De la oscuridad a la luz

Story: De la oscuridad a la luz

Storylink: https://www.fanfiction.net/s/10486636/1/
Category: Twilight
Genre: Drama/Romance
Author: Catalina-Lina
Authorlink: https://www.fanfiction.net/u/2992807/
Last updated: 03/02/2015
Words: 229402
Rating: M
Status: Complete
Content: Chapter 1 to 39 of 39 chapters
Source: FanFiction.net

Summary: Edward es un nio que arbitrariamente es apartado de lo

que ms ama, quien al crecer fragua la manera de hacer justicia
contra la mujer que arruin su vida. Su total concentracin est en
ello, hasta que una chiquilla, lo encandila, lo obsesiona y lo distrae
de su objetivo, la quien intentar llevarlo de la oscuridad donde
hasta ahora habita su alma, hacia la luz de la esperanza.
*Chapter 1*: Chapter 1
Y aqu me tienen, lanzndome con esta nueva locura, la que
espero les guste.

A mi equipo, mi beta y amiga Gaby Madriz que colabora y

hermosea los captulos, y a la creadora de la idea original de
esta historia, miss Manu de Marte.

Y ya saben, los personajes perteneces a la seora Stephenie

Meyer, yo nada ms los hago partcipes de esta locura.

Gracias por acompaarme!

Besos a todas =)

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como

Cata_lina_lina... y sus preguntas por Aks: /Catalina_Lina

Captulo 1.

Clarisse Brandon gritaba incoherencias a medida que iba

destruyendo todo lo que a su paso se interpona. La enajenacin y el
descontrol la dominaban en ese momento, pues su lado suicida y
autodestructivo haba ganado la batalla, haciendo estragos en su
vida y en su entorno en ese preciso momento.

Todo se haba desatado cuando su esposo, harto de las situaciones

con respecto a su temperamento descontrolado, haba decidido
marcharse, dejando atrs a una mujer enferma y dos hijos.
"Maldito hombre, mal nacido, hijo de puta!"

Sus vecinos, siempre testigos indirectos de sus ataques, sintieron

que esta vez las cosas en la casa de la loca Brandon estaban
salindose de control, decidiendo llamar entonces a las autoridades
para que actuaran lo antes posible, antes que cualquier desgracia,
que all pudiera ocurrir. Porque esa casa, en aquel momento era algo
muy cercano al infierno terrenal.

Era el Trtaro, el infierno de Clarisse Brandon.

Los gritos y el estallido de las cosas contra la pared se lograban or

desde varios metros, poniendo a los vecinos alerta, pues sin duda
era una situacin preocupante. Aunque eso la verdad, no era eso lo
que ms inquietos les tenia, sino el llanto desconsolado de los dos
hijos de Clarise, que arrinconados en una esquina, muertos de
miedo, intentaban hacerse invisibles frente a la desatada furia de su
madre.

La ms pequeita de sus hijos, no haba dejado de llorar y del puro

susto orin en sus pantalones, rogndole a Diosito que tranquilizara
a su mami. Y es que no era justo que una pequea de seis aos fuera
testigo de todo eso. Ni ella, ni su hermano de nueve, que cerraba los
ojos con fuerza, protegiendo a su hermanita entre sus pequeos
brazos, rogando que eso se acabara de una vez por todas.

No llores Ali, no llores le rogaba l en susurro, mecindola ya

apretndola lo ms fuerte que poda entre sus brazos.

Nos va a pegar, otra vez se va a enojar con nosotros y nos va a

pegar lloriqueaba ella, sorbindose la nariz con el puo de su
chalequita rosa.

No Ali, eso no va a pasar, no la dejar

No, no la dejes, Edward, ya no quiero que me pegue

Nunca ms, Ali

Y como si el juramento de Edward hubiese sido respondido por sus

hroes de ficcin o por Dios, tres hombres ingresaron a la fuerza a
aquella casa, abalanzndose contra la descontrolada mujer, la que
los trat de golpear y de morder cuando dos de estos intentaban
retenerla, a la vez que el otro, un oficial de polica, le explicaba que
haban sido alertados por los vecinos, y que ellos estaban all nada
ms que para ayudarla.

Con mucha dificultad, los dos paramdicos del centro psiquitrico

lograron ponerle una camisa de fuerza para sacarla de la casa,
mientras que el polica revisaba el lugar, encontrndose con los dos
nios agazapados en una esquina.

Nios? Pregunt el polica, a la vez que pona una mano

sobre el hombro del nio, que se sobresalt, alzando apenas la vista
y mirando al uniformado con ojos desconfiados, mientras su
hermanita segua llorando con el rostro enterrado en su pecho. El
polica se acuclill y dijo con suavidad. Ey pequeo, cmo te
llamas.

Soy Edward respondi con voz rasposa, pero sin rastro de

inseguridad. l polica esboz una sonrisa pequea para darle
confianza al nio que lo miraba con recelo.

Ella es tu hermana?

S, es Alice respondi el nio, apretando a su hermana an ms

a su pecho.

Bien, muchacho, necesito que prestes atencin: llevaremos a tu

mam a un lugar donde puedan sanarla, pero ni t ni tu hermanita
podrn venir con ella

No queremos ir con ella se apresur en decir el chiquillo,

escapndosele una lgrima de terror. El uniformado sinti pena por
esos nios que seguro haban tenido que soportar tanto, as que con
el mismo tono suave que estaba utilizando, aclar:

No irn con ella, vendrn con notros a un lugar donde los

cuidarn el tiempo que sea necesario explic, hacindose
entender por Edward, que no quit la vista del oficial. Sabes de
algn familiar a quien podamos avisarle?

El chico negaba con su cabeza mientras contestaba:

Mi pap se fue para siempre. No s de nadie ms.

Est bien, muchachito, puedes levantarte?

El nio volvi a asentir, besando la cabecita de su hermana, quien

se haba calmado un poco, haciendo adems de moverse para
levantarse de la esquina. Ella por nada quera apartarse de los
brazos protectores de su hermano, eso dio a entender cuando una
segunda polica que entr a la casa trat de apartarla de su lado para
cambiarle de ropa antes de sacarla de la casa.

No me dejes sola, Edward! Suplicaba ella, pegndose como

lapa a su hermano mayor.

Nunca Alice, me oyes? Nunca te voy a dejar sola, nunca voy a

abandonarte jur Edward con vehemencia.

Clarise Brandon se suicid cuatro meses despus con las sbanas de

la habitacin en el hospital psiquitrico, gritando el nombre de su
marido y llamando a sus hijos. Los mdicos concordaron en que,
como estuvo sin tratamientos durante un buen tiempo, su estado se
agudiz, pasando a desarrollarse una especie de esquizofrenia que la
trastorn, hacindola pasear a menudo por parajes horribles en su
cabeza, los que slo detuvo cuando vio en la muerte la solucin.

Como nadie reclam su cuerpo, Clarise fue enterrada en la fosa

comn del cementerio, en la ms triste y solitaria de las despedidas
que a un ser humano se le poda dar cuando parta de esta tierra.

Alice y Edward estuvieron juntos en una casa de acogida a cargo de

un grupo de monjas por tres aos, hasta que ella cumpli los nueve
y una familia se interes en adoptarla.

Cuando eso pas, fue como si se desatara otra tragedia. Edward

mantena su dolor de separarse de su hermanita a un lado, porque
para l, que entenda un poco mejor las cosas ahora que cumpla los
doce aos de edad, saba que en medio de una familia bien
constituida, su hermana podra optar a una buena vida.

El matrimonio slo se interesa por Alice, lo entiendes, verdad?

Pregunt la amorosa monja al hermano mayor de Alice, cuando
le cont que la adopcin estaba en curso. l trag grueso y asinti
estoicamente con la cabeza. Pero podrs visitarla, ellos no tienen
ningn problema. Debes ayudarnos a convencerla de que es lo
mejor, que son buenas personas que la querrn mucho, me
ayudars?

La ayudar.

Gracias muchacho. Te aseguro que el buen Dios te recompensar

por esto.

Edward simplemente qued mirando a la monja sin asentir ni

discutir sobre aquello de que Dios podra recompensarlo, pues
mientras ms tiempo pasaba en ese internado, ms cuestionamientos
no propios de un nio, lo invadan, cuestionando la real existencia
de aquel ser superior. Porque si Dios exista, y era todo amor y paz
para con el mundo, por qu sus recuerdos estaban cargados de
episodios tristes y violentos? No era l y su familia acaso hijos de
ese Dios tambin?

Edward, hijo? Lo llam la Reverenda.

Ya voy, Madre.

La monja camin por los altos y oscuros pasillos del viejo internado,
por los que resonaban los pasos de ambos a medida que avanzaban.
Atravesaron dos grandes puertas hasta que llegaron a la sala
comunitaria, donde la pequea Alice con otras dos nias, vesta
afanosa a sus muecas con ropita que ellas mismas zurcan

Alice?

La nia alz enseguida su rostro hacia el llamado de la cariosa

monja, sonrindole como siempre lo haca. Como siempre, desde
que lleg all, porque antes de eso, con muy poca regularidad
esbozaba una sonrisa. Sus ojos se iluminaron cuando junto a la
religiosa, vio a su hermano que esperaba por ella.

Se levant de un salto y corri hacia Edward abrazndole por la

cintura. La casa de acogida mantena en alas separadas a las
mujeres de los hombres, por eso eran pocas las veces durante la
semana en las que ellos podan juntarse.

Nos van a llevar a tomar helado, Edward? Pregunt la nia

muy ilusionada, pues a veces alguna de las monjas los sacaba a
hurtadillas a ambos por ah a tomar helado, conforme ellos tuvieran
un buen rendimiento escolar y se comportaran bien fuera de las
aulas. Saban todas ah que esos hermanos necesitaban del contacto
habitual, pues la dependencia de Alice hacia su hermano se haca
latente y se reforzaba cada da.

No, no, no hoy, Ali. Tengo que decirte algo dijo el hermano,
apoyando su boca en la mollera de su hermanita, la que quedaba
justo al alcance de su boca. La nia solt un poco el agarre hacia su
hermano para apartarse y poder mirarlo. Vio en los verdes ojitos de
su hermano mayor una mezcla de preocupacin y pena que le puso
la piel de gallina. Edward no era un chico que iba carcajendose por
la vida, era ms bien serio y retrado, pero siempre cuando vea a su
hermana, sus ojos se iluminaban y siempre tena para ella reservada
la mejor de sus sonrisas. Esta ocasin no fue as.

Te pasa algo? Pregunt la nia con real preocupacin.

Nios, por qu no van al patio y charlan bajo los rboles?

Intervino la monja, ofrecindoles un poco de intimidad al aire libre.
Edward sin ms, tom la mano de su hermana y la sac hasta el
patio, caminando entre la hierba fresca hasta dar con el gran sauce
llorn, ubicndose bajo este, al amparo de sus flcidas y largas
ramas verdes.

Recuerdas al matrimonio de los Cullen?

S respondi ella con una sonrisa en su cara.

El matrimonio Cullen, como varios otros, paseaba por la casa de

acogida visitando a los nios, con la idea de encontrar al nio
idneo para adoptar. Esme, la mujer del matrimonio, qued
encantada con la nia, querindola a ella para que fuese su hija, por
eso, cada vez que iba, le llevaba todo tipo de regalos, tratando de
construir entre ambas un lazo de amistad que les hiciera ms fcil el
proceso, una vez que la adopcin estuviese concretada.

Ellos son buenos contigo, verdad.

S, mucho!

Vale pues a ellos les gustara que fueses con ellos a su

casa a vivir.

A vivir con ellos?

S a vivir con ellos, como su hija.

Alice se qued pensando un momento, recordando a un par de

compaeritas que ella tuvo, las que corrieron una suerte similar,
cuando matrimonios que no podan tener hijos propios se las
llevaban.

A ti y a m? Pregunt la nia a continuacin, expectante.

Edward trag grueso, y desvi su vista de los verdes ojitos de su
hermana, concentrndose en la hierba que sin querer haba
comenzado a arrancar.

Pues no, slo a ti.

Pero, por qu no? Somos hermanos, ellos lo saben.

Lo saben, pero no pueden llevarme, no se los permiten. Adems,

yo ya estoy fuera de la edad de adopcin y pues

Dejars que me vaya sola? Me dejars sola con ellos?

Pregunt la nia ahora con temor, mientras su barbilla comenzaba a
temblar. l alz su vista hacia ella y neg con la cabeza.
 Nunca te dejar sola! Respondi con vehemencia. Que te
vayas de aqu, que vivas en otro lugar, no significar que yo te deje
sola. Nos seguiremos viendo, slo que t tendrs unos nuevos
padres, vivirs en un lindo hogar, irs a una buena escuela

No, no, no! Exclam la nia, moviendo negativamente su

cabeza No quiero ir, no si t no vas conmigo!

Oye, Ali, escchame

Quieres que me vaya, no? Le inquiri la pequea. l torci su

cabeza y extendi su mano hasta acariciar el negro cabello de su
hermana, mientras

Quiero que vivas en un hogar, con un pap y una mam que te

quieran mucho. Yo siempre seguir siendo tu hermano, siempre.
Podremos visitarnos a menudo, no perderemos el contacto

T ya no me quieres!

No digas eso, Alice!

T ya no me quieres, t ya no me quieres! Grit, a la vez que

se levantaba del pasto y corra de regreso a la casona, llorando
desconsolada. Edward se qued all, con su cabeza gacha y sus ojos
fijos en la verde hierba, mientras de un manotazo eliminaba de su
rostro la lgrima que se dej caer por uno de sus ojos.

Que la familia Cullen hubiera elegido a su hermana, era lo mejor

que a ella le podra haber sucedido. Su hermanita se mereca eso, y
no poda oponerse, por muy doloroso que a l le resultara separarse
de ella.

Las semanas pasaron, hasta que el duro momento de la despedida

lleg para los hermanos Brandon. Alice lloraba, aferrada al cuello
de su hermano, tratando de convencerlo de que ella estaba bien all,
que era feliz y que no necesitaba a unos paps nuevos. Aun as,
nada poda hacerse.

Te visitar cada vez que pueda, t vendrs a verme siempre y

comeremos helado como solamos hacerlo

No ser lo mismo no estars conmigo

Te juro, Ali, que siempre estar contigo. Te lo juro.

Finalmente, la pequea Alice fue sacada de la casa de acogida por

el matrimonio Cullen. La subieron al coche y mientras este se
alejaba, Edward observaba el auto gris alejarse con la nia
pegndole al vidrio trasero mientras gritaba su nombre. l, parado
sobre la acera, con sus manos colgando a sus costados en forma de
puo y su mandbula tensa, resistindose primero a no llorar y
segundo a no ir tras el carro, obligarlo a que se detuviera y sacar a
su hermanita. No poda hacer eso. Que la seora Esme y el seor
Carlisle Cullen la hubieran elegido entre tantos otros nios, era sin
duda un milagro que muchos chicos esperaban: el milagro de tener
una nueva familia.

Unas manos se posaron suavemente por detrs, sobre los hombros

del nio. Despus de un momento en que en silencio quiso brindarle
nada ms que contencin, pregunt: Ests bien, Edward?

Edward baj la cabeza y asinti muy lentamente a la pregunta de la

Madre Superiora, la que torci su cabeza sintiendo pena por ese
muchacho, que sacrificaba su dolor por que su hermanita tuviera
una buena vida.

Anda, vmonos al comedor. Un exquisito estofado de cerdo te

espera

No tengo hambre, madre. Podra retirarme a mi cuarto? Quisiera

estar solo

Seguro, Edward.

Sin ms, el nio de doce aos camin, con su cabeza gacha, su

espalda curva y sus manos metidas en los bolsillos de sus pantalones
hacia el cuarto, en donde se encerr, dejndose caer de boca a su
cama, y permitindose por fin llorar la pena de ver partir a su
hermana.

Sor Gabriela, una de las novicias ms jvenes que trabajaba en la

casa de acogida, se apresur a correr, o prcticamente volar por los
pasillos de la casona, ansiosa por dar con el nio con quien ella
haba hecho tan buena amistad. Supuso, como siempre despus de
la merienda, que lo encontrara en la vieja biblioteca, hojeando
algn libro tan viejo como la historia de Adn y Eva, deca ella.

Ciertamente sus presunciones fueron correctas. Cuando entr a la

biblioteca y lo vio bajo los estantes, sentado en el suelo de pies
cruzados con un libro en las manos.

Edward! Dios, Edward, te han estado buscando!

A m? Pregunt l, mirando a la agitada novicia, que daba

saltitos sobre el piso de madera de la sala. Han trado a Alice?

Oye, viste ayer a Alice. Sabes que no puedes verla todos los das.

S, lo s reconoci l, frunciendo su entrecejo. Y es que haca

casi ocho meses que su hermana haba sido llevada por los Cullen, y
no pasaba un da en que no la extraara. Aunque claro, sus nuevos
padres haban mantenido la promesa de llevarla a menudo para que
visitara a su hermano.

Bueno, bueno! Levanta entonces tu pequeo trasero y

acompame a la oficina de la Madre Superiora. Anda, Edward!
Exclam ella con impaciencia, agarrndolo de las manitos para
levantarlo y llevrselo corriendo hasta la oficina donde lo
esperaban.

Me puede me puede decir al menos de qu se trata?

Pregunt Edward con dificultad mientras prcticamente iba siendo
arrastrado por la jovial monja, que corra como liebre por los
pasillos de la casa. Ella lo mir por sobre su hombro y le sonri.

No! Bueno Es un milagro, Edward!

Cuando llegaron jadeantes por la carrera a la oficina de la Superiora

del convento, Sor Manuela, los esperaba sentada correctamente
detrs de su antiguo escritorio, y frente a ella, de espalda a los
recin llegados, haba una mujer de cabello negro perfectamente
peinado en un moo que lo recoga muy elegante atado a la nuca.

Ya estamos aqu, Madre Superiora dijo la novicia, entrando

con el nio a la oficina y cerrando la puerta tras de ella. Caminaron
de tal forma hasta quedar a un costado del gigante escritorio aquel,
para que el nio pudiese ver a la mujer que estaba all de visita.

La seora apenas y desvi su vista hasta el muchacho de ojos azules

grisceos y cabello rubio oscuro que junto a la religiosa la observaba
con curiosidad y desconfianza. Ni un pice de su perfecta postura
fue movida cuando se enfrent a ese nio, que tanto de ella tena.

Edward, ella es la seora Elizabeth Masen. Hijo, ella ha venido

por ti explic la Madre Superiora a Edward. l arrug su frente,
confuso.

Cmo?

Edward, esta seora es tu abuela, la mam de Clarisse, t mam,

y ha venido por ti

Edward, como si le hubieran dado un golpe y no sabe bien por qu,

se tambale hacia atrs con la mirada de horror fija en la elegante
mujer, ataviada de un trae azul marino de dos piezas, unos zapatos
negros de charol de mediana altura, un collar de perlas blancas que
destacaba sobre su esbelto cuello, que mantena su postura
impvida ante el encuentro con ese muchacho.

La hermana Gabriela tuvo que sostener al muchacho por los

hombros, parada detrs de l. Si para ella, que era una mera
espectadora, el encuentro aquel le haba provocado escalofro por el
mal presentimiento que se cerni ahora en ella pues se esperaba una
reaccin diferente al menos por parte de la seora esa, no quera ni
imaginar lo que era para Edward aquella situacin tan confusa.

La mujer, como impaciente por salir de ese lugar, alz su mano y

mir su reloj de pulsera, seguramente de oro, para luego mirar a la
Superiora y decir con voz firme:

No tengo mucho tiempo, as que si es posible, me gustara salir

con l de aqu lo antes posible.

Comprendo indic la Superiora, mirando luego a Edward, que

no haba apartado sus ojos de la mujer esa. Se levant y camin
hasta el muchacho, buscando una de sus fras y blancas manos para
arroparlas entre las suyas. Desde ah con suavidad le habl: Ha
llegado el momento de partir, Edward. Ella ha venido a buscarte
y
 No! Grit Edward con desesperacin, sobresaltando a las
religiosas. El nio muy pocas veces dejaba fluir sus emociones
como en ese momento, sin duda aquello lo estaba afectando No
me quiero ir con ella, yo estoy bien aqu! No me voy, no me voy!

Edward, hijo, escchame le pidi la Superiora, agachndose un

poco para quedar de su altura. Es tu abuela, es parte de tu
verdadera familia.

Por favor, Madre, no me haga esto susurr Edward con voz

quejumbrosa a la noble religiosa, que lo mir con disculpa, mientras
acariciaba su rostro.

Ni aunque quisiera, Edward. Nada puedo hacer. Ella trae

documentos legales que le permiten llevarte con ella yo lo
siento, muchacho.

Perdn, pero dijo la mujer, ponindose de pie e

interrumpiendo la romntica e innecesaria charla entre la monja y el
jovencito. Mi tiempo es valioso y no puedo seguir perdindolo.
Usted me dijo que con estos documentos, la salida de Edward sera
rpida.

S, por supuesto respondi la superiora, levantndose y

mirando a la novicia que segua sosteniendo al nio por los hombros
. Hermana Gabriela, lleve a Edward a su cuarto y aydelo a
empacar sus pertenencias

No es necesario dictamin la mujer, volviendo a interrumpir.

Nada de lo que Edward usaba aqu volver a ocuparlo. Me
encargar de comprar todo nuevo para l, as que puede darles sus
cosas a otros nios que lo necesiten.

Perdone seora Masen, pero Edward seguro tiene artculos

personales, recuerdos que quisiera llevar con l indic la
Superiora, dndose a entender con claridad. Adems, ella quera
darle al menos unos cuantos momentos a Edward para habituarse a
la idea que incluso a ella la pill por sorpresa As que hermana,
haga lo que le ped, por favor dijo, volvindose hacia la novicia,
que asinti y sac a Edward de la oficina.

l nio caminaba arrastrando sus viejas botas cafs, con la cabeza

gacha, dejando que las lgrimas callera directo al suelo.

No poda creerlo. Las cosas para l no podan haber ido peor en ese
ao. Primero, la idea de que Alice se alejara y provocara en l la
pena de la aoranza. Y ahora esto, que una extraa mujer que jams
en sus escasos doce aos de vida vio, venia y ceda que era su
abuela, la que a simple vista se vea osca y con muy pocos
sentimientos maternales hacia l. Por qu habra de llevrselo, si a
simple viste la idea no le alegraba?

En silencio y con ayuda de la joven novicia, sac de debajo de su

cama su cajita de los tesoros y la meti en la mochila azul con la
que lleg hasta all. Algunos regalos y fotografas fueron metidas
adentro tambin, un par de libros que esa misma Hermana Gabriela
le haba regalado, una armnica que el jardinero le dio y que nunca
aprendi a tocar, para finalmente quitar de la base de su mesita de
noche la fotografa de su hermana, la que arrop en su pecho, aun
con llanto en sus ojos.

No ests triste, Edward le pidi la monja, ella con la voz

quebrada de la emocin y la pena. Seguro que Alice y t no
perdern el contacto.

Si ella es mi abuela, tambin es la abuela de mi hermana

razon en voz alta, secndose las lgrimas Ella sabe de Alice?
Pues, no lo s.

Despus de empacar sus pocas posesiones, apenas alcanz a

despedir de sus mejores amigos all, antes de regresar a la oficina
donde la mujer que deca ser su abuela lo esperaba
impacientemente.

Demonios, pens que este nio no llegara nunca! Exclam

Elizabeth cuando el nio entr de la mano de la novicia. La Madre
Superiora frunci su frente y con reproche mir a la mujer.
Bueno, ya no perdamos ms tiempo. Aqu estn todos los
documentos firmados, y los datos de mis abogados por si necesitan
comunicarse con ellos. Me llevo los papeles de Edward dijo,
tomando la carpeta con los documentos del nio. Y bueno,
supongo que le debo dar las gracias por cuidar de Edward durante
este tiempo.

No tiene nada que agradecer.

De todos modos dijo, abriendo su cartera de cuero negro y

sacando un sobre largo que dej sobre el escritorio. Tenga esto
como donativo para este orfanato.

Es muy amable dijo la superiora, mirando el sobre, sin llegar a

tomarlo. Se levant luego y camin hacia el nio que estaba rgido y
fuertemente tomado de la hermana. Bes su frente y mantuvo sus
labios pegados all por algunos segundos, mientras elevaba una
oracin en silencio pidiendo que Dios y lo ngeles guardaran a ese
nio. No pierdas el contacto con nosotras, Edward.

El nio simplemente neg con la cabeza. La novicia que lo haba

acompaado en todo ese momento, se agach y abraz al nio con
fuerza, susurrndole al odo. Las cosas pasan por algo, Edward.
Nunca lo olvides y si las cosas se ponen mal, pues pdele
paciencia y fuerza a Dios. Yo siempre te recordar y pedir por ti.
No me olvides, s? dijo, bes su mejilla, solt su mano,
sintindose Edward enseguida desvalido.

Gracias por todo dijo Elizabeth a modo de despedida,

caminando hacia la puerta, la que abri para luego mirar a Edward y
con la cabeza indicarle que saliera. El nio mir por ltima vez a las
dos monjas y volviendo a agachar su cabeza, camin hacia la
puerta, seguido por su dictatorial abuela.

Lo metieron a un coche negro, muy lujoso, que iba conducido por

un hombre canoso quien por el retrovisor le gui el ojo
amistosamente al muchacho.

Eleazar, rpido, al aeropuerto. Un largo viaje nos espera.

Viaje? Pregunt el nio, mirando hacia todos lados. A

dnde vamos?

A casa, Edward dijo, siendo esas las primeras palabras que

cruzaba directamente con el nio Nada tenemos que hacer aqu.

Y Alice? Qu pasa con Alice?!

Lo dices por tu hermana? Dijo, mirando hacia el frente, con

rostro serio. Nosotros nada tenemos que ver con ella ahora, as
que deja de pensar en esa nia como si fuera an tu hermana,
porque ya no lo es.

S, es mi hermana! Rebati. No sabe que me fui, no me

desped! Grit, desesperado. La mujer gir su cabeza hacia el
nio y con voz firme, advirti:
 Edward, ya no eres un nio, as que deja tu comportamiento
soez! Tu hermana est bien, y pues yo no tengo tiempo ni nimo
para criar a una niita quejumbrosa. T eres un varn y te
convertirs en el hombre que me propondr moldear segn mis
perspectivas, ya que tus padres no pudieron con el trabajo de una
correcta crianza con sus hijos, me tendr que encargar al menos de
ti. As que guarda silencio, no quiero or una palabra ms, ni mucho
menos llantitos de nio malcriado.

En silencio, Edward cerr los ojos con fuerza, retorcindose los

dedos, mientras la mezcla de rabia y tristeza, miedo y abandono,
albergaban su corazn. Esa era la recompensa de la que siempre
las monjas le hablaban? Tan mal nio haba sido, que Dios le
enviaba semejante castigo?

No poda dejar de atormentarse sobre la tristeza que se cernira

sobre su hermanita, cuando fuera a la casa de acogida a visitarlo y
se diera cuenta que l no estaba. Su pena y su miedo se
acrecentaban a medida que el elegante vehculo en el que iba como
prisionero se acercaba hasta el terminal areo, donde se montaran
en un avin y despegaran para marchar a algn lugar, lejos de all.

"No me odies, Ali no te abandon nunca lo hara estoy

contigo, Ali" deca en su fuero interno con tal ahnco, para ver si
sus palabras llegaban con claridad hasta el corazn de su hermanita,
a la que siempre llevara anidada en su cabeza y en su corazn.
*Chapter 2*: Chapter 2
Segundo captulo seoritas... deseando con mi corazn que sea
de vuestro agrado ;-)

Como siempre, a mi beta y amiga Gaby Madriz que revisa los

detalles y hermosea los captulos, y a Manu de Marte por los
diseos para las portadas y adelantos.

Y ya saben, los personajes perteneces a la seora Stephenie

Meyer, yo nada ms los hago partcipes de esta locura.

Gracias por acompaarme!

Besos a todas =)

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como

Cata_lina_lina... y sus preguntas por Aks: /Catalina_Lina

Captulo 2.

Con su impecable traje Gucci negro hecho a la medida, aquel

martes baj como cada maana de su coche Mercedes Benz
tambin negro, aparcado por su chofer a las puertas del enorme
rascacielos de platino y vidrio de treinta pisos, en donde al entrar se
vislumbraba un elegante cartel tambin de platino puesto sobre el
csped que antecede la entrada, con las palabras "Masen & Co"
talladas en este.

Este varn de treinta y cinco aos fue recibido en la puerta del

edificio como cada maana por su secretario, quien tena la labor de
ponerlo al corriente de su agenda diaria a medida que avanzaban
por los luminosos pasillos de la primera planta hacia el ascensor que
los llevara al piso veintiocho donde se encontraban las oficinas de
gerencia en donde ambos trabajaban.

Siempre, y despus de un educado "Buenos das" por parte del

secretario hacia su jefe, quien simplemente se limitaba a asentir con
la cabeza al saludo de su subordinado, ste comenzaba:

La reunin con los inversionistas comenzar a las once en punto

como usted lo solicit; adems, est la presentacin del equipo
creativo y marketing que se encargara del merchandising de los
vinos. Tiene una reunin personal en la tarde a eso de las cinco el
secretario se detuvo a confirmar si esa era su ltima cita, alzando
sus cejas al ver que algo pasaba por alto. Ah! Y la preseleccin
de los tres becarios a los que usted se comprometi a entrevistar con
la seorita Johnson Johnson estar aqu a medioda dijo el joven
Jacob Black, torciendo su boca cuando vio la cara de disgusto que
puso su jefe cuando le recod este ltimo.

Mierda gru.

Edward Masen no era de los hombres que se diera el lujo de

perdiendo su valioso tiempo por ejemplo en elegir de entre un
puado de recin egresados estudiantes universitarios que pensaban
ser eminencias en materia de diseo y publicidad, a los mejorcitos
para que trabajasen en la empresa que l diriga desde los
veintisiete, porque a su exasperante colega Kate se le ocurri
hacerlo. En qu estaba pensando cuando se lo plante y l
accedi? Seguro mirndole las tetas que esa mujer insista en
mostrarle cada vez que pasaba por su oficina, slo para demostrarle
que ella era una de esas mujeres con despampanantes atributos que
jams caera en sus brazos.

Podra decirle a la seorita Johnson que tuvo otro compromiso de

ltimo momento

No, no. Esa mujer huele la mentira contest Edward a su

ayudante sin tono de broma, mientras el ascensor suba raudo hasta
su piso.

Y es que Edward Masen, economista de profesin, rara vez

bromeaba. Haba sido criado por su abuela materna a partir de sus
doce aos en un rgimen estricto y muy disciplinado, pero eso no
era lo que lo llevaba a ser un tipo severo en cuanto a emociones se
refera. Su abuela nunca le demostr el cario que normalmente
haba en una relacin abuela-nieto, muy por el contrario, la seora
Elizabeth Masen ms bien pareca una inflexible institutriz. Pero a
l la verdad, no le importaba eso, ms bien lo agradeca porque
hubiese sido para l muy incmodo recibir muestras de cario de
esa mujer por la que no senta ni siquiera agradecimiento, por lo que
no extraaba en ella ese tipo de afecto familiar que en el pasado las
monjas a cargo de la casa de acogida s se encargaron de darle.

Con el recuerdo del cario de esas mujeres se quedaba y la

aoranza de los bracitos de su hermanita Alice rodendole con
amor. Eso s lo aoraba y lo atormentaba por partes iguales.

Llor cada noche durante mucho tiempo por la culpabilidad que

pesaba en l, pues intua que su hermanita creera que l la haba
abandonado olvidndose de ella, ya que su abuela Elizabeth nunca
le permiti una llamada a su hermana, ni ningn contacto con su
antigua vida. No quera que nada de su pasado se relacionara con l.
Y para dejarlo claro, Elizabeth en cuanto lo sac de la casa de
acogida, lo primero que hizo fue cambiarle el apellido:
"Ya no tendrs ms el apellido del perdedor de tu padre. Ahora
sers el encargado de preservar el apellido Masen. As que
acostmbrate, Edward, ya no eres ms Edward Brandon, en
adelante eres Edward Masen y espero que lleves con honra el
apellido de nuestros antepasados"

La mujer lo intern en una escuela para varones que rozaba la

enseanza militar, donde al igual que en casa, se le tena prohibido
el contacto con el exterior, o ms bien con el pasado que l tanto
extraaba en esa casona que comparta con otros nios y que las
monjas se encargaban de cuidar tan bien.

Hasta que pasados los aos ingres a la universidad y sin que su

abuela pudiera interferir, porque ya era mayor de edad, comenz a
buscar pistas de su hermanita Alice, las que demor en recolectar,
pues el trabajo del padre adoptivo de ella, lo llevaba a moverse
constantemente de ciudad, a veces de pas. Cuando finalmente la
hall, intent ponerse en contacto con ella, pero para su dolor, Alice
lo golpe con la indiferencia y la dura recriminacin, dicindole que
finalmente haba hecho su vida alejada de su recuerdo y que como
l, ahora ella era Alice Cullen y que se haba olvidado de l.

Eso termin por destrozar a Edward, aun sabiendo l que las

palabras de su hermana no eran del todo ciertas, que las deca slo
con el afn de lastimarlo, cosa que por cierto logr. La amorosa y
tierna Alie que lo adoraba haba quedado en el olvido, dando paso a
una hosca mujer que despreciaba e ignoraba a su otrora hermano
que la haba abandonado.

El timbre del elevador les indic a los dos ocupantes que el trayecto
haba llegado a su fin, abrindose las puertas frente al vestbulo
pulcro, donde la recepcionista vestida impecablemente salud al
seor Masen respetuosamente con un "Buenos das, seor Masen",
ignorando prcticamente el aludido dicho saludo, caminando directo
hasta su amplia oficina decorada con la sobriedad de los tonos
blancos y grises, con cuadros colgados en las paredes siempre en
tonos blanco y negro, adems de los muebles que seguan la lnea de
la decoracin con detalles el acero y vidrio, aunque lo que ms se
destacaba en el difano espacio eran los amplios ventanales que
dejaban ver la urbe, que l siempre sola mirar.

Cuando se instal detrs de su escritorio, vio que el mvil que acaba

de dejar sobre su mesa comenz a vibrar con el nombre de la mujer
con quien se haba revolcado la noche anterior, llamada que por
cierto ignor. Porque estaba de ms decir que este hurao ogro, rara
vez se le vea vinculado a una mujer. Una que otra vez era
acompaado por alguna "amiguita" en algn evento social, mantena
relaciones sexuales con ellas pero sin ningn compromiso o promesa
alguna de futuro. No era un devorador de mujeres ni mucho menos,
simplemente no estaba para relaciones sentimentales serias. Su
corazn no estaba listo para eso. O eso era lo que l deca.

Pero lamentablemente, con la ltima mujer con la que estuvo y la

que en ese momento le llamaba, era nieta de una muy buena amiga
de Elizabeth, su abuela, por lo tanto le haba sido fcil conseguir su
nmero. Seguro fue ella misma quien se lo facilit, pues encontraba
que esa dama era la perfecta candidata para que Edward, de una
vez se pusiera a pensar en el matrimonio y en preservar el apellido
del que ella senta tanto orgullo.

Pero l haca odos sordos al dictamen aquel de Elizabeth, pasando

por alto cualquier tipo de compromiso que lo pudiera atar a una
mujer, ni mucho menos pensar en la descendencia.

Jams, nunca tendra hijos!

Jacob, hazme llegar mi caf e infrmame cuando sea la hora de
reunirme con los inversionistas. Ahora, djame solo.

Como ordene, seor Masen respondi el secretario, saliendo

raudo de la oficina de su jefe.

Cuando estuvo solo, Edward se levant hasta el pequeo frigorfico

que haba empotrado en la oficina para sacar una botella de agua y
tomarse los medicamentos que religiosamente deba ingerir a diario.

Pas el resto de la maana firmando papeles hasta que lleg la hora

de la reunin con los potenciales inversionistas; la que de
concretarse resultara fructfera para la compaa, pues eran
abismantes sumas de dinero. El grupo de alemanes haba quedado
encantado con el estudio de factibilidad que se les haba presentado
cuando se les propuso invertir en el nuevo proyecto que traa entre
manos la filial tecnolgica de "Masen & Co", que entre sus
empresas se encontraba la investigacin especializada software
computacionales y desarrollo de tecnologas nuevas, adems de
tener otras filiales como la empresa vitivincola y la cadena de
hoteles que administraban.

Edward, una vez a solas en la sala de juntas luego de aquella

reunin, observ el prospecto de preacuerdo que se les entregara a
los alemanes, quienes de firmarlo, pasaran a engrosar el prestigio de
la compaa, sumando ms riqueza a los bolsillos de la directora
general de la compaa, Elizabeth Masen y alimentando el ego de
esa mujer cuestin que l no iba a permitir.

Cuando pasado el medioda Edward regres a su oficina despus de

la reunin, la estupenda Kate Johnson lo esperaba de brazos
cruzados, chocando la suela de su fino zapato sobre el parque de la
oficina. Con su traje negro de dos piezas y su cabello rubio rojizo
cayndole en grandes ondas sobre los hombros, pareca mucho ms
temible y mucho ms sexy de lo que en realidad era.

Te has demorado a propsito, no?

De qu hablas, Kate dijo tranquilamente Edward caminando

hacia su escritorio. Ella buf y lo sigui hasta poner sus manos
sobre la madera caoba de su escritorio con un fuerte golpe,
obligndole a mirarle.

Prometiste estar en la seleccin final de los pasantes. Fue tu

exigencia cuando te lo propusimos.

Kate, lo s. Pero por si no te has dado cuenta, no he estado aqu

mirando por la ventana. Vengo saliendo de una reunin importante
que se alarg ms de lo debido explic, mirando la hora en su
ordenador y maldicindose por dentro por no haber pasado de
aquella seleccin de chiquillos para que trabajara en la empresa.

Lo entiendo. Ahora levntate y acompame a la sala de

reuniones del piso de abajo, los estudiantes nos esperan, quieren
conocerte.

Oh, qu emocin respondi con tono irnico, levantndose y

caminando hacia la puerta seguido de Kate.

Mientras iban de camino al piso de abajo en donde los esperaban,

ella le explicaba el currculo de los aspirantes que haban llegado,
ponindole l atencin a medias, pues se estaba repitiendo en su
fuero interno que deba mantener sus ojos fijos al frente y no
desviarlos hasta los grosero pechos de la mujer esa, que destacaban
incluso bajo ese traje tan malditamente formal que vesta.

Me ests oyendo?
Ms o menos respondi l con sinceridad.

Demonios, Masen! Pon un poco de inters, te lo pido. Aqu hay

diamantes en bruto con los que podemos trabajar, son muy
inteligentes

Vale, vale, entrevistar a tus eminencias, pero deja ya de

lloriquear, Kate, me duele la cabeza.

No estoy lloriqueando!

Salieron del elevador y caminaron hacia la sala de juntas, donde un

grupo de seis estudiantes, cuatro varones y dos damas, esperaban
expectantes al famoso Edward Masen, heredero del imperio Masen,
ataviado de un olfato nico y certero al momento de poner ojo en
cuanto a negocios prsperos se trataba.

Edward ni siquiera les dedic un saludo con la cabeza, y mientras

Kate les explicaba ciertos puntos a los aspirantes a un puesto en la
empresa, con cero inters, l abra una y otra carpeta con el detalle
acadmico de los cerebritos que haba frente a l.

Edward?

El aludido, un poco cabreado, alz la cabeza hacia su colaboradora

encargada del reclutamiento final de personal, para luego desviar su
vista hacia el grupo de jvenes frente a l cuando la vio.

Como escondindose detrs de sus compaeros, estaba una menuda

mujer de abundante cabellera castaa oscuro, que tras sus lentes de
grueso marco negro, miraba alrededor con ojos curiosos, mientras
los dems tenan sus vista puesta atenta y expectantemente en el
ogro empresario frente a ellos.
Una dualidad de sensaciones atraves el cuerpo de Edward Masen
con escalofros; aversin y atraccin chocando entre s cuando vio
que esa niita, la que miraba hacia otro lado y no a l, que en ese
momento era el centro de atencin. Su pecho suba y bajaba con
ms fuerza de la acostumbrada no sabe por qu, cuando repar en el
perfil de la muchachita. Probablemente eso fue lo que lo llev con
voz retumbante a levantar la mano e indicarla, diciendo
simplemente:

Ella.

El resto de los jvenes se abri como el Mar Rojo a la voz de

Edward para que l pudiera ver a la despistada chiquilla, que segua
con su vista perdida en la decoracin tan elegante de la oficina, sin
darse cuenta que l la haba llamado. Uno de sus compaeros junto
a ella, tuvo que darle un codazo en el brazo hacindola reaccionar,
mirndolo por primera vez directamente a los ojos del empresario.

La boca de Edward se sec cuando la temeraria muchachita esboz

una sonrisa, mostrndole la totalidad de sus blancos dientes y su
angelical y reluciente rostro. Pero al parecer, la chica not la
tensin y el mar humor en el ogro frente a ella, haciendo que su
sonrisa desapareciera de a poco, mordiendo su labio a continuacin
de los puros nervios.

Puedes decirnos tu nombre? Intervino Kate, que sospechaba

que algo all estaba pasando con Edward, quien tena sus manos
hechas puos a los costados de su cuerpo. Estaba visiblemente
tenso, mientras sus ojos seguan clavados en la menuda estudiante.

Ejem soy Bella digo, Isabella Swan.

Isabella, el seor Masen te entrevistar junto a dos compaeros

ms dijo, mirando a Edward que segua con sus ojos gris azulados
taladrando a la estudiante Edward, puedes elegir a los otros
dos?

Apenas desviando la mirada, agarr otras dos carpetas del

escritorio, entregndoselas a Kate, para volver su atencin a la
chica que miraba a su compaero junto a ella, mientras tambin le
sonrea.

Isabella.

Y en tanto esa descarada niita segua sonrindole a su compaero,

l ya se la imaginaba desnuda bajo su cuerpo, gimiendo su nombre
rogando que no parara de follarla. Era una locura que en cuestin
de segundos y apenas conocerla ya se la imaginara enredada y
desnuda en sus sbanas, presa de la lujuria que l le provocara.

Slo l.

La vio con sus labios rojos e hinchados despus que l abusara de su

boca. La imagin abrir esos ojos de extrao color verde con
desmesura cuando alcanzara la cumbre del placer y esbozar una
sonrisa de pura satisfaccin, mientras l beba del sudor de su
cuerpo como un poseso y sediento hombre.

"Maldita nia!" le reproch con violencia en su cabeza, muy

enojado, como si ella con su menuda y despreocupada presencia le
provocara adrede aquellos pensamientos.

Movmonos, Kate, no tengo todo el da reproch a su colega,

irritado, siempre con la vista puesta en la nia de la cual ahora saba
su nombre.

Bueno, podemos hacer las entrevistas aqu mismo

No. En mi oficina dictamin, arrancndole las carpetas de los
tres elegidos que ella sostena en sus manos y dndose media vuelta
para salir de all tenso de la rabia.

Lleg raudo a su oficina, encerrndose all y dndose un momento a

solas antes de comenzar con el calvario. Porque seguro, y
desconoca por qu, saber que estara a solas por unos momentos
con el demonio de nia, lo alterara.

Lanz a un lado de su escritorio las carpetas de los otros dos

muchachos, centrndose en el currculo de la nia, el que ley con
atencin: a penas veintitrs aos, recin egresada de la universidad,
llena de honores por un sin nmero de proyectos de mercadotecnia
que desarroll mientras cursaba estudios de diseo y marketing,
adems de destacarse en otros cursos de computacin y desarrollo
tecnolgico. Sin duda esa niita era un geniecito del diseo y la
tecnologa, pens leyendo sus logros acadmicos. Por qu habra
elegido una carrera de ese tipo? Por qu ms bien no haba elegido
de esas carreras tpicas que elegan las nias como ella, por ejemplo
diseo de vestuario o relaciones pblicas? Se preguntaba, mientras
pasaba sus ojos por sus aficiones personales donde destacaba que su
hobby era la lectura, los videojuegos y caminar al aire libre. "Muy
contradictorio", pens l.

Kate entr como la mayora de las veces lo haca, sin llamar.

Camin y se plant desafiante y enfadada frente al ogro que apenas
alz su vista para ver a la rubia fiera frente a l.

Qu! Espet, volviendo su atencin a la lectura del currculo.

Qu sucedi all arriba? Pregunt, poniendo sus manos a

ambos lados de su cadera.
Te dije que no tena tiempo, lo hice rpido. Ahora, treme a la
nia esa

Son tres entrevistas, no lo olvides! Y por qu quieres

comenzar con ella, eh?!

Haremos esperar a la damita? Pregunt con irona, alzando

su ceja Eso sera descorts.

Si me entero que te metes con ella, te corto las bolas, Edward

amenaz Kate, saliendo del despacho en busca de Isabella.
Edward buf, reincorporndose en su silla, mientras Kate regresaba,
seguida de la nia demonio que segua sonriendo mientras
observaba con curiosidad todo a su alrededor. Todo menos a l.

Edward carraspe llamando la atencin de Isabella, que lo mir sin

dejar de sonrer, acercndose a su mesa, aprovechando l de echarle
un vistazo rpido a su atuendo: pantalones rectos de alguna tela
negra que al parecer le quedaban un poco grandes, una blusa gris de
finas rayas blancas y una chaqueta del mismo color y la misma tela
del pantaln, que tambin pareca que perteneca alguien con ms
cuerpo que ella. Su cabello castao de desordenadas ondas
enmarcaba su fantasmal y muy blanco rostro apenas maquillado, y
sus lentes de marco oscuro y grueso no lograban esconder sus
alegres y llamativos ojos verde miel

Ejem seor, le agradezco que haya accedido a entrevistarme.

Me hace ilusin trabajar aqu y

Sintese y explqueme que es eso de que le gusta caminar al aire

libre y jugar videojuegos de moda. Es muy contradictorio, no es
normal en tono cortante demand, sobresaltando a Isabella. De
cualquier modo, el sobresalto le dur poco, porque la temeraria nia
se atrevi a soltar una risa mientras se sentaba.

"Esta niita es un pequeo demonio risueo"

No estaba tiritando de miedo ni tartamudeaba al hablar, como le

pasaba a la mayora de las personas que por primera vez hablaba
con Edward. Eso lo enervaba un poco.

Kate, aun de pie tras Isabella, entorn los ojos y neg levemente
con la cabeza. Las cosas ah no olan bien, lo perciba.

Paso la mayora de mi tiempo frente a una laptop conectada a

internet, que es inevitable no estar al tanto de los videojuegos de
moda y finalmente caer en la tentacin de jugarlos comenz a
explicar con naturalidad y soltura, pero tambin necesito el aire
libre para pensar, y que me ayuda con el proceso creativo. Me gusta
dar largos paseos para descansar la mente; me gusta sentir el viento
en mi cara, el ruido de la naturaleza. Quizs, ambos pasatiempos no
son contradictorios como usted dice, sino necesarios e incluyentes,
al menos para mantenerme cuerda concluy, usando un tono de
broma. Broma que no hizo sonrer a Edward recordemos que l
no sonrea. Eso, de cualquier modo, no aminor a la valiente
Bella, que sigui con su espalda recta y su sonrisa natural en los
labios, mirando al ogro Masen.

Interesante dijo, mirando pensativamente los papeles otra vez,

mientras pasaba su dedo ndice por la barbilla una y otra vez. Y
dgame, seorita Swan, qu otra cosa hace para mantenerse
cuerda tiene novio?

Edward, la seorita Swan ha desarrollado fabulosos proyectos

que

Pude leerlo en su currculo y en las cartas de recomendacin que

la Universidad le dio, Kate dijo, mirando a su colega y luego
volviendo su vista hacia la nia, pero no es eso lo que ahora me
interesa de ella.

No hay problema, seorita Johnson, puedo responder dijo Bella

con su voz alegre y cantarina. No, no tengo novio. Entre mis
estudios, ahora un futuro trabajo, la laptop, videojuegos y paseos al
aire libre, no me queda tiempo, seor Masen. Al menos no todava.

Satisfaccin inexplicable fue lo que Edward sinti cuando oy la

respuesta de la nia. Y an ms satisfaccin le causaba no haberla
odo ni triste ni afligida cuando lo admiti. Significaba que no
suspiraba por nadie por el momento.

Bueno, seorita Swan dijo Edward, dejando caer la carpeta al

escritorio y levantndose a continuacin, dndole la espalda y
mirando hacia la urbe por el ventanal que se extenda tras su silla,
con sus manos guardadas en los bolsillos de sus pantalones.
Maana a las seis de la tarde, deber presentarme un proyecto de
mercadotecnia para nuestra empresa vitivincola. Usted y yo nos
reuniremos en este mismo lugar y me dir por qu debo contratarla
formal e indefinidamente reiter, girndose muy lentamente hacia
ella, viendo que haba dejado de sonrer, denotando un dejo de
preocupacin en lo que l le solicitaba. Estaba tragando grueso y
sus dedos rascaban involuntariamente su cabeza.

Otra vez la satisfaccin invadi a Edward tras ver esa reaccin.

Edward, ella no puede desarrollar un proyecto de esa

envergadura en un da, es imposible intervino Kate a la locura de
Edward, saliendo al rescate de Isabella. El ogro mir a su colega y
alzando su ceja, pregunt retricamente:
 Es imposible?

Lo har, seorita Johnson dijo ahora Isabella, retomando su

postura segura y relajada, mientras sin que nadie se lo dijera, se
puso de pie y extendi su mano hasta el ogro como seal de que
cerraba el trato. Edward mir la blanca y pequea mano de Isabella,
que se mantena firme y extendida esperando su retribucin. Desvi
entonces sus ojos hacia ella y alcanz su mano con la suya
apretndola levemente, viendo como otra vez el semblante seguro
de Isabella cambiaba.

Vio cmo su sonrisa desapareci de su boca y cmo esta se abra

levemente, como para buscar ms aire porque el que circulaba en
sus pulmones ya no era suficiente. La pupila de sus ojos se dilat y
la seguridad de su mano ya no era tal, sino ms bien un temblor
tambin leve que la domin hasta que l la solt.

Volvi Edward a disfrutar de esa reaccin, reaccin que l caus.

Has pasar al siguiente nio, Kate indic Edward, sentndose de

regreso en su silla de cuero negro, mientras ella segua ah de pie
con su vista dilatada en l. Edward se dio el lujo de ignorarla,
agarrando despectivamente otra carpeta.

Kate tuvo que ir al rescate de Isabella, tomarla por lo hombros para

hacerla reaccionar y sacarla de la oficina, sin darle espacio a que
ella se despidiera. Edward vio disimuladamente el camino que la
nia demonio recorri desde su mesa hasta la puerta, con paso torpe
y mirndolo con confusin por sobre su hombro mientras Kate la
sacaba de all, pensando en lo interesante que sera trabajar con
aquella nia cerca de l.

Durante la tarde, lo ms relevante que le sucedi a Edward, que

pensaba y pensaba en la nia demonio Isabella, fue la vista de una
vieja amiga a quien se apresur en recibir en la discrecin de su
oficina.

Se dej abrazar por ella, como siempre lo haca cada vez que se
encontraban. Era la nica mujer con la que bajaba un poco sus
barreras, la nica mujer a quien vea con gusto una y otra vez,
cuando ella se lo solicitaba o cuando l simplemente lo necesitaba.

Me alegro tanto de verte, Edward! Dijo cariosamente ella,

mientras apretaba al hurao empresario entre sus brazos. Se apart
un poco para examinarlo, pasando sus manos por su rostro y
mirando su ordenado cabello siempre muy bien peinado con
gomina, exclam Qu lindo ests!

Usted siempre tan gentil, Sor Gabrielarespondi Edward,

negando con la cabeza. En general a l no le gustaban los halagos de
ese tipo, pero puntualmente los halagos de esa monja lo
abochornaban.

La monja a quien conoci siendo un nio y ella siendo una joven y

algo loca novicia de profesin maestra de entonces diecinueve aos,
mantena la misma dulzura en sus ojos oscuros. La ternura de sus
rasgos se acrecent con los aos, los mismo aos que haban hecho
que su impulsivo carcter se calmara un poco, volvindola ms
mesurada con el paso de esos 23 aos.

No te interrumpo con mi visita, hijo?

No diga tonteras, Madre la reprendi Edward, llevndosela al

sof para sentarse y charlar.

Bien No sea cosa que doa Elizabeth Masen vaya a

descubrirnos, no?! Brome la religiosa.
Que se joda Elizabeth. Solt Edward, llevndose un golpe en
su brazo como llamado de atencin de la monja.

Sor Gabriela despus que Edward saliera con esa seora de la casa
de acogida, no se qued tranquila y con ayuda de unos contactos, le
sigui los pasos al nio por quien desde el primer da sinti tanto
cario. Sus encuentros eran siempre clandestinos, y no porque esto
fuera malo, sino porque Elizabeth haba dejado bien en claro que no
quera que su nieto se mezclara con la vida que haba dejado en el
pasado, ya sea ex hermanas, monjas u otros amigos.

Con tristeza, esta monja fue testigo de cmo el carcter de Edward

se iba endureciendo y le apenaba hasta el alma saber que nunca
sonrea. Siempre hosco, hurao, malhumorado, fiel reflejo de su
abuela.

Pero Edward se haba forjado de esa manera no por la educacin

que su abuela le inculc, sino por las cosas que supo y vivi durante
ese tiempo que vivi con ella. Cosas que lo daaron, albergando
rencor y odio en su corazn, cosas que llevaron a Edward a fraguar
una venganza contra Elizabeth, cuestin que Gabriela intua y la
asustaba.

Llam esta maana a tu secretario para avisarte de mi visita y no

interrumpir nada

Usted no interrumpe, puede venir cuando se le plazca.

Muchas gracias, Edward agradeci ella, tomando las manos de

su muchacho entre las suyas. Y cuntame, cmo has estado
has sabido de de tu hermana?

Edward frunci su entrecejo y baj la vista hasta las manos unidas

en el regazo de la monja. A menudo reciba informes de su hermana,
de que si estaba bien, de que si tena un buen trabajo, si tena
amigos, si tena novio o cosas como esas, ya que ella directamente
cort con l todo contacto. Ya le hubiera gustado a l que ella
misma, su Alie, le contara de sus cosas con lujo de detalle, como l
las peda a su informante.

Saba que tena un buen y estable trabajo, pues l mismo

indirectamente se encarg que ella, diseadora de interiores, tuviera
el trabajo que se mereca. Saba que sala de vez en cuando a algn
bar con un grupo de amigos y que a veces pernoctaba en casa de un
hombre. Seguro no se pasaban la noche viendo pelculas, por lo que
pidi que ese tipo fuera investigado, concluyendo que al menos el
hombre aquel quera a su hermana y tena planes concretos con ella.
Al menos Alice haba crecido dentro de un ambiente de verdadera
familia, y su vida se proyectaba a ser feliz junto a un hombre que la
amaba.

Nada nuevo, Madre. Slo lo de su fiesta de matrimonio que ser

en ocho meses o algo as le cont, apartando sus ojos de ella, que
lo miraba condescendiente.

Ests esperando que llegue tu invitacin para la boda, no?

No, madre revel el con amargura. Alice me sac de su vida,

y no la culpo

Ella no sabe todo lo que pas luego que se la llevaron! No ha

dejado que le expliques con la rapidez que la seora Masen te sac
de la casa de acogida! Por los clavos de Cristo, eras un nio, no
podas hacer nada!

Podra haberme resistido, arrancarme, no s, cualquier cosa

cualquier cosa para impedir que Elizabeth me alejara de all. Deb
revelarme

No eras de los nios que se revelara, y por otro lado tu abuela no

lo hubiera permitido.

Lo s admiti, abatido. Sus manos haban quedado atadas

desde que esa mujer, Elizabeth, lleg a su vida.

Se quedaron un momento en silencio, pensando la hermana Gabriela

que ms vala que ella interviniera, o su muchacho terminara por
hundirse en la oscuridad. Alice era la mujer que poda sacar a
Edward a la luz que l necesitaba. Carraspe y cambiando el
semblante de sus ojos, dijo:

Sor Manuela anda sobre las nubes, en el sptimo cielo de la

felicidad. Esto que muy pronto vayamos a abrir el instituto
tecnolgico para los muchachos de la casa de acogida. Son tantos y
estn tan entusiasmados!

Necesitan cubrir algo ms, algo que haga falta antes de ponerlo
en marcha?

Uhm s, bueno, quizs nos hemos dejado estar con esas cosas
de diseos y logos, lo que tenemos son a mi parecer bastante fros y
pues no s, estaba pensando en llamar a esas agencias de diseo y
publicidad que se dedica a esas cosas y

Edward dej de or a la religiosa amiga suya, porque una vez ms en

lo que iba de da, la nia demonio llamada Isabella Swan llegaba a
invadir su cabeza. No era ella experta en diseo y marketing? Eso
al menos deca su currculo.

Se puso en el centro de sus ideas, proponerle como desafo anexo a

esta menuda eminencia del marketing y la tecnologa, el poner sus
conocimientos al servicio del instituto tecnolgico del centro de
acogida. Estrech sus ojos y se imagin a la ladina chiquilla aceptar
el desafo, como lo haba hecho cuando l le propuso lo del
proyecto que al da siguiente deba de presentar.

Ests en este planeta, Edward? Pregunt con diversin la

hermana Gabriela, cuando vio a Edward perdido en sus
pensamiento. El aludido alz sus cejas y mir a la monja, poniendo
una mano sobre su hombro.

S, hermana Gabriela. Y no se preocupe, me ocupar de lo que

haga falta.

La monja sonri, asintiendo. Saba que Edward lo resolvera

Estars en la inauguracin, verdad? Eres el benefactor

principal.

No me lo perdera, hermana Gabriela.

*Chapter 3*: Chapter 3
Ya estamos aqu con el tercer captulo. Espero lo disfruten.
Como siempre gracias Gaby Madriz mi beta y amiga, y a Miss
Manu por los diseos.

Dedicado a mi querida y fiel Jenny (JCullen) que hoy est de

cumple!

Besos a todas

=)

Captulo 3

Jacob te escane el preacuerdo que se les entregar a los

alemanes la prxima semana le record Edward a su interlocutor
al otro lado de la lnea telefnica. Tienes suficiente tiempo para
mejorar la oferta y amarrar a los inversionistas. Presntales el
proyecto que llevabas preparando y sorprndelos.

A la vieja le va a dar un ataque cuando vea que estos magnates

desisten de invertir en Masen & Co.

Que se joda Elizabeth escupi, despus de lo cual se despidi

de su contacto y colg el telfono.

Se hizo hacia atrs y agarr el vaso de vodka bebiendo un sorbo y

pensando en la bomba que iba a soltar, denominada "Alemanes en
fuga" y que seguro hara que Elizabeth soltara su furia y desatara a
los demonios del infierno. Pero a l no le importaba, es ms, iba a
tomar posicin privilegiada en primera lnea para ver la furia de la
seora Masen desatarse, como otras veces lo hizo.
Porque Edward Masen una de las cosas que ansiaba, era ver caer a
la vieja que deca ser su abuela.

Quizs una de las razones que llev a Edward a elegir la carrera de

economista, fue motivado por la idea de que algn da iba a quedar
en frente de la empresa de Elizabeth y de alguna manera vengarse
donde a la vieja ms le dola, en sus riquezas.

Saba que llegara su momento, haba muchas cosas por las que ella
pagara y l se encargara de eso.

El fiel Jacob, golpe dos veces la puerta del despacho de su jefe

antes de entrar. Lo primero que hizo fue entregarle un sobre marrn
cerrado con los pormenores del proyecto "Alemanes en fuga" que
deba hacer llegar personalmente a su destinatario. No le dijo nada,
l era su secretario y cmplice en todo eso, por tanto no necesit
explicaciones, saba de lo que se trataba.

Son las seis, seor. Bella lo espera en la sala de juntas inform

Jacob, recibiendo el sobre y guardndolo en su carpeta personal.

Edward estrech los ojos hacia su secretario, disgustndole que

tratara con tanta familiaridad a Isabella, la risuea nia demonio.
Puso sus manos como puos imaginndose a la chiquilla esa
sonrerle a su secretario de la forma tan descarada y natural que le
haba sonredo a l. No le gust esa sensacin de querer levantarse,
agarrar a su ayudante por las solapas de su chaqueta y advertirle
que mantuviera sus codiciosos ojos lejos del demonio risueo aquel.

Voy para all. T puedes largarte, Jacob, es todo por hoy.

Seor, yo quisiera quedarme por si necesita ayuda con algo, o por

si Bella necesita algo
"Se atrevi a llamarla Bella, otra vez?"

Que te largues, Jacob interrumpi, apretando su mandbula. El

chico trag grueso y asinti obedientemente, saliendo rpido de la
oficina.

Edward antes de dirigirse a la sala de juntas, hizo ejercicio de

respiracin durante unos segundos, abriendo la puerta de su
despacho para salir, y encontrarse con una animada charla entre la
nia demonio y su secretario, que se carcajeaba por algo que ella
haba dicho. Una broma, seguro. Cuando el joven Jacob se percat
de la presencia de su jefe, tens su espalda e hizo desapareces su
risa, mientras ella, la muy descarada, segua rindose, aun sabiendo
al jefe frente a ella.

Seor Masen, lo estaba esperando! Exclam con soltura,

enroscando su brazo alrededor del brazo del tenso Jacob.

Debera estar esperando dentro de la sala de juntas y no

cotorreando con mi secretario reprendi Edward, molesto,
caminando y pasando junto a ellos hacia la sala que se situaba al
atravesar el vestbulo.

Entr y se sent en la cabecera de mesa, frente a la pantalla

empotrada en la pared frontal, donde la pequea eminencia del
marketing y la tecnologa, expondran lo que sea que haya trado
para l.

Se solt la corbata y se hizo hacia atrs, poniendo una pierna sobre

la rodilla contraria, esperando a que la damita apareciera.

Cuando lo hizo, pas derecho hacia su laptop, moviendo los

comandos para que su presentacin estuviera lista para comenzar,
comenzando a exponer sin que l se lo pidiera.
Como usted nada ms me dijo que necesitaba un proyecto de
mercadotecnia para su empresa vitivincola, pues me di el trabajo
primero de echarle un vistazo a la pgina web de esta,
encontrndome con un par de falencias que son sobre las cuales
hice mi prospecto explic, extendiendo una carpeta con el
resumen ejecutivo de su idea, la que Edward recibi y comenz a
leer con genuino inters.

La chiquilla sin duda se haba esmerado en el corto tiempo que l le

dio para trabajar.

Mientras ella se explayaba en su propuesta, el ogro la vea

desenvolverse con soltura, moviendo sus manitas al aire cuando
explicaba algo, desplazndose de all para ac, con su cabellera
suelta y su cuerpo menudo cubierto por un vestido de tono lila que
llegaba hasta sus rodillas, vestido que dicho sea de paso haca algo
ms de justicia a su cuerpo de muequita, resaltando sus justas
curvas.

Por cierto, durante todo el tiempo que Edward estuvo ms bien

pendiente de ella que de su sermn, Isabella nunca haba dejado de
sonrer.

Finalmente detuvo su exposicin, poniendo recta su espalda, sus

manos detrs, balancendose de atrs hacia adelante sobre sus pies,
esperando el veredicto del seor ogro, Don Edward Masen.

Eso es todo? Pregunt l, volviendo su vista a la carpeta que

tena en sus manos, hojeando una y otra vez su contenido. Ella
detuvo su balanceo y alz sus cejas.

Realmente l haba preguntado eso, despus de todo lo que le

expuso, dndole no slo una sino varias ideas de mercadotecnia
para desarrollar en el rea que l le solicit? Frunci su entrecejo y
reacomod sus lentes antes de responder.

De momento, s.

Bien golpe sus muslos mientras soltaba aire de sus pulmones,

ponindose de pie a continuacin, con carpeta en mano y listo para
salir de la sala.

Seor Masen! Exclam ella antes que l se atreviera a dejar

la sala. No va a decirme nada?

Est esperando que la felicite, seorita Swan? Pregunt

retricamente, mirndola por sobre su hombro.

No espero eso, slo que me diga qu le pareci, si al menos debo

esperar a que lo piense sobre lo de mi contrato

Realmente usted piensa que habra perdido mi tiempo

llamndola, para finalmente no quedarme con usted? Pregunt
con voz ronca. Ella poco a poco abri sus ojos ampliamente tras el
vidrio de sus lentes, mirando al ogro con sorpresa.

Eso eso significa eso significa que

Edward rod los ojos y buf antes de contestar:

Maana presntese en la oficina de personal, tendrn su contrato

y discutir con ellos los trminos y condiciones dijo, agarrando el
pomo de la puerta, abrindola y agregando antes de salir. Y
pngase a investigar y trabajar con su equipo, los otros dos
compaeros suyos, que al menos uno de los ambiciosos proyectos
que me present hoy debe estar listo para dentro de quince das.
 Dios! Exclam alegremente, casi dando un saltito, caminando
hacia Edward con su rostro reluciente de felicidad. Muchas,
muchas gracias seor Masen, usted no sabe lo que esto significa
para m. Le aseguro que no se arrepentir.

Claro que no me arrepentir respondi con voz ronca, mirando

directamente a los exultantes ojos de la chica, la que volvi a
quedar como estupefacta al sonido tan ronco de su voz. Sin ms, el
hombre sali pensando en lo interesante que seran los siguientes
meses trabajando junto a esa risuea nia demonio.

A medioda del da siguiente, era recibida en las instalaciones de

"Masen & Co" la presidenta del directorio de dicha compaa, la
mismsima Elizabeth Masen, quien reciba honores de todo mundo
all, como si se tratara de la Reina de Inglaterra. Ella ciertamente,
miraba por sobre el hombro a cada mortal que se le acercaba y
amedrentaba a alguno de menos nivel que quisiese sociabilizar con
ella. Es por eso que cuando la altiva mujer se top en el elevador
con una chiquilla de cabello castao y ojos claros que se present
con ella animadamente, dicindole que haba sido recomendada por
la universidad y que ahora estaba trabajando para la empresa, ella
no hizo ms que mirarla despectivamente de pies a cabeza, negando
enseguida y gruendo algo sobre cmo era posible que Recursos
Humanos le permitiera si quiera la entrada a niitas como esa a su
empresa, que a legua se notaba que eran inmaduras y que llegaban
all sin otro motivo que buscar un buen partido. Y qu decir de su
atuendo

Elizabeth se sinti aliviada cuando la muchacha sali del elevador

dos pisos antes que ella, dejndola a solas con su guardaespaldas y
la mujer que la acompaaba. Minutos despus la puerta volva a
abrirse pero esta vez al piso de gerencia, donde todo el mundo se
puso alerta, como cuadrndose a la llegada de la mujer que
amedrentaba con su sola presencia.

Jacob, que automticamente reaccionaba como el resto de los

trabajadores del piso, se puso de pie, arregl su corbata y esbozo
una tmida pero respetuosa sonrisa cuando la septuagenaria mujer
pas frente a l:

Seora Elizabeth, bue

Elizabeth pas rauda junto a l, sin prestarle atencin al joven, que

qued con el saludo suspendido en la boca. Para nada le extraaba
el comportamiento de la mujer.

El nico que no tuvo la intencin de hacer una reverencia cuando

Elizabeth entr a su oficina sin anunciarse, por supuesto fue
Edward, quien inclinado sobre su asiento de cuero, mir apenas a la
mujer, lanzando para ella una silenciosa maldicin. Fue peor cuando
se dio cuenta que detrs de ella, una despampanante mujer sonrea
con picarda hacia l.

"Lo que me faltaba"

Las relaciones pblicas de esta compaa necesitan un aire de

sofisticacin, por eso he decidido que Charlotte tome el puesto
inform Elizabeth a su nieto, quien inspir profundamente y sin
apartar la vista de la pantalla de su laptop, dijo:

Y al menos sabe algo de relaciones pblicas?

No seas grosero, Edward! Exclam la mujer, taladrando a su

nieto con la mirada. l levant su vista hacia su abuela e insisti:

No es ofensa, slo estoy velando por que los perfiles

profesionales de tu compaa sean cubierto como corresponde
aclar, poniendo nfasis en el "tu".

Seguro que s tan al tanto como para dejar que Kate contrate a
alguien como la niita con la que tuve la desgracia de toparme en el
elevador.

Qu niita, de qu hablas? Pregunt l sonando

despreocupado, aunque en su interior una campanilla como de
alerta sinti pues saba a qu niita se haba referido.

Parlote todo el camino sobre la universidad que la haba

recomendado y que habas sido t mismo el que la haba
contratado

Ah Coment l, con tono despreocupado. Para l era un

aliciente que dicha niita ya hubiera hecho rabiar a Elizabeth. Sin
duda Isabella Swan era un demonio.

Charlotte, que se haba mantenido al margen del dilogo aquel,

carraspe educadamente dando un paso adelante, ganndose junto a
Elizabeth, de quien intentaba ganar su beneplcito.

Elizabeth, no se preocupe, yo le demostrar a Edward lo bien

preparada que estoy para el cargo indic, mordiendo su labio en
direccin al hurao empresario, pensando en que le demostrara sus
habilidades con el puesto, as como le demostr lo hbil que era ella
en la cama la ltima vez que follaron.

Porque, era ella la ltima mujer a la que Edward haba metido a su

cama hace un par de das atrs y volver a verla, colgada del brazo
de su abuela, le revolva el estmago. No le causaba ninguna gracia
saber que iba a toparse con ella irremediablemente.

Ahora, dime cmo va la negociacin con los alemanes

demand la mujer, acercndose a una de las sillas frente a Edward,
esperando que l le informara.

Pues en seis das tendremos su respuesta.

No voy a permitir que este negocio fracase como los dos

anteriores amenaz Elizabeth, recordando a los anteriores
inversores que haban desistido de hacer negocios en su compaa,
cuando prcticamente lo nico que faltaba era la firma de ellos. Fue
peor su furia cuando supo que ambos inversionistas haban cerrado
trato con su competencia, una empresa pequea que al cabo de siete
aos haba logrado repuntar de tal manera que ahora le pisaba los
talones.

"Lux et umbra S.A" era un dolor de cabeza para Elizabeth Masen.

Has visto los planes de negocio que les hemos presentado. No

podemos ceder ms aclar Edward, inclinndose sobre el
escritorio con los codos sobre este, con su vista fija en Elizabeth.
Has visto las propuestas que los Anderson han hecho a los dos
anteriores inversionistas y has concordado con el equipo financiero
y el directorio, que simplemente no podamos mejorarla.

Es que no lo creo, no lo creo! Exclam ella con un poco ms

de fuerza, cerrando los ojos a continuacin y aspirando aire por sus
pulmones para recobrar la compostura que se negaba a perder.
Edward en tanto la observaba con gusto, como si estuviera
disfrutando de un espectculo al ver a la mujer esa tan insegura del
control que siempre supona tener.

Elizabeth, por qu no vamos al centro y tomamos un t para que

te tranquilices? Propuso Charlotte con suave tono. Elizabeth
asinti y se levant luego, dirigindose hacia la puerta para salir.
Antes de hacerlo se gir un poco y mir a su nieto:

Dile a Kate que la prxima vez que contrate a personal, se

preocupe de su aspecto personal, el que debe ir acorde con el nivel
de esta compaa, Edward. Y no me importa si son genios o traen
recomendaciones del Papa agarr el pomo de la puerta y agreg
antes de retirarse . No pretendern que sea yo quien me haga
cargo de eso tambin, no? Que justifique su salario.

Charlotte con una risita de suficiencia en los labios, le gui un ojo

a Edward, antes de lanzarle un beso, saliendo tras Elizabeth
mientras pavoneaba su trasero como pavo real. l hizo una mueca
de asco y volvi a concentrarse en su bandeja de correo electrnico,
la que haba dejado a medio revisar. Estaba a punto de leer un mail
de su informante, el que le daba noticias de su hermana Alice,
cuando Jacob apareci en su despacho.

Seor, su coche lo espera para la reunin en la via inform.

Edward mir la hora en el reloj de su laptop y asinti, bajando la
pantalla de su ordenador y ponindose de pie para salir de la oficina
junto a su secretario.

Caminaron en silencio hasta el elevador, y mientras este descenda

ambos chequearon algo en sus telfonos, sin prestar mucha atencin
cuando este se detuvo dos pisos ms abajo.

Hola Jacob salud la mujer que entraba en este, haciendo que

los ojos de Edward se desviaran enseguida de la pantalla. Bella
Swan, el demonio sonriente, acababa de ingresar junto a uno de los
becarios seleccionados para trabajar all.

Qu tal, Bella respondi Jacob, muy amablemente. Ella

enseguida mir a Edward, y de igual forma lo salud muy
animadamente.

Que tal, seor Masen! Lo salud ella, alzando su mano.

Edward slo asinti con la cabeza, siempre manteniendo la seriedad
extrema en sus actos. Cuando ella se dio la vuelta para cuchichear
con su amiguito, l aprovech de echarle una repasada a su
atuendo, al que a Elizabeth hace un momento atrs no le haba
gustado nada: una blusa de gasa azul de mangas largas y unos
pantalones de tela negros ajustados a su derrire, que caan rectos
hasta sus pies, los que iban enfundados con unas bailarinas negras.
Sin duda Elizabeth estaba mal de la cabeza pues para l, cada da la
seorita Swan se esmeraba ms en su atuendo.

En un momento, el acompaante de la chiquilla se le acerc

demasiado a ella como para ensearle algo en su telfono,
causndole que ella se carcajeara, aprovechando de rodearla por la
cintura. El ogro Masen tens sus msculos y buf, mientras cerraba
sus ojos, imaginndose que agarraba al muchachito ese por esa fea
camisa verde que llevaba, obligndolo a apartarse de ella.

"Ests demasiado cerca, no invadas su espacio ntimo, maldita

sea!"

Seor Masen? Le habl Jacob, cuando el ascensor lleg a la

planta baja y el sonido del going indicaba que los ocupantes deban
salir. Los dos becarios se hicieron a un lado para que los caballeros
pasaran, pero antes que eso sucediera, justo en la puerta, Edward se
gir, mir a Isabella con semblante serio y le dijo:

A las seis, en mi oficina.

Sin ms, y dejando a la nia sobresaltada y asombrada camin por

el pulcro espacio de recepcin hasta la salida, donde el Mercedes
Benz negro los esperaba.

Pens que no vendras, Edward le dijo el hombre que lo

esperaba, mientras le estrechaba la mano. Se sentaron en torno a
una mesa que haban reservado en un sector privado del comedor
de la Via Santa Consuelo.

Recibiste el sobre?

S, toda una novedad Dijo con diversin, abriendo su maletn

y sacando unos documentos. Tu equipo se esmer en la propuesta
que le hicieron a los alemanes. Las utilidades que se proyectan me
hicieron hasta querer invertir a m en tu empresa

No es mi empresa, Garrett respondi con hosquedad. Su colega

solt una risa y alz sus manos en seal de rendicin.

Mis disculpas, Edward.

Si Elizabeth Masen viera ese encuentro, probablemente se le

desarmara el peinado de la pura ira. Porque Edward estaba en una
reunin casi clandestina nada ms y nada menos que con el director
de la empresa "Lux et umbra S.A", competencia de "Masen & Co",
Garrett Anderson quien haba ayudado a su viejo amigo Edward a
fraguar la venganza que dentro de poco alcanzara su pinculo ms
alto. Garrett, al igual que la monja Gabriela, haba sido testigo del
proceso de cambio y crecimiento que Edward haba sufrido desde la
infancia, pues como l, Garrett haba sido criado prcticamente en
el convento y se haba convertido en un muy buen amigo para
Edward, a quien se vio en la obligacin de ayudar cuando este se le
acerc y le cont de sus planes.

Te das cuenta de lo que va pasar cuando la vieja se entere?

Hermano, puede interponer acciones legales en tu contra, no s,
fraude o algo as. A ti y a tus colaboradores

No hay peligro, ni para m ni mucho menos para mis

colaboradores. Tengo todo cubierto.

Est bien, te creo asinti Garrett, extendiendo un sobre marrn

cerrado por sobre la mesa hasta Edward, quien se apresur a abrir y
leer mientras Garrett preguntaba. Y dnde est Jacob? Pens
que vendra contigo.

Me est cubriendo en una reunin con los enlogos de la via.

Vale. Bueno, ah tienes el prospecto de la contra oferta que

vamos a presentarle a los alemanes la prxima semana. Nos
esmeramos, Edward y estamos arriesgando bastante, pero seguro es
una oferta que ellos no podrn dejar pasar, oferta que seguro
"Masen & Co" no podr mejorar.

As veo coment Edward, mientras pasaba sus ojos

rpidamente por las hojas. Le dar un vistazo, les har
comentarios y te enviar el documento de vuelta para que hagas la
proyeccin final y se la presentes a los alemanes.

Joder, Edward, si los alemanes llegan a aceptar esta oferta, ser el

cuarto equipo de inversionistas que le quitamos a la vieja, las
utilidades de su empresa se vendrn a pique, se ver en la
obligacin de vender y

Y ah saldremos a escena, Garrett dijo Edward, completando la

idea. Estoy ansioso por ver el rostro desfigurado por la ira y la
desesperacin de Elizabeth cuando sepa que no habr negocio con
los teutones. Y cuando no le quede de otra que vender acciones de
su empresa al mejor postor.
O sea yo.

Exacto asinti Edward, pasando pensativamente su dedo por la

barbilla. Perder el dominio de la empresa, el liderazgo en el
mercado tendr que comerse su orgullo

Oye, parece que estas soando despierto. Mejor concentrmonos

en esto que tienes entre manos y vamos paso a paso, como lo hemos
hecho hasta ahora.

Tienes razn concedi Edward, mirando la hora en su IPhone

. La madre Gabriela te escribi?

Dios, s, cada semana! Cmo se nota que aprendi a usar bien el

internet se carcaje, mientras Edward asenta sin sonrer, pero
relajando sus facciones. Me habl de la pronta inauguracin del
Instituto, todo un logro, no?

S. Voy a cubrir con un equipo de trabajo algunos asuntos que

faltan sobre diseo y marketing dijo, trayendo a su mente a
Isabella Swan, la demonio sonriente, a quien le iba a delegar ese
trabajo. Mir la hora y se dio cuenta que faltaban cuatro horas para
su encuentro.

Necesitas que me encargue de algo en particular?

No lo s, un donativo quizs.

Dalo por hecho.

Bien. Ahora, es mejor que me vaya, no quiero que empiecen a

notar mi ausencia dijo Edward, ponindose de pie.

Espero el prospecto de regreso entonces, para ponernos a trabajar

en la oferta definitiva.

Te lo har llegar cuanto antes.

Ay Edward, slo espero que todo salga como lo tienes planeado

dijo, cuando se estrecharon la mano en seal de despedida.

As ser, Garrett, as ser.

Se desocup con los enlogos a eso de las cinco, despus de

presenciar una cata de vinos y autorizar inversiones necesarias para
la nueva cepa que estaran prontos a lanzar. Se ofrecieron para
contratar empresas de marketing externas para llevar a cabo la
publicidad, negndose Edward y comentndoles que ya l tena un
equipo de trabajo que se encargara de eso. Otra vez, la imagen del
demonio sonriente se le atraves, sintindose apurado por llegar a
su oficina y esperar la cita que tena con esa chiquilla.

Jacob, puedes irte. Yo estar diez minutos reunido con la seorita

Swan y luego me largar a casa. Estoy exhausto inform Edward
a su colaborador, cuando el Mercedes Benz los dej en las puerta
del edificio de Masen & Co.

No necesita mi ayuda, seor?

No. Puedes irte.

Nos vemos maana entonces, seor Masen aprovechar de

darle un vistazo a esto dijo, mostrando el sobre marrn que
Garrett haba llevado para Edward. Y le har llegar mis
comentarios maana.

Estupendo sin ms se apart de su secretario y entr en el

edificio rumbo a su oficina. Entr, se quit la chaqueta gris oscura,
dejndola en la pecha a un costado de la oficina y se dirigi
enseguida hasta el frigorfico desde donde sac una botella de agua.
Luego camin hasta su escritorio y abri un cajn desde donde sac
un bote de pastillas, abrindolo e ingiriendo dos pldoras las que
trag con un buen trago de agua. Abri luego su laptop y se fue
directo a la bandeja de entrada de su correo electrnico, abriendo el
correo que haba dejado inconcluso de leer. La piel se le puso de
gallina con lo que ley lo que su informante le escribi sobre Alice:

"Fue internada en el Hospital la noche de ayer por un cuadro de

estrs. Sus padres y su novio estuvieron toda la noche con ella y
alrededor de las diez de la maana de hoy fue dada de alta"

Trag grueso y cubri sus ojos con la palma de su mano. Sinti el

sudor helado formarse en su frente y escalofros recorrerle el
cuerpo. Era en esos momentos cuando su frustracin se haca
gigante y se volva contra l, porque era en esos momentos en los
que deseaba correr hacia ella y cuidarla personalmente, pero era
imposible, porque ella se lo impeda, y ese era su dolor ms grande.

Habra esperanza para l? Dejara su hermana que alguna vez l le

explicara lo que sucedi? Porque lo intent, muchas veces, pero ella
simplemente le dio a entender que el pasado no tena importancia.

Dos toquecitos leves en la puerta de su despacho lo hicieron sacudir

su pesar por las noticias que haba recibido, cerrando su bandeja de
correo electrnico.

Adelante indic con voz fuerte, sentndose con la espalda

recta sobre su sof. Esper con su vista fija y expectante a que la
puerta se abriera, viendo como el menudo cuerpo del demonio
sonriente se asomaba, siempre con su sonrisa descarada alumbrando
su rostro y sus lentes de marco negro escondiendo sus ojos claros..
Permiso, seor Masen Bella entr a la oficina y se dirigi
directamente hasta quedar frente al ogro, que no quit su vista de
ella en ningn momento. Puedo sentarme?

Edward asinti indicndole con la mano la silla frente a l y Bella le

agradeci con un asentimiento de cabeza.

Bueno, usted dir para qu soy buena dijo, cruzando sus

piernas y esperando atenta las instrucciones de su jefe.

"Usted, seorita Swan, sera buena para un montn de cosas que

tengo en mente"

Necesito que se haga cargo de un trabajo que tengo para usted,

seorita Swan dijo, extrayendo de uno de sus cajones una carpeta
negra que extendi hacia ella. Bella la recibi con inters y mientras
la ojeaba, Edward explicaba Se abrir dentro de poco un Instituto
Tecnolgico, que es dependiente de un Centro de Menores
Catlico. Tiene por objeto ayudar a los muchachos que salen de esta
institucin, adems de generar ingresos para el Centro.

Una fundacin.

Bsicamente, s coincidi Edward. A mi parecer, el trabajo

de diseo y marca del Instituto deja mucho que desear. Fue hecho
por las monjas, por lo tanto carente de profesionalismo.

Y usted quiere que me encargue de esto.

Es as.

Ser un placer respondi ella, mirando con su encantadora y

luminosa sonrisa al ogro, quien no esperaba que su respuesta fuera
otra. Hablar con mi equipo de trabajo para
No, no seorita Swan le interrumpi l Si hubiera querido
trabajar con el equipo de marketing y diseo de la empresa, los
haba llamado a una reunin. Esto es un trabajo extracurricular,
por el que ciertamente percibir un pago.

Uhm con un equipo de trabajo, tendra resultados ms

rpidos

No puede hacerlo sola, seorita Swan? Porque si no puede,

busco a alguien a quien le gusten los desafos

Lo har, seor Masen.

Estupendo respondi Edward, palmeando la mesa antes de

apartarse y levantarse. Maana disponga de la tarde, iremos al
centro para que conozca el lugar, hable con las monjas y se haga
una idea de lo que se quiere.

Como diga, seor respondi ella, cerrando la carpeta y

levantndose tambin. Le agradezco que me haya considerado
para este trabajo. Lo har con mucho gusto.

Se apresur en extender su mano hacia su jefe, como para cerrar el

trato y despedirse. l estrech su intensa mirada hacia ella, luego
mir la pequea mano que estaba extendida hacia l y la tom,
apretndola levemente. Otra vez vio como la sonrisa de la nia
demonio desapareca, abrindose su boca en una O, como si su
toque la hubiera afectado, dando fe de eso sus ojos verde miel que
lo miraron sin disimular turbacin.

Puede retirarse, Isabella susurr ronco, quitando su mano de

ella, sin apartar sus ojos de la ahora turbada chiquilla. Ella cerr la
boca y asinti apresuradamente, apartando su mano y sus ojos del
ogro de griscea mirada que la observaba intensamente. Camin
rpido hacia la puerta como si estuviera arrancando de algo, y sali
presurosa hasta que estuvo fuera del edificio.

Lleg Bella ms tarde al apartamento donde viva con su ta

Carmen, luego de una hora de camino.

No te encierres en tu cuarto, Bella, hay que preparar la cena!

Chill su ta cuando ella se encaminaba por el pequeo pasillo
precisamente hacia su recamara. Solt el aire de, rodando los ojos.
Por supuesto, su ta no haba cocinado.

Me cambiar de ropa antes de cocinar grit, abriendo su puerta

y metindose al dormitorio.

Suspir, afirmada en la puerta, mientras se quitaba las bailarinas

negras, corriendo enseguida hacia su escritorio. Se sent frente a
este y sac de su escondite su cuaderno o conocido ms
coloquialmente como diario de vida ojendolo hasta dar con lo
que buscaba: el recorte de una revista social, donde se vea a un
grupo de cinco personas en un evento de alta alcurnia, en donde sin
duda destacaba el hombre con rostro serio, rayando en lo hosco,
que miraba directo a la cmara, sosteniendo un vaso en la mano.

Ella lo mir y suspir como colegiala, mordiendo su labio y

apretando sus piernas, pues el hombre aquel a quien ella ahora
conoca en persona, era sin duda ms guapo en vivo y en directo,
pues la foto aquella no le haca justicia. Sonri pensando en sus
manos grandes y suaves apretndole las suyas tan pequeitas y en
todas las hormigas que les parecieron sentir le recorran el cuerpo
cuando eso sucedi.

"Ay, es tan apuesto!" exclam para s, echndose sobre la cama

con el recorte apresado en su pecho, lanzando suspiros como
quinceaera. "Si supiera lo que me provoca."

Tendr que meterme en esa cueva de len que llamas

dormitorio a sacarte para que vengas a cocinar?! grit Carmen
desde el otro lado de la puerta, agitando el pomo para intentar abrir
la puerta que estaba cerrada con seguro. Bella rod los ojos y grit,
respondiendo:

Ya voy, ta!

No quiero cenar a las diez de la noche, Bella, hace mal para la

digestin!

Tuvo que levantarse de la cama casi en contra de su voluntad, dejar

su pequeo tesoro fotogrfico guardado y escondido donde siempre,
quitarse la ropa nueva con prisa y ponerse su viejo pantaln de
chndal azul y una camiseta negra antes de salir del cuarto rumbo a
la cocina.

Mientras revisaba el refrigerador y sacaba vegetales y piezas de

pollo para cocinas, su ta desde la sala con una revista en las manos,
preguntaba.

Asumo que tu nuevo trabajo es bueno, ayer llegaste llena de

bolsas del centro comercial.

No tena ropa acorde para ir a trabajar, por eso aprovech mis

ahorros y compr algo de ropa dijo, recordndose que el primer
da, justo es de las entrevistas, haba tenido que echarle mano a ropa
formal antigua de cuando estuvo pasadita de peso, haciendo verla
seguro como un mamarracho.

Por supuesto con escepticismo respondi Carmen, mientras

segua con sus ojos fijos en la revista. La ta de Bella saba sobre el
gusto de ella por las compras, de cmo disfrutaba saqueando las
tiendas comerciales, as como disfrutaba recibiendo regalos y
saliendo a bailar con sus amigos, algo muy tpico para sus 23 aos.

Y sobre la relacin de Bella con su ta, pues era de amor y odio.

Carmen era hermana de su padre, con quien viva desde que sus
padres fallecieron en un trgico accidente automovilstico cuando
ella tena quince. Era una mujer que la quera bueno, a su modo.
Discutan por choque de caracteres bsicamente y quizs la mayora
de las veces porque su ta la controlaba demasiado. Pocos amigos
tena que hubiesen ido a su casa y hubieran conocido a Carmen, y
qu decir de los novios. Slo Sam haba soportado a la seora
entrometida esa, pero despus de todo con l, las cosas no
funcionaron y prefirieron seguir como amigos.

Ahora, la idea de que Bella trabajara en una empresa como en la

que estaba, donde conocera y se relacionara con otro tipo de
gente, tena a Carmen con los nervios de punta. Ya haba tenido que
soportar su estancia en la universidad, pero ahora eso era otra cosa.

Te gustara que saliramos a cenar maana? Es viernes, ha sido

una estupenda semana para m y bueno, me gustara celebrarlo
contigo.

Carmen mir a su sobrina alzando sus negras y delineadas cejas.

Esboz enseguida una sonrisa y se levant del sof, corriendo hacia
la cocina, que se separaba de la sala por una media muralla para
abrazar a Bella por la espalda, mientras esta cortaba los vegetales
sobre la tabla y se rea por el arranque de ternura de su ta.

Si supiera meter mano en los oficios culinarios, yo misma te hara

una cena para celebrar, lo sabes, verdad?
Lo s.

Pero puedo pagar la mitad de la cena! Yo tambin tengo que

celebrar, sabes? Me enviaron a hacer un curso, quizs me
asciendan coment ella sobre su trabajo de vendedora en la
tienda comercial. Bella gir su cabeza por sobre su hombro y le
sonri, inclinando su cabeza hacia ella.

Me alegro, ta.

Sinceramente ella se alegraba del logro de su ta, pues a pesar de

todo, Carmen era una buena mujer que la haba acogido cuando ella
se qued sin nadie en este mundo y eso ella iba a agradecrselo
hasta el final de sus das.

"Retener lo bueno y desechar lo malo" eso era lo que su madre

siempre le deca y en eso pensaba cuando a la relacin con su ta
Carmen se refera. Por eso, prefera centrarse en esos buenos ratos
que pasaba con ella que en lo odiosa que a veces poda ponerse.

Bueno, bueno, podra ayudarte con algo aqu, verdad?

Oye, pues la ltima vez casi nos incendiamos record Bella,

empujando a su ta de regreso a la sala. T, mejor lee tu revista y
cuando sea momento, arreglas la mesa, s?

Como ordene la chef haciendo un gracioso saludo militar,

Carmen regres a su silln ahora encendiendo el televisor para ver
con qu poda entretenerse. Pero recordando algo gir su cabeza
hacia la cocina y aadi. Ah, pas por tus lentillas de contacto!
Espero esta vez no las extraves, por favor.

Gracias respondi Bella, sonriendo y agradecida pues iba a

poder deshacerse de esos feos lentes que deba ocupar cada vez que
sus lentes de contacto desaparecan o era abducidos por algn ser
extraterrestre, como deca ella.

Con buen nimo, Bella comenzaba su labor en la cocina

diligentemente, tarareando alguna cancin de moda, mientras sus
pensamientos se perdan en el apuesto jefe. Record que al da
siguiente saldra con l a terreno al Instituto Tecnolgico de la casa
de acogida, y mientras picaba las piezas pollo, le daba un vistazo
mental a su guardarropa, seleccionando cul sera el mejor atuendo
y no precisamente para el trabajo propiamente tal, sino para
agradarle a su jefe, que al parecer, nunca sonrea.

"A ver si con mi atuendo le saco una sonrisita" pens muy coqueta
mientras morda su labio, sintindose ansiosa por que llegara el da
siguiente.
*Chapter 4*: Chapter 4
Ya estoy aqu! Mil gracias por la acogida que le han dado a esta
locura, por sus comentarios que me llenan el corazoncito de
alegra.

A Gaby Madriz mi beta y amiga, y a miss Manu por por los

diseos de banner, mi eterno agradecimiento.

Nenas, a finales de esta semana (viernes) habr otra

actualizacin, ya que la prxima semana no podr actualizar,
para que estn atentas.

Ahora s a leer.

Besos a todas =)

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

Captulo 4.

Sali del tren subterrneo a toda velocidad, con el tiempo justo para
llegar a su trabajo. Subi las escalinatas, abarrotas de personas y
atraves la calle, caminando una cuadra ms hasta que lleg al
hermoso edificio de acero y vidrio que se impona a mitad de la
calle. Atraves la entrada y camin con paso rpido hasta el
elevador, el que ya iba con tres personas en su interior. Dio un
respingo cuando vio de quien se trataba, aun as hizo un esfuerzo
por no parecer afectada y sigui con paso rpido hacia el ascensor.
Antes que las puertas se cerraran, uno de los ocupantes se interpuso
e hizo seas a Bella para que entrara en l. Ella sonri y se subi,
sonrindole a Jacob y agradecindole por su amable gestin.

Buenos das, Jacob, y gracias dijo ella torciendo su rostro hacia

el moreno y buen mozo muchacho que le sonri de regreso.

Ni que lo digas, Bella respondi l muy animadamente.

Enseguida ella desvi su mirada al hombre que lo acompaaba,
saludndolo cordialmente, como siempre sola hacerlo.

Buenos das, seor Masen.

Buenos das dijo l, con su malhumor de siempre y su aspecto

arrebatador y formal que la hizo ahogar un suspiro.

Junto a l se encontraba una mujer que completaba el trio y que iba

prcticamente colgada de su brazo. Una mujer tan alta como l, de
cabello corto oscuro, ojos azules y muy intensos, un rostro hermoso
y una pinta sofisticada. Bella ni siquiera perdi tiempo en saludarla
porque saba, por cmo esta mujer la mir, que no iba a recibir un
saludo cordial en respuesta, as que apenas le dedic un
asentimiento de cabeza y desvi su vista hacia el ms cordial de los
ocupantes del elevador el ms cordial pero no el ms guapo,
pens ella.

Has estado bien, Jake?

S, muy bien, Bella. Y cmo va el nuevo trabajo? Te tratan

bien?

Muy bien, han sido todos muy amables y estoy muy entusiasmada
respondi animadamente. Enseguida desvi su vista al nudo de la
corbata del joven secretario de gerencia, el que estaba un poco
torcido. Uhm me permites? Pregunt, indicndole su cuello.
Jacob se mir y asinti, dejando que las pequeas manos de Bella le
acomodaran la corbata y mientras lo haca jur or un gruido
gutural y de ultratumba a sus espaldas, pero lo ignor pensando en
que su vivaz imaginacin se estaba burlando de ella.

Pas la mano por la lisa corbata del secretario y sonri conforme.

Mucho mejor.

Gracias Bella.

La campanilla del elevador anuncio la prxima parada de este, justo

el piso de ella. Cuando las puertas se abrieron, le sonri a Jacob:

Nos vemos ms tarde y obviando al resto de los ocupantes,

sali rumbo a su sitio de trabajo. Otra vez sinti un gruido en su
espalda, el que volvi a ignorar.

Adentro del limitado espacio, el ogro Masen estaba furibundo, luego

que el demonio sonriente se bajara del elevador, ignorndolo. Y qu
decir cuando dedic sus atenciones a toquetear a su secretario,
quien pareca muy satisfecho. Y como para empeorar todo,
Charlotte, como una pulga en su odo que su abuela haba puesto
ah para l, lo haba interceptado en la entrada del edificio,
colgndose de su brazo y susurrndole proposiciones lascivas que
en otro momento lo hubieran puesto cachondo. Pero ahora no. Lo
que s lo puso alerta fue la descarada chiquilla que subi al
elevador, con su sonrisa perfecta, que llevaba puesto un vestido
recto negro sin mangas ajustado perfectamente a su silueta, cayendo
hasta sus rodillas, y unos zapatos de taco negro que la estilizaban.
Su cabello iba suelto y tomado por un lado por una pinza, mientras
que su rostro destacaba por el sonrojo de sus pmulos y sus labios
apenas pintados con un brillito que l alcanz a distinguir, y era una
tontera pues el demonio aquel apenas estuvo de frente a l por dos
segundos o algo as. Adems, esta vez iba sin esos feos lentes que
escondan aquellos ojos tan expresivos que ella tena.

"Demonio sonriente, cuando te ponga las manos encima"

Salieron del elevador cuando este lleg al piso de gerencia, y

caminaron directo a su oficina como cada maana. De improviso se
detuvo y se dio media vuelta quedando junto en frente de Charlotte,
quien lo vena siguiendo.

Qu haces? Le pregunt Edward mordazmente. Ella torci u

cabeza y mordi su labio antes de responder.

Quiero tratar unos asuntos contigoen privado dijo,

guindole un ojo. l saba qu asuntos iba a querer tratar ella,
quizs se iba a bajar las bragas y abrrsele de piernas, pero l no
estaba de humor.

Pues no tengo tiempo, as que lrgate se dio media vuelta y

entr en su oficina, dndole con la puerta en las narices a Charlotte,
quien se alej maldiciendo. Jacob se trag una risotada y enseguida
entr a la oficina de su jefe, quien abord apenas entrar:

Tienes algo con esa niita?!

Perdoneperdneme, seor?

Ya me oste, tienes algo con ella?

Seor, estoy comprometido, usted sabe. Bella acaba de llegar a la

empresa y he querido ser agradable con ella, nada ms.
Edward estrech sus grices ojos hacia l, como evalundolo a ver si
menta pero Jacob Black no le menta, nunca, as que solt un
respiro y se relaj un poco.

Qu tenemos para hoy? se acerc a su silla y se sent tras

esta, mientras Jacob ojeaba su tableta electrnica.

Anoche anot una cita en el Hogar de menores

S.

Y ejem don Carlisle Cullen lo llam, pidiendo una cita.

Edward alz sus ojos hacia su secretario con preocupacin. Carlisle

Cullen era el padre adoptivo de su hermana Alice. Era un hombre
amable y siempre intent mediar un reencuentro entre ambos, pero
desisti cuando su hija se lo pidi. A pesar de eso, siempre reciba
sus visitas, pero no poda dejar de alertarse de su llamado, sabiendo
que Alice haca poco estuvo hospitalizada.

Para cundo es la cita?

Para el prximo mircoles, a la hora de comer.

Confrmaselo. Ahora retrate y no me pases llamadas por favor,

tengo una videoconferencia.

Como ordene Jacob se gir hacia la puerta y como recordando

algo recul y volvi hacia su jefe. Ah! El laboratorio envi sus
medicamentos y su psiquiatra envi un recordatorio de su prxima
cita.

Gracias, Jacob. Puedes retirarte le indic mientras abra la

gaveta de su escritorio donde su secretario haba guardado el frasco
con las pldoras, pensado en su psiquiatra y en la cita con l la
prxima semana. Odiaba ir, pero se haba comprometido con las
monjas a hacerlo, as que no poda fallarles.

Y hablando de monjas levant el auricular y marc el nmero que

ya saba de memoria, esperando que del otro lado atendieran.

Bueno?

Soy yo, madre Gabriela.

Edward, querido! Cmo ests?

Bien, madre. Llamo para avisarle que esta tarde ir con la

persona que se encargar del marketing y el diseo de todo lo que
haga falta.

Qu felicidad! Dios, tengo tantas ideas en la cabeza que

quisiera compartir con l...!

Ella es ella, madre.

Ah Bueno, mejor an! Las mujeres somos ms detallistas, ser

un agrado recibirlos.

Sobre las cuatro nos tendrn por ah. Ahora la dejo, tengo un par
de asuntos que resolver.

Estoy ansiosa que llegue esta tarde. Gracias, hijo.

No lo agradezca, madre, es un placer. Nos vemos sin ms

cort, pensado que l senta tanta o ms ansiedad que sor Gabriela
en que esa tarde llegara.
El telfono de la mesa de Bella son y ella lo contest sin perder de
vista lo que tena en la pantalla frente a ella.

Diga?

Est lista para salir, seorita Swan?

Parpade y apret los muslos cuando oy la voz ronca al otro lado

de la lnea. Enseguida desvi sus ojos hacia el reloj de la pantalla y
se dio cuenta que eran pasada las cuatro.

S... s, seor Masen.

Dentro de diez minutos en la recepcin del edificio.

Y qu tengo que?

No alcanz a hacer su pregunta, cuando el ogro Masen ya haba

colgado. Se qued con el auricular en la mano por unos segundos
hasta que se espabil. Apag la laptop se levant rpido, camin
hasta el bao donde se ech una manito de gato, sali, agarr su
cartera su sali rumbo al elevador.

Tendra la amabilidad de decirme a donde va, seorita? con

irona el jefe de la seccin, el publicista en jefe, Laurent Da Revin,
pregunt con su particular tono francs a Bella, quien esperaba
llegara el ascensor a su piso.

Uhm tengo una cita de trabajo, seor respondi ella al alto

mando de la seccin. El hombre alto de rasgos afroamericanos
frunci su entrecejo y neg con la cabeza.

Me parece que no me ha llegado ninguna notificacin que me

informara de su salida, as que tenga la bondad y regrese al trabajo.
S, seor susurr y se devolvi a su oficina con aspecto de
derrota. Suspir y levant el auricular, marcando cuatro nmeros
del anexo que la comunicaban con Jacob.

Diga?

Jake, soy Bella.

Qu tal, Bella!

Oye uhm el seor Da Revin, no me ha dejado salir, dijo que

no haba recibido notificacin alguna, as que me pidi que me
quedara, puedes decirle al seor Masen que me disculpe, por
favor? Quizs el lunes a la hora de almuerzo o despus del trabajo
yo pueda...

Bella, lo soluciono en un momento dijo Jacob, y colg.

Bella expuls el aire de sus pulmones, volviendo a encender su

ordenador para seguir con el trabajo con el que estaba, cuando unos
tres minutos despus de su llamada, sinti afuera un ajetreo poco
normal para ella en el tiempo que llevaba ah. Se puso alerta no
supo por qu, cuando poco despus la puerta de su diminuta oficina
se abri, apareciendo ante ella un furibundo ogro que bufaba
sonoramente por la nariz. Tras l, el jefe de seccin Laurent Da
Revin se disculpaba y trataba de explicarse, pero el ogro no lo oa,
parece que sus disculpas empeoraban su estado.

Laurent ya tiene su notificacin. Ahora levntese de ah y venga

conmigo de una vez, que no tengo todo el da.

Bella mir a su jefe directo tras el ogro Masen, quien asinti

velozmente. Ella en silencio apag otra vez su laptop, tom su
cartera, su tableta electrnica y se levant para salir junto a
Edward, directo al elevador.

En silencio descendieron hasta la planta baja y salieron del edificio

para meterse en el coche negro que los esperaba en la acera. Un alto
hombre de traje y sombrero abri la puerta para ella, hacindole un
asentimiento de cabeza. Un minuto despus se abri la puerta del
otro lado, entrando Edward y ubicndose junto a ella, siempre son
su semblante serio, rozando el mal humor.

Al Hogar, Emmett.

Como ordene, seor respondi el chofer, poniendo en marcha

el lujoso vehculo, que ronroneaba como un gatito. Bella mir la
puerta del edificio alejarse, y no sabe por qu mir al jefe a un lado
suyo, y pregunt:

Y Jacob no viene?

El ogro Edward Masen cerr sus ojos y gru otra vez

tensando sus manos que estaban echas puos sobre sus piernas.
Abri sus ojos y su cabeza la desvi lentamente hacia Bella, que
cuando lo vio, tuvo que apretar sus muslos y tragar grueso. La
intensidad en la mirada de ese ogro de ojos grices poda fcilmente
provocarle un desmayo.

No, no viene.

Oh! Torciendo su boca, desvi su vista de los penetrantes

ojos verdes de Edward hacia la ventana, viendo la ciudad pasar.
Edward hizo una mueca y fij su vista en la nuca de su chofer,
maldiciendo al demonio de falda y tacos sentado junto a l.

Luego de media hora de viaje, el chofer aparc en la entrada de una

casona antigua, que ms pareca un castillo colonial, cercado por
rboles y todo tipo de vegetacin. Ella, como abstrada por la
hermosa fortaleza, se baj sin esperar al chofer quien acababa de
bajarse de su asiento para hacerle los honores.

Oh, Dios, es hermoso! Exclam ella, caminando ciegamente

hacia la entrada, donde se impona un portn de madera oscura.
Empuj el gran portn e ingres, topndose con la maravillosa
fachada de la casona antigua, rodeada de espacios verdes y nios
revoloteando sobre este. Por un sendero de piedra que daba hacia la
entrada del edificio antiguo, vio se acercaban a paso gil dos
monjas.

Es usted la persona de quien Edward nos habl? Pregunt las

ms joven, sin darle lugar a que Bella respondiera. Le estbamos
esperando! Sea bienvenida! Dijo, y tomndola del brazo la
oriento hacia la casona, mientras varios de esos chiquillos se
acercaban hasta ella, como lo hacan cada vez que llegaba una
visita.

Atrs, Edward se la haba quedado mirando, disfrutando de cmo la

chiquilla se deslumbraba con la arquitectura de la casona que l
ayud a restaurar. Y mientras la hermana Gabriela se llevaba a la
visita, Sor Manuela se acercaba a l y le tomaba las manos con
afecto, regalndola una sonrisa de bienvenida.

Hijo, qu bueno que vienes a vernos.

Hermana Manuela.

No viene nadie ms contigo? Dijo, mirando tras de l,

encontrndose a Emmett, el chofer de Edward, afirmado sobre el
cap del Mercedes Benz. Oh, l no puede quedarse all!
Exclam y camin hacia l y lo empuj por el brazo al chofer,
quien mir a su jefe esperando el consentimiento, que sin duda
Edward le entreg. Seguro las muchachas de la cocina le
prepararan ese chocolate caliente y esos panecillos dulces que l
tanto disfrutaba.

Una vez adentro, Sor Manuela le iba explicando cmo iba el

desarrollo del proyecto estudiantil que tan entusiasmadas las tena,
mientras Edward miraba a lo lejos a la hermana Gabriela que mova
las manos mientras iba explicndole quizs que cosa a Bella, quien
asenta a cada momento con una sonrisa capaz de iluminar todo el
lugar.

Me acompaas a mi privado? La hermana Gabriela se encargar

de explicarle a la seorita los detalles que ella conoce mejor que
nadie.

Como guste, hermana.

Se encerraron a hablar en el despacho de la Superiora mientras

beban caf en grano.

Alice estuvo aqu solt la Superiora, ante la sorpresiva mirada

de Edward. Trajo un montn de regalos para los nios y nos
cont sobre su boda aparentemente estaba feliz.

Aparentemente?

Claro, una sonrisa puede convencer a cualquiera, pero digamos

que yo soy un poco ms perceptiva. Su sonrisa deca una cosa,
mientras sus ojos algo opacos decan otra muy distinta.

A qu se refiere, madre.

Me refiero a la pena que lleva desde hace ms de veinte aos.

Edward se levant y camin hacia la ventana a observar la
frondosidad de los rboles mientras el alma le carcoma por su
hermana Alice.

Madre yo movi la cabeza, negando. Yo ya no soy

parte de la vida de Alice, ella lo dej muy claro.

Ella no sabe por todo lo que pasaste, no sabe todo el esfuerzo que
pusiste para encontrarla, porque es una nia terca que prefiere vivir
con el rencor en su corazn, antes que abrirlo, perdonar y pedir
perdn.

La superiora se levant de su silln y camin hacia Edward,

apretando su brazo.

Yo tengo fe, hijo, que las cosas se arreglarn. Quiero verte feliz, a
ti y a ella, te lo mereces Edward.

No estoy seguro de ello, madre.

Uh, pues, muy mal lo reprendi. Te lo mereces hijo, no seas

cruel contigo mismo. Vers que un da no lejano, tendrs a tu
hermana a tu lado y a una mujer que te ame y te acompae, como
debe de ser.

Usted y sus hermosos ideales, madre coment Edward, apenas

desviando sus vista hacia la monja, quien sonrea con ilusin.

Toc, toc la madre Gabriela asomaba su cabeza a la oficina,

interrumpiendo la charla. Sor Manuela, es hora ya de mis clases.

Y la seorita? Cmo es que se llama?

Bella, y es un encanto y qued muy entusiasmada con el lugar y

con el proyecto!

Y dnde la dej, hermana Gabriela? Frunciendo su entrecejo

pregunt la hermana Manuela.

Oh! Le ofrec venir aqu, pero quiso deambular por el parque y

anotar en su tableta electrnica algunas ideas.

Pero la dej usted sola, hermana?!

Es que ella

No se preocupe, yo voy a ver si necesita algo se ofreci

Edward un poco apremiado por salir de la oficina y dejar de tocar
esos temas con la hermana Manuela. Mir enseguida a esta
ltima. Regreso cuando hayamos terminado, hermana Manuela.

Ve, hijo.

La madre superiora y la hermana Gabriela se quedaron mirando. A

ambas les haba picado una intuicin sobre Edward y la seorita
esa, pero no hicieron comentario, slo se limitaron a mirarse.

Mientras Edward se acercaba a ella, la vio caminar descalza sobre

el csped hmedo. Llevaba sus zapatos de tacn en una mano,
mientras la otra la balanceaba libre a su costado. Se le vea disfrutar
del aire libre, tal y como lo ley el primer da en su hoja de vida.

Entonces?

La pregunta de Edward la sobresalt, girndose hacia l que se

encontraba detrs de ella, con su mirada intensa y sus manos dentro
de los bolsillos de su pantaln.
Uhm, seor Masen, disculpe que

No se disculpe, seorita Swan y dgame mejor si deline algunos

temas con la madre Gabriela.

Oh, s! Me explic a grandes rasgos lo que quieren y quedamos

en reunirnos con la directiva del instituto y bosquejar algunas ideas.
Mientras, trabajar en algunas cosas para ellas, no s, logotipos de
la marca y todo eso. Espero no se moleste por haberles pedido...

Es su trabajo, seorita Swan dijo, pasando junto a ella para

caminar sobre el pasto. Ella se qued inmvil mirndolo avanzar a
paso lento. Se gir cuando vio que iba solo. No se quede ah y
acompeme a un paseo por el aire libre, no se supone que le
gustan tanto?

Bella mordi su labio, dio un saltito y camin rpido hasta quedar

junto a l. Recorrieron el patio en silencio durante un rato, hasta
que la curiosidad de ella no pudo ms:

Y cmo conoce usted a las monjitas?

Edward la mir de reojo, sin detener su paso.

La vida me las present, seorita Swan.

La vida?

Las circunstancias de la vida.

Y usted, seorita Swan, qu cosas me cuenta de su vida quiso

saber l, usando un tono ligero como para restarle importancia,
aunque l hubiera ms bien exigido que le dijera todo. Pero no iba a
hacer eso. Todava.
Bella alz sus hombros y suspir ante de contestar:

Mi vida es normal, seor Masen. Vivo con mi ta desde que mis

padres murieron. Acabo de terminar mi carrera y pues este es mi
primer trabajo. No tengo mucho que contar coment sin grandes
complicaciones. Enseguida a lo lejos, vio detrs de unos arbustos
una casona antigua, ms pequeo que el castillo de ladrillo blanco
donde se asentaba el hogar de menores. Con su dedo ndice apunto
hacia all. Eso es parte de la propiedad?

S. Es el antiguo hogar.

Est habitado?

No que yo sepa.

Antes que Edward pudiera decir algo, Bella ya iba caminando con
rapidez hacia ese sector, movida claramente por la curiosidad.
Edward buf y le sigui los pasos.

Hace aos que no pisaba ese lugar, pens mientras suba las
escalinatas de la vieja casona donde l paso unos buenos aos. La
pintura de la fachada estaba rada por el tiempo y las viejas puertas
de madera rechinaban por la humedad y el pasar de los aos. Subi
las viejas escaleras de cemento de la entrada y se adentr en la
casona, donde la curiosa chiquilla ya le llevaba ventaja, pues
haciendo caso omiso del aire glido del interior de la casa y la
oscuridad, ella andaba merodeando por todos lados como picaflor.

Qu lstima que la tengan abandonada apunt ella abriendo las

ventanas a ver si entraba un poco de luz. En verdad la casa era
hermosa, pero si tan solo fuese tratada con un poco ms de cario
sera tan deslumbrante como el castillo de la entrada, pens. Afirm
su espalda sobre un pilar grueso justo frente a la ventana recin
abierta, y suspir como disfrutando del entorno.

Es maravilloso susurr para s, no consiente de que Edward

estaba a su lado, un poco confuso por la exclamacin de Bella.
Qu encontraba de maravilloso en ese lugar viejo, oscuro,
hmedo? Afirm su hombro en el mismo pilar a escaso medio metro
de ella, aprovechando de mirar su perfil iluminado por un halo de
luz que se colaba por entre la frondosidad de los rboles a travs de
la ventana.

Maravilloso?

Bella dio un respingo y gir su cara hacia l. De a poco imit la

postura del jefe firmando su hombro sobre el pilar y quedando
frente a l.

Que sea oscuro y est abandonado, no significa que sea feo,

menos cuando sirvi para acoger a nios. Slo hay que dejar que
entre un poco de luz, ayudarlo un poco, darle cario Coment
casi en un susurro, no sabe bien por qu.

El pecho de Edward suba y bajaba con algo ms de esfuerzo. Sus

ojos nunca dejaron de observar los orbes claros de ella mientras
explic su teora, teora que no sabe por qu se le hizo tan personal.

No le da miedo este lugar?

Claro que no! Exclam ella, dejando refulgir otra vez su

sonrisa y devolviendo su espalda para firmarla sobre el grueso pilar.
Sera incluso capaz de vivir aqu. Imagnese! Una casona de
poca, rodeada de vegetacin, cerca de una castillo lleno de nios.
Podra tener animales, incluso un caballo!

Un caballo?
Bella neg con la cabeza, bajando su rostro un poco avergonzado.

S me gustan los caballos.

Ya veo.

Despus de un rato de silencio, Bella rebusc en su bolso su mvil

para mirar la hora, exclamando por la sorpresa.

Dios! Estoy atrasada para mi cita.

No sabe por qu, pero Edward dio un paso hacia ella y la cogi del
brazo con un poco ms de intensidad de lo que hubiera querido.
Casi casi su nariz roz la de ella, quien abri sus ojazos verde miel
con sorpresa. En verdad, estaba realmente conmocionada.

Cita? Con quin? Me dijo que no tena novio y de antemano

le digo que Jacob Black est comprometido desde que lo conozco.

Yo yo yo Balbuceaba tratando de dar la respuesta,

sintiendo la presin en su antebrazo, el calor de su agarre. Yo
tengo una cita con mi ta. La invit a cenar.

El comportamiento posesivo sobre ella lo sorprendi. Hubiera

querido morderse la lengua y retener ese impulso, pero no pudo.
Qu diablos era eso, por qu senta la necesidad de estrangular a
quien se le acerque demasiado? Qu significaba esa rabia y esa
frustracin que senta cuando ella no lo miraba o no le dedicaba las
mismas atenciones que al resto? Le gustaba verla sobresaltada con
l, por l, como ahora.

Yo la llevo se apart sin dejar de mirarla. Dgame dnde.

Nos encontraramos en la puerta del edificio coment,

marcando su mvil. La llamar y le dir que llego un poco tarde
y se apart un poco, dejando al ogro con sus preguntas
martillndole la cabeza.

Salieron del hogar despus de despedirse de las monjas, que

quedaron encantadas con Bella, y quedando en reunirse la prxima
semana en el edificio central para mostrarles los primeros avances.

Bella cotorreaba con Emmett, el chofer de Edward a quien apenas

conoca, sobre lo increble del lugar, de lo tierna y amorosa que eran
las monjas y de las muchas ideas que tena para ayudarlas. Emmett
le sonrea por el espejo retrovisor y asenta de vez en cuando,
mientras Edward miraba por la ventana en silencio y se limitaba a
disfrutar de la chispeante voz del demonio risueo sentado a su
lado.

Cuando aparcaron fuera del edificio, Bella gir su torso hacia

Edward, quien gir su rostro hurao hacia ella.

Ejem Seor Masen, gracias por llevarme al hogar y por traerme

de regreso. Uhm nos vemos el lunes, seor se despidi con una
sonrisita bailando en sus labios, tom la manilla del coche y antes de
salir mir a Emmett y se despidi tambin de l con un "Nos vemos
pronto, Emmett".

Edward la divis acercarse a una mujer vestida de uniforme azul, a

quien abraz y a quien se llev del brazo camino hasta la prxima
estacin de trenes.

Ella es linda coment Emmett a su jefe cuando estuvieron

solos. Edward gru y mir a su chofer con disgusto.

Llvame a mi casa de una vez, Emmett.

Como ordene el jefe.

Con la sensacin inquieta que dej en l la compaa del demonio

sonriente, se fue a su casa a pensar en eso y en la cita que tena
con Carlisle la semana siguiente.
*Chapter 5*: Chapter 5
Lo prometido: ya estoy con el segundo captulo de la semana,
que corresponde al de la prxima semana, pues andar de viaje
y lo ms probable es que no pueda actualizar... pero quien
sabe...

Como siempre, a mi equipo de apoyo: Gaby Madriz, beta y

amiga, y a Miss Manu de Marte que se aplica con los adelantos
fotogrficos, banner y todo eso en el grupo de las subversivas.

A todas muchas gracias por acompaarme, y bueno... las dejo

para que lean.

Un beso a todas. Las quiero mucho!

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

Captulo 5.

Distrado, Edward Masen se balanceaba en su silln de cuero,

apretando el puente de su nariz. Aquel mircoles acababa de llegar
del almuerzo con Carlisle Cullen, que lo haba dejado en un estado
introspectivo, pues el buen doctor, padre adoptivo de su hermana,
sin querer lo ilusionaba un poco cada vez que se reunan a
conversar.

Despus que Alice estuvo hospitalizada por un cuadro de estrs, el

doctor Cullen y su esposa Esme decidieron llevarse a casa para
cuidarla durante los das de reposo que el mdico amigo de Carlisle
le aconsej.

Trabaja demasiado, Edward. Est con mil proyectos en marcha,

adems de su boda. Era lgico que el cuerpo iba a pasarle la cuenta,
pero no fue nada grave, te lo aseguro tranquiliz Carlisle a
Edward, cuando este apenas llegar a su ci9ta le pregunt por el
estado de salud de su hermana.

Eso sin duda calm su ansiedad, pero lo siguiente que le dijo el

mdico, despert en l su escondida ilusin con respecto a
recuperar a su hermana:

Nos la llevamos a casa para cuidarla, no la dejaramos sola en su

apartamento. As que la ubicamos en su antiguo cuarto y la dejamos
descansar. Antes de irme a dormir, pas por su recamara y la
encontr dormida con una foto aferrada a su pecho coment,
sacando un sobre del interior de su chaqueta, extendindoselo a
Edward, quien lo tom en silencio y mientras lo abra, el mdico
agreg. Al da siguiente la encontr sobre su velador y la tom
para hacerle una copia y trartela. Pens que quizs te gustara
tenerla.

Edward respiraba pesado y observaba la vieja fotografa con

aoranza que le helaba la piel. En la vieja foto, una nia y un nio
posaban abrazados y sonrientes frente a la cmara. Masen
reconoci el momento y record que esa fotografa era de la
primera visita que l le hizo a su hermana en la casa de los Cullen,
luego que la adoptara. La pequea apareca con una sonrisa
radiante, dos graciosos moitos y un vestido arrepollado de color
azul que le llegaba a las rodillas, mostrando sus delgadas piernecitas
y sus zapatitos de charol negro. A su lado, l posaba con unos jeans
nuevos que las monjas le haban regalado, sus viejas zapatillas de
lona, una polera de color rojo y su cabello revuelto, sin remedio,
como sola comentar la hermana Gabriela cuando trataba de
peinrselo.

Trag grueso y cerr los ojos. Poda recordar ese da con claridad.
Su hermanita estaba feliz en su nueva casa, pero ms que eso,
estaba feliz porque l estaba ah con ella, cumpliendo su promesa de
que la visitara cada semana y que jams la abandonara. Promesa
que se vio obligado a quebrantar, pues as como recordaba ese
emotivo momento, record el da que Elizabeth lo sac del hogar de
acogida, llevndoselo lejos, sin permitir que siquiera hablara con su
hermana. Con dolor, record cuando encontr despus de muchos
aos a Alice y ella lo reneg como su hermano. Ese fue un pual
enterrado directo en su corazn, el que an lo tena sangrando.

Edward, no pierdas las esperanzas. En algn momento ella

Ya no significo nada para ella, Carlisle. Despus de todos estos

aos, despus de intentar una y otra vez explicarle Coment
con amargura, guardando la foto dentro del sobre y metindola en la
cartera interna de su chaqueta.

No Edward, no digas eso. Si no significaras nada, ella no se

aferrara en silencio a esos recuerdos. Ella te extraa, pero qued
daada; ella pens que la abandonaste

No la abandon gru entre dientes, apretando sus manos.

Yo lo s, y ella lo sabe, pero le cuenta aceptarlo. Te necesit

mucho, Edward

Por favor, Carlisle, no me atormentes ms con eso rog, como

desesperada, cubriendo su rostro con ambas manos. Ella lo necesit,
l lo saba, pues su necesidad seguro era tan grande como la suya.
No pierdas las esperanzas, Edward reiter Carlisle, torciendo
su cabeza hacia un atormentado Edward, en cuyos ojos verdes se
reflejaba el sufrimiento que padeca.

Carlisle siempre fue mediador entre ambos. Siempre trat de hacer

entender a su hija sobre lo que haba pasado con su hermano, desde
que esta era muy pequea, explicndole que a Edward una mujer se
lo haba llevado y que haba cortado todo contacto. Que no era que
l no la quisiera, pero que no poda comunicarse. Cuando
finalmente Edward la encontr, ya siendo mayor de edad, al parecer
fue muy tarde, pues creci con la idea que su hermano la haba
olvidado. Su rencor haba hecho mella en su interior.

Gracias Carlisle por mantenerme al tanto. Yo no s qu hara

No me agradezcas nada. Lo hago con gusto, adems de sentirme

obligado a hacerlo. Cuando adopt a Alice, te promet que siempre
podras saber de ella a travs de nosotros, y pues no voy a romper
esa promesa despus de todos estos aos el doctor Cullen torci
su rostro y levant la comisura de sus labios, con el afn de
infundirle nimo a Edward, quien no sonri en respuesta.

Y sobre su boda?

Oh, bueno! Tom un trago de agua y continu. Est

planeada para finales de ao, entre navidad y ao nuevo. Jasper es
un buen tipo que la adoraes muy paciente con ella, que a veces es
un poco hiperactiva. Pero Esme la est ayudando en todo ah,
quien por cierto, te enva muchos carios y espera que pronto nos
podamos reunir a comer.

Dale un abrazo a Esme de mi parte, por favor.

Claro. Y bueno, ya sabes cmo es ella, est segura que ser la

misma Alice quien te invite a su boda. Est segura que estars all.

Edward lo mir y suspir. Ya quisiera l tener la misma certeza que

Esme, esposa de Carlisle. Despus de comer aunque Edward ms
bien se limit a jugar con su comida se despidieron en la entrada
del restaurante con un apretn de manos.

El rubio doctor de ojos celestes, le prometi a Edward ponerse en

contacto con l de ser necesario. Adems prometi procurar que su
hija descansara para evitar posteriores visitas al hospital, que a ella
tanto le desagradaban.

Con las sensaciones revueltas regres en su coche hasta el edificio

donde trabajaba, sin duda perturbado por la charla con Carlisle.

All en la silla de su escritorio, arrug entre sus manos un papel que

descansaba sobre el escritorio cuando record algo que vio al llegar
al edificio, luego de su almuerzo con el doctor:

Descendi del coche y con lo primero que se encontr fue con una
chiquilla de pelo marrn, abrazada al cuello de un hombre alto, de
tez morena que sonrea como un bobo. Con una mano, el tipo ese
sujetaba un casco de motocicleta y con la otra, rodeaba por la
cintura a Isabella Swan, el demonio sonriente.

Apret tan fuerte sus dientes cuando vio la imagen aquella, que
estuvo a punto de perder varias piezas.

Se percat, cuando por fin ella rompi el abrazo, que el tipo la

miraba con ternura demasiada, pens l y aprovech el muy
descarado de colocar un mechn de pelo detrs de su oreja.

Ejem jefe, Jacob lo espera coment Emmett su chofer a

Edward que sin darse cuenta que llevaba un buen parado rato junto
al Mercedes Benz, mirando a la parejita.

Ya voy escupi a su chofer. Aboton su chaqueta, se puso sus

gafas y camin directo hacia la entrada, pasando a un lado de la
pareja, ignorndolos. O intentndolo.

Hola seor Masen! Escuch el ogro que la voz cantarina del

demonio lo saludaba como si nada. l gir su cabeza por sobre su
hombro por fraccin de segundos, sin hacer adems de responder,
para retomar su trayecto hacia el interior del edificio, mientras
maldeca y grua en voz baja.

Afuera, los dos amigos se quedaron mirando al ogro. Bella lade la

boca un poco decepcionada, mientras Sam alzaba sus cejas
sorprendido por la reaccin del hombre aquel.

Es tu jefe?

Pues s

Y siempre es tan "agradable"? Pregunt con irona,

moviendo su cabeza. Ella lo mir y se alz de hombros.

No lo juzgues respondi, saliendo en defensa del ogro. Le

palme enseguida el hombro a su amigo antes de apartarse un poco
ms para emprender la marcha hacia adentro del edificio. Gracias
por traerme. Ador como siempre el paseo en la moto.

Cuando quieras, nena! Ahora que doa Carmen estar afuera,

podremos pegarnos unas cuantas arrancaditas, no s quizs el
viernes o sbado podamos salir a bailar, te parece?

Pues s, puede ser.

Bella haba aprovechado su hora y media de colacin para ir hasta
el terminal de buses y despedir a su ta, que se iba por su trabajo a
un curso de capacitacin por siete das. Por coincidencia del
destino, Sam haba ido a dejar a un buen amigo al mismo terminal
de buses encontrndose all con Bella cuando ella iba saliendo,
mientras coma un sndwich de carne, pues no le daba tiempo de
meterse a un local y sentare a comer.

Oye, mujer canbal! la llam Sam, rindose de cmo ella

disfrutaba de su comida. Bella se gir y vio a su amigo que se
acercaba a ella, con su ya caracterstica sonrisa.

Qu tal, Sam! Dijo, tragando su trozo de sndwich. Qu

haces por aqu?

Vine a dejar a un amigo, y t?

Vine a despedir a mi ta.

O sea que estars de vacaciones brome, abrazndola por los

hombros mientras salan de la terminal. Vas a tu trabajo?

S. Iba hasta la estacin de metro

No, nada de eso! Yo voy a dejarte. Pero devrate primero tu

almuerzo, no quiero que te atragantes en el camino.

Vale sonri ella, terminando de devorarse su pan.

La historia de Bella y Sam se remontaba a unos aos atrs, cuando

ambos se conocieron en la universidad. l era ayudante de uno de
sus maestros y eventualmente le haca algunas clases.

Hicieron amistad desde el primer momento, aunque con el paso de

las semanas esa amistad deton en algo parecido a un romance, que
los tuvo como pareja al menos un ao y medio. l era un tipo alto y
musculoso, atractivo, de tez morena y ojos oscuros, su cabello negro
como el azabache y desordenado. Era simptico y sociable, adems
de atractivo pues varias de sus compaeras suspiraban detrs de
este joven ayudante de profesor. Varias de ellas soaban con que el
guapo chico las montara sobre su motocicleta, y las sacara a pasear
por ah. Nadie lo consigui, slo ella.

En resumen, la historia de amor no funcion, por lo que decidieron

quedar como buenos amigos. Bueno, vivi cosas importantes con l,
pues fue como su primer amor y el hombre que las desflor.
Guardaba un muy grato recuerdo de ese momento, pues l, pese a
su experiencia, haba sido muy tierno con ella.

Ese pasado los haca sentirse tan familiarizados el uno con el otro.

Entonces te llamo el viernes para salir por ah, qu te parece

dijo Sam, afuera del edificio, antes de montarse de regreso en su
moto y no retrasar ms a su amiga.

Uhm, el viernes tengo salida con las chicas. Tanya est de

cumpleaos, as que nos iremos a bailar por all.

Uf, salida de chicas algo peligroso Brome Sam, dndole

un beso en la mejilla a su amiga. Te llamo cualquier otro da
entonces, vale?

Vale.

Sam se mont sobre su motocicleta y el sonido estruendoso de esta

rugi dando lugar para que se integrara al trnsito y siguiera su
camino. Ella sonri al verlo desaparecer, y luego se gir hacia la
entrada, caminando rpido a ver si se le haca el milagro de verlo
y al parecer, Dios la tena en alta estima, pues el ogro estaba a un
lado del ascensor, hablando con un hombre a quien ella no conoca.

Como si nada, Bella se dirigi al ascensor y puls el botn de su

piso, ignorando al atractivo ogro que hablaba con el hombre
desconocido, pero que la miraba a ella. Las puertas se abrieron y
ella entr, pulsando el botn para cerrar, cuando el cuerpo de
Edward se interpuso en las puertas, antes que estas se cerraran
completamente. Se gan junto a ella en silencio, casi rozndola y
mirndola por el reflejo de las puertas de acero y aluminio.

Ejem seor Masen se atrevi ella a romper el espeso

silencio. Maana jueves tengo cita con las hermanas del hogar
me preguntaba me preguntaba si usted ira tambin.

El ogro inspir y lentamente se gir hacia ella y con su mirada azul

griscea deambul por su rostro antes de responder simplemente
con un:

No.

Oh! Bueno yo pens que

Si gusta usted de alguien que la acompae, seorita Swan, podra

decirle a Jake que vaya con usted, no disfruta tanto de su
compaa? Agreg con densa irona, justo cuando el elevador se
detuvo y las puertas se abrieron. Bella, con la vista baja, triste y
consternada, se dispuso a salir de ah, pero antes que eso sucediera,
Edward con una rapidez sorprendente puso su brazo en el espacio
de la puerta abierta, para evitar que ella saliera.

Bella alz sus ojos ahora asombrados hacia l y se dio cuenta de lo

cerca que estaban. Poda oler su perfume y luch con todas sus
fuerzas para no cerrar los ojos y acercar su nariz a su cuello y
empaparse de su aroma a perfume de hombre. As que simplemente
se limit a mirarlo y esperar.

Maana estar fuera todo el da, por tanto no podr acompaarla.

De cualquier forma, esperar su informe acerca de lo que hayan
acordado con las hermanas.

Cla-claro seor.

Confo en que har un buen trabajo, seorita Swan.

Isabella esboz ahora una relajada sonrisa hacia el jefe, asintiendo

al mismo tiempo.

Gracias por confiarme este trabajo, seor. No lo defraudar.

Edward quit su brazo del marco de la puerta y dej que la nia

demonio pasara y se alejara de l hacia su oficina, moviendo su
pequeo trasero, que dicho sea de paso se vea muy bien en esos
pantalones negros y ajustados.

Bella en tanto pensaba que sin duda, la presencia de ese hombre le

provocaba una dicotoma: le atraa y le espantaba. Su prestancia, su
imponencia, sus rasgos tan atractivos sin duda hacan que sus
braguitas se humedecieran, pero su hosquedad en su trato la hacan
querer salir corriendo, aunque ella adivinaba que como siempre
ocurra con las personas huraas, haba algo detrs que las
empujaba a hacer as.

"Qu ser, Edward Masen?"

El da siguiente fue muy productivo para Bella. Trabaj durante la

maana en su oficina y aprovech la hora de almuerzo para
quedarse y adelantar algunas cosas que tendra que dejar de lado
con su salida a su cita con las monjas. Dicho sea de paso, el
mismsimo Edward Masen se encarg de firmar una autorizacin
para ella y hacer que Laurent Da Revin, el jefe del departamento de
marketing, la pegara en su frente para que no lo olvidara.

Ya en la tarde, al reunirse con las encantadoras religiosas que

quedaron felices con las propuestas de Isabella y luego de elegir las
que ms les convena, regres feliz cerca de las seis al edificio
donde trabajaba aunque deba de reconocer que haba extraado
no toparse en el elevador con el hermoso ogro, a quien sin duda
tambin extra en la reunin con las monjitas.

Se dispuso a hacerle un resumen al seor Masen sobre la reunin

con las hermanas, como l mismo se lo pidi, para luego, ya cerca
de las siete, subir hasta el ltimo piso y dejarlo en su oficina o con
Jacob, a quien encontr algo complicado, tipiando algo en su
ordenador, mientras su telfono estaba pegado en su oreja. El pobre
secretario de gerencia estaba despeinado y la corbata ya no estaba
en su lugar. l le hizo un guio y una seal con la mano para que lo
aguardara, mientras segua oyendo al interlocutor. Cuando colg,
suspir y salud a Bella con una afectuosa sonrisa cansada.

Qu hay, Bella.

Ests bien, Jake?

S o sea ms o menos dijo, volviendo a dirigir su atencin

en el ordenador para ordenar una impresin. Mientras eso suceda,
dej caer sus hombros. Acabo de terminar un asunto importante.
Y adems, tengo cita con mis suegros y ya voy retrasado.

Pero ya terminaste aqu, no?

Termin el asunto, pero debo ir a dejarlo, y en lo que me demore

de aqu al lugar y luego al restaurante, mis suegros ya no estarn y
seguro ya no tendr novia se lament. Bella torci su rostro y
record el asunto que la llev hasta all.

Oh! Bueno, yo vine a dejar esto para el seor Masen, crees que
puedes entregarse maana?

Claro, Bella respondi Jacob, recibiendo la carpeta y dejndola

sobre su escritorio.

Y dnde tienes que ir a dejar eso?

A la punta de la ciudad. Son como cuarenta minutos desde aqu,

y luego regresar al restaurante, una hora ms Dios!

Puedo ayudarte con algo? No s, lo que sea

No Bella, pero gracias de todas formas.

Bella no se qued tranquila, menos viendo a su nuevo amigo tan

desesperado. As que insisti, ocurrindosele una idea para
ayudarlo, que no tendra que tener ninguna complicacin.

Y si voy a dejar yo ese asunto lo que fuera que eso sea?

Jacob se hizo hacia atrs, meditando en el valioso ofrecimiento de

Bella, pero sacudi la cabeza, negndose a encargarle semejante
misin.

No, no Bella. Ya me las arreglar neg con la cabeza, auto

convencindose de que no poda confiarle a ella el trasporte del
documento aquel.

Oh, Jacob! Qu de complicado puede ser ir hasta un lugar y

dejar eso? T slo dime donde tengo que ir y a quien se lo tengo que
entregar.

Joder, Bella, no me tientes! dijo l, pasando su mano por el

cabello mientras de reojo miraba la hora. Joder!

Anda, Jake, djame ayudarte!

l estrech sus negros ojos hacia ella, quien lo miraba alzando la

comisura de sus labios, meditando l mientras en la propuesta. Slo
tendra que entrar, dejarlo en el lugar que l le indicara y salir
por qu su jefe iba a percatarse? l iba a regresar despus de las
nueve, no se dara cuenta.

Entonces? Estas perdiendo tiempo valioso, Jake

Vale! se pas las manos por el cabello y alz sus manos,

dndose por vencido. Bella sonri abiertamente y asinti,
complacida de poder ayudar a Jacob. Acepto el ofrecimiento,
pero debes ponerme atencin y hacer exactamente lo que te digo,
est bien?

Diablos, Jake, supongo que no llevo una bomba

"Ms o menos, Bellams o menos"

Mientras retiraba las hojas de la bandeja de la impresora y las meta

en un sobre marrn, le explicaba:

Tomas un taxi y te vas a la direccin que voy a anotarte en esta

tarjea dijo, sacando un rectngulo de cartulina blanco, y mientras
anotaba la direccin, continuaba con la indicacin. Abres la
puerta de acceso al edificio con la llave negra y te metes al ascensor
para subir hasta el pent-house del piso veinte. Debes ingresar una
clave en el elevador, que tambin la anotar aqu. Abrirs la puerta
con la llave gris. Te metes, atraviesas la sala hasta la entrada del
nico pasillo que vers all, que converge a dos direcciones. T te
metes hacia la derecha, justo en la puerta negra del fondo, donde al
abrir te encontrars con el despacho. Dejas el sobre encima de la
mesa y sales. Es todo. Puedes hacerlo?

Jacob, creo que puedo hacerlo, sabes? No me subestimes

Aclar con una pisca de ofensa en sui voz. Jacob torci su cabeza
y se disculp.

Perdn. Me pone un poco nervioso, pero recuerda, debes hacerlo

rpido, por nada te entretengas, s?

Vale, vale. Dame la bomba pidi Bella el sobre que Jacob

acababa de sellar, despus de meter unos cuentos documentos
adentro. Enseguida le entreg la tarjeta y las llaves, una negra y otra
gris, que sac del bolsillo de su chaqueta.

Gracias, Bella.

Me debes una, Jacob advirti con diversin, guardando la llave

y la tarjeta en su cartera. A todo esto, de quin es el pent-house
a dnde voy?

Jacob suspir y movi la cabeza hacia la puerta de gerencia.

Del jefe, Bella.

Del seor Masen?! Bella dio un respingo y aferr el sobre

marrn entre sus manos con fuerza, mientras Jacob mova la cabeza,
asintiendo.

Oye, pero si crees que es demasiado

No, no! Voy, dejo esto y me salgo. Menos de cinco minutos.
Tranquilo.

Dios, Bella. Gracias, gracias dijo, rodeando el escritorio y

dndole un abrazo cordial. Se supo su chaqueta y baj con ella hasta
la planta baja, hacindole parar el mismo un taxi, y pagndolo
enseguida, luego de darle las indicaciones al chofer, por si Bella se
perda. All la dej, rogndole que lo llamara en cuanto la misin
estuviera terminada.

Bella fue mordisqueando su labio inferior durante todo el camino

hacia el pent-house del seor Masen. No poda creer que iba en ese
momento de camino hacia el lugar, la mismsima intimidad del
hermoso ogro.

Seorita, ya llegamos! indic el chofer. Bella no se dio ni

cuenta como el hombre hizo el recorrido. Desvi su vista hacia la
derecha y vio el edificio elegante que se impona. Expir y mir al
chofer, agradecindole su servicio.

Camin con paso inseguro hasta la puerta, sacando las llaves de su

cartera para abrir la puerta exterior. Camin por la elegante e
iluminada recepcin donde le indic a un hombre quin era y a lo
que vena. l le hizo ademn de ya saberlo, pues Jacob ya se haba
contactado con l para ponerlo al tanto, as que ella camin hacia el
elevador, abrindose este casi enseguida. Ingres los cuatro
nmeros del cdigo de seguridad del penltimo piso y esper a que
este comenzara a ascender.

Cuando lleg al piso, sali al pasillo de tonos blanco invierno y azul

para enfrentarse con la nica puerta que haba en el corredor.
Inspir y meti la llave gris que abra ante ella la privacidad de
Edward Masen, quedando encandilada con lo que vio. En
tonalidades blancas y grises un amplio espacio se abra ante ella a
modo de sala. Sillones, una alfombra persa, mobiliario, cuadros,
todo perfectamente combinado, lujoso y muy acorde con el espacio
y la personalidad de Edward que ella apenas conoca. Ventanales
amplios, desde el techo al suelo que mostraban el cielo oscuro ya
afuera

"Cntrate, Bella" se reprendi, sacudiendo su cabeza para salir de

su aturdimiento, observando y distinguiendo la entrada al pasillo del
que Jacob le habl, caminando rpido hacia all, viendo que el
pasillo converga hacia la derecha y la izquierda, recordando que
Jacob le dijo que se dirigiera hacia la izquierda. S, izquierda.

Mientras avanzaba hacia la puerta del fondo, distingui fotografas

en blanco y negro, antiguas, colgados en el muro. Se detuvo
finalmente frente a la puerta de roble oscuro, y haciendo ejercicios
de respiracin, la abri lentamente con la idea de encontrarse el
escritorio del despacho del jefe pero lo que haba frente a ella no
era un escritorio, sino ms bien una cama.

"Joder, es su cuarto!"

Se adentr en este como poseda por la curiosidad, como

hipnotizada por el aroma a l que inundaba la recamara, que segua
la lnea de tonalidades de la decoracin de la sala. Una cama grande
con barrotes de hierro forjado negro, un cobertor gris y sbanas
blancas. Muebles de madera oscura, una puerta que seguro era la
del bao y otra que daba probablemente al closet Definitivamente
la personalidad del ogro estaba reflejada en ese ambiente que a ella
la tena cautivada, tan cautivada que perdi el hilo de la
concentracin, olvidndose a lo que haba ido. Se acerc a la
ventana y contempl la ciudad desde la apenas iluminada
habitacin.
"Qu hermoso" pens, abstrada y tanteando su suerte, pues para
esas alturas, ella ya tendra que estar de regreso en el piso de abajo.
Pero lo olvid.

En ese momento, el sonido en la sala de la puerta abrirse y cerrarse

de golpe la quit de su ensimismamiento. Se acerc a la puerta del
dormitorio, poniendo atencin y oy la voz del ogro que al parecer
estaba hablando con alguien no sabe ella sobre qu cosa, pues
estaba ms ocupada tratando de primero no hiperventilar, segundo
viendo la posibilidad de arrancar por la ventana para no ser pillada.
As que con cuidado cerr la puerta de la recamara y cubri su boca
con ambas manos.

"Dios, Dios, Dios."

Se mova en crculos, desesperada, sin atinar a ms nada. Hasta que

oy la voz de su jefe acercndose hacia donde ella estaba. Atin a
lanzar el sobre marrn sobre la cama y por instinto se meti bajo la
cama de hierro, comenzando a rezar en absoluto mutismo, pidiendo
a todas las divinidades del cielo que le echaran una manito para
arrancar de eso, pues no quera ni imaginarse la reaccin del seor
Masen si se daba cuenta que haba una intrusa en su casa.

Cerr los ojos con fuerza, como intuyendo que as se hara invisible,
y mientras rezaba, oy la voz de Edward fuerte y claro cuando este
abri la puerta y entr a la misma habitacin donde ella estaba
escondida.

Edward buf, acercndose a la ventana, oyendo lo que su

interlocutor le deca. Se quit la corbata y la lanz sobre un sof de
felpa negro que haba en una esquina de la recamara. Suspir y pas
su mano desocupada por su cabello, desordenndolo un poco.
Pues podras haberme avisado, Aro gru fastidiado y suspir
a la explicacin que su psiquiatra le daba, agregando. Vale, vale.
Envame un correo con la fecha de la prxima cita. Adis.

Se gir y camin hacia la mesita de noche, encendiendo la lamparita

y dejando su mvil. Desvi sus ojos y vio sobre su cama un sobre
marrn que a l se le haca familiar.

Qu demonios, Jacob se pregunt en un susurro cuando se

percat que el encargo no estaba donde Jacob siempre lo dejaba,
sino ah, sobre su cama. Lo agarr y volvi a tomar su telfono,
marcndole a Jacob, pero para su frustracin, su secretario tena el
celular apagado. Lo lanz sobre la cama y volvi a caminar hacia la
ventana abriendo el sobre y sacando los documentos, donde se
delineaba el toque final del proyecto "Alemanes en fuga".

"Pobre Elizabeth" ironiz, leyendo algunas partes del documento,

pero se detuvo cuando una sensacin lo perturb. Esa sensacin que
una persona tiene cuando cree estar sola, pero en realidad no lo
est, cuando lo presiente. Eso le pasaba, se supone que estaba
completamente solo, pero sus sentidos lo alertaron de que no era
as.

Sin hacer movimiento, escane con su mirada el entorno de su

dormitorio, viendo si algo sala de lo normal. Bueno, el sobre en su
dormitorio y no en su despacho sala de lo normal, pero

En un movimiento de cabeza, divis bajo su cama dos zapatos

negros, de tacn no muy alto. Estrech sus ojos y se inclin un poco
ms: dos piernas no muy largas enfundadas en unos pantalones
oscuros. Una chaqueta oscura y el perfil del demonio sonriente,
que tena sus manos sobre su boca y sus ojos cerrados fuertemente.
Inspir con fuerza mientras una especie de satisfaccin lo invada.
Encontrar al demonio bajo su lecho era una sorpresa de otro mundo
para l.

Estrech sus ojos y enderezndose dej los documentos sobre una

mesa contigua y camin muy lento hacia su cama, donde se sent.
Afirm los codos sobre las rodillas, apret el puente de su nariz y
pregunt:

Es cmodo all abajo?

Ni una respuesta. Slo el sonido de un jadeo que provena desde

debajo de la cama.

Con velocidad se levant de la cama, se agach y agarr por las

piernas al demonio sonriente ahora asustado para sacarlo de su
escondite.

Ella profiri un gritito, pero su pnico se acrecent cuando con sus

asustados ojos se dio cuenta que el ogro Edward Masen la miraba
desde arriba, muy serio.

"Me agarr!"

Aun acostada sobre el suelo, con su respiracin a mil por hora, no

poda apartar sus ojos del ogro, quien al parecer esperaba una
explicacin a alguna pregunta implcita que le hizo. Seguro al no
recibir contestacin, la verbaliz para ella en tono cortante y
demandante:

Qu demonios hace usted aqu?!

Bella trag grueso y balbuce una respuesta ilegible.

No le entiendo, hable claro!

Yo se, se-seor Masen yo yo quera ayudar a Jacob yo

vine porque

l le dijo que viniera?! Inquiri, estrechando peligrosamente

sus ojos hacia ella. Volvi a tragar grueso pues la figura furiosa y
demandante sobre ella la pona de los nervios. Seguro su carrera en
"Masen &Co" se haba acabado, despus de esto el jefe no la
perdonara.

Este seor yo slo quise ayudarlo se lo juro, yo insist en

venir yo quera venir.

Edward torci su cabeza, poniendo atencin en la ltima frase.

Quera usted venir, seorita Swan? Por qu?

Otra vez tuvo que tragar. Quera venir? Diablos, s! Podra

haberse arrepentido cuando Jacob le dijo que el encargo deba ser
dejado en el apartamento de don Edward, pero no lo hizo. Se
impresion, claro, pero no se retract. La idea de verse rodeada de
la intimidad de Edward la atraa. Consciente e inconscientemente lo
haca.

Por qu, le pregunt!

No lo s susurr, escapndosele la voz algo ms rasposa que de

costumbre, mientras su pecho suba y bajaba al borde del colapso
bajo su blusa de tonos blanco y negro, y sus ojos temerariamente no
se apartaban de los de l, que la miraba como deduciendo algo.

Edward se enderez, sin quitarle los ojos de encima. La idea de

tener al demonio metida dentro de su dormitorio le satisfaca, tanto
que estaba pensando perdonar a Jacob y quizs felicitarlo, y
definitivamente no dejar escapar a la chiquilla, quien esperaba algo
ah abajo, aun sobre el piso de su habitacin.

"Qu hago contigo, pequeo demonio..." pens, mientras ella segua

quieta, al parecer sin intencin de moverse. "Cmo sabrn tus
labios?"

Vera si esa iba a ser la oportunidad de responder a su ltima

pregunta. Inspir, expir, agach su cabeza un poco ms hacia ella
y voz oscura, ronca y sensual, dijo:

Tiene un minuto para moverse y caminar hacia la salida. Un

minuto, Isabella. Si no lo hace, entender que es porque
definitivamente no quiere hacerlo, y de ser as pas su lengua
sobre sus labios para mojarlos y agreg. De ser as, no habr
vuelta atrs y no podr salir de aqu hasta que yo lo diga. Corre el
tiempo, Isabella Swan.

Bella parpade, puso la mano en su pecho y

*Chapter 6*: Chapter 6
Sorpresa!

Captulo dedicado a mi Miss Manu de Marte que est con un

brazo fracturado. nimo, Manu!

A mi hermosa Gaby Madriz, mi beta y amiga que me ayuda con

esta locura.

Muchas gracias por vuestros comentarios. Las quiero mucho!

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

Capitulo 6.

No quit la mano de su agitado pecho que suba y bajaba rpido, ni

abandon los ojos del hermoso ogro que la observaba desde las
alturas durante el minuto ms largo de su existencia. l estuvo
concentrado en ella y en cualquier movimiento que pudiera hacer
para iniciar su retirada, pero nada que el demonio se mova.
Finalmente l inspir y expir muy lento, estrechando an ms su
mirada hacia ella.

No vas a moverte? Pregunt l, tutendola por primera vez.

Ella mordi su labio y neg con la cabeza, reafirmando su negativa
verbal:

No.
Y ni aunque lo intentaras, porque tu minuto ya pas, Isabella. No
hay vuelta atrs.

No estaba segura al cien por cien de lo que eso ltimo significaba y

no alcanz a darle muchas vueltas, cuando vio al ogro hacer su
primer movimiento. Solt un gritito cuando con una rapidez y
agilidad que la asombraron, Edward la agarr con el brazo derecho
desde la cintura, elevndola del suelo y dejndola caer sobre su
cama. Enseguida y sin mediar prembulo ni mucho menos pedir
autorizacin, Edward cual depredador sobre su presa, deja caer su
cuerpo sobre ella, sosteniendo su peso en sus fuertes antebrazos
para saquear enseguida su boca, con la que hace das ya llevaba
fantaseando, como reclamando su derecho sobre ella, derecho que
la nia demonio le dio al no moverse de ah.

Celebr con masculino orgullo el gemido excitado que se escap de

la boca de ella, removindose y friccionndose a l, elevando sus
manitas las que fueron a dar directamente su cabello jalndolo
desde su nuca, mientras que sus bocas y sus lenguas seguan en una
especie de batalla campal, en un beso desesperado.

Edward en su vida, jams se haba sentido tan vido por una mujer
ni mucho menos por su boca ni menos en el primer beso. Nunca
sinti la codicia que estaba sintiendo en ese momento, la que lo
llevaba a pensar cosas violentas cada vez que se imaginaba a otro
patn en su puesto. Esa chiquilla chispeante que se cruz ante sus
ojos, con el semblante maravillado y la jovialidad tan arraigada que
la iluminaba, fue quizs lo que lo hizo tambalear y desearla desde el
momento aquel en que la vio por primera vez.

Y ella de ningn modo en sus cortos 23 aos de vida haba sentido

un beso como estaba sintiendo ese, que le recorra cada terminacin
nerviosa de su cuerpo y que recorra su piel como si mil hormigas
caminaran sobre ella. Era como si ese beso la estuviera quemando
por dentro y por fuera, como si estuviera desatando una necesidad
de l, necesidad de atarse a l, de fundirse con l y no de salir
corriendo en direccin opuesta como la mayora pensara en
aconsejarle con relacin a Edward Masen.

Jadeante, Edward se apart un poco, justo en el momento en que

ella estaba al lmite del desfallecimiento. Los ojos verde miel del
demonio bajo l ahora estaban oscuros y advertan el deseo a punto
de desencadenarse. Y la comprenda, porque su estado de ebullicin
estaba peligrosamente a punto de detonar. Col la mano que tena
en su cintura bajo su delgada blusa, que iba muy apropiadamente
afuera del pantaln, sintiendo por primera vez la suave piel de ella
bajo su tacto. Vio como Bella cerraba los ojos y disfrutaba de su
mano acaricindole la parte baja de su espalda, aprovechando l
hundir su nariz en su cuello y absorber su aroma.

Hueles a rosas seal Edward, empapndose del aroma. "El

demonio con aroma a rosas". Ella murmur algo y exhal de la
pura satisfaccin de sentir a Edward sobre ella, sorbiendo de su
aroma, besando la piel de su cuello, tocando con sus manos
calientes la piel de su espalda.

Cuando l se volvi a apartar, se alz un poco y volvi a sostener el

peso de su cuerpo sobre sus antebrazos. Su nariz rozaba la nariz de
ella y sus ojos oscuros y dilatados observaban los de ella, en igual
estado que los suyos.

Qu qu vas a hacer conmigo? Pregunt ella. Su voz era un

susurro ronco ahora que se haba atrevido a preguntar y a tutear
tambin por primera vez al ogro. l estrech sus ojos y abarc el
labio inferior de Bella entre sus dientes. Al soltarlo, respondi.
Tengo un montn de planes, pero de momento, voy a llevarte a tu
casa.

Los ojos de Bella se abrieron con asombro, parpadeando varias

veces, como si no entendiera lo que l acababa de decirle. Edward
podra haber redo por su reaccin, pero no estaba acostumbrado a
levantar las comisuras de sus labios, as que mantuvo sus facciones
quietas aunque en sus ojos se vislumbraba su complacencia.

Yo yo pens que yo pens qu

Ah, demonio, ya s lo que pensaste levant su cuerpo y se

incorpor sobre sus pies. Pas sus manos por su pelo y las meti
enseguida a los bolsillos, mientras contemplaba a la chiquilla, que
segua sin moverse. Extendi entonces una mano hacia ella, para
ayudar a levantarla, ayuda que ella agradeci cuando la tom y fue
elevada fuera de la cama. Rebot sobre el pecho de Edward quien
la rode por la cintura, y en su odo susurr. Pero maana es da
laboral, y no puedo entretenerme toda la noche, como tengo
planeado hacerlo contigo apart su rostro y mir a Bella antes de
agregar con ojos pcaros. Pero tenemos todo el fin de semana por
delante

Ella carraspe e hizo ademn de apartarse para arreglare su ropa y

su cabello, mientras con planeada indiferencia, respondi:

Pues tengo planes

Otra vez, como a la velocidad de la luz, se vio rodeada por los

brazos de Edward, uno sujetando su cintura y la otra mano
abarcando su nuca obligndola a mirarlo.

Te di un minuto para escapar y no lo aprovechaste. No hay vuelta

atrs, ya te lo dije.
No quiero echarme atrs.

No aguant y se empin sobre sus piernas, rodeando a Edward por

los hombros, tocando su boca con la suya, tomando la iniciativa,
cuestin que Edward celebr respondiendo a su beso. Y la verdad
es que l sin miramientos hubiera desnudado a esa mujer y la habra
metido a su cama para disfrutar de ella como lo dese desde la
primera vez que la vio. Pero no poda. Haba un cmulo de
sentimientos que lo arrebataron apenas puso su boca sobre la de ella
y la verdad es que quera tomarse el tiempo en pensar en eso, a
solas.

Vmonos, niita, antes que me arrepienta.

Ella sonri con coquetera, sin la intencin de moverse de donde

estaba, rodeada y apretada a l, quien estrech sus ojos y movi su
cabeza en negacin.

Eres un demonio

La chiquilla se carcaje por el calificativo y se apart, siendo jalada

hacia la salida del apartamento por l, quien de paso tom su
chaqueta y las llaves de su coche que estaban en un tazn sobre una
mesita de la sala.

En absoluto silencio y miraditas de soslayo, ambos se montaron en

un Audi gris y sin que l le preguntara, condujo hasta su edificio
departamento. Estacion, detuvo el coche y se baj, rodendolo
hasta la puerta del copiloto, donde estaba sentada Bella,
abrindosela para que bajara.

Gra-gracias por traerme agradeci ella, caminando hacia un

lado para rodear el coche y entrar en el edificio. Estaba ya en la
puerta cuando sinti la presencia de Edward tras de s. Ella estaba
segura que l se metera en su coche y en mismo mutismo que lo
llev hasta all se ira, pero no. Ah estaba, de manos en los bolsillos
siguiendo sus movimientos.

Abri con un poco de dificultad la vieja puerta y antes de entrar, l

la detuvo por el brazo y la acorral entre la muralla contigua y su
cuerpo, saqueando otra vez y por varios minutos su boca en seal
de despedida.

Hasta maana, pequeo demonio le dijo cuando solt su boca.

Se dio la vuelta y camin con prestancia hasta su coche, el que

enseguida puso en marcha y alej de all, mientras ella senta sus
piernas como dos tiras de lana, no muy segura que fueran capaces
de subir las escaleras hasta su piso.

"Oh, Dios!"

**OoO**

Y eso es todo lo que tenemos para hoy dijo Jacob, a la maana

siguiente, despus que el jefe llegara y se instalara detrs de su
escritorio.

Bien sac el frasco de pastillas de la gaveta de su escritorio, lo

abri, sac una pldora verde y la llev a su boca, la que trag luego
con agua, antes de agregar. Recuerda dejar todo listo para la
reunin del lunes con los alemanes. Nos traern su respuesta.

Claro jefe.

Y una cosa ms bebi todo el contenido de su vaso de agua y

continu. Cmo diablos se te ocurri enviar a la seorita Swan a
mi apartamento para dejar los documentos all? Te das cuenta lo
que hubiera pasado si los documentos hubieran cado en manos
ajenas?

Jacob abri los ojos y sinti como si le hubiera cado un balde de

agua helada encima. Cuando le envi el texto a Bella la noche
anterior para cerciorarse de que todo haba estado en orden, ella se
lo confirm y no mencion que el jefe la hubiese pillado. O quizs el
cuidador se lo coment

Yo este seor yo estaba

Que no vuelva a repetirse, Jacob. Eso es algo delicado,

confidencial. Podras habernos metidos a todos en problemas,
incluida a la seorita Swan.

Perdneme, seor. Lo de anoche fue una emergencia, no volver

a ocurrir.

Edward pensativo rebata un poco la afirmacin de Jacob, porque

sin duda lo de anoche iba a repetirse tantas veces como l pudiera
conseguirlo, porque el olor a rosas que inund su recamara no lo
dej dormir, y lo nico que hizo fue causarle una especie de ardor
por los besos de su demonio.

S, maldita sea, su demonio.

Qu mujer lo haba dejado en vilo toda una noche? Ninguna, slo

ella. Definitivamente sin quererlo l, literalmente le entreg su alma
al demonio y estaba seguro que no habra vuelta atrs, como se lo
dijo a ella.

Inspir luego y se puso manos a la obra. Le esperaba un da de locos

y una noche Y pensando en la noche, levanto el auricular y
marc el anexo de marketing, a la oficina de la seorita Swan, quien
contest con un cantarn:

Buenos das.

Buenos das seorita Swan.

Algo similar a un jadeo oy Edward desde la otra lnea y enseguida

la risita alegre del demonio sonriente.

Seor Masen, que placer orlo.

"Demonio provocador"

Seorita Swan, no recib informe alguno sobre su reunin con las

monjas.

Seor, ayer antes de marcharme, dej el informe con Jacob, l

tendra.

Y qu le hace pensar a usted que me conformo con informe en

papel? Suba ahora mismo, seorita.

All voy, jefe! Exclam ella exultante. Enseguida Edward

colg el telfono y encendi su laptop en lo que demoraba la
pequea demonio sonriente en llegar. Enseguida abri el sobre que
ella le entr a Jacob y que l dej sobre su escritorio, observando a
grandes rasgos las decisiones que se haban tomado y algunas
fotografas de los diseos con los que se comenzara a trabajar.

Sin duda, la seorita Swan saba lo que haca, pues entre las
propuestas de marca, la que eligi fue la mejor. Adems, la idea de
poner en marcha el plan dentro de la semana siguiente hablaba de
su entusiasmo por colaborar en el trabajo que l le encomend.
Tres golpecitos interrumpieron su trabajo de lectura.

Adelante!

La puerta se abri y el rostro de Isabella se asom por esta.

Puedo pasar, seor?

Por supuesto indic l, levantndose y caminando hacia ella,

directamente a rodearla por la cintura y robarle el beso de esa boca
que desde la noche anterior extra, cuando la dej en la puerta de
su casa. Beso con el que estuvo soando toda la noche.

Ella se sujet de sus hombros y dej que l poseyera su boca,

disfrutando del contacto.

Durmi usted bien, seorita Swan? Pregunt l con voz

sensualmente ronca. Ella mordi su bendito labio y neg
lentamente.

No. Me cost conciliar el sueo la verdad.

Qu lstima respondi olisqueando l en el cuello de ella, el

aroma a rosas de su demonio. Probablemente esta noche tampoco
pueda dormir bien.

Pues no. Tengo un compromiso con las chicas.

Edward se enderez enseguida y la mir, frunciendo su ceo.

Con quin, a dnde?

El cumpleaos de Tanya, una amiga. Las chicas me esperaran a

la salida del trabajo y nos iremos directo a un restaurante y quizs
luego a bailar por ah

Dnde?

No lo s, me enviarn un texto para decirme el lugar.

Me avisas. Le dir a Emmett que vaya por ti cuando se lo pidas.

Y luego? Pregunt ella, batiendo sus pestaas. l estrech

sus ojos y mordi el labio de su demonio como descubri que
adoraba hacerlo.

Te llevar a mi casa, y pues veremos qu pasa agreg

provocativo, apartndose de ella y dirigindose a su asiento.
Cuando se instal, indic a la chiquilla con la mano que tomara
asiento en la silla frente a l. Ahora, infrmeme sobre la reunin
de ayer y las conclusiones a las que llegaron, seorita Swan.

Ella parpade repetidas veces y casi corri al asiento, inspirando

como para ponerse en el plano profesional, cuestin que le
complicaba teniendo a ese hombre frente a ella y recordando lo de
la noche anterior y lo de recin.

Durante los diez minutos siguientes, Edward y Bella se comportaron

como dos profesionales, hablando de trabajo. Ella ponindolo al
tanto de la puesta en marcha del plan de trabajo del Instituto
Tecnolgico de la Casa de Acogida. l asinti conforme y le dio
libertad para ponerse a trabajar con el equipo que ella considerara
pertinente.

Estaba l a punto de levantarse para despedir al demonio de la

reunin con un acorralamiento contra la pared y un saqueo de sus
labios, cuando la puerta de su despacho se abri sin previo aviso.
Charlotte entr con su aire de divismo y su traje muy sexy de dos
piezas en tono blanco invierno, dirigindose hacia la silla de
Edward, ignorando a la muchacha frente a l.

Qu haces entrando a mi oficina sin llamar primero! Qu te

crees? le espet Edward, con la yugular palpitndole de la rabia
contra esa mujer.

Tengo que hablar urgente contigo

Estoy en una reunin! Exclam Edward, alzando su mano

hacia Bella, que estaba sorprendida por la actitud de la mujer.

Oh no te vi, niita! se disculp sin credibilidad. Uhm

podras dejarnos a solas? Tengo cosas privadas que tratar con
Edward, t sabes concluy la frase tan insinuante con un guio
hacia Bella. Ella se puso roja y baj la cara, apartando la silla para
levantarse.

Un momento con voz baja y ronca Edward intervino. No haba

gritado, pero su voz profunda son tan autoritaria que ambas al
unsono lo observaban. l masaje su sien e inspirando como
pidiendo paciencia, mir a Charlotte con hosquedad. Yo digo
cundo ella se puede ir, y digo tambin cundo puedo recibirte. Las
cosas de Relaciones Pblicas no tienes que tratarlas conmigo

Elizabeth dijo lo contrario todo lo relacionado conmigo tiene

que ver contigo

Seor Masen, no se preocupe, aqu ya acabamos. Puede usted

atender a la seora dijo, levantndose con mucha dignidad, su
espalda recta y sus labios curvados en una sonrisa segura. Arregl
su faldita plisada y mir al ogro sorprendido, con la misma sonrisa
de siempre. Espero sus indicaciones seor, usted me dir cundo
debo regresar y cuando lo haga, al menos tendr la cortesa de
golpear la puerta antes de entrar, soy educada, sabe?.

Hizo un asentimiento de cabeza hacia el jefe, miro apenas a

Charlotte, quien pareca hervidero de la pura rabia por la
desfachatez de esa nia y sali muy campante. Edward puso la
mano en su boca y escondi la sonrisita que le provoc el
atrevimiento de la seorita Swan y como con tanto estilo haba
dejado furiosa a Charlotte.

"Definitivamente, un demonio".

Y esa?! Qu se cree? Protest ofendida la encargada de

relaciones pblicas. l retom su semblante severo cuando la mir.

Qu quieres? Escupi, retornando su vista hacia su laptop. La

mujer inspir, se gir y deposit su trasero sobre el borde del
escritorio, atrevindose a poner una mano en el hombro de Edward,
tratando de ser sensual. l mir la mano y luego a ella con
hosquedad Qu mierda quieres?

Hoy es viernes podramos repetir

No puedo. Ni aunque pudiera se apresur a responder.

Oye, lo pasamos bien la ltima vez

No lo creo, ni siquiera recuerdo algo lo medianamente relevante

de la ltima vez que follamos, que haga que quiera volver a repetir
contigo.

No seas grosero, Edward dijo ella con algo de dignidad, aun as

continu. Elizabeth piensa que t y yo
 Qu tu y yo nada, Charlotte! Si Elizabeth est tan entusiasmada,
pues que salga ella contigo sugiri mientras tecleaba en su laptop
ferozmente. Ahora lrgate. Estoy ocupado agreg y levantando
el auricular de su telfono, llam a su secretario para que se
presentara en la oficina.

Te vas a arrepentir, Edward.

No lo creo, Charlotte.

La mujer ofendida, se incorpor y tirone su estrecha chaquetita,

antes de salir de la oficina del ogro. Edward suspir e hizo una nota
mental de felicitar ms tarde a su demonio por semejante acto de
dignidad.

Me llam, seor?

S, Jacob, pongmonos manos a la obra para la reunin de esta

tarde con los contadores.

Como no respondi el fiel secretario sentndose frente a

Edward con su tableta electrnica, listo para ponerse a trabajar.

**OoO***

Voy a cambiarme y bajo, Tanya, dame diez minutos dijo Bella

al telfono, cuando al finalizar su jornada laboral, la cumpleaera la
llam desde la entrada del edificio, para avisarle que ella y las
dems chicas estaba ah esperndole.

Pues apresrate!

Vale, vale respondi ella y colg. Se levant, apagando su

laptop y cogi una bolsa que estaba guardada en una gaveta del
estante detrs de ella y corri al bao para cambiarse. Estaba un
poco nerviosa, no poda esconderlo, y no precisamente por la salida
con sus amigas, las que eran habituales, sino ms bien por lo que
pasara despus de esa cita. Saba que Edward no iba a llevarla
hasta su apartamento para ver televisin o armar rompecabezas para
pasar el rato.

Iba a permitirlo? Iba a dejarse llevar por ese hombre as, de

buenas a primeras? No debera hacerse un poco la difcil? Eso
sera, claro, ir en contra de su deseo, contra el instinto en ella que la
llevaba a desear estar lo ms cerca posible de l y no salir corriendo
en direccin opuesta, pues ese semblante serio y hosco daba pie
para eso. Pero ella no. Ella quera correr en su direccin y
entregrsele pero por qu?

Ella tena 23 aos, casi 24, pero no era una niita ni mucho menos
ingenua. Saba cmo l la miraba y supo que el deseo era recproco
cuando la bes la pasada noche. Pero por qu la deseaba a ella? No
estaba segura. No era ella la ms guapa del edificio y seguro haba
una larga lista de mujeres sexys y muy atractivas que quera pasar
aunque sea una buena noche con l, pero por alguna razn l la
eligi, y ella honestamente saltaba del agradecimiento por ese
milagro.

Pero qu pasara despus de esa noche? Habra algo ms que

sexo? O se limitara a tenerla como amante ocasional? Y si era as,
ella lo permitira?

"Eres ma y no hay vuelta atrs" le haba dicho l. Pero qu

concretamente significaba eso para l? pues para ella estaba claro:
ya se senta prendada a l y para eso s no haba vuelta atrs.

Jess! Exclam, mientras quitaba su blusa por sobre la

cabeza, sin perder tiempo en abotonarla, colndose enseguida una
simple camiseta negra sin mangas. Luego se quit los zapatos planos
que usaba dentro de la oficina y la falda plisada, para reemplazarla
por una minifalda de jeans azul desgastada y un par de botas negras
altas que le sentaban muy bien con el atuendo. Lav su cara y la
maquill un poco: algo de colorete, mscara de pestaas, delineador
y lpiz labial rojo. Y mientras pasaba la barra carmes sobre sus
labios, record los besos del ogro y la manera en que sensualmente
morda su labio inferior, provocndole punzadas en su entrepierna.
Cerr los ojos y se afirm del lavado, tratando de mantener a raya
su imaginacin de todas las cosas que Edward era capaz de hacer
con esos labios.

"Joder"

Suspirando luego de sus cavilaciones, solt su moa y agit su

cabello para despeinarlo un poco, enseguida dio un paso atrs y se
mir al espejo, para aprobar su facha para la salida de chicas. A
decir verdad, como haba dormido mal, aquella maana se levant
contra el tiempo y agarr de su guardarropa lo primero que vio.
Hubiera querido dedicar ms tiempo en clasificar su ropa para esa
noche y no precisamente por la salida con las chicas.

"Aunque mi ropa interior es linda" se dijo, pensando en sus

braguitas y su sujetador de encaje negro.

Meti la ropa en la bolsa y sali del bao. Guard la bolsa en el

mismo estante, recordndose que el lunes siguiente debera
llevrsela. Se perfum con su agua de rosas, se calz su chaqueta
negra, atndola a la cintura, cogi su cartera y sali de la oficina,
mirando la hora. Eran pasadas las siete.

Se meti al elevador y puls el botn del primer piso. Cuando lleg,

pas por la recepcin, dej su tarjeta, se despidi del recepcionista y
sali del edificio al encuentro con sus amigas.

