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MUSEOS EN OBRA
21 y 22 de noviembre de 2007
Centro Patrimonial Recoleta Dominica, Recoleta 683. Metro Estacin Cerro Blanco
MUSEOS EN OBRA Contrariamente a una de las ideas ms extendi-
das sobre el museo, la realidad actual de estas
instituciones es de intenso cambio y dinamismo.
El ttulo y el programa de este IX Seminario de
Patrimonio Cultural da cuenta, justamente, de
ese proceso de construccin en curso, en el cual
las comunidades del entorno de estas institucio-
nes culturales tienen un lugar protagnico.
INDICE
Mircoles 21 de noviembre
13 Museos, memorias y movimientos sociales, Mario Chagas, muselogo, Coordinador Tcnico del
Departamento de Museos y Centros Culturales del Instituto del Patrimonio Histrico y Artstico Na-
cional de Brasil, IPHAN.
43 A treinta y cinco aos de la Mesa Redonda de Santiago, Miguel ngel Azcar, muselogo, Museo
Nacional de Historia Natural, Dibam.
51 La Mesa de Santiago, una doble ruptura museolgica, Luis Alegra, historiador, Museo Histrico
Nacional, Dibam, y Presidente de ICOM-Chile.
88 Algunos desafos para nuestros museos en el siglo XXI, Alan Trampe, Subdirector de Museos, Di-
bam.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Jueves 22 de noviembre
100 Los museos en la administracin pblica, Beatriz Loaiza, Responsable de Museos del Viceministe-
rio del Desarrollo de las Culturas de Bolivia.
114 Retiro de Cuerpos Humanos de Exhibicin del Museo Arqueolgico de San Pedro de Atacama, To-
ms Seplveda, Coordinador de Relaciones con la Comunidad Atacamea, Instituto de Investigacio-
nes Arqueolgicas y Museo R. P. Gustavo Le Paige, de San Pedro de Atacama, Universidad Catlica
del Norte; Carlos Aguilar, Vicepresidente de la Comunidad Atacamea de San Pedro de Atacama, y
Patricia Ayala, Arqueloga, Coordinadora de Relaciones con la Comunidad Atacamea (IIAM-UCN)
entre 2004 y mediados de 2007.
133 Derechos y deberes del estudio de restos humanos, Eugenio Aspillaga, antroplogo fsico, acad-
mico de la Universidad de Chile.
145 Repatriacin de Restos Humanos: unos comentarios desde el Museo Nacional del Indgena Ame-
ricano, Ramiro Matos, Curador para Amrica Latina del Museo Nacional del Indio Americano, Esta-
dos Unidos.
156 Presentacin. Francisca Valds, Encargada del rea de Exhibiciones de la Subdireccin de Museos,
Dibam.
161 Desafos en el Museo hoy, Francesco Di Girolamo, Director de la Escuela de Diseo de la Universi-
dad Finis Terrae.
171 Retrica visual: La puesta en escena del musegrafo, Marcial Corts Monroy, Director de Proyectos
de rbol de Color.
MUSEOS EN OBRA
183 Del objeto al sujeto: experiencia comunitaria, Juanita Paillalef, Directora del Museo Mapuche de
Caete.
192 Patrimonio y comunidad: reflexin institucional y participacin ciudadana, Mara Isabel Orellana,
Directora del Museo de la Educacin Gabriela Mistral.
MIRCOLES 21 DE NOVIEMBRE
MUSEO DE ANTOFAGASTA
MA
Museos, memorias y movimientos sociales, Mario Chagas, muselogo, Coordinador Tcnico del Departa-
mento de Museos y Centros Culturales del Instituto del Patrimonio Histrico y Artstico Nacional de Brasil,
IPHAN.
MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
museo, quiralo o no, legitima determinados re- que el debate sea intenso.
latos y manifestaciones artsticas, y reconoce la
existencia de patrimonios naturales y culturales o Gracias.
los niega.
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MUSEOS EN OBRA
Para este investigador brasileo reconocer el poder antropofgico del museo, su agre-
sividad y su gesto de violencia con relacin al pasado es un paso importante; pero tal
vez, el mayor desafo al entrar en el reino narrativo de los museos es hacerlo confiar
desconfiando.
I
De la modernidad al mundo contemporneo, los
Mario Chagas museos son reconocidos por su poder de producir
metamorfosis de significados y funciones, por su
Poeta, muselogo, master en Memoria Social
aptitud para la adaptacin a los condicionamien-
(Universidad Federal del Estado de Ro de Ja-
tos histricos, sociales y su vocacin para la me-
neiro (Unirio) y doctor en Ciencias Sociales
diacin cultural. Ellos resultan de gestos criadores
en la Universidad Rene Descartes, Paris 5,
que unen lo simblico con lo material, lo sensible
Francia; profesor adjunto de la Universidad
con lo ininteligible. Por eso mismo les cabe bien
de Ro de Janeiro y coordinador tcnico del
la metfora del puente lanzado entre tiempos, es-
Departamento de Museos y Centros Cultura-
pacios, individuos, grupos sociales y culturas dife-
les del Instituto del Patrimonio Histrico y
rentes; puente que se construye con imgenes y
Artstico Nacional (Iphan).
que tiene en el imaginario un lugar destacado.
Durante largo tiempo sirvieron apenas para pre-
servar los registros de memoria y la visin de
mundo de las clases ms aristocrticas; de igual
modo funcionaron como dispositivos ideolgicos
del Estado y tambin para disciplinar y controlar
el pasado, el presente y el futuro de las socieda-
des en movimiento. En la actualidad, al lado de
esas prcticas clsicas un fenmeno nuevo ya se
13
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
puede observar. El museo est pasando por un labras: son herramientas que para ser utilizadas
proceso de democratizacin, de resignificacin y exigen habilidades y tcnicas especiales, con ellos
de apropiacin cultural. Ya no se trata de demo- tambin podemos construir narrativas variadas,
cratizar el acceso a ellos, sino que democratizar el mltiples y polifnicas. El aprendizaje de habilida-
propio museo comprendido como tecnologa, he- des y tcnicas museales implica un cierto dominio,
rramienta de trabajo, dispositivo estratgico para una cierta capacidad de navegacin en el universo
una relacin nueva, creativa y participativa con el visual. Esta capacidad puede ser denominada de
3
pasado, el presente y el futuro. Se trata de una de- literacia visual o museal . Sntesis provisoria: no
1
notada lucha para democratizar la democracia ; de basta luchar para que los movimientos sociales
2
comprender el museo como un lpiz , como una tengan acceso a los museos. Eso es bueno, pero
simple herramienta que exige ciertas habilidades todava es poco. El desafo es democratizar la
para ser utilizada. herramienta museo y colocarla al servicio de los
movimientos sociales; a favor, por ejemplo, de la
construccin de otro mundo, de otra globaliza-
Democratizar la herramienta museo cin, con ms justicia, humanidad, solidaridad y
dignidad social. Como dice Pierre Mayrand: Hoy,
La metfora del lpiz sugiere la necesidad del el rodillo compresor de la globalizacin obliga una
aprendizaje de la tcnica de manipularlo, aliada vez ms al muselogo a juntar su energa al llama-
a un proceso de aprender a leer y a escribir. Aun- do de las poblaciones y organizaciones dedicadas
que el individuo sea alfabetizado, que sepa leer a la transformacin del cuadro museal en un Foro
y escribir el mundo, no se tiene ninguna garanta Ahora Ciudadano, y lo obliga tambin a situar-
sobre la orientacin ideolgica de las historias y se en el campo del altermundismo con una posi-
narrativas que podr escribir y leer. En otras pa- cin didctica, dialctica, capaz, por las energas
1
Vea SANTOS, Boaventura de Souza (org.). Democratizar la democracia: los caminos de la democracia participativa. Ro de Janeiro:
Civilizacin Brasilea, 2002.
2
Comprendiendo que los museos tanto sirven para encender como para apagar memorias, la profesora Regina Abreu sugiri que
ellos tambin sean considerados como gomas. Reuniendo esas dos imgenes podemos pensar en los museos como lpiz que llevan
en s una goma.
3
Capacidad del individuo de leer y escribir el mundo por medio de las imgenes y de las cosas, de sus valores, significados y funcio-
nes. Acerca del concepto de literacia visual ver el texto Museos son buenos para pensar: el patrimonio en escena en la India, de
Arjun Appadurai y Carol Breckenridge (2007).
14
MUSEOS EN OBRA
vitales que genera, de hacer progresar el dilogo sentan como prcticas comprometidas con la vida,
4
entre los pueblos. con el presente, con lo cotidiano, con la transfor-
Es en ese sentido que puede transformarse y eso macin social y son ellos mismos entes y antros en
ya est sucediendo en una prctica cultural de movimiento (museos bifilos).
gran inters para los movimientos sociales, una No obstante, delante de un ente devorador como
vez que los registros de memoria de esos movi- ste, tantas veces llamado de dinosaurio o esfinge,
mientos pueden contribuir a la lucha en que estn no se puede tener ingenuidad. Es prudente mante-
empeados. Como aclara Maria da Glria Gohn: ner cerca la lmina de la crtica y de la desconfian-
En la realidad histrica, los movimientos [socia- za. Es herramienta y artefacto, puede servir para
les] siempre existieron y creemos que siempre la generosidad y para la libertad, pero tambin
existirn. Esto porque ellos representan fuerzas puede servir para tiranizar la vida, la historia, la
sociales organizadas que aglutinan a las personas cultura; para aprisionar el pasado, los seres y las
no como fuerza-tarea, de orden numrica, sino cosas en el pasado y en la muerte (museos necr-
como campo de actividades y de experiencia so- filos). Para entrar en el reino narrativo de ellos es
cial, y esas actividades son fuentes generadoras necesario confiar desconfiando.
de creatividad e innovaciones socioculturales. La La configuracin de esta institucin moderna re-
experiencia de que son portadores no proviene de monta al siglo XVIII, est asociada al advenimien-
fuerzas congeladas del pasado aunque esto ten- to de los estados nacionales, y tiene en el Museo
ga importancia crucial al crear una memoria que al Britnico y en el Museo de Louvre dos ejemplos
ser rescatada, da sentido a las luchas del presen- clsicos. Desde el siglo XVIII hasta la actualidad,
te. La experiencia se recrea cotidianamente, en la ellos constituyen campos privilegiados tanto
5
adversidad de situaciones que enfrentan. para el ejercicio de una imaginacin creadora que
Accionados por los movimientos sociales como toma en cuenta el poder de las imgenes, como
mediadores entre tiempos distintos, grupos so- para la dramaturgia del pasado artstico, filosfi-
ciales y experiencias distintas, los museos se pre- co, religioso, cientfico, en una palabra: cultural.
4
Manifieste L Altermuseologie, lanzado por Pirre Mayrand, en Setbal (Portugal), el 27 de octubre del 2007. En ese manifiesto,
el autor propone una altermuseologa, un gesto de cooperacin, de resistencia, de liberacin y solidaridad con el Foro Social
Mundial.
5
2003, p.14.
15
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Es en el marco de la modernidad que se encuadra de fecha de creacin, busqu con los datos hoy
como escenario, tecnologa y nave del tiempo y disponibles complementar esas informaciones. El
de la memoria. Como escenario, l es espacio de resultado est indicado en el recuadro a continua-
teatralizacin y narracin de dramas, romances, cin:
comedias y tragedias colectivas e individuales;
como tecnologa se constituye en dispositivo y
herramienta de intervencin social; como nave
REPERTORIO DE LOS MUSEOS BRASILEOS
promueve desplazamientos imaginarios y memo-
(segn Guy de Hollanda, 1958)
rables en el ro de la memoria y del tiempo. Todo
Siglo/dcada Cantidad de museos creados
eso implica la produccin de nuevos sentidos y
conocimientos, a partir de sentidos, sentimientos
Siglo XIX
y conocimientos anteriores. Es por este poder ser
1811 a 1820 1
escenario, tecnologa y nave que pueden ser com-
1841 a 1850 1
prendidos como lpiz (y goma), con los cuales es
1861 a 1870 2
posible producir una escritura capaz de narrar his-
1871 a 1880 1
torias hbridas, historias con mltiples entradas,
1881 a 1890 1
enredos y salidas.
1891 a 1900 2
Obs. Dos museos del grupo de los museos sin
II
indicacin de fecha de creacin podran haber
Aunque el ejercicio de la imaginacin museal en
sido creados en el siglo XIX 2
Brasil haya tenido en el siglo XIX algunos buenos
ejemplos, fue, sobre todo, en el siglo XX que esa
Subtotal 10
imaginacin se desarroll de manera notable.
(incluyendo a los citados en la observacin)
El investigador Guy de Hollanda, en su libro Re-
cursos Educativos de los Museos Brasileos, pu-
blicado en 1958, identific 145 de estas entidades
en Brasil. Para analizar ese repertorio produce un
cuadro que los organiza de acuerdo con el siglo y
las dcadas en que fueron creados. Algunos apa-
recen en el libro de Guy de Hollanda sin indicacin
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MUSEOS EN OBRA
Siglo/dcada Cantidad de museos creados El anlisis del cuadro indica que la multiplicacin
de los museos brasileos en el siglo XIX (que re-
Siglo XX presentan el 6,89% del total de 145) no fue tan
1901 a 1910 8 acelerada como se imagina. Las tres primeras d-
1911 a 1920 4 cadas del siglo XX suman en conjunto 19 (13,10%
1921 a 1930 7 del total de 145), lo que constituye una acelera-
1931 a 1940 25 cin bastante superior a la del siglo anterior. Aun
1941 a 1950 29 as, nada se compara a la explosin de las tres l-
1951 a 1958 31 timas dcadas que trata el referido repertorio, que
Museos en organizacin en 1958 9 presentan en el conjunto 94 museos (64,82% del
Museos sin indicacin total de 145), incluyendo aquellos que en 1958 es-
de fecha de creacin 22 taban en etapa de organizacin. Destquese aun
cuando en el siglo XIX los 10 inscritos estaban es-
Subtotal 135 parcidos por 7 ciudades y 7 unidades federativas
(incluyendo el Distrito Federal), los 135 creados en
Total 145 el siglo XX se distribuyen por 71 ciudades y 21 uni-
(siglo XIX y siglo XX hasta 1958) dades federativas (incluyendo el Distrito Federal y
el territorio de Amap).
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
y cultura. Diversos sectores de la sociedad pasan expansin y que el siglo XX, ms que el XIX, puede
a contribuir para la re-imaginacin del Brasil. Hay en Brasil ser llamado el siglo de los museos. Es
un deseo amplio de construccin simblica de la importante registrar tambin que esa proliferacin
nacin, en la cual se insertan la re-imaginacin no se traduce slo en trminos de cantidad, ella
del pasado, de sus smbolos, alegoras, hroes y implica una nueva forma de comprensin de los
mitos. El nuevo orden exige un nuevo imaginario museos y un mayor esfuerzo para la profesionali-
y ser necesario una vez ms repoblar el pasado. zacin del rubro. Hay claramente una valorizacin
Eso explica, por lo menos en parte, la expresiva de la dimensin educacional de estas institucio-
multiplicacin de museos a partir del inicio de los nes, aliada a la ampliacin de ste, diversidad y
aos treinta. En ese momento, el dispositivo de la al desarrollo de experiencias regionales y locales
imaginacin museal ser accionado como herra- ms all del antiguo Distrito Federal.
mienta renovada y de gran utilidad poltica y so-
cial. Su uso, aun as, no tendr un nico sentido y
no atender a un nico inters. Reducir los museos III
y las prcticas de preservacin de fragmentos del La ciruga conceptual operada por el museo mo-
pasado a meros aparatos ideolgicos del Estado derno fue tan radical que, despus de su realiza-
es desistir de comprender sus complejidades, sus cin, todo pasara a poder ser visto a partir del
dinmicas internas y sus complejos campos de propio marco del museo. Palacios y palafitos, ca-
posibilidades, tanto de coercin, como de eman- sas-grandes y aldeas, castillos y bungaloes, fbri-
cipacin. cas y escuelas, escuelas de samba y cementerios,
La notable proliferacin de museos iniciada en los bosques y puertos, plaza de candombl y centros
aos treinta se prolonga y se ampla en los aos espiritistas, casas masnicas e iglesias catlicas,
cuarenta y cincuenta, atraviesa la Segunda Guerra personas, animales, plantas y piedras, trenes,
Mundial y la denominada Era Vargas y alcanza con aviones y automviles, pedazos de la luna y frag-
vigor los llamados aos dorados. En la actualidad, mentos del alma, paisajes urbanos y rurales, cam-
existen en Brasil, segn datos recientes del Catas- po y ciudad, todo, en fin, pas a poder ser com-
6
tro Nacional de Museos, 2.470 museos . Queda prendido como parte de una museologa aplicada
claro por lo tanto, que se trata de un universo en o de una museografa especial.
6
Consulta realizada en el da 7 de noviembre del 2007.
18
MUSEOS EN OBRA
7
Donald Preziosi , en texto publicado en el cat- Reconocer el poder antropofgico del museo, su
logo de la XXIV Bienal de Sao Paulo, identifica el agresividad y su gesto de violencia con relacin al
poder canbal del museo y busca estrategias para pasado es un paso importante; pero tal vez, el ma-
evitar ser comido. Aun as, segn Preziosi: No yor desafo sea reconocer que esas instituciones
se puede escapar a los museos, puesto que el crean y acogen lo humano, y, por eso mismo, pue-
propio mundo de nuestra modernidad es, en los den ser devoradas. Devorar y resignificarlos, he
aspectos ms profundos, un supremo artefacto aqu un desafo para las nuevas generaciones; he
museolgico. aqu el desafo que ha sido enfrentado, por ejem-
Ms adelante, el citado autor argumenta: Evitar plo, por el Centro de Estudios y Acciones Solida-
ser comido por un museo es reconocidamente un rias de la Mar, cuando crea el Museo de la Mar,
problema universal, debido a que vivimos en un una favela con ms de 15 comunidades y ms de
mundo en que virtualmente cualquier cosa puede 132.000 mil habitantes.
ser exhibida o expuesta en un museo y que virtual-
mente cualquier cosa puede servir o ser clasifica-
8
da como museo. Tiranizar o liberar?
Aunque yo concuerde con el diagnstico de Prezio- En la actualidad, la afirmacin de que estas enti-
si, no concuerdo con su curso y menos an con su dades constituyen lugares de memoria pas a ser
sugerencia de evitar la antropofagia museal. En la un lugar comn. Si en los aos 80 y 90 las investi-
perspectiva de los Timbiras, por ejemplo, para no gaciones de Pierre Nora sobre los espacios de me-
ser comido basta con solo acobardarse frente al moria fueron capaces de producir impactos crea-
riesgo de la muerte, basta con no tener dignidad tivos, hoy sus impactos tienden a ser absorbidos,
para morir. Posiblemente, esta no es la propuesta neutralizados y naturalizados.
de Preziosi. Pero, aun as, me gustara sentenciar: Pas a ser costumbre de elogio institucional la
slo aquel que est valientemente listo para ser afirmacin de que el museo x o y es una zona
devorado, est tambin en condiciones de sabo- (o casa) de memoria; como si la memoria tuviese
rear el banquete. valor en s misma y fuese la expresin de la verdad
7
1998, p.50.
8
Preziosi, 1998, p.50.
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
pura y del supremo bien; como si el olvido fuese museogrficos, la divulgacin de museos y casas
el mal o un virus criminal que debiera ser comba- de memoria por todo el pas. La democratizacin
tido, borrado, destruido. De cualquier modo, com- de la tecnologa museo implic la apropiacin (o
prendidos como casas de memoria, los museos la antropofagia) de esa herramienta por diferentes
entraron en el siglo XXI en franco movimiento de grupos tnicos, sociales, religiosos y familiares
expansin y continan ejerciendo, en nombre de con el objetivo de constituir e institucionalizar sus
sujetos ms o menos ocultos, su poder que tanto propias memorias. Algunos ejemplos: Koahi - Mu-
sirve para libertar, como para tiranizar el pasado y seo de los Pueblos Indgenas de Oiapoque (Oia-
la historia, el arte y la ciencia. poque, AP), Museo Casa de Chico Mendes (Xapuri,
Tal vez fuese adecuado, para comprenderlos me- AC), Museo de la Mar (Ro de Janeiro, RJ), Casa
jor en una perspectiva crtica, aceptar la obviedad: de Memoria Daniel Pereira de Mattos del Centro
son lugares de memoria y de olvido, as como son Espiritista y Culto de Oracin Casa de Jesus Fonte
lugares de poder, de combate, de conflicto, de liti- de Luz (Ro Branco, AC), Museo Indgena de Coroa
gio, de silencio y de resistencia; en ciertos casos, Vermelha (Santa Cruz de Cabrlia, BA), Museu
pueden incluso ser no-lugares. Toda la tentativa Magta de los indios Ticuna (Benjamim Constant,
de reducirlos a un nico aspecto, corre el riesgo AM), Ecomuseo de Amazonia (Belm, PA), Museo
de no considerar la complejidad del panorama Vivo de Duque de Caxias (Duque de Caxias, RJ).
museal en el mundo contemporneo. Los ejemplos de apropiacin cultural podran ha-
Al considerar el movimiento de proliferacin y re- berse duplicado o triplicado. Creo, mientras tanto,
significacin de los museos en Brasil en los lti- que los arriba indicados son suficientes para co-
mos treinta aos, dos aspectos ganan importan- rroborar la afirmacin que es un desafo pertinen-
cia: la diversidad museal y la democratizacin de te (e impertinente) la idea de pensar los museos
la tecnologa museo. como antros antropofgicos (o an canbales) y
El fenmeno de la ampliacin de la diversidad entes que pueden ser antropofagizados.
museal trajo la erosin de las tipologas museo- De algn modo, nos asustan y aun as guardan los
lgicas basadas en disciplinas y acervos, o alar- tesoros de nuestra humanidad; tesoros que nos
gamiento del espectro de voces institucionales, la aguardan y que para ser encontrados y disfrutados
flexibilizacin de las narrativas museogrficas de exigen coraje de ser, de lidiar con ellos de modo
grandes sntesis nacionales o regionales, la expe- sensible y creativo. Es necesario que nos acerque-
rimentacin de nuevos modelos museolgicos y mos a ellos sin ingenuidad, pero tambin sin la
20
MUSEOS EN OBRA
arrogancia de saberlo todo. Es necesario que nos Supongo que se engaa quien piensa que existe
apropiemos de ellos. Uno de nuestros desafos es una nica posibilidad de memoria y que esa posi-
aceptarlos como campos de tensin. Tensin entre bilidad nica implicara la repeticin del pasado y
el cambio y la permanencia, entre la movilidad y de lo ya producido; supongo que se engaa quien
la inamovilidad, entre lo fijo y lo voltil, entre la piensa que hay humanidad posible fuera de la ten-
diferencia y la identidad, entre el pasado y el fu- sin entre el olvido y la memoria. Es esa tensin,
turo, entre la memoria y el olvido, entre el poder al contrario de lo que podra parecer, la que ga-
y la resistencia. rantiza la eclosin de lo nuevo y de la creacin. El
futuro tambin nos mira y guia desde adentro del
Y es por eso, por ser tensin y proceso, por estar pasado (si es que el pasado tiene un adentro). El
en movimiento, que los museos casas de sueo, olvido total es estril, la memoria total es estril.
de creacin, de educacin y de cultura interesan El territorio frtil y propicio para la imaginacin
a los movimientos sociales: a los movimientos creadora y generosa tiene estras producidas por
tnico-raciales (indgenas y negros); a los que li- la memoria; la posibilidad de creacin humana
dian con las cuestiones de gnero (mujeres y ho- habita y vive en la aceptacin de la tensin entre
mosexuales); a los rurales por la tierra, reforma recordar y olvidar, entre lo mismo y la negacin de
agraria y acceso al crdito para asentamientos ru- la mismsima, entre la permanencia y el cambio,
rales; a los movimientos de solidaridad y apoyo a entre el estancamiento y el movimiento.
los nios y nias de la calle; a los que luchan por
condiciones de habitabilidad en la ciudad; a los
que defienden una mayor participacin en las es-
tructuras poltico-administrativas de las ciudades
(presupuesto participativo, consejos gestores,
consejos de cultura etc.), a los que pelean contra
las polticas neoliberales y los efectos de la glo-
balizacin; a los de defensa del medio ambiente y
de democratizacin de los equipos urbanos; a los
que luchan en favor del acceso universal; a los que
no son contra y tambin no son a favor... y tantos
otros movimientos.
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Referencias bibliogrficas que des lieux. Les Lieux des memoire. V.1., La Re-
publique. Paris: Gallimard, 1984.
APPADURAI, Arjun y BRECKENRIDGE, Carol. Mu-
seos son buenos para pensar: el patrimonio en es- PREZIOSI, D. Evitando museocanibalismo. In:
cena en la India. In: MUSAS: Revista Brasilea de HERKENHOFF, P. y PEDROSA, La XXIV Bienal de
Museos y Museologa, n.3, p.10-26. Ro de Janeiro: So Paulo: ncleo histrico: antropofagia e his-
Iphan, Demu, 2007. torias de canibalismo. V,1, p.50-56, So Paulo: La
Fundacin, 1998.
BENJAMIN, Walter. Obras elegidas I, II y III. So
Paulo: Brasiliense, 1985, 1995 y 1994. SANTOS, Boaventura de Souza (org.). Democrati-
zar la democracia: los caminos de la democracia
BORGES, Jorge Luis. Cinco visiones personales. participativa. Ro de Janeiro: Civilizacin Brasile-
Brasilia: Unb, 2002, p. 68-69. a, 2002.
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MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
so es que se realicen los planes enunciados. El mi- moria de los movimientos sociales son musealiza-
nisterio debe fiscalizarlos. Por ejemplo, un grupo das, pero tambin lo hay cuando no son museali-
llamado Centro de Estudios y Acciones Solidarias zadas. Entonces, estamos frente a dos situaciones
de Mar, que es una organizacin no gubernamen- igualmente peligrosas. Qu hacer? Tradicional-
tal, administra un museo, capacitan al personal y mente, lo que se hace es nada, es no atentar para
lo financian con inversiones, donaciones. la posibilidad de musealizacin de esos grupos,
Sobre la pregunta por Chile, no estoy capacitado por tanto eso ya se hace. Ya sabemos que no re-
para hablar. Creo que las polticas culturales de- sulta. Y hay un peligro de otro lado: hacer algo con
ben ser tambin descentralizadas, si todo se con- la memoria de esos grupos, con la memoria de los
centra en la capital del pas, sea Brasilia, sea San- movimientos sociales, por lo tanto hay que empe-
tiago, sea lo que sea, no hay desarrollo. Pero mi zar. Hay un problema, pero no puedo quedarme
ignorancia no me permite hablar de Chile. tranquilo frente al peligro, la vida es peligrosa, en-
tonces es necesario avanzar, hacer alguna cosa. El
Creo que su visin es positiva y oxigenante, peligro podra ser traducido de la siguiente mane-
no obstante me gustara que profundizara en ra: tanto ms los grupos sociales, los movimientos
las paradojas de la institucionalizacin de la sociales, amplan su visibilidad, ms amplan tam-
memoria. Museos antropofagizados signifi- bin el riesgo de prdida de autonoma. O sea, hay
ca efectivamente cambiar las relaciones de un juego entre visibilidad y autonoma, a mayor
poder entre el museo y la comunidad? Pienso visibilidad, mayor riesgo de reduccin de autono-
un museo donde los relatos de la moderni- ma. La cuestin es si es posible ampliar la visibili-
dad y lo racional siguen plenamente vigen- dad del grupo y mantener la autonoma. Si el grupo
tes. Es posible en esos contextos tradicio- es polticamente consciente, si es atento, pienso
nales establecer rupturas? Cules son las que es posible hacer algo as. Los museos son de-
restricciones y limitaciones para lo que los voradores, antropofgicos, y todos podemos ser
museos pblicos, estatales, pongan en valor devorados por los museos. Ahora, lo que yo digo
las luchas de los movimientos sociales? Y, es que s que los museos devoran la memoria, el
por ltimo, musealizar la historia de resis- pasado y hacen otras cosas con ellos, pero pue-
tencia de estos grupos no implica, en parte, do yo resignificar los museos?, puedo llevar los
fijar significados y neutralizarlos? museos por otro camino? Pienso que s, esa es mi
Si, es una paradoja. Hay un peligro cuando la me- hiptesis de trabajo. Estoy de hecho pensando en
24
MUSEOS EN OBRA
la mesa redonda de Santiago de Chile, pero con dice cosas y para qu sirve la poesa? Para nada,
una actualizacin conceptual, con una actualiza- no tiene utilidad alguna adems de nuestra hu-
cin temporal, no puedo pensar como se pensaba manizacin. La poesa nos humaniza a todos. No
all en el 72, eso ya no es posible, entonces uno se puede vender como una cosa cualquiera, es la
no conoca Internet, no conoca tantas cosas La ms radical de todas las artes, ms radical que la
memoria sirve tanto para aprisionar como para pintura, que la escultura, que la arquitectura, por-
emancipar, hay que comprender que el campo de que un poeta puede pasar diez aos sin escribir y
la memoria y el patrimonio son campos de dispu- contina siendo poeta. Entonces, la poesa es un
tas, de luchas, son campos tensos. Comprendien- arte que se hace simplemente como una seal de
do eso yo puedo lidiar con los museos como una humanidad. Por eso me encantan tanto los cantos
herramienta de trabajo, puedo hacer cosas distin- a Dios, a los humanos, porque es la humanidad la
tas. La cuestin es para dnde apunto el museo? que habla. Eso es lo que hace el museo, poesa
apunto solamente para conformacin o no? Yo concreta hecha con cosas, escrita con elementos
pienso que los museos tienen un papel fundamen- muy concretos. Y nosotros hacemos cosas como
tal hoy: tienen que reascender a la utopa. Porque quien hace poesa.
son utopa, no son otra cosa sino eso. Me gusta
pensar que los museos son poesa materializada,
cristalizada, concreta. O sea, los museos son espa-
cios de la potica. Y no estoy diciendo que no son
espacios de la poltica, porque la potica tambin
es poltica. Todos los museos son eso. Entonces,
si son espacios de la potica, de humanizacin, la
potica es lo que nos humaniza. Nadie puede vivir
sin potica, la potica est en todo, y los museos
son eso. Tomar un vaso, ponerlo en un museo, es
resignificarlo, agregarle otras funciones, otros
valores. Las cosas ganan otros sentidos. O sea,
hay una antropofagacin de los sentidos, de las
funciones. Es eso lo que los museos hacen. Por
tanto no es otra cosa que una potica. La poesa
25
MUSEO GA
A treinta y cinco aos de la Mesa Redonda de Santiago, Miguel ngel Azcar, muselogo, Museo Nacional
de Historia Natural, Dibam.
La Mesa de Santiago, una doble ruptura museolgica, Luis Alegra, historiador, Museo Histrico Nacional,
Dibam, y Presidente de ICOM-Chile.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
28
MUSEOS EN OBRA
Los museos todava son lugares privilegiados del En el caso de los museos, esa comprensin es de
misterio y de la narrativa potica que se construye gran importancia, una vez que ellos y sus acervos,
con imgenes y objetos. Lo que torna posible esa aun cuando organizados dentro del paradigma
narrativa, lo que fabula ese aire de misterio es el clsico de la museologa, pueden ser semillas ca-
poder de utilizacin de las cosas como dispositi- paces de explotar en un determinado ahora, con el
vos de mediacin cultural entre mundos y tiempos vigor de una narrativa que deshace la pretensin
distintos, significados y funciones diferentes, indi- de construccin de muros separadores de tiempo
viduos y grupos sociales diferentes. y espacio. Por ltimo, el paradigma clsico de mu-
seologa, en Brasil y en el mundo europeo, domin
Leer y narrar el misterio mundial a travs de un la mayor parte del siglo XX y sobrevive robusto,
mundo de cosas es un desafo que se impone in- como un componente adicional del espectro cul-
cluso antes del aprendizaje de las primeras letras tural contemporneo.
y nmeros. Comprender y saber operar en el espa-
cio (tridimensional) con el poder de mediacin de Por todo esto, supongo que no es desprovisto de
que las cosas estn posedas es la base de la ima- sentido el entendimiento de que los cambios en-
ginacin museal. No hay museo posible sin que tre centro y periferia son ms intensos, complejos
esa potencia imaginativa entre en movimiento, es y desconocidos de lo que normalmente se imagi-
ella que los actualiza y les confiere vida y signifi- na. La antropofagia conviene destacar no es una
cado poltico-social. exclusividad del modernismo brasileo. En el cam-
po museal ella ha sido una prctica que a menudo
El surgimiento de nuevos paradigmas no inviabi- est presente en el plano nacional e internacional.
liza enteramente el paradigma anterior, abre slo No suena raro para ese campo la hiptesis de que
nuevos campos de posibilidades y dispone nuevas aquello que aqu se produce no sea tan slo copia,
(o viejas) herramientas para enfrentar los nuevos sino que tambin sea original, y por lo tanto, sus-
(o viejos) problemas. Adems, es importante re- ceptible de ser antropofagizado. Regstrese an
saltar que la complejidad de la dinmica social no que la imaginacin museal brasilea, para bien y
autoriza la naturalizacin de la creencia en marcos para mal, parece adherir con facilidad a lo nue-
rgidos que pretenden hacer vaco total de los pro- vo, sin que eso impida el hibridismo y represente
cesos y desarrollos anteriores. grandes compromisos o grandes desvinculacio-
nes.
29
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
1
Varine, 1979: 23; 2000: 63-64)
30
MUSEOS EN OBRA
2
ri Rivire son claros e indican que en el perodo las dcadas de 1980 y 1990 pasaron por algunas
de 1975 a 1985, el nmero de museos aument ex- de ellas. La modernizacin trajo mayor preocupa-
presivamente en pases como la antigua Repbli- cin con los servicios destinados al pblico y ma-
ca Federal de Alemania, Canad, Estados Unidos, yor atencin a las prcticas pedaggicas, adems
Japn y Francia. del perfeccionamiento de los recursos expogrfi-
En el seminario Gestin museolgica: desafos y cos y de los procedimientos tcnico-cientficos en
prcticas, realizado en septiembre de 2003, en la las reas de preservacin, conservacin, restaura-
Pinacoteca del Estado de Sao Paulo, Timothy Ma- cin y documentacin museogrfica.
son inform que en Gran Bretaa existan en 1962 En un mundo que pas a adoptar el espectculo
alrededor de 900 museos y, en 2003 aproximada- como medida de todas las cosas, el propio ca-
mente 2.500, de los cuales 1.100 eran pequeas rcter dinosurico fue transformado en elemen-
entidades que sobrevivan independientes de re- to espectacular. Como un corolario de la cultura
cursos financieros obtenidos directamente de las rimbombante absorbida y desarrollada por los
esferas gubernamentales. museos clsicos y tradicionales, se consagraron
En Brasil, la proliferacin de stos tiene corres- las llamadas mega-exposiciones, algunas tratan-
pondencia con ese cuadro general, una vez que, do de artes, otras de tesoros histricos y otras de
como observ Benny Schvasberg, en 1972 se cal- ciencias y de dinosaurios, todas siempre especta-
culaba un total de 391 y en 1984 ese nmero se culares. Los dinosaurios musealizados y los mu-
3
ampli a 803. seos dinosuricos volvieron a la moda. Los vientos
reformistas mientras tanto, no pretendan abolir y
no abolieron, los acentos autoritarios, aristocr-
Nueva imaginacin museal ticos, colonialistas e imperialistas de muchas de
esas instituciones. Lo que se pretenda evitar y se
De cualquier forma, las crticas dirigidas al carc- evit es que una entidad como el Louvre, consi-
ter dinosurico de algunas instituciones museales derada como prototipo del acopio de un patrimo-
4
surtieron algn efecto y parecen haber estimulado nio burgus fuese incendiado, como simblica e
los vientos reformistas y modernizantes, que en irnicamente preconizaban los representantes de
2 4
1989: 62-68 Menezes, 1994: 11
3 .
Schvasberg, 1989: 115-116
31
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
la generacin rebelde del movimiento social fran- generacin de 1968, relata que fue l quien cre
cs de mayo de 1968. el neologismo ecomuseo en un restaurante en Pa-
rs en la primavera de 1971, durante un almuerzo
Mi sugerencia es que el diagnstico de la muerte para tratar de la organizacin de la IX Conferencia
o del desaparecimiento de los museos conside- General del ICOM, en compaa de George Henri
rados como lugares consagrados por la tradicin Rivire, ex director y consejero permanente del
cultural de la burguesa occidental debe ser ledo ICOM, y de Serge Antoine, consejero del ministro
como parte de los movimientos poltico-sociales del Medio Ambiente. Durante ese almuerzo, Geor-
de crtica y respuesta que, en las dcadas del 1960 ge Henri Rivire y Hugues de Varine visualizando
y 1970 alcanzaron de lleno diversos valores insti- la apertura de un nuevo campo para la investiga-
tucionalizados. Si por una parte, esas crticas pa- cin museolgica, explicitaron el deseo de or al
recen haber contribuido a la invencin de un nue- ministro manifestarse pblicamente acerca de las
vo futuro para los museos clsicos y tradicionales, relaciones entre el museo y el medio ambiente. El
por otra, parecen haber puesto en movimiento el consejero del ministro, en tanto, estaba reticente:
deseo de constituir una nueva imaginacin mu-
seal, hasta entonces no prevista. Nos esforzamos sin xito, G.H. Rivire y yo, para
convencer a nuestro interlocutor de la vitalidad
Al inicio de la dcada de 1970, esa nueva imagina- del museo y de su utilidad. Finalmente, por broma,
cin museal comenz a ganar visibilidad a partir dije: sera absurdo abandonar la palabra; mejor
de experiencias desarrolladas en diversas partes cambiar la imagen de marca... pero se puede inten-
del mundo, sin que entre ellas hubiera, inicialmen- tar crear una nueva palabra a partir del museo....
te, visibles canales de intercambio. En ese cuadro E intent diversas combinaciones de slabas a
se sita el surgimiento del ecomuseo, que, segn partir de las dos palabras ecologa y museo.
el creador del trmino, no era ms que una tenta- En la segunda o tercera tentativa, pronunci eco-
tiva, una invitacin a dar pruebas de imaginacin, museo. Serge Antoine agudiz el odo y declar
5
de iniciativa y de audacia . pensar que talvez esa palabra pudiese ofrecer al
ministro la ocasin de abrir un nuevo camino a la
6
Hugues de Varine, uno de los participantes de la estrategia de su Ministerio.
