Habra Jarana
Habra Jarana
Habra Jarana
Ministerio de Cultura
Av. Javier Prado Este 2465, San Borja, Lima, Per
www.mcultura.gob.pe
Investigacin y textos:
Rodrigo Chocano Paredes
ISBN 978-612-4126-06-2
Diseo y diagramacin:
Judith Len Morales
Fotografa de portada:
Revista Mundial, 28 de junio de 1928.
Ministerio de Cultura
ISBN 978-612-4126-06-2
Dewey 780.985
C O N T E N I D O
Presentacin 9
Introduccin 41
Captulo 1
La marinera limea como prctica musical:
Apuntes tericos y metodolgicos 47
1. Msica y sociedad 49
2. Transmisin, tradicin y msica popular 51
3. La marinera limea: tradicin popular de raigambre urbana 61
Captulo 2
Historia y formacin de la marinera limea 73
1. Hiptesis acerca del origen de la marinera limea 75
2. Proceso de formacin de la marinera limea 83
3. Aparicin de la marinera 101
4. Zamacueca y marinera 112
5. Conclusiones del captulo 120
Captulo 3
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX 123
1. Lima durante el siglo XX 125
2. Quines practican la marinera limea? 130
3. Presencia de la marinera limea en la capital 132
4. Fiesta de San Juan de Amancaes 140
5. Grabaciones de marinera limea 145
6. La marinera limea durante las ltimas dcadas del siglo XX 156
7. Algunos cultores de marinera limea del siglo XX 159
Captulo 4
Prctica popular de la marinera limea 169
1. La marinera limea como prctica colectiva 172
2. La marinera limea y su repertorio popular 207
3. Conclusiones del captulo 217
Captulo 5
Nuevas prcticas musicales de la marinera limea:
locales, academias y concursos 221
1. Prctica de la marinera limea en locales institucionales 224
2. Enseanza formal de la marinera limea y academias 238
3. Concursos de marinera limea 251
4. Conclusiones del captulo 268
Conclusiones 271
Fuentes 281
1. Lista de entrevistados 281
2. Referencias bibliogrficas 282
Las prcticas musicales arrojan luz sobre las condiciones histricas nicas
del devenir social y cultural del pas. Distintas sensibilidades musicales se
han desenvuelto en nuestro territorio, como lo atestiguan los restos arqueo-
lgicos de implementos musicales, junto con las representaciones pictricas
y escultricas en objetos precolombinos, los mismos que patentizan la creati-
vidad esttica de los variados pueblos y sistemas sociales que ocuparon esta
parte del continente.
10
Prlogo: Cmo se canta la marinera
Presentacin
limea?
11
Prlogo
Cmo se canta la marinera limea?
1E
l presente prlogo se ha elaborado a partir de los conocimientos de Guillermo Durand Allison,
y se ha respaldado en los trabajos de Hayre (1973), Vsquez y Llorns (s/f) y Tompkins (1981).
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Una marinera limea completa tiene una serie de partes o piezas que se tocan
de manera independiente y consecutiva. En una interpretacin se ejecutan
varias marineras, una resbalosa y un conjunto de fugas. A continuacin ilus-
tramos la estructura y la manera de cantar cada una de estas partes.
Para qu me dijiste
que me queras
Segundo pie
que solo con la muerte
me olvidaras
2H
ay muchos cultores que llaman a las estrofas primera de jarana, segunda de jarana y tercera
de jarana. Otros cultores utilizan la citada denominacin no para nombrar a las estrofas sino
a la primera, segunda y tercera marineras dentro de la marinera limea completa. Para evitar
confusiones, en el presente caso hemos optado arbitrariamente por utilizar la denominacin
pie para nombrar a las estrofas, lo que no desestima la vigencia de otras denominaciones.
14
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Cada slaba mtrica equivale al sonido de una emisin de voz. Dos vocales
juntas, no acentuadas, se pronuncian como un solo sonido. Es el caso de la
sexta slaba del segundo verso: el fragmento todo el se frasea to / do_el.
15
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
4 me olvidaras me_ol vi da r as
1 Cuatro nombres con erre Cua tro nom bres con e rre
16
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Finalmente, los remates o cierres son dos versos, uno heptaslabo y otro
bislabo, que se agregan al final del tercer pie, complementndolo durante el
canto. Se utilizan para cerrar la marinera, y no es necesario que rimen con
los versos anteriores. Por lo general se usan como remates, combinaciones ya
conocidas de versos comnmente utilizadas para este propsito.
3C
uando un verso est acentuado en la ltima silaba, se cuenta como si tuviese una silaba ms.
Por ejemplo, si tiene seis slabas, como en este caso, se cuentan siete.
17
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Remate ejemplo 1
Mtrica silbica
Versos
1 2 3 4 5 6 7
1 Llor, llor mi suerte Llo r llo r mi suer te
2 hasta la muerte has ta la muer te
Remate ejemplo 2
Mtrica silbica
Versos
1 2 3 4 5 6 7
1 A cmo son las tablas A c mo son las ta blas
2 son los bizcochos son los biz co chos
Remate ejemplo 3
Mtrica silbica
Versos
1 2 3 4 5 6 7
1 chale mantequilla cha le man te qui lla
2 de Olavegoya de_O la ve go ya
Dentro de estos parmetros, hay una serie de reglas bsicas que los
cultores deben respetar, entre ellas las reglas de repeticin, las cuales pueden
ser de dos formas:
18
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
19
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
1. E
l segundo verso del primer pie siempre se canta dos veces.
2. E l cuarto verso del primer pie nunca se repite.
3. Luego del cuarto verso del primer pie se canta el primer verso del primer
pie; dicho de otra forma, se hace el amarre o se amarra.
4. Luego del cuarto verso del segundo pie se repiten el primer y segundo
verso del segundo pie. Esto tambin es un amarre, en este caso de dos
versos.
5. E l primer verso del tercer pie est compuesto por el segundo verso del
segundo pie, ms una palabra bislaba como negra o madre. Este
tambin es un amarre.
Mamita, mi seorita,
mi regalado consuelo
mi regalado consuelo
Caramba, prstame tus cariitos Adorno
que falta me estn haciendo
mamita, mi seorita.
20
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Los trminos son palabras o frases ms largas, muchas veces con ento-
nacin o meloda propios, que se intercalan, anteponen o colocan a conti-
nuacin de los versos, modificando su mtrica para efectos del canto. Su
funcin suele ser la de aumentar la dificultad y complicar la contestacin
del segundo do de cantores, quienes contestan a la pareja que ha sacado
el primer pie de este gnero popular. Si bien hay un repertorio conocido de
trminos para marinera limea, es factible la improvisacin o la introduc-
cin de modificaciones, tanto en las palabras como en las lneas meldicas
de los ya conocidos.
Prstame tu pauelo
que vengo herido, ay Rosa qu risa me da
Prstame tu pauelo
que vengo herido, ay Rosa qu risa me da
Segundo pie
por los cuernos del toro
de tu marido, s seora.
Prstame tu pauelo
que vengo herido, s seora.
21
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Estos trminos son colocados en los versos del primer pie por la pareja
que canta para o saca, segn el argot de los entendidos la primera estrofa.
Es obligatorio que los cantores que entonan el segundo pie mantengan los
trminos en el mismo lugar y con la misma entonacin que tenan en la
primera estrofa. Los trminos no deben ser confundidos con los adornos que
se usan solamente en la primera estrofa, lo cual resulta difcil pues suelen
ser similares.
22
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
A lo dicho se agrega que hay una serie de pautas relacionadas con la musi-
calizacin de esta estructura. Cada verso de marinera se canta durante un
nmero estndar de compases y le corresponde una lnea meldica deter-
minada que se repite varias veces a lo largo de toda la marinera. Nicomedes
Santa Cruz (1965a) seala que una marinera limea por lo general tiene 48
compases, cantidad que aumenta notablemente si se le agregan trminos y
adornos. Sea cual fuere esta cantidad de compases, la mitad corresponde al
primer pie, la cuarta parte al segundo y la cuarta parte al tercero (que incluye
el remate). A continuacin presentamos el ejemplo de una marinera derecha
tipo A de 48 compases con sus correspondientes lneas meldicas y nmero
de compases por pie y verso:4
N de
Verso compases Lnea meldica
1 Esta noche noms canto 4 Lnea meldica 1
2 y maana todo el da; 4 Lnea meldica 2
Primer pie 2 y maana todo el da; 4 Lnea meldica 2
(24 compases) 3 Pasado maana acaba 4 Lnea meldica 1
4 de mi pecho la alegra 4 Lnea meldica 2
1 Esta noche noms canto 4 Lnea meldica 2
1 Para qu me dijiste
4 Lnea meldica 1
2 que me queras
Segundo pie 3 que solo con la muerte
4 Lnea meldica 2
(12 compases) 4 me olvidaras
1 Para qu me dijiste
4 Lnea meldica 2
2 que me queras
23
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
N de
Verso compases Lnea meldica
1 Que me queras, negra
4 Lnea meldica 1
Tercer pie 2 cmo me duele
+ 3 cuando siento un mal pago
4 Lnea meldica 2
Remate 4 de las mujeres
(12 compases) 1 Llor, llor mi suerte
4 Lnea meldica 2
2 hasta la muerte
Ntese que el primer y segundo verso del segundo pie (que suman doce
slabas) deben cantarse con la misma lnea meldica y en la misma cantidad
de compases que el primer verso del primer pie (que suma ocho slabas);5
esto quiere decir que en el segundo pie se requiere que un mayor nmero
de slabas quepa en el mismo tiempo. En tal sentido, el fraseo debe ser inge-
nioso y ajustarse a esta particularidad.
24
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Resbalosa y fugas
25
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
La resbalosa suele acabar con un remate, para el que puede servir, segn la
meloda, las ltimas slabas de la estrofa de la resbalosa que se est cantando
o una frase independiente de la letra de la resbalosa:
26
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
La llamada de fuga es una frase cantada con una lnea meldica determi-
nada, formada por dos versos octoslabos casi siempre procedentes de un
primer pie de marinera, como los siguientes:
En general, las fugas tienen cada una su meloda propia y no tienen una
mtrica silbica uniforme:
Ejemplo 1
27
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Ejemplo 2
Ejemplo 3
Ya se cierra el Estrasburgo,
Ya se cierran Broggi y Klein.
No cerrando don Andrade
A m, qu me cuenta usted?
Seora vecina
prsteme su gallo
para mi gallina
que se ha calentado.
Chancaquita e cancha
miel con requesn
venden en la plaza
qu ricas que son.
28
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Ayayay, ayayaay
cierto ser.
Hay varias que se usan para avisar que se desea terminar, en paz o, a
veces, para rendirse decorosamente. Suelen ir precedidas por el aviso por
fin, que se acabe todo, vuelva el amor a triunfar:
Marinera de trmino
6 Contrabandistas.
29
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Ejemplo 1
Dime qu sacara
yo con quererte
hacerme desgraciado
Segundo pie
hasta la muerte.
Dime qu sacara
yo con quererte.
Ejemplo 2
30
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Si yo llorara, samba,
esta maana
Tercer pie
me miraron tus ojos
+
de mala gana
Remate
Llor, llor fortuna,
dicha ninguna
Ejemplo 3
31
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Primer Hasta cundo ser yo Hasta cundo ser yo Hasta cundo estar yo
pie el manjar del sufrimiento enamorado pendejo queriendo a quin no me quiere
que desde mi tierna infancia que echa los galgos al monte y he de estar aborreciendo
con pesares me alimento? y otro se lleva el conejo? a quin voluntad me tiene?
Primer Malhaya el amor, malhaya Malhaya el amor, malhaya Malhaya el amor, malhaya
pie el que me ense a querer y el que del amor se fa como no dijo veneno
que habiendo nacido libre porque puse mi cario que por causa del amor,
yo solo me cautiv. en quin no lo mereca. sin culpa estoy padeciendo.
El canto en contrapunto
32
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
punto. En otros casos, las parejas de cantores van sacando fugas diferentes
hasta que venzan los que tienen repertorio y recursos ms abundantes.
7U
n capricho es un recurso musical, usualmente un cambio de tonalidad, por lo general complejo
e inesperado, propuesto por los msicos o los cantores. Se utiliza para aumentar la dificultad
de la interpretacin en el contrapunto, as como para enriquecer la interpretacin. Por exten-
sin, se llama marineras de capricho a aquellas cuya forma meldica y armnica es sumamente
compleja, y que usualmente son interpretadas de manera correcta solo por los cultores ms
experimentados.
33
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
34
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
ocasiones se suben todas las cuerdas en el llamado temple del diablo. Algunas
veces hay un dialogo entre los guitarristas, un juego de bordones, pisando las
cuerdas graves haciendo acordes y punteos con las primas, entre las palmas,
en comps parejo.
11 G
eneralmente se dice arranchar para sealar que una pareja entra a cantar cuando no le
corresponde, alterando el orden preestablecido.
35
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Los bailarines se sitan frente a frente, algunos llevan las palmas mecin-
dose al comps del ritmo sin desplazarse de su lugar. La mujer suele jugar
con la falda y con el pauelo, moviendo las piernas y las caderas sinuosa-
mente. El comps es de y el tempo (entindase la velocidad) debe ser vivo
y parejo, no muy apresurado, y se mantiene igual desde el comienzo hasta el
final de las marineras. No se debe acelerar en ningn caso.
Una pareja inicia el canto del primer pie. Los bailarines comienzan el
paseo de ida y vuelta; aunque este puede ser solamente de ida, trocando
ubicacin inicial el hombre y la mujer. Al final, los bailarines vuelven a
ocupar su lugar inicial.
36
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
Como ha sido dicho, cada resbalosa tiene diverso nmero de pies, por lo
tanto los bailarines, quienes han iniciado el paseo apenas los cantantes han
comenzado a entonar el primer verso, se sitan frente a frente y comienzan
37
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
12 L
a pasada de la gallina clueca aparece en una acuarela de Pancho Fierro, sin indicacin del
baile que se est representando. Tambin parece ser la misma pasada que hace la mujer del
leo La fiesta de San Juan de Amancaes de Juan Mauricio Rugendas, pintado en 1843.
38
Prlogo: Cmo se canta la marinera limea?
4. Glosario
Cambiar: Al terminar cada estrofa, los bailarines cambian el lugar donde han
bailado y ocupan el de su pareja.
Capricho: Recurso de los cantores que consiste en variar una meloda cono-
cida, entrecortar el verso o hacer cambios en la tonalidad. Se usa para difi-
cultar la rplica de la pareja rival.
Cierre: Remate.
39
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Jarana: Trmino usado por los cultores y criollos antiguos como sinnimo
de marinera.
40
Introduccin
Por otra parte, al ser la marinera una prctica tradicional, su estudio revela
aspectos centrales acerca de la relacin de la colectividad criolla limea con
su pasado y de la transmisin generacional de un legado cultural, as como
de las formas en las que este legado es comprendido y vivido en el presente.
As, el estudio de la marinera limea es una aproximacin a las clases popu-
lares limeas identificadas como criollas populares en la poca republicana,
su historia y sus procesos sociales.
42
Introduccin
Es importante para los autores agradecer a todas las personas que hicieron
posible la realizacin de la presente publicacin: a todos los cultores que
compartieron su tiempo, sus casas, sus recuerdos y sus experiencias con
nosotros a lo largo del desarrollo de esta investigacin, y de manera muy
especial a quienes nos brindaron entrevistas. Las vivencias y testimonios que
nos transmitieron forman parte del patrimonio cultural inmaterial del Per
y deben ser recogidos, conservados y difundidos a travs de trabajos como
44
Introduccin
La marinera
limea como
prctica musical:
Apuntes tericos y
metodolgicos
El presente captulo expone el marco terico y conceptual a partir del cual
nos proponemos estudiar y comprender el fenmeno de la transmisin de la
marinera limea, as como una descripcin general de esta prctica musical,
de su trasfondo social y de sus dinmicas de permanencia y continuidad en
el tiempo. El punto de vista que buscamos plantear es que la transmisin
intergeneracional de prcticas culturales de origen popular es un fenmeno
sociocultural complejo que, tomando el caso de la marinera limea, permite
comprender la importancia de la tradicin en la vivencia contempornea de
los cultores de este gnero.
1. Msica y sociedad
hacen como parte de su vivencia dentro de una colectividad, que posee una
relevancia social determinada y que porta significados tanto para quienes la
practican como para la sociedad que la genera o la acoge. A su vez, es perti-
nente comprender esta prctica social como un fenmeno social, dado que su
presencia, reproduccin y significados estn profundamente imbricados en
los procesos y dinmicas socioculturales de la colectividad, y estn estrecha-
mente relacionados a los acontecimientos sociales, polticos y econmicos de
estas sociedades. En ese sentido, este trabajo plantea el estudio social de la
msica como el estudio de las prcticas musicales de una colectividad y de
los fenmenos sociales que esta prctica engendra y suscita.
50
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
corre a travs del trabajo de incluso los socilogos ms dismiles. Todo ese tipo
de trabajo [...] est guiado por la percepcin de que las palabras, pensamientos
y obras de los seres humanos individuales estn influidos profundamente por
las caractersticas de las circunstancias sociales en que aquellos ocurren. De
ah que para entender aquellos debemos investigar estas (Martin 2006:3).133
51
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
52
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
sobre la vida presente. Los diversos pueblos alrededor del mundo reprodu-
can y an reproducen la vida social a partir de los valores, las normas y
las costumbres heredadas de las generaciones anteriores, y que en muchos
casos datan del tiempo de sus ancestros.
53
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
56
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
57
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
14 D
e todos modos, es conveniente problematizar esto, por cuanto existen fenmenos de apropia-
cin de smbolos culturales entre distintos sectores sociales, as como una influencia mutua.
Es tal vez por esto que, si bien la apropiacin de smbolos no es patrimonio de una clase, el uso
de estos s es utilizado para distinguir entre sectores sociales, usualmente los altos frente a
los bajos. Para mayores alcances al respecto ver el libro La distincin: critierios y bases sociales
del gusto de Pierre Bourdieu.