Dios! Cunto demoras, Bella protest Tanya, abrazando a su

amiga. La cumpleaera se vea hermosa con su cabello rubio con
ondas hasta los hombros y vestida de negro para parecer
peligrosa al menos eso deca ella. Se acerc luego a la colorina
del grupo, Victoria, una hermosa y alta mujer, la mayor del grupo,
pero no la ms sensata la verdad, y enseguida fue el turno de la ms
pequea, Jane, la ms tmida del grupo. Este pequeo aquelarre que
se subi al coche de Victoria, no se conoca ni de la infancia, ni de
la universidad ni nada de eso. Alguna vez, hace casi dos aos, se
conocieron en el aeropuerto, las cuatro esperando a que su vuelo a
la ciudad zarpara, luego de ser cancelado por mal tiempo. Desde ah
forjaron una amistad que iba afianzndose con el pasar de los das.
Cuatro hermosas jvenes, con cuatro caracteres diferentes
complementndose entre ellas.

Y dnde vamos? Pregunt la conductora hacia la

cumpleaera que se sentaba junto a ella en el asiento del copiloto.

Al "Paradise".

Por supuesto! A qu otro lugar podramos ir para celebrar el

cumpleaos de nuestra diva coment Victoria divertida, echando
a andar el motor del coche.

Atrs, Bella sacaba medio escondida su mvil y tecleaba un

mensaje rpido al celular de Edward, indicndole dnde estara para
que le dijera a Emmett, como l exigi. La respuesta del ogro lleg
enseguida, advirtindole que no se moviera de ah sin Emmett. Ella
sonri por la exigencia de l, pensando sin poder evitarlo en qu tan
exigente sera l, en otras reas.
 Va bien el nuevo trabajo, Bella? Pregunt Jane sentada junto
a ella. Bella, que se haba mantenido al margen y en silencio de la
conversacin de sus amigas por estar intercambiando mensajes con
Edward, mir a su amiga junto a ella y asinti con su siempre
caracterstica sonrisa.

S, estoy encantada respondi ella con toda sinceridad.

Nos debes de poner al da, Swan! Dijo Tanya, mirndola por

sobre su hombro, alzndole las cejas con picarda.

Al cabo de media hora llegaron al "Paradise", un bar restaurante

donde solan ir para las ocasiones especiales. Estaba ubicado en
pleno barrio gastronmico, al centro de la ciudad. Tres ambientes
divida a este concurrido local: restaurante en el piso superior, un
bar con mesitas pequeas en el centro y en el subterrneo una
animada discoteca.

Tres en uno!, qu mejor? Exclam Tanya, subiendo hacia el

piso superior donde haban hecho la reserva.

Al sentarse, un camarero llev en cosa de segundos una bandeja con

cuatro vasos de champaa, cortesa de la casa para la cumpleaera
y sus amigas, que brindaron por ella. Hicieron su pedido de comida
y se internaron en una divertida y amena charla.

Pero Bella, no dejaba de mirar la hora. El tiempo estaba pasando

demasiado lento para ella, y se odi no estar del todo sintonizada
con sus amigas, quienes se rean de las locuras de la cumpleaera y
el regalo sorpresa que su novio de turno le dio aquella maana.

Cuando lleg la comida, apenas comi, y eso s era raro porque

Isabella Swan era un "saco sin fondo", eso al menos era lo que le
deca su ta y la verdad aquello no se alejaba de la realidad, pues
para ser tan menuda y delgadita, Bella coma hacindole el peso a
cualquier hombre con hambre devoradora. Era normal que se
sirviera dos platos de comida, o que disfrutara mucho de las carnes
y la comida chatarra, pero an as se mantena con una figurita
envidiable que no daba crdito a la manera de comer que ella tena.
Ni siquiera iba al gimnasio para mantenerse en forma, simplemente
tena buena digestin. Por eso, que estuviera picoteando su filete
era algo a nivel preocupante.

Qu demonios, Bella! Exclam Victoria. No has parado de

mirarla hora y apenas has probado bocado. Qu te pasa, eh?

Bella mir a su amiga Victoria, que la miraba a su vez intensamente

con sus codos sobre la mesa, esperando su respuesta. Tanya junto a
la colorina, estaba cruzada de brazos y con una de sus cejas alzada,
tambin esperaba que contestara. Jane a su estilo, estaba con la
cabeza ladeada, pendiente tambin de Bella, quien agarr su vaso y
le dio un sorbito antes de responder:

Edward Masen y yo tenemos una cita esta noche.

Despus de un silencio y la extraeza de las tres amigas, Tanya

pregunt:

Qu Edward?... Edward Masen el jefe?

Pues s respondi Bella tmidamente. Las tres amigas lanzaron

un grito al unsono, como celebrando la suerte de Bella, a quien le
exigieron que les contara cmo era eso de que tena una cita con el
guapo y sexy jefe que ellas ya conocan por el recorte de la revista
que Bella guardaba celosamente.

Cuando ella les cont partiendo desde la misin que Jacob le pidi
el da anterior y lo que haba pasado luego en el apartamento de
Edward, las mujeres chillaron del puro placer, abanicndose la cara,
bebiendo champaa para pasar el alboroto por el noticin que su
amiga acababa de darles.

Oh, Dios! Ests teniendo una trrida relacin con el sexy jefe
Me muero! Exclam la cumpleaera.

No s si sea una relacin propiamente tal, no puedo hacerme la

ilusa y pensar que de la noche a la maana ese hombre va a querer
tener una relacin con alguien como yo adems, apenas est
comenzando.

Mira, Bella le advirti Victoria. Voy pasar por alto eso de

que Edward no vaya a querer tener una relacin con alguien como
t, no destroces tu ego. Y segundo, con hombres como l, t slo
debes de disfrutar y dejar a un lado tus sentimiento, me oyes? De
modo que cuando veas que el hombre pierde inters, t te apartas
sin causar dao colateral, me explico?

Y por qu Edward va a querer alejarse? intervino Jane.

Por qu no iba a querer estar con Bella ms all de lo sexual? Por
qu no iba a querer involucrar sus sentimientos?

Pues porque es Edward Masen! Jams ha tenido una relacin

seria, l mismo ha dicho en sus entrevistas que no est para eso.

Y quin sabe si ahora lo est? Rebati Jane a su estilo, muy

tranquilo. Bella, t sigue a tu corazn y tu instinto, s?

Vale chicas dijo Bella a las tres, pensando en lo que haba

dicho Victoria y Jane, tan opuesto pera tan cierto, sopesando sin
duda sus opciones.

Entonces, ya quieres irte a tu cita con el bombn? Pregunt

Jane mirando a Bella con ternura. Victoria palme la mesa y
rebati.

Claro que no! Acabamos de llegar

Adems intervino Tanya. Es mi maldito cumpleaos y no

dejar que Bella se vaya sin antes haber pisado la pista de baile. Y
sera bueno que hiciera esperar al ogro un poco, no?

Tienen razn! Exclam Bella, recobrando el apetito. Cort un

trozo de delicioso filete, se lo ech a la boca, lo mastic y se lo
trag, para luego agregar. Vamos a divertirnos!

Despus de acabar la comida y el postre, cuando el apetito haba

regresado a Bella, las cuatro amigas bajaron hasta el subterrneo del
local, donde la msica electrnica sonaba con potencia mezclndose
con el ruido apabullante de los comensales que caldeaba el
ambiente.

A bailar, nenas! Grit Victoria, con su botella de cerveza light

en la mano, hacindose camino entre el grupo de personas que se
mova al ritmo sensual de la msica.

Las cuatro amigas imitaron a los asistentes, contornendose en

medio de la pista, incitando a varios chicos a acercrseles para
invitarlas a bailar, peno ninguna ceda, preferan bailar libremente
en grupo antes que enrollarse con alguno de los insistentes
muchachos.

Bella que se mova despacio al ritmo de la msica, con la cabeza

echada hacia atrs y sus ojos cerrados, como empapndose del
sonido y los movimientos de su cuerpo, no dejaba de pensar en el
ogro hermoso que seguro estaba esperando por ella. Seguramente,
pensaba ella, el candor que senta en ese momento en el cuerpo
producto del baile y la bebida no iba a compararse con el fuego que
l iba a provocarle, que le recorrera la sangre y que le quemara la
piel.

Pasaron varias canciones antes que Bella se decidiera a sacar su

telfono y mirar la hora en este. Las once y diez. Vale, era
suficiente, no poda esperar ms.

Me voy! Les grit al grupo de sus amigas por sobre la

estruendosa msica. Ellas lanzaron un grito excitado hacia ella,
desendole que disfrutara esa noche y que las llamara al da
siguiente para contarles el detalle de la sesin.

Sali hasta la puerta del local despus de sortear el gento, dispuesta

a marcarle a Edward, cuando vio estacionado en la calle justo frente
a la entrada un Mercedes Benz negro, con Emmett sentado en su
cap, cruzado de brazos, esperndola.

Camin hacia Emmett con gesto de disculpa y cuando estuvo junto

a l, torci su cabeza.

Espero que no te haya tenido toda la noche plantado

esperndome aqu.

Ha sido muy entretenido, no te preocupes dijo l guindole un

ojo. Enseguida se acerc a la puerta trasera y la abri para ella. Tras
agradecerle Bella, Emmett cerr la puerta y camin hasta su puesto,
mientras ella haca ejercicios de respiracin pues ahora estaba
comenzando a ponerse nerviosa.

Bueno, vmonos que el jefe te espera advirti Emmett

poniendo en marcha el coche y saliendo rumbo al edificio donde
Edward viva.
"Joder!"

Me ocupar de que tus amigas lleguen a casa sanas y salvas,

Bella, as que no tienes de qu preocuparte dijo Emmett mientras
conduca. Ella lo mir encontrndose con sus amistosos ojos en el
espejo retrovisor.

Gracias.

Al llegar, Emmett se encarg de abrirle la puerta del coche para que

descendiera, rogando no caerse pues sus piernecitas temblaban,
igual que su cuerpo entero. Despus de despedirse de l, atraves el
lobby, saludando al recepcionista y camin con toda la seguridad
que pudo hasta el elevador, tecleando el botn e introduciendo
luego la clave que se aprendi de memoria para subir hasta el pent-
house. Una vez adentro se mir por el reflejo de las puertas de
metal, pensando en lo aturdida que fue al no pasar antes por el bao
del local para refrescarse u arreglarse un poco. As que como pudo
pein su cabello con los dedos, se arregl la minifalda y su abrigo
antes que las puertas se abrieran ante ella.

"Ay por Dios all vamos, Bella" se anim, saliendo del elevador y
caminando hacia la nica puerta de departamento que haba en ese
piso. Rebusc en su bolso las llaves que Edward le oblig a guardar
y temblando la meti en la cerradura abriendo a continuacin la
puerta con cuidado.

Al entrar, una suave msica jazz sonaba de fondo en el entorno

oscuro de la amplia sala, donde casi enseguida distingui al hermoso
ogro, en silencio sentado en el sof, bebiendo una copa de algn
licor. Ella camin hasta l como hipnotizada por su presencia y se
par justo enfrente suyo.
l inspir fuerte, mientras sentado en su sof se tomaba su tiempo
en mirar de pies a cabeza a la demonio parada frente a l,
sintindose afortunado y ansioso.

Bienvenida, seorita Swan. Pngase cmoda.

La voz ronca de Edward sirvi para que el deseo se apoderara de

ella y la alentara, atrevindose a sonrerle coqueta y lascivamente,
mientras primero lanzaba su bolso al sof contiguo, desatndose
enseguida muy despacio el cinto que ataba su abrigo por la cintura y
dejndolo caer despacio por sus hombros hasta el suelo.

l la mir sin disimular su satisfaccin y complacencia mientras

sorba su licor. l haba visto a mujeres ataviarse de sensuales trajes
y sofisticados maquillajes para seducirlo, pero nada le pareca tan
condenadamente seductor como aquella simple camisetita de
tirantes y esa diminuta minifalda. Aunque en realidad, ese demonio
seductor pusiera lo que se pusiera para l sera igual de seductora.

Simplemente ella lo seduca.

Terminando de beber su trago, dej el vaso de cristal sobre la mesa

contigua y muy lentamente se puso de pie, quedando muy cerca del
cuerpo de la chiquilla, quien lo miraba con su sonrisita y sus claros
ojos dilatados y oscurecidos de la anticipacin. Pas el dedo ndice
por su brazo desnudo de arriba a abajo y vio como ella disfrut del
toque aquel, cerrando sus ojos placenteramente.

Muy bien, demonio Ronrone l con voz ronca, inclinndose

y acercando su rostro al de ella, para agregar con sus labio casi
rozando los suyos. Veremos qu tan ardiente est el infierno esta
noche.

Ella abri sus ojos y se apresur a adelantar su movimiento,

abarcando ahora ella el labio inferior de Edward entre sus dientes,
haciendo que el ogro soltara un gruido de satisfaccin. Enseguida
se vio cargada por l, rodendolo con las piernas por la cintura, sus
manos alrededor de su cuello, mientras las manos de Edward la
sujetaban por el trasero y su boca ya estaba en la labor de saquear la
suya.

Ese sin duda iba a ser el inicio de una pasin ardiente y

arrebatadora, de la que no habra vuelta atrs.
*Chapter 7*: Chapter 7
Habemus actualizacin!

A mi hermosa Gaby Madriz, mi beta y amiga que me ayuda con

esta locura. A Miss Manu de Marte, que con una mano y todo
est comprometida con esta locura.

A cada una ustedes, que lee esta locura y est siempre

comentando, muchas, muchas gracias!

Las quiero mucho, ya saben!

A leer entonces ;-)

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

Captulo 7

La desesperacin por poseerla lo estaba arrebatando. Eso supo

cuando lleg a su cuarto cargando al demonio sobre sus brazos,
demandando de sus besos y sintiendo que ella haca lo mismo con
l; la respiracin dificultosa no era suficiente excusa para que sus
bocas se apartaran y las manos de ambos haban cobrado vida
propia y se haba colado bajo las prendas de ropa que cubran la
piel.

Estaban ansiosos de puro deseo.

Edward se sent sobre su cama con Bella a horcajadas sobre l y en

la ansiedad de tenerla desnuda de una vez contra si, arranc de un
solo movimiento la camiseta de tirantes que ella llevaba y que
esconda la piel blanca y tersa que se dio el tiempo de acariciar
lento con la punta de sus dedos, adems de suspirar de la
aprobacin por el sujetador tan condenadamente sensual que
llevaba y el que por cierto iba a desaparecer muy pronto.

Bella hizo hacia atrs su cabeza, exponindole su torso semidesnudo

mientras l la acariciaba con suavidad y lentitud. Solt un jadeo
cuando los diestros dedos de Edward desabrocharon el sostn y
enseguida se apropiaron de sus erectos pezones, no pudiendo evitar
el gemido placentero. Se irgui hacia adelante y rode el cuello de
Edward con sus manos, y con su boca muy pegada a su oreja, jal el
lbulo de esta y enseguida susurr:

Tambin quiero tocarte comenzando a desabotonar su camisa

para dejar al descubierto su fuerte y masculino pectoral, cubierto
por una capa de bello que acarici de camino que iba deshacindose
de la prenda. l gru y mordi el labio inferior de Bella como sola
hacerlo para luego volver a saquear su boca con arrebatada pasin.

Termin l de quitarse la camisa y en otro movimiento, el cuerpo de

Bella qued bajo el suyo sobre la cama. Ella enseguida lo envolvi
con sus piernas y brazos, como deseando pegarse a l de la manera
que fuera posible, mientras l no dejaba de besarla.

Voy a terminar de desnudarte demonio y luego me voy a hundir

en ti anunci con voz ronca sobre los labios de la chiquilla, quien
asinti rpido con la cabeza.

Hazlo hazlo ya, Edward

La ropa del cuerpo de ella y la de l desapareci en un abrir y cerrar

de ojos. No pudo aguantarse la tentacin de recorrer la piel desnuda
de ella con sus labios, desde los tobillos de sus pequeos y hermosos
pies, hasta su mismsimo cuello. Ella probablemente con esa
maniobra de Edward y sus labios, podra haber tenido su primer
orgasmo, pero l no se lo permitira. El primero sera con l dentro
de ella. As que estir su mano hasta la mesita de noche y sac del
cajn un condn, el que desenvolvi y puso en el lugar de su ya
ansioso miembro. Luego, se pos sobre ella, que se removi al sentir
el peso de su cuerpo, como deseando sentirlo aun ms.

Quiero que me mires quiero que me mires cuando entre en ti

le dijo, comenzando con la labor muy despacio. Ella respiraba por
la boca y sus ojos se abran a medida que iba sintindolo adentrarse
en ella.

No apartaron los ojos el uno del otro y no porque Edward lo hubiera

exigido as, sino que porque simplemente no poda. Haba una
conexin ms all de lo carnal que se estaba creando entre ellos y el
acto del sexo, de hundirse en la piel del otro, era como la
corroboracin de ese hecho.

Joder gimi Edward, siendo el primero en cerrar los ojos,

comenzando a balancearse lento, buscando a boca de ella, sus
manos aferrarse a su dura espalda, sus piernas prenderse a sus
caderas y su cuerpo restregarse al suyo, al unsono, emitiendo
jadeos y gruidos llenos de xtasis.

Ed Edward gimi ella, cuando l hundi su rostro en el

hueco de su cuello, inspirando el aroma a rosas y sintiendo el fuego
quemarle por dentro. La sujetaba por la nuca y con la otra mano
rodeaba su cadera, mientras ella segua movindose, como
buscando ms de l, jadeando en su odo que le diera ms, que no se
detuviera.
Ella fue la primera en detonar, como una bomba nuclear, como
nunca antes lo hizo. Sinti cmo el interior de su cuerpo de acopl
al de Edward, y apreci la fuerza de cmo su cuerpo ardi hasta que
estall, perdiendo su razn por un rato en el limbo.

l, con estocadas rpidas y desesperadas la sigui, gruendo su

nombre y gritando su dominio sobre ella. Jams se sinti antes as, y
deba reconocer que estaba esperando eso, hace mucho, mucho
tiempo.

Ese fue el inicio de una noche larga, en el que dos cuerpos y dos
almas se conocieron ntimamente y experimentaron el fulgor de la
pasin desbocada por muchas horas ms, hasta que quedaron
rendidos y se durmieron envueltos en los brazos del otro.

As despert Edward cerca de las nueve de la maana del da

sbado. Un cuerpo tibio que ola a rosas y a sexo se amoldaba
desnudo a su cuerpo y sonrea en la inconciencia como disfrutando
del contacto. l la observ y no pas por alto que esa chiquilla hasta
durmiendo sonrea, y joder, qu hermosa se vea. Cerr los ojos y
hundi su nariz en el cabello de Bella, rememorando lo que haba
sido la noche anterior y de cmo vio en peligro su cordura. Y
necesitaba sin duda pensar en eso.

As que con cuidado se apart despacio para que ella no se

despertara. Igualmente gru cuando sinti que el cuerpo de
Edward desapareci de su alcance, pero suspir cuando alcanz la
almohada que ola como l, conformndose mientras tanto con eso.

Camin hasta su armario y se col un pantaln de chndal negro y

una camiseta del mismo color, negndose a meterse bajo la ducha y
quitarse el aroma a demonio que se impregn en su piel. Cerr sus
ojos, suspir, dio media vuelta y sali del armario hacia el
dormitorio, encontrndose a Bella, sentada en la cama, con la
sabana aferrada a su pecho, despeinada y con ojos asustados,
mirando hacia todos lados. Cuando vio a Edward a un costado de la
habitacin, su mirada inquieta no desapareci, sino ms bien se
intensific.

Por qu tienes esa cara, alguna pesadilla? Pregunt l,

cruzndose de brazos. Ella cerr los ojos y pas su mano por la
frente, como pensando en la respuesta. Despus de un suspir,
reabri los ojos y lo mir con disculpa.

Ms o menos despert desorientada y sola yo tendra que

irme ahora?

Esa pregunta enoj al ogro.

Por qu dices eso?! Es que quieres irte?

Yo no es que no quiero molestarte

Si no quieres molestarme, no digas tonteras cerr los ojos con

fuerza, inhal y exhal aire buscando calma para no asustar a la ya
asustada chiquilla, y agreg, abriendo los ojos y un poco ms
calmado. Mira, si no tuviera que atender una videoconferencia
ahora, no me hubiera levantado. Simplemente no quise despertarte.

Ah respondi, soltando un bostezo a continuacin.

Perdona entonces puedo seguir durmiendo un poco ms hasta
que te desocupes?

Hazlo, niita.

Ella sonri y mordindose el labio, regreso a reacomodarse bajo las

sabanas, cubrindose hasta la barbilla con estas, sin dejar de mirar al
ogro que de igual forma la miraba a ella. Bostez otra vez, lanzando
una risita divertida y cerr los ojos, evocando al sueo. l, pas de
acercrsele y besarla antes de salir del cuarto, pues saba que el
contacto con ella hara que su lujuria despertara. As que sali,
dejndola casi dormida de nuevo y camin hacia la cocina donde
puso la cafetera y esper hasta que su caf en grano estuviera listo,
y cuando eso pas, con una taza humeando camin hasta su
despacho y se sent tras su escritorio a pensar.

Qu haba pasado con l y esa chiquilla que ahora dorma entre sus
sbanas? Cmo era posible que ella, en la simplicidad de sus actos
hubiera hecho cortocircuito en su interior desde el primer momento
en que la vio? Qu iba a ser de l ahora? Su vida estaba
concentrada en llevar a cabo sus planes de venganza, para los que
haba trabajado mucho y los que llegaran a su punto cumbre en un
par de semanas. Por otro lado, las mujeres para l, eran una
diversin y nunca le significaron un motivo de preocupacin ni
mucho menos el mvil que lo llevara a perder la cabeza. A veces le
servan de agradable compaa, relaciones mutuas y consentidas
para pasar un buen rato de sexo, pero nada ms.

Pero ahora, con Isabella, su demonio, todo era diferente. Y era su

demonio porque lleg a poner su planeada vida patas arriba,
desconcentrndolo. No era eso lo que haca el demonio, sacarte de
tu camino trazado para moverlo y manejarlo a su antojo? No era
eso lo que ella estaba haciendo? Y si lo estaba distrayendo tanto,
por qu simplemente no la alejaba? Pues porque no quera y
porque no poda. As de simple. Desde el da que la vio ya signific
para l un desbarajuste en su vida y ms tarde, cuando la bes, ya se
vio perdido.

Y lo de la noche anterior jams se sinti tan lleno de nadie como

para evitar que se apartara de l. Jams el deseo por alguien pas a
un nivel tan superior como lo experiment anoche con ella, como si
ms que entregarle su cuerpo porque sinti que eso fue lo que
hizo le entreg tambin su alma sin remedio.

Qu hara ella con eso, con su alma? Rechazarlo? Pues que no se

atreviera, porque l senta que el alma de esa chiquilla ya era suya e
iba a ser muy egosta con ello y no iba a dejarla marchar.

Nunca ms.

"Ah, Edward" le dijo una vez la hermana Gabriela, cuando ella se

atrevi a tocar el tema de las mujeres en su vida, exponiendo l que
no necesitaba a una, mucho menos entregarle sus sentimientos:
"Llegar el da en que te dars cuenta que tus aseveraciones sobre
el amor no son ciertas. Necesitas a alguien y la tendrs, un
complemento, alguien que te acompae y te reconforte. Alguien
que te ame y a quien ames hasta perder la cabeza. As ser y
cuando eso ocurra, nadie te lo dir, t solo te dars cuenta,
porque tu corazn martillar tan fuerte que esa ser tu seal. Y yo
estar ah y ser feliz por ti"

"Monja bruja" pens Edward, bebiendo de su caf.

Decidi dejar sus teoras y el caf a medio tomar, levantndose y

saliendo de su despacho de prisa, atravesando el pasillo hasta su
recamara, donde al entrar vio a su demonio despatarrado sobre la
cama, con su espalda al aire, abrazada a la almohada que sola usar
l. Sinti en ese momento que sus barreras cayeron, las que siempre
apartaban al exterior con sus sentimientos verdaderos, apreciando la
ternura por esa mujer arrebatarlo, bebiendo de su presencia que a
simple vista era tan ajena a sus sentimientos.

S, porque el ogro Masen ya estaba construyendo sentimientos por

ella. Anhelo, deseo, posesin, ternura y tantos otros que de
momentos se negaba a verbalizar. Y en apenas unos cuantos das.
Era de locos, pero era cierto.

Soltando un suspiro largo, camin hacia ella y se sent al filo del

colch, pasando delicadamente sus dedos sobre la sedosa piel de su
espalda. Acarici sus hoyuelos al final de esta y vio como el cuerpo
de Bella se remova placentero. l sonri con ternura y llev sus
labios hasta rozar la piel de ella, dejando suaves besos por toda su
columna vertebral, hasta llegar a su cuello.

Edward suspir ella, como entre el sueo y la realidad cuando

los besos de l siguieron por su cuello. Gimi y se gir, abriendo
paulatinamente sus ojos y sonrindole como siempre lo haca,
rodendolo y llevando sus manos hasta la nuca, disfrutando de su
nueva mejor manera de despertarse.

Te necesito, Bella susurr l suave en su cuello, tomando

enseguida su boca, esta vez con lentitud, ahondando en cada
movimiento de su lengua dentro de su boca. Ella gimi de gozo, no
solo por lo que l fisiolgicamente le provocaba, sino por lo que le
dijo, que la necesitaba. Dese entonces ella que la necesidad de l
fuera tan intensa como la que ella senta por l.

Tambin te necesito admiti con total sinceridad, mientras l

quitaba la camiseta por sobre su cabeza, ansiando rozar su piel con
la suya y perderse otra vez en ella, como luego lo hizo por cerca de
una hora.

**OoO**

Bajo enseguida! Grit, entando a su viejo dormitorio. Cerr la

puerta tras ella y dej caer su bolso sobre la vieja cama de plaza y
media que segua en el mismo lugar, al centro de la habitacin. Se
acerc a las ventanas francesas y contempl la calle llena de
almendros con sus flores relucientes como copos luminosos,
hermoseando el pavimento gris de las calles.

Le gustaba ese lugar. Definitivamente no poda haber llegado a

parar a un mejor lugar que ese, y no slo por lo hermoso de la calle
en donde viva o vivi sino por lo que su familia significaba
para ella.

Su familia, la nica que tena.

No le gustaba decir que era adoptada porque senta que con ellos
haba estado desde siempre; incluso le gustaba imaginarse que naci
de Esme, que era carne de su carne y sangre de su sangre porque
con un amor tan grande como el que ambas se profesaban, no poda
ser de otra manera, aunque Esme deca que ella la eligi entre
muchos otros nio, sintiendo el amor por ella desde el primer
momento en que vio sus intensos ojos azules, tan atrayentes y
expresivos.

Suspir, alejndose de la ventana y caminando hacia su cama. De

verdad, le hubiera gustado que su nica familia hubiese sido esa
pero no era as. Alice Cullen cargaba con un pasado doloroso que la
atormentaba por las noches, muy recurrentemente. Ahora que su
boda estaba cerca, y con ello la idea de tener hijos y formar una
familia, pesadillas con su madre biolgica la amedrentaban y la
hacan llorar de amargura.

Tena muy pocos recuerdos lindos con ella. Clarise Brandon, su

madre biolgica, pasaba ms tiempo dopada o rompiendo cosas y
gritando que en estado pacifico, pero cuando los tena, la ternura se
apoderaba de ellas y gustaba de salir a tomar helado con sus hijos, o
cuando no, los sentaba frente al espejo y los peinaba mientras
tarareaba una cancin.

"Tienes el cabello ms hermoso que jams haya visto en mi vida,

Alie" le deca, mientras lo cepillaba con delicadeza.

"Y t, jovencito, tienes el cabello ms hermoso y rebelde que

jams haya visto!" le deca a su hermano, hacindole cosquillas en
el cuello y provocndole un ataque de risas a su hermano muy poco
habitual en l. Entonces, ella se una a su madre y lo atacaban con
cosquillas hasta tirarlo al suelo, hacindolo retorcer y pidiendo
piedad.

"Nunca te voy a dejar sola, nunca voy a abandonarte" el recuerdo

de esa promesa incumplida llegaba entonces cuando los buenos
recuerdos venan a ella, y los cubra como las nubes al sol. Cerr los
ojos y apu sus manos, respirando con fuerza. Para intentar
espantar esos recuerdos que en mala hora llegaban, abri sus ojos y
se levant, caminando a su viejo armario a meter algunas cosas que
guardaba all y que necesitaba. Aunque para ella, l ya no lo era.
Eso al menos era lo que deca, muy por el contrario y a la realidad
de lo que senta.

No poda evitarlo. Cuando lo recordaba, esa promesa de infancia

llegaba a ella y su rencor por el abandono afloraba con fuerza,
reiterando su juramento de olvidarlo. Pero no poda, siempre lo
recordaba, de una u otra forma, siempre estaba presente.

Su memoria viaj entonces unos veinte aos atrs:

Cario uhm vers lleg alguien a buscar a Edward as

como don Carlisle y doa Esme vinieron por ti explic aquella
vez la madre Manuela, cuando fue de visita a la casa de acogida.
Ella parpade y torci su cabeza mirando a la monja.

Entonces, tendremos que ir a verlo a su casa? Dnde vive

ahora? Su mam nueva le permitir ir a verme? Soltaba ella las
preguntas con impaciencia, pues ya haban pasado diez das de la
ltima vez que vio a su hermano. La monja mir a Esme, tragando
grueso y luego a ella. Se levant de su asiento tras el viejo
escritorio, caminando hacia ella. Se inclin para ponerse a su altura
y mientras acariciaba su cabello, le dijo:

Cario ser un poco difcil ver a Edward al menos por ahora.

La mujer que se lo llev no vive en esta ciudad, y pues

Cmo que no cmo que no vive aqu? Eso quiere decir que
no volver a verlo nunca ms? Pregunt ella con su mandbula
tiritndole. El llanto estaba por salir de ella. Su hermano se haba
ido y no volvera a verlo. Eso supo ella, lo presinti, aunque la
monja y su mam le decan lo contrario.

No, linda! Mira, acaba de irse hace pocos das. A todos nos tom
por sorpresa y pues, debemos dejar que se ubique en su nueva casa,
y seguro despus de eso l se comunicar contigo, e ir a verte
como siempre lo hace, ya vers.

Alice, a las palabras de la monja, mir hacia su madre adoptiva

esperando la confirmacin de aquello, pero la sonrisa torcida de
Esme no fue tan convincente para la nia, que corri a las faldas de
su madre a llorar el desconsuelo de la prdida.

Cario, volvers a verlo, muy pronto la consolaba Esme.

Ella negaba con la cabeza:

Me prometi me prometi que no me abandonara

Hijita susurr Esme, levantndola entre sus brazos y
apretndola fuertemente.

Con el tiempo entendi que Edward, por su edad, muy poco poda
hacer para comunicarse siquiera con ella, pues la estricta mujer que
se lo llev, viva en otra ciudad a la que actualmente se
encontraban. Pero los aos pasaron y Edward nada que daba
seales de vida y mientras eso ocurra, la pena de Alice por perder a
su hermano se iba transformando en rencor. Edward podra haberse
puesto en contacto con ella, pero no lo hizo, porque no quiso.
Porque se olvid de ella, la abandon, como jur no hacerlo.

Hasta que un da, un sbado de invierno se top con l frente a

frente, cuando sala ella de sus clases. Haban pasado ya varios aos
y la fisonoma de ambos haba cambiado, pero pese a eso, ella lo
reconoci. Alto, delgado, vistiendo de gris y sus ojos amplios y
expectantes por el encuentro. La punzada en su pecho delataron la
sorpresa del reencuentro. Podras haberse echado a correr y
rodearlo con sus brazos, llorar en su pecho y dejar que l la
consolara, pero no lo hizo. Sus msculos se tensaron, sus dientes se
apretaron y el rencor burbuje desde su interior como si fuera bilis,
cida y amarga.

Alie susurr l con la emocin arandole las palabras. Ella

lo mir con desprecio.

No me llames as, yo no te conozco

Soy yo, Edward!

Pues no s quin eres! Casi le grit, hacindose a un lado y

retomando su camino. l la sujet por el brazo y ella lo apart,
como si el toque de ese muchacho la quemara. Sultame!
Por favor Alie, escchame Dios, te he extraado tanto!

Mentiroso! Mentiroso! Le grit con voz en cuello, haciendo

que varias de las personas que pasaban alrededor se giraran a
mirar. Vete a la mierda t y tus mentiras!

Alice, si supieras todo lo que he pasado

Pues no me importa, no me importa! Grit y se ech a correr

calle abajo. Cuando lleg a su casa fue recibida por Esme, quien al
parecer ya saba sobre la reaparicin de Edward.

Mam llorique en sus brazos.

Hija, dale la oportunidad de hablar. l ha pasado por mucho,

lleg hasta aqu buscndote y me cont

No quiero saber, mam, no quiero saber! Grit, cubriendo sus

odos y corriendo por la escalera hasta su cuarto, donde se encerr a
llorar.

Edward insisti un par de veces ms, pero la respuesta de ella era la

misma. Lo ignoraba o le gritaba que se largara, que l ya no era su
hermano, que ya lo haba olvidado.

Te comportas como una chiquilla malcriada! Le grit l la

ltima vez. Te cubres lo odos y te niegas a escucharme. Prefieres
creer en tus excusas antes que orme No pude comunicarme
contigo! Elizabeth nunca lo permiti! Ahora entr a la universidad
y tengo un poco ms de libertad, por eso vine hasta aqu Dios,
Alice, no sabes lo que he sufrido en todo este tiempo! Pero te juro
que me era imposible comunicarme contigo ni con nadie de mi
pasado, esa mujer no me lo permiti
No te creo!

Alice, por favor cansado y desesperado Edward le rog que le

diera tiempo para explicarle lo que haba sido su vida, pero ella
prefiri seguir ignorndolo.

Mira, ya ha pasado tiempo y yo la verdad tengo una nueva

vida ya ni me acordaba de ti. minti, esquivando la mirada
triste de su hermano, a quien le quebr el corazn con esos
dichos. As que puedes regresar a tu lugar, donde quiera que
ests. Yo estoy bien y ya no necesito de ti.

No hablas en serio susurr l, con una mano sobre su pecho,

como si doliera Lo dices porque...

Porque es la verdad interrumpi ella tajante. Ya me viste,

estoy bien, ahora djame en paz. No quiero volver a verte
sentenci y sin permitirle a l seguir explicndose, sigui su
camino. No quiso mirar hacia atrs pues vera a su hermano con los
hombros cados y probablemente llorando. As que se oblig a
repetirse que si en tantos aos ella pudo vivir sin l, seguro era
capaz de hacerlo ahora en adelante, como siempre. No lo
necesitaba.

Pasado el tiempo, sus padres trataron de hacerla entrar en razn,

contndole algunas cosas que la choquearon e hicieron que tomara
ms distancia de l y su historia. Su abuela, la abuela de ambos,
Elizabeth Masen lo haba adoptado y haba pasado de ella.
Simplemente no quiso saber de su existencia y ella no quiso
preguntar el por qu, conformndose con Edward, quien con el
pasar de los aos, supo que era el director de la empresa de la
seora Masen, "Masen & Co". Los medios de prensa lo calificaban
como un tipo hosco, poco sociable, pero como sea, lo calificaban
como el futuro heredero del imperio Masen, vaticinndole un futuro
prometedor, y por supuesto con ello, una lista de mujeres que
queran convertirse en la seora Masen, y darle a la septuagenaria
duea del imperio, su anhelado bisnieto.

Regres a la actualidad, tragando grueso y quitando de un manotazo

la lgrima que se escap rodando por su mejilla. Se acerc luego a la
cama junto a la mesita de noche y abri el cajn, sacando de este un
recuerdo que guardaba all y que muy pocas veces se permita sacar.
La ltima vez lo hizo cuando pas unos das all mismo,
recuperndose luego que tuviera que hospitalizarse por un cuadro
de estrs y sus padres insistiera para que se quedaran all y ellos
poder cuidarla.

Una foto en sepia de mostraba a dos nios abrazados y sonriendo

hacia la cmara. Hera una hermosa fotografa, de un hermoso
recuerdo que era opacado con regularidad por un juramento
incumplido y el rencor de ella.

Viajando al pasado, hija? Dijo su padre, cardilogo de

profesin, asomando su cara por la puerta. Levant la comisura de
sus labios y se acerc a ella, sentndose a su lado. Ella ni siquiera se
apresur en esconder la foto, pues su padre ya la haba encontrado
otras veces con ese mismo retrato entre sus manos. Podras
enmarcarla, no?

Pues no dijo ella tajante, guardando la foto en el cajn de

donde la sac. Vine por unas cosas que necesitaba y no s cmo
ni porqu llegu a esto

Porque es natural que eso pase. Los recuerdos siempre estn

Aunque algunos podran borrarse para siempre, no?

T no querras eso. Ms bien, el recuerdo podra ser algo ligero,
agradable, si dieras la oportunidad a

No de nuevo con eso, pap! Exclam Alice, levantndose de

la cama de regreso al armario, de donde sac una bolsa con las
cosas que necesitaba. Mejor nos vamos, Jasper nos espera y
debemos ir donde sus padres.

Bueno pues. Pero ven ms seguido aqu, y no te olvides de m

pidi su padre a su hija, sentado en la cama, mirando con ternura
a su hija. Ella torci su cabeza y suaviz su mirada.

Cmo podra olvidarme del hombre ms guapo del lugar?

Carlisle ri y camin hacia ella. Acarici su corto y negro cabello y

dej un beso sobre la base de su cabeza.

Claro que soy el hombre ms guapo del lugar!

Ella golpe su hombro y neg con la cabeza, antes de salir de su

antigua habitacin. Carlisle se qued unos segundos all, pidindole
a Dios lo de siempre, que su hija no albergara rencor en su corazn
y que se permitiera abrir sus odos y su corazn, para perdonar y
vivir feliz, como ella y Edward se lo merecan.

**OoO**

Despus de haberla tomado otra vez sobre su cama y haber

retozado y dormido un rato hasta el medioda, se levantaron pues el
estmago de su demonio no paraba de sonar.

Es que tengo hambre! Ni siquiera tom desayuno.

As que permiti que ella se levantara y se pusiera una camisa suya

para ir a la cocina y ver qu podan hacer. Ella, al mirar el
refrigerador y luego la alacena, arrug su cara, se gir y con sus
manos sobre sus caderas, le protest al ogro:

Me puedes decir con qu te alimentas? Aqu no hay nada!

Por lo general como afuera.

Pues muy mal. Ni siquiera hay lo necesario para cocinar!

Deberamos salir y comprar algo

Nada de eso neg l, pues consideraba que salir sera una

prdida de tiempo. Llamar a un restaurante para que nos traigan
el almuerzo. Hay una carta por ah, en algn lugar dijo, moviendo
su mano hacia alguno de los cajones de la moderna cocina.

Ella misma rebusc entre los cajones la carta del restaurante, donde
estaba anotado el nmero de telfono para hacer los pedidos.
Despus de mirarla durante un buen rato y pasar su lengua por sus
labios, como saborendose los platos que estaban all descritos, mir
a Edward y le pregunt qu deseaba, inclinndose l por plato de
arroz rabe con costillas de cerdo al horno.

Marc ella el nmero al restaurante y pidi primero el plato de

Edward. Luego, el de ella: una porcin de pur de manzana, una
porcin de patatas fritas con mucha mostaza, carne a la cacerola en
su jugo, un trozo de lasaa dos salsas y extra queso, una sopa de
pollo y ensaladas surtidas. Ah! Y el postre, mousse de chocolate
extra grande. Le dio la direccin y enseguida colg.

T no sers capaz de comerte todo eso coment Edward con

diversin en su voz. Ella alz una ceja y se cruz de brazos,
afirmndose contra la encimera.
Quieres apostar?

Bueno. l apost y perdi.

Edward no poda creerlo. Ella haba comido cada cosa que pidi
para almorzar, no dejando nada, ni rastro de comida en el plato.
Hasta el postre se comi y para rematar, acompa el caf en grano
con un par de bombones rellenos de licor de guinda. Jams l
conoci a alguna mujer con un hambre tan voraz como el de la
demonio. Y coma con tanto placer que a l le fue difcil apartar sus
ojos de ella.

Dios, qu mujer!

Tienes la lombriz solitaria all adentro? pregunt l, divertido.

Ella se carcaje, echando su cabeza hacia atrs y neg,
respondiendo.

Simplemente me gusta comer

Ya veo, es un placer asinti, bebiendo el ltimo resquicio de

caf que queda en su taza.

Durante el almuerzo, l estuvo preguntndole un montn de cosas

sobre su vida. Quera saberlo todo pero de alguna manera, l se
limitaba en las respuestas que le daba cuando ella le preguntaba
algo sobre su vida, sobre todo sobre su pasado. Lo hizo cuando le
pregunt por sus padres, si tena ms hermanos, la relacin con su
abuela, sus amigos, en fin.

Cmo fuiste a parar a la casa de acogida? Pregunt ella,

cuando l acab su caf. Edward se puso algo tenso y rasc su
entrecejo.
Por qu sacas esa conclusin?

No hay que ser adivina. Me dijiste que tu madre muri cuando

eras pequeo y que tu abuela se hizo cargo de ti pasados algunos
aos record ella, citando la escueta respuesta que Edward le dio
cuando ella le pregunt aquello.Debes haber conocido a las
monjitas en ese periodo de tiempo. Presumo que viviste ah en ese
tiempo.

Muy perspicaz mordaz coment Edward, mirando hacia otro

lado. Ella arrug la frente y baj la cabeza. El ambiente, segn ella,
se haba tensado. Quizs era el momento de la retirada. As que se
levant despacio, levantando las cosas de la mesa de diario que
haba en la moderna cocina.

Bueno, quizs es momento que me vaya

Otra vez ella, queriendo irse. Eso enoj al ogro. Otra vez. Se levant
de su sitio y camin hasta ella, abarcndola por la cintura,
pegndola a su cuerpo.

T no te vas gru entre dientes, con su rostro muy cerca del

de ella. Ya te lo dije.

No quiero molestar. Adems, debera ir a casa y

T de verdad no quieres irte agarr el labio de Bella entre sus

dientes y lo jal, hacindola jadear. No quieres irte, verdad?
Susurr. Ella simplemente neg, con sus ojos puestos en los de l.

Muy bien asinti l. Ahora, demonio, me demostrars qu

tan buena eres con los videojuegos, como dijiste lo eras en tu
currculo. O me tienes miedo?
Ella puso sus manos en el pecho de Edward y se apart, mirndolo
ahora con desafo en sus ojos, tironendose el faldn de la camisa
del hombre que llevaba puesto.

No te tengo miedo, y puedo demostrarte lo que sea cuando

quieras. As que dime, dnde tienes la consola de videojuegos?
Voy a darte la paliza de tu vida, Edward Masen.

l sonri con irona y con un movimiento de cabeza, le indic a la

demonio que lo siguiera hasta el cuarto de televisin. All se
instalaron en el sof frente a la gran pantalla plana, luego que
conectaran la consola y eligieran el juego. Pero por qu Edward
tena una consola de videojuegos? Para su personalidad, no era algo
que fuera normal. La verdad es que Emmett lo convenci y era l,
su chofer, el que ocupaba esa sala con ms regularidad. Tom nota
mental de agradecerle al granduln la idea de poner esa dichosa
consola que serva de entretencin para su demonio.

Por cierto, "La guerra de los zombis" dur unos diez minutos. Bella
como prometi, le estaba dando una paliza de proporciones a
Edward, que apenas saba los movimientos bsicos, as que para
torcer la cosa a su favor, comenz a distraerla con besos en el cuello
y caricias bajo la camisa. Ella simplemente cedi, solt el joystick,
quit el que Edward tena en las manos y se le encaram a
horcajadas, agarrndolo con fuerza por la nuca y siendo ella ahora
la que arrasaba con su boca, mientras l desabotonaba la camisa y
tocaba su piel.

Joder, demonio jade l, arrastrando su boca por el cuello de

Bella, quien agarr el dobladillo de su camiseta y la sac por su
cabeza. En un movimiento diestro, gir su cuerpo de tal manera que
ella quedara sobre el sof ahora con su cuerpo a horcajadas sobre el
de ella. Qu hermosura susurr, pasando sus manos por el
pecho, apretando sus senos, acariciando su estmago y con la palma
de su mano frotando su entrepierna, gimiendo ella sin vergenza.

Edward por favor

Ests lista para esto? Acabas de almorzar ronrone, metiendo

un dedo, viendo como ella se arqueaba de placer, mordiendo su
labio, con sus ojos fuertemente apretados. Se removi y lo mir
enseguida, con su verde mirada oscura y deseosa.

Habra que ver qu tan listo ests t provoc. l se hizo hacia

ella, mordiendo sus labios y restregndole su duro miembro bajo el
pantaln. Ella rio traviesa. Como siempre y l gru, acallando
su risa con un beso severo.

El desafo de matar zombis qued desplazado para horas ms tarde,

cuando acabaron de quemar caloras sobre el sof frente a la
pantalla de televisin durmiendo enseguida uno pegado al otro.

Ahora s tendra que irme? Pregunt ya despierta, mirando a

los zombis en pausa en la pantalla. Sinti que Edward apret sus
brazos a su alrededor, gruendo luego:

Por qu maldita razn preguntas eso!

Porque debo de ir a casa.

Me dijiste que tu ta estaba en no s dnde. Llegaras para estar

sola.

Ella se alz para mirarlo a la cara. Pas su mano por el desordenado

cabello de Edward, el que siempre ella haba visto peinado con
gomina. Haba descubierto que le encantaba acariciarlo, as como
besarlo.
De verdad quieres que me quede?

S respondi serio, sin lugar a dudas. Ella sonri y roz sus

labios con los de l, mientras sonrea. Suspir y se reincorpor sobre
su pecho, encantada que l quisiera tenerla all, pues para ella no
haba otro sitio mejor en donde estar.
*Chapter 8*: Chapter 8
A leer!

Captulo 8.

Seor, buenos das salud Jacob como cada maana a su jefe

que sala de su carro despus que Emmett le abriera la puerta.
Tuvo un buen fin de semana?

Edward apenas desvi su vista hacia su secretario mientras

caminaba hacia la puerta de entrada del edificio.

Bien, Jacob. Credo

En realidad, el calificativo "bien" estaba bastante alejado de cmo

Edward calificaba su fin de semana. Fue, segn su opinin, "el
maldito mejor fin de semana de su vida". El da anterior, domingo,
le cost toda su fuerza de voluntad dejar a Bella en su departamento
y no llevrsela de regreso a su casa, para que se durmiera con l.

Haba sido un fin de semana que deseaba volver a repetir, y repetir,

y repetir tantas veces como le fuera posible. Quera estar con ella
como nunca antes lo dese con otra mujer. Y punto.

Qu tenemos para hoy, Jacob solicit l mientras se meta en el

elevador, carraspeando y arreglndose el nudo de la corbata que
nunca le quedaba bien.

Lleg la resolucin de los alemanes, seor respondi l

mirando de reojo, y dos de nuestros inversionistas pidieron una
reunin extraordinaria hoy a medio da.
Ah, s? Y dijeron para qu?

Uhm no han firmado la renovacin de inversin para este ao,

seor, lo que nos hace presumir que tiene que ver con ello
Edward asinti casi imperceptiblemente, mientras Jacob
agregaba. La seora Elizabeth ya est al tanto y confirm su
asistencia. Confirmo la suya tambin, seor?

Por supuesto, Jacob. Por nada del mundo me pierdo esa reunin
dijo Edward, inspirando, mientras se imaginaba la cara de la vieja
Elizabeth cuando supiera que su potencial mejor inversionista
rechazaba la propuesta y dos de sus capitalistas retiraban sus
inversiones. l iba a ver la impotencia en el rostro de Elizabeth
sentado en primera fila. Eso nadie se lo negara.

Son una tropa de imbciles! Grit Elizabeth cuando ms tarde

en la reunin se ley la resoluciones de la cuenta alemana, que
desista de invertir en "Masen & Co" porque no les resultaba del
todo convincente la propuesta de inversin ni mucho menos el
porcentaje de utilidades. No hacan alusin, pero ellos ya haban
firmado con la empresa que diriga Anderson, "Lux et umbra S.A",
aumentando considerablemente sus expectativas de crecimiento
dentro del sector, vislumbrndola como la empresa que liderara el
mercado durante ese ao.

Pero eso no era todo.

Como Jacob le dijo a Edward, dos de los inversionistas con los que
Masen & Co ya contaba, haban desistido de firmar la renovacin
de contrato, pues sus utilidades haban mermado y las exigencias se
elevaban cada da ms. La empresa ya no era confiable para
invertir.
Imbciles! Reiter en un grito potente la septuagenaria mujer
a la cabeza de la compaa, hirviendo de rabia despus que el
director financiero le diera estos dos anuncios. No puedo
creerlo tres inversores Tres! Se supone que tengo a un equipo
de elite trabajando para que esto no pase.

Enderez su espalda, suspirando y mirando hacia el cielo raso en la

cabecera de mesa, contraria en donde estaba Edward, sentado y
muy relajado, mirando con detenimiento a la exasperada mujer
frente a l. La vieja estaba desesperada, impotente, frustrada en
niveles superiores y eso a l le causaba un placentero regocijo. Era
como estar viendo su pelcula favorita. La estaba disfrutando,
saborendola.

Y t, no tienes nada que decir? Le dijo Elizabeth a Edward

cuando lo vio tan sereno. No puede ser que seas tan inepto para
no haber predicho que esto pasara. Pasaste no s cuntos aos en la
universidad

Elizabeth la voz de Edward cort su verborrea, retumbando en

la sala de conferencias, con ocho personas ms a su alrededor que
eran, a parte de la vieja, mudos espectadores frente a la furia de la
mujer. Te lo advert. No quieres ceder, el mercado se pone cada
vez ms competitivo y t no quieres ceder, nos tienes de manos
atadas para negociar. Ya no puedes sustentar esta empresa como
capitalista nica, o esperar que otros vengan y pongan dinero a
cambio de nada para que tus ingresos suban? Eso no va a pasar. Te
di opciones

No voy a vender ni una sola parte de mi patrimonio! Nunca!

Estamos rozando los nmeros rojos le record Edward, como

agregndole ms lea al fuego. Habr que deshacerse de algunas
filiales. La vitivincola quizs y otros cuantos. Habr que reducir
costos al extremo probablemente tendrs que bajar un poco tu
nivel de vida

No me sacrifiqu tantos aos de mi vida para venir a pasar

pellejeras en mi vejez! Rebati Elizabeth con su mandbula
apretada. Edward quiso rerse, pues lo dijo que si hubiera sido ella
una de las cabezas pensantes de ese equipo que trabaja da y noche
para hacerla rica, equipo que dicho sea de paso ella no se mereca.

Entonces vende propuso Edward. Si no quieres ceder en las

negociaciones que hacemos con los inversionistas, vende parte de la
compaa, o seguirn migrando tus capitalistas hacia la
competencia.

No voy a ceder. Las negociaciones se quedan como estn y no

voy a vender lo que me pertenece. As que pongan en venta la
vitivincola y cubran los agujeros financieros que dejan los dos
malagradecidos que retiraron su inversin orden y bebi
enseguida agua de su vaso, retomando su compostura y enseguida
mir a Kate, encargada de personal reduce a la mitad al personal
de todas las secciones, al menos de esta filial.

Kate a un costado de la mesa, abri los ojos un poco golpeada por la

ordenanza de la mujer.

Se seora pero eso eso es imposible

Estamos en crisis! le record Elizabeth a la sorprendida mujer,

quien mir a Edward como esperando que dijera algo. Lo hizo, por
supuesto.

Ests equivocada si piensas que as vas a resolver en algo la crisis

rebati Edward a la mujer, quien cruzada de brazos lo escuchaba
Sabes cunto dinero te costar despedir a toda esa gente?
Debers pagar indemnizaciones, seguros. Hay gente que ha
trabajado aqu por muchos aos

Pues despiden a los que han trabajado menos tiempo o llegan a

algn arreglo que nos convenga! gru Elizabeth. Y tienen
treinta das. Dentro de quince das me presentaran un informe
financiero con el estado actual de la compaa luego de las reformas
y al cabo de un mes, hacen efectivo los despidos. Es todo.

Se levant, arregl su vestido negro de dos piezas y sali sin

despedirse de nadie, seguida por la fiel Charlotte, quien seguro iba
detrs de ella para asegurarse que su cargo no estaba en peligro.
Todos los asistentes parecieron relajarse cuando la mujer se fue
menos Edward. Que la vieja hubiera dado orden de hacer ese
despido masivo era algo que no vaticin. Aun as, no iba a dejar que
se saliera con la suya.

Pueden retirarse. Kate, Jacob, a mi despacho, ahora anunci el

ogro, levantndose y yendo hacia su oficina.

Maldita vieja gru Edward una vez adentro de la oficina en

compaa de sus dos ms cercanos colaboradores. Sac del
frigorfico una botella de agua la que abri y se bebi de un suspiro
hasta la mitad.

No puedo creerlo asombrada todava, Kate dej caer su trasero

en una silla. A la mitad del personal! Lo puedes creer?

Lo peor es que va a perder mucho ms de lo que cree va a ganar

intervino Jacob mirando a Kate. Habr que pagar un sinfn de
indemnizaciones, seguros Y ordena vender la vitivincola, que es
la filial que mejor est asentada!
Ah, ese fue una carnada que nuestro buen Edward le lanz,
verdad, jefe?

Edward mir a Kate con sus ojos entornados. Por supuesto que
haba sido una carnada. l iba a ser el encargado de que ella fuera
perdiendo poco a poco lo que ms quera: sus bienes, sus riquezas.
Los nmeros rojos estaban comenzando a alcanzarla y eso era algo
que l disfrutara. De momento, se concentr en hacer un poco de
control de daos.

Jacob, que la autorizacin de venta sea firmada por Elizabeth esta

misma tarde. A lo sumo, en dos das la vitivincola debe estar en
manos del siguiente dueo y ya sabes quin va a ser ese.

Claro jefe respondi Jacob, tomando nota en su tableta

electrnica.

Ahora, debemos ver cmo afrontamos lo del despido, No

podemos reubicar a toda esa gente en otros sitios!

Lo s, Kate, lo s Edward solt el nudo de su corbata con

gestos cansados, encendi la laptop y mir a su colaboradora.
Nos pondremos manos a la obra con eso. Pero antes abri la
ltima gaveta de su escritorio y extendi hacia su fiel secretario un
sobre azul*. Jacob lo mir con sus ojos negros bien abiertos de la
pura sorpresa, primero al sobre y luego a su jefe, quien indic. Es
la hora, Jacob.

Joder! Exclam Kate, mirando la escena.

Est est seguro, jefe?

S, Jacob. La cosa ir ponindose peor aqu y no quiero que te

veas involucrado, lleg la hora de tu emancipacin. Debes preparar
tu boda y toda eso adems, seguro recibirs propuestas mucho
mejores en otros lugares, no lo crees?

Seguro, jefe respondi Jacob, sonriendo con sinceridad. Porque

la verdad, ese sobre azul y lo que significaba para l era muy
contradictorio. El jefe lo estaba despidiendo, lo que tendra que
tenerlo al borde del llanto y la desesperacin, cosa que no era. Se
iba a tomar un tiempito libre, quizs viajara con su novia, luego
trabajara en otro lugar y no iba a volver a recibir rdenes de la vieja
Elizabeth. Tendra un mejor trabajo, con un puesto superior, con un
mejor salario.

No poda ser mejor!

Almorzaron en el despacho de Edward mientras delineaban la mejor

estrategia para afrontar el despido masivo que la vieja haba
ordenado hacer. Pasaron varias horas, hasta que Jacob se levant
pues todo estaba listo ya para la venta de la vitivincola, con la
autorizacin de Elizabeth y todo, y l deba estar seguro que el
comprador sera la persona que Edward dispuso para ello.

Puedes irte a casa cuando acabes con eso, Jacob le inform

Edward. Jacob asinti.

Nos vemos maana entonces.

Infrmame cuanto todo est listo.

Como ordene, jefe.

Agarr algunas cosas de su escritorio, entre ellas su valioso sobre

azul, y camin hacia el elevador, despidindose de paso de la
recepcionista. Iba en descenso cuando el elevador se detuvo dos
pisos ms abajo, ingresando Bella en este con un dejo de
preocupacin en sus ojos.

Hola Jake le salud, chocando su hombro con el de ella.

Qu hay, Bella, cmo ests? Pregunt Jacob. Ella lo mir y

elev un poco sus comisuras en un intento de sonrisa, asintiendo. Y
es que a ella le pasaban un par de cosas: la primera era que la
noticia del despido ya haba corrido como agua de ro. Claro, su jefe
lleg plido de la preocupacin, contndole a su equipo de trabajo
sobre la reunin y la disposicin de la jefa, la seora Elizabeth
Masen. l se aventur en decir que los recin contratados iban a ser
los primero en volar, y ella estaba entre el personal recientemente
contratado. O sea que su carrera profesional en "Masen & Co"
estaba llegando a su fin. Pero no era todo. Lo segundo que la tena
algo cabizbaja era que, despus de pasar un fin de semana de
ensueo con Edward, aquel da ni siquiera haba recibido una
llamada de l, ni un mensaje ni nada. Supuso ella que el tema de la
reunin y lo que se avecinaba para la empresa deban tenerlo muy
ocupado, por eso no tom la iniciativa de llamarlo ni molestarlo con
un mensaje, pero aun as lo extraaba, lo echaba mucho de menos.
Ms de lo que ella lleg a pensar.

Oye supe lo de los despidos coment Bella,

balancendose de un lado a otro, intentando sonar
despreocupada. Parece que algunos tendremos que buscar
nuevos horizontes.

Las noticias vuelan coment Jacob, soltando una risita. Pero

no te preocupes, intentarn que sea lo menos doloroso posible. No
te preocupes aadi, guindole el ojo. Para m no fue tan
terrible.

Bella lentamente gir su cabeza hacia Jacob, con su boquita abierta

en una O. Haba odo mal? Jacob dijo "para m no fue tan terrible?

Te despidieron?! Jacob, te despidieron?

Este l rasc su cabeza, un poco asustado pues la nia lo

miraba como si le hubiera salido otra cabeza, como si hubiera dicho
una barbaridad. Pues s.

No puede ser! Protest, alzando las manos. No es justo!

Bella, el jefe lo hizo

El jefe, Edward te despidi?! Pregunt ahora, refirindose al

jefe por su nombre, cuestin que a Jacob no le extra, sino ms
bien su reaccin tan pasional.

S, pero

No! No es justo, Jacob! Eres su colaborador ms fiel, te vas a

casar no puede despedirte as como as!

Clmate Bella

No me calmo! Esto no se va a quedar as.

Cuando el ascensor lleg a su destino, Bella enseguida puls el

penltimo piso de regreso, de regreso hacia arriba. Iba gruendo
cosas como injusticia, locura entre otras y aunque Jacob trataba de
tranquilizarla, ella haca odos sordos, dispuesta a enfrentarse al
ogro Edward Masen hasta que restituyera a Jacob el pobre
Jacob a su trabajo.

Furibunda entonces entr al despacho de Edward por supuesto sin

golpear, seguida por Jacob, quien intent detenerla, pero
simplemente no pudo.

Bella mir a Kate y luego a Edward, quien estaba un poco perdido

por la presencia tan inesperada del demonio all y no perdi tiempo
en que l o la seorita Johnson dijera algo. Movida por el arrebato
de la injusticia habl, extendiendo su pequeo dedo ndice en
direccin al ogro Masen.

Usted! Exclam. No puede despedir as a Jacob! Es su

trabajador ms fiel, es su mano derecha y va a casarse, por vida
de Dios! No tiene un poquito de condescendencia por alguien que
ha estado con usted no s por cunto tiempo? No sea injusto!

Edward estaba echado hacia atrs en su butaca, de brazos cruzados

mirando muy atentamente el despliegue de pasin del demonio ese.
La forma en como arrugaba su frente, como le apuntaba con ese
dedo, o como aleteaba con sus brazos por la frustracin. Era
fascinante.

Me oy?! Chill Bella. Le exijo que lo recontrate! O o

lo denunciar

Edward abri los ojos ante la sorpresiva amenaza del demonio,

mirando a Kate, que estaba perdida y atnita.

Me va a denunciar, la oste? Le dijo Edward a la rubia, que lo

mir y luego a la Bella que respiraba pesado. Jacob entonces
intervino:

Seor, perdone no la pude detener yo

No le pidas perdn, Jake! Intervino Bella. No se lo merece.

Entonces, ya acab con el show, seorita Swan?

Show? Le parece que esto sea un show, seor Masen? Vengo
aqu en defensa de Jacob porque me parece una injusticia que lo
despidiera y que

Suficiente! Exclam Edward, levantndose de su asiento.

Jacob, llvatela de aqu.

No me voy! Rebati ella, golpeando el piso con su zapato de

tacn azul. No me voy hasta que me diga que va a recontratarlo!

Jacob! Vocifer Edward. Usa la fuerza bruta y saca a este

demonio de aqu. Ahora.

Jacob suspir y se acerc a Bella, agarrndola por la cintura y

elevndola del suelo la sac de la oficina.

Pero Jacob, qu haces! Protest ella, pataleando en el aire

mientras iba siendo sacada por Jacob del despacho del jefe. Te
estoy tratando de ayudar!

Cuando la nia demonio y Jacob estuvieron afuera, Edward sac su

mvil y le marc a Emmett:

Lleva a Isabella a mi apartamento y no dejes que salga de ah

hasta que yo llegue orden, colgando enseguida. Buf,
restregando sus ojos como si estuviera cansado, y luego mir a
Kate, quien a su vez lo observaba con las cejas alzadas, muy
cruzada de brazos.

Qu fue eso?

Algo como una protesta pidiendo justicia, no lo viste?

No, no Kate levant la mano hacia Edward y neg, llamaste

a Emmett para que se llevara a Bella a tu apartamento

Ah eso dijo Edward como si nada, regresando a su asiento y

mirando los papeles.

Te advert lo que hara contigo si te metas con ella, Edward

dijo, hacindole recordar la advertencia que le dio el primer da,
el de las entrevistas, cuando ella se percat que algo haba pasado
ah. Acaso tus bolas estn en peligro ahora?

Es tarde, Kate. No hay vuelta atrs afirm. Otra vez la rubia

colega de Edward abri los ojos, incorporndose sobre el escritorio
con sus manos sobre este.

Te metiste con ella?! Joder, Edward, es una nia!

No es una nia, Kate, te lo aseguro, no es una nia, y ya te lo

dije, es tarde. No estoy dispuesto a apartarme de ella.

Dios, Edward! Exclam ella, mirando hacia el cielo. Slo

no le hagas dao, por favor.

Nunca.

Despus de dos horas, Edward y Kate salieron del edificio despus

de haber trazado un plan de contingencia para lo que se les vena
encima con los despidos y todo eso. Se despidieron, ella se meti en
su coche y l en su Mercedes que conduca Emmett.

Y ella? le pregunt Edward una vez dentro del coche camino

a casa. El chofer lo mir por el retrovisor y solt una risita.

La fierecilla est donde usted lo pidi, jefe.

Bien.

Cuando entr a su departamento no oy ruido alguno. Con sigilo

camin hacia su recamara donde al entrar se encontr nada menos
que con el demonio, sentada sobre su cama cruzada de brazos y
pernas, vestida solo con una camiseta blanca, muy seria,
esperndole.

Ella no quit sus ojos verde miel de Edward mientras este se quitaba
la chaqueta y la corbata con movimientos lentos, estudiados, quien
por cierto tambin la miraba con intensidad y una chispa de
diversin. Era como si se estuvieran desafiando con la mirada.

Hay que ver, no? Eres un demonio muy temerario con voz
calma apunt Edward, metiendo sus manos en los bolsillos.

Despediste a Jake.

S, lo hice.

Te parece justo?

La verdad es que s.

Pues no lo es! Gru ella con su mandbula tensa. l estrech

sus ojos y dio un paso adelante, llegando a tocar la cama con sus
rodillas.

Tanto te preocupa Jacob?

Pues s!

Solt aire por la nariz, como un bfalo cuando ella asumi que s le
importaba. Puso una rodilla sobre el colchn, e inclin su cuerpo
hacia ella, quedando su rostro prcticamente pegado al de ella.

Dime una cosa, demonio, cuando Jake te cont lo de su despido,

viste algn signo de desesperacin en l? Siquiera se notaba triste,
o preocupado? Susurr sobre sus labios, nunca dejando de mirar
sus ojos verdes. Vio entonces que el desafo en ella pas a la
vacilacin. Su mente seguro estaba corriendo hacia el instante en
que Jacob se lo dijo, buscando ella algn signo de los que Edward
hizo mencin, y pues no los encontr.

Uhm no, quizs se estaba controlando dijo ella, con

dignidad, apartando su cara hacia un lado.

Seguramente ronrone, aprovechando l de jalonearle el lbulo

de su oreja, lanzando ella un gritito.

Oye, no hagas eso!

Ahora, demonio justiciero, no quieres preguntarme nada, ni

exigirme nada? Cuando entraste como toro a mi oficina no parabas
de pedir explicaciones te vendra bien un cargo en el sindicato de
trabajadores, como dirigente o algo as ironiz sin poder evitarlo.
Ella estrech sus ojos y lo apart empujndolo hacia atrs.

Vale, no estaba ni triste, ni nervioso ni nada de eso, pero aun as,

no me parece justo, Edward.

El suspir y afirmndose con ambas rodillas sobre la cama se le

acerc y agarrndola por la cintura la acomod a horcajadas sobre
l. La rode por la cintura con fuerza y peg su nariz a la de ella.

Jacob es mi ms fiel colaborador. Si no hubiera afuera una oferta

de trabajo que l no puede rechazar, no lo hubiera despedido. Si
hubiera renunciado habra tenido que ceder un montn de
beneficios e indemnizaciones, lo entiendes? No soy mal agradecido
con mi gente y para que te enteres, estuve todo el puto da
trabajando con Kate para darle el mejor tratamiento al despido que
debemos hacer, no porque yo lo haya pedido, sino porque nos lo
exigieron.

Entonces es verdad? Susurr ella con preocupacin, rodeando

a Edward por el cuello luego que l se diera el tiempo de
explicarle. Van a despedir a mucha gente?

Esperamos no llegar a eso.

Vale y perdona mi reaccin susurr ella ahora con bochorno,

bajando su rostro. Seguro haba dado un espectculo Y frente a
la seorita Johnson! l alz una comisura de sus labios cuestin
que se le estaba haciendo habitual cuando estaba con ella y
asinti.

Est bien. Alguna otra cosa que deba usted reclamarme, seorita
Swan?

Te ech de menos susurr otra vez, mirando a Edward a travs

de sus pestaas. Ya. Lo haba soltado, aunque se jur no hacerlo,
para no presionarlo de algn modo, pero no pudo evitarlo.
Necesitaba decrselo. Esperaba que l tambin le dijera

Tambin te eche de menos, demonio.

"Jess, me lo dijo!"

Ella esboz aquella sonrisa radiante, grande que a l lo

deslumbraba, besndola enseguida con ahnco como deseaba
hacerlo desde la noche anterior, cuando la dej en la puerta de su
casa. De veras haba echado de menos a la nia y probablemente
ahora que la tena ah, dudaba mucho que la iba a dejar escapar esa
noche, as que aclar enseguida.

No te vas esta noche a tu casa, me oyes? No fue una peticin,

aun as ella asinti.

No me voy dijo, removindose sobre l la muy golosa. Edward

cerr los ojos y agarr el labio de la nia entre sus dientes como
gustaba hacerlo, soltndolo enseguida.

Deja de hacer eso, niita. Debo hacer unas llamadas antes de

prestarte atenciones.

Bueno de cualquier manera pensaba pedir algo para comer.

Tengo hambre.

Bien. Pide la cena mientras hago las llamadas, est bien?

Sip! Exclam, removindose de Edward, encaminndose junto

a l fuera del dormitorio, l hacia su despacho y ella hacia la cocina.

Lamentablemente, las llamadas y otros asuntos de negocios le

tomaron ms tiempo del que l hubiera deseado, teniendo que pasar
de cenar con ella. Cuando se desocup, se fue directo hacia su
habitacin donde la encontr dormida, rodeando con sus brazos la
almohada que l usaba. Se desvisti rpido y se meti bajo las
sbanas rodendola por la espalda con la idea de dejar el bendito da
atrs y descansar en los brazos de su demonio.

A la maana siguiente se despertaron temprano, comenzando el da

con l dentro de ella y un par de orgasmos compartidos. Luego se
metieron a la ducha y se apresuraron a salir con el tiempo justo para
que ella pasara por su apartamento a cambiarse de ropa. Edward
exigi que para esa noche, en la que tambin se quedara con l en
su apartamento, llevara una muda de ropa para evitar ese ajetreo.
Ella lo hizo, feliz de saber que otra vez dormira envuelta en los
brazos de Edward otra vez.

Subieron juntos en el ascensor, en compaa de Jacob, quien salud

a la chica con un guio de ojo, mientras pona al da al jefe de su
agenda diaria, como sola hacerlo. Se baj en su piso, luego que
Edward se despidiera de ella con un demandante beso y corri hasta
su oficina, donde encontr a su jefe, Laurent Da Revin y el resto del
equipo arreglando todo para la presentacin que deban hacer esa
maana frente al jefe Edward Masen.

Vern, la empresa vitivincola cambiar de dueo y pues hay que

presentar la campaa de la nueva cosecha para ellos.

Todo el mundo se puso a correr para zanjar los detalles, hasta que
legado el momento, el equipo de seis personas subi hasta la planta
alta a la sala de juntas donde se realiz la presentacin frente al
seor Masen y su mano derecha, Jacob Black.

Muy bien dijo Edward, luego que la presentacin acabara

como ya sabrn, la campaa se vender para el nuevo propietario
de la vitivincola, as que es seguro que tendrn una buena comisin
por ello. De tal manera que como equipo ser el ltimo trabajo que
realicen para esa filial, pues ya no forma parte de la compaa. De
momento es todo, han hecho un buen trabajo.

Gracias seor Masen dijo Da Revin en representacin de su

equipo.

Bella estaba un poco distrada, primero por tener a Edward tan

cerca, tratando de ignorarlo adrede a pesar que senta las miraditas
de soslayo de l y tan guapo que se vea ese da con su traje negro
de tres piezas y lo segundo que tena a la pobre tan distrada, era
que con todo el ajetreo de la presentacin, y para variar, perdi
una de sus lentillas de contacto. Otra vez. Una mugre se haba
metido en su ojo por lo que comenz a fregarse y en ese tanto la
lentilla desapareci. Esper que todo el mundo desapareciera, se
puso en cuatro patas a buscar bajo la mesa de la sala de juntas, a ver
si por algn milagro la lentilla de contacto apareca.

Joder! Dnde te metiste, maldita lentilla reclamaba mientras

buscaba. En eso, la puerta de la sala se abri, ponindose ella en
guardia all bajo la mesa. No esperaba que alguien llegara Qu
vergenza! La pillaran all como las locas bajo la mesa

La transaccin con Anderson est lista? Pregunt Edward,

cerrando la puerta de la sala tras de l. Jacob respondi.

S, jefe. Todo est listo. Hay una disposicin en el contrato de

compra-venta que hace que el nuevo dueo aparezca en calidad de
annimo hasta que se lance la nueva cosecha. Aprovecharan esa
instancia para hacer la presentacin de los propietarios. Harn un
cambio de imagen para cuando eso suceda para que se les
desvincule popularmente de la filial Masen.

Perfecto.

Ah uhm el doctor Vulturi llam pidiendo que recordara la

cita, la que no se lleg a concretar la semana pasada.

Yo me comunicar con el loquero ms tarde, Jacob. Puedes

retirarte.

S seor. Con permiso, seorita Johnson dijo Jacob al salir.

Bella, bajo la mesa, estaba absorbiendo toda la conversacin y se
senta una intrusa. Aun as declin de salir antes que los que
quedaban en la sala se pusieran a tocar el siguiente tema que la
ataa directamente.

Cuando Elizabeth se entere de quin es el nuevo dueo, se le

caer el cabello, Edward. Igual que cuando sepa donde fueron a
parar los alemanes y sus dos inversionistas en fuga.

Que se joda Elizabeth gru, caminando hacia la ventana,

voy a encargarme de despojarla de todo, Kate.

Vete con cuidado, Edward.

Tranquila.

Crees crees que con lo que vas a hacer vas a recuperar a

Alice?

El cuero cabelludo de Bella pic cuando oy esa frase y el nombre

de esa mujer y no sabe por qu la garganta se le apret, como si
sintiera de momento a otro, deseos de llorar. Aun as guard silencio
bajo la mesa y sigui oyendo:

No s si con esto vaya a recuperarla, pero lo har, estoy decidido.

Dijo Edward con voz trmula. Tendr que orme. Ella es la
mujer ms importante de mi vida y ya he estado suficiente tiempo
lejos de ella. La voy a recuperar, Kate. Como sea, lo har. Pero
primero me ocupar de Elizabeth, necesito despojarme de eso para
concentrarme en Alice.

Eso espero, Edward.

Bella bajo la mesa, tena su boca cubierta con la mano y sus ojos
estaban llenos de lgrimas.
Y qu pasar con Bella?

A qu te refieres? Pregunt Edward rpidamente.

Cuando Elizabeth se entere que t y ella

No va a enterarse! Exclam con vehemencia, interrumpiendo

a su colaboradora. Nunca! No quiero que sepa de ella, no hay
necesidad de que lo haga! La quiero lejos de ella.

La pena en el pecho de Bella se hizo insoportable. Claro por qu

un hombre como Edward iba a querer presentarla a una chiquilla
como ella a su familia? Seguramente no sola llevar a sus conquistas
de turno a tomar t con su abuela, verdad?

"Qu estpida, Bella, qu estpida eres!"

Y an hay ms. Por qu iba Edward a querer formalizar con ella

frente a su familia, cuando haba otra mujer, "la mujer ms
importante en la vida de Edward" a quien esperaba recuperar y a
quien s seguramente iba a llevar de su brazo frente a todo el
mundo, sin querer esconderla?

No quiero seguir hablando de eso, Kate. Mejor movmonos, que

los de finanzas nos esperan dijo Edward caminando hacia la
puerta.

S, vmonos.

Bella se qued bajo la mesa, cubriendo su rostro con ambas manos,

mientras sus hombros se sacudan ferozmente y su corazn se haca
trizas por la tan cruda realidad.

Sali momentos despus sin su lentilla y con su corazn roto de la

sala de juntas, procurando que nadie la viera. Corri hasta el
elevador, evitando el saludo de la recepcionista y se meti adentro,
intentando controlar el hipeo del llanto. Lleg hasta su piso y se
meti al bao, donde lav su cara, esperando hacer desaparecer las
marcas del llanto, pero no pudo. Las lgrimas seguan corriendo por
su rostro, as que decidi salir y enfrentarse al seor Da Revin, para
que la excusara y la autorizara a retirarse, pues no se senta bien.

El hombre, cuando Bella se present antes l, la vio tan compungida

que no le qued de otra que autorizarla a marcharse. Ella entonces
agarr sus cosas y sali de la oficina, rogando que nadie la viera.

Para su mala suerte, en la puerta del edificio y leyendo un peridico

afirmado en la carrocera de un Mercedes Benz negro se encontraba
Emmett quien la divis apenas sali.

El chofer frunci su ceo cuando Bella trat de ignorarlo, corriendo

l a su encuentro.

Ey Bella! Dijo, alcanzndola por el brazo. Cuando la gir, vio

su rostro y supo que algo no andaba bien. Qu tienes?! Te pas
algo, ests enferma?

No me siento bien Emmett respondi ella intentando zafarse

del agarre del granduln.

Lo sabe Edward?

No! Chill ella, otra vez haciendo que sus ojos se anegaran de
lgrimas y corrieran por su rostro. Y no quiero que se entere!

Bella

Djame Emmett, por favor! Exclam, soltndose por fin.

Quiero estar sola

Y si l pregunta?

Dile que me fui a la mierda! Grit y se ech a correr.

El hombre se qued ah parado en la acera, con el peridico en la

mano, viendo como la chiquilla corra como una posesa entre los
peatones hacia algn lugar que l desconoca.

Joder, qu habr pasado

**OoO**

Sobre azul: para quien no sepa, se usa al menos de este lado del
continente para referirse al momento del despido de una persona.

Les gust? Gracias como siempre a mi Gaby Madriz, amiga y

Beta de esta locura, a Miss Manu de Marte que est en la
promocin y regalando adelantos en el grupo, y pues a ustedes
que estn aqu conmigo. Gracias por vuestras lecturas y
comentarios que llenan mi corazoncito de alcachofa!

Mil abrazos a cada una y nos encontramos la prxima semana.

Besotes!

(Adelantos de esta locura en nuestro grupo de facebook:

groups/Subversivas/)

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 9*: Chapter 9
A leer!

Captulo 9.

Mi Dios, Emmett! El jefe se va a poner como un loco cuando se

entere.

Jacob se pasaba la mano por la negra cabellera cuando esa tarde se

encontr con Emmett, quien cuando lo vio, lo puso al da con las
novedades respecto a lo ocurrido con Bella.

Trat de detenerla Jake, prestarle ayuda, pero quera estar sola

se excus el chofer, alzndose de hombros. Tras un suspiro
agreg. Se vea bastante mal la pobre.

Jess! Exclam Jacob mirando la hora en su reloj. Ya eran las

cinco y Bella, segn lo que Emmett le coment, se haba echado a
correr antes del medio da. Ser mejor que se lo digamos al jefe, a
lo mejor l sabe algo que nosotros no.

Pues no lo creo, pero vamos.

Entraron ambos varones al edificio y se metieron en el ascensor,

haciendo una parada en el departamento de diseo y marketing;
pidindole Jacob con tono despreocupado a Laurent Da Revin, jefe
de seccin, que les diera seas de Bella. Este le dijo que la nia, un
poco antes de medioda se haba presentado en su oficina bastante
mal, que haba dicho que estaba enferma o algo as, pidiendo el da
para recuperarse. El jefe la vio tan desmejorada que simplemente le
dio el da, confirmando la informacin de Emmett cuando la vio.
A lo mejor slo estaba enferma

Slo estaba enferma, Emmett? Sabes qu va a decir el jefe si le

decimos eso?

Llegaron a la planta alta, saludaron a la rubia recepcionista y

golpearon la puerta de la oficina del jefe antes de entrar. Los dos
miraron al ogro con disculpa, quien estaba tecleando algo en su
computador, ponindole a este en sobre aviso de que algo haba
pasado.

Qu? Solt, mirando a Jacob y Emmett alternadamente.

Por casualidad, se ha comunicado ejem usted ha hablado

con Bella durante la tarde?

Edward estrech los ojos con la pregunta de Jacob y se puso de pie

muy lentamente.

No.

Jacob carraspe para prepararse y contarle con tino lo que haba

ocurrido, pero para su desgracia, Emmett se le adelant:

Lo que pasa es que antes del medioda, vi salir a Bella muy mal
o sea, iba llorando, sabes? Y cuando le pregunt, me dijo que no se
senta bien, que quera estar sola

Un momento Edward levant su mano hacia Emmett, quien

explicaba a toda velocidad. Respiraba con fuerza por la nariz y sus
puos yacan colgando a sus costados. No era una buena seal.
Me ests diciendo que la viste salir mal, antes del medioda y hasta
ahora me lo dices! Grit en la ltima parte.
Quera estar sola se disculp Emmett. Edward lo mir
lanzndole dagas de fuego por los ojos.

Me importa una mierda lo que haya dicho! Por qu no me

avisaste!?

Ah, s! record Emmett como si no fuera tan importante.

No quera que supieras y dijo que si preguntabas, te dijera que se
haba ido a la mierda. Adems, avisasteque estaras en una reunin
y que no podas ser interrumpido, no fue eso lo que me dijiste?

Joder! Exclam Edward malhumorado. Agarr su mvil de

sobre su escritorio y le marc. Nada que ella atenda.

El jefe de diseo dijo que haba pedido permiso por el resto del
da porque se senta enferma. Quizs est en su casa

Un par de golpes en la puerta interrumpieron el dilogo de los tres

preocupados caballeros, asomndose Kate por sta.

Nos esperan abajo, Edward. Vamos atrasados anunci la rubia

colaboradora.

Vaya tranquilo, jefe. Yo me encargar de averiguar dnde est

intent tranquilizarlo Emmett. Quizs le pregunte a sus amigas,
con las que sali con la otra noche.

Sabes en donde encontrarlas? Pregunt Edward con una

mezcla de irritacin y preocupacin.

Tuve que dejarlas a cada una en su casa, jefe. Tengo la direccin

de ellas aqu dijo, tocndose la sien. Edward asinti, pasndose la
mano por los ojos, como cansado. Enseguida agreg:
Yo seguir intentando comunicarme con ella, y si ustedes llegan a
saber algo, me avisan enseguida advirti Edward mirando a los
dos hombres, que afirmaron con la cabeza al mismo tiempo. No
demorar en esta reunin ms de cuarenta minutos, entendido?

A su orden, jefe dijo Emmett, despidindose con el saludo

tpico militar y sali pitando del despacho, antes que el ogro se
pusiera a lanzar lengetas de fuego por la boca, pues por su
expresin de descontento, estaba a punto de hacerlo.

Qu sucedi? Quiso saber Kate, aun desde la puerta, despus

que Emmett saliera a toda prisa de la oficina.

Pues no lo s, Kate, no lo s, maldita sea!

Bueno pues, mejor movmonos. Si quieres resolver cuanto antes

lo que sea que haya pasado, deshagmonos de los de finanzas de
una vez.

Ponte en contacto conmigo por cualquier cosa, Jacob . Reiter

antes de salir.

Vaya tranquilo, jefe. Yo aqu me quedo.

Edward sali gruendo maldiciones de su oficina, cerrando la puerta

con un fuerte golpe tras l y Jacob suspir, ponindose manos a la
obra con la operacin "Buscando a Bella".

Emmett en tanto se pona en marcha hacia la casa de una de las

chicas, Jane. Ella lo recibi con mucha amabilidad y puso atencin
en lo que el amable chofer le deca:

Necesito ponerme en contacto con Bella, no se encontraba muy

bien. Estaba como triste no s con todo la prudencia que pudo
coment a Jane, quien lo mir con preocupacin.

Le pas algo en el trabajo? Edward le hizo algo?

Uhm pues no lo sabemos explic, alzando sus grandes

hombros. La vi salir mal y pues no dio explicaciones y nos
preocupamos. Me puedes ayudar? Eres su amiga, sabes dnde
podra haber ido

Bueno, ella se refugia en el cementerio, frente a la tumba de sus

padres cuando est triste. O en algn lugar que les recuerde a ellos
dijo, pensando. El club hpico quizs

El club hpico? Pregunt Emmett con extraeza y curiosidad,

arrugando su frente. Jane asinti con la cabeza.

Los caballos. Eso le recuerda a su padre y la tranquiliza.

Vale, muchas gracias Jane. Me has sido de mucha ayuda le dijo

l con sincero agradecimiento. Se senta culpable de que la nia
estuviera desaparecida, tendra que haberla seguido y cerciorarse de
dnde estaba y si estaba bien. Adems, le caa bien, sin duda era
diferente a las otras mujeres con las que Edward estuvo. Si se
comunica contigo, me podras avisar, por favor? Le dijo,
sacando una tarjetita del bolsillo interno de su chaqueta. Ella mir la
cartulina rectangular y asinti.

S, no te preocupes. Y pues lo mismo para ti si la encuentras. Me

tratar de comunicar con ella ahora a ver si consigo saber algo.

Gracias.

Se despidi Emmett asintiendo con la cabeza y se meti en el coche,

conduciendo rumbo al cementerio general a toda velocidad.
Pein el camposanto sin obtener resultados. Incluso dio con la
tumba del matrimonio Swan despus de hablar con el cuidador del
cementerio y nada. Suspirando despus de casi media hora de
recorrer el lugar, se fue hacia el segundo sitio en donde la amiga
Jane le dio pistas de poder encontrarla.

Se meti por la entrada principal del Club Hpico, alcanzando a

llegar antes que cerraran, pues pronto seran las siete de la tarde y
aquel da no haba competencia.

Eso lo hizo bajar un poco sus expectativas, ya que no haba tanta

actividad en ese lugar aquel da, y con ello Bella probablemente
haba desistido de ir hacia all. Pensando en eso camin por las
gradas mirando hacia todos lados hasta que dio con la silueta de
una mujer pequea afirmada en la baranda horizontal, mirando
hacia la pista donde algunos jinetes paseaban a los caballos.

Bingo! Exclam Emmett, sacando el mvil, sin apartar la vista

de la chiquilla. Esper que contestaran del otro lado y dijo. Est
aqu, en el club hpico, y no me mover hasta que el jefe llegue,
Jake.

Bien contest Jacob. El jefe va para all. No la pierdas de

vista agreg y cort la llamada.

Bella, ajena a todo el movimiento en pro de su bsqueda, miraba

cabizbaja el trote tan elegante de los caballos. Hubiera deseado
poder atravesar la valla y acariciar a alguno de los hermosos
equinos o montar uno quizs.

Dios! En esos momentos de pena como la que senta, deseaba

poder abrazar a sus padres para que acallaran su tristeza y le
prometieran que todo saldra bien, que todo se resolvera.
Alguna vez, record ella, antes de cumplir los quince, su madre le
haba hablado de las penas de amor y le haba dicho que esas cosas
pasan pero siempre era para mejor, pues deca que era la
preparacin del corazn de una mujer hacia el hombre que
finalmente se quedara con los sentimientos de una. Pero ella, en ese
momento, no estaba segura si habra algo o alguien despus de l y
no estaba segura si podra salir adelante despus de eso. Lo que s
saba era que aquello era una pena de amor como nunca antes la
sinti, pues nunca antes sus sentimientos se comprometieron con
nadie como lo haban hecho con Edward.

Se permitira dejar correr su tristeza y lamentarse ese da, pero al

prximo se obligara a levantar la vista y tomar decisiones. La
primera, enviar su carta de renuncia a la empresa, pues ya que
estaban despidiendo gente, seguro ese sera un paso que se
adelantara a lo lgico que sucedera con ella en la empresa. Luego
mandara a frer monos al frica al ogro Masen, y se pondra en
campaa para arrancarse del pecho los sentimientos que en poco
tiempo haban nacido por l. Buscara otros horizontes laborales,
conocera a gente nueva y lograra salir adelante y dejar esa pena de
amor atrs. Ah, e ira al oculista para una nueva receta ptica, o al
menos tendra que usar los viejos lentes de grueso marco hasta que
pudiera pagar sus nuevos lentes de contacto, pues sus ahorros se
haban esfumado con todo eso de comprarse ropa para su nuevo
trabajo.

Eso hars Bella, y siempre con tu dignidad por delante se dijo,

aspirando el aire del club hpico y oyendo el relinchar de los
caballos a lo lejos.

Rebusc instantes ms tarde dentro del bolso su mvil, que en

silencio estaba olvidado al fondo de este, percatndose de todas las
llamadas perdidas que tena. Cuando vio la docena de llamadas y
mensajes de voz de Edward, concluyendo que seguro Emmett le
haba ido con el chisme. Neg con la cabeza y elimin los mensajes
sin or. Haba una llamada perdida de su amiga Jane, quien no hace
mucho haba tratado de comunicarse con ella y una de su ta, quien
regresaba al da siguiente.

Dios, cuando se entere que otra vez perd una lentilla y que ya no
tengo trabajo le va a dar un ataque

Qu haces aqu?!

El grito furibundo desde su espalda la sobresalt, girndose al

instante y viendo frente a ella a un furioso y hermoso ogro de
ojos azul grisceos, respirando pesado y bufando por la nariz.

"Cmo me encontr?!"

Obligndose a guardar la calma, se cruz de brazos, enderez su

espalda y estrech sus ojos, imitando su postura enfadada y furiosa,
tragndose cualquier rastro de intimidacin que l pudiera provocar.

Y a ti qu demonios te importa! Grit ella de regreso.

Edward dio dos pasos lentos hacia ella como depredador, quedando
a menos de un metro de distancia. Bella poda sentir el calor y el
aroma de su perfume emanar de su cuerpo, teniendo que tragarse el
deseo imperioso que le carcomi el cuerpo anhelando hacer
desaparecer la distancia y hundir su nariz en su cuello.

Explcame en este momento qu mierda ocurri para que ests

as.

No tengo nada que explicarte! T y yo no tenemos nada!

Volvi a gritar, jurando or el rechinar de los dientes de Edward.
En fraccin de segundos el metro de distancia entre ambos
desapareci. Edward la jal del brazo y la peg a su cuerpo, con una
mano rodendole la cintura y con la otra agarrndola con firmeza de
la barbilla, obligndole a mirarle. Le habl con la quijada tensa y su
rostro muy cerca del de ella.

Qu fue lo que dijiste?!

Lo que oste respondi ella con toda firmeza y frialdad de la

que fue capaz. Ya has follado conmigo lo suficiente, no era eso
lo que queras?

Mira, demonio, no s qu maldita cosa se te meti en la cabeza

para decir tanta estupidez junta, pero te recuerdo que te di tiempo
de evitar esto y t no quisiste estaba furioso, sus ojos estaban
oscuros y su pecho suba y bajaba rpido. Por otro lado, cundo,
maldita sea, cundo te he dicho que esto es slo para follar, eh?
Respndeme!

Quizs haya alguien ms

Alguien ms? Pregunt, ahora s muy enojado, apretando el

agarre de su mano en la cintura de Bella, interpretando l que otro
hombre haba aparecido en la vida de ella. Eso lo enerv. Qu
quieres decir? Dime!

Ella como felina furiosa comenz a removerse, golpeando con sus

puos el pecho de Edward en tanto intentaba alejarse de l. Cuando
lo hizo, sec con violencia la lgrima que call por su mejilla,
traicionando su postura fuerte y decidida. El hombre en tanto,
estaba encolerizado, las aletas de su nariz se abran y se cerraban
por el esfuerzo respiratorio ms potente de lo habitual, producto de
su estado. Aun as, ella solt lo que llevaba comprimido en el pecho.
El ogro quera saber? Pues lo sabra!

Lamento que te hayas metido con una chiquilla como yo, que no
est a la altura de tus expectativas, de la que seguro sientes
vergenza, pues no quiera Dios que tu familia se entere, verdad?!
Grit. Dio otro paso atrs y sec las lgrimas que ahora caan
como torrentes de sus ojos y continu descargndose, aleteando con
las manos. Pero no te preocupes, yo me esfumar para que sigas
adelante con tu plan para recuperar a la mujer ms importante de tu
vida! Quizs ella s sea digna de ti y de tu pomposa familia. Cmo
es que se llamaba? Ah, s, Alice. As que vete detrs de ella y a mi
djame en paz! Agreg en el mismo tono, ponindose a correr a
continuacin.

Edward tard en reaccionar un poco, las acusaciones de Bella lo

haban dejado como en estado de shock. Por qu haba dicho eso?
Qu confusin tan grande tenia ella en su cabeza? Por qu trajo a
colacin a Elizabeth? Y a Alice? Quin le dijo sobre ella?

Cuando reaccion, Bella corra por los pasillos entre las graderas,
buscando la salida. l entonces corri tras ella alcanzndola con
rapidez. La agarr por el brazo y la hizo girar, enfrentndose a su
rostro contrito, sus ojos enrojecidos y llenos de lgrimas.

Qu mierda ests diciendo?! Vocifer, tan o ms

sobresaltado que ella. Por qu sabes de Alice? Quin te habl
de ella?

Y qu importa! Peleando contra el agarre de l ella

respondi. Yo me esfumar para que puedas recuperarla y
presentrsela a tu abuela, y quizs luego puedan casarse y!

No digas barbaridades! Gru Edward con la mandbula

dolorida por la presin que ejerca en esta.

Barbaridades? Reiter Bella, soltando una risotada. Por

qu barbaridades?!

Porque Alice es mi hermana!

El grito seco que Edward dio lanzndole a la cara esa verdad, hizo
que la ira de Bella cayera hasta sus pies. El cuerpo le empez a
temblar y la vergenza se hizo presente en ella. Despus de unos
instantes de mirar a Edward y comprender sus palabras, tuvo que
bajar la cabeza y cerrar sus ojos, rogando que la tierra se abriera y la
tragara o que al menos tuviera ella la suficiente fuerza de voluntad
para detener el llanto que eman de ella a borbotones, haciendo que
sus hombros se sacudieran. Sinti que se desinflaba y que de alguna
u otra forma, lo que haba conseguido con Edward se estaba
cayendo a pedazos ahora s, pero por su atolondrada reaccin.

"Tonta, tonta Bella, tonta Bella"

Edward cerr los ojos y dej escapar el aire de sus pulmones por su
boca. Enseguida los abri y vio a Bella en esa actitud tan
apesadumbrada, llorando desconsolada. Por qu haba reaccionado
de esa manera, sintindose tan herida, con toda esta historia que
haba montado en su cabeza? Suspir entonces y muy lento camin
hasta ella y la envolvi con ternura entre sus brazos, ternura que
slo ella lograba sacar de l. Bella reaccion y sin demora hundi su
rostro en el pecho fuerte de Edward, llorando all su vergenza. l
la abarc por la cintura y la nuca, dejando un beso largo sobre la
base de su cabeza.

Necesito que me mires pidi l con suavidad, obligndola a

levantar su rostro. Abre los ojos, mujer.
Ella de apoco abri sus prpados, vindolo su rostro no con mucha
claridad por las lgrimas que nublaban su vista y el lente de
contacto que haba perdido.

Yo yo hipe ella, tratando de disculparse. l la hizo callar

poniendo el pulgar sobre su boca.

Seguro hay un montn de preguntas en esa cabeza tuya que corre

a toda velocidad, pero no estoy en condiciones de responderlas.
Hoy no admiti serio, con total sinceridad, secando las lgrimas
del rostro de Bella que se negaban a dejar de caer. Y sobre
aquello de Elizabeth

No quieres que ella sepa susurr con dolor. l endureci su

mirada y peg su nariz a la de ella.

No, no quiero. No quiero que te mire, no quiero que te hable, ni

que te toque. La quiero lejos de ti, tanto como sea posible.

Pero pero por qu?

Porque ella destruye todo lo que toca, lo que mira, sobre todo si
estoy yo involucrado. No quiero que te haga dao.

No te entiendo susurr ella. Ahora s tena un montn de

preguntas taladrndole la cabeza.

No puedo darte todas las respuestas ahora record. Lo har

en algn momento, slo te pido que te mantengas lejos de ella.
Promtemelo.

Ella pestaeando rpido afirm con la cabeza Te lo prometo.

No pretendo mantenerte escondida del resto, slo quiero

protegerte, lo entiendes? Intent explicar a grandes rasgos. Te
lo dije, eres ma y no hay vuelta atrs.

Ella suspir y asinti otra vez, escondiendo de nuevo su rostro en el

pecho de Edward.

Ahora, demonio, dime cmo sabes sobre Alice y como llegaste a

esa tan estpida conclusin sobre ella.

El pecho de Bella se apret y el llanto otra vez brot. As, como

pudo, relat el altercado con su lente de contacto y su bsqueda
bajo la mesa de la sala y todo lo dems. A Edward le cost entender
un poco, pues ella hipeaba sin poder evitarlo, soltaba el llanto y con
el rostro escondido en su pecho le costaba entender sus palabras.
Tuvo que morderse la lengua para no echarse a rer, por su actitud
de nia pequea.

Bien, demonio llorn, vamos a casa. Estoy exhausto y t debes

estarlo tambin dijo, agarrndola por sorpresa, alzndola sobre
sus brazos. Ella se agarr por el cuello de Edward y dej que la
sacara en andas del club. A todo esto, qu haces aqu, eh? Por
qu llegaste arrancando hasta este lugar.

Es como si me trajera de regreso a mis padres cont, mientras

Edward la sacaba. Sobre todo a pap. Sola venir con l a ver las
carreras y despus nos colbamos hasta las caballerizas y me
montaba en alguno, a escondidas. A veces me conformaba con
hacerles cario o mirarlos desde lejos suspir y en voz alta
record su sueo de niez, el que nunca se hizo realidad. Cuando
era pequea y se acercaba mi cumpleaos, cerraba los ojos y peda
un deseo: que como regalo de cumpleaos me estuviera esperando
un corcel, con una gran moa roja atada a su cuello en la puerta de
mi casa nunca se hizo realidad mi sueo, sabes? Suspir y
sonri con melancola, descansando su cabeza en el hombro de
Edward. Pero algn da me comprar uno y yo misma lo montar
cada vez que pueda concluy, soando en voz alta.

Edward se mantuvo en silencio, como guardando respeto por el

recuerdo de Bella. Qu otros sueos tenia ella sin cumplir? Y como
ella, Cuntos sueos incumplidos eran los suyos?

Ella no recordaba bien cmo se qued dormida, la cuestin, es que

despert la maana siguiente vestida con sus braguitas y la camiseta
blanca que sola usar, all para dormir. Y sola; junto a ella
nicamente estaba el espacio vaci que Edward sola ocupar.
Arrug su frente y de a poco se incorpor sobre la cama. Rasc su
cabeza despeinando su cabellera e intentando recordar algo de la
noche anterior, observando el lado vaci.

Menos mal despertaste murmur Edward en tono de burla

cuando la vio al salir del bao mientras arreglaba el nudo de su
corbata azul oscuro, a juego con su pantaln de tela azul marino y
su camisa celeste, que combinaba tan perfectamente con el color de
sus ojos. Su cabello estaba perfectamente peinado con gomina
como siempre y no haba rastro de barba en su rostro. Ella lo
mir embobada. "Jess, este hombre no puede ser tan atractivo".

Hola susurr ella, sin dejar de mirarlo. No recuerdo cmo

me qued dormida.

Por supuesto que no lo recuerdas. Cuando te saqu del coche al

llegar del Club Hpico ya estabas dormida, inconsciente.

Oh! Perdona.

Pierde cuidado respondi, metindose la mano en los bolsillos

del pantaln, afirmndose sobre el quicio de la puerta. Ella desvi la
mirada al reloj sobre la mesita de noche y dio un salto, apartando las
colchas con intencin de levantarse. Eran ms de las ocho de la
maana, se haba quedado dormida. Y qu haca l ah, tan
relajado?

Por qu no me despertaste?!

l suspir y se acerc a ella, la tom por los hombros y la empuj

hasta sentarla de regreso sobre la cama.

Escchame, demonio. Te meters en esa cama y dormirs otro

poco. No paraste de hablar en toda la noche as que supongo que no
descansaste bien explic, tocando su nariz de un golpe con su
dedo ndice. Aprovecha de dormir un poco ms, luego te levantas
y te vas a tu casa para preparar la llegada de tu ta, no llega hoy?

Pues s pero no puedo llegar y faltar a mi trabajo!

Con quin crees que ests hablando? Soy tu jefe. Adems, Kate
y Laurent ya estn al tanto que te ausentars hoy dijo, besando
sus labios suavemente y apartndose para colocarse la chaqueta
mientras ella lo segua mirando como embobada. Pero antes,
Emmett te llevar hasta una ptica para que te hagan la receta para
tus lentes pticos, entendido?

Bue bueno.

Bien. Nos vemos esta noche entonces con la intencin de irse,

se gir y dio dos pasos hacia la puerta del dormitorio, pero la
exclamacin de Bella lo detuvo antes de salir.

Esta noche no podr venir! Llega mi ta y pues dudo que le

guste que me quede fuera de casa
Ah, pero yo no hablaba de que t vinieras aqu corrigi
Edward, alzando una ceja y regresando hacia ella con paso lento.
Bella lo miraba como si hubiera dicho una barbaridad, a punto de
que sus dos ojazos verde miel salieran de su rbita.

Co-co-cmo? Tartamude. l solt una risita y tom la

barbilla de Bella entre sus manos.

Llevar el vino para la cena. As que procura hablarle bien a la

ta Carmen de m, no quiero se haga una mala impresin de mi
persona

Qu?! Pero pero si ayer dijiste

Lo que te dije ayer se aplica slo para Elizabeth dijo muy serio.
Enseguida agreg una pregunta un poco ms calmado, con un hilo
travieso. No pretenders que tengamos una relacin a
escondidas de tu ta, no?

Y y qu quieres que le diga?

l sonri ladino otra vez porque se le estaba dando muy bien

sonrer con ella y apret sus labios a los de ella. Susurrando sobre
estos, dijo:

Pues que ests saliendo con el tipo ms guapo de "Masen & Co"
le gui el ojo y la alz por la cintura. Ella por instinto lo rode
por el cuello y por la cadera, lista para que l saqueara su boca.
Edward meti sus manos bajo su camiseta y apret su piel tibia
mientras su lengua hurgaba dentro de su boca. Ella gimi y se freg
a l ya excitada, como rogndole que se olvidara de la hora y de sus
compromisos laborales y se quedara all, le arrancara la ropa y se
hundiera en ella.
"Joder, estoy ardiendo" se deca ella, apretndose al cuerpo de
Edward, que estaba siendo implacable con su boca, apretndola por
las nalgas.

Demonio lujurioso, si no tuviera una reunin importante

gru l, mordiendo su labio inferior. Ella gimi fuerte una vez
ms y esta vez fue ella quien captur su boca en un beso demencial,
a ver si lo haca vacilar y se olvidaba de esa importante reunin.

No lo hizo. Edward con dificultad, se deshizo de ella, enfadado y

empalmado, advirtindole y recordndole lo de esa noche, lo que
dej a la pobre Bella hecha un manojo de nervios cuando l se fue.

Joder! Qu le voy a decir? "Ta, te presento a minovio"?

Se tendi de espalda sobre la cama y solt el aire de sus
pulmones. Joder!

**OoO**

He desaparecido un par de da y me dices que has conocido a

alguien y que ests saliendo con l?! Pregunt la ta Carmen
luego que llegara a su apartamento despus de un largo viaje. Bella
levant su dedo ndice a ella y rectific:

No fueron un par de das los que desapareciste, sino cinco, y a

Edward lo conoc cuando llegu a la empresa.

Bella, llevas trabajando cinco minutos en esa empresa y ya sales

con alguien

Y qu tiene, ta? Pregunt Bella, intentando de derivar las

trabas que su ta pona a la "relacin" que ella cont que mantena
con Edward. No sera peor que te lo escondiera?
Envalentonada por los mensajes que haba recibido de Edward
durante el da, donde le recordaba que estara ah cerca de las ocho
para cenar y conocer a su querida ta, a ella no le qued de otra que
soltarle la noticia: "Ta, estoy saliendo con alguien".

No se trata de eso, hija rebati Carmen, rascando su cabellera.

Es slo que no es muy pronto?

Ta, no nos vamos a casar maana. Estamos comenzando esta

relacin y yo no quiero mantenerlo a escondidas de ti. Es l es
importante para m.

Jess, Bella! Exclam Carmen, pasndose las manos por la

cara. Ella saba que Bella ya no era la niita ingenua de aos atrs.
Era una chica grande, hermosa y no quera que la daaran.
Quizs la estaba sobreprotegiendo, quizs era eso lo que haba
hecho durante esos aos, espantando a los pretendientes o lobos
como sola llamarlos ella, pero era como su hija y simplemente
quera protegerla. Suspir y mir la ilusin en los ojos de Bella
como nunca antes lo vio, y asinti como para s, entendiendo que
este enamoramiento porque saba ella que Bella ya estaba
enamorada de ese tal Edward no era como los flechazos de
adolescencia. A decir por sus ojos, esto era algo ms. Importante,
como Bella misma se lo dijo.

Y cundo podr conocerlo? Pregunt Carmen, moviendo su

cuello, haciendo ejercicios para distender los msculos.

Vendr a cenar esta noche.

Carmen lentamente gir su rostro hacia su sobrina, para ver si

bromeaba.

Hoy?
S. Dijo que traera el vino.

No dejas de sorprenderme, Bella hizo su cabeza hacia atrs y

cerr los ojos. Vale, lo conocera hoy. Mejor antes que despus.
Pero cuntame algo ms del galn, trabaja directamente
contigo?Cuntos aos tiene?

Bella imit la posicin de su ta en el silln, poniendo sus piernas

sobre la mesita de centro y dejando caer su cabeza hacia atrs en el
respaldo del sof. Iba a soltar otra bomba, tena que estar relajada.
Decidi que dejara a un lado el hecho que Edward era su jefe, y se
concentrara en el asunto importante. Su edad.

Ejem tiene 35.

Qu?! Exclam su ta, ahora s alterada. 35? Mi Dios,

Bella, es doce aos mayor que t!

Lo vers y sabrs que no representa la edad que tiene.

Por Jesucristo y sus clavos! Soy apenas seis aos mayor que l!
Te das cuenta?!

La ta exclamaba y seguramente estaba aleteando mientras lo haca,

pero Bella prefera mantener los ojos cerrados.

Ta, la edad nada significa, y es mejor que no te hagas una idea

errnea de l. Ya te lo dije, es mejor que lo conozcas. Dale un voto
de confianza, ta, por favor, y confa en m.

Ay Dios! Otra vez solt un suspiro. Voto de confianza, vale.

Esperaremos entonces al galn y veremos que tal a ver si tiene mi
aprobacin.
Gracias ta.

Otra cosa aadi la seora, sin moverse de su postura zen.

Por qu otra vez ests usando esos lentes? No me digas que

No, no lo que pasa es que ayer se me meti algo en el ojo y me

los quit en el trabajo y pues se me quedaron all minti
rpidamente y con descaro.

Ah menos mal.

Antes de quedarse ambas dormidas en el sof, se pusieron manos a

la obra en la cocina. Bueno, Bella se puso manos a la obra en las
labores de cocina.

Carmen, cuando la hora ha llegado y el galn llega a la cita

puntualmente a las ocho de la noche, no pudo esconder su
impresin. El hombre de 35 aos, novio, pareja o lo que sea de
Bella era muy guapo, eso ni qu negarlo, as como tampoco el halo
de misterio que segn ella rodea al tal Edward Masen. No pasa por
alto la impresin de posesin que le da cuando saluda a Bella,
rodendole por la cintura y dejando un no muy casto beso en sus
labios, aun estando ella presente, debiendo carraspear para hacerse
notar.

Ta, l es Edward dice Bella cuando finalmente l se aparta, sin

soltarla de la cintura, mantenindola muy pegada a l. Inclina la
cabeza hacia el hombro de Edward y agrega. Edward, ella es mi
ta Carmen.

Seora, un gusto conocerla.

Seorita corrigi Carmen, respondiendo al saludo de mano que

Edward le da, estrechndose con moderacin. Un gusto.
Isabella me ha hablado mucho de usted indica l, sentndose
en el sof cuando Carmen se lo indica. Hay que indicar que ni
cuando se sienta suelta a Bella de su agarre por la cintura. Est
como marcando territorio, aun delante de la ta. Me cont de su
viaje porque la ascendieron de puesto o algo as.

S, es cierto.

Pues felicitaciones, seguro se mereca el ascenso.

Carmen no sabe cmo, pero la atencin de Edward la hace sonrer.

Desde all se enfrascan ambos en una conversacin que pasa por los
ms variados temas, mientras Bella se mueve por todo el
apartamento, rebuscando en la cocina y viendo que en la mesa
donde pronto se sentaran a cenar, no falte nada. Mira de tanto en
tanto la conversacin que Edward y su ta Carmen est
manteniendo y suspira relajada. Le gusta que en ese primer
encuentro ambos se vean tan distendidos. Es cierto que Edward
sabe manejar muy bien la cordialidad, pero su ta notara si es algo
forzado o montado, es ms, se lo dira, pero hasta el momento todo
marcha viento en popa.

"Es una seal" piensa, feliz y sonriendo.

Pasamos a comer? Pregunta ella, asomndose desde el

comedor, a un costado de la sala. Ambos la miran y se levantan,
pasando a la mesa del comedor, que est llena de comida, ensaladas
y todo lo dems propio de una cena.

Esto se ve muy apetitoso declar Edward una vez sentado en

su sitio.

Bella cocina muy bien y come como camionera, te habrs dado

cuenta coment con irona Carmen, provocando que la pobre
Bella la mirara con recelo.

No como cmo camionera, ta! Protest.

Es un decir, cario le respondi Carmen, guindole un ojo

para aplacar su repentino enojo. Edward entonces mir a su
demonio y acarici su mentn, antes de admitir:

Nadie dira que tienes tan buen apetito, cario susurr,

guindole un ojo, antes de con sus intensos ojos darle una repasada
a su cuerpo delgado y tan bien entornado, el que l ya tena el
placer de conocer muy, muy a fondo. Bella le sonri y Carmen
abri los ojos con estupor, comprendiendo el mensaje entre lneas
que Edward haba lanzado, pensando que una vez a solas, ambas,
ella y su sobrina, deberan repasar la famosa charla de sexo que se
les daba a las adolecentes.

Bueno, el ogro encontr a su demonio entre los equinos, y

despus fue presentado en sociedad con la ta Carmen. A quin
le gustara presentar a Edward como su novio? Pues a mi!

Mis nias, muchas gracias por leer y comentar. Llenan mi

corazn de amor.

Mi agradecimiento especial por supuesto a mi beta y amiga

Gaby Madriz y a miss Manu de Marte, la artista de los banner y
la encargada de los adelantos que se entregan en el "Team
Subversivo" donde son todas bienvenidas (grupo de facebook:
groups/Subversivas/)

Nos leemos la otra semana y gracias por vuestra compaa.

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 10*: Chapter 10
A leer!

Captulo 10.

Aquella tibia maana de martes en el mes de mayo, Edward

contemplaba con satisfaccin el rostro de enfado que Elizabeth
Masen pona mientras lea la revista de Economa y Negocios que l
dej estratgicamente sobre la mesa de la sala de reuniones, donde
en la portada apareca el flamante director general de "Lux et
umbra S.A", Garrett Anderson, quien destacaba como el personaje
del mes luego que la empresa pasara a liderar la escena econmica y
habindose convertido en un poderoso conglomerado luego de que
cuatro grandes inversionistas llegaran a poner su confianza en esta
empresa.

Haban pasado ya casi cuatro semanas desde que los alemanes

rechazaron el trato de asociarse y con ellos otros dos de sus
inversionistas hayan decidido retirar sus ganancias de la empresa,
teniendo "Masen & Co" que recurrir a planes de contingencia para
paliar los nmero rojos. Pese a los despidos y la venta de activos,
los nmeros no se revertan de forma considerable, como Elizabeth
lo esper.

No puedo creerlo! Exclam, lanzando la revista sobre la mesa

y mirando a su nieto que estaba como si nada a la cabecera de
mesa, al lado contrario de ella. Yo tendra que estar en la
portada de esa revista, no ese!

Quisiste hacer las cosas a t manera, pasaste por alto las alertas
que te dimos le record l, echado hacia atrs, jugueteando con el
bolgrafo entre las manos. Esto que est pasando aqu, con tu
empresa es nica y exclusivamente culpa tuya, Elizabeth. Asmelo
de una vez.

Y qu se supone que debo hacer yo, segn tu ingeniosa cabeza,

Edward?

Vender respondi, moviendo la cabeza hacia la revista. Y

Anderson sera una buena opcin.

Jams! Nunca, me oyes? La nica socia soy y ser yo. Este es

el patrimonio de mi familia por el que tanto he trabajado cuando
Elizabeth dijo esto, a Edward le dieron ganas de rerse a carcajadas,
pero se contuvo, dejando que la vieja siguiera su perorata. Y no
voy a dejar que algn extrao venga y tome posesin de esta.

Debes inyectar capital.

Mira, Edward, yo ver lo que hago. De momento, hay alguien

que vendr a este lugar y ser como mis ojos aqu, y har que esta
empresa resurja, ya que ustedes no han hecho nada por remediar la
situacin.

No somos magos, Elizabeth le record Edward, cruzndose de

brazos. As que espero que a quien sea que vayas a traer para que
arregle esta mierda, lo sea, porque de lo contrario, ser slo un
salario ms que cubrir por nada.

Eso ya lo ver, Edward dijo, levantndose de la silla y saliendo

muy digna de la sala de juntas, sin siquiera darle una seal de
despedida a su nieto. Ciertamente a l no le importaba, pero era
increble que esa mujer, aos atrs, haya ido a rescatarlo del Hogar
de Menores para enrolarlo bajo la estirpe de su distinguido apellido.
Pues ya veremos, Elizabeth dijo como para s, luego que la
mujer saliera dejndolo solo. Mir la hora en su reloj de pulsera.
Iban a ser las doce, por lo que le tocaba ir a raptar a su demonio
para ir a almorzar con ella y encerrarla en el apartamento que haba
rentado a dos cuadras de all. No estaba dispuesto a atravesar la
ciudad y malgastar cuarenta minutos de su valioso tiempo juntos,
por eso decidi rentar ese pequeo e ntimo espacio para ambos.

Necesitaba su dosis diaria de demonio.

Se pasaba cada da despus del trabajo al apartamento de las damas

y cenaba con ellas y lo haca ms bien para pasar la mayor cantidad
de tiempo posible con su demonio, pero le joda sentirse observado
por doa Carmen, que no apartaba los ojos de la pareja cuando
morreaba disimuladamente en el sof, frente al televisor. Pero lo
que ms le molestaba desde que la ta de Isabella haba regresado,
era que deba pasar las noches solo, sin ella a su lado, despertando
cada maana de la misma forma. Digamos que eso tena su nimo al
filo de lo explosivo.

Eso, y que haba dejado de tomar sus medicamentos.

Jacob fue quien repar en ese detalle, cuando la semana anterior,

haba entrado a su oficina en busca de una carpeta, abriendo la
gaveta de su escritorio y encontrndose con el frasco sellado de
medicamentos que l le entreg hace semanas. Adems, haba
pasado de ir con su psiquiatra, envindole el doctor Vulturi una
serie de correos pidindole que confirmara la hora de Edward, que
era necesario.

Pero por qu Edward Masen tena que depender de esos

medicamentos y las sagradas visitas al psiquiatra? El trastorno
bipolar en primer grado es una patologa psiquitrica multifactorial,
lo que significa que existen muchos factores, genticos y
ambientales que integrados originan el trastorno. Edward haba
heredado este trastorno por su madre y su infancia y adolescencia
no haban sido sino un aliciente para detonar este trastorno.
Adems, fue desarrollando con el tiempo un deficiente control de
ira y signos de depresin. Las monjas fueron las que repararon en
este padecimiento, aun cuando l estaba bajo el cuidado de ellas,
despus que Alice se fuera a vivir con su familia adoptiva, pero todo
se condens luego que el nio se fuera con su abuela, quien fue
alertada por la hermanas de la casa de acogida, pero quien al
parecer hizo odos sordos a dicha alerta, siendo la madre Gabriela,
aos ms tarde cuando dio con el furioso joven, obligndole a
escondidas de su abuela, a asistir a un psiquiatra amigo de su familia
que recin se haba titulado y quien estara dispuesto a ayudarlo.

La monja sigui de cerca el tratamiento del joven, el que segn su

amigo mdico psiquiatra, tena un montn de traumas que
acrecentaron su estado. En sesiones privadas con l, le haba
contado cosas que haba vivido y cosas que haba escuchado que a
cualquier nio trastornaran.

"Pero saldr adelante, ya lo vers Gabriela" le dijo el joven Aro a

su amiga, aos atrs. Y de alguna manera la palabra del otrora joven
psiquiatra se haba cumplido, pues el joven enojado que l recibi
aos atrs, ahora era un importante empresario de 35 que haba
logrado salir adelante a gracias a un buen tratamiento psiquitrico y
farmacolgico, adems del importante y trascendental fuerte de
personas que lo rodeaba. No eran muchas, pero era un entorno
potente que estaba con l.

Por eso, que este hombre no siguiera su tratamiento con esos

medicamentos, preocupaba a Jacob.
Cuando Edward regres a su oficina, no repar en el semblante
pensativo de Jacob ni en lo que este llevaba en la mano.

Me voy. Regreso a las tres.

Creo que no es buena idea que me marche de aqu,

definitivamente quiero decir dijo el secretario muy rpido
mirando a Edward, que agarraba su chaqueta del perchero y se la
colocaba, mientras lo observaba con su frente arrugada por aquel
dicho tan sorpresivo de Jacob.

Te desped, lo olvidas? Adems, ocupars tu tiempo de

"cesante" para acabar de dejar todo listo para tu boda.

S, mi boda asinti distrado. Pero no me ir tranquilo

sabiendo que olvidas hacer ciertas cosas importantes levant la
mano y le ense el frasco cerrado. Edward levant su barbilla con
orgullo e inspir aire fuertemente por sus pulmones.

Ya no las necesito.

No eres t quien lo decide le record Jacob tutendolo por

primera vez dentro de las dependencias de la empresa. El Dr.
Vulturi se cans de esperar tu llamada, y acudi a m para que te lo
recordara.

Ya no necesito eso reiter enfadado. Estoy en mi maldito

mejor momento, las cosas han salido a pedir de boca, como las
plane y estoy a punto de dar el golpe final.

Y qu pasa si sucede algo fuera de tu plan?

Eso no pasar
Eso no lo sabes! Exclam Jacob, dejando el frasco de un
golpe seco sobre la base del escritorio. Estaba molesto. He
colaborado contigo para que tu vendetta se concrete y salga como la
has planeado, y si creyera que Elizabeth no se la merece, pues no te
ayudara. Pero hicimos un compromiso, y no lo ests cumpliendo.
Prometiste cuidarte, Edward, y recuerda que esto no slo lo ests
haciendo por vengarte de tu abuela, est Alice tambin y ahora
est Bella

Es por ella que no necesito ms de pastillas ni mis citas con el

loquero. Ella es mi mejor terapia, no te das cuenta?

Pues no, Edward, y no quiero ni pensar que t tengas un episodio

sin haberte controlado, con ella estando cerca de ti. Bella va a salir
corriendo

No lo har, no se lo permitir! Grit enfurecido. Pero eso no

amedrent a Jacob, quien se dio el lujo de lanzar una amenaza
camuflada en una advertencia:

Presumo que Bella no sabe nada de esto dijo, tomando otra vez
el infame frasco blanco en sus manos, agitndolo y haciendo sonar
las pastillas dentro. Edward entorn los ojos hacia su secretario y en
silencio dej que continuara. As que, o continas con el maldito
tratamiento y vas hoy mismo a ver al doctor Vulturi o Bella se
entera por m sobre tu historia, toda tu historia, la que por alguna
razn le ests escondiendo, con el peligro que quiera salir huyendo
de ti.

No seras capaz.

Prubame.

Maldita sea, Jacob! Vocifer, sacando su mvil del bolsillo de

su pantaln, llamando a uno de sus contactos, sin apartar su furiosa
vista de su complacido secretario. Aro? S, soy Edward s, s,
perdname, mi agenda ha estado un poco complicada estos das,
pero esta tarde me pasar por all. Vale, a las siete. Gracias. colg
rpido, bufando. Ya ests satisfecho, no?!

Intento ayudarte, Edward corrigi en tono pasivo que llamaba

a la paz. Aunque me gustara saber por qu escondes tu pasado,
de Bella.

No lo escondo y ella lo sabe. No estoy preparado todava, y

cuando se lo diga, tendr a la vbora de Elizabeth fuera de combate.
Me concentrar en ella y en recuperar a Alice todo ser diferente.

Jacob suspir y asinti en direccin a Edward. Carraspe una vez y

se arregl su chaqueta, retomando su lugar en la jerarqua de la
empresa, como si el dilogo anterior no hubiera tenido lugar entre
ellos.

Bueno pues, me voy a Recursos Humanos a firmar los papeles de

finiquito y luego me retirar a almorzar, no necesita nada, jefe?

No, puedes largarte.

Hasta ms tarde, jefe. dijo, abriendo la puerta para salir. Pero

antes de hacerlo, record algo importante que deba decirle a su
jefe. Ah! Sobre el cumpleaos de Bella, est todo listo como lo
pidi. Ahora s me voy y sali entonces de la oficina.

"Eres un grano en el culo, Jacob Black" pens Edward luego que

su mano derecha saliera de all.

**oOo**
Ests silencioso susurr Bella, tendida sobre el cuerpo de
Edward, descansando su mejilla sobre su pecho desnudo.

Edward, luego de salir del edificio se meti con ella en el coche y en

silencio tenso llegaron hasta el apartamento, donde la acorral
contra la pared, la desnud y la tom all como un poseso. No era
que ella se quejara, para nada, pues ese desenfreno del ogro por
hundirse en ella la enloqueca de placer y encenda su lvido, pero
esta vez ella intuy que algo ms pasaba. No saba qu, pero lo
perciba. No pudo preguntrselo despus que l acabara con ella
jadeando y gritando contra la pared, pues la carg sobre su hombro
y la dej caer sobre la cama, volviendo a poseerla all una vez ms.

Va todo bien, Edward? Pregunt con prudencia. Lo sinti

suspirar y apretar la presin que ejerca la palma de su mano en la
base de su espalda.

Una maana complicada en la oficina, eso es todo.

Ah susurr ella no del todo convencida. Su preocupacin y

temeridad le incit a indagar un poco ms. Se trata de tu
abuela?

Deja ya las preguntas, maldicin! Exclam l con fastidio,

sobresaltando a la pobre Bella, que se incorpor rpido, apartndose
de l.

Edward buf fuerte y repetidas veces y cubri sus ojos con la mano.
Ella en tanto agarr la sabana que estaba arrugaba a un costado de
la cama y se cubri con esta. Se sinti tmida y no supo por qu,
quiso irse de una vez de all. Tena la impresin de que Edward en
ese momento era una bomba de tiempo que detonara en cualquier
momento y ella no quera presenciar eso, no quera estar all cuando
eso sucediera. As que en silencio se levant y camin fuera de la
recamara hasta la sala, donde su ropa estaba dispersa por la
pequea sala del apartamento.

Se mordi la lengua para no llorar mientras meta sus pies por las
bragas y enseguida sus brazos por entre las tiras del sujetador.
Desde el da que oy bajo la mesa de la sala de juntas la
conversacin que el ogro tuvo con Kate, un sinfn de preguntas se
amontonaban en su cabeza, preguntas que por nada se atreva a
develar. Le dola un poco que pasadas esas semanas, Edward no
haya tocado el tema de su hermana, contndole qu suceda con
ella. Era eso lo que lo tena as de ofuscado? Y su abuela, qu
papel juega en todo eso?

Qu haces? la voz de Edward son ronca tras de ella, quien

en ese momento se estaba abotonando su blusa blanca. Hacindose
la fuerte, apenas desvi su vista hacia atrs por sobre su hombros,
regresando de inmediato a su labor para acabar de vestirse.

Se me hace tarde. Tengo un montn de cosas que hacer en la

oficina.

No has comido.

Comer algo all.

Esta noche no podr ir a tu casa. Tengo un compromiso agreg

el hombre tras de ella. Bella cerr los ojos y la decepcin cay
sobre ella como agua fra, hacindola estremecer. Pero no quiso
ponerse en evidencia, ya bien sus amigas alguna vez le dijeron que
no involucrara sentimientos en esa relacin, que slo disfrutara pues
los hombres como Edward Masen no se comprometan a relaciones
sentimentales serias, y quizs ese era el momento para l de
comenzar a poner fin a esa historia pasajera. Sinti pena. Una pena
muy honda, la que se trag, asintiendo despreocupada.

Est bien. No importa.

De improviso, sinti que Edward la tomaba del brazo y la levantaba

del sof donde ella se estaba vistiendo. La agarr con fuerza por los
antebrazos y la mir hecho un energmeno. Apenas estaba vestido
con sus calzoncillos negros y su rostro de energmeno cabreado.

Que no importa, dices?!

S, fue lo que dije gru ella de regreso, agitando sus brazos

para soltarse de l. Pese a su pena, dudas y desconcierto, no iba a
dejarse amedrentar por la fiera de ojos azul grisceos frente a
ella. As como andas, es mejor que ni te aparezcas!

Cmo te atreves mascull entre dientes, pegndola a su

pecho desnudo.

Sultame, Edward.

No te suelto, demonio, no te suelto!

Abarc su nuca con una mano y peg sus labios feroces y

hambrientos a los de ella, obligndole a abrir su boca, pero ella nada
que ceda, ms bien se remova para intentar apartarse, aunque
batallaba una lucha interna pues su cuerpo y su boca estaban a
punto de ceder a las imposiciones del ogro.

No vas a apartarte de mi No voy a permitirlo! Grit l

cuando ella se zaf de su beso.

Eres t quien se est apartando contradijo ella exasperada,

soltndose del todo de l y dando un paso atrs, topndose con el
sof tras ella y casi cayendo sobre l. Esto no alcanz a suceder
pues de nuevo fue agarrada por los brazos de Edward, quien esta
vez la sujet por la cintura, hacindola chocar otra vez con su
cuerpo recio. Se dedic a mirar por unos instantes el rostro ofuscado
del ogro que tambin estaba observando con furia y ansiedad hacia
ella. Poda sentir su corazn martilleando rpido y con fuerza contra
su pecho, su aroma masculino que se entremezclaba con la frescura
de su perfume y el olor a sexo. Delicioso.

Al final, dndose por vencida, solt un suspiro cansado y

lentamente rode el cuello de Edward con sus brazos, hundiendo su
nariz en el hueco de su cuello, absorbiendo su fragancia masculina.

"Jess, qu se supone que ese hombre siente por mi? Por qu a

veces siento que me ignora y otras me mira como si fuera la razn
de su existencia?"

No me estoy apartando rompi Edward el silencio en que

ambos se sumieron, all fuertemente abrazados el uno al otro en
medio de la pequea sala, luego del altercado. Era como el sosiego
despus de la disputa.

No dejes que nada ni nadie lo haga, Edward.

Han sido das difciles, es todo argument, hundiendo su nariz

en el cabello oscuro de su demonio que ola a rosas; y sobre lo de
esta noche

Te echar de menos interrumpi ella, levantando su cabeza del

hombro de Edward y mirndolo, mientras acariciaba su rostro con
sus pequeas manitas. Torci su boca en una sonrisa traviesa antes
de agregar. Hasta mi ta seguro te echar de menos.
 Qu puedo decir? Coment con socarronera.

Se carcaje ella y empinada sobre sus pies alcanz la boca de

Edward y lo bes con ternura. Enseguida se apart, soltndose de l
para continuar con su labor.

De verdad te vas?

S. Tengo un montn de cosas, sobre todo ahora que nos vamos

de la empresa coment sentndose en el sof y ponindose sus
pantalones de tubo negros.

Edward suspir siguiendo cada movimiento, lamentndose lo odioso

que sera ese edificio otra vez sin volver a cruzarse en los
elevadores con su demonio. Y es que entre los cambios que haban
tenido que hacer con respecto al personal de la empresa, se decidi
externalizar todo el trabajo de diseo y marketing, teniendo que
desvincular a ese departamento en su totalidad de la empresa. Pero
no era malo, pues se independizaran y podran ampliar su cartera
de clientes, hacindose de un prestigio en el medio. Por supuesto,
Edward corri en forma privada y personal con los costos del
traslado y la puesta en marcha de esa nueva empresa de diseo,
dejndola a cargo del buen Laurent Da Revin, quien no poda ms
de la dicha, pues primero sera uno de los jefazos y segundo dejara
de trabajar para la bruja de Elizabeth Masen. Eso era lo mejor para
todos, sin duda.

Y no vas a comer?

Pasar por algo de camino y me lo servir en la oficina.

Mi buen Dios!, no te vaya a pasar algo porque no te alimentas

bien ironiz Edward, cruzado de brazos frente a ella, quien con
descaro lo mir elevando su vista desde sus rodillas, detenindose
por supuesto en el protuberante bulto entre sus piernas, subiendo
por su estmago, su trax, su cuello, sus labios y sus ojos azueles
pcaros mirndole.

Muy gracioso, jefe se puso sus bailarinas y se levant, tratando

de acomodarse el pelo.

No vas a ducharte?

La muy descarada mordi su labio y se acerc a l lenta y

seductora, pasando la palma de sus manos por su pecho duro hasta
sus hombros. Con sus ojos verdes oscuros mirndole con deseo y su
boca tocando sutilmente la de l, le dijo:

No voy a verte hasta maana. Al menos quiero quedarme con tu

olor impregnado en mi cuerpo, para consolarme esta noche gui
su ojo y su labio inferior fue atrapado por los dientes de Edward.

Eres un demonio susurr l, antes de saquear su boca otra vez.

**OoO**

No puede volver a ocurrir, Edward. Que te saltes un par de

sesiones es controlable, pero los frmacos son ineludibles. Es por tu
bien, recurdalo.

Me he sentido bien coment impvido Edward, sentado en la

butaca de la consulta del doctor Vulturi, despus que este lo
regaara. A cada rato miraba la hora y saba que de ah no saldra a
una hora prudente como para dejarse caer en el apartamento de
Isabella. Tendra que conformarse con verla al da siguiente.

Maldicin!
Bien, Edward. Quiero que repasemos un par de puntos
importantes coment el doctor, tomando nota en su block.
Hblame de Bella.

Es necesario tocar ese tema contigo?

No lo sera si no viera en ella una invaluable influencia como la

que ha tenido en tu vida. Nunca una mujer haba causado ese efecto
en ti, Edward.

A qu se refiere?

Dejaste tu medicacin desde que ella apareci, y pese a todo los

pronsticos, has estado inusualmente bajo control, claro, ha estado
todo calmado con ella, no ha habido discusiones que te lleven a
sobresaltarte, presumo Edward lo mir preguntndose cmo
hacia ese loquero para hacer ese diagnstico tan puntual sobre lo
que ocurra entre Isabella y l. Cuntame, qu es lo que te
provoca ella para que te tenga as de sitiado, podramos decir.

Es difcil de explicar reconoci muy sinceramente. Apret el

puente de su nariz y exhal, ante la atenta mirada de su doctor.
Desde el primer da la vi y supe que la quera para m.

La persuadiste para que tuviera una relacin contigo?

No, para nada. Y si ests pensando que ha sido como todas las
mujeres que se me lanzan encima, est equivocado. A ella
simplemente las circunstancias la llevaron a m, y no quiso
apartarse. Le di la oportunidad de hacerlo, pero ella no quiso.

Y por qu le diste la oportunidad de que se apartara? Dijiste que

desde el primer momento ella signific algo.
Por lo que soy por lo que me rodea

Eres un adulto joven que est en todo el derecho de entablar una

relacin sentimental con alguien. A qu te refieres puntualmente?

Joder, doctor! Exclam, restregndose la cara con ambas

manos. Mir enseguida hacia el techo y trat de verbalizar la verdad
de sus sentimientos. Ella es una nia de 23 aos, que vive y
disfruta segn su edad que sonre todo el tiempo, incluso cuando
est dormida! Incluso a mi me hace sonrer.

Tienes problemas con la diferencia de edad? Ella lo tiene?

No, para nada respondi enseguida, sin lugar a dudas.

Cuando hago mencin a que es una nia, es por lo que representa su
personalidad. Es chispeante, alegre, vivaz, inteligente, astuta, pero
tambin es madura, sensata tan diferente a como soy yo.

Dio un fuerte suspiro y mir a su terapeuta, quien tena como

siempre su pose muy profesional, sentado de piernas cruzadas sobre
su silla, tomando notas en su block. Este enseguida lo mir, como
esperando una explicacin a lo que acababa de decir. Mir entonces
hacia la ventana donde se mostraba la noche que haba cado recin,
y sigui con su relato:

Nunca hice cosas acorde a mi edad, lo sabes, es como si hubiese

nacido con treinta aos con la amargura recorrindome las venas,
alimentando mi sed de venganza y justicia cerr los ojos y
sacudi la cabeza, haciendo a un lado a Elizabeth, su objetivo de
venganza. No quera tocar ese tema ahora con el doctor, as que
cuando estuvo seguro que la imagen de la vieja se difum,
continu. Y llega ella, con su frescura y su sonrisa hace que lo
olvide, que olvide que estoy tras un propsito, porque cuando est
ella, carece de importancia es como si me sintiera capaz de seguir
adelante y dejar esto de lado: mi pasado, mis proyectos, mis
males hace que olvide tomar mis jodidas pldoras, porque ella
hace que me sienta bien, que no necesite calmantes ni nada de eso!
Toda mi vida, que ha sido en tonos grises y opacos, es puesta de
cabeza cuando llega ella con su risita y su chispa Es como mi
arcoris, Aro, y todo lo que esa imagen multicolor representa.

Un pacto? Pregunt el doctor, haciendo alusin al significado

bblico.

Esperanza.

Aro suspir y asinti, esbozando una muy leve sonrisita,

concluyendo que esa chica, Isabella no poda haber llegado en
mejor momento a la vida de Edward. Pero haba que ser precavido
porque as como esa mujer poda traer la "estabilidad emocional"
con la rapidez que lo hizo, puede llevarlo por el contrario a
desequilibrar su temperamento, esto por el arraigo emocional que
Edward haba construido en ella.

En otras palabras y para simplificar la expresin:

Ests enamorado concluy el doctor. Edward trag grueso y

volvi a desviar su vista del doctor, alzndose de hombros.

No lo s, nunca lo he estado.

Pues bienvenido al club, Edward coment el doctor con un

dejo de humor en su voz. Edward rod los ojos y pas por alto la
implcita broma de su terapeuta, no quera pensar en esos
sentimientos todava.

Significa esto que no te cierras a la idea de una vida en pareja,

casarte quizs formar una familia, hijos?

El asunto de los hijos no est en discusin, y mi postura ya la

sabes: no habr hijos que yo haya engendrado. Nunca lo dijo con
la conviccin que siempre usaba cuando el tema sala a colacin.

Edward, de verdad vas a seguir negndote a esa idea?

No quiero hijos y punto! Exclam con vehemencia. Apart la

vista y se perdi con sus pensamientos en la oscuridad de la noche
mientras que su doctor suspiraba y pensaba en el arduo trabajo que
se le vena por delante para quitar esa especie de trauma o
animadversin sin fundamentos de Edward hacia la paternidad.

Enseguida prefiri hablar sobre el tratamiento y mientras deca algo

de las pldoras y de duplicar su consumo para evitar complicaciones,
l slo asinti en silencio, abstrado por todo lo que le haba soltado
a su mdico en esa ltima media hora.

**OoO**

Que haya acudido a mi cita a estas horas, no habla sino de su

profesionalismo y compromiso con el trabajo, seorita Hale.

Rosalie Hale estaba sentada frente a Elizabeth Masen con su traje

negro de dos piezas de diseador, muy profesional, atenta a las
ordenanzas de su nueva "jefa", la seora Masen. Digamos que
trabajar para ella haba sido algo que ella persigui desde hace
mucho, pero ese no era sino el momento indicado.

"Joder, por fin estoy aqu"

Esta auditora y economista se haba presentado hace un par de

semanas ante la mujer de hierro de la filial Masen, exponiendo que
se haba enterado del decaimiento que su empresa y que pues ella
tena en mente un par de propuestas para intentar revertir esta
situacin. La verdad, a Elizabeth Masen no le importaba mucho lo
que esta jovencita estaba proponindole, sino ms bien tena otro
asunto en mente:

Bueno, pues, iremos al grano: tengo la firme sospecha que

Edward no est haciendo un buen trabajo en su puesto a cargo de
mi empresa y quiero contratarla a usted, para que sea mis ojos y mis
odos en ese lugar y para que lo mantenga vigilado.

Oh, seora yo no s

Diga si acepta o no. De ser as, el lunes yo misma ir a presentarla

como co-directora general.

Y ese cargo no tendra que pasar por la aprobacin de un

consejo?

Usted cree que necesito un consejo para tomar decisiones en mi

empresa, seorita Hale?

Rosalie esboz una lenta sonrisa, como complacida por la

determinacin de esa mujer. Sin duda no poda haber llegado en
mejor momento a la empresa.

Ser un placer trabajar para usted, seora Masen. Tendr en m a

la ms fiel colaboradora y me encargar de estar a la altura de sus
expectativas, no tendr quejas de m.

Pues bienvenida, seorita Hale la mujer septuagenaria se puso

de pie, seguida de Rosalie que la imit en el gesto cuando esta
extendi su mano hacia ella en seal de quien cierra un trato
importante.
Gracias, seora Masen.

Sin duda, pens Rosalie despus de salir de la mansin de la mujer,

esa haba sido la reunin ms corta pero ms satisfactoria que ella
haba tenido en toda su carrera profesional.

Una vez dentro de su coche, se quit las fastidiosas pinzas de su

cabello rubio y encendi un cigarrillo, mientras se quitaba los mal
nacidos zapatos de tacn que en menos de media hora le haban
fastidiado los pies.

Quien me manda a comprar estos zapatos tan duros y tan caros

se lament, lanzndolos al asiento trasero. Anhelaba una
hamburguesa con carne y doble queso, pero antes tena que dar
seales. As que sac su telfono de su cartera de charol y se
comunic al nmero privado. Cuando del otro lado contest, ella
habl:

Est hecho, jefe. Estoy adentro de "Masen & Co"

Perfecto Rosalie.

El lunes har mi entrada triunfal.

Estoy ansioso por verlo.

Despus de ese corto dilogo colg y puso en marcha su vehculo

hacia algn local de comida chatarra que estuviera abierto a esas
horas de la noche y que pudiera saciar su hambre. Despus ira
donde su hombre y celebrara su nuevo trabajo como Dios manda.

Damas hermosas, como siempre todo mi cario y

agradecimiento por acompaarme en este viaje con este ogro
que me hace rabiar y me enamora por partes iguales. Gracias
por leer en silencio, y a las que comentan pues ya saben, llenan
mi corazn con sus palabras.

A mi Gaby Madriz , beta y amiga, y a doa Manu de Marte,

encargada de los adelantos que se entregan en el "Team
Subversivo" donde son todas bienvenidas (grupo de facebook:
groups/Subversivas/)

Estamos en contacto y ya saben, tenemos una cita la prxima

semana.

Besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 11*: Chapter 11
A leer!

Captulo 11.

Bella y Edward llegaron al apartamento de ella pasadas las siete de

la tarde. El hombre se notaba cansado despus de un arduo da de
trabajo lleno de reuniones, adems de haber sido ese el ltimo da
de trabajo de su fiel secretario y mano derecha, Jacob Black. Ella
fue testigo de cmo el secretario se despidi con un fuerte apretn
de manos de su jefe antes de salir definitivamente de la empresa.
Pero fuera de esa despedida, ella supo ver la mirada de complicidad
que Edward y Jake cruzaron, evidencindose algo ms que un
vnculo laboral estrecho entre dos personas y ella lo averiguara.
Quizs a travs de Jake lograra descifrar algunos misterios que
envolvan a su ogro.

Oigan, chicos, traje torta helada para el postre! Exclam

Carmen cuando los vio llegar. Haba decidido pasar a comprar cena
para llevar y evitar que Bella se enfrascara en las labores de cocina.

Mi favorita! Voce Bella en respuesta a su ta. Corri hacia la

cocina para dejar las bolsas y vol hacia su dormitorio para
cambiarse de ropa y ponerse algo ms cmodo, mientras Edward se
dejaba caer como peso muerto sobre el silln, lanzando un suspiro.

Se ve cansado dijo Carmen, llegando junto a l y extendiendo

una botella de cerveza bien helada. l la recibi y la agradeci con
un movimiento de cabeza, dndole enseguida un buen trago que
vaci casi la mitad del contenido.
Lo estoy respondi l, aflojndose el nudo de la corbata.

Uhm usted sabe que maana es el cumpleaos de Bella,

verdad?

Lo s, y por favor, no me trates de usted. pidi l, que ya desde

el primer encuentro no se demor en tutear a Carmen, siempre con
respeto, por supuesto. Ella torci la boca y asinti.

Vale, entonces y antes que ella regrese, debes saber que maana
no debes traerla aqu antes de las nueve.

Edward alz una ceja O sea que me ests dando autorizando a

raptarme a Bella maana?

No, no, no me mal interpretes lo cort ella. No te pases. Slo

te estoy pidiendo que la traigas a casa ms tarde. Puedes o no?

Puedo, pero dime por qu.

Sus amigas le tienen organizado una fiesta de sorpresa aqu. Slo

para mujeres, antes que me preguntes.

Es decir que no estoy invitado.

Pues no.

Comprendo anunci, no muy convencido de que le gustara la

idea de esa fiesta "slo para mujeres". Despus de las nueve la
traer a casa, pierde cuidado.

Muy amable se levant entonces hacia la cocina. Puedes

encender el televisor, si quieres.
Sin ms, Edward agarr el control de distancia del viejo televisor y
lo encendi, sintonizando el canal de las noticias, antes que las
mujeres reclamaran su derecho y se instalaran a ver la telenovela
que las tena suspirando por un pseudo galn, al que Edward no le
vea gracia. Pero se aguantaba pues le gustaba pasar tiempo en ese
lugar tan pequeo, pero tan hogareo. Odiaba regresar a su
departamento frio y solitario, le gustaba el ambiente familiar que se
forjaba all. Incluso la ta ya hasta le caa bien y poda sentirse
cmodo en presencia de ella, aunque un poco limitado con respecto
a Bella, porque cuando se acercaban demasiado o se besaban, ella
comenzaba a carraspear, hacindose notar.

Ya le hubiera gustado a l tener lo que Carmen y Bella tenan: una

relacin familiar normal, con cosas buenas y cosas malas.
Simplemente normal.

Oye, ests como en otro planeta Bella lo removi por el

hombro cuando se sent a su lado y lo vio tan ensimismado. l
desvi la vista hacia ella y le apret la barbilla con sus dedos.

Estoy en t planeta, demonio.

Ella le sonri y lo bes, agradecindole que dijera eso, aunque no

estaba segura de lo que eso significaba.

**oOo**

Feliz cumpleaos! Exclam Carmen, entrando a la habitacin

de Bella, con una torta en la mano y sus veinticuatro velitas
encendidas y dos bolsas de cartn adornadas con cintas de regalo.
Bella que acababa de despertar, se sent entusiasmada en su cama,
soplando enseguida las velitas de su torta y abrazando a su ta.

Gracias, ta dijo, recibiendo ahora su regalo, que abri con

fascinacin infantil. Sac desde una de las bolsas un vestido verde
jade de gasa, de manga larga y escote en V, que caa vaporoso hasta
la rodilla. En la cintura y fino cinturn caf con detalles dorado lo
adornada que haca juego con el regalo que haba en la otra bolsa:
un par de zapatos del mismo tono que el cinturn, de taco mediano,
siete centmetros quizs, muy sencillos, pero hermosos.

Te gusta? Pregunt la ta. Bella levant la vista con sus ojos

acuosos por las lgrimas y asinti muy emocionada.

Es hermoso, ta. Muchas gracias dijo, y se ech sobre sus

brazos otra vez.

Bueno pues, nada de llanto. Es tu cumpleaos, adems es da

hbil de trabajo, por lo que no debes atrasarte.

Crees que sea buena idea ir con este atuendo hoy? Pregunt
ilusionada, mirando su vestido nuevo.

Claro que s! Anda, levntate y metete a la ducha de una vez,

mientras preparo el desayuno.

Se duch cantando bajo los chorros de agua caliente, luego se sec

y embetun su piel en crema para hidratarlo, se perfum con su
colonia de extracto de rosas, sec su pelo y se lo at en una media
moa, dejando bucles caer en sus puntas. Se puso su hermoso
vestido nuevo, sus zapatos y sali para desayunar con su ta.
Cuarenta y cinco minutos ms tarde, se despidi de ella saliendo de
casa para ir a su trabajo.

Baj los tres pisos por las escaleras y camin hacia la entrada,
abriendo el viejo portn del edificio hacia el exterior, encontrndose
con una sorpresa que sobresalt su corazn.
Atado a un poste de luz frente al portn del edificio, haba un
hermoso caballo color chocolate, brillante y muy bien formado, con
su crin negra perfectamente peinado, cayndole uniforme a un lado
de la cabeza y que ya llevaba las riendas y una elegante montura
negra de cuero. Pero lo que sobresaltaba no era eso, sino el rosetn
rojo atado al cuello del equino.

Los ojos le escocieron y la emocin era tal que tuvo que llevarse la
mano a la boca para sujetar all el llanto. Record entonces su sueo
recurrente de pequea, cuando imaginaba como regalo de
cumpleaos a un caballo esperndola atada a la puerta de su casa
con una rosa en su cuello, tal cual a como lo tena en frente de ella.

Jess, era imposible que su sueo de nia se haya hecho realidad!

Como sacndola de su ensoacin, y dando fe de que era real, el

caballo relinch sonoramente, llamando la atencin no slo de ella
sino de varios de sus vecinos que miraban hacia all, como si en vez
de un caballo aparcado hubiera aterrizado un ovni o algo as.

Se acerc hasta l con paso lento, cauta para no asustarlo y se

percat del pequeo sobre blanco que estaba pegado a la cinta.
Acarici al animal mientras le sacaba la tarjeta, admirando y
disfrutando de la suavidad del caballo a su tacto. Abri enseguida el
sobre y ley una frase que de plano la hizo sollozar de la emocin:

"Voy a hacer realidad tus sueos, mi demonio"

Se carcaje entre el llanto emotivo, pues ese mensaje no necesitaba

llevar escrito el remitente, pues saba perfectamente de quien se
trataba.

Ejem, feliz cumpleaos, Bella la voz masculina tras ella la hizo

girarse, encontrndose a Emmett con un cupcake decorado en tonos
rosa y una velita encendida en la cima de este, adems una caja de
regalo en la otra mano, y su sonrisa siempre sincera y amigable
hacia ella.

Se sec las lgrimas, dio dos pasos hacia l sonrindole y sopl la

velita que Emmett le puso frente a sus narices, recibiendo su abrazo
clido de felicitaciones.

Compr esto para ti, espero te guste le dijo luego,

extendindole ahora la cajita, que ella agradeci con una sonrisa.

Gracias Emmett, no debiste haberte molestado.

No es molestia el relinchar del caballo lo interrumpi, y

alzando las cejas en direccin al animal, agreg, pero digamos
que alguien ms se gan el premio a la originalidad. A m no se me
hubiera ocurrido regalarte un caballo, Bella acab la frase entre
risas, rascando su cabellera negra.

No puedo creerlo, Emmett reconoci, mirando de nuevo al

equino Qu voy a hacer con l?

Ah! Dijo, levantando un dedo. Tenemos todo bajo control.

Se lo llevarn al Haras ahora dijo, indicndole con la barbilla al
camin que estaba aparcado junto a la acera.

Se lo llevarn? Son un poco preocupada y ansiosa, haciendo

sonrer a Emmett.

Calma, nia. Ya volvers a verlo pronto. Ahora tengo rdenes

expresas de llevarte a cierto apartamento para que te des un bao
de espuma y te relajes

Dnde est Edward?

Uhm, en su oficina.

Llvame con l, Emmett, por favor! Exclam con

impaciencia, sintiendo un anhelo por ver a Edward tan grande
crecindole dentro de ella, que estaba a punto de llorar otra vez.
Por favor.

Vale, Bella, pero clmate.

Estoy bien, Emmett.

Esperaron ella y Emmett que los especialistas en transportar

caballos metieran al equino en el camin con mucho cuidado por
peticin de la duea y se lo llevaron hasta las caballerizas que seran
el hogar del caballo. Enseguida se metieron al Mercedes Benz y se
dirigieron hasta las dependencias de "Masen & Co". Bella se baj
con rapidez del coche, dndose a penas tiempo de despedirse del
chofer y prcticamente corri hacia los ascensores, directo hacia el
penltimo piso. Su corazn martilleaba a toda velocidad, su
respiracin era dificultosa y sus lgrimas no dejaban de derramarse.
Estaba muy emocionada.

Cuando lleg, salud a la rubia recepcionista y al acercarse al

puesto que siempre fue de Jacob, se le hizo raro no verlo a l, sino a
una chica pecosa y colorina, que no se demor en sonrerle cuando
la vio.

Puedo ayudarla?

Necesito. Necesito ver al seor Masen dijo ella, tragando

grueso y secndose sin mucho disimulo las lgrimas. La nueva
secretaria arrug la frente y torci el rostro un poco preocupada.

Tiene cita?
Pues no.

Lo siento, pero no puedo

Dgale que la seorita Swan est aqu interrumpi desesperada

. Me urge hablar con l, por favor.

Un momento respondi la nueva asistente, levantando el

auricular y marcando el anexo del privado de Edward, quien
enseguida respondi. Le dio el recado de Bella y la colorina no
demor en recibir la respuesta. Puede pasar.

Gracias dijo y entr a toda velocidad a la oficina sin golpear.

Su ansiedad se elev cuando vio al hermoso ogro frente al

imponente escritorio, tecleando muy concentrado mientras hablaba
con alguien por su telfono celular. Bella afirm su espalda sobre la
puerta y lo contempl un buen rato en silencio, mientras sus
lgrimas corran y corran por su rostro y su corazn galopaba a mil
por hora, teniendo que llevar la mano hasta su pecho como para
evitar que se escapara de ah.

Nunca haba sentido as por alguien. Jams. Y saba que no habra

ningn otro que pudiera provocarle dicha reaccin. Porque ella
estaba perdidamente enamorada de ese hombre y no haba vuelta
atrs.

Cuando l se desocup con la llamada, mir hacia la puerta y la vio

en ese estado, alarmndolo un poco. Se levant de su silln sin
quitar sus ojos de ella, y Bella a su vez corri hacia l, colgndosele
del cuello y enroscando sus piernas alrededor de su cintura, como si
fuera un chimpanc. Saque su boca con la desesperacin
acumulada desde que sali de su casa. Se apret a l lo que ms
pudo y volc en ese beso todos sus sentimientos.
 Qu sucede? Pregunt l, un poco aturdido por la sorpresiva
arremetida, mirndola con preocupacin. Ella le acarici el rostro,
perdida en la profundidad de los ojos azulados de l y en sus propios
y desbocados sentimientos.

Yo Edward, yo cerr los ojos, trag grueso y agreg, con

voz en llanto. Jams imagin Dios! Mi sueo de nia, lo
escuchaste y lo hiciste realidad no sabes lo que significa para
mi no s qu ms decir yo gracias, gracias, gracias

No quiero que digas nada ms bes y bebi sus lgrimas con

ternura, susurrando sus palabras. Ni siquiera quiero que me lo
agradezcas, porque no lo merezco. Ese era uno de tus sueos y voy
a ser yo quien los haga realidad.

Ella cerr los ojos y se apret an ms a l, besndolo otra vez.

Llvame a casa, Edward. Llvame a casa y hazme el amor. Por

favor, llvame a casa

No tienes que pedirlo dos veces, demonio asegur, bajndola

de sus brazos. Camin hasta su escritorio, apag su ordenador, se
col la chaqueta gris que colgaba en el respaldo de su silln, agarr
su mvil de sobre el escritorio y camin de regreso a ella, pero se
detuvo en el camino. Con descaro y deseo, la mir desde sus
zapatos, subiendo por sus contorneadas piernas, mir su bonito
vestido y luego su rostro, enmarcado de sentimientos que se
entremezclaban, adems de las lgrimas que seguan cayendo de sus
ojos sin parar.

Demonio, te ves fabulosa. Ni se nota que eres un ao ms vieja

retom su caminar hacia ella y la abraz por la cintura, besndola
con ahnco y con la promesa de lo que le esperaba ms adelante.
Vmonos ya, Edward rog ella, jalonendole el cabello desde
la nuca.

Ah, demonio! Estoy ansioso por sacarte ese vestido nuevo

Entonces, por qu demoras tanto!

l esboz una pequea sonrisa canalla y se apart de ella,

indicndole con la cabeza la salida. Ella se sec el resto de lgrimas,
que al menos no arruinaron su sencillo maquillaje y camin hacia la
puerta con decisin, sintindolo a l caminar tras ella.

"Joder! Si l est ansioso de arrancarme el vestido, yo estoy

vida por arrancarle la ropa con los dientes"

No se dio cuenta de si le dijo algo a la nueva secretaria. Ella no lo

hizo, pues camin directamente hacia el ascensor, pulsando el botn
para llamarlo. Ni siquiera se despidi de la recepcionista, la verdad
es que estaba obnubilada por el deseo ardiente y lquido que le
atravesaba el cuerpo.

Esper dentro del elevador que l subiera y en cuanto lo hizo, ella

misma puls el botn, esperado que durante el descenso l la
acorralara contra los muros de metal y le diera algn prembulo,
pero el muy granuja ni siquiera la mir, pero supo ella por su
levemente elevada comisura en sus labios, que l estaba disfrutando
de su sufrimiento.

Quizs debera ir a trabajar plante ella, para tentar la suerte.

No. Tienes el da libre.

Por qu? Pregunt ella, mirndolo de reojo. l sin girarse

hacia ella, respondi:
Porque yo lo digo.

Pero tengo que excusarme con mi jefe.

Ya ests excusada. Adems, ests de cumpleaos, es un privilegio

solt l, mirando siempre al frente. Ella sinti en silencio y de
momento a otro vino a su cabeza el recuerdo de su regalo de cuatro
patas que recibi esa maana.

Y cundo podr montar?!

Ahora s, una sonrisita oscura ilumin el rostro del ogro, girando su

rostro muy despacio hacia la entusiasmada mujer. Ella trag grueso
cuando vio sus ojos oscuros.

Quieres montar? La pregunta cargada de lvido, hizo que

ella se sonrojara y tuviera que apartar la mirada del rostro.

El caballo.

Por supuesto, el caballo respondi l destilando irona. Ya

veremos.

Salieron del elevador cuando este lleg a la planta baja, caminando

rpido hacia la calle y encontrndose con Emmett que los esperaba
afirmado en el vehculo. Cuando Edward se le acerc, el chofer
simplemente le pas las llaves y hacindole un saludo militar con la
mano en su frente, desapareci enseguida.

Se subieron, Edward detrs del volante y Bella a su lado, ella un

poco confundida cuando un poco ms all l desvi su coche hacia
otro lado y no hacia su apartamento.

A dnde vamos?
A pasear por ah le dijo, guindole un ojo. Ella buf, muy
enfadada porque justo en ese momento a l le apeteca pasear y
Edward sin contenerse, solt una risa.

Cuando llegaron a destino, Bella contemplaba el entorno por la

ventana completamente embobada. Le haca preguntas a Edward
con mucha ansia, una tras de otra: Es el Haras? De quin es? Es
una via tambin? Mi caballo se quedar aqu? Conoces a los
dueos de este lugar?

Clmate demonio! La detuvo l, estacionando el coche. No

alcanz a sacar la llave cuando ella ya estaba afuera, inspirando el
aire libre, llenando sus pulmones.

Hacia donde ella mirara vera naturaleza, en varias de sus

expresiones, incluso a lo lejos se oa el relinchar de caballos y el
choque de las herraduras contra el piso de tierra. Adems de los
rboles frutales que se vean por ah, se extenda sobre la ladera
hacia el este un rea muy amplia de parras y casonas antiguas, dos o
tres, a los alrededores.

Edward a un costado, observaba en silencio con sus manos en los

bolsillos, el aturdimiento de su demonio mientras contemplaba
cautivada el entorno natural del "Haras Santa Carmen", con sus
manitas apretadas en el pecho, sus ojos llenos de emocin y su
sonrisa radiante y ms grande que nunca. Torci su boca y camin
lento hacia ella, abarcndola desde atrs por su cintura. Bella dej
caer su cabeza sobre su pecho y apret las manos de l que
descansaban sobre su estmago.

Es es el lugar ms maravilloso que he visto, Edward.

Demonio, no has visto nada todava. Este lugar est lleno de

caballos bes sonoramente debajo de su oreja, hacindole
cosquillas y deshizo el abrazo, tomndole la mano. Vamos a ver
qu ms encontramos.

Caminaron por un sendero de ripio que daba hacia una casona

colonial de tonos blanco y madera, donde en la entrada los esperaba
un hombre que les sonrea con amabilidad.

Bienvenido, seor Masen! Salud el amable hombre de unos

cuarenta aos a Edward, extendindole la mano, saludo que Edward
respondi. Nos alegra mucho su visita.

John, todo bien por aqu?

Oh, como siempre seor respondi John, mirando luego a Bella

. Usted debe ser la seorita Swan. Mucho gusto, soy John,
administrador de este lugar.

Bella asinti y tom la mano que el rubio hombre extendi ahora

hacia ella.

Mucho gusto, soy Bella.

Ah! Permtame felicitarla por su cumpleaos, seorita.

Oh! Muchas gracias respondi ella con un poco de bochorno,

mirando a Edward, quien no le haba quitado los ojos de encima.

Quiere que le diga a alguien que le haga el recorrido?

No es necesario, John. Pasearemos por ah y luego pasaremos por

la casona. Almorzaremos all.

Por supuesto. A la hora que lo solicite, enviaremos su comida.

Con un asentimiento, el hombre rubio de ojos muy azules
desapareci hacia la casona, dejando a solas a la pareja.

Bien demonio, aqu hay seiscientas hectreas para recorrer: vias,

criaderos de caballos pura sangre, un restaurante, bodegas
vitivincolas t me dirs por dnde comenzamos.

Ella mordi su labio y desvi su vista por el entorno natural tan

llamativo aunque a ella le apuraba otra cosa la verdad, pues su
cuerpo estaba ansioso por ser posedo, pero saba lo que ese
hermoso ogro estaba haciendo. As que le dara en el gusto.

El criadero de caballos! Quiero volver a ver a Fuego y ver si me

permiten montarlo

Fuego? Pregunt l, elevando una ceja. Ella lo mir y asinti.

Lo llam Fuego, por el color y porque me recuerda a ti.

Ah, demonio! Vamos a ver a Fuego entonces dijo,

tomndole la mano y jalndola hacia el sector norte donde se
hallaban los criaderos de caballos. Mientras caminaban, ella le
coment a Edward que de solo verlo, haba sabido ella que era un
purasangre y que por el pelaje lustroso y brillante, se aventuraba a
decir que era de dos o tres aos.

Bella no poda ms con su alegra. Se acerc con naturalidad hasta

Fuego y lo acarici con mucha confianza, y el caballo pareca saber
que ella era su dueo, pues bajaba su cabeza hacia ella y le permita
que Bella pasara su mano sobre su alargada cara. Como no iba
vestida para montar, debi pasar por alto la idea y dejarlo para la
prxima vez.

Anim a Edward a que tambin se le acercara y lo acariciara, para

que el equino lo reconociera. l lo hizo con un poco de recelo, un
poco gruendo, pues no estaba acostumbrado a eso a decir
verdad, a pocas cosas que haba vivido junto a ella estaba
acostumbrado, pero no se quejaba. Digamos que con rapidez le
estaba agarrando el ritmo a todo lo que tena que ver con ella.

Dejaron ir al caballo con el entrenador y aprovecharon de pasear

por los alrededores antes de ir a la casona, donde estaba todo
preparado para recibirlos.

Cmo conoces este lugar? Pregunt Bella, entrando al

casern construido completamente de madera, decorado con
muebles antiguos, en tonos blancos y madera. La sala donde
estaban tena las ventanas abiertas, entrando la luz natural y la
suave brisa del medio da.

Era, segn ella, un lugar de ensueo.

Digamos que conozco a los dueos respondi l, quitndose la

chaqueta y la corbata. Ven demonio, vamos a darnos un bao
antes de almorzar.

Le extendi la mano y ella, dando palmaditas y saltitos como nia

pequea, corri hasta l y se abraz a su cintura, recorriendo con l
los pasillos de la casona, hasta llegar al amplio bao, donde en el
centro de ste haba una enorme baera blanca, preparada para
recibirlos.

Anda, no te quedes ah parada. Se nos enfra el agua ronrone

l a su espalda, masajeando sus hombros. Ella haba quedado
embobada, para variar, mirando el elegante bao. Pero fuera de la
elegancia, la idea de un bao con l la idea de su cuerpo desnudo
pegada al mojado y resbaloso cuerpo de l era algo con lo que
fantaseaba desde esa maana.

Sonri, porque sin duda, su hermoso ogro hara sus sueos realidad,
como prometi.

**OoO**

Bella aferrada fuertemente con sus manos a los bordes de la baera,

estaba lista para su siguiente orgasmo, mientras l bombeaba como
un poseso en su interior, aferrndola por las caderas,
mordisqueando su cuello, su barbilla, jaloneando sus labios y
besndolos, susurrando promesas de tanto en tanto con ronca voz.

Edward! Edward, ya, por favor! Gema ella, con sus dedos
blancos por la presin ejercida a la baera, a punto de romperse en
mil pedacitos. Un par de estocadas feroces dentro de ella y su
espalda se arque hacia atrs, lanzando un grito, dejndose ir por la
convulsin absolutamente enloquecedora, seguida por l, que se
aferr a ella por la cintura, hundiendo su cuello en ella y gritando su
nombre.

Ella se abraz a Edward por el cuello y descans all, sintindose

como una mueca de trapo, esperando recobrar la cordura que
haba perdido en aquella casi hora que llevaban metidos en la
baera, donde el agua con aroma a rosas ya estaba enfriando.

"As que quieres cabalgar, demonio?'" le haba dicho Edward a

penas entrar a la baera, montndola sobre l a horcajadas,
penetrndola dolorosamente lento. Lo tuvo dentro de ella durante
todo el rato que estuvieron sumergidos en el agua de la baera y fue
una sensacin exquisita sentirlo all, en ella, por completo y en todo
momento.

Pero antes de eso, tocaron el tema de la proteccin. Mientras se

desnudaban, a ella le haba parecido un poco raro que l hubiera
hecho tanto ahnco en el tema anticonceptivo:

No quiero usar condones, no contigo. Pero tampoco quiero que

ya sabes, haya peligro de engendrar

No quiero engendrar todava dijo ella,usando el mismo trmino

que l ocup, pero enfatizando la palabra "todava". Aun as explic
. Tomo anticonceptivos hace aos, desde que yo desde mi
primera vez ejem ya sabes

Nunca olvidas tomarlos? Son seguros? Pregunt, quitndose

la ltima prenda de ropa interior, antes de quedar gloriosamente
desnudo.

No y s. Aunque sobre seguridad, quizs slo la abstinencia es

cien por ciento segura, si es eso lo que te preocupa

Ah, demonio! La abstinencia no est en mis planes. No contigo

respondi, dando por concluida la charla, tomndola en brazos y
metindola a la baera de agua entonces tibia que ola a rosas, al
ahora aroma favorito de Edward.

Bella, con esos recuerdos en su memoria de hace momentos atrs,

regresaba a la realidad en brazos de su ahora romntico y hermoso
ogro.

Nena, el agua est fra, debemos salir dijo l cariosamente,

acaricindole la espalda mientras ella segua sumida en la calma
despus del orgasmo. Oye, demonio volvi a llamarla,
hacindose hacia atrs, para removerla y verle el rostro, que daba fe
de lo satisfecha que estaba.

No quiero moverme rezong, volvindose hacia el hombro de

Edward otra vez. l se rio suave y bes el cuello de ella.

No quiero que te resfres. Anda, movmonos de aqu, acaso no

tienes hambre?

Lentamente, ella alz la cabeza y lo mir sonriendo, por supuesto.

Pues, ahora que lo dices tengo un poco de hambre.

Claro que tienes hambre. Anda, vamos a salirnos bes sus

labios y la alz con cuidado, salindose de ella, a pesar de las
protestas de la mujer.

Oye uhm lo sentiste bien sin el calcetn? Pregunt

ella, levantando la pierna, dando un paso afuera de la baera.
Agarr el albornoz blanco que estaba sobre una silla de madera y se
lo coloc en silencio, esperando la respuesta de Edward, quien la
sigui afuera, un poco confundido por la pregunta de Bella.

Perdona, qu calcetn? Pregunt l, ponindose el otro

albornoz blanco.

Pues el condn siempre has usado condn, no? Pregunt

ella como si nada, escondiendo su colorado rostro. Estaba un poco
nerviosa tocando ese tema, pero quera saber si para Edward haba
sido lo mismo, o sea, siempre con l desde la primera vez fue
placentero tremendamente placentero, pero ahora sentirlo
sin nada, ms all de una cuestin meramente sexual haba
significado un tremendo golpe de confianza para ella y la relacin
que ambos sostenan, y pues quera saber si para l haba significado
lo mismo.

S, siempre lo us anud la cintura de su bata y se acerc a ella

. Siempre antes de ti. Pero contigo, no quiero perderme ninguna
sensacin, demonio "aunque eso conlleve otro tipo de
peligros" pens.

Fue increble sentirte as, sin nada, Edward se colg de su

cuello y se empin sobre la punta de sus pies para darle un suave
beso.

Ni que lo digas silenci entonces la boca de Bella y se dej ir

en las sensaciones que esa mujer le provocaba.

Decir que la pareja aprovech el estupendo da soleado para pasear

por las hermosas dependencias del Haras, sera una mentira. Lo que
hicieron fue comer el banquete de cumpleaos que tenan preparado
para la cumpleaera todo tipo de carnes, ensaladas de todos los
colores, la mejor cepa de la via, postres de chocolate, y todo en
abundancia y luego aterrizar en la hermosa cama con estructura
de madera tallada y un delicado dosel blanco. Los muebles de la
habitacin segua la lnea de madera oscura y tallada, dndole un
toque sofisticado y elegante al lugar. Ah estuvieron el resto de la
tarde, retorcindose de placer, retozando, acariciando, hablando
algunas cosas en fin. Para la cumpleaera, fue la mejor tarde de
cumpleaos que haca mucho tiempo no viva. Se senta llena de
amor, dichosa, y agradecida.

Bella, como ltimo deseo de cumpleaos, le haba pedido que le

hablara de l, de Alice, que era un tema que estaba pendiente y
pues ella se estaba forjando un sinfn de teoras y quera entender un
poco ms, as que Edward relat con voz glida la historia a grandes
rasgos:

Mi madre muri cuando Alice tena seis aos. A ella y a m nos

llevaron a la casa de acogida de las monjas y estuvimos con ellas
por tres aos. A ella la adoptaron antes que a m antes que
Elizabeth me encontrara record, tragando grueso. Hizo el relato
acostado boca arriba, con los ojos cerrados, mientras ella estaba a
su lado, de costado mirndolo.

Pero tu abuela, Elizabeth, es tu abuela biolgica o simplemente

te adopt?

Mi lazo con ella es biolgico lamentablemente, pens.

Pero si ella es tu abuela de verdad, por qu no fue por Alice

tambin? Ella tambin es su nieta.

A Alice, por fortuna, los Cullen ya la haba adoptado. Bajo la ley

ella era hija de ellos y nadie poda ir luego a reclamarla, claro,
pensando en el caso que apareciera la flor de padre que me
engendr, que se esfum por arte de magia el da que nos separaron
de mi madre. Jams pensaron en que Elizabeth podra aparecer.

Nunca supiste de tu pap?

Jams. Y que no se atreva a aparecer amenaz indolente. Bella

trag grueso ante la frialdad de sus palabras y dud en seguir
preguntando. Aun as, Edward continu, pues prefera hacer el
relato l, antes que ella o cualquier comenzara a preguntar. As
que continu el relato, con la amargura que siempre le provocaban
por esos recuerdos:

Elizabeth me sac de la ciudad y evit que me comunicara con

Alice durante el tiempo que tuvo control sobre m, mientras fui
menor de edad. Cuando pudo buscar a Alice, llegu hasta ella con la
idea de reencontrarme con mi hermana pero ya era tarde. Se
haba olvidado de m.

Pero por qu hara eso?! Pregunt confundida, luego

record algo ms y aadi otra pregunta. Por eso, la vez que te
o hablar de ella con la seorita Kate, dijiste que la recuperaras?

S, por eso.

Preguntar si haba sido al menos feliz con su abuela, estaba de ms.

A simple vista se notaba que no, por como escupa su nombre cada
vez que le tocaba nombrarla o como oscureca su mirada de puro
resentimiento. Tena miedo de seguir indagando, por lo que dio por
concluida de momento la charla sobre la vida secreta de
Edward Masen. Saba que haba un montn de otras cosas
escondidas detrs de esa historia, que no las sacara a flote en ese
momento pues apostaba que significaban un golpe de dolor para
Edward, y lo que ella menos quera era que l sufriera algn tipo de
dolor.

As que agradeci que abriera su corazn ante ella, acomodndose

sobre su cuerpo desnudo, tomndolo por sorpresa. Acarici su
rostro y deline las formas de su rostro con la punta de su nariz. l
se fue relajando poco a poco con el contacto suave de ella,
agradecindolo. Aunque la agradecida en verdad era ella.

Gracias por todos los regalos que me has hecho hoy susurr
ella, otra vez emocionada sobre los labios de Edward. Son todos
muy valiosos para m, incluso esto ltimo, que me hayas contado de
ti es importante para m. Eres importante para m, Edward.

l levant su mano y acarici el cabello castao de su demonio con

aroma a rosas.

Feliz cumpleaos, demonio.

Se gir, dejndola bajo su cuerpo, besndola y abrazndola muy

fuerte contra l. Seguro iban a rematar la tarde hundindose en el
cuerpo de otro, antes que l tuviera que llevarla de regreso a casa de
su ta, a la dichosa fiesta de cumpleaos esa, slo para mujeres.

