Hebreos 2:5-9

Jess es superior a los ngeles por Su obra de gracia.

Creo que ya les he mencionado que el libro de Hebreos es un
libro cristolgico, o sea, un libro que trata de mostrar la
majestad y la absoluta superioridad de Jess sobre todas las
cosas, visibles e invisibles. No hay nadie como l.
John Macarthur comentando este pasaje dice: No conocemos
el autor humano de este libro, pero sabemos que El Autor
Divino es El E.S., y El E.S. nos dice que Jess es superior
sobre todas las cosas. El E.S. presenta a Cristo como el centro
de la deidad, como el centro del universo, como el centro de
la humanidad, como el centro de la autoridad, como el centro
del amor, como el centro del servicio, como el centro de la
adoracin. En este libro todas las cosas convergen en Cristo y
todas las cosas irradian de Cristo. Cristo es la clave de cada
pgina y capitulo. l es visto como El Santo entre todos, como
El rey coronado con muchas coronas, El Rey de reyes y Seor
de seores.
Vimos semana pasada que el autor hizo una pausa en su
descripcin de la majestad de Cristo para hacer una
exhortacin a sus oyentes, para que delante de la majestad
de Cristo fueran obedientes y celosos de su grande salvacin.
Despus de la pausa de la exhortacin, el autor vuelve a
mostrar la superioridad de Cristo a los ngeles en los
versculos que siguen, con el propsito de mostrar que Cristo
tiene la autoridad sobre todas las cosas. (la palabra sujetar)
Es bueno recordar que estos cristianos estaban viviendo bajo
fuerte persecucin para abandonar su fe en Cristo, por eso el
propsito del autor al mostrar la superioridad de Cristo sobre
todas las cosas es animarlos a perseverar en la fe an bajo
las ms duras pruebas de la vida. (3:6, 14, 4:14, 6:11-12,
10:36)

Podemos concluir que tener la mirada en el lugar correcto es

fundamental para llegar a la meta final, encontrando fuerzas
para sobrepasar las pruebas de la vida. (12:2)
Es posible que algunos cuestionamientos pudieran surgir
entre los oyentes, como por ejemplo: Si El Hijo de Dios es
superior a los ngeles (1:4), entonces cmo entender que l
se hizo hombre si los hombres son inferiores a los ngeles? y
cmo entender Su muerte en la cruz, ya que los ngeles no
mueren?
Los versculos que siguen (5-9), el autor pasa a mostrarnos la
gracia de Dios, en cuanto que lo que el hombre perdi (su
estado y propsito original), Dios lo vuelve a rescatar, a
redimir para l, pura expresin de gracia.
En el v.5 comienza con la palabra porque, como vimos el
domingo (en Col. 1:13) pasado es una conjuncin casual,
introduce la explicacin de una causa o una razn.
El autor quiere mostrarnos que los ngeles tienen sus tareas,
(1:14), pero que nuestro concepto de Cristo tiene que ser
incomparablemente superior a todo lo que podamos imaginar.
Si los ngeles tienen una grandeza por la naturaleza de su
creacin, los hombres tambin tienen en los planes de Dios
un lugar de gracia. Fueron creados a imagen y semejanza de
Dios. (Gen. 1:26-27)
Dios haba creado al hombre para dominar sobre la creacin
(Gen. 1:26-28, 2:7-8, 15), pero la cada trajo caos, desorden
y maldicin sobre el mundo y sus habitantes (Gen. 3). Dios
haba creado el hombre para dominar sobre Su creacin
(Salmo 8:6-8), y esta tarea no fue dada a los ngeles. (Heb.
2:5)
Pero el hombre en lugar de confiar en la palabra de Dios y
cumplir con su tarea, el hombre sigui las palabras de
satans, entregndole la autoridad que haba sido confiada a
l. (1 Juan 5:19, Jn. 17:15, Ef. 2:1-2)

