Illia
Illia
Illia
Arturo Illia. Fragmentos de una Repblica - 1a ed.Imagen de tapa: Archivo General de la Nacin
Buenos Aires: Canal Encuentro, 2016
Canal Encuentro
Direccin General: Mara Fernanda Rotondaro
Produccin General: Gabriela Guerschanik
Entrevistas: Ezequiel Cazzola
Produccin de entrevistas: Eleonora Menutti
Edicin: Cecilia Pardo
Produccin e-book: Javiera Prez Salerno, Elisa Palacio
Conversin a formato digital: Libresque
Correccin: Martina Serrot, Marcela Svori, Alberto Yriart
Diseo de Tapa: Juan Furlino, Hernn Gauna
Archivo Histrico Canal Encuentro
Reproduccin fotogrfica: Lorena Rubinetti
Asesora legal: Constanza Vela
Agradecimientos: Emma Illia, Archivo General de la Nacin, Biblioteca Nacional
www.encuentro.gob.ar
Esta obra est bajo una Licencia Creative Commons
Atribucin No Comercial Sin Obra Derivada 4.0 Internacional.
Se autoriza la reproduccin total o parcial de los textos aqu publicados, siempre y
cuando no sean alterados, se asignen los crditos correspondientes y no sean utilizados con fines comerciales.
Introduccin
Durante mayo y junio de 2016, Canal Encuentro produjo una serie de
entrevistas sobre el expresidente Arturo Illia. Familiares, colaboradores
cercanos y testigos directos aportaron una mirada indita sobre aquellos
aos.
El resultado es un recorrido testimonial, polifnico, que busca rearmar
su figura y su ideas de gobierno desde distintas miradas y esboza algunas
teoras sobre lo que pas la noche del golpe.
A cincuenta aos de su derrocamiento, Canal Encuentro brinda este
material para pensar la democracia de nuestro pas.
Prlogo
El gobierno radical del Dr. Arturo Illia surgi en un momento en el que
las relaciones entre la sociedad civil, los factores econmicos y las
fuerzas militares vivan un estado de tensin permanente. La proscripcin
del peronismo y la alianza militar-sindical constituan una bomba prxima
a estallar.
El periodismo, a travs de la ridiculizacin del presidente, hizo un
juego peligroso sin medir las consecuencias. Tarde llegara la hora del
arrepentimiento.
LILIANA BARELA
Voces familiares
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Emma Illia
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ancdota ms.
de todos, y un acto vlido que tiene que ser sacado a la luz. Gobernaba
contra lo corrupto, contra el pecado, contra el mal. Sus problemas eran
los grandes problemas de los polticos: la libertad, el libre albedro, la
igualdad. Para mi padre, los partidos polticos eran las instituciones
bsicas de la repblica. Era un republicano convencido, antimarxista y
kantiano.
madrugada.
Cuando ya nos empujaban del todo, l estaba quieto. No se pensaba
mover. Le dije: Bajemos, pap, bajemos porque.... Era una situacin muy
trgica porque mi madre estaba muy grave. Muri muy pronto despus
de todo esto. Bajamos, l subi al auto y me dijo: And a Olivos y sac
todo. Entonces fui con mis amigos. Parecamos la Armada Brancaleone.
ramos veinte o treinta en varios autos. Chicos jvenes. Levantamos todo,
la ropa, recuerdos, libros.
abrieron la caja fuerte y encontraron todos los gastos reservados, salvo dos
expedientes pequeos que eran para unas operaciones mdicas en
Europa. Los fondos de casi tres aos estaban ah. Nunca los haba tocado.
Me cuenta Ballester que cuando vieron eso, los militares dijeron: Para
qu habremos sacado a este tipo?.
Mi padre era estoico, se jactaba de no necesitar nada. Era demasiado
fuerte para que le importaran las cosas materiales. Un ser muy especial.
Un caballero de verdad. As pasa a la historia argentina: como alguien que
cumpli con su palabra y cay con sus banderas. Los dems negociaron,
abdicaron; l no. A lo mejor, para l, que lo derrocaran fue una victoria.
Queran que interviniera Tucumn, que interviniera la universidad, que
abdicara de lo que pens toda su vida. Pero l no, l quera dar el ejemplo.
