Libro Etica Del Juez
Libro Etica Del Juez
Libro Etica Del Juez
GARANTAS PROCESALES
Deontologa Judicial:
Hacia un Cdigo de tica Judicial
1
PRESENTACIN
Por esa razn, el CGPJ, decidi, dentro del Plan Estatal de Formacin
de Jueces y Magistrados, para el ao 2004, que un Grupo de Investigacin
Jurdica, se encargara de esta tarea, novedosa en s, pero que vena
barruntndose desde hace tiempo.
2
Ello ha requerido la participacin de especialistas de diversas
materias, y que al mismo tiempo, por su situacin profesional, pudieran
ofrecer sus ideas desde las diversas perspectivas en las que se hallan
situados.
3
SUMARIO GENERAL
Fundamentacin tica de la Deontologa judicial
Sumario
1. Qu significa, tica.
1.1. Introduccin.
1.2. El significado histrico del trmino tica.
1.3. La evolucin del concepto de humanidad, en el mundo
antiguo: el cosmopolitismo.
2. El concepto de tica.
2.1. Etimologa.
2.2. Definiciones.
3. Evolucin histrica del concepto central de persona en el
marco de la tica y de la Moral.
4. Concepto de Deontologa
4.1. Excursus histrico.
4.2. Naturaleza de la Deontologa.
4.2.1. Etimologa.
4.2.2. Definicin de Deontologa.
4.2.3. Objeto de la Deontologa.
4.2.4. El sujeto de la Deontologa.
4
5. La persona, sujeto y fin de la Moralidad y de la tica. La
personalidad, superacin de la individualidad.
5.1. Naturaleza de la persona.
5.2. Naturaleza del individuo.
6. Relacin entre Moral, tica y Deontologa.
6.1. La escisin ciencia/moral, causa de la enfermedad
profesional.
6.2. Diferencia entre tica y Moral.
6.3. tica profesional y Deontologa.
1. Contenidos.
5
3.2. Principios postulados para el Cdigo deontolgico de
la Judicatura.
1. Principios Profesionales.
Conclusiones.
6
tica pblica, deontologa judicial y responsabilidad disciplinaria de
jueces y magistrados
SUMARIO:
7
2. tica judicial y deontologa profesional de Jueces y
Magistrados.
8
VI. particularidades de la sustanciacin de los procedimientos
disciplinarios judiciales:
VIII. Anexos
1. Ao 1998.
2. Ao 1999.
3. Ao 2000.
4. Ao 2001.
5. Ao 2002.
6. Ao 2003.
7. Grficos.
Anexo II.
9
BIBLIOGRAFA GENERAL SOBRE TICA PBLICA Y SOBRE
DERECHO DISCIPLINARIO:
10
La responsabilidad patrimonial por deficiente funcionamiento de
la Administracin Judicial y error judicial.
SUMARIO
I.- Presentacin.
11
2.2.- Algunas Sentencias del Tribunal Supremo sobre
el error judicial.
3.- El funcionamiento anormal de la Administracin de Justicia.
4.- El caso singular de la prisin preventiva.
5.- Procedimiento de reclamacin de la indemnizacin por
responsabilidad patrimonial del Estado, con origen en el
funcionamiento de la Administracin de Justicia.
5.1.- Procedimiento general.
5.2. Procedimiento abreviado.
6.- Criterios generales del Consejo General del Poder Judicial en
la emisin de informes sobre la responsabilidad patrimonial.
12
Deontologa de la decisin judicial
Sumario
I. Introduccin.
1.1. La sentencia como acto de conciencia.
1.2. Presupuestos metodolgicos:
1.2.1. Razn y sentido comn como referencias de la
reflexin tica.
1.2.2.Derecho positivo y normas ticas.
1.2.3. La perfeccin de la sentencia como meta tica.
1.2.4. Sincretismo tico.
1.3. La sentencia en el espacio crtico de los medios.
13
4.3. Respeto a los derechos fundamentales en la obtencin de
la prueba.
4.4. La separacin entre el juicio sobre el hecho y el juicio
sobre el derecho.
4.5. La valoracin de la prueba.
4.6. El deber tico de motivar la sentencia.
4.7. La extensin del deber de motivar.
VII. Conclusiones.
14
Las garantas ticas del proceso
SUMARIO
15
2.3. La garanta de nombramiento de abogado.
SUMARIO
INTRODUCCIN.
16
c. El Juez de la CE 78
2. Exigencias ticas :
a. Formacin,
b. Independencia,
c. Imparcialidad,
d. Relaciones con terceros y
e. Las nuevas realidades.-
IV. CONCLUSIONES.
17
Analisis comparado de los cdigos ticos vigentes
SUMARIO
18
II.- La regulacin de la tica judicial en los cdigos comparados
2.1 El contenido de los cdigos comparados
A) Los principios rectores
a) Independencia
b) Imparcialidad.
c) Competencia.
B) La regulacin de los aspectos ms relevantes de la
conducta judicial
a) Valores fundamentales de la conducta del juez
b) Vida social y privada del juez
c) Dedicacin e incompatibilidades
d) Formacin
e) Relaciones con las partes y abogados
f) Relaciones con otros jueces y con terceros
g) El juez en el proceso
h) La funcin de juzgar
i) Responsabilidades administrativas
j) Libertad de asociacin y actividad poltica
k) Libertad de expresin - deber de reserva
19
PRIMERA PARTE
FUNDAMENTOS Y DATOS
20
Fundamentacin tica de la Deontologa judicial
21
Sumario
7. Qu significa, tica.
7.1. Introduccin.
7.2. El significado histrico del trmino tica.
7.3. La evolucin del concepto de humanidad, en el mundo
antiguo: el cosmopolitismo.
8. El concepto de tica.
8.1. Etimologa.
8.2. Definiciones.
9. Evolucin histrica del concepto central de persona en el
marco de la tica y de la Moral.
10. Concepto de Deontologa
10.1. Excursus histrico.
10.2. Naturaleza de la Deontologa.
10.2.1. Etimologa.
10.2.2. Definicin de Deontologa.
10.2.3. Objeto de la Deontologa.
10.2.4. El sujeto de la Deontologa.
11. La persona, sujeto y fin de la Moralidad y de la tica. La
personalidad, superacin de la individualidad.
11.1. Naturaleza de la persona.
11.2. Naturaleza del individuo.
12. Relacin entre Moral, tica y Deontologa.
12.1. La escisin ciencia/moral, causa de la enfermedad
profesional.
12.2. Diferencia entre tica y Moral.
22
12.3. tica profesional y Deontologa.
1. Contenidos.
1. Principios Profesionales.
23
2.5. La Justicia y el profesional.
3. Las virtudes de los Jueces.
3.1. Sentido que tiene que tratar de la virtud en el marco del
Cdigo deontolgico.
3.2. Una teora de los hbitos profesionales correctos.
Conclusiones.
SUMARIO
24
5. La eficiencia de la Justicia espaola
II.- Lo que falla en la Justicia: el punto de vista de la poblacin usuaria.
III.- Lo que falla en la Justicia: el punto de vista de los profesionales jurdicos.
IV.- Conclusiones.
25
I.- tica, Moral y Deontologa.
1. Qu significa, tica
1.1. Introduccin
26
Sin embargo, los problemas que presenta actualmente la judicatura
en toda Europa Occidental, y en el caso de Espaa ms especficamente,
consisten precisamente en que las sentencias judiciales y el ejercicio
profesional de los jueces a veces es tan dispar, que parece que estn
aplicando legislaciones diversas. Esto ocurre, no ya en casos aislados y a
niveles o instancias inferiores sino en las ms altas instancias. Slo en aras
de ejemplificar lo dicho, recordemos la ltima sentencia del TS en relacin la
negligencia del Tribunal Constitucional. Es que no saben su obligacin los
miembros de tan Alto Tribunal ? Es que entienden su obligacin de otra
manera ?
Por otro lado este complicadsimo problema nos pone sobre aviso de
la naturaleza de nuestra tarea: El problema fundamental existente en la
aplicacin del derecho es que detrs de las personas que aplican el mismo
derecho, hay concepciones del mundo y de la vida no slo diversas, sino
contradictorias. Es necesario, por tanto buscar puntos de acuerdo, no
meramente procedimentales, que puedan variar constantemente, sino
fundamentales, de modo que, a pesar de tal diversidad de concepciones
bsicas, sea posible una comunidad de lenguaje.
27
Los autores suelen remitirse a la etimologa griega del trmino tica
(ethos) e inmediatamente, a Aristteles 2[2]. La tica sera el estudio de los
caracteres de los pueblos y as enlazar con la etnia . Como la raz
ethos significa lugar donde se habita, y tico viene a significar, entonces,
lo que se hace en casa ( lo casero ), lo que se hace en el propio pas, las
costumbres, etc.: la tica, pues, viene a ser la ciencia de las costumbres
propias de cada pueblo.
2 [2]
Aristteles, Et. Nic., en el cap. VI, 113b-1140a, se trata de los aspectos epistemolgicos de la ciencia moral.
3[3]
La aportacin ms positiva de la Sofstica fue el introducir la idea de que virtud no se hereda sino se obtiene
por naturaleza y ejercicio ; Protgoras, frag. 9 : Melero Bellido, A. (1996) Sofistas. Testimonios y
fragmentos , : Madrid, Gredos.. Por naturaleza se entiende no la aristocrtica sino la de los ciudadanos libres.
Nestl, W. (19874) Historia del Espritu griego : Barcelona, Ariel, pp 113 ss.
4[4]
Kant tambin considera que la norma suprema de la moral es el caracter de la persona como fin en s mismo.
Kant, I. Kr.prak.V. A 57.
28
1.3. La evolucin del concepto de humanidad, en el mundo
antiguo: el cosmopolitismo.
5[5]
Rist, J.M. (1985) La filosofa estoica , pp. 182-209 : Barcelona, Crtica.
6[7]
Cuthrie, W.K.C. (2003) Orfeo y la religin griega , pp. 208ss.: Madrid, Siruela.
29
Lo que hace a todos los hombres iguales, es que son pecadores y
necesitan ser salvados. Tal concepto, aparentemente negativo, implica la
libertad moral del hombre y su regeneracin por la fe en Jesucristo.
7[8]
Ro., 2, 12-16.
30
Por razones de la inclinacin de la Baja Escolstica, hacia el
teologismo y la mstica, desd eel siglo XIV, la Modernidad considera que el
mundo y el cristianismo, son conceptos incompatibles y se establece una
fisura insalvable, hasta el momento, entre el mbito de la religin y el
mundo, que hace del laicismo8[9] la suya propia.
8[9]
Lagarde G. de (1962) La nassance de lsprit laque : Louvain Nauwelaerts.
9[10]
Condorcet, Voltaire. La opinin de Kant en el opsculo : Sobre si el gnero humano progrea hacia lo mejor .
en Kant, I (1964) Filosofa de la Historia : Buenos Aires, Nova.
10[11]
Hobbes, Th. (1979) Leviathn , pp. 649 ss. : Madrid, Editora Nacional.
31
En los dos siglos que ocupan los desarrollos ulteriores, desde la
Revolucin Francesa, se perfilan dos direcciones, dos mentalidades, que
perduran hasta hoy: la propia de los paises anglosajones, en lnea con la
Ilustracin, el liberalismo, y la globalizacin de recursos 11[12] que se
corresponde con la cultura anglosajona y por otro lado, la corriente que
entiende el progreso en trminos de globalizacin de derechos 12[13], crtica
negativa, y defensora de la democracia a ultranza. Esta ltima se
corresponde ms bienn, con la corriente del pensmiento continental que
produce el hegelianismo, el marxismo, el nacionalsocialismo y las dos
guerras mundiales13[14].
11[12]
Globalizacin de recursos. Foro de Davos. Vid. Susan, George, et alii, (2003) La globalizacin de los
derechos : Barcelona, Crtica.
12[13]
Globalizacin de Derechos. Foros de Portoalegre, Ro de Janeiro, etc. Vid. Sampedro, J.L. (2002) El
mercado y la globalizacin : Barcelona, Destino. Expone la crtica econmica a la globalizacin.
13[14]
La obra de Popper, K. (1982) La sociedad abierta y sus enemigos : Barcelona, Paidos, es una muestra
clara de esa problemtica.
32
Para los anglosajones, humano quiere decir que tiene
oportunidades de conseguir un gran bienestar material, en un estado de
derecho, en el que, evidentemente, las multinacionales desempean un
papel determinante. La libertad, el riesgo y la conquista, son los caracteres
definitorios.
2. El Concepto de tica
14[15]
Hegel G.W.F. (1973) Enciclopedia de Ciencias Filosficas . 509-535 : Mxico, Porra.
15[16]
idem. (1968) Ciencia de la Lgica pp. 117-118 : El infinito y el deber ser : Buenos Aires, Hachette-Solar.
33
La liberacin del hombre de esa enajenacin del deber, que siempre
le hace querer ser lo que no puede ser, de un modo anlogo al infinito
matemtico, se resuelve en el espritu objetivo. Por tal, hay que entender, la
objetivacin de la idea del deber, en las instituciones: el derecho y el estado.
La verdad total de esta liberacin institucional, se denomina tica 16[17].Un
comportamiento tico, mira, pues, preferentemente al mbito de lo pblico.
16[17]
idem. (1966) Fenomenologa del Espritu , pp. 259.286 : Mxico, FCE.
34
Este planteamiento, que Hegel desarrolla de un modo muy
meticuloso, est vigente, principalmente, en la actualidad, en la mentalidad
jurdico-poltica, que hemos llamado continental .
As, pues, slo se puede ser moral, siendo legal y slo se puede ser
legal, siendo leal y tico con las instituciones, principalmente con el Estado,
que determina y regula, mediante ley, el rgimen de todas las dems.
17[18]
Llano, A. (1999) Humanismo cvico , pp. 91ss. : Barcelona, Ariel. Smith Adam (1987) Investigacin sobre
la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones . vid. tambin : Seoane Pinilla, J. (2004) Del sentido moral a
la moral sentimental : Madrid, Ed. siglo XXI de Espaa.
35
Las consecuencias de esta concepcin tienden a una desvalorizacin
de la Moral en favor de la tica, as entendida. Es posible ser un hombre
absolutamente deshonesto, en lo privado, pero cargado de virtudes
pblicas. Los vicios privados, quedan en el santuario de la conciencia ,
mientras que las virtudes pblicas, aprovechan a todos. La moral ntima,
carece de relevancia pblica. La nica moral, es la exigible ante un
tribunal de justicia. La moralidad, se subsume en la tica y sta, en lo
pblico .
2.1. Etimologa
A) El trmino tica.
18[19]
Hobbes Th, idem. pp. 255-261.
36
El positivismo, clasifica los hechos y trata de captar los elementos
comunes, prescindiendo de lo diverso y reteniendo lo semejante. El
naturalismo, piensa en trminos de naturaleza humana, que permite una
definnicin, en funcin de lo que debe ser . Los hechos particulares,
sern meras ejemplificaciones de una naturaleza comn.
B) El trmino Moral
2.2. Definiciones
19[20]
Rist, J.M. op. et. loc. cit.
37
La Moral y la tica, como ciencias que estudian los actos humanos
en relacin al bien, tienen como tema central, el de la persona. El sujeto de
los actos humanos es la persona.
20[21]
Rodrguez Adrados (1993) La Democracia ateniense : Madrid, Alianza.
21[22]
La diferencia entre los relatos mitolgicos y los relatos histricos, pues en ambos casos se habla de
relatos (mythos) empieza, cuando las genealigas de dioses dejan paso a relacin de las circunstancias reales.
En Hecateo, maestro de Herodoto y contemporneo de los fsicos jnios, se encuentra este paso. Vid. Jager W.
(1968) Paideia : Mxico, FCE.
38
Los Sofistas, empezaron a entender que la virtud no se hereda sino
que se aprende, en la citada expresin de Protgoras. De hecho, los
sofistas eran maestos en retrica, especialmente, retrica judicial, que
hicieron de los vicios del oficio, su definicin. El buen rethor, deba poder
seducir al tribunal y a los oyentes, de cualquier cosa, fuera buena o mala.
Con la sociedad burguesa, el utilitarismo, se convierte en la moral comn en
las polis. No obstante, es positivo, el entender al ser humano, no como un
simple hecho biolgico o mitolgico, sino como un ser que puede aprender
virtudes, habilidades.
22[23]
Aristteles, Et. Nic. II,2. 1104a-1104b.
39
En principio, solo el cives, poda en Roma tener tales derechos. En la
medida en que el derecho de ciudadana se fu ampliando a otras polis del
Imperio, la nocin de persona, como sujeto de derechos y deberes, tendi a
aproximarse al de ciudadano libre, con las mismas limitaciones que en
Grecia.
4. Concepto de Deontologa
23[24]
Quasten, J.(2001) Patrologa , vol. II, pp. 35-36, Symbolum Athanasianum : Madrid, BAC. Vid. Yepes, R.
(1996) Fundamentos de Antropologa , cap. 3, La persona , pp. 75-101, : Pamplona, Eunsa.
40
En la segunda mitad del siglo XX y tras la ltima guerra mundial, la
Escuela de Frankfurt, desarroll, de manera muy analtica, su filosofa
poltica, en donde, el objetivo fundamental es dar un contenido cientfico, a
la moral kantiana, de acuerdo con la ciencia actual.
24[25]
Apel, K.O. (1991) Teora de la verdad y tica del discurso , pp. 147-184 : Barcelona, Paidos.
25[26]
No onstante lo dicho, hay autores como Mac Intyre, Spaemann, Pieper, Geach, que han expresado, de modo
muy actualizado, la teora aristotlica de la virtud. Vid. Mac Intyre, A. (1992) Tres versiones rivales de la tica :
Madrid, Rialp.
41
Debemos pues, ensayar una fundamentacin de la moral y la tica,
que sea intrnsecamente, aceptable por todos y no afecte, ni a las libertades
individuales y colectivas, ni a la seguridad de personas y propiedades,
intentando a la vez, ser lo menos lesivas poisble, para el deerecho natural
4.2.1. Etimologa.
26[27]
Bentham J. (1834) Deontology . Hay una trad. Espaola de 1839.
27[28]
Santaella Lpez, M. (1995): tica de las profesione sjurdicas p. 16 : Universidad Complutense y
Universidad Pontificia de Comillas.
42
Es ms precisa, la definicin de Deontologa segn la cual es sta,
una ciencia que estudia: las pautas de comportamiento externo, que
pueden equipararse a lo que los socilogos caracterizan como usos o
costumbres, observadas, con una cierta obligatoriedad, en un determinado
crculo social.28[29]
A la hora de establecer los principios, hay que ver si deben ser ticos,
morales, o polticos. Y dentro de cada una de estas categoras, habr que
establecer, de qu moral hablamos, o de qu tica, derecho o poltica. Un
verdadero enjambre de preguntas sin respuesta precisa.
28[29]
Torre Daz, Javier de la (2000) tica y Deontologa jurdica , 105-107 : Madrid, Dykinson.
29[30]
Torre Daz, Javier de la (2000) tica y Deontologa jurdica , p. 117. : Madrid, Dykinson.
43
Tiene, esta dicsiplina, connotaciones, muy concretas y limitadas,
pues, se ocupa de aplicar la moral y la tica, al ejercicio de una profesin
determinada. Su denotacin, en cambio, es muy extensa, pues, se refiere a
todas las profesiones. Se puede hablar, por tanto de una Deontologa
profesional en general y de una Deontologa aplicada a una profesin
concreta. Ya se ve que la primera, postula unos principios, comunes a
todas.
30[31]
Segura Naya, A. (2004) Fundamentos antropolgios de la Deontologa en tica de la sprofesiones
jurdicas : UCAM, Murcia.
44
La diferencia entre la tica y la Deontologa, viene expresada en el
sentido de que aquella, trata del carcter o modo de ser de un conjunto de
personas, no es normativa ni sancionadora, sino que se limita a proponer
principios y motivaciones, dando, al mismo tiempo, un referente a la
conciencia individual. La Deontologa, es, por su parte, normativa y
sancionadora, exige cumplimiento de las normas y sanciona el
incumplimiento, depemdiendo la aprobacin de su contenido, del acuerdo,
por parte de un colectivo de profesionales 31[32].
4. 2. 4. El sujeto de la Deontologa.
31[32]
Torre Daz, Javier de la, op. et. loc.cit. Vid. tambin: Ollero, A. (2004) Deontologa jurdica y Derechos
Humanos en tica de las profesiones jurdicas , op. cit.
45
El especialista en Deontologa, debe atender a los criterios de
moralistas, juristas, psiclogos, antroplogos, pero muy especialmente de
los mismos profesionales, que son los que tienen mayor experiencia en el
tema. Son ellos, por tanto, las fuentes imprescindibles de informacin, pero
adems, van a ser los sujetos que acuerden las normas. Desde su
conocimiento directo de la realidad en que se mueven, deben disear o
cooperar activamente en el diseo de las normas.
32[33]
Desde el punto de vista de la fenomenologa existencial, es relevante la obra de E. Lvinas, que con las
limitaciones propias de su mtodo, es fiel a la tradicin hebrea : Levinas E. (1993) Entre nosotros. Ensayos para
pensar en otro : Valencia, Pre-textos
33[34]
Segura Naya, A. (1996) Huida del concepto positivista d ehombre hacia una antropologa en
Heidegger en el contexto del pensamiento dbil , pp.31-47. : Universidad de Granada
46
La relacin, en la realidad social, no es un simple accidente, como
en Aristteles, sino que es tan esencia a la persona, como su propia
identidad, pues sin relacin la identidad queda reducida a individualidad y el
camino de los conflictos, est servido.
47
El pensamiento moderno, parte, desde el siglo XIV, de la idea
nominalista de que slo existe lo individual y singular, el cual es irrepetible e
incomunicable34[35]. Este individuo incomunicable, es el paradigma del
hombre moderno, que considera la solidaridad como un precio que hay que
pagar por utilizar los servicios sociales. No lo percibe, como el ecosistema
esencial, antropolgico, sin el que no se puede ser persona, libre,
responsable y creativa35[36].
34[35]
Alfri, P. (1989) Guillaume dOckham: le singulier : Paris, Minuit.
35[36]
Rorty R. (1996) Objetividad, relativismo y verdad , p. 45 : Barcelona, Paidos. Es interesante comprobar que
pensadores de la talla de Rorty, vean la necesidad de superar la compartimentacin de las ciencias y de los
sectores sociales, si queremos salvar la pervivencia del todo humano. No se le ocurre otra salida que invocar
el retorno a la metafsica.
36[37]
Platn, Carta VII.- Para convertir al tirano Dionisio de Siracusa, Platn emprendi tres expediciones
militares. Los platnicos ensayaron una repblica platnica de corta historia.
48
La referencia nuclear de la tca a la persona humana, hace que
impregne todas las ciencias, las artes y las prcticas. No se puede ser un
buen mdico sin seguir una conducta ejemplar, ni ser un buen msico sin
perfeccionarse con honestidad en el oficio, etc.
37[38]
Jonas, Hans (1997) Tcnica, medicina y tica , Ruptura del antropocentrismo , pp. 35ss.
38[39]
Kant I, (1964) Sobre si lo que es en la teora lo es en la praxis .- Hegel G.W.F. (1968) Fenomenologa del
Espritu trad. Roces, Mxico, FCE. Marx K. (1972) Tesis Vi sobre Feuerbach en La Ideologa alemana :
Barcelona, Grijalbo.
49
Hemos visto como, en su raz etimolgica, la distincin entre tica y
Moral, es pequea. Sin embargo, a lo largo del desarrollo histrico, dichas
nociones, han adquirido, especificaciones ms o menos diversas.
39[40]
Hegel, GWF. (1968) Ciencia de la Lgica , Hachette-Solar, Buenos Aires : no es tan impotente el ser que
slo deba ser .
40[41]
De modo anlogo a como el positivismo lgico, convierte, en hechos lgicos, los hechos inmediatos, del
positivismo fsico. La Teora pura del Derecho de Kelsen, por otro camino, lleva al mismo resultado. Vid. Kelsen, H.
(200011 Teora pura del Derecho : Mxico, Porra.
50
La categora positivista por excelencia, es la igualdad. La ciencia
versa sobre lo comn, sobre recurrencias de hechos, que permiten una
standarizacin y que gozan deuna capacidad de predictibilidad,
mediante clculo de probabilidades. La moral, es un residuo de otros
tiempos, que se coresponde con el lado emotivo e irracional del hombre. Lo
humano, propiamente dicho, es lo cientfico, que consiste en el conjunto de
aquellas regularidades estadsticas que conforman las leyes y que permiten
aplicar, en circunstancias semejantes, aquellas frmulas que se
comprobaron eficaces, de hecho. La eficacia de los hechos sustituye a las
exigencias inverificables ddel deber ser.
51
Una vez superadas las consecuencias inmediatas a la Segunda
Guerra mundial, se crea un clima de enfrentamiento entre los dos bloques
vencedores: la guerra fra, que cre un teln de acero y una gran
incomunicacin entre Oriente y Occidente 41[42]. El detonador inicial fu el el
asedio de Berln que oblig al envo de suministros por el clebre puente
areo . Poco despus, se produjo el primer conflicto regional: la guerra de
Corea.
41[42]
Conflicto histricamente constante, en distintos perodos. Vid. Heer, F. (1963) El mundo medieval , El
conflicto Este-Oeste : Las Cruzadas . pp. 145 ss. : Madrid, Guadarrama.
52
Tal proceso iba respaldado por el crecimiento econmico de Estados
Unidos, siguiendo postulados neoconservadores y neoliberales. Los ideales
democrticos se extienden por Occidente. Comienza una era de
prosperidad y bienestar social, en los dos hemisferios que propiciar una
serie de fenmenos culturales y sociales que han contribuido a la formacin
del clima moral de la sociedad actual.
42[43]
Marcuse H. (1967, 1958) El marxismo sovitico : Madrid, Revista de Occidente .
43[44]
Roszak, Th. (1970) El nacimiento de la contracultura : Barcelona, Kairs.
53
Dentro de la ideologa crata (y marxista) que tena a Marcuse como
principal representante, se difunde la llamada cultura de la droga, del sexo
libre y del pacifismo ( hacer el amor, no la guerra ). Se difunden los
anticonceptivos.
54
Surge n fenmeno importante de organizacin social, a nivel global:
el de las Organizaciones no gubernamentales (ONGs.) que dan un
horizonte positivo de voluntariado social a los movimientos cratas y
pacifistas.
55
Frente a las morales heternomas y en virtud de la revolucin
copernicana en filosofa, Kant invierte el sentido de la determinacin moral.
Ya no son realidades objetivas, las propiedades transcendentales del ser
que nos remiten a lo bueno y lo malo en s. Es la conciencia moral o razn
prctica la que se autodetermina por el imperativo categrico que establece
lo bueno y lo malo, en las dos conocidas frmulas. Estas frmulas
garantizan la validez del acto humano, hacindolo bueno o malo y
preservando, por lo menos formalmente, la universalidad moral.
El mtodo tiene una primera parte por la que se juzga si la accin es,
en s, conforme con la ley moral objetiva y una segunda, que juzga, si la
accin ha sido realizada, tambin subjetivamente, de acuerdo con la ley
moral.
44[45]
Kant, I., Kr.prak.V. A 54.
56
Las ventajas de la moral kantiana, son mltiples: por un lado
garantiza la coherencia entre actos, normas y principios, una pirmide
cuasi-jurdica. Adems, proporciona la mayor estabilidad posible a los
principios, que no slo no objetivan y alienan al hombre sino que lo
autoconstituyen, en trminos de autodeterminacin. La Moral se estructura
segn las reglas formales del Derecho y ambos, Moral y Derecho, son la
manifestacin de la libertad humana, no su claudicacin.
57
a) El a priori de comunicacin
45[46]
Husserl, E. (1979) La Cinquime Mditation Cartesienne en Meditaciones cartesianas , p. 149 ss.:
Salamanca, Ed. Paulinas. Vid, tambin, Ricoeur P.(1987) A lEcole de la Phnomenologie , p.157 : Paris, Vrin.
58
El que argumenta, ha aceptado, que la razn es
prctica, es decir, responsable del obrar humano, de
manera que las pretensiones de validez moral y de
validez de verdad, tienen que resolverse mediante
argumentacin. Las reglas ideales de la argumentacin
de una comunidad de lenguaje, en el que se reconocen
todos los miembros, como personas iguales en
derechos, constituyen las condiciones de posibilidad a
la hora de decidir sobre las pretensiones ticas de
Validez, mediante la formacin del consenso y que, por
tanto, puede formarse un acuerdo, sobre todas las
cuestiones ticas de la praxis vital, sometido a las
reglas de argumentacin, de la comunidad ideal de
comunicacin.46[47]
46[47]
Appel, K.O. (1986) Estudios ticos , pp. 175ss) : Alfa, Barcelona.
59
El inters ltimo de estas formulaciones, parece querer yugular, a
priori, cualquier intento de violentar la libertad individual. El procedimiento,
no tiene ningna relacin con el bien o el mal moral, como una cosa, sino
como un derecho, incluso, como una exigencia o prerrequisito fctico.
47[48]
Habermas, Jrgen (1984) Rationalitt , p. 219 : Frankfurt am Main, Suhrkamp Verlag. Cit. por Adela Cortina
en Appel, K.O. (1986), Estudios ticos , op. cit., Eplogo, pag. 250.
48[49]
Rawls, J.(1979) Teora de la Justicia :Mxico, FCE.
60
Pero Rawls, afirma que los principios de la situacin original, la
equivalente al imperativo kantiano, no pueden ser nunca absolutos y
categricos. Considera a esos principios, ms bien hipotticos. Se va
pasando de un deontolgismo fuerte a uno dbil.
61
Las ticas deontolgicas dbiles, se alejan mucho de las ontolgicas.
Son, prcticamente, convencionalistas y se acercan mucho a las ticas de
la razn estratgica, trmino acuado por Max Weber 49[50]. Los temas
propios de la estrrategia moral, dentro del ms ostensible utilitarismo
positivista, han sido, temascentrales de Habermas 50[51] y Apel51[52].
principios
conclusiones
hechosconsecuencias.
49[50]
Weber, Max (1969) El poltico y el crucifijo , p. 95 : Madrid, Alianza
50[51]
Habermas, Jrgen (1992) Teora de la accin comunicativa vol. II, pp. 562-572 : Madrid, Taurus.
51[52]
Apel K.O. (1985) La transformacin de la filosofa , vol. II, pp. 375 ss. : Madrid, Taurus. Desarrolla su teora
de las estrategias argumentativas .
62
Este mtodo no es tico sino lgico y matemtico, pero al tener en
cuenta las condiciones de los individuos, adquiere connotaciones ticas.
52[53]
Wiigenstein, L. (1999) Tractatus logico-philosophicus , Madrid, Tecnos : 6.42 : por lo tanto tampoco
puede haber proposiciones de tica.
53[54]
Inciarte, Fernando (1974) El positivismo lgico : Madrid, Rialp. Un libro inapreciable sobre las razones del
rechazo de la metafsica por el positivismo lgico.
54[55]
Wright, G.H..(1979) Lgica dentica : Valencia, Cuadernos Teorema. En la lnea del esencialismo
norteamericano, vid.: Nubiola J. (1991) El compromiso esencialista de la lgica modal : Pamplona, Eunsa.
63
El actual intento, de la lgica dentica, tiene los lmites propio de la
lgica simblica. Cabe transvasar toda la formalizacin lgico- matemtica
de las proposiciones modales, a las proposiciones de deber ?
64
Se postula un horizonte: el de las ticas epistemolgicas,
tradicionalmente ligadas al kantismo. Hay dos caminos: el de la tica
material, no naturalista, que no incurra en la acusacin humeana de
falacia naturalista y una tica transcendental que no sea idealista.
55[56]
Ortega y Gasset J. (1993,1915) El genio de la guerra y la guerra alemana en O.C., vol. II, p 192-225 ; vol.
IV, pp. 507-513 : Madrid, Alianza.
56[57]
Scheler, Max (1942) Etica : Madrid, p. 10 : Madrid, Revista de Occidente.
65
Bueno y malo son valore smateriales, perceptibles claramente por el
sentimiento y de ndole especfica. No hay en este campo, nada susceptible
de defininicin como ocurre en todos los fenmenos de valor.
66
La tica absoluta, obliga a decir la verdad siempre. El poltico, cree
necesaria la reserva mental, el silencio. La tica absoluta, no se preocupa
de las consecuencias. El poltico, se ve obligado a realizar sus acciones
por las consecuencias que van a oresultar de la accin o de la omisin, en
su caso. Es bien visible cmo el positivismo, es un desarrollo del idealismo
hegeliano, que gener, a la vez, el pragmatismo americano y el positivismo.
La verdad-deca Hegel- es un resultado57[58]
57[58]
Hegel, G.W.F.(1968) Fenomenologa del Espritu , Prlogo: Mxico, FCE
67
La accin econmica, segn Weber poda considerarse como
subjetiva, porque tiende a realizar intereses subjetivos, mientras que la tica
de convicciones, es objetiva, por que es el sujeto el que se pliega a la
objetividad tica. Horkheimer, parte de esta alternativa.
a) La accin teleolgica,
58[59]
Adorno, Th., Horkheimer, Max (1966), Sobre el concepto de razn en Sociolgica , : Madrid, Taurus.
59[60]
Horkheimer, M, Th. Adorno(1999) Dialctica de la Ilustracin , Madrid, Trotta.
68
b) la accin regulada por normas,
c) la accin dramatrgica y
d) la accin comunicativa.
60[61]
Idem.
69
Posteriormente, las rechazan, vista las experiencias totalitarias, que
han llevado al eclipse de la razn, en cuestiones como la libertad y la paz,
que son de moral natural.
1. Contenidos.
61[62]
Wittgenstein, L. (1999) Tractatus logico-philosophicus : Madrid, Alianza : 6.421, Es claro que la tica no s
epuede expresae. La tica es transcendental .
70
b) Qu posibilidades objetivas existen para satisfacer tales
necesidades.
Eso hace posible que, lo que para unos es mal menor, para otros es
corrupcin, lo que para unos, es inmoral, para otros es la revolucin en la
praxis por otros medios, lo que para unos es vital, para otros, se trata
simplemente, de contradicciones secundarias.
71
El principal problema, est en que los componentes de esta sociedad
democrtica, entienden por moralidad cosas muy distintas. No cabe un
proyecto comn de regeneracin moral. En estas condiciones, el Estado, no
puede asumir, los proyectos de grupos particulares.
62[63]
En la Declaracin sobre libertad religiosa del Concilio Vaticano II, ya se contemplaba el orden pblico como un
mnimo irrenunciable. Concilio Vaticano II () : Madrid, BAC.
72
La condicin, sine qua non, del Cdigo, es que sea elaborado y
aprobado democrticamente. Ya sabemos que no se trata de supeditar la
moral profesional a la mayora, sino de regular las conductas, por un
procedimiento, que deba ser obedecido por todos, de modo que se tome
conciencia de que el incumplimiento, es una deslealtad para la corporacin
que lo ha aprobado. La violacin del Cdigo, resultara ser u
comportamiento antidemocrtico que, en ltimo extremo, dejara al infractor
fuera de la corporacin.
73
Un mtodo de afrontar esta cuestin, podra ser que las posibles
objeciones de conciencia, fueran declaradas antes de llegar al acuerdo final
del colectivo, de modo que, fueran previstas e incluidas, de antemano, o se
determinara una jerarqua de valoracin, con el fin de establecer, un orden
de males mayores y menores.
74
c) Hay que tener presente la naturaleza de un cdigo deontolgico y
establecer en su marco:
5. El mbito de aplicabilida
6. El rgimen de sanciones.
75
El pragmatismo, impone, acudir a una tica de mnimos, en la que
convengan todos los espaoles y se supone que comparten, tambin, los
jueces.
76
Ya vimos como, on la llegada del positivismo, las leyes son
sustituidas por regularidades estadsticas, a las que tambin se llaman leyes
o leyes estadsticas, que no tienen valor universal y necesario, sino slo un
valor de probabilidad.
63[64]
Popper, K. (1983) Conjeturas y refutaciones : Barcelona, Paidos.
64[65]
Cassirer, E. (1974) El problema del conocimiento , vol. IV, cap. 1 : Mxico FCE.
77
I.- El primado de la recta conciencia, como norma prxima de la
moralidad de nuestros actos. A la vez, se debe contar con
65[66]
Los grandes tericos, del pacto social: Hobbes, Spinoza, Rousseau y el propio Montesquieu, piensan que, la
nica manera de que las leyes se cumplan, es que sean del agrado de los que las obedecen. Montesquieu (1982)
De lsprit des Lois : Paris, Garnier. Starobinski, J. (2000) Montesquieu : Mxico, FCE.
78
Es una evidencia terica y prctica el hecho de que nadie quiere ser
engaado. El engao, es, la negacin de la identidad de algo. Si trato a
una persona como una cosa, el verdadero problema, es que estoy negando
la identidad, es decir, la verdad. No es posible separa la nocin d eidentidad
personal de la de verdad.
79
En definitiva, el derecho fundamental que funda todos los dems se
expresa doblemente: por un lado el derecho a la propia identidad, por otro el
derecho a la reciprocidad. El derecho a mi identidad no est encogido en
m, sino que me obliga a respetar las identidades de los dems. Mi
identidad, pues, es una identidad transcendente, que me sobrepasa, tanto
horizontal, como verticalmente66[67].
66[67]
Hemos considerado est expresin como un concepto filosfico central en diversas publicaciones, a partir de:
Segura Naya, Armando (1982) Emmanuel.- Principia Philosophica: Madrid, Encuentro.
80
b) El principio de reciprocidad.-
81
Es una cuestin fctica: todos deseamos y queremos que se cumpla
el principio de reciprocidad, es pecialmente, en cuanto nos beneficia. Este
aspecto egosta del principio, se compensa, en cuanto la razn nos indica
que s slo cumplimos la parte til para nosotros, a la prxima ocasin, el
otro, vindicar su derecho a no cumplirlo, y habremos perdido, uncluso
aquel beneficio provisional. Nos interesa cumplir, si queremos ser
beneficiados. Debemos hacer el bien al otro, siquiera sea, para rcibirlo,
nosotros ms tarde67[68].
67[68]
Estamos proponiendo una regla formal mnima de justicia commutativa, perfeccionable en trminos de
soliradidad, de amistad, etc.
82
bc) El incumplimiento del principio, lo refuerza
Sin embargo nadie reconocer que la trampa que pasa por ley, es
la norma de sus actos y esto es lo decisivo. El principio de reciprocidad,
puede ser aceptado por todos, por los honrados, porque no perjudicar al
otro, es su ley, los deshonestos, porque no reconocern, apriori, nunca que
van a infringirlo. Se ha conseguido un principio racional comn, que admite
`prueba emprica en contrario, admite trampas, pero que como principio es
necesariamente aceptado por todos. Por aqu, pues, podemos empezar.
68[69]
Es lo que Max Weber llama razn estratgica . Concepto, que forma parte de la temtica de Habermas y
Apel; vid supra notas.
83
b) La apodicticidad del principio, puesto que, en el punto de partida,
en su categora de principio supremo, es aceptado por todos. Una vez
acordado, el incumplimiento, se convierte en el autoincumplimiento del
infractor. Este, no ha infrigido simplemente, una regla, sino que al actar, al
margen del principio de reciprocidad, acta contra su propia decisin
manifestada en el acuerdo fundacional del principio. Ha incurrido en
deslealtad.
69[70]
Mac Luhan, Marshall (1969) La Galaxia Gutemberg : Madrid, Aguilar.
84
El principio de reciprocidad se acerca ms a la primera frmula
kantiana del imperativo categrico: obra de tal manera que la norma de tus
actos tenga validez universal. Esta frmula kantiana, es decididamente
formalista, puesto que el contenido concreto del obrar puede ser, incluso, el
asesinato. Hemos conocido, asesinos por placer y asesinados por gusto y
placer de ser asesinados. La frmula kantiana, llevara, en este caso
escepcional, a la promocin del asesinato como lo ms placentero, por lo
menos, para algn colectivo, suponemos que reducido.
85
Existen cuestiones, de ndole no estrctamente fsica, no quisiramos,
de entrada, que redundaran en nuestro perjuicio; el honor la libertad de
expresin, la integridad familiar (nadie espera de otro que le roben mujer o
hijos)
1. Principios profesionales70[71] :
70[71]
Torre Daz, Javier de la, op. Cit.
86
El hacer bien, el buen hacer y la benevolencia, son matices
importantes.
71[72]
Spaemann, R. (1991) Felicidad y Benevolencia : Madrid, Rialp.
87
Un principio metodolgico que debe dirigirnos, ha de ser el de no
colocar como fundamentos indubitables, teoras especulativas, que, de
antemano, sabemos que no van a ser aceptadas. En la bsqueda de un
denominador comn, es preciso sacar a reluicir, aquellos puntos de
convergencia, que permital la accin prctica.
88
La adiccin es la cara opuesta de la buena conducta pprofesional,
pero en ambos, subyacen mecanismos psicolgicos similares, pues, el
ser humano, se comporta segn reglas bastante precisas y viene
condicionado por sustratos neurofisiolgicos, de base bioqumica..
89
La obsesin y el impulso irresistible, proporciona, al individuo, una
facilidad enorme para realizar aquello que le determina a obrar. Si la
tendencia, es por ejemplo, coleccionar sellos, tendremos un gran
coleccionista, si la tendencia, es a hacer muchos experimentos, un probable
gran investigador. La obsesin por el trabajo, que se tiene entre manos,
siempre que este controlada por la razn y el sentido comn, ayuda ,
porciona facilidad.
90
Por tanto, una de las reglas fundamentales del Cdigo Deontolgico
debe ser la exigencia de formacin humana de los jueces. Esta formacin,
no es tanto, el aprendizaje de principios morales sino, una prctica de
comportamiento. Como es imposible, por contradictorio, pretender que las
personas pueden ser presionadas para ser honradas, de lo que se trata
es de darles nociones antropolgicas, psicolgicas y morales sobre sobre
lo que es la rectitud, la honestidad, la libertad. Cmo es mejor ser un
profesional honrado que un hombre de poco fiar y como la felicidad
acopmpaa al que sigue fielmente lo bueno para l y para la sociedad.
72[73]
Maran, Gregorio (1961) Vocacin y tica : Madrid, Col.Austral
91
El hombre conoce la realidad de una manera ms precisa que los
animales y su especificidad, consiste, precisamente, en poder superar,
contando con el tiempo, todo tipo de condicionamientos fsicos o
psicolgicos o por lo menos, reconducirlos en mejor direccin.
73[74]
Zubiri, X. (1962) Sobre la esencia :Madrid, Alianza.
92
El ser humano, sea un hroe o un delincuente, es capaz de bien y de
mal. Es un ser libre, aunque por circunstancias, no supo obrar bien o no
quiso hacerlo. En el peor de los casos, el hombre siempre tiene un futuro
virginal por delante. Todo hombre o mujer, quiere, por naturaleza, ser libre
y serlo siempre. Ser libre, es algo ms que poder elegir (libertad de
ejercicio) o poder elegir esto o lo otro (libertad de especificacin). La libertad
es una cualidad nica, en el mundo que conocemos. Significa ser
independiente de toda necesidad y coaccin, lo que muchos han llamado
ser sustancia .
Este valor, por ser natural no tiene mrito, en todo caso, el mrito es
un valor aadido, que incrementa el respeto. Un ser humano, un nasciturus,
un subnormal profundo, merece un respeto, no por compasin o ternura
sentimental, sino, porque est hecho para ser libre. Las circunstancias que
impiden el ejercicio de su libertad, pueden ser temporalmente insuperables,
pero en s mismas, son superables. El respeto lo merece, pues, la
naturaleza de la persona humana, su caudal de posibilidades, ms que su
caudal de xitos.
93
El comportamiento respetuoso o adecuado de los profesionales, en el
trato con la spersonas, viene determinado por las virtudes. Una persona
slo puede comportarse como tal, si su actividad es habitualmene
respetuosa. El respeto viene, a su vez, sustentado como presupuestos
primeros por:
ba) informacin
94
bd) conformntacin de la informacin con la verdad
interior de la conciencia, es decir, con la sabidura.
Conclusiones
95
3. El principio de respeto a la propia identidad, puede formularse en
el sentido d l Principios generas del Derecho : suum ius cuique tribuendi ,
dar a cada uno lo suyo . Este principio es moral y tico, ms que jurdico
y precisamente, por ello, puede ser llamado principio del-Derecho, porque
l mismo no es fundamentado. Este principio equivale al derecho que todos
tenemos a la verdad. El derecho a la verdad no es solamente, un derecho a
la propia identidad sino un derecho para con la verdad misma y una
exigencia de la verdad con nosotros.
96
6 Los principios no bastan para obtener una mejora sustancial en el
comportamiento profesional de los miembros Judicatura. Las reglas que los
desarrollan, tampoco. Se hace necesaria una formacin pedaggica,
didctica, psicolgica, antropolgica, moral y deontolgica, que vaya
modulando la personalidad de los jeces. No hay jueces bien formados, sino
no lo est su personalidad. La teora y la practica se coimplican.
Bibliografa
97
Bentham J. (1834) Deontology . Hay una trad. Espaola de
1839.
98
Hegel G.W.F. (1968) Ciencia de la Lgica : El infinito y el
deber ser : Buenos Aires, Hachette-Solar.
99
Mac Intyre, A. (1992) Tres versiones rivales de la tica :
Madrid, Rialp.
100
Pieper, J.(1988) Las virtudes fundamentales : Madrid, Rialp.
101
Segura Naya, A. (1996) Heidegger en el contexto del
pensamiento dbil : Universidad de Granada
102
Weber, Max (1977) La tica protestante y los orgenes del
capitalismo : Barcelona, Pennsula.
103
De qu se quejan los espaoles cuando hablan de su Administracin
de Justicia?
104
Jos Juan Toharia
(Catedrtico de Sociologa, Universidad
Autnoma de Madrid)
SUMARIO
74[3]
Esta seccin es fuertemente tributaria de los datos, anlisis y conclusiones presentados en Toharia
(2003).
105
IV.- Conclusiones.
106
Por fortuna no son stas ya preguntas a las que slo quepa responder
con tpicos, conjeturas o meras intuiciones personales. Los tres grandes
pblicos que en relacin con el mundo de la Justicia cabe distinguir (los
usuarios potenciales, los usuarios reales y los usuarios profesionales 75[1]) han
sido detalladamente sondeados sobre esta cuestin en una serie de
investigaciones recientes y contamos por tanto con informacin clara y fiable
al respecto76[2]. El propsito de estas pginas es justamente tratar de
sistematizar y resumir lo que con fundamento podemos considerar que
constituye la voz que los distintos sectores implicados han dejado or. Cabe
adelantar que si bien los tres grandes grupos de usuarios mencionados
(potenciales, reales y profesionales) no siempre coinciden en sus
apreciaciones s cabe al menos extraer de las mismas dos grandes y
esclarecedoras conclusiones:
75[1]
En esencia, son cuatro los pblicos relacionados con el sistema de Justicia: los operadores del
mismo, los dems profesionales jurdicos, los usuarios reales y los usuarios potenciales. Cada uno de
ellos tiene una aportacin que efectuar a la hora de establecer una evaluacin global sobre su
funcionamiento basada en su propia experiencia y perspectiva. Los operadores (jueces, secretarios de
tribunales, fiscales) constituyen un pblico interno especialmente relevante a la hora de obtener
informacin sobre la situacin y funcionamiento de la Justicia. Sus opiniones no pueden ser ignoradas
en una evaluacin exhaustiva del desempeo del sistema de Justicia, pero su punto de vista no es el
nico, ni previsiblemente, el ms objetivo. En las presentes pginas no vamos a entrar a considerar los
estados de opinin sobre la Justicia prevalentes entre los operadores de la misma. Quien desee
informacin al respecto puede referirse a los Barmetro Internos de Opinin realizados para el
Consejo General del Poder Judicial por Demoscopia S.A. (el ltimo, en 2003).
Los usuarios profesionales jurdicos (abogados y procuradores fundamentalmente) no ocupan
ninguna posicin formal dentro del sistema de Justicia: son expertos externos pero en estrecha y
contnua relacin con el mismo. Los restantes dos tipos de pblico (usuarios reales y usuarios
potenciales) no tienen relacin profesional alguna con el sistema de Justicia pero son, a la vez, los
destinatarios y titulares ltimos del servicio pblico que le est encomendado. Los usuarios reales
(quienes han tenido alguna vez contacto personal con la Justicia) representan aproximadamente algo
menos del tercio del conjunto de la ciudadana. Esta ltima, en su conjunto, es la que comprende a los
usuarios potenciales.
76[2]
Vid. fundamentalmente Garca de la Cruz (2002a, 2002b, 2003a, 2003b, 2003c, 2003d, y sobre
todo 2003e, 2003f y 2003g) as como Toharia (2001 y 2003).
107
a) por un lado, la imagen que respecto de nuestra Justicia resulta
predominar en dichos tres pblicos es igualmente compleja y
pluridimensional, componiendo en los tres casos un matizado retrato en
blanco, gris y negro, con zonas de luz y zonas de sombra. Es decir, no son
slo quejas lo que expresan los espaoles (ya sean legos o expertos,
usuarios o no) respecto de su Justicia, por ms que sean stas las que
lgicamente obtengan mayor repercusin meditica y a las que asimismo
vayamos a dedicar mayor atencin aqu.
b) Por otro lado, la imagen de la Justicia tiende a mejorar, en vez de a
empeorar, con la cercana y el contacto: la poblacin general (es decir, los
usuarios potenciales) se muestran en conjunto ms crticos con el sistema
de Justicia que quienes (como los usuarios reales o los usuarios
profesionales) mantienen un contacto ms directo y regular con el mismo.
77[3]
Esta seccin es fuertemente tributaria de los datos, anlisis y conclusiones presentados en Toharia
(2003).
108
Dedicar atencin a la imagen que el ciudadano medio pueda tener de
su sistema de Justicia podra parecer una actividad de utilidad cuestionable.
De hecho, as ha solido ser considerada hasta hace muy poco. De los dos
puntos de vista que sobre la Justicia coexisten en toda sociedad (es decir, el
de los expertos -operadores y profesionales jurdicos- y el de los legos, es
decir, el conjunto de la ciudadana) slo el primero ha solido merecer crdito
y atencin. La opinin ciudadana sobre el tema ha sido tradicionalmente
ignorada como si no existiese o, de existir, como si fuese irrelevante. A fin de
cuentas, encarnaba el punto de vista de aquellos a quienes se aplicaba la
Justicia, meros receptores y sujetos pasivos de la misma. Esta forma
tradicional de entender la relacin Justicia/Usuarios ha empezado sin
embargo a experimentar un giro radical en las democracias avanzadas a
medida que se ha ido imponiendo la evidencia de que los tribunales
existen para servir a quienes los utilizan, y no al revs como ha podido
escribir Andrew Leggatt (2001): son los usuarios, y no los operadores, del
sistema de Justicia quienes ahora constituyen la verdadera razn de ser de
ste (Baldwin: 2002:4). La imagen del ciudadano como, a la vez, titular y
usuario de una Justicia configurada como servicio pblico ha venido as a
desplazar gradualmente a la anterior imagen de un ciudadano-sbdito frente
a una Justicia-poder78[4]. La consecuencia inmediata de este nuevo enfoque
es el papel protagonista atribudo a la opinin ciudadana y que la hace
merecedora de una atencin central a la hora de intentar balances sobre la
calidad del desempeo de los rganos judiciales.
78[4]
Sobre la doble imagen Justicia-poder frente a Justicia-servicio pblico y sus consecuencias,
vid. Toharia (2001).
109
Ahora bien, medir de forma correcta y precisa la opinin ciudadana en
un tema tan especfico y sin duda complejo como el sistema de Justicia no
constituye una tarea sencilla. Toda una serie de factores (que a continuacin
van a ser brevemente apuntados) contribuyen a hacer que la imagen pblica
de la Justicia resulte, prcticamente en todos los pases en que se ha
intentado su medicin, aparentemente borrosa y poco coherente. De
entrada esto puede resultar desconcertante y aun descorazonador
propiciando incluso el cuestionamiento de la utilidad final de una tal
auscultacin. Pero cabe pensar que si la imagen que se obtiene es
nebulosa quiz pueda deberse en alguna medida a la utilizacin de un
espejo que en lugar de contribuir a aclararla concurra inadvertidamente a
difuminarla y embrollarla. Dicho de otro modo: la imagen social de la Justicia
tiende, por lo general, a aparecerse como inconexa y aun informe; pero es el
modo mismo en que se aborda su medicin lo que contribuye en no poca
medida a generar esa sensacin. De ah la necesidad de recurrir a un
enfoque que contribuya a la ordenacin y clarificacin de lo observado
mediante un abordaje a la vez multidimensional, minuciosamente
diversificado y matizado.
110
Uno de cada dos espaoles (el 47% en 2003) lleva ya aos
considerando que, en conjunto, en nuestro pas la Justicia funciona mal o
muy mal, mientras que slo una minora (el 18% en 2003) opina, en cambio,
que lo hace bien o muy bien79[5]. Adems, esta opinin negativa (que es
expresada en proporciones muy homogneas por todos los estratos
sociales) ha ido incrementndose a lo largo de los ltimos aos a expensas
de los que antes no emitan valoracin alguna 80[6] (Toharia,2003). Cabra
pensar que esta creciente erosin de la imagen social fuese un proceso
bsicamente comn al conjunto de las grandes instituciones pblicas
espaolas. No es as: la Justicia es la nica institucin del Estado que
registra permanentes descensos en su puntuacin media a lo largo de los
ltimos dos decenios, es la institucin peor valorada en todas las
Comunidades Autnomas81[7] y la que aparece en los niveles ms bajos de
valoracin entre una amplia seleccin de instituciones y grupos sociales
(Toharia 2003).
79[5]
Un 30% opta por el ambiguo calificativo de regular que, al lmite, cabra interpretar como
equivalente a no llega a estar mal: es decir, como una valoracin ms bien, aunque muy
reticentemente, positiva (vase cuadro A1.1)
80[6]
Es decir, los que gradualmente han ido teniendo opinin sobre el tema la han orientado en sentido
crtico. Lo que sugiere que la continuada atencin informativa sobre el sistema de Justicia (que en
buena medida est en la base de esa creciente movilizacin de la opinin) ha contribuido ms a
reforzar las opiniones negativas sobre el mismo que las positivas.
81[7]
Con la nica excepcin del Pas Vasco, donde las Cortes y el Gobierno del Estado reciben
puntuaciones an ms bajas.
111
Quedara entonces la posibilidad de que estuvisemos ante un
fenmeno de desgaste de imagen que estuviera afectando a todos los
sistemas de Justicia de nuestro entorno ms inmediato, y no slo al espaol.
Tampoco: en realidad, dentro de la Unin Europea, la valoracin global del
funcionamiento de la Justicia es enormemente variada. Hay pases donde es
francamente positiva (Finlandia, Dinamarca o Austria), otros donde es
moderadamente buena (Pases Bajos, Alemania o Suecia) y otros,
finalmente, donde es fuertemente negativa (Blgica, Espaa, Francia,
Portugal e Italia) (Toharia 2003).
Por otro lado, y al mismo tiempo, ni ms ni menos que dos de cada
tres espaoles (el 62%) afirman que con todos sus defectos e
imperfecciones, la Administracin de Justicia constituye la garanta ltima de
defensa de la democracia y de las libertades. Quienes se muestran
disconformes con esta afirmacin representan tan slo el 24%, es decir, una
proporcin de entrevistados casi tres veces menor. Este estado de opinin
resulta ser muy homogneo: se detecta por igual en todos los sectores o
estratos sociales. Adems una amplia mayora absoluta de espaoles (55%)
considera que en Espaa, hoy, todo el que lo desea puede obtener el
amparo de los tribunales para defender sus derechos y libertades: la
Justicia aparece claramente como una eficaz instancia de amparo.
112
La imagen de base que sobre el sistema de Justicia parece
predominar en nuestra sociedad quedara, as encerrada en dos
formulaciones aparentemente contrapuestas y an contradictorias: la Justicia
es considerada como una institucin que funciona mal y a la vez como una
institucin que ejerce de celadora eficaz de la democracia y de los derechos
y libertades. La cuestin es cmo algo percibido como ineficiente puede, sin
embargo, ser tenido al mismo tiempo como una instancia tuteladora
confiable. Qu es lo que hay en la actual organizacin de la Justicia que la
hace acreedora a un juicio global tan severo en cuanto a su modo de
funcionar? Y al mismo tiempo, qu es lo que, a pesar de ello, permite que
sea considerad garante activa y eficaz ni ms ni menos que de la
democracia y sus instituciones?
113
En cierto modo, la imagen que del sistema de Justicia suelen arrojar
las encuestas de opinin puede ser equiparada a la que ofrece un
caleidoscopio: a partir de unos mismos elementos de base, una leve rotacin
del campo ptico basta para producir una reorganizacin de aquellos, dando
lugar a una composicin o imagen distinta. Ante la sucesin desconcertante
de perfiles dismiles y aun contradictorios que a partir de unos mismos
elementos resulta as posible obtener, cul debe considerarse como el
correcto, o como el ms correcto o el ms real? Cmo explicar el hecho de
que con tan slo ligeras variaciones en la formulacin de las preguntas (es
decir, con tan slo leves retoques en los estmulos ofrecidos al entrevistado)
pueda provocarse este efecto caleidoscopio, es decir, la variacin del sentido
de las respuestas?
Este fenmeno de extrema labilidad de las respuestas en funcin de
la formulacin de la formulacin de las preguntas parece explicable de dos
maneras distintas pero complementarias:
114
a) En primer lugar, cabe entender que en realidad los entrevistados
cambian continuamente de referente en sus respuestas, pasando, sin
expresarlo, de una a otra de las distintas caras de esa realidad multifactica
que es la Justicia. Y lo hacen sin previo aviso porque, sencillamente, no
tienen sensacin de estarlo haciendo: la propia imagen borrosa de conjunto
que de la Justicia tienen propicia que traspasen inadvertidamente los
matizados lindes que separan unas caras de otras, y que ellos no logran
percibir. Es lo que ocurre cuando el observador encara una realidad opaca:
puede percibir en ella rasgos distintos, pero los atribuye,
indiferenciadamente, a un mismo y comn todo, pues la estructura y
articulacin interna de ste se le escapa. En la institucin sometida a
consideracin se perciben rasgos, tendencias y orientaciones pero de un
modo nebuloso, sin posibilidad de calibrar de forma precisa su respectivo
peso relativo, su mutuo grado de interconexin o su recproco
condicionamiento. Se captan rasgos salientes y marcados, pero no el perfil
completo subyacente del que forman parte y que a la vez les contextualiza.
As, un ligero cambio en el estmulo indagador puede originar en la persona
entrevistada un cambio en la faceta de la realidad que le sirve de soporte
para la opinin que expresa. Y de ah que el sujeto no experimente la
disonancia cognitiva que, en cambio, el analista externo piensa que debera
estar sintiendo: en realidad aqul est contestando a algo distinto a lo que
ste cree estarle preguntando. Las respuestas obtenidas, en apariencia
inconexas o contradictorias, resultan as compatibles entre s y no
mutuamente excluyentes. Por lo tanto, ms que ante diagnsticos paralelos
y contrapuestos sobre una misma realidad, estaramos ante secuencias
valorativas concurrentes referidas a fragmentos o dimensiones del sistema
de Justicia paralelos, pero diferenciados. Esto es producto del alto grado de
polisemia social que, como consecuencia de su opacidad y falta de
transparencia, caracteriza al mundo de la Justicia.
