Bohler - La Leyenda Artúrica, El Grial y La Mesa Rredonda
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Haba una vez, en un monasterio de Renania del siglo XIII, una asamblea de monjes que oan, cansados, las exhortaciones de su abad. Repentinamente, el abad elev la voz y exclam: Escuchad, hermanos, escuchadme bien! Les contar un nuevo hecho extraordinario: erase una vez un rey llamado Arturo.... De pronto, detuvo su relato y agreg: Vean, hermanos, cun grande es vuestra miseria! Cuando les hablaba de Dios, Uds. dorman, pero cuando introduje palabras profanas, se despertaron y prestaron atencin!. Poco importa la severa leccin del abad. Basta saber que una leyenda haba penetrado hasta en el espacio cerrado de un monasterio:1 tal era el prestigio del rey Arturo. Esa necesidad de invenciones debi de existir durante siglos para que se constituyera y desarrollara la leyenda del rey Arturo, un conjunto de relatos en verso y en prosa tan vasto que el lector moderno puede an soar con la Mesa Redonda, las aventuras de sus caballeros, el rey Arturo y la reina Ginebra, quiz amante de Lancelot, o tal vez un hada.
Arturus Rex: la cuna de la leyenda El extraordinario fenmeno de la gnesis, el desarrollo y la duracin de la literatura artrica obsesiona a los eruditos. En la diversidad de relatos que pertenecen al patrimonio medieval, esta leyenda se construye alrededor de un universo utpico en cuyo centro se erige Arturo junto con sus caballeros en torno a la Mesa Redonda. La Edad Media francesa nos leg un nmero pequeo de obras entre ellas, los romans de Chrtien de Troyes, alimentadas por una tradicin fecunda, posiblemente preliteraria, cuyo misterio perdura an hoy. Ya en la poca medieval, ese conjunto narrativo fue percibido como una fuente especfica. Se citan los versos de Jean Bodel, compuestos en la misma poca que la ancdota de la vida monstica de Csaire dHeisterbach: el poeta afirmaba que existan tres materias tres grandes fuentes de relatos: los de Francia, los de Bretaa y los de Roma la Grande, y agregaba: Estas tres materias no se asemejan. Los cuentos de Bretaa son irreales y seductores, mientras que los de Roma son sabios y cargados de significacin, y los de Francia ven cada da confirmada su veracidad!. De acuerdo con esta afirmacin, el cantar de gesta reivindicara el orden de lo real, mientras que los relatos provenientes de la Antigedad testimonian una larga trasmisin del saber. Qu se puede decir de los cuentos de Bretaa vanos y placenteros, irreales y seductores?2 Inscripto dentro de este universo se presenta el mito del Grial, vestigio de un mundo arcaico poco a poco cristianizado, eje de aventuras que explotan el dinamismo espiritual y caballeresco de la Mesa Redonda; todos ellos constituyen as un mundo imaginario de sorprendente riqueza. Fuera de los monasterios, los laicos y clrigos lo han presentido rpidamente; algunos han querido revestir la leyenda, proveniente del mundo celta, de una significacin religiosa tan fuerte que la bsqueda del Grial devino sinnimo de una bsqueda de lo Absoluto. El mbito celta es un espacio geogrfico rodeado de mar Irlanda, Gales, Cornualles, Armrica donde se debe buscar el nacimiento de la clebre leyenda artrica y donde se adivinan los primeros trazos de la figura mtica.
En Geoffroy de Monmouth recae el mrito de haber introducido, en la tradicin literaria europea, lo que debiera de ser el nudo de la leyenda. Hacia 1135, escribe la Historia regum Britanniae, considerada por sus contemporneos como una invencin fabulosa y por los eruditos modernos como una mistificacin sorprendente: sea como fuere, la Historia se extendi por numerosos manuscritos galeses, ingleses y franceses. Rpidamente la obra fue traducida al anglonormando por Wace, traduccin que permiti la difusin de la leyenda. La obra de Geoffroy de Monmouth sera el primer dato certero sobre el tema, ya que no se han encontrado numerosas fuentes para la leyenda. Sin embargo, se puede creer en la existencia de un personaje con el nombre de Arturo mencionado desde comienzos del siglo IX en la Historia Brittonum de Nennius. En el momento de la invasin de los sajones, junto a los bretones liderados por el rey Vortiger, cierto Arturo habra combatido al lado del rey; no es entonces ms que un dux bellorum, un jefe de guerra, pero se le atribuye una victoria singular al haber matado hasta novecientos sesenta enemigos. Los textos anteriores a Nennius que pueden considerarse igualmente como las fuentes de la leyenda, Gildas en el siglo VI y Beda en el siglo VIII no mencionan a Arturo. Otros datos recolectados en fuentes diversas parecen indicar que este nombre provendra del latn Artorius, oficial romano cuya existencia en Inglaterra al menos en lo que se refiere al patronmico est bien documentada hacia mediados del siglo II. Finalmente, se ha relevado una tradicin local de principios del siglo IX, los Annales Cambriae, que relata la batalla del ao 516 o 518, en la que Arturo habra llevado durante tres das y tres noches la cruz de Cristo sobre sus espaldas. De esta forma algunos prstamos a las tradiciones indgenas, galesas y armoricanas hubieron de bastar para que Geoffroy de Monmouth inventara esta figura casi por completo. Asimismo las Vidas de santos, de origen gals, pudieron tambin proporcionar ciertos datos, como la vida de san Cadoc, cuya imagen el personaje de Arturo ayuda a resaltar. Algunos poemas galeses, difciles de fechar, son tambin testimonio de la existencia del personaje legendario: el Libro negro de Caramarthen, fragmento de ochenta y ocho versos de fines de siglo XII, cuenta que Arturo, para poder penetrar en una fortaleza, debe alabar delante del portero Glwelwyd Gefaelvawr las hazaas de sus hombres, en particular las de Keu: Quin es el portero? Glwelwyd Gefaelvawr! Quin lo solicita? Arturo y Keu el bendecido! Quin lo acompaa? Los mejores hombres del mundo! En mi vivienda no entrars, si no respondes por ellos. Responder: Ya lo vers!3 Una atencin particular debe prestarse a Kulhwh ac Olwen, un relato de los Mabinogion que nos libra la tradicin local respecto de Arturo.4 El hroe Kulhwch debe conquistar la novia que eligi al precio de varias pruebas. Como es el sobrino del rey Arturo, va a la corte a implorar su ayuda. En este relato ya se menciona el nombre gals de Ginebra, Gwenhwyfar, as como los nombres de la espada y la lanza de Arturo. A partir de los relatos de fines del siglo XI Arturo aparece como un personaje real de gran prestigio. Se debe a Geoffroy de Monmouth el haber desarrollado magistralmente el retrato del soberano que le cedi la leyenda celta. Gracias a l, la materia llamada de Bretaa adquiere gran valor en la literatura francesa y los motivos de la leyenda celta subyugan el imaginario europeo. Era necesario que Arturo pudiera alimentar un ideal caballeresco, no ya como jefe
guerrero luchando contra los sajones, sino como rey prestigioso que os llevar adelante la guerra contra Roma (la cual habra ganado si la traicin no se hubiera filtrado en su propio reino). As, comparable con Carlomagno, Arturo poda exaltar los sueos bretones. Dedicando su obra a Robert de Gloucester, Geoffroy visiblemente deseaba favorecer a la nueva dinasta anglonormanda. La Historia regum Britanniae es un intento de relevar toda la historia bretona desde el ocaso del antiguo reino bretn: con el fin de elevar su grandeza aprovechando la credulidad de sus contemporneos, el cronista no teme inventar sucesos fabulosos; la corte anglonormanda, por su parte, no poda sino enorgullecerse de este bello modelo de soberano. La Historia relata cmo, gracias a su saber y palabra proftica, Merln preside el nacimiento legendario de Arturo y su coronacin. Contra los paganos sajones, el joven rey usa su espada Excalibur, forjada en Avaln, y mantiene una corte solemne en Camelot con su esposa Gwenhwyfar. Pero la guerra contra los romanos lo obliga a dejar su reino y confiar su esposa a su sobrino Mordret. Entre sus hazaas se cuenta un combate con un gigante que atemoriza a los habitantes del Monte Saint Michel y la obtencin de varias victorias. Sin embargo, en el momento en que se dirige hacia Roma, llega la noticia de que Mordret le ha quitado su esposa y su reino. Arturo retrocede, atraviesa el mar, enfrenta a Mordret y lo mata; mortalmente herido, Arturo ser llevado a la isla de Avaln.5 As quedan reunidos los elementos esenciales de la leyenda que se difunde velozmente en las versiones en verso que dieron Wace en anglonormando y Layamon en ingls. Hacia 1155 Wace escribe un Roman de Brut, donde interpreta con cierta libertad la Historia de Geoffroy. La obra est dedicada a Alinor, esposa de Enrique II. Esta vez Arturo es presentado como un gran seor feudal, coronado con todas las cualidades utpicas susceptibles de agradar a sus vasallos. Ningn testimonio es ms elocuente que la primera mencin de la Mesa Redonda descrita por Wace en su obra: Para sus nobles seores, quienes se consideraban cada uno el mejor, Arturo mand construir la Mesa Redonda. Los seores toman su lugar all, todos caballeros, todos iguales. Todos tenan en la mesa su lugar y eran servidos de la misma manera. Ninguno de ellos poda vanagloriarse de estar sentado en un lugar mejor que el otro. En efecto, al no haber ningn orden de preeminencia, cada uno poda estar satisfecho de su valor y de su mrito. La obra de Wace agrad a Enrique II y a Alinor. Hacia 1160 Wace escribe el Roman de Rou, narracin de la historia de los duques de Normanda, continuada, hacia 1170, por la Crnica de los duques de Normanda, de Benot de Sainte-Maure. Debe reconocerse a la corte de Enrique II una proyeccin cultural importante: las dos hijas nacidas del primer matrimonio de Alinor, Mara, casada con el conde de Champaa, y Alix, con el conde de Blois, contribuyen a la creacin de centros muy importantes de cultura. Chrtien de Troyes dedic El Caballero de la Carreta a Mara de Champaa, mientras que el prlogo de Perceval rinde homenaje a Felipe de Flandres, a quien Chrtien habra encontrado en la corte de Champaa. Estas cortes favorecieron as la circulacin de informacin y modas literarias a nivel internacional. Una poltica de alianzas uni la corte anglonormanda con las alemanas y se cre un espacio de mecenazgo que fue fundamental para la difusin de la leyenda artrica. El autor de un Tristan, Thomas, y Mara de Francia, autora de los Lais, pertenecieron tambin a este medio corts: ambos tuvieron un papel preponderante en la propagacin de las leyendas de origen celta. Se comprende as que la Historia regum Britanniae, de Geoffroy de Monmouth, que desarrollaba la figura propicia para elevar el prestigio de una dinasta, haya
tenido tal difusin. En relacin con Wace, este parece haber estado comprometido personalmente con el soberano, pues su obra est dedicada a Enrique II. Dado que la dinasta quera constituirse como un centro prestigioso, como un orden cultural de primer nivel, deba apropiarse de un pasado que fundara el prestigio del presente: de esta forma, la abada de Glastonbury, en Somerset, fue concebida como la rplica de Saint Denis en Francia, lugar dinstico de reyes franceses. Glastonbury devino el lugar fundamental de la leyenda artrica. Entonces se inventaron, en 1191, las tumbas de Ginebra y Arturo. Esta necrpolis hizo de Avaln el nombre literario de abada? un lugar carismtico.6 Frecuentemente los lugares prestigiosos, se sabe, sirven para consolidar la memoria legendaria: en este contexto en el cual la escritura de los cronistas se une a la misin asignada a los lugares Wace escribe su obra. A principios del siglo XIII Robert de Boron relata el periplo del Grial, iniciado en Jerusaln y dirigido hacia el reino de Logres, es decir, Inglaterra. Ninguna prueba permite afirmar que l haya tomado la versin celta, ya que sus contactos en el Oriente pudieron nutrirlo de los materiales necesarios para la elaboracin de esta leyenda en su obra. En el caso de Robert de Boron, se trata de la insercin de un proyecto divino que une la poca de la Pasin de Cristo con el tiempo legendario de Arturo, siendo Jos de Arimatea el encargado de evangelizar Gran Bretaa. El Brut de Layamon, hacia 1205, se nutre de la materia de Wace citndolo como su fuente principal. Este relata la historia de los bretones desde los ancestros de Bruto, hijo de Eneas. Su obra es ms rstica que la de Wace y tuvo un papel menos importante que la de su predecesor. Sin embargo, nos interesa la circulacin de la leyenda, que parece haber tomado como fuentes principales las historias de Geoffroy y Wace, por un lado, y las tradiciones orales de galeses e irlandeses, por el otro, en particular las que conciernen a los banquetes frtiles, los litigios y, fundamentalmente, la costumbre celta de sentarse en crculo alrededor del rey. Al lado de Arturo se dibuja otra figura sobresaliente de la materia: Merln. Geoffroy utiliza los fragmentos de una tradicin celta ya existente aunque, en realidad, pertenece a su inventiva el haber otorgado a Merln un papel vital en la constitucin del mundo artrico. Antes de terminar su Historia regum Britanniae, Geoffroy haba dedicado al obispo de Lincoln un manuscrito de las Prophetiae Merlini: unindose a Nennius, narraba la historia del maravilloso nio que tena el poder de predecir el futuro al rey Vortiger. No obstante, habra que buscar el origen de la figura del mago bajo los trazos del hroe britnico Myrddin, a quien se le atribuyen ciertos poemas.7 El documento ms interesante, el Libro de Taliesin, data de alrededor del ao 930 y comenta la tradicin de un profeta que anuncia un destino sombro para Bretaa, ms precisamente, la batalla de Arfderydd, que opuso en 573 Gwenddoleu a los hijos de Eliffer Gosgorddfawr.8 Otro poema confirma lo que ser el leitmotiv de los textos medievales: En cuanto a m, yo predigo y ser ratificado...!. A partir de esta tr adicin, Myrddin puede constituirse como personaje del relato de Geoffroy, quien, hacia 1150, debi redactar una Vida de Merln donde el don proftico es claramente confirmado. En este texto tambin aparece la isla de Avaln (la isla de Pmez, la isla Fortune), donde vive el hada Morgana con sus hermanas. Geoffroy realiza una amplia descripcin de la misteriosa isla donde viven nueve hermanas de las cuales la mayor, Morgana, la ms hermosa, es quien conoce el arte de curar, de la metamorfosis y de la adivinacin. Para Geoffroy, Morgana no es an la media hermana de Arturo. Compleja gnesis de la leyenda: dos tradiciones para Merln que se unirn ms tarde, una que se refiere a Myrddin, y la otra, de origen escocs, que habra guardado el recuerdo de Lailoken, profeta que enloquece luego de una visin, refugindose en el bosque y volviendo cada tanto para profetizar. Sea como fuere y sin arriesgar hiptesis sobre los lazos que unen estas fuentes, estos son los elementos que ms tarde, a principios del siglo XIII, sern
desarrollados por Robert de Boron, quien har de Merln una figura coherente con el relato artrico y le dar la dimensin de un personaje cargado de una notable misin. En este perodo, el mundo del Grial se une a las leyendas de Arturo y de Myrddin, conjuncin fecunda que asegurar a la leyenda su perennidad. Materia de Bretaa, roman bretn, roman artrico: no existe una equivalencia estricta entre estos trminos. El primero de ellos posee la mayor extensin, pues abarca todos los relatos surgidos del contexto celta: los tristanes o los relatos que se desarrollan alrededor de Arturo. La designacin de roman artrico centra el tipo de relato sobre el personaje de este rey. Pero la materia de Bretaa o el roman bretn designa todo el conjunto de relatos a partir del cual emerge, glorioso, el nombre de Chrtien de Troyes. Para imaginar el origen de la obra de Chrtien, es necesario tener en cuenta la tradicin de Geoffroy y de Wace, y especialmente la tradicin oral, que ha contribuido a dar a la leyenda un aura considerable. Es necesario suponer una abundante circulacin de los cuentos por va oral, y, en consecuencia, contactos directos entre el pas de Gales, los seores anglonormandos y el continente. Las urgencias polticas crearon una recepcin favorable a la leyenda y explican que la corte haya podido subrayar su papel cultural. Muerto Enrique I Beauclerc, el ascenso al trono de Enrique II Plantagenet se torna dificultoso, por lo que la alianza con los bretones ser conformada por la puesta en escena de lo que se ha llamado una mitologa anglo-angevina, que precisamente permita unir esta dinasta al rey Arturo. A partir de ese momento, el ritmo de la difusin crecer exponencialmente, y, durante la dcada de 1160, se asiste a una fermentacin de la materia artrica, muestra de lo cual es la difusin iconogrfica. Entre 1170 y 1210 la leyenda se instaura y es la etapa en que la literatura se enriquece de un extraordinario florecimiento de textos.