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La figura de mi abuelo
Tengo recuerdos de mi abuelo de cuando yo tena tres aos. Era muy
chico, pero tengo recuerdos. bamos a verlo mucho al hotel Bristol,
donde desayunbamos los sbados con l. Vena a mi casa y, aunque
era un hombre reservado, era muy carioso. Quizs yo no fui el nieto
buscado por l, porque el segundo matrimonio de mi madre, con el doctor
Cordeu, no fue de su agrado. Pero despus me quiso de todas maneras.
En el ao 1983, cuando muri, yo tena 3 aos. Mi construccin de Illia es
a posteriori, a travs de la vida poltica de mi familia. Yo me acuerdo, en el
ao 1985, de estar en Corrientes con el hijo de Romero Feris saltando por
su casa, por unos tejados, porque bamos a un acto en conmemoracin
de mi abuelo. Iban a poner un busto. Tambin me acuerdo de ir a poner
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una placa de Arturo Illia en algn colegio u hospital. As, de a poco, fui
teniendo contacto con la figura de mi abuelo.
Illia es un personaje misterioso que no es fcil de develar, un hombre muy
hermtico. Yo lo conoc poco, pero mi madre ha hecho un gran trabajo
con la memoria oral, que permite que uno se vaya haciendo una idea de
la persona. Era un personaje muy singular. Un tipo superautocontrolado;
pero, al mismo tiempo, un jugador y un aventurero. No nos olvidemos
de sus experiencias en el viaje inicitico a Dinamarca. Ese viaje le abri la
cabeza respecto de los sistemas totalitarios de Europa. Ah vio el mundo
que se desarrollara en los siguientes veinte aos, el perodo de su vida
poltica.
Durante la Dcada Infame, ante la posibilidad de que Crdoba fuera
intervenida, Amadeo Sabattini envi a Illia a Paraguay y Bolivia a
buscar armas. Eran armas que haban quedado de la poca del Chaco
paraguayo. Ese tipo de datos no se conocen mucho. Que Illia haya ido a
buscar armas a la selva boliviana, al Paraguay, nos presenta un personaje
particular. Porque est la imagen de Illia como mdico de campo,
buenudo, pero l era un tipo de mucho carcter y grandes ideas.
Era un pacifista, por ejemplo; pero, si tena que ir a comprar armas, lo
haca.
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Un peregrino en la poltica
El Illia folclrico es el Illia que crearon los medios de comunicacin en los aos
sesenta. Esta visin sesgada lo presentaba como una persona que no poda
tomar decisiones correctamente. Un incapaz, lento, el viejito Illia.
Obviamente, esta construccin les cupo a los grandes intereses que
atentaron contra su gobierno debido a lo que l, acertadamente, estaba
llevando adelante. Es la visin de la tortuga de Landr, o Carlos
Garaycochea, que hace poco me escribi diciendo que quera reivindicar
la imagen de Illia. Esta fue una visin parcial, y no el verdadero Illia que
conoci la gente en cada pueblo, en cada ciudad y en el mundo.
La gente conoci a un Illia imponente, majestuoso. Muy reservado,
pero cuando hablaba deca las palabras justas. Y su gobierno
demuestra eso: era una persona con un sentido muy importante de la palabra
empeada. Lo que plante y prometi en su plataforma electoral lo cumpli
a rajatabla. Era una persona con mucha decisin, no era ningn buenudo.
Pareca alguien de otro mundo, estaba adelantado cuarenta, cincuenta
aos. En ese sentido, era una persona que marcaba otros valores. Viva en
Casa de Gobierno toda la semana hasta el viernes a la noche, cuando se
iba a Olivos. Eso es algo que seguro traa de su vocacin de mdico rural
y de atender a cualquier hora. Trabajaba todo el da. Por eso se tomaba
quince minutos a la tarde para dormir una siesta que, en realidad, era una
forma de meditacin.
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salvando algunas cosas del rock star, pero viva de gira. Era un
peregrino, viva de pueblo en pueblo. Se hospedaba en la casa de la gente
con sus dos trajes y lo que le convidaban, as viva. Era una persona de otro
mundo, indudablemente.
