La Identificacion Del Imputado PDF
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DEL IMPUTADO
Rueda, fotos, ADN
De los mtodos basados en la percepcin
a la prueba cientfica
tirant lo blanch
abogaca prctica
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La identificacin
del imputado:
Rueda, fotos, ADN ... De los mtodos
basados en la percepcin a la prueba
cientfica
tlrant lo blllanch
Valencia, 2009
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BIBLIOGRAFA.................. ..................................................................
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PREFACIO*
Cuando leemos en el peridico que alguien ha sido condenado
por un suceso violento, los ciudadanos pensamos que ha existido
suficiente prueba de cargo para que el Juez o Tribunal haya decidido que la persona acusada es culpable. La condena reafirma
nuestro sentimiento de seguridad y de que el sistema funciona.
Sin embargo, cuando el ciudadano se acerca a la justicia penal, ya sea como vctima, testigo o acusado, se ve sorprendido por
la falta de rigor y de certeza que impera en el proceso penal en
lo que afecta a la identificacin del sujeto pasivo, del imputado o
acusado. .
Cada ao, noto entre mis alumnos de Derecho Procesal Penal
la sorpresa al enfrentarse a una regulacin catica, impregnada
por distintos principios opuestos en ocasiones, y que se toma casi
en indignacin cuando conocen la jurisprudencia y la prctica
policial y judicial en tomo a las identificaciones. Por otra parte,
se encuentran en general contaminados por las series televisivas estadounidenses, en las que se pinta una realidad que poco
tiene que ver con el sistema norteamericano, y menos an con el
espaol. Las series como CSI, Bones, etc., dibujan una realidad
de ciencia ficcin, y no en cuanto a los tipos de investigacin que
pueden llevarse a cabo, sino sobre todo respecto a los medios con
los que se cuenta en el propio Estados U nidos, donde por ejemplo
se han llevado a cabo polticas en los ltimos aos para intentar reducir el grandsimo atasco existente en cuanto a anlisis
de ADN, que supona que no se analizaran decenas de miles de
muestras procedentes de violaciones, entre otras circunstancias.
El sistema procesal espaol se encuentra en una poca de
cambio: diseado para la sociedad del siglo XIX, diametralmente
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distinta a la actual: una sociedad rural, en la que los movimientos de poblacin no son importantes, y los ciudadanos se suelen
conocer, frente a una sociedad del siglo XXI, urbana, en la que la
inmigracin, los transportes, la tecnologa y las comunicaciones
han cambiado la forma de vida y las necesidades frente al proceso penal.
El funcionamiento y los resultados del proceso penal son poco
satisfactorios para los ciudadanos en general, mucho menos para
los justiciables, tanto de la parte acusada como acusadora.
Los cambios sociales producidos, tanto culturales como econmicos, exponen a una sociedad parcialmente moderna a anticuados mtodos procesales; por otra parte, el sistema procesal
se resiste a la introduccin de nuevas tecnologas en su funcionamiento, que algunos abrazan sin dudar y que otros temen, por
la posible limitacin de la libertad de los ciudadanos, que puede
no ser evidente en la actualidad, dado el continuo desarrollo de
la ciencia.
En este libro se abordan mtodos tradicionales para identificar al imputado, basados en la percepcin, como la rueda de reconocimiento o las fotos, y, por otra parte, mtodos de investigacin
de carcter cientfico.
Al igual que hacen mis alumnos, apoyo la potenciacin de los
mtodos cientficos, en detrimento de los mtodos basados en la
percepcin, de escasa fiabilidad, e intentar en este trabajo apuntar las formas de cuestionarlos y favorecer finalmente la aproximacin del trabajo judicial a la verdad, siempre salvaguardando
los derechos fundamentales.
HELENA SOLETO
helena. soleto@uc3m.es
CAPTULO INTRODUCTORIO
1. LA EVOLUCIN DEL PROCESO PENAL Y LA INCORPORACIN DE AVANCES TECNOLGICOS
El proceso penal se encuentra en la actualidad en adaptacin
a las necesidades de la sociedad del siglo XXI. Una vez regulado
unjuicio con todas las garantas, en el que el principio acusatorio
rige, y en el que la contradiccin y el derecho de defensa imperan, una vez regulado -eso s, de forma todava insuficienteun sistema de recursos, todava subsiste un periodo del proceso
penal en el que el justiciable se encuentra sometido a prcticas
no reguladas, y cuyas consecuencias en el posterior juicio sern
rotundas.
Dicho periodo es, evidentemente, la instruccin penal, que
sucesivas modificaciones legislativas han ido arrancando de los
brazos de las fuerzas de seguridad y dotando de garantas, bajo
la supervisin del Juez de Instruccin.
El sistema procesal penal espaol, inspirado en el siglo XIX en
el garantista ingls, ha quedado realmente desfasado en su finalidad de resolver los conflictos de relevancia penal, restaurando
la paz social.
Por una parte, los cambios sociales producidos desde la segunda mitad del siglo XX, aumento de la poblacin, movilidad de los
ciudadanos, altas tasas de inmigracin y de turismo, delincuencia organizada, terrorismo nacional, terrorismo internacional y
fundamentalismo, nuevas tecnologas en la delincuencia, armas
de destruccin masiva, el anonimato en las grandes ciudades, el
aumento de los delitos, la alta judicializacin de los conflictos,
entre otros, descubren un proceso penal incapaz de cumplir sus
mnimos objetivos de castigo de los delitos ms graves.
Por otra parte, la falta de recursos policiales, en la fiscala y
en los tribunales, aadido a la falta de adecuacin del proceso, la
falta de coordinacin entre las autoridades, y de los propios tribunales, entre otros, apuntan a la incompetencia del sistema.
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DE IMPUTADO
La determinacin del imputado es trascendente en el proceso
penal, y ha de realizarse durante la fase de instruccin, desde
que de los autos recaigan sospechas sobre alguna persona, lo que
supone que una de las primeras actividades que han de llevarse
a cabo en la instruccin es la atribucin de la condicin de imputado al sospechos02
Las consecuencias de la atribucin de la condicin de imputado a una persona son, por una parte, el inicio del ejercicio de su
derecho de defensa y la delimitacin del objeto de la instruccin
por otra, impidiendo investigaciones generalizadas sobre la conducta de la persona3 .
La atribucin de la condicin de imputado se realiza en nuestro sistema de manera formal y expresa a travs del auto de procesamiento en el juicio ordinario o a travs de la audiencia ex
profeso en el juicio por jurado, o, de una forma menos formalista
pero expresamente en el mbito del procedimiento abreviado en
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Tecnologa: Conjunto de teoras y de tcnicas que permiten el aprovechamiento prctico del conocimiento cientfico. Diccionario RAE.
Una vez superado el sistema inquisitivo, en el que la confesin ocupaba tal
lugar. Vid. REVILLA GONZLEZ, El interrogatorio del imputado ... , cit.,
pg. 15.-
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En general, la identificacin del imputado depender, en ltima instancia, bien de la percepcin de un testigo o de la polica, o
bien de los resultados de los anlisis de restos, que apunten a la
vinculacin de una persona con el hecho delictivo.
Este trabajo est dirigido a estudiar la regulacin de las diligencias encaminadas a la identificacin del imputado, la prctica
de dichas diligencias, su valoracin, los factores que afectan a la
subjetividad, los errores judiciales provocados por identificaciones incorrectas y las maneras de paliarlos e impugnarlos.
A. DILIGENCIAS BASADAS EN LA
PERCEPCIN
La identificacin del imputado se realiza en la fase de instruccin, y es as conceptuada por el Juez de Instruccin, al adjudicar
a determinada persona el estatus de imputado.
La actividad de identificacin corresponde habitualmente a la
Polica Judicial, fuera de aquellos casos en los que el imputado
est perfectamente identificado a travs de querella o denuncia,
iniciando la polica la investigacin con los elementos que ofrezcan los testimonios o la denuncia correspondiente.
Hemos distinguido, a la hora de analizar la identificacin del
imputado, entre fuentes de la identificacin del imputado y las
propias diligencias de investigacin de la identidad, a travs de
las cuales el testigo o la polica ofrecen su identificacinl l .
As, vamos a analizar cules son los elementos encaminados
a lograr la conviccin en fase instructora de la identidad del imputado, para ver posteriormente a travs de qu diligencias se
materializan en la instruccin.
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a) Regulacin
En el Libro II de la Lecrim., dedicado a la fase de instruccin
-titulado "del sumario"- se encuentra el ttulo V "De la comprobacin del delito y averiguacin del delincuente", donde, en el
captulo III, titulado "la identidad del delincuente y sus circunstancias personales", se regula la diligencia de reconocimiento.
En el artculo 368 se apunta la posibilidad de realizar esta
diligencia si la identidad del imputado fuera una cuestin debatida14 , al disponerse que para llegar al resultado de que no se
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En todo caso, las exigencias relativas a identificacin son extensivas al mbito de los juicios de faltas, al cal alude la STC
7/1999:
"tajante afirmacin de la plena aplicabilidad y vigencia en el juicio de faltas de
los principios y garantas constitucionales correspondientes al penal mente imputado y,
muy en particular, del derecho a la presuncin de inocencia (SSTC 54/1985, 150/1989,
319/1994 y, lflmamente, 131/1997, entre otras). Sin que la relativa irrelevancia de la
condena impuesta en juicios como el presente pueda justificar cualquier tipo de atenuacin en el contenido de dichas garantas".
Por otra parte, la identificacin en juicio no viene supeditada a una necesaria identificacin en rueda; tal como se
apunta en la STS de 1 de diciembre de 2000, (Tol 117302). "En
este caso la identificacin del acusado por la vctima en el Juicio
Oral, en declaracin prestada bajo los principios de inmediacin
y contradiccin, y con observancia de las normas que condicionan
su validez y su licitud es bastante para desvirtuar la presuncin
de inocencia. Ni la diligencia identificativa en rueda es excluyente de este medio de prueba identificativa, ni su valor se reduce
por la previa identificacin fotogrfica policial -cuyas deficiencias resultan irrelevantes al no ser ste el fundamento probatorio
de la condena-... ".
lB
La citada Sentencia se refiere a una identificacin en rueda que no se produjo al no acudir los testigos, dadas las numerosas y graves amenazas que
haban sufrido para que no hicieran la identificacin. Posteriormente, acuden al juicio oral y el Tribunal condena.
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b) Naturaleza
La naturaleza de la diligencia de reconocimiento del
imputado a travs de rueda es la de una diligencia de investigacin, y no de una prueba, en la que participa el testigo 22 .
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nifiesta que todo acusado tiene, entre sus minimos derechos, el de "interrogar o hacer
interrogar a los testigos que declaren contra l", as como con el arto 14.3 e) del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Polticos, del mismo tenor."
e) Prctica
La prctica de la diligencia o "rueda" de reconocimiento ha de
seguir las pautas de los artculos 369 y 370, que nicamente recogen como exigencia que la persona que haya de ser reconocida
sea puesta a la vista de la persona que pretenda realizar la identificacin junto con otras "de circunstancias exteriores semejantes" y que la diligencia se haga separadamente para diferentes
testigos.
Por lo tanto, existen dos nicas exigencias; que la rueda la
compongan personas de parecidas caractersticas exteriores y
que no se practique simultneamente por los testigos.
En la STC 164/1998 no se considera infraccin procesal la
prctica de una rueda con la especialidad de contener dos hermanos supuestamente agresores ni tampoco por no contener al
tercer supuesto agresor, entonces de viaje 26 . Considera el Tribunal adems que no es preciso realizar las ruedas para distintos
testigos el mismo da o momento:
"En segundo lugar, las diligencias se practicaron conforme a lo dispuesto en la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permite hacer el reconocimiento en su solo acto
cuando fueren varios los imputados que hubieren de ser determinados (art. 370, prrafo
segundo), y no obliga a practicar las diligencias de reconocimiento el mismo da cuando fueren varios los que hubieren de reconocer a una persona, sino que se practique
separadamente con cada uno de ellos sin que puedan comunicarse entre si hasta que
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se haya efectuado el ltimo reconocimiento (art. 370, prrafo primero). En este sentido,
la alegacin de los recurrentes de que era eVidente la posibilidad de comunicacin
entre los testigos que realizaron la rueda el primer da (los lesionados) y el segundo
(los testigos presenciales de la agresin) no deja de ser una mera suposicin, sin base
probatona aJguna Que Jo acredite, Que en todo caso Jos recurrentes debieron advenir y
denunCiar ante el Jue2 Instructor a fin de que ste adoptase las medidas precisas para
evitar la comunicacin entre los distintos testigos".
Hay que tener en cuenta que el resultado de la rueda en principio no tiene trascendencia, puesto que ha de ser ratificado en
juicio. Sin embargo, la prctica con todas las garantas de esta
diligencia trae una gran relevancia: la diligencia podr tener su
eficacia en caso de no poder ser reproducido el testimonio en el
juicio oral, por un lado, pero, por otro, hay que tener en cuenta
que una rueda de este tamao puede ser altamente sugestiva,
con las consecuencias correspondientes, es decir, que si el testigo presencia una rueda formada por el imputado y otros dos,
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('/1
el proceso pella/:
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Como sabemos, el artculo 369 de la Lecrim. exige que la persona que vaya a ser reconocida (el sospechoso) ha de ser mostrado
junto con "otras de circunstancias exteriores semejantes". Pues
bien, esta semejanza se ha interpretado tradicionalmente con semejanza entre con el sospechoso 29 . Sin embargo, como veremos,
dicha semejanza se ha de cumplir respecto de la descripcin inicial dada por el testigo del agresor.
En general, la jurisprudencia exige la semejanza entre sospechoso y dems miembros de la rueda, considerndose que no ha
de ser absoluta; tal como se seala en la STS de 7 de diciembre de
2000, (Tol117353J, y que no habr semejanza cuando la diferencia sea "extrema", como en el caso de diferencias de sexo, color de
piel o muy diferente estatura o condiciones fsicas, entre otras:
"La diligencia sumarial realizada para reconocer a las personas sospechosas de
estar implicadas en un delito es de extrema importancia porque no es posible repetirla
en el acto del juicio. De ah que deba revestir una serie de condiciones su validez, como
lo es la asistencia letrada a la persona cuyo reconocimiento se pretenda. Y tambin ha
de cumplirse la exigencia de semejanza entre las personas que sean incluidas entre las
que se presentan, junto con el sospechoso, y este mismo. Sin embargo una extremada
semejanza, aparte de imposible de lograr, seria tambin ineficaz para los fines que se
2b
PASCUAL SARRI, Francisco Lus; Breve referencia a la pnleba de reconocimiento en rueda en la jurisdiccin militar, en Cuestiones penales y
procesales militares, Cuadernos de Derecho Judicial, 5, 1995, pg. 576 Y
SS., apunta la parquedad de la regulacin, aunque sea algo superior a la de
la Lecrim.
.
GIMENO SENDRA, Vicente; Comentarios a la Ley de enjuiciamiento criminal, con formularios y jurispnldencia (con CONDE-PUMPIDO TOURN,
Cndido y GARBER LLOBREGAT); 2000, pg. 504, se refiere a los rasgos
similares del imputado.
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a la oportuna protesta, mas ante la falta de prueba de dicha disfuncin, no puede declararse su nulidad:
"Se incide otra vez en la ilegalidad de la diligencia de reconocimiento en rueda
debido, sobre todo, a que las personas que participaron en ella no presentaban caracteris\icas semeian\es. la verdad es, sin embargo, que lal disfuncin en la prctica de esa
diligencia, no obstante haberse hecho la correspondiente protesta, no aparece demostrada de manera alguna, por lo que en este trmite casacional no puede declararse su
nulidad, debiendo tenerse en cuenta como una prueba ms de carcter inculpatorio.".
Q'lt'
forma la rueda
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"En conclusin y por lo que se refiere a este motivo del recurso, la decisin judicial
de someter a Jess Mara a rueda de identificacin, con el fin que se ha hecho constar,
no le convirti en imputado, ni fue presupuesto hbil para producir los efectos del arto
118 Lecrim. De ah que no quepa hablar de vulneracin de los correspondientes derechos, sin contar con que entre los del imputado no existe uno, y menos fundamental,
a negarse a ser sometido a rueda de identificacin como sospechoso, del que aqul
hubiera podido verse privado." (STS de 19 de febrero de 2001, (To/31449).
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:ll
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ponerse de espaldas, taparse la cara, etc.). Ante la falta de cooperacin entonces se pueden plantear soluciones alternativas, como
el uso de secuencias grabadas con el imputado y con otros, as como instrumentos que provoquen la cooperacin, como la informacin al imputado de que su negativa supondr que se le acuse de
un delito de desobediencia, o incluso, la utilizacin de la fuerza
(que, como decimos, en esta diligencia no ser conducente).
Estamos de acuerdo con HUERTAS MARTN, que considera que el imputado puede negarse a cooperar por su derecho a
no autoincriminarse, y que una obligacin de cooperacin sera
desproporcionado, si bien la falta de cooperacin podra interpretarse como un indicio contra el sospechoso, como ocurre en
la prctica, por lo que es aconsejable una mejor y ms amplia
regulacin 32.
En la misma lnea entiende PICATOSTE que la falta de cooperacin habr de ser respetada, acudindose a otros medios
como un reconocimiento fotogrfico con las garantas reguladas,
es decir, presencia judicial y del abogado defensor, pluralidad de
fotos y separacin de los testigos para el reconocimient0 33 .
32
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HUERTAS MARTN, El sujeto pasivo del proceso penal, cit., pg. 278 Y
279.
PICATOSTE BOBILLO, Notas sobre la prctica del reconocimiento en rueda, en La restriccin de los derechos fundamentales de la persona en el
proceso penal; Cuadernos y Estudios de Derecho Judicial, 1993, pg. 371.
42
Ante la identificacin realizada a travs de fotos en sede policial, y sin posterior ratificacin a travs de la diligencia de reco-
:I.S
ALONSO PREZ, Francisco; La llamada "diligencia de reconocimiento fotogrfico", en Diario La Ley n. 5663, 26 de noviembre de 2002, pg. 1967
se refiere a que es una tcnica inicial de investigacin til para tomar una
decisin tan grave como la detencin.
Apunta RIF SOLER, El proceso penal prctico, cit., pg. 531, que se trata
de un acto de investigacin admitido jurisprudencialmente que facilita una
posterior diligencia de reconocimiento en rueda. CONDE-PUMPIDO FERREIRO, Comentarios a la ley de enjuiciamiento criminal y otras leyes del
proceso penal, cit., pg. 1466, se manifiesta a favor de su regulacin en la
Lecrim.