El desarrollo de la leyenda: Chrtien de Troyes Cmo pudieron conocer los escritores franceses esta materia de Bretaa? Irlanda, debido a su aislamiento geogrfico, probablemente no haya tenido un papel significativo. Resulta ms productivo considerar las zonas de contacto entre celtas y franceses, entre Gales y Cornualles que estn prximas al continente, al rea normanda y armoricana.9 Se confrontan dos tesis: la que afirma que la Armrica habra sido el lugar y la fuente de esta difusin, y la que solo reconocera este protagonismo al pas de Gales y a Cornualles. Nosotros tomaremos una posicin intermedia por la cual la tesis continental y la tesis insular no se excluyen sino que se complementan. Imaginemos un mundo donde, gracias a la importancia de la transmisin oral, se confi la leyenda a los juglares para su difusin. Por otro lado, y paralelamente, la creciente difusin del manuscrito y una valorizacin de lo escrito hacen conocer los relatos y contribuyen al prestigio de la leyenda de Bretaa. Si hasta ese momento, en la escritura, la leyenda era tomada por la crnica de imaginacin y por la historiografa, a partir de ese momento ser tema de gneros narrativos precisos. Ahora bien, en los primeros tiempos, la palabra roman no designaba un gnero: se relacionaba con la lengua corriente, la lengua llamada vulgar, la lengua romance, que no es precisamente la lengua culta, el latn: lengua de clrigos. Ms tarde el trmino roman pas a designar un texto traducido del latn y, poco a poco, un texto narrativo redactado directamente en lengua romance; finalmente designar un gnero narrativo preciso, alejado del universo pico. De esta forma, el gnero novelesco y la lengua tuvieron, al principio, estrecha relacin.10 Fuentes orales, fuentes escritas: se supone que Chrtien de Troyes, el verdadero creador del roman francs, tuvo que trabajar tanto desde las fuentes orales como a partir de los
manuscritos a los que tuvo acceso. Esta oralidad, la trasmisin de boca en boca, ya era subrayada por Wace: En cele grant pais ke jo di Ne sai si vus lavez o Furent les merveilles pruves Et les aventures truves Ki dArtur sunt racuntees Ki a fable sont aturnees. En este gran pas que yo digo No s si lo habrn odo Fueron las maravillas probadas Y las aventuras encontradas Que de Arturo son relatadas Las cuales a fbula han sido llevadas
Ahora bien, el lai relato corto de origen celta que se desarroll paralelamente al roman en el ltimo tercio del siglo XII comparte con este el acto de escuchar, de aprender mediante la oralidad. Esta caracterstica nos interesa, pues as nos imaginamos la difusin de la leyenda artrica. Mara de Francia afirma en su prlogo (hacia 1170) que ella escuch algunos lais bretones que quiso poner por escrito: (...) pens poner por escrito algunas bellas historias y traducirlas del latn a la lengua corriente. Pero este trabajo no me hubiera valido en estima pues tantos otros lo haban ya hecho! Entonces, so con los lais que haba escuchado. No dudaba que los primeros autores y propagadores los haban compuesto para perpetuar el recuerdo de las aventuras que haban odo narrar. Escuch el relato de un nmero y no quise dejarlos en el olvido. Hice pues de ellos cuentos en verso, lo que me ha costado largas vigilias! En el prlogo de Erec y Enid, Chrtien tambin parece tener conciencia del uso de un cuento de aventuras: Chrtien de Troyes (...) extrae de un cuento de aventuras una historia bien ordenada. Escuchar un cuento o encontrarlo en un libro: es el flujo y la conjuncin de dos caminos que explican la cuna del gnero. Roman en verso, ya que en el ltimo tercio del siglo XII la forma narrativa usual es el verso octosilbico; la prosa concerna principalmente a los textos latinos o a la traduccin de textos latinos de corte religioso. La prosa novelesca no nacer sino hasta principios del siglo XIII. Por los nombres de los hroes y, en particular, por los motivos de las ficciones que adopta Chrtien de Troyes, es evidente que sus romans se nutren de la materia de Bretaa. Sin tomar fielmente las tramas mticas de los relatos irlandeses, estos temas pueden localizarse fcilmente: los amores de mortales con hadas, la bsqueda de objetos mgicos, prohibiciones y transgresiones, metamorfosis y, sobre todo, los viajes al Otro Mundo, donde el tiempo es abolido. Todo ello evoca ese otro mundo de los celtas, a menudo representado por islas, dominios bajo el mar o tierras que se crea eran el pas de los muertos. En Chrtien de Troyes ambos mundos se comunican a travs de fronteras poco reconocibles, aunque muchas veces tengan el aspecto familiar de la poca feudal: un puente, un vado, el recorrido de un bosque durante la caza. Las aventuras de estos relatos artricos se organizan alrededor de dichos motivos, racionalizados por una vestidura feudal y corts. Esta lnea de trabajo se relaciona con la tradicin celta dedicada a las secuencias de navegacin (los Imrama), que rpidamente se integr tambin a los relatos cristianos tales como el Viaje de san Brendn (siglo XII), en los cuales se narraba el acceso a un mundo maravilloso donde reinaba la abundancia como metfora de la bsqueda simblica de Dios. Clrigo culto de la corte de Mara de Champaa, Chrtien de Troyes puso en escena hroes ya presentes en los relatos celtas que fueron tambin las fuentes de Gereint et Enid, de Owein et Lunet y de Peredur. Pero los textos galeses correspondientes a los relatos de Chrtien no son
traducciones resumidas de sus textos, ni tampoco sus fuentes. Hoy la crtica se orienta ms favorablemente hacia la teora de una fuente comn. Supervivencia de una fuente local? Importacin al territorio francs? Esta incertidumbre permite adivinar hasta qu punto la actividad de Chrtien fue novedosa, hasta qu punto supo extraer su materia de un cruce de tradiciones. El senescal Keu es investido de un papel relativamente importante, ms an Gauvain y Ginebra. Si bien la Ginebra galesa ya posea rasgos fantsticos, muchas otras tradiciones subrayan su procedencia del Otro Mundo. Ahora bien, en Chrtien, la figura del hada se transforma en el modelo de una soberana provista de cualidades corteses, entre las que se destacan la sabidura y la generosidad. La figura real posee, por su parte, la caballera y cumple con las exigencias de un cdigo ideal de comportamiento: el rey sabe demostrar liberalidad sin fin, segn el mrito de cada uno, con toda justicia. De esta forma se constituye en los relatos de Chrtien de Troyes un ciclo de personajes que proveern la matriz de lo que se desarrollar posteriormente. Si debemos a Chrtien de Troyes el verdadero nacimiento del roman francs, es por cmo esboz los datos mitolgicos, que proveen una estructura narrativa estable, a favor de una profundizacin psicolgica de los personajes. El camino inicitico de Perceval es el mejor ejemplo. Ya en su primer roman, Erec y Enid (1167-1170), Chrtien acenta el lazo entre amor y herosmo, la necesidad de la realizacin personal en cuyo centro late el deseo amoroso. Erec, hijo del rey Lac, debe aprender a conciliar el amor y la aventura. Su recrantise (pereza), luego del casamiento con Enid, provoca consternacin en su entorno y en su esposa. Su tarea ser reconquistar el mrito y a Enid. De modo inverso, en Yvain o El caballero del len, el hroe olvida la promesa hecha a su esposa Laudine: llevado por el amor a la gloria caballeresca, rompe un contrato que le asignaba un plazo para regresar. Rechazado por su esposa despechada, parte enloquecido, amnsico, hacia el bosque donde vive como un salvaje. Deber recorrer un largo camino de realizaciones para ganar otra vez a Laudine. Para ello, como ltima prueba, tendr que liberar a los prisioneros del Castillo de la Psima Aventura. Cligs, escrito hacia 1170, rinde homenaje a la herencia clsica y es tambin el relato donde se confirma el refinamiento de la investigacin psicolgica. Si Chrtien rescata su material de la tradicin celta, tambin se nutre de referencias a un mundo literario que conoca. Los elementos de su psicologa del amor, que dicen mucho de la influencia de las letras clsicas en la Edad Media, nos recuerdan que el novelista se interesaba, en sus comienzos, por las adaptaciones de Ovidio. El Caballero de la Carreta fue escrito a pedido de Mara de Champaa: si la trama est constituida por las pruebas de los relatos celtas (en particular un relato del rapto, la aithed celta), la dominante, la idea directriz, lo que se llama el sentido, es una gran enseanza sobre lo que debe ser el amor corts, la fin amor. Lancelot debe mostrarse en todo momento como un amante perfecto, y en este marco de relaciones el amor, seor absoluto, impregna el roman. Perceval o El cuento del Grial, comenzado hacia 1180 e inconcluso, ser el gran referente de los ciclos que lo continuarn. Esta historia relata las aventuras de un nio apartado de la vida caballeresca que deber realizar un difcil aprendizaje de los cdigos amoroso y caballeresco. Novela de iniciacin hasta la prueba enigmtica del Castillo del Grial, el Perceval constituir en toda la produccin de Chrtien de Troyes una bsqueda incompleta. Todas sus obras afirman su papel creador: en especial el prlogo de El Caballero de la Carreta. En los clebres primeros versos de este texto, el autor describe su actividad: es la idea organizadora, el sentido dado a la materia, lo que compromete su responsabilidad en la construccin de una arquitectura de conjunto y la reunin de los elementos sustrados de esa materia:
Chrtien inicia el rimado de su libro sobre El Caballero de la Carreta. Debe a la condesa, como generoso presente, la materia con la idea principal, y cuidando su forma (matiere, sen et conjointure). Con Chrtien, el rey Arturo se instala definitivamente en la literatura; su corte es el centro de irradiacin de los mejores caballeros del mundo. Es la primera vez en la literatura europea que se evoca la leyenda del Grial, y a Chrtien vuelve la idea de unir esta leyenda con la historia de Perceval. A partir de estos elementos, el novelista logra el perfeccionamiento de lo que formulaban los textos anteriores: ofrecer la materia para nuevas creaciones. El mito, alimentado de elementos cristianos, deja lugar al hroe elegido, predestinado, cuya ascendencia se produce dolorosamente y cuya iniciacin permanecer abierta a los relatos que lo sigan. As, la obra de Chrtien deviene el pvot alrededor del cual se organizarn todos los relatos futuros, se trate de las Continuaciones de Perceval ya que su roman queda inconcluso o las referencias explcitas a su obra en cualquier relato en verso del siglo XIII; se trate del uso de los personajes de la corte de Arturo, como en la novela occitana Jaufr; se trate, finalmente, de la influencia de la casustica amorosa que tan bien ha desarrollado en Cligs, del cual provienen relatos como la novela de Raoul de Houdenc o Jaufr y El Caballero del Papagayo, en registros maliciosos y probablemente pardicos. Frecuentemente la crtica se cuestiona sobre la simbiosis entre la demanda del pblico de nuevas obras y su efectiva creacin: este hecho es primordial, ya que la leyenda artrica fue muy estimulada tanto por la produccin de obras como por la impregnacin de la sociedad con este imaginario. En efecto, estas ficciones proveern un mundo de sueos, un ideal de comportamientos que los hombres querrn concretizar en sus realidades. Por este camino el roman se extiende internacionalmente a partir de 1180-1190. Imitando la dinasta de los Plantagenet, grandes personajes de la poca solicitan obras, suscitan la creacin de episodios nuevos, nuevas aventuras de personajes conocidos eligiendo, por ejemplo, un personaje tpicamente corts como Gauvain, o inventando en su entorno hroes secundarios que devienen personajes principales de un relato, como Gliglois en el roman del siglo XIII que lleva su nombre. Un testimonio de esta expansin es la penetracin precoz de la leyenda en Italia y en Alemania a principios del siglo XIII, en Escandinavia hacia 1220-1230 y en los Pases Bajos hacia 1230-1250. La prosificacin parece haber favorecido esta expansin, aunque las novelas en verso de Chrtien hayan constituido para Hartmann von Aue, en Alemania, la base de las versiones de Yvain y de Erec. Paralelamente al estudio de los manuscritos, es interesante considerar el alcance de la difusin oral en este perodo. Respecto de la transmisin de corte en corte, es necesario evocar con mayor precisin cmo se conocan los textos. El pblico de la poca escuchaba ms que lea. Si se confa en las encuestas de la sociologa de la cultura medieval, la lectura silenciosa y solitaria parece haberse extendido con lentitud en el transcurso del siglo XIII. La frmula del Perlesvaus parece hacer alusin tanto a una trasmisin individual como a la trasmisin de boca en boca, aunque solo puede tratarse de una frmula del relato. En la difusin de lo legendario hay que sealar una inauguracin en el caso de Chrtien, ya que sus romans constituyen el primer gnero narrativo en lengua verncula destinado a la lectura. Y para situar a Chrtien en su siglo, si con Wace la Mesa Redonda rima con fbula (...la Rounde Table/Dunt Bretun dient mainte fable), de ahora en ms la literatura marcar bien que se trata de ficcin y reivindica este status como un acto fundacional. As, y no sin cierto orgullo,
los autores se sentirn partcipes de un grupo cultural precedido por Chrtien. Cada obra ser la parte emergente de una vasta historia.11
El perodo posterior a Chrtien de Troyes Es importante hacer justicia a los textos, poco conocidos, que continuaron a los de Chrtien de Troyes, llamados las Continuaciones Perceval, cuyo primer relato trata sobre el nacimiento y las aventuras del hroe Caradoc (El libro de Caradoc). La Primera continuacin fechada a fines del siglo XII o principios del siglo XIII constituye la prosecucin de las aventuras de Gauvain y comporta versiones diferentes, una larga y una corta, la primera de alrededor de 12.000 versos. La Segunda continuacin se relaciona con Perceval (13.000 versos) y fue redactada bajo la autoridad de Wauchier de Denain, clrigo en la corte de Flandres. La Tercera continuacin atribuida a Manessier, hacia 1230 concluye la historia de Perceval, quien sucede al Rey Pescador. La Cuarta continuacin, del segundo cuarto del siglo XIII, atribuida a Gerbert de Montreuil, no finaliza la aventura del Grial. Estas dos ltimas continuaciones orientan el motivo del Grial hacia un sentido netamente religioso y dan testimonio de la cristianizacin progresiva de la aventura. Una etapa crucial de esta cronologa ser la que inaugura Robert de Boron, con quien el Grial ser cristianizado: Boron rene los elementos ya agrupados en el pasado y los integra a partir de una intencin explicativa mucho ms amplia. En Robert de Boron la corte del rey Arturo se transforma en un deseo de Merln, seor del tiempo y agente de Dios; el Grial deviene una reliquia, el plato de la ltima Cena y el recipiente en el que Jos de Arimatea recibe la sangre de Cristo. Clrigo de gran cultura, Robert de Boron ley a Wace y a Chrtien, y probablemente a algunos historiadores. Como autor, es difcil ceirlo: se le atribuye la Historia del Grial, que relata el origen bblico del objeto y la llegada de Jos de Arimatea con la reliquia a Glastonbury. Seguidamente, su hijo, Josph, deviene el guardin del Grial. De su Merln se conservan solamente quinientos versos, aunque se posee una versin en prosa. Su Perceval, versin en verso perdida, nos ha llegado gracias a dos manuscritos en prosa, llamados el Didot-Perceval y el Perceval de Modena. Las prosificaciones de Robert de Boron fueron efectuadas hacia 1200-1210 segn varios manuscritos de la poca. Gracias a la prosa, la materia del Grial se autentifica puesto que esta nueva forma era aplicada en la traduccin o en el comentario de los textos sagrados, otorgndole un valor especial. Su empleo en este caso aporta al relato un valor que colabora con la difusin de la leyenda artrica. A partir de entonces se da una relacin estrecha entre la prosa y el relato del Grial, a tal punto que si las Continuaciones de Perceval son an en verso, a partir del siglo XIII cada nueva versin sobre el Grial se fijar en prosa.12 La inconclusin del Perceval ayuda a la continuacin directa de la novela de Chrtien, retomando justo en el lugar donde se interrumpen las aventuras de Perceval en el Cuento del Grial. Este admirable relato diversifica las bsquedas: sigue en principio las de Gauvain, cuyo triunfo es innegable. El relato asocia la cualidad de lo fantstico con la perspectiva religiosa y alegrica. Si en el siglo XIII el roman en verso se consagra a Gauvain, transformndolo en el hroe central de siete relatos, en el roman en prosa no es ms que un personaje secundario. En La bsqueda del santo Grial, Gauvain sufre una valoracin negativa: es excluido de la bsqueda ya que se encuentra muy atado a los valores terrenales: Gauvain le dice el ermita, hace ya tiempo que eres caballero y durante todo ese tiempo no has servido al Creador. Eres un viejo rbol que no da ni flores ni fruto.
