Un Buen Sitio para Morir - Clark Carrados
Un Buen Sitio para Morir - Clark Carrados
Un Buen Sitio para Morir - Clark Carrados
comitiva
abandon
el
dormitorio. Dos de los guardias
encendieron sendas antorchas, con
las que alumbraron el camino.
Vivian, altiva y orgullosa, marchaba
con paso seguro, sin volver la
cabeza atrs ni una sola vez.
Minutos despus estaban en uno de
los subterrneos del edificio, en el
que aguardaban dos hombres, con
las cabezas cubiertas por sendos
capuchones.
Varias
antorchas
alumbraban
ttricamente
el
siniestro lugar.
Clark Carrados
Un buen sitio
para morir
Bolsilibros: Seleccin Terror 149
ePub r1.0
xico_weno 03.09.16
CAPTULO PRIMERO
El aspecto de Felton Howernley, lord
Howernley, era terrible.
Vivian, su esposa, le contempl con
una mezcla de asombro y temor, cuando
el seor de Brury Abbey penetr en su
dormitorio, seguido de cuatro hombres
de armas.
Lo que yo me tema ha sucedido
dijo lord Howernley, a la vez que
alargaba la mano derecha. Aqu est
la prueba de vuestra infidelidad, seora.
Osaris negar ahora lo que es tan
evidente como la luz del sol?
a la anilla.
Habla
piedras,
argamasa
y
herramientas.
Los
verdugos
se
dispusieron a la tarea.
Por ltima vez dijo lord
Howernley, decid el nombre de
vuestro amante y ser lo suficientemente
compasivo para haceros morir de un
solo golpe de espada.
Vivian sonri despectivamente.
Es mil veces ms hombre que vos
y ms decente y honrado contest.
No le delatar.
Entonces, pereceris de hambre y
de sed en vuestro encierro. Vamos,
tapad el hueco! rugi lord Howernley.
Los verdugos actuaron rpida y
otro.
Pero eran posibles tales cosas
cuando ya haba pasado la Edad Media?
exclam un tercero. Yo crea que
los emparedamientos eran tormentos
medievales solamente
Lord Felton Howernley poda
hacerlo, puesto que el rey le haba
concedido el derecho de vida y muerte
en sus dominios declar el gua. A
la luz de las costumbres actuales, no
cabe la menor duda de que fue un
castigo brbaro. Si fue una sentencia
justa, independientemente de los
padecimientos que sufri la condesa,
eso slo Dios lo sabe, porque los
protagonistas de la historia murieron
un
producto
de
su
fantasa,
probablemente, un recurso para ganar
tiempo y ver de conseguir una condena
menos severa. No lo consigui y, a
principios de mil setecientos, fue
decapitado.
Me alegro, por lo que le hizo a la
pobre condesa exclam un visitante.
Entonces, haba un tesoro en el
castillo? pregunt otro.
Si lord Howernley tena algn
cofre con oro, no lo sabremos jams
repuso el gua. No se tienen noticias
de que otros descendientes encontrasen
ese oro y, adems, como he dicho, es
muy probable que sus mensajeros le
traicionasen. Por favor, seoras y
seores
La pequea comitiva acometi la
escalera que conduca al gran vestbulo
superior. Withers subi en ltimo lugar.
Haba un hombre en el vestbulo.
Era alto, muy fornido, pero no obeso, de
pelo intensamente negro y ojos
magnticos. Gordon Walter Howernley
pregunt a los turistas si haban salido
complacidos de su visita. Las respuestas
fueron afirmativas y el actual dueo de
Brury Abbey contest todava a algunas
preguntas que le fueron formuladas.
El guo repiti la pregunta de la
chica
norteamericana.
Howernley
arque las cejas, sorprendido.
Tengo entendido que se apellidaba
CAPTULO II
El golpe, perfectamente planeado,
result un xito.
, Los hombres detuvieron el furgn
blindado que transportaba el dinero y,
tras reducir al conductor y al guardia, se
apoderaron de medio milln de libras
esterlinas en billetes.
Scotland Yard entr en accin
inmediatamente, pero sus esfuerzos
resultaron baldos. Los seis atracadores
haban desaparecido como tragados por
la tierra.
% Los informes del conductor y el
acto.
Su esposa? pregunt.
Una buena amiga, simplemente
contest June, con desenvoltura.
Cunto lo siento! suspir
Howernley.
