra disposicin para ver, para recordar, incluso para recuperar algunos de los talentos con los que ya contbamos antes (se denomina excavar en el registro afsico, lo que enlaza con lo que se examinar sobre el Akasha en el Mdulo 9). Si un ser humano empieza a plantear preguntas espirituales, todo lo que aprendi a travs de las edades regresa a l; nada se perdi y, si no quiere, no tiene que volver a aprender ni pasar por nada otra vez. An con la Ley de nferos en juego, cuando se comienza a abrir esa puerta, la intuicin muestra lo que ya se ha aprendido. 63

Todo ello se produce en estricto cumplimiento de la Ley de la Creacin. As es tanto en lo grande como en lo pequeo, en lo que no se ve como en lo conocido, pues una es la Ley e infinitas sus manifestaciones. No hay que sorprenderse de nada. Forma parte de las leyes por las que discurre la Creacin, incluida la Ley de nferos que rige la inmanencia del Espritu en las gradaciones vibracionales de la materia y el aumento de la frecuencia vibratoria del alma. La eleccin de cada nuevo eslabn en la cadena de vidas Por lo expuesto, en el trnsito entre vidas que errneamente llamamos muerte, nuestro Yo profundo y el alma eligen el nuevo eslabn el cuerpo y la vida, el yo y mis circunstancias- en el que tendr continuidad la cadena de vidas que constituye la encarnacin. La eleccin se har en funcin de los requerimientos de la dinmica vibratoria interactiva y dependiendo, por tanto, del grado de consciencia alcanzado; y de los estados de conciencia y experiencias que correspondan ser vividos para aumentar el nivel consciencial. Para el Espritu y el alma, cada nacimiento fsico es meramente la idea de que tengo este cuerpo; y la muerte no es ms que la de que ya no tengo este cuerpo, pasando a estar en otro. Cuando un cuerpo fallece, Espritu y alma pasan a uno nuevo y a otra vida fsica, esto es, a otro eslabn de la cadena de vidas en las que se plasma su presencia subyacente en el plano humano (encarnacin). Y en el trnsito en s, cuya duracin en trminos de nuestra temporalidad tarda aos, se afloja el encadenamiento a los ciclos de la materia. Esto permite a nuestro Yo profundo (Espritu) y al alma ponderar con exactitud, por decirlo de algn modo, el nivel logrado en la elevacin del grado de consciencia, de lo que es un fiel indicador la gradacin vibracional alcanzada por la segunda. Con esta base, se selecciona el siguiente cuerpo, vida y estadio de conciencia (hay que volver a subrayar que, para facilitar el entendimiento del proceso, puede hablarse de reencarnacin, aunque en el conocimiento de que encarnacin slo hay una). El alma es el resultado de la convivencia vibracional y el efecto de heterodinaje entre la vibracin pura del Espritu y la densa del cuerpo. Su rango vibratorio,"acumulado(a lo largo de las experiencias previas, indica como si de una especie de termmetro se tratara el grado de consciencia alcanzado. Y la nueva reencarnacin deber ser en un cuerpo y una vida que posean las caractersticas energticas ajustadas al nivel vibratorio ya logrado. Verbigracia, s el alma ha conseguido una mayor cota vibracional porque en vidas precedentes se ejercitaron conductas (estadio de conciencia y experiencias) cercanas a la naturaleza divina (Amor), el nuevo cuerpo y vida contarn con un perfil apto (nuevo estadio de conciencia y novedosas experiencias) para lograr otra vez el aumento del grado de consciensia0a travs de la continuidad y fomento de esas cualidades 64

y comportamientos (expresado, obviamente, en cuanto a potencial e inclinaciones, pues en cada vida rige el libre albedro y nada est determinado). La eleccin de la siguiente reencarnacin (estadio de conciencia y sus consiguientes experiencias esenciales) tiene lugar antes de que la misma se concrete en un nuevo cuerpo, previamente a que el embrin de ste se halle en el vientre de su madre. Los que sern los rasgos esenciales de su vida y los valores a desarrollar quedan configurados en ese estado de la existencia previo a la maternidad en el que el alma y el Espritu preparan su nuevo escenario experiencial. Se entiende as mejor el autntico significado de la respuesta soy lo que decido ser, que se recoge en el Mdulo 1 a propsito de la primera pregunta quin eres?- formulada en el libro El laberinto de la felicidad. Nos encarnamos en cada vida fsica con una especie de plan de vida ajustado al grado consciencial de partida, aunque despus las experiencias en los correspondientes estadios de conciencia puedan llevarnos por otros derroteros. Y tambin este es el instante inefable en el que, como sntesis de una perfecta sincronizacin, se produce el encuentro entre el alma y las otras almas (el Espritu es uno, el mismo) que en otros cuerpos fsicos sern sus acompaantes y colaboradoras en la vida material que se va a iniciar. Tal confluencia entre almas es mucho ms que una experiencia gozosa. Es la aceptacin mutua de las respectivas funciones y relaciones en el nuevo eslabn de la cadena de vidas para que cada cual cumpla con lo que constituye el propsito de su reencarnacin. De hecho, es comn que a lo largo de distintas vidas fsicas las almas se reencarnen en grupos, es decir, manteniendo y extendiendo sus relaciones e interacciones de apoyo consciencial, aunque asumiendo papeles y roles distintos (tu madre en una vida puede ser, por ejemplo, tu hijo en otra; tu actual pareja, tu futuro hermano; o tu amigo de hoy, tu abuela en el maana). En definitiva, como tambin ha resumido Kryon, antes de nacer sabemos las potencialidades y los atributos krmicos que vamos a disfrutar y las experiencias energticas y vibracionales que viviremos en primera persona: ya estaban aqu como potencial y entramos de nuevo en el plano humano para vivirlas. E, igualmente, antes de venir conocemos los potenciales de las personas con las que nos vamos a encontrar: las sincronicidades con aqullos con los que tendremos encuentros y, dentro de esto, escogemos a nuestros padres y ellos a nosotros. Cuando estamos al otro lado del velo, en la dimensin de la inmortalidad, que es la del Espritu que somos, se eligen desafos para poder enfrentarlos y resolverlos. Nadie vino aqu a sufrir, sino a desentraar el rompecabezas de la vida. Y los buscadores estn interesados en desentraar la vida, en abrir la caja de la verdad. Aqu est: cada uno de nosotros es un pedazo del Creador y, por tanto, Dios mismo. No procedemos de ningn lugar. El Espritu, no est en un lugar. Dios es. Y siempre fuimos; ya ramos antes de que se 65

creara el Universo. Elegimos venir a la Tierra por una razn que, en realidad, no tiene tanto que ver con este planeta como con el Omniverso: desplegar nuestras energas en la Tierra para elevar nuestro grado de consciencia, logrando as la expansin de la suma a la que pertenecemos y, por medio de ello, la expansin de la consciencia de la Unidad. El momento preciso en el que el alma conforma su unin con el nuevo cuerpo fsico, haciendo de bisagra con el Espritu, va ligado a la fecundacin del nuevo ser humano. Como es sabido, la fecundacin es la unin de dos clulas sexuales o gametos (el espermatozoide masculino y el vulo femenino) en el curso de la reproduccin sexual, dando lugar a la clula cigoto donde se encuentran reunidos los cromosomas de los dos gametos. Y de la multiplicacin celular del cigoto (2, 4, 8, 16, 32, clulas) parte la formacin del embrin. En este orden, la ciencia actual comienza a hablar de unas clulas madres o base celular del nuevo ser, que son exactamente las 8 primeras. De hecho, el avance celular de 2 a 4 y de 4 a 8 es muy rpido, mientras que al llegar a 8 se produce una especie de parada en el camino antes de pasar a 16 y continuar la multiplicacin. Pues bien, es en ese estadio -cuando el embrin est configurado por las 8 clulas madre- en el que el alma se asocia al cuerpo y, adems, inyecta divinidad en el ADN y, como se apunt en el epgrafe precedente, implementa en l -en dos capas interdimensionales llamadas Registro aksico del ADN- los componentes y recuerdos de otras vidas precisos para las experiencias conscienciales y concienciales que, en libre albedro, corresponden ahora vivir. Por esto, algunas tradiciones espirituales denominan a esas 8 clulas las Clulas del alma, lo que explica, a su vez, la importancia que al 8 y al octgono le han otorgado histricamente distintas escuelas iniciticas. Es as como alma y cuerpo quedan asociados en el estadio celular citado, que algunas corrientes iniciticas llaman Viento del nacimiento. No es un sitio, sino una energa divina; y en el que tambin el Espritu, eterno e inmutable, desempea su papel, pues, siendo multidimensional, mantiene su presencia tanto inmanente en la tridimensin de nuestra corporeidad Espritu Santo- como en la interdimensionalidad. Algunas tradiciones indican al respecto que el Espritu se escinde, pero tal cosa no es posible, dada su inalterabilidad. Lo que s acontece es que su presencia subyacente en la materialidad no impide su realidad multidimensional. Se podra expresar coloquialmente que no todo el Espritu se transfiere al ser humano y que una parte se queda residiendo al otro lado del velo. La creencia en los guas espirituales responde precisamente a este hecho: la naturaleza multidimensional del Espritu hace que, estando en la tridimensionalidad -plano humano- y en cada persona (Espritu Santo), tambin permanezca en la 66

interdimensionalidad, actuando como gua espiritual (incluyen, verbigracia, los ngeles de la Guarda de la religin catlica). Tus guas son T Mismo, tu M Mismo. La multidimensionalidad del Espritu y, por ende, de nuestro Ser interior hace que nunca estemos solos. Y cuando nos sentimos en soledad o abandonados, podemos estar seguros de que la hermosa energa de los guas est a nuestro alrededor esperando que le demos permiso para actuar.

Final del gran olvido: la Iluminacin La encarnacin inmanente del Espritu en el plano humano culmina cuando alcanza su cnit la dinmica vibratoria interactiva y el alma alcanza el mayor rango consciencial y vibratorio posible en el plano humano. La vida fsica en la que esto se consigue habr sido en un ser humano con consciencia sobre su dimensin espiritual, con discernimiento acerca de lo que es y no es y plenamente consciente de su verdadero ser: soy el que soy!. Ha superado el gran olvido y se contempla por fin como lo que realmente es: Dios mismo o, si quiere, un estado de Dios. San Bernardo describi muy bien a un hombre o mujer as: aspira tranquilo a las bodas del Verbo (), deja de temer iniciar una alianza de comunin con Dios () A qu no podr aspirar con seguridad ante l si se contempla embellecido con su imagen y luminoso con su semejanza?. Por qu puede temer a la majestad, si su origen le infunde confianza?. Lo nico que debe hacer es procurar conservar la nobleza de su condicin con la honestidad de vida; esforzarse por embellecer y hermosear con el digno adorno de sus costumbres y afectos la gloria celestial que lleva impresa por sus orgenes (San Bernardo; SC 83:1). La presencia subyacente del Espritu es tan viva, pujante y poderosa que el ser humano disfruta de la Unidad Divina. El ego y sus apegos, el piloto automtico, queda absolutamente desactivado y el Yo profundo toma el mando de la vida, centrada en el momento presente, el aqu y ahora, y ocupada slo en Ser y, por ende, en Amar. Se produce la experiencia maravillosa de la consciencia plena, la Iluminacin interior: se constata y se comprueba radicalmente que lo que afanosamente, a lo largo de tantas (vidas o reencarnaciones, se buscaba fuera de uno mismo, a travs de los anhelos y deseos de la materialidad, en verdad lo tenemos en nuestro interior, nuestro autntico Yo, Dios mismo y su Felicidad. Tal como ya se recogi en la primera parte de este texto, de manera espectacular lo describi San Agustn: Tarde os am, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde os am. Y he aqu que Vos estabais dentro de m y yo de m mismo estaba fuera; y por defuera yo os buscaba. Y en medio de las hermosuras que creasteis irrumpa yo con toda la 67

insolencia de mi fealdad. Estabais conmigo y yo no estaba con Vos. Mantenanme alejado de Vos aquellas cosas que si en Vos no fuesen, no seran. Pero Vos derramasteis vuestra fragancia, la inhal en mi respiro y ya suspiro por Vos (Confesiones, Libro X, 27). El cambio de tornas que la Iluminacin representa es completo: ahora es la fuerza vibracional del Espritu la que contagia y tira vibracionalmente hacia arriba de la materialidad, y no al revs. Este intenso tirn vibratorio que la dimensin espiritual da a la dimensin material lo experimenta el alma, que gozar de toda la energa vibracional que ha ido acumulando durante la dinmica vibratoria interactiva y la cadena de vidas en la que ha estado adherida a la materia; y estar lista para pasar a otros planos de existencia de mayor frecuencia vibratoria (como se examinar ms tarde, especialmente en el epgrafe sobre el Juicio Final del Mdulo 8, el paso del alma a otro plano existencial y vibracional no suele ser individual, de un alma especfica, sino en un contexto de unidad con las almas de los dems seres humanos, producindose un salto consciencial colectivo de almas que estn energticamente preparadas para ello). Se trata de algo fascinante. Como se ha insistido, todo comienza de arriba hacia abajo y tiene su correlato de abajo hacia arriba: una colosal dinmica que evidencia la unin entre Creador y Creacin, sin separacin alguna, con la consciencia como hilo conductor y el Amor como energa nutriente. Recurdese el arranque, que es de arriba hacia abajo: 1. Concentracin: en Consciencia Perfecta y Concentracin Absoluta, emana la Esencia del Ser Uno, acompaada del Verbo como vibracin asociada. 2. Expansin: la Esencia emanada y el Verbo se expanden; y en las manifestaciones derivadas de la condensacin del Verbo (lo Manifestado, vibracin finita) se encuentra inmanente el Espritu (Esencia emanada y expandida, lo No Manifestado, vibracin infinita). Y aqu se desencadena el proceso de abajo hacia arriba (tambin denominado Absorcin): 1. Como consecuencia de tal convivencia vibracional y por el efecto heterodinaje, surge el alma como tercera gama energtico-vibracional. 2. Espritu, alma y cuerpo protagonizan una dinmica vibratoria interactiva (grado de consciencia, estadio de conciencia, experiencias). 3. Y conforme se eleva el grado consciencial del ser humano, el alma va ganando frecuencia vibracional hasta hallarse en condiciones energticas de subir hacia planos de mayor rango vibracional. La expansin de la consciencia del ser humano expande, as, la propia Creacin, haciendo que la Creacin sea Creadora y unificando Creador y Creacin. Figuradamente, el Espritu (Hijo), por su presencia inmanente en la materialidad, habr desarrollado el pacto de amor (sacrificio) que hace posible la resurreccin de la materia 68

(carne) mediante la elevacin de la gradacin energtica del alma (surgida precisamente de la convivencia Espritu/materia) hacia otros planos vibracionales (Cielo) cada vez ms prximos a la calidad vibracional pura e infinita de la Esencia divina (Padre). Como ya se enunci, la indisoluble identidad entre Creador y Creacin, por lo que la Creacin es, a la vez, Creador, explica la traduccin Yo resultar ser lo que resultar ser de lo que Dios indic a Moiss en el versculo 3,14 del Libro del xodo. En el Ser Uno, Yo soy el que soy y Yo soy el que resultar ser no slo no chocan ni se contradicen, sino que se fusionan de manera armnica, hermosa, maravillosa. La consciencia es la base de la fusin; y el Amor, la energa que la nutre: la Consciencia Perfecta desencadena el proceso de arriba hacia abajo; y la toma de consciencia en el mbito de reducida gradacin vibracional de lo Manifestado (mundo material, cuerpo humano,) produce una especie de rebote consciencial de abajo hacia arriba. Hijos de Dios, no porque nos haya creado l, sino porque somos l Dios mira por nuestros ojos y camina con nuestros pies. Pero lo hemos olvidado y nuestra existencia se convierte en dramtica, no por causa de una prdida, sino por un eran olvido. Si Dios escribiera la historia de la humanidad, enseara cmo se extendi a s mismo hacindose mltiple sin dejar de ser Uno; y cmo, para lograrlo, estableci la ilusin de la separacin que da consistencia a su multiplicidad. Constatara que el ser humano es fruto de su misma Esencia, porque es l mismo hecho visible. Y confirmara que no fue creado o hecho por l, sino que es un estado de Dios y, por lo tanto, testimonio de su eterna Inmanencia. Esta es nuestra grandeza: mi ttulo de Hijo de Dios seala la ms alta dignidad imaginable, no porque nos haya creado l, sino porque somos l. Esta es la autntica realidad, el orden natural en el que se establece el pacto de amor que precede a la encarnacin. Su reconocimiento sobrecoge y cambia radicalmente la visin del mundo y de nosotros mismos. Nada puede seguir siendo igual para aqul que ha accedido a tan suprema verdad. No somos resultado del error, ni pesa sobre nosotros vejacin alguna. Todo es santo, inocente de culpa, bienaventurado. No hay trasgresin ni condena, sino manifestacin de Dios. Este es el sublime pacto de amor que nos trajo al mundo. Y cuando en nuestro corazn sentimos el ansia de liberacin es, en el fondo, la advertencia de que la misin est cumplida, que la dinmica vibratoria interactiva est llegando al culmen. Pero su realizacin no significa una victoria sobre el estado de encadenamiento -nada hay que vencer donde todo es la Voluntad de Dios-, sino el cumplimiento

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de la misin creadora: expandir la consciencia para que se expanda la Consciencia de la Unidad. Llegado a este punto, el ser humano, consciente de su verdadero Ser y presto a volcarse en la Unidad a la que siempre ha pertenecido, comprende bien que la liberacin no es una pericia individual ni una prctica puntual, sino el estado del Espritu que realiza conscientemente a Dios en la materia. La liberacin va mucho ms all de una experiencia personal y provoca una expansin de la consciencia en toda la Creacin: un crecimiento cualitativo de todo hacia la Consciencia de Ser y el reconocimiento de Ser Dios. As de maravillosa es la Creacin surgida del big-bang analizado en captulos precedentes. La expansin de la consciencia en las distintas dimensiones de existencia que constituyen la Creacin genera mltiples big-bangs y transforma la Creacin en Creador: Creador&Creacin; Creacin&Creador.

CAPTULO 2: CRISTO Y PLAN CRSTICO Cristo: Hijo de Dios 70

Retomando parte de los contenidos formulados en los Apuntes sobre Fsica de la Deidad, el Ser Uno, en su estado natural de Consciencia Perfecta, Concentracin Completa y Experiencia Integral de Ser y NoSer, acta cual Padre o Principio nico (big) de la Creacin a travs de la Emanacin y Expansin (bang) de su Esencia o Espritu. Y ste, a su vez, genera el Verbo, que le acompaa en su expansin. Sobre esta base, el Espritu puede ser metafricamente considerado como el Hijo, que al ser Esencia del Ser Uno comparte todas sus cualidades, salvo la de Increado. En cuanto al Verbo, por supuesto que es igualmente creacin del Ser Uno, pero, expuesto coloquialmente, una creacin indirecta, pues se genera a travs del Hijo, que acta como su creador directo. Con este teln de fondo, se puede entender la figura de Cristo, que distintas tradiciones espirituales, utilizando nombres muy distintos, identifican como el Hijo de Dios y que en el mbito del cristianismo est indisolublemente asociado a Jess de Nazaret. A l se refieren los textos evanglicos, tanto cannicos como apcrifos, con los apelativos de Mesas y Cristo. Qu se quiere expresar exactamente con ellos?. Para entenderlo en toda su envergadura hay que examinar separadamente, aunque estn estrechamente ligadas, la figura de Cristo y la de Cristo-Jess. Y como se ver de inmediato, mientras la primera est referida y es homologable al Espritu del Ser Uno emanado y expandido, la segunda es la encarnacin de Cristo en una persona que goz por ello de la excepcional cualidad de una dimensin espiritual (Espritu y alma) puramente crstica, a diferencia de lo comn y normal entre los seres humanos, en lo que el Espritu s tienen cualidad crstica, pero el alma no. Para empezar, hay que tener en cuenta que en los idiomas hebreo y griego, los trminos Mesas y Cristo pueden ser traducidos como Ungido. Un convencimiento que ha estado presente entre los cristianos de todas las pocas: Jess era el Ungido, el Escogido de Dios, el Caudillo prometido que Isaas contempl en su visin (Isaas, 55:4), sobre el que las Escrituras vierten profecas y a quien los judos de la poca esperaban con gran expectacin (Lucas 3:15). Y su condicin de Ungido se escenifica muy particularmente en su Bautismo por Juan y en la escena de la Transfiguracin. Con relacin a lo primero, Mateo (3:16-17) relata como inmediatamente despus de que Jess saliera de las aguas del ro Jordn, los cielos se abrieron y descendi sobre l como paloma el Espritu de Dios, oyndose una voz que deca este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado. As fue ungido Jess, a quien el pasaje -y en expresin de Dios mismo- identifica como Hijo de Dios. En cuanto a la Transfiguracin, en este caso son Mateo (17:1-6), Marcos (9:1-8) y Lucas (9:28-36) los que citan en sus Evangelios como 71