115
b) En segundo lugar, las formulaciones aparentemente incoherentes
o contradictorias sobre unos mismos o muy similares aspectos del sistema
de Justicia lo que, en realidad, vienen a expresar es una visin fuertemente
matizada de la misma. El matiz cualificador resultara de la yuxtaposicin de
rasgos distintos y aun contrapuestos que, ms que anularse mutuamente, lo
que en realidad vienen a hacer es complementarse en una dinmica de
gradaciones y contrapuntos recprocos, al modo, si se quiere, de una pintura
impresionista. De ah la conveniencia de utilizar, en la medida mxima de lo
posible, bateras recurrentes de preguntas sobre una misma cuestin con
variaciones sucesivas de matiz en su formulacin.
116
1.- De entrada, y como cuestin previa, debe tenerse en cuenta que
para la gran mayora de las personas el mundo de la Justicia no representa
una realidad tangible y cotidiana, sino algo con lo que se tiene un contacto
excepcional y puntual. Apenas el 29% de los espaoles mayores de edad
dice haber tenido alguna vez contacto directo (como demandante,
demandado, testigo, etc.) o indirecto (como acompaante de algn familiar o
amigo) con los tribunales de Justicia (Toharia, 2003). Lo normal es pues
tener slo un conocimiento indirecto, mediado, del mundo judicial.
117
3.- Los medios de comunicacin representan un segundo y
fundamental factor de intermediacin en la percepcin del sistema de
Justicia. La casi totalidad (el 81%) de los espaoles manifiesta que es a
travs de las noticias de la televisin de donde obtiene fundamentalmente
las informaciones, percepciones y estmulos al respecto; un 48% menciona a
las noticias de prensa; un 30% a los comentarios de tertulias de radio y
televisin o los de amigos y conocidos. Tan slo el 21%, en cambio, dice
tener como elemento bsico de juicio su propia experiencia personal o la de
familiares o conocidos (Toharia, 2003). Esto es importante porque los medios
suelen constituir con frecuencia un espejo involuntariamente deformante: los
criterios periodsticos de inters, relevancia y oportunidad informativa rara
vez coinciden con los principios estructurantes y motores del sistema de
Justicia. Este desencuentro de base suele dar lugar a malentendidos no
explcitamente queridos y no siempre fciles de corregir 82[8].
4.- Pero es que adems, la Justicia es una institucin que suele estar
siempre situada en una cierta penumbra. Viene a ser como una especie de
caja negra a la que no se percibe muy bien y cuyos elementos componentes,
mecanismos internos o normas de funcionamiento no se conocen con
claridad. Pero, en cambio, se la sabe poseedora de poderes terribles: puede
encarcelar a una persona, incapacitarla, concederle o no la custodia de sus
hijos, multarla, declarar nulos sus actos... Cmo no ha de resultar
desazonante un rgano misterioso y arcano y capaz de adoptar tamaas
decisiones?
82[8]
Una reciente investigacin realizada en los Estados Unidos por Garber y Bower (1999) constituye
un ejemplo particularmente ilustrativo. Segn sus datos, entre 1985 y 1996 se produjeron en todos los
tribunales estadounidenses un total de 351 sentencias en casos de reclamaciones contra fabricantes de
automviles. De esas sentencias. El 74% fueron a favor del demandado (es decir, el fabricante) y slo
el 26% a favor del demandante (es decir, el consumidor). Los principales peridicos cubrieron
informativamente slo 47 de todos esos casos: un 4% de los que tuvieron una sentencia final favorable
al fabricante y un 41% de aquellos cuya sentencia favoreci al consumidor. El resultado, para los
lectores, fue que el 81% de los casos de los que se les inform terminaron a favor del consumidor: es
decir, una cifra tres veces superior a la real. Por supuesto, este sesgo informativo no responda a
voluntad manipuladora alguna: era tan slo consecuencia directa del hecho de que, informativamente,
lo inusual es ms noticia que lo usual, as como que sea David y no Goliat quien venza en la
contienda. Pero, en todo caso, el resultado fue reflejar distorsionadamente una realidad, fomentando
de paso una tendencia litigadora con muy poca base real de sustentacin
118
5.- Por otro lado, quienes a l finalmente se acercan lo hacen
mediante intermediarios: profesionales especializados (abogados,
procuradores, el propio persona auxiliar de los tribunales) operan como
oficiantes expertos de un ceremonial esotrico que requiere ser
descodificado. No est al alcance de cualquiera. El hermetismo, la
ininteligibilidad y la oblicuidad comunicacional vienen, as, a reforzar el
distanciamiento y la opacidad.
119
7.- Finalmente, un factor con efectos especialmente distorsionantes
sobre la imagen de la Justicia es su nebulosa conexin estructural con el
entramado estatal. Por un lado existe un ministro de Justicia (que no es, por
cierto, una figura simblicamente menor dentro del Gobierno: es quien toma
juramento a los dems miembros del gabinete, como se encargan
profusamente de mostrar los noticiarios televisivos tras cada remodelacin
gubernamental). Por supuesto, los entendidos saben distinguir con claridad
hasta dnde llegan sus funciones, pero cmo no va el ciudadano medio a
tener la impresin de que se trata de la figura que est a cargo de la
Justicia? Su ttulo oficial se presta a equvoco: no es, por ejemplo, Ministro
de relaciones con la Justicia, sino lisa y rotundamente Ministro de
Justicia. Cmo no va ello a propiciar la sospecha de que, pese a todo,
debe existir algn hilo de continuidad, ms o menos visible u oculto pero no
por ello menos real, entre el Ejecutivo y la Justicia? Quiz por ello,
sistemticamente, la valoracin del funcionamiento de la Justicia ha tendido
siempre a matizarse entre los distintos grupos de votantes en funcin del
color ideolgico del Gobierno de turno: cuando ha gobernado UCD, o el
PSOE, o el PP, los respectivos votantes han tendido a mostrarse
apreciablemente menos crticos con el funcionamiento de la Justicia que el
resto.
120
8.- Si, de un modo u otro, el sistema de Justicia es finalmente
percibido como integrante del entramado estatal, compartir en buena
medida la imagen, buena o mala, que del Estado tenga la sociedad. No por
azar resulta ser precisamente en los pases que antes consolidaron la idea
de un Estado de servicios y de bienestar en suma, de un Estado protector
donde la Justicia tiene, con diferencia, una mejor imagen social (Toharia
2003). En cambio, en los pases de la Europa mediterrnea el recelo
institucional frente a todo lo pblico tiene races seculares que apenas
recientemente han empezado a diluirse. Sin duda, el recelo anti-estatal no
es ya ni tan intenso ni, sobre todo, homogneo en sociedades como la
espaola: las partes ms nuevas o ms ostensiblemente renovadas o
refundadas del Estado (como las Comunidades Autnomas o los
Ayuntamientos o las Cortes), que el ciudadano puede sentir como ms
cercanas y ms transparentes, tienen una imagen claramente mejor que
aquellas otras que dan una mayor sensacin de ininterrumpida continuidad
con el pasado, como parece ser el caso de la Justicia (Toharia 2003).
121
9.- A todos estos factores que propician o refuerzan la opacidad del
sistema de Justicia cabe probablemente aadir, por ltimo, un elemento
adicional de desconcierto: la sensacin de constituir una institucin en
inacabable proceso de construccin y restauracin. El sistema de Justicia
nunca ha parecido estar completo y acabado. Y, de hecho, el prolongado
proceso reformador del ltimo cuarto de siglo en lo que finalmente ha venido
a desembocar es... en un gran pacto nacional para su reforma a fondo 83[9]. Si
algn mensaje subliminal puede haber acabado transmitiendo este cmulo
de hechos a la ciudadana es el de que los problemas de la Justicia ni
parecen tener fcil arreglo, ni han logrado en todo caso ser an
adecuadamente resueltos, y quiz incluso que ni sean arreglables. Lo cual,
en alguna medida, puede ayudar a entender la persistencia de determinados
tpicos y estereotipos populares en torno al sistema de Justicia: el propio
esfuerzo continuado por mejorarlo puede haber contribuido,
paradjicamente, a confirmar y aun a ensanchar las sospechas ciudadanas
sobre la persistencia irremediable? de sus deficiencias.
83[9]
Pacto para la Reforma de la Justicia suscrito por los dos principales partidos del Parlamento
espaol (PP y PSOE) en mayo de 2001.
122
10.- Ciertamente, en un pas que en menos de tres decenios ha
pasado de la dictadura a la democracia, de una economa atrasada a una
economa avanzada y del aislamiento a la plena integracin europea, la
Justicia ha tenido por fuerza que experimentar cambios significativos, por
encima de las posibles deficiencias que puedan an aquejarla. Y sin duda ha
sido as. Los sucesivos gobiernos democrticos han optado por una poltica
conservacionista, es decir, de restauracin y remodelacin de lo existente,
ms que por su recreacin ex novo. La opcin por una rehabilitacin de
urgencia se concret en la eliminacin de la anterior fronda de jurisdicciones
especiales, devolviendo as a la Justicia toda su potencial fortaleza; en la
creacin del Consejo General del Poder Judicial, que debera hacer posible
a la vez el autogobierno y la independencia de la Justicia; y en un importante
esfuerzo presupuestario, que permiti dotarla de ms y mejores medios, as
como aumentar sustancialmente sus efectivos personales (lo que, de paso,
dio lugar a su profundo rejuvenecimiento: en la actualidad, slo el 46% de
los jueces tiene ms de 40 aos). Adems, ahora casi el 40% de los
integrantes de nuestra judicatura son mujeres. 84[10] Por otro lado, parece
existir en este momento un notable pluralismo ideolgico y de estilos vitales
dentro de nuestra judicatura85[11]. Y as lo percibe la ciudadana: predominan,
en efecto, en nuestra sociedad (en proporcin de 45% frente a 29%) quienes
opinan que entre los jueces hay aproximadamente la misma proporcin de
personas de derecha, de centro y de izquierda que en el conjunto de la
sociedad86[12]. Todos estos cambios estructurales y funcionales
84[10]
En la 52 promocin de la Escuela Judicial, correspondiente a 2000-2002, el 60% de sus
integrantes eran mujeres, proporcin similar a la registrada en promociones anteriores. Esta mayor
proporcin continuada de personas del sexo femenino en cada nueva promocin de jueces permite
pensar que en fecha muy cercana el peso proporcional de las mujeres en la adjudicatura alcanzar,
como mnimo, el mismo nivel que la poblacin femenina representa sobre la poblacin total o sobre la
poblacin estudiantil universitaria. De ser as, supondr el primer caso dentro de los cuerpos de la
Administracin Pblica (y, sin duda alguna, tambin en el mundo de la empresa privada) en el que la
proporcin de mujeres en puestos de responsabilidad sea plenamente acorde a su peso demogrfico,
por encima de posibles filtros o barreras discriminatorios.
85[11]
Ya documentado en Toharia (1987): la proporcin de jueces que se autoposicionan, en una escala
ideolgica, en valoraciones de izquierda, centro o derecha resulta ser prcticamente paralela a la que
se registra para el conjunto de la poblacin nacional.
86[12]
Esta idea, por cierto, se expresa de forma llamativamente homognea en todos los sectores y
mbitos sociales, con la nica excepcin de los votantes de Izquierda Unida (entre los cuales son algo
ms numerosos 41% frente a 37% quienes disienten con la afirmacin). Se trata, pues, de una idea
uniformemente extendida y compartida.
123
experimentados por la Justicia espaola en estos veinticinco aos no han
escapado a la atencin ciudadana, y ello, sin duda, explica el nuevo y
sustancial grado de confianza bsica que como vamos a ver la Justicia
como institucin logra inspirar ahora. Pero, en todo caso, no parecen ser
suficientes para transmitir a la ciudadana la sensacin de que ha tenido
lugar una autntica refundacin de la misma ni para clarificar definitivamente
su perfil, quebrando las imgenes, tpicos y estereotipos heredados del
pasado. La idea claramente predominante en nuestra sociedad es que la
Justicia sigue dando en la actualidad una imagen ms anticuada (as lo dice
el 40%) que moderna (as slo la califica el 29%) 87[13]. Y son algunos ms
(48% frente a 40%) quienes piensan que, en conjunto, no tiene peor imagen
que la que realmente se merece: es decir, que pese a todo sigue
mereciendo, en conjunto, un juicio negativo (Toharia, 2003). No es, as,
extrao que la pactada reforma de la Justicia encuentre buena acogida: el
60% de los espaoles considera, en efecto, necesario un gran pacto
nacional para la reforma de la Justicia, frente a tan slo un 10% que no lo
cree preciso. Sin duda, y como ya ha quedado sealado, los continuos
retoques parciales de la Justicia han debido prestarle una apariencia lo
suficientemente achacosa y mal parcheada como para generar esta masiva
propensin a considerar necesario un arreglo en profundidad y de una vez
por todas.
87[13]
Un 21% adicional considera que da una imagen en parte moderna y en parte anticuada (Toharia
2003).
124
Todo esto no hace sino reforzar la perentoria necesidad de una plena
refundacin simblica de nuestro sistema de Justicia: sin duda, y como
veremos ms adelante, a partir de 1980 la Justicia espaola gan una
legitimidad de base que an mantiene. Pas, sencillamente, a ser percibida
como plenamente sintonizada con el nuevo sistema democrtico: de hecho,
incluso tiene ahora a ser percibida como su principal salvaguarda. Pero si
devino ms confiable, no por ello pas a parecer ms transparente y
cercana. La ciudadana, sin duda, considera que nuestro sistema de Justicia
es democrtico, pero le sigue pareciendo distante y opaco.
125
La opacidad institucional constituye un potente caldo de cultivo para la
desconfianza y el recelo. Lipset y Schneider (1983) han hecho notar que las
instituciones (pblicas o privadas) que son percibidas como movidas por una
intencin altruista y protectora tienden con mayor frecuencia e intensidad
que las restantes a inspirar y mantener un algo grado de confianza
ciudadana. Para el caso de Espaa, los datos disponibles (Toharia, 2003)
vienen a confirmar con claridad esta pauta, con una llamativa excepcin: el
sistema de Justicia queda claramente descolgado respecto de las dems
instituciones o grupos sociales de carcter altruista y protector. Quiere ello
decir que no se termina de percibir que tenga en plenitud esa condicin? La
explicacin se puede encontrar en lo que, a partir del estudio pionero de
Thibaut y Walker (1975), los trabajos ms recientes de Tyler (2001) y Tyler y
Huo (2002) han venido a subrayar: la opacidad que se percibe en el
funcionamiento de una institucin (en este caso la Justicia) resulta crucial de
cara a su definitivo crdito social. No es tanto el contenido o la direccin final
de sus acciones y decisiones lo que le hace ganar o perder la confianza
ciudadana, sino la medida en que transmite la sensacin de que ha llegado
a esa decisin mediante mecanismos claros, transparentes, inteligibles,
haciendo que todas las partes implicadas se sientan participantes y
debidamente escuchadas. Sencillamente, no es tanto la justicia sustantiva (o
de fondo) como lo que Thibaut y Walker denominaron justicia procesal88[14] (o
de modos) lo que contribuye al pleno enraizamiento social de una
institucin. Y la percepcin de ese procesamiento justo de las peticiones
formuladas, la sensacin de que son objeto de buen trato, requiere
ineludiblemente transparencia, claridad, informacin y atencin al usuario.
Sencillamente, hacer que la institucin resulte amigable para ste (user-
friendly, por utilizar la expresin originaria inglesa); precisamente lo que,
segn la opinin ciudadana, en menor medida resulta ser hoy nuestra
Justicia.
88[14]
Va de suyo que en un sentido no jurdico de la expresin.
126
Pero antes de entrar con algn detalle mayor en esta cuestin,
conviene aclarar brevemente cul va a ser el repertorio de rasgos y
dimensiones que van a ser utilizados aqu para tratar de articular la imagen
ciudadana de la Justicia de forma razonablemente inteligible.
127
El concepto de legitimidad social, por su parte, alude al grado de
confianza y credibilidad de que el sistema de Justicia logra hacerse
merecedor entre la ciudadana. El nivel de legitimidad social de un sistema
de Justicia deriva en esencia de la forma en que la ciudadana le evala en
tres cuestiones bsicas: su nivel de imparcialidad y de independencia, su
grado de accesibilidad para los usuarios y su capacidad de dar cuenta
adecuada a la sociedad de su funcionamiento de conjunto. La imparcialidad
implica respeto estricto al principio de igualdad ante la ley y a su aplicacin,
con total equidistancia respecto de las partes. Ello requiere una situacin de
independencia. Slo la Justicia real y efectivamente independiente merece
con propiedad el nombre de tal, pero no porque la independencia constituya
el fin de la Justicia, sino porque es el imprescindible medio que le permite
ser plenamente imparcial. La independencia tiene as conviene subrayarlo-
un carcter instrumental respecto de la imparcialidad, no constituyendo en
consecuencia tanto una meta en s y por s misma como por lo que posibilita.
De hecho, lo que histricamente dio origen a la configuracin de la Justicia
como parte del entramado institucional del Estado fue precisamente el
intento de recubrirla con un manto de oficialidad para mejor resguardarla de
las posibles presiones e influencias de las partes enfrentadas en los litigios
(Shapiro, 1981). Lo cual, sin duda, abri la puerta a una nueva e impensada
posible fuente de condicionantes: los provinientes de esa misma maquinaria
estatal suspuestamente protectora y de la que haba pasado a formar parte.
Por eso la Justicia slo cuenta con garantas razonables de independencia, y
por tanto de imparcialidad, en un sistema democrtico: es decir, en el seno
de un Estado de derecho con leyes democrticamente elaboradas y con
controles ntidos y eficaces sobre las esferas de influencia y actuacin de las
distintas instituciones.
128
As desde esta perspectiva bi-polar un sistema de Justicia puede
aparecer como ms o menos eficiente y como ms o menos merecedor de
crdito y confianza, sin que ambas dimensiones tengan necesariamente que
presentarse correlacionadas. Que es precisamente lo que ocurre, como
vamos a ver, en el caso de la Justicia espaola: desde la perspectiva
ciudadana su grado de legitimidad social aparece como claramente ms
amplio que su nivel de eficiencia.
129
El grado de legitimidad social del sistema de Justicia espaol, a ojos
de la ciudadana, resulta ser elevado y en todo caso sustancialmente ms
amplio que su nivel de eficiencia. Sin duda una Justicia (en este caso, la
espaola) puede ser siempre ms independiente (o menos influible), ms
imparcial (o ms ecunime) y ms competente o mejor preparada. Pero no
es por ah por donde parecen situarse las principales carencias detectadas
por la ciudadana. En realidad, los espaoles reconocen un apreciable grado
de credibilidad y competencia a sus jueces a los que, en lneas generales,
perciben como razonablemente honestos, imparciales, plurales preparados e
independientes (aun cuando fuertemente presionados, si bien no slo ni
siquiera prioritariamente- por el Gobierno. Vid. Toharia 2003). Esta buena
evaluacin de conjunto en cuanto a los aspectos que cabe incluir dentro de
la rbrica genrica de la legitimidad social slo se quiebra, y fuertemente, en
una de sus dimensiones esenciales: el grado de accesibilidad del sistema.
Aqu las opiniones son masiva y rotundamente crticas: el semblante de la
Justicia es hosco y escasamente acogedor, opaco y falto de transparencia.
Todo en la forma en que se organiza y presenta propicia en los ciudadanos
una sensacin de distanciamiento, de hermetismo, de ininteligibilidad, de
incertidumbre, incluso de miedo. Y esto es algo que choca frontalmente con
la idea de una Justicia al servicio de la ciudadana, que ha pasado a ser
predominante no slo en Espaa sino, en general, en las democracias
avanzadas. Como ha sealado un destacado jurista anglosajn,
tradicionalmente los sistemas de Justicia se han organizado del modo que
resultaba ms conveniente para los jueces, para el personal de los
tribunales y para los abogados, generalmente por ese orden. Si alguna vez
la conveniencia del pblico llegaba a ser tomada en consideracin era
siempre despus de las de estos tres grupos de habituales del foro [...]. Y
sin embargo en ninguna institucin orientada a los consumidores puede
ordenar sus prioridades de este modo [...] Con la excepcin del servicio de
prisiones y quiz de algunas impenitentes organizaciones de asistencia
social, no se da ninguna organizacin que se muestre tan arrogante con su
clientela como los tribunales (Church, 1990: 7). Lo que la ciudadana
130
declara ahora esperar de sus tribunales es que no slo les dispensen
proteccin, sino que adems lo hagan mostrndose cercanos y asequibles.
Sencillamente, que les hagan sentir en los hechos, y no slo en las palabras,
que estn efectivamente a su servicio.
89[15]
Los datos citados a continuacin proceden de Toharia (2003).
131
En este contexto resulta significativo que entre aquellos entrevistados
que han tenido contacto personal directo con los tribunales la clara mayora
(55%) indique que la decisin final recada en su caso no restituy ni
compens (o lo hizo slo en pequea parte) los daos o perjuicios
padecidos. Pero pese a ello, la calificacin media que de la calidad del
servicio recibido expresan es un 5,4 (en una escala de 0 a 10); es decir, una
clara valoracin positiva de conjunto, a pesar del resultado final.
Notoriamente, la sensacin de haber sido atendidos en sus
reclamaciones90[16] de forma razonablemente adecuada prim sobre el
resultado alcanzado. La cercana con el sistema de Justicia parece, as diluir
en alguna medida la apariencia de opacidad, propiciando una sensacin de
justicia procesal que, en cambio, desde la distancia media no se percibe.
90[16]
Dos de cada tres entrevistados califican, por ejemplo, como bueno o muy bueno el trato personal
recibido del juez, del secretario del tribunal y del resto del personal judicial, lo cual, pese a todo, no
impidi sentirse ms incmodos en el tribunal al 60%.
132
Esta bsica opacidad que se percibe en la Justicia tiene, a la vez,
consecuencias directas e indirectas sobre la actitud ciudadana a su
respecto. Como consecuencias directas, cabra mencionar las siguientes:
91[17]
As lo expresa una casi mayora absoluta (47% frente a 41%).
92[18]
Esto es algo que se da entre la ciudadana, y con tan slo leves diferencias de nfasis, a todo lo
largo del espectro ideolgico-poltico.
133
b) En segundo lugar, la idea de que la Justicia debe dar cuentas al
cuerpo social sobre el desempeo global de sus funciones se ha
generalizado y afianzado. La Justicia tiende ahora a ser percibida por la
ciudadana como una institucin pblica, financiada con el dinero pblico,
que desempea un servicio pblico y que, en consecuencia, debe quedar
sujeta a una evaluacin peridica en cuanto a la calidad del desempeo
global de sus funciones, como cualquier otro organismo pblico. A todo lo
largo del espectro poltico-ideolgico nacional, tres de cada cuatro
entrevistados consideran que la Justicia debe rendir cuentas a la sociedad
sobre su actuacin, sin que hacerlo implique menoscabo alguno de su
independencia.
134
d) Una institucin que tiende a parecer opaca y poco transparente
difcilmente puede resultar acogedora. Tender ms bien a inspirar recelo
que a propiciar un contacto fluido y espontneo. No es, as, de extraar que
la mayora de los entrevistados (54%) reconozcan que la gente no colabora
suficientemente con la Justicia. Y ello no tanto por falta de espritu cvico o
por dudas sobre la utilidad de hacer como, sobre todo, por temor a meterse
en los y no contar luego con la adecuada proteccin y, en segundo lugar,
por las molestias, las prdidas de tiempo y los inconvenientes que colaborar
con la Justicia puede acaba suponiendo. El sistema de Justicia transmite
ms la sensacin de gravar y penalizar a quienes tratan de ayudarle en su
misin que de agradecrselo94[20].
aparecerse al ciudadano medio como meros subterfugios corporativos para marear la perdiz y
propiciar la impunidad.
94[20]
La laxitud del concepto popular de sistema de Justicia resulta aqu particularmente aparente: en
las respuestas, sin duda, se est considerando indistintamente la colaboracin con la polica y con los
rganos jurisdiccionales.
135
De entrada, tenemos que para nuestra ciudadana, adems de
razonablemente honestos, imparciales e independientes, como ya ha sido
indicado, los jueces espaoles son competentes y estn bien preparados (lo
dice una holgada mayora absoluta: 57 frente a 33%), son tan buenos como
los de cualquier otro pas de la Unin Europea (51 frente a 22%), suelen
terminar dando la razn a quin efectivamente la tiene (53 frente a 37%) y
suelen ser coherentes y predecibles en sus decisiones, tendiendo a resolver
de forma similar los casos que son similares (48 frente a 37%). Y ello a
pesar de no contar an con todos los medios materiales que su labor
requiere (51 frente a 32%) y de no dedicar no la atencin ni el tiempo
adecuado a cada caso individual (63 frente a 24%. La fuente de todos estos
datos es Toharia 2003). Esta ltima percepcin, ya comentada, merece en
este contexto una consideracin adicional. En efecto, enmarcada en las
anteriores afirmaciones, lo que parece implicar no es tanto desinters o
desatencin cuanto desbordamiento y sobrecarga: una excesivo volumen de
trabajo que estara forzando a los jueces a administrar una Justicia prt--
porter ms que a medida. De calidad, en todo caso, pero carente de ese
toque individualizado y personal que permitira a las personas implicadas no
sentirse anonimizadas y reducidas a la condicin de un mero expediente
ms entre tantos otros en tramitacin. Es la atencin individual, no el
desempeo de conjunto, lo que para los entrevistados parece, pues, fallar.
Pero estos jueces que son objeto en conjunto de una consideracin
tan claramente positiva parecen desempear su labor en el seno de una
estructura perversa, capaz de trasmutar tan positivos inputs en outputs
considerados de mala calidad. El sistema de Justicia, en el que se enmarca
la accin judicial, no slo hace que sta termine resultando desbordada, ms
fuera de onda de los que parecera esperable de las caractersticas
personales de quienes la llevan a cabo, sino que, sobre todo, la convierte en
exasperantemente lenta e inoperante.
136
La opinin prcticamente unnime en nuestra sociedad es que la
Justicia suele ser tan lenta que ms vale evitar acudir a ella y que, en todo
caso, cuando se consigue su auxilio, de poco acaba sirviendo, ya que las
sentencias rara vez se ejecutan de forma rpida y eficaz. Asimismo, la idea
masivamente expresada es que la lentitud de la Justicia perjudica
especialmente y en mayor proporcin a los ms desprotegidos, que se ven
de hecho, con frecuencia, reducidos a la indefensin y a la inseguridad
jurdica (Toharia 2003). Sin duda es ste un diagnstico severo, que
prcticamente no ha variado desde que tenemos informacin demoscpica
al respecto. Es tambin un diagnstico que choca con lo que las
investigaciones recientes de Santos Pastor y de Juan Jos Garca de la Cruz
han venido a poner de manifiesto: la Justicia espaola no es ya, en realidad,
tan lenta; su lentitud, en todo caso, no es en modo alguno homognea en
todas las reas o niveles jurisdiccionales; e incluso, en bastantes supuestos
ya no es, sencillamente, lenta. Pero esta evidencia no parece haber
trascendido a la sociedad, como los datos de opinin que estamos
considerando ponen claramente de relieve 95[21]. La percepcin ciudadana
sigue anclada en situaciones pretritas. Ya hemos visto que la percepcin
que del mundo de la Justicia tiene el ciudadano medio no es por lo comn
directa, sino mediada. Obviamente todos esos distintos factores y
mecanismos de intermediacin parecen estar impidiendo la transmisin
fidedigna de la nueva realidad emergente en cuanto a la dinmica judicial.
Habra que indagar por qu. Sin duda, la ya repetidamente sealada
opacidad y falta de transparencia del sistema de Justicia (a lo que podra
aadirse ahora su endmica falta de reflejos para modular su comunicacin
con la sociedad de forma que no se produjese siempre a la defensiva y ex
post facto es un factor fundamental a tener en consideracin.
95[21]
Con todo, es de resaltar que los ciudadanos s son capaces de modular sus impresiones sobre el
grado de diligencia o lentitud de los distintos tipos de tribunales.
137
II.- Lo que falla en la Justicia: el punto de vista de la poblacin
usuaria.
96[22]
Esta seccin resume las aportaciones de los textos reseados de Garca de la Cruz, sin duda el
principal especialista en este tema en nuestro pas. Garca de la Cruz ha consultado a muestras de
demandantes, denunciantes, testigos y vctimas y lo ha hecho en los propios locales judiciales, por
tanto durante la tramitacin de los respectivos casos. Esta es una innovacin metodolgica
especialmente relevante: en los escasos antecedentes de encuestas a usuarios estos eran contactados
despus de su paso por los tribunales (es el caso, por ejemplo, de Reino Unido).
138
a) duracin: Segn la informacin facilitada por los usuarios, en
primera instancia el 67% de los asuntos llegaron a juicio antes de un ao; el
18% tard entre uno y dos aos y el 10% ms de dos aos. Por reas
jurisdiccionales existen no obstante diferencias apreciables: segn los
propios afectados, llegaron a juicio antes de un ao el 80% de los casos lo
social, el 77% de los de faltas, el 74% de los contencioso-administrativos de
primera instancia, el 70% de los asuntos de familia, el 63% de los civiles
pero slo el 48% de los casos penales (excluyendo las faltas). En todo caso,
seis de cada diez usuarios consideran excesivo el tiempo transcurrido desde
el inicio del procedimiento hasta el momento en que fueron entrevistados.
b) Puntualidad: en 2003, el 56% de los que han acudido a un
tribunal dicen haber sido atendidos de forma impuntual (en el ao 2001 este
porcentaje fue algo ms bajo: 47%) Como seala Garca de la Cruz debe
tenerse en cuenta que el concepto de impuntualidad no es fijo, sino que es
constantemente redefinido a medida que entre los usuarios se extiende la
conciencia de sus derechos. As, entre los que se quejan de falta de
puntualidad el 7% fueron de hecho atendidos en menos de quince minutos, y
el 26% entre quince minutos y media hora. El 20% dice haber tenido que
esperar ms de una hora (pero menos de dos) y slo el 8% padeci esperas
de ms de dos horas
c) Trato recibido: Ocho de cada diez usuarios sienten haber sido
bien tratados por los funcionarios del Juzgado. Porcentajes muy cercanos
(73% y 75%) dicen lo mismo respecto del Secretario y del Juez,
respectivamente. Entre algo menos del 10% de los usuarios estiman en
cambio haber sido objeto de trato inadecuado. Los que se sienten peor
tratados son los acusados, los denunciados y los demandados, por este
orden: es decir, quienes por su situacin procesal cabe imaginar en
predisposicin menos favorable a la hora de emitir evaluaciones.
139
d) Inteligibilidad: desde 1997 parece haberse producido un claro
progreso en la inteligibilidad, para los usuarios, de las citaciones judiciales.
As ahora slo un 11% de los usuarios dicen no haber tenido claro para qu
tenan que ir al juzgado (frente al 19% siete aos antes). Los usuarios que
se sienten ms confusos son los denunciados, los acusados y los testigos,
por este orden.
e) Sensacin de que su caso era estudiado a fondo: en 2003 slo
un 47% de los usuarios tuvieron la sensacin de que el juez y el juzgado
conocan razonablemente bien su caso. Un 32% pensaba en cambio que
estaban poco al tanto y el 10% tuvo incluso la impresin de que no lo
conocan en absoluto (Garca de la Cruz, 2003g). Por supuesto, estamos
ante impresiones (que pueden no corresponderse exactamente con la
realidad de los hechos). Pero de cara a la justicia procesal las
sensaciones son las que cuentan: los usuarios de la Justicia precisan sentir
que han recibido toda la atencin y dedicacin precisa: de eso depende que
perciban la decisin final como legtima.
f) Sensacin de amparo: El 65% de los usuarios manifiestan en
2003 que, cuando han estado ante el juez, se han sentido amparados en sus
derechos: en 1997 quienes daban esta misma respuesta eran menos de la
mitad (30%). Es decir, en un espacio realmente corto de tiempo parece
haberse operado un espectacular incremento en la sensacin que los
distintos usuarios tienen de que el juez est para garantizar y proteger sus
derechos.
140
g) Restitucin del perjuicio: Finalmente, merece la pena acudir a
los tribunales para tratar de encontrar reparacin para un perjuicio
injustamente padecido? Los datos de Garca de la Cruz revelan que
aproximadamente la mitad de los usuarios (entre el 42% y el 46%) son
personas que se consideran vctimas de un perjuicio cuya reparacin
buscan. Pues bien, entre stos el tercio (33%) considera, en el momento de
ser entrevistado, que el perjuicio padecido ha sido restituido compensado
total o parcialmente. Un 26% declara en cambio no haber obtenido
reparacin alguna (el 31% no sabe dar una respuesta, quiz por el momento
procesal en que se les aborda). El porcentaje de quienes sienten haber
obtenido reparacin total o parcial (33% en 2003) refleja una clara pauta de
incremento: en 2001 daba esta misma respuesta slo el 19%, y en 1997 el
17%.
141
Entre abogados (vase tabla 3.3) el funcionamiento global de los
distintos reas y niveles jurisdiccionales es valorado de forma
razonablemente positiva97[23], si bien con modulaciones:
a) Por reas, los juzgados de los social , las secciones
penales de la Audiencias Provinciales y los juzgados de lo penal
aparecen claramente en cabeza, correspondiendo en cambio los
valores mnimos a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Supremo y a los juzgados de primera instancia.
b) Por niveles jurisdiccionales, los tribunales de primera y
segunda instancia obtienen en conjunto una valoracin algo mejor
que el Tribunal Supremo. Este ltimo, no obstante, destaca de forma
clara en cuanto a la valoracin que merece la calidad de sus
sentencias.
97[23]
Debe tenerse en cuenta que los cuadros 3.1 a 3.3 recogen puntuaciones medias. Por otro lado, la
experiencia demoscpica acumulada ensea que en este tipo de ejercicio de valoracin mediante una
escala numrica mimtica de las calificaciones escolares el rango de fluctuacin de los valores
obtenidos flucta por lo general tan slo entre un mnimo de 3 y un mximo de 7. En ese sentido sera
engaoso buscar equivalencias con las tradicionales calificaciones de aprobado, notable o
sobresaliente.
142
1. Tabla
143
2. Tabla
144
3. Tabla
EVALUACIN POR LOS ABOGADOS DE LOS DISTINTOS NIVELES Y RGANOS JURISDICCIONALES (2002)
Evaluaciones expresadas por una puntuacin entre 0= muy negativa y 10= muy positiva. El cuadro recoge las puntuaciones medias resultantes)
JUECES Y MAGISTRADOS
Calidad de sus sentencias 5.10 5.86 4.87 5.41 5.37 6.33 6.06 5.97 5.79 6.30 6.83 6.75 6.56
SECRETARAS
Laboriosidad, dedicacin a su
5.36 5.70 5.15 6.24 6.14
trabajo
145
IV.- CONCLUSIONES:
147
- (2003.c.): Ms all de la dilacin: evaluacin de la calidad
ofrecida por los tribunales de lo Contencioso-Administrativo, en Justicia:
Revista de Derecho Procesal, pgs. 279-298.
- (2003.d.): La calidad ofrecida por los Tribunales de lo
Contencioso-Administrativo, en Revista Jurdica: Universidad Autnoma de
Madrid, nm. 9, pgs. 33-56.
- (2003.e.): Para medir la calidad de la Justicia (I): abogados,
Documento de Trabajo n 3/2003, Fundacin BBVA.
- (2003.f.): Para medir la calidad de la Justicia (II):
procuradores, Documento de Trabajo n 4/2003, Fundacin BBVA.
- (2003.g.): La calidad de la Administracin de Justicia:
valoracin de los ciudadanos inmersos en asuntos judiciales, Revista del
Poder Judicial, nm. 71, segundo trimestre 2003, en prensa.
5. LEGGATT, A. (2001): Tribunals for users: one system, one
service. Report of the Review of Tribunals, Londres, H.M.S.O.
6. LOUGHLIN, M. (2000): Sword and scales. An examination of the
relationship between Law and Politics, Oxford: Prtland, OR, Hart Publishing.
7. SCHNEIDER, W. (1983): The confidence gap, Nueva York, The
Free Press.
8. TOHARIA, J.J. (1975): El juez espaol. Un anlisis sociolgico.
Madrid, Tecnos.
- (1987): Pleitos tengas! Introduccin a la cultura legal espaola,
Madrid, CIS/Siglo XXI.
- (2001): Opinin pblica y Justicia, Madrid, Consejo General del
Poder Judicial.
- (2002): Las encuestas de opinin y las decisiones polticas: el
caso de la evaluacin y la reforma de la justicia, Revista Espaola de
Investigaciones Sociolgicas, nm. 99, julio-septiembre, pgs. 223.235.
- (2003): La imagen ciudadana de la Justicia, Foro sobre la
Reforma y Gestin de la Justicia, Documentos de Trabajo 2, Fundacin
BBVA.
148
- Y Garca de la Cruz, J.J. (1999): Funcionamiento de los
Tribunales de Justicia de la Comunidad de Madrid Otros, nm. 10,
diciembre, pgs. 18-36.
9. TYLER, T.R. (1990): Why people obey the Law, New Haven, CT,
Yale University Press.
- (2001): Public trust and confidence in legal authorities: What do
majority and minority group members want from the Law and legal
institutions?, Behavioral Sciences and the Law, vol. 19, 2, pgs. 215-235.
- e Y.J. Huo (2002): Trust in the Law: encouraging public
cooperation with the police and courts, Rusell Sage Foundation Series on
Trust, vol. 5, Nueva York.
149
TICA PBLICA, DEONTOLOGA JUDICIAL Y RESPONSABILIDAD
DISCIPLINARIA DE JUECES Y MAGISTRADOS
150
SUMARIO:
151
2.1. Fundamentos bsicos.
152
6. Ejecucin del procedimiento disciplinario y sistema
de recursos.
XVI. Anexos
1. Ao 1998.
2. Ao 1999.
3. Ao 2000.
4. Ao 2001.
5. Ao 2002.
6. Ao 2003.
7. Grficos.
Anexo II.
153
I. La tica pblica y su incidencia en la tica judicial: la
responsabilidad de jueces y magistrados
154
lo que se ha venido en denominar la tica pblica. Y es precisamente en el
estudio de la tica en lo pblico en el que la deontologa profesional
adquiere especial relevancia, pues, como sostiene el profesor RODRGUEZ-
ARANA, sus normas tienden a contener no slo un juicio valorativo, sino
que tienen consecuencias sancionadoras. Por consiguiente, en la
deontologa profesional se armonizan los principios ticos con las normas
que disciplinan las diferentes actividades profesionales, y en la tica pblica
tendrn cabida, por extensin y entre otras variadas cuestiones, los criterios
deontolgicos reguladores de las actividades profesionales propias del
sector pblico.
155
trata de una cuestin de moda, impulsada por un nimo decidido de lucha
contra la corrupcin. Con arreglo a este planteamiento es de significar,
recordando al profesor JOS LUIS ARANGUREN, que en estos tiempos en
los que tanto se oye hablar de casos de corrupcin, la meditacin sobre la
tica en la Administracin cobra especial actualidad. Pues los programas
polticos quedan al albor de meras intenciones si su ejecucin no est
guiada por una moralidad dirigida al servicio de la ciudadana.
156
organizativo de la Administracin Pblica no es un valor absoluto y
excluyente, pues aunque es cierto que dicha Administracin debe ser gil y
eficaz, no es menos cierto que tal eficacia ha de estar ntimamente unida a la
consecucin del inters pblico, a la promocin de los derechos
fundamentales y, por supuesto, al principio de legalidad. En consecuencia, y
como advierte el profesor GONZLEZ PREZ, la tica pblica reviste dos
aspectos distintos: de un lado, como exigencia de los servidores pblicos; y,
de otro, como fin de la accin administrativa.
157
febrero de 1993, en la que se pone de relieve que la Administracin Pblica
moderna debe estar inspirada en la claridad y en la transparencia y debe
empearse en prestar a los ciudadanos servicios pblicos de calidad. Y, por
ltimo, los Principios de Conducta tica para los funcionarios y empleados
del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica, aprobados por Orden
Ejecutiva de 12 de abril de 1989.
158
desencadenante del proceso de construccin y diseo institucional de la
modernidad.
159
beneficio propio o de un tercero... sea por razn de amistad o por dinero o
por otras prestaciones.
160
mediante la accin del Derecho. Como es sabido, el viejo adagio romano
sealaba ubi homo, ibi societas; ubi societas, ibi ius all donde hay
hombres, hay sociedad; all donde hay sociedad, hay Derecho, a lo que
aadimos ahora que en una sociedad afectada por el fenmeno de la
corrupcin, cuyas instituciones y cuya credibilidad democrtica se han
podido ver afectadas por ese fenmeno, la accin del Derecho resulta
necesaria e incuestionable. Y as el Derecho aparece no slo como
organizacin de la vida social, sino tambin, y muy especialmente en lo que
ahora interesa resaltar, como instrumento de primer orden para combatir la
corrupcin. Tngase presente, en este orden de consideraciones, que en el
concepto de Derecho hay dos elementos de destacada importancia en esa
lucha contra la corrupcin: un elemento inicial o primario, la idea de tica
como componente moral del Derecho; y un elemento final o teleolgico, la
idea de justicia como resultado aplicativo del Derecho.
161
de conducta que apunta a realizar a la vez el orden social y la Justicia. Y la
Justicia debe ser as base de la convivencia humana y del ejercicio de
funciones pblicas. Como propugna el profesor GARRORENA MORALES, la
definicin del Estado de nuestros das como Estado social implica que el
reconocimiento de la economa de mercado y la libertad de empresa ha de
complementarse con el cumplimiento de las obligaciones inherentes a un
Estado asistencial y el reconocimiento de la posibilidad de transitar a
formas superiores de solidaridad y convivencia para obtener as el valor
constitucional y supremo de la Justicia.
162
La tica pblica, considerada en los trminos que anteceden,
tendra entre sus principales objetivos la defensa contra supuestos casos de
corrupcin. Pero, adems, y segn hemos comentado, tiene un mbito de
actuacin mucho ms extenso. Prueba de ello son los distintos instrumentos
normativos existentes en nuestro Ordenamiento jurdico que, en cierto
aspecto y con variada intensidad, se basan en criterios de tica pblica.
Sirvan de ejemplos, entre otros, los siguientes:
163
influencias, los delitos contra la Hacienda Pblica y la Seguridad Social, y los
delitos relativos a la ordenacin del territorio y la proteccin del medio
ambiente (artculos 305 a 310, 319 a 340, 404 a 406 y 419 a 445 del Cdigo
Penal).
164
la Ley del Gobierno) y de los empleados pblicos (artculos 3 a 15 de la Ley
de Incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones
Pblicas).
165
servicio pblico de la Administracin de Justicia, en beneficio del buen orden
del Poder Judicial y en beneficio tambin de una efectiva y eficiente tutela
judicial.
166
- Integridad: Los que ocupan cargos pblicos no deberan
colocarse bajo ninguna obligacin financiera u otra con terceros u
organizaciones que puedan influirles en el desempeo de sus
responsabilidades oficiales.
167
especialmente en sectores del Ordenamiento tales como el Derecho penal y
el Derecho administrativo sancionador y adquieren particular relevancia en la
deontologa profesional. Como seala el Magistrado HERNANDO
SANTIAGO, en el establecimiento de cdigos de actuacin profesional est
muy presente la raz tica de cada profesin concebida como vocacin, es
decir, como forma de realizacin personal para el cumplimiento de nuestro
personal proyecto vital. Cuando se habla de la tica profesional,
inmediatamente se nos presenta la imagen de una moral de obligaciones, no
de virtudes, de una moral dirigida a responder no a la pregunta de quin es
bueno, sino a la de qu debo hacer para serlo. En otros trminos prosigue
el citado autor-, si como defendi ARISTTELES toda obra humana tiende a
la obtencin de un bien, desde el punto de vista de la actuacin profesional
de cada uno ser preciso, en primer trmino, definir cul es ese bien al que
tiende esa actividad. Y, una vez definidos los fines (lo que KANT
denominara las ideas lmite), lo que corrersponde es determinar la lex
artis, los comportamientos idneos para la realizacin de dichos fines. Con
claridad aparece esa tica o moral de las obligaciones desde antiguo en
determinadas profesiones, particularmente en la medicina, desde la obra de
HIPCRATES, todava vigente. Tratndose de deontologa jurdica, es
necesario atender, del mismo modo, a los fines del Derecho antes de la
concrecin del sistema de derechos, deberes y garantas de necesaria
observancia para su consecucin. Con independencia de la existencia de
diversidad de posiciones acerca de cul sea ese fin ltimo, es innegable la
posibilidad de identificar una serie de denominadores comunes en todo el
pensamiento jurdico filosfico, y de entre ellos, el fin ltimo del Derecho, que
no es otro sino la ordenacin pacfica y justa de las relaciones entre sujetos
y de las sociedades humanas.
168
peculiares dimensiones ticas emparentadas con nociones como la
responsabilidad o la confianza. Con arreglo a este planteamiento, y
siguiendo al profesor RODRGUEZ ARANA, los cdigos de tica pblica
deben perseguir, fundamentalmente, cinco objetivos:
169
Espaa un cdigo de tica judicial. Tngase presente, en este sentido y
entre otros extremos, la importancia y la trascendencia de la funcin judicial,
de evidente repercusin social, y tan ligada a la clebre clasificacin tripartita
de los principios generales del Derecho, segn ULPIANO: honeste vivere,
alterum non laedere y suum cuique tribuere. Como afirma el Magistrado
RODRGUEZ ARRIBAS, los Jueces han de ser buenos profesionales, pero
antes tienen que ser buenos ciudadanos y personas honestas, en las que
resplandezcan esas virtudes, porque en los asuntos de la Justicia la imagen
es tan importante como la realidad.
170
Espaa, que como hemos dicho carece por el momento de un Cdigo
de tica judicial, intervino en mayo de 2001 en la promulgacin de un
Estatuto del Juez Iberoamericano, a propsito de la celebracin de la VI
cumbre iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas de Justicia. Y
se da la circunstancia de que los artculos 37 a 44 de dicho Estatuto estn
agrupados bajo la comn denominacin de tica judicial.
- Independencia.
- Imparcialidad.
- Responsabilidad.
- Legalidad.
- Integridad y honestidad.
- Equidad y proporcionalidad.
171
- Motivacin adecuada de las resoluciones judiciales.
172
Rgimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas y 1 a 22 y concordantes del
Reglamento de Rgimen Disciplinario de los Funcionarios de la
Administracin del Estado-. Procede, pues, centrarse a continuacin en el
que denominamos rgimen disciplinario judicial, contemplado en los ya
citados artculos 414 a 427 de la propia Ley Orgnica Judicial.
173
consolidados en el Derecho administrativo sancionador como son los
principios de legalidad, tipicidad, culpabilidad, proporcionalidad y sujecin al
procedimiento debido.
174
contencioso-administrativa, entre otras, en las sentencias del Tribunal
Supremo de fechas 14 de mayo de 1984 y 11 de marzo de 2003. Desde este
punto de vista, la ltima de las sentencias mencionadas declara que el
referido artculo 25.1 recoge en nuestro sistema jurdico dos garantas
esenciales: en primer lugar, la llamada garanta material, consistente en la
predeterminacin de las conductas, lo que ha sido ratificado en las
sentencias del Tribunal Constitucional 75/1984 y 182/1990; y, en segundo
trmino, la denominada garanta formal, que se concreta en la necesaria
habilitacin legal de la norma sancionadora, lo que ha sido reconocido en las
sentencias del Tribunal Constitucional 77/1983, 42/1987, 101/1988, 69/1989
y 22/1990, entre otras.
175
antigua Sala Cuarta del Tribunal Supremo de 7 de abril de 1982 y 26 de
enero de 1987, la propuesta de resolucin de un procedimiento sancionador
constituye un acto intermedio o de trmite, sin carcter definitivo ni
vinculante, de suerte que la no aceptacin por el correspondiente rgano de
decisin de la propuesta de resolucin del Instructor no entraa ningn tipo
de infraccin procedimental, ni supone una reformatio in peius, ni representa
vulneracin alguna del principio acusatorio.
176
Tribunal Constitucional y la de fecha 20 de mayo de 2002 de la Seccin 7
de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que la normativa que la impone
pueda justificarse porque contempla los mismos hechos desde la
perspectiva de un inters jurdicamente protegido que no es el mismo que el
que la primera sancin intenta salvaguardar, es decir, desde la perspectiva
de una diferente relacin jurdica entre sancionador y sancionado. Por
consiguiente, para que sea jurdicamente admisible una sancin disciplinaria
impuesta en razn de una conducta que fue ya objeto de una previa
condena penal, es indispensable que sea distinto el inters jurdicamente
protegido, resultando adems necesario que la sancin sea proporcionada a
la proteccin antes mencionada.
177
Judicial, se refiere al mbito de la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado, que atribuye el artculo 117.3 de la Constitucin a los Juzgados y
Tribunales con carcter exclusivo y excluyente, de manera que, una vez
adoptada por los rganos jurisdiccionales una determinada decisin judicial
o incluso estando pendientes de adoptarla-, no puede dicho Consejo
General intervenir en el que sea o haya de ser contenido de esa funcin
jurisdiccional.
178
Entre los fundamentos jurdico-formales del rgimen disciplinario
judicial pueden citarse los siguientes: el derecho de defensa, la legitimacin,
la debida motivacin de las resoluciones sancionadoras, la prescripcin y la
caducidad.
179
segn se ha visto, en una concreta y efectiva situacin beneficiosa o
perjudicial, sino que precisa tambin, como se ha puesto de relieve por
reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional -sentencia de la Sala
Segunda de 16 de noviembre de 1992- y del Tribunal Supremo -sentencias
de la Sala Tercera, Seccin 2, de 7 de octubre de 1992, Seccin 7, de de 2
de junio de 1995, Seccin 3, de 31 de marzo de 1999 y Seccin 7, de 13
de julio de 1999, 20 de diciembre de 2002 y 28 de febrero y 25 de marzo de
2003-, de un inters en sentido propio, cualificado y especfico, identificable
con una ventaja o utilidad jurdica derivada de la reparacin pretendida, pero
no siendo suficiente, a tales efectos, ni el mero inters por la legalidad ni un
simple inters frente a supuestos y presuntos agravios potenciales o futuros.
No puede, pues, confundirse el inters directo y legtimo con el genrico e
indeterminado inters por la legalidad, debiendo tener aquel inters una
entidad sustantiva real y no meramente formal o abstracta.
180
como ha declarado la jurisprudencia del Tribunal Supremo sentencias de la
Sala Tercera de 30 de noviembre de 1995, 21 de mayo de 1996, 7 de febrero
de 1997, 7 de diciembre de 1998, 24 de abril de 1999, 10 de diciembre de
2002 y 10 de febrero y 21 de marzo de 2003- no puede predicarse el
carcter de plazo de caducidad al sealado en la Ley para la duracin del
expediente sancionador, de forma que, aunque ese plazo se hubiera
rebasaso, la irregularidad producida no puede ser por s sola causante de la
nulidad del acuerdo final sancionador por supuesta caducidad de ese
procedimiento sancionador, dado que, segn esa misma doctrina
jurisprudencial, la inactividad de la Administracin no produce per se la
caducidad del referido expediente sancionador. Y todo ello sin olvidar que,
como ha reconocido la propia jurisprudencia contencioso-administrativa por
todas, sentencia de la Sala Tercera, Seccin 4, de 9 de mayo de 2001-, la
supuesta caducidad del expediente sancionador no impide su posterior
reinicio, salvo que hubiera prescrito la supuesta infraccin disciplinaria objeto
de ese mismo expediente.
181
A este respecto, es preciso indicar que segn constante y
uniforme jurisprudencia del Tribunal Supremo, en particular la existente con
posterioridad a la sentencia de la Sala Tercera de 21 de marzo de 1984,
reiterada despus en otras muchas como las de 26 de abril de 1990, 23 de
enero de 1998 y 27 de mayo de 1999, de la inequvoca aplicacin del
referido principio de culpabilidad en el concreto mbito jurdico-administrativo
sancionador se desprende que en dicho mbito ha de rechazarse la
responsabilidad objetiva, debindose exigir la concurrencia de dolo o de
culpa, pues en el ilcito administrativo no puede prescindirse del elemento
subjetivo de la culpabilidad para sustituirlo por un sistema de responsabilidad
sin culpa. Adems, la concreta aplicacin del principio de culpabilidad
requiere determinar y apreciar la existencia de los distintos elementos
cognoscitivos y volitivos que se han producido con ocasin de las
circunstancias concurrentes en la supuesta comisin del ilcito administrativo
que se imputa.
182
Sobre la base de los anteriores presupuestos y requisitos del
principio de culpabilidad, debe hacerse especial mencin de la graduacin
de las sanciones en el rgimen disciplinario judicial, teniendo en cuenta,
como debe tenerse presente a nuestro modo de ver, que el criterio de la
intencionalidad es ciertamente decisivo a los indicados efectos.
183
repercusin deben ser tenidas en cuenta a la hora de realizar un adecuado
juicio de proporcionalidad.
184
- La provocacin del propio nombramiento para Juzgados y
Tribunales cuando concurra en el nombrado alguna de las situaciones de
incompatibilidad o prohibicin.
185
2. Infracciones disciplinarias judiciales graves.
186
- La inobservancia del deber de promover la exigencia de
responsabilidad profesional que proceda a los Secretarios y personal auxiliar
subordinado.
187
- La adopcin de decisiones que, con manifiesto abuso procesal,
generen ficticios incrementos del volumen de trabajo en relacin con los
sistemas de medicin fijados por el Consejo General del Poder Judicial.
188
- La desatencin a los requerimientos que en el ejercicio de sus
legtimas competencias realizasen el Consejo General del Poder Judicial, el
Presidente del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional y de los
Tribunales Superiores de Justicia o Salas de Gobierno.
189
El contenido de esta infraccin disciplinaria, segn reiterada
jurisprudencia del Tribunal Supremo sentencias de la Sala Tercera, Seccin
1, de 11 de junio de 1992, 14 de julio de 1995 y 24 de enero de 1997, y de
la Seccin 7, de 11 de marzo y 11 de noviembre de 2003-, viene constituido
por un concepto jurdico indeterminado cuya concrecin se articula a travs
de cuatro criterios interpretativos: la situacin general del Juzgado sobre la
plantilla de medios personales y el volumen de asuntos de que conoce; el
retraso materialmente existente; la puesta en conexin del retraso con la
trascendencia que tenga la actividad retrasada; y, por ltimo, la concreta
dedicacin del titular del rgano jurisdiccional a su funcin, de tal forma que
si dicha dedicacin existi realmente con el grado y el alcance exigible en
trminos objetivos y constatables, el retraso producido, por muy grande que
sea, no puede ser objeto de reproche disciplinario. Adems, y como se
declara en la sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Seccin 7,
de 7 de febrero de 2003, los ilcitos disciplinarios derivados de
incumplimientos temporales, regulados en los artculos 417.9 y 418.10 de la
Ley Orgnica del Poder Judicial, presentan tres rasgos comunes: una
situacin objetiva de retraso, el incumplimiento de tiempos procesales y que
ese incumplimiento tenga el carcter de injustificado; y dos notas
diferenciadoras: en el caso del tipo leve, que se trate de retrasos aislados y
en el supuesto de los tipos graves y muy graves, que se est en presencia
de un retraso de suma importancia falta muy grave- o, en su caso, que
constituya un retraso de relativa importancia falta grave-.
190
Judicial, tanto en su funcionamiento interno, como en su imagen o
proyeccin externa, con la que ha de aparecer ante la sociedad a fin de
cumplir con las debidas exigencias constitucionales derivadas de su funcin
pblica. Por ello, las faltas establecidas en los artculos 418.5 y 419.2 de la
Ley Orgnica del Poder Judicial no implican respuesta sancionadora alguna
a un agravio personal de un Juez a un ciudadano o a un inferior jerrquico,
sino que, en realidad, suponen una respuesta jurdico-disciplinaria con
respecto al proceder observado por un miembro de la Carrera Judicial en
relacin con otro las personas y profesionales de la Administracin de
Justicia con que pueda tener relacin funcional, en la medida en que esa
conducta llevada a cabo pueda atentar al buen orden del Poder Judicial y a
las correctas manifestaciones externas de los integrantes de ese Poder en el
ejercicio de su funcin jurisdiccional. Por su parte, en la sentencia de la Sala
Tercera del Tribunal Supremo de fecha 24 de abril de 1998, se declara que el
ilcito disciplinario de desconsideracin no constituye per se una ofensa al
honor, como el tipo penal de injuria, sino una conducta de diferente entidad y
alcance jurdico relacionada con la urbanidad, la cortesa, los buenos modos
y, en definitiva, el trato corts, sin que resulte necesaria la concurrencia de
un especfico animus ofensivo. Se requiere, pues, una determinada
voluntariedad de la conducta constitutiva de la falta en cuestin, por medio
de una concreta actitud de descalificacin y con independencia del empleo
de frases o locuciones ms o menos acertadas. Por ltimo, en la sentencia
de la Sala Tercera, Seccin 7, de 24 de diciembre de 2002, se dice que las
reglas de cortesa a que aluden los tipos sancionadores implican un
comportamiento que debe responder al patrn normal propio de los hbitos
judiciales, por medio de un escrupuloso y objetivo respeto a las diferentes
posiciones dialcticas de las partes, que requiere apartarse de expresiones
que banalicen el debate procesal con la utilizacin de expresiones que,
pretendiendo ser jocosas, no responden sin embargo al referido patrn
normal de conducta en la redaccin de las resoluciones jurisdiccionales.
191
- El deber de secreto profesional y la libertad de expresin de
Jueces y Magistrados:
192
- El deber de abstencin de los Jueces y Magistrados:
193
VI.- Particularidades de la sustanciacin de los procedimientos
disciplinarios judiciales
194
- Si se est en presencia de la incoacin de un determinado
expediente disciplinario por la posible comisin de una falta muy grave de
las previstas en el artculo 417 de la citada Ley Orgnica-, la referida
incoacin sera competencia, indistintamente, del Pleno del Consejo o de la
Comisin Disciplinaria
195
Por su parte, el artculo 423.2 de la misma Ley Orgnica precepta
que toda denuncia sobre el funcionamiento de la Administracin de Justicia
en general y de la actuacin de los Jueces y Magistrados en particular ser
objeto, en el plazo de un mes, de informe del Jefe del Servicio de Inspeccin
del Consejo General del Poder Judicial, en el que se podr proponer el
archivo de plano, la apertura de diligencias informativas o la incoacin
directa de procedimiento disciplinario. En el mismo sentido, el artculo 119
del Reglamento de Organizacin y Funcionamiento del CGPJ (ROF) seala
que al Jefe del Servicio de Inspeccin le corresponde, entre otros cometidos,
recibir y comprobar las denuncias, quejas y reclamaciones que se dirijan al
Consejo sobre el funcionamiento de los distintos rganos judiciales y
cumplimiento de sus deberes por parte de todo el personal judicial, dando
cuenta de las mismas a la Comisin Disciplinaria.
196
3. Instruccin del procedimiento disciplinario.
197
puede contestar al pliego de cargos mediante la formulacin de alegaciones
y, en su caso, de la solicitud de prctica de pruebas.
198
En tales casos procede, pues, realizar una valoracin apriorstica de
las concretas circunstancias en cada caso concurrentes, sin que ello
suponga pronunciarse acerca de la calificacin jurdica definitiva del ilcito
que se imputa al propio expedientado y de la sancin que, en su caso,
pueda llevar aparejada la conducta que, en tal caso, haya podido observar
dicho expedientado. Adems, y como ha declarado el Tribunal
Constitucional desde la sentencia de 26 de noviembre de 1984 y, asimismo,
ha reconocido de forma reiterada el Tribunal Supremo, entre otras y como
ms reciente, en la sentencia de la Sala Tercera, Seccin 7, de 11 de
noviembre de 2002, la citada suspensin cautelar no implica vulneracin del
principio constitucional de presuncin de inocencia.
