Biografía Del Cerebro

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B I O G R A F A D E L

C E R E B R O
F R E D E R I C K

T I L N E Y

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO I
NUESTROS PRIMITIVOS ANTEPASADOS
ORIGEN Y PRINCIPIOS DEL CEREBRO
Una biografa digna de tal nombre debe remontarse necesariamente a los orgenes del asunto
que trata. Veamos, pues, cmo ha nacido el cerebro.
Es ste un rgano tan importante que, escribiendo
su historia, se escribe tambin la de la gnesis del
hombre. Si para crear al hombre hubiese sido necesario un milagro, tambin lo habra sido para crear
el cerebro.
Pero dejemos los milagros, tanto ms cuanto
que nadie :puede obligarnos a creer que el universo
y todo lo existente ha tenido origen en ellos. Existe
otra hiptesis igualmente posible y racional, segn la
cual tanto el hombre como cualquier otro aspecto
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actual de la naturaleza han sido plasmados por ese


proceso de mutacin continua y de desarrollo progresivo que se llama evolucin. Y esto podemos
aceptarlo fcilmente gracias a la solidez de las bases
en que se funda. Los hechos esenciales de la historia
de la creacin han sido revelados por la astronoma,
la geologa, la biologa, la qumica y otras ciencias
que tienen relacin con la humanidad. Cualquier
otra interpretacin debera ignorar o desconocer
verdades tan convincentes como las que nos brindan estas ciencias. Confimonos a ellas y dirijamos
nuestra mente a los orgenes del cerebro.

FORMAS PRIMITIVAS DE LA VIDA


ANIMAL
El comienzo de la vida en nuestro planeta ha sido de una simplicidad desconcertante. Los animales
primitivos, aunque ptimamente dotados, carecan
de verdaderos rganos. No exista en ellos, por
ejemplo, un rgano que pudiera considerarse estmago, corazn, pulmn o rin, y mucho menos un
rgano, que se asemejase, siquiera remotamente, a
un cerebro. La compleja funcin que se denomina
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vida, radicaba en una clula tan pequea que no se


perciba a simple vista. Cada una de esas clulas era
autnoma: se bastaba a s misma. Cada una deba
desempear su papel, que consista en un programa
mnimo, pues se limitaba a procurarse los alimentos
necesarios y a cumplir esa mnima actividad qumica
que exigan la digestin y la eliminacin de los residuos. Cumplida esta importante funcin se le presentaba otra: la de la reproduccin, a fin de que la
especie no se extinguiera. Este ltimo hecho coronaba su existencia y constitua, por as decir, su etapa heroica, pues inmortalizaba a la especie.
Entre los animales todava existentes, la ameba
nos ofrece un excelente ejemplo de esa vida simplsima. Este microorganismo parece destinado a perpetuar las tradiciones primordiales de lo que fue la
vida en sus remotsimos comienzos. Toda su existencia se desarrolla en una sola clula, de microscpica pequeez, que le sirve a un tiempo de oficina y
de laboratorio. Nada hay en su estructura que pueda
hacer pensar en un rgano, en un eventual perfeccionamiento, en una posibilidad cualquiera de futuro desarrollo. Si una ameba tuviera rbol
genealgico, veramos una fila ininterrumpida de
antepasados idnticos a ella; y si siguiramos su des5

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cendencia, no se advertira ninguna esperanza de


mejoramiento. A lo sumo podra llegar a ese estado
algo ms especializado que caracteriza hoy a algunos
semejantes suyos, dotados de cilias vibrtiles y retrctiles con las que efectan sus movimientos.
Perspectiva de la cual poco podra enorgullecerse la
pobre ameba!

LOS SERES ANIMALES MAS COMUNES


EN LOS ALBORES DE LA VIDA
En la historia, en verdad muy larga de estos pequeos seres, se han producido hechos interesantsimos aun desde nuestro punto de vista. Algunos
momentos de estas simples existencias han tenido
su lado dramtico: momentos en los cuales su vida,
habitualmente tan montona, ha experimentado
una variacin emocionante, atravesando fases verdaderamente crticas.
Nuestra ameba vivio dramas de esta especie
cuando se arriesg a penetrar en el cuerpo de otro
animal, convirtindose, por necesidad, en su parsito. Este puede ser otro animal de volumen mucho
mayor, o, desgraciadamente, el hombre mismo.
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Existe, en efecto, cierta ameba sin ninguna pretensin (amoeba-histolytica) que si logra penetrar en el
intestino del hombre provoca una disentera, precisamente llamada de ameba, que puede producir
abscesos en el hgado. Otro animal unicelular (tripanosoma gambiense), que vive en la sangre de ciertas
ovejas, se traslada a veces al hombre por medio de
la mosca tsets, y produce esa enfermedad fatal que
se llama "del sueo". Se cuentan por centenas de
millares por ao las vctimas de estos seres microscpicos. En el Africa tropical el flagelo que ellos
causan asuela una zona cuya extensin es superior a
un milln y medio de kilmetros cuadrados. Sumadas todas las enfermedades que se conocen en el
mundo, no matan a tanta gente como la que muere
en esa desdichada regin a causa de la enfermedad
del sueo. En algunos lugares el porcentaje de personas atacadas oscila entre el cinco y el setenta por
ciento.
El plasmodium malariae es otro unicelular que tiene un ciclo funcional mejor conocido an; nace a
menudo en el mosquito anofeles y es inyectado por
ste en la sangre del hombre. Determina esa serie de
hechos patolgicos (escalofros, fiebres, sudores
copiosos, etc.) caractersticos de la malaria. Por eso
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puede pensarse en una justicia compensadora cuando, en algunas curaciones modernsimas, se inyecta
ese microbio en la sangre humana para reparar los
daos ocasionados por otro microorganismo, la espiroqueta plida, que produce la sfilis. La espiroqueta
es a menudo causa de alteraciones que destruyen el
cerebro humano a travs de una enfermedad llamada parlisis progresiva. Muchos otros protozoarios
son parsitos, pero, por lo general, estos microorganismos vivieron y viven an una vida muy simple
sin provocar daos a otros.
A pesar de su aparente simplicidad de estructura
y de vida, estos animales infinitesimales (como, por
lo dems, todo en el mundo) han estado sometidos
al influjo de continuas mutaciones. Su reaccin a
esta influencia ha sido distinta segn los casos. Varias veces, y por muchas generaciones seguidas, sus
elementos constitutivos se combinaron entre s de
mil maneras diferentes, lo que ha llevado a modificaciones radicales en su estructura. Estos cambios
se manifestaron con frecuencia ventajosos para su
progreso, y han contribuido a la creacin de formas
de vida menos rudimentarias. Otras veces ha ocurrido que estos cambios han sido intiles o francamente regresivos. Conviene sealar ahora que han
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sido justamente ciertas modificaciones evolutivas de


estos seres primitivos las que han tenido grandsima
importancia para el origen del cerebro.
No haba en un principio el menor indicio de
este rgano, pero no tardaron en manifestarse algunas adaptaciones de la materia viva dirigidas precisamente a crearlo.

CAMBIOS CRITICOS EN LA VIDA ANIMAL


Con el transcurso del tiempo ocurrieron cambios crticos en el rudimentario esquema de la vida
animal, cambios que a veces fueron verdaderos perfeccionamientos. Algunos de esos organismos unicelulares, cuando lo permitieron las circunstancias,
empezaron a vivir en colonias, es decir, en estrecho
contacto con otros semejantes. As fueron obligados a renunciar a sus costumbres originarias, que
eran simples e independientes. Lo que cimentaba
semejante unin (harto dbil, por lo dems) era su
misma sustancia vital, el protoplasma. Este hecho
constituy un importantsimo paso hacia adelante.
En algunos casos dio lugar a relaciones completamente nuevas entre estos seres y su mundo. Natu9

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ralmente, viviendo en colonias, cada una de estas


clulas perdi, en cuanto ser individual, gran parte
de su independencia. Los intereses del individuo
celular se convirtieron, por lo menos hasta cierto
punto, en los intereses del grupo que integraba. Si
como clula separada haba gozado de absoluta autonoma e independencia, le tocaba ahora someterse
a las necesidades y tendencias de sus vecinas.
Semejante estado de cosas existe todava, y lo
podemos hallar precisamente en las conocidas colonias de protozoarios. .
Ms que por las ventajas de una existencia comn, esta etapa puede considerarse crtica por otra
razn importantsima: porque introdujo por primera
vez un principio de diversificacin que sirvi para
dividir en clases la colonia y para hacer posible una
reparticin de tareas. Una parte de las clulas unitarias fue a establecerse en la superficie exterior de la
colonia. Otras, en cambio, se agruparon en el interior, formndose as las clulas externas y las internas. Este hecho, aparentemente tan simple, haba de
provocar consecuencias de gran alcance, porque
estableca una marcada diferencia en las responsabilidades de las dos grandes clases. Las clulas externas se pusieron rpidamente en contacto directo
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con el mundo exterior, puesto que estaban muy


prximas al agua, a la luz, y a todas esas sustancias
qumicas que provea el exterior para las necesidades
de su existencia. Y se asemejaban un poco a los
centinelas avanzados de las fronteras del campo para defender a la colonia de cualquier influencia adversa; es decir, comparables a las primeras lneas de
un ejrcito que ataca en la lucha por la vida, tenan
la misin de las forrajeras: procurar el sustento.
Misin diversa era la de las clulas internas.
Como su contacto con el mundo exterior era ya solamente indirecto (pues casi siempre se produca a
travs de las clulas externas), deban atender los
trabajos interiores, tambin indispensables para la
existencia y el funcionamiento de la colonia. Por eso
se convirtieron en clulas germinativas, destinadas a
perpetuar la especie. Disposicin sta que represent una verdadera evolucin, y lo fue sobre todo
porque ech las bases sobre las cual haban de realizarse despus todos los grandes procesos evolutivos
del mundo animal. Fue tambin, desde cierto punto
de vista, una profeca, porque anunci el advenimiento de esos seres que siguieron a los protozoarios: los metazoarios. Estos (que siguieron a las
formas primitivas de la vida animal) habran estado
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dotados de un cuerpo con clulas exteriores especialmente dedicadas a la lucha por la existencia,
mientras que sus clulas interiores habran estado
destinadas a las funciones esenciales de la vida, como la digestin, la asimilacin y la circulacin.
Mucho se beneficiaron las clulas con esta subdivisin en clases, dando origen a nuevos modos de
existencia ms ventajosos para la economa general
y para la distribucin del trabajo fisiolgico. Las diversas partes de la colonia tenan ahora funciones
bien definidas. Algunas servan para los desplazamientos del cuerpo, otras para la digestin de los
alimentos, para la eliminacin de los residuos, para
la respiracin, la circulacin, y finalmente para la
reproduccin. Como consecuencia, la distribucin
del trabajo fisiolgico llev a la formacin de un
cuerpo constituido por rganos diversos, cada uno
de los cuales deba responder a la particular misin
que se le haba encomendado.
Ejemplo elocuentsimo de la etapa inicial de esta
distribucin del trabajo fisiolgico, lo ofrece el
"volvox globator", un protozoario que existe todava y que vive en colonias. La mayor parte de sus
clulas est agrupada en el exterior, formando una
especie de cuerpo esfrico hueco. Cada clula est
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dotada de diminutas excrecencias capilares llamadas


cilias o flagelos que, con su continuo movimiento,
sirven para hacer girar al animal en el agua cual si
fuera una pelota de goma.
Este movimiento le permite encontrar su alimento, y tambin le permite huir cuando un peligro
le amenaza. No todas las clulas del "volvox" estn
en el exterior. Algunas, en efecto, permanecen en el
interior, y estn destinadas a la generacin.
A esta altura del proceso, aun cuando hayan
transcurrido millones de aos de evolucin biolgica, no existe todava el cerebro, ni nada que aun
remotamente se le asemeje. Sin embargo existan, y
eran ya activas, esas fuerzas oscuras que por fin lo
procrearon. Desgraciadamente, los hombres de hoy
noshallamos a una distancia temporal tan ilimitada
de aquella faseparticular de la existencia, que no estamos en condiciones devalorizar las fuerzas de que
hablamos con la precisin necesaria. Debemos creer, sin embargo, que esos impulsos existieron potencialmente, y, aun admitiendo que fueran
tenusimos, podemos compararlos con aquellos hilitos de luz que, en el amanecer, anuncian al sol.
Semejanza sta que podra hacer concebir al cerebro
como un verdadero sol, destinado a nacer en el ho13

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rizonte de la vida animal y a brillar soberano en los


caminos del progreso. El resto de la presente biografa nos dir precisamente si esta semejanza es
legtima o arbitraria. La influencia predominante de
las fuerzas que dieron origen al cerebro resulta claramente de una manifestacin tpica y, al parecer
como consecuencia directa de la divisin de las clulas en clases, causa primera, a su vez, de la divisin
del trabajo fisiolgico. Cuando esta influencia comenz a hacer sentir su accin, se produjo un solo
paso ulterior (tambin crtico) para poner en movimiento al ciclo de hechos que condujo a la formacin del cerebro. La etapa a que nos referimos est
representada por la aparicin de las esponjas (los
porforos), que son los animales metazoicos ms
simples. Estos se distinguan de los protozoarios
(aun de los que vivan en colonias) por la ms compleja estructura orgnica de su cuerpo. Las clulas
individuales que haban contribuido a formar la esponja, haban perdido casi por completo su independencia de otrora. Incorporada a un nico
individuo vivo, cada clula estaba subordinada a los
intereses del conjunto.
La distribucin celular haba adquirido una importancia mayor, tambin porque, mientras tanto,
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haban crecido las dimensiones del animal. Las clulas exteriores constituan ahora un tegumento o
piel llamada ectoderma (piel exterior). Las clulas
internas haban formado la pared de una cavidad, de
manera anloga a las que constituyen el revestimiento interior del estmago, revestimiento que se
llama endoderma. En el ectoderma se observa gran
nmero de minsculas aberturas o poros que se
comunican por medio de canalculos con la cavidad
interna del ser. Los poros sirven para introducir en
esa cavidad interior el agua, la cual contiene en suspensin las partculas de alimentos. El animal absorbe estas partculas y expulsa el agua residual por
medio de una abertura ms larga llamada "osculum".
Fue en este momento crtico cuando se manifest un factor decisivo en la gnesis del cerebro.
Porque algunas de las clulas profundas que rodeaban, los poros y las bocas de la esponja se transformaron en fibras musculares. Desde muchos puntos
de vista las fibras representaban un nuevo instrumento; de modo que las esponjas adquieren as a
nuestra vista un inters particular, precisamente por
esta innovacin. El nuevo instrumento, o sea la clula muscular, serva para producir algunos movi15

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mientos del animal. Estas clulas de las esponjas


son simplsimas. Estn dispuestas a manera de anillo en torno a los poros y a las bocas y les permiten
contraerse y regular el flujo del agua a travs de la
esponja. Esta accin tiene su importancia para la
economa interna, ya que si el agua introducida
contiene abundantes partculas alimenticias, la contraccin del anillo muscular impide un reflujo demasiado rpido, y si ese reflujo es, en cierto modo,
trabado, el animal, entre otras cosas, tendr mayor
tiempo para absorber y digerir el alimento. Pero en
otras partes de la esponja las clulas musculares actan en forma independiente. Cada una de estas
clulas es, por as decir, autnoma; y ocupa un lugar
prximo a la salida o boca que le ha tocado. Pero si
en determinado momento hubiera sido necesaria
una contraccin simultnea de todos esos infinitesimales msculos (por ejemplo para hacer mover la
esponja), ello no habra sido posible porque an no
exista un mecanismo central para determinar la necesaria armona de accin. Las clulas musculares,
situadas en la proximidad de las respectivas desembocaduras, habran reaccionado al estmulo segn
sus propias tendencias particulares: algunas se habran contrado, otras relajado, y la accin resultan16

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te, siendo desordenada, no habra tenido ninguna


eficacia. Por otra parte, la esponja no tiene necesidad de desplazarse para procurarse su alimento: se
trata de un animal estacionario que se procura el
alimento absorbiendo el agua a travs de sus poros,
mientras las clulas musculares, regulando el flujo,
se ocupan de las funciones necesarias.

UN NUEVO MEDIO DE LOCOMOCIN


Como se ve, semejante equipo muscular es de
una simplicidad sorprendente, pero encierra en s
grandes posibilidades para una evolucin ulterior.
Nos muestra cmo estos rudimentarios mecanismos, aptos para producir movimientos, pueden seguir desarrollndose y dar lugar a todas las
extraordinarias variedades de medios de locomocin que con el tiempo permitirn a los diferentes
animales andar por la superficie de las tierra, en el
seno de los mares y hasta por los cielos. Cierto es
que las simplsimas fibras musculares de las esponjas carecen en absoluto de fuerza; pero no debe olvidarse que justamente de fibras anlogas a stas
estn formados el bceps del brazo, el trceps de la
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pierna, y todos los dems msculos que cubren y


sostienen el cuerpo humano.
La presencia de las clulas musculares hizo necesario un sistema nervioso que regulara su actividad. Los msculos, para actuar armnicamente,
necesitan un comandante. Cierto progreso en este
sentido lo advertimos en algunos animales como las
hidras y las anmonas de mar (Metridium). Estos
son seres dotados de msculos en varias partes del
cuerpo, y algunos de ellos, a diferencia de las esponjas, estn en condiciones de efectuar algn movimiento, arrastrndose lentamente como los
caracoles: Tambin pueden mover sus numerosos
tentculos para alcanzar y aduearse de su alimento.
Por lo dems, estos movimientos requieren la atencin de todos los msculos que posee el animal. La
anmona de mar tiene trece diferentes aparatos
musculares, y para que stos acten satisfactoriamente es preciso que sus movimientos estn presididos por una armona funcional muy minuciosa.
Cada parte debe hallarse recprocamente adaptada a
otra: debe obrar segn el ritmo necesario y con
fuerza adecuada a las circunstancias. Una armona
tan delicada como sta no puede quedar librada al
azar: es lgico que necesite un rgano que dispo18

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niendo oportunamente las partes, regule la fuerza de


su movimiento. Tambin necesitar un sistema de
comunicaciones entre las diferentes clulas, para
que cada una, en el momento oportuno, perciba la
accin de las dems. La naturaleza ha provisto a
todas estas exigencias de tal modo que algunas clulas desempearn el papel de reguladoras, otras el
de sealadoras, estafetas, etctera. Cada una acta
como las oficinas telefnicas independientes, al servicio de localidades determinadas, ejemplo de lo
cual lo tenemos en los diversos tentculos de la hidra y de la anmona de mar. Las clulas nerviosas
son precisamente estas estaciones particulares, y en
ellas aparecen los primeros elementos indispensables para la gnesis del cerebro. Al principio estas
clulas se hallaban dispersas en todo el cuerpo del
animal y tenan un campo de comunicaciones muy
restringido a travs de esas sutilsimas cilias que son
las fibras nerviosas. No exista an una central que
recibiera y encaminara sus mensajes, los que se propagaban confusamente mediante una red de nervios
un poco deshilvanada.

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LOS ELEMENTOS BASICOS DEL


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No obstante su aparente simplicidad, estas clulas nerviosas han sido las piedras bsicas del cerebro. Dispersas como estaban, no podan tener esa
unidad de accin que es el verdadero secreto de las
fuerzas cerebrales, y cuando las cosas llegaron a este
punto se hizo necesario cierto ordenamiento para
aprovechar mejor su eficiencia. Se trataba precisamente del mismo factor que es indispensable para la
buena marcha de cualquier empresa; esto es, consolidar las partes y cimentarlas entre s. En la empresa
animal era necesario fundir, incorporar en un nico
ente central las diversas unidades nerviosas; podemos ver cmo la naturaleza ha efectuado este plan
de accin en las medusas (celenterados), animales
cuyo cuerpo est formado por una seccin exterior
llamada exumbrella, y una interior llamada subumbrella. En esta ltima ha subsistido la antigua disposicin de las clulas nerviosas a modo de estaciones
dispersas aqu y all, y ms o menos independientes.
Las estaciones forman una red de comunicaciones
en la superficie interior del animal; pero, en el punto
donde la subumbrela se une a la exumbrella y va a
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formar el borde de la medusa, las fibras y las clulas


nerviosas se renen en un nico anillo de nervios
que circunda sin interrupcin a la medusa. Por primera vez en la historia de la vida animal tenemos el
ejemplo de un verdadero sistema nervioso central.
Este animal de fibras y clulas nerviosas funciona
como central receptora y transmisora, y recibe as
todas las noticias procedentes del mundo exterior, y
transmite a las diversas partes del animal todas las
rdenes necesarias para su accin combinada. En la
periferia de la medusa Hallamos adems ciertos rganos especiales, cuya funcin utiliza el animal para
orientarse. Estos rganos se llaman sensorios marginales o litocitos, y estn en comunicacin directa
con el sistema nervioso central. En la base de los
tentculos se descubren algunas manchitas de pigmento colorante, rojo y negro: son rganos sensorios, sensibles a la luz, denominados ojillos, pues
representan una forma primitiva de ojos. Vemos,
pues, como en esos seres que estn en el fondo de
la escala animal (como las medusas) aparecen por
primera vez los rganos destinados exclusivamente
a un sentido especial, y cmo los elementos nerviosos son aptos ya para poder formar un mecanismo
central que representa el gobierno del animal.
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LOS NERVIOS SE CONCENTRAN PARA


FORMAR LA CABEZA
Analizando esa fusin de las clulas nerviosas
que tiende a formar un sistema central, veremos
cmo el proceso que lleva, por un lado, al desarrollo
del cerebro, tiene tambin otra consecuencia. La
estructura nerviosa, que cie a manera de anillo la
medusa en su periferia, sufri varias modificaciones
segn el animal al que deba adaptarse. La fuerza
oculta que finalmente condujo a la formacin del
cerebro, cambi con frecuencia de direccin, hasta
llegar a un cambio decisivo en la disposicin de los
msculos. Aparecieron entonces sobre la tierra
ciertos seres de cuerpo ms alargado y gil, cuyos
msculos estaban dispuestos unos tras otros, en
hilera recta y prieta. Semejante disposicin es muy
ventajosa, porque favorece el movimiento de transporte del animal, y la encontramos an hoy en algunos animales de cuerpo aplanado, como los
platelmintos (por ejemplo la tenia). En los seres a
que nos referirnos, la mayor parte de las clulas y
fibras nerviosas se agruparon en la extremidad del
animal que se mova antes que las otras partes: en la
cabeza. Esta regin capital tom la direccin de los
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movimientos, pues en ella y en torno suyo, cual si


fuera un centro, se establecieron gran parte de esos
rganos que tienen mayor atingencia con la vida.
Como vemos, en este perodo crtico el animal posee ya una cabeza y un cuerpo. En cierto sentido, la
formacin de la cabeza puede compararse con la
creacin de una oficina ejecutiva bien determinada,
dentro de la cual se encuentra instalado un rgano
supremo que preside el resto del cuerpo. Una fase
ulterior del proceso constructivo fue una mayor
concentracin de clulas nerviosas en la cabeza del
animal. Este paso adelante contribuy muchsimo a
concentrar el poder nervioso que ser a su vez la
llave maestra del cerebro.
Aunque semejante proceso de construccin sucesiva pueda parecernos misterioso o francamente
milagroso (sobre todo cuando se recuerda que se ha
originado en una clula), no debe asombrarnos ms
que el milagro de la creacin al que asistimos todos
los das y que da lugar, desde que el mundo es
mundo, a la generacin y al nacimiento de nuevos
seres. No olvidemos que cualquier especie, pez o
pjaro, hombre o bestia, nace siempre de una clula
nica, a travs de las distintas fases necesarias: primero, el agrupamiento de clulas en colonias, luego
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su diferenciacin, y finalmente la especificacin de


los rganos destinados a las diversas funciones de la
vida. Pero en lneas generales, los dos procesos han
tenido curso paralelos: uno, al comienzo y durante
el desarrollo de la vida en nuestro planeta, y el otro
al comienzo y nacimiento de cada ser. As resumidas lacnicamente las sucesivas etapas que ha tenido
que atravesar la materia viva para que naciera el cerebro, pueden parecer cosa de poca monta, y breve
tambin puede parecer, en el papel, el trnsito de la
clula nerviosa al cerebro. Pero si pensamos que en
la prctica se necesitaron millones de aos para llegar solamente al humildsimo nivel biolgico de la
tenia, semejante proceso nos parecer maravilloso.
ALGUNOS CEREBROS MENOS
RUDIMENTARIOS
La naturaleza haba logrado colocar la cabeza en
el lugar apropiado, y un cerebro, aunque fuera simplsimo, funcionaba ya en ella. Pero qu largo camino faltaba recorrer an para afrontar eficazmente
la lucha por la vida! Uno tras otro vieron la luz, a lo
largo de milenios, seres cada vez mejor desarrollados: las abejas, las hormigas, los escarabajos y otros
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tipos de insectos, ms tarde las langostas y los cangrejos: animales dotados de un cerebro mucho
mejor organizado que el de los vermes y en los que
adquirieron considerable importancia los diversos
sentidos, sobre todo la vista, el olfato y el gusto.
Entretanto, tambin el rgano central que presida
todas las funciones complet y enriqueci su propia
estructura. Dotados de mejor cerebro, estos animales, indudablemente ganaron algo, cosa que podemos deducir del complejo de su vida. La actividad
de las hormigas, de las abejas, de los colepteros,
como la de muchos otros insectos, ha sido siempre
para el estudioso un terna riqusimo de sorpresas, y
es lgico que reconozcamos a estos seres un cerebro bien construido. Adems; haba un detalle de
conformacin que constitua un serio obstculo para su ulterior desarrollo. En estos animales, el conducto que iba de la boca al estmago, pasaba a
travs del cerebro: si el cerebro hubiera crecido, habra invadido el esfago, obstruyendo el nico conducto del alimento. El mosquito presenta un
ejemplo de este grave obstculo, que afect a varios
insectos. En el mosquito, el cerebro creci ms que
en otros insectos: el conducto que une la boca con
el estmago se fue estrechando, razn por la cual el
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animal, para sustentarse, ha tenido que buscar un


lquido donde el alimento se hallara concentrado, es
decir, la sangre. Si los alimentos hubieran tenido
una forma ms basta, no habran pasado a travs de
ese anillo que forma el cerebro de estos animales en
el esfago. Extraa contienda entre el cerebro y el
estmago! Si el cerebro aumentaba, el animal mora
de hambre. Este dilema puso la vida en serio peligro.

EL ADVENIMIENTO DE LOS
VERTEBRADOS
Como si el conflicto estmago-cerebro no bastara, los insectos tuvieron que sufrir otro impedimento causado por el esqueleto exterior que los
recubra; el cual, como se advierte en la langosta, en
el cangrejo, etc., formaba una especie de tegumento
rgido. Segn opinin de algunos investigadores,
para superar esa dificultad apareci en la tierra la
gran familia de los vertebrados. Cierto es que este
tipo de animales logr, evidentemente, salvar la dificultad que derivaba del hecho de tener el cerebro
alrededor de la garganta.
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Otra dificultad derivaba de tener que arrastrar


consigo, al moverse, una cscara demasiado pesada
para el animal. Y este obstculo fue tambin superado por los vertebrados, que sustituyeron esa cscara por un esqueleto interno. No sabemos bien
cmo y cundo tuvo lugar la metamorfosis. Algunos
investigadores consideran que la transformacin se
inici con las estrellas de mar (equinodermos); otros
sostienen que comenz en algn animal como el
Polifemo o cangrejo de las Molucas (Limulus).
Tambin se considera que las sucesivas fases de la
transformacin han ocurrido en ciertos animales
llamados ostracodermos; ste es un grupo extinguido hace ya muchsimo tiempo y del cual quedan
solamente algunos fsiles. Los ostracodermos tenan un aspecto tan semejante al de los peces, que
pueden considerarse como los verdaderos precursores de los vertebrados. Pero, aunque subsistan muchas dudas acerca de otros hechos, hay una
particularidad de esta fase transitoria que es indiscutible: el cerebro, muy adelantado en otros seres
inferiores, pudo desarrollarse ahora sobre bases ptimas. Un primer progreso en este sentido lo hallamos en los peces. A juzgar por las apariencias, el
cerebro parece haberse desarrollado para propor27

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cionar, a un nuevo tipo de animales ms desarrollados, un rgano regulador ms perfeccionado.


Los peces, por lo menos desde cierto punto de
vista, parecen dotados en grado mximo de una especialidad que les es absolutamente propia: la velocidad caracterstica de sus movimientos. Otra,
sensible ventaja que poseen sobre los otros animales, est representada por la forma especial de su
cuerpo, por la disposicin de sus msculos, por la
posicin de las aletas, y por la forma de la cabeza y
de la cola. Anloga importancia tienen esos rganos
con los que el pez percibe el mundo exterior. Sus
ojos son potentes y bien construidos; est dotado de
delicadsimos rganos olfativos y posee un ptimo
aparato del gusto. El complejo de los sentidos ha
alcanzado en el pez una organizacin tan perfecta
que a cada sentido corresponde un pabelln especial
del cerebro. A consecuencia de esta nueva "administracin", vemos que el cerebro est dividido en
tantos compartimientos: uno terminal, uno intermedio, uno mediano y otro posterior, cada uno con
una funcin propia.
Pero no obstante estos progresos, se hallaba
an muy lejos el cerebro de la perfeccin. Una seria
deficiencia presentaba, por ejemplo, el mecanismo
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regulador de la distribucin de la energa. Esto haca


que el pez tuviera escaso control sobre sus reacciones a los estmulos transmitidos por el exterior, los
que provocaban movimientos bruscos y desordenados. Le era inaccesible, pues, esa vasta esfera de acciones que caracterizan un comportamiento ms
deliberado y voluntario.
En esta etapa de la evolucin animal, el cerebro
no posea an todo ese complejo de rganos necesarios para un gnero de vida menos restringido.
Tales condiciones aparecieron cuando algunos peces se adaptaron, en parte, a vivir en la superficie de
la tierra. Los primeros y valerosos pioneros de este
tipo de existencia fueron impulsados a arrastrarse
fuera del barro y del agua cuando les faltaba el oxgeno o el alimento. Semejantes tentativas provocaron esos cambios morfolgicos que condujeron a la
formacin .de los miembros anteriores y posteriores
de ciertos anfibios que precedieron a las ranas; y
cuando aparecieron stas, su cerebro reuna ya todas
las condiciones propias del cerebro de los invertebrados. An haca falta mayor suma de energa cerebral; y sta, por lo menos en parte, se produjo
durante el perodo de los reptiles. Pero ni los anfibios ni los reptiles haban logrado vencer el obst29

FREDERICK

TILNEY

culo a que nos hemos referido: la reaccin demasiado repentina a los estmulos exteriores, que limitaba
la vida del pez.
Fueron los mamferos quienes, a travs de los
varios perodos de su lenta evolucin, introdujeron
los detalles necesarios para perfeccionar definitivamente el cerebro. El secreto consiste en haber agregado un nuevo mecanismo que ningn otro ser
viviente haba posedo antes que ellos. Con los mamferos aparecieron, aunque lentamente, nuevas y
ms amplias superficies en los hemisferios cerebrales; y con stas se desarrollaron nuevas y mayores
facultades de accin, que deban hacer a estos animales ms aptos y aguerridos para afrontar las dificultades de su vida.

LAS EPOCAS DE LA VIDA ANIMAL


Todos estos cambios han ocurrido en poca tan
lejana de nuestros das que es sumamente difcil estimar la duracin de sus fases. Segn los clculos de
los investigadores modernos, los primeros animales
aparecieron sobre la tierra hace 7.000.000.000 de
aos, esto es, en la llamada era proterozoica. Le si30

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

gui la era paleozoica, que comenz hace alrededor


de trescientos millones (era llamada tambin de los
peces).
Luego vino la era de los reptiles, de extraordinaria importancia para el estudioso, y finalmente la
era de los mamferos (Hace unos 65 millones de
aos). Si se piensa en estas cifras, el hombre que
slo tiene un milln de aos nos parecer muy joven, tan inmensas son las magnitudes del tiempo
csmico. Para establecer estas cifras y la edad de la
tierra, los investigadores siguieron dos mtodos distintos: el primero est basado en la velocidad de
estratificacin y de crecimiento de las rocas sedimentarias; calculando el tiempo transcurrido en la
formacin de cada estrato rocoso, los sabios han
compilado una especie de tabla para la edad de los
diferentes estratos que componen la corteza terrestre. El segundo mtodo calcula el tiempo que necesita la sal comn para ser extrada de la tierra firme y
disolverse en los ocanos. Los rastros de los animales fsiles en los diferentes estratos y, en estos
ltimos tiempos, el descubrimiento del radio, han
suministrado a la ciencia la ms moderna sonda para
los abismos del tiempo geolgico. Los naturalistas
modernos sostienen que los antiguos clculos son
31

FREDERICK

TILNEY

muy modestos y que, para captar el verdadero principio de las cosas, hay que profundizar an ms en
el pasado. Su reloj radioactivo dice que la tierra tiene 1.600.000.000 de aos.
No es de sorprender, pues, que en un intervalo
de tiempo tan desmesurado, la tierra y sus mares
hayan sufrido un imponente ciclo de transformaciones. Continentes enteros emergieron de las
aguas: estos mismos continentes fueron despus
tragados nuevamente por los ocanos. En ciertos
continentes las aguas de los mares invadieron en
espantosas masas la tierra firme, excavando, en inmensas extensiones, divisiones naturales muy distintas de las que hoy conocemos. Solamente el
territorio americano fue barrido quince veces por
semejantes diluvios ocenicos! Anlogas inundaciones han tenido que sufrir tambin, cual ms cual
menos, los otros continentes. La erosin de las
aguas ha sido tan violenta que sacudi cadenas enteras de montaas. Gran parte de los montes actuales
son relativamente jvenes. Entre stos, la cadena de
montaas ms antiguas es la Appalachian Moun-

32

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

tains1, que se form durante la era permiana, hace


aproximadamente 230 millones de aos.
Las Montaas Rocosas se formaron a fines del
perodo cretceo, hace unos 100 millones de aos,
mientras que los Alpes suizos aparecieron mucho
tiempo despus (hace unos 15 millones de aos, a
fines del mioceno). Hasta la cadena del Himalaya
parece de reciente formacin, si se la compara con
la edad de la tierra. Su imponente mole no era an
completa al finalizar el eoceno, hace 45 millones de
aos.
Muchos son los investigadores que creen que,
en otros tiempos, el continente africano estaba unido al continente sudamericano; y que el territorio
que los una haba sido devorado por el ocano en
pocas prehistricas. Otro tanto parece haber ocurrido en esa zona de tierra que una Asia con Amrica del Norte, donde se encuentra hoy el Mar de
Behring. Y otra faja de tierra exista entre Inglaterra
y Europa, donde ahora se halla el Canal de la Man-

Se halla en Estados Unidos, y se extiende, ms de 1.300


millas de la regin de Alabama hacia Quebec, en Canad. La
cima ms alta es el Pico de Mitchell (6.688 m.). Est formada
por la cadena de los Adirondacks, lugar preferido por los
americanos.
33

FREDERICK

TILNEY

cha, en el plioceno, es decir 6 millones de aos


atrs.
Por otra parte, sabemos que algunos inmensos
sectores ocenicos, en el interior de los continentes,
han sido secados o se han evaporado, dejando su
lugar a los desiertos. Tal fenmeno consideramos
que se ha producido donde hoy se encuentran las
llamadas Bad Lands, al oeste de Norte Amrica.

LA LENTA ASCENSION HACIA EL


HOMBRE
Mientras se producan todas estas transformaciones, se manifestaron en la tierra graves alteraciones climticas. Enormes masas de hielo
comenzaron a descender de los polos; pero en un
segundo tiempo, estas masas heladas retrocedieron
cubrindose la tierra con una ola de calor tropical.
Estas alternativas se reprodujeron varias veces. La
corteza terrestre, helada durante millones de aos,
se volvi en un perodo siguiente de anloga extensin, sumamente clida: fue entonces cuando apart
hacia los polos una vegetacin tropical. Es comprensible que estos cambios de vegetacin hayan
34

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

determinado, a su vez, variaciones correspondientes


en los habitantes del globo. Deriv de ellos una
profusin de nuevas razas cuyo destino, segn parece, fue el de nacer para extinguirse al poco tiempo.
En muchos caos los seres primitivos as originados
estaban dotados de una estructura muy simple, y
progresaron despus hasta alcanzar una conformacin ms complicada. El hombre es precisamente
un ejemplo de este proceso, y la raza humana, biolgicamente, se present en la tierra en una forma
muy distinta de la que reviste hoy.
Este hecho es particularmente cierto por lo que
respecta al cerebro. De tal modo que, si descendiramos por una amplia escalinata, podramos llegar
hasta los principios de la geologa recorriendo los
sucesivos rellanos de la historia terrestre. Es difcil
que nuestra mente alcance a concebir en toda su
extensin semejante intervalo de tiempo. Desde el
comienzo de la vida animal y durante todo el perodo proterozoico, ms tarde durante la era de los peces, de los reptiles y de los mamferos, el cerebro
humano iba lentamente constituyndose. Fuerzas
irresistibles moldearon las diferentes fases de su
progreso; fue un experimento que requiri el nacimiento y la extincin de especies enteras, de gne35

FREDERICK

TILNEY

ros y familias, y hasta de rdenes completos de


otros animales. Pero, pese a las vicisitudes del tiempo y de las mutaciones, no se detuvo la marcha ascendente hacia la humanidad, que lleg a ser,
finalmente, un rasgo caracterstico y predominante
de la creacin; y la aparicin del hombre seal el
principio de una nueva poca. Queda por ver, sin
embargo, si las fuerzas que actan en esta "era del
hombre" sern ms fuertes que nosotros; ellas podran tambin extinguir nuestra raza. Por otra parte,
si el hombre es lo que es, lo debe al cerebro, y ste
podra tambin reservarle mejores destinos. Los
antepasados del cerebro, los pioneros primersimos
de la civilizacin, han dejado una huella remotsima
y aun bien marcada: es sumamente interesante remontarse a su historia a travs de la evolucin de
los mamferos.

36

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO II
ANTES DEL MONO DE DARWIN
EL CEREBRO: DE LOS PECES AL
HOMBRE
LA EVOLUCION EN LA REALIDAD
A muchos entristece pensar que el hombre procede de los Monos: esto explica la hostilidad que a
menudo ha suscitado la teora de la evolucin. El
mono es feo, no hay duda: y las razones de la tristeza convergen todas en este punto. Un mono en el
propio rbol genealgico es algo as como el bastardo en una familia aristocrtica; por eso el mono, en
la teora evolucionista, constituye un obstculo. Para
muchsimas personas la evolucin no tiene otro significado que ste: descendemos del mono! Forma
un poco demasiado superficial de considerar esta
37

FREDERICK

TILNEY

teora bellsima a la cual se le viene a suprimir, por


as decir, toda la importancia cientfica. Digamos en
seguida que no hay investigador en el mundo que
crea que los monos que vemos en los jardines zoolgicos son nuestros antepasados. Estos animales
pertenecen a familias muy diferentes de la nuestra.
Desde que el mundo es mundo, los monos han vivido en los arboles, y puede estarse seguros de que
siempre se quedarn all; tan extraos al origen humano como inocentes ante cualquier acusacin de
haber participado en l. Es un error concentrar en
los monos todo el inters que debe y puede despertar en nosotros la teora de la evolucin. Aunque
los encontremos en nuestro rbol genealgico, debemos tener presente que nuestro verdadero origen
remonta a millones de aos antes que ellos. La naturaleza ya plasmaba al hombre mucho tiempo antes
de que aparecieran los monos, y lo nico que stos
han hecho por nosotros ha sido dar, con su vida
arbrea, los ltimos toques a la crislida humana.
Para establecer adecuadamente lo que debemos a
nuestros progenitores, es necesario reconocer ante
todo la importancia que ha tenido en nuestra gensis esa raza de mamferos que introdujo por primera
vez en el mundo el hbito de vivir en los rboles.
38

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Sin embargo, antes aun de sta, existen razas con las


cuales tenemos anloga deuda.
Si no hubieran existido estos animales, no habramos llegado nunca a la condicin de hombres.
Encontramos entre ellos una extenssima variedad
de reptiles y de monstruos medio reptiles y medio
mamferos que vivan justamente en la poca de los
saurios. Estos, a su vez, deban su forma a anfibios
y a peces que haban vivido antes que ellos, durante
la poca de los peces. Sirva esto para demostrarnos
que el verdadero punto de partida de nuestra descendencia y de nuestra evolucin son los peces. Para hallarnos; en grado de estimar justamente la
importancia vital de nuestra evolucin, es indispensable tener en cuenta debidamente la importancia
que ha tenido, desde el punto de vista biolgico,
esta larga progenie de vertebrados. Slo situndonos en este punto de vista podremos apreciar esa
fuerza irresistible que ha empujado a la vida animal
a travs de milenios y desde sus primeros orgenes.
Recordemos que esta misma fuerza puede an hacernos progresar.
Esta afirmacin tiene desarrollos de tanta importancia y belleza, que debemos considerarla con
el ms vivo inters. Ella puede servirnos para mejo39

FREDERICK

TILNEY

rar afn nuestra vida, modificando y regulando mejor el curso de nuestras actividades cerebrales y fisiolgicas.

