Presente y Futuro de Los Derechos Humanos
Presente y Futuro de Los Derechos Humanos
Presente y Futuro de Los Derechos Humanos
Present y futuro de los derechos del hombre. El problema de los derechos del hombre de nuestro tiempo es no el de fundamentarlos, sino el de protegerlos. El problema no es filosfico, sino jurdico, y en este sentido ms amplio, el poltico. No se trata de saber cuales y cuantos son esos derechos, cual es su naturaleza y su fundamento, si son derechos naturales o histricos, absolutos o relativos, sino cual es el modo ms seguro para garantizarlos, para impedir que pese a las declaraciones solemnes, resulten continuamente violados. Se entiende que la exigencia del respeto de los derechos humanos y las libertades esenciales nace de la conviccin generalmente compartida de que tienen un fundamento (su solucin se encuentra en la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre), pero el problema no es el del fundamento, sino de las garantas. La declaracin Universal de los Derechos del Hombre representa la manifestacin de la nica prueba por la que un sistema de valores puede considerarse humanamente fundamentados por tanto reconocido. Hay tres modos de fundamentar los valores: A. Deducindolo de un dato objetiv constante, por ejemplo la naturaleza humana. B. Considerndolos como verdades evidentes por s mismas. C. Descubriendo que en un determinado periodo histrico obtienen adhesin general (la prueba del consenso justamente). El primer modo nos ofrecera su garanta de su validez universal, si la naturaleza humana existiera verdaderamente como dato constante e inmodificable. Sin embargo, la naturaleza humana ha sido interpretada en formas diversas, y la apelacin a la naturaleza ha servido para justificar sistemas de valores opuestos entre s. El segundo modo (la apelacin a la evidencia) presenta el defecto de colocarse ms all de toda prueba y de negarse a cualquier posible argumentacin de carcter racional. Aducindonos a la historia, lo que ha sido considerado evidente para algunos en un determinado momento, no es considerado evidente para otros en un diferente momento. El tercer modo de justificar los valores es demostrar que se apoyan en el consenso, de donde se deduce que un valor estara ms fundamentado cuanto ms adeptos tiene. Se trata de un fundamento histrico y no absoluto y puede probarse fcticamente.
Entonces con la Declaracin Universal de los Derechos humanos se hace por primera vez en la historia universal, no en principio, sino de hecho, en cuanto el
consenso sobre su validez ha sido declarada explcitamente. Slo despus de la Declaracin podemos tener la certeza histrica de que la humanidad comparte algunos valores. En la historia de la formacin de la Declaraciones de los derechos se pueden distinguir tres fases: 1. La declaraciones nacen como teoras filosficas, como pura y simple expresin de un pensamiento individual. En el momento en que son aceptadas por vez primera por un legislador, sirven de base para una nueva concepcin del Estado, que ya no es absoluto, sino limitado. La afirmacin de los derechos del hombre es el punto de partida para la institucin de un verdadero y propio sistema de derechos, es decir, como derechos positivos y efectivos. 2. El segundo momento de la historia consiste de la teora a la prctica, del derecho solo pensado al derecho actuado. Aqu la afirmacin de los derechos del hombre gana en concrecin pero pierde en universalidad, es decir, son verdaderos y propios derechos positivos, pero valen slo en el mbito del Estado que los reconoce. 3. Con la Declaracin de 1948 empez la tercera fase en que la afirmacin de los derechos es al mismo tiempo universal y positiva; universal en el sentido que no solo son para los ciudadanos de algunos Estados, sino de todos los hombres; positiva porque pone en movimiento un proceso a cuyo trmino los derechos del hombre deberan ser ya no solo reconocidos, sino protegidos incluso contra el mismo Estado que los ha violado. Al final de este proceso, los derechos del ciudadano se transforman en derechos del hombre. La Declaracin Universal de los Derechos del Hombre es slo el principio de una largo proceso, del que no podemos ver an la realizacin ltima. La Declaracin Universal de los Derechos del Hombre que ciertamente es, respecto del proceso de proteccin global de estos derechos, un punto de partida hacia una meta progresiva, representa en cambio, un punto de detencin de un proceso que no ha concluido en absoluto. Los derechos citados en la Declaracin, no son los nicos y posibles entre los derechos del hombre. La Declaracin Universal representa la consciencia histrica que la humanidad tiene de sus propios valores fundamentales en la segunda mitad del siglo XX. Es una sntesis del pasado y una inspiracin para el porvenir, pero sus tablas no han sido esculpidas de una vez para siempre.
La comunidad se halla enfrentada no slo al problema de preparar garantas vlidas para esos derechos, sino tambin al de perfeccionar continuamente el contenido de la Declaracin, articulndolo, especificndolo, actualizndolo. Uno de los fenmenos ms importantes ha sido la del proceso de descolonizacin.