199
Establece el artculo 420.1 de la Ley Orgnica del Poder Judicial que
las sanciones que se pueden imponer a los Jueces y Magistrados por las
faltas cometidas en el ejercicio de sus cargos son las de advertencia, multa
de hasta seis mil euros, traslado forzoso a Juzgado o Tribunal con sede
separada al menos en cien kilmetros de aquella en que estuviera
destinado, suspensin de hasta tres aos y separacin.
Las faltas muy graves slo pueden sancionarse con traslado forzoso,
suspensin de hasta tres aos y separacin, segn la relevancia y la
entidad de la infraccin cometida y atendiendo a criterios de
proporcionalidad Las faltas graves nicamente pueden sancionarse con
multa cuya cuanta oscila entre trescientos un euros y seis mil euros, segn
la relevancia y la entidad de la infraccin cometida y atendiendo a los
referidos criterios de proporcionalidad. Las faltas leves pueden sancionarse
nicamente con advertencia o multa de hasta trescientos euros, en razn
del reseado juicio de proporcionalidad.
200
Seala el artculo 140.1 de la Ley Orgnica del Poder Judicial que
los actos de los distintos rganos del Consejo General del Poder Judicial
sern inmediatamente ejecutivos, sin perjuicio del rgimen de impugnacin
previsto en esta Ley.
201
A modo de conclusin es necesario insistir en una idea
generalmente aceptada: en la deontologa profesional se armonizan los
principios ticos con las normas que disciplinan las diferentes actividades
profesionales, y en la tica pblica tendrn cabida, por extensin y entre
otras variadas cuestiones, los criterios deontolgicos reguladores de las
actividades profesionales propias del sector pblico. As configurada, la tica
exige algo ms que la simple censura de las conductas profesionales
corruptas, pues representa un principio interno en el proceso de toma de
decisiones de las diferentes Administraciones, cuyos fines prioritarios deben
ser la objetividad, la transparencia, la imparcialidad, la prevalencia del
inters general y, especialmente, la idea de servicio pblico.
202
Desde nuestro punto de vista, resulta ciertamente aconsejable la
promulgacin en Espaa de un Cdigo de tica judicial, similar a los que
existen en otros Ordenamientos, que responda a los cinco objetivos antes
reseados y que articule los diez siguientes principios bsicos de
deontologa profesional de Jueces y Magistrados: 1) Independencia;
2)Imparcialidad; 3)Responsabilidad; 4)Legalidad; 5)Integridad y
honestidad; 6)Equidad y proporcionalidad; 7)Espritu de servicio y respeto
a las partes que intervienen en el correspondiente proceso, 8)Sometimiento
al proceso debido y resolucin del mismo en un plazo razonable,
9)Motivacin adecuada de las resoluciones judiciales; y 10)Obligacin de
guardar secreto profesional.
203
o cuestionando la confianza social en la Justicia; y al no tener el carcter
subjetivo predicable del anterior significado, incumbe al Juez o Magistrado,
en virtud de una ineludible responsabilidad propia, cesar en el ejercicio de su
jurisdiccin cuando aparezcan circunstancias objetivas de las que se infiera
que la supuesta continuidad en esa jurisdiccin sea contraproducente o
lesiva para esa imagen de prestigio de los rganos jurisdiccionales en un
Estado de Derecho.
204
ao 2002, en que se iniciaron 61. Por el contrario, en 2003 el nmero de
expedientes incoados descendi a 52. Es de significar, asimismo, la
creciente intervencin de las Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores
de Justicia en la mencionada incoacin de expedientes disciplinarios, que
pas de 11 expedientes en 1998 a 20 expedientes en 2003. En cuanto al tipo
de infracciones disciplinarias a que aluden los mencionados expedientes,
debe destacarse que el retraso injustificado en la iniciacin o tramitacin de
procedimientos, seguidas del incumplimiento injustificado o inmotivado de
los plazos legalmente establecidos y de las faltas de consideracin
constituyen los ilcitos disciplinarios que han dado lugar a mayor nmero de
incoacin de expedientes a lo largo de los expresados aos. En lo que
respecta, finalmente, a los expedientes que han concluido con sancin 21
en el ao 1998, 22 en 1999, 26 en el ao 2000, 32 en 2001, 37 en 2002 y,
por ltimo, 26 en 2003-, las sanciones ms frecuentes han sido las de
advertencia y multa.
205
importante, segn GREGORIO MARAN, en una funcin profesional
estrechamente vinculada a solucionar problemas humanos- y su sentido de
justicia, adems de los tres valores ticos esenciales que en todo momento
le acompaaron: su preparacin tcnica, su capacidad de trabajo y su
espritu de servicio.
VIII.- Anexos.
1. Ao 1998.
206
-Por falta muy grave y grave, arts. 417.4 y 418.1 LOPJ, intromisin
en el ejercicio de la funcin jurisdiccional de otro Magistrado, y falta de
respeto a superiores por escrito .................................... 1
-Por falta muy grave grave, art. 417.6 418.13 LOPJ, infraccin
del rgimen de incompatibilidades ................................. 1
-Por falta muy grave, art. 417.9 LOPJ, retraso injustificado y
reiterado ......................................................................... 1
-Por falta muy grave o grave, art. 417.9 418.10 LOPJ, retraso
injustificado y reiterado, o slo injustificado....................6
-Por falta muy grave o grave, art. 417.10 418.8 LOPJ, ausencia
injustificada de la sede del rgano judicial .................... 1
-Por falta muy grave o grave, art. 417.13 418.5 LOPJ, abuso de
la condicin de Juez para obtener un trato favorable.....2
-Por falta grave, art. 418.2 LOPJ, interesarse, mediante cualquier
clase de recomendacin, en el ejercicio de la actividad jurisdiccional de
otro Juez ......................................................................... 1
-Por falta grave, art. 418.3 y 418.5 LOPJ, dirigir censuras o
descalificaciones sobre la actuacin profesional y exceso o abuso de
autoridad ........................................................................ 1
-Por falta grave, art. 418.5 LOPJ, abuso de autoridad y
desconsideracin a Letrados ......................................... 4
-Por falta grave, art. 418.9 LOPJ, inasistencia a determinados
actos procesales con audiencia pblica ........................ 2
-Por falta grave, art. 418.10 LOPJ, retraso injustificado en la
iniciacin o tramitacin de procedimientos .................... 7
-Por falta grave, art. 418.11 LOPJ, desatencin reiterada a los
requerimientos del Servicio de Inspeccin .................... 1
b)Por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de Tribunales
Superiores de Justicia) .............................11
-Por falta muy grave, art. 417.8 LOPJ, inobservancia del deber de
abstencin ...................................................................... 1
207
-Por falta grave o leve, art. 418.5 419.2 LOPJ, exceso o abuso
de autoridad ................................................................... 1
-Por falta grave o leve, art. 418.10 419.3 LOPJ, retraso
injustificado en la tramitacin de los procesos...............2
-Por falta grave, art. 418.11 LOPJ, incumplimiento o desatencin
reiterada a requerimientos ............................................. 4
-Por falta grave, art. 418.13 LOPJ, incompatibilidad en el
cargo ..............................................................................1
-Por falta leve, art. 419.2 LOPJ, desconsideracin a
Letrados .........................................................................2
208
b)Por la Comisin Disciplinaria ................................................. 28
Con sancin ...................................................................... 11
-Multa de 250.000 pts., falta grave art. 418.10 LOPJ, retraso
injustificado ..................................................................... 1
-Multa de 100.000 pts., falta grave art. 418.5 LOPJ, abuso de
autoridad ........................................................................ 1
-Multa de 100.000 pts., falta grave art. 418.10 LOPJ, retraso
injustificado ..................................................................... 1
-Multa de 100.000 pts., falta grave art. 418.11 LOPJ, desatencin
reiterada a requerimientos ............................................. 1
-Multa de 55.000 pts., falta grave art. 418.10 LOPJ, retraso
injustificado ..................................................................... 2
-Multa de 50.001 pts., falta grave art. 418.10 LOPJ, retraso
injustificado ..................................................................... 4
-Multa de 50.000 pts., falta leve art. 419.2 LOPJ, desconsideracin
a inferiores en orden jerrquico......................................1
Sin sancin ...................................................................... 17
c)Por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de Tribunales
Superiores) ........................................................................................... 6
Con sancin ........................................................................ 2
-Advertencia, falta leve art. 419.2 LOPJ, desatencin y
desconsideracin ........................................................... 1
-Advertencia, falta leve art. 419.3 LOPJ, incumplimiento
injustificado de plazos procesales .................................1
Sin sancin ...................................................................... 4
1. 2. Ao 1999.
209
A) Denuncias recibidas, informaciones previas tramitadas y
diligencias informativas iniciadas:
-Por falta muy grave del artculo 417.1, o alternativamente del artculo
417.9 de la LOPJ: vulneracin de derechos constitucionales, o retraso
o desatencin injustificada......................................................... 1
-Por falta muy grave del artculo 417.3, o subsidiariamente del artculo
418.3; por falta muy grave del artculo 417.3, y por falta muy grave del
artculo 417.13, o subsidiariamente grave del artculo 418.5 de la
LOPJ: provocar reiteradamente enfrentamientos con el Alcalde;
provocar enfrentamientos graves con el titular del rgano de igual
clase, y abuso de su condicin de Juez para obtener un trato
favorable .................................................................................... 1
-Por falta muy grave del artculo 417.3 y 417.13 de la LOPJ: provocar
de forma reiterada enfrentamientos graves; y abuso de autoridad de
su condicin de Juez para obtener un trato favorable e injustificado
.................................................................................................... 1
-Por falta muy grave del artculo 417.4 de la LOPJ: intromisin en el
ejercicio de la potestad jurisdiccional ........................................ 1
-Por falta muy grave del artculo 417.6 de la LOPJ: infraccin de las
normas sobre incompatibilidades .............................................. 1
210
-Por falta muy grave del artculo 417.7 y 417.8 de la LOPJ: incurrir en
Incompatibilidad, y la inobservancia del deber de abstencin . . 1
-Por falta muy grave del artculo 417.9 de la LOPJ: retraso en la inicia-
cin, tramitacin y resolucin de los procesos .......................... 4
-Por falta muy grave del artculo 417.9 y 417.10, y grave del artculo
418.5 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado;
ausencia injustificada, y exceso o abuso de autoridad ............. 1
-Por falta muy grave del artculo 417.9 o grave del artculo 418.10 de
la LOPJ: retraso en la tramitacin de procedimientos ............... 4
-Por falta muy grave del artculo 417.9 o grave del artculo 418.10, y
grave del artculo 418.6 de la LOPJ: retraso en la tramitacin de
asuntos, y dejar de promover la exigencia de responsabilidad
disciplinaria al Secretario y al Oficial ......................................... 1
-Por falta muy grave del artculo 417.9 o grave del artculo 418.10 y
418.11 de la LOPJ: retraso en la tramitacin de procedimientos, y
desatencin reiterada a los requerimientos de inferiores .......... 1
-Por falta muy grave del artculo 417.10 o grave del artculo 418.8 de
la LOPJ: ausencia injustificada .................................................. 1
-Por falta muy grave del artculo 417.12; grave del artculo 418.1 y
418.11 de la LOPJ: revelar hechos o datos conocidos en ejercicio de
su funcin; falta de respeto a los superiores, y obstaculizacin de las
funciones inspectoras ................................................................ 1
-Por falta muy grave del artculo 417.14 de la LOPJ: estar sancionado
Por otras dos faltas graves firmes que ni estn canceladas ni son
cancelables ................................................................................ 1
-Por falta grave del artculo 418.5 de la LOPJ: abuso de autoridad 3
-Por falta grave del artculo 418.5 o leve del artculo 419.2 de la LOPJ:
Desconsideracin con iguales o inferiores ................................ 4
-Por falta grave del artculo 418.8 de la LOPJ: ausencia injustificada a
La celebracin de las vistas sealadas ..................................... 1
-Por falta grave del artculo 418.9 de la LOPJ: inasistencia injustifica
da ............................................................................................... 1
211
-Por falta grave del artculo 418.10 de la LOPJ: retraso en la
tramitacin de los procesos ....................................................... 4
-Por falta grave del artculo 418.10 o leve del artculo 419.3 de la OPJ:
Retraso en dictar sentencia ....................................................... 2
-Por falta grave del artculo 418.11 o leve del artculo 419.5 de la
LOPJ: desatencin a los requerimientos de informes ............... 1
212
Durante el ao 1999 se resolvieron un total de 46 expedientes, que se
desglosan del siguiente modo:
213
- Multa de 100.000 pesetas por falta grave del artculo 418.5 de la
LOPJ: desconsideracin a un ciudadano .......................... 1
- Multa de 100.000 pesetas por falta grave del artculo 418.10 de la
LOPJ: retraso injustificado en la tramitacin y resolucin de los
procesos ............................................................................ 1
- Multa de 100.000 pesetas por falta grave del artculo 418.11 de la
LOPJ: desatencin reiterada a los requerimientos de informe . .. 1
- Multa de 75.000 pesetas por falta grave del artculo 418.10 de la
LOPJ: retraso injustificado en la tramitacin y resolucin de los
procesos ............................................................................ 1
- Multa de 50.001 pesetas por falta grave del artculo 418.4 de la
LOPJ: abuso de autoridad ................................................. 1
- Multa de 50.001 pesetas por falta grave del artculo 418.11 de la
LOPJ: desatencin reiterada a las peticiones de informes; y
Advertencia por falta leve del artculo 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento de los plazos legalmente establecidos .... 1
- Advertencia por falta leve del artculo 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento de los plazos legalmente establecidos .... 1
Sin sancin ................................................................................ 18
214
a los requerimientos .......................................................... 1
Sin sancin ................................................................................ 6
3. Ao 2000.
- Por falta muy grave del art. 417.8 de la LOPJ: inobservancia del
deber de abstencin a sabiendas de que concurre alguna de las causas
legalmente previstas ..................................................................................... 2
- Por falta muy grave del art. 417.9 y otra falta muy grave del art.
417.4 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en la
iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos y causas, y la intromisin en
el ejercicio de la potestad jurisdiccional de otro Juez ................................... 1
- Por falta muy grave del art. 417.9 de la LOPJ: desatencin o retraso
injustificado y reiterado en la iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos
y causas ........................................................................................................ 7
215
- Por falta muy grave del art. 417.9 de la LOPJ; dos faltas graves del
art. 418.5 y otra falta grave del art. 418.9 de la misma Ley: desatencin o
retraso injustificado y reiterado en los procesos; exceso o abuso de
autoridad o falta grave de consideracin; incumplimiento injustificado y
reiterado del horario de audiencia pblica .................................................... 1
- Por falta muy grave del art. 417.9 y/o falta grave del art. 418.5 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los procesos; exceso
o abuso de autoridad o falta grave de consideracin ................................... 1
- Por falta muy grave del art. 417.9 o falta grave del art. 418.10 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los procesos ........ 8
- Por falta muy grave del art. 417.9 y una falta grave del art. 418.11 de
la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los procesos;
incumplimiento o desatencin reiterada a requerimientos ........................... 1
- Por falta muy grave del art. 417.9 o falta muy grave del art. 417.14
de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los procesos; o
abstencin injustificada ................................................................................. 1
- Por dos faltas graves del art. 418.3 y una falta leve del art. 419.2 de
la LOPJ: dirigir a autoridades felicitaciones o censuras por sus actos,
invocando la condicin de Juez; desatencin o desconsideracin con iguales
o inferiores ..................................................................................................... 1
216
- Por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ: exceso o abuso de
autoridad, o falta grave de consideracin ..................................................... 1
- Por falta leve del art. 419.4 de la LOPJ: ausencia injustificada por
ms de un da natural y menos de cuatro ..................................................... 2
- Separacin por una falta muy grave del art. 417.9 y faltas graves del
art. 418.2, 5 y 9 de la LOPJ: desatencin injustificada y reiterada en el
ejercicio de sus competencias judiciales; interesarse, mediante cualquier
clase de recomendacin, en el ejercicio de la actividad jurisdiccional de otro
Juez; exceso o abuso de autoridad o falta grave de consideracin;
incumplimiento injustificado y reiterado del horario de audiencia pblica .... 1
- Separacin por falta muy grave del art. 417.8 de la misma Ley y
Suspensin de un ao por falta muy grave del art. 417.7 de la LOPJ:
inobservancia del deber de abstencin, y provocar el propio nombramiento
para Juzgados y Tribunales cuando concurra en el nombrado algunas de las
situaciones de incompatibilidad .................................................................... 1
217
- Suspensin de cinco meses por falta muy grave del art. 417.3 de la
LOPJ: provocacin reiterada de enfrentamientos graves ............................. 1
- Suspensin de cinco meses por falta muy grave del art. 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado .................................. 1
- Suspensin de tres meses por falta muy grave del art. 417.3 de la
LOPJ: provocacin reiterada de enfrentamientos graves ............................. 1
- Multa de 400.000 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ
y multa de 250.000 pesetas por falta grave del art. 418.11 de la misma Ley:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas, y el incumplimiento o desatencin reiterada a los requerimientos .. 1
- Multa de 300.000 pesetas por falta grave del art. 418.15 de la LOPJ:
comisin de una falta de carcter leve habiendo sido sancionado
anteriormente por resolucin firme por otras dos leves sin que hubieran sido
canceladas .................................................................................................... 1
- Multa de 200.000 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos ........... 1
- Multa de 150.000 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos ........... 1
- Multa de 55.000 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos ........... 1
- Multa de 51.000 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos ...........1
- Multa de 50.001 pesetas por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos ........... 1
- Multa de 50.001 pesetas por falta grave del art. 418.9 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado y reiterado del horario de audiencia pblica .... 1
218
- Multa de 50.000 pesetas y multa de 30.000 pesetas por falta leve del
art. 419.2 de la LOPJ: desatencin o desconsideracin con iguales o
inferiores ........................................................................................................ 1
- Multa de 30.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ............................... 1
- Multa de 25.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ............................... 1
- Multa de 20.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ y
advertencia: incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ..........1
- Multa de 25.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ............................... 1
219
4. Ao 2001.
220
- Por falta muy grave del art. 417.9 de la LOPJ: desatencin o
retraso injustificado y reiterado en la iniciacin, tramitacin o resolucin
de procesos y causas ..............................................................................9
- Por tres faltas muy graves del art. 417.9 o falta grave del art.
418.10 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los
procesos ...................................................................................................2
- Por falta muy grave del art. 417.9 y otra falta grave del art. 418.11
de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en los
procesos; incumplimiento o desatencin reiterada a requerimientos .....1
- Por falta muy grave del art. 417.12 y otra falta grave del art. 418.5
de la LOPJ: revelacin por el Juez o Magistrado de hechos o datos
conocidos en el ejercicio de su funcin o con ocasin de ste; exceso o
abuso de autoridad ..................................................................................1
- Por falta muy grave del art. 417.12 o falta grave del art. 418.7 de
la LOPJ: revelacin por el Juez o Magistrado de hechos o datos
conocidos en el ejercicio de su funcin o con ocasin de ste; revelar
hechos o datos por el Juez o Magistrado ................................................1
- Por falta muy grave del art. 417.13 y una falta muy grave del art.
417.8 de la LOPJ: abuso de la condicin de Juez para obtener un trato
favorable; inobservancia del deber de abstencin a sabiendas de que
concurre alguna de las causas legalmente previstas ..............................2
- Por dos faltas graves del art. 418.1, 3 y 5 y una falta leve del art.
419.2 de la LOPJ: falta de respeto a los superiores en el orden
jerrquico; dirigir a autoridades felicitaciones o censuras por sus actos,
invocando la condicin de Juez; exceso o abuso de autoridad;
desatencin o desconsideracin con iguales o inferiores .......................1
- Por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ: exceso o abuso de
autoridad, o falta grave de consideracin ................................................4
- Por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ: retraso injustificado en
la iniciacin o en la tramitacin de los procesos ...................................11
- Por falta grave del art. 418.12 de la LOPJ: incumplimiento de la
obligacin de elaborar alarde o relacin de asuntos pendientes ............1
221
b) Incoados por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de
los Tribunales Superiores de Justicia) ....................14
- Por falta grave o leve del art. 418.8 o 419.4 de la LOPJ: ausencia
injustificada por ms de tres das naturales y menos de siete de la sede
del rgano judicial ....................................................................................1
- Por falta leve del art. 419.2 de la LOPJ: desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico ..........5
- Por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ: incumplimiento
injustificado o inmotivado de los plazos legalmente establecido ............8
222
- Suspensin de dos meses por falta muy grave del art. 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado .............................2
- Suspensin de un mes por falta muy grave del art. 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado .............................1
- Suspensin de siete das por falta muy grave del art. 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado ........................... 1
223
- Multa de 30.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ......................... 1
- Multa de 20.000 pesetas por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ y
advertencia: incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos .... 1
- Advertencia por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos ......................... 4
- Advertencia por falta leve del art. 419.5 de la LOPJ: desatencin
a los requerimientos que en el ejercicio de sus legtimas competencias
realizasen ................................................................................................. 1
Sin sancin
..................................................................................................
..................................................................................................
12
5. Ao 2002.
224
A) Denuncias recibidas, informaciones previas tramitadas y
diligencias informativas iniciadas:
225
-Por falta muy grave del art. 417.12 o falta grave del art. 418.7 de la
LOPJ: revelacin por el Juez o Magistrado de hechos o datos conocidos en
el ejercicio de su funcin o con ocasin de ste; revelar hechos o datos por
el Juez o Magistrado.........................................................................1
-Por dos faltas muy graves del art. 417.9; otra falta muy grave del art.
417.11 y cinco faltas leves del art. 419.4 de la LOPJ: desatencin o retraso
injustificado y reiterado en los procesos; faltas a la verdad en la solicitud de
obtencin de permisos, autorizaciones, declaraciones de compatibilidad,
dietas y ayudas econmicas; ausencia injustificada por ms de un da
natural y menos de cuatro de la sede del rgano judicial.....................1
-Por falta muy grave del art. 417.13 de la LOPJ: abuso de la condicin
de Juez..................................................................................................1
-Por falta muy grave del art. 417.14, en relacin con el art. 417.3 y
otra falta grave del art. 418.15, en relacin con el art. 419.2 de la LOPJ:
comisin de una falta grave cuando el Juez hubiere sido anteriormente
sancionado por otras dos graves, provocacin reiterada de enfrentamientos
graves; comisin de una falta de carcter leve habiendo sido sancionado
anteriormente por resolucin firme por otras dos leves sin que hubieran sido
canceladas, desatencin o desconsideracin con iguales o inferiores.........1
-Por falta grave del art. 418.3 de la LOPJ: falta de respeto a los
superiores en el orden jerrquico..................................................................2
-Por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ: exceso o abuso de
autoridad, o falta grave de consideracin.....................................................3
-Por falta grave del art. 418.5, 9 y 10 de la LOPJ: exceso o abuso de
autoridad, o falta grave de consideracin; incumplimiento injustificado y
reiterado del horario de audiencia pblica; retraso injustificado en la
iniciacin o en la tramitacin de los procesos...............................................1
-Por dos faltas graves del art. 418.8, o 9 y 10 de la LOPJ: ausencia
injustificada; incumplimiento injustificado y reiterado del horario de audiencia
pblica; retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los
procesos.....................................................................................................1
226
-Por falta grave del art. 418.9 de la LOPJ: incumplimiento injustificado
y reiterado del horario de audiencia pblica..............................................1
-Por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ: retraso injustificado en la
iniciacin o en la tramitacin de los procesos...........................................9
-Por dos faltas graves del art. 418.10 y 11 de la LOPJ: retraso
injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos;
incumplimiento o desatencin reiterada a los requerimientos...................1
-Por falta grave del art. 418.10 o falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos;
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos..............................................................................................1
-Por falta grave del art. 418.11 de la LOPJ: incumplimiento o
desatencin reiterada a los requerimientos..............................................1
-Por falta grave del art. 418.14 de la LOPJ: abstencin injustificada...1
-Por falta leve del art. 419.1 de la LOPJ: falta de respeto a los
superiores jerrquicos...................................................................................1
-Por dos faltas leves del art. 419.2 de la LOPJ: desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico................1
227
-Por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ: incumplimiento
injustificado o inmotivado de los plazos legalmente establecidos..................3
228
-Multa de 3.000 euros por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad.......................................................................1
-Multa de 3.000 euros por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos...........1
-Multa de 2.000 euros por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos...........1
-Multa de 1.803,04 euros por dos faltas graves cada una del art.
418.3; multa de 300,51 euros por una falta leve del art. 419.2 de la LOPJ:
dirigir a los poderes, autoridades o funcionarios pblicos o Corporaciones
oficiales felicitaciones o censuras por sus actos, invocando la condicin de
Juez; desatencin o desconsideracin con iguales o inferiores....................1
-Multa de 1.000 euros por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad.........................................................................1
-Dos multas de 601,01 euros cada una por falta grave del art.
418.11 de la LOPJ: incumplimiento o desatencin reiterada a los
requerimientos...............................................................................................1
-Multa de 302 euros por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad.........................................................................1
-Multa de 301 euros por falta grave del art. 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad.........................................................................1
-Multa de 301 euros por falta grave del art. 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de procesos............3
-Multa de 300 euros por falta leve del art. 419.2 de la LOPJ:
desatencin o desconsideracin con iguales o inferiores.............................1
-Multa de 299,50 euros por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin...............................................................1
-Multa de 250 euros y sancin de advertencia por falta leve del art.
419.3 de la LOPJ: incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos
legalmente establecidos para dictar resolucin.............................................1
229
-Multa de 180 euros por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin.............................................................1
-Multa de 150 euros por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin.............................................................1
-Advertencia por falta leve del art. 419.1 de la LOPJ: falta de
respeto a los superiores..............................................................................1
-Advertencia por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin.............................................................2
Sin Sancin......................................................................................15
c)Por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de Tribunales
Superiores de Justicia)...............................................................................11
Con Sancin......................................................................................7
-Multa de 150,25 euros por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin..............................................................1
-Advertencia por falta leve del art. 419.2 de la LOPJ: desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores....................................................5
-Advertencia por falta leve del art. 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin...............................................................1
Sin Sancin
6. Ao 2003.
230
A) Denuncias recibidas, informaciones previas tramitadas y
diligencias informativas iniciadas:
231
-Por falta muy grave del art 417.9 y otra falta grave del art 418.8 de
la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en la iniciacin,
tramitacin o resolucin de procesos y causas; y ausencia injustificada por
ms de tres das naturales y menos de siete de la sede del rgano judicial.
.......................................................................................................................1
-Por falta muy grave del art 417.9 o falta grave del art 418.10 y otra
falta grave del art 418.11 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y
reiterado en la iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos y causas; o
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas; e incumplimiento o desatencin reiterada a los requerimientos........1
-Por falta muy grave del art 417.9, otra falta grave del art 418.1 y
otra falta leve del art 419.2 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y
reiterado en la iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos y causas;
falta de respeto a los superiores en el orden jerrquico; y desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico................. 1
-Por falta muy grave del art 417.13 de la LOPJ: abuso de la condicin
de Juez para obtener un trato favorable e injustificado de autoridades,
funcionarios o profesionales.......................................................................... 1
-Por dos faltas graves del art 418.1 y 11 de la LOPJ: falta de respeto
a los superiores en el orden jerrquico; e incumplimiento o desatencin
reiterada a los requerimientos. .......................................................................1
-Por falta grave del art 418.5 de la LOPJ: exceso o abuso de
autoridad, o falta grave de consideracin...................................................... 8
-Por dos faltas graves del art 418.5 y 10, y una falta leve del art
419.2 de la LOPJ: exceso o abuso de autoridad, o falta grave de
consideracin; y retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de
los procesos o causas; y desatencin o desconsideracin con iguales o
inferiores en el orden jerrquico......................................................................1
-Por falta grave del art 418.5 o falta leve del art 419.2 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideracin; o desatencin
o desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico. ..............1
232
-Por falta grave del art 418.9 de la LOPJ: incumplimiento injustificado
y reiterado del horario de audiencia pblica y la inasistencia injustificada a
los actos procesales. ......................................................................................1
-Por falta grave del art 418.10 de la LOPJ: retraso injustificado en la
iniciacin o en la tramitacin de los procesos o causas. ...............................2
-Por falta grave del art 418.10 o falta leve del art 419.3 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas; o incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin................................................................ 2
b)Instruidos por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de
Tribunales Superiores de Justicia)................................................................20
-Por falta muy grave del art 417.9 de la LOPJ: desatencin o
retraso injustificado y reiterado en la iniciacin, tramitacin o resolucin de
procesos y causas...........................................................................1
-Por falta grave del art 418.5 o falta leve del art 419.2 de la LOPJ:
: exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideracin; o desatencin
o desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico..........1
-Por falta grave del art 418.10 de la LOPJ: retraso injustificado en
la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o causas..............3
-Por falta grave del art 418.11 de la LOPJ: incumplimiento o
desatencin reiterada a los requerimientos.....................................1
-Por falta leve del art 419.2 de la LOPJ: desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico....2
-Por falta leve del art 419.3 de la LOPJ: incumplimiento
injustificado o inmotivado de los plazos legalmente establecidos para dictar
resolucin.........................................................................................6
-Por falta leve del art 419.5 de la LOPJ: desatencin a los
requerimientos..................................................................................6
233
a)Por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial......................9
Con Sancin.......................................................................................9
-Suspensin de tres aos por falta muy grave del art 417.9; multa
por importe de 2.000 euros por una falta grave del art 418.9; y otra multa
por importe de 2.000 euros por una falta grave del art 418.14 de la LOPJ:
desatencin o retraso injustificado y reiterado en la iniciacin, tramitacin o
resolucin de procesos y causas; incumplimiento injustificado y reiterado del
horario de audiencia pblica y la inasistencia injustificada a los actos
procesales; y abstencin injustificada............................................................1
-Suspensin de un ao por una falta muy grave del art 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en la iniciacin,
tramitacin o resolucin de procesos y causas.............................................1
-Suspensin de un ao por una falta muy grave del art 417.13 de
la LOPJ: abuso de la condicin de Juez para obtener un trato favorable e
injustificado de autoridades, funcionarios o profesionales............................1
-Suspensin de siete meses por falta muy grave del art 417.4 de
la LOPJ: intromisin mediante rdenes o presiones de cualquier clase.......1
-Suspensin de tres meses por falta muy grave del art 417.9 de la
LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en la iniciacin,
tramitacin o resolucin de procesos y causas............................................2
-Suspensin de tres meses por falta muy grave del art 417.10 de
la LOPJ: ausencia injustificada, por siete das naturales o ms, de la sede
del rgano judicial........................................................................................1
-Suspensin de cuarenta y cinco das por falta muy grave del art
417.9 de la LOPJ: desatencin o retraso injustificado y reiterado en la
iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos y causas..........................1
-Traslado forzoso por falta muy grave del art 417.9 de la LOPJ:
desatencin o retraso injustificado y reiterado en la iniciacin, tramitacin o
resolucin de procesos y causas.................................................................1
b)Por la Comisin Disciplinaria..........................................................33
Con Sancin......................................................................................10
234
-Multa de 1.800 euros por falta grave del art 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas............................................................................................................1
-Multa de 1.500 euros por falta grave del art 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideracin.......................1
-Multa de 1.500 euros por falta grave del art 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas...........................................................................................................1
-Multa de 600 euros por falta grave del art 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas...........................................................................................................2
-Multa de 301 euros por falta grave del art 418.10 de la LOPJ:
retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas...........................................................................................................1
-Multa de 300,51 euros por falta grave del art 418.5 de la LOPJ:
exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideracin......................2
-Multa de 300,51 euros por falta grave del art 418.10; y
Advertencia por falta leve del art 419.2 de la LOPJ: retraso injustificado en
la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o causas; y desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores en el orden jerrquico.................1
-Multa de 150,25 euros por falta leve del art 419.3; y otra multa de
150,25 euros por falta leve del art 419.5 de la LOPJ: incumplimiento
injustificado o inmotivado de los plazos legalmente establecidos para dictar
resolucin; y desatencin a los requerimientos.............................................1
Sin Sancin........................................................................................23
c)Por otros rganos (Salas de Gobierno o Presidentes de Tribunales
Superiores de Justicia).................................................................................17
Con Sancin........................................................................................7
-Advertencia por falta leve del art 419.2 de la LOPJ: desatencin o
desconsideracin con iguales o inferiores.....................................................1
235
-Advertencia por falta leve del art 419.3 de la LOPJ:
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin...............................................................1
-Advertencia por falta leve del art 419.5 de la LOPJ: desatencin a
los requerimientos.........................................................................................5
- Sin Sancin.........................................................................10
7. Grficos.
236
237
EXO II. BIBLIOGRAFA GENERAL SOBRE TICA PBLICA Y
SOBRE DERECH
238
O DISCIPLINARIO
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funcionarios pblicos, Madrid, 1992.
VARIOS AUTORES: Derecho administrativo sancionador y derecho
penal:los principios de garanta, Santander, 1993.
VARIOS AUTORES: Cuadernos de Derecho Judicial- Derecho
administrativo sancionador, Madrid, 1994.
Artculos:
246
La responsabilidad patrimonial por deficiente funcionamiento de
la Administracin Judicial y error judicial.
247
Fuencisla Higuera Agejas
Subdirectora Gral. de Relaciones con la admn.. de Justicia y el
Ministerio Fiscal.
SUMARIO
I.- Presentacin.
248
5.- Procedimiento de reclamacin de la indemnizacin por
responsabilidad patrimonial del Estado, con origen en el
funcionamiento de la Administracin de Justicia.
5.1.- Procedimiento general.
5.2. Procedimiento abreviado.
6.- Criterios generales del Consejo General del Poder Judicial en
la emisin de informes sobre la responsabilidad patrimonial.
249
I.- Presentacin.
250
objetivo perseguido de proponer un Cdigo tico Judicial. A estos efectos
conviene destacar aqu que, con carcter general, la responsabilidad
patrimonial de una Administracin Pblica puede venir determinada por la
accin u omisin de una persona fsica que est integrada en la organizacin
administrativa a la que se impute el dao, y que, en el caso de la
Administracin de Justicia, puede serlo por accin u omisin del titular del
rgano judicial, en definitiva del juez. Y esa accin u omisin del juez que ha
de determinar la responsabilidad patrimonial del Estado puede ser
consecuencia del incumplimiento de sus deberes profesionales como juez,
deberes no slo jurdicos (cuya infraccin tiene adems la deriva lgica, en
los casos ms graves, de la responsabilidad disciplinaria) sino tambin de
naturaleza tica, no necesariamente expresados en una norma jurdica, ya
sea disciplinaria o de otro tipo.
251
obligacin para el Estado responsabilidad- de reparar esos daos. En esto
consiste, dicho de forma elemental, la responsabilidad patrimonial del
Estado. Responsabilidad que tiene su fundamento en el art. 9.3 de la
Constitucin Espaola.
98
Deca HAURIOU que Hay dos correctivos de la prerrogativa de la Administracin que reclama el
instinto popular: que la Administracin acte, pero que obedezca a la Ley; que acte, pero que pague
el perjuicio.
99
As, por ejemplo, con motivo de leyes que han anticipado la edad de jubilacin de los funcionarios,
o las que han modificado su rgimen de incompatibilidades.
252
derivada de la actuacin de las Administraciones pblicas como la que
deriva de la actuacin de la Administracin de Justicia, se encuentran
regulada, si bien por separado, en nuestra Constitucin.
253
concreto campo, el nico centro de imputacin posible dentro de l de las
relaciones jurdicas que puedan surgir de la actuacin de los dems rganos
estatales.
254
Para GARCA DE ENTERRA103 el concepto de lesin es
el autntico centro de gravedad del sistema. El mecanismo de la
responsabilidad se pone en funcionamiento slo si y en la medida en que se
haya producido una lesin patrimonial en sentido propio a resultas de la
accin u omisin de la Administracin. Entendindose por lesin no el simple
perjuicio econmico sino cuando dicho perjuicio es antijurdico, esto es, que
el que lo sufre no tiene el deber jurdico de soportarlo. La antijuricidad
aparece as de forma objetiva, no vinculada necesariamente a un actuar
ilcito de la Administracin104, pudiendo derivarse la responsabilidad del
funcionamiento normal de los servicios pblicos. La LRJPA lo expresa con
claridad en su art. 141.1 al sealar que Slo sern indemnizables las
lesiones producidas al particular provenientes de daos que ste no tenga el
deber jurdico de soportar de acuerdo con la ley. No habr lesin
propiamente dicha cuando existan causas de justificacin que legitimen
como tal el perjuicio de que se trate. As, por ejemplo, las llamadas cargas
generales de vida individual y colectiva, de las que nadie puede estar
liberado y a las que se refieren con frecuencia el Consejo de Estado y el
Tribunal Supremo (por ejemplo, la realizacin de una obra pblica que
siempre provoca molestias a los vecinos o colindantes).
103
GARCA DE ENTERRA, EDUARDO, opus cit.
104
El Dictamen del Consejo de Estado de 8 de julio de 1971 seal que los daos causados por el
normal funcionamiento de los servicio pblicos son, por lo comn, cargas no indemnizables que los
administrados tienen el deber jurdico de soportar a causa de su generalidad; sin embargo, cuando la
carga pasa de ser general a singular y entraa un sacrificio excesivo y desigual para algunos de los
administrados, se convierte en una lesin indemnizable en razn a la particular incidencia daosa de la
actividad administrativa , sobre el patrimonio del perjudicado. Esta mayor intensidad del sacrificio
postula claramente el reconocimiento al administrado del derecho a obtener una indemnizacin
compensatoria del dao sufrido, que, por su gravedad excepcional, no puede ser considerado como
una carga general de obligado acatamiento.
255
materiales, como personales e incluso los morales como se estableci en la
conocida Sentencia de 12 de marzo de 1975 (asunto de los novios de
Granada).
1.- Delimitacin.
105
Por exceder las dimensiones pretendidas de este trabajo dejo fuera cuestiones tan relevantes dentro
del sistema de responsabilidad patrimonial del Estado como el problema de la imputacin del dao a
la Administracin, la relacin de causalidad o el de la extensin de la reparacin. En cuanto al
procedimiento de reclamacin se aborda con un cierto detalle en el epgrafe siguiente.
256
responsabilidad patrimonial del Estado por el funcionamiento de la
Administracin de Justicia.
257
Por lo dems, en lo no previsto en la LOPJ regirn las normas
de la Ley 30/1992. El art. 293.2, LOPJ, remite respecto del procedimiento a
las normas reguladoras de la responsabilidad patrimonial del Estado.
258
25 de marzo de 1993 que trata de distinguir segn el mbito de
actuacin. As, cuando se pronuncian sobre cuestiones
procesales, como pueden ser las relativas a las normas de reparto,
sus actuaciones quedaran encuadradas dentro del concepto
Administracin de Justicia y por tanto la responsabilidad sera
exigible por la va del art. 121 CE y su desarrollo legislativo, en
tanto que las estrictamente gubernativas, en cuanto
desconectadas con el proceso, seguiran la va o procedimiento
del rgimen comn establecido en la ley 30/1992.
108
El vigente Reglamento Orgnico del Estatuto de la carrera Fiscal de 27 de febrero de 1969, imputa
en su art. 133 a la Administracin del Estado la obligacin de reparar los daos que puedan resultar
de la actuacin de los miembros del Ministerio Fiscal.
259
d) Polica judicial. Le ser aplicable la responsabilidad ex
art. 121 CE cuando se trate de unidades orgnicas o adscritas, es
decir, de Polica judicial stricto sensu o especfica. Ms dudosas
se presentan las actuaciones policiales previas al proceso penal o
desconectadas del mismo. El Consejo de Estado ha rechazado la
va del art. 121 CE en el caso de la errnea identificacin por
Guardia Civil de una persona sobre la que pesaba busca y captura
o los daos causados en un registro domiciliario autorizado
judicialmente. Estos casos hay que reconducirlos al rgimen
general de los arts. 139 y ss de la ley 30/92.
109
Han asumido funciones y servicios en materia de Administracin de Justicia hasta este momento
las CCAA de Catalua, Pas Vasco, Galicia, Navarra, Comunidad Valenciana, Andaluca, Madrid y
Canarias.
260
2.1.- Rgimen jurdico de la responsabilidad
patrimonial del Estado por error judicial.
261
4.- El Tribunal dictar sentencia, de carcter declarativo,
en el plazo de quince das, con informe previo del rgano jurisdiccional al
que se atribuye el error.
262
pronunciar sobre la procedencia o no de acordar la indemnizacin
econmica que resarza el perjuicio ocasionado por el error.
263
El procedimiento para su declaracin ha de constreirse
a lo sealado en la LOPJ, sin que pueda sustituirse por otros medios
procesales, como el Auto declarando la nulidad de actuaciones.
264
error craso, evidente e injustificado puede dar lugar a la declaracin
de un error judicial, pues este procedimiento no es una nueva
instancia a la que acude el recurrente para insistir una vez ms en el
criterio y posicin que le fue desestimado.
265
desacierto de una resolucin judicial lo que se trata de corregir con la
declaracin de error de aqulla, sino que, mediante la reclamacin
que se configura en el mencionado artculo 292 y se desarrolla en el
siguiente artculo 293, ambos de la Ley Orgnica del Poder Judicial,
se trata de obtener el resarcimiento de unos daos ocasionados por
una resolucin judicial viciada por una evidente desatencin a datos
de carcter indiscutible que provocan una resolucin absurda que
rompe la armona del orden jurdico, como se ha declarado en la
Sentencia de esta misma Seccin y Sala de 16 junio 1995 (RJ
1995\5200), en la que se aade que la valoracin o el anlisis de la
prueba o de los razonamientos jurdicos de la sentencia convertira
este proceso en una nueva instancia.
266
Sin embargo y tratando de agotar la realizacin efectiva de la
Justicia o, al menos, la compensacin de sus desviaciones, el
legislador ha previsto que, cuando la equivocacin sufrida no es de
las que podemos llamar normales o explicables dentro del acontecer
humano, sino palmaria, evidente, inexplicable racionalmente y
conducente a resultados absurdos y adems ya no quepa solucin a
travs de los recursos, se califique de error judicial y sin lesionar el
antes citado principio de seguridad jurdica (puesto que la situacin
creada por la decisin groseramente errnea no se modifica), al
menos se indemnicen los perjuicios sufridos por quien padeci la
indiscutible y patente equivocacin.
267
El alcance del error puede serlo tanto en relacin con la
interpretacin o aplicacin de la ley, como en la fijacin de los hechos. En
estos trminos la STS de 19 de abril de 2002 (ponente Pascual Sala
Snchez):
268
pueda constituir el ulterior fundamento de pretensiones de
responsabilidad del Estado, prevista en el art. 121 CE, pero la Sala
debe volver sobre este argumento, plantendose como cuestin lo
que en l se proclama como dato, en cuanto que el art. 121 CE tiene
su desarrollo legal en el Ttulo V del Libro III de la LOPJ (De la
responsabilidad patrimonial del Estado por el funcionamiento anormal
de la Administracin de Justicia), y en concreto en el art. 293.2, y no
hay base en ese concreto precepto, ni en la Ley en general, para
sostener que la proclamacin de la anormalidad del funcionamiento
de la Administracin de Justicia haya de derivar de una previa
correccin disciplinaria impuesta al titular del rgano jurisdiccional al
que se imputa aqulla. Tal planteamiento, para el que no se
encuentra base discernible en la LOPJ, podra generar una distorsin
institucional, ya que para la reclamacin de indemnizacin por
anormal funcionamiento de la Administracin de Justicia se concede
una accin sometida a un plazo limitado de un ao, y debe formularse
ante el Ministerio de Justicia, sistema que se altera si a la reclamacin
referida se le antepone una a modo de accin disciplinaria ante el
Consejo General del Poder Judicial, con eventual derivacin
contencioso-administrativa, lo que operara en deterioro del reducido
plazo de ejercicio de la accin de responsabilidad patrimonial, que,
sin duda, debe establecerse en relacin con el hecho en que consiste
el funcionamiento anormal, y no con la eventual sancin de quien lo
hubiera ocasionado.
269
que poder sustentar, en su caso, una hipottica condicin de parte en
el procedimiento administrativo a que pueda dar lugar la denuncia, o
una derivada condicin de parte procesal en un ulterior recurso
contencioso-administrativo de impugnacin de resoluciones dictadas
en aquel procedimiento administrativo, porque la amplitud con la que
la jurisprudencia viene interpretando el art. 28.1.a) de nuestra Ley
Jurisdiccional, por exigencias del art. 24.1 CE, y la sustitucin del
concepto de inters directo por el de inters legtimo, no llega hasta el
extremo de que no se condicione, en todo caso, la legitimacin a la
existencia de un inters real, y por decirlo con palabras del Tribunal
Constitucional (STC 143/1987 , F. 3) el inters legtimo, al que se
refiere el art. 24.1 [en el que debe disolverse el concepto ms
restrictivo del art. 28.1.a) LJCA], equivale a titularidad potencial de
una posicin de ventaja o de una utilidad jurdica por parte de quien
ejercita la pretensin y que se materializara de prosperar sta
(SSTC 60/1982, 62/1983, 257/1988] y 97/1991, entre otras).
270
limitada puesto que se circunscribe solamente a los supuestos de
funcionamiento anormal.
271
Pero el supuesto ms caracterstico de funcionamiento
anormal de la Administracin de Justicia que motiva mayor nmero de
reclamaciones indemnizatorias viene constituido por el retraso injustificado
en la tramitacin de los procesos, el cual, en cuanto alcance cierta entidad,
puede llevar consigo a su vez una vulneracin del derecho fundamental a un
proceso sin dilaciones indebidas (artculo 24.2 Constitucin Espaola).
272
tambin por el Consejo General del Poder Judicial (en el informe que con
carcter preceptivo debe emitir sobre toda reclamacin motivada por el
funcionamiento anormal de la Administracin de Justicia segn lo
establecido en la Disposicin Adicional Segunda del Real Decreto 429/93 de
26 de marzo, que aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones Pblicas en materia de responsabilidad patrimonial), para
pronunciarse sobre apreciacin de retrasos injustificados en la tramitacin de
los procesos y argumentar la concurrencia del supuesto de funcionamiento
anormal de la Administracin de Justicia que fundamenta la pretensin de
resarcimiento econmico por tal causa.
273
ms significativos, como la complejidad del proceso y la conducta de
la parte que pueda haber ocasionado el retraso del que luego se
lamenta, en consonancia con la doctrina mantenida por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos en aplicacin del Tratado de Roma
(RCL 1979\2421 y ApNDL 3627), que reconoce el derecho a un
proceso sin dilaciones.
274
propugna como uno de sus valores superiores la justicia y reconoce el
derecho a una tutela judicial eficaz.
275
sufrido una situacin de prisin preventiva y de otra que se haya dictado
respecto a aqul una posterior sentencia absolutoria o auto de
sobreseimiento libre por inexistencia del hecho imputado.
276
forma que los supuestos de probada inexistencia del hecho y de probada
falta de participacin del acusado, son equiparables y subsumibles en la
regulacin del artculo 294, sin que sea extensiva su aplicacin a los casos
en que la absolucin est motivada en una falta de prueba suficiente, que
lleva al Juzgador a invocar el principio de presuncin de inocencia o de in
dubio por reo. Esto implica que en la resolucin de las reclamaciones
indemnizatorias fundamentadas en el artculo 294 sea necesario analizar la
sentencia absolutoria, o auto de sobreseimiento libre, con el fin de constatar
el motivo por el que se adopta tal pronunciamiento; requiriendo a veces el
informe de la Fiscala General del Estado relativo a las causas que hayan
podido justificar la retirada de la acusacin, si sta se ha producido.
277
b) Por lo que atae al elemento formal, sentencia
absolutoria o auto de sobreseimiento libre, se admite adems una
resolucin judicial que, junto con el resto de las actuaciones
procesales, ponga de manifiesto que su efecto sea equivalente.
278
I) rganos competentes.
Para la Resolucin.
-Lesiones producidas.
279
-Presunta relacin de causalidad entre ellas y el
funcionamiento de la
Administracin de Justicia.
-Evaluacin econmica de la responsabilidad
patrimonial.
-Momento en que se produjo la lesin.
-Cuntas alegaciones, documentos e informes se
estimen oportunos.
-Proposicin de prueba concretando los medios de que
pretenda valerse.
b) Iniciacin de oficio.
280
III) Instruccin del procedimiento.
IV) Audiencia.
281
no inferior a diez das ni superior a quince para formular alegaciones y
presentar la documentacin que estime pertinente.
282
Como ya hemos visto este informe tambin es
preceptivo, quedando suspendido el plazo fijado para resolucin durante dos
meses desde la solicitud de informe a dicho Consejo.
VII) Terminacin.
283
indemnizacin, podr acordar de oficio la suspensin del procedimiento
general y la iniciacin del procedimiento abreviado.
284
jurisdiccional de error judicial, cuando del propio curso del proceso penal se
deduce la inexistencia subjetiva u objetiva del hecho.
285
1.- El deber de los Jueces de reparar el dao causado.
111
El binomio poder independiente-responsabilidad aparece ya en la propia Mitologa griega. As, nos
cuenta Esquilo, la sentencia de Zeus que encadena a Prometeo a sufrimiento perpetuo es ejecutada por
dos hermanos, ambos hijos de la fuerza: El Poder y la Violencia. Mientras la violencia est en silencio
y slo mira el sufrimiento de su vctima, el Poder expone en trminos ntidos y comprensibles, las
razones de la condena.
112
Incluso en Inglaterra la regla de la inmunidad se ha extendido a los barristers (abogados de
Tribunales Superiores o de Apelaciones).
286
Fundamentar la no responsabilidad de los jueces en dotarlos
de una mayor independencia, slo conduce a la irresponsabilidad general y
los jueces no slo actan como poder sino tambin como servidores del
Estado a los que compete como tales determinadas obligaciones
profesionales cuyo cumplimiento deben cuidar. Tampoco se sostiene el
argumento de la no antijuricidad, pues en numerosas ocasiones sus
resoluciones son revocadas por Tribunales Superiores precisamente porque
son antijurdicas. Por su parte, la responsabilidad del Estado no debe excluir
la del juez si se han detectado conductas lesivas causantes de daos que,
de acuerdo con las circunstancias del caso, merecen ser reparados por
quin los ha causado, y la vctima debe tener la posibilidad de tener ante s a
los responsables.
287
deben dirigir necesariamente su accin de responsabilidad contra la
Administracin pblica correspondiente y slo sta, mediante la accin de
regreso, podr exigirla de la autoridad o funcionario causante del dao. Las
posibles dudas que podan existir a este respecto con la inicial redaccin del
art. 145 de la ley 30/92 han quedado disipadas despus de la reforma
operada por la ley 4/1999, de 13 de enero. No ocurre lo mismo en relacin
con las actuaciones de Jueces y Magistrados. El art. 297 de la LOPJ
establece que lo dispuesto en los artculos anteriores no obstar a la
exigencia de responsabilidad civil a los Jueces y Magistrados, por los
particulares, con arreglo a lo dispuesto en esta ley, siendo los artculos 411
a 413 de la LOPJ los que regulan el rgimen de la responsabilidad civil de
Jueces y Magistrados para los casos en que les sea exigida directamente, y
los artculos 405 a 410 para cuando lo sea de forma mediata a causa de la
responsabilidad penal en que hubieren podido incurrir.
288
imputacin no exonera totalmente la responsabilidad de aquellos. La
Administracin, obligada a indemnizar a la vctima, no tiene porqu soportar
definitivamente sobre su patrimonio las consecuencias de ese pago, en
cuanto que ste procede de un hecho que tiene un autor personalmente
responsable, contra el que la ley le faculta a actuar, en va de regreso, y
exigirle el reembolso de la indemnizacin abonada.
113
El art. 145 de la ley 30/92 regula la exigencia de la responsabilidad patrimonial de las autoridades y
personal al servicio de las Administraciones Pblicas. En su punto 2 se dice que la Administracin
correspondiente, cuando hubiere indemnizado directamente a los lesionados podr exigir de sus
Autoridades y dems personal a su servicio la responsabilidad en que hubieran incurrido por dolo,
culpa o negligencia grave, previa la instruccin del procedimiento que reglamentariamente se
establezca. Este procedimiento se encuentra regulado en los arts. 19 a 21 del Reglamento de los
procedimientos de las Administraciones Pblicas en materia de responsabilidad patrimonial aprobado
por Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo.
114
Como hemos indicado ut supra las Comunidades Autnomas que han asumido funciones y
servicios en materia de Administracin de Justicia no lo han hecho respecto de la responsabilidad
patrimonial por mal funcionamiento de la Administracin de Justicia.
289
en honor a la verdad tampoco es nada frecuente que las Administraciones
Pblicas utilicen la accin de regreso contra sus autoridades y funcionarios.
290
Consejo General del Poder Judicial no suelen respetar los plazos fijados en
el procedimiento y por fin, la fiscalizacin de las resoluciones de contenido
econmico favorable al interesado le corresponde a la Intervencin General
del Estado y no a la Delegada del Departamento, con lo que el expediente
completo viaja a un mbito externo al del propio Ministerio gestor en la
parte final de su resolucin.
291
preventiva que las dictadas en relacin con el funcionamiento anormal de la
Administracin de Justicia. Slo en una ocasin en materia de error judicial
en los ltimos aos.
115
La Deontologa Judicial abordara el estudio de los deberes y obligaciones ticos que derivan de
modo inmediato en el ejercicio de la profesin de juez, ofreciendo la sntesis de los distintos derechos
y deberes profesionales.
116
OLLERO, ANDRES: Deontologa Jurdica y Derechos Humanos. tica de las profesiones
jurdicas. Estudios sobre Deontologa. Ed: Universidad Catlica San Antonio.
292
dimensiones ticas emparentadas con nociones como responsabilidad y
confianza. Las expectativas que los dems tienen en el juez se convierten en
un elemento decisivo. Son los dems quienes depositan en el profesional de
la judicatura una confianza que ste no debe traicionar. El mismo Derecho
Privado se ha visto siempre llamado a albergar, como exigencia tica de
indeclinable proyeccin jurdica, esa relacin de mutua confianza plasmada
en el rico e indeterminado concepto de la buena fe.
293
independencia judicial, tiene que ver con la apariencia y con la realidad. Si
se percibe injusticia, si en apariencia parece que la hay, el poder judicial se
encontrar bajo la sospecha del descrdito.
118
GABALDN LOPEZ, JOS. Reflexiones sobre la tica Judicial. tica de las profesiones
jurdicas. Estudios sobre Deontologa. Universidad Catlica San Antonio.
119
BACHOFF, OTTO. Jueces y Constitucin. Cuadernos Cvitas, 1985.
294
ciudadanos. El Poder Judicial no escapa a ese fenmeno que ha generado
preocupacin especialmente entre sus integrantes, conscientes de que la
autoridad de un juez est ligada a la confianza ciudadana que requiere para
ejercer su imperium. Entre las vas utilizadas para enfrentar este problema y
procurar recuperar el necesario respaldo social, diversos Poderes Judiciales
han recurrido a la sancin de Cdigos de tica Judicial en donde se
establecen principios, deberes y prohibiciones que apuntan a perfilar lo que
sera el buen o mejor juez para esa sociedad en ese tiempo.
120
El Cdigo de tica de los jueces federales de Estados Unidos es muy simple. Contiene siete
cnones:
-Los jueces debern mantener la integridad e independencia del poder judicial.
-Los jueces debern evitar la incorreccin y la apariencia de incorreccin en todas sus
actividades.
-Los jueces debern desempear los deberes de su cargo de forma imparcial y con diligencia.
-Los jueces pueden realizar actividades extrajudiciales para perfeccionar la ley, el rgimen
jurdico y la administracin de justicia.
-Los jueces debern ordenar sus actividades extrajudiciales de manera de reducir al mnimo
el riesgo de conflicto con sus deberes judiciales.
-Los jueces debern someter informes peridicamente sobre la compensacin recibida por
actividades relacionadas con la ley y extrajudiciales; y
-Los jueces debern abstenerse de actividades polticas.
121
En Italia la Associazione Nazionale dei Magistrati aprob un Cdigo tico de los magistrados
ordinarios, en el que se intenta individualizar reglas ticas en las cuales, segn el comn sentido de los
magistrados debe inspirarse su comportamiento. Principios que tengan el comn denominador del
recto ejercicio profesional y todos ellos se basan en fundamentos que son comunes a lo que la esencia
del juez significa, independientemente de cualquier vinculacin axiolgica.
122
Algunos de los Cdigos ticos de pases Iberoamericanos estn llenos de candor. Sirva de ejemplo
el Canon II del de Puerto Rico: Para el cabal desempeo de sus funciones, la Jueza o el Juez debe ser
laborioso, prudente, ser imparcial y cuidadoso en la interpretacin de la ley, estar consagrado al
estudio del Derecho y en el empeo de descubrir los hechos esenciales de cada controversia.
123
La preocupacin por la tica Judicial ha sido escasa hasta ahora. La Escuela Judicial espaola no
incluye en sus planes de estudio la deontologa profesional del Juez. Tampoco esta materia se
encuentra en los cursos de formacin continuada que el CGPJ organiza para Jueces y Magistrados.
295
aprob en el Congreso de los Diputados, por unanimidad y como proposicin
no de ley, una Carta de Derechos de los ciudadanos ante la Justicia que sin
ser, ni pretender ser, en su reverso los deberes de los jueces correlativos a
los derechos de los ciudadanos- un Cdigo tico puede servir como
referente para delimitar algunos deberes de los jueces de naturaleza
deontolgica. As, el deber de transparencia en sus actuaciones (en el uso
del lenguaje, tanto oral como escrito, o en la informacin que debe
facilitarse); el deber de atencin y respeto a profesionales y ciudadanos; o el
deber de diligencia en el desempeo de la funcin.
296
No obstante ser un referente de comportamiento de los
jueces, adems de otros profesionales, la Carta no es, como ya dijimos, un
Cdigo de tica Judicial. La existencia de ste se justifica, aparte las
razones ya indicadas, por ser un instrumento valioso para favorecer la
publicidad, certeza y eficacia de las normas deontolgicas, aunque no agote
todo el contenido de stas. Para los jueces, como para otros servidores
pblicos, las normas deontolgicas a veces se concretan en normas de
contenido jurdico, que son exigibles bajo sancin, como son las normas
disciplinarias, pero abarcan tambin principios ticos profesionales que, en
su ltima motivacin y aplicacin, son incoercibles mediante sanciones
externas.
297
comportamiento profesional, a aquello que se esperaba de l, al deber ser
de su profesin.
298
del Estado y, en definitiva, a la carga que ello comporta, de manera indirecta,
a todos los ciudadanos-contribuyentes.
299
Faltar al deber de formacin y capacitacin profesional por
parte de un juez supone hacer dejacin de una de sus ms elementales
obligaciones profesionales. En los casos ms graves constituir, adems,
falta disciplinaria muy grave124y puede, adems, ser motivo de un error que
produzca daos o perjuicios a los usuarios de la justicia., con las
consecuencias que de ello se derivan.
124
Se tipifica en el art. 417.14 LOPJ como falta disciplinaria muy grave la ignorancia
inexcusable en el cumplimiento de los deberes judiciales.
300
leve el incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin en cualquier clase de asunto que
conozca el juez o magistrado. Es decir, el legislador ha querido dejar bien
claro que el Juez debe actuar con diligencia, aunque tal conducta no
aparezca como uno de sus deberes, al establecer todo un catlogo de
conductas que merecen represin disciplinaria.