58
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
59
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Esta mirada visti las prcticas tradicionales de una carga que hace que,
por lo general, sean identificadas con los sectores populares. En la actua-
lidad el viejo debate racionalista ha sido reabierto y hoy el divorcio entre
pasado, razn y hegemona es puesto en cuestin y analizado a la luz de sus
fenmenos sociales subyacentes. Sin embargo, el concepto de tradicin sigue
siendo til para abordar las prcticas culturales de sectores populares de
60
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
15 E
n un sentido ms amplio, un punto pendiente es el uso del trmino para referirse al fenmeno
de la transmisin cultural en los sectores hegemnicos.
61
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
musical se remontan a la segunda y tercera dcada del siglo XIX bajo la deno-
minacin del gnero musical conocido como zamacueca (Vega 1953).
62
La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
entre los que la polca y el vals criollo son los de mayor vigencia contempo-
rnea. En este caso, el trmino criollo es una caracterstica ms sociocultural
que poltica, y puede ser comprendida como los modos de vida y las prc-
ticas culturales tradicionales de las poblaciones populares del rea costea
(Simmons 1972:2; Feldman 2009:24; Llorns y Chocano 2009:38). La msica
criolla, entonces, puede entenderse como la prctica musical tradicional de
estas poblaciones,16 dentro de la cual la marinera limea es valorada como
la expresin musical ms tradicional, entendida como la ms antigua, la de
mayor raigambre popular y la que ms conocimientos y experiencia requiere
para ser interpretada, y es asociada siempre a los msicos ms longevos,
experimentados y hbiles de la escena musical criolla. No cualquier msico
criollo interpreta marinera limea, es necesario poseer gran experiencia,
habilidad, conocimientos y sobre todo la aceptacin del colectivo. La mari-
nera limea representa entonces el peso del pasado y de la memoria colectiva
en la msica criolla, expresada a travs de una prctica musical solo accesible
a una lite de veteranos conocedores.
Por otro lado, la marinera limea suele ser reclamada como gnero de
profunda y marcada filiacin afrodescendiente, tanto por la notable influencia
de elementos musicales africanos y afrodescendientes como por su impor-
tante relacin con dichas poblaciones de la costa central del Per (Llorns
y Chocano 2009:80). Al respecto, existe una suerte de tensin respecto del
carcter criollo o afrodescendiente de la marinera limea entre los investi-
gadores (en especial Jos Durand y Nicomedes Santa Cruz), mientras que sus
cultores no parecen ver en esta dicotoma un problema particular. En efecto,
muchos de los ms reconocidos intrpretes y bailarines de marinera limea
son afrodescendientes, as como una gran cantidad de sus aficionados, e
incluso puede encontrarse un sesgo esencialista en algunos cultores que
piensan que los afroperuanos son los mejores intrpretes de marinera. Sin
embargo, estos cultores no reconocen a la marinera limea como una prc-
tica exclusivamente afrodescendiente ni dejan de reconocerla como msica
criolla, tal vez por la sencilla razn de que ellos tambin se sienten profun-
damente criollos. El tema central aqu no es llegar a una conclusin objetiva
y unvoca acerca de si la marinera limea es patrimonio afrodescendiente
o criollo, porque esto exige una delimitacin, una separacin y una cohe-
rencia objetivas que no existen en la realidad, en la que los gneros musicales
16 Para mayores alcances sobre el concepto de lo criollo en Lima, ver Llorns y Chocano (2009:35).
63
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
Las dos ltimas partes musicales son la resbalosa y las fugas. Ambas se
tocan juntas como si fuesen una sola pieza, tambin en comps de 6/8 y
compartiendo las caractersticas rtmicas y armnicas de la marinera, pero
en un tempo ms rpido. La resbalosa consiste en una meloda y una letra de
estructura libre, que por lo general tambin provienen del acervo popular;
estas letras tienen estrofas diferenciadas que son cantadas consecutiva-
mente en forma de desafo. Luego de la resbalosa, la msica contina y tras
un pequeo intermedio instrumental comienza el conjunto de fugas. Las
fugas consisten en una serie de construcciones cortas de meloda y letra
libres, que se cantan tambin consecutivamente en forma de desafo y en
nmero indeterminado. No obstante la libertad en su interpretacin, estas
deben seguir una convencin: estn precedidas de una llamada de fuga,
que consiste en una estrofa de dos versos acompaada de meloda, a modo
de anuncio de la fuga respectiva. En trminos del desafo o contrapunto, el
canto de fugas contina hasta que una de las parejas de cantores agota su
repertorio o comete una equivocacin.
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
17 Filtros o monitores.
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La marinera limea como prctica musical: Apuntes tericos y metodolgicos
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CAPTULO II
Historia y de la
formacin
marinera limea
El conocimiento de la historia de un gnero musical es parte fundamental de
su estudio: da cuenta de sus elementos constitutivos y de las combinaciones
que estos experimentaron, as como de las distintas relaciones sociales y
polticas que estn asociadas a su formacin y transformacin en el tiempo.
As, la historia de un gnero musical no es solo la historia de una serie orga-
nizada de sonidos: es la ruta de la constitucin de subjetividades e identi-
dades, as como de grupos y sistemas sociales.
76
Historia y formacin de la marinera limea
18 R
especto del uso de la etimologa por investigadores y escuelas que buscan demostrar el
origen africano de las danzas nacionales, Tompkins escribe lo siguiente: Estas escuelas
frecuentemente usan la etimologa como la principal evidencia para probar orgenes europeos
o africanos para una danza o cancin peruana en particular, ignorando la posibilidad de que
estos trminos hayan sido una forma de espaol coloquial, o que incluso si los afroperuanos
bautizaban una danza con un nombre africano esto no indica necesariamente que una danza
o cancin con un nombre espaol negara la influencia u origen africano (Tompkins 2011:17).
77
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
El trabajo de Jos Durand, siendo todo lo vasto que es, tiene algunas
imprecisiones metodolgicas. En primer lugar est el hecho de que, si bien se
preocupa de que sus afirmaciones tengan un sustento documentado o testi-
monial, muchas veces no brinda citas ni referencias exactas de las mismas,
por lo que la veracidad de muchos de sus argumentos queda en suspenso.
Por ejemplo, menciona que en el Archivo Musical de la Biblioteca de la Univer-
sidad Nacional de Madrid existen documentos del siglo XVIII que hacen
mencin a la zamacueca (Durand 1973); sin embargo, no brinda la referencia
exacta ni menciona de qu documentos se trata. En segundo lugar, al situar
la autenticidad de la marinera en la semejanza con lo antiguo, Durand da
al pasado una importancia mayor que a la prctica presente, sin tomar en
19 P
ara mayores alcances revisar Durand 1960b; Durand 1961; Durand 1971; Durand 1973;
Durand 1987.
78
Historia y formacin de la marinera limea
79
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
20 P
ara encontrar los orgenes de la marinera, Santa Cruz utiliza el mismo razonamiento auto-
mtico de Romero y Assunao (probablemente basndose en ambos) para relacionar el land y
la marinera. Al parecer, no se ha encontrado referencias a un gnero musical llamado land en
la literatura peruana, y adems existen escasas referencias del lund en el Per. Para mayores
alcances ver Tompkins 2011.
80
Historia y formacin de la marinera limea
Existen dos escuelas opuestas de msica afroperuana: [la de] los que se mani-
fiestan como de orientacin africanista versus [los de] la orientacin euro-
pesta. [...] Usualmente hay la tendencia de asumir que si los negros tocaban la
msica, sta debi tener un origen africano, y si se trataba de blancos tena un
origen europeo. [...] En un estudio del desarrollo de la msica afroperuana, el
estudio de los orgenes es demasiado complejo como para llegar rpidamente a
una conclusin concreta, y an entonces, no es siempre tan relevante como el
hecho de que si la cancin o baile en particular refleja la realidad de la gente a
la cual representa (Tompkins 2011:17).
81
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
82
Historia y formacin de la marinera limea
Sea o no sea histricamente precisa, el hecho de que tanta gente crea que [la
hiptesis de Nicomedes Santa Cruz sobre la marinera] es cierta es un elemento
importante de la construccin de la negritud peruana a travs del Atlntico
Negro en el siglo XX. [] Con el triunfo arrollador de Cumanana y su teora
del lund, Nicomedes empoder a la comunidad negra para que hablara por
s misma. Ms importante que la credibilidad de su argumento es cmo ste
afect la futura racializacin de la msica y del baile, especialmente el renaci-
miento del land peruano (Feldman 2009:128).
83
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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Historia y formacin de la marinera limea
85
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
21 Chase describe el cante jondo (cante hondo o canto andaluz) como una de las msicas ms
antiguas de Andaluca. Lo ms caracterstico de esta msica es la meloda, la cual usa pocos
intervalos de gran amplitud dentro de un rango vocal general de aproximadamente una sexta.
Las lneas meldicas largas utilizan con frecuencia notas repetidas, microtonos y ornamentos
con los que el cantante a menudo vocaliza sobre la slaba ay. Frecuentemente se encuentran
modulaciones enarmnicas en la armona y el texto se organiza en la forma versificada de
coplas. Como en muchos otros bailes de la Pennsula [Ibrica], cambios abruptos en la mtrica
se encuentran tambin en la seguiriya gitana, que usa marcados contrastes entre compases
de 3/4 y 3/8. De un origen ms moderno es el flamenco que, aunque no fue iniciado por los
gitanos, fue influido por ellos. [] Las formas de la cancin flamenca comprenden granadillas,
malagueas, peteneras, rondeas, sevillanas (la forma castellana de las seguidillas), alegras,
buleras y el fandango (Tompkins 2011:33; nfasis en el original).
86
Historia y formacin de la marinera limea
y 1900 y la polca popular hacia 1825. Por otro lado estaban las danzas
de cascabel, asociadas a las clases populares, que eran ejecutadas con instru-
mentos populares, como bandurrias, panderos y sonajas e incluan una
parte vocal que segua una determinada estructura estrfica y cuyo estilo
coreogrfico sola emplear el zapateo. Entre ellas puede contarse los villan-
cicos, las jcaras, el romance y la seguidilla, correspondientes a la poca del
Renacimiento espaol, y la jota, de surgimiento posterior. William Tompkins
(2011:33) menciona que dentro de esta clasificacin pueden incluirse danzas
posteriores, tales como la guaracha o el fandango, que ya tienen influencias
del nuevo continente.
87
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
22 L
as cofradas eran hermandades religiosas de origen colonial, constituidas bsicamente por
afrodescendientes a partir de la devocin por un santo catlico y la consagracin a su culto.
Cuidaban del bienestar de sus miembros y velaban por el tratamiento adecuado de los esclavos
y por el entierro de los mismos por parte de sus amos. Las cofradas solan ser invitadas a bailar
en las grandes ceremonias religiosas y festividades de las ciudades y pueblos. Asimismo, es
posible que su devocin y sus ceremonias hayan incorporado dentro de un proceso de sincre-
tismo distintos elementos rituales de origen africano (Rostworowski 2000). William Tompkins
(2011:22) sugiere que en el Per las cofradas contribuyeron a dar un cierto grado de comu-
88
Historia y formacin de la marinera limea
nidad a las poblaciones afrodescendientes, acosadas por diversos procesos sociales que aten-
taban contra su unidad identitaria.
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
23 Jos Glvez nos informa que tres mulatos -Esparza, Baqujano y Arvalo- tenan en 1790 una
academia para ensear el minuet a los negros. En ciertos das llevaban a cabo grandes celebra-
ciones en el teatro y los negros y zambos de Lima venan para participar en ellas. Por lo tanto,
parece comprobado el inters que la poblacin de color tena por aprender msica europea
(Tompkins 2011:28).
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Historia y formacin de la marinera limea
la poca colonial sino que los incorpor, asimilando sus formas y elementos
musicales, transformndolos a partir de estos nuevos elementos.
24 A
l mencionar un contexto musical nativo, nos referimos al contexto musical propio del lugar
en el momento de la llegada de los espaoles.
25 Si bien hay informacin acerca de la msica del antiguo Per, esta es sobre todo referida al
rea altoandina y aun cuando puede haber sido similar a las de las poblaciones originarias del
litoral o incluso estar emparentadas entre s, mal haramos en identificar automticamente a
dicha msica prehispnica con la de la costa central del mismo periodo. De igual manera, no
se puede saber si los elementos musicales de corte andino presentes en diversas expresiones
musicales mestizas populares en Lima son elementos nativos de la costa o si fueron aportes
musicales posteriormente incorporados de otras partes del territorio nacional.
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
26 D
anza colectiva andina de origen prehispnico, realizada para ceremonias y celebraciones
pblicas (Ministerio de Cultura 2011).
92
Historia y formacin de la marinera limea
Este proceso de mestizaje musical, que no era exclusivo de Lima sino que se
dio a lo largo de toda Latinoamrica, no fue unilateral. Por el contrario, hubo
un intercambio musical amplio entre la pennsula y las colonias, y muchas
expresiones y gneros gestados en este proceso de intercambio musical
se convirtieron en danzas populares en Espaa y en Europa en general, e
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Hacia inicios del siglo XIX, el panorama musical de Lima obedeca al proceso
anteriormente descrito: estaba constituido por gneros mestizos locales, por
lo general asociados al mundo popular, y por gneros musicales europeos de
moda entre las clases altas. Haba formas musicales populares espaolas que
haban cado en desuso pero que an se conservaban dentro de las comuni-
dades afrodescendientes bajo sus formas particulares, como el son de los
diablos, moros y cristianos, y el zapateo (Tompkins 2011:36). Por otra parte,
la zarzuela mantena gran vigencia entre los sectores populares. Un gnero
mestizo que segn crnicas y memorias de la poca adquiri gran popula-
ridad fue la zamba, del cual hay escasas descripciones. Las primeras refe-
rencias de esta prctica musical datan del ao 1812, en que, segn el msico
y memorialista chileno Jos Zapiola, se hizo popular en Santiago de Chile
procedente de Per, por lo que es posible que este baile se remonte incluso a
finales del siglo XVIII (Vega 1953:151; Tompkins 2011:39). Esta danza, de gran
arraigo tanto en clases altas como en las populares, fue segn Carlos Vega
(1953:151) absorbida por un nuevo gnero llamado zamacueca; y segn
Fernando Romero, la zamba fue su directo predecesor, aunque ninguno
presenta argumentos concluyentes (Romero 1940; Tompkins 2011:39).
94
Historia y formacin de la marinera limea
sino uno ms de los bailes conocidos como de tierra, que segn Manuel
Acosta Ojeda (2009b) es una referencia a toda danza propia de un pas. A
partir de las diversas descripciones en documentos escritos e imgenes,27
se sabe que la zamacueca era una danza de pareja suelta que se bailaba
agitando un pauelo en una mano, con pasos que incorporaban muchos
desplazamientos y zapateos. Se sabe adems que era el baile principal de la
fiesta de la pampa de Amancaes, en las afueras de la ciudad, la celebracin
criolla ms importante del siglo XIX y de las primeras dcadas del siglo XX
(Fuentes [1867] 1988; Tompkins 2011:47). La zamacueca se hizo muy popular
entre clases altas y populares de toda Latinoamrica durante el siglo XIX y
lleg a expandirse hasta Mxico y Estados Unidos (Vega 1953:73).
95
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Debemos hacer notar que esta fecha es importante por cuanto se corres-
ponde con el proceso de independencia de diversos pases de Sudamrica, y
particularmente con el de la independencia peruana. Dado que la zamacueca,
baile nacional del Per, se consolida hacia esta poca, parece pertinente
considerar el planteamiento de Philip Bohlman (2009), quien seala que
las msicas nacionales pueden ser entendidas como marcadores simb-
licos en los procesos fundacionales de las nuevas naciones postcoloniales
(Bohlman 2009:4-6). Estas msicas funcionan como elementos simblicos
que cohesionan a las distintas colectividades que conformarn la nacin en
torno a una prctica comn, que es sensitivamente disfrutada al tiempo que
es erigida como nuevo mito fundacional. En una lnea similar, Vega (1953:
130) menciona que las grandes danzas son la resonancia de sucesos socio-
polticos mayores que las consolidan, realzan e imponen, y como ejemplo
propone el caso del gnero argentino llamado cielito, consolidado en 1810.
En ese sentido, la guerra de independencia en el Per pudo haber sido el
fenmeno que gatill la consolidacin de la zamacueca como gnero aut-
nomo, lo que explicara el hecho de que no existan menciones anteriores, y al
mismo tiempo fechara la consolidacin del gnero en torno al ao 1824. Esto
tambin nos ayuda a comprender que los primeros testimonios acerca de la
zamacueca, si bien la identifican como peruana, sean chilenos: tal vez lo que
en Chile era sentido como una novedad, en Lima era vivido como parte del
proceso de formacin del gnero popular.
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Historia y formacin de la marinera limea
Santiago, influda por Lima, influa sobre Mendoza; y Mendoza irradiaba fuer-
temente hacia San Juan, La Rioja, San Luis y poco ms lejos en todas direcciones
aunque con menos pujanza. Mendoza era el puerto argentino del Pacfico. Por
otra parte, la influencia del Per sobre Bolivia se retransmita de Bolivia al
noroeste argentino.
97
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
28 E
stos constituyen los primeros testimonios que reconocen la zamacueca como baile nacional.
Existe la posibilidad de que este reconocimiento se haya dado algunos aos antes pero no se
han encontrado testimonios que lo confirmen.
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Historia y formacin de la marinera limea
Desde entonces [1824], hasta hace diez o doce aos [1860], Lima nos provea de
sus innumerables y variadas zamacuecas, notables o ingeniosas por su msica,
que intilmente tratan de imitarse entre nosotros (Zapiola 1881; citado por
Vega 1953:70)
99
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Latinoamrica durante gran parte del siglo XIX (Vega 1953:28), imponiendo
la moda musical en varios pases, incluido el Per, donde adquirira popula-
ridad. Tratando de vincular la hiptesis de Durand con los hallazgos de Vega,
se puede decir que en algn momento entre el ao 1839 y la dcada de 1860,
apareci la voz chilena para nombrar el baile conocido como zamacueca,
primero en Lima y luego en otras localidades de Latinoamrica.
