Este documento describe dos tipos de educación según Paulo Freire: la educación bancaria y la educación problematizadora. La educación bancaria se caracteriza por ser vertical, autoritaria y de transmisión de conocimientos, mientras que la educación problematizadora promueve el diálogo y la construcción colectiva del conocimiento. El autor analiza estas concepciones para que los educadores puedan reflexionar críticamente sobre su papel.
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Este documento describe dos tipos de educación según Paulo Freire: la educación bancaria y la educación problematizadora. La educación bancaria se caracteriza por ser vertical, autoritaria y de transmisión de conocimientos, mientras que la educación problematizadora promueve el diálogo y la construcción colectiva del conocimiento. El autor analiza estas concepciones para que los educadores puedan reflexionar críticamente sobre su papel.
Este documento describe dos tipos de educación según Paulo Freire: la educación bancaria y la educación problematizadora. La educación bancaria se caracteriza por ser vertical, autoritaria y de transmisión de conocimientos, mientras que la educación problematizadora promueve el diálogo y la construcción colectiva del conocimiento. El autor analiza estas concepciones para que los educadores puedan reflexionar críticamente sobre su papel.
Este documento describe dos tipos de educación según Paulo Freire: la educación bancaria y la educación problematizadora. La educación bancaria se caracteriza por ser vertical, autoritaria y de transmisión de conocimientos, mientras que la educación problematizadora promueve el diálogo y la construcción colectiva del conocimiento. El autor analiza estas concepciones para que los educadores puedan reflexionar críticamente sobre su papel.
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I CONGRESO INTERNACIONAL DE PENSAMIENTO
LATINOAMERICANO: LA CONSTRUCCIN DE AMRICA LATINA" UNIVERSIDAD DE NARIO - CEILAT - PASTO
PONENCIA: "EL PAPEL DEL EDUCADOR EN EL PENSAMIENTO DE PAULO FREIRE"
AUTOR: Magister Jos Edmundo Calvache Lpez Profesor Titular de la Universidad de Nario Estudiante Doctorado en Ciencias de la Educacin - RUDECOLOMBIA
1. INTRODUCCIN Histricamente, la funcin del educador se ha situado en estrecha relacin con los fines primordiales de la educacin, con las caractersticas de su formacin profesional, con el contexto socioeconmico, poltico y cultural en el que ha ejercido su quehacer. Estos elementos condicionantes y circunstanciales han ocasionado tipificaciones variables de la figura del docente, han suscitado serias crticas a su desempeo y, correlativamente, han puesto en tela de juicio la calidad de la educacin impartida por las instituciones educativas, sean ellas del nivel de educacin primaria, secundaria o media y superior.
La multiplicidad de problemas educativos ha propiciado la necesidad de crear nuevos escenarios y nuevos retos para la educacin, y de all el surgimiento, en los ltimos aos, en Amrica Latina principalmente, de estudios e investigaciones sobre aspectos cuantitativos y cualitativos de las reformas educativas, de estudios sobre la funcin cientfico-social de la educacin, ocupando un lugar privilegiado y siempre necesario el de la "formacin de educadores", considerados stos, en su papel fundamental, no ya como los transmisores del conocimiento, sino como los trabajadores de la cultura, como los gestores de procesos de enseanza y de procesos de aprendizaje significativo en una concepcin educativa humana y social que rebase con propiedad y distancia los modelos objetivantes del educando, centrados en los contenidos y los resultados, y propenda por 2 una educacin que como proceso valore y rescate la importancia del educando como persona, una educacin "Liberadora o transformadora", como lo propone Paulo Freire, una educacin orientada a la humanizacin del hombre, a su concientizacin, a su formacin de esencia social.
La sociedad contempornea mira, hoy en da, a la educacin como la clave indispensable para hacer frente a este mundo planetario de las complejidades, de los cambios incesantes, de la globalizacin y del neoliberalismo, de las comunicaciones y de la informacin. En este sentido y para este fin se aora una Escuela, despojada del positivismo tradicional, en donde se palpe, se viva y se sienta la pertinencia, coherencia y cohesin sistemtica entre los elementos de una estructura curricular determinada, el deseo de conocer y saber de unos individuos y el liderazgo democrtico de unos educadores comprometidos con la construccin de la Nacin y con la formacin integral de un hombre libre, consciente y solidario. Unos educadores que produzcan sus propias iniciativas, que consideren el conocimiento como sinnimo de accin y no solamente como objeto, que visualicen nuevos imaginarios de la vida y valoren e incentiven el protagonismo de los estudiantes en cada momento del proceso educativo.
