El Regreso A La Montaña
El Regreso A La Montaña
El Regreso A La Montaña
Ju a n Lu i s D a z
S a n J u a n 2 016
Ed. Antara
Editorial Antara
San juan / Argentina
antaraeditores@gmail.com
Hecho el deposito que marca la Ley 11.723
El Regreso a la Montaa
Juan Lui s Daz
del
Yach ay ,
ndice
El regreso a la montaa...........................................................................11
En las gotas del roco...............................................................................12
Cuando mis ojos se cierren......................................................................14
Morocha de Cabellera Ondulante..........................................................15
Los vidrios de tu ventana.......................................................................16
Un rayo de sol posado en tu pelo..........................................................18
Las f lores de la esperanza .....................................................................20
Tu delicado andar..................................................................................22
Tu figura es un tesoro..............................................................................24
El romancero y la dama..........................................................................26
A mi madre...........................................................................................28
Aroma de tierra mansa..........................................................................30
Homenajeada........................................................................................32
Mi sufrido corazn...............................................................................34
Tuve una idea........................................................................................36
Ofrenda..................................................................................................38
Estudiantina............................................................................................39
Aroma de juventud..................................................................................40
Morena Itat...... .......................................................................................42
Tu partida.................................................................................................44
Quinceaos............................................................................................46
Antes que el sol aparezca........................................................................48
Cupido en septiembre.............................................................................50
A mi ro......................................................................................................52
Tu cumpleaos.........................................................................................54
Lleg la primavera.............................................................................56
En tiempos de carnaval..........................................................................58
Como yo te veo.........................................................................................60
Cuando el sol te ilumine...................................................................... 62
Halago..................................................................................................64
Oracion a la santa barrik......................................................................66
El regreso a la monta a
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Mo ro c h a d e Ca b e l le ra O n d u l a n t e
En el hermoso da
que recin comienza,
te llenen de flores,
de flores del alma.
De rosas hermosas
de varios colores.
De rosas que traigan
perfumes de Francia
Te llenen de dicha...
y hermosa fragancia
Morocha preciosa,
linda y elegante
Cuando el viento juegue
en tu ondulado pelo
sentirs muy dentro
un sentimiento nuevo.
Yo s que en tu pecho
existe una lucha...
Batallas que duran
tan solo un segundo!
Y es el tiempo exacto
cuando el corazn anuncia
la presencia de mi amor profundo.
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L o s v id r i o s d e t u v e n t a n a
te sorprenders t misma
A tu cuarto inundar
y en la ms tierna cancin
te dar la bienvenida.
de mi canto nuevamente,
no encuentres ms empaados
Y mi suave meloda
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Tu delicado andar
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Mi sangre se enloquece
cuando contemplo tu rostro.
Mi corazn se desborda
en un derrame de gozo.
Y tus ambarinos ojos
brillan, llenos de hermosura,
que a tu sonrisa la adornan,
con belleza y ternura.
En tu rostro se dibuja
la pureza de tu alma
y la divina belleza
que en el corazn guardas.
Ah! Si pudiera en el tiempo
retroceder a mis aos,
seguro que tratara
de regresar a la vida
para conquistar tus rumbos,
tu paz y tus alegras
Y al observarlas encuentro
tu rostro siempre sonriente,
desde una constelacin muy bella.
Tambin veo a la distancia
que est grabado tu nombre
en las bellas luminarias
pero en distintos colores.
Te pareces a las flores
que adornan la primavera,
por el color de tus ojos,
por la seda de tu pelo.
Te pido que me comprendas,
si te quise desde principio
por que te vi muy sincera,
amable y sin egosmo!
Cmo quisiera, algn da,
con amor, tener derecho
a ganarme ese tesoro
que guardas en el pecho.
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El roma ncero y la da ma
Exista una costumbre
que era de ser muy galante.
De a poco se fue perdiendo
solo queda el recuerdo.
El regalar una flor,
si era una rosa, mejor.
Cuando el color era rojo
manifestaba pasin.
Si era blanco, era amor,
smbolo de la pureza
en sincera confesin.
En el pecho de la dama,
galopaba el corazn
cuando la flor, su aroma,
la llenaba de emocin.
Entonces el romancero
le recitaba un poema,
declarndole su amor.
Y al poema le agregaba
las muestras de su cario
en gestos de admiracin.
Si la nia, lentamente,
su mirada bajaba,
y el color de sus mejillas
se tornaban a rosadas,
en silencioso mensaje
daba muestras, en secreto mensaje,
que la propuesta aceptaba.
Qu rpido pas el tiempo!
En pleno siglo veintiuno
la juventud no es la misma.
Se ha reemplazado el poema
por un mensaje de texto;
un lenguaje complicado
que slo ellos entienden.
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A mi madre
En Octubre celebramos,
Para el da de la madre
el da de nuestra madre,
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y mi corazn se alegra
en la brisa perfumada
me da la hermosa ilusin
de vivir este momento...
Yo siento en lo ms profundo
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Homenajeada
vestidas de terciopelo.