5 6
Varine, 2000: 62 Varine, 2000: 64
32
MUSEOS EN OBRA
Como se puede percibir, el trmino ecomuseo participar del proyecto de instalacin de un museo
naci de un juego de palabras y enteramente vin- en la comunidad Le Creusot-Montceau-les-Mines.
culado a intereses polticos. No se debe tener in- De acuerdo con la declaracin y la memoria de Hu-
genuidad al respecto. Se trataba de imaginar una gues de Varine, el proyecto del Museo del Hombre
nueva posibilidad de accin museal libre del cul- y de la Industria en esta comunidad tom forma en
7
to al pasado empolvado y abierta para las co- noviembre de 1971. Tres aos ms tarde, ese mu-
nexiones entre cultura y naturaleza, entre museo seo-proceso, fragmentado y esparcido en un rea
y medio ambiente. La formulacin terico-concep- urbana de 500 km2 con 90 mil habitantes, recibira
tual de ese nuevo tipo de institucin museal invo- oficialmente la designacin de ecomuseo. No obs-
lucrando las nociones de patrimonio total o inte- tante, entre el ecomuseo anunciado en el contexto
gral, participacin comunitaria, desarrollo local y de la poltica gubernamental del ministro francs
medio ambiente (o territorio) fue proveniente de del medio ambiente y el abrigado por el Museo
un trabajo posterior. A raz de ese nuevo tipo, es- del Hombre y de la Industria de la comunidad Le
taba presente la importancia de la utilizacin del Creusot-Montceau-les-Mines, existan marcadas
9
lenguaje de las cosas como dispositivo de me- diferencias . La principal de ellas era el carcter
diacin de prcticas y relaciones socioculturales, urbano y el sentido de participacin de la pobla-
incluyendo las cuestiones de uso y preservacin cin local que informaba el proceso de reflexin y
de los llamados recursos naturales. accin del Museo del Hombre y de la Industria.
7 9
Varine, 2000: 64 Varine, 2000: 68-69
8
Varine, 2000: 68
33
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
En 1970, Salvador Allende haba sido electo para registr como resultados innovadores de aquel
la Presidencia de Chile y dio inicio al gobierno so- encuentro dos nociones: el museo integral, o
cialista de la Unidad Popular, proceso que sera sea, un proceso que toma en consideracin la
suspendido en 1973, con el golpe militar liderado totalidad de los problemas de la sociedad; y el
por el general Augusto Pinochet Ugarte. Fue por museo considerado como accin, es decir, como
lo tanto, en el mbito de ese gobierno socialista un instrumento dinmico de cambio social. La
y democrticamente electo, en un momento de combinacin de esas dos nociones permiti que
tensin poltica para toda Amrica Latina, que se se lanzase en el campo del olvido aquello que du-
realiz uno de los encuentros ms emblemticos rante ms de 200 aos se presentaba como para-
y fecundos de la museologa en la segunda mitad digma de la identidad de estas instituciones: la
del siglo XX. misin de la colecta y de la conservacin. Por ese
camino se lleg al concepto de patrimonio global
Contrariando las tendencias en boga, todos los a ser administrado en el inters del hombre y de
10
especialistas invitados para la Mesa Redonda de todos los hombres.
Santiago de Chile eran latinoamericanos y, por esa
razn, se adopt el espaol como idioma oficial En la reunin de Santiago de Chile no se hablaba
de comunicacin. Adems de eso, tambin fueron de ecomuseo. Lo que estaba en pauta en la agen-
invitados para intervenir en los debates expertos da de los debates museolgicos era la nocin de
en educacin, urbanismo, agricultura, medio am- museo integral pero, con seguridad, haba aguja
biente e investigacin cientfica. Durante la etapa e hilo cosiendo aproximaciones entre esos dife-
de preparacin del encuentro, se pens la entrega rentes caminos de renovacin de la imaginacin
de la direccin de los trabajos a Paulo Freire. Por museal.
razones polticas, su indicacin fue vetada en la
Unesco por un delegado del gobierno brasileo, Iniciado alrededor de 1973 e interrumpido en 1980,
que, en aquel momento, viva bajo un rgimen de el proyecto experimental de la Casa del Museo,
dictadura militar. desarrollado en barrios populares de Mxico a
Al hacer un ejercicio de recuerdo de lo que se lla- partir del Museo Nacional de Antropologa, es un
m la aventura de Santiago, Hugues de Varine ejemplo claro de aplicacin de las resoluciones de
10
Varine, 1995: 18.
34
MUSEOS EN OBRA
Santiago de Chile y que presenta conexiones con de Ren Rivard, lanzar un proyecto de encuentro
los principios tericos de los ecomuseos comuni- internacional donde se reuniesen muselogos de
11
tarios. varios pases, representando experiencias diver-
sas, analizando lo que en comn en sus acciones
El golpe militar que puso fin al gobierno socialista podra servir de eslabn a una colaboracin ms
de Salvador Allende contribuy al silencio que se estrecha, afirmando simultneamente que la mu-
impuso en torno de la memoria de aquel emble- seologa tomaba nuevos rumbos (1989: 55).
mtico encuentro. El deseo de silenciar la cons-
truccin de una nueva imaginacin museal, con Cuando dirijo la mirada a la herencia museol-
enfoque popular, participativo y utpico, con una gica del siglo XX sobre todo la que se constru-
cara poltica de izquierda, no fue eficaz de forma y despus de la Segunda Guerra Mundial, me
de impedir que 10 aos despus, 20 aos, y aun parece evidente que las dcadas de 1970 y 1980
35 aos despus, los principales temas de aque- se caracterizaron como un perodo de efervescen-
lla memorable mesa redonda retornaran sucesi- cia y turbulencia museal sin precedentes. Expe-
vamente a ocupar la agenda de otros encuentros riencias variadas e innovadoras fueron llevadas
locales, regionales, nacionales e internacionales. a cabo y nuevos enfoques tericos fueron desa-
El desarrollo silencioso de experiencias orienta- rrollados. Los museos, que hasta aquella poca
das por nuevas perspectivas museolgicas surgi proclamaban su neutralidad poltica y celebraban
con vigor y algn ruido. El primer taller internacio- su alejamiento de los problemas sociales, fueron
nal realizado en 1984, en la ciudad canadiense de remecidos y desafiados a enfrentar situaciones
Quebec, fue la ocasin en que fueron retomadas concretas que no se referan slo a las tradiciones
explcitamente las resoluciones de la Mesa Re- de un pasado idealizado, sino tambin al cotidia-
donda de Santiago de Chile y fueron lanzadas las no y a la contemporaneidad de las sociedades en
bases de lo que se decidi llamar Movimiento In- que estaban insertos. Trabajar con ellos dej de
ternacional de la Nueva Museologa (Minom). Se- ser slo un ejercicio de retirar a veces el polvo de
gn declaraciones de Mario Moutinho: las cosas, de elaborar de vez en cuando etiquetas
Correspondi al grupo de los ecomuseos de Que- obvias, de registrar, disciplinada y dulcemente, la
bec, en particular a la accin de Pierre Mayrand y molestia de las colecciones y de contar ya sea
11
Varine, 2000: 67-68
35
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
por el modo eufrico, por el deprimido el nme- vadora: aquella que se alimenta de prcticas cul-
ro de visitantes. Trabajar en ellos pas a significar turales desalineadas con la idea de acumulacin
tambin tener inters en la vida social y poltica patrimonial y que, en vez de orientarse hacia las
de las personas, de las colecciones, de los patri- grandes narrativas, deseosas de grandes sntesis,
12
monios culturales y naturales y de los espacios y, se vuelve hacia las narrativas modestas y va-
por esa vereda, a ser un ejercicio explcito de ope- loriza la relacin entre los seres y, entre los seres
rar con relaciones de memoria y poder por medio y las cosas. Pueden ser narrativas modestas, pero
de la mediacin de las cosas concretas. presentan pujanza discursiva y capacidad de pro-
El paradigma clsico de la museologa fue puesto mover otras posibilidades de identificacin.
a prueba. Pero eso no quiere decir que haya de- Esa nueva imaginacin museal est en el origen:
saparecido o sucumbido despus de las batallas De la apropiacin del saber museolgico espe-
trabadas en las dcadas de 1970 y 1980. Los mu- cializado por determinados grupos tnicos y
seos clsicos y tradicionales, as como los dems, sociales, que, en combinacin con sus propios
adoptaron un poder de mimetizarse y una gran saberes, generan saberes hbridos capaces de
capacidad de adaptacin a los nuevos tiempos. producir prcticas innovadoras;
Eso tambin no quiere decir, como busqu demos- De las experiencias museogrficas que se rea-
trar, que no hayan sido obligados a accionar me- lizan en la primera persona y permiten que el
canismos de reforma y de modernizacin. Pero al otro tome la palabra y hable por s mismo;
accionar esos mecanismos, cuidaron de mantener De la multiplicacin de museos locales de par-
intactas las bases sobre las cuales se asentaban. ticipacin colectiva, sin especializacin discipli-
naria y orientados a la valorizacin de contra-
memorias que durante largo tiempo estuvieron
Peligros y riesgos silenciados o colocados al margen de los proce-
sos oficiales de institucionalizacin de memo-
Cuando enfoco la lupa para observar mejor la he- rias nacionales o regionales;
rencia museolgica del siglo XX, saltan a la vista De los procedimientos museolgicos que ope-
la gran proliferacin de museos de variados tipos ran al mismo tiempo con el patrimonio material
y la constitucin de una imaginacin museal inno- y espiritual componiendo narrativas poticas,
12
Kumar, 1997
36
MUSEOS EN OBRA
13
Husseyn, 1994
37
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
14 15
Guarnieri, 1980. apud Guarnieri, 1980.
38
MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
40
MUSEOS EN OBRA
41
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
42
MUSEOS EN OBRA
Introduccin
Miguel ngel Azcar M. Hace ya 35 aos que tuvo lugar en Santiago la
mesa redonda sobre la Importancia y el Desarro-
Muselogo. Magster en Estudios y Adminis-
llo de los Museos en el Mundo Contemporneo,
tracin Cultural.
encuentro que marc un hito en la museologa re-
gional y que sin embargo en Chile, pas sede del
encuentro, por diversos factores marcados por la
contingencia poltica, fue casi olvidado, permane-
ciendo por largos aos slo en conversaciones de
algunos pocos que seguamos valorando su im-
portancia y oyendo lo que de ella vena de afuera.
Hoy vuelve a salir a la discusin pblica gracias al
profesor Luis Alegra, presidente del Comit Chile-
no de Museos (ICOM Chile), quien pertinazmente
la ha vuelto a posicionar entre los temas museol-
gicos dignos de discutirse en nuestro pas.
43
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
1
Mostny, 1972: 3.
44
MUSEOS EN OBRA
de: ...la apertura del museo hacia las otras ramas en muchos de nuestras instituciones se conoce
que no le son especficas, para crear una concien- pero que no se realiza por lo que nunca se sabe el
cia del desarrollo antropolgico, socioeconmico real impacto de nuestro trabajo en la sociedad.
y tecnolgico de las naciones de Amrica Latina,
mediante la incorporacin de asesores en la orien- Y para no cansar con las resoluciones, las cuales
2
tacin general de museos , claramente instando se pueden consultar en la bibliografa, tambin en
a buscar en la comunidad el apoyo necesario al la mesa redonda se abord un tema crucial en el
trabajo museal, es decir, la interdisciplinariedad. cual Chile todava est en deuda, como es la for-
macin de muselogos, sealndose en su reso-
Tambin es muy actual la resolucin de carcter lucin de carcter general N 6 que: Teniendo en
general N 2 cuando plantea que: ... los museos cuenta el resultado del estudio sobre necesidades
intensifiquen su tarea de recuperacin del patri- actuales y falta de personal de museos, que debe
monio cultural para ponerlo en funcin social para ser llevada a cabo bajo los auspicios de UNESCO,
evitar su dispersin fuera del medio latinoameri- los centros de formacin de personal de museos
3
cano , con lo cual no slo sealaba la urgencia que existen ya en Amrica Latina deben ser refor-
de la conservacin y el estudio de nuestro patri- zados y desarrollados por los mismos pases. Esa
monio sino que se advierte una seal con respecto red debe ser completada y su proyeccin debe ser
al trfico de bienes patrimoniales, problema cada regional. El reciclaje de personal existente deber
da ms frecuente en nuestro pas y en nuestro ser asegurado a nivel nacional y regional y debie-
continente. ran ser provistas las facilidades necesarias para el
5
perfeccionamiento en el extranjero.
Muy actual es tambin la resolucin de carcter
general N 5 que seala: Que los museos esta- En otras resoluciones se hacan recomendaciones
blezcan sistemas de evaluacin, para comprobar para que los museos crearan una mayor concien-
4
su eficiencia en relacin con la comunidad , m- cia de los problemas del mundo rural, sugiriendo
todo que se conoci en la dcada de los 90 como soluciones por medio de los sistemas que les son
evaluacin de la gestin y de las exhibiciones, que propios, es decir, con exhibiciones y exposiciones
2 4
Resoluciones, 1972: 6 Resoluciones, 1972: 6
3 5
Resoluciones, 1972: 6 Resoluciones, 1972: 6
45
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
itinerantes, con la creacin de museos de sitio; en Esta nueva forma de enfrentar el trabajo museal
tanto que a los de ciudad se les instaba a investi- deba ir aparejado de un cambio en la mentalidad
gar acerca del desarrollo urbano y sus problemas, de los muselogos y de las autoridades de las que
para entregar finalmente dicha informacin a la dependen las instituciones, dado que se postula-
comunidad tambin mediante exposiciones o mu- ba a una visin integral y a un tratamiento inte-
seos de barrios. De igual modo se puso gran n- grado de la problemtica social, para lo cual se
fasis en el papel inmejorable que tienen stos en necesitaba el apoyo de especialistas de diferentes
la labor de educacin permanente de la poblacin disciplinas, principalmente de ciencias sociales,
as como en el desarrollo cientfico y tecnolgico, puesto que las decisiones sobre las mejores solu-
tema ste de absoluta vigencia. ciones y su ejecucin no correspondan a un grupo
de la sociedad sino que exigan la participacin
Pero quizs uno de los aspectos ms relevantes amplia, conciente y comprometida de todos los
del trabajo de la mesa redonda fue la nueva for- actores de ella.
ma de enfocar el museo, lo que se llam el MU-
SEO INTEGRAL, al cual se lo defina como ...una La propuesta del museo integral tambin daba
institucin al servicio de la sociedad, de la cual cuenta que este modelo, por sus caractersticas
es parte inalienable y tiene en su esencia misma especficas, se ajustaba para implementarse a
los elementos que le permiten participar en la for- nivel regional o en poblaciones medianas o pe-
macin de la conciencia de las comunidades a las queas, sin excluir por tanto la existencia de los
cuales sirven y a travs de esta conciencia puede grandes museos ni los especializados.
contribuir a llevar a la accin a dichas comunida-
des, proyectando su actividad en el mbito hist- Al respecto del museo integral, el Dr. Mario Teru-
rico que debe rematar en la problemtica actual; ggi, uno de los participantes de ese encuentro re-
es decir, anudando el pasado con el presente y gional planteaba: Es innegable que la Mesa Re-
comprometindose con los cambios estructurales donda de Santiago ha revelado una nueva manera
imperantes y provocando otros dentro de la reali- de plantear los problemas relativos a los museos.
6
dad nacional respectiva . Por poco que reflexionemos sobre ello observa-
mos una profunda diferencia en la concepcin
6
Resoluciones, 1972: 5.
46
MUSEOS EN OBRA
del museo en tanto que institucin cultural. Has- sus trabajadores, creo que hay algunos elementos
ta ahora en nuestros pases, el museo slo viva que, en conjunto, podran dar alguna luz sobre
en funcin del pasado; el pasado era su razn de ello.
ser. Los muselogos renen, clasifican, preservan
y exponen las obras, incluidas las ruinas, de cultu- Un importante antecedente a tener en considera-
ras anteriores, prximas o alejadas de nosotros. cin al evaluar el impacto de la mesa redonda es
En la dimensin temporal, el museo es un vector que a poco ms de un ao de su realizacin, Chile
que parte del presente y se desplaza libremente sufri el cruento golpe militar de 1973, que no slo
hacia el pasado. Cuando, con ocasin de la mesa nos afect en lo poltico sino que tambin en lo
redonda, se acept que el museo se integrara al cultural, ya que por la persecucin poltica muchos
desarrollo, nos estbamos simplemente esforzan- trabajadores de los museos fueron cesados en sus
do por invertir el sentido de su vector temporal, cargos y otros debieron huir del pas, lo que signi-
cuyo punto de partida se sita en un momento fic que en ocasiones quedaran con el mnimo de
cualquiera del pasado, pero cuya extremidad, la personal. En el caso del MNHN, algunas secciones
punta de la flecha, llega hasta el presente. De al- quedaron slo con una o dos personas.
guna manera se le pide al muselogo que cese de
saquear el pasado y que adems, llegue a ser un Otro punto que considero importante para la eva-
7
virtuoso del presente y un augur del porvenir . luacin del poco impacto de la Mesa de Santiago
es la situacin del Centro Nacional de Museologa,
el cual, como ya arrastraba problemas de funcio-
Chile despus de la mesa redonda namiento, debi cerrar sus puertas en 1974 tras
siete aos de docencia. Ello tambin incidi en
No obstante la importancia de los temas debati- el olvido de la mesa, puesto que carecindose de
dos y de sus resoluciones, en Chile poco o nada personal formado en museologa y la cesanta de
de ello se pudo implementar, y si bien es complejo sus egresados, los debates y propuestas que po-
pretender formular una explicacin que exprese dran haberse generado al interior de los museos,
por s sola la poca trascendencia o impacto que nunca se produjeron. Adems, con el cierre de di-
ha tenido la Mesa de Santiago en los museos y en cho centro de formacin museolgica, que en su
7
Citado por Arjona, 1982: 74.
47
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
momento se proyect para darle un carcter regio- redonda haban cado en un profundo olvido y ra-
nal, se actuaba en abierta contradiccin con lo que mos muy pocos los que la seguamos valorando,
se sealaba en la resolucin de carcter general convencidos de que sus resoluciones no haban
N 6, antes vista. perdido vigencia. Sabamos, y eso era lo increble,
que en la regin s se valoraba y se reconoca a
En esos aos de dictadura, donde sufrimos el la Mesa de Santiago y su proposicin de museo
llamado apagn cultural, ya nadie hablaba en integral como un gran hito en el desarrollo de la
Chile de la mesa redonda. No se encontraban do- museologa regional, reconocindola como un
cumentos ni ponencias, todo haba desaparecido valioso aporte terico para emprender acciones
y era muy poca la informacin que se lograba ob- museales. Varine-Bohan, el creador del trmino
tener de ella. ecomuseo, expresaba en un artculo que ...creo
entender el deseo ferviente de la gran mayora, o
Y era curioso aquello, ya que funcionarios y direc- sea, que la modernizacin del museo siga el cami-
tores de museos que deban haber estado al tan- no trazado por la Mesa Redonda de Santiago de
to por ser contemporneos a ella, la desconocan 1972 (el museo integral) y por las experiencias
totalmente. O decan desconocerla, ya que nadie llevadas a cabo por tantos especialistas durante
se iba a arriesgar a implementar alguna accin los aos sesenta y setenta: el camino que lleva a
museal inspirada en las resoluciones de la mesa a la totalidad del hombre y a todos los aspectos de
sabiendas que toda accin que tuviera una conno- la aventura humana, antigua y contempornea,
tacin social o participacin ciudadana era consi- a travs de la utilizacin del nico lenguaje que
derada peligrosa o sospechosa de extremista trasciende las diferencias culturales, el lenguaje
8
por la dictadura. del objeto, el lenguaje de la cosa real.
8
Varine-Bohan, 1985: 185.
48
MUSEOS EN OBRA
9
Estatutos del ICOM, 1997: 3
49
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Bibliografa
50
MUSEOS EN OBRA
LA MESA DE SANTIAGO,
UNA DOBLE RUPTURA MUSEOLGICA
Los cambios sociales, econmicos y culturales que se estn produciendo en el mundo, y sobre todo,
en muchas de las zonas subdesarrolladas constituyen un reto para la museologa
(Declaracin de Santiago, 1972)
Introduccin
Luis Alegra Licuime Museos, Museologa y Desarrollo
51
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
ruptura al interior de la museologa y del hacer 2. Lo museolgico: Sobre los museos me pare-
museos. Esto no es menor, ya que el actuar de los ce trascendental una mirada que permita re-
museos y el pensar museolgico, podemos decir flexionar sobre ellos en una dimensin que
que tienen o se caracterizan por su poca ruptura. exceda al mismo. Con esto planteo lo museo-
Por ello mi propuesta va en funcin de desarrollar lgico como un ejercicio que est ms all de
esta idea, con tal de avanzar en una nocin que la propia institucin, es una mirada amplia de
en conjunto con otras permite un anlisis sobre el la museologa. En esta lnea es que recojo el
rol social de los museos en Amrica Latina y en el anlisis de Huyssen sobre la existencia de tres
pas de hoy. modelos de museos. Uno caracterizado como
conservador, que est en consonancia con una
Para lo anterior, primero aclarar mis supuestos teora de la compensacin. Un segundo de ca-
en trminos de que ellos guan mi explicacin. rcter posmoderno, rupturista con el pasado y
que se instala desde la nocin de lo efmero y
1. Del campo cultural al patrimonial: Este punto virtual. Por ltimo, un modelo sociolgico que
es vital, pues la forma de comprender el actuar mira la realidad museal desde una perspectiva
de los museos se entiende de una manera po- crtica, sustentado en la teora crtica, un mo-
1
sible al comprender lo patrimonial como un delo de construccin social del museo . Con
campo, en esto sigo al socilogo francs P. este ltimo, hay mucha cercana con lo que
Bourdieu, quien elabora una teora social so- ser la Mesa de Santiago y sobre lo que ha-
bre los campos. Bueno, entiendo lo patrimonial blaremos.
como un campo especfico dentro del cultural,
un espacio social simblico donde los agentes 3. Musealizar v/s museificar: En lnea con lo an-
actan pero por sobre todo se disputan el ca- terior es que me parece importante diferenciar
pital simblico, a travs del cual en un proceso dos conceptos que si bien estn asociados,
de patrimonializacin se crea lo patrimonial. El desde mi perspectiva representan opuestos
patrimonio es un campo en disputa. dentro de la museologa. Musealizar constitui-
ra la accin a travs de la cual se construye
patrimonio y ste es exhibido desde la nocin
1
Huyssen, 2002
52
MUSEOS EN OBRA
de resignificacin y uso social del mismo. A di- va prctica. Queremos decir que el musein fue la
ferencia de la museificacin, proceso alienante forma a travs de la cual el museo se insert en el
donde el patrimonio y su exhibicin represen- continente, desde una matriz eurocentrada, como
tara un desarrollo verticalista, impuesto des- lo plantea el intelectual peruano Anbal Quijano.
de fuera de la comunidad. Por ello, para esa
comunidad aquel patrimonio no representara El Musein se encuentra presente desde la crea-
ningn sentido. cin de los museos en Chile, a contar de la forma-
cin de la Repblica en las primeras dcadas del
4. Museos y desarrollo: En esta lnea creo que la siglo XIX, por tanto, forma parte del patrimonio
accin y sobre todo el pensar de los museos, de la gestin museal, que se transplant de una
se debe dar dentro del marco de las estrategias realidad a otra. En este proceso, el eje articulador
de desarrollo de los pases, especialmente en lo constituy la idea de civilizacin, un patrn con
Amrica Latina. Lo anterior, porque los museos el cual nuestras nacientes repblicas quisieron
son instituciones culturales al servicio de la so- imitar todo lo proveniente de Europa.
ciedad y su desarrollo, en ese sentido es que
se ha llamado al ao 2008, para la conmemora- Entonces asistimos a la creacin de Museos Na-
cin del Ao Iberoamericano de Museos, bajo cionales, con ese prisma primero, pero adems
el lema Museos agentes de cambio social y con el claro objetivo de configurar a travs de sus
desarrollo. colecciones la naciente comunidad nacional. Por
lo cual, estas entidades nacionales se encuentran
con el problema y la necesidad de representar algo
LA PRIMERA RUPTURA nuevo pero con esquemas viejos, lo que traer
como resultado la constitucin del Museo-Patria,
Hablar de museos es hablar de musein, concepto es decir, un espacio antirreflexivo, que reemplaza
originario de museo, sin embargo, comenzamos la contemplacin por el culto a los grandes hroes
2
planteando que para el caso latinoamericano esta de la patria .
nocin no encierra slo un ejercicio conceptual,
sino que por el contrario consisti en una efecti-
2
Morales, 1994.
53
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
La superposicin de caractersticas lleva a la otra das las nociones anteriores, cada una explotando
nocin muy en boga, el tipo Museo Academia, un cierta veta y constituyndose en las experiencias
lugar santo para la experiencia superior de la cien- ms duraderas y enraizadas socialmente de hacer
cia, un templo sacro del saber de unos pocos. En museos en el continente, traspasando incluso su
definitiva, es la expresin del positivismo acade- contexto de produccin, transformndose en una
micista decimonnico, recreado a travs de mues- matriz que puede ser vinculada con el modelo
tras museogrficas al estilo de gabinete, donde museal de la compensacin, segn palabras de
4
las colecciones importaban como piezas cientfi- Huyssen . Lo complejo es que este esquema no
cas clasificadas y ordenadas. Y en lo referente al slo fue reproducido a lo largo del siglo XIX, sino
pblico, ste slo es considerado como un espec- que se mantiene intacto en gran parte del siglo XX
tador pasivo, carente de significacin crtica e in- y me atrevera a decir, que enmascarado hasta el
terpretativa, lo cual determina que su opinin no siglo XXI.
es trascendente a la hora de construir museo. De
esta nocin se deriva en una suerte de extremo, el Quienes trabajan al interior de la institucin mu-
museo como espacio de un fuerte espritu sacro, seal, utilizan una prctica dada por un modelo
un verdadero Templo del Saber. verticalista, donde las decisiones acerca de las
exposiciones se toman desde los especialistas,
Estas conceptualizaciones de museo poseen sus como los objetos hablan por s mismos, como
races ms profundas en una suerte de mesianis- sola decirse, le corresponda al visitante descu-
mo cultural, es el esquema de construccin poltica brir su significado. Las exposiciones se limitaban a
de la elite oligrquica, formados principalmente dar la oportunidad de aprender a los que tenan el
en Europa, quienes establecen los paradigmas de inters y los conocimientos suficientes para apro-
5
distincin de los bienes simblicos que represen- vecharlas, pero no al pblico en general . Este
tan el espritu de la poca y, consecuentemente concepto sigue presente en los museos chilenos,
3
la idea de identidad de estas jvenes naciones . han cambiado las muestras pero aun aquellos
que se muestran activos y renovados en su comu-
Por ello, el Museo tradicional, es la suma de to- nicacin con el pblico sufren el peso de esa per-
3 4
Seguel, R. 1999: 8. 2002.
5
Screven, 1993: 9.
54
MUSEOS EN OBRA
cepcin del museo como custodios de un pasado Me refiero con esto a la introduccin sin crtica,
desvinculado de toda pertinencia actual, opresi- ni reflexin, del modelo de la industria cultural. Y
6
vos en su interpretacin . aclaro inmediatamente, que no es que me oponga
de plano a esta nocin y prctica, es slo que creo
Por ello, la Mesa de Santiago es una forma de que se necesita primero de una claridad de obje-
comprender y de actuar de los museos del conti- tivos y metas en trminos de su uso al interior de
nente. Esta reunin de expertos en museologa y instituciones como los museos.
de otras disciplinas, representa justamente una
ruptura con este tipo de museo, que ms all de Los conceptos de museo como industria cultural,
cualquier variante se le conoce como museo tra- parque temtico, museo posmoderno y museo
dicional. virtual, constituyen algunos de los trminos con
que se pretende configurar una nueva realidad del
campo museal, que a mi parecer es ms bien una
LA SEGUNDA RUPTURA opcin impuesta por los tiempos que una necesi-
dad surgida desde los propios museos.
La clave de la Mesa de Santiago es que hay que
entenderla como un ejercicio crtico sobre los mu- Por ello, no basta con cambios cosmticos, de
seos de Latinoamrica, en un sentido terico y estilo o de infraestructura, la mirada debe ir ms
prctico. Debemos recuperar su forma de leer la all. Se trata de abordar el rol de los museos en el
realidad, sus aspiraciones en torno al rol social actual contexto. Mi postura es que hoy asistimos
de los museos, por ello me atrevo a argumentar la a un nuevo tipo de institucin, que si bien difiere
necesidad de una segunda ruptura museolgica, del modelo anterior, tradicional, en gran medida
aquellas que cuestionan ciertas formas que apa- reproduce muchas de sus condiciones estructura-
recen como redentoras de la institucin museo en les.
el actual escenario de globalizacin, pero que en
definitiva slo reproducen muchos de los vicios Hablar sobre esta conceptualizacin de museo
del modelo tradicional. manifiesta en nuestra regin, primero requiere
aclarar qu es lo que significa industria cultural,
6
Crdova, 1999: 25.
55
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
por industrias culturales entendemos todo el pasa a ser cliente, identificado de una forma ms
sector de bienes y servicios culturales que son sutil como usuario.
producidos, reproducidos, conservados o difundi-
7
dos segn criterios industriales y comerciales . Entonces, todo se centrar fundamentalmente
Esta nocin de hacer cultura llegar al mbito del en la creacin de espacios entretenidos, quitn-
patrimonio con mucha fuerza desde fines de los dole la connotacin muy difundida de lugares de
aos ochenta. En definitiva, el museo como una aburrimiento, la falta de nuevas ideas acerca
institucin inserta en un marco poltico, social y de la funcin del museo, se ha tratado de resol-
8
econmico ser fuertemente influenciada por la ver convirtiendo al museo en un centro cultural .
lgica del mercado, en esto posee una gran res- Ejemplos de lo anterior se pueden encontrar fun-
ponsabilidad el Estado, al hacer, o mejor dicho de- damentalmente en muchos museos privados, que
jar hacer, en materia cultural. han construido verdaderas fbricas de cultura en-
tretenida, hasta ahora una eficiente copia de pro-
La incorporacin de la razn econmica y el merca- yectos museolgicos extranjeros. Se ha desacra-
do en el museo es un tema de gran trascendencia, lizado el santuario, dice Gombrich, se sustituye la
y en parte obedece a la constante de copiar mode- peregrinacin por la excursin turstica, el objeto
9
los extranjeros, como los casos de los museos de por el souvenir, la exposicin por el show .
Norteamrica, especialmente USA.
Es un modelo de criterios empresariales en la ges-
Debido a esta forma de enfrentar los problemas tin del museo, donde se sustituye el patrimonio
del museo tradicional, surge una conceptualiza- en funcin de la diversin del pblico, el uso de
cin moderna de l, aplicndose algunos cambios tecnologas interactivas a los campos de trabajo
significativos en la gestin al otorgar mayor dina- y los parques-reservas temticos, pasando por el
mismo a las exhibiciones y mejorar los servicios simulacro de las excavaciones, excluido el invento
hacia la sociedad. Sin embargo, se puede percibir seudopatrimonial intencionado, aparentemente,
10
en este nuevo modelo un traslado de la idea del todo vale .
pblico como ente pasivo a uno donde el pblico
7 9
Subercaseaux, 1996: 124. Citado por Garca Canclini: 1989: 131 y 132.
8 10
Garca Canclini, 2001: 64. Santana, 1998: 40.
56
MUSEOS EN OBRA
As como el imaginario anterior incubaba un n- que pareciera ser mucho ms coherente que la vi-
mero de contradicciones, el museo como espacio sin clsica, ambas son en definitiva insuficientes
entretenido tambin presentar una serie de inte- para interpretar a la luz de la gestin y resignifica-
rrogantes de complejas respuestas, para lo cual cin del patrimonio, la nueva realidad gestada en
se debe reflexionar sobre las implicancias de esta el proceso de globalizacin, donde la centralidad
forma de museo, relacin conflictiva de quin del mercado trastoca las maneras en que los chi-
aprovecha a quin?, ante todo por una lucha de lenos viven juntos [...] mercantilizacin y el auge
subordinacin entre racionalizacin y subjetivi- de una cultura del consumo, la preeminencia de
dad, o bien entre ratio y sentido, o bien entre una cultura de la imagen y la consiguiente este-
11
racionalidad econmica y racionalidad cultural . tizacin de la vida diaria, la masificacin de bienes
y smbolos producida por la industria cultural y
Al respecto, se debe considerar la venta no slo el consumo cultural, la creciente informatizacin
de objetos como tales, sino que quiz tanto o ms mediante las nuevas tecnologas de informacin y
13
importante, la comercializacin de significaciones comunicacin .
socioculturales. Para aclarar la importancia del Desde mi perspectiva, en ambas nociones prevale-
punto, una opinin de Hopenhayn, el complejo ce una mirada a la cultura como un objeto. Las es-
industrial-cultural es actualmente un campo de trategias de desarrollo implementadas en Amrica
mltiples mediaciones en que se definen los ac- Latina desde los aos 50, consideran la variable
tores del mundo simblico: mundo que a su vez cultural como estorbo u obstculo que era nece-
influye cada vez ms sobre el mundo material me- sario superar. Predominaba un patrn que vea
12
diante expectativas, gustos y exigencias . en lo cultural formas tradicionales, opuestas a las
modernas, que entorpecan el proceso de moder-
No se busca desprestigiar por completo la accin nizacin, era la ruptura entre sociedades avanza-
de los privados en la gestin del patrimonio y del das y atrasadas. Este modelo de desarrollo, como
museo, slo se trata de identificar que en este ima- una apuesta por el capital fsico, la productividad
ginario modernizante de museo, se generan una e industrializacin, no dejaba espacio al mbito
serie de contradicciones no resueltas y que aun- cultural.
11 13
Hopenhayn , 2001: 82. PNUD, 2002: 18.
12
2001: 83.
57
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Nuevo desarrollo y derecho a la cultura Sen, culturas heredadas, pero adems, los gesto-
res de dichas culturas, es decir, los museos. En ese
Hoy, en el contexto de crisis de los modelos desa- marco, de utilizar las actuales nomenclaturas del
rrollistas en la perspectiva de la globalizacin, y desarrollo, es que queremos proponer la variable
en un escenario de desarrollo de un nuevo modelo de sostenibilidad para entender no slo el actuar
econmico, social, poltico y cultural, es clave la del museo, sino ms importante an su desarrollo
reformulacin del concepto y derivado de esa con- en el actuar de la sociedad.
ceptualizacin, la centralidad de la cultura.
Por ello, nos parece clave el aporte de Amartya
Sen en la propuesta del Desarrollo Humano, don- Museos y sostenibilidad
de lo cultural ser una clave para potenciar las
capacidades humanas. A modo de ejemplo algu- En el presente esquema, se busca graficar las cua-
nas ideas del proyecto de Naciones Unidas para el tro coordenadas que nos parecen claves para eva-
14
Desarrollo : luar la capacidad de sostenibilidad de los museos
1. El concepto de Desarrollo Humano est vincu- en Amrica Latina.
lado por origen y por sus implicancias con la
cultura.
2. El Desarrollo Humano implica participacin en Sostenibilidad institucional Sostenibilidad social
la cultura.
Sostenibilidad financiera
3. El debilitamiento de las fuerzas cohesivas que
sostienen la cultura afecta negativamente al
Desarrollo Humano.
4. La diversidad cultural es un hecho que debe
ser preservado y un valor que debe ser promo-
vido.
14
PNUD, 2002.
58
MUSEOS EN OBRA
Donde situamos como elementos claves la soste- Las otras dos sostenibilidades se refieren a la fi-
nibilidad social, es decir, museos vinculados con nanciera e institucional, dos temas que siendo de
sus comunidades y que actan en referencia a gran importancia, se supeditan a polticas ms
ellas. En esto, por cierto que seguimos tanto los generales que exceden, en cierto modo, la capaci-
postulados de la Mesa de Santiago, como de la dad de gestin del propio museo, pero que a estas
15
nueva museologa . De esta mirada, nos parece alturas deberan ser temas claves para asegurar
clave la idea de vincular las propuestas museol- el desarrollo de los museos en el continente. Ello
gicas y museogrficas a demandas, problemticas requiere de polticas pblicas, como marcos lega-
o temticas que sean parte de la preocupacin de les de accin de los museos, tema que creo es ne-
las comunidades en las cuales se desenvuelven. cesario comenzar a discutir en nuestro pas y que
Aunque suene raro, a diario nos encontramos ins- debe ser parte de un gran debate en el marco del
tituciones actuando de espaldas a las personas, Bicentenario.
sin considerar lo que se dice, discute y reflexiona
fuera de sus muros. Ms bien, son bastiones don- Un ejemplo de falta de sostenibilidad de un museo
de las discusiones del entorno no penetran, tanto es el cierre del Museo de Quillagua (Publimetro, 11
para bien como para mal. de mayo 2007). Una situacin que debe ser enten-
dida a la luz del esquema anterior, que no slo es
A su vez, nos parece clave la idea de sostenibili- un problema de falta de financiamiento, sino que
dad museolgica, en el entendido de institucio- planteamos corresponde a un problema estructu-
nes que posean proyectos de desarrollo capaces ral de sostenibilidad de los museos en el pas.
de insertarse en los debates del actual escenario.