En este sentido, MONTN REDONDO, El proceso preliminar (la instruccin), en Derecho Jurisdiccional III: Proceso Penal ... , cit., pg. 201.
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de la referida declaracin y valorado a efectos probatorios una vez sometido a los principios de inmediacin y contradiccin. Pero para la validez de esta posibilidad excepcional (que el reconocimiento inicialmente practicado como medio de investigacin pueda
ser fuente de prueba vlidamente utilizable para desvirtuar la presuncin constitucional
de inocencia al incorporarse al proceso a travs de otros medios de prueba), constituye
una condicin inexcusable la absoluta neutralidad del investigador (S.T.C 36/95, de 6
de Febrero), neutralidad que se encuentra ausente cuando, como sucede en el caso
actual, consta que a los ca-imputados detenidos no les fue mostrado un lbum o coleccin de fotografas para efectuar el reconocimiento sino una sola que fue precisamente
la de la acusada. Esta circunstancia pudo tener una eventual influencia sobre I? identificacin, e impide que rena los requisitos de fiabilidad necesarios para su valoracin en
estas condiciones como prueba de cargo. El motivo, por todo ello, debe ser estimado,
casando la sentencia impugnada y dictando otra en que se declare la inocencia de la
acusada, no desvirtuada en forma constitucionalmente vlida".
Esta prctica, como apunta MARTN PALLN plantea inconvenientes, ya que la persona a identificar se encuentra preclasi-
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Entendemos que, dado que no se encuentra regulada norma tivamente la diligencia de identificacin por fotos, debera limitarse su prctica, pudiendo aadirse ciertas garantas a su prctica
para los casos de necesidad, como podra ser la presencia judicial
o la presencia de un abogado .
..
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En el caso de haberse precedido de una identificacin por fotografas, entendemos que existe un alto riesgo de sugestin o de
error, y que, por lo tanto, tambin ha de impedirse que la identificacin en fase de juicio oral surta efectos probatorios44
Apunta LASKER que la visin de fotos o de otras personas
tiende a confundir la memoria del testigo, y que existe una sugestin de culpabilidad al mostrar las fotos o las personas -"El
testigo slo est protegido de la sugestin en el estrado"-. Una
vez que identifique al sospechoso, correctamente o no, tiende a
repetir la identificacin en el juici0 45
En el mismo sentido, la investigacin realizada por BRIGRAM Y CAIRNS confirm el efecto contaminante de la visualizacin por fotos; en su estudio, la capacidad de reconocer correctamente era superior entre los sujetos que previamente no haban
visto fotos. Por otra parte, comprobaron la existencia del "efecto
compromiso" para el testigo: una vez realizada identificacin por
fotos, la habilidad del testigo se encuentra comprometida en la
posterior rueda de reconocimient0 46 Adems, confirmaron que la
percepcin del propio testigo respecto de su seguridad al identificar disminua a medida que se realizan ms intentos de identificacin 47 .
La sugestin en la identificacin por fotos no tiene que ser
necesariamente voluntaria, es decir, de mala fe por parte de la
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LASKER, Edgard; Possible procedural safeguards against mistaken identification by eyewitnesses, en VeLA Law Reuiew, n Q 2, 1954-1955, pg.
554 apunta que cuando la vctima identifica al acusado en una rueda y en
el estrado, probablemente est identificando a la persona tue vio antes en
fotografa, y no al verdadero autor del crimen.
LASKER; Posible procedural..., cit., pg. 554.
Al mismo efecto, el "commitment effect", se refieren GORESTEIN y
ELLSWORTH; Effect of choosing an incorrect photograph on a later identification by an eyewitness, en Journal of Applied Psychology 1980, vol. 65,
n Q 5, pgs. 620 y ss: una vez el participante ha escogido una cara incorrectamente, tiende a elegir esa misma cara incorrecta en futuras diligencias.
BRIGHAM, John C. y CAIRNS, Donna L.; The effect of mugshot inspections on eyewitness identification accuracy, en Journal of Applied Social
Psychology, 1988, 18, pgs. 1394 a 1410.
50
polica; la presin social es relevante, y los antecedentes del sospechoso, pueden, sin que el investigador sea consciente, favorecer una identificacin48
Por otra parte, CERES MONTES llama la atencin sobre la
victimizacin secundaria derivada de las relaciones de la vctima
con el sistema jurdico penal; sus actuaciones son normalmente
denunciar el hecho, comparecer a la rueda policial, rueda judicial
con nueva declaracin en fase de instruccin, identificacin en
juicio oral y preocupacin de que el acusado la localice, etc. 49
Reduciendo el nmero de ocasiones en que la vctima se tiene
que confrontar con la posibilidad de identificar al agresor, se reducir dicha victimizacin secundaria.
Posiblemente existen mayores garantas de no sugestin
cuando la identificacin es presenciada por el juez instructor. En
el Auto del Tribunal Constitucional 8/2002 se hace referencia a
esta caracterstica de la diligencia, entendiendo que no existe influencia negativa en el reconocimiento en rueda:
"respecto de la tacha de irregularidad fundamentada en el inicial reconocimiento
fotogrfico, basta sealar que tal identificacin fotogrfica se practic a presencia del
Juez de Instruccin y que no hay base o dato alguno sobre el que fundamentar que
esta previa actuacin pueda hacer irregular la rueda de reconocimiento, igualmente
practicada con intervencin del Juez Instructor".
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testigo, tanto en las ruedas de reconocimiento como en las sesiones del Juicio
Oral (Sentencias de 14 de marzo de 1990; 12 de septiembre de 1991; 22 de enero de
1993; 19 de febrero y 6 de marzo de 1997; 11 de noviembre de 1998)." (STS de 1 de
diciembre de 2000, (To/117302).
52
mientas fotogrficos en sede policial constituyen una actuacin que debe considerarse
una manifestacin ordinaria de la investigacin criminal que no inhabilita los ulteriores
reconocimientos que puedan practicarse con todos los requisitos legalmente previstos.
Por su parte, en esta lnea, las STS 349/98 de 11 de marzo y nO 1280/02 de 4 de julio,
precisan que el examen de fotos de las colecciones de que dispone las comisaras por
parte de las vctimas es medida de investigacin que orienta las propias pesquisas policiales. No equivale a la diligencia de reconocimiento en rueda que debe ser practicada,
de ordinario, en la sede judicial y a presencia del Juez, con los requisitos del arto 368 y
369 L.E. Criminal, lo que la constituye en prueba en s misma, que en modo alguno se
vicia por el anterior visionado de las fotos".
La jurisprudencia espaola, hasta el momento, no parece permeable a la teora de la contaminacin 50 En el mismo sentido,
MARTN PALLN apunta que las identificaciones posteriores a
las fotos son ms complejas, y que pueden desvanecer la primera
impresin 51 .
Desde la psicologa del testimonio seala SOBRAL que jueces y jurados se ven afectados por la "recencia" y la "positividad" (atribuyen ms valor a las identificaciones ms recientes
y positivas), y que combinan sus efectos en las identificaciones
precedidas por errores, resultando una identificacin considerada creble por el juzgador, ajeno a las identificaciones errneas
anteriores 52 Por todo ello entendemos que las identificaciones en
rueda precedidas de identificaciones bajo sugestin han de ser
rechazadas. En este sentido DIGES y MIRA defienden la exclusin del valor de la identificacin en rueda producida despus de
contemplar fotografas 53 , posicin que compartimos.
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Vid. en apartado correspondiente a la naturaleza de la diligencia de reconocimiento las reflexiones recogidas en la STS de 31 de enero de 1991, (Tol
457133) en las que se rechaza la transmisin de la "irregularidad" de la
identificacin en fase de instruccin. ALONSO PREZ, La llamada diligencia ... , cit., pg. 5 y ss. hace referencia a una multiplicidad de Sentencias del
Tribunal Supremo en las que se rechaza la contaminacin; as, las de 11 de
noviembre de 1988, de 20 de mayo de 1997, 10 de febrero de 1998,3 y 14 de
1993, 5 de mayo de 1988 o 26 de noviembre de 1988.
MARN PALLN, La identificacin ... , cit., pg. 4.
SOBRAL FERNNDEZ; Jorge; La toma de decisionesjudicales: el impacto de los testigos, en La criminologa aplicada, CGPJ 15/1997, pg. 8.
DIGES y MIRA; La identificacin de personas por parte de testigos y vctimas: medidas de imparcialidad, en Justicia 88, n. In, pg. 661 y ss.
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de inocencia, la persona que reconoci ha de acudir al juicio oral donde podr ser
sometida a las preguntas de las partes, cumplindose as lo exigido en los arts. 6.3 d)
del Convenio de Roma de 1.950 para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales y 14.3 e) del Pacto de Nueva York de 1.966 sobre Derechos
Civiles y Polticos, a no ser que se hubiera practicado como prueba anticipada con las
garantas y en los supuestos del arto 448 y 449 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
(STC 80/1986, de 17 de junio y STS 11-3-88 y 17-9-88).
A veces, porque no existen datos para identificar al delincuente y, por tanto, no
ha podido ser detenido, no es posible acudir al mencionado reconocimiento en rueda,
y es imprescindible acudir a la exhibicin de fotografas, procedimiento vlido desde
luego, pero slo eficaz como lo que propiamente es, es decir, como medio policial de
investigacin que puede servir para ulteriores diligencias que sean base de verdaderas
pruebas posteriores.
En otras ocasiones por la propia polica, incorrectamente porque haba posibilidades de realizar una identificacin conforme a los arts. 368 y ss. antes referidos, se
realizan reconocimientos, con rueda o sin rueda, que por s mismos carecen de validez
como medio de prueba con aptitud para desvirtuar la presuncin de inocencia, y que
slo pueden servir como complemento de la declaracin que el testigo que reconoci
de este modo ha de prestar en el juicio oral, la cual por prestarse en tal acto solemne
con todas las garantas que le son propias tiene la consideracin de verdadera prueba.
La mencionada incorreccin de la diligencia policial, ni puede viciar la declaracin que
el testigo pueda hacer despus en el juicio oral ni tampoco puede condicionar la libertad
de criterio del Tribunal para apreciar el valor de la que ante l se ha practicado (art. 741
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) ...
Ambas declararon ante la Guardia Civil, sin Letrado y sin rueda como ha puesto
de manifiesto al recurrente, reconociendo las dos a quien ahora recurre como el autor
de tales dos hechos, y una de ellas, Mercedes, acudi al juicio oral donde identific al
procesado sin duda alguna dando detalles de lo ocurrido, mientras que la otra, indudablemente por su corta edad, no fue testigo en dicho juicio habiendo declarado como
talla madre de ella que fue quien denunci el hecho y la acompa en el cuartel de la
Guardia Civil cuando identific al ladrn.
Por tanto, ha de distinguirse uno y otro hecho a los efectos de valorar sobre la
validez de la prueba practicada en cada uno de ellos.
Con relacin al hecho primero en que fue ofendida Mercedes, seora que declar
como testigo en el juicio oral, conforme a la doctrina antes explicada es claro que no
fue infringida la presuncin de inocencia porque tal prueba fue practicada en dicho acto
solemne con todas las garantas propias del mismo, que el Tribunal "a qua" valor como
suficiente para acreditar la autora que constantemente neg el procesado, tal y como
lo razona la propia sentencia recurrida en su fundamento de derecho 2 en cumplimiento del deber de motivacin que impone el arto 120.3 de la Constitucin Espaola.
La irregularidad que existi en el reconocimiento inicial practicado ante la polica
se queda all donde se produjo y no puede afectar a un acto posterior plenamente
vlido .....
Como antes se ha explicado, la Guardia Civil tena que haber puesto al detenido a
disposicin del Juzgado, para que all se realizara la identificacin mediante la llamada
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rueda de presos conforme a lo dispuesto en los arts. 368 y ss. de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y en todo caso con asistencia de Letrado.
Ninguna de tales exigencias se cumpli.
Puede plantear dudas la validez de tal diligencia de reconocimiento en cuanto a que
se hizo sin las formalidades de los arts. 368 y ss. de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
cuando era posible haber acudido al procedimiento regulado en estos artculos, pero lo
que no cabe discutir es la nulidad radical que, en todo caso, se deriva de la prctica de
tal diligencia sin la asistencia de Letrado, porque, como ya se ha dicho, este requisito
del arto 520.2.c) de la Ley de Enjuiciamiento Crimnal tiene rango constitucional por lo
dispuesto en el arto 17.3 de nuestra Ley fundamental, y su omisin produce la nulidad
del acto en base al arto 11.1 de la Ley Orgnica del Poder Judicial, el cual dispone que
"no surtirn efecto las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales". Derecho fundamental es la asistencia de Letrado
al detenido en los trminos establecidos por la Ley y, por tanto, su violacin determina
la nulidad de la diligencia en que se omiti.
y tal nulidad, sin duda alguna, ha de producir la invalidez como prueba, a los efectos de servir para desvirtuar la presuncin de inocencia, del testimonio de referencia
que prest la madre en el juicio, pues no cabe conceder mayor valor al testigo de referencia que a la diligencia a que se refiere y, si sta es nula, nula habr de ser aqulla.
Tiene aplicacin aqu el mencionado arto 11.1 cuando declara la invalidez tambin
de las pruebas obtenidas indirectamente violentando un derecho o libertad fundamental. La expresin "indirectamente" que tal norma utiliza es un argumento ms para estimar que la declaracin de la madre de Eugenia no vale para construir sobre ella la
prueba de la identificacin del autor del delito.
Tal declaracin podra haber servido a tal fin como testimonio de referencia (era
justificado no llevar a la nia a juicio oral en consideracin a su edad), siempre que la
diligencia sobre la que tal declaracin se apoy hubiera sido vlida.
En conclusin, es evidente que la Sala de instancia no poda conceder a la declaracin de la madre como testigo en el juicio oral mayor valor que el que correspondia a
la diligencia que le sirvi de punto de referencia.
Por tanto, nula fue tal declaracin de la madre que la propia sentencia recurrida
dice haber utilizado como medio de prueba para acreditar la intervencin del procesado
en el hecho en el que Eugenia result ofend'lda, y no hay nada ms en la causa que
pudiera acreditar este extremo.
As pues, hay prueba de la intervencin de quien ahora recurre respecto del hecho 1,pero no con relacin al 2,en el que ha de entenderse que se viol el derecho
fundamental a la presuncin de inocencia y por ello procede estimar parcialmente este
recurso casando la sentencia recurrida y dictando otra condenatoria por un delito de
robo y absolutoria por el otro".
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As, Contribuciones a la psicologa del testigo, de STERN, en 1903, La sugestibilidad de BINET, en 1900, o En el estrado del testigo de MNSTERBERG, de 1908. WHIPPLE realiza en 1909 un estudio sobre la psicologa
del testimonio: The observer as reporter: a survey of the psychology of testimony, en Psychological bulletin, 1909, n. 5, pgs. 153 a 170. Seala SAIZ
ROCA, Dolors; Memoria y percepcin en la psicologa del testimonio, en
Manual de psicologa penal forense, Barcelona: 2002, pgs. 474 y ss., que
estos trabajos tenan ya la intencin de contribuir a la correccin de los
procesos policiales y judiciales con las aportaciones de la psicologa, demostrando los errores perceptivos y de memoria. En Espaa, el "Manual
de psicologa jurdica" de MIRA, de 1932, se considera un clsico. La per-
60
n
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meabilidad a los conocimientos de este campo ha sido muy escasa hasta los
aos 70, en los que en los sistemas anglosajones se preocuparon de detectar
el origen del error judicial.
80BRAL FERNNDEZ, Jorge y PRIETO EDERRA, ngel; Psicologa y ley:
un examen de las decisiones judiciales; Madrid: 1994, pgs. 5 a 8, describen
los aos 30 y 40 del siglo XX como de psicologismo jurdico, comenzando la
relacin entre abogados y psiclogos. En los 50 y 60 dicen profesionalizarse
la psicologa, la dcada de los 60 marca la eclosin de los estudios sobre el
jurado, y en los 70 comienza la "edad de oro" de la psicologa jurdica, con
un importante incremento de las publicaciones sobre el tema.
8AIZ ROCA; Memoria y percepcin ... , cit., pg. 479 y 480.
DIGES, Margarita; El psiclogo forense experimental y el testigo honrado,
en Manual de psicologa jurdica, pg. 119.
ROMERO COLOMA, Aurela M.; La valoracin judicial de la prueba testifical y la psicologa del testimonio, en Actualidad Penal, nO. 39, 26 de
octubre al 1 de noviembre de 1998, pg. 805 considera que la ciencia de la
psicologa del testimonio ofrece unos datos de gran importancia a tener en
cuenta por el rgano judicial competente para la valoracin en la bsqueda
de la verdad real.
61
a} Fase de adquisicin
En esta fase, el testigo percibe por sus sentidos el suceso que
posteriormente se tender a reconstruir, a efectos de declarar
probada su existencia o no. Dentro de esta reconstruccin juega
un papel esencial el "protagonista", es decir, el autor, imputado
desde su identificacin. LOFTUS, GREENE y DOYLE distinguen entre los factores relativos al suceso y los factores relativos
al testigo.
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a) 1. 1. Condiciones de luminacin
Las condiciones de iluminacin del lugar donde se cometi el
hecho delictivo tienen relevancia en cuanto permiten objetivamente a una persona ver el rostro u otras caractersticas corporales del infractor. Consecuentemente, en un lugar iluminado
ser ms fcil observar al agresor que en otro oscuro, durante la
noche o en un garaje, por ejemplo.
LOFTUS, GREENE y DOYLE apuntan que en los estudios
realizados los testigos identificaban con mucha menos agudeza
a los agresores si el suceso ocurra por la noche, y que, incluso
en estos casos, consideraban que su identificacin era altamente
correcta66 .
Tiene importancia tambin la circunstancia de que en los momentos previos a la agresin o durante sta se de un cambio en
la iluminacin que pueda impedir la correcta visin, en tanto se
acostumbre al cambio, que, de acuerdo con LOFTUS puede llegar
a durar 30 minutos, de la luz a la oscuridad, y hasta 15 segundos,
de la oscuridad a la luz67
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LOFTUS, GREENE Y DOYLE; La psicologa del testimonio del testigo presencial, cit., pg. 24.
Ibidem, pg. 24 Y 25.
Ibidem, pg. 25.
63
La estimacin de la velocidad y la distancia son difciles, segn LOFTUS, as, la percepcin del movimiento de objetos grandes suele ser incorrecta en cuanto que se percibe que se mueven
ms lentament9 , los colores no se perciben igual por todo el
mundo, ms an a partir de los 50 aos, momento en el que el
envejecimiento normal produce cambios en las lentes del ojo.