Hemos llegado al punto de aceptar el principio de autodeterminacin de los pueblos como primer principio de principios. Lo que importa no es fundamentar los derechos del hombre sino protegerlos, pero el problema es el de las medidas pensadas y pensables para su proteccin. Hay dos dificultades; una de naturaleza jurdico-poltica, y otra sustancial, o sea, inherente al contenido de los derechos en cuestin. La primera depende de la naturaleza misma de la comunidad internacional, del tipo de relaciones entre los estados individuales y el de la comunidad en su conjunto. La distincin de las relaciones entre Estado-Iglesia. As mismo, cuando se habla de proteccin jurdica queriendo diferenciar las de otras formas de control social, pensando en la proteccin que el ciudadano posee, dentro del Estado, o sea, dentro de la vis coactiva. El problema de eficacia de la vis directiva y vis coactiva en lo referente a eficacia. Bobbio dice que para que la vis directiva alcance el propio fin, es necesario alguna de estas condiciones: A. Quien ejerce debe tener mucha autoridad B. Aquel a quien se dirige debe ser muy razonable Por indebida que sea toda generalizacin y por diversa que sea la naturaleza de las relaciones entre los estados y los organismos internacionales, es forzoso admitir en que existen casos en que una otra de las dos condiciones faltan. Cuanto ms autoritario es un gobierno en relacin con la libertad de sus ciudadanos, tanto ms libertario es en relacin con la autoridad internacional. La teora poltica distingue dos formas de control social, la influencia y el poder. Existe una doctrina entre proteccin jurdica y las garantas internacionales: la primera se sirve de la forma de control social que es el poder, las segundas se fundan exclusivamente en la influencia. Flix Oppenheim distingue tres formas de influencia: la disuasin, el desaliento y el condicionamiento. Y tres formas de poder: la violencia fsica, el impedimento legal y la amenaza de graves sanciones. Las actividades desarrolladas por los organismos internacionales para la tutela de los derechos del hombre pueden considerarse bajo tres aspectos: promocin, control, y garanta. Por promocin se entiende el conjunto de las acciones que se orientan hacia Inducir a los estados que no tengan una disciplina especfica para la tutela de los derechos del hombre a introducirla Inducir a los que ya la tienen a perfeccionarla. Por actividades de control se entiende, el conjunto de medidas que los diversos
organismos internacionales ponen en funcionamiento para verificar si las recomendaciones han sido odas y en que grado las convenciones han sido respetadas. Por actividad de garanta se entiende la organizacin de una verdadera tutela jurisdiccional de nivel internacional sustitutiva de la nacional. Las dos primeras se refieren a las garantas existentes o por instituir dentro del Estado, es decir que tienen que perfeccionar el sistema jurisdiccional nacional y la tercera tiene como meta la creacin de una jurisdiccin nueva y ms alta, la sustitucin de la garanta nacional por la internacional, cuando aquella sea insuficiente o simplemente no exista. Aunque toda analoga histrica debe tomarse con precaucin, es probable que la lucha por la afirmacin de los derechos del hombre incluso contra el Estado presuponga un cambio que de hecho se encuentra ya en curso, an cuando lento, sobre la concepcin del poder externo del Estado en relacin con los otros estados y un aumento de carcter representativos de los organismos internacionales. Llamamos estados de derecho en el que funciona un sistema de garantas de los derechos del hombre. Los ciudadanos que tendran ms necesidad de la proteccin internacional son los ciudadanos de los estados no de derecho. Pero estos estados son los menos precisos para aceptar estas transformaciones de la comunidad internacional. Ms all de las dificultades jurdico polticas, la tutela de los derechos del hombre tropieza con dificultades inherentes al contenido mismo de esos derechos. Como la mayora de esos derechos resultan aceptados por el sentimiento moral, se cree que su ejercicio es igualmente simple, y en cambio, es terriblemente complicado. Los derechos del hombre no son en su mayor parte, absolutos y no constituyen una categora homognea. Es necesario partir de la afirmacin obvia de que no se puede instituir un derecho en favor de una categora de personas sin suprimir un derecho de otras categoras de personas. En la mayora de las situaciones en que se trata de un derecho del hombre, sucede que dos derechos fundamentales se enfrentan y no se puede proteger incondicionalmente a uno sin convertir al otro en inoperante. Los derechos del hombre constituyen una categora heterognea, desde el momento en que se han considerado derechos del hombre tambin los derechos sociales, adems de los derechos de libertades, la categora en su conjunto contiene derechos incompatibles entres s, es decir, derechos cuya proteccin no puede acordarse sin que resulte restringida o suprimida la proteccin de otros. Existe una dificultad respecto de las condiciones de su realizacin, no todo lo que es deseable y merece ser perseguido es realizable.
Para la realizacin de los derechos del hombre son necesarias a menudo condiciones objetivas que no dependen de la buena voluntad de los que los proclaman ni de las buenas disposiciones de quienes tienen a su cargo los medios para protegerlo. Incluso el ms liberal de los estados se encuentra en la necesidad de suspender algunos derechos de libertades en tiempos de guerra, as como el ms socialista de los estados no es capaz de garantizar el derecho a una retribucin justa en tiempos de caresta.