Jess tom a sus discpulos Pedro, Jacobo (Santiago, hijo de Zebedeo) y su hermano Juan y los llev al Monte Tabor, un gran montculo de forma redondeada que emerge en el valle de Esdreln o Jezrael, no lejos de Nazaret. All, mientras oraba, se transfigur delante de ellos: la apariencia de su rostro cambi y resplandeci; y sus vestidos se volvieron deslumbrantes y muy blancos, como la nieve o la luz. Y se les aparecieron Moiss y Elas rodeados de gloria; y hablaron con Jess de su partida y de lo que iba a cumplir en Jerusaln. Y en este escenario, cuando Moiss y Elas se alejaban y junto a Jess quedaban slo sus tres discpulos, una nube de luz los cubri y desde ella se oy una voz que deca: Este es mi Hijo amado; a l od. Para su mejor comprensin, tanto el Bautismo como la Transfiguracin han de ser puestos en correlacin con otras descripciones bblicas. Por ejemplo, con la visin de Miqueas, quien dej escrito que de Beln saldr aquel cuyo origen es de tiempos tempranos, desde los das de tiempo indefinido (Miqueas, 5:2); o con el Libro de la Revelacin o Apocalipsis, cuando indica que Cristo fue el principio de la Creacin por Dios (3.14), es decir, form parte de su primera obra creadora. Aunque quiz sea en la Carta dirigida a los cristianos de la ciudad de Colosas (en la Turqua actual) o Epstola a los Colosenses donde se enuncia con mayor rotundidad: Cristo es la imagen del Dios invisible, primognito de toda la Creacin (1:15); l es anterior a todas las cosas (1:17). l es el principio () el primero en todo (1:18). Y en el Libro de Proverbios (8:22), es Cristo, bajo la forma de la Sabidura, quien habla en primera persona: Jehova mismo me produjo como el principio de su camino, el ms temprano de sus logros (8:22); desde tiempo indefinido fui instalado, desde el comienzo, desde tiempos anteriores a la tierra (8:23). Todo lo cual permite constatar que con la expresin Cristo (calificado tambin en la tradicin cristiana como el Seor) se est haciendo realmente mencin al Espritu emanado y expandido del Ser Uno, su Esencia (imagen de Dios invisible) y su primera creacin (primognito de toda criatura, el ms temprano de sus logros). El Verbo, en cambio, se genera por medio del Espritu y carece de tal primogenitura. Y las almas surgen de la convivencia vibracional entre el Espritu y el Verbo. El Antiguo y el Nuevo Testamento contienen igualmente citas que indican como el Espritu (Cristo) genera el Verbo, la vibracin finita de cuya condensacin provienen los mundos, todas las cosas materiales, en sus muy distintos grados de densidad, y la globalidad de las modalidades de vida que habitan el Omniverso y el Cosmos. Verbigracia, la mencionada Epstola a los Colosenses declara con relacin a Cristo que por medio de l todas las otras cosas fueron creadas en los Cielos y sobre la Tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles () todas las otras cosas han sido creadas mediante l (1:16); por medio de l se hizo que todas las otras cosas existieran (1:17). Y en el Gnesis, es a Cristo a quien Dios se dirige al expresar 72

hagamos al hombre a nuestra imagen (1:26). All estaba el Hijo primognito, al lado de su Padre y colaborando activamente con l en la obra creadora. Y volviendo al Libro de los Proverbios, dice Cristo: llegu a estar a su lado (de Dios) como un obrero maestro () y estuve alegre delante de l todo el tiempo (8:30). Conjunto de consideraciones y afirmaciones que conducen a la reseada conclusin de que, en la Creacin, el Verbo no es creacin directa del Ser Uno, sino que surge asociado al Espritu emanado y expandido. Lo que conlleva intrnsecamente una distincin entre aquello que el Ser Uno cre directamente su Espritu, su Hijo, Cristo mismo, Energa Crstica o Amor- y lo que cre no de manera directa, sino por medio de Cristo -la vibracin finita (Verbo) que acompaa a la emanacin y expansin del Espritu-. Este es el origen de todo lo visible (Verbo condensado en modalidades vibratorias densas que entran en la franja frecuencial que los sentidos fsicos humanos perciben) e invisible (Verbo condensado en modalidades vibratorias ms sutiles de las que los sentidos humanos no se percatan) tanto en la Tierra como en el Cielo. Y como se abord en el epgrafe dedicado a la convivencia vibracional entre la frecuencia infinita del Espritu y la finita del Verbo, el Espritu, Cristo, creacin directa del Ser Uno, llena absolutamente la Creacin y es Uno, mientras que el Verbo, creacin indirecta y generado por el Espritu, ocupa una parte de la misma y, siendo uno, se condensa en multitud de modalidades vibracionales (cuerpos, formas de vida, mundos, Universos,) que admiten ser diferenciados por su gradacin frecuencial. Y en cada una de estas modalidades se encuentra inmanente y subyacente el Espritu, Cristo mismo, llenando cuanto existe y Es. --------------------------------------------------------------------------------------------------------SER UNO --------------------------------------------------------------------------------------------------------Principio nico, Padre Espritu, Hijo, Cristo Verbo +Increado. +Creacin directa. +Creacin indirecta. +Vibracin infinita. +Vibracin infinita. +Vibracin finita. +Uno. +Condensado en +Llena toda la Creacin. infinidad de modalidades +Inmanente en todas y vibracionales. cada una de las +Ocupa parte de la modalidades vibratorias Creacin. en las que el Verbo se condensa. 73

--------------------------------------------------------------------------------------------------------Por tanto, Cristo habita como Espritu Santo, el Espritu de Dios inmanente, en toda la Creacin y modalidades vibracionales y, por tanto, tambin en cada ser humano. Y la presencia interior de Cristo que tantos msticos y tantos cristianos annimos han sentido a lo largo de la historia y sienten ahora no es una locura ni una fantasa de la imaginacin: en el interior de cada persona fluye la vida divina de Cristo de forma ntima y eminente. Y esta presencia configura la puerta de entrada de Cristo hacia los hombres y mujeres, su morada esencial dentro de cada persona. Tomar consciencia de este portentoso hecho est al alcance de todos los seres humanos y los diferencia de otras formas de vida existentes tanto en la Tierra (animales, plantas,) como fuera de ella. Y gracias a la presencia de Cristo en cada persona, sta puede ser elevada por el Seor hacia l y hasta en los niveles ms profundos de la mente y el carcter. Por eso la Humanidad puede creer en l, amarle y, por consiguiente, percibirle, por ms que esta percepcin supere el pensamiento, trascienda el intelecto y desborde la racionalidad. Cristo-Jess Como se viene insistiendo, el Padre es Increado, mientras que el Hijo fue creado por l. Por lo dems Cristo, Hijo amado y fiel, comparte todos los atributos del Padre. Por esto, adquirir conocimiento acerca de Cristo equivale a satisfacer la necesidad espiritual y el deseo natural de conocer a Dios. Y como su obediencia al Padre no minor un pice cuando encarn como Jess de Nazaret, pues todo lo que hizo en la Tierra fue exactamente lo que el Padre esperaba que hiciera, puede aseverarse igualmente que al conocer mejor a CristoJess aumenta nuestro conocimiento acerca de Dios Padre. Emblemtica al respecto resulta la narracin del Evangelio de Juan a propsito de la peticin que el apstol Felipe efecta a Jess y que contina latiendo hoy en el corazn de tantos seres humanos: Seor, mustranos al Padre! (14:8). Ante lo que Cristo-Jess responde con una conmovedora leccin de Fsica de la Deidad: He estado con vosotros tanto tiempo y an as, Felipe, no has llegado a conocerme?. El que me ha visto a m, ha visto al Padre. Cmo es que dices mustranos al Padre?. No crees que yo estoy en unin con el Padre y el Padre est en Unin conmigo?. Las cosas que os digo no las hablo por m mismo, sino que el Padre que est en unin conmigo est haciendo sus obras. Cranme que yo estoy en unin con el Padre y el Padre est en unin conmigo (14:9-11), yo estoy en unin con mi Padre y ustedes estn en unin conmigo y yo estoy en unin con ustedes (14:20); el que me ama ser amado por mi Padre y yo lo amar y me mostrar a l claramente (14:21).

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No obstante, a lo largo de lo expuesto en los ltimos epgrafes, ha quedado abierta una pregunta sumamente trascendente: cmo es factible que Cristo, Espritu divino emanado y expandido y vibracin pura, encarne en una forma de vida fsica, en un ser humano, como ocurri en el caso de Jess?. Hasta ahora se ha explicado que el Espritu se halla inmanente en toda persona (Espritu Santo) y que en cada una, a su vez, est encarnada un alma, conformando ambos, Espritu y alma, la dimensin espiritual del ser humano. Qu significa entonces que sea Cristo, el Espritu, el que encarna en una persona, concretamente en Jess de Nazaret?. Para dar respuesta a este interrogante conviene rememorar ese estado superior de la evolucin vibracional de las almas denominado pginas atrs almas pluriconscienciales (simples y complejas). Como all se subray, stas se configuran por la fusin voluntaria de almas que han crecido consciencialmente y tienen entre s coherencia vibracional, dando lugar a un nuevo campo energtico de tipo pluriconsciencial que puede manifestarse consciencialmente (encarnarse) al unsono en distintas modalidades de vida pertenecientes a diferentes Dimensiones, teniendo, por tanto, capacidad para vivenciar a la vez diferentes experiencias conscienciales, todas las cuales son absorbidas por el mismo campo energtico o alma pluriconsciencial. Pues bien, aunque en un nivel incomparablemente mayor, Cristo, el Espritu, tiene idntica capacidad para manifestarse consciencialmente al unsono en distintas modalidades de vida pertenecientes a distintas Dimensiones. No en balde, recurdese que, en su proceso de crecimiento, las almas pluriconscienciales ests llamadas a alcanzar el estadio de almas-Espritu para volcarse energticamente y vibracionalmente en Cristo, dejando de existir como tal. Y siendo cierto que en la unidad del Espritu se produce la unificacin absoluta de las almas que en l se integran, no lo es menos que el Espritu absorbe y hace suyas la totalidad de las experiencias que las almas pluriconscienciales traen consigo como bagaje. Y es desde esta plurilaridad experiencial y consciencial en l unificada desde la que Cristo puede manifestarse consciencialmente al unsono en mltiples modalidades de vida pertenecientes a las diferentes Dimensiones. Y esto fue lo que aconteci con Jess de Nazaret. En l, como en cualquier ser humano, estuvo inmanente el Espritu. Pero, adems, el alma en l encarnada no fue un alma-personalidad uniconsciencial, ni la manifestacin de una alma pluriconsciencial por compleja que fuera, sino directamente Cristo mismo, el Hijo de Dios. De este modo y como ya se adelant, la dimensin espiritual de Jess fue puramente crstica: como toda persona, crstico fue su Espritu; y a diferencia de los dems seres humanos, crstica fue su alma. De ah lo correcto y necesario de llamarlo Cristo-Jess: Cristo en la persona de Jess tanto en Espritu como en alma. 75

Por supuesto, Jess conoci los anhelos e inclinaciones derivados de su vertiente fsica (las tentaciones de la carne), pero los super, consiguiendo que su dimensin espiritual puramente crstica transformara o glorificara su naturaleza humana. De este modo, como expresa muy bien el pasaje evanglico de la transfiguracin, su dimensin ntima de Hijo de Dios y Ser de Luz emergi por encima de su realidad material, hasta posibilitar, finalmente, su resurreccin no slo espiritual, sino tambin fsica. Y todo esto para qu?, por qu el Espritu emanado y expandido del Ser Uno, el Hijo de Dios, Cristo mismo, se manifiesta consciencialmente en la Tercera Dimensin encarnndose a modo de alma en un ser humano?. Ha llegado el momento de abordar el llamado Plan Crstico. El Plan Crstico El Plan Crstico existe. Ha sido intuido por diversas escuelas espirituales e inspirativamente plasmado por diferentes seres humanos a lo largo de la historia. Y tiene su fundamento en lo expuesto pginas atrs cuando se seal que, en la Creacin, el Verbo no es emanacin del Ser Uno, sino que surge asociado al Espritu emanado y expandido. Como all se reseo, esto conlleva una distincin entre aquello que el Ser Uno cre directamente su Espritu emanado, Cristo mismo- y lo que fue creado no de manera directa, sino por medio precisamente de Cristo. Por tanto, a travs de Cristo se genera la vibracin finita (Verbo) asociada a la emanacin y expansin del Espritu. Y tambin las modalidades vibratorias a las que se han dado el apelativo de almas, pues stas surgen de la convivencia vibracional entre el Espritu y el Verbo que aquel ha generado. Pero mientras el Verbo, por su naturaleza intrnseca, es vibracin finita (sea cual sea su mayor o menor frecuencia, segn el nivel de condensacin que hayan alcanzado las innumerables modalidades en las que se plasma), las almas cuentan con una gradacin vibracional que, oscilando entre la finita del Verbo y la infinita del Espritu, tiene la vocacin (potencial) de crecer consciencial y energticamente (parbola del sembrador) para irse acercando a la vibracin del Espritu (almas uniconscienciales y pluriconscienciales) hasta, finalmente, alcanzar un nivel vibracional semejante al del Espritu (alma-Espritu), volcando en ste su energa vibracional y expandiendo la Creacin. Enunciado sin matizaciones, el Plan Crstico consiste en que lo anterior efectivamente acontezca. Es decir, que las almas gocen del referido proceso de evolucin consciencial, propiciando que ste no sea alterado por cualquiera de las circunstancias que 76

metafricamente se exponen en la parbola del sembrador que Cristo-Jess formula a sus discpulos: Al sembrar, un poco cay al borde del camino; vinieron los pjaros y se lo comieron. Otro poco cay en terreno pedregoso, donde apenas tena tierra; y como la tierra no era profunda, brot enseguida, pero en cuanto sali el Sol, se abras y por falta de raz se sec. Otro poco cay entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cay en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga odos que escuche (Mateos, 13:1-9) (tambin Marcos, 4:1-9; Lucas, 8; 4-8; y en el apcrifo Evangelio de Toms, 9). Ante lo aparentemente crptico de estas palabras, los propios discpulos le piden a Cristo Jess que las interprete. Y l lo hace (Mateo 13:18-23, Marcos, 4:14-20 y Lucas, 8:11-15), siendo su mensaje latente la necesidad de ser consciente del tipo de alma (tierra) con el que se est trabajando, pues mientras la uniconsciencial simple es tierra pedregosa o inconsistente, siendo el crecimiento lento y difcil, en la uniconsciencial compleja la semilla ha cado en tierra buena y dar grano, siendo ya la cantidad (treinta, sesenta, ciento) el camino de evolucin vibracional que se abre a partir de este hecho: treinta, almas pluriconscienciales simples; sesenta, almas pluriconscienciales complejas; ciento, almas-Espritu. Cristo, ante todas y cada una de las almas, sin excepcin, como creacin suya que son, experimenta y asume consciencialmente un compromiso en el seno de la Unidad de la Creacin debida al Padre. Y as se lo expone: Padre, este es mi deseo: que los que me confiaste estn comigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundacin del mundo (Juan, 17.24). Cristo establece as el destino querido y planificado para todas las almas: crecer hasta que, como almas-Espritu, estn con l alcanzando su nivel consciencial y vibracional. Este es el Plan Crstico: el destino para las almas deseado por Cristo (por ende, por el Padre, pues Cristo no hace sino su Voluntad) por el que la Creacin es Creadora y Creador y Creacin se Unifican. La tradicin cristiana lo sintetiza figuradamente: el Espritu (Hijo), por su presencia inmanente (Espritu Santo) en la materialidad, habr desarrollado el pacto de amor (sacrificio) que hace posible la resurreccin de la materia (carne) mediante la elevacin de la gradacin energtica del alma (surgida precisamente de la convivencia Espritu/materia) hacia otros planos vibracionales (Cielo) cada vez ms prximos a la calidad vibracional propia del Espritu, que es tambin la pura e infinita de la Esencia divina (Padre). En cualquier caso, Cristo y el Padre aguardan a todas las almas con los brazos abiertos, sin que haya prioridad alguna por una u otras en funcin de su recorrido consciencial ms o menos prolongado o ajetreado y sin establecer diferenciacin o preferencia dentro de la Energa Crstica entre la emanada directamente del Padre y la 77

conformada por el vuelco de en ella de la energa lograda en su evolucin por las almas que adquiere la condicin del almas-Espritu. Otra parbola, la conocida como del hijo prdigo o del padre misericordioso (Lucas, 15:11-32) lo simboliza de forma bella y contundente. Dimensiones Para seguir profundizando con relacin a las almas, hay que detenerse en una cuestin que ha aparecido hasta ahora en varias ocasiones y que es preciso explicar adecuadamente antes de continuar. Se trata de las llamadas Dimensiones. Es un hecho casi inabarcable para la mente humana, pero en la Creacin proliferan los Multiversos, configurado cada uno por cuantiosos Universos. Los Multiversos se distinguen entre s por el grado de complejidad vibracional y dimensional: en los ms simples, conviven unas pocas Dimensiones y los distintos Universos que los componen se diferencian tan slo por las condiciones iniciales; en los ms complejos, coexisten muchas Dimensiones y varan la naturaleza intrnseca y las leyes fsicas de cada Universo. Adems, en los Multiversos, los Universos nacen a cada instante: no hubo un solo big-bang, los hay continuamente. Y la experiencia humana se despliega en una Dimensin de una de las distintas Dimensiones existentes en uno de los muchos Universos que se integran en uno de los numerosos Multiversos que constituyen el Omniverso y la Creacin. La organizacin subyacente en todo ello es cuntica y subcuntica, de modo que no hay nada superior o inferior, sino interior y exterior. Desde la ptica del plano humano, lo interior sera homologable a lo superior; y lo exterior, a lo inferior. La Realidad, lo que realmente Es fuera de la Matriz Hologrfica citada al comienzo del texto, es que lo interior absorbe a lo exterior en la Unidad, lo superior absorbe a lo inferior en la Unidad, la Luz absorbe a la oscuridad en la Unidad, el Amor absorbe al No-Amor en la Unidad y todo es absorbido en la Unidad por el Amor. Y, como se apuntado, existen distintas Dimensiones, de manera que los Multiversos, los Universos y las Dimensiones interaccionan hasta conformar una Hiper-Matriz de complejidad infinita. Por ella fluye Consciencia unificada y Amor en estado puro, que como energa vibratoria se despliegan piramidalmente desde dentro (interior, superior) hacia fuera (exterior, inferior). Pero, qu son las Dimensiones?. Aunque la ciencia est lejos de conocer sus implicaciones, ha sabido proporcionar un concepto de Dimensin que se ajusta bastante bien a la realidad: grado de libertad para realizar un movimiento en el espacio.

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Efectivamente, una Dimensin superior (ms interior) supone una mayor toma de Consciencia y, por ende, una mayor capacidad para Crear, esto es, para cristalizar (decretar) efectivamente (vibracional y materialmente) la Voluntad, que es la Intencin plasmada en Accin consciente. Por lo que no le faltaba razn a Cristo-Jess cuando repeta a cuantos les rodeaban que nada nos es imposible. As lo expresa en el pasaje narrado por Mateo (17:14-19) donde Jess apela a la dimensin crstica que atesora el ser humano y a la necesidad de que las personas interioricen su divinidad no cual reflexin intelectiva, sino como conviccin profunda e ntima que llena la existencia. Y lo hace mostrando su cansancio ante la pereza y parsimonia que al respecto muestra la Humanidad: Generacin perversa e infiel!. Hasta cundo tendr que estar con vosotros?. Hasta cundo os tendr que soportar?. Palabras duras que no evitan que, de inmediato, exprese con un hermoso y sencillo ejemplo lo que est a nuestro alcance: Si vuestra fe fuera como un grano de mostaza, le dirais a aquella montaa que viniera aqu, y vendra. Nada os sera imposible. En este orden, las Dimensiones son los diferentes estados de activacin y expansin de la consciencia que se experimentan en el proceso de crecimiento y evolucin del alma a travs de las tipologas o fases que han sido descritas en apartados precedentes, lo que la lleva a encarnarse en distintos planos dimensionales. Cuntas Dimensiones hay?. Segn la perspectiva que se adopte, pueden distinguirse unas pocas Dimensiones o varias decenas. Por ejemplo, la moderna Teora de Cuerdas contempla entre 10 y 26. Lo cierto es que postular cualquier clasificacin supondra encerrarse en las categorizaciones lineales, parciales y engaosas que abundan en Tercera Dimensin. Con todo, an sabiendo lo precedente y dado que las diferencias interdimensionales son de carcter vibratorio, es factible acudir al lenguaje musical apara acometer su tabulacin. Concretamente, aunque sea de manera aproximativa, cabe considerar alegricamente que todas las Dimensiones configuran una octava. En la notacin musical occidental, una octava es la distancia que recorre la escala despus de siete pasos desiguales de tono y semitono. Como los intervalos se cuantifican por una cifra que expresa el nmero de notas que comprende, incluidas las dos de los extremos, este intervalo se denomina octava (como el archiconocido do-re-mi-fa-sol-la-si-do). Con este teln de fondo, cabe referirse a ocho Dimensiones, asociada cada una simblicamente a una nota musical, por ms que realmente haya otras muchas dentro de cada una y la totalidad -desde la primera a la ltima que se pueda considerar, sin exclusin alguna- se encuentran interconectadas y en constante intercambio dinmico y vibracional:

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+Primera Dimensin (Dimensin Do o D-Do) o Consciencia Funcional: Es la esfera vibracional donde el Verbo se condensa y la energa se transforma en materia, por lo que se le conoce, igualmente, como Microcosmos. Los niveles conscienciales son en ella elementales y prcticamente in-conscienciales o mecnicos, estando ligados al cumplimiento automtico y espontneo de funciones y tareas. Los minerales y el agua vibran en estas frecuencias, siendo los primeros su aspecto cristalino y el agua su aspecto liquido. En el seno del cuerpo humano, est Dimensin se halla presente en los fluidos y las corrientes elctricas, activa el cdigo gentico e impulsa energticamente el sistema celular. Tomando al ser humano como ejemplo, D-Do equivaldra metafricamente a la etapa pre-fetal, donde se es, por encima de cualquier otra cosa, un conjunto de potencialidades con un programa de divisin celular y mantenimiento de funciones. +Segunda Dimensin (D-Re) o Consciencia Grupal: Se desenvuelven en ella las experiencias vivenciales de la mayora de plantas, animales y formas animadas semejantes. Las vibraciones de esta Dimensin propician las fuerzas primarias de la Naturaleza e impulsan la variedad y la identidad biolgica en todos los Universos, aunque en cada uno segn sus propias pautas y modalidades de vida, manteniendo la unin entre las especies, fijando los campos que interconexionan a los miembros de cada una y permitiendo que sus componentes se reconozcan para vivir en comn y cumplir funciones reproductoras. Aqu la consciencia carece de referencias temporales y espaciales y contina rayando en la inconsciencia, en cuanto a que la pertenencia al grupo se asume de manera innata, no como consecuencia de un acto de voluntad consciente, y hay ausencia de diferenciacin individual o auto-reconocimiento. Siguiendo con el ejemplo del ser humano, D-Re es comparable con la etapa fetal, en la que se flota en el seno materno siendo uno con el entorno en un estado no egico y sin nocin temporal ni espacial. +Tercera Dimensin (D-Mi) o Dimensin Uniconsciencial: En ella se inserta, entre otras muchas, la experiencia humana y el planeta Tierra, que, no obstante, se halla ya en pleno proceso de salto dimensional. En D-Mi se desarrolla la identidad individual y el autoreconocimiento, pasando el sentido grupal a un plano secundario. Se crean as las condiciones propicias para que surja la consciencia, en sentido estricto, que faltaba en las dos primeras Dimensiones, si bien es de perfil uniconsciencial y, por tanto, muy menguada y constreida. Es como percatarse de la existencia de uno mismo y de la Creacin, pero contemplando y filtrando todo por el pequeo agujero de la propia identidad fsica, en la que la mente ocupa un lugar destacado. La consecuencia es que se llama realidad a la interpretacin subjetiva y mental de lo Real, cuya autntica naturaleza y envergadura queda fuera de la capacidad de percepcin. La Tercera Dimensin se configura, as, como un mbito de interseccin e interactividad entre las Dimensiones esencialmente 80

fsicas (Primera y Segunda) y las puramente no fsicas (Quinta y sucesivas), lo que es la razn de ser, como se recogi al inicio de estas pginas, de que D-Mi sea una gigantesca Matriz Hologrfica en las que modalidades de existencia como los seres humanos despliegan experiencias vitales y espirituales que posibilitan la toma de consciencia a cerca de uno mismo como individuo (ego, personalidad) en la suposicin de vivir singularmente, particularmente, fragmentadamente, ajeno a la ntima Unidad de lo que Es. De hecho, esta es la Dimensin donde la idea ficticia de separacin de la Unidad alcanza su mxima expresin, si bien esto es, a la par, lo que permite la aparicin de la consciencia, aunque se encuentre atada a los dualismos y dicotomas derivados de la afirmacin egica del yo, que conlleva la confrontacin con lo que es no-yo u otro, y a una percepcin lineal del tiempo (pasadopresente-futuro) y el espacio. En el ejemplo de los seres humanos, empiezan a vivenciar esta Dimensin a los pocos meses del nacimiento -cuando el bebe se concibe como yo (por tanto, frente al otro), comenzando a expresar deseos y a forjar su ego y su personalidad- y, en bastante casos, se mantienen en este nivel consciencial el resto de su vida fsica. +Cuarta Dimensin (D-Fa) o Consciencia Arquetipal: Presenta analogas con la Tercera, en cuanto contina rigiendo la experiencia uniconsciencial. Sin embargo, aqu ya no es egica y ahonda en la consciencia de unidad. Para ello, D-Fa se conforma en lo que la ciencia contempornea tildara como escenario cuntico, pues la perspectiva uniconsciencial puede experimentar simultneamente en l diferentes alternativas y posibilidades vivenciales, lo que fomenta la paulatina expansin de la consciencia hacia modalidades pluriconscienciales que abren las puertas, como se ver de inmediato, a otras Dimensiones. Esto significa que en la Cuarta conviven las nociones de pertenencia grupal, por un lado, y de individualidad, por otro, existentes en la Dimensiones Segunda y Tercera, aunque con caractersticas distintas. Especficamente, en lo que a la pertenencia grupal respecta, ya no es inconsciente, sino que trasciende de lo grupal de especie para alcanzar un estadio en el que se constata como las acciones de cada cual afectan a la Totalidad. En cuanto a la individualidad, se mantiene la experiencia de vivir en un cuerpo (la Cuarta es la ltima Dimensin en la que esto sucede), pero el yo no se liga a lo fsico, sino a lo arquetpico -emociones, sentimientos, sueos,-, desarrollndose la empata, la telepata, la sincronicidad (constatacin del papel de las causalidades, del principio de causaefecto y de la Providencia), la capacidad de afectar y hasta moldear la realidad fsica y una visin del tiempo no lineal, sino en oleadas cclicas o en forma de espiral. +Quinta Dimensin (D-Sol) o Dimensin Pluriconsciencial: Es la primera Dimensin estrictamente energtica, no fsica, y escapa a cualquier planteamiento que haya podido esbozar la ciencia actual. En ella se empieza a vivir la experiencia de conexin ntima y 81

existencial con el Todo, con la Fuente y su Sabidura, lo que permite acercarse a lo Real. Tal experiencia ostenta tres importantes consecuencias. Por un lado, se diluye cualquier nocin de individualidad, sea fsica (Tercera Dimensin) o arquetpica (Cuarta). Por otro, se transita de una visin uniconsciencial (el agujero de la puerta) a otra donde la consciencia individual propia de las Dimensiones precedentes se contempla integrada en un Ente energtico y vibracional pluriconsciencial (como si la puerta pasara a tener mltiples agujeros), de modo que la existencia que en las Dimensiones anteriores se hubiera calificado de individual, se contempla aqu como una manifestacin consciencial ms de las mltiples que ese Ente despliega, por mas que las diversas manifestaciones conscienciales no mantengan entre s una conexin consciente y est limitada su capacidad de movimiento interdimensional. Y, por fin, el tiempo se percibe como un continuo en el que slo existe el ahora eterno. +Sexta Dimensin (D-La) o Consciencia Multidimensional: Al igual que la Cuarta y Tercera Dimensin, no siendo homlogas, s ofrecen analogas debido al juego en ambas de la perspectiva uniconsciencial, la Sexta y Quinta, no siendo semejantes, si presentan analogas dado que en las dos se despliega la experiencia pluriconsciencial, que en D-La adquiere connotaciones multidimensionales. En concreto, con el devenir en esta Dimensin culmina la conexin con el Todo y su Sabidura, provocando la desaparicin de cualquier concepto o nocin de identidad, sea personal (individualidad fsica, arquetpica o existencial) u ontolgica (idea de ser en cualquiera de sus posibles variantes), y la expansin de la consciencia pluriconsciencial, que se hace ms compleja y completa y adquiere libertad y poder para moverse y fluir multidimensionalmente. Por ello, por vez primera en el discurrir por las Dimensiones, Ser equivale a No-Ser, contemplndose la existencia cual manifestacin consciencial de un Campo o Macro-Vrtice energtico, integrado absolutamente, a su vez, en el Hiper-Campo Crstico o Espritu divino, que se desenvuelve de manera multidimensional y ms all de cualquier limitacin temporal, espacial o existencial, en numerosas manifestaciones conscienciales. La conexin entre stas s logra aqu, a diferencia de en D-Sol, una interconexin plenamente consciente e interdimensional, por distintos que sean los planos en los que desenvuelven sus experiencias. +Sptima Dimensin (D-Si) o Consciencia Unificada: Es la frecuencia Crstica o Bdica. El Espritu, que siempre ha sido tal en cualquiera de las Dimensiones y modalidades de vida y existencia, regresa al Hogar. Aqu no hay Entes, ni Campos energticos, por pluriconscienciales o multidimensionales que sean, sino nica y exclusivamente el Espritu emanado del Ser Uno, Cristo mismo, sin divisin o fraccionamiento consciencial alguno y con toda su potencia creadora. El proceso de evolucin del Ser y el Todo se experimentan como Uno hasta un nivel que no puede ser descrito con palabras. 82

Amor, Paz Absoluta, Silencio Profundo, Consciencia Perfecta, Concentracin Completa, Quietud y Movimiento, Todo y Vaco y Ser y No-Ser son atributos de esta Dimensin, en la que todo es Creacin Creadora. Sobre la triada Unidad Consciencia Amor, se crean y generan aqu los patrones y matrices de luz y creadores de vida que en otras Dimensiones, como la Tercera, se manifiestan y materializan en las formas geomtricas y energticas y las redes que conforman la Geometra Sagrada. +Octava dimensin (D-DO) o Absorcin: La integracin es total y el Espritu es absorbido en el Ser Uno. Todo es l: l es todas las Dimensiones y subdimensiones y cada una en particular (retomando el ejemplo, l es la octava musical, en su conjunto, y, por ende, cada nota musical y todas a la vez); y l es la experiencia consciencial que se expresa y desenvuelve en infinitas experiencias y manifestaciones conscienciales que por fluyen por las Dimensiones, los Multiveroso y la Creacin.D-Do es la Fuente, en toda su Pureza. No hay formas, slo Amor; no hay estar, sino Ser, que indisolublemente es tambin No-Ser. Es lo Absoluto y lo Indeterminado: Todo y Vaco, Ser Uno. Concluye as el proceso descrito en la parbola del sembrador: el fruto de la semilla, tras una colosal recorrido experiencial, consciencial y multidimensional que acontece en un momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve, es el propio sembrador, sin separacin ni disociacin posible. No hay vuelta al Hogar, pues Todo, sin excepcin, es el Hogar.

Almas y Dimensiones Tras este sinttico recorrido por las Dimensiones, hay que volver al alma para constatar como su evolucin vibracional y consciencial es coherente con su encarnacin sucesiva en las Dimensiones esquemticamente descritas. Especficamente, y reiterando que en cada tipologa tanto de almas como de Dimensiones existen numerossimos niveles y subniveles, fases y subfases, esta es la interrelacin bsica entre almas y Dimensiones: +Almas preconscienciales: Primera y Segunda Dimensin. +Almas uniconscienciales o almas-personalidad simples: Tercera Dimensin. +Almas uniconscienciales o almas-personalidad complejas: Cuarta Dimensin. +Almas pluriconscienciales simples: Quinta Dimensin. +Almas pluriconscienciales complejas: Sexta Dimensin.

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+Almas-Espritu: Sptima Dimensin. +Las almas dejan de existir: Octava Dimensin +Almas-personalidad pluriconscienciales: Tercera Dimensin. Con base en este esquema de interrelaciones, hay que efectuar una serie de precisiones y aclaraciones. Para comenzar, insistir en que son las experiencias conscienciales desplegadas en una Dimensin cualquiera las que posibilitan el crecimiento vibracional y consciencial del alma para pasar a encarnarse en una Dimensin superior (ms interior). Ahora bien, esta ascensin (interiorizacin) dimensional no acontece en el momento que cada alma est lista para ello, sino en el contexto del salto dimensional de la suma a la que modalidad de vida en la que el alma est encarnada pertenece. En el Cosmos y en la Creacin todo esta interconectado y todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte sea a su vez el Todo. De esto deriva que los ascensos dimensionales respondan a un modelo interactivo entre sumas y partes. Por ejemplo, las almas encarnadas en Tercera Dimensin uniconscienciales simples o almas personalidad egicas- estn llamadas a crecer por sus experiencias conscienciales hacia almas uniconscienciales complejas. Pero las que lo consiguen no pasan inmediatamente a Cuarta Dimensin, sino que continuarn encarnndose en la Tercera hasta que se produzca el salto dimensional de la suma a la que modalidad de vida es el caso, verbigracia, del ser humano- en la que el alma est encarnada pertenece. Cul es el esa suma?. El ser humano, que es suma de partes, forma parte de una suma superior que es la Humanidad; y la Humanidad, de la Tierra; y la Tierra, del sistema solar de Oort u Ors; y este sistema, de un paquete o cluster de sistemas solares que conjuntamente circulan por la Va Lctea. Pues bien, este cluster es la suma con coherencia vibracional y energtica que tendr que experimentar el salto dimensional para que en su marco transiten a Cuarta Dimensin las almas que , encarnadas en Tercera, hayan pasado de ser uniconscienciales simples a uniconscienciales complejas. Y el salto dimensional de la suma cluster sistmico- no tendr lugar de modo casual, sino precisamente cuando en su seno exista la masa crtica suficiente de almas que hayan experimentado tal transformacin ntima (en posteriores epgrafes se analizar detenidamente este proceso). Por otra parte, hay que tener en cuenta que las almas pluriconscienciales simples y complejas, estando encarnadas en Quinta y Sexta Dimensin, respectivamente, pueden manifestarse consciencialmente al unsono en distintas modalidades de vida pertenecientes a otras Dimensiones ms exteriores (inferiores). Les 84

motiva a ello contribuir al Plan Crstico, por lo que su manifestacin en Dimensiones inferiores (exteriores) se dirige a aportar energa vibracional y consciencial que, sin interferir ni predeterminar la evolucin de cada alma, s apoye el proceso de despertar, avance y crecimiento. Es por esto que en Tercera Dimensin, donde se desarrolla la experiencia humana, haya tambin encarnadas almas que son realmente manifestaciones al servicio del Plan Crstico de almas pluriconscienciales simples y complejas de Quinta y Sexta Dimensin, respectivamente. Concretamente, seres humanos que estn en conexin y reciben mensajes e influencias energticas de Maestros Ascendidos, Guas Espirituales, Arcngeles, Seres Canalizados, Entidades Aliengenas de Nivel Superior, o del propio Cristo, al que visualizan como el Maestro Jess y bajo algn tipo de forma antropomrfica o individualizada, son, en verdad, personas en las que estn encarnadas almas pluriconscienciales simples de Quinta Dimensin que insuflan energa consciencial en la Matriz Hologrfica en la que se despliegan las experiencias tridimensionales. Igualmente, hay seres humanos cuyas almas son manifestaciones conscienciales de almas pluriconscienciales complejas de Sexta Dimensin. En su vida cotidiana superan la idea tanto de una identidad personal o como de ser. Y despliegan Amor incondicional como plasmacin directa de la energa crstica, llegando a la clebre Iluminacin. Adems, tienen capacidad para adquirir consciencia de su cualidad pluriconsciencial y multidimensional, vivenciando su interconexin con otras manifestaciones conscienciales del mismo Campo o Macro-Vrtice energtico al que pertenecen y que desarrollan sus experiencias en modalidades de existencia tanto de Tercera Dimensin como de otras esferas dimensionales. Y todo ello en sintona con la fuerza crstica, que no se visualiza de modo antropomrfico o individualizado, sino como energa y Espritu puros. No en balde, estas almas tiene ya cerca en su evolucin el estadio de almas-espritu de Sptima Dimensin. Y, por ltimo, en Tercera Dimensin no slo despliegan sus experiencias almas uniconscienciales simples y complejas y manifestaciones conscienciales de almas pluriconscienciales simples y complejas al servicio del Plan Crstico, sino, igualmente, almaspersonalidad pluriconscienciales. Como se indic pginas atrs, estas almas suponen una excepcin y un retroceso en el camino evolutivo. Conforman una especie de hibrido: son pluriconscienciales, con capacidad para plasmarse cual manifestaciones conscienciales en distintas modalidades de vida; y, a la par, almas-personalidad, pues quieren seguir siendo almas y rechazan la transicin al estadio de almas-Espritu. Por esto, a pesar 85

de su condicin pluriconsciencial, no evolucionan a la Sptima Dimensin para unificarse en Cristo como estadio previo a la Absorcin en el Ser Uno, sino que caen dimensionalmente desde la Sexta o Quinta Dimensin a la Tercera, pues es en sta donde se encarnan y tienen su hbitat vibracional las almas-personalidad egicas. En distintas escuelas y corrientes espirituales, a estas almaspersonalidad pluriconscienciales y egicas se las identifica con nombres como Satans, Diablo, Maligno, . Y al contrario que las almas pluriconscienciales simples y complejas que se encarnan en D-Mi para apoyar el Plan Cristico, su actuacin consciencial en Tercera Dimensin est cargada de resentimiento y dirigida a oponerse al Plan Crstico. La oposicin al Plan Crstico: Satans Desde la ptica humana, cuesta trabajo asumir que un Plan tan prodigioso y, nunca mejor dicho, divino, tope, sin embargo, con una actuacin consciente dirigida e evitarlo, entorpeciendo o dificultando que las almas crezcan y evolucionen por el sendero del Amor y la Consciencia. Pero nuevamente las parbolas de Cristo-Jess ilustran al respecto y ayudan a comprender e interiorizar semejante hecho. Muy grfica es, sin duda, la del trigo y la cizaa: El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembr buena semilla en su campo; pero mientras dorman sus siervos, vino su enemigo y sembr cizaa entre el trigo, y se fue. Y cuando sali la hierba y dio fruto, entonces apareci tambin la cizaa. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Seor, no sembraste buena semilla en tu campo?, de dnde, pues, tiene cizaa?. l les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?. l les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaa, arranquis tambin con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo dir a los segadores: recoged primero la cizaa, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero (Mateo, 13:24-30) (tambin Toms, 57). Y de nuevo los discpulos solicitaron a Cristo-Jess que les aclarase la parbola. Y l les contest: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre (Espritu, Cristo mismo); el campo es el mundo (el Verbo condensado del que ha surgido el planeta y la Humanidad); la buena semilla son los hijos del reino (almas que crecen en direccin a la fuerza vibracional del Espritu); y la cizaa son los hijos del mal (almas que se apegan a las bajas frecuencias vibracionales de la materialidad). El enemigo que la sembr es el diablo (Satans); la siega es el fin del siglo (Juicio Final); y los segadores son los ngeles (almas evolucionadas no encarnadas en plano humano). De manera

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que como se arranca la cizaa, y se quema en el fuego, as ser en el fin de este siglo (Mateos, 13:37-40). Por tanto, la presencia del Espritu en el Verbo tiene como fruto almas (trigo) que crecen en direccin a la energa vibracional del Espritu (Amor) siguiendo el proceso que puede ser calificado de natural y acorde al Plan Crstico. Pero junto a ellas hay otras almas (cizaa) que, en lugar de ascender, permanecen aferradas a la gradacin frecuencial de la materialidad (no Amor), sealndose al diablo (Satans) como el enemigo que las sembr y el fin del siglo o Juicio Final como el momento en el que se producir la separacin entre el las almas que hayan evolucionado consciencial y vibracionalmente (trigo) y las que no (cizaa). El significado y contenidos del Juicio Final sern afrontados en el prximo captulo, dedicado al Salto Dimensional. En cuanto a la figura de Satans, como se expuso antes, simboliza a almas pluriconscienciales que rechazaron evolucionar hacia el estadio de alma-Espritu y a la unificacin en Cristo, dejando de existir como almas. La consecuencia de ello es su cada desde las Dimensiones superiores (interiores) propias de las almas pluriconscienciales a la Tercera Dimensin donde desarrollan sus experiencias las almaspersonalidad egicas, que es en lo que se han convertido, an sin perder su carcter pluriconsciencial, como consecuencia del mencionado rechazo. A esto es precisamente a lo que se refiere la tradicin cristiana que califica a Satans de ngel cado, aunque ciertamente no tiene por qu ser slo uno, sino muchos (legin) los ngeles cados o almas pluriconscienciales que experimentan, por los motivos apuntados, el declive dimensional. Sin embargo, para numerosos seres humanos, la existencia de Satans es una fantasa o, como mucho, el reflejo metafrico del Mal en abstracto, diluido en los seres humanos y en el mundo. Pero, como se ha expuesto, Satans no es una ficcin, aunque, como escribiera Beaudelaire, la victoria ms grande del Demonio es hacer creer que no existe. Este ser oscuro y perturbador existe realmente y contina actuando. Cristo-Jess lo define sealando que es mentiroso y padre de la mentira (Juan, 8,44). Y su apstol Pedro lo compara con un len rugiente: vuestro adversario, el Diablo, ronda como len rugiente buscando a quin devorar; resistidle firmes en la fe (1Pedro, 5,8). El alma pluriconsciencial que se ha desplomado dimensionalmente arrastra el recuerdo de la cada y de la inmersin de tal pluriconsciencialidad en la estrecha y densa franja vibracional de las almas-personalidad egicas. Esto, lejos de conducir a Satans a una dinmica de recuperacin consciencial, lo lleva una existencia de agudo resentimiento y confrontada con Cristo -con el se neg a unificarse en Espritu- y el Plan Crstico. Igualmente, se considera rey de este mundo, es decir, muy por encima de las almas-personalidad uniconscienciales que viven sus experiencias en D-Mi en el normal 87

proceso de crecimiento, ejerciendo su poder mediante la siembra de la cizaa de la parbola y el No-Amor. Su objetivo es que las almaspersonalidad uniconscienciales encarnadas en Tercera Dimensin por ejemplo, en seres humanos, a los que estima sus sbditos- no aumenten su nivel consciencial y no asciendan hacia otras Dimensiones, con lo que se dejaran su reino y cesaran de estar bajo su influencia. Repasando los textos sagrados de las diferentes tradiciones espirituales, hay extensa coincidencia al describir las acciones que Satans desencadena para conseguir tal objetivo. Ante todo, promueve entre las personas el olvido de su dimensin espiritual (Espritu y alma) y del linaje divino que atesoran, lo que utiliza, a su vez, para que expandir el convencimiento de que l mismo (almapersonalidad pluriconsciencial) no existe. En paralelo, estimula que acten codiciosa, pancista y egocntricamente, identificndose con el mundo fsico y quedando engatusadas ante los apegos y anhelos materiales. Para ello, presenta acciones carentes de Amor como si no lo fuesen y sugiere razones para justificarlas, as como sus consecuencias. Y como padre de la mentira, es maestro en el uso de embustes, tretas, enredos y calumnias, todos los cuales giran en torno al gran engao satnico: hacer creer que los bienes materiales (dinero, propiedades, riquezas, poder en todas sus escalas, reconocimiento social, xito, fama,), y cuantos ms mejor, son la garanta para alcanzar la felicidad. Cmo se las arregla exactamente Satans para desplegar esta batera de acciones y sembrar su cizaa?. Pues acta de diversos modos englobables en dos grandes categoras: desde un plano puramente energtico y mediante la encarnacin fsica En lo relativo a la primera categora, Satans, como alma pluriconsciencial, ostenta la capacidad de incidir en la Terceta Dimensin (sobre las personas, la Humanidad y la Madre Tierra) desde un plano no fsico, esto es, sin necesidad de que manifestaciones conscienciales de su alma estn encarnadas en seres humanos. Este hecho nada tiene que ver con apariciones, fantasmas y asimilados, que pertenecen a un mbito bien distinto denominado bajo astral por determinadas escuelas. Pero s debe ser puesto en conexin con la visin de lo demonaco de distintas corrientes espirituales que ponen de manifiesto como las almas-personalidad pluriconscienciales tienen capacidad para mantenerse y actuar en Tercera Dimensin sin encarnarse fsicamente. Por un lado, mediante influencias de tipo vibracional, mutando la energa de Amor en otra de bajo, lento y denso nivel frecuencial (no Amor) que expande y difunde en el planeta y la Humanidad de mltiples maneras, con la generacin de sensaciones ligadas al miedo, el resentimiento y los dualismos a la cabeza. Y, por otro, a travs de apariciones y posesiones puntuales, a lo que responden tanto los llamados pactos con el diablo -recurdese el Fausto de Goethe-, que conforman una 88