**oOo**

Entonces no estabas invitado al cumpleaos? Pregunt

Emmett, sentndose junto a Edward en el sof de la sala del
departamento de este ltimo. Destap una botella de cerveza y se la
entreg a Edward, quien gru la respuesta:

Ni siquiera al edificio me dejaron entrar. No s qu se traen.

Otro integrante del club de Toby que se reuni en el departamento

de Edward esa noche, se carcaje despus de tragar el contenido de
cerveza.

Seguro le tenan de regalo un show de algn gigol coment

Garrett, llevndose un golpe de puo sobre su brazo, gentileza del
ogro.

Sabes lo loca que se vuelven las mujeres cuando estn con un

hombre semidesnudo, bailndoles encima?! Agreg Jacob, como
echndole ms lea al fuego, haciendo que los otros dos invitados
soltaran alaridos graciosos.

Es suficiente! Vyanse de aqu, payasos! Exclam, dejando

su vaso de cerveza con un golpe seco sobre la mesita de centro. Ni
con eso sus cuatro camaradas le tomaron la palabra, bufando y
acomodndose en el sof.

Tmalo con calma, Edward Emmett le aconsej, guindole el

ojo. Deja que tu chica lo pase bien con sus amigas.

Y cundo vas a presentrmela? Pregunt Garrett. Edward lo

mir, entornando sus ojos.

No creo que lo haga rumi, bebiendo de su cerveza.

Vas en serio con ella, verdad? Pregunt Jacob, algo ms serio

y por qu no decirlo, preocupado. Edward lo mir con
desaprobacin.

No preguntes tonteras, Jacob.

Edward, lo que dice Jake no son tonteras intervino Garrett.

Jams has tenido un compromiso formal con una mujer. Jams le
has presentado a tu abuela a una novia

Ni lo har respondi tajante.

Y quizs sea mejor as. Es mejor que alguien como ella se

mantenga alejada de Elizabeth agreg Jacob, dndole la razn a
Edward. No quera ni pensar en lo que Elizabeth hara si supiera que
alguien como Bella estaba junto a Edward.

Pero algn da se enterar aadi Emmett.

Cuando acabe con ella, cuando la vea en el piso pidiendo piedad.

Cuando no tenga nada, le restregar en la cara mi felicidad

Bella est al tanto? Digo de Elizabeth y la historia

Ms o menos contest Edward a Jacob. Sabe lo de Alice, lo

de mi madre, lo de mi estancia en el hogar. Hay cosas de las que
prefiero tenerla al margen.

Bueno, bueno, caballeros, dejmonos de hablar de temas crpticos

y concentrmonos en lo que nos convoca anunci Garrett,
rescatando el ambiente, que con el tema de Elizabeth se haba
puesto algo pesado. Se nos casa el buen Jacob y hay que hacerle
una despedida de soltero como Dios manda!

Maldita sea, s! Exclam Emmett, levantando su cerveza.

Propongo nos vayamos a una isla desierta con un par de
muequitas

Muequitas inflables es con lo que tendrs que conformarte de

por vida si tu mujer sabe de tus planes intervino Edward con su
humor negro. Jacob y Garrett se carcajearon por la broma.

Quin iba a imaginar que el jefe, su chofer, su ex secretario y el

director de la competencia de "Masen & Co" eran un frente unido
desde ya muchos aos atrs? Desde la estancia de estos cuatro
varones en el Hogar de menores forjaron una estrecha amistad hasta
esos das. Tan estrecha, que en realidad eran como hermanos.

Los tres varones, amigos de Edward, haban sido testigos del paso
de ste por el orfanato y el crudo desenlace que lo sac de aqu. l
fue quien se encarg de contactarlos cuando se vio liberado de
Elizabeth, y fueron ellos quienes se ofrecieron a labrar la venganza
de Edward contra Elizabeth, por lo que estaba muy bien hecha.
Nada poda salir mal.

El ogro y sus regalos... encantador, no?

Muchas gracias como siempre por acompaarme en esta

historia, por sus comentarios y todo eso que llenan mi
corazoncito, ya saben. Gracias, mil gracias!

A mi Gaby Madriz , beta y amiga, y a doa Manu de Marte,

encargada de los adelantos que se entregan en el "Team
Subversivo" donde son todas bienvenidas (grupo de facebook:
groups/Subversivas/)

La prxima semana ya saben, nos volvemos a encontrar, a ver

qu pasa con esta parejita.

Besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 12*: Chapter 12
A leer!

Captulo 12.

Bueno, este departamento, fue el que sali menos herido con

todo el proceso de despido que nos vimos obligados a hacer dijo
Kate la maana de lunes, cuando reunida con el saliente equipo de
diseo marketing, entregaba el finiquito al grupo liderado por
Laurent Da Revin. Seguro como empresa externa conseguirn
grandes logros, los que nos deja muy tranquilos.

Seguiremos trabajando con esta empresa, eso al menos fue lo que

me dijo el seor Masen la vez anterior intervino Laurent. El
aludido director de la compaa, Edward Masen, levant la vista de
los papeles y mir al hombre, asintiendo una vez con la cabeza.

Por supuesto, seguiremos requiriendo de sus servicios reafirm

Kate.

Bella, que era parte de la reunin junto con el resto del equipo de
diez personas en total, miraba a hurtadillas a su ogro, sintiendo ya el
desazn, pues lo extraara. Echara de menos no encontrrselo en
el elevador o arrancarse con l a la hora de comer. Seguro iban a
tener que limitar sus encuentros al final de la jornada, ya que el
lugar donde estaran las oficinas en las que ella trabajara, se
encontraban apartadas de ese edificio.

Alguien tiene alguna duda? Algn problema que desea tratar

con respecto a su finiquito?
Antes que uno de ellos pidiera la palabra, la puerta de la sala de
juntas donde se hallaban reunidos se abri estrepitosamente, sin
previo aviso.

Recin bajada desde el Olimpo, Elizabeth Masen entraba a la sala

sin siquiera, tocar la puerta o saludar a los asistentes, que la
observaban con pasmo ms que con respeto. Ataviada con un traje
elegante y formal de color marfil y su costoso collar de perlas a tono
con su canoso cabello, la septuagenaria abuela de Edward, venia
acompaada de una rubia y esbelta mujer que vesta completamente
de negro, y que miraba detenidamente a cada uno de los asistentes a
la sala. Detrs de ellas, la colorina nueva secretaria de Edward
respiraba agitadamente, mirando a su jefe para pedirle disculpas
pues no haba podido detener a la seora, pese a que le dijo que
estaba en reunin.

Estoy ocupado, Elizabeth habl Edward, quien de entre los

asistentes, fue el nico que ni se inmut con la llegada de su abuela.
Ni siquiera apart su vista de los papeles que estaba leyendo.

Te dije que vendra esta maana le record, cortante.

Te dije que tena una reunin, tendrs que esperar a que acabe
aqu respondi l. Suspir asqueado y lanz los papeles sobre la
mesa, girando su silla a continuacin hacia su abuela que segua
molesta de pie junto a la mesa.

Uhm no te preocupes, Edward. Aqu ya hemos terminado

intervino Kate, recogiendo sus papeles de la mesa, siendo imitada
por el resto.

No! No hemos acabado, Kate se apresur en decir Edward a

su colega. Volvi su mirada a Elizabeth, cruzado de brazos,
exasperado. Qu se te ofrece.

Elizabeth levant su mentn, mirando desde las alturas a su nieto.

Mir hacia un lado, donde estaba su rubia acompaante y dijo:

La seorita Rosalie Hale, ser desde ahora mis ojos en este lugar.
Compartirs el cargo directivo con ella desde hoy.

Edward inspir y espir pesadamente, mirando a Rosalie Hale de

pies a cabeza. Lentamente, sin quitar sus escrutadores ojos de la
recin llegada se levant y se acerc a ella, extendiendo su mano.
Rosalie levant la comisura de sus labios coquetamente y extendi
su mano hacia su colega director en seal de saludo. l mir su
mano y la tom entre la suya, estrechndole sus ojos por un poco
ms de tiempo del normal. Elizabeth vio ese intercambio, mirando a
la recin llegada y a su nieto, percatndose del intercambio aquel y
sintindose satisfecha pues senta que haba matado dos pjaros de
un tiro. No le importara que su nieto se involucrara con la rubia e
inteligente mujer, y que de una vez por todas, sentara cabeza y le
diera la descendencia adecuada, que ella y su apellido merecan, ya
que Charlotte no lo haba conseguido.

Soy Edward Masen se present l con voz ronca, esa voz que
de seguro a las mujeres provocaba escalofros y excitacin.
Encantado de conocerla.

Rosalie Hale. El placer es mo.

Nadie de los presentes daba crdito a lo que estaba viendo. Nadie,

incluida Bella, que sinti su corazoncito quebrajarse. Quera
lanzarse por la ventana y desaparecer. Eso era todo? Ahora que
ella se iba, venia una mujer rubia, que ms que ejecutiva pareca
modelo, y encandilaba a Edward, el mismo Edward con quien pas
un da de cumpleaos espectacular y un fin de semana de ensueo
en el Haras?

"Trgame, tierra"

Edward y Rosalie seguan cogidos de la mano, mirndose

intensamente a los ojos cuando Kate intervino:

De verdad, es todo. Pueden retirarse.

Bella agarr su carpeta y se escabull entre sus colegas, que igual

de rpido que ella, comenzaron a salir de la sala. Ella, en su ceguera
por la pena y la rabia que se entremezclaban y su apuro por
desaparecer, pas a llevar el hombro de la todopoderosa Elizabeth
Masen, que la mir como si la hubiera ofendido tremendamente.

Tenga ms cuidado, niita! Le prendi, pero Bella apenas la

mir, saliendo casi corriendo de all. Edward, que por el diminuto
altercado desvi su vista de la rubia, se dio cuenta que Bella haba
presenciado aquello y se auto maldijo, pues supona que ella ya
estara montando en su cabeza una historia que esta vez a l le
costara rectificar. Ante que pudiera escabullirse y salir tras ella,
Elizabeth se interpuso en sus planes, diciendo:

Edward, lleva a la seorita Hale a tu despacho y ponla al tanto de

todo orden y mirando inquisitivamente a Edward, agreg. Ella
me pondr al tanto de todos y cada uno de los movimientos que se
hagan, Edward. Tiene completa libertad para meter su linda nariz
donde se le plazca, as que no se lo impidas. Yo estar en constante
contacto con ella, pidindole reportes.

Crees que te escondo algo, Elizabeth? Has mandado a auditar

esta empresa con regularidad, y nada has encontrado que me
inculpe. Pero me da igual, si quieres poner a este par de bonitos ojos
verdes para vigilarme, me da igual dijo, mirando ahora a Rosalie,
que segua impasible junto a la duea de la empresa, como si no le
pareciera extrao ese encuentro tan poco familiar.

Yo ver lo que hago, Edward le record, girndose ahora hacia

la rubia recin contratada. Recuerda lo que conversamos,
querida. En cuanto tu oficina est disponible, podrs instalarte all,
de momento, trabaja con Edward en su despacho.

Como ordene, Sra. Masen.

La vieja sonri a la respuesta tan complaciente de Rosalie,

pensando en que haba hecho muy bien en dar con esa profesional y
ponerla a la cabeza de su empresa. Asinti una vez, y como sola
hacerlo, sin despedirse, sali de la sala de juntas donde quedaron la
colorina secretaria, Rosalie y ella.

Seorita Hale, por favor, vamos a mi despacho le pidi,

mostrndole la puerta con la mano e invitndola a salir. Mir
enseguida a Nadia, alzndole las cejas y sali tras la rubia ejecutiva,
dejando a la secretaria en la sala de juntas, pidiendo una
explicacin.

O sea que ahora tengo dos jefes? Murmur para s,

rascndose el cuello y saliendo tras sus jefes.

**oOo**

Bella meta sus pocas pertenencias personales que haba acumulado

en esa empresa durante su estada de trabajo en "Masen & Co".
Digamos que estaba aplicando un poco ms de violencia al hacerlo,
mientras recordaba a la rubia oxigenada que entr ya hace ms de
una hora a la sala de juntas, la que al parecer haba dejado
encantado al director, el seor Masen.
"Jodido seor Masen"

Estaba en eso cuando Paul, uno de sus colegas entr muy sonriente
a su pequea oficina. El joven y amable diseador de tez morena y
ojos negros a quien haba conocido al llegar, la mir sonriente y le
hizo una proposicin que ella no rechazara.

Ey Bella! Vamos a ir con el resto del grupo a tomarnos algo

rpido por ah, para celebrar el cambio, te unes?

Dios, claro que s! Necesito unas buenas copas.

Bueno, podemos tomarnos unas copas mientras almorzamos. En

la tarde no tenemos que regresar.

Claro, pens ella, es muy temprano para sentarse en la barra de un

bar y pedir algn trago fuerte. As que se debera conformar con las
copas que acompaaran a su almuerzo.

Eso es bueno.

Bien! Salimos dentro de veinte minutos ms o menos.

Estar lista respondi ella, sonrindole.

Con su nimo algo mejorado, continu vaciando su lugar,

entusiasmada por instalarse en su nueva oficina y comenzar a
trabajar. Mientras revisaba algunos papeles para ver qu deba de
tirar al tacho de la basura, se encontr con la invitacin a la
inauguracin del Instituto Tecnolgico, proyecto dependiente del
Hogar de Menores de las monjas. Esboz una amplia sonrisa, pues
estaba esperando esa tarjeta para ver el proyecto presentado al
pblico. Haba trabajado con mucho entusiasmo en eso, le tom
mucho cario las tres semanas que invirti y ansiaba que se diera a
conocer. Invitara a su ta para que la acompaase para que
conociera a las monjitas, de quienes ya les haba hablado y esa sera
una buena oportunidad para conocerlas, adems de un estupendo
panorama para ese fin de semana.

Estaba pensando en llamar a las hermanas, cuando la puerta se

abri estrepitosamente, volviendo su nimo a torcerse hacia la rabia,
pues quien provoc ese sentimiento hace momentos atrs, acababa
de entrar, enojado, para variar.

Te vienes a almorzar conmigo.

No fue una invitacin, ni una peticin. Fue ms bien una orden que
ella no acatara.

"Lo que me faltaba!"

Levant sus ojos hacia l con indiferencia y la regres al instante a

su trabajo de guardar sus cosas, mientras respondi tranquilamente.

No.

Cmo de que no?! Gru entre dientes, apretujando sus

manos.

Tengo planes.

Con quin?!

Con mis amigos.

Qu amigos?

Ella buf por la preguntadera del ogro, pero sonri cuando tom el
marco con la fotografa de sus padres y la puso con cuidado en la
caja de cartn.

Los de aqu.

Pues avisa que no vas. Te vienes conmigo.

Ya le dije, Sr. Masen, que no ir con usted. Ir con mis amigos.

No me contradigas, mujer

Sr. Masen con la barbilla alzada, la voz tranquila y firme, y su

dignidad por delante, Bella lo interrumpi, agregando. Le
recuerdo que ya no formo parte de esta empresa, por lo que no
puede darme rdenes. Ya no le pertenezco.

El pecho de Edward se expandi buscando aire el que al parecer se

esfum cuando oy al demonio decir eso, taladrndola
rabiosamente con sus ojos oscuros, cabreado al lmite con lo que le
dijo. Ella se estremeci, pensando quizs en que se le haba pasado
un poco la mano, pero aun as no desisti y sigui adelante con su
postura guerrillera.

El ogro dio un paso atrs y la apunt con el dedo ndice,

amenazante, como inculpndola por lo que acababa de decir.

Te vas a arrepentir de lo que acabas de decir advirti con voz

glida, glacial, haciendo que la pobre Bella tragara grueso y
temblara de miedo. Digamos que su postura combatiente estaba
peligrando un poco. Es mejor que no hagas ese tipo de
afirmaciones a la ligera.

No hago afirmaciones a la ligera respondi, poniendo sus

manos sobre sus caderas, para afirmar su postura. l estrech su
mirada, y con su voz ronca de siempre, advirti:

Isabella, te dar esta tarde para que pienses en lo que acabas de

decirme y rectifiques esta noche tu comportamiento tan rebelde y
temerario.

No voy a hacer tal cosa!

Oh, s que lo hars! Esta noche har que grites que me

perteneces

Esta noche parpade, trag grueso e intentando recobrar la

compostura firme del principio, agreg con cierto desafo. Esta
noche saldr con mis amigas. No podrs encontrarme.

Yo siempre te encontrar, demonio. Donde sea te escondas,

siempre voy a encontrarte asegur, antes de darse media vuelta y
salir de la pequea oficina.

Bella tuvo que sentarse y hacer ejercicios de respiracin para

tranquilizarse. Dios! Ese hombre no dejaba de estremecerla.

La idea de salir con sus amigas surgi en ltimo momento, y lo dijo

slo para desafiar y cabrear al ogro, cuestin que logr. Quizs sera
buena idea ir de parranda con ellas y olvidarse un poco de toda la
locura que rodeaba a Edward Masen pero claro, eso era pura
ilusin, porque nada podra hacer que eso ocurriera.

Olvidarlo?! Ja! No me hagan rer.

Inspir y espir sonoramente, frotndose los ojos, tratando de

comprender a ese hombre que tena sus sentimientos hechos un lio.
Por qu, despus de semejante escena con la rubia recin llegada,
l llegaba a su oficina y la reclamaba como si nada hubiera pasado?
Mtodo de defensa, quizs? Y por qu, tonta de ella, no haba
exigido una explicacin? A caso no se la mereca?

Claro que me la merezco!

Otra vez sinti la rabia crepitar en su interior, levantndose

decididamente para acabar su trabajo de sacar todas sus pilchas de
esa oficina, ir a almorzar con sus amigos del trabajo, luego ir a su
apartamento, comunicarse con sus tres amigas y confidentes para
tener una loca noche de juerga con ellas.

Y que se joda Edward Masen!

**OoO**

Ay, yo estoy ansiosa por ver de cerca a ese tal Edward!

Coment Victoria, succionando su Laguna Azul. Bella rod los ojos
por la emocin que pona su amiga en conocer al tal Edward que la
sacaba de sus casillas. Supo que durante el almuerzo con su equipo
de trabajo, un par de ojos vigilaban sus movimientos. Intua que no
haba sido l mismo, pero seguro haba mandado a alguien a tenerla
con un ojo encima. Cmo no!

Si hasta tu ta le dio el visto bueno, Pues claro que queremos

conocerlo! Exclam enseguida Tanya, chocando su vaso de vino
con Victoria.

No quiero hablar de l, vale? Quiero distraerme y no pensar en

ese cerr los ojos con fuerza, obviando las palabrotas que
deseaba soltar cuando se acordaba de Edward con esa rubia... y
luego exigindole en su oficina, qu se cree? Decidi ms bien
sacudir la cabeza, tragarse el resto de vodka con naranja que restaba
en su vaso y ponerse de pie, sobre sus espectaculares tacones
negros de taco aguja que se atrevi a poner esa noche y que
combinaban a la perfeccin con su minifalda de cuero asimtrica
sujeta en un costado con un cierre, muy rockera. Y su blusa gris
transparente que dejaba desnudo uno de sus hombros.

Con un maquillaje provocador y el pelo aleonado, muy ad hoc con

su atuendo y su nimo salvaje y rebelde, se levant de la mesa y se
encamin hacia la pista de baile justo hasta el centro donde una
maraa de gente se mova al ritmo de la msica sugestiva y las luces
en tonos amarillos, verdes y blancos.

Cerr los ojos, ech su cabeza hacia atrs, alz sus brazos al aire y
se comenz a mover. Varios de los hombres que bailaban alrededor
se le acercaron para hacer de su pareja y bailar con ella, pero Bella
simplemente los ignoraba. Recibi durante quince o veinte minutos
de baile ms de una invitacin a tomar un trago, charlas, caminar
por el parque u otro tipo de actividades que la hubieran ruborizado,
pero ella no los tom en cuenta. Slo deseaba bailar sola, soltar las
tenciones y pensar en lo que se le vena por delante.

Poda sentir su cuello hmedo de la transpiracin y las feromonas

flotando en el ambiente, que fue lo que quizs de momento a otro le
puso la piel de gallina. De cualquier forma sigui movindose sin
prestar atencin a las alertas de su cuerpo, porque desde hace rato,
un ogro de ojos azul grisceos la miraba desde la platea vip que
estaba suspendida sobre la pista de baile de aquella discoteca tan de
moda. Como celoso depredador mir a los mal nacidos que se
acercaron ms de lo debido a su demonio sexy, aguantndose el
deseo animal de ir hasta ellos y romperles la cara, pues ella los
alejaba o se apartaba de ellos.

Eso lo calmaba, un poco.

Hasta que no soport ms y dejando su whisky hasta la mitad, baj

las escaleras de caracol y se entremezcl con la muchedumbre
siguiendo la huella de ella hasta el centro de la pista. Camino como
fiera hacia ella, hasta quedar pegado a su espalda. Bella apenas dio
un respingo pero no se detuvo, simplemente dej que l le apartara
el cabello a un lado para hundir su boca por su cuello sudado y
rodearla a la vez por la cintura con fuerza y posesin.

Ella se apret an ms a l, curvando su cuello, dndole acceso a su

boca. Inconscientemente lo estaba esperando llegar, pues saba y
como l se lo advirti, la hallara donde fuera que ella se encontrara.
Y lo hizo, aunque poda asegurar, que como en el almuerzo, l la
vigilaba, pero ella no se quejaba, en realidad le gustaba.

En este momento, eres un pequeo demonio lascivo y provocador

gru en su odo, justo antes de agarrar el lbulo entre sus dientes
y jalarlo, provocando que ella jadeara y se carcajeara, restregndose
a l. Su voz profunda, ronca y sensual hacia que la msica pasara a
segundo plano, haciendo que el ardor de sus palabras la motivara
para seguir contornendose.

Quizs te estaba esperando.

No lo pareca pas su lengua por el cuello de ella, bebiendo de

su sudor. Tu comportamiento de hoy ha sido insolente.

Vas a castigarme? Provoc ella, preguntando eso, a pesar de

no saber si estaba dispuesta a eso de los azotes y castigos en la
relacin.

Ni te imaginas, demonio ni te imaginas apret sus dedos a la

cintura de ella. As que vmonos de aqu, no perdamos ms
tiempo se apart, agarr su mano y sin ms la sac de la pista
hacia la salida.
 Las chicas! No puedo dejarlas solas

"Las chicas" saben cuidarse solas indic Edward, apretndola

a su costado por la cintura cuando atraves el pasillo estrecho hacia
la salida.

Pero Edward, mi bolso, mi chaqueta, no puedo dejarlas! Su

exclamacin qued a la mitad, cuando en la puerta del local, el fiel
Emmett sostena su chaqueta de cuero y su bolso.

Tus amigas estn avisadas y tienen a su disposicin barra libre, no

te preocupes le explic Emmett, guindole el ojo. Le entreg
luego las llaves del Mercedes a Edward y tras un asentimiento de
cabeza, puso sus manos en los bolsillos y silbando se alej calle
abajo.

Entra de una vez en el auto, demonio. Estoy ansioso por llegar a

casa a no ser que quieras montar un espectculo ertico aqu
provoc Edward en su odo, mientras le abra la puerta del
acompaante. Se meti rpido, pues digamos que estaba algo
excitada y le urga llegar a casa con l y dejarlo hacer maravillas
con ella.

**oOo**

Dilo! gru Edward, saliendo y entrando en ella a un ritmo

demasiado lento para ella, exigindole que dijera lo que l quera
escuchar. Ella haca un rato estaba golpeando sus hombros y entre
jadeos y gemidos le exiga que aumentara el ritmo de las embestidas
para ella finalmente alcanzar su orgasmo, que en varias ocasiones,
se vio interrumpido por las maquiavlicas disposiciones del ogro,
que no cedera, hasta que ella le dijera lo que quera or.

Hasta que ella no gritara lo que l quera or.

 Dilo, demonio, o te dejo as y me largo de aqu!

Soy tuya, Edward, soy tuya, para siempre! Grit desesperada

con la voz en cuello, agarrndose ferozmente a los hombros de
Edward cuando este ogro sonri y comenz a empujar, adentro y
afuera, con una rapidez demencial, que la hizo emitir un grito
desgarrador de puro placer, llegando al fin hasta la cumbre del
placer, alcanz un increble orgasmo.

Edward no se detuvo hasta que l mismo explot sobre ella,

dejndose caer agotado y satisfecho por los logros conseguidos ese
da. Respiraba trabajosamente, pues el demonio aquel le haba dado
trabajo. La muy ladina se revelaba a decirle lo que l exiga, pero l
se vengaba apartndose y torturndola sexualmente, al punto casi
de hacerla perder la cabeza.

Se apart, dejndose caer de espalda sobre la cama, totalmente

complacido, mientras que ella en el silencio postcoital, se giraba
sobre si misma abrazndose a la almohada, dejando u espalda al
descubierto, con su cara hacia el lado opuesto a donde l se
encontraba.

La noche plateada que se colaba por el ventanal del dormitorio se

reflejaba en su espalda lisa, hacindola brillar. Un espectculo
artstico para Edward, que se vio recostado de costado simplemente
admirando la piel lisa de su espalda refulgir a la luz de la luna. Con
el dedo ndice sigui muy ligeramente la lnea de la columna, hacia
arriba y luego hacia abajo, pensando en anclado que se encontraba
a esa chiquilla de veinticuatro aos, no slo con su cuerpo sino
tambin con lo que le quedaba de alma.

Por qu ests tan callada quiso saber l sin dejar de acariciar su

espalda tan solo con el dedo ndice. Ella simplemente alz sus
hombros y sigui en estado de reposo. l alzo sus cejas, sorprendido
y acto seguido la agarr por la cintura, girndola y ponindola bajo
su cuerpo. Digamos que el hombre este era muy diestro con sus
movimientos, pues la pill de sorpresa, como sola hacerlo.

Qu te pasa, demonio? Murmur l, con su nariz recta pegada

a la de ella. Ella lo mir a los ojos y neg con la cabeza. El buf y
agarr el labio inferior de ella entre los suyos, antes de reiterar la
pregunta. Qu? Ests arrepentida de lo que me dijiste?

No respondi ella, dejando caer su cara hacia un lado, justo

donde entraba la luz de la ventana. El suspiro y hundi su rostro en
el fragante cuello de ella e insisti.

Dime entonces qu te pasa. No es normal en ti que te quedes

silenciosa ni mucho menos seria despus de un orgasmo.

Ella se removi, intentando salir de debajo de l, pero Edward

estaba ejerciendo fuerza en el agarre a su cintura, evitando que se
moviera. Digamos que Bella estaba disgustada consigo misma por
ceder tan fcil. No olvidaba lo que vio esta maana entre la rubia de
turno y Edward, y no dejaba de causarle confusin todo aquello.
Para qu quera que ella gritara que le perteneca? A caso pasaba
a formar parte de una coleccin de lujo o algo as? Y lo ms
confuso, le perteneca Edward de la forma que ella le perteneca a
l? Con pena concluy que no. Por eso quera salir de ah, irse a su
casa, llorar un rato y dormir. Pero el ogro al parecer, no iba a ceder
tan fcilmente.

Maldita sea, mujer! No me hagas enojar y dime qu diablos te

sucede

Sigo sin entender para qu me quieres aqu dijo un dejo de

pena, mirando hacia la ventana. Sinti la respiracin de Edward
sobre su cuello y con todas sus fuerzas ignor lo que eso le
provocaba. Vale, es buen sexo, puedo entenderlo, pero

Qu acabas de decir?! Enrabiado, Edward se alz, afirmado

sobre un codo para poder agarrar con la otra mano el mentn de
Bella y obligarle a que le mirara. Otra vez ests con eso, de que
se trata slo de sexo?!

Edward, vi esta maana como mirabas a esa mujer

l alz las cejas y estrech sus ojos hacia ella, elevando la comisura
de sus labios muy levemente.

Ests celosa, demonio? Mi demonio de ojos verde miel y que

huele a rosas, est celosa? Pregunt en tono burln.

No son celos, Edward admiti con pena. Pero ponte en mi

lugar, yo me voy de esa empresa y llega esa mujer que parece
modelo de pasarela y t la miras de esa forma te falt
agarrarla por la cintura y besarla! Adems, hubieras visto la cara de
complacencia que tena tu abuela, seguro es el modelito de mujer
que ella quiere para ti.

Oye, escchame

No, Edward Masen, escchame t a mi ahora! Exclam

furiosa, sobresaltndolo de la impresin. Ella choc sus puos sobre
el colchn antes de continuar. Aparece esa mujer, que es perfecta
para ti en todos los sentidos, ignorando a todo mundo a tu alrededor,
y luego vas donde m y me exiges que me vaya contigo Me
exiges que grite que soy tuya! Y para qu, eh?! Para qu, si t no
me perteneces como yo a ti!
A esas alturas, los ojos verde miel de Bella estaban completamente
inundados de lgrimas, sin ella quererlos y sin ella poder evitarlo.
Otra vez intent removerse, con sus ojos cerrados, pues ni quera
mirar a Edward, que se haba quedado extraamente en silencio,
pero aun sin soltar su fiero agarre.

Mrame, Bella susurr, pasndole el pulgar por la mejilla en un

gesto de mucha cario. Ella parpade y vio sus ojos gris azulados
cargados de una ternura que rara vez haba visto en l, quien se
caracterizaba por ser lo opuesto a un hombre tierno.

Recorri Edward la nariz de ella con la suya, antes de volver a

mirarla, con la comisura del labio dibujando una sonrisa.

Nena, Rosalie Hale es carnada para viejas, no debes preocuparte

por ella, y debes confiar en m.

Carnada para viejas? No te entiendo, Edward.

No importa, no vale la pena explicarlo ahora. Slo confa en m,

aunque a veces no me entiendas, confa en que no quiero estar con
nadie ms que contigo.

Me perteneces, Edward? Con un hilo de voz se aventur a

preguntar antes de meditarlo siquiera. l inspir y expir, sin
apartar sus ojos de ella.

Tienes mi alma, mi mente y mi cuerpo, nena, no te has dado

cuenta?

Dios, Edward! Gimi de alegra, aferrndolo por el cuello

para abrazarse a l, mientras la confusin, la pena y la frustracin se
esfumaban despus de la revelacin que l acababa de hacerle.
"Dios, Edward, y yo te amo tanto, tanto" quiso aseverar, pero por
miedo se mordi la lengua, conforme con la declaracin tan
romntica, segn ella, que l acababa de decir.

Luego de aclarar el asunto aprovecharon de retozar un rato,

acariciarse y besarse para recomponer los nimos, pues Bella no
quiso seguir preguntando por eso de que la rubia era "carnada para
viejas" ni por qu haba actuado de esa forma. Quiso confiar en l y
disfrutar nada ms. Conversaron tranquilamente de cosas triviales,
Edward quera saber qu hara esos das libres, mientras se instalaba
en su nueva oficina.

Tengo un montn de planes. Lo primero que debo hacer maana

es pasarme por la consulta de mi mdico coment mientras
acariciaba distradamente el pecho de Edward. Este arrug la frente,
no muy claro con ese comentario.

Qu mdico?

El gineclogo. Hace un par de semanas cambi mi tratamiento

anticonceptivo y debo ir a verlo, nada de importancia. Slo espero
encontrarlo me coment sobre un seminario

Es seguro, el cambio de tratamiento?

Es ms seguro.

Vale asinti l soltando el aire de sus pulmones, relajndose un

poco y dejando enseguida un beso sobre la cabeza de Bella. Inspir
con sus ojos cerrados y el olor a rosas y sexo de su demonio entr
por sus fosas nasales, despertando su lvido otra vez.

Oye, no puedo quedarme susurr ella, cuando Edward se

puso ms carioso de lo normal, pasando de nivel ternura al nivel
lascivo, cuando busc con su boca los pezones de ella.

Olvdalo, t no te vas de aqu, no he acabado contigo, demonio.

Edward, por favor rogaba ella, jalndole el pelo hmedo, mi

ta

Carmen est al tanto.

Qu quieres decir con eso de que est al tanto?!

l suspir, un poco enojado porque esta mujer insista en

interrumpir sus actividades. As que decidi aclarar el asunto y
adentrarse textualmente en ella.

Le dije a Carmen que pasara por ti a la discoteca y que te traera

conmigo esta noche.

No has sido capaz.

Y la verdad es que Edward s fue capaz. Habra que haber visto la

cara de la ta cuando Edward con todas sus letras le dijo:

Bella pasar esta noche en mi casa. Le propondr venir maana

a buscarla a usted para llevarla a almorzar al Haras y luego
dejarla en su trabajo, le parece? Ahora, si me permite, ir a su
dormitorio y meter ropa de ella

Un momento! Qu me dijiste? Qu mi sobrina va a pasar la

noche contigo? Y haciendo qu cosa, se puede saber?!

Edward alz una ceja y se cruz de brazos sobre su pecho,

desafiando con la mirada a a seora frente a l.
 De verdad quiere saber? Pues se lo dir: no veremos
pelculas, ni hablaremos sobre trabajo. Ella pasar la noche
conmigo en mi cama, y probablemente parte de ese tiempo no
estar dormida, seguro estar gimiendo y jadeando

No sea insolente! Protest ella, roja de la rabia o quizs

de la vergenza por las cosas que el hombre estaba dicindole.

Usted quiso que se lo dijera. Ahora, entiendo que usted sabe que
Bella no es una chiquilla virgen, verdad? Est conmigo, soy su
pareja, y llevamos una vida sexual muy activa, para que lo sepa,
cuestin normal en cualquier pareja. As que me gustara,
aprovechando que estamos tocando el tema, que no pusiera trabas
ni malas caras cuando ella quiera pasar la noche en mi casa.

Carmen abra y cerraba la boca como bacalao, mientras sus

ojazos cafs estaban desorbitadamente abiertos.

"Mucha informacin Carmen, mucha informacin"

Ah, y para que est tranquila, nos estamos protegiendo. Eso creo
que es todo lo que tiene que saber. Ahora por favor, deje que entre
al cuarto de Bella y recoja algo de ropa para ella.

No pudo detener al hombre cuando, muy campante, pas a su lado

directo al cuarto de su sobrino. Carmen simplemente estaba en
shock y no saba si llorar o rer.

Bella cubri su rostro con las manos, despus que Edward le

relatara el encuentro con su ta. Ella la conoca perfectamente e
imaginaba que su reaccin podra haber sido contraria a lo que
Edward le dijo, no extrandole que ella se pusiera a gritar y lo
echara de la casa, pero segn el ogro, nada de eso ocurri.
No puedo creerlo susurr conmocionada, lo que Edward
ignor, dejando caer el peso de su cuerpo sobre ella, listo otra vez
para la accin.

Anda, demonio, ya es suficiente de hablar gru ronco,

abarcando la boca de ella con la suya. As comenzaba la segunda
tanda de sexo y sudor a la luz de la luna, que dur hasta bien
entrada la madrugada.

**oOo**

Sentada en la mesita redonda de su jardn, Elizabeth Masen

desayunaba a la luz del sol tibio que refulga a esas horas de la
maana. Con te ingls, galletitas de vainilla, tostadas integrales con
miel o mermelada casera y su infaltable jugo de naranja, ella
disfrutaba de la comodidad, el lujo y la tranquilidad de aquel
espacio, su hogar, contemplando el amplio jardn que rodeaba la
construccin. Siempre reciba alabanzas de sus amistades por el
buen gusto del jardn aquel tan bien cuidado y sobretodo de la
casona, una mansin antigua que mantena su aire elegante aun con
el pasar de los aos, que ciertamente se encontraba en muy buenas
condiciones, pues cada ao era restaurada y su decoracin era
modificada para darle el aire actual necesario a tan hermosa
construccin del siglo XIX.

Desdobl tras un suspiro de satisfaccin el peridico, apartando las

secciones Sociales y Cultura para leer, pues eran las que le
interesaban para leer mientras beba su desayuno. Estaba
visualizando rpidamente los titulares a ver si alguno que llamara la
atencin, cuando se encontr con un ttulo que hablaba de un
concurso, haciendo que sus cejas perfectamente delineadas se
alzaran de la sorpresa cuando ley el siguiente pie de fotografa,
donde se vea una joven sonriente, escoltada de dos caballeros:
"El XXII Concurso Internacional de Diseo de Interiores ya tiene a
sus ganadores y entre ellos destaca la seorita Alice Cullen de
treinta y dos aos, a quien se le fue otorgado el premio Revelacin,
por su trabajo en el Hotel Histrico del centro de la ciudad"

Vaya, vaya! susurr Elizabeth. Quien iba a decirlo no

sali intil ni loca como su madre. Quizs sea momento de hacerle
una visita a mi nieta.

Levant la mano, llamando a una de las "sirvientas" que

deambulaba atenta a lo que la seora pudiera necesitar, corriendo
hacia la mujer para atenderla.

Dile a Den que est listo. En medio hora vamos a salir.

Como ordene, seora.

Volvi a tomar el peridico cuando la muchacha corri hasta la casa

para darle la informacin al chofer. Volvi a mirar la foto, pensando
en lo interesante que sera conocer a Alice, a ver si ella al menos le
daba las satisfacciones que siempre esper de su nieto varn por
quien apost hace aos, y quien nunca le satisfago como ella lo
dese.

Seguro los genes de su madre hered susurr malhumorada,

cerrando el peridico y levantndose para arreglarse e ir a hacer esa
visita.

Ay, joder! La vieja va de visita... hagan sus apuestas!

No s de qu otra manera agradecerles que me acompaen en

este viaje con el ogro Masen. Las quiero a todas y sepan que leo
cada comentario, y que por sobre todo los agradezco. Gracias
nenas, el ogro y yo las adoramos! 3

A doa Gaby Madriz , the best beta y amiga, y a Miss Manu de

Marte, encargada de los adelantos que se entregan en el "Team
Subversivo" donde son todas bienvenidas (grupo de facebook:
groups/Subversivas/)

La prxima semana ya saben, nos volvemos a encontrar, a ver

qu pasa con esta parejita.

Besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 13*: Chapter 13
A leer!

Captulo 13.

Jacob salud con una amplia sonrisa a su amiga Alice Cullen aquella
maana cuando lleg a su oficina para entregarle su correspondiente
parte de matrimonio. Hace tiempo ya no se vean y cada vez que
ella se lo reclama, le deca que tenan un montn de temas
pendientes, as que ahora que estaba medio cesante, decidi hacerle
el tiempo e ir a visitarla finalmente. Adems, haba quedado
impresionado con la noticia del premio que ella se gan, por lo que
sera la ocasin de felicitarla por tan noble logro.

Qu bueno que viniste, Jake le dijo ella cuando lo abraz al

recibirlo en su oficina Cmo has estado?

Ah, yo muy bien. T has estado bien? Vi la noticia en los

peridicos, sobre tu premio Eres toda una artista!

Dios, ese trabajo me sac canas verdes! Record ella sobre el

premio galardonado. Lo invit a sentarse en un pequeo sof
contiguo para hablar ms cmodamente. Necesitaba una distraccin
en ese momento, estaba algo intranquila y Jacob pudo notar eso.
Pero dime, cmo vas con lo de la boda.

Vine precisamente a entregarte la invitacin dijo, sacando un

sobre blanco del bolsillo interior de su chaqueta, entregndoselo a
ella. Alice lo recibi muy agradecida, abrindolo y leyendo la tarjeta
de invitacin.
Gracias, Jake, ser un placer ir y acompaarte torci su boca y
alcanz la mano de su amigo, apretndola entre la suya.

Estos dos jvenes se haban conocido en la casa de acogida haca

muchos aos atrs. l fue testigo visual de todo lo que aconteci
con ella y con su hermano Edward, con quien tambin lo una una
estrecha amistad. Alice saba de ello y no le reclamaba pues
entenda que no estaba en su derecho de hacerlo, adems, Jacob
nunca intentaba meter su nariz ms all de lo permitido, ni
interceder por el perdn de Edward. Simplemente l estaba all
como amigo, apoyando en todo lo que pudieran.

Uhm y ya ests listo para tu nuevo trabajo? Pregunt,

sabiendo Alice que Jake haba sido desligado de sus labores de la
empresa "Masen & Co" .No quera ni preguntar el por qu, si saba
que Edward era tan amigo suyo, por qu lo despeda? Pero l la
tranquiliz y le dijo que no habra sido despedido si no tuviera otra
propuesta de trabajo mucho mejor en otro lado.

Comienzo cuando regrese de mi viaje de bodas. Ahora tengo toda

mi concentracin en eso y en otros proyectos privados. Pero me
siento muy entusiasmado con el cargo en la vitivincola.

La sociedad donde trabaja Garrett Anderson son ahora los

dueos, no, "Lux et umbra"?

Eso es cierto

Y digo carraspe, peinando con sus dedos su cabello

negro. A l ya sabes, no le parece una traicin que llegues a
trabajar ahora con su principal competencia?

"Alice, si supieras"
No, no le importa.

Ya veo respondi, mirando sus uas. Record entonces algo

que haba logrado olvidar en aquel momento con la visita de su
amigo. Arrug su frente y suspir pesado, dndose cuenta Jacob que
algo ocurra.

Va todo bien contigo, Alice? Te pusiste tensa

Uhm pens en contarle, pero luego se retract. No pasa

nada, Jake.

No, no. Somos amigos, Ali, dime qu tienes, confa en m.

Ella lo mir a su amigo, necesitando un hombro sobre el cual

desahogarse. As que tras un suspiro, cerr los ojos y record la
visita que el da anterior haba llegado a arruinarle su da.

Nunca la haba visto. Nunca haba estado de pie frente a ella como
aquel da. Slo por las fotografas de la seccin de sociales era
que Alice Cullen reconoca a Elizabeth Masen, y siempre que eso
ocurra, un escalofro ttrico recorra su columna vertebral. La
mujer entr a su oficina, engaando a la asistente de Alice y
hacindole creer que era una "antigua clienta". Como todo el
mundo aquel da andaba revolucionado por el premio de Alice, y
las visitas para ella no paraban de llegar, reconoci como algo
normal que la seora elegante, fuera hasta all para saludarla, as
que sin aviso la dej entrar a su oficina.

Cuando Alice, absolutamente sorprendida y confusa por la visita,

qued en estado de shock y de pie tras su escritorio, Elizabeth
aprovech de darle una mirada evaluativa, sin ningn sentimiento
de aoranza, o algo parecido que pudiera brotar entre dos
personas que eran de la familia y que nunca se haban visto. Ni
siquiera nervios, pues lo que Alice senta definitivamente no eran
nervios, sino una oleada de miedo que la paraliz.

Qu haca esa mujer all?

Como si Elizabeth pudiese or el cuestionamiento de Alice, camin

segura hasta la silla frente al escritorio, y se sent sin que nadie le
invitara a hacerlo, y mientras lo haca, finalmente habl:

Me pareci apropiado venir a felicitarte.

No era necesario.

No has hecho ninguna pregunta sobre quien soy, as que,

presumo lo sabes.

Alice sinti la barbilla temblarle y su garganta quemar, no sabe

bien por qu. Slo quera que esa mujer saliera de all.

Me alegra que seas una mujer inteligente y exitosa. Sin duda

eres una Masen.

Seora, no quiero ser descorts trag grueso y se oblig a

mantener su voz tajante y firme, as que le ruego se retire.

Sin duda, por tu reaccin tan severa, eres una Masen.

Soy Alice Cullen, seora. Soy una Cullen, no quien dice usted
quien soy. Ahora, si me permite dijo, acercndose a la puerta y
abrindola como una clara invitacin a que la seora abandonar
la oficina, esperando all hasta que ella reaccionara. Estoy muy
ocupada, as que por favor, tenga la amabilidad y retrese de aqu.

Tu hermano tiene esos mismos arranques, pidindome a m que

solicite una cita para verlo. Sin duda son hermanos

Vyase, por favor!

Ten a bien ir a mi casa cualquier da a tomar el t y ponernos al

da.

"Ponernos al da? Est loca?!"

Vale, lo pensar admiti, para dejarla tranquila. Ahora

vyase, por favor.

Elizabeth se levant despacio sobre sus zapatos de charol y camin

hacia la puerta, erguida como siempre, posando sus ojos fijamente
sobre Alice. Cuando estuvo junto a la puerta, muy cerca de ella,
mirndola de pies a cabeza, hasta que dio con sus verdes ojos, de
los que tuvo que apartar su mirada pues le recordaban a los de
alguien que ella quera olvidar.

Fue bueno verte finalmente. Espero tu vista en mi casa, entonces

dijo, y haciendo acopio de su orgullo, como pavo real, sali de
la oficina, dejando atrs a una confundida y muy herida Alice,
quien se afirm sobre la puerta ya cerrada y tap su rostro con
ambas manos, llorando no sabe bien por qu, solo la estela amarga
que dej esa visita para nada bienvenida.

No puedo creerlo susurr Jacob, conmocionado, despus

que el relato aun alterado de Alice acabara. Ella se masajeaba las
sienes con la vista perdida en el piso de madera, mientras l se
rascaba la barbilla, realmente preocupado.

No s qu pretenda con esa visita no ser acaso idea de

l ya sabes? Pregunt, refirindose a su innombrable
hermano.
 Edward?! Oh, no, y no quiero ni imaginar lo que va a pasar
cuando lo sepa se gir hacia Alice y tom sus manos. l no
hara eso, nunca te expondra ante Elizabeth, nunca.

Vale tratar de olvidarme de este episodio, Jacob, aunque

hubiese deseado nunca tenerla frente a mi coment Alice,
comenzando a elevar su tono de voz a medida que sus palabras
salan corriendo de su boca. No quiero volver a sentir lo que sent
cuando la tuve en frente. Ni siquiera fueron diez minutos, pero
bast para saber que no la quiero cerca, nunca. Ella no es nada mo,
yo no soy una Masen, yo no

Clmate, Ali apret Jacob sus manos aun aferradas a las suyas,
cuando se percat que la joven comenzara a hiperventilar. Ya
pas, esa mujer no volver aqu, te lo prometo.

Ella lo mir, asintiendo, queriendo creer en esa promesa que su

amigo Jacob le estaba haciendo, aun sabiendo que no estaba en sus
manos controlar eso. Simplemente se permiti creer en su buena
voluntad.

**oOo**

Edward salud con un asentimiento de cabeza a su secretaria, la

colorina Nadia, quien asinti de regreso, sin dejar de teclear lo que
sea que estuviera redactando en su ordenador. Abri el ejecutivo la
puerta de su despacho, encontrndose en primer plano con una
situacin confusa. No estaba seguro si haba llegado a una guardera
infantil o a su oficina, pues sentada en su escritorio, haba una niita
rubia que coloreaba concentradamente y con mucho mpetu una
hoja, mientras su lengua asomaba por su boca.

Dio un paso y cerr la puerta, haciendo que la nia levantara su

rostro hacia l. Sus ojos eran de un tono verde oscuro, not Edward
no con mucha claridad, pues la chiquilla a penas lo vio estrech sus
ojos hacia l, como sola hacerlo cuando alguien extrao se apareca
delante de ella.

Oh, buenos das, Edward.

Una voz femenina distrajo su atencin de la nia. Desde los sillones

a un par de metros frente al escritorio, Rosalie Hale saludaba
amablemente a Edward.

Espero que no te moleste dijo Rosalie, torciendo su boca e

inclinando su cabeza hacia la nia sentada tras el escritorio, que
segua con sus pequeos ojos fijos en el hombre.

l, seguramente en cualquier otro momento de su vida, esa

situacin lo hubiera hecho desatar su furia y lanzar improperios a
diestra y siniestra, sin importarle que fuera una infanta. Pero como
su vida en ese momento estaba notablemente balanceada hacia el
positivismo, mir a Rosalie y alz sus hombros, restndole
importancia.

No hay problema. No estar mucho aqu, tengo un par de

reuniones, por lo que mi lugar hoy ser la sala de juntas dijo,
acercndose hacia su escritorio para tomar su laptop.

Slo ser hoy la invasin en tu escritorio.

Mi escritorio, Mami! Protest la nia, golpeando con su

pequeo puo sobre la base del escritorio. l rod los ojos y sin
ms, agarr su ordenador, no evitando gruirle un poco a la nia,
antes de mirar a Rosalie que segua con sus ojos de disculpa y salir
de la oficina rumbo a la sala de juntas.
Digamos que pocas cosas podran arruinar el da de Edward Masen,
debido al anterior buen da que pas junto a su demonio de ojos
verde miel en el Haras. Despus de arreglar ciertos asuntos con ella
y dejar claros los trminos de pertenencia el uno del otro, llegaron
con Carmen a la hora del almuerzo al campo, para que ambas
pudieran pasar un rato juntas, antes de l poder seguir acaparando la
atencin de su Isabella, a quien mantuvo encerrada y desnuda en la
casona del Haras durante toda la tarde despus que la ta se retirara
a su trabajo.

Bueno, como se asever, muy pocas cosas podran haber acabado

con el humor de Edward aquel da, como por ejemplo una charla
que l tendra ms tarde con su ex secretario Jacob Black, el que lo
llam muy nervioso cuando entraba al edificio esa maana,
pidindole que almorzaran juntos. Nada le quiso adelantar Jacob,
por lo que Edward imagin que se trataba de alguna exageracin
por parte de Jacob.

Qu qu ests dicindome? Pregunt Edward con esa voz

glida, a la hora de almuerzo en una mesa frente al ex secretario,
quien tragaba grueso y parpadeaba nerviosamente.

Ali estaba bien, bueno, despus de shock de verla o sea, fue

confuso para ella

Y qu demonios pretenda con su visita? Gru, arrugando la

servilleta de lino que descansaba en su regazo.

Bueno, segn Alice, vio lo de su premiacin en el peridico y

decidi ir a felicitarla.

No puede ser susurr Edward, apretando sus prpados

cerrados con sus dedos. La imagen de su abuela frente a su hermana
era una cuestin que le enfermaba y que la ira guardada hacia
Elizabeth refulgiera con fuerza hacia el exterior.

Ni la terapia con el loquero, ni las drogas para el control de su

trastorno bipolar, ni las palabras de Jacob tratando de hacerlo entrar
en razn iban a poder detener la furia desatada del ogro Edward
Masen, que en un momento estuvo sentado en una mesa de
restaurante y al siguiente estaba dentro de su coche, conduciendo
sobre el lmite de velocidad hacia la mansin Masen.

Irrumpi sin ms en la casa, pasando de la ama de casa quien le

indic que esperara hasta que lo anunciara con doa Elizabeth. Ni
siquiera se detuvo a saludar a la mujer, menos iba a esperar ser
anunciado, por lo que entr como ogro endemoniado al despacho de
la vieja, quien lea algn libro que a l no le importaba saber.

Odiaba ir a esa casa. Todo ah le traa muy malos recuerdos.

La vio con sus lentes rectangulares sobre el puente de su nariz junto

a la ventana con el libro en su regazo. Cuando sinti el estruendo de
la puerta, alz su vista y vio a su nieto versin ogro enojado, quien
caminando hacia ella con paso amenazante y su dedo ndice
apuntndole directamente. Vale decir que a ella no le asustaba en lo
ms mnimo esa postura furiosa de Edward Masen.

Cmo te atreves! Le grit Edward, con el rostro rojo de rabia

y la voz cargada de resentimiento.

Elizabeth suspir y con calma se quit sus lentes, antes de

preguntar:

De qu hablas, Edward? Y por qu no ests en la oficina,

tratando de poner orden?
El semblante despreocupado de Elizabeth lo enfureca an ms. Las
manos le picaban porque deseaba romper algo o golpear a
alguien.

Cmo que de qu hablo, Elizabeth?! No te hagas la estpida!

Cuida tus palabras conmigo, Edward Masen! Soy tu abuela!

A qu fuiste a verla, eh, para qu?!

Cmo lo sabes? Ests acaso en contacto con ella? Pregunt

de regreso, levantndose de su silln.

Dime por qu demonio fuiste donde ella, dime!

Vi su premiacin en el peridico y me apeteci ir finalmente

hasta ella y quien sabe, afianzar lazos

Afianzar lazos, Elizabeth?! De qu lazos me hablas, no me

hagas rer! Grit, alzando sus brazos y dejndolas caer al costado
de su cuerpo de la pura frustracin. Siempre renegaste de tu
familia, y ahora que ves que ella es exitosa, quieres acercrtele.

Tiene genes Masen, eso no puede negarse. Los genes que tu

madre ciertamente no hered.

Edward apret sus puos y su mandbula, mirando con odio a su

abuela. Sacar a colacin a Clarise, madre de Alice y Edward, era
como echar ms lea al fuego, era colaborar a que la ira de Edward
ascendiera a niveles peligrosos.

No hables de mi madre, Elizabeth advirti, apretando sus

dientes. Ella hizo un gesto despreciativo con su cabeza, apartando
su vista de Edward y prefiriendo mirar por la ventana.
El momento en que Clarise decidi casarse con ese bueno para
nada de tu padre, arruin su vida. Aunque debo reconocer que no lo
culpo por abandonar a esa loca

Basta, basta! Grit. Cmo te atreves cmo te atreves a

hablar as de de tu propia hija

Mira Edward, ella dej de ser mi hija cuando se fue con ese
tipejo.

Eso no es cierto! La abandonaste cuando ella comenz a tener

problemas!

Se estaba volviendo loca, y eso no era bueno para la reputacin

de nuestra familia, seramos la comidilla de la gente. Adems, ella
era mayorcita ya para saber lo que haca.

Maldita vieja gru en voz baja, respirando pesado, bufando

por la nariz. Elizabeth, ignorando la furia defensa de Edward hacia
su madre Clarise, apenas lo mir, desviando otra vez su vista de l.

Espero que Alice acepte la invitacin que le hice a venir aqu y

ponernos al da. T tambin puedes venir.

Cmo supiste de ella? Escupi Edward. Elizabeth alz la

comisura casi ilegiblemente, reaccin a su satisfaccin.

Crees que llegu al orfanato por ti de forma fortuita? No,

Edward. Supe siempre que los hijos de Clarise estaban all. Hice
averiguaciones sobre ustedes y supe de la adopcin en curso de
Alice, por lo que esper a que se concretara para hacer mi aparicin
explic contemplando la copa de los rboles de su jardn,
mientras a Edward pareca que le costaba mucho respirar. Fue
esplendido saber que ella ya estaba adoptada por alguien, pues no
estaba dispuesta a cargar con dos nios. Adems, las niitas
siempre me parecieron de carcter dbil, por eso me pareci que t,
con tu carcter fuerte seras un estupendo heredero del apellido.
Alguien iba a tener que hacerse cargo de mi empresa cuando yo ya
no estuviera en edad, y pues resultaste apropiado.

Si all hubiese habido algn espectador, le hubiese parecido

complejo entender que entre Elizabeth y Edward haba una relacin
sangunea, familiar, de abuela y nieto. Por la forma que se trataban,
parecan ms bien adversarios, esto por la forma que se miraban,
que se hablaban, por la energa negativa que flua de ambos cuando
se enfrentaban.

Pero era ms complejo entender la postura de la seora Elizabeth

Masen. La manera tan fra que tenia de hablar de su hija Clarise, y
de sus nietos. Qu habra detrs de eso?

Mantente lejos de ella, Elizabeth amenaz l, con voz ronca,

aun pisndole las palmas de sus manos con el nimo de destruccin
. No vuelvas a acercarte a Alice, o no s de lo que soy capaz.

Tus amenazas me tienen sin cuidado, Edward. Yo ver lo que

hago, y por cierto, Alice es lo bastante grandecita para tomar sus
propias decisiones, y si ella quiere venir, tu ni nadie puede
impedrselo, comprendes? Mir de regreso a Edward, quien con
su postura tensa y encorvada pareca estar a punto de saltarle
encima. Aun as, segua sin causarle estrago alguno esa postura
iracunda. Decidi regresar a su silln, ponerse sus lentes y tomar la
lectura que se vio interrumpida cuando l lleg tan imprevista y
descortsmente.

Vete, Edward, y es mejor que no regreses, a no ser que traigas

buenas noticias de mi empresa o que finalmente sientas cabeza
con una mujer, como la seorita Hale por ejemplo dijo,
retomando su postura lectora.

Edward cerr los ojos, los abri, se gir y sali peor de como entr
all. Furibundo como se encontraba, como solo esa mujer lograba
ponerlo, se subi en el coche, acelerando y saliendo de all a toda
velocidad.

Maldita vieja, maldita, maldita seas Elizabeth Masen!

Gritaba, mientras conduca con una mano en el volante y la otra
golpeando el pobre manubrio.

**oOo**

Entonces, aqu vive tu chico? Pregunt Sam, bajndose de la

moto, despus que Bella lo hiciera. l la haba llamado por telfono
pidiendo una cita para almorzar. Ella acept encantada,
aprovechando la ocasin de ponerle al tanto de los cambios que su
vida haba sufrido. Despus de la comida, tena la tarde libre pues
en las nuevas oficinas donde ahora trabajara, estaban en proceso de
ordenar las dependencias y todo eso, por lo que le concedieron a
ella y a sus colegas la tarde libre, decidiendo irse directamente al
departamento de Edward y esperarlo con la cena.

Sip, aqu respondi, entregndole el casco, arreglndose luego

su cabello y estirando a continuacin sus pantalones.

Bueno, pues espero todo marche bien con el galn, y ya sabes

dijo el atractivo moreno, amigo de Bella, torciendo su boca en
una sonrisa coqueta, estoy aqu para cuando el hombre se porte
mal. Puedes decirle que tienes que te defienda, eh?

Se lo dir respondi divertida. Enseguida se vio atrapada

sorpresivamente en los fuertes brazos de Sam, quien la rode por la
cintura con fuerza, descansado su boca en el hombro de su amiga.
Se qued all un buen rato, luego gir su rostro y dejndose llevar,
bes su cuello sobre el cabello que cubra su piel.

Quizs sea mal momento para decirlo, pero te he extraado ya

sabes, lo que tenamos antes, cuando nos sentbamos frente al
televisor y pretendamos ver una pelcula

Sam, por favor.

Slo quera que lo supieras, Bella. Y que sepas que estoy aqu
siempre que me necesites se apart y quitando las manos de la
cintura y abarcando el valo de su rostro, con el suyo muy pegado
al de ella, casi rozando sus narices.

Te quiero, Bella. No lo olvides.

Gracias Sam.

Bien. Qued claro que a Edward Masen una de las cosas que poda
joder su da era su abuela Elizabeth y qued claro con el altercado
anterior. Qu poda arruinarlo an ms? Ver a su mujer en brazos
de otro.

Y eso fue lo que sucedi.

El ogro no tena cabeza para volver a esa empresa. Quera

encerrarse en su escondite y desahogarse, por eso lleg directo a su
edificio, entrando por el costado lateral directo a los
estacionamientos, cuando al esperar que la barrera de seguridad se
alzara para entrar, desvi su vista y vio la escenita de ese hombre
abrazndola y a punto de besarla.

Volvi a darle de puetazos al manubrio, acelerando luego y

entrando al aparcamiento. Detrs de l, Jacob y Emmett llegaron,
aparcando el coche de Jake en la entrada, encontrndose all con
Bella, quien despeda a su amigo motorizado agitando su mano.

Jacob le dijo algo a Emmett al odo, y mientras l entraba a toda

velocidad, el chofer se acercaba a la chica para saludarla.

Eh ho-hola, Bella.

Ey Emmett! No te vi llegar qu haces aqu? Llegaste con

Edward?

Uhmno, s ms o menos respondi Emmett torpemente,

llamando la atencin de Bella, activando sus alarmas.

Qu sucede, Emmett, por qu ests tan nervioso?

Un segundo auto gris lleg hasta la entrada del edificio. De este baj
Kate muy preocupada, corriendo hacia donde Bella y Emmett se
encontraban, dirigiendo sus dudas hacia este ltimo:

Dnde est?!

Este arriba, con Jacob.

Est solo con Edward?! Ests loco!

Qu sucede? Intervino Bella mirando confundida a Kate y

Emmett alternadamente, siendo Kate consiente recin all que Bella
estaba presente.

Eh hola Bella.

Qu sucede, por qu estn tan nerviosos qu pasa con

Edward?

Bella, ahora no es el momento respondi Kate, tratando de no

preocuparla. Enseguida mir a Emmett. Debemos subir, Jacob
puede necesitarnos.

Sin ms, Kate y Emmett caminaron hacia la entrada, dejando atrs a

una Bella muy confundida y preocupada, que los miraba alejarse.

Arriba, en el pent-house del piso veinte, volaban por la sala del

lugar toda clase de objetos, estrellndose finalmente contra las
paredes o el suelo. Incluso una de las pequeas mesas de un costado
de la sala haba ido a parar a otro lugar, estrellndose y
destruyndose.

El ogro Edward Masen estaba fuera de s. Cualquier cosa que

estuviera a la mano serva para dejar fluir su ira, cosas o personas,
pues Jacob estaba tenindoselas que ver con su propia integridad
fsica cuando lleg hasta ese campo de batalla a enfrentarse con l y
tratar de calmarlo.

Maldita vieja! La odio, la odio, la odio! Grit, estrellando un

cuenco de cristal donde sola dejar las llaves. Su cabello estaba
despeinado y la corbata negra haba desaparecido. Estaba rojo y
respiraba pesado cuando mir fijo el sof de tres cuerpos y trat de
voltearlo.

Clmate Edward, por favor llamemos al doctor Vulturi

No quiero que llames al loquero! Maldita sea! Exclam,

cuando no pudo mover el maldito sof.

Edward, por Dios, qu sacas con todo esto?

Quiero matarla, Jacob! Matarla de una vez iracundo golpeaba
con sus puos sobre la base del sof que no pudo voltear, mientras
su respiracin se haca pesada e irregular.

Cerr sus ojos y buf sonoramente, recordando la desfachatez de

Elizabeth al tratar de acercarse ahora a su hermana. Tambin
record cuando habl de Clarise, su madre y fue ms hacia atrs
en sus recuerdos, cuando apenas era un adolecente y oy una
conversacin secreta entre un hombre y Elizabeth, enterndose que
esa mujer abandon a su hija cuando asomaron los primeros signos
de su enfermedad. Y ahora, en el presente, la vieja no negaba
haberlo hecho, sino que incluso lo justificaba, diciendo que ella no
estaba para tratar a locas.

Era su hija, por vida de Dios! Otra vez, comenz a golpear el

sof, imaginndose seguramente que se trataba de Elizabeth.
Cmo una madre abandona a su hija Nada hubiera pasado, nada,
si Elizabeth al menos le hubiera dado una ayuda! Mi madre estara
viva y nadie me hubiera apartado de Alice! Maldita vieja, la odio
con todo mi ser, la odio!

Gir su cuerpo y se encontr con una mesita contigua al sof

inmovible, donde descansaba una escultura y una lmpara. Todo
eso vol por los aires, continuando con la cadena destructiva.

Te odio Elizabeth Masen, te odio! Grit, jalndose las greas.

Con la situacin que desencaden la ira de Edward, se
desencadenaron tambin otros sentimientos pasados que l
acumulaba, los que incrementaban su odio hacia ella.

Jacob haba desaparecido hasta el dormitorio en bsqueda de las

malditas pldoras que Edward ya no tomaba con la misma
regularidad que deba Maldicin, Edward! Y que de alguna
manera haban afectado al ogro, pues la reaccin no hubiera sido
esa de haberse medicado como era debido. Adems, aprovech de
marcarle al doctor Vulturi para dejarle un mensaje explicndole que
Edward estaba teniendo un episodio.

Cuando regres a la sala, tuvo que esquivar el marco de una

fotografa. Edward segua bufando, respirando pesado, como si
fuera un toro furioso que vea todo en rojo.

Tmate una pldora, y trata de calmarte

En ese momento, la puerta del apartamento se abri, apareciendo

Emmett y Kate, mirando alrededor de la sala con sorpresa, pues el
lugar pareca campo de batalla.

Jefe, es mejor que te calmes trat de lidiar Emmett con el

furioso ogro, caminando hacia l, pero este lo amenaz levantando
su dedo ndice hacia su chofer.

Djame en paz, Emmett.

Edward por favor trat de interceder Kate, cuando lo vio

comenzar a darle golpes de puo a la muralla como un poseso.
Emmett, en una actitud temeraria, hizo una sea a Jacob y ambos
corrieron hacia Edward, apartndolo y sujetndolo.

Sultenme! Sultenme, maldita sea! Gritaba Edward,

tratando de soltarse de sus opresores. Voy a ir donde esa vieja y a
matarla de una vez por todas

En ese momento, la puerta volvi a abrirse muy lentamente. Un

rostro completamente atnito observ la sala que ahora pareca un
campo de guerra, observando a continuacin como Emmett y Jacob
trataban de sostener a Edward, pidindole que se calmara mientras
este lanzaba maldiciones, palabrotas ilegibles y se mova tratando de
soltarse, mientras Kate estaba con el telfono en el odo, tratando de
contactarse con alguien.

El ogro divis movimiento en la puerta y la vio. Su cuerpo se puso

tenso, teniendo ahora como objetivo de su ira, a la menuda mujer
que entraba como en estado de shock, la que lo mir, sin entender
nada, con mezcla de miedo y confusin en las facciones de su
fantasmal rostro.

Y ella?! Qu hace ella aqu, maldita sea?! Grit Edward,

movindose ahora con ms fuerza para intentar soltarse e ir hasta
ella.

Bella abri sus ojazos verde miel muy ampliamente cuando vio a
Edward de esa manera. Lo haba visto enojado, s, claro. Pero
nunca de esa manera, que pareca animal enajenado a punto de
saltar sobre ella y quien sabe

Edward? Susurr Bella, sintiendo sus ojos acuarse y

comenzar a derramar lgrimas de miedo y pena.

Qu haces aqu?! Lrgate, no quiero verte ms! Vete de una

vez!

Kate corri hacia Bella, que casi inconscientemente comenz a dar

pasos hacia Edward. La sostuvo por los hombros, alejndola del
ogro.

Bella, ser mejor que nos vayamos. No es buen momento

explic Kate, intentando sacarla de all. Edward estaba a punto de
soltar y no quera ni pensar si llegaba hasta ella. Seguro hara algo
de lo que luego se arrepentira. Pero Bella era un poco terca,
negando con la cabeza, sin quitarle los ojos al furibundo ogro.
No susurr, dando otro paso, para acercarse a l. Edward,
qu sucede

No te quiero aqu, lrgate de una vez! Lrgate, maldicin!

Pero pero trag grueso. Djame ayudarte

No quiero tu ayuda! Grit con voz en cuello. Su rostro rojo y

su pecho subiendo y bajando con ms fuerza de lo normal,
preocuparon a los muchachos que lo sostenan. Vete, no quiero
verte nunca ms en mi maldita vida! Te odio, te odio, te odio,
maldicin! Vete!

Las lgrimas de Bella comenzaron a fluir con ms fuerza cuando

oy esas palabras de Edward con esa fuerza y convencimiento,
pudiendo or incluso su corazn quebrarse. No entenda
absolutamente nada.

Por qu dices eso quiso saber, con su voz temblndole por la

desazn.

Te odio! Te odio porque no me amas como yo a ti, maldicin!

Grit, moviendo sus hombros sin descanso. Crees que no te
vi?! Estabas con tu maldito amante frente al edificio! As que es
mejor que te vayas con l! Vete!

Bella tap su boca y comenz a llorar con ms fuerza. Ahora s

estaba confundida.

Anda Bella, no es buen momento. Vmonos de aqu aconsej

Kate, invitndola a salir. Bella, dbil como se senta, arrastr sus
pies dejando que Kate la guiara hasta la puerta.

Entonces, de momento a otro la ira de Edward se convirti en

desesperacin, cuando an apresado en brazos de sus amigos,
comenz sollozar y a rogar hacia la puerta por donde estaban a
punto de salir las dos mujeres.

No, no, no Dios, nena, no te vayas lloraba y rogaba el

hombre, tratando de caminar hacia ella y detenerla. Bella, por
Dios, qudate conmigo, nena te necesito, no te vayas

Bella gir su cabeza, ahora con su entrecejo fruncido por la

confusin. Vio a Edward llorar, intentando zafarse con menos
fuerza que hace un momento. Nunca antes lo haba visto iracundo
como hace segundos atrs, ni tampoco desesperado y llorando como
en ese momento. La miraba, rogando con sus ojos vidriosos que no
se fuera, pero hace momento atrs le grit que se fuera que se
fuera, porque la odiaba, y la odiaba segn l, porque ella no lo
amaba como l a ella.

Su cabeza estaba hecha un lo y se sinti cansada, que decidi

girarse y seguir adelante, marchndose del apartamento.

No, nena, por vida de Dios, no te vayas! Bella, yo te amo, no te

vayas! Gritaba Edward tras suyo. Kate, maldita sea, no te la
lleves! Trela conmigo! Bella! Bella!

Sollozando en silencio, fue llevada por Kate, dos pisos ms abajo.

Entraron a un apartamento ms pequeo que el pent-house de
Edward, pero igual de lindo y elegante. Al menos, eso alcanz a ver
Bella, entre las lgrimas cuando entraron al lugar.

Te voy a traer un t, Bella anunci Kate, dejndola en la sala,

mientras ella desapareca rumbo a la cocina. Dobl sus rodillas y
afirm su costado sobre el respaldo del sof, cubriendo el rostro con
sus manos, mientras comenzaba a sollozar con fuerza.
Qu haba pasado ah arriba? Por Dios, quin era el hombre del
que se haba enamorado? Por qu estaba as? Ya saba ella que ese
hombre estaba lleno de misterios, los que l mismo prometi develar
cuando se sintiera preparado, era alguno de esos misterios lo que lo
haba hecho estallar de esa manera? Y lo ms importante, lo que
aquejaba su corazn en ese momento, qu iba a pasar entre ambos
desde ese momento en adelante? Se separaran?

Record como el ogro la ech de su departamento, de su vida

quizs, gritndole que la odiaba.

"Te odio porque no me amas como yo a ti"

Seguro la vio con Sam acaso por eso estaba as?

Bella susurr Kate, sentndose a su lado con una humeante

taza de t entre las manos, que haba accedido a dejarla a solas unos
diez minutos para que se tranquilizara. Bella alz la vista y vio un
dejo de disculpa en los ojos de la rubia que sostena la taza frente a
ella. No le qued ms que limpiarse un poco las lgrimas y aceptar
la taza. Tiene manzanilla. Mi abuela dice que sirve para relajarse.

Gracias.

Dios, Bella, hubiera deseado que no vieras lo de arriba

Me puede explicar qu sucedi?

Uhm no soy la indicada Bella. Digamos que Edward tuvo un

episodio de descontrol

Eso fue ms que descontrol! Pareca un hombre desquiciado

yo nunca lo haba visto as
Se le pasar, Bella.

Pero por cunto tiempo? Me puede decir qu lo hizo ponerse

as?

No, no puedo. l debe hacerlo. Perdona

Bella asinti y dej la taza sobre la mesilla de centro donde haba un

florero lleno de lirios junto a una fotografa de la seorita Kate junto
a un hombre que ella al parecer haba visto por ah, pero en ese
momento no tena cabeza para hacer memoria de quien se trataba.

Me voy. Gracias por el t, pero en este momento no puedo tragar

nada dijo Bella, levantndose con sus hombro curvos, sintindose
derrotada.

Oye puedo ir a dejarte.

Quiero estar sola. De cualquier manera, gracias dijo, apenas

sonriendo, pasando las palmas de sus manos sobre el rostro. Hubiera
deseado un lavabo para lavar y refrescar su rostro, pero quera salir
de ah, caminar un poco por algn parque a solas e irse a casa,
meterse a su cama y dormir.

Siento todo esto, Bella dijo acompandola hasta la puerta.

Hubiera deseado que no hubieras sido testigo de eso.

No importa, seorita Kate respondi derrotada, alzndose de

hombros. Llegaron hasta la puerta y cuando Bella puso la mano en
el pomo de esta, el mvil de Kate son, respondiendo ella de
inmediato con preocupacin cuando vio el nombre de Jacob en la
pantalla.

Jake, qu sucede?
Escuch y a medida que lo haca, sus ojos se iban abriendo y las
campanillas de alerta en la cabeza de Bella y en su corazn
comenzaban a sonar.

Y ya llegaron?! Pregunt con preocupacin. Vale, voy

No me voy a quedar aqu, Jacob!

Otra vez escuch algo y mir a Bella, tragando grueso.

S, sigue conmigo. Bien, bien dijo, y colg.

Qu sucedi? pregunt Bella a Kate, con la voz ronca de

preocupacin.

Este Edward est llegando la ambulancia Bella cubri

su boca y ah estaban otra vez las lgrimas. El miedo que sinti en
ese momento era an ms estremecedor al que sinti momentos
atrs con toda esa confusin, algo como taquicardia y se
desvaneci.

Dios! Exclam Bella. Kate sacudi la cabeza, corriendo hasta

el sof donde haba lanzado las llaves de su coche, regresando muy
rpido hasta la puerta, para salir rumbo al piso de arriba, seguida por
Bella, quien rogaba en silencio que nada malo le ocurriera a su
amor.

"Dios, Edward, no te atrevas tienes muchas cosas que

explicarme"

Justo cuando llegaron al piso veinte, al salir del ascensor que

encontraron con dos paramdicos que salan con una camilla, y
sobre esta a un inconsciente Edward, con una macara de oxgeno en
sus fosas nasales.
Bella lanz un grito y fue sujeta por Emmett antes que esta callera
al piso.

No queremos otro desmayado, Bella, as que clmate por favor.

Llvala a su casa, Emmett.

No! Neg Bella, tratando de soltarse y seguir a la camilla que

llevaba a Edward. Yo voy con l!

Est bien, Bella, pero clmate por favor. Ya con uno tenemos
suficiente le pidi Emmett, pulsando el ascensor contiguo al que
en ese momento usaban los paramdicos, con la camilla y Jacob que
los acompaaba.

El ogro voltil y furioso haba quedado fuera de combate, mientras

que su demonio sonriente, de ojos verde miel y aroma a flores
lloraba por l y rogaba al cielo por l. Haba conocido una parte de
l, una parte que probablemente no hubiese deseado ver, pero aun
as, con todo eso, no estaba dispuesta a apartarse de l.

Chanfle! Se llevaron al ogro al hospital. Pongan a sus santos de

cabeza y a rezar por el ogro pues parece que lo necesita...

Qu les pareci?

Est dedicado a cada una de ustedes, ya saben.

Cada captulo es hermoseado por Gaby Madriz , mi beta y

amiga, y doa Manu de Marte, encargada de los adelantos que
se entregan en el "Team Subversivo" donde son todas
bienvenidas (grupo de facebook: groups/Subversivas/).
 Ahora a esperar a la otra semana para ver qu pasa con esta
locura.

Mil gracias como siempre, y besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 14*: Chapter 14
A leer!

Captulo 14.

Ya estoy aqu! Anunci el Dr. Carlisle Cullen cuando lleg al

recibidor de la casa. Venia, cansado, pues haba trabajado en
urgencias toda la noche, pero a pesar de eso, estaba contento pues
su hija Alice haba llegado a casa a desayunar con ellos y hablar
sobre la boda.

Te estbamos esperando, cario Esme, siempre muy tierna,

salud a su amado marido con un beso en la mejilla cuando este
lleg a la mesa del comedor diario donde solan comer. Mira,
Alice trajo donas, de las que te gustas.

Mis dos adoradas mujeres y una caja de donas de chocolate

para el desayuno, qu mejor! Dijo, besando el tope de la cabeza
de su hija, para sentarse a continuacin sobre la cabecera de mesa.
Esme comenz a servirle el t, mientras Alice y su padre
dialogaban.

Estuvo muy movido el turno de noche? Pregunt Alice, antes

de llevarse un trozo de dona a la boca. l la mir y asinti con la
cabeza.

S, bastante movidito.

Esme mir de reojo a su marido, pues haba un cierto rastro de

preocupacin en sus ojos. Aun as, no quiso preguntarle nada,
quizs era slo suposicin de ella.
La familia Cullen sentada a la mesa, disfrut de un ameno
desayuno, mientras Alice les contaba de sus proyectos laborales
luego de su reconocimiento, adems de sus planes de boda que ya
estaba a porta. Los meses pasaban rpido y ni ella misma se daba
cuenta de ello.

Oh, antes que lo olvide, debo ir a buscar un lbum de

fotografas que tengo guardado en mi recamara! Dijo,
levantndose y caminando hacia su viejo cuarto, antes que se
olvidara de cogerlo. Se detuvo de camino y se devolvi a la cocina
para hacerle una consulta a su madre, cuando oy una conversacin
entre sus padres que le hel la sangre.

Ayer ingresaron a Edward de urgencia en el hospital coment

Carlisle a media voz. Tuvo un cuadro de taquicardia despus de
un fuerte episodio de alteracin.

Dios mo! Y cmo est?

Lo lograron estabilizar, pero qued en observacin. Yo mismo me

preocup de su estado. Antes de venir estaba dormido. Tuvieron
que sedarlo para que descansara.

Y quin estaba con l? Por qu le ocurri eso?

No estoy seguro. Jacob, Emmett y otras dos personas estaban con

l.

Alice afirmaba su espalda sobre el muro a un lado de la cocina,

cubriendo su boca con la palma de su mano. Estaba tratando de
tranquilizarse y no desatar su llanto, pues no tendra como
explicrselos a sus padres. Por lo que corri a su dormitorio y se
sent en su vieja cama, cerrando sus ojos y elevando una pequea
oracin por la salud de Edward. Aun as, no pudo calmarse, por lo
que sac su mvil del bolsillo trasero de su pantaln y busc entre
sus contactos el nmero de Jacob, a quien llam para obtener
noticias.

Ali? Respondi su amigo al otro lado.

Uhm hola hola Jake carraspe y continu. Yo yo

quera saber lo que sucede es que o un comentario de mi padre
que hablaba sobre dijo que haban internado a Edward y pues
yo

l ahora est bajo los efectos del sedante que le administraron.

Debera estar despertando dentro de un par de horas, pero est bien,
estable. Tendr que quedarse en observacin un par de da, por lo
que dijeron los doctores.

Vaya que bueno

Quieres que le d un mensaje de tu parte?

No no, no es necesario. Yo slo quera saber cmo segua y

pues

Entiendo, Ali. l est bien, no te preocupes.

Gracias Jake.

Cuando quieras, Ali.

Alice colg y suspir profundamente. Innegablemente ella se

preocupaba aun de Edward a pesar de todo.

Jacob pens lo mismo cuando colg al telfono, deseando que

finalmente esta terca nia, amiga suya, a la que l quera mucho, se
diera cuenta que estaba tercamente cerrada a la realidad y que las
cosas no haban sido ni eran como ella, y que ya era tiempo que le
diera la oportunidad a Edward. Ambos se lo merecan y lo
necesitaban.

Camin luego hasta la sala de espera donde an estaba Kate, ahora

junto a Garrett que haba llegado a relevar a Emmett. Quien no
quiso ser relevada fue Bella, que se neg en ir hasta su casa a
dormir. No se iba a mover hasta saber que Edward haba despertado
y que est bien y fuera de todo riesgo. Bueno, lo estaba, eso haban
dicho los mdicos, pero ella no lo creera hasta verlo con sus
propios ojos, claro, aunque l no quisiera verla. Haba llamado a su
ta Carmen para contarle lo ocurrido, preocupndose la mujer
tambin por la salud de Edward y prometiendo que al salir de su
turno de tarde pasara por all para ver cmo segua.

Ey, Bella, necesitas descansar. No es necesario que te quedes, yo

te

No me voy a mover de aqu, Jacob respondi ella, negndose a

la idea de irse de all.

Al menos vamos abajo a la cafetera a comer algo. Lo necesitas.

Bueno, un caf no me vendra mal le dijo, levantndose para ir

con Jacob hasta el caf. Le ofrecieron a Kate y Garrett algo,
negndose ambos.

Cuando llegaron a la cafetera, compraron caf y algo para comer.

Se sentaron en una pequea mesa redonda a un lado del ventanal.
Bella soplaba su humeante taza, mientras Jacob le daba un gran
mordisco a su sndwich. El hombre estaba famlico a diferencia de
Bella que desmigaba su pan integral.
Jacob, necesito que me expliques lo que sucedi ayer, por favor.

Jacob mastic, trag, bebi un poco de caf y luego limpi su boca

con la servilleta. Le dio tiempo para pensar en una respuesta
convincente para ella, pero ni una buena respuesta le llegaba para
darle a la preocupada muchacha.

Bella haba tenido toda una tarde y una noche para atar cabos
respecto a lo que deton el episodio de Edward, como todos decan.
Conoca sobre Elizabeth Masen, abuela de Edward, por quien l
senta una aversin que se perciba a simple viste. Saba tambin
sobre su hermana Alice y el distanciamiento con ella que a l lo
tena urdiendo algn tipo de plan para recuperarla, como lo oy una
vez de su misma boca al hablar con Kate. Edward mismo le dijo que
su abuela le haba apartado de su hermana, y era lgico pensar que
ese era el rencor que corroa a Edward, por eso concluy que algo
respecto a ella lo haba dejado as. Resumi por tanto su teora a
Jacob:

Tuvo algo que ver su abuela?

Por qu lo preguntas?

Edward me cont que vivi en un orfanato y que ella fue a

buscarlo. Me cont que ella lo apart de Alice

Te habl de Alice?

Lo hizo. O sea, s que hay ms cosas detrs de eso, y por su

vehemencia cuando habla de ella, por la tensin entre su abuela y
l, presumo que algo tienen que ver, verdad?

Pues s, Bella Jacob la mir y decidi ser sincero con ella,

dentro de los lmites, pues era Edward quien le tena que soltar toda
la historia, y seguro lo hara, lo hara para que ella no se alejara de l
. Bueno, vers, Edward vivi con Elizabeth casi en contra de su
voluntad. Ella nunca lo trat como una abuela tratara a un nieto.

T conociste a Edward en la empresa?

Pues no, Bella. Desde que vivamos en la casa de acogida. Yo era

compaero de Alice y digamos que fui testigo de todo lo que vivi
all a Bella se le escap una lgrima mientras oa a Jacob, creando
imgenes de ese entonces en su mente. Aun as, guard silencio y
dej que el moreno joven siguiera su relato. No creas que nos
trataban mal en el hogar, para nada. Las monjas fueron muy buenas
con nosotros, y el grupo que estuvo durante esa poca, nos hicimos
muy buenos amigos. Pero como te deca, yo, adems de Garrett,
Kate y Emmett, fuimos testigos de todo lo que a ellos les toc vivir.
Cuando se llevaron a Alice Edward estaba tranquilo pues los
Cullen eran un buen matrimonio, pero estaba triste porque no la
vera con la regularidad diaria. Aun as, ellos la llevaban al hogar al
menos dos veces por semana. Pero despus apareci Elizabeth y se
lo llev casi arbitrariamente. Durante aos l estuvo prcticamente
incomunicado con su pasado, hasta que digamos cumpli la mayora
de edad.

Garrett, Jacob y Edward nos reencontramos en la universidad. Las

monjas le dieron a Edward nuestro paradero. Fue bueno
reencontrarnos, pero vimos que Edward haba crecido lleno de
amargura. Todo empeor cuando encontr a Alice y esta no quiso
saber ms de l, pues como Edward se fue sin avisarle, ella
simplemente crey que la haba abandonado

Pero eso no es cierto!

No lo es, pero ella creci creyendo eso. l se intent explicar,

pero ella cerr sus odos a la verdad hasta el da de hoy, a pesar
de que le hemos explicado cmo han sido las cosas.

No es justo llorique ella. No cree ella que va siendo

tiempo de escuchar la verdad?!

La ha escuchado, Bella, pero se niega a reconocer que las cosas

fueron diferentes a como ella las crey.

Bella rasc su cabeza y pens en Alice como una niita malcriada,

que se negaba a entender que haba otra verdad fuera de la que ella
crea. Digamos que le gustara gritarle un par de cositas para
interceder por Edward. Quizs algn da se diera la oportunidad, y
de ser as, le dira unas cuantas verdades.

Pero sigo sin entender cmo es que todo esto hizo que Edward
estallara de esa manera.

Uhm a Elizabeth se le ocurri que era buen momento para

acercarse a Alice. Eso puntualmente deton la bomba.

No entiendo

Edward, va a mantener lejos a Elizabeth, de lo que cree valioso

para l. Por eso te aleja a ti de ella

Cree que puede daarme? Qu puede daar a Alice?

Ella es capaz de hacerlo Bella, y Edward lo sabe. Elizabeth tiene

un propsito para acercarse a Alice despus de tanto tiempo, seguro
quiere sacar algo de beneficio para ella.

Pero qu querra conseguir?

No s, Bella. Y Edward tampoco lo tiene claro, presumo, y eso lo
encoleriza an ms. Elizabeth sabe que Alice, es el taln de Aquiles
de Edward, y se va a aprovechar de eso. Si sabe de ti, de lo que t y
l tienen probablemente quiera aprovecharse de eso. Daar a
Edward, indirectamente.

Pero pero es su abuela, por qu querra daarlo trataba de

razonar Bella.

Porque le recuerda a Clarisse.

Y quin es Clarisse?

La madre biolgica de Edward, hija de Elizabeth.

Pero pero, por qu dices eso?

No puedo decir nada ms, Bella. Perdona, pero creo que hay
cosas que son muy ntimas de Edward. Con esa parte de su pasado,
yo no puedo meterme. l ha confiado en m, y conozco lo que pasa,
pero no puedo decrtelo, sera como traicionarlo. No debes
preocuparte, pues estoy seguro que l mismo te lo dir.

Ay, Jacob! Sigo teniendo un lio en mi cabeza dijo,

enterrando sus dedos en el cuero cabelludo. Suspir y se ech hacia
atrs en su silla, frente a su caf ya helado sin tocar. Adems,
despus de todo lo que me dijo su reaccin tan voltil. Estaba
furioso, fuera de s.

Lo estaba. Quizs sea bueno que lo sepas de una vez, Bella, pero
Edward carga con un tratamiento farmacolgico que lo ayuda a
mantener a raya su temperamento. Vale, es ms que su
temperamento, es digamos un trastorno bipolar.
Oh yo yo no saba

Muy pocas personas lo saben, Bella y es mejor que lo sepas. Por

eso esa reaccin que viste ayer. Estaba fuera de control porque el
muy estpido decidi no tomar su medicacin, y eso es algo que no
puede suceder.

De haber seguido el tratamiento como corresponder, lo de ayer

no hubiera pasado?

O sea fuera de su trastorno, el hombre es una granada andante,

mal genio como sabrs, cualquier cosa puede hacerlo estallar, y
hubiera ocurrido lo de ayer, pero quizs en un nivel ms controlado.

Entiendo.

Bueno, roguemos que algo como lo que sucedi ayer no vuelva a

pasar.

Lo controlar, y aunque sea a la fuerza meter esas pastillas en su

boca y lo llevar a su doctor.

Gracias Bella.

Gracias a ti, Jake dijo ella, un poco ms tranquila, pues ahora

el enredo en su cabeza iba ordenndose un poco, aunque haban
muchos cabos por atar. Tom por sobre la mesa las manos de su
amigo y las apret con fuerza. Gracias por ser tan buen amigo
con Edward, s que cualquiera no hara lo que t haces.

Edward es como mi hermano, y la ayuda que nos prestamos en

sincera y recproca. Ese hombre pude ser un dolor de muelas si se lo
propone, pero es un buen tipo que ha sufrido y est herido, pero es
bueno. Me alegro que te haya encontrado.
Yo tambin me alegro reconoci ella, con la comisura de su
labio dibujando una sonrisa.

Mientras Bella y Jacob quedaban charlando en el casino del

hospital, el ogro, que llevaba unas buenas horas fuera de combate
comenz a abrir los ojos lentamente, pestaeando incmodo por la
luz que se filtraba por las ventanas. Divag sus ojos por el entorno
pulcro de la habitacin intentando ponerse acorde con el espacio
aquel que lo tena confuso, pues no recordaba muy bien cmo haba
llegado hasta all.

Hasta que lo record.

Trat de incorporarse sobre la cama, levantarse quizs, pero se vio

sujeto a mangueras de suero que estaban ancladas a su brazo.
Adems, con la rapidez de su movimiento para levantarse, se mare
un poco, volviendo a recostarse.

Maldicin gru, cerrando sus ojos.

La puerta del cuarto se abri y una enfermera pelirroja entr a la

habitacin, saludando cordialmente.

Buenos das, seor. Nos alegramos que est de regreso.

Por qu estoy aqu? Exigi saber Edward, pasando por alto el

saludo de la pelirroja. Ella sonri escribiendo algo en la ficha del
paciente que colgaba a los pies de la cama, mientras miraba la hora
en su reloj de pulsera.

Lo trajeron con un cuadro agudo de taquicardia, pero se logr

controlar y evitar que pasara a un cuadro de pre-infarto.

Y cundo me puedo ir?

No hoy, as que no se haga ilusiones sonri descarada y
triunfante la enfermera al ogro que gru a su respuesta. Estar
bajo observacin al menos dos das ms, as que le aconsejo que
aproveche el tiempo de descansar. Hay una buena seleccin de
canales por si se aburre indic, mostrndole con la punta de su
lpiz la pantalla de mediano tamao que estaba suspendida en una
esquina de la habitacin.

No me gusta ver televisin, y no me quedar dos das ms.

Oh, s, s lo har. El doctor Cullen dijo que l mismo lo atara a la

cama si usted se pona difcil.

El doctor Cullen?

Fue lo que dije. Ahora descanse y pulse el botn a su derecha si

necesita algo, el doctor vendr esta tarde a revisarlo.

Edward se qued en silencio cuando la enfermera sali. Cuando la

enfermera dijo que Carlisle haba estado a cargo de l, se preocup
pensando en que su hermana pudiera enterarse y preocuparse
aunque detuvo tristemente esa idea, pues su hermana difcilmente se
preocupara por l.

La puerta de la habitacin volvi a abrirse, esta vez con Garrett

ingresando por esta.

La enfermera nos dijo que habas despertado, cmo te sientes?

Scame de aqu, maldita sea, Garrett

Me alegro que ests mejor, Edward coment Garrett a la

respuesta de Edward. Acerc una silla junto a la cama y se sent en
ella, mirando a su amigo. Nos diste un buen susto. El doctor
Vulturi esta jodidamente molesto porque dejaste de tomar tu
medicacin, y la hermana Gabriela est an ms enojada y prometi
meterte esas pastillas como supositorios si continuabas
desentendindote de tu salud. Yo que t, me asustara.

Cmo supo la hermana?

Presumo que Jacob o Emmett se lo comentaron, no estoy seguro.

Me llam anoche muy angustiada y prometi venir durante esta
tarde.

Cundo me trajeron?

Ayer, fuiste ingresado antes de las cinco de la tarde. Nos

asustaste, amigo.

Joder! Exclam Edward, suspirando hondamente. Y quin

ms est afuera?

Ah, bueno, la tropa completa, ya sabes. Emmett se fue hace un

rato cuando yo llegu, Kate no se ha movido, Jacob tampoco. Y
Bella.

Bella?

Ella es linda, hermano y terca. No se quiso mover de aqu.

Apenas cerr los ojos y estuvo pendiente de lo que se pudiera
necesitar explic ante la ansiedad de Edward cuando la supo all.

Y en donde est ahora?

Jacob la arrastr hasta la cafetera para que comiera algo le

inform, cruzando su tobillo por sobre la pierna contraria. Ella
estaba muy asustada, sabes? Kate me dijo que vio todo cualquier
otra mujer en su lugar hubiera salido corriendo despavorida en
sentido contrario.

Que ni lo piense, Garrett. Si se le ocurre salir corriendo en sentido

contrario como dices, voy, la agarro y la traigo de regreso junto a
m.

No es necesario que lo hagas, Edward. Ella no se va a mover de

tu lado, fue lo que dijo, aunque la vi asustada y como te digo,
muy confundida. Probablemente est sometiendo a Jacob a un
exhaustivo cuestionario.

Jacob no se atrevera a hablar sin mi consentimiento.

Ni por la tranquilidad de Bella?

Edward mir a su amigo sin saber bien qu responder sobre eso.

Tendra, despus de lo que vio, sacar a flote ante ella sus tormentos
ms oscuros, su sed de venganza y justicia?

La puerta del dormitorio volvi a abrirse, entrando Jacob por esta.

Te sientes mejor?

Dnde est ella, Jacob? Pregunt Edward. Jacob relaj sus

hombros y solt aire, sabiendo perfectamente por quien preguntaba
Edward, por lo que respondi sin rodeos.

Afuera con Kate.

Dile que entre, necesito verla.

Le ofrec entrar pero no quiso.

 Dile que entre, Jacob! Exclam, apuando las sabanas de la
cama de hospital. Garrett intervino entonces.

Oye, amigo, no te sulfures

Y una mierda, Garrett! Protest, mirndolo y luego de

regreso a Jacob. Trela ahora, Jacob.

Edward, no olvides dnde ests le record Jacob muy

calmadamente. Si no te tranquilizas, yo mismo voy a meterte una
sonda con calmantes directamente en el culo y me voy a llevar a
Bella de aqu.

No te atreveras.

De veras? Lo desafi Jacob, cruzando sus brazos. Edward

golpe el colch y ech su cabeza hacia atrs, cerrando sus ojos y
llamando a la calma. Si Jacob deca que se llevara a Bella, lo hara,
cumplira su amenaza, y la amenaza de la sonda en su culo tambin,
as que ms le vala tranquilizarse.

"Jacob, grano en el culo, Black"

Vale, me calmo. Slo dile que entre, Jacob, por favor rog,
deseando solo que el par saliera de all y en el lugar de ellos, entrara
Bella.

Antes debes saber que habl con ella.

Te lo dije! Exclam Garrett, pero el ogro lo ignor,

fulminando sus ojos opacos esta vez a Jacob.

Y qu le dijiste?!
Algunas cosas que cre era bueno que supiera. Aunque ella at
cabos solita antes que le dijera cualquier cosa y despus que le
contaste sobre la vieja y sobre Alice. Supuso que eso tena que ver
con tu arranque suspir y continu. Le dije sobre tu
tratamiento, porque a pesar de todo, no se explicaba que tuvieras
esa reaccin tan enajenada. Y entrate que est molesta porque no
se lo contaste.

No tena planeado hacerlo todava.

Pues ya lo sabe. De cualquier modo, hay cosas que t debes

hablar con ella, si as lo quieres. Sigue teniendo un montn de
preguntas en su cabeza, y eres t, quien debe responderlas, si ests
dispuesto.

Lo har.

No se ha ido despus de lo que vio ayer, aun sin entenderlo, a

pesar que le gritaste que la odiabas crees que se ir ahora?

Trela de una vez, Jacob, te lo suplico. La necesito reiter,

pasando por alto la ltima pregunta de Jacob, pues l saba la
respuesta: No, no se ira ahora.

Est bien dijo, mirando a Garrett que se levant para salir de

all y regresar a su trabajo. Palme antes el hombro de Edward y
prometi regresar al da siguiente. Edward se lo agradeca a su
manera, pero no respondi, pues le urga que ambos salieran de all
para que ella entrara.

Y finalmente lo hizo. Muy lentamente abri la puerta y con la

misma lentitud, cautela y recelo entr a la habitacin, como un
conejillo asustado. Edward se incorpor en la cama, sentndose
sobre esta, ansioso por la actitud de ella, la que probablemente era
primera vez que vea en Bella, que siempre se enfrentaba y sonrea,
que nunca senta miedo.

Dio tres o cuatro pasos y se detuvo, demasiado lejos de l, que se

senta inquieto y frustrado por no poder ir donde ella y arrastrarla
cerca de l. Afirm su espalda sobre el muro blanco frente a la
cama de Edward, mirando fijo a sus botas cafs. Desde el da
anterior andaba con la misma facha pues con todo lo ocurrido, ni
tiempo le dio de poder ir a cambiarse, y deseara haber podido
hacerlo, adems de meterse bajo el chorro de agua bajo la ducha
para limpiarse, relajarse y aclarar sus ideas. Pero no lo hara, sino
hasta que hablara con Edward aunque, ahora que estaba ah, no
saba cmo iniciar la conversacin.

Ejem carraspe fuertemente, y jugueteando con sus dedos y

su vista aun puesta en sus botas de cuero, decidi preguntar. Te
sientes mejor?

Por qu ests tan lejos?!

Ella inmediatamente alz la vista, sorprendindose con el estruendo

que cre la exclamacin de Edward en la habitacin. Sus ojos verde
miel estaban ampliamente abiertos, como los de l, aunque esta vez,
y despus de todo lo ocurrido, sus profundos ojos azul grisceos
estaban opacos, cansados.

Acrcate le orden Edward, tensando ella su espalda, sin

moverse de su lugar. l gru por la reaccin del demonio porfiado,
dndole una palmada a la cama. Acrcate o voy y te acerco yo!

Si no te calmas, voy a dar media vuelta y me ir para no

volver

No me amenazases, demonio! Exclam de regreso. A

continuacin cerr los ojos y se oblig a mantener la calma que
todos le pedan que tuviera. Quieres que hablemos? Pues no
puedo hacerlo tenindote a cinco metros de distancia. Acrcate, por
favor.

Ella lo mir, un poco desconfiada hasta que finalmente cedi y

camin hasta estar ms cerca, a los pies de su cama.

Me temes ahora? Por eso te cuesta tanto acercarte a m? Ya

te enteraste de lo enfermo que estoy? Si quieres salir corriendo,
pues no te culpara, aunque diferente es decir que te dejara hacerlo.

T me echaste recrimin ella con un hilo de voz y su garganta

quemndole, por lo que, si decido irme, es porque t

No digas eso! No saba lo que deca, estaba fuera de s!

Grit, explicando sus hirientes palabras.

Bella baj la cara y enjuag las lgrimas que quemaban en sus ojos
por salir. Sinti que la pena de esas horas de angustia la invadan
otra vez, aunque ahora tena al ogro frente suyo fuera de todo
riesgo. Aun as senta unas profundas ganas de llorar.

Se le escap un sollozo y l no soport ms la distancia,

reincorporndose lo que ms pudo hasta extender su brazo,
alcanzndola y atrayndola hacia l. Ella, no poniendo resistencia,
dej que la llevara consigo y la acomodara junto a l en la cama. La
abraz fuerte a su cuerpo y la meci, besando el tope de su cabeza.
Tambin ella se abraz a l y dej que su llanto fluyera libre para
desahogar su pena.

Lo hizo por bastante tiempo, sin que l la interrumpiera ni le pidiera

que se detuviera, y ella agradeci ese gesto de respeto, aunque l en
su fuero interno hubiera deseado con todo su ser evitarle ese pesar
que era todo culpa suya.

No te odio susurr l finalmente, sin despegar sus labios de su

cabello , el odio difiere mucho de lo que siento por ti, y lo sabes.

Tuve tanto miedo hipe pegada a su pecho, ahora mojado por

sus lgrimas. No saba que te pasaba no saba cmo ayudarte
y t me pedas que me fuera y yo

Basta, no quiero que sigas repitiendo eso, olvdalo.

No puedo olvidarlo! Protest ella, levantando su cabeza.

No ahora. Te dije que te perteneca, lo grit como me lo exigiste, y
si no lo hubiera deseado decir en realidad, no lo hubiera dicho.
Tambin me dijiste que me pertenecas, Edward, mentiste acaso?
Le record despus de la escenita con la recin llegada Rosalie
Hale. Edward frunci su entrecejo y neg lentamente.

Sabes que no.

Nos pertenecemos entonces, Edward y contra eso al menos nada

puedo hacer, ni aunque lo deseara. He abierto mi cuerpo y mi alma
a ti y te ruego que hagas lo mismo conmigo, que confes en m. No
soportara verte de nuevo como te vi ayer, sin entender el motivo

Confo en ti y te dije que te hablara de lo que quieres saber, pero

necesitaba tiempo.

Bueno, espero que hayas tenido suficiente tiempo, pues me

merezco que seas sincero contigo, porque si quieres tenerme contigo
para siempre como dices, no estoy dispuesta a que me mantengas en
la oscuridad respecto a tu pasado y t presente. No estoy dispuesta.
As que si pretendes hacerlo, ahora mismo me largo
Deja de estar amenazando con largarte, porque eso no ocurrir.

Ella entonces trag grueso y tom el rostro del ogro convaleciente

entre sus manos, roz sus labios y acarici su rostro mientras daba
el primer paso, develando sus sentimientos:

Yo te amo Edward susurr y volvi a rozar sus labios. Te

amo y quiero darte todo, como deseo que t me des todo de ti.
Estoy dispuesta a seguirte donde sea, a apoyarte ciegamente, pero
necesito que me hagas partcipe de ti.

Edward hinch su pecho y contempl en silencio los ojos tiernos y

enrojecidos de su demonio.

Se supone que yo no iba a lidiar con estos sentimientos

reconoci l, comenzando a abrirle su corazn a ella. Se supone
que toda mi concentracin estaba puesta en los planes que trac
para recuperar a Alice, pero apareciste t, demonio, con tu sonrisita
de nia, tus ojos y tu aroma a rosas y me perd. Estoy perdido si
no te tengo cerca, as de fulminante es este amor, tan fulminante e
irreversible, que ni aunque el infierno se abriera, dejara que te
apartaras de m. Nunca.

Ella medio sonri pues era la declaracin de amor ms linda que

haba odo antes, y por los rasgos de personalidad del hermoso ogro
que tena frente a ella, la revelacin aquella no poda haber sido de
otra manera. No esperaba que recitara los sonetos de Shakespeare
ni mucho menos, slo anhelaba que le dijera que la amaba, o se lo
hiciera saber, como acababa l de hacerlo.

As que suspirando, se reacomod en el pecho de su amor y cerr

los ojos, con el alivio envolvindole el pecho. Pudo sentir que l
tambin se relaj, amoldndola a su cuerpo y besando con suavidad
el tope de su cabeza. A ella se le escap un bostezo, haciendo que l
se removiera para mirarla.

Ya tienes sueo?

Pues fjate que no dorm muy bien. No son muy cmodos los
sofs de all afuera explic. Crees que me echen si me ven
durmiendo aqu?

Que lo intenten siquiera.

Velaras mis sueos entonces? De verdad me vino la soolencia

ahora

Duerme, demonio, yo me quedar aqu despierto, cuidando que

nadie se atreva a despertarte.

Gracias. Te amo, Edward.

Edward cerr los ojos y volvi a besar la cabeza de su demonio,

emocionado por el amor que le profesaba. Con ella a su lado todo
sera ms llevadero, seguro tendra algo ms por lo que luchar, pero
lo hara.

La respiracin de Bella se hizo ms profunda, seal inequvoca que

ya estaba dormida, l mientras absorba su esencia a rosas, haciendo
friccin sobre su brazo hacia arriba y hacia abajo, besndola
suavemente de tanto en tanto.

Yo tambin te amo, demonio susurr y se qued en silencio,

disfrutando del pequeo cuerpo tibio que dorma tranquilo junto a
l.
Bien... digamos que el ogro et bajo control de momento. Bajo
control y enamorado, seoritas!

Les gust? Espero que s, pues lo hice con mucho cario para
ustedes. Como siempre, mil mil mil gracias por vuestra
compaa y apoyo, que me ayuda a seguir adelante con esta
locura.

Cada captulo es hermoseado por Gaby Madriz , mi beta y

amiga, y doa Manu de Marte, encargada de los adelantos que
se entregan en el "Team Subversivo" donde son todas
bienvenidas (grupo de facebook: groups/Subversivas/).

Nos vemos la otra semana?

Besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 15*: Chapter 15
A leer!

15.

Elizabeth Masen colg el telfono y se reclin hacia atrs sobre la

butaca frente a su escritorio. La conversacin con Rosalie Hale, la
haba deja algo inquieta, pues las cosas con su empresa no estaban
funcionando como ella deseaba. Una de las filiales, que hasta ahora
haba funcionado bien, la tecnolgica, haba tenido que sacar del
mercado una partida completa por fallas en el funcionamiento, lo
que significaba una muy alta suma de dinero en prdida y otro tanto
en indemnizaciones.

Maldijo, pues se lo advirtieron, le advirtieron que si bajaba la

calidad de la materia prima, las piezas fallaran, pero ella slo pens
en abaratar costos de cualquier forma, adems, ms del treinta por
ciento de los trabajadores de esa rea haban sido despedidas por
mandato de ella, por lo que el trabajo se estaba llevando a cabo con
casi la mitad del personal y con tecnologa no tan de punta,
contrario a como antes siempre se haba hecho. Segn Rosalie Hale,
los inversionistas de esa filial haban lanzado gritos al cielo y haban
solicitado una reunin urgente y advirtiendo, un nuevo xodo de
capital de la filial tecnolgica. Nada de eso hubiera pasado pens
ella, si los alemanes a los que hace un tiempo se les propuso
invertir all, lo hubieran hecho. Pero claro, Edward no haba hecho
bien su trabajo de retenerlos.

Cuando Elizabeth, exasperada por esta mala noticia, pregunt por

su brillante nieto, Rosalie le indic que l estaba con licencia
mdica, pues haba tenido que ser internado en una clnica por un
cuadro de taquicardia, y que estara en reposo por al menos cinco
das ms. Le inform que ese da estaba siendo dado de alta y que
estara completando su reposo en casa, dicindole que al acabar la
jornada laboral, ira a visitarlo. Elizabeth pens que por fin una
mujer que vala la pena estaba interesada por su nieto, quien como
sea, tena que darle los herederos que ella deseaba. Por algo la
seorita Hale estaba tan preocupada e interesada en ir a verlo, no?

Decir que fue el estado de salud de su nieto lo que le preocup a

Elizabeth Masen, sera estar faltando a la verdad. Ella no se
preocupaba por nadie ms que no fuera ella misma, pues no se hizo
cargo de su hija aos atrs, mucho menos lo hara de las
enfermedades de su nieto, que digamos, segn ella, no haba sido el
mejor de los sucesores, no l que ella hubiera esperado que fuera,
pese a la educacin y la crianza de primer nivel que le entreg
despus de recogerlo de aquel tan precario orfanato.

No pudo evitar cerrar los ojos y pasar sus dedos por su rugosa
frente, recordando parajes de su pasado que ella deseara olvidar
por completo.

Record a Clarisse, la hija de la que reneg cuando esta aun no

cumpla su mayora de edad. Vivo en su mente, estaba el da aquel
que pidi se la llevaran, pues ella ya no soportaba ms sus pataletas:

No son pataletas, seora Masen contradijo el mdico aquella

vez. Esto es algo ms complejo, que de no tratarse puede
desencadenar en algo severo e irreversible.

Algo como qu?

Esquizofrenia.

Nunca, jams, ella permitira que su familia de elite se viera

enfrascada en algo tan horrendo como admitir que alguien con su
apellido tuviera ese tipo de enfermedad tan mal vista. Su padre,
que en paz descanse jams lo hubiera permitido, ni ella tampoco lo
hara. Era un oscuro secreto que jams dejara salir a la luz el
cual, ella se negaba a recordar...

He soportado mucho estos arranques. No puedo lidiar con

ellos, as que le pido que busque un lugar para internarla.

Bueno, sera lo mejor. Ya bastante lleva sin tratamiento y

aunque es costoso

Un momento detuvo Elizabeth al doctor de cabecera de la

familia. Clarisse ser internada y me har cargo de eso hasta
que cumpla la mayora de edad. Despus de eso, ya no ser mi
responsabilidad.

Los ojos del mdico se abrieron escandalosamente ante la

barbaridad que la mujer frente a l estaba diciendo. Realmente
esta seora iba a desatender la salud de su hija?

Pero peropagar

Busque un lugar, lo ms lejos posible de aqu para internarla.

Mndeme los recibos y los cancelar, slo hasta que ella est bajo
mi tutela.

Como diga usted asinti l, sintiendo una brutal pena por la

chiquilla hija de Elizabeth. Pero despus de eso, qu pasar
con Clarisse?

No ser mi problema.

Lo dijo, lo cumpli.
El da despus de que Clarisse cumpli la mayora de edad, los
directores de la clnica donde haba sido interna, hablaron con
ella y le dijeron que si no tena como costear sus tratamientos y su
estada all, no poda seguir con ellos.

Lo primero que Clarisse hizo fue ir donde su madre, pero la

bofetada de indiferencia que recibi, fue la que finalmente la
hundi en la desazn.

Me he sentido bien, quiero estudiar y graduarme, tener una vida

normal y siento que puedo hacerlo, pero si no me ayudas

Sabes cunto tuve que pagar para que los mdicos controlaran
esas pataletas infernales que te daban? Millones! As que no me
digas que no te he ayudado. Ahora eres mayor de edad y debes
valerte por ti misma, porque no pensars que te seguir
manteniendo por el resto de tu vida, verdad?

Necesito seguir con el tratamiento, los mdicos me dijeron que

era crnico

Bueno pues, busca un trabajo. Ingniatelas para pagar tus

gastos.

Nos vas a ayudarme? Pregunt Clarisse con incredulidad.

Pero si soy tu hija, tu nica hija por qu me tratas as

Te estoy aconsejando rebati Elizabeth con su barbilla muy en

alto. Esa es mi ayuda.

Y como bien lo dijo, esa fue la ayuda que Elizabeth le prest a su

hija, la que tuvo que trabajar de camarera para comprar esas
costosas pldoras que la mantenan estable. Vivi en un cuarto de
un ambiente y se alimentaba una vez al da, dejando de lado su
deseo de estudiar arte. Nadie de los conocidos de su madre quiso
tenderle una mano, todos presentaron excusas baratas para pasar
de ayudarla, pues seguro si lo hacan, ya no seran parte del
cerrado y selecto crculo de amigos de la familia Masen.

Jodida la madre que me pari maldeca Clarisse cuando se

vea en medio de aquella precaria condicin, despus de haberlo
tenido todo.

Pero no todo poda ser tan malo para ella. Conoci gente humilde
pero bondadosa, que siempre le tenda una mano. Adems, conoci
tambin el amor. El humilde hijo de un pastelero de ojos grises y
cabello castao claro fue quien le coquete hasta enamorarla. Le
regalaba flores silvestres, le traa algunos pasteles de chocolate
que quedaban sin vender en la panadera y le lea poemas de amor
que eran reflejo de sus sentimientos hacia ella. Hasta que
decidieron dar un paso adelante y casarse.

Elizabeth no poda creerlo. Su hija iba a casarse con el hijo de un

panadero, nada ms y nada menos. Ley furiosa la invitacin a la
boda, que se celebrara en uno de los barrios ms bajos de la
ciudad, lugar que ella, ni en sueos pisara.

Los primeros aos fueron de miel sobre hojuelas para este joven
matrimonio, que viva con lo justo en una casita pequea. Ms
tarde, el hombre de familia se vio sin trabajo, mientras que el
nico sustento de la casa era el sueldo que Clarisse reciba, justo
en el momento en que ella esperaba al primero de sus hijos.
Digamos que la prioridad de Clarisse era su hijo por nacer, por
tanto prescindi de comprar otras cosas, como por ejemplo su
medicacin. Con esto, su estado comenz a empeorar, pasando por
una depresin pre y post parto, siendo contenida por su paciente
marido, quien haba conseguido un trabajo de pastelero, la que los
hacia respirar con un poco ms de tranquilidad cuando el primer
hijo de ambos naci. "El nio ms hermoso que ella jams haba
visto antes" dijo, cuando pusieron al nio de tez blanca y grandes
ojos gris azulados en su regazo.

El tiempo pas y vino el segundo hijo del matrimonio. Esta vez una
nia que se convirti en "la nia de los ojos" de su padre, quien
eligi el nombre para ella.

"Mi Alice, ni princesa de ojos azules" deca el padre con orgullo

cuando la cargaba.

Eran una familia feliz, hasta que la salud de Clarisse empeor y su

trastorno maniaco depresivo se hizo ms que evidente y estuvo
fuera de control. Siempre se imaginaba a su esposo engandole
con otra, pasando a ser ese, segn ella, el motivo por el que l
llegaba cada da ms tarde del trabajo, y no porque estuviera
haciendo turnos dobles para llevar un poco ms de dinero a la
casa.

l tuvo mucha paciencia, de verdad la tuvo, pero no lograba

controlar a su esposa y tena miedo de que bajo el fulgor de la
rabia por el descontrol de ella le hiciera reaccionar de forma
alguna que causara daos a ella o a sus hijitos, que tenan que
lidiar con el descontrol de Clarisse cuando l no estaba. En varias
ocasiones, vio el cuerpecito de sus nios enrojecidos y
amoratados, rastro de que ella los golpeaba. Cuando intentaba
preguntarle al mayor de sus hijos, Edward, este la excusaba y
deca que l se haba portado mal y mereca el castigo, cosa que el
padre, saba no era cierta, pues su hijo era muy tranquilo y
correcto.

Por lo que decidi poner un poco de distancia, eso al menos era su

idea. Despus de la ms dura pelea que el matrimonio tuvo, l
decidi salir primero para tomar aire y enfriar su cabeza, y
segundo para pedir ayuda. Cuando le hizo saber a Clarisse que se
marchaba, ella s que se descontrol, acusndolo de que se iba con
su amante y no dejando que l se explicara. Con su corazn en la
mano, el padre de familia sali de casa con los gritos de su mujer
en la espalda, sin antes prometerse que volvera con ayuda para
ella.

Es as como Clarise tuvo su peor episodio neurtico, teniendo que

ser internada de urgencia en una clnica psiquitrica donde se
suicid, gritando el nombre de su marido y el de sus hijos.

Esa era la historia de Clarisse. Historia que Edward escuch un da

escondido tras la puerta, cuando su cruel abuela hablaba con su
abogado. Oy cuando ella le cont al hombre cuando dej a la loca
de su hija, cuando la vergenza la invadi al saber que se casaba
con el hijo de un maldito panadero, cuando le alertaron de su
muerte y ella ni siquiera se present en el camposanto a dejarle una
flor todo eso aliment el resentimiento de un joven que ya vena
cargando la rabia de que esa mujer lo alejara de lo nico que tena,
de lo que ms amaba. Ahora tena que lidiar con la ira de saber que
su abuela, era una mujer cruel, que no le import abandonar a su
hija cuando ella ms la necesit.

Esa fue la historia que le cont a Bella, una vez lleg a su casa
despus de pasar das en el hospital, observando seria e
inexpresivamente por la ventana, mientras Bella oa la historia en
respetuoso silencio, teniendo que taparse la boca para no soltar el
sollozo.

Pero por qu carraspe, quitndose los lentes de marco

negro y restregando sus ojos agreg. Por qu sigues trabajando
para ella por qu no te vas y la dejas

No har eso sentenci tajantemente, levantndose del silln

donde se instal, frente a la ventana de su cuarto a relatar la
historia. Camin hasta su velador, mir la hora en su mvil, viendo
todo el tiempo que haba pasado vertiendo sus recuerdos ante Bella.
Agreg entonces su razn para no moverse de la empresa, que era
lo que ella quera saber. Esa mujer me apart de lo que ms
amaba, y yo pues har lo mismo. Ver como lo que ms ama se
escabulle de entre sus dedos sin ella poder evitarlo.

Bella trag grueso y se puso de pie muy despacio, queriendo dar

pasos hacia l para acercrsele y abrazarlo, pero vio la tensin en
Edward, decidiendo quedarse all donde estaba. Probablemente l
haba dispuesto de ese espacio entre ambos porque lo necesitaba.
Aun as, se atrevi a preguntar para aclarar su duda:

Cundo hablas de lo que ms quiere?

El poder del que ella ostenta, la riqueza que se ha amasado desde

sus antepasados dijo usando un tono glido, letal, volviendo
puos sus manos. He visto como su fortuna ha ido mermando,
pero aun as ella niega que las cosas vayan mal. Est en lo alto,
sentada en su trono de ambicin y podero, mirando a los mortales
como sabandijas y yo, en primera fila, voy a ver cuando su
montaa de poder se desvanezca y ella caiga desde la cima, se azote
la cabeza en el pavimento, y se vea sin nada.

Bella tuvo que tragar grueso. Edward no le haba parecido tan

peligroso como hasta ese momento, que a ella ni se le ocurri
aconsejarle que dejara eso y se preocupara por Alice. Elizabeth
tena una deuda con Edward y l se la cobrara. Carraspe entonces,
mirando la hora y la noche que ya se asentaba sobre la ciudad,
pensando que era momento de retirarse y dejar al ogro descansar.

Uhm yo dijo, movindose hasta los pies de la cama, en

donde dej su chaqueta y su bolso, comenzando a colocrsela.
Creo que es mejor que te metas a la cama y descanses. Yo regresar
maana

Me tienes miedo, por eso te vas? Pregunt Edward, sin

volverse. Ella poda ver su espalda, sus hombros que suban y
bajaban, como si hiciera un gran esfuerzo por controlar su
respiracin.

No no slo que ya ha sido suficiente por hoy. Acabas de

salir hoy del hospital y debes descansar. Has estado hablndome
todo este rato y no has descansado, por eso creo que es mejor irme
y

T, no te vas de aqu sentenci, ahora girndose lentamente

hacia ella. Sus ojos eran de un gris oscuro que se estrechaban hacia
ella. Su cabello rubio oscuro estaba despeinado y su vestimenta
negra hacia que realmente l se viera peligroso, dando Bella un
respingo cuando lo vio que caminaba muy lentamente hacia ella.

Edward protest ella muy dbilmente cuando l quit el

bolso de sus manos y quit la chaqueta que acababa de calarse. La
abraz por la cintura y lanzando un suspiro, cerr sus ojos y se
relaj.

No te vayas no te vayas ahorate necesito conmigo.

Pens que queras estar solo admiti ella, levantando sus

brazos y rodendolo por los hombros.

Ya no quiero estar ms solo, quiero que ests conmigo.

Bella no pudo evitar sonrer por aquella admisin Aqu voy a
estar.

Anda, metmonos en la cama entonces. Estoy cansado abri

los ojos, que se haban dulcificado, bes sus labios y la llev hasta el
lado derecho de la cama, sentndola e inclinndose l sobre sus
rodillas, para quitarle sus botas. Y mientras l lo haca, ella pens en
lo que l le haba contado.

Nunca ms supiste de tu padre?

No, nunca.

Ah uhm estaba pensando dijo, cuando l le quit la

primera bota y luego la calceta. S que la quieres, pero creo que
Alice se ha comportado como una chiquilla malcriada.

Edward alz sus ojos a ella y frunci el entrecejo. Luego volvi su

vista a sus pies y comenz su labor con la siguiente bota, dejando
que ella continuara con su opinin.

T te acercaste y trataste de que te escuchara, intentaste

explicarle lo que sucedi, y ella aun as no cedi. Y no slo fuiste t
quien le dijo que estaba equivocada, segn s, Jake tambin se lo
dijo, y las monjas, y sus padres adoptivos, pero ella nada. Qu
pretende, eh?! No fue tu culpa, por vida de Dios!

Cuando Edward acab con la labor de descalzar el segundo pie de

Bella, se levant, y se sent junto a ella, tomndole las manos y
llevndoselas a su boca, besndolas con suavidad.

No puedo culparla le explic. Creci pensando en que la

abandon y cuando sucedi pues ella era pequea y haba cosas que
no entenda.
Pero ahora es bastante mayorcita para entenderlo, no crees?
Podra madurar y evtate todo ese pesar, no?!

l sonri tristemente, mirando la pasin en la defensa de su

demonio guerrillero. Aun as, zanj el tema, levantndose y tirando
de ella hacia el bao.

Vamos a lavarte los dientes para meternos en la cama de una vez.

Muy bien, pero es muy temprano para dormir.

No vamos a dormir, demonio

Ella estrech sus ojos tras sus lentes hacia el ogro, tironendolo para
que se detuviera. l lo hizo, mirndola por sobre su hombro.

Ah, no, seor. Nada de actividades que requieran esfuerzo para

usted. Recuerde que est convaleciente.

Estaba pensando en que queras ver tu dichosa telenovela dijo,

reanudando la marcha y entrando al bao. Encendi la luz sobre el
espejo y se vio el reflejo de ambos. l acerc su mano hasta el vaso
donde reposaban dos cepillos dentales, sacando uno rojo, tintando
un poco las cerdas con pasta dentfrica y entregndoselo a ella para
que comenzara con la labor de limpieza. Ella le sonri por el espejo
y comenz a asearse, sin quitar sus ojos de l.

Por qu ests usando esas gafas otra vez? Pregunt Edward,

reparando en los lentes de marco negro que cargaba. Ella alz los
hombros y se inclin sobre el lavado a escupir, luego respondi, un
poco avergonzada.

Pues no s dnde los dej. Quizs se me quedaron en el

hospital.
 Otra vez? Pregunt l a la distrada seorita que tena en
frente. La ltima vez que fuiste por el ltimo par, no trajiste
alguno de repuesto?

Ejem no.

Ah, demonio, cmo es que los pierdes con tanta facilidad?

Mi ta dice que es porque tengo la cabeza en cualquier otro lado,

que soy una despistada.

Pues, lo eres. Anda, enjuagarte y ven a la cama de una vez.

Maana tienes que trabajar, no?

Ella se apresur por acabar con el aseo dental, para correr tras
Edward, quien estaba sentado en la cama quitndose los zapatos. Le
sigui el suter de hilo negro, dejando su torso desnudo. Ella tuvo
que tragar grueso ante la visin codiciosa de su piel. Corri y dio un
salto sobre la cama, cayendo sobre esta con sus rodillas, abrazando
al ogro por detrs y besando su cuello sonoramente.

Demonio tentador

Estoy muy entusiasmada exclam alegremente, aun rodeando a

Edward con sus brazos, con el trabajo, digo. Es realmente muy
poco el tiempo que llevamos como independientes y ya tenemos
una buena carpeta de clientes por atender.

Es bueno eso.

Sip dijo, soltando a Edward, quien termin de desvestirse,

quedando slo en calzoncillos, metindose de una vez bajo las
colchas. Palme a su lado, indicndole a ella que lo hiciera tambin.
Bella comenz a quitarse la ropa sin mucho glamur, mientras
contaba con mucho entusiasmo: Tengo dos clientes. Una es un
grupo de amigas que quieren montar una cadena de boutique de alta
costura. No tienen ni el nombre, as que hay que partir de cero con
ellas. Pero lo que me tiene muy entusiasmada es una verdadera
fbrica de chocolates. Te imaginas?

Y maana es tu reunin con ellos?

S, a medio da respondi, acompandolo bajo la cama solo

con su sujetador, sus bragas y sus lentes. Si iba a ver su telenovela,
tendra que tenerlos a mano. l encendi la pantalla del televisor
que se encontraba empotrado en la pared, mientras ella se
acurrucaba a su lado.

Hace tiempo que no me acostaba tan temprano.

Ni yo, pero de verdad me siento cansado esas dichosas

pastillas protest. Ella escondi una risa en tanto l bostezaba.
Bes su barbilla antes de centrar su atencin en el televisor, en
tanto l cerraba los ojos y comenzaba a respirar pausado, a punto de
caer en la inconciencia.

Ese da, Jacob y ella haban ido all en compaa de la hermana

Gabriela a poner algo de orden en el apartamento, mayormente en
la sala, que fue donde Edward haba descargado su furia, rompiendo
todo a su paso. La madre Gabriela lanz un grito cuando vio el
campo de batalla en el que se haba convertido la sala, realmente
asustndose mucho. En tiempo record rescataron lo rescatable
mientras reacomodaban las cosas sustitutas que Kate haba
comprado en tiempo record, para cuando Edward regresara a su
piso, no quedara mucho rastro del torbellino all, provocado por l.
Quizs las pericias por ordenar y el traslado de Edward desde el
hospital hasta la casa, la dejaron rendida, no dndose cuenta de
cuando se qued dormida, sin ver ni un cuarto de su telenovela
favorita.

Al da siguiente, Bella se levant con el nimo efervescente,

parloteando hasta por los codos, como deca la buena Carmen, que
ese da haba llegado muy temprano para dejarle la ropa que usara
ese da para trabajar y aprovechar para desayunar con ella y
Edward. Carmen sin poder evitarlo, se preocup por el "shock de
estrs" que sufri Edward, aconsejndole que no era bueno tomarse
las cosas tan a pecho y que deba alimentarse como corresponde,
por eso se preocup de llevar un desayuno sustancioso a base de
lcteos y frutas para los tres. Digamos que haba tenido que ceder a
que su sobrina, hiciera vida "en pareja" con Edward, pero de
cualquier modo, ambas tenan una charla pendiente sobre ese
temita.

La cosa es que Bella sali radiante y muy animada del apartamento

de Edward, luego que le prometiera regresar a la hora de almuerzo.

Muy bien, Bella, debes lucirte con este cliente le dijo Laurent
da Revin cuando ella se instal detrs de su escritorio, preparndose
para su primera cita. Su jefe, ahora ms relajado que cuando
trabajaba dependiente de "Masen &Co" puso frente a ella una
carpeta con los detalles del nuevo cliente, dndole un resumen a
ella, que miraba con curiosidad el contenido de esta. Este hombre
es heredero de una verdadera fbrica de chocolates suizos. Acaba
de independizarse de un prestigioso conglomerado alimenticio de
aquellos lados, llegando hasta aqu para sentarse e irrumpir en el
mercado. Mand todo lo referente a su empresa, misin, visin y
todo sobre la fabrica, para que puedas hacerte una idea de lo que
buscan y hacerles unas cuantas buenas propuestas.

Dios, chocolate suizo coment pensativa, pasando las pginas

de la carpeta. Muero por probar uno

Concntrate en lo realmente importante, Bella. Dej este, en tus

manos porque tengo la intuicin de que podrs hacer conexin con
lo que ellos necesitan, me explico?

Perfectamente, pierda cuidado lo tranquiliz, dndole una

sonrisa llena de confianza. Eso le bast a Laurent para saber que
haba hecho bien en elegirla a ella para ese trabajo.

Lleg a la cita de las doce y media del da con este seor, en un

restaurante en pleno centro de la ciudad. Lleg diez minutos antes,
por lo que aprovech de pasar al tocador y reparar en que nada de
su atuendo estuviera descuidado: vestido recto hasta la rodilla, de
color azul atado a la cintura por un cinturn de charol negro muy
delgado, a juego con sus zapatos de tacn, que la hacan estilizarse.
Su cabello suelto pero ordenado, su maquillaje leve, muy natural
y sus gafas de marco negro. Su ta casi puso el grito en el cielo
cuando la vio con esas odiosas gafas, no pudiendo creer que otra
vez la hubiera perdido. Pero ni modo, su atencin esos das estaba
en Edward y no en donde dejaba sus lentes de contacto.

Regreso al saln principal del restaurante, que era completamente

blanco, de ventanales gigantes desde el techo al suelo que
iluminaban con la luz natural, el esplendido comedor, con mesas
redondas y sus sillas, siguiendo la lnea del estilo mediterrneo del
lugar. Camin hasta la mesa que reserv para la reunin, sintiendo
que una voz varonil la llamaba por la espalda.

Seorita Swan?

Se gir y vio frente a ella a dos caballeros. El ms joven era muy

alto, rubio y de unos ojos intensamente azules, como dos zafiros. Iba
vestido con un traje gris de tres piezas, una camisa blanca y una
corbata un tono ms oscuro que el traje. Con esa impecable
vestimenta, se alegr haberse esmerado en su atuendo, para no
desentonar.

Soy yo respondi Bella, extendiendo la mano hacia el ms

joven de los caballeros. Isabella Swan, encantada.

James Witherdale, encantado estrechando caballerosamente la

mano de Bella. Enseguida al soltarla indic al hombre que se par
junto a l. Y l es el seor Damian Gerber.

El segundo hombre, Damian Gerber, era ciertamente mayor que

James, pero no menos atractivo. Vestido de un traje azul oscuro,
con una camisa azul cielo, sin corbata, daba el aspecto de un
hombre que pareca satisfecho con la vida y muy relajado. Mientras
el caballero tomaba el puesto de James, y tomaba la mano de Bella
entre las suyas que eran clidas y suaves, le sonrea con elegancia y
seduccin que seguro eran parte de su personalidad innata. Ella se
sinti un poquito culpable por estar concentrada en las
caractersticas de este hombre de unos 55 o 57 aos, con un garbo y
una elegancia incuestionable; su cabello estaba tornndose gris,
pero aun dejaba entrever resquicios de su cabello castao, no siendo
eso lo que le llam la atencin, sino la mirada gris oscura por la cual
ella se sinti momentneamente encandilada. Era sin duda uno de
los hombres ms atractivos y mayores de 55 aos que ella haba
conocido.

Isabella, es un placer conocerla.

Su voz era ronca, profunda, fascinante segn ella, provocndole un

estremecimiento en el estmago que la hizo sentirse muy nerviosa,
no sabe bien por qu.
 Ya pidi algo? Pregunt James, sacando la silla para que ella
se sentara. Bella, a quien le cost quitar los ojos del seor Gerber,
neg con un poco de nervio.

No, para nada yo esperaba a que llegaran.

Muy amable aadi Damian, sentndose justo frente a ella.

Doy por hecho que el seor Da Revin le entreg la carpeta con los
antecedentes de nuestro negocio.

Oh, s, claro, por supuesto titube torpe, realmente nerviosa,

sacando la carpeta que haba ledo, destacando los aspectos ms
importantes que le ayudaran a trazar una lnea de trabajo. He
pensado en algunas cosas que podran interesarles, pero antes
quisiera conversar con ustedes son socios?

Oh no, yo slo soy el asistente del seor Gerber indic James,

alzando la mano al camarero para que se acercara.

No es slo mi asistente, es prcticamente mi conciencia, as que

no haga caso de la modestia de James apunt Damian a modo de
secretito, guindole el ojo a Bella. Otra vez, la punzada en su
estmago apareci cuando el hombre hizo ese gesto con ella, que
era muy inocente, pero que la pona extraamente, muy nerviosa.

En el transcurso que dur la reunin, y cada vez que cruzaba

palabras o cualquier otro tipo de contacto con Damian Gerber, ella
se pona estpidamente nerviosa: casi da vuelta el vaso de agua, por
poco se atraganta con un trozo de carne, la carpeta con los
documentos vol al suelo en un torpe movimiento de sus manos, y
ms de una vez, l la encontr mirndolo embobada. Gracias al
cielo, l no hizo ademn de burlarse ni mucho menos aprovecharse,
sino ms bien pasaba por alto cada detalle, quitndole importancia.
Quizs esa reaccin de las mujeres frente a l era algo de lo que
estaba acostumbrado.

Y ambos llegaron desde Suiza? Pregunt ella a James,

mirando de reojo al seor Gerber, quien siempre mantuvo un gesto
educado y amistoso, dejando la mayor parte de las veces que James
fuera quien interviniera.

S, bueno, mi familia es oriunda de Suiza, no as la familia del

seor Gerber que es de aqu

Me parece que se nos hace tarde, James interrumpi

apresuradamente Damian cuando este aspecto personal estaba
saliendo a la luz. No fue difcil para Bella adivinar que el hombre no
gustaba hablar de esos temas. Desea usted que la acerquemos a
su trabajo?

Oh, no no es necesario. Me gustara quedarme un poco ms

y lanzar ideas para nuestra prxima reunin, as hago tiempo
hasta que tenga que reunirme con los prximos clientes.

Ah, es usted una joven muy ocupada, me parece brome

Damian, cruzando sus manos sobre la mesa. Seguro la quieren
porque es muy talentosa.

Gracias por el cumplido, seor dijo ella avergonzada, bajando

su cabeza y jugueteando con unas migas que haban cado sobre el
mantel blanco. Se le sec la boca cuando sinti la mano del seor
Gerber sobre la suya, y un calor no habitual le recorri desde los
dedos, pasando por los hombros, bajando por la columna vertebral.
Levant su vista y lo vio sonrerle

No es un cumplido, apuesto que es la pura verdad.

"Dios, qu atractivo es" sacudi la cabeza cuando es
pensamiento se cruz en su cabeza. James movi la silla y sirvi
para desconectarse de los atrayentes ojos del seor mayor, quien se
levant de la mesa, extendiendo su mano hasta ella, en seal de
despedida.

Fue un gusto conocerla. La prxima vez, la reunin ser en

nuestras instalaciones.

Estoy ansiosa por ello

"Oh, Dios! Por qu dije eso?!"

James y Damian se miraron y sonrieron, despidindose de la

seorita Swan y saliendo del comedor de aquel restaurant, hacia la
salida. Entonces ella agarr una hoja de la carpeta y se empez a
abanicar el rostro que se senta caliente, seguro de la vergenza.

"Cristo, qu fue eso?"

La sobresalt el sonido de su mvil agitndose en su cartera. Lo

sac con prisa y mir en la pantalla el nombre del ogro. Trag
grueso, como si tratara de hacer desaparecer la culpa en su
estmago. Jess! Si el ogro siquiera llegara a saber que un hombre,
que podra ser su padre la hizo sentir eso, seguro lo perseguira y
lo estrangulara. Aunque lo que senta por l ni se comparaba a las
sensaciones extraas y pasajeras que ese hombre haba provocado.
Slo se sorprendi de lo atractivo que poda llegar a ser un hombre
mayor de cincuenta, como el vino.

Inspir hondo y acept la llamada.

Te interrump?
No, no, ya acab.

Y cmo te fue con el chocolatero?

"Chocolatero" Edward? Solt una carcajada por la palabra

que us l. Estuvo bien, slo que hay mucho trabajo por hacer.

Y ya terminaste?

Con ellos s, pero tengo en una hora la reunin con las seoras de
la boutique que te habl.

Y despus?

A la oficina hasta la hora de salida.

Falta mucho para eso, demonio

Y ella preocupada porque un tipo mayor y guapo haba provocado

cosas en su estmago? Pues esas cosas no eran nada, absolutamente
nada con la revolucin de hormonas cuando senta a Edward hablar,
siquiera cuando saba que l andaba cerca, los vellos de su cuerpo
se erizaban y la excitacin la recorra de la cabeza a los pies. Como
en ese momento.

Me echas de menos? Pregunt ella, muy coqueta. Lo oy

gruir del otro lado, y solt ella entonces una risita pcara.

Demonio, ni te imaginas las cosas que podramos estar

haciendo

Oiga seor, le recuerdo que est en reposo

Demonio, demonio, puedo hacer que te retuerzas de placer sin

siquiera tocarte y disfrutarlo sin mover el meique.

Y tena razn, pues ella ya se estaba retorciendo en el asiento del

restaurante, pasando la mano por la nuca, y apretando sus muslos.

Estar ah temprano y espero que cumpla su promesa, seor.

Ven a m, demonio, ven a m susurr y luego colg. Ella se

hizo hacia atrs, cerr los ojos y sonri, sopesando en la opcin de
llamar a sus prximas clientas y cancelar, para correr a los brazos de
su sexy ogro.

Uf! Captulo lleno de informacin. Qu les pareci? qu vieja

ms mala doa Elizabeth! Y este nuevo personaje... qu
piensan que pasar con Damian? Cuntenme!

Les mando un abrazo de agradecimiento a cada una de las que

me ha prestado su apoyo a travs de la lectura y los
comentarios. Las adoro, ya saben! =)

Cada captulo es hermoseado por Gaby Madriz , mi beta y

amiga, y doa Manu de Marte, encargada de los adelantos que
se entregan en el "Team Subversivo" donde son todas
bienvenidas (grupo de facebook: groups/Subversivas/).

Nos vemos la otra semana?

Besos a todas!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 16*: Chapter 16
A leer!

Captulo 16.

Quizs tena fiebre. Probablemente haba agarrado un virus o algo

as, pues la sensacin de calor quemante que se extenda en todo su
cuerpo en verdad era casi desesperante, adems del sudor espeso
que cubra su cuerpo...

Uhm solt ese gemido suave sin querer, aun saliendo de la

inconciencia de sus siete horas de sueo, restregndose sobre las
sbanas tibias y suaves.

Oh! otra vez un gemido involuntario, un poco ms fuerte que

el anterior. Uhm, estaba hmeda realmente hmeda entre sus
muslos. Quizs haba tenido sueos cachondos despus de das de
abstinencia por

Oh, Dios! Ese ahora fue un grito suyo, un grito real. Apret
entre sus manos las sbanas bajo ella y arque su espalda, aun sin
atinar a abrir sus ojos.

No tena fiebre, o quizs s, pero no por un virus ni nada parecido. Y

no estaba hmeda por algn sueo ertico que ella no recordaba.
Estaba comenzando a construirse un orgasmo dentro si misma, pues
su ogro amante se haba colado bajo las sbanas sobre su cuerpo,
indagando con su boca en su sexo, hambriento de ella, comenzando
a succionar y saborear all, aun cuando ella dorma.

Digamos que el ogro, estaba realmente harto de la abstinencia

sexual y por otro lado, ese da regresaba a la empresa, por lo que
necesitara su dosis de demonio para soportarlo.

Ed.? Edward? Oh, oh!

En silencio, el ogro dej la labor con su boca de entre los muslos del
demonio y subi hasta su boca, cubrindola por completo con su
cuerpo excitado, dndole a probar su propio sabor en un beso
arrebatador, mientras la invitaba a rodearle las caderas con esas
piernas hermosas que ella tena, para l finalmente hundir su
miembro duro y ansioso en ella, y perderse en la estrechez de su
interior, movindose ambos cuerpos al comps.

Buenos das, demonio la salud l, jadeando sobre sus labios.

Edward gimi ella, cogindose de su nuca y jalando el

cabello de ese lugar, de la forma que amaba hacerlo y con la fiebre
aumentando su candor a medida que l aumentaba la velocidad de
sus estocadas.

Se amaron con hambre y con ardiente necesidad; era dominante el

deseo del uno por el otro, de sentirse uno dentro del otro,
ensamblados y perdidos. Despus de todo lo que vivieron, despus
de lo que se dijeron, como sus corazones fueron abiertos frente al
otro, necesitaban de esta conexin intima que iba ms all de lo
carnal, porque era amor y lujuria entremezclndose, una
composicin potente de la que ambos eran parte, y explosiva en
todos los sentidos.

Anda, nena incit l. Te necesito, vente para m

Uhm joder, Edward mi amor! Gru ella, a punto de

caer.
Vente, nena vente ahora.

Dicho y hecho. Cuando no pudo soportar ms la exquisita

candencia, toda ella se comprimi, tensndose y estallando a
continuacin con un grito, acompaado por la ebullicin de Edward
que no se hizo esperar.

Demonio, cunto extraaba esto

Ella se ancl a l con piernas y brazos, sin soltarse aun despus de

aquel orgasmo matutino. l hizo lo mismo, la abraz por su estrecha
cintura y hundi la cara en su cuello. La necesidad de sentirse el
uno en el otro, sin nada de por medio, era lo que extraaban.

Buenos das para ti tambin susurr ella, peinando el cabello

hmedo de Edward entre sus dedos. l dio un mordisco en su cuello
y se apart, sujetando el peso de su cuerpo sobre sus brazos.

No pude aguantarme, demonio, eras una tentacin durmiente.

Bueno, no es que est enfadada porque me hayas despertado

brome, provocando que el ogro esbozara una sonrisa relajada,
atrevindose a preguntar a continuacin, aprovechando el buen
humor de l Oye uhm. ests realmente listo para retomar tu
trabajo? Ya sabes puedes dejarlo y

Eso no va a pasar, voy a regresar ah a terminar lo que comenc

cambi su tono juguetn de hace un rato a uno cortante que no
daba lugar a rebatimiento, se apart y se levant de la cama para
dirigirse al bao.

Ella suspir y se cubri con las sabanas, girndose de costado con

su cara frente a la ventana. Podra ella convencer a Edward que
dejara todo hasta all? Pues tena una sensacin extraa con todo
ese asunto, no quera que l saliera ms daado de lo que estaba.
Suspir y enseguida inhal el olor a Edward y sexo que se
impregnaba en las sbanas y no sabe bien por qu, pero sinti
deseos de llorar. Una tontera despus de la sesin de sexo matutino
con la que despert.

Tendr que sacarte yo mismo de esa cama y traerte hasta aqu?

Le oy decir momentos despus. Seguro estaba afirmado en el
marco de la puerta, con sus brazos cruzados, esperando su reaccin.

Me quedar un rato ms, tengo tiempo respondi ella sin

moverse. Por supuesto, l no se qued conforme con la respuesta,
caminando hacia ella y quitando la sbana, espantndola con el
movimiento. Ella qued de espalda con el ogro sobre ella, nariz con
nariz.

Qu bicho te pic, mujer.

Nada slo slo quiero quedarme en la cama un poco ms, es

todo.

l estrech sus ojos y asinti, levantndose y caminando hacia el

bao, mientras ella recuperaba las sabanas y se recostaba de regreso
con la cara hacia la ventana. Cerr los ojos y cuando los abri,
haba ms claridad colndose por la ventana.

Oh, no

Te van a despedir, demonio dormiln coment Edward,

abrochndose el chalequillo de su traje negro de tres piezas,
duchado, afeitado y peinado.

Por qu no me despertaste?! Protest, corriendo hacia el

bao.
Ya te haba despertado una vez esta maana, no me pareci justo
hacerlo otra vez respondi con diversin.

Muy gracioso, Edward! Grit ella desde adentro.

l sonri con diversin y oy el agua de la ducha comenzar a

correr, decidido a degustar el espectculo de su demonio
enjabonado bajo la ducha. Se par y afirm su espalda sobre el
muro justo a un costado del cubculo, cruzado de brazos, mirando
como ella verta shampoo sobre su cabello y lo masajeaba sin
mucha delicadeza. Estrech sus ojos y divertido se dio cuenta que
ella tena el cepillo de dientes metido en la boca. Cmo era posible
que se duchara y lavara sus dientes al mismo tiempo? El artculo
dental se mantuvo en su boca durante los quince minutos que dur
la ducha, mientras se aclaraba el pelo, enjabonaba y enjuagaba todo
su cuerpo. Cuando cerr la llave y se gir para abrir la puerta de la
ducha, lo vio ah, muy cmodo mirndola como si tuviera todo el
tiempo del mundo. Ella puso sus manos sobre sus caderas desnudas
y con un movimiento de cabeza le indic la toalla que colgaba en el
perchero junto a l.

Oh, claro se apresur Edward, agarrando la toalla y caminando

hacia ella para envolverla. Cuando cumpli su labor, dio unos pasos
atrs para retirarse. Ahora que se acab el espectculo, me voy.
Te veo en la tarde.

No respondi hasta que se apart al lavado y enjuag su boca. l ya

haba salido del bao cuando respondi, recordndole:

Hoy me voy a la casa con mi ta l, arrug la frente y camin

con paso rpido y enrgico hasta ella, pegando su cuerpo con el
suyo.
No empieces, demonio le amenaz con sus ojos azul
grisceo, brillando en todo su esplendor, reprochndole. Bella trag
grueso y aun as, rebati su postura.

He dejado a mi ta sola todos estos das y

Que Carmen haga una maleta y se venga contigo. Fin de la

discusin.

Inspir y se gir para salir del cuarto de bao, pero otra vez, las
objeciones del demonio lo detuvieron.

Pero pero Ella no va a querer hacer eso!

Ah, no?! Crees que no la he visto estos das, pasendose por

aqu, con sus ojos brillantes, imaginando que este es su piso?
Adorar la idea! As que si no se lo dices t lo har yo.

Tan desesperado ests de que me quede aqu, que incluso eres

capaz de traerte a vivir a mi ta aqu?

Edward gru y elimin la distancia entre el cuerpo de ambos.

S, maldita sea, s! Gru, estrujndola con sus brazos por la

cintura y silencindola con un beso.

Edward lleg cuarenta minutos ms tarde y despus de cinco das

de ausencia hasta las dependencias del edificio corporativo de
"Masen & Co", recibiendo la bienvenida de todo aquel que se
cruzaba en su camino, hasta que lleg a la puerta de su oficina,
siendo recibido por la nueva secretaria.

Seor Masen, bienvenido lo salud Nadia, caminando tras de l

hasta entrar en el despacho. La seorita Hale ya se instal en la
oficina preparada para ella, justo al lado de la suya y ahora mismo
est en una reunin con la seora Elizabeth.

No me diga respondi Edward sin pice de emocin en su

voz. Abri su ordenador personal y vio el alto de sobres encima de
su escritorio, correspondencia privada que tena que checar. Tecle
la contrasea del sistema y accedi a su correo, para ver que
tambin la bandeja de entrada estaba llena.

Se reunir usted con ellas? No tiene cita sino hasta medio da,
con los ascensores financieros.

Por supuesto que ir, no me perder una oportunidad como esta

para saludar a mi abuela coment con irona, mirando a la
secretaria, quien no se percat del tono. Simplemente asinti y tom
nota de algo en su tableta electrnica. Le dio un par de indicaciones
y se levant hasta la oficina de Rosalie Hale, donde al entrar se
encontr con la seora Masen, que alz sus delineadas cejas cuando
este entr sin ser anunciado.

Vaya! Pero si es mi nieto que ha regresado de sus vacaciones

exclam, destilando irona.

Buenos das salud Edward en direccin a Rosalie quien

asinti con la cabeza. Se sent en la silla contigua a la que ocupaba
Elizabeth frente a Rosalie. Enseguida prepar sus dardos verbales,
girando su cabeza hacia su abuela. As que perdiste unos cuantos
millones esta semana, no? Creo recordar que te advertimos sobre
lo que ocurrira si bajabas los estndares de calidad Ah! Y supe
que finalmente saliste en la portada de una revista econmica
Cmo deca? Puso el dedo ndice sobre su barbilla, mirando
hacia arriba, como recordando. Ah, s: "El imperio en picada de
Elizabeth Masen". Fue una buena foto por lo menos.
 Cierra la boca! Explot Elizabeth, ponindose de pie. Rosalie
baj la cabeza, como escondiendo su risa despus del comentario
tan irnico de Edward, que hizo que la pobre seora Elizabeth
Masen hirviera de rabia.

Y qu piensas hacer? Fuera de pagar las indemnizaciones y todo

lo dems, claro. Nos dejars finalmente hacer nuestro trabajo?

Uhm le estaba explicando a la seora intervino Rosalie con

su tono muy profesional, que verdaderamente necesitamos la
fuerte inyeccin de capital. Por lo que vi, se han seguido los
lineamientos que ella demand, pero no han dado resultado, y los
inversionistas externos ya no confan. Estamos en estado de alerta,
los nmeros rojos predominan y pues, necesitamos poner en marcha
un plan de contingencia.

El nico plan de contingencia es vender una buena porcin del

capital de esta empresa.

Ese es tu plan, Edward? Pregunt Elizabeth.

A no ser que tengas un mejor plan, como los que se te han

ocurrido en este ltimo tiempo, que la verdad, no han sido muy
inteligentes, mira donde ests

Qu pasa si no inyectamos capital? Pregunt, cruzando sus

brazos en direccin a Rosalie. La rubia ejecutiva trag grueso y
respondi.

Habr que liquidar ms del cincuenta por ciento de sus activos

O declarar tu empresa en estado de quiebra intervino otra vez

Edward con toda calma.
 Con cunto tiempo contamos?

No tenemos tiempo, Elizabeth gru Edward, jugando con una

pelusa imaginaria sobre su pantaln. Yo a lo ms te doy treinta
das despus de eso, yo mismo llamar a los liquidadores. Tenemos
que cubrir gastos, proveedores, pagarles a los empleados, cubrir la
jugosa indemnizacin. Si no tomas una decisin rpido, tendrs que
llevar tus joyas a venderlas y comenzar a pagar tus gastos Ah,
pero seguro tienes ahorros! Una mujer tan inteligente como t,
habr sabido ahorrar para los tiempos difciles, no, Elizabeth?

Edward saba que ella no tena ahorros. Haba hecho inversiones

pequeas en otras compaas, pero as como iba, tendra que
echarles mano y prescindir de ellas. Su alto nivel de vida se vendra
en picada y l estara ah para ver cmo se derrumbaba.

Era primera vez, que la vea entre la espada y la pared, pues ya no

era solamente Edward el que le comunicaba, que su empresa estaba
en picada, ahora haba otra persona de toda su confianza que
tambin se lo deca. Qu iba a hacer?

Maana, regresar aqu con la mente ms clara, despus de ello

citaremos a una reunin extraordinaria y daremos a conocer mi
decisin para ponerla en marcha. Ahora, Edward, djame a solas
con la seorita Hale.

Por supuesto respondi Edward, levantndose y caminando

hacia la puerta. Antes de salir por esta, se gir hacia Rosalie:
Almorzamos hoy? Pregunt, alzando la comisura de sus labios
muy coquetamente.

Claro que s respondi ella, torciendo su boca. l asinti y

sali, mientras Elizabeth contemplaba todo aquello con satisfaccin,
pues presenta que algo bueno podra salir de todo aquello y Rosalie
poda ser perfecta para Edward y el heredero que ella deseaba.

Despus que Edward saliera, Elizabeth le pidi a Rosalie que la

visitara esa tarde para ayudarle a tomar una decisin, enseguida se
despidi y se march de la oficina. Mientras esperaba el elevador,
repasaba lo nico que haba sacado de provecho en ese lugar.
Estaba segura de la chispa de esos dos, Rosalie y Edward y se
aventur a vaticinar que finalmente su nieto haba dado con una
mujer de categora, inteligente y que sera de ayuda para mantener
su imperio a flote.

A su edad, los deseos de ser bisabuela le estaban robando el sueo,

aunque no era un deseo que exteriorizara, slo esperaba que cuando
sucediera, ella pudiera cumplir con sus expectativas. Se imaginaba a
su bisnieto viviendo en su casa, como sea, eso deba conseguirlo,
pues significara que ella mantendra bajo su alero a ese nio,
crindolo desde su nacimiento bajo sus preceptos, como siempre
dese hacerlo con la loca de su hija, con quien ciertamente no lo
consigui, supliendo esa carencia de crianza en Edward, aunque no
haba llegado a l lo suficientemente a tiempo, pero aun as, pudo
moldearlo, segn ella, bajo sus perspectivas. Era un hombre serio,
inteligente, que llevaba muy bien el apellido Masen, como ella lo
dese.

Baj los veinte pisos del edificio hasta llegar a la planta baja, donde
se encontr con Charlotte, la nieta de una de sus amigas, que ella
misma se haba encargado de poner ah en un puesto. Haba vertido
sobre ella sus esperanzas de que Edward se interesara en ella para
una relacin seria y con expectativas, pero l ni siquiera la miraba, y
cuando lo haca, pona cara de asqueado; no reaccionaba como lo
haca con la seorita Hale. Lament que Charlotte no fuera la
candidata, pues esta joven provena de una muy buena familia.
Hubiera sido bueno para ella, que su nombre se viera relacionado
con la familia de Charlotte.

Elizabeth, qu gusto.

Cmo ests, Charlotte salud Elizabeth muy seria, aceptando

los besos en ambas mejillas con incomodidad.

Podramos ir a tomar una taza de t? Hace tiempo que no

hablamos y

Lo siento, pero mir su reloj de pulsera con impaciencia

estoy apurada.

Mi abuela se acord de ti el fin de semana.

Ir a verla pronto.

Uhm Pasa algo? Quiero que sepas que hoy planeo raptarme a
Edward y poder

No es necesario ya, Charlotte la detuvo Elizabeth, arreglndose

su chaquetita negra. No podemos forzar a Edward a que se fije en
ti adems, creo que hay alguien ms.

Cmo? Pregunt Charlotte, incrdula y ofendida. Dijiste

que yo era la ideal.

Demoraste mucho, Charlotte. Lo siento. Las cosas entre la

seorita Hale y Edward se estn dando de forma natural y yo nada
puedo hacer contra eso, no crees? Ahora, deja que me vaya, por
favor. Mi tiempo es oro y sin ms, con su aire altivo, sigui su
camino hacia la puerta, ignorando la humillacin que se reflejaba en
el rostro de Charlotte.
 La seorita Hale? Susurr con incredulidad, deseando
zapatear de rabia contra la baldosa. Enseguida recobr la
compostura y alz su barbilla hacia la mujer que iba saliendo por las
puertas de vidrio. Ya veremos, Elizabeth Masen, si la seorita
Hale es la adecuada.

**OoO**

Bella suspiraba sentada tras el escritorio de su nueva oficina,

mientras desojaba una margarita de las que decoraban su escritorio.
A medio da, habra deseado ir a almorzar con su ogro, pero l le
dijo que lamentablemente ya tena planes. No haba problema, ella
lo entenda. Lo que la puso algo triste fue que l se negara a llegar
con ella al evento inaugural del Instituto Tecnolgico, el gran logro
del centro de menores, el orgullo de las monjas, en donde ella haba
trabajado por peticin del mismo Edward, cuestin que hizo con
mucho gusto.

No puedo exponerte a que te vean llegar de mi brazo. Qu ms

quisiera yo, demonio, pero debo protegerte! Las monjas van a
recibir a la prensa, y las fotografas van a quedar estampadas en el
peridico del da siguiente. Elizabeth se alimenta de esos chismes,
ver la foto y caer sobre ti como ave de rapia, y no voy a darle
ese gusto le explic.

Entonces no irs?... O vas a pedirme que no vaya yo?

No, para nada. Si no voy, la hermana Gabriela me cuelga. Iremos

ambos, t llegaras sola y yo ir acompaado de alguien ms.

De alguien ms?

Rosalie Hale ir conmigo.

Fue como si le vaciaran una cubeta de agua muy helada sobre la
cabeza. As se sinti despus que l le dijo eso, como si fuera lo ms
normal. Era lgico, la gente iba a comenzar a hacer especulaciones
cuando lo vieran llegar del brazo de la rubia esa, que al parecer era
lo que l deseaba.

"Rosalie Hale es carnada para viejas"

Se trataba de repetir eso, convencindose que el ir acompaado de

esa mujer, con la que almorzara aquel medio da adems, no era
algo que l deseaba hacer, sino algo que era parte del plan que l
haba trazado. Pero por qu quera convencer a su abuela de que
sala con ella? Y saba esto, la tal Rosalie?

No le qued ms que aceptar sin hacer preguntas. Pensaba, luego de

haber colgado, que quizs sera mejor alejarse de Edward mientras
l estaba en medio de todo eso, con la empresa y su abuela. l deca
que ella lo distraa y eso no sonaba muy bien. Dios! Despus de
decirle que lo amaba, y despus de or que l senta lo mismo por
ella, pens que las cosas entre ambos iran francamente mejor, pero
parece que las barreras comenzaban a levantarse entre ambos. Al
menos eso era lo que ella senta.

Tierra llamando a Bella! Exclam ngela, la secretaria que

reclutaron para la oficina de diseo. Era una chica joven, muy jovial
y servicial que siempre vesta a la moda. Bella sacudi su cabeza y
le sonri a la chica, que dio un paso adentro de la oficina y para
sorpresa de Bella, detrs de ella apareci Emmett con su siempre
cordial sonrisa.

Molesto? Pregunt Emmett, entrando a la oficina. Se sent

en las sillas que parecan demasiado pequeas para su corpulenta
contextura, vindose incmodamente gracioso.
 Para nada, Emmett!

El caballero trajo documentos que el seor Masen envi y pidi

hablar contigo.

No hay problema, gracias ngela.

La chica asinti y sali de la oficina.

Ya almorzaste?

Pues no y ahora que lo dices, tengo tanta hambre que me

comera una vaca.

Muvete entonces, Bella y vamos por ah a conseguir una vaca

para almorzar.

Qu diablos, s! Exclam ella, sacudiendo su pesar tras la

llamada de Edward, recuperando el hambre y su nimo de siempre.

Caminaron una cuadra hasta llegar a un restaurante de carnes y

pidieron el platillo ms grande que haba en la carta. Mientras lo
esperaban, Bella pregunt:

Edward te envi?

Emmett se ech hacia atrs en su asiento y mir a Bella con sus

ojazos muy abiertos, como si los dichos de ella lo hubieran
ofendido.

Oye Bella, me caes bien, no necesito que el jefe me mande a

verte como obligndome explic. Me mand a dejar unos
papeles y pregunt si estabas y se me ocurri invitarte a almorzar.
Es todo. l no me pide que te vigile.
Vale dijo ella sorprendida, perdname. No quise hacerte
sentir mal.

Emmett arrug su frente y frunci su boca, pero enseguida su rostro

se ilumin con la sonrisa de siempre. El hombre simplemente no se
haca problema por nada y ella en el tiempo que lo conoca, nunca
lo haba visto enojado. l era un hombre relajado.

Escuch que las monjitas van a tirar la casa por la ventana

maana en la noche coment Emmett, pellizcando un trozo de
pan. Ella suspir y asinti con la cabeza.

S, es maana. La imagen del Instituto Tecnolgico qued muy

moderna, atractiva, modestamente, digo. Estoy ansiosa de que la
gente lo conozca, que pueda haber ms gente que colabore con el
hogar de menores.

Esperemos que varias billeteras se abran, Bella.

T irs?

Uhm no s, no creo

Claro que irs, y lo hars conmigo! Adoro las fiestas y no me

perder esta tan importante por no tener acompaante.

Pues estupendo! Respondi Emmett muy animado y Bella

encantada de tener un acompaante como l. Seguro junto a
Emmett lo pasara genial.

Al da siguiente despus de dormir en su apartamento con su ta, y

frente a los protestos de Edward por supuesto, lleg a su trabajo con
la idea de adelantar trabajo para retirarse temprano y prepararse
para la fiesta de esa noche. Haba elegido para la ocasin un traje
negro de coctel, sujeto por tirantes. Pas ms tarde por la peluquera
y se relaj mientras la estilista lavaba su cabello y lo alisaba a
continuacin. Us un delicado collar de plata que guardaba para
ocasiones especiales a juego con un par de aretes colgantes del
mismo material.

A las ocho, Emmett pas por ella puntualmente y aclam el atuendo

de Bella con un silbido que la ruboriz.

Te ves sensacional, Bella! La elogi, antes de abrirle la puerta

del carro para que ella subiera.

Gracias. Tambin te ves muy elegante.

S, soy todo un galn respondi con coquetera, guindole el

ojo. Recorrieron el camino hacia el saln de eventos del edificio que
servira para albergar a los estudiantes del Instituto, que se estaba
inaugurando, mientras charlaban amenamente. Al llegar, justo en la
entrada se toparon con un par de fotgrafos que los retrataron antes
de entrar y ser recibidos por la madre Manuela, quien se acerc a
ellos para saludarlo.

Miren cunta gente! Exclam ella mirando a toda la gente

muy elegante que rondaba el lugar. Estamos muy contentos,
esperemos que sirva para traer ms socios a la fundacin.

Seguro que s, madre, ya va a ver coment Emmett, tomando

dos copas de champaa de una de las charolas que un muchacho
ofreci. Charlaron amenamente, la madre les present a varios de
los invitados, los que felicitaron a Bella por el trabajo de diseo y
marketing que se haba realizado, aprovechando ella de hacer
contactos para la nueva empresa.

Estaba muy animada hablando cuando su vista se desvi hacia la

entrada y vio a su ogro entrar del brazo de la rubia. Los flashes de
las cmaras de los reporteros no dejaban de estallar hacia la pareja
de recin llegados que estaba causando estragos. Le dola
reconocerlo, pero hacan una pareja encantadora, muy armnica,
ella en su traje blanco, sujeto por un hombro, apegado a cada una de
sus curvas, y su cabello tomado en la nuca, hacindola ver
perfectamente estilizada y radiante y l tremendamente elegante y
atractivo con su traje formal negro. La rubia sonrea a todo el
mundo, sin soltarse del brazo de Edward, quien observaba siempre
con su rostro serio y compuesto, sin siquiera esbozar una pequea
sonrisa, en contraste a la de Rosalie Hale.

Quieres ir y saludarlo? Pregunt Emmett bajito en su odo.

Ella arrug la frente y neg con la cabeza. Se senta extraamente
incmoda, oyendo una vocecita en su cabeza que protestaba de por
qu demonios no era ella la que estaba entrando del brazo de
Edward.

Se apart de su camino tanto como le fue posible, se escurra de los

grupos a los que l se acercaba a conversar con su acompaante.
Ignor sus demandas de acercrsele con miradas exigentes o
movimientos de cabeza casi imperceptibles. Emmett trataba de
convencerla que se relajara, que no era para tanto, mientras las
hermanas Gabriela y Manuela cruzaban miraditas, pues Edward no
haba sacado sus ojos de Isabella. Eso hasta que, entre los invitados
apareci Alice del brazo de su novio, Jasper Whitlock. Se vea
hermosa en su traje rosa plido, y dichosa contemplaba el logro del
hogar que la alberg durante algunos aos en su infancia, donde
conoci a las monjas tan cariosas a quienes se acerc para saludar,
justo cuando ellas charlaban con dos profesores adems de Bella y
Emmett.

Oh, Alice, me alegro que hayas venido! La salud la hermana

Manuela cuando la estrech entre sus brazos.

No me lo perdera por nada indic, siendo abarcada enseguida

por los fuertes brazos de Emmett, con quien se carcaje por el
exceso de cario que este le demostraba. Bella sinti un poco de
pena porque hubiera deseado que fuera Edward quien pudiera
abrazar a su hermana de esa forma.

Por supuesto, ella saba que esa Alice era la hermana de Edward,
primero porque no crea que fuera un alcance de nombre y segundo
porque sin duda era la misma, pues sus facciones se asemejaban a
las de su hermano mayor. El color de sus ojos era distinto, pero la
mirada era la misma.

Ella es Isabella Swan. Dise el logo, incluso sugiri los colores a

elegir para las instalaciones, entre otras muchas cosas. Todo el
marketing y diseo es obra de ella.

Eso dijo la hermana Gabriela cuando las present. Alice muy

gentilmente le sonri y asinti en seal de saludo, imitando Bella su
gesto.

Ha sido un buen trabajo la elogi discretamente Alice, mientras

contemplaba el entorno, enfrascndose fluidamente en detalles
tcnicos como la buena eleccin de la tipografa, la paleta de
colores en blanco, azul y grisque Bella eligi, los estudios de
mercadotecnia entre otras cosas.

Mientras hablaban, Bella se preguntaba por qu Alice pareciendo

una mujer sensata y agradable, se negaba a or la verdad de la
historia que la envolva a Edward y a ella. Dese ella poder
intervenir y ayudar, quizs a ella la escuchara

Pasemos a las mesas, el discurso inaugural y las bendiciones estn

por comenzar les dijo la hermana Manuela, indicndoles que se
ubicaran en las mesas redondas para seis personas cada una, las que
llenaban el gran saln. Un matrimonio de empresarios ya mayor,
adems de Alice y su novio Jasper acompaaron a Bella y Emmett
en la mesa que a ellos les correspondi, justo sentndose Alice junto
a ella. Mientras comenzaba el acto, Alice le pregunt donde
trabajaba y cules eran sus proyectos actuales, los que Bella no tuvo
problema en responder.

La madre Manuela dio el discurso inaugural, contndoles a los

invitados cuntos nios acoga el centro de menores a cargo de su
congregacin y cuntos aos llevaba funcionando este, hacindose
alusin a que cada nio que haba salido de ese hogar, era un
hombre de bien y profesional gracias a la educacin que se les daba,
por eso el inters de la congregacin en abrir ese instituto de
educacin superior para los mismos jvenes provenientes del hogar,
as tambin para otros jvenes que quisieran estudiar. La gente
aplaudi emocionada cuando ella acab con el discurso,
agradeciendo la asistencia de todos. Luego subi al escenario un trio
de cuerdas que acompaaban a una soprano que interpret dos
canciones, despus de lo cual el cura de la congregacin procedi a
bendecir el lugar.

La cena estaba exquisita y la compaa indudablemente amena para

Bella, quien se vio muchas veces enfrascada en charlas y bromas
entre ella, Alice, su novio y Emmett. En un momento, ella y Alice
se levantaron para ir al excusado, siendo seguidas por la mirada
ansiosa de Edward Masen, quien no les quit los ojos de encima y
dio un respingo cuando las vio levantarse y caminar juntas hacia el
tocador.

l no poda negar que la sola presencia de Isabella le pona la piel

de gallina. Cuando entr al saln del brazo de Rosalie, de lo nico
que se percat era el punto luminoso que era Bella entre la multitud.
Hermosa, con ese vestido negro que l estara encantado de quitarle
con los dientes, y su cabello que caa recto sobre su espalda y qu
decir de su aroma a rosas. l estaba seguro que si cerraba los ojos e
inspiraba, lograra distinguir el aroma a rosas que l tanto adoraba
en ella.

Rugi cuando Emmett la tom por la cintura, demasiado cerca de

l, estando Edward seguro que lo haca slo para provocarlo. Lo
joda vivo, que ella estuviera arrancando de l o que se negara a
acercrsele. Ya haba intuido l que ella no reaccionara de la mejor
manera, aunque la muy terca dijera lo contrario. Se conformaba con
custodiarla desde lejos, saber que nadie se le acercaba ms de la
cuenta, Emmett se encargaba de espantar a los tipos que se trataban
de acercrsele, pues ella con esa sonrisita coqueta los atraa como
hormigas a la miel.

Su pnico se dispar cuando vio llegar a Alice, hermosamente

vestida del brazo de su novio, socializando con Bella y Emmett,
sentndose incluso en la misma mesa. Dio un respingo cuando las
vio dirigirse juntas hacia el sector de tocador para damas, con Bella
ignorndolo a propsito. l conoca a su demonio, saba que ella
tratara de interceder por l, pues era de ilusos pensar que ella no
saba quin era Alice.

Entonces, Edward, la seorita Hale es tu novia? Pregunt un

viejo, dueo de una industria de papelera que lo conoca a travs de
Elizabeth. Seguro ella en su sector de conocidos ya haba estado
vociferando que estaba esperando que l se casara con una mujer
esplndida, hermosa, inteligente y que le llevara el gusto en todo a
la vieja, como Rosalie Hale lo estaba haciendo. Eso sac a Edward
de su estado alerta, desviando sus ojos hacia el metiche viejo.
Eso no es de su incumbencia respondi cortante. Rosalie
carraspe, interviniendo con una respuesta medio en broma para
aligerar el ambiente, a la que Edward no le puso atencin. Volvi
con su vista hacia el sector de los tocadores, para advertir si su
hermana y su demonio regresaban, pero nada. Sospechaba sobre lo
que Bella poda decirle a Alice, y eso lo tena nervioso.

"Ms vale que te controles, demonio"

Mientras Alice lavaba sus manos, Bella a su lado se arreglaba el

cabello y se retocaba el labial con nerviosismo. Estaba
contenindose de abrir su boca y hablar directamente con Alice,
luego que ella durante todo ese rato se hubiera mostrado tan
amistosa con ella. Quizs si ella le hablaba sobre su error al
reaccionar as con Edward, ella recapacitara.

Por qu no intentarlo?

T eres hermana de Edward, verdad?

Alice qued con el labial en la mano, pasmada, mientras miraba a

Bella por el reflejo del espejo con aturdimiento. Su respiracin se
hizo pesada y un momento despus reaccion, alejando sus ojos de
Bella quien esperaba una respuesta.

No, no lo soy.

Ests mintiendo, y lo sabes. Yo tambin lo s rebati Bella,

entreviendo un poco de molestia por la negacin de Alice.

T no sabes nada gru Alice entre dientes, estrechando sus

ojos con resentimiento hacia Bella, que no se espant por esa
reaccin. Enderez su espalda, en seal de desafo, cruz sus brazos
y dej ir su arenga en defensa de su ogro:
 No crees que ya va siendo tiempo de aceptar la verdad? Ests
culpando a un nio de once aos que no pudo hacer nada cuando la
vieja se lo llev lejos de ti! Exclam con impotencia, mientras
Alice cerraba los ojos y respiraba pesado, negando a mirarla.
Intent buscarte, y cuando te encontr t le diste la espalda, no
dejaste que te explicara Por qu demonios lo hiciste?! l est
sufriendo porque lo ignoras! Joder, l te ama!

l te mand? Pregunt con voz ronca, escondiendo Bella su

impresin pues esa reaccin era igual a la de su hermano. Y por
qu no ests colgada de su brazo esta noche? O acaso ests
haciendo mrito para que te tome en cuenta? Si tienes la
oportunidad de acercrtele, por favor dile que me deje en paz. Yo
no soy nada suyo, y no me interesa serlo.

Sabes una cosa? Le dijo Bella, poniendo sus manos sobre sus
caderas. No te mereces el amor que Edward siente por ti. l no
merece sufrir lo que est sufriendo por ti, slo por el anhelo de
recuperarte. Eres una mujer adulta, comprtate como tal, y no como
la chiquilla caprichosa que se niega a or la verdad.

La puerta del bao se abri sorpresivamente, entrando Rosalie Hale,

mirando a las dos seoritas que pareca que iban a lazarse una sobre
la otra. Ambas mujeres pusieron pausa a su enfrentamiento y
miraron a la recin llegada, que les sonri mientras se acercaba al
espejo para retocarse el maquillaje. Alice agarr en silencio su
cartera y con su indignacin a flor de piel le lanz una mirada de
odio a Bella, saliendo del bao y dejndola con un sabor amargo,
pues pensaba que ella podra haber ayudado. Al menos esa fue su
intencin. No pretenda atacarla, slo que el deseo de hacerla abrir
los ojos fue mayor en ese momento.