301
que ha de resolver. Por ltimo, debe fundamentar suficientemente sus
decisiones, eliminando en las resoluciones las motivaciones internas o
torcidas o las apartadas de toda racionalidad. Los jueces en el ejercicio de
su profesin no deben olvidar nunca el mandato constitucional de
interdiccin de la arbitrariedad.
302
Estado por esta causa son numerosas. A veces la prisin provisional
indebida es ajena al celo y cuidado del juez que la acord, que puso todos
los medios a su alcance para acertar en la adopcin de la medida. Pero no
siempre es as. Hacer dejacin de la necesaria vigilancia y atencin en estos
casos supone la infraccin del ms elemental de los deberes ticos del juez
y trae como consecuencia uno de los supuestos en que el Estado se ve
obligado en mas ocasiones a indemnizar los perjuicios causados a los
particulares.
Ao 2000
Iniciados 388
Resueltos ao 0
Resueltos anteriores399
Pendientes Diciembre928
303
1000
900
800
Pendiente enero
700
600 Iniciados
500
Resueltos en el ao
400
Resueltos anteriores
300
200 Pendientes en
diciembre
100
0
Ao 2000
Ao 2001
304
1000
900
800
Pendiente enero
700
600 Iniciados
500
Resueltos en el ao
400
Resueltos anteriores
300
200 Pendientes en
diciembre
100
0
Ao 2001
Ao 2002
Iniciados 372
Resueltos ao 1
305
1000
900
800
Pendiente enero
700
600 Iniciados
500
Resueltos en el ao
400
Resueltos anteriores
300
200 Pendientes en
diciembre
100
0
Ao 2002
Ao 2003
Iniciados 420
Resueltos ao 6
Resueltos anteriores 474
Pendientes Diciembre 892
306
1000
900
800
Pendiente enero
700
600 Iniciados
500
Resueltos en el ao
400
Resueltos anteriores
300
200 Pendientes en
diciembre
100
0
Ao 2003
307
3000
2500
Pendientes en
2000 diciembre
Resueltos anteriores
1500
Resueltos en el ao
1000 Iniciados
0
Ao Ao Ao Ao
2000 2001 2002 2003
308
Expedientes tramitados segn causa
Ao 2000 Ao 2001
Ao 2002 Ao 2003
600
500
400
Pendientes a enero
Iniciados
300
Resueltos ao
Resueltos otros aos
200
Pendientes a diciem bre
100
0
Ao 2000 Ao 2001 Ao 2002 Ao 2003
309
Causa de prisin preventiva por funcionamiento anormal
Ao 2000 Ao 2001
Pendiente a Enero 28 Pendiente a Enero 3
Iniciados 13 Iniciados 3
Resueltos ao 0 Resueltos ao 13
Resueltos otros aos 8 Resueltos otros aos 0
Pendiente a Diciembre 33 Pendiente a Diciembre 12
Ao 2002 Ao 2003
Pendiente a Enero 34 Pendiente a Enero 31
Iniciados 11 Iniciados 13
Resueltos ao 0 Resueltos ao 0
Resueltos otros aos 14 Resueltos otros aos 13
Pendiente a Diciembre 31 Pendiente a Diciembre 31
35
30
25
Pendientes a enero
20
Iniciados
Resueltos ao
15
Resueltos otros aos
Pendientes a diciembre
10
0
Ao 2000 Ao 2001 Ao 2002 Ao 2003
310
Causa de funcionamiento anormal
Ao 2000 Ao 2001
Pendiente a Enero 597 Pendiente a Enero 574
Iniciados 193
Resueltos ao 0
Resueltos otros aos 216
Pendiente a Diciembre 574 Iniciados 177
Resueltos ao 1
Ao 2002 Ao 2003
Pendiente a Enero 567 Pendiente a Enero 566
Iniciados 211 Iniciados 235
Resueltos ao 1 Resueltos ao 1
Resueltos otros aos 211 Resueltos otros aos 277
Pendiente a Diciembre 566 Pendiente a Diciembre 523
311
600
500
400
Pendientes a enero
Iniciados
300
Resueltos ao
Resueltos otros aos
200 Pendientes a diciembre
100
0
Ao 2000 Ao 2001 Ao 2002 Ao 2003
Ao 2000 Ao 2001
Pendiente a Enero 23 Pendiente a Enero 24
Iniciados 7 Iniciados 5
Resueltos ao 0 Resueltos ao 0
Resueltos otros aos 6 Resueltos otros aos 1
Pendiente a Diciembre 24 Pendiente a Diciembre 18
Ao 2002 Ao 2003
Pendiente a Enero 18 Pendiente a Enero 21
Iniciados 8 Iniciados 6
Resueltos ao 0 Resueltos ao 0
Resueltos otros aos 5 Resueltos otros aos 7
Pendiente a Diciembre 21 Pendiente a Diciembre 20
312
25
20
15 Pendientes a enero
Iniciados
Resueltos ao
10 Resueltos otros aos
Pendientes a diciembre
0
Ao 2000 Ao 2001 Ao 2002 Ao 2003
313
Indemnizacione
s
2000 2001 2002 2003
recono
cidas
18.670.000,0 195.790.538,0
Error judicial 150.000,00 2.994.948,00
0 0
Funcionamient
o 24.181.289,0 46.748.450,0 97.583.267,9
30.954.479,00
anorma 0 0 6
l
Prisin
10.406.380,0
prevent 6.639.939,00 350.000,00 8.177.081,00
0
iva
Prisin
prevent
iva por
funcion
0 0 0 1.109.129,00
amient
o
anorma
l
314
200.000.000,00
180.000.000,00
160.000.000,00
Error judicial
140.000.000,00
120.000.000,00
Funcionamiento anormal
100.000.000,00
80.000.000,00 Prisin preventiva
60.000.000,00
Prisin preventiva por
40.000.000,00
funcionamiento anormal
20.000.000,00
0,00
2000 2001 2002 2003
315
Indemnizaciones
reconoci
das en
el
2000 2001 2002 2003
contenci
oso-
administ
rativo
Error judicial 0 3.506.085,00 150.000,00 2.994.948,00
Funcionamiento
15,337.047,00 46.852.655,00 46.748.450,00 97.583.267,96
anormal
Prisin
preventi 105.765.023,00 39.291.219,00 350.000,00 8.177.081,00
va
Prisin
preventi
va por
700.000,00 0 0 1.109.129,00
funciona
miento
anormal
316
120000000
100000000
Error judicial
80000000
Funcionamiento anormal
60000000
Prisin preventiva
40000000
Prisin preventiva por
20000000 funcionamiento anormal
0
2000 2001 2002 2003
317
250.000.000,00
200.000.000,00
150.000.000,00 Indemnizaciones
reconocidas
100.000.000,00 Indemnizaciones
reconocidas en el
contencioso-administrativo
50.000.000,00
0,00
2000 2001 2002 2003
318
146/1999 0,00 500.000,00
15/1998 0,00 1.000.000,00
157/1997 612.105,00 0,00
166/1997 300.000,00 7.279.922,00
168/1997 300.000,00 0,00
17/1998 500.000,00 0,00
170/1998 0,00 435.000,00
179/1996 50.000,00 0,00
18/1998 500.000,00 0,00
191/1997 400.000,00 0,00
195/1996 100.000,00 0,00
201/1997 250.000,00 0,00
205/1996 300.000,00 0,00
218/1997 50.000,00 0,00
224/1995 50.000,00 0,00
227/1996 500.000,00 0,00
23/1997 604.500,00 0,00
238/1996 302.630,00 0,00
255/1996 50.000,00 0,00
256/1996 738.193,00 0,00
258/1996 0,00 756.243,00
266/1998 250.000,00 0,00
319
Ao Causa Reconocida Conten.-
267/1996 100.000,00 0,00
27/1997 200.000,00 0,00
272/1996 182.477,00 0,00
29/1998 50.000,00 0,00
307/1996 83.961,00 0,00
309/1996 242.606,00 0,00
318/1996 104.009,00 0,00
320/1996 50.000,00 0,00
321/1996 200.000,00 0,00
326/1996 95.794,00 0,00
328/1997 25.000,00 101.617,00
329/1997 12.332,00 0,00
331/1996 80.000,00 0,00
335/1997 50.000,00 0,00
337/1996 750.000,00 0,00
345/1996 2.682.875,00 0,00
346/1996 1.000.000,00 0,00
351/1996 0,00 50.000,00
352/1996 250.000,00 0,00
353/1995 102.694,00 0,00
354/1996 100.000,00 0,00
364/1998 100.000,00 0,00
367/1997 189.916,00 0,00
369/1996 54.160,00 0,00
380/1997 1 . 0,00
388/1997 597.547,00 0,00
527.534,00
42/1998 416.000,00 0,00
45/1998 600.000,00 0,00
47/1997 50.000,00 0,00
5/1999 0,00 2.408.926,00
50/1998 0,00 60.000,00
56/1997 4.418.989,0 0,00
60/1997 100.000,00 0,00
0
68/1997 100.000,00 0,00
79/1997 8.000,00 0,00
320
85/1997 10.080,00 0,00
86/1998 0,00 2.133.546,00
87/1 997 200.000,00 0,00
9/1998 475.748,00 0,00
321
Ao Causa Reconocida Conten.-
Prisin preventiva 10.406.380,0 105.765.023,0
110/1998 0,00 1.997.797,00
188/1998 0,00 17.659.430,0
192/1998 0,00 17.659.430,0
0
195/1998 0,00 17.659.430,0
0
197/1998 6.040.000,00 0,00
0
21/1999 0,00 10.498.823,0
22/1999 0,00 12.211.414,0
0
227/1998 400.000,00 0,00
0
23/1999 0,00 1.652.498,00
234/1998 146.380,00 0,00
243/1998 2.240.000,00 0,00
247/1998 80.000,00 0,00
298/1998 0,00 6.191.840,00
334/1998 0,00 12.561.660,0
339/1998 0,00 2.300.000,00
0
383/1998 0,00 1.450.054,00
76/1999 1.500.000,00 3.922.647,00
Prisin preventiva funcion. 0,00 700.000,00
199/1996 0,00 700.000,00
Anormal Total causa:
2001 233.384.956,0 89.649.959,00
Error Judicial 195.790.538,0 3.506.085,00
13/1999 500.000,00 0,00
Total causa: 0
16/1998 190.435.286, 0,00
24/2000 500.000,00 0,00
00
31/1999 232.074,00 0,00
32/2000 1.000.000,00 3.506.085,00
59/1999 3.123.178,00 0,00
Funcionamiento anormal 30.954.479, 46.852.655,00
1/1999 0,00 2.252.763,00
Total causa: 00
1002/1998 500.000,00 0,00
102/1998 712.642,00 0,00
104/1998 200.000,00 0,00
105/1998 1.140.600,00 0,00
109/1998 4.584.881,0 0,00
11/1998 103.906,00 0,00
0
114/1997 250.000,00 2.524.235,00
119/1998 131.763,00 0,00
322
323
126/1999 0,00 456.648,
127/1998 100.0 0,00
130/1995 510.0 0,00
00,00
130/1998 210.0 0,00
00,00
133/1998 1.050. 0,00
00,00
144/1998 49.46 0,00
000,00
157/1998 128.8 0,00
0,00
171/1998 476.7 0,00
62,00
172/1998 50.00 0,00
89,00
175/1998 354.0 0,00
0,00
176/1998 1.483. 0,00
19,00
180/1996 377.2 0,00
612,00
180/1998 0,00 1.055.44
76,00
185/1998 500.0 0,00
6,00
198/1998 200.0 0,00
00,00
201/1998 500.0 0,00
00,00
205/1998 525.0 0,00
00,00
212/1998 267.82 0,00
00,00
219/1998 16.26 0,00
1 ,00
223/1999 0,00 1.601.04
7,00
225/1998 500.0 0,00
0,00
226/1999 4.508. 0,00
00,00
233/1998 829.9 0,00
400,00
236/1998 300.0 0,00
02,00
249/1998 100.0 0,00
00,00
251/1998 200.0 0,00
00,00
257/1999 1.000. 0,00
00,00
26/1998 500.0 0,00
000,00
273/1998 50.00 10.193,0
00,00
28/1998 371.7 0,00
0,00 0
285/1998 500.0 0,00
60,00
288/1998 250.0 0,00
00,00
294/1999 0,00 21.078.0
00,00
326/1998 100.0 0,00
36,00
327/1998 1.000. 0,00
00,00
347/1999 0,00 4.631.71
000,00
35/1998 100.0 0,00
4,00
354/1999 150.0 0,00
00,00
366/1998 100.0 0,00
00,00
00,00
324
Ao Causa Recono Conten.-
385/1997 150.000 350.000,
53/1998 93.659, 0,00
54/1998 50.000, 0,00
00
56/1998 1.500.0 0,00
00
57/1998 150.000 0,00
00,00
61/1998 522.02 1.319.39
,00
69/1998 686.91 0,00
4,00 8,00
70/1998 211.005 0,00
6,00
75/1997 163.415 0,00
,00
80/1998 1.300.0 4.719.45
,00
81/1998 100.000 0,00
00,00 7,00
84/1997 495.00 0,00
,00
91/1999 49.500, 0,00
0,00
94/1998 500.000 6.853.72
00
Prisin preventiva 6.639.93 39.291.21
,00 5,00
106/1997 70.000, 0,00
Total causa: 9,00 9,00
116/1999 269.93 0,00
00
122/2000 0,00 20.006.5
9,00
133/1999 50.000, 0,00
85,00
157/1999 270.00 0,00
00
160/2000 370.000 1.192.66
0,00
206/1999 0,00 1.331.08
,00 3,00
301/2000 0,00 500.000,
8,00
304/1999 3.920.0 4.068.00
00
314/1999 210.00 0,00
00,00 0,00
366/1999 0,00 2.090.57
0,00
376/1998 320.00 1 .
4,00
7/2000 1.000.0 3.991.58
0,00 336.046,00
74/1999 160.000 840.000,
00,00 0,00
80/2000 0,00 691.905,
,00 00
98/2000 0,00 3.242.77
00
2002 47.248. 20.096.5
8,00
Error
Total ao: Judicial 450,00150.000, 93,00 0,00
84/2000 150.000 0,00
Total causa: 00
Funcionamiento anormal 46.748.4 15.164.45
,00
102/1999 250.00 0,00
Total causa: 50,00 6,00
103/1999 60.265, 0,00
0,00
120/1999 43.408, 0,00
00
00
325
Ao Causa Recon Conten.
126/2000 13.685, 0,00
137/1999 0,00 2.680.00
139/2000 939.01 0,00
0,00
142/1998 800.00 0,00
5,00
144/1999 326.186 0,00
0,00
155/1999 500.00 0,00
,00
16/1999 59.250, 0,00
0,00
162/1999 235.00 0,00
00
17/1999 371.86 0,00
0,00
171/1999 121.166 0,00
1,00
178/1999 250.00 0,00
,00
179/1998 1.000.0 0,00
0,00
181/1999 4.378.00
00,00
184/1999 200.00 0,00
0,00
19/1997 9.983.1 0,00
0,00
198/1999 90.000, 0,00
60,00
20/1999 1.169.7 0,00
00
203/1999 50.000, 0,00
00,00
211/1999 499.15 0,00
00
214/1999 6.136.0 0,00
8,00
217/1999 508.58 0,00
00,00
231/2000 0,00 199.663,
5,00
232/1998 43.712, 0,00
00
246/2000 100.000 0,00
00
262/1999 16.200, 0,00
,00
265/2000 0,00 131.398,
00
268/1998 138.843 0,00
00
269/1998 1.892.8 0,00
,00
270/1999 1.169.0 0,00
69,00
274/1999 834.34 0,00
36,00
277/1 998 73.154, 0,00
0,00
292/1999 200.00 0,00
00
295/1999 41.597, 0,00
0,00
313/1998 30.326, 0,00
00
318/1999 100.000 0,00
00
319/2000 100.000 0,00
,00
323/1998 100.000 0,00
,00
324/1999 0,00 4.920.96
,00
326/1999 268.40 0,00
0,00
0,00
326
ao Causa Recon Conten.-
337/1998 300.0 0,00
34/1999 1.123. 0,00
35/2000 100.0 0,00
621,00
361/1998 2.434. 0,00
00,00
364/1999 100.0 0,00
641,00
368/1999 710.4 0,00
00,00
51/1999 337.7 0,00
50,00
52/2000 93.00 0,00
75,00
55/1999 5.659, 0,00
3,00
56/1999 19.571 0,00
00
66/1999 250.0 0,00
,00
7/1999 10.31 0,00
00,00
72/1999 100.00 0,00
6.790,00
74/1998 228.6 0,00
0,00
79/2000 500.0 0,00
90,00
81/2000 500.0 0,00
00,00
82/1999 831.9 0,00
00,00
87/1999 0,00 2.244.913
30,00
95/1999 46.76 0,00
,00
99/1998 34.63 0,00
5,00
99/2000 0,00 609.522,0
9,00
Prisin preventiva 350.0 2.902.624,
0
11/2001 0,00 748.737,0
Total causa: 00,00 00
12/2001 0,00 748.737,0
0
121/2000 200.0 0,00
0
267/2000 0,00 1.405.150,
00,00
347/2000 150.00 0,00
00
Prisin preventiva funcion. Anormal 0,00 2.029.513,
0,00
150/2000 0,00 1.629.513,
Total causa: 00
361/1999 0,00 200.000,0
00
362/1999 200.000,0
0
2003 109,86 8.036.461
0
Error
Total ao: Judicial 4.425,96
2.994. ,00 0,00
78/2001 2.994. 0,00
Total causa: 948,00
Funcionamiento anormal 97.583 1383.111,0
948,00
105/1999 250.0 0,00
Total causa: .267,96 0
108/2001 49.91 0,00
00,00
1 1/2002 50.00 0,00
6,00
0,00
327
Ao Causa Recon Conten.-
113/2000 3.625.7 0,00
113/2001 344.86 0,00
115/1999 998.31 0,00
0,00
115/2000 50.000, 0,00
6,00
117/2000 100.01 0,00
00
117/2001 30.000, 0,00
5,00
119/2000 3.292.2 0,00
00
1 1 9/2001 39.963, 0,00
23,00
120/2000 25.000, 0,00
00
123/1999 149.74 0,00
00
124/1999 99.832, 0,00
7,00
131/2000 500.00 0,00
00
134/2000 332.77 0,00
0,00
135/2000 2.131.1 0,00
2,00
14/1998 1.052.4 0,00
65,00
14/2001 18.302, 0,00
16,00
153/2000 49.916, 0,00
00
156/2000 60.651, 0,00
00
161/2000 998.31 0,00
00
164/1999 500.00 0,00
6,00
166/2000 1.118,0 0,00
0,00
168/1999 998.31 0,00
0
17/2000 100.00 0,00
6,00
186/1999 2.163.0 0,00
0,00
193/2000 998.31 0,00
18,00
198/2000 249.57 0,00
6,00
2/2000 3.006,0 0,00
9,00
200/2001 199.66 0,00
0
205/2000 500.00 0,00
3,00
211/2001 990.74 0,00
0,00
212/2001 83.193, 0,00
0,00
221/1999 98.832, 0,00
00
221/2000 332.77 0,00
00
222/2000 39.583, 0,00
2,00
223/2000 219.84 0,00
00
226/2000 1.030.0 0,00
7,00
233/1999 81.521, 0,00
00,00
235/1999 499.15 0,00
00
237/2000 99.831, 0,00
8,00
00
328
Ao Causa Reco Conten.
237/2001 99.83 0,00
238/1999 264.2 0,00
240/1999 249.5 0,00
14,00
240/2000 100.0 0,00
79,00
242/2000 16.63 0,00
00,00
26/2000 250.0 0,00
8,00
260/2000 311.3 0,00
00,00
262/2001 1.202 0,00
17,00
27/2000 1.663 0,00
.788,00
276/2000 69.60 0,00
.860,00
277/2000 74.87 0,00
0,00
281/1999 225.0 0,00
3,00
281/2000 166.3 0,00
00,00
288/2000 433.7 0,00
40,00
294/1998 2.000 0,00
10,00
295/2001 998.3 0,00
.000,00
298/2001 97.60 0,00
16,00
306/2000 524.4 0,00
2,00
315/2000 233,9 0,00
00,00
320/2001 1.014 0,00
6
324/2001 99.83 0,00
.682,00
325/2000 72.36 0,00
1,00
329/2000 199.9 0,00
5,00
332/1999 735.5 0,00
96,00
332/2000 500.0 0,00
01,00
333/2001 99.83 0,00
00,00
334/2001 499.1 0,00
1,00
34/2000 50.00 0,00
58,00
345/2000 399.3 0,00
0,00
348/1999 200.0 0,00
26,00
350/1999 50.41 0,00
00,00
351/1999 233.7 0,00
4,00
354/2000 99.83 0,00
72,00
363/2000 108.1 0,00
2,00
366/2000 799.6 0,00
50,00
367/2000 100.0 149.579,
33,00
37/2000 249.5 0,00
00,00 00
372/2000 4.991 0,00
79,00
378/2000 19.96 0,00
.580,00
6.320,00
329
Ao Causa Recon Conten.-
382/1997 0,00 149.747,
4/2001 301.3 0,00
42/2002 299.4 0,00
28,00
45/2001 672.5 0,00
95,00
46/2001 499.1 0,00
99,00
47/2000 765.8 0,00
58,00
53/1999 50.00 0,00
75,00
57/2000 51,91 0,00
0,00
6/1998 500,0 0,00
2,00
60/2001 196.4 0,00
00,00
63/1999 25.39 0,00
92,00
7/2002 447.0 0,00
4.724,00
8/2002 249.5 0,00
21,00
82/2002 8.769, 0,00
79,00
83/2001 1.664, 0,00
00
86/2000 4.066. 0,00
00
86/2002 16.63 0,00
713,00
88/1998 559.4 0,00
9,00
9/2000 25.00 0,00
43,00
90/2001 492.8 0,00
0,00
93/2000 0,00 1.083.78
97,00
96/2000 328.0 0,00
5,00
Prisin preventiva 8.177. 2.925.753
85,00
106/2001 89.85 0,00
Total causa: 081,00 ,00
146/2002 665.5 0,00
0,00
15/2001 2.800. 0,00
44,00
155/2001 0,00 2.925.75
000,00
163/2002 698.8 0,00
3,00
181/2001 203.1 0,00
21,00
36/2002 129.7 0,00
57,00
74/2001 3.589. 0,00
81,00
Prisin preventiva funcion. anormal 1.109. 3.727.597
928,00
162/2001 299.9 0,00
Total causa: 129,00 ,00
163/2001 299.9 0,00
94,00
164/2001 299.9 0,00
94,00
250/2000 3.727.59
94,00
283/2001 209.1 0,00
7,00
47,00
BIBLIOGRAFA
331
GUZMAN FLUJA, Vicente C.: El derecho de indemnizacin
por el funcionamiento de la Administracin de Justicia, Edit. Tirant lo
Blanch, Valencia, 1994.
332
SEGURA NAYA, Armando: Fundamentos antropolgicos de la
Deontologa. tica de las profesiones jurdicas. Estudios sobre
Deontologa. Edit. Universidad Catlica San Antonio.
333
SEGUNDA PARTE
LOS TEMAS
334
Deontologa de la decisin judicial
335
Sumario
I. Introduccin.
1.1. La sentencia como acto de conciencia.
1.2. Presupuestos metodolgicos:
1.2.1. Razn y sentido comn como referencias de la
reflexin tica.
1.2.2.Derecho positivo y normas ticas.
1.2.3. La perfeccin de la sentencia como meta tica.
1.2.4. Sincretismo tico.
1.3. La sentencia en el espacio crtico de los medios.
336
V. Deontologa del juicio sobre el derecho
5.1. Operaciones de aplicacin del derecho
5.2. La pretensin y el ordenamiento jurdico.
5.3. La motivacin del juicio sobre el derecho.
VII. Conclusiones.
337
I. Introduccin.
338
fundamento en la comprensin de su valor moral. Cuando se produce este
fenmeno de acatamiento espontneo, tanto, si se trata del mandato
contenido en la norma, como, si se trata del mandato contenido en la
decisin judicial, la operacin de acatamiento se realiza en el elevado nivel
de la conciencia moral que, de manera autnoma, es decir, con
independencia de cualquier forma de coaccin externa, percibe como deber,
al que voluntariamente esta dispuesta a prestar cumplimiento, una obligacin
previamente interiorizada como fundada en la racionalidad. Pero, es
condicin esencial de esta actitud de acatamiento espontneo la percepcin
del mandato jurdico como justo, es decir, como racionalmente aceptable.
Por ello, puede ya concluirse que la dignidad personal del destinatario del
mandato jurdico, que es la sentencia judicial, exige que dicho mandato sea
racionalmente aceptable, congruente con lo actuado en el proceso y
proferido con claridad suficiente como para resultar plenamente inteligible,
pues todas esas cualidades de la decisin son necesarias para que se
produzca ese asentimiento racional al mandato de la sentencia y con l la
consecuencia de su acatamiento y espontneo cumplimiento.
339
En tercer lugar, la doble condicin de la sentencia de acto procesal reglado
y de acto de carcter personal es fuente de distintas exigencias, que, de una
parte, son exigencias tcnicas, jurdicamente controlables a travs de los
recursos y, de otra parte, son exigencias ticas, que tienen su sede en la
conciencia moral del Juez y exclusivamente desde ella ejercen su benfica
influencia sobre su modo de proceder; incluso las propias exigencias tcnicas de
la sentencia controlables externamente mediante los recursos presentan su
aspecto tico, pues encarnan imperativos ticos que el Juez ha de sentir como
interiorizados y operantes desde su conciencia profesional, como pueden ser,
entre otros, la claridad, la motivacin, el respeto a la presuncin de inocencia, la
valoracin de la prueba en conciencia o la congruencia.
340
activamente su espritu. El conjunto de operaciones, que lleva consigo la
elaboracin de la sentencia, exige de modo continuo y permanente la
rectitud moral que module y conduzca la realizacin de cada una de esas
operaciones.
341
materiales que se han acumulado previamente en l. En sentido jurdico
material la sentencia es un importante medio o instrumento de realizacin
del ordenamiento jurdico; pero el ordenamiento jurdico es un arsenal de
valores, principios, normas y reglas, que representan el fundamento tico
social de la convivencia. El ordenamiento jurdico constituye un orden ideal
de convivencia que, o se realiza de una manera espontnea por la buena
voluntad de los ciudadanos o cobra vida de manera imperativa mediante la
sentencia judicial; pero esta funcin slo puede realizarla la sentencia justa.
1. 2. Presupuestos metodolgicos:
1. 2. 1. Razn y sentido comn como referencias de la
reflexin tica.
342
En esta reflexin juegan un papel fundamental las normas de Derecho
Positivo, que se refieren a la sentencia, no porque no se reconozca la
separacin entre Moral y Derecho, sino porque las exigencias morales en
este caso han emigrado en gran parte al Derecho Positivo y se han
encarnado en normas jurdicas. Sin embargo, al lado de las normas de
Derecho Positivo ha de reconocerse la existencia de normas puramente
ticas, que llenan de contenido normativo los intersticios de la regulacin
legal. Hasta tal punto se puede afirmar el trasfondo tico de las normas
positivas que se refieren a la sentencia que alguna de esas normas positivas
vigentes hace referencia a contenidos estrictamente ticos, como ocurre con
al art. 471 de la LECr., cuando remite la operacin valorativa de la prueba a
la conciencia del Juez. Lo importante es que en su eficacia como normas
ticas tanto unas como otras operan mediante la interiorizacin de sus
contenidos en la conciencia profesional del Juez, moldeando desde la
autonoma de esa conciencia profesional su proceder. Siempre que una
regla se acata por su valor racional y se acomoda a ella la conducta sin
atender a ninguna forma de coaccin externa, sino atendiendo
exclusivamente a su aceptabilidad racional, nos encontramos con una
realizacin tica.
343
constituye, desde luego, una utopa, pero precisamente el valor de la utopa
consiste en que es capaz de dirigir nuestra accin y de elevarla al ms alto
nivel de perfeccin, pues mientras avanzamos en la direccin de la utopa,
estamos transitando por el mejor camino para llenar nuestro cometido
profesional.
1. 2. 4 Sincretismo tico
344
inquietud social de modo adecuado. En todo caso, esta situacin ha de
servir de estmulo en el plano profesional del Juez para reflexionar sobre lo
correcto desde el punto de vista tico en cuanto se refiere a la elaboracin
de tan delicado producto procesal. El Juez no puede hacer caso omiso o
colocarse de espaldas a las valoraciones tico sociales de su comunidad.
2. 1. Clasificacin general
345
amplio. Este es, por ejemplo, el punto de vista adoptado por la
llamada Escuela de la Exgesis
B. Como contrapuesto al anterior se sita el modelo realista,
profesado por la Escuela del Derecho Libre, que se desarrolla en el
mundo anglo-sajn. Se trata de un sistema de decisionismo judicial.
El Juez decide en cada caso de acuerdo con su conciencia. Sin
embargo, la consideracin sociolgica del sistema concluye que en
realidad el sentido de la decisin judicial viene determinado por
factores extrajurdicos, que se enmascaran en lo que
eufemsticamente se llama resolver en conciencia y, por ello, que
slo cabe pronosticar el sentido del fallo, atendiendo a factores
empricos de naturaleza histrica, psicolgica o sociolgica. (9) En
este sistema difcilmente se puede garantizar la seguridad jurdica,
que debe ser connatural a las decisiones judiciales.
346
aceptabilidad racional, superando los defectos contrapuestos tanto
del realismo jurdico como del positivismo. Es importante recordar que
R. Dworkin considera el sistema de Derecho Positivo como un
conjunto de reglas y principios. Las reglas son las normas concretas
reguladoras de las posibilidades y las condiciones de la accin de los
particulares. La caracterstica de las reglas consiste en que en ellas
se describe taxativamente el supuesto de hecho a que se aplican
(tipo); los principios, en cambio, representan directivas jurdicas y,
como tales, carecen de una descripcin de los supuestos de hecho a
que han de aplicarse, como ocurre, por ejemplo, con el
reconocimiento de la dignidad de la persona, la igualdad ante la Ley,
la libertad personal o la libertad de expresin. Un sistema de esta
ndole implica que la prctica de decisiones judiciales correctas hace
necesaria una previa harmonizacin de reglas y principios que
metodolgicamente se realiza mediante un proceso de reconstruccin
del derecho aplicable al caso.(12)
347
reconocido el mundo ideal de los valores, la expresin propugna (pugnare
pro) coloca al Estado, es decir, a la totalidad de sus instituciones y
autoridades en posicin de lucha y empeo por que los valores ideales se
realicen y encarnen en el orden jurdico. En consecuencia, la Administracin
de Justicia en el ejercicio de la funcin jurisdiccional esta atenida a una
obligacin de operar para realizar valores ideales y tal circunstancia es
bastante para configurar su modelo judicial como un modelo que en modo
alguno resulta equiparable al modelo positivista.(13)
348
que sea la evidencia que de aquella prueba resulte respecto de la comisin
del hecho. Del mismo modo, no cabr la condena de una persona sin una
prueba bastante para destruir la presuncin de inocencia por muy firme que
sea la conviccin subjetiva del juzgador en cuanto a la culpabilidad del
encausado. Todo ello supone, en suma, que la decisin judicial implica una
harmonizacin de reglas y principios que, en ocasiones, puede plantear
graves problemas, como tendremos ocasin de ver. Tambin queda claro
que esta operacin de harmonizacin a que nos referimos presenta una
cierta analoga con la metodologa reconstructiva del derecho aplicable que
desarrolla R. Dworkin. Pero, sobre todo, hoy esta exigencia procedimental
que lleva imperativamente a la integracin del Derecho aplicable con
elementos ticos, como son los valores, principios y derechos fundamentales
se convierte en un imperativo que afecta profesionalmente al Juez y se
incorpora al acervo de las normas de tica profesional, que han de inspirar el
ejercicio de su funcin.
349
dialctico es el que se emplea para dirigir controversias o deliberaciones. El
razonamiento dialctico tiende a convencer por medio del discurso.(15)
Tambin se distingue el razonamiento analtico del razonamiento dialctico
en la solidez epistemolgica de las premisas, pues mientras las del
razonamiento analtico son necesarias y verdaderas como fundadas en la
esencia, las del razonamiento dialctico son meramente plausibles, es decir,
que suscitan el asentimiento general, pero que no tienen evidencia por s
mismas.(16)
350
Poder Judicial en el plano constitucional. Ciertamente aplicar la Ley juzgado
y haciendo ejecutar lo juzgado es primariamente una estructura lgica cuya
comprensin tiene como condicin necesaria el conocimiento de la trama
ntima de la norma en cuanto regla jurdica.
4. 1. El deber de objetividad
351
lo realmente sucedido a travs de una inteligente y comprensiva valoracin
de la prueba. Aqu la eticidad del acto se resuelve en una objetiva aplicacin
del sentido comn.
352
tambin a la conclusin de la importancia que las exigencias morales tienen
en el mbito de la prctica de la prueba.
353
vista la norma aplicable, pues debe seleccionar del conjunto de las
circunstancias de hecho, que han quedado demostradas, aquellas que son
relevantes, que por estar aludidas en el supuesto de hecho de la regla,
condicionan su aplicacin y, por otra parte, cuando se seleccionan los
trminos semnticos para describir el hecho, que ha resultado acreditado por
la prueba practicada, debe cuidarse de no emplear los mismos trminos de
que se ha servido el legislador para describir el tipo, porque tal proceder
empaa tambin el proceso lgico. La correccin del discurso lgico de la
sentencia requiere esa neta separacin, por que toda la fuerza conclusiva
del fallo implica esa condicin. En la medida en que en el hecho probado se
anticipa un juicio de valor o expresin valorativa se debilita el vigor lgico del
fallo como elemento conclusivo de la totalidad del discurso hasta poder
convertirse en una mera tautologa.
Es claro que la observancia de este requisito, aparte de su control por
la va de los recursos, ha de sentirse tambin como un imperativo de moral
profesional por el Juez. Por ello, las normas jurdicas correspondientes han
de ser interiorizadas de modo que el Juez o Magistrado se sienta obligado
por ellas en conciencia de un modo natural.
4. 5. La valoracin de la prueba.
354
Pero, sentada esta primera intencin de la disposicin, que ordena
valorar en conciencia la prueba practicada en el juicio, aparece
inmediatamente su significacin tica. La expresa apelacin a la conciencia
del Juez como trmino de referencia en la operacin valorativa de la prueba
significa poner todo el nfasis de la operacin valorativa en el sentido tico
del Juez.
355
medida en que se inspire en argumentos racionales y ser moralmente
incorrecta en cuanto que se funde en meros prejuicios, en sentimientos, en
afectos o emociones, que nada tienen que ver con una fundamentacin
racional y, sobre todo, es incorrecto construir una motivacin con
argumentos aparentes o meramente retricos, que no resistiran la ms
ligera crtica racional.
356
formado en tal trmite la conviccin de que los hechos fundantes del efecto
jurdico, que se propone declarar, han quedado o no suficientemente
acreditados. Pues bien, la motivacin consiste en exteriorizar el proceso
racional o lgico que le ha conducido a tener por verdaderos determinados
hechos o bien a no haber alcanzado la certeza suficiente de que tales
hechos han sucedido realmente. La explicitacin de ese proceso lgico
interno produce como primera consecuencia la posibilidad de una inicial
autocrtica por parte del propio Juez, quien tiene de este modo la
oportunidad de corregir mediante una cuidadosa reflexin los errores, que
pueda advertir en ese proceso lgico ya objetivado. Al propio tiempo, la
transparencia del proceso lgico posibilita la actitud crtica de las partes y
condiciona el razonamiento de un eventual recurso. Es ms, como la funcin
de juzgar es funcin pblica por excelencia y la sentencia se dicta coram
populo, la exteriorizacin del razonamiento fundante del establecimiento de
los hechos, al hacerlo cognoscible para la comunidad, amplia
considerablemente el crculo crtico, de modo que su aceptacin por parte de
una comunidad de ciudadanos libres fortalece el sentido de legitimidad de la
decisin como consecuencia de la aceptabilidad racional de su contenido.
357
el contrario, que la motivacin cumpla la doble finalidad de exteriorizar, de
un lado, el fundamento de la decisin adoptada, haciendo explcito que esta
responde a una determinada aplicacin de la ley y permitir, de otro, su
eventual control jurisdiccional mediante el efectivo ejercicio de recursos
previstos por el ordenamiento jurdico(STC 14.2.1989)
358
Habermas (20) ha planteado este problema en trminos de una teora
discursiva del derecho. En tal contexto se valoran los argumentos de
acuerdo con una concepcin pragmtica como razones que en condiciones
discursivas sirven a desempear una pretensin de validez es decir, sirven
para fundar la pretensin de que una afirmacin es verdadera en cuanto que
mueven racionalmente a los participantes en la argumentacin a aceptar
como vlidos los correspondientes enunciados normativos o descriptivos.
En cuanto a la extensin del proceso de argumentacin afirma Habermas
que la cadena de posibles razones sustanciales no tiene ningn fin natural
pues...no puede excluirse a priori que se presenten nuevas informaciones o
se aduzcan nuevas razones. Fcticamente slo damos trmino en
condiciones favorables a una argumentacin, cuando las razones se
adensan hasta tal punto...que se produce un acuerdo sin coerciones acerca
de la aceptabilidad de la pretensin de validez en litigio. La cadena de
argumentos podra aproximarse a un valor lmite ideal conocido por Peirce
como final opinin.
359
Por la doctrina clsica se mantiene que la determinacin de la norma
aplicable en cualquier clase de proceso es una operacin lgica compleja,
que tiene como momentos esenciales los siguientes:
1. La eleccin de la norma aplicable. En principio la totalidad
del ordenamiento jurdico esta como virtualmente invocado, cuando
se trata de dar la respuesta adecuada a una pretensin de tutela
jurisdiccional. La ordenacin sistemtica del conjunto normativo
facilita la solucin del problema de seleccionar la norma o grupo de
normas que se refieren a la cuestin planteada en el proceso. En
ocasiones se establecen criterios de preferencia respecto de normas
eventualmente concurrentes, como ocurre con el art. 8 del CP., que
regula el concurso aparente de normas.
2. Una vez seleccionada la norma aplicable, es preciso
comprobar su vigencia formal y su legitimidad. La vigencia formal se
refiere a que se hayan cumplido los requisitos que condicionan su
existencia, as como a la determinacin del tracto temporal de su
eficacia, en su caso. La legitimidad consiste en su concordancia con
el orden constitucional establecido. Cuando no haya la certeza de esa
concordancia es obligado que el rgano jurisdiccional plantee la
cuestin de inconstitucionalidad.
3. La tercera de la operaciones, en que consiste la aplicacin
del Derecho, es la determinacin del sentido de la norma aplicable, es
decir, su interpretacin. Ya en este momento aparece en nuestro
sistema actual de aplicacin del Derecho una superacin de los
postulados del positivismo jurdico, al dar entrada como directriz de la
interpretacin a valores morales y principios, pues no otra cosa viene
a significar la disposicin contenida en el art. 5.1 de la LOPJ, cuando
ordena a los Jueces y Tribunales interpretar las leyes y reglamentos
segn los preceptos y principios constitucionales.
4. La doctrina tradicional ha venido considerando en el
contexto de la aplicacin del Derecho la posibilidad de una
investigacin correctora o integradora.(22) Una investigacin
360
correctora, que supusiera no aplicar una ley a un caso comprendido
en el supuesto de hecho de la norma, cuando a su aplicacin se
opongan motivos morales graves, no encontrara en nuestro sistema
actual dificultad, cuando la exclusin del caso concreto del mbito de
la norma tuviera como fundamento el respeto a un derecho
fundamental consagrado en la Constitucin o cuando se trate de la
realizacin de alguno de los valores superiores declarados en ella. La
investigacin integradora del Derecho en cuanto supone la aplicacin
de la norma a un hecho no comprendido en ella, tiene pleno
reconocimiento en nuestro sistema jurdico a travs de la aplicacin
de la analoga , que se regula expresamente en el art. 4.1 del CC.
361
La decisin sobre la pretensin oportunamente ejercitada de acuerdo
con criterios de justicia aparece como la prestacin debida al ciudadano, que
en virtud del pacto constitutivo de la sociedad ha renunciado a tomarse la
justicia por su mano. En este punto el imperativo de moral profesional del
Juez o Tribunal no se limita a generar un deber profesional de realizar la
prestacin consistente en decidir en tiempo oportuno, sino que se extiende
tambin a adoptar precisamente la decisin impuesta por la Justicia. La
decisin que debe pronunciar el Juez o Tribunal es aquella que, adems de
responder a las exigencias de la seguridad jurdica, por ser una resolucin
consistente de acuerdo con el sistema procesal vigente, responda tambin a
las exigencias de Justicia material (23).
362
fundamental a la libertad religiosa proclamado en el art. 16.1 de la
Constitucin.
363
garante, resurga la necesidad de respetar el derecho a la libertad religiosa y
de conciencia. La presin de este derecho a su realizacin, impeda que se
pudiera extender ms el conjunto de deberes resultantes de la posicin de
garante de los padres. Por ello, la suposicin de la sentencia de la Sala
Segunda del Tribunal Supremo de que la posicin de garante se extenda al
deber de los padres a ejercer una accin suasoria sobre el hijo para que
aceptara la prctica de la transfusin, as como a su deber de autorizar ellos
mismos la prctica de la transfusin es considerada como equivocada por la
sentencia del Tribunal Constitucional. Ambas exigencias que el Tribunal
Supremo deriva de la posicin de garante son excluidas por el Tribunal
Constitucional con fundamento en que no pueden derivar de tal posicin,
teniendo en cuenta la modulacin que los deberes de la posicin de garante
sufren por influjo del derecho a la libertad religiosa y de conciencia. Por otra
parte, de acuerdo con doctrina constitucional consagrada los derechos
fundamentales no son absolutos y pueden verse limitados; pero tales
derechos slo pueden ceder ante los lmites que la propia Constitucin
imponga o ante los que de manera mediata o indirecta se infieran de la
misma al resultar justificados por la necesidad de preservar otros derechos o
bienes jurdicamente protegidos y, en todo caso, las limitaciones que se
establezcan no pueden obstruir el derecho fundamental ms all de lo
razonable,(24 )
364
Tal doctrina comporta el establecimiento de dos distintos niveles
normativos, que se distinguen no slo por su distinta funcin sino tambin
porque es diferente su estructura. De una lado, se sitan las reglas jurdicas,
que constituyen la legalidad ordinaria; de otro, los valores, principios y
derechos fundamentales, que constituyen el marco constitucional. La
distincin es trascendente por lo que se refiere a su aplicacin en el proceso,
porque los principios constitucionales tienen una virtualidad conformadora
del total ordenamiento jurdico y necesariamente han de influir en la
determinacin del contenido de derechos y obligaciones, que derivan de la
legalidad ordinaria.
365
la comprensin de los principios constitucionales. Se trata de un proceso de
integracin de normas, que habr de dar como resultado el establecimiento
de un rgimen jurdico unvoco resultante de la fusin y harmonizacin de
esas diversas normas. As, en el caso que nos ha servido de ejemplo, la
condicin de garante, que es uno de los elementos necesarios o
constitutivos del homicidio omisivo, es objeto de una reinterpretacin, que
modifica su contenido, cuando concurre una situacin en que es necesario
tener en cuenta la incidencia de un derecho fundamental como la libertad de
conciencia. De modo ms concreto, el deber legal o contractual de actuar
que constituye en la diccin del art. 11 del CP la posicin de garante, como
norma en blanco debe completarse con los arts. 154 y ss del CC, donde se
establecen los deberes y facultades que derivan de la patria potestad. El
deber general de velar por los hijos que se estatuye en el n1 del art. 154
del CC, comprende el de prevenir cualquier riesgo que amenace la vida o
salud del nio. Este deber recibe una especial modulacin cuando concurre,
como ocurra en el caso comentado, con el derecho fundamental a la libertad
religiosa de los padres y del propio hijo y en tal supuesto se hace necesario
concordar las normas citadas con el derecho fundamental. Es precisamente
en esa operacin de integracin y harmonizacin de normas donde se
produce la discordancia entre las sentencias respectivas del Tribunal
Supremo y el Tribunal Constitucional. Ello da idea de la dificultad que en
determinados casos representa esa labor de integracin y harmonizacin,
que en la situacin actual resulta necesaria y que, en consecuencia, se
convierte en una exigencia profesional para el Juez.
366
reverso de un derecho fundamental, que se otorga al ciudadano: el derecho
a la tutela judicial efectiva. (Art. 24.1 de la CE).
367
como ttulo creador de un deber jurdico para sus destinatarios. La condicin
personal del destinatario, como ser dotado de una conciencia autnoma y de
la capacidad de comprender el sentido y el fundamento del mandato, que
eventualmente puede encerrar la sentencia ya de por s fundamenta en ese
nivel propio del ser de la persona el deber profesional del Juez de
exteriorizar el proceso lgico interior, que le ha llevado a determinar el
sentido del fallo, que en el plano objetivo representar para el destinatario de
la decisin el discurso inteligible, que constituye la solucin en Justicia de la
controversia planteada en el proceso.
368
problema planteado en el proceso. En esta lnea constituyen una importante
fuente de argumentos de naturaleza normativa los criterio de interpretacin,
que se enumeran en el art. 3.1 del CC. El discurso lgico mediante el que se
justifica el sentido y extensin con que se aplica una determinada norma
jurdica se nutrir en primer trmino de la significacin literal de la norma,
que se aplica, pero el mismo podr ser matizado con los elementos histrico,
sistemtico y teleolgico, que constituyen el instrumental hermenutico de
nuestro sistema.
369
En el proceso de produccin de la sentencia, en su gestacin interna
en la mente del Juez se miden y ponderan razones, se depuran y
reconsideran hechos, se meditan e interpretan normas, reglas y principios,
respondiendo al propsito tenaz, mantenido y constante de dar a cada uno
lo suyo. Este aspecto subjetivo de la justicia ha sido el que se ha primado en
las fuentes del Derecho Romano, cuando se define la justicia como
constans atque perpetua voluntas suum cuique tribuendi.
(Digesto,1.1.1., Ulp. 1.)
370
realizacin del valor justicia se transforma de imperativo tico en concreto
mandato jurdico de realizacin controlable mediante los correspondientes
recursos de ndole constitucional. Cuando es una norma legal la que
abandona el camino de la realizacin de la justicia, el recurso y la cuestin
de inconstitucionalidad abren la posibilidad de un pronunciamiento del
Tribunal Constitucional; pero, cuando es una sentencia jurisdiccional le que
desconoce los principios, valores o derechos consagrados en la
Constitucin, ser el recurso de amparo el ltimo medio adecuado para
reparar la violacin.
371
concrecin, de tal manera que lo que importa es la estrecha conexin entre
el valor justicia del art. 1.1. de la Constitucin y el principio de interdiccin de
la arbitrariedad del art. 9.3. del mismo texto. En cuanto trmino de referencia
para el control constitucional el valor consagrado en el art. 1.1. de la
Constitucin no puede identificarse unilateralmente con particulares modos
de entender lo justo, ni con una forma de fiscalizacin de la ley en atencin a
sus resultados...el valor justicia ha de ser considerado como un concepto
tendencialmente abierto y plural, por lo que opera como un canon
complementario en concurrencia con otros factores de ponderacin y muy
especialmente en concurrencia con el principio de interdiccin de la
arbitrariedad. Despus de realizar esta reduccin del valor de la justicia al
principio de interdiccin de la arbitrariedad, se establece en esta sentencia,
de acuerdo con Jurisprudencia anterior que la ley es arbitraria cuando
carece de toda explicacin racional. Una norma que establece un
rgimen indemnizatorio especial, distinto del rgimen comn no puede
considerarse arbitraria, si hay una justificacin objetiva de la especialidad.
Lo que importa a nuestro propsito es constatar que se produce una
equiparacin entre justicia y aceptabilidad racional y que la aceptabilidad
racional como criterio de justicia es igualmente aplicable a las decisiones
judiciales, que habrn de considerarse justas en la medida en que sea
racionalmente aceptable su discurso motivador.
372
Derecho puedan correr despus de su reciente fallecimiento, cabe afirmar
que su representacin de la funcin del Derecho como instrumento de
sociacin, que se especializa en la estabilizacin de expectativas de
comportamiento, es una idea incorporada definitivamente al acervo de
nuestra cultura jurdica. Desde la perspectiva de la Sociologa del Derecho
representa un factor de estabilidad y cohesin social, que en buena medida
opera atemperando y modulando los proyectos de accin de los ciudadanos,
que aceptan el sistema jurdico con la misma naturalidad con que aceptan
las reglas del lenguaje o las normas de cortesa social. Pero, esa funcin de
afirmacin del orden social mediante la estabilizacin de expectativas de
comportamiento, que constituye la funcin propia del Derecho, slo puede
cumplirse adecuadamente si las decisiones de los rganos de la
Administracin de Justicia son, de una parte, consistentes, es decir,
generadoras de seguridad jurdica y, de otra parte, son justas, es decir,
resultan racionalmente aceptables. Habermas concibe como una misin
propia de la Teora del Derecho la determinacin de las condiciones, que
hacen que una decisin jurisdiccional sea justa. Con esta finalidad
Habermas utiliza como instrumento de anlisis la teora de los derechos de
Ronald Dworkin.(30)
373
Jurisprudencia y ha encontrado que en esos procesos de argumentacin
ocupan un lugar importante argumentos de contenido moral. No puede
extraar, aade Dworkin, que en los procesos de fundamentacin de
decisiones judiciales aparezcan principios morales, si se tiene en cuenta que
en la gnesis de las normas legales es frecuente que ideas morales emigren
al campo del Derecho Positivo, adoptando la forma de leyes positivas.(31)
374
primaca entre ellos, que los convierta en compatibles cada uno en su
grado , determinando de manera ms precisa su relativa extensin. En
nuestra Jurisprudencia constitucional se ofrecen frecuentes supuestos de
coordinacin de principios que chocan entre s en casos determinados como
ocurre, por ejemplo, con la tutela del honor o la intimidad y el derecho
fundamental a dar y recibir informacin veraz o bien el derecho a la vida y la
integridad corporal frente al derecho a la libertad de conciencia.(32)
375
La materia prima con que se trabaja en el proceso, hablando
metafricamente, son hechos o normas jurdicas, o dicho ms exactamente,
son proposiciones (actos de habla) que afirman hechos o que afirman un
mandato o prohibicin contenidos en una norma. Cuando se afirma la
validez de un hecho, se trata de una validez veritativa en el sentido de que el
hecho afirmado ha de ser considerado en el proceso como un hecho real
efectiva e histricamente acaecido. Esa validez veritativa en la teora del
discurso no se funda en una concepcin del conocimiento ingenuamente
objetiva, que exigiera una adaequatio rei et intellectus, o sea, una
conformidad entre lo significado por la proposicin correspondiente y la
realidad existente ms all de su representacin verbal. La validez veritativa
se funda en que la afirmacin correspondiente es la consecuencia de una
lnea argumental, que racionalmente merece aceptacin. Igualmente la
afirmacin normativa en el sentido de la existencia de un mandato o de una
prohibicin adquiere la cualidad de un mandato o de una prohibicin vlida,
cuando aparece como la consecuencia final de una argumentacin, que
hace razonablemente aceptable su existencia y, por tanto, su eficacia
vinculante de la accin de cualquier ciudadano. Todo ese acervo argumental,
que adquiere existencia procesal a lo largo del procedimiento se depura y
consolida en la sentencia y de modo ms concreto en su motivacin. La
conclusin final que podemos alcanzar como consecuencia de todo lo dicho
es que una sentencia puede considerarse justa, cuando la lnea argumental
que conduce al fallo resulta de una secuencia lgica compleja, que hace que
cada una de sus afirmaciones resulte racionalmente aceptable.
VII. Conclusiones
376
2. La sentencia es un acto de conciencia en sentido moral y
las reglas tcnicas, que se refieren a su construccin, tienen una
dimensin tica en un doble sentido: en cuanto tienden a realizar un
valor tico social como es la justicia y en cuanto que mediante su
cuidada observancia se perfecciona profesional y humanamente el
Juez que la dicta.
377
requiere la aceptabilidad racional de su proceso argumental como
condicin esencial.
Notas.
378
(4) A. Hernndez Gil. La Sentencia. Conferencia
pronunciada el 10 de marzo de 1972 en el CEU de Madrid. Comisin
General de Codificacin. Madrid. 1972, p. 5.
379
de comunicacin constituye un instrumento de anlisis sumamente til para
el estudio de la sentencia en su dimensin tica, como se ver en el texto.
380
(12) Como sostiene Habermas (l.c., p. 274) la teora de
los derechos de Dworkin descansa en la premisa de que en la
Administracin de Justicia desempean un papel los puntos de vista
morales, porque el Derecho Positivo ha asimilado inevitablemente
contenidos morales.
381
las cosas que se dan como plausibles...son cosas plausibles las que
parecen bien a todos o a la mayora o a los ms conocidos o
reputados...Cuando Aristteles se refiere al tipo de razonamiento dialctico,
no esta pensando en el proceso intelectual o lgico del razonar individual
sino en un proceso intersubjetivo de intercambio de argumentos... Debe
pararse la atencin en el paralelismo que se observa entre el planteamiento
aristotlico del razonamiento dialctico y la postura mantenida por J.
Habermas en cuanto al razonamiento necesario para legitimar la sentencia,
en que la cualidad pragmtica que define el razonamiento judicial es su
aceptabilidad racional por una comunidad ideal.
382
discurso pronunciado en la Sorbona en 1895 (citado por H. G.
Gadamer,l.c. ,p. 56) sin que ello signifique, sin embargo, que se trate de una
verdad de menor rigor que la verdad cientfica. A este respecto parece
tambin obligada la cita de D Alembert: La probabilit a principalement lieu
pour les faits historiques, et en gnral pour tout les vnements passes,
presents et venir que nous atribuons un sorte de hassard, parce que
nous n en dmlons les causes. La partie de cette connaissance qui a pour
object le present et le pass, quoi-que elle ne soit fonde que sur la simple
temoignage, produit souvent en nous une persuassion aussi forte que celle
qui nait des axiomes(Discours preliminaire de l Encyclopedie).
383
(26) Cfr, G. Chalmeta Olaso. Etica Especial. El orden
ideal de la vida humana. Navarra, 1996, p. 138.
(34) Ibidem.
384
BIBLIOGRAFA
385
J. Rawls.- El constructivismo kantiano en la teora moral en Justicia como
equidad. Madrid, 1986.
R. Rojo Urrutia.- La Justicia Penal ante el Hombre en Etica de las
profesiones jurdicas. Estudios sobre Deontologa. Murcia 2003.
Max Weber.- Economa y Sociedad. Mxico, 1933
Reinhold Zippelius.- Einfhrung in die juristische Methodenlehre. Mnchen,
1971.
386
Las garantas ticas del proceso
387
Ricardo Bodas Martn
Magistrado. Dtor. Gral. De
Relaciones con la Admn.. de Justicia
SUMARIO
388
I.- El Juez de los derechos.
127[3]
. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oda equitativa, pblicamente y dentro de un
plazo razonable, por un Tribunal independiente e imparcial, establecido por la Ley, que decidir los
litigios sobre sus derechos y obligaciones de carcter civil o sobre el fundamento de cualquier
acusacin en materia penal dirigida contra ella. La sentencia debe ser pronunciada pblicamente, pero
el acceso a la Sala de Audiencia puede ser prohibido a la prensa y al pblico durante la totalidad o
parte del proceso en inters de la moralidad, del orden pblico o de la seguridad nacional en una
sociedad democrtica, cuando los intereses de los menores o la proteccin de la vida privada de las
partes en el proceso as lo exijan o en la medida considerada necesaria por el Tribunal, cuando en
circunstancias especiales la publicidad pudiera ser perjudicial para los intereses de la justicia.
2. Toda persona acusada de una infraccin se presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido
legalmente declarada.
389
York el 19 de diciembre de 1966, debiendo resaltarse, a estos efectos, las
expresiones con las debidas garantas y la proscripcin de dilaciones
indebidas, conformando, de este modo, las bases constitutivas del
denominado proceso debido o ms propiamente el proceso razonable,
que es patrimonio irrenunciable de las sociedades democrticas 128[4].
Se consagra, de esta manera, un derecho a la justicia, que se
configura como un derecho de todos a que sus pretensiones sobre cualquier
situacin jurdica, sean examinadas por un juez imparcial e independiente
tras un proceso establecido legalmente que respete las garantas de
igualdad de las partes, de su eventual contradiccin, de la plenitud de los
medios de prueba y defensa y la duracin razonable, proscribindose, de
este modo, cualquier tipo de indefensin.
Estas normas procesales, identificativas del proceso razonable, se
han constitucionalizado tanto en el Ttulo VI, cuanto en el artculo 24 de la
Constitucin, integrndose algunos de los preceptos del Ttulo VI dentro del
artculo 24 para hacer ms ostensibles algunos aspectos de los derechos
implcitos en esta norma, cuya finalidad es asegurar la tutela judicial efectiva
de todas las personas en el ejercicio de sus derechos e intereses legtimos,
destacando, a estos efectos, el derecho a la justicia gratuita, consagrado
en el artculo 119 de la Constitucin, la motivacin de las sentencias,
c) a defenderse por s mismo o a ser asistido por un defensor de su eleccin y, si no tiene medios para
pagarlo, poder ser asistido gratuitamente por un Abogado de oficio, cuando los intereses de la justicia
lo exijan;
d) a interrogar o hacer interrogar a los testigos que declaren contra l y a obtener la citacin y el
interrogatorio de los testigos que declaren en su favor en las mismas condiciones que los testigos que
lo hagan en su contra;
128[4]
. Federico Carlos Sainz de Robles; El artculo 24 de la Constitucin, su poder transformador;
XXV Aniversario de la Constitucin; CGPJ, 2003.
390
exigida en el artculo 120, 3 de la Constitucin, que es el presupuesto de la
legitimidad democrtica del Poder Judicial, porque asegura el cumplimiento
de la ley y la ejecucin de las sentencias, contemplada en los artculos 117,
3 y 118, garantizando as que la tutela judicial sea efectiva y no quimrica,
dudosa o nominal.
Efectividad de la tutela judicial, que conecta directamente con el
derecho a la dignidad de la persona, tratndose de un derecho prtico que
asegura la efectividad de los dems derechos fundamentales 129[5], llevando
implcita una nueva tica en la funcin judicial y un modelo de juez
constitucional.
En efecto, la disciplina constitucional del proceso comporta un cambio
total de la funcin de juzgar, definiendo un nuevo paradigma en la actividad
judicial, que ha supuesto que el juez del poder haya dado paso al juez de
los derechos130[6].
As, si atendemos a la configuracin orgnica del poder judicial en
nuestra Constitucin, podremos concluir que se ha reforzado la
independencia del juez como garanta de legalidad erga omnes,
producindose un desplazamiento del juez, quien ha pasado, de ser una de
las articulaciones del Estado-aparato en un caracterizado rgano de
derecho131[7].
Independencia, que es la forma peculiar de cumplimiento que el
Derecho exige a los jueces, quienes estn sometidos nicamente al imperio
de la ley (artculo 117, 1 CE), entendindose dicha expresin como
sometimiento al ordenamiento jurdico, porque el artculo 9, 1 de la
Constitucin consagra el principio de legalidad del Poder Judicial cuando
dice que los ciudadanos y los poderes pblicos estn sometidos a la
Constitucin y al resto del ordenamiento jurdico, sometindose, por tanto, a
la ley y al derecho, como no podra ser de otro modo, ya que el optimismo
129[5]
. - Javier Delgado Barrio; El Juez en la Constitucin; XXV Aniversario de la Constitucin;
CGPJ, 2003.