En la bsqueda de la reflexin terico-prctica de la funcin acadmica, cultural, social y poltica del educador, en esta ponencia, sin pretender explayarse en la totalidad del pensamiento pedaggico de Paulo Freire ni la interpretacin temtica de sus obras y escritos sobre su labor educativo-poltica y pedaggica, partiendo de la significancia de dos de sus obras principales "La Educacin como Prctica de la Libertad" (1967) y la "Pedagoga del Oprimido" (1969), obra dedicada "a los desharrapados del mundo, y a quienes, descubrindose en ellos, con ellos sufren y con ellos luchan"1, se hace 3 referencia: a aspectos como el conocimiento, la educacin problematizadora en oposicin a la educacin bancaria, vista como instrumento de opresin, al sentido del dilogo como elemento y canal esencial en una educacin como prctica de la libertad y a algunos rasgos caractersticos del educador consciente y comprometido con los sueos y utopas de los estudiantes y con la construccin y reconstruccin social.
2. EL CONOCIMIENTO EN LA PEDAGOGIA DE PAULO FREIRE Paulo Freire considera el conocimiento como una "construccin social", como un proceso y no meramente como un producto resultado de un cmulo de informacin de hechos, por eso, como crtica al positivismo pedaggico propuso "una pedagoga de liberacin no-autoritaria y directivista como un desafo abierto a los modelos pedaggicos existentes que l consideraba como "educacin bancaria" la que trataba el conocimiento como hechos aislados, ahistricos que deban ser simplemente "depositados" en las mentes de los estudiantes, del mismo modo en que un banquero deposita fondos en su cuenta"2. Para Freire la Educacin es comunicacin, es dilogo y en ese sentido, en el proceso de adquisicin de un conocimiento, no puede romperse la relacin pensamiento-lenguaje-contexto o realidad, infirindose que en este evento no se trata de la transferencia de un saber, sino de un encuentro de interlocutores que aprenden juntos y que juntos buscan la significacin de los significados.
El educador contemporneo, identificado con el pensamiento pedaggico de Freire, debe ser consciente que para ste conocer es tener la capacidad para leer el mundo, interpretarlo y transformarlo. En este intento conocimiento y deseo deben estar ntimamente ligados; no es posible conocer si no hay deseo de conocer y esta actividad de conocer es intencional y respondiente a un proyecto concreto poltico-educativo. Los 4 seres humanos tenemos intereses (Habermas), curiosidades (Freire) y esperanzas (Bloch), atributos que la educacin y los educadores deben mantener vivos. En el pensamiento de Freire lo importante es aprender a pensar por nosotros mismos, o sea aprender a aprender, dado que todos sabemos algo, nadie ignora todo y el aprendizaje se da en comunin y con la fundamentacin en la conciencia de la realidad en que se vive, por eso "aprender hace parte del acto de liberarse, de humanizarse"3.
3. LOS TIPOS DE EDUCACIN SEGN PAULO FREIRE De la teora y la praxis de Paulo Freire se puede inferir el carcter de su pedagoga humanista centrada en el devenir del hombre y su humanizacin y el carcter espiritualista que implica un sentimiento del hombre para autoconfigurarse y para ejercitar su actuacin. As, entonces, a partir de la tesis entre educacin y proceso de humanizacin, Freire caracteriza dos tipos de educacin. Dos concepciones que permiten al educador una reflexin crtica y una toma de posicin frente al sistema educativo y frente a su papel como profesional de la educacin.