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a)2.1. El estrs
El Estrs del testigo tiene efecto diverso segn las personas;
para algunos, incrementar el rendimiento, para otros lo disminuir, si bien se puede considerar que existe un nivel ptimo de
estrs en cuanto a rendimiento (Ley de Yerkes-Dodson), que puede ser diferente segn las diferentes tareas.
Un efecto del estrs es que se focaliza en determinados detalles, prestndose menos atencin a otros. Un ejemplo claro de ello
es la concurrencia de un arma: cuando en el suceso aparece un
arma, la atencin del testigo se centra en sta y se pierden otros
detalles, como las caractersticas del agresor 73
El estrs crnico tambin puede tener como efecto una menor
atencin del testigo respecto de detalles 74 .
a)2.3. Edad
Como criterio general, los nios y las personas mayores son
.
peores testigos que los adultosjvenes 76
Se han desarrollado mltiples estudios en relacin con el testimonio de los nios, su sugestionabilidad, que vara segn la
edad, y las tcnicas de interrogatorio ms adecuadas, de gran
relevancia en los delitos de agresin sexual.
7:3
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a)2.4. Gnero
En cuanto al gnero, no hay estudios concluyentes sobre diferencias en cuanto a la percepcin, aunque s se sugiere que los
hombres y mujeres prestan ms atencin a los sucesos que captan ms su atencin, por estar ligados a mujeres u hombres, y
que, en estos casos, eran ms precisos y menos sugestionables en
los aspectos ms ligados a su grupo.
a)2.5. Entrenamiento
El entrenamiento de una persona en relacin con los detalles
de un suceso puede tener como efecto que preste atencin a dichos detalles y trate de recordarlos expresamente. Resultados de
estudios en este campo confirman que la informacin es ms fcil
de asimilar cuando se relaciona con un campo de conocimiento
familiar al testigo 77.
a)2.6. Raza
A la hora de identificar a otra persona, es ms difcil para
una persona de determinada raza distinguir a las de otra raza.
De acuerdo con SOBRAL esto ocurrira como consecuencia de la
relacin entre grupos suelen existir "sesgos de sobrehomogeinizacin", que afecta a la percepcin que se tiene de los individuos
de otros grupoS78.
En el estudio de HIGGINS y SKINNER79 sobre 40 casos de
error basado en una identificacin errnea, los factores que afectaron la adquisicin de la memoria fueron clasificados de la forma siguiente:
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Fase de retencin
b)l. El olvido
En el siglo XIX EBBlNGHAUS desarroll su teora sobre las
"curvas de olvido", que apuntaba que olvidamos una gran cantidad de informacin poco tiempo despus de procesada, y que posteriormente olvidamos gradualmente. En todo caso, cada curva
de olvido es diferente, depende del material a recordar y de otros
factores RO
Entre las causas del olvido est la presencia de otros materiales: unos recuerdos interfieren con otros, a veces olvidamos
deliberadamente. Segn LOFTUS, parece que la gente puede seleccionar pedazos de experiencias para componer otras que nunca sucedieron81 .
.
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81
LOFTUS, GREENE Y DOYLE; La psicologa del testimonio del testigo presencial, cit., pg. 38 Y ss.
Ibidem pg. 40.
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Por el contrario, si la pregunta introduce la informacin incorrecta de forma lateral, la mala informacin se asimila accidentalmente por el testig084 .
TRILLO apunta que con frecuencia se alteran los recuerdos al
existir el fenmeno de la "conformidad con la opinin de la mayora", por lo que es importante para el investigador policial saber
si los testigos han hablado entre ellos tras ver el suces085 .
De acuerdo con LOFTUS, los testigos pueden adquirir nueva
informacin que contamine el recuerdo cuando hablan con otros
testigos, cuando son interrogados por las autoridades, cuando
leen el peridico o ven la televisin86 .
En el estudio citado sobre condenas errneas basadas en identificacin errnea de HIGGINS y SKINNER87, se estudi el tiempo pasado entre el evento y la identificacin, con lo.s siguientes
resultados:
Menos de un da, 20%.
Varios das o una semana, 10%.
Ms de dos semanas, 30%.
No consta, 40%.
e) La fase de recuperacin
Los psiclogos parecen estar de acuerdo en que los relatos de
los testigos pueden estar distorsionados en la fase de recuperacin, dependiendo de cmo se haga el interrogatorio. DIGES recalca el importante efecto de la informacin engaosa, que puede
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LOFTUS, GREENE Y DOYLE; La psicologa del testimonio del testigo presencial, cit., pg. 40. Por ejemplo, si se pregunta al testigo Y el agresor
ms alto tena bigote rubio o moreno?, si ste no tena bigote, el testigo va
a identificar la informacin falsa ms fcilmente que si se le pregunta y el
testigo alto, el que tena bigote, qu dijo?
TRILLO, M". Dolores; El testimonio en la prctica penal, en Manual de
psicologa penal forense, Barcelona: 2002, pg. 513.
LOFTUS, GREENE y DOYLE; La psicologa del testimonio del testigo presencial, cit., pg. 41.
HIGGINS y SKINNER; Establishing the relevance, cit., pg. 480.
69
introducirse a travs del interrogatorio, y considera que est mucho ms determinado por las condiciones del interrogatorio que
por las caractersticas de las personas engaadas 88
De acuerdo con LOFTUS, GREENE y DOYLE podemos clasificar los factores de sugestin en los siguientes:
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Ibidem pg 46.
HIGGlNS y SKINNER; Establlshing the relevance, cit., pg. 480.
CUffORD y DAVIES, Procedimientos para obtener ... , cit., pg. 55 Y ss.,
apuntan a estas tres fases respecto de la polica para obtener pruebas CI;minales. En principio, las pruebas no se obtienen en la fase instructora, sino que se preparan, y, adems, participa el testigo de forma trascendente.
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La investigacin para localizar a este delincuente, condenado a cadena perpetua en 2004, cost unos 2 millones de libras a la polica de Reino Unido.
El anlisis de ADN sirvi para conectar violaciones muy diversas, de nias
de 10 aos y mujeres de 30, con distintos modus operandi. http://www.forensi C.gov. ukJforensic_tlinside/news/list_ casefiles. php ?case=23
CLlFFORD y DAVIES; Procedimientos para obtener ... , cit., pg. 58. As, es
ms conveniente preguntar de qu color eran sus ojos? que sus ojos eran
azules o verdes?
Ibidem, pg. 58.
Ibidem, pg. 59.
72
Tras la obtencin de la descripcin, los investigadores se centran en la bsqueda de la persona que se corresponda con la de
la descripcin o retrato.
Las bases de datos policiales ofrecen colecciones de fotografas de personas con antecedentes policiales, por una parte, y, por
otra, tambin estn integradas por la base de datos del D.N.l.,
que en principio contiene la fotografa de todos los ciudadanos espaoles y extranjeros que hayan hecho alguna solicitud en cuanto a residencia o permiso de trabajo.
CLIFFORD y DAVIES se hacen eco de diversos programas
de ordenador para la localizacin de sospechosos, atribuyendo
al programa FRAME de Reino Unido un interesante nmero de
aciertos. Este programa est basado en la introduccin de los datos fotogrficos relacionados con los descriptores principales de
una persona99 .
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CLIFFORD y DAVIES; Procedimientos para obtener ... , cit., pg. 74. Para
observar el sesgo en una rueda se utilizan "testigos falsos", personas a las
que se le facilita la descripcin del agresor. Si todos los testigos falsos identifican en la misma proporcin a todos los miembros de la rueda, la rueda
no est sesgada. Por el contrario, si identifican en su mayora a alguno,
estar sesgada en contra de ste.
Vid. DAVIS, Deborah, VANUOS, Samuel y CUCCIARE, Michael; "Unconscious Transference" As An Instance of Change Blindness, http://www.sierratrialandopinion.com/papers/ChangeBlindnessPaper.rtf, presentado el 5
de enero de 2005 en la Univ. Victoria de Wellington por la Samac (society
for applied research in memory and cognitionl, Nueva Zelanda, o el estudio sobre la relacin de la edad y la transferencia inconsciente de ROSS,
David, BENTON, Tanja, SHELTON, hill, et allii; Unconscious Transference and Bystander Misidentification Across the Lifespan. http://www.vuw.
ac.nz/psydsarmac/programme/pa pero ph p?index= 134&date=6&time= 1550
DE DIEGO DEZ, Identificacin fotogrfica ... , cit., pg. 68.
Report to the House of Delegates, American Bar Association; Criminal Justice section http://www.abanet.org/crimjustlpolicy/am04111c.doc
LOFTUS, GREENE y DOYLE, La psicologa del testimonio del testigo presencial..., cit., pg. 21.
75
inocente en una rueda sin ser consciente de un previo conocimiento de la persona reconocida, y se trata de un fenmeno aceptado generalmente 107 .
SOBRAL se hace eco de estudios realizados en Alemania, donde demostraron que era probable, incluso para los que no haban
visto al imputado, identificarlo en la rueda. Ello era debido a
que los distractores o colaboradores eran policas, y el comportamiento facial, gestual o postural de stos demuestra una total
relajacin, todo lo contrario que el imputado que se sabe all en
condicin de sospechoso10 8
Ha de tenerse en cuenta, adems, la dificultad de identificar
a una persona una vez que cambian rasgos importantes como el
corte o color de pelo, bigote, barba, peso, o la vestimenta, gorros o
pauelos ... El sospechoso puede mostrar en el momento del reconocimiento un aspecto muy diferente al del da de la comisin del
delito; de hecho, pese a que la ley prevenga que las autoridades
evitarn que el sospechoso cambie de aspecto (art. 371 y 372 Lecrim), lo habitual es que lo haga de forma radicapo9.
CLIFFORD y DAVIES afirman la falta de correlacin entre seguridad del testigo e identificacin correcta llO , y, tambin echan
por tierra la creencia de que a ms tiempo de exposicin, mayor
fiabilidad en la identificacin 11l , por lo que, de forma preventiva,
proponen la utilizacin previa de ruedas en blanco para comprobar la fiabilidad del testigo (siendo la rueda en blanco aquella
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PENROD y CUTLER; Expert testimony ... , cit., pg. 57 Y SS., utilizan estos
factores en su estudio sobre la identificacin en rueda.
78
Tambin ha elaborado reglas sobre las identificaciones el Departamento de Justicia de Estados Unidos, a travs de la publicacin de la "Eyewitnesss evidence: a guide for law enforcement"115, que recoge en parte las recomendacin de la APILS; y
en las que ha basado su gua "Eyewitness evidence: a Trainer' s
Manual for law enforcement" de 2003 116 .
En estas guas se orienta al investigador en la forma de interrogar al testigo y de preparar el reconocimiento a travs de fotos
o de reconocimiento directo.
La American PsychologylLaw society (APILS), creada en 1998,
seala cuatro reglas principales en la prctica de ruedas de reconocimiento y reconocimiento fotogrfico:
1. La persona que prepara el reconocimiento de personas o de
fotos no debe saber qu miembro de la rueda o de las fotos
es el sospechoso.
2. Debe decirse explcitamente al testigo que la persona en
cuestin puede estar o no en la rueda o en las fotos, y que,
por lo tanto, no se sienta presionado para hacer una identificacin. Tambin debe saber el testigo que la persona que
administra la rueda o las fotografas no sabe cul es el sospechoso.
3. El sospechoso no debe situarse destacar en la rueda o en
las fotos por ser diferente de los "distractores" en lo que
toca a la previa descripcin por parte del testigo.
4. El testigo debe dar su testimonio claramente en el momento de la identificacin y establecer cul es su grado de seguridad.
Consideramos que la aplicacin de estas reglas sera muy positiva, ya que en principio no suponen una elevacin de costes
para el sistema judicial, y no producen una reduccin de las posibilidades de identificar al culpable.
Para dotar a la rueda de garantas DIGES seala la conveniencia de realizar controles de imparcialidad en las confecciones
115
116
http://www.ncjrs.org/pdffilesl/nij/178240.pdf
http://www.ncjrs.org/nij/eyewitness/188678.pdf
79
Como alternativa a la rueda de reconocimiento IDABE defiende la utilizacin de grabaciones, por disminuir el estrs del testigo, preferentemente a la rueda de personas o a las fotos 119, el
aviso al testigo de que el imputado puede no estar en la rueda y
la prctica de la rueda secuenciap20.
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DIGES, Margarita y ALONSO-QUECUTY, M. Luisa; Psicologa forense experimental, Valencia: 1993, pg. 7 Y DIGES JUNCO y MIRA SOLVES, La
identificacin de personas por parte de testigos y vctimas ... , cit., pg. 661
y ss.
DIGES y MIRA, La identificacin de personas ... , cit., pg. 674.
IDABE EROSTARBE, Izaskun; Psicologa del testimonio, San Sebastin:
2000, pg. 80.
IDABE; Psicologa del testimonio, cit., pgs 83 y ss.
B. DILIGENCIAS BASADAS EN
MTODOS TECNOLGICOS
B.f. LA IDENTIFICACIN POR HUELLAS DACTILARES
La identificacin lofoscpica trae su origen en el siglo XIX, en
el que el antroplogo ingls GALTON idea un sistema de clasificacin de los dibujos papilares aislados, confirmando de forma
cientfica la perennidad e inmutabilidad de las crestas papilares,
que se forman desde el sexto mes de la vida intrauterina, introducindose en Espaa a principios del siglo XXl2l .
El sometimiento del sospechoso o imputado a la obtencin
de sus huellas, a examen dactiloscpico, supone una inspeccin
corporal, de acuerdo con la doctrina del Te, dado que no queda
afectado en principio el derecho a la integridad fsica 122 , aunque,
como seala HERRERO-TEJEDOR que en la prctica de esta
diligencia no entra en juego la regla de la proporcionalidad de sacrificios, por no encontrarse afectado ni el derecho a la integridad
fsica ni a la intimidad 123 .
De acuerdo con CUETO, la identificacin lofoscpica tiene
cuatro especialidades: la Dactiloscopia, que estudia las crestas
de la yema de los dedos, la Quiroscopia, que estudia las crestas
de la palma de la mano, la Pelmatoscopia, las de las plantas de
los pies, y la Poroscopia, que estudia los poros de las crestas papilares en cuanto a su nmero, situacin y morfologa 124.
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82
Las crestas papilares normalmente se presentan de forma paralela entre s, hasta que se interrumpen o se unen a las crestas
colindantes, formndose entonces los "puntos caractersticos"125.
El proceso de identificacin lofoscpica se realiza estudiando
tres tipos de circunstancias de las huellas: los puntos caractersticos, los poros y la morfologa general de la cresta, y, como resultado, ofrece conclusiones absolutas, segn CUET0126.
En INTERPOL, donde existe una Unidad deADN desde 1998,
se favorece el uso de la tecnologa AFIS para las huellas; compatible con el sistema norteamericano. Los AFIS (Automatic Finger
Identification System, o SAID, Sistema Automtico de Identificacin Dactilar) son sistemas que permiten almacenar y comparar
los parmetros de las impresiones digitales a travs de datos alfanumricos que los clasifican en funcin de crestas, surcos y puntos caractersticos. Interpol ha adoptado el sistema de identificacin automtico de huellas, adems de unas normas que regulan
el intercambio de la informacin entre los distintos pases.
A partir de los aos 80 se elaboraron por organizaciones de Estados Unidos, Reino Unido y Canad estndares para comunicar
los datos sobre huellas, cicatrices o tatuajes que posibilitaran la
identificacin de sospechosos o condenados, cuya ltima versin
es laANSIINIST-ITL 1-2000 127 , que fueron acogidas por Interpol
y adaptadas con la aplicacin de Interpol (INT-1) con el fin de que
sirva de gua a los miembros de la Organizacin Internacional de
Polica Criminal 128 .
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83
Los datos son de esta forma compatibles con los del sistema
estadounidense, el IAFIS (Integrated Automated Fingerprint
Identification System), sistema operacional desde julio de 1999,
tras una reactivacin de la eficacia de los sistemas anteriores no
informatizados, mantenido por el FBI a travs de su institucin
CJIS (Criminal Justice Information Servides)l29 y que contiene
la base de datos nacional de huellas decadactlares y de antecedentes criminales. Una vez que se enva una solicitud electrnica de huellas, la respuesta se recibe en dos horas para asuntos
criminales, o en 24 horas en los asuntos civiles, pues adems de
recogerse las huellas de sospechosos y condenados, tambin se
ocupa de una base de datos de huellas a efectos civiles. La base
de datos criminal contiene los datos de ms de 55 millones de
sujetos, y se nutre de huellas e historial relacionado enviada voluntariamente por los Estados y las fuerzas de seguridad locales
y federales 130.
a) La recogida de huellas
Como la mayora de las diligencias de investigacin tendentes
a establecer la identidad del imputado, la dactiloscpica no se regula de forma expresa en la Lecrim. En general, las inspecciones
e intervenciones corporales siguen sin encontrarse reguladas,
con la excepcin de las pruebas alcoholomtricas y la toma de
muestras para establecer el perfil de ADN.
Este tipo de diligencia, considerada por la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional como una inspeccin corporal, ya que no
supone restriccin alguna del derecho a la intimidad ni integridad fsica, supone una limitacin mnima en los derechos del sospechoso; no se vulnera su derecho a la intimidad ni integridad,
ni siquiera en su vertiente de autodeterminacin informativa. De
hecho, se establece la obligacin de fijar la huella dactilar en los
129
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http://www.fbi.gov!hq/cjisd/cjis.htm
http://www.fbi.gov/hq/cjisd/iafis.htm
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Reglamentariamente, puesto que el artculo 9 LOPSC se refiere a la fotografa, la firma y dems datos personales que se determinen reglamentariamente.
DE DIEGO DEZ, Lus Alfredo; La prueba dactiloscpica; Barcelona: 2003,
pg. 108 Y 109.
MONTERO LA RUBIA, Francisco Javier; Las intervenciones corporales tras la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal por Ley Orgnica
14/2003, de 20 de noviembre, en Boletn de Informacin. Ministerio de Jus-
85
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ticia, n. 1970, pg. 10. IGLESIAS CANLE, Ins; Investigacin penal sobre
el cuerpo humano y prueba cientfica; Madrid: 2003, pg. 27, considera que
toda's las medidas encaminadas a investigar hechos delictivos y determinar
la participacin y que recaigan sobre el cuerpo del imputado o terceros deben tener la consideracin de intervenciones corporales, categora de la que
se excluye la toma de fotografas o de huellas dactilares.
DE DIEGO DEZ, La prueba dactiloscpica ... , cit., pg. 111.
DE DIEGO DEZ, La prueba dactiloscpica ... , cit., pg. 97.