130[6]
. Perfecto Andrs Ibez; tica de la funcin de juzgar, tica de las profesiones jurdicas;
Universidad de Comillas; 2001.
131[7]
. Perfecto Andrs Ibez; obra citada, en la que resalta que la jurisdiccin ha pasado de una
histrica integracin subordinada en el marco del ejecutivo a formas de autonoma funcional
ciertamente inditas.
391
positivista sobre la capacidad ordenadora de la ley ha sufrido una importante
atenuacin132[8], siendo un lugar comn la idea de que el paradigma
dominante no es ya el del Estado legal de Derecho sino el del Estado
constitucional de derecho, habindose concretado doctrinalmente 133[9] dicho
paradigma en las siguientes lneas de fuerza:
a. En relacin con los tipos de normas regulativas frente al
cuasi monopolio de las reglas jurdicas, mayor peso cuantitativo y
cualitativo de los principios jurdicos.
b. En relacin con el razonamiento jurdico: frente al
monopolio de la subsuncin y de la aplicacin mecnica (condiciones
necesarias y suficientes para), mayor peso de la ponderacin y de la
deliberacin.
c. En relacin con las fuentes y la interpretacin mayor peso
de la constitucin en relacin con la ley...lo que supone, entre otras
muchas cosas, el desplazamiento del principio de interpretacin de la
constitucin conforme a la ley (la ley es el intrprete de la
constitucin) por el de interpretacin de la ley conforme a la
constitucin (la constitucin es la medida de la validez de la ley).
d. En relacin con las autoridades jurdicas: desplazamiento
del centro gravitacional del orden jurdico de los legisladores a los
jueces.
392
independencia del juez frente a las partes y al objeto del proceso 134[10], siendo
su finalidad asegurar fundamentalmente la credibilidad de las decisiones
judiciales y de las razones jurdicas que las avalan.
134[10]
. Josep Aguilo Regla, obra citada.
135[11]
. Perfecto Andrs Ibez, obra citada.
136[12]
. Federico Sainz de Robles, obra citada, quien subraya que en el proceso, el desequilibrio real
o imaginario, debe cesar2, debiendo utilizarse, a estos efectos, lo dispuesto en los artculos 6 y 7 del
Cdigo Civil, en relacin con el artculo 9, 2 de la Constitucin, porque ...la asistencia judicial no
consiste nicamente en la exoneracin de la tasa judicial o de las fianzas previas ni en la procura de
una defensa y representaciones gratuitas; consiste tambin en la habilitacin de medios de defensa y
de prueba para que el desequilibrio social que el demandante denuncia, se traduzca en un pleno
equilibrio procesal: la sentencia restablecer, si es ajustada al ordenamiento, la valoracin correcta del
conflicto....
137[13]
. Josep Aguilo Regla, obra citada.
138[14]
. Josep Aguilo Regla, obra citada, quien insiste que no basta que el juez justifique su decisin
(mostrarla como correcta), sindole exigible, as mismo, explicarla, dando cuenta de sus motivos.
393
Se ha dicho, que la tica de la funcin judicial es ms la tica del
juicio que la tica del juez139[15], pero no puede olvidarse, que el juez es
tambin titular o sujeto activo del derecho activo a la tutela judicial efectiva
como persona y como juez, pudiendo ser objeto de la potestad disciplinaria y
de responsabilidades civiles y penales, siendo relevante esa circunstancia,
porque la titularidad del derecho a la tutela judicial efectiva, que comparte en
comunidad de bienes con la sociedad, comporta que garantiza algo que no
le es ajeno, tratndose de un derecho inherente a su condicin humana y a
la comunidad poltica a la que pertenece, sindole exigible conocer el valor
de ese derecho, cuya aplicacin implica defender los valores superiores que
el mismo expresa.
Puede concluirse, por tanto, afirmando que el juez tiene un
compromiso tico con el cumplimiento del derecho a la tutela judicial efectiva
de los ciudadanos, porque ha hecho su profesin de la garanta de los
derechos, debiendo subrayarse que la garanta de los derechos constituye,
junto con la independencia judicial, el emblema de la tica profesional del
juez140[16].
394
control judicial, acabndose ese estado de cosas con la entrada en vigor del
artculo 106 de la Constitucin que acab con la existencia de zonas
administrativas oscuras y exentas del control judicial 141[17].
El juez se constituye, de este modo, en la garanta primaria de
los derechos fundamentales, cuyo respeto es el fundamento de la legitimidad
de toda organizacin poltica, constituyndose, por tanto, en la cifra de su
tica profesional142[18].
Se constituye, as mismo, en sujeto pasivo del derecho fundamental
de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva, estando obligado, por tanto, a
respetar escrupulosamente las garantas procesales, siendo paradjico que
el rgano, encargado constitucionalmente de asumir la tutela judicial
efectiva, es acusado con ms frecuencia de vulnerar dicho derecho, siendo
significativo, que en la Memoria del Tribunal Constitucional de 1999,
extrapolable a los aos posteriores, ingresaron 5651 asuntos, de los que
5582 fueron recursos de amparo y 4601 invocaron de algn modo el artculo
24 de la Constitucin, lo que significa que ms de cuatro quintas partes de
los recursos de amparo se relacionaron con la supuesta vulneracin del
derecho a la tutela judicial efectiva.
Es cierto, que es fenmeno conecta con la propia naturaleza de la
funcin jurisdiccional, que es el poder del Estado ms vinculado con los
derechos fundamentales, en los que las cuestiones de legalidad se
convierten con mayor facilidad en cuestiones de constitucionalidad,
marcndose una frontera muy tenue entre la garanta y la vulneracin del
derecho a la tutela judicial efectiva 143[19], siendo muy habitual la vulneracin
del derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley, cuando varios supuestos
iguales y simultneos se resuelven contradictoriamente por el mismo rgano
141[17]
. Javier Delgado Barrio, obra citada, quien subraya que el control de la potestad reglamentaria
y de legalidad de la actuacin administrativa, consagrado en el artculo 106 CE, constituye una
concrecin de la tutela de los derechos fundamentales y al propio tiempo un control de la
Administracin.
142[18]
. Pedro Cruz Villaln, obra citada.
143[19]
. Pedro Cruz Villaln, obra citada, quien subraya, a estos efectos, que la aclaracin de un fallo
puede vulnerar el derecho a la intangibilidad de las resoluciones firmes, siendo reveladora, a estos
efectos, la sentencia del Tribunal Constitucional 141/2003, en la que se entendi que no se poda
utilizar el recurso de aclaracin para sustituir la falta de motivacin de la sentencia o apartarse de los
hechos declarados probados previamente.
395
jurisdiccional144[20], o cuando se limita desproporcionadamente la libertad de
expresin del abogado de una de las partes en la oficina judicial 145[21], siendo
ms habitual que se impute al rgano judicial falta de tutela frente a la
vulneracin de derechos fundamentales entre particulares, tratndose, en
estos supuestos, de una vulneracin impropia 146[22] .
Dicha conflictividad constitucional, causada en parte por la propia
jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que ha constitucionalizado
muchos aspectos del derecho procesal, adaptando el derecho procesal y la
propia prctica forense a las exigencias de un moderno Estado democrtico
derecho, constituye el precio a pagar por tantos malos usos en la
Administracin de la Justicia espaola 147[23], que debe hacernos reflexionar
autocrticamente a todos nosotros sobre la calidad de nuestra actuacin
profesional, debiendo identificar los puntos conflictivos, en los que se han
producido vulneraciones del derecho a la tutela judicial efectiva,
depurndolos radicalmente, porque las malas prcticas en una materia tan
sensible constitucionalmente devalan sustancialmente el papel
constitucional como garantes del derecho de los ciudadanos a la tutela
judicial efectiva y ponen en cuestin la tica judicial.
144[20]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 106/2003, en la que la misma Sala se apart
inmotivadamente de lo que haba resuelto anteriormente en un supuesto idntico.
145[21]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 184/2001, en la que se entendi que se haba vulnerado
la libertad de expresin del abogado defensor que hizo una crtica pblica en la oficina del TSJ,
imputando la filtracin de la sentencia.
146[22]
. Pedro Cruz Villaln, obra citada, quien subraya que la causa de estas violaciones impropias es
la inesperada proximidad en la que se sitan las posiciones del juez como sujeto pasivo y como
garante de los derechos.
147[23]
. Luis Mara Dez Picazo; La Tutela Judicial Efectiva en Sistema de Derechos
Fundamentales, Thomson, Civitas.
396
administrativo, social y militar), debiendo subrayarse tambin, que el
apartado primero del artculo examinado garantiza un conjunto de derechos
o garantas procesales, que comportan una determinada actuacin por parte
de los Tribunales:1). El derecho de acceso a los tribunales que es
propiamente el derecho a la tutela judicial efectiva;2). El derecho al juez
ordinario predeterminado por la ley;3). El derecho al proceso debido con
las garantas inherentes al mismo y 4). Las garantas propias del proceso
penal.
148[24]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 31/2000 que reconoci el derecho subjetivo de un
funcionario pblico separado del servicio a impugnar la sancin impuesta.
149[25]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 124/2002, en la que entendi que los padres de acogida
de un menor tenan inters legtimo para ser parte en el proceso de adopcin.
150[26]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 117/2003, en la que se entendi que se deneg
injustificadamente justicia, porque lo que se instaba por el recurrente era una pretensin de
resarcimiento patrimonial por el dao econmico sufrido, como as lo entendi precisamente la
Tesorera General que, en efecto, resolvi sobre la pretensin ejercitada, dictando una resolucin
desestimatoria sobre el fondo de la cuestin (aunque luego en la va jurisdiccional invocase una
excepcin formal, la inadecuacin del procedimiento administrativo, que vena a contradecir sus
propios actos anteriores), que es la que corresponda revisar a la Sala en el ejercicio de la funcin
jurisdiccional que tiene encomendada.
397
presupuestos de acceso procesales no es arbitraria, irrazonable o fundada
en un error patente o desproporcionadamente rigorista 151[27].
Debe promocionarse, a estos efectos, el principio pro
actione, que constituye un deber positivo de interpretar las leyes,
especialmente las leyes procesales, de la manera ms favorable posible
para la efectiva iniciacin del proceso, porque estando en juego la obtencin
de una primera decisin judicial, los cnones de control de constitucionalidad
se amplan como consecuencia de la mayor intensidad con la que se
proyecta el principio pro actione, con el objeto de evitar que determinadas
aplicaciones o interpretaciones de los presupuestos procesales eliminen u
obstaculicen injustificadamente el derecho a que un rgano judicial conozca
y resuelva en Derecho sobre la pretensin a l sometida 152[28], debiendo
evitarse, as mismo, los formalismos enervantes, previstos en las leyes que
dificulten el ejercicio de las acciones judiciales153[29], debiendo subsanarse los
defectos siempre que ello sea posible 154[30], debiendo resaltarse que la
citacin por edictos a las partes debe utilizarse exclusivamente como ltimo
remedio, cuando han fallado los medios de citacin personales 155[31], salvo
que la imposibilidad de citacin sea imputable a la parte 156[32], siendo exigible
al rgano jurisdiccional comprobar el domicilio social cuando se trata de
mercantiles157[33], no pudindose tener por desistido al demandante, porque
acudi a la vista un procurador distinto al que intervino inicialmente 158[34] o
151[27]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 89/2001, en la que se confirm la resolucin judicial
que entendi que no poda impugnarse un convenio colectivo mediante el procedimiento ordinario.
152[28]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 58/2002, en la que se entendi que la inadmisin de la
demanda por haber intentado la conciliacin ante un rgano administrativo incompetente constitua un
formalismo enervante.
153[29]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 75/2001, en la que se entendi que la inadmisin de la
demanda por despido, porque no se intent la conciliacin frente a una de las empresas codemandadas
constitua un formalismo enervante y sentencia del Tribunal Constitucional 118/2002, en la que se
otorg el amparo porque se entendi vulneracin del principio pro actione la inadmisin de una
demanda, porque no se interpuso reclamacin previa frente a una de las Entidades demandadas.
154[30]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 16/1999, en la que se entendi que pudo subsanarse la
falta de reclamacin previa
155[31]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 109/1999.
156[32]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 90/2003, en la que se entendi que el problema de
citacin fue responsabilidad de la propia mercantil, quien cerr unilateralmente, no dejando direccin
donde se la pudiera localizar.
157[33]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 41/2000.
158[34]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 206/2002; sentencia del Tribunal Constitucional
19/2003, en la que se entendi que se vulneraba el derecho a la tutela judicial efectiva al tenerse por
desistido al demandante, porque compareci un letrado distinto al designado, pero que tena poder de
398
cuando se debi a defectos del propio rgano jurisdiccional 159[35], salvo que el
desistimiento se debiera a causa imputable al litigante 160[36] entendindose
finalmente que el principio pro actione prohbe que las cauciones previstas
legalmente sean excesivas o desproporcionadas 161[37].
Siendo evidente, que el presupuesto de la tutela judicial
efectiva implica el acceso a los tribunales, debe subrayarse que la
efectividad de la tutela, predicada en el artculo 24 de la Constitucin, exige,
adems del acceso a los tribunales, que dicha relacin sea fructfera, siendo
exigible, por consiguiente, que no exista indefensin, una resolucin de
fondo, acceso a los recursos establecidos legalmente e intangibilidad de las
resoluciones judiciales firmes.
representacin.
159[35]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 304/1994, en la que se subray lo siguiente: ...como se
desprende del propio art. 83,2 LPL, tener por desistido al actor de su demanda en casos de
incomparecencia no es un resultado que automticamente haya de aparejarse a la misma. La propia
ley admite que, cuando concurra "justa causa que motive la suspensin del juicio" sta ser posible,
establecindose nueva fecha al efecto. Ello tiene un doble significado: de una parte, "justa causa" no
equivale a mera inatencin o negligencia de la parte; de otra, impone al rgano judicial una valoracin
de los motivos que han provocado la incomparecencia, cuya apreciacin la ley no hace "a priori", sino
que deja al buen juicio de aqul. Pero, como se afirma en la STC 9/93 (f. j. 2), el concepto de "justa
causa" no deja cabida al "librrimo arbitrio judicial. No hay discrecionalidad alguna para su
aplicacin, que ha de hacerse en funcin de circunstancias concretas, probadas e idneas para
justificar la suspensin del juicio"...
160[36]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 205/2001, en la que se tuvo por desistido al
demandante, porque el letrado compareciente, quien dijo ser compaero del letrado designado, no
tena poder.
161[37]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 45/2002, entendindose que la caucin, exigida para
tramitar una demanda por el procedimiento hipotecario, era desproporcionada para un litigante que
haba obtenido derecho de justicia gratuita.
399
las garantas que integran el derecho a un proceso justo se incluyen el
derecho a la defensa y a la asistencia letrada, que el art. 24.2 CE consagra
de manera singularizada, hacindolo igualmente el art. 6.3 c) CEDH, en el
que se reconoce el derecho "a defenderse por s mismo o a ser asistido por
un defensor", subrayndose tambin la ntima conexin existente entre el
derecho de defensa y el de asistencia letrada, que tiene como finalidad, al
igual que todas las dems garantas que conforman el derecho en el que se
integran, el de asegurar la efectiva realizacin de los principios de igualdad
de partes y de contradiccin, y que imponen a los rganos judiciales el deber
positivo de evitar desequilibrios entre la respectiva posicin procesal de las
partes o limitaciones en la defensa que puedan inferir a alguna de ellas
resultado de indefensin, prohibido por el precitado artculo 24. 1 CE, siendo
finalmente reiterada doctrina que, para poder apreciar la queja de
indefensin, es preciso que la situacin en la que el ciudadano se haya visto
colocado no sea debida a una actitud voluntariamente aceptada por l o
imputable a su propio desinters, pasividad, malicia o falta de la necesaria
diligencia162[38].
El principio de no indefensin exige, as mismo, que los litigantes
puedan realizar las alegaciones, que estimen oportunas, ya que su limitacin
injustificada, vulnera su derecho de defensa y contradiccin 163[39],
vulnerndose, as mismo, cuando se impide contestar a la demanda en
plazo al alzarse la suspensin de actuaciones sin que se hubiera nombrado
letrado164[40], cuando no se admite la prctica de pruebas, propuestas en
162[38]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 198/2003, en la que se estim el amparo porque no se
permiti al acusado el defenderse mediante abogado de su confianza.
163[39]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 168/2001, en la que se ampar al recurrente porque no
se le permiti realizar alegaciones sobre el fondo de la cuestin controvertida.
164[40]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 101/2002.
400
tiempo y forma165[41], o cuando no se practican adecuadamente 166[42], o se le
impide practicar prueba para combatir la prueba de la contraparte 167[43].
165[41]
. Sentencias del Tribunal Constitucional 71/2003, porque el tribunal inadmiti la prctica de
pruebas, propuestas correctamente, por considerar que el litigio deba resolverse exclusivamente por
razones jurdicas, 128/2003, en la que se ampar a un interno de un establecimiento disciplinario,
porque no se le otorg el asesoramiento tcnico que haba solicitado durante la tramitacin del
expediente disciplinario, no practicndose las pruebas testificales que haba propuesto y 3372003, en
la que no se inform al imputado sobre las acusaciones, realizadas en segunda instancia, impidindole
la proposicin de pruebas.
166[42]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 187/2003, en la que no se practic adecuadamente la
prueba testifical, limitndose a leer las declaraciones, realizadas en el sumario, impidiendo, de este
modo, las repreguntas.
167[43]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 147/2003.
168[44]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 188/2003, en la que no se entr a conocer el fondo del
asunto, porque no se interpuso reclamacin previa frente a la TGSS en un procedimiento de recargo de
prestaciones, en el que la presencia de la TGSS era meramente testimonial, vulner el derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva.
169[45]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 89/2001, en la que se inadmiti la impugnacin de un
convenio colectivo mediante una demanda tramitada por el procedimiento ordinario.
170[46]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 171/1994, en la que se admiti como causa suficiente
para no entrar a conocer del fondo del asunto la falta de legitimacin activa del demandante.
171[47]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 210/1992 y 20/1993.
401
no solo congruente con las pretensiones de las partes, sino tambin
razonable, no arbitraria y no incursa en error patente 172[48].
Dicho deber trae causa en el fundamento de la legitimidad del
Poder Judicial, que no es otra que la aplicacin de la ley, hacindose
imprescindible la motivacin de las resoluciones judiciales tanto por las
funciones especficas que cumple con respecto a las partes, cuando por su
relevancia colectiva, demostrando, de este modo, a los ciudadanos el
sometimiento expreso de los jueces al imperio de la Ley 173[49], debiendo
resaltarse que existen amplias zonas de la realidad social, que slo pueden
ordenarse en derecho mediante resoluciones judiciales, dotando a los jueces
de una fuerza normativa creadora innegable, obligndoles a conciliar la
seguridad jurdica con la imprescindible evolucin del ordenamiento
mediante un equilibrio que ser tanto mayor, cuanto ms y mejores sean las
razones exhibidas por los jueces 174[50], siendo, en suma, la razonabilidad de
las resoluciones judiciales el presupuesto de la legitimidad del Poder Judicial
en el Estado Constitucional175[51], ya que la motivacin judicial constituye,
junto con la independencia y la imparcialidad, uno de los tres principios
rectores de la tica judicial176[52], que permite comprobar a los justiciables y
los ciudadanos en general la sumisin del juez al imperio de la ley y del
derecho.
En efecto, la doctrina constitucional viene defendiendo que las leyes
deben interpretarse de la manera ms conforme a la constitucin,
subrayando que el canon aplicable al examen constitucional de las
resoluciones judiciales desde la perspectiva del artculo 24.1 CE, se
encuentra sujeto a un mayor rigor cuando queda afectado otro derecho
reconocido por la Constitucin, no cindose nicamente a la comprobacin
172[48]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 186/2002.
173[49]
. Javier Delgado Barrio, obra citada, quien reclama para los jueces la obediencia pensante a las
leyes, interpretndolas y aplicndolas conforme a la Constitucin y a los valores superiores del
ordenamiento jurdico.
174[50]
. Federico Carlos Sainz de Robles, obra citada, quien subraya que las resoluciones judiciales
deben poner de manifiesto dos valores: libertad e igualdad con una norma de medida, la justicia,
destacando que la libertad y la igualdad deben convivir con el pluralismo, como indica el artculo 1 de
la Constitucin.
175[51]
. Josep Aguilo Regla, obra citada.
176[52]
. Manuel Atienza, tica judicial, Jueces para la Democracia, marzo 2001.
402
negativa de que la decisin judicial no es infundada, manifiestamente
irrazonable o arbitraria ni incurre en error patente, siendo exigible aadir a
ese control el positivo sobre la ponderacin y adecuacin de la motivacin
de tal decisin judicial177[53], que necesariamente ha de exteriorizarse a los
derechos concernidos178[54].
El derecho a la tutela judicial efectiva exige tambin que las
resoluciones judiciales sean congruentes, respondiendo tanto a las
peticiones de los litigantes, cuanto a los fundamentos de su peticin,
entendindose incongruentes las resoluciones judiciales, que se apoyen en
premisas inexistentes o patentemente errneas o cuando se sigue un
desarrollo argumental que incurre en quiebras lgicas de tal magnitud que
las conclusiones alcanzadas no pueden considerarse basadas en ninguna
de las razones aducidas179[55], habindose identificado por la doctrina
constitucional los criterios bsicos para la existencia de la incongruencia
omisiva, no pudindose resolver genricamente, siendo exigible, por el
contrario, atender a las circunstancias del caso; teniendo particular
relevancia la distincin entre aquellos casos en los que la omisin
jurisdiccional se refiere a las alegaciones aportadas por las partes en
defensa de sus pretensiones y estas ltimas en s mismas consideradas,
pues si con respecto a las primeras puede no ser necesaria una respuesta
explcita y pormenorizada a todas ellas -y adems, la eventual lesin del
derecho fundamental deber enfocarse desde el prisma del derecho a la
motivacin de toda resolucin judicial-, respecto de las segundas, la
exigencia de respuesta congruente se muestra con todo rigor, sin ms
posible excepcin que la existencia de una desestimacin tcita de la
pretensin sobre la que se denuncia la omisin de respuesta explcita,
177[53]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 221/2002, en la que se anul la resolucin judicial que
acord atribuir la guarda de una menor a la Junta de Andaluca, ordenando la reinsercin de una
menor con su familia adoptiva, porque el rgano judicial, al que se solicit que comprobase la
existencia de circunstancias que el retorno a la familia adoptiva podra ocasionarle daos psicolgicos,
afirm que con anterioridad tales circunstancias haban sido examinadas, siendo a todas luces una
fundamentacin carente de motivacin, por la ausencia de argumentacin de la misma, as como del
rigor lgico reclamable a una resolucin judicial, mxime cuando est en juego la salvaguarda del
derecho fundamental de la menor a la integridad moral.
178[54]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 192/2003.
179[55]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 227/2002 en la que se ampar a unos trabajadores,
cuyos crditos se reconocieron judicialmente, pero no se produjo condena de la empresa responsable.
403
siendo exigible, para que sea posible apreciar la existencia de una respuesta
tcita a las pretensiones sobre las que se denuncia la omisin de
pronunciamiento, que el motivo de la respuesta pueda deducirse del
conjunto de los razonamientos de la decisin, debiendo comprobarse, en
todo caso, que la pretensin omitida fuera efectivamente llevada al juicio en
momento procesal oportuno para ello180[56].
El deber de motivacin de las sentencias exige finalmente que la
motivacin sea razonable, entendindose como tal aquella interpretacin
y/o aplicacin de las leyes que se admita por la comunidad jurdica, no
pudiendo admitirse criterios interpretativos extravagantes 181[57] o
irrazonables182[58], as como la alteracin del sistema de fuentes aplicable 183[59],
ya que est sometido al imperio de la ley, procurando demostrar por qu los
hechos se han declarado probados, no limitndose simplemente a identificar
sus convicciones184[60].
180[56]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 206/1998, en la que se resalt que el derecho
fundamental a la tutela judicial obliga a responder de modo explcito a las cuestiones oportuna y
temporneamente llevadas al proceso, o al menos, como antes recordamos, a proporcionar en la
resolucin judicial los criterios fundamentadores del fallo adoptado, de forma expresa y por breve que
sea su formulacin.
181[57]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 142/1999
182[58]
. Sentencia del Tribunal Constitucional, en la que se sostuvo ...que la validez de un
razonamiento desde el plano puramente lgico es independiente de la verdad o falsedad de sus
premisas y de su conclusin pues, en lgica, la nocin fundamental es la coherencia y no la verdad de
hecho, al no ocuparse esta rama del pensamiento de verdades materiales, sino de las relaciones
formales existentes entre ellas. Ahora bien, dado que es imposible construir el Derecho como un
sistema lgico puro este Tribunal ha unido a la exigencia de coherencia formal del razonamiento la
exigencia de que el mismo, desde la perspectiva jurdica, no pueda ser tachado de irrazonable. A tal
efecto, es preciso sealar, como lo ha hecho este Tribunal, que no pueden considerarse razonadas ni
motivadas aquellas resoluciones judiciales que, a primera vista y sin necesidad de mayor esfuerzo
intelectual y argumental, se comprueba que parten de premisas inexistentes o patentemente errneas o
siguen un desarrollo argumental que incurre en quiebras lgicas de tal magnitud que las conclusiones
alcanzadas no pueden considerarse basadas en ninguna de las razones aducidas, entendindose que la
decisin del Tribunal Supremo, de inadmitir el recurso de casacin por falta de inters legtimo a la
esposa del empresario condenado, era irrazonable porque en la sentencia de suplicacin se sostuvo
que los bienes controvertidos no eran de su exclusiva titularidad.
183[59]
. Luis Mara Dez Picazo, obra citada, quien subraya que el deber de motivacin significa que
el juez no puede decidir segn su leal saber y entender, sino atenindose al sistema de fuentes
establecido (artculo 1.7 del Cdigo Civil), es decir, mediante la aplicacin de normas jurdicas
correspondientes: el rgano judicial que, con cualquier pretexto, se niega abiertamente a dar
aplicacin a una norma vlida aplicable al caso de que est conociendo no slo comete una ilegalidad,
sino que vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva del litigante (STC 23/1988 y 173/2002).
184[60]
. Alejandro Nieto, La Balada de la Justicia y la Ley; Editorial Trotta, quien critica que los
jueces realizan sus constataciones por conviccin y no por demostracin, subrayando que ...el juez
parte de unos hechos que considera ciertos en cuanto demostrados y de ellos salta a otros hechos que
declara ciertos por induccin...el poder se encuentra, por tanto, en ese salto que va de lo cierto a lo
probable, de lo seguro a lo inducido, de la demostracin a la conviccin.Porque la conviccin es un
fenmeno psicolgico rigurosamente personal....
404
Subrayar, en cualquier caso, que el deber de motivacin no equivale
al acierto en la resolucin, pudiendo producirse errores judiciales, porque el
derecho a obtener una resolucin fundada en derecho con relacin a la
pretensin formulada ante el Juez competente no garantiza el acierto del
rgano judicial en cuanto a la resolucin del caso concreto, ni preserva de
eventuales errores cometidos por los rganos judiciales, si bien cuando
stos son patentes no deben producir efectos negativos en la esfera jurdica
del ciudadano, a menos que sean imputables a la negligencia de la parte
puesto que ello causara lesin del derecho fundamental 185[61].
Destacar, en todo caso, que la relevancia constitucional del error
judicial exige que concurran los requisitos siguientes: a) ha de ser patente,
esto es, inmediatamente verificable de forma incontrovertible; b) ha de ser
determinante de la decisin adoptada; c) ha de ser atribuible al rgano
judicial y d) ha de producir efectos negativos en la esfera del ciudadano 186[62].
405
Dicha excepcin trae causa en lo dispuesto en el artculo 14, 5 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos 187[63], que establece
claramente que las sentencias condenatorias de primer grado exigen recurso
ante un tribunal superior, siendo aplicable en nuestro ordenamiento jurdico,
de conformidad con lo dispuesto en el artculo 10, 2 de la Constitucin,
habindose condenado a Espaa por resolucin del Comit de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas de 20-07-2002, porque el recurso de
casacin espaol no permite la revisin de hechos 188[64].
De este modo, el control que compete a la jurisdiccin constitucional
no alcanza a revisar los pronunciamientos jurisdiccionales referidos a la
inadmisin de recursos, al ser sta una cuestin de legalidad ordinaria, salvo
que la interpretacin o aplicacin de los requisitos procesales llevada a cabo
por el Juez o Tribunal resulte manifiestamente arbitraria, irrazonable o
incursa en error patente, sostenindose tambin que el control que la
jurisdiccin constitucional puede ejercer sobre las decisiones judiciales
interpretando las reglas procesales de interposicin de los recursos es
meramente externo y debe limitarse a comprobar si tienen motivacin y si
han incurrido en error material patente, en arbitrariedad o en manifiesta
irrazonabilidad lgica, evitando toda ponderacin acerca de la correccin
jurdica de las mismas, no procediendo la admisin del recurso cuando la
ley excluye expresamente determinados supuestos 189[65], o cuando no se
cumplen los requisitos legales exigidos 190[66], subrayndose que dicha
exigencia es mayor cuando se controla el acceso a recursos de
casacin191[67].
Subrayar, por tanto, que si el legislador ha concedido recurso frente a
una resolucin judicial, debe admitirse necesariamente su sustanciacin,
187[63]
. Toda persona declarada culpable de un delito tendr derecho a que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la
ley.
188[64]
. Luis Mara Dez-Picazo, obra citada, discute dicha interpretacin porque dicha exigencia no
est contemplada en la norma convencional.
189[65]
. Auto 16/1986 del Tribunal Constitucional en el que se sostuvo que no vulneraba el derecho a
la tutela judicial efectiva la indmisin de un recurso de suplicacin, porque no se alcanz la cuanta
legal suficiente prevista en la LPL.
190[66]
. Auto 107/1983 del Tribunal Constitucional en el que se entendi que la inadmisin del
recurso de queja fue ajustado a derecho, porque no se aportaron los testimonios exigidos legalmente.
191[67]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 5172003.
406
siempre que se cumplan los requisitos exigibles 192[68], evitando en cualquier
caso, limitaciones formalistas193[69].
192[68]
. Auto del Tribunal Constitucional 219/2002, en el que se deneg el amparo a los recurrentes,
personal estatutario de la Seguridad Social, porque no depositaron la cantidad exigida para recurrir en
suplicacin y Auto 24872002, en el que se inadmiti el amparo porque la empresa recurrente no
consign la indemnizacin que le era exigible para recurrir.
193[69]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 62/2002, en la que se ampar al recurrente de amparo, a
quien se inadmiti recurso de reposicin porque no cit norma infringida, ya que dicho requisito era
innecesario cuando el recurso se plante por razones de fondo y no de forma.
194[70]
. Sentencia del Tribunal Constitucional 92/1999.
407
apreciacin jurdica, entre la doctrina establecida en los fundamentos
jurdicos y el fallo de la resolucin judicial 195[71].
En cualquier caso, los jueces debern ejecutar sus
resoluciones firmes en sus propios trminos, porque el derecho a la
ejecucin de sentencia forma parte del derecho a la tutela judicial efectiva
(art. 24.1 CE), ya que en caso contrario las decisiones judiciales y los
derechos que en ellas se reconocen no seran ms que meras declaraciones
de intenciones y, por tanto, no estara garantizada la efectividad de la tutela
judicial196[72], sindoles exigible, as mismo, ejecutar provisionalmente sus
resoluciones, cuando concurran las exigencias legales previstas,
procurando, en cualquier caso, que no se vulnere el derecho a la
indemnidad de los litigantes en el proceso de ejecucin 197[73].
No obstante, podr inejecutarse una sentencia, cuando
concurran circunstancias que lo imposibiliten, como la vigencia de normas
internacionales que garantizan la inmunidad de las sedes diplomticas 198[74].
408
de rgano especial o excepcional199[75], siendo doble su finalidad, ya que
asegura que no exista ningn tipo de manipulacin en la Administracin de
justicia tanto por el cambio del rgano judicial competente, cuanto por la
propia composicin del mismo, procurando, por otra parte, la pacificacin del
conflicto, ya que la preconstitucin del rgano jurisdiccional con criterios
pblicos y objetivos es el medio de disipar cualquier sospecha entre los
litigantes sobre la imparcialidad del tribunal, contribuyendo a la pacificacin
del conflicto, porque la constatacin de la imparcialidad del juez por parte de
los litigantes es la garanta de la credibilidad de sus resoluciones 200[76],
coadyuvando, de este modo, a garantizar la independencia e imparcialidad
del juez competente201[77], no siendo razonable exigir que el tribunal deba
estar predeterminado tambin respecto a los hechos que dan origen el
proceso, salvo que se acreditara que la modificacin competencial despus
de los hechos constituyera una maquinacin fraudulenta, cuya finalidad sera
precisamente alterar el derecho al juez ordinario predeterminado por la
ley202[78].
No cabe admitir, por tanto, tribunales de excepcin o jueces
especiales, porque lo prohbe expresamente el artculo 117,6 de la
Constitucin, siendo dicha prohibicin el contrapunto al derecho al juez
ordinario predeterminado por la ley, previsto en el artculo 24 de la
Constitucin, entendindose como tal aquel que determine la competencia
entre los distintos rdenes jurisdiccionales, que debe fijarse por la ley, al
igual que la composicin de los tribunales, cuyos miembros podrn variar a
199[75]
. Sentencias del Tribunal Constitucional 47/1983 y 171/1994, en la que se defendi que el
conocimiento prejudicial por parte del Juzgado de lo Social no vulneraba el principio de juez ordinario
predeterminado por la ley, porque est fuera de toda duda el carcter ordinario de los Jueces o
Tribunales de lo Social que han conocido del asunto, y que estaban investidos de jurisdiccin y
competencia sobre el asunto con anterioridad al proceso, puesto que, tanto el art. 10 LOPJ, segn
el cual a los solos efectos prejudiciales, cada orden jurisdiccional podr conocer de asuntos que no le
estn atribuidos privativamente, como el prrafo cuarto del art. 76 LPL de 1980 (al igual que el art.
4.2 LPL hoy vigente) (RCL 1990\922 y 1049) autorizaban al Juez laboral a conocer de cuestiones
prejudiciales administrativas de ndole de las aqu discutidas. Eran pues dichos rganos judiciales
Jueces predeterminados por la ley para conocer prejudicialmente, aunque sin efecto fuera del
proceso, sobre la validez de actos administrativos.
200[76]
Josep Aguilo Regla, obra citada.
201[77]
. Luis Mara Dez-Picazo, obra citada, quien subraya que no es indiferente qu rgano judicial
resuelve el conflicto, tenindose presentes los amplios mrgenes interpretativos de los tribunales,
siendo determinante, por ello, que el rgano judicial est constituido con anterioridad al conflicto.
202[78]
. Luis Mara Dez-Picazo, obra citada.
409
lo largo del tiempo e incluso dentro del mismo proceso, pero sometindose
siempre a reglas predeterminadas203[79].
Predeterminacin, que es predicable tambin de la Audiencia
Nacional con independencia de compartir las razones de oportunidad
sobre su existencia porque la misma est predeterminada expresamente
en normas vigentes, no existiendo, por consiguiente, objecin constitucional
contra la misma204[80], debiendo destacarse, por otra parte, que la reserva de
ley orgnica, prevista en el artculo 122, 1 de la Constitucin, sobre la
constitucin, funcionamiento y gobierno de los Juzgados y Tribunales,
corresponde exclusivamente a la distincin entre los diversos rdenes
jurisdiccionales y la extensin y lmites de cada uno, no siendo exigible para
la determinacin de competencia territorial, material y funcional dentro de
cada orden jurisdiccional, bastando la ley ordinaria 205[81].
Destacar finalmente que, aunque el Tribunal Constitucional ha
descartado que las normas de reparto, encomendadas a la Junta de Jueces
por el artculo 170 de la LOPJ, as como la composicin de secciones y
reparto de ponencias, encargada al presidente y a la propia Sala, por los
artculos 198 y 203 de la LOPJ, sea susceptible de amparo 206[82], debe
convenirse que dichos extremos afectan directamente a la predeterminacin
del juez, siendo exigible que las normas de reparto, composicin de
secciones y distribucin de ponencias se establezcan pblicamente con
exquisita objetividad, evitando cualquier sospecha en los justiciables, que
pudiera afectar a la imparcialidad del rgano jurisdiccional, debiendo ser
especialmente cuidadosos en las explicaciones sobre sustituciones, porque
la predeterminacin de los rganos jurisdiccionales debe hacerse por
ley207[83].
410
El derecho a un proceso debido 208[84] no se cumple solamente
con el acceso al tribunal con ms las exigencias de efectividad examinadas
previamente resolucin motivada, acceso a recursos e intangibilidad de las
resoluciones firmes siendo exigibles otras garantas, contempladas en el
artculo 24 de la Constitucin, que aseguran la justicia del proceso 209[85]:
imparcialidad del juez, publicidad del proceso, posibilidad de asistencia de
abogado, prohibicin de dilaciones indebidas y utilizacin de los medios de
prueba disponibles.
411
instructor haya formado parte previamente de la Administracin, siendo
determinantes las circunstancias concurrentes y el modo y forma en se
hayan llevado a cabo los actos concretos de instruccin y prueba en el
proceso los que determinen el alcance y extensin de una eventual nulidad
derivada de la vulneracin del indicado derecho fundamental 213[89] y las
garantas subjetivas de imparcialidad que exige el distanciamiento del juez
con respecto al litigio, tenindose especial cuidado en asegurar que no
existen relaciones indebidas con las partes, aunque ello no significa que los
jueces no tengan relacin con las partes, porque los justiciables tienen
derecho a ser atendidos personalmente por el juez respecto a cualquier
incidencia relacionada con el funcionamiento del rgano judicial 214[90],
debiendo recordarse finalmente que tambin vulnera el derecho de los
ciudadanos al juez imparcial predeterminado por la ley, cuando el juez se
abstiene injustificadamente, ya que incumplira su deber de decidir 215[91].
412
(Nota.- A pesar de que el presente trabajo no pudo ser completado
por el nombramiento de su autor como Director General de Relaciones con
la Administracin de Justicia, poco antes de su finalizacin, lo incluimos por
su evidente inters)
413
DEONTOLOGA JUDICIAL
SUMARIO
414
INTRODUCCIN.
IV. CONCLUSIONES.
415
INTRODUCCIN
Por eso, se necesitan cada vez ms, juristas antes que legistas y ello,
en un momento en que el jurista debe compartir su labor con economistas,
socilogos, siclogos e incluso filsofos y toda clase de especialistas, que no
deben llevar a confundir el tratamiento multidisciplinar, con una tcnica
especializada ayuna de principios y exigencias de orden superior que sirvan
para mostrar el camino ms general, que le corresponde al derecho: aportar
pautas y criterios para, de la mano de la norma, ayudar a resolver los
problemas de la sociedad y de sus ciudadanos.218[1]
Por otro lado, puede afirmarse que los Estados del siglo XXI tienen
unos principios ticos comnmente aceptados los derechos humanos- , y
que existe una communis opinio de la necesidad de limitar la intervencin del
Estado y de la Administracin, a cambio de que los protagonistas de la
actividad social apliquen esos principios y exigencias ticas. 219[2]
416
decisor para actuar en un sentido o en otro, y que son las personas , las
responsables del estado de su conciencia.
220[3]
ANDRS IBEZ, Perfecto Legalidad, Jurisdiccin y Democracia, hoypp.28-29 Crisis del
sistema poltico, Criminalizacin de la Vida Pblica e Independencia Judicial CGPJ, 1998.
417
El juez no puede ser un burcrata o funcionario ms, que pone una
barrera entre l y los justiciables, mediante un estilo y un lenguaje formalista
y hermtico, que le blinda de su compromiso de implicarse en la realidad
social, de modo efectivo (arts. 9.2 y 24.1 CE).221[4]
Sin duda, un recorrido por los tipos de Juez que han jalonado la
Historia , nos permitir conocer la vinculacin entre el tipo de Juez de cada
momento y la sociedad de su tiempo.
221[4]
Id, pg.34.
222[5]
Los arquetipos, como se sabe, son categoras del platonismo que, como esencias ideales
que son, nos sirven de modelos de actuacin a los que aproximarnos , en cuanto representan el
esplendor de su absoluta perfeccin, o ideal al que tender.
418
Este trabajo de indagacin histrica, limitado, por razones obvias, a
dar unas pinceladas al respecto, pretende conocer el origen de algunas de
las caractersticas e ideas de la actividad judicial, y , por tanto, extraer las
consecuencias correspondientes, para la deontologa judicial.
1) El Juez de la antigedad.
223[6]
GOLDSTAIN DOM J. en Los Jueces hombres inspirados, La Biblia, A.Testamento, Tomo II,
pg.117 Bac, Min SA, 1970.
419
ejerciendo todas las facultades menos la legislativa, pues el nico legislador
del Israel primitivo era el propio autor del Cdigo mosaico.
224[7]
DIMONT Max I. En La constitucin americana y la democracia israelita en los tiempos de los
jueces, Id. pg.107.
420
cual entraban al Tribunal y que devolvan al trmino del juicio, tras recibir su
paga.
Slo los ciudadanos libres podan ejercer los cargos, pero como las
dietas eran modestas, slo los acaudalados podan permitirse dedicarse a
servir dichos cargos, lo cual fue produciendo unos ncleos de notables que
acabaran controlando estos puestos.
421
vena marcado por el tiempo que tardaba en pasar el agua de un cuenco a
otro, los cuales estaban comunicados y a distinta altura.
422
Es interesante hacer notar, que en su origen, la magistratura era
electiva , renovndose anualmente, gratuita, pues era un honor sin que
llevara consigo retribucin alguna y que se nutra por cooptacin o
propuesta de los magistrados al Senado, de entre determinadas clases y
familias nobles.
423
A ttulo de resumen de la historia romana en materia judicial, puede
decirse que experiment una transformacin desde la jurisprudencia
religiosa a la civil, de los jueces polticos a los jurisconsultos, y de la ley
Roma no fue un Estado de ley sino de Derecho, pues apenas se
contabilizaron ochocientas en muchos siglos de existencia- 229[12], a los
principios jurdicos emanados de las respuestas judiciales a casos
concretos.
2) El Juez medieval .
229[12]
PANERO GUTIRREZ, Ricardo La experiencia jurdica de Roma. Su proyeccin en el umbral
del siglo XXI, pg.37.Tirant lo blanch, Valencia 1998
424
aunque no fueran nobles, y, como consecuencia, adquiriendo un prestigio,
reconocido en sueldos elevadsimos y una consideracin a su poder, muy
grande, porque el common law, como se sabe, permite un mayor margen
de maniobra que en el sistema continental, la ley positiva. 230[13]
230[13]
SERRA CRISTOBAL, Rosario La libertad ideolgica del Juez, pg.18,Tirant lo blanch, 2004.
425
bien delimitada de funciones y competencias de la incipiente judicatura de la
poca.
Justicia retenida. La cual se concreta en la facultad de
avocacin por el Monarca de los asuntos que consideraba convenientes y
en el nombramiento de jueces ad hoc, en comisin o pesquisidores stos,
en el mbito penal- para conocer de una determinada causa.
Inseguridad jurdica absoluta. Se desconoca la ley aplicable, el
juez que intervendra en un pleito, qu rgano acabara conociendo el
recurso y, por supuesto, no puede hablarse, apenas, de garantas
procesales.
Inexistencia de normas de procedimiento, suplidas por el
estilo de los respectivos jueces. La carencia de un cuerpo procesal hasta el
siglo XIX, va a hacer que sea el usus fori y algunas decisiones del Consejo
de Castilla, quienes gobiernen el proceso, con notables diferencias entre
unas partes y otras del territorio nacional.
426
nombrados por el Rey en las ciudades que no eran cabeza de corregimientos
y muchos de los cuales eran letrados; y los corregidores, el Juez de la poca
de los Reyes Catlicos, que era el equivalente al juez de primera instancia e
instruccin y resolva los recursos de los rganos inferiores.
427
Adems, y con la idea de solucionar los males dichos, se trat de
conferir ms autoridad a los jueces , al modo anglosajn, mediante la
disparatada idea pues Espaa no era Inglaterra- de que las sentencias no
se deban motivar para aligerar las resoluciones y evitar los recursos.
231[14]
Mara Jos GANDASEGUI en Historia del lenguaje judicial, en Lenguaje judicial, CGPJ,
1998, estudio de mucho mayor calado del que augura su ttulo, dice que esta disposicin no fue tan
seguida en el Reino de Aragn y Mallorca.
428
Por eso, MONTESQUIEU pone a los Jueces en el lugar que cree les
corresponde, y que no es otro que el de ser la bouche qui prononce les
paroles de la loi, propicindose su eleccin popular y convirtindolos en
meros aplicadores automticos de la ley.
El sistema dur poco, ya que fue eliminado por Napolen, y la Ley 20-
4-1810 lo sustituy por el de nombramiento por el Ministro de Justicia entre
licenciados en derecho con pasanta de dos aos en un despacho de
abogados. (El concurso u oposicin, no lleg hasta el Dto. 13-2-1908).
232[15]
DIEZ PICAZO, Luis Mara El sistema francs de acceso a la judicatura: seleccin y formacin
inicial, p.43, en El acceso a la Funcin Judicial. Estudio comparado. MFC-CGPJ, 2001
233[16]
CARR DE MALBERG Teora general del Estado,pg.653, FCE, Mxico 1998
429
4) El Juez funcionario .
Los rasgos que definen al Juez del siglo XIX, el juez burcrata o
funcionario, son : poco prestigio social, mala seleccin, escasa retribucin,
intromisin poltica permanente en los nombramientos y ceses, y, como
consecuencia, carencia de una verdadera independencia.
234[17]
ANDRS IBAEZ, Perfecto Etica de la funcin de juzgar p.71, en Etica de las Profesiones
Jurdicas, Universidad Pontificia de Comillas, 2001.
235[18]
Id. p.73
430
duracin de su cargo (de los Jueces)dependa absolutamente de su
conducta236[19]- ;las retribuciones, escasas, se complementan con aranceles,
y las depuraciones la cesanta, propia del funcionariado del siglo diecinueve,
afecta de lleno a los jueces y magistrados- y los permanentes cambios de la
cartera del Ministerio de Gracia y Justicia 237[20] , configuran una situacin de
inestabilidad , descontento e intromisin gubernamental permanente.
236[19]
Discurso Preliminar de la C.1812, atribuido a Agustn ARGUELLES.
237[20]
Hasta 22 cambios hubo entre 1856 y 1868, ocupndose la cartera interinamente por el Ministro
de la Gobernacin con cierta frecuencia, APARICIO MA, El status del PJ en el constitucionalismo
espaol (1802-1936), p.81, Univ. de Barcelona, 1995.
238[21]
MOLAS RIBALTA Pere Los Magistrados de la Ilustracin p.32, CEC-BOE, Madrid, 2000.
431
El primer Reglamento del Tribunal Supremo de Espaa e Indias, de
17-10-1835, peda a los Ministros del Tribunal ser puntuales en la
asistencia diaria, estar con la mayor compostura y decoro, tratar a todos
con la consideracin debida y guardar en las deliberaciones el
comedimiento y la urbanidad que requieren (art.33).
432
en pro del buen nombre de los Jueces y Magistrados de la nacin y de su
merecido prestigio, y del respeto, distincin y consideracin que tanto han
menester los encargados de administrarla.
433
cuarto turno, ya que el Rey , a propuesta del Consejo de Estado, poda
nombrar hasta la cuarta parte de magistrados de las Audiencias y del
Tribunal Supremo.
434
jueces y magistrados de entrada, ascenso y trmino; nombramiento de los
integrantes de la cspide judicial por el Gobierno; sistema de oposicin ,
como modo predominante de acceso; inamovilidad y antigedad rigurosa
para los ascensos; corporativizacin en la Dictadura primoriverista con la
creacin del Consejo judicial, integrado por la cpula judicial, nombrada por
el Ministerio de Justicia que expeda la declaracin de aptitud para los
ascensos; jubilaciones anticipadas de la gerontocracia judicial por la II
Repblica...
5) El juez constitucional.
243[26]
ANDRES IBAEZ, Perfecto en Etica de la funcin de juzgar p.74 en op.cit.
435
otros poderes, los cuales cambian tras las sucesivas elecciones- y ven su
actividad sujeta al control de ejercicio, que, con diversas modalidades,
efectan los jueces (aforamientos, no vinculacin de los reglamentos,
planteamiento de cuestiones de inconstitucionalidad...)
Por otro lado, en un Estado social, es evidente que los Jueces forman
parte del servicio pblico de la Administracin de Justicia, lo cual legitima y
responsabiliza su funcin y actos, porque si la Constitucin les proporciona la
nueva legitimacin de origen, la de ejercicio viene dada por cmo ejerzan el
poder , ciertamente notable, que les corresponde en un Estado de derecho.
244[27]
Id.
436
contradiccin procesal y procurando resolver , de modo prudente, conforme a
derecho y con cierta rapidez, pues una justicia lenta no es plenamente justa.
Estas ideas se alejan, pues, de dos grandes peligros, del juez de esta
poca: la irracionalidad de la decisin, fruto del voluntarismo de quien se cree
por encima de todo, por haber alcanzado una posicin ciertamente decisoria,
y la supuesta eficacia del tecncrata hiperveloz y formalista, que sacrifica la
racionalidad por el ansia de conseguir resultados (?), al precio que sea.
437
Cierto que el Juez constitucional se enfrenta a realidades y exigencias
muy complicadas: el impacto del derecho Comunitario, la asimilacin de las
nuevas tecnologas, la realidad del Estado plural, la presin de los medios de
comunicacin y las crecientes demandas ciudadanas.
Pero todo ello ha de ser acicate, antes que paralizacin, de una actitud
combativa de defensa de la posicin institucional alcanzada, frente a otros
poderes , a fin de poder ser el Juez de todos, y el Juez que realiza su
trascendente funcin constitucional consciente de que sus resoluciones, han
de alcanzarse en un tiempo no muy dilatado y mediante resoluciones
ponderadas, fruto del anlisis prudente y riguroso, del material fctico y el
enmarque legal , de que disponga, en cada caso.
438
una idea indiscutible: la subordinacin del Poder Judicial al Poder Poltico por
antonomasia, el Ejecutivo, y como consecuencia, la dificultad de una
verdadera independencia para ejercer la funcin jurisdiccional, incluso
cuando declaraciones constitucionales y normas de inferior rango, lo
proclaman, al comprobarse su frecuente incumplimiento.
1) La virtudes, en general
439
ejercicio (skesis) con vistas a obtener una cierta excelencia o perfeccin
(aret).
Implicaba tanto vivir como obrar bien, y la clave era la accin (praxis),
lo cual poda conseguirse mediante el ejercicio de la virtud, cuya etimologa
(vis o aret) proviene de fuerza, accin enrgica desplegada para obtener
dicho objetivo.
Sus elementos son: uno objetivo, acto que se realiza con habitualidad
y firmeza ; y otro teleolgico, para practicar el bien.
247[30]
FERNNDEZ Aurelio Moral Fundamental Rialp SA, Madrid, 2000.
440
- Suponen una disposicin consciente y elegida de
practicar el bien, como opcin fundamental de la persona.
- Facilitan la adquisicin de una segunda naturaleza ,
dirigida a hacer el bien.
- Aumentan la libertad, al alejarse de los vicios y pasiones,
que como hbitos operativos malos, esclavizan la voluntad y
obscurecen la razn.
- Incrementan la racionalidad, haciendo que la persona
evite dejarse llevar por los impulsos e instintos ms bsicos.
- Ayudan a adquirir una personalidad fuerte, que resiste los
vicios y es capaz de enfrentarse con la propia conciencia.
- Son un instrumento de paz, en cuanto sirven para poner
concordia y sensatez.
248[31]
SANTO TOMS DE AQUINO en Summa Theologica (II-II, 47,2)
441
Proverbios (Prov.14,15) indicaba que el hombre prudente, de continuo
medita sus pasos.
249[32]
ARISTTELES en Etica NicomqueaEd. Gredos, 4 reimpresin, 1998.
442
El ejercicio de la autoridad, como una suave energa , nos sita en
una adecuada posicin que combina la firmeza y flexibilidad necesarias para
conducir un proceso.
443
unido a la evolucin de la democracia que se apoya siempre en unos
valores.250[33]
250[33]
MARTN-RETORTILLO BAQUER, Lorenzo Un precepto para los Colegios Profesionales: el
artculo 36 CE, en Democracia y Colegios Profesionales, pg. 13, Nov-Dic 2003.
251[34]
La primera cita pertenece a De inventione rhetor 2,58, 160, y la segunda a Rhetorica ad
Herennium 3,2.
252[35]
Respectivamente S.AMBROSIO en De officiis ministrorum I, 327; S.AGUSTN en De
civitate Dei y IRNERIO Glosa al DigestoI,1,1.
253[36]
Part3, pr [3] , Part 2, 1, 28 in fine y Part 3, 1,2 pr [3], respectivamente.
444
especficas: reserva fra y prudente, humanidad, sensibilidad y ser
comprensivo, pues de la combinacin de dichas caractersticas, hablarn sus
actos y desaparecer la deplorable desconfianza hacia la administracin de
Justicia.254[37]
254[37]
SAUER Wilhelm en Filosofa jurdica y social Ed.Labor, pg.304, Barcelona, 1933.
255[38]
LAPORTA Francisco enLa corrupcin polticaAlianza Editorial, pg.28.
256[39]
DIEGO BAUTISTA, Oscar en La Etica en el Marco de las Administraciones Pblicas.
Medidas para fomentar la Etica en los servidores pblicos. Revista Iberoamericana e Administracin
Pblica, n 10, Enero-Junio 2003, pg.76.
257[40]
Id.pg.83.
445
Por eso es esencial tratar sobre el concepto ideal el arquetipo- del
buen Juez, y proceder a la identificacin de virtudes, para conocerlas en
primer lugar, y as, estar en condiciones de poder ponerlas en prctica.
446
existe una jurisprudencia y derecho comparado al respecto , las posibilidades
interpretativas que la doctrina cientfica plantea y, en definitiva, situarse en la
perspectiva social aplicativa, del sentido comn y la razonabilidad razonada,
de la decisin que ha de adoptar.
259[42]
JIMENEZ ASENJO en Derecho procesal penal, Madrid, 1952.
260[43]
GIL MARISCAL F. en La funcin judicial aplicada y los jueces, conferencia pronunciada en
la Real Academia de Jurisprudencia y Legislacin, el 5-5-1922.
447
Diligencia en la resolucin; respeto a los justiciables,
victimas y colaboradores; secreto de las actuaciones, compatible con el
deber de informar, segn corresponda y aconsejen las circunstancias;
fidelidad a la ley, -y ante todo a la Constitucin- sin caer en la tentacin
de enmendar la plana al legislador con interpretaciones que vacen de
contenido la norma; aplicar la equidad, cuando y en la proporcin que
proceda; atender al caso concreto, huyendo de declaraciones,
interpretaciones y aplicacin de jurisprudencia generales; estudio
permanente y afn investigador para evitar convertirse en un juez-
burcrata; dedicacin , invirtiendo el tiempo necesario, no siendo lo
relevante la jornada o lugar en que se haga sino el resultado, porque el
juez no es un funcionario; fallar buscando la certeza moral, la cual se
sita entre la certeza absoluta y la mera probabilidad; no sucumbir a las
recomendaciones y presiones; no aceptar favores, regalos y ventajas de
quienes estn o es previsible estn relacionados con la actividad
jurisdiccional; aceptar las responsabilidades que se exijan, con el
correlativo derecho de defensa; ser accesible a los justiciables, y a los
dems cooperadores de la Justicia, procurando un equilibrio al respecto;
emplear un lenguaje, en lo posible, inteligible y prximo a los
destinatarios de la Justicia, teniendo en cuenta que las resoluciones
judiciales son un modo de expresin o comunicacin, antes que un
blindaje de decisiones hermticas con pretensiones de evitacin de
controles.261[44]
448
vecino pas, concluyendo en que se trata de un cuerpo que cultiva, como
pocos, las virtudes sin alharaca, (les vertus san clat).
449
Desinters material : El desinters financiero y material
constituye su capital principal, habiendo basado su estrategia de
distincin y credibilidad en una tica cuasi sacerdotal de
desprendimiento material que les ha hecho configurar su
aristocratismo moral apoyado en un equilibrio entre el lujo y la
cutrez, que les lleva a una existencia de perfecta correccin .
Buen sentido : Se puede perdonar una falta de
inteligencia pero no de probidad. Esta reside en el buen trabajo,
serio, paciente, perseverante, metdico, que resuelve tras agotar la
cuestin, despues de haber reflexionado maduramente . Y todo
ello, entre matices y equilibrios que alumbran : una atencin
escrupulosa, una firmeza conciliadora , una corts autoridad,
la elocuencia bien administrada...Y es que el buen sentido no
es ms que la conciencia de las realidades y el sentimiento de la
medida.
3) La prudencia, en especial
450
El hombre prudente es el ser capaz de deliberar
rectamente sobre lo bueno y conveniente para s mismo (y) en
general.
Llamamos prudentes a los que , para alcanzar algn
bien, razonan adecuadamente.
la prudencia es un modo de ser racional, verdadero y
prctico respecto de lo que es bueno y malo para el hombre.
La prudencia requiere experiencia, por eso los jvenes
no parecen poder ser prudentes.
toda virtud es una especie de prudencia263[46]
263[46]
ARISTTELES en op.cit. pp.275 a 290.
451
Para Rawls, de acuerdo con la tcnica del equilibrio, es tarea de la
filosofa moral proporcionar una estructura de principios que fundamente
esas convicciones inmediatas de las cuales estamos ms o menos seguros,
y ello, explicando las convicciones que tenemos y proporcionndonos una
gua para desenvolvernos, ante los temas dudosos o novedosos.
452
Y acaba, tras adentrarse en otros terrenos : la teora del contrato, el
utilitarismo de actuar por objetivos, etc, con la idea de que en la conciencia
de cualquier persona, se halla el fundamento de los derechos naturales (vida,
libertad, igualdad...) que es lo que conecta con la idea de la Justicia, y a cuya
consecucin debe orientarse la ley y su equitativa aplicacin, por los
jueces.264[47]
264[47]
La obra de Rawls (A Theory of Justice,1971 o Political Liberalism, 1996), .ha sido
analizada en la lcida y conocida obra Los derechos en serio de Ronald DWORKIN, Editorial
Ariel, 2 reimpresin, Barcelona, pp.234 a 275, 1995, y ms recientemente, comentada en
Democracia y convicciones en una sociedad plural por Andrs OLLERO , Navarra Grfica
Ediciones.Berriozar (Navarra), 2001.
265[48]
KRONMAN Anthony expuso sus ideas en Practical Wisdom and professional Character y
Living in the Law, que coment Manuel ATIENZA en Virtudes judiciales op.cit.
266[49]
En Practical Wisdom...pg.232.
453
Y as, hemos de recordar que iusprudens, designaba en Roma, al
hombre con experiencia en lo justo (iusperitus), que responda a cuestiones
sobre ello, del mismo modo que nuestra expresin jurisprudencia abarca lo
prudente, y lgico, que debe decirse del derecho.
267[50]
Corte Suprema de Justicia de la Nacin Argentina , 23-12-1980, Oilher, Juan Carlos c./ Arenillas,
Oscar Norberto.
268[51]
BOLNOW O.F. en Esencia y cambios de las virtudes, Madrid, Rev.de Occidente, 1960, pgs.
163-164.