Haz pues que Nuestro Seor tenga al menos la cscara ya que el diablo tiene la flor y el fruto.13 Gauvain aparecer muy poco en los textos en prosa que legitiman un proyecto espiritual. Lejos de ser una simple herramienta formal, la prosa ilustra una eleccin de intenciones: tomar como personajes principales a Perceval, Lancelot y su hijo Galaad, marcando as su propsito principal, esto es, la elaboracin de un universo novelstico cuidadoso de su origen y de sus fines, que se interesa por la inscripcin en el tiempo de todos los relatos preexistentes.14 En el siglo XIII sern numerosos los textos en verso. Signo de los tiempos: luego de las Continuaciones , el Grial ser poco a poco abandonado. Arturo y Lancelot parecern ser menos importantes; los romans privilegiarn a Gauvain ya sea exaltando sus virtudes corteses ya sea parodiando su personalidad. Entre 1215 y 1235, dentro del campo de la prosa se elabora un gran conjunto en cinco partes cuyo orden de composicin es el siguiente: el Lancelot, La bsqueda del santo Grial, La muerte del rey Arturo, a los que se agregan La Historia del santo Grial y la Historia de Merln diferentes de los de Robert de Boron. El Lancelot, llamado Lancelot-propre, constituye la mitad de este gran conjunto y relata la historia de Lancelot: sus orgenes, su juventud, su llegada a la corte de Arturo, la inclinacin naciente hacia Ginebra, la amistad con Galehaut, el episodio de la falsa Ginebra, las bsquedas de Lancelot por varios caballeros, entre ellos Gauvain; las aventuras de Agravain, hermano de Gauvain, y la concepcin de Galaad en el Castillo del rey Pescador, ignorndolo Lancelot. Hacia el final del conjunto, la historia se enriquece con la participacin del joven Perceval a los personajes principales. La bsqueda del santo Grial est especficamente consagrada a la bsqueda del objeto mtico que aparece durante Pentecosts. Los caballeros deciden llevar adelante la aventura. Lancelot ve apenas fugazmente el Grial, en cambio Bohort, Perceval y Galaad parten en la nave de Salomn y llegan al pas de Sarras donde Galaad presencia los ltimos secretos del Grial. Solo Bohort volver a Camelot para contar los acontecimientos prodigiosos. El relato, de una composicin admirable, muy moderno por la abundancia de sueos que necesitan elucidacin, est absolutamente impregnado del espritu cisterciense. El ltimo relato del conjunto es La muerte del rey Arturo del cual existe otra versin, la de Robert de Boron, ms sucinta, que concluye en el volumen Merln y Arturo: el Grial y el reino donde se consagra el crepsculo del universo de la Mesa Redonda. Los amores de Ginebra y Lancelot son a partir de este momento conocidos y condenados. Por la perfidia de Morgana, Arturo tiene la funesta revelacin. Lancelot y Gauvain se enfrentan. Desde la muerte de Cristo hasta la cada artrica, la composicin concluye con la batalla de Salesbires en la que Mordret, el hijo bastardo, da a Arturo, su padre, el golpe mortal. Este gran ciclo en prosa ser para los continuadores un gran reservorio de relatos. Amplia y fecunda temporalidad: desde los orgenes en la Escritura Santa, desde la historia de Jos de Arimatea hasta el primer rey del Grial en Corbnic; desde el nacimiento de Merln hasta la concepcin de Arturo. A partir de la creacin de la Mesa Redonda por Merln, se inicia una marcha progresiva hacia la degradacin del mundo artrico. La historia de Tristn tiene una fortuna similar a estas creaciones: en la misma poca nace un Tristn en prosa, del cual existe una versin corta y otra larga que lo incluirn en el mundo artrico. Paralelamente, continan apareciendo los relatos en verso, muchos de los cuales tienen, como se ha dicho, a Gauvain como personaje central o alguno de sus cercanos (su hijo Guinglain, por ejemplo, en El Bello Desconocido), ligados de una u otra forma al mundo artrico. As Mraugis es un hijo natural del rey Marc de Cornoualles (Mraugis de Portlesguez), Yder rey de Cornoualles (El roman dYder), Mriadeuc (El Caballero de las
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Dos Espadas), Gliglois (Gliglois), Durmart hijo del rey de Gales y Dinamarca (Durmart el Gals), Fergus, hijo de un villano rico y de una madre noble (El roman de Fergus). Largos relatos compuestos en verso, como Claris y Laris, demuestran que el gusto del pblico por ellos an persista. En el mbito provenzal, se comprueba la presencia de elementos artricos por El roman de Jaufr y por Blandin de Cornouialle. En el futuro la leyenda artrica proveer a la sociedad medieval se trate de la nobleza media y baja de fantasas de identificacin. Las prcticas sociales recogern los personajes y los rituales de la Mesa Redonda. Durante la primera mitad del siglo XIV, El roman de Perceforest, y durante la segunda mitad de ese siglo, la extensa novela de Froissart Mliador, El roman dIsaie le Triste y, ms tarde an, El Caballero del Papagayo, manifestarn la vitalidad de la leyenda. Hacia fines de la Edad Media, perodo no de declive sino de distancia respecto de las herencias, la sobrevivencia de la materia de Bretaa es visible en el autor de las Crnicas y los Dits: Froissart nos deja lo que ser la ltima novela artrica en verso, original, debido a una distancia crtica y un tipo de escritura que se ha llamado decepcionante: se retoma el marco artrico, pero el escritor se libera frente a su materia. As crea los ndices que parecen anunciar una secuencia extrada de la tradicin, aunque representa, en realidad, una forma de suspenso que expone un arte muy erudito. Froissart rescribe de manera ldica y con deliberada conciencia de los poderes del escritor. Un punto para tener presente respecto de la temporalidad de estos relatos: Mliador, as como El Caballero del Papagayo poseedor de una estratagema sutil, pues el hroe del relato es el mismo Arturo sitan la ficcin antes de las grandes hazaas de la Mesa Redonda, antes de la aparicin de Merln, tal como expresan algunos versos del Mliador; al comienzo del reino y antes del casamiento de Arturo con Ginebra, dicen las primeras lneas de El Caballero del Papagayo. La transmisin de la leyenda genera interrogantes que permanecern sin respuesta: aunque el florecimiento de los textos nos fue legado en manuscritos, la Edad Media es una extensa poca de silencios. Nunca se podr tener informacin exacta sobre el pedido de manuscritos, su elaboracin, sus diferentes versiones; sobre un flujo que se intent ceir y que muchas veces hubo que imaginar. El mundo impreso, que da estabilidad a las narraciones, har justicia a la memoria de estos textos. No hay que olvidar que esta trasmisin del nuevo arte prospera a partir de 1480. Son prueba material del pronunciado gusto por las novelas de la Mesa Redonda los siguientes textos: el Lancelot en prosa (Le Lancelot propre, La bsqueda del santo Grial, La muerte del rey Arturo) impreso ocho veces entre 1488 y 1591; la Historia de Merln y las Profecas de Merln entre 1498 y 1528, y el Tristn en prosa entre 1489 y 1533. El roman de Jaufr ser impreso tres veces en su versin en prosa francesa; se imprimi una prosificacin de El Bello Desconocido, dos ediciones del Perlesvaus en 1514-16 y 1523, dos de Perceforest en 1528 y 1531-32 y una edicin de 1530 de Perceval el Gals, versin en prosa de la novela de Chrtien de Troyes. Las imprentas en los grandes centros (Pars, Lyon, Rouen) son las difusoras del libro en esa poca. Varios miles de volmenes consagrados a la leyenda artrica fueron impresos y vendidos al pblico antes de 1600.15 Las novelas de la Mesa Redonda tambin fueron ledas y apreciadas durante el Humanismo: los inventarios de las bibliotecas privadas nos han dejado prueba de ello. Si los relatos artricos no fueron publicados en ediciones populares, la recepcin fue excelente entre los grandes letrados de la poca, que vieron al menos lo ingenioso de los procedimientos narrativos.
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La leyenda artrica: el misterio del Grial En el imaginario medieval, en nuestra poca tambin, el Grial ocupa un espacio privilegiado. De acuerdo con su naturaleza indeterminada y variable, de acuerdo con lo escrito en la Edad Media y con nuestras metforas, el Grial expresa la bsqueda de lo imposible. Ligado a lo simblico, el Grial es promesa de duracin por la secuencia enigmtica que se propone de texto en texto, prximo al cristianismo, prximo a la tradicin celta. Se dieron diversas explicaciones. Los defensores de la tesis cristiana quieren ver en el Grial que en Chrtien de Troyes no es sino un gran plato hondo donde se aloja una hostia un cliz, y en un plato de plata, una patena; en la lanza que sangra, la Sagrada Lanza. El cortejo sera entonces el proceso litrgico de una comunin de enfermo que recibe la extremauncin. Otros, siguiendo a Frazer, defendieron una tesis pagana y ritual que unira al cortejo con un culto de fecundidad. Es cierto que la esterilidad de las tierras remite a la herida del rey Mehaigni, y Perceval habra marcado as su iniciacin a un misterio, puesto que la Lanza y el Grial seran dos smbolos de sexualidad.16 Los que defienden la tesis celta17 invocan los motivos que se encuentran en numerosos relatos de Irlanda y Gales, donde un recipiente (un plato o un tipo de caldero de abundancia) posee la virtud mgica de dispensar bebida y comida a voluntad. Talismanes del Otro Mundo: la lanza aparece frecuentemente en el mbito celta: la del dios Lug, la del dios Cengus, la lanza roja y negra de Mac Cecht, la lanza de Celtchar, finalmente la lanza del rey Arturo, capaz de hacer sangrar al viento.18 El Grial cuestiona la cristianizacin de un cuento, as como la reunin de elementos provenientes de diversos relatos. Los espacios enigmticos desfilan en la literatura artrica: objetos misteriosos y un hroe fascinado que los contempla en silencio, silencio que dura demasiado... La liturgia de la mirada, del silencio y del fracaso llevan a Perceval y a Gauvain a sus miserias. Cristianizacin progresiva y discontinua del misterio del Grial, se ha dicho a menudo que los significados religiosos vinieron sobredeterminados de motivos, lugares y nombres celtas. Hoy el Grial es un objeto parcialmente unido a su misterio. Misterio del nombre, en principio: Chrtien emplea la palabra Graal para designar un recipiente, un objeto preciso. El sentido de la palabra es el de un plato. Un pasaje de la Crnica de Hlinand, de principios del siglo XIII, comenta cierta historia en la que se dice quae dicitur de Gradali: da la definicin del objeto, la imagen de un plato hondo, probablemente grande.19 Esta imagen tiene como ancestro en el latn medieval la palabra gradalis, pero existe tambin en provenzal, cercano a la representacin de un gran plato que evoca un servicio de mesa. Este extrao objeto, que aparece obsesivamente en las secuencias del Grial, no se encuentra ms que en el castillo del Rey Mehaign, cuya tierra es estril. En Chrtien Perceval ve pasar una lanza blanca de la cual cae una gota de sangre. Un Grial llevado por una doncella despide una extraa claridad. Es de oro puro, lleno de piedras preciosas. Ninguna palabra sali de mi boca; Perceval el Gals, quien finalmente conoce su nombre, es al mismo tiempo Perceval el Infortunado. Como para quienes lo seguirn, la tierra permanecer yerma. En la Primera continuacin y paralelamente al momento en que Robert de Boron daba una interpretacin religiosa de la escena se afirma el vnculo con la materia celta. Gauvain se encuentra frente a una escena fnebre: un cadver, una espada rota. Permanece mudo como Perceval; aunque sabemos entonces que se trata de la lanza de Longin que atraves las costillas de Cristo muerto en la cruz. La visin del Grial es aqu sangrante: el plato mgico efecta un servicio misterioso bajo la mirada de Gauvain, quien luego ve una lanza que sangra abundantemente. En la Segunda continuacin, Perceval trata de esclarecer el misterio, y en la Tercera continuacin conduce la visita del hroe al Castillo del Grial: la lanza que sangra es la lanza de Longin, el Grial es el recipiente que recoge la sangre de Cristo. En cuanto al plato, este
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recibir al Grial. As Perceval es coronado rey del Grial despus de la muerte del Rey Pescador, reinar siete aos, ms tarde se retirar a una ermita con los tres objetos sagrados: el Grial, la lanza y el plato. Un texto extrao, la Elucidacin, ubicado al comienzo de un manuscrito de Perceval y de las Continuaciones, habla ms claramente de un segundo plato celta. Hadas de pozos, cuenta este corto relato, habran posedo copas de oro y plata. Violadas, habran dejado devastar el pas: no ms hojas ni flores; los cursos de agua, envenenados; la corte fastuosa del Rey Pescador, rey de fecundidad, est perdida. Pero esto suceda antes de los tiempos del rey Arturo, cuyos caballeros intentarn posteriormente proteger a las doncellas de los pozos y devolver al pas su prosperidad. Por el contrario, en el caso de Robert de Boron, el Grial aparece como la preciosa reliquia que sirvi a Cristo en Pascuas. Es necesario revivir el ritual que imita la Cena y que se perpeta, luego de muerto Joseph, en el Rey Pescador, llamado Bron. En el Lancelot en prosa, Lancelot espera acercarse al Grial, pues solo la perfeccin corts provee el acceso; a pesar de ello, nicamente podr ver el objeto sagrado. En el Perlesvaus, una secuencia de ritmo singular describe el xtasis y la beatitud de Gauvain: delante del espectculo de la lanza que sangra, delante del grial en el que cree ver un nio, Gauvain, presa de una intensa alegra, olvida todo: no piensa sino en Dios. Nada dice y todos se alarman consternados. La tierra que atraviesan Gauvain y la doncella es estril; deben penetrar en el ms espantoso de los bosques, donde pareca que jams hubo la menor vegetacin: las ramas estaban desnudas y secas, los rboles negros y como quemados por el fuego, y la tierra a sus pies era negra y como incendiada; no tena vegetacin alguna y estaba recorrido por profundas grietas. En La bsqueda del santo Grial, al final del relato, Galaad ve una lanza que sangra cuyas gotas caen en un cofre. Aparece un hombre desnudo, todo ensangrentado: Es el plato en el cual Jess comi el cordero con sus discpulos el da de Pascuas. Es el plato que sirvi a todos a los que yo tuve a mi servicio. Es el plato que ningn impo pudo ver sin palidecer. y porque admite a todos, se llama justamente el santo Grial.20 En la versin alemana de Wolfram von Eschenbach, cuyas fuentes fueron los manuscritos de la novela de Chrtien de Troyes, Parzival deviene caballero artrico y rey del Grial. El ermitao Trevizent, to de Parzival, le revela que el Grial es una piedra cuyo nombre no se traduce: lapsit exillis. El objeto mgico dispensa comida y bebida a voluntad y es fuente de vida, virtudes que le son conferidas por la hostia que una paloma posa sobre la piedra todos los viernes santos; la piedra es entonces la quintaesencia de todas las perfecciones del Paraso.21 Si el Grial ilumina la simplicidad de Perceval frente a lo maravilloso y revela la ineptitud de quienes lo seguirn, puede tambin expresar la esperanza de la maduracin del hroe y de un desenlace para la bsqueda. Pero el Grial hace mucho ms que eso: indica el sufrimiento del reino estril y la herida del rey. O mejor an, siguiendo a Daniel Poirion, el Grial no dice, significa. La obsesin por el enigma en los textos que nos ha legado el medioevo se trate del vestigio del mito arcaico o de un objeto religioso ligado a la era de Cristo sugiere, en todo caso, que el Occidente medieval sufre una gran fascinacin por la red de sentidos que el objeto posee y que parecen inagotables.