tradicin de mucha raigambre en diferentes culturas, como diversos tipos de endemoniados y posesiones, muy presentes en la narrativa y el cine de nuestros das verbigracia, la famosa pelcula El exorcista-, aunque provienen de muy atrs, siendo bien conocidas, por ejemplo, las escenas evanglicas en las que Cristo-Jess se enfrenta a espritus impuros que han posedo a seres humanos, como el hombre de la sinagoga de Cafarnan ( Marcos 1,12-19), o el ciego y mudo cuya curacin milagrosa ocasiona un debate con los fariseos a propsito de Belceb y Satans ( Mateo, 12,23-33). No obstante, estas categoras han de ser diferenciadas de los espritus inmundos, ms cercanos al citado bajo astral y recogidos igualmente en los textos evanglicos (Mateo 12, 43-45 y Lucas 11,24-26). En cuanto a la segunda modalidad de actuacin aludida, Satans puede, as lo hace, encarnarse directamente en seres humanos. Tal como se sealaba pginas atrs que almas pluriconscienciales simples y complejas se encarnan en Tercera Dimensin para apoyar el Plan Crstico, igualmente las almas-personalidad pluriconscienciales se encarnan a la vez en distintos seres humanos para enfrentarse a l. Estas personas poseen, por tanto, un alma satnica que de manera voluntaria y consciente ejerce directamente el no-Amor y expande y promueve entre la Humanidad los comportamientos, actitudes y actos egicos. Adems, saben ganarse adeptos, contagindolas con sus objetivos y pretensiones, entre las almas uniconscienciales, a las que intentan atraer hacia su gran engao y que malgasten sus experiencias vivenciales en la quimrica bsqueda de una felicidad basada en los bienes materiales. Como se constar en la segunda parte del presente texto, la historia de la Madre Tierra y de la Humanidad est plagada de Voluntad (intenciones plasmadas en accin) a favor del Plan Crstico, lo que ha posibilitado que el Salto Dimensional que se analizar en el prximo epgrafe sea ya una realidad. Pero, igualmente, estn grabadas en ella a sangre y fuego las actuaciones de numerosas personas, de ayer y de hoy, que bien con almas pluriconscienciales satnicas o con almas uniconscienciales bajo su influjo, desarrollan su vida en la negacin del Amor, transmutando la energa pura (Amor) en energa densa y lenta (no-Amor) y vaciando de Luz (oscuridad) la existencia. Es ms, en el transcurso de los siglos, han conseguido impregnar con su peculiar visin del mundo los modelos sociales y de sociedad, las escalas de valores, las pautas de comportamiento y los estilos de vida que hacen suyos cotidianamente millones y millones de seres humanos. Y en este marco hay que interpretar lo mucho que actualmente se habla y escribe acerca de un Nuevo Orden Mundial o de una lite financiera y poltica que persigue intereses tan espurios como mezquinos. No obstante, como se examinar en el siguiente captulo, frente a Satans (uno y legin) y sus seguidores, conscientes o inconscientes, la nica respuesta es el Amor. Luchar contra ellos es caer en sus 89

redes; utilizar cualquiera de sus armas bajo el pretexto de enfrentrseles es admitir que el fin justifica sus miedos, que es, de hecho uno de sus principales proclamas. Amor. Slo Amor, es la respuesta. La actitud crstica hacia Satans no consiste en temerle, ni en rechazarle, ni en enfrentrsele. La nica respuesta es el Amor: no es Satans quien viene hacia nosotros para impregnarnos con su oscuridad, sino que somos nosotros los que, plenos de Luz, le ofrecemos nuestra mano y nuestro abrazo fraternal transmitindole con claridad, en nombre del Cristo que todos llevamos dentro y en nombre del Padre del que todos somos Hijos, que las puertas de regreso al Hogar las tiene abiertas de par en par. Amor y misericordia es la respuesta. Y agradecimiento, pues con su oposicin al Plan Crstico y con la generacin en Tercera Dimensin de los dualismos y dicotomas que tanto le gustan est ayudado a muchas almas uniconscienciales, que a veces precisan sentir la oscuridad para aprender lo que es la luz, avanzar por la senda del crecimiento espiritual y comprender lo Real: la energa negativa (no-Amor) se armoniza con la positiva (Amor) para que se haga la Luz, por que todo, en verdad, es Amor. Bien y Mal: acercamiento desde la objetividad En pginas anteriores se ha hecho mencin al Bien y al Mal. Es momento de profundizar al respecto, partiendo de que las ideas y percepciones en torno a ambos se mueven casi siempre en el mbito del ms absoluto subjetivismo. Con intensidad e inconsciencia, volcamos en los dos tanto los clichs y convencionalismos de la tradicin cultural y religiosa en la que hayamos sido educados como los prejuicios generados por la mente de cada cual, en funcin de sus propias vivencias y respectivos deseos, apegos, fobias y frustraciones. Sin embargo, resulta crucial que la objetividad presida la actitud y la aptitud para discernir sobre el Bien y el Mal. Objetividad que ha de estar fundamentada en el distanciamiento personal del asunto y el acercamiento a l por medio de la meditacin serena y profunda, el conocimiento revelador que de sta dimana y la experiencia cotidiana que la puesta en prctica de ese conocimiento aporta. En este orden, es oportuno subrayar que, en el Omniverso multidimensional surgido de la Creacin, los hechos (por ejemplo, si suelto un vaso que mantena sujeto con la mano, el vaso caer al suelo) estn regidos por una serie de leyes fsicas (en el caso expuesto, la llamada ley de la gravedad) y stas, a su vez, por una serie de principios, conocidos desde la antigedad como principios hermticos. Dos de ellos, el de polaridad y el de vibracin, son muy tiles para acercarnos con objetividad al Bien y al Mal. El principio de polaridad afirma que todo tiene dos polos que son idnticos en naturaleza y diferentes en grado vibratorio. Esto es, que 90

tanto los fenmenos fsicos como los mentales tienen dos lados o aspectos extremos que, sin embargo, comparten la misma naturaleza, aunque se diferencien en el nivel de vibracin, existiendo innumerables grados vibratorios entre ambos polos. Para entender mejor lo anterior, hay que acudir a otro eje del saber hermtico: el principio de vibracin. Como se ha repetido en captulos previos, la ciencia contempornea se est acercando a l con celeridad tras reconocer que la materia y la energa son expresiones de ondas y movimientos vibratorios. Concretamente, el principio de vibracin indica que todo vibra, que el Omniverso en su globalidad y en todas sus dimensiones es una plasmacin de la vibracin y que las diferencias entre las diversas manifestaciones -desde las intangibles a las tangibles, desde el espritu ms sutil a la materia ms espesaobedecen al distinto modo e intensidad vibratorios. As, la frecuencia ms elevada radica en la vibracin pura del Espritu divinal, la Esencia de Dios; y su opuesto en la materia ms extremadamente densa que podamos imaginar. El grado vibracional es lo que distingue a ambos polos, entre los que hay un sin fin de diferentes potencias y modalidades vibratorias. Sobre estas bases, hay que resaltar que la indagacin que sustenta el principio de polaridad arranca de la formulacin de interrogantes tan paradjicos y radicales como estos: dnde termina la oscuridad y comienza la luz?; dnde el fro y dnde el calor, o lo duro y lo blando?; y lo pequeo y lo grande, o lo alto y lo bajo?. Sopesemos el hecho de que se trata de nociones -oscuridad, luz, fro, calor,...- que utilizamos asiduamente y con completa seguridad acerca de lo que son y significan. Pero, por centrarnos slo en un botn de muestra entre los ejemplos expuestos, dnde empieza el fro y dnde el calor?. Porque la temperatura es un concepto primario y sin ambivalencias; y el termmetro es un instrumento vlido, neutral y sencillo para su medicin. Hasta aqu todo perfecto, pero dnde comienza el fro y dnde el calor?. Por vueltas que demos a la posible respuesta, siempre llegaremos a la conclusin de que fro y calor, por ms que parezcan realidades del todo distintas, son en verdad, de idntica naturaleza (la podemos denominar temperatura), siendo la diferencia entre ambos mera cuestin de vibraciones calricas, grados vibratorios. La frecuencia vibratoria es, igualmente, la que marca la diferencia en la escala musical entre los sonidos graves y los agudos; o la que en la gama de colores genera la variedad de los mismos; etctera. Y esto no ocurre no slo en los planos fsicos y materiales, sino igualmente en los de carcter mental. As, el amor y el odio, estimados por lo general como inapelablemente diferentes, son realmente denominaciones que otorgamos a los polos de una misma cosa, con muchos grados, eso s, entre ambos. Empezando en cualquier punto de la escala, hallaremos ms amor o menos odio, si ascendemos por ella; o menos amor o ms odio si descendemos por la misma. Y esto 91

es cierto sin importar nada el punto alto, medio o bajo que tomemos como partida. Hay muchos grados de amor y odio y un punto intermedio en donde el agrado y el desagrado se mezclan de tal forma que es imposible distinguirlos. El valor y el miedo quedan, igualmente, bajo la misma regla. Ahora s, el Bien y el Mal Todo lo expuesto en el epgrafe precedente es aplicable al Bien y al Mal. Como ocurre con el calor y el fro, o la luz y la oscuridad, el Bien y el Mal comparten la misma naturaleza y se diferencian en la frecuencia vibratoria, existiendo innumerables estadios vibracionales entre ambos polos. Retomando lo examinado en captulos previos, cuando el ser humano ha elevado su grado de consciencia hasta niveles en los que desarrolla un estadio de conciencia y experiencias que se acercan a lo que es propio de su naturaleza y Esencia divina (Amor), se puede afirmar que hace el Bien, aproximndose a este polo tanto ms cuanto mayor sea la prevalencia del Espritu frente a los influjos de la materialidad y, por consiguiente, mayor el grado vibracional del alma: el Yo profundo habr cogido las riendas de nuestra vida y el piloto automtico del ego se habr desactivado. El Mal, en cambio, va ligado a un ser humano con bajo grado vibracional, sin consciencia acerca de su autntica identidad y con olvido de su linaje divino, de modo que vive sus das bajo el control del piloto automtico, del ego, y atado a los apegos y pasiones dominantes propios de la materialidad que nos rodea y de la que el cuerpo fsico participa, lo que sita al alma en un reducido nivel vibratorio, tanto menor cuanto ms cerca est del polo del Mal Por tanto, el Bien y el Mal existen, pero, desde luego, no con el contenido y significado que muestran muchas corrientes culturales y religiosas vigentes. Los dos comparten naturaleza -estado de consciencia, gradacin consciencial- y se diferencian por su frecuencia vibratoria: el mayor grado de consciencia es el Bien; el menor, es el Mal. Y entre los dos existen innumerables grados vibratorios (grados de consciencia estadios de conciencia experiencias). La Esencia divina, Amor Incondicional y vibracin pura infinita, marca el polo del bien, donde la es Consciencia Perfecta Soy el que Soy-. La ausencia total de Amor fija el polo del mal (al igual que la ausencia de luz explica la oscuridad), donde rige la inconsciencia, donde se desarrollan en libre albedro comportamientos de oposicin al Plan Crstico. El ser humano se acerca al Bien cuando ha elevado su grado de consciencia -lo que tendr su reflejo en la alta frecuencia vibratoria del alma- y el Espritu o ser interior lleva la batuta de su conducta y dirige la marcha y el rumbo del vehculo planetario (cuerpo) en el que 92

mora por inmanencia, aportndole los valores, afectos y costumbres (Amor) innatos de la divinidad. En cambio, se aproxima al Mal cuando el grado consciencial es reducido -por lo que baja ser la frecuencia vibracional del alma- y su da a da queda a merced del piloto automtico, de los deseos del ego y de los influjos, tensiones y apegos de la materialidad del mundo que le rodea. Pero que esto sea as no ha de llevarnos a efectuar juicios sobre buenos y malos, superiores e inferiores. Estas clasificaciones son propias del ego y los antagonismos y dualidades que tanto le agradan. Bien y Mal coinciden en naturaleza -estado de consciencia- y se distinguen en gradacin consciencial y vibratoria: cualquier ser humano que goce de un elevado grado de consciencia y se mueva en la esfera del Bien habr vivido en su cadena de vidas fsicas experiencias de reducida gradacin consciencial enmarcables en la esfera del Mal. Todo entra de lleno en el mbito de la dinmica vibratoria interactiva y la conexin grado de consciencia estadio de conciencia experiencias analizada en los captulos precedentes. El altruista de hoy fue egosta ayer; y el que ahora desprecia por falaces los anhelos de poder y riqueza es porque ya los disfrut y conoce en primera persona lo vaco que finalmente resulta la vivencia. Las experiencias de ausencia de Amor (Mal) permiten incrementar el grado de consciencia y avanzar hacia experiencias plenas de Amor (Bien). Todo es perfecto y no debemos caer en dualismos, ni siquiera en lo relativo al Bien y al Mal. Cuando los oponemos, consideramos generalmente el Bien como perfeccin o, al menos, como una tendencia a la perfeccin, con lo que el Mal no es otra cosa que lo imperfecto. Pero, cmo lo imperfecto podra oponerse a lo perfecto?. La perfeccin est en la esencia del Ser Uno, del que no puede derivar lo imperfecto; de lo que resulta que lo imperfecto no existe o slo puede existir como elemento constitutivo de la perfeccin total. Y, siendo as, no puede ser realmente imperfecto, por lo que la llamada imperfeccin no es ms que relatividad: el Mal slo es tal cuando se le distingue del Bien. Pinsense en las indagaciones cientficas. En ellas, el error no es sino verdad relativa, ya que todos los errores deben ser englobados en la Verdad total, sin lo que sta no sera perfecta, lo que equivale a decir que no sera la Verdad. Los errores, o, mejor dicho, las verdades relativas, no son sino fragmentos de la Verdad total; es, pues, la fragmentacin la que produce la relatividad. Aplicado esto al Bien y al Mal, podramos decir que si llamamos Bien a lo perfecto, realmente lo relativo no es algo distinto, ya que en principio est contenido en l. Entonces, desde el punto de vista universal, el Mal existir nicamente si consideramos las cosas bajo un aspecto fragmentario y analtico, separndolas de su Principio comn, en lugar de considerarlas sintticamente como contenidas en este Principio, que es la perfeccin. 93

El Bien y el Mal son creados al distinguirlos el uno del otro, pues realmente comparten naturaleza e interactan vibracionalmente para hacer posible la elevacin del grado de consciencia. Es la fatal ilusin del dualismo la que sustituye a la Unidad por la multiplicidad, encerrando a los seres sobre los cuales ejerce su poder en el dominio de la confusin y de la divisin. A este dominio es al que se refieren autores como Ren Gunon cuando hablan del Imperio del Demiurgo (El Demiurgo; revista La Gnose, n1, noviembre 1909). El pecado no existe Por tanto, el pecado no existe, sino un ser humano con un grado de consciencia mayor o menor y con ms o menos Amor Incondicional y compasin en sus pensamientos y actos (deca San Antonio Abad que el pecado es una prdida de tiempo: el que deberas dedicar a Amar; a ser lo que eres, Amor). Si todo es creacin del Ser Uno, cmo podra alguna parte tuya, ma o del Omniverso, por remota o insignificante que sea, ser menos bendita que otra?. El plan divinal consiste en que te busques a ti mismo. Como se enunci en el Captulo 3, dentro del epgrafe dedicado al dador, si deseas explorar cmo ser egosta, ignorante, asesino o carecer totalmente de fe, Dios (tu Verdadero Yo, el Yo Autntico) permite todas estas experiencias; no eres juzgado, ninguna de tus acciones es buena o mala desde la ptica divina. Recurdese lo all sealado: un asesino y un santo son iguales si el pecador y el santo son slo mscaras que te pones. Estos papeles son slo ilusiones desde la perspectiva divina. Lo nico significativo es el Amor y el grado de consciencia que la persona haya logrado; y, por tanto, su contribucin a la expansin de la consciencia de la suma de la que forma parte y, a travs de ella, de la Unidad. Y para elevar el grado de consciencia es necesario vivir muy distintas experiencias en libre albedro, incluidas las englobadas en el Mal (bajo grado de consciencia). El Amor es universal y no toma partido. Al ego no le gusta esto y piensa yo merezco el amor de Dios, pero ese otro no. Mas esta perspectiva es ajena a Dios. El ladrn inflige prdida de propiedad; el asesino, prdida de vida. Mientras estas prdidas sean reales para ti, condenars a la persona que las causa. Pero, acaso el tiempo mismo no acabar robndote la propiedad y la vida?. El pecado es ilusin; nada de lo que llamamos pecado puede causar la ms mnima mancha en el Amor de Dios. Y hay que tener sumo cuidado con expresiones como mejor o superior: es el ego el que habla de buenos y malos. Por supuesto, es absolutamente rechazable que un ser humano cause dolor o dao a otro, de cualquier forma o manera; y es pertinente que la sociedad establezca leyes y normas que lo prevengan y, en su caso, lo sancionen o castiguen. Pero entendiendo el papel que todo 94

ello desempea desde la perspectiva de la dinmica vibratoria interactiva y la compresin de lo que supone en trminos de elevacin del grado de consciencia, avance en el estadio de consciencia y vivencia de experiencias que permitan un nuevo aumento consciencial. Llegados a este punto, qu sentido tiene hablar de lo que el cristianismo califica como Juicio Final, mencionado tambin, aunque con diversos nombres, por otras corrientes espirituales?. Como ya se ha apuntado, en el prximo captulo se ahondara en ello. Hiptesis e imposibilidad del Mal Absoluto Para finalizar estas reflexiones sobre el Bien y el Mal y al hilo de lo enunciado sobre Satans, no puede eludirse el examen de la hiptesis del Mal Absoluto, como polo opuesto al Bien Absoluto que es el Amor Incondicional, la Esencia del Ser Uno. Una hiptesis que ha de partir de lo ya descrito acerca de que como el Bien y el Mal comparten la misma naturaleza y se diferencian en el nivel vibratorio. ste es el que distingue a ambos polos, entre los que hay innumerables estadios y modalidades vibracionales. Las frecuencias altas marcan la esfera del Bien; y las bajas, la del Mal. Y la gradacin vibratoria ms elevada radica en la Esencia divina (vibracin pura e infinita, Bien Absoluto) y su opuesto en la materia ms extremadamente densa que podamos imaginar. Pero, cun densa puede ser la materia?. Porque la densidad de las manifestaciones intangibles y tangibles y, por ello, de la materia depende del nivel de condensacin del Verbo -la vibracin asociada a la Emanacin de la Esencia-. Y puede pensarse en la hiptesis de la condensacin absoluta: el cero vibracional, que equivaldra a lo que en temperatura se corresponde con -273 grados. El cero vibracional sera, as, el extremo contrario a la vibracin pura e infinita, es decir, el Mal Absoluto, el polo opuesto del Bien Absoluto. Y en caso de que el Mal Absoluto existiera, la dinmica vibratoria interactiva que se ha examinado sera ante l un imposible, pues el Espritu que por la Inmanencia de Dios estuviera subyacente en las manifestaciones de cero vibracional no podra nunca inyectar potencia suficiente en el alma para superar la fuerza de este influjo negativo: como ensaan las matemticas, infinito (vibracin del Espritu) multiplicado por cero (vibracin del Mal Absoluto) es igual a cero. En tal escenario no habra posibilidad de que el alma incrementara su frecuencia vibratoria, ni de resurreccin de la carne. Es el polo opuesto a la vibracin pura (la Esencia divina) y sus atributos (Bien); es el Mal Absoluto sin remisin. Ahora bien: es factible que en la Creacin exista un estado as?. Lo hace imposible el hecho de que la Creacin toda surge de la Consciencia y Concentracin del Ser Uno y de la Emanacin y 95

expansin de la Esencia divinal y el Verbo. Y por fuerte que sea la condensacin de ste, cualquier cosa que emane del Ser Uno y en su Mente se sostenga cuenta, forzosamente, con un mnimo de energa vibracional. As ocurre incluso con la mente humana, en la que cualquier pensamiento lleva asociado vibracin, por modesta que sea su frecuencia. De idntica forma, en una escala incomparable, sucede en la Mente divina. Por tanto, existe el Bien Absoluto, pero no el Mal Absoluto. Esto hace que en cualquier supuesto, por alta que sea la condensacin vibracional y baja la frecuencia de la manifestacin resultante, pueda desarrollarse la dinmica vibratoria interactiva, con todo lo que ello supone.

