Scherzo #144, Mayo 2000
Scherzo #144, Mayo 2000
Scherzo #144, Mayo 2000
" I
USICA -
2000 - 850pt"r/5,l I
, ACTUALIDAD
VLADIMIRASHKEN>!
KARITA MATTILA
iUARTETOALBAN BERG
_ MARA JOAO PIRES
ENCUENTROS
PHILIP PICKETT.
TIVALES DEVER
ros
L I
Los audilos expertos sern capaces de identificar la
calidad de la Serie 14 de Marantz, un amplificador y un
reproductor de CD que juntos alcanzan el equilibrio
perfecto en la reproduccin del sonido. Ambos
incorporan chasis blindados con cobre as como
nuestros circuitos nicos de Amplificacin Hiperdinmica
HDAM. El reproductor de CD con el convertidor Bitstream
DAC7 y el amplificador con un circuito de control de
volumen activo de 4 capas garantiza una reproducin de
la msica con todo su realismo, emocin e impacto.
Cuando lo has escuchado, es difcil de olvidar.
El apasionante sonido de Marantz.
( D
Internet: www.maranu.fom
Ao XV - N 144 - Mayo 2000 - 850 Pts. 5,11 eur.
4
OPININ
ACTUALIDAD:
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Con nombre propio
Vladimir Ashkenaz
Enrique Prez Adrin
Karitta Mattila
Fernando Fraga
Cuarteto Alban Berg
Luis Cago
Maria joo Pires
Arturo Reverter
Gr Brouwenstijn
ngel Fernando Mdyo
Agenda
Nacional
Internacional
ENTREVISTA:
lan Bostridge,
amar el lied
lun Antonio Llrente
Discos del mes
5 9
SCHERZO DISCOS
Sumario
DOSIER: 115
Festivales de verano
Alemania 116
Austria 118
Escandinavia/
Estados Unidos . . . 122
Espaa 126
Francia 131
Inglaterra/Irlanda . . 133
Italia 134
Suiza 137
ENCUENTROS:
Philip Pickett,
otra forma de hacer Bach
Pilar Toms
1 3 9
J AZ Z 1 4 2
Directo al corazn
Federico Gonzlez
ALTA FIDELIDAD 144
Homenaje a Madriles
Alfredo Orozco
EL BARATILLO
Nadir Madriies
Colaboran en este nmero:
Daniel lvarez Vzquez, Rafael Banslmsta, Alfredo Brotons Muriuz, J uan J os Carreras, J acobo Cortines, Carmelo Di Gennaro, Femando
Fraga, Manuel Garca Franco, J os Antonio Garca Garca, Mario Gerteis, Luis Gago, Toms Garrido, Federico Gonzlez, J os Guerrero Mar-
tn, Leopoldo Hontan, Bemd Hoppe, Norman Lebrechi, Juan Antonio Llrente, Nadir Madriles, Santiago Martn Bermdez, J oaqun Martn
de Sagarninaga, Enrique Martnez Miura, Blas Matamoro, ngel Fernando Mayo, Andrea Merli, Erna Metdepenninghen, Antonio Moral,
Yvan Nommick, Faustino Nez, Alfredo Orozco, Rafael Ortega Basagoiti, J osep Pascua!, Enrique Prez Adrin, J os LuLs Prez de Arteaga,
Javier Prez Senz, Vctor Pliego de Andrs. Pablo Que i po de anoOcaa, Arturo Reverter, Javier Roca, J usto Romero, Carlos Sinz Medina,
Bruno Serrou, Luis Sun, Pilar Toms, PabtoJ . Vayn, J os Luis Vidal, Albert Vilardeli, Carlos Vlchez Negrn.
Coordina el Dosier de este nmero:
Rafael BansIruMu
PRECIO DE LA SUSCRIPCIN:
por un ao 110 Nmeros)
Espaa (incluido Canaiias) 7.7O0 Pb>
Europa: 12.000 PK
Amrica: EE.UUyCanad 14.000 Pb
Amrica Central
y del Sur 15.000 PB
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en Europa y Amrica:
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UiA, Mtica y
E
ClE
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SCHERZO es una publicacin de carc-
ter plural v pertenece ni &t adscrita
i ningn otganismo pblico ni privado.
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sin de 5ui colaboradores. Los textos fir-
mados son de enclusiva responsabilidad
de los firmante;, no siendo por tanto
opinin oficial de la revista.
zo J
O P I Ni I O S
EDITORIAL
E N T I E M P O D E ESPERA
N
o se puede decir que TVE se haya distinguido nunca por su aten-
cin a la msica sino que sta ha ocupado, desde tiempo inmemo-
rial, en los espacios de transmisin de! Ente un lugar unas veces
modesto y otras vergonzante. Quiz sea una asignatura pendiente
de la democracia, que algn da termine por resolverse. Mientras
tanto lo nico que se puede hacer es modestamente sealar los pro-
blemas que semejante situacin conlleva y luego esperar y ver, es-
pecialmente en tiempos como los que corren, de espera de nuevas
definiciones polticas y administrativas.
Ocurre, por ejemplo, que la pera, a pesar de ciertas expectativas, ha vuelto
a ocupar un lugar menas que secundario en la programacin de la TVE. Las
peras que se estrenan en el Teatro Real han pasado de la transmisin directa a
la transmisin diferida, despus de permanecer una temporada en el llamado di-
recto/diferido. Pero lo peor no eso sino que la hora que se le ha adjudicado en
la programacin, las doce de la noche en das laborables o feriados. Es decir,
hablando en plata, cuando haya un hueco. Lo cual es poner las cosas bastante
difciles. Los aficionados actuales o en potencia no tienen ms remedio que es-
perar hasta la hora bruja, la medianoche, para sentarse ante su televivor y apres-
tarse a ver y a escuchar la pera correspondiente. Ni que decir tiene que esa no
es manera de contribuir a difundir la msica entre un pblico amplio desde el
medio de comunicacin ms popular, que en este caso adems es propiedad del
estado, es decir que tericamente es propiedad de todos nosotros.
Pero no queda ah el asunto. Los conciertos en la TVE siguen sufriendo de
una situacin anmala, de autntica clandestinidad, que no hace ms que
agravarse con el paso del tiempo. Lo normal es que una persona que trabaja
reserve precisamente las maanas de los fines de semana para ampliar su me-
recido descanso. En lenguaje ms directo, para dormir sin tener que levantarse
a toque de despertador. Sin embargo, en TVE se ha decidido que ser melma-
no requiere virtudes heroicas y .sbados y domingos ha reservado un espacio
imposible para los conciertos: las ocho de la maana. Lo cual convierte a la
msica en aficin reservada para insomnes desesperados o para intrpidos me-
lmanos dispuestas a sacrificar sus horas de descanso fsico por el bien de la
msica. Lo cual es muy loable pero, nos tememos, escasamente practicado. Y
hay que aadir, lo ltimo pero no lo menos importante, que el tiempo reserva-
do a esos conciertos es un tanto mezquino: cuarenta y cinco minutos los sba-
dos, sesenta los domingos. Es necesario recordar que uno de los mayores dis-
parates que se pueden cometer con la msica es suministrarla en pildoras, con
cortes aqu y all, eliminando desarrollos y falseando por tanto su estructura?
A todo lo cual hay que aadir que en TVE se siguen grabando programas
musicales, acaso con una generosidad mayor que en otras pocas... en mu-
chos casos para archivarlos, sin que nadie sepa si se van a transmitir o no al-
gn da. El caso ms notorio es el de una pera como Basridas, de Hans
Werner Henze, todava indita en TVE. Nadie con poder supo entonces apro-
vechar la larga estancia del gran msico alemn en nuestro pas cuando se
produjo ei estreno para montar un programa, en el que, aparte de la transmi-
sin de la pera, se hablara de la vida y la obra de quien para muchos es el
mayor compositor operstico viviente. Por no hablar de otros programas prota-
gonizados por artistas de la talla de Edita Gruberova, Hildegard Behrens, etc,
que siguen durmiendo el sueo de los justos en algn rincn de los archivos
del Ente.
Resolver el Ente Pblico sus deudas para con la msica? Ojal, aunque la
experiencia nos hace proclives al pesimismo. Hay otros problemas que siguen
tambin sin resolver y que no parece que tengan solucin a cono o medio
plazo. As no se est aprovechando el buen momento por el que pasa actual-
mente la Orquesta y el Coro de RTVE, renovados en buena medida, con gente
joven que tiene ganas de demostrar su vala y que lo hace cuando tiene sobre
el podio a un buen director de orquesta. Ahora lo ms que se puede decir es
que sus conciertos se quedan en el gratificante de las sesiones de jueves y
viernes en el Teatro Monumental de Madrid y poco ms.
Y finalmente puestos a redactar nuestro pequeo memorial de agravios, ,;por
qu no hacer una alusin, aunque sea breve, a nuestra entraable Radio Clsica,
que sigue siendo la mayor transmisora y difusora de msica en nuestro pas?
Con pocos medios, sin autonoma y, nos tememos, ms olvidada de polticos y
administradores que nunca, sobrevive gracias a la calidad profesional de quienes
en ella trabajan. No es hora de que las casas cambien para ella tambin?
Diseo
de portada
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Alarc
y Beln
Gonzlez
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EN MI MENOR
UNA CONVERSACIN
T
ras escuchar dus producciones dis-
tintas de E caballero de la ros en
una semana, una amiga de) alma
afirmaba en conversacin de so-
bremesa: "No me digas que Strauss no
es el mejor compositor del siglo XX".
Mi amiga sabe mucho, muchsimo de
msica y ms an de pera. Recorre
Europa a la caza de lo mejor, lo gusta
y lo juzga sin la piedad de quien debe
justificar la inversin. Glenn Gould de-
ca lo mismo que ella, y con el riesgo
de que, como se muri casi veinte
aos antes del da de San Silvestre del
2000, que es cuando se acaba el siglo,
poda sobrevivirle algn genio que le
desmintiera. Como me pareci excesi-
va la afirmacin rotunda, repliqu a mi
amiga que Stravinski, que, adems de
ser tan listo como Strauss, dio las mis-
mos bandazos aunque en distintos ma-
res. No se inmut. Saqu a colacin
otro nombre, que le sorprendi: Bar-
tk. Lo escuch con respeto, y habla-
mos de su integridad, de su bonhoma,
de cmo hizo de lo popular del solar
patrio msica para todos, del Castillo y
los cuartetos. T ampoco. De Schoen-
berg se habl poco, pues mi amiga
tiende a lo conservador en la materia y
afirma que el susodicho no le provoc
jams ni un asomo de placer, ni siquie-
ra el que procede de la aceptacin po-
co natural del sufrimiento. Nada que
hacer. Recordamos que Mahler es del
siglo XX, y Sibelius, pero no pueden
encabezar lista alguna, pues olvidaron
la pera, y haber enmendado Los dos
Pintos no era para el primero mrito
escnico suficiente. Vi el cielo abierto:
Alban Berg. Pero he dicho que mi ami-
ga es lista, as que reconoci el mrito
en la pera -ya lo haba hecho con
Shostakovich-, ensalz debidamente
Wazzeck y Lulu, y cerr la puerta con
la duda sobre lo que hubiera dado de
s quien muri antes de tiempo. Visto
CORRECCIN DE ERRORES
En el nmero anterior, por un
problema no imputable al autor, falta-
ban en el artculo Un gran personaje
con demasiadas pretendientes del do-
sier sobre Tosca de Javier Prez Senz
las fechas de fallecimiento de Eleanor
Steber (1990) y de Zinka Milanov
(1989).
Debe hacerse otra precisin sobre
la nacionalidad de Felicitas Keller, re-
cordada en la p. 9 del mismo nmero.
Su pas natal era Suiza, pero tena tan-
to esa nacionalidad como la sueca.
que yo estaba acorralado, se lanz en
defensa de su candidato aduciendo ra-
zones poderosas. Strauss nos cambia
de siglo con ms naturalidad que na-
die, nos coloca en el extremo -Elekra,
Salom- sin hacernos perder pie del io-
do y, de esa forma, nos convence de
su propia aventura. Una aventura en la
que nunca se renuncia a lo hecho an-
tes, pues en el barn Ochs estn los re-
baos de Don Quijote y a la Emperatriz
no se le acompaa con menos audacia
que a Elektra. Fidelidad a la obra pro-
pia se llama la figura, y para eso no ha-
ce falta cambiar de lenguaje. Nos pasa-
mos tres horas esperando el crescendo
que marca el final de un terceto que
cambia nuestra vida en El caballero de
a rosa, y resulta que ya lo habamos
escuchado en Muerte y transfiguracin,
aunque ahora se empiece a vivir y la
transfiguracin sea poco ms que la
cercana salida del sol para un par de
enamorados y una madurita nostlgica.
En el fondo, lo de menos es decir
quin fue el mejor, aunque casi siem-
pre resulte entretenido -y, al fin, pertur-
bador- pensar en quin es -hoy, pues
aqu la inconstancia es fruto de lo cir-
cunstancial- el que ms nos gusta. Pasa
como con la belleza que, como bare-
mo, decidimos dejar al margen al prin-
cipio de lo que a m me iba parecien-
do tan imposible conclusin como a
ella afirmacin indubitable. Al fin, el ar-
gumento definitivo: "Qu msica que-
rras que te acompaara al otro barrio?
No lo s: quiz el Adagio de la Sptima
de Bruckner, que no es del siglo XX.
Y tu? El sexteto de Capriccio, que s lo
es; y te advierto que, como ahora inci-
neran en un pis pas, es mejor que la
banda sonora tire a corta. Bueno, pues
tambin Capriccio. Ves cmo yo tena
razn?".
Luis Sun
A V I S O
Ante la recepcin de cartas
que no aportan los datos impres-
cindibles sobre sus remitentes, re-
cordamos a los lectores que las
cartas dirigidas al director debern
contener nombre y dos apellidos,
direccin completa, nmero de
D.N.I. y telfono de contacto. La
falta de alguno de estos datos im-
plicar la no publicacin de la
carta.
5
OPI NI N
RATAPLN
U N
DESCUBRIMIENTO
L
a aparicin del monumental Dic-
cionario de la Msica Espaola e
Hispanoamericana es un aconteci-
miento de extraordinaria importan-
cia; especialmente en un pas como el
nuestro que edita anualmente alrede-
dor de 50.000 (s, cincuenta mil) ttulos
distintos y, entre los cuales, qu le va-
mos a hacer!, el arle sonoro ocupa un
escaln por debajo de la pobre Cene-
rentla. Hgase la prueba de repasar
los nmeros de SCHERZO de enero a
diciembre, lo que nos llevar a com-
probar que en espacio dedicado a la
recensin de libras que tratan de msi-
ca y msicos, no todos los meses hay
algo que comentar. No obstante y al
margen de textos especializados, estn
los vastos territorios de la poesa y la
novela. En este ltimo gnero, el nove-
lesco, hemos podido comprobar cmo
la msica ha desempeado muchas
veces explcitamente, a flor de pgina,
y otras oculta bajo sta, implcitamente,
un papel protagonista y esencial para
entender y sentir lo que el narrador
deseaba hacernos llegar a la mente y al
corazn. Pero hoy los tiempos adelan-
tan que es una barbaridad, los novelis-
tas parecen haberse desinteresado in-
cluso como espectadores del mundo
de los pentagramas (ver a un contador
de historias formando parte del pbli-
co en una sala de conciertos nos hace
exclamar como al picaro L eporello:
"Bravi. Cosa rara!"), y es necesario por
tanto echar la vista atrs si queremos
habrnoslas con escritores que nada-
ban como delfines en las aguas litera-
rias y musicales. Cindonos al siglo
XX destaca un sexteto: Marcel Proust,
Maurice Baring (hoy olvidado), Tho-
mas Mann, Hermann Hesse, Alejo Car-
pcntier y Thomas Bemhard. A los nos-
tlgicos, como yo, de cierta clase de
novela que se ha abandonado en los
ltimas aos, les hago una sugerencia.
Retengan el nombre de Sndor Mrai,
nacido en la localidad hngara de Kas-
sa en 1900, y muerto por su propia ma-
no en California, San Diego, el ao
1989- Hasia hace unos das me era des-
conocido, pero despus de haber ledo
El ltimo encuentro, recientemente edi-
tada en Emece. debo a este magiar la
emocin que se materializa con un dul-
ce latigazo que viaja desde el colodrillo
a la rabadilla. Slo aadir que esta no-
vela es conmovedora y musical hasta
los tutanos. No se la pierdan!
J a v ie r R o c a
u
C A R T A S
AL D I R E C T O R
TERCIAR EN LA
POLMICA
Sr Director:
En el ltimo nmero de SCHERZO el
Sr. Estvez, ex alcalde de Santiago, de-
fiende la labor del Sr. Riiling al frente de
la Real Filharmona de Galicia, frente a
los ataques del Sr. Alvrez corresponsal
de la revista, tomo aficionado que sigue
con regularidad a la orquesta, quisiera
terciar en la polmica exponiendo mi
opinin.
El Sr, Estvez seala en su carta que
U labor artstica del Sr. Riiling es recono-
cida internacionalmente y tiene razn,
pues pocos discuten la vala del Sr. Ri-
iling en cierto repertorio, sin embargo s
se discute, en vista de los logros conse-
guidos en cuatro aos, su idoneidad para
dirigir un proyecto como el de la Real
Filharmona. Es verdad que el Sr. Riiling
no es el nico culpable de los males que
aquejan a la orquesta, entre otras podran
citar.se la cortedad de la plantilla que li-
mita mucho el repertorio y la poltica de
programacin del gerente del Auditorio
de Galicia, creo que a su vez gerente de
la orquesta, que prima los concienos de
grandes orquestas y solistas de renom-
bre, en detrimento del presupuesto de la
propia orquesta.
Dado que en estos momentos se est
replanteando el proyecto de la Real Fil-
harmona para recoger las exigencias del
Sr. Riiling o nombrar un nuevo director si
stas no se aceptan, querra poner sohre
el tapete, para que fuese estudiada por
los organismos competentes, la posibili-
dad de fusin de la Real Filharmona con
la Sinfnica de Galicia (orquesta sta ab-
solutamente consolidada) creando una
orquesta de 100 msicos que bastara pa-
ra cubrir las necesidades musicales de
Galicia.
Esperando que por una vez se im-
ponga la racionalidad y se Tenga en
cuenta el bolsillo de los contribuyentes,
pues una soia orquesta supondra un
ahorro presupuestario no desdeable, se
despide atentamente.
Antonio Grueiro Bouza
La Corua
LO QU E N O
SE DEBE HACER
Sr. Director
En el Conservatorio Municipal de
Msica de Mstoles "Rodolfo Hallfter",
desde el pasado 1 de septiembre se dan
todas las circunstancias que nunca debe-
ran darse en un centro pblico de ense-
anza de un pas democrtico. Podemos
aprender de 61 todo lo que nunca debe
hacerse para asegurar una educacin se-
ria a los futuros msicos de este pas,
desde su proyecto educativo, por llamar-
lo de alguna manera, hasta la forma de
gestionarlo desde el Ayuntamiento.
El equipo de gobierno actual con su
concejal de cultura a la cabeza y sirvin-
dose de algunos elementos sospechosa-
mente favorables entre el profesorado
(elementos que haban desestabilizado la
buena marcha del centro en estos lti-
mos aos), protagoniz un verdadero
'golpe de estado" el pasado mes de
agosto, en plenas vacaciones, con lo que
se aseguraron la falta de oposicin de
los rganos legales de gobierno del con-
servatorio. Se nombr un nuevo director
a dedo, destituyendo a toda la directiva
anterior, elegida democrticamente haca
un ao por el consejo escolar, como re-
za en la L OPEG, L ey que afecta a los
centros pblicos como lo es el conserva-
lorio. Tericamente deberia ser inviola-
ble por tratarse de una L ey Orgnica, pe-
ro en el Ayuntamiento de Mstoles se
vulnera, o porque se est muy cerca de
Dio.s, o porque las leyes del Estado Es-
paol no afectan a la ciudad de Mstoles
por tratarse de otro pas, de no ser as,
se ha podido incurrir en faltas muy gra-
ves por parte del Alcalde y el Concejal
de cultura de la ciudad de Mstoles,
convertida en su particular reino de taifa.
Muy graves, adems, por haberlo inten-
tado hace dos aos, vindo.sc obligados
entonces a cejar en el empeo por su
flagrante ilegalidad, ahora podran inclu-
so incurrir en prevaricacin. Pero no
queda ah todo, vuelven a saltarse a la
torera dicha L ey nombrando a un profe-
sor no fijo en plantilla (el 19 de agosto,
(rece das antes de la renovacin de su
contrato), cuando uno de los requisitos
ms importantes, a tener en cuenta en el
nombramiento del director, es la natura-
leza de destino definitivo de su contrato.
A partir de aqu todo lo dems: los
nuevos profesores beneficiados de este
chapucero "golpe de estado" anuncian
actividades a bombo y platillo que en
nada benefician a los alumnos pero que
encandilan a los padres y caen vctimas
del "timo* (se darn cuenta cuando quie-
ran seguir su carrera en los conservato-
rios .superiores, a los que no accedern
por falta de preparacin). L os nicos be-
neficiados: las profesores protegidos por
el concejal.
Pero no hemos acabado, se han ma-
sificado las clases y se han admitido me-
nos alumnos con respecto a otras aos,
y no por falta de demanda como asegu-
ran, esto les ha permitido prescindir del
nico profesor "eventual" que os saltar-
les al paso y hoy sufre las consecuencias
de su oposicin a todas estas sucias es-
caramuzas polticas (protestar ante algu-
nos gobiernos aun hoy se paga caro). En
su lugar y para cubrir las horas que el
nuevo director necesita para hacer todo
este desbarajuste, se ha contratado a un
OPI NI N
profesor que resulla ser hijo de un candi-
dato del PSOE de las ltimas elecciones
municipales y que ya en el 96 se contrat
de forma ilegal, con lo que parece haber-
se matado dos pjaros de un tiro. Si se
permite saciar la sed de poder de algunos
utilizando un centro educativo y todo lo
que l contiene como catapulta personal,
estaremos poniendo a disposicin de
muy pocos todas los presentes y futuros
de un colectivo muy amplio.
Alfonso Ortega Lozano
Profesor de msica.
Mstoles (Madrid)
SOBRE D O N Q U I J O T E
Sr. Director:
Cuando escribo esta carta am no lia
aparecido la crtica del estreno de Don
Quijote en su revista, pero mientras tanto
yo les voy a adelantar de forma escueta la
ma: la base literaria era aguda aunque un
poco inconcreta, el montaje y la direccin
escnica son lo mejor que se ha visto y se
ver en Madrid durante muchos aos, sim-
plemente sobrecogedor. Los cantantes rea-
lizaron su labor lo mejor que se les permi-
ti. En resumen, una velada perfecta si no
fuera por la cantidad de ruido que llegaba
desde el foso. Bochornoso. Si eso es msi-
ca, estamos acabados.
No entiendo cmo el Sr. Vela del Cam-
po se atreve a hablar de tratamiento or-
questal o vocal cuando varios cantantes,
uin coro extenso y una orquesta reforzada
estn literalmente chillando y aporreando
hasta hacer dao en los odos. Como crti-
co tiene que nadar y guardar la ropa y es-
tar "comprometido" con la msica? com-
tempornea, pero que no engae al lector:
hubo abucheos, silbidos y no ms que te-
nues aplausos. Mi vecina de butaca estaba
tan entusiasmada con Lady Macbetb que
asisti a otra representacin. Anoche se
qued dormida. An no entiendo cmo lo
hizo con el dichoso ruido de fondo.
Sin otro particular reciban un cordial
saludo.
|uan Miguel Car reno Castilla
Madrid
O R Q U E S T A S
M A D R I L E A S
Sr. Director:
Qu pasa con las orquestas madrile-
as? Por una parte, cuando son dirigidas
por maestras de primera fila (Sanderling,
Rostropovich, y pocos ms) parece que se
"transfiguran'", y tocan mucho mejor. Pero,
desgraciadamente, las ms de las veces
son dirigidas por maestros, que segn nos
cuentan, no dan la talla, y (os resultados
son entonces cuando menos mediocres. Es
una pena, porque parece como si su talen-
to potencial se desperdiciase: as, la solu-
cin sera contar con mejores directores
EL DISPARATE MUSICAL
EL C O M P A D R E
E
ntre los disparates a que me refer
en mi artculo anterior, esparcidos
en el folleto de un disco dedicado
a Sinfonas de Haydn, tuve que
dejar fuera por razones de espacio
otro muy divertido. Al bueno de
Haydn, ai que cariosa aunque algo
despreciativamente se ha apodado
con frecuencia Pap Haydn, se refera
el folleto en cuestin como el "com-
padre Haydn". Tanta familiaridad pa-
rece excesiva, la verdad. Uno se ima-
gina la escena de su primer encuen-
tro con Mozan, y ste preguntndole
"Qu tal, compadre?". El bueno de
Haydn hubiera podido contestarle,
con malfica sonrisa, eso de "Vd. per-
done, joven, pero ,;hemos sido pre-
sentados?". Queda fatal, la verdad.
Imagnense que cuando Wagner co-
noci a Liszt, antes de pifrselas con
Cosima y ponerle los cuernos a von
Blow (por cierto, que eso s que
fueron cuernos, y no los que utilizaba
Fey en las Sinfonas del "compadre"),
se hubiera dirigido a l con un "Qu
passsa, colega?". El pobre Liszt no se
hubiera recuperado de la impresin.
Y es que, desengense, se estn
perdiendo las formas en lodos los
senlidos. Haydn es un compadre,
Liszt, un colega y Brahms, un tronco.
Los artistas se comportan en ocasio-
nes de forma, ms que extravagante,
abiertamente ineducada (cierto pia-
que trabajasen regularmente en nuestras
orquestas. Por otra parte, nos enteramos
de que muchos de los mejores directores
planifican sus agendas con hasta cuatro
aos vista, y que an sabiendo esto, nues-
tra ONE, al menos, planifica con tan slo
un ao de antelacin su temporada, no se
podran adaptar a las nuevas condiciones
y planificar con ms antelacin, o como
muchas cosas en este pas, se debe dejar
todo para el final? Tambin nos dijeron
que nuestro Teatro Real iba a ser la envi-
dia de Europa, que maestros como Abba-
do o Barenboim, se "pelearan" por venir a
dirigir aqu... Hasta ahora slo Rostropo-
vich (con gran xito) ha venido a dirigir a
nuestros conjuntos estables (y quizs gra-
cias al amor que profesa por nuestro pas
y por su amistad con S.M. la Reina); el res-
to, acuden a visitar el teatro, lo alaban, di-
cen que los madrileas tenemos suerte de
tener un teatro tan bonito, se apresuran a
decir que les encantara venir, pero que
"no tienen tiempo". Es porque no les gus-
tan las condiciones de trabajo? O bien
porque creen que nuestras orquestas (en
el caso del Real: la O.S.M.) no son lo sufi-
cientemente buenas? Si no tienen tiempo,
podran venir al Real a dirigir conciertos, u
peras en versin de concierto, y a lo me-
nista bien conocido lo hizo reciente-
mente, por lo que he podido saber),
y el otro da, sin ir ms lejos, en una
velada musical cuasi familiar (lo digo
por el nmero de los presentes) a la
que tuve ocasin de asistir, la organi-
zadora del evento (manda h. que di-
ra Trillo) mont todo un recital de
ruidos, bronca a no s quin incluida,
en mitad de la actuacin de una jo-
ven pianista, que finalmente ofreci
todo un recital... de concentracin,
para no distraerse ante la descomunal
agresin sonora a la que se vio some-
tida. Convenientemente reprendida
por uno de los asistentes, la "organi-
zadora" volvise al espectador en
cuestin y le dijo: "Vd. se calla por-
que yo soy la que manda, y si no se
calla no le vuelvo a invitar". Toma
castaa. El recuerdo de "Vd. no sabe
con quien est hablando" salta peli-
grosamente a la memoria. Una cosa
es que el trato indiscriminado de co-
leguillas para arriba pueda parecer,
con razn, un exceso, y otra que los
artistas, unas veces, y los organizado-
res otras (por no hablar del pblico,
que ese tiene su tomate aparte), se
comporten como los ms rancios pro-
ceres de cierta poca felizmente su-
perada. Eso, a estas alturas de !a pel-
cula, tiene bemoles.
Rafael Ortega Basagoiti
or quedaban contentos... O acaso por-
que Madrid no es un lugar, musicalmente
hablando, de "relumbrn" como puedan
ser Londres, Pars o Miln, en donde s se
"pelean" por dirigir? No creo que est ha-
blando de imposibles: mientras que en
Madrid generalmente, slo se pueden ver
conciertos de primera categora gracias a
Ibermsica y otras iniciativas privadas, en
otros lugares con orquestas no mucho me-
jores a las nuestras tienen programaciones
mucho ms interesantes, y al ser iniciativas
de carcter pblico muchas veces, ms
asequibles (la orquesta de Roma, por
ejemplo, tiene entre sus directores invita-
dos habituales a Gergiev, y a Sawallisch, y
cuenta con solistas como merman. Lupu,
o Argerich, quien por cierto, en las ltimas
dos temporadas ha actuado por medio
mundo pero ni una sola vez en Espaa...
somos un pas de segunda fila en msi-
ca?). En fin, con veinticinco aos que ten-
go, a veces me cuenta creer cuando mi to
me cuenta que l ha visto a la ONE dirigi-
da por Beecham, Celibidaehe, Kubelik...
Ahora ni siquiera tiene titular...
LIn saludo.
|os Mara Courel Jimnez.
Madrid
O P I N I N
CONTRAPUNTO
B O U L E Z , EN SU 75 C U M P L E A O S
E
s fcil imaginar, con tanto bombo y alha-
raca, que el hombre que naci el 25 de
marzo en Montbrison Loir) hace 75 aos
ser una especie de salvador musical.
Los grandes faslos que estn rodeando
la celebracin del cumpleaos de Fierre
Boulez son tan desmesurados que hasta Ri-
chard Wagner se hubiera ruborizado. La Or-
questa Sinfnica de Londres ha venido si-
guiendo su estela desde enero, desde el Bar-
hitan Centre hasta el Camegie Hall. A lo lar-
go de la primavera recibira flores en el South
Bank, la Cit de la Musique parisina, en Bru-
selas, Colonia y muchos otros lugares.. Vera-
near en Aquisgrn, Saizburgo, E dimburgo y
Lucerna, y no hay festival importante donde
no aparezca.
Su rostro, lleno de irona, sonre desde
las portadas de una docena de revistas. Nin-
gn msico que se recuerde ha sido tan fas-
tuosamente festejado. E n comparacin, Igor
Stravinski pas su 75 cumpleaos en junio
de 1975, en Los ngeles, la ciudad donde vi-
va, esperando el estreno de Agn, el ballet
que proclamara su tercera transformacin
creativa. Despus se fue a Pars para dirigir la
nueva partitura para la compaa Domaine
Musicale, dirigida por Boulez -y luego pas
un tranquilo verano en Darlington Sdiool,
en la rural Devon.
Stravinski, durante toda su vida, abri
puertas y espritus. Boulez se ha dedicado
como si fuera la misin de su vida a ir redu-
ciendo las elecciones musicales. Su primer
acto pblico fije encabezar una demostra-
cin anti-Stravinski en el Pars de la posgue-
rra. Despus declar: "Schoenberg ha muer-
to" - enterrado por su propia camarilla de
serialistas de Darmstadt. Ha afirmado, una y
otra vez, que la msica europea lia evolucio-
nado a travs de un embudo de Bach, Beet-
hoven, Wagner, Mahler, Schoenberg, We-
bem y l mismo, con reconocidos tributarios
como Debussy, Baitk y Stravinski.
Su letra hara las delicias de un graflo-
go nunca he visto otra ms pequea, repri-
mida y represiva. Sus opiniones son dogm-
ticas. Prefiere Stravinski a Prokofiev; no hay
nada extrao en eso. Sin embargo, en la ter-
minologa de Boulez, Stravinski es un com-
positor 'importante' y Prokofiev uno 'infe-
rior'. Cualquier msico que no se conforme
con la lnea impuesta es un reaccionario'.
Menosprecia como "reaccionarias" a dos de
las mentes ms indagadoras de esta poca,
Shostakovich y Britten. Aplica a la msica los
juicios de valor de un comisario y ayatolah.
Una vez se me describi a s mismo como
'300 por ciento estalinista'.
E s un extraordinario propagandista, el
ms grande junto con Leonard Bemstein, cu-
ya msica deploraba.
Boulez rompi las regias de las salas de
conciertos al reunii a las jvenes sentados en
el suelo, a su alrededor, mientras les predica-
ba un evangelio moderno. Para muchos fue
l quien les despert musicalmente. Sin em-
bargo, por cada sendero que abra, cerraba
una avenida. E n Pars, su excesiva influencia
empuj la msica de Milhaud, Honegger,
Dutilleux, Ohana, entre otros compositores
muy interesantes, hacia la marginalidad pro-
vinciana.
Persuadi a los presidentes a construirte
un 1RCAM, en el que compositores y ordena-
dores re-afinaran el futuro, y una Cit donde
resonara ese futuro. E n 23 aos el IRCAM ha
producido un par de partituras electrnicas
britnicas y algo de tecnologa de defensa; la
Cit es un templo de la vanidad. Los niveles
orquestales en Pars estn entre los ms ba-
jos de la civilizacin y a la prxima da de
compositores se le ha impedido desarrollarse
plenamente.
Con Boulez, sin embargo, la obstruccin
creativa no es nicamente una crisis de mo-
dernidad sino una forma agudamente perso-
nal de estreimiento ideolgico. No puede
moverse, porque el futuro musical se ha ido
sin l. La msica de hoy ha roto las barreras
artificiales de teora y forma, al igual que las
nuevas realidades que echaron abajo el mu-
ro de Berln. Los cuartetos de cuerda tocan
ahora con sarvd obbligato y los leones de la
vanguardia se acuestan con los corderos o
con el folk-rock. Las clulas del serialismo
han sido abiertas a base de golpes y el com-
positor Boulez ha quedado aislado en su alta
torre, vido del sustento de la certeza.
Sigue prometiendo dedicarse a la com-
posicin, y tal vez lo haga. Pero el papel de
director musical que ha gobernado su vida
desde hace dos dcadas es una distraccin
embriagadora, que satisface su impulso co-
municativo y le recompensa con la adulacin
popular.
Pierre Boulez
Boulez fue siempre un buen director
musical, dotado de un odo extremadamente
sensible y dedos expresivos; nunca se preo-
cup de usar la batuta. La claridad y la es-
tructura fueron sus consignas, la expresin
de la emocin era ajena a su refinada alma.
Ya ha suavizado su modo de acercarse a la
msica. Los msicos me cuentan que sigue
implorndoles ser reservados durante los
momentos ms extravertidos de Mahler, pero
tolera una libertad expresiva en concierto, y
al igual que muchos directores de edad
avanzada, de vez en cuando deja caer los
brazos y les permite seguir tocando a su aire.
Una prxima novedad, la Pavane pour une
enfantedfiintedeBa\ei, con la Orquesta de
Cleveland, produce las brisas ms delicadas
que se pueden escuchar Sus grabaciones se
venden excepcionalmente bien en Japn. E s-
te alarde creado para su 75 cumpleaos es
consecuencia de su xito comercial.
Para Bouiez, ser director musical repre-
sentaba un camino hacia el poder. "E n polti-
ca eso se llama arrimarse" me coment una
vez. Ha ampliado su rgido men para in-
cluir a los muy reaccionarios Strauss y Bruck-
ner, cuya Octava Sinfona ha grabado con la
Filarmnica de Viena en la iglesia del propio
compositor de Linz.
Circula un perverso rumor segn el cual
Boulez va a grabar le bourgeois gentilhomme
de Strauss, precisamente el tipo de persona
en el que se ha convertido. Pero incluso en
regresin, o bajo un disfraz, el propagandista
que hay en Boulez tiene sus ideas claras. Se
acerca a las viejas obras maestras, segn l,
de forma diferente a que otros directores por-
que las experimenta retrospectivamente a tra-
vs del prisma de Schoenberg y Webem. Sus
grabaciones de Mahler se comercializan co-
mo "un Mahler para el siglo XXI". E n perso-
na, Boulez es un hombre apacible y encanta-
dor. Sobre el papel, su arrogancia es pasmo-
sa. Se me ocurri tantear sus opiniones actua-
les sobre el progreso musical, pero los laca-
yos que le rodean tienen rdenes de proteger
al matte de las conocidos disidentes. E s una
lstima, porque con su amor a la ostentacin
a Boulez le encantaban las chispas que pro-
duca un intercambio de opiniones.
E n Francia, donde le tienen por infalible,
un libro que public una moderada critica
del monopolio de Boulez en la msica mo-
derna fue denunciado como hertico. Sigue
apoyando a nuevos compositores de una
haute culture y disfrutando de la proteccin
poltica. Sin embargo, cuando Boulez se da
la vuelta en el podio para recibir una ova-
cin, es visihle una pequea mueca en las
comisuras de su boca. Anhela la aclamacin
y desconfa de ella con ese solo reflejo de
angustia.
Se ha hecho ms apacible con la vejez?
Lo dudo. Ms bien, al igual que otros tro-
gloditas renacientes de la Vieja Izquierda,
ha aprendido a templar sus dogmas con el
humor.
E n cuanto a su legado, a pesar de todos
los momentos penetrantes de l mareau saris
madre y Pti sebn pli, Boulez no puede real-
mente esperar que le recuerden como un gran
compositor. Al contrario que Stravinski, no ha
escrito lo suficiente ni ha cambiado bastante.
Su funcin es ms ejecutiva que inventiva. No
ha sido un salvador sino un vendedor. E n la
historia de la msica del siglo XX, cerrada ya,
Pierre Boulez aparecer como un poderoso
conservador, no como un creador.
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V U E L V E A S H K E N A Z I
<
E
l prximo 16 de mayo nos visita-
r de nuevo Vladimir Ashkenazi
dentro del cicio Grandes Intr-
pretes que organiza esta revista.
E l programa constar de obras de
Schumann, Ravel y Rachmaninov,
tpico del quehacer pianstico de este
gran vtuoso que todava hoy, a sus 63
aos, sigue asombrando a todos los
pblicos por su trascendido virtuosis-
mo y por su absoluta falta de proble-
mas de orden tcnico. E l pianista ruso
nacionalizado islands naci en Gorki
(hoy Nizhni Novgorod) el 6 de julio de
1937; despus de ganar varios concur-
sos y tras infructuosas y tediosas luchas
con las autoridades soviticas se esta-
blece finalmente en Lucerna en 1978
con su mujer y sus hijos. Desde co-
mienzos de la dcada de los sesenta, es
considerado como un pianista de indis-
cutido prestigio en todo el mundo,
compartiendo su actividad con la de
inspirado msico de cmara y tambin
con la de director de orquesta, un con-
flictivo trabajo este ltimo en el que ha
ido madurando progresivamente. "Yo
pienso siempre en trminos de color
o r q u e s t a l
cuando toco
el piano", ha
dicho con
frecuencia.
E n sus
primeras in-
terpretacio-
nes chopi-
nianas, su
tcnica y co-
lorido dan
nuevos sig-
nificados a
trminos co-
mo dolce y
leggierissi-
mo; su equi-
librio y refi-
nada sonori-
dad, adems
de su ele-
gante mpetu
y su audaz y
sutil poesa
en algunos
Estudios, hacen de nuestro pianista
uno de los intrpretes ms ligeros, po-
ticos y precisos del mundo de Cho-
pin. Otro ejemplo caracterstico es la
Tercera Sonata del mismo autor, don-
de el artista (raza claramente las lneas
directrices de esta obra, rica en sutileza
de contenido, evitando caer en la opa-
cidad que a menudo presentan otros
pianistas. Feuxfotlets (Fuegos fatuos),
la pgina ms exigente de todos los es-
Viadimir Ashkenazi
ludios de dobles notas de Liszt, supone
para cualquier instrumentista el desafo
de reproducir adecuadamente su lige-
reza y delicadeza de texturas, lo cual
lleva a cabo Ashkenazi sin dar sensa-
cin alguna de enfrentarse a una escri-
tura de tan endemoniada dificultad tc-
nica.
A comienzos de los setenta comen-
z a grabar su ciclo sonatstico dedica-
do a Beethoven. Su variada paleta tm-
brica ie permiti traducir con una clari-
dad extraordinaria los momentos de
escritura ms tpicamente orquestales,
revelando tambin una versatilidad y
una capacidad de entendimiento nor-
malmente reservadas a los ms gran-
des. Los postulados de los que parte
son las premisas formales clsicas,
adentrndose totalmente en el estilo
beetnoveniano y poniendo de relieve
la especfica dialctica de su autor, del
mismo modo que lo hicieron en su da
pianistas tales como Kempff o Arrau,
pero con los poderosos medios tcni-
cos de un Gilels o un Horowitz.
De su Chopin de madurez hay que
destacar su calidad sonora, que es muy
personal y
constituye un
dato estilsti-
co inconfun-
dible en su
aproximacin
p i a n s t i c a
chopiniana,
siempre rica y
sugerente. De
los ltimos re-
gistros del
Vladimir Ash-
kenazi pianis-
ta, hay que
destacar los
24 Preludios y
fugas, Op. 87
de Dimitri
Shostakovich,
donde pone
en evidencia
tanto la hon-
dura expres-
CROWIHE RS va de algunos
preludios co-
mo la incisiva y sarcstica vivacidad de
varias de las fugas. Su tcnica nos re-
vela un mecanismo prcticamente infa-
lible, amplia gama dinmica, limpidez
de ataque y homogeneidad sonora, un
logro que podemos considerar como
ejemplar tributo a Dimitri Shostakovich
de la mano de uno de sus mejores tra-
ductores.
Enrique Prez Adrin
A C T U A L I D A D
KARITA MATTILA
K A R I T A M A T T I L A
LA M A D U R E Z DE LOS CUARENTA
E
l prximo 5 de septiem-
bre la soprano finlande-
sa Ka rila Mattila cumpli-
r 40 aos. Coincide
con un momenlo profe-
sional en que la cantan-
te, manteniendo la mayora
de los personajes mozarta-
nos a partir de ios cuales ci-
ment su fama, parece aden-
trarse paralelamente en otros
de mayor compromiso vocal
y dramtico. E sta ex-alumna
del formidable bajo Kim Borg
salt a la palestra en 1983,
poco tiempo despus de su
debut patrio, merced a la ob-
tencin del muy prestigiado
concurso de canio de Cardiff,
donde llam la atencin no
slo por su slida voz de so-
prano lrica sino por su acti-
tud y cualidades fsicas. Alta,
rubia y bien formada, de lu-
minosos ojos celestes y sonri-
sa seductora (con un aire sim-
ptico y picaro a lo Cameron
Daz, o viceversa), pisaba los
escenarios con empaque y
autoridad, trasunto visual de
su concepto del canto nada
artificioso. E n muchos aspec-
tos, Mattila evoca a dos so-
pranos legendarias de su tierra que la
precedieron. Una, Aino Ackt; otra,
Alikki Rautaavara. La primera goz de
la admiracin de Richard Strauss que
consideraba su Salom un autntico
hallazgo, musicalmente cierto por la
autoridad de conceptos, pero tambin
por la solidez vocal y por su formida-
ble presencia escnica, un recurso
que comparte con Mattila. sta, que
no ha asumido teatralmente este per-
sonaje, ha comenzado una relacin
discogrfica estrecha con la obra del
compositor de Garmisch, de quien
grabar la mayora de sus leder, des-
pus de un hermoso primer disco con
las Cuatro ltimas canciones bajo la
direccin de Claudio Abbado. Con la
elegantsima y bella Rautaavara com-
parte Mattila su dedicacin mozartia-
na. Rautaavara fue la mtica Fiordiligi
para Fritz Busch de los aos 30 en
Glyndebourne y Fiordiligi es el caba-
llo de batalla de Mattila, papel canta-
do en los inicios de su carrera y dado
a conocer en inmejorables oportuni-
dades escnicas, como en ese sancta
sanctorum mozaniano que es el Festi-
val de Aix-en-Provence. Fruto maduro
Ka rita Ma nila en el Liceo de Barcelona
de esta simbiosis con la ms seria de
las hermanas ferrarenses, napolitanas
por domicilio, es la grabacin de 1988
con Sir Neville Marriner. Mattila, asi-
mismo, ostent sus excelencias para
el canto del salzburgus como Doa
E lvira, grabada de nuevo con Marriner
en 1990, adems de triunfar con ella
en lugares tan decisivamente mozar-
tianos como Viena y Salzburgo. Otras
heronas mozartiaas suyas: la Conde-
sa (que registr con Zubin Mehta), llia
y Pamina y, aunque menos, Donna
Anna. A los diez aos de la muerte de
Kara jan record la fecha interpretan-
do, junto a otros importantes colegas,
el Rquiem de Mozart en la catedral
de Salzburgo. E l Mozart de Mattila in-
teresa por su rico sonido, por la musi-
calidad y la construccin de la lnea,
por el fraseo, que suele ser incisivo y
comunicante, y por el cuidado en la
caracterizacin de los personajes, a
los que dota de intensidad y pasin.
Con estas cualidades logra arrinconar
algunos sonidos fijos (sobre todo en
agudos), as como algunos reparos
que se le han hecho acerca de la cier-
ta rigidez en los conceptos.
De Mozart, como pivote de
sus afinidades electivas, Mat-
tila lleg a E mma de Fiera-
brs de Schubert, a ia Agathe
de Der Freischtz, descrita
con inusitados recursos ex-
presivos, un poco alejados
de la tradicin pero igual-
mente interesantes, y sobre
todo a la E va de Los maestros
cantores que cant y grab
con Solti, convirtindose des-
de entonces en una de las
versiones de referencia de
esta ingente partitura. La E va
de Mattila es fuerte y plena
de pasin, es inteligente, pi-
cara y hasta astuta, es decir
femeninamente viva.
E n ios ltimos aos de ca-
rrera, Mattila sin dejar a Mo-
zart se enfrent a su primer
papel de pera italiana, Ame-
lia de Simn Boccetnegra (de
su interpretacin en el Coln
de Buenos Aires, junto a Jos
van Dam, existe una espln-
dida edicin en video), Chri-
sothemis de Elektra que can-
t en e Festiva! de Pascua de
Salzburgo, Lisa de La dama
de picas despus de haber
ofrecido Tatiana, entre otros
teatros, en La Zarzuela madrilea con
Carlos lvarez, y E lisabetta en el Don
Carlos verdiano en francs. Su tenta-
cin wagneriana fue tranquilizada con
una E lsa de Lobengrin, debutada con
Runnicles en San Francisco y luego re-
petida en Pars. E n diez aos, segn le
dijo Leonie Rysanek, podr enfrentar-
se a Isolde. De momento, su ltimo
xito se Itema Jenufa de Jancek, que
hizo compatible con una Rosalinde de
El murcilago en una estrafalaria pro-
duccin parisina de Lavelli, donde ella
y Bo Skovhus lograron superar la si-
tuacin.
Como intrprete de sala de con-
cierto y cantante de cmara la carre-
ra de Mattila es opulenta. Adems
del repertorio liedertstico convencio-
nal, la soprano es fiel a los composi-
tores de su tierra y se siente identifi-
cada especialmente con las cancio-
nes de Sibelius, pese a estar escritas
en sueco y no en finlands. E n esta
faceta canora, Mattila har su presen-
tacin en el Teatro de la Maestranza
el 18 de mayo.
Fernando Fraga
I I
ACTU A I I DA I )
CUARTETO BERG
C U A R T E T O ALBAN BERG
DE MO Z A R T A BERIO
E
l nacimiento y posteriores
eclosiones del cuarteto de
cuerda fueron, en buena
medida, un asunto vienes.
Cuartetos como los lidera-
dos por Ignaz Schuppan-
zigh. Josef Hellmesberger, Arnold
Ros o Rudolf Kolisch fueron pro-
tagonistas destacados en el mbi-
to interpretativo de una historia
que haban ido construyendo cre-
adores como Haydn, Mozart, Be-
ethoven, Schubert, Brahms,
Schijnberg, Webern o Berg. Que
cuatro jvenes instrumenlisias for-
mados en la capital austraca eli-
gieran en 1971 el nombre de este
ltimo para bautizar su grupo sig-
nificaba fundamentalmente dos
cosas: que renunciaban a una
muy consolidada tradicin cen-
[roeuropea de identificarse con el
nombre del primer violn y que
nacan con una clara vocacin de
servicio a la msica del siglo XX.
Al tiempo que establecan esa vin- mayo), especialmente reseables por-
El Cuarteto Alban Berg
culacin simblica con la Segunda E s-
cuela de Vena. dejaran claro desde el
principio que la Primera iba a constituir
tambin el eje de su repertorio. As, sus
primeras grabaciones se centraron en
los grandes cuartetos de cuerda de Mo-
zart o Beethoven, que parecan reen-
contrar en sus interpretaciones las se-
as de identidad caractersticas de la
gran tradicin vienesa. Alejados de to-
da especializacin, los miembros del
Alban Berg han sabido bascular siem-
pre con naturalidad entre los grandes
clsicos y los nombres .seeros de la
msica de nuestro siglo.
E n lo que ya es una asociacin ha-
bitual con el Liceo de Cmara, este ao
nos visitan en dos ocasiones (3 y 5 de
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que sern sus nicos conciertos ofreci-
dos en E spaa. Sus programas reflejan
a la perfeccin esa visin unitaria de la
historia de la msica, en la que convi-
ven en armona lo perfectamente cono-
cido y lo novedoso, lo ya asimilado y
ias asignaturas pendientes. A un lado
del fiel de la balanza escucharemos el
solitario Cuarteto K. 499 de Mozart, el
punto de engarce entre los seis dedica-
dos a Haydn y los tres Cuartetos Pru-
sianos, y el beilsimo Cuarteto op. 13
de Flix Mendelssohn. E n un territorio
intermedio (la ubicacin en uno u otro
plato depender de cada oyente), el
Cuarteto op. 3 de Alban Berg, el padre
putativo del grupo, y el Cuarteto n
s
3
de Bla tartk. E n un terreno ya ine-
quvocamente moderno, el Cuarteto n"
4, "Le temps ardent" (1994), del com-
positor polaco asentado en Viena Zbig-
niew Bargielski (1937); los Microludios
op. 13 (1977) de Gyorgy Kurtg, ese
genio de la msica de nuestro tiempo
incomprensiblemente poco programa-
do en nuestro pas; y Glasse (1997) de
Luciano Berio, de quien los vieneses ya
han llevado al disco su Notturno y con
el que mantienen una especial vincula-
cin.
Cuando se celebr en 1996 el 25
C
aniversario de la creacin del Cuarteto,
el compositor italiano escribi en su
tarjeta de felicitacin: 'E l Cuarteto Al-
ban Berg es una pieza preciosa e irre-
emplazable de la historia de la msica".
No anda muy descaminado el autor de
las Foik Songs, pues no ha habido mu-
chos cuartetos de cuerda en el ltimo
cuarto de siglo con una trayectoria tan
rica y coherente como la del Alban
Berg, que ha sabido mantener su repu-
tacin de grupo vanguardista sin re-
nunciar a los puntales del repertorio.
F.n Viena conocieron los secretos de
hacer sonar los instrumentos de cuerda
con el sonido que slo en Austria sa-
ben hacerlo. E n E stados Unidos, en la
Universidad de Cincinnati, aprendieron
gracias al magisterio del Cuarteto LaSa-
le a amar y comprender la msica con-
tempornea, lo que les llev no slo a
ser unos traductores excepcionales de
las obras de Berg, Schoenberg o We-
bern (los autores que Walter Levin y
sus compaeros interpretaron y desen-
traaron como nadie), sino a difundir y
estrenar las nuevas composiciones de
Berio, Rihm, von E inem, Urbanner,
Wimberger o Haubenstock-Ramati, que
fue una de sus propuestas en su ltima
visita madrilea. E s una lstima que no
hayan trado aqu su versin de varios
de los contrapuntos de 1 arte de a fu-
ga de Bach, que han interpretado este
ao de aniversario en varias ciudades
europeas. Quiz tengamos la suerte de
escuchar alguno de ellos fuera de pro-
grama. Porque cuando el Cuarteto Al-
ban Berg sube a un escenario el xito y
la emocin estn asegurados.
Luis Cago
sel
oncierto
C E N T E N A R .
1500
Carlos V
Toledc
Jueves 1A de lebrero.
