Aprende A Convivir Con El TOC
Aprende A Convivir Con El TOC
Aprende A Convivir Con El TOC
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
Diseño e ilustraciones:
graficdiagonal.com
Septiembre 2001
Sumario
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¡No estamos solos!
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Tras varios años trabajando con familias que tenían
uno de sus miembros afectado por un TOC, hemos
descubierto algunos aspectos comunes: sentimientos
de aislamiento, frustración, vergüenza, preguntarse
“¿Por qué no paran quietos?”… Sobre todo es una
petición de ayuda: “¿Qué debemos hacer?”. Los
familiares suelen sentirse angustiados, desconcertados,
abrumados y frustrados. Tratando de ayudar, es probable
que usted haya probado de todo, desde pedir a la persona
afectada por el TOC que deje de comportarse
“estúpidamente”, hasta ayudarle con sus rituales o,
realizar las tareas que le correspondían a ella para
“mantener la paz”. Cualquiera de esas actitudes tendrá
un efecto negativo en el funcionamiento de su familia
y posiblemente agrave los síntomas obsesivo-
compulsivos. Los conflictos familiares son inevitables.
A medida que la persona con TOC rechaza sus intentos
de “ayudarle” o éstos resultan ineficaces, usted puede
sentirse desesperado o impotente.
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Creo que está empezando a comprender este trastorno
y todo lo que yo estoy pasando”.
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con los síntomas es un error habitual, porque a primera
vista parecen lo mismo. No obstante, las causas de esa
conducta son muy diferentes. Por ejemplo, un padre a
quien le costaba entender por qué su hijo no podía
“parar” de lavarse y marcharse a trabajar, le dijo que él
también tenía el “hábito” de lavarse y que, si él podía
parar, ¿por qué no podía su hijo?, lo cual enfureció al
hijo, agudizándole los síntomas. Se sintió frustrado
porque su padre no entendía la importante distinción
entre un hábito y una compulsión.
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¿Cuáles son las causas del TOC? ¿Tengo yo la culpa?
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también participen otros neurotransmisores. En otras
investigaciones se ha sugerido la alteración de algunas
regiones específicas del cerebro como causantes de los
síntomas obsesivo-compulsivos. Dichas regiones del
cerebro son muy ricas en receptores de serotonina y
están asociadas al aprendizaje de procesos y a conductas
de aproximación/huida. También se han identificado
trastornos similares al TOC en el reino animal. Por
ejemplo, existe un trastorno consistente en limpiarse y
lamerse en exceso que puede afectar a perros, gatos o
incluso pájaros. Dicho trastorno produce caída del pelo
o de las plumas por lamerse o escarbarse con el pico
en exceso, de forma compulsiva. Los daños en la piel
pueden causar infección y, en casos extremos, poner
en peligro la vida del animal. Por fortuna, los animales
afectados responden a los mismos medicamentos
utilizados para tratar el TOC, que actúan a través de un
mecanismo serotoninérgico.
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muchas personas afectadas por el TOC describen
compulsiones mentales, como contar, analizar una
conversación o comprobar una habitación mentalmente.
Los modelos cognitivos complementan los modelos de
conducta o aprendizaje, abordando el proceso cognitivo
típicamente alterado en el TOC. Pese a que estos
pensamientos tan molestos para las personas con TOC
son comunes para la mayoría de nosotros, esas personas
experimentan un malestar excesivo, por miedo a que
suceda una catástrofe, y les resulta más difícil rechazar
ese tipo de pensamientos. Los investigadores del campo
cognitivo están estudiando los fenómenos cognitivos
(creencias, memoria, procesamiento de la información,
actitudes, percepciones) para distinguir los procesos de
razonamiento obsesivo-compulsivo de las formas
comunes de pensamiento.
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personales pueden contribuir a ello, pero los padres no
causan el TOC. Todos podemos sentirnos culpables por
la forma en que hemos educado a nuestros hijos o
hemos respondido a nuestro cónyuge. Culpar a los
familiares no conduce a nada. Por el contrario, éstos
pueden aprender a participar eficazmente en el
tratamiento del TOC y a desempeñar un papel crucial
facilitando mejoras funcionales y no favoreciendo la
persistencia de los síntomas. Usted, como familiar,
puede aprender conductas de apoyo que le alejen de
las compulsiones e influir en la evolución de los síntomas
de la persona con TOC y en su vida.
¿Desaparece el TOC?