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Mi abuelo, el presidente
En mi casa siempre se respir poltica. Mis padres eran militantes
radicales. Ambos estaban en contacto con los exmiembros del gabinete
de Illia. Yo nac en 1970, cuando mi abuelo ya haba dejado el poder. l
era mi padrino. Lo recuerdo de mis cumpleaos, tengo recuerdos muy
familiares. Me deca gaucho; me contaba cuentos, poemas. Le gustaba
el Martn Fierro, una cosa muy extraa para m ahora.
presos polticos, fue secuestrado. Mi abuelo organiz todas sus redes para
poder recuperarlo rpidamente. Pese a que no estaba, era una figura con
mucha presencia entre nosotros.
Me impresionaba mucho caminar con l. La gente se daba vuelta a
mirarlo, a veces lo saludaban. Era una figura que impona mucho
respeto y mucha distancia. Sin embargo, era una persona muy afable
cuando le preguntaban algo o se acercaban.
Siempre entablaba un pequeo dilogo.
Todos estos recuerdos son de mi infancia. Despus ya no lo vi tanto.
Estudi en un colegio privado de Palermo Chico; ah nadie saba quin
era Illia, no tenan esa impronta poltica. Pero el secundario lo hice en el
Colegio Nacional de Buenos Aires. Entr en el ao 1983, justo cuando l
muri. Ah s me decan: Vos sos el nieto de Illia?. Yo no poda entender
demasiado la dimensin de las cosas.
Me acuerdo de tener 12 aos, el 18 de enero de 1983, cuando me dijeron
que haba fallecido. Yo estaba de vacaciones y me volv a Buenos Aires.
Venamos de la guerra de Malvinas. Los militares ya haban mostrado su
peor cara, la gente estaba harta y no tena figuras. El gobierno militar
que vena a reorganizar a la Argentina haba sido un gobierno fascista,
corrupto y asesino, y se estaba acabando. Cuando el pueblo se dio
cuenta de esto, volvi a las referencias que tena. Una de esas fue el viejo
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El discurso de la prensa
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Roberto Di Sandro
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Un ejemplo de la democracia
Sesenta y ocho aos estuve en la Casa de Gobierno, desde 1947
hasta hoy. De todos los presidentes que conoc, veintisiete hasta ahora,
Arturo Illia fue uno de los hombres ms grandes. Un hombre extraordinario.
Presidente de la nacin y mdico. Cuando vea a algn granadero
que estaba medio amarillo, detena cualquier actividad y lo atenda.
Absolutamente austero, nunca tena una palabra contra nadie. Siempre
fue un hombre equilibrado, de una generosidad y una sensibilidad muy
grandes.
Iba muy poco a la residencia de Olivos, se quedaba siempre en Casa de
Gobierno. Tena un perro muy fiel. Su austeridad fue realmente nica.
No gastaba un peso. No tena un peso. Debe ser el nico presidente que
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nunca toc los gastos reservados. No hubo otro as. Lo digo como
periodista, por lo que vi adentro de la Casa de Gobierno y sus
alrededores.
Sus paseos eran famosos. Manuel Garca, el intendente en aquella
poca, tena que correr por todas las calles de Buenos Aires para buscarlo.
Desapareca. Cuando lo iban a buscar a su despacho, de golpe no
estaba. Era imposible pararlo. Sala por una puerta de atrs de la Casa de
Gobierno, se sentaba en plaza Coln, hablaba con la gente. Era un
tipo especial. Una vez se sent con un linyera que peda limosna en la
Catedral. Se puso a conversar con l y le preguntaba qu necesitaba. Como
Illia estaba de espaldas, la gente pasaba y no lo vea. Lo encontramos as.
Manuel Garca sudaba.
Despus de haberlo echado, cuando empez a gobernar el presidente
de facto Ongana, se termin todo ese andamiaje de democracia, de
republicanos, de dilogo. Qued un vaco tremendo. Uno, dos o seis
meses despus, todos se arrepintieron. Nadie sabe por qu lo sacaron
a Illia. Es cierto que estaba peleado, entre comillas, con los poderosos.
Nadie cree que se puede pelear por lo nacional como lo hizo l.