Qu ocurre? No est aqu? Se
ha marchado?
Howernley dud un momento. Luego
hizo un signo con la mano.
Tenca la bondad de acompaarme,
seora rog.
June le sigui, vivamente intrigada.
Withers penetr en la casa, aunque se
qued en el vestbulo, contemplando a
Howernley y a su acompaante que se
dirigan al piso superior.
atad.
Fellerman intent saltar del fretro,
pero varios brazos robustos se lo
impidieron. Una mano le tap la boca.
Cuatro manos le sujetaron por las
piernas, mientras dos dedos de acero
presionaban sobre su nariz.
Durante unos minutos, Fellerman se
debati angustiosamente, acusando de un
modo horrible la falta de oxgeno. Al
fin, dej de luchar.
Ted, t entiendes algo del asunto
dijo Howernley. Arrglalo bien,
para que parezca de veras un ataque al
corazn.
S,
seor
contest
el
interpelado.
de t.
Asistir al entierro? pregunt.
Ella demor un poco la respuesta.
Para qu? Dijo al cabo. He
venido aqu y lo nico que he hecho ha
sido perder el tiempo.
Parece ser que Howernley no la
conoca a usted. Haba odo su nombre
en alguna ocasin?
No. Yo s que Jess tena entre
manos un buen negocio, pero, de
repente, desapareci de Londres sin
avisarme. Eso no lo haba hecho nunca
hasta entonces, comprende?
S, pero cmo se le ocurri venir
aqu?
June abri su bolso y sac un trocito
de
papel.
Evidentemente,
haba
pertenecido a la hoja de alguna agenda.
Lo encontr en el bao, junto al
inodoro explic. Jess debi de
romper la hoja en pedazos; seguramente,
haba ms cosas escritas, pero slo
qued este trozo, del que no debi de
darse cuenta no caa en el sumidero.
Y eso le hizo deducir que estaba
aqu.
Claro. Hace muchos aos le la
leyenda de la condesa Vivan. La
conoce usted?
Withers
hizo
un gesto
de
asentimiento. June hizo un esfuerzo y
sonri de un modo singular.
Los negocios de Jess le hacan
CAPTULO III
Por la tarde, Robert, el mayordomo,
lleg al hotel y dej una carta dirigida a
June. El conserje se la entreg poco
despus.
June ley la carta:
He encontrado entre los
objetos personales del pobre
Jess algo que se refiere a usted.
Podra venir a hacerse cargo?
Su afectsimo
Howernley.
June ya no vacil ms. Subi a su
habitacin, se cambi de ropa
rpidamente y volvi a bajar, para entrar
en su coche acto seguido y partir sin
demora hacia Brury Abbey.
Withers la ech de menos a la hora
de la cena, pero supuso que ella la
tomara en su habitacin. Presenci un
programa de televisin en el saln y a
las once de la noche subi a su cuarto y
se acost.
A media noche, Withers oy unos
ruidos, aunque, medio dormido, no les
prest la menor atencin. Le pareci que
se producan en el cuarto de June, pero
ocasin de preguntrselo.
Al medioda, a la hora del almuerzo,
June no haba dado an seales de vida.
Withers se sinti intrigado y fue a la
recepcin.
Tal vez June se sintiese enferma o
hubiera ido al entierro de su amigo,
pens.
Por favor, puede ponerme con la
habitacin de la seora Orkney?
solicit.
El conserje le mir asombrado.
La seora Orkney? Lo siento,
seor; se march esta maana muy
temprano manifest.
A Brury Abbey, sin duda.
Oh, no, seor, a Londres. Al
dijo.
En efecto, as es contest
Lilian.
Puedo preguntarle, si no es
indiscrecin, naturalmente, cul es su
inters en el apellido de la condesa?
Oh, no tengo inconveniente. Una
amiga ma, de Massachusetts, pretende
descender de ella. Simplemente,
sabiendo que yo vena a Inglaterra, me
pidi investigase el asunto.
Withers enarc las cejas.
Pero la condesa muri sin
descendencia!
Lilian sonri.
Temo, amigo mo, que no est
demasiado bien enterado de la historia
til en algo?
Deseara hablar con usted unos
momentos, a fin de establecer un plan de
trabajo que no interrumpa sus
actividades habituales manifest el
joven. Ya sabe que tengo un cliente
interesado en conocer el origen de su
apellido
No ser otro Howernley ri el
dueo de la casa.