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CAPTULO 3: EL SALTO DIMENSIONAL El Universo conocido La Creacin y el Omniverso (mltiples Universos en muy distintas Dimensiones) son Quietud y Movimiento. Realmente, son inmutables. Pero, a la par, estn en permanente expansin. El plano en el que acontece el Principio nico, el Ser Uno que emana y expande su Esencia o Espritu, carece de las referencias temporales que limitan la Tercera Dimensin. Cualquier ser humano puede intuir lo que esto significa al constatar que el momento presente, el ahora de su vida, slo cambia en su forma, en su dimensin superficial (todo lo que muta de instante en instante), pero no en su esencia subyacente (conformada por el hecho intrnseco de que la persona es, existe, y esa existencia trasciende los cambios superficiales: por ejemplo, el lector de estas pginas es y existe al comenzar a leerlas y es y existe tras haberlas concluido). La dimensin subyacente del momento presente es inmutable. Por esto, hablar de algn momento o de ningn momento es meramente una ficcin mental. El momento presente en su forma superficial es espacio-tiempo finito, pero en su esencia subyacente es el ahora y el espacio sin frontera. Y el Principio nico se inscribe en el contexto del momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve. Precisamente en ese contexto han surgido, surgen y surgirn mltiples Universos en mltiples Dimensiones. Y los tres tiempos del verbo surgir que se acaban de utilizar hay que conjugarlos en el ahora, en el presente, de modo que los tiempos verbales constituyen la dimensin superficial del momento presente, mientras que el verbo surgir como tal configura la dimensin subyacente. Todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo Habiendo quedado definido el Plan Crstico, hay que ponderar ahora el hecho de que el Verbo, sus muy diversas modalidades vibracionales, estructurndose espectral y escalarmente en los trminos que ya han sido enunciados, responde a un principio cosmognico bsico: todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo ( La ola es el mar, de Willis Jger).

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La Creacin y cuanto Es y Existe es radicalmente Uno. Todo es Uno. Cualquier divisin o separacin que la mente humana pueda concebir es mera ficcin. La Consciencia y el Amor configuran la Naturaleza ntima de la Unidad, que se manifiesta y se desenvuelve experiencialmente en un Omniverso multidimensional, sin fronteras espaciales ni temporales. En l fluyen y coexisten infinidad de Dimensiones y Multiversos que se entrecruzan conformando una gigantesca Hiper-Matriz Holstica y Hologrfica. Y en cada Multiverso hay multitud de Universos. Uno de ellos es el conocido por la Humanidad, que al nacer hace 13.700 millones, en cronologa terrestre y de Tercera Dimensin, se sum a otros muchos Universos previamente existentes, todos surgidos de mltiples big-bang. El Omniverso es infinito de manera multidimensional. Y todos los Multiversos y Universos son infinitos en sus respectivos planos existenciales y experienciales. La Vibracin Esencial opera cual hilo conductor que enlaza y aglutina las diferentes escalas de infinitud y se despliega en un momento presente continuo de manera escalar y fractal, generando infinitas modalidades de existencia que responden al principio cosmognico de que todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. Como no puede ser de otra forma, estos fundamentos rigen en nuestro Universo. Por tanto, es infinito en su plano y est conformado por incontables Cmulos o Grupos Galcticos, compuestos cada uno por numerosas galaxias. Cada una de ellas aglutina a muchos Cluster o Grupos Sistmicos, configurados por distintos sistemas solares. Y cada uno de estos tiene sus respectivos grupos planetarios en los que experimentan su existencia infinidad de formas de vida por ejemplo, el ser humano- en cada una de las cuales se cumple el reseado principio de ser suma de partes y formar parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo. En un Cmulo Galctico de una treintena galaxias se integra la Va Lctea, cuyo nacimiento se remonta a cerca de 10.000 millones de aos. Con un dimetro medio de unos 100.000 aos luz, no es la galaxia de mayor tamao del Cmulo (la supera Andrmeda), aunque s la ms masiva, con cerca de medio billn de estrellas y una espectacular cantidad de sistema solares que se distribuyen conformando una especie de espiral gigantesca. En estos sistemas solares existen miles de planetas semejantes a la Tierra; y decenas de miles con modalidades de vida muy distintas a la terrcola. En una Creacin y en un Universo en perfecto equilibrio energtico, los soles condesan la energa llamada masculina; y los planetas, la femenina. Como se ha sealado, haciendo suyo en su escala el modelo de las galaxias, tambin los sistemas solares se aglutinan en Cluster o Grupos Sistmicos. Los sistemas solares que componen cada Cluster 98

viajan en grupo por la Va Lctea, como si fueran en un taxi o en un autobs, y siguiendo una elipse en torno al Centro Galctico. Peridicamente, transitan muy cercanos a l, aunque sin atravesarlo (el bulbo o ncleo galctico, esta compuesto, entre otras cosas, por en agujero negro, Sagitario A, equivalente a tres millones de veces la masa del Sol), lo que les aporta energa regeneradora de modo anlogo -como es arriba es abajo- a como la circulacin sangunea renueva y limpia la sangre cada vez que, antes de volver al corazn para ser nuevamente impulsada por el organismo humano, pasa por los pulmones. En uno de esos Cluster Sistmicos, concretamente en uno los ms exteriores de la espiral galctica, posicionado exactamente en el denominado brazo de Orin, se ubica el sistema solar de Ors u Oort, surgido hace 5.000 millones de aos. En l se localiza la Tierra, nacida hace poco ms de 3.000 millones de aos. Junto a Ors, conforman el citado cluster otros sistemas, como Alfa Centauri o Sirio. Todos unidos viajan elpticamente por la Va Lctea y cada 12.700 aos rozan el Centro Galctico, experimentando la citada regeneracin energtica. Y dentro de la Tierra, autntico ser viviente, la Humanidad y cada ser humano desarrollan sus experiencias existenciales, reproduciendo escalarmente el modelo de la suma y sus partes. As, cualquier rgano fsico humano es suma de partes (tejidos, clulas,) y forma parte de una suma superior (el cuerpo humano), aunque cada parte (rgano) es a su vez el todo (el cuerpo, pues sera impensable un cuerpo sin hgado o corazn). Adems, como demuestra la teora y prctica de los denominados campos morfogenticos, el miembro de cualquier especie vegetal o animal forma parte de una suma superior (la especie a la que pertenece), aunque cada miembro es a su vez la especie misma. El ser humano, suma de partes, forma parte de una superior (la Humanidad), aunque cada ser humano es a su vez la Humanidad. Y no slo en un plano fsico, sino tambin trascendente, espiritual. Y lo mismo se repite en lo relativo a la Humanidad con relacin a la Madre Tierra; y sta en el contexto del sistema solar de Ors; y Ors en el mbito del Cluster de sistemas solares en el que se integra; y este Cluster en el seno de la Va Lctea; y sta en el Cmulo Galctico al que pertenece; etctera. Ahora bien, lo ms importante del hecho de que Ors transite la Va Lctea dentro de un Cluster sistmico que se mueve elpticamente con relacin al Centro Galctico no son sus repercusiones fsicas o astrofsicas, sino sus impactos energticos y espirituales, pues todas las formas de vida que bullen en el Cluster, la multitud de modalidades de existencia que conviven en los sistemas, astros, soles, planetas y satlites que lo configuran, guardan una ntima relacin, una estrechsima interaccin de carcter consciencial y conforman una inmensa y holstica red.

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Para discernir en toda su magnitud lo que esto significa hay que resaltar que, en coherencia con repetido principio desarrollado de que todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es a su vez el Todo, los saltos evolutivos conscienciales, de una Dimensin de existencia a otra, no son individuales, sino grupales. Y tanto desde la perspectiva del momento en que tal salto se hace posible como de su plasmacin efectiva. Se examinan seguidamente, ambos aspectos. Sobre el momento en el que el salto dimensional se hace posible Centrndonos en la Madre Tierra y la Humanidad, el momento en el que salto dimensional es posible viene marcado por el discurrir del reiterado Cluster sistmico en el seno de la Va Lctea. Especficamente, tal momento se repite cada vez que el Cluster se acerca y roza el Centro Galctico, lo que ocurre, como ya se ha recogido, cada 12.700 aos. Entonces se produce la alineacin con dicho Centro, en lo que la Tierra se ve plenamente integrada, afectando y alterando sensiblemente sus componentes vibracionales (Resonancia Shumann) y electromagnticos. Como la sangre en su circulacin atraviesa los pulmones, que la oxigenan y la limpian, cuando retorna al corazn para volver a ser bombeada, el Cluster cruza entonces un campo especialmente energetizado o Cinturn Fotnico situado en torno al Centro Galctico, lo que desencadena un vasto proceso vibracional y electromagntico que hace que el Cluster en su integridad se introduzca en un agujero de gusano o Puente de Einstein-Rosen caracterstica topolgica del espacio-tiempo descrita por la Teora de la Relatividad General-. Esto supone que el Cluster entra por uno de sus extremos, recorre el agujero a enorme velocidad y, finalmente, sale impulsado por el otro para comenzar un nuevo periplo en torno al Centro Galctico. Y en ese preciso momento de salir despedido del agujero, el salto dimensional se hace posible, abrindose un haz de posibilidades frecuenciales y dimensionales para que cada componente del Cluster pase a la Dimensin que por armona y resonancia vibratoria le corresponda. Por tanto, el momento cosmognico y cclico del salto dimensional no est referido al hecho cierto de que se produzca, sino la posibilidad de que el salto acontezca. Metafricamente expresado, en tal momento se abre una puerta (Portal Interdimensional) que conduce a un cruce (haz) de caminos (Dimensiones). Sin embargo, cada componente del Cluster tomar el camino que energticamente sintoniza y sea coherente con su propia vibracin, por lo que es posible tanto que salte a otra Dimensin como que contine en la que ya estaba. Veamos cmo.

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Sobre la plasmacin efectiva del salto dimensional Por lo que se acaba de exponer, para que cada componente del Cluster salte realmente de Dimensin es preciso que vibre ya en sintona con la Dimensin a la que va a pasar. Qu significa esto?. Retomando nuevamente el principio de que todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, para que el salto se haga realidad se requiere que en el momento cclico el que el salto es factible se haya configurado en la suma una masa crtica de consciencia cuya vibracin sea armoniosa con la nueva Dimensin a la que se va a transitar; y esa configuracin de masa crtica depender de la evolucin consciencial y vibracional de las partes que conforman la suma. Difcil de entender?. No tanto. En realidad se trata de un sencillo proceso interactivo: la suma, para saltar dimensionalmente, no requiere que la totalidad de sus partes vibren en la nueva Dimensin, pero s que conjuntamente aporten tal masa crtica; y, una vez lograda sta y llegado el momento cosmognico del posible salto, la suma tirar dimensionalmente de las partes que la constituyen, aunque no todas hayan alcanzado el nivel energtico, vibracional y consciencial. Y abierta el Portal Interdimensional, la suma y cada una de sus partes tomarn el camino (Dimensin) en consonancia con su grado vibracional y consciencial. Puede comprenderse mejor aplicndolo al caso del sistema solar de Ors, la Tierra y la Humanidad. Un escenario en el que Ors es la suma; la Tierra es tanto una de las partes de Ors como suma a la que pertenece la Humanidad; y la Humanidad es una de las partes de la Tierra y suma en la que se integra cada ser humano. Sobre estas bases, llegado el momento cclico oportuno, la plasmacin efectiva del salto dimensional puede visualizarse como una hermosa cadena o escalera consciencial interactiva: +Primeramente, Ors debe contar con la masa crtica consciencial, aportada por el conjunto de sus partes, necesaria para saltar. +Cumplido lo precedente, cada una de las partes de Ors saltar o no en funcin de que tenga o no la masa critica consciencial pertinente. En el caso de la Tierra, su salto depender de que sus partes, incluida la Humanidad, le proporcionen tal masa crtica. +Si as fuera, la Humanidad dar o no el salto dimensional segn disponga o no de la masa critica consciencial requerida, lo que estar condicionado a que el conjunto de sus partes los seres humanosse la suministren. +Finalmente, si la Humanidad salta dimensionalmente, ante cada ser humano se abrir una haz de posibilidades vibracionales y 101

dimensionales y cada cual seguir el camino acorde con propia frecuencia vibracional y evolucin consciencial. Significacin del momento presente Los hechos resumidos en los epgrafes anteriores se repiten cclicamente. En tiempos pasados, han sido el trampoln utilizado por otros mundos y modalidades de vida insertos en el Cluster sistmico en el que Ors se integra para saltar a Dimensiones ms all de la Tercera en la que se halla la Humanidad. Y, de hecho, fue as como la Tierra pas de la Primera Dimensin a la Segunda y de sta a la Tercera. Pero hasta ahora no haba podido pasar a la Cuarta. Ors, encabezado por el Padre Sol, y la Madre Tierra estuvieron a punto de conseguirlo hace 12.700 aos, pero ocurri una prdida de energa una absorcin energtica y consciencial cuyo anlisis escapa a ests pginas- que impidi el salto y origin lo que en los Archivos Akashicos de la Humanidad y en la memoria trascendente de la dimensin espiritual encarnada en muchos seres humanos se recuerda por su manifestacin material y geofsica ms notable: el hundimiento de la gran isla central de la Atlntida. Pero anota bien esto: aqu y ahora, 12.700 aos despus, el Padre Sol, la Madre Tierra y la Humanidad van a saltar de Dimensin y transitar de la Tercera a la Cuarta. No es fruto de la casualidad, sino de un trabajo energtico en el que t tambin has sido partcipe. Est hecho!, est cumplido!. En el solsticio de invierno de 2012, o quiz an antes, el Cluster sistmico en el que Ors se integra se adentrar en el Cinturn Fotnico y el agujero de gusano antes mencionado. Y en el momento presente tanto la Madre Tierra como el Padre Sol atesoran la fuerza vibracional y consciencial necesaria y suficiente como para poder asegurar que, cuando se llegue al otro extremo del agujero, el salto dimensional ser una realidad. Y no hay, en esta ocasin, marcha atrs. Tan activado y energetizado est ya, por ejemplo, la Tierra que las sondas espaciales enviadas por la NASA a los confines de nuestro sistema solar, al efectuar fotografas del conjunto de los planetas que lo conforman, no logran divisar el nuestro con nitidez, que bien aparece envuelto en una especie de luz resplandeciente o bien, simplemente, ya no es visible para instrumentos cientficos que operan y son sensibles en exclusivamente para la Tercera Dimensin (este fenmeno tambin est ligado aun hecho que va ms all de la finalidad de estas lneas y relacionado con determinas actuaciones de regeneracin efectuadas sobre el planeta Tierra dando atrs al reloj del tiempo, lo que creo dos espacios-temporales divergentes que ahora van a coincidir y fusionarse). Y en el sentido y la forma ya expuestos, este salto dimensional del Padre Sol y la Madre Tierra coloca a la Humanidad ante la posibilidad de seguirlos vibracional y consciencialmente. Para ello se precisa la 102

masa crtica pertinente (los famosos 144.000 los que se refieren los textos cristianos) que en el momento preciso de apertura de la Puerta Interdimensional creen la nueva realidad: una nueva Humanidad en la Nueva Tierra. Si ese hecho acontece, ante cada ser humano se abrir un haz de posibilidades: cada cual, en su dimensin espiritual, ha de elegir el camino que desea seguir, el mundo en el que quiere vivir, la Dimensin en la que desea encarnar y desarrollar sus nuevas experiencias conscienciales. En este marco, la Nueva Tierra ser el hbitat de una Nueva Humanidad conformada por aquellos seres humanos que ntimamente vibren y sientan en las nuevas claves y frecuencias vibracionales del planeta. Y stas no son otras que las de Amor, la Consciencia de Unidad y el Reconocimiento (conocimiento de uno mismo) tanto de la Divinidad de nuestra Esencia como de la Capacidad Creadora que todos atesoramos. En el ahora, es crucial que la Humanidad refuerce sus lazos de unidad para que apoyar que sea el mximo nmero posible de seres humanos los que salten, junto a la Tierra, de Dimensin. Sobre la estimacin temporal del trnsito del Cluster sistmico y, dentro de l, de Ors, el Sol, la Tierra y la Humanidad- a lo largo del Cinturn Fotnico, si se realizara a la velocidad normal con la que ste se ha venido desplazando durante los ltimos milenios por la Va Lctea, durara unos 2.000 aos terrestres. Sin embargo, el acercamiento al Centro Galctico modifica por completo el escenario y genera el citado agujero de gusano o Puente de Einstein-Rosen. En su interior, el Cluster atravesar el Cinturn y llegar de un extremo al otro del agujero a una velocidad en constante aceleracin. Como media, entre 10 y 13 veces superior a la normal, si bien tal velocidad puede incrementarse espectacularmente como consecuencia de la actuacin consciente de la citada masa crtica de seres humanos. Esto representa que, en trminos lineales y temporales de Tercera Dimensin, el trnsito durar el tiempo preciso para que las dimensiones espirituales encarnadas en seres humanos que as lo deseen puedan experimentar todava una o dos nuevas reencarnaciones en este plano. Todo lo cual se ajustar a las pautas y a las tres grandes fases o etapas anunciadas, de manera ms o menos metafrica, en tantas profecas (ver, por ejemplo, el Captulo 24 del Evangelio de Mateo), aunque en ltima instancia ser la propia Humanidad la que moldear desde su consciencia interior las manifestaciones exteriores y materiales de la transicin dimensional. En cualquier caso, el trnsito por el reiterado agujero tendr dos caractersticas de alta significacin: una de ellas engarza con lo que antiguas culturas tildaron como la Sala de los Espejos; la otra va de la mano de la aceleracin del tiempo Sala de los Espejos y aceleracin del tiempo 103

Antiguas culturas como la maya vaticinaron el momento presente los aos inmediatamente anteriores a la entrada en el agujero de gusano- bajo la descripcin de la Sala de los Espejos. Con ello queran explicar que los hechos del ahora colocan ante el espejo de la Realidad tanto a la Humanidad como a cada ser humano, experimentndose acontecimientos y vivencias personales y colectivas que obligan a cada cual a optar, a elegir, sin ambages ni disimulos. Cada vez con ms claridad y fuerza, ante un gran numero de sucesos individuales y sociales que se acumularn ante nuestros ojos, cada ser humano deber elegir entre dos caminos: A y B. Es decir, no entre A, B, C, D, E, etctera, como ha ocurrido tantas veces hasta ahora en la historia de la Humanidad y en nuestra pequea historia personal, sino entre A o B. Negro o blanco. No gris, o medio clarito, o Negro o blanco. O lo que es lo mismo: que nuestra Voluntad siga bajo pautas de Tercera Dimensin o empiece a funcionar plenamente con criterios de Cuarta y Quinta. Y la Voluntad no son lo pensamientos, ni las intenciones, no es aquello que nos gustara hacer, pero . La Voluntad es la intencin plasmada en accin. La eleccin acerca de a dnde dirigir y hacia dnde encauzar esa Voluntad es nuestra, de cada uno, pero no se podr esquivar ni valdrn paos calientes. Debido a lo anterior, cuando entremos en el agujero de gusano, cada ser humano, su dimensin espiritual, habr ya tomado una opcin. Y an dentro del mismo y de manera cada vez ms intensa en la medida que avancemos en el puente de Einstein-Rosen, se multiplicarn lo hechos y experiencia individuales y colectivas que obligarn a elegir el camino A o B, si bien, por las propias caractersticas de tales hechos y experiencias, cada vez ser ms difcil, en trminos energticos y espirituales, que quien haya optado por la va del materialismo egico puedan mutar hacia el camino altruista y espiritual. Entre esas caractersticas hay que resaltar la aceleracin del tiempo. No es que las manecillas del reloj vayan a ir ms rpidas. Es algo mucho ms importante: las situaciones y experiencias se multiplicarn de tal modo que si antes nos veamos forzado a tomar decisiones (optar por un camino u otro) slo de vez en cuando, ahora se multiplicar la frecuencia y la intensidad con la que nos encontraremos antes hechos personales y colectivos que nos obligarn a situar nuestra Voluntad ante el camino A o el B, seguir en Tercera o saltar de Dimensin. Se multiplicarn las ocasiones para optar entre uno u otro camino y, en paralelo, cada ser ms difcil cambiar de camino. El apoyo interactivo