GARZN REAL, Baltasar; Anlisis especfico de la doctrina constitucional
respecto a determinadas diligencias sumariales. Ruedas de reconocimiento. Toma de huellas. Toma de fotografas; Actualidad Penal, n. 24, 1989,
pg. 1363, apunta que no es posible el uso de la fuerza en las intervenciones
corporales, si bien habra que determinar si ello es aplicable a la toma de
huellas, fotografas y participacin en rueda.
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http://www.fbi.gov/hq/cjisdJiafis.htm
CUETO, La identificacin ... , cit., pg. 34. Seala adems que los gemelos
o clones no tienen las mismas huellas, ya que en su desarrollo influyen las
condiciones ambientales que nunca son iguales.
CUETO, La identificacin ... , cit., pg. 39.
En julio de 2005 el Ministerio del Interior apuntaba que el porcentaje de
dactilogramas identificados a travs de este sistema haba aumentado un
38% respecto al ao anterior, y que se han identificado por huellas ms de
3000 autores de hechos delictivos. www.mir.es
CUETO se refiere a las identificaciones de 2003, sealando que del total
de informes periciales emitidos por las unidades de Polica Cientfica, un
39,4% lo fueron de identificaciones lofoscpicas. CUETO, La identificacin ... , cit., pg. 39.
87
corpor la Guardia Civil a partir de 1990 141 estando en estos momentos en desarrollo su implantacin en todas las comisaras142 .
En el SAID se incluyen nicamente huellas de detenidos, por
una parte, y huellas de "latentes", de personas sin identificar recogidas en el lugar de comisin de un hecho delictivo. En 2004
la base de datos almacena una cifra cercana a 1.563.000 reseas
decadactilares y unas 235.000 huellas annimas 143
La comparacin de huellas en el sistema SAID se realiza de
forma diferente segn la huella a comparar con la base sea de
persona detenida, de un fallecido o de una persona indocumentada.
La gran interrogante que nos planteamos hacia el futuro, y,
sobre todo, a partir de la generalizacin del terrorismo internacional, es si la comparacin de huellas se acabar extendiendo a
toda la sociedad, a partir de bases de datos como las del DNI, de
forma anloga a como ocurre en ocasiones con la imagen fotogrfica de la base del DNI.
Ha de tenerse en cuenta que el propio Tribunal Europeo de
Derechos Humanos en su Sentencia S. y Marper contra Reino
Unido (4 de diciembre de 2008) se ha manifestado contra el almacenaje indiscriminado e ilimitado en el tiempo de huellas de
personas no condenadas, puesto que ello afecta a su derecho a la
intimidad.
En el mbito de la Unin Europea, el Convenio de Prm, ratificado por Espaa, y ya parte del tercer pilar, establece un mbito
reforzado de cooperacin entre los Estados en el que el acceso a
las bases de datos de huellas de los otros Estados se ha de garantizar.
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En Estados Unidos, donde el principio de bsqueda de la seguridad justifica mltiples medidas limitativas de derechos, se
ha iniciado la identificacin de las personas que e~tran en su
territorio de forma digital, tomndose muestras de las huellas de
la mano y fotografas.
En Estados Unidos, el FBI ha desarrollado programas de informacin con bases de datos de sospechosos; as, el IAFIS, Integrated Automated Fingerprint Identification System, el LEO,
Law Enforcement Online, el NICS, N ational Instant Criminal
Background Check System, o el NCIC, National Crime Information Center.
El NCIC, centro nacional de informacin sobre crimen, ofrece varios servicios de informacin disponibles tambin en coche
patrulla que permiten buscar sobre: nombres, huellas del dedo
ndice derecho sobre la base de personas buscadas y personas
perdidas, personas condenadas o en vigilancia tras su libertad,
personas condenadas por abusos sexuales, personas encarceladas y permite introducir datos de personas como huella, firma y
otras imgenes como tatuajes o cicatrices, as como imgenes de
coche, vehculos, artculos ... 144
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http://www.fbi.govlhq/cjisd/ncic.htm
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La mayora de los anlisis de ADN se basan en el estudio simultneo de 10 a 15 de las regiones cortas llamadas regiones microsatlite. El sistema CODIS utiliza 13 marcadores, y el sistema
comn europeo 7, si bien habitualmente se utilizan los 10 del
sistema comercial SGM PIUS 152 Se trata de pequeas regiones
con un ADN repetitivo en tandem compuestas por una secuencia
que se repite en tandem n veces. Es el nmero de veces que se
repite el que presenta una gran variabilidad entre los individuos
de una poblacin153.
Los anlisis de la cadena de ADN a efectos de identificacin
se restringen al estudio de los marcadores del ADN polimrfico
(frente al ADN codificante, prcticamente idntico en todos los
humanos 15 4, existen zonas de ADN no codificante, que admite
mucha variabilidad, llamado polimrfico, y que son las que habitualmente se estudian). Los loci son los fragmentos de ADN
variable, siendo los alelas las diferentes variantes posibles 155 .
El poder identificativo del ADN forense supone que, de coincidir dos muestras como correspondientes a la misma persona, la
probabilidad de error, es decir, que se tratara de muestras de dos
personas diferentes, sera de 1 en un billn, que lo hace tericamente imposible, en una poblacin mundial de aproximadamente 6000 millones de personas 156
As, se observa que el perfil de ADN que se obtiene y se almacena consiste en una serie de nmeros de los que no se puede
descubrir ningn dato relativo al contenido gentico de la persona: los genes son segmentos de ADN que contienen informacin
para la sntesis de una protena; de los genes humanos, slo se
conoce la funcin de aproximadamente la mitad, y los genes solo
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Sin embargo, nada impide que, en el marco de una investigacin concreta, se pueda realizar un estudio gentico ms completo, si bien los marcadores resultantes no seran susceptibles
de incorporacin a la base de datos. Esta ampliacin del estudio
respecto de los componentes genticos sera conveniente para el
buen desarrollo de la investigacin, pues podra ofrecer mayor
cantidad de informacin; por ejemplo, que el donante era pelirrojo, su estatura estara entre x e y, etc., si bien este tipo de
informaciones habran de ser eliminadas una vez localizado al
sujeto. Los factores codificantes sobre los que el anlisis puede
dar informacin son cada da mayores.
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http://europa.eu.intlscadplus/leg/enllvb/l33097.htm
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ALONSO ALONSO, Conceptos bsicos ... , cit., pg. 1861 Y ss., expone que
el principio de universalidad supone que todos los tejidos de una persona
contienen el mismo perfil gentico; el principio de diversidad supone que el
cdigo gentico presenta variaciones en los distintos individuos del mundo
(con excepcin de gemelos idnticos), y que el principio de estabilidad apunta a la estabilidad de la molcula de ADN incluso tras la muerte.
PRIETO SOLLA, Lourdes; Aplicaciones forenses del ADN, en Nuevas Tcnicas de Investigacin del Delito: Intervenciones Corporales y ADN, Centro
de Estudios Jurdicos, Ministerio de Justicia, 2004, pg. 1875.
ANDRADAS, Anlisis de AND en la Investigacin Criminal, en Ciencia Policial, 2004, pg. 18 Y 19, apunta que el anlisis de muestras biolgicas por
parte de la polica se realiza en tres estadios:
97
segundo lugar, la recogida de muestras indubitadas (de una persona determinada), en tercer lugar, su anlisis, en cuarto lugar,
y su comparacin en quinto y ltimo lugar, base para el informe
pericial sobre la pertenencia al sujeto sospechoso de los restos
debitados.
En cada uno de estos estadios se produce una cierta afectacin
de diversos derechos fundamentales, como pueden ser principalmente la intimidad e integridad fsica, sobre todo a partir del
momento en que se pretende el anlisis de una muestra indubitada.
El ordenamiento espaol no ha ofrecido, hasta fechas recientes, regulacin alguna sobre el uso del ADN en el proceso penal,
por lo que hasta la reforma operada por la LO 15/2003, de modificacin del Cdigo Penal, el recurso a la comparacin de parmetros de ADN se produca en la prctica, dada su gran utilidad, si
bien en una situacin de inseguridad jurdica. Hasta la reforma
citada, en la situacin de "anomia"167, la limitacin de derechos
fundamentales se legitim siguiendo las directrices del Tribunal
Constitucional, que empez a pronunciarse sobre los mtodos alcoholomtricos y desarrollando su doctrina sobre las inspecciones e intervenciones corporales, entre las que se ha enmarcado
la toma de muestras para el anlisis de ADN, afirmndose que
estas inspecciones o intervenciones corporales no inciden sobre el
derecho a la integridad fsica ni intimidad 168. De dicha jurisprudencia se deduce que toda limitacin de los derechos fundamen-
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tales ha de respetar el principio de proporcionalidad 169 . Sin embargo, como seala PEDRAZ PENALVA, no debe ser el principio
de proporcionalidad la va de suplir las deficiencias ocasionadas
por el Poder Legislativo o el Ejecutivo 170 .
Pues bien, la tan esperada reforma sobre el uso del ADN qued
en la modificacin de dos artculos de la Lecrim. y el aadido de
una Disposicin Adicional a sta, relativa a la Comisin Nacional
sobre el uso forense del ADN, dejando un importante nmero de
cuestiones sin resolver, pero regulando, al menos, la diligencia
de la toma de muestra para el anlisis, del sospechoso y con autorizacin judicial, no siendo hasta octubre de 2007 cuando se ha
regulado la base de datos policial y se ha aclarado y rgulado ms
ampliamente la recogida, anlisis y almacenaje de los perfiles y
las muestras.
La citada modificacin de los artculos 326 y 363 Lecrim. se
limita a regular las dos fuentes del ADN en el proceso penal, encaminndose, por una parte, a establecer la direccin del Juez de
Instruccin respecto de polica y forenses en cuanto a la garanta
en la cadena de custodia de las huellas o vestigios susceptibles
de anlisis biolgico, y, por otra, a legitimar la intervencin o
inspeccin corporal para obtener del sospechoso una muestra de
ADN171.
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Es de destacar que al regularse el sometimiento a anlisis relativos a la medicin del alcohol por parte de los conductores se
plante el derecho a la no autoinculpacin y por lo tanto al no
sometimiento a la prueba. Nuestra jurisprudencia dej sentado
que no existe relacin entre el derecho a la no autoinculpacin y
el derecho al no sometimiento a la prueba, sealando que estos
anlisis no pueden considerarse ni son equiparables a una declaracin, por lo que no slo no existe un derecho a no someterse a
ellas, sino que adems, existe obligacin de someterse a ellas 173
Se refiere el Tribunal Constitucional a la evidente legitimidad
genrica de este tipo de actuaciones de los poderes pblicos de indagacin de la polica judicial para la deteccin de la comisin de
delitos 174 , que entendemos es ms evidente en el estudio delADN
del sospechoso de cometer un delito grave. Hasta recientemente,
ante la cuasi-inexistencia de regulacin, el estudio de marcadores
de ADN se realizaba respecto de delitos de carcter grave, respetando el principio de proporcionalidad tantas veces argumentado
por el Tribunal Constitucionap75, lnea seguida por el legislador
de 2007, aunque veremos que de forma flexible, pues es p()sible
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ETXEBERRIA GURIDI, Jos Francisco; Los anlisis de ADN y su aplicacin al proceso penal; Granada: 2000, pg. 190 Y 61, se refiere al derecho a
la autodeterminacin informativa y a la identidad gentica, derivados del
derecho a la intimidad o a la vida privada. En el mismo sentido, MORENO
VERDEJO, ADN Y proceso pena!..., cit., pg. 1803.
Seala NARVEZ RODRGUEZ, La prueba deADN: su nueva normativa
procesal, en Jueces para la democracia, 2004, n. 51, pg. 72, se refiere a
la insuficiencia de la legislacin de 2003 para paliar la falta de previsin
legislativa de la medida restrictiva de derechos fundamentales, exigencia
expresada en la jurisprudencia del Te y del TEDH.
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PRIETO RAMREZ, Luisa; La Ley Orgnica reguladora de la base de datos policial sobre identificadores obtenidos a partir de ADN, en Actualidad
Jurdica Aranzadi, marzo de 2008, nO. 747, pg. 6, se refiere a un retraso
de ms de quince aos en la regulacin de la base de datos por prejuicios
ideolgicos en la aproximacin al concepto de ADN.
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A partir de la Ley Orgnica 10/2007 es incluso posible el almacenaje de los parmetros obtenidos del anlisis en la base
de datos nacional, de acuerdo con lo regulado en el artculo 3.2:
"Igualmente, podrn inscribirse los datos indentificativos obtenidos a partir del ADN cuando el afectado hubiera prestado expresamente su consentimiento".
A travs de este apartado, se establece la posibilidad de anlisis y almacenaje de perfiles de ADN de personas no relacionada
con los hechos que constituyen delito enumerados en el apartado
1 del mismo artculo, es decir, que cuando la muestra sea dada
voluntariamente, se puede almacenar el perfil, incluso si el delito
en cuyo marco de investigacin no fuera de los del artculo 3.1.
La diccin de dicho apartado tambin puede suponer la apertura de la posibilidad de anlisis y almacenaje de los perfiles respecto de personas no sospechosas, detenidas o imputadas, pues
se hace referencia a "el afectado", que ser cualquier persona a la
que se requiera para que entregue una muestra, o incluso cualquier persona que acuda voluntariamente a entregar una muestra, imaginemos que a efectos exculpatorios.
Nos podemos plantear as que la posibilidad de realizar anlisis en masa, a los que nos referiremos posteriormente, resulta
admisible de acuerdo con la legislacin espaola, siempre que las
muestras sean entregadas voluntariamente.
Es de destacar la trascendencia del apartado segundo del artculo 3 de la LO 10/2007, que no slo admite el anlisis de los
restos entregados, si no incluso su almacenaje, impidiendo en
principio el acceso para la cancelacin de la persona no imputada
durante el tiempo establecido en el artculo 9 de la misma ley,
que se refiere a la prescripcin del delito para el sospechoso no
imputado.
Entendemos que los perfiles extrados de muestras entregadas
por personas no sospechosas con fines exculpatorios no deberan
acceder a la base, pues ello supondra su presencia prolongada en
la base sin justificacin, para el caso de que no fueran sospechosas, pues supondra una vulneracin de la proporcionalidad en la
limitacin del derecho a la intimidad.
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que requieran inspecciones, reconocimientos o intervenciones corporales, sin consentimiento del afectado, requerir en todo caso
autorizacin judicial mediante auto motivado, de acuerdo con lo
establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal"
1. La facultad policial
Con la normativa de 2007 se vuelve a otorgar a la polica la
facultad de obtener las muestras de ADN y su anlisis, cuestionada a partir de la criticada normativa de 2003. La polica se
ocupaba de la toma de la muestra y del anlisis anteriormente en
un marco de falta de regulacin que se resolva acudiendo al artculo 282, 770 778.3 y siguiendo en lo posible las exigencias del
Tribunal Constitucional sobre proporcionalidad en la limitacin
de los derechos fundamentales, a travs de autorizacin judicial
concreta en casos graves para garantizar la eficacia de la prueba,
si bien dicha autorizacin en muchas ocasiones era precedida por
un anlisis policial, sin efecto procesal. El escollo principal para
la polica era la falta de seguridad respecto de los perfiles almacenados de personas conocidas, de muestras indubitadas, pues
no se regulaba convenientemente. La normativa de 2003 no slo
no vino a solucionar la cuestin, si no que limitaba an ms las
facultades policiales.
La prudencia del legislador de 2003, al establecer la necesaria
autorizacin judicial, entorpeca evidentemente el trabajo policial, y se poda achacar, como sealbamos, a una confusin en
cuanto a los principios fundamentales involucrados ya una rgida comprensin del proceso penal.
La normativa de 2007 ha venido a reparar esta situacin, que
es mejorable en ciertos puntos. La atribucin a la polica de la
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2. La persona afectada
En la citada DA 3. se describe a la persona sujeta a la obligacin de prestar la muestra como "sospechoso, detenido o imputa-
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En el caso de la desaparicin de la nia Madeleine en el Algarve, Portugal, los padres fueron declarados "arguidos", o sospechosos formalmente,
teniendo derecho a guardar silencio y a asistencia letrada, y, por otra parte,
pueden ser sujetos de medidas cautelares personales menos graves como la
limitacin de su libertad de ambulatoria en su modalidad de prohibicin de
salida de un territorio determinado, etc.
MARTN PASTOR, Jos; Controversia jurisprudencial y avances legislativos sobre la prueba pericial de ADN en el proceso penal: en especial, la base
de datos policial sobre identificadores obtenidos a partir del ADN, creada
por la Ley Orgnica 10/2007, de 25 de noviembre, La Ley penal, nO. 46,
2008, pg. 48, seala que "sospechoso" es un concepto jurdico indeterminado, ms amplio y flexible que los tradicionales imputado, acusado, etc.,
citando el Auto del TSJ de Madrid 1/2004, de 19 de mayo.
CORTS BECHIARELLI, Muestras biolgicas abandonadas por el sospechoso y validez de la prueba de ADN en el proceso penal: o sobre la competencia legislativa de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Revista Penal,
nO. 18, 2006, pg. 53, considera que se ha de limitar la condicin de sospechoso a los casos en los que existiera una indiciaria relacin del sujeto con
112
Esta diccin ha sido trada a la Ley de Enjuiciamiento Criminal de la prctica policial, justificndose en la necesidad procesal
de otorgar una categora a la persona que ha de soportar la medida, incluso aunque an no haya sido imputada formalmente,
pues ello ha de ser lo habitual si la medida se toma en la fase en
la que los indicios contra dicha persona no son suficientes para
realizar la imputacin.
En este sentido, en la STS de 18 de diciembre de 2001, (Tal
130079), se apunta que es razonable que el sospechoso no sea
imputado hasta que se ha realizado el anlisis:
"No cabe la menor duda que los anlisis deAON constituyen una prueba fiable que,
en caso positivo, permite establecer la identidad del autor del delito con unos mrgenes
de error prcticamente despreciables en el estado actual de la tcnica. Tampoco ha
de caber duda alguna acerca de que se trata de una diligencia de investigacin que,
practicada correctamente, puede convertirse en un medio vlido de prueba. Ello explica
que no siempre se realice sobre la persona de los imputados, sino que es precisamente
el resultado del anlisis lo que puede dar lugar a esa imputacin".
los hechos que originaron las actuaciones, y que hubiera sido ms acertado
que la ley se refiriera al imputado.
113
"grabable", es decir, que sea susceptible de grabarse en el ordenador policial de acuerdo con la normativa del momento. En la
actualidad, casi todos los ilcitos penales tienen esta naturaleza.