20.00 h.
acin <lt:l V Centenario
del Nacimiento ilc Carlos V,
MitU Regretx: La cancin
del Emperador,
Hespenon XXL v La Capel la Rea]
de Catalunya.
Extremadura
liadajo/,
sbado I de abril.
Carota*. Horwr, auerra y /
^/? /WiimA musical a tnif*
CapcIU S Consort Currcnde.
Director: ETK- van Neve,
sbado 16 de septiembre.
Polifona n"-a en el imperte
de Corlo* V.
La Colombina.
[ueves et ae septiembre.
de a muirte de Carlos V,
Tmala Imperial: MLta para
efuera/ Je Cartn V en Mxico.
50-17-/5 59
Orcheaia ofthe
: Richard Cheotham,
Sbado 7 de octubre.
La Cortina
Domingo H de junio.
The hlarp Consort.
Sbado 50 de senliembr
Fie.ita mu,iiat en la Corte
oe Cario* \\
Accadrmia Sfrumtntafe lia
JfhW per ti
3e Carie Va Bolagna. 24-2-1510.
Odhecaloiv Llnsemblt Pian
Si Harte, Cometti c Trombonc
Sbado 1-1 de octubre.
Ave Marta Stcua-
MiLtiai d/r la Catft)rni i
G>* para
Juan Cjr!o^ de Muldery UanieJ
C a : vihuelas do mano-
acra tf profana
en ta Europa d* Carlos V
Director: GabneJ Carndo.
Jfib'ttvt europea en la Corfr
de Cario.' V tit el rgatif Be papel
de Ijeenarthi oe VincL
Msica Anr^uua.
Domingo 16 de julio.
fsica reaiotta et tiempo
Cari A* V.
l Mal Ja villa vi barren
Orchestn o the Renjisso
Director: Richard Chetthanv
JHtLriea Se la Corte
Hi*pane-Ati**triaca*
Armnico Tribu Austria.
en Fnt/ici y
en el tiemfw de Corto* V
lnsemble Ceme ni Janequin, can
i-l organista .Jun Willem Jansen-
Sbado 25 de noviembre.
1>.. 1. . At . J . ^ . .
Mjua profana en v> te
del emperador Carta* V
rnsembe [.Amornao.
Director: Guillo l^al^stra
J
o 18 de noviem
La MtuUa en la Corte de Carla* V.
(Obras de Nitulos Gombert.)
Huelgas Jifistmble,
D - : Paul wi
La Msica para rgano
en ta Europa de Cari*** V.
JO Luis Gonzlez- Uno): rgano.
en la Corte de Corlo* V.
Orphmca Lvra,
La Polifona ibrica en tiempo-
nsamble Giles BinchoiB,
or 1 )nmi"
De la Capilla de Cari*/ V
a la-t attedra/cr'
trra en i Lorie
de Cartat V.
p a del Prncipe de Via na,
Llirecton ngel
iemadaj del Tratada de Gio*ta**
V Diego Ortix-
di viole Labyrinto.
Director: 1
}
aolo
MI rgan*> en la poca de Cario* V.
(Obras ele A. Cabezn y oros.)
Fabio llonizzoni:
l*i MiLtiea para cuerda putrada
en tiempo-t de Cario* l
Tony Mln: clave Nuria Llopia:
ari- Jiuui Carioi
LS' CNTENK K JJH
FELIPE Dv CARLOS V ,
j 'iatl tkf Pitpit Pon III
a Car,,> V, abril&m6.
Parad i&o Muicale.
L*s SkCijeboutiers de Toulouse.
L3re< :orea:
Sbado '29 de nbriE
P/'mia otra Oettirmpo
dt C.irb* V.
The Tallin Scholars.
ISr. ctpr. Pelcr Phi
o 27 de mayo.
M-iea itutrameatal en la Europa
3c Cario* V.
En-emb3c
Director; Rol
Mva AUtluu
(Obras de Pcrrc de U
V C- Moni I us, i-ntre olro*.)
Capilla Hamcnca-
Dircciorr Dirk Snellinga.
Sociedad Estatal para la Conmcmoracrn de los Centenarios
de Felipe II y Carlos V
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&
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hTcL: 91 435 02 OS/Fax: 91 577 57 17
2carlos5.es
A C T U A L I D A D
MARA JOO PIRES
M A R A J O A O P IR E S
ESE ARTE I N A S I B L E Y E X Q U I S I T O
uchas veces hemos hablado
en SCHERZO de Mana Joao
Pires; y ms que seguramente
hablaremos mientras la pia-
nista portuguesa, nacida en
1944, siga tocando como lo
viene haciendo prcticamente desde
que es profesional; o desde siempre,
porque naci prcticamente ante un pia-
no: a los 3 aos ya se haba presencado
al pblico. La hemos visto y odo en bas-
tantes ocasiones; nunca nos ha defrau-
dado, aunque haya habido como es l-
gico conciertos mejores y peores; pero
la sensibilidad, el talento, ese toque ina-
prehensible y misterioso siempre han
estado presentes. Incluso en aquel con-
cierto de Schumann de hace unos meses
en el Auditorio madrileo en el que los
dedos y sobre todo el humor no respon-
dan a satisfaccin. Pero Maria Joao Pi-
res, aun en sus malos momentos, en
aqullos en los que su variable humor
est en punta, y se le nota, es incapaz de
no vibrar, de no desarrollar el discurso
musical de la manera ms conveniente;
aunque no quisiera, su msica tendr
esa calidad que viene de muy
adentro y que a estas alturas de
carrera surge y mana de forma
muy natural.
Pata alcanzar este punto,
esta especie de nirvana perma-
nente ha sido preciso que
transcurriera mucho tiempo y
que en la piel fueran quedando
las marcas de numerosas bata-
llas. Como las que en su mo-
mento hubo de librar contra la
instruccin prctica recibida en
Alemania de profesores como
Ros Schmid y Karl Engel, de la
que ha abominado ms tarde;
y eso era poco antes de ganar
en 1970 el primer premio del
Concurso Beethoven de Bruse-
las. Desde entonces la artista se
refugia en su propia msica, en
la que sale de su cerebro, su
corazn, sus dedos. Puede ser
feliz cuando todo funciona, en
la sala de conciertos, en comunicacin
con el pblico, o en el estudio de graba-
cin, en presencia de los tcnicos que la
miman. Esa msica tan esquiva, tan ina-
sible, tan misteriosa. Ese objeto artstico
que es tan etreo y que no puede llegar
a revelarse ms que tocando, dejando
correr el sonido; no hay posibilidad de
ensear la tcnica con las palabras: el
sentido de la interpretacin es demasia-
do personal e intransferible, demasiado
subjetivo. "La msica es algo vivo y ana-
lizarla, disecarla, aplicarle palabras que,
por definicin, no le convienen, es ma-
tarla un poco." De ah que no tenga dis-
cpulos y que estime que, despus de to-
do, en muchas ocasiones lo ms impor-
tante no sea precisamente el teclado, su
trabajo permanente sobre l, sino la re-
flexin y que lo nico que en definitiva
le puede valer a un alumno sean tres o
cuatro consejas bsicos, porque "el pia-
no es un instrumento fcil".
Pires es en cualquier caso una virtuo-
sa; no del tipo de los que abarcan multi-
tud de teclas con un golpe de mano -la
suya es diminuta, proporcionada a su es-
tatura- o de los que ensayan escalas ver-
tiginosas o de los que, de natura, paseen
el don de atacar con potencia descomu-
nal y absoluta infalibilidad cualquier pa-
saje por intrincado que sea. Pensemos en
un joven pianista de hoy como Arcadi
Volodos. El pianismo de Pires es ms fr-
gil y ms potico; y no nos la imaginamos
tocando, por ejemplo, el Allegro brbaro
de Bartk o los Estudios trascendentales
de Liszt o los Eludes tabieaux de Kach-
Maria |oSo Pires
C H R r S T I A N S TE I NE R
maninov, por citar tres obras. Y no por-
que no pudiera dar todas las notas, sino
porque su estilo no se encuadra en ese
repertorio que podramos calificar de or-
questal. Aunque no olvidemos que uno
de los pianos tradicionalmente ms or-
questales es el de Schumann; y la artista
portuguesa ha dejado ya demastrado que
lo toca como los ngeles. El trazado de
Pires es de una gran pureza y de una ra-
ra intensidad, nacidas de la exactitud y
firmeza del ataque, de la variedad de su
toque, de la riqueza de su pedal, trabaja-
do con una habilidad y una clase que
pertenecen slo a los ms grandes. La
instrumentista lisboeta tiene un secreto,
una impronta que la faculta para acceder
a esos mundos que a otros se les hurtan:
un acusado sentido de la frase como in-
tegrante de un discurso continuo, unido a
una capacidad sibilina para ligar perio-
dos, para establecer nexos y para avanzar
el final de una composicin a medida
que sta se va desarrollando. Algo que,
unido a una visin impar de la ubicacin
y desentraamiento de las voces medias,
que en sus interpretaciones siempre estn
muy en primer plano como integrantes
primordiales de la estructura general, le
proporcionan ventaja y dotan a su piano
de una elocuencia y un poder comunica-
tivo excepcionales. De no menos impor-
tancia es la calidad de su sonido delgado
y muelle, sensual y estilizado, en todo
instante ahormado por la naturaleza del
fraseo, la presin de la mano, la flexibili-
dad y diversidad del rubato.
Todo ello nos indica que el arte de
Maria Joao Pires es uno de los
ms exquisitos que hoy pue-
den darse. Por tal motivo cual-
quier concierto en el que ella
sea protagonista puede adqui-
rir la categora de aconteci-
miento. Aun cuando la pianista
sea cada vez ms huraa y
plantee a los organizadores cu-
riosas exigencias; aun cuando
se niegue -como haca el extin-
to Gulda en sus tiempos- a fa-
cilitar sus programas con ante-
lacin; aun cuando quiera to-
car prcticamente a oscuras,
solamente iluminada por una
pequea pantalla. Son excen-
tricidades de los grandes artis-
tas y Pires lo es. Lo comproba-
rn en esta ocasin, a lo largo
de la gira que emprende por
Espaa, los espectadores de di-
versas localidades de nuestra
geografa. En mayo Pires actua-
r en Valencia (tla 2), Barcelona (4 ), Za-
ragoza (6), Murcia (8), Sevilla (1 0), La
Corua (13 y 14), Alicante (24) y Madrid
(25). La nica intervencin con orquesta
ser la del da 13 en La Corua. Aqu in-
terpretar, con la Orquesta Sinfnica de
Galicia y Emmanuel Krivine, el Cuarto
Concierto de Beethoven. Se ha negado a
facilitar la programacin de los recitales.
Arturo Reverter
ACTUAI I D A D
CR BROUWENST1JN
A D I S A GRE
BROUWENSTIJN
A
penas ha sido
difundida la no-
ticia de la recien-
te desaparicin
de la soprano
holandesa Gr
Brouwensjn. Quin re-
cordaba a una mujer que
haba nacido en 1915 y
se haba retirado en
A msterdam, en 1971,
donde se haba presen-
tado treinta y un aos
antes? A dems, aunque
en su tiempo fuera muy
apreciada, la escasez de
grabaciones de la can-
tante y la discrecin de
la persona la haban re-
legado a posiciones de
segunda fila en el re-
cuerdo y la cita. Pero la
Brouwenstijn -nacida
van Swol- haba sido,
adems de gran artista,
una mujer elegante y de
considerable belleza tsi-
ca, en la lnea que pue-
de incluir a Kathleen Fe-
rrier y a la actriz Kaiheri-
ne Hepburn.
A dmirada al princi-
pio como Tosca y A ida, apareci con re-
gularidad en el Covent Gartien desde
1951 a 1964 sobre todo dentro del re-
pertorio verdiano. Tambin actu en
sus mejores aos en San Francisco, Bue-
nos A ires, Pars, Glyndebourne, Chicago
o Barcelona (aqu fue la Sieglinde de la
legendaria visita de Bayreuth en 1955).
Mas lo que ia consagr fue justamenie
el conjunto de sus trabajos en Bayreuth
entre 1954 y 1956 -Elisabeth, Eva, Freia,
5ieglinde, Gutrune-, con una espordica
reaparicin y despedida en 1965 (otra
vez Elisabeth), y la carrera internacional
con Fidelio -cant Leonora con Leitner,
Klemperer y Knappertsbusch, entre
otros-, obra que por desgracia no grab
o no ha quedado retenida en cinta con
ella o, si lo fue, a naciie se le ha ocurri-
do recuperarla.
Wieland Wagner la conoci precisa-
mente cuando mont Fidelio en Stult-
gart, en 1954; Flnrestn fue Windgassen.
De aqu surgi la invitacin para ir a
Bayreuth, donde la soprano entusiasm
como FJisabeth, al lado de Vinay, por la
calidad de la voz -llena, timbrada, acari-
ciadora- y la radiante aparicin escnica.
Pero la holandesa dur slo tres Festiva-
les. Por qu? Lo que revelo a continua-
Cr Brotiwenstijn como Elisabeth en el Festival de Bayreulh
de 1954
cin no es demostrable, pero la persona
que recibi las confidencias -ms bien
confianzas de camerino- no me dejara
por mentiroso, llegado e! CJLSO. A l pare-
cer, Wieland, quien era un faldero de la
escena de mucho cuidado, se insinu a
la bella Elisabeth, y sta no le hizo caso.
El gain se enfad y tom sus medidas.
En 1959 hara otra aparicin bien distin-
ta, ahora como Sema, A nja Silja.
A fortunadamente, ei disco privado
ha conservado a la Brouwenstijn wag-
neriana de Bayreuth con Keilberth,
Cluytens y Kna (el prodigioso Anillo de
1956), Ha circulado poco y mal, por el
contrario, la ltima Novena de Furtwan-
glerenelFestspielhaus(1954), donde el
cuarteto vocal lo completaron Jra Mala-
niuk, Windgassen y Weber. sta es la
deuda menor -la mayor es e! Fidelio-
que nos deben todava los sellos-huro-
nes de radios e ignotos archivos. Mas lo
que existe es excelente y permite aseve-
rar que Gr Brouwenstijn brill con luz
propia, clida, en un tiempo que an
conoci algo ms que la tcnica del
canto, esto es, su expresin o, con otras
palabras, su alma.
A.F.M.
THEODORE
DUBOIS
LES SEPT PA ROLES
DU CHRIST
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1 5
VARAD Y RINDE
HOMENAJE A KRAUS
Julia Varady en Nabucco (Munich, 1990)
D
esde su abandono de los escena-
rios opersticos, despus de casi
cuarenta aos de carrera teatral,
motivado en buena parte por el
creciente protagonismo que han ido
adquiriendo algunos directores de es-
cena ms empeados en su lucimien-
to personal que en mantener la fideli-
dad a los autores (un bello reportaje
de Bruno Monsaigneon recientemente
emitido por Canal+ nos presentaba a
la artista rumana en la lucha manieni-
da con stos durante los ensayos), la
nica oportunidad de escuchar en vi-
vo a la soprano Julia Varady se ha li-
mitado a las salas de conciertos. He-
mos perdido de este modo la posibili-
dad de disfrutar de la presencia de
una de las ms grandes temperamen-
tos dramticos que an permanecan
en activo. D e varios de los papeles
que tena previsto incorporar a su re-
pertorio ha brindado algunas primi-
cias en disco (como la Ariadna de
Strauss, Lady Macbeth o Isolda). Pero
no es lo mismo, ya que Varady es una
figura que necesita ante todo de las ta-
blas para dar al cien por cien todo lo
que lleva dentro.
La trayectoria verdiana de la artista
est fuera de toda duda. Sus Leonoras
de // trovatore y La/orza del destino,
su Amelia de Un bailo in maschera, su
D esdmona de Otello, su Elisabetta de
Don Cario o sus persona lis i mas Vio-
ANNE KIBCHBACH
letta de la traviata o Abigaille de Na-
bucco han cautivado a los pblicos de
Berln, Munich, Viena y Pars, y el R-
quiem lo ha cantado con batutas co-
mo Karajan o Giulini, adems de gra-
hario can Plasson y el Orfen D onos-
tiarra para EM1. Es tambin la obra
que le ha servido como vehculo de
presentacin en nuestro pas, tanto en
Madrid (en el Teatro Real, con la ONE
e lnbaD como en Barcelona (en el Li-
ceo, con Gandolfi).
Para el prximo 19 de mayo, el Pa-
lau de la Msica de Valencia haba
previsto una Misa de Rquiem de Giu-
seppe Verdi que iba a reunir a Julia
Varady con otra personalidad vocal
del calibre de Alfredo Kraus. D esgra-
ciadamente, la desaparicin del gran
tenor canario no ha hecho posible es-
te encuentro, y el acto se ofrecer co-
mo una suerte de homenaje al insigne
tenor canario, que recibir la Medalla
de Oro del Paiau a ttulo postumo. D i-
rigir, sin duda, con su habitual sol-
vencia en este repertorio Miguel ngel
Gmez Martnez a la Orquesta y el Co-
ro de Valencia, y cantarn en los res-
tantes cometidos dos jvenes y ya des-
tacados cantantes italianos, la mezzo-
soprano Katia Litting y el tenor Rober-
to Aronica, adems del poderoso bajo
georgiano Paata Burchuladze.
Rafael Bans Irusta
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Liederkreis. Dichterliebe
5 56575 2
4FHONY N, '
m THI UN COUfTur
OH WNlOCh tDCS
VAUGHAN WILLIAMS
Sinfona 6
5 56762 2
Our Huntjng Fathers
5 56534 2
BRITTEN
BRI I Tt h
Serenata para tenor
5 568712
ar S A c JOS i scen 6 / 8 Cujflad p la Imagen 2B223 P OI LBI O de Alarcon iMaOtKl)
TODO UN H.NMINO MNLANDS
EN " MSICA NOC HI"
\i HiTKi Rimi " i w n m i n . ' l i l i Jllrt
s^Kini'S: si M(l NI\ sNrl \ HT
Di ki i I I I K Mi s i l vi : l s v- l * i K K \ S V KI NI S
1
10.1)1.011
Dl KKl l l H Ml l MI M I Si 1'lhKV SUI I NI N
Ml i l IHS: SIN|()N|\S Nr" V Nrii
DlKK II1H MltSII Al! I Si l ' l kk\ S\IIININ
sinillns:siM0NivsNr7
l ' l ) I M\ "Kl l M I K\ ( l *
l i i i i i k : " ( i K l l d l I I : H I I H ( I " .
lilil 1 IIIK Ml'MI \ i : |t)MN I I 1(11 (.IKDINI
Di mi MtiMiisii MI S ni MVM> vi coMi'iisiriiH MNt VNI I I S |i \N S i mni
1
. . C ON VK t r t s nwvMi MI I OKHI DI I
\ I K UI S ni si s \ n ii - . I MO S I W Sis oi ' i n si I K M \ ni i MI III MIS MI I I I HI S \ i r Mi n\ m i SU. I D I ^ S MH I
W>i mi l HI MI I S UMHI I V I A\ III I \SIII'IHVS >HSI t l l - J<I SI M\ I I \ s 1)11 ( I I MI ' l l SI KI HI . I I I k.
CANAI+ CANAt* MU
Ll amo ol 902 20 15 1S
ACTUALIDAD
AGENDA
A N T E EL R E E S T R E N O D E
LE R E V E N A N T
D
esde 1854, en que se
interpret en el Uceo
de Barcelona Le dia-
ble a Sville, en lo
que supone la prime-
ra y nica vez (hasta
la fecha) que una pera de
Jos Melchor Gomis es repre-
sentada en Espaa, no se ha-
ba vuelto a programar otra
pera de este compositor va-
lenciano en nuestro pas.
Quizs lo mejor, para
despertar en vd, querido lec-
lor, el inters hacia este com-
positor y esta nueva pera,
hubiera sido publicar las
magnficas crticas que reali-
z H. Berlioz en Le Renova-
teur ("El Sr. Gomis ha des-
plegado en la partitura un lu-
jo de armona que los espec-
tadores habituales de la pe-
ra Cmica han debido en-
contrar extrao. No se trata
aqu desde luego de frases
de ocho compases, cantadas
a tres voces, lo que se suele
llamar un tro, ni una serie de
'pont-neufs' interpretados
por la flauta con acompaa-
miento de 'pizzicato', a lo
que se da a veces el nombre
de obertura. El Sr. Gomis es
un msico sabio...") en 1834
del estreno parisiense; o tam-
bin, el artculo que el gran
msico francs public con
el ttulo de "GOMIS" en la
Revue el Gazette Musicale de
Pars el 7 de agosto de 1836
pocos das despus de la
muerte del msico valencia-
no y que comienza as: "Nos
toca deplorar hoy una de
esas prdidas que afligen por
igual al arte y a los artistas.
Gomis ha muerto. Una tisis
larngea de la que hace mu-
cho tiempo estaba aquejado
y cuya gravedad ignoraba
por completo, se lo llev sin
dolor y sin que llegase si-
quiera a presentir el fin inevi-
table. Falleci el pasado jue-
ves despus de una noche
que pas casi enteramente
hablando de sus trabajos, de
sus planes, de sus proyectos,
de un porvenir que no exis-
ta ya para l. (...) Y es que
poda esperarse de l una
sicin de Le revenan! (el es-
pectro) en 1833 sobre un li-
breto de A. de Calvimont ba-
sado en la Carta XI, Wande-
ring Willie's Tale (Historia de
Willie el viajero), de la nove-
la Redgauntlet que Walter
Scott haba publicado en
1824. La pera, en dos actos
y cinco cuadros, se extrena
el 31 de diciembre de 1833
en la pera Cmica de Pars.
sta se centra directamente
en la leyenda del relato: "los
arrendatarios van a pagar a
sir Robert, malvado seor
feudal que ha hecho un pac-
to con el demonio gracias al
brillante carrera; lo que haba
hecho no era sino una prue-
ba de lo que era capaz de
hacer. Pero Gomis era uno
de esos hombres que parece
que hayan nacido para sufrir
y luchar durante todo el
transcurso de su corta exis-
tencia".
Jos M. Gomis naci en
Onteniente (Valencia) en
179 1; se educ en el mismo
colegio que Martn y Soler y
estudi con el sinfonista ca-
taln Jos Pons. Hacia 1817
llega a Madrid; es nombrado
director de la banda de la Mi-
licia Nacional y ya en 1820 se
une al levantamiento
del general Riego en
Cabezas de san Juan
(de eso trata la pera
Le diable Sville)
contra el gran feln
absolutista Fernando
Vil, protector de la
msica (aunque hay
dudas al respecto, se
considera a Gomis
histricamente como
el autor del Himno
de Riego). Se exilia
en 182 3 en Pars y
salvo un viaje a Lon-
dres en 182o perma-
necer en la capital
francesa hasta su
muerte. Ah estrenara
todas sus peras, co-
menzando previa-
mente ton una cola-
boracin con el pol-
tico-dramaturgo Mar-
tnez de la Rosa y su
clebre Aben Hume-
ya, cuyos coros cau-
Jos
Melchor Cmis y Colomer
saron gran impre-
sin, como cuenta Meyerbe-
er en sus Memorias. En 1831
estren Le diable a Sville; en
1833 Le revenant, en 1835 Le
porte-faix y en 1836 Rock le
Barbu. Tena razn Berlioz,
la vida de Gomis no fue sino
un continuo sufrir y luchar
para subsistir y darse a cono-
cer como msico. Porque
Gomis, por encima de todo,
fue un compositor de peras:
estren cuatro y dej inaca-
badas otras cinco.
Gomis aborda la compo-
cual posee un jubn de piel
de bfalo que le hace invul-
nerable; el espectro se pre-
senta tambin recordndole
que ha llegado su hora. El l-
timo en pagar es Steenie,
prometido de Sara, ahijada
de sir Roben. Cuando se en-
cuentra a solas con sir Robert
y su diablico mono Coman-
dante Weird (hechicero),
muere aqul sin emitir el re-
cibo de pago. Ya en el se-
gundo acto llega sir John, hi-
jo de sir Robert, reclamando
a Steenie el pago de su
arriendo. Como ste no lo
puede demostrar (el mono
ha robado el dinero) marcha
desolado, sir John, adems,
le quiere robar la novia. El
espectro se aparece a Steenie
y le convence para que le si-
ga al infierno, donde obten-
dr su recibo. Sir Robert reci-
be a Steenie en el infierno en
medio de una fiesta de aque-
larre y a cambio de su recibo
le pide que cante la cancin
del aquelarre que le enseo
una bruja; Steenie la canta
borracho en medio de una
gran algaraba demonaca; sir
Robert le exije que
tiene que volver al
siguiente ao, pero
Steenie dice que s-
lo lo har si quiere
"D ios". Al or esta
palabra desaparecen
los diablos y Steenie
aparece en un cam-
posanto junto a una
iglesia de la que sa-
len Sara y sir John.
Acude con el recibo
y ste lo rechaza; en-
tonces se oye la voz
del espectro que ase-
gura que es verda-
dero, con lo cual, al
haber realizado una
buena obra, rompe
su maleficio y as-
ciende a los cielos
dando fin a la obra.
Sobre la msica
hay que sealar su
afinidad con el Freis-
cblz de Weber, al-
go que coincidieron
todos los crticos de
la poca. Pero Gomis va ms
all, utilizando con gran inte-
ligencia y originalidad ritmos,
armonas y melodas de pro-
cedencia hispana que no sue-
nan al tpico andalucismo de
las zarzuelas.
En fin, querido lector, un
buen libreto y una gran m-
sica que le harn disfrutar de
un magnfico espectculo
operstico si se anima a cru-
zar la laguna de Jovellanos.
Toms Garrido
1 9
ESPERADO R E T O R N O
Barcelona, Gran Teatre del Liceu. 9-IV-2OOO, Die Walkre, acto 7", Parsifal acto 2".
Plcido Domingo, Nadine Secunde, Maithias Hulle. Linda Watson, David Pinman-Jennings.
Orquestra Simfonica i Cur del Gran Teatre del Liceu. Director; Bertrand de Billy.
Que Plci-
do Do-
mingo es
O
querido y
recordado
J en Barce-
luna es
evi dent e,
y se con-
firm con
la larga
ovacin a
la salida y
al final de
la tarde. El tenor
madrileo ha da-
do noches de glo-
ria al Liceu, sobre
todo en pocas de
poco presupuesto.
y su arte ha que-
dado en la mente
de los aficionados.
Despus de once
aos de ausencia
se produca su es-
perado retorno en
el nuevo escenario
y lo haca con un
repertorio distinto
al que se le cono-
ca aqu y del que
hoy ha hecho uno
de sus mltiples
campos de batalla.
Lo ms positivo de la velada fue que
el artista se present en plena forma, con
ia voz fresca, dando la sensacin de des-
cansado, y ello le permiti afrontar las di-
fciles partituras con seguridad. Despus
de tan larga carrera, Domingo mantiene,
cuando est al cien por cien, la belleza
de su timbre y ese canto clido y comu-
nicativo que le ha hecho famoso. Pero lo
ms importante es que dio una leccin
de inteligencia al plantear su interven-
cin, .sobre todo en Die Walktire, de for-
ma muy controlada, con frases de gran
fuerza, brillantez en los momentos den-
sos, pasin en las escenas ms lrica.s y
algo ms reservado en momentos que le
permitan su recuperacin. En Parsifal
supo resaltar el ardor juvenil y atrevido, a
travs de su amplia musicalidad.
La orquesta del Liceu y su director
Bartrand de Billy tenan ante s un im-
portante reto y se puede decir que los
resultados fueron interesantes. Despus
de una entrada algo morosa en Die Wall-
kre, la orquesta se fue asentando, so-
bresaliendo de forma especial los vio-
lonchelos por la intencin, intensidad y
Plcido Domingo
hellea expresiva, apoyadas por el resto
de la cuerda, que estuvo compacta y
sensitiva, mientras que las maderas obte-
nan un detallado contraste y el metal,
bien controlado por el director, consi-
gui la fuerza e intensidad necesarias a
partir de un sonido redondo, en una ver-
sin que tuvo intensidad y densidad, no
exentas de sensualidad. En Parsifalh vi-
sin alcanz bastante profundidad, des-
tacando la espiritualidad y la expresin
de los distintos impulsos humanos. Co-
mo Sieglinda cant Nadine Secunde con
su bella voz, aunque se ha vuelto algo
metlica, frase con sutileza, desde los
momentos ms distantes a los ms apa-
sionados, dndole rplica como Hun-
ding el eficaz Marthias Holl. Linda Wat-
son, que sustitua a Reinhild Runkel,
mostr la potencia de su voz, su fuerza
dramtica, su seguridad e implicacin en
el personaje de Kundry junto al trabaja-
do Klingsor de David Pittman-lennings y
el buen nivel que tuvieron las mucha-
chas flor, tanto individualmente como
en equipo.
Albert Vilardell
A C T U A L I D A D
BARCELONA
EL T A L E N T O
S T R A U S S I A N O
Barcelona. Gran Teaire del Liceu. 3-III-2OO0. Strauss, Lieder
para voz y orquesta. Ana Mara Snchez. Milagros Poblador, Peier
Slraka y Stefano Palaichi. Simfnica del Liceu. Director Friedrich
Haider.
Ana Mara Snchez caracterizada coma Chrysothemis en Elektra
E
l anterior director arlislico
del Liceu, Albn Hanse-
roth, program en febre-
ro de 1994 un concierto
dedicado a los lieder para voz
y orquesta de Richard Strauss
en el que deban actuar, entre
otros cantantes, Anna Tomo-
wa-Sintow y Siegfriedjerusa-
lem. F.l concierto, cue iba a
ser dirigido por Friedrich Hai-
der, cay del cartel tras el in-
cendio que destruy el teatro
y no se recuper en ninguna
de las temporadas del exilio
licesta. Ms de seis aos des-
pus, Haider ha dirigido por
fin la largamente aplazada
velada straussiana.
La gran triunfadora del
concierto fue Ana Maria Sn-
chez. Desde el principio, en
el grupo de cuatro canciones
que abri el programa, cauti-
v al pblico con su hermo-
sa voz, perfectamente domi-
nada, y una emotividad ver-
tida con exquisitos matices.
Si su versin de Morgen fue
antlogica, la soprano mos-
tr su impresionante estatura
straussiana en las Vier letze
Lieder que cerraron la vela-
da, cantadas con una serena
maestra: refinadas sin llegar
a la sofisticacin, suntuosas
sin traicionar el sentido de
las palabras, intensas y sen-
suales sin caer en la exhibi-
cin vulgar.
Milagros Poblador, que
debutaba en el Liceo, cant
siete canciones perfectamen-
te adecuadas a su voz ligera.
E n la coloratura de Amor y
en las virtuosas exigencias de
Frhlingsfeier luci con aplo-
mo su dominio tcnico, mos-
trando gran seguridad en el
registro agudo y un estupen-
do sentido musical. E n las
dos nicas canciones para su
cuerda, Stefano Palatchi sali
ms que airoso gracias a su
excelente lnea musical,
mientras que Peter 5traka, a
pesar de sus buenas intencio-
nes, pas verdaderos apurt
para solventar sus cinco in-
tervenciones. Haider resolvi
el programa con habilidad,
acompaando a !as voces con
encomia ble equilibrio y ma-
quillando en lo posible el po-
co refinado sonido de la or-
questa del Liceo.
Javier Prez Senz
2 1
A C T U A L I D A D
BARCELONA
L I E D PERSONAL
Barcelona. Gran Teatre del ceu. 4-IV-2000. Anna Caterina Anto-
nacci, soprano; Donald Sulzen, piano. Obras de Brahms, Liszt y Ravel.
Anna Caterina Antonacct
L
a temporada licesta cons-
ta de bastantes recitales, la
inclusin de alguno de los
cuales cuesta entender.
Este es el caso del que co-
mentamos, tanto por las ca-
ractersticas de la cantante co-
mo por el programa elegido.
Anna Caterina Antonacci tie-
ne una voz timbrada en el
centro, aunque no siempre
homognea, que pierde fuer-
za en los registros extremos;
es musical, pero creo que sus
resultados sern mejores ac-
tuando en una pera que en
un recital de Leder, donde la
expresin y la voz lo son to-
dos. El repertorio previsto
tampoco era suficientemente
variado, con una primera par-
te dedicada a Brahms que re-
sult uniforme y poco dife-
renciada. Algo mejor en las
canciones de Liszt, pero don-
de alcanz su nivel ms inte-
resante fue en Ravel, desta-
cando en las piezas ms tea-
trales. Como bises interpret
la Canzonetta spagnola, de
Rossini, con unas variaciones
muy personales y nos mostr
su particular forma de ver
Carmen, aunque lo mejor de
la noche Fue Breakfast al Tif-
fany, donde la sutileza fue
patente. La acompa con co-
rreccin Donald Sulzen.
A.V.
E L O C U E N C I A
T R A N S C E N D E N T A L
. Barcelona. L'Audiiori. 6-IV-2OO0. Lazar Berman, piano.'
Obras de Liszt y Musorgski.
E
ste fue un gran con-
cierto, un concierto
inolvidable, como
atestiguaron los
aplausos, las aclamacio-
nes, repetidos, entusias-
tas, incansables de un
pblico puesto en pie. Y
el caso es que Berman
toc el mismo concierto
"de siempre", pero justa-
mente el que el pblico
quera or, porque quin
toca mejor ahora los An-
nes de ptegrinage de
Liszt o ios Cuadros de
Musorgski? Est primero
la maravilla, casi el estu-
por, ante un sonido tan
grave y profundo que no
se sabe de dnde sale,
por ejemplo, las notas
simples e insondables de
la mano izquierda al
principio de los Funera-
les lisztianos: cmo se
fabrican tanto sonido,
tantos armnicos? Viene
luego algo que suspende
la atencin del oyente y
la pone al borde de una
extraa, placentera, an-
gustia (en la que, cuida-
do, nunca nos deja el in-
trprete caer): el "ruba-
to" ms ajustado, el "rite-
nuto" ms sabio y medi-
do antes de pulsar una
nota ansiosamente espe-
rada, el gran y viejo esti-
lo, en suma. Y, con todo
eso y mucho ms, el arte
de la elocuencia trans-
cendental -el Soneto n
9
104 del Petrarca-, de la
descripcin transcenden-
tal -los Cuadros-. De es-
tos ltimos -ms msica
dentro de un piano, por
as decir, que en toda la
orquesta raveliana-, por
ejemplo, los matices infi-
nitos en la repeticin del
Paseo, la individualidad
riqusima de cada cua-
dro... Hubiramos queri-
do revisitar la exposicin
cien veces ms.
los Luis Vidal
VOCES DE D I S T I N T A ESPECIE
Barcelona. Ciclo Msica Contemporania. Auditori. Sala Polivalent. 8-111-2000. Elena Gragera, mez-
rasoprano; Antn Card, piano. Obras de Robert Gerhard, Ciclo Lied y Cane. Auditori Sala Polivalent.
15-III-2OOO. Dalmau Gonzlez, tenor; Liliana Mafiotte, piano. Temporada de la OBC. 17-111-2000. Obras
de Lamote de Grignon, Mompou, Toldra y Britten.
E
l buen arte de la mezzoso-
prano pacense Elena Gra-
gera, con un acompaa-
miento discreto de Antn
Card, pianista nacido en
Valls y actualmente catedrti-
co de Repertorio Vocal en la
Escuela Superior de Canto de
Madrid, ha servido para re-
frescar la memoria sobre el
Sobert Gerhard del canto y
piano, no muy divulgado por
estas tierras. El Gerhard de la
etapa nacionalista hispnica,
donde la personalidad y el ca-
mino propio seguido por el
compositor de Valls se ponen
de manifiesto suficientemen-
te. Tres canciones populares
francesas, Dos canciones de
vihuela (.sobre temas de los
grandes vihuelistas del Siglo
de Oro espaol), Por do pa-
sar la sierra? (sobre un poe-
ma de Gil Vicente), Tres tona-
dillas dieciochescas, Cante
jondo (cuatro canciones so-
bre el folklore andaluz), Las-
sa, mesquina, quefar? (con
texto de Pere Seraf, poeta del
siglo XVI), Madrigal a Sitges
(sobre un poema de Josep
Camer) y Dolze canconspo-
pulars catalanes componen
un retablo, rico y variado, ga-
ranta de un recital de gran
belleza y nula rutina.
Interesante y variado tam-
bin el recital ofrecido por el
veterano tenor olotense Dal-
mau Gonzlez, en perfecta
compenetracin con la pia-
nista Liliana Mafiotte. Salvo la
decimonnica presencia de
Schumann (Heder con textos
florales), el siglo XX fue e!
protagonista: los catalanes Jo-
an Lamote de Grignon (dos
canciones con textos de
Apelles Mestres), Frederic
Mompou (dos canciones con
textos del propio autor y otra
con texto de Ramn Cabani-
llas) y Eduard Toldra (seis
canciones con textos de Car-
ner, Casass, Noriega y Saga-
rra) y el ingls Benjamn Brit-
ten (siete sonetos de Miguel
ngel Buonarroti), Ecos del
noucentisme cataln, de la
Francia vecina o del folklore
cataln, en el caso de los es-
paoles. Deliciosas rplicas
musicales a los poemas del
genio del Renacimiento, en el
caso del britnico.
Programas, pues, en la
senda que conduce a la nece-
saria ampliacin del reperto-
rio que se ofrece al pblico.
Cosa muy de agradecer.
Jos Guerrero Martn
A C T U A L IIJ A [)
BARCELONA
PARA HACER A F I C I N
Barcelona. Auditori. Saia Polivalem. l-IV-2000. Cicle Msica Conten pora na. Josep Vicen. The nathan Harvey (1939); Rele-
Amsterdam Percussion Group. Obras de Xenakis, Reich y Rerzewscky. Teatre Uiure. 6-IV-2OOO. Luisa ase(.l9S7), de Mark-Anthony
Castellani, soprano. Orquestra de Cambra Teaire Uiure. Direaor: Josep Pons. Obras de Adams, Harvey, Tumaee(1960)- Songsuitbout
, _ , voicesop, 26(1991), de
donde la ruiieza e incluso
D
Knussen, Momeverdi y Turnare.
os conciertos de distinta
i ndole y sustancia reco
' gemos aqu como de-
mostrativos de cmo se
puede ir haciendo aficin en
lo que a la msica contempo-
rnea se refiere. Ambos salda-
dos con un gran xito. En pri-
mer lugar, y como una prueba
ms del cuidado y la habilidad
con que los organizadores del
nuevo ciclo Roben Gerbard se
estn produciendo, el progra-
ma que el valenciano Josep
Vicente y The Amsterdam Per-
cussion Group ofrecieron con
clmeri BO985) y Persephassa
(1969), de Iannis Xenakis
abriendo y cerrando el con-
cierto respectivamente, acom-
paando a Six marimbas
(1986), de Steve Reich, y a 7b
tbe Earth (1985), de Frederic
Rerzewscky. Ruidos domea-
dos, sonidos procedentes de
la entraa de la tierra, percu-
sin convenida en elocuente
mensaje dirigido al escucha...
La maestra de Xenakis cauti-
v al pblico produciendo
emocin y conmocin all
la brutalidad haba golpe-
ado. Porque previamente,
claro est, el filtro de la
sensibilidad y de la inteli-
gencia haba ordenado,
sistematizado y dado un
sentido a los elementos
utilizados. Tanto idmen 3
(que tambin se puede
interpretar conjuntamente
con Idmen B), para seis
solistas de percusin y un
coro (en este caso el del
Conservatori Superior
Municipal de Msica), co-
mo Persephassa, para seis
percusionistas, envolvie-
ron al pblico (fsicamen-
te por su situacin en la
sala pero tambin anmi-
ca y mentalmente). Orga
de sonidos, ecos de fuer-
zas telricas, atraccin y po-
tencia irresistibles. Al lado de
esto, la obra de Reich result
un blsamo (aunque rozando
el aburrimiento por monto-
na) y la de Rerzewscky un tan-
to endeble.
El panorama ofrecido por
Josep Pons MAKIA SPEUS
Josep Pons al frente de una
cambiante y reforzada Or-
questra de Ca mbra Teatre Ll i u -
re propona el contraste de
El amento de Arianna, de
Monteverdi, siempre emotivo
y moderno, con las obras
Songs ojferingsCl985}, de Jo-
Oliver Knussen;
ber sympbony (1992), de
JohnAdams. Cuatro com-
positores poco habituales
ennuesiros circuitos mu-
sicales, en cuyas obras
ahora escuchadas perci-
bimos una slida y equi-
librada construccin,
buen uso de los recursos
timbricas y rtmicos, una
sabia sntesis de motivos
meldicos y lenguaje con-
temporneo, una cierta in-
fluenciadeljazz,notables
panes de los instrumen-
tos protagonistas {vio-
lonchelo, corno ingls,
violn...)ode la voz Lau-
ra Castellani cumpli efi-
cazmente).. . La Cbamber
sympbony, de John
Adams, obra rica en ma-
tices, de fuerte y contagioso
ritmo, taraceada de meloda y
na parca en recursos instru-
mentales, fue la feliz culmi-
nacin de un concierto para
gozar.
Jos Guerrero Martn
MON OGR F I C O BARTOK
Barcelona. Audilori. Sala Simfnica. Temporada de la OBC. 9-1V-2000. Dezso Rnki, piano. Kata-
lin Szendrnyi. soprano; Csaba Airizet, bajo. Orquestra Simfnica de Barcelona i Nacional de Catalun-
|ya. Director: Lawrence Foster. Obias de Bartk.
quien esto escribe, B- bor Seriy. Aqu la personali-
la Bartk siempre la ha
parecido un composi-
tor muy moderno. Y de
n tiempo a esta parte, cada
r
ez ms. Es un subjetivismo,
t
claro est. Pero el programa
onogrfico que le ha dedi-
ado la OBC en su actual
mporada ayuda a manifes-
rse asi. Las Danzas ruma-
nas (escritas para piano en
1915) en su versin orques-
al de 1917, fueron adeca-
la introduccin -por el per-
onal tratamiento que el au-
or hace de los materiales
topulares- al magnfico
Concierto para piano y or-
questa n" 3, que Bartk
ompona cuando muri y
|ue acab su discpulo Ti-
dacl del autor emerge por
encima de la sntesis entre
elementos clsicos y ele-
mentos modernos, entre
msica culta y espritu po-
pular. Dezso Rnki, con su
percusin seca, elctrica y
contundente sobre el tecla-
do, y su indudable calidad
envuelta en una personali-
dad poco dada a lo especta-
cular, marc el camino a se-
guir en una versin notable.
La segunda parte fueocu-
pada por la versin de con-
cierto de El castillo de Barba
Azul, nica pera de Bartk.
Obra maestra escrita en 1911
y estrenada en Budapest en
1918. Sesenta minutos sin
respiro, donde el magma or-
questal discurre imparable y
arrollador y se apodera sin
remisin de quien, entre so-
brecogido y emocionado, es-
cucha partitura tan poderosa
y extraordinaria. Un mundo
cerrado, opresivo, angustio-
so, asfixiante, en el que la sa-
lida se nos muestra asociada
a la tragedia y al drama, un
drama constante que el trata-
miento orquestal del compo-
sitor sirve con brillantez e
irresistible poder de atrac-
cin. Estupenda la soprano
Katalin Szendrnyi, voz po-
tente y bien timbrada. De
menor volumen, aunque con
buena lnea y musicalidad, la
voz del bajo Csaba Airizer,
tapado a veces por la or-
questa. Muy bien sta en su
cometido. Y ya sabemos quel
Lawrence Foster se siente'
menos propenso a los mati- j
ees y delicadezas que a las(
expansiones a todo volumen, i
en las que se deja llevar sin-)
contemplaciones. Esas siete'
puertas cerradas del argu-i
ment, ocultadoras de tantas j
cosas, cautivaron a un pbli-1
co que acab demostrando)
su entusiasmo. La fascinante ;
alegra potica sobre el amor,
!a comunicacin, el conoc-
miento del otro y las relacio-.
nes entre hombre y mujer
cautivan al escucha por la,
maestra de los autores dell
texto (el poeta Bla Balzs) y!
de la msica. Por la perfecta
compenetracin de sta con:
aqul y por su simbolismo
siempre vigente.
J.G.M.
A C T U A L I D A D
BARCELONA
Mara Joao Pires
Claudio Abbado
O r q u e s t o d e C a m e r o d e E u r o p a
S c h u m a n n C o n c i e r t o p a r a p i n o
D u m o y C o p u c o n C o u s s W o n g
S c h u m a n n Q u i n t e t o p a r o p i a n o
ros sta
grabaciones
Conciertos para piano
deUoiartNos.Uyi-
(ICO 00Z894375293,
y tos os. 17 y l
(ICO 002894399*1
Mario 3oSo Pires
continua u -'
relacin art;-.
Claudio Abl>
grabacin a,. ..,,.,
para piano de Sch
THE COLOUR Of CLASSKS
CUARTETO VERSUS
ORATORI O
Barcelona. Palau de la Msica Catalana, 14-JV-2OOO. Palau 100.
Haydn. Las siete ltimas palabras ele Cristo. Mozart, Ave Verum
K.68y Kyrie K.J41. Arme Catnbier, soprano; Petra Noskaiv, con-
trallo, Vve.s Saelens, tenor; Jan van der Crabben, bajo. U Petite Ban-
de. Collegium Vocalt' Cent. Director: Sigiswald Kuijken
w*w. u n i vt i u kla s s ks .i o m
Sigiswald Kuijken
L
as siete ltimas palabras
de Cristo en la Cruz ha si-
do una obra que ha dado
origen a otras. Su compo-
sicin fue solicitada en 178*5.
por el obispo de Cdiz, para
las conmemoraciones de Se-
mana Sania, que se celebra-
ban en la capilla la Santa Cue-
va. En la versin instrumental
original constaba de una in-
troduccin, siele sonatas y un
final. Ms tarde Haydn la con-
virti en un cuarteto de cuer-
da, que es el que ha tenido
mayor difusin, y finalmente
hizo un Oratorio, aunque
tambin existe una versin
para teclado. El planteamien-
to de Haydn tiene en cuenta
el estilo creado por Haendel
y crea una partitura en la que
se puede encontrar el misti-
cismo subrayando la palabra,
una densidad controlada que
HANYA CHLALA
da fuerza a las frases y un es-
pritu religioso latente. Im-
portante es la labor del coro,
que sirve como narrador de
la siete expresiones, apoya-
do por intervenciones pun-
tuales de los solistas. El tra-
hajo realizado por Sigiswald
Kuijken mostr una gran
profundizacin en la temti-
ca, manteniendo los distintos
contrastes del texto, en una
versin cuidada, aunque a
veces caa, destacando la se-
guridad y redondez de meta-
les y maderas y un sonido de
la cuerda homogneo, con
pureza estilstica. El Colle-
gium vocale Gent destac
tanto por su homogeneidad,
como por su flexibilidad y
valor expresivo. Slo correc-
tos los cuatro solistas.
A.V.
2 4 - h v ,
A C T U A L I D A D
BARCELONA
U N A PASIN
EN EL JUSTO M E D I O
Barcelona. LAudituri, 29-111-00. XXIII Festival de Msica Anti-
gua. Akademie fiir alte Musik Berlin. Rias-Kammerchor. Director:
Rene Jacobs. Johannes Chum, Evangelista, Johannes Mannov, Cris-
to; Mara Cristina Kiehr, soprano; Bernarda Fink. mezzosoprano;
Steve Davislim, tenor; jochen Kupfer, bajo. Bach, La Pasin segn
San Maleo.
D
el senrido dramtico
y de la capacidad
musical y vocal del
tenor al que se le
confa la parte del Evan-
gelista depende en parte
muy importante que la Pa-
sin segn San Mateo se
ofrezca como lo que es,
una de las cumbres de la
religiosidad y el arte hu-
manos. Johannes Chum
convenci en ese cometi-
do, por el vigor y la cali-
dad de su canto, cierta-
mente, pero ms todava
por la emocin de su reci-
tado, ms
e xt e r i or -
mente agi-
tado que
reflexivo,
es verdad
pero rico
en inflexio-
nes, vocales
y dramti-
cas, muy
"escnico",
de forma
que de la
pera casi
slo le se-
paraba la
contencin
rel i gi osa.
Plenamente
dentro de
sta cant
el bajo
Mannov su Renlacobs
pane de Cristo, siempre
ceida por el severo
acompaamiento de las
cuerdas y, como stas, con
serena profundidad. En el
cuarteto de agonistas que
se'reparten las dramticas
intervenciones de los per-
sonajes de la Pasin y que
reflexionan piadosamente
-recitativos y arias- sobre
ella, destac la mezzo
Bernarda Fink y desluci
su parte, con problemas
de afinacin sorprenden-
tes, la soprano Kiehr. Re-
ne Jacobs se aplic sobre
todo a cuidar de un coro
-o, mejor, de los dos co-
ros opuestos- que roz la
perfeccin y protagoniz
de forma nobilsima el pa-
pel del pueblo que se
asombra y sufre con el
misterio de la Pasin. El
soporte de este vasto fres-
co musical, la Academie
fr alte Musik Berlin SL-
comport como un ins-
trumento humanizado, te-
jiendo el tapiz de un con-
trapunto complejo y
transparente sobre el que
los venerables instrumen-
tos "antiguos" -la viola
da gamba, los oboes de
caccia y d'amore, las flau-
tas de pico- bordaron sus
intervenciones, coloristas
y sobrias a la vez. Una
versin, la de Jacobs, en
el justo medio, consoli-
dadas todas las aporta-
ciones del historicismo y
desechados, en cambio,
sus tics.
los Luis Vidal
16
O
CONCURSO INTERNACIONAL
DE PIANO
CIDADE DE FERROL
16
INTERNATIONAL PIANO
COMPETITION
FERROL CITY
Do 18 23de Xullo de 2000
from 18th. to 23th. of July. 2000
INFORMACIN:
INFORMATION:
Concellera de Cultura.
Praza de Armas, s/n. 15402. Ferrol (Galicia-Espaa)
Telf.: 981.33.67.30/981.33.67.25; fax: 981.33.67.56
correo electrnico (e-mail): cultura@ferrol-concello.es
Caneado da Ferrol
C U L T U R A
Ferrol - (alicia - Hs|\ifia
m 25
A C T U A L I D A D
BILBAO
ENCANTADORA MAN ON
Bilbao. Teatro Euskalduna. 8-IV-2000. Massenet, Manon. Mary Mills, Roberto Aronica, Marcin Bro
nikowski. Enzo Capuano, Georges Gautier, Josep Miquel Ramn. Coro de pera de Bilbao. Orquesta
Pablo Sarasate de Pamplona. Director musical: Roberto Tolomelli. Director de escena: Stefano Monti.
O
Manon de Massenet
precisa de una can-
tante protagonista de
primer orden. En los
ltimos aos han si-
do Raina Kabaivans-
ka (ABAO, 1992) y
Mara Bayo (Teatro
Arriaga, 1^97), tas dos sopra-
nos que han asumido en Bil-
bao el difcil papel. La Ma-
non de la produccin que
cierra la presente temporada
1999-2000 ha sido la cantan-
te norteamericana Mary
Mills, feliz descubrimiento,
puesto que nos encontramos
con una cantante completa
en todos los sentidos. Voz
de soprano lrica, con poten-
cia aceptable y agudos lumi-
nosos, que supo captar la di-
fcil interpretacin de esta
pera que rene tantos ele-
mentos. Fue tambin una ex-
celente actriz que supo ex-
traer cada matiz de su com-
plejo personaje.
Por otro lado, Roberto
Aronica como Des Grieux ex-
hbi un material vocal de
gran calidad pero no se iden-
tific plenamente con el esp-
ritu de la pera francesa. No
obstante, interpret el aria
Ah! Fuyez, douce image con
gran apasionamiento y supo
transmitir la melancola que
desprende esta pgina. De!
resto del reparto cabe resaltar
la interpretacin de Georges
Gautier como amanerado
Monfortaine, la belleza vocal
de Enzo Capuano como Con-
de Des Grieux y la adecua-
cin del bartono Marcin Bro-
nikowski como Lescaut. Jo-
sep Miquel Ramn como Br-
tigny demostr encontrarse
en buen estado vocal e inter-
pret de forma admirable a
su cnico personaje.
La escenografa result
muy funcional, y aparte del
primer acto, donde se consi-
gui captar el ambiente de la
posada de Amiens, el resto
de los cuadros no pasaron
de discretos. Como nota cr-
tica, parecen excesivos cua-
tro entreactos para un teatro
con las posibilidades tcni-
cas del Palacio Euskalduna.