100
Historia y formacin de la marinera limea
3. Aparicin de la marinera
Hacia finales del siglo XIX, la zamacueca se expandi por diversos pases de
Latinoamrica, en los cuales se generaron corrientes locales que cambiaron
de nombre y adquirieron vida propia, mientras que la denominacin de
zamacueca para un gnero musical especfico fue desapareciendo poco
a poco. La antigua zamacueca, con el nombre tambin de chilena, sigui
bailndose y cantndose tanto en los salones como en el mundo popular de
igual manera hasta finales de la dcada de 1870, cuando estalla la Guerra con
Chile y surge en el Per el nombre de marinera.
101
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
29 A
l respecto, puede ser interesante el estudio de la relacin entre las distintas tendencias arts-
ticas de la poca y la posicin de los distintos sectores sociales frente a la Guerra con Chile. Por
lo dems, existe un cuerpo reciente de anlisis sobre la relacin entre la msica y la poltica.
Vase, por ejemplo, Bohlman 2009, Roy 2010.
30 Los resaltados son del documento transcrito.
102
Historia y formacin de la marinera limea
La Antofagasta
Marinera
(Dedicada al Chico Terencio)
Una vez ms, la manera de citar la fuente genera confusin. No queda claro
quin es el autor de La Antofagasta: Gamarra, Alvarado o Nez del Prado.
De todas maneras, este fragmento permite plantear una serie de preguntas.
Segn el autor del artculo del 8 de marzo de 1879, muchos artistas y lite-
ratos distribuiran letras y msica de marinera para difundirla. Sin embargo,
hemos visto aqu que la prctica popular de la zamacueca en Lima se remonta
a inicios del siglo XIX y que era conocida por todos los estratos sociales de la
ciudad. En tal caso, entre quines se difundiran estas nuevas letra y msica si
supuestamente la poblacin est ya familiarizada con la marinera? Asimismo,
se menciona que una de estas marineras tiene la imperfeccin de ser de las
primeras, a pesar de que la zamacueca ya exista desde 1824; en tal caso cmo
cabe imperfeccin por novedad? Todo esto sugiere una voluntad de renovacin
demasiado pronunciada como para tratarse tan solo de un cambio de nomi-
nacin. A la luz del anlisis del fragmento anterior, se puede especular que lo
que aqu se menciona es un movimiento de refundacin del gnero nacional a
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Ciruelas de Chile
Marinera En la ribera.
Ya no te quiero chilena, As se va su flota
Porque me causan recelo Con los rotos siempre rota!
Tu conducta nada buena
Y el jugo de tu ciruelo!
Tercera
Aunque en rica canasta Hoy las peras y ciruelas
Me des ciruelas, Caro cuestan a Bolivia
Con lo de Antofagasta Y los huasos tantas muelas
me desconsuelas! Las pasan por agua tibia!
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Historia y formacin de la marinera limea
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
cial las lites, los bancos y los empresarios involucrados en el negocio del
salitre, vieron amenazado el recurso salitrero en el sur del Per (Rosario
2007:40). Por el otro lado, la poblacin en general confiaba en que las fuerzas
peruanas y bolivianas en conjunto podran vencer fcilmente a las fuerzas
chilenas (Basadre 2005:240). El diario El Nacional, medio de comunicacin
en el que escriba Abelardo Gamarra, se sum al coro pro-blico imperante
en aquel momento (Lavalle citado por Basadre 2005:241), contribuyendo a
la formacin de opinin pblica en este sentido. De este modo, la mezcla de
temor e intereses econmicos hace que la poblacin exhorte al gobierno a
comprometerse en una guerra contra Chile. Al respecto, resulta ilustrativa
la siguiente cita de las memorias de Jos Antonio de Lavalle, quien fue el
diplomtico a cargo de las negociaciones previas a la guerra y cuya posicin
fue la de evitar el enfrentamiento blico:
En efecto y quin no estaba en Lima por la guerra con Chile? Los pradistas
porque vean en ella la manera de consolidar y popularizar al presidente; los
civilistas porque vean en ella el medio de aprovechar del todo del Gobierno
como lo estaban de las Cmaras, dominar el pas y asegurar su triunfo en las
prximas elecciones, salvo dividir entonces sus votos entre los herederos de
su ilustre jefe; los pierolistas, porque vean en ella el medio de que su caudillo
volviese al pas y la ocasin de su elevacin mediante la manifestacin de sus
personales cualidades; los militares y los marinos, por el muy noble deseo de
hallar campo en qu desplegar su valor y ese patriotismo que han lucido lo
ms en el curso de la guerra y que muchos han consagrado con sus envidiables
muertes; la turba de indefinidos e independientes, porque la guerra les ofreca
amplias ocasiones de ser colocados y empleados; los negociantes, porque y
qu ocasin ms propicia que una guerra para hacer grandes negocios y
elevar pinges fortunas?; los azucareros, caavereros, mineros y salitreros,
porque la guerra era la emisin de papel el alza del cambio, su bello ideal
vender en soles de 44 peniques y pagar en soles de 3 peniques qu delicia! La
masa del pas por patriotera, por novelera, por impulso ajeno. rganos de
esta general inspiracin eran los diarios de Lima, vidos de ruido y por nica
vez cantaron en el mismo tono La Patria y La Sociedad, El Comercio, El Nacional
y La Opinin, desentonando solo La Tribuna, que a la postre entr tambin en
el gran tutti final.
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Historia y formacin de la marinera limea
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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Historia y formacin de la marinera limea
Acrcate, preciosa
que la Luna nos invita
sus fulgores a gozar
Acrcate, preciosa
conche perla de mi vida
cmo no, la brota el mar.
Abre tu reja,
por un momento.
Decirte deja
mis sentimientos
Y oye, benigna,
mi inspiracin.
Si la crees digna,
Zamba! de tu atencin.
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Recibe en prueba
la fineza de mi amor,
de la Luna al resplandor,
la fineza de mi amor.
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Historia y formacin de la marinera limea
Hubimos guerra, seores; y esta calamidad que suele ser tentacin de algunos
pueblos, trnase dolorosa necesidad de otros. Quizs con mayor previsin y
cordura la evitramos en sus causas ocasionales y an estuviramos aperci-
bidos para soportarla sin desventaja, con menos irreflexivo entusiasmo hubi-
ramos dejado ms libre la accin de nuestros gobernantes para conjurarla,
siquiera por el tiempo necesario; y ellos habran podido allegar los recursos
indispensables para hacerla con menos quebranto; y aun no asistiramos hoy
a esta fnebre ceremonia sin gustar el dulcsimo consuelo de ver ceidas de
laurel todas esas despojadas frentes que contemplamos, en su mayor parte,
cercada de espinas (citado por Basadre 2005:241).
En ese sentido, el artculo de 1899 puede leerse como una suerte de revisio-
nismo histrico que oculta la voluntad inicial de ciertos sectores y tambin
de Abelardo Gamarra como autor del artculo del 8 de marzo de 1879 de
ir a una guerra que posteriormente tuvo consecuencias catastrficas para
el Per (Basadre 2005:241; Mc Evoy 1997:205). Con esto, Gamarra despoj
al cambio de nombre de su carcter belicoso y agitador y lo reivindic ms
bien como acto de dignidad, adems de limpiar su parte de responsabilidad
personal. As, la marinera cambia de simbolismo al convertirse en parte de la
historia, particularmente de un suceso que redefini la identidad nacional; y
es a partir de este momento que la marinera termina de erigirse como nuevo
baile nacional para la opinin pblica.
111
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
4. Zamacueca y marinera
31 R
especto de la mozamala, Jos Durand (El Comercios s/f) seala que existen testimonios
que la identifican con la marinera, mientras que otros la sealan como gnero diferenciado.
Manuel Asencio Segura y Pancho Fierro las diferenciaban. Manuel Quintana El Canario
Negro, nacido en 1880, seala que eran idnticas, mientras que otros cantores las distinguen
aunque vagamente.
32 Camille Pradier (1897), Charles Wiener (1880), Andr Bresson (1886), entre varios otros.
33 Carlos Prince (1890), Abelardo Gamarra (1899), Manuel Atanasio Fuentes ([1867] 1988), entre
varios otros.
112
Historia y formacin de la marinera limea
que los msicos y bailarines son por lo general negros o zambos, que se toca
con determinados instrumentos y que se canta en conjuncin de coros y
estrofas. Sin embargo ninguna descripcin profundiza en la descripcin de
los pasos o de los cantos. Fragmentos de zamacueca se citan como coplas,
pero nunca se plasma una zamacueca completa en el Per hasta la apari-
cin del artculo del 8 de marzo de 1879 en el diario El Nacional, as que no
se conoce a ciencia cierta la estructura de la zamacueca peruana durante
el siglo XIX. Por otro lado, no se puede asegurar que quienes describieron
la zamacueca sean conocedores a fondo del gnero, sobre todo en el caso
de los viajeros. En ese sentido, existe un vaco en la prctica popular de la
zamacueca que impide establecer con exactitud la medida en que sus carac-
tersticas musicales se trasladaron a la marinera. Como seala Peter Burke
(1978), es necesario integrar este sesgo en el anlisis del periodo estudiado, a
fin de determinar sus alcances en relacin a los indicios concretos a los que
s se tiene acceso.
113
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
llamado al compaero. Este, las manos en las caderas o bien agitando tambin
su pauelo, se acerca con confianza; pero entonces la coqueta bailarina
comienza una serie de piruetas con las cuales evita las miradas de su compa-
ero, que busca en vano tenerla de frente. Entonces, simulando indiferencia, l
se pone a bailar con ardor por su propia cuenta; la dama vuelve a su encuentro
inmediatamente, zapateando de una manera obstinada y provocadora, despus
retrocede y vuelve de nuevo a reconquistar su prestigio mediante un gran
despliegue de gestos graciosos. [...] El caballero, encadenado de nuevo, imita
las flexibles evoluciones de su compaera y baila con movimientos cada vez
ms vivos e irregulares. [...] A medida que la accin arrecia gradualmente, la
danza toma un carcter extremadamente vehemente, los deslizamientos y las
piruetas dejan lugar a los gestos apasionados. [...] Los bailarines, la mirada
del uno clavada en los ojos del otro, parecen como electrizados; sin embargo,
la mujer, por un ltimo sentimiento de pudor, ensaya aun firme resistencia,
pero est completamente fascinada. Entonces, vencida, pasmada, desgreada,
jadeante, cae en los brazos de su vencedor, en medio de bravos frenticos de los
asistentes, embriagada por esta pantomima, por el alboroto y por las grandes
libaciones. [...] Es intil, creo, repetir de nuevo, que ninguna dama de sociedad
ejecuta esta danza, y que son generalmente las cholitas o las abundantes
zambas, las apasionadas de la resbalosa y de la zamacueca.
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Historia y formacin de la marinera limea
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
34 C
laudio Rebagliati: Violinista, compositor y director de orquesta. La figura ms importante
de la msica peruana del siglo XIX, conjuntamente con Jos Bernardo Alcedo. Naci en Savona,
Italia y muri en Lima en 1909. Fue un importante promotor de la msica clsica en el Per.
Lleg a Lima en 1863 con 20 aos de edad, en compaa de su padre ngel Rebagliati y de sus
hermanos que tambin fueron msicos. Era un excelente maestro y durante ms de 40 aos
ense y adiestr a varias generaciones de intrpretes y compositores peruanos. Si bien no
abandon el gnero operstico fue el introductor en Lima de msica de cmara de categora,
como lo demuestran sus estrenos de obras de Haydn, Beethoven, Weber, Schubert, Mendel-
sohn, etc. (Radio Filarmona s/f).
116
Historia y formacin de la marinera limea
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35 E
s usual encontrar que muchos fragmentos de letras de zamacuecas recopilados son cuartetas
octosilbicas, seguidillas o tienen forma de remates de marinera (dos versos, uno heptasil-
bico y otro pentasilbico). Para mayores alcances revisar Vega 1953.
36 Por zamacueca completa hacemos referencia a un conjunto de estrofas en el que se represente
una estructura completa de zamacueca, como ocurre en el caso de las marineras publicadas
en El Nacional. Vale la pena aclarar esto porque al ser un canto de contrapunto, la marinera no
posee letras enteras que puedan interpretarse como una pieza musical, sino que se construye
a medida que se interpreta.
37
L a estructura bsica de la marinera limea actual est compuesta por tres estrofas. La
primera es una cuarteta octosilbica, mientras que las otras dos son seguidillas, o cuartetas
que alternan versos heptaslabos y pentaslabos. Al final de la tercera estrofa se agregan dos
versos, uno heptaslabo y otro pentaslabo, que constituyen el remate de la cancin. La estruc-
tura de la marinera publicada el 8 de marzo de 1879 est compuesta por dos grupos de cuatro
estrofas: dos coplas de cuartetas octoslabas, una seguidilla y una estrofa de dos versos, hepta-
slabo y pentaslabo. Cada uno de estos grupos puede entenderse como una marinera con tres
estrofas y remate, uno despus del otro, con la diferencia que la segunda estrofa de cada parte
es una cuarteta octosilbica y no una seguidilla.
38 De hecho, Manuel Acosta Ojeda (2009c) seala que La Concheperla guarda similitud con la
estructura del tondero, con la salvedad de que no existen coplas de tres versos en la prctica
musical costea.
118
Historia y formacin de la marinera limea
39 S
alvo en el caso de las marineras llamadas libres, por lo general no reconocidas como autn-
ticas por los cultores entrevistados.
119
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Historia y formacin de la marinera limea
121
CAPTULO III
Trayectoria de la
marinera
durante ellimea
siglo XX
En el presente captulo, principalmente descriptivo, se presenta el contexto
sociocultural del cultivo e interpretacin de la marinera limea en Lima
durante el siglo XX, destacndose sus espacios y eventos ms represen-
tativos, pues consideramos que antes de pasar al estudio propiamente
dicho de la prctica musical de la marinera limea durante el siglo XX, es
necesario conocer las condiciones en las que esta se desarroll a lo largo
de este periodo. Inmediatamente, se hace una revisin de las grabaciones
ms importantes a juicio de los cultores populares y se ofrece una serie de
reseas de algunos de los cultores ms destacados del siglo XX.
Ao Habitantes
1876 101 488
1896 100 194
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Ao Habitantes
1898 113 409
1902 130 289
1908 140 884
1920 173 007
1931 373 875
1940 520 528
1961 1 845 910
1972 3 302 523
2007 8 445 211
Hacia finales del siglo XIX e inicios del XX, el Per atraves la etapa repu-
blicana denominada repblica aristocrtica correspondiente a los aos
18961919 (Del guila 1997:16), en la que el control del estado peruano estuvo
a cargo de las lites polticas y econmicas del pas a travs del Partido Civil.
Este momento represent un periodo de expansin de las exportaciones y la
industria, as como de las haciendas como ncleos productores agropecua-
rios. En la provincia de Lima, pueblos, haciendas y balnearios antes alejados
del centro de la ciudad, como Surco, Chorrillos, Barranco o Magdalena,
comenzaban a interconectarse con el casco urbano central a travs de lneas
frreas (Del guila 1997:30). Asimismo, llega la luz elctrica (Del guila
1997:19) y la ciudad comienza a transformarse en trminos de infraestruc-
tura con la aparicin de grandes paseos, como Coln, y avenidas, como La
Colmena (Del guila 1997:31). Sin embargo, Lima no pareca ser una ciudad
integrada, porque aun tenan ms preeminencia los barrios que el conjunto
urbano. Stein seala lo siguiente al respecto:
126
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
127
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
lares. A inicios del siglo, las clases altas comenzaron a expandirse despla-
zndose del centro urbano hacia el sur y suroeste, ms all del paseo Coln
y los Jardines de la Exposicin; as aparecieron distritos como Magdalena y
San Miguel. Asimismo, se expandieron a las ya sealadas zonas perifricas
de Miraflores, Chorrillos y Barranco, aunque este ltimo distrito estaba en
gran medida poblado por clases medias y bajas (Del guila 1997:36). Por el
otro lado, el Rmac era un distrito mayoritariamente popular con una consi-
derable poblacin afrodescendiente, donde era especialmente representativo
el barrio de Malambo desde la cuadra 4 hasta la 9 de la avenida Francisco
Pizarro que era conocido como barrio de negros desde la poca de la
Colonia y que en el ao 1907 presentaba el mayor ndice de tugurizacin de
todo Lima (Del guila 1997:36). Segn Alicia del guila, las clases medias y
altas de la poca tenan una percepcin negativa de estos distritos, a pesar de
que muchos de sus miembros acudan al Rmac para festejar y jaranear (Del
guila 1997:36). Otero seala lo siguiente al respecto:
El [ro] Rmac constituye de hecho un lmite social. Ms all del Rmac, para el
limeo, es huachafera. Ms aqu del Rmac es aristocracia. As es que funda-
mentalmente las calles de Lima las podramos dividir en calles aristocrticas y
calles huachafas (Otero 1926:32-33; citado por Del guila 1997:32).
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Los sujetos que han formado parte de la prctica musical de la marinera limea
que no incluye solo a msicos, cantores y bailarines, sino tambin a conoce-
dores, anfitriones y aficionados tienen diversas procedencias, pero son en
su mayora de sectores populares y de ascendencia tradicional criolla. Junto
a ellos se puede reconocer un grupo menor de cultores de estratos medios y
altos que formaba parte de la prctica musical de los sectores populares.