En el sistema espaol existe una doble exigencia: que el sujeto pasivo de la toma de la muestra sea al menos sospechoso
de cometer un delito en el marco de una investigacin y que el
delito tenga suficiente entidad, sea "grave", lo que garantiza el
principio de proporcionalidad en la limitacin de los derechos de
los ciudadanos.
En relacin con los sospechosos menores de edad, la ley no
hace referencia a si se entienden incluidos o no, es decir, no se
apunta si es posible la toma de muestras de menores de edad.
Como sealbamos, en Reino U nido se trata de una prctica
extendida, as como en muchos Estados de Estados Unidos, caso este ltimo en el que habitualmente se realiza la toma de la
muestra dependiendo de la gravedad del delito y casi siempre en
relacin con delitos sexuales. En Reino Unido la absoluta falta
de limitacin a las tomas de muestras y almacenamiento, incluso en el caso de ser absuelto el sujeto, ha sido condenada por el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de 4 de
Diciembre de 2008, S. y Marper contra Reino Unido, en la que S.
era un menor al que se tom la muestra con 11 aos en el marco
de una investigacin por intento de robo, hechos por los que fue
absuelto, mantenindose sus muestras y sus perfiles en poder de
la polica indefinidamente y contra su voluntad.
Probablemente, en el caso de los menores de edad, la introduccin de los perfiles de ADN en una base de datos y su conservacin pueden suponer una intromisin en su vida personal
ms grave que en el caso de un adulto: el menor est en proceso
de aprendizaje e integracin en la sociedad, y posiblemente su
"catalogacin" pueda tener efectos adversos en su visin de s
mismo y la que puedan tener los dems (vid. STEDH S. y Marper
contra RU).
Entendemos que s es posible realizar una toma de muestras
de un menor sospechoso de la comisin de un hecho delictivo si
ste y sus progenitores, tutores o defensa lo autorizan, o si existe
autorizacin judicial, siempre en el marco de una investigacin
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PRIETO RAMREZ, La Ley Orgnica ... , cit., pg. 9, considera que la enumeracin del artculo 3 de la LO 10/2007 es imprecisa y poco clara.
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En dicho acuerdo se estableci que el artculo 778.3 era habilitacin legal suficiente para la toma de muestras autorizada
judicialmente a personas detenidas sin asistencia letrada y no
informadas de su derecho a no autoinculparse 191 .
Esta interpretacin del Tribunal Supremo es cuanto menos
sorprendente; hace referencia al artculo 778.3, que se refiere a
la "obtencin de muestras o vestigios cuyo anlisis pudiera facilitar la mejor calificacin del hecho", lo que apunta al anlisis
de sustancias que incida en la calificacin del hecho, marco en el
que no podra incluirse el anlisis de muestras de ADN, ya que
no inciden en la calificacin del hecho, sino en la atribucin a una
persona determinada de la autora, lo que supone una cuestin
muy diferente, si bien ambos elementos forman parte del objeto
del proceso penal, el elemento subjetivo y el elemento objetivo.
Podra el Tribunal Supremo haber hecho referencia a otro artculo de la ley para que su interpretacin hubiera sido correcta,
como el 770, 282 o el 326.
Con la normativa de 2007, la cuestin queda zanjada, y claramente la polica puede tomar muestras con los lmites establecidos en la ley, entre los que estn la negativa a soportar la extraccin del sujeto pasivo, caso en el que se acudir a la autorizacin
judicial, habiendo probablemente de detener al sujeto en el tiempo en el que se obtiene la autorizacin, con la siguiente obtencin
del estatus de imputado y sus consecuentes derechos.
Se plantea la cuestin de si el Juez habr de basarse en las
limitaciones establecidas en la LO 10/2007 para la autorizacin,
es decir, que se trate de un delito grave o de los enumerados en
la propia norma o en el artculo 282 bis, o bien podr, autorizarlo
cuando no se den las circunstancias del arto 3.1 de la LO 10/2007
pero s "concurran razones que lo justifiquen".
Entendemos que el juzgador podra autorizar anlisis de sospechosos fuera de las circunstancias de la LO 10/2007, siempre
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forma el respeto a los derechos fundamentales del sujeto a la medida en la limitacin de stos, posibilitando el uso de la fuerza.
En la normativa anterior a 2003, el Tribunal Supremo se manifest en contra del uso de la fuerza en lo que toca a la negativa
del sospechoso a dejarse tomar la muestra: se apunta en la STS
de 4 de febrero de 2003, (Tal 265525), que no es posible acudir al
uso de la fuerza, y que el imputado tiene derecho a no cooperar,
falta de cooperacin que podr ser tenida en cuenta por el juzgador como un indicio de la culpabilidad:
"La sumisin a una prueba que supone una invasin de la integridad corporal del
sospechoso, como la que supone la extraccin de sangre o de cualquier otro tejido o
sustancia corporal para realizar un anlisis cientfico, puede ofrecer colisiones con el
respeto a la integridad corporal y con el derecho que tiene todo acusado, a no colaborar con las autoridades encargadas de la investigacin y de no facilitar pruebas que
pudieran incriminarle.
Esta posibilidad ha abierto un debate interesante, desde el punto de vista de la salvaguarda de los derechos de toda persona involucrada en un proceso penal y ha sido
resuelto, de forma diferente, por los diversos sistemas procesales de nuestro comn
acervo jurdico y cultural.
Desde nuestra perspectiva constitucional y jurisprudencial, se ha dicho por esta
Sala, que la prueba del ADN no puede ser admitida como vlida, cuando la decisin de
la intervencin no est amparada por una resolucin judicial, debidamente razonada
y escrupulosamente proporcional a la naturaleza del delito perseguido y a los medios
disponibles para la investigacin.
Segn la opinin mayoritaria de la doctrina, avalada por decisiones del Tribunal
Constitucional (STC 29 de Noviembre de 1984 y 19 de Febrero de 1992) no es admisible la utilizacin de fuerza fsica o cualquier otra actitud compulsiva o coactiva sobre la
persona, para que sta se preste a la prctica de la prueba, decidida por la autoridad
judicial, debiendo respetarse la autonoma de la decisin por parte del afectado.
Como seala el Ministerio Fiscal tanto la jurisprudencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (Sentencia 8 de Febrero de 1996, Caso Murray) y alguna referencia indirecta de la Sentencia del Tribual Constitucional 7/1989 mantienen que, cuando
la negativa a someterse a la prueba del ADN, carece de justificacin o explicacin suficiente, teniendo en cuenta que se trata de una prueba que no reporta ningn perjuicio
fsico y que tiene un efecto ambivalente, es decir puede ser inculpatorio o totalmente
exculpatorio, nada impide valorar racional y lgicamente esta actitud procesal como un
elemento que, por s slo, no tiene virtualidad probatoria, pero que conectado con el
resto de la prueba puede reforzar las conclusiones obtenidas por el rgano juzgador.
Sin embargo, una vez regulada legalmente la medida de intervencin corporal para la toma de la muestra, entendemos que
esta negativa del sospechoso o imputado a la toma de la muestra
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PEDRAZ PENALVA, Derecho procesal penal, Tomo 1, cit., pg. 141 Y ss., se
refiere al principio de proporcionalidad en sede administrativa, concretamente en la actividad policial, sealando que acta como contrapeso necesario para que su actividad "est en adecuada relacin con el mal que trata
de eludir".
FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg. 162, cita la Sentencia
de laAP de Pontevedra de 29 de diciembre de 2000, en la que la Sala rechaza la impugnacin de la prueba resultante de la comparacin del semen con
la toma de saliva del imputado por ilicitud, tal rechazo basada en la nula
trascendencia para la salud o integridad fsica del imputado de la toma de
saliva y la absoluta proporcionalidad con el caso de violacin investigado,
por la gravedad, fundadas sospechas, la negativa de los abusos y la imprescindibilidad e idoneidad de la intervencin.
BELLO LANDROVE, Federico; ADN y relaciones jurdicas no penales: una
panormica, enNuevas Tcnicas de Investigacin del Delito: Intervenciones
Corporales y ADN, Centro de Estudios Jurdicos, Ministero de Justicia,
2004, pg. 1944, se manifiesta a favor de admitir la fuerza, siempre que no
padezca la salud del implicado, as como MONTERO LA RUBIA, Las intervenciones corporales tras la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal...,
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cit., pg. 19, que seala que s cabe la imposicin ante la negativa, que
habr de ser valorada en cada caso con respeto al principio de interdiccin
de trato inhumano o degradante.
En la regulacin de Estados como el de Massachussets, se hace referencia
al uso proporcionado de la fuerza, "fuerza razonable", para la toma de la
muestra. Vid. http://www.mass.gov/legis/laws/mgV22e-4.htm
FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg. 223,
En el mismo sentido, MARTN PASTOR, Controversia ... , cit., pg. 49.
127
128
201
202
DE LUS TURGANO, Juan Vicente; Las pruebas de ADN: La prueba penal y la prctica policial, en Biotica y Derecho, Barcelona: 2004, pg. 252,.
Se refiere adems a la posibilidad, en tercer lugar, de acudir a muestras
clnicas ya entregadas por el sospechoso como esperma o sangre.
En el mismo sentido, ARMENTEROS LEN, Miguel; Perspectiva actual
del ADN como medio de investigacin y prueba en el proceso penal, La
ley: Revista Jurdica de doctrina, jursprudencia y bibliografa, 2007, pg.
1894.
129
203
204
FERNNDEZ GARCA, Emilio; La elaboracin de bases de datos de perfiles de ADN de delincuentes: aspectos procesales, en Bases de Datos de perfiles de ADN y criminalidad, ROMERO CASABONA (ed.); Granada: 2002,
pg. 162 se refiere a la S de la AP de Navarra de 21 de marzo de 2001, que
da valor al anlisis de ADN realizado por los agentes con los restos de una
colilla de un cigarrillo fumado en dependencias policiales y comparado con
los restos dejados en el lugar del delito.
FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg. 167.
130
205
131
En cuanto a la segunda cuestin, consideramos que ser necesario al menos la comunicacin de la inscripcin a la persona
afectada, dndole oportunidad de someterse a un anlisis contradictorio, y que no ser posible el almacenamiento sin dicha comunicacin salvo en casos de imposibilidad de acceder al sujeto.
Por otra parte, en relacin con la inscripcin en la base de
perfiles obtenidos a travs de muestras recogidas en Hospitales
o instituciones anlogas, la regulacin sobre tratamiento de datos de carcter personal impide la transmisin de los datos salvo
cuando por razones de inters general as lo disponga una ley, o
el afectado consienta, por lo que considera que, mientras una ley
no autorice expresamente el uso de los datos, no se podrn utilizar 206 , y, en este sentido, la LO 10/2007 se refiere a los datos extraidos en el marco de una investigacin criminal, excluyndose
los datos obtenidos de otra forma, tanto en el artculo 3 como en
la Disposicin Adicional Primera, sobre integracin de ficheros y
bases de datos.
Otra cosa puede ser que la autoridad judicial, en el marco de
una investigacin por delito de los del artculo 3, determine por
auto motivado la entrega de una muestra depositada en un Hospital o anlogo, y que de sta muestra se obtenga un perfil inscribible.
De acuerdo con lo establecido en la DA 3". el Juez podr autorizar la toma de la muestra cuando el sujeto no consienta, por lo
que en principio ser susceptible de hacerse si no existen otras
formas menos lesivas de obtener la muestra, pues no se vulneran
los derechos sobre los datos establecidos en la LPD.
Si el juez puede autorizar una toma directa de una muestra
respecto de una persona, con mayor razn lo podr hacer respecto de una muestra que no se encuentre abandonada, pues se
obtuvo con cierta colaboracin del sujeto, pero s que tenga independencia del cuerpo del sujeto.
206
132
En todo caso, el juzgador habr de ponderar los intereses jurdicos en liza (por ejemplo, si existiera en una Clnica semen
almacenado del sujeto a efectos reproductivos, se valorara, ante
la imposibilidad de acceder al sujeto y el fin reproductivo de la
muestra, la proporcionalidad de la recogida de la muestra en relacin con la investigacin).
207
133
Sin embargo ha de tenerse en cuenta que la previsin legislativa del segundo apartado del artculo 363 de la Lecrim., introducido por la LO 15/2003, Y de la DA 3 de la LO 10/2007 slo se
refieren a la autorizacin judicial para la toma de muestras del
sospechoso, detenido o imputado.
Adems, es interesante el argumento de ETXEBERRA GURIDPo8 relativo al paralelismo con el derecho a no testificar por
parte de los familiares: la doctrina alemana se ha planteado el
derecho de familiares a no someterse a una inspeccin o intervencin corporal encaminada a obtener una muestra con carga
gentica que pudiera relacionar a su familiar con un crimen, y
ello basado en la dispensa que realiza el ordenamiento respecto
del testimonio (as, nuestro artculo 416.1 Lecrim.).
Sin embargo, este argumento decae cuando tenemos en cuenta que ante la tesis de la no autoincriminacin ante la obligacin
de someterse al test de alcoholemia el Te seal que dichas pruebas no suponan una declaracin.
Entendemos que, dado que no existe regulacin que permita
la toma de muestras de no sospechosos, parece que ni tan siquiera se podr establecer judicialmente la obligacin de permitir la
toma de la muestra.
Para el caso de que se les solicite, los familiares tendrn derecho a excluir su participacin en la investigacin, incluso ante
una orden judicial.
En todo ,caso, y ante la falta de regulacin, el principio de proporcionalidad regir cada toma de muestras. Si se tiene en cuenta que la toma de muestras de un familiar se pretender por no
tener posibilidad de tomar la muestra del sospechoso, parece que
lo razonable ser que no exista urgencia en cuanto a la toma,
dado que el sospechoso no se encontrar disponible, por lo que no
se puede entender que la medida resulte "imprescindible", como
exige el artculo 363 Lecrim.
En el caso de Reino Unido en el que unos chicos tiraron unos
ladrillos a la autopista, provocando la muerte de un conductor,
208
134
209
210
211
135
212
213
214
136
115
:!16
El Pais 3 de noviembre de 1999 hace referencia al bando del alcalde pidiendo muestras voluntarias, y MORENO VERDEJO, ADN y proceso penal...,
cit., pg. 1822, se refiere a las 2013 firmas de hombres dispuestos a realizar
los anlisis y a la inadmisin de la prueba por el Juez de Instruccin.
En el mismo sentido, FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg.
217.
137
d) El procesamiento de la muestra
d)l. Competencia para realizar el anlisis
Dada la regulacin de los artculos 282,770.3 Y 363.II Lecrim.,
se establece, de forma general, la competencia de la Polica Judicial y de los mdicos forenses en la recogida y anlisis de las
muestras, cuando exista riesgo de desaparicin, y tras la reforma
de 2003 se poda sostener que la Polica no podra realizar por s
los anlisis genticos, sino limitarse a recoger los vestigios y ponerlos a disposicin judiciaF17, sin embargo, esta interpretacin
literal ira contra toda lgica, restaurada con la LO 10/2007, en
cuya DA 3 se afirma la competencia de la polica judicial para la
toma de muestras del lugar del delito sin autorizacin judicial.
Ya nos hemos referido a las diligencias de inspeccin ocular y
de recogida de las muestras anteriormente; los restos son recogidos por la polica o forenses, y posteriormente han de ser procesados para obtener el perfil de ADN, y a partir de entonces se podr
realizar la comparacin de perfiles.
Genricamente, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los laboratorios oficiales y los forenses
pueden realizar anlisis para obtener perfiles de ADN, y, a partir
de la regulacin de la base de datos de ADN de noviembre de
2007, se establece de una forma ms flexible y a la vez garantista
que el anlisis lo podrn realizar los laboratorios que estn acreditados.
Esto supone, como decamos, introducir criterios de flexibilidad, al no estimarse necesario que sean nicamente los laboratorios oficiales los competentes para realizar el anlisis, pudindose por lo tanto externalizar el servicio, tal como se hace en
los pases con sistemas ms desarrollados, como Reino Unido y
Estados Unidos.
217
ETXEBERRA GURIDI, Jos Francisco; Intervenciones corporales y perfiles de ADN tras la la LO 15/2003, de 25 de noviembre, Justicia 2004, pg.
163.
138
En Reino Unido, anteriormente el anlisis de las muestras corresponda al Servicio Forense, sin embargo, como consecuencia
del volumen de muestras procesadas se ha externalizado en muchas ocasiones el servicio. Su base de datos es la ms amplia del
mundo (es una de las prioridades del gobierno, se han invertido
ms de 300 millones de libras en los ltimos cinco aos), cubre a
un 5% de la poblacin, frente al 0,5% de Estados Unidos 218 , y la
externalizacin ha producido que se cree un organismo coordinador y controlador, el Organismo Regulador de la Ciencia Forense219
Cuando los anlisis son externalizados, en Reino Unido el
coste puede ser de cerca de 100 libras por un anlisis abreviado
y de 600 por un anlisis completo, tomando el primero una hora de trabajo y el segundo 6. El anlisis abreviado servira para
confirmar la coincidencia de la muestra con la de la base, y la
segunda cuando las circunstancias del caso requirieran una evaluacin completa; as, la polica britnica utilizara el anlisis
breve cuando no se cuestionara principalmente la identidad del
sospechoso (por ejemplo, violacin en la que la cuestin es el consentimiento), y el completo cuando se necesite para comprobar la
identidad del sospechos0 220
En Espaa, las previsiones de realizar 30000 anlisis anuales
por parte de la polica puede ser el primer paso para la externalizacin de los anlisis que no alcancen a desarrollar. De procesarse todas las muestras relativas a los delitos cometidos en Espaa
y recogidos en la enumeracin del artculo 3 de la ley de 2007,
esta cifra quedara corta; slo con los robos con violencia en las
cosas, el trabajo se multiplicara, por lo que lo lgico es que los
laboratoros privados proliferen, como en los pases sealados.
21"
219
139
221
Los laboratorios de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado van siendo acreditados desde 2003 por la ENAC. Vid. http://www.guardiacivil.es/
prensalnotas/noticia.j sp ?idnoticia= 1425
140
:222
223
COSPEDAL GARCA, Rosario; Laboratorios acreditados. Un aval de confianza en las pruebas periciales de ADN, en Diario La Ley, 6 de octubre de
2006, pg. 1750.
Se refiere PRIETO SOLLA, Aplicaciones forenses ... , cit., pg. 1885 al Grupo Espaol y Portugus de la Sociedad Internacional de Gentica Forense,
que coordina controles de calidad desde 1992.
141
224
22;;
142
Posteriormente, se documenta la llegada de la muestra al laboratorio de anlisis, habitualmente externalizado en las localidades pequeas, y de vuelta a la polica se documenta la entrega
del resultado, y se inscribe ste en la base de datos.