3.1. La Educacin Bancaria En su libro "Pedagoga del Oprimido", Paulo Freire crtica el espritu de la concepcin "bancaria", "para la cual la educacin es el acto de depositar, de transferir, de trasmitir valores y conocimientos, no se verifica, ni puede verificarse esta superacin. Por el contrario, al reflejar la sociedad opresora, siendo una dimensin de la "cultura del silencio", la "educacin bancaria" mantiene y estimula la contradiccin "4. Contradiccin entre la dicotoma educador-educandos, entre el que sabe y el que no sabe, entre quien narra o transmite un saber y quien lo memoriza, entre quien ostenta el poder, la autoridad y quien se somete a ella. 5
En la "Educacin Bancaria" todo gira alrededor del maestro, l es el protagonista principal. La educacin es eminentemente vertical, el educador impone las reglas estableciendo una relacin de opresor-oprimido en la realidad social, el educando se adapta al orden establecido, se da como una invasin cultural ya que es el educador quien sabe y escoge los contenidos a tratar.
Este paradigma magistral se caracteriza, entonces, por un programa lleno de contenidos incoherentes, una enseanza expositiva e impositiva, una evaluacin que cuantifica el saber, un saber medido en cantidad de la informacin acumulada y por una adaptacin pasiva ante el proceso, adaptacin que elimina la creatividad, la conciencia crtica e impide el dilogo. La "Educacin Bancaria" es repetitiva, individualista, equipadora, dogmtica, autoritaria y conservadora, en ella el "maestro gendarme" (trmino utilizado por Mara Teresa Nidelcoff) pretende, con una postura acrtica, mantener la estructura social, el rgimen imperante, la opresin intelectual, la alienacin.
En la "Educacin Bancaria" el eje del mtodo es el profesor y el texto, la clase magistral con mnima participacin y poco dilogo; si bien se busca que el estudiante aprende, lo nico que se logra es que memorice y repita para luego olvidar. Este tipo de educacin "dicta ideas, no hay intercambio de ideas. No debate o discute temas. Trabaja sobre el educando. Le impone una orden que l no comparte, a la cual slo se acomoda. No le ofrece medios para pensar autnticamente, porque al recibir las frmulas dadas, simplemente las guarda. No las incorpora, porque la incorporacin es el resultado de la bsqueda, de algo que exige de parte de quien lo intenta, un esfuerzo de recreacin, de invencin"5. 6
3.2.La Educacin Liberadora Frente a la "Educacin Bancaria", cuyo propsito es la domesticacin social, Paulo Freire propone la "Educacin Liberadora" la misma que debe comenzar por la superacin de la contradiccin educador-educando, sujetos que intercomunicados, juntos aprenden, juntos buscan y construyen el conocimiento en la medida en que sientan que tienen un compromiso para hacerlo, la libertad y la capacidad de crtica.
Se trata de una educacin que siendo no-autoritaria es directivista, como lo expresa Freire, y en donde "el maestro es al mismo tiempo estudiante, el estudiante es simultneamente maestro; la naturaleza de sus conocimientos es lo que difiere. Sin embargo, la educacin involucra el acto de conocer y no la mera transmisin de datos. De esta manera maestros y estudiantes comparten un mismo status, construido conjuntamente en un dilogo pedaggico que se caracteriza por la horizontalidad de sus relaciones"6. Esta "Educacin Liberadora" o "Educacin Problematizadora", como tambin la denomina Paulo Freire, se identifica con lo propio de la conciencia y tiene como objetivo fundamental la organizacin reflexiva del conocimiento, el desarrollo de un acto cognoscente en la afirmacin de la dialogicidad y, de esta manera, el educador no es slo el que educa sino que a la par que educa es educado en el dilogo con el educando.
La "Educacin Liberadora" en contraposicin a la "Educacin Bancaria" se sustenta en que desmitifica la realidad (considerndola como tal sin ocultar aspectos de la misma), promueve el dilogo, a travs de la palabra, como lo fundamental para realizar el acto cognoscente, despierta la creatividad y la crtica reflexiva en el educando, refuerza el 7 carcter histrico del hombre, promueve el cambio y la lucha por la emancipacin, fortalece el humanismo y la capacidad para dar respuesta a los desafos de la realidad.