454
De ese modo, la prudencia, actuando sobre la inteligencia, faculta a
la razn para el conocimiento de qu cosa es el bien en cada circunstancia y
cul es el mal que debe ser evitado.269[52]
Por eso, el juicio del juez debe ser una combinacin de dos virtudes:
justicia y prudencia, en cuanto todo juicio debe ser pronunciado segn la
recta razn de la prudencia.271[54]
269[52]
MASSINI Carlos Ignacio en La Prudencia Jurdica pg. 40Abeledo-Perrot, Bueos Aires,
1982.
270[53]
Id. pg. 41.
271[54]
SANTO TOMS DE AQUINO II-II q.60, a.2.
272[55]
Id. II-II q.53, a.3, a. 4 y a.5
455
Se ha dicho que la realidad jurdica es esencialmente judicial
porque aunque no slo conste de decisiones de tal naturaleza, la ltima
palabra de cualquier conflicto, est en manos de los rganos judiciales. Y es
en su modo judicial, donde se puede apreciar ms claramente si se han
tenido en cuenta las notas y particularidades de la prudencia jurdica, porque
la prudencia judicial es, la prudencia jurdica por excelencia.273[56]
273[56]
DORS , Alvaro en Una introduccin al estudio del derecho, pp.18-19, Ed. Rialp , 1963.
274[57]
MASSINI p.57
456
La deliberacin. Recae sobre realidades prcticas, contingentes,
variables e indeterminadas, que es preciso fijar en la labor de consilium
propia de los Tribunales pero que , con el anlisis e investigacin, en su
caso, est igualmente al alcance del rgano individual.
275[58]
MASSINI op.cit. pg. 67.
457
No es , pues, el sentido doctrinal el que nos interesa. La aportacin
de la doctrina cientfica, sin duda es digno de consideracin pero las
decisiones judiciales son decisiones en clave de justicia del caso y no
abstracciones derivadas de construcciones jurdicas tericas.
458
consecuencias de lo que se decide, tras el amplio y abierto proceso de
deliberacin, es esencial para delimitar y disminuir la aletoriedad de toda
decisin.276[59]
276[59]
Id. pp. 70-71.
459
En definitiva, la prudencia nos proporciona el modo racional-valorativo
de aproximarnos a lo justo concreto, en cada caso. Implica un processus
pero no es una mera cscara o envoltura formal, sino el modo de discurrir
para aplicar juicios de valor, provinientes de normas y principios jurdicos, a
fin de definir lo jurdico en cada caso, de hacer la iuris dictio, que no es sino
pronunciar el juicio tico, o decisin que busca el bien, en concreto.
1) Parmetros constitucionales
Sin duda, una precisin mayor de esta cuestin nos obliga a examinar
con ms detalle, en qu consiste realmente la funcin jurisdiccional, en qu
se apoya la legitimacin de los jueces y cul es , o mejor, cul debe ser el
papel constitucional de los integrantes del tercer Poder del Estado.
a) La funcin jurisdiccional
460
tribunales independientes, inamovibles y responsables, sometidos
nicamente al imperio de la Ley (arts.117 CE y 2 LOPJ).
(Es sabido, por otra parte, que los jueces, adems de la funcin
jurisdiccional realizan las funciones de Registro Civil y las dems que le
otorguen las leyes (art.2.2 LOPJ), entre las cuales destaca por su
importancia, la relativa a la Administracin Electoral.)
277[60]
URBANO CASTRILLO E.de en La Jurisdiccin desde una perspectiva constitucional,
Revista de CC.Jurdicas de la Facultad de Las Palmas de GC, n 3, 1998.
278[61]
SAUER Wlhelm en Filosofa jurdica y social, pg. 303, Editorial Labor, Barcelona, 1933.
461
La Justicia, impartir Justicia, es mucho ms que conocer el derecho, y
aplicar una o varias normas jurdicas. La tica aporta en esta tarea, la
funcin de determinar lo que se ha de hacer o no se ha de hacer.279[62]
279[62]
RODRGUEZ PANIAGUA, Jos Mara en Moralidad, derechos, valores, pg. 18, Civitas,
2003.
280[63]
BOBBIO, cit. por Rodrguez Paniagua en op.cit pg.68.
462
Con ello, se actualiza la norma, se conecta con la realidad social art.3
1 Cciv- y se da coherencia vivificante a la expresin imperio de la Ley.281
[64]
281[64]
SAINZ DE ROBLES, Federico Carlos en El art.24 de la Constitucin. Su poder
transformador, pp.141 y ss. en Constitucin y Poder Judicial, CGPJ , 2003.
282[65]
OLLERO, Andrs El papel de la personalidad del juez en la determinacin del Derecho.
283[66]
OLLERO Andrs id. pg.289.
463
De ah la importancia del ejercicio de la funcin jurisdiccional desde
planteamientos de reflexin crtica e independencia, necesarios para
desarrollar la labor jurisdiccional de modo constitucional, pues sta supone
un lenguaje que clarifica , en cada caso, la abstraccin normativa,
imponiendo un determinado sentido.
En todo esto -qu duda cabe!- hay mucho de arte , pues como se ha
hecho notar, sentencia viene de sentire, y la funcin jurisdiccional no se
traduce en dictmenes jurdicos sino en valoracin de stos y de otros
muchos ingredientes, pues el sentido de la justicia ...no tienen nada que ver
con la (mera) tcnica del derecho.284[67]
284[67]
CALAMANDREI, Piero en Elogio de los jueces escrito por un Abogado, Ediciones Gngora,
Madrid, fecha desconocida.
464
Se da, igualmente, una correspondencia relacional entre el ser y el
deber ser el hecho y la norma- sobre la que insistiera KAUFMANN en su
obra, que se traduce en una concepcin del ius no como simple norma sino
como la verdadera decisin del caso, la solucin correcta, en trminos de
justicia.
285[68]
DWORKIN, Ronald Los derechos en serio, Editorial Ariel, p.146, Barcelona, 1999.
465
De este modo, el juez no debe tener complejo de dficit democrtico,
porque ha sido la comunidad, a travs de la Norma Fundamental, la que ha
establecido cmo se configuran los distintos poderes y rganos
constitucionales, remitiendo a normas de rango inferior el concreto modo de
articular su seleccin y el status de sus miembros.
La primera tiene que ver con la soledad del juez. CARNELUTTI habl
de que el drama del juez es la soledad...pero sobre todo, el drama del juez
286[69]
VILATA MENADAS, Salvador en Sobre la Etica Judicial, pp.72, 73 en De la Justicia y de los
Juristas, Generalitat Valenciana, 2001.
466
es la costumbre. El acostumbramiento que lleva a la inercia, a la rutina y por
tanto, a no profundizar en la decisin, que supondr, probablemente, errores
o decisiones faltas de la debida motivacin.
287[70]
DELGADO BARRIO, Javier en El juez en la Constitucin pg.123 en Constitucin y Poder
Judicial, CGPJ, 2003.
467
da, con una labor de respeto a la legalidad y a los compromisos ticos
personales y con la ciudadana.
c) El Juez de la CE 78
288[71]
DELGADO BARRIO, Javier en op.cit. pg.115.
289[72]
Id. pg.124
290[73]
SAINZ DE ROBLES Federico Carlos op.cit. pg. 145.
468
En dicha tarea, el juez est obligado a prestar la tutela judicial
efectiva porque la Constitucin no es un mero catlogo de principios
declamatorios sino un aspiracin tica y real, de lograr una proteccin y
defensa de los derechos ciudadanos, de modo real y verdadero, es decir,
efectivo, que es lo opuesto a nominal o aparente.
Por eso, para procurar que los jueces ejerzan su papel de garanta de
los derechos fundamentales , fundamento de toda legitimidad poltica, la
Constitucin dibuja un detallado estatuto judicial, indicando que los jueces
son profesionales de carrera, constituyendo cuerpo nico, independientes,
inamovibles y responsables.
469
Los rganos judiciales no estn sujetos a jerarqua, no obedecen a
unos inexistentes jefes ni estn sometidos a indicaciones o instrucciones
de ninguna clase, porque slo de ese modo puede ejercerse la funcin
jurisdiccional de modo libre y responsable.
2) Exigencias ticas
a) Formacin.
470
Pocas profesiones, como la judicatura o las que integran las ciencias
de la salud, necesitan , en tan gran medida, una permanente formacin ,
de calidad y actualizada.
291[74]
SAUER W. Op.cit. pg.302.
292[75]
SAINZ DE ROBLES, Federico Carlos op.cit. pg. 139.
293[76]
SAUER op.cit. pg.303.
471
una respuesta rpida, de calidad y, en la medida de lo posible, acertada , en
relacin al caso sujeto a su conocimiento.
294[77]
Cooperation Programmes to Strengthen the Rule of Law Estrasburgo 30 de Agosto 2002,
Consejo de Europa. (Documento facilitado por Flix AZN , Magistrado de la Escuela Judicial de
Barcelona , a quien agradecemos tan valiosa colaboracin).
472
Por eso no es de extraar, y debe recibirse de modo positivo, el nuevo
art .433 bis LOPJ, incluido en la reforma de la LO 6/1985, operada por la LO
19/2003, de 23 de diciembre, en cuanto incluye el compromiso del CGPJ de
garantizar que todos los Jueces y Magistrados reciban una formacin
continuada individualizada, especializada y de alta calidad durante toda su
carrera profesional.
b) Independencia,
473
Es el elemento consustancial a la funcin jurisdiccional porque sin
independencia no es posible ejercer la Justicia. Y es que, como se ha
sealado, el contraste entre la independencia judicial y la dependencia de
las autoridades administrativas es el elemento crucial para comprender el
dualismo entre jurisdiccin y administracin, pues mientras en la primera
predominan las relaciones de coordinacin, en la Administracin es la
subordinacin, la prevalente.295[78]
295[78]
Los trabajos de MERKL, tras estudiar a STEIN y las teoras al respecto de CHIOVENDA , son
examinados, a este respecto, por GOMEZ ORBANEJA y HERCE-QUEMADA en Derecho
Procesal Civil I, 1979, pp.55 y ss.
296[79]
GABALDN LPEZ Jos en Reflexiones sobre la Etica Judicial , pg. 798, en Etica de las
Profesiones Jurdicas, Universidad Catlica de Murcia, 2003.
474
Ni el the judge made law ni el juez mecanicista sumiso a la ley, ni la
rebelin ante la ley que no gusta, son admisibles. La independencia judicial
es fuente de deberes morales, como procurar la seguridad jurdica (art.9.3
CE) o el acatamiento de los criterios de rganos superiores (art.1.6 Cciv), lo
cual se acomoda mejor con un ejercicio crtico y prudente, que aplique la
ley en su ratio legis, buscando la solucin ms justa , en cada caso, habida
cuenta de los datos del proceso y de los valores y principios a tener en
cuenta en el sector procesal e institucin jurdica de que se trate.
Por eso la radical diferencia entre el poder poltico, que acta desde
criterios de oportunidad y el juez, que acta las normas que ordenan en
Derecho la sociedad, lo cual , aunque le haga partcipe en la configuracin
del orden poltico, exige de l una posicin de distanciamiento, porque el juez
no hace poltica sino Estado.300[83]
297[80]
REVENGA SNCHEZ Miguel en Independencia y responsabilidad del Juez: Dos valores
enfrentados. El reciente debate italiano pg. 51,PJ n 14, Junio 1989.
298[81]
LARENZ K. Derecho Justo. Fundamentos de tica jurdica, p.181, Civitas, 1985.
299[82]
BREDEIMER HC en El Derecho como mecanismo de integracin, cit. por DE LA TORRE
DIAZ en op.cit, pg. 360.
300[83]
REQUERO IBAEZ, Jos Luis en Los Jueces en Poltica: su incidencia en la opinin
pblica, La Ley n 5925, 2-1-2004.
475
Por ltimo, la propia naturaleza del trabajo judicial, vinculado al
proceso concreto de que conoce, le aparta de pretensiones generalistas que
s tienen la ley o la decisin de gobierno, y le impele a buscar la justicia del
caso, razn de ser ltima, de la funcin jurisdiccional.
c) Imparcialidad,
476
Actuar con prejuicios reales en un juicio, y , no digamos nada, resolver
a sabiendas de que no se es imparcial, es uno de los mayores ataques a la
funcin jurisdicional porque significa, lisa y llanamente, actuar contra iustitia.
301[84]
RUIZ VADILLO, Enrique en La tica y los jueces, ICADE nm.33, p.42, 1994.
477
demandante juicios anticipados desfavorables o , ya en el proceso, por haber
emitido decisiones previas en las que se manifieste un juicio anticipado de
culpabilidad (instruccin con procesamiento, adopcin de medias cautelares,
etc).
478
son terceros, y respecto a los cuales hay que definir unos estndares de
actuacin.
479
comportamientos autoritarios y descalificadores ( no se le puede hablar, es
un dspota, es un juez anti esto o anti lo otro).
480
Este apartado , pues, sin necesidad de llegar al mbito disciplinario,
debe tenerse presente como un modelo de actuacin, con inevitables
connotaciones de solidaridad pues los terceros tienden a juzgar a todos los
jueces por la experiencia que han tenido con algunos. Y a este respecto, es
preferible aspirar a un reconocimiento basado en la respetabilidad del
amable cumplimiento de los propios deberes antes que a un aplauso
permanente o una repulsa basada en un trato desptico.
481
Vivimos en una nueva sociedad, que ha emergido en los ltimos aos,
la sociedad de la informacin que exige un conocimiento y adaptacin a las
nuevas realidades , y en particular, al manejo de las nuevas tecnologas.
302[85]
El impacto de este nuevo mundo, en el Derecho en general, y en el Proceso en particular, puede
verse en la obra La Prueba Tecnolgica en la LECiv de URBANO CASTRILLO/MAGRO
SERVET, Ed. Aranzadi, 2003.
482
Conciencia de un inters informativo, que no puede
despacharse con agresivos portazos o un hermetismo impropio de
nuestro tiempo.
Procurar una especializacin, con la que atender a los
problemas hiperespecializados de una sociedad cada vez ms exigente y
compleja.
Sin duda para poder afrontar todos estos retos es necesario adoptar
una actitud judicial abierta pero eso no basta: hay que reclamar una mejora
de las estructuras administrativas de apoyo , las existentes y las que sea
necesario crear, y una permanente mejora de los medios materiales con los
que afrontar la carga de trabajo.
IV. CONCLUSIONES.
303[86]
FERRAJOLI, Luis Derecho y Razn. Teora del garantismo penal. (Cap.13).Ed. Trotta,
Madrid, 1995
483
Primera.- Los Jueces de la Antigedad no integraban un modelo
nico sino que presentaban tipos histricos diferentes.
484
Tercera.- Con la Revolucin francesa se alumbra el juez electo por el
pueblo, reducido a un autmata aplicador de la ley, convertido en simple
agente del Estado. Pero el modelo dur poco, al exigirse la licenciatura en
derecho a partir de 1810 (en Francia)y avanzarse hacia la constitucin de un
status funcionarial.
485
Sptima.- Ser un buen Juez es algo ms que cumplir determinadas
normas, se trata de desarrollar profesionalmente ciertos rasgos de carcter
que constituyen las virtudes judiciales.
486
La prudencia judicial se proyecta sobre todas las fases de la
decisin: la deliberacin, la eleccin e interpretacin de la norma, la previsin
de las consecuencias de la decisin y el propio acto decisorio o imperium.
Ello pasa por tener presente que la tutela judicial que reclama el
Estado social y de derecho es de naturaleza efectiva, que es lo contrario a
nominal, aparente o formal.
487
posicionamiento en la sociedad, procurando no relacionarse, excesivamente,
con los poderes polticos, econmicos o mediticos, y aspirando a una
intervencin profesional crtica, distanciada y profesional, lo cual implica el
desempeo, todo lo enrgico que sea necesario, de las prerrogativas
judiciales para poder prestar una efectiva tutela judicial.
488
mejora efectiva en la realizacin del trabajo profesional y procurar una
especializacin personal progresiva.
---------------------------------
BIBLIOGRAFA
489
ARISTTELES, Etica NicomqueaEd. Gredos, 4 reimpresin,
1998.
490
DELGADO BARRIO, Javier. El juez en la Constitucin en
Constitucin y Poder Judicial, CGPJ, 2003.
491
GIL MARISCAL F. La funcin judicial aplicada y los jueces,
conferencia pronunciada en la Real Academia de Jurisprudencia y
Legislacin, el 5-5-1922.
492
LORENTE Marta Reglamento provisional y administracin de justicia
1833/1938...;
493
REVENGA SNCHEZ Miguel. Independencia y responsabilidad del
Juez: Dos valores enfrentados. El reciente debate italiano,PJ n 14, Junio
1989.
494
URBANO CASTRILLO E. de. La Jurisdiccin desde una perspectiva
constitucional, Revista de CC.Jurdicas de la Facultad de Las Palmas de
GC, n 3, 1998.
495
Analisis comparado de los cdigos ticos vigentes
496
Francisco SOSPEDRA NAVAS
Magistrado TSJ de Catalua
SUMARIO
497
II.- La regulacin de la tica judicial en los cdigos comparados
2.1 El contenido de los cdigos comparados
A) Los principios rectores
a) Independencia
b) Imparcialidad.
c) Competencia.
B) La regulacin de los aspectos ms relevantes de la
conducta judicial
a) Valores fundamentales de la conducta del juez
b) Vida social y privada del juez
c) Dedicacin e incompatibilidades
d) Formacin
e) Relaciones con las partes y abogados
f) Relaciones con otros jueces y con terceros
g) El juez en el proceso
h) La funcin de juzgar
i) Responsabilidades administrativas
j) Libertad de asociacin y actividad poltica
k) Libertad de expresin - deber de reserva
498
En este apartado del estudio se van a analizar los diferentes cdigos
de tica judicial vigentes en el mundo, a cuyo efecto deben introducirse
algunas puntualizaciones necesarias para delimitar lo que es objeto de
estudio.
499
de principios y normas ticas dentro de las disposiciones de derecho
orgnico judicial304[1].
500
regulan el estatuto de los jueces, ya sea mediante reglas especficas
relativas a la tica judicial, como es el caso del Estatuto del Juez del Consejo
de Europa, ya sea dedicando alguna parte del texto a la regulacin de la
tica judicial, como es el caso del Estatuto del Juez Iberoamericano.
501
Precisamente son los cdigos ticos de Estados Unidos y, en menor
medida, el de Italia los que han influido en la mayor parte de los
instrumentos normativos aprobados en otros pases, especialmente en la
regin de Sudamrica.
Junto a esta codificacin a nivel interno, se han venido desarrollando
diversas iniciativas en el mbito de diferentes instancias internacionales para
fijar unas reglas de tica judicial.
En este apartado, examinaremos el debate sobre la codificacin de
las normas de tica judicial, as como los diferentes instrumentos normativos
en materia de tica judicial que sern objeto de estudio, para finalizar con
una referencia a la aplicacin de las reglas de tica judicial en los pases que
carecen de cdigo especfico.
502
En este sentido, y sobre la posibilidad y utilidad de codificar las reglas
de tica judicial, en Estados Unidos, pas con dilatada tradicin en esta
materia, el juez federal A. Kennedy308[5] defiende la validez del modelo al
indicar que los cnones de tica escritos reflejan el cdigo de conducta
personal de los jueces y sirve de punto de partida para el debate sobre la
tica judicial.
En el mbito de los pases del sistema continental, pueden citarse el
caso de Italia, pas con un cdigo de tica escrito, y Francia, pas que carece
de cdigo tico escrito.
En Italia, se han venido manteniendo posturas a favor y en contra de
la codificacin de las reglas de tica judicial. Como aspectos positivos, se ha
destacado que la codificacin mediante normas jurdicas garantiza el
principio de legalidad, el de seguridad jurdica y tiene una clara eficacia
preventiva . En contra de la codificacin, se objeta que las reglas ticas,
309[6]
308[5]
Anthony KENNEDY " La tica judicial y el imperio del derecho". The United States
Information Agency, Temas de la Democracia. Septiembre 1999. P. 1-7.
309[6]
P. GIANNITI " Principi di deontologia giudizaria". CEDAM. Padova. 2002. P. 7-8
503
Por su parte, y en el mismo sentido, la Comisin de tica de la
Magistratura francesa, en las conclusiones formuladas en noviembre de
2003, destaca que el factor de seguridad jurdica y confianza social que
genera la compilacin de las normas de deontologa judicial. No obstante,
tambin advierte que la aprobacin de un cdigo especfico no resuelve
todos los problemas de tica que pueden plantearse a los jueces, puesto
que no puede contemplar de forma exhaustiva las situaciones que pueden
plantearse sin caer en un exceso de rigidez. Por este motivo, la Comisin
francesa descart la idea del cdigo deontolgico especfico, proponiendo la
compilacin de los principios de deontologa judicial a partir de los textos
legislativos y reglamentarios vigentes sobre la materia, la presentacin
analtica y el comentario de los principios que se derivan de las decisiones
del Consejo Superior de la Magistratura y del Consejo de Estado en materia
disciplinaria.
504
servir para que los jueces tengan que reflexionar sobre su propia prctica;
para explicitar ciertos criterios que, de hecho, inspiran su prctica y, en
consecuencia, orientar a la misma; y para facilitar a otros la crtica justificada
de su profesin.
Con carcter general, en los ordenamientos comparados, los cdigos
ticos de los jueces recogen normas de contenido jurdico, que pueden dar
lugar a una sancin disciplinaria en los casos de vulneracin grave o
reiterada312[9]. Lgicamente, las normas de tica judicial que emanan de
instancias internacionales carecen de esa naturaleza, sirviendo de marco
para las legislaciones internas, a salvo desde luego que las propias
autoridades nacionales las adopten en el ejercicio de su competencia 313[10].
El tema de la naturaleza de las normas de tica judicial tambin est
en relacin con quin debe elaborarlas y aprobarlas, cuestin sta de
especial importancia, sobre todo en los sistemas continentales, donde
cualquier desarrollo del estatuto del juez requiere de norma con rango de
ley314[11].
En general, parece que el establecimiento de tales cdigos mediante
un mero acto de autoridad, externo al poder judicial, debilita sus efectos
positivos. Se trata que sean los propios jueces quienes se autoimpongan un
cdigo de conductas con la finalidad de consolidar o mejorar el
funcionamiento de la justicia y la confianza pblica en la misma.
En este sentido, el examen de los Cdigos ticos vigentes pone de
manifiesto de forma uniforme que todos ellos han sido elaborados y
aprobados por jueces, generalmente a travs de los ms altos rganos de
312[9]
Entre otros, es el caso de los Cdigos de Estados Unidos, tanto federal como estatales,
y los diferentes Cdigos americanos ( Puerto Rico, Per, Venezuela, Honduras, Argentina,
Chile, etc.). En Italia, aunque el cdigo tico suscit dudas de legalidad desde su
promulgacin como veremos, sus normas tienen efectiva aplicacin a travs del tipo abierto
de infraccin disciplinaria del art. 18 de la llege sulle guarantigie della magistratura de 31 de
mayo de 1946, que sanciona las conductas del magistrado que sean desmerecedoras de su
funcin y consideracin, y que la Sezione Unite Civile de la Corte Suprema ha interpretado
en relacin a las normas ticas del cdigo de 1994 ( vid. sentencia de la S.U.C. de 20
noviembre 1998, nm. 11732).
313[10]
Es el caso de Bolivia, donde mediante acuerdo de la Sala Plena de la Corte Suprema,
se ha acordado la aplicacin a los jueces bolivianos, del denominado Cdigo de Bangalore
sobre conducta judicial de 2002, aprobado por Naciones Unidas.
314[11]
As, en el caso de Francia y tal como seala el Consejo Superior de la Magistratura, la
codificacin de los principios deontolgicos requieren de ley orgnica, conforme al art. 64 de
la Constitucin francesa de 1958.
505
gobierno o representacin315[12]. La integracin en el derecho orgnico judicial
se produce en la mayor parte de los casos mediante la tipificacin por ley de
la infraccin disciplinaria consistente en la violacin de las normas de tica
judicial, por remisin a los cdigos ticos vigentes.
315[12]
Entre otros, es el caso de Canad, donde el cdigo es aprobado por el Consejo Judicial
Canadiense ( Canadian Judicial Council); Estados Unidos, cuyo Cdigo federal es
aprobado por la Conferencia Judicial federal y los Cdigos estatales han sido aprobados por
las Cortes Supremas de cada Estado (Virginia, 1998; Washington, 1995); Australia, donde el
cdigo fue aprobado por los Presidentes de los Tribunales Superiores de los Estados y
Territorios Australianos (1997); Sudfrica, aprobndose su cdigo por los Presidentes del
Tribunal Supremo, Corte Constitucional y Cortes Superiores ( 2000); o Italia, donde el
Cdigo fue aprobado por la Asociacin Nacional de Magistrados ( 1994). En el caso de los
sistemas latinoamericanos, donde las funciones de gobierno del poder judicial suelen estar
atribuidas a las Cortes o Tribunales Supremos, son estos rganos los que han venido
elaborando y aprobando los diferentes Cdigos ticos vigentes en Amrica Latina.
506
La mayor parte de los instrumentos normativos obedecen al patrn de
los "principios", esto es, se manifiestan unas reglas generales susceptibles
de interpretacin en el caso particular; no es necesario a priori que sean
reglas fijas, pueden ser abiertas y generales. Normalmente, esta labor de
aplicacin de la regla tica al caso concreto deben realizarla las Comisiones
de tica o bien los rganos que tienen encomendada el ejercicio de la
facultad disciplinaria. De acuerdo a esta estructura, los cdigos ticos son
generalmente cortos, en tanto que compendian en pocos apartados los
principios ms importantes de la tica y deontologa judicial.
No obstante, hay que matizar que los instrumentos internacionales
que incluyen reglas de tica judicial responden a otra concepcin distinta de
la regulacin de la tica de los jueces. En este tipo de instrumentos
elaborados en el seno de organizaciones, organismos o asociaciones
supranacionales, por una parte, se amplia significativamente el mbito
material, alcanzando a aspectos estatutarios, regulados a nivel interno en
sede de derecho orgnico judicial (incompatibilidades, abstencin,
recusacin, aspectos procesales...), y, por otra parte, se incide en las
garantas para el ejercicio de la funcin jurisdiccional.
A) Instrumentos internacionales
507
En el mbito de los instrumentos internacionales, tenemos un primer
grupo que son los denominados "estatutos del juez". Estos estatutos tienen
un mbito material ms amplio, pues intentan establecer las bases del
estatuto del juez, fijando los derechos, deberes, condiciones y requisitos
relativos al ejercicio de la funcin jurisdiccional. Dentro de este catlogo de
derechos, deberes y garantas, se incluyen tambin determinadas reglas que
se refieren a la tica judicial316[13]
Dentro de los diferentes estatutos del juez existentes, unos han
surgido dentro del mbito de las asociaciones judiciales internacionales,
como el caso del Estatuto Universal del Juez, aprobado por la Unin
Internacional de Magistrados, o el Estatuto del Juez en Europa, aprobado
por la Asociacin Europea de Magistrados 317[14]
.
Otros se han aprobado en el seno de organizaciones internacionales,
como son los casos del Estatuto del Juez Iberoamericano, aprobado en la VI
Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Supremos de
Justicia (Santa Cruz de Tenerife, 2001) , o la Carta Europea sobre el
Estatuto del Juez, aprobado por el Consejo de Europa en 1998 318[15]
Estos Estatutos condensan de forma precisa el conjunto de derechos
y deberes de los jueces, as como las garantas que deben rodear la
actividad jurisdiccional, para salvaguardar el derecho a un proceso justo.
El Estatuto del Juez se construye de forma uniforme sobre dos
piedras angulares como son los principios de independencia e imparcialidad,
316[13]
En algn caso, como es el del Estatuto del Juez Iberoamericano aprobado en la VI
Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Superiores de Justicia
( Santa Cruz de Tenerife, 23-25 de mayo de 2001), hay un captulo especfico dedicado a las
reglas de tica judicial.
317[14]
El Estatuto Universal del Juez fue aprobado por la Unin Internacional de Magistrados
en la reunin del Consejo Central celebrada en Taipei ( Taiwan), el 17 de noviembre de
1999. En el caso del Estatuto del Juez en Europa elaborada por la Asociacin Europea de
Magistrados, fue aprobado en 20 de marzo de 1993 y 20 de abril de 1996. Ambos han
tenido gran influencia en otros instrumentos que regulan la tica judicial aprobados por
organismos internacionales.
318[15]
En el mbito del Consejo de Europa, tenemos dos instrumentos en la materia de
importante calado, cuales son la Recomendacin nm. R (94) 12 del Comit de Ministros
del Consejo de Europa a los Estados miembros sobre la independencia, eficacia y funciones
de los Jueces, y la Carta Europea sobre el Estatuto del Juez de 1998. La Carta Europea se
inscribe en el desarrollo de la Recomendacin del Comit de Ministros, con la finalidad de
construir un estatuto del Juez en el espacio comn europeo.
508
a partir de los cuales se establecen algunas reglas de tica judicial
(integridad, correccin, diligencia, dedicacin, deber de reserva..).
b) El Cdigo de Bangalore
Un paso ms haca la compilacin de las normas de tica judicial se
ha dado a travs del denominado Cdigo de Bangalore, aprobado en el
mbito de la Organizacin de Naciones Unidas.
Un primer instrumento normativo aprobado en el seno de la
Organizacin fueron los "Principios fundamentales relativos a la
independencia de los Jueces", aprobados en el VII Congreso de la ONU
para la prevencin del crimen y el tratamiento de los delincuentes y
ratificados por la Asamblea General de la ONU en el ao 1985.
Posteriormente, y referido a los fiscales, en el VIII Congreso de las Naciones
Unidas (1990) sobre prevencin del delito se aprobaron las directrices sobre
la funcin de los fiscales, que recoga normas deontolgicas referidas al
Ministerio Pblico.
En el primero de estos instrumentos se recogan unos principios
bsicos que han sido desarrollados de forma ms completa por los
Principios de Bangalore sobre la conducta judicial ( en adelante, Cdigo de
Bangalore), aprobado por el Grupo Judicial de Reforzamiento de la
Integridad Judicial, en el ao 2002.
El Cdigo de Bangalore pretende establecer unas reglas para la
conducta tica de los jueces, con vocacin de universalidad. Su influencia en
la evolucin normativa en la materia cabe pensar que ser de especial
transcendencia por su carcter compilador de los diversos cdigos vigentes
y por el procedimiento de elaboracin seguido, que ha determinado una
notable calidad del texto aprobado319[16].
319[16]
El Borrador del Cdigo de Bangalore fue elaborado en el seno de la ONU por un grupo
de expertos en el ao 2000, y discutido en varias conferencias judiciales, siendo revisado en
junio de 2002 por el Grupo de Trabajo del Consejo Consultivo de los Jueces del Consejo de
Europa. Finalmente, fue revisado en la Reunin en Mesa Redonda de Presidentes de
Tribunales Superiores, celebrada en la Haya el 25 y 26 de noviembre de 2002, y finalmente
aprobada por el Grupo Judicial de Reforzamiento de la Integridad Judicial de la Comisin de
Derechos Humanos de la ONU. En el Borrador se han tenido en cuenta cdigos de tica
judicial de diferentes sistemas y culturas, compendiando las reglas clave que aparecen en
todos ellos. As, a ttulo de ejemplo, se han manejado cdigos como los de Australia ( 1997),
509
El Cdigo de Bangalore responde a grandes rasgos a lo que es el
contenido de los cdigos ticos vigentes a nivel interno en el derecho
comparado: se trata de enunciar principios generales, sin excesivo
casuismo, acentundose esta caracterstica por su propia vocacin de
universalidad.
As, se recogen los grandes valores que deben regir la conducta de
los jueces ( imparcialidad, competencia, diligencia, responsabilidad...), los
cuales son de aplicacin en sociedades multiculturales. Las normas ticas
pivotan alrededor de tres cualidades esenciales del juez como son la
independencia, la imparcialidad y la competencia. A partir de estos
principios ticos, se construye el resto de los contemplados en el Cdigo
como son los de integridad, correccin, no discriminacin o diligencia.
La mayor aportacin del Cdigo de Bangalore es la de haber
mostrado, con vocacin universal, la va de la codificacin de las normas de
tica judicial, si bien hay determinados aspectos faltos de regulacin,
destacando sobre todo los de relaciones entre jueces y medios de
comunicacin, la escasa regulacin de la libertad de asociacin y ausencia
de regulacin sobre aspectos referidos a la vida social o privada del
juez320[17].
B) Cdigos internos
510
En el estudio centraremos la atencin fundamentalmente en los
cdigos de Estados Unidos e Italia, pues ambos son representativos,
respectivamente, de los sistemas de derecho consuetudinario y civil, y
ambos han tenido notable influencia en los instrumentos normativos
aprobados posteriormente en diferentes pases.
Como ya se ha indicado, existe una tradicin ms dilatada en esta
materia en Estados Unidos, donde hay cdigos de tica judicial tanto para
los jueces federales como para los jueces de los diferentes Estados.
En nuestro estudio, centraremos nuestra atencin en el Cdigo de
conducta para los jueces de los Estados Unidos, que fue inicialmente
adoptado por la Conferencia Judicial de los Estados Unidos el 5 de abril de
1973, y que ha sido modificado en determinados puntos en sucesivas
reformas de 1987, 1992, 1995 y 1996. Se aplica a los jueces federales,
habiendo sido adoptado tambin por el tribunal de impuestos y el tribunal
para las fuerzas armadas de Estados Unidos. Tiene modulaciones en los
casos de jueces de provisin temporal o jueces retirados reingresados al
servicio activo.
Indica KENNEDY 322[19]
que las reglas del cdigo estadounidense son
simples, algunas de ellas incluso obvias, y las resume en siete cnones: 1)
Los jueces debern mantener la integridad e independencia del poder
judicial; 2) Los jueces debern evitar la incorreccin y la apariencia de
incorreccin en todas sus actividades; 3) Los jueces debern desempear
los deberes de su cargo en forma imparcial y con diligencia; 4) Los jueces
pueden realizar actividades extrajudiciales para perfeccionar la ley, el
rgimen jurdico y la administracin de justicia; 5) Los jueces debern
ordenar sus actividades extrajudiciales de manera de reducir al mnimo el
riesgo de conflicto con sus deberes judiciales; 6) Los jueces debern
someter informes peridicamente sobre la compensacin recibida por
511
actividades relacionadas con la ley y extrajudiciales; y 7) los jueces debern
abstenerse de actividades polticas.
512
Pese a la inquietud codificadora de las reglas de tica judicial, son
muchos los pases que carecen de un cdigo de tica judicial, por lo que
apuntaremos brevemente los trazos ms destacados de la tica judicial en
estos pases.
Al igual que Espaa, gran parte de los pases europeos del sistema
continental carecen de normas o principios especficos de tica judicial,
como es el caso de Alemania, Francia o Portugal, si bien se estn
desarrollando diferentes iniciativas para codificar las normas de deontologa
judicial.
Podemos destacar otras iniciativas de codificacin de normas de tica
judicial, como es el caso de Mxico, donde se est redactando un cdigo de
tica para jueces federales; o el caso de Per, donde hay un proyecto de
cdigo de tica del poder judicial aprobado por la Comisin de Magistrados
para la Reestructuracin del Poder Judicial, actualmente en fase de debate.
Lgicamente, la ausencia de un cdigo especfico no significa que no
existan normas de tica judicial. As, por principio, las normas de derecho
orgnico judicial, en lo que es la regulacin del estatuto del juez, establecen
un conjunto de derechos y deberes del que caben extraer los principios
generales de la tica judicial.
As, en el caso de Francia, los principios de tica del juez se infieren
de la misma Constitucin de 1958, que configura al juez francs como un
juez independiente y garante de la libertad individual, imponiendo a los
magistrados el deber de respetar estos principios en el ejercicio de sus
funciones.
La Ley de 22 de diciembre de 1958 regula el estatuto de la
magistratura, dedicando tres artculos a los principios generales: art. 6, el
magistrado debe cumplir bien y fielmente sus funciones, guardar secreto de
las deliberaciones y conducirse en todo momento como un digno y leal
magistrado; art. 10, deber de reserva, y art. 43, considera falta disciplinaria el
magistrado que no respeta los deberes de su funcin, as como los principios
de honor, correccin y dignidad. Asimismo se regulan una serie de
513
incompatibilidades destinadas a reforzar la independencia e imparcialidad de
los magistrados ( arts. 8, 9.1, 9.2 y 32).
En el caso de Portugal, donde tambin se est trabajando en la
codificacin de las reglas de tica judicial, adems de la conformacin del
juez como independiente e imparcial que se deriva de su estatuto
-desarrollado en la Ley 21/1985, de 30 de junio, y sucesivas modificaciones-,
en el derecho procesal se establecen determinadas normas destinadas a
regular el correcto ejercicio de la magistratura, como son las del Cdigo del
Proceso Civil de 1995 relativas a la abstencin ( art. 89) y a las prohibiciones
( art. 122 a 124 y 620), todas ellas dirigidas a preservar la imparcialidad del
juez en el ejercicio de su funcin.
Tambin los rganos de disciplina judicial, a travs de sus
resoluciones, conforman un catlogo de conductas que son contrarias a la
tica judicial, definiendo y concretando las reglas generales de los textos
normativos, as como los comportamientos que deben considerarse que
afectan a la independencia e imparcialidad del magistrado. A este fin
obedece la decisin del Consejo Superior de la Magistratura francs de
publicar la jurisprudencia disciplinaria, lo cual facilita que se conozcan los
principios deontolgicos aplicables en el ejercicio de la funcin judicial.
Precisamente, tras los estudios realizados en el seno de la Comisin
de tica del Consejo Superior de la Magistratura francs 324[21], se ha
entendido ms conveniente la solucin de plasmar los principios
deontolgicos en un compendio, de publicacin anual, que comprenda los
textos legales y reglamentarios vigentes, y la presentacin analtica y
comentario de los principios que se derivan de las resoluciones del Consejo
Superior de la Magistratura y del Consejo de Estado en materia disciplinaria,
as como sobre las advertencias formuladas por una comisin encargada de
tica que se creara en el seno del Consejo Superior de la Magistratura.
La Comisin de tica de la Magistratura francesa entiende que es
beneficiosa la formulacin de principios de tica judicial, si bien cree
preferible este sistema al de un especfico cdigo deontolgico, por cuanto la
324[21]
Conclusiones presentadas por la Comisin de tica de la Magistratura al Ministerio de
Justicia en noviembre de 2003.
514
aprobacin de un cdigo de tica judicial no permite resolver todas las
dificultades ticas de los magistrados, pues no puede contemplar
exhaustivamente todas las situaciones que pueden plantearse, a la vez que
presenta un exceso de rigidez.
La compilacin de principios deontolgicos, de periodicidad anual,
complementada por el comentario de las decisiones disciplinarias y las
advertencias formuladas por el rgano competente del rgano de gobierno
de los jueces, sirve a los mismos fines que el cdigo deontolgico, esto es,
al debate en el seno de la magistratura, a la interiorizacin de los jueces de
tales principios y a la confianza de la sociedad en la justicia.
La solucin apuntada por la Comisin francesa puede tener viabilidad
en pases, como tambin es el caso de Espaa, donde el estatuto del juez
se regula ampliamente en las normas de derecho orgnico judicial. Adems,
en el ordenamiento francs, como en el caso del italiano, hay un tipo abierto
de infraccin disciplinaria consistente en la genrica vulneracin de los
deberes de la funcin y principios de honor, dignidad y correccin, lo que
permite una labor innovadora de los rganos de disciplina judicial en materia
del establecimiento de principios ticos, por va aplicativa del tipo
disciplinario abierto, cuando se fijan las conductas contrarias a la tica
judicial no contempladas especficamente.
515
En el aspecto organizativo, analizaremos los rganos especficos
encargados de velar por la aplicacin de las reglas ticas, bajo la
denominacin genrica de Comisiones de tica Judicial, que en ocasiones
cumplen funciones consultivas y de conformacin de lo que ha de ser la
buena conducta del juez en el caso concreto. En otras ocasiones, estas
Comisiones o Tribunales ejercen la potestad disciplinaria en relacin a las
faltas ticas cometidas por los jueces.
Como ya se ha indicado anteriormente, son numerosos los cdigos de
tica judicial vigentes en el mundo, por lo que hemos seleccionado algunos
de ellos para exponerlos con ms detalle. Al efecto, se han utilizado dos
criterios de seleccin: por una parte, se han seleccionado cdigos ticos
representativos a nivel internacional ( Cdigo de Bangalore de la ONU) y a
nivel nacional, utilizando criterios geogrficos y que sean representativos de
los distintos sistemas de derecho ( Estados Unidos, Italia, Canad,
Sudfrica); y, por otra parte, se han analizado tambin los cdigos ticos
ms modernos ( Chile (2003) y provincias de Santa Fe (2002) y Crdoba
(2003) en Argentina).
516
De forma general, cabe distinguir entre lo que son los principios ticos
de carcter universal ( probidad, honradez, dignidad...), de lo que son los
principios deontolgicos vinculados a la profesin de juez, en cuyo mbito se
encuentran destacadamente los de independencia e imparcialidad .
326[23]
326[23]
SANTAELLA LPEZ, M. "Etica de las profesiones jurdicas: textos y materiales para el
debate deontolgico". Universidad Pontifica de Comillas. Madrid. 1995. P. 18-19.
327[24]
M. ATIENZA ("tica judicial". Revista Justicia en el mundo. Nmero 10. 2002. P. 41-42),
indica que los tres principios rectores de la tica judicial ser el de independencia,
imparcialidad y motivacin, el cual puede incluirse tambin en el mbito del principio de
competencia. Cada uno de estos principios, seala el citado autor, requiere de una serie de
valores ticos: as, el principio de independencia exige autorrestriccin y modestia; el de
imparcialidad, sentido de la justicia y valenta; y, por ltimo, el de la motivacin se conecta
con la virtud de la prudencia que, en trminos aristotlicos, implica una capacidad, tanto
intelectual como moral, para aplicar los principios a los casos concretos.
328[25]
El art. 8.1 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos establece el derecho
de toda persona a ser juzgada por un tribunal "competente, independiente e imparcial".
517
sentido que no se deja influir por otros sujetos pblicos o privados en sus
decisiones; b) imparcial, tanto en la apariencia como el fondo, desligado de
cualquier prejuicio en relacin al asunto; y c) competente, formado y
dedicado en exclusiva a la funcin jurisdiccional.
a) Independencia
La independencia del juez es un valor bsico de los sistemas de
justicia democrticos, erigindose en presupuesto del valor esencial de la
imparcialidad.
En su sentido tico, el juez independiente es el que acta sin
influencia e indicacin exterior, en inters de una justicia vinculada tan slo
al derecho329[26].
As, de forma prcticamente uniforme, los diferentes cdigos ticos
establecen que el juez ha de resolver los asuntos con abstraccin de toda
influencia exterior, ya provenga la misma de sujetos pblicos o privados 330[27].
La independencia tiene una doble vertiente: a) externa, o de garanta
en el ejercicio de la funcin jurisdiccional, ms acusada en la formulacin
que se realiza en los diferentes estatutos del juez ( v.gr. Carta Europea,
Estatuto del Juez universal....); y b) interna, o tica, lo que supone que el
juez debe actuar inspirado por este valor, sin interferencias de las partes, de
los rganos superiores o de terceros, y sin prejuicios o reservas personales;
esta formulacin de la independencia en su sentido tico se realiza de forma
uniforme en los cdigos de tica judicial del mundo.
La conducta judicial independiente est relacionada con la regulacin
de aspectos tales como la relacin con los sujetos pblicos, la relacin con
las partes, sumisin a la ley, el deber de resolver, las incompatibilidades, la
329[26]
K. LARENZ "Derecho justo. Fundamentos de tica jurdica". Ed. Civitas. 1985. p. 182.
330[27]
A ttulo de ejemplo, Norma 1 Cdigo de Estados Unidos; art. 1 del Cdigo tico de los
Magistrados ordinarios de Italia; apartado 2 Principios de deontologa judicial de Canad;
art. 1 Principios de tica judicial de Chile; art. 1 Cdigo de tica para funcionarios y
empleados judiciales de Honduras. La misma regla se recoge de forma unnime en los
diferentes instrumentos normativos internacionales: Norma 1 de la Recomendacin del
Comit de Ministros del Consejo de Europa de 1994; Apartado 1 de la Carta Europea del
Estatuto de los Jueces del Consejo de Europa; Principio 1 del Cdigo de Bangalore;
Apartado 1 del Estatuto del Juez Iberoamericano...
518
libertad de asociacin o la libertad de expresin, los cuales analizaremos
detalladamente en el siguiente apartado.
b) Imparcialidad.
La imparcialidad est profundamente conectada con la tica, pues,
como indicaba RUIZ VADILLO331[28] , sin tica jams puede existir
imparcialidad.
En los Estados democrticos y de derecho, el proceso slo tiene
sentido desde la figura del juez imparcial: las partes renuncian a la
autodefensa y confan su derecho a la imparcialidad del juez que no se ha
inclinado de antemano por ninguna de las partes y que se sita ante ambas
sin ninguna predisposicin332[29]. En definitiva, un juez, para serlo, debe ser
imparcial.
Ello explica que gran parte de los cnones o normas ticas se dirijan
a establecer pautas que garanticen tal valor de la imparcialidad, tanto en su
dimensin interna, o actitud personal del juez, como en su dimensin
externa, o apariencia de imparcialidad del juez ante terceros, en tanto que
sta refuerza la confianza pblica en la justicia 333[30].
En cualquier caso, en la jerarqua de valores, se antepone la
sustancia ( ser imparcial) sobre la apariencia, por lo que no siempre se
contempla la apariencia de imparcialidad como regla de tica judicial en
algunos cdigos334[31].
La formulacin genrica del juez imparcial la encontramos tambin de
forma uniforme en todos los cdigos ticos del mundo, desarrollada en
331[28]
RUIZ VADILLO, E. "La tica y los jueces". ICADE, nm. 33, 1994, p. 42.
332[29]
K. LARENZ "Derecho justo. Fundamentos de tica jurdica". Ed. Civitas. 1985. p. 181.
333[30]
La teora de la apariencia, de raz anglosajona, alcanza un elevado significado en los
cdigos ticos comparados, en algn caso tambin por influencia del Cdigo de conducta
para los jueces de Estados Unidos, donde se acenta con especial nfasis la necesidad que
el juez observe una conducta que favorezca la confianza pblica en su independencia,
integridad e imparcialidad.
334[31]
De hecho, en los pases del sistema continental la influencia ms significada de la
nocin de apariencia se recibe a partir de la interpretacin realizada por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos del derecho a un proceso justo y a ser juzgado por un tribunal
imparcial, el cual progresivamente ha ido matizando esta interpretacin, poniendo el acento
de la imparcialidad no tanto en la ausencia aparente de prejuicios, como en la ausencia real
de los mismos.
519
diferentes aspectos: ausencia real y aparente de prejuicios, trato igualitario
de las partes y abogados, espritu abierto a los diferentes puntos de vista....
En su desarrollo, se fijan reglas sobre aspectos relevantes como son
las relaciones personales entre el juez y las partes o sus abogados, las
relaciones del juez con el objeto del proceso, o el deber tico de abstencin,
que se examinarn en el siguiente apartado.
c) Competencia.
El juez competente desde el punto de vista tico es un juez formado,
poseedor de un caudal de conocimientos, dedicado al ejercicio de su funcin
jurisdiccional, diligente y profesional.
Todas estas exigencias ticas se encuentran desarrolladas en los
diferentes cdigos ticos en aspectos tales como el deber de formacin, las
incompatibilidades en el ejercicio de la funcin judicial, la conducta y aptitud
personal del juez o el deber de motivacin de las resoluciones, que tambin
objeto de anlisis en el siguiente apartado.
520
De forma uniforme, los cdigos ticos del mundo establecen que el
juez ha de ser una persona ntegra e independiente, imparcial y que acte
con sumisin a la ley.
Los principios deontolgicos de Canad fijan un parmetro de
valoracin de lo que debe ser una conducta ntegra, al referirse al juicio de
una persona razonable, imparcial y bien informada ( apartado 3.1 335[32]),
resaltando que el respeto a las normas elevadas de conducta es esencial
para que exista confianza pblica en la justicia (apartado 2.4). La referencia
a una conducta del juez ajustada a los ms altos valores como exigencia
tica y con la finalidad de reforzar la confianza del pblico en la judicatura es
constante en todos las reglas de tica judicial ( art. 8 Cdigo de Italia,
apartado 1.6 Cdigo de Bangalore...)
Es necesario que el juez acte con sumisin a la ley, an en el caso
que est disconforme con ella336[33]. El respeto a la ley est recogido de forma
uniforme en los cdigos ticos del mundo, en los pases del sistema
continental, en los del anglosajn ( norma 1 y 2 Cdigo EEUU, norma 1
Cdigo Sudfrica...), y en los instrumentos internacionales ( apartado 1.1
Cdigo de Bangalore...).
521
Estas pautas de comportamiento correctas desde el punto tico son
de especial inters en los pases donde la seleccin de los jueces se realiza
conforme al denominado "modelo burocrtico", que se caracteriza por la
apertura del proceso selectivo a jvenes licenciados en Derecho sin
experiencia profesional previa. Es de especial importancia que estos jueces
jvenes, que no han ejercido una profesin anterior, tengan una referencia
cierta sobre lo que es correcto desde el punto de vista tico en el desarrollo
de su vida social338[35]
Por regla general, los cdigos ticos establecen la necesidad que el
juez se comporte en la vida social correctamente, con mandatos genricos y
de contenido tanto positivo como negativo.
Como mandato positivo, podemos citar el ejemplo del art. 1 del
Cdigo italiano de 1994 que establece que el juez, en la vida social, ha de
comportarse "con correccin, dignidad y sensibilidad al inters pblico".
Como formulacin negativa, puede citarse la de la norma 2 del Cdigo
de la Conferencia Judicial de Estados Unidos establece que "el juez debe
evitar el indecoro y la apariencia de indecoro en todas sus actividades" 339[36].
Tambin existen prohibiciones concretas derivadas de la necesidad
de correccin y dignidad en el comportamiento social del juez, siendo
uniforme la prohibicin de utilizar su posicin como juez para influir en las
relaciones sociales y obtener ventajas personales ( vid. por todos art. 2
Cdigo italiano).
Desarrollando aspectos de la conducta social del juez, en los cdigos
ticos se aborda la regulacin de las actividades extrajudiciales que puede
desarrollar el juez. Dentro del mbito de estas actividades extrajudiciales,
civil ante la moral, la tica y la deontologa" en AAVV " Etica de las profesiones jurdicas:
Estudios sobre deontologa". Universidad Catlica de San Antonio. Murcia. 2003. P. 851)
indica que no es posible disociacin entre vida pblica y privada, especialmente en zonas
rurales y de limitada demografa. Estas opiniones doctrinales responden a la necesidad de
que el juez d apariencia de persona correcta y digna para el ejercicio de la alta funcin que
desempea como presupuesto de confianza social en la justicia, lo que explica que los
cdigos ticos entren en aspectos que afectan a la vida privada del juez.
338[35]
La importancia de las normas de conducta ticas en la vida social ha sido subrayada
por diversos autores, como Dennis SALAS, y est tambin en la razn de ser de la
progresiva incorporacin de contenidos de tica judicial en la formacin inicial de los jueces.
339[36]
En similares trminos se establece en el apartado 4.1 del Cdigo de Bangalore, art. 3
Cdigo de Chile, art. 3.5 Cdigo de Santa Fe (Argentina).
522
pero en otro plano, se incluyen las normas ticas sobre incompatibilidades,
las cuales analizaremos en el punto siguiente, por lo que ahora nos
referiremos a actividades extrajudiciales fuera del mbito del derecho.
Como principio general, se establece la obligacin que el juez controle
sus actividades de modo que minimicen el riesgo de conflicto con sus
actividades judiciales ( v.gr. norma 2.b) Cdigo de la Conferencia Judicial de
EEUU; apartado 6.2 Principios de Deontologa Judicial de Canad; apartado
2.3 Cdigo de Bangalore.. ).
Las actividades extrajudiciales a que el juez puede dedicarse son las
vocacionales ( artsticas, deportivas, sociales o culturales) y las actividades
cvicas y caritativas, establecindose un lmite tico cual es que tales
actividades desarrolladas por el juez en su vida social no afecten a la
dignidad de la funcin judicial ni a su imparcialidad (v.gr. norma 2 Cdigo de
la Conferencia Judicial de Estados Unidos; apartado 6.c principios de
deontologa de Canad...).
Otro aspecto que se aborda es el patrimonio del juez, funcin que
genera una obligacin tica de transparencia, que se concreta en diferentes
formas. As, en el caso de Estados Unidos, la norma 6 del Cdigo establece
la obligacin del juez de informar de la cantidades percibidas por l en
actividades relacionadas con el derecho y en actividades extrajudiciales 340[37].
Por tanto, la formulacin de la mayora de los cdigos ticos sobre la
conducta personal del juez en su vida social y privada es genrica,
regulando con cierto detalle las actividades extrajudiciales.
La concrecin de las conductas privadas del juez que son reprobables
desde el punto de vista tico, se recoge en algunos casos en los propios
cdigos ticos341[38]; en otros casos, la concrecin se realiza por medio de
340[37]
Tambin en el mismo sentido, el art. 17 del Cdigo de tica y Disciplina de Venezuela
cuando establece que el juez ha de estar en permanente disposicin de demostrar la licitud
de sus bienes e ingresos. Por su parte, el art. 7 de los Principios de tica Judicial de Chile,
en una formulacin ms cercana a la apariencia, establece que debe evitarse toda
ostentacin que pueda plantear dudas sobre la honestidad o correccin personal del juez.
Por ltimo, el art. 3.18 del Cdigo de Crdoba (Argentina) establece el control del patrimonio
del juez a travs de una declaracin jurada que debe realizar al acceder al cargo.
341[38]
En algunas normas orgnicas se tipifican conductas de la vida privada del juez, al
modo que se haca en nuestra LOPJ de 1870. As, por ejemplo, el Cdigo de tica y
Disciplina de Venezuela tipifica como falta leve la concurrencia habitual a casinos de juegos
o establecimientos de forma que afecte a la dignidad del cargo ( art. 50); el canon XXIV del
523
decisiones disciplinarias por vulneracin grave del genrico deber del juez
de comportarse de forma correcta o digna en la vida social 342[39].
c) Dedicacin e incompatibilidades
En los cdigos ticos del mundo se formula de manera uniforme el
deber tico del juez de dedicarse plenamente a la funcin jurisdiccional
( entre otras, norma 4 EEUU; apartado 4.1 Principios Canad, art. 3.10
Cdigo Crdoba (Argentina)...) , lo que supone, en su faceta negativa, que
no puede desempear ms que aquellas actividades que estn
expresamente autorizadas.
Generalmente, las normas sobre incompatibilidades se encuentran
dentro de las normas de derecho orgnico judicial, por lo que en algunos
cdigos ticos internos no estn contempladas.
En los cdigos ticos en que las incompatibilidades son objeto de
regulacin expresa, la regla general es que el juez slo puede dedicarse a
otras actividades siempre que cumpla sus deberes judiciales; las actividades
a que puede dedicarse son aquellas tendentes a mejorar el derecho, el
sistema legal y la administracin de justicia ( v. gr. norma 4 Cdigo de la
Conferencia Judicial de Estados Unidos, apartado 4.11 Cdigo Bangalore,
art. 3.9 Cdigo Crdoba (Argentina)..).
En los pases que responde al denominado "modelo anglosajn de
juez", esto es, que es reclutado entre profesionales del Derecho con amplia
trayectoria profesional, se presta especial atencin a las incompatibilidades
que puedan derivarse de su anterior ejercicio profesional. 343[40]
Cdigo de Puerto Rico prohbe al juez asistir a lugares de dudosa reputacin o ingerir
bebidas alcohlicas inmoderadamente en sitios pblicos; el Cdigo de tica de Honduras,
en su art. 8, prohbe al Juez concurrir a lugares de bebidas, prostbulos y similares.
342[39]
Por ejemplo, en el caso de Italia, la Sezione disciplinaria, en base a ese genrico deber
de correccin del juez ha entendido como sancionables conductas tales como el hacerse
notar en un espectculo pblico en estado de evidente embriaguez ( Resolucin 20 mayo
1983 ( procedimiento 8/1980). En cualquier caso, la sancin se produce en el caso de
conductas contrarias a la tica especialmente cualificadas por la gravedad o por la
reiteracin.
343[40]
Es el caso de los jueces federales de Estados Unidos, son elegidos entre abogados,
que son evaluados por la American Bar Association, y designados conjuntamente por el
poder ejecutivo y legislativo. Lgicamente, y de acuerdo a la procedencia de los jueces
federales, el Cdigo de tica de la Conferencia Judicial de EEUU presta especial atencin a
los conflictos que pueden presentarse por la procedencia de los jueces federales, entre ellos
el de las incompatibilidades.
524
El juez no puede ser abogado, rbitro o mediador ni puede participar
o ser asesor en materia financiera ( v.gr. norma 5 Cdigo de la Conferencia
Judicial de Estados Unidos, apartado 4.12 Cdigo de Bangalore..); por
excepcin, puede defenderse a s mismo o a su familia ms cercana sin
compensacin econmica ( norma 5.f Cdigo EEUU).
d) Formacin
La formacin es un deber tico del juez, integrada en el concepto ms
amplio de competencia. La sociedad espera de quien debe juzgar que tenga
conocimientos suficientes y actualizados para llevar a cabo su funcin, lo
que significa que la formacin continua es parte de la obligacin tica de un
juez344[41].
Incluso, se ha subrayado por COULON que es un deber del juez el de
la propia formacin tica, tanto en la capacitacin inicial como en la
formacin continua de los jueces: un juez debe conocer las reglas de tica
en su ejercicio profesional y, posteriormente, profundizar y debatir en las
mismas345[42].
La formulacin de este deber tico lo encontramos en la mayor parte
de los cdigos ticos del mundo, con diferentes expresiones. Especial
inters reviste el art. 3 del Cdigo de Italia que lo incluye como integrante del
deber de diligencia, estableciendo la obligacin del juez de profundizar en
sus conocimientos profesionales en los sectores en los que desenvuelve su
actividad. En el mismo sentido, el apartado 6.4 del Cdigo de Bangalore,
cuando exige del juez que se mantenga informado de los cambios
normativos 346[43].
344[41]
A. KENNEDY "La tica judicial y el imperio del derecho.." cit. p. 1.
345[42]
La formacin inicial y continuada en tica judicial est ya dentro de los programas de
formacin de diferentes escuelas judiciales del mundo, como es el caso de la Ecole
Nationale de la Magistrature francesa en el programa correspondiente al ao 2004.
346[43]
El art. 3.4 del Cdigo de Santa Fe (Argentina) establece el deber tico del juez de
capacitacin permanente tanto en el derecho como, en general, en aquellas materias y
tcnicas que puedan favorecer al mejor cumplimiento de su funcin.
525
e) Relaciones con las partes y abogados
En las relaciones con los sujetos que intervienen en el proceso, y con
las partes y abogados en particular, se establece como regla general el
deber de trato igualitario y no discriminatorio, a la vez que correccin y
cortesa con todos ellos. Asimismo, se prohibe cualquier conducta que pueda
levantar sospechas razonables o tener apariencia de favoritismo o
parcialidad.
En las relaciones con las partes y sus abogados, el principio rector es
el de imparcialidad, entendida sta en su proyeccin interna, como la
ausencia de cualquier prejuicio personal 347[44] o de inters directo o indirecto
derivado de sus relaciones con las partes, y en su proyeccin externa,
establecindose como mandato tico el de no dar apariencia de que las
partes pueden influir en el juez.
A partir de estas reglas genricas, las reglas ticas se dirigen
fundamentalmente a regular los supuestos de abstencin del juez en un
determinado asunto.