Durante la primera mitad del siglo XX, los cultores de marinera limea
eran obreros o tenan oficios diversos, y la practicaban como una diversin
cotidiana, para su propia distraccin y para amenizar las reuniones y jaranas
locales. En aquella poca era poco comn que un msico de estratos populares
tuviera a esta actividad como medio de vida. Se sabe que msicos como Carlos
Alberto Saco y Nicols Wetzell o conjuntos como el Ricardo Palma solan
obtener ingresos de sus actividades musicales (Wetzella, entrevista personal,
10 de febrero de 1984; Villalobos, entrevista personal, 1 de diciembre de
2009); sin embargo, Saco y Wetzell reciban ingresos por tocar gneros de
saln para las clases altas, y se sabe tambin que los miembros del Conjunto
Ricardo Palma no vivan de las presentaciones.40 Asimismo, msicos como
Vctor Arciniega llegaron a grabar en casas disqueras, pero reciban pagos
nfimos. La regla era que los cantores populares ejercieran oficios diversos;
muchos de ellos eran carpinteros o albailes. Por ejemplo Benigno Buitrn,
Julio Zarratea y Fausto Neira trabajaban como cocheros; Augusto scuez
era maestro de obra; Manuel Covarrubias era marmolista y tallaba lpidas;
Luciano Huambachano, Tato Guzmn y Francisco Ballesteros eran zapa-
teros; Vctor Arciniega tena diversos oficios, entre ellos el de carpintera;
los hermanos Izusqui eran albailes; Alejandro Arteaga y Francisco Flores
Cueto eran guardaespaldas de polticos; Hernn La Rosa fue empleado en la
Caja de Depsitos y Consignaciones (despus Banco de la Nacin) y tambin
rbitro de ftbol; Pedro Espinel era tipgrafo; Porfirio Vsquez fue portero
del Kennel Club durante muchos aos; incluso Vicente Vsquez pudo vivir de
la msica solo posteriormente a su reconocimiento pblico.
40 T
odos los miembros de este conjunto tenan adems oficios que ejercan regularmente (comu-
nicacin personal con Guillermo Durand).
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Segn las diversas fuentes consultadas, la marinera limea era una prctica
musical sumamente extendida en Lima durante las primeras cuatro dcadas
del siglo XX. Haba cantores de marinera en casi todos los distritos, que eran
muchos menos de los que existen en la Lima actual (ver mapa 2). La prctica
de la marinera limea como continuidad de la prctica de la zamacueca
ya exista en algunos barrios muy tradicionales (como el Rmac o Barrios
Altos) y se fue expandiendo junto con la ciudad hacia la segunda mitad del
siglo XX. A pesar de su ubicacin por barrios, no se trat de una prctica
absolutamente localizada sino que involucr una serie de importantes inter-
cambios y desplazamientos dentro de su mbito de influencia. De esta forma,
cultores de un barrio podan ser participantes habituales de las jaranas de
otros barrios muy distantes, o incluso ser representativos de ms de un
barrio. En tal sentido, no se puede pensar que se cieran a un lugar concreto,
sino que tuvieron al mismo tiempo un profundo sentimiento de procedencia
de un determinado barrio (o barrios) y una presencia regular en diversos
mbitos urbanos.
43 L
a presente seccin ha sido elaborada a partir de los datos obtenidos de los artculos perio-
dsticos de Collantes y scuez y de las distintas entrevistas a cultores tradicionales de mari-
nera limea. Los datos han sido cotejados, revisados y complementados por Guillermo Durand
Allison. Se ha tratado, en la medida de lo posible, de colocar los nombres completos y apela-
tivos; sin embargo, hay casos en los que solo se dispuso de un dato.
44 A ntiguamente, la ciudad de Lima estaba geogrficamente dividida en cuarteles, cada uno a
cargo de un comisario, a fin de viabilizar la vigilancia por parte de las fuerzas del orden. Esta
divisin fue establecida por el virrey Amat en 1767, y se sigui usando para denominar las
distintas zonas de Lima hasta inicios del siglo XX (Polica Nacional del Per 2009).
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el callejn de Los Peines, el callejn del Suche, la calle del Pozo y la calle
de Presa. Otros barrios en el Rmac famosos por la prctica musical criolla,
en especial de la marinera limea, eran Camaroneros, Acho, El Baratillo, El
Salitral, El Pedregal, Aromito, Hualgayoc, Barraganes, Las Cabezas, Otero,
Manteras, Piedra Lisa, Copacabana y las calles Cajamarca, Calle Nueva y jirn
Trujillo. Asimismo, entre las casas ms recordadas por acoger fiestas y jara-
nistas durante las primeras dcadas del siglo XX estn las de Mateo Sancho
Dvila en el callejn de la Cruz en Malambo, Catalina Herbozo en El Pozo, la
familia Matos en Copacabana, Reynaldo Fiorini en Calle Nueva y Manongo
Andrade Caravel en Acho. Posteriormente, durante las dcadas de 1940,
1950 y 1960, fueron muy famosas las jaranas que se realizaron en casa de
Luciano Huambachano, primero en Malambo y luego en el Barrio Obrero en
jirn Caquet.
45 E
ntre los integrantes de Los Doce Pares de Francia estaban los decimistas Santiago Villanueva,
Mateo Sancho Dvila, David Guarda, Benigno Butrn, Nicanor Campos, Aniceto Hermoza
Arrempuja, Luis Lobatn, Mariano Gonzles Chini chini, Pablo Echeverra, Pablo Negrn,
Enrique Matute, Higinio Quintana, Camilo Godoy, Marcelino Crdova, Luis Becerra, Pedro
Navarro, Cueto y Antonino El Gago Castrilln. Asimismo, si bien no eran decimistas, pertene-
can tambin al grupo Clara Boceta, Portales, Po Suparo y Julio Zarratea. De entre todos stos,
eran buenos cantores y msicos de marinera limea Mateo Sancho Dvila, Nicanor Campos,
Po Suparo y Julio Zarratea.
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46 Testimonio de los miembros del conjunto segn comunicacin personal con Guillermo Durand.
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47 C
omo dato anecdtico, el teatro Politeama donde se realizaban presentaciones de pera
quedaba tambin en esta calle.
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No se sabe a ciencia cierta cundo comenz la fiesta, pero esta ya era una
costumbre difundida hacia finales del siglo XVIII (Mercurio Peruano 1791).
Manuel Atanasio Fuentes ([1867] 1988:150-156) hace un interesante relato
sobre la fiesta de Amancaes y las prcticas musicales que en ella concurran:
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49 V
ale sealar que la idea de todo el territorio nacional responde ms a la intencionalidad de
los gestores de la idea que a una real cobertura del pas. Esto por cuanto es necesario destacar
la presencia sobre todo de conjuntos andinos y la significativa ausencia de poblaciones amaz-
nicas. Asimismo, gran parte de las danzas andinas era en realidad una recreacin que formaba
parte de la tendencia indigenista de la poca.
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
profesionales, critica duramente a los msicos limeos, entre los que haba
tanto conjuntos de intrpretes como bandas profesionales. Respecto de los
msicos de marinera seala lo siguiente:
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Con el tiempo, la fiesta de Amancaes fue virando hacia una mayor parti-
cipacin andina. El 23 de mayo de 1930 el presidente Legua declara el 24 de
junio como Da el Indio, el mismo da de la fiesta de Amancaes. La presencia
de conjuntos andinos fue cada vez mayor a medida que los criollos desapa-
recan y esta tendencia continu dcadas despus del gobierno de Legua.
Posteriormente, dej de organizarse el concurso pero continu el festival
con conjuntos andinos. Jos Durand comenta en 1960 que lo andino en
Amancaes creci hasta casi aduearse, y que incluso se haba creado un
Inti Raymi, y asocia estos hechos al creciente proceso de migracin interna
(Durand 1960a). Sin embargo, el autor documenta haber asistido a Amancaes
aquel ao en compaa de aejos jaranistas, y que muchos otros continuaban
asistiendo a su tradicional da de campo a pesar de que los grandes festejos
ya casi no incorporaban lo criollo (Durand 1960a). La fiesta de San Juan de
Amancaes dej de celebrarse hacia finales de la dcada de 1960, al parecer
debido a la urbanizacin de la pampa como parte del proceso de expansin
de la ciudad.
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Este hecho es interesante por cuanto remite a otro fenmeno: casi todos
los cultores populares entrevistados sealan que la mayora de marineras
limeas grabadas y difundidas estn mal cantadas. Yo enseo a cantar mari-
nera, enseo contrapunto. Entonces, tomo como ejemplo las grabaciones, que
en un 90% estn mal. Esa es otra desventaja, por desconocimiento la gente
graba por grabar, dice las cosas por decir. No recorta bien las slabas o
en fin. El 90%, no, 99% de la msica, de las marineras que estn grabadas,
estn mal hechas. Ya sea porque estn mal contestadas, estn mal puestas
o han cambiado de tonalidad (Caldern, entrevista personal, 13 de julio
de 2010). En efecto, es sumamente comn encontrar errores de estructura
en las marineras limeas grabadas en disco, sobre todo en las de mayor
circulacin comercial. Uno de los errores ms conocidos se encuentra en una
de las grabaciones ms divulgadas: Quiero cantarle a mi tierra, de scar
146
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Avils. Segn la regla tradicional, el primer verso del tercer pie debe repetir
el segundo verso del segundo pie ms una cuarteta bislaba, lo que no ocurre
en este caso:
Aparte de festejo
y la marinera,
tenemos resbalosa
Tercer pie
para el que quiera,
Vamos seora Rosa
la resbalosa!
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Esto tiene importancia para los cultores tradicionales puesto que ellos no
suelen ser los artistas del mainstream musical criollo, el principal encargado
de grabar los discos que incluyen eventualmente piezas de marinera limea.
En tal sentido, la lectura de los cultores populares es que quienes graban
conocen poco del gnero y, por lo tanto, lo hacen mal. Esto genera preocu-
pacin porque las marineras limeas mal grabadas son precisamente las
que ms se difunden en el gran pblico, propagndose una idea errnea del
gnero, en la que la estructura de las canciones no se corresponde con la
original, tradicional y correcta o, en otras palabras, autntica. La pregunta
que subyace es acerca de la importancia de la estructura tradicional y del
respeto a esta, a diferencia de otros gneros tradicionales que conservan
formas libres. Esta es una de las preguntas centrales que trataremos de
responder a lo largo del presente trabajo.
50 L a seleccin de las grabaciones listadas proviene de las opiniones de los distintos cultores
entrevistados. Asimismo, cuentan a pie de pgina con comentarios de Guillermo Durand
Allison.
51 L as objeciones de los expertos a estas interpretaciones radican en que cantan los bardos en vez
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Los Cuatro Ases de la Jarana (1958). Disco producido por Jos Durand en
el estudio Mirenghi. Consiste en cinco marineras completas. Las cuatro
primeras son series de tres marineras con resbalosa y fugas en modo
mayor. La ltima serie consiste en seis marineras, resbalosa y fuga en
modo menor. Los cantores e instrumentistas son algunos de los ms
reconocidos del siglo XX. Se cuenta con las voces de Manuel Quintana, los
hermanos Augusto y Elas scuez y Luciano Huambachano. Las guitarras
estn a cargo de Luis Pardo, Luciano Huambachano y Elas scuez. En el
cajn participaron alternadamente Vctor Arciniega El Gancho y Ars-
tides Ramrez Mono Finalmente, en las palmas est Domitila Gonzales.
Per Moreno (1968), lbum producido por Carlos Hayre y Alicia Maguia,
y editado por la disquera Sono Radio. En l se hace uso de instrumentos
no convencionales para la marinera limea: un trombn, cuatro violines,
saxofones alto, tenor y bartono, un contrabajo, acompaa batera y
cajn. La seleccin y recopilacin de los temas estuvo a cargo de Alicia
Maguia, y consisti en marineras, resbalosas y fugas del repertorio de
Manuel Quintana El Canario Negro, Augusto y Elas scuez, Hernn
La Rosa y Porfirio Vsquez. Las voces son de Alicia Maguia, Abelardo
Vsquez y Chiquitn Enrique Borjas.55
y los juegos de percusin del cajn de Regalado, que eran famosos. Pese a la limitacin de
la grabacin de esos aos, la participacin del cuadro musical es notable. Aun cuando no
tenemos informacin completa sobre el suceso, opinamos que a estos temas se refiere Augusto
scuez en los artculos publicados en 1982 y 1983 en el suplemento VSD de La Repblica, los
que tambin desarrolla en las entrevistas hechas por Jos Durand Flrez y Guillermo Durand
Allison. Segn esta informacin, la grabacin se hizo en la casa Castellano, en 1928, para la
casa RCA Vctor.
55 A licia Maguia interpreta los temas utilizando formas de los cantores criollos de los cuales
aprendi. La pareja que responde antiguos lo hace de modo magistral, alternando la primera y
segunda voz. La voz aguda y bien timbrada de Borjas combina deliciosamente con el registro
grave, dulce y melodioso de Abelardo Vicente Vsquez, quien cumple con guapear alegremente.
151
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
56 Mauco naci en la calle de Sauce, en el callejn del Suche (Barrio de Guadalupe, Cuartel
Cuarto). Aqu canta diversos temas de su riqusimo repertorio, plagado de caprichos, lneas
meldicas, cadas, robados y abundantes versos entrecortados usuales entre los viejos cantores
del Cuartel Cuarto de Lima, y tambin de la Punta de Caete de La Victoria.
L a voz gastada, cascada de Mauco le imprime un sabor desconocido para el pblico aficio-
nado. Su dominio de los temas le da a esta produccin el motivo central para considerarla un
emblema. Adems, la participacin de Vicente y Daniel Pipo Vsquez Daz en las guitarras,
Abelardo Vsquez Daz en el canto y Oswaldo Vsquez Daz en el cajn, aumentan la calidad
de este trabajo. Se suma la presencia de Enrique Chiquitn Borjas en la guitarra y en la voz;
la participacin de Nicomedes Santa Cruz y de Rafael Matallana permiten abundar el color
musical sin restarle un pice al sabor propio de la marinera. Los bordones, llamadas, rasgueos,
punteos y acordes de la guitarra de Vicente, secundado tanto por Pipo como por Enrique
Borjas Chiquitn, son una antologa del acompaamiento de la guitarra en marineras.
57 Vicente Vsquez Daz, en la guitarra, tiene aos de recorrido y conocimiento, tanto de su
instrumento como del acompaamiento de marineras. En cuanto a Carlos Hayre, su dominio
de las cuerdas le ha permitido participar conversando de igual a igual con Vicente y con
el cajn de Canano Barnechea (uno de los percusionistas de la lite). Se cuenta con la
presencia del maestro Augusto scuez Villanueva y su conocimiento y dominio de la jarana;
la voz cascada, alegre y retoma del Curita Gonzles; y la voz dulce, melodiosa y elegante de
Abelardo Vsquez Daz; todo esto adornado por los guapeos y las palmas de Tina Valentina
Barrionuevo viuda de Arteaga. Esta grabacin es notable, no solo por la exquisita conversa-
cin entre los instrumentistas, sino tambin por el repertorio de melodas, estrofas, trminos
y variantes del contrapunto de fugas, cantados por tres maestros de distintas generaciones.
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
58 V illalobos, antiguo alumno de los viejos cantores de Barrios Altos, ha captado el estilo robado
en las jaranas, imprimindolo en algunas interpretaciones de estas grabaciones. La tarea
de formacin y enseanza de los nuevos integrantes en que Pepe se embarc ha dado sus
frutos, estos saltan a nuestros odos; as como tambin el trabajo de seleccin del satisfactorio
repertorio de melodas y letras y los bordones de la guitarra de Urbina, tanto en las llamadas
iniciales como durante el desarrollo de cada tema.
L a calidad de compositor y autor de Pepe se transluce en algunas versos de las marineras, en
el transporte de un tema conocido como vals, tocado y cantado como resbalosa, en el rescate de
antiguas estrofas y en la lnea meldica del tema La Flor del muladar, atribuida al viejo deci-
mista malambino Mateo Sancho Dvila. Lamentablemente un mal informante le trasmiti
una versin errada en cuanto a la manera de cantarla.
59 Aun cuando la grabacin no es profesional, ni los intrpretes han ensayado, este documento
es valioso por la frescura, naturalidad, espontaneidad y auntencidad propia de quienes estn
haciendo algo que les pertenece como parte de su vida cotidiana.
153
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
60 N
o conocemos otras grabaciones de Abelardo cantando y tocando cajn simultneamente;
asimismo, al parecer esta es la nica grabacin de Ernesto Soto cantando marinera limea.
Es sabrosa la participacin de Wilfredo, con su voz medio destemplada por los vibratos, como
tambin la segunda voz de Zurdo Campos y su dominio del bajo. La presencia de Salgado le
da mayor prestancia a este documento. Son notables sus llamadas, tanto como la participacin
de Mang, quien sustituye a su padre a partir de la segunda o tercera marinera, sin notarse
casi la diferencia. Posteriormente, como la fiesta fue larga, participan otros aficionados, con
ms voluntad que acierto.
154
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
61 A
proximadamente de 1962, esta es una produccin de Oscar Avils, que musicaliza la estampa
de una serenata criolla tradicional limea. Participan: Juan Criado, Nicomedes Santa Cruz,
Alejandro Corts, Humberto Cervantes y otras figuras del criollismo. Al final los hermanos
Augusto y Elas scuez cantan una marinera y su resbalosa, en contrapunto con el do de
Luciano Huambachano y Csar Pizarro. Es interesante comprobar que hasta esa fecha no haba
grabaciones que cumpliesen con las normas propias del gnero, aparte de las realizadas en 78
RPM por Montes y Manrique, Salerno y Gamarra, y los scuez y Senz, estas ltimas grabadas
en 1928.
62 Disco producido en 1971 por ambos msicos y editado por la disquera Sono Radio. Al final
155
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Cruz,63 que incluyen una sola marinera limea completa cada uno. Son recor-
dadas tambin las grabaciones comerciales del do Costa y Monteverde, El Do
Lmeo de Pea y Crdenas, los hermanos Govea, Las Criollitas, La Limeita y
Ascoy,64 Las Limeitas Graciela y Noem,65 Jess Vsquez y Elosa Angulo,66 Lito
Gonzles y los Trovadores del Valle,67 Los Morochucos, los Romanceros Crio-
llos, Alicia Maguia,68 Edith Barr, el Centro Musical Unin,69 Esther Fernndez
Dvila Bartola,70 Cecilia Barraza,71 la segunda generacin de la familia Avils,
Urbina y Castillo, el conjunto de la pea La Oficina,72 Lucy Avils y Willy Terry
y la grabacin De Familia: Castillo y Terry de Sayariy producciones.