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La Tierra, la Humanidad y cada ser humano estn comenzando ya a experimentar los efectos de la interseccin de las energas de Cuarta Dimensin procedentes de la activacin de nuevos portales interdimensionales. Este evento se manifestar gradualmente a nivel astrofsico con una intensificacin de las radiaciones csmicas procedentes del Centro Galctico, lo que incrementa las emanaciones del Sol. Conforme se avance por el agujero de gusano, el Padre Sol actuar como transmutador y catalizador de las frecuencias energtico-vibratorias que se instalarn en la Madre Tierra, generando diversos tipos de eventos geofsico-magnticos. Esto contribuir simultneamente a activar el nuevo holograma energtico en aquellos que estn incorporando los paradigmas energticovibratorios de la nueva Dimensin. Se trata de un proceso de apoyo e interactivo desde la suma a sus partes para ayudar tanto que estas proporcionen a la suma la masa crtica consciencial antes enunciada como para que las partes aprovechen en beneficio propia la apertura del Portal Dimensional. Ms especficamente, en la medida que el Cluster Sistmico al que Ors pertenece se acerca al Centro Galctico, recibe de ste su fuerza regeneradora, siendo los soles existentes en el Cluster lo que actan como receptores de la misma y la distribuyen entre los planetas que giran en sus respectivos sistemas. Y, por fin, cada planeta impregna con la misma energa vibracional y frecuencial a los seres que lo habitan. En el caso de la Tierra, est recibiendo ya del Sol la citada fuerza regeneradora, especialmente en forma de rayos gamma, y la est acumulando en la denominada ionosfera, lo que se est energetizando espectacularmente la consciencia del ser vivo que es la Madre Tierra y que vibracionalmente conforma en torno a ella una gran red o rejilla consciencial. Y los seres humanos reciben la fuerza que el planeta acumula de dos formas fundamentales. Por un lado, a travs de la de la glndula pineal, que es una autntica antena de radiofrecuencia que conecta a cada persona con la ionosfera y las energas csmicas. Y por otro, por medio de la respiracin. Cmo es esto posible?. Pues porque la activacin de la red consciencial del planeta energetiza a la amplia red cristalina que est en su base fsica. A partir de ah, los cristales transmiten esa fuerza tanto al agua como al reino mineral, que lo hace llegar a su vez al vegetal. Por fin, por la evaporizacin de las masas acuosas y el proceso de fotosntesis de las plantas, la reiterada fuerza impregna la atmsfera, pudiendo ser absorbida por todos los seres humanos por la simple respiracin (debido a ello, adquiere mayor importancia la llamada respiracin consciente). Por tanto, la glndula pineal y la respiracin son vehculos para que las personas hagan suyas la energa del Centro Galctico, distribuida por el Sol y acumulada por la Tierra. El aprovechamiento de ello ser mayor en funcin del grado consciencial y mayor o menor estado 105

consciente de cada cual, activando componentes durmientes del ADN, concretamente de ese 97% del mismo que algunos genetistas tildan de chatarra y que, en verdad, es un ADN sutil e inefable, depositario de capacidades y facultades impensables para la Humanidad actual. Lo que cada cual haga a partir de ahora a nivel de crecimiento personal generar un puente energtico que cohesionar y amplificar las radiaciones csmicas que impactan en el sistema solar y planeta. Para los que vibren en la nueva frecuencia vibratoria, experimentarn una transformacin integral en sus cuerpos inferiores y una expansin de la conciencia csmica-espiritual. Es importante que se comprenda que la Humanidad y la Madre Tierra estn entrando en un nuevo ciclo evolutivo que supondr una transformacin profunda de los paradigmas existenciales humanos. La era del aislamiento y confinamiento evolutivo ha finalizado, dando paso a un nuevo captulo en la evolucin e integracin de la Tierra en los planetas de evolucin superior Por tanto, el proceso cosmognico descrito aporta ya un suplemento energtico al sistema solar, a la Tierra (con impactos en el cambio climtico), a la humanidad y a cada persona; una sobrecarga de energa vibratoria y electromagntica que coadyuva a activar componentes durmientes o semi-durmientes del ADN humano y planetario. Pero ojo!, tal suplemento de nada servir si cada uno no realiza un trabajo propio e interior que eleve su grado de consciencia y posibilite que el Yo verdadero, nuestro Ser divinal, coja las riendas de nuestra vida. Esta es la clave: un trabajo ntimo que nos permita comprender, aceptar y asumir nuestra condicin y dimensin divinal, as como la Unidad de cuanto existe. Y que abra las puertas a un Amor Incondicional que nos vuelque en el amor al prjimo. Que nadie espere que este trabajo lo haga alguien por nosotros. Ni aliengenas, ni ngeles, ni fuerzas cosmognicas son responsables de nuestras vidas. Que cada cual asuma la responsabilidad de la suya. Por algo somos Hijos de Dios no porque nos haya creado l, sino porque somos l. Lo tenis escrito en vuestro corazn: somos Todo y Uno; Creacin&Creador; Creador&Creacin. El tan controvertido 2012 ser la plataforma de iniciacin a una nueva consciencia espiritual que contribuir a la transformacin del ser humano y de la Tierra. Conforme dentro del Cluster, Ors se vaya alineando con el Centro Galctico, las crisis colectivas e individuales se intensificarn en todos los mbitos. Es un parto, lleno de gozo, de esperanza cierta en la Nueva Tierra y la nueva humanidad y tambin de contracciones y dolor. As pues es un imperativo que se sea conscientes de la importancia que supone la colaboracin e intensificacin del crecimiento espiritual y la necesidad de elegir entre el camino A y B y de hacerlo sin miedos. El miedo es un implante 106

No hay que confundir el miedo con reacciones derivadas de la condicin fsica del ser humano en su condicin de animal mamfero. Verbigracia, una cosa es el miedo y otra el instinto de conservacin. El miedo es algo ms profundo, ms denso, ms extenso. Algo que impregna nuestra vida y nuestro da a da. Nos llena de dudas, de interrogantes, de suposiciones, de conjeturas, de prejuicios, hasta se manifiesta en el temor a Dios!. Pero lo cierto es que no hay ningn motivo para sentir miedo a nada ni a nadie. Nuestro Yo Verdadero es divino y eterno. Y el Diseo Inteligente del Universo cristaliza, entre otras cosas, en una Providencia que nos hace fluir en Amor y nos atiende y cuida amorosamente, como todos los grandes Maestros siempre han enseado y Cristo-Jess resumi hablando del Amor del Padre y poniendo el ejemplo de los lirios del campo y las aves del cielo. La muerte no existe. Y nadie nos puede quitar nada porque toda la Creacin es nuestra y nosotros mismos somos creadores. Miedo a qu?. Civilizaciones enteras de otros mundos integrados en el Cluster sistmico al que se viene haciendo mencin desconocen el miedo. Y les resulta curioso que los seres humanos lo sientan, aunque saben el por qu. Conocen como, con ocasin de la absorcin energtica antes citada de pasada a propsito al hilo del hundimiento del Atlntida, las mismas entidades que llevaron a cabo tal absorcin, impidiendo el salto de la Tierra dimensional de la Tierra, implantaron el sentimiento del miedo en la dimensin energtica de las personas. Cmo?. A travs de la red mental que enlaza y conexiona todos los seres humanos valga el ejemplo de los ordenadores, que estn hoy todos conectados por medio de Internet- y cuya existencia ha sido descubierta por la ciencia merced en el avance de los denominados campos mrficos o morfogneticos. Esa red mental es maravillosa y ayuda evolucionar a la Humanidad de manera cooperativa. Pero tambin puede ser utilizada para introducir ideas y pensamientos ajenos a la propia naturaleza humana, de modo semejante a como los hackers infecta con virus Internet. Y ha llegado el momento de que el ser humano se quite tal implante: la clave se el Amor. El Amor disuelve el miedo. El Amor a uno mismo es la llave del conocimiento interior que nos muestra nuestra esencia divina y eterna y la capacidad que poseemos como co-creadores de una Creacin que es nuestra y est a nuestra disposicin. Y el Amor a uno mismo se proyecta hacia el Amor a los dems, derribando prejuicios, dudas, suposiciones. Utiliza tu Voluntad, enfcala hacia el salto dimensional, Ama incondicionalmente y elimina el implante del miedo de tu esencia energtica y vibracional! Salto dimensional y crisis 107

En estos momentos nos encontramos despertando a la conciencia de Cuarta Dimensin y la sentimos sobrepuesta sobre la Tercera. Por eso, a nivel humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanacin y crecimiento con terapias. Tambin es la causa del desmoronamiento de estructuras fsicas, econmicas y polticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibracin. Y cada vez vamos a ver ms cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energa. Lo que actualmente se llama crisis se inscribe plenamente en este proceso. Y no es una crisis, es una mutacin del sistema imperante unida a enormes cambios de carcter multidimensional (econmicos, alimentarios, ecolgicos, culturales, sociales, de valores,) que coincide con la reiterada expansin consciencial y dimensional. El Juicio Final Por todo lo que ha expuesto, la suma a la que pertenecemos puede experimentar un salto consciencial aunque la humanidad, parte de la misma o un ser humano concreto no hayamos o haya logrado el grado de consciencia suficiente como para poder participar activamente en l. Qu sucede entonces?. De forma alegrica, son numerosos los textos sagrados que responden a esta cuestin. Verbigracia, el Evangelio de San Mateos, que seala: <<El Reino de los Cielos llegar a ser semejante a diez vrgenes que cogieron sus lmparas y salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco eran prudentes. Las necias, al coger sus lmparas, no tomaron consigo aceite, mientras que las prudentes tomaron aceite en sus frascos, adems de sus lmparas. Como el novio tardaba, todas sintieron sueo y se durmieron. Mas a mitad de la noche se levant un clamor: <<aqu est el novio, salgan a su encuentro!>>. Entonces todas aquellas vrgenes se levantaron y arreglaron sus lmparas. Mas las necias dijeron a las prudentes: <<dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lmparas estn a punto de apagarse>>. Replicaron las prudentes: <<no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; id a los vendedores y comprad para vosotras>>. Mientras ellas iban a comprar, lleg el novio y las que estaban preparadas entraron con l al banquete de bodas; y la puerta fue cerrada. Despus llegaron las otras vrgenes y dijeron: <<seor, seor, brenos>>. Pero l respondi: <<les digo la verdad, no las conozco>>. Manteneos pues alerta, porque no sabis ni el da ni la hora>> (25,1-13). En esta metfora dirigida a explicar cmo llegar el Reino de los Cielos, ste se encuentra representado por el <<novio>>, que, aunque tarda, puede aparecer en cualquier instante. Los seres humanos somos las <<vrgenes>> que lo esperan, siendo la 108

<<lmpara>> nuestro nivel consciencial y el <<aceite>> el trabajo interior de cada uno (dinmica vibratoria interactiva) para encender la consciencia, es decir, para elevar su gradacin. Las vrgenes <<prudentes>> son las personas que a lo largo de la cadena de vidas avanzan consciencialmente y, a travs de los correspondientes estadios de conciencia y experiencias, logran y conservan un alto grado de consciencia. En cambio, las <<necias>> son los seres humanos que, en su cadena de vidas, no incrementan el nivel consciencial o, incluso, retroceden en l, permaneciendo en un bajo grado de consciencia. Por ltimo, el clamor que se levanta en un determinado momento -<<aqu est el novio, salgan a su encuentro! >>- refleja la venida del Reino de los Cielos, que es un salto de consciencia de la suma en la que los seres humanos estamos integrados. El influjo vibracional de este salto tirar energticamente -<<banquete de bodas>>- de las personas que gocen de un alto grado de consciencia, mientras que no tendr tal efecto <<la puerta fue cerrada>>- para los que cuenten con un bajo grado consciencial. De ah que se nos inste a mantenernos <<alerta>> -consciencia despierta y elevada- porque no sabemos <<ni el da ni la hora>> en el que la suma de la que formamos parte experimentar el salto de consciencia, generando en toda ella, tambin en la Tierra y en la humanidad, un incremento energtico que lanzar a otra dimensin vibracional a aquellos de sus componentes -seres humanos incluidosque tengan un grado de consciencia alto y hayan contribuido a la propia expansin de la consciencia de la suma y de la Unidad. ---La parbola recogida en el Evangelio de Mateos (20: 1-16) que compara al Reino de los Cielos con un hombre, padre de familia, que sali a contratar obreros para su via y, teniendo fijado un denario como jornal, a la hora de pagar por la noche no hizo distingos entre los que haba contratado y empezado a trabajar en la via a primera hora de la maana y los que lo haban hecho entrada ya la tarde, comenzando el abono por los ltimos y terminado con los primeros. stos murmuraron entonces contra el padre de familia, diciendo: los postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del da. Ante lo cual respondi: Amigo, no te hago agravio; no conviniste conmigo en un denario?. Toma lo que es tuyo, y vete; quiero dar a este postrero, como a ti, no me es lcito hacer lo que quiero con lo mo?, o tienes t envidia, porque yo soy bueno?. Y concluy sealando: As, los primeros sern los ltimos; y los ltimos, los primeros. Porque muchos son llamados y pocos escogidos. ---------------+El vaci entre notas de la escala. ----------------------------El Reino de los Cielos est cerca 109

Por tanto, el <<Juicio Final>>, considerado en el mundo catlico como verdad de fe desde el Concilio Lateranense IV, no responde a la manida exgesis de un Dios justiciero que coloca a su derecha a los rectos y a su izquierda a los impos, premiando a los primeros por sus buenas obras y castigando a los segundos por sus pecados. Tal interpretacin es una imagen alegrica para describir un fenmeno cosmognico y vibracional derivado de la conformacin ntima de la Creacin: la interaccin consciencial entre la suma y sus partes. Una interaccin que permite afirmar, aunque sea coloquialmente, que el <<Juicio Final>> es un punto de corte o de paso en la evolucin espiritual de los seres humanos. Dado que tal evolucin se plasma en el grado de consciencia acumulado por el alma, aquellas almas que reciban la influencia vibratoria del reiterado salto consciencial ser porque gozan de un alto grado de consciencia. Y, a partir de ese tirn energtico, no volvern a encarnarse en el plano humano, sino que, en el camino de Absorcin, lo harn con el Espritu en otros planos y modalidades de existencia, de las muchas que pueblan el Cosmos, de menor densidad material y mayor pureza vibratoria (<<Cielo>>). En cambio, las que por tener un bajo grado de consciencia no reciban el influjo del salto consciencial, seguirn encarnadas como seres humanos, aunque en una humanidad en la que ya no estarn sus componentes ms activos consciencialmente (cercanos al polo del Bien) y habr quedado reducida a sus miembros de menor grado consciencial (prximos al polo del Mal, de lo que proviene la nocin de <<Infierno>>). Que el salto consciencial est prximo es algo anunciado por distintas religiones as lo indica Jess: <<est cerca el Reino de los Cielos>> (Mateo, 4,17; Marcos, 1,15)-. En textos como el Libro del Conocimiento se seala que, dado su avance consciencial, para muchos seres humanos su Espritu y alma- la vida actual ser la ltima de la cadena de vidas en las que se ha plasmado su encarnacin en el plano humano. Otras escuelas espirituales adelantan que, tras dicho salto, la raza humana actual desaparecer para dar paso a otra nueva. En este sentido, sealan que la raza actual, llamada <<aria>>, es la quinta que ha habitado el planeta, por lo que sera una sexta raza la que ocupara su lugar. A esta quinta raza es a la que se pueden referir los Evangelios cuando utilizan el vocablo <<generacin>> -verbigracia, para sealar <<que no se le dar un signo a esta generacin>> (Marcos, 8,12)-. Del mismo modo, otras escuelas relacionan ciertas profecas, como la maya sobre el 2012, con el momento del salto consciencial -el texto El misterio de 2012 (Arkano Books, 2008) realiza una buena y plural aproximacin al asunto-. Y aunque parcialmente puedan tener razn, hay que matizar bien sus afirmaciones, en cuanto que el 21 de 110

diciembre de 2012 no acontecer nada especial: ni cataclismos, ni das de oscuridad, ni nada que se le parezca. Simplemente, el solsticio de invierno del 2012 marca un punto especialmente lgido dentro de un proceso de carcter cosmognico que ser largo: comenz lustros atrs y se dilatar en el tiempo. Tal proceso cosmognico es un ciclo ms de la naturaleza -como lo es, por ejemplo, un cambio de estacin dentro de un ao cualquiera-, pero su envergadura no se cuenta por das o semanas, sino por milenios: sucede cada muchos miles de aos y se corresponde con la culminacin del movimiento cclico de nuestro sistema solar -Ors- en el seno de la Va Lctea- y el alineamiento del Sol y la propia Tierra con el centro galctico. Qu es lo que empieza a aportar -lo har con ms intensidad en el futuro- tal proceso cosmognico?. Pues proporciona, como ya se ha apuntado, un suplemento energtico al sistema solar, a la Tierra (con impactos en el cambio climtico), a la humanidad y a cada persona; una sobrecarga de energa vibratoria y electromagntica que coadyuva a activar componentes durmientes o semi-durmientes del ADN humano y planetario. Pero ojo!, tal suplemento de nada servir si cada uno no realiza un trabajo propio e interior que eleve su grado de consciencia y posibilite que el Yo verdadero, nuestro Ser divinal, coja las riendas de nuestra vida. -------------------------------------------Esta es la clave: un trabajo ntimo que nos permita comprender, aceptar y asumir nuestra condicin y dimensin divinal, as como la Unidad de cuanto existe. Y que abra las puertas a un Amor Incondicional que nos vuelque en el amor al prjimo. Que nadie espere que este trabajo lo haga alguien por nosotros. Ni aliengenas, ni ngeles, ni fuerzas cosmognicas son responsables de nuestras vidas. Que cada cual asuma la responsabilidad de la suya. Por algo somos Hijos de Dios no porque nos haya creado l, sino porque somos l. Ya sabis: somos Todo y Uno; Creacin&Creador; Creador&Creacin. --------------------------------------------NUEVA TIERRA, NUEVA HUMANIDAD, NUEVA VIDA La Nueva Tierra es ya una realidad 1. El 21 de diciembre de 2012 est cargado de significados para la Humanidad: seala la clausura de un ciclo csmico, la apertura de otro y, especialmente, una radiante oportunidad para el gnero humano y para la dimensin espiritual encarnada en cada hombre y mujer. Pero antes de alcanzar esa fecha, para que cuando sea 111

presente ostente realmente la transcendencia que se prev, han de producirse concadenadamente de manera sucesiva y ordenada- una serie de eventos. Entre ellos, uno fundamental que tiene como protagonistas al Sol y la Tierra. 2. A ambos astros les corresponda actuar sin esperar a que el calendario humano se aproximara ms a ese solsticio de invierno subrayado en rojo por antiguas culturas. Deban anticiparse a tal momento para que, cuando llegue, cuente para los seres humanos con la repercusin vaticinada. Tenan que adelantarse y lo han hecho: el Sol yla Tierra estn ya viviendo el Cambio. Los dos, los tan simblicos como reales padre y madre de la Humanidad, experimentan ya, en el ahora, el salto a otra Dimensin en la que la energa del Amor fluye y resuena en un contexto vibracional ms afinado con relacin a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es: una nueva Dimensin menos densa, ms sutil y a la que el Rayo de la Creacin baa sin tantas interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensin. 3. El Sol, la Tierra y el conjunto del sistema solar que los alberga forman parte de una suma superior: un grupo o cluster de sistemas solares que conviven, interaccionan y viajan juntos en el seno galctico de la Va Lctea. Plenamente integrados en esta suma, el Sol y la Tierra no son slo la estrella y el planeta a los que, en su cortedad de miras, los limita y etiqueta la ciencia humana, sino autnticos seres vivos; seres pletricos y conscientes que surcan su propio camino consciencial dentro de la indicada suma superior. Y la evolucin vibracional y consciencial de sta les ha abierto la PuertaInterdimensional por la que se accede a otra Dimensin. Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energticas de cruzarla, han decidido hacerlo y lo estn haciendo ya, configurando un Nuevo Sol y una Nueva Tierra. La Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad 4. Igualmente, el Sol y la Tierra son suma de partes. Y, al atravesar la citada Puerta Interdimensional, abren la posibilidad a cada una de ellas de efectuar idntico salto dimensional. En el caso de la Tierra, una de sus partes es la Humanidad. Y el trnsito dela Tierra a otra Dimensin abre la posibilidad a la Humanidad de experimentar tambin el Cambio. 5. Hay que insistir y remarcar que abre la posibilidad. El Cambio no es una imposicin, sino una opcin: en la Creacin no existen las imposiciones y s un permanente y maravilloso haz de alternativas y posibilidades. En lo que aqu ocupa, la hermosa posibilidad de que la Humanidad viva en el momento presente el salto hacia otra Dimensin. Si esto aconteciera, nacera la Nueva

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Humanidad anunciada en los libros sagrados de tantos pueblos y escuelas espirituales. 6. Por tanto, la Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad. Y sita a la Humanidad actual ante una eleccin, ante una disyuntiva que no puede eludir, ante dos posibles caminos entre los que forzosamente tienen que decidir. Por un lado, el Camino A: continuar como hasta ahora, mantenerse como Humanidad de Tercera Dimensin, no acompaar a la Madre Tierra en su evolucin. Y, por otro, el Camino B: tomar la senda del Cambio, saltar dimensionalmente, transformarse en Nueva Humanidad en el marco de la Nueva Tierra. La Nueva Humanidad requiere una masa crtica 7. Cmo se producir esa eleccin, la determinacin por uno u otro de esos dos caminos, la opcin entre seguir por A o cambiar a B?. Pues, en consonancia con la misma dinmica de la suma y sus partes, la decisin ser adoptada lo est siendo ya y el proceso se ir acelerando hasta el 21 de diciembre de 2012- por las partes que forman la Humanidad. Esto es, por todos y cada uno de los siete mil millones de seres humanos que habitan el planeta y constituyen el gnero humano. Ahora bien, tampoco en este punto hay imposiciones. Cada persona es libre de optar o no por el Cambio. Lo que s se requiere es una masa crtica que se decante por l; una masa crtica forjada por hombres y mujeres que ntima y consciencialmente escojan el Camino B. 8. Si esa masa crtica no se logra, la Nueva Humanidad habr sido una posibilidad terica, slo eso, pues no llegar realmente a plasmarse, con lo que el Camino B, por decisin de la Humanidad en su conjunto, quedar vedado para todos y cada uno de los seres humanos, sin excepcin ni vas individuales. 9. Si esa masa crtica s se alcanza, la Nueva Humanidad s ser una posibilidad real y el Camino B quedar abierto de manera efectiva para todas aquellas personas que se inclinen por l. 10. Cuntos hombres y mujeres se requieren para completar tal masa crtica?. Antiguas tradiciones hacen mencin a nmeros concretos por ejemplo, los 144.000 "sellados" del Libro de la Revelacin o Apocalipsis-, pero es una apreciacin simblica. La cuestin no es de cuanta de gente, sino de cantidad y calidad de energa vibracional y consciencial que entre la globalidad de los seres humanos sean capaces de generar. 11. Es sencillo de entender: la Nueva Tierra vibra consciencialmente en una nueva frecuencia y con una nueva intensidad acorde con la nueva Dimensin a la que transita; y es con esa nueva frecuencia y gradacin con la que la vibracin consciencial de la Humanidad ha de 113

lograr Resonancia. En esto consiste, precisamente, la labor de la reiterada masa crtica: aportar la energa precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armnica con la Consciencia de la Nueva Tierra. Si esto se consigue, el Camino B, el de la Nueva Humanidad, quedar realmente abierto y expedito para aquellos seres humanos que deseen surcarlo y saltar a otra Dimensin. Sin miedos, activa tu Corazn, pues todo depende de ti 12. Antes de continuar en el despliegue de estos contenidos, aparta de tu mente las numerosas especulaciones intelectuales que circulan acerca del 2012, frecuentemente dirigidas, interesada y tendenciosamente, a inculcar un miedo tan infundado como absurdo. Lo cierto es que los fenmenos fsicos y materiales que ocurran en torno a esa fecha y a partir de la misma no pueden ser descritos anticipadamente con exactitud porque sern la manifestacin de hechos vibracionales, conscienciales y espirituales que estn aun en proceso de gestacin. Y desde luego, en cualquier caso, lo que sea lo ser en el seno de la Providencia divina, en el contexto de Amor y Energa Crstica que llena la Creacin y en la Luz que, desde la Unidad, el Amor y el Respeto, expanden hacia la Humanidad otras modalidades de existencia con ella Hermanadas en el marco de la suma superior en la que el gnero humano, la Tierra y el Sol se integran. 13. No te dejes atar, pues, por el miedo ni por las elucubraciones mentales. Y en la libertad de tu ser, activa tu Corazn y concentra tu atencin para captar e interiorizar como se merece la nica conclusin importante francamente crucial- que deriva de la batera de puntos hasta aqu enunciados: todo depende de ti!. De m?, te preguntars quiz con incredulidad, quiz con ansiedad. Pues s: de ti. 14. Para empezar, porque eres t quien has de elegir tu senda consciencial y espiritual. Slo a ti te compete optar entre continuar por el Camino A la Humanidad de Tercera Dimensin- o tomar el Camino B la Nueva Humanidad-. En absoluta libertad, es tu exclusiva decisin. 15. Y, en paralelo, porque, si elijes el Camino B, de ti depende hacerlo con mayor o menor potencia, contribuyendo as ms o menos a la conformacin de la repetida masa crtica: en tu mano est aportar ms o menos energa consciencial a esa energa total que hay que aglutinar para que la Humanidad, su Consciencia global y unitaria, vibre en Resonancia con la Consciencia de la Nueva Tierra y salte dimensionalmente. Moviliza tu Voluntad y capacidad creadora para hacer Realidad la Nueva Humanidad