Te sientes bien? Le pregunt Rosalie, mirndole por el reflejo

del espejo con franca preocupacin, pues el rostro de ella era
descompuesto, como si estuviera a punto de llorar. Bella trag
grueso y respir hondo, evitando la mirada de compasin de la rubia
frente a ella.

Estoy bien y sin ms, se dio media vuelta y sali del bao,
girndose por el pasillo en sentido contrario al saln donde se
realizaba la reunin. Mientras caminaba no sabe bien dnde, se
concentr en sacar su telfono de su carterita y llamar a Emmett
para que la sacara de ah. Eso no alcanz a suceder, pues choc con
algo muy parecido a una pared.

Alz los ojos y se hizo hacia atrs cuando vio la cara de enfado del
ogro, quien respiraba sonoramente por la nariz.

Qu sucedi all adentro?! Vi salir a Alice muy enojada Qu

le dijiste?!

Cmo cmo sabes que que sucedi algo conmigo?

Porque te conozco! Exclam furioso, agarrndola por el

brazo con algo ms de fuerza. Dime, qu diablos le dijiste!

Le dije que no se mereca que t la quisieras tanto, que sufrieras

tanto por ella! Explic, movindose para que l la soltara.

Edward cerr los ojos, como si sintiera una mezcla de dolor y rabia,
pasando su mano por la cara, antes de encararla, embravecido:

No tenas derecho a decirle eso! Grit. Bella abri los ojos

ampliamente y dio un paso atrs. No quiero que vuelvas a meter
tu nariz en este asunto, me oyes? Metete en tus asuntos y deja que
yo resuelva los mos!
Pero pero Edward

Ya me oste! Ahora mismo estoy tan furioso contigo que ni

siquiera soporto tenerte en frente.

Sin ms, el muy enojado ogro se gir y se alej de Bella, quien

qued con su pecho contrito por la pena que la injusta reaccin de
Edward le provoc. Resbal una lgrima por su mejilla, y mientras
la secaba, camin hacia la salida sin avisarle a nadie. Saba que algo
se haba quebrado esa noche entre ella y Edward y eso parta su
alma en dos.

Con la pena sobre sus hombros lleg a la calle y levant su dedo a

un taxi que se acercaba, para que se detuviera y la llevara a casa,
pues ah le esperaba una larga noche de lgrimas. Noche en la cual
seguro tomara una amarga decisin.

Se enoj el ogro! Es justificada su reaccin?

Como cada semana, no me queda ms que agradecerles desde lo

ms profundo de mi corazoncito, el que me acompaen con esta
locura. Sus lecturas y comentarios me hacen muy feliz, spanlo.
Por eso se los agradezco.

Ya saben, los captulos son hermoseados por Miss Gaby Madriz

, mi beta y amiga, y doa Manu de Marte, encargada de los
adelantos que se entregan en el "Team Subversivo" donde son
todas bienvenidas (grupo de facebook: groups/Subversivas/).

Nuestro reencuentro es la prxima semana, para ver qu

suceder con el demonio grun y su demonio.

Besos a todas!
Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina
*Chapter 17*: Chapter 17
A leer!

Captulo 17.

Carmen suspir y arrop con delicadeza a su sobrina que haba

llorado casi toda la noche, despus que llegara de la fiesta de
inauguracin. Toc su frente y con preocupacin percibi que tena
algo de fiebre, quizs provocado por el llanto que la mantuvo en
vela casi toda la noche Pero ya iba a tener ella la ocasin de
enfrentarse al hombre ese que tena llorando penas de amor a su
sobrina! Ya saba ella cuando lo vio, que l desencadenara esos
estragos en su Bella, que no era ms que una nia. Y que no se
atreviera a poner un pie en esa casa, porque ella no dudara en
espantarlo, a sartenazos si era necesario!

Bueno, Bella no le dijo que se trataba de Edward, pero sera ser

ciego no darse cuenta de eso.

Ta tengo que ir a trabajar grazn Bella, haciendo ademn

de levantarse, pero su ta la sujet para evitar que hiciera eso.

No, no irs. Ya llam a tu jefe y me dijo que te tomaras el da, as

que no te apures.

No es necesario

S lo es! Mira cmo ests! Volvi a poner su mano sobre

la frente de Bella. Dios, Bella, me puedes decir qu pas ahora
con Edward?
 Cmo cmo sabes que?

No es complicado adivinar que se trata de l. Te hizo algo?

No no hizo nada cerr sus ojos y se reacomod de costado

, creo que yo lo arruin

A qu te refieres?

Ay ta, no soy lo suficientemente buena para l. Edward tiene un

pasado que lo atormenta y que lo ha dejado herido

Todo lo que sucedi semanas atrs, cuando estuvo hospitalizado

y todo eso, tuvo que ver con ese pasado? Se aventur a
preguntar Carmen.

Ms o menos, ta.

Carmen meditaba lo que Bella le deca entre lneas, mientras

trenzaba su cabellera negra.

Hija, a veces por ms que uno quiera ayudar a alguien a sanar sus
heridas termina siendo un elemento perjudicial, un estorbo. Por
mucho que nos duela, a veces tenemos que dar un paso al costado,
hasta que la otra persona sane y est listo para amar se aventur a
decir sin conocer el trasfondo claro, de lo que Bella le deca.

No era que ella quisiera apartar a su sobrina del hombre aquel, pero
Edward se notaba un hombre con algo en su mirada, algo que la
inquietaba, y aunque ella no negaba que l tuviera sentimientos por
Bella, aun as haba algo ms que haca entrever en l un dejo de
oscuridad.

Bella, ante las palabras de su ta, lloraba porque de alguna manera,

Carmen sin saber que tena razn en sus dichos, por mucho que a
ella le doliera. Aunque despus de lo ocurrido la noche anterior,
probablemente sea el mismo Edward quien la hiciera a un lado, por
entrometerse en su vida y arruinar sus planes.

Quizs ta.

Bueno cario, mejor duerme, descansa. Yo tengo que correr al

trabajo dijo mientras la arropaba a la vez que Bella adquira
posicin fetal bajo las colchas y las lgrimas comenzaban a anegar
sus ojos. Le dola el alma saber la decisin que deba tomar respecto
a Edward. Le dijo que haba quedado algo de sopa en el refrigerador
del da anterior, que comiera eso y en la noche ella se encargaba de
traer algo ms contundente para que se alimentara. Bella farfull
una respuesta y cerr los ojos deseando dormir.

Horas ms tarde, el timbre de la puerta la despert. Se levant con

el peso del trasnoche sobre sus hombros, y arrastrando los pies lleg
hasta la puerta, la que abri sin cerciorarse de quien sera.

Sam.

Hola, mujer canbal la salud, usando el apodo con el que sola

llamarla cuando bromeaban, aunque ella no estuviera para bromas,
ni visitas. La acerc a l y la abraz, dejando un beso sobre la base
de su cabeza, no recibiendo un abrazo de regreso, pues a la pobre
Bella le pesaban hasta sus extremidades.

Qu haces aqu? Quiso saber ella, apartndose de los brazos

de su amigo, mientras abrochaba el cinturn de su bata de
levantarse.

Tu ta se encontr con mi madre esta maana. Iba preocupada

porque coment que estabas enferma, y pues cuando mam me lo
cont a m, as que, decid venir a ver como estabas y si necesitabas
algo

"Slo quiero dormir"

Estoy bien. Debe ser una gripe o algo

Bella, te he visto ante en el peor momento de la gripe, s que no

es slo eso.

Sam, por favor pidi con tono cansado, girndose y

dirigindose hacia la cocina. Mir de reojo la hora en el reloj mural
de la sala al pasar y se dio cuenta que eran pasado el medioda. Con
razn tena hambre. Abri el refrigerador y vio la olla pequea con
los restos de sopa del da anterior, la que sera su almuerzo aquel
da.

Oye, no vas a comer eso, verdad? Pregunt Sam, mirando el

contenido de la olla por sobre el hombro de Bella.

No tengo ganas de cocinar.

Pues yo s. No tengo trabajo en la universidad hoy de profesor,

as que desplegar para ti mis dotes de chef, te parece? La gir,
tomndola por los hombros. Alzando sus cejas y con voz chispeante,
la tent. Qu te parece estofado de carne, un gran y humeante
plato de estofado, eh?

Ella lo mir, alzando poco a poco la comisura de sus labios. Sam

saba cmo subirle el nimo y tambin cmo tentarla.

Se me hace agua la boca.

Bien! Veamos qu tenemos para cocinar, a ver si tengo que

traer algo del supermercado exclam, besando la frente de Bella
antes de ponerse manos a la obra.

A esa misma hora en las dependencias de "Masen & Co", el ogro

Edward Masen miraba fijo hacia el frente, con sus codos afirmados
sobre la base de su escritorio, irradiando furia. Frente a l, dos
monjas lo miraban, esperando que respondiera alguna pregunta que
puso seguro su humor peor de cmo estaba.

Entonces, Edward?

Son ideas suyas, madre Gabriela.

No, Edward, no lo son. T tienes algo con esa nia, y aunque lo

intentes, no puedes negarlo. Mira cmo te pusiste cuando te
preguntamos pon ella y sobre lo que sucedi anoche!

Madre, no me atormente.

Te atormentas solito, Edward aadi la hermana Manuela.

La vi salir llorando, no pude alcanzarla. Cuando regres al saln,
Alice se despidi de m. Se vea molesta, y despus te vi a ti, que
pareca echabas fuego por la boca, hijo

Slo fue coincidencia, adems lo que interesa es lo bien que les

fue con la inauguracin

No cambies el tema, Edward. La primera vez que fuiste con esa

nia al hogar, cuando la llevaste para presentarla como la
diseadora y publicista, supe que algo pasaba.

Y si fuera cierto, cul es el maldito problema?! Exclam

demasiado exasperado. Ambas monjas dieron un respingo,
sintindose por la reaccin de Edward hacia ella.
Ser mejor que nos vayamos mejor, hermana Gabriela. Aqu no
hacemos ms que molestar dijo Sor Manuela, levantndose y
caminando hacia la puerta. Con pena, la hermana Gabriela se
levant detrs de la Madre Superiora, mientras Edward se echaba
hacia atrs en la butaca, bufando, mientras las monjitas salan de su
despacho sin siquiera despedirse.

Edward supo que la haba cagado con las monjas, que lo nico que
hacan siempre era velar por su bienestar, pero ese momento
precisamente no era el mejor para l, no estaba como para soportar
exhortaciones de las monjas.

Y como las hermanas sacan a relucir el tema de Isabella, tema que

lo tena enervado desde la noche anterior, decidi levantar el
auricular de su telfono y marcarle a su mvil, nmero que sabe de
memoria, por supuesto y el que suena apagado. Le marca enseguida
a su casa y luego de tres pitidos, contestan:

Diga?

La voz desconocida de ese hombre hace que los msculos de su

cuerpo se tensen, como presintiendo algo. Aprieta el auricular en la
mano cuando la voz del hombre desconocido insiste, colgando con
un golpe seco el telfono. Se levanta y en silencio espeso comienza
a caminar de un lado a otro en su oficina, como un furioso len
enjaulado. El tipo que slo vio de lejos dos veces, y las dos veces,
abrazando a su demonio! Fue la imagen que se le cruz cuando lo
oy. Saba que era l quien haba contestado, pero por qu? Por
qu estaba ah?

Maldita sea! Exclam, golpeando con sus puos el escritorio.

Debera ir y verlo con sus propios ojos? Debera ir y sacarlo de
ah, y pedirle explicaciones a ella? l se mereca esas malditas
explicaciones, pero no, no, era demasiado pronto, pues si iba y la
encaraba, sacara a relucir lo de la noche anterior y todava estaba
furioso con ella como para hacer eso. Por qu meti su linda nariz
en ese asunto? Todo estaba marchando en completa calma, y claro,
ahora que Isabella se interpuso dicindole sabr qu cosa a Alice, su
hermana ya tena algo ms que reprocharle. Quizs qu le dijo a
Alice para hacerla enfurecer tanto

Edward?

Rosalie, que haba entrado sin golpear, lo vio encorvado y sujeto

sobre su escritorio, como si llevase una carga en su espalda, dura de
llevar. El aludido se enderez y mir hacia ella, sin tratar de
esconder su irritacin y lo atormentado que se encontraba.

Uhm la seora Elizabeth acaba de llegar. Est en la sala de

juntas. Vienes?

"Mi da no hace ms que mejorar" pens con irona, asintiendo

en silencio. Camin hacia ella y en su compaa fueron hacia la sala
de juntas, donde en la cabecera de mesa se encontraba ya instalada
Elizabeth Masen.

l, tom asiento en un sitio al costado de ella, frente a Rosalie que

se instal frente a l.

Vi una foto de los dos en una cena a la que fueron anoche

coment Elizabeth, mirando a Edward y a Rosalie alternadamente.
l rod los ojos mientras Rosalie le explicaba que la cena era la
inauguracin de un Instituto Tecnolgico, en donde algunos de sus
conocidos participaban y a la cual Edward fue tan amable de
acompaarla. La vieja asinti con satisfaccin, mirando a su nieto,
esperando ver alguna seal, pero al parecer el hombre andaba de
mal genio, cuestin que a ella le importaba muy poco.

Me alegro que t tengas tiempo para hojear las pginas sociales

del peridico interrumpi Edward, con fastidio, pero aqu
tenemos mucho trabajo, intentando arreglar el caos que reina aqu.

Me alegro que ests poniendo de tu parte en este trabajo,

Edward. No olvides que parte de esto algn da ser tuyo
coment con altivez Elizabeth y con una sonrisa socarrona que en
crisp a Edward. Antes que l le devolviera un ataque verbal, algo
caracterstico en l, habl: A veces uno tiene que hacer cosas que
no quiere, y es lo que yo har ahora. Pero quiero que tengan claro
que ser una medida temporal, hasta que las cosas aqu se equilibren
y mi empresa vuelva posicionarse dentro de las pioneras en el
mercado.

Edward enderez su espalda, a la expectativa de lo que la vieja iba

a anunciar. Algo que l haba estado esperando por mucho tiempo,
el golpe final.

Voy a vender un porcentaje de las acciones.

Por fin! Exclam Edward, soltando su corbata, mientras se

reclinaba en el asiento. Su abuela le dio una mirada reprobatoria,
pero aun as sigui adelante, pasando por alto la mala educacin de
Edward.

Voy a poner condiciones estrictas para la venta, especificando

que ser por un periodo de tiempo que yo determinar.

Tendremos que buscar a algn comprador desesperado por

invertir aqu, que acate tus condiciones coment Edward.

No tendrs que hacer nada, Edward. Ya tengo un comprador.

La sonrisa de satisfaccin de Edward se esfum de su rostro cuando
la vieja dijo aquello.

"No, maldita sea".

Y quin es? Es imposible que cuando acabas de tomar esta

decisin, ya digas que tienes a alguien

Ah, Edward se mir las uas con su perfecta manicure.

Tengo ases bajo la manga. Debo reconocer que algo bueno sali del
reportaje aquel de la revista de economa, que nos tildaba como un
imperio en decadencia. Un hombre lleg hasta la puerta de mi casa
a ofrecerme un negocio.

Perdone, seora Elizabeth, pero sabe usted quien es ese

hombre? No querr dejar parte del capital de esta empresa en manos
de un desconocido

Desconocido o no, seorita Hale, lo que a m me interesa es que

me den lo que pido, salvar esta empresa y que se largue con la parte
de sus ganancias en el plazo que se haya establecido. Adems, para
eso los tengo a ustedes, especficamente a ti, Rosalie se inclin
sobre la mesa para estar ms cerca de ella, como dejando a un lado
a Edward que la miraba estupefacto. Te dar los datos del
comprador, que es el representante de una firma internacional.
Averiguars todo cuando sea posible sobre l y sers t, quien se
rena con el seor cuando haya hecho con mi abogado el contrato
de compra y venta de acciones.

Ese tipo debe ser un buen samaritano que est dispuesto a

levantar empresas en decadencia ironiz Edward Te das
cuenta de la estupidez que ests haciendo? Finalmente decides
vender y en vez de hacer una buena transaccin, vas y le ofreces
una parte de tus empresas a un desconocido, cuando sabes que en el
mercado hay empresarios reconocidos que estn dispuestos a
invertir

No con mis condiciones, Edward puntualiz ella,

contradiciendo la postura de Edward, volviendo su atencin hacia
Rosalie, que estaba tan o ms sorprendida que Edward. As que
esta misma tarde tendr en su bandeja de correo electrnico los
datos de este hombre, para que se ponga a trabajar. La reunin es el
prximo martes

Podemos saber al menos como se llama el desconocido buen

samaritano? Pregunt Edward, interrumpindola otra vez.

James Witherdale, un joven empresario que acaba de llegar de

Suiza, Edward. Est a salvo tu curiosidad?se levant de la mesa,
finalizando la reunin. As que ya saben. Y por favor, que esto no
se filtre hasta que los documentos estn firmados. Sean discretos.

Por supuesto, seora respondi Rosalie diligentemente,

levantndose para estrechar la mano de la seora, quien se dign a
darle este gesto de despedida

Ah, y maana los espero a almorzar, a ambos, para que cuenten

de qu se trataba la cena de anoche y cmo es eso de que estn
socializando tantodijo la vieja, mirando a Edward, quien no hizo
adems de levantarse ni de despedirse de ella, saliendo de la sala de
juntas con el aire de superioridad que la caracterizaba.

Cuando la puerta se cerr, Rose se dej caer en su butaca,

sopesando lo que la seora les acababa de informar.

No me lo esperaba reconoci.
Ni yo coincidi Edward. Tendr que averiguar quin es ese
tal Whiterdale.

Lo averiguaremos, Edward.

**OoO**

Me ests diciendo que la vieja decidi vender finalmente, y que

ya tiene comprador, el que no soy yo? Pregunt Garrett, despus
de or la bomba que Edward les estaba soltando a l y a Jacob,
quien estaba ponindose al da despus de una semana de ausencia.

S, maldita sea. Y ni siquiera s quin es ese tipo

Hemos esperado tanto a que la vieja se decida a vender, y cuando

finalmente lo hace, no te delega a ti que busques a un interesado,
sino ya saca a alguien de su manga

Edward, con su cabeza entre las manos, repasaba en su cabeza la

mierda de da que haba tenido. No slo que la vieja saliera con esa
decisin que puso en jaque sus planes era lo que convirti su da en
un desastre, sino la ausencia de su demonio, y haber llamado al
menos dos veces ms a su casa, habiendo contestado el telfono ese
tipo a quien ya tendra el placer de romperle la cara, si sus
intenciones con Isabella eran las que l crea.

"Si tuviera mi dosis de demonio, mi da sera ms llevadero" pens.

Aun as, con el deseo quemndole la piel, no torci su brazo de ir
hacia ella. Si la noche de la cena, estaba muy enojado, ahora,
despus de saber a un hombre en su casa, estaba jodidamente
enfurecido.

A ti te pasa algo ms, no? Pregunt Jacob, quien ya saba leer

en Edward Has tomado tus medicamentos?
No me jodas, Jacob.

Anda Edward, dinos qu te sucedi es sobre lo que pas con

Alice y Bella en la cena?

Qu, qu pas? pregunt Jacob a Garrett y como Edward no

le contest, l mismo resumi la historia:

Alice lleg anoche con novio a la cena de inauguracin del

Instituto. Bella estaba all, se conocieron y en un momento, Bella
decidi interceder, ya sabes.

Oh, por Dios, y qu le dijo?

Algo lo suficientemente estpido como para que Alice saliera

furiosa intervino Edward, alzando su cabeza tras un bufido.
Meti su nariz donde no le corresponda.

No debe haber sido para tanto

Oh, claro que no! Exclam el ogro con irona Seguro Alice
pens que yo se lo ped! Algo ms para estar en mi contra. Seguro
va pensando que voy por ah contando lo que pas, y dejndola a
ella como la villana y a m como la vctima.

Ni siquiera tienes la certeza de lo que le dijo, Edward.

Fui acompaado de Rosalie a la cena, y ella entr en el tocador

cuando ambas estaban all. Estaban discutiendo. Alice estaba muy
sulfurada y descompuesta, seguro Isabella le dijo algo que la hizo
enfurecer.

Tratar de encontrarme con Alice para ver qu sucedi

intercedi Jacob con la mesura que lo caracterizaba. No creo que
sea para tanto

Dejen de quitarle importancia a lo que sucedi! Profiri

rabioso, mirando a sus amigos. Ella no tendra que haberse
inmiscuido en esto. No es asunto de ella.

Seguro lo hizo con la intencin de ayudarte, Edward, no seas as

de duro con ella.

Estoy furioso con ella, Garrett

Entonces ser mejor que la hagas a un lado, no querrs que ella

est cerca ahora, despus que cometi semejante intromisin a tu
privacidad provoc Jacob, haciendo que Edward lo mirara con
brusquedad.

Eso no va a pasar, Jacob.

Por supuesto, una cosa era que estuviera furioso con la demonio y
otra muy diferente apartarla de l de forma definitiva.

Has hablado con ella?

Desde la noche pasada, no. He intentado hacerlo, pero tiene su

telfono apagado, y cuando llamo a su casa, un hombre contesta su
telfono respondi casi gruendo.

Un amigo, seguro, que la est consolando coment Garrett,

provocando a Edward, echndole ms lea al fuego.

Basta! Explot. Que no se atreva nadie a interponerse

entre ella y yo, porque lo voy a quitar de en medio.

Entonces Edward, no hagas algo para que venga otro y tome tu

lugar para consolarla, si es ese el caso del hombre que dices
contest su telfono.

Voy a ir ahora y voy a saber de una vez quien es ese tipo

declar Edward, con la intencin de salir, levantndose del sof,
pero Garrett lo detuvo.

Oh, no, Edward, no hars eso. Tenemos cosas que tratar. Ahora
mismo yo dej a mi chica sola por esta reunin, as que ten la
bondad y pongmonos manos a la obra.

Edward gru algo ininteligible y se sent de regreso, intentando

hacer a un lado su rabia y poner atencin en los negocios que lo
convocaban all con sus colegas.

Al da siguiente, el ogro se levanta y despus de una larga ducha

con agua helada, sale en direccin a la casa de su demonio. No
haba logrado dormir, incluso en medio de la noche la volvi a
llamar varias veces, manteniendo ella su telfono apagado. Haba
sabido por Laurent que ella no haba ido a trabajar porque Carmen
la report enferma. Seguro, pens l, que el tipo ese haba llegado a
hacer de enfermero ya que la ta deba trabajar.

Cuando estaba a unas cuadras del edificio donde ella viva, una
moto aceler y lo adelant, estacionndose justo frente a la puerta
de entrada del edificio. l aparc unos menos ms atrs, detrs de
otro vehculo pues intua, por su furia que volva a nacer en l, que
algo all presenciara.

El tipo de la moto se baj de su vehculo y camin hasta la entrada,

pulsando el timbre y hablando por el intercomunicador. Desde su
posicin, Edward distingui que era el mismo hombre con quien la
vio abrazado la primera vez frente al edificio de la empresa y ms
tarde, fuera de donde l viva.

"Maldito, maldito, qu haces aqu"

Su rabia alcanz niveles colosales cuando la vio salir ataviada de

unos jeans desteidos y ajustados, una casaquilla oscura y un par de
tenis, directo a los brazos del tipo aquel. Apret con violencia el
manubrio entre sus manos cuando el maldito ese la levant sobre el
suelo y la gir en sus brazos, invitndola a subir a la moto, despus
de entregarle un casco.

As que se report enferma el da anterior para no ir a trabajar?

Pues no se vea muy enferma, pens l, luego que la moto se pusiera
en marcha y se alejara de all. Comenz a darle de puetazos al
pobre volate, jodidamente furioso.

Mierda, mierda, mierda! Rugi, agarrndose los cabellos,

volviendo a irrumpir con golpes sobre el manubrio.

En medio de su ataque de rabia, comenz a sonar su telfono, el que

haba lanzado en el asiento del copiloto. Mir la pantalla y vio el
nombre de Rosalie, volviendo a soltar maldiciones, pues saba para
lo que lo llamaba.

Dime respondi cortante.

Uhm hola Edward yo llamaba por lo del almuerzo con tu

abu con la seora Elizabeth, digo.

Mierda!

Si gustas la llamo para excusarnos

No, no hars eso. A medio da ir por ti.

Bien, como digas. Te espero entonces concedi ella, colgando
la llamada. Edward enseguida puso el coche en marcha y
acelerando ms all de lo permitido, en direccin a cualquier parte
para intentar calmarse un poco antes de ir al jodido almuerzo con
Elizabeth Masen.

Odiaba ir a esa casona, odiaba estar sentado con Elizabeth en la

misma mesa escuchando su palabrera, auto exaltndose. Y por
sobre todo, odiaba la idea de saber a su mujer con otro. Malnacido,
cuando le ponga las manos encima!

Hizo caso omiso de las preguntas de su abuela sobre la naciente

amistad entre l y la seorita Hale, alabando a la rubia profesional.
l tuvo ganas de gritarle a la cara que esa encantadora seorita
estaba en ese puesto porque l mismo la haba hecho llegar a ella.
"Carnada para viejas". Una mujer encantadora, que le llevara el
amn en todo era lo que a Elizabeth le bastaba para confiar en
alguien, y l la puso frente a ella en el momento preciso. Rosalie
Hale era parte de su grupo hermtico de amigos que colaboraba con
l para mandar a tierra su imperio; que todas las miraditas y las
salidas que l haca con Rosalie eran slo show para alimentar sus
expectativas y tenerla tranquila, y hacerla bajar su estado de alerta.

Edward tena todo calculado alrededor de Elizabeth, aunque la

aparicin de este comprador misterioso pona sus planes en la
cuerda floja, pero seguro Rosalie hara un buen trabajo. l no iba a
permitir que alguien extrao arruinara sus planes. Elizabeth Masen
y su imperio caera a tierra irremediablemente. l iba a encargarse
de eso. Esa sera su venganza.

Cuando ya haba soportado suficiente en esa casa que le traa tan

malos recuerdos, le hizo una sea a Rosalie para que se levantaran y
se dispusieran a salir de all. De cualquier forma, despus de la
comida, Rosalie haba sumado bonos con Elizabeth. Algo bueno del
maldito almuerzo ese.

Dej a Rosalie en la puerta de su casa, y corri a toda velocidad en

su coche rumbo a la calle donde se emplazaba el viejo edificio
donde su rebelde demonio viva. Se estacion en el mismo lugar que
lo hizo esa maana y esper durante al menos cuatro horas a que el
maldito hombre sobre la moto regresara con ella sujeta a su espalda.

Y el ogro no aguant ms. Se baj del coche caminando como

animal furioso hacia la parejita que rea muy animadamente en la
puerta del edificio con la intencin de subir seguramente a seguir su
animado da.

En un movimiento de cabeza, y mientras se carcajeaba, Bella divis

que Edward se acercaba con paso firme y rostro furioso hacia ellos.
Inmediatamente cambi el gesto de su rostro, mientras sus msculos
se tensaban y su respiracin se agitaba primero por el impacto de
verlo, cosa que siempre ocurra, y porque saba que iba a desatar su
furia contra ella y contra el pobre Sam, que no haba hecho otra
cosa sino ayudarla a palear la pena de lo ocurrido con l.

Se enderez y dio un paso atrs cuando lo vio ya cerca, tomando

por instinto el brazo de Sam, quien se irgui en su metro noventa de
estatura, ponindose a la defensiva.

No me contestaste el telfono el todo el maldito da. Desde ayer

que estoy tratando de comunicarme contigo rugi Edward, sin
anteceder su reclamo con un saludo ni nada. Bueno, no era su estilo.

No no me senta bien

No me digas! Exclam con irona Edward, mirndola de pies

a cabeza. Te veo perfectamente bien ahora.
Bella, entremos a tu casa. No tienes por qu soportar que este
tipo te trate as medi Sam, ignorando a Edward. Tom el brazo
de Bella con la intencin de hacerla entrar, cuando el rugido del
ogro lo detuvo, moviendo su cabeza hacia l con pasmo.

Suelta a mi mujer!

Slo aquel grito inicial impact a Sam, quien se recuper enseguida,

cuando se atrevi a estrechar sus ojos hacia Edward.

Perdona, t mujer? e hizo adems de mover su cabeza hacia

los lados buscando a alguien ms. Bella dio un respingo por el
atrevimiento de Sam en provocar a Edward, despus de lo que ella
le haba contado esa tarde.

Edward dio un paso ms y qued demasiado cerca de Sam. Desde

all, con voz amenazante y ronca, le advirti:

No metas tu fea nariz en esto. Lrgate de aqu o yo mismo te

sacar.

No me digas! Exclam Sam, alzando sus cejas y cruzando los

brazos sobre su pecho. Bella poda ver hervir la ira de Edward y no
quera que estallara, as que decidi mediar entre los dos. Tir del
brazo de Sam para llamar su atencin, logrando que l girara su
vista hacia ella.

No te preocupes, Sam, ya has hecho suficiente hoy por m. Deja

que yo arregle esto ahora.

No voy a dejarte sola con este loco, Bella

Ya la oste, djanos en paz! Intervino Edward, jodidamente

molesto por la confiancita entre ella y ese tipo. Le indignaba
profundamente que estuviera usando ese tonito tan meloso y
condescendiente con l, que no haba hecho otra cosa que meterse
donde no lo llamaban.

Sam y Bella se miraron en silencio durante una fraccin de

segundos, como comunicndose en silencio, prctica que daba el
hecho de que se conocieran tan bien durante tantos aos. Sam solt
aire de sus pulmones y asintiendo en silencio, dio un paso atrs.

Te llamar esta noche para ver cmo ests le dijo, ora vez
ignorando a Edward. Ella torci su boca y asinti silenciosamente.
El moreno y corpulento hombre amigo de Bella, dio una mirada
amenazadora a Edward, antes de caminar hasta su moto y alejarse
de all. Cuando recin eso sucedi, Bella se gir hacia Edward y le
habl calmadamente.

Quiero que te vayas, no quiero hablar contigo

Ni suees con eso, mujer. No voy a dejarte.

No puedes no puedes retenerme junto a ti en contra de mi

voluntad.

Si Sam le hubiese proferido un golpe de estmago con toda su

fuerza hubiera sido un impacto insignificante frente a lo que Bella
provoc en l con esos dichos, que lo hicieron trastabillar hacia
atrs.

T elegiste estar a mi lado, nunca te he retenido en contra de tu

voluntad.

Entonces no lo hagas ahora susurr ella, con el llanto

quemndole la garganta. T necesitas tiempo a solas para poner
en orden tu vida sanar tus heridas, y yo no quiero ser un estorbo
para que eso ocurra dijo, recordando las palabras de su ta.

Ests inventando excusas para alejarte de m estrech sus ojos

furiosos hacia ella. Lo ests diciendo por lo que ocurri con
Alice? Pues entrate, yo slo te quiero fuera de ese embrollo para
que no salgas herida

Como sealo interrumpi apresuradamente, necesitas

hacerlo solo.

Edward asinti, mirando hacia todos lados, excepto a esos ojos

verde miel de la mujer que l amaba y que ahora lo estaba
rechazando.

Muy bien, Isabella Swan. Te dejar en paz, no quiero tenerte a la

fuerza junto a m. Ya s lo jodido que estoy y entiendo que eso te
aleje de m

Edward, por favor

Pero oye bien esto mir hacia ella, con dolidos ojos, para estar
seguro que ella entendiera y recordara lo que l iba a decirle,
aadiendo con voz grave, oscura: querrs volver a mi lado porque
simplemente no soportars estar lejos de m, y cuando eso suceda,
probablemente sea yo quien no te quiera junto a m.

Lo estoy haciendo por ti con llanto asever, ante las crudas

palabras de Edward.

Como sea. Ahora, eres libre de irte con ese tipo, que seguro
estaba esperando su turno para tomar mi lugar.

Sin ms se dio media vuelta y comenz a caminar con su cabeza

erguida hacia su coche para alejarse de all, aunque secretamente l
deseaba que ella gritara a sus espaldas para que se detuviera, cosa
que no sucedi. As lleg a su coche, donde se meti y sin mirar
hacia atrs se alej de la nica mujer que hizo mella en su corazn.
La misma mujer que lloraba en silencio la partida de su amor, con
sus ltimas palabras haciendo eco en su dolido corazn.

Qu lo con esta parejita!

Como siempre, les estoy muy agradecida por vuestras lecturas y

comentarios. De verdad muchas gracias!

Los captulos son hermoseados por Miss Gaby Madriz , mi beta

y amiga, y doa Manu de Marte, encargada de los adelantos
que se entregan en el grupo de facebook, que cambi de nombre
hace poquito, pero que sigue teniendo el mismo link de acceso
(Ahora lo llamamos "Mar de sueos" y el link es
groups/Subversivas/)

Nos volvemos a ver la prxima semana.

Un abrazo gigante para todas ustedes!

Cata!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 18*: Chapter 18
A leer!

Captulo 18.

Y tus lentillas?

Bella, alz su rostro hacia Paul su colega, quien dej para ella
una taza de humeante caf sobre su escritorio. Apenas pudo
sonrerle en agradecimiento, aferrando la taza caliente entre sus
fras manos, esperando que el calor de aquel lquido, aliviara un
poco del frio intenso que senta, frio que se colaba desde sus
entraas, desde lo ms profundo de su ser, de su malherido
corazn

Mis ojos estn irritados, por eso pas de ellos esta maana y
prefer usar mis viejos lentes contest con un hilo de voz,
llevndose la taza a la boca, sorbiendo lquido.

Y llevaba algo de razn. Cuando se llora da y noche, es muy

probable que los ojos se irriten; por aquella razn se los puso, para
ocultar las ojeras y el enrojecimiento de sus ojos, pero sus lentes de
marco grueso no lograban ocultar los rastros del llanto, como ella
deseaba. Y es que su nimo la delataba: la vivaz y alegre Bella se
haba ido de paseo y en su lugar haba dejado a esta chica, cargando
con una dura pena de amor que le rompa el alma en dos. Estaba
ms plida que de costumbre, y hasta su cabello haba perdido
brillo. Realmente pareca enferma.

Oye uhm no quiero meterme, pero te sientes bien? Ayer

se te escuch llorar en el bao y
 Uf, es tardsimo! Interrumpi con aquella exclamacin,
haciendo que el pobre Paul, diera un respingo. Tengo una cita
con el seor Gerber y pasar por m dentro de poco y no tengo
nada listo agreg, levantndose de su silln para rebuscar
cualquier cosa en sus cajones. Su colega entendi el mensaje y se
levant de la silla dispuesto a salir de la oficina de Bella. Antes de
hacerlo, se qued en el marco de la puerta, contemplando con
empata, mientras ella segua buscando cualquier cosa, y desde ah
dijo:

Pasar, Bella. Lo que sea pasar.

Eso fue todo lo que Bella necesit, para que el dique de tristeza
volviera a abrirse cuando la puerta se cerr tras la salida de Paul.

Pasar, seguro el dolor pasar, pero no mientras su arrepentimiento

y su deseo de correr hacia l le quemaban la piel, porque la lejana
la estaba dejando al lmite de sus fuerzas. Y deseaba revertir la
situacin, correr a su lado y dejar que l la estrechara en sus fuertes
brazos, con posesin, como siempre lo haca pero el eco de sus
ltimas palabras la congelaba:

"Querrs volver a mi lado porque simplemente no soportars estar

lejos de m, y cuando eso suceda, probablemente sea yo quien no te
quiera junto a mi".

Basta Bella, basta! Se auto reprendi, cubrindose la cara con

las manos, sintindose frustrada por ese sentimiento tan amargo que
la arrastraba. Nunca antes se sinti as por nadie.

Aquella maana se haba levantado con la idea de enfrentarse

dignamente a un nuevo da, concentrarse en trabajar y dejar que el
tiempo y la pena pasaran, pero no pudo hacerlo. Edward Masen
segua dominando su concentracin, su deseo, su mente y su
corazn.

Pero deba intentarlo. Deba seguir adelante

Los golpes en la puerta de su pequea oficina la ayudaron a

centrarse, tomando varias bocanas de aire antes de permitir la
entrada a cierto hombre mayor que ingres a esta. Iba vestido con el
aspecto relajado que cuando lo conoci: una camisa azul cielo y
rallas blancas y un pantaln de tela gris, atuendo semi formal pero
muy sofisticado.

Seorita Swan, buenos das salud el seor Damian Gerber

mientras cerraba la puerta y se acercaba al escritorio para extender
su mano hacia Bella, quien no se demor en responderle al saludo
de la mejor forma que pudo.

Seor Gerber, buenos das.

Uhm espero no haber llegado en mal momento, no se ve usted

muy bien que digamos concedi sentndose en la silla frente a
ella, que ya haba tomado posicin en su lugar. Bella torci el gesto
y se alz de hombros, para restarle importancia.

Estar bien.

Seguro as ser y yo creo que tengo un par de mtodos que

funcionan para olvidar las penas coment, alzando
sugestivamente sus cejas. Ella se ech hacia atrs un poco
sorprendida.

Perdone?

El atractivo hombre de ojos grises y voz profunda y fascinante logr

sonrojar a Bella, quien lo mir con sus ojos verde miel como dos
grandes platos. l neg con la cabeza mientras se carcajeaba,
intuyendo lo que la seorita Swan haba pensado, tergiversando sus
intenciones.

Seorita Swan, tengo nada menos que una fbrica de chocolates,

el remedio universal para cualquier clase de pena.

Oh oh, por supuesto.

Tuvo que bajar su vista de los ojos grises tan clidos y seductores
que la contemplaban, habindose ella olvidado de la primera
impresin que el muy atractivo hombre le provoc cuando se
conocieron. As que decidi ponerse manos a la obra, tomando sus
cosas y saliendo enseguida junto al empresario rumbo a la compaa
sobre la cual deba montar un plan de marketing.

Llegaron a las instalaciones de la empresa que diriga el seor

Gerber tras veinte minutos de camino, un edificio de tres plantas,
dominado por piedra y madera, y las ventanas francesas que
destacaban en el frontis, dndole un toque hogareo al lugar, ms
que una empresa.

Al frente estn las oficinas comerciales, las salas de exhibicin y

hacia atrs los galpones donde se elaboran los productos explic
el seor Gerber, mientras caminaba con Bella hacia la entrada.

Es un lugar muy lindo.

S, tuvimos suerte de encontrarlo, adems est en un sector

estratgico coment, observando el entorno rodeado de otras
empresas pequeas, adems de un parque justo frente a la empresa
pensamos abrir una cafetera y una chocolatera con un ambiente
familiar, ya sabe.
Sera estupendo.

Pero vamos, entremos dijo abriendo la puerta de acceso,

siendo saludados por las dos secretarias que saludaron a los recin
llegados con una clida bienvenida. l pidi le llevaran a su oficina
dos cafs y una muestra muy variada de regalo para la seorita
Swan, quien sonri en agradecimiento.

Disfrut en el trayecto de contemplar las instalaciones las que

daban un aspecto clido y familiar que a ella le encant. Pareca
como si el slo ambiente del lugar le hubiese levantado el nimo tan
alicado que la haba dominado.

Llegaron a la oficina del seor Gerber, un lugar con la medida

precisa, decorado en tonos blancos con detalles en madera, con una
mesa redonda de vidrio a un costado, junto a un ventanal que daba
a la calle, frente al antiguo escritorio del jefe. Haba fotografas en
sepia colgadas en las paredes y plantas de sombra, que daban vida
al interior de la oficina.

Decidieron ubicarse en la mesa redonda y mientras ella comenzaba

a explicarle sobre el resultado de algunos estudios previos que
realiz, una de las secretarias entraba con una bandeja pequea con
dos tazas de caf sobre esta y en la otra una canasta llena de
chocolates. Bella no pudo evitar pasar la lengua por sus labios
cuando la mujer puso frente a ella la canasta llena de delicias.

Bueno, seorita Swan, no mire tanto la canasta y brala de una

vez! Debe probar el producto para tener mejores ideas del trabajo
que realizamos.

Dios, s! Exclam, desatando el nudo que amarraba el papel

de celofn transparente. Eligi un bombn redondo, adornado con
mostacillas dulce de colores, y se lo llev sin miramientos a la
boca, cerrando los ojos y gimiendo de satisfaccin.

Despus de una muy productiva reunin mientras ella de tanto en

tanto meta su pequea mano dentro de la hermosa canastita y
sacaba un bombn de chocolate, el seor Gerber le ofreci, para
luego darle un paseo por el resto de las instalaciones. Ella acept
gustosa, levantarse de la mesa y acompaar al empresario en el
recorrido.

S muy poco de su vida, Sr. Gerber comenz a preguntar

ella mientras caminaban por los pasillos, siendo interrumpida por el
empresario, quien detuvo su caminata y girndose hacia ella le dijo:

Seorita Swan, deje de llamarme Sr. Gerber, por favor.

Simplemente dgame Damian.

Slo si usted, me llama Bella.

De acuerdo asinti l, retomando la marcha. Y dgame, qu

le intriga saber de m.

No s cmo comenz el negocio quizs, es de su familia?

Ah, bueno ms o menos suspir fuertemente y retom el

relato. Soy hijo de un humilde pastelero. Nunca conoc a mi
madre pues muri al dar a luz. Mi pobre viejo se hizo cargo de m
con mucho esfuerzo, en medio de penurias econmicas

Pero seguro sali adelante, ya que tienen esta empresa

No exactamente. l muri siendo muy humilde cuando yo era

joven. Esta empresa digamos la hered de un hombre que me
quiso como al hijo que nunca tuvo, de l hered todo esto.
 Cmo lo conoci?

Llegu a su empresa buscando trabajo. l era un magnate

excntrico y pues vio en m el ahnco y el deseo de surgir. Comenc
desde abajo, limpiando baos. Poco a poco l me iba dando ms
confianza, asignndome trabajos que iban en escalada, hasta que
supo que poda ser bueno en los negocios, llegando a ser su mano
derecha

Como el Sr. Witherdale lo es para usted.

S, como James lo es para m asinti, mientras seguan

caminando. Se encari conmigo, y me quiso como un padre
quiere a un hijo, sabes? Y yo lo quise a l con el mismo cario. Me
ayud en el momento que ms necesitaba una mano.

Vivi en Suiza?

S, emigr de aqu con l. Viv all muchos aos hasta que me

estabilic pero nunca cort los lazos con este lugar.

Es casado? se apresur en preguntar ella, entendiendo que un

hombre con semejante atractivo no lo fuera, que no tuviera a
alguien que lo amara o a quien amar.

Damian entonces torci su gesto y llev automticamente una mano

hasta su pecho, como si la pregunta de Bella sacara a relucir un
dolor hondo.

Soy viudo.

Oh yo lo siento lo siento mucho.

No te preocupes.
 Y sus hijos?

Otra vez, el dolor cruz el pecho de Damian, teniendo que cerrar los
ojos y respirar para acallar el dolor. Carraspe y forzando una
sonrisa, mir a Bella, cambiando radicalmente de tema.

Por ese sector, estn emplazados los galpones de fabricacin.

Demos un vistazo, le parece? Dijo, indicndole con el brazo a
seguir. Ella asinti en silencio, incmoda por saber que por sus
indiscretas preguntas, perturb al hombre que no haba sido otra
cosa ms que amable con ella. Le estaba agradecida, pues l sin
saberlo, la haba ayudado a ocupar su mente y mantenerla alejada
de recuerdos dolorosos.

Damian!

Al llamado aquel, ambos se giraron y vieron que, James Witherdale

se acercaba. Cuando lleg hacia ellos, salud a Bella con una
inclinacin de cabeza y una sonrisa que hacia relucir sus blancos
dientes y sus brillantes ojos azules. Iba impecablemente vestido de
gris claro y camisa impoluta, destacando su corbata azul que
combinaba a la perfeccin con sus ojos.

Que gusto! Es bueno tenerte por aqu se apresur a decir

James, haciendo sonrojar a la pobre Bella. El hombre era atractivo,
seductor, y l lo saba. Seguro sacaba provecho de eso con las
mujeres, seducindoles slo con hablarles

"Concntrate, Bella"

No incomodes a Bella, James le reprendi Damian.

No era mi intencin.
No me incomoda, no se preocupe respondi ella, levantando la
cabeza cuando sinti que haba recuperado la compostura. James le
sonri observndola con una chispa de diversin.

Bueno, yo vena a decirte que me voy a la cita para cerrar el

trato.

Espero me traigas buenas noticias, James.

Cuenta con ello. Ahora me voy, no quiero hacer esperar a la

seora se despidi con un apretn de manos de Damian,
extendindole luego su mano a Bella, quien se apresur a
responderle con el mismo gesto. Espero verle ms a menudo por
aqu, Bella

Se... seguro.

Vete, James! Exclam Damian.

Ya me voy, ya me voy! Exclam l, dando media vuelta,

dejando a Bella y a Damian solos. Este ltimo neg con la cabeza y
mir a Bella con un gesto de disculpa.

Perdnalo, Bella, este hombre es un descarado con la mujeres.

No se preocupe, en serio.

Bueno, sigamos con el paseo entonces, quiero comentarte un par

de cosas ella asinti sonriendo, siguiendo el camino que Damian
le indicaba.

Cuarenta minutos ms tarde, James Witherdale estacion su coche

en la entrada de la gran casona, propiedad de Elizabeth Masen,
quien esperaba por l para delinear algunos aspectos del contrato
que los unira como socios. Suspir quitando la llave del contacto,
mientras observaba la inmensa mansin, deseando pasar de aquel
encuentro, pues no era esa una negociacin que le quitara el sueo
ni mucho menos, pues saba que era ms lo que se perda que lo que
se ganaba, y Damian lo saba e insista en que lo que ganara sera
satisfactorio para l, por lo que sali del coche encaminndose a la
gran casa, donde fue recibido por una mujer del servicio que lo llev
hasta una sala donde la seora Masen le esperaba, acompaada de
una mujer.

Bienvenido, Seor Whitherdale. Tengo todo listo para comenzar

nuestra reunin dijo Elizabeth, mientras estrechaba la mano de
James. Despus que lo hizo, indic a una mujer que la acompaaba,
presentndola. Ella es Rosalie Hale, mi representante en la
empresa y abogada.

James y Rosalie estrecharon sus manos muy profesionalmente,

mientras ella lo evaluaba y l haca lo mismo, pensando en que iba a
ser el heredero natural de la fortuna de Elizabeth, quien estara en la
reunin con ellos, y no la dama.

Pens que su representante era el seor Edward Masen.

Es uno de mis representantes, pero esta vez he decidido que

Rosalie nos acompae, es abogado ella podra ver algo en los
contratos que a nosotros se nos escape dijo a modo de
justificacin.

No hubiera habido problema. Yo soy abogado.

Mejor an, seor Witherdale. Pero tome asiento por favor, no

demoremos ms dijo la mujer, indicndole un asiento a su
costado, frente a Rosalie, que tomaba posicin del otro lado. l sac
los papeles de su maletn y su tableta electrnica mientras Rosalie
haca lo mismo. Extendi hacia l unos documentos, en los que se
detallaban las exigencias que la seora Masen peda. Entonces l
hizo lo mismo y extendiendo una copia para cada dama donde se
detallaban los requerimientos de la sociedad que James
representaba para la participacin en las empresas.

Bueno pues, comencemos entonces concedi James, poniendo

su atencin en el documento entre sus manos.

Despus de ms de dos horas de repasar los puntos y las

disposiciones de ambas partes, se procedi a la firma del contrato
preliminar de participacin para la compaa que James representa.

Bueno pues, la firma definitiva se har en las instalaciones de la

empresa en cinco das ms. Espero que sea el tiempo suficiente para
que usted y el resto de los socios revise los trminos que hemos
planteado indic Rosalie, guardando una copia del prospecto en
su maletn para drsela, a Edward. Segua parecindole todo un
misterio el hallazgo de aquel inversor representante de una firma
internacional que tena una reputacin intachable y que no entenda
ella por qu llegaba a salvarle el trasero a Elizabeth Masen y su
empresa, si era bien poco lo que ganaba a simple vista, claro.

Me comunicar personalmente con usted, seorita Hale, para

confirmar la hora de nuestra prxima cita.

Ir acompaado por alguien ms de su compaa?

Ciertamente; el dueo es quien debe firmar.

Eso es correcto, estoy ansiosa de conocerlo coment Elizabeth,

acompaando al caballero a la puerta. Tras un riguroso saludo de
despedida, James camin hacia su coche y mientras lo haca le
marc a Damian que le contest casi enseguida.

Est todo listo, Damian.

Perfecto, James. Lleg la hora de salir a la luz dijo Damian,

quien tras darle unas indicaciones a James, colg. Se recost sobre
su asiento y solt un largo suspiro, preparndose para el prximo
paso que deba dar.

** OoO **

En el piso veintiocho del rascacielos de platino y vidrio donde se

asentaban las oficinas de Masen & Co", las puertas del ascensor se
abrieron y desde este sali una muy enojada monja, dispuesta a
enfrentar al ogro jefe del lugar, a quien dicho sea de paso, ella no
tema. Se encomend a Dios a que le diera sabidura mientras se
acercaba hasta la sonriente nueva secretaria del ogro en cuestin.

Est en su oficina?! Pregunt ella, muy seria, haciendo un

movimiento de cabeza hacia la puerta. Nadia, la secretaria, asinti.

S, madrecita, puede pasar.

Gracias, hija.

Sin golpear, la hermana Gabriela abri la puerta y vio a Edward

muy concentrado leyendo algo en la pantalla de su ordenador. El
hombre levant su vista y arrug su frente. La monja se cruz de
brazos, delatando su gesto de molestia cuando estuvo frente a l, al
otro lado de su escritorio.

Madre?

Nada de madre, Edward! Dime una cosa, ya almorzaste?

No tengo tiempo admiti sin importancia, volviendo su atencin
al ordenador. Internamente, l ya saba lo que se le vena encima
con la visita de la monja. Ella en tanto tuvo que tragar el nudo de
preocupacin que se form en su garganta al verlo tan plido y con
una evidente prdida de peso. Y qu decir de sus ojeras

Lleg preocupada por l despus de la ltima visita que ella y la

hermana Manuela le hicieron, y despus de recibir la visita de
Garrett y Kate, quienes le comentaron lo preocupados que estaban
por Edward. As que decidi no dejar pasar ms tiempo y fue a
hablar con l.

Pues yo tengo hambre y ya es la hora de comer, as que levntate

de ah y acompame.

Madre, de verdad, estoy ocupado

Ocupado perdiendo peso! No me contradigas y levntate de ah

si no quieres que yo mismo te tironee y te arrastre a la fuerza a
comer algo, porque saber que soy capaz de hacerlo, y me importar
un comino que tengas ms de treinta aos.

Edward rod los ojos, recordando los aos de su infancia cuando

esa misma monja lo iba a sacar de la biblioteca y lo llevaba a la
rastras al comedor, y estaba segura que ella no demorara en hacer
lo mismo, no importndole que l ya era malditamente mayor como
para decidir cundo coma y cuando no. As que se ahorr el mal
rato, baj la pantalla de su ordenador y se levant de su asiento.

No me queda de otra, verdad? Pregunt malhumorado,

mientras se pona su chaqueta negra. Ella mene en respuesta,
esperndolo junto a la puerta con actitud imperturbable.

Salieron del edificio y decidieron caminar un par de cuadras hasta

un restaurante que haba all cerca. Durante el trayecto, ninguno
dijo nada. Ella iba tragndose la preocupacin de verlo tan dbil y l
ya iba preparndose para la conversacin que tendra con la
religiosa, pues intua de qu se trataba. Odiaba tener esos espacios
de tiempos desocupados sin nada en qu poner atencin, pues su
cabeza comenzaba a correr con velocidad sobre los hechos que lo
tenan en ese estado tan penoso, ocurridos hace das atrs.

Furioso y desesperado. Ansioso y jodidamente triste eran los

sentimientos que lo inundaban sobre todo en las noches cuando se
quedaba a solas en su departamento, recordando a recordndola.
A ella, a su demonio traidor. Qu estara haciendo ella ahora que l
estaba lejos? Haba dejado que el tipejo ese la consolara? Cuando
lo pensaba, apretaba sus puos con violencia. Cuando la imaginaba
compartiendo tiempo con ese hombre, lo carcoma la rabia.

"No puedes obligarme a estar contigo" le haba dicho. Pero sus

sentimientos por esa nia eran tan arrebatadores, que pensaba que s
poda obligarla. Y eso mismo lo detena de ir y reclamarla, como
hace rato ya lo hubiese hecho.

Entraron con la madre Gabriela al pequeo restaurante, ubicndose

en una mesa junto a una ventana. El da estaba esplndido y por el
ventanal entraba la luz del sol que la monja agradeci, a diferencia
de Edward que hubiera preferido encerrarse en su cuarto a oscuras.
Porque era as como se senta.

No puedo creer que este fin de semana se nos case Jacob

dijo ilusionada la madre, mientras contemplaba hacia la calle por la
ventana. Edward suspir, abriendo la carta de comidas que una
mujer acababa de dejar sobre la mesa.

Ya era hora. No s cuntos aos lleva comprometido

 Piensas casarte algn da? Pregunt la monja como si nada. l
apenas alz sus ojos con molestia, sin dedicarle una respuesta a esa
pregunta que consideraba tan estpida. A pesar de su mutismo, ella
sigui con sus ideales acerca del tema: Yo te veo casado, con una
mujer hermosa, como Bella, y lleno de nios revoloteando por ah

Basta, madre! Exclam tajante, dejando la carta sobre la mesa

con violencia. Apretaba su mandbula con fuerza, al igual que sus
puos sobre sus muslos. La dichosa monja se estaba pasando de la
raya. Pero ella ni se inmut, desviando tranquilamente su cara hacia
el enojado ogro.

Es por ella que ests as, verdad?

Hermana Gabriela, de verdad, es suficiente pidi con fastidio,

pasando la mano por su peinado cabello, sabiendo que la peticin
sera en vano, pues la religiosa era obstinada. Y por supuesto, dio en
el clavo.

Hijo, hblame mira cmo ests, me tienes tan preocupada

estir las manos sobre la mesa para intentar tomar las de l entre las
suyas, pero Edward las escondi bajo la mesa, sobre sus muslos.
Aun as, la monja continu las relaciones son as, tienen sus altos
y bajos, pero cuando realmente se aman, esas cosas son
superables

En una relacin normal, madre gru Realmente usted cree

que alguien que alguien como ella puede estar con un hombre
como yo? Mi oscuridad terminara ahuyentndola no deb
ilusionarme

De qu oscuridad me hablas, hijo rebati con su pecho apretado

por la pena no hables as de ti. Eres un hombre que ha sufrido,
como muchos otros y que tiene todo el derecho a sobreponerse
derecho a amar y sanar, hijo.

Para disfrutar de ella o con ella, primero debo finiquitar mis

asuntos, madre. Mientras mi pasado lo lleve a cuestas, mientras no
me encargue de eso cerr los ojos y apret el puente de su
nariz No deb dejarme llevar tendra que haberla alejado.

Tan malo fue, Edward? Tan mal lo pasaste a su lado como para
dejar que se acabe as?

Oy la voz de su demonio, su risita coqueta y cantarina. Poda oler

el aroma a rosas caracterstico de ella en cualquier parte. Segua
sintiendo el sabor de su boca, la textura de su piel cuando se
hunda en ella incansablemente. Malo? Su tiempo junto a ella haba
sido el paraso, tanto as que por momentos olvidaba todo el infierno
que lo rodeaba. Se haba terminado entonces, como deca la
monja? l la saba suya, la senta suya, para siempre pero y ella?

"Soy tuya, Edward, soy tuya, para siempre" grit ella alguna vez en
medio de un orgasmo lo era en verdad? Por qu entonces
decidi hacerse a un lado? Su cabeza era un maldito lo.

Madre, quizs este no era el momento quizs ms adelante

no s

Hijo con voz maternal, extendi una vez ms sus manos sobre la
mesa y tom las manos de Edward quien ahora no rechaz el toque.
Se oblig a mirarla y agradeci en silencio una vez ms, la
preocupacin de esa mujer hacia l. El respeto y el cario que
albergaba por esa religiosa lo oblig a orle lo que iba a decir no
pierdas la fe, as como no has perdido la fe sobre recuperar a Alice,
no te des por vencido con ella. Si se aman, eso es suficiente.
Edward suspir y asinti despacio cuando contest en un susurro:

Ojal, madre. Ojal as sea.

**OoO**

Otra vez de compras, querida? Pregunt el doctor Carlisle

Cullen con tono risueo a su amada interlocutora al otro lado de la
lnea telefnica. Ella se carcaje con su tono melodioso de siempre
antes de responder:

Alice tiene la boda de un amigo la prxima semana, Jacob Black,

y me pidi que la acompaara para comprar algo ideal para la
ocasin. Y pues yo vi unas cosas lindas para m ya sabes

Mujeres Y ya almorzaron?

Vamos ahora mismo en busca de un lugar.

No es posible cmo las compras puede inhibirlas de apetito, son

casi las cuatro!

No es para tanto, querido rebati ella en broma. Y a qu

hora regresas esta noche?

Pretendo estar a las siete en casa, cario.

Te esperar con algo rico, s?

Estupendo. Hasta la tarde entonces.

Hasta la tarde, cario.

El doctor colg con una muy grande sonrisa en sus labios,

provocada por el amor que su mujer le provocaba desde el mismo
da que la conoci. Estaba enamorado desde aquella vez, tanto que
ni la incapacidad de concebir hijos pudo echar abajo ese amor.
Adems, la vida los haba premiado con creces con la llegada Alice,
por lo que no poda ser ms feliz.

Se reubic en su asiento a revisar su correo electrnico cuando la

llamada por el intercomunicador con una de las secretarias lo
interrumpi.

Doctor, una persona sin cita pide verlo, si fuera posible

Uhm mir la hora de su reloj y efectivamente no tena ms

citas sino hasta dentro de cuarenta minutos, as que haciendo mella
de su corazn bonachn, accedi a verlo. Hgalo pasar y si tiene
algn historial clnico aqu, bsquelo y me lo hace llegar.

Como ordene, doctor.

Minutos despus, estaba haciendo pasar a un hombre ms o menos

de su edad, que a simple vista se vea muy saludable, pero ya saba
l que los problemas cardiacos, su especialidad, nada tenan que ver
con el aspecto exterior muchas veces.

Por favor, tenga la bondad de pasar accedi amablemente el

doctor, pidindole al paciente que se sentara al otro lado de su
escritorio, mientras l tomaba lugar frente al recin llegado, quien
tena sus ojos puestos en una fotografa de sus dos mujeres que
descansaba sobre la mesa.

Dgame, en qu lo puedo ayudar quiso saber Carlisle en tono

amable y profesional. El recin llegado con dificultad sac sus ojos
grises de la fotografa, y cuando mir directo a los ojos del doctor,
este sinti algo en su pecho, como dndole aviso de que algo iba a
pasar.

Bueno doctor, me urge hablar con usted de un tema delicado.

Lo conozco? fue la pregunta intuitiva que Carlisle solt.

Saba que en los ojos, en la mirada de ese hombre haba algo que le
haba recordar a alguien, no estaba seguro a quien.

No doctor, no me conoce. Bueno, personalmente no me

conoce

A qu se refiere? ahora las alarmas en la cabeza del doctor

comenzaron a sonar con cautela. Damian volvi a desviar sus ojos
hacia la foto y sonri con tristeza.

Su esposa?

Mi esposa y mi hija, s.

Damian cerr los ojos por fraccin de segundos, volviendo a

abrirlos enseguida, mirando al expectante doctor.

Mi nombre es Damian Gerber Damian Brandon en realidad y

soy iba a aclarar, pero Carlisle se puso de pie como reaccin
inmediata, automticamente, con su mirada dura hacia el hombre
quien continu sentado, con la explicacin a medio terminar.
Muchas cosas en su cabeza encajaron, recuerdos, nombres del
pasado, por lo que no fue necesario que dijera nada.

Nada tengo que hablar con usted. Comunquese con mis

abogados si pretende

Un momento, Carlisle, no malinterprete mi visita, por favor.

La mirada de splica que Damian le dedic a Carlisle, que parece
adems esconda detrs de esos ojos un montn de sufrimiento y
tormentos que le helaron la sangre al doctor adems, ah supo a
quien le recordaba esa mirada, incluso el color de los ojos.

Suspir entonces, confiando en su intuicin, volvi a tomar asiento

muy lentamente, luego del shock que signific para l encontrarse
cara a cara con ese hombre.

Qu es lo que quiere, qu vino a hacer aqu despus despus de

tanto tiempo

Cada da que pas, despus de tom una respiracin

profunda, para controlar sus emociones, antes de continuar
despus que perdiera a mi familia, pes sobre mis hombros, sobre
mi alma

No entiendo qu viene a hacer despus de tantos aos, si me

permite decrselo.

Por supuesto y est en todo el derecho de recriminarme, lo nico

que le pido es que no me juzgue antes de conocer mi historia. Si
usted presume que vine a recuperar lo que perd despus de todo
este tiempo, pues lleva en parte algo de razn, pero antes de
acercarme a ella, quise hablar con usted, no puedo pasar a llevarlo.

Dios mo! Exclam Carlisle, pasndose la mano por el cabello

. Sabe usted todo lo que ocurri? Se hace una idea de todo el
sufrimiento que usted podra haber evitado?

En el momento en que quise hacer algo, estaba de manos atadas.

Se lo juro.

No me jure nada, yo soy consciente de los hechos usted no

estuvo cuando cuando los suyos lo necesitaron defendi
Carlisle su postura con algo de crudeza. Damian tuvo que bajar los
ojos, avergonzado de que la lgica de los hechos no jugara a su
favor.

Todo lo que ha pasado me ponen como el malo de la historia, lo

s pero si usted supiera

Entonces dgame, necesito entender exclam el doctor con

confusin.

Otra vez, los ojos tristes de Damian se fueron hacia la fotografa

sobre la mesa, deseando el doctor como un instinto de proteccin,
tomar dicho retrato y esconderlo en su pecho, al menos hasta que
tuviera una idea de lo que ocurra.

Las cosas en mi matrimonio con mi difunta esposa, no andaban

nada bien. Estaba fuera de control, y no poda hacer nada. La
amaba, pero un da me sac de mis casillas, sobrepas mis lmites y
pues reaccion saliendo de la casa, dispuesto a buscar ayuda para
ella, pero cuando regres, al parecer ya demasiado tarde.

"Al da siguiente volv con la idea de tomar cartas en el asunto, pues

entend que era peligroso en el estado de mi mujer, dejarla sola con
los nios adems la amaba a pesar de todo, pero cuando volva,
ya no haba nadie. Los vecinos, que casi me linchan, explicaron que
los loqueros se llevaron a mi esposa y la ley a mis hijos. En el
hospital no me permitieron verla y mis hijos estaban bajo custodia y
no poda acercarme a ellos hasta que un psiclogo hablara con
ellos."

"Yo estaba desempleado, tena a mi esposa enferma y dos hijos que

mantener. Servicios sociales no me permiti acrcame a ellos, ni
siquiera una visita. Ms tarde supe porque se opona esa muralla
de obstculos. Un abogado de una corporacin social acept
ayudarme para ver y recuperar a mis hijos. Consegu un trabajo y
cuando finalmente iba a conseguir a mis nios me metieron a la
crcel."

Por qu lo encarcelaron? pregunt Carlisle con un hilo de

voz.

Yo no hice nada, se lo juro.

No pudieron meterlo a la crcel por nada

Seor Cullen, cuando gente de poder quiere deshacerse de los

obstculos, lo hace.

A qu se refiere?

Alguien me mand a vincular con un grupo de trfico de drogas.

Metieron droga en la pieza que rentaba y en, un operativo sorpresa
la encontraron.

Es increble pero cuando habla de gente de poder

Elizabeth Masen.

Carlisle cubri sus ojos con la palma de su mano, sintiendo que todo
lo que ese hombre le deca tena mucho sentido, cuando Elizabeth
Masen estaba involucrada. Alz su rostro y mir el techo,
suspirando, como desesperndose, mientras Damian no poda sacar
los ojos del retrato.

Es hermosa coment con voz rasposa, producto de todas las

emociones que se agolpaban en l ahora que sacaba a flote su
pasado.

Usted quiere hablar con ella?

S, si me lo permite.

Ella puede elegir hablar o no con usted. Yo no voy a forzarla a

nada.

Lo entiendo, pero puedo pasar por encima de usted, se lo dije.

Puedo apostar que la quiso y la quiere como si fuera hija de su
sangre y yo no puedo sino estar agradecido de eso y respetar ese
lazo.

Pero hay ms cosas que usted tiene que aclarar. Despus de que
usted desapareciera, los nios quedaron muy daados y

Seor Cullen, estoy al tanto de todo lo que ocurri, y mi intencin

es solucionar lo que no pude en el pasado admiti con dolor en sus
palabras. Aun as, el doctor Cullen continu explicando para que el
hombre frente a l dimensionara todo lo que haba ocurrido en su
larga ausencia.

l fue quien sali ms daado de todo esto usted no se imagina

el hombre en quien se convirti

De momento, quiero hacer una cosa a la vez. Permtame

acercarme a Alice, es lo que le pido

No puedo impedrselo.

Si no est poniendo obstculos, es porque sabe que lo que le digo

es cierto. Slo slo djeme intentarlo y si ella no quiere, pues
 Quiere que le diga que usted estuvo aqu?

No. Yo ir a ella, s dnde trabaja. Si ella no quiere verme o

escucharme, pues alz sus hombros y neg con la cabeza, sin
siquiera pensar en que ella no quisiera orlo.

Haga lo que considere pertinente, slo no la presione, se lo

suplico, ella ya bastante ha sufrido con todo esta historia.

Pierda cuidado. Y Carlisle, muchas gracias por creer en m.

No s por qu, pero s que me dice usted la verdad, slo espero

que el que usted haya aparecido, no sea sino para mejorar esta
situacin.

Damian se hizo hacia adelante y extendi una mano hacia Carlisle,

quien la recibi y la apret levemente, como cerrando un trato o un
pacto. Slo esperaba estar haciendo lo correcto, por el bien de su
hija.

Ay Dios!

Muchas gracias como siempre por vuestra entusiasta compaa

para con este ogro y sus aventuras. Gracias por comentar y
seguir leyendo esta locura.

El captulo de hoy est dedicado a Miss Gaby Madriz, me beta

adorada y mi amiga, que pese a estar bien enfermita, no fall
con el captulo. ERES LO MXIMO, MI GABY! Tambin a
miss Manu de Marte, que pese a todo el trabajo que tiene,
tambin est pendiente de darles los adelantos en el grupo.de
facebook, que cambi de nombre hace poquito, pero que sigue
teniendo el mismo link de acceso (Ahora lo llamamos "Mar de
sueos" y el link es groups/Subversivas/)

Nos volvemos a ver la prxima semana.

Un abrazo gigante para todas ustedes!

Cata!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 19*: Chapter 19
A leer!

Captulo 19.

Aquel viernes, la via donde se celebrara la boda de Jacob Black,

estaba lista para comenzar a recibir a los invitados. Su da haba
llegado y el novio se senta caminando sobre las nubes, dichoso y
feliz, ansiando el momento del s frente al altar que se haba
dispuesto en el lugar para la ceremonia religiosa, la que comenzara
a eso de las siete de la tarde o cuando la novia llegara.

Jacob reciba a los invitados con una sonrisa ancha y agradeca la

presencia de sus amigos asistentes. As, con la felicidad y el
nerviosismo propio de la ocasin, recibi a Edward, quien estrech
su mano cuando fue su momento.

Me alegro mucho que hayas venido asegur Jacob con

sinceridad. Edward alz sus cejas y torci su boca en un amago de
sonrisa.

Y perderme cmo pones el lazo a tu cuello? Ni loco me perdera

eso.

Yo slo rasc el novio su nuca y alz sus hombros.

Lamento que no vengas acompaado por

No empieces, Jacob. Hoy no.

Vale, vale.

Los dems, ya llegaron?

Pues s, estn adentro.

Me voy con ellos, y puso una mano sobre el hombro de

Jacob cuando agreg con gesto fraterno: me alegro mucho por ti,
Jacob. Se te ve muy feliz y es algo que mereces sin duda, amigo.

Jacob trag grueso por la emocin de esas palabras, porque Edward

muy pocas veces dejaba salir esos arranques de ternura que no era
propio de l. Ellos eran amigos, hermanos, en las buenas y en las
malas, y que Edward pese a todo lo que estaba pasando, hubiera ido
hasta all para acompaarlo y le hubiera dicho esas sinceras
palabras, era algo que lo emocionaba, como un regalo en su da ms
importante.

Gracias, Edward fue todo lo que dijo antes que el ogro

caminara por entre la gente hasta dar con el resto de sus amigos.

Durante la ceremonia, Edward, no estuvo pendiente de las palabras

del anciano reverendo, a quien l conoca desde su niez, sino que,
estuvo pendiente de, por si entre la multitud, apareca cierto
demonio, que literalmente lo tena padeciendo en medio del
infierno, quien sabia tambin estaba invitada a esa ceremonia. Pero
nada que la vea. Se habra estado escondiendo? A caso se haba
atrevido a ir con el desgraciado de la moto y estaba evitando que l
la viera? Si era as, no estaba seguro de cmo reaccionara.

La ceremonia acab pasadas las ocho de la noche, entre aplausos,

cuando la feliz pareja de recin casados sell sus votos con un beso.
Caminaron por el pasillo entre una lluvia de ptalos blancos, y se
apartaran con la familia para las fotografas de rigor, mientras los
asistentes se trasladaban a otro sector de la via, donde sera el
banquete de celebracin.
Se vea hermosa la novia, verdad? Pregunt Kate a Garrett, de
quien iba tomada del brazo. l la mir y asinti, dejando un beso en
su frente.

Pero t, querida, ests peligrosamente cerca de opacarla. Te ves

sencillamente maravillosa.

Kate sonri y se empin sobre sus ya altos tacones, para dejar un

beso en los labios de su hombre, que esa tarde no haba parado de
elogiarla. Edward junto a ellos, no pudo hacer otra cosa sino rodar
los ojos por ese arranque meloso.

Llegaron hasta donde se encontraba Emmett y Rosalie, quienes

charlaban animadamente con las monjas. Se saludaron y
comenzaron a conversar, aprovechando Edward de volver a evaluar
a los invitados, a ver si daba con la cara que hace rato buscaba, pero
nada. En vez de eso se encontr con una menuda mujer de pelo
corto y negro, quien conversaba con otro grupo de personas varios
metros ms all. Alice. Se vea hermosa, pens Edward, y no por el
vestido azul elctrico que le quedaba muy bien, sino por la sonrisa
sincera que adornaba su rostro. Hubiese deseado l que ella sonriera
de igual forma con l lo conseguira alguna vez?

Se ve encantadora, verdad? Pregunt la hermana Gabriela,

ganndose junto a Edward y mirando hacia el mismo lugar que l,
hacia donde Alice se encontraba del brazo de su novio.

S.

T, tambin te ves muy guapo dijo ella, aparatndose y

mirando al ogro de pies a cabeza. No digamos que su atuendo era
algo novedoso, pues era uno de los tpicos trajes negro, Armani por
supuesto, camisa de seda italiana, blanca y zapatos importados.
Edward estrech su mirada a la monja ataviada de su hbito negro,
la que aferraba una copa larga adornada con un sombrerito de
papel.

Est bebiendo, madre?

Oh, claro que no! Nada de alcohol, ya sabes. Es un rico mix de

jugos, quieres probar?

Me ira bien un vaso de whisky, la verdad.

Edward, acabamos de salir de una ceremonia, no puedes esperar

un rato? Pregunt Emmett, unindose a la charla. Algo
comenzaron a hablar la monja y Emmett, aprovechando Edward de
volver sus ojos hacia los asistentes, pero nada que encontraba a
quien l estaba buscando.

Ests buscando a Bella? Pregunt entonces Emmett con

mucha soltura. Edward hizo una mueca y lo mir con ojos asesinos,
pero eso no sola resultar con el chispeante chofer, quien continu
como si nada No vino. Me lo dijo una cita o algo as parece
que est saliendo con alguien

Qu mierda dices, Emmett?! Gru Edward, sulfurado,

agarrndolo del brazo.

Oye amigo, no te enerves conmigo. Me la encontr en el centro

comercial con el resto de las chicas parece que estaba de
compras, quien sabe, seguro quera sorprender al nuevo galn con
un atuendo nuevo. Probablemente estn en su apartamento en una
cena romntica, aprovechando que la ta de Bella no est

Fue suficiente.
La ira de Edward quemaba desde las entraas y lo empujaba para ir
y boicotear la cena romntica esa de la que hablaba Emmett. As
que se dio media vuelta, y entre juramentos y maldiciones camin
hacia la salida, rumbo a boicotear la maldita cita esa.

Qu crees que hiciste, Emmett, por Dios?! Pregunt la

madre Gabriela al muchacho, que observaba con una sonrisa
socarrona a Edward alejndose de ah. El aludido alz sus hombros
y con la misma sonrisa traviesa mir a la monja, que estaba
estupefacta.

Estaba sacndolo de ese estado, madre. Digamos que us

psicologa de shock

Por qu Edward sali as? Pregunt Garrett, que se acerc a

ellos cuando vio a Edward marcharse como energmeno de la
fiesta. Emmett sonri hacia su amigo y antes que le explicara, la
madre Gabriela lo hizo con voz nerviosa:

Lo provoc, Garrett. Le dijo que Bella no haba venido a la fiesta

porque tena una cita con otro hombre.

Garrett frunci su entrecejo y mir a Emmett

Es cierto eso?

Pues no asumi el hombre, como si nada, alzando sus negras

cejas, orgulloso de que su tctica utilizada. O sea, me la encontr
y cuando le pregunt si vendra hoy, me dijo que no. Me habl de
un viaje que su ta iba a hacer fuera y que ella tendra que quedarse
en casa, pero no me habl de citas ni nada de eso, quin crees que
es ella, eh?

Eres retorcido, Emmett lo rega Garrett, meneando la cabeza

. Ahora, esperemos que todo salga segn como lo planeaste.

Es que ya estoy harto de verlo como un vegetal, o como un

zombi! Ni siquiera sermonea, sabes lo que es eso? Ya era momento
que fuera por ella esa mujer le dio vida, deben estar juntos.

Vale, vale, Cupido. Ahora a esperar que no haga una estupidez.

Dios bendito! Exclam la madre Gabriela, persignndose,

mientras rogaba en silencio que el plan de Emmett diera resultado.

En tanto, Bella, estaba precisamente en su departamento, pero no

estaba en una cita romntica con nadie, o estrenando ropa para una
ocasin especial, como Emmett le quiso hacer creer a Edward. Ella
se encontraba sentada en el sof de la sala, iluminada apenas por la
luz de la lmpara de la mesa auxiliar a un costado del sof, vestida
con su pijama de polar, con diseos de Snoopy, una caja de
pauelos desechables y un gran pote de helado de fresa el que
engulla a cucharadas mientras lloriqueaba por una pelcula
romntica que daban en la televisin. Y es que en realidad, la ltima
semana a Bella cualquier cosa la haca llorar, estaba en un estado de
hipersensibilidad que hasta ella consideraba ridculo, pero qu
poda hacer? Estaba padeciendo penas de amor y nadie la entenda.

Si tanto ests sufriendo, entonces ve por l y arregla este

entuerto! Haba exclamado su ta al verla en aquel estado, tan
penoso.

No va a querer verme, ta si lo hubiera querido, Edward ya

hubiese venido se lamentaba.

Suspir y volvi a meter la cuchara en el pote de helado, para llevar

una gran porcin a su boca, mientras en la pantalla, el protagonista
persegua a su amada bajo la lluvia, hasta que la alcanzaba para
rodearla por la cintura y besarla con pasin y amor. Estaba en eso,
cuando tres golpes estruendosos azotaron la puerta de su
departamento. Dio un respingo y gir la cabeza hacia atrs,
sorprendida y algo asustada por los golpes. Lentamente dej el pote
de helado sobre la mesa de centro, cuando otros tres insistentes
golpes, volvieron a sonar.

Su piel se puso de gallina mientras se levantaba y se pona sus

pantuflas de oso, preguntndose quin venia y golpeaba de esa
manera Qu va! Slo una persona sera capaz de tocar la puerta
as, y ella lo saba, por eso su respiracin se hizo irregular.

Camin lento hacia la puerta y con su corazn martillendole contra

las costillas a todo lo que da, puso la mano en el pomo, hacindolo
girar. Cuando abri, vio a un ogro, hermoso y jodidamente furioso
frente a ella, quien sin ms se adentr en el apartamento
prcticamente ignorndola y caminando unos pocos pasos hacia la
sala para registrar el lugar.

E? Edward? Susurr ella tras l.

Dnde est? Demand saber el ogro, caminando y quedando

justo en el centro de la salita, mirando hacia todos lados.

Qui quin? Mi ta? Est de viaje

No hablo de Carmen! Dnde est ese tipo, eh?

No no s de qu me hablas. Estoy estoy sola.

Edward estrech los ojos y pudo imaginarse sobre su frente un

letrero de nen que deca: Estpido, caste.

Bufaba como toro, mientras todos sus msculos seguan tensos,

evitando perder el control. Se gir entonces hacia Bella, mirndola
de pies a cabeza, coincidiendo en que definitivamente no estaba
vestida para ninguna cena romntica.

Ella en tanto hizo lo mismo. Divag con sus ojos por el cuerpo de l,
enfundando en su siempre negro traje, vindolo tan hermoso y
espectacularmente guapo, como siempre, deduciendo que seguro
venia de la boda de Jake, a la que ella se neg a ir, precisamente
para evitar verlo. Se atrevi a mirarlo a los ojos, esas hermosas
orbes grises, las que en ese momento estaban oscura y llameaban
de ira?

Entonces, de momento a otro, lo vio dar dos largas zancadas hacia

ella y sin ms prembulos la estrech con sus fuertes brazos por la
cintura y saque su boca con desesperacin. Era un beso duro,
violento, nada comparado a lo que haba visto en la vieja pelcula
romntica que segua su curso en la pantalla del televisor, porque
seguramente, nadie podra imitar la forma tan pasional que l tena
al besar.

Se sujet a sus anchos hombros, perdida en la candencia de ese beso

desatado. Su lengua clida explor con propiedad su boca, mientras
sus brazos de hierro seguan aprisionndola a su cuerpo duro. Dios,
cmo haba extraado esa sensacin!

Maldita sea, demonio gru agitado sobre sus labios, dejando

entrar un poco de aire, para luego, volver a besarla con dureza,
antes de apartarse otra vez y decir con tono furioso y frustrado.
Por qu, por qu, por qu

Ed. Edward

Eres ma, lo dijiste, eres ma.

Lo soy lo soy, Edward para siempre

l la mir a los ojos, confirmando en su mirada esa declaracin que

antes ya le haba odo, y de momento a otro se apart, poniendo
distancia entre ambos cuerpos, pero sujetndola por los brazos,
como para evitar que se moviera.

No puedo tenerte obligada a mi lado dijo con resentimiento,

haciendo mencin a lo que ella misma le haba dicho la ltima vez,
cuestin que a l lo tuvo en vela y lo retuvo de no reclamarla. Ella
dej que sus lgrimas volvieran a fluir, negando con la cabeza.

Olvdate de eso.

Qu es lo que quieres, mujer? Qu maldita cosa quieres? Qu

me vaya para siempre, que me olvide de ti, que te deje en paz?

No! Neg ella con vehemencia. No Edward, por Dios,

no

Me has tenido en el infierno esta semana, demonio.

Por favor, perdname olvida lo que dije slo pens que

estaba interfiriendo en tu vida, en tus planes slo quera
ayudarte

Ayudarme?! Volvi a pegarla a su pecho, hablando casi

sobre sus labios.

Soy una tonta. Pens que podra poner distancia, hasta que
arreglaras tus cosas pero no puedo quieres que te ruegue,
Edward? Quieres que te ruegue que vuelvas a mi lado? Lo har si
es necesario!
El ogro gru y volvi a saquear esa boca dulce de su demonio. El
nfasis en sus palabras y la verdad en sus ojos fue lo que Edward
necesit para afianzar lo que l ya saba: que ella era suya. Cuando
solt sus brazos para abarcar su cintura, ella con delicadeza subi
sus manos fras hasta el rostro de Edward, acaricindoselo mientras
este segua en su labor en su boca.

Estaba feliz. Saba que sus das en el purgatorio haba acabado.

Ahora estaba de vuelta en los brazos de donde nunca debi haber
salido.

De verdad ests sola, demonio? Pregunt l con voz ronca,

casi jadeando. Ella cerr los ojos y asinti, hundiendo su nariz en el
cuello de Edward. Muy bien, mujer, comenzaremos entonces a
recuperar el tiempo perdido.

La alz tomndola por las nalgas y la dej caer a continuacin sobre

el sof, lanzando ella un gritito ahogado. El ogro tom el mando del
televisor y apag la televisin poniendo fin a la pelcula romntica,
dejando en silencio la habitacin. Enseguida con movimientos
lentos y con sus ojos ardiendo siempre puestos sobre la demonio
sobre el sof que respiraba pesado, se quit la chaqueta, lanzndola
al sof contiguo, siguindole la corbata negra que se quit tambin
con movimientos metdicos, mientras ella del puro nerviosismo se
jaloneaba la chaqueta del pijama y restregaba sus piernas con
ansiedad de l, que sonri arrogante notando el deseo fluir de ella.

Ser que ests lista para m, demonio? Pregunt l,

quitndose la camisa del pantaln y desabotonndosela. Ella le
sonri, mordiendo su labio sugerentemente.

Pues comprubalo.
Todava ests vestida

De forma inmediata, ella se incorpor y arranc por la cabeza la

chaquetita llena de estampados, lanzndola hacia atrs, quedando
con su torso gloriosamente desnudo frente al ogro, quien gru, sin
aguantarse a acercrsele y masajear uno de sus pezones con sus
dedos. Ella arque su espalda, echando su cabeza hacia atrs con
sus ojos fuertemente cerrados, sintiendo la presin de los dedos
mgicos de Edward sobre ella. Entonces l abarc con una mano su
nuca y la atrajo hacia su boca en un beso lascivo, mientras su otra
mano bajaba hasta colarse bajo sus pantalones, buscando y hallando
su entrepierna, la que acarici con la palma de su mano. Ella gimi
sobre su boca y aferr al ogro por la camisa semi abierta,
intentndose apretarse a l, con la sensacin de que estaba a punto
de perder la cordura si l no se apuraba en su labor.

La inclin de regreso sobre el sof y sin dejar de saquear su boca,

comenz a deshacerse de sus pantalones, mientras ella con
movimientos poco exactos intentaba desabotonar su camisa.
Anhelaba, necesitaba sentir su piel desnuda sobre la de ella.

Demonio, la de cosas que voy a hacerte esta noche dijo,

jaloneando su labio. Se apart un poco y con destreza se quit la
ropa, la que tir sin cuidado al piso.

Aquel sof, fue el primer lugar testigo de la fogosa reconciliacin

entre ogro y su demonio. Sin miramientos, Edward empuj su duro
miembro en el sexo ya hmedo de ella, gimiendo ambos al unsono.
Se movi dentro de ella sin descanso, mientras besaba sus labios
con hambre primitiva, y sus manos le recorran la piel desnuda.
Bella, sujeta a Edward, enterraba sus dedos en la espalda ancha y
dura del ogro, dejndose llevar por la posesin de l. Mordisque su
cuello, succion sus labios, jal su cabello, gimi una y otra vez en
su boca, y grit incoherencias, perdida en el placer que el hombre, a
quien amaba le entregaba.

Joder! Edward mi amor cunto te extra jade ella,

buscando los labios de Edward. l gru y una vez ms aument
sus embestidas. Se senta posedo por la calidez desquiciante de su
demonio, quien lo tuvo en vilo como ninguna otra. Saba que en
adelante, no podra vivir sin ella, as de sitiado lo tena esa chiquilla,
su demonio sonriente.

No te atrevas, demonio jade ahora l sobre su boca. No

te atrevas a volver a poner distancia entre t y yo

No, Edward nunca ms, nunca ms. Es para siempre Dios,

Edward, te amo! Grit antes de pegar su boca a la de l, hundir su
lengua y batallar all mientras sus cuerpos se movan con premura,
elevndose en lo que sera su primer gran orgasmo de la noche.
Sinti en sus entraas el semen caliente de Edward llenndola por
completo, mientras l, gritaba su nombre, arquendose ella,
sintiendo el fuego consumirle y estallar irremediablemente en mil
pedazos.

Edward hundi su rostro en el hueco de su cuello, buscando

recobrar el aliento perdido, oliendo el aroma a rosas que durante
siete das y siete noches extra; mordisque su cuello y apret su
cuerpo al suyo a la vez que ella soltaba su ya caracterstica risita, la
que l crea or cada da que pasaba lejos de ella.

Oye, no me muerdas! Protest dbilmente ella entre risitas.

Estoy hambriento de ti, demonio admiti, volviendo a

mordisquear su sabrosa piel. Ella aprovech de abrazarlo por el
cuello y llevar sus manos hasta su cabello hmedo por el sudor,
jalndolo sutilmente. Se quedaron un rato en silencio, l,
impregnndose de Bella, aun dentro de ella, y ella pensando en los
temores que la invadieron en esos das y un escalofro la recorri
cuando lo record.

Tienes fro?

No es eso.

Edward alz su rostro y sujet su cuerpo sobre los antebrazos, bes

con suavidad sus labios y se qued ah, con su nariz pegada a la de
ella.

Qu sucede, mujer.

Tuve miedo, Edward de tener que cerr los ojos como si

slo imaginrselo doliera, de tener que vivir sin ti.

No me buscaste dijo l, sonando eso como un reproche. Ella

abri los ojos y vie en los oscuros orbes de Edward esa
recriminacin.

T, tampoco se defendi. Edward estrech sus ojos y con un

solo movimiento empuj su aun erecto miembro an ms dentro de
ella. Bella abri los ojos y otra vez el calor que haba sucumbido
despus de su orgasmo, comenzaba a abrazarla lentamente, otra
vez. Trag grueso y se sujet a Edward por los hombros, mientras
este apretaba entre sus dientes el labio inferior de Bella.

Fuiste hiriente, demonio dijo, cuando le solt el labio,

volviendo a empujar una vez ms, jadeando ella y sin apartar su
mirada de la de l. Ests obligada a estar aqu, as, conmigo?
Dmelo.
No Edward, no susurr. Yo te amo, y quiero estar contigo

Sientes esto, demonio? Volvi a moverse lentamente dentro

de ella, hacindola gemir. Era como un s de respuesta. Sientes
cmo te amoldas a m, como me aprietas sin remedio lo
perfectamente bien que encajamos el uno con el otro? Es as como
siempre debe de ser. No habr nadie ms que yo, y no habr nadie
ms que t

Jramelo jramelo, Edward jrame que nunca me apartars

de ti y que me amas tanto como para que eso nunca suceda jade
sobre su boca con desesperacin, buscando sinceridad en las
palabras de Edward, quien la mir con ansiedad antes de saquear su
boca, como era su especialidad antes de responderle:

Amarte, demonio? Yo te adoro mujer, besara el suelo que

pisas, y si estoy contigo es por sobrevivencia tambin, porque
entrate, no podr vivir sin ti.

Ella sinti deseos de llorar con aquella declaracin, volvindose a

rendir al placer y al amor que l le profesaba. Lo rode con los
brazos alrededor del cuello y con sus piernas por la cintura,
elevando su pelvis para as sentir an ms profundo el contacto
ntimo que no haban perdido.

All sobre el silln, Edward volvi a hacerle el amor, esta vez ms

pausado, tomndose su tiempo para disfrutarla, para acallar el
hambre que senta por ella, el hambre que lo mantuvo en el
purgatorio durante todos esos das, dispuesto a no volver a pasar por
ello.

Recorri con su boca la piel que tuviera a su alcance, mientras eso

no significara salir de ella. Sus manos recorrieron su piel hmeda de
sudor, como reconociendo su territorio, mientras ella jadeaba,
profesaba su amor incondicional y rogaba por ms, jalndole el
cabello por la nuca, buscando su boca con la suya, hasta que otra
vez ambos cuerpos se tensaron, encontrando juntos la va de escape,
que los hizo otra vez estallar al unsono. Y aun, no estaban
cerca de sentirse saciados, porque sin lugar a dudas esa iba a ser una
muy larga noche de reconciliacin.

**OoO**

Luego protestas porque te meten al hospital con un cuadro de

estrs, Alice! Por qu me haces venir un sbado en la maana al
trabajo, por vida de Dios? Protesta la asistente de Alice Cullen,
cuando van entrando a la oficina. Alice la mira y tuerce su boca en
una sonrisita maliciosa.

Un cliente importante pidi cita para hoy. Estar fuera en la

semana y dijo que necesitaba tratar un asunto importante
conmigo

Contigo, pero no conmigo, joder! Anoche me fui de farra y no

puedo con el dolor de cabeza

Ser un rato corto, no es cmo, si te fuese a tener todo el da

detrs del ordenador

Esto lo hago porque eres t, y porque me invitaste a tu boda, para

que lo sepas.

Pues gracias respondi Alice, guindole un ojo antes de entrar

a su privado, dejando a la pobre asistente refunfuando por el dolor
de cabeza. Con muy buen nimo, luego de que la noche anterior
fuera la boda de uno de sus ms grandes amigos, Jacob, lleg ese da
sin problema a su oficina a esperar a que el nuevo cliente que pidi
cita con ella llegara. Era un hombre importante, un empresario,
supo, pues llegaba al pas desde Suiza para radicarse y necesitaba de
sus servicios. Ella no dud en aceptar su reunin, pasando por alto
que era fin de semana, ya que vena recomendado por uno de sus
clientes ms fieles.

Mientras el cliente llegaba, envi por mensaje de texto, un beso a su

amado Jasper, a quien haba dejado muy dormido en su cama y
enseguida revis su bandeja de correo electrnico aprovechando el
tiempo. No pas mucho rato antes que el intercomunicador sonara,
avisndole su asistente que el cliente haba llegado, y susurrndole
seguro para que l no escuchara, que era un tipo muy guapo. Alice
se carcaje y le indic que lo hiciera pasar.

Se levant de su escritorio para recibirlo, cuando la puerta se abri,

con su asistenta haciendo pasar al hombre que le agradeci su
amabilidad con un asentimiento de cabeza, antes de desviar su vista
hacia ella.

Alice se lo qued mirando por ms rato de lo habitual, y no porque

fuera muy guapo como su ayudante se lo dijo, sino porque haba
algo en l muy familiar, que hizo que su piel se erizara y que su
corazn comenzara a bombear muy rpido. No estaba entendiendo
lo que pasaba con ella y aquel hombre, recin llegado, y ni siquiera
atinaba a darle la bienvenida ni a presentarse.

Mientras tanto, el extrao, frente a ella se qued quieto y en

silencio, como dejando que ella lo mirara para que lo reconociera,
pues ella, en su fuero interno, saba que conoca de alguna parte a
ese hombre quien en ese momento tena su rostro torcido hacia la
derecha mientras que en sus ojos denotaba clara emocin, ella no
supo al principio bien por qu.
Con el pasar de los minutos y en estricta mudez, las facciones en el
rostro de ese hombre se fueron haciendo familiares para Alice,
sobre todos sus ojos.

De pronto, un recuerdo de su infancia sali a flote: su padre con su

sonrisa ancha y hermosa, la levantaba y la haca girar en el aire,
imitando a un carrusel que corra a toda velocidad, mientras ambos
se carcajeaban. Cuando la dejaba en el suelo, algo mareada pero
exultante, le tomaba el rostro con cario, y sin dejar de sonrer, le
preguntaba si estaba bien. Ella siempre responda afirmativamente,
para que l volviera a levantarla y hacerla girar, no sin antes
perderse en su mirada tierna y llena de amor que l, le regalaba. Una
mirada de color gris como los ojos de ese hombre que no haba
dejado de mirarla en ningn momento.

Dios mo!

Cubri su boca con una mano mientras daba un paso hacia atrs,
chocando con un mueble que se empotraba a espaldas de su
escritorio. Meneaba la cabeza en negacin, a la vez que el hombre
tragaba grueso y comenzaba a dar pasos inseguros hacia ella.

Ali susurr l con la emocin carcomindole la garganta y sus

ojos ya inundados de lgrimas.

No Ella segua meneando la cabeza, mirndolo con

desconcierto. No, no, no

Ali, por favor rogaba l, sin haber dejado de caminar con

cuidado hacia ella, movido por el deseo que senta de abrazar a su
hija, de estrecharla entre sus brazos. Cuando estuvo cerca, ella
comenz a dar de manotazos hacia l, impidiendo que se le acercara
Hija
 No soy tu hija, no soy tu hija! Grit con voz en cuello,
golpendolo en el pecho Me abandonaste! Todos me
abandonaron!

Nena deja que te hable Jzgame despus de conocer mi

historia, te lo ruego!

No me interesa!

Alice, soy tu padre

No! Mi padre es Carlisle Cullen! Mi padre es Carlisle Cullen!

Exclam dos veces, para convencerlo a l y de paso para
recordrselo a ella misma T, eres un desconocido

Slo escchame, Alice! Grit l con desesperacin,

alcanzando a tomar a su hija desde los brazos, para obligarla a que
le hiciera frente. Pero ella segua negndose a enfrentarlo. Se
remova furiosa y sus ojos los mantena a tenerlos cerrados para no
mirara a ese hombre que sac a flote tantos sentimientos y
recuerdos que ella se obligaba a tener encerrados en el olvido.

Por qu?! Por qu tendra que escucharte ahora?!

Damian aprovech de tomar el rostro de su hija entre sus manos,

tragndose el deseo de llorar que brot en l, mientras acariciaba su
piel con los dedos como sola hacerlo cuando ella era pequea.
Alice reconoci esa caricia sobre su rostro, y as con los ojos
cerrados, comenz a sollozar.

Ali, abre los ojos susurr Damian. Nena, estoy aqu, abre los
ojos

Sin poder evitar el susurro armnico en la voz de Damian, ella abri

sus parpados lentamente, encontrndose con la mirada tambin
emocionada de ese hombre a quien en algn momento de su
infancia am con idolatra.

Los sollozos seguan escapando de su interior, mientras l intentaba

calmarla con esa caricia tan suave.

Princesita, ests tan hermosa susurr con su voz quebrada

de emocin.

Por qu? Atin a susurrar ella de regreso, sabiendo que la

caricia de su padre sobre su rostro estaba causando el efecto que
sola ocurrir cuando ella era una nia: calmarla. Pero aun as, sus
sentimientos seguan siendo un lo.

Mi princesa trag grueso y continu, secando a la vez las

lgrimas que no dejaban de caer de los azules ojos de su hija,
porque era el momento

Despus de ms de veinte aos? Le reproch ella. No te

import entonces qu sacas con venir ahora, despus que mi vida
est en orden

Te lo suplic interrumpi susurrando aquella splica, perdiendo

la voz. Slo escchame, y despus de que oigas lo que tengo que
decirte no quieres volver a verme, lo entender con el dolor de mi
alma, lo entender.

Mi padre es Carlisle volvi a decir ella, un poco ms

recompuesta, escabullndose del tacto de su otrora padre.
Necesitaba poner distancia, espacio para poder asimilar lo que
estaba ocurriendo. Camin hacia la ventana, dndole la espalda al
invitado. Esme y Carlisle Cullen son mi familia, y eso no va a
cambiar.
Y agradezco que hayan sido ellos los que te acogieran no
podras tener unos mejores padres.

S.

l se qued un momento en silencio, y mientras ella trataba de

encontrar orden en su cabeza mirando por la ventana, l pasaba sus
ojos hmedos por la oficina de su hija, viendo cmo los retratos de
sus padres adoptivos, colmaban el lugar, aparte de otras fotos donde
ella apareca con un hombre, el que supuso Damian era su novio. Le
doli en el alma constatar que lo que ella deca sobre el matrimonio
Cullen era cierto, sumando a su dolor el hecho de que tampoco
Edward formara ya parte de su vida.

Cuando supe que mis dos hijos haban sido llevados por agentes
del estado para tramitar su ingreso a un hogar de menos, se me
parti el alma comenz a explicar sin perder el tiempo. Trag
grueso y cerr los ojos, volviendo a sentir cmo aquel da, cuando el
suelo se abra a sus pies. Alice segua en estricto mutismo iba a
escucharlo, pero no poda prometer nada ms. Esa fue entonces la
seal que capt Damian, el silencio de Alice, que le permiti seguir
hablando.

Le cont lo mismo que le haba contado a Carlisle, aquella vez que

estuvo en su consulta. Le dijo cmo su desaparicin haba sido slo
por unas horas, y que al regresar ya estaba todo patas arriba o
mejor dicho, como su vida termin por caer en el infierno.

Le cont que intent ver a su esposa, a quien amaba, pero cmo los
doctores y psiquiatras en el lugar donde ella se encontraba
encerrada, se lo impidieron. Tambin le dijo que dar con ella y su
hermano fue algo que hizo, pero que arbitrariamente le negaron ese
derecho. En aquel entonces era un pobre diablo que no tena cmo
comprobar que iba a ser el sostn de sus hijos, emocional y
econmicamente hablando aunque a ellos les importaba ms
saber cuntos billetes portaba en el bolsillo que la salud emocional
de los dos pequeos. Estaba cesante, no contaba con ahorros, por lo
que fue suficiente excusa para que lo alejaran de sus hijos. Omiti la
parte en que Elizabeth Masen manipul informacin, compr
testigos falsos y soborn a autoridades para impedirle recuperar a
sus hijos.

Se refiri sobre la poca que estuvo en la crcel por una falta que l
no cometi, y cmo su vida cambi de ah en adelante.

Pudiste habernos buscado cuando saliste de la crcel rebati

ella, secndose las lgrimas por ensima vez durante esa ltima
hora. Pareca increble todo lo que l le haba contado y ella de
momento no quera evaluar si creerle o no. Simplemente se estaba
limitando a escucharlo, que fue lo que prometi, pero aun as, no
pudo dejar encerrado en su pecho aquel reproche.

Lo hice. A ti ya te haban adoptado y tu hermano simplemente

haba desaparecido. No pude hacer mucho para buscarlos, pues
haba una orden en mi contra que me expulsaba del pas. No s de
dnde sali, si mal lo recuerdo, fue el trato que hicieron conmigo
para dejarme libre.

Por qu te metieron en la crcel?

Micro trfico y consumo de sustancias ilcitas respondi con

firmeza. Nunca me hicieron una prueba para comprobarlo, pues si
lo hubieran hecho, se habra confirmado que en mi vida he probado
alguna clase de droga.

Es increble lo que me cuentas

Lo s para no creerlo, pero es la verdad.

Alice finalmente se gir lentamente hacia Damian, quien estaba

sentado al filo del escritorio, con sus brazos cruzados y sus ojos fijos
en el suelo de la oficina.

Qu crees que debo hacer con todo lo que me acabas de contar?

Que me perdones por lo que sea que haya hecho mal. Por no
haber venido antes, por no haber insistido ms en aquel entonces
pero estaba de manos atadas.

Alice suspir y pas repetidas veces sus manos por su negra

cabellera, buscando un sof donde sentarse. Estaba tan confundida,
sus sentimientos eran tantos y tan complejos que no poda seguir el
ritmo de estos. Simplemente no saba qu hacer, qu pensar. De
momento, slo quera una cosa:

Ya he escuchado suficiente. Ahora por favor, necesito estar a

solas.

Damian, suspir y gir su cabeza hacia donde su hija se encontraba.

Qu iba a hacer, negarse, pues ya demasiados aos la haba dejado
sola?

Me dars la oportunidad de hablar contigo una prxima vez?

Adems de verdad necesito de los servicios de una diseadora de
interiores.

No lo s.

Tomate el tiempo que necesites, Alice dijo, levantndose. Sac

una tarjeta del bolsillo interior de su chaqueta y lo dej con lentitud
sobre el escritorio de Alice antes de decir. Slo no olvides que yo
nunca quise abandonarte, que simplemente me alejaron de ti y de tu
hermano y que la situacin de salud de tu madre estaba fuera de mi
control.

Ella se oblig a no mirarlo, pues de haberlo hecho hubiera visto otra

vez esos ojos tan iguales a los de Edward, llenos de lgrimas, otra
vez.

Sabiendo Damian que no iba a obtener respuesta, suspir y camin

hacia la puerta. Antes de salir, se permiti girar su cabeza por sobre
su hombre y mirar a su hija, quien mantena su cabeza gacha,
pensando probablemente en lo que l acababa de decirle.

Estar esperando el momento en que decidas hablar conmigo otra

vez, no perder las esperanzas dicho esto, movi la manija de la
puerta y la abri para salir de la oficina. Justo despus que eso
ocurriera, Alice cubri su rostro con ambas manos y se permiti
llorar a solas, por la historia tan real que l le cont y por la imagen
que se form en su cabeza, pensando en qu hubiera ocurrido con
su vida si nada de lo que l relat hubiera sucedido.

Despus que Damian se fuera, ella se qued abatida y a solas en su

despacho. Senta fro en su cuerpo y oa el zumbido confuso de la
conversacin que tuvo lugar ah mismo hace momentos atrs.
Estaba confundida, y adolorida por los recuerdos que emergan
borrosos de su infancia. Necesita contencin, necesita unos brazos
que la sostuvieran en ese momento que pareca iba a derrumbarse,
por eso no demor e enviarle un sencillo mensaje a su novio, Jasper,
para que fuera por ella. El diligente caballero ciertamente
preocupado por el mensaje, no demor en llegar, cubriendo diez
minutos desde el apartamento hasta la oficina de su novia.

Alice? Pregunt preocupado cuando entr a la oficina y la vio

sentada y encorvada, con su cabeza entre las rodillas. Corri hasta
ella y se hinc frente a ella, acariciando su cabeza y sus hombros
que se movan segn su llanto, que no haba cesado desde que
Damian sali de all. Nena, por qu ests as dime, por favor

l l estuvo aqu

Quin? De quin hablas?!

Hablo de m de Damian

Qu Damian? Oh, Dios susurr al final, cuando cay en

cuanta de quin hablaba Oh, cielo! se apresur entonces a
sentarse junto a ella y la abraz fuerte a su regazo, mecindola
suavemente, dejando besos sobre su cabeza, mientras ella se
desahogaba, dejando fluir su llanto.

Despus de un buen rato que l respet a su novia, se apart, y

mientras secaba las lgrimas que surcaban su cara, pregunt:

Quieres contarme qu sucedi?

Despus de los ltimos sollozos, resumi la conversacin que la dej

tan confusa y mal herida.

Yo nada ms quiero olvidarme de mi pasado, y este no hace ms

que emerger sin remedio

Emerge porque hay pendientes sin resolver, cielo.

A qu te refieres

Lo sabes, porque lo hemos hablado antes. Quieres que el pasado

se quede dnde debe? Pues cirralo para que puedas vivir en paz.
No perdonar a Edward, no perdonar a Damian

Le creste? La historia que te cont, su historia, se la creste?

Es muy rpido para eso tengo muchas preguntas en mi cabeza,

yo

Quieres creerle, lo s.

Yo no he dicho eso.

Te conozco, mi amor. Pese a que Carlisle y Esme aparecieron en

tu vida, t deseabas que este momento llegara, cuando lo volvieras a
ver y te dijera que te ama

Basta, Jasper! Exclam ella, levantndose No te las des de

psiclogo conmigo!

Te estoy hablando con la verdad, con lo que veo, con lo que s

sientes. Y no slo con Damian, sino con tu hermano

Yo no tengo un hermano! Con vehemencia rebati los dichos

de su novio mira, te llam porque necesitaba tu apoyo y no para

Est bien, est bien, perdona -se levant tras ella y se apresur
a abrazarla con fuerza perdona, slo quiero que vivas en paz. Slo
promteme que vas a pensarlo, s? Que hablars con Carlisle y
oirs lo que l te aconseje, por favor.

Est bien. Ahora scame de aqu.

Como ordene mi novia sonri, y con sus dedos alz el mentn

de Alice y bes sus labios suavemente. Ella agradeci el tener a ese
hombre a su lado, que la contena y le hablaba con franqueza
cuando era necesario, pero siempre respetndola. Si no fuera por l
y por sus padres, la verdad es que no saba qu sera de ella. Jasper
por otro lado, mientras franqueaba a su novia saliendo de la oficina,
esperaba que ella abriera su corazn al perdn, que era lo nico que
la hara vivir en paz y feliz en el futuro, y no saba por qu, pero
intua que el padre biolgico de su novia, se lo mereca. De
cualquier forma, hablara con Carlisle. Como sea, encontrara una
forma de ayudar a su amada.

Habemus reconciliacin entre el ogro y su demonio! Y sobre el

encuentro entre Damian y Alice, qu les pareci?

Nenas, gracias a todas por leer, comentar, pasarse por el grupo

de Facebook. Tienen mi corazn llenito de amor y
agradecimiento. Mil, mil gracias a todas.

A mi equipo, mi beta y amiga Gaby Madriz y a doa Manu de

Marte, MIL GRACIAS A AMBAS. NO SABEN CMO LAS
QUIERO!

Y nosotras nos encontramos la prxima semana, vale?

Y no olviden visitar la pgina de Facebook: "Mar de sueos" (el

link es groups/Subversivas/)

Un abrazo gigante para todas ustedes!

Cata!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 20*: Chapter 20
A leer!

Captulo 20.

Para Edward fue raro despertarse en medio de esa habitacin tan

llena de colores tpicos de una nia. De murallas en tono naranja, las
que estaban cubiertas de fotografas, recortes y lminas de grupos
musicales, adems de los muebles funcionales en tono madera. Su
cama de dos plazas con sbanas de estampados de flores en blanco
y rojo, y una colcha gruesa en el mismo tono de las murallas de la
habitacin. Todo muy alegre, lleno de colores, tal y como era la
personalidad de su demonio sonriente, quien en aquel momento,
dorma desnuda y amoldada a su cuerpo, sonriendo por supuesto.

Despus de la noche de reconciliacin, en la que varios lugares de

aquel apartamento fuesen testigos el sof de la sala, un par de
murallas, la encimera de la cocina y aquella habitacin cayeron
rendidos en esa camita que ola tan condenadamente bien como
ella. Jur entonces evitar a como diera lugar volver a pasar por el
calvario de tenerla lejos. Nunca ms.

Despus que ella despertara y comenzaran el da con un buen

maratn de sexo matutino, decidieron levantarse y meterse bajo la
ducha. Enseguida, l mismo prepar para ella, un bolso deportivo
que llen con ropa para que se llevara a su apartamento, donde
pasaran varios das, al menos hasta que Carmen regresara de su
viaje.

As pasado el medioda, llegaron a la torre donde Edward viva, ella

entrando al difano espacio y mirando hacia todos lados,
sintindose inevitablemente como en casa, dndose cuenta de
cunto haba extraado ese lugar.

Bienvenida, demonio susurr Edward a su odo, abrazndola

por detrs mientras cerraba la puerta del apartamento con el pie.
Ella sonri y se recost sobre su hombro, dejando que l la rodeara
por la cintura y la condujera hasta el centro de la sala, donde solt
la bolsa, girndola enseguida en sus brazos, para atacar nuevamente
su boca.

Oye dijiste que no bamos a distraernos susurr ella no muy

convencida aun con sus labios pegados a los del ogro. Tengo
hambre.

Edward torci la boca y suspir, apartndose en contra de su

voluntad.

Entonces debo alimentarte. Con lo que tengo planeado para el

resto del da contigo, te necesito fuerte no vaya a ser cosa que te
desmayes en medio de un orgasmo coment, alzando sus cejas
sinuosamente. A ella no le qued ms que carcajearse, dndole un
golpe suave en el pecho.

Vamos a ver qu tenemos en tu despensa para cocinar dijo,

caminando hacia la cocina. De camino gir su rostro sobre su
hombro, muy coqueta y sonri mientras deca. Qu esperas!
Mientras ms demoremos en la cocina, ms tiempo perdemos en
esas actividades que tienes preparadas para m.

El ogro gru y se apresur a seguir a su descarado demonio a la

cocina, para ponerse manos a la obra con la elaboracin de algn
plato rpido.

Fue divertido para Bella ver a su hermoso ogro pelando papas, algo
a lo que l, se ofreci a hacer, diciendo que si poda con
proyecciones econmicas complejas podra con ese tipo de trabajo.

Entonces, Carmen cundo regresa pregunt Edward sin quitar

los ojos de las patatas.

Sus viajes siempre son por cuatro das, as que el jueves estar de
regreso.

Pero esos son ms de cuatro das

Aprovech para dar un paseo a un centro termal con algunas

colegas, por eso se tom el fin de semana se agach hacia el
mueble y sac un sartn grande el que puso sobre la cocina
elctrica, chorreando aceite. No quera ir digamos que estaba
preocupada por m. Pero la convenc de que fuera, se mereca ese
viaje, adems yo no estara sola

Estaras con tu amigo Sam.

Bella trag grueso, fijando su vista en la base del sartn que

comenzaba a chirriar.

Sam es slo un amigo.

No lo es determin Edward con conviccin, poniendo la patata

sobre la base de madera y lanzando un certero corte que dej al
tubrculo partido a la mitad. El sonido seco del cuchillo sobre la
madera hizo que Bella diera un respingo y girara su vista hacia l
quien ahora la miraba con seriedad.

Es mi amigo, yo lo estimo como amigo. Si l quiere algo ms,

pues es su problema.
Inmediatamente dijo eso ltimo se arrepinti, pero era demasiado
tarde, pues el ogro celoso haba odo muy bien y haba reaccionado
dejando su labor con las patatas, dando dos pasos hacia ella, a quien
agarr por el brazo y gir para que quedara mirndole de frente.

As que ese tipo quiere ser ms que tu amigo?

Esa es historia pasada, Edward.

Historia pasada? Pregunt destilando irona. Te vi hace

una semana con l subindote a su moto, feliz de la vida. Contest
tu telfono varias veces, lo que indica que estuvo metido en tu
apartamento, esperando seguro que cedieras

Slo me acompa cuando me sent ms devastada, Edward

respondi ella, moviendo su brazo para soltarse, pues el agarre del
ogro se estaba haciendo ms fuerte a medida que hablaba. Nos
conocemos hace tiempo, y no puedo negarte que l y yo tenemos un
pasado juntos, pero eso es, pasado. Puedo yo decir lo mismo
acerca de tu colaboradora, la rubia esa que trabaja contigo?

Edward alz las cejas por la sorpresa del reproche aquel de su

demonio.

Ya te lo dije, ella es carnada para viejas.

Carnada para viejas y un cuerno, Edward! No has querido ser

claro con respecto a ella, slo tengo que confiar en eso que me
dices, y te atreves a impedirme a m que salga con un viejo
conocido?

Si me entero, que el tipo ese vuelve a acercarse a ti, le rompo la

cara, mujer amenaz.
 Sabes qu?! No puedo hablar contigo! Hizo ademn por
moverse hacia la salida de la cocina, sabiendo ella que era algo que
l le impedira, pero Diablos! Odiaba pensar en l y esa rubia.
Ciertamente, no alcanz ni a llegar a la puerta, cuando el ogro
dominante ya la tena envuelta en sus brazos de hierro, obligndola
a mirarlo.

Conozco esa mirada en los hombres, mujer. l te mira con deseo,

y eso no voy a permitrselo. Ya tuvo la oportunidad de tenerte y
desaprovech su momento Porque l te tuvo, no demonio?
Dmelo!

Ella abri sus ojos y su boca, aprovechando l de agarrar esos labios

carnosos entre sus dientes, con deseos de morderlos.

Dmelo!

No como t.

La labor con las patatas y la carne qued en pausa, pues l,

arrebatado por la furia de los celos y el deseo por ese demonio
descarado que no dejaba de fluir, levant a la chiquilla y la pos en
una mesa cuadrada de buena madera que haba en el centro de la
cocina. Al suelo call todo lo que estaba encima, mientras l con
hambre de demonio saqueaba su boca y con sus manos intentaba
deshacerse de los malditos pantalones que ella calzaba.

Ed Edward la sartn se va a recalentar

El ogro gru y dio un paso hacia la cocina, cerrando la perilla, esto

en cuestin de segundos. Regres a su labor con ella, quitando sus
zapatitos y enseguida bajando de un solo tirn los pantalones, que
salieron con las bragas, las que aterrizaron en el suelo. Sin perder
tiempo, l baj su pantaln y prenda interior, dejando libre la prueba
de su excitacin que estaba erguida y lista para la accin.

Bella trag grueso y suspir con placer, echando su cabeza hacia

atrs cuando Edward se hundi lentamente en ella, aferrando su
cintura con una mano y con la otra aferrndola por el cabello,
intentando dentro de todo no hacerle dao, dndole la orden
implcita de que abriera los ojos y lo mirara, cuestin que ella no
dud en hacer.

Gimi como una posesa, agarrndose a los hombros de Edward,

mientras l diriga la deliciosa friccin, a la vez que la besaba con
firmeza.

Agradecieron que la mesa aquella fuera firme, de buena calidad,

pues en otra situacin ya hubieran cado al suelo por la severidad de
los movimientos.

Momentos ms tarde, Bella grit, probablemente por ensima vez

en menos de veinticuatro horas, el nombre de su ogro mientras
llegaba a la cspide de su orgasmo. Eran increbles las sensaciones
que ese hombre al que amaba con incondicionalidad le provocaba,
ms all de las reacciones fsicas. Cada da que pasaba, estaba ms
segura que despus de l no habra nadie, aunque se negaba a
pensar que hubiera un despus de Edward.

En la luna, demonio? Pregunt Edward, que la tena envuelta

en sus brazos aun sobre la mesa de la cocina. Su cara estaba
hundida en su cuello, probablemente esperando volver a pisar tierra
firme despus que su organismo se hubiera disparado hacia la luna,
como el de ella, despus del pick del xtasis.

Por tu culpa.

l se levant un poco para poder mirar a su demonio post

orgasmo. Con ternura y delicadeza acaricio con la punta de su dedo
ndice sus labios rojos e hinchados, delineando a continuacin sus
pmulos y el contorno de sus ojos.

A Rosalie Hale la conoc hace aos por intermedio de otra

persona. Necesitaba un abogado de confianza y pues ella result ser
eficiente y confiable comenz a decir sin que ella se lo pidiera. l
saba que le deba esa explicacin sobre Rosalie. Emmett la
conoci en la escuela de derecho.

Emmett en la escuela de derecho? Pregunt Bella, llamando

su atencin ese detalle. El asinti, acercando su nariz a la de ella,
acaricindole.

Pensabas que l es slo un chofer? Pues no, l es abogado. Que

le guste estar detrs de un volante porque su sueo frustrado fue
conducir Frmula uno es otra cosa.

De verdad? Pregunt ella, atnita por esa informacin.

S. Ellos fueron colegas durante aos y despus despus se

emparejaron, tienen una hija incluso. Por eso te digo que es carnada
para viejas. Elizabeth se queda tranquila cuando me ve con mujeres
como ella del brazo, perfectas a simple vista para el canon de
perfeccin que ella tiene, claro est, que le darn en todo la razn
con tal de colgarse de su apellido y tener algn tipo de lazo familiar
con ella a travs de m. Adems, la rubia esa logr ganarse la
confianza de la vieja, lo que pocas personas consiguen.

Pero pero cuando tu abuela descubra que ella.

Elizabeth no va a descubrir nada. T que has estado junto a m no

te habas percatado de esa relacin, mucho menos ella, as que
despreocpate. Rosalie tiene todo bajo control. Tenemos todo bajo
control.

Ya veo coment pensativa, imaginndose todo el plan que l

haba montado para ese teatro, significando que Edward tena
calculado cada paso que daba con respecto a Elizabeth. Y eso
inconscientemente la asustaba, no sabe bien por qu.

As que debes despreocuparte de ella, est bien?

Y t de Sam.

No puedo prometerte eso. l quiere lo que es mo.

Pero no lo tendr. No me tendr, ni aunque t me dejes algn da,

no lograr tenerme.

Demonio susurr, volviendo a pegar su boca a la de ella,

esta vez en un beso ms pausado, el que ambos disfrutaron. Cuando
se separaron, ella sonri y acaricindole la cabellera castaa a
Edward, indic:

Todava tengo hambre.

Vale suspir y sali de ella con cuidado, recogiendo sus

pantalones que haban cado hasta sus tobillos. Ella dio un saltito y
se agach a recoger su ropa, la que se cal mientras Edward no
apartaba la vista de ella. Mejor ser que llame al restaurante, no
creo que acabemos de cocinar aqu, eres una tentacin andante,
demonio.

S, ser lo mejor concord ella, guindole un ojo, mientras

suba sus pantaloncitos capri, que tan bien se ajustaban a su silueta.

Estuvieron el resto de la tarde comiendo, retozando, dormitando y

viendo algo de televisin, en un ambiente relajado y pacfico. En
ese mismo ambiente de paz, a eso de las diez se fueron a la cama y
no precisamente a dormir, sino a reencontrarse desnudos otra vez
sobre aquella cama, en donde Edward por tantas noches la extra.

A la maana siguiente despertaron entrelazados y desnudos,

dispuestos a aprovechar ese domingo, proponiendo ella que fueran
hasta el Haras y visitaran a Fuego, el caballo que Edward le dio en
su cumpleaos, a quien hace tiempo no visitaban.

Despus de un intenso y orgsmico bao de tina conjunto, l se

apresur a salir, dispuesto a llamar al administrador de las
caballerizas para avisarle de su arribo y para que tuviera todo
preparado. Almorzaran all y disfrutaran de una tarde campestre.
Ese era el plan.

Plan que se vio truncado cuando Edward recibi una llamada del
portero del edificio, indicndole que un hombre le buscaba. Cuando
pidi ms datos, el hombre le dijo que se trataba del nuevo socio
que Elizabeth Masen haba elegido y que necesitaba hablar
urgentemente con l. Eso dispar la curiosidad de Edward,
permitiendo que el visitante misterioso subiera hasta el pent-house.
Por algo ese hombre haba llegado hasta su apartamento, en un da
libre, lejos de la oficina de "Masen & Co".

Ya hablaste al Haras? Pregunt Bella, apareciendo por el

pasillo, vestida con un pantaln de chndal y una camiseta negra,
mientras que con una toalla secaba su melena mojada por la ducha.

Uhm s, ya. Pero tendrs que aguardar un momento, tengo que

resolver un asunto importante de la empresa, despus de eso nos
largamos a ver a tu caballo.
Est bien acord ella, siempre tan dispuesta, con su sonrisa
sincera. Aprovech de colgrsele al cuello del ogro y robarle un
beso antes que l se dedicara a sus quehaceres laborales.

Demonio siempre tentndome

Lo siento se disculp con su sonrisa coqueta, dando un paso

hacia atrs. Entonces voy a aprovechar de arreglarme y quizs
ver un poco de televisin mientras trabajas.

Recibir a alguien aqu coment Edward, mientras a duras

penas quitaba su atencin del demonio, buscando su mvil entre los
cojines del sof para enviarle un mensaje a sus colaboradores y
avisarles de la sorpresiva visita del hombre misterioso aquel.

Me preparar una taza de caf entonces y no te molestar. Estar

en la recamara por si me necesitas indic finalmente, caminando
hacia la cocina para prepararse su caf. En ese momento el timbre
de la puerta son, acabando l de enviar el mensaje a sus colegas
antes de abrir la puerta.

Enderez su espalda y puso la mano sobre el pomo, girndolo para

finalmente empujar la puerta hacia l y encontrarse con el hombre
que lo buscaba.

Su cuerpo comenz a temblar, sintiendo como el hielo se extenda

por cada terminacin nerviosa de su organismo, mientras un
recuerdo lleg a su cabeza, automticamente:

Por qu entonces no te largas! Grit Clarisse a su marido,

lanzndole un jarrn de vidrio por la cabeza.

Ya no puedo ms con tu histeria! No quieres tratarte ests

arruinndolo todo! Necesitas ayuda!
 Vete a la mierda, Damian! Vete a la mierda y djame a m en
la ma!

Damian agarr su vieja chaqueta de mezclilla y camin decidido

hacia la puerta, abrindola y saliendo sin mirar atrs, dando un
portazo a continuacin. El hijo mayor del matrimonio estaba
escondido bajo la mesa de la pequea cocina, agarrando sus
rodillas con la barbilla temblorosa recostada sobre esta, a la vez
que sus lgrimas abandonaban sus ojos como torrentes. Su pap se
iba y lo abandonaba para siempre, qu iba a ser de l ahora?

El aire escap de sus pulmones, dio un paso atrs, estrech sus ojos
con ira y rencor hacia el hombre frente a l que se vea
convincentemente muy emocionado, intentando seguro que de su
boca saliera la primera palabra, pero el dueo de casa no se lo
permiti.

Qu mierda qu mierda haces aqu?! Grit con voz en

cuello, roja su cara de la clera. Damian cerr sus ojos con el dolor
de aquellas palabras martillndole el alma. Deba haberse preparado
mejor, intuir que el recibimiento de su hijo mayor no sera de otra
manera.

Bella, en la cocina y ajena a ese encuentro, dio un respingo soltando

la taza que se quebr al dar con el suelo cuando oy el grito desde
la sala. Record el episodio que llev a Edward a la clnica hace
algn tiempo atrs y su piel se eriz del puro miedo de que volviera
a repetirse aquello. Dubitativa, camin hasta la puerta de la cocina,
no segura si deba salir, cuando otro grito del ogro estall en el
lugar. No dud ms y corri hasta la sala, encontrndose con
Edward aun parado en la puerta, dndole la espalda. Camin para
comprobar quien estaba frente a l, viendo al seor Gerber.
 Damian? Susurr Bella desde el centro de la sala. El aludido
desvi sus tristes ojos de Edward y la mir por un momento
frunciendo el entrecejo.

Bella? Pregunt visiblemente confundido. Edward gir

lentamente su cabeza hacia la mujer tras l, lanzndole dardos
recriminatorios.

Lo conoces? Le pregunt con voz amenazantemente ronco.

Antes que ella pudiera responder, pues slo alcanz a abrir su boca,
l continu. Conoces a este tipo? Has sabido todo el tiempo de
l? Estn coludidos?

De qude qu hablas?

Edward se apart de la puerta y camin como depredador hacia

ella, que temblaba como una cuerda.

Hablo del hijo de puta que est parado en la puerta, hablo de que
sabes su nombre y l el tuyo

Es una coincidencia, Edward. Contrat los servicios de la

empresa en la que trabaja, es todo intervino Damian, dando un
paso adentro y cerrando la puerta tras de l.

No me digas! Exclam Edward con irona, volvindose hacia

l. Habl con un espeso manto de rencor dirigindose a Bella, que
no entenda nada, pero sin perder de vista al hombre a quien odiaba
. Pues fjate que aqu tenemos al hombre que se merece el premio
a la paternidad. Este maldito hombre abandon a su mujer y a sus
hijos a su suerte y se larg sin siquiera mirar atrs. Este hombre
prefiri una vida tranquila y lejos de la loca de su esposa y de la
carga que sus hijos pudiera significar para l
No sabes lo que dices susurr Damian con dolor.

Bella en tanto, llev la mano a su boca y record como la primera

vez que vio a Damian encontr algo tan familiar en sus ojos. Pues
claro, eran los mismos ojos de Edward. Damian era el padre de
Edward.

Jess!

No s lo que digo? Susurr con furia, caminando de regreso

hacia Damian. Bella vio la amenaza implcita en la postura de
Edward, a quien no demor en imaginar saltndole encima para
molerle el rostro a golpes y as soltar su furia acumulada de tantos
aos. No s lo que digo? Yo fui testigo, maldito cobarde! Vi
cuando te fuiste, vi a tu esposa retorcindose porque la habas
dejado! Yo te vi, yo estaba ah, maldito cobarde, hijo de la
grandsima puta! Increp, apuntndole con el dedo.

Damian llev una mano a su pecho y automticamente sus ojos se

llenaron de lgrimas.

Por vida de Dios, Edward, escchame

Escucharte?! Por qu tendra que darte ese maldito beneficio

que no te mereces por qu!

Hay cosas hay cosas que no sabes Dios, Edward, no quise

abandonarlos!

No te creo, maldita sea! No quiero escuchar lo que tengas que

decir, as que lrgate de aqu antes que no pueda seguir
aguantndome y te mate con mis propias manos!

Bella salt por instinto a interponerse entre Edward Y Damian.

Cuando vio los ojos de su ogro furioso y el dolor reflejado en estos,
a pesar de que estaba gritando con ira. Su respiracin era pesada y
su rostro se tornaba carmes. Iba a estallar en cualquier momento,
ya poda ver ella que se pona a destruirlo todo all.

Edward mrame mi amor, mrame le pidi con voz suave,

llamndolo a la calma. l turnaba sus ojos furiosos hacia el hombre
y ella, sin saber qu exactamente deba hacer. Saba lo que quera
hacer, pero

Scalo de aqu scalo de aqu o no respondo gru con los

dientes apretados con fuerza.

Escchalo, Edward

l abri los ojos y mir a Bella como si estuviera loca.

Qu mierda, mujer?!

Cuntas veces le has rogado a Alice que te escuche porque ella

ha formado una imagen distorsionada acerca de lo que ocurri

Nada tiene que ver susurr, contrariado.

Cmo nada, Edward?!

Sern puros inventos para limpiar su culpa, seguro que no lo deja

vivir dijo, mirando a su padre por encima del hombro de Bella.
Ella agarr el rostro de Edward para que concentrara sus ojos
furiosos en ella. Intua que Damian deba ser escuchado, por el bien
de Edward, de Alice, por eso estaba insistiendo.

Escchalo, Edward. Sabes cuntas interrogantes de tu pasado

pueden ser resueltos? Sabes cmo esto podra ayudarte para
recuperar a Alice? No es eso lo que ms quieres?

Nos abandon musit con dolor que parti el corazn de Bella.

Tan slo escchalo y si despus que l haya hablado su

explicacin carecen de fundamentos para ti, pues lo echamos y ya.

No me dejes solo rog Edward con voz contrita, no me dejes

solo, Bella.

Nunca susurr ella acaricindole el rostro con ternura y con

todo el amor que senta por l aqu voy a estar.

Edward cerr sus ojos y respir reiteradas veces, preguntndose por

qu iba a darle el derecho de hablar a ese hombre, que no se
mereca nada. Bueno, lo saba: porque su demonio se lo haba
pedido y porque despus de escuchar sus razones, iba a poder
recriminarlo como hace mucho tiempo dese hacerlo. Quizs lo
golpeara, pero porque l se lo mereca.

Cuando abri sus ojos, estos fueron directo hacia el hombre que se
haba mantenido en silencio, rogando en el mutismo que le diera la
oportunidad de hablar, aunque intua que con lo que le contara
profundizara heridas en su hijo que an no cerraban.

Comienza a hablar dictamin Edward, dando un paso al

costado, alejndose de Bella. Enderez su espalda y cruz sus
brazos sobre su pecho, sin quitar sus acusadores ojos de Damian
Brandon, su padre biolgico al que odiaba de forma visceral.

Damian baj su cabeza, un poco intimidado por la actitud hosca de

su hijo, dando gracias a Dios porque al menos le daba esa
oportunidad. Trag saliva y alz nuevamente su cabeza hacia su
hijo, listo para comenzar a contar su historia. Su verdad.
Edward, sorprendido con l mismo, inspir aire listo para escuchar
el cuento que el tipo ese traa preparado para l, pero record una
cosa antes:

Antes que empieces, dime por qu cuando llegaste le dijiste al

portero que eras el nuevo inversionista de la empresa de Elizabeth
cmo sabes de eso?

Lo s porque soy el nuevo inversionista de "Masen & Co" y estoy

ansioso por que la reunin del martes llegue y pueda reencontrarme
con Elizabeth Masen cara a cara.

Edward inspir, sin la claridad sobre lo que deba pensar acerca de

aquello que Damian le revelaba. No exterioriz ninguna clase de
satisfaccin o aversin sobre aquello. As que sin ms, asinti y dej
que Damian comenzara con su historia.

Nunca quise abandonarlos fue lo que comenz diciendo

Damian, llevndose de regreso la mirada de odio de Edward.

No me vengas con esa mierda

Dijiste que me escucharas lo detuvo su padre. Edward buf y

tom asiento en su silln. Bella tuvo la intencin de caminar hacia
el dormitorio porque se senta fuera de lugar, pero cuando dio dos
pasos, Edward la mir, ordenndole tcitamente que se quedara ah.
Ella trag grueso y casi imperceptiblemente asinti en su direccin,
quedndose de pie, con su espalda afirmada en el muro de la sala.
As, ella tratando de hacerse invisible, Edward poniendo de su parte
luchando con su rebelin y Damian sacando a la luz los puntos ms
importantes que Edward deba saber, se desarroll ese monlogo de
una hora.

Edward afirmaba su cabeza entre las manos, con su espalda curvada

hacia adelante, sentado en el sof de la sala, con las rodillas
sostenindole los brazos. Esa haba sido su posicin durante la hora
que permiti que Damian, su padre, hablara y explicara lo que a su
parecer no tena explicacin.

Oy lo mismo que Damian le cont das atrs al doctor Carlisle

Cullen y el da anterior a Alice, su hermana. A medida que el relato
de Damian tomaba forma, la respiracin del ogro se iba haciendo
ms pesada y las imgenes en su cabeza se formaban a toda
velocidad.

Clarisse me sac de mis casillas ese da, no tengo otra excusa.

Pero no era mi intencin marcharme, slo quera ir por ayuda y
despejar un poco mi cabeza. Cmo poda querer abandonarlos, si la
amaba pese a todo y tena a mis dos hijos suspir con fuerza y
continu. Yo regres, juro por Dios que lo hice, pero al parecer
demasiado tarde, pese a que slo haban pasado horas desde mi
salida de casa.Fue lo que dijo Damian con la voz estrangulndole
la garganta para concluir. Haba estado hablando durante sesenta
minutos aproximadamente, pero no era eso lo que lo tena al borde
del llanto, sino los recuerdos ms dolorosos de su existencia.

Esperas que me trague todo lo que acabas de contarme?

Es mi verdad, tengo cmo comprobarlo

Muy revelador ironiz Edward, aun manteniendo la misma

posicin sentado en el sof, ahora pasando sus manos por la
cabellera aun hmeda despus del bao que haca ms de una hora
se haba dado con Isabella.

No me crees, verdad?

Ponte en mi maldito lugar indic con voz entre dientes,

apenas levantando la cara, pero sin mirar a su padre. Me dices
que hablaste con Servicios Sociales y que ellos no te permitieron ni
siquiera vernos. Que justo en ese momento por una falta que segn
t no cometiste, te metieron a la crcel, te expulsaron del pas
Perdname, pero no puedo creerte!

Que Dios me ampare! Exclam Damian, frotndose el rostro.

Iba a soltar la bomba, porque deba hacer que su hijo le creyera.
Elizabeth Masen tena una muy grande deuda con l y ese iba a ser
el momento en que comenzara a pagarla. Por qu no le
preguntas a tu abuela?

Poco a poco, Edward enderez su espalda y mir a Damian con

confusin. Bella, quien mantuvo sus nervios a flor de piel mientras
oa las palabras de Damian, se puso en guardia. Saba que si
Elizabeth Masen sala a la luz en todo esto, la reaccin de Edward
iba a ser otra.

Qu tiene que ver Elizabeth en todo? Dej su pregunta en

el aire, pues algo dentro de l la respondi.

Qu tiene que ver? Pregunt, soltando una carcajada,

levantando su vista hacia el cielo Ella me destruy! Jams
estuvo de acuerdo con que un hombrecito como yo, hijo de un
humilde panadero, se mezclara con su hija. Quieres saber por qu
no pude recuperarlos a Alice y a ti? Pues pregntaselo a ella.
Quieres saber por qu me mandaron a la crcel y me echaron del
pas? Ella seguro tiene las respuestas.

No puede ser susurr Edward atnito mirando fijo hacia la

alfombra persa de la sala. No puede ser.

Recuerdo cuando me fue a ver a la crcel. Yo alegaba mi

inocencia y ella se rea en mi cara. Lo ltimo que me dijo fue que
nos encontraramos en el infierno, al infierno en donde me quemara
por haber puesto mis ojos en su hija y haberle arruinado la vida
cerr los ojos con dolor mientras soltaba el siguiente recuerdo.
Me dijo que su hija enferma, haba muerto, seguro por orden divina,
porque era lo mejor. La frialdad con que lo dijo la muerte de
Clarisse no le afect ni un pice y en cambio a mi Dios! Y yo
slo quera morirme.

Edward comenz a temblar como si tuviera fro. Pas sus manos por
sus brazos, cerr los ojos y dese estar en medio de una pesadilla. Si
comprobaba lo que Damian le deca, seguro sumara ms motivos
para odiar a Elizabeth, no estando seguro de que se pudiera
aguantar de no tomar venganza con sus propias manos,
ensucindolas de sangre. Se levant entonces de improviso,
haciendo saltar a Bella y poniendo en guardia a Damian, quien lo
mir esperando su reaccin, que no era como l esperaba, pues
pensaba que cuando involucrara a Elizabeth, Edward saltara a
defenderla, pero no fue as. Vio sus ojos opacos y su rostro
enrojecido, notaba su respiracin pesada y el temblor contante en
sus extremidades.

Necesito cerr los ojos, como si le doliera incluso hablar.

Necesito tiempo yo no

Una cosa antes de marcharme se atrevi Damian a dar un paso

hacia l, anhelaba abrazar a su hijo, su campen, con quien siempre
tuvo una relacin de mucha complicidad. Trag grueso y torci su
cabeza, mirando fijamente a Edward a los ojos. Los apartaron de
mi lado, a ti y a tu hermana. Los amaba, Edward, los amo, jams los
hubiera abandonado y eso lo sabes. Slo te pido que pienses que
pienses en lo que te he dicho, que averiges si quieres, y que me des
la oportunidad de de acercarme a ti. Si pasaron todos estos aos
sin regresar, era porque no poda, te lo juro por Dios. Slo slo
dame una oportunidad

Djame solo, por favor susurr Edward de regreso, sin fuerza

en la voz. Damian asinti despacio y son sus hombros cados
camin hacia la puerta como si sus pies pesaran.

Sin duda, Damian sali de all rogando que su hijo mayor entendiera
las razones de su lejana y que le diera una oportunidad. Con ese
ruego, cerr la puerta del pent-house, escondiendo la lgrima
solitaria que rod por su mejilla tras el impacto que signific para l
volver a ver a su hijo convertido en todo un hombre, y saber que
Bella, por coincidencia de la vida o intervencin divina, formaba
parte de la vida de su hijo. Slo deseaba que l dejara algn sitio en
su corazn para l. Era lo nico que peda.

Adentro del departamento, un silencio espeso se cerni durante

minutos sobre Edward y Bella, la que permaneci en respetuoso
silencio durante todo ese rato, conmovida y sorprendida por el
relato de Damian, ahora sin saber qu era lo que tena que hacer.

Edward?

Yo necesito tomar aire dijo sin siquiera mirarla, caminando

hacia el perchero y agarrando una chaqueta negra justo antes de
salir por la puerta y dejar a su demonio con el alma en un hilo.

Baj por el elevador hasta el estacionamiento subterrneo como con

su mente en blanco. Respiraba pesado y su entrecejo se hallaba
arrugado ms de lo habitual. Estaba tratando de retener todos sus
pensamientos, sus cuestionamientos y la rabia que haba comenzado
a quemarle, otra vez, pero contra quin, contra Damian, su padre,
contra su madre muerta? Ni siquiera al hombre que hace poco se
haba ido de su apartamento poda odiar tanto como odiaba a la
vieja Elizabeth si comprobaba que lo que Damian deca, era cierto.

Se mont en su carro y a toda velocidad se ech a andar por las

calles, saltndose varias seales ticas, sin rumbo fijo.

El velocmetro del coche no baja de los ciento veinte durante todo

lo que demor su recorrido por las calles de la ciudad, antes de
decidirse de qu lugar era donde quera llegar.

Como cada domingo, los nios de hogar pululaban por los jardines
que circundaban la propiedad, desarrollando diversos juegos. Eso
sin duda, no llam la atencin del ogro, que se encamin por la
entrada sin siquiera devolverle el saludo a varios de los nios de all
que lo conocan y que detuvieron su actividad para agitar su mano
en seal de saludo al recin llegado.

La madre Gabriela que serva de vigilante de los nios aquel

domingo, estaba sentada en el porche de la propiedad con un libro
entre sus manos cuando vio llegar a Edward. Le bast con ver su
espalda encorvada para saber que algo iba mal.

Edward?

Lo saba? Pregunt l apenas llegar. Saba que Damian

haba regresado?

Qu Damian?

Mi padre.

Jess, Mara y Jos! Exclam la hermana, levantndose de la

banca, olvidndose de su lectura. Ests seguro?!
Edward solt una risotada y sent en la misma banca donde estuvo
la madre, justo junto a ella.

Estuvo en mi casa esta maana.

Mi Dios, Edward! Y cmo te sientes?

Cmo me siento? Mi cabeza es una maldita maraa de

pensamientos, de cuestionamientos Joder, madre!

La hermana Gabriela suspir y retom su sitio en la banca de

madera. Puso una mano delicadamente sobre el hombro de Edward,
quien estaba encorvado hacia adelante, cerrando los ojos al
momento que sinti la presin de la monja sobre l.

Madre, necesito que me ayude a averiguar algunas cosas que

dijo l

Como qu tipo de cosas.

Jur que regres horas despus que a mi madre se la llevaran al

psiquitrico, el mismo da que se march .Pas sus manos por su
cara, desesperndose antes de seguir dijo que haba ido por Alice
y por m al Servicio Social, y que le impidieron siquiera vernos.

Por mi Cristo! Susurr conmocionada la madre.

Lo metieron a la crcel cuando encontr un trabajo para ir por

nosotros, pues cesante jams le daran la custodia eso al menos
fue lo que dijo.

Y qu hizo para dar a parar a la crcel?

Esto es increble dijo, peinando su cabello. Lo vincularon

con un grupo de trfico de drogas. Hicieron un allanamiento de
morada en el lugar donde estaba residiendo y encontraron
sustancias ilcitas ah.

Era narcotraficante?

Jur por nosotros que nunca ha estado vinculado con eso. Dijo
que le tendieron una trampa

Y quin podra haber hecho eso?

Edward inspir y se enderez, torciendo su rostro hacia la monja, la

que se estremeci cuando vio los ojos opacos del hombre a su lado.
No sabe por qu pero trag grueso, preparndose para la respuesta
que l iba a soltar:

Elizabeth.

Abri la religiosa su boca en seal de pasmo y se persign.

Enseguida desvi su vista hacia el frontis, justo donde los chicos
jugaban felices de la vida, en estado de shock. Todava, despus de
todo lo que haba conocido de esa mujer, no entenda el por qu de
su actuar, presumiendo que el padre de Edward estuviera diciendo
la verdad. Esto ltimo fue entonces lo que lo llev a preguntarle:

Le crees?

l trag grueso y afirm su espalda sobre el muro tras l.

No s, madre. Esto es tan jodido.

Pero conociendo a Elizabeth, crees que ella sera capaz de?

S, sera capaz.
 Ay, hijo! Gir su torso hacia Edward y busc sus manos para
apretarlas entre las suyas.Me imagino todo lo que tiene que estar
pasando por tu cabeza, pero no olvides nunca que la verdad siempre
sale a la luz, y que si tu padre lleg en este momento a ustedes con
esta historia, es por algo. Quizs querido Edward, es el momento de
comenzar a sacar el pasado a flote, sanar, y perdonar.

Si aun lo que ese hombre dice es cierto yo no podra yo no

podra arrojarme a l y abrazarlo, llorar en su hombro, simplemente
no podraporque dgame, por qu vino a decir todo eso despus
de tantos aos? Acaso le fue realmente imposible dar con
nosotros?

La sabia monja torci su cabeza y dej entrever una sonrisa hacia

Edward.

Acaso no es lo mismo que te recrimina Alice?

Joder susurr Edward, sacando sus manos del agarre de la

religiosa, volviendo a encorvarse hacia adelante. No es lo mismo,
madre. Usted conoce la historia.

Lo s, querido. Aun as, creo que tu padre merece al menos que

dudes y que no te cierres frente a su historia, porque estoy segura
Edward que en tu interior, sabes que lo que dice tu padre est muy
cerca de ser real.

Levant la cabeza, cerr los ojos e hizo ejercicios de respiracin.

Una parte de Edward se negaba a creer de buenas a primeras la
historia de Damian, recordando que el inicio de toda esa mierda de
historia de vida que tena, se deba a su desaparicin. Pero otra
parte en su interior, una que albergaba sus llantos de nio, los
ruegos que hizo durante cada noche pidiendo que su pap
apareciera, o sus recuerdos de los juegos con l en un pequeo patio
trasero de la vieja casa donde vivan. No recordaba de regalos
costosos que en su infancia le hayan hecho, pues el dinero
escaseaba con regularidad, pero lo que siempre s estuvo en sus
recuerdos escondidos, eran los juegos que solan jugar los cuatro,
cuando la salud de su madre se los permita. Las carcajadas de da
como esos retumbaban en los odos de Edward. Nunca ms l
volvi a carcajearse como en aquellos das.

Tienes hambre? Pregunt la hermana Gabriela, sacndolo de

los recuerdos en donde se haba zambullido sin querer. Sacudi su
cabeza y la mir, alzando sus hombros.

No s

Ah, cmo no vas a saber! Ya es hora de almorzar y pues las

muchachas prepararon un exquisito estofado de carne y de postre
hay mousse de chocolate, no se te hace agua la boca? Cuando nio
te lo devorabas

Madre, no tengo hambre

Crees que voy a dejar que te vayas sin cerciorarme que

comiste? Adems, hay un montn de cosas que debes contarme,
como lo que hiciste luego que saliste de la boda de Jacob

Madre, dudo mucho que quiera escuchar sobre lo que hice

despus de eso. Algrese de que todo ahora est en orden con ella.

Pues me alegro, Edward reconoci esbozando una sincera

sonrisa. Enseguida se puso de pie y escondi sus manos en las
anchas mangas de su hbito negro. Entonces, me acompaas?

Edward rod los ojos porque saba que la monja esa no iba a dejarlo
en paz hasta que se saliera con la suya, por eso fue que se levant y
seal la entrada a la monja para que entraran. De cualquier forma,
por algo haba llegado a ese lugar en ese momento, pues ese fue su
hogar, lugar en donde encontr mucho ms que hermanos y amigos,
encontr ms bien seguridad y calor de hogar.

Aprovech de saludar a la madre Manuela y contarle las novedades,

prometiendo la Superiora ayudarlo con a recabar datos que l
necesitaba. Ms tarde se vio almorzando en una mesa larga, llena de
nios que no paraba de hablar durante todo lo que dur la comida y
que de tanto en tanto encontraba mirando hacia l. En total eran
como treinta pares de ojos infantiles con los que tuvo que lidiar
durante el almuerzo, pero pese a eso, a su incomodidad de siempre
frente a los nios, concluy que haba sido una buena opcin
quedarse all.

Despus que el postre fue servido, se disculp para levantarse y

sali de la casona con la intencin de salir a caminar por entre la
frondosidad de los jardines del lugar y sin poder evitarlo, seguir
dndole vueltas al asunto ese. Estuvo al menos una hora dando
vueltas, pensando en los pasos a seguir de ser cierto lo que su lo
que Damian haba contado.

"No hay persona en este mundo que odie tanto a una persona como
yo te odio a ti, Elizabeth Masen" concluy, cuando decidi salir de
all.

Sigui dando vueltas por la ciudad hasta mucho rato despus,

cuando en un momento que estaba estacionado pensando en todo,
record a cierto demonio a quien haba dejado a solas en su
apartamento. Despus de que haban planeado ese fin de semana
como coronacin de su reconciliacin, apareca todo aquello para
cagar sus planes.
"Joder"

Encendi su coche y se encamin hacia su pent-house, subiendo

entonces un poco enojado consigo mismo y con el mundo en
general y entr en ese estado a su departamento donde para colmo
de males, justo encontr a su demonio vestida, ponindose su
cazadora de cuero, preparndose para salir. Ella trag grueso y lo
mir, evaluando su reaccin.

Dnde vas?

Uhm no estoy segura pensaba que queras estar solo. Saliste

de aqu y no llevaste tu telfono, entonces

Entonces simplemente te vas, no?

Pues

Haz lo que quieras escupi esa frase y camin directo a su

cuarto, ignorndola al pasar. Bella, que haba estado todo el da con
el alma en un hilo, desesperada por querer ayudar a su ogro y sin
saber a ciencia cierta qu hacer, concluy que si l se haba ido as,
era porque quera estar solo, y ella pese a querer acompaarlo
aunque sea en silencio, respetaba eso. Es por eso que decidi
prepararse para marchar y estaba a punto de hacerlo cuando l
lleg, como alma que lleva el diablo, o como ogro que lleva el
diablo.

Se abroch los botones de su cazador y agarr su cartera que haba

dejado sobre el sof, disponindose a caminar hacia la puerta, cosa
que no lleg a pasar pues de improviso dos fuertes brazos la
aferraron por la espada, rodendole la cintura. La mano de uno de
esos brazos quit eficientemente la cartera de su hombro y la hizo
girar sobre sus talones, para guarecer su rostro en el hueco de su
cuello e inhalar el aroma a rosas que lo confortaba. Ella al instante
llev sus manitos hasta el cabello castao y despeinado de su dolido
pero hermoso ogro, acaricindolo para infundirle cario y
contencin.

Dios, Bella, no te vayas rog Edward, apretando su rostro en la

curva del cuello de ella y sus brazos alrededor de su cintura. Ella
cerr los ojos y en un acto de amor sinti el dolor y la confusin que
su amor estaba padeciendo. Sus ojos verde miel se llenaron de
lgrimas y pidi en silencio a Dios que las heridas de Edward
pudieran ser sanadas, porque l se mereca, despus de todo lo que
vivi, ser feliz.

Aqu me tienes, mi amor asegur con voz contrita. Dime lo

que necesitas de m y te lo dar cualquier cosa para aliviarte.

Toda t levant Edward su rostro y Bella sinti el duro nudo

en su garganta cuando vio los ojos enrojecidos en l. Dej que
pegara su boca a la de ella y sin quitarse la mirada el uno del otro, l
asever: Eres lo nico que necesito.

Edward, mi amor, no voy a dejarte solo, pero quizs quieras estar

solo despus de lo que pas.

No vuelvas a insinuar siquiera que vas a alejarte de m. No en

este momento advirti, interrumpindola y pegando su boca a la
de ella.

Cuando la noche en pleno lleg y ella dorma ajena a todo sobre su

pecho, los engranajes de su cabeza se pusieron a funcionar a toda
velocidad sobre lo que hara con la cabeza de Elizabeth Masen.
Porque l en su fuero interno saba que las probabilidades de que
ella estuviera involucrada en todo lo que Damian le cont, eran muy
altas. Deba entonces estar prevenido.

"No voy a tener piedad, Elizabeth, as como t no la tuviste".

Tengo mi corazn llenito de alegra gracias a todas ustedes, que

me acompaan cada semana con esta locura. Muchas gracias
por leer en silencio, por comentar y por apasionarse tanto con
esta historia.A las que hace poquito e han unido y a las que
desde siempre han estado conmigo. Son geniales! MIL
GRACIAS, LAS ADORO! =)

A mi beta y amiga del alma, Gaby Madriz, que se encarga de

hermosear los captulos, y a mi Manu de Marte, la encargada
de darles adelantos y las sorpresitas en el grupo de facebook
"Mar de sueos", donde todas estn invitadas a pasar.

Y no olviden visitar la pgina de Facebook: "Mar de sueos" (el

link es groups/Subversivas/)

Nos reencontramos la prxima semana? Las espero. Besos y

abrazos a todas!

Cata!

Facebook como Catalina Lina y en Twiter como Cata_lina_lina

*Chapter 21*: Chapter 21
A LEER!

=)

Captulo 21.

Aquel lunes por la maana, Bella arreglaba la corbata azul marino,

que estaba alrededor del cuello de Edward, a tono con el traje del
mismo color, que ese da llevaba y que combinaba a la perfeccin,
con su camisa celeste, resaltando segn ella el dolor de sus ojos.

Bueno jefe, est usted listo dijo ella, pasando su mano por la
lisa corbata y empinndose enseguida para dejar un suave beso
sobre sus labios. El inspir y no pudo aguantarse la tentacin de
rodear la estrecha cintura de su demonio y agarrar el labio inferior
de su boca entre sus dientes.

Te ves realmente tentadora en ese vestido, demonio le dijo. Un

vestido de tono gris perla hasta la rodilla con manga tres cuartos,
con cuello redondo de material ligero, no muy ajustado y lo
suficientemente cmodo para trabajar, segn ella.

Gracias.

Ya tendr el placer de quitrtelo esta noche junt su boca a la

de ella en un beso lleno de intencin. Quizs llegue sobre las
ocho, as que dejo en tus manos la eleccin de la cena, est bien?

Estupendo. Ver cmo te sorprendo iba a hacer lo que fuera

para quitar el trago amargo que su ogro haba pasado el da anterior.
Saba que tena un montn de cosas que arreglar y que iba a tomar
las decisiones correctas, pero ella quera ser su va de escape, la
manera que l olvidara todo a su alrededor. Por eso procuraba
siempre sonrerle, cuestin que saba l adoraba.

Hazlo, demonio.

Salieron cogidos de la mano, mientras ella le daba un repaso

completo de las actividades que tena para ese da. Emmett al
momento que ellos llegaron a las puertas de edificios, todava
cogidos de la mano, les abri la puerta del coche negro con su usual
sonrisa bien puesta en la cara y su asentimiento de cabeza,
ponindose a continuacin en marcha.

Para cualquier persona, el comportamiento de Edward y Bella, era

el comportamiento normal de una pareja, por lo que nada tena de
sorprendente verlo a l de la mano de una chica como ella. Por
supuesto, no contaban con que un par de ojos fisgones los estuviera
contemplando en un lugar estratgico y lo suficientemente cerca
como para verlos. Un par de ojos que se sorprendieron al ver esta
escena tan corta pero tan significativa para sus planes.

As que con que tienes a una putita nueva, no Edward? Sabr

tu abuela que pasas la noche con esa? Se pregunt Charlotte en
voz alta, mientras pona en marcha su coche y se dispona a seguir
indagando en los secretos de Edward, los que con gusto pondra en
bandeja de plata frente a Elizabeth Masen, y as ganar de regreso su
confianza y su aprobacin para ser la prxima seora Masen.

**oOo**

Nos acaba de llegar el contrato de sociedad con "Masen & Co"

James entr con espritu ganador a la oficina de Damian. Doa
Elizabeth tuvo la gentileza de mandarlo firmado, por lo que maana
cuando le demos la sorpresa de tu visita, no podr retractarse.
Tendr que pagar lo que se invirti y las ganancias que se
proyectaron

No me interesa el dinero coment Damian con voz ronca. Su

vista estaba perdida en el cielo azul que se dejaba ver tras la
ventana de su oficina. Sus pensamientos no estaban en lo que
ocurrira al da siguiente con Elizabeth Masen, sino en lo ocurrido el
fin de semana con el reencuentro con sus hijos, que lo dej
perturbado y no como l esperaba.

James supuso eso, por lo que suspirando dej la carpeta que traa el
contrato con "Masen & Co" sobre la mesa para que Damian lo
firmara, y se sent frente a l, al otro lado del escritorio.

Tus hijos te tienen as, no?

Damian suspir y no dijo nada. Slo revolvi su cabello y luego

restreg sus ojos, pues picaban producto de su deseo de llorar.
Anhelaba el abrazo de sus hijos como nada en este mundo y no
estaba seguro si lo conseguira.

No s lo que va a pasar declar con frustracin. Si regres,

fue por ellos. Les cont mi verdad y

Y es muy pronto para obtener lo que deseas con ellos

interrumpi James. Acabas de debelar una verdad que les cambi
toda una historia de abandono con la cual crecieron

No los abandon! Exclam con frustracin. James torci su

rostro y asinti despacio.

No lo hiciste, y ellos acaban de enterarse mucho tiempo despus.

Es necesario que digieran lo que les has contado y se cercioren de
que es la verdad.

Alice tiene otra familia a la que ama fundament con eso parte
de sus miedos. Me sustituy y no s si haya lugar para m en su
vida ahora y Edward no s.

Dales tiempo, Damian, es lo que necesitan. Es seguro que tu

revelacin no los dej indiferente, pero debes darles tiempo para
que pongan su cabeza, sus recuerdos y sus sentimientos en orden.
O pensabas que se te iban a tirar al cuello cuando lo supieran?

"Qu ms quisiera yo"

Si yo estuviera en la posicin de ellos, pues me llevara tiempo

asimilar todo expres el joven, alzando sus hombros, y
esperara inconscientemente que ahora que apareciste, no
desaparecieras.

Pero me dices que les des tiempo

Pero debes conseguir estar presente. No hagas tal cosa de lanzar

la bomba y largarte. Con ambos debers mantener al menos un trato
profesional, no?

Espero que s

Y no te permitas decaer, ya sabes, la verdad sale a la luz, la

mierda a flote y todo eso, as que

Muy esclarecedor, James Damian movi su cabeza en negativa

y se estir sobre el escritorio para tomar la carpeta que James haba
dejado encima. La abri y pas las pginas hasta el final, donde vio
la rbrica de la vieja Elizabeth al pie de la hoja. Inspir, llenando
sus pulmones de aire, para luego torcer su boca en una muy
pequea sonrisa de satisfaccin.

Est todo en orden con este contrato?

Totalmente. Nos cubre con indemnizaciones en el caso que doa

Elizabeth quiera retractarse, o sea que maana cuando te vea, no
podr dar pie atrs. Tu nombre no figur en ninguna parte, slo el
apellido del representante, con quien se hizo la negociacin.

O sea t.

Eso es correcto. Todo se hizo a nombre de la sociedad Gerber, no

figur tu nombre en ningn lado.

Perfecto.

Ella conoce el hecho que soy slo el representante, que no soy la

cabeza de la sociedad, pero no le import indagar en ese, slo le
importaba tener el cheque que le llev entre sus codiciosas manos.

Apuesto que la tesorera de la empresa no sabe que ella pidi una

fuerte cantidad a su nombre.

Pues, nos enteraremos de eso maana.

Como sea dijo, dejando a un lado los papeles y levantndose

para mirar hacia la ventana. Meti sus manos a los bolsillos de su
pantaln de lanilla gris, volviendo a inspirar con fuerza. No sabes
las ansias que tengo de volver a ver a Elizabeth Masen.

Te creo, mi amigo.

Damian no saba que su plan de venganza contra Elizabeth Masen

concordaban y hasta se complementaban con los de Edward, quien
en ese momento en su oficina se encontraba meditando sobre el
hecho de que Damian Brandon, su padre, era el nuevo inversionista
que Elizabeth haba elegido seguro a ciegas, movida por los billetes
que eso le representaba. Saba o intua que Damian haba llegado a
ella no con tiernas intenciones de reencuentro, as que al menos con
eso respir tranquilo y supo que haba llegado un nuevo e
inesperado aliado.

Pero no quiso seguir ahogndose en esas dudas, por lo que levant

el telfono y le indic a su secretaria que se comunicara con Gerber
S.A y solicitara con el seor Gerber un almuerzo para ese mismo
medioda. Ya a los empleados de gerencia saban de este nuevo
socio que vena a lanzarles un salvavidas, por lo que a Nadia, la
eficiente secretaria de Edward, no le fue extrao ese nombre, cuyos
datos ya estaban en la base de datos de la empresa.

Damian y James estaban entonces delineando algunas cosas del

contrato cuando el telfono de la oficina son. Damian levant el
auricular que lo conect con su secretaria, y mientras la escuchaba,
sus ojos iban abrindose paulatinamente ms y ms. James frunci
su entrecejo, no seguro de lo que Damian pudiera estar oyendo.

Uhm pues s, por supuesto, confirma la cita y una reserva en

un restaurante del centro, nada tan ostentoso, ya sabes dijo,
colgando a continuacin. Llev su mano a la boca y mir a Jame,
quien estaba algo impaciente.

Quin te llamaba?

No lo vas a creer susurr incrdulo.

Pues dmelo!
Edward pidi una cita para almorzar conmigo hoy.

Oh James alz sus cejas y se dej caer en el respaldo de la

silla. Para qu te puede haber llamado?

Pues no estoy seguro, pero llev una mano a su pecho e

inhal aire hacia sus pulmones. No puedo evitar ilusionarme y
alegrarme. Voy a almorzar con mi campen, porque l lo quiso!
exclam esto ltimo sin poder esconder su sonrisa. Jame asinti,
compartiendo la alegra de su amigo y maestro, deseando que no se
llevara una desilusin, porque de ser as, l mismo tendra una muy
profunda conversacin con ese Edward.

**OoO**

Damian asinti gentilmente en respuesta a la recepcionista del

restaurante cuando esta le dio la bienvenida y lo invit a entrar,
indicndole en dnde estaba la mesa que reserv. Camin en medio
de los dems comensales que hablaban entre ellos, hasta que a
metros vio una mesa junto a una ventana con un hombre sentado en
ella, con una copa de agua entre las manos mientras miraba
distrado por la ventana.

Inspir fuertemente agradecido de que Edward hubiera querido

tener un encuentro con l, para lo que sea que lo haya llamado.

Llego tarde? Pregunt, disculpndose cuando lleg hasta la

mesa. Edward apart su vista de la ventana y lo mir, negando con
su cabeza.

No, yo me adelant un poco.

Damian se sent en el puesto frente a Edward e hizo el mismo

ejercicio que su hijo, mientras llegaba el camarero. Mir por la
ventana y tuvo que tragar grueso por los recuerdos que vinieron a
l. Estar frente a su hijo haca que la nostalgia lo invadiera, pero aun
as agradeca esa oportunidad. Mientras miraba la urbe al otro lado
del ventanal, se preguntaba cmo comenzar una conversacin
liviana con su hijo, distendida quizs, pero no fue necesario, pues
Edward tom la palabra, inclinndose hacia un tema nada relajado,
que fue lo que lo llev hasta all.

Qu haces siendo el nuevo inversionista en "Masen & Co"? No

entiendo seal, frunciendo su entrecejo. Damian suspir y mir
a Edward, entrecerrando sus ojos grises tan parecidos a los de l.

Ests seguro que no lo entiendes? Ni siquiera lo supones?

Pregunt retricamente, echndose hacia atrs en su silla, poniendo
sus manos sobre la mesa y jugueteando distradamente con la
servilleta de lino. Me alegro que hayas tocado el tema, ayer sin
duda no alcanzamos a hablar de esto, pero ya que ests interesado y
para serte sincero, no s en realidad qu va a ocurrir en adelante.

Detuvo sus palabras cuando el camarero finalmente se acerc y le

entreg la carta de comida a los caballeros, ofrecindole una copa
de vino al recin llegado para acompaar a Edward que haba
llegado primero, declinando Damian su ofrecimiento, inclinndose
slo por un vaso de agua. Advirti que en diez minutos haran su
pedido de comida, por lo que el mesero se alej para traer dentro de
escasos segundos la copa de agua para el seor, desapareciendo
enseguida. Cuando estuvo fuera del radio, Damian prosigui:

Me conformar con mirar la cara de tu abuela cuando sepa que

yo soy su flamante nuevo socio, y que puedo mover ahora mi dedo
meique para hundir su barco, no s si me explico.

Perfectamente.
Pero no voy a hacer nada, que pueda perjudicarte. Ests adentro
de la empresa adems, corro peligro de que vayas donde
Elizabeth y le cuentes mis planes. Supongo que ella y t tienen
algn lazo que

No detengas tus planes por mi interrumpi Edward muy

seriamente, bebiendo de su copa de vino. Si yo an estoy ah, es
porque mis planes, probablemente no difirieren mucho de los tuyos.

Explcate, por favor.

La odio dijo sin ms, haciendo que a Damian se le erizara la

piel. La odio y la quiero ver caer de su jodido trono, donde ella
cree que est sentada. Si he soportado todo este tiempo en ese lugar,
es porque esa es mi meta. Si su empresa ha ido en decadencia, es
porque yo no he hecho nada por resolverlo. "Masen & Co" podra
ser en este momento una empresa reluciente, econmicamente
hablando, pero eso no voy a permitirlo, no mientras ella sea la
duea y seora.

Damian agarr su copa de agua y bebi, mientras por su cabeza

pasaban un montn de preguntas sobre el comportamiento y los
dichos de Edward hacia Elizabeth. Seguro ella haba hecho algo que
hizo que l anidara ese resentimiento que dejaba salir cuando
hablaba de la vieja esa. Digamos que con eso, su odio por la madre
de su amada Clarisse creca en forma exponencial.

Qu te hizo qu te hizo como para cerr sus ojos, para

encontrar las palabras. Qu fue lo que esa mujer te hizo para que
la odies tanto? Te sac del orfanato, te reconoci como nieto

Me jodi la maldita vida, mi vida ahora no sera la que es si ella

no hubiera aparecido ese da gru, apretando sus dientes y sus
manos sobre la mesa. Cerr los ojos e inhal furioso. Me alej de
Alice, arbitrariamente. Me enter adems de cosas que me llenaron
de ira, de rencor, por eso que tu relato sobre lo ocurrido, me parece
factible.

Te maltrat?

Quieres saber si me golpe? S, un par de veces, pero no me

importaba. Verbalmente era como me denigraba, siempre sacaba en
cara lo igualito que era a mi madre, con todo y enfermedades

A qu te refieres? Pregunt Damian, frunciendo sus cejas.

No quiero ahondar en eso ahora

Hijo, por favor

No limit Edward, alzando su mano hacia Damian, que

estaba visiblemente preocupado ahora. Qu era eso de la
enfermedad a la que l se refera?. Ahora t y yo nos debemos
concentrar en esto que tenemos entre manos.

Damian termin de un trago el resto de agua que quedaba en su

copa, para luego restregar sus ojos con la palma de sus manos. "Mi
buen Dios, qu fue lo que esa vieja le hizo a mi hijo"

Dime qu es lo que tienes planeado agreg Edward, con

frialdad en su voz. Damian, aun angustiado por las palabras suyas,
sacudi su cabeza y suspir, tratando de hallar calma.

El contrato se deline por un lmite de tiempo, el suficiente para

mover mis hilos. Pese a que el monto de mi inversin no me hace
mayorista, tengo voz en las decisiones que hasta ahora s que ella
toma indiscriminadamente. El slo hecho de ella saber que tendr
que contar con mi aprobacin para decidir algo

Podra ella declinar de hacer trato.

No puede. Esa mujer no es muy inteligente a decir verdad dijo,

torciendo su boca, echndose hacia atrs. Para amarrarme, tuvo
la cortesa de enviar esta maana el contrato ya firmado por ella.
Slo falta que yo lo firme, y eso lo har delante de sus narices. Si se
retracta, perder mi inversin ms un alto porcentaje por
incumplimiento.

Vieja estpida.

Esa empresa se ir a la quiebra Edward, ms temprano que tarde.

Estoy seguro de eso en un acto que indicaba un compromiso,

Edward alz su copa de vino, de la que apenas quedaba un poco.
Haremos una muy buena alianza, Damian.

El aludido levant su copa vaca y choc la que Edward mantuvo

en el aire. Enseguida, el joven hizo una seal hacia el camarero,
indicndole que ambos ya estaban listos para pedir.

James es tu hijo? Pregunt Edward, abriendo la carta y

dndole un vistazo rpido. Damian alz sus cejas y solt una risa
nerviosa.

No, no lo es. Es mi mano derecha y est al tanto de todo, hizo la

negociacin con Elizabeth, mantenindome a m en la incgnita.
Fue muy encantador con ella.

No te volviste a casar? Comenz a preguntar, mirando hacia

cualquier lado, menos a l, como si en realidad no le importara
mucho, aunque Damian, con su corazn martillndole a toda
velocidad, supo que l estaba interesado.

S. Fue un error, por supuesto. Mary Jane fue una muy buena
amiga y lo sigue siendo, slo que hubo un momento en que me
senta solo y pues ella estuvo siempre a mi lado. Ambos
confundimos nuestros sentimientos, as que poco tiempo despus
nos divorciamos.

Ya veo

El camarero lleg y rpidamente ambos caballeros hicieron sus

pedidos. Digamos que Edward estaba secretamente ansioso por
saber, y Damian por responder.

Pero s tienes una hermana media hermana, digo coment

Damian, sonriendo con ternura. Beatriz es su nombre, tiene doce
aos.

Edward arrug su frente y pas su dedo por la barbilla, digiriendo

esa informacin. No esperaba eso.

Y ella est aqu?

No, pero muy pronto se reunir conmigo. Me alegrara mucho

que la conocieras Edward mir su plato sin soltar una respuesta,
porque aquello lo haba tomado sin duda por sorpresa. Pero Damian
no lo presion con ello. Uhm y hablando de hermanas, debes
saber que ya fui a hablar con Alice, el sbado por la maana.

No tena ideareconoci Edward con amargura. Damian,

inquieto por esa respuesta y el tono de su voz, quiso indagar.

Ella y t
Ella me odia. Dice que ya no soy su hermano dijo con voz
trmula, apartando sus ojos otra vez hacia la ventana. Damian abri
los ojos, confundido.

Pero, por qu?! Ella te adoraba!

Desaparec de su lado cuando jur no hacerlo. Elizabeth ni

siquiera dej que me despidiera de ella, y durante aos control
todos mis movimientos, evitando que me comunicara con mi
pasado. Viv prcticamente bajo un rgimen militar, incomunicado,
lejos de la ciudad donde ella estaba. Trat de escribirle, pero
simplemente la vieja interceptaba las cartas y las destrua. Cuando
finalmente pude dar con ella, ella ya me odiaba y me haba sacado
del todo de su vida.

Dios mo, no es justo, no es justo! Se lament Damian,

afirmando su cabeza entre las manos. Ambos varones se quedaron
un momento en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos.
Edward en su hermana y Damian en el sufrimiento de su hijo,
recordando lo que Carlisle Cullen hace unos das atrs le haba
dicho sobre Edward.

Pero cmo ella no fue capaz de entender lo que sucedi, no

podas hacer nada.

Edward suspir, alzndose de hombros Quizs no me cree.

Interceder para que

Mantenla fuera de todo esto. Voy a terminar mi trabajo con

Elizabeth y me concentrar luego en recuperar su amor. No me he
dado por vencido.

No mereces todo lo que has tenido que sufrir. Dios, no lo

mereces

No vale la pena lamentarse ahora. No cuando mi venganza

finalmente est cerca.

Se quedaron en un incmodo silencio, hasta que el camarero regres

con los platos que ellos pidieron.

Cmo es que ahora eres un hombre rico? Y por qu ya no

llevas tu apellido?

T tampoco llevas mi apellido

Elizabeth me lo cambi apenas salimos del orfanato. Dijo que no

poda llevar el apellido del perdedor de mi padre, que deba ser yo el
que preservara el apellido de su familia

Jodida vieja dijo casi gruendo. Edward apenas lo mir y en

silencio tom los cubiertos, comenzando a comer. Damian lo imit y
mientras cortaba su filete, le cont. Mi apellido lo sigo llevando,
slo que no poda presentarme aqu con l, para evitar que ella me
reconociera, por esa razn, es que uso el apellido del hombre
fundador de la sociedad.

Est vivo an?

No. Muri y yo lament su muerte. Lo quise como a un padre

pues me tendi la mano cuando me vi perdido. Si no fuera por l,
probablemente nunca hubiera podido regresar. Comenc en su
empresa limpiando baos el viejo me oblig a asistir a la
universidad Imagnate, yo, pasado en edad entrando a la
universidad! La cuestin es que a medida que iba avanzando en
cursos, l iba ascendindome, hasta que me dio el puesto de director
cuando me recib de ingeniero. Me quiso como a un hijo y yo lo
quise como a un padre. Espero que t, en medio de todo, hayas
encontrado a gente buena en el camino.

Tengo pocos amigos, pero muy fieles contest, llevndose una

porcin de pasta a la boca. Adems tena a Isabella, y con eso le
bastaba.

Espero conocerlos algn da dijo, torciendo su boca. l

apenas levant sus ojos, moviendo sus hombros.

Ya veremos dijo, antes de meterse otra porcin de pasta a la

boca. Eso sin duda, llen el corazn de Damian de esperanza,
agradecido de que la vida le diera una oportunidad para recuperar a
sus hijos, porque sin duda ese almuerzo era un avance.