Oh, no, en absoluto. Se llama
Cotheridge. Ya sabe que nunca faltan
personas interesadas en conocer a sus
antepasados y, si es posible, tambin su
historia. En fin.
Venga, por favor, pasemos a la
biblioteca y all hablaremos con toda
CAPTULO IV
Howernley volvi rpidamente a la
estancia donde aguardaban los otros
individuos y seal a dos de ellos.
Ted, Miles, vamos.
Qu es lo que sucedo?
pregunt Miles Charbonne.
No hagas preguntas, pronto lo
sabrs. Vosotros dos, seguid aqu y no os
movis.
Ted Guild y el otro siguieron
inmediatamente al dueo de la casa.
Momentos despus, se hallaban en un
lbrego subterrneo.
condesa?
Un poco. Lo que no acabo de
creer es en el oro que lord Howernley
no pudo emplear para salvar su vida del
hacha del verdugo.
Espada, espada! Como noble,
tena derecho a morir decapitado por la
espada y no por el hacha.
La diferencia es nimia ri
Withers. Total, se trata de un corte de
cuello y, en este caso, lo que importa es
que el metal est bien afilado.
Lilian se estremeci.
Deba de ser horrible murmur
. Claro que, si hoy pensamos en los
riesgos de la bomba atmica
Dejemos esto, seorita Hall. Voy
Exactamente.
Mi cliente se apellida Cotheridge.
l no dice que descienda del conde, sino
de un capitn de armas de lord
Howernley, apellidado de este modo. Le
interesa conocer su ascendencia.
Muy bien, si yo encuentro algo en
el archivo referente a Cotheridge, lo
avisar a usted y viceversa, si hallase
algo sobre la seora Hallyburton.
De acuerdo, pero me permite una
observacin, seorita Hall?
No faltara ms, aunque estimara
que me llamase por mi nombre.
Conforme
sonri
l.
Recuerde el mo, Dick. La observacin,
Lilian, es la siguiente: si la condesa
CAPTULO V
Bueno dijo Lilian, despus de
varias horas de trabajo, por ahora, no
parece que haya adelantado nada. Y
usted, Dick?
Withers estaba sentado frente a una
mesa, con un grueso legajo delante de si,
y se puso en pie, a la vez que sacaba una
pitillera.
Tampoco, pero en esta clase de
asuntos conviene ser paciente y no
perder la esperanza contest, a la vez
que alargaba la pitillera a Lilian.
Encendieron
los
cigarrillos.
As es, seor.
Withers esboz una sonrisa de
circunstancias.
Es igual, maana, por ejemplo
contest. Gracias de todos modos,
Robert.
A
su
disposicin,
seor.
Seorita
Withers y la muchacha salieron del
casern. Haban llegado en el coche del
joven y partieron inmediatamente hacia
Vynerville.
Apenas
se
haban
alejado,
McCallum, que estaba junto a una de las
ventanas, aunque prudentemente oculto
tras las cortinillas, se volvi hacia el
dueo de la casa.
Un asesinato?
Rareton movi la cabeza arriba y
abajo repetidas veces.
Eso es lo que sospecho dijo
enfticamente.
En todo caso, estuvo usted en la
habitacin de la seora Orkney despus
de su marcha?
S.
Encontr algo que apoye sus
sospechas?
Rareton meti la mano en el bolsillo
y sac algo, que ense al joven. Era un
medalln de oro, muy bonito, con
algunas piedras de valor.
Se lo vi puesto todo el tiempo,
mientras estuvo aqu dijo el conserje
Realmente, no tenemos la
seguridad de que se trate de un
asesinato. Pero yo dispongo de amigos
en Londres, de la profesin, que pueden
investigar el paradero de la seora
Orkney. Le parece bien?
Una clara expresin de alivio surgi
en el rostro del conserje.
S, seor, estupendamente
contest.
Ah, Angus, por favor, no diga a su
colega Ferries nada de lo que hemos
hablado de la seora Orkney advirti
el joven.
No pensaba decirle nada, por
supuesto. Pero la seora Orkney me
agrad mucho; era muy simptica y
CAPTULO VI
Un asesinato? repiti Lilian a la
maana siguiente, despus de que
Withers le hubiera relatado su dilogo
con el conserje.
Al menos, eso es lo que opina
Angus contest l.
Y usted?
Withers hizo una mueca, sin quitar la
vista de la carretera, ya que se hallaba
al volante de su coche.