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ayudar a llevar una “vida normal”. Como familiar, usted
puede aprender a prever y a reaccionar ante esos
altibajos.
Tratamiento
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la mayoría de los casos parece ser que los medicamentos
están pensados sólo para controlar, y no para “curar”,
los síntomas. De nuevo, contrariamente a la creencia
popular, los medicamentos por sí mismos rara vez
eliminan por completo los síntomas del TOC. Cuando
son eficaces, la mayoría de las personas con TOC
aseguran que les ayudan a olvidarse de las
preocupaciones y resistirse a las compulsiones con más
facilidad. Por tanto, la persona con TOC tiene que
esforzarse algo para controlar los síntomas, pero la
medicación puede contribuir a facilitar el proceso. Cuando
se deja de tomar ésta, los síntomas pueden reaparecer
en unas semanas, y la persona afectada tiene más
dificultades para resistirse a las compulsiones. La adición
de otras formas de tratamiento, especialmente la terapia
de conducta, permite albergar la esperanza de reducir
o interrumpir la medicación a largo plazo.
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A continuación, hay que animar a esa persona para que
consiga resistirse a las compulsiones que siente
necesidad de llevar a cabo por temor a las consecuencias
o a una mayor ansiedad. Esta parte es la llamada
prevención de la respuesta. A medida que se practica
la exposición y la prevención de la respuesta, la persona
afectada se da cuenta de que “no ocurre nada malo”
cuando opone resistencia a los rituales. Al principio
siente ansiedad por un miedo irracional a que se
produzca una catástrofe. Con el tiempo, es capaz de
decirse a sí misma: “Bien, sólo me he lavado una vez y
no me ha pasado nada malo”. Si, cuando no hace caso
a las compulsiones, tiene la sensación de que le falta
algo o de “no encontrarse bien”, la exposición a
situaciones “desencadenantes” y la resistencia a los
rituales consigue también que ese malestar disminuya
con el tiempo.
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terapia de conducta, el aumento inicial de la ansiedad
suele achacarse a la posibilidad “de estar haciendo algo
mal, porque se supone que tenía que hacerme sentir
mejor”, en lugar de “esta ansiedad es una buena señal
de que me estoy enfrentando a cosas que me angustian,
por lo que es normal que al principio me sienta peor”.
Muy a menudo se abandona la terapia de conducta
como consecuencia de ese aumento inicial de la
ansiedad, olvidando que el proceso de habituación exige
su tiempo. Comparado con el tiempo que una persona
lleva padeciendo los síntomas del TOC, el uso continuado
de la exposición y la prevención de respuesta permite
reducir la angustia y las compulsiones con bastante
rapidez. Con todo, la mayoría de las personas esperan,
de forma poco realista, que sus problemas desaparezcan
con más rapidez. Incluso después de haber dejado de
actuar compulsivamente, esas preocupaciones
permanecerán porque las conductas cambian antes que
los pensamientos y los sentimientos. Entender todo esto
le ayudará a ser, como persona de apoyo, un mejor
entrenador.
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adecuada de los familiares puede ayudar a abordar esos
problemas, y facilitar la recuperación.
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en la exposición directa y la prevención de respuesta,
con deberes para casa y ejercicios de autocontrol entre
las sucesivas sesiones. Además, las familias observan
los ejercicios de exposición y de prevención de respuesta,
comparten las experiencias y estrategias de resolución
de problemas con otras familias, y aprenden a negociar
acuerdos sobre la mejor forma de responder a las
demandas del TOC. Dichos acuerdos se llaman contratos
de conducta familiares.
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mientras realiza la tarea, 2) acordando que los familiares
sólo le tranquilizarán una vez diciéndole que, en realidad,
la ropa no está contaminada, o 3) dándole algún tipo
de compensación una vez alcanzado el objetivo (cenar
fuera, muchos elogios) como refuerzo positivo. Un
ejemplo de cómo funcionan los contratos de conducta
familiares es el caso de un hombre de 35 años con
compulsión acumulativa. Guardaba ropa de su
adolescencia que no se había puesto en 20 años. Primero
fue su armario el que llenó hasta arriba, pero luego
empezó a llenar de cosas su dormitorio y otras
habitaciones, hasta el punto de resultar insoportable.