Y siempre hay intereses creados, cosa que l no tena. Por todo esto hubo
un gran arrepentimiento que contina hasta hoy.
Arturo Illia fue un valiente. Un ejemplo de la democracia. Garantiz la
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Un periodista en la Rosada
El periodista en Casa de Gobierno est para informar. Para eso
hay que tener contacto con los gobernantes. Con Illia lo tenamos,
accedamos a la informacin excesivamente. Podamos entrar hasta el
lmite de los despachos, yo lo viv. A l le gustaba estar con la prensa. Su
estilo era sentarse con los periodistas, caminar con los periodistas. En
esa poca haba pocas salidas al aire de la cadena nacional. S haba actos
celebratorios de las efemrides nacionales, conferencias de prensa
que no tenan gran preparacin. Nos citaba en su despacho y hablaba.
Nosotros le preguntbamos de todo y l contestaba de todo. A Illia se
le poda hacer cualquier pregunta. Era una persona con la que uno no
poda discutir: se poda dialogar, pero nunca gritar. Nada de violencia.
Lo que l deca tena un significado especial. Buscaba siempre la unidad, una
identidad entre todos los argentinos.
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Hugo Gambini
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Un presidente incomprendido
A Illia lo conoc despus de que fuera presidente en una cena en la
casa de Bernardo Grinspun, ministro de Economa del gobierno de
Alfonsn. Hablaba muy poco. Era muy discreto, sin grandes expresiones. Esa
noche estuvo de acuerdo con muchas de las cosas que nosotros
decamos sobre el pacto sindical-militar que lo derroc. Hubo gente a la
que solo le importaba llegar al poder y hacer plata. Los empresarios que
se manifestaron a favor de los militares lo hicieron porque Ongana iba a
gobernar para ellos. Tambin el arreglo que Alfonsn, muchos aos despus,
llam el pacto sindical-militar: la componenda entre grupos
gremialistas y los militares.
Illia dej como huella un gobierno tranquilo, mesurado, con libertad
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La construccin de un golpe
La noche del golpe, Illia no se defendi. Siempre pienso que alguien que
llega a la presidencia tiene que arriesgar su vida en un momento como
ese, como hizo Salvador Allende en Chile. Pero Illia no era capaz de hacer
eso, ni le interesaba. Ese da me despert con el llamado de un to que
me dijo: Che, lo echaron a Illia. Me enter as. Ahora se va a arreglar
el pas, me deca l. Yo le respond: Vos tambin cres que se va a
arreglar el pas porque lo echen a Illia?. Despus supe cmo lo echaron,
que se fue en taxi, que los muchachos de la FUBA y de la juventud del
radicalismo estaban ah.
Cuando lo echaron, no hizo ninguna declaracin. Lo echaron en junio y
recin en diciembre hizo un descargo explicando qu era lo que haba
pasado, cmo haba sido el golpe, qu es lo que haban anulado. Dej
pasar seis meses. Eso demuestra que l no tena vocacin de poder.
Eso es terrible, porque la vocacin de poder, cuando es legtima, es
importante. Se trata del presidente de la nacin, que no es poco. Pero Illia
no la tena, y eso le jug en contra.
Dos das despus se juntaron los generales del golpe y lo nombraron a
Ongana. Yo estaba en la calle y se me ocurri meterme en la Casa de
Gobierno. Tena un carnet de periodista y nadie me pidi nada. Entr,
empec a caminar, llegu hasta el Saln Blanco. Nadie me detuvo. Ah
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Tapa del semanario Primera Plana, un da despus del golpe. Imagen: Archivo
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.
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Memorias de un granadero
Cuando se produjo el golpe de Estado, el 28 de junio de 1966,
yo era teniente primero. Prestaba servicios en el Regimiento de
Granaderos a Caballo del General San Martn y era jefe del destacamento
de la Casa de Gobierno. Cumplamos servicio peridicamente all con un
destacamento, otras semanas lo hacamos en la residencia presidencial
de Olivos. Nuestra funcin era una mezcla de seguridad y protocolo.
entre las que se encontraba el coronel Luis Csar Perlinger de civil, hasta el
despacho del presidente. Estaba rodeado por un grupo de correligionarios y
funcionarios del Gobierno. Yo me ubiqu a su derecha, y Alsogaray, a su
izquierda.