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16. Si has llegado hasta aqu en la lectura de este texto, seguro que tu intencin es decantarte por el Camino B y la Nueva Humanidad. Seguro, igualmente, que quieres aportar lo ms posible a su viabilidad efectiva. Y seguro que, entonces, te preguntars: qu debo hacer?. Pues, ante todo, olvdate de intenciones, quereres y deberes y ocpate de tu Voluntad, que es la intencin plasmada en accin y materializada en hechos. 17. Expuesto sin rodeos: no concibas la Nueva Humanidad como algo que est ah, fuera de ti; no la imagines como un objeto de tu deseo, algo ajeno a ti que te gustara alcanzar o conseguir; no la contemples como algo a lo que aspiras y ansias pertenecer. De ningn modo. El Cambio no es externo a ti, no te viene dado: eres t quien debes fraguarlo. La ignorancia ensea que el proceso de cambio es desde fuera (exterior) hacia dentro (interior). Es falso. La metamorfosis (la metanoia mal traducida en los Evangelioscomo conversin) es interior y se despliega hacia el exterior, conformando la Realidadque te rodea. La Nueva Humanidad no se encuentra en el exterior, sino en tu interior. Y eres t quien ha de plasmarla y materializarla en la Realidad a travs de tu metamorfosis un odre nuevo para un vino nuevo- y movilizando tu Voluntad. 18. Te extraa?. Veamos: cuntas veces has ledo que la fsica cuntica demuestra que la realidad exterior se forja desde el interior?; cuntas las ocasiones en las que has odo eso de creer es crear, que lo que crees es lo que creas, que los seres humanos son creadores de la realidad y co-creadores del Universo?; Pues de esto va el asunto. El salto a otra Dimensin y la conformacin de la Nueva Humanidad reclama que pongas en accin tu capacidad creadora: has de creer ntimamente en la Nueva Humanidad y crearla, hacerla Realidad. Por supuesto, no con la mente, ni con los pensamientos, sino con el Corazn y la Voluntad. Y como sta no es cuestin de intencin, sino de accin, tu Voluntad y tu capacidad creadora se movilizan a travs de una Nueva Vida: tu Nueva Vida. Todo es Perfecto 19. Todo es Perfecto: +1 La evolucin consciencial de la suma superior en la que el Sol y la Tierra se integran ha abierto una Puerta Interdimensional que permite a ambos acceder a una nueva Dimensin. +2 Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energticas de cruzar esa Puerta, han decidido hacerlo y lo estn haciendo ya, saltando a otra Dimensin. +3 Surge as una Nueva Tierra que ofrece a la Humanidad esa misma posibilidad de salto dimensional y la sita ante dos posibles 115

caminos A o B: Humanidad de Tercera Dimensin o Nueva Humanidad- entre los que tiene que optar. +4 Para que la posibilidad de esa Nueva Humanidad sea real y pueda ser aprovechada por el gnero humano, se requiere una masa crtica forjada por hombres y mujeres que consciencialmente elijan el Camino B y lo abran de modo efectivo a todas aquellas personas que se inclinen por l, aportando la energa precisa para que la Consciencia dela Humanidad alcance Resonancia y sea armnica con la Consciencia de la Nueva Tierra. +5 Todo ello te coloca a ti en primer plano, pues lo que sea depende de ti: t eres quien ha de elegir entre un camino u otro; y, si optas por el B, en tu mano est hacerlo contribuyendo ms o menos a la conformacin de esa masa crtica y aportando ms o menos energa consciencial a esa energa total que hay que aglutinar para que la Humanidad vibre en Resonancia con la Nueva Tierra y salte dimensionalmente. +6 Sin miedos y en libertad, tu contribucin y aportacin a la Nueva Humanidad nada tienen que ver con las intenciones, los quereres o los deberes, ni con la mente o los pensamientos, sino con el Corazn, la Voluntad y tu capacidad creadora: has de creer ntimamente en la Nueva Humanidad y crearla a travs de una Nueva Vida: tu Nueva Vida, no la de otro u otros, sino la tuya, la que has de vivir para que la Nueva Humanidadsea Realidad. Nueva Vida: la tuya 20. Probablemente, presientes el Cambio y lo notas bullir en tu interior. Es hora de descorcharlo de manera personal, ntima, a travs de una Nueva Vida que nada ni nadie puede hacer por ti. Y esta expresin, Nueva Vida, no admite equvocos. Consiste en transformar tu da a da, desde que te levantas por la maana hasta que te acuestas por la noche y tambin mientras duermes y sueas. Y de transformarlo para que, en cada instante de tu vida, sta vibre en consonancia con la frecuencia de la nueva Dimensin: la frecuencia en la que ya vibra la Nueva Tierra y en la que t has de vibrar para hacer Realidad la Nueva Humanidad. 21. Lo ms curioso es que para dar paso a esta transformacin no tienes que aadir nada a tu vida. Al contrario: se trata de quitarle cargas y aditivos, liberarla de lastres y aditamentos, despojarla de faenas y obligaciones, desprenderla de reglas, normas, costumbres y valores impuestos, aligerarla de bienes y anhelos materiales, vaciarla de tesis, anttesis e hiptesis, podarla de tanta hojarasca intil que evita que brote la flor de lo que autnticamente Eres!. Esto desconcierta a tu mente, que opera en la ficcin de que cualquier cambio conlleva un trabajo y va ligado a incorporar nuevas cosas. Y en ese convenci-miento, te empuja con ahnco para que conduzcas 116

tus inquietudes de Cambio y metamorfosis interior a una va muerta, a un callejn sin salida: la del supermercado espiritual -oh, qu teora ms interesante, qu maravillosa prctica, qu maestro, qu taller o charla tan concluyente, cundo es la prxima?, qu libro, qu video, que pps,- que te mantienen enganchado a una espiritualidad intelectual. Pero la Nueva Vida surge de un Cambio desde el Corazn, no desde la mente, y pasa inexorablemente porque tu vida se convierta en ms simple y menos compleja, ms natural y menos artificiosa, ms fluida y menos plmbea. 22. Para entenderlo mejor, recuerda lo que al comienzo de estos prrafos se seal acerca de la nueva Dimensin a la que transita la Tierra: es menos densa y ms sutil; la energa del Amor fluye y resuena en ella en un contexto vibracional ms afinado con relacin a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es; y est baada por el Rayo de la Creacin sin tantas interferencias como distorsionan su Luz en la TerceraDimensin. Es por esto que tu Nueva Vida no requiere que sumes nada a la actual, sino que minores el peso que soporta; que elimines las capas con las que, cual cebolla, te has revestido y te impiden ser quien Eres; que elimines, en definitiva, tantas interferencias que dificultan tu sintona con el Rayo de la Creacin, con la Fuente de la que procedes y en la que Eres, con la Energa Crstica y con la Fuerza del Amor. Vida Sencilla 23. Por tanto, la Nueva Vida no radica en saber: no precisa de conocimientos, ni teoras, ni creencias, ni la larga ristra de ideas y conceptos, dimes y diretes que apasionan a tu mente y, casi sin darte cuenta, te aprisionan entre sus barrotes. Y tampoco en hacer: no necesita tareas, ni deberes, ni sacrificios, ni prcticas de un tipo u otro. La Nueva Vida ni precisa saberes, ni necesita quehaceres porque es, esencialmente, una Vida Sencilla. 24. Los textos sagrados de todas las culturas y corrientes espirituales se refieren a ello. Por ejemplo, en el mbito cristiano, el Evangelio de Mateo (11, 25-30) ensalza la Vida Sencilla con esta memorable afirmacin de Jess: Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Bella y lricamente, Fray Luis de Len sublim este agradecimiento al Padre con sus clebres versos sobre la vida descansada, la del que huye del mundanal ruido. Una Sencillez que nada tiene que ver, como a menudo se malinterpreta, con ningn tipo de tosco catetismo o buclico aldeanismo, sino que reclama que despiertes a tu Nio Interior (Inocencia, confianza en la Providencia, vivir el ahora, ausencia de miedos y pre-ocupaciones, alegra,); una Sencillez que contiene en su esencia la profunda exigencia de una Nueva Vida que supere el mundanal ruido, esto es, las interferencias, capas y distorsiones que entorpecen, cuando no impiden, tu conexin con la NuevaTierra, el Rayo de la Creacin y contigo mismo. 117

25. Eres el alfarero de tu vida y tienes entre tus manos todo el barro que necesitas para moldearla de la forma que entiendas oportuno y bajo tu total responsabilidad: con cada movimiento de tus manos y dedos, sea consciente o inconciente, ests forjando tu vida al 100 por 100 y en cada momento. Sin embargo, insistes obsesivamente en quejarte de la vida como si fuera ajena a ti mismo -culpando a los dems, a las circunstancias,- y, en pedir ms barro ms saberes, ms conocimientos, ms bienes, ms medios, ms maestros, ms remedios, ms aos,-. Y en esa ansiedad obsesiva olvidas que, mientras te quejas y demandas barro, tus manos y dedos continan moldeando tu vida al 100 por 100 y de instante en instante. Pues bien, es hora de que adquieras Consciencia de tu poder y, desde el Corazn, uses tu Voluntad para fraguar una Nueva Vida y, a travs de ella, forjar la Nueva Humanidad. 26. Tan complicado te parece?. La Nueva Vida conlleva lo que est enteramente a tu alcance: que reformes tus prioridades cotidianas, que reorganices tu agenda diaria para llenarla de sencillez, que vivas el presente, . T mejor que nadie sabes cmo, pues es tu vida!. Quieres, no obstante, algunos botones de muestra, algunas pistas?. Pues no: no necesitas ms barro!; desengnchate de una vez de la espiritualidad intelectual. T eres quien has de sentir el Cambio en tu Corazn -Corazn Consciente pleno y lleno de Energa Crstica- y ser coherente con ese sentir -que es Ser, Unidad y Amor- por medio de tu Nueva Vida. La Nueva Humanidad est en tus manos 27. El Camino A es horizontal: se avanza en l con saberes y quehaceres. El Camino B es vertical: en l no se avanza, se fluye!. No puedes tomar el Camino B bajo las pautas y normas del A; entre B y A no existe compatibilidad alguna, ni posible punto de encuentro; y desde B no hay actuacin posible en A, salvo envolver a los que por l transitan en el Amor y la Unidad desde la Consciencia de que son T mismo viviendo otras experiencias conscienciales. 28. Conviene repetirlo: en el Camino B no se avanza, se fluye. El Camino B requiere fluir!: +Fluir verticalmente entre la Nueva Tierra y el Rayo de la Creacin para que ste te bae sin las interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensin. +Fluir dispuesto a aceptar los profundos cambios interiores y espirituales que ello conlleva y sus no menos intensas manifestaciones exteriores (cambios fsicos, biolgicos, mentales, materiales,). +Fluir con todas sus consecuencias y sin mirar hacia atrs (ver entrada Ser, Fluir, Vivirpublicada en el Blog el pasado 13 de enero). 118

29. Date cuenta de que el Camino B es el del "retorno al Hogar": un camino de acercamiento a la Fuente (Padre/Madre) de la que todo Emana y en la que Todo Es. Y recuerda lo que, inmerso ya en el proceso de vuelta a su hogar, hizo Ulises: se amarr con fuerza al palo (plano vertical) para evitar que los cantos de sirena (mundanal ruido) procedentes de su entorno (plano horizontal) lo apartaran del camino de regreso. 30. La Nueva Tierra est llamando a tu puerta. Clama para que tomes el sendero de una vida cuya Sabidura radica en la Sencillez necesaria para Fluir y Resonar con la Fuente, con el Padre/Madre. Lo denominan salto dimensional. Y lo es. Pero se trata sobre todo de una Nueva Vida, la tuya, que plasma y crea en la Realidad la Nueva Humanidad. 31. Por tanto, la Nueva Humanidad en la Nueva Tierra, esto es, El Cielo en la Tierra, luce en su colofn el mismo broche que Win Wenders coloc cual cierre a su colosal pelcula El Cielo sobre Berln : T decides el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego est en tus manos. Ahora o nunca.

ANEXO: QU HACER? EVOLUCIN: EL CAMBIO DE VISIN COMO CAMBIO INTERIOR

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Cuestin de consciencia Antes de plantearse esta cuestin y sus posibles respuestas- hay que asumir e interiorizar que no estamos ante una crisis, sino en una mutacin del sistema dominante que lo ha transformado en absolutamente depredador en torno al eje globalizacin-especulacin. Hasta que individual y socialmente no haya consciencia de esta realidad y de sus impactos directos, sopesar el qu hacer ser un ejercicio intil. Y, por supuesto, no caer en la trampa de pensar de manera voluntarista que pasado un tiempo, uno o ms aos, las aguas volvern a su antiguo cauce. Una crisis es reversible; una mutacin, no. En cualquier caso, lo que se haga deber orientarse a una Economa desde el Corazn (ttulo de un hermoso libro de Paul Samuelson, editado en Espaa por Orbis en 1984) que plasme una nueva Consciencia de Unidad (cimentada en el hecho de que todos somos Humanidad, as como en la plena integracin y coherencia armnica de sta en la Madre Tierra) y ponga la Revolucin Tecnolgica y la ciencia al servicio de una economa de la abundancia (energas libres, ) centrada en compartir, en lugar de un productivismo tan ingente como insensato, y materialice un nuevo estilo de vida basado en el sentido comn en la delimitacin y satisfaccin de nuestras necesidades, la armona ecolgica, la justicia y la equidad social y la solidaridad y la paz internacional. Y junto a las propuestas de medidas que se deben que tomar, hay que articular las vas para llegar a tomar esas medidas, lo que debe pasar tanto por acciones personales, familiares y comunitarias a escala local de cambio de vida y transformacin interior, pues se precisan ojos nuevos para un mundo nuevo, como por actuaciones sociales y globales dirigidas a forjar una nueva realidad que la Humanidad, en su conjunto y sin excepciones, pueda abrazar. Y la salida tiene que ser juntos, sin divisiones ni dicotomas tan falaces como estriles. Un Nuevo Mundo La metfora que mejor define la situacin actual de la visin y el sistema dominantes es el sndrome del pollo decapitado, que sigue dando vueltas como loco, debido a la preservacin de sus reflejos neuronales innatos, hasta que se desploma. La locura de sus vueltas y revueltas se manifiesta cotidianamente en el economicismo y la mercantilizacin de la vida, en el productivismo y el consumismo incesante, en la pobreza extrema de ms de mil millones de seres humanos, en el estrs y la honda infelicidad que vaca las vidas de los que s disponen de ingresos suficientes, en la insensata bsqueda del mayor beneficio posible en el plazo ms corto posible, en los 120

especuladores financieros convertidos en rbitros del juego y amos del mundo y en Gobiernos absolutamente desbordados por las circunstancias y que carecen de otro objetivo que aguantar como sea hasta las siguientes elecciones. No, no estamos ante una crisis econmica, por profunda que fuera. Estamos en una mutacin que convierte en aun ms depredador, irracional e injusto el sistema vigente. Y la respuesta ante ello ha de ser el avance individual y colectivo, interior y exterior, trascendente y material, hacia un Nuevo Mundo: una nueva visin y un nuevo paradigma civilizatorio de corte tico y humanista que coadyuve al cambio interior de cada uno como base de la libertad, la inteligencia y la felicidad de tod@s, conjugue el verbo compartir, impulse la solidaridad y la equidad global y ponga la revolucin tecnolgica y los avances cientficos al servicio de la dignidad de las personas, la convivencia pacfica entre los pueblos y la justicia y el bienestar social. Nos devora un pavoroso incendio promovido por las visiones ms egicas y mercantilistas de la sociedad, de la vida, del planeta y del ser humano. Y, frente a ello, incluso desde posiciones progresistas, se pretende que, en lugar de movilizarnos en pro de una visin distinta, nos entretengamos en debatir la altura de las llamas. No caigamos en tamao error. Somos muchos ms y la razn, el corazn y la Creacin estn con nosotr@s. Superar la visin actual Es usual denominar <<milagro de la multiplicacin>> al de los panes y los peces. Pero Juan (6,1-15), Lucas (9,10-17) Marcos (6, 34-44) y Mateo (15,32-39) constatan que Jess no efectu multiplicacin alguna, sino que puso en comn los alimentos disponibles. El milagro no consiste en <<multiplicar>>, sino en <<compartir>>: se reparte lo que se tiene y hay para todos, de sobra. Por qu, entonces, el empeo en la multiplicacin?. Pues debido a que estamos inmersos en una visin -cultural, social y, especialmente, econmicaproductivista y consumista. Tal visin remonta su origen a los albores del mercantilismo e hila con lo ya examinado en la parte segunda de este texto. Se hizo hegemnica en el siglo XIX, con la clebre Revolucin Industrial, y an hoy es claramente dominante. Se basa en algo muy sencillo: la supremaca de la economa. Se trata de la Economa-Mundo. Todo gira en torno a ella, desde las artes a las letras, desde la religin a la poltica. E impregna todo lo que toca con su particular perfume: la mercantilizacin. Por esta visin hemos hecho nuestro como lo ms natural el tanto tienes tanto vales; y fusionado el valor de uso real- con el valor de cambio especulativo-, por ms que gente como Antonio Machado 121

nos alertara que no hay que confundir valor y precio. La economa, su crecimiento y desarrollo (sostenibilidad econmica) es el fin; y tambin el medio, se nos reitera, para disponer de recursos con los que erradicar desigualdades (sostenibilidad social) o preservar el entorno ecolgico (sostenibilidad medioambiental). Es verdad que bajo su influjo se ha conseguido multiplicar la produccin mundial hasta el punto de que haya alimentos y bienes suficientes para la totalidad de los habitantes del planeta. Eso s, tal suficiencia es exclusivamente en volumen, pero descarrila estrepitosamente en cuanto a su reparto: la pobreza extrema que afecta a cientos de millones de seres humanos es buena prueba al respecto, por no hablar de la miseria que se disfraza cotidianamente en las ciudades ms desarrolladas del orbe occidental. Sin embargo, el siglo XXI presenta novedades: cambio climtico, globalizacin, sociedad de la informacin, recursos naturales y energticos escasos, flujos migratorios masivos o incorporacin creciente al consumo de pases, como China, de alta demografa. En este nuevo escenario, la sostenibilidad social y medioambiental no son ya consecuencias de que la economa marche bien, sino condicin imprescindible para ello. Hasta hoy la lgica econmica, la integracin social y el equilibrio ecolgico no han ido de la mano. Ahora tendrn que hacerlo no por altruismo, sino por imperativo de circunstancias que obligan a un cambio de visin. Imaginemos un ro cuyo cauce se quiere modificar. No se lograr clavando estacas en su fondo, ya que las aguas se limitarn a bordearlas y continuarn su normal fluir. Las estacas son los programas y no sirven. Se exige mucho ms para cambiar el discurrir de la corriente; se requiere una nueva visin. La mentalidad an vigente se evidencia en la errnea interpretacin del milagro de los panes y los peces. Y la nueva visin que urge implantar se refleja en la verdadera enseanza evanglica: hay para todos si se pone en comn lo que se tiene. Esta es la realidad actual: 1. Tenemos bienes suficientes para todos. 2. No podemos seguir multiplicando la produccin sin destruir nuestro hbitat de supervivencia. 3. La solucin es compartir. Compartir y consciencia de unidad Compartir implica acometer transformaciones macroeconmicas y estructurales que, desde una perspectiva de equidad social y global, fomenten la eficiencia del sistema productivo, el ahorro, la inversin y la innovacin, as como el comercio justo, la cooperacin y la redistribucin de la riqueza a escala local y global. Compartir supone tambin trabajar con prioridad en educacin y en valores. 122