**OoO**

Cuando Edward llega a su apartamento ya en la tarde, lo primero

que siente es el aroma de especias, que inunda el lugar y la msica
de Los Beatles que sale por los altoparlantes. Lanza su maletn
sobre el sof, se quita la chaqueta y la corbata, tirndolas
despectivamente en cualquier lado antes de dirigirse a la cocina,
donde se encuentra con su demonio, que revuelve algo en el sartn
mientras mueve su hermoso culo al ritmo de "All my loving" en su
versin original remasterizada, que Edward no tena idea que tena
entre sus cd's. Con descaro, se toma el tiempo de mirarla de pies a
cabeza, levantando su lasciva cuando la ve tan jodidamente sexy en
esos pantaloncillos cortos y esa vieja camiseta, que reconoci como
suya. Torciendo su boca en una sonrisa pcara se acerca por detrs y
la sorprendi cuando con sus brazos la encierra por la cintura. Ella
dio un salto y se carcaje enseguida reconociendo ese cuerpo que se
apretaba al de ella.
No te o llegar ronrone, echando hacia atrs su cabeza, y
torcindola un poco para que su ogro, besara su boca que estuvo
ansiosa por l durante todo el da. Estuvo bien tu da?

Almorc con Damian dijo, soltando su agarre de la cintura y

acercndose a la encimera, donde haba un pocillo con frutos secos,
los que comenz a sacar para llevrselos a la boca. Bella abri sus
ojos ampliamente, sorprendida por la confesin de Edward.

Y cmo cmo estuvo, de qu conversaron, hablaron sobre lo

que ocurri el domingo?

Hablamos de negocios, es todo respondi l cortante, pero ella

ni caso del tono de voz, por lo que sigui con sus indagaciones.

Pero qu hablaron?! Le hablaste sobre Alice, sobre Elizabeth?

Le preguntaste por qu?

Dije que habamos hablado de negocios! Maldita sea, no quiero

hablar de eso! Exclam, haciendo que la pobre Bella diera un
respingo. Frunci su entrecejo y se gir de regreso hacia la sartn,
que haba quedado olvidada.

No pudo evitar sentir que Edward la mantena al margen de aquello,

que era importante y trascendental para l, y eso la pona realmente
triste, pues deseaba que Edward, se desahogara con ella, le hablara,
y no que tuviera que salir para hablarlo con otras personas, que fue
lo que supo que hizo el da anterior. Sin ms entonces, apag el
fuego, tap el salteado que estaba ya en su punto, limpi sus manos
con un mantel y comenz a caminar hacia la salida de la cocina.
Edward gru por supuesto cuando la vio caminar hacia afuera, con
su cabeza gacha.

A dnde demonios vas!

 Al maldito bao! A caso no puedo? Grit ella de regreso. l
le estrech la mirada y supo que algo le esconda.

Dime qu jodida cosa te ocurri es porque no quiero hablarte

de Damian y toda esa mierda? Pues estoy cansado!

Vale, entiendo que ests cansado y que no quieras hablar, pero no

tuviste problema ayer en salir de aqu y dejarme sola, y hablar tus
problemas con los dems, excluyndome a m escupi su casi
olvidado rencor por ello. As que perdona que me sienta mal,
maldita sea!

Sin esperar que l respondiera, dio media vuelta y corri hasta el

bao del cuarto de invitados, donde se encerr. Edward, en tanto, se
qued de pie en medio de la cocina gruendo maldiciones
inteligibles, mientras msica chispeante de los Beatles segua
sonando por los parlantes del sistema centralizado de msica que
tena en su piso. Restreg su cara con la mano y camin como
poseso atravesando el pasillo hasta el bao de su cuarto, el que vio
vaci. Lanz otras maldiciones y regres, poniendo la mano en el
pomo del primer cuarto de invitados justo al lado de su recamara, la
que se encontraba trancada.

Abre la puerta, demonio! Demand, golpeando la puerta con

la palma de la mano. Maldeca la rebelda de su demonio y su
maldito olvido por no saber dnde estaba esa llave maestra que
abra todos los accesos de su apartamento. Maldita sea,
demonio, abre la maldita puerta!

Joder, Edward, quiero estar en el bao en paz! Me dejas, por

favor?

No! Sal, ahora!

Bella buf y en su ir camin hacia la puerta, destranc y no
alcanz a girar la manilla cuando la puerta ya se estaba abriendo. El
ogro, gruendo de rabia, la asi en volada y la apret contra la
pared ms cercana. Sus ojos estaban temiblemente oscuros, su
respiracin pesaba y su miembro que presionaba justo en su
entrepierna, pues estaba elevada unos cuantos centmetros del
suelo, se senta dura.

Bjame, Edward pidi ella, perdiendo la determinacin en la

voz. l le estrech la mirada y atac su labio interior, metindolo
entre sus dientes. Tena ganas de morderla para castigarla, y luego
tirarla sobre la cama y follarla hasta la inconciencia.

Maldita sea, demonio gru cuando solt su labio. Estaba

ansiando llegar a casa y olvidarme de todo. No es que no lo quiera
compartir contigo, pero siento que ya te he jodido bastante con mi
historia

Quiero que confes en mi susurr ella, con su ira quedando en

el olvido, acariciando inconscientemente el tenso cuello de Edward
. Quiero que cuando busques refugio, vengas a m y no que te
escapes de m.

Dios, mujer, cmo diablos dices que me escapo de ti, si lo nico

que deseo es mantenerte atada a mi cedi un poco su agarre para
aferrarla con ms comodidad entre sus brazos y hundir su rostro en
el hueco de su cuello. Digamos que ese era uno de los sitios
favoritos que Edward tena para guarecerse. Voy a hablar
contigo, pero djame disfrutar de ti, olvidndome de lo dems. Slo
eso te pido.

Est bien, Edward y perdona por presionarte entonces ella

le pidi empujando sus hombros para que se apartara un poco y
poder as besar sus labios tan adictivos. Ambas lenguas enseguida
salieron a encontrarse, envolvindose una en la otra, chocando,
batallando, preparando a ambos cuerpos para lo que vendra a
continuacin pero despus de la cena, pues cuando Bella sinti
las manos de Edward colarse bajo sus pantaletas, sonri y se apart,
negando con la cabeza.

Tengo una maravillosa cena esperando por ti, no querrs que se

enfre, verdad?

Dudo que est tan caliente como yo susurr sobre sus labios.
Ella sonri con picarda, dejando un suave beso.

Procurar tambin que no te enfres, no te preocupes

Ah, demonio suspir, soltndola. Tengo hambre y no slo

de comida, as que vamos a saciar mi estmago, antes de saciar mi
cuerpo.

Ella solt su despreocupada risita y lo apart, tomando su mano y

arrastrndolo de regreso a la cocina. All le pidi que preparara la
mesa mientras ella terminaba de armar la cena, mientras Los
Beatles seguan sonando de fondo con sus clsicos y exitosos temas.

Ya sentados en la mesa, con sus piernas entrelazadas bajo la mesa,

Bella le contaba de todos los proyectos que la empresa se haba
adjudicado, estando muy contentos todos all.

Y Damian fue uno de los nuevos clientes, verdad?

S, su empresa de chocolates. O sea, segn lo que me explic, es

una filial y la chocolatera es la ms pequea de sus empresas y a la
que le tiene ms cario explic ella recordando la charla que tuvo
con l. Hablaste con l sobre eso?
Entre otras cosas reconoci Edward. Estaba interesado en
saber qu hace como inversionista en la empresa de Elizabeth. Fue
un almuerzo muy esclarecedor.

Ya veo te sientes bien despus de hablar con l? Ya

sabespor lo que pas ayer

Digamos que su historia va cobrando autenticidad. Adems, me

enter de otras cosas sobre l, que tengo otra hermana por ejemplo.

El tenedor con comida qued suspendido frente a la boca de Bella

justo cuando oy a Edward decir aquello. Lo mir con sus ojos
verde miel, muy abiertos, viendo como l masticaba la comida
despreocupadamente, mirndola de reojo.

Ni yo qued tan sorprendido con la noticia, demonio dijo,

medio sonriendo por la reaccin de ella. Y la verdad es que a l no
le caus tanto asombro, pues intua que despus de tantos aos l
podra haber rehecho su vida.

Es que yo no cre yo pens queparpade repetidas

veces, recordando que Damian le haba dicho que era viudo. Quizs
no se trataba de la madre de Edward cuando se refera a eso, quizs
se cas en segundas nupcias da igual. De cualquier modo y por
alguna razn, le sorprendi la noticia.

Hablamos de cmo se hizo millonario, de su vida en el extranjero,

de su hija

Tu hermana.

Edward la mir pero se retract en corregirla. No sabe bien por qu.

As que continu como si nada.
Voy a tomarme esto con calma. De alguna manera, siempre pens
que l regresara, no como lo hizo ni cargando una historia como la
que cont. As que voy a mantener mi mente abierta y
concentrarme en nuestros planes.

Planes? Qu tipo de planes?

Maana, cuando la vieja Elizabeth vea a Damian cerr los ojos

por escasos segundos. Cuando vea sus rasgos de triunfo
descomponerse frente a todos, voy a dar como inaugurada la poca
de caza.

No te entiendo.

Maana ser el comienzo del fin dijo con voz fra, haciendo
estremecer a la chiquilla, que tuvo que apartar su mirada del ogro y
beber una bocarada de vino tinto.

Terminaron de cenar cambiando radicalmente de tema,

preguntndose ambos cmo ira la luna de miel de Jacob. Bella se
lament no haber asistido a la boda, pensando secretamente en
cmo sera una boda con ella y su ogro.

Ya acabaste?

Uhm?mir a Edward, saliendo de sus sueos y mirando a

continuacin su plato. S, pero me apetece una taza de caf de
grano. Est recin preparado.

Bien. Lo tomaremos en el sof sentenci l, levantndose de la

mesa pequea que haba en el centro de la cocina, levantando los
platos que estaban casi vacos, mientras ella caminaba hacia la
repisa donde estaban las tazas de caf y las preparaba. Camin
entonces hacia la sala y se percat de que el mvil de Bella sobre la
mesa de centro comenzaba a sonar. Lo tom y vio en la pantalla el
nombre de Carmen, no dudando en contestas:

Carmen dijo a modo de saludo con su siempre tono firme.

Uhm, veo que ests con mi sobrina respondi ella sin

intermediar un saludo cordial despus de tanto tiempo sin
interactuar.

En ese momento, Bella apreci con una pequea bandeja y las dos
tazas humeantes de caf. Cuando vio a Edward con su telfono en
la oreja, muy acomodado en el sof y su mirada maliciosa, supo que
estaba hablando con Carmen. Ella nada ms rod los ojos y se
instal junto a l, dejando la bandeja sobre la mesita. Se gir
entonces hacia el ogro y se cruz de brazos, mientras l oa seguro
cmo su ta le cantaba unas cuantas verdades.

Ahora? Pregunt Edward, mirando a su demonio de pies a

cabeza. Est aqu a mi lado. Estamos en mi apartamento y as va
a ser hasta que usted regrese, ya sabe. Tenemos que retomar
nuestras actividades dijo, alzando sus cejas sinuosamente hacia
Bella, quien se puso roja como tomate. Edward volvi a quedarse
en silencio y Bella jur or las protestas al otro lado de la lnea,
hasta que el ogro volvi a interrumpirla:

Clmese, Carmen. Quiere hablar con ella ahora? Probablemente

ms tarde no pueda, ya que en escasos momentos la meter en mi
dormitorio, la desnudar y

Otra vez su discurso fue interrumpido quizs por qu exclamacin

de indignacin de la pobre Carmen, mientras Bella agarraba un
cojn y esconda su cara en este de la pura vergenza. Comenz a
tararear una cancin no sabe bien por cuanto rato, hasta que sinti
los dedos de Edward en su costado.

Demonio vergonzoso, sal de ah.

Por qu le dices esas cosas a mi ta. No es necesario, Edward

protest dbilmente con su cara enterrada en el cojn. Entonces l
con mucha facilidad quit el cojn y levant con eficacia el cuerpo
pequeo de su demonio sentndolo sobre l. Meti sus manos por
debajo de esa ancha camiseta gris, sintiendo la piel clida de su
demonio que en momentos recorrera meticulosamente. Ella se
abraz a sus hombros y fue su turno de hundir su nariz en el hueco
de su cuello, mientras senta los dedos suaves de Edward recorrerle
el costado, el estmago y la espalda.

Porque es la verdad. Adems, yo no s de qu se escandaliza, si

sabe perfectamente lo que t y yo hacemos.

Por eso, no es necesario que la provoques.

Vale pues tom impulso y se puso de pie con su demonio en

brazos, caminando hacia su cuarto, dejando olvidadas las dos tacitas
de caf.

Oye, el caf!

No quiero caf, demonio.

Y para ser sincera, pues ella tampoco, as que cesaron sus protestas
cuando l la dej caer en la cama, posndose enseguida con su
cuerpo sobre ella.

Dime que me extraaste como yo a ti, mujer.

Ms que eso, Edward. Ni te imaginas susurr, antes que el

ogro se ocupara de callarla con un beso voraz, pero poco a poco ese
beso se hizo ms lento, pausado. Iba a tomarse su tiempo con ella
esa noche, iba a darse un festn con su cuerpo, llenarla de l y
llenarse l de ella.

wola! Qu les pareci? el encuentro entre el ogro y el pap

ogro? y qu me dicen de Charlotte?...uhm...

Como cada semana, agradezco con todo mi 3 lo lindas que han

sido conmigo y con este ogro. Gracias por sus lecturas y
comentarios, por tomarse el tiempo de leer esta locura, que
tanta satisfaccin me ha dado. Mil gracias!

A mi beta y amiga Gaby Madriz que est en el procedo de

edicin y correccin de la historia, y Miss Manu de Marte, a
cargo de adelantos, sorpresas y esas cosas en el grupo (
groups/Subversivas/).

GRACIAS TOTALES!

Nos encontramos la prxima semana? A ver con qu sale este

ogro... Besos a todas y ya saben...Os amo, os quiero, os adoro!
=)
*Chapter 22*: Chapter 22
A LEER!

=)

Captulo 22.

Edward se haba vestido con el mejor de sus trajes, uno de los

ltimos que su vendedora personal le haba hecho llegar de la ltima
coleccin de Dior para hombre. Bella cuando lo vio, prcticamente
se le lanz encima como fiera, dicindole entre beso y beso lo muy
atractivo que se vea con ese traje negro con finas rayas
diplomticas en un tono gris oscuro, con su camisa
inmaculadamente blanca sobre la cual destacaba una corbata gris
oscura, muy a tono con sus ojos.

Y convengamos que l no se preocupaba mucho por su vestimenta

para ir a su trabajo, pero ese da era uno en el cual masticara la
victoria, o el inicio de esta.

Te ves como todo un galn esta maana coment Kate, cuando

entr como siempre sin llamar a la oficina del ogro, que con su
botelln de agua en la mano, despus de haberse metido sus pastillas
a la boca, miraba tranquilamente por la ventana.

Soy un maldito galn, Kate respondi el con socarronera,

desabotonando su chaqueta y tomando asiento en su silla tras el
escritorio. Ella levant la comisura de su labio y se apresur a
sentarse frente a l. Est todo listo para la reunin?

Todo listo. La seora Masen se esmer en un comit de

bienvenida para el seor Gerber. Todos los altos mandos estn
citados y nadie puede faltar para la presentacin.

Perfecto.

Ahora, ests seguro que no puede echarse para atrs? Despus

que lo vea, digo

Podra, pero lo que perdera hara tambalear su economa, sus

bolsillos se vaciaran. Ayer le el contrato y pues Damian tiene su
espalda muy bien cubierta. Apostara que Elizabeth firm sin
siquiera leer el contrato.

Se conform con que Rosalie lo leyera y le asegurara que todo

est en orden.

Vieja estpida escupi Edward, revisando la hora en su mvil,

digamos que estaba ansioso de por la prxima reunin de la junta
directiva. Deline entonces con Kate un par de asuntos para
olvidarse de la hora y dejar que el tiempo pasara, cuando momentos
ms tarde la puerta de su oficina se abre, haciendo ingreso la
septuagenaria mujer con aire de semidis, la seora Masen.

Est todo listo? Dijo, caminando hacia el escritorio,

flanqueada por Charlotte, que entr como si nada a la oficina de
Edward, cruzada de brazos, sin quitarle los ojos de encima,
evalundolo. La mujer tena un as bajo la manga que usara
prontamente con l. Edward en tanto, entorn sus ojos hacia las dos
entrometidas mujeres, muy molesto por cierto, por la interrupcin.

Est todo listo. Ya quiero conocer al tipo ese que te salv de la

bancarrota coment Edward, firmando unos papeles, mientras
Kate lo miraba nerviosa por sobre la hoja que sostena en las manos.
La rubia aquella no tena idea lo que iba a pasar cuando el hombre
en cuestin, Damian Gerber, o Damian Brandon se presentara en la
reunin.

Bien. Vayamos a la sala de juntas, quiero tocar un par de temas

rpido con ustedes que tienen que ver con ruedas de prensa y
declaraciones a los medios para dar a conocer al nuevo socio. Por
eso le ped a Charlotte que me acompaara dijo, mirando a la
mujer que inusualmente estaba seria, con sus ojos fijos en Edward.

Movmonos entonces dijo Edward ponindose de pie. La

anciana fue la primera en salir, seguida de Kate. Charlotte tras estas
dos demor adrede su paso para dejar un poco de tiempo a solas
para tocar un asuntito con Edward. Se gir sobre sus talones justo
antes de pasar por el umbral de la puerta, deteniendo a Edward
quien casi choca con ella.

Inspir hondo y volvi a estrechar sus ojos con hasto hacia ella.
Charlotte por supuesto no hizo caso de su claro signo de fastidio,
cruzando sus brazos bajo su pecho.

Qu? Escupi Edward, haciendo una morisqueta de

desagrado.

Tengo que hablar contigo. Esta noche, despus del trabajo en el

hotel de siempre.

No pasar eso, Charlotte dijo sin lugar a dudas Edward,

sabiendo l a qu hotel se refera ella, ciertamente al que siempre
haban usado para follar. Hizo adems para pasar por el lado,
cuando la advertencia de la mujer lo detuvo.

Qu? Le profesas fidelidad a la mosca muerta de Bella Swan?

Qu dijiste? Pregunt Edward, sintiendo como la rabia

comenzaba a subirle desde la boca del estmago a la cabeza. Con
violencia agarr por el brazo a la mujer, esperando una respuesta.

Ya sabes. Esta noche a las ocho donde siempre, o de lo contrario

a esa misma hora estar en casa de tu abuela mostrndole
fotografas de ti y esa niita. Se te va a caer el teatrito con Rosalie
Hale y cuando Elizabeth se entere, ir detrs de Bella y la har
desaparecer.

La mujer lanz la bomba y sin ms se dio media vuelta y camin

hacia la sala de juntas, donde se vea todo el movimiento para la
reunin, mientras Edward quedaba esttico, tenso y con la rabia
ahora carcomindole todo el cuerpo.

"Mierda!"

Cerr los ojos y trat de apartar eso ltimo de su cabeza para

concentrarse en lo que tena ms cerca. No se preocupara por eso
ltimo, pues l saba cmo mantener a raya a Charlotte, y lo tendra
que hacer para mantener a salvo a su demonio. As que inspir y
expir dos veces antes de retomar camino hacia la sala de juntas.

Despus de cuarenta minutos, todo el alto mando de las empresas

"Masen & Co" estaba ubicado en las sillas entorno a la mesa de
catorce puestos, donde por cierto, una cabecera de mesa estaba
ocupada por doa Elizabeth y la otra estaba esperando a ser usada
por el seor Gerber. Edward se haba ubicado a un costado de la
mesa, a la derecha de su abuela, justo frente a Rosalie, la que casi
imperceptiblemente asenta con la cabeza, dndole a entender que
todo estaba en orden.

Para muchos, entiendo que ha sido toda una sorpresa lo de esta

"sociedad", pero hemos pasado momentos de dificultad, as que no
me ha quedado de otra que echar mano a contactos y elegir al mejor
postor dentro de las posibilidades que se me presentaron dijo la
mujer duea de la empresa a toda la comitiva, mientras Edward
estaba tentado de ponerse a carcajear por aquello del "mejor
postor", pues sin duda lo era.

Solt un discurso sobre compromiso y otra mierda a la que Edward

hizo odos sordos, para dentro de unos momentos ser interrumpida
por Nadia, la chispeante secretaria de Edward, quien golpe la
puerta doble de la sala de juntas. Asom su cabecita y despus de
pedir permiso, le indic a la seora Masen que los empresarios de
"Gerber S.A" ya haban llegado. Edward se sob las manos mientras
la mujer arreglaba su traje de dos piezas y le indicaba a la nia que
hiciera pasar a los recin llegados.

Todos giraron la cabeza hacia la puerta, expectantes por la entrada

triunfal de los caballeros, siendo James el primero en ingresar.
Rosalie Hale se apresur en ir hasta l y estrechar su mano en seal
de bienvenida.

l es el seor James Whiterdale, uno de los representantes de la

compaa indic la rubia, indicndole que pasara a la mesa.
Varios de los caballeros presentes se pusieron de pie y estrecharon
la mano del joven empresario. Ni Edward ni Elizabeth se movieron
de su lugar.

Presumo que no viene solo, seor Whiterdale intervino

Elizabeth, sentada a la cabecera de mesa. James sonri con esa
sonrisa encantadora que tena.

Presume bien, seora Masen respondi James. Esperando que

el resto tomara su lugar, hizo la presentacin que el gran jefe de la
sociedad Gerber se mereca: Me complace en presentarles al
seor Damian Brandon, gerente general de la compaa Gerber.

Al instante que dijo este, un muy seguro hombre de negocios

ingresaba a la sala de juntas. Con la sonrisa de triunfo en los labios,
lo primero que hizo fue poner su mirada en la mujer que en estado
de shock se pona de pie muy lentamente. Sus ojos estaban
desorbitadamente abiertos puestos en l en tanto su respiracin
pareca estar fallando. No entenda lo qu estaba pasando.

Y mientras el estupor se apoderaba de ella, el resto de los asistentes

se volva hacia el seor Brandon y ofrecer un apretn de manos.
Este no dud en saludar a quienes lo solicitaban, sin quitar sus ojos
de la vieja adversaria, que en ese momento comenzara a pagar por
lo que le haba hecho a l, a su esposa y a sus hijos.

Y hablando de hijos, Edward se encontraba tambin con sus ojos

puestos en Elizabeth, sintiendo como su pecho se ensanchaba de
regocijo. Digamos que estaba sintiendo la misma satisfaccin que
Damian en ese momento.

Yo hice trato con el seor Gerber comenz a decir Elizabeth

con la voz retumbante, provocando que todos all girasen su cabeza
hacia ella. La mujer tena su cara roja, sus brazos y sus manos
denotaban tensin, o rabia, y su pecho suba y bajaba con ms
dificultad. Cualquier dira que a la anciana le dara un patats en
cualquier momento.

Usted, hizo trato con la Sociedad Gerber, de la que James es uno

de los representantes rebati el mismo Damian, quien se neg a
sentarse. Estaba de pie al otro lado de la mesa, con sus ojos
desafiantes en direccin a la mujer, quien seguro estaba atando
cabos. Aun as, continu su explicacin. Yo soy la cabeza de
dicha sociedad, quien firm el contrato con usted, seora Masen.
Le damos la ms cordial bienve

Cllate, Rosalie! Grit la mujer en direccin a Rose, quien

haba comenzado a dar la bienvenida oficial a los caballeros. Todos
all, excluidos Edward, Damian y James, saltaron de sus sillas por el
estruendo de la voz de la vieja, mirndola como si hubiera perdido
un tornillo. Desalojen la sala. Djenme a solas con el seor
orden.

A dicha orden todos empezaron a salir ms que rpido,

cuchicheando entre ellos sobre qu bicho le haba picado a la duea
del imperio Masen. l ltimo en obedecer la orden fue Edward, que
con estudiada lentitud camin por detrs de la mujer. Cuando pas
por el lado de Damian, le hizo un asentimiento de cabeza, al que l
respondi de igual forma.

Ambos estaban disfrutando del triunfo del primer round.

Qu haces en mi empresa?! Grit Elizabeth, a Damian,

golpeando la base de la mesa con la palma de su mano, cuando ya
no hubo nadie en la sala de juntas. Damian ni siquiera se inmut,
levant eso s su dedo ndice y la sac de su error.

Ya no puedes decir tu empresa. Puse un porcentaje al capital, lo

que me hace socio. Ah, por cierto! Aqu est el contrato firmado.
Est todo en regla dijo, tomando la carpeta que James haba
dejado en la mesa, lanzndola al centro de esta. Elizabeth la mir y
luego devolvi su enervada vista hacia l.

Jams voy a aceptar que formes parte de esto, que es mo!

volvi a gritar, perdiendo la compostura de dama que se obligaba a
mantener. Le apunt con el dedo acusatoriamente cuando agreg:
Lo que has hecho es un delito, y no voy a permitir
 Otra vez me vas a acusar de un delito que no comet?
Pregunt l, torciendo su cabeza. Su voz se mantena serena pero
segura. No es mi culpa que te cegaran los ceros que puse en el
cheque que compr parte de esta empresa. Y quiero recordarte que
si te retractas, har que me pagues cada peso de la indemnizacin
que t misma delineaste. As que t eliges, Elizabeth, o me dejas
hacer mi trabajo aqu, o en un chasquido de mis dedos, te mando a
la quiebra y te dejo en la calle, donde tendras que estar.

Maldito hijo de!

Ms cuidado a como le hablas a tu socio. Te advierto que esta

vez puedo defenderme, no como hace veinte aos cuando era un
pobre diablo.

Sigues siendo un maldito y pobre diablo. Puedes venir a drtelas

de empresario, usar ropa de diseador, pero djame decirte que eso,
no es suficiente. A veces, ni las prendas de diseador cubren lo que
en verdad somos.

Sin duda alguna dijo, indicndola a ella con la mano. Mir a su

alrededor y decidi tomar asiento en la silla que haban dispuesto
para l, mientras la vieja herva de rabia. Ahora, vamos a hacer
pasar al resto o tienes algo ms que decirme?

No vas a salirte con la tuya, Damian. Ya una vez me deshice de

ti, puedo con la misma facilidad volver a hacerlo.

No me amenaces, maldita vieja Elizabeth dio un respingo

cuando Damian os en tratarla as . Ya te dije, no soy el mismo
de antes. Adems, la que se tiene que ir con cuidado de ahora en
adelante sers t. Recuerda que tengo un par de cosas por las que
cobrarte. No me he olvidado de eso dijo, apretando sus manos
sobre la mesa. El odio en su mirada con la que taladraba a Elizabeth
era innegable. Ella ni se inmutaba, pues segn su percepcin lo que
hizo en el pasado fue por el bien de todos. O por el bien de ella.

De momento a otro, Elizabeth record a Edward. Lo reconocera?

Estaba tan sumida en su odio por el tipo frente a ella, que olvid a
su nieto del todo. Pens que en l tendra un aliado, as que
poniendo derecha su espalda, lo mir y con desafo proclam:

Edward, no consentir que seas parte de esta empresa. l te odia.

Lo abandonaste.

Qu tal si lo llamamos para preguntarle? Dijo, levantndose y

caminando hacia la puerta con ademn de abrirla y pedirle a
Edward que entrara.

Elizabeth apu sus manos y haciendo un movimiento despreciativo

con su cabeza, sali de la habitacin, dando un portazo al salir.
Todos estaban afuera, expectantes, y no quitaron sus ojos de ella
cuando atraves el espacio que separaba la sala de juntas de la
oficina de Edward, que era donde se diriga. Abri la puerta sin ms
y encontr al joven empresario de espalda, con sus manos en los
bolsillos mirando hacia la ventana.

Por la forma en que la puerta se abri y por la repulsin que sinti

en su estmago, Edward supo que se trataba de la vieja.

Muy linda tu sorpresa, Elizabeth. Estoy muy emocionado habl

l en tono irnico, sin girarse hacia ella. La mujer llev las manos a
su cuello y juguete con su collar de perlas, procesando una buena
respuesta, la que sin duda no encontr. Pas por alto entonces las
palabras de su nieto, y retomando su postura inquebrantable, le
orden:
Renete con los abogados y revisen las lagunas en el trato que
nos permitan liquidar nuestra sociedad con Gerber. No estoy
dispuesta a compartir ni un peso de mi patrimonio con ese hombre.
Arreglen este lio, Edward, que para eso les pago y sin ms, sali
de la oficina de Edward.

Cuando sinti el portazo, gir su cabeza por sobre el hombro, con el

deseo de querer salir detrs de la vieja esa y recriminarle todo lo
que llevaba adentro. Pero no era el momento. No todava. Por tanto
tom aire y camin para salir de su despacho, pasando de regreso
por las miradas curiosas de los dems ejecutivos, a quienes
reprendi:

Qu hacen ah como cotorras?! Los quiero de regreso en la sala

de juntas, Ahora! Indic, abriendo la puerta de la sala,
encontrndose a Damian y James, acompaados de Rosalie y Kate,
quienes al parecer comentaban algo sobre el contrato.

Menudo show dio doa Elizabeth coment Kate con irona. A

Rosalie se le escap una risita mientras que Edward y Damian se
miraban entre s. James a su vez, miraba a padre e hijo, pensando en
lo innegable del parentesco, pues ah de frente, ambos se parecan
mucho y no slo en las facciones corporales.

Ya hablaremos en privado del espectculo ese dijo entonces

Edward, tomando asiento en la cabecera de mesa que la vieja haba
dejado vaca, mientras los ejecutivos comenzaban a ingresar.
Tuvieron una reunin informativa acerca de lo que les esperaba con
el nuevo cambio, dando tiempo Damian para que le hicieran
cualquier tipo de preguntas, llano l a resolver sus dudas.

Despus de una hora de amena reunin, la sala de juntas se

desocup, quedando Rosalie, James, Damian y Edward en esta,
para una reunin "privada".

La seora Masen va a pedir mi cabeza, Edward coment

Rosalie. Era lo lgico, pensaba ella, pues como siempre la seora
culpara al resto de los errores que ella cometa y era Rosalie la que
estuvo en las negociaciones junto a ella.

Edward levant la vista del contrato y antes de decirle que

buscaran una solucin, Damian intervino:

No har eso. Debe contar con mi aprobacin, y eso no pasar.

Gracias, Sr. Brandon.

Soy Damian, Rosalie.

Entonces, desde ahora, cules son tus pasos a seguir quiso

saber Edward. Damian mir a su hijo y se ech hacia atrs en la
cmoda butaca.

No te preocupes, Edward. Tenemos tiempo para delinearlo, pero

ya sabes, este es el fin del imperio Masen.

Edward se qued mirando a su padre, pensando en lo irnico de la

vida, pues jams pens tenerlo como aliado en lo que se refiere a su
venganza contra la vieja.

**OoO**

Puedo pasar?

Sam Uley lleg hasta el trabajo de Bella, preocupado pues estuvo

tratando de comunicarse con ella todo el fin de semana,
resultndole esto imposible. Y estaba algo ansioso, pues saba cmo
ella se encontraba y la verdad es que ms all de sus sentimientos
por ella, no quera dejarla sola en un momento tan delicado para su
corazn. Y aunque l estaba secretamente contento porque aquel
tipo que no se mereca a Bella se haba alejado, no quera
exteriorizar esos sentimientos de dicha, mucho menos su esperanza
para con ella.

Bella, que estaba con su cabeza gacha trabajando muy

concentradamente, dio un respingo cuando oy la voz grave de su
amigo a quien vio con su asomado por la puerta de su oficina. Le
sonri y le hizo una seal con la mano para que entrara. Sam, con
sus casi dos metros, de masculina presencia, rode el escritorio y
tom el rostro de Bella entre sus manos, dejando un sonoro beso en
su mejilla. Ella parpade un poco sorprendida por la efusividad de
aquel beso, pero no dijo nada.

Y qu te trae por aqu? Pregunt ella poniendo sus manos

sobre el escritorio. Sam torci su cara y sin poder evitarlo solt un
suspiro pues ella se vea realmente hermosa.

Me trat de comunicar contigo el fin de semana, pero no

contestaste. Incluso fui a tu apartamento y pues

No estuve all el fin de semana.

Salida con las chicas?

Uhm no, no Sam.

Como sea. Me alegro que hayas salido. Qu te parece si vamos a

devorarnos unas pizzas? Vi que aqu cerca hay una pizzera.

Yo pues
 No me lo niegues, Bella! Exclam, levantndose y sin darle
oportunidad a que ella se negara, fue y la tom por el brazo para
instarla a levantarse. Ella con la fuerza de su empuje, cay directo
en el pecho de Sam, aprovechando l de rodearla con sus brazos por
la cintura y hundir su nariz en su cabello. Estaba decidido a
conquistarla.

Por supuesto, l no contaba que las cosas hubieran cambiado ese fin
de semana.

Bien, Sam. Vamos por esas pizzas adems, necesito hablar

contigo.

Se apart de los brazos triunfantes de Sam y se inclin en su

escritorio hacia un cajn bajo para sacar su bolso. Cuando se par
en toda su altura, vio a Sam con su sonrisa radiante esperndola a
un costado de la puerta, abrindosela como todo un caballero. Ella
torci su boca, sonrindole y negando con la cabeza por su
sobreactuado gesto, dndole un golpe en el brazo al pasar junto a l.

Salieron de la oficina, de paso avisando Bella a sus colegas que iba

a su hora de almuerzo y que regresara dentro de un rato. Sam una
vez afuera, camin todo el trayecto desde la oficina a la pizzera con
su mano puerta en la espalda baja de Bella, como guiando sus pasos,
mientras l preguntaba muy relajadamente por Carmen.

Oye la llam l una vez adentro del restaurante, despus de

haber pedido. Se sent justo a su lado y en un momento se la qued
mirando mientras revisaba algo en su telfono, muy concentrada.
Extendi su brazo y la palma de su mano fue a dar a su cuello, el
que acarici confianzudamente. Ella por supuesto dio un respingo a
ese toque y antes que ella pudiera decir algo o protestar, Sam
declar: Te ves radiante, sabes? Muy, muy hermosa, ms que de
costumbre.

Gra gracias, Sam.

Ahora cuntame, qu hiciste el fin de semana, me dijiste que no

estuviste con las chicas pregunt l muy entusiasmado,
cruzando sus brazos sobre la mesa.

No, no con las chicas. Yo pues Edward y yo

Al instante que dijo el nombre de Edward, el semblante animado y

sonriente de Sam desapareci de sus facciones. Como acto reflejo,
llev su mano hasta el antebrazo de Bella, sujetndolo con firmeza y
con algo ms de fuerza. Ella frunci el entrecejo y lo mir un poco
asustada.

No voy a dejar que te vayas con l, Bella. Ese tipo no es para ti.

Por qu dices eso?

No te das cuenta cmo te trata?!

Ella agit su brazo hasta que l no pudo hacer otra cosa que soltarlo
y ver su rostro enojado.

No me subestimes, Sam, y no hables mal de Edward si ni

siquiera lo conoces!

Me basta con lo que he visto y me bast con verte como una

zombi estos das, llorando por l.

Fue una pelea de pareja, muy comn la verdad.

Pues no me parece!
Esta ltima exclamacin Sam la hizo con un poco ms de fuerza en
la voz, provocando que varias miradas de las personas que se
encontraban all, se giraran hacia l. Trag grueso y parpade,
buscando controlarse.

Bella, perdona, pero creo que un tipo como ese no te merece.

l debe tener una historia srdida detrs, adems, debe cargar con
un montn de mujeres sobre su espalda con las que ha follado, en
cambio t

Bella, a medida que Sam expona su apreciacin errnea por lo

dems abra lo ojos sin poder creer lo que oa. Edward no se
mereca que nadie lo juzgara, mucho menos Sam que no lo conoca.
Cmo era capaz de decir esas cosas del hombre al que ella amaba?
Con su instinto de proteccin hacia Edward activado, golpe la
mesa con la palma de su mano, para callar la verborrea de su
amigo o ex amigo.

Mira Sam, no te permito que hables mal de Edward. No lo

conoces para nada, yo s, y no sera tan estpida como para estar
con alguien que me tratara mal o me denigrara como t crees que
Edward lo hace. l me ama y yo a l, y pues si t no ests de
acuerdo con la relacin que l y yo tenemos, pues mal por ti.

Se levant sin ms y agarr su bolso, el que haba dejado en el

respaldo de su silla. Sam enseguida se levant tras ella y quiso
sujetarla del brazo, pero ella se apart de un jaln.

Bella, por favor

Por favor qu, Sam!

Slo slo no quiero que sufras admiti con voz un poco ms

quedada y preocupada. Eso sin embargo no baj los niveles con que
Bella defenda a su amado y vilipendiado ogro.

Sufro cuando no estoy con l, acaso no te diste cuenta?

Exclam alzando las manos. Varios de los ojos curiosos en el lugar
seguan la sabrosa discusin, no importndole eso a la furiosa
demonio Dices que me ves radiante, pues es porque estoy con l.
Nunca nadie me haba hecho sentir como l y nunca nadie lo har,
as que no voy a apartarme de l nunca si de mi depende.

Hizo ademn de salir de all, porque las ganas de comer pizza con
Sam se haba esfumado. l, antes que ella se apartara del todo,
consigui tomarla del brazo y hacerla girar acercndola un poco
ms a l. Estrech su oscura mirada y con su rostro muy cerca al de
ella, advirti:

Volver a estar ah, cuando l te rompa el corazn, Bella. Y no

me dar por vencido contigo, sabes lo que siento por ti y luchar por
que t sientas lo mismo por m.

Eso no va a pasar.

Otra vez, Bella agit su brazo y tras zafarse del agarre de Sam,
camin hacia la salida del restaurante, sin mirar atrs, pensando en
que hasta ah haba llegado su amistad con Sam Uley, quien se
qued de pie ah, como un estpido, viendo como ella se alejaba de
l.

Y mientras ella caminaba de regreso a su trabajo, elimin furiosa

una lgrima solitaria que se haba dejado caer de su ojo derecho. No
saba muy bien por qu estaba llorando, quizs por la crueldad que
para ella significaron las palabras de Sam. La cosa es que necesitaba
con urgencia ver a Edward, o al menos hablar con l. Por eso,
sabiendo que no era factible ir hasta la empresa y darle una sorpresa
pues saba que estara ocupado, se conform con sacar su mvil y
marcarle a su celular a ver si contestaba. Mientras senta el tono en
el auricular, se sent en un banco bajo un rbol que cercaba la
vereda, por la que caminaba. Inspir hondo para no preocupar a
Edward, quien respondi al cuarto tono.

Demonio?

Uhm ests ocupado?

No para ti. Qu sucede?

Na nada yo slo trag grueso y cerr los ojos pues los

deseos de llorar se intensificaron tras escuchar la voz de su amado
. Slo quera saber cmo estabas.

Cuando acab la frase, Bella jur or un gruido al otro lado de la

lnea.

Crees que soy tonto? A ti te pasa algo, demonio! Dime!

Exigi.

Nada, Edward yo, slo te extrao reconoci con voz

quejumbrosa.

Dnde ests?

En la calle. Sal por algo para comer.

Ests sola?

S... s.

Agarra un taxi que te traiga hasta aqu. Me cerciorar por m

mismo que no te pasa nada

No Edward, cmo crees! Exclam ella, interrumpindolo.

No voy a ir a interrumpirte en tu trabajo, adems s que hoy es
importante. As que olvdalo, y nos vemos a la noche. Llegars
temprano?

No s si tan temprano. Tengo algo que hacer antes de ir a casa.

Bueno, de cualquier forma me encontrars all cuando llegues.

Ms te vale, demonio, porque estoy ansioso por verte.

Nos vemos en la noche pero antes de cortar, susurr. Te

quiero, Edward.

Joder, demonio, tambin te quiero! Exclam como furioso.

Ella apret su boca para esconder la risita que le provocaban esos

arranques tiernos tan especiales que tena su hermoso ogro, y
enseguida cort sintindose sin duda mucho mejor. Con ese mejor
nimo, guard su mvil en el bolsillo y se levant, para retornar a la
oficina. Ya de paso buscara una sangchera y comprar algo para
el almuerzo. Algo grande y con mucha carne.

**OoO**

Con la espalda recta sentada sobre el borde de la cama, Charlotte

esperaba que la puerta sonara. Se haba puesto un traje recto muy
ajustado y muy corto el que probablemente desaparecera si sus
expectativas se cumplan. Estaba expectante por mostrarle o
mostrarse ante su cita con la hermosa y sexy tenida que colgaba
en la percha tras la puerta del bao. Una pieza de lencera que sera
capaz de seducir a cualquier hombre, y ya saba ella lo que a
Edward le gustaban esas cosas. Pens adems en lo inteligente de su
parte en haber sacado esas fotos tan comprometedoras de l y su
conquista de turno, la chiquilla esa que escapaba de los cnones que
el empresario generalmente usaba para las mujeres que colgaban de
su brazo. Respir tranquila pensando en lo bien guardadas que
estaban en su celular dicha evidencia que usara si el seor Masen
no llegaba en diez minutos ms.

Eso no pas, pues dos golpes secos sonaron en la puerta, haciendo

que en el hermoso rostro de Charlotte destacara una sonrisa de
triunfo. Apret sus muslos del puro deseo lquido que se albergaba
as al saber lo que le esperaba esa noche con Edward. Ya haba
estado con l una noche hace meses atrs, y estaba loca por volver
a repetirlo. Se levant entonces, y estirando su sugerente vestido,
camin con andar felino hacia la puerta, la que abri lentamente,
develando frente a ella a un atractivo pero cabreado hombre,
quien no esper a que ella lo hiciera pasar.

Camin Edward con paso firme hacia el centro de la habitacin y

contempl a su alrededor, viendo el dormitorio aquel igual que
siempre: habitacin gris, una cama blanca justo en el centro,
rodeada de ventanales tintados de techo a suelo. Lmparas sobre las
mesitas de noche a ambos costados de la cama, y sobre una mesa
auxiliar un jarrn de rosas rojas y justo al lado una cubeta con hielo
sobre la que descansaba una botella de champaa y dos copas. Un
ambiente ntimo para cualquiera, menos para l, a quien le pareca
un lugar incluso feo, en el que no quera estar.

Pero las circunstancias lo haban llevado hasta all.

Se gir hacia la mujer que estaba con su espada afirmada sobre la

puerta de entrada, mirndolo con ojos hambrientos, mientras
relama sus brillantes labios rojos. l quiso rodar los ojos y gritarle
que pareca una puta con ese aspecto, pero se contuvo.
Simplemente cruz sus brazos y esper a que ella rompiera el
silencio.

Me alegro que hayas aceptado mi invitacin camin lento

hasta que lleg a estar muy cerca de l. Puso la palma de sus manos
sobre el pectoral de Edward, acaricindolo sensualmente. Otra vez
l se contuvo de agarrar las muecas de la mujer y apartarla, pues
simplemente su toque le repudiaba.

Dime qu quieres.

Qu pregunta, Edward susurr, cerrando sus ojos e inhalando

el perfume masculino. Quiero que me hagas pasar un buen rato, a
cambio de mi silencio.

Silencio respecto a qu.

Yo la verdad es que no s qu te traes con esa niita. Tanto te

importa guardar ese secretito que has venido hasta aqu, a cumplir
tu parte del trato?

No s de qu me hablas dijo, tratando de hacerse el

desentendido, cosa que saba no funcionara. Y no lo hizo, pues
Charlotte solt una carcajada de incredulidad.

Ay Edward! Los vi en ms de una oportunidad, tomados de la

mano saliendo y entrando a tu apartamento, vi cmo te despedas de
ella con un tierno besito en los labios. Las fotos que tom con mi
celular son claras.

Edward inspir fuertemente para contenerse. Cmo demonios fue

tan descuidado! Y es que no pens que esa mujer tendra sus ojos
puestos en l, siguiendo. Tena que salir del paso.
Ella no tiene importancia.

Demustramelo.

Cmo.

Ya sabes se inclin Charlotte sobre sus zapatos altos de tacn y

con sus dientes jal la oreja de Edward. l cerr los ojos y tens su
cuerpo por el asco que provoc ese movimiento. Aun as se qued
esttico. Estoy ansiosa por rememorar nuestra ltima noche.

Qu irnico, pens Edward. Charlotte haba sido su ltima follada.

Despus apareci su demonio y las cosas simplemente cambiaron
para l.

Mira, no me importa lo que tengas con esa niita, la verdad. Lo

que yo quiero es simplemente una noche minti ella, pues lo que
quera en verdad era convertirse en la seora Masen del brazo de
Edward. Este ser nuestro secretito. Nadie tiene por qu saberlo.
Slo quiero que me dejes contenta esta noche, Edward. Slo eso. Y
me olvidar de las fotografas y de lo agradecida que estara
Elizabeth de que la pusiera al tanto de tu aventurita.

Otra vez la sexy mujer se inclin sobre la punta de sus pies y pas la
punta de su nariz por el cuello de Edward, sacando luego su lengua
para saborear la piel de hombre.

Qu iba a hacer? Tena que hacer desaparecer las pruebas que ella
guardaba para mantener a Isabella a salvo de las garras de la vieja
Elizabeth que era donde iran a parar si l no le daba a esa mujer lo
que quera. Estaba seguro que si la vieja se enteraba sobre Bella,
comenzara a indagar y hara con ella lo que haba hecho con el
resto de las personas a las que l am alguna vez: la apartara y la
hara desaparecer usando cualquier excusa. Porque doa Elizabeth
Masen no dejara que la estirpe de su apellido, de su familia, se
mezclara con la sangre inferior de alguien como Bella, que no
cumpla los cnones que ella tena para hacer perdurar su apellido.

Y aunque Elizabeth siempre protest por las compaas femeninas

de Edward, intua que ninguna iba a una relacin seria y formal.
Pero si saba todo lo que ellos, Bella y l haba compartido, sabra
enseguida que haba algo ms.

As que al ogro no le qued otra que aguantar y sacrificarse. Qu

sera una noche con ella? Vaca, nada comparado a sus noches con
Bella, que le llenaba el cuerpo y el alma. Lo hara rpido y dejara
feliz a la mujerzuela esa, convencindole que le diera las dichosas
fotos.

"Demonio, esto lo hago por ti. Por nosotros".

Edward entonces hizo un primer movimiento mientras Charlotte

estaba dejando besos hmedos en su cuello a la vez que desataba el
nudo de su corbata. Elev sus manos y apart suavemente a la
mujer, quien ya tena sus ojos oscuros del puro deseo.

Cuando ella vio el rostro de Edward, sinti que finalmente obtendra

lo que deseaba, que no era nada ms que el inicio. Ella lo
convencera que estar juntos era lo mejor que poda pasar, lo ms
conveniente para ambos, por muchas razones, partiendo por la
atraccin fsica que era innegable. Vio cuando l estrech sus ojos
grises y agarr con ambas manos su rostro, acercndola mucho a su
boca.

Y qu tienes para m esta noche, Charlotte?

Ah, Edward! Respondi ella, susurrando y casi tocando con

sus labios los de l. Ni te imaginas
Con esto, ella aprovech de agarrar a Edward por la nuca y
estrechar sus labios contra los de l, saboreando el triunfo
directamente de los labios de Edward Masen.

... ... ... ow.. ... ...

Gracias por vuestros comentarios y por su amor incondicional

al ogro... (aunque despus de esto, no s qu tan incondicional
sea...)

Gracias a Gaby Madriz, mi beta y amiga que me ayuda con los

captulos y miss Manu de Marte, encargada de los adelantos y
otras locuran en el grupo facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Nos reencontramos la otra semana? A ver cmo termina esto...

Besotes a todas! =)
*Chapter 23*: Chapter 23
A LEER!

=)

Captulo 23.

Edward suspir de satisfaccin mirando hacia el cielo raso de la

habitacin en penumbras, mientras sobre l reposaba la satisfecha
mujer, desnuda y radiante despus de ese encuentro.

Y es que las cosas podran haber sido diferentes.

Inevitablemente cerr sus ojos y record cmo haba llegado hasta

all.

Sin poder mostrar mucha oposicin, Edward dej que Charlotte

jalara su cabello, como hace tiempo ella vena deseando hacerlo,
mientras su lengua hurgaba dentro de su boca. Las manos de l
estaban sujetando su cintura tensamente, extraando la mujer que
no las hubiera bajado para tantear bajo su vestido y comprobar lo
deseosa que estaba de l entre sus piernas.

Charlotte gimi para provocarlo, pegndose an ms a su cuerpo,

restregndose a l, pero nada que l sacaba sus manos de ah para
algo ms. As que se apart y antes de abrir su boca para
protestar, l se adelant:

Y as me vas a recibir?

Cmo cmo as
Pens que, me podras tener alguna sorpresita preparada para
nuestro reencuentro dijo l, levantando una de sus cejas. Ella
lentamente esboz una sonrisa coqueta y dio un paso atrs.

Tengo algo que va a encantarte, pero debers darme tiempo

para prepararme.

Algo como qu?

Una prenda costossima y del todo transparente para que

disfrutes.

Pues qu esperas dijo, indicndole con la cabeza hacia la

puerta del bao. Yo en tanto esperar que aparezcas mientras
bebo champaa

Ah, pero guarda algo para derramarla sobre m gui un ojo y

se gir para ir hasta el bao, en donde se encerr, contemplndose
al espejo a continuacin.

Sus labios estaban enrojecidos y su cara tena tintes de rojo sobre

sus pmulos por el calor que sin duda le provoc ese pequeo
encuentro. Abri entonces su cosmetiquero y se retoc el rostro
con sus artculos de belleza. Mir de reojo el babydoll que colgaba
tras la puerta, ansiosa de que Edward la viera con l puesto, y que
se lo quitara ms tarde por supuesto.

Afuera en tanto, Edward restregaba su rostro con las manos,

acercndose a la ventana y mirando de reojo la botella de
champaa en la mesa que deseaba beberse para pasar ese trago
ms que amargo. Se senta sucio como nunca antes, senta el peso
de la traicin sobre su espalda, cosa que nunca antes le haba
pasado. Ni siquiera se excit con ella restregndose a l.
Joder, qu asco ri consigo mismo, bufando fuertemente.
Trat de concentrarse en cmo hacer para que la cosa fuera
rpida, contemplando el horizonte oscuro de la ciudad frente a l,
hasta que su vista divag en la habitacin tras l, la que se
reflejaba en los ventanales delantera de donde l estaba parado,
reparando en la puerta semi-abierta del armario que haba
empotrado en la pared. No sabe bien por qu, pero rpidamente y
sin pensarlo, camin hasta all como atrado por un imn,
abriendo las puertas de par en par y encontrndose con algo que
lo hizo soltar la respiracin, relajndolo.

Dentro del guardarropa, una cartera femenina de charol negro

haba sido guardada. Cartera que no perteneca a otra que a
Charlotte, quien desde el bao se oa tararear una cancin
alegremente. Con eficiencia abri el cierre, hurgando dentro
hasta que dio con algo que ilumin su rostro: el IPhone,
agarrndolo y desbloquendolo a continuacin para buscar en los
archivos fotogrficos las pruebas de las que ella hablaba, dando
exactamente con eso. Al menos diez fotografas donde claramente
se vea a Isabella y a l en una actitud que era sin duda la de dos
personas que estaban juntas en una relacin. Cogidos de la mano
saliendo de su edificio, besndose en la entrada del trabajo de
ella, ella colgndose de sus hombros en fin. Las miradas y los
gestos de ambos en esas fotografas hablaban de los sentimientos
recprocos de ambas personas y no de una aventura como trat de
hacerle creer a Charlotte.

Podra borrarlas, pero eso le llevara ms tiempo, as que decidi

cerrar la cartera, guardando el telfono en el bolsillo de su
chaqueta, cerrar la puerta del armario y salir pitando de all.

Ni dos minutos se demor en atravesar el pasillo fuera de la

habitacin del hotel y llamar el elevador. Cuando lleg a la planta
subterrnea, camin rpido hasta su auto, pero antes de subirse,
sac el telfono y luego de apagarlo, lo dej justo bajo las ruedas
delanteras del Mercedes Benz. Se meti enseguida y luego de
hacer contacto, meti el primer cambio y pas por sobre el
celular, destruyndolo a su paso. Fren entonces y se baj del
vehculo, recogiendo los restos de IPhone. No iba a dejar el
cuerpo del delito tirado all, ya se lo entregara a Emmett para
que lo destruyera del todo. Se subi de regreso en el vehculo
lanzando el malogrado mvil en el asiento del copiloto, teniendo
casi absoluta seguridad que la pobre Charlotte, tan estrecha de
mente como era ella por no decir estpida seguro no haba
hecho copias de las fotos en otro lado.

Corri a exceso de velocidad por las calles hasta que lleg a su

edificio. Subi igual de rpido hacia su apartamento, ansioso por
encontrarse con su demonio, la que lo dej algo preocupado
despus de esa llamada de medioda. Abri la puerta del
apartamento y la cerr con fuerza, descansando su cuerpo sobre
esta.

Al fin estaba en casa.

Edward? Oy entonces la cantarina voz de su demonio

sonriente, mientras se acercaba por el pasillo desde el dormitorio,
apareciendo con una simple camisetita negra y sus bragas de
algodn, su cara limpia de maquillaje y su pelo tomado en una
moa baja, vindose completamente natural y excitante para l.

Cuando ella lo vio por supuesto sonri y corri hasta l

echndosele sobre los brazos, rodeando las caderas con sus
piernas y los hombros con sus brazos, mientras sus bocas chocaban
en un beso desesperado. l la agarr por la nalgas y la apret a su
cuerpo, sintiendo que no estaba lo suficientemente cerca.
Y joder, qu delicioso saba, para l, la boca de ese demonio
tentador despus del beso que se vio obligado a darle a Charlotte
para montar su teatro.

Charlotte por cierto, al terminar de prepararse, hizo una salida

teatral del bao, vestida con ese conjunto interior transparente en
tono negro, perfumada y maquillada, esperando encontrarse con
Edward quizs recostado en la cama, esperndola, con una copa
de champaa entre las manos. Pero nada. Edward haba
desaparecido. Lo llam mientras registraba el apartamento, y a
medida que buscaba, senta que su cuerpo herva, pero no de
lujuria, sino de rabia.

Cmo diablos se atrevi a largarse?! A caso no saba lo que le

esperaba? Ira hasta Elizabeth y le mostrara las fotos y se dara
el gusto de ver cmo la seora molestaba a Edward y a esa niita,
dicindole lo bajo de su nivel para osar estar con alguien de su
estirpe. Camin entonces decidida hacia el armario, dispuesta a
llamar a Elizabeth y preguntarle si poda recibirla a esas horas,
pero Horror!, su telfono no estaba. Sac su cartera y vaci
sobre la cama el contenido de este, no dando con su aparato
telefnico.

Maldito seas, Edward Masen, mil veces maldito! Grit,

mientras daba de puetazos contra el colchn de la cama que no
haba sido usada.

Al otro lado de la ciudad, Bella y Edward se besaban como si no se

hubieran visto en aos, guardando por ese tiempo todo el deseo
del uno por el otro.

l se movi hasta el sof y la dej extendida sobre este con un

suave movimiento para luego l tenderse sobre ella y seguir con el
reencuentro.

Estaba ansiosa por verte dijo ella entre beso y beso,

acariciando el cabello de su hermoso ogro. Por qu demoraste
tanto?

Ya te dije, tena cosas que hacer le record con voz ronca.

Uhm ella cerr sus ojos e inhal el perfume de Edward,

sintiendo algo raro, como si la fragancia masculina caracterstica
que l usaba estuviera mezclada con otra femenina. Se apart de
golpe y con sus manos lo empuj, abriendo sus ojos hacia l.
Con quin estuviste, Edward.

l la mir y buf, cerrando los ojos. Se incorpor y se sent a un

lado, pasando sus manos por el cabello. Le ocultara de su
encuentro? Le mentira? Esa ni siquiera era una posibilidad.

Estuve con Charlotte.

Muy lentamente se levant y se sent dejando un espacio entre

ambos, pues senta como si sobre ella hubiese cado un balde de
agua fra. Alcanz con sus manos la punta de su coleta, tironeando
sus cabellos por sobre el hombro.

Estuviste? Co cmo estuviste?

Tena que hacerla callar. Ella tom fotografas nuestras que le

mostrara a Elizabeth si yo no ceda.

Cedas cmo? Dime pidi con el miedo a que l le dijera lo

que ella pensaba.

Edward entonces torci su cara hacia ella y con el semblante

serio, admiti:

En resumen, me pidi sexo a cambio de mi silencio.

Otra vez, los ojos de Bella se abrieron muy ampliamente y su

respiracin se entrecort cuando oy lo que l le dijo. Reaccion
entonces, dando un salto y corriendo hacia el dormitorio,
obligndose a no llorar. Se meti en el vestidor donde tena un
poco de su ropa, agarrando lo primero que encontr para
comenzar a vestirse y salir de all.

Qu haces?! Exclam Edward por detrs, mientras ella se

meta los pantalones. Ni siquiera le dedic una mirada cuando le
respondi.

Me estoy vistiendo, qu no ves?

Edward, bufando como toro, la agarr del brazo y la hizo

enderezarse para que la mirara.

Vistindote para qu pregunt con su quijada muy apretada.

Estaba a punto de darle de nalgadas a esa niita por su arrebato,
pero ella actu primero. Levant su mano y con fuerza abofete el
rostro de Edward, que del puro impacto gir su cara bruscamente.
Ella aprovech para volver a alejarse y acabar de vestirse de una
vez, pero otra vez fue interrumpida cuando pretenda abrocharse
la cremallera de su jeans.

Qu mierda, demonio! Protest otra vez con su rostro

furibundo, pero ella estaba igual de enojada, as que el ogro
furioso frente a ella no le asustaba en nada.

Cmo que qu mierda, Edward! Protest, forcejeando para

que la soltara, pero nada que l ceda. Esto se acab! Ve y
fllate a esa mujer cuantas veces quieras, ahora eres libre de
hacerlo!

No me hagas enojar, mujer! Grit l de regreso, pegndola a

su pecho. La encarcel por la cintura con sus brazos y con su
mano libre la oblig a mirarlo sujeta por su barbilla. Rebelde a su
agarre, Bella sigui removindose para soltarse, incluso cerr los
ojos para no toparse con las orbes oscuras y rabiosas del ogro
furioso.

Sultame!

Abre los ojos, demonio! Mrame! Grit otra vez,

consiguiendo finalmente que ella abriera sus ojos.

Qu?!

Dime que realmente sabes que no foll con ella Dmelo!

Ella respiraba pesado, con la mezcla de sentimientos

confundindola, mirando al endiablado ogro que la sostena con
fuerza, su corazn herido palpitaba an por l an despus de su
admisin y se negaba a creer lo que estaba dando a entender l.
Parpade y las lgrimas hicieron su aparicin, ahogndola.

Acabas acabas de decirme

Responde lo que te estoy preguntando, demonio! La

interrumpi, apretndola an ms si era posible a su pecho.

Otra vez ella tuvo que cerrar sus ojos, pero aun as, sus lgrimas
se colaron por entre sus prpados cerrados. Haba follado
efectivamente Edward con esa mujer? Su olor entremezclado con
el perfume de Charlotte poda gritar como prueba fidedigna de
ello, pero era suficiente prueba? Y aunque las pruebas lo
inculparan, las creera?

No susurr dbilmente.

Realmente me molesta jodidamente mucho que des por hecho

que tuve sexo con alguien ms, estando contigo gru l en
respuesta, jodidamente molesto como le haba dicho.

Pero pero

Demonio! Abarc su rostro con ambas manos y peg su nariz

a la de ella. Con sus labios casi casi pegados a los de Bella,
Edward susurr: Eres la nica mujer con la que quiero estar. No
hay nadie que me llene como t, no hay nadie a quien alguna vez
haya amado de la manera en que te amo

Pero fuiste, te reuniste con ella.

Deba hacerlo, tantear el terreno. Joder, demonio!, no dej de

sentir asco en todo el tiempo que estuve con ella y no fueron ms
de diez minutos explic rpidamente, tena que saber que
tanto saba, tuve que hacerle creer que bajaba mis defensas a ella
para que hablara. Finalmente lo consegu y me sal de all en
cuanto tuve la oportunidad.

Ya veo asumi ella, cabizbaja. Bella all, mirndolo a los ojos,

saba que l le deca la verdad, que no haba pasado nada, o no
mucho en realidad. Entonces no pas nada?

Me bes.

Bien dijo ella, bajando su cabeza. l intent abrazarla a su

cuerpo pero ella le rehuy, poniendo la palma de sus manos sobre
su pecho, empujndolo hacia atrs. La mir mal y antes de soltar
un alarido, ella le explic. Tienes su olor sobre ti, Edward.

Inspir y antes de decir nada, jal a su demonio hacia el bao. La

solt cuando comenz a quitarse la ropa, atinando ella a abrir el
grifo de la ducha y temperarlo a un punto adecuado. Cuando se
gir, vio que Edward ya casi acababa con el desprendimiento de
su ropa, decidiendo ella si deba unrsele o no, y por la mirada que
l le dio tal parece que la respuesta era obvia, por lo que se quit
la polera, el sujetador y sus pantaletas y sin esperar a Edward se
meti bajo el chorro de agua tibia, cerrando su ojos y elevando su
cara para que el agua cayera sobre s. Sinti momentos despus
que Edward se le una, pegando su cuerpo a su espalda, con sus
manos sobre sus hombros masajeando en crculos. Ella entonces
tom el gel de ducha y aplic un poco en la palma de su mano,
girndose a continuacin para comenzar la tarea de limpieza con
Edward en absoluto silencio.

Al cabo de diez minutos, ella ya haba acabado de lavarlo

cerrando el agua de la regadera para que saliera. Envolvi l una
toalla alrededor de su cintura y ella se coloc una bata negra que
colgaba tras la puerta.

Tienes hambre?

S respondi, sabiendo Bella que no se refera a comida

propiamente tal, pero ella la verdad no se senta bien
anmicamente como para suplir esa hambre de Edward, as que se
hizo la desentendida y camin hacia la puerta del bao.

Voy a preparar algo.

Un momento la detuvo l por el brazo cuando pas a su

lado. Qu tienes, eh?

Dime cmo te sentiras t si la situacin fuera la contraria.

No te enga con ella! Podra haberlo mantenido oculto, pero

prefer decrtelo porque se supone que me creeras

Fuiste, porque de no hacerlo, ella le dira a Elizabeth sobre m

ah estaba el verdadero motivo del sentimiento triste de ella,
ms all de que l fuera y se reuniera con ella. Fuiste para
convencerla de lo contrario, porque sigo siendo un secretito sucio
tuyo

No lo entiendes, verdad? Pregunt con furia, y ella le

respondi de igual forma.

No! No entiendo qu sigo haciendo aqu contigo, si es

probable que nos descubran y le vayan con el cuento a la vieja.!

Escchame, mujer agarr la barbilla de Bella con una mano

y con la otra la apret a su cuerpo desnudo por su espalda baja.
Estaba enojado, realmente enojado porque esa mujer no acababa
de entender lo que ella significaba en su vida. As que se lo
aclar. Ahora mismo, eres lo ms valioso que tengo, no hay
nada ms valioso que t. Me importa una mierda si Charlotte o
cualquier otra persona lo sabe, porque ella no es tan estpida
como para hacerte dao, no fui gran cosa en su vida. Lo que me
preocupa es que Elizabeth lo sepa, que sepa lo que t significas
para m, y como siempre lo hizo mientras pudo, te aparte a como
d lugar, porque segn ella interferirs en sus planes de vida que
ha trazado en su cabeza senil para m. Ella cree que me tiene bajo
control y espero que siga creyndolo; pero si sabe de ti, ser como
revelarle mi alma y eso no lo voy a permitir. Querr apartarte de
m y destruirte y antes que eso pase, la mato, Isabella, y soy capaz
de hacerlo.

No le tengo miedo ni a ella ni a cualquier otra persona

asegur con voz ronca por el llanto acumulado en su
garganta. No podrn separarme de ti, slo t podras hacerlo.

Eso no pasar bes sus labios con sus ojos aun abiertos antes
de aclarar. No siento vergenza de ti, no es por eso que te alejo
de esa mujer que verdaderamente no significa nada para m. Las
personas a las que estimo, a las que quiero lo saben, y con eso me
basta. Yo te amo y slo intento protegerte, nada ms.

Pero pero ella se enterar tarde o temprano de que t y yo

que estamos juntos.

Inspir fuerte, pegando su boca a la sien de ella, abrazndola por

la cintura. l tambin lo saba.

Elizabeth lo sabra y cuando eso ocurriera, l estara listo para

contraatacar, tendra sus flancos cubiertos si ella decida siquiera
ponerle un dedo encima a su mujer. Tena entre manos el pick de
su venganza con la aparicin de Damian, y eso lo haca sentirse
algo ms seguro, pero no poda relajarse.

Es verdad, y cuando pase, no me importar porque estar

seguro que no podr hacerte nada. Confa en m.

Bella suspir y descans su cabeza sobre el pecho desnudo de su

amado ogro, a quien en ese momento vea como un caballero de
armadura furioso, tratando de defenderla de sus enemigos
mientras la mantena encerrada en la torre anti ataques.

Despus de un momento, ella se apart un par de pasos hacia

atrs, bastante ms tranquila con sus sentimientos apaciguados,
mirando a los ojos a su amado que la evaluaba con sus hermosos
ojos. Record ella entonces la pregunta que le hizo cuando se
dispona a salir del bao, antes de ese esclarecedor dilogo:

Tienes hambre?

l estrech sus ojos con hambre carnal, pudiendo sentir como su

sangre y su piel se calentaba de deseo cuando ella le pregunt
aquello con tanta sensualidad, mientras desataba muy lentamente
el nudo de su bata de bao.

Mucha hambre admiti con voz ronca, caminando un paso

hacia ella. Bella respondi al llamado tcito de su ogro y con un
saltito se mont sobre l, envolviendo sus piernas alrededor de su
cintura, como adoraba hacerlo. Entonces l comenz ah a saciar
su hambre de ella.

Haba sido un da francamente lleno de todo, muy agotador, pero

como cada da desde que estaba con Bella, saba que acabando la
jornada ira a su casa y la encontrara con su sonrisa fresca,
hermosa y su aroma a rosas recibindolo y apartando toda la
pesadez que cargaba del da. Como aquel da, a pesar de la
anterior discusin.

Camin entonces con ella hasta el cuarto, donde la dej sobre la

cama despojndola de la gruesa bata, comenzando a deleitarse
con su cuerpo muy lentamente, sin apuros, amndola y dejndose
amar por ella.

Fue as, como acab recostado en su cama, en su cuarto, con la

mujer que amaba en sus brazos luego de hacerle el amor.

**OoO**
 Confirm la cita? Me hablas en serio? Pregunt Damian
completamente sorprendido. Su secretaria volvi a mirar su agenda
para nuevamente asegurarse de que la informacin que le daba era
del todo correcta.

S seor. La seorita Alice Cullen confirm su cita, llegara a su

casa a eso de las 10:30.

Mi Dios! Tengo el tiempo justo para llegar a casa dijo el

hombre, nervioso e ilusionado mientras miraba su reloj Omega.
Cancela mis citas de esta maana y llama a "Masen & Co",
pidiendo una cita para esta tarde con no, no, no hagas nada
dijo, retractndose. Hara una cita con Edward informalmente y al
da siguiente que llegaba su nia Beatriz sera ideal. Quizs le dara
una visita rpida a Bella para hablar con ella y ver si poda darle una
mano con la reunin que tena planeada con su hijo.

Regresar esta tarde, seor? Pregunt su secretaria antes que

l saliera.

Pues no estoy seguro, pero James est aqu de cualquier forma.

Entendido.

Despus de eso sali del pequeo edificio donde estaba montada la

chocolatera saludando a su paso a los trabajadores de all, hasta que
sali al aparcamiento listo para montar su coche e ir a su casa a
esperar a su hija.

La casa que haba comprado era relativamente grande, pero segn

l muy poco funcional, sobre todo teniendo en cuenta que su
pequea hija Beatriz, llegaba al da siguiente. Era segn lo poco que
l saba de decoracin de algn estilo parecido al mediterrneo pues
sus murallas casi en su totalidad eran blancas. Muy pocos muebles
haba comprado porque quera que la mejor diseadora de
interiores, Alice, le diera una directriz o de plano que se encargara
ella de eso.

Entr en el difano y amplio espacio a esperar que ella llegara,

mientras revisaba un par de correos desde su celular. Le haba
pedido a su secretaria el lunes que llamara y pidiera una cita,
confirmando ella hasta ltimo momento su visita. La verdad es que
no tena muchas esperanzas que ella apareciera, pero haba
regresado al pas consiente de que no sera fcil, de que sus hijos no
se le echaran al cuello y le llamaran pap de buenas a primera y
aunque a veces se desanimaba, deba de recordar que si para l fue
un proceso traumtico, para sus hijos tambin.

"Tiempo Damian, tiempo"

El sonido del motor de un coche estacionndose en la entrada lo

sac de su concentracin en el correo electrnico. Desvi su vista y
levantndose, divis a Alice bajar del coche. Aferr una carpeta
entre sus brazos mientras miraba la casa grande frente a ella,
mientras adentro Damian agradeca que ella haya legado a la cita.
Eso quizs algo significaba.

Inspir y se apresur a caminar hacia la entrada para recibirla.

Abri la puerta de madera clara y se enfrent a la sorpresiva mirada
de su hija. l trag grueso por la emocin y torci el rostro no
terminando de sorprenderse de lo hermosa que ella estaba.

Hola salud l hacindose hacia atrs y manteniendo la puerta

abierta para que ella pasara. Se aventur a esbozar una sonrisa
tmida, esperando que ella le respondiera con una, cuestin que no
sucedi.
Alice apenas asinti y esquiv su mirada cuando entr a la casa
pasando por su lado, caminando insegura, con paso lento hacia el
interior de la casa observando todo a su alrededor.

Eh, como vers, no he hecho nada aqu y la verdad es que no

tengo idea qu hacer, por dnde empezar se apresur a explicar
l, caminando a su lado, indicndole la sala principal.

Pens que haba sido una excusa.

Damian frunci su entrecejo y la mir luego que ella confesara eso.

Por cierto, Alice giraba sobre sus pies contemplando los rincones de
la casa, los ventanales, el suelo probablemente como lo hara en
cualquier otra reunin profesional.

Y por qu viniste entonces?

Alice apret an ms fuerte la carpeta de cuero negro que traa

entre sus brazos, obstinada en esconder su rostro nervioso de su
progenitor, pues su pregunta la dej digamos en jaque.

Soy profesional; contrataste mis servicios, pediste una cita y pues

a eso he venido. Si era una treta, pues me ira respondi tratando
de sonar segura. Damian asinti despacio y en silencio, guardndose
para l la intuicin de que no era del todo cierto lo que ella deca.

Bueno, te parece que demos una vuelta por la casa, mientras te

explico los cambios que quiero hacerle. Adems me gustara que me
hicieras recomendaciones sobre colores y todo sobre la decoracin.

Eso lo hago sobre lo que t quieras.

Estoy un poco perdido admiti, invitndola a caminar junto a

l por los amplios pasillos de la casa que daban hacia los distintos
sectores. l le explic que quera la casa llena de luz, pero no
abusar del blanco como actualmente estaba la casa. Le dijo,
mientras suban al segundo piso que quera que fuera un lugar
"bonito" pero funcional, haciendo hincapi en una peticin.

Necesito hacer accesos fciles, prescindir lo que ms se pueda de

las escaleras dijo, abriendo el dormitorio del segundo piso que l
haba elegido como el dormitorio de Beatriz. Estaba prcticamente
vaca, fuera de unos muebles que estaban empotrados a las
murallas. Camin hacia la ventana y se qued mirando el espacio
verde del jardn que se extenda frente a l y que seguro su pequea
Bea adorara.

Uhm puedo preguntar por qu? Pregunt Alice detrs de

l.

Por supuesto respondi l, girndose y afirmndose contra el

vidrio del ventanal de aquella habitacin. Una silla de ruedas
circular a menudo por este lugar, no quiero que tenga impedimento
para desplazarse.

Baj su cara y escondi los sentimientos que los recuerdos de la

silla de ruedas trajeron. A veces l senta que la injusticia pisaba sus
talones, que siempre haba algo que quebrantaba su paz. Trag
grueso y volvi a alzar su vista hacia Alice, que lo miraba con
innegable curiosidad. Aun as, con las preguntas en los labios
ansiosas por salir, se call limitndose a asentir.

Bueno, habr que tomar medidas, hacer fotografas y sobre eso

hacer una propuesta. Si ests de acuerdo con lo que propongo y con
el presupuesto, comenzamos el trabajo de inmediato quit
entonces la carpeta que haba mantenido sujeta contra su pecho,
extendindosela a l. Aqu hay algunas fotografas de trabajos
que hemos hecho, quizs quieras tomar ideas de alguno de ellos.

Damian sonri y mientras abra la carpeta vio de reojo cmo Alice

pasaba su manos por el muro, como cerciorndose del material de
estos, al igual que los detalles en madera que all haban, siempre
manteniendo la lnea del blanco. Contempl enseguida los trabajos
que haba realizado su hija, sintiendo cmo su pecho se hinchaba de
orgullo. La mayora de las fotografas comparaban el antes y el
despus de los espacios que haban sido intervenidos por Alice,
concluyendo l que su hija era simplemente una artista.

Caminaron luego por el resto del segundo piso, retornando hacia la

planta baja, donde ella le indic algunas modificaciones que se le
ocurran y que a l le parecieron fantsticas.

Crees que pueda regresar maana? No traje equipo para tomar

medidas y fotografas.

Por favor, sintete en libertad para venir cuando quieras. Es ms

dijo, metiendo la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacando de
esta un juego de llaves. De momento estoy alojando en un
departamento, por lo que no estar aqu a menudo, a no ser que
concretemos reuniones o algo as. Por eso creo que deberas tener la
llave, as eres libre de venir cuando quieras

Yo no neg Alice con la cabeza, dando un paso atrs.

No puedo.

Por qu no? No es lo que se estila en casos como estos?

Lo siento, pero no me sentira cmoda se sincer. l frunci el

entrecejo, como si no entendiera lo que ella quera decir. Por
por lo no quiero ms que compromisos profesionales contigo y
siento que estara recibiendo ms que eso si recibo una llave de tu
casa.

No sabes lo que me duele que digas eso.

Lo siento dijo, girndose para ir hacia la salida, pero Damian

no la dej. Camin ms rpido que ella y se interpuso en su camino,
detenindola.

Tenas razn, esto es ms que un compromiso laboral. Eres mi

hija, por vida de Dios, cmo pretendes que me quede impvido
ante eso? Dio un paso hacia ella para tomarla de los brazos y
evitar que se escapara. No has pensando en nada de lo que te
dije la ltima vez? Piensas de verdad que es una mentira todo lo
que te cont?

Ya te lo dije, yo tengo una familia, tengo un padre y su nombre es

Carlisle Cullen.

Jess! Por qu no quieres creerme! Por qu no quieres

perdonarme! Se desesper l. Otra vez estaba a punto de llorar
por la pura frustracin. Dios, Alice, no hubo un da de mi vida
que no pensara en ti, en Edward. Por qu te es tan difcil creerme.

No no los s dijo, bajando su rostro y cerrando sus ojos, que

era como un mecanismo de defensa. Por favor, djame ir.

Pero antes que Damian cediera y la dejara marchar, quiso tocar el

tema que lo tena francamente preocupado:

Y qu sucedi con Edward? Por qu lo odias tanto?

Enseguida ella alz sus ojos y lo taladr con su mirada azul cuando
Damian habl de Edward.
Edward y yo no tenemos nada.

Eso es mentira, l es tu hermano. Se adoraban.

Pues ya ves, no nos adorbamos tanto! Grit exasperada.

Puedo entender tu historia, aceptarla incluso, pero lo de l es otra
cosa, es pasado y est olvidado. l no significa nada para m.

No es cierto. No reaccionarias como lo haces si no te importara

apost Damian con seguridad pero hablando muy suavemente.
Lo amas, Alice, y ests albergando un rencor hacia l que es
infundado.

Infundado?! Pregunt a Damian, estrechando sus furiosos

ojos azules hacia l. Dijo que su abuela lo oblig a irse y que lo
mantuvo prcticamente incomunicado, cuestin que me cuesta
creer. Dice tambin que la odia, pero trabaja para ella. Seguro l ve
todo lo que puede ganar, todos los billetes que pueden llenar sus
bolsillos su sigue a su lado como perro fiel, a pesar de lo que ella
hizo, a pesar que nos separ. l es igual a la vieja esa, y con
personas como ellos yo no quiero verme involucrada.

No hables as de l. No lo conoces, no sabes por lo que ha

pasado

Y ni me importa! Grit, con su cara roja de rabia. Cerr los

ojos a continuacin, enderez su espalda, respir hondo y volvi a
abrirlos, viendo a Damian con su rostro lleno de dolor y
preocupacin, cuestin que ella pas por alto. Ahora si me
disculpas, tengo otra cita.

Se dio la vuelta y camin hacia la salida sin mediar despedida o

comprometerse para una prxima cita. Damian saliendo de su
absorto estado corri detrs de ella, alcanzndola por el brazo antes
de salir.

Alice, oye por favor, no te vayas as. Yo son pocas las

oportunidades que me das para verte y pues no puedo evitar
preocuparme. Por favor no te vayas as.

Mira lo par ella, por alguna razn mi pap, Carlisle

recalc, me dijo que te diera un voto de confianza, que
escucharas lo que tuvieras que decirme, pero voy a necesitar tiempo
para eso. Debo asimilar un montn de cosas, en fin pero mi
historia con Edward est cerrada, y si no respetas eso voy a declinar
de la oportunidad que me pides.

El carraspe y tras meter sus manos en los bolsillos, asinti, aunque

claro que no dejara de interceder en la relacin de sus hijos, en que
se arreglaran.

Intentar respetarlo concedi, torciendo su boca. Ella asinti y

mir la hora en su reloj de pulsera.

De verdad debo irme. En cinco das te traer diseos y

presupuesto. Me comunicar con tu secretaria para coordinar

Preferira que te comunicaras directamente conmigo meti

entonces su mano al bolsillo interno de su chaqueta una tarjeta
personal, con sus datos y su telfono privado ah estn mis
nmeros. Me llamas en cuanto tengas algo listo y quizs pues
podramos aprovechar de almorzar, te parece?

Te llamar dijo, aceptando la tarjeta. Damian entonces record

algo y tras volver a meter la mano al bolsillo, sac el manojo de
llaves, el que puso en las manos de Alice. Oye, te dije que no

Tomar medidas, fotografas y no s qu ms, eso dijiste que tenas

que hacer aqu, no? Pues ah tienes, para que vengas y entres
cuando sea necesario. Por favor, no lo rechaces "esta tambin es
tu casa" quiso decirle, pero me mordi el deseo de hacerlo. Ella
suspir y apret las llaves en sus manos.

Vale, las usar cuando sea necesario, pero te avisar antes.

Como quieras dio un paso adelante y se atrevi a dejar un beso

en la frente de su hija, que para su alegra, ella no rechaz.
Gracias por esto, Alice. Por todo.

Nos vemos se despidi ella, secamente, saliendo finalmente de

la casa.

Damian afirm su espalda contra una muralla contigua y elev su

vista al cielo, procesando los sentimientos que se encontraban y que
chocaban dentro de su pecho. La dicha que inevitablemente crece
dentro de l porque su hija no le est cerrando la oportunidad en su
cara, y la tristeza por ese sentimiento de rencor que ella tiene hacia
Edward.

Estaba en eso cuando el mvil en su bolsillo comenz a sonar. Se

sacudi la cabeza y sac el telfono, viendo el nombre de Bella
parpadeando en la pantalla.

Ho hola? Seor Gerber?

Bella, no es necesario que me digas seor, ni mucho menos

Gerber.

Bien ejem cree que pueda tener tiempo para almorzar

conmigo? La propuesta de marca ya est lista y adems uhm
yo quera tratar otra cosa con usted.
Ser un placer, Bella. Te parece que vaya por ti?

Se lo agradecera.

Nos vemos entonces, linda.

Ese corto dilogo con Bella le trajo a la cabeza lo que iba logrando
poco a poco con Edward. Era un tipo hosco y algo hurao, pero
intua l que esa nia haba ablandado a su hijo, sin duda
ayudndolo y ella por tanto poda ayudarlo a l a acercarse ms a
Edward. Sonri entonces, porque pese a todo las cosas iban mejor
de lo que l esperaba, anclando la esperanza dentro de su corazn.

A esa misma hora, en las dependencias de "Masen & Co", la seora

Elizabeth Masen se paseaba de un lado a otro dentro de la oficina
de Rosalie Hale, que la observaba con incomodidad.

Cmo es posible que a alguien con el currculo que t tienes,

Rosalie, se le haya pasado semejante informacin?

Rosalie rod los ojos aprovechando que la vieja le estaba dando en

ese momento la espalda. Por supuesto y como Edward se aventur a
asegurar, Elizabeth culp al resto de su error.

Ahora la septuagenaria mujer no poda culpar a Edward, ni siquiera

se pas por la oficina de l aquella maana porque la verdad no
estaba para desenterrar el pasado que ella pens resuelto y
olvidado. Vale decir que la aparicin del hijo del panadero ese le
haba hecho hasta tener pesadillas la pasada noche, no pudiendo ni
descansar.

Seora, si me disculpa, yo hice las averiguaciones que usted

solicit se defendi la rubia. La sociedad Gerber estaba
representada para este negocio por el seor Whiterdale mientras
duraba la negociacin. Usted misma me asegur que ya haba hecho
sus propias averiguaciones respecto a l y que eso le haba hecho
estar completamente segura de cerrar el negocio con esa sociedad

Me ests culpando?! Se gir sobre sus costosos zapatos,

desafiando a la rubia ejecutiva quien tuvo que hacerse hacia atrs
por la intensidad de la furia que reflejaban los ojos de esa mujer.

"Edward no puede negarlo, esta vieja es su abuela" pens ella,

comparando los arranques de Edward con el de esa mujer.

No, no, por supuesto que no, Seora Masen. Pero el perfil del
seor Brandon est completamente en regla y lo que se hizo
tambin. No hubo ningn error por parte de nadie, el negocio se
cerr en las condiciones legales y bajo los trminos que usted
delimit.

No quiero que ese hombre sea parte de lo que es mo. Yo hice

trato con la sociedad Gerber, no con Damian Brandon.

Perdone usted, seora, pero "Gerber S.A" y el seor Damian

Brandon son en la prctica, la misma cosa.

Pues no lo es! Grit, sobresaltando a Rosalie. Para m no lo

es. Por eso, te exijo que deshagas el trato, que te retractes

Seora, si hacemos eso hay clusulas del contrato que

deberamos cumplir. Usted se vera obligada a pagar una
indemnizacin, una gran cantidad de dinero rebusc en el
contrato que tena en la mano para enrostrarle exactamente lo que
deba pagar, leyendo textual"el doscientos por ciento de lo
invertido por el nuevo socio", adems de tener que enfrentarse a un
juicio por incumplimiento de contrato. Le recuerdo que usted misma
deline estas obligaciones para amarrar al nuevo socio, evitando
que l se retractara como quiero usted hacerlo ahora.

No puedo creerlo! Otra vez, la pobre Elizabeth, incrdula por

tener tanta mala suerte, camin de un lado a otro por frente el
escritorio de Rosalie. S, fue ella la que le dijo a sus abogados, entre
ellos Rosalie, que puntualizaran los costos que tendra para
cualquiera de los socios retirarse dentro del plazo establecido que
era un ao, pensando ella en asegurarse de que la sociedad Gerber
no se arrepintiera cuando no viera las utilidades que se proyectaron.
Jams pens eso s, que esas clusulas seran usadas en su contra.

Lo nico que podra ocurrir para que el contrato de sociedad

entre la empresa del seor Brandon y usted se deshiciera, sera
otra vez busc entre las clusulas del documento, aqu llegar a
un arreglo consensual entre las partes o que uno de los socios
principales fallezca.

Elizabeth juguete con su siempre bien puesto collar de perlas

negras sin detener su andar de all para ac.

"Que uno de los socios principales fallezca?"

Pensar en algo que hacer dijo, saliendo de su transe. Camin

hacia la puerta y antes de salir agreg. Espero que hagas lo
mismo Rosalie. No me decepciones.

Afuera camin derecho al elevador, pasando por alto los saludos de

los que trabajaban all como siempre lo haca, pero antes de subirse
al ascensor una voz a su espada que la llamaba por su nombre
provoc en ella una mueca de desagrado.

Elizabeth, necesito hablar contigo. Es urgente

La vieja mir de reojo a Charlotte quien al parecer estaba urgida por

decirle algo. Y ya que se haba metido al elevador junto con ella no
le qued de otra que orla.

Qu es tan urgente, Charlotte.

Edward est revolcndose con una mujercita que no es Rosalie

o no s si es slo Rosalie acus ella. No poda dar por sentado
que Rosalie no se estuviera metiendo con Edward tambin, pues la
haba visto un par de veces ir al edificio donde Edward viva en
horarios que no eran para trabajar.

O sea, lo que quiero decir es que ellos no tienen la relacin que t

crees, estoy segura porque

Cul es la novedad? Crees que estoy pendiente de la vida

ntima de Edward?

No, pero

Si crees que no s qu Edward se va follando por ah a una y otra

mujer, es porque me subestimas. Puede hacerlo, a m la verdad no
me importa mientras eso no sea degradante para mi apellido. Lo que
en realidad me importa es que al momento de sentar cabeza y tener
hijos no lo haga con una cualquiera. Tiene que ser una mujer
educada, con una buena profesin, de una buena familia, con un
apellido de prestigio. Yo me encargar de que eso sea as.

Por eso te lo digo! Esta mujer es mucho ms

Charlotte la detuvo Elizabeth, levantando su mano. Lamento

que tus encantos no hayan llamado la atencin de Edward, pero una
mujer despechada no es bien visto. Yo la verdad no esperaba eso de
ti en ese momento el elevador lleg a la planta baja del edificio
saliendo la mujer mayor de este, dejando a Charlotte muda y con su
orgullo herido dentro del cubculo.

Mujer despechada, Elizabeth? Susurr con rabia mientras la

vea alejarse. No sabes de lo que somos capaces.

Ay Dios!...esta Charlotte... y es que quin no se sentra

despechada con semejante bombn como el ogro?

Mis nias hermosas, no tengo ms que palabras y sentimientos

de agradecimiento para cada una de ustedes, por acompaarme
en esta locura con este ogro que me saca de quicio a veces, pero
al que amo como seguro ustedes tambin lo hacen. Gracias por
vuestro apoyo, sus comentarios y bueno, si por ah se nos pasan
algunas faltas en la redaccin u otro detallito, pues mis
disculpas, a veces mi ojo de lince falla, saben?

Gracias a Gaby Madriz, mi beta y amiga que me ayuda con los

captulos y miss Manu de Marte, encargada de los adelantos y
otras locuran en el grupo facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Nos vemos la prxima semana, donde les adelanto que se vienen

cosas importantes.

Besotes a todas! =)
*Chapter 24*: Chapter 24
A LEER!

=)

Captulo 24.

Ta, te ech de menos dijo Bella mientras abrazaba a Carmen

que haba llegado esta tarde de jueves a su casa. Por sobre el
hombro de su sobrina, Carmen estrech su mirada de enfado hacia
el seor Masen que se hallaba tras de ellas contemplando la escena.
Cuando ambas mujeres se soltaron, Carmen no alej sus penetrantes
ojos de la desafiante mirada de Edward quien tampoco cedi.

Bella carraspe, mirando a Edward y luego a Carmen, un poco

incmoda por ese desafo visual entre ambos.

Llegaste llegaste cansada, ta?

No cario respondi ella sin quitarle los ojos al ogro, quien

tuvo que hacer una mueca para esconder su diversin. As que para
no alargar la situacin, decidi intervenir

Carmen, bienvenida la salud educadamente. Se le extra

por estos lados.

No me digas, Edward?

Las cenas entre Isabella y yo, no son lo mismo sin usted sentada a
la mesa bueno, no es que sean peores, pero

Ejem, quieres algo ta? Se puso Bella en medio de ambos,

viendo a Carmen cmo abra los ojos y comenzaba a ponerse roja,
entendiendo a qu se refera Edward. Se oblig a no imaginar lo que
su sobrina y ese descarado hacan mientras cenaban o lo que
hacan en vez de cenar.

Tenemos un montn de qu hablar, cario dijo Carmen

mirando a su sobrina mientras le acariciaba el cabello. Volte
enseguida su rostro hacia Edward y agreg. A solas.

Edward alz las manos y dio un paso atrs, ahora s muy divertido
pues la ta Carmen no fue muy sutil.

Por supuesto. Nada tengo yo que hacer en una conversacin de

mujeres admiti Edward, metiendo su mano a los bolsillos.
Llmame para venir por ti

Venir por Bella? Por qu? Van a salir? Ya es muy tarde y

maana trabajan intervino la ta, mirando la hora en su reloj de
pulsera el que marcaban las 21:33. Edward entonces la sac de su
error.

Ella se viene conmigo, a pasar la noche a mi departamento.

Oh no, eso no pasar! Refut ella, poniendo sus manos en sus

caderas. Esta es la casa de mi sobrina, y por lo tanto es aqu
donde dormir.

Carmen, no me obligue a ser grosero.

Un momento, los dos! Exclam Bella levantando sus manos y

deteniendo la discusin esa. Ambos contendores la miraron y
esperaron su veredicto.

Ella sin duda se mora por dormir esa noche y todas las noches
con Edward, pero saba lo incmoda que se sentira su ta. Adems,
ambas tenan un montn de cosas de qu conversar, as que rogando
que el ogro no tuviera uno de sus arranques, suspir y camin hacia
l, poniendo las manos sobre su pecho. Bati sus pestaas hacia l a
ver si con eso lo relajaba un poco, pero por como la estaba mirando
l seguro ya saba su decisin.

Edward, voy a quedarme aqu dijo suavemente. l frunci su

entrecejo y tens su mandbula, mientras Carmen sonrea triunfante.

Maldita sea, demonio!

Tengo que hablar con mi ta de un montn de cosas, adems

acaba de llegar y no quiero dejarla sola.

Por supuesto, entonces a m me dejas solo, verdad?

No seas cruel, Edward. No me dijiste que Jacob haba regresado

y que ibas a ir a hablar con l?

Pretenda que t tambin me acompaaras o venir a buscarte ms

tarde. Maldita sea, demonio, odio dormir sin ti!

Oye ella se empin y rode los anchos hombros de Edward,

dejando un suave beso en sus labios. El fin de semana soy toda
tuya, s?

Demonio, eres ma, no importa el da de semana que sea.

Ella lo premi con su sonrisa abierta y genuina, reafirmando sus

dichos Eso es cierto.

El ogro para borrar la sonrisita de satisfaccin del rostro de Carmen,

cogi a Bella por la cintura, la peg a su cuerpo y saque su boca
como sola hacerlo siempre, no importndole que la mujer estuviera
frente a ellos observndoles con ojos desorbitados por la
demostracin tan apasionada. Carmen carraspe y tosi, pero nada
que la pareja se separaba. Y es que lo que ella no saba era que la
pareja cuando caa en los labios del otro era capaz de olvidarse de
todo a su alrededor. El problema es que besos como aquel eran la
antesala para la lujuriosa continuacin.

Es suficiente! Es suficiente! Exclam Carmen, sonrojada,

mientras palmeaba sus manos. La pobre Bella con dificultad dej
los brazos de Edward, respirando pesado, mientras l con la mirada
oscura y tentadora, le adverta sobre lo que se estaba perdiendo por
quedarse all.

Bueno pues, me voy dijo mirando a Bella, que se morda el

labio un poco ms recompuesta Ms tarde te llamo.

Cla claro.

Carmen, un gusto volver a verla dijo l a modo de despedida e

inclinando la cabeza, imitando una reverencia. Carmen rod los ojos
y lo sigui hasta la puerta.

Adis Edward dijo y cerr las puertas ya con el ogro afuera.

Bella solt un suspiro y se oblig a no pensar en su entrepierna
hmeda. Camin entonces hacia el sof y se quit sus zapatos de
taco alto mientras su ta se sentaba junto a ella.

No puedo negarlo, te ves feliz coment su ta mientras se

ubicaba con las rodillas dobladas sobre el sof. Bella adopt la
misma posicin y sonri sin poder esconder la dicha que el amor por
ese hermoso ogro la haca sentir. Suspir antes de contestar.

Es que lo amo, ta.

 Y l?

Me ama; no tengo duda de ello respondi sin dar lugar a dudas.

Carmen asinti despacio, pensando en ello. Ella tampoco lo pona
en duda.

Lo que l siente por ti es se qued en silencio un momento,

buscando en su cabeza la palabra adecuada voraz.

Voraz?

S cario. La intensidad de lo que l siente por ti es palpable en el

aire. Te absorbe cuando ests cerca de l es como si fueras
envuelta en l, absorbida por l. no s, nunca lo haba visto.

Crees que es malo?

No no, nena. Pero no quiero que te anule, cario reconoci,

soltando ante Bella su temor, quiero que sigas siendo t, con tu
alegra, con tus ganas de vivir, de disfrutar. l es un hombre
misterioso que seguro esconde un montn de secretos oscuros,
oscuridad que puede absorberte el corazn si no lo cuidas dijo,
poniendo la palma de su mano sobre el corazn de Bella que lata a
toda velocidad.

Con mi corazn no hay remedio, ta respondi Bella, poniendo

a la vez su mano sobre la de su ta que se mantena en su pecho.
Mi corazn es suyo, es de Edward como nunca lo fue de nadie antes
y como nunca lo ser de nadie ms.

Su vida no ha sido fcil y si su carcter es porque la vida se ha

empeado con l. Con todo el dinero que tiene, Edward no ha
conseguido la felicidad que se merece y eso ha hecho que si vida
est sumida en la oscuridad. Pero yo soy su luz, ta, o al menos voy
a atraerlo hasta la luz, conseguir que su oscuridad se disipe

Las palabras de Bella salieron en medio de un montn de emociones

que le provocaba pensar en lo que senta por l. Su ta la mir con
ternura y tras suspirar, borr las lgrimas que sin querer brotaron de
los ojos de su sobrina, mientras comentaba.

Hay muchas sombras en su vida?

Muchas ta, pero estoy confiada que de a poco irn

desapareciendo. Lo est intentando.

Uhm Carmen rasc sus ojos, recordando algo que haba

visto. He ledo que su abuela es una aristcrata de la sociedad, te
ha llevado con ella?

Bella trag grueso y aprovech de pensar en una respuesta mientras

se ataba el cabello con un elstico que siempre cargaba en la
mueca.

Este no, pero s con su padre contest rpidamente, sin

querer mentirle a su ta. Pero Carmen era perspicaz e insistente.

An no te lleva con ella? Por qu? Qu tienes de malo?

La relacin de ellos no es buena, ta eso, era cierto, aunque

omiti razones ms profundas. Para l, no es importante que yo
conozca a su abuela, y pues la verdad a m tampoco me interesa
conocerla.

Pero me hablaste de su padre, pens que no tena

Es una historia complicada.

"Por supuesto" pens Carmen, rodando sus ojos. Bella vio ese gesto
e incluso supo or sus pensamientos, pero los pas por alto.

Pero no es lo importante. Espero que podamos crear la instancia

para que se conozcan, Damian es un hombre muy amable

Se parece a su hijo? Pegunt con sarcasmo la ta, pensando

en lo poco que Edward tenia de su padre si Bella deca que este era
amable. Pero Bella, entendiendo su sarcasmo, lo pas por alto y en
vez de eso, respondi:

Es tan guapo como su hijo!

Carmen rod los ojos nuevamente, pero se contagi con la risa que
su sobrina solt ms tarde. Adoraba verla as de feliz y radiante, y
slo deseaba esperaba que su felicidad perdurara y que la oscuridad
de Edward no la consumiera.

**OoO**

La quijada de Jacob Black cay hasta el suelo, literalmente

hablando, cuando oy a Edward la historia de la reaparicin de su
padre. Haba regresado despus de una muy corta luna de miel de
apenas una semana, pues sus compromisos laborales se lo
impidieron, teniendo que presentarse en su nuevo puesto de trabajo
al da siguiente.

Joder, Edward! Desaparezco un par de das y me sales con todo

esto

El ogro dio un sorbo a su vaso de brandy mientras miraba el cielo

oscuro de la noche tras la ventana de la nueva casa que Jacob
comparta con su mujer. La casa era clida, pero no por los colores
ni por los materiales, sino por los detalles que daban al espacio un
aire familiar, a pesar de que recin llevaban un da habitando all.
La decoracin de este espacio haba sido cosa del nuevo
matrimonio, dndole el toque hogareo al lugar, fuera de las
fotografas de la pareja que abundaban sobre las mesitas, o colgadas
en las paredes.

Edward suspir y pens en cundo iba a tener la oportunidad de

compartir un espacio como ese con su demonio, un lugar de ambos
en el que se pueda ver el toque de cada uno, desde el color de las
murallas hasta el diseo de los vasos de cristal que usaran. Estaba
harto en verdad de la soledad y la frialdad de su departamento
claro, que cuando estaba ella, el lugar segn l se iluminaba. Y
cmo no! Si ella irradiaba calidez

Y as los cerdos volaron por el horizonte

Edward arrug su frente y saliendo de sus pensamientos, mir a

Jake como si estuviera loco.

Qu?

Te estoy preguntando cmo te sientes con todo esto, pero parece

que ests en otro planeta.

"El planeta de mi demonio sonriente, como siempre"

Siempre me imagin que l regresara pero en otras

circunstancias, no contndome esa historia con Elizabeth Joder!
Cuando vi la cara de la vieja, cuando se lo encontr frente a ella, la
historia de Damian adquiri validez... cerr los ojos e inspir
fuerte, echando su cabeza hacia atrs. La odio de una forma
visceral, Jacob. La matara sin cuestionrmelo, sin importarme que
despus de eso tuviera que pasar el resto de mi vida en la crcel.
Apostara eso, Edward. Pero me alegro que las cosas fueran de
esta manera, que finalmente tu padre haya vuelto de esta forma, a
pesar de todo.

Aun as, no me ech a sus brazos a llorar de emocin por su

retorno. Sigo teniendo un montn de preguntas aqu, Jacob dijo,
tocando su cabeza con el dedo ndice. Pero tiempo al tiempo.
Ahora, l es parte de mi estrategia de venganza contra esa vieja
hubieras visto cmo se deform su arrugado rostro cuando vio a
uno de sus grandes enemigos frente a ella!

Sabe ella, que t y l han hablado?

No, no lo creo. Adems, desde ese da ella ni ha pasado por mi

oficina, estoy seguro que evita verme porque sabe que la tapar a
preguntas, pidiendo explicaciones. Tendr que desenterrar parte del
pasado que se esmer en poner bajo tierra.

Segn lo que me contaste, ella lo meti a la crcel por algo

relacionado con drogas, no? Seguro va a seguir a pie firme diciendo
que eso era verdad.

Seguramente, pero mis contactos y los de Damian ya estn

trabajando en eso. Emmett tiene buenos amigos en la polica y un
par de fiscales que pueden ayudarlo.

Damian podra meterla a la crcel.

Y lo har. Si tiene la oportunidad, lo har.

Ya quiero conocerlo, Edward solt ese comentario a modo

de ensoacin. Estaba ansioso de saber qu tanto tena Edward de
su padre.
Ya veremos. Mejor dime, ests listo para ponerte al frente de la
vitivincola?

Maana ser presentado con bombos y platillos, adems se

conocer que "Lux et umbra S.A" es la propietaria junto al
lanzamiento de la nueva cepa. Saldr en todos los peridicos de la
ciudad, Edward, ser parte de la farndula empresarial!

Ambos hombres se miraron y no pudieron evitar carcajearse. Jacob

Black, ex asistente de Edward Masen era ahora el director general
de la filial vitivincola de la sociedad dirigida por Garrett Anderson.
Edward por supuesto se asegurara de enviar a Elizabeth, copias de
todos los peridicos donde saliera la noticia. A la pobre vieja le
dara urticaria.

Lamento que tu luna de miel haya sido tan corta.

Yo tambin, pero ya habr tiempo de retomar. A todo esto dijo

Jacob, recordando algo, no te vi en la cena de mi boda. Segn
Emmett, saliste de la fiesta como alma que lleva el diablo.

Alma que lleva el diablo, muy acertado concedi Edward,

tomando otro sorbo del buen brandy tena algo que solucionar.
Siento no haberme quedado hasta el final.

No te tomaste fotografas con el novio, Edward.

Qu contrariedad ironiz Edward, meneando la cabeza. Jacob

era su amigo, y a pesar de que saba que Jacob conoca el porqu de
su desaparicin ese da, l se lo dijo. Fui por mi demonio, fue
suficiente tiempo sin ella.

Por supuesto
Otra vez, los ojos de Edward divagaron por la sala tan acogedora de
la casa de Jacob, chocando en su cabeza una pregunta que ni
siquiera alcanz a razonar:

Por qu te casaste, Jacob? El aludido lo mir confundido,

rascando su barbilla. Qu pregunta era esa?

Porque la amo.

Hay parejas que se aman y vivir juntos les es suficiente. Pero

por qu el acto de casarse ante un juez?

La quera ma de todas las maneras posibles, Edward. El

matrimonio le da la legalidad a la relacin, adems es la forma de
demostrarle a tu pareja y a los dems que yo soy suyo y que ella es
ma, que somos uno, no solo en cuerpo. Ella lleva mi apellido y no
puedo negarte lo bien que eso se siente, y de alguna manera y a mi
parecer, nos protege ante cualquier eventualidad, me refiero a lo
legal. Por supuesto, es una cuestin subjetiva, quizs a algunas
parejas les basta convivir y amarse, lo que no creo que sea malo

Nadie poda alejarte de ella, ni aunque quisiera coment

Edward, pensativo.

Uhm s, claro. Y si ella quisiera divorciarse de mi por alguna

estupidez que yo cometa, le sera tedioso por la burocracia, y eso
me dara a mi algo de tiempo para actuar y la chance de que desiste
de su decisin agreg Jacob, medio en broma, carcajendose al
final, pero el ogro segua serio y sumergido en sus pensamientos, no
llegando a captar la broma de su amigo probablemente. Puedo
saber por qu lo preguntas?

Edward mir a su amigo con esos ojos misteriosos, en silencio

durante unos segundos y Jacob poda or los engranajes de su viejo
amigo moverse a toda velocidad, sin atreverse a aseverar qu idea
cruzaba por la cabeza de Edward.

Pregunto porque es bueno saber, Jacob.

Ests planeando algo?

S respondi Edward sin vacilar . Estoy planeando algo, pero

ya lo sabrs mi estimado amigo. Ahora mejor, srveme otro trago
antes de irme.

Claro respondi Jacob, agarrando el vaso vaco que su

amigo tena extendido hacia l.

"Ay Edward, qu te traes ahora!"

**OoO**

Poco tiempo estuvo Edward en la oficina ese da viernes. Cubri un

par de citas importantes y personales fuera del edificio de "Masen
& CO", mantenindose ese da al margen de lo que estaba
sucediendo en la compaa: el seor Damian Brandon haba llegado
para tener una reunin con los asesores financieros y los
contadores, desistiendo l de esa reunin y pidindole a la buena
Rosalie Hale que lo cubriera.

Puedo saber qu citas tienes tan importantes que no vas a

aparecerte por aqu hoy? Le pregunt la rubia amiga, no tratando
de parecer chismosa. l la mir mientras se colocaba su chaqueta
negra.

No, no puedes. Pero maana tendrs noticias mas muy

temprano, as que atenta.
 Maana sbado?

S. Es todo. Nos vemosdijo el ogro antes de salir.

La noche anterior luego de su conversacin con Jacob, y cuando

lleg a su solitario apartamento, tuvo un tiempo a solas en el que
tuvo tiempo de meditar la decisin que acababa de tomar. No quera
ms eso, no quera llegar a casa y verse solo, mucho menos meterse
bajo las fras sabanas de su muy grande cama.

Para consolarse, le llam a su demonio y estuvo con ella al telfono

por al menos dos horas. Ella le cont sobre la conversacin con su
ta y sobre los planes que ambas haban hecho para el sbado, una
salida de chicas, haba dicho. Edward gru y le advirti que se
olvidara de la salida de chicas, pues l tena otros planes en los que
ella estaba involucrada directamente. Bella se contuvo de
contradecirlo y dej el momento para convencerlo cuando se vieran
la noche de viernes.

Lleg cerca de las siete a su pent-house despus de su ltima cita, la

que de todas lo dej ms exhausto, pero sin duda pens vala la
pena.

Se quit la chaqueta, la corbata, se arremang las mangas y tom las

bolsas llenas de comida que haba trado con l hasta la cocina para
preparar la cena con la que pretenda esperar a su demonio, que
llegara cerca de las ocho. Activ el equipo de sonido con Eric
Clapton saliendo por el sistema de audio centralizado y as se puso
manos a la obra en la cocina.

Cuando Bella entr al cabo de una hora ms tarde, lo primero que

hizo cuando estuvo adentro, fue reparar en la mesa junto a uno de
los ventanales que serva de comedor, pero que rara vez Edward
ocupaba, a un costado de la sala. Esta vez la mesa ovalada estaba
dispuesta para dos personas, como si se tratara de una cena
romntica, con velas, flores y todo. Su corazn zapate de amor
dentro de su pecho.

Camin hacia el sof con su vista fija en la mesa, mientras se

quitaba la cartera y los zapatos. Cerr los ojos e inhalando, sus
pasos la llevaron hacia el aroma delicioso que vena desde la cocina.
Al llegar a la puerta lo primero que vio, fue a su hermoso ogro muy
concentrado, leyendo la etiqueta de un vino blanco que tena en la
mano. Se detuvo unos segundos all en la puerta, disfrutando de la
vista de su hombre, pensando en lo afortunada que era.

Qu haces ah parada, demonio? Dijo l como si nada, sin

apartar sus ojos de la etiqueta del vino. Ella sonri y sin moverse, se
cruz de brazos y pregunt:

Me sentiste llegar?

Edward levant sus seductores ojos azules grisceos hacia ella

cuando respondi: Yo siempre te siento, demonio.

Corri ella entonces a sus brazos y se colg de su cuello sin perder

ms tiempo para fundir sus labios a los de l en un beso profundo,
que daba fe de lo mucho que se haban extraado.

Preparaste una cena romntica para m? Pregunt ella muy

coqueta sobre su boca. l movi la cabeza afirmativamente antes de
soltarla.

Por supuesto. Ahora muvete demonio, se nos enfra la comida.

Bella ayud a Edward a poner la comida sobre los platos y llevarlos

a la mesa. Bella con el suyo en la mano, cerr los ojos y volvi a
inhalar el aroma del men que el mismsimo Edward haba
preparado.

Salmn?

Salmn al horno con salsa de championes, mi especialidad

corrigi l, sentndose junto a ella en la mesa. Mientras ella
serva el vino fro en las copas, ella ubicaba la servilleta de lino
blanco sobre su falda, emocionada por esa cena tan romntica.

Brindaron y hablaron del trabajo de Bella mientras cenaban.

Edward en tanto asenta y haca preguntas vagas sobre lo que ella le
contaba, comenzando Bella a inquietarse. Se vea particularmente
silencioso, pese a que l no era un parlanchn, aun as se le notaba
incluso tenso.

Uhm me contaste que casi no estuviste en la oficina, fuiste a

la presentacin de Jacob en la vitivincola?

Oh, no, hubiese sido muy sospechoso. Estuve al tanto de eso por
los portales de internet, tuvo una amplia cobertura. Seguro la vieja
ya lo vio pens en voz alta, dndole un trago a su vino blanco,
imaginndose la cara de la vieja cuando supiera que Jacob estaba a
cargo de ese negocio que ella tuvo que desechar y que Garrett
Anderson con "Lux et Umbra S.A" era el dueo.

Puedo preguntarte algo? tante Bella con temor. Edward slo

asinti esperando que ella preguntara. Tienes algo que ver con la
empresa de Garrett?

Eres un demonio astuto Edward torci la boca y extendi su

mano hasta acariciar el cuello de Bella cuando explic. Soy el
socio mayoritario de esa empresa.
 Es legal? Digo, porque ests en otra empresa.

Es una sociedad annima, pero digamos que no figuro en el acta

como tal. Garrett y yo tenemos un contrato secreto, donde l se
hace cargo de mi parte. Los otros socios son Emmett y Jacob, por
supuesto coment con mucha calma como si nada, tomando su
tenedor para llevar una porcin de comida a la boca. Bella frunci
el entrecejo. Digamos que se esperaba esa declaracin, pero tener
certeza de ello, era otra cosa.

Es es una empresa muy grande.

Comenzamos a trabajarla desde la universidad. Un negocio

integralmente on line, ridculamente fcil, muy rentable y atractivo
para esa poca.

Pero pero t ahora trabajas trabajas para ella

Crees que con lo que odio a esa mujer, estoy dispuesto a

echarme al bolsillo su dinero? Dej el tenedor a un lado, ubicando
sus manos a los lados del plato. Apret sus puos ante el recuerdo
que se le vino a la cabeza. Recuerdo la primera vez que me pag.
Trabajaba como ayudante de contador, a pesar de que ya tena mi
ttulo universitario e iba a comenzar mi post ttulo en economa. Ella
misma fue a entregarme un sobre lleno de billetes pequeos que
completaban un mes de salario, recordndome lo honorable que era
para alguien ganarse el dinero con esfuerzo. Sabes lo que hice
con esos billetes? Los quem, cada uno, uno por uno. Pensaba hacer
lo mismo con el resto de mis salarios, pero me convencieron que era
un desperdicio. Finalmente decid hacer lo que Elizabeth nunca
hara con ellos: donarlos a una institucin de caridad. Las monjas
cada mes desde el primer da que trabajo all reciben mi sueldo de
forma ntegra.
Bella trag grueso y extendi su mano temerosa hacia Edward,
apretndola sutilmente. l enseguida la tom entre las suyas y la
apret con firmeza, pues el toque de ella era para Edward como un
salvavidas, sobre todo cuando se zambulla en recuerdos como esos.

Bien pero no quiero que te molestes por eso. Perdona por

preguntar.

Siempre vas a poder preguntarme cualquier cosa. Siempre.

Gracias retribuy ella con una sonrisa a la vez que beba de su

vino. Decidi dejar el tema de Elizabeth Masen atrs para aligerar el
ambiente.Y dime, qu es todo esto de la cena tan romntica,
ests malcrindome?

Estoy malcrindote de hecho, pero hay otra cosa apart su

mano del agarre de Bella, llevndose la servilleta a la boca y
empujando su plato hacia atrs. Inspir y mir serenamente a su
demonio, quien sonrea esperando a ver con qu iba a salir.
Necesito pedirte algo, pero antes, necesito que me contestes s o no.

Ella alz sus cejas y enseguida se carcaje. Su ogro era un

tramposo.

Cmo quieres que te responda s o no, antes de saber qu me

vas a pedir?!

Confas en m? Pregunt l, muy enserio, tensndose Bella

porque l no se contagi con su humor, as que sin duda respondi.

Absolutamente.

Entonces, contstame.
Ella baj la vista hacia el mantel blanco de lino, mordindose el
labio, devanndose los sesos pensando en lo que Edward poda estar
a punto de pedirle.

Est bien.

Ese est bien es un s?

S Edward, es un s.

El inspir fuertemente y se inclin hacia adelante, detenindose un

momento en observar el rostro hermoso y expectante de su
demonio, mientras dentro de l, buscaba las palabras exactas para
decir lo que tena atragantado en la garganta.

Espero que ests consiente de lo trascendental que es tu

presencia en mi vida desde que te encontr; espero tambin que
sepas lo hondo de mis sentimientos por ti y lo importante que ha
sido tenerte conmigo, a pesar de todo. Confo en que tengas claridad
sobre la nula opcin que tienes de intentar siquiera apartarte de m o
abandonarme, porque no voy a permitirlo, jams, bajo ninguna
circunstancia, porque simplemente te amo y t eres lo que me
alimenta el alma, el cuerpo y el corazn, eres lo que necesito para
seguir viviendo. Estoy en tus manos.

A esas alturas de semejante declaracin, las lgrimas de Bella caan

incesantes por su rostro. La emocin de or hablar as a su amado le
quemaba el alma y la embargaba de amor, que era como se senta
en ese momento. La mirada segura y transparente de Edward
mientras le hablaba y la voz ronca de su declaracin era lo que la
tena muy emocionada, con su corazn latiendo fuertemente, como
si estuviera a punto de salrsele del pecho.

No puedo vivir sin ti continu l, no puedo ni quiero vivir sin

ti, y va a ser la labor de mi vida impedir que alguien ms te aparte
de mi lado. Por eso me alegro que me hayas dicho que s

Qu qu quieres decir? Qu quieres pedirme? Pregunt

con voz temblorosa.

Que te cases conmigo.

Abri sus ojos y su boca por la sorpresa de la peticin. Sinti cmo

el aire abandonaba sus pulmones por fraccin de segundos, para
luego volver a llenarlos, necesitando de un esfuerzo adicional por
hacer el ejercicio de respirar bien, mientras el semblante de Edward
se mantena sereno, imperturbable.

Por por por qu?

Edward estrech sus ojos y exhal, bufando a continuacin.

No te qued claro el por qu? A caso no sientes lo mismo?

Yo te amo, Edward llor ella, cubriendo luego su boca con el

miedo de ponerse a hipear.

Entonces, voy a preguntrtelo otra vez, demonio. Ests lista para

contestarme? Ella simplemente asinti, con sus ojos vidriosos
hacia l. Vas a casarte conmigo?

El llanto se intensific al igual que el surco que dejaban sus lgrimas

en sus mejillas. Haba un montn de preguntas que se abalanzaban
en su cabeza, cosas sobre el futuro sobre todo, pero a pesar de todos
esos cuestionamientos qu iba a responder ella? Y aunque
tcnicamente ya haba contestado, con la emocin brotndole a
borbotones, reafirm moviendo su cabeza, mientras que la
afirmacin verbalizada sala de sus labios.
S.

Automticamente ambos se levantaron de sus sillas y se estrellaron

en un abrazo fuerte, mientras que sus bocas sellaban el compromiso
del que no haba vuelta atrs. l abarc el rostro de Bella entre sus
manos y ella lo rodeaba por la cintura, a la vez que sus bocas se
fundan con desespero, pero lleno de amor y compromiso.

Luego de un buen rato y cuando ella se sinti mareada, Edward la

levant rodendola por la cintura y la llev al sof que estaba a dos
metros de all. La ubic sobre su regazo e hizo que ella descansara
su cabeza sobre su hombro, recuperando el aliento y recobrando la
calma tras la euforia del momento.

Ests loco, Edward susurr ella con algo de diversin cuando

estaba completamente recompuesta. l bes su cabeza y la apret
an ms a l.

Ests lista entonces para esto? No tenemos mucho tiempo.

Bella dio un respingo entonces y se apart para mirar a Edward, con

su entrecejo fruncido.

Qu quieres decir con que no tenemos mucho tiempo? Sabes

todo lo que debemos hacer? Dios! Crees que debamos contratar a
alguien? A quines vamos a invitar?

Pregntame algo realmente importante, demonio.

Ella lo mir desafindole con sus ojos verde miel No me vas a

decir que va a ser en un par de meses, verdad?!

Un par de meses? Claro que no!

Vaya menos mal

Est todo listo para que maana a medio da nos casemos.

Bella dio un salto y se levant del regazo de Edward, absolutamente

estupefacta.

Maana?! Qu qu quieres decir con eso de que

maana? No puede ser, Edward!

Qu no puede ser? Pregunt, dejando salir al ogro que haba

estado quieto. Se levant entonces y se acerc a ella lentamente
cual depredador, inclinndose hasta casi tocar la punta de su nariz
con la de ella Me dices a m que no puede ser, demonio?

Edward susurr ella, a punto de comenzar a hiperventilar.

No podemos

Dime por qu no podemos! Por qu no tienes la ropa? Por qu

no est la lista de invitados? Por qu no tenemos el lugar o a un
juez que lo nos case? No son excusas y entrate, todo eso est
cubierto ya.

Ella parpade sorprendida ante la firmeza y vehemencia de las

palabras de su novio, invadindola enseguida una ola de ternura y
su amor por l multiplicndose an ms. Torci su cabeza y acarici
su rostro, viendo como l ceda a su caricia.

Tan seguro estabas?

No puedo vivir sin ti y no estoy dispuesto a esperar ms tiempo

para tenerte irrevocablemente conmigo.

Me tienes, Edward alz la otra mano y la pase entre el

desordenado cabello de Edward, irrevocablemente, me tienes.

Entonces susurr l ahora s pegando su boca a la de ella,

cul es tu problema. Te quiero como mi mujer, a mi lado. Quiero
que ests segura de que lo que siento por ti es para siempre, es mi
forma de cerrar el compromiso. Te amo, Isabella, acaso no te das
cuenta? Quiero que todo el mundo lo sepa.

Todo el mundo? Y si Elizabeth se entera?

Y se enterar, no ser yo quien se lo diga porque no me interesa

compartir esto con ella, pero lo har y yo estoy listo. Sers mi
esposa y contra eso no podr hacer nada.

Asinti en entendimiento mientras otra vez, pues el matrimonio le

daba a Edward una especie de seguroy la verdad es que a ella
tambin.

Sin evitarlo, sus lgrimas se hicieron presentes en los ojos de ella

pues hasta ese da ella repar en lo profundo de los sentimientos de
Edward hacia ella, y como bien haba dicho su ta en la
conversacin que tuvieron el da anterior, era un amor voraz, tanto
o ms como el que ella senta por l.

Trag entonces y lentamente pas sus manos por los hombros de

Edward, quien no haba quitado sus ojos ahora inquietos de los de
ella. Suspir entonces y peg su cuerpo al de Edward, que no
demor en rodearla por la cintura.

Maana a medioda entonces? Pregunt en un susurro.

Edward dej escapar el aire, relajndose, mientras asenta.

Maana a medioda, s.
Bella sonri y dej que l volviera a besarla, esta vez de forma lenta
y tierna. Adoraba cuando lo haca as. Adoraba saber que iba a
tener esos besos durante el resto de sus das. Adoraba saber que
ante la ley y quien sabe qu personas, l iba a ser suyo.

Ests loco, Edward.

Culpa tuya, demonio respondi antes de besarla otra vez,

alzarla sobre el suelo y caminar con ella hacia la recamara.

Oye, a dnde me llevas! Si quieres que maana te d el s, debes

dejarme descansar. Soy la novia!

Descansars despus de suplir mis necesidades. Es mi ltima

noche de soltero, debo aprovechar.

Solt una carcajada y sin ms dej que l la besara una vez

estuvieron dentro de la recamara. A puertas cerradas, Bella y
Edward iban a tener su despedida de solteros, antes de convertirse
ambos en el matrimonio Masen.

Preparen sus trajes de gala, porque estn todas invitadas! ;-)

Bueno, nuestro ogro no se va con las cosas lentos, no creen?

Gracias, gracias, gracias infinitas por estar aqu con nosotros,

acompandonos en esta locura. Les agradezco la buena onda,
las lecturas y cada una de los comentarios aqu y en el grupo de
facebook.

APS, RECUERDEN EL CONCURSO DEL MEJOR REGALO

DE NAVIDAD PARA EL OGRO Y LA GANADORA SE
LLEVAR UN OUTTAKE DE SU PERSONAJE A
ELECCIN. PARTICIPEN! =D
 A mi Gaby Madriz, LA MEJOR BETA DEL MUNDO y fiel
amiga que me ayuda con los captulos y miss Manu de Marte,
THE BEST, encargada de los adelantos y las fotos del fanfic que
se publican en el grupo facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Nos encontramos la prxima semana?

Besotes a todas!

LAS QUIERO =)
*Chapter 25*: Chapter 25
A LEER!

=)

Captulo 25.

Carmen jugueteaba con sus dedos mientras contemplaba por uno de

los ventanales de ese tan elegante pent-house, que sera, con
seguridad, desde el da siguiente, el hogar de su sobrina. Cerr los
ojos e inspir profundamente, recordando lo que haba sido el da
anterior la visita de Edward, cuando le sali con eso de que iban a
casarse.

Despus de entrar al pequeo apartamento e instalarse en el

silln, Edward contempl distrado el entorno como si le trajera
recuerdos, incluso hasta sonri cuando una de sus manos recorri
por la tela del silln donde se sent. Carmen simplemente no quiso
preguntar sobre ello.

Es esta una visita de cortesa?

Soy un hombre cortes, as que sera muy probable indic,

cruzando el tobillo por sobre el muslo de la pierna contraria,
pero no es slo eso. No.

Entonces?

He tomado una decisin y quiero que sea usted la primera

persona en saberlo.

Carmen alz una de sus cejas y cruz sus brazos mientras se

acomodaba en el silln individual frente a Edward. Intua que
deba estar bien sentada para lo que ese hombre tena que decirle.

Qu decisin?

Se trata de su sobrina, Isabella. Voy a casarme con ella.

Lentamente, Carmen descruz sus brazos, dejando sus manos

descansar sobre sus piernas, mientras razonaba sobre lo que el
hombre frente a ella acababa de decirle. Lo mir esperando que l
dijera que era una broma, pero Edward no era bromista, mucho
menos si Bella estaba involucrada.

Perdone?

Me voy a casar con Isabella reiter y agreg para completar

el cuadro de incomprensin de Carmen. Maana.

Qu?! La exclamacin sali de ella como un grito agudo.

Pero pero Maana?!

Maana.

Yo se levant porque no aguant estarse quieta. Camin de

un lado a otro, tratando de pensar qu iba a decirle a ese hombre,
que al parecer, se le haba soltado un tornillo. No creo que yo
vaya a permitir algo como eso, yo

Carmen la detuvo Edward, que segua tan tranquilo sentado

en el sof, no vine a pedir su autorizacin. Isabella la ama y
quiero que usted, que es como su madre, est a su lado cuando me
d el s ante el juez. Si no est de acuerdo con esto, pues lo
lamento, pero me casar con ella de todas maneras.
 Ella acept esta locura? Pregunt, poniendo sus manos en
sus caderas. Porque entenders que es una completa locura que
quieran casarse maana.

Ella no lo sabe, todava.

La carcajada sali espontanea desde el estmago de Carmen,

quien se dej caer de regreso al silln donde estaba al principio.
Edward sin embargo, segua con su mirada totalmente seria.

O sea dijo con tono divertido, esperando no ofender al seor

frente a ella, usted tom la decisin de casarse con mi Bella,
maana. Ha venido aqu a hablar conmigo para ponerme al tanto,
pero me dice que ella an no sabe que maana es su boda?

Es eso correcto. Aun no lo sabe. Esta noche ciertamente se

enterar.

No puede obligarla dijo ella, completamente en serio.

No hara tal cosa. Se lo propondr en una cena ntima esta

noche y por cierto, dormir en mi casa.

Usted no sabe a ciencia cierta lo que significa el matrimonio

rebati ella, intentando hacerlo entrar en razn.

Lo que s s a ciencia cierta la interrumpi l, es de mis

sentimientos por ella y de lo que ella siente por m. La amo y la
necesito ma, de todas las formas que sean posibles.

Carmen se qued en silencio oyendo el eco de las declaraciones

que Edward acababa de soltar. Otra vez, la palabra voraz se le
vino a la cabeza.
 Qu le hace pensar que ella le dir que s?

S que lo har y no porque yo, vaya a aplicar algn poder de

convencimiento o porque vaya a obligarla, como usted teme. Me
dir que s, estoy seguro de ello.

Otra vez, la pobre Carmen tuvo que ponerse de pie y comenzar a

caminar de un lado a otro por la sala. Bella iba a decirle que s
al loco ese? Rod los ojos y no pudo contradecir la seguridad de
la aseveracin de Edward. Ella se casara con l, se unira a l
porque el amor entre ambos era una cuestin definitiva. Pero se
mereca Bella una boda as de rpida? No ser que.?

Usted, dej embarazada a mi Bella?! Por eso va a casarse

con ella?! Dgame!

No retumb la negacin de Edward. Ella entonces dej

escapar el aire de sus pulmones. Pein su cabello, restreg su cara
con las manos y regres al silln.

Mi nia tiene 24 aos, sabe? Es una niita ella suea

seguramente con tener una boda de princesa con el hombre que
ama. Por qu quiere quitarle eso?

No voy a quitarle nada. Le dar la boda que suea, donde ella

quiera. Lo de maana ser ante la ley, una ceremonia civil ntima
con los ms cercanos declar con mucha seguridad y aadi lo
que le dijo a Bella para su cumpleaos, cuando le regal a Fuego
Yo ser quien haga sus sueos realidad.

Se quedaron mirando durante un largo rato, en silencio. Ella

esperaba que l se retractara, ilusamente, mientras l pensaba en
el tiempo que estaba perdiendo, pasando la lista en su cabeza de
todos los lugares pendientes a los que tena que ir.
 Entonces? Dijo l tras mirar su reloj de pulsera Voy a
contar con usted? Isabella va a contar con usted?

Ella suspir y pens en su hermano muerto, Charlie, padre de

Bella, y en su cuada. Qu hubieran hecho ellos? Echar de la
casa a ese hombre, intentar retener a Bella contra su voluntad
para que no aceptara ceder a esa decisin tan apresurada? Pues
no. Ellos estaran con ella, tranquilos porque pese a la edad de
Bella, ella era una chica madura, sensata, y ese hombre tan serio y
misterioso que la reclamaba como suya, la amaba. As que no le
quedaba otra cosa por hacer.

Estar con ella.

Me alegro dijo l, palmendose los muslos y ponindose de pie

a continuacin. Maana a las nueve de la maana es buena hora
para que est en mi apartamento. Mi chofer vendr aqu por usted
un poco antes para llevarla y l mismo ms tarde las trasladar al
Haras, donde haremos la ceremonia. All habr todo lo necesario
para ambas: estilistas, una maquilladora, una asesora de modas
que las vestir. No debe preocuparse por nada.

Est seguro de todo esto, Edward? Pregunt ella, muy

serena, ponindose de pie.

Completamente, Carmen. Ahora si me disculpa, me retiro, tengo

cosas por hacer hizo un asentimiento de cabeza camin hacia la
puerta con Carmen en estado de trance detrs de l. Y antes de
que cruzara el umbral, ella entonces hizo su peticin:

No le haga dao, es lo nico que le pido.

Edward se gir y mir la preocupacin en el rostro de Carmen,

preocupacin que era muy vlida, ciertamente. Y haciendo honor
a eso, el respondi con su voz honda y segura su compromiso:

Si usted percibe que yo puedo hacerle dao intencionalmente a

su hija, no dude en pegarme un tiro. Probablemente ser un poco
bruto en algunas cosas y eso nos har discutir, pero estoy
aprendiendo, sabe? Es primera vez que amo de esta manera yo
simplemente no quiero que haya nada que me separe de su
sobrina. La amo y voy a cuidar de ella con mi vida. Es una
promesa con ella y es mi compromiso hacia usted tambin.

Le creo.

Nos vemos maana sin ms camin fuera del umbral,

atravesando el pasillo para bajar por las escaleras, que fue donde
Carmen lo vio desaparecer.

De regreso en el presente da sbado, Carmen suspir, aun con el

sonido de las palabras de Edward en su cabeza.

As la encontr Bella cuando apareci vestida con un sencillo

pantaln de chndal, tenis y una polera roja. Haba salido recin de
la ducha despus que Edward la despertara y se despidiera de ella,
dicindole que su ta vendra por ella.

Ta?

Carmen se dio la vuelta y enseguida sus ojos se llenaron de

lgrimas, igualmente los de su sobrina, que corri hasta sus brazos.

Ay, mi Bella coment con sus palabras llenas de emocin,

acariciando el cabello de su sobrina, quien por alguna razn lloraba
abrazada a ella. Ests segura de esto?

Se apart para acariciarle el rostro y limpiarle las lgrimas. Quera

ver sus ojos cuando le respondiera que estaba segura, pues ella
podra decirlo, pero Carmen distinguira en su mirada si estaba o no
diciendo la verdad. Y por lo que vio en los acuosos ojos verde miel
de Bella, supo que deca la verdad, con todo su corazn.

S ta, estoy segura lo dijo, incluso con una sonrisa en su rostro

que demostraba todo el amor que senta por Edward.

Vale No voy a preguntar por qu, pues, tu novio me dio una

charla ayer sobre sus motivos, y supongo que son los mismo
motivos que tienes t para aceptar esta locura.

Lo amo y no queremos esperar ms para estar juntos. Para qu

vamos a aplazarlo? Estoy ansiosa de ser su esposa.

Muy bien respondi Carmen, un tanto ms tranquila pues no

vea en su sobrina rastros de duda o intranquilidad, peinando el
cabello hmedo recin lavado de Bella que ola a flores.
Debemos comenzar a movernos. La ceremonia es al medioda,
verdad.

S, s. Emmett nos est esperando abajo.

Bueno pues, vamos y no hagamos esperar al joven, que dijo tena

un partido de tenis con el novio

Para relajarse, lo s coment Bella con ternura, corriendo al

dormitorio por su bolso.

Salieron minutos ms tarde, llegando hasta el estacionamiento

privado donde Emmett, vestido de pantaln blanco y corto sobre las
rodillas, una camiseta polo color azul y su gorra Nike, listo para el
partido de tenis que servira de despedida de soltero de Edward,
tom intempestivamente a la novia entre sus brazos y la hizo girar
sobre sus pies.

Felicidades, Bella!

Gra gracias Emmett agradeci ella un poco mareada despus

que el oso aquel, la soltara. Enseguida muy diligentemente abri la
puerta para que subieran las damas y ponerse en marcha hacia el
Haras.

De camino, Bella le comentaba a su ta sobre los invitados que

estaran presentes, indicndole que aquel da conocera al padre de
Edward, Damian, a sus amigos que eran como sus hermanos,
mirando a Emmett y sonrindole, adems de las monjas del Hogar
que haban querido a Edward como un hijo.

Sobre el vestuario, que era una de las cosas ms importantes al

menos para la novia, dijo que habra una asesora que llevara para
ella y para Carmen algunos trajes ideales para vestir. Bella, que
haba dormido poco la noche anterior por la emocin y por la
celebracin que tuvieron con Edward en la cama a modo de
despedida de solteros, pens en cmo quera que fuera su vestido,
rogando que la suerte estuviera con ella y pudiera dar con uno al
menos parecido.

Cuando llegaron, Emmett directamente entr por el camino de ripio

y las llev hasta la casona donde meses atrs Bella y Edward haban
compartido cuando ella estuvo de cumpleaos.

Una vez adentro de la casa, en el ala derecha, justo en la sala, se

vea movimiento pues era al parecer el lugar donde se realizara la
ceremonia. Carmen y Bella fueron guiadas por una amable seorita
hasta el dormitorio principal, donde haban al menos tres mujeres
ms esperndoles.
Una mesa auxiliar larga con dos espejos grandes, repleta de todo lo
necesario para el maquillaje y peinado, adems de tres percheros
llenos de vestidos de todos los tonos.

Qu nia ms linda! Dijo una mujer colorina, flaqusima de al

menos metro ochenta de estatura, de piel plida y unos intensos ojos
verdes y una hermosa y amplia sonrisa. Soy Gloria Adams, la
asistente de vestuario. Ellas son parte de mi equipo, estilistas y
maquilladoras, todas estamos aqu para ayudarlas a quedar
hermossimas para la ceremonia.

Gracias. Soy Bella y ella es mi ta Carmen dijo Bella,

contagiada por la entusiasta actitud de la hermosa mujer.

Por supuesto, el seor Masen me habl de ti dijo, poniendo una

de sus blancas manos sobre el hombro de la novia, siempre con su
sonrisa. Enseguida alz sus delineadas cejas y record para lo que
estaba all. Pero no demoremos ms! Un exquisito bao de
ptalos de rosas las espera para que se relajen. Luego las chicas se
encargaran de peinarlas y maquillarlas, en tanto buscamos un
vestido adecuado para cada una.

Uhm yo tengo un vestido en mente quisiera saber si hay

alguno que se acerque lo ms posible

Seguro lo habr! Pero vamos, el bao est listo.

Gloria ayud con mucha naturalidad a la novia a desvestirse hasta

quedar desnuda y procurar que se sumergiera dentro de la tina,
mientras Carmen haba sido llevaba al bao del cuarto contiguo a
tomar un bao de espumas. Mientras eso suceda, Bella iba
contndole cul era el tipo de vestido que ella tena en mente para
que Gloria buscara entre los suyos alguno similar a la descripcin
que le dio.

Cuarenta minutos ms tarde se reunieron en la recamara, muy

relajadas, instalndose frente al espejo, donde comenzaron a
embellecer a las damas.

Bella, luego de estar maquilla y peinada, se levant y observ los

vestidos que Gloria apart para ella, tomando uno en sus manos,
justo como el que se imagin.

Es perfecto susurr, acariciando la tela entre sus manos, con la

emocin quemndole la garganta.

Pues pntelo entonces! Recuerda que apenas tenemos media

hora

Media hora?! Exclam Bella, ahora s comenzando a

hiperventilar. Carmen haba sido llevada otra vez al cuarto de
invitados para buscar su atuendo, mientras Bella estaba siendo
asistida por Gloria y una de las estilistas, que procur que el peinado
no se arruinara cuando el vestido estuviera ya puesto. Una vez eso,
retoc su cabello y su suave maquillaje, antes de guiarla hacia el
espejo de cuerpo entero que haban dispuesto en el lugar.

Los ojos de Bella enseguida se llenaron de lgrimas. Pareca un

hermoso ngel.

Su cabello estaba tomado casualmente a su nuca, con aplicaciones

en pequeas flores blancas sobre este. Su maquillaje era en tonos
pastel, muy sencillo con un tono rosa en los labios y sus prpados de
un tono que acentuaba su mirada.

Y su vestido era hermossimo: blanco marfil, con un profundo

escote en V y un drapeado en el corpio que daba en perfecta y
delicada medida el volumen ideal a su pecho, cayendo la falda hasta
bajo las rodillas en delicados pliegues. Su espalda estaba cubierta y
se una a la falda con delicados encajes que acentuaban la cualidad
etrea del vestido, y para completar el atuendo perfecto, unos
zapatos sin punta con detalles en pedrera gris, que eran verdaderas
obras de arte.

Dios mo oy que su ta exclamaba por detrs de ella,

contemplndola tan emocionada como la novia, vestida de un traje
muy delicado de dos piezas de tono lila. Bella cuando la vio por el
espejo, se gir hacia ella y la abraz, sintiendo como su pecho suba
y bajaba, completamente emocionada. Te ves hermosa, cario.
Eres la novia ms hermosa que he visto nunca.

Gracias ta dijo ella, dejando que su ta tomara sus manos y la

hiciera girar para que luciera ante ella su atuendo. Las chicas que
haban colaborados rompieron en aplausos espontneos a la novia,
que les sonri en agradecimiento.

Oh, no, nada de lgrimas! Exclam Gloria acercndose a la

novia y su ta. Arruinars el maquillaje.

Creen que me falta algo? Pregunt Bella muy nerviosa,

tocndose el cuello. No llevo ninguna joya

Yo la llam Carmen, acercndose al lugar donde haba

guardado su cartera, desde donde sac una pequea cajita, la que
abri ante los emocionados ojos de Bella. Estos aros son de perla
y me los regal mi padre cuando cumpl los dieciocho. Son
autnticos, sabes? Coment con una sonrisa mientras se los
pona. Ahora son tuyos.

Ay ta, muchas gracias! No s qu decirteson hermosos

admiti ella.

Hermosa eres t, mi nia susurr Carmen, acariciando el rostro

de su Bella.

Bueno, bueno, debemos dejar a la novia a solas. El novio vendr

por ella en un momento indic Gloria, comenzando a indicarles a
las chicas que deban salir de ah. Mientras la asesora le coment a
la nerviosa novia. Edward y t llegaran juntos al lugar donde el
juez y los invitados los esperan, s? Todo est listo para que den el
paso definitivo.

Bien respondi ella, sintiendo como su estmago que contraa

de los nervios, y sus rodillas temblaban levemente. Carmen bes su
mejilla y pas sus manos por sus brazos, infundindole confianza,
saliendo del dormitorio flanqueada por las damas.

Al quedarse sola la novia, volvi a girarse al espejo para volver a

mirarse. Dios! Despus del bao haba quedado tan relajada y
ahora, era un manojo de nervios. Inspir fuerte entonces, cerr los
ojos y comenz a hacer ejercicios de respiracin, al menos por
cuatro minutos. Cuando se sinti un poco ms tranquila, los abri y
lo primero que vio por el reflejo del espejo frente a ella, fue a un
hombre parado en el umbral de la puerta. Su atuendo era
sofisticado, con un impecable y lustroso traje negro de tres piezas,
de diseador por supuesto, una corbata azul intenso del mismo color
al pauelo que llevaba en un bolsillo sobre su pecho y la camisa
radiantemente blanca. Pero no era eso lo que llamaba la atencin,
sino su hermoso rostro del que destacaban sus orbes azul grisceas
que brillaban con mucha intensidad, probablemente por la misma
emocin que la invada a ella.

En silencio camin hacia ella, mirndose ambos a los ojos en todo el

proceso, hasta que estuvo muy cerca y muy lentamente por los
hombros la gir hasta que estuvieron frente a frente. Sus manos
ascendieron por los brazos desnudos de Bella, el cuello hasta sujetar
su rostro con delicadeza, inclinarse y dejar un casto beso en sus
labios.

Haba perdido las esperanzas, sabes? Coment, masajeando

sus mejillas con los dedos pulgares de ambas manos. Su voz era
profunda y ronca, sensual y comprometida. Pens que este
momento nunca llegara para m, pero aqu estoy, frente a mi novia,
a punto de convertirla en mi mujer.

Estoy ansiosa susurr ella, pues la emocin era tal que no saba
qu ms decir. l sonri como pocas veces lo haca y volvi a dejar
un suave beso en sus labios

Me advirtieron que no deba arruinar tu atuendo, as que no

puedo sobrepasarme ya sabes agreg, guindole un ojo. Ella
le sonri y aprovech que la presencia de Edward le infunda
confianza y relajo, para apartarse de l y girar sobre sus pies.

Te gusta?

Te vez sencillamente exquisita. Perfecta aunque dijo,

alzando su dedo ndice, antes de meter su mano en la cartera interna
de la chaqueta y sacar una caja negra rectangular, desde la que sac
un hermossimo collar de diamantes y platino, muy delicado. Se le
acerc y rodendole el cuello lo abroch por detrs, hacindola
girar a continuacin hacia el espejo para que lo vieja lucirse en su
cuello. Ahora s, perfecta.

Es hermoso susurr, pasando sus dedos por la pieza que

adornaba su cuello.
Bueno, demonio, ya es hora.

Estoy lista sonri ella, tomando espontneamente la mano de

su futuro marido para salir de la habitacin. Ah, no te lo haba
dicho, pero te ves guapsimo agreg ella, cuando l le abri la
puerta de la recamara.

Por supuesto que s. Te llevo a mi lado, seguro me veo fabuloso.

Ella se carcaje, negando con la cabeza, mientras por el pasillo

caminaban a paso firme y decidido tomados de la mano rumbo a la
sala donde les esperaba el juez y los invitados.

**OoO**

As pues, y visto vuestro consentimiento, y en virtud de las

facultades que legalmente me han sido otorgadas, los declaro en
este momento marido y mujer anunci el juez con voz alta y
clara, no alcanzando a decir ms cuando el "marido" gir por el
brazo a su mujer y estamp sus labios sobre los de ella en seal de
celebracin.

Los asistentes estallaron en aplausos y vtores, al menos los amigos

de Edward quienes despus de ese milagro de ver a Edward
enamorado y casado, juraron ir ms seguido a la iglesia. Emmett
silb llevando sus dedos a la boca, mientras Garrett y Jacob se
carcajearon no saben puntualmente el por qu, la cosa es que
estaban muy felices. Las acompaantes de los caballeros, Leah la
esposa de Jake, Kate y Rosalie suspiraban por la hermosa y
fidedigna declaracin de amor de parte de Edward hacia Bella. Las
monjas haban comenzado a llorar desde que el juez comenz la
ceremonia. Edward de tanto en tanto miraba de reojo a la hermana
Gabriela y rodaba los ojos, pues no entenda que se pusiera en plan
tan sentimental. Carmen tena sus manos en la boca porque su las
sacaba de ah comenzara a sollozar escandalosamente, y Damian
no poda ms con su pecho hinchado de puro orgullo y
agradecimiento pues la vida le haba permitido estar el en da ms
feliz de su hijo. Las tres amigas de Bella, que esa maana haban
sido advertidas por Emmett y Carmen sobre la boda, daban saltitos
de dicha por Bella, felices pues ella se mereca un amor como ese
y un hombre como ese, ni que decirlo.

Suelta a la novia, maldita sea, Edward tirone Emmett a

Edward por el brazo cuando este se apart de sus labios. El novio
gru cuando Carmen aprovech de apartar a Bella de l y
abrazarla, mientras le deseaba todo lo mejor en esa nueva vida a
punto de comenzar a emprender. En tanto los tres mejores amigos
de l se le fueron encima, comenzando a golpearlo en el hombro, la
espada, incluso golpearle en el rostro de forma muy cariosa y
juguetona por decirlo as. Ellos gozaban haciendo rabiar al ogro.

Aprtense, payasos! Gru l empujndolos a cada uno.

Detrs de ellos, la primera en abrazar al novio fue la hermana
Manuela, seguida por su smil la hermana Gabriela, quien rodeo por
un poco ms de tiempo a Edward.

Te dije que este da llegara, y t no me creste le record la

monja con tono divertido.

Es usted una bruja, hermana coment l en broma, echndose

hacia atrs. Ella aprovech de tomarle por el rostro y contemplar
esos hermosos y emocionados ojos como nuca antes los haba visto.

No sabes lo feliz que me hace verte as. Te lo mereces.

Quiero creerlo
Pues hazlo, porque esto no es un sueo, es la pura realidad.

Gracias por todo, hermana Gabriela.

Mi nio dijo ella con ternura, acaricindole la mejilla. Desde

atrs un carraspeo masculino interrumpi el encuentro de la monja
con el novio. Un emocionado Damian esperaba su turno. La
hermana entonces se apart para saludar a la novia, dejando a padre
e hijo solos.

Yo este era uno de mis sueos, sabes? estar en el da ms feliz

de mi hijo no pens que se me fuera a conceder ese deseo
gracias por invitarme.

No tienes nada que agradecer declar Edward, tragando

grueso. Una inexplicable emocin tambin lo invada por dentro,
pero consiente de eso, se esforz por mantenerla all.

Puedo? Pregunt a tientas, extendiendo sus brazos.

Edward asinti y dio un paso hacia su padre, dejando que los brazos
de l lo rodearan. Cerr los ojos y palme la espalda fuerte y
robusta de su padre, en tanto Damian dejaba sin vergenza que sus
lgrimas cayeran por el rostro. Campen susurr entonces,
provocando que su hijo mayor cerrara sus ojos, obligndole a sus
lgrimas a retroceder.

A un lado, Bella que era saludada por sus amigas, vio esta escena y
el corazn se le contrajo de dicha, aunque ella como Edward,
hubieran deseado que Alice hubiese estado tambin all
compartiendo ese da.

Bueno, bueno! Exclam Garrett en voz alta. Tenemos para

esta ocasin nada menos que champaa Don Prignon, la mejor del
mundo trada directamente desde Francia para brindar, as que Qu
esperamos!

Dos meseros entraron entonces con bandejas llenas de copas de pie,

repletas de exquisita bebida espumosa que el mismo Damian se
encarg de hacer llegar para la ocasin. Cuando todos tuvieron sus
copas en la mano, Edward tom la mano de Bella y dirigi una frase
corta en agradecimiento:

Gracias a todos por acompaarnos. Salud alz la copa y tras

una seal de brindis, trag del licor, seguido por un coro de "Salud"
imitndole.

Las conversaciones previas y durante la comida fueron muy amenas

en un ambiente de celebracin por supuesto. Edward en ningn
momento solt la mano de su esposa, ni siquiera mientras coman, lo
que no signific para ninguno algo incmodo, muy por el contrario.
De tanto en tanto se miraban y sonrean, ella suspirando por lo
hermoso del momento y l gruendo por dentro, preguntndose
cundo podra sacar de ah a su demonio y tenerla slo para l.

Y la luna de miel? Pregunt Kate, alzando las cejas hacia

Edward. No me digas que no le dars una luna de miel a tu
esposa como corresponde, Edward.

Bella iba a salir a explicarle a Kate y salir en defensa de su marido,

cuando este intervino:

Voy a dejar unos asuntos resueltos antes de que eso suceda

coment, intuyendo la mayora all que los asuntos de los que
Edward hablaba, tena que ver con la vieja de su abuela. Pero nadie
coment nada, pues el relajo del momento iba a perderse y no era
justo que la araa, de la vieja esa, como la llamaba Kate a
escondidas, arruinara el momento.
Despus de tres horas de celebracin, demasiado pens Edward, se
levant y arrastrando a Bella con l hacia la salida. Volvi a
agradecerles que hubiesen estado all, pero la verdad es que l
quera su tiempo a solas con su esposa. Por supuesto, sus tres
amigos no dejaron pasar la oportunidad para burlarse de l,
comentando sobre lo temprano que iba a comenzar la noche de
bodas. Bella por supuesto se puso roja, pero no quiso mostrarse
incmoda, por lo que les respondi:

Edward y yo, nos tomamos nuestro tiempo ojal ustedes

hicieran lo mismo aunque no creo que les d para tanto
guiando, sali detrs de su marido, que lanz una sola y
retumbante carcajada.

Eres un demonio burlista coment el marido mientras

atravesaban el pasillo. Ella le apret la mano y sonri, rectificando
con orgullo:

Soy un demonio burlista recin casado.

Una hora despus de haber salido del Haras, la pareja de recin

casados fue recibida en un hotel cinco estrellas asentado entre las
montaas a ms de dos mil metros de altura. La habitacin en
tonalidades blanco, contaba con el lujo y la comodidad ideales para
pasar un inolvidable fin de semana para la pareja, adems de la vista
espectacular sobre el enorme valle que se abre a sus pies.

En una chimenea que estaba empotrada a una de las murallas de la

habitacin, se haba dispuesto todo con cojines frente a esa y una
mesita auxiliar con copas de cristal, que servira para que la pareja
disfrutara de un buen trago ya ms entrada la noche, cuando las
llamas del fogn se encendieran.
 Dios! Esto es hermoso! Exclam la novia mirando todo a su
alrededor. Edward acercndosele por detrs, la abraz por la cintura
y tras dejar un beso en la curva de su cuello, susurr a su odo:

Lo mejor para mi mujer.

Gracias aunque me hubiera gustado darte algo a ti t has

planeado todo esto solo y yo

Me has hecho el regalo ms importante: t dijo, girndola y

besndola. Y hablando de regalos, antes que me olvide de todo,
tengo algo para ti.

Ms?! Oye, esto es suficiente

Es importante dijo, metiendo la mano al bolsillo de su pantaln.

La puso frente a Bella y poco a poco devel lo que contena en su
interior Qu es una boda sin argollas?

Dos alianzas de oro blanco brillaron en las manos de Edward. La

ms grande era lisa y por dentro llevaba el nombre de Isabella
tatuado delicadamente; la pequea llevaba aplicaciones de
diamantes incrustados en todo el contorno externo y al igual que la
otra, por dentro el nombre de Edward gravado en letras cursivas.

l tom entonces la ms pequea y la desliz lentamente en la

mano izquierda de Bella, justo en el dedo anular. Cuando estuvo en
el lugar, reluciendo en la delicada mano de ella, Edward la llev
hasta su boca y la bes con adoracin. Bella, otra vez con sus ojos
llenos de lgrimas, hizo el mismo ejercicio, y en silencio desliz la
alianza de oro blanco en la mano de Edward, besndola a
continuacin.

Eres el amor de mi vida, Edward.

Y l no pudo responder nada, simplemente volvi a tomar el rostro
de su esposa entre las manos y la bes decididamente, volcando la
emocin de ese da en aquel acto que ahora significaba para l ms
que cualquier otra cosa.

El beso aquel entonces fue la antesala y la partida de lo que les

esperaba a ese matrimonio de recin casado para el resto del fin de
semana.

Sin apuro, se la llev hasta los pies de la cama y tras suspirar,

lentamente Edward comenz a desvestirla.

Voy a hacerte el amor, esposa.

Ella sonri mordiendo su labio ante el tan hermoso calificativo.

Estoy ansiosa, esposo.

Cuando las ropas desaparecieron de ambos cuerpos con

movimientos lentos, entre caricias sugestivas y miradas ardientes,
Edward abarc la espalda de Bella, depositndola suavemente sobre
la cama blanca que resplandeca a la luz del da. Roz con su boca
la de ella, bajando por la barbilla y la piel de su cuello, hasta que su
boca captur un pezn erecto, no pudiendo Bella evitar arquearse
de placer, hundiendo a la vez sus dedos en el cabello sedoso de su
caliente marido.

Los dedos virtuosos de Edward recorrieron sus piernas, subiendo y

encontrndose con el centro hmedo de su mujer, deseoso por
recibir sus atenciones.

Edward gimi ella sensualmente, haciendo gruir a su ogro

lascivo, quien regres a su boca, movindose como desesperado
sobre los suyos, situando su excitado miembro en la entrada de su
sexo.

Necesito estar dentro de ti reconoci Edward, levantando su

torso y empujando hacia dentro de su mujer. Bella ech la cabeza
hacia atrs sintiendo como poco a poco l la iba llenando. Levant
las piernas y para provocar que l se hundiera an ms, encaj sus
tobillos en la espalda baja de su esposo, alzndose para l.

Suspiraron al unsono cuando los cuerpos se amoldaron a la

perfeccin, completamente, entrando y saliendo, provocando la
maravillosa friccin.

Dios toda la vida voy a disfrutar de ti as gimi l, con su

vista brillante y eufrica. Sali entonces de ella y volvi a entrar
con una estocada profunda, gruendo de placer, gritando ella ruegos
inteligibles.

Edward as por favor

Apritame fuerte, beb

Ms estocadas con su dura virilidad dentro del ardiente centro de

Bella camino al delirio de ambos, mientras jadeaban sus nombres,
buscando siempre los ojos del otro, hasta que ella no pudo ms y
cerr con fuerza sus prpados, apretando sus dedos en la espalda de
Edward mientras alcanzaba su orgasmo, seguida de l, quien se
convulsion y derram su semen caliente dentro de ella, gritando su
nombre, con su rostro hundido en su cuello.

Ella por supuesto, esboz una radiante sonrisa cuando an estaba

recobrando la respiracin, pensando en lo increble que sera
disfrutar el resto de su vida de momentos como esos, donde la
conexin ms all de lo sexual era innegable y tan fuerte que sera
muy difcil de destruir.
Jurara que ests sonriendo, demonio coment l con su voz
ronca, aun hundido en ella con su rostro pegado a la curva de su
cuello. Ella solt una risita y acarici el pelo hmedo de su marido.

Es que t me haces sonrer sonrer, gemir, gritar

Edward se incorpor, sujetando su cuerpo con sus antebrazos sobre

la cama, acariciando con la punta de su nariz el rostro sonrojado de
su esposa, mirndola con adoracin.

Ser ese mi trabajo.

Y ser usted muy bien recompensado, as que le advierto que ser

mejor que siga trabajando.

Demonio gru y otro beso apasionado cerr la parlanchina

boca de Bella. Sin duda, el ogro enamorado y recin casado estaba
haciendo un muy buen trabajo con su demonio demandante y
exigente.

Despus del segunda dosis de orgasmos mutuos, que llevaron a

Bella a experimentar un par de posturas sacadas probablemente
directamente del Kamasutra de Edward, que la llevaron a llorar de
placer, l decidi cambiar el entorno y ya que era de noche, prepar
el rincn frente a la chimenea de la suite, encendindola y
acomodando el cuerpo de su mujer sobre los cojines frente a la
hoguera, envuelta a penas en una sbana.

Sirvi dos copas de champaa y las acompa de bombones de

chocolates rellenos de licor, los favoritos de su demonio, los que
puso directamente en su boca.

Uhm tengo un par de dudas coment ella despus de haber

tragado un bocado de chocolate. l bes su sien y la anim a
continuar.

Adelante.

Apenas firmamos el acta de boda pero no hubo ningn

contrato prematrimonial. Digo, he sabido que cuando un hombre
tiene mucho dinero y se casa, firma algn especie de acuerdo en el
caso que haya divorcio y

No me hagas enojar en mi primer da de casado, demonio

gru l mordisqueando su cuello. Por qu iba a querer firmar
yo ese acuerdo?

No s Yo no s mucho sobre burocracia respecto a las bodas,

sabes? a pesar de que ya tuve la ma coment en medio de una
risita. Es slo un comentario.

Lo mo es tuyo y lo tuyo es mo, es lo que debes saber.

Bien dijo, bebiendo de su champaa. Viviremos en tu

apartamento?

De momento. Es lo bastante grande pero de cualquier forma ya

hay una casa esperndonos.

Ah, s? Pregunt ella, alzando sus cejas.

S. No es una mansin ni mucho menos, pero ser nuestra casa.

Incluso pretendo que entre los dos la decoremos.

De verdad? Pregunt ella con una genuina sonrisa en su

boca.

De verdad respondi, besando sus labios, pues le era inevitable

resistirse a los labios de su demonio.

Mi ta tambin me preocupa. Me gustara haberla preparado un

poco ms, no me gusta la idea de que se quede sola de un da para
otro. Yo

No va a quedarse sola. Ella se viene con nosotros.

Bella se incorpor, mirando con absoluta sorpresa a su marido, que

estaba all tirado y desnudo, como dios griego en medio de los
cojines, con su rostro relajado mientras beba champaa francesa.

Me me hablas en serio?

S. Que nos de uno o dos meses a solas, somos recin casados y

voy a querer hacerte el amor en cualquier parte de la casa, y no me
voy a andar preocupando de que ella no est o no meter ruido para
no espantarla. Cuando nos calmemos, si es que eso sucede, ella
podr instalarse.

Dios, Edward! Exclam, lanzndosele encima y derramando

sobre los cojines el resto de champaa de la copa de su marido.
Comenz a besarlo por toda la cara, exultante de dicha, pues a
pesar de lo que todos crean, su marido tena un corazn de oro.
Te amo tanto, tanto!

Si con cosas como esas voy a ganarme esta sesin de besos, pues
me quedo conforme.

No solo esta sesin de besos, seor dijo ella, desplegando toda

la seduccin en su voz, hincndose y sacando la sabana que
envolva su cuerpo. Se mont a horcajadas sobre l, tom sus
manos, preparada para sumar a la lista del Kamasutra de Edward la
postura de Andrmaca que estaba a punto de experimentar con l.
Puro amor en este captulo... 3 3 3

Espero les haya gustado, va con mucho cario para cada una de
ustedes. Agradezco como siempre que me acompaen con la
historia de este ogro, sus comentarios y lecturas silenciosas,
muchas muchas gracias =)

A mi Gaby Madriz,mi beta y amiga que hermosea los captulos

como siempre y miss Manu de Marte, la reina de los adelantos
que se publican en el grupo facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Bueno, nos queda esperar hasta la otra semana a ver cmo sigue
la vida de esta pareja de recin casados.

Besotes a todas!

LAS QUIERO =)
*Chapter 26*: Chapter 26
A LEER!

=)

Captulo 26.

Te casaste?!

El psiquiatra Aro Vulturi no pudo esconder su sorpresa ante la

admisin que Edward le hizo aquella maana del lunes, cuando sin
cita lleg hasta su consulta. El doctor, estaba algo preocupado, pues
tras su ltima crisis apenas haba asistido a dos sesiones, aunque con
regularidad hablaban por telfono y se aseguraba que no dejara de
tomar sus medicamentos.

Lo hice, el sbado que pas.

Oh bueno felicidades dijo Aro un poco dubitativo,

reacomodndose en su silln de cuero negro frente a Edward
Puedes contarme por qu tomaron esta decisin tan rpido?

No haba razn para esperar. No habr nadie ms que ella, nunca

ms. Adems, nos da seguridad, desde ahora nadie aunque lo
quiera, podr separarnos; la ley nos ampara.

Ya veo asinti l con su cabeza pasando su dedo ndice por su

frente mientras miraba la seguridad con que Edward lo dijo. Y
cmo te sientes respecto a que t y ella, conforman la base de una
familia?

Edward frunci sus cejas mirando al loquero.

Me siento bien dijo sin ms, pero aun as el doctor insisti,
pues estaba seguro que Edward haba entendido perfectamente a
qu se refera l.

Me refiero a que vendrn los hijos ms adelante y

No tendr hijos gruo, recalcando cada una de las palabras.

Aro suspir y con sus brazos apoyados sobre el escritorio, toc el
tema.

Y qu piensa tu esposa sobre eso?

Ella estar de acuerdo.

Estar de acuerdo? Pregunt, alzando sus cejas. No lo

han hablado?

Acabo de casarme hace dos das.

Pero ese es un punto que la pareja debe de haber discutido, no s,

de manera informal al menos. Qu pasa si ella s quiere hijos,
Edward? Coartars esa decisin?

No todas las mujeres tienen como plan establecido el deseo de

concebir. Quizs ella no quiere tener hijos, as como yo.

No estamos hablando de lo que dicen las estadsticas, estamos

hablando de lo que desea tu mujer, Edward. Y qu pasa si ella,
como el grueso de la poblacin femenina, quiere tener hijos? Qu
hars?

La convencer de lo contrario. Ella me entender sentenci

Edward, ponindose de pie un poco incmodo por el tema aquel.
Mientras se acercaba a la ventana de la consulta, juguete
distradamente con la alianza de matrimonio que llevaba en su mano
izquierda, tratando de no pensar en lo que el loquero deca, pero era
imposible cuando este insista con el tema.

Edward, tenemos que hablar del tema de la paternidad ahora que

ests casado y.

No quiero ser padre! Grit con vehemencia, girndose hacia

l.

No quieres porque tienes miedo, Edward. Hablmoslo

No vine aqu para eso, no es un tema que quiera tratar ahora y

dudo que en el futuro lo quiera hacer. No est en discusin mi
decisin. Ya yo hablar con mi mujer cuando sea el momento.

Aro movi su cabeza en desacuerdo con su paciente, pensando que

de momento era mejor dejar en pausa el tema, aunque saba que
deba tratarlo con l. Quizs sera bueno contactar a Bella y hablarlo
directamente con ella, eso quizs ayudara. De momento decidi
desviar el tema, no alejndose eso s del tema de la paternidad.

Entonces hblame de la llegada de tu padre, fue como

esperabas?

No. No fue como esperaba y su llegada no hizo ms que

alimentar mi odio.

Contra l?

Contra Elizabeth.

Explcate pidi el doctor, arrugando su frente, mientras

Edward apretaba el puente de su nariz antes de explayarse.
Todo fue planeado por ella. Aquella vez, cuando a mi madre se la
llevaron al hospital psiquitrico y a nosotros al centro de menores,
l regres cerr sus ojos y masaje su sien, recordando el
momento. Haba tenido una pelea con mi madre, yo recuerdo eso,
pues ella estaba fuera de control y l sali a tomar aire y buscar
ayuda. Cuando regres ya no estbamos, y cuando fue a buscarnos
se lo impidieron, no lo dejaron hacerse cargo de nosotros porque
estaba sin trabajo. Cuando finalmente lo consigui, lo metieron a la
crcel antes de intentar recuperarnos.

Por qu estuvo en la crcel?

Trfico de drogas. Pero l nada tena que ver con eso, adems la
condena que le dieron fue extremada para el delito, si incluso lo
extraditaron.

Eso me huele a soborno y trfico de influencias por parte de

Elizabeth.

Es probable.

Has averiguado si es cierto lo que tu padre dice? No s,

recabando informacin, contratando a alguien

No es necesario. Le creo.

Aro Vulturi inspir profundamente y se puso de pie. Meti la mano

a sus bolsillos y rode el escritorio hasta quedar frente a Edward,
que lo miraba aparentemente impasible, aunque la verdad el
psiquiatra intua lo que pasaba dentro de l.

Edward siempre vivi con el deseo de volver a ver a su padre.

Segn l, deseaba tenerlo en frente para enrostrarle la desgracia de
vida que l, su hermana y su difunta madre haba tenido que
padecer, despus que l los abandonara. Aparentemente. Incluso
seal en alguna sesin, que no estara mal romperle la cara y cada
uno de los huesos, y hacerlo pasar una larga temporada en el
hospital. Aro le concedi eso ltimo, dejar su ira fluir y mostrarle lo
daado que haba quedado a travs de su nico mecanismo de
defensa. Aunque en realidad, lo que Edward anhelaba, era que su
sueo de nio se hiciera realidad: el regreso del hombre a quien vio
como hroe y que un da desapareci sin dejar rastro. Que regresara
y le dijera eso mismo que Damian haba contado, que todo lo que
haba sucedido fue por otras circunstancias y que nunca fue su
intencin abandonarlos, porque lo amaba.

En resumen, Edward quera que su padre regresara, le dijera que

nunca haba querido abandonarlo y que por sobre todo lo amaba. Y
eso haba sucedido. Es por eso que Edward no ocup sus influencias
para corroborar la historia de Damian, ms all de que Elizabeth
hubiera estado involucrada. Saba en su corazn que su padre le
deca la verdad, eso mezclado a sus deseos de hijo que aora el
regreso de su padre.

Lo ests tomando con calma, esa es una muy buena seal.

Calma, eso intento.

Habla con l, Edward. Hazle las preguntas que toda tu vida

estuvieron revolvindose dentro de ti y oye lo que tiene que decirte.
Pese a que su historia puede ser real, t tienes un montn de cosas
en tu relacin con Damian de las que debes deshacerte para seguir
adelante. Perdnalo y quizs eso te ayudar a superar tu temor
sobre la paternidad.

Edward carraspe, evitando toparse con la intensa mirada del

loquero mientras dijo eso ltimo. Prefiri evitar hacer comentario.
Mir entonces la hora en su reloj, abrochndose a continuacin la
chaqueta de su traje.

Debo irme. Lo llamar para nuestra prxima cita.

Espero que para entonces, hayas avanzado respecto a esto

ltimo.

Ya veremos.

De camino, Emmett se fue parlotendole durante el trayecto,

intentando sonsacarle informacin sobre su fin de semana de recin
casado. Cuando Edward lo miraba lanzndole dagas de fuego por
los ojos y gruendo sobre lo jodidamente entrometido que era,
Emmett simplemente se rea.

Cuando estuvo en las instalaciones de "Masen & Co", subi a su

oficina por el ascensor y al salir del cubculo cuando lleg, lo
primeo que hizo fue encontrarse con una esbelta mujer de cabello
castao corto, vestida con un atuendo rojo ms que elegante,
completamente furiosa. l simplemente rod los ojos y sigui su
camino hasta la oficina, con ella pisndole los talones:

Eres un imbcil! Grit Charlotte sin importarle que la

secretaria de Edward estaba presenciando aquello. l ignorndola,
hizo un asentimiento hacia su colaboradora y le pregunt si tena
recados, entregndole Nadia, unos documentos y un sobre marrn
cerrado. Mirando los papeles, entr a su oficina ignorando los
chillidos agudos de la desagradable mujer.

Te estoy hablando, Edward! Qu mierda hiciste con mi

celular?!

Qu celular? Pregunt l, quitndose la chaqueta y

sentndose tras su escritorio.

No me tomes por estpida, porque no lo soy gru, poniendo

sus puos sobre el escritorio, justo frente a Edward, inclinndose
hacia l y de paso mostrando un poco de escote, a ver si l
reaccionaba. Pero no.

Qu mierda, Charlotte apretando sus dientes le inquiri.

Tengo un montn de pendientes y me haces perder el tiempo.

Me engaaste! Joder, Edward! Esa noche podra haberte

dejado alucinando de placer y de paso haber guardado tu sucio
secretito, pero fuiste estpido y perdiste tu oportunidad.

Qu secretito, Charlotte hartado, abri el sobre y sac los

documentos. La mujer dio un golpe con la palma de sus manos
sobre la base del escritorio, para que l de una vez por todas le
prestara atencin.

Elizabeth ya sabe sobre la mujercita esa. Te dije que lo hara si no

me dabas lo que quera.

No me digas, y qu te dijo? Pregunt sin importarle un

pice que esa mujer le hubiera ido con el chisme a la vieja. Y es que
la verdad, ahora no le importaba. Ahora, ella ni nadie, podan hacer
nada para separarlos. Pensando en eso, concluy mientras oa de
lejos las protestas de la jodida mujer frente a l, que sera bueno
mandarle un ramo de flores a su esposa. Un gesto romntico que l
nunca haba tenido con nadie. Eso hara. Le gustarn los lirios?... O
no, mejor sera enviar un ramo de flores de todos los colores, muy
alegre, as como ella

Me ests escuchando?!
No.

Ella cerr los ojos y gru, a punto de lanzrsele encima y

ahorcarlo. Cuando los abri fij sus ojos por casualidad en las
manos de Edward que tecleaban algo en su ordenador, y no pas
por alto el brillo de la alianza en su dedo anular.

"Oh, por Dios"

Se enderez con sus ojos sorprendidos aun fijos en las manos del
empresario, y comenz a caminar hacia atrs. Edward ni siquiera
repar en el rostro de Charlotte, pues ms concentrado estaba en
llevar a cabo su regalo para su esposa. Slo levant la cabeza de la
pantalla cuando oy la puerta cerrarse, percatndose que la odiosa
mujer se haba ido.

"Se habr atrevido?" pens Charlotte, caminando hacia su oficina.

Cerr la puerta y cuando estuvo adentro, se sent en el sof a un
lado del despacho. Qu iba a hacer? Cmo le sacara provecho a
esa informacin? Lo primero sera confirmarla, quizs estaba
usando ese anillo por molestar a su abuela, o espantar a las
mujeres lo que significaba que su teora sobre lo importante que
era esa chiquilla para Edward era cierto. Y a todo esto, si su teora
sobre el matrimonio de Edward se confirmaba, ya imaginaba la cara
de Elizabeth Masen. Es ms, ella misma se encargara de darle la
buena nueva y por supuesto ver su cara.

Ay, Elizabeth Masen! No te imaginas lo que te espera

**OoO**

Al abrir la puerta, lo primero que Edward vio fue uno de los ramos
de flores que le envi a su esposa durante el da. No se haba
conformado con enviarle slo uno, sino que al menos record nueve
llamadas que hizo a la floristeras, solicitara que mandaran los ramos
de flores a la misma direccin de siempre, con los mensajes
romnticos que l peda que anotaran al pie de la letra como se los
dictaba, adjuntndolos en cada ramo.

Cuatro ramos de rosas, calas, lirios, un ramo de flores silvestres,

tulipanes y orqudeas. Estos dos ltimos estaban en dos diferentes
sitios de la sala, alegrando el entorno que antes de ella fue tan
escptico. Dej su maletn en el sof y mientras quitaba su
chaqueta, desde el dormitorio por el pasillo apareci su flamante y
sonriente esposa, la que corri hasta l echndosele en los brazos.
Se colg a l como un chimpanc y lo salud besndolo con ahnco,
como si lo hubiera estado esperando por mucho tiempo.

Parece que a alguien le gustaron las flores murmur Edward,

divertido. Ella asinti y volvi a dejar varios besitos en su boca a
modo de agradecimiento.

Me tuviste desconcentrada todo el da, los ramos no paraban de

llegar adems mi cara de boba feliz y enamorada me delat con
mis compaeros, adems vieron mi anillo ya sabes coment
ella, como pidiendo disculpas pues no estaba segura si la boda deba
ser privado. Pero l se vea relajado, as que asinti, dejando en el
suelo a su esposa.

Que vean el anillo y que sepan que eres ma. Es estupendo.

Vale asinti ella, sonriendo. Eso quera decir que la boda no

era un secreto que tuvieran que ocultar y eso la alegraba
profundamente. Tienes hambre?

No mucha, la verdad.

Almorzaste hoy? Pegunt ella, tironeando a su marido de la

mano hasta la cocina donde algo estaba cocinndose a fuego lento
en el horno.

S, con Emmett, que es un troglodita coment, sirvindose un

vaso de agua directamente desde la nevera. Adems fui a ver al
doctor Vulturi, el loquero

Uhm y estuvo bien?

S respondi como si nada le cont lo de nuestra boda, dice

que le gustara conocerte. Hablamos tambin de Damian y de
otras cosas.

Quieres contarme sobre qu otras cosas hablaron?

l da por sentado que ahora que me he casado, vendrn los

hijos

Oh, Dios! Te imaginas? Pregunt ella, interrumpindolo. La

sola mencin de nios hizo que la cabecita de Bella volara,
imaginndose lo divino que sera. Cargar a un nio igualito a ti
ser maravilloso cuando suceda!

No suceder en tono hosco, cortante sac Edward a su esposa

de sus ensoaciones. Ella hizo hacia atrs su cabeza, un poco
confundida.

Por qu dices eso? O sea, es muy pronto, lo s, pero a m me

hace ilusin en algn momento tener un hijo

No va a suceder! Grit l, golpeando con el vaso sobre la

encimera. Ella dio un respingo y camin hacia atrs, temerosa de
esa reaccin. No habr hijos! Fin de la discusin!
Ella trag grueso, muda de la confusin y el miedo, desconociendo
al hombre que tena delante de ella. La voz ni siquiera le sala para
protestar.