COMO ATESTIGUA NUESTRO CUERPO


LA EVOLUCION
El cerebro es el testimonio ms elocuente a favor del largo desarrollo evolutivo del hombre, y nos
ofrece tres detalles admirables que atestiguan este
progreso. Ante todo, y en virtud de signos clarsimos, declara nuestra descendencia de vertebrados
inferiores, es decir, de los peces. En segundo lugar,
posee ciertas impresiones que revelan el vnculo
fisiolgico con otros animales de nuestra clase: los
mamferos. Tercero: tiene algunas caractersticas
comunes a todos los primates, a los que el hombre
pertenece con los lemridos y los monos antropomorfos. Esta es una verdadera prueba prctica que
ilumina de tal manera la genealoga del hombre, que
no admite la suposicin de la ingerencia de factores
extraos. Descubrimos en el cerebro todo ese conjunto de factores que lo han llevado, paso a paso, a
su nivel actual.
40

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Por lo dems, en todo nuestro cuerpo encontramos tejidos y rganos que testimonian el lento
pero seguro progreso desde una forma de vida primitivamente simple. La sangre lo confirma: muchas
experiencias efectuadas en diferentes animales,' revelan claramente que nuestra sangre se asemeja mucho ms a la de los grandes monos antropomorfos
que a la de los monos del viejo continente. Ms tenue es su semejanza con la de los monos americanos. Las experiencias sobre la sangre se cuentan
entro las ms interesantes y persuasivas en lo que se
refiere a la evolucin.
Otra prueba se halla en nuestro sistema seo. El
esqueleto de los miembros anteriores y posteriores
arroja mucha luz en el curso de los reajustes que se
produjeron en el aparato motor. La extenssima parentela que une a los diferentes animales entre s
est demostrada por las formas adquiridas para
adaptarse a los respectivos ambientes, por todos
esos rganos que, segn el animal, pueden ser ya
aletas, ya membranas natatorias, alas, pezuas, patas, garras, manos o pies. El grosor y la forma del
crneo y el tipo de la dentadura nos hablan de los
diversos estadios por los que ha pasado el proceso
evolutivo. Otras demostraciones del parentesco en41

FREDERICK

TILNEY

tre los vertebrados y de la evolucin experimentada,


nos la brinda el sistema muscular, ese conjunto de
rganos a travs de los cuales se efecta la eliminacin de los residuos del cuerpo (los emuntorios), el
corazn y los pulmones. Desde la etapa primitiva de
las branquias de los peces hasta los pulmones de los
mamferos, existe tal escala de complejidades orgnicas que nos permite ver con sorprendente claridad
las diversas fases del progreso.

OTRA PRUEBA: EL EMBRION


Existe tambin otro testimonio, de distinta
fuente, pero igualmente irrefutable: consiste en el
modo en que la naturaleza concibe y forma a los
vertebrados. Ahora el testimonio es el embrin, que
en todos los animales comienza del mismo modo.
La vida del embrin, en efecto, comienza siempre
con una clula. En esto ha permanecido fiel a los
ms remotos principios de la vida animal, que se
manifest precisamente en los animales de tipo unicelular del tipo de la ameba. En los animales superiores esta clula se llama vulo, el cual, una vez
fecundado, da origen a otras dos clulas, luego a
42

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cuatro, a ocho, diecisis, hasta llegar a manifestar


cierta semejanza con la colonia de los protozoarios.
Tambin en el hombre es evidente esa fase a la que
ya nos hemos referido y en la que se determina una
distincin neta entre las clulas exteriores y las interiores. A partir de este momento el animal progresa
y se especializa. Advertimos que cada fase sucesiva
reproduce en miniatura uno de los diversos estadios
del proceso evolutivo de la vida animal; todos los
embriones atraviesan estos estadios. Con el embrin
del pez el proceso llega hasta ese estadio que alcanz la vida, animal durante la era de los peces. Despus viene el anfibio y lleva el proceso un escaln
ms arriba; aparecen aqu esas condiciones que son
necesarias para vivir en la tierra firme. Los embriones de los reptiles y de los pjaros introducen las
mejoras propias de su raza. El embrin de los mamferos marca el ltimo paso, antes del cual han
recorrido ya todas las fases de los grados inferiores
de la vida. El embrin humano sigue el mismo camino de los mamferos y da los ltimos retoques a
lo que los mamferos haban perfeccionado en los
grados inferiores al suyo. Pero en conjunto, peces
anfibios y reptiles tienen todos origen en una clula.
Las diferencias corporales, el modo de vida, el
43

FREDERICK

TILNEY

comportamiento, vendrn despus: al principio parece que la sustancia vital sea vertida por la madre
naturaleza en un molde que tiene la misma forma
para todos sus hijos. La sangre, el sistema seo, los
msculos, los dientes, el sistema excretor, el corazn y los pulmones, nos refieren la historia del desarrollo progresivo, mientras que por su cuenta el
embrin resume todo el proceso, mostrndonos el
esquema general sobre el que han sido plasmados
todos los vertebrados.
El cerebro ofrece un rastro sinttico de todo
este procesos es lgico que sea as, pues todo lo que
parte del cerebro invade y se opone a los otros sistemas. El cerebro es el transformador por excelencia de la energa; concentra todas las otras partes y
las dirige en tal forma que el cuerpo termina por
convertirse en su dcil ejecutor. El exterior le
transmite sus impresiones; el cerebro provee al
control del ciclo de las reacciones producidas y se
presta maravillosamente, en esta doble actividad, a
todos esos factores de cambio, de coordinacin, de
accin y reaccin que han influido en la vida animal
durante largusimo tiempo de su existencia. A medida que se impona una transformacin, el cerebro
corresponda adecuadamente a ella, y conservaba
44

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

los rastros de las respuestas dadas, a tal punto que


repetidas veces su estructura se modific y perfeccion. Gradualmente se fue haciendo cada vez ms
apto para percibir el mundo exterior y para reaccionar en mayor escala; se fue desarrollando siguiendo
determinadas direcciones y sirviendo incluso para
transformar las impresiones recibidas de los sentidos a fin de producir una distribucin ms eficaz de
la energa nerviosa. Convendr examinar, pues, el
conjunto de los sentidos que sirvieron para ese fin;
pero podemos afirmar desde ahora que todos los
vertebrados, salvo raras excepciones, estn dotados
de cuatro variedades principales de sentidos, cada
una de las cuales transmite al cerebro los estmulos
necesarios para que reaccione en la forma correspondiente.

PARA QUE SIRVEN LOS SENTIDOS


El primer puesto lo ocupa, en importancia, el
sentido qumico que, por medio de rganos destinados al gusto y al olfato, informa al cerebro sobre
las condiciones qumicas del ambiente. El olfato
deriva sus impresiones de esas sustancias voltiles o
45

FREDERICK

TILNEY

gaseosas que, entre otras cosas, pueden crear un


olor agradable o molesto y guiar a raz de ello en la
seleccin de los alimentos. Para que el gusto reciba
una impresin, es necesario que la sustancia que lo
estimula sea disuelta. Las diferentes impresiones
suscitadas sern respectivamente cidas, dulces,
amargas, saladas o anlogas a stas. El primitivo
asiento general del gusto reside en el cerebelo,
mientras que las informaciones que conciernen al
olfato son transmitidas al telencfalo.
El segundo lugar lo ocupa la esfera del sentido
orgnico, a la que pertenecen todas las sensaciones
que nos advierten lo que ocurre en el interior del
cuerpo, por ejemplo, en el corazn y en los pulmones, en el estmago y en los intestinos y en otros
rganos especiales. Al sentido orgnico pertenecen
todas las informaciones, igualmente importantsimas, que nos indican la contraccin necesaria para
efectuar cierto movimiento muscular, o el desplazamiento de los huesos, o la posicin de ciertas
partes del cuerpo, o la forma en que ste debe
mantener el equilibrio.
En tercer lugar el tacto, que nos informa sobre
lo que ocurre en la ms inmediata proximidad del
cuerpo. Funciona segn los diferentes contactos
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

que sufren ciertas partes, de los que nos puede ofrecer un ejemplo el contacto y la presin ejercidos por
un apretn de manos, la temperatura del agua sobre
nuestro cuerpo, las vibraciones de un vehculo pesado sobre el suelo. El sentido orgnico y el tacto
estn regidos por el mesencfalo y el talamencfalo.
En cuarto y ltimo lugar se hallan los sentidos
de la distancia, que informan de la mayor o menor
proximidad en que los objetos externos se encuentran de nuestro cuerpo. Tales informaciones las recogen el odo y la vista: esta ltima puede
considerarse una especie de "tacto a distancia".
Cuando un animal avista a un enemigo que se halla
lejos, puede decirse que lo toca con los ojos y que se
apresura a transmitir la noticia al cerebro a fin de
que tenga tiempo de ir en busca de refugio. La vista
depende de las ondas luminosas, y el odo de las
ondas sonoras: ambos sentidos "colectores" dependen del mesencfalo.
Todas las impresiones recogidas por los sentidos constituyen la materia prima del rendimiento
energtico del cerebro. No decimos que las tentativas de adaptacin hayan obtenido en todos los casos un resultado favorable al perfeccionamiento del
cerebro. Como siempre ocurre, hubo altos y bajos,
47

FREDERICK

TILNEY

tentativas, fracasos; pero, en conjunto, cierta tendencia hacia el progreso prevaleci sensiblemente.
An no sabemos muy bien cmo, pero es innegable
que esta tendencia encontr finalmente la forma de
hacer sentir su influencia, y parece haber llegado a
ello eligiendo ciertas partes del mecanismo animal
para acentuar o reprimir los estmulos de los sentidos.
Ha ocurrido a menudo que, frente a ciertas
condiciones especiales, el cerebro ha tenido que desarrollar alguna facultad particularmente selectiva.
En el cerebro de los pjaros, por ejemplo, hallamos
cierto ensanchamiento que corresponde a un extraordinario agudizamiento visual. Pinsese desde
qu alturas el halcn descubre a los peces en los
ros, y cmo el buitre descubre a la carroa. Por el
contrario, el olfato, que tal vez les es menos necesario, no ha alcanzado en los pjaros el extraordinario
desarrollo de la vista.
En cambio vemos en todos esos animales para
los que el olfato es de gran importancia (como los
perros, zorros y gatos), que este sentido se ha desarrollado considerablemente, y su perfeccionamiento
ha sido seguido a veces del nacimiento de otro sentido que el animal no posea antes.
48

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

El incremento sensorio es evidente en ese estado de transicin por el que ciertos peces pasaron de
la vida acutica a la vida terrestre, y debe haberse
manifestado especialmente en ciertos anfibios, parientes de las ranas, a los que las nuevas circunstancias hicieron adquirir el odo. Vemos, pues, qu
desarrollo progresivo del cerebro ha tenido lugar
cada vez que, por medio de los sentidos, se ha extendido el campo de sus percepciones.

EL COORDINADOR DE LOS SENTIDOS


Mientras tanto el cerebro se provey de un nuevo y ms poderoso mecanismo, es decir, de un aparato especial que llamaremos el coordinador de los
sentidos. Este rgano sirve para hacer converger en
el cerebro las diversas impresiones y para determinar en l imgenes totales o integrales a cuya formacin contribuyen los diferentes elementos
suministrados por la vista, el odo, el gusto, el olfato
y todos los otros sentidos. Este rgano de centralizacin acta tambin como depositario de las impresiones ya recibidas; conserva su rastro y se sirve
de ellas como base para nuevas experiencias, subor49

FREDERICK

TILNEY

dinadas a las anteriores impresiones. Es fcil entender cmo el rendimiento y la potencia de un cerebro han de depender muchsimo de este aparato. En
los primeros vertebrados el nuevo rgano no tuvo
un asiento aparte y sus operaciones eran controladas
por las distintas estaciones esparcidas en el cerebro.
Esta distribucin de la responsabilidad invalidaba a
menudo la eficacia del control: por eso se haca necesario centralizar los diversos rganos dispersos.
Ms tarde, la naturaleza provey a colmar la laguna,
y veremos cmo procedi a ello en ciertos estadios
evolutivos del cerebro desde el pez hasta el hombre.
En el primer estadio (el de los peces) el principio de este proceso asume naturalmente un aspecto
rudimentario. Todava hay quien sostiene que los
peces carecen de cerebro; pero es un error. No se
trata de un cerebro perfecto, como el del hombre,
pero, como veremos en seguida, este rgano posee
tambin en los peces muchas caractersticas comunes al nuestro, y reacciona a los mismos estmulos a
que reacciona nuestro cerebro.
Agreguemos que en l encontramos casi todos
los pabellones que funcionan en el del hombre: entre pez y pez hay diferencias apreciables y muchos
peces tienen el cerebro reducido a proporciones
50

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

mnimas. Estos son los tipos primordiales de peces:


en cambio, las variedades que han progresado fisiolgicamente se han dotado de un cerebro que
responde muy bien a todas las necesidades de su
vida. En los peces se ha desarrollado particularmente, entre otras cosas, el olfato; y las limitaciones
que se descubren en este sentido son debidas, las
ms de las veces, a la circunstancia de que el pez
percibe solamente las sustancias que se encuentran
en el agua. De todos modos, el pabelln de este
sentido ocupa casi toda la porcin del cerebro que
designaremos, en estas pginas, con el nombre de
telencefalo.
Tambin el gusto est bastante bien organizado
en los peces. En algunos de ellos, por ejemplo en el
alitn o gato de mar (Seylium canicula), el gusto es
pronunciadsimo porque los rganos correspondientes, adems de hallarse en la cavidad bucal, se
encuentran esparcidos por todo el cuerpo, de la cabeza a la cola. La central primitiva del gusto reside
en el epiencfalo. Tambin el sentido orgnico est
muy desarrollado, y ciertos peces saben regular bien
el juego de sus msculos y de sus articulaciones,
saltando fuera del agua. Otro problema importante
en la locomocin de los peces es el de repartir ade51

FREDERICK

TILNEY

cuadamente el peso de las diversas partes del cuerpo


durante la natacin, cosa que logran por medio de
ciertas cavidades (los canales semicirculares) que
pueden parangonarse a "niveles de agua"; el sentido
orgnico se halla situado en el talamencfalo.
En cuanto a la vista, algunos peces la poseen
muy desarrollada, dentro, naturalmente, de ciertos
lmites. Los ojos estn situados a los lados de la cabeza, y por ello puede decirse que cada uno funciona independientemente del otro; esto hace que el
pez reciba una imagen doble del ambiente. Se comprende pues cunta importancia ha tenido para la
evolucin del cerebro, el nacimiento de ese tipo de
vista por el cual un objeto impresiona simultneamente a ambos ojos. Tambin en este caso, como
en el del gusto, hay que pensar que el medio en el
que vive el pez es mucho menos favorable que el
aire para el paso de la luz. La retina de los peces, la
primera que es alcanzada por los rayos luminosos,
muestra cun simplemente organizada es su vista.
Por stas y otras razones, el sentido de la vista no
puede ser, en el pez, tan eficiente como en las formas superiores de la vida animal; cabe agregar que
el asiento de la vista se halla en el mesencfalo.

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

COMENZANDO POR LOS PECES


Una caracterstica del estadio ictiolgico, en el
desarrollo del cerebro, consiste en la ausencia del
aparato acstico. Puede decirse, rigurosamente hablando, que los peces carecen de orejas, y se considera que les ha sido negada la facultad de or.
Otro defecto, aunque de diverso gnero, tiene
mayor relieve: le falta a su cerebro ese mecanismo
que hemos denominado el "coordinador de los sentidos". Tambin en los peces los sentidos armonizan entre s, pero el resultado es siempre escaso.
A consecuencia de ello el rendimiento del cerebro es limitado y se reduce, a lo ms, a esos tipos de
reaccin que les son caractersticos. Estas limitaciones se atribuyen al hecho de que toda la vida de los
peces se desarrolla bajo el agua. Si se quisiera comparar el pez a una mquina, sta, frente a las otras
"mquinas animales", demostrara valer mucho menos: por el deficiente desarrollo de cada pabelln
sensorio considerado en s y por el estado rudimentario del "coordinador".
El profesor Gregory, del Museo Americano de
Historia Natural, se dedic con fervor al estudio de
las diversas fases de la evolucin animal desde los
53

FREDERICK

TILNEY

peces hasta el hombre, y sobre todo al estudio de


esas transformaciones que se manifiestan en la cabeza. Gregory ha demostrado que los peces no posean, en un primer tiempo, ni la mandbula ni los
dientes. La boca les serva para succionar el alimento, que as llegaba al esfago bajo la .forma de
diminutos organismos y partculas de sustancias orgnicas. Cuando aparecieron los escualos, su estructura presentaba ya algunas novedades; estos
animales tenan una mandbula inferior impregnada
de sales de calcio, lo que explica cmo se formaron
ulteriormente varias filas sucesivas de dientes (y qu
dientes!) Tambin las branquias de los escualos estaban bien desarrolladas. En poca ms tarda, algunos peces que tenan las aletas redondeadas
(crosopterigios), preferan vivir en los cursos de
agua y en los pantanos. La forma redondeada de sus
aletas los puso en condicin de arrastrarse a la superficie de la tierra firme, siendo as los precursores
de ese estadio ulterior de vida animal en el que el se
respira exclusivamente el aire. Estos son los peces
que dieron origen a los anfibios.

54

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

COMIENZA LA VIDA EN LA TIERRA


FIRME
Los verdaderos anfibios hicieron su aparicin
despus que ciertos peces, una vez producidas las
modificaciones morfolgicas necesarias, ensayaron,
aunque parcialmente, vivir en la superficie terrestre
y respirar solamente aire. Un recuerdo de este estado lo tenemos en los fsiles de ciertos animales llamados tetrpodos, es decir, de cuatro patas,
precursores de todos los animales superiores. Las
aletas y las membranas natatorias se transformaron
en miembros, proveyndolos as de un nuevo mecanismo de locomocin. Sirvindose de estas cuatro
patas rudimentarias, el animal lograba saltar en la
tierra y nadar en el agua, aproximadamente como
hacen las ranas. Se comprende que tal transformacin haba de tener un efecto radical en todo el
cuerpo, que, en consecuencia, se acort, perdiendo
completamente la cola (salvo en el estado de renacuajo).
Tambin la cabeza termin por transformarse.
Eran necesarios nuevos procedimientos para respirar el aire, procedimientos que reemplazaran el antiguo sistema de asimilar el oxgeno extrayndolo del
55

FREDERICK

TILNEY

agua. Pero el cambio ms importante fue, como


hemos dicho, la adquisicin del odo. Los anfibios,
que ahora vivan en la tierra firme, se sirvieron de
las ondas sonoras para informarse sobre el ambiente
en el que estaban, y el nacimiento de este nuevo
sentido deba tener extraordinaria importancia para
el desarrollo del cerebro.
Examinando a una rana, vemos que todos sus
pabellones estn bien delimitados. El olfato est
dotado de excelentes rganos, y a diferencia de lo
que se advierte en los peces, posee todos los perfeccionamientos que el animal requiere para olfatear
los olores que el aire transporta. En cambio, el
gusto permaneci en el mismo estado, y comparado
con el de algunos peces, hasta podra decirse que ha
empeorado. El sentido orgnico est mucho ms
desarrollado y tiene ya todos los perfeccionamientos
que necesita, a raz de la responsabilidad de las
cuatro patas! El animal salta en la tierra, se sumerge
en el agua y nada como la rana: debe, pues, cuidar
de su motor...
Tambin el sentido de la vista, comparado con
el de los peces, ha progresado mucho. La rana ve
tan bien en el agua como en el aire. En la tierra distingue muchos objetos que el pez, en el agua, no
56

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

puede ver; esto explica por qu ciertos tipos de ranas tienen, en medio de la frente, un rgano que se
asemeja a un tercer ojo. Adems, parece que este
ojo rudimentario sirva, ms que para ver propiamente dicho, para percibir la luz.
Lo que mejor distingue el anfibio del pez es el
odo, lo que se nota especialmente a travs de algunas modificaciones que este sentido produce en el
cerebro. Aparte de esto, el ms notable progreso
alcanzado por la rana consiste en el perfeccionamiento que ha obtenido el coordinador de los sentidos. En este momento los dos grandes hemisferios
del cerebro estn bien marcados, y el telencfalo, a
raz de la vida terrestre y de la respiracin del aire,
ha avanzado sensiblemente. Veremos en seguida
que esta parte del cerebro deber asumir todo el
peso del futuro perfeccionamiento.
Pero no es necesario creer que los anfibios estuvieran mejor equipados que los peces. Los anfibios tienen cierta importancia porque fueron los
primeros que vivieron en la tierra firme, los primeros que respiraron directamente el aire, los primeros
que olieron, los primeros que caminaron sobre cuatro miembros. Han madurado ya todos aquellos
factores que eran necesarios para la formacin de
57

FREDERICK

TILNEY

un "coordinador de los sentidos" an ms perfeccionado.

LA EPOCA DE LOS REPTILES


GIGANTESCOS
En la poca de los saurios, ciertos animales haban adquirido definitivamente la costumbre de vivir
en tierra firme y, como hemos dicho, fueron los
anfibios los que tomaron la iniciativa; algunos perdieron la cola a raz de esta nueva costumbre, otros
lograron salvarla. Los anfibios precedieron a los
reptiles, quienes, apenas llegados, parece que invadieron todo el globo (era mesozoica). Ninguna otra
poca puede compararse con esta, en lo que respecta a los espantosos monstruos que poblaron la
tierra en tiempos tan remotos. Dueos del orbe terrestre, fueron entonces los gigantescos dinosaurios,
seres fantsticos que, entre carne y huesos, pesaban
varias toneladas! En ninguna otra poca la naturaleza cre instrumentos de batalla tan espantosos.
Hasta la cola, que en muchos anfibios actuales ha
desaparecido por completo, constitua en aquellos
reptiles una parte indispensable de su equipo blico.
58

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Su mole era gigantesca, y esta caracterstica fue, precisamente, la que determin que su raza se extinguiera rpidamente. Eran animales arriesgadsimos y
catastrficos. Excelentes para presentar batalla a sus
semejantes y a otros animales, les faltaban todas las
ventajas de un cerebro poderoso y perfectible. Uno
de ellos, un monstruo tan colosal y tremendo que
los gelogos lo bautizaron Tirannosaurus rex, tena
un cuerpo que pesaba varias toneladas, pero su cerebro no llegaba a medio kilogramo!
Estos prolficos reptiles de la era mesozoica,
disfrutaban de todos los beneficios de un nuevo
modo de vida. Como si los ocanos y los continentes no bastaran para sus cuerpos monstruosos, dirigieron sus miradas al aire que los rodeaba, y ms
tarde, durante el perodo trisico (150 millones de
aos atrs) ciertos reptiles que parecan enormes
lagartos y que tal vez se sostenan mediante sus dos
miembros posteriores (consanguneos de los bpedos dinosaurios), empezaron a hacer una vida arborcola. Se produjo as la transformacin de sus
miembros anteriores, que adquirieron casi la forma
de alas, de las que se servan, como de un paracadas, para deslizarse al suelo. Esto puede explicar por
qu ciertos investigadores sostienen que los primer59

FREDERICK

TILNEY

simos pjaros fueron engendrados en la poca de


los saurios. En cambio, otros estudiosos consideran
que la vida de los pjaros se ha iniciado mucho
tiempo antes.
Durante esta poca se manifiesta cierta tendencia de carcter ms estable, pero tan poco visible
que, al principio, habra sido casi imposible descubrir su curso. En un segundo momento surgieron
de la anterior dos caractersticas principales: cierta
adaptacin de los miembros anteriores y posteriores, dirigida a mantener levantado el cuerpo de la
tierra; y una transformacin de la dentadura que,
gradualmente, termina por asumir todas las caractersticas que descubrimos hoy en los mamferos. Dos
rasgos que se manifestaron antes en ciertos reptiles,
muy comunes en aquella poca, y que condujeron a
la posterior formacin de otros animales, que son
los verdaderos precursores de los actuales mamferos. Los naturalistas los distinguen con el nombre
de reptiles premamferos y los han catalogado con la
designacin cientfica de cinodontes y teriodontes.
Tambin es muy probable que, mientras se hallaban
en curso todas estas transformaciones, se hubiera
iniciado ya un cambio no menos importante en la
sangre: las clulas sanguneas se empequeecieron,
60

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

convirtindose, al mismo tiempo, en mejores conductoras del oxgeno, y perdiendo el ncleo. Consecuencia de ello fue que ciertos animales de sangre
fra y con el cuerpo cubierto de escamas, se convirtieron en animales de sangre caliente con el cuerpo
cubierto de pelos. Indudablemente la temperatura
clida y constante de esos antiguos precursores de
los mamferos, debe haber influido favorablemente
en el sucesivo desarrollo del cerebro.

LA DESAPARICION DE LOS GRANDES


SAURIOS
La poca de los reptiles, sobre todo en sus fases
ms teatrales, no vio sino pocos progresos en el desarrollo del cerebro. Durante este perodo permanecen inalterables los grandes pabellones del cerebro,
es decir, el telencfalo, el talamencfalo, el mesencfalo y el epiencfalo; quizs se amplifican un poco.
En cambio, an no se haba formado ese importantsimo rgano que es la parte ms exquisita del cerebro (en trminos cientficos el neopalium), es
decir, la corteza cerebral. Y tal vez ha sido sta la
razn por la que se extinguieron durante la poca
61

FREDERICK

TILNEY

mesozoica casi todos los grandes saurios. La catstrofe que suprimi a trece de los dieciocho rdenes
de estos monstruos que en un tiempo haban llenado la tierra, ha permanecido en el misterio. Quizs
fue debida a las grandes mutaciones que se produjeron en la corteza terrestre, quizs a los bruscos
cambios de clima que deben haberse manifestado
en ese perodo. Puede haber ocurrido tambin que
la gigantesca mole de estos reptiles haya hecho insostenible su lucha por la existencia y demasiado
precaria la provisin de alimentos. Cualquiera que
haya sido la causa, puede pensarse que estos monstruos han sido aniquilados porque tenan caractersticas demasiado especiales.
Los cinco rdenes que sobrevivieron comprenden las serpientes, los cocodrilos, los lagartos, las
tortugas y algunos pequeos monstruos cubiertos
de pas (sapos cornpedos) que viven en Nueva
Zelandia, donde se les denomina tuataras (sphenodon punctatum).
No obstante este exterminio, la poca de los
grandes saurios dej una incalculable herencia a los
animales que les sucedieron. Esta herencia fue la
aparicin de los mamferos de sangre caliente, heredada de los reptiles premamferos: la caracterstica
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

de la sangre caliente permiti, a los seres que haban


de imponerse durante el perodo sucesivo de la
historia terrestre, moverse sobre cuatro patas, resistir mejor los cambios de clima y predisponer el alimento a una digestin ms activa. Esta ltima
ventaja se debe a un nuevo tipo de dientes que los
mamferos heredaron de los reptiles, sus antepasados prximos. Todos los dientes de estos ltimos
estaban constituidos a manera .de colmillos para
poder aferrar la presa o desgarrar el alimento (dientes caninos). Como estos reptiles no posean molares, la funcin digestiva deban realizarla
enteramente el estmago y el vientre. En cambio en
muchos mamferos la digestin comienza en la boca
con la masticacin. Los primeros reptiles premamferos estaban provistos de molares, y su dentadura,
como en todos los mamferos, se compona de incisivos, caninos, premolares y molares: semejante
aparato masticatorio constitua un legado de mucha
importancia.

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FREDERICK

TILNEY

LOS MAMIFEROS DE SANGRE CALIENTE


La caracterstica de la cuarta poca, de los mamferos, consiste precisamente en todas estas nuevas prerrogativas. En seguida se produjo cierto
progreso que se manifest en el cerebro bajo la
forma de un nuevo instrumento, el neopalio (que
podremos llamar supercerebro) y que revel tener
gran influencia en el afinamiento y desarrollo de los
sentidos. El neopalio apareci bajo la forma de revestimiento exterior del telencfalo, y la membrana
que lo constitua posea una facultad de desarrollo
que no tena ninguna otra parte del cerebro. El
neopalio agreg 12 millones de clulas a disposicin
de las diversas actividades cerebrales. El carcter
principal de este incremento fue que las clulas se
dispusieron en orden, formando capas superpuestas, a cada una de las cuales pareca corresponderle
una facultad para el desempeo de las funciones
vitales. Una vez completamente desarrollada, esta
estructura constituye la corteza cerebral, y representa, junto con las fibras asociativas, el ochenta por
ciento de la masa cerebral.
No debe creerse que, despus del advenimiento
de los mamferos, esta corteza cerebral alcanz la
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

perfeccin en forma inmediata, pues los primeros


pasos en este sentido fueron casi imperceptibles. La
naturaleza engendraba, mientras tanto, en gran escala, un grupo de animales de aspecto fantstico, y
pareca que procediera sobre el modelo de los
monstruos de la era precedente. Se ve que las dimensiones desmesuradas y monstruosas estaban
an de moda! En muchos casos los mamferos primitivos eran torpes y gigantescos. Los esqueletos
fsiles que nos han servido para reconstruirlos, revelan cun extraas y horribles eran esas bestias; a
tal punto que si hoy volvieran al mundo, la humanidad moderna se sentira aterrorizada. Ni el ms famoso escengrafo lograra plasmar monstruos tan
extraos, con todo el horror de sus corazas caractersticas, de sus colmillos, de sus miembros. Como
en una fantasmagora sobrenatural se nos apareceran los mamuts, los mastodontes, titanodontes,
creodontes y los tigres con dientes en forma de espadas (maquerodontes).

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FREDERICK

TILNEY

EL CAMINO DEL PROGRESO Y EL


CAMINO DE LA MUERTE.
Todos esos monstruos se han extinguido hace
ya millones de aos, y puede creerse que su fin (por
lo menos para algunos) se debi al tipo de cerebro
inferior, inapto para desarrollarse, con que estaban
dotados. Gran nmero de los primeros mamferos
posea un cerebro que, en ciertos aspectos, se asemejaba al de sus antepasados, los saurios. Tampoco
el neopalio estaba muy desarrollado, pero no es el
volumen de este rgano lo que nos debe interesar,
sino la posicin que ocupa en relacin con las partes
preexistentes del cerebro. Muchos de estos animales
se extinguieron al principio de la era de los mamferos (oligocnico y eoceno: de 30 a 65 millones de
arios atrs). Otros, en cambio, ms susceptibles de
progresar, resistieron y su progenie lleg hasta nosotros. El cerebro. fue el rgano que decidi su
progreso o su extincin. En todos los casos en que
el cerebro permaneca sin desarrollar o que el neopalio no se presentaba, el destino de aquellos
monstruos pareca definitivamente sealado a priori;
en cambio, cuando el neopalio tenda a multiplicar
sus clulas, su progreso era un hecho cierto. El
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

neopalio, efectivamente, centralizaba y cimentaba,


en forma estable y definitiva, todos los pabellones
de los sentidos en un nico asiento.
Las reacciones fisiolgicas ligadas al olfato y al
gusto (reacciones hasta entonces dependientes del
telencfalo) condujeron a este rgano a actuar como
centralizador. Aun prescindiendo de los factores
que determinaron esta estructura, podemos decir
que en ella encontraron su definitiva sistematizacin
los pabellones del sentido orgnico y del tacto, de la
vista y del odo. El telencfalo experiment inmediatos y benficos efectos, y se convirti as en el
supercerebro, en el ms alto sentido de la palabra.
Comenzaron a desarrollarse los hemisferios cerebrales que, ms tarde, se replegaron sobre s mismos para dejar mayor espacio libre, y un segundo
tiempo aun ms pronunciado. Mucho se benefici
particularmente el sentido del tacto, que se intensific porque el cuerpo del animal estaba ahora recubierto de una piel mucho ms sensible y provista de
pelos. Esta piel era un nuevo instrumento sensorio
por medio del cual el cerebro poda percibir tambin las ms delicadas sensaciones tctiles; esto favoreci al animal, confirindole una nocin ms
completa de los objetos con los que tomaba con67

FREDERICK

TILNEY

tacto. Logr que la percepcin del mundo exterior


se extendiera considerablemente. Las impresiones
tctiles discriminativas se sumaban una a otra hasta
determinar percepciones que, desde este punto de
vista, podan considerarse completas. Tambin la
vista, el odo y el sentido orgnico se desarrollaron,
localizndose el aumento de estos sentidos en la
corteza cerebral, o neopalio.
Muy pronto la creciente eficiencia de los sentidos necesit superficies ms extensas, a lo que provey la formacin del lbulo frontal, donde se
radicaron despus otras facultades ms elevadas.
Todo esto explica cmo el desarrolilo energtico del
cerebro en los mamferos ha dado mejor rendimiento, y cmo merced a este desarrollo dichos
animales han podido adaptarse mejor a las condiciones de su vida. Todo ha sido debido a ese instrumento de incalculable valor que hemos llamado
supercerebro.

68

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

SUPERIORIDAD CEREBRAL DE LOS


MAMIFEROS
Dbese al cerebro que los mamferos tengan un
comportamiento tan variado y una facultad de
adaptacin tan plstica, prerrogativas que los peces,
los anfibios, los reptiles y los pjaros no poseen en
absoluto. Esa mayor capacidad de los mamferos no
slo los distingue como clase, sino que se manifiesta
tambin en cada uno de sus componentes. Es verdad que entre los mamferos inferiores (como el
topo, el opossum, los tardgrados) y otras clases de
animales (pjaros, anfibios y tambin peces), la diferencia no es tan notable; comprense, en cambio,
los rasgos y las aptitudes de un caballo o de un perro con las de los pjaros o de las serpientes, y la
diferencia resultar bien marcada. Un perro, por
ejemplo, no tarda en adaptarse a todas las complicaciones inherentes a sus relaciones con el hombre, y
puede cumplir una cantidad de funciones diversas, a
menudo difciles y complejas. En general, lo que
decimos del perro es aplicable a muchsimos mamferos superiores, especialmente a aquellos que estn
dotados de una corteza cerebral muy desarrollada.
Hasta ciertos animales acuticos, como las focas,
69

FREDERICK

TILNEY

pueden adaptarse a una vida extremadamente diferente de la que les es propia. (Recordemos las focas
de los circos...) Tambin los elefantes, siempre en
virtud del desarrollo alcanzado por su cerebro, saben adaptarse a las circunstancias ms diversas, pese
a su mole y a la poca libertad de movimientos que
les dan un aspecto tan pesado. Es, pues, indudable,
.que los mamferos poseen una marcada superioridad cerebral sobre los vertebrados inferiores; no
obstante ello, muchos son los obstculos que se interponen y las restricciones que limitan su ulterior
progreso.
Los mamferos son muy adaptables, pero slo
bajo ciertas condiciones particulares. Algunos se
adaptaron a la vida acutica, otros a la vida area, a
la vida de llanura, subterrnea, en los bosques, etc.
Pero, obrando as, su cuerpo se especializ y el animal qued encerrado en un cerco muy limitado de
adaptacin. Hacen, sin duda, cosas extraordinarias;
pero slo las que les son posibles por los medios
morfolgicos de que disponen, como la trompa, la
forma de la cabeza, las pezuas y las patas, las alas o
las membranas de que estn provistos sus miembros, obstculo ste que los mamferos no han podido vencer. Otros mamferos, en cambio, se han
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

especializado para una vida mucho ms variada, y


son precisamente los que han demostrado una marcada tendencia a vivir casi siempre en los rboles.
Este hecho les ha servido para modificar profundamente sus disposiciones sucesivas, modificacin
que ha afectado ante todo, especializndolos, a sus
rganos. Su evolucin tambin ha adquirido un
nuevo impulso al que el cerebro, en un segundo
tiempo, dio el ltimo retoque. Estos animales arbreos, tan importantes, son los monos inferiores y los
antropomorfos. Si se quisieran representar con un
grfico las diversas fases de la adaptacin animal
con anterioridad a esta poca histrica, deberamos
dibujar una serie de altiplanos escalonados. Cada
terraza (comenzando por la de los peces, luego la de
los anfibios, y as hasta la de los mamferos) ha
contribuido con algn elemento a empedrar el camino del progreso. Recorrindola en toda su extensin se llega al plano de los monos antropomorfos,
que deban dar origen a gran variedad de primates.
Importante punto de llegada, por haber ofrecido
tambin la base necesaria para trepar al ltimo y
empinado tramo: el que condujo al hombre.

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FREDERICK

TILNEY

CAPTULO III
PARA PLASMAR AL HOMBRE
LA EVOLUCION HUMANA DESDE LOS
TIEMPOS PREHISTORICOS HASTA
NUESTROS DIAS
LA APARICION DEL HOMBRE
El cerebro haba atravesado ya algunas fases
preliminares mucho antes de que el hombre entrase
en escena. La forma caracterstica de su pasta mortal
haba sido ya revisada y corregida, y la naturaleza
haba aportado ya notables mejoras a las partes vitales del mecanismo.
En aquellos tiempos haba en la tierra exuberancia de animales de toda especie: peces, anfibios,
reptiles, pjaros y mamferos en grandes cantidades,
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

y todos los progresos registrados se deban exclusivamente a ellos. Cuando finalmente aparecieron
nuestros primeros semejantes, su cerebro era ya
humano, pero tan rudimentario, que nuestros antiguos progenitores eran an semibrutos. Sin embargo, su advenimiento constitua una especie de
triunfo, pues la naturaleza haba logrado por fin
crear el milagro, es decir, el hombre.
La era humana que inauguraban, habra sido
esencialmente diferente de las precedentes por la
calidad de las conquistas que el Destino reservaba al
hombre. Pero en el seno de la naturaleza, este advenimiento no dio lugar a mucho alboroto. Los principios fueron humildes e insignificantes, debido a
que el cerebro de estos hombres primitivos era an
un rgano rstico, imperfecto y de escasa capacidad. Para que ese cerebro pudiera llegar a un estadio
ms avanzado de eficiencia, se necesitaban aun
cientos de miles de aos.
A quienes, entre nosotros, la medida del tiempo
est dada por el intervalo que transcurre desde el
desayuno hasta la cena, tan largos perodos de tiempo han de parecer fabulosos. Cuando se dirige al
pasado, nuestra mente se detiene en los principios
de la historia, esto es, cinco o seis mil aos atrs; es
73

FREDERICK

TILNEY

un caso, como tantos, de miopa. Pero as es imposible percibir la plenitud, del tiempo prehistrico,
cuya medida es tan diferente de la que usamos corrientemente. Fue, sin embargo, en ese abismo de
tiempo donde el hombre alcanz las laboriosas
conquistas fisiolgicas que determinaron, finalmente, la era del lbulo frontal.
De aquel remotsimo pasado nos quedan hoy
muchos testimonios. Examinndolos pacientemente
comprobamos cul era el estado del hombre cuando
inici su carrera mortal. Quien sabe interpretar estos testimonios descubre en ellos un eco de su vida,
y un rastro evidente de aquellas tentativas y de
aquellas luchas que lo elevaron, gradualmente, de la
miseria de su primitiva condicin.

CUANTOS AOS TIENE EL HOMBRE?