Finalmente, la Orquesta Pa-
blo Sarasate de Pamplona di-
rigida por Roberto Tolomelli
se mantuvo dentro de un ni-
vel aceptable, as como el
Coro de pera de Bilbao.
Carlos Sinz Medina
M anon de Massenet, en el teatro Euskalduna
2OOO/UIB
XXIV CURSO INTERNACIONAL DE
CANTO Y DIRECCIN CORAL
Del 21 al 28 de julio de 2000
PROFESORADO:
Canta. Carina Mora (Espaa), Martina Bovet (Suiza),
David Masn (Inglaterra).
Pianistas: Yuko Mizutani y Mana Pujol (Espaa).
Direccin Coral: Femandci Marina, Elsenda Carrasco y
Monserrat Ros (Espaa).
Coro piloto: Coral Carmina de Barcelona.
Educacin corporal. Mtodo cosan; Mona Belizn
(Argentina).
Prcticas de escena: Peter MacFarlane (Argentina),
Seminario de pera: Kamal Khan (Estados Unidos).
SIMPOSIUM SOBRE EL CANTO CORAL
22 y 23 de julio de 2000
PONENTES: Jean Claude Wilkens (secretario del TFCM),
David M. Tellechea (presdeme de (JOACE). Musiclogos:
Jaume Carbonell (Universitat f Barcelona) y Mara
Nagore (Universidad de Valladolid). Directores de cnm:
Gorka Sierra (Sociedad Coral de Bilbao) y Josep Vila (Orfe
Ctala). Compositores: Juan Jos Falcn Sanabria (Las
Palmas de Oran Canaria) y Anloru Martorell (Mallorca).
LUGAR DE CELEBRACIN: Conservatori Pro-
fessional i Superior de Msica i Dansa de ie liles Balean.
INFORMACIN: Universitat de les Oles Baleare. Oficina
de Informacin. Campus universitario. Edifici Ramn Llull.
Tel: 971 17 29 39 I 30 49. Fax: 971 17 24 34. Correo elec-
(roniro: <uibinfo@clust.uib.es>. <nas5i.poii@uib.es>
Patrocinadores
Consell de Mallorca. Cultura i Joventut
Govem de les liles Balears.
Conselleria de Turisme. Ibatur
Govem de les Ules Balears.
Conselleria d'Educacio i Cultura
R1U Hotels
Colaboraciones
Conservatori Professional i Superior de Msica i Dansa
de les liles Balears
COACE (Confederado Coral Espanyolal
A C T U A L I D A D
CANARIAS
BARBERO G O Y E SCO
Las Palmas de Gran Canaria. Teatro Prez Galds. 30-111-
000. Rossini, El barbero de Sevilla. Daniela Barcellona (Rosina),
Rockwell Blake (Conde de Almavjva), Angelo Veccia (Figaro),
Bruno de Simone (Bartolo), Nikolaj Bikov (Basilio). Coro del
Festival de pera de Las Palmas. Orquesta Filarmnica de Gran
Canaria. Director Musical: Guido Ajmone-Marsan. Directora de
escena: Claire Servis. Escenografa: Marie Claire Vanvuchelen.
Produccin: Amigos Canarios de la pera yOpera Real de Va-
lunia.
caricatura de s mismo. El
Fgaro de Angelo Veccia re-
sult exagerado en lo esc-
nico yatropellado en lo vo-
cal. La diccin dej mucho
que desear, resultando
ininteligible en casi todo
momento, aunque la voz
respondiese a las expecta-
tivas. Por ltimo, De Simo-
ne yBikov, como Bartolo y
Basilio, cumplieron sobra-
damente, si bien el segun-
do trasmiti demasiada ju-
ventud para el papel. Gui-
do Ajmone-Marsan es un
El t ri gsi mot ercer
Festival organizado
por los Amigos Ca-
narios de la pera
present una nueva
pr oducci n de El
barbero de Sevilla
bajo el influjo de
Francisco de Goya.
La escenografa es-
taba basada, nte-
gramente, en cua-
dros del genial cre-
ador, donde se mezclaban
sus pinturas negras con los
retratos de la familia real. A
pesar de lo conven-
cional de la accin
en el escenario, se
lograron momentos
de gran originalidad,
como la escena de
la calumnia entre
Bartolo yBasilio,
con una iluminacin
muysugerente yla
utilizacin de ms-
caras desfiguradas a
lo largo de! onrico
planteamiento.
En el reparto
destac la Rosina de
Daniela Barcellona,
quien exhibi unos
medios exagerada-
mente sobrados.
Una voz cristalina y
tersa con la suficien-
te picarda para ha-
cer creble el perso-
naje. Si logra con-
trolar ese caudal,
posiblemente llega-
r lejos. Rockwell
Blake, por el contra-
rio, anda ya con los
recursos mnimos
para que pueda escuchr-
sele. Este alarmante estado
pudo ser apreciado desde
la cavatina Ecco, ridente in
cielo con la que inicia la
andadura del personaje
hasta el final. Al margen
del buen gusto con el que
acta, lo dems resulta una
Daniela Barcellona yRockwell Blake en
El barbero de Sevilla
veterano especialista que
supo mantener el pulso
dramtico sin mayores pro-
blemas, aunque carezca de
la fantasa suficiente para
resaltar la exuberante parti-
tura.
Carlos Vlchez Negrn
F E S T I V A L
I N T E R N A C I O N A L
DEL 13 AL 27 DE MAY O DE 2.000
P R O G R A M A G E N E R A L
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1
"
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\lu*<> Silanl
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ORGANIZA:
CaniervAtoa Profesional de Msica "|. Guerrero" de Toledo.
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COLABORAN;
EJCOIML Ajrunumvncu de Toledo
Parroquia d* Santiago El Mayor.
X I I I C O N C U R S O J U V E N I L D E P I A N O
Telfono de informacin: 91S 21 10 20 (tarde*)
n
A C T U A L I D A D
GALICIA
OTRA ORQUESTA
Viga. Auditorio Martn Cdax dei Conservatorio Su-
perior de Msica. 8-IV-2000. Annimo (aples h.
1740), Intermezzo Graziello eNella (revisin de Antonio
Florio). Pergolesi. la serva padmna Robera lnvcrniz-i.
soprano; Giuseppe de Villorn, tenor; Giuseppe Navi-
glii), hajo. Real Filharmona de Galicia. Director: Anto-
nio Florio.
O
Una de las satisfac-
ciones musicales
O ms grandes de esta
^ ^ temporada en Gali-
>^ ^ cia, despus de las
dudas y suspicacias
que en torno at "caso
Rilling" se haban levantado
(asunto que se ha tratado en
profundidad en el n
140 de
SCHERZO), ha sido el mag-
nfico rendimiento que la Re-
al Filharmona mostr en es-
te concierto, un concierto
que se repiti en otras ciuda-
des gallegas (Santiago y
Orense) obteniendo idntico
xito.
Con un grupo reducido
de cuerdas, mnimo en la
obra annima napolitana -4
violines, 2 chelos y un con-
trabajo, adems del clave- y
un poco aumentado en La
serva pacJrona, la formacin
gallega consigui unas ver-
siones llenas de vitalidad, di-
namismo, ligereza y pulso
teatral, dirigida por un ver-
dadero especialista en este
campo, el msico
e investigador de
Bari, Antonio Flo-
rio, a quien debe-
mos el "rescate"
de un buen nme-
ro de piezas napo-
litanas del siglo
XVII. Precisamen-
te el intermezzo
Grazie!lo e Mella
es una breve pgi-
na (alrededor de
los 20 minutos)
annima que Flo-
rio descubri en
aples y que ha
revisado ponin-
dola a punto para
su interpretacin;
en ella, el grupo
instrumental apo-
y de forma certe-
ra y precisa a dos
excelentes cantantes-actores
que colaboran habitualmen-
te con Florio en su Capella
della Piet deTurchini, Giu-
seppe de Vittorio y Roberta
Invernizzi. Ninguno de los
Antonio Florio
dos posee una voz impor-
tante en cuanto a extensin,
brillantez y belleza tmbrica,
pero compensan esta caren-
cia natural, sobre todo la m-
vernizzi, con una habilidad
especial para ma-
nejar sus recursos,
centrados en el
desarrollo de una
tcnica muy nota-
ble que le permite
realizar con como-
didad los ms va-
riados adornos y
agilidades; a esto
ha de aadirse una
desenvoltura esc-
nica admirable, un
punto histrinica
de ms en el caso
del tenor.
En La serva pa-
drona, la orquesta
continu en estado
de gracia, ligera,
contrastada, trans-
mitiendo muy bien
el carcter de la
partitura, y consti-
tuyndose en co-
protagonista junto
con el bajo Giusep-
pe Naviglio, que
encam un liberto
de voz grande,
BOFILL contundente aun-
que bastante tosco, mientras
la Serpina de Invernizzi fue
una vez ms ejemplo de dic-
cin, simpata y comicidad.
Daniel Alvarez Vzquez
PLMBEA PASIN
Santiago de Compostela Auditorio de Galicia. 14-IV-2000. Bach, Pasin segn San Maleo. Howard
Crook, tenor (Evangelista); Raimund Nolte, bartono (Cristo).The English Concert. Director; TrevorPinnock.
O
En esta nueva visita
de Pinnock a Gali-
cia, incluida dentro
de la gira espaola
que le llev con la
misma obra a Barce-
lona y a Valencia, no
puede decirse que el
veterano director y
^ fundador del conjun-
t } to britnico The En-
glish Concert estu-
viese acertado en sus plante-
amientos. El primer error, y
quizs el ms grave ya que
condicion de forma negati-
va todo el concierto, fue la
absurda decisin de utilizar
slo a dos solistas natos, el
tenor Howard Crook y el ba-
rtono Raimund Nolte, en los
papeles del evangelista y de
Cristo (que por cierto resol-
vieron de manera simple-
mente correcta, ms matiza-
do y sutil el evangelista de
Crook que el inexpresivo
Cristo de Nolte), mientras el
resto de personajes solistas
en recitativos y arias se alter-
naban entre diferentes
miembros del coro, todos
ellos muy limitados tcnica y
expresivamente, en un
muestrario continuo de vo-
ces voluntariosas pero supe-
radas por las dificultades de
la partitura.
El segundo error de Pin-
nock estuvo en ia morosidad
de los temos y en un fraseo
de texturas densas, pesantes,
poco claras, tanto en el coro
como en la orquesta (no ayu-
daron tampoco las impreci-
siones y la frecuente desafi-
nacin de varios instrumen-
tos), con lo cual se constru-
y una versin plomiza, len-
ta y aburrida; excesivamente
literal y con demasiados de-
sajustes.
Y al fin, otro error impor-
tante en mi opinin fue el
concepto general de la obra,
muy esttico en la primera
parte, carente de fluidez y
unidad, y avanzando hacia
un dramatismo forzado, ms
superficial y episdico que
real, en la segunda.
Hay que decir pese a to-
do, que obviamente Pin-
nock es un msico extraor-
dinario -buen director y ex-
cepcional clavecinista-, sera
absurdo negarlo, y as lo
atestiguan adems los mag-
nficos conciertos que nos
ha ofrecido en numerosas
ocasiones; cabe pensar por
ello, que esta vez la gira no
se prepar lo suficiente
(desconozxo todava el re-
sultado del concierto en las
otras ciudades espaolas), o
quizs que el director, el co-
ro y la orquesta no tuvieron
un buen da. Probablemente
algo ha habido de las dos
cosas, al margen del error
en la eleccin de los solistas
y de los posibles peculiari-
dades en la concepcin de
la obra.
D.A.V.
A Universal Music Company
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A C T U A L 11) A O
MADRID
LA SEMANA DE LA CUERDA
Madrid. Auditorio Nacional. 22-111-2000. Obras de Shosiakovich y Chaikovski. Maxim Vengerov,
violn; Vagram Saradjian, violonchelo; Vag Papian, piano.
Auditorio Nacional. VIH Liceo de Cmara. 24-IH-OO. Obras de Bach, Prokofiev, Bartk, R. Strauss y
Bizet. Gil Shaham, violn; Akira Eguchi, piano.
E
n programa
dos fnebres
tros con pia-
no, cada vez
ms coyuntural-
mente vecinos,
con ms sustancia
-hoy por hoy- el
de Shostakovich.
Si la estrella era
Vengerov, los de-
ms no anduvie-
ron a la zaga, ya
que tocaron archi-
compenetrados. El
citado violinista
tiene un sonido
pursimo y muy
afilado, volumen
no excesivo pero
calidad excelsa.
Pero lo ci Vengerov ya lo
sabamos. Lo magnfico fue
constatar que Saradjian es
un maduro chelista de ran-
go supremo, que jams
pierde la lnea ni la intensi-
dad vibratoria y es particu-
larmente denso en el Largo
de Shostakovich. En orden
an mayor de sorpresas, Pa-
pian demostr ser un pia-
nista resuelto, expeditivo,
con reguladores dinmicos
de ensueo y muchos mo-
Maxim
Vengerov
memos de virtuosismo con-
sumado.
Si los astros del violn
son todava Perlman, Mutter
(no s si Zukerman) uno de
los grandes asteroides se
llama Gil Shaham, muy es-
pecialmente desde el punto
de vista virtuosstico. Ade-
ms de en una obra de Co-
pland, adecuada a l por 1a-
titud y temperamento, y de
lo ms intrascendente del
programa, una Fantasa so-
bre la Carmen
bizetiana adere-
zada por varios
autores que sir-
vi para demos-
trar que su pale-
ta colorstica es
inagotable, don-
de Shaham dio la
gran medida de
su talento fue en
la Sonata Op. 80
de Prokofiev. El
sonido posee un
lustre nico, el
arco es tan largo,
tan aprovechado
y la izquierda
masajea tan bien
las cuerdas, que
fue sobradamen-
te capaz de resolver las difi-
cultades tcnicas anejas a la
obra, de traducir su ambi-
gua significacin y de tras-
cender sus susurrantes y
fantasmagricos efectos. En
un orden de mritos muy
decreciente hay que situar
la Sonata n
a
3 de Bach, ina-
decuada por lejana de esti-
lo e inmadurez.
Joaqun Martn de
Sagarmnaga
C ARDIILIC C HIO
CICLO MAGNO
D
esde el pasado 20 de
marzo y hasta el prxi-
mo 22 de diciembre van
a tener lugar en la cate-
dral de La Almudena dieci-
nueve conciertos que ofrece-
rn gratuitamente al pblico
madrileo interesado la obra
organstica completa de Jo-
hann Sebastian Bach. El r-
gano Grenzing, inaugurado
el pasado mes de diciembre,
es un instrumento magnfico
que, bien manejado, puede
solventar o aun aprovechar
la elevada reverberacin del
recinto (unos tres segundos
o ms, a falta de una medi-
cin tcnica precisa). Por lo
dems, su mueble es uno de
los objetos estticamente ms
dignos dentro del tremendo
pasteln arquitectnico que
constituye la malhadada ca-
tedral. La programacin, que
se debe a una nueva iniciati-
va de la Fundacin Caja de
Madrid -es difcil tener en
cuenta la actividad musical
de la capital sin referirse a es-
ta institucin- ha optado por
distribuir el gran cuerpo cre-
ativo bachiano en la materia
entre dieciocho organistas
segn agrupaciones temti-
cas. Ya es todo un logro en-
cajar las obras en las sesiones
de tantos artistas, pero la pro-
puesta contiene tambin el
inters de tomar contacto con
el arte organistico de varias
escuelas y generaciones: los
maestros Leonhardt y Koop-
man, artistas de gran solidez
como Jean-Claude Zehnder,
Andrea Marcon, Jean Boyer,
Lorenzo Ghieimi, Liuwe
Tamminga o Jan Willem Jan-
sen, organistas jvenes espa-
oles como Andrs Cea, Je-
ss Martn Moro y Jordi Ver-
gs, as como la uruguaya
Cristina Garca Banegas.
D e las sesiones escucha-
das hasta ahora, la primera
de las dos de Brett Leighton
(20-111), dedicada al Clavier-
bung /, result un tanto de-
cepcionante por la escasa
claridad que el msico aus-
traliano fue capaz de extraer
del instrumento. Mucho ms
interesante vino a ser la se-
ACHUCARRO
EN LA i
A U T N O M A
Madrid. Universidad Au-
tnoma. 22-III-2OOO. Joaqun
Achcarra, piano. i
E
n ceremonia tan senci-'
lia e informal como
merecida, autntica y
llena de afecto hacia el
formidable pianista bilba-
no Joaqun Achcarro, la
Universidad Autnoma de
Madrid le ofreci el pasa-
do 22 de marzo el home-
naje que haba preparado,
dentro de XXVII Ciclo de :
Grandes Autores e nter- ;
pretes, el Centro Superior
de Investigacin y Promo- :
cin que dirige el profesor
Peris Lacasa. El acto, cele-
brado en un saln del Pa-
:
belln A del campus un- ;
versitario de Canto Blanco '
repleto de alumnos del
doctorado musical y de
amigos del gran artista, fue
ofrecido por el Vicerrector
Emilio Crespo, quien, en
nombre del Rector, hizo
entrega a Achcarro del
correspondiente diploma. *
Antes, adems del Vi-
cerrector, haban hecho
uso de la palabra, con la
informalidad y con la gran
autenticidad a que he alu-
dido, quienes ocupaban
con l la mesa presiden-
cial: el propio homenajea-
do; Juan Jos Herrera de
la Muela, subdirector del
INAEM; el compositor y
Acadmico Carmelo Ber-
naola y el profesor Peris.
D espus -y como im-
pagable colofn-, Joaqun
nos regal a todos los pre-
sentes con su magistral
versin de la Fantasa fe-
rica de Manuel de Falla.
Leopoldo Hont,
sin de Paolo Crivellaro, cen-
trada en el tema Bacb e Ita-
lia, de realizacin virtuosa y
niveles de transparencia ms
aceptables.
E.M.M.
A C T U A L I D A D
MADRID
Madrid. Auditorio Nacional,
chas Zukerman, violin. Orquesta
Mozart. Enrique Abargues, fagot.
C
ada equis tiempo se re-
pite que la ONE nece-
sia una "cura de Mo-
zan", con las ventajas
que ello tiene sobre el pa-
pel, y que van desde tocar
mejor al genio de Salzburgo
a ganar flexibilidad expresi-
va. Recuerdo que a la O5RT-
VE quiso someterla al mis-
mo rgimen Gmez Mart-
nez y no hubo nada. Y es
que las curas, como es sabi-
do, debe administrarlas un
especialista. Pero aqu, toda
la vida, se ha preferido al
mdico de cabecera, que co-
noce a la familia y se deja
engaar si rompes el rgi-
men. As que un programa
Mozan con Weller y otro con
Frhbeck -los favoritos de
nuestros profesores- poco
pueden hacer por mejorar la
salud de la ONE en el punto
mozartiano. Otra cosa hu-
biera .sido un experto, ms
programas, trabajo intensi-
vo, en fin, un verdadero ba-
LA CURA DE M O Z A R T
26-III-20O0. Obras de Vaughan Williams, Mozart y Mendeissohn. Pin-
Nacional de Espaa. Director: Hiroyuki Iwaki. 9-1V-2000. Obras de
Orquesta Nacional de Espaa. Director: Rafael Fnjhbeek de Burgos.
o de inmersin
y no de asiento.
En el programa
dirigido por
Frhbeck -no
muy ambicioso,
salvo en su se-
gunda pane, pa-
ra que la cura no
tuviera efectos
no deseados- hu-
bo una Obertura
de "La flauta m-
gica" que, en lu-
gar de trasladar-
nos al Mozart
ms solemne,
nos llev a las
puertas de Rossi-
ni, lo que no de-
ja de tener su
aqul. Martn,
Goicoechea, Na-
vidad y Robles
estuvieron muy
bien -sobre todo
el concenino- en
una Serenata Notturna
K.239 en la que la cuerda de
poner de manifiesto que es
uno de los valores ms soli-
dos de la orquesta en el Con-
cierto para fagot.
Una Sinfona n"
39 enrgica y de-
masiado directa
cerr el programa.
Tambin Pinchas
Zukerman nos tra-
jo su Mozan, nada
desl umbr ant e,
aunque el violi-
nista demostrara
que sigue forman-
do entre los gran-
des y el director
nipn Hiroyuki
Iwaki acompaa-
ra con buen crite-
rio, quiz, me te-
mo, no el del so-
lista. Zukerman
estuvo magnfico
en La alondra ele-
vndose de Vaug-
han Williams e
Iwaki cerr el
Pinchas Zukerman MARTHA SWOPE
la ONE se mostr un tanto
opaca y Abargues volvi a
programa con una
buena Escocesa
de Mendeissohn.
Luis Sun
DOS MAESTROS
Madrid. 17-111-2000. Teatro Monumental. Obras de C ueva, R. Strauss y Brahms. Orquesta Sinfnica
Radio Televisin Espaola. Director: Sergiu C omLssiona.
7-1V-00 Obras de Peris, Bruch y Mozart. Miguel V. Espejo, clarinete; Luis Llacer, viola. Director: An-
toni Ros Marb.
E
l intrprete, mediante el
fraseo, las t ransi ci o-
nes..., puede disimular
las - muy pasajeras en
Muerte y Transfiguracin-
carencias de verbo de una
obra, y C omissiona hizo eso:
interpretar. Aunque parezca
increble, dado lo opuestos
que son, cada vez este Ser-
gio recuerda ms al otro,
por la claridad, la lgica in-
terna de los tempi, la vigi-
lante tensin que aletea ba-
jo las notas. Al final logr
que retornara el inefable re-
cogimiento del inicio, pero
con un nuevo aire de com-
pleta liberacin. En SU ser- Antoni Ros Marb AM MART N
na Tercera de Brahms, con
tempi de nuevo sosegados dos aos en el lento, en el miento echaba a andar,
(explot slo en el Finale), que se senta literalmente C uando Max Bruch compu-
repiti el prodigio de hace cmo cada pasaje del movi- so su Concierto para clari-
nete y viola estaba ayuno de
la inspiracin de otras obras
suyas y sobrados de retri-
ca, siendo sus soluciones ar-
mnicas cmodas y eviden-
tes. Aunque correctsimos
los dos atriles solistas de la
RTVE, sin haber casi orques-
ta no hubo casi versin. Me-
nos mal que, como C omis-
siona, Ros Marb est hoy
interesado en hacer msica
de verdad, por lo que la ma-
gistral Jpiter de Mozart
brind a todos ocasin y
motivacin. Ros plante un
enfoque rigurosamente cl-
sico, a lempo, bien marca-
do, fraseando a un nivel dig-
no de la propia obra. Hubo
intensidad, propiedad esti-
lstica y edificacin sin ape-
nas fisura del magno ltimo
movimiento de la sinfona.
Joaqun Martn de
Sagarmnaga
j ]
A C T U A L I D A D
MADRID
JUGAR C O N FUEGO
Madrid. Teatro de la Zarzuela. 23-1II/7-IV-20O0. Jugar con fuego (F.A. Barbieri/V. de la Vega), Car-
men Gonzlez/Carmen Acosra; Luis Dmaso/Alejandro Roy; Federico Gallar/Javier Franco; Pedro Fa-
rrs; Enrique Ruizdcl Portal; Claudia Gravy. Coro del Teatro de la Zarzuela, Orquesta de la Comunidad
de Madrid. Director musical: Luis Rema niez/Migue I Roa. Director de escena: Miguel Narros. Esceno-
grafa: Andrea DOdorico.
E
strenada Tribulaciones,
zarzuela en tres actos, de
Gaztambide y viendo que
el xito no acompaa la
intentona y la taquilla est so-
litaria, se precipitara el estre-
no en el Teatro Circo de Ma-
drid de un inspirado produc-
to de la imaginacin, todava
muy italianizante, de Barbieri,
con libro de Ventura de la Ve-
ga al que no le faltaron crti-
cas desfavorables. Jugar con
fuego(18W, tal es el tirulo, es
en decires populares: entrar
sin necesidad aparente, por
juego, en situacin o asuntos
de alto riesgo, y a ello se cie
el argumento de esta zarzuela
cortesana de enredo que con-
solidara la zarzuela como g-
nero propio. Su popularidad
fue tan grande que alcanz a
todas las clases sociales: las
damitas mesocrlicas aporre-
an el piano con sus melodas,
las cantantes incipientes se
atreven con alguna romanza
de tiple y las do-
msticas se atre-
ven con todo.
La partitura
del compositor
madrileo, joven
todava entonces,
no deja de tener
partes sugestivas
y nos revela n-
meros alejados
del italianismo
imperante (Rossi-
ni y Donizetti) pa-
ra ser netamente
hispnicos, como
ios coros del pri-
mer acto de la
verbena de San
Juan o el coro de
locos del ltimo
acto, pero tambin es partitura
en la que los cantantes no se
expresan en solitario y a sus
dos y concertantes deben
prestar buen acoplamiento con
el conjunto. nicamente se ha-
llan dos romazas, una de tenor
en el acto primero y la de so-
prano en el tercero, sentimen-
tal y brillante, acabada en un
importante agudo.
M-h*v.n
Se lia tenido como edicin
musical, en esta nueva pro-
duccin del Teatro de la Zar-
zuela, la edicin publicada por
el ICCMf a cargo de Mara En-
cina Cortzo ya presentada en
el Teatro de Madrid en junio
de 1992; y como gran nove-
dad la direccin escnica de
Migue! Narros, quien impuso
en la escena una eficaz labor
actoral. No obstante, la repre-
sentacin en general no tuvo
la redondez que caba esperar,
aunque ciertamente subi de
nivel a partir del segundo acto,
despus de un primero cuyo
juego escnico no se acomo-
daba a la ligereza y chispa que
la obra en s requiere. Llamati-
vo y ms brillante fue ei ltimo
acto en el manicomio con el
coro de locos y el nmero del
Marqus de Caravaea, que se-
gn las crnicas de antao fue-
ron redos a mandbula batien-
te y con el que se termin el
espectculo para darte ms re-
grandes sorpresas, s desta-
car el belcantismo de Luis
Dmaso al que sac ms par-
tido conforme iba avanzan-
do la representacin. Car-
men Gonzlez, conocedora
del papel, dio vida a la du-
quesa de Medina sin gran
enjundia. Correctos Federico
Gallar y Pedro Farrs. Vi-
viendo su papel Claudia
Gravy y mencin especial
para Enrique Ruiz del Portal
que hizo un buen Antonio.
En el segundo reparto se en-
contraban Carmen Acosta
(duquesa), Alejandro Roy
(Flix) y Javier Franco (mar-
qus), quienes en conjunto
hicieron de su representa-
cin unos papeles ms din-
micos, con ms comicidad y
frescura. La primera confec-
cion con ms verosimilitud
su actitud de mujer ms sen-
cilla en el primero y tercer
acto, as como un segundo
acto impecable. Carmen
Escena de lugar con fuego en el Teatro de la Zarzuela
levancia, pues como se sabe la Acosta luci un bonito regis-
obra finaliza "en seco" por vo-
luntad del libretista: "no e ha-
ce falta el chin-chin final", en
contra de lo que Barbieri opi-
naba, ya que sabemos que lle-
g a escribir un lindsimo ditet-
!o como nmero que conclua
la partitura, y que al ser supri-
mido se le perdi la pista.
En lo vocal no hubo
tro medio pero con peligro
en el agudo. Roy hizo su pa-
pel ms nervioso, menos he-
roico que su antagonista, su
voz, regulada, no llega al bel-
cantismo de Dmaso. Final-
mente, Javier Franco hace un
marqus simptico y astuto y
su voz de bartono, no de
excesivo empaque, resuelve
SUTILEZAS
P ERD I D AS
Palacio de El Pardo. V
Siglos de Oro. 2-1V-20O0. En-
semble Elyma. Director Ga-
briel Garrido. El amor, la
muerte, el imperio.
E
l programa del Ensem-
ble Elyma que dirige
Gabriel Garrido, aun-
que puede que algo
tangencial con el tema ca-
rolino central del ciclo,
nos trajo madrigales o vi-
llanescas muy poco fre-
cuentados. Se oyeron as
msicas de autores como
Cataldo, Ghibellini, Da
ola, Majo o Pietro Vinri.
Esto de por s ya hay que
valorarlo como muy inte-
resante; a eo se suma la
correccin general de las
versiones. Con todo, los
cantantes siguieron en los
madrigales una lnea se-
gura pero un tanto mon-
tona. Se perdieron, en
consecuencia, muchos de
los matices que contienen
Jos textos poticos y que
las interpretaciones mus-
cales deben poner de ma-
nifiesto. Un momento ms
vital del tipo de la versin
de Tutte le vecebe son ma-
leciose de Majo revel que
el estilo de Garrido en-
cuentra parte de sus races
en la manera de hacer de
Savall, pero la realizacin
de las ideas suele ser ms
brillante en los conciertos
del artista cataln.
E.M.M.
el personaje. El Coro tuvo
momentos dbiles, aunque
supo acabar en alza, y la Or-
questa de la Comunidad ba-
jo la batuta de Luis Remart-
nez y Miguel Roa respondi
a las exigencias, destacando
algunos momentos de la par-
titura especialmente.
Al final, se nos qued la
sensacin de no hal>erse al-
canzado del todo, a pesar de
los esfuerzos, el espritu de
Barbieri.
Manuel Garca Franco
ACTUALIDAD
MADRID
BELLINI, A L F I N
Madrid. Teatro Real. 16-IV-2000. Bellin, La sonnambuta. Mara
JDSC Moreno (Amina). J osep Bros (Elvino), Orlin Anastassov (.Ro-
dolfo). Coro de la Comunidad de Madrid. Orquesta Sinfnica de
Madrid Director musical: Richard Bonynge. Director de escena:
Mauro Au>gadro. Escenografa: Giacomo Andrico. Figurines: Gi o
vanna Buzzi.
D
espus de tanto mi do
y, a menudo, tan po-
cas nueces de los dos
ltimos llegados al Re-
al, escuchar esta msica pu-
ra, estas sublimes melodas
de la que es un des nudo
compendio La sonnambula
bellinina. partitura construi-
da estrictamente sobre este
mgico recurso, es para ei
degustador operstico de
siempre, un remanso estti-
co y un relax emocional im-
pagables. Efluvios sonoros
estos de calidez, buen gus-
to, oportunidad de tiempos,
equilibrio con la escena,
acompaamientos magistra-
les, sentido del ritmo y cli-
mas, que ascendieron desde
el foso, gracias a un
i n s p i r a d s i mo
tonynge, enfrentn-
dose, lamentable-
mente, con una de
las peores produc-
ciones teatrales vis-
tas en el teatro (y
mira que las ha habi-
do!) por su fealdad,
falta de adecuacin
e inoperancia dra-
mtica. Dejemos que
el olvido extienda
sobre ella su repara-
dora labor. La More-
no plante una Ami-
na siempre encanta-
dora y femenina, al-
go tmida, a base de
su magnifico mate-
rial de soprano lrica
y apostando sobre
los maleables andan-
tes con los que cuen-
ta, destacando ex-
presivos momentos
de muchos recitati-
vos (no todos, por
ahora, igualmente
trabajados). D ebe elaborar
ms las partes de coloratura,
sobre todo el Ah non giun-
ge de la explosin final, que
ha de ser no slo una expo-
sicin de brillantez instru-
mental, sino que debe acor-
darse tambin con la situa-
cin psicolgica que vive la
protagonista y que le qued
muy achicada con respecto
al resto de la prestacin.
Bros alarde de experien-
cias: su canto fue ejemplar,
en lnea, estilo, exposicin y
remate, construyendo sus
hermosas frases con esclare-
cedora fineza y precisin.
La voz ha ganado volumen,
el cantante, experiencia y el
intrprete, magisterio. Exce-
lente tenor, con la vocaldad
y la clase necesarias para
este nada fcil cometido.
Anastassov expuso una bue-
na calidad sonora de bajo,
en colorido, emisin y po-
tencia, pero pas por el pa-
pel del Conde ausente, fro
Mara los Moreno en La sonnambula
y hasta casi desganado.
Mencin especialsima me-
rece el buen trabajo del co-
ro, aqu bien exigido en ca-
lidad y cantidad de inter-
venciones.
Fernando Fraga
Artistas legendarios
en la ms evocadora
de las msicas
Novedad Primavera 2000
GRABACIOMS HISTRICAS DE JOAQUN TURINA
Interpri-ULones de V ele lu> Ani'lt's, A, i.r.m,
f Mmhi ' / . N. Yt
L
pi. A. AReni.i, t" SufH'rvu.
F.F. Arho*. I. Ciiliik-. t. RuririKiuu de Aufion.
A. Mort-f, b. ludir.]. A S<.
L
I>U,I \ I. Turina
DS0I2BJCDI
Tambin disponible:
i
JWITH K MMU KU |
\ K l l l t I I S l B l NC. Q l VKJE 1
FRANCISCO GUERRERO I * ~. 1 -1 -
( u. i rf t' i u i l *' i :u
L
r|4i Ai rri tti
DS01 27 ! I H>
OlVFfcUI - f kti (.tm/jLi. 1-
J I I 447 H> 71
3 ]
ACTAI I DAD
MADRID
EL SUPERMERCADO DE LACHENMANN
Madrid. Auditorio Nacional. 31-M-00. Pianista y na-
rrador: Hdmut Lachenmann, Proyecto Gerbard. Director:
Peter Rundel. Obras de Lachenmann.
E
n el nmero anterior de
esta revista dedicaba
unas lneas a la presen-
cia en Madrid del muy
prestigioso compositor ale-
mn Helmut Lachenmann
(Stuttgan, 1935) y al muy
graco cambio de impresio-
nes que haba mantenido
con algunos periodistas es-
pecializados, en encuentro
promovido por el Instituto
Alemn. Al paso, me las
prometa muy felices ante
el concierto pblico que se
iba a celebrar.
Pues bien, si no todo mi
gozo se fue directamente al
pozo, la verdad es que las
expectativas que me haban
creado las ingeniosas refle-
xiones, no exentas de pro-
fundidad, ni aun de cierta
originalidad, con las que La-
chenmann explic su estti-
ca, quedaron un tanto de-
fraudadas. Aunque, para ser
absolutamente justos, deba
echarse casi toda la culpa al
psimo desarrollo -al pare-
cer muy diferente
del que se haba
previsto en conver-
saciones previas-
que presidi la se-
sin de la sala de
cmara del Audito-
rio Nacional. Por-
que la msica en s,
y sobre todo la in-
terpretacin, mere-
cieron, respectiva-
mente el aprobado
y el sobresaliente.
E n la exlensa pri-
mera parte se oye-
ron las previstas
Siete pequeas pie-
zas para piano de
1980, tocadas por el
propio Lachen-
mann, a las que
aadi como telonera la
breve, Wiegemusik, de 1963,
de apenas tres minutos; en
todas las cuales se contabili-
zaron muchas mayores do-
sis de forzada ingenuidad
que de autnticas noveda-
des, ni instrumentales ni de
Helmut Lachenmann
lenguaje. De mucho mayor
enjundia sus Zwei Gefuble
(Musik mit Leonardo), para
grupo orquestal con narra-
dor -el propio autor, con
soberbio cortejo instrumen-
tal del Proyecto Gerhard,
dirigido por el ingls Run-
del-, mucho ha de
enriquecerse, sin
embargo, para que
suponga autntico
embrin de la pe-
ra que se prepara
sobre La vendedo-
ra de cerillas de
Andersen.
Pero lo que dis-
torsion la sesin
fue, a pesar de los
buenos oficios tra-
ductores de Mauri-
cio Sotelo, el aa-
dido previo e inter-
calado de unas ex-
plicaciones de La-
chenmann sobre
"su supermercado
de sonidos extra-
os" -es frase su-
ya-, largas, redun-
dantes y, sobre to-
do, infantiles, muy
infantiles. Quizs,
por haber estado esta cita
-al da siguiente la repetira
con el Ensemble Rechercbe
en la Universidad de Alca-
l- abierta a todo tipo de
pblico.
Leopoldo Hontan
C O N T I N U A EL SIGLO XX EN LA MARCH
Madrid. Saln de actos de la Fundacin Juan March. Distintas agrupaciones y colaboradores. Tres
nuevos quintetos. Z9-HI; 5 y 12-IV-00.
L
a atencin que la Funda-
cin Juan March ha veni-
do dedicando al siglo XX
ha continuado, incre-
mentada si cabe, durante los
meses de febrero, marzo y
abril de este 2000 que corre.
E n el primero se desarroll
el ciclo La voz en el siglo XX,
mientras que en los otros dos
han sido revisitados el vio-
lonchelo y los nacionalismos
musicales, en marzo, y la
guitarra, en abril. Aunque
slo sea como mnimo testi-
monio de la calidad traduc-
tora y el acierto programa-
dor de estos ciclos, puedo
darlo de los que presidieron
el recital que abri con gran
xito el de guitarra (1-IV). Lo
protagoniz el gran artista
mallorqun Gabriel E stare-
lias, que ratific una vez ms
la delicadeza de su expre-
sin y el refinamiento de su
sonido. Si apropiados para
lodos los ttulos programa-
dos -Trespreludios, de Zule-
ma de la Cruz; Dedicatoria,
de Garca Abril; Fbula de
de Pablo; Fantasa balear,
de Prieto, y cinco Tarots, de
Marco-, especialmente indi-
cados para la seccin de
clausura del compositor pa-
lentino.
Pero no se ha contenta-
do con todo eso la Funda-
cin de la calle de Casiell
en punto a la msica de
nuestro tiempo. Repartido
entre los meses de marzo y
abril, se ha celebrado un
breve pero muy especial ci-
clo de tres conciertos, bajo
la rbrica de Tres nuevos
quintetos. E n cada uno de
ellos, y compartiendo pro-
grama con oros ttulos de
autores, casi todos consagra-
dos, de muy distintas gene-
raciones, se estrenaban -dos
con carcter absoluto y la
tercera en Madrid- sendas
pginas obedientes a tal for-
macin. Todas de 1997 y fru-
to las tres de los correspon-
dientes encargos de la Tri-
buna de jvenes composito-
res de la casa, he odo -y es-
cuchado tambin, que no es
lo mismo- las tres obras, la
primera de ellas va graba-
cin posibilitada por Radio
Clsica. E l juicio es entera-
mente positivo. Tanto el
quinteto de Manuel Rosal
0969), Algo es s (o no), con
piano; como el Quinteto n
9
1 para cuerda, de Domingo
Jos Snchez Gmez (1970),
y el quinteto con dos violon-
chelo, Joes de contrapunls,
de David Magran, son de
absoluto recibo artstico.
Que a m me haya parecido
de inters mayor en cuanto
a sentido de la construccin
y a jugosidad de discurso la
obra de Snchez Gmez y
un punto reiterativa y desor-
denada la de Magran, no
resta validez ni a sta ni a la
de Rosal. Ninguna reserva a
los escogidos grupos encar-
gados de las versiones: el
Cuarteto Arcana, con el pia-
nista Alvaro Guijarro; el Pi-
casso, con el contrabajo Ro-
berto Terrn, y el Rabel, con
ei violonchelo Adam Hun-
ter.
L.H.
A C T U A L I D A D
MADRID
EL GR A N RANKI
Dezso Rnki
T
ras una injustificada au-
sencia de varios aos
volva a Madrid el 11 de
abril el gran pianista
hngaro Dezs Rnki para
participar por primera vez
en el Ciclo de Grandes In-
trpretes, que organiza esta
revista, con un recital en la
sala sinfnica del Auditorio
Nacional con obras de
Haydn, Schumann, Debussy
y Bartk.
Luis Gago titulaba en el
diario El Pas "Rnki, el ter-
cer hombre", por tratarse de
un pianista que "ha vivido
casi siempre a la sombra de
sus compaeros de antao"
[Andrs Schiff y Zoltn Koc-
sis]. Para el crtico de este
diario, "Rnki es cualquier
cosa menos un pianista de
relumbrn. Bastaba echar
un vistazo al programa de
su recita!, integrado por
obras infrecuentes y de
aplauso difcil, para confir-
mar que no haba acudido a
Madrid a desplegar fuegos
de artificio, sino a hacer m-
sica exigente y nada amiga
de las concesiones. Rnki
hubo de pasar del orden de
Haydn a los repentes de
Schumann, de la poesa
evanescente de Debussy al
desgarro folclrico de Bar-
tk, y lo hizo con una ma-
estra indiscutible. Supo im-
pregnar a cada msica su
estilo, su sonido y su fraseo
propios, casi siempre con
una actitud ms ponderada
que potica. Quiz por eso
RAFA M A R T l K
los mayores aplausos llega-
ron en la Sonata de Bartk,
en la que su propia actitud
fsica denotaba una mayor
libertad respecto de las exi-
gencias de la partitura. Su
derroche de vigor, franque-
za y precisin rtmica fue
premiado con una ovacin
unnime".
Antonio Iglesias, por su
parte, escriba en -4Cque
con Rnki "gozamos de un
gran jornada pianstica,
partiendo de la bendita se-
riedad conceptual admira-
da en la Sonata Hob.XVl/49
de Haydn, hasta las exce-
lencias conmovedoras -ca-
bra mayor fantasa an- de
la Humoreske, op.20 de Ro-
ben Schumann, tan cerca-
na en sus alusiones a la
Kreisleriana. Luego, ya en
la segunda parte de esta
magnfica sesin, hubimos
un Debussy maravilloso,
con los seis nmeros que
se integran en las dos se-
ries de Imgenes, mil mati-
ces, arco iris fabuloso en
las manos y mente del gran
Rnki. Cerr su programa,
una cumbre del piano de
nuestro tiempo: la maravi-
lla de un personalsimo te-
clado, popular y muy ela-
borado, que se deja admi-
rar en la Sonata de Bartk,
si dentro de la cota elevada
de su joven compatriota
hngaro, no lo mejor re-
suelto de su actuacin.
Rnki aadi la triunfal r-
brica de dos propinas".
MONOGRF I CO MARCO
Madrid. Auditorio Nacional y Crculo de Bellas Artes. 29-111-
00 y 6,10 y 1 l-IV-00. Diversas agrupaciones, solistas y directores.
Obras de Marco, Igoa, Pan, Lutoslawski, Brotons, Rota, Diez, N-
ez, T urina, Manchado, Muoz y Ohana.
H
a continuado la profu-
sa actividad del Centro
para la Difusin de la
Msica Contempor-
nea durante la mitad ltima
de marzo y la primera de
abril. Incluso ha sido mayor
que el habitual el nmero
de las convocatorias en las
que, bien directamente, bien
como colaborador, ha parti-
cipado el ente que dirige
Consuelo Diez. Imposible la
asistencia a todas, ni siquie-
ra a la mayora, s puedo de-
jar noticia y juicio directos
de algunas de las, en mi opi-
nin, ms significativas. Y
as, aun saltndome el orden
cronolgico, quiero empe-
zar refirindome a la sesin
que el Centro le dedic en la
sala de cmara del Auditorio
Nacional al que fue su se-
gundo responsable, T oms
Marco (T l-IV). Exista la tra-
dicin -corta, cortsima, pe-
ro tradicin, al fin y al cabo-
de que al director saliente se
le ofreciera un programa
monogrfico con su propia
obra, y a T oms se le deba.
El pago no ha podido resul-
tar ms completo. T oms
mismo se encarg de de-
mostrar dos cosas: que es
mucha ms la gente que le
quiere y ad-
mira que la
que le envi-
dia; y que
su msica,
con todas
las hetero-
doxias aca-
d m i c a s
que se de-
see, mantie-
ne vidas -y
con visos de
mantenerlas
por siempre- toda su origi-
nalidad de lxico, toda la
fuerza inventiva de las ideas
y de su miscelnea y todas
las copreocupaciones cultu-
rales que informaron cada
pgina. Si llam general
atencin la rica y hermosa
lozana de Terramar (Diver-
timento concertante n" 1),
Toms Morco
de 1992, a m me admir
tambin especialmente la vi-
gencia de la Tauromaquia
de 1976. Sin olvidar, claro, la
madurez que ya preside Re-
cndita armona y E in pos-
so sfomva arena, de 1989
y 1993- A la hora de la ver-
dad, el magnfico grupo de
cmara Modus Novus, dirigi-
do por Jos de Eusebio y
con David Mata de violn so-
lista, explic magistralmente
todo lo dicho.
Una semana antes (29-
III), en la misma sala, el Cen-
tro haba ofrecido otro con-
cierto del mximo inters,
aunque de signo muy dife-
rente. En el sentido de que
no era uno, sino cinco y con
notables diversidades estti-
cas entre ellos, los composi-
tores programados. Nos re-
presentaban el madrileo
Enrique Igoa -reciente pre-
mio del Festival Coral de Se-
gorbe- y el barcelons Sal-
vador Brotons. El primero,
presente y ovacionado, con
su Adagio, de 1983, que se
bis, y el segundo con sus
Poemes de rem y vela, de
1998, sobre versos de Saga-
rra. La orquesta de cmara
Conceno, de Pamplona, di-
rigida por Luis Aguirre, no
slo ofreci
bien expli-
cadas ver-
siones de
a m b a s
obras, sino
que distin-
gui tam-
bin perso-
nalidades y
estilos en
las tres que
completa-
ban el pro-
grama: Tabula rasa, de Arvo
Part -con as violinistas An-
na Przyteck y Jaile Ciraco y
el propio Aguirre al piano,
como solistas-; las Cinco
melodas populares, de Lu-
tosiawski, y Concert per ar-
cbi, de Nio Rota.
Leopoldo Hontan
EVANGELISTA
^ , , 3 5
A C T U A L I D A D
SEVILLA
FINAL C O N NORMA
Sevilla. Teatro de La Maestranza. 7-IV-2000. Bellini, Norma. M. Guleghina, R. Margison, V. Urma-
na, G. Presta, M. Rey-Joly, J. Ruiz. Sinfnica de Sevilla. Coro del Teatro Maestranza. Director musical:
M. Arena. Escenografa: M. Canzoneri. Director de escena: R. Giaccheri.
Maria Guleghina y Richard Margison en Norma de Bellini
Tiene tal fuerza en
Norma la msica, la
vocalidad, que si se
cuenta con cantantes
de primer orden, co-
mo ha sido afortuna-
damente el caso, la
puesta en escena que-
da relegada a un se-
gundo plano. No quiere esto
decir que la escenografa del
pintor palermitano, Michele
Canzoneri, careciese de valo-
res plsticos; los tena, y a ve-
ces con demasiada evidencia,
pero no siempre con acierto
dramtico. Figuras y masas,
atractiva y discutiblemente ca-
racterizadas por la vestimenta
y el maquillaje de Rosella Leo-
ne, formaban, no siempre,
aceptables composiciones en
su estatismo o en sus movi-
mientos. No hay duda de que
Giacchieri, director de la Are-
na de Verona, sabe discurrir
por un escenario, pero el ver-
dadero espacio de esta singu-
lar tragedia no reside tanto en
los elementos fsicos, que pue-
den ayudar o estorbar, como
en los conflictos internos vi-
sualizados por las voces. Y vo-
ces, y muy buenas, haba so-
bre las tablas. La ms fascinan-
te, la del papel principal: la
Norma de Maria Guleghina.
Desde que hizo su aparicin,
se saba que aquel torrente,
cristalino y oscuro, inundara
la noche, la iluminara con se-
renos destellos y rfagas do-
lientes. Se la esperaba en la
mtica Casta diva, que arranc
una gran ovacin, aunque sin
delirio. Despus ella se fue
transformando en una diosa,
de carne y huesos trgicas, en
los recitativos, en los dos,
siempre, hasta el final: Deb
non voterii vittime. Norma ne-
cesita una complicidad para
que su drama cristalice, y esta
vez la tuvo en la Adalgisa de
la impecable Violeta Urmana,
de esplndida lnea vocal. Las
dos voces, untas y por sepa-
rado, eran autntico teatro mu-
sical . Si a estas les aadimos la
del tenor, un Pollione bien en-
carnado por Richard Margi-
son; la del bajo diacomo Pres-
ta, un convincente Oroveso; y
las de Mara Rey-Joly y Flavio
Ruiz, en Clotilde y Flavio, la
conclusin no es otra que el
elenco vocal result excepcio-
nalmente completsimo. Mau-
rzio Arena, conocido del p-
blico maestrante por su Na-
buceo del 97, dirigi con buen
pulso, sabiendo concertar y
acompaar como exige un es-
clo que domina a fondo. El
coro, preparado por La Feria,
obtuvo un nuevo reconoci-
CUIILERMO MNDO
miento. Todos los elementos
del drama: voces, orquesta y
escenografa, convergieron en
un final apotesico. Los deco-
rados haban desaparecido
tras la compacta masa de ne-
gros guerreros y blancos sa-
cerdotes; los protagonistas,
con excepcin de la ausente
Adalgisa, en primer trmino;
de pronio una gran mancha
roja, de lava incandescente,
fue apareciendo por el fondo,
lenta, amenazante, devorado-
ra, hasta afirmar su presencia
por encima de todas las cala-
zas. Era la gran hoguera puri-
ficadora a la que se dirigan
Norma y Pollione entre la mal-
dicin de los Druidas y el llan-
to de Oroveso. El triunfo del
Amor en el triunfo de la Muer-
te. Aqu s la direccin escni-
ca acert plenamente. Msica
e imagen se fundieron en una
nica visin sonora. Un final
el de esta Norma que hubiera
entusiasmado al joven Pedro
Antonio de Alarcn, autor de
Efinal de Norma (1855). Final
con Norma y final de la brev-
sima temporada. Como lo ser
la prxima, por muy normal
que les parezca a las adminis-
traciones y muy incomprensi-
ble a nosotros.
Jacobo Co r t i n e s
CURSO EN
MARCHA
Sevilla. Teatro Central.
12/28-1V-2000- Continuacin
del Curso de Msica Contem-
pornea.
A
n quedan en abril
cuatro conciertos para
que termine el Curso.
Tras la actuacin de los
Solistas ele Sevilla (15-3),
donde se interpretaron
obras de Henze, Boulez,
Gris y de Pablo, e! da 12 ha-
ce su presentacin otra no-
vsima formacin andaluza:
TAiMAgranada, con el pro-
grama Desde ultramar, que
cuenta con seis piezas de
cmara del nonagenario
Eiliott Crter, por el costado
norteamericano, y con isang
Yun (Rencontre, 1986} y To-
ru Takemitsu (Quatrain H,
1977), por la ladera este. El
17 la verstil pianista Joanna
MacGregor aborda un re-
pertorio que incluye a msi-
cos de ayer (Byrd, Dowland,
Bach) y de hoy (Ads, Nan-
carrow, Fairclough, Satoh,
Cage, Harvey, Britwisile -de
quien se estrenan sus Harri-
son's Clocks- y la propia
MacGregor). El recital se
convierte en espectculo
multimedia al contar con las
proyecciones digitales, Bu-
cles en el tiempo, de Andrew
Stones. El 27 Michael Ulti-
mas presenta su nuevo con-
junto: el Greenwich String
Quartet con el programa
Cuartetos de tres continen-
tes, integrado por obras de
Volans (frica del Sur), Ta-
kemitsu (Japn), Zarate
(Premio Luis de Narvez,
Adriessen (Suecia), MacMi-
Ilan (Escocia) y io que se
anuncia como gran nove-
dad; el cuarteto Innebria-
ton del beatie Paul McCart-
ney. Y por ltimo, el da 28,
Teny Riley -teclados, piano,
voz, tampura- y Stefano
Scodanibbio -contrabajo-
harn nuevas versiones de
sus obras y realizarn im-
provisaciones. Cuatro lec-
ciones magistrales de un su-
gerente curso.
El arte necesita una mano que lo cree...
...y otra que lo apoye.
\
Santander Central Hispano
A C T U A L I D A D
VALENCIA
EN LA ESTELA DE CAS ALS
Valencia. Palau de la Msica. 23, 25-111-2000. Misha Maiski, vio-
lonchelo. Bach, Suiespara violonchelo solo, BWV 1007-10/2.
Para tenerlas en dis-
co -las ha grabado
en dos ocasiones,
una a mediados de
'
o s
aos ochenta y
otra ahora mismo
(vid. SCHERZO, n
e
s
58 y 142)- las Suites
de Bach por Misha
Maiski quiz no sean
de! todo recomenda-
bles porque si una virtud tie-
ne por encima de las dems
es la de la irrepetibilidad,
precisamente ia nica que
les est vedada reproducir a
los registros fonogrficos. En
los dos recitales en que el ar-
tista letn present la colec-
cin completa en Valencia lo
que ms asombr fue la sen-
sacin de estar asistiendo a
un espectculo absoluta y
radicalmente creado por y
para una sola vez.
