Hegel Sobre Antigona
Hegel Sobre Antigona
Hegel Sobre Antigona
Universitat de Valencia
1
G.W.F. Hegel, Lecciones sobre la esttica, Madrid (trad. de A. Brotns, Akal) 1989, p.
(Se cita LE).
2
Fundamentos de la filosofa del derecho, 166.
3
Vorlesu11ge11 iiber die Philosophie der Religion, II, 2. Abs. (Il.3.b), en Werke, Frankfurt
(Suhrkamp) 1986, vol. 17, p. 133. (Se cita VPhR).
256
4
Fenomenologa del Espritu, Mxico (trad. de W. Roces, F.C.E.) 1966, PP 2! ;.s
cita FdE). n
5
Karl Reinhardt fue uno de los primeros en cuestionar las categoras desde l~~:
Hegel interpreta la Antgona de Sfocles, pese a reconocer "su -excelente amplitud de~
(K. Reinhardt, Sfocles, Barcelona [Destino] 1991 [1933, 1 ed. alemana], p. 335; e
p. 96). Una actitud ms crtica con Hegel han adoptado Vctor Ehrenberg (Sopfl
Peric/es, Oxford 1948, p. 31), Albin Lesky (La tragedia griega, Barcelona [Mart(
1973, p. 133), H. Lloyd-Jones (The Justice of Zeus, Berkeley [University of Califo(~}.~
1971, pp. 116 ss.) y Luis Gil (Transmisin mtica, Barcelona [Planeta] 1975, p. 59). P{!s
ms matizadas pueden encontrarse en lean-Pierre Vernant y Pierre Vidal-Naq1Jet~~;
tragdie en Grece ancienne, Pars 1977, p. 34), en Martha Nussbaum (lafragilida17
Madrid [Visor] 1995, pp. 91-124) y, especialmente, en George Steiner (Antfg
potica y una filosofa de la cultura, Barcelona [Gedisa] 1996, pp. 28-42).
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su personalidad toda la rica variedad de resortes del alma humana. Pero s'
particularidad no deja de ser, sin embargo, de ndole general. Lo individua
en ellos se funde estrechamente con lo universal, elevndose al plano del
individualidad ideal. Como seres humanos reales que son, quienes hablaf1
obran son ellos, pero sus palabras y acciones no acompaan externamente
sus decisiones, sino que expresan y "exteriorizan su esencia ntiill.
demuestran el derecho de su actuar y afirman serenamente el pathos al q
pertenecen, libres de circunstancias contingentes y de la particularidad del
personalidades, en su individualidad universal" (FdE, p. 425).
En tanto que existen y obran como individuos universales, Antgonl
Creonte encarnan caracteres, no en un sentido psicolgico del trmino, sih
en un sentido tico. Esto no debe entenderse, sin embargo, como si
antagonismo entre ellos pudiera describirse como un conflicto eri.tr
inclinaciones y deberes, ya se site el mvil sensible en Antgona -el afect
hacia Polinices- y el mvil racional en Creonte -el bien comn-, o, por.
contrario, se atribuya a Creonte el mvil sensible -el afn de poder- y
Antgona el mvil racional -el respeto a las leyes no escritas-. Lo peculiard
esta aproximacin es que plantea la resolucin del conflicto en trminos<d
culpabilidad o inocencia. Si uno de los sujetos obra por un principi
moralmente superior, entonces es decretado inocente frente al otro, qu~ . f1
considerado culpable. .
Quin tiene la razn de su parte, Antgona o Creonte? Pronunciars~<
favor de uno y en contra del otro, equivaldra a interpretar el conflicto enlf
sentido moral. Y Hegel no acepta tal interpretacin. Un conflicto mra
presupone un sujeto que puede elegir el contenido de su accin, porque ~
voluntad no est determinada por l. Esa indeterminacin o libertad interig
es la condicin de posibilidad de que el sujeto sea responsable de su elecd
pudiendo por ello ser culpable o inocente. Pero Hegel no consider<l
Antgona y a Creonte como sujetos libres en este sentido, que es especfic
de la conciencia moral moderna, la cual es un principio interidt <
independiente de todo contenido externo. Por el contrario, Antgona,
Creonte encarnan contenidos sustanciales con los que se identific
plenamente, por lo que su voluntad es inseparable del contenido que \
realiza. En este sentido, no pueden elegir lo que hacen, no porque est
determinados por la necesidad exterior de un destino ciego, sino porque es.t
destinados por su propio ser a obrar como lo hacen. No pudiendo elegir.J:i
son, pues, ni culpables ni inocentes en un sentido moral; o, ms bien, s? .