6. L
a marinera limea durante las ltimas dcadas del
siglo XX
hay una pista con dos marineras, resbalosa y fugas en modo menor que canta Alicia Maguia
en contrapunto con Augusto scuez, acompaados por la guitarra de Carlos Hayre y el cajn
de Eusebio Sirio Pititi. La interpretacin de los temas, tanto en el canto como en el acompa-
amiento instrumental son muy buenos. Asimismo, es importantsima la participacin del
Augusto scuez, valioso el rescate de los temas e impecables los msicos.
63 E l tema est constituido por una sola marinera con resbalosa y fuga. La marinera comienza con
la estrofa mndame quitar la vida, y presenta la resbalosa La cabra le dijo al pollo, todo
en modo menor. Fue grabada en 1964.
64 Sus grabaciones de marinera limea son sabrosas, interpretadas a dos voces, un poco gastadas
por el tiempo, siempre con comps certero y casi afinados pero sin contestacin de otras voces.
65 E n sus grabaciones interpretan marineras a dos voces, en las que destaca siempre Noem por la
seguridad y soltura de su segunda voz. Sin embargo, no siempre estn ceidas a las reglas de
la estructura de la marinera, pues muchas veces cantan solas, a do, y cuando hay una pareja
que les responde, como el caso de Costa y Monteverde, ambos cantan en primera voz, igno-
rando las normas.
66 Jess Vsquez y Elosa Angulo muchas veces omiten ceirse a las pautas de la estructura de
estrofas y nmero de slabas, as como la repeticin de la meloda en los versos convenidos:
suelen cantar solas, en una sola voz y sin do que les responda.
67 Disco LP No hay primera sin segunda, que contiene cuatro series de marineras limeas. Tres
constan de dos marineras, resbalosa y fugas, y una con una sola marinera y resbalosa. Si bien
es un trabajo meritorio, tienen algunas fallas en la estructura de las estrofas y en las slabas.
68 Tambin canta sola, nunca a do y difcilmente en contrapunto.
69 E ntre sus diversas grabaciones interpretan tres marineras limeas completas, cantadas en
contrapunto.
70 E n su disco Lo mejor interpreta una marinera limea compuesta por tres marineras con resba-
losa y fugas, cantada en contrapunto con Abelardo Vsquez Daz. Es una bella grabacin pero
no hay do, sino cuando Abelardo, eventualmente, adorna la primera voz de Bartola.
71 Suele cantar sola y sin contendores.
72 Esta grabacin presenta cinco marineras limeas interpretadas en contrapunto, tres de ellas
con una sola marinera, resbalosa y fuga, y dos de ellas con tres marineras, resbalosa y fugas.
156
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
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73 D e todos los integrantes a lo largo de la trayectoria del conjunto, algunos fallecieron y otros
tomaron otros rumbos.
74 Tres ejemplos son Palmero sube a la palma de Los Morocuhucos, Quiero cantarle a mi tierra
de scar Avils y Morena la flor de Lima de Augusto Polo Campos.
75 El primer concurso fue en Pachacamac.
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Alejandro Senz
Naci en el barrio de Malambo, distrito del Rmac, a fines del siglo XIX. Fue
compositor, guitarrista y cantante. Buen cantor de marineras, con un reper-
torio muy vasto. Form conjunto con los hermanos Augusto y Elas scuez,
siendo imbatibles en los concursos de la fiesta de San Juan de Amancaes.
Grab junto a estos msicos y el cajonero Vctor Regalado varios temas
editados por la casa Vctor en Chile. Viaj a Santiago en 1929 con Elas
scuez, Jorge Acevedo, Teresita Arce y Gregorio Villalobos para la ceremonia
del Armisticio (retorno de Tacna al Per), luego de lo cual se qued viviendo
en Chile hasta la dcada de 1940. Fue compositor de los valses La Cabaa,
Radiante Espiritual, Mi Nido Vaco, La Habanera y Las Golondrinas,
entre otros. Su do con Elas scuez fue famoso entre las dcadas de 1920
y 1930.
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Catalina Herbozo
Bailarina, cantora y cajoneadora de marinera limea. Viva en la calle del
Pozo, en el barrio de Malambo, donde se armaban grandes jaranas. Era tan
buena cantando que en ms de una oportunidad form parte del cuadro
de cantores en el concurso del 24 de junio en la pampa de Amancaes junto
a los hermanos Augusto y Elas scuez, Jess Pacheco, Norberto Mendiola,
Alejandro Senz y otros.
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Enrique Matute
Fue otro de los zambos entre los cantores de dcima del grupo de Los Doce
Pares de Francia, afincado Abajo en Puente. Tocaba marinera. Citado por los
hermanos scuez en varias oportunidades, su nombre es mencionado por
Augusto scuez en varias de las entrevistas que le publicara el suplemento
VSD de La Repblica entre 1982 y 1984 y tambin en las conversaciones
grabadas por Jos Durand entre 1978 y 1981.
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con Pirola, la coalicin de 1895 y sucesos polticos de fines del siglo XIX y
comienzos del XX. Fue suegro de Carlos Hayre.
Higinio Quintana
Decimista afroperuano nacido en la quebrada de Pisco segn algunos, segn
otros en Tambo de Mora, antigua capital del distrito de Chincha, ambos
pueblos del departamento de Ica. Inicialmente fue rival de Los Doce Pares
de Francia y luego pas a formar parte del grupo. Era muy recordado por los
antiguos pobladores de la zona donde naci, as como en Caete, Chancay y
Huaral, donde vivi, y en Zaa, Chiclayo y Lambayeque, lugares que recorri
durante su juventud. Tocaba y cantaba marinera.
Justo Arredondo
Naci alrededor de 1880. Extraordinario instrumentista en el lad, guitarra y
bandurria, as como cantor largo de marinera, segn informacin de Augusto
scuez. Grab algunas composiciones con el guitarrista Miguel Almenerio,
con quin tambin form grupo al lado de Pancho Ballesteros, Fidel Veloz y
Valenzuela. Se presentaron en el Teatro Coln en 1920, con mucho xito. Fue
compositor de numerosos temas clsicos del cancionero criollo.
164
Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Nicanor Campos
Fue un zambo compositor y cantor de dcimas, notable entre Los Doce Pares
de Francia. Entre sus contemporneos fue notable y distinguido taedor de
arpa y guitarra, en los tiempos en los que la primera tena preeminencia
sobre esta como instrumento acompaante para la zamacueca o marinera.
Pablo Negrn
Es otro de los cantores de dcima que integr el grupo de Los Doce Pares de
Francia, segn informacin proporcionada por Francisco Ballesteros Nole, los
hermanos Augusto y Elas scuez, Vctor Arciniega Samam, y otros.
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Trayectoria de la marinera limea durante el siglo XX
Samuel Mrquez
Naci en Cinco Esquinas, Barrios Altos, en 1892. Era muy amigo de Augusto
scuez, y posteriormente se hicieron compadres. Fue cantor de repertorio
corto pero tena un sentido cronomtrico del ritmo. Gustaba de cantar con
muchos quiebres y haciendo gala del clsico robado caracterstico de los
Barrios Altos. Era tan hbil que a veces sacaba del ritmo a los cajoneros ms
seguros. Junto con Francisco Ballesteros, Vctor El Gancho Arciniega y Fran-
cisco Estrada constituyeron el Conjunto Ricardo Palma en 1934. Mrquez
no tocaba ningn instrumento; sin embargo, conoca variedad de toques de
guitarra, diversas maneras de repicar el cajn y algo de coreografa.
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CAPTULO IV
Prctica popular de
la marinera limea
Resulta interesante comprender el conjunto de ideas, comportamientos y
valores de larga data que forman parte de la vida diaria de las colectividades
en tanto tradiciones. Esto significa entener el fenmeno de la tradicin no
solo como un corpus simblico que se transmite de generacin en generacin,
sino tambin como un bagaje de comportamientos e ideas heredados que la
gente posee y pone en prctica durante su vida cotidiana (Shils 1981; Agudo
2009). En ese sentido, es relevante relacionar la tradicin como vivencia con
lo que Pierre Bourdieu (2007:86) conceptualiza como habitus: conjunto de
patrones de pensamiento y comportamiento que los sujetos incorporan a
partir de la vivencia colectiva en un grupo y en determinadas condiciones
materiales de existencia. El sujeto, por el hecho de vivir en un grupo social y
en un contexto material particular, adquiere un conjunto de creencias, prc-
ticas y valores que se reproducen a partir de la vivencia diaria. La tradicin,
entonces, es parte de un habitus, de una forma de vida incorporada a partir
de la experiencia social.
76 E
xisten, sin embargo, espacios donde an se practica de manera regular. uno de stos, an en
actividad, es La Catedral del Criollismo, que funciona en casa del guitarrista Wendor Salgado
en Brea y que es adems un importante centro de investigacin y recopilacin. All se renen
los cantores Alfredo Valiente (tambin cajonero), Vctor Marn, Carlos Hidalgo, Carlos Castillo,
Renzo Gil (tambin guitarrista), Sergio Salas (tambin guitarrista), Henry Medina, Fred Rohner,
Guido Arce (tambin cajonero), el guitarrista Ronald Daz y el cajonero Ricardo Ponte. Otro
espacio de cultivo similar, vigente hasta el ao 2010, es una casa en el Rmac, donde se reunan
cultores como Muninque Olivos, Rolanco scuez, entre otros.
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que congrega, la especializacin que requiere y las redes sociales que arti-
cula. En tal sentido, al hablar de las dinmicas de la marinera limea hacemos
referencia a las prcticas sociales especialmente relacionadas a este gnero,
pero siempre dentro del marco de la prctica musical criolla popular.
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La prctica popular de la marinera limea
Los lugares donde estas fiestas populares se llevan a cabo son por lo
general casas de cultores o entusiastas de la msica criolla puestas a dispo-
sicin para la celebracin. Las dinmicas varan de acuerdo al lugar, pero
tienen como caracterstica general la presencia del anfitrin, una persona
o una familia que convoca a las jaranas o acoge a los intrpretes y cultores
dispuestos a jaranear, incluso a altas horas de la madrugada. Jos Pepe
Villalobos recuerda la casa de Alejandro El Manchao Arteaga y su esposa
Valentina Barrionuevo de la siguiente manera:
Por ejemplo, [cuando estbamos reunidos] con Arturo Cavero, mi primo, con
Alberto Romerito, con un grupo de amigos que habamos estado jaraneando
por ah, y nos daban las dos de la maana. Dnde vamos? Donde Valen-
tina!. Dbamos serenata. No era santo, no era nada. Estbamos en nota [con
tragos] y a Valentina le gustaba. Abra la puerta, qu pasa compadre, de
dnde vienes?. No faltaba por ah una media lagartijera, o sea media botella
de ron o de pisco. A veces la botella estaba a tres cuartos. Eran restos de la
jarana anterior que la brindaban con mucho cario. Nosotros, qu ms quera
el pescado que lo avienten al agua!, si estbamos con ganas de seguir la fiesta.
[] Nos abastecamos, nos daban las seis o siete de la maana, su marido se
iba a trabajar y nosotros ensaybamos todo el da. Hacamos una colecta y
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Casas como las descritas podan encontrarse por todo Lima, y aunque
puede decirse que pertenecan principalmente a personas de sectores popu-
lares, es posible encontrarlas tambin en estratos socioeconmicos ms
acomodados. Algunas de las casas ms recordadas en Lima en las primeras
dcadas del siglo XX son las de Mateo Sancho Dvila en el callejn de La
Cruz en Malambo, Nicanor Campos en el barrio rimense (scuez, entrevista
personal, 26 de junio de 1979), la familia Recuenco en Barrios Altos (Wetzell,
entrevista personal, 10 de febrero de 1984), Catalina Herbozo en El Pozo, la
familia Matos en Copacabana, Reynaldo Fiorini en Calle Nueva y la casa77 de
Manongo Andrade Caravel en Acho (Portocarrero, entrevista personal, 4 de
diciembre de 1989). Ms avanzado el siglo XX, se puede mencionar las casas
de Luciano Huambachano (primero en el barrio de Malambo y luego en el
jirn Caquet del Barrio Obrero); de Hernn La Rosa El Carnero en el solar
de La Cruz en Huamales; de Alfredo Velsquez El Tuerto en Monserrate; de
Manajarblanco Checa y de la familia Barahona en La Victoria; de Alejandro
Manchao Arteaga y su esposa Valentina Barrionuevo en el callejn del
Buque en La Victoria; Hernn La Rosa El Carnero en Barrios Altos; Eusebio
Sirio en Limoncillo; la familia Cavero en el Callejn de Pinto, en la cuadra 6
de Renovacin; la familia Cabrejos en el Rmac; la familia Reyes en Surquillo;
Victoria Angulo, primero en el Baratillo, en el Rmac y luego en la Huerta
Perdida en Barrios Altos; en Brea la casa de Porfirio Vsquez y la de un
seor apodado Mauco Fulero, cuyo nombre real no fue posible constatar.78
77 A l parecer esta casa era en realidad una fonda en la que Manuel Andrade haca y venda frejol
colado. Hay algunas estrofas de marinera limea en las que se menciona este espacio. Una de
ellas es un primer pie que menciona Ahora s que va de veras/ como dijo la seora/ en casa e
Caravel/ bebe la gente de gorra. Otra de ellas es una fuga de resbalosa que dice Ya se cierra
el Estrasburgo/ van a cerrar Broggi y Klein/ no cerrando Don Andrade/ a m qu me cuenta
usted.
78 Vale mencionar que, sobre todo para el caso de las casas populares, la apertura de los espa-
cios fue cambiando: se restringi a la recepcin de la gente del barrio o familiares a inicios
del siglo XX y abri paulatinamente sus puertas a invitados de otros barrios conforme fueron
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Las jaranas pueden ser vistas como espacios ambiguos. Por un lado son
comprendidas como los espacios festivos de encuentro con la tradicin
musical criolla legtima, asociada a la de las clases populares. As, asistir
a las jaranas equivale a beber directamente de las fuentes de la lrica
popular, a encontrarse con la prctica musical que forma parte de la vivencia
de dichos sectores urbanos de Lima, dando a entender que esta tradicin
musical solo adquiere su significado total una vez que ha sido vivida en su
contexto tradicional original. En ese sentido, cuando se hace referencia al
escaso conocimiento prctico de un intrprete de msica criolla, se dice que
le falta jaranear, es decir, que le falta interaccin con los que practican
estas manifestaciones en el ambiente adecuado, as como tener roce popular,
todo lo cual parece reflejarse incluso en la misma forma de tocar y cantar
o tener sabor. Al mismo tiempo, la jarana es el espacio por excelencia en
el que el msico se encuentra con otros msicos muchos de ellos ms
experimentados de los cuales se puede aprender, as como con cultores y
aficionados que evaluarn sus condiciones y habilidades musicales. Este es
el espacio donde el msico aprende, se curte y adquiere legitimidad. Final-
mente, la jarana involucra un conjunto de roles y jerarquas asociados a la
idiosincrasia criolla limea: distincin de comportamiento entre jvenes y
viejos o entre varones y damas, respeto a los mayores y sumisin de los
nios y adolescentes, formas de cortejo, etctera. En ese sentido, la jarana es
un espacio donde la msica es incorporada a travs de su prctica popular,
incorporacin que conlleva una serie de aprendizajes no musicales asociados
a esta:
Hay mucha gente que le falta eso de haber vivido ese momento. Porque la verdad
en la bohemia se aprende y hay que estar ah para aprender, porque en la
bohemia salen cosas que cuando vas a ver un espectculo nunca van a aparecer,
entonces es el momento donde sale toda le exquisitez del msico, su sapiencia,
su forma de ejecutar, todo sale en ese momento que a la semana siguiente no es
lo mismo y es otro (Vallejos, entrevista personal, 8 de junio de 2010).
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fue una de las causas de la muerte del reconocido compositor popular Felipe
Pinglo Alva:
Por lo regular las fiestas en que estbamos, las de l, casi siempre eran
solamente por los Barrios Altos. No se alejaba mucho de su barrio. Cuando
estbamos juntos l siempre estaba toda la noche porque a m me gustaba
amanecerme, l aunque tena que trabajar no se iba a casa mientras no sala yo
porque era muy apegado a m. [] Entonces a la salida siempre se peinaba en
la casa antes de salir para ir a su trabajo, salamos a las 7:30, 8:00 a.m., l a las
8:00 a.m. entraba a su oficina. Entonces l nunca faltaba a su trabajo, yo tena la
suerte de que ah segua, l se bajaba, venamos en un mnibus desde arriba de
Santo Cristo, venamos bajando as por Mercedarias, Maravillas, se bajaba ah
y yo segua nos despedamos yo me iba a dormir y el pobre se iba a trabajar.
Y su organismo no pudo resistir, digamos, esa clase de vida, quizs hasta sin
desayuno (Wetzell, entrevista personal, 10 de febrero de 1984).
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en las jaranas, y su palabra era siempre respetada. As, si bien la figura del
jaranista podra ser vista con cierto recelo desde una mirada conservadora,
los grandes cultores trascienden este juicio negativo y suelen ser figuras de
respeto en cuanto portadores de la prctica musical criolla.
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En una ocasin, cuando yo recin me haba casado con Jaime, estaban cantando
la marinera. La marinera era en la sala, yo estaba casi al fondo. Entonces vino
Aurelio Collantes y me dijo seorita, cllese la boca. Yo no hablaba ah, yo
estaba calladita, pero no s, l escuchara que alguien conversaba y me dijo
cllese la boca, esto es un rito. Usted no entiende qu cosa es esto, y si no
quiere escuchar, salga. Me bot de la casa. Ay, mi madre, yo quera llorar!
(Huambachano, entrevista personal, 15 de julio de 2010).
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81 E
n cuanto a quines pueden ser ejecutantes de marinera limea, podemos mencionar que
no se suele diferenciar a los intrpretes por gnero; en general, damas y varones tienen las
mismas oportunidades si es que conocen bien el canto de jarana; aunque en la prctica se
puede notar que hay ms cantores hombres que mujeres, y por lo general son grupos de
varones los que cantan en contrapunto. Ocurre igual con los msicos, pero para el baile
siempre son parejas mixtas.