El pblico, que abarrot
la sala de cmara del Palau
los dos das, aplaudi con ca-
lor sostenido, pero el sentido
de los comentarios no poda
ser ms diverso. Si un algo se
coincida era en la altsima
calidad tcnica de las ejecu-
ciones, particularmente en lo
concerniente al bellsimo so-
nido extrado del Monta gna-
na, porque notas fallidas las
hubo y no pocas, lo que tam-
bin resulta innegable que el
Bach de Maiski es inconfun-
dible y a quien pilla con las
defensas del intelecto bajas le
cautiva el corazn. Ante eo
caben dos opciones: o encas-
tillarse en el rechazo de un
Bach tan poco bachiano de
puro romntico o rendirse sin
condiciones a la genialidad
de un intrprete que ha deci-
dido interpretarse, sobre to-
do, a s mismo.
Esta es la nica persona
en el mundo que puede pre-
sumir de haber sido alumno
de Mstislav Rostropovich y
de Gregor Piatigorsk, pero
la influencia que principal-
mente se percibi en esta
ocasin no es la de ninguno
de ellos. Quiz la pista bue-
na la dio el propio Maiski
cuando como liima propina
del segundo recital ofreci El
cant deis ocells.
A.B.M.
Mischa Maiski RAFA MA R TIN
RECONS T RUCCIN AFORT UNADA
. Palau de a Msica. 2-IV-2000. Deborah York, soprano; Christoph Prgardien. tenor; Paul
l.Agnew. tenor; Bernhard Landauer, contraienor; Peier Kooij, bajo; Kiaus Meneas, bajo. Coru y Orquesta
Barrocos de Amsterdam. Director: Ton Koopman. Bach, La Pasin segn San Marcos.
B
ach escribi cinco
pasiones. De la de
San Marcos, desti-
nada al Viernes San-
i de 1731 en Leipzig, lo
i que nos ha lleg-
i s el texto de Pican-
3er, La msica respon-
a la estrategia de la
irodia de material ya
empleado por Bach en
Dtros contextos, de los
iales los nicos hasta
fecha rastreados con
certeza son tres cantatas:
*BWV 198 (la Trauero-
' de), BWV54, y BWV244a.
Para la reconstruccin, Ton
Koopman ha prescindido de
todo lo estudiado y se ha n-
Ton B O * CC REV Koopinan
ventado los recitativos. El re-
sultado de su trabajo se ha
estrenado en la gira de sus
conjuntos de Amsterdam por
Espaa. La sensacin
global es sumamente po-
sitiva. En concreto, los
recitativos suenan muy
verosmiles y el nico
rasgo de anastilosis que
ah se aprecia es cierta ti-
midez en el realce de al-
gunos momentos impor-
tantes como, por ejem-
plo, la institucin de la
Eucarista o el prendi-
miento de Cristo.
La interpretacin se dis-
tingui por su perfeccin
tcnica y fuerte regusto
bachiano. El tenor Christoph
Prgardien declam la parte
del Evangelista con virtuosis-
mo y calor y el bajo Kiaus Mer-
tens la de Jess con nc
toridad. En las arias destac'
Peter Kooij, un bajo de bellsi-
ma materia prima y con los j
medias ms adecuados para
refinarla. El contratenor Bem-
hard Landauer no posee un]
timbre fascinante, pero cant.
de modo esplndido y en el >
n" 21 obtuvo un excelente
acoplamiento con la soprano'
Deborah York, de timbre slo,;
un poco menos que redondoj
en el registro agudo. Al tenor-j
Paul Agnew le correspondie--;
ron dos tremendas arias, que
resolvi con mucha fuerza yj
slo un poco menos de tcni-
ca. Coro y orquesta cumplie-.
ron con gran calidad y equili-;
brio bajo la inspiradsima di-j
reccin de Koopman. 'I
Alfredo Brotons Muoz
A C T UALI DAD
ZARAGOZA
LA CONSAGRACI N DE CHAILLY
Zaragoza. Auditorio, Temporada de Conciertos de Prima-
vera. 27-111-2000. Ivs, La pregunta sin respuesta. Barlak, Msica
para cuenta, percusin y celesta. Scravinski, La consagracin de
laprimavera Sinfnica de Londres. Director: Riccardo Chailly.
Con un nico con-
cieno, el de su pre-
sentacin en la ciu-
O
dad; si me apuran
con una sola obra,
C J la de Stravin.ski,
<
Chailly fue consa-
grado por la aficin
Q zaragozana, directa-
<
mente y sin rdenes
menores, como su
director favorito: tan
mago del sonido co-
mo Maazel; tan ardiente co-
mo Mehta, o ms; con un
programa de ms fuste y
empeo que los de Muti; y
con la ventura de disponer
de mejores huestes an que
N ose da o Pehlivanian. Cier-
to es que el respetable tard
en entrar en calor. Tosedor
y estupefacto ante el cho-
cante dispositivo de La pre-
gunta sin respuesta de Ivs
(trompeta y cuatro flautas
en estrado; cuerda fuera),
acogi tambin con ti-
bieza una Msica bar-
tkiana idiomtica, ten-
sa y magistral en la pla-
nificacin y la tmbrica.
La consagracin, en
cambio, arras. Sin de-
sairar lo que tiene de
herencia del pasado -la
rica orquestacin a lo
Rimski, la bruma de-
bussysta de algn pa-
saje-, Chailly se entre-
g al frenes de un pri-
mitivismo salvaje que
anduvo entre el desa-
sosiego -segunda in-
troduccin- y lo ate-
rrador -Danza del sa- R'ardo Chailly
crificio y sobre todo Danza grana engastada en acero se
de la elegida-. Comprometi-
do con una obra que ama y
entiende, el milans luci
una direccin integral cuya
solidez global no le impidi
revelar detalles jams escu-
chados; como si de una fil-
tratara. Versin de un mpe-
tu arrollador, de una fuerza
expresiva arrebatadora, tam-
bin de finura y transparen-
cia extremas, demostr que
la London Symphony es, co-
mo se le supone, una centu-
RAFA MARTN
ria soberbia. Por enjundia
del programa, y por la di-
chosa conjuncin de batuta
y orquesta, una velada lla-
mada a ser largamente ao-
rada.
Antonio Lasierra
o
o
<
UN SIMPTICO CORNUDO
Dresde. Semperoper. 7-IV-OO Verdi, Falstaff. Gnter von Kannen, Franceses Pedaci, Malgorzaa Wa-
lewska, rsula Hesse. Ashley Holland Timothy Richards, Eva Kirchner. Director musical: ChrisiofPrick. Di-
rector de escena: Ulrich Engelmann. Decorados Hanmut Schorghofer. Vestuario: Chrisiine Stromberg.
El escenario casi va-
Q
c o, con slo unos
cuantos objetos -una
baera, un cubo de
basura, un coche de
nio, un busto de
Verdi-, result fatal
para Ulrich Engel-
mann, ya que su di-
reccin de actores fue dbil
y poco precisa. Se ci con
excesivo rigor al ritmo musi-
cal, creando una especie de
coreografa en lugar de un
lenguaje propio para la obra.
Por otra parte, tampoco su-
po utilizar la
irona ni apro-
vechar los mo-
mentos picos,
y la clebre fu-
ga final no tuvo
nada de origi-
nal. Aqu, sin
embargo, se dio
el nico punto
digno de recor-
darse, cuando
la ondulante le-
la que serva el
suelo se elev
convirtindose
en los rboles
del parque de Windsor.
Por desgracia, tampoco
el aspecto musical corres-
pondi a las expectativas de
una produccin inaugural
del Festival de Dresde. Gn-
ter von Kannen anunci que
se encontraba indispuesto,
aunque su instrumento de
bajo tampoco puede consi-
derarse ideal para el papel
protagonista, ya que resulta
demasiado rudo y limitado
en el agudo. Al menos, lo
que le falt en presencia vo-
cal lo compens con su nada
GQnter von Kannen en Falsaff
caricaturesco retrato de un
simptico fanfarrn. Ashley
Holland hizo un Ford con
momentos vigorosos y otros
muy plidos.Timothy Ri-
chards fue un Fenion excesi-
vamente robusto, Francesca
Pedaci una sensual Alice, r-
sula llesse una enrgica Meg
y Malgorzata Walewska una
autntica contralto, ideal pa-
ra los graves de Quickly,
aunque algo desigual en los
dems registros, mientras
Eva Kirchner hizo una Na-
netta algo anticuada y lacri-
mgena. Chris-
tof Prick, al
frente de la Sta-
atskapclle, no
supo traducir el
esp ritu de la
msica y llevar
con ligereza los
numerosos con-
certantes. El
discurso musi-
cal result, en
consecuencia,
pesado y poco
transparente.
Bernd Hoppe
LIMITACIONES
Berln. Komische Oper. 2-IV-00. PuccinL Manon Lescaut. Karine Babajanyan. Jeffrey Dowd, Mi-
ehael Kraus, Klemens Slowioczek, Andreas Conrad. Director musical: Shao-Cha Lii. Director de esce-
na: Michacl Schulz. Decorados: Dirk Bcckcr. Vestuario: Mano Braghicd.
De rozar los limites
habl aba Michael
Schulz al referirse a
su nueva produccin
de Manon Lescaut
en la Komische
Oper. Aunque la ve-
lada present ms
bien las limitaciones actuales
del joven director de escena,
que no consigui dar a su
produccin un concepto uni-
tario. Los medios estilsticos
eran demasiado heterogne-
os, y los personajes centrales
actuaban de forma excesiva-
mente privada, en torno a
los cuales giraban figuras en-
mascaradas como en una
opereta. Hubo algunos cua-
dros que probaron el talento
de! director, como las som-
br as nubes mostradas al
principio cte la obra en una
pantalla de cine producien-
do un amenazador efecto, o
la aparicin de un guiol que
simbolizaba a Manon prisio-
nera de su propio lujo. El fi-
nal presentaba a los dos ena-
morados con la escena total-
mente vaca, y la muerte de
la protagonista es un mo-
mento mgico, cuando, se-
dienta, va corriendo hacia el
fondo y cae sobre ella una
lluvia plateada como el teln
de un teatro de variedades.
La armenia Karine Baba-
janyan confiri al papel su
agradable y timbrada voz,
con un centro oscuro y algo
spero que fue ganando en
sensualidad y seguridad en
el agudo. Jeffrey Dowd re-
sult al principio pesado y
poco refinado como Des
Grieux, pero el tenor ameri-
cano mejor en las partes de
mayor nfasis y herosmo. El
Lescaut de Michael Kraus fue
toda una revelacin por su
belleza vocal, mientras Kle-
mens Slowioczek fue un Ge-
ronte casi demasiado gentil y
Andreas Conrad un Edmon-
do de voz fresca y gil juego
escnico.
La orquesta, bajo la direc-
cin de Shao-Chia L, toc
de modo voluptoso, pero so-
n a menudo demasiado ro-
busta y dramtica (sobre todo
para las reducidas dimensio-
nes del teatro), echndose en
falta un mayor lirismo y apo-
yo a los cantantes.
B.H.
A C T U A L I D A D
BLGICA
EL S U E N O D E SENTA
Amberes. Opera de Flandes. 16-IV-00. Wagner, El holands
errante. Nina Stemme, Roben Hale, Carsten Stabell, Christopher
Ventris, Susannah Self, Alexd Grigorev. Director musical: Massimo
Zanecti. Direaor de escena: Keith Wamer.
Como las finanzas no
ciaban para una nue-
va produccin, la
pera de Flandes de-
cidi importar de
Minnesota una pro-
duccin de El holan-
ds errante debida a
Keith Warner, el au-
lor del Uibengrin en
Bayreuth del verano pasado.
Si el director britnico est en
este momento claramente de
moda, su versin del Holan-
ds, sin embargo, utiliza ideas
ya bastante vistas. Represen-
tar toda la obra como un sue-
o de Senta se ha convertido
casi en un clich del teatro
musical de hoy. Esto sirve
tambin para la visualizacin
de la obertura (si bien no es
nada fcil animar los casi do-
ce minutos de msica). El de-
corado y la caracterizacin de
Senta hacen pen-
sar a primera vista
en Ibsen. Al fin y
al cabo, la accin
de la pera trans-
curre en Noruega.
Pero Warner est
claramente m.s
interesado en la
psicologa de su
herona y la repre-
sentacin de la so-
ciedad que en lo
folclrico y la
ancdota.
Durante la
obertura, la mu-
chacha mira inin-
terrumpidamente
hacia la imagen del
Holands, fasci-
nada, histrica y
sexualmente exci-
tada, y experi-
menta los aconte-
cimientos que van a condu-
cir al marino hacia ella. La cos-
ta de Noruega, el barco de Da-
land, la hilandera, e! puerto
y el apoteosis final son evo-
cados condesiguai fortuna en
una fra habitacin con sue-
lo de madera. La tormenta y
el mar pueden verse a travs
de seis altos ventanales y es-
cucharse en la orquesra de-
salada por Massimo Zanetti. El
direaor italiano ha opiado por
tempi rpidos, aceptandocon
ello el reto de que el coro y
la orquesta no siempre le si-
gan, pero permitiendo or un
Wagner ligero y transparen-
te, con un fuego autntica-
mente latino.
En el reparto vocal no hu-
bo ningn elemento dbil. Ni-
na Stemme, de principio a fin
en escena, hizo perfectamen-
te creble una oven e impulsi-
va Senta, vigorosa y vulnera-
ble al tiempo, con un timbre
que se expanda sin el menor
esfuerzo. Robert Hale dio al
atormentado Holands una
fuerte presencia escnica y
vocal, proyectando el texto
con gran claridad y expresivi-
dad con su robusta voz de ba-
jo-bartono. Carsten Stabell
otorg a Daland la exacta
Robert Hale en El holands errante
mezcla de humanidad y ambi-
cin, y cant con mucha ro-
tundidad. Chriscopher Ventris
fue un convincente Erik, al
igual que la Mary de Susan-
nah Self y el Timonel de Ale-
xei Grigorev. Los coros, pre-
parados por Peter Bu ran, can-
taron con mucha emocin.
Erna Metdepenninghen
harmo.,
mundi
Novedad
J .S . BACH
Cantatas BWV 29, 119 & 120
Collegium Vocale
. Philippe Herreweghe
De los acentos
casi militares de
Preise, Jerusa-
lem, den Herrn
al testimonio
de prosperidad
de Go, man iobe dich in der Stille -sin
contar las llamativas parodias de la 3" Partita
slo para vidn en Wir danken dir, Gott- las
tres cantatas reunidas en este disco conju-
gan, m perturba bles, la gloria divina y el
orgullo municipal.
ACTUALIDAD
FRANCIA
LA F A N T A S A DE C A R S E N
Pars. Opera-Bastille. 20-111-00. Offenbach. L e s cante s d'Hqffmann. Janez Lotric, Angelika Kirchsch-
lager, Samuel Ramey, Christianjean, Natalie Dessay, Andrea Rost, Enkelajda Shkosa, Tom Krause, No-
ra Gubisch. Director musical: james Conlon. Director de escena: Roben Carsen. Decorados y vestuario
Michael Le vine.
Los primeros minu-
tos del pr l ogo de
esta nueva produc-
cin de los Les con-
te s d'Hqffmann nos
ha hecho reencon-
trar al Roben Carsen
que ms apreciamos, cun ese
espacio vaco en el centro
del cual descansa el poeta
rodeado ci cascos dt bote-
llas. De repente, la escena se
anima, y podemos apreciar
que el director canadiense
va a multiplicar los significa-
dos de la obra con una ele-
gante habilidad, ya desde la
primera cita de Don Giovan-
ni, mientras aparece en pri-
mer plano, iluminada por lu-
ces de nen, la cantina del
teatro donde se va a desarro
liarla pera.
Para los tres actos, pre-
sentados a modo e flas h -
back, Carsen se traslada pri-
meramente al escenario de
una sala de pera, despus
al foso de orquesta de ese
mismo teatro, donde figuran
los instrumentos abandona-
dos y desde donde se ve el
Andrea Ros! y Samuel Ramey en Los cuentos de Hoffmann
escenario en el que se re-
presenta el triste destino de
Antonia, y por ltimo el ac-
to de Venena, situado en el
proscenio de la misma sala,
frente a las butacas de ter-
ciopelo rojo que ondulaban
al ritmo de la clebre Barca-
rola. Inmersa formidable-
mente en el imaginario tea-
tral, esta lectura virtuosstica
de los Cue ntos de Hoffmann
pasa revista a tres tipos de
pera: cmica, trgica y fan-
tstica. Para completar la de-
mostracin, los avatares dia-
blicos de Lindorf le trans-
forman en director de or-
questa y luego en director
de escena, todo ello enca-
denndose y funcionando a
la perfeccin, aadiendo
imgenes de gran fuerza a
unas sensaciones maravillo-
sas.
En perfecta sintona, la
perspicaz direccin musical
de James Conlon atenu el
carcter fragmentario de la
partitura de Offenbach.
acentuando, por el contrario,
sus impulsos dramticos, al
frente de una orquesta y un
coro resplandecientes.
En el reparto, el slido
tenor Janez Lotric fue un
Hoffmann perjudicado por
un fsico poco agraciado, la
Antonia de Andrea Rost estu-
vo aquejada de un excesivo
vbralo, y la Giulietta de En-
keledja Shoksa se hizo notar
por sus desbordamientos vo-
cales. El resto del equipo fue
excepcional, comenzando
por el doble papel de Mu-
sa/Niddausse a cargo de una
cautivadora Angelika
Kirchschlager. Samuel Ra-
mey estuvo vocalmente re-
gio en los cuatro personajes
malficos, y Natalie Dessay
obtuvo como Olympia uno
de sus ms merecidos triun-
fos gracias a la apabullante
agilidad de su gran aria, con-
firmando una irresistible ap-
titud para la comedia y ofre-
ciendo as un inolvidable n-
mero de humor belcantista.
Bruno Serrou
T R A D IC ION A L GOUN OD
s. Grand-Thtre. 26-111-2000. Gounod, Rome o e tjulie tte . Norah Amselem. Matthew Po-
lenzani. David Grousset, Fernand Bernadi. Claire Larcher. Marie-Thres Keller, Alain Gabriel. Coro de
la pera de Burdeos. Orquesta Nacional Burdeos-Aquitania. Director musical: Jonathan Darlington,
; Directora de escena: Sandrine Anglade.
I
jdVH?S
s
La nueva produc-
cin de Rome o y Ju-
lie ta del Gran Tea-
tro de Burdeos se
mantuvo dentro de
unas lneas muy tra-
dicionales, utilizan-
do nicamente una
pasarela central y un
sistema de escaleras
para la movilidad de
[os personajes como ele-
mentos innovadores. La di-
reccin de escena de Sandri-
ne Anglade se centraba en
un movimiento muy acerta-
ndo del coro y de los perso-
najes principales, que hac-
an que la produccin fuese
coherente en su totalidad.
El reparto vocal se pue-
de calificar de estimable, re-
saltando la juventud de la
mayora de sus componen-
tes. Para comenzar, la Julieta
de Norah Amselem, quien
supo traducir los diferentes
estados por los que deam-
bula la atormentada prota-
gonista, desde la joven ena-
morada del primer acto has-
ta la mujer suicida de la lti-
ma escena. Su voz es lrica,
de volumen suficiente, y tie-
ne la coloratura necesaria
para la interpretacin del Je
ve ux vivre del primer acto.
Matthew Polenzani co-
mo Romeo desempe su
papel con carcter, ofrecin-
donos un Ah! lve -toi s ole il!
de gran apasionamiento. En
los dos con Julieta, las vo-
ces se empastaron de forma
admirable y lograron trasmi-
tir la enorme carga emotiva
que desprenden sus perso-
najes.
El bartono francs Da-
vid Grousset fue un Mercu-
tio que cant toda su parte
con mucha fuerza y realiz
una gran interpretacin de
la Balada de la Re ina Mab,
mostrando una voz de bar-
tono lrico de gran belleza.
Por otro lado. Fernand Ber-
nadi, pese a su juventuc.
ne una voz de bajo muy'
compacta e interpret su pa-
pel de Frre Laurent con!
gran humanidad, teniendo-
su momento culminante eri'
la escena con Julieta del-
cuarto acto. A destacar tam-!
bien la desenvoltura del.
Stphano de Claire Larcher, (
y el Tybait exaltado y vio-
lento de Alain Gabriel.
La orquesta realiz ui
gran trabajo, exhibiendo ur
bello sonido, sobre todo re
saltado por la seccin
cuerda. El director Jonathan i
Darlington dirigi con apa-;
sionamiento y supo extraer'
toda la belleza de os con-
certantes, ejecutados de ma-i
era impecable. '
Carlos Sinz Medinat
- ( \\U-y.
A C T U A L I D A D
FRANCIA
M EJO RES V O C E S Q U E I D E A S
Una escena de Mitridate en el Teatro de Chtelet. M.N. ROBERT
verdadero lujo. Christophe
Rousset, [que ya haba diri-
gido la obra en la pera Na-
cional de Lyon en 1998, des-
pus de llevarla de gira por
medio mundo y ames de
grabarla para Deccal estuvo
aseado, aunque evidenci
Pars. Thtrc du Chtelet. 1-IV-2000. Mozart, Mitridate re di Ponto. Giuseppc Sahbani. Barbara
Frinoli, PatriziaCiofi,SandrinePiau, BrianAsawa, Arme-Lise SolliedyMarkTucker. LesTalensLyriques.
Director musical: Christophe Rousset. Director de escena: Jean-Pierre Vincent. Nueva Produccin.
itridaie Re di Poti-
to fue una de las
ltimas obras ma-
estras de juventud
de Mozart que an
quedaban por re-
cuperar en nuestro siglo,
hasta que el Festival de Salz-
burgo la desempolv (en for-
ma de concierto], gracias a
la tenacidad investigadora
del director Leopold Hager
[que la ha llevado al disco
en dos ocasiones!. Tras su
exhumacin en 1970, la pe-
ra rara vez lleg a progra-
marse en un teatro durante
esa dcada y la siguiente,
entre otras cosas, por care-
cer del ms elemental senti-
do dramtico. No obstante,
en los ltimos aos se ha
despertado un cierto inters
por la obra, dejndose ver
con regularidad en Londres
(Covent Garden), Varsovia
(pera de Cmara), Madrid
(ltimo Festival Mozart),
Salzburgo (Semana Mozart y
festival de verano), Lyon
(tambin con Rousset) y
ahora Pars. Otro de los con-
dicionantes que tambin ha
podido influir en los directo-
res e intendentes de los tea-
tros para no escenificar ms
a menudo esta pera seria
[escrita por Mozart a los 14
aos] ha sido a dificultad
aadida de tener que reunir
a un reparto vocal de garan-
tas que apechuge con la
vertiginosa sucesin de vein-
tids arias -y sus abundantes
da capo-, cinco de las cuales
estn destinadas al pobre te-
nor, que se ve obligado a
cantar en una tesitura inc-
moda y endemoniada. El ita-
liano Giuseppe Sabbaiini es
uno de los pocos tenores ac-
tuales del escalafn de los l-
rico-ligeros que poda acep-
tar el reto y adems salir ai-
roso y vaya s lo consigui!
Por su reciente grabacin
para Decca (1998) -iambin
con Rousset- sabamos que
el papel de Mitridate !e ve-
na como anillo al dedo, pe-
ro una cosa es lo que sale de
un disco y otra muy distinta
lo que se oye en un teatro.
Sabbatni posee una tcnica
impecable, usa el falsete con
inteligencia, apiana con su-
mo gusto y salva los imposi-
bles saltos de octava con
una deportvidad vocal fue-
ra de lo comn. El agudo
nunca pierde brillo, a pesar
de los exigentes do natura-
les escritos, y los graves
siempre suenan firmes y
bien apoyados. En los nu-
merosos recitativos -nada
fciles, por cierto, pues re-
sultan muy incmodos para
un tenor al estar escritos en
una tesitura muy central- es-
tuvo realmente magistral. El
xito fue grande para l,
aunque tambin hubo algu-
na disensin. El resto del re-
parto ray tambin a una
gran altura: Barbara Frittoli
abord con total solvencia
vocal y una gran musicali-
dad el difcil papel de Sifare,
Patrizia Ciofi estuvo segura
y dominadora de los agudos
de Aspasia, Sandrine Piau
fue una musical y delicada
Ismene y el joven contrate-
nor norteamericano de ori-
gen oriental Brian Asawa -
tambin presente en la gra-
bacin- estuvo muy entona-
do, luciendo una voz muy
homognea y bien timbra-
da. En fin, Anne-Lise Sollied
(Arbate) y Mark Tucker
(Marzio) completaron con
su buen hacer un reparto de
una cierta inseguridad tcni-
ca en el foso. Apoyado
constantemente en Adrin
Chamorro [excelente con-
certino de Les Talens Lyri-
ques y de otras orquestas de
instrumentos de poca],
Rousset se limit a dirigir a
los cantantes, mientras ste
haca lo propio con la or-
questa, que no siempre so-
n pulcra y afinada. La pro-
puesta esc nica de J e a n- P i e -
rre Vincent no tuvo ningn
inters, fue demasiado est-
tica y pesada y abus en ex-
ceso de la figuracin (28 ac-
tores). Los decorados multi-
colores -y un tanto naif- de
Jean-Paul Chambas tampo-
co ayudaron demasiado a
clarificar una escena, que si-
tuaba la accin dentro de
un espacio intemporal crea-
do a base de perspectivas
diagonales tomadas de las
pinturas metafsicas de Gior-
gio de Chirco.
A ntonio M oral
4 3
F
A( I U A I I I ) Al )
HOLANDA
U n can cion ero
d e ilusion es
y d esen can tos
Una biografa musical de Alfonso X el Sabio
a travs de sus cantigas ms personales
IAS CANTIGAS Dt ALFONSO F SABIO
Grupo SEMA
Dir.: Pepe Rey
Re..- DO 0001 {2 CD + libro de 91 pgs.
(Textos originales con traduccin espaflota e inglesa
P.V.P. recomendado: 3.995 ptas.-
El grupo SEMA, fundado en 1974, prsenla la
ms reciente de sus aclamadas grabaciones.
Distribucin exchniva pan Espaa:
44* U
t-aiill: micm*t*Jmcnus1(r.H
de Ja edkin: Mara
Q U E LO CA JO R N A DA
Amsterdam. Muziektheater. 25-III-20OO Rossini, l'uaana in
Algeri. Mnita Bacelli, Peter Rose, Juan Jos Lopera. Roberto de
Canda, Umberto Chiummo. Silvia Tro y Annamaria dell'Oste Di-
rector musical: Julin Reynolds. Director de escena, decorados y
vestuario: Dao Fo.
Estrenada en el Festi-
val de Psaro de 1994
< y presentada en la
temporada 1995-96
del Muziektheater de
Amsterdam, la recien-
te reposicin de La
italiana en Argel de
Rossini, que pari el
flamante nobel italia-
no Dario Fo, es una
de "las locuras orga-
nizadas" -como tan
^ " ^ acertadamente defi-
ni Stendhal- ms alucinantes
que se pueden ver en un es-
cenario. Escritor, actor, esce-
ngrafo, director y autor tea-
tral, payaso profesional y acti-
vista poltico, el genial Dario
Fo riza el rizo de la pera ms
disparalada de Rossini y mon-
ta una fiesta por todo lo alto
con una de la.s cimas del g-
nero bufo italiano. Ocurre de
todo y se hace de todo. Ade-
ms de caniar, se danza, act-
an mimos en los cam-
bios de escena, hay
nmeros circenses,
zancudos vagando
por el escenario, va-
rias decenas de cam-
bios de decorados y
mil gags... Son tantas
las cosas que pasan
en la escena que el fir-
mante no tuvo tiempo
de digerirlas y menos
an de contrselas a
ustedes.
Poco inters tuvo,
por otra parte, el re-
parto vocal y menos
an la tediosa direc-
cin musical de! bri-
tnico Julin Rey-
nolds -experto rossi-
niano!, .segn deca el
programa de mano-,
y que result todava
ms pattica por la chispa y
el desenfreno de la escena. El
bajo -tambin ingls- Peter
Rose fue un Mustafa ms que
suficiente en !o vocal pero
con un estilo demasiado tos-
co. Monica Bacelli, que se es-
trenaba como Isabella, mos-
tr buenas maneras y una voz
adecuada, pero le queda an
mucho trabajo por delante
para dar consistencia vocal y
credibilidad escnica a la be-
lla italiana, El tenor colombia-
no Juan Jos Lopera, que po-
co a poco se va abriendo un
hueco entre los mejores teno-
res rossinianos del momento
actual, cant con muy buen
gusto e irreprochable musica-
lidad el papel de Lindoro,
aunque todava tiene que re-
solver algn que otro proble-
ma de afinacin por las altu-
ras. Correcto sin ms el Tad-
deo de Roberto de Candia y
bien el Haly de Umberto
Chiummo. Por ltimo, !a mez-
zo valenciana Silvia Tro -que
ha desaparecido sin saber
bien por qu del mapa de Es-
paa- est llamada a empre-
sas mayores y cant una muy
buena Zulma. Justo todo lo
contrario ocurri con la so-
prano italiana Annamaria
Juan los Lopera en I/italiana n Algeri
dell'Oste que no par de ca-
lar como Elvira. En fin, habr
que ir a Psaro dentro de un
par de aos para que esta Ita-
liana de Rossini, reinventada
por Dario Fo, recobre el es-
plendor vocal.
Antonio Moral
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ACTUALIDAD
ITALIA
U N DRAMA ESPIRITUAL
Turn. Teatro Regio. 21-LU-OO. Pizzetti, Assassinio nella catiedraie. Ruggero Raimondi. Director mu-
sical: Brun<j Bartulctti. Director de escena: John Cox. Decorados y vestuario: Ciovanni Agostinucci.
Z
A1 p o n e r e n e s c e n a
. Asesinato en la cate-
dral, extrada de la
traduccin italiana de
Monseor Castelli del
drama en verso Mur-
der in he Cathedral
(1936) de T. S. Eliot, y estre-
nada en el Teatro alia Scala
en 1958 -es decir, cuando ya
se haban dado a conocer los
inventos post-seriales de No-
no, Maderna, Berio, Donato-
ni y Clementi-, el Teatro Re-
gio de Turn ha rendido ho-
menaje no slo a Ildehrando
Pizzetti (1880-1968), sino a
todo un grupo de autores ita-
lianos: Respighi, Malpiero,
Casella y Franco Altano, a los
que Massimo Mil a oportuna-
mente bautiz como "Gene-
racin de! 80". Autores que
estuvieron en activo este si-
glo y se caracterizaron por su
decidida voluntad en contra
del concept o de tradicin,
particularmente operstica.
Sin embargo, precisamen-
te en esta pieza, Pizzetti pare-
ce ms inspirado por una
identificacin espiritual con la
obra de Eliot que por una re-
al intencin renovadora. Su
Ruggero Raimondi en Asesinato en
msica, caracterizada por el
peculiar uso de un recitativo
salmodiante, slo por mo-
mentos interrumpido por un
canto arioso ms meldico,
coros de impostacin clsica
y breves interludios instru-
mentales, que ofrecen la ni-
ca alternativa a la reinante ho-
mogeneidad, permanece ale-
jada de la problemtica mo-
derna. La idea de Eliot de que
el drama debe ser una "acti-
tud moral", y como tal des-
provisto de autnticas cuali-
dades teatrales, se traduce
idealmente en Pizzetti en un
una teora musical inspirada
la catedral de Pizzetti
en la ms elevada forma de
religiosidad humana y divina.
En la pera, tanto en la msi-
ca como en el libreto, la figu-
ra de Santo Tomas Beckett
(arzobispo de Canterbury,
asesinado el 29 de diciembre
de 1170 por los emisarios del
rey Enrique 11, del que era ca-
pelln y amigo) se impone
como smbolo de la integri-
dad y, al mismo tiempo, de la
abstraccin del martirio.
pera concebida en su
da para el incomparable ba-
jo Nicola Rossi-Lemeni, que
la interpret tambin en el
antiguo Liceu (en 1958 y
1978), tiene en su principal
personaje tambin su razn
de ser y su momento ms fe-
liz: la homila de Navidad,
que interrumpe el interludio
entre los actos primero y se-
gundo. Ruggero Raimondi
pareci el nico posible he-
redero del incomparable ma-
estro por su altsimo nivel vo-
cal y dramtico. La compleji-
dad coral de la pera fue re-
suelta admirablemente por
un reparto bien entrenado y
por el preparadsimo coro de
Bruno Casoni, descacanclo la
impresionante labor de Bru-
no Bartoletti (que dirigi la
obra en Trieste en 1958), cu-
ya batuta fue fundamental pa-
ra la lectura de este gran fres-
co musical. Menos interesan-
te result la puesta en escena
de John Cox (con un decora-
do plmbeo y un vestuario
sin personalidad de Giovanni
Agostinucci), que intent una
imposible actualizacin ha-
ciendo pasear por la catedral
a un grupo escolar. L'n mon-
taje sin ngel donde, en cam-
bio, el ridculo involuntario
estuvo siempre a puni de
estallar.
Andrea Meri
LOS ENIGMAS DE ARI ADNA
Miln. Teatro alia Scala. 8-IV-00. R. Strauss. Ariadne aufNaxos. Mariana Zvetkova.JonVillars, Lau-
ra Aikin, Iris Vermilion, Jochen Schmeckenbecher. Director musical: Giuseppe Sinopoli. Director de
escena: Luca Ronconi. Decorados: Margherita Palli. Vestuario: Cario Diappi.
fe
Co mo s a be n l os afi-
c i o n a d o s , Ariadne
^__ aufNaxos es tal vez
la pera ms enigm-
tica y conceptual-
mente compleja com-
puesta por la pareja
Richard Strauss/Hu-
go von Hofmannsthal: por
esa razn, el Teatro alia Scala
de Miln ha confiado la nue-
va produccin a dos nom-
bres consolidados: Giuseppe
Sinopoli y Luca Ronconi. El
resultado, sin embargo, ha si-
do excelente en !o musical
aunque no tanto en lo esc-
nico. La idea de distinguir el
Prlogo de la pera propia-
mente dicha dio como resul-
tado la imposible compren-
sin del sutil juego de asocia-
ciones derivado de las refe-
rencias al teatro dentro del te-
atro, slo parcialmente com-
pensada por las refinadsimas
alusiones iconogrficas a
Bcklin, para la isla de Na-
xos, y a Watteau para las ms-
caras de la commedia del'ar-
te. Lo que no se comprende
es qu significa para Ronconi
esta Ariadne. una operacin
retrospectiva, centrada en el
anlisis de los mecanismos
de la creacin artstica? un
intento de reaccin, en el pe-
rodo de la experimentacin
schoenberguiana? una refle-
xin sobre la herencia confia-
da a los creadores de la his-
toria, tanto en la msica co-
mo en la literatura? Quiz un
poco de todo, aunque sin una
lnea coherente.
Por el contrario, la direc-
cin musical de Sinopoli,
bien secundado por la or-
questa de la Scala, fue me-
morable. El director venecia-
no supo diferenciar tmbrica-
mente el Prlogo de la pe-
ra; si en el primero el sonido
era seco y descarnado, des-
pus se volvi de extraordi-
naria riqueza y sensualidad.
Pero, sobre todo, extendi
un velo de increble melan-
cola, una ptina de tristeza
que no desapareci siquiera
en las bufonescas apariciones
de las mscaras; el maestro
supo demostrar, adems, la
desconcertante modernidad
de algunos efectos tmbricos,
sobre todo en el prlogo,
cuando la inslita combina-
cin de vientos y piano en un
teatro de pera produce un
sentimiento de autntica ex-
traeza.
El reparto, en conjunto, se
desenvolvi con correccin,
con una actuacin de autnti-
ca relevancia: la Zerbinetta
de Laura Aikin. Menos con-
vincente fue la Ariadne de
Mariana Zvetkova, incapaz
de abandonos sensuales y no
siempre perfecta en la ento-
nacin. Discreto el Baco de
Jon Villars, un tanto vocife-
rante, y bien el Compositor
de Iris Vermillon, as como el
Maestro de Msica de Jochen
Schmeckenbecher.
Carmelo Di Gennaro
A C T U A L I D A D
MONACO
WEEK-END R OS S I N I A N O
Montecarlo. Opera. 17. 18 y 19-111-00. Rossini, Afose in tgiito, La Genrentela e II lurco in Italia.
Director musical: Maurizio Benini. Director de escena, decorados y vestuario: Pier Luigi Pizzi.
O
Los estudiosos de la
msica han sosteni-
^ ^ do a menudo la sus-
Uncial consangui-
<
neidad entre las
peras bufas y las
C J peras serias firma-
das por Gioachino
Rossini. El pblico,
por el contrario,
siempre ha tributa-
O
do grandes honores
al Rossini bufo, ocu-
pndose poco o na-
da del serio, hasta
que ha llegado el
excelente Rossini Opera Fes-
tival de Psaro. que ha con-
tribuido, entre otras cosas, a
situar correctamente la gi-
gantesca altura artstica del
gran compositor. Nacido en
una poca que estaba decli-
nando (el siglo XVIII), pero
a la que permaneci -en sus
valores y en las conviccio-
nes personales- perspicaz-
mente ligado, Rossini escri-
bi dramas serios de riguro-
sa estructura, en las que la
temperatura dram-
tica est siempre
orientada hacia un
orden formal supe-
rior; pero, del mis-
mo modo, tambin
las peras bufas
-que ponen en evi-
dencia de modo im-
placable los afanes
de la ascendente cla-
se burguesa- estn
construidas de un
modo racionalmente
claro. Al maestro le
bastaba un cambio
de acento, una mo-
dificacin de la tona-
lidad bsica -de ma-
yor a menor- para
utilizar un material
musical similar en
contextos completa-
mente diversos.
La pera de Montecarlo,
tambin para demosrrar al
pblico la validez de tantas
posiciones crticas, ha deci-
dido montar y presentar en
tres das sucesivos (en tres
fines de semana de marzo)
oirs tantas peras del pesa-
res: Mos in Ogitto, Ceneren-
tola e // turco in Italia. Para
garantizar la demostracin
de la estructura unitaria del
pensamiento musical y esc-
nico, se ha confiado al mis-
mo director musical (Mauri-
zio Be ni ni) y escnico (Pier
Luigi Pizzi) la responsabili-
dad y el honor de probarse
en este reto. Tambin ha si-
do un homenaje, adems de,
naturalmente, al gran Rossi-
ni, al talento de Pier Luigi
Pizzi, autor de tres espect-
culos realmente bellos y co-
herentes bajo cualquier as-
pecto.
Mos in Egitto, fechada
en 1819, fue compuesta pa-
ra aples, y luego retoma-
da -con modificaciones sus-
tanciales- para la pera de
Pars con el ttulo de Moise
et Pharaon-, la versin na-
politana, ms concisa y efi-
caz, impresiona no slo por
la fuerza expresiva de algu-
nas pginas, sino sobre to-
do por el hecho de que, a
comprender que, en Rossi-
ni, hasta los sentimientos
ms violentos estn filtra-
dos a travs de la racionali-
dad de la estructura musi-
cal. Del mismo modo, Beni-
ni dirigi excelentemente la
Orquesta Filarmnica de
Montecarlo (de forma mag-
nfica se desenvolvi tam-
bin el coro), sacando a la
luz una estructura musical
que recuerda los propileos
de la Acrpolis. Un extraor-
dinario intrprete del papel
de Mos fue Udebrando
D'Arcangelo, artista dotado
de una voz bruida y pasto-
sa, adems de contar con
una magnfica presencia es-
cnica. Junto a l destaca-
ron Cario Lepore (Faraone),
Gusy Devinu (Elcia), mien-
tras la prestacin de Antoni-
no Si rag sa (Osiride) resul-
t ms oscilante; cantaron
asimismo muy bien Erzse-
bet Erdely (Amenofi), Ales-
sandra Capici (Amaltea) y
Matteo Lee (Aronne).
La Cenerentola en la Opera de Montecarlo
pesar de su ttulo, no existe
un autntico protagonista,
tratndose ms bien de una
pera coral. El planteamien-
to escnico de Pizzi respeta
la esencia neoclsica de es-
ta partitura, imponiendo a
los cantantes una gestuali-
dad hiertica, a fin de hacer
La Cenerentola, una de
las obras maestras cmicas
de todos los tiempos, fue
ambientada por Pizzi en los
aos 30, con una puesta en
escena de extraordinaria so-
briedad y buen gusto; el arri-
bismo rampante de Don
Magnifico (interpretado por
el estupendo Bruno Pratic)
chocaba contra la nobleza
de nimo de Ramiro (un me-
diocre Jorge Lpez-Yez).
Absolutamente irresistibles
resultaron el Dandini de Pie-
tro Spagnoli (artista verstil,
excelente bajo cualquier as-
pecto) y una encantadora
Anna Caterina Anlonacci, re-
almente esplndida en la
transformacin de humilde
criada en gran seora, mien-
tras Michele Penusi fue un
Alidoro de extraordinaria
clase. Tambin en este caso
encontr Benini la clave jus-
ta, dispuesta a poner de re-
lieve tanto el imparable me-
canismo cmico como la ve-
lada melancola, as como
para demostrar la supuesta
unidad de concepto entre o
cmico y bufo. Cerr estos
tres das rossinianos // turco
in Italia, otra bellsima pro-
duccin, que evita cualquier
comicidad burda y de dudo-
so gusto, situando la accin
en una aples de princi-
pios de siglo, en una am-
bientacin obtenida median-
te la proyeccin de fotos de
poca. As, con gran
simplicidad. Pizzi
refleja los ms di-
versos ambientes,
imponiendo a los
cantantes una movi-
lidad llena de ritmo.
Benini, aqu, resalt
la libertad, el juego
que Rossini se per-
mite con el lengua-
je, sobre todo en el
trepidante final pri-
mero, para eviden-
ciar de qu forma el
desorden social pa-
sa a travs de la
confusin mental.
Estuvo extraordina-
rio Michele Pertusi
(Selim), un cantante
muy completo, muy
bien Bruno Pratic
(Don Geranio) y la bella An-
geles Blancas Guln (Fiori-
lla), y ms que dignos resul-
taron John Osborne (Narci-
so), Domenico Colaianni
(Poeta) y Mireia Pint (Zai-
da).
Carmelo Di Cennaro
4 /
WWW.
hnh.com
Uno de los conciertos para
violin ms inolvidables del
del mundo*
na,
GLASS
Violin Concert
Pnludr and Ducr tnaa Akhiutm Campany
Adck Anthony. Violin
siglo XX
Esta nueva grabacin del Concierto para
violin (1987), la primera obra orquestal de
Philip Glass, muestra ms que ninguna otra
su particular estilo de composicin y su
gran personalidad.
1 disco se completa con los cuatro
movimientos de Company y el preludio y
danza de Akhnaten.
8554416: Una irresistible
presentacin de dos de las
obras corales ms populares
de Haydn.
8.554432: "La serie dirigida
por Tintner ha resultado casi
sin excepcin excelente ...pero
este CD es el mejor de todos."
clussicsioday.com, Naxos 8.553454
8.554293: El decimotercer
volumen de la serie dedicada
a la msica orquestal de
Glazunov, la ms amplia que
ha salido en disco.
8.554567: Dos obras de
deslumbrante contraste
compuestas por una de las
voces musicales ms
inventivas del siglo XX.
8J54722: Los ganadores del
Grand Prix en el concurso de
Evian de 1987 de Cuartetos
de Cuerda interpretan dos de
los ms grandes cuartetos
franceses.
8.554641.: El tal<
excepcional del Cuarteto
Maggini y de Peter Donohoe
se combinan para producir un
deslumbrante efecto.
faxos ha
'descubierto' otro conjunto
de primera clase..."
dasskstnday. com
sobre Naios 8.554744
8.553715: Una atractiva
muestra de msica orquestal
que refleja el rico entramado
de la nueva cultura musical
sueca.
Otras novedades para este mes:
8.553612 Poulenc - Msica de cmara, Volumen 2 (Varios artistas) 8.553924 Krebs - Msica para rgano, Volumen 1
(Gerhard Gnann) 8.554498 Falla - Obras para voz y piano (Schirmer Ensemble) 8.554603 Bach - Conciertos para violin
(Edicin Bach. Volumen 2) (Cologne Chamber Orchestra; Helmut Mller-BrhJ) 8.554720 Ibert - Msica para piano (Hae-won
Chang) 8.554838 Salieri - Oberturas (Slovak Radio Symphony Orchestra (Bratislava); Michael Dittrich)
'Primero en nmero de novedades. * Primero en repertorio disponible.
A C T U A L I D A D
SUIZA
D U E L O EN ROJO
Zurch. Opemhaus. 2-IV-OO. Donizetii, Anna Bo-
lena. Ediia Gruberova, Vesselina Kasarova, Lszlo Pol-
car, Reinaldo Matas. Irene Friedli, Oliver Widmer. Di-
rector musical: Paolo Carignani. Director de escena:
Gian-Carlo del Monaco. Decorados: Mark Va i sanen.
Vestuario: Mare-Luise Walek.
Naturalmente, no es
un duelo a sable o
pistola sino de voces.
Edita Gruberova, la
reina de la coloratu-
ra, encuentra en Ves-
selina Kasarova una
digna rival. La una,
ms bien artificial; la
otra, ms dramtica. Pero nin-
guna de ellas se queda aisla-
da en su propio lucimiento.
La primera, junto a unos agu-
dos magnficamente proyec-
tados y una deslumbrante bri-
llantez, parece haber apren-
dido la leccin dramtica de
Mara Callas. La segunda, por
su parte, demuestra cmo se
puede traducir el sentimiento
ms conmovedor con loda la
dulzura del bel canto. En con-
clusin, el supuesto duelo
termina en tablas.
En el camino se quedan,
.sin embargo, lo.s hombres:
Lszlo Polgr como un plido
Enrico, Reinaldo
Macas en un
Percy de delica-
do canto pero al-
go ridculo en es-
cena, y Oliver
Widmer como un
rgido Lord Ro-
chefort. En el fo-
so, Paolo Carig-
nani se preocup
por mantener un
discurso fluido,
con perfeccin
no siempre ga-
rantizada y brus-
cos ataques en
fortissimo. Todo
ello fue el envol-
torio que rode a
estas dos excitan-
tes damas pelirro-
jas en el escena-
rio, que peleaban
tan vehementemente por el
mismo y poderoso hombre.
La historia precede ero-
Edita Gruberova y Vesselina Kasarova en Anna Bolena
Monaco dirigi re-
cientemente en
Zurich. Lo que sig-
nifica que nos en-
contramos el mis-
mo marco escni-
co (grandes y os-
curas paredes, que
dejan ver unos r-
boles al fondo, y
en primer plano
objetos simblicos
como cadenas y li-
bros antiguos). El
vestuario es del si-
glo XX, y el rey lle-
va sombrero negro
y gafas de sol co-
mo un capo de la
mafia. Del Monaco
tuvo una idea ms
bien superlua: ha-
cer salir a la hija de
Anna, la futura Isa-
bel I, con su mu-
eca. Al conocerse
- !a sentencia de
^ muerte contra su
madre, la nia
arranca la cabeza a
nolgicament a otra pera
donizettiana (Roberto Deve-
reux), que Gian-Carlo del
ia mueca.
M.C.
FATIGADA LIRA
Zurich. Opemhaus. 18-IIT-2OOO. Gluck, Orphe et Eurydice. Deon
Martina Jankova. Director musical: William Christie. Directora de escena:
Ferretti. Vestuario: Gabriella Pescucci. Coreografa: Micha van Hoecke.
D
ebera haber sido un punto ron el ballet final (del que se pres-
culminame en la fastuosa cindi en Zurich, aunque tenien-
oferta de la temporada de do en cuenta lo que nos depar
la pera de Zurich: la inau- el coregrafo Micha van Hoecke
van der Walt, Luba Orgonasova,
Liliana Cava ni. Decorados: Dante
I
culminante en la fastuosa
oferta de la temporada de
la pera de Zurich: la inau-
guracin de un ciclo Gluck, con-
fiada musicalmente a uno ele los
especialistas en la interpretacin
barroca. William Christie, al que
se una una directora escnica
italiana de renombre, Liliana Ca-
vani. A esto se aada el reto de
escuchar la pera ms emblem-
tica de su autor en la raramente
escuchada versin francesa (que
el compositor cre doce aos
despus de su estreno vienes pa-
ra Pars): Orpbe el Eurydice.
El arriesgado proyecto, sin
embargo, no ha alcanzado la al-
tura prevista, debido fundamen-
talmente a dos poderosos puntos
negativos: un protagonista supe-
rado por el papel y una produc-
cin que ofreca bellas imgenes
en lugar de enfrentarse de modo
particular con el mito.
Las principales variantes de
Gluck en la versin francesa fue-
en el inferno, casi nos alegramos
de ellos), recitativos y sobre todo
la transformacin del persona|e
principal. Orfeo, destinado origi-
nalmente a un cstralo (y hoy ca-
si siempre interpretado por una
mezzo), fue reescrito para tenor
en una tesitura extremadamente
alta. Deon van der Walt mostr
sus limitaciones ante estas exigen-
cias, con agudos dbiles, lamen-
tos monocromticos y escasa lim-
pieza en ia invocacin a las som-
bras infernales. Un cantante con
la lira fatigada y la voz forzada.
La representacin se resinti
considerablemente de las limita-
ciones de este Orfeo, ya que su
noble personaje permanece
constantemente en escena y, sin
embargo, nunca se hace creble.
Junto a l, la siempre segura Lu-
ba Orgonasova como Euridice y
la voltil Martina Jankova como
Amor tuvieron un papel limita-
do. Esta ltima tuvo a su cargo el
momento ms feliz de la repre-
sentacin, cuando el dios del
amor entr pedaleando sobre
una bicicleta, vestido como un
alegre y encantador muchacho.
William Christie tuvo que ha-
cer abstraccin de este reparto, y
prefiri concentrarse en el come-
tido instrumental, para lo que tu-
vo a su disposicin la Orchestra
La Scintilla, un conjunto de la
Opera de Zurich que se ha inicia-
do en la ejecucin con instru-
mentos originales. Los instrumen-
tistas tienen experiencia en esto
por su colaboracin con Nikolaus
Hamoncourt. Con Christie no se
mostraron tan seguros; algunas
cosas sonaron vacilantes, y otras
un tanto dbiles. Pero el camino
emprendido es el correcto y los
resultados se han hecho notar.
Christie dirige la msica antigua
de un modo menos vehemente
que su colega Hamoncourt, pres-
ta ms atencin a los colores, que
estn delicadamente mezclados y
noblemente expuestos. Incluso
lo dramtico resulta ligeramente
matizado, lo que demostr ya la
obertura, extrada del ballet, tam-
bin de Gluck, Donjun (Chris-
tie considera dbil el preludio ori-
ginal de Orpbe).
Liliana Cavani puso en esce-
na hace unos aas en Zurich una
interesante visin del drama ve-
rista de Umberto Gordano La ce-
na dle beffe. Est muy claro que
a la directora italiana le resulta
ms cercano el mundo decaden-
tista del fin de siglo que la repre-
sentacin de un mito de la anti-
gedad, finalmente intemporal.
Qu significa aqu la palabra mi-
to? Es un libro de imgenes que
el escengrafo Dante Ferretti
abre para nosotros. Sumergido
en una luz mediterrnea, con be-
llos tonos rojos, pero que muy
pronto resulta bastante aburrido.
Pura esttica en lugar de buscar
un sentido ms profundo: la his-
toria de amor que desafa incluso
a la muerte se pierde en un mar-
co decorativo.