La conducta de las personas, a
veces, es muy rara. Pero, mire
Rareton le haba dejado el medalln.
volado la cabeza.
Seorita
Hall,
me
siento
terriblemente abrumado por la torpeza
cometida. Tenga la bondad de disculpar
a un imprudente, que se ceg con la
pieza que corra de modo tan tentador.
Est bien sonri Withers.
Puesto que nadie ha sufrido daos
fsicos, ser mejor que empecemos a
olvidarlo. A la noche, en el hotel, le
exigir daos y perjuicios en forma de
un par de whiskys, seor Darsten.
Oh, con gran placer contest el
cazador, a la vez que dejaba a un lado la
escopeta y el morral, para disponerse a
ayudar en el cambio de rueda.
Minutos ms tarde, el coche
hizo callar.
Ms tarde, pens.
Cuando salan del saln, vieron a
tres individuos en el vestbulo.
Howernley hizo las presentaciones.
Guild, McCallum y Romney contestaron
brevemente a los saludos que se les
dirigan. Luego abandonaron la casa.
Estamos preparando un negocio y
tenemos que discutir antes bien todos los
puntos de vista explic el dueo de
Brury Abbey. Y mientras, ellos se
toman unas pequeas vacaciones, puesto
que las discusiones no tienen hora fija ni
han de seguir el de su trabajo habitual.
No es mala idea y, el lugar, es
estupendo para reunirse sin demasiadas
de nuevo todava?
June no contest. En realidad, tena
los ojos fijos en la anilla. Si pudiera
disponer de algn instrumento duro para
ir rascando en la argamasa que sujetaba
la anilla a la pared
Est bien, puesto que no quieres
hablar, volver maana a la misma hora.
Quiz empiece a reducirte la racin
continu el dueo de la casa.
Ella guard un obstinado silencio.
Howernley aguard todava unos
minutos, pero viendo que June callaba y
ni siquiera se volva hacia l, cerr la
puerta y se march.
Apenas se qued sola, June gir en
redondo. Alcanz el vaso, tom un corto
Y se lo encontr muerto de un
ataque al corazn.
Justamente.
Oiga, sabe usted si avisaron al
mdico del pueblo?
Withers mene la cabeza.
No contest. La verdad, di
por sentado que lo habran hecho ir a la
casa
Dnde enterraron a Fellerman?
Otro dato del que no me he
preocupado, Lilian.
Si suponemos que June fue
asesinada y teniendo en cuenta que ella
recelaba de que la muerte de Fellerman
fuese natural, no cree que convendra
investigar
los
puntos
que
he
mencionado?
Ciertamente, s convino l.
Pero creo que deberamos movernos con
mucho tiento. No olvide que hemos
venido aqu para otra clase de
investigaciones muy distintas y que
tenemos unos clientes que nos pagan.
Es verdad murmur Lilian.
Tenemos un trabajo Mire, empezaba a
entusiasmarme ya con este misterio.
Withers ri suavemente.
Todo se puede compaginar,
aunque la segunda investigacin, se lo
recomiendo, deber hacerse con el
mximo de discrecin dijo.
Hay otra cosa que deberamos
saber, Dick.
Dgalo, Lilian.
Dnde, cmo y por quin fue
asesinada June, si es que, de verdad,
muri violentamente?
Antes de hacer nada, tenemos que
confirmar su desaparicin, cosa que no
ocurrir hasta maana respondi l.
Lilian asinti. Hasta el da siguiente
no volvera a llamar el colega de
Withers. De pronto, antes de que
pudieran continuar hablando, se les
acerc Darsten.
Observo que han terminado de
cenar manifest. Antes no les vi,
por lo cual no pude invitarles a la copa
que les promet esta maana.
Aceptaran ahora, en el saloncito?
CAPTULO VII
Ferries se comunicaba con Brury
Abbey por medio de un transmisor
porttil de radio dijo Lilian. Ahora
bien, por qu?
Para qu, sera la frase ms
correcta, creo yo.
De veras?
No le quepa la menor duda. Ahora
bien, cul es el inters de Howernley
en los viajeros que llegan al hotel?
En algunos de los viajeros, claro.
Bueno, como quiera
Estaban llegando ya a Brury Abbey.
entonces.
Lilian.
S? murmur ella, distrada.
Tengo que hacerle una pregunta.
Bueno, hgala.