Compartir representa abordar lo microeconmico desde un nuevo prisma: por ejemplo, lo que a usted y a m nos corresponde poniendo sensatez ante el consumismo rampante y evaluando cules son nuestras autenticas necesidades sin caer en la hoguera de las vanidades. Y compartir conlleva poner a la persona, al individuo en sociedad, en el centro del sistema, desde una consciencia de unidad, pues todo lo anterior ser una quimera si cada uno, cada persona, no realiza un trabajo interior dirigido a adquirir un nuevo nivel de consciencia en el espacio transpersonal. Se trata de ser ms plenamente humano en el convencimiento que nuestra personalidad individual es un logro de la evolucin, pero tambin una limitacin. Hay que comprender la realidad ms all del <<yo>>, de un egocentrismo que nos est arrastrando al precipicio. Para salir de esa limitacin tenemos que ampliar nuestra consciencia y entrar en el nivel de unidad: constatar que somos uno con todo, que cada uno tiene sentido en la totalidad; e impulsar una visin holstica de uno mismo y de la realidad. Sin este cambio de consciencia ser muy difcil, por no decir simplemente imposible, dar respuesta a los problemas sociales, econmicos y ecolgicos de la sociedad global. Y ello conduce a la conclusin de que en el momento presente es hora de evolucionar Interior y exterior El cambio de visin es, ante todo, un cambio interior. Y esa es la clave en el momento presente: es el momento del cambio interior. Somos multitud los que intuimos y sentimos que otro mundo mejor es posible mediante ojos nuevos para un mundo nuevo. Y que esos ojos nuevos slo se alcanzarn con el cambio interior espiritual- de cada persona y la con-pasin (con-entusiasmo) y el compromiso social centrados en el Amor que de ello deriva de forma natural. El ser humano y la visin social imperante depositan su confianza en el exterior. Un ejemplo tonto, pero muy grfico: ser feliz (interior) si me toca la lotera (exterior). Y esta visin tiene mltiples consecuencias e impactos a travs del proceso de cosificacin. No en balde, en el proceso de autoconsciencia hay una fase, en la que estn numerosas personas, de percepcin de separacin entre el yo y lo que no es yo, esto, el otro (persona, sociedad,..) y lo otro (bienes, Naturaleza,), que se unifican en el objeto. Se establece as una fragmentacin y diferenciacin radical entre e sujeto (yo) y objeto (lo que no es yo: el otro y lo otro fusionados en el objeto). Y todo lo integrado en la concepcin de objeto es tratado y asumido de idntica manera, dando igual que sean personas (el otro), bienes, recursos naturales, organizaciones, Esto deriva en la 123

cosificacin de todo lo incluido en el seno del objeto y la deshumanizacin de la vida social y la metafsica de las figuras sociales, Pero las Vida, el Cosmos y la Creacin no funciona as, sino a la inversa: el interior transforma el exterior. As lo pone de manifiesto la Fsica Cuntica. Y tambin la Teora de Cueras o la del Principio Hologrfico a propsito de las Dimensiones. Y nuestra propia experiencia, a poco que nos conozcamos y tomemos consciencia, lo pone de manifiesto: el interior transforma el exterior y no la inversa. El cambio interior conlleva una autntica metamorfosis (hay que recordar que el trmino conversin que utilizan, por ejemplo, los Evangelios cristianos procede del vocablo griego metanoia, que significa, precisamente, metamorfosis. Adems, el cambio interior de cada cual afecta directamente a toda la humanidad, a cada uno del resto de los seres humanos, a travs de los campos mrficos o morfogenticas. Revolucin?: Evolucin! Con base a lo precedente hay que afrontar el hecho cierto de que a la mayora de las personas no les gusta como marcha el mundo, la sociedad, el pas, la economa,... Qu hacer?: la visin vigente nos llama cambiar lo exterior, lo que se ha expresado histricamente en la figura de la revolucin. De hecho, ha habido ya el suficientemente nmero de revoluciones como para saber que, ms all de su dinmica en el corto plazo, no sirven para cambiar las cosas. Unas veces porque la mayora de los impulsores del cambio terminan sucumbiendo ante el glamour del sistema, aislando a los que entre ellos se mantienen leales a la escala de valores de la que se promovi la revolucin misma. Otras, la adhesin al sistema es perfectamente consciente: bajo grandes proclamas se esconda el qutate t para ponerme yo. Como en las manadas de muchas especies en la lucha por ser le macho dominante: se quiere quitar al que est, pero no para cambiar, sino para que el nuevo lder disfrute los privilegios (verbigracia, la prevalencia sobre las hembras) que tena el anterior. Para cambiar el exterior, la opcin adecuada no es, por tanto, la revolucin. sta sirve como experiencia consciencial de los implicados, que no es poco, pero ya est. Entonces, cul es?: la Vida, el Cosmos y la Creacin nos indican que la opcin es la evolucin. La evolucin es trabajo interior (laber-into). En el corazn tenemos una fuente inagotable y renovable de transformacin de la realidad social. La dimensin espiritual y tica de la persona es la llave: ojos nuevos para un mundo nuevo. Desconectar de Matrix, rememorando la famosa pelcula.

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La lucha contra el exterior es hacerle el juego a un mundo que se ha forjado desde el exterior. La oscuridad no se disuelve pelando contra ella, sino abriendo puertas y ventanas a la luz. Que tu cambio interior llene de luz cuanto te rodea, empezando por ti mismo. Quieres cambiar el mundo?: cambia tu agenda diaria! Cmo vas a cambiar tu vida y el mundo si no eres capaz de cambiar tu agenda diaria?: 1 Cambiar tus prioridades. 2 Cambiar tu agenda Para ello, desde el no-miedo y la confianza en la Providencia, procura tener presente momento a momento, en el aqu y ahora, estos principios o pautas: +No consumismo: delimita con rigor tus necesidades reales y, las que creas que lo son, cbrelas con austeridad. +Reduce tus pertenencias: no acumules bienes y propiedades y limita tus pertenencias a que con sentido comn entiendas precisas para una vida digna. + No endeudamiento: vive sin prstamos ni deudas. + No ahorro: si algo te sobra, comprtelo. +Libera tiempo de tu agenda y dedica cada vez ms espacio a la meditacin, el silencio y el recogimiento interior y a compartir con los dems en clave de compartir y cooperacin. Elimina el estrs de tu vida, no practique el culto a la velocidad y no caigas en el error de centrarte en las malas noticias, poniendo tu atencin a tantas cosas maravillosas que cotidianamente suceden el en planeta. El camino A y el B van coexistir: no quieras sustituir el uno por el otro, sino que tu trabajo se dirija a que cada cual pueda decidir libre y conscientemente el que quiere seguir Somos much@s l@s que nos percatamos en nuestro interior que hay un mundo de muertos. Est conformado por la visin y el sistema dominantes -sus reglas de juego, prioridades, usos, costumbres e instituciones- y por las personas inmersas en su escala de valores y en su dinmica. Es el mundo de la Tercera Dimensin, caracterizado por los dualismos y dicotomas (bueno y malo, superior e inferior, mo y tuyo, t y yo,...), la densa materialidad, los apegos, deseos y sufrimientos materiales y el espacio-tiempo finito. Percibimos, igualmente, que el momento presente est marcado por el avance consciencial y dimensional de la Madre Tierra, autntico ser vivo del que formamos parte y en el que nos integramos, y por el despertar y evolucin ntima de numerosos seres humanos y buena parte de la Humanidad, que se encamina hacia el salto dimensional. 125

En este escenario, cada cual debe elegir su camino. Como ya se expres en la primera parte de este texto, es hora de tomar la decisin: optar por el camino A o por el camino B. pero no se trata de sustituir (eliminar) un camino por otro, sino de que cada uno elija el que quiere seguir. Quien quiera optar por la va que lleva al salto dimensional, que lo haga. Y hay que respetar a quien decida mantenerse en Tercera Dimensin. Nada "malo" hay en ello. "Deja que los muertos entierren a sus muertos" (Lucas, 9,60). La Tercera Dimensin, con quien quiera estar en la misma, siempre ser lo que es. Se trata de una Dimensin necesaria, imprescindible, para el Cosmos y la Creacin: sin ella, estaran incompletos!. No es posible que ella -ni ninguna otra de las muchas que configuran el Omniverso- deje de existir, ni que deje de ser lo que es, pues sus caractersticas y parmetros bsicos son lo que han de ser: ni buenos ni malos, sino los que son y corresponde que sean. Slo desde el seno de la Tercera Dimensin se efectan tales valoraciones, falaces y vacas fuera de la misma. Lo Real es que Todo es Perfecto. Qu hacer entonces cuando notamos y percibimos que nuestra vibracin ntima no se encuentra en armona dentro de la Tercera Dimensin, de su franja frecuencial? Lo primero es interiorizar lo que esto en s significa: que hemos vivido ya experiencias en dicha dimensin -en esta vida y a lo largo de la cadena de vidas fsicas en la que se plasma nuestra encarnacin en el plano humano- que nos han llevado a "resucitar". Esto es, a ser conscientes de que poseemos un Ser Profundo, divinal y eterno, nuestro Yo Verdadero, que es realmente multidimensional, por lo que es lgico que no se identifique con la estrecha franja vibracional en la que la Tercera Dimensin oscila. Lo segundo, entender que la clave est precisamente en eso: en no identificarse con la Tercera Dimensin. Tampoco para rechazarla o para quererla cambiar, pues tambin esto representa la identificacin con ella y entrar en el juego de los dualismos y opuestos que est en su esencia!. Como se ha reseado ya, la oscuridad no desaparece porque luchemos contra ella, sino abriendo las ventanas para que se haga la luz. Por tanto, al qu hacer, la respuesta no es la resistencia, ni la pugna antisistema que nos llena de resentimiento, ni la revolucin, sino la evolucin. Simplemente, la evolucin natural: pasar a otra Dimensin o plano en el que s se d tal armona; o, lo que an es ms maravilloso, optar por existir multidimensionalmente, sin encasillarse en una dimensin concreta y comprendiendo que la Consciencia Perfecta no es el grado consciencial ms alto, sino ser la

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Consciencia misma (no un grado calorfico, por elevado que sea, sino la temperatura y, por ende, todos los grados y ninguno). Es as como est ya actuando la Madre Tierra, que en el contexto de un colosal proceso cosmognico se ha empezado a adentrar en la Cuarta Dimensin. Y hay tambin ya un mundo de seres humanos despiertos o que comienzan a despertar: personas cada vez ms conscientes y dispuestas a construir un mundo nuevo basado en un Amor tan Incondicional e inmenso que se extiende a todo y a todos, incluso a los que estn muertos, para que, ojal, resuciten en vida. Es as como est emanando una novedosa visin y la expansin de la consciencia se abre paso en la Humanidad a modo de red: una autntica Red Consciencial. La Red Consciencial Es crucial percatarse de que tal Red es absolutamente ajena a los usos y estructuras piramidales tradicionales y los instrumentos y reglas del poder establecido. De ah que su extensin y consolidacin no va contra nada ni contra nadie y supera el juego de los dualismos y oposiciones. Por tanto, la red no es antisistema, ni sabe de resentimientos. La Red Consciencial est, adems, en total sintona con la Madre Tierra. Es ms, se nutre de la excepcional energa que nuestro planeta recibe en la actualidad del Sol y del Centro Galctico. Una energa vibratoria, frecuencial y electromagntica que se distribuye por la ionosfera, llega a cada ser humano por esa autntica antena de radiofrecuencia que es la glndula pineal y activa componentes durmientes de nuestro ADN sutil. Lo que, adems de aportar fuerza consciencial a cada uno y a la Red en su globalidad, potencia nuevas formas de comunicacin entre las personas y de stas con el Cosmos, aumentando nuestras capacidades mentales, telepticas, intuitivas e inspirativas: un enorme sistema de telecomunicacin transpersonal que contribuye al perfecto funcionamiento de la Red. sta, por tanto, rompe las fronteras polticas, tnicas y religiosas que hasta ahora han dividido y confrontado a los seres humanos y contempla el mundo en clave de unidad e interdependencia, conjugando el verbo compartir. Fluye por ella la solidaridad, la generosidad, la participacin, la creatividad, el entusiasmo, la reduccin de las necesidades de cada uno a niveles de sentido comn, la utilizacin de las tecnologas en beneficio de la mayora, la promocin y uso masivo de las energas libres y el incremento de las capacidades, como se acaba de apuntar, para expandir nuestros sentimientos, intuiciones e inspiraciones y todas nuestras facultades fsicas, mentales y espirituales. Capacidades que han de ser desplegadas por cada cual en el marco de sus vivencias cotidianas y en los sectores y mbitos en los que cada uno se mueve y acta, desde la cultura al emprendimiento empresarial, desde el arte a la 127

actividad poltica ejercida como vocacin de servicio pblico, desde la educacin a la esfera cientfica y tecnolgica. Ha llegado el momento de que materialicemos la consciencia expandida en lo concreto: en nuestras vidas, en la familia, en la sociedad, en la economa, en la gestin de la cosa pblica; a escala local y escala global. Cmo lograrlo?. Muy sencillo: vivir en el ahora, el nico sitio donde la vida existe, como si ya estuviramos instalados en esa nueva Dimensin o en plena Realidad Multidimensional. Metafricamente lo han expresado los grandes Maestros a lo largo de la historia de la Humanidad. La colosal entidad espiritual que encarn como Jess de Narazet lo sintetiz esplndidamente cuando habl de traer el Cielo a la Tierra. Nada dijo de luchar contra la Tierra, sino de traer el Cielo (Dimensin superior -verbigracia, "fa" o "sol" en la escala musical-) a la Tierra (Tercera Dimensin -"mi", en la misma escala-). Para ello, la clave es el Amor: vivir el ahora en y con Amor. Cada uno en su cotidianeidad -los mltiples hechos y situaciones que la conforman-, desde que nos levantamos cada maana hasta que nos acostamos en la noche, incluso en sueos mientras dormimos. Ser as como desde nuestro interior traeremos el Cielo a la Tierra. Y comprobaremos que el exterior se va amoldando a nuestro interior, que nuestra metamorfosis ntima transforma la realidad y que nosotros mismos, cada uno, somos el Milagro. Y nuestros ojos nuevos abrirn las puertas a un mundo nuevo. --------------------------------------------------------------Revolucin?: Evolucin! Somos much@s l@s que percibimos en nuestro interior que el momento presente est marcado por el avance consciencial y dimensional de la Madre Tierra, autntico ser vivo del que formamos parte y en el que nos integramos, y por el despertar y evolucin ntima de numerosos seres humanos y buena parte de la Humanidad. Ante ellos, nos preguntamos: se debe y se puede hacer algo para que tal expansin consciencial sea experimentada por el mayor nmero posible de nuestros congneres, contribuyendo, a la par, a la activacin energtica del planeta?. La cuestin abierta ha de ser encuadrada en lo que se suele calificar cual crisis econmica, cuando realmente es una profunda mutacin de carcter multidimensional (econmica, alimentaria, ecolgica, cultura, social, de valores,) del sistema socioeconmico vigente. Lo que coincide, precisamente, con la citada expansin consciencial. Y es que, como sabemos, la Luz surge al armonizar lo negativo con lo positivo. Y una mutacin tan profunda coadyuva y ayudar a que hasta el ms dormido despierte y el ms ciego recupere la vista. Los 128

mayas describieron bien el presente con la metfora de la Sala de los Espejos, pues los hechos del ahora colocan ante el espejo a la Humanidad y a cada ser humano: el que no se percate de la realidad y de su realidad -y, consiguientemente, de la apremiante necesidad de generar una metamorfosis que las transformen de raz-, no ser porque se las estn ocultando, sino, sencillamente, porque no quiera verlas. Somos multitud los que intuimos y sentimos que otro mundo mejor es posible mediante ojos nuevos para un mundo nuevo. Y que esos ojos nuevos slo se alcanzarn con el cambio interior espiritual- de cada persona, la con-pasin y el compromiso solidario centrados en el Amor que de ello deriva de forma natural. Hay un mundo de muertos. Est conformado por la visin y el sistema dominantes -sus reglas de juego, prioridades, usos, costumbres e instituciones- y por las personas inmersas en su escala de valores y en su dinmica. Es el mundo de la Tercera Dimensin, caracterizado por los dualismos y dicotomas (bueno y malo, superior e inferior, mo y tuyo, t y yo,...), la densa materialidad, los apegos, deseos y sufrimientos materiales y el espacio-tiempo finito. Nada "malo" hay en ello. "Deja que los muertos entierren a sus muertos" (Lucas, 9,60). La Tercera Dimensin, con quien quiera estar en la misma, siempre ser lo que es. Se trata de una Dimensin necesaria, imprescindible, para el Cosmos y la Creacin: sin ella, estaran incompletos!. No es posible que ella -ni ninguna otra de las muchas que configuran el Omniverso- deje de existir, ni que deje de ser lo que es, pues sus caractersticas y parmetros bsicos son lo que han de ser: ni buenos ni malos, sino los que son y corresponde que sean. Slo desde el seno de la Tercera Dimensin se efectan tales valoraciones, falaces y vacas fuera de la misma. Lo Real es que Todo es Perfecto. Qu hacer entonces cuando notamos y percibimos que nuestra vibracin ntima no se encuentra en armona dentro de la Tercera Dimensin, de su franja frecuencial? Lo primero es interiorizar lo que esto en s significa: que hemos vivido ya experiencias en dicha dimensin -en esta vida y a lo largo de la cadena de vidas fsicas en la que se plasma nuestra encarnacin en el plano humano- que nos han llevado a "resucitar". Esto es, a ser conscientes de que poseemos un Ser Profundo, divinal y eterno, nuestro Yo Verdadero, que es realmente multidimensional, por lo que es lgico que no se identifique con la estrecha franja vibracional en la que la Tercera Dimensin oscila. Lo segundo, entender que la clave est precisamente en eso: en no identificarse con la Tercera Dimensin. Tampoco para rechazarla o para quererla cambiar, pues tambin esto representa la identificacin 129

con ella y entrar en el juego de los dualismos y opuestos que est en su esencia!. La oscuridad no desaparece porque luchemos contra ella, sino abriendo las ventanas para que se haga la luz. Por tanto, al qu hacer, la respuesta no es la resistencia, ni la pugna antisistema que nos llena de resentimiento, ni la revolucin, sino la evolucin. Simplemente, la evolucin natural: pasar a otra Dimensin o plano en el que s se d tal armona; o, lo que an es ms maravilloso, optar por existir multidimensionalmente, sin encasillarse en una dimensin concreta y comprendiendo que la Consciencia Perfecta no es el grado consciencial ms alto, sino ser la Consciencia misma (no un grado calorfico, por elevado que sea, sino la temperatura y, por ende, todos los grados y ninguno). Es as como est ya actuando la Madre Tierra, que en el contexto de un colosal proceso cosmognico se ha empezado a adentrar en la Cuarta Dimensin. Y hay tambin ya un mundo de seres humanos despiertos o que comienzan a despertar: personas cada vez ms conscientes y dispuestas a construir un mundo nuevo basado en un Amor tan Incondicional e inmenso que se extiende a todo y a todos, incluso a los que estn muertos, para que, ojal, resuciten en vida. Es as como est emanando una novedosa visin y la expansin de la consciencia se abre paso en la Humanidad a modo de red: una autntica Red Consciencial. Es crucial percatarse de que tal Red es absolutamente ajena a los usos y estructuras piramidales tradicionales y los instrumentos y reglas del poder establecido. De ah que su extensin y consolidacin no va contra nada ni contra nadie y supera el juego de los dualismos y oposiciones. Por tanto, la red no es antisistema, ni sabe de resentimientos. La Red Consciencial est, adems, en total sintona con la Madre Tierra. Es ms, se nutre de la excepcional energa que nuestro planeta recibe en la actualidad del Sol y del Centro Galctico. Una energa vibratoria, frecuencial y electromagntica que se distribuye por la ionosfera, llega a cada ser humano por esa autntica antena de radiofrecuencia que es la glndula pineal y activa componentes durmientes de nuestro ADN sutil. Lo que, adems de aportar fuerza consciencial a cada uno y a la Red en su globalidad, potencia nuevas formas de comunicacin entre las personas y de stas con el Cosmos, aumentando nuestras capacidades mentales, telepticas, intuitivas e inspirativas: un enorme sistema de telecomunicacin transpersonal que contribuye al perfecto funcionamiento de la Red. sta, por tanto, rompe las fronteras polticas, tnicas y religiosas que hasta ahora han dividido y confrontado a los seres humanos y contempla el mundo en clave de unidad e interdependencia, conjugando el verbo compartir. Fluye por ella la solidaridad, la 130

generosidad, la participacin, la creatividad, el entusiasmo, la reduccin de las necesidades de cada uno a niveles de sentido comn, la utilizacin de las tecnologas en beneficio de la mayora, la promocin y uso masivo de las energas libres y el incremento de las capacidades, como se acaba de apuntar, para expandir nuestros sentimientos, intuiciones e inspiraciones y todas nuestras facultades fsicas, mentales y espirituales. Capacidades que han de ser desplegadas por cada cual en el marco de sus vivencias cotidianas y en los sectores y mbitos en los que cada uno se mueve y acta, desde la cultura al emprendimiento empresarial, desde el arte a la actividad poltica ejercida como vocacin de servicio pblico, desde la educacin a la esfera cientfica y tecnolgica. Ha llegado el momento de que materialicemos la consciencia expandida en lo concreto: en nuestras vidas, en la familia, en la sociedad, en la economa, en la gestin de la cosa pblica; a escala local y escala global. Cmo lograrlo?. Muy sencillo: vivir en el ahora, el nico sitio donde la vida existe, como si ya estuviramos instalados en esa nueva Dimensin o en plena Realidad Multidimensional. Metafricamente lo han expresado los grandes Maestros a lo largo de la historia de la Humanidad. La colosal entidad espiritual que encarn como Jess de Narazet lo sintetiz esplndidamente cuando habl de traer el Cielo a la Tierra. Nada dijo de luchar contra la Tierra, sino de traer el Cielo (Dimensin superior -verbigracia, "fa" o "sol" en la escala musical-) a la Tierra (Tercera Dimensin -"mi", en la misma escala-). Para ello, la clave es el Amor: vivir el ahora en y con Amor. Cada uno en su cotidianeidad -los mltiples hechos y situaciones que la conforman-, desde que nos levantamos cada maana hasta que nos acostamos en la noche, incluso en sueos mientras dormimos. Ser as como desde nuestro interior traeremos el Cielo a la Tierra. Y comprobaremos que el exterior se va amoldando a nuestro interior, que nuestra metamorfosis ntima transforma la realidad y que nosotros mismos, cada uno, somos el Milagro. Y nuestros ojos nuevos abrirn las puertas a un mundo nuevo.

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