Museos con capacidad de propuesta frente a los
desafos de un mundo en permanente cambio, de Conclusin
sociedades multiculturales enfrentadas al dilogo
de la diversidad, frente al resurgir de los naciona- Es necesario que se genere la nueva nocin de mu-
lismos, por ejemplo. seo planteada por la Mesa de Santiago, esto es el
museo integrado. Que se relaciona con la socie-
dad, entendiendo a sta como una suma de comu-
15
Hernndez, 1999.
59
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
nidades, con intereses, aspiraciones e inquietudes biar las concepciones verticalistas y mercantiles
distintas. La idea de articular la labor patrimonial que no involucran a toda la comunidad. El Museo
con el desarrollo integral de las comunidades, es no es slo el lugar de acogida del patrimonio uni-
un tema complejo y a la vez clave para mantener versal, es decir, de lo que queda de las sociedades
la vigencia y razn de ser de los museos, sin co- que han sido bellas totalidades estticas como
munidad la existencia de los museos se hace im- Atenas o Roma. Tambin es una institucin de
16
procedente . fragmentacin activa que debe concebir como, a
partir del fragmento, puede instituirse una comu-
Esta nueva perspectiva de museo parte de la base nicacin entre las obras y, por lo tanto, entre los
19
de una revisin del concepto de patrimonio; ca- seres humanos .
racterizndolo desde los conceptos de democra-
cia cultural y capital social; donde la comunidad Todas estas buenas intenciones se ven limitadas
debe usarlo, si no lo usa, si no est vivo, si no se en un marco donde todava no se constituye una
17
inserta en su da a da, no le pertenece . Es lo disciplina museolgica al interior de las universi-
que Garca Canclini denomina el paradigma par- dades tanto en nuestro pas y otros de Amrica
18
ticipacionista . De aqu la idea de un concepto Latina y la falta de una renovada reflexin en el
nuevo, donde la participacin, lentamente, se fil- campo patrimonial. Un nuevo tipo de gestin debe
tra en sus discursos. Resituar ciertos postulados ser articulado desde los museos en cuanto espa-
de la Nueva Museologa, podra ser una manera cios dialcticos de resignificacin e interpretacin
eficaz de insertar definitivamente a los museos del patrimonio, hablamos desde una perspectiva
con su pblico, en el entendido de ser partcipe multicultural que nos permite involucrar la diversi-
de los procesos de desarrollo sociocultural de las dad cultural como elemento constitutivo del pas,
comunidades. cosa que todava no se expresa claramente en las
polticas y acciones, y que necesita reafirmar un
Chile y la Amrica Latina del Bicentenario y la glo- espacio simblico diverso pero propio, en el mar-
balizacin, nos abren desafos y espacios para co de un mundo cada vez ms interconectado y
un nuevo tipo de gestin cultural del patrimonio, globalizado.
donde debemos comenzar por cuestionar y cam-
16 18
P. Maillard, Mege y Palacios, 2002. 1993: 41-61.
17 19
Convenio Andrs Bello, 1999. Dotte, 1998: 75.
60
MUSEOS EN OBRA
- Los usos sociales del patrimonio, Patrimonio PNUD, Informe Desarrollo Humano en Chile. No-
Cultural de Mxico. FLORESCANO, E. (Compila- sotros los chilenos: un desafo cultural. Chile.
dor). Ed. FCE. Mxico 1993 2002
61
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
62
MUSEOS EN OBRA
63
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
paso importantsimo poder ir generando espacios, recambio. Siento que los interesados en mu-
llegar a otros espacios educativos. seologa no tenemos dnde dirigirnos. Cmo
accedo yo, una persona normal, a trabajar en
Beatriz Espinoza los museos. Cmo estudio. Siento que esto
Voy a agregar algo ms en relacin a ciertos li- debera masificarse mucho ms. Cmo que-
neamientos que tiene el Consejo Internacional de remos generar ms museos si no fomenta-
Museos. Existe un Comit Para la Educacin y la mos la profesin del muselogo. Hay algn
Accin Cultural (CECA), que est hace muy poco lugar donde se crear esta carrera? A dnde
constituido aqu en Chile, y que hemos estado ha- puedo acceder para que de aqu a un corto
ciendo algunos ejercicios de integracin, casual- plazo, tenga la posibilidad de trabajar en
mente, entre los planes que tiene el Ministerio de museos?
Educacin y los planes que tienen los distintos
museos. Pero todava no hay una coordinacin Luis Alegra
establecida, que d cuenta de ciertas lneas de En la Universidad de Humanismo Cristiano es-
accin precisas. Lo que s, dentro del CECA es de tamos trabajando justamente en ese tema. Y se
sumo inters la participacin de educadores, por- aprob y cre la carrera de Estudios Patrimoniales
que son las dos miradas las que se unen, la del y Museologa, eso es concreto. Tambin existe un
muselogo y la del educador. De tal manera que Magster de Museologa en la Universidad SEK,
me atrevera a invitarte a que participes, porque que es otra opcin. Y yo siento adems, y Miguel
la verdad es que una de las cosas que nos interesa ngel lo dej planteado, debera considerarse la
es juntar disciplinas con un mismo propsito, que opcin de que la museologa no debera reducir-
es el poner en valor y conservar el patrimonio. se slo y exclusivamente al museo. Sino, debera
considerarse la posibilidad de construir nuevos
espacios desde la museologa y desde el mbito
Mi pregunta es una reflexin y una duda. de los museos. Y ah creo que somos demasiado
Tengo la sensacin de un vaco profesional. institucionales y estructurados, pero la posibili-
No estoy desmereciendo a quienes estn dad de crear nuevas instancias es un aspecto muy
trabajando en este momento en museologa importante.
en Chile, pero se produjo un vaco en un mo-
mento y no est surgiendo una generacin de
64
MUSEOS EN OBRA
65
MUSEO DE HISTORIA NATURA
Algunos desafos para nuestros museos en el siglo XXI, Alan Trampe, Subdirector de Museos, Dibam.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Para Leonardo Mellado hoy por hoy se necesita democratizar el museo, acercar la co-
munidad a la construccin de sus propios discursos reflejados en esta institucin-con-
cepto y en la socializacin de la idea de museo que se quiere tener.
68
MUSEOS EN OBRA
De esta forma y en funcin de las exigencias de Y finalmente la escasa cultura museal presente en
las sociedades, surgen obviamente demandas y nuestra sociedad, reflejada en las distintas en-
desafos para los museos, tanto para el hoy como cuestas de consumo cultural, dan cuenta de una
para el maana, cuyas soluciones se ven dificul- pobre posibilidad de exigencia de cambios, lo que
tadas por problemas generados al interior de los no ayuda obviamente a que esto suceda.
mismos, tales como: el lento proceso de cambio
que stos enfrentan; el altsimo costo que ello sig- Testear las nuevas necesidades y requerimientos
nifica; la desvinculacin de los museos con las co- de la sociedad es un deber. No es pararse como
munidades; en muchos casos la falta de planifica- dos bloques rgidos frente a frente museos ver-
cin estratgica; en otras ocasiones la desidia de sus sociedad a la espera, uno y otro, de que los
sus funcionarios alimentada muchas veces por cambios se produzcan verticalmente, sino de ma-
una alienada prctica musestica y relacionado nera plstica, transversal, dinmica y orgnica,
con lo anterior, la carencia de personal idneo y/o como la vida misma.
especializado.
Hoy por hoy se requiere de museos ms compro-
Por su parte, factores externos pero vinculados a metidos con los discursos educativos didcticos
la institucin-concepto de museo tambin dificul- e interactivos en lo posible continuos y perma-
tan, en muchos casos, la posibilidad de cambios, nentes. Ms accesibles para los jvenes, tanto
revisiones y actualizaciones. Es as como la poca formal como participativamente, como fueron las
claridad, si no el ms mnimo inters en cuanto a exigencias planteadas por estos actores, en este
legislar sobre una normativa legal que regule de mismo lugar, durante la mesa de negociacin en
mejor manera la serie de vacos jurisprudenciales, la llamada revolucin de los pinginos. En otras
o directamente la inexistencia de una ley de mu- palabras, con discursos ms prximos y no slo
seos, son un factor de peso. A esto hay que sumar con facilidades de acceso en cuanto al valor de la
el escaso o nulo inters y compromiso de parte de entrada.
algunas instituciones sostenedoras de museos,
de modernizarlos o actualizar sus discursos. En Profesionalizar al museo es otro punto importante
nuestro pas, la no ratificacin de ciertas conven- que debe ser considerado, puesto que el trabajo
ciones internacionales sobre museos y bienes pa- inter y multidisciplinario ayuda a la consecucin
trimoniales aporta negativamente en este sentido. de objetivos y metas encaminados al logro de los
69
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
puntos citados y por citar, a posicionar discursos atento de sus pblicos. Es menester por tanto que
pertinentes y amplios, multifocales y con ello, sus voces y testimonios formen parte de su men-
ms democrticos tambin. saje, ya sea si se trata de museos histricos, de
artes, cientficos o naturalistas. Con ello, el museo
Todo lo anterior nos encamina a la democratiza- integra y no segrega, incluye y no excluye, es re-
cin del museo. Esto quiere decir democratizar flejo de la diversidad y no slo de la identidad y
su mensaje, y con ello posibilitar su apropiacin memoria de un grupo, como se da dentro del clsi-
socio-patrimonial, a cualquier categora de visi- co discurso unifocal, donde se hace parecer a toda
tante, con edades, intereses, motivaciones o nivel la sociedad chilena, incluyendo los sectores po-
socio cultural diferentes, puesto que la exposicin pulares puesto que ausentes del relato, buscan
mayor instrumento de comunicacin del museo, la forma de insertarse en la construccin de una
debe presentar su discurso en distintos niveles de memoria nacional, como parte de las elites fun-
lectura para que ninguna categora, por no poseer dadoras, donde pretenden encontrarse o reflejar-
los cdigos necesarios para interpretar el mensa- se, pero sin embargo no hayan ms que un abismo
je, quede excluida. Pero adems democratizar el entre lo que creen son los rasgos que definen la
museo significa acercar a la comunidad en cuanto identidad de toda la sociedad, aunque en realidad
a la construccin de sus propios discursos refleja- se trate de slo un sector de ella, provocando frac-
dos en esta institucin-concepto y en la socializa- turas y crisis de identidad. En otras palabras se
cin de la idea de museo que se quiere tener. llega a la retrica lgica de: soy chileno, descien-
do de chilenos; por tanto mis ancestros populares
Esto ltimo significa decir que el museo debe ser han participado de la construccin de una identi-
una institucin-concepto con una sensibilidad dad nacional. Pero el museo me muestra que slo
particular en cuanto a que en esta bsqueda de las elites han favorecido esta construccin, por
ser un espacio de representacin simblica que tanto me sumo a su discurso?, me identifico del
posibilita la apropiacin social del patrimonio que relato?, soy chileno?
resguarda, lo hace ms cercano a la gente comn y
a sus necesidades y vivencias, convirtindolo ade-
ms en un espacio representativo de los distintos Y finalmente, pero no por ello menos importan-
discursos como tambin de los actores sociales y te, los museos deben constituirse en espacios
culturales, lo que lo muestra como un lugar ms de reflexin, un lugar para la actitud crtica. Ya no
70
MUSEOS EN OBRA
71
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
1
Utilizo cosa en el sentido de todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta.
72
MUSEOS EN OBRA
Para introducir al lector en esta problemtica voy a dra ver funcionando la relacin entre las fichas.
utilizar una metfora que en parte tomo prestada Tendra, inevitablemente, que imaginarla.
de Gregory Bateson. Cuando una persona entra a
un museo, ste podra presentrsele como un ta- De cualquier modo, igual es bastante difcil que
blero de ajedrez donde hay un juego a mitad de algn participante est dispuesto y tenga la ca-
partido. Aunque tal persona fuese el mayor exper- pacidad de hacer un esfuerzo de comprensin tan
to ajedrecista del mundo, no tendra cmo saber grande como el que significa entrar a reconstruir
cules fueron todas las jugadas anteriores. Tam- todas las reglas, todas las variables, todas las fun-
poco podra adivinar el curso de todas las jugadas ciones, todas las posibilidades de interaccin de
posteriores. Y mucho menos, cmo va a terminar las fichas y todos sus resultados hipotticos. El
el juego. exceso de informacin atenta contra la inteleccin,
y no slo contra ello, puede atentar hasta contra la
No obstante esta situacin es ya de por s compli- supervivencia.
cada, lo que ocurre en la prctica museal concreta
es mucho peor. El tablero del museo convencional Siendo entonces ms realistas, cabe primero
presenta un juego que el visitante ni siquiera sabe que nada, bajar las expectativas acerca de lo que
cul es. Ve ciertas fichas o piezas distribuidas el museo, sea cual sea su tipologa y su tecnolo-
en el espacio, pero las reglas del juego, as como ga, puede ofrecer. Es cierto que el aumento de
las fichas que faltan, no emergen por ningn lado. la poblacin no ha ido proporcionalmente acorde
Quiz, si se acerca a alguna de las fichas, halla- con la participacin de los ciudadanos en sus mu-
r un texto o un mdulo multimedia que le narra seos, pero tampoco es cierto que las visitas a los
ciertos datos acerca de ella. Rara vez encontrar museos hayan disminuido. Los ciudadanos actua-
informacin acerca de cmo funciona esa ficha les tienen muchas ms opciones y los museos no
con respecto al resto de las presentes; y mucho son el centro de su atencin. Pero algo muy distin-
menos acerca de cmo funciona tal ficha con res- to es el hecho de que ciertos museos no tengan el
pecto al resto de las fichas ausentes. Pero en el raiting que desearan y otra es que los ciudadanos
supuesto caso de que este museo imaginario par- hayan dejado de participar en la construccin de
tiera de una base ms relacional y pese a que pu- musealidades.
siese a disposicin del participante este otro tipo
de informacin vincular, el participante nunca po-
73
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
No deberamos confundir el museo (la institucin), Desde esta lgica que acabo de exponer, la pre-
con la musealidad, entendida esta ltima como gunta que se desprende es si es un imperativo ha-
el deseo de las personas de volver sobre algo, cer o no hacer que las nuevas musealidades entren
o como la posibilidad de repetir y confirmar el a los museos, as como ponderar cules seran las
vnculo con algo. En ese sentido, la musealidad tie- mejores formas de lograrlo. El error de la Nueva
ne una importante carga ritual, que no debe sosla- Museologa consisti precisamente en plantearse
yarse. Aunque todas las personas buscan explorar como una nueva museologa y no como un espacio
nuevos caminos, adentrarse en la incertidumbre para las nuevas musealidades.
de lo ajeno, y ser flexibles ante los cambios cada
vez ms acelerados que acontecen a su alrededor, Aunque la propuesta inicial no era esa, el concepto
tambin necesitan, y me atrevera a decirlo no slo termin difundindose como si la Nueva Museo-
en trminos culturales puros; sino tambin como loga estuviese constituida por los pensamientos
parte de la biologa, volver a reunirse con lo y las prcticas democratizantes autoimaginadas
suyo y repetir el encuentro con sus cosas. La por los nuevos muselogos o de los muselogos
musealidad es ese espacio sociocultural de re- renovados, cuando en verdad el cambio radicaba
confluencia. en darse cuenta de que haba que abrir las puertas
del museo y de otras instituciones y organizacio-
En ese aspecto, las personas siguen construyen- nes, a las nuevas musealidades que se estaban
do da a da musealidades, aunque los museos no armando en la calle.
sean capaces de captarlas o no tengan la flexibili-
dad operativa para crearlas y re-crearlas. Quizs Sin embargo, todo esto se dice fcil, pero cmo
uno de los factores ms influyentes en la falta de se hace?
atencin que la ciudadana presta a los museos,
tenga que ver con que stos se han mantenido al Obviamente que las recetas no existen, ni siquiera
margen de las nuevas musealidades construidas en la buena cocina. Lo posible es crear ciertos ma-
por los ciudadanos, dndoles escasa representati- pas, cartografiar escenarios para contar con una
vidad en los discursos expositivos y divulgativos, gua de reflexin, que oriente y que no instruya o
no slo los museos; sino muchas otras institucio- prescriba. Pero esa gua no la vamos a sacar ahora
nes conectadas con la gestin de la preservacin del pensamiento museolgico. Vamos a tratar de
del acervo cultural, incluidas las universidades. sacarla de otros espacios de comprensin, pues
74
MUSEOS EN OBRA
creo que all afuera vamos a encontrar claves miento o la transmisin de contenidos, son los
de mucha ayuda. aspectos jerrquicamente menos relevantes de la
comunicacin. El nivel jerrquico determinante en
la comunicacin no es el nivel de los contenidos;
II sino el nivel de la Relacin o nivel Relacional.
Si queremos que el museo se haga cargo de las
nuevas musealidades y se comience a vincular En todo proceso de comunicacin, que dicho sea
con ellas, lo primero que el profesional del mu- de paso es impensable sin interaccin, hay aspec-
seo debe tener claro es que l y sus colegas de tos sintcticos, semnticos y pragmticos en es-
institucin se estn comunicando. No es que se trecha conexin. Pero los problemas sintcticos en
vayan a comunicar o a establecer polticas de co- el museo, tales como la calidad de la seal: buena
municacin, o estrategias de comunicacin; sino iluminacin, cantidad de estmulos, redundancia
que ahora ya se estn comunicando, pues desde en la informacin, capacidad de transmisin de
la perspectiva vincular de la teora de la comuni- datos, etc., no nos van a interesar en este artculo
cacin humana, no hay posibilidad de No-comu- especialmente. Tampoco nos vamos a centrar en-
2
nicacin . La claridad sobre este punto es crucial, fticamente en los problemas semnticos. Damos
pues no hay concepto del cual se abuse ms, o se por sentado que si desde un museo se transmite
aplique de manera ms distorsionada y arbitraria, una seal potencialmente informativa de modo
que el concepto de comunicacin, especialmente sintcticamente correcto, pero el emisor y el re-
cuando se habla de comunicacin humana. ceptor no se han puesto de acuerdo en lo que esa
seal significa, vale decir: no han llegado a una
Pero lo ms importante, pues es de estricta rele- convencin o acuerdo semntico; lo transmitido
vancia en el manejo de las operaciones musesti- carecera de sentido y le faltara simplemente el
cas, es que comunicarse no es sinnimo de enten- contenido. No descartamos la posibilidad de que
dimiento y tampoco sinnimo de transmisin de el emisor proponga al receptor que invente su
datos de contenido. Me atrevo a afirmar, aunque propio significado libremente, como ocurre en
puede parecer una exageracin, que el entendi- algunas operaciones artsticas contemporneas
2
Actuar como si no nos estuviramos comunicando es patognico. Algunos autores, como el propio Bateson, creen que uno de los
aspectos a tomar en cuenta en la esquizofrenia es el hecho de que no existen esquizofrnicos propiamente tales; sino familias en
que determinada persona es forzada a comunicarse como si no se estuviera comunicando.
75
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
o en algunos juegos, pero aun as el acuerdo de mismo sentido nos hemos metido, sin querer o
la libre interpretacin debe darse a conocer, debe queriendo, en la psicologa de la musealidad. Si
existir la meta-convencin de que el evento lleva alguien no se interesa por algo, no desea algo, es
implcito que el receptor fantasee un contenido imposible que siquiera lo entienda, es casi impo-
para la seal recibida. En definitivas cuentas, los sible que remotamente exista para l. La excesiva
problemas semnticos son problemas acerca de preocupacin de los museos y otras instituciones
la explicitacin de las reglas de emparejamiento y musesticas por las parafernalias sintcticas y se-
pertinencia, y de las referencias que permiten ta- mnticas: calidad material del diseo de las exhi-
les explicitaciones. Este aspecto se resuelve en el biciones, profusin de tecnologas multimediales,
museo a partir de la facilitacin de acceso a los c- es algo muy interesante pero que se topa con el
digos: libros, manuales, imgenes de referencia, lmite que irremediablemente pone el inters de la
para lo cual ayudan mucho las actuales tecnolo- gente por apropiarse de esos materiales y de esos
gas multimediales. contenidos.
Pero en este texto me interesa destacar intensa- Este es el nodo de indagacin de la Museologa
mente el tercer aspecto. El aspecto pragmtico Relacional.
del proceso de comunicacin, pues la musealidad
tal como yo la concibo, no es slo un problema de
co-construccin y accesibilidad a los significados, III
sino tambin del uso de todo eso y de su efecto De qu sirve tener lo mejor de lo mejor si la
sobre la conducta de las personas. Recordemos gente no lo usa, no se interesa, no presta aten-
que el hecho de interesarse por algo, de indagar cin? Concentrmonos pues en la pragmtica de la
sobre algo, de prestarle atencin a algo, de abrir- comunicacin (= interaccin = conducta) y espe-
se a la inteleccin e intercambio de los cdigos; no cialmente en su nivel relacional. Quizs esta clase
es un problema, ni sintctico, ni semntico; sino de conocimientos nos pueda decir algo acerca de
eminentemente psicolgico. cmo trabajar en adelante.
As pues, cuando hablamos del uso del acervo Cuando el hombre comn se enfrenta a ese juego
cultural, del uso de los museos, de los recursos de ajedrez a medias que es el museo, no slo ne-
patrimoniales, estamos hablando de los proble- cesita que tal o cual pieza pueda ser identificada
mas pragmticos de la comunicacin, y en ese como un alfil o una torre, tambin necesita que es-
76
MUSEOS EN OBRA
tar ah, contemplando el juego, posea igualmente mente humana misma est hecha de tal modo que
un sentido. Tal cual las personas que acuden a los tiende a autoconocerse formando polarizaciones,
estadios de ftbol, lo importante no es slo ver otros creen que es ms bien un aprendizaje cultu-
como un jugador hace un gol, lo importante es que ral. Pero lo cierto es que para el caso da lo mismo,
est jugando su equipo, lo cual implica tomar una es un fenmeno demasiado extendido como para
postura frente a los otros equipos, definirse frente que no se tome en cuenta, sea cual sea su origen.
a los otros fanticos y tambin frente al resto de
las personas, cercanas o imaginarias, que apoyan Obviamente que en un partido de ftbol, todo est
a otros equipos rivales o al suyo propio. Es cierto ms o menos claro desde el punto de vista relacio-
que hay personas que aman ver cualquier parti- nal. Sin embargo, lo relacional no est tan claro
do, pues disfrutan de la calidad de las jugadas sea cuando se trata de la compleja trama del acervo
quien sea quien las haga, pero aun as las perso- cultural y de las miles de versiones de la relacin
nas tienden a identificarse durante el partido con que se dan en cada espacio cultural especfico.
alguno de los equipos contrincantes, aunque no Cuando las personas construyen su propia mu-
sea el suyo, o ni siquiera pertenezca a alguna liga sealidad, cada objeto significativo, cada proceso
local o nacional. relevante, cada imagen atesorada, cada persona
especialmente admirada, no responden al esque-
El ejercicio del fanatismo al ftbol es un clsico ma maniqueo mo/ajeno-ganador/perdedor
ejercicio acerca de la identidad. Y no tiene que ver del deporte futbolstico; pero s encarnan una es-
tanto con los contenidos mismos del juego sino tructura sutil de diferencias simtricas y comple-
con la construccin de una conducta circular a la mentarias que, aunque de forma ms nebulosa,
cual recurrir para confirmar cada cierto tiempo la igual estn presentes.
pertenencia a y la diferencia con. Desafor-
tunadamente el ejercicio de construccin y recon- Otro aspecto muy relevante a considerar es que el
firmacin de la identidad comienza en la familia, aspecto relacional de la comunicacin (= interac-
se expande al entorno cultural inmediato, alcanza cin = conducta), a este nivel no opera en el len-
lo social dentro de las naciones y termina en lo guaje verbal. La musealidad, tal como yo la veo,
internacional, en la forma de alianzas y enemis- es siempre un espacio para el intercambio no-ver-
tades profundas que pueden llevar a conflictos bal, o como algunos tericos de la comunicacin
sumamente graves. Algunos autores creen que la prefieren llamarlo: para los lenguajes analgicos.
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Las simetras y complementariedades que emer- los dos pertenece la experiencia de entrar en un
gen de la visita al acervo cultural contenido o co- museo? Para el usuario externo, el museo por lo
leccionado en los diferentes tipos de museos, no general forma parte de sus sistemas interacciona-
se intercambia por los participantes en forma de les inestables. Los sistemas interaccionales esta-
textos verbales-digitales, sino en forma de ges- bles son el matrimonio, la familia, la escuela, el
tos. Y aqu entindase gesto como todo lo que trabajo, la parroquia, es decir, espacios donde
alguien puede tratar con otro sin recurrir al signifi- la persona tiene intercambios permanentes e im-
3
cado puesto en palabras . El nivel relacional de la portantes para ella, y cuando digo importantes me
comunicacin no se habla, se acta. Y el objetivo refiero a valores de supervivencia suficientemente
de este nivel no es intercambiar datos especficos claros. No creo que ningn museo, al menos los
sobre algn tema concreto; sino delimitar posicio- tipos de museos ms abundantes, tengan para las
nes de poder y ganancia entre los participantes. personas comunes un especial valor prioritario de
Todos los intercambios comunicacionales [reales supervivencia; y comprndase aqu que no digo
o imaginarios] son simtricos o complementa- supervivencia en un sentido material solamente,
rios, segn estn basados [respectivamente] en sino tambin afectivo, de apego, de acogida espi-
4
la igualdad o en la diferencia . Entonces la pre- ritual, de seguridad emocional y comunin.
gunta es: Las veces que el participante entra en
contacto con el acervo cultural musealizado, quin Cuando los museos proclaman que son agentes
es su contraparte en el imaginario relacional de la educativos, la verdad es que es muy difcil, si no
musealidad? irrisorio, que tales proclamas tengan alguna soli-
dez. Con una frecuencia de visita por persona que
5
Para elucidar esto es elemental considerar prime- bordea literalmente el clsico una vez al ao ,
ro que existen descripciones de sistemas interac- nadie se educa o aprende nada significativo y du-
cionales estables y otros inestables. A cul de radero. En ese sentido no hay cmo asegurar que
3
Esto abarca desde el tono de la voz, la forma de caminar o vestirse, regalar un ramo de flores, pintar un cuadro, montar una ex-
hibicin de objetos, o incluir importantes contactos como las veces que una persona toca a otra, la mira, se dirige a ella o la visita a
su casa.
4
Esta aseveracin pertenece a Watzlawick, pero he introducido los corchetes para enfatizar en la aclaracin que hace Antony Wilden
acerca de que comunicarse no significa solamente estar frente a frente con un interlocutor real, sino para que tal hecho ocurra ste
debe corresponderse y mantener su conexin con un interlocutor imaginario que le es psicolgicamente equivalente.
78
MUSEOS EN OBRA
sea en el intercambio comunicacional con el mu- cin de que pareciera que si logran conectar sus
seo donde la persona forma o configura la musea- historias personales con el patrimonio cultural,
lidad. A lo ms que pueden aspirar los sistemas no escatiman esfuerzos en desarrollar emprendi-
interaccionales inestables como el sistema de mientos concretos dentro del tema. Cuando les
los museos, es a verse confrontados velozmente ped que trabajasen por libre eleccin un mbito
con la musealidad construida por el participante patrimonial constituido oficialmente, el compro-
en sus sistemas interaccionales estables, como la miso posterior con el tema fue decreciendo, ter-
familia y la escuela. Los gestos que el museo le minando en un clima general de apata. Sin em-
hace al participante apenas alcanzarn a ser co- bargo, cuando convoqu a los mismos alumnos
tejados con el sistema de gestos con los cuales el a que indagaran en su propia historia personal:
participante ha construido sus intercambios en la fotos, libros, objetos, recuerdos de hechos, can-
cotidianidad. Aunque, obviamente, no podemos ciones, lugares, etc.; para que despus trataran
saber cul ser el resultado de ese acoplamien- de ligarlos a acontecimientos de relevancia cultu-
to momentneo, si podemos prever que no es la ral ms general; la actitud y los resultados fueron
musealidad musealizada la que necesariamente totalmente distintos: observ claras muestras de
domina a la musealidad inmanente y perifrica compromiso, laboriosidad y creatividad.
que aporta el participante; sino que el proceso
es, segn mi juicio, a la inversa. Es la musealidad Quiz varios factores influyan en estas obser-
inmanente y perifrica del participante la que da vaciones. Uno de ellos es que no se obliga a las
contexto y sentido a la musealidad musealizada. personas a estar de acuerdo con determinados
La musealidad inmanente y perifrica es la posi- contenidos. Posiblemente, al acercarse a un m-
cin de referencia del individuo activo frente a la bito patrimonial constituido (aunque este mbito
musealidad musealizada. fuese de su gusto y conocimiento previo), produce
desde el punto de vista relacional cierta tensin
En observaciones realizadas por m a grupos de proveniente del aura de autoridad y de la incues-
alumnos universitarios, se me revel la aprecia- tionabilidad que tales mbitos suelen despertar
5
Ni siquiera en la psicologa contempornea se considera fundamental el famoso trauma: algo que ocurri una sola vez pero de
manera muy intensa. Actualmente muchas escuelas dudan de que algo as tenga la capacidad de dejar una huella duradera en la
psiquis de las personas, al punto de transformarla profundamente o de enfermarla. Lo que se repite tiene mucha ms posibilidad de
influir a mediano y largo plazo, que lo que ocurri una sola vez.
79
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
en la imaginacin. Desde el punto de vista relacio- simplemente son tab. La posibilidad de despido
nal las personas de hoy en da, ms acostumbra- por necesidades de la empresa, genera un entor-
das al librepensamiento, quiz se vean envueltas no selectivo donde ningn subordinado se atreve
en una relacin de poder y sumisin que les des- a develar relaciones simtricas con sus jefes. La
agrada, o que les inhibe la voluntad de pensar y posibilidad de perder un cliente, impide que
actuar. Por extensin ocurre que los mbitos patri- aquel que brinda un servicio devele interacciones
moniales instituidos oficialmente y deificados, simtricas con el comprador. Por lo general, las
presuponen por lo general que aquel que entra en personas que se encuentran atrapadas en la doble
contacto con ellos deba sentirse como un poca emboscada que significa la simetra prohibida con
cosa: como alguien aplastado por una erudicin los jefes y la simetra prohibida con los clientes,
y una sabidura inaccesibles a los comunes mor- slo tienen dos opciones: o se transforma en un
tales. Pareciera emerger un tipo de relacin en autntico sumiso; o en un hipcrita profesional. Es
que el acervo patrimonial musealizado le dice interesante observar que en los pases donde al-
al hombre comn: t no eres importante, t no gunas clases sociales (casi siempre la clase media
sabes todo lo necesario, t no tienes historia, y media-baja) se encuentran atrapadas en la doble
no cuentes con mi apoyo poniendo al parti- emboscada jefe-cliente anteriormente descri-
cipante en una situacin contradictoria segn la ta; dichas clases aparentan estar integradas por
cual debe identificarse y construir identidad con personas calladas, tmidas que ostentan una
aquello que a fin de cuentas le es extrao porque exagerada amabilidad formal, unas filosofas tole-
impone distancia y por tanto no le quiere y le rantes y unas alturas democrticas, bastante poco
abandona. crebles; siendo entonces la vida intrafamiliar la
jungla en donde, a puertas cerradas, participan de
Pero no tengo ninguna seguridad de que lo que las ms desenfrenadas y perversas simetras.
parece vlido para estos alumnos se repita con
otros participantes. Muchas personas estn acos- Pero, el museo, al no constituirse para el usuario
tumbradas a las relaciones de poder sumisin; externo como una parte de sus sistemas estables,
y muy por el contrario, les molesta la autonoma no es un espacio donde el participante se vea for-
que presupone establecer relaciones simtricas zado a fingir, pero tampoco, y por lo mismo, puede
de t a t. Hay grupos culturales que evaden las describirse como un espacio donde el participante
relaciones simtricas, y entornos culturales donde se sienta especialmente conminado a ser autn-
80
MUSEOS EN OBRA
tico. Como sistema de interacciones ocasionales, Desde estas premisas entonces cabe esquemati-
el museo se vuelve un entorno bastante indiferen- zar un ideal museogrfico relacional que consis-
te o neutral desde una perspectiva estrictamente tira en que:
relacional, lo cual lo hace presentarnos dos hn-
dicaps: tendencia a la desmotivacin, o espejo a. las comunidades propongan las museografas.
donde las personas pueden proyectar su propia b. las comunidades ejecuten sus propias museo-
musealidad. grafas.
c. las museografas estn orientadas hacia el de-
Y en ese sentido creo que la opcin ms deseable velamiento de las relaciones simtricas y com-
es entonces la segunda, con todas las dificulta- plementarias que las comunidades establecen
des que ello acarrea y con el dramtico cambio de con determinado tema.
mentalidad que presupone para el pensamiento
museolgico.
Dinamitando el Museo
Para pasar al anlisis de un caso concreto muy I
significativo es preciso recapitular las distinciones El mejor ejemplo que puedo ofrecer de esto que
de partida de la Museologa Relacional y agregar estoy proponiendo es Mining the Museum cuya
algo a ellas. traduccin podra entenderse como Explorando
el Museo o quiz mejor Excavando el Museo
1. Las cosas pueden aparecer aisladas pero no (en el sentido de excavar una mina para extraer
pueden comprenderse aisladamente. mineral o de excavar un yacimiento arqueolgico)
2. La relacin entre las cosas no est entre las co- o tambin se podra entender en un sentido ms
sas mismas, la pone el participante. interpretativo como Dinamitando el Museo (en
3. El participante trae consigo toda una historia el sentido de poner explosivos para deconstruir
personal de vnculos simtricos y complemen- el discurso museogrfico). Este es el ttulo de una
tarios que podra transferir cuando se vincula intervencin museogrfica realizada por el artista
al museo. neoyorquino Fred Wilson en 1992-93, en la Ma-
ryland Historical Society de Estados Unidos.
81
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
De manera aparentemente muy sencilla, el artis- tar estos dos elementos aparentemente tan dispa-
ta utiliz la coleccin del museo para realizar una res, sin coherencia lgica entre s, como ocurre en
serie de yuxtaposiciones de objetos con el fin de los sntomas neurticos o en los sueos, donde se
ahondar en las experiencias de los afro-ameri- mezclan elementos arbitrariamente, producien-
canos y los indgenas americanos en Maryland. do sensacin de extraeza; coloca al observador
Wilson no examina los objetos acumulados en los en situacin de enfrentarse a una forma de ver la
depsitos del museo para encontrar una histo- historia que ha permanecido reprimida socialmen-
ria o La Historia, sino que parece examinarlos te, sobre todo en Estados Unidos, y que tiene que
con la misma secreta desconfianza de un experto ver con que, detrs del famoso sueo americano
psicoanalista que sabe que una historia contada tambin se encuentra la relacin entre explotacin
casi siempre sirve para ocultar una historia que humana y riqueza.
no se quiere contar, o como un versado semilo-
go (o quiz como un dadasta) que sabe que los En el nivel del metamensaje se refuerza la simetra
cdigos son condicionales y que si se cambia la del artista neoyorquino afro-norteamericano fren-
forma en que las partes de un conjunto significa- te a la historia oficial; y por otro, se muestra como
tivo estn usualmente conectadas, se podra abrir cierto perodo de la historia econmica del pas,
tal conjunto a nuevas posibilidades de inteleccin estuvo marcado por metamensajes de poder/su-
y significacin. Pero sobre todo, y esto es lo ms misin equivalentes a la dada complementaria:
importante, Wilson mapea la coleccin desde su esclavista/esclavo.
propia memoria afectiva, y la usa para proyectar
sobre ella la oportunidad de desahogar y reparar Con objetivos similares, en otra sala instal un jue-
simblicamente el dolor de los crmenes cometi- go de sillas victorianas, tapizadas en terciopelo,
dos contra su raza. frente a un poste de flagelacin. Enfrenta objetos
que nunca aparecieron juntos en el espacio his-
Para animar a los visitantes del museo a reexami- trico real, ni en el discurso museogrfico tra-
nar sus propias actitudes y su comprensin de los dicional, pero que socio-econmicamente podan
nexos inter-tnicos invisibles pero circulantes, co- estar estrechamente vinculados: lujo-comodidad
loc dentro de una misma vitrina un bello juego de y tortura laboral: el xito econmico vinculado a la
t de plata junto con unos grilletes para esclavos. violacion de los derechos humanos y civiles de los
El artista no dice lo que quiere decir: pero al inser- negros y de las etnias originarias.