Se trata del anillo de
Eh, mire! exclam Lilian
bruscamente. Creo que he encontrado
algo de inters. Venga, acrquese, por
favor.
Ella tena un pergamino en la mano,
un folio doble, plegado en dos hojas,
repleto de una escritura hecha con letra
menuda, pero bastante bien hecha.
Mire insisti. Aqu pone:
Relacin autntica, de los hechos que
acaecieron en el mes de setiembre del
otra taza.
S, creo que me sentar bien.
Abajo, en su encierro, June Orkney
haba percibido voces.
Eran sonidos muy dbiles, aunque
perfectamente identificables. Una voz de
hombre, bastante irritada, y el grito de
susto de una mujer. Luego capt el
murmullo de una conversacin, de la que
slo pudo entender una cosa: El hombre
no era Howernley.
Dick, hace unos momentos usted
iba a preguntarme algo dijo Lilian.
Ah, s record l. No me
tome por indiscreto, pero
No se atreve?
El anillo que llevaba usted el da
particular.
Bueno, a decir verdad, no tengo
nada que ocultar
De pronto, algo interrumpi a Lilian.
Withers se puso rgido. Das antes
haba escuchado aquel mismo sonido.
El cielo, aunque plomizo, pareca
tranquilo. La brisa que soplaba era muy
dbil.
El sonido se repiti:
Aaaa
Lilian se puso plida.
El fantasma murmur.
A las once y media de la
maana? dud Withers.
De nuevo se oy el gemido, aunque
ahora en una forma distinta:
Eee
Y luego:
Iiii
Despus se oy otra vocal
claramente diferenciada:
Oooo
Y, finalmente:
Uuuu
La mano de Withers se crisp sobre
el brazo de Lilian.
No es un fantasma exclam.
Es una persona.
***
Los gritos se repitieron. Ahora, las
cinco vocales podan escucharse
distintamente.
Dbiles pero claras.
Lilian, vigile la puerta orden
l.
La muchacha corri hacia el lugar
sealado. Abri ligeramente, escrut el
vestbulo y volvi la cabeza un instante.
Todo en orden dijo.
Est bien. Siga ah Tome un
libro y apoye la espalda en la puerta. Si
entrase
alguien
inopinadamente,
tropezara con usted, pero tendramos la
excusa de su distraccin.
Los ojos de Lilian brillaron.
Buena idea!
Instantes despus, Withers se
acercaba a la chimenea. El hueco era lo
encontrado la solucin.
Lilian tena en su bolso un cepillito
para la ropa, con el que limpi bastante
bien las manchas de tizne que haba en
la chaqueta de Withers. Luego, para
tranquilizarse, encendi un cigarrillo.
Voy a copiar el relato de los
hechos sucedidos a finales de mil
seiscientos noventa y nueve declar.
Por su parte, Withers se puso a
buscar en otro de los numerosos legajos
que haba en las estanteras de la
biblioteca.
***
Ted Guild fue hacia la puerta de la
CAPTULO VIII
Es fantstico coment Lilian, una
vez en el coche, ya de vuelta al hotel.
Increble dijo l. Aunque,
por otra parte, no parece razonable
dudar de la palabra de un moribundo.
S, sobre todo, teniendo en cuenta
que lord Howernley haba muerto ya
decapitado haca muchos aos en la
Torre de Londres y que el ttulo y
propiedades haban pasado a poder de
un descendiente colateral, el cual
cambi de apellido, con permiso del
rey.
despus
de
ser
libertada
del
emparedamiento.
Temo que no lo sabremos jams.
De todos modos, a la noche tenemos que
hacer algo ms importante.
Qu es, Dick?
Libertar a June Orkney.
Ella se qued muy pensativa.
Quin lo hubiera dicho?
murmur. Por qu la habrn
encerrado?
Ya nos lo dir. Bueno, me lo dir.
Lilian salt en su asiento.
Dick, acaso cree que me voy a
quedar en el hotel? Exclam con
vehemencia. Ir con usted Cuando
hayamos soltado a June, ella necesitar
Entendido?
No habr engaos, Slim
contesto Howernley solemnemente.
Lo nico que le pido es discrecin.
Tengo aqu dos buenos amigos y no
quiero que sepan que
Howernley aadi algunas frases
ms. Barnes le mir sonriendo.
Pero no protestarn ms tarde?
pregunt.
Yo me entender con ellos,
descuide. Lo nico que quiero, insisto,
es que sea discreto.