La Mesa Redonda: sus orgenes En el relato de Wace se menciona por primera vez la Mesa Redonda. El origen, se sabe, es el deseo de Arturo de prevenir todo tipo de disputa de precedencia. Layamon, por su parte, a principios del siglo XII relata una pelea, durante un gran festn, que finaliza con una afrenta
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muy violenta. Un carpintero de Cornualles habra entonces creado una mesa redonda susceptible de albergar mil seiscientos hombres. La fuente de este relato parece ser una vieja costumbre celta segn la cual los hombres se sientan alrededor de su rey. Una tradicin ms tarda, proveniente de los relatos en prosa del siglo XIII, seala el origen de la mesa gracias a Merln. Perceval, en un pasaje de La bsqueda del santo Grial, sabe por la prisionera, su ta, que hubo tres mesas desde el advenimiento de Jess. La primera fue la de la ltima Cena, instituida por el Cordero sacrificado para la redencin de los hombres. Otra fue hecha por Joseph de Arimatea en la poca de la evangelizacin de Gran Bretaa en memoria de la primera, la mesa del santo Grial. Por aquel entonces, los compaeros de Joseph llegaron a la isla buscando alimentos. Encontraron a una anciana que llevaba doce panes cuya particin provoc discusiones. Joseph comparte los panes, reparte los trozos sobre la mesa y pone, en el lugar de honor, el santo Grial, cuya presencia los multiplica de tal forma que todo el pueblo las cuarenta mil personas fue milagrosamente alimentado.22 Uno de los lugares fue reservado para el hijo de Joseph, llamado Josph, quien ser el seor de todos los que se sienten a la mesa del Grial. Celosos, dos hermanos de Josph se oponen a esta decisin. Uno de ellos toma su lugar; la trasgresin es severamente castigada: la tierra se abre y lo traga. As el lugar ser llamado el Asiento Peligroso. Despus de esta mesa, advino la Mesa Redonda, instituida segn los consejos de Merln, y grande fue su significado. En efecto, se llama Mesa Redonda porque significa la circularidad del mundo y el curso de los planetas y los elementos del firmamento en el que se pueden ver las estrellas y los otros astros. As se puede afirmar que la Mesa Redonda representa el mundo. Por lo dems, como se sabe, all donde existe la caballera, sea en tierra pagana o cristiana, sus miembros vienen a la Mesa Redonda y, si Dios les otorga la gracia de tomar asiento, se consideran ms satisfechos que si poseyeran el mundo entero, y olvidan familiares, esposas o hijos. De esta manera Merln preside la institucin de la tercera mesa, la de nuestros relatos, cuyo papel, menos espiritual, es siempre el centro y punto espacial, a la vez real y simblico. Merln unifica, pues, las bsquedas de los caballeros y los secretos del santo Grial: anuncia que un da nuestro Seor enviar a un caballero para quien est construido un lugar de grandes dimensiones. Cuando Perceval pide ocupar ese sitio, adviene un temblor de tierra y se producen los encantamientos de Bretaa, que no tendrn fin hasta que uno de los caballeros de la Mesa Redonda sobrepase a todos los otros en caballera y haga frente al Rey Pescador la pregunta tan esperada. Al comienzo de La bsqueda, Galaad finalmente ocupar el Sitio Peligroso. Designado por Dios, habiendo sido engendrado por el Diablo para devenir el Anticristo, Merln prueba, gracias a la institucin de la Mesa Redonda y los consejos que prodiga a Arturo, que es el seor del tiempo. Posee todos los saberes, del pasado, del presente y del futuro: es necesario, bien lo sabes, discernir entre los buenos y los malos y honrar a cada uno segn lo que es, dice Merln a Arturo. Y he aqu lo que te aconsejo: en el momento en que un caballero empiece su bsqueda, hazle jurar, antes de partir, que contar toda la verdad a su regreso, sea para su gloria o para su vergenza. De esta forma, conocers las proezas de todos, pues s bien que no sern deshonrados En el nombre de Dios, responde Arturo, he aqu una enseanza valiosa y te prometo que esta costumbre ser observada en mi corte mientras viva.
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Es as como por sus orgenes, por sus fines y por los itinerarios que seguirn los caballeros de Arturo, la Mesa Redonda forma parte de un camino de hazaas; proveer un anclaje espacial y simblico para la constitucin de una verdadera tica. Es, como bien deca Jean Frappier, la expresin de un ideal caballeresco, el centro, a la vez geomtrico y potico, de todas las aventuras.23 El caballero de la Mesa Redonda es esperado para dar a la tierra prosperidad y para finalizar los encantamientos. Es absolutamente necesario que llegue el caballero errante de un pas lejano, dicen Las maravillas de Rigomer. Las heridas continuarn abiertas hasta que arribe el hroe redentor. Venir de un lejano pas significa partir, y esa partida es la bsqueda de la aventura. Errar, hacer su camino, no detenerse, partir en una bsqueda... El caballero errante, cuyos contornos novelescos fueron inventados por Chrtien de Troyes, es un caballero disponible, ms an, un prototipo literario.24 Ficcin y realidad: la Edad Media feudal supo del caballero sin fortuna y sin tierras que iba de torneo en torneo, cuya disponibilidad era una manera de sobrevivir. Esta realidad, que obviamente no explica la leyenda artrica, se perfila detrs de la imagen ideal del caballero de la Mesa Redonda. siempre errando. En efecto, Erec, abandonado a las delicias del amor, es acusado de recrantise. Ha olvidado la Aventura.
La Mesa Redonda: la aventura Se ha propuesto una interpretacin sociolgica de la tica de la Aventura: la tensin entre la pequea y alta nobleza habran impulsado la creacin de un ideal de clase cuyo dominio es el del sueo que la literatura permite. En expansin en la corte de los Plantagenet, y en las cortes de Champaa y de Flandres, este ideal subraya una fuerte valorizacin del individuo ya que el hroe de los relatos es un elegido que debe pasar pruebas, est destinado a devolver a la comunidad de la ficcin los ms grandes servicios.25 Erec termina con la apoteosis de la Alegra de la Corte, la liberacin de quienes estaban encerrados en el vergel mgico de Maboagrain; Yvain se clausura con la liberacin de las doncellas encerradas en el Castillo de la Psima Aventura. Estas salidas mesinicas se reencuentran tambin en El roman del Papagayo. As, para la sociedad de la poca, la literatura propone modelos culturales que no quedan sin efecto: no es azaroso si los historiadores se interesaron en las figuras artricas y en la formacin de la tica caballeresca.26 Alrededor de Arturo, soberano ideal y generoso, se desarrolla esta exigencia de una realizacin personal, lejos de las proezas de los cristianos contra los musulmanes del cantar de gesta. La sociedad imaginaria ver su tiempo estructurado por la aventura caballeresca, cuya dinmica no se fijar antes del siglo XV. La aventura es un elemento tan importante que da vida a la corte de Arturo, personaje que morira si esta no se presentara. Cuando no hay aventuras, la corte permanece inmvil. Arturo no desea comer y espera. El tiempo est suspendido. El rey est pensativo, sombro y nervioso. Puede hasta mostrarse melanclico, lo que sucede en Perlesvaus: un da, su voluntad se encontraba paralizada, y el rey haba perdido el deseo de ser generoso. No deseaba mantener su corte, ni en Navidad, ni en Pascuas, ni en Pentecosts. Viendo que sus costumbres eran menos frecuentes, los caballeros de la Mesa Redonda se dispersaron y comenzaron a alejarse de la corte. De los 370 caballeros que generalmente haba, no se conservaban ms que 25. Ninguna aventura se produca.
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Arturo deja, pues, de ser el soberano modelo ya que la aventura tiene lugar en una corte que no est desacreditada. En un relato de tonalidades menos graves, el mismo rey intenta sacudir la inercia del tiempo: Sobrino, dice el rey a Jaufr, ensilla. Iremos en busca de aventuras ya que observo que ellas no vienen a nuestra corte!. Sin embargo, se trata en general de una partida solitaria. En las obras de Chrtien de Troyes, como por ejemplo el Caballero del Len, Calogrenant cuenta su partida hacia la aventura: Fue hace ms de siete aos. Yo iba en busca de aventuras, solo, armado como un caballero debe estarlo. Tomando hacia la derecha, me adentr en un espeso bosque. El camino era peligroso, lleno de espinas: no sin pena ni dificultad pude seguir mi ruta. Cabalgu as todo el da hasta que sal del bosque (se trata de Brocelandia); entr en un prado El caballero errante forma parte de una elite: es generalmente de origen real, hijo o sobrino de un rey, como Erec, hijo del rey Lac, o Yvain, hijo de Urien, o tantos otros que son hijos de caballeros. El abanico social es relativamente amplio, pero la nocin de elite es muy pronunciada. El caballero puede no tener nombre aunque Perceval descubre muy pronto que es la nica descendencia masculina de un linaje real. Nuevos caballeros se agregan a los de la Mesa Redonda. Merln haba previsto 150; en El Caballero de las Dos Espadas se prevn 370, reserva casi inagotable para la aventura que la novela Claris y Laris sabr usar en sus complicados itinerarios. La causa de las partidas es de orden tico: se originan en el deseo de probar la temeridad y de realizar proezas. El caballero que parte en pos de aventuras lo hace solo, sin compaero, y su partida es generalmente un ritual solemne, por lo que deja el espacio social por lo desconocido. Este espacio, como hemos visto con Calogrenant en El Caballero del Len, se encuentra fuera del espacio social.27 El bosque si bien el valle y la pradera son tambin espacios donde pueden surgir las aventuras es el lugar de encuentros buenos y malos, presenta al caballero un bestiario singular y pruebas difciles. Las leyendas celtas dejaron huellas en el espacio literario que Chrtien de Troyes reorganiza dndole un sentido de paisaje verosmil a los ojos de la poca. El pasaje de las fronteras lquidas es el indicio de un pasaje hacia el Otro Mundo; ms all de las orillas luego del Puente Peligroso, se puede encontrar la aventura. Geografa compleja para el lector que debe imaginar el espacio detrs de las palabras: las islas no son verdaderamente islas, sino lugares de acceso peligroso. Castillos inhabitados muestran ya la aventura que se esconde. Lugares ambiguos, como los cementerios que evocan la muerte, son pruebas para el caballero que vaga. El sustrato folclrico est ampliamente rodeado por el deseo de cristianizacin. Mediante lo que sera simplemente un decorado espacio que anuncia lo maravilloso o lo terrorfico, los territorios desiertos o acogedores, la indeterminacin de la tierra susceptible de dar lo mejor o lo peor la eleccin del hroe elude los esquemas demasiado fijos. Segn los relatos, Arturo puede citar l mismo el itinerario a realizar. Lancelot y Gauvain parten juntos pero luego se distribuyen el territorio a recorrer: uno toma hacia la izquierda y el otro hacia la derecha. En El cementerio peligroso Gauvain se encuentra frente a dos aventuras. Qu hacer? Seguir la primera o la segunda? El tiempo del relato se complica: puede optar por una con la conviccin de que volver luego a la otra. Este suspenso de la aventura, bajo una forma ms simple, interviene tambin en El Caballero del Papagayo. Asimismo puede haber cierta hesitacin cuando un hroe se encuentra frente a tres vas, poco atractivas hasta por su nombre: la Va Sin Merced, la Ruta de la Injusticia y la Ruta Sin Nombre. Es la que tomar Mraugis como un desafo.