Mario Gerteis
Concorso
Internazionale
Pianstico
Umberto Micheli
2001
10-21 ottobre
Fondazione
Umberto Micheli
Milano,
10- 21 ottohre2001
Conservatorio G. Verdi
Auditorium di Milano
Teatro alia Scala
Orchestra Sinfnica
Sollo I'Alto Patronato
della Presidenza
della Repubblica
delia Regione Lonibardia
della Provincia
di Milano
del Coinuue di Milano
Comitato d'onore
Guido Salvetti
Cario Fonlana
Claudio Abbaclo
Sal val ore Acoardo
\ladimir Ashkena/y
Daniel Barenboim
Pierre Boulez
Alfred Bren del
Bruno Canino
Rorco Fippini
Cario Maria Giulini
Zubin Mehta
Rir^ardo Muti
Goffredo Petrassi
Mstislav Roslni|iovitrh
ftblfgang Sawallisch
u
Comitato Artstico
Presidente
Luciano Berio
Maurizio Pollini
Enzo Restagno
T i n
Per Lnformazioni:
Concorso
lntemazionale
Pianstico
Uniberto Micheli
Via Manzoni 31
20121 Milano
Italia
'le. +39. 02. 654163
F a x . +39. 02. 6597851
e-mail:
info@micheli.org
www.micheli.org
I AN BOSTRIDGE
AM AR EL L IED
i Muerte en Veiieiiu. la pera de Benjamn Bri l l en, requiriese una vo/ p:ir:i interpretar
al adolescente l ad/ i o. lan Bostridgc. -ojos transparentes, piel blanca y un aspecto
delicado, casi en te mi i/.o. que enamora a las jvenes britnicas c[in- lo pregonan a
travs di- Internet- seria el personaje perfecto. ( asado desde late odi o aos con
la escritora l.ucasla Miller. de la que espera MI pri mer di j o el prxi mo agosto. Bostridgc
parece haberse anclado en la eterna pubertad, sin antecedentes musicales en la familia.
lley tarde al mundo de la msica en d que. asegura, nunca pens ingresar.
A pesar de que. con tan slo 12 aos, interpret uno de los papeles in tan tiles de M'erilwr.
Despus de haber cantado en Barcelona con frans Brjy;eii y dos veces en solitario en l as
Palmas, le ha llegado el turno a Madrid, donde debuta el dia 2K con un redtal en el Teatro
de la Zarzuela al que seguirn otro en Santiago de ( ompostela el I de j uni o \ un tercero
en Zarago/a cuatro dias despus. |-;n las tres ocasiones, con un programa
que i ndi ne los Mrikv l.nulvr de Hugo Vi ol \ una seleccin de canciones de f' ran/
V' hi i l i ert. Itosiridgc cuenta al piano con su acompaante habitual (ulitis Drake.
E N T R E V I S T A
IAN BOSTRIDCE
S
CHERZO.- Cules fueron sus comienzos en a
msica?
IAN BOS TRIDGE.- S iempre he cantado. Cuan-
do era un nio, perteneca al coro del colegio,
donde tambin cantaba mi hermano, que sera
la otra referencia musical de la familia. Por lo
que no me dio en aquellos aos fue por estu-
diar un instrumento. Ya en la Universidad,
donde me doctor en Hisioria, segua intere-
sndome cantar, pero nunca pens que llegara
a ser cantante. La decisin, finalmente, la adop-
t ms o menos con treinta aos. Lo que se lla-
ma una decisin tarda.
S .- Cmo encaj un vuelco tan radical en su
vida, pasando de la quietud del hombre de le-
tras a a actividad febril de la mska?
I. B.- Fue difcil, fundamentalmente porque no saba a
qu caria quedarme. Por una parte, me interesaba mi traba-
jo acadmico, y al tiempo quera ser cantante. Tena que ele-
gir una cosa u otra y me decid por el canto. No s por qu
lo hice, pero me alegro de haber dado el paso... por ahora.
S .- Tita Ruffo deca que las noches en las que un cantan-
te se siente satisfecho consigo mismo pueden contarse con los
dedos de una mano.
I. B.- Es muy difcil sentirte totalmente satisfecho de tus
niveles artstico y tcnico al mismo tiempo. En cierto modo,
es el mismo conflicto que puede surgir entre el texto y la
msica. Para comunicarte con el pblico tienes que cantar
palabras, pero la emisin de esas palabras a veces interfiere
el aspecto tcnico del canto.
S .- Para expresar el dra-
matismo del texto se recurre
a la interpretacin teatral;
al gesto,
I. 13.- Particularmente
con la mirada y con los ges-
tos del resto de !a cara. Es
ms importante cuando es-
ts cantando oratorios, con-
ciertos o recitales que en la
pera, donde no necesitas
ver los rasgos de alguien
que est inmerso en una
gran dramaturgia. Pero en
el recital, tan cerca del p-
blico, tienes que expresarlo
todo con la ayuda de tu ros-
tro.
S .- Es un filsofo que
canta, o un cantante filoso-
jo?
I. B.- Profesional mente
soy un cantante, lo que no
me impide que de vez en
cuando me guste pensar.
5.- S e considera un in-
telectual de la msica?
1. B.- Me considero un
historiador muy interesado
en la msica, que intenta
saber cada vez ms de esta
materia.
S .- Ha escrito un libro
sobre brujera, quiere lle-
gar a ser un artista integral?
I. B - Ese sera mi ideal,
no limitarme simplemente a
ser un cantante sino estar
culturalmente comprometi-
estar
comprometido
culturalmente en
todo lo que hago
do en todo lo que hago. Algn da tambin me gustara ser
director de escena o algo similar. Y ahora estoy escribiendo
un iibro sobre msica y preparando unas conferencias sobre
la misma materia.
S .- Di Stefano habla del "arte del cantar", tambin usted
lo considera un arte?
1. B.- En cierto sentido lo es. El otro da me sent muy im-
presionado cuando asist a la celebracin de los 75 aos de
Dietrich Fischer-Dieskau. Comentaba que comenz a hacer-
se cantante muy temprano en la vida, cuando slo tena cin-
co o seis anos, aprendiendo a
imitar los sonidos que el mun-
do te proporciona, para luego
utilizarlos como .si se tratasen
de una amplia paleta de colo-
res en tu faceta de caniante. Y
me imagin que cantando lie-
de r, en cierto modo ests pin-
tando con tu voz. Luego esta-
mos hablando de un arte.
S - Cmo se conjuntan sen-
^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ sibtiidady tcnica?
1. B.- De una actuacin a
otra, todo puede cambiar como un columpio en continuo
movimiento. En un concierto estoy ai borde del expresionis-
mo y la expresividad de la palabra. Un empujoncito ms, y
en el siguiente todo es legato y belcanto. No soy alguien que
hace las cosas de una manera nica. En cada concierto me
comporto de modo diferente, de acuerdo con mi humor,
con la msica que estoy cantando o con la respuesta del p-
blico.
S .- Supgina web en In-
ternet constata que ha de-
sencadenado un movi-
miento de fans prximo al
de un artista pop, infre-
cuente entre los clsicos, si
exceptuamos casos como el
de su paisano Nigel Ken-
nedy. Para contentar a esa
audiencia joven, ha pen-
sado en recurrir a un re-
pertorio cross-over?
I. 13.- En este momento
estoy barajando varias po-
sibilidades, pero debo pen-
sarlo cuidadosamente. To-
mndome mucho tiempo,
porque es muy importante
la decisin final en este ca-
so. Yo slo interpreto la
msica que amo. Algunas
de esas partituras que me
enamoran no estn enmar-
cadas obligatoriamente
dentro del clsico, pero no
por eso las canto. Me fasci-
na la msica de Bob Dy-
lan, y tambin las cancio-
nes de los Beatles, pero no
las canto porque creo que
no es exactamente lo me-
jor que puedo hacer. Pero
tambin estoy enamorado
de mucha de la msica de
cabaret de 1920 y de los
aos 30. Ahora estoy pro-
fundizando en la obra ale-
mana de Kurt Weill y tam-
ENTREVI STA
IAN BOSTRIDGE
bien en la obra de algn compositor ingls del mismo pe-
riodo, que resulta ms dulce. De este modo puedo compen-
sadas en un equilibrio agridulce, y de aqu podra salir algo
bueno.
S.-Le tienta la posibilidad de convertirse en una estrella?
I. B.- Es bonito tener xito y cuando cantas, en cieno
modo, slo lo consigues si logras una gran audiencia. Y pa-
ra un cantante de Iied es fundamental rodearse de su propio
pblico, esas personas que acuden a escuchar una voz en
particular o una determinada msica. Como esos grandes
connoisseurs del Wigmore Hall, en Londres, donde hay una
gran expectacin por el Iied y la gente acude a escuchar
nuevas voces. Eso es algo muy hermoso. Por otra parte, es-
toy muy conteni de haber conseguido un contrato con un
sello discogrfico, porque de ese modo podr llegar al p-
blico de muchas partes del mundo y tendr mi agenda ms
despejada para dedicar a los recitales de iied ms tiempo
que el resto de los cantantes. Actualmente hago unos 20 o
25 recitales al ao en todo el mundo, una cifra que me pa-
rece exagerada, similar solamente, creo, a la de Mathias Go-
erne, porque la mayor parte de mis colegas no cantan (amo.
S.- Si el Wigmore Hall es el templo del Iied, dnde se en-
cuentra ms cmodo en una capilla o en una catedral?
I. B.- Por supuesto que una capilla.
S.- Eso quiere decir que
prefiere adeptos antes que
fans.
I. B.- Prefiero adeptos;
porque mi mayor ilusin
es estar cerca del pblico,
y compartir con l el entu-
siasmo por la msica, por-
que yo tambin empec
en esto por simple amor a
la msica.
S,- Tiene algn pblico
con el que baya conectado
especialmente?
I. B.- Estoy sorprendido
por la respuesta ante el
Iied en los lugares ms in-
sospechados. Y no es una
cuestin de pases. Es por
ciudades. Parece mentira
hasta qu punto pueden
variar las reacciones del
pblico. Recuerdo una ac-
tuacin maravillosa en
Cremona donde tuve la
audiencia ms atenta de
mi vida. Y no estoy ha-
blando de Alemania; ha-
blo de Italia donde el Iied
no es el tipo de msica ai
que se preso ms inters
dentro del panorama mu-
sical. Pero en lneas gene-
rales debo decir que me
gusta el pblico de Lon-
dres, que es mi casa y la
ciudad que amo.
S.- Ya ha tenido la opor-
tunidad de trabajar con
compaeros importantes
de reparto, como Bryn Ter-
fel y Anne Sofie vori Otter,
qu se aprende de ellos?
I. B.- Mi experiencia con
ellos ha sido muy peque-
a, pero puedo decir que lo que
ms me impresiona de Terfel es
esa capacidad para atrapar el mo-
mento, hacerse con el pblico y
llevrselos a su campo en cual-
quier circunstancia. Y de Anne So-
fie, esa cualidad de ser tan sutil en
su pape! desde un puni de visla
teatral; un dato fundamental para
un cntame.
S.- De qu otros colegas ha asi-
milado algo?
I. B.- Recientemente asist a un
recital de Matthias Goerne en el
^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ Wigmore Hall y me di cuenta de lo
instructivo que resulta estar cerca
de alguien tan fantstico con el pblico, sabiendo utilizar lan
bien las palabras, y los colores de la voz. Siempre me gusta
aprender algo de las distintas voces y de los distintos estilos.
S.- Y de los directores de orquesta? Ha trabajado con
grandes nombres, como Welser Mst, Ozawa, Rostropovicb,
Rattle, Davis, Gardiner...
I. B.- De alguna manera, me divierte trabajar con direc-
tores. Acabo de hacer un disco con arias y cantatas de Bach
DAVID THOMPSON
u
l e h ec h o
un esfuerzo
c o nsc iente
po r no c antar
demasiada
pera
5 3
f \ I K I - V I S T A
IAN BOSTRIDCE
con un f abuloso violinista
italiano, Fabio Biondi, que
tambin dirige. Me pare-
ci muy especial trabajar
con alguien que al tiempo
toca y dirige. Cuando te
dedicas f undamentalmen-
te al recita! de Heder m
acostumbras a hacer msi-
ca de cmara f rente a f ren-
te con un pianista, y te
cuesta trabajo ponerte de-
lante de un director, que
se conviene en interme-
diario entre t y la orques-
ta, con la que no estable-
ces una comunicacin di-
recta. Con los mejores di-
rectores esto f unciona
muy bien siempre que se
llegue a un buen entendi-
miento.
S .- Los buenos directo-
res saben cmo ayudar a
un cantante, porque co-
nocen afondo cada ins-
trumento, incluyendo el
vocal.
I. B.- No he trabajado
con ningn director tamo
que conozca mi instru-
mento tan bien comoju-
lius Drake, el pianista con
quien suelo trabajar en
esos veinie o veinticinco
conciertos anuales que de-
ca, hasta el punto de ha-
ber establecido entre no-
sotros un grado de com-
penetracin increblemen-
te prof undo.
S .- Qu inters le pres-
ta a la pera a la hora de
distribuir su calendario?
I. B.- Estoy convencido
del inters y de la impor-
tancia que tiene hacer pera,
y considero que es muy posi-
tivo tambin para mi carrera.
Pero he hecho un esf uerzo
consciente por no cantar de-
masiada pera, en parte, por-
que me quita mucho tiempo
para los recitales. A dems,
porque no quiero obsesionar-
me con ese ritmo de pera
tras pera siete meses o ms
al ao, y estar tanto tiempo
f uera de casa convirtiendo mi ^ ^ ^ ^ " ^ ^ ^ ^ ^
actividad en una rulina. A s
que intento seleccionar solamente proyectos sueltos y procu-
rar hacer un ttulo operstico al ao. O porque me convence
verdaderamente algn director de escena, o por trabajar con
un director de orquesta cuyo proyecto me conquiste. Intento
involucrarme slo con esos proyectos aislados, antes que re-
llenar mi agenda con siete T aminos cada temporada. Esa no
es la forma en que pretendo desarrollar mi carrera. Ni esa, ni
estar dando la vuelta al mundo cantando cada semana un pa-
pel en un teatro de la pera distinto.
L
a mayor parte
de la msica
escrita para tenor,
es terriblemente
aburrida
SHEILA ROCK
S .- Puestos a reducir el repertorio, prefiere un proyecto
distinto cada ao o repetir papeles que le hayan convencido?
I. B.- Me gusta abordar distintos proyectos, pero tambin
es bonito de vez en cuando repetir algo que ya he hecho.
Cant hace ahora casi tres arios en la Roya! Opera House a
las rdenes de Deborah Warner, una gran directora de cine
britnica, una excelente produccin de The Turn o/tbe
Screw que el ao que viene se repondr y que volver a ha-
cerla encantado, porque al mismo tiempo preparar con ella
un nuevo ttulo, que podra ser La/lauta mgica. Pero lo
que ms cuenta en este caso es que se trata de una persona
con quien me apetece mucho trabajar.
S .- En algn momento dijo que quera hacer una pera
al ao en casa y otra fuera.
I. B.- Esa fue mi idea inicial, pero en este momento he
pensado que pref iero hacer una pera en mi pas un ao y
otra f uera el siguiente. S lo una por ao. Pero es muy rela-
tivo, en alguna ocasin podra hacer dos peras, como ocu-
rrir probablemente en el 2002. Pero todo puede cambiar de
un ao a otro.
S .- Cuando habla de otros pases, hacia dnde se dirige
su pensamiento?
I. B- T ampoco en este punto pienso en teatros, sino que
Muzzik:
e msica clasica, jazz
danza le ofrece
en I mayo
compositor del mes:
Beethoven
de Hans Conrad
Fisher.
Fidelio, por B, Haitink y la Orquesta
Filarmnica de Londres.
Sonatas de Beethoven en la pera de La
Bastilla.
La Monnaie ao 300.
Rigoletto, el bufn maldito.
pera: Rigoletto.
La Calisto de Francesco Cavalli, dirigida
por Rene Jacobs.
Los secretos de fa Calisto.
Madame Akarova.
Philippe Herreweghe.
Festival de jazz de Caume 99.
CANAL DI GWA L
Abnese llamand.
E N T R E V I S T A
IAN BOSTRIDGE
pongo la respuesta en relacin con la gente con la que ten-
go que trabajar. Tengo muy buenas relaciones, por ejemplo
con la Opera de Munich porque conozco la compaa y a
mucha gente que trabaja en ella. Por esas relaciones he pro-
yectado muchos planes con ellos para el futuro. Como I.'in-
coronazione di Poppea, The Rake's Progress u Otfeo. que
pienso cantar all porque todos son proyectos con los que
me siento cmodo. Aparte de ste, no conozco muchos
oros teatros, En otras palabras, todo depender de hasta
dnde me pueda apetecer el plan que me ofrezcan. Por
ejemplo, Fabio Biondi est contemplando la posibilidad de-
que cante con l Orfeo en el Festival Monteverdi de Cremo-
na. Este es el tipo dt_- proyectos que entra en el grupo que
yo Lalifico de creativos.
S.- ,Le llegar alguna vez el turno a Espaa?
I. B.- Estara muy contento de cantar en Espaa. Todo
consiste en encontrar, ya digo, una oferta sugerente. Creo
recordar que hasta ahora no he tenido ofertas espaolas de
peras. Me da la impresin de que en un momento dado hu-
bo un plan para que yo cantara en Barcelona, y se descart.
Pero me habra gustado.
S.- Qu papeles le interesan!
1
I. B.- Por el momento, los de Monteverdi, Mozart, Haen-
del y Britten, Este es el eje alrededor del que gira mi activi-
dad operstica. Luego, algunos papeles aislados, como el de
'he Rake's Progress. Y algn da me gustara cantar Loge en
El anillo del nibelungo, pero para eso tengo que esperar to-
dava a que pasen algunos aos, y ser ms mayor.
S.- Se ha atrevido con algn repertorio menos conocido,
canto el checa-la novia vendida, de Smetana, y el Diario de
un desaparecido, dejancek, en ambos casos cantados en
ingls?
I. B.- Tambin he cantado en checo, pero en trminos
generales prefiero hacerlo en alguno de los idiomas con los
que me siento familiarizado: alemn, francs, italiano y, cla-
ro est, ingls,
S.- En italiano ha cantado L'incoronazione di Poppea.
Para cundo deja el repertorio del XIX?
I. B.- Creo que no es mi... no voy a decir que no es de
mi gusto porque el italiano
tiene un sonido que me re- | |
sulla muy dulce. Pero me r ^
parece una lengua muy bo- | | ;
nita para mis clases. Con
mis profesores canto, por [\ \
ejemplo, Donizetti, porque
m voz llega a notas muy COIT1O Ul d Oma.
altas, y me va bien su re-
pertorio, pero no es exacta- (jn e x t r a o i d i o m a
mente el color de mi voz.
Tal vez un da me ajuste que 110 tiene UI1
mejor a esos papeles, por- '
que me apetecera cantar- SI2nitlC3U0
los. Incluyendo los de Ros-
sni. concret o
S- Para un especialista
en lied, Britten y Scbubert, m^^m^^m^^m
estn ms cerca o ms le-
jos de lo que parece?
I. B.- Yo los encuentro muy prximos, entre otras cosas,
porque Britten estuvo muy muy influenciado por Schubert a
la hora de escribir canciones. La mayor diferencia entre ellos
es que Britten fue un escritor fantstico de peras que, ade-
ms, tuvieron mucho xito. Y esto es algo que Schubert
nunca consigui, porque le faltaron oportunidades por vivir
en Viena en un momento muy difcil, opersticamente ha-
blando, si no escribas al estilo de Rossini. Por esta razn,
nunca tuvo la suerte de triunfar con la pera, porque no pu-
do trabajar en ella, y la mitad del xito depende de tu expe-
lay que pensar
rienca prctica. Como Britten, que dispuso en su momento
de una compaa de pera con la que poda concebir mejor
lo que seria la representacin de sus obras. Por eso se apun-
taba el xito en cada una de una manera automtica.
S.- Quiere decir que en la batalla gana Britten?
I. B.- En la de la pera, por supuesto. Pero en a de las
canciones .Schubert se mantiene en la cspide.
S.- Se considera un tpico tenor ingls?
I. B.- Espero que no. Estoy muy contento de tener un re-
pertorio ms amplio. Pero hay un repertorio de Britten para
tenor muy interesante tanto en canciones como en peras,
especialmente lo escrito despus de la segunda guerra mun-
dial. Y eso s me parece genial, porque la mayor pane de la
literatura musical escrita para tenor es terriblemente aburri-
da. Le falta complejidad, tridimensionalidad. Por ejemplo, en
Mozart la mejor parte se la llevan las mujeres o los haritonos.
No hay ms que fijarse en Don Ciovanni. Son escasos los
papeles interesantes de tenor desde un punto de vista psi-
colgico. En el trabajo de mis clases me empeo en encon-
trar el modo de interpretar en el estilo del belcanto, y eso no
es lo normal en un tpico tenor ingls, con una lengua tan
difcil para cantar.
S.- El modelo sera Peter Pears?
I. B.- Pears era un maravilloso artista de la palabra, a ve-
ces con una voz muy bella. Pero no siempre bella. Hay que
pensar que a Britten le resultaba difcil trabajar con voces
hermosas. En cierto modo, las rechazaba; las consideraba
como un melocotn pasado, y prefera trabajar con cantan-
tes que tuviesen alguna cualidad ligeramente extraa. Creo
por eso que la rareza de la voz de Pears encajaba perfecta-
mente con las obras de Britten, adems de por su expresin
y por sus posibilidades de comunicacin.
S.- Di Stefano dice que, para cantar, adems de tcnica
se precisa instinto.
I. B.- Creo que hay que saber frasear, ms que ser ins-
tintivo. Y para aprender a frasear tienes que dedicarle mu-
cho tiempo a la msica.
S.- Tal vez l hace referencia a un repertorio latino, no a!
alemn o incluso el de Britten, que son ms estticos.
I. B.- Pero en el centro de cualquier estructura musical
est el fraseo y hasta dnde se puede llegar con l. Hay que
pensar en la msica como en un idioma. Un extrao idioma
que no tiene un significado concreto. La msica es abstrac-
ta. Pero al mismo tiempo cuando cantas o cuando fraseas
tienes que sentir que aquello va a alguna pane y que signi-
fica algo. Por eso lo importante para un cantante es ser na-
tural cantando ya sea con Donizetti, con Britten o el Fenton
de Ealstaff, que es una pera genial. Y a! final hay algo en
comn entre todos estos compositores, porque la msica de
unos influa en la de los otros. Los alemanes estuvieron muy
influenciados por los italianos. Y por otra parle, Verdi tom
mucho de Wagner. Estos cruces acaban siendo muy saluda-
bles.
S.- Se dira que los bartonos se han adueado del mun-
do iederstico.
I. B.- Por dos razones fundamentales. En primer lugar,
porque su voz est ms cerca de la palabra hablada, y re-
sulta muy ntima. La otra, en mi opinin, tiene un nombre:
Fiseher-Dieskau y la gran influencia que ha ejercido sobre
ellos. Pero al mismo tiempo quiero llamar la atencin sobre
el hecho de que toda esa msica se escribi en clave de te-
nor. Es el caso del Winterreise, y de aproximadamente un 70
por ciento de las canciones de Schubert. O los grandes ci-
clos de Schumann como Dichterliehe o Liederkreis. Tambin
Wolf escribi para tenor. Cuando un bartono canta el Win-
terreise, tiene que hacer una transposicin. Slo un tenor
puede cantar el Winterreise en su clave original. Pero como
tenor siento verdadera inquietud por conseguir esa especial
intimidad a la hora de emitir las palabras del bartono.
ENTREVI STA
IAN BOSTRIDCE
S.- Tiene alguna carrera a imitar?
I. B.- Si pienso en alguna carrera ejemplar me viene a la
cabeza Janet Baker porque estaba muy convencida de lo que
quera hacer. Cant mucha pera, pero siempre en su pas,
porque slo le gustaba trabajar en casa y en las condiciones
que ella estimaba como las mejores. No quera convertirse en
una cantante de alquiler de aqu para all. Hizo muchos reci-
tales y siempre daba todo lo mejor que tena a la audiencia, es-
tuviese donde estuviese. Todo eso me parece muy importan-
te para imitar.
S- Alfredo Kraits deca que para hacer una buena carrera
es preciso no correr, saber elegir el repertorio adecuado para tu
voz y saber darle el descanso necesario a las cuerdas vocales.
. B - l mismo era un buen ejemplo para teorizar. Le vi en
el Covent Carden cantando
el Nemorino del Elisird'a-
more cuando tena 67 aos,
y estaba realmente fantsti-
co.
S.- Se ha impuesto algu-
na meta?
I. B.- Lo nico que pre-
tendo es continuar hacien-
do las cosas cada vez me-
jor, no cada vez peor,
S.- La humildad y la au-
tocrtica son os mayores
virtudes de un cantante?
I. B.-Todo el mundo de-
bera ser humilde, y en
cuanto a la autocrtica vol-
vemos al principio de la
conversacin, cuando co-
mentbamos que las satis-
facciones verdaderas se
cuentan con los dedos de
una mano. Y es que nunca
ests satisfecho si piensas
que lo puedes hacer mejor.
S.- Cul es la mayor sa-
tis/accin hasta ahora de
su carrera?
I. B.- Trabajar con otros
en un proyecto que se con-
vierte en un xito despus
de haber dado vida a una
obra para el pblico. Eso
suena a algo muy general,
pero tambin puedo men-
cionar la produccin de The
Turn ofiheScrewen la que
trabaj con Deborah War-
ner, que ms que una pe-
ra fue una maravillosa obra
de teatro. Tenas que darte
cuenta de que aqueilo era
msica, porque se convirti
en un fa mstico montaje te-
atral, y en el proyecto ms
importante en el que me he
visto envuelto. sta ha sido
una de mis mayores recom-
pensas en la carrera.
S.- No le asusta la msica
de este siglo. Ha cantado a
Britten, Stravinski, oldsch-
midt. Nyman...
I. B.- Y en estos momen-
tos estoy grabando las Six
songsfrom the Arabic (Seis canciones del rabe), que Hans
Werner Henze ha escrito para m en una excelente lnea mu-
sical. Y esta es otra de mis grandes recompensas con la que,
adems, he encontrado una excelente acogida de la audiencia.
S.- El ao pasado fue bueno para usted
I. B.- Fue un ao muy emociname, en parte por encon-
trarme con este ciclo de Henze, en pane porque trabaj con
un poeta muy querido y por ltimo por participar en la pro-
duccin de la pera de Jancek Diario de un desaparecido.
S.- Tal vez un da su esposa escriba el texto de alguna can-
cin para usted
1. B.- Al menos, eso espero.
|uan Antonio Llrente
DAVID THOMKON
5 7
LOS DISCOS
EXCEPCIONALES
schCzo
DEL MES DE
M A Y O DE 2 0 0 0
BEETHOVEN: Sinfonas 1-9 Iso-
koski, Lang, Gambili, Pape. Co-
ro de la Deutschen StaaLsoper
Berln. Staalskapelk Berln. Di-
rector: Daniel Barcnhoim. 6CD
TEU>fcC 3984-27832-2.
Ungrancido proyectado desde la in-
teligencia y b experiencia, mirando al
pasado con el respeto y la curiosidad
de un hombre d hoy, y en el que
Barenboim, cuenta con la "compii-
dad" de la Saatskapelle berlinesa, ca-
paz de generar belleza sonora, un-
cin, intimLsnx) y grandeza.
P64
CHAIKOVSK1: Canciones com-
pletas Vol 2. [juba Kazarnovs-
kaya, soprano; Ljuba Orfeno-
va, piano. NAXOS 8.554358.
Continuando con la integral de
las canciones de Chaikovski, las
tres "Ljubas" han vuelto a acertar
plenamente. Ljuba Kazamovska-
ya demuestra una extremada ha-
bilidad para recrear dos mundos
di ferent es cont ando para el l o
con un instrumento generoso y
manejado con inteligencia.
Pg:8O
DOKNEL Rflexions Sonlas y Sui-
lespam una o dos/hutas traveseras
V bap continuo. Wflbert Hazebet,
traverso barroco; Bryan Berry-
man, traverso barroco; Jaap la-
linden, viola da gamba; Jacques
Ogg, dase. GiOSSA GCD 920806.
Si hay que descubrirse ante esta m-
sica, no se puede hacer otra cosa an-
te la interpretacin que ofrecen es-
tos consumados instrumentistas his-
loricistas. Los cuatro dictan una lec-
cin de musicalidad, dominio del
estilo y excelencia tcnica.
MENDELSSOHN: Sinfona " 4,
"Miaa". BRAHMS: Sinfona n'
3 (p. 90. Philharmonia Orches-
tra. Director: Guido Cantelli.
TSTAMENT SBT1173-
Pocas veces estaremos ante algo
tan perfecto y emocionante. El con-
traste es total entie la vitalidad des-
bordante de la Italiana, justa, preci-
sa y sin embargo con esa aparien-
cia de espontaneidad que saben
dar los verdaderos artistas cuando
lo llevan todo bien atado y la den-
sa lectura de la Tercero de Brahms.
BWHHMStlSZTLlEDEB
TKOMAS QIMSTHO'FF
MOZAKI: Fantasas (K 396,397),
RondsK. 485, 494, 511), Marcha
K. 453a, Menuetto K. 355, Adagio
K 540, GigaK. 574. Christlan
Zachari as, pl ano. MDG 340
0961-2.
La labor del pianista es soberbia,
ajustada pero llena de gracia, fan-
tasa y aprenle espontaneidad.
Hace que este grupo de composi-
ciones, incluso las ms ligeras, bri-
llen refulgentemente; a lo que con-
tribuye la esplndida toma sonora,
de un realismo impresionante.
SHOCTAKOVTCH: Concierto n" J
para violonchelo y orquesta, op
107. KODLY: Sonata para tio-
tonebeio do. <.p. K Ptetcr Wispel-
wey, vi ol onchel o. Orquesta de
Cmara de Australia. CHANNEL
CCS 1539a
Wispelwey da un par de lecciones
magistrales con una naturalidad
apabullante. Un disco que confir-
ma la clase de un msico excep-
cional con dos de las obras ms
bellas y complejas del repertorio
para violonchelo.
P&100
MARTHA ARGERICH. Planista.
Obras de Bach, Chopin, Bartk,
Glnastcra. ProkoGev y ScarlatU.
EM 5 56975
Extraordinario recital que vuelve a
revelamos el genio de quien es UIKI
de los nombres mayores del piano
del siglo. La grabacin es excelente
y traduce muy bien tanto la atms-
fera del concierto pblico como esa
suerte de recreacin continua que,
nota a nota, parece emanar del cuer-
po y el alma de esta mujer admira-
ble.
P&105
THOMAS QUASTHOFF. Barto-
no. Brahras; 9 lietkr de la op. 32.
yilelatp 72. 5aekOp-94.\3sih
5 Smelos de Petrarca. 3 Heder.
Justu Zeyer, pi ano. DEUTS-
CHE GRAMMOPHON 4631832.
Quasthoff es un artisu que disfru-
ta cantando y que gusta tambin
de ganar para s al auditor, de
transformarlo. Una revelacin ia
del pianista Justus Zeyer: exacto,
musical, expresivo, clido. Como
el propio Quasthoff.
PgilO6
La distincin de USGOS EXCEPCIONALES se concede a las nove-
dades discogrficas que a juicio del crtico y de la direccin de la revis-
ta presenten un gran inters artstico o sean de absoluta referencia. En
este apartado no se tendrn en cuenta las reediciones.
Los smbolos que aparecen en las fichas discogrificas corresponden a:
T I P O DE GRABACI N DISCOGRFICA
N Novedad absoluta que nunca antes fue editada en disco o cual-
quier otro soporte de audio o video.
H Es una novedad, pero se trata de una grabacin histrica, que ge-
PN
PM
PE
neralmente ha sido tomada de un concierto en vivo o procede de
archivos de radio.
Se trata de grabaciones que ya han estado disponibles en el mer-
cado internacional en algn tipo de soporte de audio o de video:
78r.p.m.. vinilo, disco compacto, video o Lser disco.
PRECIO DE VENTA AL P BLICO DEL DISCO
Precio normal: cuando el disco cuesta ms de 2.500 Ras.
Precio medio: el disco cuesta entre 1.200 y 2.500 Ptas.
Precio econmico: el precio es menor de 1.200 Ptas.
iscoS
Ao XV - n " 1 4 4 - M J VO JOU
Dietrich Fischer-Dieskau
SUMARIO
ACTUALIDAD 59
ESTUDIOS:
Sinfonas de Beethoven por Barenboim, I.LP.A 64
REEDICIONES:
EMI Legendary, D.A.V. 68
Bach en Harmona Mundi, A.B.M 68
Virgin Veritas x 2, E.M.M 70
DISCOS DE LA A A LA Z 72
NDICE DE DISCOS CRITICADOS EN ESTE NMERO 109
LIBROS 110
LA GUA 112
UN
MONUMENTO
E
n muy breves fechas estar en los mer-
cados un grueso lbum de 21 CDs que
contiene algunas ci las mejores inter-
pretaciones, en el campo del lied, de la
cancin, de la pera y del oratorio, del exi-
mio Dietrich Fischer-Dieskau, el que para
muchos ha sido el gran bartono del siglo.
5in llegar a ratificar una cosa tan taxativa y
que habra que matizar mucho, no cabe du-
da de que el cantante berlins, una voz mltiple, fle-
xible, de lirismos intensos y dramatismos a flor de
piel, de tcnica portentosa, es una de las grandes fi-
guras del canto de nuestros das, autor adems de va-
rios libros sobre distintos aspectos de la vocaiidad: re-
cordemos sobre todo su magistral estudio en (orno a
los Heder de Schubert de 1971, editado en Espaa ha-
ce unos aos por Alianza y psimamente traducido.
Este homenaje es un monumento a los 75 aos de
ese otro monumento de la interpretacin -con sus de-
fectos, que, naturalmente, los tiene- que es Dieskau.
En el lbum se integra una seleccin de histricas in-
terpretaciones que no dejan prcticamente ningn rin-
cn del repertorio habitual del bartono -que era in-
conmensurable- sin cubrir. De Schubert y Schumann a
Bach, pasando por Brahms o Liszt; de Mahler o Reger
a Ravet o Debussy, sin olvidar a Beethoven, Wagner,
Rossini, Bizet y un largusimo etctera. Estilos diversos
para una voz plural y camalenica como pocas. Hay
que resaltar la inclusin de grabaciones que slo ha-
ban aparecido en vinilo y en particular una interpre-
tacin que ve por vez primera la luz: la del ciclo La
bella molinera de Schubert. Se trata de una grabacin
de 1968 en la que el artista est acompaado por el
pianista vienes Jrg Demus, con quien haba realizado
ya otros registros liedersticos, un esplndido Dichter-
liebe de Schumann, por ejemplo, que tambin figura.
Las grabaciones de los ciclos schubertianos con Moo-
re y el proyecto de integral de canciones del msico
austraco, cerraron injustamente el paso a esta dram-
tica y desnuda interpretacin. El disco 21, que contie-
ne canciones populares y folklricas, es un regalo de
la casa.
En nuestro prximo nmero publicaremos un es-
tudio pormenorizado de esta edicin extraordinaria.
A.R.
ACTUALIDAD
EL ETERNO R E T OR N O
DE CALLAS
E
xiste un magnfico libro editado
en 1997 (en septiembre, justo a
los veinte aos de la muerte de la
Diva), escrito por Real La Roche-
lle, Callas, Vopra du disque, donde
se analiza pormenorizadamente el fe-
nmeno de las grabaciones llamadas
piratas de la soprano greco-america-
na. E ste recuerdo puede servir de
punto de partida a la nueva edicin
de la inagotable y abundante disco-
grafa por parte de DiVa srl. (distribu-
cin espaola de Ferysa) y cuyo pri-
mer lanzamiento coincide con la pri-
mavera del 2000, como dicindonos
que la soprano ser tambin, presu-
miblemente, otro mito del prximo si-
glo XXI como lo ha sido del XX. Las
publicaciones vienen avaladas por la
licencia del "Mara Callas State" y reci-
ben otra oficializacin ms al contar
con material grfico facilitado por el
Club Internacional que lleva su nom-
bre, censado en Londres, presidido
por John Petttt y al que pertenecen,
aparte de alguno de sus admiradores
annimos ms incombustibles, perso-
najes tan especiales como Pavarotti,
E
Bergonzi, Corelli, Mirella
Freni, Raina Kabaivanska y
Magda Olivero (pero no,
obviamente, Renata Tebal-
di).
E sta primera tanda,
donde parece que se han
mejorado sonidos algunos
originariamente muy me-
diocres, comprende una
veintena de peras com-
pletas (en realidad 19,
pues uno de los ejempla-
res incluye slo fragmen-
tos de Turando! en Bue-
nos Aires en 1949 y Ada
en Mxico en 1950) y 14
recitales. E ntre los recitales
aparecen aquellos ofreci-
dos en los Conciertos Mar-
tini Rossi, donde Callas
cant al lado pero no con
(un maduro pero fascinan-
te) Beniamino Gigli, su ca-
si contemporneo el asi-
mismo tenor Nicola Filacu-
ridi y el entonces casi prin-
cipiante Gianni Raimondi,
adems
de mo-
mentos
decisi-
vos de
su ca-
Maria Callas en 1959
Jefe do Orquestra permanente : JameK Cnnlon
Certamen de
contratacin de
Artista msico
1 puesto de prima flauta solo
supersolista 0
a
categora)
El 29 junio de 2000 : E liminatorias
El 30 de junio de 2000 : Final
a l'Opra National de Paris
Cierre de las inscripciones 10 das
antes de la fecho del certamen
Informes . 33 1 40 01 18 56
Inscripciones (nicamente por correo)
Direction des Formations Musicales
Opera National de Pars
120, ru de Lyon - 75012 Pars France
rrera in-
ternacional (pre-
sentacin en Pars,
1958), regreso a
Atenas (Herodes
Aticus, 1957) o la
famosa sesin de
ensayo en Dallas,
previo a su recital
del 21 de noviem-
bre de 1957. Al la-
do de estas veladas
bien conocidas ya
desde hace ya casi
30 aos, aparecen
algunos recitales ya
conocidos pero de
menor difusin, co-
mo el de Boston de
la serie de concier-
tos de la gira mun-
dial (que sera de
despedida) con
Guseppe Di Stefa-
no entre octubre de
1973 y octubre de
1974.
Las peras com-
pletas, en extre-
mos, van del mtico Nabucco napoli-
tano de 1949 a la Tosca londinense de
1964. E n medio, captulos deslum-
brantes del arte calasiano muy centra-
dos en el escenario donde rein im-
batible, la Scala de Miln (Alceste,
Barbero de Sevilla, Bailo, Andrea Cb-
nier, Vestale, Sonmbula), con varias
representaciones londinenses {Nor-
ma, Medea, Traviat) y algunos ejem-
plos primerizos de la etapa mexicana
(Puritani, Ada) y de la tan fructfera
florentina (Armida, Vespri siciliana.
Un marco ya bien amplio para juzgar
tamaa versa lili dad vocal y dramtica
de esta soprano inolvidable y siempre
de actualidad.
Como dato aadido: un sello ar-
gentino (Divina Records) est tam-
bin reeditando a la Callas, como si-
gue hacindolo la fidelsima Melo-
dram, aparte de que Vai Audio ha res-
catado un sorpresivo indito: el so-
berbio recital de Los Angeles de 1958,
ofrecido en el Shrine Auditorio, el de
los Oscars.
F.F.
IV CONCIERTO
EXTRAORDINARIO^
DE PRIMAVERA
DE CAJA DE MADRID
. i ' . .
IL
ORN MAAZEL
i rector
CAJA MADRID
FUNDACIN
PROG
GUSTAV MAHLER
SINFONA N 5 EN DO SOSTENIDO MENOR
AUDITORIO NACIONAL DE MSICA <
Sala Sinfnica */\ -Vi
1
!f
:
W'
1
'
1
'V*"\Y$
li
lv f
Lunes, 22 de mayo de 2000 a las 20:00 horas
>JLT
VENTA DE LOCALIDADES
a partir del da 9 de mayo de 2000 en las taquillas del Auditorio Nacional
de Msica, en la Red de Teatros del INAEM (dentro de los horarios
habituales de despacho de cada sala) y mediante el sistema de venta telefnica
llamando al nmero 902 488 488 de CAJA DE MADRID (Servicio 24 horas).
Informacin 913 370 140
V
PRECIO DE LAS LpCALJDA
ZONA A: 7.000 Ptas. t' J J ^ki Wl
ZONA B: 5.000 Ptas.
ZONA C: 3.500 Ptas.
ZONA D: 2.000 Ptas.
ACTUALIDAD
BARENBOIM, 50 AOS DE GRABACIONES
P
ara celebrar los cin-
cuenta aos de acti-
vidad discogrfica
de Daniel Baren-
boim, La firma Teldec ha
lanzado una serie de ani-
versario formada por 15
compactos dobles a pre-
cio econmico, que in-
cluyen el Rquiem de
Verdi. encargos de la
Sinfnica de Chicago
(Hannibal, Be rio, Crter,
Takemitsu y Corigliano},
preludios, oberturas y
escenas de Wagner, m-
sica francesa y rusa, las
Cuatro Sinfonas y el R-
quiem alemn de
Brahms, conciertos para
piano de Mozart, poemas sinfnicos
de Richard Strauss, las Sinfonas
Cuarta ySptima de Bruckner, selec-
ciones de las peras Da P onte de Mo-
zart, variaciones para piano de Bach y
Beethoven, y sonatas e impromptus
de Schubert, Beethoven, Liszt y
Brahms. La serie coincide con la apa-
ricin de las Nueve Sinfonas de Beet-
hoven (comentadas en este mismo
Daniel Barenboim
nmero de SCHERZO por Jos Luis
P rez de Arteaga), a las que se unirn,
de aqu al verano, otras novedades
discogrficas como la Rapsodia brasi-
lea o Los Maestros Cantores de Wag-
ner.
P or otra parte, en el prximo oto-
o saldr al mercado una edicin re-
trospectiva, que ha sido recopilada
por Henry Fogel, presidente de la
Sinfnica de Chicago y
gran amigo del artista ar-
gentino, que supone una
extensa panormica de
la actividad discogrfica
realizada por Baren-
boim, desde sus graba-
ciones para Westminster
en los aos 50 hasta las
realizadas para EMI, DG,
Sony, Erato y, por su-
puesto, Teldec. La colec-
cin constar de seis vo-
lmenes, dedicados, res-
pectivamente, a su acti-
vidad como pianista (en
solitario o en concier-
tos), Barenboim y sus
amigos (msica de cma-
ra y canciones y msica
vocal y coral), y la faceta de director
(tanto sinfnico como de pera). Ca-
da uno de estos volmenes conten-
dr dos (o tres, en algn caso) discos
compactos, asi como una extensa
documentacin, aportaciones de ami-
gos, fotos inditas, etc., y se vende-
rn, tanto separadamente como den-
tro de una caja, a un precio muy
atractivo.
MONIKA StTTUtSHAUS
c/Cartagena 10, I
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ptas. (84,14 euros); Amrica Centra* ydel Sur 15 000pt s. (90,15 euros). Los envos CERTIFICADOS tendrn un r ec ar go* 1. 000 ptas. (6,01 euros) anuales.
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Nota: el precio de los nmeros al/asados es de 850 ptas.
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T l C I N O ( C f ) M U ( S I C A
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Locarno-Ascona / Switzerand, 16 - 29.7.2000
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arstistic director: JANOS MESZAROS
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Hilde Zadak
Bruno Mezzena
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Hae-Jung Kim
Ued (For singers and pianists) Charles Spencer
Italian pronunciation for singers Marina Dolftn
(Complementan/ course)
Harpsichord Vojtech Spurny
(Complementan/ course for pianists)
Vlolln
Violin
Viola
Valery Qradow
Thoma* Christian
Hariorf Schlichtig
Violoncello
Double Bass
Violin Making
Johannes Qortzkl
Qergely Jrdnyi
Peter Erben
Flute
Oboe
Cfarinet
Bassoon
Susan Miln
Maurce Bourgue
Francois Banda
Qabor Meszaros
Horn
Hom
Trumpet
Trombone
David Johnson
Frank LJoyd
Anthony Plog
Carsten Svanberg
CHAMBER MUSIC
Vocal chamber musc
Chambee muslc for strings
Plano chamber musfe
Chamber muslc tor woodwinds and mixed ensambles
Chamber music for brass
Wind ensamble and orchestra
Laboratory for contemporary music
HRde Zadek - Charles Spsncer
Valery Gradow - Thomas Christian
HarioH SchUchtig - Gergety Jrdnyi
Zsuzsanna Skokay
Susan MUan - Francote Beoda - Qabor Meszaros
David Johnson - Frank LJoyd
Anthony Plog - Carsten Svanbw-g
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George Crumb - Janos Meszaros
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D I S C O S
ESTUDIO
" R I T O R N I A M O AL L ' ANT I CO E
SARA UN PROGRESSO"
P
or razones previas a la escucha/rese-
a de los discos en cuestin, este
ensimo ciclo de las Sinfonas de Be-
ethoven no se presenta como "uno
ms" dentro de una lnea de produccin
mercantil inagotable. Es el ciclo interpre-
tado por Daniel Barenboim, y eso, al mar-
gen del marketing, de la fama o del pres-
tigio del personaje, indica que al ms fa-
moso conjunto de Sinfonas de la historia
llega el msico que mayor cantidad de
obras de Beethoven ha interpretado des-
de facetas diversas, y que, adems, ha fir-
mado la mayor cantidad de discos beet-
hovenianos existentes. No hay, creo,
miembro de la especie humana que haya
traducido como solista de piano, como
ejecutante de cmara o como director de
orquesta similar montante de piezas del
catlogo del autor de Bonn, y lo nico
que a Barenboim le ha faltado es tocar al-
guno de los instrumentos de cuerda para
participar tambin en los Cuartetos.
En escueto inventario, Barenboim ha
grabado tres veces los Conciertos para
piano y orquesta-, como solista con Klem-
perer, con la Orquesia P hilharmonia
(EMI), como director con Rubinstein al te-
clado, con la London P hilharmonic (RCA);
y como solista y director con la Filarm-
nica de Berln (EMO. Ha grabado dos ve-
ces el ciclo completo de las 32 Sonatas
para piano (EMI y DG), y una vez las Va-
riaciones "Diabelli", Con Du P r interpre-
t en Edimburgo las Sonatas para violon-
chelo y piano (EMIJ, y
con la violonchelista y
Zukerman grab en es-
tudio los Tros con pia-
no, adem s de firmar
con el ltimo citado la
serie de Sonatas para
violin. Ha dirigido tres
veces para el disco el
Concierto para violin
(con Stern. para
CBS/Sony; con Zuker-
man para DG; con P e ri-
man para EMI) y una el
Triple, con P erlman y Yo
Yo Ma, donde tambin
ha tocado la parte de
piano (EMI). Ha graba-
do dos veces la Missa
Solemnis, para EMI y pa-
ra Erato, y acaba de pu-
blicar su visin de Fide-
lio (Teldec).
En lo puramente
sinfnico, los acercamientos previos no
haban sido para tirar cohetes. En Madrid,
noviembre de 1981, en el Teatro Real (en-
tonces sala de conciertos), tuvimos oca-
sin de escucharle por vez primera el ci-
clo, con la Orquesta de P ars, en una tra-
duccin que, pese a destellos de talento e
instantes brillantes, no pas globalmente
de la dorada mediocridad. El 12 de no-
viembre del 89, en el llamado por la com-
paa de discos "Das Konzert" {humildad
franciscana en el ttulo...), el concierto
celebrado en la P hilharmonie con motivo
de la apertura del "Muro de Berln", que
fuera grabado por Sony, Barenboim diri-
gi desde piano el Concierto n" 3 y ya
desde el podio la Sinfona n
s
7: el propio
Barenboim ha narrado, en ms de una
ocasin, lss tan especiales circunstancias
del acto, en el que .se procedi, con mni-
mos ensayos, a una estimulante y emoti-
va sesin poco menos que improvisada;
a Sinfona en la mayor reciba, as, una
lectura esforzada, vibrante, de nuevo con
instantes prominentes, pero poco ms. Y
hace dos aos, y con los mismos conjun-
tos corales e instrumentales que ahora in-
tervienen en la grabacin completa del ci-
clo (con un cuarteto vocal diferente), Ba-
renboim firm para Erato una lectura de
la obra en la que ya llamaba la atencin
la sonoridad orquestal, versin con muy
interesantes ideas y, una vez ms, supe-
rior importancia de los elementos aisla-
dos sobre la estructura del conjunto.
Lo que ahora se presenta es un muy
trabajado ciclo, que Barenboim ha prepa-
rado con su formacin de la Staatsoper
berlinesa a lo largo de tres aos, en los
que, antes de las grabaciones, ha inter-
pretado las obras en concierto en Tokio
(1997), Londres (1998) y Berin (1999), y
que se ha grabado en un espacio tempo-
Daniei Barenboim
ral muy preciso, mayo y junio del pasado
1999. El primer factor con el que se en-
frenta el oyente es puramente externo: el
sonido de la orquesta, noble, rotundo, c-
lido, el sonido de una gran formacin "a
la antigua", un modelo de sonido que
hoy slo tienen la otra Staatskapelle -la
de Dresde-, la Gewandhaus de Leipzig, a
menudo el Concertgebouw y en algunos
das la Filarmnica de Viena. Esa sonori-
dad de la orquesta es una impresin re-
currente y avasalladora a medida que se
van escuchando las obras.
Hay, adems, otro elemento extemo,
perceptible enseguida, la contraposicin
entre primeros y segundos violin es en-
frentados a los lados de la orquesta (prc-
tica del cambio de siglo, seguida por
Mahler, Nikisch o Furtwangler, que desde
Klemperer pareca arrinconada, pese a la
adhesin a la misma de algunos maestros
ms modernos, ya desaparecidos, como
Kubelik, o en activo, como Dohnnyi); la
claridad de texturas que este decisin im-
plica va ms all del (refrescante) efecto
de partido de tenis que la estereofona
proporciona. Es una verdad como un
templo lo que Barenboim responde, en la
conversacin con Richard Osborne inclui-
da en el libreto, cuando este le interroga
sobre tal prctica en la ubicacin de la
cuerda:"La msica lo exige".
P or tanto, este ciclo ha de considerar-
se con la ptica sonora que requieren tra-
bajos como los de Konwitschny (Eterna,
hoy Berln Classics) o Masur (dos veces
para P hilips) con Gewandhaus, Bloms-
tedt (Denon) o Sir Coln Davis (P hilips)
con la Staatskapelle Dresden, o incluso
Suitner -tratado en el libreto con respeto
y afecto- con esta misma Staaskapelle
berlinesa (Denon). Haitink, pero sobre
todo Jochum, con el Concertgebouw (P hi-
lips), y algunos de los
directores que han
grabado con la Filar-
mnica de Viena esta
serie, como Schmidt-
Isserstedt (Decca),
Bhm (DG) o Berns-
tein (DG) estaran en
esta lnea de bsque-
da/respeto/consoli-
dacin de una sono-
ridad determinada,
como tambin lo es-
tara Karajan en sus
ciclos berlineses, so-
bre todo el primero
(1961-62) y el ltimo
(1983-85). P or otra
parte, sin obviar la re-
ferencia primaria a la
sonoridad, el cuasi-
ciclo de Furtwangler
con la misma Filar-
mnica de Viena
(principios de los 50, EMI) sera obligada
referencia conceptual. Y, slo en cierto
modo, por el empleo de trompetas y ba-
quetas de timbal de poca, y la bsqueda
de autenticidad histrica, estaran Baren-
boim y la Staatskapelle alejados de quien
es su mximo competidor fonogrfico
(est en su misma casa de discos, y ha fir-
MONUCA RITTBtSHAUS
mayo Madrid
Lunes 8, 19.30 h.
FERMN BERNETXEA, piano
Obras de Bertrn, de Paz, Gonzlez-Acilu, Mompou. Fernndez
Alvez, Sellis, Caialan, Barce yBeo
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sola. Saln de Actos
Jueves 18. 19.30 h.
ENSEMBLE TELMAQUE
Raoul Lay, director
Obras de Machuel, Guyot, Torre yMartnez Izquierdo
Auditorio Nacional de Msica Sala de Cmara
En colaboracin con laCasa de Velzquez
Viernes 26, 19.30 h.
COMPOSITORES DE LA UAM '
SAX ENSEMBLE
Jos de Eusebia, directoi
Obras de ngulo, Daz, Hernndez, Lpez dp Reg yMuoz
Auditorio Nacional de Msica. Sala de Cmara
mayo junio
Lunes 29, 19.30 h.
JORGE MEilA VILLALPANDO, viol oncil l o
M ELENA BARRIENTOS, piano
Obras de Oieguez, Marco yShostakovitch
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa. Saln de Actos
junio Madrid
lunes 5, 19-30 h.
