Marketing Politico de Bolivia
Marketing Politico de Bolivia
Marketing Politico de Bolivia
Yuri Trrez
yuri@saladeprensa.com
Life's but a walking shadow; a poor plawer, that struts and frets his pour
upon the stage, andthen is heard no wore: it is a tale told by and idiot, full
of sound and fury, signifying nothing. Macbet, act V, scene V. William
Shakespeare
En la ltima dcada del siglo XX, la poltica en Amrica Latina ha sufrido cambios
sustanciales despus del fin de los perodos dictatoriales que se vivieron en la
mayora de las naciones. Este viraje ha implicado una nueva cultura poltica basada
fundamentalmente en la democracia representativa o la democracia electoral
(Rodas 1998)1. Esta nueva cultura democrtica impone a que los sujetos
democrticos deben someterse, tales los acontecimientos electorales para elegir a
los representantes y autoridades polticas. Es en ese contexto electoral donde surge
y se arraiga el denominado marketing poltico en Amrica Latina.
Por otro lado, en el Uruguay, uno de los pases latinoamericanos con ms larga
tradicin institucional democrtica y con partidos histricos, el plebiscito que perdi
el gobierno militar en 1980 inaugur el camino a una inusual mediatizacin
televisiva de la poltica nacional (Alvarez 1989: 34). Por lo tanto, al igual que
ocurri en Chile, la propaganda poltica en el Uruguay fue un factor significativo si
no decisivo para el retorno de la democracia en ese pas.
Sin embargo, no todo es del color de rosa en el uso poltico del marketing poltico.
Este ha demostrado algunos de sus lmites e insuficiencias en la contienda electoral
realizada en el Per, en 1991, con la derrota de Mario Vargas Llosa. El escritor
peruano invirti en su campaa electoral alrededor de 14 millones de dlares
(Protzel 1992: 15). En sta, Vargas Llosa apost al marketing poltico; pero el
empleo desmedido de la propaganda publicitaria devino una arrogante
demostracin de poder que ( ), tuvo definitivamente un efecto boomerang
(Protzel 1992: 13). Alberto Fujimori result ganador de unas elecciones en las que
su estrategia propagandstica no se asent en el uso del marketing poltico y
obviamente, sin la mediacin televisivasino en el contacto directo con la cultura
poltica personal e inmediato del electorado peruano. El control de los medios
de comunicacin por parte de Vargas Llosa no fue suficiente para que el clebre
novelista logre la victoria y, por su lado, el triunfo de Fujimori descans
fundamentalmente en su capacidad de interpelar directamente al electorado
peruano y una cultura poltica que, en ese momento, si bien no saba por quien
votar, estaba segura de por quienes no quera votar. No olvidar el voto castigo ,
es decir, no votaron por Fujimori sino contra la Nueva Poltica Econmica de corte
neoliberal que pregonaba Mario Vargas Llosa.
Por otra parte, si bien, la llamada Teora de la Aguja Hipodrmica seala a los
medios de informacin masiva incluida la televisincomo los todopoderosos para
modelar el comportamiento de las personas en este caso especfico, la conducta
electoral5 -, el acceso al marketing poltico no necesariamente garantiza resultados
electorales positivos, como ocurri en la campaa poltica peruana en 1991 ya
mencionada. Bajo esta perspectiva, no habra que olvidar las condiciones
contextuales y los prejuicios (Zavaleta Mercado) de las ciudadanas que no
necesariamente constituyen actores sociales polticos, en este caso totalmente
pasivos. Desde ya, dicho sea al pasar, las teoras de comunicacin de masas no
pueden prescindir de los interlocutores para caracterizar apropiadamente sus
alcances.
Hasta aqu hemos visto, con ayuda de algunos ejemplos, cmo el marketing poltico
ha operado en Amrica Latina, con sus potencialidades y sus debilidades; en el
siguiente acpite examinaremos la campaa electoral boliviana del 2002.
Inicialmente se puede mencionar que uno de los rasgos notorios de esta importante
votacin del partido est asociado a la corta distancia social/tnica entre elector y
el elegido, es decir, el voto por s mismo que fue un factor clave para entender
la votacin obtenida por el partido del lder cocalero, Evo Morales, y, en menor
medida, por la del Movimiento Indgena Pachacuti (MIP).
Bajo este contexto referencial, caracterizado por el descontento social por las
promesas incumplidas, que dicho sea al pasar circulaban por los dispositivos del
marketing poltico, se debe entender el comportamiento poltico, particularmente en
las zonas indgenas/campesinas en donde la pobreza es el rasgo ms notorio.
Precisamente que en esos lugares rurales donde ayudado por una alianza
estratgica con los sindicatos campesinos, las comunidades y los ayllus el MAS
obtuvo la mayora de sus sufragios originando una nueva composicin
parlamentaria caracterizada por un importante nmero de representantes
campesinos/indgenas. Sin embargo, no se debe olvidar como antecedente los
resultados de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 1997, donde la
Izquierda Unida logr obtener los primeros lugares en las circunscripciones 27, 28,
29 y 31 constituyndose en la tercera fuerza del Departamento de Cochabamba. Su
xito descans fundamentalmente en el apoyo de los sindicatos campesinos, sobre
todo de las seis Federaciones del Trpico cochabambino y de la Central nica de
Trabajadores Campesinos.
Asi mismo el MAS en las elecciones del 2002 obtuvo una votacin importante en
las zonas periurbanas, por citar un ejemplo, en la circunscripcin 26 de la ciudad de
Cochabamba que comprende los barrios perifricos ubicados en la zona sur, el
candidato presidencial del MAS, Evo Morales, gan con el 38% de los votos vlidos
duplicando su votacin de aquellas circunscripciones donde habitan de manera
predominante sectores medios y altos. En suma, el contacto directoo mediatizado
por sus representantes fue la razn fundamental para el xito electoral del MAS que
semanas previas a las elecciones no apareca en los primeros lugares en las
encuestas difundidas por los mass medias y es un ejemplo elocuente de la
importancia del contacto directo con los electores y no mediatizado por los medios
masivos de comunicacin en la formacin del voto.
Para terminar vale un haiku (poesa nipona) de Matshuo Bashoo como epitafio para
el marketing poltico: Este camino/ya nadie lo recorre/salvo el crepsculo
NOTAS
BIBLIOGRAFA