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El lector se sentir sorprendido por la cantidad de cabalgatas y la abundancia de trayectos. Los hroes artricos viajan mucho, traspasan varios pases: Encontraron muchas aventuras y pusieron todo su valor en esta bsqueda (Mraugis). La linealidad en la bsqueda puede ser interrumpida por el tiempo particular de una aventura ms maravillosa que las otras, la que condena al hroe al tiempo cclico del encantamiento en la que se encuentra Mraugis. Es de suponer que la percepcin del espacio interrogado por la mirada o recorrido a caballo haga surgir el sueo sobre el tiempo y la memoria si no fuera que la diversidad renovada de los lugares alimenta el apetito del hroe por la bsqueda. Sin embargo, los vagabundeos contienen una salida guerrera con los debidos comportamientos esperados de un caballero. Por otra parte, el vagabundo, por ser temerario, puede no salir indemne. La vida caballeresca de los relatos implica un ideal de caballero diferente del del cantar de gesta. En el lmite de lo irreal, las aventuras, ficticias en su esencia, pueden llegar a la victoria del coraje y el desafo. A menudo apelan al cdigo caballeresco: salvar a los dbiles y los oprimidos, las damas en peligro. Este es uno de los primeros mandamientos de Gornemant de Goort al joven Perceval. En Merln, el ermita recuerda al Caballero de las Dos Espadas que todo caballero errante debe tomar las aventuras como se presentan, buenas o malas. Por sus misterios, costumbres crueles o cataclismos del Otro Mundo, las aventuras mantienen en suspenso tanto al caballero como a la corte, que ve transformada la aventura en trasgresin de la persona real: ejemplo de ello son los episodios del vaso tirado sobre los vestidos de Ginebra o del rapto de la reina por Mlagant en El Caballero de la Carreta. El ngulo de las bsquedas y la dinmica de las aventuras proveen un repertorio infinito de combinaciones narrativas. A partir de Chrtien de Troyes se consolida una estructura estable: la de la multiplicidad de bsquedas. Un argumento con varias salidas, aunque siempre, como lo deseaba Merln, con un retorno a la corte: el ciclo de la aventura desemboca solemnemente en el eterno retorno a la Mesa Redonda. Si en el momento de la partida grandes fiestas daban gran movimiento al mundo artrico, la vuelta se produce tambin en medio de importantes festejos para que el hroe pueda consignar su aventura en la memoria oral de todos mientras que Merln confa a Blaise la puesta por escrito de los acontecimientos hasta el fin de los tiempos. De esta manera el roman es el medio propicio para la elaboracin de los modelos de identificacin: se comprende entonces por qu, en las prcticas sociales a partir del siglo XIV, los grandes seores instituyeron tantas mesas redondas, mesas profanas donde se producen justas y se baila, imitando a Arturo y sus caballeros, donde se distribuyen los signos, nombres y escudos, que hacen del individuo un personaje de relato. Para comprender esta fiebre de la sociedad de la poca, escuchemos las palabras de Arturo a sus caballeros en Merln: Seores, todos deben volver a mi corte en Pentecosts, pues yo quisiera ese da dar la mejor fiesta que un rey haya dado alguna vez. Les ordeno a cada uno de ustedes venir con su mujer, pues pienso darle a la Mesa Redonda todo su esplendor, mesa que Merln instituy durante el reinado de Uterpendragon, mi padre, e instaurar los doce pares de mi corte en sus doce asientos. As, todos aquellos que asistan a la fiesta y deseen permanecer en mi corte, formarn parte para siempre de esta Mesa y sern recibidos con honores en todo lugar, pues cada uno tendr un pendn o los escudos de la Mesa Redonda. En efecto, la corte es fuente de todas las virtudes: todos, relata el Roman de Jaufr, pueden dirigirse a Arturo: hurfanos, viudas, grandes y pequeos, a quienes hayan hecho injustamente la guerra o les hayan quitado una herencia. Esta utopa de la disponibilidad de la corte ideal,
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alrededor de la Mesa, incluye los actos de liberalidad y los testimonios de generosidad, puesto que la corte artrica vive de un circuito de dones y contradones. Los caballeros otorgan dinamismo a la corte, el soberano generoso los incita a la hazaa: Generosidad da todo su esplendor a Proeza. Generosidad es un elixir que estimula a Proeza. Nadie podra, sin Generosidad, conquistar la gloria por la sola virtud de su escudo (Mraugis de Portlesguez). La mujer amada no es ignorante de la proeza y la bsqueda de aventuras. Chrtien de Troyes construy el roman Erec sobre la problemtica del amor y la aventura. Qu concepciones tenan trobadores y troveros antes de que la materia de Bretaa ejerciera su influencia? En el cantar de gesta, se sabe, el papel del amor es pequeo, pero en el roman artrico el amor corts, la finamor, forma parte del ideal caballeresco. La calidad aristocrtica del lazo amoroso aparece en nuestros relatos. Culto de la mujer y refinamiento de la relacin amorosa: en esta leyenda artrica el lector puede encontrar las verdaderas historias de amor de la Edad Media. La trgica historia de Tristn e Isolda pertenece al horizonte celta, pero el mundo artrico es rico en ese amor que conjuga los elementos residuales de los amores con hadas; esta representacin del amor, nacida en el siglo XII, hace de la dama un seor de quien el amante es su vasallo. As Merln es el prisionero de Viviane que le ha quitado su poder encantatorio. Lancelot es el parangn de todas las virtudes amorosas, en especial por su obediencia a Ginebra y por la disponibilidad al menor de sus deseos. El Lancelot del Perlesvaus tambin es incondicional: cuando se entera de la muerte de Ginebra, confiesa que su felicidad ha terminado para siempre, as como sus proezas, del momento en que ha perdido a su noble reina de quien todos sus deseos provenan: el coraje y la temeridad, el mostrarse valeroso. Las lgrimas caen de sus ojos y si se hubiera atrevido a mostrar todo su dolor, este hubiera sido ms violento. Si las pasiones secretas son poco frecuentes, el amor corts, por el contrario, est bien representado en estos relatos, reservado a la elite que sabe progresar, etapa por etapa, sobre los recorridos iniciticos del deseo. El amor corts es carnal, pero gusta de esperar. Puede nacer en el instante, pero la posesin exige primero la moderacin y la mesura. Chrtien de Troyes mostr las dificultades de la unin de la aventura y el amor, el gusto por la realizacin de s mismo y el matrimonio. Especialmente en Cligs, el escritor se aferra a la devocin amorosa, al servicio del amante hacia la dama. De all proviene la creacin de medios de expresin que analizan el sentimiento. El amor golpea como una enfermedad. As, estos relatos afirman la existencia de una casustica amorosa, aunque sea de manera pardica.
Personajes y estructuras de parentesco La eleccin de un modo formal en verso o en prosa se relaciona con una distribucin de los personajes. Si para Chrtien de Troyes, la forma narrativa era el verso octoslabo ya que todo relato de la poca en lengua verncula segua esta forma, cuando la prosa entr en la literatura el roman en verso tendi a especializarse privilegiando gran nmero de proezas caballerescas y amorosas de un personaje en particular: Gauvain. Por el contrario, en los relatos en prosa, a partir de La bsqueda del santo Grial se ha notado que los personajes se organizan en parejas: tal es el caso del Rey Pescador (o Mehaigni) y Perceval (Didot, Perceval, Perlesvaus) o Lancelot y Galaad (en el ciclo del Lancelot-Grial) e incluso Merln y Arturo (en el ciclo del seudo Robert de Boron llamado Ciclo posvulgata). Todas estas parejas, se ve, estn ligadas al Grial por el motivo de la bsqueda (Perceval, Galaad), del anuncio proftico (Merln) o por una relacin de parentesco.28
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Mediante un nmero siempre codificado de situaciones y de personajes, los relatos se elaboran en una suerte de comedia humana cuyos actores reaparecen de un relato a otro.29 Esta recurrencia de hroes conocidos permite a los lectores de la obra un fenmeno de reconocimiento y la comprensin de innumerables variaciones de las cuales guardan al menos algunas seales. Aunque los relatos aparezcan ms naturalmente en ciclos y aunque otros sean ramificaciones o episodios atribuidos a tal personaje ligado a tal otro personaje estable de la leyenda, en el universo de la Mesa Redonda la estabilidad hace de Arturo el actor indispensable, el centro del relato desde que Merln programa la Mesa Redonda hasta su matrimonio con Ginebra. Volver a ser el hroe central recin en el siglo XV, en el ltimo relato de la leyenda. Por medio de la fusin de los personajes de un universo novelesco complejo, la estabilidad asegura guios al lector pero ya la especificidad de los caracteres facilita la percepcin. As ciertos personajes son caracterizados por un comportamiento determinado. Lancelot, el amante perfecto, frente a Gauvain siempre disponible para las damas y las damiselas, el caballero corts por excelencia; Keu, el senescal hermano de leche de Arturo pero de menor valor, pues no fue alimentado por su propia madre cuya leche deba ser para el nio confiado por Merln, de ah que sea un poco mezquino, agrio, celoso y vanidoso; satirizado, se muestra poco delicado cuando intenta, en el Perceval de Chrtien, arrancar al joven hroe de su xtasis delante de las tres gotas de sangre sobre la nieve. Keu ser generalmente fiel a su papel. En cuanto a Ginebra, extraamente siempre bella y joven de la que Geoffroy de Monmouth ya deca que sobrepasaba en belleza a todas las mujeres de la isla, hay que sealar que el tiempo no pasa para ella, tiene rasgos de su antigua naturaleza de hada. Llegada del Otro Mundo, a menudo raptada, est representada en un testimonio iconogrfico temprano, el retrato de Modena, que ilustra en el siglo XII uno de sus raptos. All sobre el soporte de piedra se llama Winlogee, prximo a Gwenhwyfar, nombre gals que recuerda sus orgenes de fantasma. Los testimonios escritos evocan a veces al personaje con una tonalidad bastante detestable por alusiones a los raptos con los que est demasiado de acuerdo. Geoffroy de Monmouth no omite decir que Arturo se ha equivocado, y Wace lo seguir. Gauvain es un personaje atractivo de la leyenda. Pese a una interpretacin reciente que hace de l una figura de Cristo en el Perceval, generalmente en los textos que insisten sobre las bsquedas espirituales, Gauvain sufre su reputacin de lujurioso. Intenta, en la Primera continuacin la aventura del Grial pero, al no poder recomponer la espada rota, se cubre de vergenza. Su fracaso parece ser irremediable: por la maana se despierta en un pantano, como en la Segunda continuacin lo hace sobre un peasco al borde del mar. Ni en la Elucidacin ni en el Perlesvaus el hroe puede realizar satisfactoriamente la aventura del castillo del Rey Pescador. Asiste convulsionado al servicio del Grial pero guarda silencio. A la maana, aqu tambin, est solo, excluido, delante de una puerta cerrada.30 Gauvain es, por el contrario, el paradigma de hroe de otros relatos, en verso. Parangn de sabidura y de cortesa (Libro de Caradoc), es a menudo prestigioso, incluso aunque sufra un tratamiento pardico como en El cementerio peligroso. Est siempre listo para la aventura. El autor de El Caballero de la Espada31 puede anunciar desde el comienzo de su relato: El hroe es el buen caballero que sabe guardar lealtad, hazaa y honor y que no am jams a los seres cobardes, prfidos y despojados de cortesa. Quiero en efecto contaros de mi seor Gauvain. Sus maneras eran tan refinadas, tena tal reputacin de hazaa que nadie sabra hablar de esto: quienquiera que quisiera volver a trazar todos sus mritos y ponerlos por escrito, no podra llegar a la meta.
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Su gloria es tal, en efecto, que otros personajes se sitan con prestigio en su estela; tal es el caso de Gliglois, que es el favorito de Gauvain y al que el propio Arturo prefiere entre todos. La recurrencia de ciertos rasgos, el regreso regular de personajes clave, la estabilidad de las estructuras de parentesco, debieron facilitar la recepcin de la obra y su permanencia en el tiempo. En su aproximacin antropolgica a la sociedad imaginaria de Arturo, Michel Pastoreau insiste sobre esta rigidez de las estructuras. Ni siquiera las borran las variantes de nombres de un relato a otro. La temporalidad se extiende a veces a cinco o seis generaciones, retrocediendo en algunos casos o respetando la linealidad propia de las narraciones en otros. Segn los historiadores de las sociedades, el lazo del sobrino con su to materno es un eco de la realidad social de la poca en la que se ha desarrollado la leyenda artrica. Son numerosas las historias de incesto y de adulterio en las que las mujeres suelen quedar sin nombre. Son comunes los hijos bastardos: Merln es un hijo bastardo, Arturo tambin, pasa por ser hijo del duque de Tintagel, pero es de hecho el hijo del Uterpendragon y se cree el hijo de Antor, hasta la prueba del yunque. Tambin Mordret naci de la unin incestuosa de Arturo y su hermana, esposa del rey Lot de Orcanie. Galaad fue engendrado durante una noche de engao por Lancelot, que crea estar pasando la noche con Ginebra mientras que a su lado yaca la hija del rey Pelles. La generacin de los padres lleva, a menudo el peso de una falta: el diablo engendra a Merln; Lancelot es culpable de adulterio, pero su hijo ser el caballero casto elegido por el Grial; el rey Mehaigni es dbil, alcanzado por un Golpe Doloroso, maldicin que torna yerma su Tierra. La liviandad de las genealogas ya es perceptible en el Perceval de Chrtien cuyo autor desplaz la generacin del Rey Pescador transformndolo en primo de Perceval, mientras que en su origen deba de ser su sobrino: el Rey Pescador es aqu una figura desdoblada ya que tiene por padre al recluso que vive de la hostia llevada por el Grial. Estas variaciones misteriosas y las modulaciones de un texto a otro explican por qu la bsqueda de los orgenes puede tornarse una obsesin y el descubrimiento de los orgenes. En Perlesvaus Arturo accede a su origen y no sin vergenza. Lo mismo sucede con Gauvain. La revelacin de los orgenes de Caradoc, hijo del encantador Eliavrs y no del rey Caradoc de Vannes como crea, no es agradable al hroe, que se venga cruelmente. Entre las estructuras de parentesco, ciertos grupos de hermanos son objeto de una elaboracin particular. As en el linaje de Gauvain, entre los cuatro hijos del rey Lot de Orcanie, Gauvain es la figura de primer plano, la ms desarrollada en sus rasgos de individuo galante, corts, a veces cercano a la lujuria, capaz de un orgullo feroz y de desmesura. Su hermano Agravain es malo y envidioso, largamente responsable de la degradacin del mundo artrico. Por el contrario, Gaheriet es indefectiblemente leal. Mordret, cargado de la tradicin de los tiempos antiguos, la del lugarteniente de Arturo, ser durante largo tiempo entre los sobrinos de Arturo el rebelde celoso de su to. Recin en el siglo XIII se convertir en el hijo incestuoso de Arturo; el enfrentamiento final de La muerte de Arturo es un ajuste de cuentas entre padre e hijo con que el psicoanlisis se ha encantado. As la individualizacin psicolgica de los personajes, cuando se convierte en un elemento recurrente, facilita la comprensin de los lazos entre los propios relatos. Para el pblico medieval que poda conocer los relatos en los manuscritos, las seales estaban facilitadas por el hecho de que si tal personaje tena alguna dificultad para discernir sus orgenes, reciba a la vez en el texto y en las ilustraciones marcas de identificacin que se relacionaban tambin con las que conocieron los linajes de la poca, en la alta como en la pequea y mediana nobleza. De esta manera, en el dominio de la herldica los escudos de armas estables que son al mismo tiempo una seductora invitacin a los ojos incluso a los ojos del lector moderno porque los signos de identificacin pertenecen a una poca antigua proponen colores, formas y figuras.32 El escudo de Meliador lleva un sol de oro, eco coloreado de su nombre. Este caballero en El cementerio peligroso porta un escudo con un
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len rampante de armio; otro en Hunbaut, un escudo de armio con un len bermejo; su hermano mayor lleva las mismas armas sin figura de len. Los historiadores podrn decir que estas sutiles diferencias se hacen eco de las tensiones que dividan a las familias de la poca. Para un hijo menor, tener escudos de armas ligera y discretamente diferenciados en relacin con los del mayor poda ser duramente rechazado. El sistema herldico artrico se mimetiza as con el sistema herldico de la sociedad medieval. Perceval lleva el escudo de armas que evoca el elegido de la bsqueda del Grial: dos grifos de plata interpretados como guardianes de un tesoro o de un lugar sagrado, papel que se aseguran en el simbolismo antiguo y medieval. Hay algo importante para remarcar: cualquiera sea la posicin en su propia familia, los hroes de la leyenda artrica son considerados en sus escudos de armas como jefes de su linaje, aunque su padre viva, incluso si son hermanos menores. La notoriedad parece prevalecer sobre el rango.33 Es grande el impacto de esta literatura sobre todo lo que rodea las narraciones, comenzando por la ilustracin de los manuscritos. A Mordret nada le hace recordar a su padre en las armas de prpura con el guila bicfala de oro, con la empuadura de plata: los escudos de armas callan el incesto. Por el contrario, todo evoca a su padre putativo, Lot de Orcanie. Las armas de Lancelot, de plata con tres bandas de fauces, son las ms estables de las de todos los caballeros de la Tabla Redonda. Provienen de un episodio literario del Lancelot en prosa donde la dama de la Dolorosa Guarda le pone tres escudos de plata. En cuanto al senescal Keu, cuya funcin es permanente en la corte del rey, lleva lo que se llama armas parlantes: son azules con dos llaves de plata y su escudo lleva una llave de plata: su nombre, en efecto, se pronunciaba K!34 Las genealogas son bastante complicadas. Estas estructuras de parentesco deberan estudiarse desde la antropologa. Cinco hroes fueron privilegiados por los relatos en la complejidad de sus lazos de sangre y los silencios que a menudo los recubren. Los cuadros genealgicos establecidos por M. Pastoreau intentan aqu iluminar estas cuestiones: se trata de cuatro linajes cuyos lazos de solidaridad aclaran bastantes episodios de la leyenda. El de Arturo y de Gauvain, hijo de la media hermana del rey; el de Lancelot, llegado del continente, extrao desde el origen al mundo de la Tabla Redonda; el de Perceval, que se integra en un largo relato genealgico; el de Tristn y de su linaje, que ser ligado a la leyenda artrica, representado aqu por un bastardo del rey Marc de Cornualles, Mraugis. El movimiento de los nombres supone que el lector acepta superponerlos y verlos en ecos; a la pregunta no formulada de Perceval en Chrtien responde la continuacin de su bsqueda por Perlesvaus, que es Perceval. En la leyenda artrica la Edad Media deja hablar con vehemencia a su obsesin por el nombre propio y la identidad. El caso de Perceval es emblemtico; solo luego de su fracaso en el Castillo del Grial, frente a las maldiciones que lo derrumban, descubre su propio nombre. Gauvain, en El cementerio peligroso, es llamado el que no tiene nombre. Es, en efecto, obligado a callar su nombre: He perdido mi nombre. Soy el caballero sin nombre!. Luego lo recobra e, interrogado por el Orgulloso Encantado, responde: Yo soy Gauvain (...) Luego de largo deambular, he recobrado mi nombre que no tena ya haca largo tiempo!.