La "Educacin Liberadora" tiene sus races en la superacin de la contradiccin educador-educandos, en la conciliacin de esos polos, de tal manera que ambos se hagan, simultneamente, educadores y educandos". El papel del educador problematizador es el de proporcionar, conjuntamente con los educandos, las condiciones para que se de la superacin del conocimiento al nivel de la "doxa" por el conocimiento verdadero, el que se da al nivel del "logos". En esta visin de educacin se genera un acto permanente de descubrimiento de la realidad, se busca la emersin de las conciencias, de la que resulta su insercin crtica en la realidad, se problematizan los educandos como seres en el mundo y con el mundo para que, a la vez, vayan percibiendo, crticamente, cmo estn siendo en el mundo, en el que y con el que estn; se parte, al contrario de la "Educacin Bancaria" del carcter histrico y de la historicidad de los hombres y por ello su reconocimiento de seres inconclusos, en permanente bsqueda del cambio y la transformacin, en un movimiento de bsqueda justificado en la medida en que ser dirige al ser ms, a la humanizacin de los hombres.
Este tipo de Educacin, surge, entonces, sobre todo en estos tiempos de conflictos, incertidumbres y globalizacin, como una alternativa ideal, quiz utpica si no hay un cambio de actitud mental en los docentes, para la transformacin e innovacin del proceso educativo en la bsqueda de la "formacin integral" del hombre. En efecto, su filosofa y pedagoga provocan la liberacin, la creatividad, la comprensin de la realidad, el aprendizaje consciente, compartido, significativo y respondiente a una realidad social que requiere de cambios estructurales profundos para asegurar con 8 calidad y dignidad la supervivencia y satisfaccin de las necesidades bsicas del ser humano.
El educador comprometido con una educacin para la liberacin, para la transformacin debe ser consciente que en ella: - Educador y educandos se enfrentan juntos al acto de conocer - Enseanza - aprendizaje son procesos viables con la exposicin dialogada - Nadie educa a nadie, y nadie se educa a s mismo. El hombre se educa mediatizado por la sociedad o el mundo - Se utiliza el dilogo , a travs de la palabra - Se fomenta, por parte del educador, la creatividad y la conciencia crtica del educando - El objetivo es "que el sujeto piense y que ese pensar lo lleve a transformar la realidad"7
4. PEDAGOGA DIALGICA Haciendo alusin a la "Pedagoga del Oprimido", Yerko Reyes manifiesta que el dilogo aparece en estrecha relacin con la idea de la "Educacin Liberadora", de esta educacin que es dialogal en contraposicin a la "Educacin Bancaria" que es monologal.. Para Freire el dilogo es indispensable para el desarrollo del hombre; sin el dilogo no puede existir una autntica educacin. Para que el dilogo sea una realidad es necesario: - "EL AMOR, un profundo amor al mundo y a los hombres, siendo fundamento del dilogo, el amor es tambin dilogo, de all que no puede darse en la relacin de dominacin. 9 - LA HUMILDAD, el "pronunciamiento" del mundo no puede ser un acto arrogante. - LA FE EN LOS HOMBRES, es un acto a priori del dilogo. - LA ESPERANZA, no hay dilogo sin esperanza; si los sujetos del dilogo no esperan nada de su quehacer, no puede haber dilogo. - UN PENSAR CRTICO, un pensar que percibe la realidad como proceso que favorezca la creacin. - LA SUPERACIN DE LA CONTRADICCIN entre educador y educandos implica que: "nadie educa a nadie... nadie se educa solo... los hombres se educan entre s, mediatizados por el mundo.
El dilogo es considerado por Paulo Freire no solamente como un mtodo sino tambin como una estrategia para respetar el saber del alumno. Por eso "para poner en prctica el dilogo, el educador no puede colocarse en la posicin ingenua de quien pretende detentar todo el saber. Debe, por el contrario, colocarse en la posicin humilde de quien sabe que no lo sabe todo, reconociendo que el analfabeto no es un hombre "perdido" fuera de la realidad, sino alguien que tiene toda una experiencia de vida y por esto, tambin, es portador de un saber"8. La teora dialgica va a tener como caractersticas la colaboracin, la unidad, la organizacin, la sntesis cultural, para contrarrestar la accin cultural antidialgica en la cual se palpan la necesidad de conquista, de divisin para la dominacin, de manipulacin y de invasin cultural. El dilogo permite la autenticidad de la educacin y el despertar de la conciencia crtica de los educandos en la bsqueda de la comprensin y transformacin de la realidad.