Es natural que uno de los primeros problemas
que se plantea la ciencia tienda a saber desde cunto
tiempo vive el hombre en la tierra. Intil agregar
que se trata de clculos un poco vagos, cuyos resultados se prestan hasta en exceso a discusiones y
controversias. Por otra parte, todas las autoridades
74

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cientficas se hallan de acuerdo en afirmar que, para


llegar a ese estado de evolucin del que el hombre
es ejemplo, debe haber transcurrido una infinidad
de tiempo; naturalmente, no menos de quinientos
mil aos, segn las hiptesis de nuestros das. Otros
clculos (por ej., Keith), van an ms all: un milln
de aos, si no ms. Los orgenes de la especie humana se hacen remontar, en general, al principio del
pleistoceno o a fines del plioceno. El profesor Osborn, tras una laboriosa revisin de sus clculos,
hace remontar el origen del hombre a un milln y
medio de aos.
El hombre constituye la sexta familia del suborden de los primates (antropoides: semejantes al
hombre), en todas las raza de las que luego se distingui. El nombre de esta sexta familia es homnidae (hombres de todos los tipos).
Nuestros progenitores derivaron de una rama
normal de primates durante los primeros tiempos
del oligocnico. En el momento en que se produjo
este fenmeno crtico (hace 25 millones de anos),
dos grandes ramas se abrieron del suborden de los
primates, ramas que en adelante se desarrollaron
independientemente. La primera dio origen a las
razas humanas: en cambio, de la segunda nacieron
75

FREDERICK

TILNEY

los monos antropomorfos (orangutn, gorila y


chimpanc). La enorme diferencia que existe entre
el hombre y los dems seres vivientes se manifiesta
en la facultad que slo l posee de diferenciar en
grado mximo la sustancia y la forma de sus actividades. Es cierto que, en lo que respecta a la forma y
a las dimensiones .del cuerpo, el hombre se asemeja
al mono, sobre todo a los monos antropomorfos;
pero aqu la semejanza cesa repentinamente. El
hombre ha creado un mundo nuevo y se esfuerza
en controlarlo, sea por medio de esas leyes que l
mismo ha forjado, sea sometiendo a todas las otras
criaturas vivientes. Las razas humanas actualmente
existentes constituyen esa especie que los sabios
llaman homo sapiens (hombre razonador), que
comprende a los africanos, australianos, mongoles y
las variedades europeas.

LAS CUATRO RAZAS HUMANAS


EXTINGUIDAS
El estudio de los fsiles y .de los antiguos utensilios empleados por el hombre, revela que en otros
tiempos existieron no menos de cuatro razas pre76

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

histricas de hombres. Estas razas, despus de haber participado durante cierto tiempo en el drama
de la vida, se extinguieron no sabemos an bien por
qu motivos. No debe sorprendernos que la infancia del gnero humano se encuentre todava envuelta en la oscuridad, y que sus rastros hayan
quedado sepultados en los abismos del tiempo que
precede a la historia humana. Ante todo se trata de
signos apenas perceptibles que, si an no han venido a la luz, se debe al hecho de que slo desde hace
un centenar de aos se han efectuado investigaciones sistemticas para conocerlos. Confiamos en que,
amplindose el campo de las investigaciones y el
nmero de los investigadores, ser posible descubrir
abundantes materiales de residuos que sirvan para
revelar las fases primordiales de la vida humana.
Cuatro son los criterios principales para estimar
la antigedad de los restos humanos. Primero, la
edad geolgica de los estratos en que se descubren
los restos fsiles. Segundo, los fsiles de aquellos
animales que se hallan depositados junto con restos
humanos, pertenezcan a especies todava existentes
o ya extinguidas. Tercero, los objetos creados por la
mano del hombre, vale decir, utensilios, adornos,
etc., que se descubren junto a los restos del muerto.
77

FREDERICK

TILNEY

Cuarto y ltimo, el examen de las caractersticas


morfolgicas del crneo o de otras partes del esqueleto que distinguen al fsil de las razas humanas
existentes en la actualidad.
Los objetos que han salido de la mano del
hombre y recogidos amorosamente por los naturalistas, despus de aos y aos de pacientes investigaciones, tienen una importancia igualmente grande.
En la actualidad los sabios clasifican ese abundante
material demostrativo. Este revela no slo que el
hombre ha vivido efectivamente en los tiempos
prehistricos, sino tambin cmo ha atravesado las
diferentes fases, bien distintas entre s, de su cultura.
Los fsiles de las razas extinguidas, que han sido
investigados hasta ahora, parecen tan diferentes del
hombre moderno que hasta se ha pensado en crear
gneros especiales para cada una de ellas. La proposicin se basa en el hecho de que, rigurosamente
hablando, ninguna de las razas extinguidas podra
considerarse la verdadera familia atvica del hombre
moderno. Es lgico que los naturalistas traten de
ordenar cronolgicamente los rastros del hombre
prehistrico, ya que, aun habindose demostrado
imposible fijar con exactitud el perodo en el que
vivieron las razas extinguidas, tienen el modo de
78

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

establecer (aunque sea dentro de ciertos lmites),


para cada tipo de hombre prehistrico, dnde y
cundo vivi.

EL HOMBRE MONO DE LA ISLA DE JAVA


Con toda probabilidad, el ms antiguo entre los
primersimos representantes de las razas extinguidas
es el hombre-mono de Java (pithecanthropus erectus). El hombre de Java perteneca a la llamada raza
de Trinil, nacida, segn los clculos de Keith, un
milln de aos atrs. Esta criatura, muy semejante al
hombre, tena tambin gran parte de los atributos
del mono. Por otra parte, tena tantos puntos comunes con el hombre, que haca pensar que en la
evolucin humana representara un estadio aparte.
La cara y la cabeza eran las de un mono; pero el cerebro meda el doble del que poseen los monos,
incluso el gorila, que es el ms grande entre los antropomorfos. Esta ventaja excepcional fue la que
dio al hombre de Java un puesto predominante sobre todos los antropoides, y la que le confiri una
posicin inexpugnable como miembro de la familia
humana.
79

FREDERICK

TILNEY

En 1.891, un mdico militar holands, el doctor


Eugenio Du Bois, descubri en las orillas del ro
Bengaw, en el centro de la isla de Java, los restos
fsiles del hombre-mono.
El doctor Du Bois haba efectuado ya otras excavaciones en esa localidad, con la esperanza, precisamente, de descubrir fsiles de la poca
prehistrica. Sus bsquedas haban sido bastante
afortunadas, pues haba ya extrado muchos huesos
de mamferos, entre los cuales haba un diente molar que atribuy desde el principio a un tipo de mono antropomorfo hasta entonces desconocido.
Animado por este primer xito, removi ansiosamente todas las rocas y los guijarros que se encontraban en ese lado de la orilla. Mientras se hallaba
entregado a este trabajo, apareci a sus pies el fragmento de un crneo, a un metro de distancia del
punto donde haba aparecido el molar. Nuevas excavaciones revelaron la existencia de otro diente
(tambin molar) y de un fmur izquierdo, ambos a
unos quince metros del crneo.
El doctor Du Bois realiz un prolijo estudio de
estos restos, y public, en 1894, una monografa
donde describa un nuevo animal, llamado por l
pithecanthropus (hombre-mono) erectus. En su
80

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

monografa observa que, por algunas consideraciones de ndole dinmica y por la identidad de las articulaciones entre este animal y el hombre, el
pitecntropo deba de caminar sobre los miembros
posteriores y por consiguiente tener libre el uso de
las manos, que, a su parecer, deban ser ya muy semejantes a las del hombre. Agregaba que este antropoide, carente an de todos los requisitos
humanos, se hallaba muy lejos de ser un verdadero
mono. Un estudio ms profundo de lo que deba ser
el cerebro de este antiguo ser, nos ha revelado que
el pitecntropo era ya una criatura humana.
En cambio, en lo que respecta al aspecto exterior, no podemos coincidir con Du Bois, que sostiene que el pitecntropo es el antepasado directo
del hombre. Admitimos que caminaba erecto como
sus descendientes modernos; su estatura deba ser
aproximadamente la del hombre y es posible tambin que con sus manos utilizara armas e instrumentos rudimentarios. Indudablemente deba tener
muchos enemigos, contra los cuales, por otra parte,
no se hallaba en muy buenas condiciones de defensa y su tarea ms ardua deba ser, como fcilmente
se comprende, la de procurarse el alimento. El
hombre de Java era una curiosa mezcla de hombre y
81

FREDERICK

TILNEY

de mono, y tena estrecho parentesco con muchas


bestias que vivan en su tiempo. La escasa ventaja,
que tena sobre stas, deba residir posiblemente en
los dientes.
En la dura lucha por la existencia, el pitecantropo venca solamente (cuando venca) gracias a la
destreza con que usaba de sus manos. En cambio,
sus adversarios lo vencan ampliamente por su fuerza y velocidad.
Se asemejaba al hombre, es cierto; pero su inferioridad frente a la razas humanas actuales es aplastante. El cerebro de este animal nos hace suponer
que se haba forjado cierta manera de expresarse
que responda, aun rudimentariamente, a las ms
elementales necesidades de conversacin entre seres
humanos. Se supone que el hombre-mono de Java
viva en tribus y que conociera, por consiguiente,
esas ventajas que comporta la vida en comn. Tambin se supone que tuviera algunas nociones, aunque vagas, de la divisin del trabajo y de la
participacin en sus beneficios

82

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EL HOMBRE ABORIGEN DE
INGLATERRA
Basndose en el descubrimiento de algunas piedras, acaso groseramente trabajadas, el profesor
Osborn sostiene que en Inglaterra vivieron hombres
prehistricos, anteriores incluso al de Java: los llama
aborgenes del plioceno2. Segn Osborn, esos hombres empleaban ciertos instrumentos de piedra, que
llama "rostro-carinates" por su forma (del latn:
rostrum, pico; carina, quilla), y deban haber vivido
poco antes de las razas humanas, durante el plioceno (crag, rocas fsiles del terciario ingls), es decir,
hace un milln trescientos mil aos. Habindose
descubierto ms tarde otras piedras algo diferentes,
Osborn considera que otros hombres sucedieron a
los del plioceno, hace un milln doscientos mil
aos. Los llama hombres de Foxhall. Pero esta hiptesis es muy discutida, y se comprende que sea as
debido a que nunca se han descubierto verdaderos
restos fsiles. Felizmente, distinta suerte ha corrido
el caso, debido al descubrimiento del hombre de
Piltdown, atribudo por Osborn y otros gelogos a

Subcrag Dawm Men.


83

FREDERICK

TILNEY

fines del plioceno (poco ms de un milln de aos


atrs).
Piltdown es una pequea ciudad situada en los
bosques de Sussex, a unas millas de la Mancha, ubicada entre dos ramificaciones del ro Ouse. Al este
se halla la llanura de Kent, donde haban sido ya
descubiertas, tiempo atrs, algunas piedras de los
primersimos tiempos de la prehistoria. El ms famoso de los hombres primitivos que tiene Inglaterra, fue descubierto en Piltdown por Carlos
Dawson, y los fsiles consisten en cierto nmero de
fragmentos del crneo. Fue necesaria mucha paciencia y muchos estudios para poder atribuir a cada
uno de esos fragmentos el sitio que le corresponda
en el crneo; finalmente, se present a la Sociedad
Geolgica de Londres, en 1912, una reconstruccin
de este crneo debida a A. Smith-Wroodward y
Dawson. Una vez reconstruido, el crneo produjo
una extraa impresin a quien lo vio: una mezcla de
hombre y de mono.
Los adictos de Darwin, que durante tacto tiempo haban estado buscando el famoso "eslabn perdido",
gritaron:
Eureka!
No
queremos
pronunciarnos al respecto; pero es indudable que
este hombre de Piltdown es el signo indiscutible de
84

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

que en Inglaterra vivi una raza humana muchsimo


antes de los primeros albores histricos. Los sabios,
naturalmente, no se pusieron de acuerdo con respecto a la edad del crneo; pero no poda negarse
que en Inglaterra haban vivido hombres antes de la
invasin romana y de Csar: miles y miles de aos
antes que los bretones dieran el nombre a esa tierra
que deba irradiar despus tanta luz en la historia del
mundo.
Algunos sabios consideran que el hombre de
Piltdown es nuestro verdadero antepasado; otros,
en cambio, dicen que se trata de una ramificacin
aparte de la raza humana, cuya progenie no se sabe
dnde est y qu es...

EL HOMBRE DE NEANDERTHAL
En los primeros tiempos del pleistoceno, es decir, hace unos ochocientos o novecientos mil aos,
tuvo origen en Europa otra raza humana llamada de
Heidelberg (Homo Heidelbergensis).
Sus representantes tenan caracteres mucho
ms humanos que los del hombre-mono. Junto a
los huesos fsiles, fueron descubiertos algunos
85

FREDERICK

TILNEY

utensilios, de madera y de piedra, cosa que nos


permite creer que pertenecieron al citado hombre.
Este se extingui, como raza, mucho antes de que la
evolucin del hombre diera alguna manifestacin de
progreso; pero de todos modos, los estudiosos consideran que era el antepasado directo de la raza de
Neanderthal (homo Neanderthalensis). Este representa la tercera raza humana de los tiempos prehistricos que conocemos basta nuestros das, y de l
conservamos abundantes reliquias. Se trata sobre
todo de utensilios de piedra, de los cuales la raza de
Neanderthal debe haberse servido, y a juzgar por la
habilidad que manifiestan tales objetos, debemos
convenir que la evolucin cultural de esta raza haya
sido la base sobre la que se realizaron posteriormente todos los mejoramientos que la raza humana
manifest durante la edad de piedra. Tambin la
raza de Neanderthal se extingui en cierto momento, hace alrededor de cincuenta mil aos, cuando apare ci sobre la tierra otra raza de hombres,
an ms fuertes acaso, la raza de Cromagnon.
Cuando, pasados varios milenios, stos sufrieron el
mismo destino de sus predecesores, les sucedieron
los hombres de la era neoltica, que precedieron al

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

momento en que el hombre comenz a emplear los


metales.
Se comprende fcilmente que los primeros
hombres fueran cazadores errantes. A enormes
distancias de tiempo, y despus de verdaderas sucesiones de razas, el hombre aprendi a forjar con sus
manos algunos instrumentos que le sirvieran en la
lucha por la existencia. Esta habilidad, que fue perfeccionndose gradualmente, dio lugar al nacimiento de las primeras manifestaciones artsticas
que se descubren en la raza Cromagnon. Finalmente, en la llamada Nueva Edad de Piedra, el hombre
conoci la agricultura.
El pasado del hombre prehistrico ha sido subdividido en varios perodos segn los utensilios que
iba empleando. Estos perodos han sido designados
con el nombre de las localidades o de las ciudades
francesas prximas al sitio donde se efectu el descubrimiento de los objetos mencionados. Los antroplogos de Francia lograron clasificar tan bien
los materiales recogidos, que de esta clasificacin
naci el orden cronolgico de las diversas fases de
la evolucin humana durante los tiempos prehistricos.

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FREDERICK

TILNEY

LA REMOTA EDAD DE PIEDRA


(Era paleoltica)
Este fue el primer perodo verdaderamente significativo para el hombre (era paleoltica, novecientos mil aos). En l el hombre empleaba
instrumentos de piedra, de slex, de marfil tallado y
de hueso; su mayor ocupacin era la caza, y si su
habilidad para el trabajo se desarroll tanto en esta
poca, se debe precisamente a esa ocupacin. Tambin al principio de la remota edad de piedra los
utensilios de slex revelan cierto grado de desarrollo.
Para la caza, su nica ocupacin y recurso, el hombre emplea ya un cuchillo de slex. Era, indudablemente, una herramienta rudimentaria; pero tal vez,
junto al bastn y a algn otro objeto de piedra, diera
al hombre cierta ventaja sobre los animales, sus adversarios, que brincaban en los lugares selvticos.
La guerra pareca an desconocida para nuestros antepasados de la edad de piedra. Quizs porque el hombre no dispona an de armas
suficientes... En cambio posea ya utensilios para
uso domstico; slex para rasquetear y aplanar, barrenos, martillos de piedra. Entre estos instrumen-

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

tos primitivos no se encuentra ninguno .que haya


servido a finalidades artsticas.
Indudablemente, en aquella poca la imaginacin del hombre era muy torpe, y tal vez tuvieron
que transcurrir siglos para que advirtiera que en sus
manos tena el poder de someter a las fieras. A ello
lo condujo probablemente algn descubrimiento
casual, quizs el del fuego. O bien algn cambio
climtico que lo habra impulsado a cazar a las fieras
con mayor arrojo, ya para alimentarse con su carne,
ya para cubrirse con sus pieles. Los grandes inviernos, cuando la caza era escasa, pueden haberle enseado que era prudente guardar cierta provisin de
alimentos, y esto puede haberle hecho comprender
que la previsin del futuro tiene sus lados buenos.
Pinsese en todas las fieras que en esa poca vivan
junto al hombre. Sus enemigos eran los leones, los
lobos, el oso de las cavernas, el jabal. Por las llanuras erraban los llamados rinocerontes etruscos, el
caballo Mosbach y el elefante primitivo.
Para cazar, el hombre se vio obligado a hacer
vida errante, preferentemente en las orillas de los
ros, sin residencia fija.
El curso de las estaciones debe haber influido
tambin en sus movimientos, obligndole a cambiar
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FREDERICK

TILNEY

de cielo, como los pjaros cuando emigran. El dios


Hernes no le haba revelado an sus secretos, y esa
idea que deba darle despus la fuerza para afirmar
el propio derecho sobre un lugar en la tierra, se hallaba todava en germen.

PROGRESOS ALCANZADOS POR LA RAZA


DE NEANDERTHAL
El hombre de Neanderthal fue el primero en
elevar decisivamente el nivel social de la vida humana, echando las bases de ese sentido de predominio
que deba convertirse en caracterstica absoluta del
hombre y en su pasin especfica (pinsese en las
guerras).
Su estado de cultura haba mejorado, tal como
lo revela la calidad menos imperfecta de sus utensilios. El hombre de Neanderthal posee ya un instrumento que le sirve de hacha y de escoplo para
fabricar los utensilios de madera. Tambin est
mejor equipado para la caza, logrando construir
puntas de slex que, segn su magnitud, le sirven de
lanza y de flechas. Cuando llega a ese estadio de

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cultura que los sabios llaman musteriense, ocurre un


hecho tan decisivo que inaugura una nueva poca.
La tendencia caracterstica del hombre a poseer
lo que necesita, comienza a manifestarse a medida
que progresan sus aptitudes, haciendo nacer en su
mente el primer germen del concepto de derecho
sobre las cosas que se poseen. A su muerte, el hombre de Neanderthal dejar esta herencia no slo a
los descendientes de su raza, sino a la humanidad
entera. La idea de la posesin naci del hecho de
que el hombre de Neanderthal, en la fase musteriense, empieza a vivir en las cavernas para protegerse de la intemperie. Se entiende fcilmente que
no haba pensado habitar antes en las cavernas,
porque es muy probable que en ellas habitaran ya
otros inquilinos muy peligrosos (el len de las cavernas, el leopardo, la hiena, los lobos y tal vez esa
otra fiera llamada Maquerodonte, una especie de
tigre con los dientes en forma de espada!).
El hombre no poda luchar contra las fieras en
tanto no hubiera descubierto una nueva arma que le
diera supremaca. Esta ventaja la conquist el da en
que descubri un nuevo sistema para luchar contra
las fieras, sea perfeccionando sus armas, sea (cosa
que consideramos ms probable) combinando el
91

FREDERICK

TILNEY

uso de stas con el poder del fuego, que en ese


tiempo haba encontrado la forma de producir. Pudo as expulsar a las fieras de las cavernas y alojarse
l, por derecho adquirido. La lucha debi haber sido
tan spera y peligrosa que dio un marco especial al
xito alcanzado. Una vez arrebatado a las fieras el
derecho natural a las cavernas, todos los incidentes
de la lucha sirvieron para exaltar y cimentar en su
alma esa sensacin de posesin que era el verdadero
xito moral de la empresa. El hombre triunfante,
debi haber experimentado ms vivamente el deseo
de ulteriores conquistas.
Desde la poca musteriense en adelante,
cunta energa ha gastado el hombre para disfrutar
las ventajas que le prodigaba su facultad batalladora!
Cre leyes para justificar ante sus propios ojos la
posesin, y reglamentarla. La idea del "derecho de
poseer" se hizo sentir en todo lo que ha organizado,
familiar y polticamente. Hasta en el cdigo de su
moral privada se insinu la idea del derecho y de la
posesin. Naciones e imperios han nacido sobre
ella, del mismo modo que la vida del individuo se
funda en el derecho a obtener determinada posesin
y mantenerla.

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Esta tendencia, nacida, como hemos dicho, con


el hombre de Neanderthal, se ha convertido en el
elemento esencial de las grandes gestas humanas. Es
mejor no pensar en toda la injusticia que a menudo
ha desencadenado y en las lgrimas y en la sangre
que ha costado.

CARCTER Y EXITO DE LA FASE


MUSTERIENSE
No es fcil valorar exactamente la importancia
que ha conferido este factor al progreso de la raza
humana. El hombre musteriense proclam una
fuerza y una tendencia completamente nuevas. No
podemos dejar de considerarlo, incluso porque su
nueva actitud es una piedra angular importantsima
en el camino que el hombre ha recorrido a travs de
las fases ms elevarlas de la condicin humana. Segn el profesor Osborn, este hecho remonta a trescientos mil aos, y no estar dems dibujar, a un
costado de la fecha, una crucecita con tinta roja... El
hombre sinti que poda querer ms, y si se piensa
en los ros de sangre que las guerras, de entonces en
adelante, han hecho verter como consecuencia de
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FREDERICK

TILNEY

este primer movimiento del hombre de Neanderthal, se justificar la crucecita y el color de la tinta.
Esta pensamiento no debe nublar ante nuestros
ojos la importancia de muchas otras ventajas aportadas a la vida humana por la facultad y las tendencias nuevas de este personaje prehistrico.
Viviendo en la oscuridad de las cavernas, y especialmente en la inclemencia del invierno, el misterio de su aislamiento debi haberle estimulado la
fantasa. Es muy probable que se sintiera llevado a
creer en las fuerzas ocultas de la naturaleza y que
intentara practicar la magia. Esta suposicin, que
puede parecer aventurada, est confirmarla por su
prctica, de quemar a sus muertos. Los hombres
que haban vivido antes que l pertenecan al perodo que puede llamarse "presepulcral", y esto explica
la desalentadora escasez de fsiles de los perodos
anteriores a la fase musteriense. En cambio en esta
poca, no slo se empieza a sepultar a los muertos,
sino que exista todo un ceremonial fnebre. Lo
deducimos de la posicin del cuerpo y de ciertos
rganos que, en la remota edad de piedra, aparecen
como si alguno los hubiera replegado y entrelazado.
Sabemos que algunos pueblos primitivos siguen
procediendo as. Loa antiguos egipcios sepultaban
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

junto al cadver de los reyes algunos objetos personales. Y bien, en las tumbas de los Neandertlial se
han descubierto armas de caza y diversos utensilios
junio con algunos adornos y frusleras que se, supona fueran caros al extinto. Adems es evidente que
los parientes del muerto ponan gran cuidado en
evitar que el crneo pudiera resultar aplastado o
roto: a menudo, el crneo aparece protegido lateralmente por dos lajas de piedra. Hay rastros casi
seguros que atestiguan que los parientes colocaban
comida junto al cadver. Todo esto demuestra que
tambin trescientos mil aos atrs el hombre tena
ya sentimiento religioso. Pero hay ms. La ndole de
estas ceremonias fnebres demuestra que el hombre
de las cavernas crea en una vida futura. Se comprende que creyera firmemente que el cuerpo slo
fuera el receptculo mortal de un espritu que, a su
debido tiempo, habra de trasladarse a otro mundo.
Si los parientes ponan alimentos junto a los
muertos, es porque crean en su retorno a la tierra.
Aunque fuera en forma grosera, el hombre de las
cavernas pareca tener nociones seguras de lo que el
muerto habra hecho en el ms all. Esto explica la
presencia de armas al alcance de la mano del cadver, y de otros objetos que poda haber necesitado.
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FREDERICK

TILNEY

La creencia del hombre musteriense en la inmortalidad del alma habr sido simplsima, pero exista.
Crea en Dios? Puede ser que, al igual que todos los
otros pueblos primitivos, haya concebido un ser
supremo, echando as las bases de la religin.
Morfolgicamente, el hombre musteriense merece nuestra mayor atencin. Todo en l nos revela
su fuerza combativa..
Era una magnfica mquina de guerra humana,
con brazos largos, msculos poderosos, piernas ms
bien cortas y levemente peludas a la altura de la rodilla, cuello grueso, mandbula superior recuadrada y
saliente, cejas fuertes e hirsutas. Puede ser que la
vida de las cavernas lo haya puesto en contacto con
otros semejantes, y que tal gnero de vida haya influido en sus manifestaciones, como por ejemplo en
el lenguaje. Puede haber despertado su imaginacin
y originado los primeros grmenes de la tradicin de
raza: un espritu agresivo y la consiguiente rivalidad
entre los miembros de tribus diferentes. Es probable que las controversias y divergencias de ideas entre una tribu y otra fueran resueltas mediante
encuentros entre grupos de individuos de ambas
partes; y en esta forma de actuar, que constitua por
lo menos hasta entonces un hecho nuevo, estaba el
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

primer germen de futuras guerras, es decir, lo ms


deletreo e ineluctable de las debilidades humanas.
El xito sobre las fieras le habra hecho cambiar su
primitiva actitud: de fugitivo en conquistador.
Se comprende as que la seguridad de s mismo
hiciera nacer en l ideas que excedan los lmites de
la realidad. multiplicacin de estas ideas lo condujo
fatalmente a fantasear y a interpretar en forma ilusoria las fuerzas de la naturaleza.
Su nueva manera de vivir termin por influir en
su fsico, la proteccin que le brindaban las cavernas
tuvo como resultado .disminuir su resistencia a las
enfermedades. Agreguemos que en una caverna la
proteccin de una piel era ms necesaria .que al aire
libre, cosa que tambin contribuy a crear individuos menos aptos para resistir las intemperies que
aquellas razas que antes haban vivido siempre al
aire libre. La necesidad de vestirse hizo sentir sus
efectos no slo en la industria manual que produce
las ropas, sino tambin en la fabricacin de los avos
necesarios para stas.
La vida antihiginica de las cavernas hizo lo
dems, provocando y favoreciendo muchsimas enfermedades. Se comprende cmo la infeccin y el
contagio tenan en aquel gnero de vida el mejor
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FREDERICK

TILNEY

vehculo de difusin. As fue cmo, al pasar el


tiempo, los hombres del estadio musteriense comenzaron a dar seales de decadencia ineluctable, y
la raza de Neanderthal, que haba sido la ms poderosa raza de hombres de la era paleoltica, desapareci de la tierra.

NUESTRO ANTEPASADO, EL HOMBRE


DE CROMAGNON
La sustituyeron los Cromagnon. El individuo de
esta raza, una de las mejor desarrolladas por su nivel
intelectual y por su actividad, es el Homo sapiens,
que pertenece a esa especie que ha forjado la historia del mundo.
Los Cromagnon nos interesan ante todo porque
exterminaron a los Neanderthal. No sabemos bien
cul fue el secreto de su triunfos sobre los fieros
moradores de las cavernas; pero su ponemos que se
debi al manejo de una nueva arma (el arco) o cualquier otro instrumento ms ventajoso de combate.
De todos modos, la guerra debi haber sido despiadada. Los Cromagnon no siguieron siquiera la costumbre corriente de los vencedores, que toman a las
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

mujeres de los vencidos; deducimos esta conclusin


del hecho de que, despus de la era musturiense, no
se descubre ninguna caracterstica de los Neanderthal en la raza humana. Lo que les dio mayor ventaja fue su eficiencia cerebral.
Esta hiptesis est abonada por su misma caja
craneana, ms apta, y por el desarrollo de la frente y
del prosencfalo. Pero ms que sus cualidades blicas, nos interesa la capacidad artstica de los Cromagnon, en quienes se manifest por primera vez.
Su raza se origin en Asia y emigr al occidente,
hacia Europa. La produccin artstica a que nos referimos consiste en una serie de decoraciones hechas en los muros de sus cavernas, y su valor nos
permite considerarla como una de las ms grandes
manifestaciones de las antiguas razas romanas. En
cambio, en otras esferas de actividad y de industria
domstica, los Cromagnon aportaron muy pocas
innovaciones, limitndose a adaptar y a perfeccionar
lo que haban producido ya los musterienses. Slo
introdujeron una gran novedad, en la que ningn
otro pueblo haba an pensado: la fabricacin de
instrumentos y utensilios para esculpir y grabar. Se
trata, en general, de instrumentos pequeos y delicados, hecho de slex, de los que se descubrieron,
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FREDERICK

TILNEY

por ejemplo, un taladro, un buril, un pual, un cincel, un mortero, una cabeza de martillo y una garlopa.
Su arte se caracteriza por la ausencia de esa etapa rstica o infantil que se manifiesta siempre en los
principios artsticos de los pueblos primitivos; el de
los Cromagnon es un arte joven pero desarrollado.
Todas esas riquezas que conservan los museos y
que comprenden dibujos sorprendentes, esculturas
y hasta pinturas, justifican plenamente el nombre de
"griegospaleolticos" que se les ha asignado. Mucho
se asemejan a los griegos y a los egipcios, y, como
stos, los Crogmanon pintan de tal manera que sus
bisontes, sus ciervos, caballos o mamuts parecen
figuras en relieve. Su arte es simple, con el mnimo
uso posible de lneas, pero los trazos esenciales bien
marcados.
A la reproduccin cuidadosa y a la simplicidad
del estilo, agregaron otra cualidad de gran efecto: el
sentido del movimiento, especialmente con la locomocin.

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

MOTIVOS DEL ARTE DE LOS


CROMAGNON
Los Cromagnon, como los Neanderthal, vivan
en las cavernas; pero la caza les suministraba el alimento. Nos preguntamos cmo, en los oscuros rincones de sus antros, estos trogloditas podan
entregarse a manifestaciones artsticas; es difcil que
se tratara de un pasatiempo para llenar las horas que
no dedicaban a la caza. La habilidad de estas prcticas de arte demuestra tal consagracin que nos hace
pensar que tuvieran una finalidad muy seria y una
estrecha relacin con la vida.
El entusiasmo artstico de esta raza fue explicado de diversas maneras. La hiptesis ms acreditada
es que el arte de estos hombres formaba parte de
una prctica de magia para el buen xito de la caza.
En la historia de las razas primitivas ocurre a menudo que se atribuya al dibujo de ciertos objetos la
propiedad de procurar los medios para la vida. Los
australianos dibujaban las imgenes de los animales
con que se alimentaban. So sentaban frente a estas
rsticas imgenes y practicaban algunas ceremonias
que, segn ellos, tenan la propiedad de hacer que
los alimentos que necesitaban fueran abundantes y
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FREDERICK

TILNEY

buenos. Los pieles rojas solan esculpir figuras de


animales mediante signos que queran representar la
lluvia, evidentemente para hacerla caer del cielo.
Frente a estos smbolos celebraban una especie de
encantamiento y con ello crean que la cosecha sera
excelente y que expediciones de caza les daran
magnficos resultados.
Por otra parte, para profundizar en semejantes
prcticas supersticiosas no hay necesidad de remontares a la edad de piedra. Hasta hace poco
tiempo, la imagen de cena o de otra sustancia de
una persona dada representaba, en las prcticas de
magia, su propio espritu ante los ojos del exorcizador, y quien posea tal imagen poda ejercer un poder mgico sobre la persona. En Inglaterra, hace
algunos siglos, haba jueces personas, por consiguiente, doctas que condenaban a muerte a hombres y mujeres acusados de poseer las imgenes de
las personas a quienes queran embrujar. Tales
prcticas iluminan las tentativzs pictricas de los
australianos y de los Cromagnon.

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

LA NUEVA EDAD DE PIEDRA


(Era neoltica)
El destino de los Cromagnon no representa una
excepcin de la regla. Desde que el mundo es mundo todo ha sido un continuo nacer, florecer y declinar de razas y de naciones. Cuando se extinguieron
los Cromagnon, otro pueblo invadi Europa occidental. La era paleoltica termina hace aproximadamente unos diez mil aos, y un nuevo tipo humano,
ms vigoroso an, entra en escena: es el hombre
neoltico (nueva edad de piedra).
El hombre neoltico construy muchos nuevos
utensilios y perfeccion muchos de los antiguos,
lijando y lustrando el slex con que estaban hechos.
Era mucho ms prctico que su antecesor y prefera
la ciencia positiva a la magia. No se limitaba a hacer
invocaciones para la prosperidad de su cosecha, sino que araba la tierra y sembraba. Tambin l crea
quizs en. las prcticas propiciatorias; pero es indudable que para asegurarse a los animales de que se
alimentaba, prefiri domesticarlos. No queriendo
depender de la hechicera, haba descubierto esa
magia verdadera y divina que es la agricultura y a
ella se consagraba, no mediante signos cabalsticos,
103

FREDERICK

TILNEY

sino con el sudor de su frente y la labor de sus manos. Como campesino y criador de ganado tena
mayor necesidad de la casa que sus predecesores, y
por consiguiente la edad neoltica da un nuevo impulso al sentido de la posesin. Esta casa y esta tierra habr tenido necesidad de defenderlas, y se
comprende as que tuviera que excogitar nuevos
medios para mantener su posesin y afirmar su derecho. Reivindicaciones de esta ndole condujeron
mas tarde a las cruentas edades del bronce y del hierro, durante las cuales el hombre dispona de equipos menos imperfectos de ataque y defensa. Toda la
historia, desde el principio hasta el fin, sufre la influencia de estas tendencias agresivas que, en definitiva, han creado esos conglomerados de hombres
armados a los que llamamos, quin sabe por qu,
naciones civilizadas; y esto en todos los tiempos,
antiguos, medioevales y modernos.
Durante la edad de bronce el hombre adquiri
rpidamente esas nuevas facultades que le permitieron dejar un rastro duradero de s, entrando por ello
en el perodo histrico. Algunos investigadores hacen remontar este momento de la vida humana a los
comienzos del calendario egipcio, es decir, a unos
cinco o seis mil aos atrs.
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DEL

CEREBRO

El amanecer de la historia fue seguido por un


ciclo de grandes acontecimientos que tuvieron principio con las dinastas egipcias. Uno tras otro, cual
sucesin de luces, brillaron el arte maravilloso de los
faraones, la ciencia profunda y hermtica de los sacerdotes, el fausto de las ciudades males, Nnive,
Tebas, Babilonia, luego los inalcanzables esplendores de Grecia y la belleza divina y eterna de Roma.
Aun para nosotros, los modernos, no hay fase
de la existencia primordial del hombre que no sea
ejemplarizadora. En la escena .del pasado remotsimo, se alza lentamente un denso velo, ms all del
cual vemos aparecer la interminable serie de las fases prehistricas de la inteligencia humana. La
mente descubre todo el camino que el hombre ha
recorrido desde que inici su viaje a travs de las
edades, distingue sus diferentes etapas y comprende
sus causas.
Ha sido el cerebro lo que le ha hecho recorrer
tan desmesurada distancia. Al principio asisti a su
mano en el desarrollo de ciertas actividades que revelaban un grado rudimentario de cultura. Pero
apenas forjado el primer utensilio, ste fue sustituido por otros, dejando correr el flujo de la capacidad
creadora humana, es decir, la corriente de la inteli105

FREDERICK

TILNEY

gencia. Es esta facultad propia del hombre, que perfecciona las propias nociones y consiguientemente
el propio nivel moral y civil, lo que constituye la
verdadera caracterstica de nuestro cerebro. A juzgar
por lo que ha logrado hacer, debemos reconocer
que en el hombre existe una facultad especial que
no posee ningn otro ser viviente. Es esta facultad
admirable que a veces se llama alma, a veces psique;
espritu, genio del hombre. Poco interesa el nombre:
slo en ella radica el secreto de nuestra supremaca.
Que este poder nos haya sido otorgado a travs de
un milagro divino es una hiptesis no exenta de belleza.
Pero ms persuasivo y fecundo es, en cambio, el
pensamiento de que el hombre se ha conquistado
esta perfectibilidad a travs de un proceso largusimo y laboriossimo de evolucin biolgica.

106

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO IV
PARAISO TERRENAL O
TRANSFORMISMO?
LAS PRIMERAS TEORIAS SOBRE LA
CREACION
Si, no obstante los rastros prehistricos, quisiramos admitir que el hombre ha nacido cuando dice
la Biblia, siempre nos quedar por resolver una
formidable cuestin: cmo naci el hombre?
Es sorprendente comprobar que en todos los
tiempos muchsimas personas trataron de responder
a este interrogante, y es fcil comprender que tal
problema debe haber preocupado enseguida tambin al primer hombre que apareci en la tierra. Es
lgico que ste se haya preguntado quin hizo la
tierra, el agua, el aire y todo lo que entraan estos
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FREDERICK

TILNEY

elementos, y su inters creci, naturalmente, cuando


quiso saber cmo y por qu era lo que era. Esto nos
explica cmo, desde los primeros tiempos, han nacido tantas y tan diferentes creencias sobre los orgenes de las cosas terrestres. El conjunto de todas
estas cosas fue llamado Cosmogona (Kosmos, universo; gnesis, origen).
Pocas son las razas humanas o mejor dicho las
tribus, que no se han preocupado de esta cuestin.
Por otra parte, son todas teoras que, nacidas durante la infancia del hombre, se mantienen primitivas en su esencia, tal como la mente que las ha
concebido. Si el pueblo al que pertenecen no ha
progresado intelectualmente, esas creencias, como
muchos otros rasgos y costumbres, se transmiten
inalteradas de generacin a generacin. A veces van
a integrar la religin de un pueblo; a veces se reducen a simples motivos de alguna leyenda.
En los tiempos remotos, cuando el hombre era
muy primitivo, puso lo mejor de s para responder
al problema; pero, naturalmente, ello le era muy difcil debido a las escasas nociones que tena y a la
deficiente comprensin de lo que le rodeaba. La
experiencia que, como raza, haba adquirido del
mundo, era demasiado limitada para que descubrie108

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

ra algo ms all de las manifestaciones aparentes de


la naturaleza.
Todo lo que poda hacer era imaginarse que, en
la base del universo, deba existir ahusa verdad arcana y maravillosa. Pero lo faltaba el ejercicio especulativo, el mtodo y la medida para apreciar esas
verdades particulares en las que se basan las teoras
racionales. A falta de hechos concretos, se confi a
la. intuicin o dio rienda suelta a la imaginacin. Es
sorprendente que esas fantasas hayan asumido a
veces formas tan elevadas.
Ocurre a menudo que las diversas creencias de
los pueblos primitivos tienen el mismo tema fundamental, aunque pertenezcan a razas diversas y se
hallen a enormes distancias entre s. Un ejemplo de
ello lo ofrecen los hebreos, los griegos y los romanos, todos los cuales atribuyeron al Ente supremo
un aspecto humano. Diferentes concepciones primitivas de la "creacin" ilustran an ms vivamente
este tema comn. El captulo del Gnesis, en la Biblia de los hebreos, las resume y las magnifica; pero
la idea es comn tambin a otras razas primitivas.
Esta forma de resolver el problema, debe haber sido, a lo que aparece, una "especialidad" de la mente
humana en su poca infantil. Y no hay que pensar
109

FREDERICK

TILNEY

siguiera que esta versin haya sido transmitida


oralmente por pueblos que vivan tan lejos unos de
otros. Recordemos lo que dice el Gnesis al respecto. EI primer captulo de la Biblia describe la
creacin tan majestuosamente, que nos hace pensar
que la mente que lo ha inspirado fuera verdaderamente sobrehumana.