Este hombre y su mujer acordaron que todos los días
durante un mes tiraría una prenda de su armario. Puesto
que a las personas con tendencia a acumular cosas les
resulta difícil desprenderse de algo, fue necesario poner
límites. Si antes de las 20:00 h no había entregado a su
mujer una prenda, ella tenía permiso para ir al armario
y elegir 3 artículos de los que él seleccionaría uno. Si
antes de las 20:30 h aún no había elegido la prenda, lo
haría ella en su lugar. De esta forma, la familia anima
firmemente a la persona con TOC, pero haciéndola
responsable de afrontar sus miedos y resistirse a las
compulsiones o la evitación.
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negarse a contribuir o participar en rituales y reducir la
conducta evasiva todo lo posible. Tras 20 años de ayudar
a su mujer “para mantener la paz”, el marido llegó a su
casa y dejó de “ayudarla” con sus compulsiones. Es de
imaginar la ira que eso provocó en su mujer, y el marido
regresó a su antiguo estilo, para sentirse nuevamente
desconcertado, enfadado, mal informado, engañado e
impotente. El marido se había llevado a casa el mensaje
correcto de la primera reunión; el error residía en la
forma de ponerlo en práctica. Las personas que se han
visto “presionadas” hasta el extremo de cerrar la llave
de paso general del agua de la casa para evitar el lavado
compulsivo, o de quitar interruptores o pomos para que
no se comprueben, han comprobado con frecuencia
que el hecho de interrumpir la compulsión para terminar
con ella suele provocar intensos conflictos familiares,
que a menudo son tan dolorosos como vivir con los
síntomas obsesivo-compulsivos. Así, lo más importante
es que, antes de que intervengan los familiares, la
persona afectada y los familiares deben discutir, negociar
y acordar un plan de acción. Para que funcione la terapia
de conducta familiar, este proceso es esencial. La única
excepción a las “reglas” del TOC son las situaciones
mortalmente peligrosas o arriesgadas.
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Cuando la persona con TOC no lo reconoce
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El primer paso consiste en que el padre o la madre
y la persona afectada reconozca el TOC. A continuación,
es importante informarse todo lo posible sobre este
trastorno. Además, pueden participar en grupos de apoyo
del TOC, inscribirse en ATOC, leer el Boletín del TOC y,
quizá, contactar con otra familia en la misma situación
(a través de ATOC). Es muy importante hablar con otros
familiares para compartir los sentimientos de ira, tristeza,
culpa, vergüenza y aislamiento. El hecho de comentar
con otras familias el método que emplean para afrontar
los síntomas y cómo deben afrontar en su caso el TOC
les permitirá reflexionar con más criterio sus respuestas
y ofrecer alternativas. En general, usted debería:
1
1) Tener en casa publicaciones, cintas de vídeo y
casetes sobre el TOC. Ofrecer esa información a la
persona o dejarla a la vista (estratégicamente situada)
para que pueda consultarla cuando esté sola.
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2) Recomendar a la persona querida que es bueno
para ella que usted se involucre lo menos posible en las
conductas que siente necesarias. Usted está para
ayudarle a resistir sus compulsiones, pero no puede
ayudarle a llevarlas a cabo. Explíquele que hace lo
posible por comprender su dolor, pero que rendirse a
las demandas irrazonables sólo empeorará las cosas.
3
3) Explíquele que, con los tratamientos actualmente
disponibles, la mayoría de las personas experimentan
una reducción significativa de los síntomas. Existen
formas de ayuda y otras personas con el mismo
problema.
4
4) Proponga a la persona con TOC que participe en
grupos de apoyo con o sin usted, contacte con otra
persona en la misma situación (a través ATOC) o con
un profesional de la consulta local de TOC.
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Si la persona sigue negándose a reconocer que
algo va mal, puede usted adoptar medidas definitivas,
entre las que se incluyen:
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es algo fundamental, lo que a veces exige hablar con
otros familiares para unificar la estrategia, puesto que,
de otro modo, sus buenas intenciones podrían debilitarse.
Por ejemplo, una madre dejó de hacer la colada de su
hijo de 28 años, pero empezó a hacerla su marido porque
no habían pactado un plan para afrontar los síntomas
del TOC.
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frustración y desesperación, pues los síntomas del TOC
parecen aumentar.
La tendencia natural a ignorar las señales de
advertencia del TOC parece que demora la búsqueda
de ayuda profesional. Cuanto más se sabe sobre el TOC,
más optimista se puede ser sobre el tratamiento y la
recuperación.