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cin. Por otro lado, son pocos los cultores que se atreven a desafiar esta jerar-
qua y se arriesgan a cantar en contrapunto con los ms experimentados,
puesto que se exponen a una derrota segura y al desprestigio en pblico.
As, hubo cantores con una trayectoria tan respetada que difcilmente encon-
traban rivales; por ejemplo, ante la pregunta sobre qu cantores de marinera
conoca, Wendor Salgado menciona lo siguiente:
Te voy a decir una cosa. Yo cuando joven comenc a parar con los [hermanos]
scuez y encontr algo: que ellos estaban tan reconocidos como cantores de
marinera, que cuando ellos cantaban nadie se meta. Entonces, resulta que yo
prcticamente los he escuchado a ellos noms. Nadie, nadie se meta. Por eso,
cuando yo paraba con ellos, yo los he escuchado a ellos, porque nadie, ninguno
de los dems se meta, fuera quien fuese. El mismo scar Avils se quedaba
callado la boca. Eran bravos (Salgado, entrevista personal, 22 de marzo de 2010).
Hay niveles entre los cantores. Se sabe quin es el maestro y l es el que tiene
que indicar cundo, cmo y qu se va a cantar. Estando Abelardo [Vsquez
Daz] ac, yo no me voy a atrever a canta marinera, l es el que tena que dar
la iniciativa. l es el que abre el contrapunto. Hay niveles, haba un respeto
(Caldern, entrevista personal, 13 de julio de 2010).
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jarana ms sabroso que los cantores del barrio de Malambo como Augusto
o Elas scuez. A veces la comparacin es ms intensa y puede generar
rivalidades. As por ejemplo, varios dede nuestros entrevistados recordaban
la oposicin entre Abelardo Vsquez y Wilfredo Franco, la cual atribuyen
ms a comparaciones malintencionadas de muchos aficionados que a una
verdadera animadversin entre ambos.
Para m siempre fue bandera de cario, de amor de los viejos. Los viejos prime-
ramente decan la jarana no es para pelear, la jarana es para conversar. Por
ejemplo, haba un cantor que todo lo vea pleito, l formaba la rivalidad. Por
ejemplo, cuando se armaban grupos para cantar jaranas, a m me llamaba a
un costadito [y deca] nosotros somos para los Barrios Altos, contra ellos. No
haba comenzado a tocar la jarana y ya estaba formando contrapuntos. Acaso
don Elas scuez, don Augusto scuez eran de eso? Vctor Arciniega, Samuel
Mrquez, Ballesteros han sido de eso? No, ellos dialogaban, cantaban, inter-
cambiaban, si haba una fuga, una resbalosa que t no sabas oye, hermano,
qu bonita voz. Te la doy, esto es as, esto es as. No haba eso [de la riva-
lidad exacerbada]. Ahora no, ahora muchas veces los cantores se preparan, los
mocosos, triste decirlo, se preparan unas jaranas con un montn de trminos y
te sorprenden y te ponen la jarana. Y por muy inteligente, no es que no sepas, se
te va el trmino en contestarla (Villalobos, entrevista personal, 1 de diciembre
de 2009).
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de esto es que hay muchos de estos niitos que han aprendido, los sabios de
ahora, que dicen: bueno compadre y yo cundo voy a ser? Pero es que esto es
como una escalera, t no agarras y te lanzas as por lanzarte porque la cada
puede ser libre pero si vas cayendo de a poquitos aprendes, no? (Villanueva,
entrevista personal, 1 de setiembre de 2009).
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verse como un duelo de saberes, suele ser comprendido como una falta de
respeto que rompe con los valores tradicionales. Como menciona un expe-
rimentado cantor de marinera, a nosotros nos han educado, a los de ahora
los cran. Esto da cuenta de la profunda relacin entre la prctica musical y
el sistema de valores, que unos pugnan por mantener mientras otros tratan
de trascender. Una vez ms se caracteriza la transmisin como un campo de
disputa, en el que se encuentran valores, saberes e intereses diversos.
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83 U
n ejemplo interesante de este tipo de filiacin familiar se puede encontrar en la ascendencia
de los hermanos Juan Carlos Juanchi y Manuel Mang Vsquez Goyoneche, ambos cajo-
neros de marinera limea. Por lnea paterna, su abuelo es el reconocido cultor Porfirio Vsquez
Aparicio, mientras que por lnea materna su abuelo es el tambin reconocido cantor y cajonero
Moiss Goyoneche Ulloa Chancaca e Tongo. Es decir, su vida familiar, por ambas lneas, est
marcada por el cultivo de la marinera limea.
84 Para un futuro estudio a profundidad del tema, sera pertinente preguntarse, entre otras cosas,
por las elecciones matrimoniales de estos miembros, as como por la eleccin de padrinos y
madrinas y su relevancia en la prctica musical de la marinera limea.
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85 S
in embargo, esta colectividad ya no asiste mayoritariamente a casas, sino a locales o peas
criollas. Este fenmeno se revisar a profundidad en el captulo 4.
198
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Yo soy msico y trabajo tantos aos en la msica yo pienso que ellos han
sido el sostn de esta inquietud musical. Porque nosotros los pobres, si bien
es cierto que nos gusta la msica criolla y tocar y jaranear, como se dice, entre
nosotros, nadie tena para solventar una vida as, ni menos para darse el lujo de
no ir a trabajar. Mientras ellos con su moneda, hacan una jarana, hacan en un
club, una pea, la casa de un anfitrin o donde sea, o por ah se enredaban con
una zambita, con una negrita, porque le cocinaba buenos potajes, qu s yo. Se
sentan criollos, ya en el barrio todo el mundo los quera, l daba propina, l
era el padrino, l compraba la guitarra, compraba el cajn. Es decir, personas
muy importantes [que] se hicieron necesarias para que esto hoy por hoy tenga
presencia y hasta ahora mismo se sienten esos criollos, que son contaditos
(Villalobos, entrevista personal, 1 de diciembre de 2009).
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Como hemos sealado, sin embargo, la relacin entre los msicos popu-
lares y sus mecenas no siempre estaba exenta de tensiones. Ms all del
pequeo grupo de cultores de clase alta respetados como grandes conoce-
dores, es comn que desde los sectores populares se haga referencia a los
aficionados pudientes como a sujetos pretenciosos que quieren sentirse ms
criollos a partir del roce con la prctica musical popular. Un famoso cantor
popular menciona lo siguiente al respecto: A los ricos, los blanquitos, les
gustaba la marinera limea; aunque no bailaban bien, pero les gustaba, se
crean ellos grandes bailarines (entrevista annima). Esta tensin es ms
pronunciada cuando los sujetos de los sectores altos transgreden los valores
y las jerarquas existentes en la prctica musical popular; lo que es percibido
por muchos cultores populares como una suerte de abuso, en el cual los
86 A
l parecer esta era una prctica comn. En una entrevista realizada por Jos Antonio Llorns
a Augusto scuez en 1983, este ltimo cuenta que el presidente Legua le obsequi una gran
suma de dinero a l y su conjunto por una interpretacin de marinera realizada durante una
reunin a la que los invit. (scuez, entrevista personal, 4 de abril de 1984).
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Sin embargo, debe quedar muy claro que la tensin y el conflicto son
parte de las relaciones entre sectores diferentes A fin de cuentas, hay un
sector que contribuye de manera importante a la sostenibilidad econmica
de la prctica musical y otro que acoge en esta tanto a las personas de otros
estratos que acuden a ellos como a los recursos que aportan. Se puede decir
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87 U
n ejemplo es el curso de Abelardo Vsquez impartido en varias ocasiones en la Escuela
Nacional Superior de Folklore Jos Mara Arguedas.
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han continuado con esta actividad. As, al contarse cada vez con menos
cantores,se redujeron las oportunidades de cantar marinera limea, por lo
que la prctica del gnero disminuy notablemente.
As como las clases altas dejaron de organizar fiestas criollas en sus casas
y acudir a fiestas populares, tambin disminuyeron los contratos y las invita-
ciones88 a los msicos. Jos Villalobos comparte este punto de vista desde su
posicin de msico en aquella poca:
88 Hay que recordar que estas invitaciones a menudo involucraban entregas de dinero.
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89 E
sto no quiere decir que gneros como el vals o la polca no hayan sido impactados. De hecho,
el apoyo industrial disminuy, porque por un lado la industria nacional redirigi muchos
esfuerzos hacia el huayno, y por el otro lado fue la poca en que las disqueras transnacionales
comenzaron a abordar el mercado peruano con fuerza a travs de la balada romntica, la nueva
ola y la salsa. Para mayores alcances ver Llorns y Chocano 2009.
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a las dinmicas que estas tienen como parte de la prctica musical: estas se
inventan de la nada, se toman prestadas de poemas o canciones, se modi-
fican, se dejan de cantar, se olvidan, se recopilan o se reintroducen al reper-
torio luego de mucho tiempo. Asimismo, los sujetos cambian y se suceden
unos a otros a travs del tiempo, y a travs de la prctica musical los nuevos
ejecutores se identifican y apropian de letras que para ellos adquieren
nuevos significados: lo que antes era vivencia cotidiana hoy tiene calidad
de testimonio oral (con el consiguiente valor histrico en algunos casos), se
atribuyen significados nuevos a letras con significados originales muy dife-
rentes90, e incluso se pueden cantar coplas sin atribuirles ningn significado
en especial ms que letras de marinera. Esto hace que cualquier afirmacin
concluyente respecto a temas como el de su posible carcter testimonial,
transmisin directa o memoria histrica sea potencialmente engaosa.
90 P
or ejemplo, algunos de los cultores entrevistados identificaban al primer pie de marinera
Soy la redondez del mundo/ sin m no puede haber Dios/ Papas cardenales s/ Pero pontfices
no como un canto a lo divino, cuando se trata de una adivinanza popular muy antigua cuya
respuesta es la letra O.
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cuando se canta con el objetivo de que haya baile el canto no suele involu-
crar competencia y se interpretan las estrofas ms conocidas del repertorio
popular, como por ejemplo palmero sube a la palma o moreno pintan
a Cristo. En contraste, cuando se canta en contrapunto, se utilizan mari-
neras, resbalosas y fugas ms variadas, a fin de demostrar conocimiento;
y a medida que aumenta la intensidad del duelo pueden aparecer estrofas
de desafo o afrenta91 y se recurre a la creacin, al prstamo92 e incluso a la
improvisacin para no dejar de contestar y mantenerse en competencia.93 El
asunto central aqu es no quedarse sin repertorio, para lo que vale recurrir a
todos los recursos a mano.94
91 E
xisten algunas coplas de marinera a travs de las cuales un cantor desafa a otro. Esto lo
veremos ms adelante.
92 Es decir, el uso de letras usualmente no asociadas a la marinera.
93 Tal parece que de esta forma se incorporaron al repertorio textos de canciones o poemas que
no eran tradicionalmente letras de marinera limea.
94 Esto sucede con frecuencia mientas se canta marinera, pero es ms usual an en el contra-
punto de fugas, momento ms libre del canto que permite mayores licencias a los cantores.
Por ejemplo, existe una llamada de fuga que reza eso mismo que t dices, eso mismo digo
yo, y quien la canta suele repetir luego la ltima fuga que cant su contendor. Jos Villalobos
(entrevista personal, 1 de diciembre de 2009) cuenta que haba cantores que durante la fuga
recurran a esta llamada como triquiuela y se avocaban a repetir lo que su contendor cantaba
hasta que ste se quedaba sin repertorio, luego de lo cual recin cantaban su propio repertorio
y vencan a su oponente al dejarlo sin recursos.
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Entonces como ah [la fuga] es libre, de puros vivos tambin agarraban cosas
como el himno nacional. Una vez, yo no me acuerdo cmo le puse la meloda,
pero cant Torna a Surriento [cancin en italiano, interpretada por Luciano
Pavarotti]. Augusto me queda mirando, estaba en italiano, haba odo el tema
pues y cant:
Ma nun me lass
Nun darme stu turmiento
Torna a Surriento
Mono huevn.
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95 P almero sube a la palma/ o dile a la palmerita/ que se asome a la ventana/ que mi amor la soli-
cita. Primer pie de marinera.
96 Moreno pintan a Cristo/ morena la macarena/ moreno es el ser que adoro/ viva la gente
morena. Primer pie de marinera.
97 Nadie siembre su parra/ junto al camino/ porque todo el que pasa/ coge un racimo. Segundo
pie de marinera.
98 L a adquisicin de estas letras por parte de los cultores es un interesante tema de anlisis.
Un hecho que puede servir para iniciar la observacin es que toman las letras tanto de los
textos originales como de textos que las refieren, lo que obliga a preguntarse acerca de quines
tenan acceso a la lectura y qu lean durante las primeras dcadas del siglo XX, poca en que
se form gran parte del acervo de letras de marinera limea que se mantiene en la actualidad.
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Es ms probable que los cultores hayan adquirido estas letras en su mayora a partir de escu-
charlas a cultores ms aejos o ms experimentados. Conocer las dinmicas de adquisicin de
estas letras puede dar cuenta del consumo cultural de estas poblaciones y su relacin con su
prctica musical tradicional, tema que no se profundizar en el presente trabajo.
214
La prctica popular de la marinera limea
Por otro lado, una fuente fundamental para las letras fue la vivencia
de los cultores, llevada a verso y cancin a partir de su propia inspiracin.
Estas letras tienen un importante carcter testimonial. Es posible encontrar
letras que hacen referencia a la vida cotidiana, reflejando sucesos habituales
y caractersticas identificables de Lima y el Per en distintas pocas, tales
como sus comidas, sus habitantes, sus lugares, etctera. Es posible tambin
encontrar letras que hacen referencia a situaciones polticas, sociales y
econmicas, como los gobiernos y sus acciones, la coyuntura socioeconmica
y algunas transformaciones sociales relevantes. A continuacin citamos los
siguientes ejemplos:
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Primer pie de marinera sobre Fede- Fuga en modo mayor. Hace refe-
rico Elguera, alcalde de Lima en rencia al reloj de la estacin de tren
1901, quien hizo sembrar palmeras de Desamparados. Este reloj era
en la Plaza Mayor de Lima. llamado Guachi, castellanizacin
de la palabra inglesa watch.
Ya se cierra el Estrasburgo
ya se cierran Broggi y Klein
No cerrando don Andrade
A mi qu me cuenta ust.
216
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nicas. En trminos de las temticas especficas de las letras, estas son muy
diversas y no siguen una clasificacin precisa. Entre muchas otras, son popu-
lares las temticas amorosas, de vida cotidiana, histricas, de coyuntura
poltica, gastronmicas y taurinas. Asimismo, es comn encontrar tambin
juegos infantiles adaptados a las letras, as como estrofas pcaras y de conte-
nido sexual. Existen tambin estrofas de evocacin o desafo, muy utilizadas
en el duelo de contrapunto. Incluimos una importante seleccin de estas en
la antologa de letras de marinera incluida al final del presente estudio.
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La prctica popular de la marinera limea
219
CAPTULO V
Nuevas prcticas
musicales de la
marinera limea:
locales, academias
y concursos
Tal como menciona Juan Agudo (2009:55), los nuevos contextos, siempre
cambiantes, hacen que las tradiciones se transformen y se adapten a estos a
travs de procesos complejos, incluso suscitando prcticas alternativas. En
el caso de la marinera limea, un conjunto de cambios sociales, polticos y
econmicos durante el siglo XX provoc que la prctica musical tradicional
sea cada vez menos sostenible en su forma anterior y, a su vez, permiti
introducir una serie de cambios que han discurrido por diversos caminos.
Este proceso de adaptacin y transformacin ser revisado a lo largo del
presente captulo.
99 F
eria comercial de gran envergadura que se llev a cabo en Lima de 1966 a 2003. Esta feria
ofreca atracciones para toda la familia, como juegos mecnicos, exposiciones y conciertos que
congregaban a gran cantidad de gente y presentaba a numerosos conjuntos musicales nacio-
nales y extranjeros (Hermoso 2010).
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Cabe recordar que hacia las primeras dcadas del siglo XX aparecen en
Lima los primeros centros musicales criollos, que siempre funcionaron a la
par de la prctica popular tradicional, confluyendo constantemente con esta
y con los msicos que la sostenan. Estos centros musicales son asociaciones
224
Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
225
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101 A
l hablar de cultores populares hacemos referencia a los cultores de la prctica musical de
la marinera limea en su forma tradicional, tal como es descrita en el captulo anterior. La
mayora de estos cultores son de extraccin popular. Sin embargo, como sealamos en el cap-
tulo anterior, hay muchas personas de clase alta que tambin participaban en esta prctica
musical tradicional, por lo que tambin se comprenden en esta definicin.
226
Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
gran medida a los festejos de cumpleaos.102 Asimismo, dado que las clases
altas disponan relativamente de menos recursos, la asistencia a los salones
de baile y espectculos disminuy y su frecuencia se redujo a los fines de
semana, con lo que muchos locales dejaron de ser rentables y tuvieron que
cerrar sus puertas.103 Todo esto afect a los msicos populares de oficio, que
de pronto dejaron de tener contratos en las boites, los salones de baile y las
fiestas particulares de familias pudientes.
Con todo, la actividad criolla en los locales pblicos fue aumentando poco
a poco a lo largo de la dcada de 1970. Se mantuvieron algunos restaurantes
tursticos, como El Parral y Canela Fina, y surgieron nuevos, como La Pali-
zada, en todos los cuales se interpretaba marinera limea. En cuanto a los
centros sociales musicales, estos se mantuvieron en actividad y en ellos los
msicos continuaron practicando la marinera limea, como fue el caso de los
centros musicales Victoria y Unin (Urbina, entrevista personal, 17 de junio
de 2010). Asimismo se fund el Centro Musical Brea (1978), uno de los ms
102 H
ubo algunas notables excepciones. Un ejemplo es la casa de los esposos Alejandro El
Manchao Arteaga y Valentina Barrionuevo en el callejn del Buque, donde se continu jara-
neando espontneamente hasta que fallecieron ambos. Guillermo Durand, comunicacin
personal.