LAS PRIMERAS VERSIONES SOBRE LA


CREACION ANIMAL
Segn el Gnesis, la creacin fue una serie de
milagros sucesivos. Primeramente el Seor cre el
cielo y la tierra, despus, la luz y el firmamento. Sucesivamente separ la tierra del agua, hizo nacer las
plantas y los rboles, despus el sol, la luna, las estrellas, los peces y los pjaros, las fieras y los rebaos y los seres que se arrastran por el suelo.
Finalmente cre al hombre, a la mujer, y los hizo a
imagen de S Mismo.
Pero antes an de la Biblia, la historia de la
creacin la hicieron los babilonios, quienes tambin
crean .que el hombre haba sido plasmado en el
yeso. Segn los babilonios, Baal, su divinidad, se
110

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cort la cabeza; los otros dioses, con la sangre que


flua de la monstruosa herida, amasaron el polvo de
la tierra plasmando con l una forma humana. Los
babilonios crean que la sabidura del hombre derivaba precisamente de la sangre de Baal. En cambio,
los egipcios consideraban que el padre de sus dioses
haba hecho al hombre con yeso y una rueda de alfarero. Tambin entre los griegos hallamos la misma
idea en el mito de Prometeo que, en Panopeo, en la
Fcida, plasma con yeso al primer hombre.
Tan ingenuo concepto del origen del hombre,
comn tanto a los hebreos como a los babilonios, a
los griegos y a los egipcios, debe haberles sido
transmitido por sus brbaros progenitores. Tambin
en los tiempos modernos se encuentran leyendas,
absolutamente anlogas a stas entre ciertas tribus
de salvajes. Es interesante observar las distintas
formas que asume la historia de la creacin bajo
latitudes diversas.

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FREDERICK

TILNEY

LA CREACION DEL HOMBRE ENTRE


LOS SALVAJES
En Australia, los negros que viven an en estado salvaje, en las cercanas de Melbourne, daban
esta versin sobre la creacin: un buen da, el Creador se puso a cortar largas tiras de corteza de rbol
con un enorme cuchillo que sola usar. Sobre una de
estas tiras deposit un bloque de arcilla, y tanto la
trabaj con su cuchillo que finalmente le dio la consistencia que l persegua. Arranc luego un pedazo
de arcilla, la puso sobre otra tira de corteza y plasm con ella una figura humana. Primeramente hizo
las piernas, luego el tronco, los brazos y por fin la
cabeza. De un eucalipto que se levantaba junto a l,
arranc un manojo de fibras con las que hizo los
cabellos del hombre de arcilla. Terminado este trabajo, le sopl en la boca, en la nariz y en el ombligo,
y la arcilla comenz a moverse y a hablar como podra hacerlo un hombre dotado ya de juicio.
En Nueva Zelandia, los maores crean que uno
de sus dioses haba recogido de la orilla de un ro
cierta arcilla rosada, que la haba luego amasado con
sangre, modelando una figura a su semejanza, con
los ojos, las piernas y los brazos iguales en todo a
112

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

los suyos. Terminado el modelo, le insufl vida, soplndole en la boca y en la nariz; se dice que la
primera cosa que hizo el hombre de arcilla fue un
sonoro estornudo!
Los isleos de Tahit tienen anloga tradicin.
En una de las islas de Hlice se cree que cierta deidad indgena haba plasmado un hombre y una mujer con tierra y les infundio vida hacindolos
levantar del suelo. Tambin los habitantes de las
islas Pelew (Ocano Pacfico, al oeste de las Carolinas) creen en una leyenda segn la cual algunas de
sus divinidades plasmaron al hombre amasando la
tierra con sangre de diversos animales. Este detalle
constituye un nuevo aspecto de la leyenda y una
variacin digna de relieve: demuestra, al mismo
tiempo, cmo estos pueblos primitivos han tratado
de explicar el diferente comportamiento de sus semejantes. El carcter de sus supuestos progenitores,
como el de sus .descendientes, lo atribuyen a las
prerrogativas de aquellos animales cuya sangre fue
inicialmente empleada para amasar la arcilla. As por
ejemplo, un hombre es ladrn cuando por sus venas
corre sangre de ratn. Los espas y los canallas han
recibido sangre de serpiente. En cambio, aqullos a

113

FREDERICK

TILNEY

quienes les ha tocado en suerte la sangre del gallo,


son valientes y llenos de coraje.
Una leyenda de Melanesia (en una de las islas
Bank) dice que un gran hroe mtico llamado Qat
plasm a los hombres con arcilla rosada que encontr en la orilla de un ro. Primero hizo a los
hombres semejantes a los cerdos; luego, despus de
reflexionar un rato, estableci la siguiente diferencia:
los cerdos deban caminar sobre cuatro patas, los
hombre sobre dos solamente. La distincin demuestra que el autor de la leyenda se daba cuenta de
las multiformes y delicadas consecuencias que tuvo
para el hombre la posicin erecta. Qat plasm tambin a una mujer empleando ramas flexibles! La
criatura le sonri en seguida, y habiendo comprendido Qat, por este signo infalible de femineidad, que
logr su propsito, la reconoci inmediatamente
como mujer.
Los dayakos del Borneo Ingls sostienen que
para fabricar al primer hombre intervinieron dos
pjaros. Despus de haber intentado infructuosamente tallarlo en una roca, lo plasmaron con arcilla
e inyectaron en su sangre la linfa gomosa del rbol
"kumpang", de color rojo. Cuando los dos pjaros
lo llamaban, el hombre les responda; por eso le die114

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

ron un nombre que en la lengua de los dayakos significa "tierra plasmada".


Leyendas anlogas encontramos en la India: Los
kumis, que viven en las colinas de la India Oriental,
dicen que uno de sus poderosos dioses cre antes la
tierra, los rboles y los animales que se arrastran por
el suelo. Despus le toc el turno al hombre y a la
mujer, para crear los cuales emple la arcilla.
Terminado su trabajo se durmi y no se dio
cuenta de que una enorme serpiente se estaba devorando las dos imgenes que haba plasmado. La escena se repiti varias veces y la divinidad se irrit.
Esa obra le insuma todo el da, y como de noche
quera dormir para restaurar sus fuerzas, no poda,
naturalmente, vigilar como guardin de las dos imgenes. Finalmente se le ocurri plasmar tambin un
gran perro con la misma arcilla, y este expediente
fue lo que salv su obra. En efecto, el perro vigilaba
por l, y la divinidad poda as dormir en paz. Desde
ese da los kumis creen que ste es el motivo por el
cual los perros allan cuando muere un hombre.
Tambin en Africa circulan leyendas semejantes
que explican el variado color de la piel de los hombres, con la diferente arcilla empleada. Muchas leyendas de los esquimales y de los indios de Amrica,
115

FREDERICK

TILNEY

de Alaska a Paraguay, dicen que el hombre ha sido


plasmado con arcilla.
Los mayas de Centro Amrica afirman que sus
divinidades crearon al hombre, en un primer tiempo, con arcilla. Pero como las lluvias y el agua disolvan estas imgenes, las divinidades pensaron que
era mejor fabricar al hombre con la madera de un
rbol y a la mujer con la linfa de otro. Como estos
hombres de madera no podan moverse ni procrear,
los dioses hicieron caer un diluvio de alquitrn que
destruy la raza de los hombres de madera. Algunos, sin embargo, se salvaron, y de estos sobrevivientes proceden ciertos monos.
Los dioses de los mayas haban logrado crear
cuatro hombres perfectos con maz blanco y amarillo; y para solaz de stos, crearon despus cuatro
mujeres.

PRIMEROS INDICIOS DE LA TEORIA DE


LA EVOLUCION
No todas las leyendas de los salvajes atribuyen a
la arcilla el origen del hombre; varias razas primitivas se han acercado a la idea de la evolucin biol116

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

gica. De todos modos, aun sin desarrollar integralmente este concepto, es indudable que para ellos el
hombre deriva de alguna forma inferior de vida
animal. Naturalmente que la forma especfica del
animal escogido vara segn el ambiente, el carcter
de estas tribus y los elementos de que podan disponer.
As, por ejemplo, algunas tribus de indios de
California creen descender de los lobos de las praderas, y consideran que sus antepasados se movan
como aqullos, caminando sobre cuatro patas, hasta
que adquirieron lentamente algunas caractersticas
humanas, como los dedos de los pies y de las manos.
En un segundo tiempo, tambin los ojos y las
orejas se modificaron, y estos seres medio lobos se
convirtieron definitivamente en hombres cuando
perdieron la cola, prdida. que esos indios deploran, y que atribuyen a la mala costumbre de estar
sentados sobre la parte posterior!
Los indios iroqueses dicen que descienden de
las tortugas; los choctaw, de los cangrejos, y los indios osayos estn seguros de que su Adn era una
clueca y Eva un castor! Una inundacin arrastr a la
clueca en la corriente del ro Missouri, y depositn117

FREDERICK

TILNEY

dola sobre un banco de arena. El sol la transform


en hombre, y ste se acopl con la hembra de un
castor. Los indios de la regin de Delaware representan en la serpiente a su primer antepasado, por
lo que se guardan muy bien de destruir a estos reptiles.
A veces el original es un puma (Per), una hiena
(Africa oriental) y hasta un Trachurus trachurus (tipo especial de pez). En Borneo, el antepasado es un
rbol fecundado por el polen de una vid que el
viento haba hecho brotar. En las islas Celebes (al
este de Borneo), los indgenas creen descender de
esos mismos monos que todava viven libres en sus
bosques. En ciertas partes de Australia ya no se
trata de monos, sino de cisnes, de gansos y otras
aves acuticas que se transformaron en hombres.
Vemos, pues, que tambin el hombre salvaje de
nuestros tiempos explica su origen en dos formas
esencialmente diversas: o se trata de un milagro aislado o de un proceso evolutivo. Para cumplir el milagro se concibi una divinidad o un hroe de su
tribu, mtico o no. En el otro caso, el hombre desciende de un animal o de un rbol.
Entre los pueblos civilizados la teora de la
evolucin ha atravesado un largo ciclo de fases dife118

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

rentes, y no se puede decir que no experimente


otras. Tambin hay muchos que consideran que la
teora de la evolucin naci en la mente de Carlos
Darwin, lo que es inexacto, pues esta doctrina exista mucho tiempo antes que l. Apenas el hombre
comenz a pensar racionalmente y las fbulas dejaron de satisfacerle, esta creencia debi haberle parecido macho ms satisfactoria. Como muchos otros
valores intelectuales, esta doctrina puede rastrearse
en la cultura de los antiguos griegos, es decir, cuando el hombre trat de elevar su nivel intelectual y
discernir mejor el misterio de su persona y del
mundo en el que viva.

DESARROLLO DE LA TEORIA
EVOLUTIVA
Ya encontramos in ovo estas doctrinas en Empdocles (450 a. C.). Aristteles (384-322 a. C.) concibi y expres con elocuente claridad la teora de la
evolucin aplicada a los animales. Se comprende
fcilmente que en los siglos sucesivos el cristianismo y la subsiguiente escolstica medioeval la hayan
obstaculizado seriamente. Para que esta doctrina
119

FREDERICK

TILNEY

vuelva a ocupar la mente de los estudiosos, debemos esperar hasta 1700, es decir, en el momento en
que Leibniz y sobre todo Buffon (1707-1788) dieron nueva vida, con sus escritos, a tan interesante
problema. Pero solamente en el siglo siguiente los
estudiosos se consagraron a exponer sistemticamente estas teoras y , caso curioso, esto ocurri
precisamente en el ao en que naca Darwin (1809).
Hasta entonces, salvo pocas excepciones, se crey
que para crear al hombre haba sido necesario un
milagro especial. Algunos pueblos salvajes haban
presentido ya aquella verdad que repugnaba tanto a
la escolstica, y crean que el hombre derivaba de
los animales inferiores. La creencia de estas tribus
era, sin embargo, demasiado fantstica para que pudiera verse en ella un verdadero signo precursor de
la teora evolucionista, que tuvo su nacimiento en
Pars, y, cosa extraa, antes que florecer en las aulas
oficiales del saber, vio la luz en ese sitio tranquilo
que era el Museo de historia Natural. Tres poderosas inteligencias cooperaron en revolucionar el mtodo que hasta entonces haba reinado soberano en
el estudio del reino animal. Tres sabios contemporneos que trabajaban en el mismo lugar y que in-

120

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

fluyeron fuertemente en nuestra manera de estimar


la posicin del hombre en el seno de la naturaleza..
El ms famoso de este terceto, en sus tiempos,
era Cuvier (1769-1832). Profesor de anatoma comparada, haba acumulado, joven an, un abundante
material para su obra Ossements fossiles, que deba
hacerlo clebre. Su libro tenda a demostrar que las
grandes pocas geolgicas, durante las cuales haban
vivido numerosas especies de animales extraordinarios hoy extinguidos, se haban alternado en la tierra
antes aun de que despuntara el alba de nuestra era.
Cuvier sostena que cada grupo de animales extinguidos era debido a una serie de creaciones aisladas.
Y sostuvo tan enrgica y brillantemente los resultados de su largo estudio, que a ello se debe que
Francia, en lo que atae a la teora evolucionista, no
ocupe el primer lugar entre las otras naciones. Como se ve, Cuvier fue ardiente partidario del "milagro" en la creacin, y sin embargo, desde cierto
punto de vista y muy a su pesar, promovi la teora
de la evolucin. En efecto, esa prolija divisin que
estableci entre las diversas pocas geolgicas y entre los animales del planeta, era ya un paso adelante
en el sentido de la teora moderna.

121

FREDERICK

TILNEY

Adems, su aguda inteligencia le haba hecho


descubrir una de las leyes bsicas de dicha teora. El
principio de Cnvier, conocido bajo el nombre de
"ley de la correlacin", sostiene que existe entre las
diversas partes del cuerpo una correlacin perfectamente determinada, y que, cuando estas partes
combinan su accin, sta influye decisivamente en
los hbitos del animal. Si sta, por ejemplo, posee
cuernos, sus miembros estarn provistos de vasos, y
tendr tambin una dentadura particular, predominantemente molar, que a su vez har que los animales se hallen dotados de un estmago provisto de
un saco especial (rumiantes) y que se alimenten con
hierbas.
El segundo precursor del verdadero origen de la
vida animal, Jeoffroy Saint Hilaire, era ms joven
que Cuvier. Estudi profundamente las analogas
naturales existentes entre los vertebrados y con ello
ech las bases de esa sntesis luminosa que atribuye
un origen comn a todos los seres vivos.
El tercer estudioso no tena el brillo de sus colegas, y poco o nada saba la gente de l. Cuanto
ms solitaria era su vida, ms alta era su pasin por
la ciencia. Slo el tiempo, gran revelador, haba de
mostrarnos que entre los tres sabios, fue el estudio122

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

so solitario el que sobresali indiscutido. Casi 50


aos de estudio compendiados en dos volmenes
de modesta apariencia: La filosofa zoolgica. Y su
obra es una piedra fundamental en el progreso de la
inteligencia. Grande y noble figura de sabio fue en
verdad la de Pedro Bautista Lamarck.
Fruto de sus pacientes y profundas investigaciones fue la conclusin de que todos los seres vivos descienden de un tronco comn. Y es
precisamente en su obra donde, por primera vez en
la historia del saber, se afirma que el hombre es el
resultado de la evolucin experimentada por algn
mono antropomorfo del gnero de los chimpancs,
al que debe tambin la posicin erecta que lo distingue.

LAS TEORIAS DE DARWIN Y DE


LAMARCK
Lamarck sostiene que la evolucin del hombre
se ha producido imperceptiblemente, mediante sucesivas transformaciones de una especie a otra, todas las veces que el organismo se ha esforzado por
adaptarse a nuevas condiciones de vida. El cambio
123

FREDERICK

TILNEY

operado es transmitido hereditariamente de una generacin a otra; puede ser ms o menos leve, y deriva siempre del hecho de que un rgano dado, en
virtud de nuevas circunstancias, ha sido excesivamente utilizado, o bien que el animal no necesitaba
ms de l. La suma de los cambios es el agente que
transforma una especie en otra. Por ejemplo:
"Siempre que ocurra que cierta raza de cuadrumanos, a raz del cambio de las circunstancias, se vuelva inapta para treparse a los rboles, cuyas ramas
aferraba antes con manos y pies, y que los individuos de esta raza estn obligados a emplear durante
generaciones y generaciones los pies solamente para
caminar, es indudable que se transformarn en
hombres (bpedos), y que el dedo grueso, til ya tan
slo para la locomocin, dejar de ser oponible a los
dems dedos del pie".
Es curioso que la obra de Lamarck no haya tenido adeptos durante ms de una generacin. Corresponde a un ilustre naturalistas ingls, Carlos
Darwin, la gloria de haber divulgado en forma insuperable la teora de la evolucin. Despus de una
carrera universitaria poco brillante, y obtenido el
ttulo de bachiller en bellas artes, Darwin se dedic
al estudio de las ciencias naturales. En su adolescen124

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cia haba pasado a bordo de una nave de tres palos,


el Beagle, cinco aos, viajando alrededor del mundo. Veintitrs aos despus, en 1859, public su
famosa obra sobre El origen de las especies, libro que
pareci entonces revolucionario. Ms afortunado
que Lamarck, por lo menos desde el punto de vista
de la divulgacin, Darwin tuvo muchsimos lectores
y entusiastas partidarios por todo el mundo. Tambin l, como Lamarck, declar que la evolucin
animal se cumple a travs de una serie .de cambios
casi imperceptibles, de una forma de vida animal
menos avanzada a otra ms perfecta.
Este proceso fue llamado, tanto por Darwin
como por su contemporneo A. Russel Wallace, la
seleccin natural. Esta, en cuanto ley, opera con
esas fuerzas que separan a los seres vivos en dos
categoras: unos que sobreviven, y otros que, por
ser inaptos para el esfuerzo evolucionista, sucumben. O transformarse o morir... Parece que la naturaleza recompensa al ms fuerte y, permitindole
perpetuar su raza, favorece solamente la supervivencia de los individuos ms idneos. En un fragmento del segundo libro de Darwin, El origen del
hombre (que parece calcado del pasaje de Lamarck
que hemos reproducido ms arriba), el gran natura125

FREDERICK

TILNEY

lista, hablando de la tendencia cada vez ms viva


que revelan los progenitores a caminar en posicin
erecta, explica cmo en virtud de sta tenan que
producirse necesariamente otras transformaciones.
Como consecuencia natural (de caminar con
los miembros posteriores), vemos que la cadera se
ensancha, la espina dorsal encorva y la cabeza va a
tomar una nueva posicin. Cambios, todos estos,
ocurridos en el hombre. Es difcil, por otra parte,
discernir el papel que ha desempeado en este proceso la seleccin natural, y el que han desempeado
los efectos hereditarios provocados por el uso ms
frecuente de una parte dada del cuerpo, o por el
reflejo que este uso acentuado ha ejercido sobre las
otras partes. Con toda probabilidad los dos factores
se suman a menudo.
Bastaran las analogas que se hallan en los dos
fragmentos citados para demostrar cmo la altura
comn de la mente haca descubrir a estos genios
las mismas leyes.
Desde su aparicin, la teora darwinista, aceptada en lneas generales, fue sumamente discutida en
algunos detalles.
Algunos investigadores modernos modificaron
y entendieron la teora de Darwin en el sentido de
126

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

.que, segn ellos, la ley de la seleccin natural es


plenamente suficiente para explicar la evolucin.
Estos naturalistas, a la cabeza de los cuales se halla
Weismann, excluyen la herencia de los caracteres
adquiridos. (Teora neodarwiniana.)
Tambin la teora de Lamarck, modificada, ha
dado origen al mtodo neolamarckiano; ste no slo
reconoce ntegramente todos los principios de Lamarck, sino que agrega an dos factores psicolgicos al proceso evolucionista: la conciencia y la
voluntad.
Esta nueva interpretacin de la teora de Lamarck ha hallado en Amrica del Norte dos ardientes defensores: Cope y Hyatt, quienes tan tratado de
explicar la evolucin segn los cnones fundamentales del desarrollo biolgico, agregndole la hereditariedad de las consecuencias que provocan el uso
acentuado y el desuso, respectivamente, de ciertos
rganos.
Tales teoras ignoran, con demasiada facilidad,
la influencia de algunos factores externos que se
hacen sentir por necesidad, en la vida animal, en
determinados sentidos. Estos factores tienen carcter esencialmente especfico, y una accin fsica o
qumica absolutamente propia. Actan exclusiva127

FREDERICK

TILNEY

mente en ciertas porciones superficiales de los rganos, por ejemplo, en los ojos; pero tienen una
accin ulterior de reflejo sobre el cerebro, los msculos y los huesos que, como sabemos, varan entre
los vertebrados en funcin del aparato visual. No
debe olvidarse, pues, qu fuente riqusima de metamorfosis representa a veces un punto determinado
de aplicacin, hacia el cual, como el foco de un
lente, convergen las influencias transformadoras :
todo el cuerpo del animal se beneficiar con ellas.
(Teora ortognica de Eimer - 1897.)
En los ltimos tiempos, nos hemos separado
sensiblemente de este punto de vista demasiado
materialista, gracias a la teora de Bergson (1907).
Esta teora sostiene que la evolucin de una forma
biolgicamente inferior, no puede producirse si no
la orienta, por as decir, algn genio bueno. Para
Bergson, este factor es el impulso mismo de la vida
(el lan vital) o entelequia, que una generacin, al
morir, transmite a la que le sigue. Este es el verdadero agente realizador del perfeccionamiento y el
que logra superar, con el organismo a que ha dado
lugar el intervalo de tiempo entre dos generaciones.
Para que el lector tenga una idea sumaria sobre la
ms reciente interpretacin de la evolucin, nos re128

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

feriremos brevemente a la Teora de la emergencia


(C. Lloyd Morgan, 1928).
Segn ste, la evolucin es el principio que informa el orden segn el cual se suceden todas las
alternativas humanas.
Sin embargo, en esta serie se presentan cada
tanto nuevos trminos (trminos en el sentido matemtico). Un ejemplo de emergencia lo tenemos en
la fsica, cada vez que se presenta un nuevo tipo de
tomo o de molcula. En la fisiologa es una nueva
forma de vida. Pero no hay emergencia cuando estamos limitados a quitar o agregar una de las propiedades que ya existan.
La emergencia tiene lugar cuando se verifica una
combinacin esencialmente nueva e imprevista de
las propiedades preexistentes. En qumica, el carbn
y el azufre se combinan para dar el bisulfuro de carbono, que tiene propiedades muy distintas de las de
sus dos componentes. Este gas no se parece ni al
azufre ni al carbono: es una sustancia nueva que
puede llamarse un "emergente". Anlogo principio
se manifiesta en todas las ramas de la vida, dando
lugar a nuevos tipos, a nuevas formas orgnicas, a
nuevas funciones, que pueden as llamarse "emergencias" de elementos preexistentes. En esta forma
129

FREDERICK

TILNEY

se explican, como resultado de una progresin regular, todos los cambios y los desarrollos progresivos de un organismo dado.
A pesar de las divergencias de pensamiento que
existen entre los estudiosos, la teora evolucionista
es considerada verdadera en lneas generales, como
tambin es considerado verdadero el principio que
la informa.
Un examen de las crticas y de las objeciones
que se le han dirigido, estara fuera de lugar y no
cabra en los lmites que nos hemos impuesto. Esto
no quita que cada una de las teoras mencionadas
contenga una parte de verdad. Del hecho de ser tan
numerosas, debemos deducir que las personas cultas han captado la enorme importancia que reviste
la teora de la evolucin. Pese a ciertas divergencias,
todas estas teoras nos revelan cuntos y cules esfuerzos ha realizado la mente de !os hombres en
aras de ese amor a la verdad, que es la nica fuente
de victorias intelectuales.

130

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO V
PATRIA E INFANCIA DEL HOMBRE
INFLUENCIA DEL BOSQUE Y DEL
LLANO EN LA EVOLUCION DEL
CEREBRO
Si admitimos que el hombre ha nacido por medio de un milagro, poco importa su lugar de origen.
Uno cualquiera de esos cientos de lugares que el
orgullo de una razas puede haber determinado, sirve
igualmente a dicha finalidad.
El Paraso terrestre o Edn considerado desde
el punto de vista puramente humano, cientfico,
satisface nuestra fantasa por la belleza del escenario; pero eliminada esta condicin, no puede servirnos para otra cosa. Una vez creado y puesto en pie
131

FREDERICK

TILNEY

el hombre, el mundo entero le pertenecer si quiere


conquistrselo. Desde este punto de vista, la historia
del hombre puede ser narrada en dos palabras.
En cambio, si admitimos que la raza humana se
ha desarrollarlo a partir de ciertas formas inferiores
de vida animal, su lugar de origen adquiere enorme
significado por la extraordinaria influencia que debe
haber ejercido no slo sobre su nacimiento, sino
sobre todo su desarrollo.

EN AFRICA, EN EUROPA O EN ASIA?


Para algunos naturalistas, el hombre debe haber
nacido en Africa, y, si les prestamos crdito a stos,
nuestros primeros progenitores fueron negros y nacieron en las orillas del Nilo.
Desde estas regiones el hombre se esparci por
toda la tierra. Por otra parte, Europa suministr una
documentacin de fsiles tan abundante, que nos
hace inclinar a considerar esta parte del mundo como el centro del que se difundi sobre el globo la
raza humana. El profesor Osborn nos seala que
entre 1823 y 1925 se descubrieron en Europa no
menos de 125 individuos pertenecientes sin ninguna
132

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

duda a los dos perodos de la edad de piedra. Dos


de estos esqueletos pertenecen a la raza Piltdown,
alrededor de 40 a la Neanderthal, 71 a la Cromagnon y el resto a otras razas del ltimo perodo de la
remota edad de piedra. A todo este material hay que
agregar los restos de otros 236 individuos pertenecientes al perodo de transicin entre las dos edades
de piedra, la remota y la nueva. Son, en conjunto,
352 esqueletos ms o menos completos que Europa
ha vuelto a la luz en un perodo de un siglo, mientras que en toda Asia durante el mismo perodo slo
ha sido hallado un fsil: otro ha sido descubierto en
Tierra Santa, y dos en Africa. En cuanto a Amrica,
hasta hoy, ninguno de los fsiles descubiertos puede
ser considerado como perteneciente al hombre prehistrico. Es comprensible, pues, que las probabilidades se concentren en Europa, aunque no debe
olvidarse que esta regin ha sido explorada con gran
prolijidad, en tanto que en las otras partes puede
decirse que las investigaciones han sido apenas iniciadas.
Tambin se pens que la cuna del hombre pudiera haber sido el Cucaso. Algunos gelogos franceses consideran que los esquimales constituyen la
raza ms antigua entre los pueblos nrdicos. Lo
133

FREDERICK

TILNEY

cierto es que algunas tribus primitivas de este pueblo deben haber bajado hacia el sur para evitar los
rigores mortales de su clima y por el progresivo
congelamiento de sus tierras. En los ltimos tiempos, la atencin de los estudiosos se ha dirigido ms
bien al Asia Central, a raz de las investigaciones de
Joseph Leidy (el ms grande gelogo americano) y
de la contribucin que el profesor Osborn ha dado
a su teora. El gran antroplogo italiano Giuseppe
Sergi se inclinaba a buscar en Africa la cuna del gnero humano: desde all se habra extendido ante
todo a Europa (raza eurafricana"). El doctor
Matthews, al estudiar la influencia del clima sobre la
evolucin, traz la historia de la emigracin de las
razas: esto le permite considerar que las primeras
razas partieron del Asia.
Parece cierto que el hombre se decidi a emigrar cuando lo haban hecho ya muchos otros animales, y, siempre a estar a las afirmaciones de
Matthews, el centro del movimiento estaba en el
gran altiplano montaoso del Asia central. En esta
regin, hoy casi desierta y estril, se hallan an escondidos los restos de una civilizacin mucho ms
antigua que todas las que conocemos hasta ahora. A
esta hiptesis le asigna particular importancia el he134

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cho de que las primeras formas de civilizacin conocidas tuvieron su asiento en las inmediatas vecindades de esta regin, y algunas precisamente dentro
de sus lmites. Asia Menor, Caldea y Egipto se encuentran, efectivamente, al occidente; la India al sur
y China al oriente. Ese movimiento migratorio, que
indudablemente comenz con las razas prehistricas, continu despus durante el perodo clsico de
la historia a lo largo de toda la Edad media. Tambin la historia de la India atestigua anlogas emigraciones, que la recorrieron de norte a sur, y
cuando emprendieron el camino del oriente, penetraron en China, y por all, a travs de Alaska, llegaron a Norte Amrica, para partir finalmente rumbo
a Amrica del Sur.

EL TECHO DEL MUNDO.


Durante su permanencia en Mongolia el profesor Osborn se convenci de que el Asia central podra demostrar no slo que ha sido la cuna del
hombre, sino tambin la de muchos mamferos superiores. Ve en el desierto de Gobi el ambiente ideal
para la gnesis y el desarrollo de ese tipo primordial
135

FREDERICK

TILNEY

de hombre (Dawnmen) que fueron los antepasados


directos de la raza humana. Deduce que esta regin
fuera su lugar de origen, de ciertas caractersticas del
terreno que son indispensables para la evolucin de
la raza. "El hombre dice, en los orgenes de su
existencia, haca su vida al aire libre, sea en la proximidad de cursos de agua como en los terrenos
aluvionales y en los altiplanos. A este gnero de vida
debe la raza sus mejores cualidades fsicas. Debe
descartarse que los primeros hombres vivieran en
los bosques, porque tambin en los tiempos modernos podemos comprobar cmo influye este gnero de vida en la inteligencia de ciertas tribus, y
cmo obstaculiza seriamente su desarrollo, cuando
no los restituye francamente al estado de brutos.
Ejemplo de ello nos lo brindan los indios de Sur
Amrica, que viven precisamente en los bosques y
viven en un estado mucho menos adelantado .que
sus semejantes que viven en lugares completamente
abiertos. Aun en stos es sensible la diferencia entre
los que viven en los altiplanos y los que viven en
localidades fluviales. Una raza despierta y perfectible no puede desarrollarse en un bosque, y una nacin de hombres que viven en los bosques nunca
podra ser un centro de civilizacin. Las tierras de
136

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

aluvin no favorecen en absoluto el desarrollo de


los tipos humanos ms perfectos, porque el alimento se encuentra demasiado fcilmente y la vegetacin es exuberante. En cambio, en los altiplanos
y en las llanuras de montaa, la vida es extraordinariamente estimulante, y suscita en el hombre el ejercicio de todas esas actividades que favorecen mucho
su desarrollo fsico y mental ".
En Mongolia los bosques quizs escaseaban y
los pocos que existiran no creemos que fueran excesivamente tupidos. Esta regin, con sus altiplanos, era, a mi juicio, una de las ms propicias del
mundo durante toda la era de los mamferos. Dado
que en Mongolia las condiciones de vida eran aparentemente ideales, y que por muchsimos indicios
el Asia es considerada como lugar de origen del
hombre, el profesor Osborn estima que la naturaleza no poda ofrecer a la humanidad mejor cuna que
Mongolia y el Tibet, que denomina el "techo del
mundo". Es aqu donde espera descubrir a nuestros
remotsimos antepasados. Pero, de todos modos, y
por esa prudencia propia del hombre de ciencia,
declara explcitamente que, por ahora, su opinin
no puede ser considerada ms que como... opinin.

137

FREDERICK

TILNEY

Est bien que an no sea una teora, pero indudablemente se trata de una opinin que tiene bases
tan slidas que puede garantizar el xito de cualquier ulterior investigacin. De ello se convenci el
Museo Americano de Ciencias Naturales, cuando se
hizo promotor de todas las expediciones en gran
escala que partieron hacia Mongolia para explorar el
desierto de Gobi. El xito comenz a premiar esta
noble iniciativa cuando uno de los miembros de la
expedicin, el doctor Nels Nelson, descubri que
en toda la extensin de este antiguo desierto haban
vivido, millares de aos atrs, criaturas humanas que
llam "los hombres de las dunas del Gobi".
El descubrimiento de Nels Nelson se funda en
una importante coleccin de utensilios de slex muy
semejantes a los de las cavernas de Le Moustier, en
Francia, pertenecientes a la remota edad de piedra.
Deducimos que en Gobi vivan hombres mucho
antes del perodo musteriense de Europa. Tambin
en Mongolia fueron hallados rastros que atestiguan
la actividad humana en un perodo remotsimo de la
edad de piedra, y que demuestran que tambin en
esa parte del mundo han vivido hombres del tipo
del plioceno en Inglaterra.

138

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

La prueba ms reciente que abona la hiptesis


del origen asitico de la humanidad, fue el descubrimiento hecho por Turville-Peter en 1925. Se
trata de un crneo tipo Neanderthal, hallado en Palestina, y conocido por los naturalistas con el nombre de "crneo de Galilea". En estos ltimos tres
aos los descubrimientos asiticos se acumularon de
tal manera, que eliminan toda duda sobre las teoras
de Osborn. Aceptamos, pues, su conclusin:
"Mientras en los bosques y en las llanuras de Asia y
Europa prosperaban los monos antropomorfos, en
los altiplanos montaosos del Asia central naca y se
desarrollaba, `favorecida por el clima estimulante, la
primera raza humana".

EL AMBIENTE NECESARIO PARA LA


EVOLUCIN HUMANA
Admitido que el hombre se haya originado en
ciertos animales inferiores, stos, necesariamente,
debern haber sido mamferos. No requiere razonamiento el afirmar que se deba tratar de animales
originales como el hombre, y que alimentaban a sus
pequeos en la misma forma que lo hace el hombre.
139

FREDERICK

TILNEY

Pero, excepcin hecha de los primates, los otros


mamferos difieren de tal manera que es difcil admitir que descienda directamente de aqullos. A ttulo ilustrativo, pinsese en los fispedos, con todas
las variedades de ovinos: en los caballos, en los ciervos, en las jirafas.
Cada una de estas variedades se ha diferenciado
tanto como especie, que debe excluirse toda relacin de parentesco con el hombre, aunque sea remota. Otro tanto decimos de los carnvoros y de los
roedores, a los que pertenecen el perro, el gato, la
liebre, etc. Se trata de verdaderos cuadrpedos,
creados para un gnero de vida que conviene a su
posicin sobre cuatro patas. Tambin los murcilagos, extraa diversificacin de los mamferos, difieren demasiado de nosotros y ofreceran poqusimos
elementos para un desarrollo conducente a nuestra
forma humana. Por el mismo motivo hay que excluir tambin esos mamferos que viven en los mares, como las focas, las ballenas y las focas boreales.
As, a travs de eliminaciones sucesivas, terminaremos por separar un solo grupo. Se trata de los monos, los cuales, sea por su aspecto o por su
comportamiento, se asemejan al hombre en forma
sorprendente. La semejanza es evidente sobre todo
140

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

en ciertos rganos, como las manos, los pies, los


dedos de stos con uas parecidas a las nuestras y el
pulgar que puede oponerse a cada uno de los dems
dedos. Casi todos los monos tienen tendencia a caminar en posicin erecta, y los antropomorfos, por
muchsimos respectos, son tan semejantes al hombre que puede atribuirse solamente a ellos, nuestro
linaje directo. Admitido esto, la naturaleza y la fijacin de nuestro lugar de origen asumen en seguida
gran importancia. Cualquiera sea este punto, debe
haber tenido dos caractersticas distintas de ambiente, y stas, combinadas entre s, deben haber
permitido a los monos alcanzar ese ltimo progreso
biolgico, necesario para convertirse en hombres.
Estas dos condiciones distintas e igualmente necesarias son:
1 Ambiente favorable a la vida simiesca.
2 Ambiente favorable a la vida humana.
Existe tambin una tercera condicin que se sobrentiende debe haber presidido la combinacin de
los dos mencionados factores: la proximidad de los
ambientes 1 y 2, necesaria para una rpida transicin del uno al otro. Esto sentado, nos preguntamos ahora si la Mongolia presentaba estas tres
condiciones.
141

FREDERICK

TILNEY

Como hemos visto, Osborn sostiene que los altiplanos constituyen el ambiente ms favorable para
la evolucin humana. Sabemos por otra parte, que
para la vida de los monos es indispensable un ambiente boscoso. Pocos son, en efecto, los monos
que han podido adaptarse a una vida en lugares excesivamente expuestos al sol: mientras que en los
bosques prosperan, en cambio, todos los primates
inferiores al hombre (monos, lemridos etc.), del
mismo modo que los hombres en la llanura. Como
la Mongolia es boscosa solamente en parte, habra
faltado una de las condiciones ms favorables para
la metamorfosis final mono-hombre. Osborn explica el defecto, diciendo que la fase arborcola de la
evolucin humana ha sido brevsima, muy remota, y
que slo ha tenido carcter transitorio. Otros sabios
creen, a este respecto, que la etapa cuadrumana debe haber sido mucho ms larga. La vida arborcola
ha sido un factor de extrema importancia para determinar la posicin erecta del hombre y, librando
sus manos de la carga de la locomocin, ha hecho
de tal manera que stas se convirtieran en uno de
los mayores incentivos para el desarrollo del cerebro. Desde este punto de vista, la Mongolia puede
ser considerada como el ambiente ideal para la g142

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

nesis del hombre. En efecto, todos los bosques que


se encuentran en su interior y en los bordes de la
regin, pueden haber servido perfectamente bien en
la fase realmente crtica, durante la cual nuestros
antepasados se separaron de los monos y comenzaron a vivir en forma ms semejante a la humana.
La tendencia que demuestran muchos animales
a vivir en las ramas de los rboles, tiene por objeto
asegurar su propia vida, sea ponindolos a salvo de
los peligros que los amenazan, sea para procurarse
su propio alimento. Pero con los monos (sobre todo con los antropomorfos) esta tendencia se desvi
un poco de sus motivos iniciales, ya que estos animales parecieron buscar en los rboles no slo refugio y alimento, sino tambin una especie de
residencia que les diera las ventajas de la permanencia.
El rbol es considerado no slo como la casa de
los monos, sino tambin como su "calle maestra",
entre los diversos medios de comunicacin del bosque. Para este gnero de ejercicio, haca falta un
equipo especial, y a ello provey la naturaleza transformando en rganos prensiles tanto las patas anteriores como las posteriores. En consecuencia, los
monos disponan de cuatro manos, utilizando as un
143

FREDERICK

TILNEY

instrumento del que derivaron la extraordinaria facilidad que les es caracterstica para aferrar las ramas
de los rboles. En ciertos casos, tambin la cola adquiri la misma caracterstica, todo lo cual explica la
destreza de los monos en la gimnstica arbrea.
Las profundidades del bosque, y sobre todo esa
continua oscuridad en la que han vivido, influyeron
muchsimo en su conducta y en su modo de actuar.
Si el bosque, se hallaba en la proximidad de alguna
llanura, se explica con cunta curiosidad y deseo el
mono haya dirigido a ella sus miradas. Toda esa extensin verde y luminosa que se abra a sus pies,
debe habrsele presentado llena de promesas y de
tentaciones. Pero acostumbrado a la sombra segura
del bosque, la llanura representaba para l una
aventura arriesgadsima. Bajar de las ramas significaba caer en la boca de alguna serpiente o de cualquier fiera que habra sabido aprovechar,
ciertamente, la imprudencia. del mono. Era mejor,
pues, quedar a cubierto, aun renunciando a la libertad y a la alegra de lo imprevisto, que la vida recluida y montona del bosque haca ms atractivo.
En un segundo tiempo, la evolucin procurar
empujar al mono hacia la llanura, armndolo de
medios ms adecuados para defenderse y atacar.
144

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EFECTOS DE LA VIDA ARBORICOLA


Se cree que los primeros que hicieron vida arborcola fueron los lemridos. Estos eran animales de
cuerpo gil y peludo, el hocico agudo romo el de los
zorros, los ojos muy separados y una hermosa cola
larga y espesa.
Al observar sus patas descubrimos la primera
manifestacin de lo que, ulteriormente sern los
dedos de las manos y de los pies. Esta fase representa el eslabn entre los mamferos inferiores y los
primates (lemridos, monos, hombre).
Ese animalito, que los naturalistas designan con
el nombre de Tarsio, nos demuestra, quizs mejor
que los verdaderos lemridos, cules pueden haber
sido los efectos morfolgicos de la vida arborcola
en el cuerpo de un animal. Los monos del nuevo
continente nos revelan el paso sucesivo para llegar a
los primates, y esta fase est caracterizada por la
forma de la cabeza, por la expresin casi humana de
la cara, por la posicin de los ojos, ms prximos
entre s, y por la forma de la nariz y de la boca. Estos casos caractersticos anuncian el advenimiento
de otros monos an ms semejantes al hombre. Los
monos americanos tienen mucha importancia en el
145

FREDERICK

TILNEY

proceso evolutivo, en virtud de sus manos y pies


que son casi humanos. En muchos de ellos tambin
la cola es prensil. En cambio, en los monos del viejo
continente, la cola ha perdido la importancia que
tena antiguamente: la prdida de su prensibilidad
hace que, en conjunto, les sirva muy poco. Agrguese que algunos de estos monos, como los gibones,
se mantienen a menudo parados sobre los miembros posteriores; estos mismos ejemplares se acercan ms todava al hombre, por otro detalle, es
decir, porque ya no tienen cola, quizs a consecuencia de su posicin erecta, costumbre que reviste
particular importancia para establecer el origen de
los grandes monos antropomorfos (orangutn,
chimpanc y gorila). Estos animales se haban
vuelto tan gruesos, que la vida en los rboles comenz a hacrseles fastidiosa y difcil. No pudiendo
ya saltar de una rama a otra, como hacen los monos
pequeos, tuvieron .que descender, por fuerza, muy
a menudo a tierra. Es sta una costumbre muy frecuente del chimpanc, que, cuando est en tierra, se
mantiene sobre los cuatro miembros y emplea los
nudillos como soporte. Lo mismo que el orangutn,
puede tambin caminar con los dos pies.