Estrellas multicolores
en tu casa, se encendieron.
Se despert la princesa!
a la ms bella princesa,
Y se fueron titilando,
dando paso al astro de oro.
Suave brisa, en madrugada,
bella flor tan codiciada!
Y es la luz del nuevo da
tu cabellera dorada.
juglares y trovadores.
te eleves a lo divino.
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M i s u f r id o c o ra z n
Ya lleg la primavera
mi sufrido corazn.
aparece en tu presencia
y tu presencia es amor.
Cmo sers, que en el cielo
hasta las mismas estrellas
danzan con gran emocin!
Si no compartiera mis versos
y mi hermosa fantasa,
yo no s que pasara
si en el mundo no existieras
Seran en vano mis trovas,
si en ellos no expresara,
en una grande emocin,
de lo profundo de mi alma,
mi puro y sincero amor
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T u v e u n a id e a
Despus de la lluvia
en das festivos.
O preguntas de apuro...
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Of renda
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Estudia ntina
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A roma de juventud
y el paisaje cambiar.
Es la estacin esperada
La belleza jachallera
no tiene comparacin.
estudiantes y cantores,
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Va mi homenaje sincero
yo le digo entusiasmado:
Bienvenida nuevamente,
bienvenida primavera!
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Morena Itat
Lo festejar
en la poca invernal,
junto a su familia
y con amiguitos.
Qu Dios la bendiga
la santa patrona,
de la Mesopotamia.
al piso caer.
Pero ella es la joya.
La dulce Morena!
se lee el mensaje
Milagro Divino!
de paz y de amor.
Retoo perfecto
Su madre, orgullosa,
prepara la fiesta...
Su primer aito!
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T u p a r t id a
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Quince a os
le llevaron de regalo
La baaba y la cambiaba
colmndola de atenciones,
de miles de colibres!
de la maana a la tarde...
de pronto se encontr
Y en la suave meloda,
se te engalane la vida
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Cu p id o e n s e p t ie m b re
Qu hermosa madrugada!
Mientras la luna mengua
irradiando su glido esplendor
a mi alma la ilumina.
Y en mi soledad
contemplo el firmamento.
Y aparece, fugaz,
la figura de una doncella
dibujada en las estrellas.
Y un haz luminoso cruza el cielo
desde un punto al otro.
Montado en un corcel dorado
veo a Cupido
que, entusiasmado, arroja sus dardos
que impactan certeros
al corazn de todos los enamorados.
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A mi ro
Mi querido ro Jchal
que el tiempo te fue cambiando.
Tu rumor se fue apagando
con el paso de los aos.
Hoy tus piedras ya no entonan
la cancin de madrugada,
ni tu dulce meloda,
en las tardes enzondadas,
cuando el rumor de tus aguas
era msica encantada.
Desde tu orilla imagino
a los hijos de la tierra
dando el nombre a todo el valle
por las piedras acarreadas.
Son las rocas que sirvieron
asegurando las tomas
para el agua sea llevada
a las tierras cultivadas.
Simbiosis maravillosa
entre tus aguas y el hombre!
Elixir que daba vida,
a los pueblos asentados,
proporcionando el cultivo
a la orilla de tu cauce.
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Tu cumplea os
La Divina Providencia
determin que a este mundo
se integrara una belleza.
Por un amor muy profundo
que motivara los trinos
de las coloridas aves.
Que fuese la suave brisa
que perfumara los aires.
Por que un da como hoy
naci una flor muy hermosa
que no se marchit nunca.
Y se mantiene preciosa
en su hermoso atardecer
el arroyo cantarino,
como un mensaje divino,
mil trovas le ha de ofrecer.
Un ao ms ha pasado
con sus dichas y tristezas,
con la clida tibieza
en este sol otoal.
En su luz, te ha de brindar
el ms hermoso regalo,
lo que ningn artesano
jams lo pudo imitar.
Esos mgicos colores
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Lleg la primavera
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En tiempos de carnava l
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Como yo te veo
Y en el jardn hermoso
de tu bella presencia,
mi corazn se llena
de tu luz y tu esencia!
Y de tus ojos preciosos
mi espritu se aduea.
Aunque no pueda tenerte,
tan solo me consuela
tu perlada sonrisa
y tu admirada presencia.
Al caminar parece
que danzara tu cuerpo
en alfombras de seda
de tu divino huerto,
al comps melodioso
de invisibles nereidas
que te ofrecen el ritmo
de la msica celta.
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En este divino da
mi corazn desea
que te invada la alegra,
y cuando el sol te ilumine,
renovada tu energa,
los ngeles te protejan
en la senda que camines,
y acompaando tus pasos,
te saluden al pasar
con un juego de colores.
Manzanos y durazneros
te den sus mejores flores,
y los pjaros cantores,
en sinfnica armona,
como un regalo a la vida
te brinden su meloda.
La simbitica apariencia
es cuando el sol aparece
y en el arroyo se mece
tu figura al reflejar,
y yo siento al comparar
del Astro Rey su hermosura,
qu a tu divina ternura
no se la puede igualar!
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Halago
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