Doctor Illia, le comunico, en nombre de las Fuerzas Armadas, que ha de
dejar de ser presidente de los argentinos, dijo el general Alsogaray. El
doctor Illia permaneci un momento callado. Con una serenidad extrema
le respondi: No, general, en nombre de las Fuerzas Armadas, no. En
todo caso, en nombre de un grupo de generales que usted representa.
Recuerdo que los calific de salteadores nocturnos. Despus, en forma
muy premonitoria, les dijo que se iban a arrepentir ante sus hijos de lo
que estaban haciendo. El general Alsogaray se qued un momento ms y
despus se retir.
Esa noche en el despacho tambin estaba su hija Emma, hecha una
furia. Se dijo que le peg una cachetada al general Alsogaray, pero eso
no es cierto. Ella tambin sali a negarlo. Lo que s pas fue que lo
insult en la cara: Traidor, hijo de puta, le dijo entre otras cosas. Si hubiera
tenido un arma al lado, creo que le pegaba un tiro. Tambin est el mito
de que el presidente se encerr en su habitacin con un arma. Esa es otra
mentira. No estaba dentro de sus principios el suicidio y no le pidi un arma a
nadie. El doctor Illia conserv la serenidad que lo caracteriz durante toda
su gestin.
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ah
se
fue
correligionarios
muy
tambin
yo.
estaba
acompaado
por
enfervorizados,
Se
retir
por
la
un
grupo
entre
los
puerta
de
de
cuales
la
calle
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Emilio Gibaja
Abogado.
Director de Prensa y Relaciones de la Presidencia de la Nacin
durante el gobierno de Arturo Illia.
Secretario de Informacin Pblica
en la presidencia de Ral Alfonsn.
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lucha. No hubo ni una sola palabra de reconocimiento por una ley tan
progresista. Pero eso no es extrao porque esos mismos dirigentes
gremiales se pusieron saco y corbata para ir a la jura de Ongana.
Su gobierno redujo la inflacin. Haba campaas de alfabetizacin. El
PBI creci notablemente. Aument la produccin de carne, el empleo
subi, sobre todo el industrial. La universidad pblica y todo el sistema
educativo tuvieron el mayor presupuesto de la historia. Pero eso no
importaba, haba que voltearlo. No hubo un solo hecho de corrupcin en su
gobierno. Y eso que Ongana mand a investigar todas las reas, pero no
encontraron nada. Argentina creci en todos los aspectos, pero haba que
voltearlo.
Una investigacin que mand a hacer l comprob que los
medicamentos salan mil por ciento ms que su costo. Illia sostena que los
medicamentos no eran producto del mercado, eran un producto social.
La gente no los compra por gusto o para lucirse, los compra
porque los necesita para vivir. Crea profundamente y respaldaba
completamente a su ministro de Salud, el doctor Oativia, un sanitarista
salteo que haba trabajado mucho con l y que sostena lo mismo. Como
ninguno de los laboratorios ni los argentinos ni los extranjeros acataron ni
presentaron en fecha los pedidos de costo de los medicamentos, Illia
les aplic la ley de abastecimiento y se congelaron los precios. En su
momento se la critic y se deca que era una ley comunista. Fue una
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La conspiracin imperdonable
La noche del golpe, yo me encontraba en Casa de Gobierno. Era
inminente la llegada de las tropas. Fui al despacho presidencial a ver
cules eran las ltimas novedades. Como empezaron a entrar todos los
ministros, yo tambin entr y rodeamos la mesa del presidente. ramos
unas veinte o treinta personas. Illia estaba firmndole unas fotos a un
empleado de la Casa de Gobierno. Aprovechamos para que nos firmara
una a cada uno.
Estaba firmando fotos para todos cuando llegaron el general
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Nunca tuvo casa propia. Su equipaje caba en una valija, y eso era todo.