82
MUSEOS EN OBRA
83
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Y aqu vale la pena detenerse para que se com- desmrito jams pueden ser atribuidos a una sola
prenda mejor la aplicacin de la Teora Relacional instancia aislada. En la teora relacional de la co-
dentro de la Museologa y la Museografa. municacin, se produzca o no entendimiento, ten-
gan lugar maravillas o monstruosidades recpro-
En todo entorno complejo, como son las culturas y cas: la responsabilidad es siempre compartida, no
los ecosistemas, operan componentes aleatorios desde un punto de vista moralista, sino desde un
y componentes selectivos. El poder del refuerzo punto de vista pragmtico.
selectivo es tan crucial como el poder de las al-
ternativas disponibles, pero el poder del refuerzo No obstante, la dada relacional Poder/Sumisin,
selectivo tiene una jerarqua ms alta que las op- tan odiosa siempre, pero a la vez tan extendida
ciones disponibles (siempre y cuando haya, efec- en casi todas las organizaciones, no desaparece
tivamente, alternativas disponibles). ni siquiera en los entornos musesticos ms de-
mocrticos. El poder puede oscilar, puede inver-
Los directivos de la Maryland Historical Society no tirse, puede alternar, pero jams deja de existir,
estaban obligados a optar la propuesta de Wil- siempre hay alguien, o algo, que se transforma en
son. El pblico tampoco estaba obligado a preferir determinado momento en la pauta que seleccio-
la propuesta ofrecida por Wilson. Si en un futuro na; siempre hay alguien o algo que adquiere leg-
prximo, por ejemplo: mltiples artistas presen- timamente o se abroga el derecho de preferir, de
taran propuestas parecidas a las de Wilson en los elegir. Sin embargo, lo relevante no es meramente
museos del pas, y los directivos de los museos el nombre del seleccionador: llmese jefe, merca-
no las aceptasen (o aunque fuesen aceptadas do, tipo de ocupacin laboral, penurias climticas,
institucionalmente, el pblico destinatario no las mentalidad predominante, poder econmico, con-
apreciara) de nada serviran tales propuestas. Por veniencia poltica, desastre ecolgico, multitudes
geniales que fuesen, igual podran quedar con- votantes, lo que importa es el lapso de tiempo
denadas al ostracismo y a la desaparicin. que permanece prefiriendo, es decir, la cantidad
de veces y la extensin territorial de esa preferen-
Para que las propuestas sobresalientes sobre- cia.
vivan y se desarrollen, el entorno en que emerge
la propuesta tambin tiene que ser sobresalien- Por citar un ejemplo cultural cotidiano: imagine-
te. Desde la perspectiva relacional el mrito o el mos que todas las personas en el mundo ameri-
84
MUSEOS EN OBRA
cano frente al acervo cultural de todas las bebi- Creo que este es el verdadero problema de estu-
das disponibles, prefieran la Coca-Cola, y que dio actual de la Museologa, y con ello comparte
esa preferencia dure un siglo. No es de extraar responsabilidades comunes y muy estrechas con
entonces que la compaa que produce la Coca- la Ecologa.
Cola alcance un nivel tan alto de poder operativo
y meditico que termine creando el crculo vicioso Pero volvamos a la propuesta de Wilson y la Ma-
segn el cual mientras ms me prefieran, ms me ryland Historical Society: Qu impacto tuvo esta
preferirn, o lo que es lo mismo que decir que la propuesta paradigmtica? Cul fue su extensin
posibilidad de que otras bebidas de otras culturas al cabo de 14 aos de realizada?
alimenticias emerjan, se reduce a la mnima ex-
presin, perdiendo el sistema toda su flexibilidad En su oportunidad, las diferentes comunidades de
(entropa), y transformando a los directivos de la Maryland entendieron claramente que la exposi-
Coca-Cola en tiranos absolutos, en depredadores cin estaba dirigida a evidenciar los vnculos entre
absolutos, aunque esto haya ocurrido, y por lo ge- los descendientes y los dueos de esclavos. Unos
neral ocurre, de manera inconsciente, paulatina y y otros pudieron experimentar el alcance tico de
annima. Fue la preferencia, vale decir: el refuerzo la deconstruccin de Wilson, a la vez que se sintie-
selectivo de los consumidores comunes y corrien- ron llevados a reconsiderar sus posiciones acerca
tes el que posibilit que tal estado de desequili- de la historia, la raza y el arte mismo. El nmero
brio se produjera en el acervo cultural. Es cierto de personas que visit la exhibicin constituy un
que los medios masivos crean estados de opinin, record para el museo. Wilson expresa: Mining de
tendencias de pensamiento y motivaciones arti- Museum hizo florecer mi fe y confianza en los de-
ficiales, pero lo cierto es que para que tal poder ms y tambin mi fe en que el arte puede marcar
meditico se mantenga y alimente, el pblico tie- una diferencia en la vida de las personas, los mu-
ne que seguir prefiriendo los contenidos de tales seos pueden marcar una diferencia en la sociedad
mensajes. Y he aqu algo crucial: Cmo se puede y yo puedo marcar una diferencia como artista.
controlar que el refuerzo selectivo no produzca
monstruos? Cmo se puede controlar que el re- Tomemos las palabras de Wilson y miremos a
fuerzo selectivo de los consumidores no produzca nuestro alrededor. Qu museos estn marcando
un desequilibrio tal que la diversidad del patri- alguna diferencia en la sociedad?
monio cultural y natural termine desapareciendo?
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
86
MUSEOS EN OBRA
FERNNDEZ, LUIS ALONSO. (1993). Museologa. PAUL CONNERTON. (1989). How Societies Re-
Introduccin a la teora y Prctica del museo. member. Cambridge University Press, Cambridge
Alianza Editorial. Madrid. England.
FERNNDEZ, LUIS ALONSO (2003). Introduccin a WATZLAWICK, PAUL ET AL. (2002). Teora de
la Nueva Museologa. Alianza Editorial. Madrid. la Comunicacin Humana. 12 Edicin. Herder.
Barcelona.
GLASERFELD, E. von. (1998). Despedida de la
Objetividad. En El Ojo del Observador. Contribu- WILDEN, A. (1979). Sistema y estructura. Alianza
ciones al Constructivismo de Paul Watzlawick y Editorial. Madrid.
Peter Krieg.
Gedisa Editores.
87
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
El autor sostiene que estas instituciones deben posicionar su rol como un componente
indispensable para el desarrollo social del pas, asumiendo un rol activo en el mejora-
miento de la calidad de vida de las personas.
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MUSEOS EN OBRA
1
Mayores detalles sobre el Plan se pueden encontrar en la pgina www.museoschile.cl
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
a su definicin. Me interesa sobremanera la ca- revisado en los ltimos meses, que de alguna
pacidad de cada uno para identificar y formalizar manera dan cuenta de la variedad de miradas y
su visin y su misin, as como sus objetivos. Son complejidad de entendimientos que rodean este
estas herramientas las que le dan sentido e identi- mundo. A modo de ejemplo tres de ellas:
dad, yendo un poco ms lejos me atrevera a decir
Habr que reaccionar ante los acontecimientos
que la propia misin es la mejor definicin para
o adelantarnos a ellos activamente? La respuesta
cada uno de ellos. Aprovecho otra referencia que
que las organizaciones den a esta pregunta podra
de alguna manera acompaa este juicio: El mun-
ser la clave de su supervivencia, a medida que las
do de la museologa est en ebullicin: los mu-
exigencias del pblico y el mercado incidan cada
seos no solamente se renuevan, se transforman,
vez en mayor medida en sus actividades cotidia-
se reconstruyen, sino que tambin se multiplican 4
nas y en sus objetivos a largo plazo .
los mtodos y las definiciones parecen demasiado
2
estrechas para las nuevas realidades .
El museo no ya como un contenedor de objetos
designados y a menudo sacralizados, sino como
Siguiendo este pensamiento puedo sumar otra re-
3 una verdadera fbrica de patrimonio, reveladora
flexin que surge de la lectura de Goodman , quien
en sus productos patrimoniales de las tensiones y
desde su lnea constructivista habla de mundos no
los consensos, polticos, sociales y culturales de
de museos, y del cual puedo extrapolar algo como: 5
la propia comunidad .
No debera aplicarse una teorizacin que pue-
da verificarse en cada uno, sino el ejercicio de
El reto sigue siendo acrecentar la comprensin de
realizar los ajustes necesarios para que cada uno
los mecanismos de exclusin y las fuerzas actuan-
pueda ser, ms bien, validado en su comunidad.
tes en la institucin y en el campo cultural, con el
As, resguardaran un valor ms que una verdad.
fin de poder intervenir en ellos, entablar dilogos
En esta presentacin he utilizado una serie de cada vez ms abiertos con sectores interesados y
citas, tomadas de distintas publicaciones que he participantes El reto es que la relacin museo
2
Michel Ct. Museos de Mxico y del Mundo. N 2. CONACULTA INAH. 2004
3
Nelson Goodman. Maneras de hacer mundos. Madrid: Visor, 1990.
4
Nancy Hushion. Museum International, N 202, 1999. (Pars, UNESCO).
5
Joseph Ballart Hernndez Jordi Juan i Tresserras. Gestin del Patrimonio Cultural. Ariel Patrimonio, 2001.
90
MUSEOS EN OBRA
6
Graciela Schmilchuk. El pblico: clientes o ciudadanos con derechos?. Museos de Mxico y del Mundo. N 1. CONACULTA INAH.
2004
91
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
92
MUSEOS EN OBRA
93
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
94
MUSEOS EN OBRA
cual en este caso, que es uno de los pocos casos que fuese un poco ms, pero estamos avanzando.
que tenemos, vamos a optar por un nuevo edificio.
Pero eso que est pasando con el Museo Regional
de Atacama est pasando con los 23 museos que Mario Chagas
nosotros coordinamos, y adems hay proyectos Para finalizar me gusta hacer un registro y un co-
asociados a los tres museos nacionales. Este es mentario. Un comentario tambin que es una pro-
un plan que tiene recursos, se estn invirtiendo vocacin. Yo registro que me agrada mucho esta
miles de millones de pesos, es una inversin sin mesa porque puedo percibir muchos puntos de
precedentes en los proyectos de museos en Chile, conexin con lo que se hace o lo que se piensa en
con un aporte importante de los gobiernos regio- Brasil hoy. Las reflexiones siguen juntas y eso me
nales, con un aporte importante sectorial. En los parece que con las diferencias que son peculiares,
ltimos aos ha habido un aumento considera- que son propias, seguimos adelante. Pienso in-
ble de recursos, pero como la deuda histrica con cluso, que tenemos reflexiones en Amrica Latina
los museos estatales, y seguramente con el resto que no son las mismas que se hacen en Europa, o
tambin, era muy grande desde el punto de vista en otros lugares. Me gusta eso y me parece bien.
de recursos humanos, de operacin, todava tene- Me gusta tambin pensar la cultura precolombina
mos cosas pendientes. Lo que se mencionaba del como cultura contempornea, que sigue haciendo
SURDOC, hace siete, ocho aos atrs, no exista futuro, que los objetos materiales tienen futuro,
esta herramienta, ahora est en Internet y es una condicionan nuestro futuro, producen futuro, pero
herramienta que se est poblando y mejorando. creo que es necesario decir que no es la misma cul-
Estamos conscientes de que hay errores y se est tura precolombina, que es otra, que ha cambiado
trabajando para solucionar esos problemas. Des- mucho. Y sobre la museologa relacional, que creo
de mi perspectiva, nosotros vemos el vaso medio muy importante, me gusta pensar eso. Otra cosa,
lleno y no medio vaco, vamos avanzando positiva- entre las referencias bibliogrficas que usted ha
mente. Y un ltimo comentario, es que esta din- citado, no he percibido una de la museologa, no
mica de mejoramiento est tambin siendo lleva- hay un autor de la museologa. Es intencional?
da por museos privados, por municipales, el caso Por qu lo hace as? Por qu lo mismo que llama
de Osorno, de Los ngeles, de Castro. Existen he- museologa relacional no lo llama solamente mu-
chos concretos, recursos comprometidos y apoyos seologa? Hay una tradicin dentro de la museolo-
institucionales estratgicos, siempre nos gustara ga que desde los aos 80 y que es tributaria de
95
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Santiago de Chile-, piensa la museologa como el racin, Sntesis, con cientficos chilenos, argenti-
estudio del hecho museal, es la relacin entre los nos y peruanos, mencion a dos muy importantes,
hombres y mujeres y los bienes culturales en un Lavandero y Malpartida, ellos son personas que
escenario que se llama museo o no. Es una dis- han trabajado profundamente el tema de la re-
ciplina que trata de estudiar la relacin entre los lacin cultura-naturaleza, cosa que no ha hecho
hombres y los bienes culturales en el espacio. Esa nada bien la museologa, y no propone ninguna
triangulacin, seres humanos, bienes culturales herramienta de trabajo en ese sentido. Por lo tan-
patrimonios, espacio, que es lo mismo que te- to, creo que es un deber de la museologa abrirse
rritorio, comunidad y patrimonio, es lo mismo con a los campos de investigacin de otras ciencias.
otro foco. Entonces me pregunto por qu no te- Entonces la gente, por ejemplo, cuando uno ve la
ner en cuenta tambin la produccin que se hace teora de los muselogos, parecieran proyeccio-
dentro de la museologa? nes de deseos: Yo deseo que el mundo fuera de
esta manera, social, Yo deseo que el mundo no
Joseph Gmez fuera social sino ciudadano, y cada uno pone su
Tu pregunta es muy interesante, y te digo una categora. Pero nadie hace transferencia cientfica
cosa muy importante. Precisamente no hay ni un desde los campos de investigacin. Por ejemplo,
solo autor de la museologa, porque una de las la escuela de Santa F, todo el tema de los TACS,
misiones que me he propuesto es tratar de trans- de los sistemas adaptativos complejos que tienen
ferir los conocimientos que se producen fuera de herramientas maravillosas para trabajar con co-
la museologa. Porque la museologa siempre ha munidades, con ecosistemas, con redes inform-
sido poco relacional. Se dice interdisciplinaria, ticas, en el mundo de la complejidad que vivimos
pero en realidad se queda en el mismo crculo. Se actualmente. Entonces, creo que la museologa
dice que trabaja en la comunidad, pero se queda se ha quedado un poco en el discurso teortico
en el mismo crculo. Es decir, actualmente -porque filosfico de las ciencias sociales. Toma un poco
esto tiene que ver con algo muy concreto-, en las de la antropologa, de la nueva historia cultural,
ciencias biolgicas, en las ciencias sociales, hay de las filosofas post estructuralistas, etc. Pero no
paradigmas sumamente interesantes que nos po- ha tomado nada de otros campos que tienen un
dran permitir traer a la museologa herramientas desarrollo gigantesco como es la teora general
para concretar y operacionalizar nuestros deseos. de sistemas que inaugur Bertalanfy. Estamos al
Por ejemplo, aqu mismo en Chile, hay una corpo- borde de un desastre ecolgico en el planeta, no
96
MUSEOS EN OBRA
nos podemos dar el lujo de pensar la museologa en el aire. Uno hace gestin a partir de los presu-
como una ciencia del museo. Es una ciencia de la puestos que tiene, entonces qu se gestiona en
preservacin del entorno en relacin con la natu- el museo? Y los presupuestos que articula la mu-
raleza. Incluyendo toda la cultura, que es nuestro seologa, son presupuestos acordes con las teo-
acervo cultural y sus proyecciones al futuro. Y des- ras cientficas actuales? Es real eso de que traba-
de esa perspectiva no nos podemos quedar slo jamos con la comunidad, o la comunidad trabaja
con el discurso del antroplogo, del socilogo con nosotros?
del filsofo post estructuralista. Tenemos que in-
corporar las herramientas actuales de anlisis de
comunidades, de anlisis de discurso, de redes,
de sistemas adaptativos complejos, que incluyen
los procesos econmicos, los procesos natura-
les, etctera. Si no la museologa jams va a salir
del hoyo en que se encuentra. Nosotros tenemos
la misin de integrar el sistema de museos y de
proteccin del patrimonio cultural dentro de una
disciplina Pero cul es esa disciplina? No existe
la culturuloga, o existe pero no ha cundido como
disciplina, no existe la patrimoniologa, y por ah
ha habido intentos pero tampoco ha resultado.
Qu es la museologa para m? Es la ciencia y el
arte de saber entender e interpretar el acervo cul-
tural y natural, por lo tanto hay que involucrarlo
todo. Tenemos que sacar la museologa del museo
porque si no nos quedamos en el mismo crculo
cerrado, entonces no tenemos un cuerpo terico
que nos diga, a ver, lo que plantea la museologa,
los supuestos de la museologa, los supuestos de
trabajo en el museo, porque ojo, cuando uno hace
gestin en el museo, pareciera que hace gestin
97
JUEVES 22 DE NOVIEMBRE
ABRIELA MISTRAL
Los museos en la administracin pblica, Beatriz Loaiza, Responsable de Museos del Viceministerio del
Desarrollo de las Culturas de Bolivia.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
La autora da cuenta de cmo los museos, sean entidades pblicas o privadas, deben
aplicar en su gestin algunos de los principios y formas de la administracin pblica,
porque no pueden ejecutar polticas culturales sin considerar a las polticas pblicas,
las cuales exigen para su desarrollo cierto nivel de planificacin.
Presentacin e introduccin
Beatriz Loaiza Bejarano
El tema que eleg para este dilogo no correspon-
Responsable de Museos del Viceministerio de precisamente a una materia especfica de la
del Desarrollo de las Culturas de Bolivia. Es- Museologa, es ms bien del campo de las Ciencias
tudi Artes Plsticas en la Universidad Ma- Sociales, de administracin propiamente. En dicha
yor Toms Fras, de Bolivia, y se especializ perspectiva he intentado adaptarla con el campo
en Arte Hispano Americano en la Universidad
de museos, por eso el ttulo de esta ponencia.
Complutense, en Espaa.
Tambin realiz un post grado en Gestin
Este intento viene tambin en parte de la expe-
Cultural en la Universidad del Rosario, San-
taf de Bogot, y obtuvo la especialidad riencia de trabajo, pues durante el inicio de mi
Restauracin bienes muebles, Instituto de carrera en el campo de la conservacin del patri-
Restauracin, Ministerio de Cultura Espaa monio cultural, no imagin la necesidad de cono-
- Academia Handerwerks, Alemania. cer o incursionar en aspectos de la administracin
Se ha desempeado como restauradora del pblica. Al respecto, supongo que a muchos co-
Instituto Boliviano de Cultura; como coordi- legas la administracin como tal ha significado
nadora de la Direccin General de Patrimonio dejar la especialidad tcnica en segundo plano.
Cultural del Viceministerio del Desarrollo de Conozco a arquelogos, tcnicos restauradores,
las Culturas de Bolivia, y como Directora Na- investigadores que encuentran su realizacin en
cional de Museos entre los aos 2004-2006, el trabajo de campo, en el gabinete o en el taller
perteneciente a la misma institucin.
pero por diferentes circunstancias han asumido
100
MUSEOS EN OBRA
101
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
102
MUSEOS EN OBRA
4. Principios y elementos de la admi- para ejercer las funciones que los define como
nistracin aplicables a museos tal.
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
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MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
esta versin de Museos en Obra cuanta impor- cias a las que corresponda esta tarea, que en la
tancia le da al trabajo de este servicio cultural. administracin anglosajona se entiende como
accountability.
106
MUSEOS EN OBRA
Bibliografa
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
108
MUSEOS EN OBRA
dio. Pero, evidentemente, Bolivia es un pas ind- Quiero felicitarla por su exposicin y quisiera
gena, no? Mayoritariamente indgena, y existen seguir con la pregunta planteada. Creo que
muchas etnias que actualmente no han entrado Bolivia es uno de los pocos pases en Amri-
al periodo de lo que llamaremos modernidad. Y ca, quizs igual que Guatemala, que conser-
la pregunta viene en cmo se planifica para esos va la raz indgena slidamente y de mane-
sectores alejados, en una geografa alejada, en ra consistente a travs de toda su historia,
unas condiciones en que no tienen siquiera servi- desde cuando el hombre lleg al altiplano
cios bsicos. Entonces, cmo le voy a decir a una hace 8 o 10 mil aos. Los museos son centros
poblacin que tiene que regirse por una cosa tan educativos, que definen la identidad de los
occidental, tan fra, tan ajena, para que tenga un pueblos, son mensajeros de nuestra historia.
planificador. Obviamente hay una distancia kilo- En este sentido, tomando sus mismas pala-
mtrica. Pienso, desde mi punto de vista personal bras, uno de los actores sociales importantes
que el ente rector tiene que determinar de tal sus en Bolivia es la poblacin indgena. Cmo
polticas de manera que vaya irradiando y, gradual- el Estado boliviano, ahora bajo la adminis-
mente, haciendo llegar un apoyo para que en ese tracin del presidente Evo Morales, est in-
lugar lejano, en ese grupo tnico que no tiene las corporando la voz indgena, el conocimiento
condiciones, le lleguen los referentes orientado- indgena, la experiencia indgena en los mu-
res. Pero no se trata de convertirlos en soldaditos seos pblicos?
o robots para que hagan lo que est cuadriculada-
mente planificado. Pero no es una cosa de temer, En Bolivia estamos atravesando un proceso cul-
porque precisamente, los grupos tnicos tienen turalmente muy interesante. Pero yendo a la pre-
este sentido comunitario, un buen sentido de la gunta sobre cmo se est tomando en cuenta a los
organizacin de prcticas propias, del consenso. pueblos indgenas. De hecho, ellos ya han tomado
Eso faculta y ms bien ayuda, y lo occidental ser la iniciativa. El tema que ayer se toc, no espec-
un instrumento que en algn momento tendr que ficamente, pero el de los museos comunitarios,
complementarse con lo tnico. Y de hecho hemos est reflejando su forma de organizacin, porque
tenido experiencias muy positivas, otras no muy ahora hay una irrupcin de querer hacer museos
positivas o nada positivas, justamente porque no en todas partes. En Bolivia esta irrupcin no est
haba estas nociones de planificacin. muy regulada, porque no tenemos una norma de
museos. Pero hay un marco jurdico que en cierta
109
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
110
MUSEOS EN OBRA
111
MUSEO HISTRICO NACIONAL
Retiro de Cuerpos Humanos de Exhibicin del Museo Arqueolgico de San Pedro de Atacama, Toms Se-
plveda, Coordinador de Relaciones con la Comunidad Atacamea, Instituto de Investigaciones Arqueo-
lgicas y Museo R. P. Gustavo Le Paige, de San Pedro de Atacama, Universidad Catlica del Norte; Carlos
Aguilar, Vicepresidente de la Comunidad Atacamea de San Pedro de Atacama, y Patricia Ayala, Arqueloga,
Coordinadora de Relaciones con la Comunidad Atacamea (IIAM-UCN) entre 2004 y mediados de 2007.
Derechos y deberes del estudio de restos humanos, Eugenio Aspillaga, antroplogo fsico, acadmico de
la Universidad de Chile.
Repatriacin De Restos Humanos: unos comentarios desde el Museo Nacional del Indgena Americano,
Ramiro Matos, Curador para Amrica Latina del Museo Nacional del Indio Americano, Estados Unidos.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
114
MUSEOS EN OBRA
implicancias de trabajar y hablar desde diferentes tes puntos de vista involucrados, incluidos aque-
posiciones, merecen el desarrollo de exposiciones llos de las comunidades atacameas, colectividad
autnomas. cientfica y pblico visitante, as como con la con-
textualizacin de este proceso desde la discusin
acadmica.
1.- Desde la perspectiva institucio-
nal una reflexin en proceso
El contexto global
A partir del 2004, con la creacin de la Unidad de
Relaciones con la Comunidad Atacamea, se im- El retiro de los cuerpos humanos de la exhibicin
plementan una serie de acciones orientadas a la del museo se inscribe en un proceso local de ne-
interlocucin y acercamiento mutuo entre el IIAM gociacin poltica entre organizaciones represen-
y las personas y comunidades locales, tendiendo tativas de la comunidad indgena atacamea y el
especialmente a propiciar y facilitar procesos de IIAM No obstante, a la vez se ajusta a un proceso
aprendizaje, valoracin y apropiacin social del global de redefinicin de las polticas pblicas
patrimonio cultural atacameo. Esto ltimo, subs- sobre el patrimonio indgena, vinculadas con una
tancialmente a travs de instancias de participa- reflexin iniciada hace varios aos sobre los orge-
cin comunitaria y educacin patrimonial, donde nes coloniales de la arqueologa y la museologa.
se ha relevado por su alto impacto y valoracin so- En el ltimo tiempo esto ha repercutido a nivel in-
1
cial la Escuela Andina . En este contexto tambin ternacional en una serie de transformaciones en la
se ha impulsado un proceso reflexivo que tiene su prctica arqueolgica y en las estructuras museo-
acento en las controversias suscitadas a partir de lgicas tradicionales.
la prctica arqueolgica en el rea, en particular,
en torno a la excavacin y exhibicin de restos En Latinoamrica son cada vez ms recurrentes las
2
humanos . Considerando estos trabajos previos, demandas indgenas relacionadas con los vesti-
comenzamos por la identificacin de los diferen- gios arqueolgicos, ya sean restos humanos u otro
1
Programa de difusin e intercambio de conocimientos sobre el patrimonio cultural y natural del rea atacamea, orientada priori-
tariamente a la poblacin indgena local.
2
Ayala 2006 y 2007.
115
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
tipo de materiales, as como las reflexiones acer- Estados Unidos y Canad. Tal es el caso de la Ley
ca del quehacer disciplinario y sus consecuentes NAGPRA (Native American Graves Protection and
3
cambios terico-metodolgicos . En particular, las Repatriation Act) de Estados Unidos, promulgada
reivindicaciones y reclamos indgenas vinculados en 1990 con el objeto de regular el control y pro-
con los cuerpos humanos se refieren tanto a su piedad de las colecciones, con miras a garantizar
excavacin y exhibicin como al tipo de estudios y que el desarrollo de la investigacin cientfica y
procedimientos que se emplean para ello. Hasta el la difusin del patrimonio indgena considere los
momento se tienen diferentes experiencias referi- derechos de los pueblos nativos sobre su gestin,
4
das al caso de la exhibicin de restos humanos en administracin y propiedad . Las repercusiones
Per, Argentina y Chile. En efecto, en los ltimos de este cuerpo legal han sido determinantes en
aos el Museo del Inca en el Cuzco cambi parte la prctica arqueolgica, antropolgica y museo-
5
de su exhibicin considerando los planteamien- lgica de ese pas , llegando sus consecuencias
tos de las comunidades indgenas, algo similar a a Sudamrica a travs del Museo Nacional del In-
lo ocurrido con el Museo de Historia Natural de dgena Americano en Per y Chile. Tal es el caso
La Plata, el cual cerr su sala de antropologa el de la repatriacin y re-entierro de restos humanos
ao 2006 para abrirla prximamente, una vez re- reclamados por comunidades atacameas y ai-
tirados los cuerpos que se exponan. En Chile, en maras, llevada a cabo ltimamente a travs de un
lo inmediato y circundante al caso de San Pedro acuerdo entre esa institucin, el Consejo de Mo-
de Atacama, recogiendo la misma solicitud que numentos Nacionales y comunidades indgenas
la etnia atacamea hiciera al IIAM, la Corporacin de Chiu-Chiu y Arica.
Cultural y de Turismo de Calama retir los cuerpos
humanos de la exhibicin el ao 2003. En lo que respecta a lo eminentemente museo-
lgico, en particular desde la dcada del 70, se
Sin embargo, los antecedentes de este proceso desarrolla un fenmeno conocido como nuevas
deben buscarse en foros internacionales desarro- museologas, entre cuyas expresiones se encuen-
llados desde la dcada del 80 y en legislaciones tra la museologa social como su manifestacin
o cdigos de tica implementados en Australia, ms poltica, identificndose como parte de sus
3 4
p.e. Gnecco 1999 y 2004; Endere 2002. Bray 2001; Mihesuah 2000; Aylwin 1998; Castro 1998.
5
Zimermann 2006.
116
MUSEOS EN OBRA
Ya en las dcadas del 80 y 90, junto con la for- Desde esta perspectiva, el concepto de territorio
malizacin del Movimiento Internacional para las superara la limitacin estructural del edificio,
Nuevas Museologas, se ahonda en la clarificacin concibiendo el accionar museolgico en abierta
de estos nuevos modelos a travs de la elabora- interaccin con el entorno, en el sentido amplio y
cin de una trada conceptual que promueve la su- dinmico de un espacio social, natural, econmico
7
peracin de los ejes coleccin - edificio - pblico y poltico . Por su parte, la nocin de comunidad,
visitante, predominantes en el desarrollo de la y ms recientemente la de ciudadana, superara
historia disciplinaria, por los de patrimonio - te- a la de pblico visitante, en tanto se entienda al
6
rritorio - comunidad . Donde la superacin de la museo como una institucin implicada en la com-
nocin de coleccin encarnara un cambio de vo- plejidad de problemticas de vida tanto de la so-
cacin en el sentido de que la museologa, ms ciedad en su conjunto como de los grupos que la
que por su propensin compilatoria de reliquias, conforman, incluidos por cierto a los visitantes,
tendera a caracterizarse por la problematizacin pero tambin a las poblaciones adyacentes o cir-
y puesta en valor del patrimonio como un concep- cundantes. Lo que implica que se les considere
6
Iniesta 1994.
7
Recientemente Montserrat Iniesta ha propuesto superar esta nocin por la de mediacin (Vinyes 2006), en tanto que el museo
pueda constituirse en un medio de transaccin de representaciones.
117
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
8
ICOM 2006
9
Cuatrocientos tres cuerpos humanos ntegros y ms de tres mil setecientos crneos dan cuenta de ello.
118
MUSEOS EN OBRA
Despus de la muerte de Le Paige, la arqueologa cin genealgica con las personas y comunidades
funeraria continu siendo una prctica recurrente contemporneas se establece no por consanguini-
en San Pedro de Atacama, aunque esta vez se de- dad directa, sino que por una ligazn genrica. La
sarroll desde una perspectiva profesional y sin la remocin de sus sitios de descanso, por tanto, en
envergadura alcanzada en aos anteriores, orien- uno y otro sentido, se interpreta como un atrope-
tacin que solamente cambiara en los aos 90 llo a valores importantes del pueblo atacameo.
10
como respuesta a las demandas atacameas .
Si bien resulta difcil entender cmo los fines evan-
Pero ms all de la desmedida excavacin y reco- gelizadores de Le Paige se desarrollan en esta
leccin de objetos, cuerpos y fragmentos huma- compleja coincidencia con su incansable labor de
nos que esta actividad gener, la impugnacin arquelogo aficionado, cabe destacar la lectura
atacamea al respecto obedece a valoraciones hecha por algunos atacameos que lo conocieron,
locales. Esto corresponde a la transgresin de lo quienes entendieron que con su intervencin de
que los atacameos ms adultos definen como los sitios quera dar a conocer que los gentiles
respeto por los lugares y cosas de los abuelos o no hacan nada, lo que podra interpretarse como
gentiles, entidades de otra poca, de un tiempo una forma de extirpacin de idolatras, ya que la
pre-cristiano, contradicho al tiempo contempor- demostracin de su indemnidad ante los efectos
neo, a quienes la interrupcin de su descanso y la adversos de los abuelos contribuira a erradicar
12
negligencia en el rendimiento de ofrendas rituales esas creencias . Del mismo modo, el museo inau-
les impele a la provocacin de enfermedades en gurado inicialmente en la Casa Parroquial y luego
11
los vivos, razn por la cual se les respeta y teme . instalado en el actual edificio especialmente cons-
Ello a diferencia de la tendencia ms actual rela- truido para el efecto, se constituy en un mues-
cionada con la afirmacin de la identidad tnica, trario sin precedentes de los distintos hallazgos
planteada principalmente por la juventud y por las arqueolgicos, incluidas la totalidad de cuerpos
nuevas generaciones de dirigentes, la cual ha re- y restos humanos exhumados, dando cuenta tam-
significado el sentido de los abuelos, que son bin de esta visin secular y cientfica negadora
reivindicados como antepasados y cuya vincula- de esta creencia local clasificada de supersticin.
10 12
Cfr. Ayala 2006 y 2007. Ayala 2007.
11
Castro 1997; Ayala 2006.
119
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
En este contexto, si para Le Paige la investigacin depsito abierto montada por Le Paige. Esta exhi-
y exhibicin arqueolgica se justificaba por sus bicin tiene un ordenamiento cronolgico y con-
fines cientficos, para buena parte de la comuni- tina centrando su atractivo en la exposicin de
dad atacamea constitua un atentado directo cuerpos humanos arqueolgicos, situndolos en
a sus creencias y valores. Sin embargo, una se- general en el centro del espacio museal. Parado-
gunda lectura basada en testimonios de sus ms jalmente, en lo que puede interpretarse como una
cercanos colaboradores, plantea que las mayores apata expogrfica, dicha muestra se mantuvo casi
preocupaciones de Le Paige fueron ms bien: res- inalterada hasta mayo del 2007, en circunstancias
catar los vestigios arqueolgicos amenazados por en que anteriormente el instituto enfatiz e im-
la destruccin y el saqueo, dejar las colecciones puls fuertemente su quehacer como centro de
atacameas en su lugar de procedencia y estudiar investigacin, quedando en segundo plano tanto
los orgenes prehispnicos de los habitantes de su vocacin museogrfica como su rol de garante
los oasis. Esto ltimo se tradujo en el argumento de la preservacin de su coleccin, la cual expe-
de una continuidad cultural entre el pasado pre- riment un deterioro notorio e irreversible hasta
hispnico y los atacameos actuales, lo cual sin la conformacin de un equipo de conservacin a
duda aport, junto al planteamiento de investiga- comienzo de la dcada del 2000.
dores posteriores, en el proceso de construccin
de la identidad atacamea y su legitimacin ante Desde principios de los aos 90 y de manera
13
el Estado chileno . coincidente con el despertar del movimiento t-
nico, que cobra una fuerza exponencial a partir
Ya en la dcada de los 80 el museo de San Pedro de la promulgacin de la Ley Indgena en 1993,
de Atacama se fusiona con el Departamento de Ar- miembros de la etnia atacamea progresivamente
queologa de la Universidad del Norte, dando ori- hacen explcitos y pblicos sus sentimientos de
gen al Instituto de Investigaciones Arqueolgicas desaprobacin y descrdito ante una colectividad
y Museo (IIAM). Como consecuencia de ello, a me- arqueolgica y un museo que son vistos como cau-
diados de ese decenio es reinaugurada la muestra santes de mltiples agravios a travs del tiempo.
museogrfica introduciendo un criterio ms selec- Esto se manifiesta en una seguidilla de acciones,
tivo de exhibicin en comparacin a la idea de un tanto abiertas como encubiertas, efectuadas por
13
Gundermann 2000.
120
MUSEOS EN OBRA
parte de actores comunitarios demandantes de y cientfica y la decisin del retiro de los cuerpos
una nueva relacin con estos profesionales y el y restos humanos arqueolgicos de la exhibicin,
museo, al punto de pedir en varias instancias que son todas acciones que devienen, por tanto, como
la administracin de esta institucin pase a ma- consecuencia de la creciente necesidad de apertu-
nos atacameas. A ello se suman planteamientos ra demandada al museo de parte de la comunidad
y crticas formales de la comunidad atacamea en atacamea. Apertura que, por sobre todo, ha con-
documentos o reuniones pblicas, as como una tribuido al mejoramiento de la imagen corporativa
serie de eventos de alta significacin social, como y de las relaciones con la poblacin indgena local,
una breve toma de posesin simblica del edifi- aunque an no se ha alcanzado la suficiente cla-
cio, las velatones realizadas durante cuatro aos ridad como para situarla al centro de la misin y
consecutivos con motivo de la conmemoracin del naturaleza institucional.
12 de octubre frente al museo y el intento de in-
14
cendiar esta institucin . La sistematizacin de los planteamientos atacame-
os dirigidos al mbito disciplinario de la arqueo-
Considerando el contexto anterior y la inminente loga y al museo permite plantear que sus deman-
necesidad de realizar un cambio en las relacio- das ms recurrentes son: no excavar cementerios,
nes con la poblacin local, en el IIAM comienza necesidad de difundir informacin, propiedad de
a gestarse una poltica de apertura institucional los vestigios arqueolgicos, exigencia de permiso
el ao 2001, que se traduce recin en un instru- comunitario para intervenir en proyectos arqueo-
mento administrativo el 2004. En este contexto, la lgicos que afecten el territorio, participacin so-
implementacin del programa Escuela Andina, las cial, administracin de sitios arqueolgicos, admi-
tres mesas de dilogo convocadas por el IIAM, la nistracin del Museo Arqueolgico de San Pedro
creacin de la Unidad de Relaciones con la Comu- de Atacama y, por cierto, la no exhibicin de cuer-
15
nidad Atacamea, as como la implementacin de pos humanos . Esta ltima ha sido explicitada en
programas de asesora museolgica, patrimonial diversos encuentros y foros locales, as como en
y jurdica, ciclos de charlas de divulgacin cultural documentos presentados por organizaciones ata-
14
Cfr. Ayala 2006 y 2007. Cabe mencionar que este hecho recibi la condena pblica de la mayora de los atacameos pues habra
implicado la incineracin de sus antepasados, as como de los bienes patrimoniales que crecientemente se reclamaban como pro-
pios.
15
Cfr. Ayala 2006.
121
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
16
Diario Lickanckoi, N 1, Ao 1, 2006.
122
MUSEOS EN OBRA
cambios, centrada en las vitrinas afectadas, los Si bien es cierto hasta hoy no se ha registrado una
planteamientos y discusiones de la mesa de traba- merma en el volumen de visitantes, s es posible
jo cobraron vigencia e integraron un nuevo guin evidenciar el malestar instalado en gran parte de
expositivo en la parte central de la exhibicin. De los turistas. Prueba de ello ha sido la revisin de
este modo, la dimensin tecnolgica del pasado los escritos registrados en el libro de visitas des-
atacameo pas a ser el tema conductor de las vi- pus de los primeros 45 das de reapertura de la
trinas que antes albergaban a los cuerpos y restos exhibicin permanente, donde pudimos constatar
humanos, no obstante qued abierto el espacio al que de un total de 138 comentarios, 58 hacan alu-
desarrollo de nuevos lenguajes y contenidos en sin directa al retiro de los cuerpos humanos de
toda la exhibicin. exhibicin. De stos, 55 correspondan a opinio-
nes de desacuerdo, frente a tres de aprobacin.