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la unidad de eticidad y subjetividad que llev a cabo por vez primera el murid
espritu se hizo efectivamente real. "Aqu est el primer espritu: el hombre
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polis, esa obra de arte que el pueblo griego hizo de s mismo. Todas las
figuras precedentes -la conciencia sensible y la percepcin, el entendimiento,
la autoconciencia y la razn- son "abstracciones del espfritu" (FdE, p. 260),
es decir, figuras de la conciencia individual en las que el momento de la
objetividad o del ser est separado del momento de la certeza o de la
.subjetividad. Slo cuando el mundo real objetivo ha perdido para la
tonciencia toda significacin de algo extrao, y la conciencia ha perdido toda
significacin de la mera certeza separada de aquel mundo, la conciencia
deviene espfritu. Las figuras del espritu ya no son abstracciones, sino figuras
reales, histricas, y en vez de ser figuras de un yo individual y abstracto, son
s' figuras de un mundo" (FdE, p. 261). 'Mundo' designa aqu una realidad
,pjetiva que es la obra consciente de un nosotros, y en la cual ese sujeto
colectivo se reconoce.
Hegel caracteriza la polis griega como un "mundo tico.viviente" (FdE,
p. 261), es decir, como una comunidad de individuos singulares vinculados
,ipr compromisos universales. Esa comunidad es un "pueblo libre en el que
.' costumbre constituye la sustancia de todos, y cuya realidad y existencia
saben todos y cada uno de los singulares como su voluntad y su obrar" (FdE,
p. 261). El contenido de esa costumbre (E8os), que se plasma en las leyes e
instituciones consuetudinarias de la comunidad, es lo que Hegel llama su
'stancia tica" (FdE, p. 262), la cual no es reconocida por los miembros de
! '(polis como algo contingente ni arbitrario, sino como un contenido que
osee una legitimidad venida de la divinidad, y con la que se sienten
lenamente identificados. Eso no significa que el individuo no tenga
onciencia de s, y su singularidad se disipe o se hunda en el elemento
ajyersal de la comunidad. Significa, ms bien, que sustancia tica y
bjetividad individual se unen armoniosamente, en tanto que el individuo
onoce y quiere la esencia universal de la comunidad como su propia esencia.
a comunidad "es su propio inters; en ella posee el individuo la libertad
:utoconsciente, lo cual implica que el individuo venere aquello a que obedece
.qe, poseyendo su voluntad propia, sta no tenga otro contenido que lo
'16tivo" (LFH, p. 399) .
.....
. ~(/>
Si Antgena representa el sujeto tico de la polis, cuya voluntad individual es inseparab
7
J~s figuras de Antgona y Scrates en sus Lecciones sobre la historia de la filosofa, Mxico
[F.C.E.] 1955, vol. II, pp. 93 ss.).
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por encima del afecto que pueda sentir por l. Lo trgico del conflicto radica,
pues, en que las dos partes, consideradas por separado, tienen legitimidad,
pues cada una encarna en su esfera lo tico, es decir, lo divino en su realidad
mundana o como principio de las voluntades y acciones individuales.
Pero el conflicto es trgico no slo por esto, sino tambin porque ninguna
de las partes puede llevar a cumplimiento el contenido de su fin y de su
carcter si no es negando el derecho de la otra, por lo cual la realizacin de
su deber es, inevitablemente, la comisin de un delito. Esa falta es an ms
terrible por el hecho de que cada contendiente defiende su derecho, no slo
. . contra el otro, sino tambin contra s mismo, ya que en cada uno se dan las
dos legalidades en litigio. As, "Antgona vive bajo el poder estatal de
. Creonte, ella misma es hija de rey y prometida de Hemn, de modo que
debera tributar obediencia al mandato del prncipe. Pero tambin Creonte,
que por su parte es padre y esposo, debera respetar la santidad de la sangre
y no ordenar lo que contraviene a esta piedad" (LE, p. 871). Al alzarse contra
~l derecho del otro, Antgona y Creonte violentan tambin ese mismo
derecho en ellos mismos. Con todo, su delito es necesario, porque lo cometen
en su eticidad y por su eticidad. Por ello asumen su culpa y no quieren ser
inocentes. Y el castigo que reciben por su transgresin no conmueve porque
sea un destino desgraciado, sino porque su desgracia los honra
hsolutamente.