103
Comunicacin personal con Guillermo Durand y testimonio de Jos Villalobos (entrevista
personal, 1 de diciembre de 2009).
104 Rosa Barnechea, por ejemplo, narra que a partir de 1969 el grupo de familias criollas al que
ella perteneca comenz a asistir a locales comerciales de msica criolla (entrevista personal,
22 de julio de 2010).
227
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
105 E
stas peas suelen ser criticadas por los cultores criollos ms tradicionales, por cuanto
difunden un repertorio repetitivo y no tradicional, contratan solo a los msicos de moda en
la mass media nacional, ceden a la espectacularizacin y alteran las expresiones musicales
tradicionales (Llorns y Chocano 2009:241).
228
Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
etiqueta peas comerciales para las segundas, que no sern materia del
presente trabajo.
Una pea criolla que tuvo importancia particular durante esos aos
fue el Centro Sport el Inca, fundada en 1970 y vigente hasta la dcada de
1990.106 Fue fundada en el centro de esparcimiento homnimo para obreros
de la compaa inglesa Inca Cotton, ubicado en el barrio del Rmac (lvarez
2001). Este club, fundado a inicios del siglo XX, contaba con una cancha de
ftbol, una cancha de bochas, salones de billar y una piscina;107 incluso lleg
a constituir un equipo de ftbol que jug en primera divisin (lvarez 2001).
La pea se cre por iniciativa de una serie de cultores criollos de distintas
procedencias, entre los que se encontraba Juan Valcrcel, miembro de la
directiva del Centro Sport El Inca, quien brind el apoyo para la obtencin
del espacio. Luego de algunas pugnas con los jugadores de bochas y de billar
se deca que los jaranistas hacan demasiada bulla la pea se estableci
en otra rea del club, alejada de las zonas de juego. Su pblico consista en
los asociados al club y sus invitados, entre los que se contaba a numerosos
cultores de msica tradicional limea.
229
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
pea del Centro Sport el Inca.108 Con todo, diversos cultores sealan que este
espacio fue clave para la expansin de las reuniones de cultores en locales a
lo largo de todo Lima.
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
que an quedaban. Durante estos aos tambin surgieron algunos otros espa-
cios fraternales en los que se interpretaba marinera limea, y que guardaban
una importante similitud con las reuniones populares de cultores que eran
parte de la prctica popular tradicional. Uno de estos era el Club Lawn Tenis,
reunin impulsada por los esposos Velaochaga que congregaba alrededor de
una veintena de personas y que estaba dedicado principalmente al canto de
jarana (Obregn, entrevista personal, 21 de setiembre de 2010). Otro espacio
importante era la pea Los Carmelitas, reunin de diversos exalumnos y
amigos de Abelardo Vsquez Daz que se reunan para ocasiones sociales
especiales, como los cumpleaos, y que eran adems devotos de la Virgen
del Carmen.
231
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Gustavo Urbina, Ronald Daz y Francisco Vallejos, entre otros siguen inter-
pretando la marinera limea como parte del espectculo.
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
115 E
l Eslabn, Grill Berna, Manos Morenas, Piqueo Trujillano, Sachn de Miraflores y el Sky Room
del Hotel Crilln.
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
Uno de los errores serios que hay en las peas criollas y dems es que mezclan
tres cosas, combinan tres cosas a la vez. Pueden estar, pero no [deberan
ocurrir] a la vez. Combinan la presentacin de un artista, el canto, lo que fuere,
con la comida, o sea el [mozo] te est sirviendo en medio del canto, entonces
no haces ni caso al cantor, ests preocupado del arroz con pato, y el baile, y ya
el jolgorio. Est bien, las cosas pueden entrar, pero una por una pues, pero no
a la vez. Entonces a la hora de que el artista canta, canta para ser escuchado,
no para que se baile sino para ser escuchado, tienes que desaparecer lo dems
pues. Y eso perfectamente se puede ordenar. Entonces le dedicas tres cuartos
de hora, una hora a este asunto y despus que venga la comida, y despus que
venga el baile y ya los artistas se van a su casa pues. Entonces yo creo que es
cuestin un poco de criterio (Mazzini, entrevista personal, 13 de julio de 2010).
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
Es necesario mencionar que son y han sido muchos los cultores populares
que se han dedicado a la enseanza formal de la marinera limea, sea a
travs de iniciativas individuales o a travs de instituciones de enseanza de
msica folclrica. En el caso de las iniciativas individuales, un cultor por lo
general popular ensea a tocar, cantar o bailar marinera limea por cuenta
propia y sin mediar institucionalidad, sea bajo la forma de clases particu-
lares o talleres que l mismo organiza. Esto sucede tambin con cultores de
otros gneros, y es muy usual que quienes ensean aborden otros gneros
musicales adems de la marinera limea. Entre los msicos y cantores se
puede contar a Porfirio, Abelardo y Vicente Vsquez Daz, Carlos Hayre y
Wendor Salgado entre otros. Entre los bailarines es emblemtico el caso de
Alicia Maguia con una gran trayectoria en enseanza formal de la marinera
limea, al igual que Rosa Alarco Larrabure, y en la actualidad es posible citar
a Rosa Guzmn, Alejandra Ambukka, Elena Bustamante, Zuleti Payco y Alicia
Albornoz, entre las ms reconocidas.
Por el otro lado, muchos cultores populares de marinera limea han ense-
ado (e incluso se han formado) en instituciones de aprendizaje de msica
folclrica que imparten la enseanza de gneros musicales como parte de
una malla curricular, y por lo general con un trasfondo educativo y de forma-
cin del ser humano a travs del cultivo de la danza asociada a la identidad
nacional. Estas instituciones involucran componentes pedaggicos e intelec-
tuales y suelen estar respaldadas por el estado o por reconocidas universi-
dades. Gran parte del prestigio de estas instituciones se basa en que muchos
de sus profesores son reconocidos msicos populares, o han sido formados
por estos, recogiendo de esta manera las prcticas musicales populares en
la forma ms tradicional posible para su enseanza. Esta involucra el toque
de instrumentos, el canto y el baile, aunque es este ltimo el que siempre
presenta mayor demanda. La enseanza se complementa con una formacin
acadmica acerca de la historia, la procedencia y la importancia cultural de las
expresiones musicales que se ensean. Entre estas instituciones se encuen-
tran la Escuela Nacional Superior de Folklore Jos Mara Arguedas (que es
tambin centro de investigacin y formacin en investigacin y enseanza),
el Centro de Danzas y Msica de la Pontificia Universidad Catlica del Per,
la Escuela de Folclore del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y otros ms. Entre los cultores que han enseado en estas
instituciones se puede contar a Abelardo Vsquez y Adolfo Zelada, quienes
han sido profesores de la Escuela Nacional Superior de Folklore Jos Mara
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Lo que creo que era bacn de Abelardo [Vsquez] era que tenamos dos clases,
las dos clases iniciales eran impresionantes, porque nos pona en crculo y nos
haca dar vueltas. Primero sin msica, despus pona msica y deca primero
tienen que palmear esto todos juntos, que suene como una sola palma. Y los
desorejados, perdidos en el espacio! Yo nunca imagin que iba a haber gente
tan desorejada. Pero yo creo que eso es parte del arte pedaggico de Abelardo,
porque Abelardo te iba amarrando las cosas, de manera que se compensaran
estos retrasos. Y arm una nocin de grupo. Yo creo que eso fue bien bacn, y
creo que eso es una cosa que haca Abelardo. Trabajaba mucho, pero era incons-
ciente adems, la nocin de grupo, probablemente su experiencia coreogrfica,
lo lleva un poco a ver que esa es la manera y despus nos enseaba los pasos.
Absolutamente riguroso con las reglas, y una vez que empezabas a manejar la
cosa te deca bueno, esta es la regla, pero bailar es una cosa muy distinta que
seguir reglas; entonces, ahora t juega, y eso es lo que sucedi [...]. Y creo que a
las finales lo que Abelardo logr meter a la gente era la idea de que la marinera
tena reglas y una vez que dominabas las reglas t necesitabas desarrollar tu
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
116 Cantores con mayor repertorio de letras y de lneas meldicas de marinera limea.
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Por otro lado, los bailarines de academia sealan que las academias cien
demasiado a los bailarines a una estructura en extremo estricta, en lugar de
dejarlos expresar su baile libremente, tal como ellos lo sienten. Asimismo
critican que los profesores, a travs de la enseanza de las reglas de baile
de la marinera, inculcan su propia versin del baile e imponen un estilo
estandarizado en sus estudiantes. Sealan que incluso es posible identificar
de qu academia vienen los bailarines con solo ver sus pasos, lo cual suele
notarse de manera particular en los concursos. Atribuyen estos problemas
a la orientacin de la academia hacia los concursos, en tanto se estanda-
riza la enseanza para atender las exigencias de los jurados y formar ms
campeones. En referencia a esto, sealan que es comn que existan rivali-
dades entre academias, y hay rumores de que existen alumnos que van de
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
una academia a otra para robar pasos de baile y ponerlos en prctica en los
concursos, obteniendo ms recursos para ganar. En tal sentido, las preocu-
paciones de los bailarines de academia respecto de la enseanza en estos
lugares estn relacionadas a los estilos muy rgidos y estandarizados del
baile, motivados en gran medida por el sistema de concursos y la pretensin
de formar campeones, y que finalmente no permiten el disfrute y la libre
expresin esttica de los bailarines.
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aria Luisa Obregn seala que a los nios les ensea solamente la coreografa y deja la ense-
anza de la estructura exclusivamente para los jvenes y adultos.
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tambin hay un reclamo respecto del importante lucro que se genera a partir
de una enseanza como esta, en la que el despojo de simbolismo es lo que
se requiere para hacerla vendible.
118 V
ale mencionar que este planteamiento corresponde al inicio de la discusin sobre las indus-
trias culturales, y que son muchos y muy diversos los desarrollos en torno a este concepto que
se han dado desde entonces hasta la actualidad. Para mayores alcances revisar Bustamante
2003, Corts y Vich 2006.
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
la tradicin bajo la forma de una carga que colisiona con sus intereses e
inquietudes frente a una prctica musical percibida de manera eminente-
mente coreogrfica.
119 P
or ejemplo, ha habido algunos concursos de canto de jarana que no han tenido xito y han
sido suspendidos. Uno de estos fue el concurso organizado por la cervecera Cristal, que se
realiz durante los ltimos aos de la dcada de 1990 y que dur no ms de tres ediciones.
120 Es importante sealar que no todos los concursos son de un solo baile, muchos de ellos
agrupan marinera limea y nortea, e incluso tondero, en una misma fecha aunque evaluado
cada baile por separado.
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stas son: Unif, Centro Universitario de Folklore UNMSM, Country Club El Bosque, Club de la
Unin, Teresa Palomino, Alejandra Ambukka, Asociacin Cultural Danzas y Bailes Peruanos
Seor de los Milagros, Academia de Marinera El Nuevo Tunante, Asociacin Cultural Todas las
sangres, A.C. Folklrica Per Inka Expresin, Races Leoben, Asociacin Cultural La Lima que
yo Quiero, T.A.C. Chabuca Granda, Asociacin Cultural Folklrica Lima Expresin, Asociacin
Cultural La Perla del Chira, Alcides Vigo, Hermandad del Seor de los Milagros de Nazarenas
y C.I. Per Australia.
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122 E
n esta ltima publicacin se menciona que este concurso comenz en 1979; sin embargo, en
la primera se seala que en 1990 se llev a cabo la XVI edicin del concurso.
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hecho, varios entrevistados sealan que hay muchos bailarines que van de
concurso en concurso buscando obtener los premios en efectivo, e incluso
que hay bailarines muy pobres que concursan para salir de apuros econ-
micos. Por otro lado, coinciden tambin en sealar que los premios suelen
ser cada vez menos cuantiosos; Alfredo Caldern narra que incluso hay
concursos que pagan cien soles, suma considerada extremadamente baja.
Sin embargo, si un concursante obtiene buenos resultados puede llegar a
percibir ingresos importantes. Nuevamente Caldern seala que obtuvo
sumas altas de varios concursos:
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or ejemplo, en el concurso Todas las Sangres, la categora de menor edad es Infantes, que
comprende a todos los nacidos a partir del ao 2002, sin lmite mnimo de edad.
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esta se mecanice parcialmente y que, por lo tanto, los msicos no aprecien los
concursos como un lugar propicio para la interpretacin.
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
tradicionales de baile. Esto es tan notorio que sealan que existen bailarines
que adaptan su baile y sus pasos de acuerdo con el jurado que los evala,
privilegiando el resultado obtenido con astuta observancia de pautas en
detrimento de la dimensin esttica del baile. Asimismo, al igual que en el
baile de academia, sienten que el apego demasiado severo de las reglas de
baile constrie a los bailarines, y resultan tan complejas que al pblico no le
queda claro por qu no ganan parejas que bailan muy bien. Enrique Len lo
ejemplifica de la siguiente forma:
Yo creo que eso [las reglas tradicionales de baile] a veces genera hasta confusin
tambin. Porque la gente misma a veces no sabe. De repente el pblico, que a
veces simplemente va como espectador, ve y dice: Oye, pero ese chiquito bail
lindo. Por qu no..., por qu no gan? Y le comienzan a decir: No, porque no
llev as el pauelo, o porque no dio la vuelta ac, y entonces, eso le rest
puntos. Entonces me parece a m que no debera ser de esa manera. Est bien
que hagan sus concursos; pero, no esquematizar el baile, porque es un baile de
pareja (Len, entrevista personal, 2 de setiembre de 2010).
Hay jurados, por ejemplo, que tienen su peso. Y recuerdo que en el concurso X
los hacen bailar. Y [al momento de evaluar] cada uno maneja una teora [sobre
las reglas], pero cuando salen a bailar es una desgracia. De verdad, hacen lo
que quieren, y todo el mundo dice que Ay, tanto... O sea, de qu vale que
exijan algo si a veces muchos de ellos no saben qu estn bailando? Y qu pas
con el esquema que supuestamente se tiene que respetar? (Vsquez, entrevista
personal, 2 de setiembre de 2010).
En tal sentido, los bailarines perciben en los jurados un rigor que a veces
es demasiado estricto respecto de las reglas de baile, y que no es fcil de
respetar siquiera por ellos mismos. A decir de los bailarines entrevistados,
esto provoca que haya muchos concursantes que en pos de ganar la compe-
tencia adaptan su baile a las exigencias de los distintos jurados, cambiando
su estilo y sus pasos en funcin de un objetivo y de acuerdo a quines sean
los jurados, algo que los entrevistados hallaban criticable. Entonces, algunos
participantes perciben que las reglas aplicadas en los concursos tienen un
efecto negativo sobre el baile de la marinera: estandarizan la coreografa,
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
En los concursos de marinera hay que ser muy claros hay mucha trampa,
hay muchas cosas. Hay gente que me ha llamado a m para decirme te doy un
ao de gasolina para tu carro y no me des el premio [en efectivo], dame solo
la banda [trofeo distintivo del concurso de marinera limea]. Entonces no, esas
cosas yo no. [] La gente de marinera es tan fantica que nos ofrece esas cosas
a los organizadores y es terrible. [] As me han ofrecido a m. O va un seor:
le voy a hacer una comida, le voy a hacer un almuerzo. Y para mala suerte
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Nuevas prcticas musicales de la marinera limea: locales, academias y concursos
ma, mi cumpleaos es en octubre, as que cuando vienen con regalitos no, no,
no, no me gustan los regalosNo, no, estamos defendiendo nuestra identidad,
yo no la puedo tirar al suelo, por un regalito, o porque vino alguien y me dio a
mi cinco mil soles o seis mil solesyo no voy a hacer eso con mi msicano lo
voy a hacer, no lo he hecho ni lo har tampoco (Palomino, entrevista personal,
15 de setiembre de 2010).
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Conclusiones
En un balance general, el presente trabajo ha tenido dos resultados. El
primero de estos es el estudio de la marinera limea y su transmisin en
el tiempo. Esta expresin es reconocida como un gnero tradicional, lo que
significa que su pervivencia y transmisin en el tiempo durante muchas
dcadas es una parte fundamental de su significado y valor contemporneos.
La intencin de este trabajo fue estudiar las dinmicas de reproduccin de la
marinera limea en tanto gnero tradicional, es decir, tomando en cuenta a
la transmisin intergeneracional como un elemento central dentro de esta en
aras de revelar un fenmeno complejo no siempre tomado en cuenta, como
es la transmisin y herencia de un gnero musical en el tiempo. Este fen-
meno, usualmente asumido como obvio en la frase-resumen transmitido de
generacin en generacin, presenta en realidad una amplia complejidad en
la que confluyen diversos saberes, actores, significados, contextos y sucesos
coyunturales. Es central, entonces, saber cmo es que se da esta transmisin
para hablar de la prctica musical de la que es elemento intrnseco. En el caso
de la marinera limea, la pregunta central es cmo esta ha mantenido su
forma bsicamente sin cambios a lo largo de su prctica durante ms de un
siglo. Al parecer, la respuesta est en los significados, convenciones, valores
y voluntades que forman parte de esta prctica, los cuales son revisados al
detalle como parte del presente libro.
Lista de entrevistados
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Primer pie 4
Yo soy la campana de oro
1 que en Malambo andan mentando;
Palmero sube a la palma vyanme formando coro
y dile a la palmerita y yo los ir llamando.3
que se asome a la ventana
que mi amor la solicita. Repertorio de los hermanos Augusto y
Elas scuez.
Es una de las estrofas ms conocidas con
que se canta marinera. Es originaria de 5
la Gran Canaria, archipilago espaol, Palmero, sube a la palma
donde esta estrofa se canta an como y dile al alcalde Elguera4
parte de su folclor. que se asome a la ventana
que su palmera lo espera.
2
Moreno pintan a Cristo,
6
morena La Macarena;1
Mamita, mi seorita,
moreno es el ser que adoro.
mi regalado consuelo;
Viva la gente morena!
prstame tus cariitos5
que falta me estn haciendo.
Estrofa tpica del folclor andaluz, que se
canta mucho como primer pie de marinera.