Por su parte, el pblico visitante ha sido uno de Situacin que sin duda plantea la necesidad de
los focos de preocupacin institucional posterior clarificar y divulgar con fuerza el nuevo mensaje
al retiro. Sacar de las vitrinas los cuerpos impli- al cual adscribe la institucin, asumiendo un rol
c un sacrificio de consideracin en cuanto a la formativo con relacin a las expectativas de los
satisfaccin de audiencias, dado el desconcierto visitantes de San Pedro de Atacama tanto como
generado en el pblico visitante, mayormente tu- hacia el pblico de los museos chilenos en gene-
ristas de origen nacional e internacional, deman- ral. Entre dichos comentarios, cabe citar algunos
dantes de un producto museogrfico consolidado que dan cuenta de estereotipos vinculados a los
en el imaginario museal. Tal es el caso del cuerpo pueblos indgenas y concepciones referentes a los
de una joven atacamea conocida popularmente museos:
como Miss Chile, apodada as por el propio Le
Paige, que se haba convertido en uno de los prin- La cultura atacamea y San Pedro de Atacama
cipales smbolos tursticos de San Pedro de Ataca- es famoso y conocido en el mundo entero por su
ma y en la esencia iconogrfica del museo. Asimis- museo y sus momias. Sin ellas, este museo y este
mo, la centralidad ocupada dentro de la exhibicin pueblo son nada. Es una lstima. Me considero es-
por los fardos funerarios, provea al espacio de un tafado, viajar de tan lejos para no ver nada. Sean
espectculo mortuorio que atraa a la mayora de felices, pero estn destinados a desaparecer del
los cerca de cincuenta mil visitantes anuales del mapa arqueolgico
lugar.
123
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
El atractivo ciento por ciento son las momias, sin que apelan a otras mltiples dimensiones. Entre
ellas no tiene ninguna gracia. Horrible el museo. ellas, una de las ms complejas, la del re-entierro
S.S. de los restos humanos actualmente depositados
en esta institucin, que supone encontrar consen-
El atractivo principal del museo era la momia sos amplios a su vez amparados en posiciones
Miss Chile. Sin ella, en poco tiempo ms nadie ntegramente defendibles, las cuales no han sido
querr entrar. Devuelvan la momia. J. J. an socialmente construidas y nada garantiza que
lo sean en un corto plazo. Bastante ms cerca se
Mejor hubiera sido que estuvieran las momias. encuentran las posiciones sobre los deberes y de-
Para eso vine y no estaban. En ese caso no entro. rechos de participacin, divulgacin, permiso y ex-
Gast $ 2.000 para nada. Nunca ms vengo hasta cavacin de cementerios. Excluyendo, por cierto,
que pongan las momias. D. M. la discusin sobre la dependencia administrativa
institucional, la cual an no ha sido discutida al in-
Es una pena que tan valioso patrimonio no lo terior de la universidad, aunque se han planteado
muestren por la mentalidad primitiva de la comu- insinuaciones espontneas al interior del institu-
nidad atacamea. M. M. to, al menos en trminos de una mayor participa-
cin de la comunidad en sus decisiones.
124
MUSEOS EN OBRA
reiteradas ocasiones a lo largo de la mesa de tra- Desde esta perspectiva, en concreto el IIAM por
bajo. Paralelamente a esto se escuchan algunas ahora slo se ha planteado el compromiso de per-
voces indgenas que advierten sobre el peligro de manecer abierto a discutir las proyecciones de una
saqueos o robos una vez consumada la inhuma- relacin an no consolidada con la comunidad lo-
cin, razn por la cual se plantea la necesidad de cal. Asalta con ello la pregunta sobre cmo reela-
reflexionar al respecto y considerar posibilidades borar frmulas que sean coherentes con su misin
como, por ejemplo, cercar el espacio destinado cientfica, sin que por ello tenga que renunciar a la
para ello o bien hacer uso de los actuales cemen- bsqueda de puntos de encuentro y mejor enten-
terios. dimiento con su entorno social. Lo anterior bajo el
supuesto que los cambios se desarrollan paulati-
Por otra parte, el IIAM desde su perspectiva aca- namente y que habiendo estado cerrado a la co-
dmica y museolgica defiende la idea de que munidad indgena local durante cincuenta aos,
el patrimonio arqueolgico y bioantropolgico difcilmente el museo podr hacerse cargo en la
debe estar al servicio de la investigacin y difu- inmediatez de la totalidad de transformaciones
sin, resguardado por principios generales de requeridas, lo que no implica que no se concreten
conservacin. No obstante que, de acuerdo a sus en un momento determinado. Ms an, si conside-
renovados preceptos institucionales, se encuentra ramos que tambin se requiere llegar a acuerdos
especialmente interesado en cultivar el respeto y al interior del IIAM en cuanto a las condiciones de
la valoracin de la perspectiva indgena local. En la apertura que se est promoviendo.
este sentido, por ejemplo, se escuchan ideas que
apuntan a la creacin de espacios especiales para En fin, como un primer paso no exento de difi-
los restos de los antiguos atacameos, que apor- cultades, fue calificado en las conclusiones de la
ten las condiciones requeridas institucionalmente, mesa de trabajo este proceso cuyos caminos fu-
al mismo tiempo que den respuesta a los reclamos turos an son impredecibles. Con todo, a pesar de
atacameos de un debido respeto y mayor intimi- las tensiones que genere, viene a hacerse nece-
dad para su descanso. Sin embargo, esta idea no saria una concepcin ms democrtica de museo-
pasa de ser una invitacin, abierta a retroalimen- loga que la practicada hasta ahora, ms cercana
tarse de contrapropuestas. al dilogo que a la exclusin, propiciadora de un
espacio de mediacin para la expresin dinmica
de diferentes representaciones.
125
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
2.- Desde una visin atacamea pre atentos a ellos en la vida diaria, en el hoy da y
volvern a la tierra en el presente, creo que eso merece una reflexin
sobre qu es educacin.
Por mi parte, como vecino del pueblo de San Pedro
de Atacama, vengo a hablar en el tono de una car- Creo que no slo el hecho de haber trabajo arqueo-
ta que espera despertar en la audiencia una mayor lgico y antropolgico da cuenta de la necesidad,
sensibilidad con la experiencia de nuestra gente. de la exactitud, de la cosa verdadera que quieren
los pueblos. Con eso no se interpreta lo que es-
Voy a contarles lo que pensamos y sentimos en tn queriendo decir los pueblos y, adems, pienso
esta nueva relacin entre institucin y pueblo. que las legislaciones que se han ido construyendo
Quiero partir diciendo que en este primer mo- vienen a dar cuenta de un proceso que necesaria-
mento de habernos encontrado con la gente que mente no ha sido el mejor. Siento que tambin hay
trabaja en esta institucin, lo que hemos estado bastante deuda, estamos atrasados en distintas
haciendo es acercarnos un poco ms a lo que sen- cosas como sociedades que habitamos un deter-
timos hacia nuestros abuelos, aquellos que estn minado espacio y territorio. Hay un esfuerzo gran-
muertos pero tambin vivos. La muerte est pre- de que hacer en educacin, con distintas miradas
sente en cada momento, en los ros, los animales, para construir sociedades ms equilibradas, diver-
las flores, los campos, en el agua, en la tierra. Y sas y de respeto, de entenderse con el otro cuando
esa es una laya distinta de cmo ver la vida, de tiene otros cdigos, otras formas de expresarse y
cmo entenderla y cmo compartirla. Quiz tam- otros tiempos para entregar su mensaje.
bin preguntarse qu hacer con ese patrimonio,
cmo enfrentar esta nueva relacin con las dis- Esta es una carta a modo de expresar nuestro sen-
tintas disciplinas que se han ido construyendo y timiento y contar algunos trabajos locales en de-
fortaleciendo desde un tiempo atrs. Por eso tam- sarrollo desde Atacama en territorio Lickanantay.
bin mencionaba la palabra educacin, qu es lo
que entendemos por educacin, cuando nos han
transmitido que nuestros abuelos tienen un modo Los abuelos an esperan
distinto de ensear nos han dicho que no toque-
mos sus antiguos enterramientos. Entonces, si en- Aqu un primer intento de escucharlos, sentirlos,
tendemos el no tocarlos, respetarlos, estar siem- amarlos. La primera forma que encontramos para
126
MUSEOS EN OBRA
acercarnos en una accin en conjunto fue el reti- Siempre con respeto irs por aquel camino, sin
ro de la exhibicin pblica y que luego vendrn, tocar, sin despertar, saludando siempre, as co-
como as lo sentimos los pueblos, al lugar que les queando hars.
corresponde y de donde nunca debieron de salir
por la mano del humano: es la Patta Hoiri, la que Nos ensean siempre de las aguadas y sus tiem-
nos acoge y acuna, nuestra madre tierra. Ah es y pos propicios de paso o no por aquellos lugares.
desde ah su habitar en los cerros, campos, agua-
das, caminos, fiestas, ceremonias, mingas, astros, En sueos se presentarn y guiarn tus das y ac-
que siempre estn presentes donde t vayas. En tos. Te mostrarn si es tiempo de buen viaje o es-
aquellos viajes internos, externos, sueos. Siem- perars seales de algn ave, animal o cualquier
pre presentes, contigo, en m. As siempre esperan otro hermano del que habita en estas tierras, ai-
en cada lugar. res, aguas, fuegos.
Que los nios no lloren en las eras o melgas y Tambin te curarn y entregarn medicinas.
cada vez que entres o pases por las tierras de cul-
tivo, alegre sers, no rabiars o te enojars con la Cuento esto, para que sepas que tambin se vive
madre tierra, con los cultivos, con las papas, qui- desde este espacio, de esta laya en Atacama.
nuas o maz, con aquellas plagas que amenazan tu
17
huerta. Coquitas ofrendars, kilapanas y ulpadi- Ellos, los ancestros viven ah como los han deposi-
18
tas de este lado y del otro. As tambin bailars tado por qu interrumpir su labor? Porque ellos
las danzas de siempre y de ahora. As nos dicen, no te pertenecen y no puedes comprarlos, porque
as decimos. no te pertenecern nunca.
Todo acto o trabajo hars, conservando o mejo- Cmo puedes mantener la propiedad de cuerpos
rando lo que ellos hayan realizado, para que su de nuestros ancestros antiguos en nombre de la
memoria est viva siempre. Para conservar la he- ciencia, patrimonio, educacin o como se llame?
rencia, as nos dicen los que saben, los ancianos
de tiempo y del saber.
17
Bebida local a base de vainas de algarroba fermentada.
18
Bebida a base de harina de maz tostado con quilapana.
127
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
O acaso esto ser como la economa de libre mer- lickana, los que no deben de ser hurgados, sino
cado imperante? As, la cultura minera que se dejarlos que realicen su labor de siempre, como
desarrolla a costo de depredar Puri, el agua, la tie- son los de guardianes, guiadores y habitantes que
rra, los bosques, a costo de la vida de los pueblos. forman parte de la sociedad local.
As tambin en nombre de la ciencia se desentie- Trabajos antropolgicos han construido identi-
rran los cuerpos de nuestros mayores, de nuestros dades que no nos son cercanas o clasificaciones
ancestros, con lo cual estamos en desacuerdo, arbitrarias dentro de las poblaciones que an per-
porque la educacin, la enseanza de nuestros manecen, adems de elaborar informes para los
anteriores, es no intervenir su labor desde el lugar Estados con la finalidad de implementar progra-
en que se encuentran. mas de desarrollo vistos desde el Estado.
128
MUSEOS EN OBRA
Cmo es posible que se legalice el robo de la he- el respeto hacia el pueblo Lickanantay lo estamos
rencia de los pueblos con slo la posibilidad de esperando de parte de la comunidad cientfica y
exponerlo al pblico en nombre de la ciencia? estatal principalmente.
Un dato de Atacama: son alrededor de cinco mil
crneos y cuerpos en toda la historia del Museo As venimos trabajando con los organismos
Reverendo Padre Gustavo Le Paige de Walque, estatales y privados
sacerdote jesuita, que los abuelos esperan retor-
nen a su lugar de origen. Algunos recuerdos de mi De lo relacionado con los trabajos que interven-
niez vienen a mi mente cuando leo alguna his- gan los enterramientos antiguos, planteamos
toria de la Segunda Guerra Mundial. Los mdicos que cuando se encuentren cuerpos humanos de
del ejrcito alemn se encuentran con un soldado nuestros abuelos, gentiles o ancestros, segn la
ario y con asombro de la autenticidad de la pureza orientacin de los mayores, es que: se desve el
de aquel humano, exponente de la pureza de la trayecto de la construccin y, cuando ste no sea
raza humana, lo miden, lo pesan, le hacen anli- posible, ser necesario cambiar la situacin origi-
sis de sangre dando cuenta de las dimensiones de nal del enterramiento, siendo depositados en un
crneo que son perfectas. A partir de ese episodio lugar cercano en la misma posicin y junto a todos
en la literatura me quedan algunas dudas sobre si sus elementos que los acompaan.
hubo seguidores de aquellas prcticas en otros lu-
gares del mundo buscando la raza perfecta y, una En tanto, los departamentos de obras de la Muni-
segunda duda, es si se desarrollaron formas subli- cipalidad de San Pedro debern coordinar todos
mes de extirpacin de idolatra en el siglo veinte. estos puntos para que quienes realicen trabajos
en la zona de Atacama tengan conocimiento de
A partir de esta invitacin a una reflexin con pre- qu pasos seguir cuando se encuentren con cuer-
guntas y planteamientos es que dejamos abierta pos humanos. Junto con esto, los departamentos
la conversacin pendiente con la sociedad cient- de obras debern considerar un mapa preciso de
fica, social y poltica y que en buena hora creemos cada lugar a intervenir. Tambin la urgente necesi-
ha llegado para asumirla desde la palabra, para la dad de contratacin o inclusin de personas del
construccin de sociedades ms justas y equilibra- pueblo que supervigilen los trabajos a desarrollar
y, en cuanto al costo de lo que signifique, este tipo
das. As tambin del aporte necesario para el reco-
de intervenciones deben ser asumidas por el eje-
nocimiento de estados plurinacionales, en donde
cutante de las obras.
129
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Cuando hablamos del departamento de obras pueblo actual. Digo adems que no negamos la
municipal, tambin tienen la misma condicin el muerte porque es parte de la vida o ambas son la
Ministerio de Obras Pblicas, Vialidad y el Consejo misma y finalmente: que los abuelos an esperan
de Monumentos Nacionales, entre otros. retornar a su lugar de origen: la Patta Hoiri.
130
MUSEOS EN OBRA
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131
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
132
MUSEOS EN OBRA
133
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
creo que todo trabajo arqueolgico que involucre Uno de los defectos de los discursos actuales, es
a stos debiera ser mediado por un dilogo con las que cuando reconocemos que en la historia de
comunidades locales, indgenas o no. los museos se cometieron errores, flagrantes vio-
laciones a los derechos de grupos humanos, a la
Uno de los esfuerzos de la antropologa, y tam- tica y a la construccin valrica, tambin hay que
bin de los museos en la historia de la humani- aceptar que es la evolucin de estos procesos lo
dad, es mostrar la diversidad y mostrar al otro; y que nos permite estar aqu, por lo tanto esconder
no estaramos sentados aqu discutiendo sobre la el pasado, sumergirlo, ignorarlo, no tener memo-
importancia de reconocer que las comunidades ria, slo permite que se reproduzcan los errores
indgenas tienen derechos sobre este tipo de pa- u omisiones cometidas. Por otra parte, el dilogo,
trimonio -los restos humanos-, al menos una parte entre museos, cientficos y actores sociales, es es-
de ellos, los restos de sus ancestros. Es por eso trictamente necesario pues cuando se sobreponen
que sostengo que, al menos una parte de ellos, ideologas, particularmente sobre la muerte, so-
en trminos biolgicos, porque no me voy a referir bre nosotros mismos, podemos correr el riesgo de
a la cultura material, que no es mi mbito; repre- que una suplante o sustituya a la otra y tenemos
sentan a fin de cuentas en este ideal de humani- largas y amargas experiencias en la humanidad
dad y de respeto al humanismo, que somos todos de eso. Vean la construccin de templos catlicos
hermanos. Lo dice nuestro ADN, ustedes pueden sobre sitios tradicionales indgenas, vean lo que
sacar la cuenta, dos padres, cuatro abuelos, ocho pasa en Jerusaln hoy da con la superposicin de
bisabuelos, 16 tatarabuelos, 32 tatara tatarabue- ideologas religiosas. Y veremos cmo la huma-
los, y en un poco tiempo, no ms all de unas 20 nidad ha sufrido amargas consecuencias por la
o pocas ms generaciones, estamos todos empa- expropiacin de espacios ideolgicos. El dilogo
rentados. Yo tengo una tatara tatarabuela picun- es necesario, as como reconocer las diferencias y
che, la conozco. Somos una sociedad mestiza y perspectivas que pueden ser funcionales a ambas
en ella lo que tenemos que hacer es aprender a sociedades e intentar llegar a un consenso.
reconocer la diversidad y respetarla. Y los museos
en su historia, han jugado un papel en eso y no lo
podemos desconocer.
134
MUSEOS EN OBRA
Empec haciendo esto a los 19, 20 aos, como Si bien esta nueva legislacin es un aporte impor-
ayudante del gran antroplogo fsico chileno Juan tante en la historia americana, no necesariamente
Munizaga. Y en ese entonces por supuesto, sin es aplicable del todo en Chile. Las historias son
mayor reflexin sobre los aspectos ticos involu- distintas, los fenmenos en que se construyeron
crados en relacin con los restos humanos. Afor- los museos responden a realidades sociales di-
tunadamente en el ao 89, y en esto tengo una ferentes, y no necesariamente a necesidades de
deuda de gratitud con la arqueloga, profesora nuestras propias sociedades indgenas. En la ho-
Victoria Castro, quien me invit a participar en un mogenizacin que los procesos de expansin de
trabajo arqueolgico en Toconce, en la II Regin nuestra cultura el siglo XX y anteriores as como
de nuestro pas. Ah se convers con la comuni- las consecuencias de la globalizacin contem-
dad, se hizo un estudio bioantropolgico de restos pornea, sobre la humanidad, ocurre un proce-
humanos en acuerdo con ellos y bajo protocolos so similar con las ideologas de cmo tratar las
conversados. Eso gatill en m una reflexin sobre relaciones entre las distintas sociedades. Es as
la necesidad de entender al otro en las distintas como las leyes como el NAGPRA tienden a igualar
sensibilidades que hay sobre la muerte. ideologas sobre la muerte y las formas en las que
deben relacionarse los distintos sectores de una
El ao 90 estuve en Washington en el museo Smi- sociedad. La sociedad chilena, como lo est ha-
ciendo en situaciones, como este encuentro, debe
1
En noviembre de 1990, el Congreso de los EEUU promulg la Ley Pblica 101-601, para la Proteccin de tumbas de los Indgenas
Americanos y Repatriacin conocida como NAGPRA. Esta ley suministra una infraestructura legal para proteger y restituir los restos
funerarios y patrimonios culturales. NAGPRA prohbe el trfico de estos objetos, exige cinco aos de prisin como mximo y/o
una multa para quien astutamente a sabiendas comercie para su propio beneficio, o transporte restos humanos de los Indgenas
Americanos. NAGPRA exige a los museos y otras instituciones que reciben fondos federales presentar inventarios de sus artefactos
y devolver los objetos al grupo indgena que lo est demandando.
135
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
construir su propio dilogo. El ejemplo de San Pe- demos conocer de otra manera, pues los restos
dro de Atacama es un excelente modelo de cmo humanos son los restos de actores sociales del
profesionales del mundo de la arqueologa, de la pasado. Y su biologa es producto de la interaccin
antropologa, estn vinculados con las comunida- de su propia informacin biolgica con el ambien-
des discutiendo cara a cara sus propios intereses, te con el que interactuaron en su vida y particular-
que no necesariamente son los mismos del mundo mente con su cultura. Algunos de estos restos son
huilliche, pehuenche o picunche. insustituibles, pues cada ser humano es nico, en
una multiplicidad de dimensiones, que incluyen la
Ya me he extendido bastante, ahora quiero decir biolgica. Cmo reemplazamos un chamn, cmo
por qu tenemos colecciones en la Universidad de sabemos lo que haca un chamn en el pasado. A
Chile y por qu estudiamos a los restos humanos lo mejor era un individuo especial, nico en esa
momificados o sus esqueletos. En primer lugar, sociedad y por las razones de conservacin del
porque hay una cuestin que a mi juicio es irre- registro arqueolgico, o de su no adecuado cuida-
nunciable a la humanidad, que es la voluntad de do despus de su descubrimiento, se pierde para
conocernos y comprendernos. Si ustedes analizan siempre. Estoy ejemplificando solamente los pro-
todos los atributos que son propios del hombre, blemas que tenemos frente a los restos materiales
que la historia nos ha asignado, vemos como se y de cmo podemos perder, en forma irrecupera-
han ido deshaciendo poco a poco; por ejemplo, se ble, parte de la historia u otro tipo de informacin
ha dicho que el hombre es el nico ser que hace relevante, no slo de un grupo en particular, sino
cultura, lo que no es del todo cierto, los chimpan- de la humanidad.
cs tienen formas de cultura, tambin se han derri-
bado otros mitos, Homo sapiens cntricos que han Hoy da la humanidad est expuesta a situaciones
buscado maximizar nuestras diferencias con el que tiene que enfrentar. Este pas, por ejemplo,
resto de los seres vivos. As, han ido desdibujn- dramticamente ha vivido el tema de los derechos
dose estos lmites artificiales que hemos ido colo- humanos y de los asesinados polticos, sin embar-
cando con la naturaleza. Una de las pocas cosas go, como no conocemos la diversidad de nuestra
que aparentemente quedan es esta reflexin sobre poblacin, no hemos podido identificarlos adecua-
nuestro ser, nuestro devenir, nuestro pasado. damente. Y es ah donde podemos ejemplificar de
Necesitamos saber nuestros orgenes y reforzar una manera palmaria como los restos, indgenas o
nuestra identidad. Hay algunos datos que no po- no, aportan informacin insustituible para una ne-
136
MUSEOS EN OBRA
cesidad actual de la sociedad y tal vez del futuro. en un conjunto mayor que podemos analizar des-
de una perspectiva estadstica. Es as como nues-
Otro ejemplo. Estamos viviendo problemas de pan- tra sociedad tiene miles de abogados, de mdicos,
demias serios, que son una amenaza para la huma- de ingenieros comerciales, incluso antroplogos o
nidad. Hoy da, gracias al dilogo con sociedades arquelogos, esto probablemente no suceda as
esquimales se ha podido explorar la posibilidad en las sociedades del mundo precolombino, en las
de obtener ADN del virus de la gripe espaola, de sociedades indgenas, y tambin fuera de ellas; en
restos conservados de esquimales. Si no se pudie- las sociedades campesinas, o minoritarias dentro
ra acceder a ese material hay un perjuicio enorme de una sociedad homogenizante como la nuestra.
para la humanidad al no poder tener la posibili- Al perder informacin del pasado, la perdemos
dad de obtener informacin de cmo evolucion para siempre sin poder recuperar una parte de
ese virus y cmo podra proyectarse al futuro. Una nuestra historia y por lo tanto eso nos obliga a de-
buena parte de la comprensin de la evolucin de cir esto en forma transparente: Tenemos que lle-
las enfermedades reside en los restos humanos. gar a un dilogo, aunque a veces hay culturas que
Es decir, no slo es importante la comprensin no aceptan por sus ideologas religiosas que se
de la sociedad de una coleccin miscelnea de toquen los restos humanos. Hay que respetarlos,
eventos, de si un crneo est deformado o no, o si no estaramos transgrediendo nuestros propios
si haba una mutilacin dentrea o no, sino que principios de respeto a la diversidad, pero tambin
son cuestiones que nos permiten acceder, como ellos tienen derecho a saber qu se pierden, res-
ventanas nicas e insustituibles hacia el pasado, ponsablemente, porque no podrn demandarle a
dado que esos restos constituyen remanentes de la sociedad ese conocimiento despus. Para esto
individuos, nicos e irrepetibles, como cada uno es indispensable que el dilogo sea lo ms directo
de nosotros en la historia de la humanidad, como posible, evitando los intermediarios oficiosos que
lo demuestra la gentica. pudieran responder a otros intereses u objetivos.
137
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
establecidas por el mismo grupo que los sepult, humanos. Es decir, no es posible asumir la excava-
nos hace reforzar nuestros reparos ticos. Nos cin de un contexto funerario si no puedo afirmar
obliga a un particular trabajo de conservacin, de la conservacin de esos restos y asegurarle a la
difusin de lo que conocemos y aprendemos, por- sociedad que en algn momento esa informacin
que tenemos que restituirles a la sociedad el co- va a servirle y llegar a ella de algn modo. Tene-
nocimiento implcito en esta promesa. Entonces, mos que exigirle a la sociedad que cumpla con los
las colecciones tienen que dejar de ser una suma ciclos necesarios para que la ciencia llegue a sus
de curiosidades, sino una fuente de informacin miembros. Muchas veces se demoniza la ciencia
atingente y funcional a la sociedad. En especial, porque la gente comn no recibe en forma rpida,
al segmento de la sociedad ms vinculado a esos prstina o transparente sus resultados. Nuestra
restos. Por lo tanto, si vamos a generar leyes regu- sociedad no asegura eso, la sociedad chilena no
latorias, no solamente stas deben posibilitar el invierte en difusin del conocimiento cientfico en
dilogo sino la accesibilidad y eventual adminis- forma significativa. Si un investigador realiza un
tracin de ese bien, a esa sociedad que est ms proyecto como los financiados por Fondecyt, stos
vinculada a esos restos. no contemplan presupuesto para conservacin y
difusin de los resultados de las investigaciones,
En la universidad esto se ha traducido en el em- a no ser que sea a travs de los canales que tra-
prendimiento durante los ltimos aos -porque no dicionalmente usa la ciencia, es decir, revistas in-
es ningn misterio para nadie los daos que su- dexadas. Y eso no les sirve a las comunidades, a
frieron las ciencias sociales durante la dictadura-, los indgenas, a la sociedad entera que tiene que
para mejorar las condiciones de sus colecciones apropiarse de ese conocimiento y darle el signifi-
patrimoniales y su estudio. ltimamente hemos cado que estime pertinente. La sociedad chilena
tratado de ser consistentes con la tarea de devol- debe hacer un esfuerzo para que la ciencia pueda
verles a nuestras colecciones una condicin digna, difundirse adecuadamente, para que sta adquie-
que sirva para generar conocimiento y no sea slo ra todo el valor social que debiera tener y en par-
una reunin de curiosidades. Que tenga un valor ticular el conocimiento que surge de todo tipo de
pblico, que se forme y se integre en un proceso patrimonio.
educativo. Hoy, los estudiantes de Antropologa
fsica deben realizar una discusin sobre los te- Gracias.
mas ticos involucrados en el manejo de restos
138
MUSEOS EN OBRA
Dilogo con el pblico Pienso que tanto en esta mesa como a nivel
global, existen dos visiones del mundo que
En honor a que sea breve la intervencin estn atrincheradas. Una es la occidental,
quiero hacer una pregunta muy concreta: Si imperial, musestica, que ha acaparado, he-
llego actualmente al museo, puedo presen- cho museos y una ciencia y tecnologa, y, por
ciar en carne viva, de manera impactante, el otro lado, estn las comunidades originarias,
debate? Est el debate museografiado? O que se resisten a ser antropolgicamente es-
sea, puedo ir y encontrarme, por ejemplo, tudiadas. Son dos posturas irreconciliables
a un gran antroplogo fsico exponiendo su en la medida que el mundo occidental sigue
postura y a lo mejor ver una imagen en video apropindose de esas posturas de la otre-
o lo que sea de la comunidad atacamea ex- dad. Porque una comunidad indgena, qu
poniendo su postura? Porque, si soy visitan- ve en sus antepasados? Qu ve en la Pacha
te cmo tengo acceso al debate? Mama? Qu ve en los astros y en sus her-
manos animales, en la biodiversidad? Es otra
Toms Seplveda concepcin del mundo, de la vida. Quisiera
Efectivamente s, hay un par de paneles que ex- dejar en el debate esto, no quisiera hablar de
plican ese debate, pero adems hay un video, confrontacin dialctica de lo no occidental
porque no podemos tener a las personas en carne con lo occidental, porque todos en el planeta
y hueso, da cuenta precisamente de la discusin Tierra tenemos de no occidental y de occi-
que se desarroll en esta mesa de trabajo de la dental.
que participamos. Y de hecho, esto lo han deman-
dado muchos visitantes, tratando de justificar por Eugenio Aspillaga
qu no tienen frente a s la demanda geogrfica a Bueno, no participo para nada de esta posicin
la cual apelaron. expuesta, no creo que exista esta dicotoma, es
artificial. En primer lugar, fui bastante explcito,
Carlos Aguilar soy antroplogo fsico pero no participo de la ex-
Creo que a la vez, a pesar de que existe este tipo hibicin de cuerpos de ninguna manera y tampoco
de registros, por supuesto que no da cuenta de la creo que se puedan construir colecciones, tica y
totalidad y la profundidad que merecen ambas po- valricamente, sin un dilogo con las comunidades
siciones u otras posiciones ms. indgenas y sin respeto a ellas. Pero tambin hay
139
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
otros componentes, no es tan sencillo el dilogo, Por supuesto que en algunos lugares hay confron-
quiero decir, quin es dueo del pasado, alguien tacin, pero cuando hay es porque las partes no
lo dijo en Estados Unidos en algn momento, has- estn entendiendo el valor que hay detrs del res-
ta qu momento puedo decir que la humanidad se peto a la diversidad y cul es el valor de entender
mueve, son pocos los lugares del planeta en que el pasado.
la gente ha vivido en un solo punto todo el tiempo.
Los huilliches son nuevos en Chilo entre comillas, Carlos Aguilar
por ejemplo. Arribaron probablemente unos cien, A modo de comentario. Concuerdo en algunas
doscientos aos antes de la llegada de los espa- cosas, como por ejemplo, la administracin de
oles a territorio chilote y siguieron llegando des- museos donde se exhiben algunos objetos anti-
pus. La humanidad es dinmica, siempre lo ha guos, creo que no da cuenta en profundidad del
sido, y uno de los deberes ticos que cumplen los sentimiento que tienen los pueblos en su mayo-
museos, que han ido adquiriendo con el tiempo, ra. Y bueno, a partir de ah creo que tambin es
es mostrarnos esa diversidad, que es un valor. Los importante hacer un acercamiento de una forma
museos no son los mismos del siglo XIX, no son distinta, para poder quizs entender en profundi-
los incipientes del siglo XVIII, son bastante distin- dad qu es eso que llevamos los abuelos, los an-
tos. Pero no tendramos la visin, la discusin y cestros, los antiguos.
el dilogo, como lo dije claramente, de hoy da, si
no hubiera habido una evolucin y no existieran
los museos. Por otra parte, y creo que el profesor La idea de ruptura que existe entre lo tra-
Matos lo puede describir con toda propiedad, en dicional y lo moderno, cul sera el objeto
Estados Unidos las comunidades indgenas han de estudio de los antroplogos si es la so-
construido sus propios museos, se han apropiado ciedad tradicional y qu objeto de estudio de
de ese espacio, han formado sus propios antrop- la sociedad moderna sera de la sociedad?,
logos y arquelogos, han contratado a otros para en qu situacin est el estado de la ciencia
hacer estudios; a ellos se les ha devuelto el con- frente al debate internacional que ha estado
trol de su patrimonio, y eso es lo relevante. Eso presente frente a esto?
demuestra que este aparente conflicto est siendo
manejado, est evolucionando, cambiando de una Eugenio Aspillaga
manera bastante distinta a la mera confrontacin. La antropologa fsica, biolgica, quiere entender
140
MUSEOS EN OBRA
la relacin biologa cultura y poner eso al ser- Cul es la visin de ustedes respecto de los
vicio de la humanidad. Y transformarse desde el nuevos ritos en los cementerios?, celebracio-
conocimiento biolgico en una ventana para mi- nes en fechas con el ao nuevo, etc. Son pa-
rar a la sociedad, cmo los fenmenos sociales trimoniales y se visitan, hay recorridos a las
repercuten en la biologa, si no sera un capitulo tumbas, la gente va y bebe champaa. Qu
de zoologa humana, o biologa humana lisa y lla- piensan ustedes? Cmo est conectado con
namente. Eso no significa que no trabajemos muy la visin que tienen ustedes de la muerte?
cercanamente con genetistas, qumicos o distin- Y al profesor cientfico, concuerdo con todo,
tas especialidades de la ciencia. Pero el objeto de pero me interesa mucho la situacin de Acon-
la antropologa fsica es comprender la sociedad cagua, donde tuvimos gran cantidad de ce-
desde la biologa y para eso los restos humanos menterios colricos y cuando se hizo la ca-
son un documento, primera cuestin. Ahora, en la rretera nueva aparecieron. Me interesa saber
universidad nosotros no slo estamos abocados si existe un mapa del clera.
a estudiar las sociedades indgenas, porque eso
parecera un acto discrecional de estudiar al otro. Carlos Aguilar
Nuestra mayor coleccin no es indgena, es de La verdad es que en lo personal desconozco ese
nuestra propia coleccin, es de nuestra propia so- tipo de accin o ese tipo de rito, pero creo que qui-
ciedad. Y uno de los propsitos que fue truncado z s tiene relacin con el primero de noviembre
durante el ao 79, porque se nos suspendi todo donde se va a convocar no tiene? No podra res-
el financiamiento, era restablecer los patrones de ponder eso porque no conozco.
identificacin en restos humanos para identificar
personas fallecidas bajo distintas circunstancias, Eugenio Aspillaga
incluidos los detenidos desaparecidos. Pero cuan-
Desafortunadamente no existe un mapa de los lu-
do el ao 79 empezaron a aparecer las noticias
gares que tengan restos de clera. A nosotros en
en los diarios de los restos en el Patio 29 la uni-
la universidad nos lleg recientemente, a peticin
versidad y Conicyt nos cort todo el financiamien-
del Consejo de Monumentos Nacionales, un con-
to. Entonces, esta visin de que los antroplogos
junto de restos que viene de un cementerio de c-
estudiamos siempre a los otros y no a nosotros es
lera. Esperamos en los prximos aos buscar tra-
absolutamente espuria, falsa. Estamos tratando
zas moleculares del parsito. Porque la epidemia
de entender a la humanidad como un todo, y el
de clera hoy da no es exactamente la misma de
otro es como un espejo de nosotros.
141
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
hace 150 aos y, por supuesto, sera una contri- como se instala lo arqueolgico y el sentimiento
bucin importante para ver cmo evolucionan ese por los abuelos, son dos cosas distintas. Me ima-
tipo de parsitos. Pero por el momento tenemos gino que la construccin que quiera hacer algn
los materiales recin ingresados y hay mucha ta- grupo de gente, de querer mostrar su pueblo, no
rea pendiente, producto de un largo periodo de necesariamente tiene que ver con una cosa fsica
abandono del estado de las colecciones por parte o un determinado lugar, sino ms bien siempre lo
de las autoridades. que han hecho, o que he podido recoger, es que si
quieren venir a conocernos que nos conozcan di-
rectamente. Pero el turismo tambin hace su tra-
Considerando que existe la necesidad de sa- bajo un poco subterrneo con ese tipo de cosas.
ber de nuestro pasado, de los objetos y per-
sonas, quiero saber cmo lo haran ustedes
como atacameos para presentar este pasa- Ustedes como pueblo no sienten que hay
do?, y otra crees que los atacameos, es- una necesidad de conocer su propio pasado?
pecficamente, tienen el derecho a exponer Por ejemplo cmo muestran a las genera-
ustedes su pasado y no que se presente en ciones nuevas su propio pasado? Cmo lo
museos que en el fondo son manejados por haran?
una cultura occidental?