Se me quit el hambre. Voy a trabajar al despacho anunci

cortante, dando media vuelta y saliendo de la cocina. Bella llev su
mano hasta su pecho, logrando percibir los apresurados golpeteos de
su corazn, tragndose la angustia y aquella compleja situacin.
Hacia menos de cinco minutos ambos estaban felices, abrazndose
el uno al otro y luego l sala hecho una furia y la dejaba a ella, sola,
triste y llena de miedo.

Con la pesadez del reciente hecho, apag el horno, pues el hambre

se haba esfumado, y camin en silencio hasta la recamara. Se meti
directo al armario donde se quit la ropa, y enfundndose una vieja
camiseta negra de su esposo, camin de regreso a la habitacin
donde se meti bajo las colchas. No encendi la luz di el televisor,
porque no le apeteca quedarse ms tiempo despierta, pese a que no
eran ni las nueve de la noche. As, sumida en su pena, tras la
primera discusin que ella y su marido tuvieron luego de casarse,
cerr finalmente los ojos y se hundi en el sueo.

Al da siguiente al abrir sus ojos, parpadeo varias veces, por la luz

que se filtra de los grandes ventanales. Desvo sus ojos soolientos
de la ventana y para su sorpresa sobre la mesita de noche de su
lado, hay una bandeja con una taza blanca de porcelana que humea,
adems de un vaso largo lleno de jugo de naranja. Se incorpora un
poco y ve tostadas con mermelada de frambuesa sobre estas y una
solitaria y hermosa rosa roja. Parpadea y por el rabillo del ojo ve
movimiento al otro lado de la cama.

El ogro esposo suyo est sentado al borde contrario de la cama,

duchado y vestido observndola detenidamente. Sus ojos brillantes
y arrepentidos no se apartan de ella, esperando probablemente su
reaccin.

No quera asustarte la voz de Edward es un susurro ronco que

provoca incluso que ella sienta deseos de llorar. Aparta entonces,
sus ojos de l y juguetea con sus dedos distradamente sobre la
colcha gris, mientras su ceo se arruga sin querer. l suspira, no
soportando ms la distancia, se levanta y rodea la cama hasta
sentarse al lado de su mujer. Coge su rostro con ambas manos,
obligndola a mirarlo. Adoro cuando sonres y me odio a m
mismo de saber, que es por mi culpa que ahora mismo no lo ests
haciendo. Perdname, nena.

Me dejaste muy confundida, Edward. Y triste trag grueso y

cerr los ojos por segundos mientras suspiraba. El tema de la noche
anterior estaba inconcluso y ella no iba a hacer como que nada de
eso hubiera pasado slo para tranquilizar a su esposo. As que se
aventur a seguir: Llevamos tres das casados, por supuesto que
ahora es una locura tener hijos, pero no es justo que te cierres a la
idea de un sopetn. Te das cuenta, cunto dao me hace que me
grites que no habr hijos? Tan desagradable te parece tener un hijo
conmigo?

Joder, Bella gimi, como si las palabras de ella le dolieran.

No se trata de eso, no se trata de ti

Entonces? Insisti, tomando el rostro de su marido entre sus

manos como l la sostena a ella. Te amo tanto, tanto que
adorara tener un beb tuyo y mo creciendo dentro de m.

Basta, Bella, te lo suplico rog l, cerrando sus ojos. No

quiero no puedo hablar de esto ahora. Lo haremos, vale? Ms
adelante lo haremos, hablaremos, pero ahora mismo como estn las
cosas, pues movi su cabeza y alz sus hombros, como no
encontrando la explicacin adecuada. No quera ahondar del tema
con su mujer en ese momento. No estaba preparado.

Ella suspir entonces y sali de debajo de las colchas, sentndose a

horcajadas sobre su marido para robarle un par de besos maaneros.

Lo hablaremos ms adelante entonces concedi ella,

sonrindole abiertamente. l suspir descansando porque ella no
siguiera insistiendo con el tema ese, abrazndola por la cintura y
hundiendo su cara en el hueco aromtico de su cuello. Se apart,
pues si segua adelante, llegara tarde a su reunin con Garrett.
Devolviendo a Bella sobre la cama, puso la bandeja de desayuno
sobre sus piernas, muy orgulloso. Levant la rosa y se la dio a su
mujer con un suave beso en los labios. Ella sonri en
agradecimiento, llevndose la flor hasta la nariz para inhalar su
aroma.

Anda, toma tu desayuno antes que se enfre. Anoche viniste a la

cama sin comer nada rega l. Ella pestae, desviando sus ojos
hasta el reloj sobre su mesita. Es temprano, mujer, puedes
desayunar tranquilamente.

Es verdad asinti ella, tomando el vaso de sumo fresco y

delicioso. Agarr luego una tostada, ponindola entre sus dientes y
hacindola crujir cuando le dio el mordisco. Mientras l se pona su
chaqueta negra, ella record que haba un temita que anoche no
haban tocado. Luego de masticar y tragar el trozo de la deliciosa
tostada. Uhm me gustara que hicieras algo por m.

Seguro asinti l distradamente mientras miraba su telfono el

que guard luego en su chaqueta para prestarle atencin a su
demandante esposa. T dirs, demonio.
Quiero que te pienses en ir hoy despus del trabajo a conocer a
Beatriz.

Beatriz?

Tu hermanita, la hija de Damian.

Edward inspir lentamente, soltando el aire de igual forma. Cubri

sus ojos con la palma de su mano, pensando en una excusa. Pero no
se atrevi. Ni excusas ni mentiras para su demonio.

Tiene que ser hoy?

Mientras antes, mejor. Por favor, Edward! Agreg ella,

torciendo su cara y poniendo ojos de splica. Incluso pestae
coquetamente para darle su toque a la peticin, haciendo que su
esposo rodara los ojos. l saba lo que ella intentara.

No vas a parar hasta que te diga que s, verdad?

Pues no.

Demonio obstinado, te aprovechas de mi nobleza respondi,

hacindola sonrer. Pasar por ti a las siete. Y ms te vale que
coordines t, nuestra visita con Damian, ya sabes.

A su orden, esposo! Respondi haciendo un saludo militar

con su mano en su frente.

Pero cuando regresemos, demonio, ser mi momento de salirme

con la ma, as que, yo que t, voy pidiendo permiso para faltar
maana, porque no podrs levantarte.

Esperar ansiosa entonces declar la muy ladina, guindole

un ojo. Edward grue y se acerca a ella, alzndole el mentn con su
mano para tener acceso privilegiado a su boca, la que saque como
era costumbre hacerlo y llevarse en sus labios el recuerdo duradero
de su demonio. Prometi llamarla durante el da y confirmarle la
hora en que pasara por ella al trabajo. Bella simplemente suspir
mientras l se alejaba, saliendo de la habitacin.

"Dios, cunto amaba a ese hombre!"

**oOo**

El plazo para Edward se haba cumplido. Su esposa lo haba llamado

a eso de las once de la maana para decirle que haba hablado con
Damian para contarle que ella y su esposo iran a cenar esa noche a
su departamento para conocer a la pequea Beatriz, quien haba
llegado a primera hora de esa maana.

Tendras que haberme dado un poco ms de tiempo para esto,

demonio gru Edward, detenindose en un semforo, una calle
antes de llegar al edificio donde se asentaba el departamento que
Damian haba rentado mientras su casa estaba lista.

Bella lo mir y torci su boca, aprovechando de extender su brazo

para acariciar la nuca de su esposo.

Todo ir bien. Tan slo s t mismo o no tanto dijo con algo

de diversin. l la mir de reojo y rod los ojos, poniendo el coche
en marcha otra vez.

En menos de diez minutos estuvieron frente a la puerta del

apartamento, esperando que les abrieran, siendo el mismo dueo de
casa quien los recibiera con una gran sonrisa y sus ojos grises llenos
de luz por la pura dicha.
 Sean bienvenidos! Exclam Damian, saludando primero a su
nuera con un abrazo y un beso en la mejilla. Luego se acerc a su
hijo y apret su mano, golpeando su hombro a continuacin. No
te imaginas lo que significa para m, que hayan venido. Beatriz est
como loca queriendo conocerlos finalmente.

Nosotros tambin estamos ansioso coment Bella a raz de que

Edward estaba tenso y extraamente mudo. Sin duda l, por una u
otra razn, estaba nervioso. Ella lo saba.

Pero pasen, por favor solicit Damian. Bella tom la mano de

Edward y la apret ligeramente para infundirle confianza. Al entrar
a la sala, decorada en tonos vainilla y madera, oyeron la cantarina
carcajada e una nia.

Oh, bienvenidos! Se apresur a decir James, levantndose del

sof, quien momentos antes estaba rindose junto a la nia que
estaba de espalda a los recin llegados. Salud a Bella y a Edward,
mientras Damian iba donde la nia y le dejaba un beso en su frente.

Mira cario, quienes han venido a visitarte coment

alegremente el patriarca. La nia torci su cabeza y dio con los dos
visitantes. Al instante cuando sus ojos dieron con los de Edward,
sonri a modo de bienvenida, mirando luego a su padre.

l es Edward, pap? Pregunt la nia, devolviendo luego su

mirada curiosa hacia el tenso ogro.

S, mi pequea, l es Edward, tu hermano, y ella es Bella, su

esposa.

Hola hermosa se apresur a saludar Bella a la nia, caminando

hacia ella, inclinndose junto a la silla de ruedas donde la pequea
estaba sentada. No quiso hacer comentarios sobre la silla aquella
delante de la nia, pues poda sentirse incmoda, aunque de
cualquier forma le provocaba algo de pena que una nia tan
pequea tuviera que estar postrada all. Sonri entonces,
acaricindole su rostro blanco y pecoso, detenindose en
contemplar sus ojos, tan iguales a los de su padre y su hermano.

Hola respondi Beatriz, devolvindole la misma sonrisa. Bella

entonces mir por sobre su hombro a Edward, quien estaba quieto a
su espalda donde lo haba dejado. Miraba a la nia como si por
primera vez estuviera frente a un infante en silla de ruedas, aunque
saba ella que sus sentimientos estaban entremezclados, que para l
conocer a su media hermana era tan potente como haber vuelto a
ver a su padre.

Ven cario, acrcate a saludar a Beatriz.

Edward trag grueso y pesta como saliendo del shock inicial.

Entonces camin un par de pasos hasta quedar junto a su esposa,
muy cerca de la nia, y antes que a l se le ocurriera decir algo,
cualquier cosa, fue la pequea Beatriz la que cort el hielo.

Eres igualito a cmo te imaginaba, sabes?

Ah, s? Pregunt l, relajndose un poco.

Sip respondi alegremente. Enseguida mordi su delgado labio,

como pensando en sus prximas palabras. Enseguida exclam.
Soy Beatriz, pero me dicen Bea, y tengo 12 aos!

Soy Edward, me dicen Edward y tengo 35 dijo, frunciendo su

boca, como si quisiera esconder una sonrisa. James y Damian se
carcajearon ante la extraa presentacin y Bella miraba con ternura
a su marido, quien al parecer iba a ser conquistado por esa nia de
doce aos, llamada Beatriz.
 Bueno, bueno! No tienen hambre? Porque yo s que lo tengo
dijo Damian, quien no poda sentirse ms dichoso bueno, s
podra, si Alice tambin hubiera estado all.

Qu te parece un aperitivo antes, Damian? sugiri James.

Toda la razn concedi el hombre, caminando hacia la cocina

junto a James. Bella se levant, siguiendo a los caballos para darle
un poco de espacio a Bea y Edward.

Y dubitativo, Edward se sent en el sof que estaba junto a

la silla de ruedas, mirndola y preguntndose por qu ella estaba
all. La nia, como leyendo la pregunta de su hermano mayor,
respondi:

Hace dos aos, a la salida del colegio, un hombre ebrio me

atropell le cont muy relajadamente, alzndose de hombros.
Perd la cuenta de todas las veces que me han operado. Pap dice
que no dejar de insistir, dice que quizs aqu puedan hacer algo.

Y qu pas con el tipo que te atropell? Pregunt Edward, un

poco alterado por la informacin que Beatriz solt como si nada.

Muri.

Ah y tu mam?

Se qued en Suiza. Est esperando a mi hermanito y no puede

viajar. Y yo la verdad es que extraaba mucho a mi pap y quera
conocerte. Tambin a Alice.

Edward trag grueso otra vez, cerrando sus ojos por milsimas de
segundos. Qu dir Alice cuando conozca a esa nia?
 Damian te habl de nosotros?

Crec escuchando de mis dos hermanos, siempre me contaba

historias de ustedes. Me dijo que jugabas muy bien el futbol de nio
y que una vez te comiste t solo, una tarta de manzanas escondido
bajo la cama.

l arrug su frente y baj el rostro, mirando sus zapatos. La jodida

tarta de manzanas que su vecina haba puesto a enfriar en la
ventana, la que l haba robado descaradamente y que se comi
escondido bajo su cama, cuando tena seis o siete aos. Record
que Damian lo encontr engullndose el dulce, obligndolo a ir
donde la vecina a pedirle disculpas. Tambin se acord del fuerte
dolor de estmago que lo tuvo abrazado al vter casi toda esa
noche. Dios! Hasta ahora haba olvidado esos recuerdos, que
volvan con tanta nitidez

Aqu estn los aperitivos! Exclam Damian, dejando la

charola con cuatro copas de pie y un vaso largo con un lquido
mbar, seguro para Bea.

Bella se acomod junto a Edward, entrelazando su mano con la de

l y recibiendo con la otra la copa que James extenda para ella.
Edward recibi el aperitivo de manos de su padre, el que enseguida
le entreg el vaso a Bea.

Bueno pues, salud dijo el dueo de casa con la emocin a flor

de piel.

Mientras tomaban sus aperitivos, Beatriz comenz a preguntar sobre

los lugares a los que ella podra visitar. Era una chiquilla chispeante,
inquieta, muy risuea, y que segn su padre, costaba mucho
mantener quieta, ni la silla de ruedas haba logrado detener su
espritu libre. Era hermosa sin duda, desde adentro, refulgiendo
alegra.

Me acompaas adentro, Edward? Quiero comentarte algo

indic Damian luego de la cena que hubiera resultado tan agradable,
de lo ms relajada. Los caballeros dejaron a Beatriz, Bella y James
en la sala mientras ambos se adentraban en el pequeo estudio que
Damian haba hecho montar para l.

Whisky? Pregunt Damian a su hijo acercndose a la licorera

en una esquina de la pieza.

Seguro asinti Edward, sentndose en un sof negro junto a la

ventana.

Te he visto cmodo con Bea, y te lo agradezco indic Damian

a su hijo mientras le entregaba el vaso con lquido caoba. Edward lo
agradeci asintiendo con la cabeza.

Ella me ha hecho sentir cmodo uhm, pero me gustara saber

sobre su accidente. Ella misma me lo ha contado.

Bueno casi la mata ese desgraciado, y creo que si no hubiera

muerto, yo mismo lo hubiera matado. Eran las tres de la tarde, por
vida de Dios, y andaba ebrio! Pas a casi cien kilmetros por hora
frente a una escuela, en un paso peatonal por donde iba mi hija con
una de sus compaeras.

El dao es definitivo?

Es complicado coment pasndose una y otra vez sus dedos

por la barbilla, pensativo. Hay un especialista aqu con quien
tengo cita la prxima semana para exponerle el caso de Beatriz.
Quisiera que l la operara, porque no pierdo las esperanzas de
volver a verla caminar. Ya sabes, el no perder las esperanzas es lo
mo.

Me gustara acompaarte.

De verdad? Pregunt Damian, asombrado. Por supuesto, te

lo agradecera. Adems la hars feliz a ella.

Confirma la hora para no poner compromisos importantes ese da.

Estupendo, gracias Edward bebi un trago de whisky antes de

adentrarse en el tema de fondo. Espero que Alice tenga la misma
reaccin que t.

Pretendes presentrsela?

Crees que Beatriz me dejar tranquilo si no le presento a su

hermana? Esa nia puede ser terca como mula, Edward. Cuando se
le mete una idea a la cabeza no hay nadie que la saque de ella.

Una caracterstica que se me hace muy familiar coment

Edward, pensativo y divertido. Damian lo mir y sonri, asintiendo
y concordando con l. Despus de unos momentos de cmodo
silencio, record una cuestin importante que no poda olvidar
mencionar.

Mi gente ya se puso a investigar a Elizabeth y segn lo que me

adelantaron sobre lo poco que llevan, esa mujer tiene muchos muy
sucios secretos escondidos bajo el tapete.

Eso es bueno, para nuestros planes, digo.

Claro. Entre una de las cosas que mencionaron, est la existencia

de un hombre ya mayor llamado Benjamin Town, reconoces ese
nombre?

Para nada, de quin se trata.

Es nada ms y nada menos que el esposo de la vieja.

Edward frunci el entrecejo un poco perdido con la revelacin.

Nunca averigu sobre el hombre aquel pues era un personaje
inexistente del que nunca oy mencionar en el tiempo que vivi con
Elizabeth.

Y qu averiguaste sobre l? A caso dnde est enterrado?

Enterrado? Pregunt ironizando. Encerrado querrs decir.

Benjamin Town es un viejo senil de un poco ms de 80 aos,
recluido en un manicomio. Ese hombre est vivo, Edward.

Edward inspir y estrech sus ojos grises. La venganza contra

Elizabeth finalmente era palpable ya entre sus manos, sobre todo
despus de esta bomba informativa que Damian haba soltado.

Estoy ansioso por verle la cara cuando hagamos pblico su sucio

secretito

Lo haremos con estilo, Edward, con la prensa social de testigo,

como a ella le gusta. Y eso ocurrir ms temprano que tarde.

Salud por eso remat Edward, alzando su copa, la que Damian

choc con la suya. Estaba prxima la cada del imperio de Elizabeth
Masen y ambos hombres lo veran sentados en primera fila.

**OoO**

Escchame bien, Bea, las cosas con Alice puede que sean
diferentes a como lo fueron con Edward. No debes presionarla,
correcto?

Correcto asinti la nia, moviendo su cabeza en positivo en

seal de que haba comprendido a su padre.

Haban llegado la nia y su padre hace quince minutos a la casa que

iba a ser remodelada para que ellos vivieran, la casa de la que Alice
se encargara de remodelar y decorar. Bea estaba ansiosa por
conocer a su hermana y Damian un poco nervioso, esperando que
su reaccin fuera similar a la de Edward.

Cada vez que el hombre cerraba sus ojos, recordaba la noche de la

cena en que se conocieron, y cmo poco a poco vio a Edward
soltarse frente a su hermana, incluso sonrindole frente a las locuras
que a su hija se le ocurran. Y mientras ese trato tan afable entre dos
de sus hijos, no poda simplemente dejar de sonrer. Estaba feliz y su
felicidad sera completa slo cuando pudiera primero ver a Alice
perdonar a Edward, y segundo ver a sus tres retoos quererse como
lo que eran: hermanos.

No puedo subir, pa'! Grit Bea desde la parte baja de la

escalera, sacndolo de sus pensamientos. Rod los ojos y camin
hacia donde su hija se encontraba contemplando la escalera hacia el
segundo piso. Se situ por detrs de su silla y se inclin para besar el
tope de su cabeza.

Lo siento, apenas la compr un par de das antes que llegaras.

Pero Alice se va a encargar de que no tengas obstculos para
movilizarte.

Puedo decirle cmo quiero decorar mi recamara? Pregunt la

nia, girando su cabeza hacia atrs. l sonri y apret los hombros
de Bea.

Seguro, eres la jefa.

El sonido de un coche estacionarse en la entrada sobre las

piedrecillas alert al padre y a su hija quienes miraron hacia afuera
por el ventanal.

Ya est aqu. Recuerda lo que te dije le record, golpeando

ligero la nariz de Bea con el dedo ndice. Ella asinti y dej a su
padre marchar para recibir a la invitada, rogando que todo saliera lo
mejor posible. Con una sonrisa abri la puerta de la entrada junto
cuando Alice iba acercndose.

Bienvenida le salud Damian, dando un paso atrs para dejarla

pasar. Vena cargando una gruesa carpeta y un maletn colgaba de
su hombro donde seguro traa su laptop. Vesta unos jeans negros y
un blusn blanco que segn su padre la haca verse fenomenal. Se
detuvo frente a Damian y sonri ligero.

Hola yo vengo de una reunin, por eso me retras un poco.

Oh, no, no tienes que disculparte! Pero pasa, por favor estoy
ansioso por ver los diseos advirti acompandola hasta la sala
. Adems vine acompaado.

Acompaado? Pregunt ella luego de sentarse en el nico

sof de la sala. l asinti y sin necesitar una presentacin, Beatriz
apareci empujando su silla de ruedas. Se detuvo en el borde de uno
de los dos escalones que daban acceso al sector principal donde los
mayores se encontraban.

Alice al or el ruido torci su rostro y vio a la nia sentada sobre su

silla, que la observaba ansiosa esperando su reaccin. Vesta un
sweater rojo intenso que resaltaba su rostro pecoso y haca juego a
su cabello en tonos castao rojizo, y unos jeans azules y desteidos
que ella tanto adoraba. Y sus Converse rojas por supuesto, el
modelo de zapatilla que siempre usaba.

Algo en el pecho de Alice se contrajo y una emocin inexplicable la

oblig a levantarse y caminar hacia la nia como si sintiera
embelesada por la pequea. Nunca antes haba sentido lo que en ese
momento. Al llegar junto a la nia, estir la mano hasta tomar las de
Bea que reposaban sobre su regazo.

Hola, seorita. Cmo te llamas? Pregunt Alice, sonrindole.

Poco a poco la comisura de los labios de Bea se alzaron y sus
pmulos se ruborizaron.

Me llamo Beatriz, pero me dicen Bea.

Eres muy linda, Bea.

Y t tambin lo eres, Alice.

Y cmo sabes que ese es mi nombre?

Porque pap me lo dijo. S muchas historias sobre ti y sobre

Edward, l no paraba de contrmelas.

Alice gir su rostro hacia Damian, que se alz de hombros antes de

contestar:

Bea es mi hija y estaba loca por conocerte.

Tuvo que tragar grueso y frenar las lgrimas que picaban agolpadas
en sus ojos por la emocin instantnea que naci en ella. Esa nia
era hija de Damian, su padre biolgico, por consiguiente era su
hermana entonces. Volvi lentamente sus ojos hacia la nia, quien
mantena su vista expectante a la reaccin de Alice y parpade con
rapidez cuando sinti la mano de su hermana mayor levantarse e ir
directamente hacia su rostro. Sin duda era hija de Damian, por sus
ojos tan parecidos a los de l y tan similares tambin a los de
Edward, debi reconocer.

Eres hermosa, Bea susurr con ternura manteniendo su mano

en el rostro de su hermanita, acaricindolo suavemente. Bea dej
escapar el aire de sus pulmones y se relaj, regalndose a su
hermana mayor una radiante sonrisa.

Eso ya me lo dijiste respondi ella, alzando sus cejas

graciosamente. Alice se carcaje y se apresur en abrazar a Beatriz
con rebosante felicidad, mientras Damian juntaba sus manos como
si fuese a rezar y las llevaba hasta su boca, conteniendo a penas la
emocin de ver aquello. El encuentro entre sus hijos haba salido
mejor de lo que l esperaba y eso lo llenaba de esperanza.

Pap dijo que seras t la que iba a arreglar la casa, puedo

decirte como quiero mi cuarto?

Seguro, preciosa! Ser la recamara ms linda de la casa.

Esa nia de doce aos se haba ganado de forma instantnea el

corazn de sus hermanos.

Quieres ver lo que Alice prepar para nosotros? Intervino

Damian levantndose del sof y caminando hasta su hija menor para
ayudarla a bajar los peldaos.

Mientras Bea pasaba sus ojos por la carpeta llena de muestras que
Alice haba llevado all, Damian contemplaba un plano que se
desplegaba en la pantalla del ordenador porttil, mientras ella le
explicaba las modificaciones sobre las que haba pensado. Alice de
tanto en tanto desviaba su vista hacia la nia que contemplaba con
verdadero inters las imgenes en su carpeta, deseando hacer un
montn de preguntas a Damian, el hombre junto a ella. Record lo
que la noche anterior haba hablado con Carlisle:

Hija, yo intuyo que ese hombre te dice la verdad. Probablemente

hay un montn de maneras de comprobar que lo que dice es cierto
o es mentira, pero t tienes una manera ms segura de
corroborarlo: tu corazn, cario.

T eres mi padre susurr a Carlisle con la voz rota. l torci

su rostro y la acarici con ternura.

Claro que lo soy, nena, pero l tambin lo es y lo ms cruel es

que le quitaron la posibilidad de serlo. Escchalo y pregntele lo
que tengas que preguntarle, no te quedes con la duda. Adems,
quizs eso sirva para que vayas sanando esas heridas del pasado y
puedas abrirte al perdn para alguien ms que tambin se lo
merece

Ella saba qu haca mencin a Edward con ese ltimo pero cada
vez que lo recordaba, recordaba tambin la vez aquella en su
infancia que fue hasta el hogar a visitarlo y no lo encontr,
dicindoles las monjas que se le haban llevado y que no hubo
tiempo para despedidas. Record las tardes enteras contemplando
por la ventana a ver si su hermano apareca, pero nada. Recibi al
cartero esperando noticias de l, hasta que los aos pasaron y
decidi mandar a su hermano mayor y sus recuerdos lejos de ella.

Estoy interrumpiendo alguna cuestin importante dentro de tu

cabecita? Pregunt Damian con aire de diversin con su mano
sobre el hombro de Alice. Ella parpade y sonri con disculpa por
haberse perdido en sus pensamientos.

No, no, disculpa desvi su vista hacia donde unos momentos

atrs se encontraba Bea, no encontrndola all Y la nia?

En una expedicin dijo, moviendo su cabeza hacia los pasillos

que se extendan detrs de ellos Me alegro que sean lo
suficientemente espaciosos para que ella se desplace. Y presumo
que te das por enterada que me refera a ella cuando te ped las
modificaciones para esta casa.

Por supuesto yo. Debo decir que estoy sorprendida no

pens que tuviera una hermana pequea.

Siempre les habl de Edward y de ti. Ella creci sabiendo que

tena dos hermanos y cada navidad peda poder venir a conocerlos.

Y l la conoce?

S, hace un par de das la conoci. Estuvo muy bien record,

sonriendo. Me gustara tenerlos a los tres uno de estos das
comiendo en la misma mesa

Te parece si revisamos los detalles? Pregunt ella, evadiendo

el tema que Damian expuso. l suspir y decidi que no se dara por
vencido. Se concentr entonces en la pantalla de la laptop y en los
comentarios que su profesional hija le daba sobre los detalles del
trabajo que comenzaran a realizar el da siguiente.

Al cabo de una hora, Alice se puso de pie tomando sus cosas, lista
para irse. Le dio un abrazo a su hermanita y cuando Damian la
acompa hasta la puerta, se gir hacia l y pregunt:

Crees que quiera pasa el da conmigo? El prximo sbado, tal

vez?

Claro que s! Llmame y dime dnde y a qu hora debo ir a

dejarla.

Seguro. Y gracias dijo Alice dndole una sonrisa abierta y

relajada a Damian como nunca lo haba hecho. l le sonri de
vuelta y movido por eso, se atrevi a pasar sus brazos por los
hombros de Alice y dejar un beso fuerte en su sien. Ella no se
intent apartar ni se puso tensa, y eso otra vez dispar la esperanza
de Damian de que recuperar el cario de sus hijos iba por buen
camino.

Bienvenida sea Beatriz! No creen? Y nuestro ogro con dos das

de casado y ya tiene su primera discusin con su mujer...
justifican su punto de vista?

Tambin debemos darle la bienvenida a Maritza Mx, que desde

ahora se ocupar de betear los captulos pues mi Gaby por
problemas de tiempo se le hace complicado, as que mientras
tanto Maritza me dar una manito. =) Y a mi hermosa Manu de
Marte por sus banners, adelantos y todas las locuras que se le
ocurren en el grupo de Facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Nos reencontramos el prximo mircoles? Aqu mismo. =)

3 LAS QUIERO 3
*Chapter 27*: Chapter 27
A LEER!

=)

Captulo 27.

Me voy! Nos vemos maana anunci Bella al salir de la

oficina.

Hasta maana, seora. Y agradcele a tu marido el detalle del

desayuno.

Seguro le gui el ojo a su colega y sali de su lugar de trabajo,

recordando el por qu aquella maana no haba alcanzado a tomar
desayuno ya que el ogro marido suyo, la entretuvo con sus
habilidades sexuales y la hizo llegar tarde. Bella le dijo que tendra
una reunin con el equipo creativo, toda la maana y que
difcilmente podra tomar un desayuno como corresponda, pero su
amante esposo se preocup de que eso no fuera as; envi un
espectacular desayuno a cargo de una de las mejores cafeteras de la
ciudad para su esposa y su grupo de trabajo, con una nota adjunta
que solicitaba lo disculparan por hacer llegar tarde a su mujer,
pero apenas llevaba unos das de casado y le costaba tener sus
manos lejos de ella. Cuando la secretaria ley la tarjeta con ese
mensaje en voz alta, la cara de Bella se torn escarlata, sobre todo
cuando sus colegas comenzaron a molestarla con bromas en doble
sentido.

Su buen nimo se mantuvo durante todo el da, deseando al final de

la jornada llegar a casa y prepararle algo rico a su marido. Pensando
en si deba o no pasar por el supermercado, Bella, ignor a un
hombre alto y moreno que se iba acercando a ella por un costado,
tomndola por sorpresa apenas unos metros a la entrada de las
dependencias de su trabajo. Peg un respingo y sorprendida se
encontr con el rostro de Sam muy cerca del suyo.

Te asust?

Pues s!

Lo siento. Yo vena a buscarte para ir a cenar por ah. Hay un

restaurante que abrieron hace poco, ideal para carnvoros como t.
As que vamos dijo el hombre, empujando a Bella hacia un lado
de la calzada donde estaba su motocicleta aparcada. Ella se resisti
pues ni siquiera le pregunt si lo quera acompaar, y despus del
ltimo encuentro que ambos tuvieron, la verdad es que no lo
deseaba, adems, muchas cosas haban cambiado.

Sam, un momento se plant ella, haciendo detener a Sam,

quien se gir y arrug su frente, como si no entendiera por qu ella
se detena. La verdad es que tengo planes ahora, no creo que
pueda acompaarte.

l se acerc y la tom por las manos fuertemente para que no se

zafara.

No voy a dejar que me digas que no anunci alzando una de

sus cejas.

Sam, por favor

Tienes planes con el tipo ese? Pues llmalo y dile que no

puedes ir!
No sigas con esto, y sultame por favor

Te dije que no me dara por vencido. Voy a encargar de

demostrarte que ese tipo no es bueno para ti

Sultame Sam!

Bella, dame una oportunidad.

Sam, por favor

Suelta a mi mujer.

La voz de cierto ogro, se hizo or ronca y profunda detrs del

hombre y la mujer que discutan. No se saba bien si era ms
peligroso cuando su voz retumbaba alrededor en un grito furibundo
o cuando sala ronca y oscura desde las profundidades de su
diafragma.

Bella se gir cuando Sam se oblig a soltarla y lo vio, hermoso

como siempre, vestido completamente de negro camisa y corbata
incluso con el atardecer de la ciudad de fondo a l. Dios, estaba
tan enamorada! No demor en correr hacia l y tomar su mano,
mientras l no dejaba de mirar con ojos oscuros y amenazantes al
tipo ese que estaba reteniendo a su mujer contra su voluntad.

Pero Sam no se aminor por la postura aparentemente peligrosa del

ogro, sino que ms bien se irgui, cruzndose de brazos frente a l,
con su desafiante mirada oscura.

Insistes en llamar tu mujer a Bella? Sigues soando?

Poco a poco una sonrisa siniestra apareci en los labios de Edward,

quien estaba preparado para disfrutar ese momento de triunfo.
 Has odo eso de que los sueos a veces se hacen realidad?
Tras esa pregunta, tom entonces la mano izquierda de Bella y la
llev hasta sus labios, siempre con sus ojos puestos en el intruso.
Bueno, entrate: esta hermosa mujer es mi mujer, ante la ley por
supuesto, que es lo que a ti, tanto te preocupa. Verdad cario?
Desvi sus ojos hacia su esposa y tomando su barbilla dej un suave
beso en sus labios, mientras la boca de Sam se abra en una perfecta
"o", para luego cerrarla de golpe y sentir que los msculos de todo
su cuerpo se tensaban, de rabia o celos?

Eso no es cierto gru Sam, molesto, interrumpiendo la mirada

de adoracin que Bella le daba a su esposo. Ella gir su rostro hacia
Sam y se alleg an ms al cuerpo de su esposo, para ratificar lo que
acababa de anunciar.

Es la verdad, Sam. Edward y yo nos casamos hace un par de das.

No entiendo Me puedes explicar qu mierda?!

Un momento intervino Edward, alzando una mano hacia Sam

para detener su palabrera. Le ests pidiendo explicaciones a mi
mujer? Pues no te las debe, slo te lo estamos contando para que no
haya futuros malentendidos.

Sam bufaba como toro y estaba a punto de lanzarse sobre ese

aparecido, quien seguramente razonaba l, haba obligado a Bella a
casarse para obtener algn beneficio propio. Aseguraba a pie firme
que el hombre que ahora sujetaba posesivamente el brazo de Bella,
no la amaba.

No creo que haya sido una decisin voluntaria tuya, Bella.

Sigues subestimndome, Sam? Gru ella.

Es suficiente. Nos vamos finiquit Edward la tan desagradable
charla. Apret la mano de su esposa y camin hacia el lado de la
calle donde se encontraba aparcado su coche. Antes de apartarse
demasiado, se gir de regreso al tipo que estaba an boquiabierto
con la noticia, dndole la ltima advertencia. Si te vuelvo a ver
cerca de mi mujer, no ser tan civilizado, menos si s que
subestimas sus decisiones y mucho menos si s que te la quieres
llevar contra de su voluntad. Estas advertido.

Antes de Bella meterse en el coche, oy a Sam gritar desde atrs:

Aun as no dejar de insistir, Bella!

El ogro gru furibundo y se gir dispuesto a acercarse a ese tipejo

y dejarlo imposibilitado de por vida para que le quitara la necia idea
de seguir insistiendo con su mujer. Pero antes de dar un paso, Bella
lo jal apretando fuertemente su mano, obligndolo a mirarle.

Edward, no! Deja que diga lo que quiera, t sabes que no tiene
ni una posibilidad. Por favor, slo vmonos de aqu.

En silencio y sorprendentemente bajo control aparentemente

abri la puerta del copiloto de su vehculo e hizo entrar a Bella,
rodeando el coche para subirse tras el manubrio y dirigirse a toda
velocidad hacia su pent-house.

No ests enojado conmigo, verdad? Pregunt Bella cuando

Edward ya hubo avanzado unos metros ms all.

Tendra que estarlo? Respondi l sin quitar sus ojos de la

carretera. Ella arrug su frente y mene la cabeza.

No. No hice nada malo como para que tengas que estarlo, pero s
que ests enojado, Edward
Estoy furioso, demonio gru entre dientes el ogro, pero no
iba a darle el gusto al tipo ese de verme perder el control. Tengo el
maldito control en esto, l no.

Te comportaste bastante bien susurr ella estirando la mano

hacia la nuca de su marido y acariciarla. l inclin un poco su
cabeza hacia aquella delicada caricia, intentando no distraerse del
camino.

Pero que no tiente su suerte, demonio.

Uhm Te agradec ya el desayuno que nos enviaste? con

maestra pregunt Bella para cambiar el tema logrando su cometido
cuando vio una leve elevacin en la comisura del labio de su
marido. Sigui mientras tanto acariciando y jaloneando el cabello de
la nuca de Edward, que al parecer, ronroneaba como gatito bajo su
toque.

No. Pero no te preocupes, llegando me ocupo de cobrrmelo.

Dicho y hecho: la puerta del elevador se cerr y el ogro lascivo no

perdi tiempo, agarrando a su mujer desde la cintura, acorralndola
enseguida contra el muro frio del cubculo. Agarr una de sus
piernas por el muslo y la alz, gruendo por la mala idea de su
esposa de no haber usado vestido ese da.

Joder, demonio mordisque su labio y bes con la maestra de

siempre a su mujer, con su lengua explorando dentro de la boca de
su esposa que se aferraba a l como hiedra y se apretaba con la
intencin de que ambos cuerpos se mimetizaran de una vez. Estaba
ardiendo de puro deseo.

Se metieron al departamento y desde la misma puerta empezaron a

deshacerse de sus ropas mientras se robaban besos y caricias. La
ropa iba haciendo camino hacia el dormitorio donde llegaron casi
desnudos. Ella se rea por la torpeza de su desesperado marido al
intentar desatar el cierre de su sujetador, y l furioso maldiciendo
ese jodido pero muy sensual vestimenta.

Siempre eres muy diestro desatndolo, yo no s qu te pasa

se burlaba ella mordindole la barbilla a Edward, que grua de
deseo y algo de frustracin.

No usars ms estos sentenci cuando por fin pudo deshacerse

de la prenda endemoniada, lanzndola lejos por el aire, apretando el
pezn entre sus dientes. Ella dej de rer cuando sinti la boca de su
marido jugar con sus pezones. Se dej caer sobre la cama y sobre
ella se acomod Edward, levantando la pierna de su mujer y
rodendole la cintura.

Mustrame lo muy agradecida que ests por el desayuno que te

envi esta maana exigi en voz baja, candente, restregando su
miembro duro y ansioso justo en la entrada vida de deseo de su
esposa. Bella cerr los ojos y elev su pelvis, envolvindolo con sus
bracitos y acariciando su ancha espalda. l hundi su cara en el
hueco de su cuello e inhal su hipntico aroma a rosas listo para
darle a su mujer lo que deseaba.

Muy lentamente se hundi en ella hundiendo sus dedos en las

caderas de Bella, jadeando ambos al unsono. Movindose
constantes a un ritmo regular, besndose y acaricindose, buscando
todo el contacto posible, pues como haba comentado Edward en su
tarjeta de disculpas cuando envi el desayuno, no podan mantener
sus manos muy quietas. Ni sus cuerpos, ni sus bocas.

Se amaban lento, sin apuros, entregndose tantas veces como fuera

posible y dicindose qu tan enamorados estaban. All, acoplados a
ms no poder, nada ni nadie podra separarlos.

Que ni lo intenten, demonio advirti mecindose suavemente,

causando la friccin exquisita en Bella que se retorca de placer,
que no intenten siquiera apartarte de m

No vamos a permitirlo acot ella, apretndose a l tanto como

pudo, hundiendo sus dedos en la espalda sudorosa de Edward,
dejndose envolver por el torbellino de xtasis que comenzaba a
formarse dentro de ella.

Luego de jadear y grita el nombre del otro tras el fulminante

orgasmo de la pareja, Edward se gir sobre su espalda con Bella aun
aferrada entre sus brazos, sintindose absolutamente pleno, como
siempre se senta desde que estaba con ella.

De nada dijo el ogro de pronto. Ella arrug su frente y se

levant un poco para mirarlo. l le devolvi la mirada y vio su
pregunta en la cara, aclarndosela. Me acabas de agradecer el
desayuno. De nada.

Ella sonri por supuesto para dejar a continuacin un beso sobre los
labios de su marido para regresar a recostarse en su regazo.

Ni te acomodes, demonio, tengo hambre.

Slo un momento pidi medio adormilada acomodndose en

los brazos de su marido. Digamos que la actividad fsica de la ltima
hora tambin haba abierto su apetito, pero necesitaba recuperarse y
reencontrarse con la fuerza de su cuerpo.

Slo un momento repiti l, cerrando los ojos e inhalando el

aroma a rosas y sexo que emanaba del cuerpo de su demonio
sonriente.
Maana tengo una cita de trabajo con Damian, ya sabes, para el
trabajo de marketing que estoy haciendo para una de sus empresas.

Los chocolates

Es ms que eso: el ms delicioso y fino chocolate suizo. Un

mercado muy reducido y exclusivo.

Hablas como toda una profesional, demonio coment Edward,

pellizcando su cintura. Ella se removi carcajendose con las
cosquillas. Cuando se tranquiliz volvi a los brazos de su esposo.
Adoraba esos momentos con l. Y qu decir de l, que la risa de su
demonio era como un blsamo para sus sentidos Has probado
siquiera esos chocolates?

Lo hice. l tuvo la gentileza de regalarme una canasta llena de

ellos, de todos los tipos y sabores. Me los devor, debo decir
coment pensativa, recordando el sabor del cacao derritindose en
su boca, despertando en ella la curiosidad repentina de saber cmo
sera la mezcla del chocolate sobre la piel de Edward

Demonio soador, regresa aqu y acaba de decirme lo que ibas a

contarme.

Cierto maana es mi cita con l y me coment que pasara el

da en el edificio de "Masen & Co". Quizs pueda pasar a visitarte.

Quizs? Rega, levantndose con ella aun en sus brazos.

Quiero que hagas acto de presencia en mi despacho. Es una orden.

S, jefe!

Ahora levntate, que muero de hambre, muchacha anunci,

haciendo a un lado la delgada sbana que los cubra. Golpe el
glteo derecho de su esposa, la que chill graciosa, levantndose a
continuacin de un salto. Corri hasta el armario y sac su bata de
seda azul y sin ms, camin con la intencin de ir a la cocina y
preparar un plato rpido, pero la voz de Edward la detuvo justo en
la salida del dormitorio.

Vas a cocinar as?

Bella se mir y luego mir a su marido, que llevaba puesto un

pantaln de chndal y una camiseta gris en las manos que iba a
colocarse a continuacin.

Qu tiene de malo?

Edward suspir, se calz la camiseta y camin hacia ella. Tom su

rostro y bes su frente con devocin. Bella no supo por qu, pero
sinti deseo de llorar. En esos pequeos gestos, Edward daba a
conocer lo mucho que la amaba.

No quiero que te hagas dao. Puedes quemarte o cualquier otra

cosa. Anda, ve por un pantaln de yoga y una camiseta, y te calzas
tenis o algo as. Yo busco algo en el congelador rpido de preparar.

Dios, Edward! Se colg a su cuello y bes su mejilla. Te

amo.

Y yo a ti, demonio. Ve, obedece y apresrate, que tengo

hambre!

Ya voy, jefe, ya voy! Se apresur a decir ella, soltndose de

su marido y caminando hacia el closet, con una estpida y muy
grande sonrisa en su cara.

**OoO**
Eres una zorra te acuestas conmigo para conseguir
informacin. No puedes hacerlo de la forma tradicional? Ir al
registro civil y consultar

Sabes que no me darn informacin, menos cuando se trata de

Edward Masen.

Charlotte estaba sentada contra el cabecero de la cama, con las

sbanas blancas cubriendo hasta por encima de sus senos desnudos
mientras fumaba un cigarrillo. A su lado, un hombre satisfecho la
miraba, preguntndose qu tan interesada poda estar esa mujer en
la informacin que l haba recopilado para ella, con copias de
certificados y todo. Quizs poda conseguir algo ms que
eyaculaciones placenteras. Quizs unos cuantos billetes.

Dame lo que trajiste para m pidi ella tras apagar el cigarrillo.

El hombre la mir y se cruz de brazos, desviando la vista hacia el
frente de la cama donde se encontraba.

La noche no ha terminado an.

Ella inspir maldiciendo por dentro. Saba que el tipo no la iba a

dejar ir de buenas a primeras, y no poda negarse. El hombre aquel
llev para ella toda clase de informacin fidedigna que asegura que
Edward Masen haba contrado matrimonio civil con la seorita
Isabella Swan, ahora Isabella Masen. Nadie que no llevara una
autorizacin del propio seor Masen, ni los nmeros de
identificacin de ambos poda obtener esa informacin, adems de
firmar un documento que explicara el motivo para la obtencin de
dicha informacin. Ella por supuesto no iba a hacer tal cosa, as que
record a su buen amigo ahora desnudo a su lado que quizs l
poda prestarle ayuda y conseguir esa informacin sin mayores
complicaciones.
Oh, claro que no. Slo quiero darles una miradita. Adems, si es
ms de lo que espero, te dar mucho ms de lo que esperas, y no
slo hablo de mis destrezas sexuales.

Si es por eso se levant el hombre sin detenerse a cubrir su

desnudez, y camin hacia la mesa cerca de la cama, donde dej al
llegar el sobre marrn. Lo tom y se devolvi a la cama, viendo
como la mujer descarada miraba directo hacia su bulto erecto entre
sus piernas. Solt una carcajada y se sent de regreso en la cama,
obligndola a montarse sobre l. Ella lo hizo, agarrando el sobre
marrn entre sus manos con codicia, mientras el hombre la ubicaba
y la obligaba a exponer su cuello para l.

Mientras senta la boca hmeda del hombre sobre su cuello y su

miembro erecto pegando casi en su cltoris, ella abri el sobre
marrn y sac el documento que era la confirmacin de sus
sospechas: Edward estaba casado y a Elizabeth Masen le dara un
jodido aneurisma cerebral, cuando se enterara cuando ella se lo
dijera.

Estaba excitada con la bomba que ahora tena en sus manos y con
las habilidades sexuales de su informante.

Hombre, eres un genio se apresur a decir ella, soltando los

papeles sobre la mesita de noche contigua a la cama. l se carcaje
y mordi cual vampiro, el cuello blanco de la mujer que chill y rio
traviesa. Puedes pedirme lo que quieras.

Voy a follarte duro, mujer, as, a horcajadas sobre m, y te voy a

hacer gritar como una loca en recompensa de mi ayuda, me oste?

Fuerte y claro respondi, removindose sinuosamente. Alz

sus manos y despein su corto cabello castao. Todo la haba hecho
volver a excitarse. Sobre todo pensar en Edward cuando se enterara
que su abuelita ya saba sobre la barbaridad que haba cometido, y
lo que hara por deshacer dicho lazo legal, porque una mujer como
Elizabeth Masen no dejara que su nombre se viera mezclado con
alguien tan insignificante como Isabella Swan. Todo eso, por
supuesto, despus de que se recuperara de su embolia cerebral por
las noticias que ella misma pondra ante ella en bandeja de plata.

"Y que se jodan los Masen"

**OoO**

Benjamin Town, 82 aos.

Esquizofrenia indiferenciada.

Tratamiento farmacolgico agresivo.

Paciente bajo vigilancia 24/7

Damian alz las cejas tras leer esas tres lneas que resuman el
informe que James logr conseguir para l.

Tuve que hacerme pasar por estudiante de psiquiatra para tener

acceso a los informes mdicos. Me dieron los informes de los
pacientes que llevaban ms tiempo archivados, por eso logr dar
con l coment James sentado frente a Damian, quien revisaba y
trataba de leer todo aquello que estaba escrito en lenguaje tcnico.

Lograste verlo?

Al hombre? No tuve tanta suerte, Damian. Pero est vivo como

vers.
Interesante.

Qu hars?

Lo hablar con Edward. Tomar esta decisin con l, pero ya

tengo un par de planes respecto a esto, como darle una visita al
buen Benjamn.

Oye coment James mirando hacia todos lados, con visible

incomodidad, no se te hace peligroso que estemos tocando este
tema precisamente aqu?

Damian mir a su mano derecha por sobre los papeles que estaba
leyendo, alzando la comisura de sus labios. Y es que estar hablando
de planes en contra de Elizabeth Masen precisamente en las
instalaciones de "Masen & Co", poda ser un despropsito, pero l
no tena miedo.

Reljate, James. Dejaremos este tema hasta aqu para tu paz

agreg, cerrando la carpeta que contena tan valiosa informacin.
Desvi sus ojos hacia el ventanal de la sala de juntas donde se
instal aquella maana para tener reuniones con algunas personas
de la empresa y sobre cmo iba marchando el proceso de inversin
que l haba hecho.

En ese momento y en el lobby del piso de gerencia, sali del

elevador nada ms y nada menos que la mismsima Elizabeth
Masen, que llegaba avisada por uno de los contadores que avis
sobre una reunin a la que el seor Damian Brandon le habra
citado. Ella pareci escupir fuego por la boca cuando oy a su
contador, dirigindose hasta las instalaciones de su empresa para
ponerle un alto a la actitud de este tipo.

Se encontr que ni una secretaria estaba en su puesto de trabajo,

suponiendo que todos estaban reunidos en la sala de juntas hacia
donde se dirigi. Se detuvo con la mano sobre el pomo de la sala
cuando oy dos voces masculinas desde adentro.

Damian y James estaban hablando sobre la casa desocupada que

este haba comprado, la que ese da comenzaba con la reparacin de
la obra gruesa, lo que hizo pensar a Elizabeth que ese tipo vena a
quedarse por tiempo indefinido. Volvi su memoria hasta muchos
aos atrs cuando en una conversacin con el hombre que sac del
pas de ese delincuente, prometi que morira en el exilio, cuestin
que por supuesto no sucedi.

Maldito Damian, maldito seas.

Una idea entonces pas por su mente, la que dej estar de momento
cuando oy pasos acercarse hacia la puerta, adelantndose ella
abrirla para entrar, sin golpear antes por supuesto.

Elizabeth, tan educada como siempre coment Damian,

girando su silla hacia la entrada donde casi chocan cara a cara la
vieja con el asustado James.

Seora Elizabeth, buenas

Elizabeth ignor el educado saludo de James, pasando por su lado y

caminando como hiena enrabiada directo hacia Damian quien ni se
inmut por el rostro febril de la anciana.

Qu haces en mi empresa?!

Otra vez con eso de mi empresa, Elizabeth? Pregunt l con

socarronera, mirando de reojo la carpeta sobre la mesa, la que en
ese momento podra abrir y enrostrarle a la vieja, dicindole que iba
a ser el encargado de sacar a flote toda la mierda que ella esconda,
pero se contuvo. Lo hara con estilo, eso le prometi a su hijo.

Qu pretendes mandando a llamar a mis contadores?! No

tienes derecho!

Un momento alz su dedo, pidiendo un minuto para sacar de su

maletn la copia del contrato de sociedad que siempre cargaba con
l. Ley la clusula donde se explicaba claramente que el nuevo
socio poda pedir reuniones y solicitar informes a cualquier
departamento de la empresa, y tomar decisiones respecto a
cualquier mbito de la empresa. Tranquilamente guard el
documento de regreso en su maletn y se cruz de brazos, triunfante
hacia Elizabeth, quien estaba ahora s mucho ms enojada, culpando
internamente al squito de buenos para nada que trabajaban para
ella.

Si piensas que voy a dejarte hacer y deshacer a tu antojo en mi

empresa, ests muy equivocado. Voy a sacarte de aqu a como d
lugar.

No me amenaces, Elizabeth . Se levant de su silla,

abrochndose el botn de la chaqueta gris que calzaba, mientras
caminando hacia la ventana, dndole la espalda a la vieja. Pagu
una cifra de varios ceros por esta compaa y voy a hacer valer mis
derechos aqu.

Por qu no me dices de una vez qu pretendes?! Si me odias

tanto, por qu invertiste? No era mejor dejar que me hundiera?

No vine a salvarte, Elizabeth aclar, mirando por la ventana,

dentro de m no hay resquicios de misericordia hacia ti, que me
hagan tenderte una mano para ayudarte.

Te ests contradiciendo
Oh, no. No lo hago, slo que no pienso revelar ante ti mis pasos a
seguir . Se gir lentamente para volver a quedar de pie frente a
Elizabeth, a unos cuatro metros de distancia de ella. Quiero que
sea una sorpresa.

Malnacido! Mataste a mi hija, ahora quieres acabar conmigo!

Grit, y hasta all lleg el control de Damian.

No te atrevas a decir eso, vieja de mierda! Vocifer l,

enajenado.

La aludida abri los ojos con semejante improperio hacia ella,

llevando su mano a su pecho, totalmente ofendida.

No olvides que t fuiste la que empuj a Clarisse cerr sus

ojos con dolor al recordarlo, obligndose a abrirlos segundos
despus. No vuelvas a nombrar a Clarisse como tu hija, siendo
que le diste la espalda y te olvidaste que lo era cuando ella ms te
necesitaba.

No tengo que darte explicaciones de mis actos. Yo s por qu

hice las cosas

Y una mierda! La destruiste, destruiste a mi familia, a mis hijos

los lastimaste hasta lo ms hondo! Grit. Pero no ms,
Elizabeth Masen. Disfruta del tiempo de gloria que te va quedando,
porque muy pronto voy a poner mis pies sobre ti y te voy a aplastar
como a una vieja cucaracha.

Ahora eres t el que me est amenazando? Dijo ella,

cruzndose de brazos. Ten cuidado, porque puedo ser yo la que te
aplaste a ti como lo que eres: una vil cucaracha con aires de pavo
real. As que, yo que t, ira por ah cuidando mis espaldas, Damian
Brandon.
Sin ms, y tras esa fra amenaza, se gir sobre sus costosos zapatos
de charol y sali son ms de la sala de reuniones, pasando por frente
a las dos secretarias que haban regresado a su puesto de trabajo y
que seguro haban odo parte de los gritos.

Elizabeth no tuvo deseos de pasar a hablar con Rosalie, por lo que

camin recta hacia los elevadores y se meti, decidida a salir de ese
lugar y regresar cuando el plan que cruz por su cabeza y que ahora
se asentaba con ms fuerza, estuviera hecho. Y no dejara que
pasaran muchos das para eso. Decidi entonces que sera ella
misma la que hara lo que tena planeado, no dejara esa tare en
manos ajenas e incapaces. Ella lo hara, nada debera salir mal.

Estaba pensando en los pasos a seguir, cuando el elevador se detuvo

a mitad de camino. En este entr una despistada chiquilla que haba
olvidado sobre el mesn de recepcin de la primera planta su
carpeta de trabajo, cuando se detuvo all a saludar y cruzar un par
de palabras.

Levant entonces su vista del celular, donde acababa de escribirle

un mensaje a su ogro marido, avisndole que haba llegado ya; trag
grueso y su estmago se contrajo cuando frente a ella, con sus ojos
destilando desprecio, Elizabeth Masen la evaluaba de pies a cabeza.
Ni siquiera se atrevi a saludarla con un educado "Buenos das",
pues qued paralizada cuando los ojos verdes de la veterana se
quedaron fijos en los suyos. Un escalofro inexplicable le recorri de
pies a cabeza.

Usted, dgame, cuntos aos tiene exigi la mujer secamente

despus de al menos un minuto de evaluacin. Ella trag grueso y
tartamude su respuesta:

Veintiveinticuatro, seora.
Como lo supuse, una irresponsable.

Oh, Jess, ella ya supo lo de la boda! Pens la pobre Bella.

Irre irresponsable, seora?

Por supuesto, o qu otra cosa puede significar que una joven

soltera de veinticuatro aos est embarazada.

La boca de Bella se abri automticamente y se sec casi al

instante. Su corazn dentro de su pecho lata como las alitas de un
colibr, mientras que por sus venas parece que circulaba agua de
tmpano que la helaba y le cortaba la respiracin. Qu acababa de
decir esa seora? De dnde sac esa locura?

Ni siquiera se dio cuenta cuando el elevador se detuvo y de este

sali la mujer, dejndola sola y en estado de shock, tanto as que ni
siquiera alcanz a rebatir la afirmacin de Elizabeth.

Embarazada? Pues es imposible.

Porque era imposible, no?

Y por qu ella deca eso con tanta propiedad?

No estaba segura como fue que sali del elevador y camin hasta el
mesn, donde el simptico guardia la llam despistada y le entreg
su carpeta, regresando al cubculo. No sabe cmo marc el nmero
del piso al que iba, ni mucho menos como atraves el lobby en
donde las secretarias le dijeron que el seor Brandon la esperaba.
Seguro que hizo todo eso como un zombi.

Embarazada? No, no, no

 Bella?

Uhm?

Damian, ya un poco ms tranquilo despus de su desagradable

encuentro con la vieja hiena, camin hacia ella preocupado, pues la
vio algo perdida y plida. La tom por el brazo y la llev hasta uno
de los asientos alrededor de la mesa.

Bella, te sientes bien? Por qu ests as, tan plida?

Yo no, yo estoy bien.

Pues no lo parece. Ser mejor que llame a Edward.

Oh, no, no por favor, no lo preocupes! Exclam, moviendo su

cabeza en negativa Fue slo la impresin

Impresin de qu? Y adems, por qu no quieres que llame a

Edward?

Me encontr con doa Elizabeth en los elevadores, y s cmo lo

pondra eso, no quiero alterarlo.

Jodida vieja! Te dijo algo, te hizo algo?

No, no nada. Me mir como si fuera un microbio, pero siempre lo

hace. Slo me puse nerviosa pensando que se haba enterado del
matrimonio

Dios, Bella, me diste un buen susto. Pens que te haba hecho

algo.

No, tranquilo. Ya estoy mejor

Mejor? S, clarocmo no.

Quieres tomarte un t, un caf o algo?

Un t, un t estara bien.

Pidi entonces Damian un t para Bella y mientras eso pasaba, la

pobre Bella en silencio se devanaba los sesos auto convencindose
de que la mujer haba errado en su prediccin. Cmo poda decir
eso? Se pregunt, mirndose. Quizs haba engordado un poco,
quizs por eso la abuela de Edward haba dicho semejante cosa.
Estara ms gorda?

De pronto, como por arte de magia, una vieja charla con su ta

Carmen se le cruz en la mente. Aos atrs, ambas se rean de una
anciana mujer que predijo el embarazo de una joven con slo
mirarla. Era estpido, pues la chica en cuestin ni siquiera tena
novio, supuestamente. A Bella le caus extraeza que la vieja mujer
asegurara el embarazo con slo mirarla, por lo que Carmen le
explic:

"Algunas mujeres mayores, distinguen el estado de la mujer por el

brillo de su ojos. Dicen que es diferente al de cualquier mujer, una
chispa radiante e intensa eso explican al menos".

No, no poda ser. Quizs haba engordado un poco, quizs por eso la
abuela de Edward haba dicho semejante cosa... Pero qu si
estuviera ms gorda? La abuela de Edward nunca repar demasiado
en ella para percatarse de eso.

Oh, Dios!

No te veo mejor, Bella advirti Damian, sentndose a un lado

mientras Bella paseaba por diferentes teoras en su cabeza . Dime
si esa mujer te hizo algo. Si quieres que quede entre t y yo, no
habr problema, no preocuparemos a Edward con eso.

Lo mir por varios segundos, preguntndose si deba confiar en l o

no. Quizs deba cerciorarse primero cerciorarse, eso significaba
que las posibilidades de gestacin era altas claro, si contaba las
veces que tuvo sexo con Edward quizs alguna pastilla fall
porque nunca olvid tomarse una

Joder! Exclam en voz alta, cubrindose la cara con ambas

manos. Slo tena deseos de llorar.

Confa en m, Bella la anim Damian, poniendo una mano

sobre su hombro. Ella quit las manos de su rostro, sintiendo el
traicionero llanto desbordarse de sus ojos. Dime, qu ocurri
reiter l, preocupado, secando las lgrimas que caan por las
mejillas de Bella.

Esa mujer esa mujer me dijo que yo estaba embarazada

solt. Damian se qued mirando a Bella sin reaccionar por fraccin
de segundos, para luego, poco a poco sentir que la comisura de sus
labios comenzaba a elevarse.

Eso te dijo?

S llorique ella. Ahora la sonrisa del suegro de Bella era

abierta y brillante, apresurndose l a abarcar a Bella con sus
brazos.

Un nieto? Dios, voy a hacer abuelo! exclam muy alegre,

olvidndose incluso del por qu Elizabeth habra dicho eso.

No, Damian, eso no puede ser se apresur a decir ella,

apartndose de su abrazo. Es imposible.
 Imposible? Pregunt ahora preocupado el suegro, alzando
una de sus cejas. Con mucho respeto, Bella, no creo que Edward
y t estn a favor de la abstinencia, que sera la nica forma de
asegurar que no ests embarazada.

Dios! Volvi a exclamar ella. Nos hemos estado cuidando

todo este tiempo, Damian!

Cualquier tipo de anticonceptivo no asegura el 100% de

efectividad Bella iba a protestar algo, pero l la detuvo
adems, por qu Elizabeth dira algo as?

Qu s yo! Me mir por unos momentos y sali con eso

No has tenido sntomas que puedas corroborar lo que ella dice?

Pues no.

Entonces, linda, ests preocupndote en vano. Una mujer sabe si

est o no embarazada, lo presiente. Pero si ests nerviosa y
confundida, lo mejor ser que vayas por una de esas pruebas
caseras a la farmacia y salgas de la duda de una vez.

Parece que eso es lo que tendra que hacer cerr los ojos y
trag grueso, rogando que Elizabeth Masen hubiera estado
desvariando en su afirmacin Slo te pido discrecin con esto,
Damian.

Discrecin es lo que tendrs de mi parte, y mi absoluto apoyo.

Slo te pido que no te ahogues en un vaso de agua, un hijo es la
mayor bendicin que una pareja recin casada puede recibir.

Ay, Damian! Exclam ella, dejando que el dique de sus

lgrimas cediera. Slo tena ganas de llorar. El suegro torci su
rostro y camin hacia ella, abrazndola para reconfortarla.

Logr que se tranquilizara al cabo de dos tazas de t, luego de las

cuales se instalaron a la mesa y comenzaron a hablar de trabajo para
que ella se distrajera. l estaba mirando las propuestas casi
terminadas que Bella haba llevado para l, cuando la puerta sin
mediar golpes volva a abrirse, apareciendo Edward por esta.

Interrumpo? Pregunt el recin llegado tras cerrar la puerta

para acercarse derecho a su mujer. Fue cosa que ella levantara sus
ojos hacia l, para que el ogro supiera que haba estado llorando.
Frunci su entrecejo y levant el rostro de su esposa por el mentn
. Por qu estuviste llorando?

Yoyo? No

S, t. Estuviste llorando asegur l, mirando luego a Damian

. Por qu estuvo llorando?

Edward, que no estuve llorando se oblig ella a repicar,

removindose de su silla, buscando en su cabecita una buena excusa
, slo los lentes de contacto, ya sabes, siempre me dan
problemas. Una basurita se col y me irrit, fue todo.

Damian arrug su frente. No hubiera sido mejor que le dijera qu

haba ocurrido? Quizs Edward iba a saltar de la dicha cuando
supiera o cuando se confirmara que l sera abuelo.

Edward qued mirando a su esposa, aceptando que eso era posible.

Siempre tena problemas con esas lentillas de contacto.

Creo que iremos a consultar por una operacin de laser para que
te olvides de esas jodidas lentillas. Ahora dijo, mirando la hora en
su reloj de pulsera, tengo hambre, es hora de almorzar, as que
levntate y vmonos

Un momentito, Edward lo detuvo Damian con diversin, ella

y yo estamos en una reunin.

Es su hora de colacin, no seas tirano.

Por qu no nos acompaas a almorzar, Damian? Pregunt

ella, un poco ms tranquila despus de constatar que su mentira
haba sido creble.

Sera la nica manera de dejar ir a mi especialista en marketing.

T especialista en marketing? No me hagas rer! Reclam

Edward muy en serio, levantando a Bella y apretando a su cuerpo
por la cintura. Ella no pudo ms que soltar una risita por la actitud
tan posesiva de su esposo y por la cara que puso Damian, que alz
sus manos en seal de rendicin.

Vale, vale, movmonos al restaurante ms cercano. Se me abri

el apetito puntualiz el padre, levantndose tambin. Al menos,
pens l, Bella se vea un poco ms relajada y tranquila.

Porque qu tan malo poda ser un beb para Bella y Edward?

Chanfle! Ser que la vieja... digo doa Elizabeth ha tenido

buen ojo?...

La otra semana es navidad y se nos viene outtake de regalo.

Espero que hayan votado en el grupo por su favorito. ;-)

Gracias a Maritza Mx, mi ahora beta y a Manu de Marte la

jefa, encargada de adelantos y todas las locuras que se le
ocurren en el grupo de Facebook "Mar de sueos" (
groups/Subversivas/)

Bueno, veremos qu nos trae Santa la prxima semana con esta

locura entre el ogro y su demonio sonriente.

Un beso a todas y nos leemos muy prontito =)

3 LAS QUIERO 3
*Chapter 28*: Outtake 1
A LEER!

=)

Outtake 1

(Navidad previa a la aparicin de Bella en la vida de Edward)

Sentado frente al rbol de navidad, que Rosalie haba dispuesto en

el apartamento de ambos, Emmett contemplaba distrado el
parpadeo de las luces de colores, que ornamentaba el pino verde,
mientras de fondo se oa la amena charla que tenan sus amigos con
quienes haba cenado para celebrar la navidad, pensando que
aquella poca haba sido testigo de importantes hitos en su vida
desde que fue pequeo, partiendo por el momento en que las
monjas del hogar de menores donde se crio, lo encontraron: en el
fondo de un tarro de basura.

La monja que dio con l, junto a un ayudante de la cocina, haban

salido aquella tarde por las compras para la cena de navidad con
que celebraban a los nios, y al pasar por un callejn hacia el lugar
donde aparcaron la vieja camioneta, fue que oyeron el llanto de un
beb, lanzando las alarmas en estas dos personas, que recorrieron la
calle hasta dar con el cuerpo apenas envuelto en una manta azul del
pequeito que lloraba de hambre y fro. Sin pensarlo, la religiosa lo
tom y llor de pena por la inconciencia de quien fuera que haba
dejado a ese nio all abandonado, llevndoselo ella consigo hasta
un hospital donde lo tuvieron hasta que la salud de este se
estabiliz, pues estuvo a punto de morir de fro e inanicin.
Cuando estuvo ms repuesto y despus que nadie reclamara el
paradero de este nio, las monjas se hicieron cargo de l por
peticin de los servicios sociales. Fue bautizado como Emmett en
honor al cura del hogar y le pusieron el apellido McCarty que era el
de la monja que lo encontr. Fue el nio ms pequeito que lleg a
ese hogar donde las monjas lo criaron con todo el amor que este
nio abandonado necesitaba, amor que les entregaban a todos los
pequeos que llegaban all por las circunstancias de la vida. Sin
duda, Dios tuvo mucho que ver con que aquella religiosa oyera su
llanto en vspera de navidad, pues de lo contrario l hubiera muerto
sin remedio.

Mientras contemplaba el rbol y beba un exquisito vaso de whisky,

solt una carcajada involuntaria, cuando un primer e importante
momento navideo se cruz en su memoria: su primera gran pelea
cuando slo tena seis aos, nada menos que con Garrett Anderson,
un nio un par de aos mayor que l, quien se atrevi a decir que
Santa Claus no exista, cuando Emmett con otros compaeros
hablaban sobre los regalos que haba dejado para ellos bajo el rbol
la noche anterior.

Viste este carro?! Es justo lo que le ped a Santa! deca

Emmett a uno de sus amigos, muy emocionado, empujando su auto
policial sobre el suelo de un lado hacia otro. Era blanco con
lneas azules, los logos de la polica estatal e incluso las luces
balsticas sobre el techo del vehculo y la imagen del conductor
dentro del coche de juguete.

Santa, dices? pregunt Garrett con socarronera, mirando

por detrs desde su altura de nio a los otros que jugaban en el
suelo con sus respectivos regalos. Todos giraron su cabeza hacia
l, mirndole con extraeza.
S, eso dije a la pregunta algo petulante, salt Emmett,
levantndose y ponindose justo en frente del contendor. Pese a
ser un par de aos menor, su altura era casi la misma de Garrett, y
ciertamente no se dejaba amilanar. Los dems infantes tomaron
sus respectivos regalos entre las manos, aprisionndolos en el
pecho y se levantaron de a poco, mirando alternadamente a
Emmett y a Garrett.

Santa no existe.

El rostro de Emmett se puso rojo y apretando sus puos mir con

ira a Garrett, que se atrevi a decir aquella barbaridad.

Eso no es cierto!

S lo es.

Te digo que no! y sin pensarlo, Emmett lanz un golpe de

puo justo en el estmago de Garrett, que por el impact dobl un
poco su cuerpo soltando aire, mientras el resto de los nios
exclamaba al unsono con un "Oh", exclamacin que fue reiterada
esta vez con mayor intensidad cuando Garrett al cabo de unos
minutos recompuso su postura y estamp su puo en el ojo derecho
de Emmett, quien trastabill hacia atrs, cayendo al suelo sobre
sus nalgas.

Y yo te digo que Santa no existe le reiter Garrett mirndolo

desde lo alto, mientras Emmett cubra su ojo con la palma de su
mano, pero la reiteracin de semejante mentira hizo que el chico
olvidara su ojo adolorido y con su visin roja de rabia, se
reincorpor saltando y se fue con todo su cuerpo sobre Garrett,
hacindolo caer al suelo con su cuerpo y sentndose a horcajadas
sobre l comenz a darle puetazos, mientras le adverta lo malo
que era mentir.

As lo encontr la monja Manuela, que alertada por los gritos y

vtores de los dems nios lleg corriendo al saln y como pudo
los separ, o ms bien como puso apart a Emmett que segado por
la furia le lanzaba puetazos a Garrett quien trataba de
defenderse como poda, apartando al iracundo nio desde el
pecho.

Por vida de Dios! Sultalo ya, Emmett! tironeaba la

hermana Manuela a Emmett, levantndolo desde los brazos, pero
el chiquillo segua enceguecido lanzando golpes. Que dejes ya
de pegarle a Garrett, Emmett!

Cuando finalmente la monja logr separar a los nios, o ms bien

sacarle a Garrett a Emmett de encima, se acuclill frente a este
ltimo que respiraba agitado mantena su ojo derecho fuertemente
cerrado, exigindole una explicacin.

Puedes explicarme por qu le pegabas a Garrett de esa

manera?

l dijo que Santa no existe! lo acus, apuntndole por sobre

el hombro de la monja con el dedo. Gabriela inspir profundo y se
levant, encarando ahora a Garrett.

Eso les dijiste? pregunt Manuela, dndole la oportunidad

al otro nio de defenderse.

S, y es la verdad respondi entre gruidos de dolor mientras

se sobaba la mejilla. Desde atrs, Emmett volvi a estallar cuando
volvi a escuchar eso, con la intencin de volver a lanzarse sobre
aquel mentiroso y partirle de una vez su fea cara, pero la hermana
Manuela alcanz a sostenerlo.
 Es suficiente! Vmonos ahora a curarlos y a ponerles hielo
sobre esas heridas, temo que van a tener unos cuentos moretones
Y est de ms decir que estn los dos castigados. Limpiarn el
comedor diario despus de cada comida, durante diez das. Esto
les ensear a pensarlo la prxima vez que pretendan discutir sus
diferencias a base de golpes y empujndolos a los dos hacia el
interior, iba regandoles sobre lo malo de pelear de esa manera,
aunque en ningn momento desdijo los dichos de Garrett, y es que
ella no mentira para contradecir los dichos de l ni mucho menos
rompera la ilusin de los nios confirmando las afirmaciones del
mayor de los pequeos luchadores, con quien ya ms adelante
tendra una aclaratoria charla en privado.

Emmett no recuerda bien cuando fue que dej de creer en Santa,

quizs se fue dando de forma natural, aunque s constataba el hecho
de que el hombre del Polo Norte era puro mito, pues l junto al
resto de sus amigos cada ao llenaba de regalos el rbol de navidad
que las monjas solan poner en el hogar.

Ech hacia atrs su cabeza y cerr los ojos, dejando que su memoria
siguiera divagando hacia el pasado y sonri cuando otro hecho
navideo lleg hasta l.

La navidad siguiente a la de la golpiza pica con Garrett, Emmett

hizo la primera travesura con su nuevo mejor amigo, que
ciertamente los llev, cmo no, a recibir un castigo ejemplar.

Con la idea de encontrarse cara a cara con Santa y agradecerle

que cada ao llevara para l un regalo increble, muy de noche
baj a hurtadillas hacia la sala donde el rbol de navidad estaba
asentado. Se sinti algo de decepcin al llegar all, pues los
regalos ya estaban dispuestos bajo el rbol, lo que significaba que
Santa ya haba pasado por ah y se haba devorado las galletas y
el vaso de leche que los nios junto a las monjas dejaban sobre la
mesa contigua para l. Ignorando la tentacin de correr al pie de
rbol y rebuscar entre los paquetes el que llevaba su nombre, tuvo
la intencin de dar media vuelta y regresar al dormitorio para
dormirse, pero un movimiento que sacudi el pino navideo lo hizo
pararse en seco, sobresaltndose de la impresin. Sera que
Santa an andaba por ah? Con sigilo camin hacia el rbol y con
ojos atentos y expectantes rode el pino y se encontr no con lo
que l esperaba.

Un nio que era un par de aos mayor que l, tena la boca toda
manchada de chocolate y a sus pies los resquicios de los
envoltorios de los dulces que las hermanas colgaban del rbol.
Estos tenan formas de monedas y estaban envueltos en papel de
celofn y cada maana del 25 de diciembre, eran repartidos a
todos los nios del hogar. Pero parece que Edward no pudo
esperarse, pues al menos ya haba devorado una quincena de
monedas de chocolates.

Te comiste las monedas de chocolate? pregunt Emmett con

espanto a Edward, quien terminaba de tragarse el ltimo resquicio
de su delito, mientras l miraba los papeles en el sueo y su boca
manchada de cacao. Cuanto termin de tragar, Edward respondi:

No las com todas, slo saqu algunos de aqu atrs, para que
las monjitas no se den cuenta. Pero alz sus ojos gris azulados
hacia arriba, mirando la cima del rbol, donde brillaba el papel
de celofn de ms chocolates que l en su estatura no alcanzaba a
arrancar. Emmett pestae y sigui la mirada de Edward,
percatndose de lo mismo, sintiendo que el celofn con sus colores
tan brillantes y atrayentes lo tentaban.

Y si nos descubren?
Podemos decir que Edward rasc su cabellera castaa
mientras pensaba por unos segundos, sentimos ruido y cuando
vinimos a ver, Santa se acababa de ir y que parece vena con
hambre porque las galletas de jengibre no fueron suficientes.

Pero Santa no lo hizo

l hubiera compartido los chocolates con nosotros respondi

Edward con seguridad, acabando de convencer a Emmett. No
poda saberlo entonces, pero era probable que para la edad de
Edward, l haya usado al pobre Emmett para su travesura.

Volvieron entonces a mirar hacia la cumbre del pino navideo de

ms de dos metros de altura, pensando en cmo hacer para llegar
a los chocolates que estaban ms arriba.

Si traemos una silla?

No alcanzaremos respondi Edward, que ya lo haba

intentado. Podras sostenerme sobre sus hombros? le
pregunt entonces a Emmett, que devolvi su cabeza hacia su
compaero de travesuras, cruzndose de brazos. Digamos que le
ofenda que siquiera lo preguntara. Era en edad ms pequeo,
pero segn Emmett, claramente ms fuerte.

Claro que te puedo, eres un flacuchento.

Vale Edward no iba a discutir, menos cuando haba algo ms

importante entre manos, agchate para que me monte sobre ti.
Me levantas despacio y te acercas al rbol para que pueda
agarrar las monedas de chocolate.

Hecho! exclam Emmett, acuclillndose y dejando que

Edward pasara sus piernas sobre sus hombros y se acomodara. No
iba a declarar que Edward era ms pesado de lo que l pensaba,
pues con algo de dificultad se levant muy lentamente,
tambalendose hacia adelante y hacia atrs.

No te muevas tanto, Emmett! Me voy a caer!

Es que no puedo

No se dio cuenta cuando su cuerpo empez a perder estabilidad, y

perdiendo el equilibrio comenz a irse contra el rbol de navidad,
con Edward sobre sus hombros.

Me caigo, Emmett! grit Edward cuando sinti en su cuerpo

chocar con la punta de las ramas y caer con todo y rbol de
navidad y Emmett hasta el suelo.

Por supuesto, el estruendo del rbol de ms de dos metros de alto

se sinti muy fuerte, siendo el cuidador del hogar quien despertara
con el ruido y corriera hacia la sala donde se top con el
espectculo.

Por los clavos de Cristo!

Las monjas y los nios llegaron hasta el lugar de los hechos,

provocndose una especie de locura por lo ocurrida. Era
realmente una imagen aterradora para los nios ver el rbol de
navidad en el suelo.

Est bien, est bien! anunci la Madre Superiora,

palmeando sus manos para atraer la atencin de los nios que
soltaban gritos y exclamaciones Es suficiente, regresen a sus
habitaciones!

Pero el rbol! exclam una de las nias Y qu hacen

ellos dos encima?

Lo averiguar respondi la Superiora, mirando con sus ojos

entornados a Emmett y a Edward que seguan sobre el rbol que
yaca en el piso.

Jalndolos de la oreja, la Madre Superiora se llev a Emmett y a

Edward hacia su oficina, en donde les pidi una explicacin sobre
lo que haba ocurrido. Ciertamente no se trag el cuento de que
Santa haba ido a por los chocolates, pues la boca tintada de
cacao en Edward lo delataba y Emmett era su cmplice. Si
hubieran dicho la verdad no los hubiera castigado, pero por
mentir les otorg la aleccionadora tarea de lavar los platos de las
meriendas diarias por tres semanas, adems de levantarse por el
mismo tiempo una hora antes y dirigirse a la capilla del hogar
donde rezaran y pediran perdn a Dios por su falta.

No pudo evitar carcajearse en voz alta, con sus ojos aun cerrados,
recordando la cara de Edward llena de chocolate.

Ests ebrio? pregunt casualmente el mismsimo Edward, que

curioso lleg a sentarse a un lado de Emmett cuando lo vio divagar
con los ojos cerrados y sonriendo en silencio. Emmett abri los ojos
y mir a su amigo, sin apartar la sonrisa luminosa de su cara.

Recuerdas cuando intentamos robar las monedas de chocolate

del rbol?

Cundo se nos vino abajo? Claro que lo recuerdo! record

Edward, meneando la cabeza ante el recuerdo que de golpe lleg a
su cabeza.

No fue justo que nos castigaran a los dos. Yo no alcanc a probar

ningn chocolate, tu ya te habas comidos unos quince o algo as
coment con ensoacin sin dejar de sonrer. Edward lo mir de
reojo.

Eras mi cmplice dio un trago a su copa de vino y se puso a

contemplar las luces del rbol como su amigo llevaba hacindolo
desde hace un rato ya. Y has estado todo este rato recordndote
de eso?

Son un montn de recuerdos, Edward. Navidad es la poca de los

hitos de mi vida.

Hitos de tu vida, Emmett? Edward no pudo evitar el tono

burln, pero Emmett ni caso le hizo. Abri los ojos ampliamente
cuando otro recuerdo se cruz en su cabeza.

Sabes lo que acabo de recordar? llev las manos hasta su

cabello, peinndolo hacia atrs, mientras volva al pasado. La
monja me dio "la charla" el da de navidad, cuando tena diez
aos

La charla? pregunt Edward con confusin. Emmett rod los

ojos y mir a su amiga:

S Edward, "la charla" esa charla, sobre sexo

No me ests hablando en serio! se burl Edward, soltando

una carcajada que pocas veces se le oa proferir.

Joder! Claro que s cubri sus ojos, como si sintiera

vergenza por el slo hecho de recordarlo.

Y por qu eligi la navidad para darte la charla?

Acababa de ver a Garrett y a Kate; no s, cuando tenan trece

aos o algo as, agradecindose mutuamente los regalos de navidad
en el cuartito oscuro, donde guardaban los materiales de aseo.

Te pusiste cachondo cuando los viste?!

Era un chiquillo, Edward! Estaba recin entendiendo las

cosas de la vida

Otra vez, Edward solt carcajadas burlonas, acompaadas de un

cojn que le lanz a Emmett, que miraba de reojo a la mismsima
Kate y a Garrett, con quienes segua siendo muy buenos amigos
despus de todo el tiempo. Pese a que haba pasado tanto tiempo,
no quera que se enteraran que l los haba visto en uno de sus
empalagosos encuentros.

As que cuando fuiste un adolecente en ebullicin una monja te

dio la charla de sexo

Suena raro, la verdad Podemos hablar de otra cosa?

T lo sacaste a colacin

Pero no fue lo ms importante intervino, para cortar el tema,

han pasado otras cosas en navidad que han sido hitos de mi vida.
Conoc a Rose un da antes de navidad, en la biblioteca de la
universidad, cuando todo el mundo se marchaba a sus casas, yo me
zambulla en los textos de legislatura penal, y fue la mejor decisin
que pude haber tomado, de no haberme quedado en la biblioteca, no
la hubiera conocido.

Ese ltimo recuerdo lo hizo pensando en cmo vio a esta chica

rubia, iluminada por la luz amarillenta de la lamparita que haba
sobre la mesa donde ella estaba, mientras mordisqueaba entre sus
labios su lpiz de grafito. Dios, en su vida haba visto a una mujer
tan hermosa. Y la forma en cmo le sonri cuando l estpidamente
le pidi un lpiz como pretexto para entablar una conversacin con
ella.

Podra firmar con toda seguridad que fue ese el momento en que l
se enamor de la estudiante de derecho, Rosalie Hale. Y podra
asegurar tambin en aquel entonces que era ella con quien
compartira el resto de su vida, con quien hara familia, y con quien
envejecera, cuestin que iba cumplindose inesperadamente. Ella,
por obra y gracia divina, tambin se enamor de su "cara de ngel"
y despus de un par de aos decidieron vivir juntos. Al cabo del
tiempo, hace cuatro aos atrs, la vida los sorprendi con la llegada
de su hija Nancy, la luz de sus ojos, quien en ese momento dorma
despus de haber cenado con sus padres y sus tos que haba llevado
un montn de regalos para ella.

Su vida, pensaba Emmett, no poda ser mejor.

Sonriendo como llevaba hacindolo todo aquel rato, mir a su

amigo que tena su ceo fruncido, mirando ahora hacia la ventana y
pens en lo afortunado que haba sido en la vida, pese a haber sido
abandonado a su suerte cuando apenas lleg a este mundo en un
tacho de basura, crindose en un hogar de menores sin nadie que
quisiera adoptarlo. No conoca familia sangunea ni nadie con quien
atar cabos acerca de sus races, pero a pesar de eso, fue un nio
rodeado de amor de un grupo de monjas, que sin duda eran como
sus madres, y un montn de nios a quienes quera como hermanos,
y pensando ahora que era Navidad, en todo lo que Santa significaba
para los nios, la ilusin de un tesoro que ese hombre traa desde el
Polo Norte para ellos en retribucin a sus buenas notas y buen
comportamiento, aunque en esto ltimo generalmente no sola
destacar de nio.
Suspir entonces pensando en Edward, en su hurao amigo, el que
sin duda no tuvo la misma suerte. l tuvo una familia que le fue
arrebatada, ms tarde una mujer de su sangre, su abuela nada menos
lo llev a vivir con ella, pero sin duda fue para peor.

Y qu me dices de tus navidades? Pregunt con cuidado,

pero sin perder el tono alegre. Traa Santa, lo que le pedas de
nio?

No. El tono que Edward haba usado hasta ese momento con
su amigo mientras recordaban, cambi totalmente, volvindose
lgubre y amarga. Emmett inspir y se qued en silencio, esperando
que su amigo continuara. Cuando lo hizo, un escalofro recorri su
cuerpo : En casa, antes de llegar al hogar, las navidades no eran
tan ostentosas. A veces simplemente nos sentbamos alrededor
del rbol y comamos pan dulce y leche. mientras mientras mi
padre trataba de cantar villancicos. Era divertido, a pesar de que
muy pocas veces recibimos regalos, estbamos, juntos hasta que
la salud de mam empeor y las cosas cambiaron.

Pero uno siempre le hace sus peticiones a Santa. Uno es nio y

Edward movi su cabeza en negativo y antes de seguir relatando su

historia, bebi de su baso de licor que baj amargo por su garganta.
Pero no era el licor, sino los recuerdos que la conversacin con
Emmett haba sacado a la luz.

Cuando llegu al hogar y cuando nos hacan escribir las cartas

con nuestros deseos navideos, yo cada ao escriba lo mismo: amor
para mi hermana y otra cosa.

Qu cosa, Edward?

Algo que nunca se cumpli, Emmett. Algo que nunca se

cumplir.

Pero las navidades no se han acabado, Edward. Cada ao llegan

y

Las navidades son para los nios, ya no estoy para sentarme y

escribirle una carta a Santa con mis deseos.

Uno siempre carga con ilusiones en su corazn, Edward

rebati, exponiendo su punto de vista. Quizs cuando ramos
nios, creamos que era Santa el que se encargaba de hacerlos
realidad, de hacer realidad nuestros deseos, pero ahora sabemos que
no es as, pero aun as esas ilusiones pueden concretarse

Sabes lo que peda? Ignor los dichos de su amigo y pregunt

mirndole con los ojos llenos de amargura y su mandbula tensa de
rabia Era un jodido iluso! Peda que mi padre regresara y nos
sacara a mi hermana y a m de ese lugar, eso peda. Peda que nunca
nada me separara de mi hermana, y eso no se cumpli, crees que
puedo tener alguna clase de ilusin ahora?

No has perdido las esperanzas con Alice, yo s que no y yo se

que ella se dar cuenta de su actitud infantil y te perdonar

Es todo lo que deseo susurr, cubrindose los ojos con la

palma de su mano. Inspir profundo y expir con fuerza, soltando
todo el aire de sus pulmones, y maldiciendo el tiempo que perdi de
nio escribiendo esas ridculas cartas que seguro fueron a parar al
bote de basura, pues sus deseos nunca iban a ser concedidos.

Ejem oye no quise arruinarte la noche yo slo

Tranquilo, Emmett. No pasa nada ha sido una estupenda

noche. De verdad.
Me jode que ests solo, Edward. Me jode que toda la mierda de la
vieja de tu abuela, y los traumas del pasado no te dejen seguir
adelante con tu vida

Joder, ya te emborrachaste

Tmame en serio, maldita sea! exclam enfadado. Te

mereces ser feliz a pesar de tu mal carcter y todo eso yo slo
deseo que llegue una mujer a la que ames y que te ame, que te
ayude a olvidar el pasado, y te ayude con el futuro. Joder, yo s
que hay una mujer para ti! una mujer con la que desees envejecer
y todo eso, no lo quieres para ti?

Emmett le dijo muy serio, agradeciendo el ogro que su amigo

sintiera una amistad tan pasional hacia l, cuando aparezca esa
mujer, lo sabr y no la dejar ir. Tenlo por seguro.

Y yo estar ah, jefe, como siempre, para ayudarte.

Edward asinti y Emmett torci la boca y desvi sus ojos ahora al

pesebre con figuras de resina, centrando sus ojos en el nio Jess
que destacaba al centro. Suspir y sinti la emocin atragantarse en
su garganta junto a las lgrimas que picaban en sus ojos con el
recuerdo que ahora lleg a su memoria.

Despus de la cena de navidad que las monjas y las encargadas

preparaban para todos en el hogar, se reunan alrededor del rbol
y escuchaban las historias que el viejo jardinero contaba para
ellos. Despus, con el mismo atribuyndose el papel de director de
orquesta, los haca cantar villancicos, que a decir verdad no
sonaban tan armonioso. (Digamos que las artes vocales no
destacaban entre ellos). Todas estas actividades hasta pasada la
media noche, cuando regresaban al rbol y se concentraban
entonces en el pesebre de figuras gigantes, casi de un metro de
altura, que era segn las monjas el verdadero sentido de la
navidad.

Quiero que recuerden una cosa dijo la madre superiora de

aquel entonces, con la figura del recin nacido Nio Dios entre
sus manos, quiero que jams olviden qu es lo que realmente
celebramos hoy, y es el cumpleaos de este nio levant la
figura del nio y la pas de un lado a otro, de mano en mano entre
los nios y nias de all, mientras segua hablando. Para
celebrar el nacimiento de este nio es que nos hacemos regalos,
pero nunca deben olvidar que l trajo ms que bienes materiales.
l es el verdadero regalo, lo que l significa: paz, amor,
salvacin nunca olviden a este nio, nunca olviden que en l
est nuestra esperanza y todas nuestras ilusiones y que jams,
nunca va a abandonarlos.

Con los ojos llenos de lgrimas, la Superiora tom de las manos

del ltimo nio la figura del Nio Jess y con respetuosa
ceremonia lo puso en el centro del pesebre, deseando que en el
corazn de todos sus nios quedara el mensaje que ese Nio que
pas los primeros das de vida en un lugar nada adecuado para
quien era el Hijo de Dios: un pesebre, el lugar donde descansaban
los animales.

En aquel entonces, Emmett siendo an un nio que ya entenda un

poco ms las cosas, record a su amigo Edward, que
intempestivamente haba sido sacado del hogar. l, junto al grupo
ms cercano, los mismos con los que aquella noche comparta de
la cena navidea, se preguntaban qu podra haber pasado y si
volveran a ver alguna vez a su amigo, deseando que aquella
noche su ilusin navidea fuese concedida: volver a ver a su
amigo Edward.
Su deseo aquel fue concedido varios aos ms tarde, cuando un
da en el campus universitario, el atravesaba el prado para tratar
de llegar a tiempo a su clase de derecho laboral, cuando su
nombre entre gritos lo detuvo. Se gir y arrug su frente cuando
vio a un tipo de su edad acercrsele, sin caer en cuenta quin
poda ser. Cuando este se fue acercando, sus ojos se abrieron con
desmesura, cayendo en cuenta de quien se trataba. Esa mirada
seria de color gris azulado francamente no la olvidara.

Edward?! Pregunt y al ver la pequea sonrisa que ste

esboz, solt sus libros sobre el csped, acort la distancia y
abraz a su amigo, agradeciendo que su deseo de navidad se haya
cumplido, pese a todo el tiempo que pas.

Sabes? le pregunt Emmett a Edward, mirndole con una

sonrisa divertida. El aludido lo mir a su vez, esperando que
hablara. T fuiste un deseo de navidad.

Edward rod los ojos y neg con la cabeza Realmente ests ebrio.

Te hablo en serio!

Y por qu yo tendra que haber sido tu deseo de navidad?

Edward no entenda que su amigote no estuviera bromeando, por
eso lo miraba con el ceo fruncido, como si Emmett estuviera loco,
esperando que se explicara.

Cuando la vieja apareci y te llev con ella. La navidad de ese

ao le ped al Nio Dios volver a verte

No es cierto susurr Edward, un poco incrdulo y algo

emocionado, aunque esto no lo admitira.

Claro que lo es! protest. Nos criamos como hermanos

Edward, y desapareciste de un momento a otro. ramos hermanos,
cmo crees que me sent?

Joder Emmett! Podemos recordar otra cosa, de veras no quiero

recordar eso, ahora al menos, quiero estar tranquilo, por favor
pidi l pasndose la mano por el cabello.

Vale, vale, perdona slo te pido que no pierdas las esperanzas,

Edward. Edward simplemente lo mir y asinti con la cabeza.

Bueno, seoritas! exclam Garrett, sentando en el silln

doble, comenzando a despejar la mesa de centro. No quiero
interrumpir su romntica charla, pero es hora de nuestra partida de
pker navideo.

Ya era hora! Edward se incorpor y ayud a Garrett,

mientras Jacob se acercaba con los implementos para el juego y
Emmett se levantaba para ir por las copas y la champaa. Cuando
regres, sus amigos ya tenan todo dispuesto para comenzar el
juego.

Les volar el trasero como cada ao, damas! dijo, poniendo

las copas sobre la mesa y vertiendo la champaa en stas.

Acabaste pidiendo clemencia el ao pasado, Emmett! le

record Jacob, mirndole con una ceja alzada. Garrett palme el
hombro de su amigo, asintiendo.

Es cierto!

Como sea respondi Emmett, pasndole a cada uno su copa de

champaa, pero antes, el brindis previo. Alz su copa y mirando
con su sonrisa abierta a cada uno de sus amigos, dijo: Feliz
Navidad, hermanos, estoy feliz de tenerlos hoy celebrando conmigo.
Hubiera deseado decir algo ms que seso, decir lo feliz que era de
tenerlos a ellos como los hermanos que la vida le dio, decirles que
esperaba que todo lo que la navidad significaba, la alegra, el amor,
la armona y la paz, los acompaara a cada uno en el resto de sus
vidas, y que fueran benditos con el milagro que cada uno guardaba
en su corazn. Pero decidi guardarse esas palabras y desearlo en
privado adems, si lo deca haba probabilidades que acabara
llorando y que sus amigos se burlaran de l, as que declin en su
discurso.

Feliz navidad exclam cada uno, chocando sus copas entre

ellos, mientras a lo lejos se oa el cantar de villancicos y la nieve
tpica de la poca comenzaba a caer suavemente sobre la ciudad.

Mirando a sus amigos que se instalaban para comenzar la partida de

pker, otra vez Emmett sonri y pens en lo afortunado que era.

Joder, Emmett! Puedes quitar tu cara de bobo y sentarte de

una vez para comenzar? le pregunt Edward, mirndole con gesto
entre serio y divertido. Emmett sacudi su cabeza y se sent en el
silln, listo para comenzar.

Esa sin duda, iba a ser una noche como la mayora que haba pasado
con esos hombres. Seguro se enojaran, seguro l mismo perdera
una buena cantidad de dinero, ms de uno se emborrachara, pero
sobre todo habra un montn de bromas y algaraba en el ambiente
de esos cuatro locos de los que l era parte.

Como siempre, entonces, concluy, esa sera una muy buena noche
de Navidad.

Bueno, le dimos un vistazo a la vida de Emmett y cmo las

navidades significaron algo importante en su vida junto a sus
amigos que son su familia. Les gust? Espero que s. Este es mi
pequeo presente navideo para ustedes y bueno, ya maana
jueves seguiremos con el captulo que corresponde a esta
semana. Sip, ley bien, MAANA HABR ACTUALIZACIN
OTRA VEZ, as que aqu nos encontramos, si?

UN BESO A TODAS Y NOS VEMOS MAANA ;-)

*Chapter 29*: Chapter 29
A LEER!

=)

Captulo 28.

Bella cerr la puerta de su antiguo apartamento, el que hasta hace

algunas semanas atrs comparta con su ta. No haba nadie ah pues
su ta en ese momento estaba en el trabajo, por supuesto, y llegara
all sino hasta las ocho de la noche.

Haba logrado olvidarse del asuntito durante el almuerzo que result

muy ameno. Ella estaba contenta pues la relacin entre Edward y su
padre se haca distendida cada vez con ms fuerza, y estaba segura
que esa relacin entre ambos, ayudara a su marido a sanar las
heridas del pasado. La llegada de Beatriz sin duda ayudara
tambin, pues sin querer su marido estuvo haciendo preguntas sobre
su hermana, tratando de parecer indiferente, aunque saba ella que
no lo era.

Convenci a Edward cuando salieron del restaurante, que la dejara

en el centro de la ciudad dicindole que tena una cita con una
clienta, lo que no era cierto por supuesto. Cuando se qued sola,
camin hacia la farmacia ms cercana y tras encomendarse a Dios,
compr dos diferentes test de embarazo, porque quera asegurarse
de que ninguno fallara. Tom enseguida un taxi y le dio la direccin
de donde ella ahora se encontraba, con su espada aun pegada a la
puerta de la entrada.

Solt el aire de sus pulmones y camin hacia el bao, soltando su

cartera de camino. Encendi la luz del espejo al entrar a cuarto de
bao y se enfrent a su imagen nerviosa, en el reflejo que daba el
espejo. Dej entonces las dos cajas a un costado del lavamanos y las
mir, como rogndole a los artefactos rectangulares que le dieran la
informacin correcta, la que ella necesitaba.

Abri las cajas y sac los dispositivos con sus respectivas

instrucciones. Lo que bsicamente deba saber, era que, luego de
impregnar el test de embarazo, habra que esperar cinco minutos
para ver aparecer los resultados: en uno habra que esperar ver
aparecer dos lneas paralelas para un resultado positivo, y en el otro,
una cruz deba dejarse ver. Ella, tras tragar grueso y acercarse al
inodoro rog al cielo pidiendo un poco ms de tiempo pues senta
que las cosas a su alrededor, no estaban bien como para traer a un
nio a este mundo.

Tras el proceso, dej los aparatos a un costado del lavamanos sobre

las cajas de cartn en las cuales venan las pruebas, fijando entonces
sus ojos verde miel sobre estos, esperando que el resultado
apareciera y segn ella, los minutos pasaron demasiado rpidos,
pues al poco tiempo los resultados se vislumbraron: la cruz y las dos
lneas paralelas.

El tiempo y el espacio a su alrededor se suspendieron, perdida ella

en los signos que le entregaban un par de artefactos que pusieron su
mundo patas arriba.

Bella Swan Masen, ests embarazada.

Se cubri la cara con la palma de las manos y busc a tientas un

muro contra su espalda, por cual que resbal hasta sentir el suelo
con sus glteos. Dej escapar un gemido, que antecedi a su llanto,
que se dej caer con fuerza.
"No va a suceder! No habr hijos, fin de la discusin!"

Eso haba gritado Edward cuando apenas tocaron el tema de la

maternidad. Qu sera de ella ahora?

Pero no es posible, no es posible. Cmo, cundo! Dialogaba

con su conciencia, mientras all sentada en el piso frio del bao
rodeaba sus rodillas con los brazos, balancendose hacia adelante y
hacia atrs.

Vale. Preguntarse "cmo", estaba de ms. Edward y ella eran

bastante lvidos y no deban tener ms excusas para hacer el amor.
Es ms, ella desde el primer momento, cuando el ogro la encontr
bajo su cama, se le entreg y ni de rogar se hizo cuando fue el
momento de experimentar por primera vez con l los placeres del
sexo.

Proteccin? Pues s. l usaba preservativo hasta que el mismo da

de su cumpleaos prescindi de ellos: "Contigo no quiero perderme
ninguna sensacin, demonio". Y es que esa vez, sentir carne con
carne haba sido una cuestin de otro nivel

"No te desconcentres, Bella!" se gru, pues no era el tema del

placer el que ahora ella deba cuestionarse. Siempre, desde la
primera vez, ella us anticonceptivo, incluso era bastante constante
y nunca los haba olvidado tomar. Slo haba hecho modificaciones
hace poco, cuando su doctor le aconsej cambiarlo

"Oh, no" inclin la cabeza hacia atrs, recordando las palabras de su

buena ginecloga, que le explic los efectos del cambio de pastillas
y las precauciones:

Recomiendo que hasta el siguiente ciclo menstrual no tengas

relaciones sin el uso de condn. Si sigues esta recomendacin, no
habra riesgo de embarazo.

Soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta llorosa se
reprenda, pensando en todo lo que se le vena encima con esa
noticia.

Estuvo llorando encerrada en su bao por cerca de una hora, sin

encontrar consuelo aparente, pues lo que para ella tendra que
significar una noticia que la llenara de pura dicha, significaba ms
bien, incertidumbre sobre qu sera de su matrimonio, cuando su
marido se enterara.

"No va a suceder! No habr hijos, fin de la discusin!"

"No va a suceder! No habr hijos, fin de la discusin!"

"No va a suceder! No habr hijos, fin de la discusin!"

La exaltada exclamacin de Edward vena a ella como hielo

envolviendo sus venas, presumiendo que hasta all iba a llegar su
matrimonio

"Un momento, pero por qu tiene que ser tan as?". Eso pens
Bella despus de un momento, obligndose a secarse las lgrimas y
levantarse del frio piso. Se mir al espejo y vio sus ojos rojos,
enseguida desvi su vista un poco ms abajo hasta que sus irritados
ojos verde miel se fijaron en su hasta ahora plano vientre. Con un
leve temblor, llev sus manos hasta su estmago y las dej all
pensando en lo hermoso que sera un hijo con los ojos de su
hermoso ogro cmo iba a enojarse, si ese nio era fruto de puro
amor?

Vale, Bella tranquilzate y busca el momento adecuado para

hablar con l se auto aconsejaba frente al espejo, infundindose
nimo. Dios, iba a tener un hijo! Y deba sentirse feliz por eso, y no
dejar que nadie arrebatara ese sentimiento de amor que iba
creciendo dentro de ella. Se vio sonrindole con amor al bebito que
creca dentro de ella y dedicndole palabras de amor, como
infundindose nimo a ella misma. Vamos a hacer que tu pap
sea feliz con nosotros, beb. Ya vers.

Con el nimo un poco ms recompuesto, guard los test de

embarazo, lav su cara y se prepar para marcharse directo a casa
donde preparara una cena romntica para su marido. Seguro
despus haran el amor y tras el reposo del xtasis, ella le dara la
buena noticia.

S, Bella, eso hars.

Lleg lo suficientemente temprano al apartamento, decidiendo

concentrarse en terminar un trabajo pendiente, antes de ponerse
manos a la obra con la cena, por lo que sac su laptop y la abri
para concentrarse en sus pendientes. Eso logr aminorar su
ansiedad, olvidndose de todo por unos momentos, o por unas
horas, pues levant la vista de la pantalla cuando oy un fuerte
portazo. Pestae rpida y repetidas veces, mirando la hora en su
ordenador. Las siete de la tarde con trece minutos. Haba estado
ms de dos horas trabajando y el tiempo haba pasado sin darse
cuenta. Se lament no tener tiempo para preparar la cena que tena
en mente; por lo que se levant del asiento tras el escritorio en
pequeo despacho que Edward tena montado all, caminando hacia
la sala, donde vio a su marido quitndose la chaqueta gris marengo
y la corbata mientras mantena el celular pegado a su oreja,
lanzando ordenes seguro a su secretaria. Al parecer, eso no impidi
que sintiera la presencia de su esposa, girando su vista hacia el
pasillo donde Bella apareci.
Es todo, Nadia indic y enseguida colg. Lanz el mvil al sof
y camin derecho hacia su demonio, que lo recibi con brazos
abiertos. Se besaron de forma dura y con ansias, como si no se
hubieran visto desde hace mucho tiempo, pero eso no era ninguna
novedad. Cuando se apartaron, l hundi su rostro en el hueco
aromtico del cuello de su demonio, inhalando como siempre el
perfume a rosas que a l lo haca olvidarse de todo lo dems. Ella
mientras tanto, lo aferr por los hombros y acarici su cabello.

Est todo bien?

No gru l, mordisqueando su cuello antes de levantar su

rostro y mirar a su mujer. Nada est malditamente bien.

Qu qu ocurri? Susurr ella, temerosa, pensando que

quizs a Damian se le haba escapado algo sobre la conversacin
que ambos tuvieron. l cerr los ojos y buf con cansancio.

Tengo que salir de la ciudad.

Oh, vaya. Cundo tienes que marchar?

Tengo una hora y media antes que Emmett venga por m y me

lleve al aeropuerto.

Hoy?

S Joder! Volvi a rezongar, hundiendo otra vez su nariz en

el cuello de su esposa. No quiero ir, maldita sea!

Pero supongo que es preciso que lo hagas, no? De lo contrario

simplemente no iras.

Otra vez Edward alz su rostro y junt su frente a la de ella,

estrechndola por las caderas y pegarla fuertemente a las curvas de
su cuerpo.

Las ganancias de uno de los inversores en Londres no fue

cubierta y est exigiendo liquidar su parte. Elizabeth orden a
Rosalie hacerse cargo y arreglar el asunto, pero Damian insiste en
que es necesaria mi presencia all, dice que puedo sacar provecho.

Cmo?

Dndole al inversor su parte de las ganancias y ofreciendo

comprar en nombre de Damian su parte. Eso le dara ms autoridad
en la empresa y molestara a Elizabeth, por supuesto.

Crees que el inversor ese acepte?

Aceptar con tal de liquidar sus negocios con "Masen & Co".

Ya veo se inclin y dej un suave beso en los labios de su

marido. Y cunto dura el viaje?

Mnimo tres jodidos das.

Ya veo pero vamos, no perdamos tiempo, tenemos que

preparar tu valija indic la esposa, apartndose y agarrando la
mano de su cansado marido hacia el dormitorio, meditando en que
ese no iba a ser un buen momento para darle "la noticia", teniendo
que aguantarse hasta su regreso del dichoso viaje.

Mientras l sacaba de sus cajones los documentos necesarios para

salir del pas, ella dejaba una maleta sobre la cama, antes de
regresar al armario y sacar camisas para dejarlas muy bien dobladas
dentro de la maleta. Mientras haca eso, Edward la mir y suspir,
recordando un asuntito.
Sabes que no me tragu el viejo cuento de la mugre en el ojo,
verdad?

A qu te refieres?

Entr en la sala de juntas y nada ms me bast con mirarte para

saber que algo te pasaba, qu fue?

Ella arrug su frente, intentando hacer lo mejor posible el papel de

desentendida antes de regresar otra vez al armario por las corbatas.
Eligi cinco desde el colgador y al girarse choc con el pecho de su
marido.

No quiero volver a preguntarlo, demonio.

Ya te lo dije. No te preocupes por algo que no tiene importancia

asegur, empinndose sobre la punta de sus zapatos planos para
besar a su ogro antes de retomar su camino a la recama.

"Algo que no tiene importancia? Ja!"

Terminaron de armar la valija entre las indicaciones de Edward,

sobre el hotel en donde se hospedara y advertencias de que lo
llamara a cualquier hora. Ella a todo responda con un "est bien"
pues notaba que su advertencia iba dirigida en el caso que Sam
pudiera volver a molestar. Incluso le sugiri que llamara a Carmen
para que la acompaara durante los das de su ausencia,
advirtiendo, que cuando se aprontara a no salir del apartamento,
pues la tendra desnuda y encerrada, sacindose por los das que
iban a estar lejos. Ella simplemente se carcaje y asinti feliz a la
orden.

El ogro gru cuando bella cerr la maleta y el sonido de su

telfono lo alert que la hora de irse haba llegado, ni siquiera
dndole tiempo de despedirse como corresponda de su mujer, de
quien estara alejado por al menos tres jodidos das.

Ya bajo, Emmett respondi y colg.

Arrastr de mala gana la maleta hacia la sala, donde haba dejado la

chaqueta y la corbata que comenz a calarse otra vez, mientras ella
lo observaba con un nudo en la garganta. l la mir y torci la
cabeza cuando la vio secarse una lgrima de su mejilla.

Demonio, no me marcho para siempre.

Dios! Exclam, corriendo hacia l y colgndose a su cuello a

la vez que enroscaba sus piernas en las caderas de su marido, lo
bes con intensa pasin, dicindole a travs de esa accin lo mucho
que lo amaba y lo mucho que lo extraara. l camin con ella en
andas hacia la puerta, apretndola entre esta y su cuerpo,
saqueando su boca de modo que el recuerdo al menos lo consolara
en su tiempo lejos de ella.

Es suficiente, demonio, o no voy a poder apartarme declar

desganado, haciendo ademn de soltarla. Tom por ltima vez su
rostro y volvi a besar sus labios por un breve espacio de tiempo,
antes de regresar a la sala por la infame maleta, regresar a la puerta,
abrirla, volver a besar a su esposa y salir de la casa.

Te amo, Edward! Grit ella, antes que Edward desapareciera

en el elevador. l la mir, suspir y respondi.

Tambin te amo, demonio tras esa declaracin desapareci tras

las puertas del elevador. Bella cerr la puerta del apartamento y se
dej caer en esta, suspirando y pensando que al menos tena tres
das para armarse de valor y hablar con l para su regreso.
 **oOo**

Eran las 9 de la noche en Londres y l estaba exhausto. Acababa de

entrar a su dormitorio tras una reunin para delinear los aspectos del
contrato de traspaso que los britnicos vendieron a Damian. Se
haba quitado su chaqueta negra y su corbata, dispuesto a meterse a
la ducha, no sin antes hablarle a su esposa, pero ese llamado lo sac
de su plan.

Edward arrug su frente cuando el nmero de James apareci en la

pantalla.

James?

Edward este yo tengo una informacin importante que darte.

Algo ocurri aqu la voz de James era nerviosa y tensa, por lo
que Edward se prepar pare recibir una mala noticia. Joder! Y
justo cuando las cosas con las negociaciones all iban tan bien.

Qu ocurri.

Pas algo es una mala noticia, pero debes estar tranquilo

Dime qu mierda pas, James! Grit, perdiendo los estribos.

Le pas algo a alguien?

S s hubo hubo un homicidio aqu y

Homicidio?! Habla ya, maldita sea!

La hermana Gabriela. Mataron a la hermana Gabriela,

Edward

Edward mir hacia todos lados. No, no no poda haber escuchado

aquello. No, no

Qu qu mierda, James, qu mierda me ests diciendo?!

Grit Edward al otro lado de la lnea telefnica. Estaba agarrando el
auricular con fuerza tras or la noticia que James le estaba dando. Se
dej caer sobre la cama, temblando, de ira, de pena, de
incredulidad no estaba seguro.

Edward, escchame, agarra tu maleta y ve directamente al

aeropuerto. Un avin privado estar listo para despegar en cuanto
hayas llegado ah, Jacob lo tramit. Rosalie debe estar enterndose
en este momento, ella se encargar de todo

Joder, joder, James! grit l, golpeando con su puo el

colch. Senta sus msculos tensos y no estaba seguro de lo que
deba hacer. Pero dime cmo mierda pas! Mierda, James, la
monja no puede estar muerta, debe haber un jodido error!

Lamento decirte que no hay error alguno contest tras suspirar

. Ahora no pierdas ms el tiempo, Edward. Agarra tus cosas y
regresa aqu.

No puede ser susurr tras cortarle a James, afirmando sus

codos sobre sus rodillas, y cubrindose su cara. Poda sentir incluso
las lgrimas calientes caer por sus mejillas.

"No puede ser. La hermana Gabriela no puede estar muerta no

puede estar muerta debe ser una pesadilla"

Edward, Edward! grit Rosalie al otro lado de la puerta del

cuarto de hotel. Por el tono de sus gritos entre llantos, seguro ella
estaba ya al tanto como James, se lo dijo. breme Edward!

Cuando este lo hizo, ella entr y observ a Edward, quien estaba

tan o ms atnito que ella.

Dios, Edward, debe haber un error! Emmett est destrozado,

apenas poda hablar.! Dijo con tono contrito No entiendo
nada!

Rosalie, debes quedarte yo yo debo miraba hacia todos

lados, como buscando la respuesta o forma alguna de explicarle a la
rubia lo que haba ocurrido, pero no poda, yo debo ir no puedo
quedarme

Me largar de aqu en cuanto los hombres firmen, Edward. T ve,

por favor.

Despus de la confusin, la negacin, la ira y la pena, Edward se vio

confundido, mirando hacia todos lados, caminando torpemente con
su maleta a la rastras sin sabes bien qu pasaba a su alrededor.
Segua pensando en que estaba envuelto en una jodida y fea
pesadilla.

La hermana Gabriela, la monja que fue su amiga, su consejera,

incluso a quien vio como una madre estaba muerta? Qu
maldito animal querra matar a una monja? Porque segn la poca
informacin que James le dio, la haban encontrado muerta en la
casa que Damian estaba arreglando.

Pero qu mierda?! Segua cuestionndose l, mientras el portero

del hotel abra la puerta de acceso para l y un taxi paraba justo
para que se metiera dentro y se apresurara a llegar hasta el
aeropuerto.

Pero cmo haba pasado todo?

De la siguiente manera:
Don Damian, la hermana Gabriela confirm su cita. Dice que no
tiene problema de ir a su casa, que all lo esperar encantada
inform la eficiente secretaria a Damian, tras comunicarse con el
hogar de menores.

Vaya, gracias. Esta reunin con Alice y el constructor sali a

ltima hora.

Ella supo entenderlo, seor, no se preocupe. Me dijo que si tena

problemas, que podras mover la cita segn lo que a usted le
convenga.

No, no, ser esta tarde.

Como ordene, seor dijo la asistente, saliendo de la oficina de

Damian, quien lea los documentos que Edward le mand va e-
mail. Haba logrado convencerlos sin mucha dificultad que
traspasaran sus acciones a l, pues ellos queran desligarse de
cualquier vnculo contractual con la empresa de Elizabeth Masen. Y
no era para menos. Lo lamentable para Edward, era que su estada
en Londres deba alargarse al menos dos das ms, hasta regresar
con el acuerdo donde l, era el representante. Era absolutamente
necesaria su presencia all.

Tras leer el documento, redact un rpido correo a su hijo,

agradecindole la gestin y dndole el visto bueno para firmar y
cerrar el negocio. Luego se levant, se coloc su chaqueta y sali de
la oficina rumbo a la reunin con su hija Alice y el constructor. Le
daba el tiempo justo para llegar al lugar y luego ir a la casa donde
comentara algo con el encargado para luego hablar con la hermana
Gabriela.

Das atrs visit el hogar de menores donde sus hijos estuvieron, y

haba hablado con la Superiora, la hermana Manuela, indicndole
que quera hacer un donativo a la institucin de forma permanente,
pues se senta agradecido y quera retribuir su agradecimiento de
alguna manera. Ella le dijo lo agradecida que estaba de ese donativo
y que esperara a hablar con la hermana Gabriela, quien era la
encargada de recolectar los donativos. Adems, estaba interesado
en hablar con esta ltima, pues sabia del lazo que sus hijos haban
creado con ella y tena muchas preguntas que hacerle. Por eso
concret esa cita, la que inicialmente sera en su oficina, pero los
hechos inesperados lo haban hecho cambiar la hora y el lugar del
encuentro, no manifestando ella ningn problema.

Y mientras l, llegaba a la oficina de Alice, donde ella y el

contratista a cargo de la obra lo esperaban para la reunin, la
hermana Gabriela sala del hogar con bastante antelacin,
manejando la vieja Ford pickup rumbo a la casa de Damian. La
gentil secretaria del seor le dio la direccin para llegar,
aprovechando ella de manejar con prudencias entre las calles
siempre tan atestadas de la ciudad.

Al llegar, silb de sorpresa cuando vio la casa tan hermosa, viendo

de esta a hombres entrar y salir, cargando materiales de
construccin.

La puedo ayudar, monjita? pregunt uno de ellos, cuando la

vio acercarse hasta la puerta.

Tengo una cita con el seor Damian

Joe, si es la hermanita, djala pasar! grit alguien desde

adentro. Ella sonri y el joven Joe la invit a pasar.

Estamos terminando de entrar unos materiales. Seguro los jefes

estn por llegar.

No te preocupes, hijo, yo espero por aqu.

Puede ir a pasear por el patio trasero. Est muy bonito!

Aprovechar eso asinti ella, adentrndose a la casa,

acompaada de Joe.

Si me disculpa, madrecita, debo volver arriba antes, me

preguntaba uhm me puede dar la bendicin? pregunt,
quitndose el casco amarillo e inclinando su cabeza hacia la
religiosa, quien sonri encantada.

Seguro, hijo. Que Dios te bendiga y te proteja en este trabajo

cit, haciendo la seal de la cruz frente al trabajador.

Gracias madrecita! Queda en su casa.

Adelante, hijo. Anda a trabajar.

Ella encantada por el prado verde que se dejaba ver tras los
ventanales, deambul como el obrero se lo propuso por los jardines
de la casa, encantada con el hermoso entorno natural del lugar.
Inspir el aire puro y disfrut de la luz del sol, oyendo a los pajaritos
cantar. Ella disfrutaba mucho de esos espacios en donde poda
disfrutar en medio de la naturaleza. Meditando sobre algunas cosas,
pase sobre el csped, ataviada siempre de su hbito negro,
mientras meditaba acerca de la grandeza de Dios.

No est segura cuanto tiempo estuvo afuera deambulando, hasta

que desde la casa oy unos pasos que se acercaban a ella. Uno de
los hombres, colega de Joe se acerc a ella, quitndose el casco en
seal de respeto.
Hermana, nosotros nos vamos

Est bien, yo aqu espero.

El jefe y el dueo de casa estn en camino, pero dijeron que un

accidente en el trfico los hara demorar un poco.

No hay problema, tengo tiempo y paciencia para esperar.

Bueno, me retiro.

Ve con Dios.

El hombre y sus compaeros desaparecieron tras los ventanales y

abandonaron la casa, dejando a la monja sola en la casa. Ella
aprovech y recorri curiosa las dependencias de la casa, esperando
que ningn artefacto de construccin le cayera encima, ya saba ella
lo peligroso que era deambular en una construccin sin seguridad.
Aun as, subi por las escaleras al segundo piso y camin por entre
los amplios dormitorios. Cuando acab all, baj a la primera planta
y camin por todos los espacios, quedando encantada con la
inmensa cocina. Gir sobre sus pies, imaginndose cuantas cosas
ricas podan cocinarse cmodamente en ese lugar. Suspir y camin
hacia el saln principal por el pasillo, desde donde vislumbr a
alguien ms all. Era una mujer que estaba de espaldas a ella, a la
que no supo reconocer.

Perdn? dijo ella para hacerse notar. Rpidamente la mujer

que estaba de espaldas se gir hacia ella y en segundos la monja oy
un ruido seco y ms tarde un dolor abrindose en su pecho. Sus ojos
se llenaron de lgrimas mientras sus rodillas fallaban, hacindola
caer al piso, sin quitar los ojos de la despavorida mujer frente a ella,
a quien por supuesto reconoci.
En el suelo, llev su mano al pecho y por la humedad espesa, supo
que sangre sala de ella, comenzando a perder la conciencia.

"Amprame, Dios mo" fue lo ltimo que la monja rog antes de

caer en la absoluta inconciencia.

**OoO**

Pens que no saldramos nunca del atasco coment Damian

al constructor junto a l, mientras conduca su coche.

Los accidentes automovilsticos estn a la orden del da, don

Damian. Gente inocente muere por culpa de los irresponsables tras
el manubrio, y otros tantos quedan traumados de por vida.

Damian inspir fuerte y gir el volante hacia la derecha,

apretndolo con fuerza.

Ni que lo diga coment roncamente. Sin duda l saba eso. No

pudo evitar recordar el accidente que sufri su hijita Beatriz.

Uno sale de la casa y no sabe si regresa. As es esto.

Sin duda.

Siguieron conversando mientras Damian acercaba su coche hacia la

casa, donde lleg retrasado cerca de veinte minutos. No le
extraara que la pobre monja se hubiera aburrido y se hubiera ido,
pero no importaba. Acabando de ver unos detalles que no le
llevaran ms de cinco minutos con el constructor, le dedicara todo
el tiempo a la hermana, con quien deseaba conversar.

Entraron los dos caballeros a la casa, mientras comentaban algunas

cosas que el constructor recomend hacer en el acceso, caminando
ambos hacia la sala, pero la exclamacin sorpresiva del tcnico, los
sac a ambos de su conversacin.

Mierda santa!

Damian llev sus ojos hacia donde el hombre a su lado miraba con
pavor, y no era para menos. Una monja yaca desangrndose en la
sala de su casa. Ambos caballeros corrieron hacia ella, inclinndose
a su lado para percatarse si sentan sus signos vitales. Damian tom
su mano y puls sobre las venas de su mueca, mientras el otro se
inclinaba sobre su cara para or su respiracin.

No la siento respirar!

Una ambulancia!

El hombre se levant y sac su telfono, marcando a la clnica de

urgencias ms cercana para pedir ayuda.

Todo despus de eso sigui vertiginosamente. Al cabo de doce

minutos los enfermeros llegaron y acudieron a la ayuda de la monja,
sobre la que no haba nada que hacer.

Lo siento indic el paramdico. No tiene signos vitales. La

monja est muerta.

Joder! exclam el contratista, mientras Damian mova la

cabeza, negando ligeramente, sin poder creer todo eso.

Hay que llamar a la polica. Esto claramente no fue un accidente

coment el enfermero, mirando a la monja aun sobre el piso de
madera. Lo siento mucho, seor.

No no puede ser deca Damian, tremendamente

impactado por lo sucedido.

Atin a llamar a James, contndole a grandes rasgos lo que haba

sucedido, mientras la polica haca presencia en el lugar del crimen.

James yo, tengo que ir a la comisara a prestar declaraciones.

Presntate all pero antes, informa Dios, comuncate con Edward
y prepara todo para su regreso, por favor!

Tranquilo, Damian, yo me encargo.

Y colg.

Seor, los peritos se harn presentes para comenzar la

investigacin. Se har la notificacin al lugar donde ella reside para
que puedan retirar el cuerpo de la monja, puede ayudarnos con
esos datos?

S por supuesto yo cerr los ojos y sacudi su cabeza,

sacando el mvil del bolsillo para darle los nmeros del hogar donde
la monja resida.

Mientras se hacan trmites en el lugar, un coche aparc en las

afueras de la casa y de este, dos hombres desesperados salieron de
l, corriendo desesperados hacia la casa. No daban crdito a la
noticia que haban recibido.

Jacob y Garrett fueron detenidos por dos policas, los que le dijeron
que no podan ingresar pues una investigacin se levantara en el
lugar. Eso fue para ellos, la confirmacin de lo que haba pasado.

Jess! No puede estar muerta, no puede estar muerta!

exclamaba Garrett con la voz rota, jalndose el cabello e intentando
pasar, mientras Jacob a su lado observaba el interior de la casa y a
lo lejos y un cuerpo cubierto por una lona negra, rodeada de
policas.

Djenos pasar, por favor pidi Jacob apenas en un susurro.

Desde adentro, Damian gir su cabeza, viendo a los dos recin
llegados, totalmente destrozados. No quera ni imaginarse cmo se
encontraba Edward o Alice, quien supo ya saba de la noticia.

Lo siento, muchachos dijo el padre de Edward, acercndose a

ellos. Garrett dio un paso hacia l y lo agarr de las solapas de su
chaqueta.

Qu significa esto, Damian! Joder, qu significa! lo

zarandeaba, esperando explicaciones que seguro no haran mermar
el dolor de la prdida de una persona tan especial como la hermana
Gabriela

Yo llegu y ella estaba ella estaba tendida en el piso. Lo

lo siento.

No puede ser! voce Garrett, hundiendo su cabeza,

sacudiendo sus hombros por el llanto que brot de l sin control.
Jacob, contenido pero no menos triste, se acerc a su viejo amigo y
lo agarr del hombro, dejando que se girara y llorara en su hombro.

Har pagar al culpable, se los jur susurr Damian tanto a

Jacob como a Garrett, quienes se encontraban sumidos en su dolor.

**OoO**

Bella se inclin en el vter y devolvi la poca comida que haba

digerido ese da. Y no estaba segura si culpar al pequeo ser que
creca dentro de ella por eso o a la noticia tan desgarradora que
recibi hace momentos atrs.
El pobre Emmett, perdido en llanto, haba llegado a su oficina cerca
de las cuatro de la tarde y ella alerta se levant de un tirn a penas
lo vio cruzar el umbral, pensando lo peor: "Algo le pas a
Edward"

Cuando Emmett la sac de su error, ella no pudo sino sentir una

pena tan honda y acompaar a Emmett en su desconsolado llanto.
Con su amigo llorando deshecho sobre su escritorio, ella atin a
sacar con sus deditos temblorosos su telfono y llamar a su marido.
Despus del segundo tono, este contest:

Bella

La forma que la nombr le parti el corazn, dejando fluir su llanto

con el mvil pegado a su oreja.

Dios Edward no entiendo nada yo no s dime qu hago,

Edward cmo cmo te sientes?

Hundido en la mierda, Bella, as me siento declar con su

voz ronca y temblorosa. Bella sinti rabia de no estar con l y
abrazarlo para consolarlo.

Mi amor lo siento mucho

Necesito necesito que vayas al hogar y acompaes a las

monjas. Lo que ellas necesiten

S, s ir all yo ayudar en todo, te lo juro.

Estoy llegando al aeropuerto, voy a embarcar en un vuelo

privado, llegar all alrededor de las seis de la maana. Te necesito
ver apenas llegue, Bella. Te necesito
Ir a por ti al aeropuerto. All estar para ti, mi amor.

Dios, Bella

Edward, preocpate de llegar bien aqu, s?

Ve al hogar yo te llamar en cuanto sepa a qu hora aterrizo.

Seguro mi amor. Te amo, no lo olvides Edward.

Te amo tambin haz lo que te pido y sin ms, colg.

Sus ojos llenos de lgrimas y se centraron en el pobre Emmett que

lloraba como un nio y balbuceaba sobre la injusticia de la vida. En
ese momento sinti el retorcijn en su estmago, debiendo correr al
bao a vomitar. Despus que se sinti mejor, regres a su oficina,
viendo a su amigo llorando con el telfono pegado a la oreja. Por lo
que oy, estaba hablando con Rosalie. Lo dej un momento a solas
para correr a la oficina de su jefe y pedirle autorizacin para salir,
contndole a grandes rasgos lo que haba ocurrido. Volvi a la
oficina y se acerc a Emmett que haba terminado la llamada.

Tenemos que irnos, Emmett. Las monjas pueden necesitarnos

Vamos vamos atin a responder ese hombre con corazn

de nio, tambalendose al levantarse, mientras se secaba los ojos
con el puo de su chaqueta. Ella aprovech de agarrar su cartera y
sali del brazo de Emmett rumbo al coche.

El hogar de menores era un mar de lgrimas. Nios y religiosas

lloraban desconsolados la prdida de la hermana Gabriela, no
quedndoles ms remedio a Emmett y Bella que unirse a ellos.

Quin? Qu alma enferma puede haber hecho lo que hizo

con la hermana Gabriela?! No entiendo! se lamentaba la
Superiora Manuela en brazos de Emmett.

Lo averiguaremos, hermana Manuela, y haremos que pague las

penas del infierno, se lo juro. Se lo juro dictamin Emmett, con
sus ojos rojos y su mandbula tensa de puro rencor. Bella nunca lo
haba visto de ese modo, tan sumido en la pena y el rencor; Emmett
siempre para ella haba sido un hombre alegre y bueno, pero con los
hechos que acontecieron, no era para menos.

Luego de verse un poco ms tranquilos, Bella y Emmett se

ocuparon de lo necesario para preparar la capilla para recibir a la
hermana, mientras la Superiora se comunicaba con los familiares de
la hermana Gabriela, quienes venan de viaje en camino hacia el
lugar.

Estuvieron todo lo que rest de tiempo aquella tarde, arreglando y

ayudando en todo lo que les fue posible. La noche lleg rpido para
todos all, quienes estaban exhaustos de pena y cansancio, pero los
que no se moveran ya que haban decidido acompaar a la hermana
Gabriela durante toda la noche. Todo el crculo cercano a Edward
lleg, incluidos James y Damian, quien se vea como si hubiera
envejecido diez aos de un golpe tras la conmocin de los hechos.
Tambin vio a Alice junto a su novio y un matrimonio mayor que
seguro eran sus padres. Ms tarde arrib a la capilla el fretro con
los restos de la monja acompaada de sus pobres padres, que
acompaaban la marcha del fretro por el pasillo de la iglesia hasta
situarse adelante y verse rodeada rpidamente de flores de todos los
colores, y rezos que no cesaron en ningn momento.

Carmen, ta de Bella, lleg para acompaar a su sobrina pues esta

necesitaba unos brazos familiares en los que refugiarse. Tena sueo
y estaba algo mareada, pero no dejara ver su cansancio, pues deba
mantenerse despierta y esperar la hora en la que Edward llegara al
aeropuerto, eso cerca de las seis de la maana, pero inevitablemente
cerr los ojos y se qued dormida por cerca de una hora en el
hombro de su ta, quien haba tenido el placer de conocer a la
monjita que ahora estaba siendo velada, en la boda de su sobrina.

Bella Bella Emmett se acerc a ella y suavemente sacudi

su hombro para despertarla. Ella parpade un poco perdida y mir
con extraeza a Emmett, desviando la vista por el entorno,
recordando entonces donde estaba. Pese a la hora que era, la iglesia
segua llena de gente.

Qu... qu ocurre?

Casi es hora de movernos al aeropuerto, pero si ests muy

cansada, puedes ir al departamento y

No, claro que no! despert de golpe, levantndose para

sacudirse el sopor. Vmonos.

Hija, por qu no descansas trat de mediar su ta junto a ella,

pero la negativa de Bella fue tajante.

No ta! Ms tarde podr dormir le respondi, girndose

enseguida hacia Emmett. Ir al bao a lavarme la cara y regreso
enseguida.

Seguro.

Antes de salir, dijeron a la hermana Manuela que se haba

mantenido toda la noche rezando en la capilla, que regresaran ms
tarde con Edward. As fue que ambos se encaminaron a toda
velocidad hacia el aeropuerto. Bella, sentada en el asiento del
acompaante junto al chofer, apretaba su estmago y se obligaba a
mantenerse en calma. No poda soltarle en ese momento la noticia
que llevaba guardndole a Edward por das. Simplemente tendra
que esperar hasta que eso decantara y todo se tranquilizara.

"No podremos darle la noticia ahora a pap, beb" le hablaba a su

hijo a travs del pensamiento.

Llegaron con tiempo justo al terminal areo, pidiendo informacin

en el mesn sobre el arribo del vuelo privado del seor Masen. La
mujer les indic tras mirar la pantalla de su ordenador, que el vuelo
aquel desde Londres haba pisado recin la loza del aeropuerto.

Edward haba llegado.

Bella y Emmett caminaron a paso rpido por el sector que les

indicaron hacia donde podran esperar a Edward, a quien vieron
caminar en direccin opuesta hacia ellos, con la espalda curvada y
los hombros hundidos; el semblante descompuesto, cansado y triste.
Bella llev una mano a su boca sintiendo las lgrimas escocer en sus
ojos y Emmett lanz un gemido cuando Edward estuvo a menos de
un metro de ellos, siendo este ltimo quien se le adelant a Bella,
abrazando a su amigo por largo rato, mientras volva a llorar en su
hombro como un nio. Edward solt la maleta, cerr los ojos y
palme su nuca, apretando su brazo con la otra mano. Ambos
lloraban la prdida de una mujer que haba significado mucho para
ellos, ambos estaban dolorosamente tristes por esa muerte sin
sentido, sin explicacin aparente.

Cuando Emmett finalmente solt a Edward, Bella dio un paso y se

abraz a Edward por el cuello, hundiendo l automticamente el
rostro en el cuello de su mujer. Su presencia era lo nico que en
algo podra reconfortarlo.
Ella acarici su cabello tiernamente y susurr palabras dulces y de
apoyo a su marido, besando su cuello, deseando hacer algo ms
para consolarlo.

Quieres quieres ir a casa a descansar? pregunt ella

finalmente a lo que l neg con la cabeza. Se apart de su mujer y
tomndola de la mano, comenzaron a caminar hacia la salida.

Alguna novedad, Emmett .Quiso saber Edward mientras

caminaban.

Eh no he querido hablar sobre los detalles lo siento

.Carraspe y se sec las lgrimas antes de continuar Las
monjas insistieron en velar toda la noche a la hermana Gabriela y
hoy a medioda se harn los funerales. Est todo listo para eso.

Bien. Vamos al hogar entonces.

Bella en silencio se aferraba a la helada mano de su marido, que a

su vez apretaba la suya. Miraba por la ventana del vehculo las luces
pasar mientras el coche avanzaba y los dos hombres hablaban o
trataban de comprender lo que haba ocurrido. A lo lejos oa sus
voces mientras ella meditaba, sintindose entumecida y algo
mareada. Solt un suspiro e inclin su cabeza al costado contrario
de Edward, queriendo abstraerse unos momentos Dios, estaba
tan triste, y tan cansada!

Oye la llam Edward, apretando su mano. Ella gir la

cabeza hacia l, que con el ceo fruncido la observaba. Ests
plida, te sientes bien?

Ms o menos, pero no te preocupes por m.

Ven aqu la jal y la arrop entre sus brazos, dejando besos en

la base de su cabeza. Ella suspir e inhal el perfume de su marido a
quien tanto haba extraado. Saba que l se estaba conteniendo,
saba que iba a querer averiguar todo y cuando eso pasara, iba a
sacar toda la rabia que seguro senta en ese momento, la que
probablemente se vea un poco eclipsada por la pena.

Cuando llegaron los tres al hogar, despus de las siete de la maana,

vieron en la entrada de la capilla a Kate, Garrett y Jacob, quienes
fumaban algunos cigarrillos, acercndose a ellos apenas los vieron
llegar. Despus de saludarse entre abrazos y susurros de
desconcierto, Edward se apart y camin por el pasillo de la iglesia
hasta donde se encontraba la urna donde descansaba la hermana
Gabriela, que estaba siendo velada entre rezos y sollozos por parte
de su familia, la congregacin y amigos que la conocieron.

Se acerc y puso una mano sobre el fretro caoba y cerrando los

ojos por un largo tiempo, record momentos que la querida monja y
l haban vivido. Eran tantos recuerdos y tan variados que atesoraba
fuertemente en su mente y en su corazn que nadie le quitara eso, y
se lamentaba en ese momento no haber tenido tiempo de despedirse
o de agradecerle una vez ms lo que haba hecho por l.

"Pero usted sabe, monja, yo la quiero y lo seguir haciendo

aunque no est en esta tierra"

Hijo ante esa palabra, Edward abri los ojos, saliendo de su

introspeccin, levantando la vista y viendo a Damian de pie junto a
l.

Trag grueso y mir a su padre como pidiendo una explicacin, y es

que la necesitaba en ese momento. Damian se atrevi a poner una
mano sobre su hombro y apretarlo levemente, torci la cabeza hacia
un lado, seal implcita para que se apartaran del fretro para poder
hablar. Cuando se recluyeron detrs de unos pilares, oyendo de
fondo los rezos constantes, el padre de Edward tom la palabra.

Yo yo me siento tan culpable

Puedes puedes explicarme qu es todo esto, Damian?

Puedes al menos darle claridad a mi cabeza sobre cmo o por qu
alguien querra matar a una monja, maldita sea? pidi con la
mandbula tensa, apretando sus puos. Y no es que l estuviera
culpando a su padre, pero necesitaba que alguien le explicara todo
ese caos, esa pesadilla que sinti estar viviendo.

No puedo explicarte eso, porque no lo entiendo ni yo. Pero ya

puse a trabajar a toda la gente para hacer averiguaciones

Y qu has conseguido?

No mucho, Edward, apenas han pasado unas horas. La bala la

bala que mat a la hermana Gabriela est en manos de balstica.
Prometieron agilizar la investigacin pero tengo un
presentimiento.

A qu te refieres?

Esa bala no era para ella, Edward. La hermana Gabriela no tena

enemigos, es ilgico. Adems, esa casa est vaca porque la estn
arreglando, Quin iba a querer meterse para robar, o quien iba a
querer robarle una monja? Adems, su visita all fue furtiva

Entonces, Damian, por qu maldita razn la hermana Gabriela

est muerta?! pregunt alzando un poco la voz. Tuvo que cerrar
los ojos e inspirar, recordando donde estaba.

Edward, lo averiguaremos.
Dices que esa bala no era para la monja, entonces?

A caso no es lgico? pregunt retricamente. Era para m,

Edward.

Mierda! exclam ronco, pasando sus manos por el cabello,

como desesperado. Sin duda el hombre en su teora tena razn.

Daremos con el mal nacido que hizo esto, Edward. Te lo juro.

No tienes que jurrmelo sentenci, girando su cabeza hacia el

fretro rodeado de cirios blancos. Porque l se iba a encargar de
estar frente a frente al hijo de puta que hizo eso y descargara toda
su ira sobre l.

Algunas personas no son de este mundo, eso al menos dice mi

abuela, habr sido el caso este de la hermana Gabriela? S... yo
tambin tengo penita... pero as es la vida...

Bueno, como siempre, mil gracias por vuestra compaa,

comentarios, buena vibra y todo eso que ustedes se empean en
darme. Las quiero mucho! 3

Gracias a doa Maritza Mx por ayudarme con este captulo con

la edicin y todo eso, y a miss Manu de Marte por los adelantos
que les regala en el grupo de facebook. ( groups/Subversivas/)

Bueno, eso es! Nos leemos la prxima semana? Con el ltimo

captulo de este ao 2014.

Besotes a todas y ya saben que las quiero mucho 3

UN BESO A TODAS Y NOS VEMOS MAANA ;-)

*Chapter 30*: Chapter 30
LTIMO CAPTULO DEL AO!

A LEER!

=)

Captulo 29.

Edward no cerr los ojos para descansar en ningn momento,

mantenindose estoico y despierto; sentado en una de las bancas de
la capilla donde velaban el cuerpo de la monja. Su esposa no haba
querido dejarlo solo y muy probablemente no lo hubiera permitido,
pues la necesitaba a su lado. Eso s, ella no pudo evitar otra vez
cerrar los ojos y dormirse sentada en su regazo por unos cuarenta
minutos, mientras l inspiraba su aroma a rosas que en algo lo
calmaba. El resto de sus amigos, tambin se quedaron velando a la
hermana Gabriela, en silencio, incrdulos todava, sobre lo que
haba ocurrido.

Una vez que su cuerpo fue llevado al cementerio, fue introducido en

el nicho de la congregacin que la alberg y mucha gente llor en la
despedida de la religiosa todos menos Edward, quien se mantuvo
estoico, comindose la pena, sintiendo la rabia fluir de dentro de su
cuerpo. No dijo ni una palabra, se mantuvo mudo, pues la verdad,
no tena nada que decir. La vida simplemente no lo haba preparado
para enfrentar una pena como esa.

Bella no pudo evitar preocuparse, pero quiso respetar esa firme

mudez, entendiendo por el dolor que su marido estaba atravesando.
Slo esperaba que en algn momento se abriera a ella y se
desahogara, pues quera confortarlo de cualquier manera y de
momento, saba ella que su presencia ayudaba un poco.

El matrimonio se retir cuando ya todas las personas se haban ido.

l inspir fuerte y subi sus ojos al cielo cubierto de nubes,
regresando su vista hasta su mujer, que tena sus ojos verde miel
enrojecidos por el llanto, rodeados de ojeras. Tuvo la sensacin
incluso que haba perdido peso, y se lo hizo saber.

Por qu ests ms delgada?

Bella arrug la frente y mir a Edward un poco desconcertada. Por

qu estaba reparando en eso ahora?

Qu?

Ests ms delgada, te has estado alimentando bien? Has

descansado durante mi ausencia? Tienes ojeras.

Yo S. Normal respondi, alzndose de hombros.

De cualquier forma necesitas descansar. Irs a casa ahora y te

meters a la cama, no antes de comer algo. Yo me reunir con los
dems en casa de Jacob

Entonces yo tambin voy!

No! T vas a casa y hars lo que te digo.

Entonces t tambin deberas ir a descansar

Descansar, dices?! Crees que podr descansar?! Apunt

con el dedo ndice hacia donde haban sepultado a la hermana
Gabriela, sin quitar sus ojos furiosos de Bella. All, hay una
mujer muerta y hasta no saber el por qu y quin lo hizo, no podr
descansar! Para ti puede ser fcil, pero para m no lo es. Ella
significaba mucho para m, Mucho!

Bella baj su vista y trag grueso, asintiendo con la cabeza. Edward

estaba dejando salir su rabia frente a ella y no le quedaba otra que
aguantarse. Quizs en otro momento, hubiera levantado la voz para
discutirle, pero prefiri callar. Solt entonces la mano de su marido
y le habl sin alzar la vista hacia l.

Le pedir a mi ta que me lleve. Me ir a su departamento dio

un paso al costado y con la idea de alcanzar a su ta que
caminaba entre la gente a metros adelante de ellos, pero antes
que pudiera alcanzar ms distancia, su marido la sujet por el brazo
y evit que siguiera andando. Edward no demor en rodearla por la
cintura y levantar su mentn para que lo mirara. Dej su frente
pegada a la de ella cuando se disculp.

Perdname, por favor perdname, pero todo esto me tiene

S cmo te sientes intervino ella triste, mirando los ojos

oscuros de su esposo, pero quisiera ser yo con quien te
desahogaras y no que me apartaras y salieras corriendo lejos, pero
an ms importante que eso es que no has comido, ni has dormido y
el resto de los muchachos tampoco, crees que acaso que podrn
pensar en teoras, cuando esto est tan reciente? Ni siquiera llevan
24 horas de investigacin, Edward. S que tienen cosas que tratar,
pero apenas hemos enterrado a la hermana Gabriela.

El planteamiento de Bella, haba sido preciso y certero, nadie, poda

rebatirle de tener razn, pero aun as, Edward no dio su brazo a
torcer.
No puedo quedarme sin hacer nada.

Bella suspir, sabiendo que esa sera la respuesta de su marido.

Movi sus hombros y se apart del agarre de su esposo. Ella
tambin estaba triste y cansada, agotada a decir verdad.

Entonces ve con ellos. Yo ir con mi ta. Cuando regreses al

apartamento hzmelo saber, me reunir all contigo y otra vez se
gir y comenz a caminar hacia la gente para alcanzar a su ta, pero
otra vez la mano de hierro sobre su brazo la detuvo. Se puso en su
camino y la abraz de nuevo, fuertemente, evitando que ella se
soltara. Hundi, como adoraba hacerlo, su rostro en el hueco de su
cuello y lo bes. Dios! Deseaba irse a casa con ella, encerrase a
solas con su demonio y descansar en sus brazos, pero no podra
hacerlo.

No te estoy apartando, Bella susurr en su odo. Slo quiero

que descanses. Ser una hora, quizs dos, pero en breve me reunir
contigo, te lo prometo. Quiero tener un rato de paz y llorar a solas
contigo si es necesario, pero necesito hablar con ellos.

Entonces djame ir contigo. Yo tampoco podr descansar.

l apart su cara del cuello de su mujer y la mir, bufando.

Eres terca, demonio. Movmonos entonces para regresar luego a

casa. Necesito estar a solas con mi esposa.

Gracias concedi ella, alzndose sobre la punta de sus pies

para besar a Edward en agradecimiento. l la apret an ms y ella
aprovech el espacio para colar sus manos bajo el abrigo negro que
llevaba su marido. Descans su cabeza en su pecho mientras l la
meca ligero de un lado a otro, soltando pesados suspiros.
Estoy esperando despertar de esta pesadilla, sabes.

Lo s, para m tambin lo es. Pero aun as, aunque creas que esto
es una pesadilla, quiero que me veas y sepas que te amo y que estoy
contigo.

l no pudo hacer otra cosa que aferrarla a l y cerrar los ojos

deteniendo las lgrimas que amenazaban con agolparse en sus ojos
por la mezcla de sentimientos. La pena profunda de perder a una
amiga y el amor tan grande lleno de luz que su mujer traa para l
cuando todo alrededor era negro.

Vmonos, mujer. Ser breve lo que trate con el resto y luego te

llevar a casa para cerciorarme de que te alimentas y descansas.

Est bien concedi ella, soltndose de los brazos de su marido,

y tomndose de la mano caminaron hacia la salida del cementerio,
donde ahora descansaban los restos mortales de Gabriela, una vivaz
monja que se llev a la tumba el secreto de quien la haba matado.
Secreto que sus muchachos, como ella le deca al grupo de amigos
comandados por Edward, no demoraran en develar para hacer
justicia.

**oOo**

Tengo un presentimiento muy fuerte, pero siquiera pensarlo me

provoca nauseas reconoci Damin a James mientras esperaban
en su apartamento a que llegaran el resto de la gente con quienes se
reuniran, Edward, Jacob, Garrett y Emmett. Hace tres das haba
muerto la hermana Gabriela, los mismos tres das que una sospecha
siniestra cruz su cabeza y no lo estaba dejando dormir.

Y quin pudo haber querido matarte? pregunt James.

 Quin quiere matarte, pap?! se oy desde el pasillo la voz
de una nia asustada que sobresalt a los dos hombres. Damian se
levant y camin hacia ella, frunciendo su ceo.

Qu hemos hablado sobre or conversaciones ajenas?

No estaba oyendo conversaciones ajenas, slo pasaba rumbo a

la cocina cuando o a James! Quin quiere matarte, pap?!
pregunt lloriqueando Beatriz. Y no era para menos, or que alguien
pudiera querer herir a su padre, le pondra la piel de gallina a
cualquiera, an ms si se trataba de una nia de doce aos. l
inspir y se inclin sobre la silla de ruedas, besando la cabeza de su
hija.

Bea, recuerda que James est medio loco y no sabe lo que dice
susurr como en secreto y casi en tono de broma. Nadie aqu
quiere matarme, est bien?

Beatriz pestae y mir a su padre directo a los ojos para saber si le

estaba diciendo la verdad, convencindose de que as era.

Ser que James est viendo muchas series policiales?

Probablemente eso y que no tiene novia.

Una novia hara que ocupara su tiempo y dejara de ver series

policiales, verdad, pap?

Eso es cierto sonri y tom el rostro de su hija entre sus manos,

besando su frente antes de exclamar con orgullo. Qu inteligente
eres, hija ma!

Lo s! Asinti ella, dejando pasar lo que haba odo.

Uhm crees que Alice falte a su cita? Por eso de que muri una
persona que ella quera mucho.

Confirm esta maana que vendra por ti, no desesperes.

Y dijiste que Edward tambin vendra.

Y lo har, pero tenemos una reunin importante, as que, antes

que preguntes, dudo que Bella lo acompae.

Qu lstima. Hace tiempo no la veo y me cae bien, crees que le

caigo bien a ella? Y a Edward?

A quin podra caerle mal mi hija, eh?

El timbre son en la estancia, tomando Bea la iniciativa de mover su

silla de ruedas hacia la puerta de entrada y recibir a quien viniera de
visita, esperando que fuera Alice. Pero se encontr con cuatro
caballeros en la puerta, comandados por su hermano, quien torci la
boca cuando la vio y sacudi su cabello como muestra de cario.

Hola Edward! salud ella alegremente. Es verdad que

Bella no viene contigo?

No, hoy somos slo varones. Lo siento.

Ya saba pasen.

Cada uno de los acompaantes de Edward salud a la nia antes de

dirigirse a la sala a reunirse con el dueo de casa y su abogado.
Cuando estos se ubicaron, Damian pidi un segundo para asegurarse
que cierta chiquilla no anduviera rondando por ah. No sera bueno
para su estabilidad emocional or lo que tenan que conversar.
Digamos que se arrepinti de citarlos ah, pero no confiaba de
hacerlo en otro lugar.
Antes que pudiera ir a cerciorarse que su hija estaba en la recamara,
ella sali a toda velocidad otra vez por el pasillo, con su mochila y
su chaqueta sobre las piernas.

Ya est aqu, pap, Alice me est esperando all abajo!

Edward se levant como hipnotizado por el nombre de su hermana

y camin tras Damian hacia la puerta de salida, por donde Beatriz
se apresuraba a salir.

Alice?

Sip! Pasar la noche en su departamento viendo pelculas y

comiendo palomitas de maz! No quieres venir?

No creo que no.

Otro da t y yo podemos ver pelculas si quieres y si Bella

quiere.

Seguro. Lo arreglaremos respondi Edward, torciendo su cara

a la sonrisa de Bea, encantado por el entusiasmo de su hermana
pequea a pasar tiempo, tambin con l.

Regreso en dos minutos. Ir a dejar a esta dama abajo y regreso

indic Damin, empujando la silla de ruedas de su hija, mientras
Edward se quedaba afirmado en el marco de la puerta.

Adis Edward! grit Beatriz antes de entrar en el elevador,

agitando rpidamente su mano. l la levant en seal de despedida
antes que ambos desaparecieran en el cubculo, regresando
entonces a la sala.

Ven ac, Edward! James tiene un informe preliminar de

balstica le indic Garrett, que ya estaba comenzando a hablar
con los dems, y revisando algunos documentos que James haba
llevado.

De qu se trata dijo l, tomando los papeles de sobre la mesa

de centro.

El arma homicida fue inscrita a nombre de un tal Martin Ross, ex

miembro de la polica uniformada en la poca de los setenta, pero el
arma fue declarada como robada un ao despus de su inscripcin.

Y qu sabemos de ese hombre? pregunt Jacob a James.

Que est bajo tierra desde hace veinte aos o algo as.

Maldicin.

Y los peritajes en la casa? quiso saber ahora Emmett, que

estaba desesperado por comenzar l mismo con la bsqueda del hijo
de puta que mat a la monja.

Todo es complicado, pero siguen trabajando en eso.

Complicado, por qu? gru enojado.

Haba mucha gente entrando y saliendo de la propiedad, que se

ha hecho eterno la toma de muestras dactilares. La mayora son de
los trabajadores de la casa, quienes declararon que la hermana
Gabriela lleg ese da a la cita con Damian. Ellos se retiraron y a
ella no le pareci problema esperarlo all. Dijeron que estaba
encantada recorriendo el jardn

Un momento detuvo Edward las palabras de James no nos

podemos centrar en buscar al asesino entre ellos. Nadie querra
matar a una monja, por vida de Dios.

En eso tienes razn intervino Damin de regreso en la sala para

reunirse con los caballeros, debemos centrarnos en investigar a
quienes quieren verme bajo tierra.

Tienes algn enemigo, Damin? pregunt Garrett, frunciendo

su entrecejo.

No que yo sepa aunque

Aunque? insisti Edward.

Una persona una vez me quiso hundir y no lo consigui

respondi mirando a su hijo. Implcitamente l le haba dado la
respuesta.

Edward se levant del silln y comenz a pasearse por la sala,

furibundo, como a punto de explotar. Por supuesto que l saba
quin era la persona que quera ver bajo tierra a Damian y de ser
ciertas las conjeturas

Emmett, pon a trabajar a tus contactos solicit Edward muy a

su estilo. Que sigan la pista de Elizabeth y que averigen todo lo
que hizo durante la ltima semana. Revisa si tiene conexin alguna
con el hombre dueo del arma.

De verdad, crees que ella.?

A caso no la crees capaz, Jacob? pregunt Edward con voz

ronca, con cada musculo de su cuerpo tenso por la rabia.

"Maldita vieja si fuiste t la que mat a la monja"

Bueno pues, yo tambin quiera saber si esa vieja desquiciada
tuvo algo que ver, as que me voy dijo Emmett, levantndose de
su sitio. Pas por el lado de Edward para saber si necesitaba que lo
llevara a algn lugar, a lo que Edward simplemente contest
negando con la cabeza, mientras miraba por la ventana.

Bueno, creo que de momento es todo. Estar sobre el proceso

para agilizarlo lo ms rpido que pueda concedi James,
ponindose de pie. Me voy.

Gracias James agradeci Damin con un apretn de manos.

Nosotros tambin nos vamos, no, Garrett? pregunt Jacob a

su amigo.

S, vmonos. Y mantenme al tanto de lo que averiges, Damian,

por favor.

Pierdan cuidado.

No te vas, Edward?

No.

Bien pues. Estamos en contacto, caballeros dijo Garrett antes

de salir de casa. Y all quedaron Edward y su padre a solas.

Qu hars con la casa, entonces?

Uhm no estoy seguro a Bea le encanta, pero porque no sabe

lo que pas ah. Los trabajos estn estancados. No s. La verdad
no s qu hacer. Quizs lo mejor sea buscar otra casa;
verdaderamente no me sentira bien viviendo all.
Lo entiendo inspir mirando fijo hacia el frente. Damin,
quiero que comencemos a liquidar la empresa de Elizabeth. Estoy
exhausto, ya no quiero estar ms all, menos ahora no tengo
cabeza, quiero descansar, estar con mi mujer. Quiero desligarme
de todo lo que tenga que ver con ella.

Damian asinti, recordando de momento a otro la charla que Bella y

l haban tenido aquella vez que lleg a la sala de juntas de "Masen
& Co" en estado de shock. Record la duda que tena sobre su
embarazo, no habiendo sabido nada ms despus de eso. Por lo que
supuso, todo haba sido una falsa alarma.

Uhm est bien. Voy a comenzar a agilizar lo necesario para

comenzar a liquidar la empresa.

He pensado en la hermana Gabriela, sabes? Ella no dejaba de

repetirme que desistiera de la venganza, que haba otras maneras de
hacer que Elizabeth pagara el dao que hizo, pero Dios, esa
monja poda sentir compasin hasta por el ms prfido! Ya quisiera
yo tener la misma misericordia de esa mujer

La extraas, verdad.

Despierto pensando que ha sido un mal sueo, y es duro

percatarse de que no es as. Estoy jodidamente triste! exclam
aquello con rabia, pasndose la mano por el cabello. Aquello hizo
que las entraas de Damian se agitaran, queriendo tener la
suficiente confianza con l como para abrazarlo y confortarlo, pero
haba una barrera que segua levantada. Damian saba que su hijo
haba credo su historia y que poco a poco lo estaba dejando entrar
en su vida, pero l necesitaba or de su campen los te quiero que
cuando pequeo no se cansaba de decirle.
Hijo susurr, poniendo levemente la mano sobre el hombro
de Edward, cmo puedo ayudarte

Has ayudado mucho y te lo agradezco. Pero nadie puede hacer

nada con esta pena

Lo s suspir, quedndose en silencio un momento, antes de

proponer a su hijo lo acompaara con una copa de coac. Edward
asinti dirigindose con Damian hacia el barcito en una esquina del
saln.

**oOo**

Elizabeth estaba sentada sobre la cmoda cama de hospital, estoica,

mirando hacia la ventana de su habitacin, recordando cmo era
que haba llegado a parar all.

Odiaba cuando sus planes no salan como ella los trazaba y lo que
pas hace das atrs se le sali de sus manos. En las noches, a veces,
cuando cerraba los ojos para dormirse, la imagen de aquella tarde
apareca ntida en su cabeza Cmo diablos fue a equivocarse
tanto?!

Record cuando se dio la vuelta, espantada por la voz de una mujer,

no midiendo su reaccin, olvidando que llevaba un arma en su mano
temblorosa, la que temblaba sin control. Ni en sus peores sueos
ella se imagin matando a una monja, por muy mal que le cayera
esta.

La monja que estaba desangrndose en el suelo se haba cruzado en

los planes de Elizabeth Masen, que haba llegado hasta aquel lugar,
para encontrar a Damian Brandon y acabar con l por sus propias
manos, como jur hacerlo.
El maldito hombre, haba llegado a meter su nariz en sus asuntos,
aduendose de la participacin de los inversionistas britnicos,
aumentando su participacin en su empresa, siendo esa, la gota que
rebals el vaso.

Estaba decidida. Ella iba a hacerlo desaparecer para siempre.

Ese da sac de su caja fuerte el revolver que siempre mantena

cargado y llam a la oficina del tipo ese, hacindose pasar por una
amiga para saber su ubicacin. Si estaba en "Masen & Co" buscara
un lugar en el edificio para hacer el trabajo, aunque el lugar donde
lo encontrara no iba a ser obstculo. Slo estaba pensando en lo que
deba hacer, ni siquiera pens en las consecuencias, ya eso lo
arreglara despus.

La secretaria de Damin, le inform que su jefe estara en la casa

que estaba arreglando, que ah poda encontrarlo. A ella le pareci
estupendo: una casa deshabitada donde no hubiera rastros de su
presencia all.

Cuando llevada por su chofer llega al lugar donde la tonta secretaria

le dijo lo encontrara, se baj indicndole al chofer que mantuviera
el motor encendido pues lo que ella hara adentro sera rpido.

Entr sin dificultad a la casa y camin hacia la sala esperando que

el mal nacido apareciera. Oy pasos detrs de ella y una voz
femenina que la puso nerviosa, girndose y por acto reflejo,
levantando el revolver e impactando certero a la monja en el pecho,
quien cay ante sus ojos.

Maldicin!

Atin segundos ms tarde a salir rpidamente de all, antes de

percatarse siquiera si haba alguien ms adentro. Camin derecho a
su coche y le orden a su chofer que la sacara de all lo ms rpido
posible y que tomara una ruta alternativa. Necesitaba refugiarse en
su casa lo antes posible.

Rpido, Den! vocifer con voz tensa a su chofer, mientras

sus manos temblorosas sujetaban con fuerza su cartera de charol
blanco donde haba guardado el revolver. En ese momento,
Elizabeth se arrepenta de no haber trazado un plan ms detallado,
aunque estaba segura, que sus contactos en la polica la ayudaran a
encubrirla. Pero ahora y producto del espasmo tras el error que
cometi, no la estaba dejando pensar con calma. Qu iba a hacer?
Cul sera su coartada?

Tras respirar hondo por varios minutos, decidi llamar por su

telfono mvil a su doctor, indicndole que lo esperara en la clnica
donde le dijo a su chofer que se dirigiera. Una mujer mayor,
enferma y hospitalizada, no podra haber estado en ese lugar. Esa
sera su coartada.

Den, necesito saber qu tan leal eres conmigo.

El viejo chofer mir a su patrona por el espejo retrovisor y esboz

una confiada sonrisa.

Puede confiar en m, doa Elizabeth, usted, lo sabe.

Elizabeth levant su mentn e inspir antes de darles las

indicaciones a su choferahora colaborador y decirle los
beneficios de su ayuda.

Enseguida lleg al hospital donde trabajaba su viejo amigo y mdico

de cabecera quien era director del recinto, hacindosele fcil que la
hiciera ingresar segn lo que ella le solicit:
Mira, estoy estresada y necesito estar aqu un par de das. Pero
detuvo explicacin, llamando la atencin de su viejo amigo y
cmplice La idea es que hagas mi ingreso desde antes, o sea, que
parezca que al menos hoy cumplo dos o tres das aqu. Puedes
ayudarme?

Sabes que s, Elizabeth.

Y presumo que esperas alguna clase de recompensa

As es como se mueve esto. Si quieres mantener mi boca cerrada,

ya sabes cuantos ceros debes ponerle a la cifra en el cheque.

Ella buf, sacando de su cartera el talonario de cheques para darle

al hombre el precio por su ayuda y su silencio.

As haba llegado doa Elizabeth Masen a la clnica donde en ese

momento se encontraba. Suspir entonces, levantando sus ojos al
cielo y suspirando, pensando en cmo lo hara para llevar
finalmente sus planes a cabo, porque ella como diera lugar acabara
con el desgraciado de Damian Gerber. Con sus propias manos.

**oOo**

Alice entr a su apartamento empujando la silla de ruedas de su

hermanita, a quien en poco tiempo le haba tomado un cario
sincero. Apareci entonces un hombre alto, sonrindoles a las
recin llegadas. Alto, de cabello ondulado y rubio, con ojos verdes
muy expresivos. l era Jasper, novio de Alice.

Bienvenidas! Exclam acercndose a ella, dejando un suave

y tierno beso en la boca de su novia e inclinndose a continuacin
frente a Beatriz. Hola seorita, yo soy Jasper.
Yo soy Bea.

Eres muy linda, Bea, tal y como Alice me lo dijo.

Beatriz respondi con una sonrisa y no pudo evitar sonrojarse por el

cumplido, que ese hombre tan guapo acababa de darle. Enseguida
se levant y abraz a su novia, preguntndole cmo se senta. Ella
simplemente asinti con la cabeza y un amago de sonrisa.

Bueno, es momento que me vaya. Es noche de chicas y yo, nada

tengo que hacer aqu indic, besando el tope de la cabeza de
Alice.

Si quieres puedes quedarte y hacernos compaa sugiri Alice,

tomndole la mano.

Oh, no. No quiero interrumpirles, adems yo ya hice planes con

mis hermanos. No puedo faltar.

Se despidieron entonces, prometiendo llegar al da siguiente

temprano para desayunar con ellas. As ambas damas se quedaron
solas, listas para comenzar su noche de chicas, como Jasper haba
dicho. Se ubicaron en la sala, dejando Beatriz, su silla de ruedas a
un lado para sentarse sobre el cmo sof de felpa rojo, que
destacaba en el espacio, frente a un gran televisor de plasma
empotrado en la pared.

T ests triste, como todos los dems coment Bea, mientras

Alice encenda el televisor. Se sent junto a ella y lanz un suspiro
cansado, asintiendo a la observacin de su hermana.

S, estoy triste.

S yo s de eso. Cuando muri mi abuelito, tambin me puse

triste la monjita era algo tuyo y de Edward?

Bueno la conoc cuando era pequea. La quise mucho, sabes?

siempre fue muy buena conmigo en realidad lo fue con todo el
mundo. Era una mujer noble

Es que era monja.

Ms all de eso cerr los ojos y no pudo evitar emocionarse

al recordarla. Para ella tambin haba significado un tremendo
shock la noticia de su muerte, la que no tena sentido. Pero quera
dedicarle tiempo a su hermana y olvidarse por un rato de esa pena
tan grande, aunque fuera por un rato, as que abri los ojos y mir a
su hermana, que a su vez la miraba con preocupacin a ella. T
me ayudars a no sentir tanta pena, est bien?

Seguro. S de unas pelculas que puedes hacerte rer mucho

Pues busqumoslas de una vez. Creo que deberamos preparar las

palomitas de maz antes de ello, no crees? Se puso de pie e hizo
un movimiento de cabeza hacia el sector donde se emplazaba la
cocina. Me ayudas?

S! Me encantan las palomitas de maz dijo, mientras Alice la

ayudaba a subirse de regreso en su silla de ruedas. Crees que
algn da podamos hacerlo con Edward?

A Alice se le hel la sangre. Saba la respuesta a esa pregunta y sin

dudarlo hubiera dicho que no, pero no poda responder as a su
hermana pequea, aunque ella era lo suficientemente perspicaz para
intuir que a ella no le agradaba mucho la propuesta.

Por qu ests enojada con Edward? pregunt muy

naturalmente. Alice se puso un poco nerviosa, pensando rpido en
cmo evadir el tema, pero Beatriz no iba dejarlo estar.

Por qu dices eso empujando la silla a la cocina, esperaba que

de verdad la nia no siguiera preguntando y se concentrara en las
palomitas de maz.

No s nunca los he visto juntos, y cuando le pregunto a pap,

se pone ms nervioso que t, dicindome que son figuraciones mas.
Siempre me dice eso cuando intenta ocultarme algo. Adems, nunca
te he visto con l.

Han pasado cosas cosas de grandes que ms adelante

comprenders

Ya soy grande.

No lo suficiente sonri y acaricio la barbilla de su hermana,

sacando lo necesario para ponerse manos a la obra en la cocina,
mejor cuntame de ti. Te ha gustado la ciudad?

Beatriz rod los ojos por lo evidente con que su hermana mayor
evitaba el tema. Pero ya saba que estaba triste por la muerte de la
monjita, y pens que sera mejor no insistir y provocar su enojo.

S. Me gusta, aunque estoy esperando que mi pap se decida a

ponerme en una escuela. No quiero profesores particulares.

Tenas profesores particulares? pregunt Alice, abriendo la

bolsa de maz para verterla en una olla de metal. Indic con la mano
el refrigerador detrs de Bea. Por cierto, en el refrigerador hay
refrescos. Srvete t misma.

Gracias respondi la nia, antes de mover su silla hacia el

frigorfico y sacar lo que su hermana le pidi, mientras responda a
su pregunta. S, tena profesores privados. Despus de mi
accidente, pap y mam quedaron temerosos y no volvieron a
enviarme a la escuela. Adems, me la pasaba en hospitales para las
operaciones.

Es cierto tu accidente fue a la salida de la escuela

S asinti, vertiendo refresco de frambuesa sobre dos copas que

haban sobre la mesa de cocina, pap dice que podr volver a la
escuela cuando me recupere, pero yo s que eso no va a pasar.

A qu te refieres?

A que mis pies reaccionen otra vez. Puedo or a los doctores,

sabes? ellos ya han dicho que casi es imposible, pero pap no deja
de insistir. Incluso aqu pidi una cita con otro doctor que me
checar no s cundo

Y cmo te sientes con eso?

Ya estoy acostumbrada alz sus hombros, mientras beba su

refresco, luego agreg, aunque haya cosas que no pueda hacer
nunca ms, como jugar baloncesto.

Jugabas bsquet?

Acababa de ingresar al equipo infantil de mi escuela cuando el

accidente ocurri. Me qued sin estrenar mi baln y mi equipo. Fue
una pena torci su boca y rasc sus risos rojizos, suspirando
como con pesar. Alice se apresur a meter la olla en el microondas
y se acerc a ella, abriendo una silla y sentndose a su lado. Tom
su cara y la mir a los ojos, acariciando sus pmulos rosceos.

Sabes que la silla de ruedas no debe ser un impedimento para

realizar tus sueos, verdad?

Quisiera que eso fuera cierto, pero

No, no, nada de peros exclam, acariciando su cabello,

jugars baloncesto y estrenaras tu equipo y tu baln. Yo voy a
ayudarte.

Estoy en silla de ruedas, lo olvidas?

Qu te acabo de decir?! No ser un impedimento, djame

ayudarte con eso.

Vale pero si me prometes que algn da jugaremos Edward,

pap, t y yo.

Otra vez la insistencia de Beatriz por el tema de Edward la dejaba

sin saber cmo responder. As que simplemente se acerc y abraz
a su hermana, no prometiendo nada.

Ya veremos.

Bea torci su boca mientras rodeaba los hombros de su hermana,

planeando ya en su cabecita la manera de juntar a sus hermanos, a
quienes haba aprendido a querer incluso antes de conocerlos. Sera
de grande la pelea que los haba distanciado, pero sera asunto suyo
el volver a juntarlos.

"Y aunque me salgan canas verdes voy a intentarlo hasta lograrlo"

pens, sabiendo que de paso le dara una gran alegra a su pap,
cosa que la entusiasmaba an ms. Su pap, sus dos hermanos y
ella s, ese sera su objetivo.
 Y se va el 2014! Bueno, hoy confirmaron sus teoras y
esperemos que la vieja esa pueda pagar en la tierra lo que le
hizo a la pobre monjita, verdad?

Gracias a todas por su apoyo durante este ao que se va, por

vuestra compaa y por su amor incondicional al ogro.

Esta historia est dedicada con mucho cario a todos ustedes.

Doa Maritza Mx es la encargada de editar este captulo a

quien le agradezco su apoyo, igual que a Gaby que sigue siendo
parte de esto, y a miss Manu de Marte (NIMO MI MANU!)

Recuerden, estn todas invitadas a pasar por el grupo

defacebook "Mar de sueos: letras de Catalina Lina" (
groups/Subversivas/)

Entonces, nos leemos en otro ao, ya saben.

FELIZ AO NUEVO A TODAS Y DISFRUTEN MUCHO

ESTAS FIESTAS.

UN BESO GRANDE, LAS QUIERO MUCHO! 3

*Chapter 31*: Chapter 31
A LEER!

=)

Captulo 30.

Haba llegado el da en que Bella deba sacar lo que llevaba atorado

hace das; lo ocurrido con la hermana Gabriela, puso en pausa sus
planes de hablarlo con Edward, pero ya haba pasado demasiados
das y su nerviosismo era evidente, adems de los sntomas, que le
recordaban que una personita, estaba creciendo dentro de ella. Por
lo que decidi ir aquella tarde a casa de su ta, que al da siguiente
sala de viaje de trabajo como sola ocurrir. Cuando se lo dijo, la
pobre Carmen se puso plida, mientras miraba a Bella como si le
hubiera salido una tercera cabeza o algo as.

A m, me va a dar algo! Me va a dar algo! exclam Carmen,

abanicndose la cara mientras caminaba de un lado a otro por el
dormitorio. Mientras su sobrina le ayudaba a hacer la maleta para su
viaje, coment como si nada que su regla no bajaba y que eso la
haba llevado a visitar al doctor, para enterarse que estaba
embarazada. No quiso contarle sobre los test de embarazo por los
que realmente se enter, ni mucho menos que corri al mdico
cuando record que haba continuado tomando anticonceptivos sin
saber de su estado, temiendo que algo pudiera pasarle al beb.

No te alegra, ta? susurr Bella, estrujando una camisa de lino

de su ta entre las manos. Carmen la mir y camin hacia ella,
quitndole la blusa y abrazndola por los hombros.
 Cmo no me voy a alegrar? Pero dime, t, te sientes bien con
la noticia? Y Edward, qu dijo?

Uhm yo este no no se lo he dicho an a Edward.

Pero Bella! Qu esperas, que se te note el vientre?

Por supuesto que no, ta

Y a todo esto, cunto tienes?

9 semanas.

9 semanas? Pero si llevas menos que eso de casada.

Ta

Lo saba! Exclam, alzando sus manos al cielo. Saba que

haba algo que te empuj a decirle que s al loco de tu marido
cuando te pidi matrimonio!

Claro que no! Si hasta hace muy poco me he enteradoyo

y en ese momento, brotaron las lgrimas de Bella, que se sent en
la cama y cubri su cara con la almohada. Carmen se sent junto a
ella y acarici su espada con ternura.

Qu tienes, mi nia por qu lloras.

Ay ta! Por todo! ltimamente lloro por todo, adems tengo

pena por lo de la hermana Gabriela y no puedo dejar de tener
susto

Susto por qu cario?

No s

Bella, no pude ser madre, pero s que los temores en una mujer
primeriza son normales, no debes asustarte. Slo debes preocuparte
por ti y el beb, nada ms. Te has alimentado bien?

S ms o menos siento nauseas.

Es normal, te dio el mdico alguna vitamina para tomar?

S.

Y ya tienes una ecografa del beb?

S asinti ella, secando sus lgrimas, dejando entrever una

sonrisa es apenas un puntito

Oh, Dios! Y no la tienes contigo?

No, ta. No se me ocurri traerla.