CUARTETO 8OEHM
Obras de Estevan. Prieto, Encinar, ngulo yFranco
Museo Nacional Centro de Arle Rema Sola. Saln de Actos
Lunes 12, 19.30 h.
GRUPO TRTONO
Ghislaine de Saint Barthelemy. soprano
Antonio Anas, l l anta
Gerardo Lpez Laguna, piano
Obras de C. Santiago. Gombau, C Haltfter, Villa Ro|O, Prieto,
Clemente yPendleton
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa. Saln de Actos
Vil jornadas de informtica y
electrnica musical JIEM-2000
Lunes 26, 19.30 h.
Obras de Mosquera yGarca Aguilera
Museo Nacional Centro de Arte Reina Soia. Saln de Actos
Martes 21, 22-30 h.
Obras de Siemens yTeruel
Museo Nacional Centro de Arte Reina Soffa Palio Central
Centro para la Difusin de la Msica Contempornea
Mircoles 28, 22.30 h.
Obras de Stockhausen yGonzle Arroyo
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa. Patio Central
Jueves 29. 19.30 h.
Obras de Celta yCarua|al
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sola Saln de Actos
Viernes 30, 19.30 h.
Obias de Garca Ruiz ySprintz
Museo Nacional Centro de Arte Rema Sola. Saln de Actos
lunes 26 a mircoles 28
CURSO DE COMPOSICIN ASISTIDA POR ORDENADOR
Jueves 29 a viernes 30
CURSO DE INSTALACIONES SONORAS
Lunes 3 de Julio a viernes 7 de Julio .
TALLER DE HERRAMIENTAS EN EL LIEMPARA COMPOSICIN I
Sede del LIEM-CDMC, 5planta del Museo Nacional Centro
de Arte Rema Sola
otros lugares i
WEIMAR (Alemania)
Lunes 15 de mayo, 20.00 h.
WALLHASE, flauta
CHRI5TIAN WtLMMULLER, uunu
Obras de C Halrfter. Montsalvatge, Brotons y Garca Laborda
Konzertsaal Hochschule ur Musik "Franz Liszt"
BARCELONA
Lunes 15 de mayo, 21.00 h.
XV CICLO DE MSICA DEL SIGLO XX
SAX 13 GRUPO DE SAXOFONES DE BARCE.ONA
Miguel Bofill, director
Obras de Poner, Humet, floliart, Stockhausen yAlcntara
Sala Nick Havana
D I S C O
ESTUDIO
mado en 1991 el lbum ms importante
en la maieria de la ltima dcada), Niko-
laus Harnoncourt con la Orquesta de C-
mara de Europa. Pero, no menos abierta-
mente que Barenbotm, ha reconocido el
berlins que en su tratamiento
de Beethoven buscaba lo mejor
de la tradicin musical de los
grandes maestros. En la (aqu s)
profunda anttesis de todo esto
hallaramos los trabajos de msi-
cos como Elioi Gardiner, Good-
man o Hogwood, con sus res-
pectivas agrupaciones.
Barenboim. pues, mira hacia
atrs abiertamente, sin tampoco
perderse en materias textuales
-reconoce seguir la moderna
edicin Barenreiter, pero es evi-
dente que no se ha interesado
por la ms drstica edicin Pe-
ters de final de los 80, preparada
por Glke y Schmidl-, obediente
{Laus Deoh a la mayora de las
repeticiones anotadas por Beet-
hoven, y sintindose depositario
de una tradicin que arranca de
a misma etapa dorada de la or-
questa a la que comanda, dirigi-
da un da (y en virtual coinci-
dencia cronolgica) por
Furtwnger, Kleiber, Klemperer o el jo-
ven Karajan. Anotemos ahora algunas
deas obra por obra.
Sinfona n 1 en do mayor Op, 21.
Hay un tono casi de travesura, como aca-
so pudo sentir el Beethoven cercano a la
treintena cuando plant su "Aqu estoy
yo!" en materia sinfnica. Frescura, ele-
gancia, un punto de picarda: estas son
las caractersticas que priman en una tra-
duccin con un fabuloso Finale, en el que
todas las preguntas-respuestas de madera
y cuerdas con timbal de por medio (v.g.;
c. 34-44 de la exposicin) resuenan con
el mismo efecto de sorpresa que Kubelik
saba dar a este pasaje.
Sinfona n" 2 en re mayor Op, 36.
Una Segunda de "gran formato" -Bohm
sera la referencia ms directa-, de muy
hondo calado -estamos al lado dei "Tes-
tamento de Heiligenstadt", no se olvide-,
pero tambin de cultivada expresin en
lo 'cantabile', con un Larghetto que siem-
pre fue 'spcialit maison' de Bruno Wal-
ter (sus 14' 32" de 1959 siguen insupera-
dos, aunque Celibidache se le acercara en
1996 con 14" 02") y que Barenboim/Staat-
kapeile "cantan" con sereno afecto y ex-
quisita entonacin.
Sinfona n* 3 en mi bemol mayor
"Heroica" Op. 55. Pareca lgico que es-
ta obra cuadrara especialmente bien a las
capacidades de Barenboim, y el vaticinio
es refrendado por la interpretacin. Pocas
veces se ha podido or una exposicin
del primer movimiento con la nobleza
(mucho ms que elegancia) de esta lectu-
ra, la forma en que la msica avanza es
un ejemplo envidiable de lozana inter-
pretativa.
La sombra de Furtwangier gravita so-
bre toda la interpretacin, aunque en
ciertos momentos sea ms "palpable" (el
ligero 'ritenuto', apenas perceptible, al
comenzar el desarrollo del indicado Alle-
gro con brio). La Marcha fnebre evoca,
no slo a Furtwngler o a Klemperer (ma-
yesttico en su primera grabacin para
EMI, 1955)
:
sino a Kubelik con la Filar-
mnica de Berln (DG), o al Karajan de la
ltima grabacin con la misma orquesta.
En el Tro del tercer movimiento, las trom-
pas tocan en genuino forte", sin comple-
jos (como est escrito).
Sinfona n 4 en si bemol mayor
Op. 60. En el tiempo lento, que Kubelik
o Karajan (ltima interpretacin para La-
ser-Disc) han interpretado, de maneras
bien distintas, primorosamente, Baren-
boim vuelve a obtener de sus msicos pa-
sajes de uncin extraordinaria, concreta-
mente en los dos 'cantabile' (soberbios
'pizzicati') y en el 'espressivo' central. La
transicin de la seccin introductoria al
Allegro vivace inicial, especialidad de
otra escuela de directores (Szell, Fricsay,
Steinberg), es tambin aqu paradigma de
impulso y aggica. La oposicin de los
grupos de vioiines es, en toda la pieza
-una de las ms conspicuas en la tcnica
beethoveniana del "toma y daca" en las
cuerdas-, un revulsivo contra la rutina.
Sinfona n" 5 en do menor Op. 67.
La "Sinfona de las Sinfonas" es una obra
determinante para la gloria o miseria de
un ciclo: un integral no puede ser extra-
ordinario con una mala Quima, Desde
luego, la traduccin de Barenboim es un
triunfo de su esttica "a la antigua". Es f-
cil hablar de Furtwangier, pero el estilo
posee un rigor -aun con la presencia de
ciertos 'ritardandi' plenamente aggicos,
como el de las penltima y ltima entra-
das a toda orquesta del clebre motivo
inicial en el Allegro con brio, o el que
prepara el Tro del tercer movimiento-
que nos lleva a otros artistas, como Klem-
perer, ciertamente Masur o, sorprenden-
temente, Karajan (una vez ms!), cuya l-
tima, contundente interpretacin del 85
parece sobrevolar por !a lectura de Ba-
renboim. En materia textual, en cambio,
ste no se erige en paladn de la autenti-
cidad: cuando en el comps 398 Beetho-
ven deja solo Qinerme?) a su fa-
got con el motivo inicial, Baren-
boim no slo lo arropa con las
trompas -como el noventa por
ciento de los directores del pa-
sado, excepcin hecha de Geor-
ge Szell-, sino que, como Bohm,
lo tapa al cien por ciento con los
instrumentos de metal. La tradi-
cin ha sido siempre esta y Ba-
renboim la respeta.
Sinfona n 6 en fa mayor
"Pastoral" Op. 68. Como Kara-
jan, tomo Bernsten, es Baren-
boim un msico demasiado "ur-
bano" como para sentirse "en
casa" en el campo, que est muy
lejos -cada da ms- de los avio-
nes (o sea, los aeropuertos) o
las grandes ciudades (megal-
polis de nuestro tiempo), pero s
posee la sobrada sensibilidad
para "entrar" en una Pastoral
por la va de la cantabilidad de
la partitura y su primorosa selec-
cin de texturas. De nuevo, en
los dos primeros movimienios, especial-
mente en la Escena Junto al arroyo, la se-
paracin antifonal de los dos grupos de
vioiines obra maravillas de claridad e in-
tercambio pregunta-respuesta. Su Tor-
menta es apolnea, intensa pero sin des-
meienamiento.
Sinfona n 7 en la mayor Op. 92.
La Sptima, la obra que el Barenboim ni-
o vio interpretar a Furtwangier, recibe
uno de los tratamientos ms peculiares
del ciclo. Salvado el Allegretto, que es
punto y aparte, la versin en conjunto no
est lejos, en materia de tempi. repeticio-
nes y hasta articulacin, de la lectura de
Harnoncourt (tambin sorprendente!).
Incluso las duraciones de los movimien-
tos primero, tercero y cuarto son inusita-
damente vecinas. El maestro argentino,
como el berlins, hace casi todas las re-
peticiones (todas, lo que se dice todas,
hasta las "poli-repeticiones" del Scherzo,
slo las hace Carlos Kleiber), y la poten-
cia rtmica de la interpretacin es avasa-
lladora.
Pero en el Allegretto, que Barenboim
enlaza virtualmente con el primer tiempo
-Lpez Cobos y Con Davis suelen hacer
lo mismo en concierto-, la mirada se vuel-
ve categrica hacia el pasado, de entrada
con un lempo que, a la Furtwangier -Szell
como anttesis-, es ms Andante que Alle-
gretto, retomando la solemnidad que el
ayer confera a esta pieza, con el citado
Furtwngler o Klemperer como paradig-
mas. Frente a los 7'32" de Szell, a los 7'4O"
de Karajan (grabaciones IV y V), a los
7'42" de Gnther Wand, a los 7'52" de
Schuricht, a los 8'08" de Harnoncourt, a
los 833" de Masur (II) o a los 8'58" de
Kempe, Barenboim, con 9'37\ se ubica
en la rbita de Celibidache (9'46"), de
D I S C O S
ESTUDIO
Klemperer (10'02") y Furtwngler (Filar-
mnica de Viena, EMI, 10'14").
Sinfona n" 8 en fia mayor Op. 93.
Otro caso de efusividad en el fraseo
-tiempos centrales- y combatividad rtmi-
ca en los extremos. Y nuevo ejemplo de
la sabia colocacin antifonal de los violi-
nes, con pasajes de diccin cristalina.
Sinfona n* 9 en re menor "Coral"
Op. 125. El arranque de la obra es insli-
tamente esttico: en el esquema fusa-ne-
gra del 'grupetto' descendente de apertu-
ra (mi-la, la-mi, mi-la), la primera nota,
frente a la nerviosa acentuacin de Har-
noncourt, Hasur o incluso el ltimo Kara-
jan, parece casi (Furtwngler -Bayreuth,
1951-, Celibidache} una corchea. El cli-
max del movimiento, en conjunto irrepro-
chable, es excelente, dominado por los
'crescendi' de los timbales. Tras un pluri-
repetido(o sea, observancia del lexto a
rajatabla) Scherzo, no distante del admira-
ble que Giulini lograra de la Philharmonia
(EMI), el Adagio-Andante sigue las pautas
de Celibidache, con una duracin casi
idntica (1756" junto a los 18'01" del ma-
estro rumano), las minutaciones casi ms
elevadas de la discografa, pues no igua-
lan los inalcanzables 19'35" de Furtwn-
gler. La claridad que permite la separa-
cin entre violines I y II hace aqui, de
nuevo, milagros de sonoridad. Durante el
Finale, de slida entraa y magnficamen-
te cantado, Barenboim resulta audible,
cual Celibidache redivivo.
Dos observaciones ms. Sobre el li-
breto. Sin duda, cuidadsimo (en los tres
habituales idiomas de los que est ausen-
te el castellano que hablamos Barenboim,
ustedes y yo), en el que Teldec, como DG
en la tercera grabacin de Karajan, recu-
rre a una ilustrativa entrevista de Richard
Osbome con el director y en donde los
esplndidos comentarios de Andreas
Richter mereceran premio slo por tener
el valor de empezar as el anlisis de la
Quinta: "Ta ta ta taaa!"!
Sobre el sonido. En conjunto suntuo-
so, haciendo justicia a la agrupacin ber-
linesa, aunque Martin Fouqu, productor
de la grabacin, insiste en la importancia
de la toma de sonido paralela, efectuada
para DVD-Audio (en formato de prxima
edicin). El mismo Barenboim, en una
entrevista aparecida en su pgina Web de
internet (www.daniel-barenboim.com),
H
BEETHOVEN: Sinfonas 1-9.
Soile Isokoski, soprano; Ro-
semarie Lang, contrallo; Robert
Gambill, tenor; Rene Pape, bajo.
Coro de la Deutsche n Staaisoper
Berln. Staatskapelle Berln. Direc-
tor: Daniel Barenboim. CD TEL-
DEC 3984-27832-2. 378" 44". Gra-
bacin: Berln, V-VI/1999. Produc-
tores: Martin Fouqu, Chrlstoph
Classen. Ingenieros: Michael Brara-
man, Eberhard SengpieL Distribui-
dor: Warner. PN
seala que, durante la grabacin, al acu-
dir al cuarto de control, "el play-back en
disco comparto era brbaro, pero cuando
el ingeniero apret el botn de la toma
en DVD audio, ese sonido se volvi mu-
cho ms poderoso y a la vez transparen-
te, mucho mas real". A la espera de tal so-
porte, quede claro que el actual es estu-
pendo.
En resumen (o sea, lo que se hojea
cuando uno prefiere ahorrarse la lectura
de un texto tan exienso como el prece-
dente): es este un gran ciclo de las Sin/o-
nias beethovenianas, porque est proyec-
tado y plasmado desde la inteligencia y la
experiencia (la de conocer e interpretar
mlple y pluralmente la mayor parte de
la obra del compositor), mirando al pasa-
do con el respeto, la adhesin y la curio-
sidad de un nombre de hoy, y en el que
su demiurgo, Daniel Barenboim, cuenta
con la "complicidad" de un instrumento
fiel de ese pasado, aggiornado' y remo-
zado, la Staatskapelle berlinesa, capaz de
generar belleza sonora -como en pocas
versiones de estas obras-, uncin, intimis-
mo y grandeza, valores que, en los tiem-
pos que corren, no son poca cosa. Y an
otro mrito: movimiento a movimiento y
Sinfona a Sinfona, la impresin/idea ms
frecuente radica en cuan extraordinaria es
esta msica; y es que ese es el arte del
verdadero intrprete, saber guardar el
protagonismo para el autor.
Jos Luis Prez de Arteaga
CENTRE INTERNACIONAL
DE MSICA ANTJGA
n FESTIVAL DE PRIMAVERA: MSICA VIVA 2000
LA CAPELLA RE1AL
DE CATALUNYA
II. 9maig 20^0 h.
BASLICA DE SANTA MARA DEL MAR
A rres i memoria
La Msica a Napols en d Teraps d'AlfomJ
el Magnanim
El misten d'Eh
La Capella Relal de Cafc
Direccci: Jordi Savall
Pairoeini de la Gemslital de Catalunya
I D. 22 mafg 20^0 h.
FUNDACI COL LECCI THYS
BORNEMISZA (MONESTIR DE PEDRALBES)
Les Voix Humaines
Recita] Jordi Savall
Paumni de ta FUNDACI COL-LBECT THYSSN-I
ijuny 2030 h.
3ASLICA DE SANTA MARA DEL MAR
tille Regrets La Cancin del Emperador
.ums i Ombres en el temps de Carlos V
La Capella Reial de Catalunya
Direcci: Jordi Savall
ffeirocUli t la GcpeifcHlal de Catalunya
1
f
[ I
FUNDACI COL LECCI THYSSEN-
, BORNE\flSZA (MONESTIR DE PEDRALBES)
j/ Caneos, Planys i LLegendes
'del Romnk al Renaixement
Montserrat Figueras, soprano
^Bcgoa Olavide, psalleri i qanun
Savall, Arpa medieval i arpdoppia
Pedro stevan, percussi tlQ
Jordi Savall. violes *
e l>FUNDACICOLLECCITHYSSEN-
Col-laboren: Auditori
PAS
ita!unja, Monestir Ae Pedralbes
Entrades al Tel-Entrada 902 10 12 12 i a qualsevol oficina de Caixa de Catalunya
6 7
D I S C O S
REEDICIONES
L O MEJOR DE
CADA CASA
Si preguntsemos a msicos, crticos y
melmanos sobre el mejor (con las reser-
vas propias de este tipo de afirmaciones),
ms famoso, o al menos el ms paradigm-
tico intrprete en la historia de cualquiera
de estos cinco instrumentos: violin, voz (te-
nor), piano, violonchelo y guitarra, es muy
probable que los siguientes nombres apa-
reciesen con ms frecuencia que ningn
otro: Jascha Heifetz, Enrico Caruso, Artur
Rubinstein, Pablo Casis y Andrs Segovia.
EM1 dentro de su coleccin The Legen-
dary, una serie de reediciones a precio me-
dio, que en este caso proceden en su mayor
parte de grabaciones de los aos 30, ADD y
con sonido Monoaural, aunque hay que de-
cir que los reprocesados son excelentes y
permiten una audicin limitada en muchos
aspectos, pero suficiente para apreciar la
enorme categora artstica de los cinco.
El violinisia lituano Jascha Heifetz des-
pliega sus conocidos recursos virtuossticos
(nunca gratuitos) y su objetividad extrema
en unas lecturas precisas, clarsimas, de so-
nido carnoso, intenso y matizado con im-
presionantes variedad y buen gusto, en un
CD (5 67005 2) con pginas breves de nu-
merosos autores: Albniz, Bach, Debussy,
Falla, Franck, Glazunov, Paganini, Vival-
di...; entre ellas, abundan arreglos del pro-
pio Heifetz, casi siempres de piezas bri-
llantes, extrovertidas y de la mxima difi-
cultad tcnica.
El legendario tenor Enrico Caruso es el
protagonista de otro CD (5 67006 2) en el
que encontramos magnificas versiones de
populares arias de pera italiana (Mascag-
ni, Ponchielli, Leoncavallo, Puccini, Gior-
dano, Cilea, Verdi...) y francesa (Bizet,
Massenel), adems de varias canciones ita-
lianas (Tosti, Trimarchi, Leoncavallo...),
que proceden de grabaciones efectuadas
entre 1902 y 1904 (hace casi un siglo nada
menos!) y que mejoran considerablemente
el sonido de anteriores ediciones. As, se
aprecia mejor el canto expansivo y al mis-
mo tiempo exquisito, luminoso y tempera-
mental de la voz y el estilo del "tenor lati-
no" por excelencia, con momentos insupe-
rables como la siciliana O Lola del comien-
zo de la Cavalleria rusticana de Mascagni,
o el Amor ti vieta de la Fedora de Giorda-
no, por citar dos significativos ejemplos.
En el disco de Rubinstein(567007 2), se
han incluido catorce obras de Chopin (Noc-
turnos, Mazurkas, Polonesas...) que mues-
tran una vez ms el fraseo refinado, elegan-
te, sin excesos romnticos, pero tambin sin
el ms mnimo asomo de frialdad del insig-
ne pianista polaco; equilibrio y fluidez en
un discurso lleno de rigor y belleza que se
quintaesencia en los Nocturnos, envueltos
en una atmsfera sutil y ensoadora como
pocas veces se puede escuchar.
En el caso de nuestro compatriota Pa-
blo Casis, se ha seleccionado un CD (5
67008 2) con la Primera Suitepara chelo
de Bach, la Tercera Sonata para chelo y
piano de Beethoven y la Segunda, tambin
para chelo y piano, de Brahms, con un bre-
ve Minueto de Beethoven como comple-
mento; nuevamente estamos ante una per-
sonalidad musical arrolladora, que se ma-
nifiesta en interpretaciones clidas, inten-
sas, apasionadas y profundamente comuni-
cativas: algunas de estas caractersticas
pueden resultar un tanto chocantes en la
Suite de Bach, pero slo si las analizamos
con los criterios actuales, algo impensable
si tenemos en cuenta que la grabacin es
de 1938, una fecha que se pierde en la no-
che de los tiempos en cuestin de versio-
nes historicistas.
Y, por fin, otro ilustrsimo espaol, An-
drs Segovia, protagoniza un CD (5 67009
2) con transcripciones y obras orignales de
Bach, Froberger, Mendelssohn, Turina, T-
rrega y Torroba entre otros, que dejan
consiancia una vez ms de su magisterio
absoluto en el dominio de la guitarra y su
profunda musicalidad.
Por todo lo dicho, podemos concluir
que cualquiera de los cinco discos (salvo
en el caso de adeptos exclusivos al buen
sonido estreo), merece sobradamente la
pena.
DAV.
MAS BACH
H A R M N I C O
La Edition Bachakademie que Harmo-
na Mundi est sacando a la luz dscogrfi-
ca prosigue con un nuevo lanzamiento de
seis volmenes. Tres de ellos contienen
cantatas, uno (doble) los Conciertos de
Brandemburgo y dos msicas para rgano.
El lanzamiento ser nuevo, pero las graba-
ciones de ningn modo.
En d nmero 140 fue la ltima vez que
en SCHERZO hemos hablado de las Can-
tatas BWV11, 43, 44 (HMX 2951479), BWV
21 y 42 (HMX 2951328) y BWV 56, 82 y
158 (HMX 2951365), todas ellas dirigidas
por Philippe Herreweghe a sus conjuntos
habituales del Collegium Vocale y la Cha-
pelle Royale, ms elencos solistas en los
que destacan la soprano Barbara Schlick y
el bajo Peter Kooy. All mismo remitimos
en cuanto a los Conciertos de Brandem-
burgo (HMX 2951634.35) de la Academia
para la Msica Antigua de Berln.
Las dos novedades se reparten enire
onel Rogg (Ginebra, 1936) y Rene Saor-
gin (Carmes, 1928). El primero aporta las
seis transcripciones corales editadas por
Schbler en 1746, BWV 645-650, a las que
agrega cuatro piezas sueltas: Pasacalla y
fuga BWV 582, Tocata y fuga BWV 565 y
las Fantasas y fugas BWVW 537 y BWV
542(HMX 295771). Estos registros, que da-
tan de 1970, son verdaderamente maravi-
llosos, pues el intrprete suizo maneja el
histrico rgano Silbermann de Arlesheim
con una extraordinaria sensibilidad para
imponer a estos matriciales corales una ho-
mogeneidad tcnica y una uncin expresi-
va ante las que no caben ms que el mudo
arrobo. En las piezas de complemento se
permite un tono lgicamente ms expansi-
vo pero sin el ms mnimo asomo de exhi-
bicionismo.
Odo a continuacin, el Orgelbcblein
BWV 599-644 (HMX 2951215) provoca una
transicin mgica del mundo de las cantatas
propias al del dogma. Contiene cuarenta y
seis preludios basados en las melodas cora-
les utilizadas en la iglesia luterana. Estn
dispuestos segn el curso del ao litrgico,
comenzando por el Adviento, pasando por
la Navidad, la Cuaresma, la Pascua, la As-
censin, el Pentecosts y la Trinidad, y ter-
minando con aquellas reas miscelneas
que en la mayora de los libros de himnos
se clasifican bajo el epgrafe de "General".
Pero la intencin de Bach no se limit a fa-
cilitar la vida de los organistas eclesisticos
(cosa que an hoy en da sigue consiguien-
do), sino que era tambin pedaggica. En la
portada estas piezas se describen como pro-
veedoras de "instruccin sobre las diversas
maneras de elaborar un coral, as como
prctica en el empleo de los pedales". Saor-
gin las grab el ao 1983 en el no menos es-
plndido instrumento con que una mano
todava annima dot a la Catedral de San
Pedro de Luxeuil en 1617. Su enfoque es
complementario del de Rogg, pues lo que
aqu encontramos es una coleccin de refle-
xiones particulares que penetran en toda la
hondura de cada coral para que, por su mo-
vimiento y su color sonoro, cobre el clima
de espiritualidad que especficamente le co-
rresponde.
En definitiva, estos dos discos de msi-
ca para rgano se recomiendan con igual
intensidad aunque por razones distintas
que, sin embargo, coinciden en dos virtu-
des: la adecuacin entre los intrpretes y
sus respectivos instrumentos, y la calidad
tanto de las tomas originales como de los
reprocesados en que ahora se nos sirven.
A.B.M.
lu,
' MADRID, 1999
CICLO DE
im a,
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\\ \ \ ty. U colaboracin "
' ,( ' .' ', dp
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) 'Mrtistei'ie de Educacin y Cultura
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CANAL DI GI TAL
CANAL+
VLADIMIRASHKENAZI
piano
CONCIERTO
Martes, 16 de Mayo.
19:30 horas.
SCHUMANN: Arabesque op.18
Kreisleriana op.16
RAVEL: Gaspard de la Nuit
RACHMANINOV: Preludios op.23, ns 6 y 7
Preludios op.32, ns 5, 10, 12 y 13
COLABORAN:
FUNDACIN HAZEN
HOSSESCHRUEDERS
R I S C O S
REEDICIONES
DE LA P O L I F O N A
AL CLASICISMO
Esta entrega de lbumes dobles de la
serie Virgin Ventas x 2 agrupa registros que
ya se haban reeditado separadamente o
completa ediciones que slo haban ofreci-
do un nico ejemplar, las versiones, salvo
los casos que se sealan, son solventes o in-
cluso magnficas.
La msica polifnica renacentista est
representada en esta entrega por los dos
discos del Hilliard Ensemble dedicados a
madrigales italianos y britnicos ( 1992 y
1988. 5 61671 2). Desde luego, el conjunto
canta impecablemente, con claridad y vita-
lismo, el primer repertorio citado e incluso
da muestras de soma hacia los tpicos ms
habituales del gnero. No obstante, tambin
se entregan a fondo en cuanto a expresivi-
dad (.11 manco e dotce cigno de Arcadelt).
Sin embargo, puede que el arco interpretati-
vo sea ms ancho en las composiciones in-
glesas, movindose de la elegancia al bulli-
cio tabernario. En Miracolous love's
wounding de Thomas Morley se despliega
una sensacin misteriosa y en See, see, the
shepherds' Queen tiene efecto una recrea-
cin cercana a la pura diversin.
Las Vsperas de Monteverdi (las maria-
nas de llO y otras piezas de la Selva mora-
le e spiriluale) por el Taverner Consort and
Playera < 1984. 5 1662 2) y direccin de
Andrew Parrotl se benefician de una toma
sonora muy atenta a los efectos de espacia-
lidad, los ecos y relaciones de distancia. La
solemnidad del Deus i adiutorium y, en
general, la reproduccin de todas las partes
gregorianas constituye lo ms logrado, asi
como el intercambio entre voces e instru-
mentos de meial en el Magmfica. Algunas
contribuciones solistas, sin embargo -como
el tenor en "Surge, rnica mea, et venT- son
ciertamente dbiles.
Vivaldi aparece con la coleccin com-
pleta de // cimento dell'armonia e dell'in-
ventone -que incluye las inevitables Cualm
estaciones-, en ver-
sin de Momea
Huggett, los Ra-
gln Baroque Pla-
yers y direccin de
Nicho las Kraemer
(O 1990. 5 61668
2). El relieve dado
al clave, la movili-
dad -vertiginosa en
el final del ltimo
concierto-, la ma-
nera de adornar la
solista la lnea me-
ldica en los lentos
dan a estas Esta-
ciones un aire per-
sonal. El resto de
la coleccin se rige
por la liviandad y algo de falta de incisivi-
dad, Con todo, el virtuosismo de la solista
llega a estar algo justo: serie de arpegios en
el final del Concierto n8.
Cuatro lbumes dobles estn dedicados
a Bach, formando un bloque muy importan-
te dentro de la reedicin.
Dos discos contienen las interpretado-
fies del Magnficat, los Oratorios de a Ascen-
sin y de Pascua y las cantatas BWV 4 y 50
por Andrew Parrott, solistas y los Tavemer
Consort and Playera ( 1990, 1994. 5 61647
2). En la cantata Christ las in Todes Banden
BWV 4 se arrastra la endeble contribucin
del tenor Charles Daniel*. El tono es muy
otro en el comienzo
del Oratorio de Pas-
cua, exterior y bri-
llante, dada la pre-
sencia de trompetas
y timbales. Se dan
leves impurezas de
la flautista (Rachel
Brown) en el obbli-
gato del aria Seele,
deine Spezereien.
donde la soprano
Emily van Evera
sortea con apuros
las dificultades de
entonacin y emi-
sin con que tro-
pieza. Con un
p l a n t e a mi e n t o
igualmente minimalista, el Magnficat merece
una traduccin no exenta de luminosidad,
ms interesante, con tal punto de partida,
que el Oratorio BWV 11. El desequilibrio
entre voces e instrumentos -a favor de aqu-
llas- es notorio en la BWV 50.
Ms cantatas bachianas se deben a la so-
prano Nancy Argenta, con el Ensemble Son-
nene, dirigido por Monica Huggen (> 1994-5.
5 61644 2). La soprano delinea una versin
no tremendista de Icb habe genug. con un
ambiente sonoro ligero y camerstico, donde
la voz pequea, aqu casi infantil, de Argenta
no desentona, sino que contribuye a un efec-
to de intimidad. Sobresalientes las aportacio-
nes solistas en Mein Herze schwimml im Bki
Paul Goodwin, al oboe, por timbre y fraseo, y
no menos la violagambista Sarah Cunning-
ham en su parte. Argenta tiene problemas en
la BWV 51, pero no deja de darse un brillante
dilogo entre la solista y la trompeta al co-
mienzo y al cierre de la obra. La claridad de
texturas y lo cuidado del fraseo son notables
en la cantata BWV 84. La voz es ciertamente
de reducido volu-
men, pero su pre-
sencia influye posi-
tivamente por la
notable pureza.
Nuevamente, debe
mencionarse al ex-
traordinario obosta
Paul Goodwin. El
solo de flauta de
Lisa Beznosiuk es
igualmente magnfi-
co en Non sa che
sia dolore BWV
209, pgina de du-
dossima autentici-
dad bachiana. Ar-
genta se muestra
radiante y jubilosa
en la Cantata de boda BWV202.
Las Suites francesas de Bach por Davitt
Moroney ( 1991. 5 61653 2) forman parte
de lo ms interesante de las grabadas por
clavecinistas de su generacin. Acude el in-
trprete a fuentes que contienen una orna-
mentacin ms abundante que la normal-
mente conocida. Este factor contribuye a
emparentar las obras de modo ms decidido
con el arte sonoro francs; no obstante, no
se trata tan slo de una cuestin de embe-
llecimientos, pues Moroney realiza lecturas
de acusada sensualidad.
John Holioway. con Davitt Moroney, rea-
liza unas excelentes Sonatas para violny
clave de Bach (
1989. 5 61650 2)
Susan Sheppard
confiere igualmente
un papel destacado
al chelo en las
obras con bafo con-
tinuo. Articulacin
variada, entronque
del ornamento e in-
dudable raiz core-
lliano-vivaldiana de
Las pginas son los
puntos de mira de
las versiones, en las
que el teclado
asume en ocasiones
la voz principal.
Haendel tiene
peor fortuna en esta edicin, pues Hans-
Martin linde, con el linde Conson y la Cap-
pella Coloniensis, es como mucho un intr-
prete correcto de la Msica para os reales
Juegos de artificio, la Msica acutica o los
Conciertos grossos cp. 3 ( 1984-5. 5 61656
2). Estas ltimas piezas se presentan con una
sonoridad orquestal algo voluminosa y acen-
tos romos. La Waler Music cuenta con una
versin no especialmente clara, de escaso
relieve tmbrico y acentuacin floja. Tampo-
co la Msica para los reales fuegos de artifi-
cio sobresale en una discografa que incluye
la veisin de King (Hyperion) que restituye
la instrumentacin original de la obra.
Tres Misas mozartianas (K. 317, K. 337,
K. 427 ms el Kyrie K. 341) por el Coro de
Cmara de Colonia, el Collegium Cartusia-
num y direccin de Peter Neumann ( 1992
y 1988. 5 61671 2) disfrutan versiones desi-
guales, pese a que el concepto interpretati-
vo se mantenga siempre interesante. Una
sonoridad algo mate, la contencin expresi-
va y algunos desfallecimientos en los nme-
ros corales perjudican la Misa K-427. La
Misa de la Coronacin K. 317 y la Misa so-
lemne K. 337 son expuestas con lecturas li-
geras y texturas clarsimas.
Las Sinfonas de Pars de Haydn por la
Orchestra of the Age of Enlightenment y di-
reccin de Sigiswald Kuijken ( 1989 5
61659 2) suponen un logro extraordinario
dentro de los parmetros estilsticos e hist-
ricos de la interpretacin. El Vivace assai de
la n82 convence por su fuerza e incisividad
rtmica, pero el Allegretto siguiente es una
autntica delicia y el Finale saca a la superfi-
cie todas sus connotaciones cngaras en un
verdadero paroxismo rtmico. Kuijken equi-
libra un clima casi prerromntico en el tiem-
po inicial de la n83 con la grada del tema
"gallinceo" en el oboe. La originalidad
haydniana es puesta constantemente de re-
lieve; as, en los minuetes, o en el impulso
de los finales. La fuerza dramtica se repro-
duce igualmente en el Vivace de la H"B5 y
toda la n"S6 evidencia una gran madurez
de estilo por parte del director.
E.M.M.
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Dla A al a Z
ALBNIZ: berta (Segundo cuaderno).
Siete esludios en los tonos naturales mayo-
res. Amalia, op. 95- Ricordatti. op. 95- s-
pagne (Souvenirs). La Vega. Miguel Ba-
selga, pi ano. BIS-CD-1043- DDD.
74'4O". Grabacin: Zaragoza, Vn/1999.
Productor e ingeniero: lugo Petry. Dis-
tribuidor: Dh-erdi PN
Prosigue Miguel Baselga su ciclo com-
pleto de la obra pianstica de AJbniz co-
menzando por el segundo cuaderno de la
Suite berta -l mismo explica con buenas
razones por qu nos lo ofrece fragmenta-
do, pero uno no puede por menos que
preferir escucharlo completo. Su concepto
pane de un interesante equilibrio entre la
explosin virtuosstica y el anhelo de cla-
ridad, lo que le lleva a una cierta tenden-
cia analtica ayudada por la seguridad tc-
nica y el modo de embridar lo expresivo
desde ella en una postura que puede re-
cordar en el concepto a lo que ha hecho
Alben Guinovan con las Goyescas de Gra-
nados. Es un mundo expresivo muy dis-
tinto al de Alicia de Larrocha; tampoco
liga Albniz con Debussy como haca
Orozco, pero que no cae nunca en el
adelgazamiento de la expresividad. Se
puede ser ms directo -Triara queda un
tanto seria para mi gusto, se puede pedir
ms misterio en Almera-, pero el plantea-
miento es plenamente aceptable aunque
tienda a una cierta distancia que, sin em-
bargo, rinde buenos frutos en una Ronde-
a muy en su exacto lugar. Se podr estar
ms o menos de acuerdo, pero la pro-
puesta es lo suficientemente personal
como para tenerla muy en cuenta. Del
resto del programa destacan Espagne y La
Vega, en las que Baselga acierta con el
tono evocador y los rasgos de un cierto
Impresionismo suficientemente persona-
les. De las dos piezas de saln, Amalia es
vista por Baselga como mucho ms que
eso y Ricordatti no va ms all de lo sim-
plemente grato. Los Siete estudios se incar-
dinan con la msica de pretensin peda-
ggica cuyos ejemplos cimeros estn en la
mente de todos. Baselga los negocia con
plena solvencia tcnica y les aade ese
plus expresivo que, por qu no, de vez en
cuando piden. Una excelente continua-
cin, en suma, de un ciclo que revela a
un pianista muy inteligente.
L.S.
ANTHEIL: McKonkey's Ferry (Was-
hington al Trenton), a concert overture.
Sinfonas n
9
s 4 "1942'' y 6 "after Dela-
croix". Orquesta Sinfnica Nacional de
Ucrela. Director: Theodore Ruchar.
NAXOS 8.559033. DDD. 67'43". Graba-
cin: Kiev, xn/ 1998. Productor: Ale-
xander Homosta. Ingeniero: Andrl)
Mokvytsky. Distribuidor: Ferysa. O PE
Demasiado y demasiado pronto. Los
primeros aos de George Aniheil como
compositor fueron tan ruidosos que resul-
ta abrumador el silencio que se abate
sobre l antes de cumplir los cuarenta
os. Su vocacin vanguardista choca con
el neorromanticismo de sus composicio-
nes desde los aos cuarenta, ms o menos
desde esa Sinfona n" 4 que le estrena
Stokowski y que preside este CD. El
amigo de Pound, Joyce, Picasso y otras
celebridades, el coetneo estricto de Co-
pland y de los novelistas de la generacin
perdida, da obras atrevidas y provocado-
ras como su celebrrimo Ballet
mcanique, de 1925. El ballet y la pera
son tal vez el medio en que mejor se de-
senvuelve Antheil, este gringo de Nueva
jersey nacido en 1900, olvidado hacia
1941, resucitado en la segunda mitad de
los 40 y definitivamente desaparecido en
1959. Entonces vino el verdadero olvido,
ausentes ya su hombros poderosos para
una nueva resurreccin. Lo que sucede
tan a menudo. En secuencia, en la vida
haba sido concertista, joven promesa, en-
fant terrible, vieja gloria prematura, com-
positor para el cine, periodista con ribetes
amarillistas fracaso temprano, stravnskia-
no clasicista, neorromntico final, juguete
roto,..
La Cuarta Sinfona, "1942", .se preten-
de programtica. Se refiere al compromiso
de Estados Unidos en la guerra y prev la
victoria. Ya saben ustedes que en msica
programas asi son tan plausibles como in-
demostrables (e irrefutables). Tal vez es
entonces cuando se identifica a s mismo
como el Shostakovich de Estados Unidos.
Esta sinfona recuerda al sovitico, s, pero
la obertura McKonkey's Ferry (1948) lo re-
cuerda mucho ms, como si Antheil fuera
consciente ahora de que tiene que ser
como el modelo. Se trata de dos obras
muy slidas, pero acaso lo es ms la Sexta
Sinfona (tambin de 1948), en especial el
movimiento central (de tres), un Larghetto
desolado, lrico, melodioso y tenso. No
exactamente como los de Shostakovich,
pero en esa vena. Tal vez resulten cho-
cantes y anacrnicos algunos de los movi-
mientos rpidos. Es el destino de msicas
como las del Antheil tardo, pertenecer a
su tiempo y al pasado. Y el destino de
mucha msica de los Estados Unidos, la
de llegar a una esttica no demasiado leja-
na a la impuesta en la Unin Sovitica,
pero sin que la impusiera nadie en espe-
cial. Quin sabe si eso que ahora llama-
mos mercado,
Las interpretaciones parecen correctas.
Nada ms podemos decir a falta de posi-
bilidad de comparar. Kuchar y la Sinfnica
de Ucrania cumplen. Tal vez una gran ba-
tuta y una gran orquesta hicieran que
estas msicas sinfnicas dieran ms de si.
S.M.B.
BAOL Suitespara violonchelo n"l en
so! mayor BWV 1007, n'2 en re menor
BWV 1008, 3 en do mayor BWV 1009
(transcripciones para tiorba). Pascal
MonteUhet, tiorba francesa de cuerdas
simples. VIRGIN Verltas 5 45354 2.
DDD. 66'46". Grabacin: Sion, 1/1999.
Productor: Alain Lanceron. Ingeniero:
Nicols Bartholome. Distribuidor:
EM1. PN
Segunda grabacin que conocemos,
en el plazo de un ao, de las tres prime-
ras suites para violonchelo de Bach en
transcripciones para instrumentos de cuer-
De la A a la Z
da pulsada. Primero fue el sevillano Juan
Carlos Rivera quien las registr para el
sello Lindoro con el chitarrone. Ahora,
Pascal Monteilhet lo hace con la tiorba
francesa para Virgin. Rivera fue audaz y
busc en sus transcripciones aproximarse
al espritu de la msica antes que a la
letra. Para ello utiliz un instrumento que
le permita conservar la tesitura grave del
violonchelo, a costa de tener que variar
las tonalidades de las obras (todas ellas
transpuestas un tono altas). El magnfico
laudista andaluz ajust, adems, la msica
a las caractersticas del instrumento usado,
consiguiendo crear una atmsfera suge-
rente y potica en la que la msica de
Bach consegua atrapamos, para decimos
cosas que nunca antes habamos credo
or. Monteilhet utiliza una tiorba que le
permite respetar las tonalidades originales.
En este sentido, es ms conservador (ms
respetuoso, puede argirse tambin) que
Rivera. Su trabajo de transcripcin est,
desde luego, ms cercano al original ba-
chiano y, precisamente por ello, nos
suena a ms odo y ofrece menos posibili-
dades para la sorpresa. Con tempi, en ge-
neral, ms rpidos que los empleados por
Rivera, a Monteilhet se le nota mucho ms
el mecanismo; su ejecucin no alcanza la
escrupulosa limpieza de la del sevillano,
que parece flotar sobre las cuerdas. Por el
contrario, el francs, con una articulacin
ms ligera, transmite de forma ms expl-
cita el carcter danza ble de las piezas,
sobre todo, en el caso de gigas y corren-
tes, completando unas versiones no exen-
tas de inters, pero que se nos antojan
LA H O R A DE AR AM B AR R I
Siguiendo con la excelente serie de-
dicada a compositores vascos, y despus
de los compactos dedicados a Jess Gu-
ridi yjos Mara Usandizaga, la Orques-
ta Sinfnica de Euskadi acomete en este
tercer volumen, de muy generosa dura-
cin, la figura dei bilbano Jess Arm-
barri (1902-1960), quien comenz los es-
tudios musicales en su ciudad natal
(entre otros, con Guridi) para continuar-
los en Pars, donde fue alumno de Paul
Dukas en composicin y de Wladimir
Golschmann en direccin de orquesta.
Esta actividad, que perfeccion en Suiza
con Flix Weingartner, fue a la que de-
dic una mayor atencin. A su regreso a
Bilbao, en 1932, gan el puesto de di-
rector de la Banda Municipal, y ese
mismo ao fue tambin nombrado di-
rector de ia Orquesta Sinfnica de la ca-
pital vizcana. En 1953 consigui la
plaza de director de la Banda Municipal
de Madrid, donde permaneci hasta su
muerte, desarrollando una actividad
muy recordada por los melmanos de la
Villa y Corte, Su catlogo no es especial-
mente extenso, por lo que puede afir-
marse que el presente registro recoge
prcticamente toda la sustancia de su
personalidad como autor.
Al igual que muchos de sus coetne-
os, Armbarri sinti una especial inclina-
don por la msica popular vasca, como
podemos apreciar en el preludio orques-
tal Gabon zar sorgiak, de 1930, en el
que sobrevuelan, muy bien engarzados,
algunos de los temas utilizados por Guri-
di en sus Diez melodas vascas. Las Ocbo
canciones vascas, cuya versin sinfnica
ftie estrenada en 1932 por su mujer, Jose-
fina Roda, constituyen, segn el autor,
una suerte de homenaje a las Siete can-
ciones populares espaolas de Manuel de
Falla. En ellas, Armbarri se muestra muy
respetuoso con las melodas tomadas del
cancionero de Resurreccin Mara de
Azkue y el Padre Donosa, que combi-
nan lo melanclico, lo burlesco y lo sen-
timental, a las que somete a una orques-
tacin y una armona muy refinadas. La
Elega "in memoriam" fue escrita en re-
cuerdo de Juan Carlos Gortzar, un pro-
hombre de la musicologa vasca fallecido
en 1926, en cuya memoria se instituy a
beca que permiti a Armbarri estudiar
en Pars). Es un bello homenaje de grati-
tud, de contenido muy lrico, con una se-
rena aparicin del tema gregoriano del
Dies irae. Escrito en 1932, el ballet Aiko-
Maiko no fue estrenado hasta 1964 en el
Teatro Amaga de Bilbao por la compaa
de Vctor de Olaeta, Ese mismo ao se
present la suite sinfnica de este ballet
sobre temas vascos, que cuenta con una
partitura muy alegre y colorista, con una
brillante utilizacin de la orquesta. Chris-
tian Mandeal dirige con sumo cuidado
estas hermosas piezas a una Sinfnica de
Euskadi que domina evidentemente este
lenguaje. En las Ocho canciones vascas,
Mara Bayo ofrece una matizadsima lec-
tura, llena de sabor, de expresividad e
idiomatismo, en a lnea de la realizada
por Teresa Berganza con Gerardo Gom-
bau para Columbia.
R J .I.
ASMBARR1: Gabon zar sorgiak.
Ocbo canciones vascas. Elega "in me-
moriam". Aiko-maiko. Mara Bayo, so-
prano. Orquesta Sinfnica de Euska-
di. Director: Cristian Mandeal.
CLAVES CD 50-2001. DDD. 78"24".
Grabacin: San Sebastin, X/1999-
Productor: tlenne Collard. Ingenie-
ro: Nicols de Bly. Distribuidor Au-
vidis. 0PN
algo ms lineales y menos ricas para el
oyente que las del gran msico de Alcal
de Guadaira.
P J . V .
BACH: 35 Conciertos y Suiles. Solis-
tas diversos. Orquesta de Cmara de
Colonia. Helmui Mlier-Brhl. 8 CD
NAXOS 8.508005. DDD. 6836", 63'44",
63'47", 74'32", 64'27", 55'12'\ 68'28" y
78' 10". Grabaciones: Colonia, 1995-
1999- Productores: Uwe Walther, Wal-
ter Schaies y Stephan Schmidt. Inge-
nieros: Gabriele Albert, Hans Martin
Renz, Karl Heinz Stevens, Bodo Helne-
mann, Klaus Heieck y Ernsl Hart-
mano. Distribuidor: Ferysa. O PE
Exhaustivo recorrido por la obra or-
questal del Thomaskantor el que presenta
Naxos con esta caja de 8 discos (que tam-
bin pueden comprarse por separado).
Junto a los habituales Brandembtirgos,
Suiles, Conciertos para violn y para clave,
lo ms novedoso de la edicin son las
transcripciones y las reconstrucciones: as,
nos encontramos los BWV 1053 y 1055
en interpretaciones con un oboe d'amore
y el BWV 1056 con un oboe; el BWV
1059 ha sido reconstruido tambin para el
oboe -ya lo hizo van Asperen para el
clave-, destacando la inclusin como se-
gundo movimiento del famoso Adagio de
Alessandro Marcello; el BWV 1052 se in-
cluye adems en una versin para violn,
algo que ya prepar y grab recientemen-
te Fabio Biondi en un disco del sello Vir-
gin. El resto de transcripciones y arreglos
son ms habituales, como la interpreta-
cin del BWV 1060 con violn y oboe y,
en todos los casos, se ajustan a la idea
que la musicologa apunta como certeza
de que los conciertos que Bach compuso
para el clave en sus aos de Leipzig eran
versiones de obras anteriores para instru-
mentos meldicos, creadas en Cthen.
Decir hoy "Colonia" en el mbito del
Barroco supone pensar automticamente
en dos conjuntos tan extraordinarios
como Msica Antiqua Kln y Concert
K5ln. En esta edicin se cuela un grupo
mucho ms antiguo, la Orquesta de Cma-
ra de Colonia, agrupacin fundada en
1923 por Hermann Abendroth y que, tras
no pocas vicisitudes, alcanza este final de
siglo interpretando la msica de Bach con
instrumentos modernos pero criterios his-
tricamente informados. Que el grupo no
es sordo a la aportacin de sus paisanos
con instrumentos de poca lo demuestra
el hecho de la participacin en estos re-
gistros de algunos msicos habituales en
las otras formaciones, como el flautista
Karl Kaiser o los clavecinstas Roben Hill,
Gerald Hambit2er y Michael Behringer. Se
aprecia, por otro lado, una evolucin evi-
dente entre las primeras obras registradas
(1995) y las ltimas (1999). Los ataques se
han hecho ms incisivos, la acentuacin
ms marcada, el fraseo ms gil, el trazo
ms fino y los tempi algo ms rpidos.
El volumen 1, dedicado a las trans-
cripciones antes indicadas para oboe, es
de los menos afortunados, por el timbre
desabrido de los instrumentos solistas.
zo 7 3
De la A a la Z
Mucho mejor el volumen 2, donde se in-
cluyen los concienos para violn, en inter-
pretaciones de gran bro, notablemente
contrastadas y con un solista, Koija Bla-
cher, de hermoso sonido y plenamente in-
tegrado en el conjunto. Christine Pichl-
meier y Lisa Stewart salvan con solvencia,
aunque con menor expresividad, las difi-
cultades del clebre BWV 1043 para dos
violines.
Los volmenes 3 a 5 estn dedicados
a los conciertos para 1, 2, 3 y 4 claves. Se
incluye tambin -en flojsima interpreta-
cin- una reconstruccin para tres violines
del BWV 1064 y el modelo vivaldiano
para 4 violines a partir del cual Bach com-
pusiera su Concierto para 4 claves. Versio-
nes con muchos altibajos, preferibles las
de un solo instrumento solista, como pre-
ferible resulta, entre los davecinistas, el
potico y delicado Gerald Hambitzer a los
demasiado mecnicos Roben Hill y Harald
Hoeren y al poco refinado Christoph An-
selm Noli.
Los volmenes 6 y 7 incluyen, unto a
unos muy estimables Brandemburgueses -
equilibrados, contrastados, enrgicos, exu-
berantes-, el Triple Concierto BWV 1044 y
el BWV 1057, que es transcripcin para
dos flautas dulces y clave del Cuarto de
Brandembttrgo. Cierran la edicin las 4
Sutes-Oberturas (volumen 8), de adecua-
das articulacin y transparencia, aunque
no terminen de convencer por una excesi-
va frialdad y un bajo continuo al que le
falta definicin y mayores dosis de fanta-
sa.
En definitiva, opciones vlidas (con
los Conciertos para violin y los Brandem-
burgo como destacados) para conocer las
obras a bajo precio, si bien Virgin acaba
de reeditar, a precio muy parecido, dos
cajas de 4 discos cada una, incluyendo la
magnfica integral -muy superior a sta-
de los Conciertos para clave por Bob van
Asperen y el conjunto Melante Amster-
dam, y versiones notables de los Bran-
demburgo y las Sutes por Andrew Parrott,
obras que, aunque a precio medio, son
tambin preferibles en las lecturas de Go-
ebel (Archiv), Leonhardt (Sony Seon) y
Hamoncourt (TeIdee). Para los Conciertos
de violn, Kuijken (DHM, precio medio) y
Manze (Harmona Mundi) -que estuvo dis-
ponible a precio medio acompaando al
catlogo del sello francs- son las princi-
pales alternativas.
P . J . V .
BACH: Concierto para dos violines y
orquesta en re menor BWV 1043- MO-
ZAJtT: Sinfona concertante para violn y
viola en mi bemol mayor K. 364.
BRAHMS: Concierto en la menor para
violn y violonchelo Op. 102. Jascha HeJ-
fetz, violn; Erick Friedman, violin.
New Symphony Orchestra of London.
Director: Sir Makolm Sargent. Willlam
Primrose, viola. Orquesta Sinfnica *te
la RCA. Director: Izler Solomon. Gre-
gor Piatigorski, violonchelo. Orquesta
Sinfnica de la RCA. Director: Alfred
Wallenstein. RCA 09026 63531 2. ADD.