.
En principio, la cadena de custodia debera reflejarse documentalmente con las firmas de las personas competentes en cada
entrega de la muestra.
En este sentido, ser susceptible de cuestionarse por la defensa la cadena de custodia cuando no se hubieran respetado,
arrojando la consecuente incertidumbre sobre la prueba pericial
resultante.
La norma ISO/lEC 17025 para laboratorios de ensayo, aplicable para los laboratorios que analizanADN, y de aplicacin en
Espaa, establece normas que garantizan la cadena de custodia:
cada muestra recibida debe estar perfectamente identificada y
relacionada con el ensayo y los resultados obtenidos, y se anotan
detalles correspondientes al anlisis, como los lotes de reactivos
utilizados, mtodos y equipos empleados, fecha y firma de la persona que realiza el anlisis y cualquier incidencia que haya acontecido durante el proces0226
221i
143
228
229
230
144
Una vez regulada la diligencia a raz de la LO 15/2003, con mayor razn es posible utilizar el perfil gentico obtenido en un proceso anterior o paralelo; el nico obstculo radicaba en la inexistencia de autorizacin legal para la conservacin del perfil.
En la LO 10/2007 se prev la integracin de ficheros y bases
de datos preexistentes en la nueva base de datos (DA primera);
las bases de datos del Ministerio del Interior se integrarn, y lo
mismo podr ocurrir respecto de otras bases de datos, ficheros,
e incluso registros individuales, siempre que los datos hubieran
sido creados con las mismas finalidades de investigacin respecto
de los delitos enumerados en el artculo 3, lo que permite la incorporacin de datos no recogidos en las bases de datos anteriores,
como pueden ser los perfiles de un sospechoso, imputado o condenado que no se almacenaron en su da, siempre que no haya
transcurrido el plazo de cancelacin del artculo 9.
Es cuestionable que se puedan integrar en el fichero los perfiles
de personas condenadas o ms concretamente de presos, que se encuentran a disposicin de las autoridades y de los cuales se puede
obtener una muestra fcilmente. Por una parte, puede ser una me"pareciendo que se pudiese admitir el archivo de todos los supuestos si un
Juez 10 autorizase", Por ello considera que en realidad las rdenes Ministeriales que regulan estos ficheros intentan regularizar administrativamente
la realidad de los laboratorios ante la no destruccin de los perfiles ni de las
muestras, ya que "se ha configurado una base de datos de modo material",
145
di da policial muy til, pues podra existir coincidencia de perfiles correspondientes a delitos preexistentes a su entrada en prisin, dada
la habitualidad en la delincuencia de algunos de los presos.
De acuerdo con la diccin del artculo 3, slo se pueden almacenar datos relativos a una investigacin, lo que supone la
necesidad de que se encuentre abierta una investigacin, excluyndose as los procesos finalizados.
En el mismo sentido, en la DA 3. se hace referencia a sospechosos, detenidos o imputados, y no condenados, y en la DA 1.,
sobre integracin de bases de datos, slo permite la incorporacin
de datos preexistentes sobre investigaciones de las enumeradas
en el artculo 3.
As, en tanto no exista una norma que autorice la recogida
genrica de muestras de poblaciones como la penitenciaria, entendemos que no puede obtenerse y almacenarse el perfil de los
condenados salvo que existieran indicios para hacerlos sospechosos de determinado delito, caso a caso, circunstancia que s
permitira la toma de una muestra, que se podr obtener con su
colaboracin, a travs de recogida de restos abandonados o por
autorizacin judicial.
Tambin se podrn incluir las bases de datos de otras Policas, Autonmicas o de otros pases, a travs de la suscripcin del
oportuno convenio, como se seala en la citada Disposicin, y que
permite en primer lugar la cooperacin de las policas espaolas,
y, en segundo lugar, el cumplimiento de los compromisos europeos contrados con la firma del Convenio de Prm.
231
146
232
233
FERNNDEZ COBOS, Angel Lus; Utilizacin de material gentico en criminalstica y pruebas de paternidad: aspectos ticos, tcnicos y legales, en
La prueba en el proceso penal 11, 1996, Cuadernos de Derecho Judicial,
pg. 619 consideraba conveniente que se habilitara el almacenamiento de
datos relativos a convictos de delitos sexuales y otros delitos graves.
En la Disposicin Adicional Primera, Cuarto, se aadi a la Lecrim una
nueva Disposicin Adicional Tercera con el siguiente contenido: El Gobier
no, a propuesta conjunta de los Ministerios de Justicia y de Interi01; y previos los informes legalmente procedentes, regular mediante real decreto
la estructura, composicin, organizacin y funcionamiento de la Comisin
nacional sobre el uso forense del ADN, a la que corresponder la acreditacin de los laboratorios facultados para contrastar perfiles genticos en la
investigacin y persecucin de delitos y la identificacin de cadveres, el
establecimiento de criterios de coordinacin entre ellos, la elaboracin de
los protocolos tcnicos oficiales sobre la obtencin, conservacin y anlisis
de las muestras, la determinacin de las condiciones de seguridad en su
custodia y la fijacin de todas aquellas medidas que garanticen la estricta
confidencialidad y reserva de las muestras, los anlisis y los datos que se
obtengan de los mismos, de conformidad con lo establecido en las leyes.
As, ALONSO ALONSO, Antonio; Una dcada de perfiles de ADN en la investigacin penal y civil en Espaa: la necesidad de una regulacin legal,
en Gentica y Derecho, Estudios de Derecho Judicial, n". 36,2001, pg. 11,
se refiere a un ndice de perfiles de ADN obtenidos a partir de muestras
biolgicas de personas condenadas por delitos dolosos graves y reincidentes
sin necesidad de su consentimiento. PRIETO SOLLA, Aplicaciones forenses ... , cit., pg. 1875 se refiere a la inexistencia de una base de datos de
perfiles genticos, a diferencia de la huella dactilar, sobre la que existe el
fichero del DNI.
147
de una investigacin o procedimiento concreto, la resolucinjudicial firme, en especial la absolutoria, el indulto, la rehabilitacin
y la prescripcin de responsabilidad". Esta diccin impedira el
almacenaje indefinido.
Entendemos que el almacenaje de perfiles de ADN a efectos de
investigacin criminal no se correspondera con la limitacin de
este artculo, que tiende a proteger al ciudadano cuyos datos estuvieran en poder de las autoridades, como son los antecedentes
penales o policiales. Los perfiles de ADN no ofrecen informacin
personal, si no nicamente una serie de nmeros, que no atentan
contra el derecho a la intimidad. Pese a todo, la regulacin de
2007 ha pretendido salvaguardar el derecho de acceso y cancelacin de los datos del ciudadano conforme al citado artculo 22 de
la ley de Proteccin de datos.
La cuestin de la generalizacin de toma de muestras de los
ciudadanos ha despertado grandes protestas y recelos de parte
de la sociedad, sobre todo por la posibilidad del uso de los datos
con fines distintos al de la persecucin delictual, como pueden ser
la venta de seguros mdicos, contratos laborales, seguros de vida,
adopcin etc. y la consecuente exclusin de determinadas personas o colectivos de la contratacin o de otros recursos 234
Ante el panorama relativo al flujo de datos, HASSEMER
apunta acertadamente que la limitacin a la voracidad de datos
de distintos operadores se ha de realizar a travs de la "vinculacin a una finalidad" de las bases de datos, evitando el uso para
234
148
otros distintos al originario, y afirma que slo cuando este principio se integre entre los del proceso penal se podr conseguir la
proteccin de datos en el proces0 235 . As, si el anlisis del ADN
se limita al establecimiento de perfiles genticos basados en los
loci, de contenido no codificante, el almacenamiento de los datos
no producir intromisiones en el derecho a la intimidad personal,
aunque s en su vertiente de autodeterminacin informativa, pero al mismo nivel que otras bases de datos como las lofoscpicas,
cuya legitimidad no se discute.
Esta ha sido la eleccin del legislador de 2007, al establecer
que slo se almacenarn los perfiles no codificantes, con la excepcin del sexo, en el artculo 4:
"Slo podrn inscribirse en la base de datos policial regulada en esta Ley los identificadores obtenidos a partir del ADN, en el marco de una investigacin criminal, que
proporcionen, exclusivamente, informacin gentica reveladora de la identidad de la
persona y de su sexo".
2:16
HASSEMER, Winfried; Proceso penal sin proteccin de datos?, en La insostenible situacin del Derecho Penal, ROMEO CASABONA (dir.), Granada, 2000, pg. 127.
DOCE C 187 DE 03.07.2001
149
En este caso, es ms que conveniente, si la tecnologa lo permite, el anlisis de la carga gentica que pueda ayudar a dar
datos fsicos externos de la persona, como el color de cabello o la
raza, o altura probable, e incluso internos, y ello no supondra un
obstculo a la conformidad de la norma con la Constitucin o la
Ley de proteccin de datos.
150
237
238
239
240
ALONSO ALONSO, Conceptos bsicos ... , cit., pg. 1869 Y ss. Y en Las bases de datos de ADN en el mbito forense, CEJ, pg. 4016.
GUILL N VZQUEZ, Bases de datos deADN ... , cit., pg. 1992 y ss.
Ibidem
ASPLEN, Christopher H.; The application of DNA Technology in England and Wales, 2004, pg. 6, en http://www.nc}rs.gov / pdffilesl / ni} /
grants /203971.pdf.
151
datos 241 . Esta amplitud en cuanto a la conservacin de las muestras y perfiles ha sido revisado judicialmente hasta 2004, ao en
el que la Cmara de los Comunes consider que eran proporcionadas y justas y que no vulneraban el Convenio de Derechos Humanos. Adems, desde abril de 2004, la modificacin de la ley reguladora de la polica (PACE) a travs de la Criminal Justice Act
permite a la polica tomar la muestra de toda persona arrestada
por "ofensa grabable"242, independientemente del resultado del
caso y que no era preciso destruir las muestras ni registros 243
La base de datos de Reino Unido tiene cerca de cuatro millones de perfiles de ADN en la actualidad 244, de los que un 2%
corresponde a las muestras tomadas a grupos (mass screen sampIes), un 12% a muestras de los casos de investigacin, un 14% a
muestras de la escena del crimen y un 72% a muestras de detenidos y sospechosos 245 , incrementndose con unos 10.000 perfiles
por arresto cada semana y unos 1200 perfiles con origen en la
escena del crimen.
Son incluso recogidas muestras de menores de edad, si bien no
se pueden tomar muestras de menores de 10 aos sin el consenti-
241
242
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245
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246
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241l
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250
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254
156
En esta misma lnea inquisidora, incluso ms agresiva, se encuentra el establecimiento en Reino Unido de la obligacin de
facilitar material gentico por parte de todo detenid0 255 .
En la actualidad estn surgiendo protestas sociales por la posible intromisin de las autoridades en el derecho a la intimidad
de los ciudadanos. En el caso de Estados Unidos, la ACLU, American Civil Liberties Union, denuncia la toma de muestras de detenidos inocentes 256 , y respecto a Reino Unido el propio Tribunal
Europeo de Derechos Humanos ha declarado como infraccin la
indiscriminacin por el sistema de Reino Unido en la conservacin de muestras y perfiles (vid. Sentencia S. y Marper contra
Reino Unido de diciembre de 2008).
En relacin con la regulacin espaola, entendemos que es
proporcionada y cumple los estndares constitucionales y del
Convenio Europeo de Derechos Humanos al limitar el almacenaje de los ilcitos ms graves, lo que no impide que el legislador lo
extienda a toda clase de delito pblico o incluso faltas; precisamente, en muchas ocasiones, el delincuente por un delito grave
puede haber tenido contacto con el sistema policial o judicial por
delitos menores o faltas, siempre que se regulen instrumentos de
control en la toma, anlisis, almacenaje y bsqueda que limiten
los poderes policiales. Como en la mayora de los pases, sera
positivo establecer la obligatoriedad de la toma de muestras y
almacenaje de los condenados por delito o falta contra la libertad
sexual, grupo criminolgico en el que la reincidencia es muy alta,
y cuyas acciones sobre menores de edad son altamente reprobadas por la sociedad.
255
2,Sfi
157
158
257
159
258
259
260
http://www.aclum.org/legaVamato_v_okeefelcomplaint.pdf
AXELRAD, 8eth; 8tate Regulations on Low 8tringencyIFamilial 8earches
of DNA Databases. http://www.aslme.org/dna_04/reportslaxelrad1.pdf
http://www.ndaa.org/publications/newsletters/sil ent_ witness_ vol ume_l 0_
number_2_2006.html
160
http://www.ndaa.org/publications/newsletters/codis_bulletin_2006.pdf
161
162
Europol O INTERPOL se solicitan individualmente comparaciones de restos no identificados con los ficheros de otros pases,
pero no existen an bases de datos compartidas. De hecho, como
gran avance se anunci enjulio de 2004 el intercambio entre Espaa, Alemania y Francia de antecedentes penales 262
El SI S, Sistema de Informacin de Schengen, es una base de
datos compartida por los Estados Schengen, en la que parece en
un futuro prximo se incluirn informacin sobre huellas, ADN
o incluso fotografas y datos biomtricos de las personas controladas 263 .
En en el mbito la Unin Europea, adems de los esfuerzos
concretos realizados a travs de Europol, la Resolucin del Consejo de 9 de junio de 1997 regul el intercambio de resultados de
ADN, as como la posterior Resolucin del Consejo de 25 de Junio
de 2001 sobre intercambio de resultados de anlisis deADN (Boletn Oficial C 187,03.07.2001)
Casos como el de Roco Banninkoff o el de Caroline Dickinson han hecho en los ltimos aos ms evidente la necesidad de
interconexin entre las policas de los pases europeos a efectos
de comparacin de antecedentes y perfiles de ADN. En el primer
caso, el agresor era un delincuente con antecedentes en Reino
Unido, en el segundo caso, una nia inglesa de 13 aos fue violada y asesinada durante un viaje escolar a Francia en 1996. Tras
comprobarse que el primer sospechoso, que confes el delito, no
era el agresor, al no coincidir el perfil de ADN. El delincuente, un
espaol, fue condenado en 2005, tras ser detenido en Florida por
sucesos parecidos, y que un funcionario Estadounidense leyera
en Reino Unido sobre el asunto, vinculndolos en modus operandi, y confirmndose posteriormente a travs del ADN. Entre
Francia y Blgica un reciente caso de un asesino en serie francs
262
263
163
264
265
164
PASCUAL SARRI, Francisco Lus; Breve referencia a la prueba de reconocimiento en rueda en la jurisdiccin militar, en Cuestiones penales y procesales militares, Cuadernos de Derecho Judicial, 5, 1995, pg. 576, apunta
que la jurisprudencia ha venido admitiendo el reconocimiento fotogrfico y
el reconocimiento de voz con documento fonogrfico lcitamente obtenido y
cita al efecto las SSTS de 16 de febrero de 1989 y de 5 de febrero de 1988
respectivamente.
165
fueron prueba de cargo, y, por otra parte, a la identificacin realizada a travs de fotografas en un peridico o carteles. En este
ltimo caso, la identificacin no tendr ms efecto que procurar
un inicio a las investigaciones policiales 267
SENS MOTILLA seala que las grabaciones son "piezas de
conviccin", de acuerdo con la amplia interpretacin del Tribunal
Supremo, "concepcin eminentemente funcional", ya que engloba
los elementos que sirvan para atestiguar la realidad de un hech0 268 As, las imgenes o fotografas que se pretendan fuente de
prueba habrn de llevarse a juicio a travs del cauce previsto en
el arto 726 Lecrim., que establece que "el Tribunal examinar por
s mismo los libros, documentos, papeles y dems piezas de conviccin que puedan contribuir al esclarecimiento de los hechos o
a la ms segura investigacin de la verdad".
RIF SOLER apunta que la jurisprudencia del TS admite la
identificacin del imputado a travs de una filmacin de la comisin de los hechos, ya que la Lecrim. no excluye la identificacin
a travs de otros medios distintos de la rueda, y que el artculo
368 Lecrim. permite discrecionalidad al Juez para decidir si concepta precisa la diligencia 269
SENS MOTILLA se refiere a las garantas que deben informar la incorporacin de la filmacin videogrfica, cuya naturaleza
de pieza de conviccin, anudada a la consideracin de documento
de la filmacin, supone que, en primer lugar, ha de incorporarse
en la fase .de instruccin, con las garantas de depsito y conservacin y con participacin del secretario judicial. Adems, la
incorporacin al juicio habr de suponer, segn indica la misma
autora, el control judicial de la legitimidad de la filmacin, la
comunicacin o puesta a disposicin del material obtenido a la
267
268
269
166
270
C. lA REFUTACIN DE lAS
DILIGENCIAS DE IDENTIFICACIN
C.1. VALOR PROBATORIO
a) Valor de las diligencias sumariales
En el sistema espaol, el reconocimiento en fase instructora
tiene o puede tener determinados efectos. Segn se establece en
la STC 36/1995, siguiendo a la 303/1993, 283/1994 Y 328/1994, las
diligencias policiales no constituyen medios de prueba, aunque
en circunstancias excepcionales puedan introducirse en el juicio
resultados de estas diligencias a travs de autnticos medios de
prueba practicados conforme a las exigencias generales271 .
271
"las diligencias policiales de investigacin en s mismas no constituyen medios vlidos de prueba aunque, tambin en circunstancias excepcionales
que hagan imposible la prctica de prueba en la fase instructora o en el juicio oral con todas las garantas, sea admisible la introduccin en el juicio de
los resultados de estas diligencias a travs de autnticos medios de prueba,
practicados, stos s, con arreglo a las exigencias que se han mencionado
con anterioridad (SSTC 303/1993, 283/1994 328/1994, entre otras)".
168
De acuerdo con ello, de confirmarse la identificacin, la prueba surte todo su efecto, pudiendo incluso, de acuerdo con la Jurisprudencia, ser mnima actividad probatoria de cargo 272 , quedando su valoracin dentro de las facultades del juzgador273
272
As, MORENO CATENA, Derecho Procesal Penal, pg. 207, apunta que la
doctrina del Tribunal Constitucional exige que la persona que realiz en su
da el reconocimiento acuda al proceso como testigo, pues sta es la nica
manera de someter a contradiccin la identificacin, y que la diligencia
sin ratificacin no es suficiente para desvirtuar la presuncin de inocencia
(SSTC 10/1992, 282/1994, 283/1994, 103/1995 Y 14811996).