146

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

El gorila, que es el ltimo de los antropomorfos,


pesa casi dos quintales y alcanza a menudo la altura
de un metro ochenta.
Tambin camina erecto, y slo por la fuerza
prodigiosa de sus brazos puede treparse a los rboles. Por otra parte, el gorila se ha especializado solamente en forma ambigua: no est perfectamente
adaptado a la vida en el suelo, y tampoco se siente
cmodo sobre los rboles, a causa de su enorme
corpulencia.
En resumen, los tres monos antropomorfos que
hemos citado pueden caminar erectos, pero carecen
de un continente desenvuelto y gil, aparecindonos
torpes e inseguros, dado que los pies conservan an
las caractersticas de las manos. A pesar de este
obstculo, los encontramos a menudo en el llano y
en las faldas de algunos montes. Son tan fuertes que
no se asustan frente a ningn enemigo, y el orangutn, que es el ms vigoroso, parece carecer completamente de enemigos. Los nicos que an osan
atacarlo, son los pitones y los cocodrilos, es decir,
los mas colosales reptiles vivientes. Cuentan los indgenas de Borneo que el orangutn siempre triunfa
sobre el cocodrilo porque logra sentarse en su lomo
y con la fuerza de sus brazos le abre las mandbulas
147

FREDERICK

TILNEY

hasta desencajrselas. En cambio, cuando lucha con


el pitn, aferra al enemigo con ambos manos y lo
aplasta con toda la fuerza que tiene. Al mismo
tiempo lo rnuerde con tanta ferocidad, que el combate termina siempre con la victoria del mono. Entre los enemigos del hombre, el gorila es
indudablemente el ms temible.
La evolucin hacia el estadio humano se produjo en los monos antropomorfos cuando cesaron
su vida arborcola y comenzaron a vivir en el llano.
Comenz entonces ese aventurero viaje que,
partiendo de las sombras de un bosque, deba abrir
al hombre los horizontes de todas las tierras y darle
el dominio de todos los mares, hasta que la naturaleza, a la que el hombre poda ya mirar a la cara,
someti sus propias fuerzas al apretn de su mano;
el hombre le rindi su talento.
Las diferentes fases del progreso biolgico hacia
el estadio humano se pueden seguir, a travs de los
monos inferiores y superiores, a medida que el animal pasa de la vida arbrea a la terrestre y fija definitivamente su posicin erecta. Estas fases,
estudiadas exhaustivamente por los naturalistas
Gregory y Morton, condujeron a la formacin caracterstica del pie. Este resultado orienta definiti148

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

vamente el factor posicin, pues, dejando a la mano


plena libertad de movimientos, especializa al animal
hombre en su funcin esencial: la de constructor,
artfice.
Este estadio se pone de manifiesto en el eoceno
(era de los mamferos, 65 millones de aos atrs),
cuando algunos cuadrpedos, que hasta entonces
vivan exclusivamente en el suelo, empezaron a vivir
en los rboles. Se explica claramente que, para aferrar las ramas, fuera necesario un rgano prensil, y
esta necesidad dio origen a la formacin de patas a
modo de garras alargadas y aptas para agarrar; los
dedos son ms bien cortos, pero la palma se halla
provista de una especie de almohadilla. Tampoco el
pulgar poda oponerse a los otros dedos, pues era
muy corto, y el animal an no haba ensayado recostarse sobre el suelo, es decir, casi sentarse. Los
dedos de los miembros posteriores eran tambin
cortos y semejantes a garras. La tupaya de la isla de
Java (gran ardilla con el cuerpo alargado, de hocico
agudo y de espessima cola) nos suministra un hermoso ejemplar vivo de este tipo.
La segunda fase de este proceso de locomocin
es visible en algunos animales semejantes a los lemridos. Se movan lentamente, cautelosamente, y
149

FREDERICK

TILNEY

trataban de apresar y abrazar las ramas entre sus


patas. Esta nueva manera de aferrarse a las ramas
determin un prolongamiento de los rganos digitales y form los dedos. Los dedos de los pies experimentaron anloga transformacin, y en
consecuencia las bases de sus miembros posteriores
se volvieron similares a las manos. (El lemrido es
uno de los ejemplares vivos de este estadio).
Durante la tercera fase el animal pasa de un rbol a otro, trepndose y saltando entre el ramaje. Es
ms gil y supera ms fcilmente las distancias. Comienza tambin a mantenerse de pie, y ensaya
acostarse y sentarse; se le desarrollan todos los dedos, provistos ahora de uas, asemejndose cada
vez ms sus garras a las manos. El pulgar de los pies
puede oponerse ahora a los otros dedos, con lo que
se explica el nombre de cuadrumanos que se asigna
a estos animales (ejemplares vivos de este tipo son
los lpido-lemricos y el notharctus).
La cuarta fase presenta una nueva caracterstica.
El animal, adems de treparse y saltar, se prende a
las ramas, de las que cuela con las patas anteriores y
se balancea para tomar impulso. Este movimiento
recibe un nombre especial y, como se comprende
fcilmente, provoca el alargamiento y robusteci150

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

miento de los brazos. Tambin los dedos, excepto


el pulgar y el mayor, se alargan proporcionalmente.
El pulgar, que presta menos utilidad, se reduce, y en
algunos monos del viejo continente (el mono-araa)
desaparece por completo. Muchos de ellos poseen
una cola prensil que les hace las veces de quinta
mano; el pie adquiere ms que nunca la forma de
una mano. La tendencia a colgarse de las ramas y
balancearse, contribuy mucho a determinar la posicin erecta del cuerpo que sigui a esta etapa. Muchos monos del viejo continente, que comenzaron a
recostarse y a semisentarse, han dado lugar a la
formacin de ciertas callosidades en las nalgas (exceptase el babuino).
Ya viven muy poco en los rboles. El animal
est dotado, en esta etapa de un cuerpo y de una
cabeza que se asemeja a la del perro, y recobra su
antigua posicin sobre las cuatro patas. As, tanto su
cuerpo como sus dedos, van experimentando un
lento acortamiento. Todo esto es lo que ocurre a
principios del oligocnico, unos 30 millones de aos
atrs.
Durante el quinto estadio desaparece la cola. El
animal se sirve casi exclusivamente de los brazos
(balanceo), para pasar de una rama a otra, y en con151

FREDERICK

TILNEY

secuencia se le alargan extraordinariamente los brazos y las manos, de modo que adquiere cada vez
mayor tendencia a permanecer en posicin erecta.
En el suelo avanza rpidamente, a una velocidad
casi igual a la del Hombre. La nica diferencia est
en el largo excesivo de los brazos y en la forma de
los pies, que son insuficientes para su sostn.
La cinematografa y los jardines zoolgicos nos
suministran , a veces un ejemplo de esta etapa de
desarrollo en la posicin erecta, a travs del gibn.
En esa modalidad que le es caracterstica, parece
que los brazos excesivamente largos que caen a los
lados del cuerpo, sirven para mantenerlo en equilibrio como si fueran astas de equilibristas. Por eso
cuando se mueven en el suelo dan la impresin de
torpeza; en cambio, cuando se los ve sobre los arboles, se lanzan de una rama a otra con la agilidad
de un pjaro.
El sexto ltimo estadio se desarroll a principios del moceno (15 millones de aos). La particularidad ms visible es el considerable aumento de
peso que experimentan estos monos y que los obliga a descender al suelo. Caminan erectos en tanto
no los amenace ningn peligro, pero apenas se
aprestan a huir, emprendan la carrera a cuatro patas.
152

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Cuando un enemigo provoca al gorila y ste est a


punto de dar batalla, se yergue nuevamente, se golpea con violencia los puos sobre la caja torcica y
emite aullidos espantosos. Pero por ms fuerte que
sea en estos monos la tendencia a vivir exclusivamente en el suelo, no puede olvidarse la huella que
ha dejado en ellos la vida arborcola. Si hoy la evolucin los destinara a convertirse en algo ms que
monos, deberan liberarse completamente de esa
tendencia, cosa que los monos de nuestro tiempo
no han logrado hacer an.

LOS CAMINOS DIVERGEN


Finalmente, y a pesar de los distintos obstculos, la tendencia hacia la posicin erecta triunf, y
ello se debe a los pies.
Estos miembros estaban ya dotados de un taln
bien desarrollado, un pulgar que ya no poda oponerse a los dems y la planta suficientemente larga y
arqueada. El animal-hombre pudo as mantenerse
en pie con seguridad. A fines del mioceno se separaron, para diferenciarse, dos ramificaciones de ese
tronco de animales que haban alcanzado ya a man153

FREDERICK

TILNEY

tenerse casi permanentemente erguidos. Este ha


sido un hecho crtico, decisivo, en la historia de la
evolucin. Ese grupo que la naturaleza quera mantener en estado de monos, pareci aceptar su destino sobre los rboles. Al animal-hombre, debido a
los pies ya humanos que le permitan mantenerse
erguidos, le toc en suerte la tierra y lo que ella
contiene. La vida arbrea quedaba en el pasado, los
pies eran eficientes, las piernas proporcionadas al
resto del cuerpo y el hombre tuvo as las manos libres para forjar su xito en el mundo.
Las manos, ejerciendo siempre esa facultad
constructiva de que eran aptas, determinaron un
crecimiento de la masa cerebral y un consiguiente
aumento del rendimiento energtico. Adems de
esto, la posicin erecta permiti afirmar la cabeza
sobre el cuerpo de manera que los ojos tenan que
mirar hacia adelante y hacia lo alto, y de este modo
se convirtieron en guas de las manos.
Paso a paso, el cerebro sigui todas esas metamorfosis; y sus partes, tanto las viejas como las
nuevas, conservan las huellas de esos cambios. Comenzando con el tarsio y los lemridos, podemos
seguir todo ese proceso en sus fases intermedias
hasta llegar finalmente al cerebro humano. Puede
154

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

ser que Mongolia haya sido la patria del primer


hombre; pero, cualquiera que sea esta patria, se requera un largo perodo de vida arbrea para que se
desarrollasen, en los animales que nos han precedido, todas las caractersticas a travs de las cuales,
como grados sucesivos de una escala, el hombre
ascendi al lugar que la naturaleza le haba asignado.
Fue precisamente durante el perodo de vida arbrea cuando se plasm el cerebro tpico de los
primates, como resultado de las adaptaciones producidas en este importantsimo orden de mamferos
al que pertenecen los monos, pequeos y grandes, y
al hombre.

155

FREDERICK

TILNEY

CAPTULO VI
PRIMEROS ALBORES DEL CEREBRO
EL ESCALON MAS BAJO
Llegamos al punto en que la historia del cerebro
entra en una fase decisiva merced a algunos factores
particulares que determinaron la aparicin de las
caractersticas humanas en el reino animal. Desde el
principio pareci que stas estuvieran destinadas a
un nico orden de mamferos, cosa que puede resultar extraa cuando se piensa en las infinitas variedades de animales que aparecieron en la
superficie del globo desde la poca de los mamferos (hace 65 millones de aos).
Cmo explicar que entre todos los componentes de esta inmensa grey la naturaleza haya escogido precisamente a ese grupo para revestirlo de
156

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

rasgos humanos? Habra que pensar que la eleccin


estuvo a cargo de una potencia discriminadora sobrehumana.
Lo que es indudable es que esa potencia se hallaba ya en accin. Lentamente hizo y deshizo muchas veces su modelo, Basta que apareci en la
tierra una raza de animales tan semejantes a nosotros en su estructura orgnica, que parecieron verdaderamente los progenitores de la humanidad.
Sera difcil concebir una modificacin estructural
que transformara en hombre a un caballo o a una
ballena, Pinsese, en cambio, en un mono, y la metamorfosis resultar ms viable. Es interesante seguir, pues, paso a paso, el progresivo desarrollo
operado, y asistir a esos cambios sucesivos que llevaron a la formacin de un cerebro tan apto como
el nuestro para presidir el complejo de las facultades
intelectuales humanas.
En los monos del grado ms bajo de la escala, el
rgano de control, es decir, el cerebro, es, naturalmente, muy elemental. Pero a medida que nuestra
investigacin se eleva hacia los monos ms avanzados, no solamente se acenta la semejanza con el
hombre, sino que cuando los grandes monos antropomorfos terminan convirtindose en hombres en
157

FREDERICK

TILNEY

miniatura, tambin su cerebro es, como lo comprobaremos, una imagen fiel del nuestro. Porque tambin en el reino de los monos tenemos razas
inferiores y superiores, que podemos clasificar como sigue:
1) Los monos especficamente menos avanzados, entre los cuales estn los lemridos, los trsidos
y los monos americanos.
2) Los monos del viejo continente, excepcin
hecha de las variedades de monos antropomorfos
(chimpanc, gorila, orangutn).
3) Los monos antropomorfos mencionados en
el punto anterior, que son los ms afines al hombre
tanto por su aspecto como por sus costumbres.
Estas tres categoras no aparecieron simultneamente, sino que evolucionaron a travs de un
proceso de seleccin y adaptacin desde el tipo ms
bajo al ms alto; ms an, es muy probable que los
primeros animales que dieron origen a los lemridos
y a los trsidos se diferenciaran especficamente de
otros semejantes que vivan en la poca de los saurios.
Estos provienen de un tronco de reptilesmamferos que vivieron en la citada poca y que,

158

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

muy modestamente, se han ido sin dejarnos el menor rastro.

LOS LEMRIDOS
Los naturalistas, en su esfuerzo por descubrir a
los probables antepasados de los monos, detuvieron
su atencin en la. Tupaya javnica, que parece estar
dotada, mejor que cualquier otro animal, de las caractersticas necesarias para un punto de partida. Es
ste un insectvoro que vive sobre los rboles; las
patas, la cabeza y el tronco del animal presentan
algunos detalles peculiares iniciales, que pueden,
ulteriormente, haber ido diferencindose hasta alcanzar las caractersticas simiescas. Si damos crdito
a esta hiptesis, comprenderemos cmo una rama
de esta familia puede haber dado origen a los lemridos. La vida de estos animales se reduce hoy exclusivamente a la isla de Madagascar, por ms que
sus fsiles atestigen que en tiempos muy remotos
se hallaban esparcidos por casi todo el mundo. Las
razones de su confinamiento actual son poco claras.
Los gelogos dicen que tambin Madagascar, en un
tiempo, como muchas otras islas, estaba unida al
159

FREDERICK

TILNEY

Africa y los lemridos podan propagarse as en todas direcciones. Un cataclismo sumergi el istmo y
los lemridos quedaron confinados en el interior de
la isla.
Desde algunos puntos de vista, estos animales
difieren muchsimo de los monos, y desde otros,
guardan estrechas semejanzas. La cabeza es puntiaguda y recuerda la del zorro; no tienen las mejillas
abolsadas, y ni siquiera esas callosidades isquiticas
que poseen muchos monos a consecuencia de estar
siempre en cuclillas en el suelo. La cola, espesa y
larga, no es nunca prensil; en cambio, las manos se
asemejan mucho a las de los monos, es caracterstico el hecho de que en las hembras las glndulas
mamarias, cuando se hallan turgentes por la leche,
se asemejan a los pechos de la mujer. Las dimensiones de un lemrido son aproximadamente las de un
gato domstico.
Poco se conoce acerca de sus costumbres de vida. Algunos han sido sorprendidos tambin de da
en la bsqueda de su alimento, lo que permite pensar que no son exclusivamente nocturnos. A menudo viven en manadas, y durante los calores estivales
duermen con la cabeza bajo el brazo y la cola echada alrededor del cuello. Cuando efectan algn mo160

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

vimiento, se sirven de la cola para mantener el equilibrio o para dirigir el cuerpo.


Los lemridos saltan de una rama a la otra con
tanta facilidad, que los cazadores aseguran que es
ms fcil alcanzar a un pjaro en vuelo que a un lemrido cuando salta. Si se le dispara un tiro, el animal se deja caer desde la cima del rbol hasta las
malezas que estn abajo para que el cazador tenga la
impresin de haberlo alcanzado. Pero al cabo de
unos instantes, reaparece como por milagro en otra
rama a gran distancia del lugar donde se arroj. Su
alimento predilecto es el cerebro de los pjaros, que
el lemrido chupa vidamente despus de haber
agujereado con los dientes el crneo de la vctima.
El lemrido es muy gil, y a su velocidad une una
extraordinaria gracia para andar entre las ramas y
una gran precisin en todos sus movimientos.

EL TARSIO Y EL TITI
Otro mono inferior, de aspecto muy extrao, es
el tarsio, en el que algunos sabios quieren ver los
primeros signos de lo que mas tarde la evolucin
transformar en caractersticas humanas. Es un
161

FREDERICK

TILNEY

animal del tamao aproximado de una ardilla, y de


aspecto impresionante (de all viene el nombre de
"espectro" que se le ha dado) por sus ojos enormes
y salientes, por su cola larga y espessima, por sus
orejas puntiagudas y por esas callosidades, que le
forman una especie de almohadilla en las extremidades de los dedos. Tiene dos costumbres caractersticas: salta gilmente de un rbol a otro, a
menudo a caza de insectos, y cuando vuelve la cabeza parece que en un momento dado mire de
frente y en seguida, de golpe, en direccin completamente opuesta. A pesar de su tamao, parece que
los ojos del tarsio le ayudan muy poco a ver; tanto
es as, que de da estos animales parecen como
atontados, porque la luz los encandila. Viven en las
junglas, especialmente en las llanuras de la Malasia;
durante el da permanecen trepados, en posicin
vertical, a los troncos de los rboles menos corpulentos y de los arbustos. Es interesante observar
cmo est animal se mantiene en el sostn que ha
escogido: lo aferra fuertemente con los dedos de las
manos y de los pies, y mientras tanto se adhiere al
rbol con la cola, como si sta fuera un resorte.
Naturalmente, si la cola llega a perder por cualquier

162

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

motivo su punto de apoyo, el animal resbala hacia


atrs.
En muchos aspectos los tarsios tienen rasgos
humanos; no andan nunca en manadas, sino que
prefieren ir en parejas. La hembra engendra un hijo
por vez, y despus de haberlo amamantado, madre e
hijo van en busca de un refugio. No parece que
construyan nidos o que vivan en las cavidades de
los rboles. Con frecuencia el tarsio, mientras se
halla trepado a un rbol, es presa del sueo, inclina
la cabeza hacia adelante, y en esa posicin se asemeja extraamente a un anciano que se ha dormido
en la silla. A veces el pequeo, aprovechando el
sueo de la madre, se acurruca bajo su cabeza y se
queda dormido. Es muy difcil domesticarlos; en el
cautiverio no se adaptan al nuevo estado y no se
logra ensearles ningn ejercicio; durante el da, sus
desmesurados ojos le confieren un aspecto casi ridculo, y como no distinguen bien los objetos, sus
movimientos parecen torpes aun cuando se procuran el alimento. Por el contrario, el tarsio se preocupa mucho por la higiene del cuerpo, y se lava
asiduamente, como los gatos. Ni siquiera cuando
est encolerizado o tiene miedo emite voz alguna, y
a lo ms, cuando ,joven, ladra alguna vez. A la par
163

FREDERICK

TILNEY

de los monos, permanece pegado al pecho de la


madre, sostenindose por el pelo cuando esta lo
lleva encima. Nace con los ojos abiertos, y ciertas
reacciones naturales, que en los gatos y en los perros son ms tardas, se manifiestan en l desde el
nacimiento.
El tit no tiene esa importancia que los naturalistas atribuyen al tarsio, pero igualmente puede interesarnos. Es tan gracioso, que algunas mujeres (en
Norte Amrica ) lo llevan consigo, en cuyo caso
basta una simple palmada para contenerlo. Se trata,
pues, de un mono del nuevo continente, y vive libremente en las Amricas central y del sur.
Desde el punto de vista biolgico ofrece cierto
inters porque muestra un momento en el que la
evolucin de los monos ha experimentado una detencin y hasta un retroceso.
El animal posee una expresin caracterstica: su
hocico, con ojos sumamente mviles, expresa el
dolor, la rabia y la impaciencia en una rpida sucesin de actitudes patticas. Muchos otros rasgos
hacen pensar en el hombre. Sin embargo, a pesar de
su expresin vivaz, representa un paso hacia atrs
lado por la madre naturaleza, cosa que indican claramente los dedos de las manos y de los pies. Estos
164

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

dos rganos han perdido casi por completo toda


semejanza con los del hombre. Tanto es as que las
uas, que en los lemridos se hallaban ya bien formadas, en ellos han recobrado la forma de una escama.
El tit, muy tmido por naturaleza, cuando se
encuentra en actividad se aficiona a sus dueos; pero es muy difcil acostumbrarlo a cualquier ejercicio.
Vive de gusanos, insectos y frutas; como la tupaya,
invade los nidos de los pjaros para chupar sus huevos, pero miedoso como es, antes se asegura de que
el nido se halla indefenso.

LOS MONOS AULLADORES DE SUR


AMERICA
Esta variedad de monos es quizs la ms ruidosa, atrevida .y petulante de las que existen. Pero no
obstante su psimo carcter, reanuda una fase progresiva de la evolucin. Para convencernos de ello,
bastara ver cmo, por ejemplo, el "mono rojo aullador" hace uso de su cola a modo de tercera mano.
En un jardn zoolgico norteamericano una jovencita estaba observando, no hace mucho tiempo y
165

FREDERICK

TILNEY

con vivo inters, la jaula destinada a los monos, y


mientras tanto se refera a las manifiestas semejanzas que guardan estos "aulladores" con los hombres
(o con las mujeres) De sbito su especulacin fue
interrumpida: un mono, despechado, con un golpe
de cola pese a los barrotes de hierro le haba hecho
saltar el sombrero de la cabeza.
Su cola es prensil y est muy bien desarrollada,
sea en el llamado "mono-araa" como en el "mono
lanudo", y tanto es as, que en su extremidad tiene el
aspecto de un largo dedo puntiagudo.
Adems de la cola, estos monos tienen muy
bien desarrollado el aparato vocal, del que se sirven
a menudo para emitir un sonido bajo y lgubre. Su
apelativo lo deben a esos chillidos quejumbrosos,
que, en el silencio de los bosques donde viven, se
oyen, tan fuertes son, a millas de distancia. Se supone que allen para intimidar a sus adversarios. Estos
monos tienen el hocico desnudo, pero su mentn
est cubierto de abundante barba. En el cautiverio
son intratables y mueren fcilmente.
Al estudio de sus costumbres se ha consagrado
con particular atencin el profesor Thorndike, de la
Columbia University, y para ensayar su inteligencia
ha concebido toda una serie de experimentos, sir166

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

vindose de grandes cajas cerradas a veces , con un


pioln, una maderita, una barra o un gancho.
Thorndike quera ver cmo proceda el mono
para liberarse o para apoderarse del alimento, y
concluy que estos animales no se guan en absoluto por el razonamiento. En lo que respecta a la
facultad de asociar las ideas, representan un estadio
mental mucho ms avanzado que otros mamferos,
y por eso Thorndike advierte en ellos cierto progreso en el camino hacia el hombre. Esto es verdad,
especialmente en lo que se refiere al conjunto de sus
aparatos sensorios y a la localizacin de la vista, Hecho que Thorndike atribuye a una mayor delicadeza
funcional del cerebro, cuyas diversas actividades
comienzan a entrar ahora en una fase ms especficamente prxima a la del hombre. Cada vez que
estudiando el cerebro de estos monos comprobamos que este rgano pasa de un estadio menos perfecto a otro ms perfecto, esperamos encontrarnos
tambin frente a un mejoramiento correlativo en el
comportamiento de los animales. Pero adems de
que en los monos es difcil poder establecer una
graduacin minuciosa de sus cambios de conducta,
tampoco estamos muy seguros acerca de la necesi-

167

FREDERICK

TILNEY

dad de un anlisis comparativo de esta ndole, aun


admitiendo que sea posible.'
Eso no impide que, de una fase morfolgica a
otra, se adviertan claramente ciertos rasgos ms
marcados de conducta, correspondientes a cada una
de ellas.
Entre estos es muy importante, por ejemplo, el
que depende del desarrollo de la cola: poco a poco
el animal ha modificado su comportamiento, conforme sta le ha servido primero de timn, despus
para mantener el equilibrio al correr y finalmente
como rgano prensil para treparse por las ramas,
balancearse y tomar impulso.
Despus de esto el mono comenz a tener menos necesidad de la cola, hasta que sta termin por
desaparecer. Como se ve ella ha creado un ciclo especial en el comportamiento del animal, y ha tenido
definida importancia en la posterior aparicin de ese
tipo de ajuste biolgico representado por el hombre.
Otro grupo de reacciones peculiares encabeza
ese ciclo de fases que condujo a la formacin de la
mano. No debe olvidarse que este rgano ha sido el
reactivo de la habilidad humana y de la palabra.

168

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Tambin los rganos de la vista han influido


muchsimo en el modo de comportarse y de vivir
del animal, especialmente cuando los dos ojos comenzaron a funcionar en armona uno con el otro.
La vista, como instrumento ms eficaz, pudo guiar
mejor los movimientos de la mano y suministrar
informaciones ms precisas acerca de la distancia, la
direccin y la perspectiva.
Pero el factor ms importante para el dominio y
el gobierno del ambiente fue ese rgano que hemos
llamado el "coordinador de los sentidos". Cualquier
mejora obtenida por l ha favorecido el desarrollo
de una mayor facultad de aprehender y disfrutar la
experiencia pasada. Todo estos progresos operados
en el comportamiento de los monos han dejado
rastros bien claros en otras tantas ampliaciones de
su masa cerebral.

EL CEREBRO DE LOS MONOS


INFERIORES
En el cerebro de los cuatro monos que constituyen este grupo, podemos seguir perfectamente

169

FREDERICK

TILNEY

bien las ampliaciones que promovieron el desarrollo


del rgano prncipe.
No debe creerse que el camino seguido por el
progreso biolgico ha sido llano y bien perfilarlo.
Muchos fueron los obstculos y las contrariedades
sufridas.
Imaginemos tener ante nuestra vista, uno junto
al otro, los cuatro cerebros a que nos referimos.
Pertenecen, respectivamente a un lemrido, a un
tarsio, al tit y al mono aullador.
Queremos estudiar su evolucin, y para ello nos
servirn algunos indicios locales. Tres de stos se
presentan bajo la forma de surcos o fisuras en la
masa del cerebro. Aparecen en la corteza cerebral
indicando all las zonas donde ms se ha hecho sentir la evolucin. Junto a ellos, la pared exterior de la
corteza se ha replegado, cono si quisiera dar lugar a
nuevas clulas. Estos pliegues producen circunvoluciones y, en consecuencia, cuanto ms replegado se
halla en s mismo un cerebro, tanto mayor es el nmero de clulas de que dispone para hacer que, en
correspondencia con ellas, aumente su rendimiento
de energa.

170

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Cada surco es una especie de "ndice local" y


nos permite reconocer la zona en que nos hallamos.
Por ejemplo:
1) Surco de Silvio: es una fisura que se abre
entre la zona donde comienzan las sensaciones del
odo (lbulo temporal) y la del sentido orgnico y
del tacto (lbulo parietal).
2) Surco central o de Rolando: se abre entre la
zona del sentido orgnico y tctil y abarca la de la
ms alta funcin cerebral, esto es, el lbulo frontal.
Este est situado precisamente sobre los ojos, detrs
del hueso frontal. Un lbulo frontal poco desarrollado corresponde a una frente baja y a una consiguiente inferioridad mental. En efecto, pasando de
los monos al hombre, la frente se hace cada vez ms
alta y prominente.
3) El surco simiesco divide, en la parte posterior, el lbulo parietal del occipital. Aqu nos hallamos en la zona de la vista.
Vemos, pues, que los tres surcos son las lneas
limtrofes entre los cuatro pabellones (lbulos) de la
corteza cerebral, donde comienzan todos los sentidos y presiden las diversas funciones cerebrales.
Recurdese que el lbulo frontal es el ms importante porque es el rgano de las facultades superio171

FREDERICK

TILNEY

res especficas del hombre: el juicio y la razn. Hay


otros dos "ndices locales" que revisten particular
importancia. Uno lo constituye esa especie de
puente que une los hemisferios cerebrales con el
cerebelo. Este ltimo es el rgano que regula y coordina los movimientos musculares, y de su buen
funcionamiento depende la exactitud, ya sea de un
paso como del movimiento de la mano para escribir
o dibujar, el juego de los msculos que preside la
emisin de un sonido dado, ms o menos alto, intenso, etc. Tan cierto es esto, que si el cerebelo se
enferma, todos nuestros movimientos, no siendo ya
bien regulados, se hacen irregulares e inseguros. La
destreza de un animal depende del desarrollo y del
buen funcionamiento del cerebelo. Ahora bien, la
dimensin del puente (llamado puente de Varolio),
al revelarnos el grado de esta destreza, es un ndice
excelente de la inteligencia animal.
Otro importante dato, revelador de progreso
biolgico, es la llamada "pirmide", que se encuentra tambin en la base del cerebro. Se llama as por
su forma aproximadamente semejante a una pirmide, y sirve para transmitir, por as decir, las rdenes
que recibe de la corteza cerebral, que, como sabemos, es la parte ms exquisita del cerebro, a los di172

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

versos msculos. La pirmide sirve, pues, para traducir en accin los dictados de nuestra voluntad.
Cuando cesan de funcionar estas dos grandes lneas
de transmisin, el cuerpo se paraliza completamente. El puente y la pirmide regulan el rendimiento
de la suprema actividad cerebral y cuanto ms compleja se torna la esfera de accin del animal tanto
ms se desarrollan estos rganos.
Los cuatro cerebros que tenemos a la vista pesan poco: de seis a veinticuatro gramos. No hay que
olvidar que la masa del cerebro depende mucho de
las proporciones del cuerpo del animal, y por lo
tanto, no puede bastarnos como criterio. Hacen
falta otros signos reveladores del progreso intelectivo, entre los que citaremos, en primer trmino, la
extensin hacia atrs de la corteza cerebral, que llega, en esta forma, a recubrir ms o menos al cerebelo.
En el lemrido esta extensin apenas se ha iniciado. En cambio, en el tarsio es ms pronunciada, y
se explica porque en este animal gran parte de las
actividades visuales han sido transferidas al lbulo
occipital. El tit ampli ms an el proceso, y su
corteza avanza sobre el cerebelo. Examinando el
cerebro del mono aullador, advertimos que el neo173

FREDERICK

TILNEY

palio es ahora el dueo de la situacin, pues recubre


todo el cerebelo. Todos estos cambios efectuados
en la corteza han tendido exclusivamente a la eficiencia de la vista, pero tambin los pabellones del
odo, del sentido orgnico y del tacto, se han beneficiado en esos monos inferiores.
Un signo ulterior de progreso lo ofrece la posicin del surco de Silvio. En el lemrido es casi vertical, como en el gato y en el perro. En el tit se
separa un pocos hacia atrs y en el mono aullador
termina por ser completamente oblicuo, como en
los monos superiores y en el hombre.
Un nuevo indicio de progreso se presenta en el
surco central. En el lemrido est apenas marcado,
como en los perros y en los gatos. Esto revela que
desde este punto de vista el lemrido no ha logrado
diferenciarse de los animales inferiores. En el tarsio
no existe en absoluto. Lo mismo ocurre en el tit, lo
que confirma que este animal es retrgrado. En los
monos aulladores, el surco central est bien marcado, y en cuanto al lbulo frontal, aunque esta parte
no est muy desarrollada, existe sin embargo. Desde
este principio modesto, se tratar de dar un paso
hacia adelante, aunque sea breve, para que el cere-

174

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

bro llegue a estar dotado de un maravilloso instrumento energtico.


Resumiendo: el cerebro de estos cuatro monos
representa otros tantos pequeos xitos obtenidos
por la evolucin para producir una corteza cerebral
ms activa. Cuando aparezca el lbulo frontal, tendremos, finalmente, el supremo rgano de control
central.
Algunos datos cuantitativos sobre la pirmide y
el puente de Varolio, nos convencern acerca de lo
que acabamos de exponer. Este ltimo es:
en el lemrido
0.055 de la masa cerebral
en el tarsio
0.057 de la masa cerebral
y en el tit
0.095 de la masa cerebral
en el mono aullador 0.103 de la masa cerebral
Vemos, pues, en estos monos, el sucesivo desarrollo del puente de Varolio, que, segn algunos
autores, es ndice seguro de inteligencia.
Tambin la pirmide sigue anloga graduacin
(de 0.110 en el lemrido pasa a 0.137 en el mono
aullador), mostrndonos en qu grado la corteza
cerebral regula en cada animal sus diversos movimientos. Los datos expuestos nos informan que el
mono aullador posee mayor control volitivo que sus
colegas, lo cual se comprende fcilmente, pensando
175

FREDERICK

TILNEY

que en este animal las cuatro extremidades de sus


miembros se han convertido en manos casi perfectas.
A todas estas caractersticas del cerebro, parece
corresponder determinada evolucin en la esfera de
accin de los monos inferiores, quienes nos muestran el camino que ha seguido el progreso biolgico.
El primer paso hacia un nuevo tipo de cerebro lo
marca el lemrido. Este animal es un portador de
las tentativas cumplidas por los mamferos inferiores, y todava conserva buena parte de la herencia
que le han transmitido. La primera tentativa del lemrido es, por lo menos hasta cierto punto, proftica; y nos dice lo que llegar a ser efectivamente eI
nuevo tipo de cerebro que la naturaleza est preparando. La tentativa del lemrido tiende, en definitiva, a la formacin de la corteza cerebral, que es el
cerebro por excelencia, a la espera de que se vaya
formando un asiento conveniente para recibir al
supremo rgano ejecutivo de la vida. El larsio vacila
un poco en avanzar hacia este objetivo, pero est en
buen camino. El cerebro del mono aullador y de
otros semejantes a l, nos revela an ms claramente cul es la meta que hay que alcanzar.

176

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Vemos as cmo han dado los primates el primer paso para llevar el cerebro a un estado de mayor eficiencia, y cmo la vida arbrea que hicieron
estos animales ha sido un poderoso incentivo para
acelerar el proceso y determinar el xito favorable.

177

FREDERICK

TILNEY

CAPITULO VII
EI ASCENSO
EL CEREBRO DE LOS MONOS DEL VIEJO
CONTINENTE
Os habis detenido alguna vez frente a la jaula
de los monos en un jardn zoolgico? Habis observado todos esos caracteres morfolgicos que hacen del mono un hombre en miniatura ? Esa
semejanza, ya muy marcada en los dedos y en las
uas, tanto de las manos como de los pies, se hace
impresionante cuando se mira la cara del animal. El
mono, cuando est irritado, disea los dientes y los
hace crujir. El disgusto le da una expresin realmente humana. Hace gestos con la cabeza, mira de
soslayo, mueve la cabeza de un lado a otro como
hara un nio a punto de llorar. Su hocico expresivo
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

se vuelve airado, amenazador, desolado, suplicante,


en una rpida y elocuente sucesin de actitudes diversas. La mmica es acompaada por gemidos inquietos que parecen el piar de un pjaro y que la ira
transforma a menudo en chillidos agudsimos.
Los monos americanos tienen una caracterstica
que los diferencia de sus semejantes del viejo continente: no hacen esas muecas ridculas que nos divierten tanto en los monos africanos asiticos. Las
tres cuartas partes de los monos actuales pertenecen
a estos ltimos. Constituyen una familia vastsima,
paro difieren mucho entre si, pues van de los cinocfalos (monos con cabeza de perro) hasta los macacos. Algunos son dciles y afectuosos; otros
rebeldes, combativos y desconfiados. Se encuentran
esparcidos por las regiones calurosas y tropicales en
todo el mundo; la mayor parte habita en los bosques hmedos del trpico; otros prefieren las rocas
y los terrenos estriles. Ms bien raros en los climas
templados, viven, por el contrario, en rebaos numerosos, en las cadenas ms bajas del Himalaya, y
durante el invierno practican sus acrobacias entre
las ramas cargadas de nieve. Dos de estas variedades
se han aclimatado excelentemente a los rigores del
fro y viven, en los altiplanos del Tibet oriental.
179

FREDERICK

TILNEY

Cuando pensamos en un mono, nos lo representamos suspendido con la cola en actitud de balancearse desde una rama. Ningn mono del viejo
continente tiene la cola prensil. Estos animales viven en los rboles, y su cola, que comnmente es
corta y parece un mun, se presenta a veces bien
configurada y peluda. El ms antiguo de los monos
del viejo continente, el babuino, se caracteriza por
su cabeza y su hocico que se parecen a los de un
perro. Por naturaleza es ceudo, salvaje y desconfiado. En las asentaderas tiene callosidades amplias
y de colores vivos. Algunas variedades, especialmente el mandril, tienen el hocico parecido a una
mscara repugnante, o parece extraamente pintado, como el de un salvaje. En efecto, la nariz es de
color rojo vivo, y las mejillas, hinchadas, surcadas
por estras de azul intenso. Del mentn le baja una
barba rosada que contrasta curiosamente con el
color oliva de su cuerpo. De los labios sobresalen
los dientes caninos, largos y puntiagudos como pequeos y temibles puales con que estn armados
sus poderosos maxilares. Caminan sobre las cuatro
patas, con los ojos constantemente vueltos hacia el
suelo, de tal modo que para dirigir la mirada hacia
adelante o hacia lo alto deben levantar las cejas, que
180

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

son grandes y sobresalientes. La hembra le sigue,


llevando al pequeo sobre el dorso y a veces, cuando la vence el cansancio, se sienta en alguna roca del
camino como hara cualquier ser humano. El pequeo se le acurruca bajo el cuello con un movimiento gil.
Los babuinos van en manadas, frecuentemente
numerossimas. Dada su ndole batalladora, si son
provocados o molestados, se vuelven muy peligrosos. Carecen de lenguaje, pero los gritos que emiten
parece que son comprendidos por todos los integrantes del rebao; sus sonidos vocales o guturales
se desarrollan en una gama ms bien extensa; se
asemejan a ladridos furiosos, a gruidos, a chillidos
humanos. Ciertas voces que emiten, bajas y moduladas como murmullos, deben tener un significado
especial para los otros integrantes del rebao, que
en seguida estn sobre aviso y se valen de ellas como de advertencias. Esto ocurre a menudo cuando
los babuinos emprenden alguna de sus habituales
correras para saquear algn campo o, ms simplemente, para divertirse destruyendo cuanto encuentran. En tales ocasiones tienen la precaucin de
dejar un centinela en lugar adecuado, y cuando ste,
a la primera seal de peligro, da la voz de alarma,
181

FREDERICK

TILNEY

todo el rebao corre a ponerse a salvo. Los babuinos, que a veces infestan las regiones limtrofes a
sus bosques, no vacilan en agredir a sus enemigos.
Durante la ,juventud el animal es dcil y tranquilo,
pero se va haciendo brutal y peligroso a medida que
crece. Por eso es casi imposible domesticarlo, aun
cuando haya nacido en cautiverio. Vengativo y traidor, su carcter corresponde a la expresin del hocico, que es feroz y repulsivo.
Por lo general viven en Africa, pero se han hallado algunos rebaos tambin en Arabia. Es un
bien que la naturaleza no los haya dotado de las dimensiones del orangutn o del gorila, porque en tal
caso habran sido los ms temibles y espantosos
entre todos los brutos. Cuando estn enfurecidos,
suelen arrojar piedras a sus enemigos. Cualquier
mono. en un acceso de raba, puede arrojar el primer objeto que le venga a las manos, pero su tiro
carece de precisin. En cambio en el babuino, hondero nato, el tiro es fruto de determinacin y la
puntera es exacta.