Bueno, ya me la ensears, cuando regrese de mi viaje. Ahora, no

te preocupes; ir a ver a la cocina si me queda algo de jengibre, es
bueno para las nuseas y preparar algo de comer, s? T descansa
un rato, ya regreso.

S, ta.

Bella se recost en la cama de su ta de costado, pensando en lo que

Carmen, le haba dicho sobre no tener miedo, pero cmo no tenerlo,
cuando no saba si su esposo estara feliz de recibir la noticia.
Durante los das anteriores, vio a Edward retrado y silencioso,
llegando muy tarde de la oficina y ms cansado que de costumbre.
Saba la pena por la que estaba pasando y ella no quera poner ms
motivos para que l se alterara. Pero cunto tendra que esperar?

El telfono guardado en el bolsillo de su jeans vibr, incorporndose

un poco para sacarlo y atenderlo. Cuando vio el nombre de Edward
en la pantalla, suspir antes de descolgar:

Hola susurr en saludo.

Dnde ests?

En casa de mi ta, como te dije.

Pens que habas regresado al departamento. Y ella cmo sigue?

Me dijiste que tena algo de gripa

Ella? Oh, est mejor, ahora mismo est en la cocina, yo estoy

ayudndola con la maleta.

A qu hora regresars? pregunt l. Bella se qued en

silencio por unos minutos, preocupando al ogro del otro lado de la
lnea. Sigues ah?

S, s. Yo sorbi su nariz y trag grueso quera quedarme

con ella esta noche, por si se siente mal o algo as

Estuviste llorando interrumpi Edward. Bella parpade

sorprendida.

Por qu por qu lo dices

Por tu voz, mujer. Respndeme!

S no ms o menos.
 Joder, demonio, esa no es una respuesta! Sabes qu? Voy
ahora para all

Edward, escchame! se apresur a responder. No pasa

nada, es slo que con todo lo que ha pasado, yo tambin me siento
triste, y echo mucho de menos a mi ta. Quisiera estar con ella por
favor.

Oy del otro lado de la lnea un fuerte suspiro. Saba que a l no le

gustara para nada, que se quedara en casa de su ta, pero saba
tambin que no coartara esa necesidad; adems, iba a obligarse a
descansar para al da siguiente hablar con l.

Pasar maana a verte antes de irme al trabajo, est bien?

concedi no muy contento.

Gracias Edward.

Cuida a tu ta, descansa y extrame, demonio.

Siempre, Edward dijo, y tras suspirar, colg el telfono. Volvi

a tenderse sobre la cama, mirando hacia el techo. Definitivamente
esa no era una mala noticia, pero saba el por qu de sus
nerviosismos. Seguro a su esposo, la noticia no lo hara saltar de la
dicha, pero saba que despus de procesar la noticia sera dichoso
igual que ella.

"No tengas miedo, Bella, l, va a estar tan dichoso con la noticia

como t, y va a amar al beb como ya lo amo yo". Se infundi
valor, secndose la lgrima solitaria que resbal, esta vez de
emocin, imaginndose la hermosa y feliz familia que formaran.

A la maana siguiente y cuando Carmen estaba ponindose su

chaqueta para salir, se oyeron dos golpes secos en la puerta,
corriendo Bella hasta all, pues saba quin era, no por la forma de
golpear sino por los escalofros que recorrieron su cuerpo. Apenas al
abrir, se le colg al cuello y bes su boca con hambre. l gimi y la
aferr por la cintura, devolvindole con la misma intensidad el beso.

Te extra dijo ella, restregando su nariz a la de l. Edward

estrech sus ojos, inspirando fuertemente.

Ms te vale. No me gusta dormir sin ti.

Procuraremos que no se repitasonri ella sobre sus labios tras

decir eso.

Buenos das, Edward dijo Carmen detrs de la pareja, como

hacindose notar. l gir a un costado a su esposa, sin soltar su
agarre de la cintura.

Carmen salud l, asintiendo con la cabeza.

Bueno, yo ya me voy. Regreso en cinco o seis das dijo,

tomando su maleta. Y se pueden quedar aqu; tienen mucho que
conversar.

Mucho que conversar? Pregunt l, arrugando su frente algo

extraado, mirando a la ta y luego a la sobrina, a quien vio tragar
grueso. Mujer?

Uhm

Me voy! se acerc Carmen a su sobrina y la abraz,

prometiendo llamarla. Luego palme el hombro de Edward.
Cuide a mi sobrina.

Despus que quedaron a solas, Bella muy nerviosa camin hacia la

cocina.

Quieres caf? pregunt, sacando tazas de del armario. Yo

tengo tiempo para uno, o quizs sera mejor un t. No tengo que
llegar temprano hoy a la oficina. Estamos muy adelantados con

Ven aqu, demonio lo llam su esposo desde la puerta,

caminando hacia la sala. Bella lo vio desde atrs con su abrigo gris
hasta las rodillas, su espalda ancha y su cabello bien peinado.

"Vamos Bella, lleg el momento Respira, respira"

Por qu Carmen dijo que tenamos mucho que conversar y por

qu te pusiste tan nerviosa? pregunt, con sus brazos cruzados,
muy quieto y serio.

Uhm no no estoy nerviosa dijo, contradicindose con su

voz temblorosa y con la forma en que retorca sus manos y sus pies.

Comienza a hablar, demonio.

"Joder, all voy"

Yo s que ejem yo s que es poco tiempo pero s que

habamos quedado en hablarlo y planearlo quizs para ms adelante,
pero pas y

Qu fue lo que pas, mujer? pregunt, comenzando a respirar

pesado, con sus ojos gris azulados estrechos y acusatorios hacia ella.
"Qu hiciste, demonio"

Yoyo yo

Estoy comenzando a perder la paciencia, demonio, y t sabes

Estoy embarazada.

Los ojos que hasta ese momento Edward mantuvo entrecerrados, se

abrieron hasta la desmesura. Dio un paso atrs, como si ella le
hubiera dado un golpe en el estmago, quitndole todo el aire. Sinti
la temperatura de su cuerpo elevarse, y como una olla a presin
estaba seguro que explotara.

Que t, qu?! grit, rojo de rabia. Ella trag grueso otra vez,
poniendo una mano en su pecho. Las palabras se atragantaban en su
garganta, negndose a salir para, explicarse o justificarse o lo que
sea. Joder, mujer! Maldita sea, cmo fuiste capaz!

Por qu por qu dices eso?

Te dije que no quera hijos! Maldita sea! ruji, apretando sus

manos, deseoso de comenzar a romper cosas. Bella a esas alturas
haba perdido las esperanzas de que l se calmara, y dejara pasar la
impresin inicial de la noticia, para luego calmarse y alegrarse

Dijiste dijiste que lo hablaramos

No voy a tener hijos! grit tan fuerte, que fue como si con sus
palabras mandara un golpe doloroso y certero a su esposa, quien se
tambale tras el impacto de sus palabras. Su llanto ya estaba
desbocado y el miedo ya se haba instalado en su corazn. Era peor
de lo que se imagin.

Tras unos minutos en que Edward cubri sus ojos con la mano,
pensando, la mir, percatndose ella, que algo de hasti haba en su
mirada, y hacindola temblar de momento.

Nos desharemos de eso, lo antes posible.

Bella jade y llev sus manos hasta su vientre para protegerlo
instintivamente. Qu haba dicho l?

Qu qu quieres decir

Lo que oste! Mierda, mujer! volvi a cerrar sus ojos, y sin

levantar la vista, camin hacia la salida del apartamento. Estoy
furioso contigo, como nunca antes lo estuve ni siquiera puedo
mirarte a la cara y tras decir eso, sali del lugar, dando un
portazo, dejando a su esposa temblando de miedo y con su corazn
roto.

No hars eso, Edward susurr con voz ronca por el llanto

no hars eso.

Corri entonces al bao y antes de meterse bajo el chorro de agua

caliente en la ducha, se inclin sobre el vter, como cada maana, a
devolver lo poco que haba comido.

**OoO**

Se siente usted mejor, doa Elizabeth? pregunt la diligente

ama de llaves cuando la duea de casa, lleg aquel da despus de
su estada de diez das en la clnica por un problema pulmonar. Eso
al menos deca el parte mdico que su amigo doctor le hizo.

Mejor.

Ese era el comunicado oficial que ella haba emitido para todo aquel
que preguntara. Fuera del pago que hizo en la clnica para que
hicieran todo para que esa historia fuera sustentable, con papeles de
ingreso, exmenes y todo eso, tuvo que hablar con un viejo
conocido en la polica, quien, desde siempre haba sacado tajadas
muy sustanciosas, cuando de ayudar a Elizabeth Masen, se trataba.
l, se dio el lujo de llamarle la atencin por actuar tan
precipitadamente, pero le asegur, que no se preocupara, que hara
desaparecer todas las pruebas que la hacan a ella, una sospechosa,
prometindole que ni siquiera, se enteraran que ella pis la casa de
Damin, aquel da. Tena que agradecer eso s que hubiese acudido
a l en ese momento, pues su retiro estaba tramitndose.

El chofer jur no decir nada, prometiendo y repitiendo que l nunca

haba llevado a su patrona a ese lugar. Den, el chofer de doa
Elizabeth, no saba lo que haba ocurrido dentro de los escasos
minutos que su jefa estuvo en esa casa, pero intuy que de nada
bueno se trataba. Pero para cerrar su boca con seguridad, ella se
encarg de enviarlo a una playa paradisaca de vacaciones junto con
su esposa, con todos los gastos pagados durante los prximos dos
meses.

Ha llamado alguien?

S, seora. Su crculo de amistades, ha estado preocupado por su

salud.

Bien. Ahora; lleva a mi recamara una taza de t. Estoy fuera de la

clnica, pero aun necesito descansar dijo, haciendo teatro sobre su
estado de salud. Su voz era rasposa, sus pasos lentos y su espalda
encorvada, como si en realidad estuviera convaleciente por los diez
das de tratamiento mdico. Doa Elizabeth Masen se mereca un
Oscar.

Cuando lleg a su recamara, la ama de llaves, lleg tras ella,

avisando de una imprevista visita que peda con urgencia hablar con
ella.

De quin se trata?
La seorita Charlotte, seora.

Elizabeth rod los ojos. Qu era lo que quera ahora esa mujer?

Dame cinco minutos antes de que la hagas subir hasta aqu.

Como ordene, doa Elizabeth.

Quit sus zapatos de charol y se recost sobre las almohadas de

plumas que usaba sobre la cama, acomodndose y dndose nimo
para recibir a su inesperada visita. Todo sea por las relaciones que
mantena con su aristocrtica familia.

Despus de los cinco minutos que haba solicitado, dos golpes

indicaron que, el ama de llaves, estaba all con su t y la visita.
Charlotte se apresur a entrar y acercarse a Elizabeth, dejando
sobre los pies de la cama un sobre marrn que llevaba con ella.

No saba que habas estado en la clnica, Elizabeth dijo

Charlotte con falsa preocupacin, tomndole las manos. Te
sientes bien?

Ahora estoy mejor, Charlotte. Gracias por preguntar dijo ella,

soltndose del agarre de su visita y tomando entre sus manos la taza
de infusin caliente que su empleada, dej sobre su mesita de noche
tras desaparecer de la habitacin. Bueno, qu te trae por aqu. Le
dijiste a mi empleada que es algo urgente.

Y lo es anunci Charlotte, caminando a los pies de la cama

para tomar otra vez el sobre marrn entre sus manos. Se trata de
Edward.

Otra vez con lo mismo?

Djame hablar, Elizabeth. Te advert que la relacin que Edward
tiene con tu rubia colaboradora, no es ms que una fachada, seguro
lo hizo para que t te tragaras el cuento.

Charlotte, han venido aqu, a almorzar juntos. He visto como se

miran, van juntos a eventos sociales. Es muy claro que ella ser la
futura esposa de Edward

"Eres muy estpida, Elizabeth Masen"

Me temo que vengo aqu para tirar a tierra tus suposiciones sobre
esa relacin. Y creo que te sorprenders con esto.

Extendi entonces el sobre tamao carta hacia la mujer, quien tuvo

que dejar a un lado la taza de t caliente para agarrar el sobre y
abrirlo enseguida. No saba de qu estaba hablando esa mujer y la
verdad es que quera deshacerse de ella cuanto antes y estar sola.
Le molestaba su presencia, ni siquiera estaba segura de cmo en
algn momento la consider una candidata ideal para casarse con
sus pensamientos quedaron estancados cuando sus ojos comenzaron
a leer el documento. Era un certificado de matrimonio, que le hel
la sangre.

El seor Edward Masen haba contrado matrimonio civil y legal

con la seorita Isabella Swan, el da 30 de junio.

Ley y reley muchas veces el documento que daba cuenta de la

barbaridad que su maldito nieto haba cometido, seguro para
molestarla a ella.

Y quin demonios es esa?! pregunt, elevando la voz y

mirando a Charlotte, que estaba frente a ella de brazos muy
cruzados, saboreando la victoria.
Isabella Swan, es una mujercita que trabaj en la empresa y que
fue despedida despus que su departamento

Se ms clara, Charlotte! grit, olvidndose de su actuacin de

mujer convaleciente. Levant la mano, pidiendo un momento, y
sacando su nuevo telfono mvil de su cartera, busc la fotografa
que haba guardado all de la mujercita esa. No era una foto
comprometedora como las que tuvo en algn momento, las que
Edward hizo desaparecer. En esa slo apareca la tal Isabella
saliendo de su trabajo, muy sonriente.

Al instante que Elizabeth tom el mvil entre sus manos, el ltimo

encuentro con esa mujer en el elevador vino a su cabeza y fue el
momento en que comenz a armar el puzle en su cabeza.

Esa chiquilla estaba embarazada, ella lo saba, lo vio en sus ojos

brillantes ese da. Y si ella estaba casada con su nieto, era sin duda
porque

Oh, Dios susurr, pasmada. Poco a poco, sin quitar los ojos
de la fotografa, la comisura de sus labios se elev, pensando
Charlotte que la vieja se haba vuelto loca.

"Pero por qu sonre?"

Sabes dnde trabaja? le pregunt, extendindole el celular

para devolvrselo.

S.

Elizabeth se inclin hacia su mesa de noche, desde donde sac una

libretita con una pluma, entregndoselos a su visita.

Anota aqu la direccin, por favor, Charlotte.

 Y para qu la quieres? quiso saber Charlotte, anotando lo que
ella peda.

Le har una visita de cortesa a la esposa de mi nieto, qu otra

cosa?

Charlotte neg con la cabeza, pensando que la vieja se haba vuelto

loca con la noticia. Dnde estaban los gritos? Las amenazas con
disolver el matrimonio?

Nada haba salido como ella haba planeado.

Olvidndose completamente del malestar que la tuvo en la clnica,

Elizabeth agradeci a Charlotte que le contara eso, pero le dijo que
quera descansar, puyes an se senta dbil. A la visita no le qued
otra que salir.

Se levant entonces y tom el directorio telefnico y hoje hasta

dar con el nombre de la empresa que Charlotte haba anotado en el
papel. Telefone pidiendo una cita con la seorita Swan, a lo que la
secretaria le dijo que de momento ella estaba copada. Elizabeth,
muy persuasivamente pregunt a qu hora la seorita Isabella se
retiraba de su trabajo, dndole la asistente la informacin, sin pensar
en que Elizabeth tramaba algo malo.

Y no es que ella tramara algo malo, muy por el contrario qu de

malo tena invitar a aquella nia, a su casa y tantear terreno con
ella?

Esper pacientemente a que la hora pasara, hasta que decidi

ordenarle al chofer de reemplazo, que la llevara a la direccin que le
dio.

Hicieron la guardia por unos veinte minutos, hasta que ella la vio
salir de la oficina. Iba ataviada con un abrigo rojo italiano que
llegaba hasta las rodillas, sobre unos pantalones negros de tela que
caan rectos sobre sus zapatos de tacn. Iba encorvaba caminando
con la vista en el suelo, aprovechando ella de pedirle al chofer que
hiciera andar el vehculo y la adelantara hasta ella poder tomarla
por sorpresa. Cuando el hombre lo hizo, Elizabeth, se baj del carro,
interceptando a la cabizbaja Isabella Swan, quien iba suspirando de
pena.

Qu sera de ella?

Isabella?

Al or su nombre, esta alz la vista y vio frente a ella a una sonriente

Elizabeth Masen. Estara soando? Sera que el embarazo tambin
causaba alucinaciones? Si no, por qu estaba viendo a la vieja
frente a ella, con una sonrisa estampada en su rostro?

Titube cuando la septuagenaria mujer se le acerc y la abraz,

soltndola casi enseguida. Su sonrisa segua pegada a su cara,
mientras Bella no daba de la impresin.

Querida, qu alegra. Vine a buscarte para llevarte a casa y tomar

una taza de t.

Pe perdone?

Eres ahora mi familia! Eres la esposa de mi nieto, y esperas a su

hijo

Seora, yo

Isabella, qu linda la adul la vieja, para desconcentrarla.

Acompaa a esta pobre vieja a tomar una taza de t. Tenemos
tantas cosas de qu hablar.

Seora, no creo que

Edward, estar encantado que t y yo, socialicemos. Estoy

segura!

"No lo creo" pens tristemente. Mir entonces a la mujer y pens

sobre qu perda yendo con ella. Quizs nada, quizs ganara en
saber muchas cosas sobre esa mujer, entender lo que se deca sobre
ella. Olvidando todo lo que se deca de ella, tras un suspiro, Bella
acept, acompaando a la encantada mujer hasta su coche, el que
se encamin hacia la mansin Masen.

Al llegar, una de las criadas las recibi en la puerta y sin mediar

saludo, Elizabeth orden:

Isabella cenar conmigo, prepara un puesto para ella.

Bella contemplaba el lujo neoclsico que ornamentaba la mansin

de la seora Elizabeth Masen, pensando ella que en su vida iba a
pisar un lugar como ese, y es que pareca un palacio aristocrtico,
con suelo real de mrmol incluso. Era espectacular.

No te quedes ah, querida. Ven conmigo, ya tendremos tiempo de

darte un paseo por la casa. Ahora tenemos un montn que hablar
dijo Elizabeth sutilmente, tomndole del brazo, llevndola a la sala.

Bella no est segura por qu, pero respondi cada una de las
preguntas que la mujer le hizo sobre su familia, de cmo conoci a
Edward y cmo fue que se casaron. Durante la cena ligera,
Elizabeth le habl de cuando encontr, a su nieto querido,
trayndolo a vivir con ella, pero cmo Edward haba criado ese
rencor mal fundado hacia ella.
Imagnate, estuve en la clnica internada y l ni siquiera se
apareci para visitarme coment con aparente tristeza, bebiendo
un trago de agua sin gas. Bella parpade, no tragndose las palabras
de esa mujer.

Quizs usted le hizo dao

Si lo hice, fue sin querer. Una es humana, y comete errores,

Isabella. La inexperiencia nos juega malas pasadas .Se apresur a
justificarse ella, poniendo una mano en su pecho.

Sin duda a doa Elizabeth Masen, se le daba muy bien la actuacin.

Ahora, me preocupa tu embarazo, querida

Le preocupa?

S, sobre todo por Edward. l ya lo sabe? Bella arrug la

frente y baj la cabeza.

S susurr.

Isabella, Edward probablemente. tenga problemas para criar a

ese nio. Creo que no est en condiciones para hacerlo no ser un
buen padre, lamento decirlo.

Por qu dice eso?!

Porque es mi nieto y le conozco. Conozco su temperamento y s

que es un hombre que no tiene en sus planes ser padre, o de lo
contrario, ya hace mucho hubiera formado una familia.

Bella trag grueso, pensando en la reaccin de Edward que a ella le

provoc tanto dolor.
"Nos desharemos de eso lo antes posible"

Quizs la abuela de Edward tena parte de razn, y quizs ella era la

culpable, pues probablemente l no estaba preparado, pero tena fe
en que podra llegar a amar a su hijo pero y si no?

Por eso quiero ofrecerte mi ayuda para criar a ese hijo. Sabes la
ilusin que me hace ver a mi heredero, crecer aqu, en esta casa que
mi propio nieto no aprovech? Edward no va a querer que yo me
acerque a l y pues me ir a la tumba sin ver crecer a mi bisnieto,
crees que es justo?

Si crea que era justo? Y era justo lo que ella le hizo a su hija? Lo
que le hizo a Damian? Lo que le hizo a Edward? Supo entonces
que tena que irse de all.

Debo irme dijo sin ms, levantndose rpido de la mesa.

Demasiado, pues un mareo repentino la hizo tambalearse y caer de
regreso a la silla. Elizabeth se le acerc, solcita, para ayudarle y la
sujet por el hombro.

Por nada voy a dejar que te marches de aqu en ese estado! Ser
mejor que subas y te recuestes un momento.

Yo, no

Por el bien de tu hijo, Bella, no me contradigas. Yo avisar a

Edward que ests aqu

No, no haga eso se apresur en decir. La verdad es que no

quera verlo y en ese lugar seguramente l jams imaginara que ella
se encontraba. Elizabeth no dijo nada y sin ms la ayud a
levantarse para caminar fuera del enorme comedor.
La instalaron en una recamara de invitados, donde la sirvienta la
ayud a quitarse el abrigo y los zapatos para luego recostarla sobre
la cama. Elizabeth le orden que preparara un te relajante para que
Bella pudiese descansar. Le dola la panza, la cabeza, estaba
mareada, aturdida y cansada, fsica y emocionalmente. Quera nada
ms cerrar los ojos y desconectarse de la realidad. Ese da haba
sido un completo fiasco y quizs eso mismo la hizo dejarse llevar
por la invitacin de Elizabeth Masen o inconscientemente quera
llevarle la contraria a su esposo, hacerle ver que ella era libre de
tomar decisiones.

Tras dar dos sorbos a su t, se relaj, y olvidndose de dnde

estaba, se qued completamente dormida. Elizabeth, que no se
apart en ningn momento de ella, levant la vista hacia la mujer
durmiente en la cama, triunfante. Se apresur entonces a tomar de
la silla, donde Isabella haba dejado su bolso y llevrselo de ah,
encerrando con llave, a la invitada, para impedir que saliera
huyendo. No antes de convencerla que ella, era su aliada y
asegurarse que ese nio crecera bajo su amparo, como deba de ser.

**OoO**

Edward paseaba de un lado a otro dentro de su oficina. Eran ms de

las diez de la noche y durante todo el da los tormentos llegaban a su
cabeza, sin piedad.

Se senta en el maldito centro del infierno.

Primero Elizabeth y todo lo que tena que ver con ella. Luego la
muerte sin razn de la monja Gabriela. Y ahora eso, un hijo. Era
demasiado.

Deba actuar rpido para detener que aquel feto, siguiera creciendo
dentro de su esposa, pensaba el ogro, como si la fecundacin de ese
nio, fuera una verdadera aberracin. Y es que, para l, lo era.
Cul sera el destino de ese nio? Heredar la enfermedad que l
hered de su madre, y que al parecer, su madre hered de su
abuelo? Obligarlo a vivir en psiquitricos, esclavo de pastillas,
viviendo al filo del descontrol, como l? No iba a permitirlo. No iba
a permitir que eso sucediera, que eso entristeciera a su mujer.

Cerr los ojos con fuerza, imaginndose a Bella embarazada de otro

que no fuera l, cruzndosele, sin evitarlo, el feo rostro de Sam,
enervndolo.

"No, no, no"

Pero era acaso ese, el miedo tan grande del ogro? Qu su hijo,
naciera heredando su mal?

Despus de mucho pensarlo, decidi colocarse su abrigo y salir

rumbo a su apartamento. Tratara de aclarar las cosas con su esposa,
hacindole ver que lo mejor era dejar el embarazo para ms
adelante, aprovechando l el tiempo de que la idea de concebir
pasara al olvido. Aunque saba que eso sera utpico, pues su mujer
soaba con hijos hijos que l no le dara.

Siempre fue cuidadoso con el tema de la proteccin, ms all de las

enfermedades por transmisin sexual, lo que a l le preocupaba era
no engendrar. Pero con su mujer, haba olvidado eso. Con su mujer
generalmente lo olvidaba todo, bajaba sus defensas. Pero ella dijo
que se estaba cuidando!, entonces cmo fue que ocurri? Le
habra tendido Bella, una trampa, intuyendo su posicin respecto a
la paternidad?

Manej su coche a toda velocidad hasta llegar a su apartamento,

entrando directamente a su recamara con la idea de encontrar a su
mujer ah, pero nada. Con inquietud recorri de punta a cabo el
piso, pero para su horror, todas las habitaciones estaban vacas.

Dnde te metiste, demonio susurr furioso, sacando su mvil

y marcndole, y para acrecentar su frustracin, este sonaba
apagado.

Furibundo, volvi a coger las llaves del coche que haba dejado
en la mesa auxiliar junto a la entrada y sali con rapidez rumbo al
estacionamiento, metindose en su carro y dirigindose hacia el
apartamento de Carmen. Al llegar all, golpe insistentemente, pero
nadie sala a abrir. Saba que Carmen no estaba, pensando l, que su
mujer se esconda ah y que simplemente no quera abrirle la puerta.

"No me quieres abrir, demonio?" dijo, antes de impulsarse hacia

atrs, y correr hacia la puerta con su pie derecho alzado, abriendo a
la fuerza la puerta que cedi ante el golpe.

Isabella! grit, dirigindose hacia el viejo cuarto de su mujer,

pero nada. Fue hasta la recamara contigua la de Carmen y
tampoco estaba all. Rebusc por cada lugar del pequeo
departamento, incluso dentro de los armarios y bajo las mesas, no
extrandole que ella se escondiera all, pero no. Ni seales de
Isabella.

Insistiendo con su celular, volvi a marcarle, recibiendo la misma

respuesta, que desde hace momentos atrs; dejndose caer sobre el
sof, temblando de rabia. Su enojo estaba alcanzando niveles
colosales, pensando en que su mujer se estaba escapando de l,
escondindose. Pero dnde? Quizs haba pasado a otro lugar y
llegara ms tarde, pero ya eran sobre las once de la noche Con
quin podra estar?
De nuevo, la fea cara de Sam Uley, se cruz en su mente,
comenzando a dar puetazos sobre los almohadones del sof.

"Que ni se atreva!"

Estuvo toda la noche en vela, sentado en la sala de aquel pequeo

apartamento, esperando que ella apareciera. Pero nada. Cerca del
amanecer, decidi regresar al suyo, con la esperanza de encontrarla
all, pero no haba rastros de ella.

La rabia inicial de no encontrarla, caa pesada sobre l, ahora con

desazn. Su mujer, al parecer, lo haba abandonado y l, estaba
bajando sus brazos de lucha por encontrarla.

Estuvo sentado en el despacho de su piso, pensando en ella,

mirando fijo a ningn lado en particular. Se atormentaba pensando
en cmo la conoci y cmo, desde el primer momento, esa chiquilla,
su demonio sonriente, lo haba desafiado.

Demonio sonriente.

Pens en su apodo, cavilando en las pocas veces, que haba

sonredo la ltima semana, todo por su culpa. Debi dejarla ir,
cuando estuvo a tiempo, dejarla vivir con alegra su juventud, pero
no pudo. Se enamor de ella como un manitico y todo lo dems le
haba importado nada. Su vida era ella qu sera de l entonces?

Su mvil que descansaba sobre el escritorio son rompiendo el

silencio en el que Edward estaba sumido. Se apresur a tomarlo,
con la ilusin de que su mujer hubiese visto la cantidad de veces
que le llam, pero su ilusin cay a los pies cuando vio el nombre
de Damin en la pantalla.

Dime.
 Edward, dnde ests? Llegu a la oficina y no te encontr, est
todo bien?

Bien? No paro de hundirme en la mierda

Qu ocurri?

No quiero hablar.

Dnde ests?

En mi apartamento.

Voy para all.

Ni tuvo ganas de rebatirle y ni siquiera habra alcanzado, pues el

preocupado hombre, colg, dispuesto a ir hacia l, aunque Edward
le pidiera lo contrario. Al cabo de veinte minutos Damian golpe en
su puerta, levantndose Edward como cuerpo muerto a abrirle.

Damian sinti un escalofro cuando lo vio tan demacrado.

Edward, qu tienes?

Mi mujer, me abandon respondi, dndole la espalda al recin

llegado y caminando de regreso a su despacho. Damian lo sigui, un
poco confundido por los dichos de su hijo.

Qu ests diciendo!

Lo que oste, maldita sea! gru entre dientes.

Y por qu Bella hara una cosa as?

Me dijo que estaba embarazada.

La boca de Damian se abri poco a poco. "O sea que era
verdad?! Sera abuelo?!" aun con esas dichosas exclamaciones
en su cabeza, no terminaba de entender todo aquello.

Podras podras explicarme?

Yo no quiero hijos. Y ella lo sabe.

Qu intentas decirme, Edward? Qu fue lo que le dijiste para

que ella, te abandonara?

Le dije que nos desharamos de l.

Damin vio todo rojo y con ella su instinto paterno, hasta entonces
guardado de Edward, sali a la luz. Camin hasta donde su hijo se
encontraba, de pie mirando por la ventana, y lo agarr con ambas
manos por el rostro. Damin, estaba molesto y Edward pareca un
ente.

Qu mierda, Edward?! Por qu le dijiste una cosa as?!

No voy a dejar que ese nio padezca lo que yo

Padecer qu cosa, hijo, por vida de Dios?!

Te ests burlando de m? A caso no recuerdas las crisis de

mam? Crees que yo voy al psiquiatra y tomo esas malditas
pldoras todos los das por gusto? Maldita sea! No voy a dejar que
eso vuelva a suceder!

Hijo susurr Damin con pena, con deseos profundos de llorar

. A qu le tienes tanto miedo

Miedo?
 Crees que me hubiera apartado de ustedes por voluntad propia?
Dios, hijo, yo amaba a mi familia y estaba desesperado porque no
tena los medios para ayudar a Clarisse! Exclamaba con
vehemencia, mientras su hijo lo miraba con sus ojos contritos.
Me alejaron arbitrariamente de ustedes! Jams hijo, jams los
hubiera abandonado por voluntad propia, jams!

Las fosas nasales de Edward se dilataban y su pecho suba y bajaba

pesado mientras el mpetu de sus palabras calaba en su cabeza y en
su daado corazn. El rostro de su padre reflejaba en aquel
momento la desesperacin y el dolor de un pasado del que ambos
fueron protagonistas.

Ser que Damin, tena razn? Ser que Edward en realidad tema
a que su historia de nio abandonado se repitiera? Sus padres se
amaban, pero eso no fue suficiente para mantenerlos juntos

Cuando Elizabeth se entere que ella y yo cuando se entere que

viene un nio en camino

Tu hijo, tu mujer y t, estn rodeados de un fuerte contingente de

proteccin, a diferencia de Clarisse y yo en el pasado. Tienen a
gente que los quiere, y esa muralla de resguardo es difcil de
penetrar, hijo. Adems, te juro que ella no le va a poner una mano
encima a mi nieto ni va a volver a hacer lo mismo contigo ni con
Alice, porque antes, la mato, Edward declar sin una pisca de
indecisin, aun con sus manos sujetando fieramente el rostro
contrito de su hijo. Me dijiste que queras acabar con lo que te
ligaba a Elizabeth, pues comienza a hacerlo. Comienza a pensar en
tu futuro con tu mujer y tu hijo. Yo estoy aqu, de regreso hijo, para
encargarme de lo dems.

No quiero que ese nio sufra lo que yo

No pasar, hijo. Y si llega a heredar el trastorno que padeca tu
madre, el que padeces t, cul es el problema? Eres un tipo
inteligente, profesional, que pese a todo, ha logrado salir adelante.
Coartaras la vida de un nio si viniera sin alguna extremidad o con
alguna otra enfermedad o malformacin? Tendra que yo haber
acabado con la vida de Beatriz cuando me dijeron que no volvera a
caminar?

Edward inspir y cerr los ojos. Su padre tena razn en todos sus
puntos, no poda negarlo, y haberlo escuchado lo hizo replantearse
su postura, pero aun as, l estaba muerto de miedo, como Damian
se aventur en afirmar.

Pero ella me abandon

Oh, claro que no! Exclam, soltando el rostro de su hijo,

palmendole el hombro. Necesita espacio, probablemente la
asustaste, pero s, que ella es terca y que no se dar por vencida
contigo. Pero t la conoces mejor que yo, crees que te
abandonara?

Lo hara si supiera que yo puedo poner en peligro su su

embarazo.

Pero no lo hars declar convencido Damin. Edward arrug

su frente y baj la cabeza hacia sus pies.

"No, no lo har"

Bueno, es casi medio da y tengo hambre, as que mientras

preparo algo en la cocina, ve por una ducha para refrescarte, se nota
que no has dormido. Lo necesitas.

Vale
Edward camin hacia la puerta de su pequea oficina para dirigirse
al dormitorio, pero antes que eso pasara, Damian lo detuvo con su
aseveracin:

Estar aqu, hijo, contigo. No me ir a ninguna parte.

Edward lo mir hacia atrs por sobre su hombro y asinti una vez
antes de desaparecer completamente. Damian en tanto suspir,
cerrando los ojos, agradeciendo que al menos haya podido
interceder por ellos: por su hijo, su esposa y su futuro nieto.

"Diablos, voy a ser abuelo" pens dichoso, caminando hacia la

cocina.

Como siempre, mi total y absoluto agradecimiento por vuestro

cario y compaa para conmigo y este ogro, a quin amo y
odio... a caso ustedes no?

Por sus comentarios, muchas muchas gracias, no saben lo que

significan para mi.

Doa Maritza Mx es la encargada de editar este captulo a

quien le agradezco su apoyo, y a miss Manu de Marte que pese a
las pruebas de la vida, sigue a mi lado.

Recuerden, estn todas invitadas a pasar por el grupo

defacebook "Mar de sueos: letras de Catalina Lina" (
groups/Subversivas/)

Nos leemos la otra semana. Besos a todas =)

UN BESO GRANDE, LAS QUIERO MUCHO! 3

*Chapter 32*: Chapter 32
A LEER!

=)

Captulo 31.

branme la puerta, por favor! gritaba Bella al otro lado de la

puerta cuando se dio cuenta que estaba encerrada con llave y que
sus cosas personales no estaban dentro de la habitacin. Por
favor, djenme salir!

Al no or que contestaban, dej caer su frente contra la puerta,

mientras cerraba los ojos. Estaba muerta de miedo, porque el da
anterior, empujada sin saber el por qu, acept la invitacin de
Elizabeth Masen a su casa y por cosas del destino, un mareo la
envi a la cama del cuarto de invitados dejndola inconsciente.
Haba pasado la noche all, y dormido hasta medio da no supo
cmo, y cuando despert se vio en una habitacin que desconoca,
recordando ms tarde donde estaba.

Cuando se incorpor, los mareos matutinos despertaron con ella,

teniendo que correr hacia la puerta lateral, la que intuy, era el
cuarto de bao. All, se inclin sobre el vter y devolvi lo poco que
haba comido el da anterior. Se ase enseguida y se prepar para
salir, pero no pudo, pues la puerta, estaba cerrada con llave desde
afuera. Camin por la recamara buscando su bolso para sacar su
telfono y llamarle a alguien, pero no lo encontr en ningn lado.
La peor de las ideas pas por su cabeza se haba ido a meter,
directamente a la boca del lobo y cuando Edward se enterara
Edward susurr all, con su frente todava pegada a la
puerta, como llamndolo. Se apart y camin entonces hasta la
cama, donde se sent a pensar o a esperar que alguien fuera por
ella.

Momentos ms tarde, la puerta se abri, ponindose ella de pie,

viendo entrar a una mucama con una bandeja, cubierta.

Buenos das, seora, traigo su desayuno.

No quiero desayunar. Tengo que irme

Creo que no ser posible; Doa Elizabeth sali y pidi que la

esperara aqu hasta que regresara dijo, poniendo la bandeja
sobre la cama, mirando seriamente a Bella. Su mirada oscura era
impenetrable y su estampa era como el de una mujer militar: ruda y
tosca. Seguro Elizabeth haba elegido con pinzas a su servidumbre.

Tengo que irme dijo Bella, ignorando a la mujer y caminando

hacia la puerta. La mucama eso s, fue ms rpido y se interpuso en
el camino de ella. Djeme pasar.

No insista seora, no puedo dijo, sujetndola por el brazo.

Bella arrug la frente y mir la mano de hierro que sujetaba su
brazo, sacudindolo para que la tosca mujer la soltara.

Cmo que no puede?! Sulteme!

Ser mejor que espere aqu.

Le digo que me voy! Hgase a un lado!

La mucama, tan bruja como su patrona, dio un empujn a la

invitada, hacindola trastabillar y casi caer, aprovechando de salir
de la recamara y volver a cerrar la puerta con llave. Bella corri y
forz la manija de esta, pero la puerta no ceda.

Djeme salir! Djeme salir! El llanto desesperado fluy de

ella, mientras golpeaba la puerta incansablemente. Djenme
salir! Por favor

Resbal su cuerpo cansado por la puerta hasta sentarse en el suelo,

rodeando sus rodillas y escondiendo su rostro entre estas. Temblaba
de miedo, temerosa de que, esa desquiciada mujer, pudiera hacer
algo En qu estaba pensando cuando decidi acompaarla!

Se qued llorando con desconsuelo por un buen rato, esperando que

un milagro se hiciera para ella, que alguien llegara y la liberara
que Edward, llegara y la rescatara, pero su marido no tena idea que
ella estaba all y senta escalofro al pensar, en lo que l, hara
cuando se enterara. Aunque quizspens con tristeza, ni
siquiera le importe.

"No voy a tener hijos!"

"Nos desharemos de eso, lo antes posible"

Cuando supo que no sacaba nada con quedarse all sentada en el

suelo, se levant y camin hacia la cama. Alz el platn que cubra
la bandeja de desayuno, viendo lo que la ruda sirvienta prepar para
ella, pero desconfiaba, as que volvi a cubrirlo sin probar bocado, y
echndose sobre el colchn se hizo un ovillo y cerr los ojos,
susurrando el nombre de su marido. As volvi a quedarse otra vez
dormida.

Cuando volvi a despertar, sinti dolor en sus msculos por la

tensin de su postura. Se estir de a poco, mirando a su alrededor.
Vio que la bandeja de comida haba desaparecido y que sobre la
mesita de noche descansaba un vaso de agua y una pastilla blanca
junto a esta. Alz la vista hacia el reloj mural colgado frente a la
cama y se sorprendi al enterarse que haba dormido cerca de
cuatro horas. Volvi a dejarse caer sobre la cama, aferr su
estmago y sinti a sus tripas, hacer estragos. Ahora supo el hambre
que tena, pues se haba saltado el desayuno y hasta ahora nada
haba comido.

Trat de olvidarse de eso, reincorporndose y levantndose,

caminando hacia la puerta para tentar su suerte. Pero al parecer, su
suerte haba desaparecido, pues la puerta segua cerrada con llave.

"Dios mo, qu hago qu hago" medit desesperada mirando

alrededor de la habitacin, mientras pasaba reiteradas veces las
manos por su cabello, hasta que sus ojos se posaron en las ventanas
francesas que haba en el dormitorio y que daba al balcn de la
habitacin.

Camin rpido hasta all, y abri las ventanas. Sali al exterior,

posando sus manos en la barandilla de hierro forjado, que
delimitaba el espacio. Mir hacia abajo y vio que la altura era
demasiada para saltar, pero se sinti esperanzada, cuando se fij en
la espesa enredadera, que suba por las murallas del exterior de la
casona. Bajo esta, una rejilla de madera blanca bajo esta, que guiaba
la trepadora y sin pensarlo dos veces, alz sus piernas sobre la
baranda mientras rezaba, buscando sustento en sus pies sobre
la rejilla y la enredadera, comenzando a descender, concentrada en
no mirar hacia abajo. Dos veces mientras descenda pens que
perdera el equilibrio y caera a piso, pero respir aliviada cuando
vio el piso de terracota, lo suficientemente cerca para atreverse a
saltar y echarse a correr, sin siquiera mirar a su alrededor, por si
alguien la vea corriendo como desaforada, hacia la salida. Forceje
con el portn, que daba acceso a las dependencias de la mansin
Masen, desencajando el llanto desesperado, pues las puertas no
cedan hasta que poco a poco el portn, comenz a abrirse a un
costado de la puerta donde ella estaba. Corri hacia all sin pensarlo
y casi es atropellada por un vehculo rojo, que fren de pronto
cuando la vio de frente.

Bella, corri entonces hacia la ventana polarizada del conductor,

encontrndose con el rostro confuso de Charlotte, que la miraba
desde el asiento del conductor del vehculo. Cuando Bella la vio,
quiso salir corriendo, pero el grito de la mujer desde dentro del auto
la detuvo.

Oye, espera! le grit Charlotte, saliendo del coche. Bella se

gir, con su pecho agitado, mirando con desconfianza a la mujer
frente a ella.

Tengo que salir de aqu!

Corriendo no vas a llegar a ningn lado.

Tomar un taxi

Por aqu no pasa ningn tipo de transporte explic,

acercndose a Bella. Pero qu tienes, por qu ests as?

Esa vieja loca, me encerr en un dormitorio desde anoche, y

acabo de arrancarme por la ventana! moviendo sus brazos al aire,
exageradamente, desesperadamente.

Saltaste por la ventana? pregunt Charlotte consternada. A

caso esa mujer estaba loca que haca semejante locura? Podra
haberse matado!

S no da lo mismo, debo irme explic torpemente Bella,

antes de echarse a correr no sabe muy bien hacia dnde. Si en ese
sector no haba un lugar en donde tomar alguna clase de
locomocin, muy probablemente no encontrara un telfono pblico
para llamar y pedir ayuda.

Charlotte, un poco confundida, la vio correr calle abajo, decidiendo

postergar su visita a Elizabeth, y sin saber bien la razn, prestarle
ayuda a aquella chiquilla. As que se subi al coche y retrocedi,
poniendo en marcha su vehculo, hacia donde la esposa de Edward
caminaba con paso presuroso. Cuando estuvo junto a ella, Bella
peg un respingo y la mir espantada. Ya haba tenido suficiente
con la vieja esa, y no sera capaz de aguantar a aquella mujer.

Sube al coche, yo te llevo.

No, gracias.

Mujer, sube al coche.

Bella mordi su la vio y al no tener mejor opcin, rode el coche y

subi al asiento del copiloto. Cuando iban de camino, las entraas
de Bella se retorcieron, recordndole que no haba probado bocado
en todo el da. Charlotte lo intuy, y mirndola de reojo, le propuso:

Vamos a algn lado para que puedas comer. Yo invito.

Por qu tendra que aceptar tu invitacin?

Porque yo, tampoco he comido y me debes el favor. Odio comer

sola.

Ella suspir, hundindose en el asiento del cuero, rogando no haber

cado en las garras de otra loca.
Despus de veinte minutos de camino, Charlotte estacion en un
sector de la ciudad que pocas veces Bella haba frecuentado. Segua
siendo un lugar lleno de lujo, donde se asentaba la alta alcurnia de la
urbe. Bajaron en silencio y entraron en un elegante restaurante,
donde un hombre las guio hacia la una mesa, tomndoles el pedido a
continuacin.

Por qu Elizabeth te tuvo encerrada? pregunt Charlotte,

rompiendo el silencio que se pos entre ambas, luego que el
camarero se hubo retirado. Bella la mir y trag grueso.

Supo que Edward y yo

Se casaron. No es un secreto concluy ella la frase que Bella

iba a soltar. Bella balbuce sorprendida

Y cmo cmo lo sabes?

Esa informacin est accesible a cualquier que quiera seguirle la

pista a Edward Masen. No es un secreto muy bien guardado
asegur, mirando la alianza que rodeaba el dedo de Bella. Pero
no entiendo, tan mal le cay la noticia de la boda, que quiso
encerrarte?

La verdad es que se mostr bastante amistosa, sobre todo cuando

supo lo de mi embarazo.

"Mierda" pens Charlotte, tomando un trago de su agua. Una cosa

era joder a la vieja con aquella noticia, y otra muy diferente es que
ella, pusiera en bandeja de plata, la vida de esa chica, que para su
sorpresa, estaba embarazada. Su deseo era vengarse de Elizabeth,
quizs joder un poco a Edward, por despreciarla, pero ella no era
tan siniestra, como para dar pie a que algo malo se hiciera con la
vida de Bella, pues con un nieto en medio, incluso a ella le daba
escalofro pensar en lo que poda Elizabeth llegar hacer.

As que ests embaraza coment, suspirando. Felicitaciones.

Gracias respondi ella al no muy entusiasta cumplido de

Charlotte. Despus de un minuto de incomodo silencio, Bella se
atrevi a preguntar. Por qu decidiste ayudarme a salir de casa
de Elizabeth? No hubiera sido bueno para tu relacin con ella que
me llevaras de regreso? No eras t la que quera ser la que ocupara
mi puesto junto a Edward?

Cmo sabes eso?

No es difcil adivinar. No has sido muy sutil que digamos, adems

hace un tiempo lo chantajeaste, le ofreciste silencio a cambio de no
decirle a su abuela que estaba conmigo y no con Rosalie.

Veo que t y l no tienen secretos reconoci con una triste

carcajada. Me cuesta sobrellevar el hecho que un hombre me
desprecie. Yo tena la venia de Elizabeth, segn ella, yo era la
candidata ideal para llevar la argolla de matrimonio y pasar a ser
parte de su familia, pero l slo me quiso para una noche de sexo
alz su mentn y mir fijo a un punto sobre el hombro de Bella,
recordando lo increble que fue revolcarse con Edward, en la cama,
y cmo le haba costado olvidar aquello. Aun as, no poda mentir
. l nunca me prometi nada, pero pens que mis mtodos de
seduccin podran convencerlo a querer algo ms conmigo, y con la
ayuda de Elizabeth, conseguir mis objetivos pero fue estpido
pensar eso. Elizabeth no tiene injerencia alguna en las decisiones de
Edward, muy por el contrario, probablemente todo lo que haga, lo
haga pensando en joder a su abuela, no s por qu.

"No andas muy lejos de eso" pens Bella, cuando el camarero

interrumpi el relato de la elegante y joven mujer.

Mantente lejos de Elizabeth, Bella. Mantnganse lejos, t y tu

hijo de Elizabeth. Es todo lo que puedo decirte a modo de remediar
en algo

Me va bien ese consejo. Gracias, Charlotte.

Ahora come; el pequeo y t necesitan alimentarse.

Quizs despus de aquella conversacin "aclaratoria", no se

convertiran en las mejores amigas, pero s servira para dejar el
tema atrs. Al menos, eso pens Charlotte, que evalu navegar por
internet y disponerse a elegir los lugares del mundo que visitara,
decidiendo tomarse un ao sabtico y quien sabe, despus regresar
con la cabeza ms clara y dirigir su vida hacia donde ella quera.

Bella en cambio tena otras cosas un poco ms importantes en las

que pensar que un viaje de un ao de placer alrededor del mundo.
Una vida vena en camino y era su deber, velar por ella, sea contra
quien sea que se tuviera que enfrentar para defenderla. Incluso del
hombre que amaba. Pero necesitaba pensar a solas. Era cierto, dara
lo que fuera por correr a su casa y meterse bajo la ducha y correr
enseguida a su cama y meterse bajo las colchas para dormir
abrazada a su marido. Pero no. Deba mantenerse lejos por al menos
unas horas ms hasta tomar una decisin. Y eso hara.

**OoO**

Va a volver lo tranquiliz Damin por ensima vez cuando

volvi Edward a marcar el nmero de celular de su esposa y este lo
diriga al buzn de mensajes. Faltaba poco para las siete de la tarde
y Edward, estaba en el lmite de su paciencia. Haba perdido la
cuenta de las horas en las que su mujer, no haba dado seales, y un
nudo en su estmago se instal como advirtindole sobre un mal
presagio.

No lleg a dormir anoche y hasta ahora no s noticias de ella!

Exclam desesperado. No puedo quedarme aqu sin hacer
nada. Ella no hubiera desaparecido sin ms, ella habra venido, me
hubiese encarado mandndome a la mierda, no de esta forma. Ella,
no es tan cruel como para hacerme pasar por algo as. Algo pas
medit en voz alta, pasendose de un lado a otro. Se haba metido
bajo la ducha, luego de la charla con su padre, pero el agua caliente
sobre su cuerpo, no logr relajarlo. La verdad es que no lo estara
hasta tener a su esposa, frente a l. Pero, fuera de eso, un pesar en
su pecho lo inquietaba, pesar que saba l, se relacionaba con
su mujer.

Un momento despus, Emmett entr muy agitado al apartamento

buscando a Edward con la mirada. Eso deton las alarmas en la
catica cabeza de Edward.

Qu?

El viejo jardinero de la mansin de la vieja respir, tratando

de recobrar la calma, pues pareca haber corrido kilmetros para
llegar hasta all oy una conversacin entre ella y una de las
sirvientas. Tiene a Bella encerrada.

No pudo seguir hablando, porque una vasija de cristal estall contra

una muralla, a la vez que Edward, emita un grito furibundo. All,
estaba la advertencia que se instal en su estmago todo el da.

Y por qu hasta ahora me entero! grit, caminando hacia su

despacho. Tras unas puertas de madera que abri, meti la clave de
su caja fuerte oculta y desde adentro, sac un revlver. Emmett y
Damian alzaron sus cejas y se apresuraron hacia l.

Qu vas a hacer con esa arma, hijo?!

Voy a volarle a tapa de los sesos a esa vieja, si se atrevi a

hacerle algo a mi mujer! grit, metindose la pistola en la parte de
atrs del pantaln. Estaba furioso en niveles colosales y estaba tan
cegado de ira, que era capaz de hacer cualquier locura. Agarr las
llaves del coche que mantena sobre la mesita junto a la entrada del
apartamento, y sali como alma que lleva el diablo. Por supuesto,
Damin y Emmett lo persiguieron, aunque no pudieron darle
alcance, teniendo que seguirlo en otro vehculo.

El tramo entre el departamento y la casa de Elizabeth, que

normalmente se realizaba en cuarenta minutos de viaje, Edward, lo
cubri en quince. Conduca como un maniaco, las ruedas chirriaban
por el pavimento, se pasaba por alto semforos y sealizaciones, no
importndole nada ms que, no fuera llegar a su destino.

Hasta que finalmente lo hizo. Entr enervado a la mansin tras dar

un portazo y se dirigi a la sala. Por lo que vio, Elizabeth acababa
de llegar, pues una de las mujeres que le serva, estaba ayudndole a
quitarse el blazer y llevaba unas bolsas de cartn de una costosa
tienda hacia el segundo piso.

Dnde mierda la tienes?! le grit, haciendo saltar de la

impresin a la sirvienta, quien se apresur a salir corriendo de all.
Elizabeth se gir hacia l, muy calmada, cruzndose de brazos.

Buenas noches, Edward

Y una mierda tus buenas noches! Dnde la tienes!

Cmo es posible que me hayas escondido lo de tu boda?

Pregunt ella con falso tono dolido, ignorando la demanda de su
nieto. Cmo es posible que te hayas casado sin mi
consentimiento? Te perdono slo porque esa chiquilla, va a traer a
mi bisnieto finalmente a este mundo

Cierra tu jodida y venenosa boca! Dnde la tienes! Edward

ni siquiera preguntar cmo se haba enterado del embarazo de su
mujer.

Ella lleg aqu por voluntad propia

Ve a otro con esas mentira!

Se seora desde una de las puerta de la sala, la asustada

sirvienta, se haca notar con dificultad. Edward y Elizabeth giraron
su cabeza hacia ella, pensando la pobre trabajadora del hogar que la
furia de ambas miradas podra estremecer a cualquiera, como lo
estaba haciendo con ella Seseora, su su invitada ya no
est

Cmo que no est?! crispada pregunt Elizabeth caminando

hacia ella. Edward, decidi no seguir perdiendo el tiempo all y se
ech a correr escalera arriba.

Bella! Bella! gritaba, abriendo las puerta de los dormitorios,

metiendo en uno de los cuartos que tena la puerta abierta. Le bast
cruzar el umbral para saber que su mujer haba estado all, adems,
su abrigo rojo estaba sobre una silla frente a la cama.

Quin la dej salir? oy Edward que Elizabeth le pregunt a

la sirvienta, justo antes de entrar. l mir a la vieja con tanto odio
cuando esta entr finalmente en la recamara, tuvo que dar un paso
atrs pues muchas veces ambos, se haban enfrentado pero nunca
ella lo vio mirarle con tanto odio.
 Te atreviste a encerrarla contra su voluntad? pregunt en un
susurro ronco, profundo, tenebroso.

Ella lleg aqu porque quiso. Quizs sabe que t, no sers un buen
padre para la criatura que espera y decidi refugiarse en la ayuda
que le ofrec.

Cierra tu puta boca! grit Edward, dando un paso hacia ella,

recordando que en la parte de atrs de sus pantalones, un arma de
fuego, se esconda; arma que l no dudara en usar. Pero tena algo
ms importante que resolver. Mir a su alrededor, olvidndose de la
presencia de su abuela y vio la ventana francesa abierta. Camin
hacia all, sali al balcn y pos sus manos sobre la baranda de
fierro, mirando alrededor como buscando una seal.

"Dnde, dnde te metiste, demonio" pregunt, cerrando sus ojos.

La noche haba cado, haca fro y l estaba desesperado.

Desesperado por la idea de perderla y si eso pasaba, l se morira,
y no hablaba en sentido figurado.

**OoO**

Luego de comer con Charlotte en un cmodo silencio, Bella le pidi

que la dejara en el cementerio donde alcanz a llegar antes que
cerraran. Charlotte no quiso preguntar nada, aunque
verdaderamente le pareca extrao que quisiera ir al camposanto y
no directo a su casa. Le pidi disculpas una vez ms si es que le
provoc problemas y luego que Bella le reiterara que no haba
problema, se march dejando a la esposa de Edward, en las puertas
del cementerio.

All, Bella llor frente a la tumba de sus y les pidi que la

iluminaran, pues se hallaba perdida. Trataba de recordad la voz de
su madre e imaginarse qu le habra aconsejado ella
probablemente que no se rindiera. Y ella no quera hacerlo, pero la
negativa tan rotunda de Edward, frente a la paternidad y la
escabrosa decisin de l que a ella le provoc echarse a correr, la
ponan en jaque en ese momento.

Despus de al menos una hora de llorar frente a sus padres, camin

hacia la salida, comenzando a deambular por un parque cercano al
lugar, mientras pensaba. Se olvid del fro y de la oscuridad, que
llegaba a cubrir el cielo. El viento helado y el movimiento de las
ramas de los rboles la relajaban. Las personas que salan a correr
alrededor, los autos, las luces, los edificios, todo aquello, la
calmaban y la distraa, aunque saba que ms temprano que tarde
tendra que regresar a hacerle frente al asunto. Pero qu hara?

"Nos desharemos de eso lo antes posible" Esa aseveracin de

Edward le carcoma el alma y la llenaba de pena. Podra ella
convencerla de lo contrario? Y si no lo lograba, y si Edward segua
con esa idea estpida en su cabeza?

"Edward no ser un buen padre" y esa afirmacin de Elizabeth

termin de hacerle ver el inexistente amor que ella senta por
Edward, reiterndose que deba mantenerlo lo ms lejos posible de
ella y de su hijo.

Cerr los ojos, e inspir el aire helado, concluyendo que era la hora
de irse a casa. Regresara al apartamento que comparta con
Edward o se recluira en el de su ta hasta el siguiente da? decidi
inclinarse por la segunda opcin, comenzando a caminar hacia all,
pensando en lo mucho de camino que le quedaba. Ni siquiera pens
en tomar un taxi pues nadie hara el tramo de favor, pues su dinero,
haba quedado en su cartera, la que la vieja esa escondi Dios sabe
dnde.
"Joder!"

Y si llamaba a alguna de sus amigas? No, no, se preocuparan. Sam,

ni siquiera era una opcin. Quizs Jacob o Damian pero su
telfono tambin haba quedado en su cartera, por lo que no tena
nmeros a donde comunicarse. Otra vez sinti ganas de llorar. Ni
modo, le iba a tocar caminar hasta que no pudiera ms y tuviera que
rogar a algn conductor de buen corazn que la llevara a casa.

Al cabo de veinte minutos de caminar, sinti el cansancio y el frio

pasarle la cuenta, decidiendo parar un taxi y explicarle la situacin
entre llanto. Probablemente eso y su aspecto convencieron al
chofer, que la condujo hasta donde ella le pidi. Ella se lo agradeci
varias veces de camino a casa y prometi buscarle y pagarle la
carrera en taxi, pero el buen hombre desestimo la idea, dicindole a
Bella, que no se preocupara y que se cuidara. Ella, no estaba segura
de por qu l le dijo aquello, simplemente le agradeci la gestin y
baj del coche, rumbo al edificio donde vivi hace un par de meses.

Despus de subir los cuatro pisos, se para junto a la puerta y se

rega mentalmente, pues no tena la llave, para abrir la puerta,
pero al poner la mano en el pomo, esta cede y se abre
silenciosamente. Arruga la frente confundida y entra
cuidadosamente al apartamento en penumbras.

"Lo que me faltaba que hubiera dejado la puerta abierta y se

hayan metido a robar" pens, avanzando con precaucin hacia el
interior, cuando sbitamente, la luz de una de las lmparas de la sala
se enciende imprevistamente, lanzando ella una exclamacin de
horror por el impacto. Cuando se dio cuenta quien fue el que la ha
encendido, su cuerpo tiembla y su piel se eriza, cortndose su
respiracin, colocando de forma automtica sus brazos alrededor de
su vientre, mientras da un paso atrs.
El hombre se vea atormentado, desvalido, cansado; sus ojeras
daban cuenta de lo poco que haba descansado y su semblante
indicaba lo atormentado que se senta, aunque, pudo ver resquicios
de alivio en sus oscuros ojos grises cuando la vio all frente a l.

Por qu te escondes de m quiso saber Edward. Su voz

sonaba ronca, profunda y contrita. Bella tuvo que tragar grueso e
inspirar para hacer retroceder las lgrimas, que el simple tono de
voz de su marido provoc. Aferr ms fuerte los brazos entorno a su
vientre y carraspe antes de contestar con toda la seguridad que
pudo.

No voy no voy a dejar que le hagas dao

La quijada del ogro, comenz a temblar y dispuesto a acercrsele

dio un paso hacia ella, retrocediendo Bella a la vez.

Tan poca fe me tienes?

No se trata de eso! Se trata de lo que t me dijiste, de tu

reaccin cuando lo supiste! exclam desesperada, increpndolo.

Edward suspir pesado, llevando sus dedos hasta sus ojos para
restregarlos. Cuando los quit, estos estaban cristalinos, as que los
cerr, baj su cabeza y pas las manos repetidas veces por su
cabello, que era una maraa incontrolable en ese momento. Ni
siquiera poda mirarla despus que ella le encarara sus propias
palabras. Bella en tanto, se morda furiosamente el labio, dejando
caer sin remedio sus lgrimas.

No soy el ideal paterno, sabes? Tengo tanta mierda arrastrando

desde el pasado que que si por m fuera, evitara engendrar hijos.
Eso al menos pensaba antes de conocerte habl, con su cabeza
gacha y sus ojos cerrados, masajendose la cien. Hace tiempo
atrs tena agendada una vasectoma para despreocuparme del
asunto, pero no se concret, no recuerdo por qu. Quizs ahora lo
entienda.

Ayer, cuando me dijiste lo lo del embarazo, mis peores miedos

salieron a la superficie. Imaginarme a un nio heredando
heredando todo lo que fui, lo que soy, creciendo en medio de todo
esta burbuja de rencor y odio que me rodea. me provocaba
escalofros y sigue causndome temor. Quizs por eso, mi primera
reaccin fue que deba interrumpir esa gestacin como fuera.

Pero hay una cosa que debes saber aadi, ahora alzando la
vista atormentada y llorosa hacia ella, quien tambin lloraba en
silencio. Si hay alguien sobre este planeta con quien yo quiero
una familia, es contigo.

Ed Edward

Estoy muerto de miedo, y s que voy a tener que aprender un

montn de cosas en el camino agreg, interrumpiendo a Bella
, eso si decides perdonarme. Me parece justo que pensaras que
todo esto lo estoy diciendo slo para que me aceptes de regreso,
pero no es as. Quizs, me costar un tiempo habituarme a la idea

No quiero que te habites a la idea llorique ella, dando dos

pasos lentos hacia l, quiero que aprendas a amarlo y esperes su
llegada con ilusin, porque es tu hijo y slo t y yo sabemos el amor
que hubo de por medio para engendrarlo.

Edward pestae y lgrimas gruesas cayeron de sus ojos.

Tengo tanto, tanto miedo, Bella reconoci otra vez con

mucha valenta, en un susurro y all fue cuando ella se ech a correr
a sus brazos. Necesitaba el calor y la proteccin que siempre la
envolva cuando Edward la abrazaba; aunque era ms seguro que
ella le estuviera infundiendo seguridad a l en ese momento.

Pero estaban juntos, que era lo que necesitaban para seguir

viviendo. Slo eso. Todo lo dems podran sortearlo.

l cerr sus ojos y apret su boca sobre la base de la cabeza de su

mujer y sus brazos entorno a ella.

Todo saldr bien, Edward susurr ella con su rostro hundido

entre sus fuertes pectorales.

Cuando cuando supe que Elizabeth te tena yo casi me

vuelvo loco. Me puedes decir?

Edward, podemos hablar de eso maana? Lo interrumpi

alzando su cabeza hacia l. Yo slo quiero quitarme los zapatos,
la ropa y meterme en la cama.

Edward suspir por ensima vez esa noche, y asinti, limpiando con
sus pulgares los restos de lgrimas en el rostro de su mujer.

Tambin estoy cansado, demonio acerc su boca y dej un

beso suave y lleno de amor sobre los labios de Bella, quien
agradeci el contacto. Nos quedaremos aqu. Ni siquiera s si
podra conducir.

Aqu est bien.

Caminaron hacia el viejo dormitorio de Bella, donde l, ya haba

tenido el placer de no slo dormir una vez all. Ella, encendi la
lamparita de su mesa de noche y en silencio se desnudaron con
calma, o ms bien con algo de la paz que haban credo perder en
esos ltimos das. Se metieron bajo las colchas y se reunieron en el
centro del colchn, enredando sus piernas y brazos en torno al otro,
acomodndose para hundirse en un sueo profundo, que tanta falta
les haca a los dos.

Bella? pregunt Edward ms tarde cuando la luz ya haba

sido apagada y slo se oa el ruido lejano de la calle y las
respiraciones acompasadas de ambos.

S?

Te amo.

Ella sonri y dej un beso sobre el pecho desnudo de su marido

antes de susurrar un "Tambin te amo" y cerrar sus ojos, lista para
dormir.

Ni siquiera tenan conciencia de la hora que era, slo queran cerrar

sus ojos y dormir envueltos en el aroma de otro, y soar con que al
da siguiente todo sera mejor.

Edward se despert con suaves besos sobre su torso desnudo.

Arrug la frente y pestae varias veces para adecuar sus ojos a la
luz que se filtraba por la ventana. Su corazn se llen de amor con
la delicadeza que su demonio verta en cada beso, los que ahora
inundaban su cuello.

A ella, se le eriz la piel cuando sinti los dedos de Edward colarse

entre su cabello hasta llegar a masajear sinuosamente la piel de su
cuello. Levant la vista y lo bendijo con una sonrisa radiante tan
propia de ella y que l tanto extraaba. Se dej atrapar bajo el
cuerpo desnudo y ardiente de su marido cuando l se gir para estar
sobre ella, dejndose acariciar por l.

Edward recorri el contorno de su rostro con la punta de su nariz y

al llegar a su cuello hundi sus dientes suavemente, succionando
leve, oyendo el quejido de placer de su esposa que se retorca bajo
l. Arque su cuerpo cuando l se restreg en ella e invadi ahora
su boca con apremio y demanda. Bella alz sus manos y las pas
sobre los hombros dirigindolas hacia la nuca de su hombre.

Se abrazaron y se besaron con fervor, el que creca apremiante

dentro de ellos. Sus bocas siempre entrelazadas entre besos, o
estticas una sobre la otra intercambiando jadeos y el aliento que se
aceleraba segundo a segundo, y no era necesario hablar, pues sus
cuerpos se comunicaban. Ni siquiera pensar, porque esa capacidad
se esfumaba cuando estaban as de fundidos.

Tampoco fue necesario preguntar si estaban preparados para hacer

el amor, pues el deseo, estaba a flor de piel.

Edward le envolvi el muslo derecho y lo alz para preparar su

entrada, alzndose ella e inclinando su cabeza hacia atrs, rogando
tcitamente, que se hundiera de una vez en ella. Cuando l
finalmente lo hizo en un movimiento lento, fue consiente de cmo la
carne ardiente de Bella lo reciba y lo devoraba, suspirando ambos
al unsono de puro alivio.

Mi Dios! gimi ella.

S nena, quiero orte gemir por m

El dormitorio a continuacin se inund de jadeos, respiraciones

agitadas, gemidos, el roce de las sbanas, exclamaciones y splicas,
y las embestidas que comenzaron cuidadosas y reverenciales,
adquirieron un ritmo febril que ella absorba apretndose a l,
ajustando sus piernas en torno a las caderas del hombre, siguindole
el ritmo hasta que alcanz la cspide en un grito mudo,
abandonando su cuerpo y dejndose ir a travs de su orgasmo voraz
e incontrolable. l la sigui, apremiando sus estocadas hasta que no
soport ms y tras hundir su cara en el cuello de ella, amortiguando
el grit que sali de l con el nombre de su mujer, alcanzando su
plena liberacin.

Joder!

S susurr ella con una sonrisa satisfecha en los labios.

Edward alz su cabeza y acerc su nariz a la de ella restregndola
suavemente.

Buenos das, demonio.

Eso estuvo increble, Edward admiti, respondiendo as al

saludo matutino de su marido.

Por supuesto que lo estuvo coment con socarronera,

llevndose una palmada increpadora en su glteo.

Ests bien? quiso saber ella, acaricindole el rostro. Edward

suspir y bes sus labios.

T lo ests?

S.

Entonces yo tambin asever. Se removi entonces sin salirse

de ella, provocando una exquisita friccin que a ella, hizo gemir. l
sonri. Pero al parecer, podra hacer que estuvieses an mejor.

S, por favor.

No hay manera que me sacie de ti admiti sobre sus labios,

volviendo a empezar.

Se durmieron exhaustos de placer puro, despus del segundo

encuentro matutino, siendo cruelmente despertados casi a medio da
por el celular de Edward.

Mierda gru, besando la frente de su mujer que se quejaba y

rodaba dejando libre a su marido de su cuerpo que descans sobre
l. Cuando encontr el aparato en el bolsillo del pantaln que estaba
tirado en el suelo, alz las cejas al ver el nombre en la pantalla. Se
devolvi a la cama, sentndose con su espalda contra el cabecero,
acariciando la espalda desnuda de su mujer.

Nena, es Carmen anunci, poniendo el aparato en su odo,

mientras Bella con dificultad se giraba y se reincorporaba junto a l
. Carmen, la escucho.

Por qu el celular de mi sobrina suena apagado?! No me he

podido comunicar con ella.

Su sobrina est bien.

Llam a su trabajo y me dijeron que no haba llegado esa

maana

Nos entretuvimos en la cama, usted sabe dijo, sonrindole

siniestramente a su mujer, que cerraba los ojos y negaba con la
cabeza.

Ella est bien?

Lo est.

Habl con ella? Le cont?

Ya me cont, Carmen. Despreocpese.

Bien puedes pasrmela?

Seguro. Un momento dijo, extendindole a continuacin el

mvil a su mujer. Quiere hablar contigo.

Bella estuvo cinco minutos convencindola que estaba bien y que

su mvil lo dej olvidado y sin carga en su trabajo, cuestin que era
mentira. No la iba a preocupar contndole lo que haba pasado con
la vieja. Cuando cort la llamada, solt el aire de sus pulmones,
dejndose caer de espaldas a la cama. Aun ella no soltaba el mvil
cuando otra vez este comenz a sonar.

Vaya, qu solicitados estamos, demonio acot l, quitando el

mvil de la mano de ella y contestando cuando vio el nombre de
Damian ahora en la pantalla.

Joder, Edward! Dnde ests?! Por qu rayos no regresaste

anoche al apartamento?! Cargabas un arma, por vida de Dios!
Encontraste a tu mujer?

Damin lo par l con mucha calma, estoy con ella.

Clmate.

Vale, vale Van a regresar? Yo estoy desde anoche aqu,

pensando que podras haber venido aqu

Iremos dentro de un rato.

Vale, los espero. Cocinar algo para almorzar.

Gracias.
Y trae a tu mujer, hijo.

Por supuesto dijo antes de colgar. Dej el telfono sobre la

mesa de noche y mir a su esposa, que esperaba expectante. Creo
que debemos comenzar a movernos para ir a casa. Tienes hambre?

Uhm s, un poco.

Pues, bien se acerc y bes una vez ms los labios de su mujer

antes de levantarse. Ella se lo qued mirando mientras
gloriosamente desnudo caminaba hacia la puerta de la recamara. l
la mir por sobre su hombro. Qu esperas, demonio, sal de ah!

Ya voy dijo, suspirando y saliendo de la cama. Pensaba que

hablaran a solas primero, pues haba muchas cosas que tratar
aunque su estmago peda a gritos ser alimentado. As que decidi
dejar para ms tarde la conversacin que ella y su marido, tenan
pendiente.

Oh Dios... Bella est a salvo y las cosas con el ogro digamos que
van en camino a solucionarse...

Todo esto cuando faltan... algunos captulos para el final...

Gracias como siempre por sus comentarios y la buena onda que

han tenido para conmigo. Son lo mejor!

Doa Maritza Mx y miss Manu de Marte son parte de esto, as

que a ellas mi agradecimiento muy sincero.

Recuerden, estn todas invitadas a pasar por el grupo

defacebook "Mar de sueos: letras de Catalina Lina" (
groups/Subversivas/)
 Nos leemos la otra semana. Besos a todas =)

UN BESO GRANDE, LAS QUIERO MUCHO! =)

*Chapter 33*: Chapter 33
A LEER!

=)

Captulo 32.

Cuando Bella y Edward llegaron finalmente al piso, Damian los

recibi con palpable alivio y no demor en abrazar a Bella en el
momento que la tuvo en frente.

Dios, hija, no vuelvas a desaparecer as! susurr. Ella trag

grueso y asinti con la cabeza.

Lo siento, pero

Hablaremos ms tarde, no ahogues a mi mujer intervino

Edward, intuyendo la preocupacin de su padre.

Bueno. Comida entonces; todo est listo en la cocina.

Sentados en la mesa de diario, comenzaron los tres a comer en

silencio hasta que Damin no pudo contenerse ms.

Me puedes decir, cmo fue que llegaste a casa de Elizabeth,

Bella?

Edward levant la mirada hasta Damin y luego hasta su mujer, que

pestaeaba y bajaba la cabeza algo avergonzada.

Lleg ayer a mi trabajo, cuando iba saliendo. Fue melosa y

bastante convincente cuando me pidi que la acompaara quizs
me pill volando bajo

Joder, demonio, te he pedido en todos los tonos que te

mantengas alejada de esa vieja! exclam Edward, muy molesto.
Su mandbula estaba tensa, al igual que sus puos sobre la mesa.

Quera saber lo que tena que decirme

Y decidiste que la mejor manera era ir a tomar el t con ella?!

Edward, clmate intervino Damian, mirando a su hijo con

reprobacin. Luego mir a Bella, que haba bajado su vista con algo
de pesar. Bella, esa mujer puede ser peligrosa

No es que pueda ser, ella es peligrosa!

Edward! volvi a reirle Damin, en tono de advertencia.

Lo siento, no estaba pensando con claridad, no despus de lo

que t me dijiste! exclam ella en defensa. Edward buf y afirm
su espalda en la silla, cruzando sus brazos enseguida. Ese fue un
golpe bajo. Golpe que l se mereca.

Yo tampoco pensaba con claridad cuando me lo dijiste. Habamos

quedado en hablar el tema ms adelante, slo ponte en mi lugar
pidi l con su voz ronca. Ella suspir, arrepintindose enseguida
de lo que dijo y extendi la mano sobre la mesa para tomar la de su
marido.

Tengo fe en ti, Edward le asegur ella. Haremos esto bien,

los dos, juntos.

Se quedaron mirando por al menos dos minutos en silencio,

mientras Damian, el mediador, miraba a la pareja.
Yo ejem creo que tienen cosas que hablar respecto a esto y
es mejor que lo hagan ahora y en privado, as que no dejen pasar
ms tiempo se limpi la boca con la servilleta de lino y se levant
de la mesa, dejando su plato a medio terminar.

Puedes quedarte, Damian.

Podra, pero no debo. Slo quera cerciorarme de que ambos

estaban bien...

Hay alguien aqu?! se oy gritar a Emmett desde la sala,

quien pocos segundos despus lleg a encontrarse con ella. Suspir
cuando vio a Bella, acercndosele para luego apretar su hombro con
cario. Me alegra que ests bien, Bella.

Gracias Emmett.

A ella le provocaba que un nudo en su garganta se formara cuando

vea a Emmett. El hombre que desde el primero momento fue alegre
y vivaz, se haba transformado desde la muerte de la hermana
Gabriela: ahora andaba triste y desanimado, y ya no haca bromas
como sola hacerlo. Y era entendible, el hombre de buen corazn
haba sido herido muy profundamente, igual que el resto de sus
amigos.

El agente a cargo de la investigacin llam a la hermana

Manuela. Le dijo que tena informacin, y pues, ella me pidi que la
acompaara inform el recin llegado, muy serio, mirando a
Damian y a Edward alternadamente.

Uhm Quieres comer algo, Emmett? intervino Bella,

abriendo la silla a su lado para que se sentara. Este se sent, pero
neg el ofrecimiento de comida. Otra cosa rara.
 Y qu fue lo que dijeron? pregunt Edward. Emmett suspir
y pas la palma de su mano por la cara.

Interrogaron a los hombres que estaban trabajando ese da en

casa de Damian y por los informes forenses, ninguno tuvo que ver
con el asesinato. El tipo de la polica se atrevi a decirle a la
monja que lo mejor sera desestimar el caso, pues no haba
pruebas

Y una mierda que se va a desestimar el caso! exclam

Edward, golpeando la mesa y levantndose a continuacin. Bella
peg un respingo y vio como la furia floreca en l. Damian neg
con la cabeza y Emmett suspir con cansancio Quin es ese
tipo? Cmo se atreve a decir eso?

Creo que deberamos investigarlo pens Damian en voz alta.

A quin, al poli?

S. Han tenido casi una semana de investigacin y no han llegado

a nada. Esto huele raro

Y por qu estara obstruyendo la investigacin?

Elizabeth compr a la polica hace aos atrs cuando me meti a

la crcel y ms tarde cuando me mand al extranjero. Ella tiene
contactos poderosos all adentro

Perdn pero, qu tiene que ver Elizabeth? pregunt Bella,

un poco perdida, mirando a los caballeros. Emmett a su lado, fue
quien la puso al tanto.

La bala que mat a la hermana Gabriela, no era para ella.

Estamos seguros que era para Damin y slo hay una persona que
quiere deshacerse de l.

Elizabeth susurr ella, espantada.

Ella es peligrosa, Bella acot Edward, quien segua hirvindole

la sangre despus de saber que la vieja esa, os llevarse a su mujer a
su casa. Bella trag grueso y mir a su marido, entendiendo lo que
l quera decir, llevando a modo de proteccin instintiva sus manos
a su vientre.

James tiene moviendo a sus contactos. Le pidieron plazo una

semana desde el martes, pero le pedir que se rena con ellos y le
informen si hay algo inform levantndose. Adems, tengo que
preparar todo para finiquitar la empresa de la vieja. T irs esta
tarde, Edward?

No. Llevar a Bella para que la examine un mdico. Pero maana

ir y llevar mi renuncia lista. Kate y Rosalie estn en sobre aviso.

Perfecto.

Un momento, un momento Emmett mir a Bella. Por qu te

va a llevar al mdico? La vieja te hizo algo?

Nno. No me hizo nada

Entonces? Qu pasa?

Voy a ser abuelo coment Damian, con su pecho hinchado de

dicha, olvidndose de momento de los problemas que tena que
resolver. Emmett abri la boca exageradamente y mir a Edward,
quien estaba a un costado de la cocina, con las manos metidas en
sus pantalones.
Sin ms, el abogado que las haca de chofer, arrastr su silla hacia
atrs y se levant, dirigindose derecho hacia Edward, a quien
abraz con fuerza. Demasiada.

Joder, Emmett me ests estrangulando.

Damian y Bella se miraron con una sonrisa cmplice en tanto

Emmett no dejaba salir a Edward de su agarre.

Sabes que all arriba, tu madre y la monja deben estar felices

por ti? susurr Emmett, emocionado. Edward asinti despacio
antes de responder.

Deseara que lo estuvieran pero aqu abajo.

Te llevara a algn bar para celebrar la noticia, pero sabes que no

estoy de nimo coment una vez que se dign a soltar a su amigo,
futuro padre, pero estoy feliz por ti.

Gracias respondi Edward, sabiendo que las palabras de su

amigo eran sinceras, aunque el hecho de celebrar se le haca
demasiado, pues antes tena que sentarse y habituarse a la idea. O
como lo dijo su mujer la noche anterior: "No quiero que te habites
a la idea, quiero que aprendas a amarlo y esperes su llegada con
ilusin".Emmett era padre, y lo fue de forma sorpresiva
tambin quizs con l, pudiera tocar algunos temas que lo
inquietaban, seguro l entendera sus temores.

Y t, pequea Bella dijo ahora, acercndose a la esposa de su

amigo a quien abraz con algo ms de delicadeza, sers una
hermosa madre. Felicidades por la buena noticia.

Gracias Emmett.
Bueno, te vas ya, Emmett? Garrett va a necesitarte intervino
Edward, apartando a Emmett de su mujer, tomndola ahora, por la
cintura.

Ya me voy respondi el chofer, alzando sus manos.

Maana en la noche nos reuniremos para ver qu tenemos

acot Damian

Aqu los espero.

Y recuerden hablar, de acuerdo?

Lo haremos, y gracias respondi Bella, antes que Damian y

Emmett salieran de la cocina.

No tienes ms hambre? pregunt Edward, levantando los

platos de la mesa. Ella frunci el entrecejo y neg.

No, quizs ms tarde qu fue eso de que maana llevars la

renuncia? Eso le dijiste a tu padre

Estoy cansado, Bella reconoci, movindose hacia ella. La

aferr por la cintura y peg su frente a la de ella y creo que ahora
tengo otras cosas ms importantes de las cuales preocuparme. Voy a
abandonar la empresa de Elizabeth y voy a dejar que Damian
termine el trabajo que yo comenc ah.

De de verdad hars eso? pregunt incrdula y con un tinte

de emocin.

Lo har por ti.

Ella cerr los ojos y alz su rostro para pegar sus labios a los de l,
agradecida de lo que estaba haciendo.

Gracias, amor.

No tienes que agradecerlo. Anda, vamos a retozar un rato

mientras hacemos planes para esta tarde . Ella asinti y se dej
arrastrar por su marido hasta la sala, donde se dejaron caer en el
sof y tranquilamente a planear lo que haran esa tarde.

Quizs le pida una cita a mi loquero y lo ms probable es que l

quiera verte a ti tambin.

Har lo que haga falta. Aunque

Aunque?

Creo que caers rendido a los pies de este beb cuando nazca. S
que tienes miedo y yo tambin lo tengo, pero s que todo va a salir
bien y seremos muy felices.

l cerr los ojos y pos sus labios sobre la sien de su esposa, que
como siempre era luz en medio de la oscuridad.

A todo esto, no es necesario que me lleves al mdico. Debo ir

se qued el silencio calculando en dos semanas. Adems, no he
tenido mareos ni he vomitado hoy; estoy bien. Me dio unas
vitaminas para tomar, as que si quieres ir hoy mismo a ver a tu
doctor, no hay problema.

No s, demonio. No me voy a quedar tranquilo hasta que no te

revise y me diga que ests perfecta, adems, ayer te sentiste mal en
casa de la vieja

Puedo pedir una hora para dentro de un par de das. Es probable

que no nos reciba hoy mismo.

Has esa cita para lo antes posible. Tengo un montn de dudas que
quisiera me aclarara.

Cmo cules?

Como el porqu del embarazo cuando estabas tomando

anticonceptivos. Si eso le har dao y cunto tiempo lleva all
adentro dijo l, moviendo su cabeza hacia la barriga de su mujer.

Esas, son cosas que yo puedo contestarte coment,

reacomodndose para quedar mirndolo de frente. Me examin y
dijo que no se vea ningn problema aparente, pero que iba a hacer
una revisin ms exhaustiva en la prxima cita. Debo ir a verlo si
me siento mal, si tengo sangrado u otra anormalidad. Tengo 9
semanas de embarazo, ms o menos y digamos que cuando hice
el cambio de tratamiento hace unos meses

Ya veo coment l, estrechando sus ojos hacia su mujer,

quien baj la cabeza algo avergonzada. Rod l los ojos y
levantndole la cara por el mentn la oblig a mirarlo. Est todo
bien, no te atormentes.

Gracias respondi ella, volviendo a acomodarse sobre el pecho

de su marido, suspirando de satisfaccin. Que Edward estuviera
preguntando y preocupado por todo lo concerniente al embarazo,
era una avance importante. Sonri encantada ante eso.

Aprovech Edward entonces de ponerse en contacto con Aro

Vulturi y pedirle una cita urgente. Ya llevaba varios das
necesitando vaciar la mierda que llevaba dentro, sobre todo despus
de la muerte de la hermana Gabriela, la que l no tardara en sacar a
la luz y hacer pagar al maldito culpable, no sin antes darle la paliza
de su vida.

Dej entonces a su mujer trabajando desde la casa y se dirigi hasta

la residencia del doctor Vulturi, donde tena su consulta particular.

La vez pasada me sales con que te casaste as, sin ms y ahora

con que tu mujer est embarazada. No dejas de sorprenderme.

Soy una caja de sorpresas respondi con sarcasmo, mirando el

dibujo hecho por un nio que estaba pegado a la pared, junto a sus
ttulos universitarios.

Por cierto, lament mucho lo de la hermana Gabriela. Me pill

fuera del pas, por eso no estuve en su funeral.

Entiendo.

Ahora dime, supongo que has venido aqu por lo del embarazo de
tu mujer. Vas a ser padre, dime cmo te sientes

Tengo un lo en mi cabeza, yoapret el puente de su nariz

esto me tom por sorpresa. Yo

Tienes miedo, lo s, y es ms normal de lo que crees, a pesar a tu

historia, todos los hombres se enfrentan a mismo temor. Pero dime,
cul fue tu primera reaccin?

Deba evitar que naciera

Aro arrug su frente y tom nota en su block.

Has cambiado de parecer?

S respondi sin dar lugar a dudas. Aro otra vez inspir y baj
el lpiz al papel. Isabella fue mi esperanza y todo lo que venga de
ella, lo es tambin. No puedo ser yo quien acabe con eso.

Retrocedamos un poco, por qu pensaste en acabar con la vida

de tu hijo?

Dicho as, sonaba bastante cruel, tanto que Edward cerr los ojos y
sinti una punzada de dolor en su pecho. Trag grueso y mir la
copa de los arboles por la ventana.

Siempre me negu a la idea de tener descendencia por mi

historial, como dices. Mi madre muri en un manicomio y yo de no
ser por la ayuda que recib, hubiera seguido su ejemplo. Hered su
enfermedad, adems crec en un orfanato, me separaron de mis
seres amados, me crio una mujer a la que odio y la que estoy seguro
me odia tambin.

Pero Isabella apareci y otras cosas comenzaron a cobrar valor

en tu vida afirm el mdico. Edward slo asinti.

Quiero todo lo que la vida puede ofrecerme con ella, pero no en

un ambiente hostil en el que siento que estoy viviendo, no con la
carga de odio que siento por Elizabeth. Esperaba esperaba tener
la oportunidad de dejar pasar todo esto y concentrarme en mi
matrimonio y pensar finalmente en hijos.

Qu reaccin tuvo ella cuando le dijiste que queras deshacerte

del beb?

Sali corriendo y no estaba dispuesto a permitir eso.

Por eso cambiaste de parecer?

Ya te dije: quiero con ella todo lo que la vida pueda ofrecerme.

Su distanciamiento me abri los ojos y Damian.

Tu padre.

S.

Por qu dices que Damian te abri los ojos?

Crec pensando que nos abandon a mi madre y a sus hijos por

voluntad propia, cuando en realidad no fue as.

Le crees cuando te lo dice? O has necesitado buscar pruebas

para corroborar su versin?

Le creo.

Asinti el doctor con la cabeza y anot varias palabras en su

agenda. Suspir y mir a Edward, que estaba perdido con su vista
en algn lugar.

El doctor sigui hacindole preguntas y Edward las respondi sin

titubear, sobre Damian, Elizabeth, Alice y su mujer, a quien solicit
para la prxima sesin. Le pidi hiciera ejercicios verbales como
llamar al beb "su hijo", en voz alta e hiciera planes con su mujer
para esperarlo, algo que Bella le haba planteado con aquello de la
ilusin de la espera. Edward asinti, sabiendo que poda hacerlo. Y
lo hara, maldita sea! Sera capaz de hacer desaparecer a sus
demonios, salir de su jodida oscuridad y entregarse a la vida feliz
que iba a construir junto a su mujer y su hijo.

**OoO**

"Es increble" pens Charlotte mientras lea la invitacin que

Elizabeth Masen, le haba hecho llegar para invitarla al magno
evento que se realizara para celebrar su cumpleaos el prximo 8
de agosto, es su residencia. Solt una carcajada sarcstica y lanz
despectivamente la elegante invitacin sobre la mesa. Ni loca
volvera a pisar la cueva de aquella bruja, adems, para ese
entonces, ella ya estara de viaje.

Ya haba pasado por la oficina de personal a dejar su carta de

renuncia y ahora, con dos cajas que le haba hecho llegar, iba a
comenzar a guardar sus objetos personales. Ya nada tena que hacer
all, aparte de no querer estar en ese lugar. Llevaba apenas unos
momentos en su tarea cuando dos golpes precedieron a Edward,
quien entr a la oficina a continuacin.

Ests ocupada? pregunt l, cerrando la puerta tras de s. Ella

mir las cajas y luego a l, alzando sus hombros.

S, pero puede esperar. Qu necesitas? pregunt, abriendo la

silla tras el escritorio y sentndose all a tiempo que l haca lo
mismo frente a ella. No iba a reconocerlo en voz alta, pero ese
atractivo hombre haba dejado muy alta la vara, tanto as que
despus de l, pas de estar con otros hombres, obviando su desliz
con su contacto en el Registro civil que le dio la informacin sobre
la boda de Edward a cambio de sexo. l iba vestido con un traje de
tres piezas azul marino y una camisa blanca, resplandeciente,
pasando de usar corbata. Se trag un suspiro de satisfaccin y
esper que l comenzara a hablar.

Mi mujer me dijo lo que habas hecho por ella, cuando la

encontraste en la puerta de la casa de Elizabeth. Quera
agradecrtelo.

No se merecen esos agradecimientos, adems se lo deba. Yo

puse en alerta a Elizabeth sobre tu boda con ella, por despecho
Edward, arrug la frente y antes de protestar, ella continu. Lo
hice por despecho, lo reconozco, pero pretenda causarle disgusto a
ella, que siempre me apoy para que t y yo ya sabes. Y cuando
apareci Rosalie y pens que ella y t podan tener una relacin, me
trat como un estropajo. Da mi ego. Pero no soy tan siniestra
para dejar que ella haga algo en contra de la vida de otra persona
al menos esa fue la idea que me dio cuando vi a Bella como loca
tratando de huir de esa casa. No poda hacer otra cosa que no fuera
ayudarla.

Edward inspir y solt el aire lentamente, pasando el dedo ndice

por su barbilla.

Nunca te di esperanzas de querer algo ms contigo, y no s qu te

hizo pensar que Elizabeth poda o puede interceder sobre mis
decisiones.

Ella puede ser muy convincente.

No conmigo.

Por supuesto Y Bella, est bien? A su embarazo me refiero.

S. Bien.

Pues, felicidades.

Uhm gracias. Bueno, eso era todo dijo con incomodidad,

levantndose de la silla, mirando las cajas apiladas a un lado de
ella. Puedo preguntar para qu?

No soporto un da ms aqu. Adems, me espera un ao viajando

alrededor del mundo.
Pues, buen viaje dijo, dando un golpe en la mesa con su dedo
ndice, justo sobre una tarjeta color perla, en la que destacaban unas
letras doradas. Desvi su vista hacia el trozo de papel y arrug la
frente cuando ley de lo que se trataba.

"Jodida vieja se atreve a hacer celebraciones"

Supongo que no has recibido tu invitacin coment Charlotte

cuando vio Edward leer con gesto ensombrecido la tarjeta. Incluso
crey orlo gruir. l alz su cabeza y neg con firmeza.

Que ni lo intente. volvi a mirar la invitacin con desprecio y

decidi salir de ah antes de ponerse a lanzar mierda verbal contra la
vieja. Bueno, me retiro, tengo cosas que hacer.

Vale y una vez ms, disculpa si les caus

Est bien, Charlotte la detuvo antes que siguiera

disculpndose. As que simplemente, se gir y camin hacia la
salida, derecho a su piso donde al pasar por la secretaria, le dio una
seal para que lo siguiera. Ella obedeci por supuesto y se sent
frente a l, mediando entre ambos el gran escritorio.

Me alegro que Jacob te haya puesto ocupando su lugar, Nadia.

Hiciste un buen trabajo.

Gracias Sr. Masen agradeci ella con una sonrisa orgullosa,

porque era bien sabido que el ogro Masen no sola elogiar a nadie.
Pero la sonrisa en el rostro de la secretaria poco a poco se
desvaneci de su rostro. A caso su jefe haba dicho "hiciste", en
pasado? Pestae varias veces, confundida, interpretando Edward
qu significaba esa cara en el rostro de su asistente.

Present mi renuncia al cargo esta maana, Nadia.

 Se seor? Pe-pe pero, por qu? Y yo?

Nadia, me esperan otras cosas mejores fuera de este infierno, y

estoy seguro que a usted tambin dijo, abriendo la gaveta de su
escritorio, sacando dos sobre desde dentro de ste, extendindoselos
a continuacin. Kate prepar su despido.

Mi despido?! Pero por qu?! se levant con rostro

despavorido, mezclado con angustia por la inminente cesanta. Ya
senta sus ojos picar por las lgrimas.

Clmese advirti l, pidindole con la mano que volviera a

sentarse. Jacob no me perdonara que yo la dejara aqu luego que
yo me vaya, as que lo mejor ser despedirla, para que no pierda los
beneficios, que sera lo que sucedera si le pido que renuncie al
cargo que ocupa. Ahora, pngame atencin, Nadia.

S s, seor Masen.

En el otro sobre, hay un prospecto de contrato. Yo me tomar al

menos un mes libre antes de comenzar mis labores en otro lugar, y
ciertamente me gustara seguir contando con su ayuda. As que
tiene tiempo de leerlo en privado una vez est fuera de este lugar y
hacerle llegar sus apreciaciones a la persona que corresponde, que
Jacob le indicar

Ella pestae, totalmente sorprendida por lo que su jefe, quien

ciertamente no estilaba a dar cumplidos sobre el trabajo de nadie.
Pero lo estaba haciendo con ella, incluso deseaba que siguiera
trabajando con l donde quiera que ahora se dirigiera. Su pecho
inevitablemente se llen de orgullo. Mir el sobre ms grande,
donde presumi ella, se encontrara el prospecto del contrato,
comenzando a abrirlo.
No, Nadia. No aqu. Hgalo cuando est en su casa, pero fuera de
este lugar, entendido?

S s, por supuesto, seor Masen, lo que usted diga. Pero

ahora, qu debo hacer.

Espere mis indicaciones, luego que salga de la reunin que tengo

dentro de un rato.

Como ordene, jefe dijo ella, ponindose de pie. Necesita

algo ms? las carpetas que pidi para la reunin estn listas.

Hgamelas llegar con una taza de caf y donas. Donas con

crema, por favor pidi l, mientras abra su laptop. Ella frunci
sus cejas, pues en lo que llevaba all, l nunca haba pedido algo
como eso, no se imaginaba al jefe como un hombre de donas. Y
apresrese con esas donas, que de verdad quiero comerlas ahora.

S, jefe. All voy contest ella, caminando presurosa hacia la

puerta. Antes de salir se detuvo y agreg. Muchas gracias por su
consideracin, seor Masen, ser un gusto seguir trabajando para
usted.

l asinti y dej que ella saliera, esperando que trajera rpido esas
jodidas donas. Haba llegado all, sintiendo la masa dulce en su
boca, deseando realmente tragarse unas cuantas con urgencia. No
era hombre de antojos como esos, pero no saba bien hasta que
algo en su cabeza hizo clic, recordando aquello sobre el mito de los
hombres con mujeres embarazadas.

"Lo que me faltaba, que engorde comiendo ese tipo de antojos,

justo ahora que he dejado el ejercicio" gru para s, mientras se
trataba de concentrar en leer algunos correos electrnicos
pendientes.
Dos horas ms tarde, se dio el lujo de ser el ltimo en llegar a la
reunin, en donde toda la plana mayor de "Masen & Co" estaba
citada y dispuesta. Por supuesto, en la cabecera de la mesa, se
encontraba la mismsima Elizabeth Masen, que miraba justo hacia el
frente con mezcla de asco y odio en sus ojos a su peor enemigo y
quien estaba tambin sentado en el extremo opuesto a ella: Damian
Brandon, que respiraba tranquilo, esperando ansioso ver la reaccin
de la vieja ante su prximo golpe, el que dara a continuacin.

Edward se ubic a un costado de Damian, a quien salud con un

asentimiento de cabeza, y otro para James que se hallaba justo
frente a l.

Ya que mi nieto se dign a llegar, podemos comenzar anunci

la vieja, mirando con reproche a Edward, que la ignor. Se acomod
entonces en su asiento, abri la chaqueta de su traje y mir a su
secretaria, para que iniciara con la lectura del acta.

Comenz con la tediosa introduccin del acta que dur al menos

siete minutos, hasta que comenz a leer los puntos a tratar, siendo el
primero de estos el anuncio de la renuncia del seor Edward Masen,
de forma inmediata e irrevocable, dejando su cargo a disposicin.

Me puedes decir qu estupidez acaba de leer tu secretaria?

gru Elizabeth, colocando sus manos empuadas sobre la base
de la mesa, mirando con absoluta desaprobacin a su nieto, como a
punto de saltarle encima. Edward muy lentamente desvi la vista
hacia ella.

Lo que oste: me largo de aqu.

No puedes hacer eso! exclam la vieja con voz en cuello,

retumbando su voz en las paredes de la sala de juntas. Todos los
asistentes miraron primero a Edward y luego a Elizabeth, esperando
que all se desatara el primer desastre de la reunin.

Antes que Edward pudiera responder segn su estilo a la vieja

de su abuela, Damian se interpuso para rebatir a Elizabeth:

Creo que s puede hacerlo. Hace una semana la gerente de

recursos humanos fue notificada mir Damian a Kate, quien
asinti reafirmando sus dichos y Edward concluy diciendo:

Est todo en regla y estoy en todo mi derecho a hacerlo y es hoy

precisamente en que se hace efectivo mi retiro.

Traidor! grit Elizabeth, que pareca una olla a presin,

increpando a su nieto mientras le apuntaba con el dedo. Yo que
te lo he dado todo, me abandonas cuando las cosas se ponen
difciles aqu!

Para extraeza de todos all, el aludido por Elizabeth la mir en

silencio y enseguida solt incontrolables carcajadas. Qu ella le
dio todo, eso dijo Elizabeth?

Elizabeth, siempre tan graciosa coment como si ella le hubiera

lanzado el mejor chiste de su repertorio. Cuando se calm, se
levant, abroch su chaqueta y sali detrs de su silla. Bueno,
aqu no tengo nada que hacer. La salida de mi puesto ha sido en
orden, dentro de lo legal, pueden revisarlo con Kate y los abogados.
Ahora si me disculpan, tengo un montn de objetos personales que
meter en cajas para salir rpido de este lugar. As es que, hasta
luego a todos.

Fue as, que ante la mirada atnita de la mayora de los asistentes

all, Edward Masen sali muy satisfecho y relajado de la reunin,
mientras adentro, varios de los asistentes estaban aguantndose la
respiracin pues el ambiente all poda cortarse con tijeras, y eso
que el gran golpe an no haba sido lanzado.

Puede continuar, Nadia indic Damian.

S, seor respondi ella, continuando con el segundo y ltimo

punto de la reunin, que daba cuenta de un anuncio del seor
Brandon y la sociedad a la que l representa.

Me vas a alegrar el da, Damian, y te vas a largar t tambin y

de una vez de mi empresa?!

Oh, Elizabeth, todava no aprendes que esta ya no es t empresa.

Pero da lo mismo respondi con sarcasmo, mirando a
continuacin a James, puedes hacer pasar a los caballeros, James.

Por supuesto James se levant y camin fuera de la sala,

regresando acompaado de dos caballero que saludaron al general
de los asistentes.

He revisado exhaustivamente los movimientos de esta empresa y

me he llevado ms de una sorpresa para nada agradable dijo,
haciendo una sea a James, quien comenz a repartir carpetas a los
asistentes, quienes no demoraron en abrirla. La empresa que
dirige la seora Masen aqu presente, est llena de irregularidades
que han sido cubiertas por su contador personal y un par de
personas que trabajan en finanzas que han avalado estos fraudes
los aludidos que estaban presentes ya estaban transpirando, menos
Elizabeth, quien se irgui an ms en su silla. Damian sin prestar
mayor atencin, continu. Hay deudas importantes que no han
sido canceladas, proveedores descontentos y ni hablar de los
clientes. Esta empresa no tiene solvencia ni mucho menos
utilidades. Es por eso que hoy se hace presente el seor Paterson
indicando a uno de los recin llegados, quien es el sndico de
quiebra y ha venido hoy para hacer las notificaciones pertinentes
y

Qu?! Elizabeth se puso de pie de un salto, golpeando la

mesa, roja de ira. Quin te crees que eres, pobre diablo, que
vienes a decir esa sarta de barbaridades y calumnias?!

Calumnias, Elizabeth? En las carpetas est el detalle de todo.

No trabajo en base a calumnias. Si las empresas que dirijo tienen
xito, es porque trabajamos de manera transparente, cosa de la que
sabes muy poco

Quin eres t, para juzgarme?!

Perdn intervino el seor Paterson. Cuando estn a solas,

pueden discutir todo lo que quieran. Mi tiempo es escaso y slo he
venido a dar fe del contenido de esos informes financieros son
legalmente avalados y que en este momento se hace inicio al
proceso de quiebra, que demorar al menos quince das.

La empresa ser liquidada, se har el pago de las deudas a

proveedores, entrega de porcentajes a los inversionistas
minoritarios, finiquitos de los trabajadores que habr que liquidar y
lo que resta se pondr en remate.

No voy a permitirlo! Hablar con mis abogados y ustedes no

podrn

Hazlo, Elizabeth amenaz Damin, mientras los asistentes

empezaban a cuchichear entre ellos, un poco temerosos por la
situacin futura de la empresa y de sus cargos, aunque varios de
ellos se lo vean venir por varias irregularidades.
La vieja Elizabeth se qued de pie, sintiendo como la ira flua
pesada desde lo ms profundo de su ser. No poda ser, no poda
estar pasando aquello su empresa, su estatus era la ruina. Mir
entonces a su contador y al asesor financiero, que estaban sudando
por los nervios, mirndose entre ellos, y aunque todo lo hicieron por
orden de doa Elizabeth, saban que ella, iba a desatar la furia
contra ellos.

Y mientras Damian hablaba con los dems asistentes, explicndoles

lo que se vena, la vieja sali de la sala de juntas echando humo,
caminando derecho hacia la oficina de su flamante nieto que estaba
guardando sus pertenencias de lo ms relajado. Entr al lugar
cerrando de un portazo por supuesto, y se acerc a Edward quien
apenas desvi su vista de unos papeles que estaba leyendo.

En qu maldito momento se me ocurri ir por ti a ese orfanato y

sacarte de all

Lo mismo me pregunto yo.

Te largas despus que tu flamante progenitor, hizo quin sabe

qu cosas para tirar a tierra mi empresa! Le grit, apretujando
rabiosa sus manos. T y l, estaban coludidos?

Elizabeth, hay que ver lo descarada que eres mene la cabeza

con desaprobacin. Vienes a decirme en mi cara que la culpa es
de Damian, cuando la responsable de que tu empresa se fuera a
pique es absolutamente tuya. Y te lo advertimos ms de una vez. Lo
que Damian hizo fue sacar la mierda que escondiste bajo la
alfombra. Qu quieres que te diga, no fuiste muy inteligente en tus
movimientos se burl, rajando unos papeles y lanzndolos al cubo
de la basura. Ella haca muecas y lanzaba dagas de fuego por los
ojos a su nieto que se vea de lo ms tranquilo.
 Te pagaba para que vieras que mi empresa marchara en orden!

Elizabeth, nunca me dejaste hacer mi trabajo. Y qu sacas con

llorar ahora? Te lo advertimos, te dijimos que esto era lo que
ocurrira

No puede ser! Grit, descomponiendo su siempre tan

impoluta postura. Maldita sea, no puede ser! Voy a perderlo
todo, todo! Y qu va a decir la gente?! Jess, mi pobre padre
debe estarse revolcando en su tumba por mi decisin tan lamentable
de ponerte a ti a cargo de todo! Porque esto es culpa tuya! A caso
te proponas matarme?

Edward alz sus ojos gris azulados hacia la vieja que hiperventilaba
de furia frente a l. Matarla? Era una atractiva posibilidad

Elizabeth, quiero largarme cuanto antes de este infierno, as que

por favor, sal de aqu para que pueda acabar tranquilo y desocupar
este lugar

Piensa en tu hijo le interrumpi ella. Ahora, era Edward el que

senta dentro de s, como la ira comenzaba a hacerse presente,
mientras la vieja sacaba a colacin a su familia. Camin hacia la
ventana y mirando hacia los edificios vecinos, prosigui. Piensa
en tu mujer, qu crees que dirn los medios de comunicacin
cuando sepan que te retiraste de la empresa de tu familia antes de
mandarla a la quiebra? Caern sobre ti como aves de rapia
Pobre Bella, embarazada y teniendo que pasar por todo eso!

El golpe seco que el ogro dio sobre la base del escritorio sirvi para
hacer callar la verborrea de Elizabeth, quien se sobresalt y abri
los ojos en direccin a su nieto, que se haba levantado y
comenzaba a caminar lento hacia ella, amenazante. Se oblig a
inspirar profundamente y enderezar su espalda no mostrando signos
de temor frente a la fiera de su nieto.

No oses a nombrar a mi mujer con tu sucia boca mientras

caminaba lento, muy lento hacia ella, advirti con voz de
ultratumba, y ten en cuenta esto que voy a decirte: si le vuelves a
tocar un pelo a ella o a o a mi hijo, eres mujer muerta. Y no se me
olvida que la tuviste encerrada en un dormitorio en contra de su
voluntad

Ese nio estara mejor cuidado bajo mi alero. T y ella no sern

capaz de darle la crianza

Cierra tu puta boca, vieja de mierda!

Ms respeto cmo le hablas a tu abuela! Y piensa dos veces

antes de amenazarme, pues entrate, no te tengo miedo!

No sabes lo que soy capaz de hacer gru con la quijada

apretada, recordando el otro asuntito que involucraba a la vieja de
su abuela, as que no tientes tu suerte. Ahora lrgate de aqu, me
ofusca ver tu arrugada cara.

Edward Masen!

Vete!

Ella estrech los ojos hacia su nieto, tir de la chaqueta gris de su

traje de dos piezas y levantando el mentn, sali de la oficina de
Edward. Este se qued a solas, tratando de tranquilizarse pues
aquella vieja, hacia sacar lo peor de l. Dej caer su frente sobre los
vidrios de los ventanales y cerr los ojos, haciendo ejercicios de
respiracin, llamando a la calma, recordndose a si mismo que su
estada en ese infierno acababa y que al llegar a casa lo esperara su
sonriente mujer, mientras que a Elizabeth, se le vena una buena
cantidad de mierda que barrer.

Bueno, el ogro sali finamente de la empresa y al parecer, la

vieja Elizabeth est comenzando a pagar... pero todava falta...
ya vern, le daremos su merecido a la vieja. ;-)

Como siempre mi agradecimiento a miss Maritza Mx, a miss

Gaby Madriz y miss Manu de Marte son parte de esto, as que a
ellas mi agradecimiento muy sincero.

Recuerden, estn todas invitadas a pasar por el grupo

defacebook "Mar de sueos: letras de Catalina Lina" (
groups/Subversivas/)

Y atentas, que falta poquito para decirle adis al ogro...

Nos leemos pronto. Besos a todas y gracias como siempre por

vuestro apoyo

UN BESO GRANDE, LAS QUIERO MUCHO! =)

*Chapter 34*: Chapter 34
A LEER!

=)

Captulo 33.

Ese mismo da luego de su renuncia y de llegar a casa varias horas

ms tarde, Edward dej caer la caja que traa entre los brazos justo
al lado de la puerta de entrada y camin hacia el sof, donde su
maletn, su chaqueta y su corbata fueron lanzados. Por fin estaba en
casa.

Edward? oy la voz cantarina de su mujer desde adentro,

sintindola correr hacia donde se encontraba. No se detuvo sino que
corri hasta caer en los brazos fuertes de su marido, alzndose en un
salto, rodendole la cintura con sus piernas y sus hombros con los
brazos, entregndole su beso de bienvenida.

Llegaste hace mucho? quiso saber Edward con sus labios aun
pegados a los de ella.

Media hora ms o menos. T ests bien? Te ves cansado.

Ahora estoy bien, demonio . Respondi; Bella asinti

sonriendo y mir por sobre su hombro la caja que haba junto a la
puerta.

Y eso?

Eso? Son cosas personales que tena en la oficina

 Entonces es cierto?

S, demonio, se acab. Soy oficialmente un hombre desempleado.

Ella solt el aire de sus pulmones, regocijndose por dentro. Pos

otra vez sus labios sobre los de su marido, removindose
sinuosamente a medida que el beso cobraba intensidad.

Anda, Edward, llvame adentro y celebremos que eres un

hombre desempleado

Joder, demonio! Mordi su labio y ella gimi a ese contacto

. Odio decirte que no, pero

Y el jodido timbre son. Ella gruo y se apret an ms a su marido,

rabiando por dentro. Sus hormonas estaban llameando y necesitaba
las atenciones de su marido. Otra vez el timbre insisti y antes de l
dejar a su mujer sobre el suelo, mordisque su cuello y palme su
trasero.

No gruas, demonio. Me deshar rpido de ellos y te brindar las

atenciones que mereces

Ella rod los ojos antes de cruzarse de brazos y contestas:

Yo s cunto demoras con ellos, Por qu son los muchachos,

verdad?

S. Tenemos cosas importantes que debemos tratar ahora.

Bien ella suspir, se alz de hombros y se dio media vuelta

dejando a su ogro esposo rabiando consigo mismo y con su mala
idea de citar a los muchachos esa misma noche, cuando l debera
estar en ese momento dirigindose con su mujer a su recamara y
comenzar a quitarle la linda ropa que llevaba. Pero no.

Abri la puerta y gru un saludo, dejando entrar primero a Jacob y

luego a Garrett.

Tambin nos alegramos de verte se dej caer Garrett sobre el

sof, colocando sus manos tras la nuca. Por cierto, felicidades,
papi.

Jacob solt una carcajada y mir a Edward, que le hizo una mueca a
Garrett mientras se sentaba en uno de los sofs.

Damin no se aguant, y Emmett andaba contando la noticia

tambin. Cmo te sientes con respecto a eso?

Asimilndolo. Slo espero hacerlo bien.

Lo hars apost Garrett.

Bueno, y el resto?

Damin venia saliendo del infierno "Masen & Co". Tuvo que
arrancarle de las garras de Elizabeth a Rosalie. La vieja la culp a
ella y a sus dos asesores.

Por supuesto.

En eso la puerta volvi a golpearse, abrindose enseguida y

asomando por esta a los tres caballeros que faltaban: Damin, James
y Emmett.

Qu da de mierda! Exclam Damin, dejndose caer en el

sof. Pero vali la pena por verle la cara a la vieja.
Estaba seguro que la yugular le iba a explotar cuando los sndicos
de quiebra comenzaron su trabajo coment James, soltando una
carcajada. Y con todo lo que se le viene encima

Tienes alguna novedad? le pregunt Edward al asistente de

su padre, quien inhal y asinti con la cabeza.

Tengo algo que nos puede ayudar. Investigamos la pista del

hombre que figuraba como quien inscribi el arma de fuego del que
sali la bala. Este hombre est relacionado con el cuerpo policial, un
alto mando de la polica migratoria, justo de la poca que Damin
fue expulsado del pas.

Joder! exclam Emmett, caminando de un lado a otro. Fue

la vieja, yo s

Averiguamos el paradero de Elizabeth durante el da en que la

hermana Gabriela ya saben, y ella figura en los registros de la
clnica. Estuvo en total 5 das, eso al menos nos informaron. As que
no podemos culparla directamente

No podemos culparla?! Le grit Emmett a Jacob, quien

acababa de presentar esa informacin Ahora vas a
defenderla?! Ella la mat, ella mat a la monja, estoy seguro!

No podemos asegurarlo

Y una mierda que no!

Calma, caballeros medi Damin, mirando a Emmett, que se

haba convertido en un energmeno y a Jacob que como siempre
guardaba calma, entendiendo sobre todo la postura de su amigo y su
reaccin .Seguiremos investigndola. Elizabeth est involucrada,
tambin estoy seguro, pero quizs ella contrat a alguien para hacer
el trabajo

Ella la mat! y fue lo ltimo que Emmett grit antes de girarse

y caminar furioso hacia la puerta de salida. Todos los que quedaron
en la sala del apartamento se quedaron mirando por la reaccin tan
poco habitual de Emmett.

A todos nos cal fuerte la muerte de la monja, y no quiero decir

que fue Emmett, a quien ms afect su muerte, porque no sera
justo. Slo que est reaccionando

No es necesario que expliques nada, Jacob. Yo entiendo.

De cualquier modo intervino James, no podemos presentar

pruebas simples para culparla, pues ella podra adelantrsenos. Hay
que hacerle creer que est lejos de la investigacin.

Por cierto levant Garrett su dedo para acotar algo sobre eso
, la familia no permiti que el caso se cerrara, y levantaron una
peticin para que se cambiara el equipo investigativo y un fiscal
adjunto para evitar encubrimientos y trfico de influencias. No
vamos a permitir que la muerte de la monja quede impune.

Por supuesto que no acot Jacob.

Edward se mantuvo en silencio mientras el resto presentaba las

pruebas investigativas, incluso cuando Emmett se exasper. Y es
que su amigo tena razn, pues Edward al igual que l saba que
Elizabeth estaba involucrada directamente con la muerte de la
hermana Gabriela y eso le hastiaba.

Tenemos que hacer que las pruebas que la inculpen salgan a la

luz lo antes posible. No podemos relajarnos.
Seguiremos tras la pista de la vieja, Edward. dijo Garrett.

Por supuesto.

Cuando finalmente todos se fueron, Edward arrastr sus pies hasta

el dormitorio, donde vio a su mujer sentada sobre la cama, con las
piernas cruzadas, trabajando con la laptop.

O gritar a Emmett, sucedi algo?

Es quien lleva peor que todos lo de la monja. Creo que se

siente impotente se dej caer junto a su esposa, de espalda,
mirando hacia el cielo. Ella suspir y estir su mano hasta acariciar
su cabellera, y l cerr los ojos y disfrut de la caricia de su mujer.

Pagar quien lo hizo, estoy segura susurr ella con mucha

seguridad. Ella desde all arriba mover sus hilos para que todo
salga a la luz.

Pues nos hara bien una ayuda divina, demonio.

Ya vers que s.

Y t, Qu haces con ese laptop encendido?

Ah, pues tena curiosidad mi doctor nos atender maana

por la tarde, despus de las seis.

Estupendo.

Has pensado en cmo quieres llamarle?

Edward arrug su frente. No se vio jams en esa escena, de la

paternidad, y no acababa de asimilarlo todava, y ella preguntaba
por los nombres? Adems, no era demasiado pronto?

Pues no

Yo estuve leyendo y en varios portales recomiendan llamar al

beb por su nombre, para que reconozca las voces tecle algo en
la laptop y prosigui. Ya s que no sabremos el sexo dentro de
varios meses, pero me hace ilusin pensar en un nombre para el
beb.

Crees que ser hombre? pregunt l de improviso, tomndolo

por sorpresa incluso a l.

Creo que s y haba haba pensado en honrar los nombres de

nuestras personas especiales: si es niito podramos llamarlo como
mi pap y si es mujer, como como tu mam coment
dubitativa, esperando la reaccin de su esposo, que no se hizo
esperar.

Alz los brazos al aire y movi las manos indicndole

implcitamente que dejara a un lado la laptop y se acomodara sobre
su pecho, cuestin que ella no demor en hacer. Alineada
perfectamente al cuerpo de su marido, dej varios besos cortos y
suaves sobre su boca, mientras acariciaba la piel del cuello y l
colaba sus manos tibias bajo la blusa azul de su mujer.

Ya veremos, demonio. No nos apresuremos.

No nos apresuremos reiter ella.Y ahora que ests

desocupado, cesante digo, podras comenzar a ocuparte de la
limpieza de este apartamento, no?

Demonio burlista gru cuando ella mordisque el lbulo de su

oreja, har el aseo y la comida desde maana, pero antes visitar
a alguien.

A alguien?

Benjamn Town.

Lo visitars ahora?

No demonio, lo que har ahora se gir, cambiando la posicin

de sus cuerpos, sin despegarlos, es hundirme en ti y olvidarme de
este da.

Tom posesin entonces de su boca y se movi frotndose sobre el

cuerpo de su mujer, volviendo a revolucionarle las hormonas. Ella
gimi descarada y busc ms friccin, tirando la camisa de Edward
para colar sus manos bajo esta y tocar su piel.

Jess, Edward, qutame la ropa que estoy ardiendo suplic ella.

Y no tuvo que pedirlo dos veces, pues al cabo de menos de tres
minutos, ambos estaban desnudos y no demor l en hundirse en
ella profundamente.

Su olor, el roce de su suave piel, su sabor, sus gemidos, toda ella

haca que Edward, olvidara y dejara atrs toda la mierda que
cargaba sobre los hombros y que lo tena exhausto. Era en esos
momentos, cuando estaban unidos hasta ms no poder en cuerpo
y alma, en los que l poda afirmar con absoluta seguridad que las
cosas con ella seran perfectas, por mucho que eso costara.

Al da siguiente y despus de llevar a su mujer al trabajo y de Bella

recordarle que deban estar a las seis en la consulta de la doctora;
dirigi el vehculo hacia la direccin que James le haba dado del
lugar donde se encontraba recluido el viejo Benjamn. Una mujer
mayor lo atendi despus de corroborar que Edward tena lazos
sanguneos con el enfermo, explicndole en qu consista la
enfermedad del pobre viejito y sus avances en los ltimos das.

Hace ya muchos aos que nadie lo visita, slo se encargan de

pagar la anualidad por mantenerlo en este lugar.

Es indispensable que l permanezca en este lugar?

Pues no, indispensable no. Habra que tener cuidados especiales

con l y seguir al pie de la letra las indicaciones sobre sus
medicamentos. Usted est pensando enllevrselo?

Quisiera verlo primero, si me lo permite.

S, por supuesto asinti la mujer, levantando el auricular del

telfono sobre su escritorio y marcando un anexo. De cualquier
modo, si usted pretender hacerse cargo de l no habra mayor
inconveniente. Usted es familiar directo, as que se detuvo
cuando contestaron al otro lado de la lnea, mientras Edward
pensaba en aquello de que l era familiar directo qu gracioso.

Luego de que la mujer colgara y le diera algunas indicaciones a al

visitante, una joven enfermera lleg a la oficina para llevar a
Edward al lugar donde se encontraba Benjamn. Caminaron en
silencio por un largo y blanco pasillo hasta que la gua se detuvo
frente a una puerta y tras abrirla, se encontraron a un hombre de
espalda a ellos, sentando en una silla de ruedas.

Benjamn, tienes visita! le exclam la mujer, indicando a

Edward que poda pasar. Cuando l lo hizo, la enfermera sali y
cerr la puerta tras ella.

Antes de acercarse, Edward contempl lo que pareca su

dormitorio, pues una cama, una mesita de noche y un closet
dominaban el pequeo espacio. El hombre, estaba sentado frente a
una ventana y no hizo atisbo de movimiento cuando Edward avanz
hasta l, con paso inseguro.

Benjamn Town tena su cabello totalmente teido de blanco y su

piel estaba arrugada por el paso de los aos. Llevaba una barba de
un par de das y un bigote tintado de blanco al igual que su cabello.
A simple vista, era un hombre alto y delgado, que vesta ropas
limpias en tonos caf y sus ojos de un extrao color azul se vean
ms bien opacos y perdidos en la luminosidad del da que se dejaba
ver al otro lado de la ventana.

Edward, carraspe y mientras acercaba una vieja silla de madera,

pensaba en qu deba decir, o si era necesario, pues saba que no
obtendra ninguna respuesta verbal. Pero, cual era la razn que lo
haba llevado hasta all? Pens mientras se acomodaba y no
quitaba su vista del perfil del hombre aquel quien era su abuelo.

Probablemente, pens, que ese hubiera sido el destino de su madre,

si esta no hubiese atentado contra su vida. Quizs eso fue lo que lo
llev hasta all y pensar en la posibilidad de sacarlo de aquel lugar.

Salvarlo aunque fuera algo tarde ya.

Cmo es que nunca antes se pregunt sobre su abuelo, esposo de

Elizabeth? Cmo fue tan estpido para pasarlo por alto?

Yo yo soy Edward, hijo de Clarisse. Recuerdas a Clarisse?

La nena de pap balbuce ronco Benjamn elevando la

comisura de sus labios, sin apartar sus ojos del exterior. Edward
baj la cabeza y arrug la frente. Ese hombre, recordaba
perfectamente el nombre de su hija y era palpable el cario con que
dijo aquella frase.
Yo carraspe antes de continuar quiero sacarte de aqu.
Te gustara salir de aqu?

Salir me gusta fuera

Bien.

Con lentitud el viejo Benjamn gir su cabeza hacia Edward y su

sonrisa se hizo ms amplia y evidente cuando pos sus ojos opacos
en l, provocando en su nieto una especie de estremecimiento que
lo recorri, pues esa sonrisa, a l le era muy familiar. Esa era la
sonrisa que recordaba de su madre, seguro heredndola del hombre
frente a l. Y eso le bast para saber que estaba haciendo lo
correcto, porque era como si su madre le estuviera sonriendo.

Edward hijo de mi Clarisse mi nieto.

Trag grueso y asinti, colocando una mano sobre el hombro del

anciano, quien parece disfrut del contacto.

Ese soy yo respondi, con un nudo en la garganta. Y all se

quedaron en silencio contemplando ambos hacia la ventana. De
momento no haba mucho que decir, con las pocas palabras que
haban dicho, era suficiente.

De momento.

**oOo**

Bueno, hoy es 21 de Julio y Bella, est en su semana dcima de

gestacin explic la doctora, echndole un vistazo a los exmenes
anteriores. Bella se morda el labio mientras Edward golpeaba con
el dedo ndice, con un montn de preguntas atascadas en la
garganta.
Diez semanas, y est todo en orden?

Aparentemente s. Bella tena temores sobre el hecho que hubiera

estado ingiriendo anticonceptivos durante varias semanas y pues la
verdad no existen riesgos aparentes hasta ahora.

Quiere decir que pueden aparecer ms tarde?

S, pero nada que no pueda controlarse. En la mayora de los

casos puede ser un parto prematuro o el beb puede nacer con bajo
peso, pero como les digo, podemos controlarlo.

Despus de que la doctora dijera eso, Edward ech afuera varias

preguntas que fueron respondidas muy claramente por la joven
mdico. Pregunt por la dieta, por las vitaminas que estaba
tomando, si los mareos y los vmitos eran normales, incluso os a
preguntarle sobre el sexo durante el embarazo, lanzando la doctora
una graciosa carcajada, cuando vio que la pobre Bella se hunda en
su asiento y antes de contestar que era perfectamente factible.

Bueno pues, se les antoja ver a ese pequeo? Pregunt la

doctora, ponindose de pie. Bella, ve detrs de esa puerta y ponte
la bata que cuelga detrs de la puerta.

Volver a examinarla? pregunt Edward, levantndose

tambin.

Haremos un ultrasonido.

Salieron alrededor de treinta minutos ms tarde. Ella iba con una

gigante sonrisa en los labios, mirando de reojo a su esposo que iba
con una fotografa en sus manos. La doctora tuvo la gentileza de
imprimir una y drsela de regalo y desde que aquello pas, Edward
prcticamente no pudo despegar los ojos de la lmina en tonos
grises. Vio los ojos de su marido, totalmente absorto en la pantalla
cuando la doctora le indic dnde estaba el pequeo y cmo se iba
a ir desarrollando. Vio el brillo en su mirada y su corazn se llen de
dicha, pues como ella vaticin, saba que l caera rendido a los pies
de su hijo y ningn trauma del pasado o miedo al futuro impedira
eso.

Quieres que conduzca yo?

Uhm all recin Edward atin a levantar la vista de la lmina,

percatndose que ya haban llegado al coche, y l ah como un
bobo. Sacudi la cabeza y meti la foto en el bolsillo interior de su
chaqueta, quitndole el seguro al coche. Claro que no.

Lo encuentras lindo?

A quin? Arrug su frente y la mir de reojo A la

doctora?

No! Le rega, pegndole en el hombro. Hablo de nuestro

beb.

Esto sigue siendo increble para m, demonio, y verlo en la

pantalla es algo que no puedo explicar. Adems, hoy fue un da
lleno de sensaciones raras.

Lo dices por tu abuelo?

Lo digo por eso, por la ecografa lo digo porque en la maana

cuando vi los peridicos y se hablaba de la quiebra de "Masen &
Co" ni siquiera me regocij como esper hacerlo. Yo slo quiero
que esa mujer desaparezca de nuestras vidas. Nada es como lo
esperaba y lo ms extrao es que est bien.
Ella sonri y alarg su mano hacia la nuca de Edward. Su hombre
estaba sanando, lo saba.

Te amo tanto.

Demonio, tambin te amo. Ahora, tienes algn antojo para

comer?

Muero por un gran trozo de lasaa boloesa!

Lasaa boloesa es lo que tendrs entonces.

Y mientras cenaban, l trataba de convencerla que sera mejor que

dejara de trabajar, pero antes que presentara sus argumentos, Bella
alz la voz con su rotunda negativa, advirtindole que no dejara de
trabajar y no lo hara sino muy adelante, cuando la barriga no dejara
ver la punta de sus zapatos. l le advirti entonces que Emmett, la
acompaara a cualquier lado, slo por seguridad, no quera que la
vieja loca de Elizabeth se le ocurriera aparecer y acercrsele como
la ltima vez, tomndolo desprevenido. Hablaron tambin de la
visita que Edward le hizo a Benjamn Town, su abuelo y de los
trmites que deban cubrirse para sacarlo del hogar, lo que ocurri
despus de tres das.

l mismo, junto a Emmett, llevaron a Benjamn al hogar de

menores, habindose ofrecido las monjas del hogar para cuidarlo.
Seguro que el entorno campestre y los nios le subiran el nimo.

Puedo pagarle a alguien para que lo cuide, no es necesario que se

encarguen de l, hermana Manuela.

No ser un problema, Edward, es como una visita.

Es muy amable, madre.

 Alice se lo dirs a ella?

Damin lo hizo coment, mirando hacia el piso. Aunque no

s si le interese visitarlo.

Lo har. Estoy segura.

Mi mujer vendr esta tarde despus que salga de su trabajo.

Emmett la acompaar. Traer ropa para los nios y visitar a
Benjamn para conocerlo.

Ser un placer verla. Se ha sentido bien?

S madre, se ha sentido bien sonri la monja y mir hacia los

nios que jugaban en el patio. Usted ha estado bien?

Ay, Edward! Suspir y puso una mano sobre su pecho.

Echo tanto de menos a la hermana Gabriela le pido a Dios que
me de fuerzas porque no entiendo cmo alguien

Madre interrumpi el relato doloroso de la monja, poniendo

una mano en su brazo, averiguaremos quien fue y haremos que
pague, se lo juro.

Continuaron conversando un rato ms y despus de cerciorarse que

Benjamn qued cmodamente instalado, se despidi de la hermana
Manuela recordndole que vendra en la tarde a buscar a su esposa.
Despus sali en su coche y se dirigi a la estacin de polica. Tena
la sensacin de que si peda hablar con el jefe a cargo, sacara algo
de provecho.

Edward Masen dijo que se llamaba? pregunt el regordete

hombre tras el escritorio. Edward asinti muy serio, sin quitarle los
ojos de encima. Nieto de Elizabeth Masen?
Volvi a asentir en respuesta, intuyendo que por algo, aquel tipo lo
relacionaba con la vieja loca de ella. Y saba que ese hombre no lea
las noticias econmicas como para enterarse a travs de eso de la
relacin entre Elizabeth y l. Digamos que Edward pudo oler la
coima.

Dgame, en qu puedo ayudarlo. Estar encantado de hacerlo.

Me alegra ver su buena disposicin puso el pie sobre su rodilla,

acomodndose en su sitio antes de preguntar. Cunto le pag mi
abuela?

Pe perdone?

Edward esboz una sonrisa hacia el hombre que de la nada se puso

nervioso.

No haga que le repita la puta pregunta y responda de una vez.

No s a qu se refiere se enderez, tratando de mostrar

seguridad y por la sonrisa del nieto de Elizabeth, parece no lo haba
conseguido. Por qu supone usted que me han pagado?

Conozco a Elizabeth y al parecer usted tambin la conoce. S que

ella acudi a usted, hace poco con una fuerte cantidad de dinero
para callarlo. Dgame cunto fue y duplicar el monto, incluso soy
capaz de salvar su culo de lo que se le viene encima cuando todo se
descubra

Usted me ofende, seor Masen! Exclam indignado. No s

de qu me habla, usted slo me est calumniando y eso no voy a
permitrselo. Acaso no sabe quin soy?

S quin es y eso hace ms peligroso que usted, encubra

cualquier tipo de crimen

No le permito!

Mataron a una monja y usted est encubriendo eso interrumpi

Edward las protestas del hombre, que lo mir salindosele los ojos
de sus orbitas. Duerme en paz? Yo creo que no. Y qu es eso de
cerrar el caso de la hermana Gabriela sin un culpable eso fue muy
evidente, qu quiere que le diga?

Perdone perdone pero usted est hablando con la persona

equivocada si si cree que yo podra hacer algo como eso
respondi, claramente muy nervioso. Edward inspir, no soportando
ms estar frente a ese hombre.

Estoy pisando sus talones y no tendr piedad, as que si cambia

de opinin, bsqueme.

Y sin despedirse, sali con fuertes pisadas de la oficina, dejando a

un tembloroso y muy nervioso jefe de polica, el cual tuvo que
meterse el puo en la boca para no soltar su grito. Por la mirada del
hombre que acababa de irse, saba que estaba en un aprieto. En
qu momento acept recibir el dinero de esa mujer? Cuando recin
entr al cuerpo de polica haca muchos aos atrs, le toc una
buena tajada, cuando esa misma mujer compr a su entonces jefe
mayor, quien meti a peticin de ella a un hombre inocente a la
crcel. Todo result tan bien, que l pens que ahora sera lo
mismo, pero para su terror no fue como entonces.

Joder, joder, joder! exclam desesperado, pasndose las

manos por su calva cabeza, pensando en qu sera el mejor de los
caminos a seguir. Su pellejo y su trasero como bien dijo Edward,
estaran en juego si lo descubran.
 **OoO**

Te buscan, Bella.

Quin? pregunt, sin levantar la vista del ordenador. Y mala

idea pues cuando lo hizo, vio la sonrisa de hiena de la vieja
Elizabeth Masen frente a ella. Inmediatamente se puso de pie y
cubri su vientre apenas abultado con ambas manos.

Vengo a intentar hacerte entrar en razn. T y yo podramos

Usted y yo nada! Yo jams ira con usted por voluntad propia y

entrese que no la quiero cerca de m, as que lrguese de aqu!

Qu mal educada susurr la vieja, caminando por la pequea

oficina, mirando despectivamente algunas lminas de los trabajos de
Bella colgados en las murallas, has adquirido los mismos hbitos
que el traidor de mi nieto, te cont lo que me hizo?

Lrguese de aqu!

Quebr mi empresa y se larg . Ignor a Bella mientras segua

con su aire despectivo, mirndola a continuacin Ese es el
padre que quieres para tu hijo? Te lo dije una vez, l no sabr hacer
su trabajo, no podr cuidarte a ti ni a mi bisnieto

Cllese, vieja estpida! camin entonces decidida hacia la

puerta y abri, hablndole desde el umbral, con los ojos de Laurent
da Revin y la secretaria que estaban afuera estaban confusos y al
haber odo los gritos. Y lrguese de una vez de aqu o llamo a la
polica!

Elizabeth inspir profundo e hinch su pecho como paloma vieja,

alzando su mentn y caminando con petulancia hacia la puerta.
Cuando pas a un lado de la furibunda Bella, se detuvo y mirndola
de pies a cabeza, advirti:

Nos volveremos a ver y sin ms, sali atravesando la estancia

hasta desaparecer por la puerta de salida. Se meti en la oficina y
dej caer su espalda sobre el muro, poniendo la mano fra sobre su
frente algo caliente.

Bella, Bella, te sientes bien? Necesitas algo?

Agua por favor pidi y la secretaria corri hacia la cocina,

quedndose con ella Lauren su jefe, quien la miraba muy
preocupado.

Perdona, Bella. Cuando lleg le dije que no habra problema que

pasara a verte. No pens que te pondras as, lo siento.

Tranquilo, Laurent, pero si vuelve a venir

Dar orden de que no la dejen ingresar a las oficinas, Bella.

Gracias le dijo, agradeciendo adems el vaso de agua que la

secretaria haba llevado para ella.

Quizs podras irte a casa

No, no estoy bien. Adems tengo un montn de trabajo.

Ests segura?

S, Laurent.

Llamamos a tu marido?
 No, no! De verdad, estoy bien.

Tendr un ojo sobre ti, Bella amenaz Laurent antes de salir de

su oficina cuando ella ya estuvo de regreso en su asiento. Cerr los
ojos e inspir profundamente a la calma, concentrndose en acabar
el diseo que estaba a la mitad, obligndose a que la presencia de la
vieja esa no la afectara.

No voy a darte ese gusto, Elizabeth anunci para s misma,

antes de concentrarse en la pantalla y seguir con su trabajo.

Despus de que la tarde pasara, fue en compaa de Emmett, hacia

el hogar de menores donde estaba el abuelo de Edward a quien
ella quera conocer. Estaba obviando los retorcijones de
estmago y la leve capa de sudor que apareci en su frente.

Te sientes bien? le pregunt Emmett, estirado su mano y

apretndole levemente el brazo. Ella medio sonri y asinti
despacio.

S lo de siempre, ya sabes.

Oh, s lo s! Mi Rose pasaba mucho tiempo abrazada al vter,

despus de cada comida, pero por lo que s, t lo llevas mejor que
ella.

S, este pequen no me da problemas con ternura acarici su

vientre.

Es bueno eso. Esperamos que una vez afuera siga tan tranquilo,
no queremos que haga enojar a papi

No lo har sonri al responder.

Ambos entraron juntos a la casona, cargando cajas de cartn, donde
llevaban mucha ropa que las monjitas se encargaran de entregar a
los nios. Emmett inspiraba con fuerza, mirando hacia todos lados
mientras se acercaban al privado de la madre superiora.

Creo que en cualquier momento voy a ver la sonriente cara de la

madre Gabriela en estos pasillos, correteando a los nios coment
Emmett bajando la cabeza y negando.

Lo siento, Emmett.

l la mir y trat de sonrer, sin conseguirlo. Ese hombre, con

corazn noble como el de un nio cargaba el peso de la prdida de
la mujer que lo ayud a sobrevivir cuando l lleg all. Pestae
rpido para apartar las lgrimas que amenazaban con agolparse en
sus ojos y tras coger aire, golpe la puerta de la oficina de la monja.

Alice?! exclam entonces acercndose a ella para abrazarla.

Bella se qued en la puerta helada por la sorpresiva visita de la
hermana de Edward al hogar. Recordaba cmo le haba ido en su
ltimo encuentro y pues esperaba que esta vez su boca se
mantuviera lo suficientemente cerrada para no meter la pata como
aquella vez.

Pero Bella, no te quedes ah parada! exclam la madre

Manuela con su habitual sonrisa, acercndose a la puerta donde
Bella haba quedado como esttica. Le tom la mano y la sent en
la silla desocupada frente a su escritorio, mirando de reojo a Alice y
Emmett que hablaban entre ellos. Te has sentido bien, querida?
Cmo se ha portado ese pequeito? pregunt, posando su palma
sobre la barriga de Bella. Ah, ella pudo sentir los ojos de Alice
sobre si, cuando la hermana hizo mencin a su embarazo. Ella iba a
contestarle a la monja cuando el sonido del telfono les interrumpi.
La monja contest y un momento despus se disculp, saliendo
rpido de la oficina pues la necesitaban afuera.

Bella retorca sus manos sobre su regazo en tanto Emmett

preguntaba algunas cosas a Alice, sintindose ella como fuera de
lugar. De pronto, comenz a sentir que faltaba aire en la oficina,
que estaba haciendo calor pues tuvo que secar el sudor de su frente.
Su boca se sec y el estmago comenz a agitrsele otra vez.

"Oh, no"

Cerr los ojos y comenz a inspirar y expirar lentamente por unos

momentos, cuando sinti la mano de Emmett sobre su espalda.

Te sientes bien?

Ella neg con la cabeza y sin ms, se levant y corri hacia el final
del pasillo en donde se encontraban los baos para mujeres. Apenas
alcanz a entrar en un cubculo e inclinndose sobre el vter, vaci
estrepitosamente su estmago. Cuando finalmente no qued nada,
jal la cadena de agua, y baj la tapa dejando caer su frente
sudorosa sobre esta.

Si Edward se enteraba y se iba a enterar, iba usarlo como

excusa para que se quedara casa, y qu decir de la visita de la vieja
a su oficina, si con su sola presencia se le revolvi el estmago
Joder! Pens, mientras se pona de pie "menos mal que alcanc a
llegar aqu y no hice un espectculo en la oficina de la monja"
cuestin que hubiese sido como la guinda de la torta, sobre todo por
la presencia de

Te encuentras bien?

Bella se qued en la puerta del cubculo cuando vio el rostro

genuinamente preocupado de Alice a un lado. Parpade y camin
hacia los lavados.

Yo s, ya me siento mejor respondi, abriendo el grifo de la

llave y formando con sus manos una vasija que llen de agua y llev
a su boca. Dios, qu frescura! Se levant y se mir al espejo y la
verdad es que daba pena, pues segn ella, un color verdusco haba
adquirido el tono de su piel. Y qu decir de su cabello, si pareca
loca.

Quizs deberas comer algo, no es bueno que tengas el estmago

vaco

En este mismo momento ni siquiera puedo pensar en comida.

Emmett me dijo o bueno, confirm lo que le o decir a la

hermana Manuela, sobre tu embarazo.

S reafirm ella, pasndose las manos por las mejillas a ver si le

daba algo de color, mientras Alice se balanceaba de un lado a otro,
mordiendo su labio sin la claridad de cmo tena que actuar.
Tengo diez semanas.

Diez semanas yo pues, felicidades. Casi ni se te nota

coment Alice, indicando el vientre casi plano de la esposa de
Edward.

Bella gir su rostro y mir a su cuada, esbozando una sonrisa. Si la

vez anterior la espant con sus recriminaciones, esta vez tena que
conseguir que ella cediera un poco y quizs en un tono ligero,
dndole a entender que ella no era su enemiga lo lograra.

Gracias Alice mir y se toc el vientre con ambas manos, la

doctora dice que es por mi contextura, pero yo si noto los cambios
es mi cuerpo.

Seguro que s Ehm t y l se casaron? Jacob me lo dijo.

S, fue una locura sonri recordando lo que fue aquello.

Hubiramos deseado que estuvieras all.

Yo? Arrug su frente, confundida. Por qu yo?

Toda la gente que es importante para nosotros nos acompa y

t eres muy importante para l

No, por favor dijo, levantando su mano y cerrando los ojos,

como si le hiriera siquiera pensar en eso. Mira, yo vena a ver si
estabas bien porque Emmett se qued ah afuera hiperventilando
y

Por qu no puedes perdonarlo? Pregunt ella en un susurro

interrumpindola. l te ama y est sufriendo y yo no entiendo.
Es evidente que tambin lo quieres y estoy segura que conoces lo
que pas, el por qu l se alej de ti. Yo simplemente
simplemente quisiera entender lo amo tanto y quisiera que fuera
feliz, pero

No puedo con voz quebrada Alice reconoci, provocando que

a Bella tambin se le formara un nudo en su garganta, yo
simplemente no puedo

Pero pero ya ha pasado mucho tiempo, Damin apareci, las

cosas se esclarecieron

No para m Indic ella, jugueteando con el anillo de

compromiso con sus ojos fijos en l. Y por todo el tiempo que ha
pasado, creo que esto debe quedar olvidado. Yo estoy bien con mi
familia y me me alegro que l est bien, que te tenga y que
esperen un hijo, pero no quiero nada con l lo siento.

Antes que Bella continuara tratando de entender el por qu de su

negativa, la puerta del bao se abri estrepitosamente, apareciendo
su marido con el semblante lleno de preocupacin.

Oye, qu te alcanz a dar dos pasos seguros y se qued

inmvil dejando la frase hasta la mitad cuando vio a la persona que
acompaaba a Bella. Parpade lento un par de veces mientras Alice
tragaba grueso cuando el hombre aquel, apareci de improviso. No
estaba preparada para verlo y verdaderamente, nunca lo estara.
Ho hola salud l, tartamudeando, como nunca antes se le
vea. Parece que frente a Alice, Edward bajaba absolutamente todas
sus barreras pues pocas veces se le poda ver nervioso como en ese
momento.

Hola respondi ella al saludo, casi inaudiblemente, dando un

paso atrs, cuando Edward se acerc con paso lento hacia donde
estaba su mujer, justo junto a ella. Mir entonces a su mujer, que
estaba algo plida y despeinada, centrando su atencin en ella.

Nuseas?

Nauseas, vmitos, mareos, todo eso respondi ella, alzndose

de hombros, mientras Edward pona una mano sobre su frente que
al parecer tena algo ms de temperatura de lo habitual, pero ya
estoy bien. Alice estaba en la oficina de la superiora cuando tuve
que salir corriendo de ah. Vino aqu porque estaba preocupada

Gracias susurr Edward, mirando a su hermana con ternura,

mientras abrazaba a su mujer por la cintura y la apretaba a su
costado. Alice baj la cabeza, sintindose intimidada por esa mirada
que ella recordaba tan bien.

No hice nada, no tienen nada que agradecer yo ahora yo

ahora me voy uhm mir hacia todos lados en el bao,
evitando los ojos del matrimonio frente a ella, hasta que finalmente
tuvo que mirar a Bella cuando se despidi, me alegro me alegro
por tu hijo o sea de ambos y bue-bueno, lo de la boda
tambin y mejor me voy dijo finalmente con mucha
dificultad despus de balbucear aquellas palabras, caminando hacia
la puerta para escapar de all.

Alice la llam Edward soltando a Bella y caminando hacia su

hermana, pero ella apenas se detuvo, girando su rostro por sobre su
hombro.

Adis dijo, desapareciendo por la puerta, dejando a Edward

con su vista fija hacia la misma. Dej caer sus hombros y su cabeza
hacia adelante, y un suspiro cansado sali de sus pulmones. Bella
torci el gesto con pena y camin hasta su marido, rodendole por
detrs, afirmando su cabeza sobre la recia espalda de su hombre. l
se gir casi enseguida, hundiendo su nariz en el cuello de su mujer,
apretndola a l fuertemente.

Edward, la recuperaremos, te lo juro anunci ella,

comprometindose con la causa. Vio en los ojos de Alice una
mezcla de sentimientos cuando habl de su embarazo, cuando
hablaron de Edward y cuando l apareci. Ella no era indiferente,
poda jurarlo y tendra que buscar la manera de hacerla recapacitar,
aunque a Edward no le gustara la idea, y si era as, pues ni modo,
tendra que aguantarse.

Ya quisiera yo dijo tras suspirar, sin levantar su cara del

cuello de su mujer.
Mrame Edward, por favor se apart, haciendo que l alzara su
rostro y pegara su frente a la de ella. Bella alz sus manos y tom su
rostro, volviendo a jurar. La recuperaremos, te juro que lo
haremos, as que no puedes darte por vencido.

Estoy tratando, pero

Nada de peros, Edward! Recuperaremos a Alice ms temprano

que tarde. Adems, vi sus ojos cuando supo de mi embarazo, lo que
significa que ella tambin va a caer redondita cuando lo conozca.
As que este ser un trabajo de equipo, ya vers

Joder! y volvi a abrazarla, cerrando los ojos y agradeciendo

que ese demonio terco se hubiera cruzado en su camino para
salvarlo. Inspir el aroma de su piel, siempre oliendo a rosas antes
de volver a mirarla a la cara. Ahora dime, que es eso de que
saliste corriendo de la oficina.

No quera dar un espectculo en plena alfombra, Edward

No era necesario correr hasta aqu. La hermana tiene un bao

privado en su oficina

Pues, no lo saba

Ya veo te sientes mejor?

Uhm s, ms o menos

Te has sentido as todo el da? En la maana estuviste bien

sucedi algo?

Algo algo como qu?

El ogro estrech sus grises y perspicaces ojos hacia su esposa. Sus
nervios la delataron.

Algo, demonio, cualquier cosa. As que habla o yo lo

averiguar

Elizabeth estuvo en mi oficina

Vieja de mierda! Solt a su mujer, y pas sus manos por su

cabello, furibundo. Se lo advert, le advert que no se te acercara
Mierda! Qu te hizo? Y cmo es que Emmett no se dio por
enterado! Maldita sea, voy a tener que poner tu seguridad en
alguien ms!

Edward, no me hizo nada, la ech a patadas apenas apareci en la

oficina.

Y cmo es que la secretaria la dej entrar?!

Se hizo pasar por una clienta. Adems, Laurent la recibi y dio

por hecho que era una visita de cortesa, por tulazo con ella. Lo
saqu de su error y jur custodiar la entrada para prohibirle la
entrada.

Joder!

No va a volver a acercrseme

Sigues subestimndola! grit sin poder evitarlo. Bella dio un

respingo algo asustada, echndose hacia atrs.

No la subestimo respondi con voz contrita. Otra vez las ganas

de llorar afloraron, humedeciendo sus ojos y apretando su garganta.
Edward entonces relaj sus hombros y volvi a acercarse a ella,
quien enseguida dej caer su rostro en el pecho de l, soltando uno
que otro lagrimn.

Vale, perdona no quise asustarte.

No me asustas ni ella tampoco. Y no voy a dejar que se me

acerque, no soy tonta, Edward.

S que no lo eres. Pero ya es suficiente bes el tope de su

cabeza y la apart. Iremos a casa y har que comas algo. Ests
plida y debes tener el estmago vaco

Pero no alcanc a visitar a tu abuelo

Lo haremos cuando te sientas mejor sentenci sin dejar lugar a

protestos. Ella inspir y asinti, sin ganas de discutir, saliendo al
pasillo de la mano de su marido. Afuera, la madre Manuela acababa
de llegar y Emmett la estaba poniendo al da con lo ocurrido,
preocupndose la monja de recomendar a la futura madre que
siempre tuviera a la mano jengibre, que aquel era santo remedio
para las nuseas. Antes de salir, prometieron regresar al da
siguiente para visitar a Benjamin, que les dijo la superiora que aquel
da haba estado de lo ms tranquilo, y que incluso al jardn las
monjas lo haban sacado a pasear.

Gracias por todo, hermana Manuela concedi l, cuando iban

saliendo. La monja lo mir y elev la comisura de sus labios.

Ya te lo dije, nada tienes que agradecer en la puerta del hogar,

Bella y Emmett se despidieron primero de ella, caminando hacia el
coche, comentando el chofer los lugares en donde podan conseguir
lo que la monja les haba recomendado. Edward se qued un poco
atrs, queriendo saber algo sobre la visita de Alice.
Creo que Don Damin, se lo coment esta misma maana y ella
no perdi tiempo en venir. Estuvo cerca de una hora con l se
vea muy emocionada. Seguro te agradece que lo hayas rescatado

No lo creo

Edward lo llam ella, tomndole las manos, recuerda lo que

la hermana Gabriela siempre te deca: no pierdas las esperanzas.
Nunca lo hagas.

Lo intentar, madre. Lo intentar.

Chanfle! Hoy pasaron muchas cosas, no creen?

Les gust? Espero que s, ya saben que escribo con mucho

cario y cada captulo est dedicado a todas quienes se toman su
tiempito en leer esta locura.

MIL GRACIAS POR ACOMPAARME, POR SUS

MENSAJES, SUS COMENTARIOS, SUS MUESTRAS DE
CARIO, EN FIN, SIEMPRE ME HACEN SONRER!

A miss Maritza Mx, a miss Gaby Madriz y miss Manu de Marte,

el mejor equipo que podra tener, mi infinito agradecimiento,
como siempre.

Y ya saben, estn todas invitadas a pasar por el grupo de

facebook "Mar de sueos: letras de Catalina Lina" (
groups/Subversivas/)

Y YA SABEN... FALTA POQUITO PARA EL FINAL...

Nos leemos pronto.

UN BESO GRANDE, LAS QUIERO MUCHO! =)
*Chapter 35*: Chapter 35
A LEER!

=)

Captulo 34.

Aro Vulturi recibi al matrimonio Masen Swan, en la consulta

privada que tena junto a su casa. Como siempre, con su serenidad y
amabilidad hizo pasar a sus invitados, ofrecindoles asiento en las
butacas de cuero caf.

Gracias por recibirnos un sbado, doctor agradeci Bella. Aro

Vulturi le sonri con cortesa y respondiendo a su saludo con un
apretn de manos.

Me alegro que no hayan tenido problemas en venir hoy, aunque

en realidad con quien me interesa hablar es contigo, Bella

Un momento intervino Edward, hacindose hacia adelante,

mirando para nada contento al doctor. Me dijiste que queras
hablar con ambos, no hacerle una encerrona a mi mujer. Ella no
necesita un loquero.

Oh, vamos Edward! Dijo Aro, aligerando el tono de voz.

Todos necesitamos alguna vez pasar por un psiclogo o un
psiquiatra. Nadie ha muerto por ello.

Por m no hay problema dijo Bella como si nada, mirando al

doctor y a su marido alternadamente. Edward arrug su frente y se
reclin en el asiento, cruzndose de brazos con la idea frrea de no
moverse de ah. Si el loquero tena algo que hablar con su mujer, lo
hara delante de l.

Edward, las conversaciones entre mis pacientes y yo, son

privadas. No puedes quedarte Aro, como buen terapeuta de
Edward, ley su disposicin con su comportamiento. Bella, que
tambin lo conoca, mir a su esposo y tras sonrerle y tomarle la
mano, intervino para ayudar con la situacin.

No pasa nada, Edward. Yo misma te contar lo que habl con el

doctor.

Joder, demonio! molesto, se puso de pie y mirando a su

doctor, advirti. Diez minutos. Despus de eso yo mismo entrar
y me vale que no hayan terminado.

Con diez minutos tendr suficiente. Ahora, si nos disculpas.

Sali gruendo, muy a su estilo, dejando a Aro y a Bella a solas,

quien se senta un poco intimidada ante la presencia tan fresca del
doctor. Alis su vestido gris y tap sus rodillas, reacomodndose su
chaquetita de mezclilla, intentando acomodarse y no poner en
evidencia su nerviosismo ante el doctor pero qu tontera, pues l
era psiquiatra.

Bueno, como slo tenemos diez minutos, voy a ir directo al grano

se sent en su silln de felpa negro justo frente a Bella,
cruzndose de piernas: El trastorno bipolar que sufre Edward,
est bastante controlado. Muy pocas veces ha sufrido episodios
como el que tuviste la desdicha de presenciar hace un tiempo atrs.
Adems, la situacin que lo desencaden y que haya dejado su
medicacin contribuy a su descontrol. Pero el trastorno siempre
existir, es algo crnico con lo que l tendr que vivir
No tengo miedo, si nuestro hijo hereda eso se apresur en
decir, intuyendo que el doctor dirigiera la conversacin hacia all.

Aro alz las cejas un poco sorprendido por la vehemencia de la

declaracin de la joven, sonrindole a continuacin.

Eso es perfecto, pues Edward tiene un miedo tan profundo que su

heredero cargue su mismo mal, que muy probablemente fue lo que
lo llev a decirte que abortaras.

Va a ser un estupendo padre, lo s.

Y yo lo s tambin, pero l no lo cree, por eso has de tener

mucha paciencia con l, ensearle a dar pasos que lo acerquen al
beb que viene en camino aconsej. l va a intentarlo, pero se
sentir torpe y en algn momento volver a decir lo mala idea que
fue, permitirle ser padre y t, debes ser capaz de aplacarlo, porque
en realidad, l quiere al nio que viene en camino, pero tiene miedo,
es todo.

Lo ayudar, como sea limpi una lgrima que call por su

mejilla cuando dijo eso. Otra vez Aro sonri con ternura pues sin
duda la mujer frente a l, contribua a la sanacin de Edward y a su
control, mucho ms que cualquier medicamento. Los afectos que
vio perdidos en el pasado, los sentimientos clidos de amor y
comprensin eran lo que l necesitaba.

Ahora, la reaparicin del padre de Edward y conocer que tiene

una hermana pequea, le han dado esperanzas respecto a todo
acot el buen doctor .Edward creci pensando en que su padre
no lo quera, cuando l lo idolatraba de pequeo. Es una relacin
que se va a afianzar y que est dando luces de ello. Lo mismo con
Alice, l mantiene esperanzas con recuperarla y cree que el regreso
de su padre y la llegada de su nueva hermana lo ayudar.

Yo creo que ser as. Tambin lo ayudar con eso.

Pero eso no depende de nosotros. No he hablado nunca con

Alice, pero ella tiene conflictos, probablemente muy similares en un
sentido a los de Edward, que arrastra desde la niez. Edward ha
hecho todo para que ella lo perdone, y eso lo tiene siempre al filo de
la desazn sin saber qu ms hacer. Por eso la llegada de su padre le
da ms luces de esperanza, las que ciertamente no exterioriza, pero
las tiene.

Bella asenta en silencio, muy concentrada en las palabras del

doctor. Qu tendra que ocurrir para que lo perdonara?

Por ltimo, hay otra cosa que quisiera dejarte en sobre aviso:
Edward ahora mismo est pasando por un estado depresivo que

Depresin? pregunt ella muy alarmada, poniendo una mano

en su pecho. l asinti, torciendo su boca.

Es de cuidado, sobre todo por el desorden que Edward padece,

que como te dije est bajo control, pero hay situaciones que lo
pueden desencadenar a que acte o reaccione de mala forma. La
muerte de la hermana Gabriela fue un golpe muy duro. Esa mujer
represent para Edward la imagen materna cuando su verdadera
madre muri.

Fue como volver a perder a su madre.

Exacto.

Y qu tengo qu tengo que hacer para ayudarlo?

Lo que has hecho hasta ahora, Bella. Digamos que eres una
terapia avanzada, slo te pongo de sobre aviso en el caso que lo
veas ms pasivo que de costumbre, ms cabizbajo y no con los
arranques tan propios de su personalidad. Hazlo pensar en ustedes,
en el nio que viene en camino, scalo de todo lo que lo pone
triste t ahora eres su pilar, Bella.

Yo yo no s

No titubees ahora, Bella. Todo saldr bien, si sigues haciendo lo

que has hecho con Edward hasta este momento.

Gragracias doctor.

Hasta ah lleg la privacidad de esa sesin, pues Edward sin golpear,

entr bufando y tomando asiento junto a su mujer, mientras lanzaba
dardos nada amables a su doctor con los ojos. Aro, alz las cejas
algo divertido y mirando su reloj de pulsera para despus regresar
sus ojos a Edward.

Creo que te has adelantado en un par de minutos.

Mi mujer no es tu paciente, as que nada tienes que hablar con

ella.

Oh! Yo creo que s tengo mucho que hablar con Bella. Ahora
ests casado con ella y pues son de su incumbencia muchas ms
cosas de las que crees.

Qu te dijo este loquero, demonio? gru hacia su mujer,

apretndole la mano. Ella torci la cara y sonri con ternura,
levantando su mano libre para acariciarle el rostro. El Dr. Vulturi,
pudo ver en vivo y en directo como aquella mujer con una simple
mirada, un simple toque, lograba apaciguarlo.
Me dijo lo buen equipo que hacemos juntos l estrech sus ojos
hacia ella, evaluando su declaracin. Sus ojos se oscurecieron,
deseando estar a solas con su mujer para tumbarla sobre el piso y
hacerle el amor all mismo.

Eso es malditamente cierto, demonio susurr.

Claro que smordi su labio, sabiendo lo que l estaba

pensando.

Bueno, bueno interrumpi Aro, percibiendo la tensin

sexual entre ambos creo que es todo. Me alegr mucho conocerte
Bella y hablar contigo.

Lo mismo digo, doctor.

Y ya sabes dnde est mi consulta, para cuando necesites hablar

conmigo por cualquier cosa

Ella no necesitar tus servicios gru el ogro, ponindose de

pie y arrastrando con l a su esposa, que tu secretaria me enve el
recordatorio de la prxima cita y que despache las pastillas a mi
domicilio, por favor.

Seguro.

Adis doctor, y muchas gracias se despidi Bella, desde la

puerta pues su marido la haba arrastrado hacia all. Aro, rio con
gracia y levant la mano hacia la pareja que sala rpidamente de su
consulta.

Comienza a hablar, demonio dijo Edward una vez estuvieron

dentro del auto. Ella lo mir, enarcando una ceja.
 Crees que hablamos mucho en siete minutos?

Conozco al loquero, s cmo de astuto es cuando de ocupar

tiempo hablando se trata. Habla.

Bueno, tocamos el tema del embarazo y tu reaccin. Hablamos

sobre Damin, sobre la hermana Gabriela

Y me dices que no hablaron mucho en siete minutos? Joder

con este loquero!

Edward, est todo bien

Y no creas que pas por alto que al menos derramaste un par de

lagrimones asever sin siquiera mirarla.

No fue nada mejor dime, qu hacemos para esperar a Bea?

El da anterior, Bella haba convencido a su esposo de llamar a

Beatriz e invitarla a pasar el fin de semana con ellos. Edward, pens
en un par de pretextos para evitar aquello y no porque no quisiera
pasar tiempo con la nia sino porque se pona un poco nervioso. Sin
embargo, Bella estoica e inamovible en su postura, no hizo
caso y tendi el telfono para que l mismo la llamara. As que
como obediente marido, aunque gruendo pues prefera que ella le
llamara, agarr el telfono y le marc a Damin, pidiendo hablar
con su hermana.

Incluso Bella, sentada al otro lado del sof, oy el grito feliz que
lanz Bea cuando su fantstico hermano mayor la invit. Le dijo
que tena un montn de videojuegos o que podan salir al cine por la
noche y recorrer la ciudad si ella quera. Y por emocionada que
estaba, le pareci fabuloso, dichosa de que su hermano la hubiera
invitado.
Uhm podemos comer fuera y llevarla a pasear no s y
maana cocinar juntos invitar a Carmen y a Damin para que nos
acompaen

Tienes todo el panorama hecho, mi amor! Y me encanta! se

inclin hacia el lado y bes la mejilla de su marido, quien
estoicamente sigui mirando hacia el frente.

Fueron a recoger a la pequea Beatriz, que lleg a la planta baja del

edificio donde viva, con una sonrisa luminosa en su rostro. La
misma sonrisa de Damin que arrastraba la silla de ruedas. Mientras
Bella ayudaba a la nia a subir al coche, Edward invitaba a su padre
a almorzar con ellos al da siguiente. Ciertamente Damin acept
encantado.

Entonces? pregunt la nia desde el asiento trasero del

coche, mientras se abrochaba el cinturn de seguridad. Bella mir a
su marido, esperando que l mismo contestara.

Uhm, habamos pensado en comer afuera y recorrer la ciudad

S! exclam la nia antes que l pudiera terminar.

Y as fue como pasaron un da encantador con la pequea Beatriz.

Comieron en un patio de comidas muy pintoresco, en un sector
lleno de locales artesanales, donde en casi cada lugar compraron
algo. Incluso se fotografiaron, vindose Edward sonriendo varias
oportunidades, algo extrao para l. Y es que Bea hablaba tanta
locura que a l no le quedaba ms que rerse. No poda negarlo, se
senta cmodo alrededor de su hermanita.

Llegaron exhaustos a casa, sobre todo Bella que se dej caer en el

sof de la sala. Estaba cansada, pero feliz.
Mi esposa tendra que hacer lo honores para mostrarte el
departamento, pero como vers, est cansada coment Edward a
Bea, mientras observaba a su esposa.

Caminamos mucho. Deja que me recomponga y preparamos algo

para comer mientras jugamos algn videojuego propuso ella,
acomodndose en el sof. Adems, t tienes que hacer los
honores.

Vamos, Bea, dejemos a Bella recuperar fuerzas tom la silla de

ruedas de su hermana y la arrastr por el pent-house,
ensendoselo.

Es grande coment la nia, mirando hacia todos lados y

lindo. Vives hace mucho aqu?

Unos cuantos aos. Lo compr mucho antes de conocer a Bella.

Y vivirs aqu para siempre?

No, estamos buscando una casa

Vaya pap ya encontr una pero no s por qu demora tanto

en arreglarla. A m me pareca perfecta como estaba

Edward inspir, sabiendo l por qu la demora con los arreglos de la

casa. No estaba seguro si querra su hermana saber que en esa casa
vaca haba ocurrido un asesinato.

Quizs ser que espera encontrar algo mejor

Algo mejor que la casa que ya compr? Es gigante, Edward! Y

tiene un jardn inmenso y
Podramos vivir cerca encontrar dos casas no s

De verdad? Sera genial!... yo pens arrug su frente y

nerviosa como pocas veces Edward la vio, agreg, yo pens que
no te caa bien. No s

He hecho algo para que pienses eso?

Nono pero no s.

Beatriz estaban en el cuarto de invitados, donde haba l

dejado la mochila de su hermana. Acerc la silla de ruedas hasta l,
que estaba sentado en la cama, quedando ambos frente a frente.
Me tom por sorpresa, lo reconozco y pens que me costara ms
habituarme a la idea de tener otra hermana, pero ha sido fcil, es
muy sencillo tomarte cario. Y creme, si me hubieras cado mal
como dices, lo sabras, no lo habra ocultado por muy nia que seas.

Yo tambin te he tomado cario siempre quise tener un

hermano mayor, y cuando supe de ti, so con baj su cara y
restreg sus ojos. A Edward lo invadi un sentimiento de ternura
por Beatriz, que no pudo contenerse de inclinarse hacia ella y
abrazarla. Como le dijo antes y con total sinceridad, le haba tomado
cario. Era su hermanita y la quera. Pens que no ibas a
quererme, por tu historia con pap llorique ella, aferrndose
el cuello de su hermano mayor. l sonri y acarici el cabello rojizo.

Oye, no te pongas triste.

No estoy triste, estoy muy contenta pero tengo ganas de llorar

no s.

Vale sonri l, apretando con cuidado el cuerpo de su

hermana.
Desde la puerta, viendo la escena en segundo plano, se encontraba
Bella, que al igual que Bea estaba profundamente emocionada por
los sentimientos hermosos que su amado marido, estaba dejando
salir. Y si era as con esa nia que haca poco haba conocido, se
imaginaba todo el amor que iba a sentir por el pequeito que estaba
creciendo en su vientre.

Edward, que presenta siempre cuando su esposa andaba cerca,

torci la cabeza hacia la puerta. Levant una mano y la extendi
hacia ella, invitndola a acercarse. Bella sonri y lo hizo,
sentndose en la cama junto a Edward, acariciando la espalda a su
esposo.

Oigan, tenemos una noche de videojuegos por delante, a no ser

que quieran quedarse aqu lloriqueando coment Bella a la vez
que su esposo se apart un poco de Bea. La nia sonri y se limpi
los ojos, asintiendo entusiasta con la cabeza.

Vamos a jugar! exclam la nia, movindose para salir del

dormitorio.

Fue increble al menos para Edward lo entretenido y relajado

que se sinti en compaa de su hermana, la que tena una habilidad
sorprendente con los videojuegos. A l lo sacaron de combate
bastante pronto de todos los juegos que pusieron en la consola, as
que la lucha final siempre quedaba en manos de las dos mujeres.

Bea se fue a su recamara pasadas las once de la noche, despus de

postear en su perfil de Facebook, lo feliz que estaba con su
hermano y su cuada. Por supuesto, despus de recorrer la ciudad,
matar zombis y hablar con su hermano, se sumi en un profundo
sueo casi al instante que puso la cabeza en la almohada, despus
de darle las buenas noches a su hermano, quien estuvo con ella
hasta que se durmi.

Cuando regres al dormitorio se fue derecho al bao donde

encontr a su mujer vestida con su pantaln de lino habitual que
generalmente usaba para dormir y que l sacaba a media noche,
por supuesto y una camiseta de tirantes blanca, la que estaba
levantada sobre el vientre. Ella la haba dejado all para
contemplarse de perfil frente al espejo y cerciorarse como cada
noche, de los cambios que iba teniendo su cuerpo.

Lo notas? pregunt a Edward sabiendo que estaba a un

costado de ella apoyado en la jambra de la puerta, mientras ella, se
miraba al espejo y pasaba la mano por su vientre. l suspir son sus
ojos puestos en el cuerpo de su mujer.

Claro que lo noto murmur con voz ronca. Creo que

conozco tan bien tu cuerpo que podra decir incluso cuantas pecas
tienes. Por supuesto que noto el cambio de tu cuerpo no es muy
notorio, pero lo noto.

Yo s que estoy cambiando, porque lo siento pero no creo que

se note arrug su frente ante aquel comentario. Otra vez l
suspir y camin hasta ella, rodendole desde atrs, pegando sus
manos con mucho cuidado sobre el vientre de ella. Bella tuvo que
morderse el labio para no echarse a llorar por la ternura que vio en
los ojos de su marido cuando hizo ese gesto.

"Va a ser un buen padre, lo s"

Para las diez semanas que tienes, creo que es normal acot l,
poniendo su barbilla sobre el hombro de su mujer, sin apartar las
manos de donde las tena.

Edward susurr dejando entrever su emocin, te hace ilusin

y a pesar de todo, quieres que llegue el momento que conozcamos a
nuestro beb, verdad?

Edward la mir por el reflejo del espejo y sus ojos azul grisceos
destellaron una mezcla de sentimientos que le eran muy difciles de
definir.

Sigo teniendo mucho miedo s que me voy a volver loco de

aprensin contigo y con l por miedo de que alguien venga y me los
arrebate, pero eso porque son lo ms valioso que tengo. Y claro
que me hace ilusin pese a todo lo que pas antes yo

Bella se gir y se abraz a la cintura de su marido como hiedra,

fuertemente aferrada a l, con su odo pegado en su pecho, oyendo
cmo lata su corazn. Edward hizo lo mismo, la aferr por la
cintura y la apret a su cuerpo, amoldndose ambos de manera
natural.

Seremos un gran equipo, lo s y seremos tan fuertes que nadie

podr separarnos.

Nadie podr separarnos reiter en susurro, besando la cabeza

de su mujer. Ahora, demonio, mtete en la cama, que necesitas
descansar.

No tengo sueo asegur ella mientras bostezaba, quitndole

autenticidad a sus palabras. l alz una ceja y dio un paso atrs.
Gir a su mujer y por los hombros la sac del bao y la meti en la
cama.

Ahora a dormir orden, tapndole con las mantas hasta el

cuello.

No me hars el amor esta noche? pregunt ella con los ojos

ya cerrados, removindose para acomodarse bajo las sbanas.

Con todo el ruido que metes, seguro despiertas a Beatriz y no

quiero que la traumes apunt. Se quit el sweater negro sobre la
cabeza, quedando a torso desnudo. Ella, cuando abri los ojos y lo
vio, digamos que se despert, despabilando con ella todas sus
hormonas. Estrech la mirada y mordi su labio mientras
contemplaba a su atractivo marido que se sent en la cama para
quitarse los zapatos y desabotonarse los jeans. Camin hacia el
armario y despus de un minuto reapareci slo con su pantaln de
dormir, con el que se vea muy sexy, segn ella y segn
cualquiera que lo mirara.

Y por qu no ests dormida, demonio?

Te estaba esperando digamos que se me espant el sueo

dijo, contornendose en la cama y allegndose a su marido cuando
este se acost a su lado. Pas sus manos por su pectoral
sinuosamente y dej un besos que iban desde su pecho hasta el
cuello de su hombre.

Demonio, no seas cruel pidi, cerrando sus ojos y sintiendo

como su cuerpo reaccionaba a su mujer. Pero deba contenerse!
Deba hacerlo, no? Ella estaba cansada

Cometi entonces el error de colar sus manos que parece se

mandaban solas, por debajo de la camiseta de Bella y tocar su piel
tersa y clida.

Ella ya estaba sobre l, agarrando su cabello y saqueando sus labios

con hambre, restregndose sobre l, con hambre de l.

Ser silenciosa, lo juro Edward gimi entonces, cuando la

determinacin de su marido se fue a tierra y col sus manos bajo sus
pantalones, apretndole con ambas manos sus nalgas. Ciertamente
aquel pantaln iba a volver a desaparecer. Y desapareci junto a las
otras prendas de ropa que cubran ambos cuerpos, ardientes y
ansiosos por encontrarse.

Eres todo lo que quiero, nena declar, besando su cuello,

estrujando con sus dedos los pezones erectos y sensibles de su
mujer, recorriendo con sus manos su piel ahora hmeda. Bella se
remova bajo l, abriendo sus piernas, enroscndolo con estas por la
cintura y con sus manos en su espalda, arandole en un ruego
mudo que entrara en ella y la llenara de l.

Con bocas pegadas, gimiendo vidas fue que la ereccin de hierro

de Edward entr muy lentamente en ella, accin que repiti
muchas, muchas veces mientras ambas manos se recorran, sus
labios se encontraban y ahogaban los gritos que ella no lograba
retener, amndose con libertad, porque eso era lo que hacan,
amarse, abstrayndose de todo lo dems.

Uhm Edward gimi ella, llena de placer. l gru e inhal

el aroma a rosas y sexo que expela el cuerpo de su mujer, ahora
preso de la lujuria que l provocaba.

**OoO**

Pese a que los tramites de liquidacin de la empresa "Masen & CO"

llevaron a Damin Brandon aquel lunes, a instalarse en la oficina
que hasta haca poco usaba su hijo. Record, sentado en la silla de
cuero, el estupendo da anterior que haban pasado en el
apartamento, llenndosele el corazn de dicha por ver cmo
interactuaban su pequea Bea y su hijo mayor, que a simple vista ya
haba sido conquistado por los encantos de su pequea. Slo faltaba
Alice para que su dicha fuera plena, y eso estaba seguro pronto se
dara. Y qu decir de la dicha de la llegada de su primer nieto!

Se balanceaba con una gigantesca sonrisa que parta su cara a la

mitad, sonrisa que se esfum cuando sin previo aviso entr como
toro endiablado doa Elizabeth Masen, que una vez adentro azot la
puerta tras de s. Inspir y enderez su postura, enfrentando a la
vieja que entraba iracunda a la oficina.

Me alegro que hayas venido, Elizabeth la salud con tono

sarcstico, los liquidadores y los abogados estn por llegar

No voy a dejar que un tipejo como t hunda mi empresa!

Hundir tu empresa, Elizabeth? Firm un cheque por una

considerable suma de dinero para salvar tu empresa, pero te
ocupaste de malgastar esos fondos, adems de otras malas
decisiones que tomaste

Las malas decisiones las tom el inepto de tu hijo! Le

increp, apuntndole con el dedo ndice. Seguro estuvo todo este
tiempo coludido contigo slo para molestarme

La inepta eres t, Elizabeth Masen dijo Damin, ponindose de

pie y saliendo tras su escritorio, acercndose como fiera al acecho,
muy lento y amenazante hacia ella. Vio que ante aquel movimiento,
pas por los ojos de la mujer un dejo de miedo que l aprovechara,
adems de su estado alterado porque su empresa en breve sera
liquidada para pagar las deudas. Era su momento, saba que
acosndola un poco, le sacara informacin. Crees que todo lo
que has hecho, hasta ahora, quedara impune? Eres realmente
estpida, Elizabeth. Y entrate, esto es slo el comienzo de tu
maldito fin

Qu? Vas a matarme?