La difusin de la leyenda La expansin en Europa del vasto conjunto de relatos artricos indica a la vez el prestigio de la leyenda y el florecimiento de las cortes que le dieron las posibilidades de perdurar. De norte a sur, hay que recorrer aqu un campo geogrfico bastante extenso: en efecto, demasiado temprano y paralelamente a menudo en la gnesis de obras nuevas los relatos salen de su patria de origen, se fusionan y se enriquecen.
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La dimensin europea de la leyenda es nica. Ya hacia los aos 1200-1230, aparecen en Escandinavia dos textos en noruego antiguo; entre otros, una saga de Perceval; en gals, numerosas traducciones de relatos franceses atestiguan el intercambio entre las regiones clticas y Francia. Un roman que corresponde al Perceval de Chrtien, el Peredur, en los mismos aos da una versin del Grial bastante diferente de la del roman francs al hacer hincapi en una historia de venganza familiar. Alemania e Inglaterra sern los lugares donde la leyenda se difunda con la mayor vitalidad; grandes nombres o grandes textos annimos sealan hasta qu punto el Grial y la Mesa Redonda han sido signos de adhesin para un imaginario prestigioso: Wolfram von Eschenbach, Hartmann von Aue, Gottfried von Strasbourg, Thomas Malory. Como podra suponerse, no se pretende aqu tratar el tema en forma exhaustiva, se hace un esbozo del flujo de lectores y de obras as como de la circulacin de manuscritos, el mundo de los encargos como elementos de una sociologa de la cultura que han sido objeto de hiptesis y controversias apasionadas entre los eruditos. No debe olvidarse que la fecha de un manuscrito no es necesariamente la de composicin de un texto As en Escandinavia, hacia 1218, un poema sobre Merln est sacado de la Historia regum Britanniae. El roman de Tristan de Thomas suscit una versin noruega (la Tristrams saga ok Isndar) y ms tarde una versin pardica islandesa (Saga of Tristram ok Isodd). El renombre de Chrtien de Troyes est en el origen de una versin noruega abreviada de Erec (Erex Saga de autor annimo) y de una versin abreviada de Yvain (Ivens Saga) que fue compuesta para el rey Hakon, y ms temprano un Perceval (Parcevals Saga) que sigue atentamente el roman de Chrtien. Se notar la funcin cultural del rey Hakon Hakonarson (1217-1263) que est en el origen de una serie de traducciones encomendadas por razones de prestigio con la finalidad de introducir la cultura corts en su entorno. Numerosos textos atestiguan este papel, as la Mttuls Saga, que retoma el Lai du Mantel. Era, por otra parte, la poca de la gran redaccin de las sagas. Snorri Sturluson estaba compilando su Edda. Pese a la proximidad geogrfica de las islas Britnicas, no se puede afirmar que haya habido una circulacin oral, sino ms bien una transferencia de manuscritos: las traducciones ms antiguas fueron hechas en Noruega, pero los manuscritos se conservaron en Islandia, que aparece as como una zona de seguridad para todo lo que haba desaparecido de la pennsula escandinava. Esta transferencia debi hacerse antes del siglo XIV. En los Pases Bajos la materia artrica disfrut muy temprano de gran xito, lo que prueba largamente la antroponimia para el siglo XII. Se tom un gran nmero de textos de la leyenda artrica de lengua francesa y en gran parte de las obras que provienen de los dos ciclos en prosa, el ciclo de Joseph y de Merln y el ciclo de Lancelot. El primer ciclo est ilustrado por tres obras: la Historie van den Grale, de Jacob van Maerlant (1261), traducida en verso a partir de la versin en prosa del Joseph, de Robert de Boron. El relato marca una fidelidad particular a las Sagradas Escrituras. Comenzado por Jacob van Maerlant, el Beck van Merline fue continuado y terminado en 1326 por Lodewijk van Velthem (MerlijnContinuatie). Para el ciclo de Lancelot se encontrar un Perchevael, que presenta similitudes con un episodio de Parzival de Wolfram contenido en el segundo libro de la LancelotCompilatie de Lodewijk van Velthem, un Moriaen, una Vengeance Raguidel ms corta que el relato francs y al mismo tiempo enriquecida por otros episodios (De Wrake van Ragisel), De Ridder metter Mouwen (Chevalier la Manche, ca. 1300) y, finalmente, un Walewein ende Keye, del que no se sabe si existi una fuente francesa. Estas ficciones, cuyos hroes son Gauvain y Keu, estn bastante prximas al universo artrico. Nos han llegado dos romans independientes en verso, un Wolewein y un Ferguut; el primer relato escrito por Penninc y Pieter Vostaert hacia 1250 se remite a un nmero de motivos comunes de la materia de
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Bretaa: el puente peligroso, la espada mgica, el juego de ajedrez y otros; el segundo relato sigue con cierta libertad el roman francs de Fergus. Otras obras menos directamente conectadas con la materia artrica estarn vinculadas por sus temas y sus tcnicas narrativas. Pero, como en otras partes, son las prcticas sociales las que vendrn a su turno a dar testimonio del inters suscitado en esa parte de Europa por la materia artrica. La penetracin de obras artricas en Alemania no se dio fcilmente. Este pas estuvo muy impregnado por la leyenda, pero conocemos solamente el trayecto de las obras en el caso particular del Lanzelet, de Ulrich von Zatzikhoven. El influjo literario es solo un aspecto entre otros del gran prestigio que tuvo la cultura francesa en Alemania ya durante la segunda mitad del siglo XII. Nobles alemanes permanecieron en las cortes francesas o se pusieron en contacto durante las cruzadas con la nueva literatura. Consiguieron manuscritos, los hacan traducir o adaptar por clrigos de sus cortes. El mejor ejemplo de estos prncipes preocupados por la cultura es el de Landgraf Hermann de Thuringe, que pas una parte de su juventud en la corte de Luis VII. Mecenas de Heinrich von Veldeke y de Albrecht von Halberstadt, hizo traer para Wolfram la fuente del Willehalm, el cantar de gesta Aliscans. Puede pensarse que Eilhart von Oberg debi de conocer condiciones anlogas; por otra parte, el nombre de Arturo apareci por primera vez en su Tristan, en 1170. Iwein y Erec, los romans artricos de Hartmann von Aue, son reelaboraciones, escrupulosas y al mismo tiempo retrabajadas, de los romans de Chrtien Yvain y Erec. En cuanto al Lanzelet de Ulrich von Zatzikhoven, se sabe que el libro (das wilsche Buoch) fue trado por un tal Hugues de Morville, caballero llegado como rehn para la liberacin de Ricardo I Corazn de Len, hacia 1195-1200. Curiosamente, el amor de Lancelot por Ginebra no est narrado en este relato. La obra ms importante es, ciertamente, la de Wolfram von Eschenbach, que reelabora en profundidad sus modelos. El espacio imaginario del reino de Logres no le basta: quiere ir hasta el Oriente para formar parte del sueo de una cristiandad cuyo desarrollo relata desde sus orgenes hasta el tiempo de las cruzadas. En el Parzival, compuesto entre 1200 y 1210, la verdadera falta cometida por Parzival no es la muerte de su madre, sino el asesinato de Ither, que sera un pariente cercano. La pregunta que hay que hacerle al Castillo del Grial no es ms que una pregunta de curiosidad, concierne ms gravemente la compasin. En cuanto a la transformacin del Grial, se sabe que el objeto en Wolfram se ha convertido en una piedra preciosa. Queda un misterio en la hiptesis de las fuentes utilizadas por Wolfram. Jean de Fourquet sugiere y demuestra que Wolfram habra utilizado dos manuscritos diferentes de Chrtien, uno que tena solamente el texto sin el prlogo, otro que lo provey del prlogo de una parte de las Continuations Perceval. Para la posteridad tristaniana, citemos aqu el Tristrant de Eilhart y el relato de Gottfried von Strassburg. Eilhart estara ms cerca de Broul, mientras que Gottfried lo estara de Thomas. En gran nmero obras menos importantes se consagraron a las aventuras artricas. El Wigalois, de Wirnt von Grafenberg, escrita entre 1210 y 1215, utiliz una fuente francesa de la cual se crey encontrar huellas en El Caballero del Papagayo. Heinrich von dem Trlin escribi hacia 1220-1230 un Daniel von blhenden Tal. Un curioso relato, Der Jngere Titurel, de Albrecht von Scharfenberg, desarrolla un fragmento del Titurel de Wolfram von Eschenbach en un sentido alegrico. De la misma manera, se encuentra un Lancelot en prosa, que es una traduccin del gran conjunto del Lancelot-Graal. En Inglaterra la leyenda artrica disfrut de una gran popularidad en las crnicas y en los romans del siglo XII al XVI; es tambin el nico espacio geogrfico donde la leyenda ha continuado viviendo hasta la poca moderna. Determinados factores aseguraron esta
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permanencia: el hroe de la leyenda, Arturo, es rey de Inglaterra y, por las razones dinsticas esbozadas ms arriba, se puede imaginar aqu cunto fueron apreciados los relatos artricos. Escrito antes de 1205, el Brut de Layamon es una de las primeras historias de Arturo en ingls. Relata la historia de los bretones desde los ancestros de Brutus, hijo de Eneas, hasta el desplazamiento de los bretones al pas de Gales, se funda en Wace, suprime los rasgos corteses que el autor francs haba agregado y vuelve al rey guerrero de Geoffroy de Monmouth. Inglaterra nos dej relatos tanto en verso como en prosa. En general, se trata de relatos ms simples y menos corteses que los modelos franceses; hacen hincapi en la accin y la aventura ms que en las finezas del amor corts. Las estructuras muy elaboradas del entrecruzamiento, bien conocido por la prosa francesa, son igualmente decantadas en aras de una linealidad mayor. Se vuelven a encontrar los hroes de la leyenda en los veintitrs relatos ingleses en prosa sin contar los de Thomas Malory: as en 1250-1300 Arthour and Merln, en 1300 Sir Tristrem, una versin de El Bello Desconocido antes de 1340, Sir Perceval of Galles antes de 1340, hacia 1350 Ywain and Gauwain, un cuento de Chaucer entre 1392 y 1394, una Morte Arthure hacia 1400 en versos aliterativos, The Avowing of King Arthur a mediados del siglo XV, un Merln en prosa a mediados tambin del siglo XV, a fines del siglo XV un Lancelot of the Laik, un texto en prosa del Joseph dArimathie todava a comienzos del siglo XVI; en fin, no podrn enumerarse todos aqu. Una abundancia verdaderamente significativa.35 En el siglo XV la materia artrica florece con sir Thomas Malory. Hombre de gran cultura, se sirvi tanto de los romans en prosa del Lancelot-Graal y del Tristn en prosa que le permitieron relatar el papel que cumple Merln en el nacimiento de Arturo hasta llegar a la destruccin del reino como de poemas ingleses aliterativos y en estrofas (hecho que prueba su amplio conocimiento de la literatura inglesa de su tiempo). The Tale of King Arthur, The Noble Tale of Sir Launcelot du Lake, The Book of Sir Tristam de Lyones, The Tale of the Sankgreall, The Book of Sir Launcelot and Queen Guinevere, The most Piteous Tale of the Morte Arthur saunz Guerdon, son algunos de los ttulos representativos de su obra. Dos relatos habrn marcado esencialmente nuestra memoria literaria: para la segunda mitad del siglo XV, The Tale of the Death of King Arthur, de Malory (muerto en 1471), del cual debemos el ttulo ms conocido al impresor Caxton (Le Morthe Darthur). Hay tambin que subrayar, sin embargo, la importancia del roman Gawain y el Caballero Verde, que nos fue transmitido por un manuscrito datado de alrededor de 1400; se trata de un relato de 2500 versos en estrofas y en versos aliterativos no rimados, donde se encuentran ecos del Libro de Caradoc y del Perlesvaus. En cuanto a Italia, testimonios iconogrficos indican que la leyenda circul muy tempranamente en la pennsula. Si bien los hroes artricos no recorrieron los territorios italianos, existe, no obstante, una leyenda en la que se cuenta que una de las residencias de Arturo habra sido Mongibel, cerca del Etna. La penetracin de la leyenda en Italia ha aportado modelos narrativos al mismo tiempo que un ideal tico y social. El protagonismo de la corte brillante de Federico II en Sicilia no ha debido ser escaso: en una carta de 1240, remitida al emperador, agradece el envo del libro de Palamde. A partir de 1250 la Venecia y la Toscana se convierten en el teatro de una verdadera moda literaria artrica, particularmente en lengua de ol. Tal es el caso de las Prophecies de Merlin escritas por un veneciano entre 1272 y 1279. El Tristano Riccardiano es una traduccin proveniente del Tristn en prosa de finales del siglo XII. La Tavola Ritonda, en toscano, que data de los tres primeros decenios del siglo XV, es una obra de una asombrosa libertad de invencin: el autor utiliz en ella numerosos relatos de la leyenda artrica. Las fuentes prestigiosas de los Cantari en el siglo XIV y principios del siglo XV Carduino, La Pnsela Gaia, Il Cavaliere del Fals Scudo,
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LAstore e Morgan, Il Galazo dalla Scura Valle y otros son un conjunto de relatos que difieren de la literatura artrica tradicional pero que se elaboraron a partir de los personajes y de las situaciones que les son prximas. Es necesario citar tambin el Meliadus, compilado por Rusticien de Pisa a fines del siglo XII. Merln ser el hroe de dos romans del siglo XIV, la Storia di Merlino, de un cronista florentino, Paolino Piero, y la Vita di Merlino, con Le Sue Profezie. Boccaccio, por su parte, integra un captulo sobre Arturo en su De casibus uirorum illustrium y utiliza la materia artrica en algunas novelle del Decamern. En cuanto a Petrarca, el autor habla, en el Trionfo dAmore, con cierto desdn de los caballeros andantes, esos Lancelot y Tristn que llenaron de sueos las pginas de los libros. Hacia 1250 y hasta fines del siglo XIV, durante el perodo ms interesante para la fortuna de la leyenda en Italia, la materia artrica toc especialmente a la alta y media burguesa. En las cortes tanto del Norte como del Sur, los nobles preferan leer el texto en su lengua original. Los modelos narrativos en todos los casos circulaban con vitalidad: as el Novellino y los Conti di Antichi Cavalieri hacen aparecer a las figuras ms clebres de la Mesa Redonda: Lancillotto, Tristano et Isotta, Meliadus, Galeotto, la dama de Escalot... Otras referencias, ms episdicas, muestran la impregnacin de la cultura italiana por la materia de Bretaa. El coraje de Tristn, la belleza de Iseo, sirven de trminos de comparacin, y clebre mise en abme Dante hace comenzar la falta de los amantes de Rimini, Paolo y Francesca, por la lectura del episodio del beso de Lancelot a Ginebra. Incluso los textos picos testimonian desde comienzos del siglo XIV la influencia artrica. Roldn se representa como un caballero de la Mesa Redonda en La Entrada de Espaa a comienzos del siglo XIV: el Orlando furioso debera releerse a la luz de estas herencias. En Espaa, hacia fines del siglo XII, un noble cataln haba establecido una lista de temas que se supona eran conocidos por sus juglares. Enumera, entre otros personajes conocidos de la literatura hagiogrfica y pica, una serie de personajes artricos: el propio Arturo, Erec, Tristn, Iseut, el padre de Jaufr. Habla tambin de Viviane y de Cardueil. Es el primer testimonio de una moda literaria artrica en esta parte de Europa. Alianzas matrimoniales favorecieron la difusin de la leyenda artrica en la pennsula ibrica y evidencian un muy fuerte impacto de la materia de Bretaa sobre la cultura y la sociedad. La primera versin de Jaufr, hacia 1170, fue escrita aparentemente en la corte de Alfonso II de Aragn, y los contactos con Inglaterra fueron favorecidos por el matrimonio de la hermana de Alfonso el Sabio con Eduardo II. En la pennsula ibrica, los romans en prosa sobre todo el Tristn y el Lancelot Graal fueron los agentes de la difusin. Se poseen numerosas traducciones modificadas de las prosas francesas: la traduccin de la obra cclica hecha por el hermano Juan Vivas, Libro de Joseph Abarimata, en castellano, y un Libro de Joseph Abarimata en portugus; una redaccin del Merln, la Estoria de Merlin y un texto castellano impreso en Burgos en 1498, Baladro del sabio Merln con sus profecas. Los relatos de la bsqueda del Grial son conocidos a travs de un texto portugus, la Demanda do Santo Graal (1400 y 1438), y un texto castellano, La Demanda del Sancto Grial con los maravillosos fechos de Lanzarote y de Galaz su hijo, impreso en Toledo en 1515 y en Sevilla un poco ms tarde. Existe tambin un Lanarote gallego-portugus en un manuscrito de 1350. Desde esta fecha la propaganda poltica invoc nuevas profecas de Merln para cada llegada de un rey al trono. En este sentido, la biblioteca de los prncipes dej preciosos testimonios: en la biblioteca de Dom Duarte, hijo de Felipe de Lancaster, se encontraban un Livro de Tristam, un Merlim y un Livro de Galaaz. Se constata tambin una gran popularidad de la materia de Bretaa a travs de algunos textos lricos no narrativos, los Lais de Bretaa.