El dilogo se revela como la palabra en la accin, en la reflexin, en la praxis y por eso decir la palabra verdadera es transformar el mundo. La palabra inautntica se reducira a 10 un verbalismo - alienada y alienante - , a un activismo que minimizara la reflexin, negando la prxis e imposibilitando el dilogo. "Existir humanamente es "pronunciar" el mundo, es transformarlo. Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la accin, en la reflexin". El decir la palabra no es un privilegio de algunos sino un derecho de todos los hombres. El dilogo es, entonces, este encuentro de los hombres, mediatizados por el mundo, para pronunciarlo no agotndose, por lo tanto, en la mera relacin yo-tu". Es una exigencia existencial, un encuentro que solidariza la accin y la reflexin de sus sujetos encauzados hacia el mundo que debe ser transformado y humanizado, de all que el dilogo no puede ser simplemente el acto de depositar ideas de un sujeto en el otro, ni el solo cambio de ideas consumadas por sus permutantes, ni la discusin guerrera, polmica entre dos sujetos interesados nicamente en la imposicin de su verdad. El dilogo es un acto creador en donde hay un profundo amor al mundo y a los hombres, si no amo el mundo, si no amo la vida, si no amo a los hombres no me es posible el dilogo; el dilogo no es un acto de dominacin sino de compromiso por la causa de la liberacin. No hay dilogo si no hay humildad, si no se deja la arrogancia y la autosuficiencia, si no existe una intensa fe en los hombres, "fe en su poder de hacer y rehacer. De crear y recrear. Fe en su vocacin de ser ms, que no es privilegio de algunos elegidos sino derecho de los hombres".
"Lo importante desde el punto de vista de la educacin liberadora y no "bancaria", es que, en cualquiera de los casos, los hombres se sientan sujetos de su pensar, discutiendo su pensar, su propia visin del mundo, manifestada, implcita o explcitamente, en sus sugerencias y en las de sus compaeros"; la visin de esta educacin parte de la conviccin de que debe buscar dialgicamente el programa con el pueblo, y se inscribe 11 necesariamente, como una introduccin a la Pedagoga del Oprimido, de cuya elaboracin l debe participar.
Paulo Freire analiza: la antidialogicidad y la dialogicidad como matrices de teoras de accin cultural antagnicas: la primera sirve a la opresin; la segunda, a la liberacin. La accin antidialgica es opresora y tiene como caractersticas la conquista, la divisin, la manipulacin y la invasin cultural, elementos de los que se sirve el opresor para mantenerse y mantener a los oprimidos. Contrariamente, la teora de la accin cultural dialgica se fundamenta en la colaboracin, la unin, la organizacin y la sntesis cultural.
5. EL EDUCADOR EN UNA PRAXIS INNOVADORA Y LIBERADORA Una educacin para la liberacin, con el objetivo de desarrollar la conciencia crtica de los estudiantes para que se inserten en el mundo y lo transformen, requiere: en primer lugar de una escuela conectada con la realidad, con el contexto, de una escuela como "organizacin que aprende" es decir que tenga un referente permanente de la realidad y que se inserte en su entorno; en segundo lugar de un maestro que deje de ensear a alumnos y empiece a ensear a individuos, a seres humanos, de un maestro facilitador, catalizador, tutor de los procesos de autoformacin, de un maestro con autoridad moral e intelectual.
La praxis educativa innovadora y liberadora requiere de unos educadores comprometidos, que contribuyan a articular ms explcitamente la historia y la esperanza, unos educadores que desarrollen "el amor, la fe y la esperanza"9, que ejerciendo una hermenutica tolerante y dialgica, a partir de unos "Temas 12 Generadores" (Freire) propicien el emerger humano en estrecha relacin con el paradigma accin-reflexin y dentro del sentido y la dinmica del ver, juzgar, actuar.
La praxis educativa innovadora y liberadora pone en tela de juicio y cuestiona al educador y a la educadora de perfil tradicional, de clase magistral, que todo lo hacen y lo saben, es decir a aquellos educadores que se alimentan y administran la "Educacin Bancaria", que subestiman los conocimientos previos de los estudiantes, su valor como personas, como sujetos que sienten, piensan y suean, que desconocen que "la praxis como accin, reflexin y transformacin social, hace de la educacin un instrumento de liberacin: a partir de la concientizacin, puede liberar muchos procesos sociales, polticos, educativos y an econmicos; puede impulsar la libertad de construir nuevos escenarios como ambientes sociales y no instruccionales" 10.