La Jurisprudencia del Tribunal Supremo sigue la misma lnea: "La identificacin en el juicio por testigos presenciales, sometidos al correspondiente
interrogatorio y debate contradictorio y debidamente valorada por el tribunal sentenciador con inmediacin, s rene las condiciones de una prueba
de cargo idnea a los referidos efectos" STS 8 de noviembre de 1996 ((Tol
406602).
169
273
170
En esta lnea, la STC 94/2002 rechaza la calificacin de imposibilidad al hecho de que el testigo tenga su domicilio en el
extranjero:
Procede asimismo recordar que este Tribunal tiene sealado que, si bien en principio la prueba testifical debe praelicarse en el juicio oral, pues de sus propias caraelersticas no deriva ni su carcter irrepetible ni su imposibilidad genrica de ser practicada
en el mismo, no obstante, excepcionalmente, puede ser incorporada al proceso
como prueba anticipada, si, dadas las circunstancias del caso, existe una imposibilidad real de que sea practicada en el juicio oral, as, por ejemplo, en los supuestos de imposibilidad del testigo de acudir al juicio oral por fallecimiento (SSTC 10/1992,
171
En el Auto del Tribunal Constitucional se entiende por imposibilidad el hecho de que se citaron mltiples veces a los testigos
y no acudieron finalmente, por lo que se admite la prueba preconstituida:
"el examen de las actuaciones demuestra inequvocamente que fueron de muy dificil prctica en la vista oral las declaraciones de los testigos, en efecto slo fue posible
tras numerosos sealamientos (16 indica la Sentencia del Tribunal Supremo) y si no
comparecieron en ella los testigos, es tambin cierto que lo hicieron en ocasiones anteriores y en la ltima se reprodujo a peticin del Fiscal la prueba documental mediante
la lectura de las declaraciones incriminatorias, sometidas as a la posibilidad de contradiccin y debate (cfr. SSTC 107/1989, 84/1990). Mas, a pesar de ello, como sealan
las dos Sentencias impugnadas, el procesado fue reconocido en rueda ante la polica
con asistencia de Letrado, ratificndose ese reconocimiento en la presencia judicial y
reproducido de nuevo ante el Juez con todas las garantas procesales".
274
En la STC 94/2002 se anula el valor dado en instancias inferiores a la identificacin ante el Juez de Instruccin y a la declaracin de la vctima en fase
de instruccin, diligencias ambas en las que no particip la defensa, por lo
que no pueden ser llevadas como prueba anticipada al juicio oral, ante la
ausencia de la vctima, residente en otro pas. En todo caso, aunque el TC
anula el valor de prueba de las diligencias (el TS ya haba denegado valor
al reconocimiento), mantiene la condena basndose en otras pruebas indiciarias.
172
previsto en el arto 730 de la Lecrim., por cuanto el Tribunal sentenciador podr tomar
excepcionalmente en cuenta las declaraciones testificales obrantes en el sumario,
previa lectura en el juicio, cuando el testigo haya muerto, o se encuentre fuera de la
jurisdiccin del Tribunal y no sea factible lograr su comparecencia, o sea imposible de
localizar por desconocimiento de su paradero; siempre que hayan sido prestadas de
manera inobjetable (v. ss. de 5 de mayo de 1993,25 de septiembre de 1995, y 16 de
febrero de 1998, entre otras)".
En la STS de 9 de julio de 2004, (ToI483643) se admite la "imposibilidad" basada en que no se pudo localizar a la testigo tras
varios intentos infructuosos, y tenindose en cuenta que ello no
dependi de la voluntad de las partes 275
Es evidente que la exigencia de que el testigo acuda en todo caso al juicio oral va a encontrar como obstculo la propia
conducta de los delincuentes y sus colaboradores, que pueden
impedir dicha presencia, con lo que, a efectos de reproduccin
de declaraciones sumariales es razonable que se incluya como
motivo de imposibilidad de la presencia en el juicio oral el miedo
insuperable.
Otra cuestin es el valor que se puede dar a esta identificacin; a diferencia de la identificacin ratificada en juicio, no puede formar por s sola prueba de cargo suficiente para la condena.
En la citada STS de 5 de julio de 2000, (ToI273002), ~a lectura en
juicio oral de la declaracin e identificacin por parte de la vctima, tomada en consideracin junto con otros elementos de prueba (informe del forense y "testimonios perifricos": testificales de
personas que vieron a la vctima y acusado en momentos previos
a la agresin y a la vctima con posterioridad), 276 forma prueba
275
276
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174
278
"Por consiguiente, la declaracin testifical prestada en el sumario por quienes intervinieron en la rueda de reconocimiento ha de ser ratificada en el
acto del juicio oral, por no constituir la declaracin de los testigos una prueba
preconstituida de imposible reproduccin en dicho acto, corno reiteradamente
ha declarado este Tribunal (SSTC 10/1992,76/1993 y 93/1994). Y el eventual
recurso a la lectura del acta de declaracin sumarial corno prueba preconstituida, para que pueda hacerse valer corno prueba de cargo, tiene un carcter
excepcional y slo puede estar fundado en alguna grave causa justificativa,
de carcter absoluto u obstativo, que impida la declaracin personal del testigo. Pues de no existir tal justificacin habr que acudir a los mecanismos
de suspensin dispuestos en el arto 746.3 L.E.Crim., donde se ordena que
procede la suspensin del juicio cuando no comparezcan los testigos de cargo
ofrecidos por las partes" (STC 10/1992, fundamento jurdico 4. )".
La STS de 3 de abril de 1992, (Tol 400437), el Tribunal considera que la
falta de identificacin en el juicio oral por error en la comunicacin a la
testigo y la subsiguiente falta de contradiccin en eljuicio oral no impide la
condena basada nicamente en la identificacin sumarial ante el juez instructor, que surte todos sus efectos corno prueba de cargo: "jurisprudencia
del Tribunal Constitucional corno la de esta Sala, corno es bien sabido, han
declarado reiteradamente que, en principio, los nicos medios de prueba
vlidos para desvirtuar la presuncin de inocencia son los utilizados en
el juicio oral y los preconstituidos que sean de imposible o muy difcil reproduccin, siempre que en todo caso se hayan observado las garantas
necesarias para la defensa (v. s T.C. de 17 de junio de 1.986). No obstante,
en relacin con determinados supuestos en los que no comparecieron en el
acto del juicio los principales testigos de cargo, ha declarado el Tribunal
Constitucional que, en tales casos, se trata de compaginar la seriedad de lo
actuado sumarialmente, que no puede perder por tal condicin todo valor,
con el haz de garantas a que es acreedor el acusado de un hecho punible.
De tal modo que la consideracin corno prueba preconstituida realizada con
las debidas garantas y trada al juico oral que ha hecho el rgano judicial
de la identificacin indubitada del recurrente corno quien intervino en el
hecho criminoso no ha violado as su derecho a la presuncin de inocencia
(Y. s~ 124/1990); ya que un sistema que pondere adecuadamente tanto la
necesidad social de proteccin de bienes jurdicos esenciales, corno el haz
de garantas frente a posibles abusos de los ciudadanos, con independencia
de su posicin, ha de estar en condiciones de hacer valer la seriedad de
lo actuado por los rganos encargados de la represin penal, siempre que
lo actuado lo haya sido con pleno respeto a aquellas garantas (v. ss. T.C.
175
279
176
ningn inconveniente conocido y, desde luego, ninguna razn insuperable para que
el testigo dejara de comparecer". En consecuencia no resulta viable la transformacin
de lo que es testifical en documental, sin posibilidad de contradiccin real o efectiva,
sustrayendo, por otra parte, a la Sala sentenciadora la inmediac'ln de su prct'lca y, con
ello, la posibilidad de ejercer con plenitud la crtica del testimon'lo para su valoracin en
el acervo probatorio. No hacindolo as, el Juez y la Audiencia Provincial, privaron de
su nico soporte a la acusacin, dado que el imputado la neg totalmente y quebraron
la presuncin de inocencia sin elementos de juicio consistentes, violando as una de las
garantas ms importantes de cuantas componen el derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva, sin tacha de indefensin (art. 24 C.E.). "280.
280
281
177
Evidentemente, como se seala en esta Sentencia, no es posible dar validez en un proceso a una identificacin realizada en la
vista de otro proceso, ya que la debida contradiccin en el pleito
posterior sera imposible: el abogado del segundo pleito se encontrara con la imposibilidad de realizar preguntas al testigo
282
178
En este caso, el Tribunal Supremo entiende que la imposibilidad de reconocer al sujeto ya reconocido en diligencias sumariales no impide la eficacia de la prueba de reconocimiento.
El propio Tribunal no indica cmo una diligencia sumarial no
confirmada pasa a ser una prueba, pero entendemos que no es
que la diligencia sumarial sea prueba vlida, sino que la garanta
en la custodia del preso y su identidad permiten que la identificacin en juicio oral sea tcitamente emitida, o bien, que el Tribunal en su libre valoracin de la prueba considere la identificacin
sumarial correcta. En la STS de 28 de noviembre de 2003, (Tol
352424), se hace referencia a esta ltima posibilidad:
"incluso un reconocimiento dudoso en fase sumarial puede ser subsanado mediante uno inequivoco en el Plenario o viceversa cuando en la fase de instruccin se
ha producido una rueda de reconocimiento con todas las formalidades legales y el
reconociente no ha admitido dudas sobre la identidad del reconocido y en el Plenario
las suscita, el Tribunal, previa introduccin de dicha diligencia en el juicio oral, puede
acoger la que le ofrezca mayor verosimilitud".
En la STS de 2 de julio de 2004, (Tbl 483687), ante la incapacidad del testigo de reconocer a la acusada por el cambio operado
en ella, se le muestran fotografas de sta con su aspecto anterior,
a la que as reconoce indubitadamente. En este caso, el Tribunal
Supremo entiende que la identificacin ha sido correcta:
"El reconocimiento es claro y terminante, por lo que no es posible poner en duda la
valoracin realizada por la Sala. El Director de la entidad bancaria facilita una explicacin de por qu no puede reconocerla en el momento del juicio oral y lo justifica por su
cambio de aspecto fisico y de pelo. Sin embargo se le muestra la fotografia numero I y
mantiene el reconocimiento entonces efectuado".
179
283
"Ahora bien, esta doctrina general tiene como excepciones, de acuerdo con
una reiterada jurisprudencia constitucional, los actos de instruccin constitutivos de prueba sumarial anticipada y preconstituida, siempre y cuando
dichos actos de prueba se hayan obtenido con la estricta observancia de los
siguientes requisitos: a) material: que versen sobre hechos que, por su fugacidad, no puedan ser reproducidos el da de la celebracin del juicio oral;
b) subjetivo: que sean intervenidas por la nica autoridad dotada de la suficiente independencia para generar actos de prueba, como es el Juez de Instruccin, sin peJjuicio de que, por especiales razones de urgencia, tambin
est habilitada la polica judicial para recoger y custodiar los elementos del
cuerpo del delito; c) objetivo: que se garantice la contradiccin, para lo cual,
siempre que sea factible, se le ha de permitir a la defensa la posibilidad de
comparecer en la ejecucin de dicha prueba sumarial, a fin de que pueda
interrogar al testigo; d) formal: que el rgimen de ejecucin de la prueba
sumarial sea el mismo que el del juicio oral (diferencindose de este modo
los correlativos actos de investigacin en los que las preguntas a las partes
han de formularse a travs del Juez de Instruccin), as como que su objeto
sea introducido en dicho juicio pblico mediante la lectura de documentos,
la cual ha de posibilitar someter su contenido a la confrontacin de las
dems declaraciones de los intervinientes en el juicio oral eSSTC 217/1989,
de 21 de diciembre, FJ 3; 303/1993, de 25 de octubre, FJ 3; 36/1995, de 6 de
febrero, FJ 2; 200/1996, de 3 de diciembre, FJ 2; 40/1997, de 27 de febrero,
FJ 2; 153/1997, de 29 de septiembre, FJ 5; 49/1998, de 2 de marzo, FJ 2;
115/1998, de 1 de junio, FJ 2; 97/1999, de 31 de mayo, FJ 5; 72/2001, de 26
de marzo, FJ 3; 141/2001, de 18 de junio, FJ 4; 209/2001, de 22 de octubre,
FJ 4; 1212002, de 28 de enero, FJ 4)" eSTC 94/2002).
180
28,1
2H5
181
ALLEN28G que la exclusin slo afecta cuando la finalidad del testimonio de referencia no es probar los hechos afirmados, sino el
hecho de que se produjo la afirmacin, y apunta a que esta regla
puede tener los efectos ms perniciosos cuando se aplica respecto
de la prueba de descargo, y que, en la prctica, es frecuentemente
ignorada.
En la STC 7/1999 se entiende que puede ser prueba de cargo
el testimonio de referencia de los policas que presencian la identificacin, sin embargo, y, por s sola, no ser prueba de cargo
suficiente:
"en cuanto a la validez probatoria del testimonio de referencia de los funcionarios
policiales que presenciaron la identificacin fotogrfica del hoy recurrente, tiene igualmente establecido este Tribunal que slo ser admisible en supuestos de "situaciones
excepcionales de imposibilidad real y efectiva de obtener la declaracin del testigo
directo y principal" (STC 79/1994, fundamento juridico 4.), siendo medio de prueba
"poco recomendable, pues en muchos casos supone eludir el oportuno debate sobre la
realidad misma de los hechos y el dar valor a los dichos de personas que no han comparecido en el proceso" (STC 217/1989). Concl uyendo que "la prueba testifical indirecta
nunca puede llegar a desplazar o sustituir totalmente la prueba testifical directa, salvo
en los casos de prueba sumarial anticipada o de imposibilidad material de comparecencia del testigo presencial a la llamada al juicio oral" (STC 303/1993, fundamento jurdico
7.). En este punto, nos sigue diciendo la STC 35/1995, fundamento jurdico 3., y reitera
la STC 131/1997, fundamento jurdico 2., este Tribunal sigue el canon hermenutico
proporcionado por el rE.D.H., que tiene declarado contrario al arto 6 del Convenio la
sustitucin del testigo directo por el indirecto sin causa legtima que justifique la inasistencia de aqul al juicio oral, por cuanto, de un lado, priva al Tribunal sentenciador de
286
182
287
183
No se ofrece un trmite en el que se realice un juicio de admisibilidad de la prueba basada en su fiabilidad y suficiencia, adems
de en su licitud, siendo conveniente la introduccin de un verdadero incidente de admisin.
Adems, segn la misma Sentencia 283/1994, son dos cuestiones las que han de quedar probadas para condenar al acusado:
por una parte, la identidad del agresor, y, por otra parte, los hechos delictivos:
si la presuncin de inocencia queda desvirtuada en el proceso penal cuando ha
existido una suficiente actividad probatoria de cargo (SSTC 36/1983, 62/1985, 5/1989
Y 138/1990, entre otras muchas), para ello es necesario que la prueba practicada evi-
289
En la STC 283/1994 se anula la condena basada en la identificacin sumarial sin ratificacin en el juicio oral y en la tenencia del acusado de una
pistola simulada que podra ser la que utiliz en el robo.
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290
291
STC 10/1992. En dicha Sentencia se anula la condena basada en la identificacin sumarial sin ratificacin en juicio oral, al que no acudi la vctima
testigo, pero no por la falta de ratificacin de la identificacin -puesto que
el Tribunal entiende que la prueba de la identificacin del imputado es
suficiente-, sino por insuficiencia de esta identificacin como prueba de
cargo.
En la STS de 31 de enero de 1991, (7'ol457133) se rechaza el testimonio de
la madre de la vctima del robo, de 4 aos de edad, en el que confirmaba
la identificacin del acusado, por basarse en una identificacin ilegal en la
fase de instruccin. Entiende el TS que el testimonio de referencia no puede
tener como referente una diligencia ilegal, y que por lo tanto, el testimonio
en el juicio oral no es vlido. Distingue dicha Sentencia entre prueba directa y prueba indiciaria, considerando que la prueba de testigos siempre es
185
directa, y nunca indiciaria: "Cuando, pese a todo, llegada la hora del juicio
no sea posible la declaracin del testigo directo cabe acudir al de referencia
cuya verosimilitud ha de apreciar el Tribunal de instancia con la libertad
de criterio que la Ley le concede, debiendo advertirse en este punto que no
se trata de un supuesto de prueba de indicios o indirecta, sino de prueba
directa como lo es siempre la prueba testifical, por ms que en este caso
el valor no se encuentre en el propio testimonio de quien declara sino en
la credibilidad de ste por la referencia que hace a aquel otro en el que se
apoya. Se puede hablar de testimonio indirecto o de prueba de testigos indirecta, pero no de prueba de indicios". As, prueba indiciaria (circumstantial
evidencel es la que prueba un hecho que no es en s mismo un hecho debatido, sino que es un hecho de cuya existencia o no existencia se puede inferir
la existencia o inexistencia del hecho debatido (ALLEN, Practical guide to
evidence, cit., pg. 22.). Como apunta GASCN INCHAUSTI, Prueba sobre prueba ... , cit., pg. 21, el objeto de la prueba en el proceso penal es ms
amplio que el del objeto del proceso.
186
"... el reconocimiento por la vctima del acusado como nica prueba de cargo, tambin ha sido admitida con reiteracin con suficiente aptitud para enervar la presuncin
de inocencia, con independencia de los criterios funcionales o referencias que deben
ser tenidas en cuenta en su apreciacin ... "
187
cado no sea el agresor; la prueba de reconocimiento no es segura. Al igual que el Tribunal Constitucional nos previene sobre la
declaracin del coimputado o del testigo de referencia, debera
hacer lo pr{)pio con la identificacin del imputado previamente
desconocido.
Entendemos que la identificacin, incluso en el caso de producirse la confirmacin en el juicio oral de la identidad del acusado,
no debe ser clasificada como prueba de cargo, es decir, que la
prueba de identificacin habr de concurrir con otras para obtenerse la condena, y ello basado en la alta posibilidad de error en
la identificacin incluso en el caso de que el testigo sea honesto.
Hemos enumerado factores que pueden influir en la capacidad
de identificacin del testigo, pero, adems, en el caso de que el
testigo tenga una buena memoria y las circunstancias no hayan
empeorado sus capacidades, la posibilidad de que el sospechoso
y el verdadero culpable se parezcan es una realidad que no podemos ignorar. No hay ms que recordar el caso Tommouhi o el ms
reciente caso del abogado gallego Jos Manuel Rodrguez Daz,
que era acusado de robos a entidades bancarias y que opt por
comparecer ante notario constantemente para acreditar que no
era el delincuente 292
En estos casos, sera conveniente un debate profundo sobre
las circunstancias de la identificacin y de las aportaciones de
la psicologa del testimonio, tal como propone RATTNER en el
sistema norteamericano, con el fin de determinar el grado de adecuacin, validez y confianza que pueda ofrecer el testimonio en
concret0293 Entendemos que para el caso de que la identidad del
acusado fuera debatida, el testimonio identificndolo tiene el valor de un indicio, por 10 que para llegar a la condena ser precisa
la corroboracin por otros indicios o pruebas.