Carlos Aguilar
Carlos Aguilar Gran parte de eso est vivo. Est vivo en los tex-
La verdad que, en lo personal creo que, si es que tiles, en las cosas, pero tambin en las acciones
logr entender, sera una contradiccin. Hay es- y desde el sentimiento mismo. Ha existido una
fuerzos en algunos grupos de gente que habitan transmisin hasta el momento, que es de una for-
los pueblos que quieren administrar determina- ma distinta, por supuesto. O sea, no podra decir
dos lugares, incluso el mismo museo de Atacama, que an se mantiene de la misma forma antigua,
Gustavo Le Peige. Pero creo que tiene que ver ms por las mismas relaciones que hay entre los dis-
bien con una cosa econmica principalmente y de tintos pueblos.
lucha de poder interno y poltico, tambin. Pero
creo que sigue intacto el sentimiento. Ahora, lo
que se ha ido diluyendo desde la educacin, es
142
MUSEOS EN OBRA
Quiero decir que las comunidades indgenas fica, lo que requerimos de una investigacin cien-
me merecen todo el respeto que me merecen tfica. Esta investigacin se hace en laboratorios,
otras tambin. Vemos en los museos, por la hacen los cientficos como l con ayuda de ins-
ejemplo aqu en el mismo Museo de Artes trumentos de laboratorio. Y cada vez vienen ms
Decorativas, clices, objetos sagrados para sofisticados instrumentos. La otra versin, el otro
los catlicos. Pienso que no debemos hacer lado de la misma medalla, es la comunidad indge-
diferencias entre ellas. Estamos aceptan- na, tambin es otro laboratorio pero lo hemos des-
do la diversidad y eso es parte de ello. Y en cuidado. El conocimiento indgena es sumamente
cuanto a lo que expuso el seor Matos, la importante para entender esa sociedad. El cient-
expatriacin de los restos ha sido previa in- fico, el antroplogo fsico, va a descubrir enferme-
vestigacin acuciosa de cada uno de ellos? dades, parsitos, en fin. Pero si nosotros, seria-
De los restos humanos y los objetos. Decir mente nos ponemos a investigar con los nativos,
que se ha hecho una investigacin acabada as como lo estn haciendo en San Pedro de Ataca-
es casi imposible porque no sabemos qu ma, vamos a aprender de su mundo cosmolgico,
nos depara a futuro los avances cientficos, de su medicina tradicional, de su forma de vida, de
para el mayor conocimiento de la realidad. su alimentacin, en fin, si complementamos estos
dos laboratorios, el cientfico que utiliza el antro-
Ramiro Matos plogo fsico, y el laboratorio de la comunidad que
Tiene muchsima razn su reflexin, porque la utiliza el antroplogo cultural o el arquelogo, se-
investigacin no termina, nunca terminar y cual- guramente nuestro conocimiento va a seguir desa-
quier recurso, ya sea humano, cultural, natural, rrollndose. Ambos son sumamente sustanciales.
siempre sigue siendo recurso de investigacin. Y Eso es una cosa. Y dos, tambin lo dijo el profesor
no es totalmente cierto que investigamos, devol- Aspillaga, lo indgena y lo occidental se dicen irre-
vemos y termin. No, no termina. Por eso la ley, conciliables. Ms de 500 aos que vivimos juntos
inclusive la ley NAGPRA, dice que la repatriacin y esto viene demostrando que la cultura indge-
no es un acto, es un proceso que se inicia con la na nunca fue esttica, siempre va evolucionando
solicitud de las comunidades y de sus lderes, y para haber resistido 500 aos y estar ms firmes
contina. Eso nunca terminar. Lo interesante es que nunca ahora, en muchos pases. Y la resisten-
sealar lo que el profesor Aspillaga ha explicado cia indgena es tan slida, la consistencia de las
muy bien, las virtudes de una investigacin cient- tradiciones es tan slida, que hemos aprendido
143
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
a convivir. En la sociedad pre occidental tampoco entendieron todo al revs. Hicimos un trabajo de
fue uno, fueron muchos, y saban convivir. Y aho- cinco aos y ahora tenemos una linda sala mapu-
ra sabemos convivir, el mundo globalizado sabe che, hecha por mapuches, en Washington.
convivir. De tal manera el lenguaje del museo va
evolucionando tambin. Antes, como institucin,
se ha privilegiado mucho a las ciencias de la na-
turaleza. Ahora estamos privilegiando al indgena,
su conocimiento. Y entonces, para terminar, la pre-
gunta que hizo la seora: Cmo hacer en San Pe-
dro? Nosotros, en el Museo del Indgena America-
no, manejado por indgenas y bajo los principios
filosficos indgenas. Entonces, solamente en dos
palabras, tenemos una sala mapuche, gracias a la
generosidad de los colegas chilenos nos contac-
tamos con la comunidad mapuche y ellos esco-
gieron tres personas: dos machis, un varn y una
mujer, y un tercero que nos sirvi para traducir,
Mara Catrileo. Despus de vivir con ellos un mes,
los invitamos a Estados Unidos para que cuenten
en nuestro museo su filosofa, su cosmologa, su
historia y escojan en nuestra coleccin mapuche
qu cosa quieren exhibir, cmo lo quieren hacer
exhibir. La exhibicin en nuestra sala mapuche es
totalmente manejada, organizada, diseada por
ellos. Estuvieron tres veces y cada vez un mes. Y
finalmente para la inauguracin vieron que todo
estaba en su correcta posicin, que estaba co-
rrectamente organizado, lloraron al encontrar su
mundo, el mundo mapuche all. Pero tambin la
primera vez no los entendimos, nos equivocamos,
y cuando regresamos ellos dijeron no, ustedes
144
MUSEOS EN OBRA
145
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
en la antropologa fsica, antropologa forense, an- nada por los senadores indgenas Daniel Inouye
tropometra, paleopatologa, patologa de huesos, (Hawaii) y Ben Nighthorse Campbell (Colorado).
etc. Cuenta con una amplia coleccin de 880.000 ar-
tefactos, el 70 % perteneciente a grupos de Nor-
Casi al finalizar el siglo XX, en 1989, fue creado el teamrica y el 30 % a los de Amrica Latina, de los
dcimosexto museo de la Institucin Smithsonia- cuales escasamente el 0.03 % son restos huma-
na, el cual, aunque es llamado Museo Nacional del nos. En cumplimiento de la ley que crea el NMAI
Indgena Americano, tiene una dimensin hemisf- y a una enmienda promulgada en 1996, el museo
rica, de Alaska a Tierra de Fuego; y est dedicado a debe repatriar todos los restos humanos que cus-
las culturas indgenas del pasado y el presente del todia en su depsito.
continente americano. Naci como respuesta a las
aspiraciones de los nativos americanos de tener Despus de esta somera referencia a los dos mu-
un centro cultural de estudio, debate y de ense- seos del Smithsonian Institution que guardan res-
anza. Es dirigido por un prestigioso lder indge- tos humanos, quisiera conversar con ustedes acer-
na, W. Richard West de la tribu de los Cheyenne ca de tres asuntos que creo sera importante para
del Sur. Desarrolla sus proyectos y programas en esta reunin. Deseo hacerlo desde la perspectiva
consulta y colaboracin con los lderes indgenas, que postula el Museo Nacional del Indgena Ame-
de tal modo que se ha convertido en un museo- ricano, en el cual tengo el honor de trabajar como
foro, donde se discute con libertad los asuntos su curador para Amrica Latina, por supuesto tam-
que a ellos les concierne. Su objetivo es conservar, bin desde mi posicin de arquelogo profesional,
estudiar y exhibir la vida, el lenguaje, la historia, sin desatender a mi sentimiento indgena como
arte y tecnologa indgenas. El indgena es la mis- heredero de la milenaria nacin Quechua.
ma constitucin del museo y por consiguiente es
el lugar donde se escucha el mensaje indgena en Como primer punto hablar sobre los dos museos
su propia voz. del Smithsonian que guardan restos humanos.
La Institucin Smithsoniana es un complejo de
El NMAI se funda sobre la base del antiguo Mu- 17 museos y muchos centros de investigaciones,
seo del Indio Americano-Heye Foundation, el cual pertenece al gobierno federal, funciona con presu-
fue formado por George Gustav Heye, entre 1897 puesto federal y se rige por leyes federales, ade-
a 1957. La Ley de creacin del NMAI fue gestio- ms de sus propias regulaciones. Los dos museos
146
MUSEOS EN OBRA
depositarios de restos humanos, el Museo Nacio- en concordancia con sus principios filosficos,
nal de Historia Natural (NMNH) y el Museo Nacio- desea repatriar la totalidad de esos restos. Es la
nal del Indgena Americano (NMAI) tienen Oficinas aspiracin de sus dirigentes tener un gran museo
de Repatriacin, dedicadas exclusivamente a esta dedicado a la cultura y a la historia indgena de las
tarea, con personal y presupuesto. El NMAI tiene, Amricas.
adems de las leyes federales, su propia filosofa
que lo diferencia de los otros museos. La ley de El segundo asunto que quisiera conversar es la Ley
su creacin y la enmienda de 1996 recomiendan 101-601, promulgada el 16 de noviembre de 1990,
repatriar todos los huesos humanos, los objetos ms conocida por su sigla en ingls NAGPRA (Ley
sagrados y los objetos de uso comunal, estos l- de proteccin a las sepulturas nativas y la repatria-
timos solamente a solicitud formal de una tribu o cin). Por mandato de esta ley, los restos huma-
comunidad. La repatriacin es una tarea priorita- nos que se guardan en los museos y agencias que
ria entre sus programas, porque a travs de esa pertenecen al gobierno federal deben ser repatria-
el NMAI desea dar ejemplo en cuanto al respeto dos. La ley es mandatoria en los Estados Unidos y
por la dignidad y los derechos indgenas, por las pone especial atencin en las comunidades nati-
creencias y cultos tradicionales, por los objetos vas de Hawaii y Alaska. Para los norteamericanos,
y espacios sagrados, pero especialmente por los esta ley responde a su reinvidicacin histrica, la
restos humanos. Estos principios son parte, asi- recuperacin de los restos humanos de sus ante-
mismo, de la filosofa del museo. pasados. Con relacin a los objetos sagrados y los
considerados como patrimonio de la comunidad,
Del total de restos humanos que custodia cada la ley seala que stos deben ser plenamente
institucin, las solicitudes de repatriacin que reconocidos por los lderes y por la comunidad,
llegan al NMNH son relativamente pocas compa- como bienes tradicionalmente utilizados en sus
radas con la magnitud de la coleccin, por lo que ritos, ceremonias, sus actividades comunales, por
se puede predecir que el fondo principal de la co- lo tanto, considerados propiedad de la comunidad
leccin de antropologa fsica no se agotar sino y no de persona alguna en particular. La ley defi-
que se mantendr como un valioso recurso para la ne los bienes de uso comunal como patrimonio y
investigacin y la ciencia. La situacin es diferente los sagrados de uso religioso, ambos deben dar
en el NMAI, donde, por un lado los restos huma- testimonio de ser usados tradicionalmente desde
nos son muy pocos y, por el otro, el mismo museo tiempo remotos hasta la actualidad.
147
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
La ley NAGPRA no fue un gesto generoso del Con- ron sobre el por qu de esa actitud de la sociedad
greso de los Estados Unidos, ni tampoco un mero dominante. Se quera mostrar a los indios caidos
servicio que el gobierno otorga a las comunidades como trofeo de los vencidos?, o se los conside-
indgenas, sino la respuesta a ms de un siglo de raba como simples objetos arqueolgicos al igual
lucha en defensa de los derechos y las reivindi- que los de piedra o cermica? Esta actitud museo-
caciones histricas de los nativos americanos. La lgica se fue repitiendo consciente o inconscien-
lucha por la defensa de sus espacios sagrados, de temente en otras partes. La incompresin por la
sus cementerios y de la prctica de sus ritos re- dignidad humana de los indgenas, el irrespeto a
ligiosos, ha sido en parte atendidas por esta ley. sus tradiciones religiosas y la sutil discriminacin,
Desde su promulgacin, ya no se llevan a cabo las fueron erigindose como un patrn cultural en la
indiscriminadas excavaciones en las necrpolis sociedad moderna.
indgenas, los espacios sagrados son respetados
y el anhelo de ver los restos de sus antepasados La historia de los pueblos indgenas de las Amri-
descansar en paz se va haciendo una realidad. La cas est sembrada de ejemplos de profanaciones
alegre prctica de la huaquera (saqueo o exca- de sus cementerios y de sus lugares sagrados, en
vacin ilegal) y la profanacin de tumbas de ind- su gran mayora conducidos por personas ines-
genas ha sido prohibida, al menos en los Estados crupulosas, con fines de lucro o simplemente por
Unidos. diversin. Sin duda la mayora de las excavaciones
en cementerios indgenas fueron conducidas por
En el caso de los Estados Unidos, muchos cad- traficantes de antigedades y no precisamente
veres humanos han sido claramente identificados. por misiones arqueolgicas con fines de estudio.
Se relata por ejemplo, que en 1890, aproximada- Al respecto, tambin debo sealar que, afortuna-
mente 346 indgenas Lakota fueron asesinados, damente, son muy pocos, acaso excepcionales, los
muchos de ellos quemados, de los cuales al me- arquelogos que se dedican a buscar solamente
nos 150 cuerpos fueron enterrados en una fosa tumbas y an menos los que buscan slo recintos
comn. Slo dos aos despus, con motivo del sagrados. Cuando los Pizarro arribaron a Pachaca-
cuarto centenario del descubrimiento de Amri- mac y unos das despus a Chincha, en la costa
ca, en 1892, los cadveres de esos Lakota fueron peruana, por ejemplo, una de sus preocupaciones
exhumados y exhibidos en Chicago. Los descen- o ambiciones fue averiguar por la tumba de los an-
dientes de esos Lakota por supuesto se pregunta- tiguos seores y curacas. Las huellas de sus exca-
148
MUSEOS EN OBRA
vaciones todava estn abiertas. Desde entonces instrumental de los restos humanos y de los obje-
hasta la actualidad, los cementerios y los altares tos culturales, bibliografa completa que sostiene
indgenas nunca dejaron de ser la atraccin de los la investigacin, etc.
buscadores de tesoros.
La investigacin museolgica es procesada y veri-
La ley NAGPRA estipula que los museos estatales ficada en permanente consulta con los lderes tri-
y agencias federales deben facilitar, dentro de los bales o comunales interesados en la repatriacin.
cinco aos despus de la promulgacin de la ley, Los estudios cientficos pueden ser ampliados o
a las organizaciones tribales y/o comunales, el in- profundizados a pedido de la misma tribu o cuan-
ventario completo de las colecciones que guarda do se considere que el objeto contiene importan-
el museo. El inventario debe incluir la informacin te informacin para el conocimiento cientfico. El
sobre los objetos sagrados, los objetos asociados texto del reporte es compartido por el museo, la
al ajuar funerario de cada cadver y los objetos agencia federal, la comunidad nativa y la comuni-
considerados patrimonio cultural. Debe contener dad cientfica.
tambin la procedencia, el rea o el lugar geogr-
fico, la filiacin cultural, la conservacin, fecha e La ley seala tambin los requisitos y trmites que
historia de la adquisicin, la referencia bibliogr- debe seguir el pedido de repatriacin que hace
fica, si el objeto ha sido exhibido y/o publicado, una tribu o sus lderes. Por ejemplo, el solicitante
etc. debe precisar la filiacin cultural o comunal, el lu-
gar de procedencia, el estado o juridiccin al cual
Cuando el museo recibe el pedido de repatriacin pertenece, precisar el sitio donde va ser re-ente-
de alguna tribu o comunidad, el personal contrata- rrado, etc.
do para este fn lleva a cabo detalladas investiga-
ciones sobre cada uno de los objetos que se van a El reporte que prepara el investigador es revisa-
repatriar. El reporte final debe incluir la informa- do por un comit nombrado para ese propsito y
cin museolgica, la historia de la adquisicin del en ltima instancia por el Comit de Revisin del
objeto, datos que el museo guarda sobre el obje- NAGPRA. Este comit est formado por 7 miem-
to, la filiacin cultural, una documentada identifi- bros: 3 elegidos por representantes de las tribus,
cacin del lugar de proveniencia, las relaciones y la organizacin de los nativos hawaianos y por los
el parentesco cultural con otras, anlisis visual e lderes religiosos de los nativos americanos; 3 ele-
149
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
gidos por la organizacin de museos y por la aso- con las autoridades y funcionarios de gobierno y
ciacin de cientficos, y 1es elegido por consenso los lderes indgenas de cada pas. El NMAI es pro-
y, generalmente, el cargo recae en una persona de fundamente respetuoso de las leyes y reglas de
gran trayectoria profesional y tica. cada pas, as como de las costumbres y creencias
de las comunidades indgenas. Para no afectar la
La memoria anual del Comit de Revisin incluye sensibilidad legal, moral y cultural del pas que va
un relato sobre las repatriaciones ejecutadas, las recibir los restos repatriados, antes de procesar la
sanciones a los museos que no cumplieron con la repatriacin, los dirigentes del museo visitan en
ley, a los investigadores, cuando el estudio no sa- sus oficinas a los funcionarios de estado y en sus
tisface las exigencias de la comunidad nativa o de aldeas a los lderes indgenas, con quienes con-
la ciencia, etc. versan sobre la filosofa y la tarea de repatriacin,
se firman documentos de convenio y se arreglan
En el Museo Nacional del Indgena Americano, en los mecanismos logsiticos para la repatriacin.
cambio, el informe que prepara el personal contra- Quiero dejar constancia que el anhelo de los di-
tado para tal fin, es revisado en primera instancia rigentes del museo, es el re-entierro de los restos
por el Consejo de Curadores (Curatorial Council) y repatriados en el mismo lugar de donde fueron ex-
luego por el Comit de Alta Direccin del museo humados. Es decir, los restos no deben retornar a
(Board of Trustee), el cual aprueba el reporte en su pas de origen para ser depositados en algn
ltima instancia y autoriza la repatriacin. museo o coleccin.
150
MUSEOS EN OBRA
comunidades nativas, especialmente en los asun- con los suyos, y de los no indgenas, unos por
tos cruciales como las vigilias, procesin y re-en- conocer de lo que se trata y otros por curiosidad.
tierro de carcter netamente indgena. La erudita Frente a la situacin que rebas cualquier control,
asesora y apoyo de nuestros colegas de la Univer- los sacerdotes Quechuas, con apoyo de los profe-
sidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, doc- sores Flores Ochoa y Carmona, solicitaron velar la
tores Aurelio Carmona Cruz y Jorge Flores Ochoa, primera noche a los re-patriados en el anfiteatro
fue muy valioso en esos momentos. Flores Ochoa, de la Universidad. Durante la vigilia se suscit un
era miembro del Board of Trustee del NMAI, saba incidente interesante. Cuando un funcionario del
perfectamente de lo que se trataba, y junto con Instituto Nacional de Cultura quiso explorar la po-
Carmona, ambos experimentados antroplogos sibilidad de llevar los restos repatriados para ser
andinistas, sugeran dejar a los Quechuas en li- resguardados en el museo de la ciudad, los Pacu
bertad para que ellos pongan en prctica sus cos- respondieron: por qu ahora quieren quitar-
tumbres y sus tradiciones. Nuestra preocupacin nos lo que antes no impidieron que saliera a otro
fue documentar cuidadosamente el proceso, por pas?.
cuanto se trataba de un evento nico. La actua-
cin de los antroplogos Flores Ochoa y Carmona Los restos repatriados fueron llevados del Cusco
se limit a identificar a los sacerdotes andinos hasta el Apu Ausangate, una montaa sagrada ve-
(pacu) de las comunidades de Qero y Paqchanta nerada por los Inkas, a una distancia de 90 kms,
y a explicarles sobre el por qu del retorno de los en una espontnea procesin de tres das y tres
huesos de nuestros antepasados que haban sido noches, con participacin de ms de 35 comuni-
llevados a los Estados Unidos. dades que habitan la regin. Los restos fueron
re-enterrados en las faldas del Ausangate y se ha
A la llegada de los restos al aeropuerto de Cusco, convertido, actualmente, en un lugar de peregri-
ambas delegaciones (Qero y Paqchanta) se hicie- naje anual. Quera comentar la experiencia de la
ron presente con sus ofrendas, acompaados de repatriacin al Cusco, Per, porque como se dijo
conjuntos musicales, para dar la bienvenida a sus en esos das, quizs se haya perdido un recurso
ancestros repatriados. Fue un re-encuentro muy de investigacin en la antropologa fsica, pero
emotivo, de lgrimas y cantos. La llegada de los se ha ganado una valiosa e insospechada infor-
restos atrajo tanto la atencin de los cusqueos, macin para la etnografa e etnohistoria andina.
de los indgenas que pugnaban por encontrarse Hemos sido testigo de muchos ritos, ceremonias y
151
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
conversaciones de una poblacin oprimida, que no lucha por sus reivindicaciones, obviamente se re-
gozaba de libertad para exteriorizar sus costum- piten preguntas que merecen atencin y reflexin
bres tradicionales, al menos pblicamente. Fue in- de nuestra parte. Se sabe por la historia, que una
teresante escuchar el debate entre los sacerdotes de las razones para justificar la conquista y la inva-
Quechua, para decidir el proceso y el lugar de re- sin europea sobre Amrica fue la cristianizacin,
entierro, los Qero que se identificaban como los mediante la cual se aniquilaron las creencias ind-
Inka, mientras que los de Lauramate defendan su genas, destruyeron sus templos, sus dolos y sus
status de sacerdotes o pacu. En fn, lo importante espacios sagrados. Los estados modernos por su
en este caso es sealar que los Quechua se identi- parte, preconizan en su mayora la libertad de cul-
ficaron plenamente con la filosofa de la repatria- to, el respeto a las religiones, etc., las cuales en
cin, recibieron los restos como suyos, como sus la prctica se refieren solamente a las religiones
ancestros y, actualmente, los protegen. modernas y sus smbolos, mientras que las indge-
nas son menospreciadas y obligadas a seguir en
El tercer asunto que quera tocar muy preliminar- la clandestinidad. La persecucin a las indgenas
mente, es un asunto muy sensible en la sociedad por parte de ciertas sectas modernas no difiere de
moderna, me refiero al concepto y la tolerancia las idolatras del siglo XVII, y en el mayor de los
que la sociedad occidental tiene para las creencias casos, sus ceremonias pblicas son observadas
religiosas, los smbolos y los espacios sagrados y calificadas como folklricas, por ser paganas
en general. En la dual composicin de nuestras y primitivas. A un cementerio cristiano se llama
sociedades, existe la innegable poblacin tradi- campo santo, se respeta y nadie podra atrever-
cional (indgena) y la moderna (occidental en su se a excavar, el del indgena es sencillamente igno-
mayora), a las primeras se les llama las otras rado y puede ser objeto de cualquier profanacin.
para diferenciarlas de las nuestras. En esta dico- La sociedad nativa siente que el concepto de la
toma, la relacin social y cultural se maneja desde moral, la tica y de respecto a la creencia religiosa
el lado de la sociedad dominante, la cual impone es aplicable en la moderna y occidental, mientras
su moral, sus creencias, su cultura, su lengua, etc. no lo es en las tradicionales indgenas, donde sus
En esta desigual composicin social, se escuchan costumbres y creencias son sencillamente subes-
aisladas voces indgenas que reclaman por el re- timadas y marginadas. Es una suerte de discrimi-
conocimiento y respeto a sus costumbres, su len- nacin histrica que se proyecta al presente, pero
gua, su creencia, su espacio sagrado, etc. En esa al mismo tiempo, no podemos tapar el sol con un
152
MUSEOS EN OBRA
153
MUSEO DE ARTE Y ARTESANA DE LINARES
Presentacin. Francisca Valds, Encargada del rea de Exhibiciones de la Subdireccin de Museos, Dibam.
Retrica Visual: La puesta en escena del musegrafo Marcial Corts Monroy, Director de Proyectos de rbol
de Color.
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
156
MUSEOS EN OBRA
El punto de partida de este proceso fue un trabajo Gusinde de Puerto Williams, de Historia Natural
de profunda reflexin en torno a la identidad del de Valparaso y Arqueolgico de La Serena.
museo. Qu es aquello que lo hace irrepetible?,
cul es su misin hoy? Muchos museos luego de Hoy, todos estos proyectos estn concluidos en su
este anlisis redefinieron su visin, adecundola a etapa de diseo. Algunos se encuentran en etapa
la realidad, al entorno cultural y regional. de estudio en sus regiones y otros en etapa de eje-
cucin.
Una segunda reflexin se relacion con la forma
en que estbamos habitando nuestros espacios,
nuestros edificios. Fue una tarea larga ver en qu Puesta en valor de las colecciones
estbamos y cules eran los requerimientos nece-
sarios para enfrentar el futuro, estudiar la mejor Entrando en el tema de las exhibiciones propia-
forma de cmo acoger las demandas de los usua- mente tales, cada museo y tambin la Subdirec-
rios, internos y externos, las exigencias para el cin, venan formndose la idea de que el guin
trabajo, conservacin y exhibicin de las coleccio- deba organizar las colecciones bajo nuevos te-
nes, la implementacin de las normativas vigen- mas. Adems, que stos deban ser presentados
tes, los espacios para una mejor extensin y en- a travs de pticas que dieran cabida a distintos
cuentro cultural. Los museos crearon un programa enfoques. Este concepto dio origen a nuevas in-
detallado con sus requerimientos y desarrollaron vestigaciones, a escritos de mltiples especialis-
documentos que sirvieron de base para concursos tas, quienes enriquecieron el mensaje y lo actua-
abiertos que se fueron realizando. La meta era lizaron.
contar con proyectos ganadores, de gran calidad,
que pudieran optar a un co-financiamiento exter- As, surgieron nuevas temticas, nuevos argu-
no a la institucin. mentos. A modo de ejemplo, naci la historia del
bosque nativo y del ro Bo Bo en Concepcin, el
De este modo, se desarrollaron proyectos de ar- significado del cerro y ecosistema de La Campana
quitectura para los museos Regional de La Arauca- en el Museo de Valparaso, una Gabriela Mistral
na, Regional de Magallanes, Regional de Ancud, presente en el siglo XXI, en el Museo de Vicua. El
de Arte y Artesana de Linares, OHigginiano y de Museo OHigginiano y de Bellas Artes de Talca re-
Bellas Artes de Talca, Mapuche de Caete, Martn uni una enorme cantidad de informacin, lo que
157
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
enriqueci notablemente el relato, adentrndose das como Fundacin Andes. Se cont, asimismo,
en la historia del Maule desde sus orgenes en Tal- con empresas externas, especialistas en materias
ca, y su cultura en el siglo XIX, en su proyeccin de conservacin.
hoy. En Linares se hizo un registro del tema de las
artesanas locales, de Rari en particular. En algunos casos la transformacin de las exhibi-
ciones fue asumida por los propios equipos de los
Con todos los antecedentes reunidos se elabor museos. Pudieron aplicar su conocimiento, expe-
un guin museogrfico preliminar, escrito por un riencia e inters en el tema museogrfico. Fue el
investigador. Este escrito fue presentado al pbli- caso del Museo Regional de Ancud, del Museo Re-
co para conocer su punto de vista acerca del relato gional de Magallanes y del Museo de Yerbas Bue-
y los temas seleccionados. nas. Sus exhibiciones hoy dan cuenta de un traba-
La mayor exigencia fue que entregsemos un re- jo creativo, que soluciona bien la relacin entre el
lato claro, que explicramos una historia y que espacio museo y la exhibicin y colecciones.
sta fuera entendible para todas las edades. Se
solicitaba adems, incluir ms la historia local, Una segunda modalidad fue la de contratar dise-
lo nuestro por sobre lo general. Se corrigieron adores externos. Fue la opcin que tom el Mu-
entonces los guiones, se reorientaron y enfocaron seo del Limar (1995) y el Museo Histrico Domi-
hacia aquello que despertaba mayor inters, siem- nico (1999) con Jos Prez de Arce; el Museo de
pre manteniendo el grueso de la trama original. Isla de Pascua (1998) con Andrea Aspe; el Museo
El texto definitivo fue encargado a un escritor. Regional de Atacama (1996), con Jaime Alegra; el
Museo Regional de Rancagua (2001) con Militza
Un aspecto de enorme importancia fue desarro- Agusti; y el Museo Benjamn Vicua Mackenna
llar, en forma paralela, proyectos de puesta en (1999) con Omar Larran.
valor de colecciones, pues no siempre se encon-
traban debidamente registradas y en estado de Una tercera modalidad, que se ha empleado ma-
conservacin que hicieran posible su exhibicin al yoritariamente para desarrollar el Plan Nacional
pblico. Fuimos apoyados por el Centro Nacional de Mejoramiento Integral de los Museos, desde
de Conservacin y Restauracin, el Centro de Do- el ao 2000, ha sido realizar un concurso museo-
cumentacin de Bienes Patrimoniales, el Museo grfico, para seleccionar una mejor opcin dentro
Histrico Nacional. Tambin por entidades priva- de un conjunto de propuestas. Este sistema ha
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MUSEOS EN OBRA
159
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
160
MUSEOS EN OBRA
A travs de un recorrido por una serie de hitos, el autor expresa su parecer sobre el
porqu los museos reciben pocos visitantes hoy en da. Entre ellos, la importancia de
la puesta en valor del espacio tradicional y de aquellos que no lo son, pero que igual
llegan a ser experiencias museogrficas.
161
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
teresante que para poder hacer eso y poder decir una muestra de qu? Uno habla de voy a ir a ver
que el valor finalmente es lo valioso, tiene que una muestra, una exposicin, pero la verdad es
ser a partir de una cierta mirada de autor, o sea, de que alguien dijo, discuti y decidi qu haba que
quien descubre que esto de aqu puede tener un mostrar, qu vala la pena mostrar y de qu mane-
cierto valor, y hacer que aparezca eso, vinculn- ra. Y todos los lugares -lo hemos visto en el caso
dolo a un aspecto o a una temtica. Cmo hacer de los museos recin-, tienen cosas que mostrar y
aparecer lo valioso? Lo que habitualmente se hace les gustara que fuesen vistas porque se sienten
es tomar, poner, agrupar, posicionar, volver a mirar parte de lo que es mostrado. Aqu el problema es
y armar grupos temticos, etc. sacar o escoger una muestra. Igual que cuando
uno saca una muestra de un papel o del muro, o
Este ejemplo, de poner en valor, es de un arqui- un carpintero saca una muestra de madera, hay
tecto, Roberto Benavente del museo de Pars, en que ver que esa muestra sea un ejemplo de algo a
que el problema era qu hacer con un grupo de lo que pertenece, a un rango o un giro mayor. Es
animales, que pesan y son muy delicados, que son decir, que sea vlida como muestra, que tenga una
muy antiguos y estn momificados, pero manteni- cierta carga emocional y una carga potente como
dos perfectamente en la piel. Lo que se hizo ah, patrimonio para que funcione. Hay que ver si se
al ponerlos en una especie de Estacin Mapocho pone tambin en contexto o fuera de contexto,
gigante, fue inventar un suelo, una continuidad, porque se cae mucho en escenificar lo que podra
una procesin. Con una sola y clara decisin -y haber sido, cmo fue esta cosa o cmo se us, y
estoy hablando tambin desde el punto de vista la otra manera es ponerlo realmente fuera de con-
del diseo- de concebir la forma de las cosas, es texto y poner una gallina embalsamada en algo
suficiente a veces para poder armar una muestra y de acero. Estoy dando un ejemplo burdo, pero los
una puesta en escena efectiva. materiales tambin descontextualizan y hacen ver
como algo nuevo, algo que no lo es.
2. Mostrar / La Muestra / Una Muestra Una muestra de algo que remite como conjunto,
a otra cosa. Creo -y esta es una opinin personal-
Entonces de qu se trata? Qu es esto que uno que una muestra no debe cerrarse en lo que expo-
dice tenemos todo este material que mostrar? ne. Debiera ser una especie de pauta para reflexio-
Todo eso se transforma en la muestra. Pero en nar y aprender de otras cosas y esta otredad, esta
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MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
gusta mucho la msica y me imagino el trabajo de que atacaban a las primeras poblaciones, y que
interpretar una sinfona o una pera, en que el di- definan los territorios seguros. Entonces, es una
rector tiene que poner su sello y decir con qu in- plaza cargada desde la memoria colectiva local
tensidad, dentro de lo que est escrito, tiene que para y expresada en un suelo grfico comn.
sonar. As uno sera capaz de reconocer, si uno tu-
viera un odo increble, porque Leonard Bernstein
interpreta as y el otro de diferente modo. 4. Musa / Lo Museable / Museo
Bueno, es un poco lo que hacemos los diseado- Otro punto importante es la musa. El museo viene
res que nos dedicamos al tema de los museos. de musa, y lo museable y el museo es lo que se
Cmo afinar esta cosa. Tiene que ver tambin con arma. El mito griego dice que las musas se originan
el manejo de la intencin y las intensidades. de una relacin entre Zeus y Mnemocine, que es la
memoria. Tema que encuentro sper iluminador,
Aqu hay un ejemplo del Museo Nacional de Aus- porque que lo museable y las musas vengan de la
tralia, en cmo se concibi. Se inaugur el 2001, relacin entre lo creativo o el creador supremo, o
2002, y me parece un museo impresionantemente la inteligencia suprema, y la memoria, me parece
arrojado en su lenguaje. Por ejemplo, estos son to- increblemente certero en el caso de los museos
dos los mapas que se fijaron y superpusieron para y de cmo nosotros como hombres, tratamos de
armar la plaza principal, que se las voy a mostrar, mantener lo que somos. Porque finalmente existe
y el primero de arriba es el ms antiguo y el que slo este momento: para atrs ya pas y para ade-
establece los ejes mgicos, incluso de los abor- lante, todava no ha llegado.
genes de la pennsula y de la fundacin de las ciu-
dades ms antiguas en los trazados victorianos. Siempre les hablo a mis alumnos de cmo pueden
Por ah, como el cuarto, quinto mapa tiene que ver crear a partir de la memoria, de lo que quieren
con todas las etnias y todos los lenguajes. As se conservar, pero que sea para dar luces sobre otra
van traspasando unos a otros y result algo como cosa, sobre nosotros, sobre la cultura, no sobre lo
esto: en que la plaza es una plaza en la que toda la lindo que es este lpiz.
informacin est trazada incompletamente, y esa
reja que parece de madera, es una cita a las rejas Tambin el museo aparece como un espacio fijado
que contenan a los dingos, los perros salvajes, para albergar posiciones e imgenes sobre la me-
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MUSEOS EN OBRA
165
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Otro punto que quiero enfatizar es que el mundo Este es otro ejemplo respecto de lo mismo. Es un
hoy da es una red. No podemos obviarlo, y por mapa de Australia ocupado como pantalla. Por lo
eso es que digo que hay que entender que cuan- tanto lo que estn presentando ah, mnemotc-
do uno disea para un museo est diseando para nicamente, casi como un mensaje subliminal, es
los que van a entrar a visitarlo. Se percibe hoy da, que Australia es igual a luz proyectada, a un ta-
sobre todo en los escolares, que lo que no est mao y a un borde, est suspendida en el vaco
en la red no es. No slo no existe, sino que no es. porque est suspendida en el Pacfico y se forma
El tiempo del ojo tiene que ver con la memoria, la y se constituye con todos los dibujos de los abo-
inteligencia, la no distancia y la rapidez. En cam- rgenes tambin. Por lo tanto es una manera rapi-
bio, el tiempo del pie no. Es un tema pendiente dsima, no discursiva, de hacer ver quines somos
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MUSEOS EN OBRA
en esta era de informacin/luz. Hoy todo son im- el fondo de esos valles y lo nico que da vida es
pulsos y flujos y destellos, donde la informacin este surco que es una lnea, pero es ondulada. Y
es prcticamente intangible. As llegamos al tema por ltimo, est la herida porque Gabriela Mistral
del concepto y la exposicin. fue muy maltratada en Chile. Siento, despus de
leer toda su obra y la biografa escrita por Volodia
Teitelboim -que encontr impresionante-, que ella
8. Concepto / Exposicin nunca pudo sacarse una herida del alma y por lo
tanto yo asum, metafricamente, que tena una
Lo expuesto se supone que est puesto a propsi- cicatriz en el alma. Y una cicatriz tambin es una
to. Por lo tanto, habra que ver a propsito de qu. lnea. Entonces dije, tengo la lnea. Cmo ocu-
Cmo se expone lo que se expone. No en trminos po esto de la lnea, qu hago con ella?. Hasta que
de materiales, sino de cmo yo muestro lo que voy decid unir en el mapa el punto de su nacimiento,
a mostrar, para que quede expuesto como parte que es Montegrande, y el punto de la exposicin
de algo que a otro le va a dar luces sobre otra cosa de su memoria el museo- que es Vicua, con una
que yo no s lo que es. Dira que por ah est el lnea exactamente trazada en el mapa. Despus,
problema. Y el problema del espacio previsto para respetando todos los ngulos, la traslad a Vicu-
lo no previsto, por lo tanto, el espacio de las posi- a, a la cuadra, al sitio del museo y apareci una
bilidades. diagonal. Entonces, desde all asum que ese era
el eje del museo con el cual yo deba concebir y
En el 2003 un proyecto que yo hice gan el con- trabajar todo, desde la vereda hasta el fondo del
curso para el museo de Gabriela Mistral en Vicu- patio. No hay tiempo hoy da ni aqu es el contex-
a. Este proyecto se llama La lnea, el surco y la to adecuado para explicar todo el proyecto, pero
herida, por lo siguiente. Todos nos hemos dado cuando hablo de conceptos, me refiero a eso: uno
cuenta y tenemos internalizado que Chile es una tiene que hacerse caso y persistir en lo que ha vis-
larga lnea y Gabriela Mistral naci en el lugar to. Es como el suelo que les mostr al principio con
ms perdido del mundo, en el borde ms afilado y los animales y que tiene otro fundamento pareci-
ms largo de Amrica. Tambin naci en un lugar do. Uno busca, intuye, va por un camino, opta y se
donde lo nico que hay entre paredes diagonales cie a eso: es la nica manera de poder funcionar.
de piedra es un surco. Est lleno de quebradas
en el Valle del Elqui, y corre un hilo de agua por
167
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Despus, est el tema del espacio resultante, con Esta es una entrada a una parte del museo de Aus-
la significancia que tiene el golpe de vista. Otro tralia, lo he tomado como ejemplo porque me pa-
problema es que los jvenes entran a un museo, rece extraordinaria la mezcla y la efectividad. Re-
miran, dicen es fome y listo. Se van a ver su celular cibe, puedo reconocer que es una entrada, pero no
y a mandar mensajes respecto de lo aburridos que es slo eso. Hay una conjugacin de planos y de
estn. Entonces, un punto importantsimo a tener luz que estn transformados todos en un lengua-
en cuenta, es cul es el primer enfrentamiento, je visual legible. Y el espacio aparece como una
qu es lo que recibe una persona cuando entra a gran atmsfera envolvente. Me voy de un museo
ver algo. Porque prcticamente est demostrado, o de una muestra y me quedo con una atmsfera
que ms de 20 minutos una persona no dedica a y le digo a alguien, no te pierdas esta cuestin.
leer y a recorrer, salvo que est haciendo un traba- Por qu? Porque algo te va a pasar, no te lo pier-
jo. Creo que el problema est en el primer encuen- das. Ah yo creo que hay un xito, porque hay una
tro con la muestra, que al igual que una portada experiencia. Un espacio de apertura y multisen-
de un libro, es una promesa. Las portadas de libro sorialidad que deberamos poder lograr, un con-
tienen ese gancho y es una voz muda que aparece tenido que viene de la mirada de los expertos, de
cuando es interesante y resuena de una manera los diseadores, arquitectos, tcnicos ayudantes,
extraa, porque a cada uno le pasa algo distinto. etc., todos ustedes que estn ac, que fabrican y
Pero si es buena, algo le pasa. Si es mala, sigue producen la visualidad. Porque la visualidad se
de largo. empieza a fabricar cuando se hace un encargo, ah
uno empieza a discutir qu es lo que quiere que
Ahora, entiendo aqu como promesa la apertura aparezca. Tiene que ser esencial, no puede ser
del lenguaje de la forma, de la disposicin de la discursiva porque, insisto, el discurso, la informa-
persona, del acercamiento y de la legibilidad. Las cin, est en la habitacin de toda la gente hoy
cosas se tienen que poder leer, se tienen que dar a da.
entender para la gente de hoy.