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Hay que imaginar y esto particularmente para la pennsula ibrica vastos crculos de lectores y sobre todo en el momento en que la imprenta provee de nuevos modos de difusin. Como en Italia, en la pennsula ibrica, las obras fueron, en un principio, apreciadas en la lengua original por una elite aristocrtica, luego fueron traducidas en lengua verncula y adaptadas para pblicos ms amplios. El libro de caballera ms antiguo en Espaa, el Libro del caballero Zifar, escrito hacia 1300, contiene referencias artricas certeras, alusiones a la historia de Yvain especialmente. Una larga versin del Lancelot fue traducida del dialecto del noroeste al castellano hacia 1414. El Amadis de Gaula, compuesto probablemente durante la primera mitad del siglo XIV, imitaba sensiblemente la intriga y el estilo del Lancelot y del Tristn en prosa. Esta consumacin importante de la leyenda artrica alimentar las prcticas sociales que han dejado numerosos testimonios de Mesas Redondas, torneos y justas en Barcelona, en Zaragoza y en otras partes.
Nuevas investigaciones: el mito y el cuento La bibliografa sobre la leyenda artrica es abrumadora. Tanto por el nmero como por la calidad de los trabajos, el clebre conjunto fue explorado y analizado por las pasiones y por las exigencias de las metodologas: el anlisis interno de las obras, sus estructuras narrativas la arquitectura del conjunto de la leyenda que da al roman en verso un status accesorio mientras que el relato en prosa intenta abarcar la historia del Grial desde su origen en el proyecto de hacer de esa historia una suerte de summa en lengua romance los orgenes mticos en fin, han suscitado el entusiasmo de los investigadores. La materia artrica es la encrucijada de las reescrituras, de los ecos de texto a texto, de los movimientos de motivos similares, a veces fragmentados, dispersos en otros contextos. Un pvot: Chrtien de Troyes al que se refieren los relatos. Pero el autor de la Champaa es reemplazado por otra autoridad, la de Merln, que transmite el relato a Blaise en el bosque de Northumberland: Pero Chrtien de Troyes no habla de esto ms que los otros troveros que hacen de este hecho la materia de sus rimas. Sin embargo, nosotros solo decimos lo que concierne a nuestro relato, que lo que hizo transcribir Merln a Blaise (El Caballero de la Espada). Pese a los balances ya realizados, otras intervenciones novedosas, en particular el espritu nuevo de la investigacin enriquecida por la antropologa, debe, con todo, ponerse aqu en relieve. As, Georges Dumzil, relacionando la concepcin indoeuropea de las tres funciones y la teora medieval de los tres rdenes36 confiri un importante impulso a las investigaciones que aclaran la novela artrica por la estructura trifuncional. Un estudio sobre Uterpendragon (Uterpendragon, Arthur et lidologie royale des Indo-Euroens37) es un provechoso reencuentro efectuado por Jol H. Grisward: la figura del soberano, el primero de los bellatores, es la fusin de la funcin sagrada y la militar. Ms an, el prncipe encarna las tres funciones. As es como los documentos literarios contribuyen con el anlisis de los textos de los grandes clrigos medievales: el nacimiento de Arturo y el episodio de su eleccin, el engao del Uterpendragon que adquiere, gracias al arte de Merln, los rasgos del duque de Tintagel, el joven Arturo arrancando, bajo los ojos maravillados de todos, la espada Excalibur de la piedra. La metamorfosis del padre y la espada arrancada al yunque, son reintegradas por el investigador en un grupo de motivos que le dan sentido. Jol Grisward lo dice precisamente, la concepcin de Arturo podra ser una historia de vaudeville, o mejor, una nueva versin de los amores clsicos de Jpiter y de Alcmena, esposa de Anfitrin. Pero para vencer a Ygerna, Uter recurri a una serie de mtodo: oro y piedras, fuerza guerrera y magia, riqueza, fuerza fsica y arte de hechicero. O en la Edda donde el dios Freyr se enamora de la
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gigante Gedr y su mensajero utiliza la serie de los tres medios: regalos de oro, amenaza de la espada, varilla mgica y encantamiento rnico. La misma estructura se vuelve a encontrar en el libro tercero de la Gesta danorum de Saxo Grammaticus. Desde la misma perspectiva, la espada arrancada del peasco no debe hacer olvidar el tiempo que corre entre el triunfo de la prueba y la coronacin de Arturo: la utilizacin de las tres funciones permite tambin comprender la continuacin de las tres pruebas de Arturo; esto testimonia su sabidura e inteligencia, la puesta a prueba de su fuerza guerrera, prueba que sabe hacer buen uso de los bienes y de la abundancia fecunda.38 Otro testimonio puede esclarecer a los que se dediquen a la leyenda artrica: el Grial fue relacionado con los talismanes reales de los indoeuropeos.39 La enigmtica secuencia de la mirada estupefacta y el silencio que sigue es, para los que mantienen la tesis cltica, la herencia en la que el caldero, el arma mgica y la lanza de los dioses son, todos ellos, objetos del Otro Mundo. Qu hacer, sin embargo, con el plato? Conjuntos coherentes de objetos desde el relato de Herodoto sobre los comienzos de la nacin escita hasta Quinto Curcio un yugo de buey, un arado, una lanza y una flecha, una copa, todos representan el universo simblico de las tres funciones sociales indoeuropeas. Estos talismanes sern aproximados a las cuatro joyas de los antiguos dioses de la epopeya irlandesa. En este caso, el Grial de Wolfram von Eschenbach se aproximara a los talismanes reales, la Piedra de Fal, smbolo de la tierra, el omphalos de Irlanda y el oro sagrado de los escitas. Tanto la epopeya irlandesa de Tuatha De Daan, los antiguos dioses de Irlanda y los objetos sagrados de los escitas como, finalmente, el cortejo sagrado del Grial, son cuatro talismanes que se articulan sobre las funciones: el Grial, recipiente ligado al culto para simbolizar la funcin mgico-religiosa; la espada y la lanza, smbolos de la funcin guerrera, el plato para la funcin alimenticia, asumida igualmente en parte por el Grial. Esta insistencia sobre la nocin de grupo estructurado de objetos en su relacin con la persona del rey permite dejar escapar a lo arbitrario el resto de la historia: as la aventura del Grial se lee como la metamorfosis medieval de un relato ms viejo, transmitido por los celtas y que, cada cuatro mil aos contaba cmo un aprendiz de rey llegaba, mediante cierto nmero de pruebas, a conquistar los talismanes de soberana (instrumentos y smbolos de las tres funciones sociales) cuya conservacin en manos calificadas garantiza la prosperidad del reino y restaura una realeza sin autoridad, indigna o poco poderosa en un pas devastado por la esterilidad.40 Heredero de una leyenda real, el Perceval marca las etapas de una iniciacin. Por otra parte, lo maravilloso artrico (mirabilia: asombro, temor y admiracin, esos cuentos irreales y seductores de los que hablaba el poeta), la fusin de elementos que escapan a toda racionalizacin no dejaron de llamar la atencin de los etnlogos, de todos los que trabajan con la memoria colectiva y con la tradicin oral. De esta manera, sera tiempo de ver en Las maravillas de Rigomer, la yuxtaposicin a veces abrupta de las pruebas asombrosas. Las investigaciones en el terreno de los cuentos tienen efectos felices sobre nuestra lectura de la leyenda artrica. Las recientes puestas a punto sobre la herencia cltica, el Otro Mundo y sus encantos, las tierras yermas, los mitos de escasez y de abundancia invitan a afinar las claves de interpretacin. Nutrido por sabias lecturas, lo maravilloso artrico es una muestra de hasta qu punto la sociedad medieval aprovecha una antigua fuente impregnndola con sus propias estructuras mentales e imaginarias; prueba tambin hasta qu punto las instancias eclesisticas han logrado realizar un movimiento de cristianizacin de las herencias paganas. Los trabajos de Jacques Le Goff y de su entorno han ya mostrado bien este esfuerzo de un imaginario que no responda a las voces de regulacin de la Iglesia. Ciertos relatos artricos dan realmente la impresin de que el autor dej lugar a fantasmagoras que circulaban tanto en forma escrita como oral. Por otra parte, el hecho de
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que predicadores hayan integrado elementos folclricos y en particular la leyenda artrica en sus ancdotas edificantes indica que el esquematismo de los cuentos populares puede alimentar las preguntas que el especialista de la literatura les har a los relatos escritos; los estudios sobre los cuentos son un instrumento inapreciable en la medida en que el folclorista est capacitado para realizar las nicas experimentaciones sobre lo vivo que son accesibles al medievalista.41 Esquemas de cuentos derivan del Libro de Caradoc: as, la serpiente enroscada que se confunde con el brazo del hroe, las dos cubas en una noche de luna llena, una llena de vinagre, la otra de leche para atraer a la serpiente; las fantasmagoras nocturnas de Lancelot en Las maravillas de Rigomer, la hechicera y su sobrina, el encantamiento de Lancelot y en el Papagayo el torneo fantasma y finalmente la flor puesta sobre el pecho que protege de visitantes diablicos. Estudios recientes analizaron las relaciones entre el roman medieval y el cuento popular. As para el tema del castillo abandonado, Edina Bozoky examinaba este espacio aparentemente desierto que el hroe encuentra a menudo en su camino, en las dos primeras Continuaciones de Perceval: dos cuentos presentan un castillo-trampa donde se entabla un combate entre el hroe y el seor del lugar. Los prisioneros del castillo sern liberados. A veces han sido victimas de un encantamiento que el hroe rompe. El Bello Desconocido es un excelente ejemplo de esto, ya que el encantamiento lleva consigo la metamorfosis de la serpiente en princesa a la que solo el beso volver a su forma primera.42 Este castillo abandonado puede ser tambin un lugar utpico, un palacio del Otro Mundo tal como lo describe el Lai de Guingamor que recuerda relatos galeses (Manawyddan, hijo de Llyr) o cuentos populares cuya estructura se encuentra fcilmente. Un testimonio excelente de la apropiacin por parte de la simbologa cristiana de un motivo maravilloso es la bestia chillona de la leyenda artrica, cuyo significado es explicado por Merln en la Continuacin de Merln. Se trata de un animal blanco que lleva una cruz bermeja y que larga un olor delicioso. Este animal es el que se encuentra en el Perlesvaus representando a Cristo sacrificado. A partir de Gerbert de Montreuil, lo fantstico de la aventura y el aspecto monstruoso del animal irn acentundose y poco a poco se convierte en una criatura diablica.43 Pero ms tarde en El Caballero del Papagayo, un animal maravilloso de pelaje bermejo gua al hroe hacia un visitante de cabellos blancos, con vestimentas resplandecientes que lleva al hroe hacia el rbol oloroso. Casualidad o eclosin de un motivo? A los que estarn tentados de encerrarse en un solo sistema literario de relatos perfectamente estructurados, estas comparaciones mostrarn todo el inters que hay al evocar un imaginario colectivo, contribuirn a aclarar la forma en que se apreciaron las obras y expondrn su evolucin, su mutacin y la vida de las tradiciones narrativas al filo de las dcadas. A travs de una encuesta realizada por el grupo de Jacques Le Goff sobre los exempla, el Grupo de Antropologa Histrica del Occidente Medieval lleva algunas fecundas investigaciones en el terreno del cuento. Se conoce la importancia de las tradiciones populares en los exempla. As los relatos de la literatura son jalones que permiten comprender otra porcin de la difusin de los cuentos. El cuento maravilloso medieval, en su brevedad, puede aclarar el armado ya sea sabio ya sea abrupto, que se hace en los relatos que leemos. Ningn clrigo redact jams, es cierto, cuentos, pero el gnero ha existido por tradicin oral, el escrito que lo recoge es solo una parte nfima.44 El imaginario celta tan invocado cuando se quera relevar las fuentes de Chrtien de Troyes est ahora bien limitado como reservorio de elementos maravillosos tendientes a alimentar los relatos de la caballera errante. Los encantamientos de Bretaa, los invitados del Otro Mundo, los amores con los seres venidos de lejos a menudo cuidadosamente trazados por
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Chrtien de Troyes donde las mujeres amadas son grandes damas o reinas, todos estos elementos sufrieron una cristianizacin y una racionalizacin. Quedan, a pesar de ello, los objetos que guardan su misterio y el lector concluye tan aturdido como Gauvain: una espada quebrada que espera una soldadura mgica, un arma forjada en el Otro Mundo, la espada de Arturo a la que una mano misteriosa tira en el fondo del lago. Los pioneros de los anlisis narratolgicos han juzgado a veces errneamente la yuxtaposicin de motivos. La nueva relacin con el mundo de los cuentos favorecida por los etnlogos y los historiadores de las mentalidades incita a reexaminar esta tradicin narrativa. A los que estaran entonces tentados de hablar de una declinacin y un apogeo de la leyenda, la antropologa contempornea les aporta algunas razones para leer estos textos de forma diferente ya que, en su sistema interno, no pretenden una significacin concertada sino que revelan fantasmas y afectos que desbordan la sola escritura medieval. No en trminos de arquetipos sino en constantes de un imaginario en sociedades dadas: no solamente lugares encantados sino sanadores y toques mgicos. Encantamientos y amnesias; cuerpos dislocados aunque enteros; bustos malficos y decapitaciones que son mentira En suma, lo que nos promete el relato de Rigomer: Todo es encantamiento, la magia negra y lo ferico y contina: Poner fin a las maravillas sera pretender pasar el mar a pie.