Por suerte, el golpe a Illia tuvo muchos arrepentidos. Eso habla bien
del pas. Como el coronel Perlinger, que envi la famosa carta. Yo no la
puedo leer porque me emociono. Ah dice que la ltima cosa que hizo Illia
como presidente fue convertir a un enemigo de la democracia, como era
l, en un convencido demcrata. Mariano Grondona, uno de los autores
de la proclama de Ongana, tambin pidi disculpas. Otro arrepentido
fue Ramiro de Casasbellas, un periodista bastante conocido en aquella
poca, que public en el Buenos Aires Herald una nota de
arrepentimiento. Hubo varios que sintieron vergenza y lo dijeron, pero
los grandes medios no dijeron nada.
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Abogado.
Orador juvenil de la campaa presidencial Illia-Perette.
Secretario del Ministerio del Interior de Arturo Illia.
Procurador general de la nacin del gobierno de Ral Alfonsn.
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Hechos, no palabras
Illia era un dirigente incansable. Caminaba toda la provincia. Todo el
Valle de Punilla saba quin era. Tena una memoria prodigiosa y en los
pueblos conoca a todos, saba hasta dnde vivan. Hay ancdotas que
demuestran esta caracterstica tpica de un caudillo poltico. Saber el
nombre, el apellido, dnde vive la gente. Illia era muy singular. Tena una
fuerte personalidad. Adems, no se crea una persona importante. Era un
hombre humilde en serio. Y, con esa austeridad que manejaba, se poda
vislumbrar que tena caractersticas polticas distintas.
No era demagogo, tampoco haca grandes discursos porque no era
un gran orador. Cuando lo conoc, l me deca que crea que los
argentinos estaban cansados de los anuncios de sus polticos. Por eso, tal vez
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Transparencia y austeridad
Illia crea que una nacin no iba a tener posibilidades de
desarrollo si no era a travs de la educacin. Tuvo una poltica muy fuerte en
relacin a la educacin primaria y secundaria. Consideraba que el acceso a la
universidad requera una profunda base previa. Creo que su gobierno
fue precursor en este tema. Otra cuestin fue la energa elctrica, algo
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propaganda del gobierno. Son cosas que se supieron despus y que luego
todos, incluso los golpistas, tuvieron que reconocer.
Tambin estaban los dibujantes, como Flax, con la paloma en la cabeza
de don Arturo, en la plaza leyendo el diario, o la tortuga. La prdica de
ese periodismo y de los caricaturistas Lino Palacio, Landr apuntaba a
minimizar la figura de Illia, a hacerlo parecer un hombre bueno, pero que
no tena idea de cmo gobernar, ni de cmo era la Argentina. Un hombre
que no haca nada. Todo esto fue muy txico.
Esta intoxicacin de la opinin pblica contrastaba con la falta de
propaganda del gobierno. Como el doctor Illia no daba a conocer las cosas
que haca, ese vaco que dejaba se fue infectando con la opinin pblica.
Y esto le hizo mucho dao a la Argentina, no solo al gobierno de Illia.
Golpe y retroceso
El golpe de Estado que dio por terminado el gobierno de Illia fue una
inmoralidad y una falta de sentido comn absoluta. Si uno lo ve
histricamente, el retroceso que sigui al gobierno de Illia fue inmenso.
Fue un golpe absolutamente carente de fundamentos. Ni siquiera estaba
respaldado por una crisis econmica, algo que se puede ver en los datos,
en las estadsticas. Jams hubo una crisis econmica en el gobierno de
Illia. De hecho, de eso ni se hablaba.
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Anexo:
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De mi mayor consideracin:
Durante el gobierno del Dr. Frondizi, yo, que era Jefe de Estudios
Ante
la
inutilidad
de
mi
prdi-
amenazada
por
casos
aislados
de
oposicin
era
ms
confortante que el respeto a la Constitucin, me plegu al movimiento que estall el 28 de junio de 1966.
77
me
Hace
orden
diez
que
aos
procediera
el
a
Ejrci-
desalojar
el
78
pretenden condensar:
- Mi pedido de perdn por la accin realizada en 1966;
- Mi agradecimiento por la leccin que usted me dio;
- Mi admiracin a usted, a quien reconozco como a uno de los
demcratas ms autnticos y uno de los hombres de principios ms
firmes de nuestro pas.
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