182

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EL MACACO DE LAS INDIAS


Este mono parece casi el reves de la medalla.
No tiene la brutalidad del babuino; es dcil, ruidoso
y juguetn. Vive entre la lndia y la Malasia, en China
y en Japn, y al oriente del Tibet: su cuerpo es robusto y la cabeza ms bien gruesa.
La cola variadsima segn el tipo: puede ser
plumosa con un penacho en la punta (mono leonino), o bien corta y pelada como el rabito de algunos
perros. Charlatanes impenitentes, los macacos tienen, segn parece, un verdadero vocabulario de sonidos: parecen chillidos de llamados, luego voces de
bajo profundo, murmullos apagados, ladridos, rezongos y charlas, o, en momentos de gran rabia,
aullidos agudsimos. Continuamente pasan del ruido
desenfrenado a las rias. Quien no ha asistido a la
hora de la comida en sus "residencias", no puede
saber lo que significa la palabra pandemonio. En su
frenes de llenarse la boca de una buena cantidad de
alimento, no respetan a nadie. ni al menos fuerte, ni
a la hembra, ni a los pequeos, que pueden quedar
todos sin nada. En su estado natural, no rehusan
aproximarse a las casas de los indgenas; parece ms
bien que se divierten ocasionndoles molestias con
183

FREDERICK

TILNEY

sus juegos. Intil decir que en tales ocasiones los


molestados tratan de defenderse y reaccionar. El
comportamiento de los macacos se vuelve entonces
caracterstico y hace pensar en el de ciertos muchachones que, sorprendidos en sus travesuras, tratan a
su vez de prolongar las diabluras para divertirse a
costa del resentimiento y del despecho de la vctima.
El reposo no forma parte del programa cotidiano de
los macacos, que pasan todo el da saltando, balancendose entre las ramas, parloteando y chillando.
Excelentes nadadores, se divierten chapoteando en
el agua. Se alimentan de bayas y de frutas, aunque
prefieren los insectos, especialmente las araas. Son,
en conjunto, mucho ms despiertos que el babuino.
En este punto surge espontneamente una pregunta: qu diferencia hay entre los monos del viejo
continente y los lemridos, los trsidos y los monos
americanos? Un examen de sus movimientos caractersticos cuando se encuentran enjaulados puede
proporcionarnos una respuesta. Observemos un
lemrido: brinca constantemente entre los barrotes
de su jaula, lo que nos permite deducir que su caracterstica es la agilidad. El tarsio no resiste la prisin, por lo que es difcil poderlo observar. El tit
no ofrece mayor inters que los lemridos, porque
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

reacciona muy poco. Los monos aulladores agregan


a la agilidad de sus miembros la prerrogativa de usar
la cola como una quinta mano. Sin embargo, su hocico no presenta particular inters porque la expresin es montona.
En cambio, los monos del viejo continente despiertan particular inters por su perpetuo movimiento, su parlotear varia do e incontenible, sus
bufonadas acrobticas. Al observarlos, se advierte
en seguida su mayor vivacidad mental aunque no
cumplan las acciones que emprenden, excepto la de
rellenar bien la boca de comida. Bajo este aspecto,
tambin el babuino revela una mentalidad menos
rudimentaria que la de los monos aulladores. Ese
odio que manifiestan constantemente hacia el hombre y que da lugar a sus incursiones de latrocinio, es
signo de un grado ms alto de capacidad mental,
que los monos inferiores no poseen. Y esta capacidad es digna de relieve, porque con ella el babuino
demuestra haber perdido algunas ventajas que se
derivaban de la vida arbrea. Puede ser, desde este
punto de vista, que haya retrocedido, aproximndose ms bien al perro que no a los monos superiores,
de los que difiere, adems, por sus extremidades,
que han recobrado casi el estado de patas.
185

FREDERICK

TILNEY

Otra cuestin que se plantea es sta: aparecieron primero los monos del viejo continente o los
americanos? Los numerossimos fsiles descubiertos en estas regiones atestiguan que los lemridos,
los tarsios y los aulladores aparecieron muchsimo
antes que los cuadrumanos africanos y asiticos, lo
cual confirma que estos ltimos representen un estadio ms avanzado, puesto que es ms reciente, de
la evolucin animal. El cerebro del babuino, a diferencia del de los monos americanos, presenta gran
nmero de surcos y de circunvoluciones que sealan la mayor cantidad de superficie celular producida por la corteza cerebral para su mayor eficiencia.
Una diferencia an ms notable a este respecto
existe entre el babuino y el macaco. Por ms que el
desarrollo mayor de ciertos pabellones del cerebro
(lbulo parietal y lbulo temporal) en el macaco y
de la corteza cerebral (lbulo frontal) en el babuino
nos dejen alguna duda sobre la superioridad racial
de estos dos animales, hay algo, sin embargo, que
queda fuera de duela: y es que los monos del viejo
continente, sea por la esfera de sus acciones como
por el cerebro mismo, estn ms evolucionados que
los monos americanos. Debemos concluir que los
monos asiticos y africanos, desde su aparicin, han
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

contribuido muchsimo a la causa del progreso


biolgico y que el cerebro es el rgano que ms se
ha beneficiado en dicho progreso.
Pero tambin debemos admitir, por ser justos,
que los monos americanos haban dado ya los primeros pasos para llevar el cerebro al punto desde el
cual partieron despus los monos del viejo continente.

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FREDERICK

TILNEY

CAPTULO VIII
HACIA EL HOMBRE

Los monos del viejo continente son an demasiado animales para poder atribuirles con seguridad
el origen de una raza de seres humanos en el verdadero sentido de la palabra.
Pinsese en el babuino, tan fiero y brutal, en el
macaco locuelo y malicioso, y se comprender fcilmente que habra sido aventurado pronosticar de
estos animales el hombre. Nuestro examen no est
limitado solamente a su aspecto y a su estructura
orgnica, sino a ver tambin qu inters presentan
su vida y sus acciones.

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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EL GIBON ANTROPOMORFO
Si el ojo humano hubiera podido escrutar lo que
se vislumbraba a travs de la vida de los monos en
aquellos das tan remotos de la creacin, nunca habra credo que la naturaleza estuviese formando
una raza de hombres. Deban ser precisamente
esos monos tan clamorosos y turbulentos los que
realizaran la evolucin necesaria para llegar a la
forma humana? Y sin embargo, con el correr del
tiempo se produjeron cambios tales que hicieron
posible a uno de ellos, naturalmente algo avanzado,
alumbrar un ser que se asemejaba ms a un hombre
que a sus progenitores. Era un animal especficamente nuevo, y de ste al hombre el trnsito pareca
mucho ms fcil. Este nuevo ser fue el gibn
(Hylobates lar). Poco impresiona al verlo, porque es
muy tmido y hurao. En los jardines zoolgicos se
lo encuentra en su jaula, acurrucado en una rama,
con los brazos entrelazados en la cabeza y la mirada
vuelta en torno suyo, con sensacin de tranquilidad.
Su pelambre es por lo general casi negra, pero en
algunos miembros de la familia es blanca plateada.
Pero el gibn (y este detalle reviste inters) puede caminar de pie; torpemente, se entiende, pero en
189

FREDERICK

TILNEY

forma no muy diferente del hombre. En una pelcula cinematogrfica que hizo furor en Amrica,
apareca un gibn plateado tan extraordinario que
con sus gestos interesaba al pblico ms que el
protagonista mismo. Una de las escenas salientes
representaba las furias de un colosal elefante indio
que, enfurecido contra un indgena que le haba robado el hijo, le demoli la cabaa. El indio y la mujer logran escapar, la cabaa queda derruda, pero al
poco rato, cautelosamente, asoma entre las ruinas la
cabeza del gibn. El mono aguza la vista en la oscuridad de la jungla y descubre el reflejo fosforescente
de los ojos de un tigre que est a punto de abalanzarse sobre l. Comprende que sera intil escapar y
trata de aferrarse a las ramas de un rbol, para lo
cual debe erguirse y recorrer as un breve trecho. Y
bien; esa carrera y los gritos de terror que lanza el
pobre gibn son absolutamente humanos. El mono
logra por fin asirse a la rama salvadora y con un
salto agilsimo se pone a cubierto entre las verdes
alturas del rbol.
El cuerpo del gibn es apenas ms grueso que el
de un macaco. Es caracterstico el largo del antebrazo y de los dedos. La madre da a luz un solo hijo en
cada parto, y marcha con el pequeo pegado al pelo
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BIOGRAFA

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CEREBRO

del pecho. Por lo general viven en las junglas del


Asia del sur y en las islas de esos archipilagos.
Existen muchas variedades, pero el ejemplar del que
nos ocuparemos ms minuciosamente es el que los
malayos llaman gibn hulock, debido a su grito caracterstico (hul, hul). El naturalista Candler, que
vivi largo tiempo en esas regiones y que estudi a
fondo la vida y las costumbres de este animal, nos
dice, entre otras cosas: "El gibn hulock se deja balancear de la extremidad ms fina de una rama o de
un bamb, hasta que ste se doble bajo su peso: en
este punto el mono emplea el bamb o la rama a
modo de catapulta, para tomar impulso, impulso
que aumenta dando un puntapi al sostn. El doble
empujn le permite lanzarse al aire y aferrar, con
precisin de acrbata, la lejana rama, sobre la cual
vuelve a balancearse hasta que se amortigua el mpetu del movimiento. Parece que se viera a un gimnasta en el trapecio".
El bulock se hace or con su caracterstico grito
sumamente agradable, sobre todo al amanecer; luego, bajo la cancula meridiana, calla, y al caer las
primeras sombras de la noche, no es raro or su
quejumbroso hul... Uno piensa que el grito de la

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FREDERICK

TILNEY

maana es la diana y el de la noche el toque de queda...


Los gibones viven en tribus nmadas. Por lo
que conocemos de su inteligencia, podemos suponer que sus movimientos siguen un plan de accin
determinado; sus comunidades parecen regidas por
una forma primordial de gobierno. En las plantaciones de t, los indios domestican a los gibones, a
los que consideran como perros o gatos, por lo dciles y afectuosos que son. A menudo se los ve
brincar, en plena libertad, en torno a los campesinos. A veces desaparecen, y durante meses no regresan bajo el techo del patrn, y un buen da se los
ve nuevamente en el campo, reanudando tranquilamente la vida domstica. Asisten a las comidas del
campesino, acurrucados bajo el brazo de la silla a la
espera de que el patrn les arroje un poco de comida. Aunque estn hambrientos, se cuidan muy bien
de robar los alimentos de la mesa, y advirtase que
el hurto sera facilsimo para ellos debido al largo de
sus brazos. Desde este punto de vista deben reconocerse al gibn modales irreprochables. Cuando
cae la noche se prepara a dormir, acomodndose en
la horqueta de dos ramas, a menudo con los brazos
entrelazados sobre la cabeza. Abriga gran simpata
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BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

hacia los nios, cosa que demuestra el carcter manso y afectuoso del gibn. Cuando se lo captura joven es fcil domesticarlo. Deja de ser hurao, se
acostumbra en seguida a los usos de la casa y sabe
dar muestras, en muchas ocasiones, de sus habilidades.
Los gibones pasan de un lugar a otro en forma
completamente distinta de los otros monos, que,
para treparse a los rboles, emplean manos y pies.
El gibn se sirve solamente de los brazos, enroscando las piernas bajo el cuerpo. Y este modo de
locomocin peculiar es de tal importancia, que merece especial consideracin.
El animal se agarra con la derecha a una rama
de la cual se balancea y toma un impulso que le
permite hacer un vuelo de ms de tres metros, hasta
la otra rama escogida que aferra con la izquierda.
As mueve las dos manos con un movimiento alternado que se parece al movimiento humano de los
pies. Quiz por este motivo estos animales han sido
llamados "kylobates ", es decir, "los que caminan
sobre los rboles".
Pero este gnero de locomocin tiene tambin
otro efecto, pues promueve la posicin erecta. A l
se debe que el gibn pueda pararse, caminar y co193

FREDERICK

TILNEY

rrer con los pies. Comparado con los dems monos


y con otros animales en general, el gibn es el que
mejor puede servirse de esta facultad de locomocin.
Como se ve, ciertas actitudes suyas tienen algo
de humano. Pero no puede decirse que la semejanza
con el hombre sea evidente a simple vista. Es necesario observarlo largo tiempo y de cerca para que se
nos manifiesten esas tendencias que nos revelan
cmo la naturaleza, a travs del gibn, tiende al
hombre. Algunos naturalistas no vacilan en incluir a
estos monos entre los antropomorfos verdaderos
(orangutn, gorila y chimpanc), pero en el gibn
slo conviene ver la fase preliminar de ese proceso
evolutivo que desemboc despus en los animales
que caminan, ms o menos parcialmente, sobre dos
pies y que se sirven de las manos. El gibn se ha
definido como un mono "preantropomorfo". En
los tiempos prehistricos (oligocnico), vivi un
venerable antepasado que se le asemejaba muchsimo, el propliopiteco, cuyos descendientes vivieron
(a juzgar por sus fsiles) en tierras de Egipto y que
siguieron dos cursos diferentes de evolucin. Una
rama es la que ha dado origen a los monos antropomorfos y al hombre; la otra a los gibones actua194

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

les. El primer ejemplar de este brote fue un mono,


el orangutn, que se pareca mucho ms al hombre
que los verdaderos gibones tal como los vemos hoy.
Se le reconoce fcilmente por el pelo, entre
amarillento y marrn, por el hocico que parece una
caricatura del rostro humano, y sobre todo por la
posicin erecta que toma a menudo. Tambin a ste
le vemos saltar en las jaulas de los jardines zoolgicos de un barrote al otro con precisin acrobtica,
pero carece de la gracia y de la agilidad del gibn. Es
un mono salvaje y hurao, dotado de una fuerza
herclea, en comparacin con la cual la del hombre
es muy poca cosa. Ahora vive solamente en los
bosques hmedos y calurosos de Borneo y de Sumatra; es morrudo, con el cuello corto y grueso, de
frente huidiza, labios carnosos y cara lisa. El hocico
de este hombre de los bosques (en malayo, el nombre ourang-outang significa precisamente esto) es
muy sobresaliente a causa del maxilar superior que
es grueso y macizo. Los brazos, cuando est de pie,
lo llegan hasta las canillas. Las manos son largas y
angostas, con el pulgar corto y los dedos unidos a la
base de una membrana palmar. Comparadas con el
cuerpo, las piernas del orangutn son cortas y toscas
y los pies largos y angostos. El pulgar, aunque corto,
195

FREDERICK

TILNEY

le sirve para aferrar las ramas. En las nalgas tiene


gruesas callosidades, pero no tiene cola. Cuando
est erecto, difcilmente supera un metro y veinticinco, pero la distancia entre las extremidades de los
dedos, medida con los brazos abiertos, llega a menudo a dos metros y medio. Alfred Russel Wallace,
en un famoso libro ("El archipilago malayo") al
referirse al orangutn dice, entre otras cosas, que
este animal vive casi exclusivamente en los bosques
hmedos y clidos de Borneo. Se alimenta preferentemente de frutas cidas y se mueve con gran
agilidad de un rbol a otro caminando en esa posicin semierecta que toma espontneamente a causa
de sus piernas cortas y de sus brazos exageradamente largos. Cuando camina trata de reducir la
desproporcin apoyndose en los nudos de las manos ms que en las palmas. Es tan gil que, si bien
no salta entre las ramas, se mueve sobre los rboles
con la misma velocidad que un hombre que camina
en el bosque, debajo de l. Cuando est herido trata
de construirse un camastro formando un plano de
ramas entrecruzadas, sobre el que deposita una
gruesa capa de hojas para quedar all hasta su curacin, y al caer la noche, cuando llueve, se cubre
completamente de hojas o de largos helechos; por la
196

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

maana, antes de levantarse de su camastro, espera


que el sol est alto en el horizonte y que las hojas no
estn ya mojadas de roco. Poco temor sienten estos
monos ante el hombre, y cuando lo descubren,
quieren, antes de alejarse, escrutar bien a su adversario. A diferencia de los otros monos antropomorfos, el orangutn es ms bien solitario. Es difcil
hallar juntos a dos adultos; raras veces desciende al
suelo; pero el hambre, la excesiva aridez del clima, la
sequedad, cuando el roco de las hojas no basta para
apagarle la sed lo empujan a tierra y se aproxima
entonces a las orillas de los ros en busca de agua,
de brotes o de hierbas tiernas y carnosas.
El mismo Wallace dice que nunca pudo ver un
orangutn emplear una madera a guisa de bastn,
como sostienen ciertos naturalistas. Tambin es leyenda, para este autor, la del nido-cabaa... Verdad
es que al crepsculo el orangutn se prepara un camastro en la forma indicada, en el cual se acuesta.
Para que este camastro resulte bien hecho, el orangutn pone todo su cuidado, y si la noche es cruda o
reina mucho viento, puede estarse seguro de que,
antes de dormir, querr permanecer sepulto entre
las hojas. Cuando est en la jaula es interesante observar cmo "se prepara la cama", escogiendo mi197

FREDERICK

TILNEY

nuciosamente entre la paja o entre los diarios o papeles que estn a su alcance.
Capturado joven, el animal se domestica y reconoce las rdenes del amo. Por lo dems, se espanta
muy fcilmente. Cuando la hembra est grvida, se
aparta de ella hasta el nacimiento del hijo. La prole
crece lentamente y, como los hijos del hombre, necesita cuidados maternos durante mucho tiempo.
Cuando la madre se mueve, el pequeo se le pega a
los pelos del pecho y lo lleva as consigo, caracterstica sta muy marcada en la cra de los hijos en todo
el reino de los monos.
En el perodo de la infancia el orangutn, por su
modo de permanecer tirado boca arriba y de volverse inquieto, por sus chillidos insistentes y agudos
que slo se aplacan cuando se siente mimado y por
otras cien pequeas analogas, hace pensar en un
nio. Comparado a un macaco de la misma edad el
orangutn resulta mucho ms tardo y demuestra
claramente que para l, como para el hombre, el
perodo del crecimiento es harto prolongado. Pero
los frutos son tales que compensan ampliamente la
ms larga espera.

198

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EXPERIMENTOS PSICOLOGICOS
Hasta ahora el orangutn no ha sido sometido a
investigaciones psicolgicas profundas como las que
se han practicado en el chimpanc. Pero el profesor
C. Yerkes, de la Universidad de Yale, experimentando las facultades intelectivas de un sujeto llamado Julio, con ese criterio de examen que se basa en
la "seleccin mltiple", traz un diagrama de la gradual comprensin de este sujeto, cuyas curvas,
comparada con el diagrama de la comprensin humana anlogamente experimentada, puede definirse
de decurso "racional". Dedujo, pues, que el orangutn tiene una idea verdadera del problema que se
le somete. Julio, en todos los aspectos, pareca mucho ms inteligente que los otros monos. Sus procesos mentales eran lentos, pero, en lugar de llegar a la
solucin de un problema dado a travs de una serie
de errores, mtodo comn a todos los monos, se
haca guiar por una idea a priori. Julio, en efecto,
trataba siempre de darse cuenta mentalmente de la
naturaleza ntima de un objeto dado o de un dato
planteado, antes de encararlo. Demostraba as que
su cerebro haba alcanzado el necesario desarrollo
para la produccin de verdaderas ideas.
199

FREDERICK

TILNEY

Revisando nuestro examen del gibn y del


orangutn, nos preguntamos si la etapa de progreso
alcanzada por estos dos monos sobre sus semejantes encuentra su confirmacin efectiva en una diferencia tangible de su cerebro. Tenemos pruebas
suficientes para sostener que su cerebro es el de un
animal ms inteligente y ms capaz que el de los
monos en general? Claro es que algunos aspectos
morfolgicos en el cerebro del gibn y del orangutn son particularmente notables, y entre stos es
caracterstico el dibujo de las circunvoluciones cerebrales. El orangutn posee mayor nmero de circunvoluciones y de surcos. Procediendo al
reconocimiento de lo que hemos llamado los "ndices locales", sealamos fcilmente la mayor acentuacin del surco de Silvio, del surco central y aun
del surco simiesco. Los lbulos que delimitan estos
surcos son ms prominentes aqu que en el macaco
y en el babuino. En cada lbulo se manifiestan algunos surcos menos pronunciados o secundarios,
que no poseen los otros monos y que demuestran
cmo se ha ampliado su capacidad mental. Estos
surcos tanto por su nmero como por su disposicin y relaciones, comienzan a tomar el aspecto que
tendrn luego en el cerebro humano. En el orangu200

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

tn cada pabelln sensorio est bien desarrollado y


nos revela un aumento correspondiente de esos
sentidos que preside. Aumentando el nmero de las
sensaciones complejas, la corteza cerebral se encuentra ahora en condicin de producir reacciones
inteligentes. Pero es sobre todo la superficie que se
halla frente al surco central la que revela cmo ha
progresado el cerebro de este mono. Sabemos que
esta regin se halla en contacto con el hueso frontal.
En el orangutn, comparado con otros monos, es
tan pronunciada que se puede considerar como un
verdadero lbulo frontal; y sabemos que aqu reside
el centro general de las ms altas facultades intelectivas. Por lo dems, el aumento de volumen del cerebro es en cierto modo proporcional a las mayores
dimensiones del animal que lo posee, y es determinado tambin por ciertos factores que estudiaremos
en un captulo prximo.
Reduzcamos a nmeros la diferencia de inteligencia entre el gibn y el orangutn, y el contraste
ser an ms visible. El puente de Varolio, que es
un ndice de inteligencia, es en el gibn 1/5 del peso
total del cerebro; en el orangutn, cerca de 1/3.
Tambin en la pirmide, ndice de la destreza de los
movimientos y del control volitivo que el animal
201

FREDERICK

TILNEY

puede ejercer sobre s mismo, existe anloga diferencia. En el orangutn, la pirmide es de 160 milsimos, y en el gibn, .de 138. Dejando de lado
ulteriores detalles anatmicos, diremos solamente
que los datos expuestos significan que el orangutn
est dotado de mejor inteligencia que el gibn; inteligencia que se manifiesta en una tendencia ms
marcada a asemejarse, en ciertos rasgos, al hombre.
Revelada en el gibn en una fase inicial o preantropomorfa, se desarroll en el orangutn, preparando
el terreno a nuevas formas de combinaciones biolgicas que deban dar origen a un tipo de animal an
ms evolucionado.

202

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO IX
UN HOMBRE EN MINIATURA
EL CEREBRO DEL CHIMPANCE
El chimpanc es conocido por algunos rasgos
sumamente cmicos que lo caracterizan y por la
agilidad acrobtica de que est dotado, no debe sorprender, pues, si a veces gana buenas sumas de dinero sea en el teatro o en el cine.
Este mono, cuya altura va de un metro veinte a
uno treinta, vive esparcido en una superficie mucho
mayor que la que ocupan las otras familias de monos antropomorfos. Del Africa occidental y ecuatorial, los chimpancs se extienden, por el norte hacia
la regin del ro Gambia, por el sur hasta Angola.
Un pelaje negro recubre todo su cuerpo menos
la frente y el hocico, y en algunas variedades, cosa
203

FREDERICK

TILNEY

extraa, la cabeza est completamente desprovista


de pelo; ejemplo de este tipo es el llamado "chimpanc calvo".
El animal es fuerte, pero gil y ligero, al mismo
tiempo que, si lo provocan o si est enfurecido,
puede convertirse, por ms pequeo que sea, en un
adversario peligroso hasta para el hombre. La cabeza es chata en la proximidad de la frente, el arco
ciliar grueso y saliente; el hueso de la nariz aplastado, la boca amplia, los labios muy carnosos. Tambin las orejas estn muy desarrolladas y superan, en
largo, al vrtice de la cabeza. El maxilar, inferior,
provisto de caninos fortsimos y agudos, es saliente;
las patas son ms cortas que los brazos, y cuando el
animal est de pie los dedos le llegan hasta las pantorrillas. No tiene cola, lo cual constituye una caracterstica de los grandes monos antropomorfos; la
hembra da a luz un hijo por vez, y lo lleva consigo
en la forma habitual de los monos.

INTELIGENCIA DEL CHIMPANC


Desgraciadamente se sabe muy poco sobre la
vida de estos animales en el estado de naturaleza, y
204

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

las escasas noticias que tenemos al respecto nos han


sido suministradas por esos ejemplares capturados
en la juventud, algunos de los cuales se han convertido en nmeros de circo, otros en astros de... Cinelandia. Uno de los estudios ms interesantes del
chimpanc nos trae un eco de la primera guerra
mundial y nos demuestra la naturaleza del mtodo
cientfico de los alemanes.
En Tenerife, islas Canarias, exista una dependencia de la Academia Prusiana de ciencias, dedicada especialmente al estudio de los grandes monos
antropomorfos. Cuando estall la guerra anterior, el
profesor KhIer qued internado durante dos aos
en compaa de nueve chimpancs. El bloqueo naval, rigurossimo en esos parajes, lo aisl completamente del mundo, y l aprovech para dedicarse
por entero al estudio de sus nueve sujetos. El resultado de sus experiencias est contenido en el interesantsimo libro titulado The mentality of the Apes.
Las consideraciones que siguen, se basan en gran
parte en ese libro, que representa un documento
importante de psicologa simiesca. Para el estudio
.de la inteligencia del chimpanc, el profesor Khler
adopt el criterio que denomina "mtodo de la
prueba indirecta" (roundabout test) y que consiste
205

FREDERICK

TILNEY

en complicar a voluntad un problema ordinario de


tal modo que excite la inteligencia del mono que
debe resolverlo.
Veamos, por ejemplo, el problema que el profesor Khler present a uno de sus chimpancs ms
despiertos. Del techo del recinto donde los chimpancs estaban durante el da, suspendi un cesto
de bananas mediante una cuerdecilla que pasaba a
travs de una argollita fijada en el techo. La extremidad libre de esta cuerdecilla era fijada con un nudo corredizo a la rama de un viejo rbol, a unos tres
metros del suelo. As dispuestas las cosas, hizo entrar a "Sultn" solo en el recinto. El chimpanc advierte la presencia de las bananas y comienza a
manifestar en forma simiesca su contrariedad porque no ve a sus compaeros. Empieza a dar saltos y
a golpear con los pies la pared de la casucha donde
se encuentran los ocho compaeros, como si quisiera llamarlos y pedirles ayuda. Llega incluso a llegarse
hasta las ventanillas de sus celdas; mete el hocico en
cada una de ellas, parece invitar a los amigos presos
a que salgan y vengan a socorrerlo. Vistos intiles
todos sus esfuerzos, se vuelve nuevamente a las bananas. Mira el cesto, se da cuenta de la situacin que
crea el rbol, y trepa precisamente hacia el nudo
206

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

corredizo que cie al rbol inextricablemente. Tira


con violencia la cuerda; sta se desliza a travs de la
argolla y el cesto va a parar al techo. La primera
tentativa es intil, pero el mtodo parece bueno.
Sultn da otro manotn an ms violento, y esta
vez el cesto choca contra el techo con tal fuerza que
una banana cae al suelo. El chimpanc corre para
levantarla, pero al instante trepa nuevamente al rbol y pega un tirn tan violento que esta vez la
cuerda se despedaza y todas las bananas se vienen al
suelo. Sultn salta al suelo, atrapa todas las bananas
y corre a un rincn del recinto para gozar en paz el
fruto de su habilidad. A pesar de los obstculos interpuestos, Sultn logra su propsito, es preciso reconocerlo, bastante prontamente.

USO DE LOS UTENSILIOS


El chimpanc muestra una notable tendencia a
apoderarse de cualquier objeto que encuentra a su
alcance. De manos frreas, es natural que se sirva
sobre todo de ellas para entrar en contacto directo
con el mundo exterior. Toca todos los objetos de
que puede disponer, pero lo hace para .divertirse.
207

FREDERICK

TILNEY

Cuando es obligado por la necesidad, puede ocurrir


que se sirva de la experiencia adquirida para entrar
ms fcilmente en posesin del objeto que desea.
Cuenta el profesor Khler que una vez uno de sus
chimpancs haba descubierto una pequea estaca;
la emple primero para dar saltos, imitado por todos sus compaeros; luego, le sirvi para apoderarse del alimento cuando ste estaba suspendido o
fuera del alcance de sus manos. Los monos empleaban tambin ramitas y pajas, como nosotros utilizamos los cubiertos para llevar la comida a la boca.
Al principio la cosa pareci un pasatiempo durante
las comidas, especialmente cuando los monos ya no
tenan sed. Metan la paja en el agua y luego se divertan chupndola. Un da, Khler pens echar un
poco de vino en el agua que beban los chimpancs.
Apenas probaron la nueva bebida, los amigos dejaron de beber y se miraron a la cara; en seguida uno
de ellos empez a chupar con una paja el nuevo
nctar, imitado inmediatamente por los dems. Y.
no es de creer que, empleando la paja a modo de
cuchara, los monos imitaran un acto ya visto realizar
por alguien, pues ninguno de esos chimpancs haba
jams visto a una persona servirse de una cuchara o
de un tenedor.
208

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

En otra ocasin los monos aprendieron a servirse de una pajita o de una maderita no slo como
cubierto de mesa, sino tambin como instrumento
de caza. Durante el verano, esa regin de las Canarias, donde se hallaba la casa de los monos, era invadida por un tipo especial de hormigas. Estos
insectos se concentraban en las vigas del reticulado
que limitaba el recinto, desfilando en procesin
compacta y largusima. Ahora bien, el chimpanc
tiene debilidad por los frutos acidulados y es golossimo por el acido frmico que contienen esos insectos. Habitualmente, cuando aparecan las
hormigas, el chimpanc, para reunirlas, pasaba la
lengua por la viga; pero cuando entre las vigas y su
glotonera se interpona la red, la lengua, naturalmente, ya no le serva. Pronto los chimpancs
aprendieron a servirse de una ramita, que hacan
sobresalir de la red hasta que fuera completamente
cubierta de hormigas; entonces la rama era retirada,
y un buen golpe de lengua terminaba la operacin.

209

FREDERICK

TILNEY

MARCADA SEMEJANZA CON EL


HOMBRE
Cuando en el recinto aparecan un ratn o un
lagarto, los monos producan gran alboroto; el incauto animalito suscitaba en ellos el mismo ardor...
por la caza que manifestara un hombre en circunstancias anlogas. Pero el juego los impresionaba, y
no eran solamente las hembras las que daban
muestras .de aprensin y de temor; tambin los machos ms valerosos daban caza al intruso con evidente perplejidad, y todo el grupo segua con inters
las alternativas de la caza, estremecindose al menor
movimiento del pobre animalito. A veces, la presa,
estando al alcance de las manos, habra bastado que
uno de los grandes se hubiera decidido a agarrarla
pero, era visible que les faltaba valor. Era cmico
ver a uno de esos monazos, que ciertamente no careca de fuerza muscular, alargar la mano con la
mejor voluntad para asir la presa y en seguida, al
primer movimiento del ratoncito o del lagarto, retirarse bruscamente por miedo. Es la misma nerviosidad que a veces tambin hace imposible a un
hombre agarrar con la mano a un animalito que se
arrastre por el suelo o que camine a saltitos. Lo
210

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

cierto es que, pese a la agitacin del ambiente, los


intrusos, en la mayora de los casos, lograban escapar gracias a la falta de herosmo de sus cazadores.
Finalmente, stos aprendieron, como en otros casos, a hacer uso de bastoncitos o de caas. Desde
ese entonces, si la vctima no lograba huir, era
muerta a bastonazos. Pero debe aclararse que la
muerte, cuando ocurra, no pareca inspirada por la
crueldad: los chimpancs la mataban por excitacin.
El profesor Khler pudo comprobar la rapidez
con que estos monos se someten a ciertas condiciones que para ellos son absolutamente nuevas, de lo
que da ejemplo un experimento que efectu con la
corriente elctrica. Colg del techo un cesto metlico lleno de bananas, previamente puesto en contacto con uno de los los polos de un carretel de
induccin. El otro polo terminaba en una red metlica tendida bajo el cesto. Las bananas, como es sabido, atraen en forma inmediata la atencin de los
monos, y uno de estos chimpancs, ms audaz que
los otros, se abalanz para arrebatarlas. Puso los
pies en la red y se levant hacia el cesto, pero con
esta accin el circuito qued cerrado entre los dos
objetos y el mono recibi una fuerte descarga elctrica en la mano. El chimpanc, con un grito de
211

FREDERICK

TILNEY

dolor y de sorpresa, salt atrs, y la expresin que


tuvo en ese momento fue decididamente humana.
Pero ese nuevo hecho estimul agudamente su curiosidad. Las bananas le atraen irresistiblemente.
Cmo puede haber ocurrido tan extrao e imprevisible accidente si la situacin aparece idntica?
Aqul es el mismo cesto, parece que piensa el mono; aqullas las mismas bananas. La gula lo empuja
a intentar una vez ms la prueba, pero ahora con
mayor prudencia: el chimpanc adelanta y recoge la
mano varias veces. Si tratara de obrar ms rpido
que el enemigo oculto? En efecto, con un rapidsimo movimiento, aferra nuevamente el cesto... y recibe otra descarga. Al mono engaado no le queda
ms que huir lejos del cesto traidor. iPero es de ver
su expresin indignada! Un hombre que pusiera
inadvertidamente una mano sobre una estufa encendida, no reaccionara de diferente manera. Por lo
dems, el ejemplo no sirvi a los otros chimpancs
que, a su turno, quisieron todos intentar sustraer las
bananas a ese oculto demonio que alguien, evidentemente, haba puesto all para hacerles perder la
cabeza... Uno por uno ensay su propsito, pero
todos recibieron la descarga, y finalmente se dieron
por vencidos.
212

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

El experimento es digno de relieve porque nos


explica algunos aspectos absolutamente humanos
del comportamiento de estos monos.

CUANDO LOS CHIMPANCES HACEN


BULLA
Luego de cierto tiempo el juego con los bastoncitos dej de divertirlos y comenzaron a tirarlos en
torno suyo. En los momentos de buen humor (el
chimpanc es por naturaleza alegre y bullanguero),
especialmente cuando se pona en la mesa alguna
comida predilecta de la compaa, uno de los chimpancs aferraba a otro y lo sacuda con violencia, en
seal de alegra Uno de ellos se dio a manifestar su
propia alegra arrojando con la mayor fuerza un
palo al primer colega que caa a tiro! El lanzamiento
del bastn se haba convertido en un juego como
cualquier otro. Una hembra excepcionalmente robusta, a la que llamaba Chica, haba adquirido la curiosa costumbre de acercarse furtivamente a las
espaldas de los compaeros cuando stos estaban
sentados juntos, y arrojar el bastn al que tena ms
cerca. Cumplida esta proeza, Chica se escapaba,
213

FREDERICK

TILNEY

demostrando que ese juego le diverta muchsimo.


Muy pronto, del lanzamiento del bastn los monos
pasaron a arrojarse recprocamente puados de arena y finalmente piedras de diferente calibre y peso.
Al principio les fallaba la puntera, pero con el
tiempo sus veleidades balsticas fueron afirmndose
cada vez ms hasta que esa mana termin por volverse peligrosa, sobre todo cuando la "hondera" era
la astuta Chica.
Desde la primera infancia, los nueve chimpancs del profesor Khler se haban acostumbrado a
acomodarse, por la noche, una especie de nido o
camastro. Los ms expertos en ese trabajo eran,
naturalmente, los adultos, y entre stos la ms anciana de las hembras que, como mucama, poda
considerarse perfecta. Cuando caa la noche sobre
esa alegre y continua batalla que haba sido el da,
los chimpancs se agitaban en busca de montones
de paja. Cada mono, despus de haber recogido la
paja suficiente, se sentaba sobre ella y empezaba a
retorcer sus fibras por el lado de los bordes. Formaba as un grueso nido con los bordes levantados
y entrelazados, muy parecido al de las cigeas.
Muchas veces construan su camastro durante el
da, para pasar el rato; reunan los materiales ms
214

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

diversos: hilos, hierbas, ramas, trapos, pedazos de


cuerda y hasta alambre...
Todos los objetos, por ms diversos que fueran,
tenan algn valor para ellos, y su pasatiempo predilecto consista en ponerse encima la primer baratija que caa en sus manos. Casi todos los das se
vea a algn mono dar vueltas en torno al recinto
luciendo una bagatela, fuera sta un trapo, una
cuerda, hierbas o ramas. Cualquier cadenita, aunque
estuviera completamente herrumbrada, tena el valor de una alhaja, y el mono se la pona orgullosamente al cuello; pero a falta .de cadenitas, se
conformaba tambin con algunas ramas o ms simplemente con un manojo de hierbas. Esta tendencia
revelaba en los chimpancs el mismo gusto propio
del hombre por el arreglo o por el disfraz. Uno de
los monos se diverta frecuentemente rodendose
de latas de conserva vacas, y manteniendo algunas
de ellas con el borde entre los dientes; era evidente
el carcter intencionado con que haca esa bufonada
para divertirse l mismo y a sus compaeros, quienes, como haran los nios, trataban de imitar despus los gestos del actor. Cuando en una u otra
forma el mono haba logrado disfrazarse y se posesionaba de su papel, se pona ms loco y audaz de lo
215

FREDERICK

TILNEY

comn, y avanzaba hacia sus compaeros en actitud


grave o francamente amenazadora. Una de las hembras ancianas, despus de disfrazarse como de costumbre, sola dar vueltas alrededor del recinto
seguida por la pandilla pisndole los talones, y a cada paso que daba pegaba con un pie en el suelo cual
si quisiera marcar el tiempo a su cortejo. El squito
responda en orden, acentuando el movimiento.
El profesor Khler pudo verificar que el chimpanc logra fabricar utensilios, aunque rudimentarios, con la finalidad, casi siempre, de procurarse
ms fcilmente el alimento. Uno de estos monos,
por ejemplo, haba concebido la idea de juntar dos
trozos de bamb, obteniendo as una caa ms larga, de la que se serva para apoderarse de la comida
cuando sta no se hallaba al alcance de sus manos.
Los dems chimpancs no tardaron en desarrollar
cierto talento constructivo, en lo cual se hacan
competencia. Primeramente aprendieron a servirse
de una latita vaca para acercar los objetos que se
encontraban lejos. Despus fueron poniendo una
latita sobre otra, terminando por construir torres de
latitas vacas. No todos eran igualmente hbiles, se
explica que la idea de la construccin fuera concebida paralelamente de los ms inteligentes; pero esa
216

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

idea haba nacido espontneamente, ya que esos


monos nunca tuvieron ejemplos de ese hecho.
Construida la torre, los compaeros comprendieron
la utilidad de la doble caa de bamb para llegar
hasta las bananas y hacerlas caer desde el techo. Si
hubieran unido sus esfuerzos, el propsito habra
sido alcanzado ms rpidamente; pero, a lo que parece, los chimpancs del profesor Khler no vieron
nunca las ventajas de la cooperacin. Alguna razn
debe haber que explique esta laguna de su inteligencia, y es que para el chimpanc la construccin tena
siempre la misma finalidad: llegar a la comida fuera
de su alcance. El fin era egosta y el inters recproco deba descartarse.