70'23". Grabaciones: Londres, V/1961;
Hollywood, X/195 y V/1960. Produc-
Ion Harald Hagopian. Ingeniero: Hsi-
Iing Chang. Distribuidor: BMG. O PM
Reedicin a la mayor gloria de Hei-
fetz, su brillante virtuosismo, bello sonido
y generoso y rpido vbralo al uso. Las in-
terpretaciones son otra cuestin. Aparte
de la rapidez de todos los tempi, marca de
la casa, el resultado final, en trminos ar-
tsticos, transmite ms bien poco, al
menos para el firmante. Puestos a elegir
una versin ms bien "romntica" del
doble Concierto de Bach, uno prefiere a
Oistrakh (con Igor y Goosens, DG Origi-
nis). Lo mismo vale para la Sinfona con-
certanlee Mozart, donde Kremer y Kash-
kashian (con Hamoncourt, DG) ponen
tambin bastante ms calor al asunto.
Quienes busquen menos mpetu en Mo-
zart siempre pueden encontrar de nuevo a
los Oistrakh (EMI) o a Mutter con Giuran-
na (tambin EMI), por citar slo dos op-
ciones de altura. Finalmente, otra vez Ois-
trakh, en esta ocasin con Rostropovich y
una vibrante direccin de George Szell
(otra vez EMI) se antoja la opcin ms
clara para el Doble de Brahms, y desde
luego consigue bastante ms tensin que
sta de Heifetz-Piatigorski, aunque la rea-
lizacin de ambos es deslumbrante. Este
disco de Heifetz se antoja de inters esen-
cialmente para los amantes de uno de los
ms espectaculares virtuosismos que ha
conocido la historia del violin. Grabacio-
nes algo cargadas de resonancia en los
graves y percusin.
R . O . B .
BACH: Tilge, Hchster, meine Snden,
BWV 1083. Obras para rgano BWV 546,
622, 639, 643, 644, 668a, 682, 802. Mo-
nika Frimmer, soprano; Annette Mar-
kert, mezzosoprano; Martn Gester, r-
gano. Le Parlement de Musique.
Director: Martin Gesier. TEMPERA-
MENTS TBM 316020. DDD. 64'46". Gra-
baciones: VI/1999; Di/1999. Productor:
Daniel Zalay. Ingenieros: Caroline Re-
curt y Grard CogneL O PN
La capacidad de Bach para crear ex
novo se muestra igualmente genial cuan-
do .se trata de adaptar la msica de auto-
res anteriores o contemporneos. Esta fa-
ceta de copista y adaptador no se limit a
la fase inicial de su carrera, sino que la
desarroll prcticamente hasta el final. El
Stabat Mater de Pergolesi, la partitura ms
editada en Europa en todo el siglo XV11I,
fue escrito en 1736 y Bach no debi de
conocerlo antes de 1740, probablemente
en Dresde. Imposibilitado por !a ortodoxia
luterana de ofrecer un motete mariano en
Leipzig, el nico recurso posible que le
quedaba era la parodia, y a tal fin escogi
el Salmo 51 (Borra, Altsimo, mis peca-
dos). El resultado de este finsimo trabajo
de recomposicin no se pudo completar
hasta comienzos de la dcada de 1960, y
(salvo error u omisin) esta es la nica si
no primera grabacin discogrfica, que lo
presenta arropado por una serie de piezas
para rgano (sobre todo corales) a cargo
de Martin Gester en el instrumento Silber-
mann (1735) instalado en la iglesia de S.
Petri de Friburgo. En el plano interpretati-
vo, esta es la parte ms recomendable de
todo el disco, all donde de veras aflora
inequvoco y resplandeciente el espritu
de Bach, mientras que en el Salmo todo
queda bastante oscurecido por unas tomas
demasiado secas y unos criterios interpre-
tativas demasiado parciales en su decanta-
cin intimista.
A.B.M,
BACH: Cantatas de pascua. Bleib be
uns, denn es wi Abend werden BWV 6,
F.rfmit etich, ibrlIerzenBWV66. Bernar-
da Finlt, contralto; Steve Davislim,
tenor; Julin Clarkson, bajo; Michael
Chance, contratenor; Mark Padmore,
tenor; Dietrich Henschel, bajo. Coro
Monteverdi. English Baroque Soloists.
Director: John Eliot Gardiner. ARCHIV
463 580-2. DDD. 48'16". Grabacin:
Londres, IV/1999. Productores: Chris
Sayers, Sid McLauchlan. Ingenieros:
Wolf-Dleter Karwatky, Andrew Wed-
man. O PN
Gardiner est llevando a cabo durante
este ao 2000 (en realidad empez en
Alemania, en diciembre pasado) un ex-
haustivo periplo internacional con las
Cantatas completas de Bach. Para que se
hagan una idea de la "paliza" que se van
a meter entre pecho y espalda el director
britnico y sus msicos, les dir que, por
ejemplo, en enero de este ao ofrecieron
siete conciertos en Gran Bretaa e Italia,
con programas, por supuesto diferentes, y
un total de 25 cantatas y 2 motetes. Y as
todo el ao. Una empresa tan apasionante
como verdaderamente agotadora. El fun-
dador de los English Baroque Soloists pre-
tendia llevar tambin el periplo entero al
disco, con un ritmo de similar intensidad
-prcticamente un disco a la semana-. La
actual contencin del mundo discogrfico
(por emplear un termino suave) ha de-
vuelto al director a la dura realidad del
mercado y de la improbable recuperacin
de lo que seria una descomunal inversin,
excesivamente concentrada en un muy
cono periodo, algo cada vez ms mirado
por las empresas, no slo las discogrfi-
cas. As las cosas, Gardiner se tiene que
conformar con un retrato discogrfico
muy parcial de su periplo: doce discos en
total, cinco de ellos con grabaciones ya
realizadas y tres (los que contienen las
BWV 106, 118b,198, 140, 147, 36, 61 y
62) previamente editados por la propia
Archiv. Apenas cuatro de los doce discos
son nuevas grabaciones de este ao ba-
chiano. Como se ve, un panorama bien
distinto del que ambicionaba el director.
El primer ejemplar, que ahora se comenta,
contiene dos cantatas de Pascua en un
disco que, como se puede apreciar en ia
ficha, tiene una duracin canija (apenas
sobrepasa los cuarenta y ocho minutos),
lo que parece de entrada poco contenido
para el precio -serie normal, o sea, cara-.
Al margen de esto, los mimbres con que
cuenta Gardiner son envidiables: una
magnifica orquesta, un coro que se cuenta
entre los mejores en su especialidad, y un
cuadro de solistas que, al menos en esta
De la A a la Z
primera entrega, admite poco o ningn re-
proche. Y Gardiner, por su parte, es, entre
los directores britnicos, de los que mejor
ha entendido y traducido la msica del
Cantor. No encontramos en su manera de
explicar el mundo expresivo de ste la ri-
queza de contrastes o acentuacin de Har-
noncourt -que por otra parte los ingleses,
tan formales ellos, siempre han encontra-
do "excesiva"-, ni la calidez expresiva de
Jacobs, Herreweghe o, en otra dimensin,
Koopman. Se encuentra algo ms prximo
a la austeridad de Leonhardt, pero no ter-
mina de alcanzar ese punto de lgica ine-
xorable, tan difcil de explicar en palabras
pero tan evidente en los hechos, que con-
sigue el maestro holands. Con todo, su
aproximacin es sin duda interesantsima,
no admite pero alguno en lo estilstico, en
la nitidez de la exposicin, ni en la fluidez
de su discurso. Otra cosa es que haya
quien pueda desear algo ms de carne en
el asador. Ni que decir tiene que la reali-
zacin instrumental (salvo algn que otro
apuro de las trompetas en el inicio de la
BWV66, en todo caso en nada compara-
ble a los que pasaban los instrumentistas
de la poca inicial del historicismo, como
puede apreciarse en los primeros volme-
nes del ciclo Harnoncourt/Leonhardt) es
sobresaliente, que el coro deslumhra
como siempre y que las solistas brillan a
gran altura (por cierto, el bajo Henschel,
sobresaliente en su cometido, muestra un
timbre que remeda en medida no despre-
ciable al de Fischer-Dieskau). En definiti-
va, estamos ante un disco que todo buen
bachiano disfrutar plenamente s es que
no le importa el desembolso ante la limi-
tada duracin. Esperemos que los restan-
tes de la coleccin mantengan este envi-
diable nivel, sean ms generosos en la
duracin o, en su defecto, sean ms gene-
rosos con el precio.
R.O.B.
BACHi La Pasin segn San Mateo.
Naacy Argenta, soprano; Mldoii Suzu-
ki, soprano; Yoshle Hlda, sopr ano;
Klrsten Sollek-Avella, contralto; Robn
Blaze, contratenor; Geni Turk, tenor;
Makoto Sakurada, tenor; Peter Kooij,
bajo; Chiyuki Urano, bajo; Jun Hagiwa-
ra, bajo; Tetsuya Odagwa, bajo. Bach
Colieglum de Japn. Director: Masaakl
Suzuki . 3 CD BIS 10001002. DDD.
l66' 43". Grabacin: m/1999. Produc-
tor: Hans Klpfer. Ingeniera: Marin
SchwebeL Distribuidor DrverdL O PN
La integral bachiana de Suzuki, que
ha abordado las pasiones ms pronto que
tarde, se ha de recordar hasta el momento
por un puado de estimables versiones en
la serie de las cantatas y por una Pasin
segn San Juan rayana en lo magistral
(vid. SCHERZO, n 135). Por comparacin,
la de San Mateo resulta inmediatamente
decepcionante. Lo que por encima de
todo falla aqu es el sentido dramtico que
all maravillaba. En la sustancia material,
la peripecia discurre a un ritmo cansino
por ms que el Evangelista de Trk y el
Cristo de Kooij se empeen una y otra vez
en prender fuego a una mecha irremedia-
blemente mojada. El coro apenas alcanza
a comprometerse un tanto con el texio all
donde no puede por menos (Sind Blilze,
poi ejemplo), pero por lo general esos
momentos de conmocin no se corres-
ponden con el tono de las subsiguientes
reflexiones {OMenscb, bewein), que resul-
tan demasiado plcidas, contemplativas,
idlicas (en el caso concreto trado como
ejemplo, voces e instrumentos aparecen,
adems, en ambientes acsticos estancos).
Aparte de los citados, entre los solistas re-
sulta una vez ms delicioso or a Argenta,
pero globalmente todos se ven contamina-
dos por la incapacidad que en esta oca-
sin demuestra Suzuki para transmitir
como de l se esperaba las sentimientos
humanos contenidos en la partitura.
A . B. M ,
J, C. BACH: Sinfonas concertantes en
do mayor, para dos violines y violonchelo;
en mi bemol mayor, para flauta, oboe y
fagot; para dos violines, violonchelo y/lau-
ta. Concierto para violn en do mayor.
The Hanover Band. Director Anthony
Halstead. CPO 999 627-2. DDD. 65'42".
Grabacin: VO/1998. Productor: Burk-
hard SchmUgun. Ingeniero: Nicholas
Parker. Distribuidor: DiverdL O PN
The Hanover Band y Anthony Halste-
ad prosiguen su grabacin de la obra del
Bach londinense. Este es el cuarto volu-
men de las sinfonas concertantes (para el
segundo y el tercero, vase SCHERZO, n
132). Incluye el estreno discogrfico de un
concierto para violn solo, que alguna
fuente describe como sinfona concertante
y atribuye a pap Bach, pero por fin reu-
nido por Emesi Warburton (autor de las
notas) en su forma originaria, la cua!
constituye un curioso punto equidistante
de las dos mencionadas y la sinfona con
solo para violin. Por lo dems, nos halla-
mos ante una de las producciones orques-
tales ms estimables de su tiempo, des-
pus naturalmente de la de Mozart. El
tono es siempre amable, pero nunca su-
perficial, y las demandas que plantea a los
intrpretes van mucho ms all de la pre-
cisin tcnica. Sin que de ninguno de los
dems solistas pueda decirse que desme-
n^can, aqu destacan sobre todo la violi-
nista Anna McDonald y la flautista Rachel
Brown, que en la obra en sol mayor lide-
ran una versin absolutamente modlica
por la seguridad y empuje con que abor-
dan los imaginativos fraseos que les co-
rresponden. El conjunto orquestal respon-
de con cohesin sin fisuras a la sensible
direccin de Halstead, que sabe encontrar
los lempi ms naturalmente adecuados
para que el discurso avance fiel a la grcil
lgica de que siempre hace gala el com-
positor.
A . B. M .
BARGIEL: Trio para violn, volonche-
loy piano enfa mayor, op. 6. Adagio para
violonchelo y orquesta (versin para vio-
lonchelo y piano del autor) en sol mayor,
op. 38. Sonata para violin y piano en fa
menor, op, 10. Tro Parnassus. MDG 303
0806-2. DDD. 79' 24". Gr abaci n:
1/1998. Productor: Werner Dabring-
haus y Reimund Grimm. Distribuidor:
Amar. PN
Woldemar Bargiel (1828-1897), de
ilustre parentesco, ya que era hermano
(slo por parte materna) de Clara Wieck,
la esposa de Schumann, fue como compo-
sitor un msico de no muy extenso aun-
que variado catlogo: una sinfona, tres
oberturas, varias pginas para coro y or-
questa, msica para piano, de cmara...
Su estilo pane de la tradicin ms clsica,
aprendida en el conservatorio de Leipzig
donde inici su formacin, y se manifiesta
en sus obras de cmara a travs de estruc-
turas y desarrollos formales de carcter
tradicional, al tiempo que incide en la uti-
lizacin de melodas y elementos armni-
cos muy naturales y difanos; no hay sor-
presas, ni para bien ni para mal, y todo
discurre en un camino agradable, poco si-
nuoso y bastante previsible.
As lo han entendido las componentes
del Trio Parnassus, que se recrean en lec-
turas reposadas, subrayando los aspectos
ms elegiacos de estas pginas, resultando
de especial inters la Sonata para violin y
piano, por el concentrado y expresivo
dilogo de ambos instrumentos. Ayuda y
mucho una excelente grabacin.
DAV.
BARTOK: Tres burlescas, BB55. Siete
esbozos, BB54. Quince canciones campesi-
nas hngaras, BB79. Improvisaciones
sobre canciones campesinas hngaras,
BB33- Diez piezas fciles, BB51. Zoltn
Kocsis, pi ano. PHILIPS 462 902-2.
ADD/DDD. 6l'3O". Grabaciones: Lon-
dres, 1980; Hamburgo, 1998. Producto-
res: Wllhelm HeUweg y Volker Straus.
Ingenieros: Jean-Marie Geijsen y Cees
Heijkoop. O/ O PN
El volumen sexto de la magnfica gra-
bacin completa de la msica para piano
de Bla Bartk a cargo de Zoltn Kocsis
recupera registros ya hechos hace veinte
aos, al comienzo de su carrera, por el
gran pianista hngaro. Ya entonces -se
trataba de las piezas ms ligadas a o po-
pular de las contenidas en este disco,
pero lambin de los apasionantes Siete es-
bozos- estaba clara la inteligencia con ia
que Kocsis aborda esta msica, yendo
ms all de sus sobrados recursos tcnicos
para mostrar la estilizacin conceptual del
folclore esencializado por el autor. Queda
la duda de si hubiera costado tanto regra-
bar estas pgin*s-y recibirlas con el aadi-
do de la madurez del solista, hoy sin rival
a la hora de traducir una msica de la
cual esta edicin se erige como referencia
para muchos aos. Las Tres burlescas y las
Diez piezas fciles son grabaciones de
nuevo cuo. En la primera de estas obras
se advierte el podero tcnico de KocsLs
en la magistral versin de la curiosa Un
poco gris, una msica no se sabe si des-
criptiva o directamente transgresora. Las
Diez piezas fciles tienen un destino pe-
daggico que, ya sabemos, siempre en
De la A a la Z
Bartk resulta ser de mayor alcance -
Tarde en Transilvania y Danza del oso
eran predilectas del autor en sus recitales
como pianista, como la citada Un poco
gris-, y unen lo popular a un cierto hlito
romntico. Kocsis, ni que decir tiene, est
irreprochable en eslas viejas y nuevas ver-
siones de una msica en la que no tiene
rival y, poco a poco, va coronando una
empresa apasionante.
LS .
BEETHOVEN: Sonata para piano en
mi mayor op. 109. Snala para piano en
la bemol mayor op. 110. Sonata para
piano en do menor op. 111. Bagatelas op.
319. Variaciones Diabelli op. 120. Bagate-
las op. 126. Klaiierstcke WoO 61 y 6la.
Valses WoO 80 y 8.5. Ecosaise WoO 86.
Jean-Francois Heisser, piano. 2 CD
NAIVE NC 40001. DDD. 79' 03" y
72' 22". Grabacin: Gradignan IV,
VII/1999. Productor: Jean-Pierre LoteU.
Ingeniero: Pierre-Antoine SignoreL
PN
Jean-Francos Heisser ha venido
dando muestras de su calidad como intr-
prete en los ltimos lustros con discos de-
dicados a Dukas, Falla, Mompou o De-
bu ssy, todos para el sello Erato, con el
que siempre ha grabado. Ahora, para
inaugurar la seccin clsica de este sello
francs, explora el ltimo perodo compo-
sitivo de Beethoven, con toda la compleji-
dad tcnica y expresiva que conlleva. En
el pianista galo se combinan a la perfec-
cin e! preciosismo con lo musculoso, el
podero (Qu Prestsimo del op. 109) con
un agudo sentido de la calma.
Es un Beethoven luminoso y extraver-
tido, donde da rienda suelta a la fantasa y
a la libertad. Muy en la lnea del primer
Barenboim (EMI), aunque sin llegar a los
extremos de solidez y asentamiento del
argentino. Utiliza el pedal lo justo y obtie-
ne una gran transparencia, aunque a
veces resulte un tanto spero. Con el
mismo afn defiende las series de bagate-
las y otras piezas menores, stas s, ms li-
geras que las tres sonatas y las Variacio-
nes Diabelli, un ejemplo perfecto de
variedad ante el teclado.
C.V.N.
BEETHOVEN: Cuartetos de cuerda
opp. 74 y 59, n"3- Cuarteto de Leipzig.
MDG GOID 307 0852 2. DDD. 60'35".
Grabacin: Arolsen, IH/1998. Produc-
tores: Werner Dabringhaus, Reimund
Grimm. Ingeniero: Friedrich Wilhelfll
Rdding. Distribuidor: DiverdL PN
A juzgar por este CD y algn otro que
hemos podido escuchar con un repertorio
cercano (Schubert o Brahms, por ejem-
plo), el Leipzig es una esplndida forma-
cin de cuarteto de cuerda. sta es la pri-
mera entrega que nos llega de lo que sin
duda va a constituir una singular lectura
de los Cuartetos de Beethoven. Empiezan
por la mitad, con el ltimo de los Razu-
movski y con e! op. 74, aunque al parecer
BELLEZA A N T E T O D O
Pese a lo que pueda parecer a sim-
ple vista, no existen demasiadas versio-
nes referenciaies de este ciclo. Junto al
firmado por Du Pr y Barenboim (EMI)
coexisten los de Rostropovich y Richter,
con sus salvedades, (Philips) y algunas
interpretaciones aisladas, como la Pri-
mera y Segunda Sonatas a cargo de Ca-
sis y Serkin (Sony). El firmado por
Schiff y Fellner viene a complemeniar a
los anteriores gracias a la belleza que
irradian estas lecturas clidas y senti-
das, al tiempo que poderosas y sugesti-
vas.
Lo primero que destaca al escuchar
estas obras es lo redondo del sonido del
violonchelo de Schiff. Su preocupacin
por la imbrica y la belleza sonora le
hacen, en algunos pasajes, relegar la
propia msica, como en el Adagio Can-
tabile de la Tercera Sonata op. 69, pero
son leves instantes que no empaan el
resultado global. Utiliza, adems, dos
notables instrumentos, el Stradivarius
Mar de 1711 y La Bella Durmiente de
Domenico Montagnana (1739), que real-
zan la pureza de la propuesta.
Till Fellner sobresale por la preci-
sin de su pianismo y la claridad de ex-
posicin y articulacin. Le falta, no obs-
tante, una mayor capacidad reflexiva. A
pesar de lo impresionante de sus recur-
sos, no puede evitar resultar demasiado
impetuoso, aunque ese impulso otorgue
frescura a estas lecturas y suponga un
buen contrapeso al chelista austraco.
En este pequeo corpus se encuen-
tran obras de los tres perodos composi-
tivos del autor de Fidelio, y los dos m-
sicos logran transmitir ia evolucin est-
tica del compositor, desde la ligereza del
op. 5 hasta la complejidad estructural y
tcnica del op.102, obras de absoluta
madurez que contienen parte de! mejor
Beethoven, Como aadido, al lbum
tambin incluye las 12 Variaciones sobre
un tema de Judas Macabeo, de Haendel,
y las dos series de Variaciones sobre La
flauta mgica, de Mozarl, algo ms que
simples curiosidades, pero que no sue-
len escucharse muy a menudo-
C.V .N .
BEETHOVEN: La obra para chelo y
piano. Heinrich Schiff, chelo; Till
Fellner, piano. 2CD PHHJPS 462 601-
2. DDD. 14O'J7". Grabacin: Viena,
XI-Xn/1998. Productora: Ursula Sin-
ger. Ingeniero: Cees Heijkoop. O PN
ya existe por ah el primero de aqullos y
la transcripcin para cuarteto de la Sonata
op. 14, n"l. Las virtudes de esta primera
enirega son considerables, pero podemos
destacar sobre todo aqullas que pueden
sugerir contraste, cuando no sntesis de lo
opuesto: clasicismo e intensidad, vigor en
los ataques y acentuacin de lo meldico,
implacables motivaciones de los discursos
entos y vitalidad de los agitados, elegan-
cia y gravedad. El Leipzig saborea deter-
minados episodios como si quisiera darles
una indefinicin llena de sugerencias. Hay
que esperar las otras entregas, pero hay
que esperarlas con mucha confianza.
S.M.B,
BEETHOVEN: Cuartetos n
!
10, op. 74,
n"ll, op. 95 v n'16, op. 135. Cuarteto
Eroica. Harmona Mundi USA HMU
907254. DDD. 78'41". Grabacin: In-
glaterra, m/1999. Productora: Roblna
G. Youag. Ingeniero: Mike Hatch.
PN
El Cuarteto Eroica salt a la notorie-
dad discogrfica el pasado ao con !a in-
teresantsima edicin de Cuartetos de
Mendelssohn, y con este disco confirma
las expectativas marcadas en aquella oca-
sin. El oven conjunto britnico, formado
por msicos especializados en la interpre-
tacin con instrumentos originales, recurre
a las ediciones de Ferdinand David con el
fin de extraer nuevos puntos de vi si a a
obras con una discografa excelsa a manos
de cuartetos como el Tokio, el Alban
Berg, el Italiano o el Hngaro- La verdad
es que el producto resulta refrescante si se
escucha sin prejuicios.
Estas lecturas destacan por su elegan-
cia, sobre todo en el op. 135, con un sote-
rrado sentido del humor y toda la comple-
jidad estructural que conlleva. Quizs
carezca de la extrema profundidad expre-
siva de algunas de las versiones antes co-
mentadas, pero la ligereza de texturas y lo
cristalino de la propuesta merece la pena
el esfuerzo de escuchar algo nuevo.
Las otras dos piezas, pertenecientes al
periodo medio, son torrentes controlados
mediante un cierto distancia miento, que
no frialdad. Los msicos no permiten que
las obras los dominen en exceso, aunque
los resultados son un dechado de civiliza-
cin y buen gusto. Muy al esllo de Los
Lindsays.
C.V.N.
BEETHOVEN: Cuartetos n"s 9 V 10,
op. 59, n"l y op. 74. Cuarteto viach.
PRAGA PR 256014. ADD. 2f46" y 33'.
Grabaciones: Praga, IV/1965, V/1960.
BEETHOVEN' Cuartetos nH U y 14,
De la A a la Z
op. 95 v op. 1M. Cuarteto Vlach. PRAGA
PR 25O15. ADD. 2 1 W y 31"32". Gra-
baciones: Praga, XI/19&S y XIl/1967.
Distribuidor: Harmona MundL O PM
Muchos aficionados saben que a co-
mienzos de los noventa apareci una inte-
gral (mejor, casi integral) de los Cuartetos
de Beetroven a cargo del Cuarteto Vlach,
formado por cuatro musicazos checos.
Eran registros de los aos sesenta que se
ponan a disposicin del gran pblico, por
si acaso alguien crea que ya se haba
dicho todo en este repertorio. Aqu rese-
amos el ciclo hace unos ocho aos, y lo
elogiamos como un conjunto de lecturas
poderosas, incisivas y de gran moderni-
dad. Es cierto que no se dispona de regis-
tro del op. 1J0, y para evitar la laguna se
considero adecuada una grabacin de un
cuarteto tambin ilustre y tambin checo,
el Jancek. A pesar de algn ruidoso fallo,
tpico de las tomas en vivo y en ltima
instancia irrelevantes, nos encontrbamos
ante una de las integrales de referencia.
Pese a la laguna.
Desde entonces, Harmona Mundi nos
ha ido aportando un curioso goteo de dis-
cos, uno a uno, de esta integral, y no sa-
bemos si concluye ya o todava le queda
al menos un CD, si no dos. Hemos visto
aparecer el op. 18 y los cuartetos de la
poca media (que concluyen su entrega
con los CD que reseamos). Empiezan
ahora las inquietantes piezas de la poca
final, la futurista, la visionaria, la de la
ruptura. La que le gustaba tanto a Proust,
aunque a Stravinski le pareciera que aque-
llo era puro snobismo a fuerza de ser una
verdad ya entonces muy obvia.
Los dos CD que se nos proponen
ahora suponen el trnsito de la plenitud
prerromntica de los opp. 59, 75 y 95, a
ese salto mortal histrico de las obras fi-
nales. En cmo lee el Vlach de los aos
sesenta ese salto est el sentido ltimo de
esta integral, que era ya explosiva en el
op. 18, y que al salir de los Razumovski
puede decirse que sale de la intimidad
para entrar en una amplia sala de concier-
tos en la que el pblico ha ido a ver no a
cuatro msicos, sino a cuatro actores que
van a representar una tragedia. Cuartetos
trgicos, interpretaciones de teatralidad no
manifiesta, de histrionismo de altura y es-
casa complacencia de s. Nos miran desde
una distancia que los hace venerables,
cuando se podan haber sumido en el ol-
vido. Pero estas cosas hay que recordar-
las. Es de esas veces que podemos bende-
cir la invencin del sonido grabado, que
rescata lo efmero, aunque lo moldee y lo
relativice. Atencin, pues, a estos das CD,
que forman parte de una serie de siete
que desde el principio mereci ocupar un
lugar preferente de una coleccin exigen-
te.
S.M.B.
BEETHOVEN: Sinfonas n's 5 en do
menor, Op. 67 y 7 en a mayor, Op. 92.
Philharmonia Orchestra. Director:
Benjamn Zander. TELARC 80471.
DDD. 69'03" y 70'15". Grabaciones:
Londres, X/1998- Productor: James Ma-
Ulnson. Ingeniero: Tony Fauikner. Dis-
tribuidor: Antar. PN
Este es el segundo ciclo Beethoven
que Telare sacar al mercado tras el que
Christoph von Dohnnyi grab en Cleve-
land para esta misma firma hace unos
quince aos. En esta ocasin, ser Benja-
mn Zander al frente de la Philharmonia
(notable Novena de Mahler publicada no
hace mucho, ver SCHERZO n 135) el en-
cargado del proyecto. Ei primer lbum
que nos llega es el que ahora comenta-
mos con las Sinfonas Quinta y Sptima,
ms un disco de regalo en el que el direc-
tor protagonista analiza exhaustivamente
los metrnomos utilizados por Beethoven
en la interpretacin de sus sinfonas. Zan-
der se cie rigurosamente a las anotacio-
nes originales, o sea, con unos lempi velo-
ces que l aplica con ms imaginacin
que Gardiner (Archiv) o Zinman (Arts),
con verdadera concepcin del equilibrio
polifnico y de los contrastes dinmicos.
Sus versiones cuentan, adems, con una
sensacional respuesta orquestal (soberbia
Philharmonia) y unas grabaciones de es-
pectacular claridad y definicin. Natural-
mente, en este mundo sinfnico hay de
todo lo que uno quiera pedir, desde el vi-
sionario Furtwngler hasta el frreo e in-
trospectivo Fricsay hay miles de opciones
vlidas. Pero Zander, un msico de nues-
tros das riguroso, brillante y eficaz, es de
los pocos directores modernos que tienen
algo nuevo que decir en el gran reperto-
rio, y ese es el mepr y mayor elogio que
hoy le podemos hacer.
Versiones, en suma, de lnea objetiva
y de muy notables resultados. Se pueden
recomendar sin ningn problema.
E.P.A.
BEETHOVEN.- Sinfona n 9 en re
menor, Op. 125, "Coral". Gabriela Banac-
kov, soprano; Aune Gjevang, contral-
to; Gnther Neumann, tenor; Arthur
Korn, bajo. Coro de la Filarmnica
Checa. Orquesta Filarmnica Checa.
Director: Vclav Neumann. SUPRAP-
HON SU 3457-2 031. DDD. 70'13". Gra-
bacin: Praga, X/1989 (en vivo). Pro-
ductor: Zdnek Zahradnk. Ingeniero:
Jan Kotzmann. Distribuidor: Diverdi.
PN
El registro fue grabado en vivo en la
sala Smetana de Praga el 14 de diciembre
de 1989, en aquellos das de la cada del
Muro de Berln y del caduco sistema pol-
tico que lo sostena, cuando todo el
mundo tocaba la inevitable Novena de Be-
ethoven como obra emblemtica de una
Europa en libertad (recordemos que
Bemstein, Sanderiing, Masur y otros, tam-
bin nos dejaron en esas fechas su corres-
pondiente grabacin de la Sinfona
Coral). La Revolucin de terciopelo, como
se llam al proceso de cambio propuesto
por el presidente de la Repblica Checa,
Vclav Havel, se celebr con un concierto
histrico con esta interpretacin que
ahora publica Supraphon (en la cartula
del disco se puede leer "Legendary Velvet
Revolution Concert, 14th December,
1989"). Seguramente, escuchada in stu
tuvo mayor temperatura emotiva y profun-
didad espiritual de lo que puede tener
para el oyente de hoy en este disco. Va-
clav Neumann. sensacional director que
nos ha dado en vivo varias Smetana, Dvo-
rak, Jancek, Mahler y Shostakovich inol-
vidables (y en disco muchas pginas
ejemplares de estos mismos autores), no
nos parece que se encuentre especialmen-
te a gusto con estos pentagramas ni que
sea ste su mundo esttico; yo dira que
esos "Alie Menschen werden Brder..."
(todos los hombres vuelven a ser herma-
nos...), le dejan bastante indiferente y
pasa por ellos con su probada profesiona-
lidad. pero sin mostrar el ms mnimo en-
tusiasmo. La interpretacin est bien ex-
puesta y concebida, faltara ms, su
claridad de planos y texturas orquestales
es ejemplar, y la orquesta, adems, sigue
a su director relativamente precisa y entre-
gada; pero, en conjunto, es una interpreta-
cin ms convencional que otra cosa, con
bonitos detalles instrumentales aqu y all,
pero ayuna de intensidad y brillo, y por
supuesto de ningn modo apta para con-
servarse en una grabacin, por muy hist-
rica que sta pretenda ser. Los solistas
masculinos son bastante flojos y el coro
est grabado algo atrs. Total, una inter-
pretacin rutinaria e impropia de este
gran director; desde luego y a juzgar por
los resultados, a Neumann la Revolucin
de terciopelo de Havel le produjo de todo
menos entusiasmo. Consolmonos pen-
sando en que Supraphon acaba de sacar
al mercado el ciclo completo de Paul
Kletzki al frente de la Filarmnica Checa,
y eso s que son palabras mayores.
E.PA
BOCCHEMN1: La confederazione dei
Sabini con Roma. Wlliiam Matteuzzl,
Anua Valenti, Elisabetta Tandura, Da-
nilo Serraiocco. Polifnica Lucchese.
Orquesta de Cmara "Lulgi Boccheri-
nT. Director: Herbert Handt. BONGIO-
VANN1 GB 2226-2. DDD. 67'45". Graba-
cin: Teatro Comunale del Giglo di
Lucca, 1/1998 (en vivo). Distribuidor:
Diverdi. PN
Luigi Boccherini (Lucca, 1743 - Ma-
drid, 1805) compuso msica instrumental
abundante e inspirada. La msica vocal es
mas escasa dentro de su acervo. Junto a
ciertas obras sacras, aparece en lugar des-
tacado la zarzuela Clememina y, a su
sombra, la cantata la confederazione dei
Sabini con Roma. Se trata de un drama en
dos jomadas, compuesto en 1765 para las
celebraciones que rodeaban tradicional-
mente los solemnes comicios para la elec-
cin de los senadores de la Serensima Re-
pblica de Lucca. Estas cantatas breves y
circunstanciales se conocan como Tasche
(Tasca: de bolsillo). Herbert Hand se pro-
puso grabar esta obra para compararla
con la homnima que compuso en idnti-
ca ocasin el compositor Giacomo Puccini
(Lucca, 1712 - Lucca, 1781), tatarabuelo
del celebrado operista, grabada anterior-
mente por el mismo sello. La partitura de
Boccherini, cuyo manuscrito se conserva
I
De la A a la Z
en el Instituto Musical Boccherini de
Lucca, es una parodia de su oratorio //
Guiseppe riconosciuto, que compuso el
mismo ao. El libreto de la cantata fue es-
crito por Pier ngel Trenta y Francesco
Ubaido y el del oratorio por Pietro Metas-
tasio. Otra casualidad concurre en este
caso, pues Metastasio estren en Viena
aquel mismo ao un drama sobre el tema
de las Sabinas, titulado Romolo ed Ersilia.
Todas estas circunstancias, junto a la in-
discutible altura artstica de Boccherini,
otorgan a esta grabacin directa un inters
y un valor que traspasa lo puramente do-
cumental.
V.PA
BRAHMS: Sinfona n" I, en do
menor, op. 68. Trumpblied, op. 55. Sllke-
Thora Matthies y Chrislian Khn,
pi ano a cuatro manos. NAXOS
8.554119. DDD. 68
>
55
1>
. Grabacin:
Sandhausen (Alemania), IV/1996. Pro-
ductor.- Gunter Appenheimer. Distri-
buidor: Ferysa. PE
En la actualidad, la forma de acceso
ms habita! a la msica es a travs del
disco, pero hubo un tiempo (dorado?)
en el que el nico medio eran los pro-
pios dedos de uno, con frecuencia uni-
dos a los de un familiar o amigo. De en-
tonces datan tantas transcripciones
piansticas de obras orquestales, que en
ocasiones tuvieron una funcin algo ms
que domstica. Por ejemplo, seis sema-
nas antes del estreno con orquesta en di-
ciembre de 1876. Brahms ofreci una
ejecucin semipblica de su Sinfona en
do menor junto a su colega ms joven
Ignaz Brll, y esa versin no tard ms
que dos aos en publicarse. Oda hoy,
en el arranque del tercer movimiento
ser inevitable echar de menos la voz
del clarinete y en el final del Finale la de
!a trompa. Sin embargo, la imaginacin
de verse transportado a lo que podra
haber sucedido en cualquier saln bur-
gus de una capital europea a finales del
siglo XIX tiene un innegable encanto.
Por su dramatismo, la interpretacin del
do Matthies-Khn ayuda mucho a reali-
zar la transicin necesaria para disfrutar
de lo mismo pero de otra manera. Desde
luego, de lo que inmediatamente dan
ganas (ms que cuando uno se pone un
disco con orquesta) es de no slo or
sino ver a los intrpretes. Pero, por des-
gracia, esta es una faceta de la interpre-
tacin muy poco cultivada, as que a
conformarse tocan.
A.B.M.
BRUCH: Sinfona n
B
/ en mi bemol
mayor, op. 28. Concierto para violn y or-
questa n" 3 en re menor, op 58. Lidia
Mordkovlch, violn. Orquesta Sinfni-
ca de Londres. Director: Richard Hic
kox. CHANDOS CHAN 9784. DDD.
72
-
08". Grabacin! Londres, X/1998.
Productor: Brian Couzens. Ingeniero:
Ralph Couzens, Distribuidor: Harmo-
na MundL PN
VARIAS BELLEZAS EN UNA SOLA
Este CD contiene varias bellezas
que son una sola belleza. La longeva,
la vieja dama, Lili Boulanger, la maes-
tra de varias generaciones de composi-
tores estadounidenses en Pars (la reac-
cionaria, como la llam Schoenberg; la
gran amiga, como la consider Stra-
vinski) dirige en el casi Londres de
1968 (Croydon) al viejo maestro Faur
y a su hermana pequea, la malograda
Lili Boulanger, fallecida cuando an no
haba cumplido veinticuatro aos. Este
Rquiem y esas tres obras sacras son
un homenaje, sobre todo, a la herma-
na. El Pie Jesu que dicta Lili a Nadia
cuando se est muriendo (literal, real-
mente) tiene mucho que ver con el Pie
Jesu del Rquiem del viejo Faur,
amigo y maestro de ambas. Pero es
ms atrevido, ms cromtico, y por ello
ms punzante, ya que no ms bello.
Hay que congratularse de este bello re-
cital en el que la superviviente recuer-
da a los muertos, y sobre todo a la ju-
ventud y a la promesa cortada en
agraz. Lili fue Premio de Roma, pese a
ser mujer; fue la primera, no sabemos
cuntas hubo despus. Ese premio,
que se le neg con crueldad y ceguera
a Ravel, no ensucia las carreras de De-
bussy o Lili. Nos dicen algo, un poco,
de la sabidura y el oficio de la compo-
sitora. Sus obras, estos dos salmos y el
Pie Jesu, nos dicen algo, bastante, de
su talento. El broche de este CD es el
Rquiem de Faur, en una de esas lec-
turas emotivas que tal vez slo pueden
darse cuando hay circunstancias como
sta y el registro es en vivo. Es un
nuevo tesoro guardado para nosotros
por la BBC.
S.M.B.
I_ BOULANGER: Salmo 24, Pie Jesu,
Salmo 30 "Du fond de l'abime".
FAURE: Rquiem. Janet Price, sopra-
no; Bernadette Greevy, contralto; Ian
Partridge, lenor, John Carol Case, ba-
rtono. Coro y Orquesta Sinfnica de
la BBC. Directora: Nadia Boulanger.
BBC Music BBCL 4026-2. ADD. Graba-
cin: Croydon, X/1968. Distribuidor:
DlverdL PN
Un ao despus del xito obtenido
con su Primer Concierto para violn, Max
Bruch escribe, animado por el director de
orquesta Hermann Levi, su Primera Sinfo-
na, que se estrenar en febrero de 1870 y
que est dedicada a su admirado Brahms.
Es una obra amable, con oficio, aunque
poco tiene que ver (contradiciendo las
opiniones de Christopher Fifiel que apare-
cen en el libreto) con Schumann, ni
mucho menos con Bruckner. En cuanto al
Concierto n" 3, est fechado en 1891
cuando Bruch ejerca como profesor de
composicin en la Academia de msica
de Berln, y sigue la clsica estructura en
tres movimientos, en los cuales se combi-
na el despliegue vinuosstico del violn
con un evidente carcter lrico que se des-
taca sobre los dems aspeaos formales.
Estas dos obras se exponen con nfa-
sis especial en esa querencia meldica por
parte de una Sinfnica de Londres atenta
y entregada; asi, el director Hickox, que
parece tener las ideas muy definidas en
este terreno, demanda un arco expresivo
amplio, noble, muy vivo rtmicamente,
aunque la orquesta no muestra a lo largo
de todo el disco la misma claridad y con-
juncin. Lidia Mordkovich, a su vez, inci-
de en una tcnica violinstica poderosa,
enrgica, no siempre limpia en el sonido
(mejor en el Adagio y Allegro final que en
el primer movimiento) pero profundamen-
te expresiva.
DAV.
BURGHLLER: Sonata para piano
op. 8. Do para clarinete y piano op. 15.
Heder. Hiroko Maruko, piano (Sonata y
D o); Dieler Klcker, clarinete; Mitsu-
ko Shiral, soprano; Hartmut H61I,
piano (Ueder). MDG 308 0926-2. DDD.
66' 57". Grabaciones: ffl/1986 (Sonata
y Iieder) y D71999 (D o). Productores:
Werner Dabringhaus y Reimund
Grimm. Distribuidor Antar. O PN
El de Burgmller es un nombre espe-
cialmente conocido por los estudiantes de
piano, ya que varios de sus Estudias supo-
nen para la mayora uno de sus primeros
acercamientos a dicho instrumento-, sin
embargo, el "Burgmller famoso" es Frie-
drich, hermano de Norbert, que es en rea-
lidad el autor de las obras de este disco, y
que fue durante mucho tiempo ignorado
o en el mejor de los caso* confundido con
su hermano. Norbert Burgmller naci el
8 de febrero de 1810 en Dusseldorf, fue
alumno de Spohr, amigo entre otros nom-
bres ilustres de Mendelssohn y del drama-
turgo Dietrich Grabbe y apenas tuvo tiem-
po de desarrollar su carrera como
compositor puesto que el 7 de mayo de
185o fallece en Aachen, dejando al final
de su corta existencia dos sinfonas (la Se-
gunda la complet Schumann en 1851),
una obertura, cuatro entreactos, un con-
cierto para piano, cuatro cuartetos de
cuerda, y varios lieder y obras de cmara
entre las que se encuentran las pginas
que incluye el CD. Son obras amables,
De la A a la Z
sencillas, de un lengua|e directo y claro,
msica menor obviamente pero que mere-
ce la pena conocerse siquiera sea por am-
pliar la perspectiva de una poca, el per-
odo romntico, en el que existe todava
muchas partituras por descubrir y por gra-
bar.
En estas versiones vamos a encontrar
en general lecturas aceptables, destacando
sobre todo el fraseo refinado y el clido
sonido del clarinetista Dieter Klcker; los
dos pianistas evidencian una tcnica tan
slo suficiente, teniendo en cuenta que
ninguna de las obras ofrece excesivas difi-
cultades: y la soprano, con una voz pe-
quea, aunque bella, realiza una traduc-
cin correcta pero demasiado literal.
La toma de sonido es magnfica en las
tres obras, ya que apenas se nota diferen-
cia entre las grabaciones de 1986 y la ms
reciente del pasado ao.
DAV.
CAGE: Integral de la msica para
piano, vol. 3- Music of Changes. Sleffen
Schletermacher, plano. MDG GOLD307
0852-2. DDD. 54/40". Grabacin: Aiwl-
sen, X/1997. Productores: Werner Da-
bringhaus, Reimund Grimm. Ingenie-
r o: Fr i edr i ch Wl l hel m Roddi ng.
Distribuidor Diverdi O PN
John Cage es de esos compositores
que, siendo mayores que los que compo-
nen la vanguardia de postguerra, a menu-
do van ms all de la vanguardia. Como
T R G I C A P AS C U A
Isidoro Capitana (1874-1944) es un
compositor hoy prcticamente olvidado.
En su tiempo fue reconocido como or-
ganista por su gran capacidad de impro-
visacin, y desempe numerosas fun-
ciones en la ciudad italiana de Brescia.
Su catlogo como autor incluye los ms
variados gneros, tanto en la msica
sacra como sinfnica o de cmara. La
Pasqua florentina, tambin conocida
como Dianora de' Giunti, constituye su
nica obra destinada a la escena, y fue
terminada en 1934, despus de una
larga y minuciosa gestacin. Su autor no
lleg a verla representada, y la pera
tuvo que aguardar para su creacin es-
cnica hasta 1998, en el Teatro Grande
de Brescia, en unas representaciones
que han servido de base a la presente
grabacin.
La obra de Capitanio, una sangrienta
tragedia de amor y celos ambientada en
la Florencia renacentista durante la cele-
bracin de la Pascua, guarda evidentes
similitudes, temticas y musicales, con
ttulos tan significativos de la esttica de-
cadentista italiana como Francesco da
Kimini de Zandonai o L'amore de tre re
de Montemezzi. Al igual que stas, otor-
ga una especial importancia a la escritu-
ra orquestal, muy influida por las sen-
suales sonoridades del impresionismo
francs, y demuestra la amplia cultura
musical del compositor, con su refinada
elaboracin de la escuela madrigalista.
En el aspecto dramtico, sin embargo,
puede decirse que las expectativas pues-
tas en un magnfico primer acto (que
culmina en una escena en la que las pa-
siones se mezclan con el ambiente de
una fiesta popular, y que concluye con
el sonido de las campanas que sealan
la Resurreccin de Cristo), no se desa-
rrollan por completo a lo largo de los
dos actos sucesivos, y el final, con la
muerte del amante de la protagonista a
manos del esposo de sla, no alcanza
toda la fuerza esperada. Pero esto, no
obstante, no resta valor a una obra que
demuestra un indudable dominio del
lenguaje escnico por parte de su autor,
La versin es algo modesta para lo
que exige la partitura, con un coro y,
sobre todo, una orquesta que no est to-
talmente a la altura de reflejar la riqueza
instrumental de la misma. Los cantantes,
por el contrario, son bastante adecua-
dos, comenzando por la soprano Anna
Maria Chiuri como Daora, de timbre
pastoso y expresivos acentos, slo con
algn agudo un tanto tenso, y el barto-
no Massimiliano Fichera, de resonancias
brusonianas, en su vengativo esposo. El
tenor Alberto Jelmont posee una voz de
franca expansin, mientras Se Jin Lee y
Seung Seo Na cumplen con profesionali-
dad sus respectivos cometidos. Conclu-
yendo: una buena ocasin para ampliar
repertorio.
CAPITANIOt Pasqua florentina.
Anna Maria Chiuri, soprano (Diano-
ra), Massimiliano Fichera, bartono
(Bonaccorso), Se Ji n Lee, soprano
(Lau reta), Alberto Jel moni , tenor
(Aldovrando), Seung Seo Na, le or
(Benci), Andrea Concetti, bajo (II
Furia), Andrea Bazzani, bajo (II Capi-
tano del Poplo). Orquesta y Coro
del Laboratorio del Teatro Marrucino
de Chieti Director: Vlttorio ParisL 2
CD BONG1OVAMN1 GB 2240/41-2.
DDD. 99"l6". Grabacin: Brescia, 4 y
6-XU-1998 (en vivo). Distribuidor: Di-
verdi . PN
B. A. Zimmermann, con cuya obra no
tiene nada que ver. En Cage hay un per-
manente intento de conseguir sonoridades
distintas. El piano ha sido uno de sus m-
bitos de actuacin preferidos. Despus de
sus ciclos para piano preparado (en el
que al piano se le piden cosas que el
piano no puede dar, y por eso hay que
forzarlo), despus de las diecisis Sonatas
y cuatro Interludios, y antes del ciclo
Music for piano de los aos cincuenta,
Cage compuso Para David Tudor entre
1949 y 1951, o quin sabe si 1954 (sin
duda con ayuda de alguna instancia su-
prema que debi de serle revelada tras la
lectura del I-Cbing, esto es, del Libro de
las Mutaciones), los cuatro cuadernos de
Music of Changes, en los que ei piano
solo a veces es sometido a pruebas de
fuerza, y en las que el azar y la intervli-
ca, la ruptura del tiempo y de cualquier
expectativa horizontal, la intensidad de
concepto y la exigencia de intensidad de
recepcin (y. desde luego, de interpreta-
cin) plantean un mundo sonoro novsi-
mo cuando los muchachos de la vanguar-
dia apenas empiezan a darse a conocer. El
primero de estos cuadernos dura ms o
menos la mitad que el tercero y el cuarto,
mientras el segundo dura el doble que
stos. Se trata de un itinerario que tiene
mucho de fascinante y que puede irritar
todava a muchos, cuando hace casi cin-
cuenta aos que se tocan por esos mun-
dos de Dios. Steffen Schleiermacher de-
muestra no slo que es un gran pianista,
porque a ver quin se atreve con estos
cuatro cuadernos as como as; es tambin
un intrprete pleno en el sentido de com-
prender, descifrar, reasignar y drnoslo a
los expectantes (que no espectadores).
S AL B .
CAMPAGNOLI: Concierto para violto
y orquesta en si bemol mayor, op. 15. Con-
cierto para flauta y orquesta en re mayor,
op. 3 "" 2. Sinfona concertante en so!
mayor para flauta iioln y orquesta. Fran-
cesco Manara, violn; Mario Folena,
flauta. Orchestra di Padova e del Vne-
to. Director: Giancarlo Andretta. DY-
NAMIC CDS 214. DDD. 65' 41". Graba-
ci n: II/ 1997. I ngeni er o: Marco
Uncetto. Distribuidor: Diverdi O PN
"...un artista del violinocon la scienza
tedesca e l'anima italiana..." Estas pala-
bras, segn cuenta l mismo en una carta,
fueron pronunciadas por varios profesores
del italiano Bartolomeo Campagnoli
(1751-1827), respecto a su extraordinario
estilo interpretativo; es en ese terreno
donde adquiri notable fama en la Europa
musical de su poca, llegando a publicar
un famoso Mtodo para violn. Ahora, te-
nemos en este CD una muestra de su fa-
ceta creadora, encuadrada en un clasicis-
mo muy italiano en sus races meldicas,
ms centroeurapeo (estuvo varios aos en
Leipzig y en otras ciudades de la rbita
germnica) en el rigor y trabajo contra-
puntstico; todo ello nos remite a autores
anteriores y contemporneos como Tarti-
ni, Viotti, Spohr, e incluso Mozart, y si
bien no se encuentran rasgos ni elemen-
De la A a la Z
tos especialmente originales en su msica,
sta refleja un profundo conocimiento de
las posibilidades tcnicas y expresivas del
violn, y un uso ms convencional en el
acompaamiento de la orquesta.
Son los solistas de violn y flauta. Mana-
ra y Folena, respectivamente, los que consi-
guen dar a estas obras la ligereza y gallar-
da que les corresponde; agites, precisos e
intencionados en el fraseo, contrastan con
una orquesta que aparece en un plano ms
secundario, sin especial relieve y con ciea
tendencia a lo rutinario. Es en la ltima
pieza del disco, la Sinfona concertante,
donde se encuentran los momentos lgidos
de la grabacin, por brillantez y carcter.
DAV.
CAPLET Quinteto para piano y
viento. RAVEL: Le tombeau de Couperin,
Pavane pour une infante dfunte, Ma
mere 'Oye (iranscripciottes para piano y
viento). Qulntette Moragus. Claire D-
sert, piano. LE CHAOT DU MONDE LDC
2781116. DDD. 65'10". Grabacin: Lau-
sanne, VI/1999- Productor e ingeniero:
Jean-Martial Golaz. Distribuidor: Har-
mona Mundi. PN
Hemos saludado no hace mucho lo
que para nosotros es recuperacin del
Quiniela para piano e instrumentos de
viento de Caplet, interpretado por Laurent
Martin y otros solisias (Koch). Un compo-
sitor olvidado, y que sin embargo siempre
est presente en la iconografa de la
poca, al lado de Debussy; un msico que
goz de gran estima por entonces y que
ahora necesiia de una operacin rescate
que sin duda sus compatriotas no van a
negarle. Era para saludar con agrado el re-
gistro, aunque la obra no fuera de primera
fila. De pronto, tenemos otra interpreta-
cin, mejor si cabe, de esa obra bella y
menor, a cargo ahora de un conjunto de
viento esplndido, el Moragus, con Claire
Dsert al piano. Pero el CD se completa
con una msica bonita y de inters limita-
do, las transcripciones para piano y viento
del oboe del grupo, David Walter, de tres
obras orquestales de Ravel. Atencin, el
Tombeau incluye slo las cuatro piezas
que el compositor transcribi para orques-
ta, y Ma mere I'Oye los cinco cuentos y la
apoteosis del jardn ferico, sin las msi-
cas aadidas para el ballet. El conjunto es
excelente, pero se trata de un rizar el rizo
poco justificado que no descubre nada;
incluso hace aorar los originales.
S.M.B .
CARTELLIERl: Concierto para dos
clarinetes y orquesta en si bemol mayor.
Allegro apertopara clarinete y orquesta en
si bemol mayor. Concierto para flauta y
orquesta en sol mayor. Dieter Klcker,
clarinete; Sandra Arnold, clarinete;
Komelia Brandkamp, flauta. Orquesta
de Cmara de la Filarmnica Checa.