Orientaciones generales
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(1)1 Reconocer las señales
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necesidad de reafirmación.
4. Dedicar más tiempo de lo normal a tareas sencillas.
5. Retraso permanente.
6. Excesiva preocupación por nimiedades y detalles.
7. Reacciones emocionales extremas ante cosas sin
importancia.
8. Incapacidad de dormir bien.
9. Quedarse levantado hasta tarde acabando de hacer
cosas
10. Cambio importante en los hábitos alimentarios.
11. Considerar la vida diaria una lucha.
12. Conductas de evitación.
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referencia al propio nivel funcional, no al de otros. Es
conveniente animar a la persona para que se “fuerce”
a sí misma todo lo posible y consiga el nivel funcional
más alto posible. No obstante, si la presión para funcionar
“a la perfección” supera la capacidad de la persona
afectada, se crea otra tensión que genera más síntomas.
Por ejemplo, quizá haya observado diferencias entre
personas con síntomas obsesivo-compulsivos y haya
comentado (o pensado): “Si esta persona puede asumir
responsabilidades familiares y trabajar, ¿por qué no
puedes tú?”. Éste puede ser un ejemplo de una
expectativa difícil de justificar si se considera el modelo
o la evolución de la enfermedad en cada persona. Igual
que existe una diversidad según la persona en la
gravedad de los síntomas obsesivo-compulsivos,
también la rapidez de la respuesta al tratamiento varía
mucho. Hay que tener paciencia. Una mejoría lenta y
gradual puede resultar más positiva al final si se quieren
evitar recaídas.
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de “imperfección”. Estas distorsiones crean estrés, que
puede exacerbar los síntomas y originar sentimientos
de “pérdida de control”. Usted puede ayudar a la persona
recordándole el progreso que ha realizado desde el peor
episodio y desde que inició el tratamiento.
31
(7)7 Mantener una comunicación clara y sencilla
32
(9)9 Fijar límites, pero siendo sensibles al estado de ánimo de la
persona
10
(10) Seguir con la rutina familiar normal
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la exposición a sus miedos y recordarle las necesidades
de otras personas beneficia a la persona con TOC. A
medida que recupere su funcionalidad, aumentará su
deseo de seguir avanzando.
11
(11) Recurrir al humor
12
(12) Apoyar el régimen terapéutico
13
(13) Es importante pasar un tiempo separados
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sola y cuidar de sí misma. Además, el TOC no puede
gobernar la vida de todos: usted tiene otras
responsabilidades además de hacer de “niñera”.
14
(14) Ser flexibles
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que sí lo están pueden ayudar a las personas con este
trastorno a conservar su funcionalidad y autoestima
mientras luchan contra los síntomas.
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Hay ejemplos parecidos en el entorno laboral y
educativo. Es importante ser flexible. Las personas con
TOC son concienzudas, trabajadoras y se preocupan por
hacer las cosas bien. Aunque posiblemente a veces eso
sea un problema, los empresarios solidarios pueden
sacar provecho de estas características y mantener
trabajando a un empleado de confianza y responsable
incluso cuando los síntomas están más exacerbados.
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sus fuerzas ocultar esas conductas compulsivas por
miedo a que alguien lo descubra, ya que “me
encerrarían”, “sabrían que estoy verdaderamente loco”,
“me echarían de su lado”. Desconocedores del
tratamiento psiquiátrico, los niños suponen que hay
algo intrínseco en ellos que funciona mal y que no
pueden corregir. Como los adultos, también creen que
quizá sean los únicos en tener ese problema.
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Los niños precisan que se les dé una especie de marco
para entender lo que les pasa. A veces no pueden
explicarlo a menos que un adulto les ofrezca varias
posibilidades. Un niño puede decir con alivio “¡Sí! Eso
es justo lo que me pasa.., ¿cómo lo sabes?”. Este
fenómeno no es exclusivo de los niños. Ocurre a
cualquier edad cuando alguien se siente
desesperadamente solo en sus experiencias y encuentra
a otra persona que siente lo mismo o le comprende.
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extraño que los padres realicen tareas que deberían
hacer los niños, o que les ayuden a vestirse, bañarse y
comer. Pero a medida que la infancia va cediendo paso
a la juventud, el deterioro funcional de los adolescentes
con TOC afecta tanto a los padres como a los propios
jóvenes. La esperanza de que el niño “deje atrás las
rarezas” se vuelve menos probable. Las interferencias
de los síntomas obsesivo-compulsivos con las
actividades de la vida diaria se toleran peor. En lugar de
discutir constantemente y amenazar en exceso con
castigos, sería preferible pedir consejo médico y
psiquiátrico.