LA EMOTIVIDAD DEL CHIMPANCE


El chimpanc est dotado de una gama de expresiones emotivas ms extensa que la del hombre,
y manifiesta sus sentimientos no slo con la cara,
sino con todo el cuerpo. Cuando espera algo que lo
llena de alegra, o cuando est enfurecido, salta de
un lado a otro entre las ramas. Fcil como es para la
desesperacin, se deja caer de espaldas al suelo, va
217

FREDERICK

TILNEY

rodando de un lado a otro, golpea fuertemente con


los pies y las manos, tal como an hacen algunos
pueblos no europeos cuando manifiestan su descontento y su abatimiento. Nunca se ha visto llorar
al chimpanc, y tampoco puede decirse que ra, en
el sentido que damos a la palabra. Las cosquillas le
provocan suspiros convulsivos, cuyo ritmo se asemeja mucho a la risa frentica del hombre. Cuando
observa pacficamente algunos objetos de los que
ms le gustan (sus predilectos son los nios pequeos), la cara de este mono cobra cierta expresin,
particularmente alrededor de la boca, que puede
considerarse como indicio de una sonrisa. Si un hecho cualquiera lo deja perplejo, se rasca los brazos o
el pecho y las costillas. La vivacidad con que pone
de manifiesto las sensaciones desagradables, matiza
tambin la expresin de determinados deseos. En
tal caso su mmica reproduce, anticipndolos, los
movimientos que determinado deseo le obligara a
efectuar. As, por ejemplo, si un chimpanc desea ir
acompaado de otro, le da un golpe con el codo y
lo toma de la mano. Si un compaero ms fuerte
que l est comiendo una banana, le muestra con un
gesto cmo agarrara l el fruto, y lo invita con los
ojos a ser generoso... Si el compaero est muy le218

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

jos, el chimpanc le hace una sea con la cabeza,


como suelen hacer los hombres; en general, resulta
claro que cada gesto tiene para los dems un significado bien comprensible.
Cualquier herida o contusin que haya sufrido
un chimpanc, provoca inmediatamente el inters
de los compaeros; pero no hay que creer por esto
que al obrar as el chimpanc proceda por amor
fraternal. A menudo ocurre que alguno de ellos se
presta para sacar una astilla que penetr en el cuerpo de un compaero, y tambin en este caso su sistema... quirrgico es muy semejante al nuestro: el
chimpanc que acta como cirujano comprime con
las uas la base de la astilla, sta emerge y cuando
sale una punta a la superficie la extrae con los
clientes. Un da el mismo profesor Khler quiso
hacer que un chimpanc le extrajera una espina que
se haba clavado en su propio cuerpo. Apenas el
chimpanc vio de qu se trataba, frunci las cejas en
seal de vivo inters y pareci concentrar toda su
atencin para ponerse a la altura de la delicada tarea.
Aferr el brazo del amo, examin la herida y logr
extraer la espina, ejerciendo con las uas toda la
fuerza que reuna en los dedos. Hecho esto, escrut

219

FREDERICK

TILNEY

seriamente el brazo para comprobar si la operacin


haba sido bien efectuada.
Es sabido que a algunos chimpancs ms inteligentes que otros se les ha enseado incluso a contar. Romanes cita el caso de una hembra, a la que
llamaban Sally, que lograba agrupar fibras de paja
hasta el nmero de seis o siete, o bien indicar, sirvindose de las mismas fibras, una agrupacin correspondiente al nmero que se le haba pedido.
Este y otros hechos nos revelan que el chimpanc
se parece al hombre y que tiene de comn con ste
la facultad de aprender.
Por lo dems, para convencernos de que las facultades del chimpanc son realmente superiores a
las de los otros monos, y que, desde ciertos puntos
de vista, se parecen claramente a las del Hombre,
basta examinar el cerebro del animal. Su volumen,
en cuanto rgano, es superior al de los otros monos, y revela que su evolucin ha experimentado un
mejoramiento apreciahle en cada lbulo de la corteza cerebral. Tambin los surcos, las circunvoluciones son ms marcados, y la nica diferencia entre
este cerebro y el humano consiste en una mayor
simplicidad de estructura. As, notamos, por ejemplo, que el surco de Silvio se prolonga hacia atrs,
220

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

revelndonos que en el chimpanc el odo es ms


perfecto, el sentido orgnico y el tacto ms desarrollados. El tamao del lbulo temporal y la presencia
en l de ciertas caractersticas indican un mejoramiento sensible en el poder de clasificacin y sobre
todo de correlacin entre las impresiones auditivas.
En consecuencia, el mono est en condicin de
asociar un sonido .dado con el recuerdo de un objeto visto en correspondencia con aqul. Este sistema de "relacin" sirve sin, duda para integrar la
comprensin de los objetos percibidos. Un disparo
de fusil debe ser por cierto desagradable al chimpanc; pero la cosa adquiere una importancia mucho ms grave y al mismo tiempo ms ventajosa si
el animal lo asocia a la memoria visual de un cazador, porque entonces, de la accin combinada de
los dos factores, nace la idea del peligro.
Recordemos que el surco central es muy importante por cuanto delimita al lbulo frontal. En
este ltimo residen, adems del juicio y la razn, la
facultad de utilizar eficientemente las experiencias
adquiridas; los diversos factores que constituyen la
personalidad del individuo; los que determinan el
espritu de iniciativa, la introspeccin, la medida, el

221

FREDERICK

TILNEY

dominio de s mismos y finalmente el sentido de la


responsabilidad y la valoracin de la oportunidad.
Ahora bien, en el chimpanc el lbulo frontal
est ms desarrollado que en el orangutn y en los
otros monos inferiores. Presenta mayor nmero de
circunvoluciones y stas, en su conjunto, han alcanzado un desarrollo casi anlogo al del hombre. Si
an existe alguna diferencia, la hallaremos en las
circunvoluciones, pero no en su nmero, que es
igual al del cerebro humano, sino en su forma, que
es ms simple.
Tambin el puente de Varolio, considerado como ndice de inteligencia, mide en el chimpanc
0,400, y la pirmide 0,172; cifras stas que representan un aumento cuyo significado es: mayor desarrollo de la destreza del animal y mayor control
sobre las reacciones emotivas. Cada detalle del cerebro de estos monos revela, pues, un progreso ulterior en el ascenso biolgico hacia el hombre; en l
figuran ya todos los rasgos caractersticos del cerebro humano.

222

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO X
CASI HUMANO

EL CEREBRO DEL GORILA


Llegamos finalmente al gorila, el mono de mayor tamao. Las opiniones de los naturalistas en
cuanto al lugar que ocupa el gorila en la escala animal, son muy dispares, y tambin existen discrepancias fundamentales en lo que respecta a la
estimacin de la inteligencia de ese cuadrmano. Es
cierto que para poder emitir un juicio seguro habra
que estudiar este asunto mucho ms profundamente
que hasta ahora. En los ltimos aos, el gorila, que
la leyenda haba hecho tan espantoso, ha sido investigado por algunos famosos exploradores africanos (Bradley y Charles Abbeleg), quienes sostienen
223

FREDERICK

TILNEY

que se trata de un animal inofensivo y ms bien retrado. En cambio, otros exploradores, que lo han
conocido de cerca, afirman que el gorila es una bestia peligrosa y salvaje. Cuando est erguido es casi
tan alto como el hombre. Puede llegar a un metro y
ochenta de altura y el peso corriente del macho
adulto no baja de dos quintales.

EL GORILA, MAQUINA DE COMBATE


El rey de los monos tiene una corpulencia imponente. Las piernas son ms bien cortas, pero en
compensacin tiene los brazos tan largos que,
cuando est erguido, las puntas de los dedos le llegan a la pantorrilla. La cabeza, enorme y grisada, la
nariz ancha y chata, el hocico bestialmente sobresalido, la boca amplsima y armada de caninos fuertes
y agudos, dan al animal el terrible aspecto que lo
distingue.
El gorila es considerado la fiera ms salvaje del
bosque; y bien lo saben los cazadores cuando lo ven
erguirse horriblemente sobre las piernas y llenar la
selva con sus rugidos. Se halla cubierto de pelo negro, el dorso y la palma de las manos estn marca224

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

dos como las del hombre. Su crneo es pesado y


macizo, y los ojos, rodeados de una gruesa saliencia
sea; desde la raz de la nariz hasta la parte posterior
de la cabeza, se extiende una especie de cresta sea,
como una quilla de casco. Su punto dbil esta constituido por los miembros posteriores, desprovistos
de la fuerza adecuada. Por lo general camina a cuatro patas; slo se yergue sobre las piernas cuando
quiere inspeccionar el terreno que lo rodea.
Existen muchas variedades de gorila. Una de
ellas vive en Gabon (Africa occidental) y en Kamerun, cerca de los lmites del Congo francs, y es la
ms apta para la vida de las selvas. Otra variedad se
encuentra en el Congo Belga y, a causa de la localidad donde habita, es llamada gorila de los montes.
El clebre explorador francs Du Chaillu, en su
libro sobre el Africa ecuatorial, dice que el gorila es
un animal gregario, pues todos los que l tuvo ocasin de ver, iban en manadas. Parece que los machos, en su vejez, se apartan de los otros y viven en
soledad hasta la muerte. El pelo de la cabeza, negro
durante la juventud, se vuelve gris o blancuzco. Du
Chaillu debe haber sido el primer europeo que mat
un gorila en las selvas de su habitat, y desde un
principio, la descripcin que hizo de la vida y cos225

FREDERICK

TILNEY

tumbres de estos monos, fue considerada por los


lectores de su libro exagerada. Las noticias que nos
han trado ms tarde otros exploradores, confirman
todo lo que escribi Du Chaillu.
Pese a su fama guerrera, el gorila es ms bien
cauto y receloso. A la primera alarma, la hembra se
pone en seguida a cubierto llevando consigo al hijo;
pero el macho se mantiene en guardia, pues considera que la mejor defensa est en el ataque. Cuando
aparece el cazador, asoma el hocico de entre las ramas y localiza al intruso; la presencia de ste provoca su crecimiento y, con los puos fuertemente
cerrados, se golpea el amplio trax repetidas veces,
emitiendo rugidos espantosos. Quien ha escuchado
estos gritos refiere que, al principio, el grito de guerra de este animal parece el ladrido, fuerte y rabioso,
de un gran perro; despus cambia en un sordo rezongo y va aumentando de intensidad hasta despertar todos los ecos de la selva que retumba como
si se anunciara con los truenos de un temporal. Du
Chaillu dice que, cuando, despus de semejante
prlogo, aparece el gorila en toda su monstruosidad,
el horror de la escena es indescriptible.
Debido al insuficiente sostn de los miembros
posteriores, el gorila, para caminar, y con el fin de
226

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

mantener el equilibrio del cuerpo, se vale de los


brazos; este movimiento lo hace aparecer an ms
decidido en la accin y, en consecuencia, ms espantoso. Cuando agrede, el hocico se le encrespa
horriblemente, levanta los labios y exhibe ciertos
colmillos que con slo un mordisco despedazaran
de un golpe un brazo o una pierna.

EL GORILA AMAESTRADO
Es casi imposible domesticar a un gorila adulto;
pero cuando es muy joven, la empresa es tan fcil
como con cualquier otro mono. La seorita Cunningham, de Londres, nos ha facilitado las siguientes noticias acerca del mono amaestrado: se trata del
famoso "Juan Daniel I". El gorila le haba sido regalado al terminar la guerra anterior, y haba sido
capturado en Gabon tres aos atrs. En esa poca
Juan Daniel estaba raqutico: el clima de Inglaterra,.
sobre todo en el mes de diciembre, era muy rgido y
el gorila se enferm de gripe. La seorita Cunningham tom consigo al pobre gorila, lo cuid como si
fuera un nio, le cur la gripe y tanto hizo por l
que al cabo de tres aos Juan Daniel pesaba casi
227

FREDERICK

TILNEY

sesenta kilogramos, y haba aumentado considerablemente de estatura; ahora meda un metro y veinticinco, y por su buena naturaleza y su inteligencia la
seora Cunningham lo trataba a la par de un familiar. Apenas curado de la gripe, Juan Daniel comenz a manifestar una emotividad infantil. A los
cuidados que se le prodigaban responda con mucho afecto, pero con el tiempo este apego se fue
haciendo excesivo y termin creando una situacin
embarazosa en el seno de la familia que lo hospedaba.
Si cuando se despertaba de noche se encontraba
solo, empezaba a chillar de miedo, y miss Cunningham deba acariciarlo y acunarlo hasta que hubiera
recobrado el sueo.
En muy poco tiempo Juan Daniel creci en estatura y peso, y cur completamente su raquitismo.
Al cabo de un mes y medio se haba acostumbrado
por completo al ambiente, y sus amos lo dejaban en
libertad por la casa. Haba incluso aprendido a baarse por propia iniciativa y cuando penetraba en
una habitacin tena cuidado de cerrar la puerta tras
suyo. En materia de comidas, Daniel tena gustos y
repugnancias muy marcados, y cosa extraa, mientras normalmente no robaba, cuando se trataba de
228

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

comidas predilectas prefera robarlas antes de que se


las dieran. Es difcil comprender el motivo de esta
debilidad: quizs un residuo de hbitos hereditarios.
Los restos de las comidas no le gustaban; adems, y
cosa ms extraa an, era golossimo por las rosas.
Cuanto ms hermosas eran las rosas ms le incitaban a comrselas; pero el gusto se volva en seguida
aversin, cuando las rosas estaban mustias.
Manifestaba gran alegra siempre que venan visitas a la casa; tomaba a los visitantes de la mano y
los acompaaba a dar vueltas por las habitaciones.
Coma a la mesa, y cuando la comida estaba lista no
esperaba que alguien le trajera la silla para sentarse.
Durante las comidas no era necesario vigilarlo ni
reprenderlo ms de lo que se suele hacer con un
nio. A las cinco tomaba su t con las otras personas de la casa, y tanto por esta bebida como por el
caf demostraba gran predileccin; beba mucha
agua tomndola de la canilla y cuando terminaba de
beber nunca se olvidaba de cerrar el grifo.
Un da en que su duea estaba por salir, Daniel,
para demostrarle su afecto, quera sentrsele en la
falda. Pero sta, temiendo que le manchara el vestido, lo rechaz. Daniel, sumamente afligido, se tir
al suelo chillando como un nio; de pronto ech
229

FREDERICK

TILNEY

una mirada en derredor, tom un diario que estaba


a su alcance, lo puso en la falda de la Cunningham y
salt encima con visible satisfaccin. Era la mejor
prueba de perspicacia que habra podido dar, y las
personas presentes no crean en sus propios ojos.
Con el transcurso de los aos Daniel se encari tanto con sus amos que si por casualidad deba
quedarse solo lloraba y gritaba desesperadamente.
Su agitacin creci a tal punto, que fue necesario
tornar medidas. Tal vez a raz de un malentendido
Juan Daniel fue vendido a un circo; sus nuevos
amos lo llevaron a Estados Unidos, pero una vez
all el pobre gorila rechaz las comidas, se enferm
de nostalgia aguda, y a la distancia de un mes del
momento en que haba sido separado de sus antiguos dueos, muri en el jardn de Madison Square,
en abril de 1921.
Los diarios hablaron de l y destacaron que la
causa de su muerte era el disgusto por el abandono
de sus antiguos familiares. El esqueleto y la taxidermia de este gorila, que contribuy tanto a la
comprensin de los monos antropomorfos, se
exhiben en el Museo Americano de Historia Natural
con un marbete donde se recuerda su nombre.

230

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

LA CAPTURA DE UN JOVEN GORILA Y


CONGO II
A menudo ocurre que se puede capturar con vida a un joven gorila. El seor Ben Burbridge, que
tuvo xito en tal empresa, describe el acto de la
captura. Es necesario previamente atraer al joven
gorila fuera del grupo de los ancianos, aferrarlo luego por el pescuezo y sujetarlo al suelo para dar
tiempo a los cazadores a. que acudan a introducirle
la cabeza en un saco resistenssimo. Con este sistema Burbridge, en una partida de caza, haba logrado
apoderarse de un magnfico ejemplar, pero muy
pronto se dio cuenta de que haba encontrado pan
para sus dientes. El joven gorila, dotado de sorprendente fuerza, logr aferrarle las manos y llevrselas a la boca. En semejantes circunstancias, si
Burbridge logr salvarse lo debi a sus nervios de
acero. Imposibilitado de liberarse de esa pinza espantosa, el cazador intent el nico camino que le
quedaba: hundi sus puos en la garganta del mono, lo ms profundamente que poda; mientras
tanto llegaban los indgenas que procedieron a atar
slidamente al animal. La primera bolsa que se logr meterle en la cabeza fue despedazada como si se
231

FREDERICK

TILNEY

tratara de un velo. Con no pocos esfuerzos los cazadores pusieron en razn al gorila enfurecido y lo
arrastraron al campamento. Pero el joven monarca
de esas regiones no padeci la prisin. Feroz hasta
el punto de que no poda acercrsele nadie, muri al
poco tiempo. Ms tarde Burbridge Iogr capturar
una hembra, tambin joven, que pesaba unos 35
kilogramos, y se la llev a Florida. La bautiz con el
nombre de Congo II.
Los naturalistas pueden felicitarse de que el profesor Jerkes haya descrito a este mono en su hermoso libro La mente del gorila. Dice Jerkes que Congo II,
magnfico ejemplar de gorila, por ms que fuera nia lograba levantar pesos y hacer esfuerzos que no
habra logrado cumplir un hombre adulto. Cuando
se trataba de treparse sobre los rboles (cosa que a
Congo II le gustaba muchsimo) cualquier muchacho lo habra hecho mejor que ella. Era fcil ganarle
en la carrera, y bastaba un leve empujn para hacerle perder el equilibrio. Debemos concluir que
slo es la fuerza lo que da al gorila el secreto de su
supremaca sobre los otros animales. Su ms terrible
enemigo es el leopardo, felino astuto y poderoso,
que a menudo logra robarse algn joven gorila entre
las ramas, en el seno mismo de la familia; el gorila,
232

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

para defenderse, no tiene ms que la fuerza. Si hoy


estos monos estn a punto de desaparecer se debe a
que sus enemigos van aumentando continuamente.
Entre stos incluimos tambin al hombre con sus
instrumentos de caza, mucho ms eficaces que
tiempo atrs. Ha sido tal vez este ltimo factor el
que tuvo decisiva importancia en la lucha, ya que en
el pasado, pese a sus enemigos naturales, el gorila
haba logrado conservar ese cierto margen de superioridad que permiti a sus semejantes llegar hasta
nosotros.
El profesor Jerkes haba inventado una serie de
ensayos para experimentar la capacidad mental de
Congo II, entre los cuales sealamos:
I) Uso del bastn como instrumento.
II) Uso de ciertos mecanismos elementales para
juzgar la habilidad del gorila a adaptarlos a sus fines.
III) Uso de las cajas y modo de superponerlas.
IV) Ensayos mnemnicos.
V) Examen de las relaciones sociales.
VI) Estudio de las emociones y estmulos a las
acciones del gorila.

233

FREDERICK

TILNEY

MENTALIDAD DEL GORILA


Fueron en total 24 los experimentos efectuados
para sondar la mentalidad del gorila en cuestin.
Por lo dems, el profesor Jerkes se sirvi de un
bastn que el mono tena que utilizar como instrumento, de un tarrito de comida que enterraba en el
suelo o suspenda del techo y del que Congo deba
apoderarse haciendo uso del bastn: de ciertas cajas
vacas que, puestas una encima de la otra, podan
servir a manera de escala. Algunos clavos y un martillo, para ver hasta qu punto el mono logra imitar
al hombre en el empleo de estas herramientas; finalmente, un espejo para observar las reacciones
emotivas frente a su propia imagen. Los experimentos se prolongaron durante varias semanas y se
efectuaron en dos etapas. La primera en enero de
1926 y la segunda (con los mismos problemas pero
en ms vasta escala) un ao despus de la primera.
Mientras tanto, Congo II haba crecido y gozaba de
excelente salud; su peso se haba casi duplicado, y su
comportamiento haba cambiado apreciablemente.
Ante todo se comprob el desarrollo de cierta tendencia destructiva que no tena al principio. Se haba
vuelto curiossima, y trataba de imitar todo lo que
234

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

vea hacer, siendo vivacsima la expresin de los


propios sentimientos. Puesta frente a los problemas
de la segunda etapa, revel mayor habilidad para
resolverlos que en la experiencia del ao anterior.
En el empleo del bastn demostraba gran destreza,
como si comprendiera plenamente, a veces, la cualidad del problema propuesto. Algunos mecanismos
elementales que no haba sabido usar un ao antes,
lograba ahora adaptarlos al caso que se le presentaba. Tena xito sobre todo en la superposicin de
las cajas y en ciertos ensayos mnemnicos, frente a
los cuales haba fallado en el 1926: todos los resolva
ahora sin dificultades. Congo demostr as que el
cerebro de un gorila posee ya cierto mecanismo que
se pone de manifiesto solamente en los animales
superiores. Esto es lo que distingue al hombre y a
los monos antropomorfos de los otros mamferos.
Descubriendo el tarrito de comida que haba sido
enterrado dos o tres das antes en su presencia, demostraba conservar la imagen mnemnica de un
lugar dado por cierto tiempo. Tambin desde el
punto de vista emotivo se notaba cierta modificacin. En los primeros das de su prisin, Congo pareca huraa, indiferente e inexpresiva. Esta
caracterstica la mantuvo despus siempre. La ex235

FREDERICK

TILNEY

presin emotiva de la voz, de la cara y de su comportamiento general, era escasa o no apareca nunca
en correspondencia con determinados estmulos.
Congo tambin tena sus altos y bajos, y en lo concerniente a los experimentos, algunos das eran favorables, otros menos, segn el humor. Nunca se
poda tener seguridad a priori sobre su reaccin ante
ciertos estmulos, como ocurre con otros animales
domsticos; y ello demostraba que posea una
mentalidad ms compleja que la de stos. Con quien
se le acercaba era muy sociable, y se vea que la familiaridad prolongada con los de la casa e incluso
con extraos, haca aumentar gradualmente su inters afectivo. La primera vez que se vio al espejo,
qued vivamente sorprendida ante su imagen y en la
segunda serie de experimentos, pareci concentrarse mayormente a ella como si comprendiera mejor
el fenmeno. En lo referente a sus relaciones con
los animales de sexo masculino, puede decirse que
tambin en este aspecto su inters se dirigi gradualmente en un sentido dado: tanto es as que, con
el transcurso de los aos, termin por denotar una
marcada preferencia solamente para el macho, entre
dos o tres perros que eran sus compaeros habituales de juego. El profesor Jerkes, en su estudio
236

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

comparativo de los tres monos antropomorfos


(orangutn, chimpanc y gorila), destac que la diferencia fsica influye muchsimo en su carcter. El
chimpanc, que es muy corpulento, pero gil y de
temperamento sanguneo, tiene buen carcter y es
vivacsimo. En cambio, el orangutn tiene los
miembros ms libres, el cuerpo menos macizo y los
brazos tan largos que parece que no sabe qu hacer
con ellos. Tiene un carcter reservado y melanclico. El gorila, membrudo como es, grosero pero
fuertemente construido, tiene un caracter reservado
y despreciativo, a tal punto que hace pensar que se
sienta consciente de su propia superioridad. Igual
diferencia se comprueba en el comportamiento de
estos tres monos frente a las personas y a las cosas
en general. El chimpanc es ruidoso, y siempre busca algn nuevo medio para divertirse. El orangutn
es ms lento, pero muy previsor y crece casi pesimista. No es incoherente como el chimpanc, y por
eso inspira ms confianza que l. Es mucho ms
sensible al desaliento, que su brillante primo. Finalmente el gorila es tranquilo, reservado, fro y calculador.
De Congo II no poda decirse que fuera hosca
ni mucho menos feroz; pues era tan plcida y segura
237

FREDERICK

TILNEY

de s misma que los pequeos incidentes de su vida


cotidiana de prisin no la impresionaban en absoluto. En la tendencia a imitar al hombre el chimpanc va a la cabeza: le sigue el orangutn, y en
cuanto al gorila, si debemos juzgar por Congo, no
es nada proclive a la mmica. En cuanto a la adquisicin de hbitos nuevos y a la adaptacin a diferente tenor de vida, a travs de una serie de
tentativas y de fracasos, el chimpanc se mantiene
en el primer puesto le sigue el orangutn y finalmente el gorila. El orden se invierte, en cambio,
cuando se trata de aprender por medio de ideas, de
comprensin y de intuicin.
La superioridad mental del gorila, en comparacin con los otros monos, est indudablemente determinada por el mayor desarrollo de su lbulo
frontal; y si es cierto que algunas caractersticas se
hallan presentes en los otros dos monos antropomorfos, hay que reconocer que, segn los criterios
de que disponemos, el cerebro del gorila es ya casi
humano.

238

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPTULO XI
EN EL ESTADO HUMANO
EL CEREBRO DEL HOMBRE
PREHISTORICO
Por ms que entre las caractersticas individuales
del orangutn, del chimpanc y del gorila sea fcil
sealar muchas diferencias bien visibles, estos tres
animales estn comprendidos en la familia de los
"antropomorfos'", la ms alta de las categoras simiescas. Todos sus miembros, como el mismo
nombre lo indica, estn dotados de caractersticas
marcadamente humanas; a tal punto lleg su evolucin; pero estaba escrito que ms all no poda irse.
Aun les faltaban a estos monos demasiados elementos para alcanzar los grados superiores y llegar a
la altura del hombre; empresa reservada a otra cria239

FREDERICK

TILNEY

tura que, al margen de esas restricciones biolgicas


propias de los monos, haba superado ya el nivel de
los antropoides.

LA SUPERIORIDAD DEL HOMBRE


Como mquina animal, el recin llegado a los
reinos de la zoologa, estaba mucho mejor dotado
que sus antecesores. Su superioridad no derivaba de
una mayor velocidad de locomocin, ni de una
fuerza fsica mayor, ni, mucho menos, de mayor
resistencia, pues, antes bien, muchos de sus competidores eran ms veloces, ms fuertes y ms aguerridos. Pero el hombre tena una ventaja excepcional,
que consista en poder combinar las tres cualidades
mencionadas, con muchas otras y en muy diversos
modos. Fue ste el factor que le dio su supremaca;
fue la fuerza de su cerebro la que lo elev por encima de los dems animales que vivan con l y la que
lo condujo al xito. No debe creerse que esta facultad nueva le haya llegado de sbito; fue necesario el
transcurso de milenios para que llegara al actual
grado de evolucin. Sabemos ya que en comparacin con otras especies, el hombre puede conside240

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

rarse joven y, desde el punto de vista geolgico,


tambin lo es su cerebro. Puede recordarse lo que
afirman todos los sabios: que nuestro cerebro, por
su edad y por muchos otros respectos, ha atravesado apenas la infancia. Tal vez se requieran an siglos para lograr el mximo desarrollo que le es
permitido.
En el momento de su aparicin, el hombre tena
an muchos puntos de contacto con los monos antropomorfos. No provena directamente de ellos,
pero tena sin duda con ellos muchas cualidades
comunes. Est ya fuera de toda duda que nuestro
cerebro, en los primeros tiempos, posea esas caractersticas morfolgicas y funcionales que descubrimos hoy en el gorila, en el orangutn y en el
chimpanc. Tambin gozaba de una ventaja fundamental de la que poda servirse para desarrollar mayormente su energa, y que consista en la facultad
propia del cerebro humano de enriquecerse con
nuevas clulas. Esta ventaja es evidente en toda la
corteza cerebral, pero sobre todo en el lbulo frontal, asiento de las ms exquisitas facultades mentales. Para convencernos de ello, basta dar una simple
ojeada a la frente huidiza y angosta de los monos
antropomorfos y compararla con la del hombre, alta
241

FREDERICK

TILNEY

y prominente. El lbulo frontal del hombre se extendi gradualmente sobre los ojos y la frente, tendiendo, en consecuencia, a elevarse cada vez ms
sobre ellos. La elevacin gradual de la frente, seal
un ascenso correspondiente de la civilizacin humana. Las primeras fases de este camino del hombre hacia la potencia intelectual, son an poco
conocidas y es probable que algunas de ellas permanecern siempre ignoradas por nosotros. Por otra
parte, ese gran nmero de fsiles descubiertos durante el siglo pasado, nos revelan lo que debe haber
sido el cerebro del hombre en ciertas fases crticas
de su largo viaje. Desgraciadamente, la materia cerebral, por su naturaleza, desaparece despus de la
muerte: el lector querr saber cmo puede hablarse
del cerebro de hombres muertos hace siglos y siglos, o de razas que se han extinguido hace milenios.

LOS RASTROS FOSILES


Para saber cmo eran los hombres prehistricos, no poseemos, es cierto, ms que fragmentos de
esqueletos. Durante siglos, la mayor parte de estos
242

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

huesos, impregnados por la accin del tiempo con


soluciones minerales, se han petrificado y constituyen un rastro indeleble de la estructura del hombre.
Podemos deducir, as, cul era la estatura del hombre, comprender su posicin cuando caminaba y
estimar su fuerza muscular. Tambin puede tratarse
de reconstruir su cuerpo, siguiendo la forma del esqueleto y adquirir una idea ms o menos exacta (valindonos de algunas medidas tpicas) sobre su
aspecto exterior. Por la forma del crneo se puede
deducir si el maxilar inferior era macizo y saliente o
si se asemejaba, ms bien, al nuestro; si las sienes
eran o no salientes, si la frente era baja y huidiza o
alta y amplia. De la nariz podemos decir si era roma
o afilada; del mentn, si era escasamente desarrollado o ancho y cuadrado, y finalmente si la caja craneana era pequea y oblonga o bien alta y amplia.

EL RASTRO CEREBRAL DE LAS RAZAS


HUMANAS EXTINGUIDAS
Algunas otras caractersticas de ciertas razas extinguidas pueden quedar determinadas con medidas
precisas. En este terreno se ha adelantado tanto, que
243

FREDERICK

TILNEY

pueden reproducirse en facsmil todas las razas humanas extinguidas hace ya milenios y milenios. Estas reproducciones se efectan basndose en los
rastros del crneo, armado en yeso. El cerebro, en el
interior del casquete craneano, deja determinados
rastros: tenemos un ejemplo en los surcos, que se
encuentran por donde pasaban las grandes arterias.
Los pliegues cerebrales provocaron fuertes depresiones y mellas; tambin otras regiones principales
del cerebro se ponen de manifiesto por el tamao y
la posicin de seales caractersticas. Estos calcos
no nos dan ciertamente la huella del cerebro en todos sus detalles, pues entre este rgano y el casquete
craneano se encuentran tres membranas y una capa
de lquido. Por eso las caractersticas cerebrales aparecen un poco veladas, pero sin embargo podemos
discernir las ms importantes y estimar con suficiente precisin los caracteres cerebrales de muchas
razas humanas extinguidas.

244

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

EL CEREBRO DEL HOMBRE-MONO DE


JAVA
El calco que representa la ms antigua raza de
hombres hasta ahora descubierta es el del hombremono de Java (Pithecanthropus erectus). El doctor
Eugenio Du Bois, en la poca de este extraordinario
descubrimiento, encontr en Java casi todo el casquete craneano de un hombre prehistrico que haba vivido de 500.000 a un milln de aos atrs. El
cerebro deba ser muy pequeo, ya que no slo es
menor que el nuestro sino tambin notablemente
inferior al de muchas otras razas hoy extinguidas. Su
volumen era apenas de 940 cm. cbicos, mientras el
nuestro vara entre 1.000 y 1.400. En comparacin
con los monos es en cambio muy grande. El rasgo
ms saliente del cerebro del humilde hombre-mono
consiste en el desarrollo visible del lbulo frontal.
Si se lo compara con el gorila, se advierte en seguida por las circunvoluciones ms marcadas, la superioridad del hombre-mono en esta parte del
cerebro. No por esto hay que creer que las circunvoluciones ms prominentes se hallan en el lbulo
fronlal. As nos parece porque son siempre las circunvoluciones de la frente las que dejan en el cr245

FREDERICK

TILNEY

neo rastros ms marcados. Pero de todos modos, es


un bien que estos pliegues sean ms claros, precisamente en la regin que nos revela el desarrollo de
la mas alta eficiencia cerebral. Recordemos que el
lbulo frontal es una caracterstica del hombre. Ha
sido a consecuencia del gran desarrollo asumido por
este pabelln cerebral que el Hombre se ha distinguido a tal punto en el seno de la naturaleza que
mereci el nombre especfico de Homo sapiens
(hombre raciocinador).
Notemos otra caracterstica del lbulo frontal.
Las circunvoluciones de la izquierda son un poco
ms grandes que las de la derecha. Es muy probable
que esta diferencia sirva para indicar, que ya se ha
manifestado una cualidad humana por excelencia: la
de que la mano derecha, en el hombre-mono, se ha
convertido ya en gua y sostn de toda manifestacin de habilidad manual.

EL LENGUAJE
Podemos suponer, pues, que durante este perodo el hombre haya usado las manos con fines
constructivos. Pero hay ms. Mirando el lbulo
246

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

frontal en la regin izquierda, un poco hacia abajo,


se advierte la presencia de un pliegue que tiene un
significado profundo y una importancia capital en el
destino de la humanidad. En todas las razas humanas vivas, esta circunvolucin esta asociada al ejercicio del lenguaje, de lo cual deducimos que el
hombre-mono tambin haca uso de la palabra.
Aunque sus lbulos frontales sean pequeos, siempre son superiores a los del mono avanzado, y si lo
juzgamos por su cerebro, el Hombre-mono de Java
debe haber tenido algunas facultades de raciocinio
muy desarrolladas. Tena que ser capaz de extender
apreciablemente el campo de su propia experiencia:
su personalidad empezaba ya a ser decididamente
humana. El hecho de ser dextro constituye una particularidad sobre la que se basan muchas especializaciones de la facultad productiva del hombre. Es
intil decir que en muchsimos aspectos el hombre
de Java estaba muy por debajo de sus lejanos sucesores, pero lo cierto es que agreg un factor sumamente ventajoso al mecanismo de la vida animal:
haba logrado hablar, comunicarse verbalmente con
sus semejantes. La mquina animal dispona as de
un nuevo medio para expresarse.

247

FREDERICK

TILNEY

Se han propuesto varias hiptesis para explicar


el origen y el desarrollo del lenguaje. Una de estas
hiptesis atribuye a los gestos el origen del lenguaje,
especialmente a los gestos de las manos, y explica
cmo la expresin vocal se asocia espontneamente
a esos gestos que quieren significar: direccin, forma, nmero, etc. Todos estos smbolos fueron la
base del lenguaje, para cuyo ejercicio hacan falta en
el cerebro rganos especiales de control.
Este medio de comunicacin fue lo que dio origen a todo el saber humano. Aun admitiendo que el
lenguaje del hombre de Java ha sido muy rudimentario, debemos reconocer siempre que fue el primer
paso indispensable para el sucesivo progreso de la
humanidad.
Un detalle de los factores que impulsaron al
hombre a elevarse del nivel de los animales, debera.
ordenarse, conforme a su importancia, de la siguiente manera:
1) Evolucin del pie, que ha sido el sostn de la
posicin erecta del cuerpo.
2) Libertad de la mano, derivada de la posicin
erecta, y sus consecuencias respecto al progreso.

248

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

3) Desarrollo de la vista y del odo, que llev a


una mejor comprensin del mundo exterior y a una
gua ms eficaz para las diversas acciones.
4) Desarrollo del lenguaje.
5) Afirmacin de la personalidad y consiguiente
desarrollo de las facultades mentales superiores.
Para el gobierno de estas facultades especiales
era necesario un cerebro ya humano, aunque fuera
rudimentario.

EL CEREBRO DE LAS RAZAS


EXTINGUIDAS
Con el fsil del hombre aborigen de Piltdown,
descubierto por Dawson, ha quedado iluminado
otro aspecto del cerebro prehistrico del hombre,
pues ese crneo nos revela todo el progreso cumplido ya por el cerebro en esa poca. Todas las circunvoluciones del lbulo frontal son bien marcadas,
especialmente la de la izquierda que indica la facultad del habla. Los primeros indgenas de Inglaterra
deben haber sido mucho ms inteligentes que el
pobre hombre-mono de Java. Adems del lbulo
frontal, cuya importancia conocemos, tambin el
249

FREDERICK

TILNEY

parietal nos revela que las manos de estos hombres


prehistricos eran notablemente ms eficaces tanto
desde el punto de vista constructivo como desde el
punto de vista sensorio. Ese pabelln cerebral que
preside el sentido orgnico y el tacto, est muy desarrollado, y deducimos de all que el hombre de
Piltdown haba alcanzado muchsimas de las ventajas que provienen para el cerebro de la exploracin
del ambiente. Debe haberse hallado en condiciones
de percibir el estado de agregacin, la estructura y la
forma de todo lo que llegaba a la esfera de sus sentidos. El uso al que podan estar destinados los diversos cuerpos, se lo habrn indicado su peso y su
movilidad. Habr aprendido, por ejemplo, que la
madera y la piedra podran servir para ser arrojadas,
o bien para hacerlas penetrar en otras sustancias
menos duras que aqullas; se le habr aparecido la
utilidad de un borde filoso, la flexibilidad y la fuerza
de tensin de ciertos vegetales, como por ejemplo la
corteza de los rboles o los zarcillos de las plantas
trepadoras; propiedades, todas stas, que adverta
gracias a la mayor capacidad de los poderes sensorios de que ya dispona, y que, desde todo punto de
vista, le ayudaban muchsimo. As, por ejemplo, debe habrsele ocurrido combinar la utilidad de un
250

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

bastn con la de una piedra y forjar con ellos un


instrumento nuevo que le sirviera para su cotidiano
contacto con el mundo exterior. Mientras no sabemos an si el hombre de Java haba aprendido ya a
fabricar con su propia mano algn utensilio, no tenemos en cambio la menor duda. con respecto al
hombre de Piltdown. Algunos estudiosos, sin embargo, dudan an de que los slex descubiertos (eolitos) junto a los fsiles de Piltdown hayan sido
efectivamente fabricados por el hombre; pero consideran probable que stos tenan ya la ventaja de
ser dextros. Cmo habran podido hacer el slex
cortante si, mientras lo sujetaban firmemente con la
mano izquierda, no hubieran tenido en la derecha
esa habilidad necesaria para picarlo? El examen del
cerebro nos revela que tambin los centros del odo
y de la vista alcanzaron notable desarrollo y, sumados todos estos elementos de juicio, nos explicamos
que el hombre de Piltdown hubiera recorrido ya un
buen trecho de camino, desde aquel punto en que la
raza humana se separ definitivamente de los monos antropomorfos. Nos hemos referido ya a la incertidumbre de los sabios acerca de la poca en la
que vivi esta raza de hombres, y agregaremos slo
que, segn los clculos ms recientes, la edad de
251

FREDERICK

TILNEY

tales fsiles supera el milln de aos. Es mucho ms


antigua, pues, que la famosa raza de Neanderthal
que, a lo que parece, se origin en Asia, desde donde emigr a Europa. Los fsiles que nos han llegado
de este ltimo, atestiguan la extraordinaria potencia
de este pueblo. Se supone que los Neanderthal eran
de una estatura media de un metro sesenta; que estaban dotados de brazos muy largos, el cuello taurino, las piernas cortas y musculosas, y un poco
arqueadas a la altura de la rodilla. Realmente caracterstica era la forma de la cabeza y el volumen del
cerebro: la frente huidiza y baja, el casquete craneano ms bien chato en la parte superior. La cabeza,
en todos sus detalles, hace pensar en el rgano principal de una poderosa mquina blica: bien asentada
sobre las espaldas; en la cara, los ojos estn rodeados por una saliente sea, fuerte y maciza, muy semejante a la que hemos visto ya en el gorila. Los
maxilares son pesados y nos muestran que, al igual
que todas las otras partes del cuerpo, pueden emplearse ventajosamente en la lucha. La nariz es ancha y chata; el mentn poco saliente. Se explica que
el conjunto de estas caractersticas confiera a quien
las posee todo el aspecto de un bruto, y cmo en su
conjunto el hombre de Neanderthal fuera tan poco
252

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

diferente del gorila. Sin embargo, cosa extraa, el


cerebro de este individuo es ms voluminoso que el
de las razas modernas. Cierto es que las dimensiones de este rgano no constituyen el nico indicio
de la inteligencia de un individuo, cosa confirmada
por el hecho de que el cerebro ms grande que los
fisilogos hayan podido estudiar, perteneca a un
pobre jardinero ingls, que era medio deficiente.
De todos modos, los Neanderthal eran una raza
muy avanzada; y algunos de sus utensilios de slex,
ptimamente trabajarlos, nos atestiguan que eran
hbiles artesanos. Conocan el fuego, del que se servan en su trabajo, y en conjunto eran mucho ms
prximos al hombre que al mono.
Quien descubri por primera vez un crneo fsil perteneciente a un individuo de esta raza, fue el
teniente Flint, en una gruta de Gibraltar en 1848.
Pero el extraordinario significado de este gran descubrimiento slo fue comprendido sesenta aos
despus.
Tambin en Francia, y precisamente en el valle
de Dordoa, se efectu un importantsimo descubrimiento de fsiles Neanderthal. En una caverna
en las inmediaciones de La Chapelle-Aux Saint, dos
abates, Bouyssonic y Bardon, descubrieron en el
253

FREDERICK

TILNEY

otoo de 1908 el esqueleto entero de un hombre de


esta raza. Se hallaba en posicin supina, con la cabeza hacia el occidente, con las tibias, los fmures y
los cbitos replegarlos. Protega su cabeza una laja
de piedra, y en torno a sus restos fueron desenterrados numerosos objetos de piedra del perodo
musteriense excelentemente trabajados. Era evidente que el cuerpo haba sido sepultado. Los estudiosos se manifestaron de acuerdo en considerar
que se trataba de un hombre adulto de la raza de
Neanderthal. El cerebro de este individuo, a juzgar
por la capacidad del crneo, es mayor que el de los
hombres modernos, del que difiere, adems, por la
forma, que es muy achatada. El perfil arqueado de
la frente, que en las razas modernas es tan pronunciado, falta completamente y la ausencia del lbulo
frontal constituye la caracterstica ms marcada de la
raza de Neanderthal. En comparacin con el hombre de Java y con el de Piltdown, este cerebro
muestra mayor desarrollo en las otras regiones (lbulos parietal, temporal y occipital). El frontal se ha
extendido mucho menos, y esta laguna debe haber
influido sobre el destino de estos europeos primitivos.