De eso puede estar seguro.
***
mismas precauciones.
Bajaron lentamente. Withers procur
situar el encierro de June, rememorando
la disposicin de la planta superior.
Entonces, se acerc al muro y empez a
tocar con los nudillos.
June llam en tono no
demasiado elevado.
Una
voz
trmula
contest
inmediatamente:
Dick?
S, el mismo. Se encuentra bien?
June solloz.
Gracias, Dios mo Pens que no
llegaran
No hemos podido venir antes.
Oiga, cmo se abre esto?
CAPTULO IX
Ninguno de los tres se haba dado cuenta
de que unos ojos les haban vigilado
constantemente. Withers y Lilian haban
sido seguidos a la ida y luego, cuando
regresaron con June, el mismo individuo
sigui todos sus pasos puntualmente.
De comn acuerdo, y a fin de no
inspirar sospechas, Withers y la
muchacha acordaron ir a Brury Abbey a
la hora habitual. Aunque estaban faltos
de sueo, su ausencia habra podido
provocar sospechas en Howernley, cosa
que era preciso evitar a toda costa.
la hora habitual.
Lilian se mostr conforme con el
plan. Luego, meneando la cabeza, dijo:
Pobre June. Ha debido de padecer
horrores all abajo Creo que si me
hubiera pasado a m, ya estara muerta
de espanto. Por qu cree que resisti
tanto ella?
Es una mujer de una gran fuerza
de voluntad. Puede parecer voluble, tal
vez tenga una moral sui gneris, incluso
se le d un ardite de todo y de todos,
pero, no cabe duda: es una mujer de
mucho temperamento contest el
joven.
***
Ah,
comprendo.
Inspector,
lamento tener que darle una mala
noticia.
Si?
Fellerman muri hace unos
cuantos das. Yo vi su cadver, as que
no hay la menor duda sobre el particular.
Es curioso observ el polica
. Nadie me ha mencionado el entierro
de Fellerman. Si es que muri aqu,
claro.
El fallecimiento tuvo lugar en
Brury Abbey. Yo saba que estaba all y
fui a verle.
Por qu?
June remolone un poco.
Bueno, Jess haba hablado de un
Qu ms hubiera querido yo
suspir la aludida. Dick, le presento
al inspector Darsten, de Scotland Yard.
Lilian silb tenuemente. Withers,
tras el primer instante de sorpresa, cerr
la puerta con rapidez.
Lo sabe Ferries? pregunt.
Por qu le preocupa el conserje?
se extra Darsten.
De algn modo, es confidente de
lord Howernley contest el joven.
l fue quien avis por radio al dueo de
Brury Abbey de la llegada de la seora
Orkney.
June volvi a saltar en la cama.
A ver si todo lo que vi no fue ms
que una comedia! exclam.
telfono
Cazador, un consejo dijo
Withers.
S? contest Darsten.
Ferries tiene un transmisor de
radio. Confsquelo antes de llamar al
Yard.
No es mala idea, amigo. El
polica sonri. Le pagaremos la rueda
estropeada dijo, antes de abandonar
el dormitorio.
Momentos despus, llamaba al
timbre de la recepcin. Ferries apareci
en el acto.
Darsten le ense sus credenciales.
Usted tiene ah un aparato
transmisor dijo. Haga el favor de
entregrmelo.
Ferries se puso lvido. Por un
instante, pens en pedir al polica que le
ensease un mandamiento judicial, pero
no tardo en calcular que su resistencia
podra acarrearle perjuicios mucho
mayores.
S,
seor
respondi
mansamente.
CAPTULO X
Anoche no se oy al fantasma dijo
Guild.
Romney se senta muy nervioso.
Has visto a Barnes? pregunt.
No, en todo el da. Se habr ido.
Lo dudo mucho. Ted.
Guild mir fijamente a su
compinche.
Qu es lo que sospechas,
Melvin? pregunt.
Cada da me siento peor en este
maldito casern respondi el
interpelado. Fjate bien, actuamos
Y si nos anticipramos a l?
Cmo, Ted?
Vamos a reflexionar un poco
Escucha, Charbonne y McCallum
murieron de miedo, porque haban visto
al fantasma.
S, eso dijo el jefe.
Es una asquerosa mentira. El jefe
se los carg.
Me gustara saber cmo lo hizo,
t.
A mi no me importa en absoluto.