Por eso satans ejerce cierto dominio sobre el mundo y sobre

los hombres (2 Co. 4:4, 1 Jn. 5:19), ahora es cierto que la
accin de satans est bajo la autoridad suprema de Dios, y
para eso Cristo se manifest en carne. 1 Jn. 3:8
Lo que el autor pasa a mostrarnos es que nosotros por causa
de la cada no podramos subir a Dios, ni con la ayuda de los
ngeles, por lo tanto Dios viene a nosotros, por eso dice que
se hizo inferior a los ngeles (2:9 semejante a los
hombres). Luc. 19:10
Por eso el autor introduce la verdad que el mundo pasado no
fue sujetado a los ngeles ni tampoco el mundo venidero, es
decir el reino de Cristo, del cual estamos hablando.
v. 6 - El autor vuelve a hacer uso del A.T., mencionando el
Salmo 8:4-6, la razn por la cual el autor menciona el A.T. es
para mostrar que Cristo es El Mesas, El Salvador, El
cumplimiento y la revelacin final de la parte de Dios.
Una de las cosas que me encanta en las escrituras es que hay
una perfecta unin entre el A.T. y el N.T. Los autores del N.T.
siempre vuelven al A.T. mostrndonos la perfeccin de Dios
en cumplir perfectamente con Su Palabra.
El v.6 comienza aparentemente con una incerteza de la cita
bblica y del autor humano, pero el autor de la epstola y sus
oyentes eran profundos conocedores del A.T., por lo tanto no
se trata de ignorancia, sino ms bien el autor no quiere llamar
la atencin a David, y si l quiere que sus oyentes entiendan
que es Dios quien habl por boca de David. (Heb. 1:1)
La pregunta QU ES EL HOMBRE PARA QUE DE L TE
ACUERDES, O EL HIJO DEL HOMBRE PARA QUE TE
INTERESES EN L? (Heb 2:6 LBA) espera una respuesta
negativa, o sea, que el hombre delante de toda creacin de
Dios, delante de los ngeles no es nada (Salmo 8:3). Con
esto no est diciendo que el hombre no tiene importancia en

el proyecto de Dios, una importancia que le fue dada por l

propio Dios y no por nada que hubiera en el hombre de por s.
A pesar de que Dios no necesita al hombre, de que el hombre
no puede aportar nada para Dios, el salmo nos dice dos cosas
que Dios se acord de l y lo cuida. La grandeza no est en el
hombre, la grandeza est en Dios.
Se dan cuenta de la grandeza de Dios, en tomar del polvo de
la tierra, darle forma, darle aliento de vida, darle muchos
atributos que reflejan Su existencia y grandeza. Job ya haba
mencionado la grandeza de Dios al preocuparse por el hombre
muchos siglos antes de David. (Job 7:17-18)
Por eso dice que es el hombre o el hijo del hombre, esta
referencia no habla de Jess (2:6), sino que estaba hablando
de la descendencia de Adn, el autor menciona a Jess y por
primera vez menciona Su nombre humano en el v. 9, pero
aqu est hablando que ni el hombre ni su descendencia
tendra en si nada que mereciera el favor de Dios.

v. 7-8 los versculos 7 y 8 sigue hablando de la creacin del

hombre y del lugar que Dios le concedi en toda la creacin.
El autor dice: LE HAS HECHO UN POCO INFERIOR A LOS
NGELES (Heb 2:7 LBA) Se trata de una comparacin que
muestra que la naturaleza de uno es distinta del otro. ngeles
son seres celestiales mientras que los hombres son
terrenales.
Aunque est inferioridad es temporaria una vez que la biblia
dice que Dios en Cristo nos hizo sentar en los lugares
celestiales (Ef. 2:6)
La versin RVA nos traduce bien el significado de la palabra
griega ( brachus) que significa inferior en tamao o
inferir por tiempo. (Le has hecho por poco tiempo menor que
los ngeles; (Heb 2:7 RVA))
LE HAS CORONADO DE GLORIA Y HONOR, Y LE HAS PUESTO
SOBRE LAS OBRAS DE TUS MANOS; (Heb 2:7 LBA) la
mente del David y del autor a los hebreos est en Gen. 1:2627, que nos ensea que la gloria del hombre consiste en
haber sido creado a imagen y semejanza de Dios. Y es cierto
que el lugar que el hombre ocup en relacin a toda creacin
fue de honor, pues Dios lo puso para gobernar sobre todo lo
creado.
Charles Spurgeon comenta:
Fue as que en cierta medida, en el mundo natural. El hombre
fue creado para ser el maestro de la misma, el buey y el
caballo, con todas sus fuerzas, deben inclinar el cuello para el
hombre; y el len y el tigre, con toda su ferocidad, deben
sentirse intimidados en presencia de su amo. Sin embargo,
este no es un reino perfecto que vemos en el mundo natural.
Pero, en el mundo espiritual, el hombre sigue siendo un ser
supremo para el presente, y por lo tanto Cristo se convierte
no en un ngel, sino un hombre. Toma sobre l esa
naturaleza que Dios tiene la intencin de ser dominante en
este mundo y en lo que est por venir