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ven dificultados o bloqueados por el TOC. Los
adolescentes con TOC suelen sentirse muy aislados e
incompetentes. Se pierden esa experiencia típica de
pertenencia a un grupo y de individualización. Es habitual
que se sientan muy atemorizados, preguntándose
“¿Cómo podré trabajar algún día?”, o avergonzados de
sus conductas: “¿Quién se casará conmigo?”.
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miedo a contaminarse, no siga dándole la paga “porque
tiene un problema”. No haga las tareas domésticas que
tengan asignadas sus hijos. Si normalmente se lavan
su ropa y dejan de hacerlo porque creen que “no
pueden”, no lo haga por ellos. Ofrézcase a enseñarles,
pero no asuma las tareas que ellos deberían hacer.
Recuerde que se encuentran en la etapa del desarrollo
de adquirir independencia, no de perderla. Además, a
los hermanos les molesta tener que realizar tareas
adicionales que no les corresponden. 4) La familia
proporciona modelos de rol y una misma forma de
resolver los problemas, y es fundamental que ayude a
fijar límites. Conviene recordar a la familia los problemas
típicos de la adolescencia y cómo el TOC intensifica las
preocupaciones normales, como puede ser la fijación
de límites, hasta dónde se está dispuesto a tolerar y
ceder. “Dividirse” puede también originar problemas
(uno de los padres se rinde a las demandas del TOC y
el otro se niega a ello). Es conveniente que ambos padres
unifiquen sus reglas y expectativas, que posiblemente
tendrán que revisar cada cierto tiempo dependiendo de
la evolución del TOC. 5) La terapia de conducta de apoyo
individual puede ayudar al adolescente en el proceso
de separación y control de síntomas. 6) La medicación
puede reducir los síntomas hasta un nivel controlable,
de forma que toda la familia sea capaz de afrontar mejor
el problema. 7) Los Grupos de Apoyo Psicoeducacionales
Multifamiliares pueden prestar ayuda y orientación a la
persona con TOC y a todos sus familiares. 8) Un “colega”
adolescente con TOC puede ofrecer el apoyo necesario
entre compañeros.
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experiencia completa de la adolescencia. Es posible que
tarde más tiempo en conseguir el permiso de conducir,
un empleo, una pandilla y amigos íntimos, o decidir
sobre su educación o carrera profesional. Todo eso quizá
desanime a la persona con TOC, cuando mire a su
alrededor y vea que sus amigos están haciendo ya todas
esas cosas que tan lejos le parecen a ella, provocándole
sentimientos de inutilidad o impotencia. Si reconoce
usted estas señales o el adolescente puede hablar sobre
ello, elogie sus esfuerzos por superar el TOC. Recuérdele
con optimismo las destrezas que ha adquirido para
ayudarse a sí mismo y que terminará “alcanzando” a
los demás. Con paciencia y una actitud positiva,
conseguirá usted ayudar a su familiar a seguir adelante.
Los consejos de apoyo pueden beneficiar a la persona
afectada o a la familia. De nuevo, no se olvide de la
existencia de grupos de apoyo.
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Últimas observaciones
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Acerca de los autores
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Psiquiatría y Conducta Humana en la Universidad de
Brown, y ha publicado numerosos artículos sobre el
TOC. Junto con la Sra. Van Noppen y Richard Marsland,
A.T.S., han puesto en marcha un grupo de apoyo
multifamiliar en el Butler Hospital que se reúne todos
los meses.
Agradecimientos
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La Asociación de Trastornos Obsesivo-Compulsivos,
ATOC, es una entidad que agrupa tanto a profesionales
de la salud especializados en el diagnóstico y tratamiento
de dicha enfermedad, como a pacientes y familiares que
lo sufren. Uno de sus objetivos prioritarios es
proporcionar información sobre el TOC a enfermos y
familiares de los mismos así como facilitar las señas de
aquellos centros sanitarios de referencia en el tratamiento
del TOC.
Teléfono: 93 495 45 36
Apartado de Correos 12117; 08080 Barcelona
e-mail: atoc.atoc@solvay.com
www.asociaciontoc.org
Asociación de
TRASTORNOS OBSESIVO-
COMPULSIVOS
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