254

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Como hemos dicho, la mayor parte de los fsiles humanos han sido hallados en Asia y en Europa.
Hasta hace poco tiempo, Africa no nos haba dicho
a ese respecto nada de sus primitivos habitantes.
Finalmente, en 1921, fueron descubiertos por William L. Harris dos esqueletos en la mina de Broken
Hill, en Rhodesia. En los alrededores inmediatos de
la mina hay una caverna natural de unos 36 metros
de largo, llamada la "caverna de los huesos" por el
gran nmero de restos animales descubiertos en
ella, todos impregnados con el mismo zinc y plomo
que se extrae de la mina. Tambin los dos esqueletos humanos estaban impregnados de metales, y, a
juzgar por el crneo, pertenecen a una raza antiqusima, inferior tal vez a la de Neanderthal. Se cree
que la cara de estos africanos deba ser ms repugnante y bestial que cualquiera de otra raza de hombres, vivos o extinguidos. En el crneo, son
caractersticos los bordes seos de las cejas, idnticos a los del gorila, el paladar amplsimo y los dientes enormes. El lbulo frontal, imperceptible, nos
revela la raza de hombres bestiales a que deban
pertenecer los esqueletos. A juzgar por las enormes
dimensiones de los dems lbulos, estos seres deban poseer ya el uso del habla, y tener los sentidos
255

FREDERICK

TILNEY

notablemente desarrollados, pues su cerebro, aunque rudimentario, era ya humano.

LA LENTSIMA EVOLUCION DE LA RAZA


HUMANA
Desde sus primeros orgenes el hombre ha
cambiado mucho: al principio se asemejaba a algunas formas inferiores de animales; despus, con el
transcurso del tiempo, sus caractersticas humanas
se fueron acentuando cada vez ms. Toda duda posible sobre la veracidad de estas mutaciones depende nicamente de la insuficiencia de la medida con
la que acostumbramos apreciar los intervalos de
tiempo en la vida. Para la mente del hombre, los
cambios en sus semejantes son imperceptibles; y el
rostro de la humanidad se nos aparece inmutado e
inmutable en el curso de los siglos. Slo han transcurrido sesenta generaciones desde el nacimiento de
Jesucristo y, durante este perodo, los caracteres raciales de la humanidad se han mantenido casi constantes. El hombre blanco, el negro, el piel roja, el
chino, se mantienen ahora tal como eran sesenta
generaciones atrs, tanto en la forma de su cuerpo
256

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

como en el aspecto del rostro, etc. Cuando la Biblia


afirma que el espacio de mil aos es como un da en
la infinita marcha del tiempo, no hace solamente
una frase. Si tomamos el milenio como medida, veremos que el hombre ha cambiado lenta, pero indiscutiblemente. Convirtamos en das los milenios, y
veremos el significado que asume la sucesin de
tales das. Remontemos, por ejemplo, diez das de
stos y nos encontraremos en ese perodo de la vida
terrestre (hace diez mil aos) en que ocurra la
transformacin crtica que cambi en Europa el
color y el aspecto de los hombres. La raza de Cromagnon, antigua pero aun hoy admirable, se arrastraba .dificultosamente en la ltima fase de su vejez,
prxima como estaba a extinguirse. Ese pueblo de
cazadores artistas, estaba en vsperas de ceder el
cetro del gobierno humano, en Europa, al hombre
neoltico, ms prctico y tenaz. Retrocedamos otros
cincuenta das y nos hallaremos nuevamente en plena crisis. Era la poca de los Neanderthal, y a la sazn tambin esta raza estaba a punto de extinguirse,
despus de unos ochocientos mil aos de vida.
Detengmonos brevemente en este terrible retroceso en los abismos del tiempo y tratemos de
comprender cul puede haber sido la causa que
257

FREDERICK

TILNEY

oblig a los Neanderthal a ceder su puesto a los


Cromagnon. El verdadero secreto de la victoria de
stos reside en el cerebro. Los Cromagnon estaban
dotados de una cantidad mucho mayor de energa
cerebral, y fue precisamente este factor que dio a
Europa los primeros pioneers de su arte y que abri
las primeras puertas de la imaginacin creadora y de
la percepcin de lo bello.
Los Cromagnon iniciaron su vida en Europa
hace 50.000 aos, y prosiguieron su actividad durante un perodo que es veinte veces mayor que el
de la era cristiana. Desgraciadamente, por lo menos
hasta hoy, no ha sido hallado ningn crneo de
Cromagnon, por lo que no podemos reproducir un
calco de su cerebro.
A falta, de esto, podemos estudiar comparativamente el cerebro de otra raza contempornea de
los Cromagnon, que vivi en Europa central durante el perodo Soloduriano3. Los individuos de
esta raza, dignos de nota al igual que los Cromagnon, han sido designados "los grandes cazadores de
mamuts de Predmost". Muchos de sus fsiles fueron hallados en Moravia, y junto a ellos se descu3

El cantn de Soleure, en Suiza, antiguamente Solodurum.


All se descubrieron los fsiles de ese perodo.
258

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

brieron, los fsiles de novecientos mamuts. Agrguese a ello una extraordinaria coleccin de objetos
de slex, finamente trabajados, entre los cuales hay
muchsimas puntas de lanza e instrumentos de piedra pertenecientes todos al perodo Soloduriano. En
Predmost, donde se hizo el descubrimiento, haban
sido sepultados catorce individuos junto a los restos
de otros seis. Los cazadores de mamuts pertenecan
a una raza, fuerte y poderosa y los rastros de su cerebro nos permiten asignarlos a la misma raza
(Homo sapiens) a la que nos jactamos de pertenecer. A juzgar por sus fsiles, estos intrpidos cazadores deban parecerse mucho a los Cromagnon. Su
raza, por las huellas que nos ha dejado, debe considerarse entre las mejores y ms inteligentes .que han
poblado a la tierra. Su arte, en efecto, no slo es
digno de sealarse por la pericia tcnica, sino que
nos revela tambin que el hombre estaba animado
ya por ese amor a lo bello que lo ha impulsado
siempre a perseguir con entusiasmo sus ideales ms
altos y sus fines ms nobles.
Es interesante comprobar cmo los Cromagnon
gustaban adornar y embellecer su cuerpo. Las mujeres se ocupaban muchsimo del arreglo de la cabeza,
tendencia sta significativa como manifestacin de
259

FREDERICK

TILNEY

la personalidad individual. Hombres y mujeres deben haber hecho gran uso del ocre amarillo y rosado, como adorno, tal cual hacen nuestras mujeres
actuales con el colorete. Nos asombra pensar que
tambin, las antiguas egipcias haban adoptado el
carmn para los labios y el colorete para Ias mejillas:
qu pensar entonces de la existencia de una prctica semejante cuando los hombres deban defenderse an de los mamuts ?
El arte de los Cromanon no se limitaba al dibujo, a la pintura y a la escultura; sino que, segn
parece, haban inventado una forma rudimentaria de
msica. En efecto, algunos dibujos que representan
figuras danzando y ciertas mscaras, nos permiten
concebir que en tales ocasiones acostumbraban
acompaar el sonido de la voz con instrumentos
musicales muy rudimentarios.
Cul era el tipo de belleza femenina en boga en
aquella poca? Hace 50.000 aos estaba de moda la
mujer corpulenta, lo que nos atestiguan algunas estatuillas de la poca que representan las llamadas
"Venus de Cromagnon". (La ms conocida es la
"Venus de Willendorf".).
Pero el arte de esta raza sobresale especialmente
en la escultura de los animales. Se han descubierto
260

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

muchas representaciones de pjaros, mamferos y


peces (algunos pertenecientes a especies extinguidas), y se comprende cmo en la base de manifestaciones artsticas tan variadas, deba existir una
organizacin social correspondiente a la excelencia
de su arte.
El cerebro de los cazadores de mamuts tiene un
volumen semejante al del hombre moderno, y la
evolucin de esta raza se manifiesta en el lbulo
frontal. Las circunvoluciones son muy prominentes
y ha desaparecido definitivamente esa frente chata y
huidiza caracterstica del hombre de Neanderthal.
La frente de los Cromagnon es alta y amplia.
Una seria laguna en el progreso del hombre se
manifiesta en la absoluta falta de control de la propia naturaleza. La curiosidad lo ha empujado a desentraar la vida terrestre en todas sus fases y en
todas sus manifestaciones: pero su inters se ha dirigido siempre a lo exterior.
Nunca ha tenido mayor preocupacin por conocerse a s mismo y, por consiguiente, mejorarse.
Puede decirse que el hombre nunca ha pensado en
el rgano principal del que depende su xito y su
porvenir, y hace slo pocos aos que ha comenzado

261

FREDERICK

TILNEY

a interesarse en el complejo mecanismo de sus funciones.


La evolucin del hombre, no lo olvidemos, ha
ocurrido siempre en funcin del acrecentamiento
cerebral. Puestos uno al dado del otro los cerebros
de las diversas razas extinguidas (Hombre de Java,
de Piltdown, de Rhodesia, de Neanderthal y de
Predmost) y confrontados con el nuestro, surge luminosamente la verdad de esta afirmacin.
Es fcil discernir las regiones que se han desarrollado mayormente, y entre sas sobre todo los
centros de la vista (lbulo occipital), del odo (lbulo temporal), del sentido orgnico y del tacto (lbulo parietal). Examinando el lbulo frontal, surge
que el mayor desarrollo ha tenido lugar en este
asiento verdadero del gobierno cerebral.
El lbulo frontal, tan exiguo en el pariente ms
prximo del hombre, es decir, en el mono antropomorfo, est ya notablemente desarrollado, en
comparacin, en el hombre-mono de Java.
En conclusin: el cerebro humano se halla an
en estado infantil, a pesar de un pasado de ms de
un milln de aos. El hombre es propenso a creer
que su cerebro es un producto casi definitivo, un
rgano ya completo y perfecto. Pero su pasado no
262

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

abona semejante idea y por el contrario nos muestra


que el cerebro humano, tal como es hoy, representa
slo un estadio intermedio. Su progreso ser paralelo al crecimiento del lbulo frontal. Por eso el cerebro del hombre prehistricono slo es una
reliquia antiqusima, sino tambin un indicio irrefutable del ascenso intelectual de la raza humana.
Considerando cmo ha sido rudimentario el cerebro en sus primitivos tiempos y el camino que ha
sido capaz de recorrer despus, podremos convencernos de que le est reservado un gran porvenir.

263

FREDERICK

TILNEY

CAPITULO XII
BALANCE
ACTIVO Y PASIVO DEL CEREBRO
Las razas que actualmente existen poseen un cerebro cuyas caractersticas exteriores se asemejan no
obstante las diferencias somticas y el diverso clima
bajo el que han vivido.
Las diversidades que se descubren entre los diferentes individuos, adquieren a nuestra vista un
valor especial, porque nos revelan el secreto de algunas mentes superiores.
Sea en el cerebro del hombre comn, como en
el de alguna de estas excepciones, el principio del
desarrollo de los lbulos permanece inalterable. La
expansin celular, que es la base y la raz del mencionado principio, es marcadsima en esos centros
264

BIOGRAFA

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CEREBRO

cerebrales de los que puede depender la superioridad del hombre en su propio ambiente. En todas las
categoras de los mamferos, el crecimiento del cerebro es, como hemos visto, un hecho caracterstico. Segn el gnero de vida las funciones en las que
el animal tenda a especializarse, este crecimiento
interes a veces la regin de la vista, la del olfato,
del odo, del sentido orgnico o del gusto. El hombre es el nico ser donde tal crecimiento de volumen se ha manifestado en el lbulo frontal,
fenmeno que constituye la caracterstica dominante de las cualidades fsicas que le son propias.
Por eso consideramos que, en rigor, todo el perodo
de la existencia humana puede definirse: la era del
lbulo frontal.

EL LOBULO FRONTAL Y EL AUMENTO


DE LA SENSIBILIDAD
En todos los animales el ciclo reactivo o de
evolucin se produce en tres fases:
1. La fase de la aproximacin.
2. La fase protectiva.
3. La fase de reposo.
265

FREDERICK

TILNEY

En los vertebrados cada fase tiene lugar en correspondencia con los estmulos que solicitan al
sistema nervioso, especialmente al cerebro. La reaccin de aproximacin comprende todos los esfuerzos del animal cuando tiende a posesionarse de lo
necesrio para su sustento y tiene por motivo principal el hambre. Otra serie de reacciones de aproximacin nace de la tendencia del animal a asociarse a
otros semejantes y le lleva a esas reuniones animales
de las que tenemos un ejemplo en los bancos de
peces, las bandadas de pjaros, etc.
El estmulo que informa esta tendencia, es provocado por los rganos destinados a los diversos
contactos con el exterior.
Mayor importancia tienen esas reacciones, tambin de aproximacin, engendradas por el estmulo
sexual, que favorecen el acoplamiento.
Los diversos impulsos que determinan cada
reaccin, son percibidos ms o menos agudamente,
segn la mayor o menor capacidad cerebral de que
dispone el animal. Remontando la escala vemos, por
ejemplo, que en el pez la percepcin es ms bien
escasa; comienza a desarrollarse en los anfibios,
aumenta gradualmente en los reptiles, en los pjaros, en los mamferos, y alcanza su grado mximo
266

BIOGRAFA

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CEREBRO

en el hombre. En ste es clarsima a raz del perfeccionamiento alcanzado por el instrumento de la


sensacin, es decir, el lbulo frontal.
Tambin las reacciones protectivas son funciones de impulsos fundamentales, y estn determinadas por el sufrimiento. Cualquier estmulo sensorio
demasiado intenso, puede dar lugar a una reaccin
protectiva, y el complejo de tales impulsos forma en
torno al individuo una especie de defensa de la cual
depende que el animal pueda o no adaptarse y resistir en la vida. Como en el caso de las reacciones de
aproximacin, tambin la esfera de los impulsos
protectivos se va extendiendo a medida que, de los
peces, se asciende hasta los mamferos, alcanzando
su mximo en el hombre.
La fase de reposo est presidida por todo el
metabolismo del cuerpo4.
A veces, estos impulsos fundamentales; combinan su accin y dan lugar a ciertas manifestaciones
de capital importancia para el animal. Este hecho se
observa cuando un impulso de naturaleza protectiva
4

El metabolismo es el proceso por el cual: 1) las sustancias


ingeridas se transforman, en el organismo, en materia viva
(asimilacin); 2) la materia viva es desintegrada, en la clula o
en el organismo, en sustancias ms simples (descomposicin).
267

FREDERICK

TILNEY

se une a un impulso de aproximacin, de lo que resulta un impulso agresivo gracias al cual el animal
logra salvarse de un enemigo que amenace seriamente su vida. Ejemplo de ello nos lo ofrece la actitud protectiva que toma la mangosta cuando, para
evitar la mordedura .de la cobra, da un salto hacia
atrs, aun manteniendo su cuerpo en posicin de
ataque.
La fase de reposo puede encubrir a veces una
actitud defensiva (se dice entonces que el animal se
"hace el muerto"), o simplemente disimular propsitos agresivos (el gato y el ratn). En el hombre, la
composicin de las fuerzas de impulso tiene un
campo extenssimo, siempre en virtud del lbulo
frontal, y ya es muy escasa la diferencia entre las
diversas razas modernas. El lbulo frontal puede
considerarse, pues, como el denominador comn
del xito humano; impulsando al hombre a vencer
los obstculos que se oponen a su progreso, lo ha
convertido en el rey de la naturaleza.

268

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

LOS CEREBROS DE LAS RAZAS


MODERNAS
El lbulo frontal es casi el mismo en todas las
razas humanas vivas. El esquimal constituye una
excepcin, pues sus circunvoluciones frontales son
notablemente ms complejas y tortuosas de lo que
se observa en los blancos. En su conjunto, el cerebro de las razas nrdicas es ms pesado y voluminoso que el de la raza caucsica, y la diferencia,
segn muchos estudiosos, es de unos 150 gramos.
Se explica que los esquimales tengan un cerebro
ms bien voluminoso, por el ambiente lleno de dificultades en el que estn obligados a vivir y por las
muchas insidias que les han llevado a agudizar en
grado mximo sus facultades.
El cerebro de los negros tiene el mismo aspecto
que el de los europeos. Sus hemisferios cerebrales
son casi iguales que los nuestros, un poco menos
anchos. Las circunvoluciones de los lbulos frontales son muy pronunciadas y los diferentes surcos
considerablemente ms simtricos que los de las
razas europeas.
Tambin los indios de ambas Amricas tienen,
en relacin con la raza caucsica, una masa cerebral
269

FREDERICK

TILNEY

de menor volumen, pero los surcos y las circunvoluciones (especialmente las del lbulo frontal) tienen
nuestras mismas dimensiones y son igualmente
complicados.
El cerebro de los chinos es ms reducido que el
nuestro; Kappers afirma que el cerebro de stos es
ms bien infantil, cosa que deduce del hecho de que
el cuerpo calloso es muy arqueado.
Estas diferencias de peso, de volumen, etc., que
se descubren entre las diversas razas humanas, son
demasiado leves para que puedan considerarse como verdaderas diferencias individuales. Basta examinar un nmero suficientemente amplio de
individuos modernos, para advertir que, al descubrirlas en varios sujetos, dejan de tener una importancia significativa. Concluyamos pues, que los
cerebros de las distintas razas modernas (blancos,
negros, mongoles, etc.) son todos semejantes.

EL CEREBRO DE ALGUNOS HOMBRES


ILUSTRES
En cambio, las diferencias individuales nos llaman la atencin cuando se examina el cerebro de
270

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

algunos representantes iluslres de la raza blanca.


Hoy es posible estudiar el cerebro de muchos genios, y Spiztka ha reunido los signos cerebrales de
Cien hombres ilustres, completando esta resea con
un estudio particular sobre seis eminentes sabios.
Las diversas impresiones denuncian, ms o menos,
una misma cosa. Los cerebros examinados, pertenecientes a famosos jurisconsultos, a sabios, matemticos, msicos, dramaturgos, mdicos, periodistas,
hombres de Estado e historiadores, tenan todos un
peso superior al de la media individual. Entre los
hombres ilustres fueron examinados los cerebros de
Beethoven, Cuvier, Turgueniev, Daniel Webster,
Lenin, Thackeray, Joseph Leidy, William Pepper,
Edward Cope, Teodoro Mommsen, Guillermo
Bunseny y otros. Especial inters ofrece el cerebro
de una mujer joven, de nombre Laura Bridgmann,
que era ciega, sorda y muda. Tambin en las mencionadas celebridades el cerebro presenta el mximo
desarrollo de la regin frontal. Algunos estudios
recientes sobre el cerebro de otros hombres ilustres
(W. Osler, G. Stanley Hall, E. E. Southard) demuestran que en estas personalidades el cerebro era
notablemente ms pesado que la media normal, y el
lbulo frontal especialmente rico en circunvolucio271

FREDERICK

TILNEY

nes. Los lbulos frontales de Teodoro Mommsen,


el clebre historiador alemn, y de Guillermo Bunsen, que ali a la qumica moderna la extraordinaria
contribucin de sus descubrimientos, eran notables
por su desarrollo.
Una excepcin digna de relieve la constituye el
cerebro de Anatole France, cuya masa slo pesaba
1.017 gramos, valor que se aparta considerablemente de la media normal de la raza blanca (1.300 a
1.400 gramos) y, cosa extraa, tiene su propio equivalente solamente en el cerebro del hombre-mono
de Java (Pithecanthropus erectus). Arthur Keith
trata de explicar la anomala sosteniendo que, pese a
su fama, este ilustre escritor y acadmico deba ser
un hombre extremadamente simple. Como se ve, el
juicio de Keith no coincide con el del mundo entero, y parece ms probable que en este cerebro la
relativa escasez de peso fuera compensada con la
riqueza de las circunvoluciones de los lbulos frontales y de los diversos surcos.
Lo que realmente caracteriza el cerebro de las
grandes inteligencias, es el desarrollo alcanzado por
el lbulo frontal; pero ello no impide que la regla
confirme la opinin de Keith, de que los grandes
cerebros fueron tambin... cerebros grandes! Los
272

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

poseedores de tales cerebros han estado, en todos


los tiempos, a la cabeza de las grandes manifestaciones intelectivas de la raza blanca; fueron los
grandes pensadores de la raza caucsica, los idealistas, los poetas, los artistas, sus conductores, los polticos y los fundadores .de imperios. Fueron los
pioneros del espritu, los fundadores de la religin y
de la moral, los grandes reformadores de las instituciones humanas.

LOS GENIOS DE LA RAZA CAUCASICA


La historia provee a darles el lugar que merecen.
Cuando la mgica potencia de estas grandes inteligencias ha aflorado sobre la tierra, han nacido como
por encantamiento las Siete Maravillas y una multitud de prodigios menores, en cada uno de los cuales
resplandece el genio humano.
Nos cuenta la historia cmo estas unidades de la
raza, guiadas por sus ideales, han creado nuevas
formas de civilizacin, han promovido nuevos sistemas religiosos y promulgado nuevos cdigos morales. Detrs de ellos, han surgido naciones enteras
para unir fraternalmente a hombres dotados de una
273

FREDERICK

TILNEY

fe, de un mismo ideal; y en las naciones nacieron


ciudades maravillosas donde los hombres difundieron los tesoros de su fantasa y de su actividad.
El xito material ha sido grandioso, pero el valor intrnseco del hecho radica en esa posesin interior que conquist el hombre durante el desarrollo
de su aventurada civilizacin. No en todas las razas
humanas se ha desarrollado en igual grado la divina
facultad. All donde las circunstancias la han favorecido (a este respecto han sido excelentes las del mbito europeo), se ha enriquecido tanto, que cre una
nueva humanidad. Cuantas veces el hombre ha reconocido la recproca de dependencia que lo une a
sus semejantes, sus atributos sociales han producido
frutos hermosos, ya que ellos, en este reconocimiento, han hallado el terreno y el clima ms propicios. Todos los rasgos mejores de su naturaleza, que
es social por excelencia, han salido a la luz. El concepto de la propia responsabilidad con respecto a
otras personas, y la simpata humana, entendida en
su significado ms noble, han dado origen a nuevas
manifestaciones de generosidad y a una forma ms
inspirada de hermandad humana. A una creciente
elevacin de sentimientos ha correspondido una
forma de expresin ms noble y ms espontnea.
274

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Todas stas son concepciones nuevas de las que los


animales son incapaces, y que en las razas inferiores
son negadas.
Igualmente fecunda de ntimas alegras, ha sido
para el hombre la especulacin sobre las bellezas
creadas, y que se ha esforzado siempre por reflejar
en el arte y en la literatura. Pero la belleza terrena no
le ha bastado; no conforme con poseer el mundo
tangible, quiso extender la propia fantasa y buscar
la existencia de esferas ultraterrenas. En todas las
fases de su civilizacin, e incluso mucho tiempo
antes, no ha dirigido acaso el rayo de su propia inteligencia hacia lo desconocido para asegurar una
vida ms all de la muerte, o consolarse, por lo menos, con esa gran esperanza? En la base de todos
los credos existe siempre el eco de este ardiente deseo. Informada en tan divino principio, la civilizacin ha reflejado luz celestial, y su mstica potencia
gua y gobierna hoy casi todas las relaciones entre
hombre y hombre. Ningn otro factor ha manifestado ja ms accin tan eficaz para hacer de la vida
un noble ministerio.
El lbulo frontal, que ha conferido al hombre
tantos y tales beneficios, es fuente de comprensin
espiritual; ha dado al hombre sus caractersticas so275

FREDERICK

TILNEY

ciales y toda la alegra que le viene del arte y de la


literatura. No es fcil asegurar cul ha sido, entre
todas las manifestaciones del lbulo frontal, la que
ms ha contribuido a elevar al hombre hasta la luz
que hoy lo envuelve; su evolucin social, su arte, la
religin, la literatura o la ciencia; no sera prudente
asignar mayor valor a cualquiera de estos factores
sobre los otros.
En tiempos cercanos a los nuestros, la raza caucsica poda, con derecho, tener confianza en s
misma, y estimar debidamente la propia sabidura y
el propio raciocinio. El progreso cientfico era
constante, y la prosperidad cada vez ms extendida.
Voluntad de dominio y sed de riquezas empujaron a
la raza blanca a los horrores de las guerras mundiales. El lbulo frontal, en su desarrollo, empuj al
hombre caucsico hasta el borde de su propio exterminio y el de su estirpe, y por largos aos volvi
a aparecer en el hombre el rostro de la fiera. La civilizacin de largos siglos sirvi solamente para dar
una mano de barniz sobre nuestras ms terribles
pasiones. El hombre aprendi (o por lo menos se
espera que aprenda cuando se haya restablecido de
ese trauma espantoso), que aun no es dueo de s
mismo y que basta una nada para hacerle perder
276

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

todo control, precipitndolo a la emboscada que el


instinto atvico del exterminio le tiende en su camino.
No es solamente la guerra lo que nos muestra
las penosas consecuencias de la falta de dominio
sobre la naturaleza humana; leamos la historia y en
cada pgina hallaremos alguna atrocidad. Ya que
nuestra naturaleza es as, ser til, a fin de perfeccionarnos, que reconozcamos francamente nuestro
activo y nuestro pasivo moral, admitiendo que slo
en virtud del cerebro ocupamos un lugar preeminente en el seno de la naturaleza.
Para resolver felizmente el problema de la vida
es necesario no descuidar la importancia que se debe a la existencia del lbulo frontal, tratando de hacer fructificar sus ventajas y obviar sus desventajas.
Es indispensable tener presente que el proceso de
las influencias determinantes no debe sufrir interrupciones de ninguna especie, y que las condiciones que las informan varan esencialmente en
funcin de las fases del desarrollo cerebral. Desde la
primera infancia se hace sentir sobre el individuo la
influencia del ambiente fsico, que repercute despus a travs de las diferentes pocas de su vida. A
la primera infancia habr que atribuirle gran impor277

FREDERICK

TILNEY

tancia, ya que, dadas sus consecuencias en la formacin de las aptitudes y de las aspiraciones individuales, la disciplina, ya sea en el seno de la familia
como en el grupo social, constituye una piedra bsica del edificio humano. No siempre la educacin
ha podido ejercer sobre el individuo su benfico
efecto, conteniendo el "pasivo" del lbulo frontal,
plasmando nuevas energas y orientndolo hacia el
bien de la raza. Todas esas doctrinas que, por razones histricas, se convirtieron en el antiguo Egipto
en el esoterismo de los sacerdotes, refugindose en
el misterio de los templos, una vez transportadas a
Grecia encontraron mejor terreno, haciendo brotar
las ms bellas flores bajo el azul de aquel cielo. Los
antiguos griegos, a quienes nosotros, los modernos,
deberamos imitar, eran esencialmente creadores y
originales. Todos dirigidos a comprender la mejor
filosofa de la vida, libres de toda forma y de tradicin, los griegos se basaban solamente en la propia
iniciativa para discernir los inconvenientes de su
naturaleza, para sustraerse de los influjos de la colectividad, para armonizar su conducta con los fines
supremos del Estado.
La educacin moderna es demasiado a menudo
confusa; le falta un ideal en que el alma pueda inspi278

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

rarse. Adems de esto, las diversas actividades del


hombre, aun las mejores, han sido promovidas, por
siglos y siglos, bajo una influencia nociva que frecuentemente ha malgastado todos los aspectos de la
vida. Influencia nacida de la primera victoria del
hombre musteriense sobre las fuerzas dominantes
de su ambiente fsico de entonces, que le acompa
despus a lo largo de todo su camino, modificando
la propia forma a medida que cambiaban los tiempos, aun permaneciendo esencialmente constante.
Este factor, estrecho pariente de la codicia, se
llama hoy "el culto del xito" y est dirigido, especialmente en los tiempos modernos, a la posesin
de dinero. Ahora bien, mientras es prudente promover la adquisicin del dinero, alentando con previsin la distribucin de esta fuerza social que hace
accesible y difunde el beneficio del bienestar, las
riquezas, en cambio, son una forma de desmedido
egosmo. Ellas confieren, en efecto, un injusto privilegio en detrimento del prjimo, y a menudo hacen perder, a quien las posee en exceso, el sentido
de la justicia y de la fraternidad humana.
La codicia, en sus diversas formas, es todava un
impulso poderoso entre los pueblos civilizados. No
hay esperanza de que este estado de cosas cambie, y
279

FREDERICK

TILNEY

es de suponer que nuestra raza est tomando un


camino que conocen demasiado bien los estudiosos
del pasado: El camino de su propia extincin.

280

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

CAPITULO XIII
LA PRUEBA DE FUEGO

Hemos visto en el curso de esta generacin, qu


ocurre, desgraciadamente, cuando se desatan esos
antiguos impulsos que son, para el hombre, la oscura herencia de su lejano pasado.
El hombre no ha sabido an liberarse de esa herencia; pero habra podido dirigir a finalidades ms
proficuas para el individuo y para la raza esas fuerzas que subyacen bajo tales impulsos. Puede afirmarse que hoy el mundo se encuentra an a la
deriva. Por un lado, conocindose y perfeccionndose a s mismo, el hombre podra aumentar el bienestar de sus propios semejantes, y apuntalar la paz
entre las naciones sirvindose de la agricultura, de la
industria, del comercio y de las finanzas. En el lado
281

FREDERICK

TILNEY

opuesto, en cambio, siempre que se deje guiar por


los antiguos impulsos (el instinto, la codicia y la ciega pasin del xito), contribuir a nuevas guerras y
ocurrir necesariamente lo que ocurri en el pasado
a otras razas igualmente afortunadas.
Una sola defensa sealan la razn y la ciencia a
este peligro (lejano, si queremos, pero no por eso
menos cierto): el cerebro. Indagando en este rgano, que ha sido el instrumento esencial de nuestro
progreso, aparecern nuevas esperanzas. Nos ser
posible descubrir en l ciertas facultades latentes a
las cuales bastar dar el necesario impulso para
equilibrar los antiguos mviles y orientar nuevamente nuestra existencia.
Muchos son los datos que apoyan nuestra afirmacin. La ciencia ha demostrado cabalmente que
el hombre, cuando apareci en la tierra, no posea
ese cerebro al que debe hoy su xito. No olvidemos
que la raza humana es la ms reciente de las que
pueblan el globo; y su cerebro est lejos de haber
alcanzado plena madurez. Esas fuerzas que actuaron a travs de milenios para hacer pasar este rgano de un estadio a otro de la evolucin, todava
actan.

282

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

Pero que el cerebro humano sea susceptible de


ulteriores perfeccionamientos, nos lo demuestra
otro hecho de notable inters. De un siglo a esta
parte, se manifest una fuerza nueva que puede representar un coeficiente favorable de progreso,
aunque en nuestros das sea difcil estimar plenamente sus efectos. Esta nueva fuerza, surge del hecho de que sobre la tierra toda se ha reconocido ya
la existencia de la evolucin biolgica. En todos los
centros de estudio esta verdad informa y promueve
todos los procesos cientficos, y puede tenerse la
certidumbre de que abrir nuevos horizontes a
nuestra inteligencia y dotar al cerebro de nuevas
energas.
En efecto, cuando se tomen en su debida consideracin los procesos que presiden la seleccin
natural, habr que encadenar su curso con fines
prcticos, favoreciendo la teora spenceriana: "Sobrevivencia del ms fuerte".
No es posible hoy sealar los medios ms adecuados para secundar artificialmente el proceso selectivo. Cualesquiera que sean, si la experiencia los
revela buenos, convendr aplicarlos con inteligencia
y coraje.

283

FREDERICK

TILNEY

Es indudable que estableciendo la medida entre


los mximos y mnimos de las manifestaciones intelectuales de un pueblo, se manifestar siempre una
desconcertante irregularidad en el desarrollo del cerebro, y se ver al mismo tiempo que la inteligencia
media del individuo tiene un valor ms bien bajo.
Concluyamos, pues, que en los componentes
individuales de una nacin o de una raza, el cerebro
no est ciertamente en condicin de brindar el mximo rendimiento. Algunos casos especiales nos
permiten comprender que el hombre debe y puede
pedir mucho ms de este rgano. Sirva el ejemplo
de Laura Bridgmann, que era ciega, sorda, no perciba ni los olores ni los sabores, y dispona en consecuencia solamente de un quinto de la superficie
cerebral accesible a las percepciones del exterior; y
sin embargo, logr vivir como todas las personas
normales.
Por otra parte, en la historia de todos los pueblos abundan los ejemplos de esos genios que respondieron a las deficiencias y a las miserias de su
fsico, magnificando las ms exquisitas facultades de
su intelecto. La grey humana slo hace uso de una
pequea parte de su potencial intelectivo; esta fraccin ha sido medida: segn los casos vara de 1/5 a
284

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

1/2. Es, pues, fcil imaginar de cuntas ventajas disfrutara nuestra inteligencia si nos esforzramos en
utilizar el resto de nuestra riqueza cerebral, es decir,
la otra mitad o los otros cuatro quintos. Si para el
hombre es suficiente una parte tan exigua de su
energa, puede concluirse que nuestro modo de vivir
es, sin duda, el ms cmodo, pero tambin el menos
iluminado. El camino del hombre inteligente es
siempre arduo: cuanto ms fuertes son sus intenciones, tanto ms fuertemente son puestas a prueba.
"Sentados en plumas" se condena a nuestra inteligencia a un sopor que rebaja su nivel en nosotros
mismos y perjudica el de nuestros hijos.
Otro hecho debera impulsarnos a aprovechar
esa porcin de superficie cerebral que hemos descuidado hasta ahora. Se ha demostrado que ciertos
elementos cerebrales se desarrollan en razn directa
del uso a que se los somete. Me refiero, especialmente, a esa sustancia aisladora que constituye el
tegumento de las fibras nerviosas. Hemos visto que
estas fibras sirven para transmitir los diversos estmulos al cerebro, y que de ellas dependen las sensaciones complejas, de la ms simple a la ms
complicada. Sabemos tambin que estos hilos conductores aparecen casi en seguida, en su forma ms
285

FREDERICK

TILNEY

simple, en los orgenes de la vida animal, mientras


que las conexiones de mayor importancia se agregan
en perodos posteriores. Para que estas fibras de
comunicacin entre los rganos sirvan cumplidamente a sus fines, es preciso quo se hallen aisladas y
esta capa aisladora (que es un compuesto orgnico
muy complejo) va creciendo con el tiempo y sigue
fielmente las diferentes fases, del desarrollo mental.
En el recin nacido es escassima: al terminar el
primer ao de vida (es decir, cuando el nio comienza a hablar) registra un aumento considerable.
Los incrementos ms apreciables se manifiestan
cuando el individuo pasa por el sptimo, el dcimo
y el vigsimo aos de vida; el aumento contina
hasta los cuarenta aos, pero es mucho menor. De
esta edad en adelante, la capa aisladora deja de aumentar; ms bien va disminuyendo gradualmente
hasta la muerte del individuo. Parece, pues, que a las
distintas fases de la evolucin mental corresponden
diferentes grados de aislamiento de las fibras nerviosas. Cuanto ms extensa es la superficie cerebral
utilizada, tanto mayor es el nmero de fibras provistas de una capa aisladora para facilitar las diferentes funciones orgnicas. Vemos que el cerebro se
desarrolla proporcionalmente al uso a que lo some286

BIOGRAFA

DEL

CEREBRO

temos; por eso la inteligencia humana puede ser


medida por la forma y estructura del cerebro. En el
caso de inteligencias inferiores, como las solicitaciones han sido escasas, queda una considerable proporcin del cerebro sin desarrollar, porque ha
permanecido en reposo. Lo inverso es igualmente
valedero. Conociendo y apreciando cabalmente la
correspondencia que existe entre el ejercicio del cerebro y el desarrollo de su estructura tendremos la
forma de acrecentar el alcance de nuestra inteligencia. Por lo dems, la correspondencia entre el ejercicio de un rgano dado y su desarrollo morfolgico
constituye un conocido principio biolgico que en
la prctica se aplica en la gimnasia muscular, para
acrecentar la fuerza y la resistencia del individuo, y
en general, a todos los ejercicios que tienen por fin
aguzar determinados sentidos o facultades. (Por
ejemplo, el ejercicio de las cuerdas vocales en los
estudiantes de canto.) En cambio, en lo que atae al
cerebro, la mencionada ley biolgica encuentra escasa aplicacin.
En la vida, las experiencias y los contactos pueden asumir gran importancia como factores de predisposicin. La vida de un hombre, desde el
principio hasta el fin, es considerada como un
287

FREDERICK

TILNEY

aprendizaje continuo, aprendizaje dirigido por la


inteligencia y el corazn a un fin determinado.
Ahora bien, si hemos de hablar sinceramente,
debemos reconocer que el "culto del xito" no tiene
en verdad por fin la felicidad humana. Y sin embargo, sobre esta tierra, demasiado a menudo campo
de batalla, podra florecer, merced a nuestras inmensas ventajas, esa preciosa flor que es la alegra.
Para que esto suceda, ser necesario proceder a la
reforma de muchos valores morales y regular
oportunamente los factores que influyen en la actividad cerebral.
El proceso de las influencias determinantes no
deber sufrir ninguna clase de interrupcin, y ser
necesario vigilar particularmente el ambiente fsico y
moral de la infancia, cuyas impresiones repercuten,
como es sabido, en el resto de la vida. As, basado
en sus posibilidades de evolucin psicolgica, dependiendo de la seleccin de factores que nosotros
mismos podemos introducir, el ulterior progreso del
hombre parece seguro.
La tcnica de nuestra vida presenta muchsimos
inconvenientes, pero el ms grave sin duda es la
persistencia de los viejos objetivos. Estos residuos

288

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informan y traban el curso del progreso: hay que


eliminarlos para sustituirlos con nuevos ideales.
A medida que la luz del ejemplo de Cristo se difunde a travs de los siglos de la era cristiana, se
nos presenta la necesidad de cambiar la palabra de
orden de la edad de piedra, reemplazndola con la
nota fundamental de la nueva edad. Una suena como un grito bestial: Toma! La otra es ms noble,
ms humana: Da!
Biolgicamente, nuestro cerebro ha recorrido
tanto camino ya, que confiamos poder afrontar
victoriosamente, con el tiempo, la prueba de fuego y
resolver el problema mximo: la naturaleza del
hombre.
El xito de la empresa est ligado al futuro desarrollo de la ciencia, especialmente a esa rama extenssima del saber que estudia los principios que
gobiernan nuestras acciones..
Rehacer el mundo, reformarnos a nosotros
mismos y promover una nueva civilizacin es obra
de titanes. Pero, por otra paret sera la ms extraordinaria empresa humana y la ms interesante aventura aquella por la cual el hombre llegara al
conocimiento perfecto y al gobierno de s mismo.
El precio de esta conquista de luminoso valor ser
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FREDERICK

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la tarea inteligente y asidua que requiere el pleno


desarrollo de nuestro rgano principal, el verdadero
amo de nuestro destino: el cerebro.

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