Mosse - Nacionalismo
Mosse - Nacionalismo
Mosse - Nacionalismo
Estando sumida Europa en el drama de lo que ms tarde sera conocido como Primera
Guerra Mundial, volc Thomas Mann sus impresiones acerca de la realidad del momento
en un escrito que sera muy pronto publicado, en 1918, bajo el ttulo de Consideraciones de
un apoltico. Verdadero desahogo y un intento de diagnosticar la crisis espiritual, social y
cultural europea, en sus pginas Mann dio rienda suelta a un profundo malestar en la
modernidad, esto es, su personal disgusto con el modelo ilustrado de civilizacin, un
paradigma eminentemente racionalista y secularizante. (Lejos de volverlo un pjaro raro
entre sus compatriotas, este malestar lo inscriba por entonces en una muy alemana
tradicin de acerba crtica de la modernidad.)
As, por ejemplo, Mann repudiaba el deslinde entre religin y poltica practicado por el
liberalismo. Sin religin, arga, la poltica social es a largo plazo inviable, por exigirle la
propia naturaleza humana un contenido religioso; a falta de religin metafsica, el hombre
traslada el hecho religioso al mbito social y eleva a los altares la vida colectiva (cosa de la
que Mann recelar slo a la vuelta de los aos, a raz de la experiencia nacionalsocialista).
Considerada en retrospectiva, cuando el actual haber de la civilizacin occidental sanciona
la pertinencia de la mentada separacin, la tentativa del notable escritor aparece como uno
de los sntomas de la crisis.
En las Consideraciones, de las que su autor acabar por distanciarse, consta entre otras
cosas- una suerte de nostalgia del mito y la liturgia como base de comunidades armnicas
de creyentes, las que se han visto progresivamente socavadas por el avance de la
modernidad. Las denominadas religiones polticas o seculares, cuyos primeros
antecedentes datan de la Revolucin Francesa, fueron una respuesta al repliegue de la
religin del mbito de lo pblico y su marginacin como primer factor de cohesin social
-el fenmeno de la secularizacin-. Por medio de una espuria sacralizacin del espacio
poltico y de una sugestiva parafernalia simblico-ritual de masas, estos sucedneos de
religin cuya expresin culminante han sido las ideologas y regmenes totalitarios del
siglo XX- procuraron no ya responder a una demanda colectiva de orden y estabilidad, sino
proveer unidad a una sociedad gradualmente fragmentada y sentido de pertenencia a
quienes la integran.
La nacionalizacin de las masas, obra del historiador George L. Mosse (Alemania, 1918
EE.UU., 1999), es uno de los trabajos capitales en materia de religiones polticas,
nacionalismo y nacionalsocialismo. Publicado originalmente en 1975, el libro rastrea los
fundamentos del culto poltico alemn en sus manifestaciones simblicas y rituales, desde
la guerra por la independencia contra Napolen hasta el III Reich. Mosse establece que el
ascenso del nacionalismo y la democracia de masas en el siglo XIX alent el desarrollo del
culto al pueblo (volk) como variante germana de religin secular, la que adems se vio
propiciada por el romanticismo, con su arraigado antirracionalismo y su desprecio de los
referentes modernos de institucionalidad poltica (repblica, democracia, parlamentarismo,
tambin dotados de un lenguaje simblico pero de rango ms modesto). El nazismo
heredar este ethos antimoderno llevndolo a extremos aberrantes: precisamente el eje
motriz del libro.
La religin secular del culto al pueblo alemn (es la terminologa empleada por Mosse)
confiri a la poltica germana una esttica ritualista y mitologizante que proporcion -a
quienes se dejaron imbuir por esta apcrifa forma de fe- una ilusin de continuidad
temporal y de integracin en un todo orgnico perenne y superior a cualquier contingencia.
Mrito del autor es que se cuide de establecer una relacin de simple causalidad entre las
manifestaciones clticas prenazis y el nacionalsocialismo. Mosse sostiene que la esttica de
la poltica ritualista nacida en el siglo XIX influy en el nazismo, siendo slo uno entre
muchos factores que impulsaron su consolidacin.
El libro se funda en un intento de abordar el tema del nazismo desde una perspectiva
distinta de la tradicional de izquierdas, que lo interpret como mera reaccin defensiva de
un capitalismo tardo ante el fantasma de la revolucin; pero tambin diferente de la que
por aos orient al liberalismo, cuyo racionalismo y civilizada mentalidad dificult la
comprensin de una irrupcin tan brutal como la del partido nazi. La perplejidad inicial del
liberalismo se refleja en su lectura de la pasin de los nazis por el ceremonial y los
smbolos como simple propaganda destinada a movilizar unas masas previamente
dispuestas. Desde el enfoque de Mosse, el nazismo, que adopt y potenci los elementos
litrgicos del culto del pueblo, fue una ideologa mesinica y de tonos apocalpticos en que,
ms que los aspectos doctrinales, lo decisivo era el ceremonial cltico y la actitud
reverencial y acrtica de una comunidad de creyentes. El objetivo de este ceremonial era
inculcar a las masas una pedagoga nacionalista valindose de formas simblicas
emocionalmente sugestivas: lograr la nacionalizacin de las masas. El nazismo fue un
fenmeno ms que simplemente poltico; fue una fe, de suyo refractaria a los
parmetros del racionalismo y de la democracia parlamentaria. El propio Hitler, que saba
del valor propagandstico de la liturgia y la simbologa nazis (en cuya magnificencia cifraba
tambin la esperanza de disimular la eventual mediocridad de su sucesor), conceda a estos
elementos una importancia ms que utilitaria; segn nuestro autor, Hitler no estableca
ninguna distincin clara entre las necesidades organizativas pragmticas y los ritos
clticos.
Mosse pasa revista a variables como las siguientes: la propensin al monumentalismo; la
sntesis de lo clsico (el ideal griego de belleza) y lo alemn; el llamado a fundar un arte
superador del individualismo y enaltecedor de lo eterno e inalterable, un arte que practicase
la apologa de la germanidad; la usurpacin por el nazismo de ciertas prcticas de la
tradicin cristiana, especialmente protestante; una trada de instituciones que hicieron las
veces de crisol de la conciencia nacional alemana: clubes de gimnasia, asociaciones de tiro