No me tientes

Tienes una hija, qu sera de la pobre chiquilla invlida si a su

padre lo meten a la crcel, otra vez?

Lo agarr desprevenido que la vieja supiera de la existencia de

Beatriz. Lo enerv que la tratara tan despectivamente.

No hables de mi hija, maldita vieja!

Tienes miedo de que le pase algo o que te pase algo a ti?

Por qu lo dices, Elizabeth? Por qu en vez de matarme a m,

mataste a una inocente monja?

Los ojos de la anciana se abrieron poco a poco, evidenciando su

sorpresa. Llev su mano nerviosamente hacia su siempre bien
puesto collar de perlas blancas y juguete con l mientras Damin,
dejndose llevar por la rabia y el resentimiento contra esa mujer, se
acercaba a ella. Pero no quiso evidenciarse ms, as que carraspe e
irgui su espalda, enfrentando al manitico ese que la estaba
acusando.

Ves muchas pelculas policiales. Por qu una pobre anciana

como yo iba a querer matar a una monja? Ni siquiera s manejar un
revolver.

Interesante coment Damin, asintiendo despacio, mirando a la

vieja con atencin, sintiendo y sabiendo a ciencia cierta que frente a
l tena sin duda a la autora del crimen de la madre Gabriela.

Qu te parece tan interesante?!

Yo nunca te habl de un revolver

Pe pero. otra vez sus ojos se abrieron y el nerviosismo aflor
dentro de ella sali en las noticias

Estabas en una clnica, internada por un agudo cuadro de no s

qu mierda, cmo es que leas los peridicos o veas televisin?
Adems, t no te inclinas a ese tipo de noticias cuando abres un
peridico.

No estoy aqu para hablar de eso!

Ests nerviosa, Elizabeth? Tienes miedo que salga a luz lo

despreciable que eres? Qu dirn tus amistades! Sobre todo que ya
se sabe que tu imperio se fue a tierra

No voy a permitir eso! grit, dndole un empujn a Damin,

quien estaba bastante cerca de ella. Tens su mandbula y roja de la
ira, le amenaz. Err una vez, cuando esa monja se puso en mi
camino, pero no va a volver a pasar.

La respiracin de Damin se aceler y no por la amenaza que la

mujer furiosa frente a l estaba profirindole, sino por la admisin
de su crimen.

Te vas a hundir en la crcel, maldita vieja

Eso no pasar jams! T eres el culpable! T y tu afn de

poner las manos sobre lo que no te corresponde! A caso no
aprendiste tu leccin cuando te met en la crcel, cuando hice que te
sacaran del pas? Puedo volver a sacarte de mi camino, Damin
Brandon, y lo har, ms temprano que tarde, lo har.

Te vas a arrepentir de cada palabra que ests diciendo justo

ahora, de cada cosa que has hecho vas a arrepentirte.
No lo creo, s cmo hacer las cosas. Har que pagues por
malograr mi empresa y sers t quien se arrepienta de haber vuelto
a cruzarte en mi camino dijo y camin hacia la puerta y cuida a
tu hija, Damin; los accidentes estn a la vuelta de la esquina.

Y tras decir aquello, sin siquiera un rastro de arrepentimiento, sali

azotando la puerta.

Mierda gru Damin, agarrando su telfono mvil que haba

dejado sobre su escritorio. Le marc a James, maldicindose de no
haber activado el grabador de voz de su mvil para tener la
confesin de la vieja maldita esa.

Damin? dijo la voz de James al otro lado del telfono.

Joder, James! La vieja acaba de irse de aqu trag grueso y

continu hablando con las palabras topndose entre ellas. Y lo
reconoci, maldita sea! reconoci lo de la hermana Gabriela y
habl de mi hija, de Beatriz tenemos que poner seguridad para
ella, para Alice y para Edward tambin esa vieja est loca

Clmate, Damin!

Cmo quieres que me calme cuando me amenaz y amenaz a

mi hija?! Dnde est ahora?! Con quin est?! Mierda, mierda,
mierda!

Damin, no te desesperes! Beatriz hoy est con Alice, lo

olvidas? Est segura

No puedo tranquilizarme! Esa vieja quiere verme muerto y lo

iba a hacer. Mat a una monja y no hubo indicios de remordimiento
cuando lo reconoci
 Te lo dijo?

Lo reconoci, maldita sea! Escchame! Tenemos que reunirnos

con el grupo de investigacin y decirles lo que la vieja me dijo para
que la llamen a declarar. Me lo dijo, no puede negarlo!

Tiene coartadas, Damin. Y los investigadores estn en sobre

aviso, pero no quieren sacarlo a la luz hasta no tener pruebas
concretas, tienes cmo probar lo que te dijo? La gravaste?
Alguien ms lo escuch?

No, joder!

Mira, reunmonos esta noche como lo tenamos previsto con el

resto de los muchachos dijo James, haciendo alusin a la junta
que tenan con Edward, Garrett, Jacob y Emmett, quizs ellos
tengan algo ms que pueda servir como prueba. La vieja es astuta y
tiene gente que puede ayudarla, por eso debemos mantenerlo bajo
secreto todo lo que investiguemos respecto a ella, hay que hacerle
creer que realmente no hay pruebas en su contra.

Vale, vale ahora ahora vendrn los liquidadores y estoy a

cargo

Concntrate en eso por ahora. Nos reunimos esta noche con los
dems para hablar lo que la vieja esa te dijo y por Beatriz,
despreocpate. Ella est segura

La llamar de todas formas

As como ests de alterado, vas a asustarla. Deja que me

encargue de ella, vale?

Est bien cerr los ojos y suspir, oyendo en su puerta dos

golpes suaves tengo que dejarte. Es hora de mi reunin.

Nos vemos ms tarde.

Gracias James.

Colg la llamada tras la despedida y se irgui, echando su cabeza

hacia atrs. Poda sentir su espalda y su cuello tensos despus del
encuentro con la vieja esa. La admisin de su crimen y la amenaza
contra su hija lo dejaron tenso y no estara tranquilo hasta verla
detrs de las rejas.

"Pero estoy cerca, Elizabeth estoy muy cerca de verte caer, y no

podrs volver a poner tus sucias manos sobre los que amo. No lo
hars de nuevo, porque antes te mato" jur en silencio, porque no
escatimara en nada con tal de protegerlos.

**OoO**

Estn haciendo pruebas de huellas de neumticos en los entornos

de la casa, de vehculos que llegaron hasta all ese da, pero la
polica lo est haciendo a puertas cerradas con un grupo elegido con
pinzas para evitar que la informacin que vayan obteniendo, se
filtre coment Jacob, quien estaba al tanto del equipo policial
investigativo que pusieron a cargo del caso de la hermana Gabriela.
Haban movido sus influencias y la familia alz la voz dicindoles
que si no se ponan a investigar, iban a hacer una denuncia formal
contra el cuerpo de policas y hasta los canales de televisin iban a
caer sobre ellos como aves de rapia. La credibilidad de la
institucin estara en juego.

Y no tienen nada nuevo? le pegunt Edward, que oa sobre lo

poco que haban obtenido sobre el caso. Se senta impotente por no
poder hacer nada ms, pues el lder de la organizacin de
investigadores haba rogado que dejaran en manos de ellos la
investigacin, pero l y sus amigos eran algo tercos y cada uno
estaba investigando por su lado, sobre todo siguiendo la pista de la
vieja Elizabeth, sobre quien caa la mayor sospecha, pero sobre la
cual no tenan pruebas que la inculparan. Hasta ese momento.

Encontraron huellas de un par de vehculos que no eran de la

constructora, los que circulaban habitualmente. Estn investigando
sobre eso

Pero no hay nada, joder! exclam Edward, golpeando con sus

puos sobre los cojines donde estaba sentado.

Edward, si intervenimos, podramos cagarla poner en sobre

aviso a la vieja y sabr que se le est investigando, podra ser un
error y le dara tiempo para escapar como las ratas expuso Jacob
la teora que James en su momento le haba dado tambin a Damin,
quienes en ese momento an no haban llegado a la reunin.

No podra moverse aunque quisiera. La empresa est siendo

liquidada y ella es la accionista mayoritaria, la ley impide que salga
siquiera de la ciudad antes que acabe el proceso intervino
Garrett.

Eso, a la vieja no le importara con tal de salvar su pellejo, y lo

sabes.

Los tres caballeros se quedaron en silencio, pensando en el tiempo

que haba transcurrido sin tener nada en concreto que los ayudara a
saber quin dio muerte a la monja. Por supuesto, ninguno iba a
descansar hasta ver al culpable tras las rejas. O la culpable, pues
ms que las pruebas, el instinto les indicaba que la culpa recaa
sobre la nica mujer que hubiera tenido sangre fra para cometer un
crimen as, ya sea por error o no.

Y dnde est Emmett?pregunt Garrett a Jacob.

Su hija se enferm y la llev a la clnica. Rosalie no poda porque

ha estado con Damin todo el da por el asunto de la liquidacin.

Y la nia est bien?

S, est bien.

Y dnde est Bella?

Adentro, trabajando coment Edward a su amigo Jacob,

mientras mantena su vista fija en la alfombra.

Y uhm hablaste para saber sobre tu sobre Benjamn?

Esta maana le habl a la Madre Superiora. Ha estado bien, ayer

estuvo en el jardn casi toda la tarde. Le hace bien el aire libre.

Que se le neg por tanto tiempo.

El timbre de la puerta principal son, levantndose el dueo de casa

a abrir y recibir a los dos caballeros que faltaban. El rostro de James
era como siempre, muy tranquilo cuando salud a Edward, pero
Damin se vea cansado y atormentado.

No tienes buena cara coment Edward a Damin cuando

regresaron a la sala.

Un da de mierda se dej caer en el sof, soltando el aire de sus

pulmones como si fuera un globo que se desinflaba, intentando
relajarse, echando su cabeza hacia atrs.
 Todo en orden con la liquidacin? pregunt Edward,
cruzando sus brazos sobre el pecho, parado detrs del uno de los
sillones que daba frente a Damin. Simplemente pas de sentarse
pues no poda estarse quieto.

Todo en orden. Dentro de poco, se dar aviso de remate de lo que

quede luego de pagar las deudas.

Estar atento intervino Garrett, quien sera el primer y mejor

postor para tomar lo que quedara de esa empresa y levantarla, junto
a Edward por supuesto.

Damin, creo que debes poner al tanto a los dems de tu

conversacin con Elizabeth.

Edward enseguida torci la cara hacia James y luego hacia Damin,

frunciendo su entrecejo. No le sera extrao que se hubiera topado
con ella, pues la vieja deba estar presente, pero la forma en cmo
James lo coment y la forma en que Damin emiti un quejido y
volvi a tensar su postura, supo que haba algo ms.

De qu se trata.

Entre otras cosas, y resumiendo, amenaz con hacerle dao a

Beatriz como venganza contra m de todo lo que estoy haciendo en
su empresa y adems reconoci que ella mat a la hermana
Gabriela

El relato apesadumbrado y preocupado de Damin lleg hasta all

porque Edward, que se haba quedado de pies junto a la ventana,
hizo estallar contra la pared un ornamento que encontr en una
mesita cercana. Su rostro estaba rojo, sus venas sobresalan, su
pecho suba y bajaba con rapidez, sus msculos estaban tensos a
ms no poder, sus ojos oscuros de rabia
Maldita vieja de mierda, maldita vieja de mierda! La odio, la
odio!

Jacob y Garrett se levantaron en cosa de segundos hasta l, para

contenerlo, pues ya bien saban ellos de qu se trataba eso. Los
dichos que Damin confirmaron las sospechas de todos, sobre todo
las de Edward, y aquello haba sido la gota que rebosaba el vaso,
provocndole y llevndolo a esos episodios de descontrol que ni las
malditas pastillas controlaban. Lograron retenerlo cuando se puso a
darle puetazos a la pared, mientras segua gritando fuera de
control.

Joder, Edward, amigo, clmate!

La voy a matar, la voy a matar!

Damin y James tambin se pusieron de pie, sobresaltados, pues

nunca les haba tocado ver en aquel estado de enajenacin a
Edward. Pero para Damin fue ms terrible, pues lo que vio lo llev
treinta aos atrs, cuando su esposa sufra de la misma crisis.
Trataba de rasgarse las ropas, se jalaba el cabello, respiraba con
dificultad y lo nico que quera era destruir todo a su paso, como
Edward en aquel momento. Camin hacia ellos con calma, mientras
Jacob y Garrett intentaban controlarlo, amenazndolo con llevarlo
con camisa de fuerza al loquero para que lo internaran, que
recordara lo que haba pasado la ltima vez.

Bella ciertamente no demor en aparecer. Con sus ojos

ampliamente abiertos vio a su esposo, corriendo hacia l, pero Jacob
la detuvo, pues Edward en su descontrol podra hacerle dao.

Pero qu pas? gimoteaba Bella, sujeta por los hombros

por Jacob, mientras Damin tomaba su lugar y trataba de hablarle a
su hijo con palabras tranquilas, como en aquel entonces trataba de
hacerlo su esposa, pero Edward nada ms tena la imagen de
Elizabeth en su cabeza y su odio contra ella se desbordaba y hacia
que sus instintos asesinos emergieran, porque eso quera l, matarla
de una vez.

Bella, mtete adentro

No! contradijo ella, zafndose del agarre de Jacob y

corriendo hacia Edward. Alcanz a agarrar el rostro mojado y
ardiente de su marido entre sus manos temblorosas. Edward,
mrame

Pero Edward se remova, como animal furioso, intentando soltarse

mientras grua y gritaba. No estaba haciendo caso ni a las palabras
de sus amigos, ni a los de su padre, ni a los de su mujer. Quera
azotar su cabeza contra el muro, quera gritar, aunque saba que
nada sera suficiente para acallar su dolor.

Por Dios, hijo llorique Damin, girando su rostro hacia

atrs. Llamen a su doctor! Hay que controlarlo de alguna
forma

Ya lo llam dijo Jacob, cortando la llamada, en diez minutos

estar aqu.

Mierda, Edward, clmate o te va a dar algo, amigo! trataba

Garrett de hacerlo entrar en razn, mientras Bella lloraba
sintindose incapaz de hacer algo para calmarlo, pero deba
intentarlo. As que volvi a agarra su cara entre las manos y lo
oblig a mirarle, apoyando su frente en la de l, como l siempre lo
haca con ella.

Mi amor, clmate, por favor

 No me voy a calmar hasta que me encargue de esa vieja con mis
propias manos! le grit a la cara. Segua estando furioso que ni
siquiera las palabras y el sonido de la voz de su esposa, que siempre
lo amansaban, lograban controlarlo. Se apart de las manos de su
mujer y sigui movindose para soltarse de las manos de tres
hombres que estaban impidindole moverse. Sultenme, maldita
sea!

Le vas a dar en el gusto a la maldita vieja esa, Edward?!

grit su padre, desesperado, agarrndolo por el cabello, obligndolo
ahora a mirarle. Todos se sobresaltaron por el tono rotundo de
Damin. Vas a darle el maldito gusto de verte as?! Sacaras
algo?! Maldita sea, Edward! Regres para recuperarte, para
recuperarlos y no voy a dejar que ella salga limpia de todo esto. Voy
a hacer que pague y que se arrepienta de todo lo que hizo, y lo voy
a cumplir. Pero joder, necesito que me ayudes! Campen,
necesito tu ayuda! le dijo eso ltimo, agarrando como Bella, su
rostro entre las manos. Las pupilas dilatadas de Edward lo miraban
como hipnotizado, aunque sus msculos no haban cedido y su
respiracin segua siendo dificultosa. Estuvo as un par de segundos,
antes de cerrar los ojos y desvanecerse en los brazos de Garrett y
James.

Edward! Bella aterrada grit, mientras los caballeros lo

llevaban hasta el sof ms cercano.

Yo saba, maldita sea gru Jacob, tomando atencin en su

pulso carotideo, est muy baja.

Y el doctor?! Hay que volver a llamarlo! Llevmoslo al

hospital! exclamaba Bella a punto del colapso tambin, porque le
fue inevitable no acordarse de la primera vez que Edward se ofusco
hasta ese punto, teniendo que llevarlo a la clnica por problemas
cardiacos desatados por lo mismo.

Pero no fue necesario volver a llamar al doctor o llevar a Edward a

la historia, pues el buen doctor golpe la puerta en ese momento.
Garrett se apresur en ir a abrir y hacerlo pasar. Enseguida l pidi
espacio para revisar a Edward con su indumentaria, pidiendo que lo
llevaran a su recamara para acostarlo all. Una vez all y mientras l
revisaba sus signos, pregunt lo que haba pasado, explicndoles
todos atropelladamente qu fue lo que empuj a Edward a esa
crisis.

Entiendo, entiendo dijo Aro, llamando a la calma. Su

organismo cedi y se desmay, es todo. Creo que hay que dejarlo
descansar ahora, no hay que presionarlo para que despierte. Esta
noticia lo dej muy alterado y explot, es todo. Hay que tenerlo
vigilado y que est tranquilo al menos

Tranquilo, despus de lo que sabe que hizo su abuela? Si usted

cree que va a acatar esa orden, es porque no lo conoce.

Edward est pasando por un cuadro depresivo, es lo que le

coment a Bella hace un par de das mir a Bella, quien lloraba
en silencio agarrada del brazo de Jacob, dudo que cuando
despierte lo haga enajenado muy por el contrario.

Depresin?

Algo muy comn, seor

Brandon. Damin Brandon, soy el padre de Edward.

Por supuesto. Pese a todo, Edward est bajo control, aunque hace
momentos atrs no pareciera. Lo mejor ser dejarlo descansar,
seguro estar fuera de combate un par de horas. Cuando despierte le
administraremos un medicamento y hablar con l. Si es necesario
lo llevaremos a examinar, pero no lo creo necesario. Mientras tanto,
dejmoslo solo. Yo quisiera aprovechar de hablar con usted, seor
Brandon.

Por supuesto asinti de inmediato. Gir su vista hacia Bella

entonces para preguntar si le facilitaba el despacho para hablar con
el doctor a lo que ella asinti. Los caballeros salieron y ella, muy
terca se qued sentada, cuidando a su marido.

Todo va a resolverse, mi amor, ya vers susurr con voz

quebrada, mientras acariciaba el pelo de su marido mientras lo vea
dormir. Ya vers mi amor.

Ay mi Dios! nuestro ogro volvi a estallar! Justo ahora que

falta tan poquito para despedirnos de l... tres captulos, lo
pueden creer? Pues yo no.

Durante este viaje con el ogro, no me he cansado ni me cansar

de agradecerle lo lindas que han sido conmigo a travs de sus
comentarios, siempre me alientan y me ayudan a seguir
escribiendo, as que pues ya saben, cada captulo est dedicado
a ustedes. =)

Tambin agradezco a mi sper equipo, Maritza Mx en la

edicin, y miss Manu de Marte en las alertas de adelanto que
entrega en el grupo de facebook, donde todas son bienvenidas
para que pasen y comenten. =)

Bueno pues, nos leemos la prxima semana. Un abrazo grande a

todas y ya saben, las quiero mucho.

Cata!
*Chapter 36*: Chapter 36
A LEER!

=)

Captulo 35.

35.

Emmett esperaba impaciente en una de las mesitas del caf a que su

cita llegara. Miraba la hora en su telfono mvil cada minuto
aguardando que el viejo jardinero que trabajaba en casa de la vieja
Elizabeth apareciera en la puerta, el que para su tranquilidad, entr
minutos ms tarde mirando a su alrededor para divisarlo entre el
gento. Cuando lo hizo, alzo su mano y camin derecho hacia l,
saludndose ambos con un fuerte apretn de manos.

Perdona el retrasose disculp Charles, sentndose frente a

Emmett.

Era un hombre ya mayor, con su cabello totalmente blanco, el que

siempre cubra con su gorra de bisbol. Desde el primer momento,
cuando muchos aos atrs conoci al pequeo Edward, sinti un
profundo sentimiento de ternura por l, convirtindose en su nico
aliado en aquella casa, cuestin que perdur en el tiempo. Digamos
que el jardinero era el sopln que le daba informacin relacionada
con la vieja y sus movimientos, cuando Edward o cualquier de sus
amigos lo solicitaba, como en esa oportunidad.

No hay problema.
Pero dime, cmo est Edward con genuina preocupacin
pregunt el viejo jardinero.

Bueno Emmett alz sus cejas, recordando que hace dos das
el mencionado por Charles haba tenido uno de sus episodios
despus de or a su padre. Est mejor dentro de lo que se
puede. Est bastante cabizbajo, y se odia por llevar la misma sangre
que la vieja esa.

Y no culpo. Pobre Edward

Charles, dime qu tienes dejando el tema de Edward en pausa,

Emmett se adentr en lo que lo llev a reunirse con el viejo Charles.

Sobre la vieja y su estada en la clnica estoy completamente

seguro que ella desapareci justo el da que mataron a la monjita, y
no antes como ella lo asegura. Incluso el chofer que estaba de
relevo esos das se fue de vacaciones con todo pagado el mismo das
que ella desapareci.

Lo saba! Sabes cmo se llama el chofer, a dnde se fue?

Claro que se cmo se llama, incluso donde puedes ubicarlo, pero

no te aseguro que lo encuentres. l oli que algo malo pasaba con la
vieja y seguro quiso desaparecer para que no lo vincularan con lo
que sea que haya pasado.

Necesito los datos de l, nosotros nos encargaremos de ubicarlo.

Ahora, quiero saber si ests dispuesto a testificar cuando sea
necesario. Con lo que me dices, la polica podr levantar una orden
en la clnica donde estuvo la vieja y corroborar la informacin.

Y cmo lo harn? Seguro la vieja compr al jefe all.

Los poli saben hacer su trabajo y con la orden pueden incluso
hacer que le muestren las cmaras de seguridad y hablar con el
personal de turno de esos das.

O sea que la vieja s mat a la monjita.

As es escupi con voz llena de rencor. Pero nos

encargaremos que pague, ya vers.

Dime entonces, cundo y dnde debo presentarme. De cualquier

forma comenzar a hacer mis maletas, no tiene caso seguir en esa
casa de locos. Puedes creer que la vieja esa, est lista para
celebrar su cumpleaos?! Toda la socialit de la ciudad est
invitada

No me digas coment sin un pice de gracia. Espero que lo

disfrute, porque ser la ltima fiestecita que haga y seguro ya no
aparecer en la seccin social del peridico sino en el policial
estoy esperando que llegue ese momento.

Oye, y es verdad lo de su empresa? Una de las muchachas del

servicio lo ley en el peridico, la vieja est en la ruina?

Su empresa quebr, Charles y est muy cerca de perderlo

absolutamente todo. Ahora no tiene ni un tercio de todo el dinero
que tuvo en el pasado.

O sea que voy olvidndome de mi sueldo

No te preocupes por eso, mi amigo. No te faltar nada para vivir,

y seguro Damian necesitar de tus servicios en su casa.

Pero yo ya estoy para jubilar, Emmett

Como sea, no debes preocuparte. Lrgate cuanto antes de esa
casa y espera mi llamado, vale?

Como digas dijo, extendiendo la mano hacia el joven

Emmett, quien se la estrech fuertemente y dale saludos de mi
parte a Edward. Dile que estar encantado de patearle el culo a la
vieja esa.

Emmett sonri pues l y todo el resto de sus colegas tambin estara

encantado de hacerlo y disfrutaran del momento.

Las cosas sobre el esclarecimiento del asesinato de la hermana

Gabriela iban viento en popa. La polica tom la declaracin de
Damian, quien asegur que ella haba dado por hecho su
participacin en el asesinato y que de paso lo haba amenazado a l
y a su hija. Tomaron tambin declaracin de Charles, el jardinero
con quien Emmett habl das atrs, que fue lo que necesitaron para
ir a la clnica y pedir informes mdicos, citas con las enfermeras que
estuvieron de turno en esos das, incluso las cmaras de seguridad
con las grabaciones de esa semana fueron requisadas para la
investigacin.

Jacob, fue detrs del chofer a quien encontr en un pueblito lejano,

prcticamente escondido, pues como asever el veterano jardinero,
intua que algo ocultaba Elizabeth Masen. Le pag su silencio y lo
mand lejos para evitar que hablara, pero ella ciertamente no
contaba con que su coartada sera echada a tierra.

Y mientras todos se movan por echarle una mano a la investigacin

policial, Edward se encontraba ms deprimido que nunca en su
apartamento, guardando reposo que el doctor Vulturi su loquero
le haba obligado a tomar. Haban sido cuatro das en estado
vegetativo y senta una mezcla de impotencia, dolor y vergenza
despus de constatar los hechos que vinculaban a su abuela con el
homicidio de una monja. El dolor era lgico por la prdida de una
persona a la que l quera mucho; impotencia porque mientras todo
el mundo se estaba moviendo para poner pronto tras las rejas a la
asesina, l estaba ah, a cuerpo muerto, sin hacer nada. Y
vergenza vergenza porque por sus venas corra la misma sangre
que la vieja desquiciada esa y le era inevitable pensar que sus genes
y los de ella tenan mucho que ver.

Y Bella Ella haba estado cada momento desde su ltimo

episodio junto a l y le preocupaba su estado, pese a que el doctor
Vulturi advirti que Edward pasaba por un estado depresivo, pero
que pese a todo estaba controlado, que simplemente ahora l estaba
asumiendo los sentimientos que acarreaba enterarse de cosas como
las que supo, desde la reaparicin de su padre, pasando por la
muerte de la monja, su sorpresiva e imprevista paternidad, el dolor
de no recibir el perdn de su hermana Alice, y el odio que recaa
sobre l cuando Elizabeth, su abuela, apareca en accin. "Hay que
dejarlo, slo volver a su estado habitual"eso dijo Aro, pero
Bella no estaba tranquila con eso. Quera ayudarlo y no saba cmo
hacerlo. Edward apenas le hablaba, apenas la miraba y se hunda en
su retrospeccin y abstrayndose de todo. Se entristeca, pues
siempre recordaba que Edward aseguraba que era ella la que lo
haca olvidarse de todo alrededor, pero ahora, en ese momento, no
era as. Ella, deseaba que su marido pudiera olvidar todo y seguir
adelante, con ella y el pequeo que vena en camino. A veces se
refugiaba en la sala, a oscuras, y lloraba pidiendo a Dios que le diera
fuerzas mientras acariciaba su barriga que poco a poco iba
hacindose notar. "Tenemos que cuidar a pap, beb" le deca al
nio o nia que acunaba en su vientre.

Voy a traerte el desayuno. Edward estaba acostado con su

vista fija en la ventana, pensando en todo esto cuando su esposa
apareci por la puerta.

No tengo hambre apenas susurr Edward, sin apartar la vista

de la ventana. Bella trag grueso y baj la cabeza, poniendo las
manos sobre su barriga, suspirando con pesar.

Anoche no comiste nada, es imposible que no tengas hambre.

Pues no la tengo.

Arrug su entrecejo y sinti que la habitacin se mova. La bilis

subi hacia su garganta, por lo que tuvo que correr hacia el bao de
la recamara e inclinarse sobre el vter. Los mareos y nauseas
propios del embarazo, sumado a la preocupacin por su marido, le
estaban pasando la cuenta a su cuerpo, por eso cuando vaci su
estmago, baj la tapa y afirm su cabeza sobre esta, echndose a
llorar, pues no saba qu hacer. Ella se consideraba fuerte y
optimista, pero a veces el peso de los hechos, eran ms fuertes.

Djame ayudarte la voz ronca de Edward se oy por detrs,

inclinndose y queriendo abarcar los hombros de su mujer, quien se
sacudi evitando su toque. Se gir hacia l y sec con furia sus
lgrimas. Bella estaba triste, cansada y enojada, y ese enojo fue el
que aflor en ese momento.

Djame! No quiero tu ayuda! grit furiosa, dando Edward un

paso atrs con sus cejas alzadas de la sorpresa. No esperaba esa
reaccin de Bella, quien continu increpndolo, hincada aun sobre
los azulejos del cuarto de bao. As como t rechazas mi ayuda,
yo rechazo la tuya! No es as como quieres hacer las cosas?

No entiendes

Pues lo entendera si hablaras conmigo! Pero no haces ms que

esconderte bajo tu caparazn Sabes? Podras decirme de una
vez si te estorbo si te estorbamos, para irnos de una vez de
aqu!

No me dejes

T eres el que me est dejando! grit.

Edward cerr sus ojos y se dej caer de rodillas frente a ella, con su
cabeza gacha, sacudiendo sus hombros. Estaba llorando. Ella tap
su boca y alcanz el cuerpo de su marido, rodendole los hombros.
Esa era la primera reaccin de Edward despus de cuatro das en
estado de mutismo. No le pregunt nada, slo dej que su hombre
se desahogara hundiendo su rostro en su cuello durante mucho rato.

Se nos van a acalambrar las piernas susurr ella despus que el

llanto de su esposo se hubiera calmado. Entonces l en silencio se
levant con ella sobre sus brazos y camin de regreso a la recamara,
acostndola en la cama e instalndose l a su lado. Pas sus brazos
sobre sus hombros y bes repetidas veces el tope de su cabeza.

Habla conmigo, Edward se aventur en decir ella, pasando sus

brazos alrededor de la cintura de l, acercndose an ms a su
cuerpo.

No puedo creer que por mis venas corra la misma sangre que
esa mujer.

T no eres como ella.

Probablemente siento el mismo nivel de odio que ella y mis

instintos oscuros no s.

T no eres como ella, Edward reiter con vehemencia,

poniendo nfasis en cada palabra. l suspir, pero no relaj sus
msculos. Segua en esa tensin constante que le provocaba todo
aquello.

Yo quera estar tranquilo contigo, concon el nio, pero todo lo

que hay alrededor de m, es tan oscuro que pens que dejando la
empresa poda estar en paz, cre que sentira alivio cuando viera el
imperio de esa mujer en el suelo, pero no siento eso. Y ahora,
despus de todo lo que me he enterado escuch muchas cosas
feas de esa vieja desde nio, sabes? pens que lo peor lo cometi
con mi madre, pero haba mucho ms. Quiero que pague por lo
que hizo, que desaparezca de una vez

Pagar muy pronto, Edward. Tu padre, te ha mantenido al tanto

de toda la investigacin, y estn muy prontos a obtener las pruebas
que necesitan para meterla a la crcel.

No s si eso sea suficiente

Ests pensando en la muerte? Eso sera muy fcil, Edward,

aunque vaya a caer derechito al infierno. Las deudas de la tierra las
tiene que pagar en la tierra, eso al menos dice mi ta.

Y las va a pagar.

Lo har ech su cabeza hacia atrs y levant su mentn con la

idea de alcanzar la boca de su marido, la que estaba extraando.
Pero se detuvo de camino, removindose para que l la soltara.

Qu?

Necesito lavarme los dientes dijo, bajndose de la cama. T

debes quererme mucho para haber aguantado mi aliento agreg
corriendo hacia el bao. l suspir y se dej caer de espaldas sobre
la cama mientras su mujer se aseaba la boca. Lo que ella no saba
era que su esposo lo nico que ola cuando ella estaba cerca, era su
aroma a rosas, lo que evocaba en ese momento para relajarse de una
vez. Por supuesto, slo ella poda hacerlo salir de ese estado, y pese
a que sus sentimientos de pesar seguan en l, poda estar tranquilo,
pues cuando todo eso pasara, mirara hacia el lado y la vera a ella
sonrerle. Era lo que necesitaba para aguantar hasta el final.

Se sent entonces y salt fuera de la cama, recordando que su mujer

probablemente no haba comido, cuestin por la que se culpaba,
decidiendo ir hasta la cocina a encargarse de su desayuno.

Alcnzame en la cocina, voy a preparar el desayuno grit,

saliendo de la recamara.

Momentos despus, cuando l estaba metiendo pan en la tostadora,

apareci Bella rodendole por detrs, aplastado su cara contra la
ancha espalda sobre el algodn de la camiseta negra que cubra el
torso de su esposo. l, alz la comisura de su labio y se gir,
impulsando a su mujer desde sus nalgas, para que se colgara a l
rodendole el cuello con las manos y la cintura con sus piernas.

Buenos das, demonio dijo, y la bes como haca das no lo

haca. Ella suspir de placer y agradeca el reencuentro de sus
bocas, que parecan tener vida propia, desesperadas por besarse.

Buenos das, mi amor respondi ella, cuando l se apart.

Ambos respiraban agitados y seguro de no detenerse, iban a ir de
regreso a la recamara y no precisamente a dormir. Pero antes que
eso sucediera, l interpuso el bienestar de Bella y el suyo propio,
pues ninguno haba comido y deban alimentarse para poner en
marcha otras actividades.
Ella con su sonrisa radiante, que en esos das se haba visto
opacada, reapareci con fuerza, encantada de haber ayudado a su
marido a salir de su estado. De algo serva que ella se enojara,
verdad?

Despus de un muy relajado desayuno como hace tiempo no lo

tenan, el timbre de la puerta son, caminando Edward hasta all
mientras Bella dejaba los trastes sucios en el lavavajilla. Al abrir vio
que el rostro de su padre se iluminaba al verle fuera de la cama y
con mejor semblante que los das anteriores que haba ido all para
verlo. Aferr la caja de regalo que tena entre sus manos y le sonri
emocionado.

Ey, me alegra verte en pie! lo salud Damin, palmeando su

hombro.

Estoy mejor. Qu es eso? pregunt, indicando el regalo y los

sobres en la mano del recin llegado. l alz las cejas y se las
entreg a Edward.

Es tu correspondencia. Se estaban acumulando all abajo y el

encargado me pidi que te las diera. Y esto, es un regalo que Beatriz
envi para ti.

Un regalo para m? arrug su frente, mientras caminaba hacia

la sala, lanzando los sobres de correspondencia sobre la mesita de
caf, poniendo su atencin en el regalo que su hermana pequea, le
haba enviado. Sabia por Bella que todos los das llamaba
preguntando por l y deseando que pudieran volver a pasar al
menos un da juntos. Cuando descubri la tapa de la caja plana,
se encontr con la portada de un libro que como ttulo deca: "La
aventura de ser papa" con la caricatura de un hombre todo
despeinado y desesperado, cargando a un nio que lloraba.
Est encantada con la idea de ser ta. El domingo se qued
dormida transmitiendo sobre su sobrinito te agradezco que le
hubieras contado, la hizo sentir importante para ti.

No fue nada respondi Edward hojeando muy interesado el

libro aquel. Bella apareci en ese momento, derecho a saludar a su
suegro.

Qu es? pregunt a su marido cuando lo vio concentrado.

Un regalo que Beatriz me envi.

Esta es la correspondencia? se inclin hacia la mesa y tom

los sobres, pasando uno tras otro hasta que se detuvo en uno que le
caus extraeza, mientras Damian comentaba algo con Edward
sobre la pequea Beatriz. Abri el sobre que en su frontis deca:
"Seor Edward Masen y esposa" encontrando con algo que ella
calific como una broma de mal gusto.

"La seora Elizabeth Masen extiende la presente invitacin para

invitarlo a usted y esposa a la celebracin de su cumpleaos, la
que se realizar en su residencia, el da 8 de agosto"

Bella?

Uhm?

Damin te hizo una pregunta.

Qu? Mir a Edward y a Damian, que al parecer estaba

esperando la respuesta a la pregunta que ella no oy. Perdona, no
te o

Qu ests leyendo?
Estouna broma de mal gusto

Edward arrebat la carta que Bella intent esconder bajo el resto de

los sobres, y ley frunciendo su entrecejo. Inspir hondo e irritado
la invitacin que lo hizo querer lanzar improperios a diestra y
siniestra.

De qu se trata, Edward?

Elizabeth va a celebrar su cumpleaos y nos envi una invitacin

cont, extendindole la tarjeta a su padre, quien neg mientras
lea.

Vieja desquiciada qu pretende?

Pretende aparentar, qu ms. Mejor dime, qu hay sobre la

investigacin respecto a ella.

Bueno, llamarn a declarar al chofer que la acompa ese da

hasta el lugar. Jacob dio con l y jur colaborar. Adems hay un
jardinero que aseverar que la vieja no estuvo en la clnica los das
que dice, adems de los informes de la misma clnica y de
enfermeras que estuvieron esos das en resumen, ya tenemos
pruebas concretas, digamos que echamos a tierra su coartada. Y
ahora con esto de la fiesta, seguro ella no est enterada de nada,
digo porque se nos pas por la cabeza la idea que ella pudiera
arrancar antes de poder agarrarla.

Vieja estpida

Segn el jefe de la polica a cargo de la investigacin, en el

transcurso de la semana se le har llegar la notificacin para
declarar.
 Y qu pasa si no va? pregunt Bella, rascndose la cabeza.

Estar obstruyendo una investigacin que la inculpa

directamente. Pueden ir incluso a su casa a detenerla si se
comprueba fehacientemente que es ella la asesina.

Y el agente de la polica que estaba vinculado con ella?

Lo trasladaron de distrito y est bajo investigacin interna por la

institucin. Lo mismo que al director del hospital, que firm el
ingreso de Elizabeth, por falsificacin.

Bueno, pues me alegro que por fin la hagan pagar por todo
coment ella, tomando la tarjeta que Damian haba dejado sobre la
mesa. Yo no s qu pretende demostrar envindonos esta
invitacin, si sabe que no iremos

Claro que iremos dijo Edward, comenzando a trazar un plan

rpido en su cabeza. Por supuesto que iremos, no me perdera por
nada esa fiestecita.

Qu dices, Edward! En qu ests pensado?

Ya vern.

Como Bella vaticin, cuando la seora Elizabeth Masen recibi la

notificacin de la fiscala, decidi hacerse la desentendida y dejar
que su abogada Rosalie Hale se hiciera cargo de esa situacin.
Sin duda se puso en alerta, preparndolo todo para que despus de
la celebracin de su cumpleaos partiera en un avin privado hacia
un destino lejano, el que ella esconda bajo siete llaves. No podran
agarrarla, eso al menos pensaba ella.

Que Elizabeth hubiera decidido hacer aquel viaje, era perfecto para
los planes de Edward. Ya que no se senta conforme con haberle
arrebatado su empresa, pues ella, segua tan campante como si nada
sucediera, intua que esa sera como la guinda de la torta, que el
disfrutara con mucho gusto.

Ests seguro de lo que vas a hacer, Edward?! le pregunt

Emmett, que sera uno de sus principales cmplices. Iba a darle una
leccin a la vieja esa que le sera difcil olvidar.

A caso no quieres meterla a la crcel? Mat a la hermana

Gabriela!

Claro que quiero, maldita sea! pero los policas lo harn de

todos modos, en cuestin de horas

Oye, es Elizabeth Masen, lo olvidas? Hay que hacerlo con estilo

dijo, anudndose a corbata de seda negra que haba elegido para
acompaar su traje con el que acudira aquella misma tarde al
cumpleaos de su abuela.

Y Bella?

Le dije que no fuera, pero es terca. De todas formas prefiero

tenerla a mi lado, estar ms tranquilo.

Bella haba tratado de convencer a Edward de dejar aquella idea

absurda de ir hasta la fiesta, pero l se neg rotundamente,
advirtindole que era mejor que se quedara en casa mientras l
finiquitaba el asunto con Elizabeth, pero como le coment a
Emmett, Bella se neg, advirtiendo que la invitacin iba para
ambos, por lo que si l iba, pues ella tambin lo hara.

Espero que haya reporteros en la fiesta, Edward, porque ser

pico asinti Emmett, imaginndose lo divertida que estara la
fiesta. Ests listo para el final, amigo?

He esperado esto por mucho tiempo, Emmett. As que, s, estoy

listo.

Bien. Nos encontramos en la casa de la vieja en una hora. Yo

pasar por casa a ver a mi hija, a ducharme, ponerme lindo, ya
sabes. Enseguida ir por el otro invitado que espero est listo.

Lo est. Estar encantado de volver a ver a Elizabeth.

Cuando Emmett se fue del apartamento, Edward fue hasta el

dormitorio principal, encontrndose a Bella sentada sobre la cama,
cepillndose el cabello mientras miraba distradamente.

No ests lista an, demonio?

Eh? S me pongo el vestido y ya est dijo ella, saliendo

de su trance, con la intencin de caminar hacia el closet y sacar su
vestido, pero l la retuvo. Se sent al filo del colchn y ubic a su
esposa sobre sus piernas.

Hueles delicioso, demonio.

Huelo igual que siempre.

Delicioso bes su cuello y ella solt una carcajada por la

cosquilla que le provoc. Hay dos cosas que tengo que contarte.

Qu cosas? Dime, qu es!

Calma, demonio con sus dedos estir el entrecejo que se haba

arrugado en el hermoso rostro de su mujer, que estaba maquillado
delicadamente para la fiesta. No es nada malo. Lo primero es que
maana mismo, un corredor de propiedades nos estar esperando,
porque quiere mostrarnos un par de casas.

El rostro de Bella se ilumin de sorpresa De verdad?!

Claro que s, adems, tienes una semana para dejar todo en orden
porque nos vamos de viaje de luna de miel.

De viaje? De luna de miel?

Es lo que dije.

Y a dnde?! Cundo?! Por cunto tiempo nos iremos?!

Oye, calma! El lugar es una sorpresa, nos iremos el prximo fin

de semana, y al menos estaremos fuera de servicio por dos semanas.

Oh Dios! Me encanta, me encanta! Gracias, gracias, gracias!

bes todo el rostro de su marido en agradecimiento, feliz por las
noticias que le estaba dando. l sonri y disfrut de la efusividad de
su mujer, que siempre lo llenaba de placer. Adoraba verla sonrer.

Nos merecemos este viaje, nena, lo s. Nos relajaremos y

pensaremos en nosotros se aventur entonces a poner su mano
sobre el vientre de su mujer, deseando ella al instante ponerse a
llorar de la emocin.

Seremos slo nosotros acot ella, poniendo su mano sobre la

de Edward que aun descansaba sobre su barriga.

Slo nosotros.

**OoO**
La alta alcurnia que rodeaba a Elizabeth Masen lleg aquel da a la
fiesta de cumpleaos y probablemente ms que por el hecho de
celebrar junto a ella su cumpleaos cuyo nmero se mantena en
secreto, lo haca ms bien para enterarse de primea fuente sobre lo
que los peridicos y las revistas de economa decan acerca de la
quiebra que la empresa "Masen & Co" debi enfrentar.

Haba perdido gran parte de su fortuna, que se haba visto reducida

a menos de un tercio, pero aun as, segua perteneciendo a los
estratos ms aristocrticos de la sociedad. Lo importante, segn su
percepcin, era seguir aparentando, manteniendo la calma, dando a
entender que tena reservas sobre las que descansar. De cualquier
forma, mont toda una teleserie respecto a la ruina de su empresa,
diciendo que Damin Brandon, meti sus sucias manos y quiso
destruirla, malogrando su empresa, cuestin que segn ella, l no
consigui. Toda la culpa resida sobre l; Damin era el verdugo y
ella era la vctima, pero el destino ya se encargara de hacer justicia,
deca ella.

Ataviada de un traje largo, gris claro, lleno de pedrera con un

discreto escote, luciendo una gargantilla de diamantes sobre su
cuello, reciba en la entrada de la casa a cada uno de los invitados
con dos besos, agradecindole su asistencia, y prometindoles que
sera una noche inolvidable para todos.

Y claro que lo sera.

A los lejos, y mientras hablaba con una matrimonio amigo,

Elizabeth divis que por el camino de piedra se acercaba nada
menos que su nieto Edward del brazo de su esposa. Inspir
profundamente y dej que las personas que hablaban con ella
siguieran su camino hacia el interior de la casa a la vez que Edward
se acercaba donde ella estaba.
 Pero qu linda sorpresa! exclam, poniendo teatralmente las
manos sobre su pecho. Edward profiri un gruido ronco cuando
vio a la vieja acercarse primero a su mujer, y abrazarla, besando sus
mejillas, desviando luego sus ojos hacia el vientre de su esposa, que
iba cubierto discretamente con su vestido negro, muy simple, pero
que la haca verse estupenda, por supuesto, con su cabello suelto y
brillante sobre su espalda.

Pensaste que nos perderamos semejante evento? pregunt

Edward, ironizando, apartando a su mujer de las garras de la vieja,
apretndola a su costado por la cintura. Sus msculos estaban
tensos, aguantndose las ganas de gritarle all todo lo que tena
atragantado en la garganta, pero deba contenerse. Deba dejar su de
increparla para ms adelante o arruinara la sorpresa.

Oh, Edward! Espero que no te moleste que no haya invitado a

tu padre respondi a la irona de su nieto con el mismo tinte en
su voz, como burlndose de l. Edward simplemente, se trag la
respuesta que podra haberle dado, decidiendo seguir su camino
hacia la casa. Por cierto, Isabella, te ves hermosa! Ni se te nota
el embarazo.

Gracias apenas susurr ella, aferrndose a su marido. Estaba

temblando, la idea de regresar a esa casa ahora no le pareca tan
buena, no despus de rememorar cmo haba llegado hasta all la
ltima vez y cmo era que haba tenido que arrancar de all, como
una ladrona.

No nos quedaremos mucho rato, verdad? Esta casa me da

nauseas coment ella en el mismo momento que estuvieron fuera
del alcance de la vieja, y mientras ella reciba a otros invitados.

Te sientes mal? Te dije que no era necesario que vinieras! le

rega l en voz baja, mientras besaba su sien.

Ya hablamos y estamos bien, pero no creo soportar ni siquiera

hasta la cena

No lo haremos.

Me vas a decir qu pretendes?

No quiero arruinarte la sorpresa, demonio mo. Pero tranquila,

todo saldr bien asegur, mirando su reloj de pulsera,
encaminndose por los pasillos de la casa hacia el jardn, donde se
desarrollaba la fiesta.

Haba mucha gente pululando por todos lados, algunos de los cuales
saludaron a Edward al pasar, respondindoles l apenas con un
asentimiento de cabeza. Por ms hermosa que fuera esa casa, por
ms gente ilustre que estuviera en ese momento all, a l esa casa
segua parecindole un infierno, donde guardaba los peores de sus
recuerdos.

Agarr una copa larga cuando un camarero pas junto a l,

volcando el contenido en su boca de una sola vez. Necesitaba
alcohol para aguantar hasta el final. Estaba ansioso de que el
momento finalmente llegara.

Despus de al menos cuarenta minutos, Elizabeth se dign a

aparecer entre el gento, en medio de aplausos, dirigindose hacia el
sector donde una banda tocaba msica orquestada. Edward supo
que su momento haba llegado. Mientras la vieja suba al escenario,
l sac su mvil y envi un mensaje a Emmett, indicndole que el
show estaba por comenzar, recibiendo una respuesta al instante,
donde le deca que los artistas invitados estaban listos para salir
cuando l lo ordenara.
Bueno me escuchan, verdad? pregunt Elizabeth por el
micrfono, recibiendo una respuesta a coro que confirma su
pregunta. Cuando los murmullos se acallaron, y cuando estuvo
segura que todo el mundo tena una copa en su mano, comenz con
sus palabras de agradecimiento. Quiero agradecerles que estn
conmigo hoy, celebrando mi cumpleaos. Ahora que estoy pasando
por momentos un poco complicados, me llena de dicha que ustedes,
mis amigos, sigan estando a mi lado.

Un camarero se apresur en subir hasta donde ella se encontraba,

entregndole una copa de cristal con champaa importada, la que
alz con su rostro lleno de satisfaccin, viendo como todo el mundo
estaba all con ella, y por ella.

Quiero que hagamos un brindis por

Un momento! la voz de Edward retumb entre el gento,

apartndose de Bella, que lo mir como si estuviera loco, no
quedndole otra que soltar su mano cuando l se zaf de su agarre y
camin hacia el escenario. Los murmullos de los invitados se
hicieron ms altos y Elizabeth intentaba no demostrar el pnico que
la invadi, tensando su sonrisa, obligndose a que no desapareciera
de su rostro cuando lo vio acercarse a donde estaba ella.
Discretamente la hizo a un lado y tom lugar tras el micrfono.

Creo que como heredero de Elizabeth, me toca hacer los honores

del brindis, no creen? mir a la vieja a su lado con una sonrisa
macabra. Ella tens an ms su rostro e intent empujar a Edward
hacia atrs, como haciendo ver que no era necesario, pero en ese
momento ni las fuerzas especiales sacaran a Edward de all. No
antes de hablar.

Quiero que alcen sus copas, y me acompaen a brindar por esta

mujer la indic con su mano, sin dirigirle la mirada, que me
sac del orfanato cuando yo era pequeo, arruinndome la vida
cuando dijo eso, hubo un silencio que dur al menos dos segundos,
seguido de murmullos para nada discreto de los asistentes. Elizabeth
tena los ojos abiertos, y miraba a los invitados con pavor, mientras
Edward continuaba con su discurso. Porque sepan ustedes que
esta mujer a mi lado, fue capaz de apartarme de lo que ms amaba.
Fue adems, capaz de meter a su propia hija al manicomio y dejar
que muriera sin prestarle ayuda alguna. Clarisse era su nombre,
seguro ms de alguno la conoce y la recuerda.

Basta, Edward! Elizabeth haba perdido la compostura y

jalaba a Edward por el brazo para sacarlo, pero nada que l ceda,
ante la mirada impactada de sus invitados.

Esta mujer a la que han venido a celebrar hoy, que se jacta de

ser de alta alcurnia y regodearse con personas de la nobleza y que
va cada domingo a misa a pedir piedad por los pecadores, fue capaz
de apuntarle a una monja con un revlver y matarla a sangre fra! Y
para esconder su culpa, fue capaz de acudir al trfico de influencias
en la polica de esta ciudad.

Los asistentes soltaron un jadeo colectivo y mascullaron entre ellos

sobre lo que Edward estaba diciendo, mientras la cumpleaera
pona una mano sobre su frente, como si estuviera a punto de
desmayarse, perdiendo los colores en su rostro.

Perdnenlo! Est drogado y ha bebido ms de la cuenta

gritaba ella, tratando de llamar la atencin de los invitados, mientras
alzaba las manos y trataba de apartar a Edward a la vez, pero ellos
estaban ms pendientes de lo que el nieto estaba hablando por el
micrfono. Realmente era todo un espectculo que pocas veces se
daba en aquellos estratos sociales.
Pero como hoy es su cumpleaos y esas cosas no me toca
juzgarlas a m, no he querido dejar la oportunidad para traerte un
lindo regalo, abuela.

Esa fue la seal para que Emmett, que se escabull hasta all
para ingresar a la fiesta, acompaado nada ms y nada menos que
por el buen Benjamin Town, que miraba hacia todos lados sin
entender mucho lo que pasaba.

Les presento a Benjamn Town levant Edward la mano hacia

donde Emmett vena acercndose, dirigindose todas las miradas
hacia donde l apuntaba, esposo de Elizabeth, mi abuelo, quien
hasta hace poco estuvo encerrado en un manicomio, como mi
madre Clarisse, y quien no ha querido perderse esta oportunidad
para saludar a su querida esposa.

El aire abandon los pulmones de Elizabeth Masen, quien dej caer

su copa de champaa, tambalendose hacia atrs, cubrindose la
boca con ambas manos. No poda negar ante los asistentes lo que
Edward estaba diciendo, porque primero no le salan las palabras y
segundo, ms de un invitado all era viejo conocido de la familia
Masen y recordaba a Benjamin Town, quien se supone estaba
muerto despus de un trgico accidente, cuando su hija Clarisse aun
era muy pequea.

Lizzie, Lizzie, Lizzie! comenz a gritar Benjamn,

alegremente, extendiendo sus manos hacia Elizabeth. El hombre no
entenda muy bien lo que pasaba a su alrededor, slo se senta feliz
por estar en un jardn tan lindo con tanta gente y reencontrarse con
el nico gran amor de su vida, su querida Lizzie, como l sola
llamarla.

Squenlo de aqu, squenlo de aqu! grit Elizabeth a los

hombres que se acercaron rpidamente hasta donde estaba Emmett
con el invitado sorpresa, empujndoles hacia la salida sin muchas
consideraciones, mientras el viejo Benjamin segua gritando el
nombre de su Lizzie. Habiendo perdido cualquier resquicio de
compostura, olvidndose dnde estaba y la cantidad ojos que la
miraban, se acerc hasta Edward, propinndole una dura cachetada
en su rostro, agarrndole enseguida por las solapas de su traje. Su
rostro estaba rojo de ira, y su pecho suba y bajaba pesado producto
del mal rato que acababa de pasar, mientras que Edward sonrea
con irona, satisfecho consigo mismo.

Voy a encargarme de hacerte la vida imposible, me encargar de

meterte en el manicomio donde estuvo tu madre y me ir lejos, me
llevar a tu hijo y

Elizabeth, no hars tal cosa.

Y en ese momento, el siguiente grupo de invitados sorpresa,

ingresaba a la fiesta que en ese momento era un completo revuelo,
todos murmurando y comentando lo que acababa de pasar,
delineando todas las teoras. Los 4 hombres vestidos de negro, con
sus gorras y la insignia caracterstica del caminaba a paso firme
hacia donde la mujer se encontraba, sujetando a su nieto con odio,
lanzndole amenazas.

Elizabeth desvi sus ojos hacia donde Edward miraba con diversin,
soltndolo enseguida cuando vio de quien se trataba, intentando
salir de all. Pero no le fue posible, ya que su nieto la agarr del
brazo, apretndole fuertemente.

Seora Elizabeth Masen? Pregunt el jefe a cargo de la

operacin. Es usted, verdad?
Quienes son ustedes, qu hacen en mi casa!

Seora Elizabeth, usted est acusada del asesinato de la

ciudadana Gabriela Fly, por lo tanto desde este momento queda
usted detenida, a la espera de ser juzgada e imputada por este delito.
Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado
en su contra en el tribunal. Tiene derecho a realizar una llamada y a
un abogado que la defienda, en el caso de no tenerlo, el estado le
asignar uno de forma gratuita.

No! Es un error! Yo no hice nada, yo no hice nada! Gritaba

mientras otro de los oficiales pona sobre sus muecas las esposas y
la flanqueaban para salir de all hasta las afueras, donde dos carros
policiales la esperaban. Ellos me odian, por eso me estn
culpando! Sultenme!

As se fue gritando Elizabeth mientras iba siendo sacada de su

propia casa frente a los ojos asombrados de al menos un centenar de
gente. Edward, que no se haba movido de ese lugar, observ
fijamente la escena, dejando escapar el aire de sus pulmones. Se
afloj la corbata y acab de beber el champaa de un tirn,
desviando su vista hacia el lugar donde haba dejado a su mujer y
su pnico se dispar cuando no la encontr. Salt del proscenio y
corri hasta all, viendo la silla vaca donde ella haba estado
sentada.

Bella?! Grit, mirando hacia todos lados. Bella?!

Ey, clmate! La voz femenina de Rosalie Hale lo sorprendi

por la espalda. Sali con Emmett, no aguant ms

Joder!

Y qu va a pasar con los invitados y todo esto?

 Me vale lo que pase! Salgamos de aqu.

Y ambos corrieron hacia la salida, corriendo derecho hasta el coche

de Emmett, donde Edward a lo lejos vio a su esposa sentada en el
asiento del acompaante, con la puerta abierta, como necesitando
de todo el aire necesario para respirar. Cuando ella lo divis, salt
fuera del vehculo corriendo hacia l y llegando a refugiarse en sus
brazos.

Dios, Edward!

Ya acab, nena. Se acab.

Bella tom el rostro de su marido entre sus manos y se concentr en

mirarle y ver cualquier atisbo de odio, furia, rabia o lo que fuera que
lo hiciera estallar, pero contrario a eso, hall en sus ojos brillantes
un halo de calma, que la calm tambin a ella. Suspir y volvi a
apretarse al torso de su marido, descansando en l.

Y Benjamn?

Est en el coche, parece que no entiende nada.

Vmonos, regresmoslo al hogar para que descanse.

Al otro lado del vehculo, Rose se abrazaba a Emmett con igual

fuerza, pero este con su rostro escondido en el cuello de su mujer,
lloraba porque finalmente se hara justicia con la muerte de la monja
a quien l quera como una madre, y jur por su vida, que se
encargara de refundir a la vieja en una fea y fra celda de la crcel,
sin beneficios, hasta que la muerte la encontrara all.

Joder! El ogro haciendo las cosas muy a su estilo, no creen? Pero

 ser el final de la vieja Elizabeth?

Ay mis nias, dos captulos y le decimos chao a este ogro, a quien

hemos odiado y amado, verdad? Estoy muy contenta por el cario
que le han profesado a l y a los suyos, y de pasaditas a mi, que me
siento llena de cario y agradecimiento hacia ustedes. No saben
cuanto las quiero.

A mi super equipo en quien me apoyo, Maritza Mx en la edicin,

Gaby Madriz la voz de mi conciencia, y miss Manu de Marte en
las alertas de adelanto que entrega en el grupo de facebook,
donde todas son bienvenidas para que pasen y comenten. =)

Nos reencontramos las prxima semana?

LAS QUIERO DE AQU A LA LUNA, IDA Y VUELTA DIEZ

VECES

;-)

Cata!
*Chapter 37*: Chapter 37
A LEER!

=)

Captulo 36.

Clarisse Brandon, haba sido sepultada en la fosa comn del

cementerio general y estuvo all durante cinco aos. Despus de ese
tiempo, las monjas del hogar de menores donde Alice y Edward
crecieron, decidieron hacerse cargo de sus restos y trasladarlos
hasta el mausoleo de la comunidad, donde ahora descansaba. A ese
lugar llegaron Edward y su esposa una maana de agosto, cargando
dos grandes ramos de flores, que repartiran entre Clarisse y la
hermana Gabriela.

Edward, quit sus gafas una vez frente a la tumba de su madre,

percatndose Bella que los ojos de su marido, estaban cristalinos y a
punto de desbordarse de lgrimas. Ella sinti el deseo de abrazarlo y
reconfortarlo, pero tambin la sensacin de que l necesitaba
privacidad all, frente a la tumba de su madre, decidiendo salir con
la excusa de buscar agua o algo as para montar las flores en los
recipientes.

Cuando estuvo en silencio Edward le habl a su madre con la voz

de su conciencia, y le pidi perdn. Cerr los ojos y evoc la sonrisa
con la que en ocasiones la recordaba, invadindole una ternura
similar a la que senta cuando su esposa sonrea.

Mientras la imaginaba mirndole con aquellos ojos tan expresivos y

de un hermoso color azul que destacaba en su rostro nveo, le peda
perdn por haber demorado tanto en hacer justicia. Y aunque
Elizabeth estaba ya en manos de la justicia y a la espera del juicio
por el asesinato de la hermana Gabriela, l no estaba tranquilo. No
sinti la explosin de satisfaccin en su pecho que pens iba a sentir
cuando la esposaran y la llevaran detenida, ni cuando ella se vio
perdiendo todas sus riquezas con su empresa derrumbndose a
pedazos. Nada de eso, slo su deseo imperioso de cerrar los ojos y
regresar al pasado cuando era nio y Elizabeth Masen no formaba
parte de su vida, cuando l era feliz jugando futbol con una vieja
pelota de plstico junto a su padre; o cuando hasta altas horas de la
noche su hermanita Alice y l, se contaban historias que los hacan
rer; o en las ocasiones cuando en familia los cuatros y sin un
peso en el bolsillo salan al parque cercano a la vieja casa a
recoger hojas en otoo. Eran felices pese a todo y dara lo que tiene
por volver atrs en el tiempo y recuperar todo aquello.

Est de ms decir que se llevara consigo a la mujer que amaba,

pues ella y sus amigos eran lo ms valioso que tena en este presente
tan carente de dichas ella y su hijo. Dios! Solo pensar en que
tendra un hijo, le pona la piel de gallina, pero llevaba ms de una
noche soando con que en sus brazos meca a un pequeo beb
para hacerlo dormir. Cmo habr sido Clarisse con un nieto en sus
brazos? Seguro tan dichosa con la idea como lo estaba Damian, su
padre su padre quien volvi a l despus de tanto tiempo, sin
saber que aquel, haba sido el deseo escondido en el corazn de
Edward, que un da su padre volviera y lo rescatara. Y lo hizo, claro
que lo hizo.

"Dios, mam, deseara que estuvieras aqu" pens, poniendo una

mano sobre su boca, bajando la cabeza y dejando que sus lgrimas
fluyeran.

Ella te pedira que te centraras ahora en tu felicidad la voz de

Damin hizo que Edward abriera sus ojos de inmediato y girara su
cabeza, vindole all, con un ramo de violetas en la mano.

Por supuesto, las violetas eran las favoritas de su madre y Damin

ciertamente no lo haba olvidado. Sin decir nada, se acerc y se
inclin para limpiar con su mano el polvo acumulado all, antes de
dejar el arreglo de flores justo al centro del panten, pasando sus
dedos por el nombre de su amada esposa que estaba grabado sobre
una placa de acero.

Por qu dices eso?

Porque soy tu padre, campen. Porque con ella compartamos el

mismo amor por nuestros hijos y despus de todo lo que ha pasado,
de todo lo que has vivido y que ahora todo ha terminado, es
momento de que esos sentimientos los dejes atrs y sigas adelante
con la vida que te espera. Ya est hecho, se ha hecho justicia, ahora
debes velar por tu felicidad, la felicidad de tu mujer y la de tu hijo
que viene en camino. Es hora que seas feliz.

Has hablado como mi loquero.

Quizs porque habl con l torci su boca en una sonrisa triste,

levantndose y ganndose junto a Edward, de frente a la sepultura
de Clarisse , pero ms porque soy tu padre. Tantos aos
negndote a ser feliz, porque tu resentimiento y deseo de venganza
eran lo primordial. Pero ya pas, es momento de dejarlo atrs.

No voy a ser plenamente feliz arrug su frente y volvi a

bajar su cabeza, pensando en Alice. Damin lo supo y puso una
mano sobre el hombro de su hijo, dndole contencin. Qu tiene
que pasar para que ella me perdone? Un milagro? Tendra que
estar murindome? Qu?!
Que el corazn de tu hermana est listo para eso, que se abra a la
verdad.

Y cunto tiempo ms, tendr que esperar?

No lo s, campen, pero cuando pase, estaremos all para ella.

Se quedaron un rato en silencio despus de aquel dilogo,

contemplando el nombre sobre la lpida de la mujer que tanto haba
significado para sus vidas.

Uhm yo gracias por regresar, por lo que hiciste dijo

Edward con algo de dificultad. Damian no pudo esconder la sonrisa
de satisfaccin ante las palabras de su campen.

Cada da que estuve lejos, tu hermana y t estuvieron en mi

mente y en mi corazn y regres con el temor de que no me
creyeran, y de haber sucedido as, yo habra insistido con mi verdad
tantas veces como t lo has hecho con Alice, nunca me hubiera
rendido porque uno no abandona lo que ama. Y yo los amo, no
sabes cunto.

Esas palabras salieron cargadas de una profunda emocin que

lograron traspasar el corazn de Edward, bajando sus muros de
contencin. Sorprendiendo a su padre y a l mismo, girndose y
poniendo su cabeza sobre el hombro de Damin, dejando escurrir
sus lgrimas. Damin, cerr los ojos y sonri mientras lloraba y
mientras abrazaba a su campen por los hombros con una mano y
con la otra acariciaba su cabello, agradecindole a la vida porque
todo lo que tuvo que pasar, haba valido la pena por estar de ese
modo y en ese momento con su hijo.

"Ests viendo, Clarisse?!". Pens con alegra y hablndole a su

amada, esperando que ella desde el cielo, les estuviera sonriendo
como l en aquel momento lo haca.

Desde la puerta del mausoleo, Bella secaba sus lgrimas,

emocionada por lo que estaba viendo. Inspir profundo y llev sus
manos hacia su estmago, acaricindolo tiernamente.

Ves, beb? Esos son tu pap y tu abuelo que han venido a

visitar a tu abuela Clarisse verdad que son muy guapos?
Sonri, iluminndose el rostro de ternura. Sera el inicio de una
feliz vida, de eso ahora ella estaba segura.

**OoO**

Los medios de comunicacin estaban atestados en las afueras del

centro de justicia donde se realizara el juicio de Elizabeth Masen,
connotada socialit quien fue acusada del horrendo crimen de la
hermana Gabriela, despus que la misma noche de su cumpleaos,
fuera arrestada en medio de todo el gento que acudi a la
celebracin. Los medios comenzaron a hablar de esta mujer, desde
cuando su empresa "Masen & Co" comenz con problemas
econmicos, desembocando en la quiebra de su empresa, cuyos
saldos seran rematados en los prximos das.

La sala estaba llena cuando entraron a la sala los abogados de la

familia demandante, seguidos del abogado defensor y su clienta, la
seora Masen, custodiada por dos policas. Su vestimenta careca de
la elegancia que siempre la distingua, ahora iba carente de joyas y
maquillaje y vesta de un sencillo atuendo negro. Eso s, iba con su
cabeza erguida, hacindole frente a todos los asistentes, entre ellos
la familia de la hermana Gabriela, la hermana Manuela, un
sacerdote, su nieto Edward junto a su esposa Bella y su padre,
Damian. Tambin estaba Emmett, Rosalie, Jacob, Kate y Garrett,
todos expectantes al desenlace de aquel proceso, el que esperaban
fuera corto y justo por sobre todo, pues no les extraara que
aquella vieja araa, moviera sus hilos hasta el final para salir ilesa
de todo.

Cuando entraron los tres jueces, los abogados y la acusada, el resto

de los asistentes se pusieron de pie, listos para comenzar la sesin.
Despus de la presentacin de los cargos, y las pruebas por los
abogados querellantes, se le dio la palabra al abogado defensor,
quien comenz a decir:

Estamos al tanto de las pruebas y los testigos que se presentan y

que acusan a mi defendida, pero ella actu sin claridad en lo que
haca y por eso solicito una prrroga a este proceso, pues la seora
Masen presenta cierto grado de demencia senil

Un golpe fuerte retumb en la sala, sobresaltando a la mayora all,

incluido al abogado que hablaba, vindose interrumpido y
desviando su sorprendida mirada hacia su lado, desde donde
provino el golpe. Elizabeth Masen lo miraba con desprecio y
desaprobacin, con el puo golpeador aun haciendo presin sobre la
mesa de madera.

Yo no soy ninguna mujer senil! exclam con prepotencia,

provocando el murmullo de los asistentes. Garrett y Jacob se
miraron, rodando los ojos al unsono, mientras Emmett bajaba la
cabeza y negaba con esta, mientras que Damian y Edward no
hicieron gesto ni comentario alguno. Estaban serios y sus ojos no los
quitaron del frente.

Seora Masen le dijo el abogado a su clienta, tapando el

micrfono, djeme hacer mi trabajo.

Hgalo, pero evite decir estupideces.

 Abogado? pregunt el juez que presida el litigio, llamando su
atencin. Podemos continuar?

Por su puesto, su seora.

Tiene usted algn testigo que atestige la inocencia de la seora

Masen?

No, no de momento, seor, pero

Su seora interrumpi uno de los abogados querellantes,

nosotros si trajimos testigos, que nos gustara llamar a declarar.

As comenzaron a desfilar el chofer que declar haber llevado ese

da a doa Elizabeth a la casa, recibiendo ese mismo da una fuerte
suma de dinero y exigindole que saliera de vacaciones, que fue su
manera de tapar su boca.

Tambin fue llamado a declarar Damian, quien repiti la

conversacin que la vieja y l tuvieron, donde asuma su delito,
pues haba llegado al lugar del crimen con la intencin de matarlo a
l y no a la monja. Elizabeth lo miraba desde su sitio con odio y su
deseo de asesinar a ese hombre quemndole las entraas, las que en
ese momento no disimulaba.

"Maldito Damian, maldito. Deb haberte matado en cuanto te

atreviste a pisar mi empresa. Todo esto es tu culpa"

Adems, se presentaron las pruebas que arroj la investigacin de la

compra de influencias que Elizabeth hizo, tanto en el cuerpo de
polica como en la clnica. En resumen, todas las pruebas fidedignas
inculpaban rotundamente a la Sra. Masen, que se neg a abrir la
boca mientras su abogado hacia anotaciones y revisaba una y otra
vez el cdigo penal, buscando fisuras, pero las pruebas presentadas
eran tan coherentes y firmes en su fundamento, que se haca difcil
rebatir.

Pasaron ms de dos horas de juicio, decidiendo el juez tomarse un

receso de una hora, despus de la cual entregara su veredicto, pues
con las pruebas la sentencia sera rpida, como todos se lo
esperaban.

Estoy esperando que el juez la declare culpable de una vez y haga

que se pudra en la jodida crcel, donde hace mucho debera de estar
gru Emmett mientras caminaba de un lado hacia otro en el
pasillo, esperando que se cumpliera el tiempo del receso para
retomar el juicio. A su lado, Kate intentaba calmarlo, pero se le
haca imposible. El aquel hombre, no tendra calma hasta que la
justicia alzara la voz.

Mientras, Edward estaba sentado en una banca del pasillo, con sus
codos sobre sus rodillas, mirando hacia el piso, extraamente
tranquilo.

Ests bien? pregunt Bella, que por supuesto, no se haba

despegado de su lado en todas aquellas horas. l levant su cabeza
hacia ella y asinti despacio, levantando una mano hasta llevarla a
su rostro y acariciarlo.

Yo deberas preguntarte si ests bien. Deberas estar en casa,

descansando.

No soy tan dbil. Adems, este pequeo se ha portado muy bien

conmigo respondi, acaricindose la barriga de quince semanas.
l volvi a asentir, enderezndose y allegando a su esposa en sus
brazos. Debera haberla obligado a quedarse en casa ese da, pero
como siempre, prefera tenerla a su lado, sobre todo en ese
momento. Al menos se haba asegurado que tomara un buen
desayuno esa maana, antes de partir y que comiera algo cuando
salieron al receso donde ahora se encontraban.

Cuando casi se cumplan las dos horas, los guardias abrieron la

puerta doble de madera robusta, haciendo ingresar a todos los
asistentes de regreso a la sala. Tomaron su lugar antes que
regresaran los abogados y la acusada, que como la vez anterior,
entr con esa postura erguida y desafiante, atrevindose a mirar a
todos los asistentes por sobre el hombro, con la altivez que la
caracterizaba, deteniendo sus ojos por ms tiempo en Edward, quien
a su vez, le sostuvo la mirada.

Los jueces regresaron y se les hicieron los honores, tomando la

palabra uno de ellos, para dar el veredicto.

Sin duda, las pruebas presentadas por la parte querellante han

sido sustanciales y coherentes, es por tal razn, que este tribunal ha
llegado a una rpida resolucin se puso los lentes y comenz a
leer, relatando los hechos, recreando de manera casi perfecta, cmo
fue que Elizabeth Masen, mat a quemarropa a la monja, movida
por su deseo de matarla no a ella, sino a Damian Gerber, dueo de
la casa, presentando las pruebas sobre el acto de premeditacin que
agravaba la falta.

Por lo tanto, los jueces de este tribunal declaramos a la imputada,

Elizabeth Masen, culpable por los cargos de amenaza de homicidio
y homicidio calificado. A partir de hoy, este juzgado tendr cinco
das hbiles de plazo para entregar la sentencia definitiva.

Edward apret la mano que tena entrelazada con su esposa,

cerrando los ojos, recordando a la hermana Gabriela quien seguro
ahora descansaba en paz pues su muerte fue ajusticiada, mientras a
sus espaldas la audiencia comenzaba a murmurar.

Uno de los policas que escoltaban a Elizabeth, tom su brazo para

levantarla, pero ella se sacudi, negndose a que ese tipo la tocara.

Por qu no se mora de un infarto de una vez? Para ahorrarse todo

ese mal rato, toda la vergenza ahora le caa encima. Todo haba
acabado para ella y eso por culpa de una persona que arruin su
vida.

Gir entonces su cabeza y grit a Edward apuntndole con el dedo

ndice.

Estas feliz ahora, verdad?! Yo, que te di todo, que me desvel

por ti, que te puse donde ests ahora, como un gran empresario!
As me pagas?! Qu hubiera sido de ti, si yo no te hubiese
sacado de ese cochino orfanato?! Malagradecido!

Ni un cabello de Edward se alter ante las recriminaciones sin

sentido que Elizabeth haca en su contra. Con gesto adusto, Edward
sostuvo su mirada de odio hasta que los guardias, contra la voluntad
de la homicida, comenzaron a sacarla de la sala.

Pediremos audiencia para apelar, seora Masen! Prometa el

abogado, siguiendo a su clienta, quien estaba roja de ira.
Presentaremos pruebas que

Cllese! Es un inepto que no sabe hacer su trabajo! le grit,

antes de desaparecer tras una puerta, lejos de los asistentes.

Salgamos de aqu, Edward susurr Bella a su lado. l la mir y

asinti en silencio, abarcando su rostro entre las manos y besando
sus labios, suspirando con alivio. Detrs de l, Emmett se abrazaba
a su mujer y lloraba en su hombro, sintiendo algo de alivio ante el
dolor de la muerte de la hermana Gabriela, como a todos all.

Bueno, yo ahora mismo muero por una buena cerveza y un buen

plato de comida coment Garrett, abrazando a Kate por los
hombros. Quin nos acompaa?

Vamos todos, nos merecemos relajarnos.

Llegaron a un restaurante pasadas las tres de la tarde y prepararon

una mesa larga para todos los comensales que llegaron. Adems de
los que ya estaban, se les uni James y Leah, esposa de Jacob. Se
instalaron alrededor mientras dos meseros pasaban dejando las
cartas y dejando copas de champaa, vino y un vaso con jugo
natural para la nica embarazada de la mesa.

Damas, caballeros, su atencin por favor! Emmett parado en

la cabecera de mesa, golpe un vaso con el tenedor, llamando la
atencin de sus acompaantes . Creo que debemos brindar
porque que hoy hemos cerrado un ciclo de nuestras vidas. Yo yo
no siento menos pena ahora que la vieja esa fue a la crcel, pero
tengo un poco ms de paz. Y creo que todos aqu sienten lo mismo
que yo cerr los ojos y sec una lgrima antes de levantar la copa
de vino frente a l. Brindemos entonces, camaradas, por la
monjita Gabriela, que a varios de nosotros nos malcri de pequeos
en el hogar. Brindemos por todos a quienes en este momento, se les
estn haciendo justicia, de una u otra manera mir entonces a
Edward, quien levemente alz su copa y le gui un ojo. A
continuacin, con el remate de su brindis, al buen Emmett se le
quebr la voz, llena de emocin. Brindemos, hermanos, porque a
pesar de todo, estamos aqu, juntos, y por delante tendremos mucho
ms tiempo para disfrutar. Saludo, mis amigos!

Nadie de los all presentes se abstrajo de alzar su copa y acompaar

a Emmett en ese sentido brindis, que para todos cobraba mucha
razn.

Habra muchos ms para ellos en adelante, mucho ms para

disfrutar, seguros de lo capaces que eran de afrontar cualquier
dificultad que la vida les pusiera por delante.

**OoO**

Con que luna de miel, eh?

S. Bella y yo necesitamos unas vacaciones, relajarnos, estar

solos, ya sabe

Me lo imagino asinti la madre superiora, hermana Manuela,

mientras conduca a Edward por los pasillos del hogar para llevarlo
con su abuelo.Y por cierto, Bella no vino contigo?

No. Deba dejar asuntos terminados en el trabajo antes de salir de

viaje. Recuerde que estoy cesante, madre respondi Edward
mirando a la monja, con su labio torcido en una sonrisa.

S, seguro.

Entonces, l se ha sentido bien?

Benjamin es un nio ms. Sus ojos estn llenos de brillo, sobre

todo cuando sale al jardn, pero cuando los ha visto a Alice o a ti, su
felicidad es an mayor. Sacarlo de ese lugar donde estuvo tanto
tiempo fue lo mejor que pudiste haber hecho, Edward!

Seguro. Uhm rasc su incipiente barba de dos das. Alice

ha venido?
 Ahora mismo est con l. Parece como si se pusieran de acuerdo
para venir el mismo das a verlo.

Entraron entonces a la sala de juegos donde aparentemente, estaban

armando algn tipo de fortaleza con bloques de plstico de todos los
colores, con Benjamin dentro de este, que luca una corona de rey
de cartn, dando instrucciones a los nios. Entre los constructores
del muro se encontraba Alice, quien junto a otros chiquillos, pona
esmero en colocar los bloques. En un movimiento de cabeza, Alice
vio a Edward y a la hermana Manuela parados en la puerta. Se
tens cuando sus ojos se cruzaron con los de l, susurrndole a su
compaero de obra que ella deba hablar con los grandes, pero que
luego regresara. Se levant, pas una pierna por el muro que se
estaba construyendo y se acerc hasta Benjamin, dejando un beso
en su frente mientras acariciaba su rostro, dirigindose hasta los
adultos que acababan de llegar.

Edward trag grueso y nervioso, se meti las manos en los bolsillos

cuando vio a su hermana acercrseles, pasando el peso de su cuerpo
de un pie a otro.

Ho-hola salud Alice a Edward cuando estuvo en frente.

Uhm yo voy a ayudar a los nios. De nia adoraba jugar con

bloques! Se apresur a decir la monja, dejando a los hermanos
solos.

Puedo puedo hablar contigo? pregunt Alice, evitando que

sus ojos quedaran fijos en los de Edward.

"Joder, joder, el milagro, el milagro"

Seguro Edward se gir un poco y abri la puerta por donde

acababa de entrar, invitando a Alice a salir de all para encontrar un
lugar ms cmodo donde hablar. Caminaron por los pasillos hasta
una sala donde las monjas solan leer. Era un lugar luminoso, con
ventanas francesas desde el techo hasta el suelo, con sillones
blancos, antiguos y jarrones de flores adornando por todo el
derredor. All se sentaron, uno en cada sof.

Yo uhm Tu esposa, est bien?

Bella est bien. Ambos estn bien, en realidad acot,

refirindose a su hijo.

Me alegro, me alegro mucho carraspe y torci sus manos que

descansaban sobre su falda, mientras Edward intentaba aparentar la
calma que no tena, pues sus nervios por or a su hermana, por
esperar el milagro, lo estaban matando.

Yo yo supe yo supe lo que pas con Elizabeth, sobre el

juicio cerr los ojos y sacudi la cabeza. Es horrendo lo que
hizo con la hermana Gabriela.

Quiso matar a Damian, ese fue su mvil.

Y t t cmo te sientes respecto a eso? Es es tu abuela

Qu es lo que crees? arrug Edward su frente. Qu siento

pena por ella?

Has vivido todos estos aos con ella, algn sentimiento has de
haber

Alice! Exclam, detenindola, no aguantndose el quedarse

sentado, tranquilo. Las suposiciones de su hermana lo alteraron por
completo. Cmo crees que puedo siquiera sentir algo por ella?!
Apenas la toleraba
Perdname, pero no es lo que uno cree cuando has crecido a su
lado y terminas trabajando en su empresa reconoci con un dejo
de resentimiento.

Tena propsitos para quedarme all! Grit, desesperado.

Tantas, tantas veces trat de explicrtelo para que pudieras
entenderme, pero t simplemente cerrabas tus odos.

Mira, yo no quiero saber nada del pasado se levant

rpidamente, dispuesta a dejar la charla hasta ah y no develar su
deseo de saber cmo se encontraba Edward con todo lo ocurrido
con Elizabeth, porque secretamente l le importaba. Slo
quera slo quera saber Da igual!

Ah, no, seorita! exclam Edward, con desaprobacin,

dirigindose hasta la puerta y bloqueando el paso de su hermana,
quien se aprestaba a salir. No vas a salir de aqu hasta que
hablemos y aclaremos esto.

Por favor, qu vamos a aclarar?

Vamos a ver, t crees que despus de lo que pas, despus de lo

que ella me hizo, de lo que nos hizo, yo iba a quedarme a su lado
por puro afecto?

El dinero es un mvil poderoso, Edward.

No hables as de mi, Alice! Le increp, dolido. Quieres or

la verdad? Quieres enterarte ahora de lo que to me enter siendo
apenas un chiquillo? Pues te lo dir! Grit y ella dio un respingo,
cubriendo su pecho y dando un paso atrs.

Esa vieja de mierda encerr a mam en el manicomio donde

muri, esa maldita mujer no le prest ayuda a su propia hija cuando
la necesit, Maldita sea! Cerr los ojos, apretndolos con sus
dedos, mientras ella se morda el labio con su corazn acelerado y
con deseos de llorar. Reneg de ella cuando vio los primeros
signos de su enfermedad, la que podra haber estado bajo control
si ella tan solo mam estara viva si Elizabeth la hubiera ayudado.
Pero para ella era ms importante el qu dirn que una hija. Ya ves
lo que hizo con Benjamn, y aunque fue su padre el que seguro lo
meti al manicomio, ella lo permiti, no luch por l, mintindole a
todo el mundo sobre que ella no era nada ms que una pobre mujer
viuda, que haba perdido a su nico amor muy joven en un trgico
accidente. Conmovedor, verdad? Pero ya sabemos de quien hered
mi madre su enfermedad y yo. Por cierto, fueron las monjas las
que me salvaron a m, de lo contrario, estara igual que nuestro
abuelo quizs incluso estara muerto.

Dios mo

Cuando Elizabeth me llev con ella, lo nico que deseaba, era

irme y regresar aqu, pero atravesamos el pas y yo no tena ahorros
ni manera alguna de largarme. La casa donde vivimos era como una
prisin, estaba vigilada precisamente para evitar que yo me moviera
o que tuviera contacto alguno con mi pasado, con mis amigos, con
las monjas contigo. Despus me meti a una escuela de hombres,
que rozaba el rgimen militar, hasta que entr a la universidad y
puede dar contigo esa parte ya la conoces.

Alice baj la cabeza y trag grueso, sin saber qu responder.

Yo nunca quise abandonarte susurr Edward compungido.

Eras todo lo que tena te jur que nunca lo hara, pero

Basta, Edward, es suficiente.

No, Alice rebati l, caminando hacia la ventana, para mirar el
verde de los jardines que pronto se teiran con los colores del
otoo. Esa vieja desquiciada meti a la crcel a Damian, fue por
culpa de ella que l no pudo recuperarnos, y eso puedes
preguntrselo a l, a Damian, l puede darte los detalles si no me
crees.

No me lo dijo.

Habr tenido sus razones, pero puedes preguntarle, preguntarle a

Carlisle. T sabes que siempre l ha estado al tanto de todo esto
pein su cabello hacia atrs con ambas manos, alzando su cara al
cielo. La muerte de la hermana Gabriela fue nada ms la punta
del iceberg. Intent matar a Damian, intent secuestrar a Bella, en
fin esa vieja esconda bajo el tapete, tanta mierda que ni te lo
puedes imaginar. Yo slo quera estar cerca de ella para cerciorarme
que pagara por cada cosa que hizo. Nunca obtuve beneficios de su
empresa, ni siquiera llev a mi bolsillo un peso del sueldo que se me
pagaba. Cada mes era depositado en la cuenta de este hogar, algo
bueno al menos que se hiciera con la plata de esa vieja. Tambin
puedes hablar con Jacob, Garrett o Kate, ellos puedes confirmar
eso.

Alice cubri la boca con su mano, mirando hacia sus zapatos azules
de tacn a juego con sus jeans, su blusa blanca y su blazer. Inspir
fuerte y levant su vista hacia Edward, quien le miraba con ojos
cargados de sentimientos que se entremezclaban entre ellos.

Edward, yo yo entiendo lo que me dices asinti con la

cabeza mientras hablaba, tuviste tus motivos y que yo y que yo
estaba equivocada al pensar que t eras igual a ella, a Elizabeth.
Pero me equivoqu.
Nunca me rend, siempre quise acercarme a ti y explicrtelo, pero
t

Pero yo no quise orte, soy responsable de eso se le quebr la

voz en un momento, debiendo guardar silencio para continuar, pero
antes de eso, Edward volvi a hablar, diciendo una sola palabra en
susurro:

Perdname.

Alice sostuvo su mirada y se abraz a s misma, volviendo a tragar

el nudo de su garganta.

He hecho mi vida, Edward. Tengo una familia, una madre y un

padre a quienes adoro. No tengo hermanos pero tengo amigos que
son como hermanos para m. Tengo a mi lado a un hombre que me
ama y con quien voy a compartir el resto de mi vida, con quien
formar mi propia familia. No puedo no puedo volver atrs y
echarme a los brazos de Damian, llamarlo pap, aunque las
circunstancias lo hayan obligado a apartarse de m. Lo mismo
contigo. S que no te fuiste por voluntad propia, s que te obligaron,
y eras un nio, no haba mucho que pudieras hacer. Yo yo deb
haberte odo antes, lo s, fue error mo, quizs las cosas hubieran
sido de otra manera entre nosotros.

Slo slo perdname, Alice. Dame la oportunidad de

Yo te perdono, Edward. Lo hago no tengo resentimientos, pero

no me pidas que me eche a tus brazos a llorar y llamarte hermano,
porque porque no puedo hacerlo.

Era una tontera, pero Edward pudo or que su corazn se parta en

dos, a pesar de que escuch a su hermana decir que lo perdonaba.
Simplemente no era como l lo esperaba, su perdn no llegaba con
la dicha ni la dulzura que l hubiera deseado. Ella lo estaba
perdonando despus de conocer la verdad a medias, exenta de
detalles pero como dijo, no significaba que la relacin entre
ambos iba a retomarse desde donde se dej. Muchas cosas se
quebraron en ella, sobre ambos, sentimientos que no podra
restaurar, como el amor que se siente por un hermano. Como el
amor que l segua sintiendo por ella.

Inspir entonces, sintindose perdido, no quedndole otra que

asentir y forzar una sonrisa poco genuina.

Gracias susurr con dificultad.

Bueno, yo me voy. Jasper me espera se pein el cabello negro

y se arregl el blazer que estaba perfecto. Dale mis saludos a
Bella, dile que me alegro mucho que est bien.

Se los dar.

Vale uhm bueno, me voy. Adis, Edward.

Adis, Alice respondi l, forzando otra sonrisa, afirmado

contra el marco de la ventana, con sus manos en los bolsillos,
sujetndose el deseo de correr hacia ella y abrazarla y rogarle que
volviera a quererlo, como l la quera a ella.

Dej entonces que se marchara y con pesar, cuando ella sali de la

habitacin, baj su cabeza, abatido y en silencio llor la perdida,
entendiendo una vez ms que no todo en esta vida era como uno
deseaba. Tena el perdn de Alice, pero no su amor, sera capaz de
conformarse con eso? bueno, tendra que ser capaz, porque era
aquello, lo que ella haba querido darle y l no poda forzarle a lo
contrario.
 **OoO**

Dices que te perdon?! pregunt Bella, sentada a horcajadas

sobre su marido que estaba sentado sobre el sof de la sala, lugar
donde lo encontr cuando ella lleg. A penas lo vio supo que algo
no marchaba bien, por lo que despus de su sesin de besos
reparadores, le pidi que le contara qu haba pasado para haberlo
dejado as. l le cont entonces de su conversacin con Alice, pero
ella confundida, no entendi por qu tan apesadumbrado el
semblante de su marido. Entonces entonces por qu no ests
feliz, no entiendo.

Me perdon, lo que no significa que me ame como a su hermano,

como alguna vez lo hizo antes que Elizabeth me alejara de ella.

No es justo, Edward.

Demonio, nada ms puedo hacer.

Supongo que no vas a conformarte.

Y qu puedo hacer? Insistir? Ella ya me escuch, despus de

tantos aos finalmente me escuch y me perdon, pero obligarla a
que me quiera, eso no puedo hacerlo.

Ella te quiere, lo s.

No estoy seguro Suspir y dej caer su cabeza hacia atrs, pues

la verdad, no era que no estuviera seguro. La verdad es que no lo
crea.

Bella torci su boca y dej caer su cabeza sobre el pecho de su

marido. Nos vamos a olvidar de todo esto, Edward. Maana nos
vamos a nuestra luna de miel, y quiero que te olvides de todo, s?
Nos relajaremos y regresaremos con las pilas cargadas, vale?

Joder, demonio, no sabes lo ansioso que estoy levant su

cabeza e hizo que su mujer se incorporara, dejando caer su cara en
el hueco de su cuello, mordisqueando la piel sensible de ese lugar.
La cosas sucias que voy a hacerte

No puedes, soy una mujer embarazada.

La doctora dijo que no haba problema con el sexo.

Recuerdo cuando le preguntaste eso, Edward. A todo esto,

salimos temprano maana, aun no acabo con las maletas.

A medioda, pero antes debemos dejar listo un asuntito.

Asuntito?

La casa, ya te decidiste?

Ella sonri, recordando la ltima visita que hicieron a las casas que
la corredora de propiedades haba apartado para ellos.

S! La que tiene el huerto de cerezos por detrs, es perfecta.

Adems est cerca de la casa que ocupar Damian y Bea.

Finalmente, Damian eligi quedarse con la casa, sobre la cual se

haba retomado los trabajos de remodelacin pues la jefa, como
llamaban a Bea, estaba ansiosa por ir e instalarse all. Adems, la
pequea estaba feliz por la larga temporada que pasara all con su
padre, habiendo accedido l a inscribirla en una escuela donde
conocera a nuevos amigos, eso s.

La de los cerezos ser entonces coincidi l, besando la boca

de su mujer. Ahora mujer, vamos adentro a terminar con esas
maletas, para luego encargarme de ti.

A encargarte de m?

Oh, s suspir l, pasando sus manos por los brazos, la espalda,

las caderas y los muslos de su mujer. Ella entenda de qu manera l
iba a encargarse de ella.

"Oh, s" pens ella, removindose sobre el cuerpo de su marido,

tentndolo, agarrndolo por el cabello y besando su boca con un
beso que daba a entender que l, con sus palabras y sus caricias
haba encendido el interruptor de su lvido, poniendo en
funcionamientos sus ya revolucionadas hormonas de embarazadas.

Joder, demonio de un vuelo se levant con ella a horcajadas,

dejando seguro para ms tarde el cierre de las maletas.

La dej caer sobre la cama y enseguida comenz a desabotonar su

blusa blanca, dejando ver poco a poco la piel tersa que se esconda
debajo. Masaje sus senos sobre el sostn de encaje negro y que
iban creciendo por el embarazo, encorvndose ella con placer ante
aquel toque tan prometedor.

Edward Levant la cabeza y estir sus labios pidiendo la boca

de su marido sobre la suya, concedindole l ese deseo, mientras
desabotonaba ahora su pantaln de lino negro y hurgaba con su
mano ansiosa por debajo de la tela de su tanga, tambin de encaje,
hacindola gemir descaradamente cuando se encarg de masajear su
entrepierna vida de l.

Se desnudaron con rapidez entre besos y caricias, como si

estuvieran perdiendo el tiempo. l se encarg de estimular como
juego previo el cuerpo de Bella ahora sin apuros, pese a que ella
rogaba y exiga ms.

No hubo lugar en el cuerpo de Bella ni en el de Edward que no

fuera atendido con caricias, mordiendo y lamiendo adems con
bocas codiciosas antes que Edward volviera a tomar el mando y
recostara a su mujer bajo su cuerpo, abrindole las piernas y
entrando en ella muy lentamente. Ador como gimi su nombre,
como se aferr a sus hombros, como el control de su cuerpo se iba
perdiendo ante l, el placer y el amor que le daba.

Joder mierda, nena gema l, frotando su cuerpo con el de

Bella, hundindose profundo en su interior y volviendo a salir,
sintiendo la carne ardiente de Bella cerrarse en torno a l,
provocando una friccin maravillosa.

Se besaron con fuerza, con toda la pasin que el uno provocaba en

el otro, mientras sus cuerpos sudorosos seguan unidos y chocando
entre ellos, causando un sonido sordo y excitante que iba al comps
de sus pesadas respiraciones, hasta que los latidos de su corazn
fueron como el sonido de un fuerte tambor, hasta que los gritos de
Bella fueron ms fuertes cuando no soport ms la ardiente presin,
dejndose ir en un exquisito y potente orgasmo, seguida de su
marido, que rugi su nombre en el hueco de su cuello,
derramndose en su interior.

Era maravilloso como estos dos corazones que se amaban tan

profundamente, podan demostrarse lo mucho que se adoraban
hasta aquel nivel de conexin tan gratificante y profunda. Eso
pensaba Edward, girndose y quedando sobre su espalda, con la
cabeza de su mujer descansando sobre su pecho que suba y bajaba
tras el orgasmo, hundiendo su nariz en el cabello de su mujer,
mezclndose el aroma a rosas y a sexo que el tanto adoraba, el
mismo que estaba inundando la habitacin del matrimonio.
Esa era la plenitud para l, ese momento cuando absolutamente
nada era capaz de apartarlo del amor de su vida, ese momento en el
que descansaba aferrado a ella, despus de demostrarse hasta qu
nivel era que se amaban. Inspirando hondo y cerrando los ojos, supo
que en su vida era eso lo que necesitaba, el amor incondicional de
su mujer y de su hijo, por quien ya haba comenzando a ilusionarse,
con la promesa de un futuro maravilloso, el que ya estaba deseando
comenzar a vivir.

Qu piensas? pregunt ella, acariciando su pecho.

Joder, demonio, en lo ardiente que te has puesto con el embarazo.

Oh, eres un tonto! Golpe su pecho juguetonamente, soltando

ambos una risa relajada. Aline su cuerpo sobre el de su marido,
descansando su mentn sobre las manos sobre el pecho desnudo de
Edward cuando insisti.Dime la verdad, en qu piensas.

T y nuestro hijo es lo que necesito en mi vida para ser feliz.

Todo lo dems puedo perderlo, pero podra seguir viviendo, pero t
te has convertido en alguien indispensable para que pueda seguir
respirando. En eso estaba pensando dijo, acariciando su cabello
hmedo, mirando tiernamente sus ojos verde miel y su sonrisa que
desde el primer da lo encandilaron, en eso y en lo de cosas sucias
que voy a hacerte, ya sabes.

Tonto susurr, acercando su boca a l en un beso tierno que

demostraba que esa aseveracin era recproca. Cambi entonces el
tono de su beso, sacando la lengua y lamiendo sus labios con
descaro, removiendo su cuerpo sobre el de l con coquetera.
Ahora, sigue mostrndome qu otro tipo de cosas sucias vas a hacer
conmigo
A su orden, esposa.

Y es as, como este matrimonio pas de la tarea de armar maletas,

inclinndose por amarse con el cuerpo y con el alma hasta muy,
muy entrada la noche.

Y este fue el penltimo captulo de esta locura... s, estoy triste.

Este ogro ha tenido mi corazn como en una montaa rusa,
llena de emociones, tantas que lo extraar seguro como ustedes
lo harn...

Como siempre, les agradezco a todas por sus comentarios bien

intencionados que me alegran mucho, esperando por supuesto
que me acompaen en la prxima aventura que estaremos
estrenando en breve. Estaremos dando aviso en el grupo de
facebook ( groups/Subversivas/) y adelantos y todas cosas.

A mi super equipo, mi absoluto agradecimiento: Doa Maritza

Mx, doa Gaby Madriz y doa Manu de Marte, el mejor equipo
que existe sobre la faz de la tierra. (LAS ADORO, YA
SABEN!)

Y BUENO, LA OTRA SEMANA ESTAREMOS CON EL

ULTIMO CAPTULO... ME ACOMPAAN?

BESOS Y ABRAZOS. LAS QUIERO MUCHO MUCHO

CATA!
*Chapter 38*: Chapter 38
Y SE VA!

LTIMO CAPTULO...

A LEER!

=)

Captulo 37.

Bella dorma sobre uno de los sofs de la sala de su nuevo hogar,

con una guirnalda navidea de color plata entre las manos, que
tendra que ir en el rbol de navidad que estaba en proceso de ser
decorado, el que estaba justo frente a la ventana. Sobresala en
medio de la sala luminosa, de colores blancos y celestes, con
grandes ventanales y mobiliarios de colores claros, y una chimenea
de piedra y ladrillo, completando y haciendo del ambiente all algo
muy tranquilizador.

Llevaban viviendo en ese lugar casi dos meses, desde principios de

octubre y se preparaban para pasar la primera navidad juntos. Ella
estaba muy entusiasmada con aquello, olvidando el cansancio lgico
de una mujer de ocho meses de embarazo, aunque como en ese
momento y sin poder evitarlo, el cuerpo le pasaba la cuenta y no le
quedaba otra que echarse y dormitar un rato.

As la encontr su marido, vestida con un enorme chaleco blanco y

calzas negras, muy cmodas para embarazadas. Con sus ojos llenos
de ternura se qued quieto, afirmado en el quicio de la entrada a la
sala, observando embelesado a su hermosa mujer, con su vientre
abultado, que protega a su hija que ya luego llegara. Despus de
tantos meses hablando de su hijo como un varoncito, la noticia de
que era una nia la que en realidad llegara a reunirse con ellos
sobresalt a Edward, quien en cuanto supo la noticia pens que iba
a desmayarse.

Deba reconocer que en esos ltimos meses de su vida, sta haba

cambiado y ahora l, era un hombre tranquilo que ansiaba la llegada
de su hija, a la que llamaran Clarisse, en honor a su madre. El
miedo se haba aplacado un poco y haba aprendido a relajarse, pero
aun en su interior, segua rondando el temor de que alguien viniera y
le arrebatara la felicidad que tanto le cost encontrar. El loquero le
deca que aquellos temores eran normales en un padre de familia,
as que no deba de desesperarse.

Despus de desterrar a Elizabeth de su vida, quien iba a tener que

pagar una condena de veinte aos y un da por sus delitos sin poder
acceder a beneficio alguno, pudo desprenderse de sus oscuros
sentimientos y concentrarse en lo realmente importante. No quera
nada que tuviera que ver con aquella mujer, por ello vendi los
pocos bienes que le quedaron y que pasaron a sus manos como
nico heredero, pues la ley la despoj de todo. Lo que recibi por la
venta, lo don ntegramente al hogar de menores, con cuya
donacin comenzaran la construccin del nuevo hogar para
ancianos.

La otrora empresa "Masen & Co" pas a manos de la sociedad que

formaban Garrett, Damian y l, por medio de un remate,
salvaguardando a los trabajadores que pasaron ahora a formar parte
de "Lux et umbra S.A", nombre de la empresa. Despus de mucho
trabajo, lograron salvar inversiones en varias de sus filiales y
recuperar algunos de los mercados que haban perdido bajo la
administracin de Elizabeth Masen.
Pero eso no era lo ms importante para Edward. Su familia lo era,
su mujer, que en aquel momento esboz un gracioso bostezo y se
estir, divisando a su marido en la entrada de la sala, mirndole con
diversin.

Qu haces all? pregunt ella, removindose y acariciando su

vientre. l torci su boca y tambin se reacomod, cruzndose de
brazos.

Estoy contemplando el espectculo.

As que ahora soy tu espectculo?

Siempre los has sido respondi decidiendo eliminar la distancia

y caminando entonces hasta ella para sentarse a su lado. Se inclin
y bes primero sus labios tiernamente, bajando luego hasta la
barriga donde dej otro beso mientras lo acariciaba y le hablaba.
Cmo te has portado hoy con mam?

Ambos se rieron al momento de sentir la patadita de Clarisse, como

respondindole a su padre.

Vino Bea y no dej de moverse, como si estuviera feliz.

Claro que lo est volvi a besar su vientre, antes de

concentrarse en el rostro de su mujer, el que acaricio con verdadera
adoracin por ella. Y Carmen?

Viendo su telenovela. Estuvimos viendo algunos detalles del

dormitorio de la nia y despus sacamos las cosas de navidad, pero
no avanzamos mucho.

Ya veo.
Carmen se fue a vivir con el matrimonio de forma temporal. Al
menos eso era lo que ella no paraba de repetir, pues deca que no
quera ser de una allegada, teniendo ella su propio departamento.
Pero a Bella, no le gustaba la idea de dejarla sola, adems de que
ella, con esa tremenda barriga necesitaba ayuda, siendo esta la
excusa para retener a Carmen all, quien secretamente se
encontraba feliz y muy cmoda como si estuviera en su propia casa.

Edward suspir, desviando su vista al rbol de navidad a medio

armar, sin dejar de acariciar la barriga de su mujer. Esa poca del
ao, donde casi siempre la pas a solas, le evocaba recuerdos de su
niezbuenos y malos y no poda evitar traer a Alice a sus
pensamientos con un dejo de aoranza, siendo la relacin con ella,
lo que empaaba su felicidad.

Bella intuy, que algo pasaba con su marido y su temperamento que

se tornaba melanclico.

Oye, a ti te pasa algo indic, acariciando su espalda. Edward

volvi a suspirar, antes de regresar sus ojos azul grisceos hasta ella.

Damin estaba feliz torciendo su boca con semblante

apesadumbrado, record: Alice hizo llegar para l y para Beatriz
una invitacin a su boda. Pens que yo tambin recibira una,
pero

Es este sbado, verdad?

S.

Sabes una cosa? Creo que deberas ir de todas formas.

Bella, por favor

 Ey! No digo que llegues como paracaidista y te cueles en la
fiesta contra su voluntad. Es un da importante para ella y despus
de lo que conversaron, se supone que ella te perdon. T slo iras
para desearle lo mejor.

No s

Quedamos en que no ibas a rendirte, Edward!

No me invit a su boda, demonio. Yo no la invit tampoco a la

nuestra, probablemente no se vio obligada a hacerlo, yo no soy nada
para ella.

Y un cuerno que no eres nada para ella! levant la voz con

enfado. Si la hubieras invitado, la hubiera rechazado de mala
manera, lo sabes.

Joder, demonio! exclam, levantndose y caminando de un

lado para otro. Si no me invit es por algo.

Ella dijo que te haba perdonado

Pero eso no significa que que me quiera como su hermano, a su

lado.

Edward, se levant con dificultad y se par justo en frente a l,

poniendo la palma de sus manos sobre su pecho iramos slo a
felicitarla y desearle lo mejor. Intentmoslo al menos, no perdemos
nada.

Quizs simplemente sea mejor que la llame y se lo diga

No es lo mismo! rebati, golpeando el suelo con un pie.

Verte ah, quizs la sorprenda de buena forma, no s las novias
siempre se ponen sentimentales y quizs

No va a pasar, Bella, tengo que asumirlo.

Y un cuerno que tienes que asumirlo!

A ver, geniecito, crees que precisamente ese da, que est ms

nerviosa, corriendo de un lado a otro, querr recibirme? Pues
perdname, pero lo dudo!

Mira, Edward Masen, voy a arrastrarte hasta all si es necesario e

intentars hablar con ella. Si le llamas antes, ella se vera obligada a
invitarte y no es la idea, as que simplemente iremos, pedirs hablar
con ella y ya veremos.

Edward alz las cejas ante la vehemencia de aquella exigencia de su

mujer. Enseguida dej escapar el aire de sus pulmones y baj su
cabeza, asintiendo. Qu sacaba con seguir contradicindola, si su
esposa era terca como mula? No iba a dejar de insistir hasta
conseguir llevarlo y hacer lo que ella deca. Joder, ese demonio lo
haba convertido en un marido sometido! Siempre terminaba
haciendo lo que ella deca.

Vale, vale, ya veremos la tranquiliz, posando sus manos sobre

los hombros de su mujer, besando suavemente sus labios. Enseguida
se enderez y arrug su frente, tratando de poner una expresin
severa, para nada creble. Ahora, mujer, dame de comer, que
estoy hambriento, he estado todo el da partindome el lomo en el
trabajo.

Lo que usted diga, mi esposo.

l, rod los ojos y se fue con su demonio hasta la amplia y luminosa

cocina, donde se les uni Carmen, quien lleg comentando su
teleserie y las desventuras del protagonista, que sufra por amor.

Por cierto, me encontr con la mam de Sam y me pregunt por

ti.

Bella mir a su ta y luego a Edward, que sigui comiendo como si

nada. Desde aquella ltima vez que l la fue a buscar a su trabajo y
Edward le dej en claro que no le quera cerca de su esposa, nunca
ms apareci. Probablemente el hecho de saber que ella ya estaba
casada lo ahuyent, aunque l dijera que no se rendira. Y no era
que a ella le incomodara aquella situacin, pero Sam fue un buen
amigo que estuvo a su lado. Sera buena idea buscarlo?

Supongo que no estars pensando en ir a visitarlo, verdad?

La pregunta de Edward, como si estuviese leyendo su mente, la

sorprendi. Tuvo que parpadear repetidas veces, pero antes que
pudiera responder, Carmen intervino.

Y qu tendra eso de malo?

Se supone es amigo de Bella y entrese que la ltima vez que se

vieron l fue muy ofensivo con ella y hasta hoy no se ha acercado a
darle una disculpa siquiera.

Ofensivo? Desvi sus ojos escrutadores a su sobrina,

reiterando. Ofensivo? Cmo ofensivo?

Da igual ta. Y Edward tiene razn, adems l quera ms que

una amistad conmigo, pese a saber que yo estaba casada

Nunca me cay bien ese tipo y ahora con eso que me dicen, creo
que es mejor que te mantengas lejos de l.
Carmen, usted cada da me cae mejor levant Edward su
mano, sosteniendo una copa de vino hacia ella, ruborizndose
Carmen un poco y Bella rodando los ojos. Al menos Edward y
Carmen haban logrado entablar una relacin ms tolerable, aunque
con regularidad, ambos se lanzaban comentarios sarcsticos que
terminaban siendo graciosos.

Despus que Carmen se encargara de meter la loza sucia en el

lavavajillas, Edward se instal frente al televisor a ver el noticiero
mientras su mujer doblaba la ropita de la beb que sus amigas
haban llevado de regalo ese da, cuando la visitaron. Soltando el
aire, dej caer su espalda sobre el sof, levantando sus pies
hinchados sobre la mesita de centro frente a los sofs. Cerr los ojos
e hizo su cabeza hacia atrs para relajarse, pasando sus manos sobre
su vientre.

Ests cansada?

Me canso por todo respondi sin abrir los ojos. Edward gir su
cabeza y se acerc a ella con la idea de cobijarla en su costado,
cuestin que ella hizo, soltando suspiros de enamorada. l inspir el
aroma de su cabello, que como toda ella, segua oliendo a rosa como
siempre.

Joder, demonio, esta es la parte del da que ms me gusta.

Dime por qu es la que ms te gusta

Las tensiones del da desaparecen cuando te tengo as, relajada a

mi lado. Despus de todo, soy un tipo con suerte.

En verdad lo eres coincidi ella, torciendo su cara hacia su

marido, ofrecindole sus labios, los que l sello por supuesto con
toda la ternura con que fue capaz.
 **OoO**

Crees que el abuelo de Edward quiera jugar baloncesto con

nosotros? le pregunt Beatriz a su padre, cuando iban de camino
a la boda de Alice. Damian arrug la frente y desvi por un segundo
la vista de la carretera hacia su hija, no seguro si oy bien.

De qu hablas, Bea.

Don Benjamin tambin usa silla de ruedas y sera bueno para el

equipo contar con alguien ms.

Por vida de Dios, hija, ese hombre tiene ms de 80 aos, y t

pretendes que juegue baloncesto contigo?

Lo he visto jugar con los nios cuando vamos al hogar

Nena, no es buena idea.

Beatriz estaba de lo ms entusiasmada, pues pese a que los

exmenes arrojaron que la fractura de su columna era irreversible,
impidindole ello volver a caminar. Para Damian fue un golpe
brutal, pero Beatriz logr hacerse a la idea, desenvolvindose en su
diario vivir lo ms normal posible. Por eso, impulsada por Alice, se
inscribi en una escuela de bsquet donde haba comenzado a
practicar con jvenes y adolescentes con su misma discapacidad,
haca dos meses. A veces, James y Emmett conseguan sillas de
ruedas para practicar con ella, haciendo de eso algo muy normal.

-Bueno, le preguntar directamente, porque estar hoy en la boda

de Alice, verdad?

S, l ir.
 Y Edward?

Damin inspir, detenindose frente a la luz roja del semforo. Ya

hubiera querido que Alice hubiera invitado a Edward. Aunque no lo
hizo, no poda negar lo feliz que se senta porque ella,
personalmente, fue a dejar la invitacin para l y para Bea y porque
poquito a poco, iba bajando sus barreras hacia l, incluso haban
cenado un par de veces juntos en un ambiente muy distendido.
Damin senta que iba recuperando paulatinamente la confianza y el
amor de su hija y aquello lo haca muy feliz. Pero el dolor que
eclipsaba su corazn, porque la prdida de la relacin de adoracin
que exista entre Alice y Edward cuando pequeos, le lastimaba y
era peor, pues no poda hacer nada por cambiarlo, aunque sus
esperanzas nunca haban desaparecido.

Edward no vendr, cario respondi cabizbajo.

Oh se lament Bea, bajando su cabeza y arrugando su frente,

algo que la haca parecerse mucho a su hermano mayor. Todava
estn enojados?

No estn enojados dijo, no faltando a la verdad, pues ellos

hablaron y Alice dijo haberlo perdonado.

Eso no es cierto. Yo puedo entender algunas cosas, sabes? Y

podra entender por qu ellos no se llevan coment un poco
molesta porque se senta subestimada, mientras giraba su rostro
hacia la ventaba de su lado.

Oye, gruona, s lo perspicaz que eres y estoy orgulloso de ello,

pero esas son cosas de ellos, en las que ni siquiera yo puedo
meterme. Adems, hay muchas cosas detrs, cosas difciles de
explicar.
Yo quiero que se contenten.

Dios, nena, no te imaginas cunto lo deseo tambin asever,

estirando su mano hacia su hija, para acariciarle los risos que caan
sobre los hombros. Por cierto, te ves maravillosa.

Espero encontrar un novio

No.

La nia sonri pcara hacia su padre y sus celos. Qu dira l si

supiera que ya un compaero de clases la llama constantemente? Se
mordi la lengua porque decrselo sera arruinar su noviazgo
secreto.

Por la carretera, Damian desvi su vehculo por un camino de ripio

al menos cinco kilmetros hasta dar con la casona patronal, donde
se realizara la boda de su hija. Cuando lleg al aparcamiento divis
a Emmett que vena hacia l, para ayudarlo a bajar a la princesa del
carruaje.

Alguien aqu va a conseguir novio esta noche canturri

Emmett cuando dej a su joven amiga sobre su silla de ruedas. La
nia llevaba un vestido lila hasta la rodilla, con un rosetn en la
cintura y sus risos rojos muy bien formados caan sobre sus
hombros.

No! gru Damian, provocando que ambos se rieran de su

arranque de celos.

Se acercaron a su grupo de conocidos y los recin llegados se

acercaron al novio cuando este estuvo desocupado de abrazos y
saludos de los invitados.
Gracias por la invitacin, Jasper. No sabes lo que signific para
m

Ni lo digas, lo interrumpi el novio fue idea de Alice.

Gracias de todos modos.

Te ves muy guapo, Jasper!

Gracias hermosa agradeci l, inclinndose hacia Bea para

dejar un beso en su mejilla. Y t ests preciosa, seguro rompers
ms de un corazn esta noche

Damin rod los ojos y se puso tras su hija, para levarla hacia
dentro de la parroquia de piedra que haba en los predios
campestres, propiedad de la familia Cullen, padres adoptivos de
Alice.

La iglesia estaba adornada con flores blancas y amarillas en cada

extremos de las bancas de tonos madera caoba. Las luces amarillas
y la msica de cuerdas que sonaba de fondo daban le daban al lugar
un ambiente muy acogedor en medio del murmullo de las personas
que ya estaban ubicadas en sus puestos, pese a que al menos faltaba
media hora para que la ceremonia comenzara.

Se ubicaron en la banca donde estaban sus conocidos, Jacob y su

esposa Leah, Garrett y Kate. Tambin estaban Emmett y Rosalie
junto a dos monjas, una de ellas la hermana Manuela, sentada junto
a Benjamn, quien luca un esmoquin negro muy elegante. Salud a
cada uno, instalndose junto a la hermana Manuela, comenzando
una conversacin trivial con ella mientras daba inicio a la
ceremonia.

En ese mismo lugar, pero en la entrada, un Mercedes Benz negro,

acababa de aparcar. Ninguno de sus ocupantes se anim a bajar,
pues ninguno estaba invitado.

Yo no s por qu te hice caso.

Porque sabes que tengo razn.

Joder, demonio, esto no es una buena idea.

Edward apretaba fuerte el manubrio, mirando entre el enrejado que

cercaba la propiedad, divisando a lo lejos al novio que reciba a los
invitados.

Pretendes quedarte aqu?

No, pretendo irme porque definitivamente no

Pues all t, yo me bajo y decidida se quit el cinturn de

seguridad y abri la puerta para salir.

Maldita sea, demonio! exclam, quitando la llave y bajando

para detener a la loca de su esposa, que se abotonaba el abrigo azul
marino, pues pese a que el da estaba soleado, estaba helado por la
poca del ao.

Bella muy decidida, camin con mucha seguridad hacia donde se

encontraba el novio, obviando las protestas de su marido que vena
siguindola mientras grua.

Jasper los divis y sonri, disculpndose con las personas que

hablaban con l en ese momento, acercndose a ellos. l no haba
tenido la suerte de ser presentado formalmente ante el hermano de
su novia y su esposa, pero los conoca de vista y pensaba, al igual
que Bella, que era una muy buena idea que ellos hayan llegado, no
hacindoseles raro pues vio la invitacin con el nombre de Edward
Masen, pensando en que Alice finalmente se haba animado a
invitarles despus de mucho dudarlo.

Bienvenidos salud Jasper a Bella, extendiendo su mano en

seal de saludo. Debes ser Bella, verdad?

La misma respondi ella con una sonrisa cordial y agradecida.

Enseguida Jasper desvi su atencin hacia Edward, ofrecindole
tambin su mano, la que Edward no demor en corresponder.

Edward, presumo. Un gusto conocerte. Me alegro mucho que

hayan venido.

Perdona que hayamos llegado as sin aviso pero

Sin aviso? No entiendo.

Uhm nosotros nosotros no fuimos invitados y pues a mi

mujer le pareci buena idea venir y felicitarlos.

No, no creo. Yo vi el sobre con la invitacin a nombre de ustedes.

Quizs te hayas confundido. Y la verdad, no quiero molestar,

presumo no es un buen momento

Lo que mi marido quiere es hablar con Alice, ser posible eso?

Uhm yo Jasper rasc su cabeza, un poco dudoso, porque

estaba en toda la locura previa a la boda, pero se olvid de eso y
sonri exclamando afirmativo. Qu diablos, claro que s! Ella y
su comitiva de modas estn en la casona por ese lado indic con
su mano hacia la derecha de donde se encontraba la iglesia.
De verdad no creo que sea buena idea.

Oye, no seas terco, l dice que s le rega Bella con su

mandbula tensa. Edward le estrech los ojos y pens en cobrarse
este numerito con su esposa ms adelante. Pero ella ni caso.

Vamos, yo los llevo. Esme debe de andar por ah tambin.

Jasper camin junto a los recin llegados hacia la casona donde se

encontraron justo al entrar con Carlisle, quien tambin por el gesto
en su rostro, se alegr de verles all.

Dios, Edward, que bueno verte aqu! salud el doctor,

abrazando a Edward con mucha confianza. Desvi luego su
atencin a Bella, ofreciendo su mano. Mucho gusto de conocerte,
Bella.

Carlisle, no queremos molestar. Nosotros iba a explicarse sin

mucho convencimiento, cuando otra vez su demonio intervino sin
tanto rodeo.

Edward quiere hablar con Alice, podra hacerlo ahora?

Claro, claro! Vamos, acompame.

Edward iba a tomar la mano de su mujer, pero ella la escondi

detrs de su espalda y neg con la cabeza.

Yo estar esperando aqu por ti, amor.

l solt el aire y solo asinti con la cabeza, siguiendo a Carlisle

hacia adentro de la casona. Mientras caminaban por los pasillos,
esquivando a damas de honor y seoras que corran de un lado a
otro, Edward pensaba en que hace mucho tiempo no se senta tan
nervioso. Y si ella lo echaba? O si de plano se negaba a hablar con
l?

En esa habitacin, est con Esme. Djame llamar a la puerta y

anunciarte comunic Carlisle, apartndose unos metros de
Edward para ir hasta la puerta doble, blanca y golpear levemente,
apareciendo Esme que enseguida apenas abrir vio a Edward y
sonri con gusto. Edward en verdad no entenda por qu todos le
sonrean de esa forma, cuando l estaba prcticamente colndose a
la ceremonia sin ser invitado, pero conoca el buen corazn de los
padres adoptivos de su hermana, y no poda parecerle raro.

Cario, Edward ha venido a hablar con Alice. Convncela de que

lo reciba yo tengo una sensacin aqu en el pecho ve adentro
y convncela.

Carlisle tom las manos de su esposa, que vesta un lujoso y

elegante vestido de gala color gris. Ella, sin duda, sinti la esperanza
crepitar en su interior como su esposo, pues ambos rogaban cada da
para que su hija y su hermano finalmente pudieras arreglar las
cosas, pero de verdad.

Lo har, dame un segundo.

Entr entonces, acercndose a su hija que sentada frente al espejo,

estaba dejando que una mujer arreglara su velo.

Djeme a solas con mi hija, por favor le pidi amablemente a la

mujer, quien asinti y sali sin decir nada. Alice arrug su frente,
confundida, esperando que su madre no le saliera con la charla pre-
matrimonial, que seguro la hiciera llorar y arruinara su maquillaje.

Qu sucede, mam.
Alguien afuera quiere verte.

Ahora?!

S, ahora. Y yo te ruego que lo recibas.

De quin hablas?

Edward.

El aire abandon los pulmones de la novia, recordando la invitacin

que haba dejado guardada en el cajn de su velador con el nombre
de l y que no se atrevi a entregar.

Yo mam no s

Dijiste que lo habas perdonado, por qu no lo recibes y lo

escuchas? Quizs slo quiera felicitarte, no va a pasar nada

Dios, mam! . Se levant, agarrando su vestido y caminando

hacia la ventana, donde a lo lejos se vea la iglesia y los invitados
que seguan llegando. No pens que l aparecera, ni siquiera estaba
segura de que si ella lo invitaba, l decidiera ir.

Vamos, nena, no va a pasar nada. Slo escchalo.

Inspir, cerrando sus ojos. Debera hacer caso?

Dile que pase, por favor.

Claro, mi cielo! y antes de irse, tom el rostro de su hija entre

sus tiernas manos y bes sus mejillas ruborizadas. Camin rpido
entonces hacia la puerta y desapareci tras ella.
En los minutos que Alice se qued a solas, sinti como el nudo de
su garganta comenzaba a hacerse cada vez ms grande, sus ojos
comenzaron a picar y su cuerpo temblaba, por los nervios de la
boda? Saba que no.

Minutos ms tarde, tres golpecitos precedieron antes que la puerta

volviera a abrirse y apareciera Edward, con sus ojos cristalinos de la
emocin. Torci su boca esperando a que ella le autorizara a pasar.

Ad adelante.

En silencio, Edward cerr la puerta y trag las lgrimas de emocin

que se le agolparon. Que su hermana haya accedido a recibirlo en
ese momento, supona para l una emocin muy poderosa, que se
tea de esperanza. Se gir entonces y apoy su espalda sobre la
puerta ya cerrada.

Te ves hermosa

Alice trag grueso y pas sus manos sobre su vestido blanco de

estraples, que caa en ptalos hasta sus pies e iba bordado con
piedras tornasol. Su cabello, iba recogido por pinzas y una corona
que sujetaba el velo que caa a sus espaldas. Edward pens que
tena frente a l a un ngel, por el aura tan puro que la rodeaba.

Gra-gracias. Yo este lamento no haberte hecho llegar la

invitacin, pero

No tienes que disculparte, entiendo que no figurara en la lista de

invitados. Pero Bella me anim a venir. indic, poniendo sus
manos en los bolsillos del pantaln color gris grafito que llevaba.
Bella lo haba obligado por supuesto a vestir algo ms formal.
Por eso se inclin por aquel pantaln de tono oscuro de idntico
color a su chaqueta, sobre su camina blanca con su cuello sin
abrochar.

Genial! Van a quedarse, verdad?

No, no lo creo. Yo slo yo slo vine a vine a desearte lo

mejor, que seas muy feliz con Jasper, que se ve que te quiere
mucho.

Uhm mordi su labio y extendi su mano hacia ella.

Dios! Mam hubiera estado tan orgullosa de verte as pero debe
de estar descansando en paz sabiendo que quedaste en buenas
manos.

Tambin lo creo respondi con voz ronca. Entre ambos

entonces se cerni un silencio espeso por al menos dos minutos,
mientras ella miraba hacia el piso mordiendo su labio y l la
contemplaba con la adoracin de siempre.

Bueno yo slo vine a eso, a desearte que seas muy feliz.

Ahora no te quito ms tiempo, no es bueno hacer esperar al
novio, verdad?

Ella simplemente asinti, levantando sus ojos hacia l, quien solt

un suspiro antes de girarse y poner la mano en el pomo de la puerta.
Antes de hacerlo girar, se volvi hacia ella y la contempl por
ltima vez antes de decir:

Hubiera deseado que las cosas fueran diferentes, pero a pesar de

todo, quiero que sepas que te quiero y que deseo lo mejor para ti.

Gragracias.
Y contenindose el deseo de correr hacia ella y abrazarle, abri la
puerta y sali rpido por esta, dejando a la novia de pie, temblando,
con sus ojos desbordndose de lgrimas al instante que l
desapareci.

Cubri entonces su cara con ambas manos y sus hombros desnudos

comenzaron a moverse por el llanto que brot de ella sin remedio.
La visita de Edward signific un golpe emocional muy fuerte como
cada vez que saba de l o lo vea, pero esta vez era algo ms
potente, sentimientos ms fuertes que simplemente no pudo
esconder en su interior.

El traer a colacin a Clarisse, a quien vagamente recordaba pero

que entraaba en lo profundo de su corazn. Damian, su padre, que
regres despus de todos esos aos a limpiar su nombre y
recuperarle, eso al menos le haba dicho y era lo que intentaba
hacer cada da, cuestin de la que ella era consciente y agradeca
pues su padre biolgico en nada la presionaba. Y Edward su
hroe de infancia, por quien se sinti abandonada cuando era una
chiquilla y a quien intent olvidar sin lograrlo. Tanto tiempo vivi
con el rencor anidado en su corazn, creyendo que el dinero y la
posicin social que aquella mujer le daba era lo que lo mova a
seguir a su lado, convirtindose en una extensin de ella,
enterndose ms tarde que sus propsitos diferan de sus
pensamientos. Aun as, no poda no poda, no lograba abrirse y
recibir de regreso a su pasado, porque senta que traicionara a la
familia que la adopt. Pero esa era una vil excusa y lo saba, pero
no tena otra excusa para escudarse.

Atin a moverse hacia una silla que haba junto a la ventana y all se
hundi hasta que sinti que alguien volva a entrar. Esme entonces
camin hacia ella y se hinc en frente, empujndola a sus brazos.
Dios, mi nia la arrull, mientras Alice lloraba de pena. No
le dijo nada, respet en silencio su llanto, viendo en su mente el
rostro apesadumbrado de Edward cuando sali, agradecindoles y
disculpndose por haberles quitado tiempo.

Estuvo al menos cinco minutos llorando con su rostro enterrado en

su hombro, cuando en las afueras de la habitacin se oy las
protestas de hombres y de mujeres, hasta que la puerta se abri y
Jasper apareci por esta.

No puede ver a la novia! Debe irse de aqu! protestaba una

de las asesoras de boda, impidiendo que el novio entrara. Jasper la
esquiv, ignorndola, acercndose hacia donde Alice estaba
sentada, abrazada a su madre.

Esme, djame a solas con Alice, por favor.

No puede hacer esto! volvi a protestar la mujer a sus

espaldas. Alice, que se encorv, escondiendo su rostro sobre las
rodillas no dijo nada, dejando que su madre saliera, acatando la
solicitud del novio. Cuando sali, rogndole a la asesora que se
calmara y que les diera unos segundos, Jasper camin y se hinc
frente a su futura esposa, obligndola a que alzara la cara y lo
mirara.

Abre los ojos, Alice le pidi, rodendole el rostro con sus

manos, apartando las lgrimas que surcaban su car . Cario, abre
los ojos.

Ella, poco a poco le obedeci, mirando el serio pero hermoso rostro

de su futuro marido.

No crees que ya es suficiente? Por qu insistes en seguir con

esto que te hace dao!
Yo no yo no pude no puedo

Basta, cario! Basta ya! No eres completamente feliz porque

no tienes a tu lado a tu hermano. l vino hoy, a pesar de todo y t
dejaste ahora que se fuera

Y qu tengo que hacer?!

No dejar que vuelva a irse! No sufriste durante tanto tiempo

por eso? l te ama, Alice. Vi su cara cuando me lo top en la
entrada al salir de aqu. Iba derrotado Joder, nena! Hubieras
dejado pasar la oportunidad de retenerlo a tu lado si hubieras tenido
la posibilidad cuando se lo llevaron de pequeo? Yo s que no,
entonces por qu ahora lo haces?! A qu le tienes tanto miedo?!

A que vuelva a desaparecer! l era lo nico que tena!

Pero se lo llevaron en contra de su voluntad, era slo un nio y t

lo sabes. No te hubiera dejado sola argument en defensa de
Edward, o de la felicidad de su mujer. Lo oste, oste sus
argumentos y le diste la razn, lo perdonaste incluso, pero eso no es
suficiente para que ests en paz y seas feliz. l entonces se fue
porque no le quedaba de otra, ahora se va porque t dejas que as
sea, porque t lo ests empujando.

No s qu hacer

S lo sabes, debes or a tu corazn. Por mucho tiempo ignoraste

tus sentimientos, anteponiendo tu razn, pero ahora es diferente
acarici su rostro con amor. Ahora debes hacer lo que tu
corazn te diga, porque es tu corazn el que sabe lo que necesitas
paras ser feliz.

Respiraba rpido por el dialogo tan potente con su novio y sus

palabras retumbaban en su cabeza mientras se contemplaban el uno
al otro directo a los ojos, hasta que finalmente ella reaccion.
Apart a Jasper y de un salto se levant, agarrando el faldn de su
vestido, corriendo deprisa hasta la puerta. Jasper se levant lento y
solt el aire de sus pulmones, dando gracias a Dios por el milagro.

Afuera, Edward intercambi un par de palabras con Carlisle, quien

intentaba convencerlo de que se quedara, pero l, lo nico que
quera era llegar a su casa y encerrase en su dormitorio
probablemente a llorar. Se disculp y tras despedirse, camin hacia
su coche donde lo esperaba su mujer, donde se guareci del fro de
la tarde. Bella lo vio acercarse con los hombros hundidos y su rostro
contrito, descompuesto, suspirando profundo y lamentando que las
cosas no salieran cmo ella quera. Sali del coche y se encamin al
encuentro de su marido, el que hundi el rostro en su cuello cuando
se alcanzaron.

Ya est cario susurr Bella, acariciando su cabello. Estoy

orgullosa de ti, Edward. No te preocupes, este no es el final;
volveremos a intentarlo ms adelante, est bien?

Edward apart su rostro del cuello de ella y asinti, besando su

frente con fuerza. En silencio le tom la mano y continu su camino
al coche dispuesto a salir de ah.

Pero antes de meterse, una llamada milagrosa lo dej esttico, pues

no saba si era el fruto de su imaginacin o sus ms profundos
deseos.

Edward, Edward!

A sus espaldas, oy la voz cantarina de una mujer que le gritaba,

desesperada. De a poco se gir y a su lado su mujer llevaba una
mano a su boca mientras las lgrimas de emocin hacan su
aparicin, pues a unos cinco metros de ellos, Alice llorando, gritaba
el nombre de su hermano.

El pecho de Edward se agit y sus ojos se nublaron de lgrimas

cuando vio la imagen de su hermana frente a l.

No te vayas! Por Dios, no te vayas! grit Alice con voz en

llanto.

Edward que permaneca confundido, sin saber si aquello era real,

sinti en su mano la presin del agarre de su mujer, la que lo sac
del trance aquel.

Ve con ella, Edward.

Fue todo lo que necesit para comenzar a caminar lento hacia la

mujer vestida de novia, la que comenz a llorar con ms fuerza a
medida que l se le acercaba, hasta que no pudo ms y se ech a
correr a su encuentro, colgndose de su cuello y llorando abrazada a
l. Sinti las manos de su hermano rodearle la cintura y su rostro
hundirse en el hueco de su cuello, mientras que sus pecho se
sacuda por el llanto emocionado.

Finalmente, Edward estaba abrazando su milagro. Finalmente l

pudo ser consciente de cmo se senta la felicidad sin mcula, que
estallaba en su pecho con llantos de pura dicha y emocin.

Alrededor, los asistentes se mimetizaron con el sentimiento que flua

de ese reencuentro. Esme se abrazaba a su marido, Jasper
contemplaba la escena colmado de emocin y felicidad por la mujer
que amaba, al igual que Bella, que abrazaba su barriga y le
susurraba a su hija sobre aquel milagro, mientras que de dentro de la
iglesia, Damin apareca, habiendo sido alertado por Emmett, quien
supo que Edward haba llegado a ver a Alice. Cuando vio la imagen,
pens que su corazn iba a salrsele del pecho. Sus hijos finalmente
estaban juntos, como hermanos que se amaban.

Probablemente, haba muchas ms cosas sobre las que ambos

deban hablar, pero en ese momento slo haba lugar para el
reencuentro y la felicidad que aquello acarreaba.

No vuelvas a irte, por favor, no vuelvas a irte rogaba Alice con

su rostro enterrado en el pecho de su hermano, sujetndolo
fuertemente con brazos de hierro alrededor de su cuello.

Ali no voy a irme a ningn lado nunca ms.

Perdname Edward, te lo suplico, perdname, pero

No, nena, no se apart y tom el rostro lloroso pero precioso

de su hermana. Ya hemos perdido suficiente tiempo rogando
perdn. Adems, yo nada tengo que perdonarte. Ahora debemos
concentrarnos en otras cosas ms importantes, te tienes que casar,
recuerdas? aadi, esbozando una sonrisa sincera y relajada,
limpiando con sus dedos el rostro de Alice, quien tambin sonri de
regreso.

Es cierto Mi boda!

Anda, ve adentro y arregla tu cara. Quiero verte entrar por ese

pasillo.

No te irs verdad?

Nunca ms.

Volvieron a abrazarse antes que se apartaran, para ella regresar

adentro y retocar su maquillaje, mientras la asesora de bodas parece
iba a darle un ataque. Fue acompaada por su madre y mientras
caminaba, giraba su rostro para ver a Edward, de pie en el mismo
lugar, mirndole mientras no dejaba de sonrer. Se senta tan
dichosa, tan dichosa como una novia deba de estarlo.

Damin entonces no aguant ms y camin rpido hacia su hijo,

quien en cuanto lo vio comenz a carcajearse sin razn aparente en
tanto sus lgrimas no cesaban de caer. El patriarca fue contagiado
por sus risas y mientras lo abrazaba, cerr sus ojos y susurr un
"misin cumplida" recordando el rostro de su Clarisse, quien desde
el cielo, tambin deba estarse riendo con ellos.

Cuando se calmaron de carcajearse y llorar como magdalenas, sus

ojos seguan luminosos de la dicha seguro de que en adelante nada
podra quitarles eso, que tanto les haba costado conseguir: la luz de
la felicidad.

Est haciendo fro, campen, entremos a la iglesia.

S s asinti, girndose hacia donde record haba quedado

su esposa, la que segua en el mismo lugar, con sus ojos hinchados
tambin de llanto dichoso, con una sonrisita de suficiencia en sus
labios, muy cruzada de brazos.

Camin hacia ella e imit su postura cuando estuvo a menos de

medio metro frente a ella.

Por qu sonres, demonio.

Te lo dije alz sus cejas presuntuosamente, te dije que

tenamos que venir.

Por supuesto, para variar tuviste razn. Parece que el embarazo

te ha sentado bien, demonio.

Bella solt una carcajada y se deshizo de su postura jactanciosa,

dejndose abrazar por su marido, afirmando su frente contra la de
l. Ella levant una mano hasta el rostro de su marido y lo acarici
con ternura.

Tus ojos estn muy brillantes, nunca los haba visto as.

Por tu culpa

Eso no es cierto.

Claro que s. T me trajiste a la luz, crees que sin ti hubiera

llegado hasta aqu? Pues no, no lo hubiera hecho. No sera
completamente feliz de no ser por ti.

Pues de nada.

Joder, demonio . Y cubri la boca de su mujer con la suya, con

amor, adoracin e infinita felicidad, que era lo que l senta dentro
de s, como nunca antes lo sinti, y como nunca ms dejara de
sentir.

**OoO**

La fiesta estaba en todo su esplendor despus de la conmovedora

ceremonia dentro de la iglesia llena de personas, testigos de la unin
de esta pareja que no necesitaba decir nada pues irradiaba amor
mutuo.

La fiesta se realiz en el mismo lugar, en una carpa blanca que se

extenda detrs de la casona familiar, con mesas redondas para ocho
personas cada una y un amplio lugar donde los invitados se movan
al ritmo de la msica. Los novios ya se haban fotografiados con
prcticamente todos los asistentes, haban agradecido la asistencia,
bailado el vals como esposos donde incluso Damin y Edward
tuvieron su momento con la novia sobre la pista de baile y
comido la deliciosa cena de celebracin. Todo el mundo estaba
feliz, partiendo por los novios quienes no dejaron de sonrer durante
toda la celebracin.

Y qu decir de Alice, que ahora descansaba sobre un silln a un

costado de la carpa, con sus pies cansados, levantados sobre una
silla, abrazada a su hermano Edward. Contemplaban a los invitados
divertirse, entre ellos sus amigos, quienes se rean y bailaban entre
ellos. En un momento, desvi ella su vista hacia la silla donde Bella
se encontraba charlando con Carlisle, mientras a su lado Emmett
estaba inclinado sobre la barriga de Bella, pareciendo tener una
charla con Clarisse.

Por qu Emmett est haciendo eso? frunciendo su entrecejo

pregunt, indicndole a Edward con un movimiento de cabeza.
Edward mir hacia donde ella le indicaba y rod los ojos, soltando
un bufido.

Le habla a mi hija desde que supo que estaba embarazada. Le

dice cosas como que l ser su to favorito y otras tonteras como
esas. Se lo toma muy enserio.

Est loco!

Claramente movi su cabeza asintiendo, mientras contemplaba

a su mujer, soltando un suspiro profundo.

Y sobre la idea de ser padre?

Fue todo un proceso hacerme a la idea y fue un shock enterarme

que iba a ser padre, eso por traumas, ya sabes. Pero ahora es
diferente volvi a girar su vista hacia su mujer, la que cruz su
mirada con la suya y le sonri, mientras continuaba hablando con
Carlisle. Estoy ansioso por conocerla, por tenerla en mis brazos
y ya le amo, sabes?

Y ya tienen el nombre?

S, la llamaremos Clarisse, como mam. Fue idea de Bella, dice

que ella merece que se le reconozca despus de todo lo que sufri, y
qu mejor hacerlo con una nieta, con lo que es ms importante para
m, con lo que me hace feliz y con lo que la hara feliz a ella si
estuviera viva.

Es un hermoso homenaje, Edward .Asever, torciendo su

cabeza con ternura. Apret sus manos contra su pecho y sus ojos
brillaron de ilusin cuando agreg: Dios, yo tambin quiero
conocerla y llenarla de regalos! Nace el prximo mes, verdad?

El parto est planeado para el 7 de enero y yo estoy jodidamente

nervioso. Si le pasa algo, yo

La amas.

Estara perdido sin ella. No s qu hubiera sido de mi, si no la

hubiese encontrado, o si ella no me hubiera correspondido. Por ella
es que logr salir adelante a pesar de tanta mierda, incluso por ella
es por quien estoy aqu esta noche .Suspir entonces, volviendo a
mirar a su mujer, mientras ella esbozaba su sonrisa hermosa que a l
le iluminaba el alma.

Bueno, si no fuera por Jasper, probablemente yo hubiese

continuado con mi terquedad .Trag grueso y cruz sus manos
sobre su vientre, apoyando su cabeza sobre el hombro de su
hermano, que bes su cabello con la ternura que ella durante tantos
aos extra.Yo tengo tantas cosas que explicarte, pero no s
por dnde comenzar.

Ali, quedamos en que hoy no hablaramos de nada, slo nos

dedicaramos a disfrutar, ya habr tiempo de sentarnos con calma y
hablar entre nosotros, con Damian.

Lo s, lo s se levant y se gir para mirar a Edward a los

ojos. Cuando regrese de mi viaje de bodas, podramos reunirnos
todos en cualquier sitio y celebrar en familia, no te parece?

Me parece perfecto.

Estar afuera apenas unos das, pues queramos estar aqu para
navidad y me parece que ha sido una buena idea. Comprar un
montn de regalos para Clarisse!

Eso suena maravilloso, Ali.

Suspir e inhal el aroma del perfume dulzn que usaba con

frecuencia su hermana, preguntndose cmo era posible, haber
vivido tanto tiempo a medias, porque ahora que estaba rodeado de
todos a quienes quera, se senta feliz y pleno. Felicidad y plenitud
que hara perdurar por mucho, mucho tiempo.

Una de las madrinas de Alice y Esme, se acercaron donde los dos

hermanos descansaban del alboroto de la fiesta. La madre de Alice
sonri por la felicidad que irradiaba su hija, y no slo por la boda,
sino porque recuper uno de sus tesoros ms ansiados: el amor de su
hermano.

Hija, es hora de ir a cambiarse. Se acerca la hora de partir

indic Esme, estirando sus brazos hacia su hija, invitndola a
levantarse. La novia asinti y se apart del abrazo de su hermano,
pero antes de levantarse, bes su mejilla con todo el amor que pudo.
l torci su boca y sonri, levantndose tambin tras ella.

Ya hiciste esperar bastante al novio para la ceremonia, es mejor

que no lo hagas esperar para su viaje.

Eso es cierto.

Ambos hermanos, abrumados por el reencuentro, se miraron con

profundo afecto antes que la novia fuera sacada arrastrando de all.
l se gir entonces y camin directo hacia donde su mujer se
encontraba, mientras el tono de la msica de fondo cambiaba de
ritmos alegres a una balada romntica que comenzaba a sonar.
Cuando lleg, ella estaba carcajendose con Carlisle y Emmett
sobre alguna broma que este ltimo seguro cont.

Si me disculpan, caballeros, pero sacar a bailar a mi esposa esta

pieza y enseguida me la llevar a casa. Es hora de descansar.
Extendi una mano hacia Bella, y la levant acercndola a l.

S, en realidad estoy cansada y creo que es hora de irme, pero

soportar una pieza de baile antes con usted, esposo.

Por supuesto que lo hars.

Yo tambin voy a buscar a mi mujer para bailar este romntico

indic Emmett, ponindose de pie hacia sus amigos donde Rose
se encontraba. A continuacin Carlisle hizo lo mismo, excusndose
de ir a la barra por un buen vaso de licor para seguir celebrando.

El matrimonio camin entonces hasta la pista, donde ya varias

parejas se movan al ritmo de la meloda romntica. l la rode por
la cintura con una mano, y con la otra levant la mano de Bella,
comenzando a balancearse.

No debe ser muy cmodo bailar con una mujer con esta barriga,
seor Masen.

Puedo soportarlo, demonio.

Ambos se sonrieron con coquetera, mirndose intensamente a los

ojos.

Joder, demonio, esta noche creo que ha sido la mejor de toda mi

vida.

Ya saba yo; por algo te traje hasta aqu coment alzando sus
cejas, a lo que l torci su boca y bes suavemente sus labios rosas.
Enseguida detuvo el balanceo de sus cuerpos y solemnemente busc
sus ojos verde miel.

Bella, no dejes de hacer nunca, lo que has hecho conmigo para

hacerme feliz.

Lo nico que he hecho es amarte, Edward, con todo lo que eso

significa, y no dejar de hacerlo, jams .Su mano, que descansaba
sobre el hombro de su marido, la llev hasta la cara de l, cuando
agreg: as que puedes quedarte tranquilo, que procurar que seas
feliz hasta el fin de nuestros das.

Eso es todo lo que necesitaba or.

Dej entonces que su boca descendiera hasta los labios de ella en un

beso lento, suave, en medio del gento que se mova a su alrededor,
bailando la pieza romntica que sonaba de fondo, que cobraba
mucho sentido para l y que deca algo as como:
 "Quizs estoy asombrado de la forma en que me amas todo el
tiempo; quizs estoy asustado de la forma en que te amo.

Quizs soy un hombre y quizs t eres la nica mujer que pudiera

ayudarme siempre.

Quizs estoy asombrado de la forma en que ests conmigo todo el

tiempo;

Quizs estoy asombrado de la forma en que realmente te

necesito"

(Maybe amazed- Paul McCartney)

Siguieron bailando los dos temas siguientes, tan o ms romnticos

que el anterior, abrazados el uno al otro y sintindose ambos ms
felices de lo que lo haban sido nunca, siendo este slo el inicio de
todo lo que les esperaba por llegar.

**FIN**

Bueno... eso sera todo con respecto al ogro Masen...

Dios, no saben lo complicado que es encontrar las palabras

apropiadas para expresarles mi agradecimiento por vuestro
apoyo y compaa en este viaje. De verdad les agradezco el
amor que le brindaron a estos personajes, a esta historia y a mi,
el que me hicieron ver y sentir a travs de sus comentarios.

LES ESTOY INFINITAMENTE AGRADECIDA.

Tambin mi agradecimiento al mejor equipo con el que he

podido contar: Gaby Madriz, Maritza Mx y Manu de Marte,
 mis amigas y compaeras en este viaje. De verdad muchas,
muchas gracias nenas, LAS ADORO!

Y bueno, queda el eplogo que lo publicaremos en un par de das

ms y la invitacin a que me acompaen en mi prxima locura
que prontito estrenar, as que atentas a las noticias en el grupo.

Besos, abrazos llenos de todo mi cario para cada una de

ustedes.

Nos leemos pronto.

;-)

Cata!
*Chapter 39*: Chapter 39
S DAMAS... EPLOGO...

Eplogo.

Y esa, quin es?

Es una de esas viejas ricachonas que vino a parar aqu por matar
a una monja eso dicen. Pero no habla con nadie.

Es que quizs le parezcamos poca cosa

Ambas mujeres, que tomaban el sol en el patio comn del reclusorio

femenino, hablaban y se rean de la mujer ya mayor que haba
llegado a sentarse a una de las banquetas de cemento que haban en
el lugar, apartada de todas, con un peridico en la mano. Todas all
vestan igual, con un delantal marrn y unas zapatillas blancas,
hacindolas ver a todas iguales, aunque Elizabeth Masen, que lo
haba perdido absolutamente todo, segua pensando que ella estaba
por sobre las dems.

Y con ese aire de superioridad que siempre la caracteriz y durante

el tiempo que llevaba recluida en ese lugar, evitaba rozarse con el
resto de sus "compaeras" y viva en soledad, como ella lo prefiri,
sin recibir siquiera una sola visita que le diera noticias de cmo iban
las cosas afuera, aunque eso lo supla leyendo los peridicos que las
gendarmes le facilitaban.

Sentada con su espalda recta y muy cruzada de piernas, Elizabeth

tom la seccin de Economa y Negocios del peridico, comenzado
a hojearlo, quedando sus ojos pegados en el titular de una noticia
que la puso furibunda:

"Fructfera sociedad "Lux et umbra S.A" lidera el escenario

econmico del pas."

Despus de adquirir la malograda empresa "Masen & Co", la cual

fue rematada luego de declararse la quiebra de esta y que su
duea, Elizabeth Masen, cayera a la crcel por diversos delitos, la
sociedad dirigida por los empresarios Garrett Anderson, Edward
Masen y Damin Brandon ha comenzando a dar pasos agigantados
hacia Europa y parte de Latinoamrica luego de ser catalogada
esta como la empresa lder en cada una de las filiales que esta
empresa cubre.

Elizabeth dej de leer, cuando se distrajo con una fotografa de los

tres empresarios a quienes se les haca mencin, posando muy
sonrientes uno junto a otro, en una de las cenas empresariales que
se llev a cabo, cenas a las que ella sola asistir. Sus ojos furiosos se
posaron sobre la imagen sonriente de su traidor nieto Edward, de
quin haba recibido noticias a travs de su abogado.

Hace dos meses fue padre de una nia. Clarisse es el nombre de

la pequea

No me diga coment la mujer sin un pice de emocin cuando

oy el comentario del abogado, que haba llegado hasta all para
proponerle comenzar un proceso apelativo para rebajar su condena
de veinte aos y un da.

El muy maldito Edward, a quien ella rescat del abandono y luego

la meti a la crcel, estaba ahora casado y era padre de una hija,
viviendo una vida feliz y prspera en todos los sentidos, cuestin
que ella insista en decir que no se mereca. Cmo era posible que
un hombre con los desvaros mentales que padeca l, fuera el padre
de una pequea nia? Sin duda, pensaba Elizabeth, esa recin
nacida hubiera estado mejor atendida bajo su alero, sus normas,
preparndola para criarla a su imagen y semejanza, la que ella crea,
segua siendo perfecta.

No era posible que ella, Elizabeth Masen, que lo haba dejado todo
por sacrificarse en la educacin de ese mal agradecido, estuviera
ahora sola y sin un msero centavo en los bolsillos, y que l en
cambio estuviera rodeado de una familia y a la cabeza de una
empresa que a ella le quit de las manos en colusin con el maldito
de Damian

Elizabeth, cerraba sus ojos y recordaba la ltima noche en la que

fue su casa, justo para su cumpleaos, en el patio de aquella
hermosa mansin, siendo crucificada por l, restregndole los
secretos que nadie tena derecho a saber. Record entonces sin
querer a su esposo, Benjamn, que apareci aquella noche, y quien
fue recluido en un manicomio por orden de su padre, el que no
permiti que su apellido se viera manchado por tener a un loco en
su familia. Ella nunca lo am, ms bien esa boda con l fue una
manera de asociarse con alguien que haba heredado mucho dinero
y que lleg a salvar a su padre que estaba a punto de perderlo todo.
Sin duda, el amor que Benjamin profesaba por ella, lo hizo hacer
vista gorda sobre la situacin en la que se meta, siendo arrojado al
olvido cuando las cosas en su cabeza no marcharon bien, dndole a
l por muerto y hacindole perder todo lo que tena.

Nunca lo am y nunca quiso ser madre, pero la vida la castig con

una hija tan perturbada como su padre, Clarisse, a quien ella dej a
la buena de Dios y la que la segua penando no slo en sueos, sino
que le restregaba en la cara a su hijo Edward, el que pese a todo
haba logrado tenerlo todo quitrselo todo a ella.
"Pero algn da saldr de aqu, Edward, y volver a tomar el lugar
que me corresponde" se juraba ella una y otra vez, ahora mientras
dejaba que el dbil sol de fines de marzo la alumbrara y mientras el
resto de las mujeres de la crcel la miraban y se rean de ella.

"La soledad y el abandono sern un castigo an ms profundo que

la mismsima muerte, Elizabeth Masen". Le dijo Damin la ltima
vez que la vio, cuando le dictaron la sentencia. "Vivirs mucho
tiempo con el peso en tu conciencia y llegar un da en que te
arrepentirs cuando veas a tus nietos colmados de felicidad.
Querrs ser parte de esa dicha, pero eso no ser suficiente.
Vivirs y morirs sola, lejos de los lujos y las riquezas, del roce
con la alta alcurnia, y te dars cuenta, cuando ya sea demasiado
tarde, que eso no es suficiente para vivir tranquila y feliz".

Todava no era el momento en que se daba cuenta de la verdad que

haba en las palabras de Damian, y probablemente nunca lo hara.
Segua pensando en que los dems la traicionaron y que ella, actu
por el bien de ella misma, cuestin que ahora le reclua en la ms
absoluta soledad.

Y mientras ella estaba sola y aislada, padeciendo el peor de las

desgracias, Edward comenzaba a vivir su paternidad, lleno de
ansiedad. Se quedaba hasta tarde mirando dormir a su pequea
Clarisse, acariciando sutilmente su cabello caoba rizado. Segua sin
poder creer que aquella nia fuese hija suya y segua sin poder
verbalizar los sentimientos que su pequea bebita provocaba en l.
Su pecho se hinchaba cada vez que ella lo miraba y su corazn,
saltaba apresurado cuando le sonrea. Su paz era absoluta cuando se
dorma entre sus brazos y su instinto protector estaba siempre alerta,
cuando cualquier persona la tomaba, fuera quien fuera, sobre todo
Emmett que insista el alzar a la nia en sus brazos hacia el cielo
como una gracia que al granduln le pareca divertido.
Y qu decir cuando vea a su esposa, su demonio sonriente,
alimentarle y tararearle alguna nana mientras lo haca. Era la
imagen ms hermosa que l, alguna vez vio y que en el pasado
jams pens en contemplar con tal cercana. Y es que ella, esa
chiquilla varios aos menor que l, vino a llenar su vida por
completo y lo sac de una u otra forma de la mierda donde tanto
tiempo vivi.

No va a despertarse, sabes? Al menos por un par de horas, hasta

que sienta hambre de nuevo.

Bella desde la puerta de la recamara de su hija, adverta a su marido

de su presencia como cada noche, cuando Edward se colaba hasta
all.

Ya lo s coment l, mirndola por sobre su hombro, solo

que me gusta verla dormir, se ve tan pacfica.

Es verdad. Camin hasta l y puso las manos sobre sus

hombros por detrs, contemplando tambin a su hija. Creo que se
te parece cada vez ms, sabes?

Soy su padre, claro que se parece a m.

Bella se carcaje bajito por el comentario de su marido, besndole

el tope de su cabeza. Dej su cara sobre el hombro de Edward e
inhal su aroma, el que siempre le haca perder la cabeza. Se mordi
el labio entonces y tras besar la piel del cuello de su marido, le
susurr:

Podramos aprovechar el tiempo que Clarisse est dormida no

s se te ocurre algo?

Demonio tentador
Edward haba tenido que contener su lvido por ella despus del
parto, el que ella se empecin a que fuera de forma natural y no por
cesrea como Edward lo exigi. l pens que perdera la cabeza
mientras ella gritaba lanzando maldiciones en medio del trabajo de
parto previo, mientras sudaba y apretaba con fuerza su mano. Siete
largas horas hasta que segn su doctora, Bella estuvo preparada y su
hija lista para salir. Pero todo el dolor que atravesaron desapareci
cuando se oy el llanto de la criatura y cuando luego de limpiarla y
examinarla, la colocaron entre sus brazos envuelta en una manta
verde. El sollozo escap de su boca cuando aquello sucedi y en ese
instante, como Bella alguna vez lo augur, l cay rendido a los pies
de su hija.

Se levant, dejando a su hija dormida y ajena a todo, tomando por la

cintura a su irresistible mujer, besando sus labios mientras a tientas
salan del dormitorio de la nia.

Un par de horas, eh? susurr, mordisqueando su cuello y

entrando a la habitacin de ambos, justo al lado de la de Clarisse.
Bella se apret a l y sus manos fueron a dar hasta el cabello de su
marido, jalndolo de la pura excitacin.

Sers capaz sers capaz de darme lo que necesito en un par

de horas?

Suavemente, Edward la hizo caer sobre la cama y se pos sobre ella

sosteniendo el peso de su cuerpo en sus antebrazos. Mordi sus
labios y los bes a continuacin, antes de declarar:

Siempre ser yo, el que te dar lo que necesitas.

Esa es la pura verdad sonri y envolvi sus brazos alrededor

del cuello de su marido, alzando su cara y pegando sus labios
ansiosos a los de l. Pero drsticamente l se detuvo y se levant de
su lugar, echando la cabeza hacia atrs, mientras peinaba su cabello.
Bella lo miraba como si a su esposo efectivamente se le hubiera
soltado un tornillo, por qu demonios paraba ahora?! Ella estaba
necesitada, realmente necesitada del cuerpo de su marido, por lo
que cualquier excusa que l pudiera poner para haberse detenido, le
pareca estpida.

Edward, vuelve aqu amor, te necesito susurr ronco, como

gatita retorcindose sobre la cama. Edward hizo un puo su mano y
la llev a su boca, cerrando sus ojos en breve disfrutara del
cuerpo de su mujer, pero antes de eso deba hablar con ella, era
importante, pero Bella segua sobre la cama, movindose
sinuosamente, lanzndole oleadas de calor que a l estaban a punto
de hacerlo desfallecer.

Joder, demonio, aguarda un momento!

No Edward, no puedo esperar

Es importante! Y deja de hacer eso, joder! Le critic con

enojo, cuando ella comenz a pasarse la mano sobre el torso,
apretndose los senos y lanzando un suave gemido. Ella no puso
sino rer por la reaccin de su marido, y por supuesto no le hizo
caso.

Ven aqu, Edward, t lo haces mejor que yo

Joder, demonio. Tap sus ojos con la palma de sus manos,

tratando de ignorar a su ertica mujer que estaba comenzando a
hacer combustin espontnea. Tena que hablar con ella sobre un
asunto de suma importancia y deba hacerlo rpido, antes de
ocuparse del lvido de su demonio, as que lo hizo. Necesito
pedirte algo, pero antes, necesito que me contestes s o no.

Bella, detuvo en seco su actividad autocomplaciente y mir a su

marido frunciendo su entrecejo, porque esa frase le era demasiado
conocida. Esa misma frase haba usado Edward cuando le pidi que
se casara con ella.

Edward?

Contstame rpido, mujer, que tengo que encargarme de tus

necesidades

Un momento, Edward! A qu viene esto? . Se reincorpor,

sentndose sobre la cama, esperando su explicacin.

Ya sabes, demonio, s o no, es una de esas respuestas las que

necesito.

Quieres que te conteste que s?

S.

Sabes que confo en ti, as que sabes mi respuesta: es s.

Bien. De un solo movimiento, sac por sobre su cabeza su

suter negro y como len hambriento fue hasta donde su mujer y la
empuj de regreso para que estuviera recostada sobre la cama,
reubicndose sobre ella y capturando su boca con la suya en un
beso devastador. Bella, que estaba comenzando a dejarse llevar por
el beso y el torso desnudo de su marido, y sus manos que estaban
colndose ya bajo su ropa, se removi rpido para detenerlo.
Cuando lo hizo, ambos respiraban pesado y los ojos de su marido
eran oscuros de puro deseo.
 No me vas a decir de qu se trata?

Ya me dijiste que s.

Lo s, slo quiero saber con qu estuve de acuerdo.

Edward suspir y cerr los ojos, dejando caer la frente sobre la de

su mujer. Cuando los abri, haba un brillo de ternura y compromiso
en ellos, por lo que Bella no sinti miedo. Estaba segura de su
respuesta afirmativa como aquella vez, slo quera saber de qu se
trataba.

Te vas a casar conmigo.

Ahora se encontraba perdida. No estaban casados ya? O haba

sido una treta de?

Puedo or los engranajes en tu cabeza, demonio.

Explcate, Edward.

Acerc sus labios a los labios de su mujer y la bes con dulzura

antes de comenzar con su explicacin:

Hace tiempo, cuando le dije a Carmen sobre mis planes de

casarme contigo, ella me dijo que probablemente t soabas con
una bodacon una boda de verdad, con vestido blanco, iglesias,
todos tus amigos y nuestra gente ms cercana, y en ese entonces le
dije que no te quitara ese sueo. Y pues ahora siento que es el
momento para hacerlo.

Los ojos de Bella estaban desbordados de lgrimas mientras senta

su corazn palpitar a toda velocidad por el hombre aquel, de quien
cada da se iba enamorando cada da ms.
Sabes que no es necesario, verdad?

Lo s, pero quiero drtelo porque s que es algo que deseas, y

creo que podemos tener una celebracin como corresponde ahora
que todo est en orden, con nosotros y con nues

Hasta ah lleg la explicacin de Edward, pues Bella lo rode por el

cuello y atrap su boca con devocin y exultante amor. Edward no
tard en responder y agradeci haber recordado ese asunto aquella
tarde que paseaba a su hija por el patio de la casa.

Ahora tengo un par de dudas y tengo miedo de or las

respuestas, pero

Antes que preguntes, no nos casaremos maana. Lo haremos

pasado maana, y como la vez anterior est casi todo listo bes
Edward los labios de su esposa y rod acomodndose sobre su
espalda, tirando a su mujer sobre l. Mi hermana me convenci
que al menos tendra que tomarse el da de maana para escoger el
vestido, que era una cuestin importante. La iglesia, los invitados, la
fiesta y todo lo dems est cubierto.

Bella sonri y apret sus brazos alrededor de su marido, sintiendo

una oleada de felicidad dentro de ella, como ya era habitual cuando
se trababa de Edward. Sin duda, l haba pensado en sus deseos, los
que en secreto aun tena como toda mujer, de entrar a la iglesia
vestida de blanco y tener el cuento de hadas, pero a ella, con lo
plena y feliz que se hallaba en ese momento de su vida, senta que
no necesitaba de aquella ceremonia. Entonces pens que quizs
para l s lo era: aquella vez si bien es cierto, fue un nmero muy
reducido de invitados, slo la gente ms cercana a ambos, sus ms
queridos, aunque intua ella, que la ausencia de sus dos hermanas en
aquel momento tan crucial de sus vidas, era algo que quera reparar
de algn modo. Que Alice fuese parte de todo lo concerniente a la
planificacin del evento, pues saba que era as, le haca muy feliz, y
si ella senta esa felicidad, seguro la de su marido era mil veces ms
grande.

Volvi a sonrer, esta vez con una an ms grande sonrisa y bes el

pecho de su marido por la conclusin a la que haba llegado.

Dios, Edward, t y tu afn de llevarme al lmite en todo, no?

Suspir, jugueteando con sus dedos sobre el pecho de su marido,
quien solt una risita. Pero no debera sorprenderme, verdad?

La verdad es que no.

Puedo saber al menos dnde ser la boda, y la recepcin, o la

lista de invitados?

No. Es una sorpresa bes el tope de su cabeza antes de

continuar, slo debes estar lista porque maana Alice vendr por
la nia y por ti, e irn a una de esas tiendas especialistas en vestidos
de novia y esas cosas. Ahora, es suficiente de hablar.

Rod Edward otra vez y dej a su hermosa mujer bajo su cuero,

contempl su rostro y poco a poco fue acercando sus labios a los de
ella, besndola lento, profundo, dicindole a travs de aquel beso lo
mucho que la amaba, lo indispensable que era ella en su vida, lo
feliz que era a su lado y lo valioso de todo lo que le haba entregado
y de todo lo que ambos haban construidos.

El matrimonio disfrut de las pericias sexuales y el placer post

orgsmico hasta que, cuando por el monitor para bebs que estaba
sobre la mesita de noche, la pequea Clarisse le hizo sabes a sus
padres con un llanto leve, que haba despertado y era momento de
prestarle atenciones a ella.
 Sabes que la amo, pero no puedo creer que despierte cada tres
horas, no estar enferma?

Bella, ya se haba sentado sobre la cama y haba comenzado a

vestirse, y mientras lo haca oy los dichos de su marido, y no pudo
evitar rerse a carcajadas.

Edward, ya lo sabes, es de lo ms normal. Y agradece que soy yo,

la que se lleva el trabajo duro, adems, despus que le he cambiado
su paal y le he dado su leche, se duerme con facilidad, no como
otros nios que lloran y lloran

Mir por sobre su hombros y se dio cuenta que le estaba hablando a

las paredes, pues su esposo tena los ojos cerrados y su respiracin
era acompasada. El muy canalla se haba quedado dormido.

"Como dije, me llevo la tarea ms pesada"

Sali de su recamara y fue hasta la de su hija, justo al lado de la del

matrimonio, y se inclin sobre la cunita para tomarla entre sus
brazos y abrazarla a su pecho, dejando la pequea de llorar
automticamente.

Nena, mami est aqu. Bes su cabecita perfumada y la llev

hasta el mudador donde la dej recostada para comenzar quitarle la
ropita para cambiarle Sabes que el loco de tu pap me pidi que
me casara con l, otra vez? Si, as que maana tendremos que elegir
un lindo vestido para las dos, debemos vernos preciosas.

Se inclin y bes el ombligo de su hija, jugueteando con ella,

disfrutando de los sonidos que la nia haca pues al parecer, le
gustaban las cosquillas.

Era feliz, completamente feliz, y sera capaz de atravesar por todo

otra vez con tal de llegar a ese punto de su vida. Su hija, su esposo,
el resto de su familia, sus amigos, su trabajo, todo era perfecto
ahora.

**OoO**

Emmett se subi a una mesa y con una copa y un tenedor en la

mano, llam la atencin de los asistentes que haban llegado a
celebrar el matrimonio religioso, que el loco ogro Masen organiz
en cuestin de das junto a sus secuaces por supuesto. La ceremonia
en la pequea iglesia a un costado del Hogar de Menores donde
Emmett y sus dems amigos crecieron haba estado colmada de
simbolismos y emociones tanto para la pareja como para los
asistentes, desencadenando ms tarde una fiesta que en ese
momento estaba en todo su apogeo. Y antes de que los numerosos
tragos que ya llevaba en el cuerpo comenzaran a hacer su efecto,
Emmett decidi pedir la palabra, siempre a su estilo.

Damas, caballeros, monjas, curas, nias y nios todos exclam

el orador auto designado, provocando carcajadas entre los
asistentes, incluso entre los novios. Me siento colmado de pura
dicha y y alcohol, por cierto, pero eso no es lo importante. Lo
importante es que hagamos un gran brindis y no por los novios
esta vez, sino por todos nosotros que somossobrevivientes.

Las palabras de Emmett estaban ahora cargndose de

emocionalidad y sentimentalismo, causando sentimientos
entremezclados en varios de los asistentes.

Mire a su alrededor, y podr ver a ms de una persona, que ha

tenido que agarrarse a esta vida con uas y dientes para salir
adelante, para sobrevivir. Hemos atravesado el infierno de ida y de
vuelta dos veces, para encontrar finalmente a nuestros seres
queridos y ser felices. Damin Brandon mir a su hija Alice,
sentada a un costado de l, con la pequea Clarisse entre los brazos,
tomando el peso de la realidad en el discurso de Emmett, quien
continu: Hemos peleado con el diablo cara a cara y lo hemos
derrotadoy no hablo en sentido figurado Emmett mir ahora a
Edward y le gui el ojo levantando a la vez su copa de licor,
recibiendo de regreso por parte del novio el mismo saludo, con una
sonrisa triunfante en los labios. Y aqu estamos, vivitos y
coleando, dispuestos a seguir adelante con nuestra vida, aunque en
algn momento en algn momento muchos de nosotros fuimos
abandonadoshubo alguien que nos acogi y procur que
fusemos hombres y mujeres de bien esta vez, Emmett mir a
Jacob, a Rosalie, a Garrett, a Kate y a la hermana Manuela, quien se
limpiaba una lgrima de emocin que rodaba por su rostro.
Estamos ms vivos que nunca, rodeados de la gente que nos ama y
a la que amamos, celebrando porque en adelante nos esperan cosas
increbles As que salud, camaradas, y a seguir celebrando!

Se llev un aplauso cerrado, incluso vtores, que hincharon su pecho

como pavorreal y Rosalie se le colg al cuello y lo premi con un
vigoroso beso cuando l pis tierra firme.

La novia, que no haba dejado de sentirse emocionada desde que

entr del brazo de su suegro por el pasillo de la iglesia camino al
altar, apoy su cabeza en el hombro de su marido, suspirando de
pura dicha, la misma dicha que Emmett retrat tan bien.

Dios, Edward soy tan, tan feliz mir hacia un lado

buscando a su hija, que apenas en esos pocos meses que llevaba de
vida, seguramente ya poda sentir y quien era parte trascendental de
la felicidad que a ella la invada. Suspir otra vez y mir a su
esposo, a quien le brillaban esos ojos gris azulados tan expresivos
que tena. Y qu me dices t, te sientes igual de feliz que yo?
Ahora mismo no, la verdad es que no.

Bella se enderez y lo mir con su frente arrugada. A qu iba eso

que no era feliz? Edward entonces mir hacia todos lados, soltando
el aire lentamente de sus pulmones, fijando finalmente su vista
sobre su hija, que pese a la hora, estaba muy despierta jugueteando
con Alice, Damian y Beatriz.

Clarisse se quedar con Alice esta noche, no es verdad?

S pero ir a nuestra casa, a mi ta no le hizo mucha gracia que

a la nia la cuidara alguien ms estando ella

Es lo que necesitaba saber dijo Edward, levantando de la mesa

y en un movimientos rpido recogi a Bella y la puso sobre su
hombro, comenzando a caminar con su esposa por entre los
asistentes que no saban si rer o protestar e impedirles el paso,
cuando vieron la escena.

Joder, Edward, qu haces! protest Bella.

Te estoy sacando de aqu. Me aburr de tanta fiesta y tanta gente,

te quiero slo para m.

Pero la fiesta an no termina!

Momento, novio, a dnde llevas a la novia? Pregunt Garrett

interponindose en el camino del ogro, quien buf por la
interrupcin.

Nos vamos.

Cmo que se van?! Se apresur a preguntar Alice, que lleg

corriendo hasta ellos. No pueden irse. No han cortado la tarta,
Bella no ha lanzado el ramo

No le has quitado la liga a la novia, Edward le record Garrett,

alzando sus cejas sinuosamente. Edward entonces hizo una mueca y
meti su mano bajo el faldn blanco del vestido de su esposa, quien
no dej de quejarse para que la bajara. Protest alto cuando sinti la
mano de Edward recorrer su pierna, hasta que dio con la liga, que
estaba a medio muslo, bajndola sin problemas, para sacarla
completamente, tendindosela a Garrett.

Toma, es tuya, ya va siendo hora que dejes de vivir en pecado

con Kate.

Garrett mir la liga y luego a Edward, y no pudo evitar carcajearse.

Enseguida el novio, un poco apurado, mir a su hermana.

El ramo se lo das a Carmen, a ver si se anima, y la torta que la

corte Jacob, a l le gusta el dulce ms que a nosotros, verdad nena?
Le pregunt a Bella, quien volvi a protestar.

Bjame Edward!

No. respondi tajante, volviendo a centrarse en su hermana.

Y cuida a mi hija, pasaremos por ella maana al anochecer.

Se seguro, Edward se inclin hacia Bella y torci su boca,

como pidindole disculpas por la actitud de su hermano. Lo
siento, Bella

No tienes nada por qu disculparte ya arreglar este asuntito

con tu hermano

Acabaron de cotorrear? Edward estaba realmente ansioso por

salir de all y estar a solas con su mujer. A Alice no le qued otra
que carcajearse como lo hizo Garrett hace un momento y acercando
su boca a la mejilla de su hermano, lo bes suave, agradeciendo l
ese detalle.

Psenlo bien, tortolitos.

Ni que lo digas, hermana.

Camin entonces, con su mujer sobre sus hombros, alzando su mano

al pasar, en seal de despedida, llegando finalmente hasta el coche,
donde se dign a poner en tierra firme a su esposa, quien apenas
pudo, golpe con sus puos el pecho duro de su marido, para
segundos despus colgarse a su cuello y besarlo con anhelo.

Ah, demonio mo, ya saba yo

Joder, Edward, ya hiciste todo ese escndalo para sacarme de la

fiesta ahora llvame a donde sea que tengas planeando y qutame
este vestido

Demonio lujurioso ni te imaginas las de cosas que voy a

hacerte

Y as el ogro meti a su mujer al coche entre risitas, miradas y

toquecitos licenciosos y emprendi camino a lo que sera su trrida
noche de bodas, para al da siguiente emprender un viaje de bodas
junto a ella y su pequea hija, para dar un nuevo inicio a esta vida
que ahora se vea luminosa, llena de color, vida que haba sido
arrancada desde la oscuridad para ser llevada hasta aquella brillante
luz que ahora segaba sus ojos y su dichoso corazn.

BUENO, AHORA S NOS DESPEDIMOS Y AGRADECEMOS

VUESTRA COMPAA. GRACIAS POR HABER SEGUIDO
ESTA HISTORIA Y POR HABER COMENTADO DNDOME
NIMO PARA SEGUIR... CADA CAPTULO IBA
DEDICADO A USTEDES QUERIDAS MAS.

A MI SUPER EQUIPO, GABY MADRIZ, MANU DE MARTE

Y MARITZA MX... LAS ADORO!

Y ESPERAMOS QUE NOS ACOMPAEN EN LA PRXIMA

LOCURA... QUE YA VIENE...

ASI QUE NOS LEEMOS LUEGO CON MI PRXIMA

LOCURA, A LA CUAL ESPERO ME ACOMPAEN.

BESOS Y MI TOTAL Y ABSOLUTO AGRADECIMIENTO.

OS QUIERO: CATA!