El deber tico de abstencin se liga fundamentalmente a la
apariencia, de manera que se recoge con especial intensidad el deber del
juez de abstenerse en aquellos procesos en que su imparcialidad se pueda
cuestionar razonablemente, con lo que se admite implcitamente la
abstencin por graves razones de oportunidad ( norma 3.c Cdigo EEUU,
art. 9 Cdigo de italia, apartado 6.e principios Canad...) 348[45].
Con cierta uniformidad, se estiman relaciones personales que deben
determinar la abstencin del juez el parentesco con las partes, la amistad o
enemistad, el haber participado como abogado o trabajado con uno de los
347[44]
Seala J.C.BERLIOZ ( "Ethique du magistrat du parquet l'audience" en VVAA "La
responsabilit du juge". Escuela Judicial de Francia. 2002. P. 58-60)) que el magistrado
debe distanciarse de sus sentimientos, ser prudente y evitar tomar partido por alguna de las
partes ( en el proceso penal, por la vctima o el acusado): debe dejar que aflore la verdad en
el juicio lo mejor posible. En definitiva, la imparcialidad no slo significa ser tercero ajeno al
conflicto, sino tambin actuar como tal.
348[45]
Expresaba grficamente Piero PAJARDI ("La tica del magistrado". Revista de Derecho
Privado. 1977. p. 668) que el magistrado debe evitar con gran escrupulo que las partes no
estn serenas y confiadas para aceptar su decisin y si ve que hay motivos de oportunidad,
por relaciones humanas o intereses personales, para que otro decida, debe utilizar el poder
de abstencin.
526
abogados del proceso349[46] ( norma 3.c Cdigo EEUU, apartado 2.5 Cdigo
de Bangalore...).
En el caso de Estados Unidos, se contempla especficamente la
posibilidad que el juez pueda poner en conocimiento de las partes las
circunstancias concurrentes y, caso que ambas partes estimen de consuno
que no es necesaria la abstencin, continuar conociendo del proceso
( norma 3.d Cdigo EEUU..).
Otro aspecto que se regula con cierto detalle es el de las entrevistas
personales con las partes y con los abogados. En principio, y por iniciativa
del juez, est contemplada la entrevista personal de forma separada, ya sea
con las partes o con sus abogados, en el Cdigo de la Conferencia Judicial
de EEUU con la finalidad de mediar o poner fin al proceso, y siempre con la
conformidad de ambas partes ( norma 3.a).
En los dems casos, se regulan las entrevistas personales en
diferente sentido. En Estados Unidos, hay una genrica prohibicin que este
tipo de entrevistas sirvan para que se formulen alegaciones, por no ser
cauce legalmente previsto ( norma 3.a EEUU...). En el cdigo de Santa Fe
(Argentina) se prohbe las conversaciones privadas con las partes, debiendo
recibirse a los litigantes en el despacho del juez y a presencia del secretario
( art. 4.5); en el cdigo de Crdoba ( Argentina), el comportamiento tico del
juez se define en trminos de imparcialidad, de manera que cuando concede
audiencia a una de las partes, debe ofrecer a la otra igual posibilidad de
orla, invitndola al efecto ( art. 3.6)350[47].
349[46]
El haber trabajado con uno de los abogados de las partes es causa de abstencin
contemplada en pases donde los jueces son seleccionados entre abogados. En nuestro
mbito interno, acaso habra de considerarse la traslacin de tal causa de abstencin para
los jueces que previamente han ejercido la abogaca, mayormente por la existencia de la va
de acceso donde tal situacin es bastante frecuente, cual es la del turno de juristas de
reconocido prestigio.
350[47]
En el tema de entrevistas personales de los jueces con los litigantes o con los
profesionales, lo esencial es que se mantenga esta actitud de imparcialidad del juez en la
entrevista. En este sentido, subrayamos los atinados consejos de DEL MORAL (op. cit.
2003, p. 852) cuando indica que el juez debe medir cuidadosamente sus palabras, evitando
cualquier tipo de asesoramiento o de adelanto de su decisin; a lo ms que puede llegar es
a manifestar que se resolver conforme a derecho.
527
f) Relaciones con otros jueces y con terceros
Las relaciones del juez con los dems jueces estn informadas por el
genrico deber de trato correcto.
El juez tiene el deber de garantizar que otros jueces cumplan
correctamente con su funcin, lo cual se proyecta en tres deberes diferentes:
a) el deber del juez de garantizar el cumplimiento de los deberes de otros
jueces en el ejercicio de sus funciones de gobierno; b) el deber del juez de
no inmiscuirse en el ejercicio de la funcin jurisdiccional de otros jueces; y c)
el deber del juez de garantizar el correcto ejercicio de la funcin judicial por
otros jueces, debiendo denunciar aquellas conductas irregulares o contrarias
a los deberes profesionales de las que tenga conocimiento ( norma 3.B.3 y
3.B.5 Cdigo EEUU, apartado 4.4 Principios Canad, art. 2 Cdigo de Chile,
art. 5.4 Cdigo de Santa Fe (Argentina)..).
Cuando acta en va de recurso, el juez debe abstenerse de emitir
juicios sobre la capacidad profesional de otros jueces, salvo en los casos
estrictamente necesarios ( v. gr. art. 12 Cdigo italiano)
En orden a la relacin con sujetos pblicos y con los ciudadanos, se
proscribe cualquier tipo de intervencin o influencia en el rea del ejercicio
de la funcin de otros poderes pblicos (v. gr. art. 2 Cdigo italiano).
Asimismo, es deber tico el no aceptar nombramientos para cargo no
relacionado con la funcin judicial, salvo autorizacin del rgano competente
( v. gr. norma 5.g Cdigo EEUU). Por ltimo, se establece un deber de
colaboracin con otros poderes ( v. gr. art. 14 Cdigo italiano...).
g) El juez en el proceso
En el proceso, es deber tico del juez el ser respetuoso y corts en el
trato con litigantes, jurados, testigos, abogados y otros, y requerir idntica
conducta de los mismos, as como del personal sujeto al control judicial
(norma 3.a Cdigo EEUU; apartado 6.b principios Canad, norma 12 Cdigo
Sudfrica, apartado 6.6 Cdigo de Bangalore..).
528
Tiene un genrico deber de diligencia, debiendo tramitar gilmente los
asuntos confiados ( norma 3.a.4 Cdigo EEUU...), y evitando intiles
inconvenientes a los intervinientes en el proceso ( art. 11 Cdigo tico
italiano)351[48].
Tambin se resalta un deber tico de conciliar los intereses
contrapuestos que se le hayan sometido, favoreciendo la finalizacin del
proceso mediante un acuerdo amistoso de las partes ( norma 3.a EEUU,
Principio V de la recomendacin (94) 12 del Consejo de Europa...)
Por ltimo, tiene el deber de respetar la posicin de los dems
intervinientes en el proceso, asegurando el pleno ejercicio del derecho de
defensa ( art. 11 Cdigo italiano..)352[49].
h) La funcin de juzgar
El juez tiene el deber tico de analizar y decidir los asuntos que se le
hayan asignado ( v.gr. norma 3 Cdigo EEUU..).
El juez debe juzgar en funcin de un estudio de las actuaciones, de
acuerdo a su valoracin de los hechos y aplicando la ley, libre de cualquier
influencia ajena, directa o indirecta, y de cualquier prejuicio.
En este sentido, se establece el deber tico del juez de superar los
prejuicios ideolgicos o los provinientes de la influencia de su familia o
relaciones sociales (art. 12 Cdigo italiano, apartado 4.7 y 5 Cdigo de
Bangalore..).
A la hora de motivar, tambin se establece en algn caso el deber
tico de evitar pronunciarse sobre hechos o personas extraas al objeto de
la causa ( v.gr. art. 12 Cdigo italiano...).
i) Responsabilidades administrativas
351[48]
A partir de este deber tico de evitar intiles inconvenientes a los intervinientes en el
proceso, se pueden construir concretas obligaciones como la de ordenacin racional de
sealamientos, puntualidad, etc.
352[49]
En este punto, como seala ANDRS IBAEZ ( "tica de la funcin de juzgar" en
VVAA "Etica de las profesiones jurdicas". Universidad Pontificia de Comillas.2001. p. 79), el
derecho de defensa no se ejercita contra el juez, por lo que ste debe reconocer
"deportivamente", esto es, imparcialmente, el mximo espacio al ejercicio de este derecho.
529
En el mbito de las responsabilidades administrativas, es deber tico
del juez el ejercerlas con un nivel adecuado de competencia y diligencia.
Este deber se extiende a la necesidad de exigir el mismo grado de
diligencia por parte del personal o personas que estn sometidas a su
control ( Norma 3.B Cdigo EEUU, art. 14 Cdigo italiano, norma 11 Cdigo
Sudfrica...).
El deber tico del juez tambin se extiende al uso adecuado de los
medios materiales o personales puestos a su disposicin ( art. 4 Cdigo
italiano, art. 6.6 Cdigo Santa Fe ( Argentina)) , prohibindose la utilizacin
de los mismos para actividades extrajudiciales, salvo que se trate de usos
mnimos ( norma 5.h Cdigo EEUU...).
Asimismo, en el mbito de las relaciones con sus subordinados y
colaboradores, debe comportarse con respeto, educacin y correccin ( v.gr.
art. 10 Cdigo tico italiano)
353[50]
Por excepcin, en algunos casos, como el de algunos Estados de EEUU, se permite a
los jueces ser miembros de partidos polticos porque tienen que pertenecer a algn partido
para poder ejercer su derecho a voto en las elecciones primarias. En estos casos, slo se le
permite al juez participar en el proceso de votacin, sin que pueda usar su nombre para
promover una causa poltica.
530
organizaciones ( norma 6 Cdigo Sudfrica, apartado 5.2 Principios
Canad...).
Por ltimo, y como lmites del derecho de asociacin, se prohibe que
el ingreso en asociaciones que puedan afectar de alguna manera al ejercicio
de la funcin judicial. En el caso de Italia, el art. 7 del Cdigo de 1994
prohibe la pertenencia a asociaciones que requieran de la prestacin de
promesa de fidelidad o que no aseguren la plena transparencia sobre la
participacin en las mismas de los asociados354[51].
Por el contrario, y desde el punto de vista de los derechos y en tanto
que conducta conforme a la tica judicial, se reconoce de forma uniforme en
los diferentes cdigos ticos del mundo el derecho de los jueces a fundar y
pertenecer a asociaciones profesionales de jueces.
354[51]
El art. 7 del Cdigo italiano responde a la existencia en Italia de organizaciones de la
masonera, cuya afiliacin a las mismas por parte de los jueces es sancionada
disciplinariamente por violacin del art. 18 del RDL 31.5.46, n. 511, al considerarse una
conducta contraria a los deberes del juez, y en tanto que el ordenamiento jurdico interno de
la masonera impone al afiliado la obligacin de subordinacin jerrquica, lo que se
considera incompatible con el ejercicio de la funcin jurisdiccional sin condicionamiento ni
vnculo externo ( Resoluciones de la Sezione Unite Civile n. 9031 de 18 septiembre 1997 y
n. 10598 de 28 de octubre de 1997).
GABALDN LPEZ, J. "Reflexiones sobre la tica judicial" en AAVV
355[52]
531
cuando establece que el juez debe evitar a su propia iniciativa dar noticias
relativas a su actividad y que debe observar criterios de "equilibrio y medida"
al hacer declaraciones o emitir opiniones. En el mismo sentido, el apartado
6.d de los Principios Deontolgicos de Canad establece que el juez no
debe participar en debates pblicos que afecten a su imagen de
imparcialidad relativa a los asuntos que le puedan ser confiados.
532
crean rganos con funciones consultivas en materia de tica judicial. En
otros supuestos, los rganos encargados de velar por el cumplimiento de las
reglas de tica judicial tienen funciones exclusivamente disciplinarias,
imponiendo sanciones por faltas ticas. Por ltimo, hay pases con cdigo
tico que no tienen una estructura organizativa especfica, donde las faltas
ticas son examinadas y, en su caso, sancionadas por los rganos de
disciplina judicial357[54].
357[54]
Es el caso de Italia, donde la potestad disciplinaria la ejercen la Sezione Disciplinaria
del Consiglio Superiore de la Magistratura, en primera instancia, y la Sezione Unite Civili de
la Corte Suprema, en va de recurso. Estos rganos son los que a la postre sancionan las
faltas de tica judicial a travs del tipo abierto de infraccin disciplinaria del art. 18 de la
llege sulle guarantigie de la magistratura.
533
B) Los rganos con funciones de disciplina : los Tribunales de
tica
534
Cualquier ciudadano o cualquier juez puede presentar una queja
contra otro juez.
El procedimiento depende de la gravedad de la falta o de su
reiteracin.
En los casos graves, la sancin disciplinaria puede incluir una censura
pblica y una orden al juez transgresor que se le retiren determinados casos.
En los casos muy graves, de patente violacin de la tica judicial o
delito, el juez presidente defiere al juez transgresor al Senado de Estados
Unidos para que se le haga un juicio poltico, pudiendo ser el juez destituido
( en los diez ltimos aos hubo dos juicios polticos y en ambos el juez fue
destituido).
En los estados, hay comisiones que en ocasiones estn compuestas
tambin por ciudadanos particulares.
As, por ejemplo, en el Estado de Texas: existe un cdigo de tica
judicial ( Texas Code of Judicial Conduct) y una Comisin Estatal de
Conducta Judicial con funciones disciplinarias; es un rgano constitucional
con el deber de investigar y enjuiciar alegaciones de mala conducta por
jueces en Texas ( art. 5, seccin 1,a, de la Constitucin de Texas).
Est compuesta por once miembros, cinco jueces nombrados por la
Corte Suprema de Texas, dos abogados por el Colegio de Abogados de
Texas y cuatro ciudadanos nombrados por el Gobernador de Texas.
La Comisin puede adoptar distintas sanciones disciplinarias
( reprensin privada, pblica, suspensin o iniciar un proceso de
separacin); de caractersticas singulares son la posibilidad de dictar una
orden de educacin adicional o aceptar la renuncia del Juez en lugar de la
accin disciplinaria.
535
A continuacin vamos a plasmar los apuntes conclusivos que
destacamos en la regulacin de tica judicial en el mundo, con referencia a
lo que podra trasladarse al caso espaol, que es el tema principal de este
trabajo de investigacin.
536
a travs de sus asociaciones profesionales. Por este motivo, la codificacin
de las normas de tica judicial no puede alcanzar a aquellas materias
estatutarias sujetas a la reserva de ley, de tal manera que debe proyectarse
sobre aspectos no regulados o desarrollar los ya regulados legalmente.
Trasladado el supuesto al caso de Espaa, y de acuerdo al patrn de
codificacin ms seguido en el mundo, debera ser el Consejo General del
Poder Judicial, como rgano de gobierno de los jueces, quien tomara la
iniciativa sobre la codificacin de las normas de tica judicial, aprobndolas
finalmente, despus de seguir un procedimiento de elaboracin en el que, en
todo caso, deberan tener intervencin los propios jueces, individualmente o
a travs de las asociaciones profesionales.
El marco normativo espaol determinara una regulacin de la tica
judicial que debera proyectarse fundamentalmente sobre los aspectos no
regulados en las normas orgnicas, de forma similar al caso italiano.
De forma especialmente relevante, deberan tomarse como referencia
las reglas ticas recogidas en los instrumentos normativos aprobados por las
organizaciones o asociaciones supranacionales, siendo que estos
instrumentos ( Estatuto internacional del juez, Estatuto del Juez
Iberoamericano, Carta Europea del Estatuto del juez, Cdigo de Bangalore..)
han sido aprobados con la finalidad que tengan aplicacin en cualquier
sistema jurdico de los de su mbito.
537
realizarse en el seno de un rgano encargado de la tica judicial que se
creara en el seno del Consejo Superior de la Magistratura.
Esta solucin sirve tambin a las finalidades que cumplen los cdigos
ticos, puesto que sirve a la publicidad, conocimiento y certeza en materia
de principios de tica judicial, a la vez que su renovacin peridica, lo
convierte en elemento de debate y reflexin para los propios miembros del
colectivo judicial.
En Espaa, una solucin de estas caractersticas pasara por la
compilacin de los principios deontolgicos que se derivan de las normas
legales y reglamentarias en el seno del Consejo General del Poder Judicial,
a cuyo efecto sera necesaria la creacin de un rgano con competencias en
materia de tica judicial, y con la incorporacin de los principios que se
derivan de las resoluciones en materia disciplinaria que se adopten por el
propio Consejo General del Poder Judicial a travs de los rganos que
tienen atribuida la competencia, singularmente la Comisin Disciplinaria y el
Pleno, y por el Tribunal Supremo.
La validez de la solucin compiladora se encuentra ms matizada en
el caso espaol al no existir un tipo abierto de infraccin disciplinaria
consistente en la genrica vulneracin de los deberes de la funcin judicial y
de los principios de honor, dignidad y correccin. Sin embargo, el catlogo
de faltas disciplinarias recogido en los arts. 417 a 419 de la LOPJ es lo
suficientemente amplio como para inferir de las decisiones gubernativas y
jurisdiccionales en materia disciplinaria un amplio catlogo de conductas
contrarias a la deontologa judicial.
538
Los cdigos con sancin son aquellos en que la vulneracin de las
normas ticas puede ser objeto de un procedimiento de naturaleza
disciplinaria por falta deontolgica, generalmente para los casos de
vulneraciones graves o reiteradas, como es el caso del cdigo federal de
Estados Unidos.
Los cdigos sin sancin son aquellos que se limitan a enunciar los
principios o reglas de tica judicial que se estiman adecuados, sin preveer
sanciones disciplinarias especficas por su vulneracin, a salvo desde luego
de la aplicacin del rgimen disciplinario comn en su caso. Es el caso de
Canad o Sudfrica.
Dentro de los cdigos sin sancin, en el caso de Italia se ha
alcanzado especial transcedencia aplicativa, al servir de referencia cierta
para la aplicacin del tipo abierto de conducta contraria al prestigio de la
magistratura, contemplada en el art. 18 de la llege sulle guarantigie de la
magistratura.
En el caso de Espaa, y de acuerdo al marco normativo vigente,
deberamos decantarnos por un cdigo de tica judicial sin sancin, pues en
otro caso sera necesaria la reforma de la legislacin orgnica.
Es sabido que en nuestra legislacin orgnica se carece de un tipo
abierto de infraccin disciplinaria, pero tambin se ha indicado que hay un
amplio catlogo de tipos disciplinarios que cabe pensar que permitiran una
amplia transcendencia aplicativa de un cdigo de tica judicial. De hecho,
determinados tipos disciplinarios de nuestro derecho orgnico inciden de
forma nuclear en aspectos de tica judicial que son regulados en los cdigos
ticos del mundo ( deber de reserva, conducta procesal, falta de
diligencia...), por lo que la existencia de un cdigo tico espaol podra servir
de referencia interpretativa cierta a la hora de enjuiciar conductas
merecedoras de reproche disciplinario.
539
El edificio tico judicial se asienta sobre tres piedras angulares cuales
son la independencia, la imparcialidad y la competencia.
A partir de estos principios rectores se construye todo el sistema de
tica judicial de forma uniforme en los cdigos ticos del mundo.
La regulacin alcanza a todos los aspectos que tienen relacin con la
conducta profesional del juez, extendindose a aspectos extrajudiciales
( actividades que puede realizar), sociales ( conducta social), relaciones con
otros sujetos pblicos o privados en su condicin de juez, o a las
modulaciones en el ejercicio de sus derechos fundamentales en su doble
condicin de juez y de ciudadano ( libertad de expresin o libertad de
asociacin).
En el caso espaol, los valores ticos del juez tambin han de partir
de dichos principios rectores, en tanto que responden al juez del Estado
democrtico y de derecho, a partir de los cuales se ha de construir el
arquetipo de buen juez en sus diferentes facetas.
540
formular los jueces y que puedan servirles de orientacin en su conducta,
cuando se les plantee un conflicto tico.
La creacin de rganos con funciones especficas en materia de tica
judicial tiene un importante papel en la efectiva aplicacin de las reglas de
tica judicial, ya sea mediante el ejercicio de funciones consultivas, ya sea
mediante la investigacin de las conductas contrarias a las normas
deontolgicas y su correccin, no necesariamente en sede disciplinaria.
BIBLIOGRAFA
541
AAVV "Etica de las profesiones jurdicas: Estudios sobre deontologa".
Universidad Catlica de San Antonio. Murcia. 2003. Vol. II.
RUIZ VADILLO, E. "La tica y los jueces". ICADE, nm. 33, 1994.
542
ZANCHETTA, P.L. "Appunti sulla deontologia dei magistrati
(Riflessioni a margine di un saggio". Questione giustizia. Nm. 2 . 2000.
TERCERA PARTE
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
543
Esta Tercera parte del Trabajo de investigacin realizado, incluye las
Conclusiones obtenidas y una Propuesta para elaborar un Cdigo tico. De
ese modo, y tras la exposicin de los Fundamentos, Datos y Temas, se
finaliza con la ltima etapa del recorrido efectuado, que nos permite
disponer, de modo ordenado, de las ideas finales extradas de la
investigacin.
I. CONCLUSIONES GENERALES
544
2. El consenso no es en ningn caso una valoracin positiva o negativa del
contenido concreto de lo que se consensa. Tiene un carcter fundacional.
Para que ese acuerdo fundacional no sea vaco, sino que fundamente la
tica de la profesin judicial en el futuro, se establecen dos principios , que
son a la vez, puntos de partida y razones que obligan, ms a la inteligencia
que a la conciencia : el principio de respeto a la propia identidad y el
principio de reciprocidad.
545
no lo est su personalidad. La teora y la practica se coimplican.
546
accesibilidad, mejor capacidad comunicadora: en suma, ms cercana a una
sociedad que la respeta pero que an no logra confiar en ella.
547
al proceso debido y resolucin del mismo en un plazo razonable,
9)Motivacin adecuada de las resoluciones judiciales; y 10)Obligacin de
guardar secreto profesional.
548
iniciaron 61. Por el contrario, en 2003 el nmero de expedientes incoados
descendi a 52. Es de significar, asimismo, la creciente intervencin de las
Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia en la
mencionada incoacin de expedientes disciplinarios, que pas de 11
expedientes en 1998 a 20 expedientes en 2003. En cuanto al tipo de
infracciones disciplinarias a que aluden los mencionados expedientes, debe
destacarse que el retraso injustificado en la iniciacin o tramitacin de
procedimientos, seguidas del incumplimiento injustificado o inmotivado de
los plazos legalmente establecidos y de las faltas de consideracin
constituyen los ilcitos disciplinarios que han dado lugar a mayor nmero de
incoacin de expedientes a lo largo de los expresados aos. En lo que
respecta, finalmente, a los expedientes que han concluido con sancin 21
en el ao 1998, 22 en 1999, 26 en el ao 2000, 32 en 2001, 37 en 2002 y,
por ltimo, 26 en 2003-, las sanciones ms frecuentes han sido las de
advertencia y multa.
549
prxima (el estudio suficiente del caso y la aplicacin racional de esa
experiencia). Estamos, pues, hablando de una capacitacin inicial
demostrada, pero no slo eso, sino tambin de una dedicacin especial al
conocimiento del caso y , por supuesto, de una formacin permanente y
continuada.
La Ley Orgnica del Poder Judicial ha puesto especial atencin en la
capacitacin y formacin de los jueces. As, el art. 301 nos dice que el
ingreso en la carrera judicial estar basado, entre otros, en el principio de
capacidad para el ejercicio de la funcin jurisdiccional, y que en el proceso
selectivo se debe garantizar la idoneidad y suficiencia profesional de las
personas seleccionadas para el ejercicio de la funcin jurisdiccional. Por su
parte, la Escuela Judicial, centro de seleccin y formacin de jueces, tendr
como objetivo, segn el art. 307 LOPJ, proporcionar una preparacin
integral, especializada y de alta calidad a los miembros de la carrera judicial,
as como a los aspirantes a ingresar en ella. Finalmente, el art. 433 bis,
aadido por ley Orgnica 19/2003, de 23 de diciembre, seala en su
apartado 1, que el Consejo General del Poder Judicial garantizar que todos
los Jueces y Magistrados reciban una formacin continuada, individualizada,
especializada y de alta calidad durante toda su carrera profesional,
aadindose en el apartado 3 que cada miembro de la Carrera Judicial
contar con un Plan Especializado en Formacin continuada mediante el
cul se programarn de forma individualizada, en periodos de cinco aos,
los objetivos formativos, garantizndose la plena adaptacin a las
innovaciones jurdicas con incidencia en el ejercicio de sus funciones
jurisdiccionales.
Faltar al deber de formacin y capacitacin profesional por parte de un juez
supone hacer dejacin de una de sus ms elementales obligaciones
profesionales. En los casos ms graves constituir, adems, falta
disciplinaria muy grave359[1]y puede, adems, ser motivo de un error que
produzca daos o perjuicios a los usuarios de la justicia., con las
consecuencias que de ello se derivan.
550
(art. 417.9 LOPJ) la desatencin o el retraso injustificado y reiterado en la
iniciacin, tramitacin o resolucin de procesos y causas o en el ejercicio de
cualquiera de las competencias judiciales. Es falta grave (art. 418.11 LOPJ)
el retraso injustificado en la iniciacin o en la tramitacin de los procesos o
causas de que conozca el juez o magistrado en el ejercicio de su funcin, si
no constituye falta muy grave. Y segn el art. 419.3 es falta leve el
incumplimiento injustificado o inmotivado de los plazos legalmente
establecidos para dictar resolucin en cualquier clase de asunto que
conozca el juez o magistrado. Es decir, el legislador ha querido dejar bien
claro que el Juez debe actuar con diligencia, aunque tal conducta no
aparezca como uno de sus deberes, al establecer todo un catlogo de
conductas que merecen represin disciplinaria.
Se abre aqu la cuestin de los estndares de rendimiento cuantitativo y
cualitativo los mdulos aprobados por el CGPJ por ejemplo- como criterios
de medicin de lo que puede considerarse una dedicacin razonable a la
actividad jurisdiccional, cuestin sta permanentemente en debate dentro de
la carrera judicial y mas an cuando, a partir de la reciente Ley 26/2003, de
26 de mayo, reguladora del rgimen retributivo de las Carreras Judicial y
Fiscal, por primera vez se establece un concepto retributivo variable en
funcin de la mayor dedicacin o laboriosidad del juez.
551
judiciales que la precisen. Es decir, de nuevo se estn estableciendo
obligaciones a los jueces, fijando la sancin que les correspondera de no
cumplir con ellas.
particulares.
552
Sobre los principios de tica y la conducta tica del juez
553
22 En su conducta en el proceso, el juez ha de ser imparcial, lo que
significa que ha de ser neutral, manteniendo el equilibrio entre las partes, lo
que comporta equilibrar las situaciones de partida desiguales, con estricta
observancia de la imparcialidad en cuanto al resultado, comprometiendo al
juez con la verdad de los hechos que considera probados y con la
correccin de la decisin tomada.
554
Sobre el Arquetipo de Juez de nuestra poca,
555
A partir de este instante, y profundizando en los tmidos intentos que
tuvieron lugar en el siglo XIX, se empieza a plantear la necesidad de
considerar unas exigencias ticas, para el desempeo de la funcin
jurisdiccional.
556
Ello pasa por tener presente que la tutela judicial que reclama el Estado
social y de derecho es de naturaleza efectiva, que es lo contrario a
nominal, aparente o formal.
Que existe una legitimidad constitucional del Poder Judicial, que ha de
revalidarse, cotidianamente, mediante la legitimidad de ejercicio,
exactamente igual que sucede con los miembros de los dems poderes del
Estado.
Y que el juez constitucional debe cumplir una serie de exigencias ticas
concretas, para responder al modelo que establece la CE.
43.- Las relaciones con terceros son inevitables y aun convenientes, por lo
que la tpica soledad del juez debe modularse, respecto a autoridades,
medios de comunicacin y otros.
Al tiempo, deben observarse relaciones correctas con Abogados,
Procuradores y Fiscales, y de equipo con los colaboradores de la Oficina
Judicial.
La prudencia ilustrar cmo concretar estas relaciones, que deben alejarse
tanto de intimidades excesivas como de una frialdad desptica o
inaccesible.
557
la realizacin del trabajo profesional y procurar una especializacin personal
progresiva.
46. Existe una clara inquietud por la regulacin de la tica judicial a nivel
internacional e interno, lo que ha dado lugar ms recientemente a la
aprobacin de numerosos instrumentos en esta materia, as como a
mltiples iniciativas para codificar las normas de tica judicial.
La solucin a la codificacin de las reglas de tica judicial que se ha dado a
nivel internacional es la creacin de instrumentos con vocacin de
globalidad, que permiten servir de referencia a las legislaciones internas.
Entre ellos se incluyen los diferentes Estatutos del juez aprobados a nivel de
organismos y asociaciones internacionales ( Consejo de Europa, Unin
Internacional de Magistrados..) y ms especficamente el Cdigo de
Bangalore aprobado por Naciones Unidas.
A nivel interno, hay un amplio abanico de modelos de codificacin,
influenciados directamente por los respectivos sistemas jurdicos,
especialmente por la amplitud de la normativa de derecho orgnico judicial,
en tanto que los cdigos ticos se proyectan especialmente hacia mbitos
materiales no regulados en las leyes.
En todos los casos, los cdigos internos son instrumentos de autorregulacin
del propio colectivo judicial, ya sea a travs de sus rganos de gobierno, ya
lo sea a travs de sus rganos ms representativos, con intervencin de los
integrantes del colectivo, ya sea individualmente, ya sea a travs de sus
asociaciones profesionales. Por este motivo, la codificacin de las normas
de tica judicial no puede alcanzar a aquellas materias estatutarias sujetas a
la reserva de ley, de tal manera que debe proyectarse sobre aspectos no
regulados o desarrollar los ya regulados legalmente.
558
realizarse en el seno de un rgano encargado de la tica judicial que se
creara en el seno del Consejo Superior de la Magistratura.
Esta solucin sirve tambin a las finalidades que cumplen los cdigos ticos,
puesto que sirve a la publicidad, conocimiento y certeza en materia de
principios de tica judicial, a la vez que su renovacin peridica, lo convierte
en elemento de debate y reflexin para los propios miembros del colectivo
judicial.
49. El edificio tico judicial se asienta sobre las dos piedras angulares
fundamentales ( independencia e imparcialidad), destacando tambin el
deber de competencia o preparacin. En este mbito, destaca
especialmente el deber de formacin del juez y, dentro de ste, el de
formacin en tica. La formacin es un deber del juez, que abarca tambin a
la propia formacin tica, pues un juez debe conocer las reglas de tica en
su ejercicio profesional, interesarse en ellas y profundizar y debatir en las
mismas.
La eficacia del cdigo tico parte de una adecuada formacin en esta
materia, tanto en la capacitacin inicial, en el periodo de escuela judicial,
como posteriormente en la formacin continua de los jueces.
559
50. La propia naturaleza de las normas ticas hacen necesaria la
existencia de una estructura organizativa especfica que sirva a la eficacia
de las mismas.
- Contenido
Se trata de contar con una especie de gua, que no slo va a ser para
los profesionales , sino que interesa a la sociedad toda, con la cual enfrentar
temas como la responsabilidad frente a los continuos desafos y novedades
profesionales que se presentan.
560
En ltima instancia, la idea es que no todo vale y que no es
indiferente hacer las cosas bien o mal. Que hay que prestigiar la actividad
profesional que se tiene entre manos , porque, en definitiva, se trata de
proporcionar confianza a los ciudadanos.
2) Rango jurdico
360[2]
GIANNITI en Principi di Deontologa Forense, pg.15, Padova, 1992.
561
Es indudable que la Propuesta que defendemos necesita tener una
forma jurdica, un ropaje con la que presentarse a los poderes pblicos, a los
propios jueces y a los ciudadanos, en general. Y que ello no es indiferente si
queremos que tenga un grado de eficacia, mayor o menor.
562
Las frmulas propuestas , y la de un Estatuto , como el del Juez
Universal (Taipei, 1999) o del Juez Iberoamericano (Santa Cruz de
Tenerife, 2001) entre otras ms posibles, suponen una avanzadilla de
posibilidades, a estudiar y valorar, debidamente.
Todas tienen sus puntos fuertes y dbiles, pero sin duda la decisin
que se tome, deber responder a una incgnita previa, que habr que
despejar : qu queremos exactamente.
3 Contenido
4 Efectos
563
Desde luego, consideramos que no debe confundirse actuacin
antitica con actuacin disciplinaria , prque son planos distintos, aunque
su solapamiento parcial se ha dado siempre, y se sigue dando.
Para simplificar, podra ser bueno que slo existiera una Comisin
Etica , que habra de depender del Consejo, y que podra estar formada
por los vocales y letrado o letradoss correspondientes , representantes de
las Asociaciones y, tal vez, algn representante del Ministerio de Justicia y
de los Colegios de Abogados , Procuradores , Secretarios Judiciales ,
Forenses, Peritos...Aunque podra recabarse la presencia para temas
concretos de algn representante de estos colectivos y reducir la
composicin natural u ordinaria de la Comisin a los citados , en primer
lugar.
En fin, para no hacer ms larga esta Parte, concluimos con una idea,
que es , al tiempo, una esperanza y un deseo, que hayamos puesto la
semilla de la inquietud de una renovada profesionalidad, para que la
acividad judicial pueda recuperar su prestigio y ocupe en la sociedad, el
puesto de referencia que le corresponde. Ahora, queda andar, hacer camino,
andando precisamente.
------------------------------
564
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ZELEDN CANTILLO, G.: Aspectos ticos y humanos en el servicio
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580
ANEXO CDIGOS DE TICA JUDICIAL,
DEL MUNDO
581
1) ESTATUTO UNIVERSAL DEL JUEZ ( UNION INTERNACIONAL DE
MAGISTRADOS, Taipei (Taiwan), 17 noviembre 1999).
Art.1.Independencia
En el conjunto de sus actividades, los jueces deben garantizar los derechos
de toda persona a un proceso justo. Deben poner en marcha todos los
medios de que dispongan para permitir que los asuntos sean vistos en
audiencia pblica en un plazo razonable, ante un tribunal independiente e
imparcial establecido por la ley, a fin de determinar los derechos y
obligaciones en materia civil o la realidad de los cargos en materia penal.
La independencia del juez resulta indispensable para el ejercicio de una
justicia imparcial en el respeto de la ley. La independencia es indivisible.
Todas las instituciones y autoridades, nacionales o internacionales, debern
respetar, proteger y defender esta independencia.
Art.2.Estatuto
La independencia del juez debe estar garantizada por una ley especfica,
que le asegure una independencia real y efectiva con respecto a los dems
poderes del Estado. El juez, como depositario de la autoridad judicial, deber
poder ejercer sus funciones con total independencia respecto a todas las
fuerzas sociales, econmicas y polticas, e independientemente de los
dems jueces y de la administracin de justicia.
Art.3.Sumisin a la ley
En el ejercicio de su actividad profesional, el juez no debe estar sometido
mas que a la ley y no puede decidir mas que con respecto a esta.
Art.6 Eficacia
582
El juez debe cumplir sus obligaciones profesionales en un plazo razonable y
poner en marcha todos los medios necesarios que tiendan a la mayor
eficacia.
Art.9 Nombramiento
El ingreso en la carrera y cada uno de los nombramientos del juez deben
hacerse segn criterios objetivos y transparentes fundados en su capacidad
profesional. Cuando esto no est ya asegurado por otras vas como
consecuencia de una tradicin establecida y probada, la eleccin debe estar
asegurada por un rgano independiente integrado por una parte sustantiva y
representativa de jueces.
583
Las sanciones disciplinarias frente a los jueces no pueden adoptarse mas
que por motivos inicialmente previstos por la ley, y observando reglas de
procedimiento predeterminadas.
Art.12 Asociaciones
El derecho de asociacin profesional del juez debe ser reconocido, para
permitir a los jueces ser consultados fundamentalmente sobre la
determinacin de sus normas estatutarias, ticas u otras, los recursos de la
justicia, y para permitir asegurar la defensa de sus intereses legtimos.
584
TICA JUDICIAL
585
3) CDIGO DE BANGALORE (2002)
ORGANIZACIN DE NACIONES UNIDAS
Prembulo
586
CONSIDERANDO que la importancia que tiene para la proteccin de los
derechos humanos una judicatura competente independiente e imparcial,
adquiere mayor nfasis por el hecho de que la aplicacin de todos los dems
derechos depende en ltimo trmino de la correcta administracin de la
justicia.
CONSIDERANDO que una judicatura competente, independiente e imparcial
es igualmente esencial si los tribunales han de desempear su papel de
defensores del constitucionalismo y del principio de legalidad.
CONSIDERANDO que la confianza pblica en el sistema judicial y en la
autoridad moral y la integridad del poder judicial es de extrema importancia
en una sociedad democrtica moderna.
CONSIDERANDO que es esencial que los jueces, tanto individualmente
como de forma colectiva, respeten y honren las funciones jurisdiccionales
como una encomienda pblica y luchen para aumentar y mantener la
confianza en el sistema judicial.
CONSIDERANDO que la judicatura es la responsable en cada pas de
promover y mantener los altos estndares de la conducta judicial.
CONSIDERANDO que los Principios Bsicos relativos a la Independencia de
la Judicatura estn formulados para garantizar y promover la independencia
de la judicatura y estn dirigidos principalmente a los Estados.
LOS SIGUIENTES PRINCIPIOS pretenden establecer estndares para la
conducta tica de los jueces. Estn formulados para servir de gua a los
jueces y para proporcionar a la judicatura un marco que regule la conducta
judicial. Asimismo, pretenden ayudar a que los miembros del ejecutivo y el
legislativo, los abogados y el pblico en general puedan comprender y
apoyar mejor a la judicatura. Estos principios presuponen que los jueces son
responsables de su conducta frente a las instituciones correspondientes
establecidas para mantener los estndares judiciales, que dichas
instituciones son independientes e imparciales y que tienen como objetivo
complementar y no derogar las normas legales y de conducta existentes que
vinculan a los jueces.
Valor 1:
INDEPENDENCIA
Principio:
La independencia judicial es un requisito previo del principio de legalidad y
una garanta fundamental de la existencia de un juicio justo. En
consecuencia, un juez deber defender y ejemplificar la independencia
judicial tanto en sus aspectos individuales como institucionales.
Aplicacin:
1.1 Un juez deber ejercer su funcin judicial de forma independiente,
partiendo de su valoracin de los hechos y en virtud de una comprensin
consciente de la ley, libre de cualquier influencia ajena, de instigaciones,
presiones, amenazas o interferencias, sean directas o indirectas,
provenientes de cualquier fuente o por cualquier razn.
587
1.2 Un juez deber ser independiente en relacin con la sociedad en general
y en relacin con las partes particulares de una controversia que deba
resolver como juez.
1.3 Un juez no slo estar libre de conexiones inapropiadas con los poderes
ejecutivo y legislativo y de influencias inapropiadas por parte de los citados
poderes, sino que tambin deber tener apariencia de ser libre de las
anteriores a los ojos de un observador razonable.
1.4 Al cumplir sus obligaciones judiciales, un juez ser independiente de sus
compaeros de oficio con respecto a decisiones que est obligado a tomar
de forma independiente.
1.5 Un juez deber fomentar y mantener salvaguardas para el cumplimiento
de sus obligaciones judiciales, con el fin de mantener y aumentar la
independencia de la judicatura.
1.6 Un juez exhibir y promover altos estndares de conducta judicial, con
el fin de reforzar la confianza del pblico en la judicatura, que es
fundamental para mantener la independencia judicial.
Valor 2:
IMPARCIALIDAD
Principio:
La imparcialidad es esencial para el desempeo correcto de las funciones
jurisdiccionales. La imparcialidad se refiere no slo a la decisin en s
misma, sino tambin al proceso mediante el cual se toma esa decisin.
Aplicacin:
2.1 Un juez deber desempear sus tareas judiciales sin favoritismo,
predisposicin o prejuicio.
2.2 Un juez garantizar que su conducta, tanto fuera como dentro de los
tribunales, mantiene y aumenta la confianza del pblico, de la abogaca y de
los litigantes en la imparcialidad del juez y de la judicatura.
2.3 Un juez deber, dentro de lo razonable, comportarse de forma que
minimice las ocasiones en las cuales pueda ser necesario que el juez sea
descalificado para conocer de, o decidir sobre asuntos.
2.4 Cuando un proceso est sometido o pueda estar sometido a un juez, el
juez no realizar intencionadamente ningn comentario que pueda
esperarse razonablemente que afecte al resultado de tal proceso y que
deteriore la imparcialidad manifiesta del proceso. El juez tampoco har
ningn comentario en pblico o de cualquier otra forma, que pueda afectar al
juicio justo de una persona o asunto.
2.5 Un juez se descalificar de participar en cualquier proceso en el que no
pueda decidir el asunto en cuestin de forma imparcial o en el que pueda
parecer a un observador razonable que el juez es incapaz de decidir el
asunto imparcialmente. Los citados procesos incluirn, sin nimo de
exhaustividad, situaciones en las que
2.5.1 El juez tenga realmente predisposicin o prejuicios para con una
parte o posea conocimientos personales sobre los hechos probatorios
controvertidos relativos al proceso;
588
2.5.2 El juez haya actuado previamente como abogado o como testigo
material en el asunto controvertido;
2.5.3 El juez, o algn miembro de su familia, tenga un inters econmico
en el resultado del asunto sujeto a controversia.
Lo anterior teniendo en cuenta que no ser necesaria la descalificacin de
un juez si no puede constituirse otro tribunal para conocer del caso o
cuando, por circunstancias urgentes, la no-participacin del juez puede
producir una denegacin de justicia grave.
Valor 3:
INTEGRIDAD
Principio:
La integridad es esencial para el desempeo correcto de las funciones
jurisdiccionales.
Aplicacin:
3.1 Un juez deber asegurarse de que su conducta est por encima de
cualquier reproche a los ojos de un observador razonable.
3.2 El comportamiento y la conducta de un juez debern reafirmar la
confianza del pblico en la integridad de la judicatura. No slo debe
impartirse justicia; tambin ha de verse cmo se imparte.
Valor 4:
CORRECCIN
Principio:
La correccin y la apariencia de correccin son esenciales para el
desempeo de todas las actividades de un juez.
Aplicacin:
4.1 Un juez evitar la incorreccin y la apariencia de incorreccin en todas
sus actividades.
4.2 Como objeto de un constante escrutinio pblico, un juez deber aceptar
restricciones personales que puedan ser consideradas una carga para los
ciudadanos ordinarios y lo deber hacer libremente y de forma voluntaria.
Particularmente, un juez se comportar de forma consecuente con la
dignidad de las funciones jurisdiccionales.
4.3 Un juez, en sus relaciones personales con miembros individuales de la
abogaca que practiquen su trabajo regularmente en su sala de audiencias,
evitar situaciones que puedan levantar sospechas razonables o tener
apariencia de favoritismo o parcialidad.
4.4 Un juez no participar en la resolucin de un caso en el que un miembro
de su familia represente a un litigante o est asociado de cualquier forma
con el caso.
4.5 Un juez evitar que utilice su residencia un miembro de la abogaca, para
recibir clientes u otros miembros de la abogaca.
4.6 Un juez, como cualquier otro ciudadano, tiene derecho a la libertad de
expresin y de creencias, derecho de asociacin y de reunin pero, cuando
ejerza los citados derechos y libertades, se comportar siempre de forma
589
que preserve la dignidad de las funciones jurisdiccionales y la imparcialidad
e independencia de la judicatura.
4.7 Un juez deber informarse sobre sus intereses personales y fiduciario-
financieros y har esfuerzos razonables para informarse sobre los intereses
financieros de los miembros de su familia.
4.8 Un juez no permitir que su familia, sus relaciones sociales o de otro tipo
influyan incorrectamente en la conducta judicial del juez y en su criterio como
juez.
4.9 Un juez no utilizar o prestar el prestigio de las funciones
jurisdiccionales para ayudar a sus intereses privados, a los de un miembro
de su familia o a los de cualquier otra persona; asimismo, un juez tampoco
dar ni permitir a otros que den la impresin de que nadie est en situacin
de influir en el juez de forma incorrecta cuando desempea sus obligaciones
judiciales.
4.10 La informacin confidencial obtenida por un juez en el ejercicio de sus
competencias judiciales no ser utilizada o revelada por el juez para ningn
otro propsito no relacionado con el ejercicio de sus competencias judiciales.
4.11 Sujeto al desempeo correcto de sus obligaciones judiciales, un juez
podr:
4.11.1 Escribir, dar conferencias, ensear y participar en actividades
relacionadas con la ley, el sistema legal, la administracin de justicia y
asuntos conexos;
4.11.2 Aparecer en una audiencia pblica de un cuerpo oficial encargado
de asuntos relacionados con la ley, el sistema legal, la administracin de
justicia o asuntos conexos; y
4.11.3 Servir como miembro de cualquier cuerpo oficial, o de otras
comisiones, comits o cuerpos asesores, si tal condicin de miembro no
es inconsecuente con la imparcialidad percibida y con la neutralidad
poltica de un juez; o
4.11.4 Participar en otras actividades si las citadas actividades no
desvirtan la dignidad de las funciones jurisdiccionales o interfieren de
cualquier otra forma en el desempeo de las obligaciones judiciales.
4.12 Un juez no ejercer la abogaca mientras desempee funciones
jurisdiccionales.
4.13 Un juez podr formar o unirse a asociaciones de jueces o participar en
otras organizaciones que representen los intereses de los jueces.
4.14 Un juez y los miembros de su familia no pedirn ni aceptarn ningn
regalo, legado, prstamo o favor en relacin con cualquier cosa que el juez
haya hecho o deba hacer o omitir con respecto al desempeo de las
obligaciones judiciales.
4.15 Un juez no permitir intencionadamente al personal de los tribunales o
a otras personas sobre las cuales el juez pueda tener influencia, direccin o
autoridad, que pidan o acepten ningn regalo, legado, prstamo o favor en
relacin con cualquier cosa hecha, por hacer o por omitir en relacin con sus
obligaciones o tareas.
4.16 De acuerdo con la ley y con todos los requisitos legales sobre
revelacin pblica, un juez podr recibir un pequeo regalo, premio o
beneficio simblicos que sean apropiados para la ocasin en que se hayan
590
hecho, siempre no pueda percibirse de forma razonable que tal regalo,
premio o beneficio se entrega para pretender influir en el juez durante el
desempeo de sus obligaciones judiciales o que pueda tener de cualquier
otra forma una apariencia de parcialidad.
Valor 5:
IGUALDAD
Principio:
Garantizar la igualdad de tratamiento de todos ante un tribunal es esencial
para desempear debidamente las funciones jurisdiccionales.
Aplicacin:
5.1 Un juez se esforzar para ser consciente de, y para entender la
diversidad de la sociedad y las diferencias provenientes de varias fuentes,
incluidas sin nimo de exhaustividad, la raza, el color, el sexo, la religin, el
origen nacional, la casta, las minusvalas, la edad, el estado civil, la
orientacin sexual, el nivel social y econmico y otras causas similares
("motivos irrelevantes").
5.2 Durante el desempeo de sus obligaciones judiciales, un juez no
manifestar predisposicin o prejuicios hacia ninguna persona o grupo por
motivos irrelevantes.
5.3 Un juez cumplir sus obligaciones judiciales con la apropiada
consideracin para todas las personas, como por ejemplo, las partes, los
testigos, los abogados, el personal del tribunal y los otros jueces, sin
diferenciacin por ningn motivo irrelevante y sin que afecte al correcto
cumplimiento de las citadas obligaciones.
5.4 Un juez no permitir intencionadamente al personal de los tribunales o a
otras personas sobre las cuales el juez pueda tener influencia, direccin o
control, que hagan diferencias entre las personas implicadas en un asunto
sometido a la decisin del juez, basndose en motivos irrelevantes.
5.5 Un juez pedir a los abogados que actan en procesos judiciales que se
abstengan de manifestar, mediante palabras o conducta, predisposicin o
prejuicios basados en motivos irrelevantes, excepto cuando sean legalmente
relevantes para un asunto procesal y puedan ser objeto del ejercicio legtimo
de la abogaca.
Valor 6:
COMPETENCIA Y DILIGENCIA
Principio:
La competencia y la diligencia son requisitos previos para desempear
debidamente las funciones jurisdiccionales.
Aplicacin:
6.1 Las obligaciones judiciales de un juez primarn sobre todas sus dems
actividades.
6.2 Un juez dedicar su actividad profesional a las obligaciones judiciales,
que no slo incluyen el desempeo de obligaciones judiciales en el tribunal y
591
la pronunciacin de resoluciones, sino tambin otras tareas relevantes para
las funciones jurisdiccionales o las operaciones de los tribunales.
6.3 Un juez dar los pasos razonables para mantener y aumentar sus
conocimientos, habilidades y cualidades personales necesarias para el
correcto desempeo de las obligaciones judiciales, aprovechando para ese
fin los cursos y facilidades que puedan estar a disposicin de los jueces,
bajo control judicial.
6.4 Un juez se mantendr informado sobre los cambios relevantes en el
derecho internacional, incluidos los convenios internacionales y los otros
instrumentos que establezcan normas de derechos humanos.
6.5 Un juez desempear todas sus obligaciones judiciales, incluida la
emisin de decisiones reservadas, de forma eficaz, justa y con una rapidez
razonable.
6.6 Un juez mantendr el orden y el decoro en todos los procesos en que
participe y ser paciente, digno y corts con los litigantes, los jurados, los
testigos, los abogados y las otras personas con que trate en su capacidad
oficial. El juez exigir una conducta similar de los representantes legales, del
personal del tribunal y de las otras personas sujetas a la influencia, la
direccin o el control del juez.
6.7 Un juez no exhibir conductas incompatibles con el desempeo diligente
de las obligaciones judiciales.
APLICACIN
Debido a la naturaleza de las funciones jurisdiccionales, las judicaturas
nacionales adoptarn medidas efectivas para proporcionar mecanismos de
aplicacin de estos principios, si es que los citados mecanismos todava no
existen en sus jurisdicciones.
DEFINICIONES
En esta declaracin de principios y a menos que el contexto permita o exija
algo distinto, se atribuirn los siguientes significados a los trminos
utilizados:
"Personal de los tribunales" incluye los empleados personales del juez, y
entre ellos los asistentes judiciales del tribunal.
"Juez" significa toda persona que ejerce el poder judicial, sea designado con
el nombre que fuere.
"Familia del juez" incluye el cnyuge del juez, sus hijos, hijas, yernos, nueras
y cualquier otro pariente cercano o persona que sea compaero o empleado
del juez y que viva en la unidad familiar del juez.
"Cnyuge del juez" incluye una pareja privada del juez o cualquier otra
persona de cualquier sexo que tenga una relacin personal ntima con el
juez.
592
4) CDIGO DE CONDUCTA DE LOS JUECES DE ESTADOS UNIDOS
(1996)
REGLA 1
El juez deber mantener la integridad e independencia del poder judicial
Un poder judicial independiente y honorable es indispensable para la justicia
en nuestra sociedad. El juez deber participar en el establecimiento,
mantenimiento y cumplimiento de altas normas de conducta, y deber
observar personalmente esas normas, para preservar la integridad e
independencia del poder judicial. Las disposiciones de este Cdigo debern
ser interpretadas y aplicadas para conseguir ese objetivo.
REGLA 2
El juez deber evitar la incorreccin y la apariencia de incorreccin en todas
las actividades
A. El juez deber respetar y cumplir la ley y deber actuar en todo
momento de una manera que promueva la confianza pblica en la
integridad y la imparcialidad del poder judicial.
B. El juez no deber permitir que las relaciones familiares, sociales o de
otra ndole influyan en la conducta o decisin judicial. El juez no
deber permitir que el prestigio del cargo judicial se preste en
provecho de los intereses privados de otros, ni proyectar o permitir
que otros proyecten la impresin de que se encuentran en una
posicin especial para influir en el juez. El juez no deber prestar
declaracin voluntariamente como testigo de la solvencia moral de
otro individuo.
C. El juez no deber ser miembro de organizacin alguna que practique
odiosa discriminacin basada en la raza, el sexo, la religin, o el
origen nacional.
593
REGLA 3
El juez deber desempear los deberes del cargo de manera imparcial y
diligente
Los deberes judiciales del juez tienen precedencia sobre todas las otras
actividades. Al desempear los deberes prescritos por la ley, el juez deber
adherirse a las siguientes normas:
A. Responsabilidades de adjudicacin
1. El juez deber ser fiel a la ley y mantener competencia
profesional en la ley, y no deber ser influido por intereses
partidistas, el clamor pblico o el temor a las crticas.
2. El juez deber oir y emitir fallo en los asuntos asignados, a
menos que sea descalificado, y deber mantener el orden y el
decoro en todos los procedimientos judiciales.
3. El juez deber ser paciente, digno, respetuoso y corts con los
litigantes, miembros del jurado, testigos, abogados y otros con
quienes el juez trata de manera oficial, y deber requerir una
conducta similar de quienes se encuentran sujetos al control
del juez, incluso los abogados, en la medida concordante con
su funcin en el proceso adversario.
4. El juez deber otorgar a toda persona legalmente interesada
en un procedimiento, o al abogado de esa persona, el pleno
derecho de ser oda conforme a la ley y, excepto en la manera
autorizada por la ley, no iniciar ni considerar comunicaciones
ex parte sobre los mritos, o procedimientos que afecten los
mritos, de un procedimiento pendiente o inminente. El juez
puede, sin embargo, obtener el asesoramiento de un experto
imparcial sobre la ley aplicable a un procedimiento legal ante el
juez, si el juez notifica a las partes de la persona consultada y
la sustancia del asesoramiento, y les permite a las partes una
oportunidad razonable para que respondan. Con el
consentimiento de las partes, el juez podr conferenciar
separadamente con las partes y con sus abogados en un
esfuerzo para mediar o resolver cuestiones pendientes.
5. El juez deber decidir rpidamente los asuntos del tribunal.
6. El juez deber evitar los comentarios pblicos sobre los mritos
de una accin pendiente o inminente y requerir una
moderacin similar del personal de la corte sujeto a la direccin
y control del juez. Esta proscripcin no se extiende a las
declaraciones pblicas hechas en el curso de los deberes
oficiales del juez, a la explicacin de los procedimientos de la
corte o a la presentacin erudita hecha con fines de educacin
en derecho.
B. Responsabilidades administrativas
1. El juez deber desempear diligentemente sus
responsabilidades administrativas, mantener la competencia
profesional en la administracin judicial, y facilitar el
594
desempeo de las responsabilidades administrativas de otros
jueces y funcionarios de la corte.
2. El juez deber requerir que los funcionarios, personal y otros
miembros de la corte bajo su direccin y control observen las
mismas normas de fidelidad y diligencia aplicables al juez.
3. El juez deber iniciar accin apropiada cuando entra en
conocimiento de evidencia fidedigna que indica la probabilidad
de conducta carente de tica profesional por parte de un juez o
de un abogado.
4. El juez no deber hacer designaciones innecesarias y deber
ejercer ese poder slo en base al mrito, evitando el nepotismo
y el favoritismo. El juez no deber aprobar la compensacin de
las personas designadas que exceda el valor justo de los
servicios prestados.
5. El juez con autoridad de supervisin sobre otros jueces deber
tomar medidas razonables para asegurar el desempeo
oportuno y eficaz de los deberes de esos jueces.
C. Descalificacin
1. El juez se descalificar s mismo en un procedimiento en el
cual su imparcialidad pueda ser cuestionada razonablemente,
incluyendo instancias, aunque no limitado a ellas, en las
cuales:
a. el juez tiene una preferencia o prejuicio con respecto a
una parte, o conocimiento personal de hechos de
evidencia disputada relacionados con el procedimiento;
b. el juez actu como abogado en la cuestin en
controversia, o un abogado con el cual el juez practic la
ley previamente prest servicios durante esa asociacin
como abogado con respecto a la cuestin, o el juez o
ese abogado han sido testigos presenciales;
c. el juez sabe que, individualmente o como fiduciario, el
juez o cnyugue o hijo menor de edad del juez
residentes en el hogar del juez tienen un inters
financiero en la cuestin sujeta a controversia o en un
interesado en los procedimientos, o cualquier otro
inters que pueda ser afectado sustancialmente por el
resultado de los procedimientos;
d. el juez o cnyugue del juez, o una persona relacionada
a cualquiera de ellos dentro del tercer grado de relacin,
o cnyugue de esa persona:
i. es parte en el procedimiento, o funcionario,
director o fideicomisario de una parte;
ii. acta como abogado en el procedimiento;
iii. tiene, a conocimiento del juez, un inters que
podra ser afectado sustancialmente por el
resultado del procedimiento;
iv. probablemente ser, a conocimiento del juez, un
testigo material en el procedimiento.
595
e. el juez ha prestado servicios en el gobierno y en esa
condicin particip como asesor legal, consejero o
testigo material respecto al procedimiento, o ha
expresado una opinin relacionada con los mritos del
caso particular en disputa.
2. El juez deber mantener informacin sobre sus intereses
financieros personales y fiduciarios, y hacer un refuerzo
razonable para mantener informacin sobre los intereses
financieros personales del cnyugue y de los hijos menores de
edad del juez que residen en su hogar.
3. Para los fines de esta seccin:
a. el grado de relacin se calcula de conformidad con el
sistema de derecho civil;
b. "fiduciario" incluye relaciones como ejecutor,
administrador, fideicomisario y guardin;
c. "inters financiero" significa propiedad de un inters
legal o rentable, por pequeo que sea, o una relacin como
director, asesor u otro participante activo en los asuntos de
una parte, excepto:
I. la propiedad en un fondo de inversiones comn
o mutual que contiene valores no constituye un
"inters financiero" en esos valores a menos que el
juez participe en la administracin del fondo;
II. un cargo en una organizacin educativa,
religiosa, caritativa, fraternal o cvica no constituye un
"inters financiero" en los valores de la organizacin;
III. el inters propietario del tenedor de una pliza en
una compaa de seguros mutuales, o el depositante
en una asociacin de ahorros mutuales, o un inters
propietario similar, es un "inters financiero" en la
organizacin slo si el resultado del procedimiento
pudiera afectar sustancialmente el valor del inters;
IV. la propiedad de bonos del gobierno es un
"inters financiero" en el emisor slo si el resultado
del procedimiento pudiera afectar sustancialmente el
valor de los ttulos.
d. (d) "procedimiento" incluye acciones previas al juicio, el
juicio, apelacin u otras etapas del litigio.
4. No obstante las disposiciones precedentes de esta Regla, si un
juez ante el cual se ha asignado un asunto fuese recusado,
despus de haber dedicado tiempo judicial sustancial al
asunto, debido a la apariencia o descubrimiento, despus de
que el asunto le ha sido asignado, tiene, como individuo o
como fiduciario, o su cnyugue o hijos menores de edad
residentes en su hogar, un inters financiero en una parte
(adems de un inters que pudiera ser afectado
sustancialmente por el resultado), no se requiere la
descalificacin si el juez, cnyuge o hijo menor, segn sea el
596
caso, se desprenden del inters que da la base para la
descalificacin.
D. Condonacin de la descalificacin
El juez descalificado por los trminos de la Regla 3C(1), excepto en
las circunstancias establecidas especficamente en las subsecciones
(a) hasta (e), en vez de retirarse del procedimiento, podra declarar
pblicamente la base de la descalificacin. Si todas las partes y sus
abogados despus de esa declaracin y de una oportunidad de
conferenciar fuera de la presencia del juez, acuerdan por escrito o
pblicamente que el juez no debera ser descalificado, y el juez est
entonces dispuesto a hacerlo, el mismo podr participar en el
procedimiento. El acuerdo ser incorporado en el registro del
procedimiento.