Lo que quiero es la pasta. Pero, mejor
todava, debemos anticiparnos a l. Oye,
tengo la sensacin de que esta noche
saldr el fantasma. No pruebes ms que
agua durante la cena. Cuando empiece
contest.
Definitivamente?
indag
Romney.
Por lo menos, hoy. Maana
Howernley se sirvi una copa y
contempl el licor al trasluz. Esto ya
no durar mucho aadi, sonriendo.
No, no durar sonri Guild.
***
Haca bastante fro y la humedad
tomaba desapacible la espera, pero el
inspector Darsten no tena ms remedio
que vigilar Brury Abbey, hasta que le
llegasen los refuerzos prometidos. Por
dicha razn, se hallaba escondido tras
pens en Ferries.
Era muy descuidada, se reproch. El
maletn no estaba cerrado con llave. Su
instinto le dijo que nadie sino Ferries
poda haber cogido el anillo, para
entregrselo a Howernley.
Ella apreciaba enormemente la joya.
Por nada del mundo quera desprenderse
del anillo. Y Ferries, seguro, haba
tenido que ver el retrato de la condesa
ms de una vez.
Lilian tom una repentina decisin.
Sin pensrselo dos veces, se quit la
ropa de dormir y empez a vestirse.
Momentos despus, sala a la calle.
Puso en marcha su automvil y arranc
en direccin a Brury Abbey.
***
Ted Guild oy el lamento y se sent
en la cama primero y luego salt fuera,
sin necesidad de vestirse, puesto que se
haba acostado con las ropas puestas.
Sabia que esta noche tena que
salir el fantasma dijo.
Corri hacia la puerta del
dormitorio. Abri.
El ulular se repiti. Guild entrevi
una forma blanquecina que llegaba al
final de la escalera.
Melvin Romney apareci en aquel
momento. Los dos hombres no dijeron
nada, limitndose a cambiar una mirada
de inteligencia.
Acto seguido, y mientras el fantasma
continuaba gimiendo, descendieron
cautelosamente por la escalera. Lilian
haba entreabierto la puerta de la
biblioteca, los vio y volvi a cerrar sin
hacer ruido.
De pronto, se pregunt si no habra
sido ms conveniente acudir a Brury
Abbey a la luz del da. Por qu he
sido tan impaciente?, se reproch. La
propia vida era ms preciada que la ms
rica de las Joyas.
Entretanto, Guild y Romney haban
llegado a la biblioteca, donde haba
desaparecido el fantasma. Guild se toc
el pecho con el pulgar.
Y?
Romney sac el arma y empez a
roscar el silenciador al can.
Es bien sencillo: los disparos no
harn ruido. As podremos irle
rompiendo los huesos uno a uno, hasta
que nos diga dnde estn los verdes.
Eh, qu te parece, Ted?
Genial, t contest Guild.
Haba un espantoso terror en la cara
de Robert. Guild ri divertido al
observar su expresin.
Lo dir, pero no me hagan dao
gimi el mayordomo.
Vamos, suelta la lengua rezong
Romney.
Robert sise unas cuantas palabras.
CAPTULO XI
El inspector Darsten maldijo entre
dientes cuando sinti en sus brazos el
peso muerto del cuerpo de la joven.
Diablos, se ha desmayado
mascull.
Se haba acercado a ella sin ruido,
tapndole la boca, para impedir un grito
inoportuno, pero no haba esperado que
su accin causara tales efectos. Durante
unos segundos, permaneci inmvil,
desconcertado, con el cuerpo de Lilian
en los brazos.
Pero el desmayo de la muchacha no
Howernley.
Se lo has preguntado a l?
A Howernley? No, hombre, no he
tenido tiempo
Yo me refiero a Ferries.
Cmo se lo voy a preguntar, si
est encerrado en el calabozo del puesto
de polica de Vynerville?
Ah, es verdad, no haba cado
Bueno, has tenido tiempo de hacer
algo?
Lilian sinti un escalofro.
No, slo de ser testigo de un
crimen contest.
Qu?
Lo que oyes. Romney y Guild han
asesinado a Robert, el mayordomo.
S, y te aseguro que no es
metfora. Dick, lo mejor que podemos
hacer es marcharnos de aqu cuanto
antes
Espera, hay que despertar al
polica. Darsten nos aconsejar sobre lo
que debemos hacer.
S, es una buena idea.
Withers se arrodill junto a Darsten
y empez a darle palmaditas en la cara.