El diseo de una muestra es el diseo del signifi-
cado y los lenguajes que soportan y exponen este
significado como lenguaje pblico. Digo trans-
168
MUSEOS EN OBRA
misin y mensaje a medias, porque tambin he macin en conocimiento, diseando una experien-
aprendido que uno no debe dar todo. La gente es cia espacial ms que un ordenamiento de datos,
inteligente, somos todos inteligentes y percepti- de figuras, de objetos agrupados en un espacio
vos y yo no puedo amarrar relaciones entre una neutro. Para ello, se requiere de voluntad y de per-
cosa y otra sin tener que ver y leer. Pero no me sistencia y de fe en lo que se ha entrevisto.
digan todas las implicaciones o los supuestos que
tengo que ver, que es como el ejemplo del cuadro
con el nombre que dice, Paisaje XX y yo crea 12. Espacio/Valor
que era una composicin de color que me encan-
taba. Matta deca que los impresionistas eran ti- Por ltimo, quiero volver al inicio, afirmando que
pos increblemente preocupados por el tema de el espacio es un valor y la configuracin del valor
la luz, pero cuando su trabajo se empez a llamar en un espacio terminado tiene que poder resonar
un Monet, se freg todo. en la persona, si no fracas. Y no sacamos nada
con que alguien diga qu choro esto, pero no le
hizo ver otra cosa.
11. Diseo/Concepto = Opcin/Voluntad
Aqu hay dos ejemplos de una instalacin de Ismael
Para qu se hace lo que se hace, en un momento Frigerio en Valdivia, un artista visual al cual invit
en que la informacin est en la red en la cual se a formar parte de mi proyecto. Esto est hecho e
accede desde la propia pieza? Esa es la pregunta instalado en las antiguas bodegas de cerveza de
que yo dejo abierta para todos. Es un discurso que esa ciudad y por eso, lo vinculo a lo museable hoy
es un decurso, de ir por un curso y hacer el trans- da. En como el hecho de que con inteligencia y
curso. Tenemos que poder atravesar eso porque si con un solo lenguaje definido, se puede dar vuelta
no vamos a correr el riesgo de quedar desvincula- un espacio, prcticamente sin hacerle nada. Est
dos de lo que viene. hmedo, el suelo mojado, tal cual, y aparece esto
de las fotos en blanco y negro en los muros, la luz
Y esto que es el concepto, que es una palabra del nen, y se llena de gente y la gente entiende
que nombra y que rige el trabajo en su totalidad, porque tiene cultura visual. Entonces yo creo que
permeando todo, es lo que permite atravesar esta tambin tenemos que preguntarnos arduamente,
disyuntiva. Es lo que permite transformar la infor- por aquellos lugares a los cuales llamamos mu-
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
Muchas gracias.
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MUSEOS EN OBRA
171
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
los otros tres fuertes y hay una casa del castellano Caso 1.- Amplia investigacin histri-
donde de alguna manera se contextualiza, se expli- ca y ningn objeto
ca, qu es lo que la gente ve ah, tan espectacular
que no saben si es de piratas, algo bien especial. Y Vamos directo al caso del fuerte Niebla. La Dibam
el otro proyecto es Lgrimas de Luna, una muestra nos entreg a nosotros un enorme estudio -tres
itinerante de la coleccin de joyas mapuche que carpetas muy grandes con informacin, estudios,
nos lleg el encargo de ponerla en escena como historia, una seleccin de ilustraciones y mapas en
exhibicin. Y el contenido, en el caso de la joyera miniatura-, todos documentos que venan con co-
mapuche haba una coleccin sin orden cronol- pias digitales e impresas. Aqu tenemos la imagen
gico, ningn orden de situacin geogrfica, y re- del fuerte, sus caones y la vista hacia el estuario;
lativamente incompleta en trminos ortodoxos de la casa del castellano, que est reconstruida. Se
clasificacin, sin embargo con un enorme valor es- ven los cimientos de lo que eran las construccio-
ttico e histrico. Por el contrario, en Niebla, hay nes que haba en ese lugar. Entonces, al interior
un museo de sitio, donde tenemos que construir de esa casa tenemos que explicar, contextualizar,
una museografa sobre la base de documentos y
que era esta fortificacin estratgica tan signifi-
a una investigacin histrica, no hay objetos que
cativa en el desarrollo de esta Amrica tan impor-
nos permitan armar la museografa.
tante para el reinado de Espaa, para contener la
invasin de los otros imperios que tenan mucho
En esto de la retrica visual nos referimos a una
inters en este continente por esa poca.
forma de argumentar y seducir, de hacer ms elo-
cuente el discurso. Para esto contamos con una
En este caso nosotros invitamos a dos personas
narracin, un objeto, una visualidad y componen-
externas a rbol Color, Mario Fonseca y a Marilyn
tes de una ecuacin que en la puesta en escena
Libermann, justamente a trabajar en la edicin de
pasa a ser fundamental. Tal vez, una forma muy
contenidos. Cul fue el criterio que usamos? Si
rpida de explicar esto es lo que hace Nicanor Pa-
uno entiende el valor histrico que ha jugado el
rra con sus objetos visuales, con sus artefactos,
rol de ese grupo de castillos, fortalezas, para pro-
cmo a una imagen, a un objeto, a una grfica, l
teger en esa instancia lo que eran los intereses de
le incorpora un contenido, un texto. Luego la com-
Inglaterra, Holanda, y otros pases que estaban
prensin de esas dos cosas juntas es superior y
muy vidos en abordar Amrica, este punto fue
adems supone un proceso que genera una expe-
absolutamente determinante en que hoy da siga-
riencia en el visitante.
172
MUSEOS EN OBRA
mos hablando espaol y contemos con una serie historiadores locales, acordar de qu forma se iba
de cosas que nos definieron como tal y constitu- a contar esta historia. Me refiero a los contenidos
yen nuestra identidad. Parece sorprendente que y a ciertos temas polticos de la narracin.
esos caones que estn ah arrumbados, sean el
testimonio que queda de esta fase tan importante Una vez resuelto el entuerto, hicimos nuestro
de nuestra historia. planteamiento de soporte en los cuales bamos
a realizar unos paneles con distintos tipos de in-
Decidimos narrar los hechos desde una mirada si- formacin, luego trabajar unos cristales impresos,
tuada desde el mar. Porque, si bien es cierto final- usando las ventanas y una serie de otros recur-
mente esto fue derrumbado por Cochrane, atac sos, ya que aqu -a diferencia de otros lugares- no
por la espalda, es decir por tierra, para lo cual no podamos usar ninguna tecnologa; menos cosas
estaban preparados, lo cierto es que todo fue pen- elctricas y electrnicas porque esta casa no tiene
sado como una estrategia marina. Entonces desde ningn tipo de aislacin ms all del techo y los
esta imaginera del mundo de las velas y de los muros, y el porcentaje de humedad es muy alto al
barcos desarrollamos un lenguaje y luego, en ese interior de las habitaciones.
contexto, tomamos los documentos, las narracio-
nes, establecimos distintos niveles de lecturas; Estudiamos la visualidad de los documentos,
una en los ttulos, otra en las bajadas y una ms siempre teniendo en cuenta el enorme valor hist-
profunda dirigida a los que realmente les intere- rico del contenido, para rescatar el valor visual y la
saba ahondar en el tema. capacidad comunicacional que cada uno de ellos
ofreca.
Hicimos las primeras presentaciones y con este
anteproyecto nos fuimos a Valdivia con Francisca Finalmente hicimos una diagramacin en la cual
Valds y el resto de la comitiva a presentarlo. Ah todos estos paneles escritos en un lenguaje de
encontramos otro tema, que est fuera de lo que las velas nos ayudaron a conformar lo que sera la
vena a conversarles, pero que es importante, y es retrica visual de este museo. No podamos tocar
que en materia de historia, en cmo se cuenta la nada, no podamos colgar en los muros, no poda-
historia o cmo se interpreta, hay un mundo muy mos tocar el piso, haba una serie de restricciones.
amplio y complejo. Y fue todo un proceso entre El recorrido se inicia en la cubierta de un barco,
los historiadores, la gente de la comunidad, otros donde la gente entra por un paseo de velas. Ah
173
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
incorporamos una serie de personajes que van Caso 2.- Slo coleccin de objetos
contextualizando. Definimos una primera etapa de
los orgenes, despus los castillos, luego el auge El caso de Lgrimas de Luna es inverso al ante-
y finalmente la vida cotidiana de lo que ocurra en rior, slo tenemos los objetos y debemos construir
este fuerte. la narracin. Cuando recibimos el encargo nos lle-
ga una caja con joyas de muestra y una fotocopia
Qu es lo que vemos en esta primera sala? En las de las que no estaban ah, es difcil decir cmo la
velas vemos estos mapas que estn impresos en abordamos, porque no tenamos nada. Decidimos
ellas en la medida que vamos descendiendo de con participacin de Jacqueline Domeyko, propie-
cubierta. Al descender nos recibe una rplica es- taria de la coleccin, plantearnos desde la cosmo-
cultrica de una pareja de indgenas araucanos de visin mapuche y desde ella aproximar al valor del
aquella poca y luego se inician los relatos, que objeto a travs de un testimonio, una narracin
son los contenidos de los documentos y las ilus- sostenida en la oralidad mapuche que se genera-
traciones que llevamos a un formato que permita ra desde una acuciosa investigacin.
entender en cdigo museogrfico lo que son las
obras visuales. Cmo se concibi este proyecto? Imaginamos
que alguien andaba de turismo por la zona de la
En otra de las habitaciones explicamos el plan Araucana y se encontraba con un grupo de mu-
estratgico que tena el imperio espaol en estos jeres mapuches, ataviadas con sus joyas, sus ro-
fuertes, a travs de una gran maqueta del rea de pajes y en una conversacin informal con ellas,
fortificaciones. Luego, seguimos narrando la his- cuentan que van a un ritual, a un ro. Se traspasa
toria para finalmente llegar a la sala donde estn un conocimiento ancestral, revelando como estas
los hbitos costumbristas de la poca y la gente. joyas han pertenecido a muchas generaciones,
Incorporar estos personajes realizados con tc- qu van representando cada una de las runas, qu
nica de escultura por moldes a un amplio trabajo es lo que es el mundo y la espiritualidad mapuche,
de investigacin, nos permiti hacer generar la at- donde a modo de ejemplo,el Platero es alguien
msfera de esa cotidianidad. En sntesis, aqu est que luego de un sueo interpretado por la machi
la construccin de una retrica visual para hacer de la comunidad designa a ste como el platero
una escena de una documentacin histrica. de la comunidad. Quisimos resaltar la importancia
del primer encuentro del espectador con la mues-
174
MUSEOS EN OBRA
tra, un inside para que el visitante se internalice motivaciones que generaron como resultado de
emocionalmente con el universo al que se intro- una cultura, estos objetos. Cuando uno explica
ducir. que este platero que hace estas joyas es un se-
or que tuvo un sueo, que luego en una suerte
El factor fundamental del desarrollo de esta mues- de designacin mgica, inicia su oficio, hay otra
tra fue considerar que la cultura mapuche est cul- percepcin inmediata de esa joya que est miran-
tivada y preservada por la palabra hablada, por ello do, la cual es diferente al tener o no informacin
decidimos hacer un registro de entrevistas que im- sobre ella.
plementamos sobre la base de videos. Este regis-
tro lo llevamos a diferentes dimensiones, uno de Esto es en definitiva como nuestra colaboradora,
ellos al registro fsico de personas supuestamente Teresa Matte, interpretara nuestro quehacer; Ar-
entrevistadas, el referente del testimonio. Ah se bol de Color ha hecho un oficio del arte para inven-
ve la instalacin de estas mujeres mapuches, des- tar y producir formas para contar y recordar.
de niitas hasta mujeres de avanzada edad. Luego
estn los testimonios de cada una de las personas Gracias.
poseedoras de las joyas y eso lo intercalamos con
la investigacin de historiadores, etc.
175
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
176
MUSEOS EN OBRA
Marcial Corts
Quiero agregar una cosa al respecto. En muchas
ocasiones nos toca trabajar, estamos en contacto,
con gente joven y lo que hemos observado es lo
siguiente. Una es que esta cierta indiferencia no
es aleatoria, hoy da nosotros vivimos en un mun-
do que est sobrepoblado de objetos y de infor-
macin. O sea, lo que en mi generacin, en la de
mis padres y mis abuelos exponencialmente era
de muy difcil acceso, tanto informacin como ob-
jetos, hoy da dej de ser un problema. Esta idea
de cultura o de informacin, de que entras a In-
177
MUSEO MAPUCHE DE CAETE
Del objeto al sujeto: experiencia comunitaria, Juanita Paillalef, Directora del Museo Mapuche de Caete.
Patrimonio y comunidad: reflexin institucional y participacin ciudadana, Mara Isabel Orellana, Directo-
ra del Museo de la Educacin Gabriela Mistral.
Patrimonio 2.0?
Contenido local, Tecnologa y comunidad desde la experiencia de BiblioRedes, Enzo Abbagliatti, Coordina-
dor Nacional del Programa BiblioRedes
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
MUSEO Y COMUNIDAD
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MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
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MUSEOS EN OBRA
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
truyendo en el imaginario la necesidad de llevar a tural que rinde homenaje a la cultura mapuche y
la reflexin estos temas y asumir compromisos in- cuyo nombre dice relacin con un ex presidente de
corporando a la diversidad de actores que se ven Chile llamado Juan Antonio Ros Morales (JARM),
reflejados en este proceso. Esto ha sucedido en el quien naci en Caete. Los mitos con relacin a la
MMC, el cual ha realizado algunas prcticas rela- fundacin del museo y la persona de JARM llega-
cionadas con acercar la institucin y su quehacer ron a plantear que don el terreno para que ste se
a la comunidad a la cual sirve y muy especialmen- construyera, ya que supuestamente habra nacido
te a las comunidades mapuche que la circundan, en esta tierra. La historia dice que este terreno fue
quienes no haban tenido la posibilidad de abrir comprado por el Estado de Chile para estos fines,
un debate en relacin a la existencia de un museo construir el museo y una escuela agrcola con in-
en su territorio. ternado para los jvenes mapuche, que nunca se
llev a efecto a causa del golpe militar.
As, el museo comenz planteando (2001) su pla-
nificacin estratgica en forma participativa, en la As se fue instalando en el colectivo este centro
cual estuvieran representadas las diversas enti- cultural llamado legalmente Museo folclrico
dades que asisten y han requerido sus servicios, araucanoJARM, que en su misin y objetivo dice
como tambin de los que no lo haban hecho. De homenajear al pueblo mapuche por medio de ac-
esta manera, surgi la necesidad de hacer impor- ciones que ha logrado concretar, sin la presencia
tantes cambios en las formas y estilos de concre- de los protagonistas de esta historia, los propios
tar la puesta en valor de este nico centro cultural mapuche.
de esta envergadura en la provincia de Arauco.
Su coleccin est basada en objetos representa-
tivos que han llegado de diversas formas (dona-
Homenaje en ausencia ciones, compras, hallazgos arqueolgicos, entre
otros) logrando a la fecha una serie de aproxi-
El Museo Mapuche de Caete (MMC) nace legal- madamente 1.700 piezas, cuyo trayecto a formar
mente por ley en 1968 en el gobierno de Frei Mon- parte de la recopilacin del museo es una historia
talva y se concreta durante la dictadura militar en individual.
Chile, ao 1977, en la primavera de esa luna de los Hablar de un museo en un contexto como el del
brotes (septiembre), dando cuerpo a un centro cul- que vengo ha sido difcil de entender, puesto que
184
MUSEOS EN OBRA
como pueblo, el mapuche, no concibe la acumu- innumerables objetos creados para diferentes
lacin de objetos para resguardo, especialmente fines, los que a su vez fueron difundindose en
cuando stos han pertenecido a sus muertos, vis- el amplio territorio que ocuparon y an ocupan.
to que estos objetos son parte del ajuar de su viaje Territorios que se destacan e identifican por sus
a la otra vida. Por otro lado, en la lengua mapuche topnimos, como por la presencia de los distintos
no existe la palabra MUSEO y por tanto, tampoco sitios arqueolgicos encontrados en diversas cir-
el espritu que inspira la creacin y/o apertura que cunstancias, que delatan la presencia y el paso de
este tipo de institucin tiene en el mbito occiden- los kuiviche, quienes se relacionaron y le dieron
tal, que no son coincidentes con las formas de ver significado en forma armnica y respetuosa en los
el mundo desde este lado del sol. espacios fsicos e inmateriales en los cuales se
proyect, hasta la llegada de los espaoles prime-
As, an hay muestras en diferentes museos que ro, y luego de los chilenos, en sus territorios.
resguardan parte de la cultura material de pueblos
originarios, que no han asumido que los objetos y Hoy estos espacios han sido transformados por
sus muestras no slo tienen un componente his- la mano del hombre a consecuencia de la irrup-
trico que los sostiene, sino tambin otro compo- cin violenta de culturas que no comprendieron
nente tan importante como el anterior relaciona- la importancia de estar en equilibrio con el VILL
do con su inmaterialidad. Esta inmaterialidad es MOGEN, puesto que los intereses que perseguan
entendida para este seminario como el factor que no concordaban con el cuidado de su entorno. As,
sustenta la existencia, produccin y proyeccin de la prdida de territorio, la disminucin de su WALL
su presencia hasta nuestros das, a pesar de las MAPU (entendindose este concepto como el te-
imposiciones de las posteriores culturas que lle- rritorio que es nuestra responsabilidad mantener
garon y con las cuales han tenido que aprender a en equilibrio), cre una suerte de dependencia en
vivir y coexistir en un territorio rico en manifesta- casi todos los aspectos de la vida del mapuche.
ciones culturales y naturales. Esta dependencia tambin se ha presentado, en-
tre otros aspectos, en la interpretacin de los ob-
Todos los componentes mencionados anterior- jetos que los diversos centros culturales mostra-
mente, ms otros que por tiempo no han sido in- ban y muestran en entornos descontextualizados
vitados a esta conversacin; los antiguos mapu- territorial y culturalmente.
che los percibieron logrando concretarlo en sus Intervencin museal
185
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
De este modo, museos y centros culturales que en su corta historia de estos ltimos aos en el
exhiben obras del pasado cultural material de territorio, se adscribi a lo que la poblacin no
pueblos originarios, se interpretaron bajo este- mapuche vea y escuchaba de los no mapuche que
reotipos, etnocentrismos y prejuicios soterrados realizaron e interpretaron este sitio patrimonial.
que validaron conceptos y conocimientos veni- De tal forma que, la sinergia que debera haber
dos especficamente del mundo de la academia existido en este importante espacio cultural no
e ideologas diversas. As, antroplogos, socilo- se logr concretar en su integralidad por razones
gos, arquelogos, historiadores, y otros especia- de entendimiento y prcticas culturales adscritas
listas interpretaron en estos centros, validadores slo a la gente que pertenece a la poblacin ma-
de conocimientos y culturas, sus particulares puche, que an lleva y respeta su acervo cultural,
miradas respecto de lo que tenan frente a ellos, interpretada, lecturada en una oralitura mapuche
para concretar dichos trabajos. As tambin, estos ausente y presente en su materialidad.
profesionales no fueron personas pertenecientes
a pueblos originarios, y si los hubo, no fueron lo Lentamente, en un proceso efectivo y responsable
suficientemente valientes para equilibrar lo que hemos intentado, no sin temores, acercar el museo
la sociedad occidental quera decir de ellos como a la comunidad a fin de que puedan opinar infor-
indgenas. madamente con relacin a qu es, para qu, cmo
es un museo y especficamente ste, con el cual
De este proceso, el MMC se ha hecho cargo por han convivido tan alejados uno del otro, los ma-
peticin de algunas comunidades en aspectos re- puche con los no mapuche, no exentos de tensio-
lativos a la fundamentacin de sus necesidades, nes histricas. Hubo resistencia para dar el primer
donde prima la situacin cultural de pertenencia paso, como por ejemplo los grupos que no queran
e identidad, a fin de elaborar modalidades de in- (quieren) dialogar con instituciones pblicas.
tervencin museal que puedan singularizarse en
lo local. Esto debido a la diversidad que existe al Tambin afloran las desconfianzas histricas entre
interior de la poblacin mapuche que vive a este ellos como LOV, as como con personas en particu-
lado del Nawelbuta. lar, ya que todos se conocen y apelan a sus par-
ticulares situaciones al momento de decidir sus
Las intervenciones que el museo pudo concretar participaciones, siendo la autodependencia los
en los no mapuche como en los mismos mapuche, que los lleva a proceder en casos especficos, es-
186
MUSEOS EN OBRA
pecialmente en el liderazgo que asumen, cuando de que pudiesen deshacer sus aprensiones, des-
logran empatizar sus intereses con los temas y/o conocimientos, desconfianzas y por sobre todo
apoyos que ven desde el museo. ver como funciona un museo y sus fines.
1
Max-Neef, 1993.
187
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
les manifestaciones culturales interesa preservar, Seguidamente, se lograron algunos apoyos mu-
2
por quines y de qu manera . tuos y compromisos de trabajos que permitieron
a ambos concretar una serie de actividades que se
Esta demanda est directamente relacionada realizaron para mejorar los contenidos del museo,
con el desarrollo de la proyeccin de sus propias como tambin el concretar una sentida necesidad
manifestaciones culturales como pueblo, que in- de los LOV, un primer curso de Chedugun en vista
terpreta en alguna medida este tipo de acciones de la paulatina y acelerada prdida de este patri-
especialmente cuando el tema patrimonial no es monio intangible; el cual ya se ha institucionaliza-
un tema prioritario en las culturas que la viven y do en el museo, puesto que se han realizado des-
la han difundido y perpetuado intraculturalmente, de ese tiempo un curso por ao, incluyendo a los
por no decir casi clandestinamente. propios Lavkenche, sabios de su cultura y lengua,
dictar las clases. Los participantes han sido en su
Al recabar opiniones, stas se inclinaron a solicitar mayora jvenes mapuche y no mapuche interesa-
que este lugar sea un lugar de encuentro sobre la dos en conocer, aprender y as comprender en al-
base de los que nos convoca, reconocernos dife- guna medida este patrimonio local vivo y vigente.
rentes y necesarios para mejorar las relaciones Tambin se han realizado e institucionalizado ta-
multiculturales, hasta ahora negadas. Quebrar lleres de patrimonio mapuche, donde hemos in-
los prejuicios, los dogmas y las desconfianzas de cluido temas solicitados por la comunidad:
parte de ambos lados (mapuche y no mapuche).
No fue una cuestin menor, puesto que con rela- Cosmovisin, historia oral/local.
cin a este tema nunca se haban juntado a dis- El parque tiene otro uso en algunas pocas del
cutir, conversar y/o reflexionar al respecto. No ao, ya que se realizan encuentros de Palin, gi-
niego que hasta el cierre de la reunin an no se jatun, xawvn.
quebraba esta rigidez comunicacional, la que fue
bien llevada en pos de lograr el objetivo, mejorar Del mismo modo se han hecho trabajos en las co-
la participacin y la puesta en marcha de lo que munidades en apoyo a sus actividades culturales,
seran las directrices que el museo tendra de ah como por ejemplo:
para adelante.
2
Menares, 2004.
188
MUSEOS EN OBRA
Escuela de verano en el valle de Elikura en la (2006) entre otras propuestas que estn siendo
comuna de Contulmo, realizadas para lograr el objetivo propuesto rela-
Feria costumbrista en valle de Elikura, cionado con tener una nueva museografa parti-
Apoyos en rescate del patrimonio por medio de cipativa; razn que nos llev a que nos dieran el
muestras en actividades organizadas por comu- Premio de Participacin en 2006, que otorga la
nidades tales como Arauco, Tira, Los Alamos y Fundacin Ford, Universidad de Los Lagos.
Curanilawe, dentro de la provincia.
Por otro lado, se han realizado trabajos en conjun- Creacin de una nueva exhibicin
to con instituciones pblicas relacionadas con los
objetivos que el museo ha planteado, proyectar la Como parte del estudio de pblico, se efectu
cultura mapuche como aporte al desarrollo y plan- una recopilacin de informacin en comunidades
tear la idea de construir relaciones multiculturales Lavkenche aledaas al museo, las que gustosas
necesarias en el territorio. Entre estas institucio- quisieron participar, no exentas de conflictos y
nes estn: SSA, Gobernacin, Educacin, Cultura, aprensiones lgicas, ya que son comunidades en
Junaeb, en cuyas especificidades hemos calzado conflicto y toda persona que aparece a sus territo-
para aportar desde lo que somos. rios es de poco fiar, por la situacin que estn vi-
viendo. Esto pas cuando llegaron a las comunida-
El programa de participacin que hemos llevado des los estudiantes de antropologa contratados
a cabo se ha ido robusteciendo en la medida que por la Subdireccin de Museos, que nos apoyaron
hemos logrado aportar y participar culturalmente en este trabajo.
en eventos propios de los Lavkenche en sus LOV,
hecho que nos ha permitido que nos devuelvan la Toda esta informacin, ms los insumos que el
mano cuando lo necesitamos. museo ha registrado durante estos ltimos siete
aos, fue la base que llev a solicitar a un guionis-
Hoy, la Subdireccin de Museos nos ha apoyado ta la construccin de un pre-guin museogrfico,
en la concrecin de lo que ser la nueva exhibicin que ordenara los contenidos que salieron luego
del museo, la cual ha llevado a concretar proyec- de ver la malla temtica resultado de las acciones
tos de estudio de pblico en 2005, administracin llevadas por el museo durante estos aos. As se
de las colecciones del museo Proyecto Andes realiz un pre-guin que fue presentado a las co-
189
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
LAMGEN, el patrimonio mapuche no puede sepa- Cmo traduzco el concepto museo desde el
rarse por materialidades, tamaos o colores es pensamiento occidental al chedugun?
una integralidad conceptual, que comprende la
pieza material que correspondera al 20% de lo que Qu lengua uso para los textos y los relatos?
realmente representa el hecho de tener en cuerpo
presente este objeto y el resto representa el 80% Cmo le explico a la/os nios/as mapuche que
de la informacin, y esta informacin corresponde los textos explicativos estn en pasado, siendo
a la intangibilidad del objeto. Retornar el objeto a ellos los nuevos brotes de la cultura?
la tierra, entindase a los herederos de este patri-
monio LOS MAPUCHE actuales, para hacer memo- Cmo expongo/exhibo el actual patrimonio
ria histrica, sin tiempo pretrito relacionado con mapuche, creado en resistencia dentro del mo-
nmeros y/o aos, ha sido un ejercicio no fcil de vimiento mapuche que ha emergido exigiendo
realizar en el territorio, para dar y componer el as- derechos y territorio hoy en este Chile que no
pecto intangible que le corresponde. ha sabido compartir esta generosa tierra que
los winka le denominaron Chile? (L. Kilapi-
A partir de esta inmaterialidad del objeto, que co- Lonko Huape)
rresponde al 80% de la informacin que cada ob-
jeto ostenta me pregunto: En fin, son muchas las preguntas que nos hemos
hecho y cuestionado para poder hacer estas inter-
pretaciones desde los espacios creados e inter-
190
MUSEOS EN OBRA
pretados desde el Occidente, para hacer que es- dad, tambin hemos aprendido a trabajar con es-
tos objetos que conforman la nueva exhibicin del tos elementos inmateriales y humanos. De igual
museo, los textos y el guin, permitan al visitante forma fuimos intervenidos en la tradicional forma
la sensacin de estar conociendo un pueblo con el de mostrar un museo. Al principio cost realizar
cual se ha interactuado desde las postrimeras de cambios en las actitudes de los funcionarios que
la historia de este territorio y que sigue vivo. llevan 30 aos en la institucin, pero se dieron
cuenta de la importancia que revesta esta nueva
Por otro lado, de las comunidades mapuche ac- prctica.
tuales que han solicitado compras de tierra, son
muy pocas las que se inspiran y/o construyen sus Interactuar con los descendientes de la riqueza
fundamentos sobre la base de los recursos patri- material /patrimonial que ellos han resguardado
moniales de ndole arqueolgica, puesto que este por trabajo, sin mayores compromisos, hoy com-
tema an no lo han llevado a sus comunidades a plementan sus propias percepciones y conoci-
fin de reflexionar, hacer autocrtica y exigir bajo mientos de 30 aos de exclusin, con un trabajo
estos conceptos o necesidades, este pedimento. inclusivo que les ha permitido aclarar sus estereo-
No obstante, se han dado importantes pasos con tipadas percepciones y prejuicios con relacin a lo
relacin a asumir el avance paulatino y sin contem- que les ha tocado vivir junto a este patrimonio res-
placin de la prdida del patrimonio natural y con guardado sin nombre de dueos originario, pero
ello el cultural, debido a que toda la religiosidad, s de dueos winka que han entregado o devuelto
visin de mundo, est basada en este importante este patrimonio al museo en este caso.
componente, me refiero al patrimonio natural que
tambin tiene su interpretacin desde lo inmate- Fentepuy,
rial.
!!!... Marichiwew ...
Para terminar
191
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
PATRIMONIO Y COMUNIDAD:
REFLEXIN INSTITUCIONAL Y PARTICIPACIN CIUDADANA
La reforma que desde 1995 lleva a cabo el Estado chileno en materia educacional ha fa-
vorecido la participacin de las instituciones culturales, generando una mirada renovada
sobre ellas. Por eso, instituciones como el Museo de Educacin Gabriela Mistral ha re-
formulado su museografa apuntando a que la comunidad se apropie de este espacio
pblico y participe en la valoracin del patrimonio tangible e intangible.
1
Desde la necesidad de generacin de identidad e historia propias, desde fines del siglo XIX se dieron en Chile diversas iniciativas
destinadas a recopilar y dar a conocer parte de la historia de la educacin, a travs de elementos que reflejaran las transformaciones
que haba experimentado la educacin desde la Colonia a la Repblica. Entre estas iniciativas destaca la Exposicin Retrospectiva de
la Enseanza que se organiz, en 1941, como parte de las celebraciones conmemorativas del cuarto centenario de la fundacin de la
ciudad de Santiago. Esta exposicin dio origen a la coleccin con la que se inaugura el Museo Pedaggico de Chile, el 13 de septiembre
de 1941, creacin que se materializa bajo la presidencia de Pedro Aguirre Cerda, poltico proveniente de las aulas, cuyo lema de cam-
paa fue gobernar es educar.
192
MUSEOS EN OBRA
2 4
Odonnell, 1997. Habermas, 1992.
3
Garretn, 2003.
193
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
mite a los ciudadanos la adquisicin tanto de los largo de su historia, desarroll sus actividades
conocimientos, como de las competencias y de los principalmente en el campo de la formacin y ca-
modos de relacin necesarios para participar de pacitacin de profesores, por lo que su rol se cir-
estas nuevas prcticas. cunscribi siempre a la labor docente y al mbito
escolar. Sin embargo, despus del golpe militar de
Atendiendo a este marco de reflexin, desde 1995 1973, un sostenido y continuo declinar, fomentado
el Estado chileno lleva a cabo una reforma edu- durante la dictadura militar por la mala gestin y
cacional que ha favorecido la participacin de las la falta de inters del Estado por las instituciones
instituciones culturales. En el caso especfico de educativas, termin por hacerlo desaparecer de la
los museos, este movimiento ha generado una mi- esfera cultural, quedando circunscrito a un museo
rada renovada sobre ellos, los que se presentan sin protagonismo real en el campo educativo y por
cada vez ms como espacios pertinentes de re- completo ausente de las demandas de esparci-
flexin no slo con relacin a la educacin formal, miento de los santiaguinos. En estas condiciones,
sino adems en torno a los procesos culturales y en 1981, se instala en el ala poniente del antiguo
5
sus finalidades . En esta nueva realidad, un mu- edificio de la ex Escuela Normal de Nias N 1
seo orientado a la historia de la educacin, cuya Brgida Walker. En este inmueble lo sorprende
misin busca contribuir al conocimiento y desarro- el terremoto de 1985, que afect gravemente la
llo de las mltiples dimensiones de los procesos zona central del pas y da en forma considera-
socio-educativos del pas, cobra an ms sentido ble su estructura. Desde entonces, suspendi sus
y reafirma su importancia como operador cultural actividades de atencin de pblico, por lo que sus
que nace desde y para la comunidad, pero tam- colecciones dejaron de exhibirse; slo su bibliote-
bin como organismo pblico al que le cabe una ca especializada continu prestando servicios a la
participacin activa en la democratizacin de la comunidad.
cultura.
Como consecuencia de su accidentada historia, el
Desde su creacin, en 1941, el Museo de la Edu- proceso poltico y social que comienza a principios
cacin Gabriela Mistral ha sido parte de la con- de los 90 lo encuentra prcticamente ausente de
tingencia del pas. Ubicado en seis sedes a lo la esfera cultural y educativa del pas, ubicado en
5
Orellana, 2005.
194
MUSEOS EN OBRA
6
Van Prat, 1989, 2003; Davallon, 1992; Cohen, 2003; Girault, 2003; Orellana, 2005, entre muchos otros.
195
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
En este contexto, el libre acceso a la cultura, la Dentro de este contexto, uno de los cambios ms
calidad y equidad en educacin aparecan cada visibles tiene que ver con su itinerario desde Mu-
vez con mayor fuerza en la discusin. Este nuevo seo Pedaggico de Chile a Museo de la Educacin
escenario implicaba un profundo cuestionamiento Gabriela Mistral. Aun cuando una modificacin de
de la relacin y participacin de las instituciones nombre no implica necesariamente una evolucin
culturales, especficamente las del Estado, en la en la filosofa que subyace a una institucin, en
democratizacin del conocimiento. As, la idea este caso especfico esta transicin semntica in-
de renovar un museo estatal pasaba tambin por volucraba ampliar su esfera de influencia y diver-
cuestionar su relacin con la cultura y la forma en sificar su oferta cultural. Paralelamente, hacindo-
que operaran los mecanismos de mediacin una nos eco de la historia del edificio que alberga al
vez que ste entrara en pleno funcionamiento. museo, institucin donde la primera Premio Nobel
Es en este contexto, y atendiendo a lo que sea- de Literatura de Chile y Latinoamrica obtuvo su
la Caillet (1995) con relacin a que la mediacin acreditacin para ejercer como profesora norma-
no existe independientemente de una concepcin lista, el museo tom el nombre de la poetisa. Esta
de museo que la vuelve posible, que la nocin eleccin pretenda ampliar el campo de compe-
de mediacin cultural empez a cobrar cada vez tencia de la institucin, rescatando la diversidad
mayor sentido, en tanto interfase entre el cono- y heterogeneidad de los procesos educativos y
cimiento y la sociedad. Como seala esta misma poniendo en relieve a esta intelectual tanto en su
autora, esta forma de mediacin sobrepasa am- dimensin de maestra, como de terica de la edu-
pliamente la cultura de una categora social parti- cacin.
cular, pues no se define con relacin al contenido,
es decir a los objetos, sino a una cierta actitud con El reabrir con un nuevo nombre implicaba adems,
relacin a estos objetos. Sin embargo, la utiliza- establecer un quiebre en la imagen corporativa de
cin de esta nocin no supona una divisin entre la institucin, que reflejara el nuevo perfil que se
cultura de elite y popular, sino por el contrario, le quera otorgar como operador cultural (expre-
una dimensin que involucrara una vasta mirada sin de la historia de la educacin, del edificio y
sobre las creaciones y las prcticas culturales, que de Gabriela Mistral). As, desde el punto de vista
implicaba realizar transformaciones profundas al institucional, pretenda alzarse como mediador
interior del museo. entre diferentes actores sociales, representando
la variedad y pluralidad de ese mosaico de espe-
196
MUSEOS EN OBRA
cificidades que llamamos cultura. Cabe hacer no- de esta relacin, la cultura debe contar con una
tar que, cuando hablamos de cultura, pensamos estructura que vehicule el sistema de valores y de
en ese concepto amplio y multiforme en el cual acciones que se genera a partir de una sociedad
el sentido est dado en funcin de la colectividad determinada. En esto radica la importancia de las
misma, caracterstica que le permite al individuo instituciones, pues se convierten finalmente en el
comprender el mundo y actuar sobre l, [pues] es contenedor en el cual la cultura toma sentido y
a la vez lo que lo integra a una sociedad y lo que se legitima frente a un conjunto de actores socia-
7
lo aleja. Es aqu donde el museo como institu- les, haciendo posible la difusin de ciertas ideas
cin mediadora legitima un espacio social, pues que bajo la forma de un aprendizaje particular, en-
se presenta como un lugar capaz de concentrar y cuentran sentido en instituciones capaces de con-
contener prcticas diversas y generalmente, yux- tener y compartir los conocimientos adquiridos.
tapuestas.
Sin embargo, en el contexto museal hay que tener
Siguiendo esta lnea de reflexin, las nociones de presente que cuando pretendemos poner en exhi-
institucin y cultura ms all de su significacin bicin la trama narrativa en la que se expresa una
individual, aparecen como un binomio indisoluble parte del patrimonio, es necesario reconocer para-
cuando nos referimos a la difusin del conocimien- lelamente que el museo posee un bagaje, un cier-
to, pues la institucin no slo representa una ex- to nmero de elementos subyacentes filosofa,
presin de la cultura y las prcticas sociales, sino misin, etc. que estn en relacin con un marco
que adems las produce y reproduce, modelando institucional que se expresa tanto en textos como
la socializacin y la representacin de ese cono- en objetos e imgenes. Del mismo modo, este es-
cimiento. De esta forma, la institucin organiza fuerzo implica reconocer que los destinatarios de
un conjunto de disposiciones y de ordenamien- la difusin y valoracin de este patrimonio cultural
tos que son cultural y socialmente construidos en no pertenecen necesariamente a la misma cultura
torno a una actividad social y que tienden a per- de origen, por lo que esta apertura hacia el exte-
8
petuarse en el espacio y el tiempo. En el marco rior tambin est atravesada por las representa-
7
Op. cit in Bissonette Partir avec bagages: lcole et la culture in Audet y Saint-Pierre (Dir.) cole et culture des liens tisser, IQRC,
Les Presses de lUniversit de Laval, Quebec, 1997.