REGLA 4
El juez podr participar en actividades extrajudiciales para mejorar la ley, el
sistema legal y la administracin de justicia
El juez, sujeto al desempeo apropiado de sus deberes judiciales, podr
participar en las siguientes actividades relacionadas con la ley, si al hacerlo
no proyecta dudas razonables sobre la capacidad de decidir imparcialmente
cualquier asunto que se le presente:
A. El juez podr hablar, escribir, disertar, ensear y participar en otras
actividades relacionadas con la ley, el sistema legal y la administracin
de justicia.
B. El juez podr presentarse en audiencias pblicas ante cuerpos
legislativos o ejecutivos o funcionarios, o asesorarlos de otras maneras,
sobre asuntos relacionados con la ley, el sistema legal y la administracin
de justicia en la medida en que generalmente se perciba que la
experiencia judicial del juez brinda un conocimiento especial en el rea.
El juez que acte "pro se" tambin podr comparecer ante funcionarios u
organismos o asesorarlos en una cuestin referida al juez o a su propio
inters.
C. El juez podr actuar como miembro, funcionario o director de una
organizacin u organismo del gobierno dedicado al mejoramiento de la
ley, del sistema legal o de la administracin de justicia. El juez
podrayudar a dicha organizacin en la planificacin de actividades de
recaudacin de fondos y podr participar en la administracin e inversin
de fondos, pero no deber tomar parte personalmente en las actividades
pblicas de recaudacin de los fondos. El juez podr hacer
recomendaciones a los organismos pblicos y privados que otorgan
subsidios sobre proyectos y programas relacionados con la ley, el
sistema legal y la administracin de justicia. El juez podr solicitar fondos
de otros jueces sobre los cuales el juez no ejerza autoridad de
supervisin o de apelacin. El juez no deber participar personalmente
en la solicitud de ingreso a una entidad si la solicitud pudiera ser
percibida razonablemente como coercitiva o es esencialmente un
mecanismo de recaudacin de fondos.
597
D. El juez no deber a usar en ninguna medida sustancial despachos,
recursos, o personal judicial para incurrir en actividades permitidas por
esta Regla.
REGLA 5
El juez deber reglamentar las actividades extrajudiciales para reducir al
mnimo el riesgo de conflicto con los deberes judiciales
A. Actividades menores. El juez podr escribir, disertar, ensear, y
hablar sobre temas que no se refieran a la ley, y participar en las artes,
deportes y otras actividades sociales y recreativas si esas actividades de
defensa no afectan la dignidad del cargo del juez ni interfieren con el
desempeo de los deberes judiciales del juez.
B. Actividades cvicas y caritativas. El juez podr participar en
actividades cvicas y caritativas que no se reflejen adversamente en la
imparcialidad del juez ni interfieran con el desempeo de los deberes
judiciales. El juez podr actuar como funcionario, director, fideicomisario
o asesor sobre temas que no sean de derecho de una organizacin
educativa, religiosa, caritativa, fraternal o cvica que no realice
actividades para beneficio econmico o poltico de sus miembros, sujeto
a las siguientes limitaciones:
1. El juez no deber prestar sus servicios si es probable que la
organizacin participe en procedimientos que ordinariamente se
presentaran ante el juez o participe regularmente en
procedimientos legales en cualquier tribunal.
2. El juez no deber solicitar fondos para organizacin
educativa, religiosa, caritativa, fraternal o cvica alguna, o usar o
permitir el uso del prestigio del cargo judicial con ese propsito,
pero el juez podr ser mencionado como funcionario, director o
fideicomisario de una organizacin semejante. El juez no deber
participar personalmente en la solicitud de ingreso a una entidad si
la solicitud pudiera percibirse razonablemente como coercitiva o
ese esencialmente un mecanismo de recaudacin de fondos.
3. El juez no deber dar asesoramiento sobre inversiones a una
organizacin semejante, pero podr prestar servicios en su junta
de directores o de fideicomisarios aunque la misma tenga la
responsabilidad de aprobar las decisiones sobre inversiones.
C. Actividades financieras
1. El juez deber abstenerse de participar en tratos financieros o
de negocios que tiendan a reflejarse adversamente sobre la
imparcialidad del juez, interfieran con el desempeo apropiado de
los deberes judiciales, exploten la posicin judicial, o involucren al
juez en transacciones frecuentes con abogados y otras personas
que probablemente comparecern ante la corte en la cual acta el
juez.
2. Sujeto a los requisitos de la subseccin (1), el juez podr
tener y administrar inversiones, incluso inmobiliarias, y participar
en otras actividades remunerativas, pero no deber actuar como
funcionario, director, socio activo, administrador, asesor, o
598
empleado de ninguna otra clase de negocio que sea un negocio
posedo y controlado estrechamente por miembros de la familia
del juez. Con este propsito, "miembros de la familia del juez"
significa personas relacionadas con el juez o cnyugue del juez
con el tercer grado de consanguinidad, calculado conforme al
sistema legal civil, cualquier otro pariente con el cual el juez o
cnyuge del juez mantenga una estrecha relacin familiar, y el
cnyuge de cualquiera de los anteriores.
3. El juez deber administrar las inversiones y otros intereses
financieros para minimizar la cantidad de casos en los cuales se le
descalifique como juez. Tan pronto como el juez pueda hacerlo, sin
grave detrimento financiero, se desprender de las inversiones y
otros intereses financieros que pudieran requerir frecuente
descalificacin.
4. Ni el juez ni un miembro de la familia del juez que resida en el
hogar del juez deber solicitar o recibir un regalo, legado, favor o
prstamo de cualquier otra persona excepto:
a. un regalo relacionado con un testimonio pblico, libros,
grabaciones y otro material de recursos suministrado por
casas editoriales por cortesa para uso oficial, o una
invitacin al juez y un miembro de su familia para asistir a
una funcin o acto relacionado con la profesin dedicado al
mejoramiento de la ley, el sistema legal, o la administracin
de justicia;
b. un regalo, distincin o beneficio relacionado con el
negocio, profesin u otra actividad separada del cnyuge u
otro miembro de la familia del juez que resida en su hogar,
incluso regalos, distinciones y beneficios para el uso del
cnyuge u otro miembro de la familia como del juez (como
cnyuge o miembro de la familia), siempre que el regalo,
distincin o beneficio no pueda ser percibido
razonablemente como destinado a influir al juez en el
desempeo de sus deberes judiciales;
c. hospitalidad social comn;
d. un regalo de un pariente o amigo, con motivo de una
ocasin especial como una boda, aniversario o
cumpleaos, si el regalo es proporsional a la ocasin y a la
relacin;
e. un regalo, legado, favor o prstamo de un pariente o
estrecho amigo personal cuya comparecencia o inters en
ningn caso requerira de cualquier manera que el juez no
actuase oficialmente con respecto al caso;
f. un prstamo de una institucin de crdito en su curso
regular de operaciones en los mismos trminos que
generalmente estn disponibles a las personas que no son
jueces;
g. una beca otorgada en los mismos trminos y con el
mismo criterio aplicado a otros solicitantes; o
599
h. cualquier otro regalo, legado, favor o prstamo, slo si:
I. el donante no ha procurado y no est
procurando tener actuacin en la corte u otra entidad
servida por el juez; o
II. si el donante no es parte u otra persona que se
ha presentado o que probablemente se presentar
ante el juez o cuyos intereses podran ser afectados
sustancialmente por el desempeo o falta de
desempeo de sus deberes oficiales.
5. A los fines de esta seccin, "miembros de la familia del juez
que residen en el hogar del juez" significa todo pariente sanguneo
o poltico de un juez, o una persona tratada por el juez como
miembro de la familia que reside en el hogar del juez.
6. El juez deber informar sobre el valor del regalo, legado,
favor o prstamo en la manera requerida por la ley o por la
Conferencia Judicial de Estados Unidos.
7. Este Cdigo no requiere que el juez declare pblicamente
sus ingresos, deudas o inversiones excepto en la manera
establecida en esta Regla y en las Reglas 3 y 6.
8. La informacin adquirida por un juez en el desempeo de las
funciones judiciales del juez no deber a ser usada o revelada por
el juez en tratos financieros o con ningn otro propsito que no
est relacionado con los deberes judiciales del juez.
D. Actividades fiduciarias. El juez no deber actuar como ejecutor,
administrador, fideicomisario, guardin, u otra funcin fiduciaria excepto
para la sucesin, fondo o persona de un miembro de la familia del juez, y
slo cuando dicho servicio no interfiera con el desempeo apropiado de
sus deberes judiciales. "Miembro de la familia del juez" significa cualquier
pariente del juez por sangre, adopcin, o matrimonio, o cualquier otra
persona tratada por un juez como miembro de la familia del juez.
Como fiduciario de familia, el juez est sujeto a las siguientes
restricciones:
1. El juez no deber prestar servicios si es probable que como
fiduciario participe en procedimientos que ordinariamente seran
presentados ante el juez o si la sucesin, fondo o si el pupilo
participa en un juicio en la corte en la cual presta servicios el juez
o en una bajo su jurisdiccin de apelacin.
2. Mientras acta como fiduciario el juez est sujeto a las
mismas restricciones sobre actividades financieras que se aplican
al juez en su capacidad personal.
E. Arbitraje. El juez no deber actuar como rbitro o mediador o
desempear otras funciones judiciales en una capacidad privada a
menos que est autorizado expresamente por la ley.
F. Prctica del derecho. El juez no deber practicar derecho. No
obstante esta prohibicin, el juez podr actuar pro se y, sin
compensacin, podr dar asesoramiento legal y redactar o revisar
documentos para un miembro de la familia del juez.
600
G. Designaciones extrajudiciales. El juez no deber aceptar
designaciones a un comit, comisin u otra posicin del gobierno que
est relacionada con cuestiones de hecho o poltica en asuntos que no
se refieran a la mejora de la ley, del sistema legal o de la administracin
de justicia, a menos que la designacin del juez sea requerida por una
ley del Congreso. El juez no deber, en ningn caso, aceptar una
designacin si los deberes gubernamentales del juez interfiriesen con el
desempeo de los deberes judiciales o tendieran a debilitar la confianza
pblica en la integridad, imparcialidad o independencia del poder judicial.
El juez podr representar al pas, estado o localidad del juez en
ocasiones ceremoniales o en relacin con actividades histricas,
educativas y culturales.
H. Despachos, recursos y personal. El juez no deber usar los
despachos, recursos o personal judicial para participar en actividades
permitidas por esta Regla, excepto un uso "de minimis".
REGLA 6
El juez deber presentar regularmente informes de compensacin recibida
por actividades relacionadas con la ley y extrajudiciales
El juez podr recibir compensacin y reembolso de gastos por las
actividades relacionadas con la ley y extrajudiciales permitidas por este
Cdigo, si el origen de esos pagos no da la apariencia de influir sobre el
juez, en los deberes judiciales del juez o de otra manera da la apariencia de
impropiedad, sujeto a las siguientes restricciones:
A. Compensacin. La compensacin no deber exceder un monto
razonable ni deber exceder lo que una persona que no es juez
recibira por la misma actividad.
B. Reembolso de gastos: El reembolso de gastos deber limitarse a los
costos de viaje, alimentacin y alojamiento incurridos razonablemente
por el juez y, cuando sea apropiado para la ocasin, por el cnyugue
o pariente del juez. Todo pago en exceso de ese monto es
compensacin.
C. Informes pblicos. El juez deber hacer las declaraciones
financieras pblicas requeridas en cumplimiento de los estatutos
aplicables y de las reglamentaciones y directivas de la Conferencia
Judicial.
REGLA 7
El juez deber abstenerse de la actividad poltica
A. El juez no deber:
1. actuar como dirigente o tener cargo alguno en una
organizacin poltica;
2. pronunciar discursos para una organizacin o candidato
poltico o apoyar u oponerse pblicamente a un candidato a
cargos pblicos;
3. solicitar fondos o pagar una cuota o hacer una contribucin a
una organizacin o candidato poltico, asistir a reuniones
601
polticas, o comprar boletos para cenas polticas u otras
funciones.
B. El juez deber renunciar a su cargo judicial cuando se postule como
candidato, ya sea en una primaria o en una eleccin general para
cualquier cargo.
C. El juez no deber participar en ninguna otra actividad poltica,
teniendo en cuenta que esto, sin embargo, no deber impedir al juez
participar en las actividades descritas en la Regla 4.
I. Le regole generali
602
e respinge ogni pressione, segnalazione o sollecitazione comunque diretta
ad influire indebitamente sui tempi e sui modi di amministrazione della
giustizia. Nelle relazioni sociali ed istituzionali il magistrato non utilizza la sua
qualifica al fine di trarne vantaggi personali.
Art.3 Doveri di operosit e di aggiornamento professionale
Il magistrato svolge le sue funzioni con diligenza ed operosit.
Conserva ed accresce il proprio patrimonio professionale impegnandosi
nellaggiornamento e approfondimento delle sue conoscenze nei settori in cui
svolge la propria attivit.
Art. 4 Modalit di impiego delle risorse dellamministrazione
Il magistrato cura che i mezzi, le dotazioni e le risorse dufficio siano
impiegati secondo la loro destinazione istituzionale, evitando ogni forma di
spreco o di cattiva utilizzazione, nel perseguimento di obiettivi di efficienza
del servizio giudiziario.
Art. 5 Informazioni di ufficio. Divieto di utilizzazione a fini non istituzionali
Il magistrato non utilizza indebitamente le informazioni di cui dispone per
ragioni dufficio e non fornisce o richiede informazioni confidenziali su
processi in corso, n effettua segnalazioni dirette ad influire sullo svolgimento
o sullesito di essi.
Art. 6 Rapporti con la stampa e con gli altri mezzi di comunicazione di
massa Nei contatti con la stampa e con gli altri mezzi di comunicazione il
magistrato non sollecita la pubblicit di notizie attinenti alla propria attivit di
ufficio. Quando non tenuto al segreto o alla riservatezza su informazioni
conosciute per ragioni del suo ufficio e ritiene di dover fornire notizie
sullattivit giudiziaria, al fine di garantire la corretta informazione dei cittadini
e lesercizio del diritto di cronaca, ovvero di tutelare lonore e la reputazione
dei cittadini, evita la costituzione o lutilizzazione di canali informativi
personali riservati o privilegiati. Fermo il principio di piena libert di
manifestazione del pensiero, il magistrato si ispira a criteri di equilibrio e
misura nel rilasciare dichiarazioni ed interviste ai giornali e agli altri mezzi di
comunicazione di massa.
Art.7 Adesione ad associazioni Il magistrato non aderisce ad associazioni
che richiedono la prestazione di promesse di fedelt o che non assicurano la
piena trasparenza sulla partecipazione degli associati
603
Art.9 Limparzialit del magistrato Il magistrato rispetta la dignit di ogni
persona, senza discriminazioni e pregiudizi di sesso, di cultura, di ideologia,
di razza, di religione. Nellesercizio delle funzioni opera per rendere effettivo il
valore dellimparzialit impegnandosi a superare i pregiudizi culturali che
possono incidere sulla comprensione e valutazione dei fatti e
sullinterpretazione ed applicazione delle norme. Assicura che nellesercizio
delle funzioni la sua immagine di imparzialit sia sempre pienamente
garantita. A tal fine valuta con il massimo rigore la ricorrenza di situazioni di
possibile astensione per gravi ragioni di opportunit.
Art.10 Obblighi di correttezza del magistrato Il magistrato non si serve del
suo ruolo per ottenere benefici o privilegi. Il magistrato che aspiri a
promozioni, a trasferimenti, ad assegnazioni di sede e ad incarichi di ogni
natura non si adopera al fine di influire impropriamente sulla relativa
decisione, n accetta che altri lo facciano in suo favore.
Il magistrato si astiene da ogni intervento che non corrisponda ad esigenze
istituzionali sulle decisioni concernenti promozioni, trasferimenti,
assegnazioni di sede e conferimento di incarichi.
Si comporta sempre con educazione e correttezza; mantiene rapporti formali,
rispettosi della diversit del ruolo da ciascuno svolto; rispetta e riconosce il
ruolo del personale amministrativo e di tutti i collaboratori.
604
evita di pronunciarsi su fatti o persone estranei alloggetto della causa, di
emettere giudizi o valutazioni sulla capacit professionale di altri magistrati o
dei difensori, ovvero quando non siano indispensabili ai fini della decisione
sui soggetti coinvolti nel processo.
Art.13 La condotta del pubblico ministero Il pubblico ministero si comporta
con imparzialit nello svolgimento del suo ruolo.
Indirizza la sua indagine alla ricerca della verit acquisendo anche gli
elementi di prova a favore dellindagato e non tace al giudice lesistenza di
fatti a vantaggio dellindagato o dellimputato.
Evita di esprimere valutazioni sulle persone delle parti e dei testi, che non sia
conferenti rispetto alla decisione del giudice e si astiene da critiche o
apprezzamenti sulla professionalit del giudice e dei difensori.
Non chiede al giudice anticipazioni sulle sue decisioni, n gli comunica in via
informale conoscenze sul processo in corso.
Art.14 I doveri del dirigenti Il magistrato dirigenti dellufficio giudiziario cura
lorganizzazione e lutilizzo delle risorse personali e materiali disponibili in
modo da ottenere il miglior risultato possibile in vista del servizio pubblico
che lufficio deve garantire. Assicura la migliore collaborazione con gli altri
uffici pubblici nel rispetto delle specifiche competenze di ciascuna istituzione.
Garantisce lindipendenza dei magistrati e la serenit del lavoro di tutti gli
addetti allufficio assicurando trasparenza ed equanimit nella gestione del
lufficio e respingendo ogni interferenza esterna. Cura di essere a
conoscenza di ci che si verifica nellambito dellufficio, in modo da poterne
assumere la responsabilit e spiegarne le ragioni. Esamina le lagnanze
provenienti dai cittadini, dagli avvocati e dagli altri uffici giudiziari o
amministrativi, vagliandone la fondatezza e assumendo i provvedimenti
necessari ad evitare disservizi. Anche a tal fine deve essere disponibile in
ufficio.
Vigila sul comportamento dei magistrati e del personale amministrativo
intervenendo, nellesercizio dei suoi poteri, per impedire comportamenti
scorretti.
Redige con serenit, completezza e oggettivit i pareri e le relazioni sui
magistrati dellufficio, cos lealmente collaborando con coloro cui messa la
vigilanza sui magistrati, con il Consiglio giudiziario e con il C.S.M.
Sollecita pareri sulle questioni dellufficio da parte di tutti i magistrati, del
personale amministrativo e, se del caso, degli avvocati. Cura lattuazione del
principio del giudice naturale.
605
6) CDIGO DE TICA JUDICIAL DE LA PROVINCIA DE SANTA FE
(ARGENTINA, 2002).
CAPTULO I
mbito de aplicacin
Artculo 1
Este Cdigo rige para los magistrados judiciales que establece la
Constitucin de la Provincia y para los jueces determinados por la ley.
En lo sucesivo el Cdigo utiliza la denominacin "juez" para comprender
ambas jerarquas.
CAPTULO II
Objeto
606
Artculo 2
El objeto de este Cdigo es establecer un conjunto de principios
fundamentales que informan la funcin judicial y sus consiguientes deberes,
prohibiciones y exigencias aplicables a los sujetos mencionados en el
artculo anterior, con el propsito de lograr la mejor satisfaccin de los fines y
bienes institucionales, sociales y personales implicados en el servicio que
presta el Poder Judicial.
CAPTULO III
Principios fundamentales
Artculo 3
Son principios fundamentales en la justificacin, interpretacin y aplicacin
de este Cdigo:
3.1. Conciencia funcional: Todo juez debe ser consciente de que
ejerce el Poder Judicial que la Constitucin de la Provincia
establece a los fines de resolver con imperium y prudencia desde
el derecho vigente lo justo para cada uno de los casos que la
sociedad pone bajo su competencia.
3.2. Independencia: El juez adopta sus decisiones en el mbito de
su conciencia jurdica y tica, y por tanto debe resistir y excluir
todo tipo de interferencias, como as tambin evitar conductas o
actitudes que puedan generar sospechas en contrario.
3.3. Imparcialidad: El juez debe tanto conservar ntimamente como
poner de relieve sin ambages, en todo momento, que mantiene
respecto de las partes procesales una igualitaria equidistancia y
que, en el supuesto de no conservar esa actitud, procurar
apartarse de la causa judicial.
3.4. Conocimiento: Al juez le est exigida una capacitacin
permanente en el Derecho y en todos los saberes y tcnicas que
puedan favorecer al mejor cumplimiento de su funcin.
3.5. Dignidad y transparencia: En correlacin con la trascendencia
de la funcin judicial, el juez debe procurar tanto en su vida
privada como profesional la coherencia necesaria y evitar
comportamientos o actitudes que afecten o comprometan su
autoridad.
3.6. Decoro: Las conductas y actitudes del juez deben ser en todo
momento compatibles con los requerimientos que respecto al
decoro predominan en la sociedad a la que presta su funcin.
3.7. Honestidad: El juez tiene prohibido recibir beneficios al
margen de los que por derecho le correspondan, y apropiarse o
utilizar abusivamente aquello que se le afecta para cumplir su
funcin.
3.8. Diligencia: El juez debe desplegar una actividad prioritaria
orientada a cumplir del mejor modo posible con las funciones que
le son propias.
607
3.9. Lealtad y secreto profesional: El juez no debe usar el
conocimiento que tenga de las causas judiciales que estn bajo su
competencia de manera que comprometa el correcto ejercicio de
su cargo o afecte ilegtimamente los derechos de las partes.
3.10. Responsabilidad institucional: El juez debe comprometerse
en la defensa de la integridad e independencia del Poder Judicial,
y tener disposicin generosa para cumplir con aquellas tareas que
ms all de los requerimientos especficos de su cargo puedan
contribuir al mejoramiento de dicho Poder.
3.11. Afabilidad: El juez en sus relaciones con los dems
miembros del Poder Judicial, los auxiliares de la Justicia y los
justiciables, debe mantener una actitud de respeto, y procurar una
prudente disposicin a brindar las explicaciones y aclaraciones
que le sean pedidas y resulten procedentes, oportunas,
conducentes y sin violar norma jurdica alguna.
3.12. Buena fe: El juez debe inspirar confianza entre
colaboradores, justiciables y auxiliares de la Justicia,
comportndose para ello con sinceridad, coherencia y mesura.
3.13. Austeridad republicana: El juez, a los fines de consolidar su
autoridad, debe evitar actitudes que resulten ofensivas a la
austeridad propia del cargo.
3.14. Prudencia: El juez debe procurar que sus comportamientos,
actitudes y decisiones sean el resultado de un juicio justificado
racionalmente, luego de haber meditado y valorado argumentos y
contraargumentos disponibles, en el marco del derecho aplicable.
3.15. Fortaleza: El juez debe guiarse por la conciencia clara de su
alta responsabilidad y, consiguientemente, adoptar las decisiones
que correspondan no obstante el riesgo que ellas conlleven.
CAPTULO IV
Nmina enunciativa de los deberes,
prohibiciones y exigencias
Artculo 4
Establecidas especialmente en orden a las partes y sus defensores:
4.1. El juez debe brindar a cada causa el estudio que ella
requiera, a cuyo fin prestar debida atencin y dar respuesta
a los planteos conducentes a su resolucin.
4.2. El juez, al resolver jurdicamente, debe despejar con
prudencia sus dudas, sopesando las pruebas y argumentos
conducentes de las partes, y procurar hacerlo con sinceridad,
fortaleza, coherencia, exhaustividad y persuasin, en un tiempo
razonable.
4.3. El juez debe ser y parecer imparcial e independiente en la
tramitacin y resolucin de las causas, por lo cual evitar
celosamente que factores personales o institucionales externos
interfieran en su conviccin.
608
4.4. El juez tiene prohibido recibir regalos, presentes,
donaciones o beneficios por parte de litigantes y/o defensores,
sea antes, durante o despus de finalizado el proceso donde
acten. Esta prohibicin se extiende al cnyuge y a los hijos
menores de edad. Los obsequios recibidos por razones de
cortesa institucional sern incorporados al patrimonio del
Poder Judicial.
4.5. El juez tiene prohibido -salvo en los casos en que la ley lo
imponga o lo faculte- mantener conversaciones privadas con
los litigantes o sus defensores respecto al mrito de las causas
sometidas a su decisin. En los casos cuya urgencia lo
justifique, el juez podr recibir a una de las partes o sus
defensores, siempre en su despacho y en presencia del
secretario.
4.6. El juez no debe apartarse con facilidad o ligeramente de
los expedientes que estn bajo su jurisdiccin; tampoco debe
aferrarse irrazonablemente a la causa cuando existe causal de
apartamiento.
4.7. El juez, en el supuesto de serle solicitado por alguna de las
partes o sus defensores que preste testimonio en un proceso, y
de no existir perjuicio por su abstencin o resultar forzoso o
necesario dicho testimonio, debe procurar su no inclusin en la
nmina de testigos a los fines de aventar toda sospecha de
presin moral o eventual parcialidad en la decisin judicial que
se llegue a tomar.
Artculo 5
Establecidas especialmente en orden a la sociedad:
5.1. El juez debe obrar con conviccin republicana, democrtica y
de respeto a los derechos fundamentales.
5.2. En sus relaciones con la prensa y con el pblico en general,
con respecto a los casos pendientes el juez: a) Tiene prohibido
anticipar directa o indirectamente el contenido de las decisiones
que adoptar; b) Debe evitar comentarios sobre un caso
especfico; c) Debe procurar que no trasciendan detalles de las
causas en trmite; d) Si excepcionalmente fuera necesaria alguna
explicacin puntual sobre un caso especfico, se har a travs de
una comunicacin escrita y en trminos suficientemente claros
para ser entendidos por el pblico no letrado; e) En circunstancias
excepcionales, cuando al solo fin de esclarecer informacin
equvoca o errnea fuese necesaria la comunicacin verbal con la
prensa, podr referirse a la tarea judicial y al proceso en general o
a sus etapas, poniendo extremo cuidado en evitar comentarios
especficos sobre un determinado caso.
5.3. El juez tiene prohibido participar en actos o reuniones de
ndole poltica partidaria, y evitar pronunciamientos, comentarios
609
o afirmaciones que explcitamente traduzcan una filiacin poltica
partidaria.
5.4. El juez tiene el deber de denunciar ante el Tribunal de tica
las violaciones al presente Cdigo de que haya tenido
conocimiento, y la sancin disciplinaria que haya impuesto por
comportamiento que pueda constituir una falta tica.
5.5. El juez debe ser tolerante y respetuoso hacia los colegas que
no coincidan con la solucin adoptada y hacia las crticas
ajustadas a derecho y a la tica que aqulla genere.
5.6. El juez tiene prohibido utilizar el prestigio de su cargo para
promover intereses privados ajenos a la funcin judicial.
Artculo 6
Establecidos especialmente en orden al Poder Judicial:
6.1. El juez debe preocuparse por conservar su despacho con el
orden y el decoro que corresponde a la investidura del servicio de
justicia.
6.2. El juez velar para que los funcionarios y empleados de su
tribunal cumplan las funciones respectivas en un clima de orden,
respeto y eficiencia.
6.3. El juez tiene prohibido participar en actos o espectculos, o
concurrir a lugares, o reunirse con personas, que puedan afectar
la credibilidad y el respeto propio de la funcin judicial.
6.4. El juez debe observar hacia colegas, miembros del Poder
Judicial, auxiliares de la Justicia y justiciables, una actitud bien
dispuesta y respetuosa.
6.5. El juez debe cumplir sus funciones con eficiencia y diligencia,
alcanzando niveles de rendimiento acordes con el promedio
existente.
6.6. El juez debe colaborar en lo que est a su alcance y dentro de
sus posibilidades con el Poder Judicial que integra en orden a
mejorarlo.
6.7. El juez debe colaborar con los rganos administrativos del
Poder Judicial y facilitar la informacin oportuna que le sea
solicitada conforme al derecho y en orden al mejoramiento de la
Justicia.
6.8. El juez debe proteger y conservar los bienes del Estado
afectados al cumplimiento de su funcin en el Poder Judicial,
emplendolos a tales fines y evitar el uso abusivo de los mismos.
6.9. El juez debe presentar la declaracin jurada de sus bienes en
las condiciones que al respecto fijen las normas pertinentes.
6.10. El juez debe procurar no adquirir de manera directa o a
travs de terceras personas bienes en remate judicial realizado en
la Provincia de Santa Fe.
610
6.11. El juez no puede integrar entidades que comprometan la
dignidad del cargo o interfieran sus actividades judiciales.
6.12. Cuando el patrimonio del juez resulte afectado por una
medida judicial que de algn modo restrinja su propiedad o
disponibilidad, deber comunicar tal situacin al Tribunal de tica,
con mencin expresa de las circunstancias que la provocaron, a
fin de que el rgano evale la situacin y, en su caso, fije plazo al
juez para su levantamiento.
6.13. En sus relaciones con la prensa y con el pblico en general,
el juez: a) Una vez protocolizado el decisorio y en la medida que
resulte necesario para evitar errneas interpretaciones, con
prudencia puede efectuar las aclaraciones que sean
indispensables o aconsejables, evitando intervenir en polmicas
en las que aparezca defendiendo los criterios jurdicos de su
decisin; b) Puede utilizar sus propias resoluciones firmes para
fines pedaggicos o acadmicos, en cuyo caso tomar las
precauciones necesarias para no afectar los derechos y la
dignidad de las partes; c) Tiene prohibido participar en
controversias pblicas sobre casos en trmite, aunque stos
radiquen ante otros juzgados o tribunales.
6.14. El juez deber abstenerse de ejercer presiones destinadas a
obtener promociones o designaciones judiciales.
CAPTULO V
Consejo Consultivo
Artculo 7
Al Consejo Consultivo le corresponde evacuar por escrito las consultas que
le formulen los jueces y la Corte Suprema de Justicia sobre la interpretacin
y aplicacin de las normas contenidas en el presente Cdigo. Las consultas
que le formulen los jueces, y las respuestas del Consejo Consultivo, tendrn
el carcter de reservadas, salvo que el interesado acepte o promueva su
divulgacin. Las respuestas del Consejo Consultivo no son vinculantes para
quienes las promovieran.
Artculo 8
El Consejo Consultivo ser presidido por un ministro de la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia, e integrado por un magistrado jubilado que no ejerza
la profesin de escribano, abogado o procurador, y por un abogado jubilado
que no ejerza su profesin.
Artculo 9
La Corte Suprema reglamentar la forma de designacin de los miembros
del Consejo Consultivo y la duracin en sus funciones, las que sern ad
honorem en todos los casos.
CAPTULO VI
El Tribunal de tica
Artculo 10
611
El Tribunal de tica se integra con un ministro de la Corte Suprema de
Justicia, que lo preside; un magistrado jubilado que no ejerce la profesin de
escribano, abogado o procurador, y un abogado jubilado que no ejerza la
profesin.
Artculo 11
La Corte Suprema reglamentar la forma de designacin de los miembros
del Tribunal de tica y la duracin en sus funciones, las que sern ad
honorem en todos los casos.
CAPTULO VII
Proceso de responsabilidad tica
Artculo 12
Toda persona, miembro o no del Poder Judicial, podr denunciar a un juez
de la Provincia, por infraccin a las normas contenidas en este Cdigo. Se
requerir patrocinio letrado si el denunciante no fuera abogado.
Artculo 13
Artculo 14
Recibida la denuncia, el Tribunal de tica podr desestimarla o disponer la
apertura de una breve investigacin preliminar. En caso de desestimacin,
remitir las actuaciones a la Corte Suprema de Justicia; la falta de
pronunciamiento de la misma dentro del plazo de tres meses importar el
archivo automtico de las actuaciones. En el caso que se disponga abrir la
investigacin, sta se desarrollar de acuerdo con los principios que hacen
al debido proceso, ajustados a la materia objeto del mismo, quedando
facultado el Tribunal de tica para flexibilizarlo y orientarlo conforme a sus
funciones propias.
Artculo 15
La investigacin preliminar concluir con un dictamen del Tribunal de tica
en el que se dar o no por acreditada la infraccin denunciada. Dicho
dictamen se elevar -con las actuaciones respectivas- a la Corte Suprema
de Justicia.
Artculo 16
Cuando el hecho denunciado no sea significativo y slo afecte al
denunciante, ste puede desistir su pretensin ante el Tribunal de tica o
ante la Corte Suprema de Justicia, segn el momento en que se produzca.
El desistimiento no vincula al rgano, el cual resolver acerca de la
procedencia del mismo.
612
Artculo 17
Recibidas las actuaciones provenientes del Tribunal de tica, la Corte
Suprema de Justicia podr:
a) aplicar un llamado de atencin o alguna de las sanciones
previstas en la Ley Orgnica del Poder Judicial;
b) ordenar la apertura de un sumario administrativo; o
c) promover el enjuiciamiento del denunciado.
Artculo 18
Se aplicarn supletoriamente al proceso de responsabilidad tica las normas
de la Ley Orgnica del Poder Judicial en la medida en que resulten
compatibles con el mismo a juicio del Tribunal de tica.
CAPTULO I
Introduccin
CAPTULO II
Principios Generales
613
Primero.- Dignidad. Todo miembro del Poder Judicial, deber ejercer su
cargo con dignidad, abstenindose de toda conducta contraria a la seriedad
y decoro que el mismo exige.
Segundo.- Probidad. Toda persona que integre el Poder Judicial debe actuar
con rectitud y honestidad, procurando prestar servicio satisfaciendo el inters
general de la Justicia y desechando todo provecho o ventaja personal que
pueda lograr por s o a travs de otras personas.
Esta obligacin exige abstenerse de mostrar inters por asuntos de que
conozca o pueda conocer un tribunal, interceder o intervenir en cualquier
forma a favor o en contra de persona alguna, cualquiera que sea la
naturaleza del juicio o gestin de que se trate. Ella comprende tambin los
concursos, nombramientos, calificaciones, traslados y dems materias
relativas al personal del Poder Judicial.
Tercero.- Integridad. Todo miembro del Poder Judicial debe tener una
conducta recta e intachable, de modo de promover la confianza de la
comunidad en la Justicia. En consecuencia, con su comportamiento
procurar no dar lugar a crticas ni reclamos de parte de quienes recurren a
los tribunales ni de otras autoridades o del pblico, en general.
Quinto.- Prudencia. Todo miembro del Poder Judicial debe actuar con
diligencia, tino y criterio en todas las materias en que le corresponda
intervenir en razn o con ocasin de sus funciones, procurando que la forma
como las ejercen inspire confianza a la comunidad.
614
opiniones en pblico o privadas a su respecto, permitir que sean conocidos
por otras personas ni utilizar la informacin que posean en razn de sus
funciones en beneficio propio o ajeno.
CAPTULO III
De la Comisin de tica
615
asunto lo haga necesario, situacin que debe ser calificada por la mayora
de sus miembros.
Los acuerdos que se adopten se consignarn en forma resumida en el acta
correspondiente.
Dcimo Sexto.- Con cada uno de los asuntos en que intervenga la Comisin
se abrir un cuaderno reservado al que le otorgar un nmero de orden y
que deber ser debidamente foliado. En l se agregarn correlativamente
los antecedentes relativos a la situacin de que se trate, y se dejar
constancia de todas las actuaciones que se realicen.
La Comisin, exigindole reserva, requerir informes, testimonios y
antecedentes a cualquier miembro del Poder Judicial y podr encomendarle
la ejecucin de actuaciones determinadas en que le corresponda intervenir.
616
La infraccin de esta obligacin de parte de los funcionarios o empleados
que tomen parte de ellas, constituir falta grave para los efectos
disciplinarios, sin perjuicio de las dems responsabilidades que puedan
afectarles.
CAPTULO IV
Del Procedimiento
Vigsimo Segundo.- Una vez informado el Tribunal Pleno de lo realizado por
la Comisin de tica, la tramitacin de los antecedentes se sujetar a las
normas del procedimiento disciplinario. Hganse las comunicaciones
pertinentes. Para constancia se extiende la presente acta.
DAJ/DOC (98) 23
Charte europenne sur le statut des juges
617
de perfectionnement des institutions judiciaires comme lment essentiel de
lEtat de droit.
La ncessit dlaborer une charte europenne sur le statut des juges a t
confirme en juillet 1997, lissue des travaux dune premire runion
multilatrale tenue Strasbourg et consacre au statut des juges en Europe.
Les participants cette runion, originaires de 13 pays dEurope occidentale,
centrale et orientale, auxquels se sont joints des reprsentants de
lAssociation Europenne des Magistrats (AEM) et des Magistrats
Europens pour la Dmocratie et les Liberts (MEDEL), ont mis le souhait
que le Conseil de lEurope offre le cadre et le soutien ncessaires
llaboration de la charte.
Sur la base de ces conclusions, la Direction des Affaires Juridiques a confi
tros experts, venant de la France, la Pologne et le Royaume-Uni, la
rdaction dun avant-projet de charte.
Cet avant-projet, labor au printemps de 1998, a t soumis aux
participants dune deuxime runion multilatrale, galement tenue
Strasbourg, les 8-10 juillet 1998, et lissue des trois journes de
discussions, le texte, aprs avoir t amlior par un certain nombre
damendements, a t adopt lunanimit.
La valeur de cette Charte ne rsulte pas dun statut formel quelle na pas,
mais de la pertinence et de la force que ses auteurs ont entendu donner
son contenu. La connaissance de ce contenu et une large diffusion de la
Charte sont des lments essentiels pour que sa dynamique de progrs se
concrtise. Elle est destine aux juges, aux juristes, aux responsables
politiques et plus gnralement toutes les persones intresses aux
institutions de lEtat de droit et de la dmocratie.
4
5
CHARTE EUROPENNE SUR LE STATUT DES JUGES
618
statuts des juges des diffrents Etats europens prendre en compte ces
dispositions pour assurer concrtement le meilleur niveau de garanties, Ont
adopt la prsente Charte europenne sur le statut des juges.
1. PRINCIPES GNRAUX
1.1. Le statut des juges tend assurer la comptence, l'indpendance et
l'impartialit que toute personne attend lgitimement des juridictions et de
chacun et chacune des juges auxquels est confie la protection de ses
droits. Il exclut tout dispositif et toute procdure de nature altrer la
confiance en cette comptence, cette indpendance et cette impartialit. La
prsente Charte comporte ci-aprs les dispositions qui sont les mieux
mme de garantir la ralisation de ces objectifs. Ces dispositions visent
l'lvation du niveau des garanties dans les diffrents Etats europens. Elles
ne peuvent justifier des modifications des statuts nationaux tendant faire
rgresser le niveau des garanties dj atteint dans les pays concerns.
1.2. Dans chaque Etat europen, les principes fondamentaux du statut des
juges sont noncs dans les normes internes du niveau le plus lev et ses
rgles dans des normes du niveau au moins lgislatif.
6
1.4. Le statut offre tout juge ou toute juge qui estiment que leurs droits
statutaires, ou plusgnralement leur indpendance ou celle de la justice
sont menacs ou mconnus d'unemanire quelconque la possibilit de saisir
une telle instance indpendante disposant de moyens effectifs pour y
remdier ou pour proposer d'y remdier.
619
auprs des autorits et instances qui interviennent dans les dcisions les
concernant.
1.8. Les juges sont associs par leurs reprsentants et leurs organisations
professionnelles aux dcisions relatives l'administration des juridictions,
la dtermination de leurs moyens et l'affectation de ceux-ci sur le plan
national et sur le plan local. Ils sont consults, dans les mmes conditions,
sur les projets de modification de leur statut et sur la dfinition des conditions
de leur rmunration et de leur protection sociale.
2.2. Le statut prvoit les conditions dans lesquelles est garantie, par des
exigences lies aux diplmes obtenus ou une exprience antrieure,
l'aptitude l'exercice spcifique des fonctions judiciaires.
7
3.2 Le statut dtermine les situations dans lesquelles les activits antrieures
d'un candidat ou d'une candidate ou celles exerces par leurs proches font
obstacle, en raison des doutes qu'elles peuvent lgitimement et
objectivement susciter sur leur impartialit ou leur indpendance, une
affectation un tribunal.
620
pas nommer dfinitivement ou de ne pas renouveler ne peut tre prise que
par l'instance indpendante vise au point 1.3 ou sur sa proposition ou sa
recommandation ou avec son accord ou aprs son avis. Les dispositions du
point 1.4 sont aussi applicables la personne soumise une priode
d'essai.
4. DROULEMENT DE LA CARRIRE
4.1. Lorsqu'il n'est pas bas sur l'anciennet, un systme de promotion est
exclusivement fond sur les qualits et les mrites constats dans l'exercice
des fonctions confies au juge ou la juge au moyen d'valuations
objectives effectues par un ou plusieurs juges et discutes avec le ou la
juge intresss. Les dcisions de promotion sont alors prononces par
l'instance vise au point 1.3 ou sur sa proposition, ou avec son accord. Le ou
la juge qui ne sont pas proposs en vue d'une promotion doivent pouvoir
former une rclamation devant cette instance.
5. RESPONSABILIT
621
5.1. Le manquement par un juge ou une juge l'un des devoirs
expressment dfinis par le statut ne peut donner lieu une sanction que sur
la dcision, suivant la proposition, la 8 recommandation ou avec l'accord
d'une juridiction ou d'une instance comprenant au moins pour moiti des
juges lus, dans le cadre d'une procdure caractre contradictoire o le ou
la juge poursuivis peuvent se faire assister pour leur dfense. L'chelle des
sanctions suceptibles d'tre infliges est prcise par le statut et son
application est soumise au principe de proportionnalit. La dcision d'une
autorit excutive, d'une juridiction ou d'une instance vise au prsent point
prononant une sanction est susceptible d'un recours devant une instance
suprieure caractre juridictionnel.
622
6.4. En particulier, le statut assure au juge ou la juge qui ont atteint l'ge
lgal de cessation de leurs fonctions aprs les avoir accomplies titre
professionnel pendant une dure dtermine le versement d'une pension de
retraite dont le niveau doit tre aussi proche que possible de celui de leur
dernire rmunration d'activit juridictionnelle.
7.2. La survenance d'une des causes vises au point 7.1., autre que la limite
d'ge ou le terme du mandat lgal, doit tre vrifie par l'instance vise au
point 1.3.
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10
EXPOS DES MOTIFS DE LA CHARTE EUROPENNE SUR LE STATUT
DES JUGES
------
1. PRINCIPES GNRAUX
1.1. La charte entend dfinir le contenu du statut des juges par rapport des
objectifs quil sagit datteindre : assurer la comptence, lindpendance et
limpartialit que toute personne est en droit dattendre des juridictions et de
chacun et chacune des juges dont est rappele la mission de protection des
droits des personnes. Le statut nest donc pas une fin en soi mais un moyen
dassurer aux personnes dont la protection des droits est confie aux
juridictions et aux juges des garanties ncessaires leffectivit de cette
protection. Ces garanties au profit des personnes rsident dans la
comptence, au sens de savoirfaire, lindpendance et limpartialit,
623
rfrences positives, puisque le statut des juges doit tendre les assurer, et
ngatives, puisquil doit exclure tout ce qui pourrait altrer la confiance en
leur existence. La question sest pose de savoir si les dispositions de la
charte devaient se prsenter comme impratives, cest--dire devant figurer
obligatoirement dans les statuts nationaux des juges, ou si elles avaient la
valeur de recommandations ne faisant pas obstacle lapplication dautres
dispositions considres comme permettant dassurer des garanties
quivalentes. Cette dernire solution pouvait tre inspire par le souci de ne
pas stigmatiser des systmes nationaux o, au-del de modalits juridiques
peu marques par des proccupations de protection statutaire des juges, la
pratique ancienne et constante aboutit cependant ce que les garanties
soient effectives. Mais on a aussi fait valoir le point de vue selon lequel
labsence de dispositifs de type statutaire assortissant lexercice, par des
autorits politiques, de pouvoirs en matire de nomination, daffectation, de
promotion ou de cessation de fonctions se traduisait, dans lexprience dun
assez grand nombre de pays dont ceux ayant rcemment adhr au Conseil
de lEurope, par lineffectivit des garanties de comptence, dindpendance
et dimpartialit.
11
Cest pourquoi, sans donner ses dispositions un caractre proprement
impratif, la charte les prsente comme tant les mieux mme de garantir
la ralisation des objectifs prcdemment noncs. Beaucoup de
dispositions de la charte ne peuvent sappliquer dans les systmes o les
juges sont directement lus par les citoyens. Il ntait pas possible dlaborer
la Charte en ne car on aurait alors abouti un plus petit commun
dnominateur fort modeste. La Charte ne se propose pas non plus
dinvalider en quelque sorte les systmes dlection qui peuvent tre
regards, par les ressortissants des pays o ils sont mis en oeuvre, comme
la quintessence de la dmocratie. Il y a lieu de considrer que ses
dispositions sappliquent autant que cela est possible aux systmes
dlections des juges. Par exemple, les dispositions des points 2.2. et 2.3.
(premire phrase) sont certainement applicables par rapport de tels
systmes, o elles apportent des garanties heureuses. Les dispositions de la
Charte visent l'lvation du niveau des garanties dans les diffrents Etats
europens, lvation dont l'importance dpendra du niveau dj atteint dans
ces pays. Mais les dispostions de la Charte ne peuvent en aucune manire
servir de fondement des modifications des statuts nationaux qui tendraient
au contraire faire rgresser, reculer, le niveau des garanties dj atteint
dans tel ou tel pays.
624
dot dune constitution souple. Ces exigences tenant au niveau normatif
requis pour linscription des principes fondamentaux et pour celle des rgles
empchent que les uns et les autres puissent tre modifis par des
procdures expditives non proportionnes aux enjeux en cause. En
particulier, le niveau constitutionnel des principes fondamentaux doit
empcher que la lgislation adopte des dispositions ayant pour objet ou pour
effet de les mconnatre. En indiquant le niveau normatif requis dans lordre
interne, la charte ne prjuge pas du respect qui est d, dans cet ordre, aux
dispositions protectrices contenues dans des instruments internationaux
contraignants pour les Etats europens. Elle dispense dautant moins de leur
respect quelle se rfre aux principaux dentre eux, ainsi quil a t indiqu
dans le prambule, comme une source dinspiration.
1.3. La charte prvoit l'intervention dune instance indpendante du pouvoir
excutif et du pouvoir lgislatif pour toute dcision affectant la slection, le
recrutement, la nomination, le droulement de la carrire ou la cessation de
fonctions dun ou d'une juge. La formulation retenue vise couvrir des
situations varies, qui vont du conseil donn par linstance indpendante
un organe du pouvoir excutif ou du pouvoir lgislatif jusqu la prise de
dcision elle-mme par linstance indpendante. Il devait tre tenu compte
cet gard de certaines diffrences entre les systmes nationaux. Dans
certains dentre eux, il serait difficilement admis quune instance
indpendante se substitue lautorit politique de nomination. Mais
lobligation pose, dans un tel cas, de recueillir au moins la recommandation
ou lavis dune instance indpendante ne peut manquer 12 davoir un effet
trs incitatif, sinon en pratique contraignant, pour lautorit politique de
nomination. Dans l'esprit de la Charte, les recommandations ou avis de
l'instance indpendante ne constituent des garanties que s'ils sont de faon
gnrale suivis dans la pratique. L'autorit politique ou administrative qui ne
suivrait pas une telle recommandation ou un tel avis devrait tout le moins
tre tenue de faire connatre les motifs de ce refus. La charte retient une
formulation o lintervention de linstance indpendante pourra prendre aussi
bien la forme dun avis simple que dun avis conforme, d'une
recommandation,
dune proposition ou encore dune dcision.
La question de la composition de linstance indpendante sest pose. La
charte a retenu une formulation suivant laquelle sigent dans cette instance
au moins pour moiti des juges lus par leurs pairs. Elle na donc pas voulu
permettre que les juges soient minoritaires au sein de linstance
indpendante, mais elle na pas non plus entendu imposer quils y soient
majoritaires. En prsence de conceptions diffrentes et de dbats
philosophiques dans les Etats europens, il a sembl que la rfrence un
plancher minimum dune moiti de juges assurait un niveau de garanties
apprciable tout en respectant les considrations de principe qui peuvent
sexprimer dans tel ou tel systme national. La charte indique que les juges
sigeant au sein de linstance indpendante sont lus par leurs pairs. Elle a
considr que lindpendance qui doit sattacher linstance en question
excluait que les juges y sigeant soient lus ou dsigns par une autorit
politique appartenant au pouvoir excutif et au pouvoir lgislatif. Une telle
625
formule serait en effet de nature confrer un caractre partisan la
dsignation et au rle des juges. Il nest pas prcisment attendu des juges
appels siger au sein de linstance indpendante quils sefforcent
dobtenir la faveur de partis politiques ou dorganes devant eux-mmes leur
dsignation ou leur lection de tels partis ou leur action.
Enfin, sans imposer un mode de scrutin particulier, la Charte indique que les
modalits de l'lection des reprsentants des juges au sein de cette instance
doivent assurer la reprsentation la plus large de ceux-ci.
13
1.5. La charte nonce les principaux devoirs du juge ou de la juge dans et
pour lexercice de leurs fonctions. La disponibilit se rfre la fois au temps
ncessaire pour juger convenablement les affaires et ltat desprit attentif,
en veil, qui est videmment requis dans une tche aussi importante,
puisque cest au travers du jugement des affaires quest assure la garantie
des droits individuels. Le respect des personnes simpose particulirement
dans la situation de pouvoir qui est celle du juge ou de la juge, et il simpose
dautant plus que les individus se prsentent souvent devant la justice dans
un tat de fragilit personnelle. Le devoir de prserver les secrets dont la
garde est lgalement confie au juge ou la juge est galement mentionn.
Enfin, il est indiqu que le ou la juge doivent veiller maintenir le haut niveau
de comptences quexige en toute circonstance le jugement des affaires.
Cest dire la fois que le haut niveau de comptence, de savoir faire, sont
pour le ou la juge une exigence de tous les instants dans lexamen et le
jugement des affaires, et quil leur incombe de maintenir ce Aut. niveau sous
rserve de laccs qui doit leur tre assur, comme cela sera prcis, des
actions de formation.
626
1.6. La Charte prcise que l'Etat a le devoir d'assurer au juge ou la juge les
moyens ncessaires au bon accomplissement de leur mission, et notamment
au traitement des affaires dans un dlai raisonnable. Sans l'indication
expresse de cette obligation la charge de l'Etat, les dispositions relatives
la responsabilit des juges verraient leurs justifications s'altrer.
1.8. La Charte prvoit que les juges sont associs, par leurs reprsentants,
notamment au sein de linstance vise au point 1.3, et par leurs organisations
professionnelles, aux dcisions relatives ladministration des juridictions,
la dtermination de leurs moyens et laffectation de ceux-ci sur le plan
national et sur le plan local. Sans prendre parti sur une forme juridique
dtermine ni sur un degr de contrainte, il sagit dassocier les juges
ltablissement du budget consacr la justice prise globalement et aux
diffrentes juridictions prises individuellement, ce qui implique des
procdures de consultation ou de reprsentation au niveau national et au
niveau local. Ceci sapplique aussi plus largement ladministration de la
justice et celle des juridictions. La charte nexige pas que cette
administration incombe aux juges, mais elle impose quils nen soient pas
tenus lcart.
La consultation des juges, par leurs reprsentants ou leurs organisations
professionnelles, sur les projets de modification de leur statut ou la dfinition
des conditions de leur rmunration et de leur protection sociale, y compris
la pension de retraite, doit permettre que les juges ne soient pas tenus
lcart de la prparation des dcisions dans ces domaines sans, cependant,
quil y ait empitement sur le pouvoir de dcider dvolu aux instances
nationales constitutionnellement comptentes.
14
2. SLECTION, RECRUTEMENT, FORMATION INITIALE
627
concours ou de la commission de slection ds lors quils sont indpendants.
En pratique, la procdure de slection est souvent distincte de la procdure
de nomination proprement dite. Il est important de prciser les garanties
spcifiques sattachant la procdure de slection. Le choix effectu par
linstance de slection doit reposer sur des critres en relation avec la nature
des fonctions quil sagit dexercer. Il sagit dabord dvaluer la capacit des
candidats apprcier librement les situations qui sont soumises un juge ou
une juge, ce qui voque la libert desprit. L'aptitude faire preuve de
l'impartialit indispensable l'exercice des fonctions judiciaires est aussi un
lment essentiel. La capacit faire application du droit renvoie la fois
la connaissance du droit et laptitude le mettre en pratique, ce qui nest
pas la mme chose. La slection doit en fin sassurer de la capacit des
candidats imprgner leur comportement de juge du respect de la dignit
des personnes, qui est essentiel dans une relation de pouvoir et face des
individus qui se prsentent devant la justice souvent en situation de difficult.
Enfin, la slection ne peut reposer sur des critres de discrimination fonds
sur le sexe, lorigine ethnique ou sociale, les opinions philosophiques et
politiques, les convictions religieuses.
15
628
3. NOMINATION, INAMOVIBILIT
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modification lgale de l'organisation judiciaire entranant par exemple la
suppression d'un tribunal et lorsque le ou la juge sont appels aller
renforcer un tribunal voisin en situation de difficult. Dans ce dernier cas,
laffectation temporaire doit tre dune dure limite dfinie par le statut.
Compte tenu, cependant, du caractre trs sensible du dplacement dun
juge ou d'une juge auxquels ceux-ci nont pas consenti, il est rappel que
ceux-ci disposent, en vertu du point 1.4., dun droit gnral au recours devant
une instance indpendante qui peut tre ainsi amene vrifier la lgitimit
du dplacement. Cest dailleurs aussi le droit au recours qui peut permettre
de rpondre des situations qui nont pu tre prcisment prises en compte
dans des dispositions de la charte et o un juge ou une juge se verraient
surchargs afin de les empcher en pratique de conduire normalement les
procdures dont ils ont la charge.
16
4. DROULEMENT DE LA CARRIRE
4.1. Sauf lorsque les promotions sont confres aux juges strictement sur la
base de lanciennet, systme que la Charte na nullement entendu exclure
dans la mesure o il est considr comme hautement protecteur de
lindpendance, mais qui implique dans les systmes nationaux concerns
que la qualit du recrutement soit garantie de faon absolue, il est important
de veiller ce que, travers la question de la promotion, lindpendance et
limpartialit du juge ou de la juge ne se trouvent pas atteintes. On doit
prciser que ce qui est craindre ici, cest autant le ou la juge illgitimement
bloqus dans leurs promotions que ceux excessivement rcompenss. Cest
pourquoi la Charte dfinit les critres de promotion exclusivement comme
tant les qualits et les mrites constats dans lexercice des fonctions
confies au juge ou la juge, apprcis au moyen dvaluations objectives
effectues par un ou plusieurs juges, tant ajout que ces valuations
doivent faire lobjet dune discussion avec les intresss. Cest sur la base de
la connaissance de ces valuations que les promotions sont prononces par
l'instance indpendante vise au point 1.3. ou sur sa proposition, sa
recommandation ou avec son accord ou aprs son avis. Il est expressment
prvu que le ou la juge qui ne font pas lobjet dune prsentation en vue
d'une promotion soumise cet examen de l'instance indpendante doivent
pouvoir former une rclamation devant cette instance. Les dispositions du
point 4.1. nont naturellement pas vocation sappliquer dans les systmes
o il nexiste pas de promotion ni de hirarchie des juges, systmes qui sont
aussi cet gard hautement protecteurs de l'indpendance.
630
attention et dans un dlai raisonnable les affaires qui leur sont soumises. La
Charte na pas pris parti sur les types prcis dactivits. Une apprciation
concrte est ncessaire au regard des effets dfavorables des activits
extrieures sur les conditions dexercice des fonctions judiciaires. La Charte
a prvu que le ou la juge doivent solliciter l'autorisation d' exercer des
activits, autres que littraires ou artistiques, lorsqu'elles doivent donner lieu
rmunration.
17
Les dispositions figurant aux points 2.3. et 4.4. relatives la formation
dfinissent des garanties de faon suffisamment souple pour pouvoir
sadapter la varit des systmes nationaux en matire de formation :
cole relevant administrativement du ministre de la Justice, structure place
auprs du Conseil suprieur de la Magistrature, fondation de droit priv, etc.
5. RESPONSABILIT
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sanction est prononce, son choix dans lchelle statutaire des sanctions est
soumis au principe de proportionnalit. La Charte a enfin prvu un droit de
recours devant une instance suprieure caractre juridictionnel contre une
decision prononant une sanction lorsquelle a t prise par une autorit
excutive, une juridiction ou une instance compose au moins pour moiti de
juges lus. Dans la formulation quelle a retenue, la Charte nimpose pas que
ce recours puisse sexercer dans le cas o la sanction a t prise par le
Parlement.
5.3. La Charte envisage ici la question des rclamations, des plaintes des
justiciables lgard de dysfonctionnements de la justice.
18
Le traitement des plaintes est plus ou moins organis dans les Etats, et il
nest pas forcment trs bien organis. Cest pourquoi la Charte prvoit la
possibilit pour toute personne de soumettre sans formalisme particulier sa
rclamation relative un dysfonctionnement de la justice dans une affaire
donne un organisme indpendant. Dans le cas o un examen prudent et
attentif ferait incontestablement apparatre cet organisme indpendant un
manquement de nature disciplinaire de la part dun juge ou d'une juge, cet
organisme aurait la facult den saisir linstance disciplinaire, ou au moins
632
une autorit ayant comptence, suivant les rgles du statut national, pour
effectuer cette saisine. Ni cette instance, ni cette autorit ne serait contrainte
d'adopter la mme opinion que l'organisme saisi de la rclamation, et il en
rsulte donc des garanties srieuses contre des risques de dvoiement de la
procdure de rclamation par des justiciables voulant en ralit faire
pression sur la justice. Lorganisme indpendant dont il est question ne serait
pas forcment conu comme se consacrant spcifiquement vrifier
lexistence de manquements de la part des juges. Ceux-ci nont pas le
monopole des dysfonctionnements de la justice. Il serait donc concevable
que ce mme organisme indpendant saisisse de faon analogue, lorsque
cela lui parait justifi, linstance disciplinaire ou lautorit de poursuite des
avocats, des fonctionnaires de justice, des huissiers, etc. Mais la Charte,
consacre au statut des juges, na envisager plus prcisment que la
question dune saisine concernant un juge ou une juge.
Les dispositions envisages sous cette rubrique ne concernent que les juges
exerant titre professionnel.
19
6.4. Elle prcise cet gard que le ou la juge qui ont atteint lge lgal de
cessation de leurs fonctions aprs les avoir exerces pendant une dure
633
dtermine doivent bnficier du versement dune pension de retraite dont le
niveau doit tre aussi proche que possible de celui de la dernire
rmunration d'activit juridictionnelle.
7.1. Une vigilance est requise en ce qui concerne les conditions dans
lesquelles un juge ou une juge sont amens cesser leurs fonctions. Il
importe de dterminer de faon limitative les causes de cessation des
fonctions. Ce sont la dmission, linaptitude physique constate sur la base
dune expertise mdicale, la limite dge, le terme atteint par le mandat lgal
lorsque les fonctions sexercent pour une dure lgalement limite, enfin la
rvocation prononce dans le cadre de la responsabilit disciplinaire.
7.2. Hormis les causes de cessation des fonctions qui peuvent tre
constates sans difficult, savoir la limite dge ou le terme du mandat
lgal par coulement de la dure de cemandat, les autres causes de
cessation des fonctions doivent, lorsquelles surviennent, tre vrifies par
linstance vise au point 1.3. Cette condition est ralise de plano lorsque la
cessation des fonctions rsulte d'une rvocation prcisment dcide par
cette instance, ou sur sa proposition, sa recommandation ou avec son
accord.
634
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