Y LE HAS PUESTO SOBRE LAS OBRAS DE TUS MANOS; 8

TODO LO HAS SUJETADO BAJO SUS PIES. Porque al sujetarlo
todo a l, no dej nada que no le sea sujeto. (Heb 2:7-8 LBA)
Esta era la situacin antes de la cada, lo que nos lleva a
entender dos cosas: 1- Que la paga del pecado es muerte
(Rom. 6:23), el pecado vino para destruir todo, la relacin del
hombre con Dios, la relacin del hombre con su semejantes,
la relacin del hombre con la naturaleza. 2- La gracia de Dios
en darnos Su Hijo Amado. Cristo vino para buscar y restaurar
al hombre al propsito original de Dios en la creacin. No
porque lo mereciera, sino por gracia. Por eso tenemos una
grande Salvacin!
Pero todava no vemos que todas las cosas sean le sujetas.
(Heb 2:8 LBA) la ltima parte del v. 8 comienza con una
conjuncin adversativa, que nos informa que el propsito
original de Dios no est como debera ser. Todava no vemos
las cosas como Dios ha planeado que sea por causa del
pecado.
Willian Barclay comenta:
Pero, contina diciendo el autor de Hebreos, la situacin real
es muy diferente. El propsito original era que el ser humano
tuviera dominio sobre todo, pero no lo tiene. Es una criatura
frustrada por las circunstancias, derrotada en las tentaciones,
ceida de debilidades. El que deba ser libre est preso; el
que deba ser rey es un esclavo
Pero gracias a Dios que tras una mala noticia hay una noticia
de gracia. Lo que nosotros NO VEMOS, no significa que nunca
lo vayamos ver.
v. 9 La buena noticia
Nuestra grande Salvacin no viene de los ngeles. Dios no
envi a un ngel para salvarnos, sino que Dios vino a
nosotros en la persona del Hijo, Jess (Jehov es mi
Salvador). (1 Tim. 2:5)

El autor usa las mismas palabras del v. 7, mostrando que

Cristo se identific con los hombres, al venir al mundo como
hombre. Jn. 1:14
Al identificarse con el hombre Jess por poco tiempo se limit
a si mismo asumiendo temporalmente las limitaciones propias
de los hombres. (Fip. 2:7)
Aquel que era superior a los ngeles fue hecho un poco menor
que los ngeles, para hacer aquello que los ngeles no
podran jams hacerlo. (Puritanos)
Una de las limitaciones asumidas por Cristo al hacerse menor
que los ngeles fue la de padecer la muerte por Sus
escogidos. El Verbo de vida se hizo mortal por medio de la
humanidad, y su vida fue quitada por los hombres (Hechos
3:15), aunque este fue el propsito de Su venida, es decir se
la quitaron porque l se la entreg (Jn. 10:17-18), porque
este era el propsito de Dios para conducir los escogidos a la
vida eterna. (2 Tim. 1:9-10).
Coronado de gloria y honra Su estado de humillacin fue
temporario e intencionado. Un rescate celestial (Luc. 19:10).
Por esta obra de gracia Jess fue exaltado hasta lo sumo (Fip.
2:9-10), es decir as como la muerte de Cristo haba sido
profetizado de antemano, de la misma manera haba sido
profetizado Su exaltacin (resurreccin y ascensin). (Is.
53:10-12, Sal. 16:10)
En la resurreccin Jess recuper la gloria divina que haba
despojado en la encarnacin. (Juan 17:1-5)
Para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.
(Heb 2:9 LBA) Hay verdades preciosas en este versculo
que revelan la grande salvacin mencionada antes (v. 3).
Primero que es un acto de gracia. Que Dios mismo viniera a
este mundo para tomar el lugar del ofensor y que pagara por
sus ofensas para que fuera justificado, es un favor
inmerecido. Jess tom el lugar de todos Sus escogidos en la

cruz. El castigo que era nuestro fue sobre l (Is. 53:5), l que
no conoci el pecado, se hizo pecado por nosotros, para que
furamos hechos justicia de Dios en l. (2 Cor. 5:21)
La expresin por todos no significa universalismo, o sea, no
quiere decir que Cristo muri por todos los hombres y que
todos sern salvos. Tampoco se trata de una salvacin que es
propicia a todos, que solo depende de que ellos crean o
escojan la salvacin de Cristo.
El autor es bien especfico cuando habla de la obra de Cristo,
diciendo que Cristo muri por aquellos que Dios le dio. (1:14
los que sern herederos, 2:10-13 muchos hijos a la
gloria, los hijos que Dios me dio.)
Spurgeon: Afirmamos que Cristo muri para asegurar la
salvacin de una gran cantidad de gente que nadie puede
enumerar, quien a travs de la muerte de Cristo no slo
pueden ser salvados, pero son salvos, sern salvas; y no
existe la menor posibilidad de que, por casualidad sean otra
cosa que gente salvas.

Rom. 5:18-19
Ana Gutirrez trasplante de riones
Salmo 41:1-8