Nuevos acercamientos: una sociedad imaginaria El dominio de la recepcin de la novela artrica es una cantera ampliamente abierta. Ciertos grupos fueron centros de creacin y de difusin, si bien la alta nobleza no jug un papel ms relevante. El imaginario artrico se dirige especialmente a la pequea nobleza hasta comienzos del siglo XIV. En este sentido, las investigaciones en antroponimia muestran la importancia de los esquemas de parentesco, en particular las parejas de hermanos (tal Bohort y Lionel). Son los burgueses, luego, los que se aferran a los valores de la nobleza a travs del imaginario literario marcando una pasin desbordante por el patrimonio de personajes mticos. La bsqueda de las marcas que pudo dejar el imaginario literario en el seno del espacio social ayuda a la medicin de la importancia que tuvo la leyenda artrica. Desde este punto de vista los trabajos de Michel Pastoureau ya mencionados para las estructuras de parentesco y la herldica imaginaria son particularmente innovadores. A partir del siglo XIII los testimonios indican que el modelo del caballero errante impregna las iniciativas individuales. Se suea con vivir artricamente. Hacia mediados del siglo XIII un seor del sur de Austria, Ulrich von Lichtenstein, se crea Arturo: envi mensajes llamando a combate a todos los caballeros y recorri ms de cuatro mil kilmetros prometiendo que quienes lograran quebrar contra l tres lanzas seran admitidos en la Mesa Redonda y recibiran un nombre artrico. Ulrich von Lichtenstein no es el nico que tuvo este sueo. Se puede hablar entonces de una neurosis artrica?45 Los rituales prueban, a su turno, la larga vida del fenmeno artrico. Los cronistas han legado numerosos relatos en los que se describen Pas dArmes. La mitologa literaria y las prcticas sociales parecen haber mantenido en los siglos XIV y XV cercanas relaciones con excepcin de la corte de Borgoa, que quiso alimentar otros sueos organizando rituales, justas, torneos y Mesas Redondas.46 La lista de estos rituales planeados durante un siglo, de 1230 a 1330, es impresionante: tanto en Flandes como en Inglaterra, en Espaa como en Alemania. Algunos ejemplos entre otros: el testimonio ms antiguo de una fundacin de una Mesa Redonda (Societas tabulae rotundae) llega del norte de Italia a fines del siglo XII o a comienzos del XIII. Otra Mesa fue inaugurada en Chipre en 1223, en 1346 Eduardo III organiz una Mesa en Windsor. En 1446
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Ren dAnjou hizo construir, para una Mesa Redonda, un castillo artrico. La vida se transforma en espectculo. El teatro en el cual se quiere tener un papel se mezcla con gestas activas que favorecen la difusin de la leyenda, como atestigua Eduardo I (1271-1307), artrico apasionado como su esposa, Leonor de Castilla, que instauraba ceremonias artricas y encargaba copiar manuscritos artricos. La antroponimia es un campo particularmente rico para limitar el sntoma artrico. Desde que el habeas literario fue constituido, se ve que los nombres se difundan en la sociedad. Petrus dictus Perceval: todas las clases sociales se vieron afectadas por el fenmeno, y sobre todo se hizo ms fcil porque la frontera entre cultura rural y cultura aristocrtica en el medio rural era dbil. Se constata una fuerte primaca del nombre de Tristn, luego vienen Lancelot y Arturo, y, por ltimo, Gauvain y Pereceval. En ocasin de un torneo los hombres se pueden hacer llamar por un nombre artrico, y este sobrenombre puede perpetuarse y convertirse en hereditario, transformarse en nombre de bautismo o patronmico. Incluso los animales se benefician por el fenmeno, ya que los dos lebreles de Isabel de Baviera fueron llamados Tristn y Lancelot, los dos halcones del hermano de Alfonso X en Espaa se llamaron Lanzarote y Galvn. Los espectculos se desvanecen y nos quedan las obras que los inspiraron. Quedan tambin reliquias artricas, las pretendidas tumbas de Arturo y de Ginebra en Glastonbury y, ya hacia fines de la Edad Media, se descubran, como para los santos, objetos que haban pertenecido a tal o cual hroe de la leyenda. Los testimonios visuales son los mejores para autentificar una leyenda: lo sabemos por la arquivolta de la catedral de Mdena hacia 1130, por un mosaico de la catedral de Otranto hacia 1165 que muestra al hroe de la leyenda con la mencin Rex Arturus. El terreno iconogrfico est cuidadosamente explorado. Para el prestigio de la leyenda a ojos del pblico medieval la imagen es un testimonio de primer orden por su complejidad, por la estructura en tres episodios, las tres dimensiones, el sistema complejo de sus colores, su relacin con el texto que ella ilustra. Esta iconografa artrica, que toma impulso hacia 1240-1250, se aceler durante la segunda mitad del siglo. Alrededor de 1450 un nmero de manuscritos artricos fueron magnficamente ilustrados. Desear, encomendar y poseer una bella obra ilustrada era signo de gran poder.47 Otro terreno explorado corresponde a los signos sociales de identificacin que fueron abundantemente empleados por el mundo artrico, a tal punto que esta utilizacin se traslada al dominio social: a partir de ilustraciones de manuscritos y a partir de los Armoriaux que provean a los ilustradores las referencias necesarias para representar a un personaje con sus escudos de armas, se puede constatar que estos objetos de personajes fantsticos permanecen estables. Esta inmovilidad proveniente de la mitologa literaria hizo que los escudos de armas familiares fueran, a menudo, reemplazando los verdaderos escudos de armas de la familia por escudos de armas ficticios. El movimiento inverso es menos frecuente. Un Armorial tardo de los caballeros de la Mesa Redonda aadir a la descripcin del blasn ciento ochenta personajes de la leyenda con sus respectivos elementos biogrficos e indicaciones de orden psicolgico, una suerte de Who is Who de la sociedad artrica.48 El estado civil de los personajes legendarios unido a las caractersticas psicolgicas revela, en vsperas del Renacimiento, tanto la clausura de la tradicin como la emergencia de una atencin hacia el individuo que se observa an hoy a travs de la herencia secular de los relatos. Traduccin de Florencia Calvo y Lidia Amor para la ctedra Literatura Europea Medieval
NOTAS
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Roman: hemos optado por manterner el trmino francs ya que su traduccin al castellano (novela) no abarcara la extensin discursiva de la palabra. Para un mayor acercamiento, vase R. Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1998. 1. Cesaire dHeisterbach, Dialogus miraculorum: Del abad Gevard quien despert a los monjes a punto de dormirse durante el sermn hablndoles de la leyenda de Arturo, edic. Joseph Strange, 1981, p. 205. 2. Ne sont que trois materes a nul home entendant: De France et de Bretaigne et de Rome la Grant; Et de ces trois materes ni a nule semblant; Li conte de Bretaigne sont si vain et plaisant; Cil de Rome sont sage et de sens aprendant; Cil de France sont voir chascun jour apparant. (Chanson de Saisnes, vv. 6 a 11). 3. Los especialistas piensan que este poema pudo haber sido escrito entre los siglos ix Y x: CF. Lon Fleuriot, Jean-Claude Lozachmeur y Louis Prat, Rcits et pomes cltiques. Domaines brittonique. Stock Moyen Age, 1981, p. 133. 4. Los Mabinogion, relatos galeses, cuentan las Enfances (infancias) de un hroe (irlands: macgnimartha). 5. Lugar mtico, la isla de Avaln es a veces identificada con Glastonbury en Somerset. 6. Glastonbury: Glastonia? Glaestinbyrig? Isla de Verre? Ynis-witrin? El nombre de Alano fue unido a Glastonbury debido a que Arturo es llevado all luego de la batalla de Salesbires. 7. Rcits et pomes celtiques, pp. 217 y ss. 8. Ibid, pp. 221-222. 9. Jean Frappier, Chrtien de Troyes. Pars, 1957. Para el conjunto de la obra de Chrtien de Troyes. 10. La lengua de oc, por su parte, utilizar el trmino de novas. 11. Michel Zink, Chrtien et ses contemporains. The legacy of Chrtien de Troyes, pp. 532: en relacin con el papel del novelista, su esencial innovacin bien parece la reivindicacin de la fable. 12. Emmanuele Baumgartner. The Legacy of Chrtien de Troyes. Les techniques narratives dans le roman en prose, pp. 167-190. Inversamente, toda novela en prosa en el siglo XIII estar prxima al Grial. 13. La qute du saint Graal, trad. de E. Baumgartner, Pars, 1979, p. 149. 14. Ver los comentarios de Emmanuele Baumgartner en The Legacy of Chrtien de Troyes. Les techniques narratives dans le roman en prose, p. 170. 15. Cedric Pickford, citado por Jean Frappier en su artculo sobre La Table ronde au XVI sicle en Amour courtois et Table Ronde. Genve, 1973, p. 266. El conjunto de cifras concernientes a las ediciones de relatos de la Mesa Redonda provienen del artculo de Jean Frappier, as como los datos sobre la recepcin de la leyenda artrica en el siglo XVI. 16. J. H. Grisward, Des Scythes aux Celtes. Le Graal et les talismans royaux des Indo Europens en Artus N 14, 1983, pp. 15-22. 17. Como lo hacen R. S. Loomis, J. Marx y J. Frappier. 18. Jean Frappier, Chrtien de Troyes et le mythe duGraal. Etude sur Perceval ou le Conte du Graal. Pars, 1972 y 1979, especialmente el captulo VIII Les origines du mythe et le symbolisme des objets merveilleux dans le Conte du Graal, pp.163-212. 19. Gradalis autem sive gradale gallice dicitur scutella lata et aliquantulum profunda, in qua prestiosae dap cum suo jure divitubus solent apponi gradatim, (...) et dicitur vulgari nomine, Graalz, citado por J. Frappier en Chrtien de Troyes, Pars, 1957 y 1969, p.188.
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20. La qute du saint Graal, trad. de E. Baumgartner, Pars, 1979, p. 239: el juego de palabras sobre el Grial, agrer, servir gr (et grace) es retomado por Robert de Boron en Joseph: Qui a droit le vurra nummer/Par droit Graal Iapelera: /Car nus le Graal ne verra/. Ce croi je, quil ne li agree. 21. Scnes du Graal, textos traducidos y presentados por Danielle Buschinger, Ane Labia y Daniel Poirion. Prefacio de Daniel Poirion, Stock, 1987. La obra est consagrada a las diferentes apariciones del enigmtico cortejo en la literatura medieval francesa y alemana. 22. La qute du saint Graal. 23. En Grundriss der romanischen Literaturen des Mittelalters, p. 199. 24. Marie-Luce Chenerie, Le chevalier errant dans les romans arthuriens en vers des XII et XIII sicles. Genve. 1988. 25. Erich Khler, Laventure chevaleresque. Idal et ralit dans le roman courtois. Etudes sur la forme des plus anciens pomes dArthur et du Graal. Pars, trad. 1974. 26. George Duby, Le Dimanche de Bouvines. Pars, 1973. 27. Jacques Le Goff y Pierre Vidal-Naquet, Lvi-Strauss en Brocliande, artculo publicado primeramente en Critique, nro. 325, junio 1974, luego en Limaginaire medieval. Pars, 1985. 28. Ver las pertinencias efectuadas por E. Baumgartner y Ch. Mla en el captulo La mise en roman, Prcis de littrature franaise du Moyen Age, Pars, 1983 (bajo la direccin de D. Poiron). 29. La comparacin con la gran arquitectura balzaciana es sugerida por P. Y. Badel, Introduction la vie littraire du Moyen Age, Pars, 1969. 30. Jean Marx, La qute manque de Gauvain en Nouvelles Recherches sur la littrature arthurienne, Pars, 1965, 205-277. 31. Este corto relato est traducido en este volumen y precedido de una introduccin. 32. M. Pastoureau, Figures et couleurs. tude sur la symbolique et la sensibilit medievales. Le Leopard dor, Pars, 1986. 33. Estas investigaciones nos han sido provistas por M. Pastoreau, Armorial des chevaliers de la Table Ronde, Le Leopard d or, Pars, 1983. 34. Ibid. 35. Una informacin ms amplia sobre esta difusin europea se brinda en R. S. Loomis, Arthurian, Literature in the Middle Ages (obra colectiva), Oxford, 1959: la difusin en las distintas regiones, los manuscritos, el trayecto de los manuscritos mientras se les ha podido seguir el rastro, los pedidos, las encomiendas, etc. 36. Georges Dumzil, Apollon sonore, Pars, 1982, p. 207: ver tambin los anlisis de Georges Duby en Les Trois Ordres ou lImaginaire du fodalisme, Pars, 1978. 37. En Europe, Le Moyen Age maintenant, N 54, octubre 1983, pp. 111-120. 38. J. H. Grisward, Des Scythes aux Celtes: le Graal et les talismans royaux des Indo Europens en Artus, N 14, t 1983. 39. Op. cit., pp. 15 a 22. 40. J. H. Grisward, Des Cites aux Celtes: le Graal et les talismans royaux des Indo Europens, en Artus, 14, verano 1983, p. 20. 41. B.A. Rosenberg, Folkloristes et medievistes face au texte littraire: problmes de mthode, Annales, 1979, 2, p. 953. 42. Edina Bozoky, Roman medieval et conte populaire: le chteau dsert en Ethnologie franaise, N.S.t. IV, 1974, 349-356. 43. Edina Bozoky, La Bete Glatissant y el Graal. Les transformations dun theme allgorique dans quelques romans arthuriens, Revue de lhistoire des religions, 186, octubre, 1974. 44. Formes mdivales du conte merveilleux, bajo la direccin de Jacques Berilos, Claude Bremond y Catherine Velay-Vallantin, Stock, 1989.
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45. Es en todo caso la pregunta que se hace Michel Pastoreaux frente a todos estos testimonios. 46. R. S. Loomis sobre los rituales sociales, Arthurian influence on sport and spectacle, en Arthurian Literature in the Middle Ages, 553-559. 47. Quiero expresar aqu toda mi gratitud a Michel Pastoreau, director de estudios en la cole pratique des Hautes Etudes: me permiti conocer sus investigaciones sobre la iconografa artrica, la antroponimia, sobre las prcticas sociales a las que yo me he referido aqu y sobre las que l habl en su seminario dictado durante 1987-1988. Estos materiales preciosos, recolectados e interrogados por el historiador, se publicarn en una obra que aparecer en ediciones Picard: Les Chevaliers de la Table Ronde. Anthropologie dune socit imaginaire. 48. C.E. Pickford, citado por M. Pastoreau, Armorial de los caballeros de la Tabla Redonda, p. 13.
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