Repertorio de Francisco Ballesteros Nole.
3
7
Soy el toro Chumbirazo,
Sable en mano y a la carga,
soy el que bato bandera;
dijo la primera voz,
quien quiera saber mi nombre2
que, aunque lo pidas por Dios,
salga de puertas afuera.
no habr santo que te valga.
8 13
Ven aqu ramo de flores Hasta cundo estar yo
alivio de mi tristeza; queriendo a quien no me quiere,
saca los galgos, apresa, y he de estar aborreciendo
que me matan tus amores. a quin voluntad me tiene?
9 14
Cuando por ti ciego estaba, Las negras huelen a ruda,
una beldad te crea; las cholas a requesn,
ahora, que te miro claro, las chinas a cualquier cosa,
me pareces papa fra. las sambas a concoln.
294
Antologa de estrofas de marinera limea
17 21
Aprendan flores de m8 Malhaya quien me maltrata
lo que va de ayer a hoy; si no me guardan decoro
ayer maravillas fui, que siendo una mina de oro
hoy sombras mas no soy. la quieran volver de plata.
295
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
25 30
Maana me morir No te vaya a suceder
con un poder absoluto lo que al perro por ser necio
y otro gozar del fruto que por comerse la carne
que yo para m sembr. perdi su seguro hueso.
11 C
ovarrubias cantaba: Quien de Guaya-
quil.
296
Antologa de estrofas de marinera limea
34 3
Del cielo cay una palma Ay, a la Plaza de Acho
coronada de matices se va mi vida.
y un letrero que deca: Malhaya los toreros
Que los cumplas muy felices! y la corrida.
35 4
Oh sirena encantadora, A la mar marineros
ya mi amor no ser necio y al agua patos
cmo miras con desprecio que se quema el castillo
el amante que te adora. del rey de bastos.
36 5
No quiero dicha, no quiero. As son mis cantares
con mi mal estoy contento; ecos perdidos,
que el subir, para bajar, sin que sean por nadie
sirve de mayor tormento. reconocidos.
6
Segundo pie Cuatro son las palomas
que van a misa,
1 y las de poco pelo12
Amores y dinero me causan risa.
quitan el sueo
yo, como no los tengo, Repertorio de los hermanos scuez.13
qu bien que duermo.
2
Al otro lado del ro
Cirilo llora
porque se le ha perdido
12 Algunos cantan () mucho pelo ().
el ser que adora. 13 Esta estrofa se la cantaba Membrillo Mendiola,
cantor y cajonero, a Bartola Sancho Dvila
porque ella tena el pelo muy apretado. Ella,
Repertorio de Hernn La Rosa.
cuyo genio era muy vivo, le responda con
insultos.
297
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
7 12
Cinta negra en el pelo Dime, qu sacara
te has amarrado yo con quererte
antes de haberme muerto hacerme desgraciado
te has enlutado. hasta la muerte.
14 A
lgunos cantores usaban: () negrita ma,
() mamititita o amorcito, amorcito.
298
Antologa de estrofas de marinera limea
17 22
Como contrabandista Anda vete, anda vete,
ando buscando, yo no te llamo
una negra que tenga donde paso el invierno
buen contrabando. paso el verano.
23
18 Aunque soy morenito
Amarillo me dicen no me cambiara
yo soy de seda por otro que tuviera
tus amores me han puesto blanca la cara.
de tal manera.15
Repertorio de Manuel Quintana.
Repertorio de los hermanos scuez.
24
19 Amor mo, amor mo,
Para qu vas y vienes16 si yo llorara
a la botica el corazn de pena
si el dolor de cabeza se me secara.
no se te quita.
Repertorio de Hernn La Rosa.
Repertorio de Francisco Ballesteros.
25
20 Al paso de los bueyes,
Aunque soy morenito van los gaanes
no temo a nadie y al paso de los curas,
a robar corazones los sacristanes.
salgo a la calle.
Versin de Ulderico Espinel Unanue del
Repertorio de los hermanos scuez. repertorio de su hermano Jess Pacheco
Unanue.
21
Aunque lo disimules 26
todo es en vano Al paso de los curas,
porque todo se sabe los sacristanes
tarde o temprano. y al paso de las putas,
van los rufianes.
Repertorio de Francisco Ballesteros.
Repertorio de Hernn La Rosa.
299
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
27 Tercer pie
A la mar de tu pelo
1
navega un peine;
relo, relo,
con las olitas que hace,
si anoche fue en la cama,
cmo se duerme.
hoy en el suelo.
28 2
Arrmate, cobarde, Samba, componte,
junto a la nia17 que se te ve la lnea21
y hazle una guiadita18 del horizonte.
con la rodilla.
Repertorio de los hermanos scuez.
Versin de Ulderico Espinel. Repertorio de
Jess Pacheco.19 3
Yo no te llamo
29 no te vayas muy lejos
Al pasar por el puente vuelve temprano.
de Limoncillo
se me cay la media Repertorio de Luciano Huambachano.
y el calzoncillo.
4
Repertorio de Julio Espinoza, odo a Anto- Dnde has estado
nino Figueroa.20 te he buscado de ida
no te he encontrado.
30
Aunque t no me quieras Repertorio de Francisco Ballesteros.
ya me has querido
5
quiero que me sepultes
Dios te lo pague
en el olvido.
una puerta de cierra
doscientas se abren.
Versin de Ulderico Espinel. Repertorio de
Jess Pacheco.
Repertorio de Hernn La Rosa.
300
Antologa de estrofas de marinera limea
7 13
Dale que dale, Canta y no llores
cuanto ms movimiento por que cantando se alegran
ms rico sale. los corazones.
301
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
19 25
Flor de romero Jardn florido,
no le digas a nadie ya no tiene remedio
que yo te quiero. lo sucedido.
20 26
Cmo me duele Quin lo dira
cuando siento un mal pago que yo por tus amores,
de las mujeres. me morira.
21 27
Tan buena moza Anda, ve y dile
no seas presumida a la prenda que adoro
ni pretenciosa. que no me olvide.
22 28
Qu te parece Ve lo que has hecho
que el arroz en el plato que tu pual de acero
desaparece? me ha roto el pecho.
23 29
Cmo tuviera Corro y me paro;
un retrato que al tuyo las mujeres, baratas,
se pareciera. los hombres, caros.
24 30
Qu maravilla Qu cuento es este:
y le puso tres pares que uno tienda la cama
de banderillas. y otro se acueste?
302
Antologa de estrofas de marinera limea
5
Voy para ac, jaja,
Pinpn, pinpn, pinpn,
voy para all,
Pinpinpn, San Agustn (bis)
voy para ac, no llores samba,
La gallina papujada
llorando estoy.
puso un huevo en la ramada
puso uno, puso dos,
Repertorio de Manuel Quintana.
puso tres y puso cuatro,
puso cinco y puso seis28
3
Cul es el ave que pone
doscientos huevos al da.22 24
ngel Valds, uno de los toreros afrodes-
y en el calor de su madre23 cendientes limeos ms famosos, de fines
del siglo XIX y comienzos del XX.
se levanta al otro da. 25
A la media vuelta y al volapi, dos
formas de matar un toro.
26 Pio Nono, apodo de Germn Len,
22 H
ay variantes en la letra, algunos dicen: ayudante de ngel Valds, apodado as en
doscientos, otros trescientos o seiscientos. memoria del longevo papa catlico.
La cifra que se use en el primer verso se 27 Toro bravo famoso de la ganadera de Mala,
canta tambin en el tercero. de Jess de Asn.
23 Otros sustituyen por () mama. 28 E n esta resbalosa, la variante consiste en
303
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
304
Antologa de estrofas de marinera limea
305
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
El seor intendente 15
quiere una cosa, Que s, me dirs que s,
que parece mentira ser la felicidad.
por caprichosa; El que navega, por Dios Mercedes,
quiere que los cocheros, ay Mercedes, vente a gozar, jaj.
en sus trabajos,
vayan unos pa arriba Tengo plata,
y otros pa abajo. tambin tengo cobre,
tengo metal y muchsimo oro,40
A esto segua un cuarto pie con la misma en todito yo soy abundante,
letra y meloda que el segundo pie: Con va solo en el querer soy pobre.
a haber().
Repertorio de Porfirio Vsquez.
Repertorio de los hermanos scuez. Ad-
virtase que, cronolgicamente, el primer 16
y segundo pies estn situados a comien- Muri mi rey, y muera,
zos del siglo XX, aproximadamente 1910, y muera quien lo mat,
cuando lleg la moda de los pantalones bruja jaj;41
para las mujeres. En cambio, el tercer pie y muera, quien lo mat;
se refiere la segunda mitad del siglo XIX, bruja, jaj.
cuando los cocheros, al cruzarse en sus ca-
rros de caballo por los jirones estrechos de Fue ese cobarde e Pizarro42
Lima, provocaban pleitos a latigazos entre l fue quien lo fusil,43
estos. El intendente de la cuidad, para evi- ahora qu dirn los indios
tar esto dictamin que el trnsito fuese en ayayay,
un solo sentido. ahora los indios dirn
muri mi rey, mi seor,
14 y muera quin lo mat, jaj.44
Yo no voy al Prado,39
si no vienes t Repertorio de los hermanos scuez. El ar-
con tu traje blanco, samba, gumento de esta resbalosa est relaciona-
tu polqun azul. do con la captura y muerte del Inca Ata-
hualpa.
Deja nia que te mire
el que te quiera mirar.
deja que por ti suspire
40 L a mayor parte de intrpretes cantan as
el que quiera suspirar. esta resbalosa, algunos, los menos, utilizan
la letra original de este poema: Tengo
Repertorio de Francisco Ballesteros. plata, tambin tengo oro/ tengo metal,
muchsimo cobre.
41 Algunos cantores dicen: () jaj, jaj.
42 Otros cantan: () canalla ().
39 S
e refiere al paseo que haba junto al 43 Manuel Quintana cantaba l fue quien lo
monasterio del Prado, en Barrios Altos, afusil.
en las cuadras 14 y 15 del jirn Junn, a la 44 Esta resbalosa tambin se remata con:()
altura del jirn Huamales. tambin.
306
Antologa de estrofas de marinera limea
307
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Pirrn plinpln,
pirrn plin pln
yo tengo una botijuela
que ya est por la mitad.
48 A
ntiguamente se utilizaban vasijas de
fierro enlozado, muchas veces de color azul
celeste, y lo aguado de la leche permita
47 A
lgunos dicen contemplando en sustitu- ver reflejado el color del recipiente en el
cin de vitoreando. lquido.
308
Antologa de estrofas de marinera limea
50 E
n el Cancionero de Lima (1900:29) aparece
49 Tambin se usa beber. el poema El Ingenio, con un texto muy
309
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
Llamadas de fuga 6
Vmonos a resbalarnos
Las llamadas para fuga suelen ser dos ver-
hasta que amanezca el da.
sos octoslabos. Por lo general se usan los
dos primeros versos de un primer pie de
7
jarana. Excepcionalmente se usan llamadas
robadas, es decir, con menos de ocho sla- Qu tanto me acariciabas,
bas en el primer verso, por ejemplo, las que traidora, teniendo dueo.
aparecen en los nmeros 15,16 y 17.
8
1 T eras la que me decas
Me haba quedado dormido que nunca me olvidaras.
tu ausencia me record.51
9
2
Cuando estoy sin m querer
Caigo arriba, caigo abajo, hasta la tarde se opaca.
dijo un gaviln perdido.
3 10
La quiero porque es mi gusto
Acostumbrado a melcocha, y en mi gusto nadie manda.
manjarblanco me hace dao.
4 11
Cuando por mi estn doblando
El rumor de la guitarra
no pregunten por quin muero.
a m me ense a vivir.
552 12
Eso mismo que t pones
Eso mismo que t dices,
eso mismo pongo yo.53
eso mismo digo yo.
13
similar que se transcribe a continuacin: Francisco, bota frifr
Cuando estoy en el ingenio/ de azcar
que son com venarique.
blanca, de mi seor,/ por ella trabajo
ansioso/ y nunca siento, pena y dolor. //
Por qu ingrata no me quieres/cuando yo Se entiende que esta es lengua abozalado,
diera por ti el Per,/ por una mirada tuya/
que es una versin del espaol hablado por
diera mil vidas si quieres t. // Cabello de
oro fino,/ frente espaciosa/ ojos de cielo la poblacin afrodescendiente con dificul-
fina nariz;/dientes de perla/labios de rosa/ tad. Este texto quiere decir: Francisco, bota
a medio abrir. // Gentil como las palmeras/
los frejoles que vamos a comer venado.
de las que nacen en mi pas/ cuanto por su
amor yo diera/ y ella no tiene piedad de m.
51 Otros cantan: () me despert.
52
A l usar esta llamada y la nmero 12, es
frecuente que se repita la fuga que pusieron
los contendores. No obstante, no es una
norma pues hay cantores renombrados que
ponen esta llamada y cantan una fuga dife-
rente a la cantada por la pareja de compe- 53 O
tros dicen: Eso mismo que t cantas/ eso
tidores. mismo canto yo.
310
Antologa de estrofas de marinera limea
14 3
All va la pan de dulce Una de dona, de trena, cadenas;
en busca de la bejuco.54 rabo de duco del salceduco,
andar, andar
15 del millar, milln;
Encantadora, cuntala bien
lucero de la maana. que las doce son.
54 A
podos de las hermanas Petronila y Bartola
Repertorio de los hermanos scuez.
Sancho Dvila. A esta ltima, para moles-
tarla, le decan La Bejuco, por ser muy
delgada y quebrada de cintura. Esta llamada
la cantaba Julio Zarratea, clebre cantor
de marineras de la casa de Mateo Sancho
Dvila, to carnal de las anteriores. 55 Otros dicen: () nueces.
311
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
10 14
Ya se cierra el Estrasburgo Las piernas gordas de una mujer,
ya se cierran Broggi y Klein hasta el tobillo se pueden ver
no cerrando don Andrade56 esa es la garra del celador
A m qu me cuenta usted? que est en la esquina por ver mejor.
56 E
strasburgo, Broggi, Dora y Klein eran restau-
rantes o pasteleras de la Lima de fines siglo
XIX, ubicados en el Centro de Lima y muy
de moda en la poca entre las clases altas.
Don Andrade alude a Manuel Manongo
Andrade, tambin conocido como Caravel,
dulcero que tena un local en la esquina de
la Plaza de Acho, donde se reunan a cantar
marineras despus de las corridas de toros.
312
Antologa de estrofas de marinera limea
15 19
Scala del burdelero,57 salero, Mira que linda que est;
mtele la banderilla, cuiquilla, ahora viene,
que dicen de la presidencia,58 maana se va.
que lo mate Bonarillo!59
Versin de Mara Flrez.
Repertorio de letras taurinas.
2065
16 No te destapes el pecho
El paragero le va, que est con afrecho,
el paragero no vuelve; que est con afrecho.
el que no tiene paraguas,
se ha de mojar cuando llueve. 21
No te destapes la pierna
Repertorio de Wilfredo Franco Laguna.
que est con betn,
que est con betn.
17
Lau tau,60 tiene su marido;
22
lau tau, tiene su mujer;
Negro, que mal has quedado,
lau tau, dnde la pusiste?;
cabeza e borrego
lau tau, ella se me fue.
pescuezo e venado.
1861
23
Sube nia en el tranguai62
Pasan por el puente muchos matuteros
arriba es medio,63
y los estudiantes son muy embusteros.
abajo un real.64
ay Manoln , ay Manoln, ay Manoln,
Repertorio familiar, versin de Mara que guapito que es ust.66
Flrez Quintanilla.
Repertorio de Manuel Covarrubias. Fuga
utilizada para avisar a los contrarios que
57 B
arrera, donde se refugian los toreros se termina el contrapunto.
durante las corridas cuando hay peligro.
58 Donde est el juez de plaza durante las
corridas de toros.
59 Torero espaol afincado en Lima entre fines
del siglo XIX y comienzos del XX.
60 Deformacin de la voz lac tau: frejol chino.
61 L as estrofas: 18, 19, 20, 21 y 22 se cantan
con la misma meloda y tienen la misma
forma mtrica, por lo que es posible que
hayan formado parte de una de las varias
formas de fugas de contrapunto. 65 L
as estrofas 20, 21 y 22 pertenecen al reper-
62 Castellanizacin de trainway, palabra que torio de los hermanos scuez. Fueron inte-
aluda al tranva. gradas por Nicomedes Santa Cruz a su
63 Denominacin popular de la moneda de composicin Manuel Antonio, que aparece
cinco centavos. en el disco Cumanana, editado en 1964, as
64 Nombre popular de la moneda de diez como en sus ediciones posteriores.
centavos. 66 Estrofa extrada de una zarzuela.
313
Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
24 28
Al pasar por el puente Tiln tiln,
me dijo el barquero: cmo me gusta mi sacristn
las nias bonitas por lo bien que acompaa la misa
no pagan dinero.67 su campanita, tiln tiln.
314
Antologa de estrofas de marinera limea
3 8
Oh tirano campanero Quin toca la puerta?
que tempranito tocas al alba, Seora, yo soy,
sabiendo que est durmiendo vengo por la carta,
la dulce prenda del alma. maana me voy.
4 9
Con este pauelo, ndame pidiendo
con este pauelo, con este pauelo que yo te ir dando,
me hiciste llorar palos en la nuca
ingrata mujer. que se estn usando.
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Habr jarana en el cielo? Tradicin y cambio en la marinera limea
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Al pasar por la banda No ves que todo cambia en la vida
de un bello pas y el mundo est lleno de ingratitud?
los muchachos me dicen No siembres flores, amada ma
no te vayas de aqu. porque emponzoas tu juventud.
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Antologa de estrofas de marinera limea
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Si a tu ventana, negra del alma,
llega el amante que te enga
y te pregunta si estoy en casa,
dile que no, siempre que no.
317
Habr jarana en el cielo?
Tradicin y cambio en la marinera limea
se termin de imprimir en los talleres de
Lucent Per S.A.C., Calle Elas Aguirre 126 int. 1002,
Miraflores, en octubre de 2012.
Se imprimieron 1000 ejemplares