Vamos amigo, despierte.
De repente se oy un atroz
juramento:
Maldicin! Dnde diablos han
podido esconder el dinero?
Los ojos de Withers fueron
instintivamente hacia la chimenea.
***
Este stano es muy grande, t
dijo Romney.
Oye, y si la pasta estuviese
en?
T crees?
Al menos, podramos probar, me
parece.
Pero ella lo habr visto objet
Romney.
Bueno, si todava est viva, ya no
podr hablar mucho ms respondi
Guild, cruelmente. Te acuerdas cmo
se abre el encierro?
Creo que s
a la polica.
A menos que el jefe la haya
liquidado.
Entonces, tiene que estar en
Espera un momento, Melvin.
Darsten tena ya los ojos abiertos.
Toc la mano de Withers y ste la retir.
Siento lo ocurrido bisbise el
joven.
No se preocupe, cualquiera, en su
lugar, habra hecho lo mismo. Darsten
se tante la mandbula. Fue una
autntica coz de mula aadi.
Vi a un hombre que sujetaba a la
seorita Hall
Lo nico que quera era evitar que
gritase. Pero a qu diablos ha venido?
***
Howernley reaccion con rapidez
increble. Todava no haba terminado el
inspector Darsten de lanzar su
intimacin, cuando l se revolva ya y
apretaba el gatillo de su pistola.
Fue un disparo de fortuna. La bala
alcanz la pistola del polica, resbal en
el metal y penetr en el antebrazo un
poco ms arriba de la mueca, saliendo
a continuacin por la cara exterior del
miembro.
Darsten se tambale. Withers estaba
a su lado y tir de l con ambas manos.
Lilian chill.
Darsten.
Buenas noticias, Flix anunci,
sonriente.
De veras?
S. Howernley se ha cerrado por
dentro, pero yo conozco el escondite
donde se ha guarecido. No se preocupe,
lo encontraremos.
Menos mal respir el polica.
Withers sali de nuevo, cruz el
vestbulo una vez ms, entr en la sala,
evitando cuidadosamente mirar el
cadver de Robert, y se apoder de una
botella y tres vasos, con los que regres
a la biblioteca.
Es una buena idea sonri
Darsten.
Flix,
imagino
que
sus
compaeros van a venir dijo Withers
. Tardarn mucho?
No, no lo creo.
Despus de un par de buenos tragos,
Withers se volvi hacia la muchacha.
Y ahora, Lilian, por qu no
terminas de contar la historia de dos
enamorados que huyeron al otro lado del
Atlntico, hace doscientos setenta y seis
aos?
Ella sonri.
Hay un documento en la familia,
escrito por el capitn Cotheridge. En l
se encarece que no sea ledo por su hijo
mayor, sino cuando l hubiera fallecido.
Cuando decidieron abandonar Inglaterra,
Y entonces?
Tenan a un pastor muy amigo, al
que se confiaron y quien los cas en
secreto. Pero ya no quisieron cambiar el
apellido de Hall.
Y t viniste aqu
Para obtener ms detalles de la
familia, ya que la seora Brewder no
existe. Es muy probable, adems, que
quiz pueda reclamar alguna parte de la
herencia.
Ah, una rica heredera sonri el
polica.
Me conformara con el retrato de
la condesa dijo Lilian.
Cuyo anillo heredaste t habl
Withers.
muy interesado.
S, l me lo ense Estaba
frente a mi celda
Withers se volvi hacia la
muchacha.
Lilian, creo que esto es algo que
debe saber la polica dijo.
Al da siguiente, un numeroso grupo
de personas, entre las que figuraban
Withers, Lilian y June, adems del
inspector Darsten, ste con su brazo
derecho toda va en cabestrillo,
acudieron a Brury Abbey.
June tante un poco, hasta que
encontr el resorte de apertura.
Entonces, una pesada losa gir hacia
arriba.
Lilian.
Haba mil monedas de la poca.
Su valor histrico es mucho
mayor que el simplemente crematstico
dijo Withers.
S, pero me pertenecen?
Withers mene la cabeza.
Las leyes britnicas son muy
arcaicas, pero se observan siempre
dijo. Es probable que tengas que
entablar un pleito con la Corona.
T quieres decir que a lord
Howernley, cuando fue condenado, se le
confiscaron sus bienes.
S, eso mismo.
Pero otro rey se los devolvi a
sus herederos.
de
y
de
de