292
293
Vid. reportaje sobre ambos casos en "El quinto por la izquierda" emitido por
Documentos TV el 18 de junio de 2008 en www.rtve.es
RATTNER, Arye; Convicted but innocent: wrongful conviction and the criminal justice system, en Law and Human Behavior nO. 12, 1988, pg. 292,
se refiere a una sesin previa especial sobre toda la informacin relativa
al testimonio para decidir la adecuacin, validez y confianza que ofrece la
identificacin del testigo.
188
a) El error judicial
La mayora de los errores judiciales de nuestro tiempo se basan en una identificacin errnea 295 ; los falsos recuerdos, la sugestin o la autosugestin son factores que influyen en el testigo
de forma subrepticia, y que en muchas ocasiones no son valorados por el juzgador, ya sea profesional o 1eg0296 .
295
~96
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297
298
190
299
:lOO
:J01
302
303
:lOI
PACKER, H.L.; The limits of the criminal sanction; California, 1968, cit.
por RATTNER, Convicted but nnocent. .. , cit., pg. 292.
LOFTON, Justice and the press, Bastan, 1966, y MERTON, R.K., Social
theory and social structure, New York, 1957, cit por RATTNER, Convicted ... , cit. pg. 29l.
RATTNER, Convicted but innocent ... , cit., pg. 291.
RATTNER; Convicted but innocent ... , cit., pg. 291.
LASKER, Possible procedural safeguards ... , cit., pg. 553.
BORTEK, Daina; Pleas for DNA testing: why lawmakers should amend
state post-conviction dna testng statutes to apply to prisoners who pled
191
305
192
;J07
193
194
En el sistema norteamericano, donde se observa cierta preocupacin por subsanar los errores que se hubiesen podido cometer en el enjuiciamiento penal, se est generalizando la solicitud
de revisin de los asuntos ya terminados.
Las vas en Estados Unidos para la revisin de la condena,
una vez obtenida la nueva prueba, son el inicio de la investigacin por parte del Fiscal, o bien por parte de los Tribunales, que
a su vez pueden poner en marcha un proceso de revisin con un
nuevo juicio, o bien un habeas corpus por violacin de un derecho
constitucional, concretamente el derecho a un proceso debido.
U na vez instituido en cada Estado un estatuto sobre post-conviction, este procedimiento ser el ms simple3 10
Al no existir este proceso de revisin, los diferentes Estados
han desarrollado una normativa ad hoc que permite, en determinados casos, solicitar la reapertura de las diligencias de investigacin, ya cerradas tras la condena, con el fin de realizar anlisis
de ADN al condenado y a los restos pertenecientes al lugar de los
hechos 311 .
En Estados Unidos ha surgido un problema en tanto que muchas de las normas estatales excluyen la revisin cuando el acusado se ha confesado culpable, y, dado, que el sistema favorece la
confesin, ya que es el requisito previo para llegar a un acuerdo
con la acusacin, existen numerosos casos de personas que han
accedido a confesarse culpables para llegar al acuerdo y que desearan someterse al examen de ADN pero que son excluidas por
la legislacin estatal.
Ha de tenerse en cuenta, adems, la gran incidencia del plea
bargain, de un 90%, y la gran evidencia de que mucha gente inocente se confiesa culpable por no poder asumir la eventualidad
de la grave condena que se podra producir, y que en algunos ca-
310
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~1l7
Stovall v. Denno, 388 US 293 (1967). En este caso, el imputado fue identificado por la mujer de la vctima, que se encontraba en el hospital recuperndose de las lesiones que se le produjeron en la agresin. El alto Tribunal
estableci que el reconocimiento, tal como se hizo, es rechazable: sin la
presencia del abogado del imputado, se hizo el reconocimiento llevando al
imputado a la habitacin del hospital de la sra. Denno, y hacindolos pasar
uno por uno (show-up one on one). El Tribunal considera que dicha identificacin "fue innecesariamente sugestiva y conducente a una identificacin
errnea irreparable que vulnera el derecho al proceso debido".
MALKIN KOOSED, The proponed Innocence Protection Act ... , cit., pg.
313. A raz de la sentencia Manson v. Brathwaite 432 US 98 (1977), la exclusin de las identificiaciones "sugerentes y conducentes a un error irreparable" se suaviz, por exigencias sociales, principalmente. La identificacin
"fuera de los tribunales", excluda segn la doctrina de Stovall v. Denno,
pasa a ser admisible.
Se apunta en la Sentencia Neil v. Biggers que el proceso debido se vulnera por una identificacin como la del caso Foster v. California: "The only
case to date in which this Court has found identification procedures to be
violative of due process is Foster v. California, 394 U.S. 440, 442 (1969).
There, the witness failed to identify Foster the first time he confronted
him, despite a suggestive lineup. The police then arranged a showup, at
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324
LVAREZ ALARCN, Arturo; El reconocimiento del imputado en la reforma del proceso penal, en Revista Vasca de Derecho Procesal y Arbitraje,
Tomo 1, Octubre de 1989, cuaderno 4, pg. 1156.
200
325
Nos seguimos refiriendo a los conocimientos sobre identificacin, y no a informes sobre credibilidad. CALVO CABELLO, Jos Lus; La valoracin de
la prueba en el juicio oral, en La prueba en el proceso penal, II, Cuadernos
de Derecho Judicial, 1996, pg. 443 se refiere a poca fiabilidad de informes
psicolgicos para la evaluacin de la credibilidad del testimonio, que entendemos puede tener relevancia en cuanto al testimonio de nios, pero no de
jvenes ni adultos.
201
ronda preguntas relativas a los factores que influyen en la memoria en el caso concreto, o incluso en generaP26. La ltima ronda,
del proponente, tiene como finalidad restaurar la credibilidad del
testigo.
En segundo lugar, se establecen lmites jurisprudenciales, como el rechazo del valor de la identificacin realizada sin la presencia del abogado, as como de las identificaciones sugestivas.
El Tribunal Supremo estadounidense ha establecido adems
criterios de valoracin de la identificacin: los Neil vs. Biggers
criteria.
Los Neils vs. Biggers criteria327 son el tiempo de exposicin del
testigo al identificado, el grado de atencin del testigo, la exactitud de la descripcin previa realizada por el testigo, el nivel de
seguridad del testigo en la identificacin y el intervalo de retencin, es decir, el tiempo transcurrido entre el crimen y la identificacin.
La valoracin de estos criterios por la doctrina es que son parcialmente consistentes, y que, sobre todo, el tiempo de exposicin
y el intervalo de retencin son los valores que han de tenerse en
cuenta. Son rechazados por la doctrina los factores de la descripcin del imputado y la confianza del testig0 328 .
Por ltimo, en algunos tribunales norteamericanos el Juez remite a los jurados unas instrucciones (judicial instructions) relativas al testimonio de los testigos, lo que debera tener el efecto
de suplementar el trabajo de cross-examination, es la llamada
326
327
328
202
329
:1;10
Seala PENROD, Eyewitness ... , cit., pg. 52, que las instrucciones slo
incluyen algunos factores, y que no explica el impacto que tienen en la memoria o en la seguridad en la identificacin, y que algunos de los factores
son de relevancia cuestionable, por ejemplo, la importancia de la "fuerza de
la identificacin" o la confianza del testigo.
MONARAN, John y WALKER, Laurens; Social Science Research in Law,
en Psychology and Law, American Psychologist, junio 1988, pg. 467.
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PENROD y
PENROD y
PENROD y
Ibidem
PENROD y
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212
Estas instrucciones no contienen referencias sobre la dificultad aadida de identificacin entre diferentes razas, por lo que,
segn DILLICKRATH, se permite que los Jueces ofrezcan alguna instruccin en este sentid0 358 .
Parte de la doctrina apunta la dbil eficacia de este tipo de
instruccin en la valoracin de la identificacin por parte de los
Jurados, si bien puede ser una medida preventiva la generalizacin de este tipo de instrucciones en los casos en los que la
identificacin sea un hecho controvertido, en los que RATTNER
apunta podra ser una medida alternativa al informe de los expertos sobre el testimoni0 359 .
En el mismo sentido, considera DILLICKRATH que el Juez es
capaz de proveer de gran parte de la informacin disponible va
experto a travs de las instrucciones, de forma que no se otorga
a las directrices el nivel de autoridad que el informe del experto
puede imponer a los jurados. En este sentido, se hace eco de la
instruccin expresa que en caso State v. Small dio el Juez a los
Jurados para atemperar el efecto del informe del Profesor Penrod 360 .
La American Bar Association destaca que entre las instrucciones al jurado se incluyen a menudo referencias a la transferencia
inconsciente, sin embargo no van acompaadas de explicaciones
referentes al caso concret0 361 .
En cuanto a la aplicabilidad de esta figura en el sistema espaol, no existe una instruccin que el Juez tenga que dar al
Jurado en cuanto a la valoracin de la prueba testifical o de la
i den tificacin.
213
362
3(i3
:364
214
36,
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220
376
377
DILLICKRATH, Expert testimony on eyewitness ... , cit. pg. 1097 se refiere, en cuanto al Derecho estadounidense, a que en los "closing arguments"
el abogado puede educar al jurado en cuanto a cmo algunos factores pueden afectar a la identificacin, vinculndolos a las respuestas obtenidas en
la cross-examination.
ASENCIO MELLADO, Jos Mara; La intervencin de la defensa en la fase
de instruccin, en Revista de Derecho Procesal, 1997, nO. 1, pg. 41.
221
VOZ 378 ,
378
~179
:]80
.181
382
383
222
En lo que toca a la especialidad de este tipo de informes respecto de los criterios generales sobre prueba pericial ha de destacarse que este tipo de pruebas puede realizarse por un solo perito,
cuando se trata de los Laboratorios oficiales, como se apunta por
la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional. As, la STS de 14 de enero de 2003, (Tol 265576):
"Debe sealarse -como en otras muchas ocasiones ha declarado esta Sala- que
no toda irregularidad procesal supone automticamente un quebranto de orden constitucional, y que en el concreto punto cuestionado por el recurrente, la exigencia de dos
peritos se encuentra matizada por la misma Ley no slo cuando en el propio precepto
procesal se admite la excepcin consignada en su segundo prrafo, sino cuando para
el Procedimiento Abreviado se admite la prctica de la pericia por un solo perito (arts.
785.7 y 793.5.2), lo que pone de manifiesto la relatividad de tal exigencia, relatividad
que incluso para el procedimiento ordinario ha sido subrayada por la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional y de esta misma Sala de casacin al admitir en
determinadas ocasiones los peritajes efectuados por un solo especialista perteneciente
a Organismos Pblicos y Centros Oficiales".
ca" y su valoracin judicial, en Diario La Ley, 1999, ret". D-23, Tomo 1, pg.
6.
223
384
38.5
PEDRAZ PENALVA, EITlesto; Valoracin de los informes periciales. Reflexiones crticas sobre la jurisprudencia del TS y TC, en Actualidad Ju
rdica Aranzadi, n. 126, 25 de noviembre de 1993, pg. 5, -que adems
critica la conversin de estos informes, desde la ptica jurisprudencial, como de prueba documental- yen el mismo sentido MORA SNCHEZ, Juan
Miguel; Aspectos sustantivos y procesales de la tecnologa del ADN, Granada: 2002, pg. 233, FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg.
136 Y DE DIEGO DEZ, Lus Alfredo; Sobre la ratificacin de los informes
periciales dactiloscpicos: Una visin jurisprudiencial, Revista del Poder
Judicial; nO. 61, 2001, pgs 217 y ss.
FERNNDEZ GARCA, La elaboracin ... , cit., pg. 136 Y 137, que cita las
SSTS de 30 de mayo y 10 de septiembre de 1997 y STS de 8 de febrero de
1994 para el informe del extranjero.
224
225
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387
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.190
:191
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~196
229
397
D. CUADRO DE CONCLUSIONES
Consideramos que la prueba de testigos, concretamente la
identificacin del imputado, ha de ser analizada de forma exhaustiva y desde el prisma de la psicologa del testimonio, adems de
por la sana crtica, en el momento de la valoracin.
Entendemos que es preferible realizar los mnimos intentos
posibles de identificacin del imputado, sobre todo en fase policial, con el fin de evitar la contaminacin de la identificacin y el
consecuente efecto compromiso.
Han de evitarse en lo posible las identificaciones fotogrficas
previas a la rueda, por la contaminacin que pueden producir, y
la poca seguridad que ofrecen.
Han de proscribirse las identificaciones fotogrficas en base a
unas pocas fotos (rueda de fotos) por su alto nivel sugestivo.
Ha de proscribirse la identificacin del imputado a travs de
la exhibicin de ste al testigo.
Las ruedas de reconocimiento han de hacerse ante la autoridad judicial, o, de modificarse la ley y establecerse las caractersticas de la diligencia policial, ante la polica o el Ministerio
Fiscal y siempre ante el abogado defensor, documentndose grficamente.
Entendemos que las diligencias policiales de contenido sugestivo contaminan las posteriores identificaciones, por lo que dichas identificaciones, incluso las producidas en el juicio oral, han
de eliminarse por ser prueba prohibida, al conculcar el derecho a
un proceso con todas las garantas.
Las ruedas de reconocimiento, para ser realizadas con todas
las garantas, han de respetar, adems de los requerimientos de
la Lecrim., siendo inexcusable la presencia de letrado, otros requisitos,
un nmero no inferior a cinco distractores,
que stos tengan similitud fsica con la descripcin originana,
232
que la prueba sea preparada por una persona que desconozca al sospechoso, y en base a la descripcin por la vctima,
que se realicen ruedas en blanco antes o despus de la que
contenga al sospechoso, o que, preferiblemente, la rueda
sea secuencial,
que el testigo sea avisado de que el imputado puede estar
o no en la rueda, de que no es necesario que haga ninguna
identificacin y de que el imputado no puede verlo,
que los distractores puedan ser aportados por la defensa,
como es frecuente,
que el testigo afirme su grado de certeza (si bien como hemos argumentado, este dato no tiene relacin con la exactitud de la identificacin),
si el imputado no quiere participar en la rueda, se realizarn grabaciones o fotografas, hacindose la rueda a partir
de ellas, como forma alternativa y excepcional.
Entendemos que los informes sobre fiabilidad del testimonio
se pueden introducir como prueba pericial, dado que se aportan
mximas de experiencia para interpretar hechos, de las que el
juez o los jurados carecen, y, que, por otra parte, se realiza en
ellos un estudio particular de la fiabilidad de la identificacin.
Sera conveniente, adems, la introduccin de mayores posibilidades de contradiccin del testimonio, a travs de la modificacin legislativa que instaurara un verdadero sistema de interrogatorio cruzado.
Tambin es conveniente y admisible legalmente que el Juez
introduzca en las instrucciones al Jurado informacin general
sobre la psicologa del testimonio.
Entendemos que debera establecerse un trmite previo aljuicio de admisibilidad de la prueba basada en su legalidad, pertinencia y suficiencia.
La identificacin sugestiva o realizada sin garantas en la instruccin ha de ser calificada como ilegal, por vulnerar el derecho
al proceso debido. Adems, impedira una identificacin en el juicio, por su efecto contaminante.
233
Las exigencias jurisprudenciales del Tribunal Supremo de ausencia de incredibilidad, verosimilitud y persistencia en la incriminacin son insuficientes, as como las del Tribunal Constitucional sobre la corroboracin en el juicio oral y prueba del hecho
punible. Entendemos que para el caso de que la identidad del
acusado fu~ra debatida, el testimonio identificndolo no puede
tener valor de prueba de cargo, por lo que para llegar a la condena ser precisa la corroboracin por otros elementos de prueba.
El sistema de revisin espaol es muy poco flexible; no permite, para el caso de que exista un alto grado de duda de la culpabilidad, la revisin del proceso. Sera conveniente su flexibilizacin
por el legislador y permitir la revisin ante la probabilidad de
error en la sentencia.
En lo que toca a los informes periciales sobre ADN, huellas
voz, entendemos que es conveniente su regulacin pormenorizada por la Ley, tanto en lo relativo al procedimiento de toma de
muestras como de almacenamiento, estudio y comparacin de stas y los resultados.
La rueda de voces ha de ser excluida, salvo en casos muyespeciales de personas especialmente sensibles y con capacidad probada. Por el contrario, el anlisis de la voz a travs de mtodos
cientficos es ms conveniente y fiable.
Las bases de datos para la comparacin, en el caso de ADN
y huellas, deben ser reguladas exhaustivamente, en especial lo
atinente a la conservacin de perfiles de menores de edad, y la
bsqueda de coincidencias para familiares.
Para la toma de muestras de ADN autorizadas judicialmente
del artculo 363 Lecrim., consideramos que eS posible el uso de la
fuerza para el caso de la no cooperacin del imputado, siempre
siguiendo las directrices del citado artculo de proporcionalidad
y razonabilidad, y como ltimo recurso, si bien es conveniente y
necesaria la regulacin del recurso a la fuerza.
Consideramos que es posible la toma de muestras de ADN del
lugar del crimen, as como de restos abandonados, sin necesidad
de autorizacin judicial, si bien, para garantizar su utilidad, en
tanto no sea regulada esta diligencia, ser conveniente la autorizacin judicial para el anlisis y comparacin de las muestras.
234
Entendemos dudosa la posibilidad de que familiares de sospechosos o imputados puedan ser obligados a colaborar en la
entrega de las muestras para el anlisis de ADN por no existir
previsin legislativa al efecto; la posibilidad de autorizar la toma
de la muestra siguiendo los parmetros del principio de proporcionalidad hace de difcil admisin este tipo de tomas.
Las tomas de muestras entre no imputados slo pueden partir
de su voluntad, siendo rechazable el tipo de prcticas del sistema anglosajn de recogida de muestras generalizado, y ello por
la falta del carcter de sospechoso de los miembros del grupo y
por la difcil compatibilizacin con las exigencias del principio de
proporcionalidad.
Se presenta como urgente la regulacin de la forma de analizar el ADN, en el sentido de que se restrinja a los marcadores
del ADN no codificante para las muestras indubitadas (las de
las personas identificadas), mientras que no debiera establecerse
limitacin en cuanto al estudio gentico de muestras abandonadas en el lugar del crimen, cuyo resultado (en su parte relativa
al ADN codificante) habra de ser eliminado una vez localizado
el sujeto.
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