La prxis educativa innovadora y liberadora, con vehemencia y validez, defiende y estimula, en conjuncin con otras categoras de una filosofa liberadora (proceso y contenido, propsito y personas-en-contexto), a aquellos educadores y educadoras progresistas y democrticos que se comprometen con la transformacin de la sociedad, que ayudan al pueblo a descubrirse, a construirse permanentemente, a expresarse, a liberarse y a vivir en y para la realidad.
5.1. Virtudes-Clave para los Ideales Emancipatorios y Libertarios
Siendo el compromiso de educadores y de educadoras la formacin de un ciudadano menos pasivo, ms participativo, ms informado, con mayor conciencia y responsabilidad social, dispuesto al cambio y a la convivencia pacfica, para la prxis 13 educativa, adems de un mtodo activo y co-educativo, se requiere, como lo anota Paulo Freire, de ciertas virtudes en el educador. Para ilustracin las describimos de una manera concisa: Coherencia entre palabra y accin: Se trata de disminuir la distancia entre el discurso y la prctica y de dar consistencia al discurso que se habla y por el cual se anuncian las opciones y a la prctica que debera confirmar dicho discurso. En una palabra, podramos decir, predicar y practicar. Tensin creativa entre la palabra y el silencio: Los estudiantes deben ser considerados como sujetos del discurso y no como meros repetidores de lo dicho por el profesor; para ello se deben generar los escenarios para la escucha, los cuestionamientos, las contradicciones, las respuestas, las dudas, los sueos y las utopias, es decir, para el dilogo abierto y respetuoso. La humildad y el respeto: Aceptar la crtica y ser capaz de ensear a "aprender a aprender" y aprender "de" y "con" los estudiantes y as mismo respetar y valorar el conocimiento de los estudiantes. Admitir que nadie lo sabe todo y nadie lo ignora todo. Tensin creativa entre mi "aqu y ahora" y el de los educandos: Reconocer el saber y comprender la comprensin que se tiene del mundo y de la realidad a travs de un dilogo franco. Tener conciencia plena de tiempos y espacios en los cuales se dan las interrelaciones y as mismo conocimiento de cmo los grupos se comprenden, se comunican, se entienden en sus relaciones concretas, sociales y con el mundo. Superacin de la polaridad "manipulacin" - "espontanesmo": Evitar la actitud intrusiva e invasora y la prctica meramente reactiva, democratizando el proceso pedaggico mediante la aplicacin de metodologas horizontales, activas, 14 participativas, ldicas, flexibles, respetando los estilos y ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Tensin dialctica entre la paciencia y la impaciencia: Tolerencia en el accionar de los procesos de aprendizaje, rechazando la injusticia y la opresin y creando alternativas para la libertad, la justicia, la paz. Lectura crtica de texto y contexto: Conocimiento previo y valorativo de las caractersticas socio-culturales de los estudiantes, de sus saberes previos, de sus expectativas, proyectos, posibilidades, sueos y utopas. Problematizar y sospechar y descubrir posibilidades y alternativas. Disposicin al riesgo: Capacidad para tomar decisiones con competencia cientfica (fundamentacin cientfica de la accin), claridad poltica (se sabe lo que se hace, por qu y para qu ) e integridad tica (nos conmueve la dignidad de las personas con las cuales se trabaja). Capacidad para asumir el debate y la crtica con valor y suficiencia en pro de la concertacin, de la autoformacin, del autoaprendizaje y de la autoevaluacin.
As entonces, un maestro para la praxis educativa innovadora y liberadora debe ser tambin una persona integral, con una mentalidad abierta al dilogo, al debate de las contradicciones; con una mentalidad de educacin para el hombre-sujeto, que no rehuya la discusin creadora y que sea capaz de obstaculizar la educacin que lleva a posiciones estticas y de fomentar una educacin para la libertad, para procurar la verdad en comn "oyendo, preguntando e investigando".