MDG 301 0960-2. DDD. 5944-. Graba-
cin: IV/1999- Productores e ingenie-
ros: Werner Dabiinghaus y Reimund
Grimm. Distribuidor: Antar. O PN
GUEELACIERT
Continuando con la integral de
las canciones de Piotr Ifich Chai-
kovski, las tres "Ljubas" (la soprano
Ljuba Kazarnovskaya, la pianista Ljuba
Orfenova, y la responsable de la pro-
duccin y la toma de sonido, Ljuba Do-
ronina) han vuelto a acertar plenamente
en el segundo volumen de la serie, inte-
grado por dos de los grandes ciclos lie-
dersticos de! compositor ruso. Chai-
kovski escribi el grupo de diecisis
Canciones infantiles op. 54, sobre poe-
mas de Alexei Nikolaievich Plecheiev y
Konstantin Sergeievich Axakov, entre
1881 y 1883. Al igual que Musorgski en
su Cuarto de los nios, el autor de Euge-
nio Onieguin demuestra aqu un enor-
me cario hacia el mundo infantil, cons-
truyendo una de sus partituras ms
positivas y optimistas, con referencias a
melodas populares y a cantos de los p-
jaros, en la que exhibe, adems, un des-
conocido sentido del humor, como en el
dilogo entre !a abuela y su nieto. Esta
atmsfera cambia por completo en las
Seis romanzas op. 73, escritas por Chai-
kovski en 1893 a partir de unos textos
que le haba enviado un poeta aficiona-
do, Danil Maximovich Rathaus. Se trata
de la ltima obra terminada por el msi-
co, y est dedicada al tenor Nikolai Fig-
ner, que haba estrenado el papel de
Hermann en La dama de picas en 1890.
Son canciones muy hermosas, de una
melanclica tristeza, algunas de las cua-
les han alcanzado bastante popularidad,
como ia nmero 2 (Noche) o la nmero
4 (El sol ya se ha puesto). Ljuba Kazar-
kaya demuestra una extremada ha-
Cuando B eethoven se present ante
el pblico vienes interpretando su propio
Primer Concierto para piano en 1795, el
resto del programa llevaba la firma de
Antonio Casimir Cartellieri, que un ao
despus fue nombrado director de msica
en la corte del Principe Lobkowitz. Aun-
que su padie era italiano, l naci en
Danzig en 1772, lo cual lo convierte en
contemporneo bastante estricto del
genio de B onn. Abandonado por sus pa-
dres divorciados a los 13 aos de edad,
debi de realizar un extraordinario des-
pliegue de talento para atraer sobre s el
mecenazgo aristocrtico, que le permiti
estudiar en Viena con Salieri y Albrechts-
berger. Pero desde su prematura muerte a
las 35, nadie, ni siquiera los especialistas
en los primeros aos de la carrera de B e-
ethoven, parece haberse interesado por
l. Por SCHERZO han pasado su oratorio
Jos (n 122) y, antes <n" 1081, una prime-
ra entrega de conciertos para clarinete a
cargo del mismo equipo que ahora moti-
va este comentario. Muy poco, pero su-
mamente atractivo. Como lo es inmediata-
mente el redoble de timbal con que tan
inesperadamente arranca el Doble Con-
cierto y con l un disco que abunda en
momentos de extraordinario virtuosismo
pero tambin de exigencias de musicali-
dad. A ambas facetas interpretativas res-
ponden los solistas y la orquesta con una
bilidad para recrear dos mundos tan di* i
ferentes, el de la despreocupada infancia ;
y el de la intensa desolacin, contando
para ello con un instrumento generoso y
manejado con inteligencia. La parte pia-
nstica, de una gran riqueza, est muy
;
bien servida. La serie no poda haber
continuado mejor. Sin duda, de seguir ,
as se erigir en la primera opcin disco- .
grfica para las magnficas canciones del \
autor ruso, j
R.8.I. \
CHAIKOVSKI: Canciones com-
pletas. Vol. 2. Ljuba Kazarnovskaya,
soprano; Ljuba Orfenova, piano.
NAXOS 8.554358. DDD. 64'09". Gra-
bacin: Mosc, IVy VII/1998- Produc-
tora e ingeniera: Ljuba Doronlna.
Distribuidor: Ferysa. O PE i
solvencia que hacen tanto ms recomen-
dable la adquisicin.
A.B .M,
CHAIKOVSKI: Concierto para violin y
orquesta en re mayor Op. 35 DVORAK:
Romanza Op. 7' SIBELIUS: Concierto
para violn v orquesta en re menor Op. 47.
Itzhak Perlman, violn. Orquesta Sinf-
nica de Boston. Director: Erich Leins-
dorf. RCA 09026-63591-2. ADD. 75'08".
Grabacin: Boston, XII/1966 y
XU/I967. Productor: Harold Hagopian.
Ingeniero: tisi-Iing Chang. Q PM
Grabaciones de juventud de Perlman
(que contaba 21 aos cuando grab esta
versin del Concierto de Sibelius en 1966),
de obras sobre las que despus ha vuelto
(con Ormandy, Mehta, Previri o B aren-
boim, siempre en EMO. Aunque el sonido
peca de excesiva resonancia en los tutu,
con demasiado efecto de la percusin,
que retumba demasiado, las tomas tienen
buena dosis de presencia y claridad, y las
interpretaciones tienen un nervio envidia-
ble, especialmente la de Chaikovski. En
Sibelius cabe quiz preferir la nostalgia y
belleza sonora de Oistrakh (con Rohzdest-
venski, B MG-Melodia), pero sta de Perl-
man tiene una efusividad de contagioso
De la A a la Z
magnetismo. Leinsdorf acompaa en
todos los casos con maestra y loable co-
munin de criterio con el solista, que por
cierto interpreta completo el Concierto de
Chaikovski, lo que representa algunos cu-
riosos cambios de leira respecto a las ms
habituales, especialmente en algunos cor-
tes que se suelen introducir para evitar la
reiteracin de determinadas frases, y que
aqu no aparecen. Disco, en definitiva,
muy atractivo, no slo como documento
de quien se ha convertido en uno de los
ms grandes nombres del violn en la se-
gunda mitad del siglo XX, sino como
mera ocasin del mejor disfrute de un ar-
tista que ya desde su juventud era bastan-
te ms que un virtuoso consumado.
R.O.B.
CHAKOVSKI: La tempestad op. 18.
Marcha eslava op. jl. Romeo y Julieta.
Obertura solemne 1812 op. 49. Orquesta
Filarmnica de Berln. Director; Clau-
dio Abbado. DEUTSCHE GRAMMOP-
HON 453 496-2. DDD. 68'43". Graba-
cl ones: Berln, IX/1994 ( op. 18),
XII/1995 ( op. 31 y 49), 1V/1996
(Romeo y Julieta). Productor: Chris-
topher Alder. Ingeniero: Wolfgang Mi-
tfchner. PN
La Deutsche Grammpohon contina
con su poltica de sacar al mercado graba-
ciones en directo del binomio
Abbado/Berln que tuvieron lugar hace
tiempo, antes de que la separacin se
consume y el filn comercial no d ms
rendimientos. Los conciertos aqu recogi-
dos tienen un mnimo de tres aos y un
mximo de seis, lo que ndica la cantidad
de registros que pueden tener todava en
la "nevera". Lo cierto es que estas versio-
nes no estn nada mal. Al igual que en su
ciclo sinfnico, el Chaikovski del italiano
es muy refinado y tremendamente musi-
cal. Adems, cuenta con una formacin en
estado de gracia, con un equilibrio y vir-
tuosismo que dejan boquiabierto.
Romeo y Julieta contiene las dosis jus-
tas de lirismo, aunque se echen de menos
sentimientos ms arrebatados. Tanto la
Marcha eslava como la Obertura 1812 re-
sultan explosivas y espectaculares, sobre
todo la ltima, con una poderosa toma de
sonido en la que destaca la limpieza y la
transparencia. Por ltimo. La tempestad re-
sulta muy descriptiva y dramtica. Las di-
ferentes situaciones aparecen dibujadas
con trazo firme y claro, aunque la narra-
cin pierda cierto inters en la parte cen-
tral.
C . V . N .
CHAUSSON: Sinfona en si bemol
mayor. Poema para violn y orquesta.
Poema del amor y el mar. Chantal JuJ-
Ikt, violn; Francote Le Roux, barto-
no; Orquesta Sinfnica de Montreal.
Director: Charles Dutoit. DECCA 458
010-2. DDD. 77*21". Grabaciones:
Montreal, X/1995 y X/1996. Produc-
tor: Chris HazelL Ingeniero: Jotiathan
Stokes. O PN
Todo el Chausson en formato mayor
est prcticamente en este compacto,
como para convencer a los distrados o
engrosar la discografia comparada de los
convictos. Sera ocioso volver a ensalzar
su Sinfona, una de las cumbres del gne-
ro francs, as como insistir sobre el
Poema que .se escucha a diario. En cuanto
al otro Poema, el cantado, aqu se confia
a un solista masculino, en el caso de ex-
celente desempeo, pero que torna evi-
dente la necesidad de una voz femenina,
la cual, desde luego, tuvo Chausson en su
escucha ideal mientras pergeaba su parti-
tura.
Dutoit se ha puesto a prueba ms de
una vez en el repertorio galo y ahora con-
firma sus ejecutorias. Su Chausson es ana-
ltico, cerebral, austero. Se lo puede colo-
rear con mayor sensualismo tmbrco
(Sebastian), dotar de cieno aire visionario
(Mitropoulos), ensalzar sus contrastes
(Munch) pero nada cabe objetar a su elec-
cin y a los resultados obtenidos, que
aproximan a Dutoit al mundo severo e in-
telectual de Ansermet.
Junto al eficaz desempeo de las
masas, excelente el sonido seasible y asi-
mismo el estilismo del violin, as como a
impecable recitacin del bartono, aunque
se prefiera, en su lugar, a una colega.
B.M.
CHEREPNIN: Sinfonas n's 3 y 4.
Concierto para piano y orquesta n"6. No-
riko Ogawa, piano. Orquesta Sinfnica
de Slngapur. Director: Lan Shui. BIS
CD-1018. DDD. 79'45". Grabacin: Sln-
gapur, 1/1999- Productor: Robert Suff.
Ingeniero: Hans KJpfer. Distribuidor:
Diverdi. O PN
En el nmero 142 de esta misma re-
vista ya comentamos la aparicin de un
compacto con obras de Cherepnin con
idnticos intrpretes al que hoy nos
ocupa. Se trataba entonces de las Sinfon-
as n's 1 y 5 y del Quinto Concierto para
piano y orquesta. Pues bien, ahora nos
llega ste con dos sinfonas ms y con
otro concierto pianstico, lo cual permite
aventurar la hiptesis de que va cocindo-
se una integral. Las dos sinfonas reunidas
en este compacto son bien distintas, ccli-
ca la Tercera y de formato tradicional (en
tres movimientos claramente delimitados)
la Cuarta. En cambio, el Sexto Concierto
para piano que podemos escuchar aqu
otorga al aspecto formal un papel secun-
dario aunque su primer movimiento est
construido (tan libremente como se quie-
ra) a partir del esquema de forma-sonata.
En esta nueva entrega del sinfonismo de
Cherepnin percibimos, como en la ante-
rior, la gran personalidad de su autor, sus
influencias y afectos estticos, su capaci-
dad de sntesis respecto al mundo musical
que le circunda (no son pocas las reso-
nancias orientales en su msica aunque a
menudo le sale el ruso que lleva dentro) y
su inquietud artstica contraria a lo con-
vencional. En la Tercera Sinfona hay un
curioso esquema dramtico de plantea-
miento-nudo-desenlace que contrasta con
el carcter algo ms amable y de mayor
claridad formal de la Cuarta. Brillante el
Sexto Concierto y resuelto con tanta auto-
ridad por los intrpretes (notable la pre-
sencia de la seccin de percusin) como
las dos exigentes sinfonas.
CHOPIN: 24 Preludios Op. 28. Sonata
n" 2 Op. 35. Polonesa Op. 53- Evgeni Kls-
sln, plano. RCA 09026 63535 2. DDD,
6T08'. Grabacin: Frhurgo, VI71999.
Productor: Jay David Saks. Ingeniero:
Tony Faulkner. Distribuidor: BMG. O
PN
Aviso a navegantes: a aquellos a quie-
nes el anterior disco Chopin de Kissin
(Baladas) les pareci infumable pueden
dejar de leer a partir de este momento, y
desde luego prescindir de acercarse a
este disco. Porque si entonces la concep-
cin era peculiar, aunque, como seal,
la concepcin brutalmente dramtica de
Kissin tena para el firmante un conside-
rable inters, en esta ocasin los extre-
mos se pronuncian y el resultado parece
globalmente mucho ms discutible.
Rene el joven ruso una coleccin -Pre-
ludios- y dos obras -Sonata n' 2 y Polo-
nesa Op. 53- que se encuentran entre !o
ms popular y difundido del catlogo
chopiniano. Y hay terreno para la polmi-
ca desde el principio. La tmbrica de Kis-
sin contina ganando enteros de agresivi-
dad en el forte, lo que no siempre es de
agradecer, y su concepcin se mueve en
extremos que sin duda no sern del gusto
de todo el mundo. Las libertades son bien
evidentes desde el sorprendente fraseo
del primer Preludio, un discurso que pa-
rece algo trompicado. Hay alguna otra
ocasin (n
s
16) en que el canto pedira
ms fluidez y un podero ms contenido.
Sorprende agradablemente, en cambio, te
serena morosidad de segundo, sexto y vi-
gsimo (ste con un acertado diminuen-
do progresivo), mucho ms atinados, y el
atinado lperamente del tercero, aunque
algn acorde de semicorcheas (c. 11, por
ejemplo) es acortado en exceso. Sin em-
bargo, con alguna frecuencia se acerca al
mundo lisztiano que ya asom ms de
una vez en las Baladas, y as la contun-
dencia aplicada a los n"s 11 o 14 (este l-
timo demasiado arrebatado y algo confu-
so) bien puede considerarse excesiva. Por
el contrario, el n" /atiene un nervio con-
tagioso, responde verdaderamente a la in-
dicacin Presto con fuoco. Algo tambin
extrapolable al n" 18, expuesto adems
con un saludable carcter de fantasa im-
provisada. En cambio, el n' 19, aun obte-
niendo una traduccin notable, parece
pedir algo ms de lirismo. Pollini (DG)
ofrece una magnfica versin de esta co-
leccin, y quien no guste de sorpresas
preferir a buen seguro la slida garanta
de la objetividad y perfeccin del mla-
ns. La visin exageradamente lisztiana
vuelve a asomar en la Sonata n" 2, cuyo
primer movimiento parece no ya apasio-
nado, sino excesivamente contundente y
con un pedal que se antoja exagerada-
mente largo. Lo mismo cabe decir del se-
gundo tiempo. La Marcha fnebre tiene
81
De la A a la Z
el lempo adecuado pero su seccin cen-
tral parece demasiado esclava de la medi-
da exacta, muy rgida, aunque el matiz es
extraordinario. El final, por su parte, pare-
ce excesivamente preimpresionista (y la
msica ya lo es de por s; no necesita
nuevos nfasis), con nuevos arrebatos de
acentuacin, sin alcanzar el vuelo y mis-
terio de Pollini o Argerich (ambos DG).
Los mencionados, por no hablar de Ru-
binstein (RCA) o Sokolov (Opus 111),
ste con una concepcin muy singular
pero de enorme inters, ofrecen alternati-
vas que consiguen mayor equilibrio y
consistencia en la amcepcin sin perder
belleza ni profundidad expresiva. En fin,
la Polonesa presenta similares caractersti-
cas, y aunque su carcter heroico las di-
giere algo mejor, tambin acaba por re-
sultar demasiado contundente. Pollini
(DG) y Rubinstein (RCA) se erigen en
este caso en las alternativas ms eviden-
tes. En resumen, un disco que globalmen-
le hablando, resulta decepcionante, ms
an despus de las expectativas levanta-
das por el acercamiento a las Baladas,
que tena bastante ms lgica e inters,
aunque a alguno el asunto le costara un
sarpullido.
R.O.B.
CLEMENTI: Fantasa con variaciones
"Al claro de luna", op. 48. 12 Monferrne,
op. 49- Gradus ad Pamassum, op. 44: es-
tudios ns 9, 10, 39 CScena pattica"), 44,
58. 94 ("Stravaganze") v 95 ("Bizzania").
Pietro Spada, piano. ARTS 47388-2.
DDD. 69'42". Grabacin: Roma, 1982-
1985- Productor: Gian Andrea Ludovi-
ci. Ingeniero: Giovanni Fornari. Distri-
buidor. Dh-erdi. O PN
El programa anunciado para e! volu-
men 18 de esta integral de la produccin
para piano de Muzio Clementi (1752-
1832) -para los volmenes 9-11, vase
SCHERZO, n 126- puede llamar a enga-
o. La Fantasa y variaciones (sobre un
aria de autor desconocido) y las Monferri-
ne (danzas liberas de la regin piamonte-
sa del Monferrato), amhas piezas de 1821,
apenas ocupan la primera mitad del
disco. El resto presenta una mnima selec-
cin (y dura treinta y dos minutos!) de
los cien estudios que constituyen la mo-
numental serie Gradus ad Pamassum,
Sus tres volmenes aparecieron sucesiva-
mente en 1817, 1819 y 1826 y, a juzgar
por la muestra, la msica que contienen
podr calificarse de cualquier cosa menos
de trivial. Son estudios, pero ya a la ma-
nera de Chopin, en una relacin de pre-
cedente a consecuente en el que John
Field, alumno de Clementi, debi de ac-
tuar como correa transmisora. Realmente
resulta de lo ms escandaloso que este
formidable compendio de sabidura pia-
nstica (aqu cabe de todo, Bach incluido)
no haya sido objeto ms que de indife-
rencia cuando no de una burla en la que
la parte que corresponde al mismsimo
Debussy (El rincn de los nios) no es
precisamente la menos vergonzante. Lo
nico que cabe esperar es que un intr-
prete de calidad y con los suficientes
arrestos (por qu no Pietro Spada, que
es excelente?) grabe la integral de esta
coleccin.
A.B .M.
CORTECC1A: Responsorios para la Se-
mana Sania. I Cantor! di Lorenzo. Di-
rector: Ffllppo Bressan. DYNAMIC CDS
187. DDD. 5 ' 49". Grabacin: Pistola,
V/1998. Productor: Vlncenzo NincL In-
geniero: Paolo Fedi. Distribuidor: Di-
verdi. PN
Este CD presenta la grabacin de dos
responsorios de Semana Sania (Jueves y
Viernes Santo) del compositor florentino
Francesco Corteccia (1502-1571). polifo-
nista hoy apenas conocido. Estos respon-
sorios a cuatro voces, publicados en Ve-
necia entre 1570 y 1571, acreditan la
experimentada maestra de Corteccia en la
escritura contrapuntstica al stilo antico. y
desde luego constituyen, por su pureza
conceptual y serenidad expresiva, un ex-
ponente modlico de la msica religiosa
surgida al calor del Concilio de Tremo.
Una msica clara y sin artificios, tan ai
gusto de la Contrarreforma, que ha encon-
trado una interpretacin insulsa a cargo
de I Cantn di Lorenzo, que transmite el
edificio polifnico de manera lnguida,
desvitalizada, desperdiciando toda la emo-
cin que contiene. La afinacin y el em-
paste de las voces tambin adolecen de
evidentes desajustes, y aunque el plantea-
miento interpretativo de partida parezca
bien encaminado, el resultado final de las
lecturas ofrece una carencia de tensin y
una palidez expresiva que raya en lo mor-
tecino
P.Q.O.
COUPERIN: 3 Lecons de lnbres.
Motel de Saint Bartblemy. Magnficat.
Motel pour le pur de Paques. Veronique
Gens, Santlrine Piau, sopranos; Ernma-
nuc Balssa, viola da gamba. Le> Talens
Lyrlques. D irector: Christophe Rous-
set. DECCA 466 776-2. DDD. 66' 38".
Grabacin: Isere, VD71997. Productor:
Chris Sayers. Ingeniero: Neil Hutchin-
son. PN
Las tres Lecciones de tinieblas "sobre-
vivientes" (hay referencia del propio autor
de hasta nueve) en la produccin de
Francois Couperin, publicadas entre 1713
y 1717. contienen una msica de gran be-
lleza, que aunque contiene indudables
rasgos del estilo francs -la ornamenta-
cin entre ellos- toma (ambin, como se-
ala Nicholas Anderson en sus documen-
tados comentarios acompa antes al
prsenle ejemplar, cumplida nota del esti-
lo declamatorio italiano. Destinadas con
toda probabilidad a las monjas de la Aba-
da de Longchamp, la discografia ha cono-
cido versiones para do de sopranos
(Kirkby y Nelson en L'Oiseau Lyre, van
derSluis y Laurens para Erato, Daneman y
Petibon para el mismo sello), pero tam-
bin para otras combinaciones vocales,
predominando las de contratenores (Ja-
cobs y Darras, Harmona Mundi; Bowman
y Chance, Hyperion). La presente se une
al primer grupo con dos reconocidas es-
pecialistas, Gens y Piau, acompaadas por
un reconocido experto en la msica de
Couperin como es el joven Rousset, autor
de un muy interesante aunque no del
todo regular integral elaveemstico del
francs, en su antigua andadura con Har-
mona Mundi. El disco cuenta adems con
el atractivo del bello instrumento utilizado
por Rousset, el rgano de la Abada de
San Antonio en Isere. Desde el punto de
vista interpretativo, nada hay que objetar.
Piau en la primera leccin, Gens en la se-
gunda y ambas en la tercera exhiben ins-
trumentos idneos y sin duda transmiten
con ms que considerable acierto la sere-
na tristeza y contencin de la msica, que
se transforma con igual facilidad en jbilo
en el hermoso motete Victoria! Cbristo re-
surgenti que cierra el disco, y en el que
articulacin y conjuncin son igualmente
perfectas. Si acaso, cabe oponerse a la ex-
traa mana (cuya consideracin estilstica,
francamente, se me escapa, aunque no es
nica de esta versin) de optar por una
pronunciacin afrancesada del latn que,
en opinin del firmante, resulta aberrante.
El latin es latn, sea la msica de Couperin
o de cualquier otro, Por lo dems, el disco
es sumamente disfrutable. Si no preferible,
s perfectamente equiparable a alguna de
las antes citadas, especialmente van der
Sluis/Laurens y Daneman/Petibon.
R.O.B.
CRESTN: Sinfonas n's 1, 2y3, opp.
20, 35 y 48. Orquesta Sinfnica Nacio-
nal de Ucrania. D irector: Theodore
Ruchar. NAXOS 8. 5 5 9034. D D D .
72'39". Grabacin: Kiev, X/1998. Pro-
ductor: Alexander Hornoswi. Ingenie-
ro: Andrij Mokrytsky. Distribuidor:
PE
El verdadero nombre del neoyorquino
Paul Crestn (1906-1985) era Giuseppe
Guttoveggio. Hijo de emigrantes sicilianos,
Sicilia est presente en el despertar de
este msico relativamente tardo, aunque
de vocacin temprana, que consigui em-
pezar sus estudios musicales cuando
otros, a su edad, los haban terminado. Es
el tpico hijo de familia humilde que se
hace a s mismo en medio de una socie-
dad en parte hostil y en parte promisoria.
Uno de los grandes nombres de la msica
estadounidense, Henry Cowell, le dio su
primera oportunidad, que Crestn supo
aprovechar. Con el tiempo se convirti en
profesor y compositor de xito. Las tres
sinfonas aqu incluidas no nos descubren
un mundo nuevo, pero son slidas, tienen
Barra y suponen una sntesis ms o menos
eclctica de estructura clsica y estro tar-
dorromntico, con libertades tonales y
amplio uso de complejidades mtricas.
Son obras de 1940 a 1950. Este ltimo a o
marca el declive de la popularidad de
Crestn. Como sabemos, en Estados Uni-
dos la msica se acost un buen da tradi-
cional y se despert vanguardista. A Cres-
tn se le reproch su tradicionalismo, No
por ello dej de componer, como de-
De la A a la Z
muestran entre otras muchas obras sus
otras seis sinfonas, escritas en 1951. 1955
y 1981. Seria de desear que se grabaran
algunas de sus obras vocales, con compo-
nente religioso, que deben de poseer es-
pecial iniers; Crestn tiene sus Misas, su
Rquiem, sus Salmos y sus oratorios. A
cambio, no acudi a la msica teatral ni a
la cinematogrfica. Ruchar, con la Sinfni-
ca de Ucrania, sigue con su impagable
.servicio a la msica de los Estados Uni-
dos, en este inagotable y encomiable ciclo
emprendido por Naxos.
S A 1 . B .
D'ALBERT: os ojos muertos Hart-
mut Welker, bartono (Arcesus>, Dag-
mar Schellenberger, soprano (Myrto-
cle) ; Norbert Orlh, tenor (Aurclius
Galba). Coro y Orquesta Filarmnica
de Dresde. Director. Ralf Weikert. 2 CD
CPO 999692-2. 10752". Grabacin:
Dresde, m/1997. Productor: Eberhardl
Jenke. Ingeniero: Siegbert Schneider.
Distribuidor: Diverdi. O PN
La fama operstica de Eugne d'Albert
se concentra en Tiefland basada en Tierra
baja de Guimer (1902) y echa sombra
sobre esta otra produccin de 1916 sobre
E L E G A N C I A B A R R O C A
Durante los ltimos lustros de]
siglo XVII el idioma musical in-
rnaeional qued establecido bao la
gemona de Corelli, cuya msica irra-
li su influjo por toda Europa. En Frart-
se adopt el nuevo estilo italiano tra-
ando a toda costa de no perder la
entidad del got francaise, algo que
lograron ejemplarmente compositores
'mo Hotteierre. Dandrieu, F. Couperin
Leclair. Otro excelente compositor
ncs a aadir a esta eminente lista de
maestros barrocos es Louis-Antoine Dor-
nel (e.l685-c.l775X autor que ha sido
tratado muy injustamente por la historia
de la msica. En efecto. Dome! fue un
reputado compositor en la Francia de la
Ilustracin, y leg una obra de primer
Orden que obtuvo sobresaliente signifi-
fcacin entre sus coetneos y que desa-
t
fortufiadamente ha pasado relativamente
advertida en tiempos modernos. Autor
''de msica para tecla -era organista-, de
w*
1
sdierao es|. K NI
1 7 : Andreas Staier, clave Bach. Vawcio-
naultlltfg (LceodeCmarJ A S.).
- Cue l o de la Fibarmca de Viena Rosa
Torres-Paulo, piano. Schuben. (ProMQsi-
a A N.)
- Gm p o AIIOTIMJ X el Sabio, l u i s Lozano
Visa lie xcm * gracias m l i corte de
Caris V. (Siglos de Oro. San Jernimo d
fio]).
- Benjamn Kreith, violn. Jon Wtsb. pia-
no, [ves, ssxms. Copland (f . J M.l.
l l k Alain Gervreau, di e l o. Badi. S utes.
(Ciclo de la Universidad Politcnica
|www upmev'servics/cullurales^ EUTT
tyicifo)
- Orquesta de Cmara de Europa. Paavo
rkijund. Biahms. IProMsica. A. NJ.
1H.19: Sinfnica de Pitlsburgh. Manss
J^nson^ Rossmi. Siravinski, Ravel '
Kaydn, Slrauss, SavuiskL.
I 9 J 0 J 1 : ONE. Geotge Pehlivanian. Fer-
nndez Gucna, Brudcner. (A. N.)
r
21 : Jean-Claude Zehnder, rgano Bach,
O bras para rgano (Catedral de la Almu-
denai.
2 4 Zaiahanda. tnm Manas. Bach. (Ci-
clo de la Universidad Politcnica ETSI
Camin*, Canales y Puerros).
- Trio Artos Copland, K e , Bemstein. (F.
JMJ.
2 4 J * Smfnica de BudapeS. Coro de b
TV Hngara. Tamas Vsary. Vetdi. Re-
qukm I Bartk. Beelhoven. (Gd o Com-
phuense.A N.l.
HU T3& CCNE M s d Fnl hhsd Alima-
ya. Kalbwachs. Kilduff, St u n mn n Mah-
kt,OctanHfL.ti)
28 : Filannmicj de Radio Francia. Myun^-
Whun Chung Beethoven, Brahre (Pro-
Msia. A. N.).
- La Capella Srial de Ca a l unyj . Hespi -
non XXI. J o r a Savall. Morales, O ffkium
de/unlontm (Sigbs de Oro Mcnasteria
de El Escorial I.
- lan Bostndge, tenor; Julius Drake, pia-
no. Programa por determinar. (Ciclo de
lied Teatro de la Zarzuela).
19: t.riitina Ga ma Hanegas, r gano
Bach. O bntspam "njfli (Caledral de la
Abnudena).
3 t l La FoBa. Pedro BoneL Botelero, Fres-
cobal di , Cast e!l o. {C. C. P. A. R
3 1 : Ananda Sukarlan, piano Messiaen.
Viiur " i n a t u J w rf.VlBo.feui (Pro-
M^ica A. N1 .
- Grupo Cosmos Gal n. Estepa. Marco.
(F.J.M.).
1-VL Grup Instrumental de Valencia.
Var*. Zappa. (C C P. A N.l.
- Mnay Peiahia. piano. Programa por
determinar (Juventudes Musicales A N.).
- Orqurna de la Comunidad de Madrid.
J o s Ramn Encinar Shostakonch, La
mi f i a Babontn con la proyeccin del
film ICi dnde la Comunidad de Madrid T.
).
: Proyecto Geriord JOS hits Temes. Pe-
rra Maseda. Sania, de la Cruz. (ProMsi-
c a A. N. 1
i Li u wTi i i i mi n g a . i g a n i i BackOrinK
para rgano (Caledral de la Almudena)
TA9 .1 0: Juan Pjhki Anas, piano Sock-
hausen. Piezas para plana / Stockhau-
sen, U ske ekamttiay unieren (Pro-
Msica. A. N.).
& Sinfnica de Madnd Pedro Halffter
Kolja Bbcher, violin. Bjch, Bng, ShnM-
kovich (Cido de La Comunidad de Ma-
drid A. NJ.
9 Oi quesa de la Comunidad de Madnd.
Shlomo Minlz, violn v director Bach,
Prokohev. (Cido de b Comunidad de Ma-
dnd A N)
HALAU
Orquesla Ciudad de Mlaga
12,13-V; Coro de pera Ciudad de Mla-
ga Gerhaid Maricn. Johanssen, Wnsla-
de, Brilo, Simic. Beerhoven. Bdio (ver-
sin de concienol
1 9 ,20: Gloria In bd Ramos. Tejen, W>
zart,Slnuss
mcu
wwwjattortomurdaxirg
12-V: Orquesta de h Gewandhaus de
l apzi g. Herbeit BIcnHedt Bnhms.
20: Sinfnica d t Mutcu. jce Migud Bo-
dilla. Ivs, ton de Arpe, Chaikovski
2 4 Sinfnica de Odense. Jan Wagner. R.
Hatffla. Chaikovski. Nielsen.
SANTIAGO DE COMPOSTEIA
AHOUOTO
w w m u d i g a L t s
11-V: Real Filhaimon de GaLcia. Chns-
tnph Poppen. Markus Ullman, tenot. Mo-
zan,Bntten.
\9r. Real Filharmona de Galicia. Cor de
Cambra del Palau de la Msica Catalana
Hebnuth Kriling. Wddi , SchmidL Kaydn,
B (f l a c u r a s
25t Real Filhannonia de Ga l ka . Maximi-
no Zumalave Rimski-KorialtcA'. Meivbels-
sc4in, Snavmski.
27 : Ftlannnica de Radio Francia Myung
Whun Chung. Bcdhoven, Brahms
1-VL- Sea! Filhannonia de Galida. Jeffrey
Kahane. lan Bosuidge, lenor. Brillen, 9a-
vd.
8; II Giardino tonaiico. Go v a mi Antn-
snu
Teoro de la Maestranza
11,12-V: Sinfnica de Sevilla Inww.rosse-
vk com Rafael Fnjscck. Tunna, Marti-
nez Palomo, ftBfikl-otsitov.
17: Orquesta de Cmara de Europa- P a -
vo Berglund Brann.
H I * Sinfnics de Sevilla Khus Tei se
Gamck OhLvon, piano. Chopm. Saus.
25.26: Sinfomu de Sevilla. Haus Wase.
Fabin Lpez, violtn. Vagner, Sibdius,
Beelhoven
27 : Tilannnica de Radio Ranaa. Myung-
^ n u n CJiun^ BeeKivm Brahnt
31 : Elisabeth Le oi t i a p, piano Sthuben.
1,2-VL Sinfnica de Sevilla. Kbus (f a s e
ALeitander Romanowsky, piano. Barlk,
liszt.Kodly.
&S i Vjekoslav Sulej. Sequeira Ccela, pia-
no. Pedrosa. Rachmamnov, Prokcfcv
TENERSE
wwwjafa(re.es/iM
11,1 i-V: Raymond Leppatd, Chanlal Jui-
Ikt, violto. Detmssy, Savinski, Boccheri-
m.
1 8 ,1 9 : J f i s e p P ms Francisco Daz, ma-
rimba. Gn u a n a , Kktzoa. Strannski
1,2-Vl Vctor Pablo Prez. Lang, Svens-
son. Mahiei Qmcimdeliitiemi
VAUNOA
Palau de la IHalca
1 1 -f: Orquesta de la Gewandhaus de
Leipzig. Herbert BlonHeA Ebsabnh Le-
o n t a p , p a o o . VierJi, Br u d a t r .
l l i Orquesta de Va k n c a . Chrislian Ba-
d a . Garrick OhLuon, piano. Palau. Mu-
son^ki. Rachmaninov
1 7 : Andreas Staier, d n t Bach, Variada
nesG atdben>
1 9 : Coro y Oi quesa de Valencia. Miguel
ngel Gmez Martines. Varady. r i ng,
Machado, Burchubdzc Verdi, S equlen
n k Sinfnica de Pinsburgh. Mari Jan-
sons. Rossm, SUavinshi, Ravel.
M : Les Musiciens du Louvre Marc Min-
kowski. Bach. S ulla
1-Vl Coro y Orquesta de Valencia Mi-
guel ngel Gmez Martina. Behle, Xini,
Welker. Sirkia Beethoven. Fidelio tva-
sin de concierto*
9 Orquesu d t Valencia Enrique Garca
Asensio. Mario Momeal, piano. Chaikovs-
ki. Borodin.
VALLADOUD
T-V: Henata Scooo. soprano; Edelnn Ar-
nalies, piano heder y arta (Asociacin
Cultual Salzburga).
1 ^1 9 : Sinfnica de Castilla y Len. Mar
Bragado Damin Aaron Round, violn,
Wallan, Marques
2 U6 : Sinfnica de Castilla y Leen. Yang-
Jou Pak. Haydn. Vaughan Williams.
29 Andre Gavnlov, p o n o Chopin. (Aso-
ciacin Culrural Salzbui^o).
TOO
CenBo Q o r a l Ca t a n d o
12-V: Filarmona Beal de Flandes Philip-
pe Henewejihe. Beflhmen. Biuckner.
ZARAGOU
AudAorb
22-V: Sinfnica de Ctense Jan Wagner.
R Hafa, Chaikovski, NieUen
2 ^ Filarmnica Anur Ruhinstein de Lodz.
Jacck Bonifki. Lukjsz Bia>ztak, violin
liszt, Sibeliui. Shmtalunich.
5-Vl lan Bostrklge, t e nor j ul i us Drake,
piano.
AHSTEIDAM
1IU1.13-V: Cuarteto Boradm. Shosko-
vich..' Ludnila Berlinskaia, piano bWo-
din.Dvarii;
1 1 , 1 3, 1 6, 1 8 : Orquesta del Concenge-
nouw de Amsterdam Iwww.concertge-
bouworkest.nll. Edo d t Wsan. Bcrl ka,
Bealmy Benediao (versin de concier-
to)
15> Gil Shaham, violn. Orli Shaham, pil-
no Programa por determinar
1 7 ,1 9 : Orquesta del Concertgebouiv d t
AmseitLm Hans Vsnk, MiPhec. Kening,
Schal
1& Orquesta de la Radio Danesa Gerd
Albrecht. Leif Ove Andsnes, piano.
Brahms, Nielsen.
20: Krysuan Zimennan, piano. Programa
por determinar
2 V 7 3 1 . 1 - V L Orquesta del Concertge-
bfluiv de Amsterdam Coro Omrce. Rio
cardo Chailly FnrtoJi. Unnana. Machado,
Anasasni
1
Vetdi, Reamen
27 : Alfied Biendel, piano. Hiydn, Beel-
hnven, Mozan
2 9 3 * Cuaitcto Hagen Kurtg. Tebern,
Jarcek. ' Berg. Schuben
2 9 3 0 : Orquesta del Concertgebouw <^
Amsterdam. SiccaidoChailry. Ma l t e , D-
I A G U I A
PERA
Orna.
Wfc muros Goeme, birono. Alfred
BrtncH, pono. Btshown, Sdiubert
BE F3annonxa dr Roaerdam Gaus Peter
Flor Gil Shatum, nolin. Dvujk.
1,1b Orquesa del Concwgebou!.
1
. Ms-
bsbv Kostropovich. Schedrin, Bemstem.
Mumrgski
19 J 1: Cuanto Emerson. Shosukovich
n j i SinKnia de Lcndro Jerry Golds-
nBiLCcidsiulh.
2 4 : Muim Vengerov, viob. bach, Ya)t ,
Schednn.
TbeSonthBnk Centre
10. n. l I, 13, H-V: Bobby McFemn
Bemsein. Rimslu-Korsakov, Birbef.
lB. WJ O. IfcNeemejim Schumann.
Bnbms. Dohniriyi
H J 6,I7,iO: Plcido Domingo. Kachcl
Banon. ndn. Nicnbi, MentJelssohn, Be-
elhoven
l,J A-Vl: Charles DuioiL luhak Perl-
man, violn. Baitoer. Debussy, Shoslakc-
nch
1,9,10: William E ddins. Bwnstein, Sle-
vtns, Copland.
CLEVELAND
Orquesu de Clrntand
www.crfcaim/~J Ktao/oniiJ itiD
10,11,12,13-V: Owstoph vi DohnnyL
Emanuel Ax, puno. BeeihoVen.
17,18,19! Chrloph ra Mranyi. Pro-
kofiev, Mahfcr.
FIUDE UU
arques de Ffladdfia
kd
11,1113-V: WotfpngSaTOlLisch. Hindt-
mn, Respighi, Stravinski
rTOMNOA
l flommiiio
www.inaggofioren'Do.coin
11NCORONAZKHE DI POPPEA (Mulle
radi). Botton. Ronconl Boniuribis.Cin-
gem, Connolly. Mingardo.
3UM83W1V
11-V: Sinfnica de ta WDR de Colonia.
Sermn Bichliov Yuri BashmeL. viola.
Gubaidulina, Suauss.
18: Orquesa del Mayo musical floreMi-
no. Arturo Ttmayo. Boulez. Busom. Fe-
dele.
2 4 : Radu Lupu. piano. Chopin. Schu-
mann.jancek.
8-YL E nxmbtc Tien-Berim. ligcti. Kur-
B h
LONDRES
BirtHud Ccubt
Filarmnica de Bctfin
vww.berttaiphiilBnpmiIccaai
10.ll.li-V, Claudio Abbjdo Mat a Ai-
Krich, puno. Briden. Benhuven, Mihkr
U - Vl Pavo jiivi l e Ove ndales,
puno. Fin. Bnncn. Shusukuvicri.
CHICAGO
5irJ 6nka de Chicago
f r i h
2-V: Academy of 5L Hamn i Ibe dds
MunayPento.panoydireiim Bach
4 6: Otquesa Kiniv Valen Cergiev Pro-
kufiev, Mivinski tudov. Miuoiski,
: Ivan Moravec, piano Haydn, Jancek,
Chopin.
9: Coro y OrqueS) Philharmonu. Viten
Gcrgiev. Dcbussy, SmvDfa, Ravel
Cuanao Aftan Berj MendelsscJin. Bar-
lh
ff.Tni(ahn
8,).lfc James Levme Upshiw. Tfaibau-
deL lve&, Schuller, Toffi.
ruk
10,11-V: Orquesu dt Paris Lonn Nt od.
rmu Qung. chdo Brahms Chaikots-
ki, Soavinski ISab P W)
11; Orqutsia Nacional de Francia. Pin-
chas Snnberg. Debussy, RanH. (Tnialrc
dn Oumrs Elysesl.
13: Orquesu Nacional de la pera de
Lyon. Lou Lingre Verouque Gens, su-
pnno. Gluck, Berlioi, Beethoven
(T.C.t)
14 Rhard Goode, piano. Brahms, Sdw-
berl (Chlele Ivww.chaiele!-
(heam-.oml).
16: Kremera Bahica. Gidon Krtmer Vi-
g
10: Orquesu Phlh>nnonj Vleri Cer-
giev Borodin, Srnvindd, Rimski-Korsa-
kov
- Orquesa Age of EnIi)(n[CiiiiKnl. Frans
Brtiggen. Bach.
11 New latn Cnsul. Philip Pkken.
Msica de la poca Tudor
1 * Sinfnica de li BBC Yakov Kieii-
berg. Bingham, Vjsks. Shcsukovich.
14; london Sin[>nin Feer E orvftj.
Wenjmg, E pra
l 6j f t Orauesa Flilharmonia Vhdimr
Conla. Mikiuil Pletnev, piano. ChaikcWi-
ki
18: Sinforoci de la BBC Yakov Kreiz-
berg. Peinjablonsto, piano E achmani-
nov, lutcslan^ki, ShcaakcFvich.
19: Oruueso de Filadelfa WdfginR Sa-
wallisch Beethovwi. Sespihi, Stnnski.
2 1: Andrs Sduff. puno BJ h. Hiu*
bvn temperado!.
Sinlfinia de U Radio de Colonia. Se-
mion Bichko\' Kalia y MarKe Labeque.
pmi
1
* MerKiLv^ohn. Sirauss.
24: London SinfoneUa. Oliver Knuwen.
MaBhew!, Harrry, Crter
2 1: Orquesta Ptlharmonia. Coro de la
RBC de Gales Richard Hickoi. Holfe
Johnson. Holinuir. Qiuchrova Briaen,
War Rquiem
2 6 The Hanover Band. ftetard E jprr. Vi-
valdi. Bach
J l : E vgetii Kissin, piano Beeiovcn,
Schumann. Brahms.
LOS .NGELES
Hbnnnka dt Lo Angele
hL
12,14-V: Markus S M Vikiona Mulbvi.
vtjn. KuiUg, Bnhms, BMhoven.
l: Adirri Fischer. Snauss. Havdn.
y
I M J TJ f t Simn Radie Rurt Murphi;
Aleer, LeRou. Ravel. B fuo y las jerti/p-
gtt (vern de comenu), Mahler.
WN
Tililli i de Mui -Gruscppr Vtrdl-
l
,7-V: Sinfnica de Landres Kurt Ma-
sur Anne-5ophic Munn. violin. Proko-
tiev. Bw(p. Sibtlnc . Luloslawsiu. Berra-
icin. Ceilmin . Rihm, Bavel, PemlcrFc-
lu
9i Richard Goode, piano. Schuben, Cho-
pin.
11; Sinfnica de Lonetas. Kui Msur. tm
Bosndge. lear. Brinco, Shomiovdi
17: Reil Orquesa Filirminicj. Roben
Bidmunn Bnickna. .fetwa
lh Orqucsu de Clman Ingksi. Dal
GorJicnL BMtawai, Slnuss.
lft.19.21-V: Ganandrea Noseca
Buchbnder, piano BeethoKn, Boika.
2 5J * U* Yutaka Sado. [ean-Yves tbi-
baudet, pono Ravei, Franek.
IXiVk Vutib Sado ym Hirrdl. che-
la Shpfitakovich. E ^r
8,),1L MarkiJ lettnja. wink. Sehrm
Gerstiwin, Copbnd. Bemslein.
HL7DCH
W4 J Vi Jun JOikl Nikolai Znaider. no-
Un. Honegger. Hudianman, Dukas
. 2 64 * : Yakob Krcizberg. Vadun Re-
pui, iiolin. Markcvich, Chjikonki, Sbcs-
ukovidi
U5- VI Manfred Trojahn. Debuay. Hen-
17: Orquesu de Pars Lotin Hait Bar-
tk,.Miael,Kreisler.(S.P.).
18: Les Musiciens du l a me . Man Min-
kowslu. Bach, Sries 1T.C.E.)
20: Orquesta de Fibdelfij Wolgang Sa-
walliscti. Chiikuvsk Strau.
2 4 Sylv JtcNar, joprano; iu/p Vigno-
l a piano. Debussy, Rodrso, ConiIianD
(asa
UM: Orquesta de Pars Vladunir Ash-
kena Grieg, Sibdjis. Fami (S.P.).
2 7: b Grande tcm: el Chamhre du
Hoy, Jean-Cbude Malgoirt. Devellerau,
Naouri. Garre CICL)
31: Fihrmonica <le Vicna. Andr Prevm
Plvm. Haydn, Siosakmth (T.C.E )
S-YI: Orquesia del Cuncertgebouw de
AnMerdam Riccaido Cliailly. Bonney,
Laison. WoEicli Goeme. Bach. Mahler
(ChiLi
7 * Oiquesca de Pars. Rafael Frhbeck
de Burgos. Falla. (S.PJ .
S Rcne Fleming, soprano Pianista y
prcjrjim pordE tomina:. (Ot).
VBU
Powocht o
T-V: Filaimomca de Vena. Simn Ranle
Boulez. Beeihoven
- Rudcilf Buhbmder piano. Brjhms
Bsdi. Schumann
8: Wienn Abdeime. Martin HasdbCck
Badi
- Fjtwmble Kunirapunim;. Peter Keusdi-
nig SiraviiKki, Capia. Kimek.
10: Tiloma- Quatlhof, taritono. J usus
v!eyen.pano Brahms. Li j .
12 R5O Vm. Fnednch Cerha. Hans Pe-
i Blochwic tenor. Webem, Schrdrer,
Cota
13,14iFuanii6nicadel
r
cru Tienering-
vcrein Zuhtn Meha Arellano, lipovsek.
Mahler. Segunda
13: Vljdimir Ashkenazl. piano. Schu-
mann. S MA Radunanmov.
14 CuaraioTakcs Ihorak, Baitok. Be-
etbven
H, 16,17,18.20^1: Slaalsliapelle Berln.
Daniel Ban-nbmm. Betlhovcn. Sfo
y
l . Tdl Ftlnw. piano. Bach. Beethown.
17,19: Simn Kemiyside, bariuno; Gra-
ham J ohnson, puno Schuben, Schu-
maim.Poulenc
2 1iFdainxlica de Viera 5'ienerSing-
vaei Vladimir Fedoseiev. Gaua, Lpov-
sek. Wjjtrxr Furianeao. Vrni. tequlm
HrJ irdiSavill. uolj djgjmbj' Pierrc
Haraai. dave. Dol Lulrund, Uoito Ma-
rat. Sle Cdomne
J J Orquess de Filadeia. WolfgangSa-
Mllsch Ytnm BronfiTun. piano Dvo-
nk.nan6k.Suau
24: Maunzio Pofiin, puno Chopin, De-
bussy, RanH.
ft Ntolai Gtddj. wnor. Erik Scbnader.
pono Durare, Griqt. Qni d ski
& Sinfmcs de Vmu. Georges Prtre
Cheryl Studer, soprano. Wagnei, Di-
tuey, ^
I7J ft rarmcnica de Viena. Anoie Pre-
rni. Barbara Rorniey, soprano. Previn,
Barher, Shosukovich.
2 8,2 9 30: Smfnfj de ndxirgh Mariis
J ans Rossmi.Miaunski, Biahms./Be-
hovt n. Ravel. Sinunski , Strauss,
Hayck, Soavinski
l-Vfc SchsBche Soatskapelle Dresdcn
Gmseppe Smopcu Scnununn.Sdiuben.
J ,4 : CKcntiH musla Witi NikoJans
Hamoncoun. Peiibon, Banoli, Plegar-
dien, Wtir. Haydn. Amida Iversin de
nncieito).
5.fc Orquesta de la pera de Zurich
Wienei Singverei. Franz Tditr-Msl.
Janlova, Beraala, Pulgar Haydn. lo Crra
nim
7: Trio Vengerov. Rosiropcmch. Zraier-
man e a. Sbosiondi, Prnderetii
& Ared Breridd, pimo. Kaydn, McEart
- Cuarteto Ans. Jeremy Menuhin. puno
Bach-Mozart. Krtnek. Sdiumann
NedeftamlKOpen
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Carsen. Borfl. Mctrur. Menuaka. Erche,
Oifa. 11,1J,14.17,19JO,3-V.
SLY fWolf-Femr Gimnez. Hollnann.
Kattalu, Carreras. Milnes. Gueuoni
7.10-VL
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LE NOZ2E DI HGAKO Moortl Lpej
CODOS. Ctfro. Rey, Chiummo, Gens, 5hh
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IA BOHME (Fucdni). Marsan. Leureui.
Gallardo-Doma, Saiton. Mipilovic. Xier-
d o n o Cnlmnl Li Cat n
ANSIE S
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Decker Olsen, Kuriiler. BMDW. Chil-
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Imiana. Cnder. Matgtwn 31-V. 4
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lle, Pepa. U-V.
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Macus, Kotchinlan, Silins. Kaune
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Thielemann Friedrich. Meyer-Topwe,
Boms, elker, Bither 18v.
TOSCA (Puccini! Vkni. Bajlog. Valayie,
Fiatram Auneli. 29JS-V.
LrjHESGWN (Warner). Tliieleniam. Fr-
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kus2 1J 8-V.
E VGE NIONE GIN (Chaikovski). Kout.
Friednch Walhn.Johansson. Botris, Ga-
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msnn Friedrich. Kolb, Selig, Schnaul,
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ermann. Baucmfemd tdelmann, Maus,
Rorl, Gn 7-VL
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mdofcr Desay, Ryd, Sktwhi. i da-
de. 17J1^-V.
CAVA1LER1A (USIKA.NA (Maragm) ' I
PAGUACC1 (Leoncanllol ^fadd Balea,
Gurakow. Lora. Ticlif J2J7-V.
DER FUEGENDE HOLUNDEBUCagrier).
SdinexJo. Andwrn, Sdig, Sws, Monn
IL BARB1ERE DI SMGUA (Kusmi). Fadi.
Loutianetz. Florez. Sramek. Nucci 2J-V,
EVOEN] ONECIN (OaikDVslul. Ytxing.
Denote, Skovhus, Sibbiimi, Simn. 30-V.
DIE ZAL'BEBFLOTE (NomnRton) Des-
av, Rame, HalKarsor, Seda*. 1A8-VL
DER ROSENSAVAUEfl (Smust Sdneidn.
lxnt, Ksduihbga, r'irxy. Hawlaa 6-VL
HDELIO (Bmhmenl- Schneider Niel-
sen. Tinhtrgh. Pedenon, Sel^. 7,1-VL
MEFISTOFELE(BOIIO). Chaslin. Coelho,
Rydt, Fraccaro 9-VL
UMICH
Opemhaus
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ARABEI1A IStouss) Wdier-Mfist. Prie-
drih. Pieczonka, Koioski. Kallisrfi, Mag-
nuson. 12.WJIJ4JS-V. 1,7,9-VL
SLVnCiilf-Fararil Fnllibak. Hollmann.
Kabam, Guelfi, Zveanov. Kaluza.
1J.I7J-V.
KGOLETTO (Verdi). Santi Asigaioff.
Mosuc, Schmidr, Beaah, Cudfi, Danihik.
1831-V.
DIE MUBF.RFL01 (Muzani. Wslser-
Ma. MJler. Magnusm, Harteina. Salmi-
nen. Davulim. 13-V, -VL
TOSCA (Puccini). Sanu. FagRKini Pniki-
in, la ScoU, Bjimondi. 5-V. 3*VL
SIMPLIC1US (J. SuauK). Welser-M6sl.
Pountney. Magnuson, Jinkovj, Niiilsa-
nu, Msnr] 27-V.
PKOVA1A DAMA (Chaikonkil Fedo-
seitv. Hrnog. Kozlunska, Kikiza, Sch-
mdl,jankrivi i-V.
SAMSON ET DAULA l'Simt-Sans). De-
iacle Aagarof. Bjksa, Cura, Zincaia-
10 -.
CONVOCATORIAS
1 CERTA.MKN INTERNAaONAL DE GW-
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