15 5.2. El educador y las mximas freirianas "1. Es necesario desarrollar una pedagoga de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagoga de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho. 2. Mi visin de alfabetizacin va ms all del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensin crtica de la realidad social, poltica y econmica en la que est el alfabetizado. 3. Ensear exige respeto a los saberes de los educandos. 4. Ensear exige la corporizacin de las palabras por el ejemplo. 5. Ensear exige respeto a la autonoma del ser del educando. 6. Ensear exige seguridad, capacidad profesional y generosidad. 7. Ensear exige saber escuchar. 8. Nadie es, si se prohibe que otros sean. 9. La Pedagoga del Oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagoga de los hombres en proceso de permanente liberacin. 10. No hay palabra verdadera que no sea unin inquebrantable entre accin y reflexin 11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo. 12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacen nada para lograr concretamente que esta afirmacin sea objetiva, es una farsa. 13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relacin permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformacin. 14. El estudio no se mide por el nmero de pginas ledas en una noche, ni por la cantidad de libros ledos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas. 16 15. Slo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos. 16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre. 17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesa. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio". 18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra. 19. Defendemos el proceso revolucionario como una accin cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientizacin. 20. La ciencia y la tecnologa, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberacin permanente de la HUMANIZACIN del hombre" (Paulo Freire)
En trminos generales y como resultado del esbozo temtico presentado se puede concluir diciendo que el pensamiento de Paulo Freire es cada vez ms actual para los educadores y educadoras que tienen como misin la formacin de seres humanos para un nuevo pas, para unas nuevas realidades sociales, teniendo en cuenta que l sustenta una pedagoga humanista-espiritualista centrando en el hombre histrico como tal toda la problemtica educativa, problemtica que no puede estar ajena al contexto socio- poltico-cultural del entorno y que desde una mirada tica permita revelar a los educandos lo que pensamos y sus razones, dndoles al mismo tiempo pruebas concretas de que respetamos su pensamiento. La teora y la prctica, el discurso y la accin deben ir de la mano y vivirse en el dilogo, un dilogo que es amor, humildad, fe en los hombres, solidaridad, respeto y tolerancia. 17
Los educadores y educadoras, profesionales de todas las reas, con trabajo disciplinario e interdisciplinario, tienen mucho que hacer por el pas y por la nacin; su responsabilidad cientfica, tica y moral es tan grande que la sociedad reclama su liderazgo, su presencia en los procesos de transformacin y de conservacin y preservacin de la misma naturaleza. As, entonces, se debe tener claro, conscientes de la realidad del pas y del profesionalismo inherente que "al ser la educacin un acto de amor, es un acto de coraje que no puede rehuir ni el anlisis de la realidad, ni la dimensin creativa"11, y que la praxis educativa , en el aula y fuera de ella, debe estar rodeada de un humanismo tal que comprenda a la persona en su ser y sentir y que pretenda la formacin integral con justicia y con democracia.
NOTAS 1. FREIRE Paulo. Pedagoga del Oprimido. 30 edicin. Siglo Veintiuno Editores. Mxico. 1983. p. 1. 2. TORRES Carlos A. Estudios Freireanos. Libros del Quirquincho. Coquena Grupo Editor S.R.L. Buenos Aires. 1995. p.37. 3. GADOTTI Moacir. Paulo Freire, su vida y su obra. CODECAL. Bogot. p. 43. 4. FREIRE Paulo. Pedagoga del Oprimido. Siglo XXI Editores. Mxico. 1983. p. 73- 74. 5. FREIRE Paulo. La Educacin como Prctica de la Libertad. Tierra Nueva. Montevideo. 1969. p. 16. Citado por LOBO AREVALO Nubia y SANTOS RODRIGUEZ Clara. En Psicologa del Aprendizaje. Universidad Santo Toms. Bogot. 1990. p. 45. 6. TORRES Carlos A. Op. Cit. p. 30. 7. LOBO AREVALO Nubia, SANTOS RODRIGUEZ Clara. Op. Cit. p. 56. 8. GADOTTI Moacir. OP. Cit. p. 80. 9. SCHIPIANI Daniel, FREIRE Paulo. Educacin, Libertad y Creatividad. Encuentro y Dilogo con Paulo Freire. Universidad Interamericana de Puerto Rico. Puerto Rico. 1992. p. 80. 10. CHALAPUD Juan Ramn. Educacin, Reproduccin, Resistencia y Transformacin. Graficolor, Pasto. 2000. p. 289. 11. ACHA IRIZAR Felix. Introduccin a la Pedagoga. Ediciones Mensajero. Bilbao. Espaa. 1985. p. 192.