8
Turmel, 1997.
197
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
9
ciones de los agentes participantes . Ahora bien, terminada poca. La nueva institucin deba reco-
si la relacin entre institucin y cultura se haba ger por tanto un concepto en constante evolucin
transformado, la nocin de museo compartida por que permitiera vislumbrar la complejidad de esta
la institucin igualmente deba adaptarse a este institucin. Esta intencin obviamente nada tena
nuevo escenario. que ver con la propuesta museolgica imperante
en Chile durante los aos 80, poca en que el mu-
2. El museo: un espacio pblico que ampla seo cerr sus puertas. Desde entonces, la nocin
su mbito de intervencin haba variado considerablemente, recogiendo las
reflexiones que desde los aos 60 y 70 gracias
Un aspecto importante en la discusin que se a los trabajos de George Henri Rivire o Guillermo
gener desde el inicio del proceso de renovacin Bonfil Batalla, entre otros se venan generando
tuvo que ver con el tipo de museo que se quera re- en el campo de la cultura y que daban cuenta de
construir. ste deba reunir tanto los requerimien- museos mucho ms integrales y conectados con
tos institucionales de la Dibam, como organismo su entorno.
estatal, como los de su personal y comunidad de
origen. Pareci entonces evidente que la nueva en- Si nos remontamos a la historia de los primeros
tidad, o dicho de otro modo, la antigua adaptada a museos contemporneos, cuando stos surgen
los nuevos requerimientos polticos, sociales y cul- en Europa buscaban ser una especie de pantalla
turales, no poda representar slo la expresin del en la cual se reflejara el mundo al cual el ciuda-
10
pasado del pas. Esto implicaba eliminar la repre- dano comn no tena acceso . Esta concepcin,
sentacin social que daba cuenta de una especie que se fundamentaba en la idea de un museo de
de catedral laica, con aire polvoriento y distante, objetos buscaba traer el mundo al espectro vi-
depositaria de cosas antiguas, que por uso o por sual del espectador. Sin embargo, el vertiginoso
mrito, se haban ganado el derecho a estar ah, avance del conocimiento cientfico y el desarrollo
para constituirse en un recuerdo de cmo la socie- de las comunicaciones y la sociedad del conoci-
dad chilena haba sido o aspirado a ser en una de- miento, han significado que, an considerando las
9
Es en el marco de esta diversidad cultural y de la relacin de la estructura museal con su entorno, que la necesidad de conocer e
identificar, a travs de un mecanismo participativo, las diferentes visiones que atravesaban la institucin, se present como un desafo
mayor para el proceso de renovacin.
10
Girault, 2003.
198
MUSEOS EN OBRA
grandes brechas econmicas, sociales y cultura- Esto involucra tambin una nueva mirada acerca
les presentes en nuestras sociedades, el individuo de los pblicos que lo frecuentan.
contemporneo tenga mucho ms acceso prin-
cipalmente a travs de los medios de comunica- Espacios de encuentro
cin a conocer otros lugares y otras culturas. En
este sentido, las distancias geogrficas se acortan En esta nueva matriz, el museo se alza como un
al menos desde el punto de vista meditico y el espacio pblico de mediacin donde el visitante
museo deja de ser ese lugar en el cual las cultu- puede formarse su propia opinin sobre un tema
12
ras del mundo se concentraban para deleite del y negociar su relacin con el saber , ejerciendo
espectador, pasando a constituirse en un espacio cada vez ms una nueva funcin, esta vez como
donde se difunden y recrean ideas, en el que el vitrina de las culturas locales y transformndose
objeto ya no tiene un valor en s mismo, sino en en una institucin portadora de sentido e identi-
funcin del contexto en el cual est inmerso. dad. En esta nueva dimensin museal, adems de
sentirse reconocido, el espectador debe tener la
Dentro de este marco, entre los aos 80 y 90 el posibilidad a travs de un museo basado en ideas
inters por estudiar el funcionamiento y alcance y no en objetos, de aproximarse al conocimiento
de la institucin museal aument en forma consi- y adems, proyectar su cultura fuera de las fron-
derable, convirtindose en objeto de estudio de teras locales. En efecto, se trata menos de opo-
numerosas disciplinas que nutren la museologa, ner como lo deplora Alain Finkielkraut la cultura
entre las que se cuentan las ciencias de la infor- clsica y humanista a la civilizacin, que de consi-
macin y de la comunicacin, la sociologa, la pe- derar la primera como un elemento esencial de la
11
dagoga y la historia . Desde entonces el museo segunda. Entonces, es importante saber cmo la
est siendo interrogado, ms all de su dimensin una y la otra se articulan, pero tambin hacerle un
patrimonial, desde diferentes perspectivas: como lugar a las culturas populares descuidadas y ame-
medio de comunicacin de masas, como institu- nazadas, ofrecindoles espacios donde pensarse,
13
cin cultural, como lugar de mediacin, como te- expresarse y defenderse.
rritorio o incluso slo como espacio de recreacin.
En el seno de este nuevo espacio, el objeto, de
11 12
Gob y Drouguet, 2003. Rasse, 1997.
13
Rasse, 1997.
199
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
naturaleza polismica, no puede tener slo un tar, y si todos los objetos que se recolectan deben
valor en s mismo sino en funcin de un contexto ser expuestos y preservados para que el visitante
15
determinado. De esta forma, es lcito pensar que los aprecie.
los museos participan cada vez menos en la expre-
sin de la cultura oficial para constituirse, cada En el contexto antes descrito, el MEGM tena que
vez ms, en espacios de encuentro y coexistencia orientarse a una bsqueda reflexiva de las inten-
14
de diferentes grupos sociales y culturales . Como ciones que lo definieran y, por ende, a la afirma-
nos lo recuerda Rasse (1997), desde los primeros cin de las diferentes manifestaciones identitarias
museos de etnologa en los aos treinta hasta la que componen la cultura de la sociedad donde
multiplicacin de museos de sociedad, tcnicos enmarca su accin, pues como lo seala Rasse
e industriales caractersticos de los aos 80, el (1997) la paradoja de la identidad permite tocar
camino ha sido largo. l pasa por una reformula- con el dedo un movimiento complejo, a la vez de
cin completa de la funcin del museo en la cual homogenizacin interna de las civilizaciones y de
el mbito de intervencin es ampliado al conjunto definicin de unas en relacin a las otras [pudien-
de las manifestaciones culturales, concebidas no do de esta forma acceder a las variaciones sutiles
slo en el sentido estricto del trmino (la cultura de la cultura] y observar los movimientos sociales
cultivada), sino en el sentido en que lo entienden de diferenciacin y de repliegue, o de adhesin y
los etnlogos, es decir, los hechos de civilizacin de apertura hacia los otros. Partiendo de esta re-
comprendidos en su diversidad. As, las formas flexin, el MEGM en el marco de la definicin de
museales se amplan y diversifican apareciendo su trama narrativa y de la puesta en exhibicin de
espacios que se hacen cargo de realidades mucho sus colecciones, estaba llamado a movilizar una
ms complejas. De este modo, los museos, hoy, multiplicidad de representaciones sociales, len-
deben ser sensibles para dar cuenta de la realidad guajes y visiones de mundo. Sin embargo, esta
circundante, humanstica y patrimonial, y para in- constatacin tambin daba cuenta, por una par-
tentar responder a preguntas tales como cul ser te, de la complejidad de llevar a cabo una poltica
su mbito de accin para el tercer milenio, cules coherente de mediacin cultural que involucrara
son los objetos que representan a las culturas con- pblicos diversos y por otra, de la amplitud de las
temporneas, qu materiales vale la pena recolec- contradicciones que subyacen la relacin entre el
14 15
Orellana, 2005. Beyer, 2003.
200
MUSEOS EN OBRA
museo y sus pblicos potenciales, cuando se les flexin apunt a diversificar la oferta cultural, de
invita a participar activamente de la propuesta manera que distintos tipos de pblicos se sintie-
museolgica. ran reconocidos en la nueva propuesta museol-
gica, no solamente el segmento escolar, pues la
trascendencia de la cultura expresada en el mu-
3. Museo y comunidad: distintos pblicos seo, ms all de manifestarse a partir o desde el
entran al museo sistema escolar, pasa por entender que la visita
es en s un ejercicio pedaggico intencionado que
En Chile el sistema escolar tiene an graves defi- busca seducir a los espectadores desde su propio
ciencias, las que se traducen en desigualdad y fal- universo emocional. As, como lo seala Philippe
ta de equidad a la hora de entregar el conocimien- Meirieu, la verdadera universalidad de la cultura
to. Es por ello que muchos museos representan es la que se construye en el acto pedaggico mis-
para la educacin formal ms que un complemen- mo, en una negociacin generalmente mediocre,
to, un sustituto en materia de planes y programas pero donde el otro, el nio, el alumno, el estudian-
de estudio. Esto ha trado como consecuencia, por te [el visitante o como queramos llamarle] entrev
una parte, una fuerte escolarizacin del espacio que lo que se le presenta puede dar un sentido a
17
museal el que se vuelca cada vez ms hacia el su existencia. Es decir, tiene que ver con la ma-
mundo escolar y sus necesidades y, por otra que, nera cmo se vincula la exhibicin con las posibles
en muchos casos, su rol se legitime en la medida audiencias. Esto no significa que para conseguir
que suple las deficiencias de una escuela por mo- que el pblico entre, tengamos que renunciar a
mentos incapaz de generar sus propios mtodos presentar ciertos contenidos, sino ms bien, evitar
de aprendizaje o desprovista de los medios eco- que el interlocutor se desmotive, antes o durante
nmicos o materiales para ofrecer una educacin su visita, porque se siente ajeno o no entiende la
16
de calidad . esencia misma de nuestro propsito.
Atendiendo a esta situacin, el tercer eje de re- Ahora bien, si partimos de la base que la eficacia
16
Orellana, 2005.
17
Op. cit. in Lemerise, Suzanne, Les art plastiques la croise des chemins in Audet y Saint-Pierre (Dir.) cole et culture des liens
tisse, IQRC, Les Presses de lUniversit de Laval, Quebec, 1997.
201
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
202
MUSEOS EN OBRA
18
El barrio Yungay, sector de emplazamiento del museo, posee un gran valor patrimonial, pues conserva an una gran riqueza arqui-
tectnica. Paralelamente a este acervo patrimonial tangible, los habitantes del barrio, muy activos desde el punto de vista de la partici-
pacin comunitaria, generan actividades culturales que permiten no slo conocer este sector desde el punto de vista territorial, sino,
adems empaparse del patrimonio intangible de la localidad, el que se expresa tanto en modos de vida como en actividades artsticas
y culturales que enriquecen la vida de sus habitantes y de quienes desean acercarse a este espacio. El museo, gracias a la participacin
activa de estos ciudadanos y ciudadanas, ha logrado establecer vnculos de confianza que permiten que, en la actualidad, participe de
muchas de las actividades que la comunidad genera.
19
Para conocer ms acerca del pensamiento de este etnlogo y antroplogo mexicano, leer: Bonfil Batalla, Mxico Profundo, una
civilizacin negada, Editorial Grijalbo, Mxico, 1987; Bonfil Batalla, Implicaciones ticas del sistema de control cultural en tica y
diversidad cultural, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1993.
203
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
una verdadera caja de resonancia de los procesos delos educativos. En definitiva, este trmino pasa
culturales, sobre todo de los que involucran a los necesariamente por la relacin entre museo y co-
sectores populares y en los que se expresan y munidad e implica, por lo tanto, una diversidad de
reconocen estas manifestaciones, a fin de resca- terrenos e interlocutores que se relacionan con la
tarlas, preservarlas, estimularlas y devolverlas a institucin, que pueden o no estar vinculados en-
la comunidad como parte fundamental del patri- tre s y que aportan, desde su propia especificidad
monio tangible e intangible. Esto implica una par- y campo de accin, a la construccin de la cultura.
ticipacin efectiva, pertinente y recproca, la que En el caso del MEGM, cada uno de estos interlocu-
se manifiesta a travs de un proceso de reflexin tores fue seleccionado a partir de diversos niveles
y retroalimentacin permanente. Su finalidad es, de complejidad con el fin de entramar un sistema
por una parte, integrar contenidos y propuestas amplio de experticia con relacin al museo y sus
culturales, y por otra, recoger y reflejar las inquie- colecciones.
tudes y demandas de los actores involucrados en
un determinado proceso, por ejemplo en la con- Ahora bien, partiendo de la esfera de accin de
cepcin y montaje de una exposicin. Esta forma cada participante, el equipo de trabajo organiz
de hacer museologa permite adems, definir te- diversos encuentros (diez en una primera etapa y
mas relevantes para el conjunto de la sociedad o tres en una segunda), cada uno de los cuales se
para un determinado sector, los que repercuten extendi entre dos y cuatro horas. Cada sesin
sin lugar a dudas, a la hora de mediar la cultura. se articul en torno a preguntas abiertas, las que
Por ejemplo, en el caso chileno el proyecto de pas eran presentadas a la audiencia por uno o ms
post dictadura, la reconstruccin de la memoria mediadores que moderaban la conversacin y po-
histrica o el proceso de transicin a la democra- nan nfasis en ciertos aspectos que, de acuerdo
cia, son temas que cobran una importancia mayor a la discusin, se revelaban como susceptibles de
a la hora de plantear estrategias de democratiza- ser examinados en profundidad. Los temas trata-
cin del conocimiento. En el caso especfico de un dos eran de variada ndole, algunos surgieron en
museo dedicado a la historia de la educacin, la forma espontnea, como por ejemplo, el rol de
museologa participativa ayuda a integrar los ele- objetos conos de la coleccin del museo, como
mentos que dan origen, definen y explican un de- la campana de la Escuela Normal Jos Abelardo
terminado proceso histrico y su vinculacin con Nez (heredera de la primera escuela normal de
la existencia de determinados estereotipos o mo- preceptores que se cre en Chile), otros fueron
204
MUSEOS EN OBRA
puestos en agenda por el equipo del museo. A sa- funcin de las proposiciones realizadas durante
ber: estas reuniones.
205
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
monio tangible e intangible y, por otra, contribuir a des educativas (vnculo entre institucin y comu-
la reconstruccin de la memoria colectiva del pas. nidad); incentivar las salidas a terreno como una
Buscbamos de esta forma, que se materializara prctica pedaggica permanente (utilizacin del
desde una dimensin intercultural e intergene- museo como espacio de educacin no formal); y
racional, una relacin armnica entre el patrimo- estimular el uso de los entornos culturales como
nio en exhibicin y las diferentes categoras de espacios de educacin para la democracia.
visitantes, con la finalidad de que se posibilitara
una reflexin en torno a la reconstruccin de la
memoria personal y colectiva de estas audien- Proceso reflexivo
cias. Atendiendo a esta perspectiva, despus de
analizar la informacin, se consideraron algunas En resumen, todo el recorrido descrito en este ar-
lneas historiogrficas que resultaban relevantes tculo tiene su arraigo en un proceso reflexivo y
para entender a profundidad estos procesos. Nos participativo que, si bien tiene muchas carencias,
referimos, por ejemplo, a la historia social y de las permiti al equipo de trabajo legitimar su accionar
mentalidades y el enfoque de gnero. en funcin de demandas reales. Si bien todas las
representaciones y visiones acerca de la historia
As, considerando por una parte el proceso de mu- de la educacin chilena no quedaron plasmadas
seologa participativa y por otra, la reflexin inter- en la muestra, no se puede desconocer que hubo
na generada en torno al proyecto de renovacin, un intento serio por vincular la institucin con su
la exposicin permanente se alimenta desde el contexto histrico y social, principalmente en lo
inicio del recorrido de las reflexiones de la comu- que dice relacin con la creacin y representacin
nidad convocada a repensar el museo. Cabe hacer de contenidos. As, haber llevado a cabo un pro-
notar que, desde el momento de la concepcin ceso de esta naturaleza nos permiti incorporar
tanto de la Sala Recreativa como de la exhibicin pblicos ausentes, acercando la comunidad a las
permanente, nos propusimos tambin algunos ob- temticas expuestas y visibilizando parte de sus
jetivos transversales que apuntaban a: ampliar la demandas. Sin embargo, aun cuando la museolo-
cobertura a travs de actividades especialmente ga participativa pareciera estar cada vez ms en el
diseadas para grupos especficos (preescolares centro de la renovacin de las prcticas museales,
y nios con necesidades educativas especiales); es necesario hacer notar que presenta tambin al-
reforzar la relacin entre el museo y otras entida- gunos lmites propios de un proceso de estas ca-
206
MUSEOS EN OBRA
ractersticas, por ejemplo en relacin con: la elec- procurar un acceso a la cultura ms participativo y
cin de los participantes (en cuanto a pertinencia pertinente. De esta manera, lejos de presentar una
y representacin); el rigor metodolgico (posibles oferta escolarizada que apuntara slo a un seg-
desviaciones metodolgicas al momento de poner mento de los muchos que podan sentirse poten-
en prctica esta herramienta o analizar sus resul- cialmente reconocidos en este espacio, buscamos
tados); el discurso de los participantes (a veces integrar diferentes categoras de pblicos en un
demasiado militante y carente de fundamento), recorrido que vinculara los conceptos selecciona-
etc. Asimismo, el hecho de activar un proceso de dos con sus conocimientos, expectativas, deman-
participacin donde el pblico tiene un rol central das y emociones. Es dentro de este contexto que
no involucra necesariamente un desplazamiento las nociones ancla en torno a las que articulamos
20
de la toma de decisiones , pues sta ser siem- la exposicin (patrimonio y memoria) cobran sen-
pre prerrogativa del equipo de trabajo y de los res- tido, entregndoles a los ciudadanos en el sentido
ponsables de la institucin, quienes haciendo uso amplio del trmino, un espacio pblico de partici-
de su experiencia, su intuicin -o ambas- podrn pacin democrtica.
o no considerar los resultados obtenidos. Por lo
tanto, ejecutar una propuesta de esta naturaleza En consecuencia, gracias a la puesta en prctica de
no implica, por antonomasia, una democratizacin este proceso pudimos: integrar diferentes agentes
del espacio museal. a la elaboracin de la concepcin museolgica;
identificar algunos de los temas que la comunidad
Debemos sealar sin embargo, que estamos cons- consideraba pertinentes de ser integrados en la
cientes de que el proceso llevado a cabo no bas- trama narrativa; verificar si la gestin del equipo
ta para acercar efectivamente la institucin a la de trabajo responda a una demanda real; y tomar
comunidad, ni asegura el xito o la calidad de la la distancia necesaria para reforzar, desechar o
exposicin o del producto final (un museo abierto reorientar las ideas y representaciones sociales
y renovado). Sin embargo, pensamos que contri- del equipo de trabajo en relacin a la puesta en
buy ciertamente a reflexionar acerca de la fina- exhibicin. Gracias a esto, durante la ejecucin
lidad del museo y de sus colecciones, a reforzar del proyecto la museologa participativa se legiti-
sus lazos con la sociedad en la que se inserta y a m como herramienta eficaz a la hora de incluir a
20
Seron, 2006.
207
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
208
MUSEOS EN OBRA
Girault, Yves, Le muse de science: dun parti Rasse, Paul Techniques et cultures au muse (con
pris pistmologique la prise en compte des la participacin de Eric Necker), Presses universi-
publics en Girault (Dir.) Laccueil des publics taires de Lyon, Francia, 1997.
scolaires dans les Musums, Aquariums, Jar-
dins Botaniques, Parcs Zoologiques, Edicin Seron, Emmanuelle, La musologie participati-
LHarmattan, Pars, pp. 15-50, 2003. ve concepts & exprimentations. Lexprience
dun comit de visiteurs au nouveau muse
Gob, Andr y Drouguet, Noemie, La musologie. de lhomme. Memoria de Master II Recherche,
Histoire, dveloppements, enjeux actuels, Edicio- Culture & Communication (seccin museologa).
nes Armand Colin, Pars, 2003. Universidad de Avignon, 2006.
Odonnell, Guillermo, Contrapunto: ensayos Van Prat, Michel, Connatre ses visiteurs,
escogidos sobre autoritarismo y democratizacin, dmarche douloureuse ou aide la cration des
Editorial Paidos, Buenos Aires, 1997. expositions en B. Pellegrini (Dir.) Sciences au
muse, sciences nomades, Georg Editores, Gine-
Orellana, Mara Isabel, La relation cole/muse bra, pp.199-214, 2003.
au Chili: le nouveau rle des muses scientifiques
dans le contexte de la rforme ducative chilien-
ne, Tesis de doctorado, MNHN, Pars, 2005.
209
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
PATRIMONIO 2.0?
CONTENIDO LOCAL, TECNOLOGA Y COMUNIDAD
DESDE LA EXPERIENCIA DE BIBLIOREDES
I
Responder a las interrogantes de qu es patrimonio, quin lo define y cmo, es casi un
imperativo en esta etapa en que la tecnologa puede llegar a intermediar la relacin pat-
rimonio comunidad. Definir como se generan las respectivas respuestas, es una de las
tareas planteadas por el autor de esta ponencia.
1
Esta ponencia est basada en el artculo Patrimonio cultural, tecnologa y participacin social: apuntes desde la experiencia del
Programa BiblioRedes, publicado por el autor en conjunto con Pablo Andrade Blanco en la revista Patrimonio Cultural, N 43 (otoo
2007), pp. 5-7.
210
MUSEOS EN OBRA
obvia. Pero al profundizar la mirada en los posi- dencia municipal y que se encuentran integradas a
bles significados del impacto de las TIC sobre el una red que coordina la Subdireccin de Bibliote-
patrimonio cultural, surgen aspectos que, cuando cas Pblicas de la DIBAM. Su presencia territorial
menos, obligan a revisar quin, cmo y cundo se supera el 90% de las comunas de Chile, y para fi-
define lo que es patrimonio. nes del mandato de la Presidenta Michelle Bache-
As, la pregunta pareciera ser una de las principa- let llegarn al 100%.
les claves para entender uno de los ms probables
escenarios futuros que el trabajo en torno al patri- Durante la ltima dcada, las bibliotecas pblicas
monio cultural enfrentar. Y es, por cierto, un futu- han orientado su labor a travs del diseo e imple-
ro con mucha cara de presente, ya que las dos re- mentacin de productos y servicios de pertinencia
flexiones que compartiremos en esta ponencia se local, a travs de proyectos replicables y susten-
basan en procesos que ya estn teniendo lugar. tables. De esta manera, han llevado a la prctica
Cabe precisar que estas reflexiones se encuentran su misin como espacios de encuentro de la co-
en la frontera del desarrollo futuro del Programa munidad con la informacin, el conocimiento, la
BiblioRedes de la Direccin de Bibliotecas, Archi- recreacin y la cultura.
vos y Museos (DIBAM), y que tienen su origen en
la experiencia que desde el ao 2002 el programa Aumento, diversificacin y actualizacin de las co-
ha desplegado en las bibliotecas pblicas, promo- lecciones bibliogrficas; fortalecimiento del rol de
viendo la creacin comunitaria de contenido local la biblioteca como espacio cultural; y un potente
en formato digital, lo que ha significado a la fecha, desarrollo de servicios mviles y otras soluciones
la publicacin de ms de cinco mil pginas web en destinadas a acercar el libro al lector, son la mejor
el portal www.biblioredes.cl. expresin de ese desarrollo, cuyo principal resul-
tado ha sido un aumento sostenido en el nmero
de socios y de prstamos de libros en estos lti-
Una Aproximacin al Programa mos diez aos.
BiblioRedes
Las Bibliotecas Pblicas Hoy En esta lnea, de especial importancia fue la imple-
mentacin de la Gestin Participativa, modelo que
Las bibliotecas pblicas chilenas son hoy ms de desde el ao 1997 permiti incorporar a la comuni-
400 a lo largo del pas, en su mayora de depen- dad en la definicin de los planes estratgicos de
211
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
las bibliotecas pblicas, as como en el desarrollo territorio nacional una plataforma computacional
de sus servicios. Producto de lo anterior, se obtu- de acceso pblico y gratuito conectada a Internet,
vo entre otros resultados, la constitucin de un red que hoy supera los 2.200 computadores.
importante nmero de agrupaciones de amigos de
las bibliotecas (organizaciones comunitarias cuyo Los objetivos que ha perseguido la DIBAM a travs
objetivo principal es ser puente entre la biblioteca de BiblioRedes son, en esencia, tres:
y su comunidad) y se han logrado apalancar ms Promover el libre y gratuito acceso de la comu-
de US$ 6 millones en recursos adicionales a travs nidad atendida por las bibliotecas pblicas a
de donaciones y proyectos financiados con fondos computadores conectados a Internet;
concursables pblicos o privados. Desarrollar las competencias y destrezas com-
putacionales bsicas en los usuarios de las bi-
Todo este proceso de modernizacin de las biblio- bliotecas; y
tecas se ha hecho gracias al personal de las mis- Promover la generacin de contenidos locales
mas, red de personas que ha sido el factor crtico en formato digital, en especial a travs del apo-
de xito. La DIBAM ha invertido crecientemente en yo a la creacin de pginas web por los propios
su permanente capacitacin y formacin, con el fin usuarios.
de asegurar un continuo mejoramiento de la cali-
dad de atencin al usuario. Estos tres objetivos han buscado hacer de las bi-
bliotecas pblicas de Chile espacios de acceso
equitativo a las tecnologas de informacin y co-
BiblioRedes: su modelo municacin para los sectores de menores recursos
de la sociedad chilena, promoviendo su integra-
En noviembre de 2002, el programa BiblioRedes cin en redes y comunidades virtuales.
fue inaugurado por el entonces Presidente Ricar-
do Lagos. Contando en el auspicio de la Fundacin El modelo original de BiblioRedes apunt a insta-
Bill & Melinda Gates, que ha aportado ms de lar infraestructura computacional en la bibliote-
US$ 10 millones, y de las municipalidades y go- ca pblica tradicional, desarrollando de manera
biernos locales, de los que dependen administra- paralela las competencias tecnolgicas, pedag-
tivamente las bibliotecas, BiblioRedes ha instala- gicas de gestin del personal de las bibliotecas.
do en 378 bibliotecas pblicas a lo largo de todo el Ambas acciones (nuevo equipamiento y desarrollo
212
MUSEOS EN OBRA
de capacidades) generaran una nueva biblioteca, eficiencia y transparencia del sector pblico, enri-
revalorada por su comunidad circundante y po- queciendo al mismo tiempo la identidad cultural
2
sicionada como un agente de cambio social que de la nacin y de sus pueblos originarios .
impacta localmente a travs de los objetivos an- En especial, BiblioRedes se ha constituido en un
tes enunciados. El modelo contempl desde sus actor relevante en aquellas lneas de accin rela-
inicios un proceso peridico de evaluacin del im- tivas al acceso comunitario a las tecnologas de
pacto social realizada por instituciones externas. informacin y comunicacin, aportando con cerca
de un tercio de la Campaa Nacional de Alfabe-
A la luz de este modelo, las bibliotecas pblicas tizacin Digital coordinada por el Ministerio de
se han convertido en agentes de inclusin digital, Educacin y representando las bibliotecas p-
procurando que los beneficios asociados a un uso blicas la mitad de la Red Nacional de Infocentros
peridico de computadores e Internet (beneficios coordinada por la Subsecretara de Telecomuni-
que se traducen, entre otros aspectos, en acceso caciones. Asimismo, a travs de BiblioRedes, mu-
a mayores posibilidades de formacin, fuentes chos ciudadanos de escasos recursos han tenido
laborales, beneficios fiscales o alternativas de co- acceso al gobierno electrnico, pudiendo realizar
municacin e interaccin con otros individuos y/o su declaracin anual de impuestos, acceder a un
redes de personas) lleguen a mayor cantidad de subsidio estatal o inscribir a sus hijos en colegios
usuarios. pblicos a travs del acceso a Internet facilitado
por la biblioteca pblica.
Cabe indicar que esta iniciativa de la DIBAM es
parte de un esfuerzo ms amplio, denominado la Como resultado de esta poltica pblica, as como
Agenda Digital del Estado de Chile, poltica lide- de acciones emprendidas desde el sector privado
rada desde el Ministerio de Economa y que tiene y la sociedad civil, todas las mediciones indican el
como objetivo general contribuir al desarrollo de significativo acortamiento de la brecha digital en
Chile mediante el empleo de las tecnologas de in- Chile. Uno de los estudios ms relevantes a nivel
formacin y comunicacin (TIC) para incrementar nacional (realizado por la P. Universidad Catlica
la competitividad, la igualdad de oportunidades, de Chile), que forma parte de un anlisis interna-
las libertades individuales, la calidad de vida y la cional que incluye pases con distintos niveles de
2
Esta descripcin corresponde a la denominada Agenda Digital 1.0 (perodo 2003-2006). En la actualidad, se est en la etapa final del
diseo de la Estrategia de Desarrollo Digital de Chile (perodo 2007-2012), la que debiera presentarse a fines de diciembre de 2007.
213
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
desarrollo, ha revelado el relativo xito que Chile dos niveles). Se han entregado ms de ocho mi-
ha tenido en reducir la brecha digital, llegando el llones de sesiones de acceso gratuito a Internet,
2006 a un 40,2% de personas con acceso a Inter- siendo en la actualidad ms de 11 mil las presta-
3
net, cifra que el ao 2000 alcanzaba el 18,4% . ciones diarias a lo largo del sistema. Ms de cinco
Este dato debe ser acompaado por la ubicacin mil pginas web han sido creadas por la comuni-
4
de Chile en distintos rankings internacionales que dad . Y, sin duda, el dato ms significativo, el 82%
miden la insercin del pas en la Sociedad de la de las personas atendidas viven bajo la lnea de la
5
Informacin, evaluaciones comparativas en las pobreza .
cuales aparecemos liderando en Amrica Latina y
superando, en algunos casos, a pases de la Unin Desde la mirada como red, las bibliotecas pblicas
Europea. integradas a BiblioRedes son hoy la mayor red de
6
acceso pblico y gratuito a Internet en todo Chile ,
cubriendo ms de 290 comunas del territorio na-
BiblioRedes: Resultados alcanzados cional. Adems, segn datos del ao 2005, en una
de cada tres comunas son el nico lugar de acceso
7
Tras cinco de aos de labor, BiblioRedes ha logra- comunitario a Internet .
do importantes y significativos resultados.
Por ltimo, respecto a su rol en la denominada
Desde el punto de vista de sus principales cifras, Agenda Digital, BiblioRedes representa la mitad
destacan las ms de 725 mil personas atendidas, de la Red Nacional de Infocentros y ha aportado
de las que casi 350 mil han recibido capacitacin un tercio de las personas capacitadas en la deno-
bsica en computacin (alfabetizacin digital en minada Campaa Nacional de Alfabetizacin Digi-
3
Consultar www.wipchile.cl.
4
Todas las estadsticas corresponden al perodo noviembre de 2002 a noviembre de 2007.
5
Centro de Investigacin y Desarrollo de la Educacin (CIDE Universidad Alberto Hurtado), Estudio de Impacto Social de BiblioRedes,
2005, disponible en http://www.biblioredes.cl/BiblioRed/BiblioRedes/Estudio+de+Impacto
6
Cabe precisar que la mayor red pblica es la que conforman las escuelas y liceos que estn en el Programa Enlaces, si bien no es una
red de acceso pblico, ya que se requiere ser parte de la comunidad escolar para acceder a sus recursos.
7
Subsecretara de Telecomunicaciones, Resultados de la Validacin del Catastro de Infocentros, disponible en http://www.infocen-
tros.gov.cl/coni/red/inf_index.htm
214
MUSEOS EN OBRA
tal. Al mismo tiempo, las bibliotecas pblicas se en Internet sobre la localidad desde la cual el
han constituido, en especial en las zonas remotas, usuario de la biblioteca se conectara era esca-
en el medio a travs del cual los ciudadanos inte- sa, muchas veces desactualizada y casi siempre
ractan con el gobierno electrnico. pensada ms para personas ajenas a esa comu-
nidad. En tal sentido, la estrategia de BiblioRe-
des buscaba promover una mayor pertinencia
BiblioRedes y los Contenidos Locales: y relevancia en el uso de Internet, al tener los
Aportes a la Cultura Chilena en Lnea usuarios acceso a contenidos publicados por
otros usuarios.
Especialmente significativo ha sido el trabajo de-
sarrollado en el mbito de las pginas Web con Siendo ste un servicio con mayor valor agregado
contenidos locales creadas por los propios usua- (en comparacin con el simple servicio de acceso
rios de las bibliotecas. a computador o Internet, o la oferta de cursos b-
sicos de computacin), su despliegue como parte
El diagnstico original que defini ste como uno de la oferta de las bibliotecas pblicas se inici
de los servicios estratgicos que BiblioRedes iba a recin el ao 2004. Para esa fecha, las propias
ofrecer a los usuarios de las bibliotecas pblicas, bibliotecas pblicas y su personal ya haban asu-
relev dos factores: mido su propia transformacin como referentes
comunitarios en el acceso pblico a TIC, as como
1. En Internet, la lengua predominante es el ingls, el programa haba logrado levantar las primeras
lo que unido al bajo nivel de competencias de versiones de una herramienta de autopublicacin
ingls de la poblacin chilena, haca de la pro- de pginas web a travs de su portal, basada en
mesa bsica de Internet (acceso a recursos de una plataforma de administracin de contenidos
informacin ilimitados) algo no tan cierto para (CMS).
el usuario comn de una biblioteca pblica chi-
8
lena ; En el diseo original de BiblioRedes, y a la luz de
2. En muchos casos, la informacin disponible las tendencias dominantes de Internet a principios
8
Ver http://funredes.org/LC/espaol/medidas/sintesis.htm. Segn Funredes -una de las pocas instituciones que mantiene medicio-
nes peridicas respecto a las lenguas utilizadas para publicar contenidos en Internet-, a marzo de 2005 en castellano se publica el
4,6% del contenido, sobrepasado por el ingls (45,0%), alemn (6,9%) y el francs (4,9%).
215
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
9
de la actual dcada, se estim que un usuario de dos, sino que todos vivan y realicen su cultura .
una biblioteca pblica incluido en la sociedad de
la informacin era aquel que estaba en condicio- Para adaptar el trabajo de las bibliotecas en torno
nes de publicar y mantener una pgina web. Para a la promocin de pginasweb que obedecieran a
llevar adelante este objetivo, BiblioRedes realiz ese tipo de contenido, se dise e implement un
una definicin amplia del concepto de contenido modelo operativo que contempla tres grandes eta-
local, considerando que ste era el resultado y/o pas. En una primera etapa, el personal de la biblio-
expresin de prcticas colectivas, que atravesa- teca realiza una bsqueda en sus localidades de
das por una voluntad e intencionalidad de coope- instituciones, organizaciones o agrupaciones que
racin y articulacin, tienen por finalidad ofrecer tengan contenido relevante para sus comunida-
a la comunidad, tanto para su uso como apropia- des, invitando a las personas que integran estas
cin, manifestaciones singulares de la cultura lo- agrupaciones a cursos de capacitacin focalizados
cal en correspondencia con su contexto histrico en la creacin de pginas web. Una vez capacita-
y social. dos algunos de sus integrantes, estas agrupacio-
nes sociales lideran la segunda etapa del modelo,
Esta aproximacin parta del enfoque de gestin enfocado en el diseo, publicacin y actualizacin
participativa difundido en la red de bibliotecas du- permanente de las pginas. Finalmente, en la
rante la segunda mitad de los noventa, en espe- tercera etapa, y con el fin de monitorear el cum-
cial de su visin de las comunidades locales como plimiento de ciertos indicadores de la gestin de
protagonistas de su cultura: Debemos reconocer BiblioRedes, personal de los equipos de coordina-
a nuestras comunidades como agentes activos de cin regional realiza un proceso de evaluacin y
su propio desarrollo cultural, y en ese contexto, calificacin de las pginas publicadas, identifican-
manejar herramientas para la articulacin de ca- do aquellas que efectivamente aportan a Internet
pacidades propias de la comunidad y su cultura. contenido local chileno.
Por lo tanto, no es posible hablar slo de promo-
cin y acceso. Es necesario poner el acento en la Este modelo permiti a BiblioRedes convertirse en
participacin y la accin creativa de la gente; en un referente mundial en la generacin de conte-
otras palabras, no slo la cultura al alcance de to- nidos locales en formato digital, tal como qued
9
Ricardo Lpez et al., Gestin Participativa en Bibliotecas Pblicas. Los desafos de trabajar con la comunidad. Direccin de Bibliote-
cas, Archivos y Museos, Santiago, 1998.
216
MUSEOS EN OBRA
10
Revisar http://old.stockholmchallenge.se/finalists.asp?id=0
217
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
11
Respecto del concepto Web 2.0, consultar http://www.orreillynet.com/pub/a/preilly/tim/news/2005/09/30/what-is-web-20.html.
Aunque no es el objetivo de esta ponencia, es importante destacar que el concepto Web 2.0 no ha estado exento de crticas, desde
quienes han apuntado que sus grandes innovaciones ya se encontraban en el diseo original de Internet (http://www.theregister.
co.uk/2006/08/30/web_20_berners_lee) hasta quienes ven en esta plataforma abierta a la participacin el camino hacia la degra-
dacin de la cultura (http://andrewkeen.typepad.com/akfiles/eleven.htm).
12
http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,1569514,00.html.
218
MUSEOS EN OBRA
teamericanas, que en los noventa es colonizada van ms all de las tradicionales visiones sobre
por las empresas y que en la actualidad empieza a participacin social y patrimonio.
tener un marcado sello social (gracias a una Web
ms fcil de administrar), entendiendo por tal su El abogado norteamericano Yochai Benkler, en
su libro The Wealth of Networks, plantea que
apropiacin por parte de personas que hacen de
comportamientos sociales que tradicionalmen-
ella su espacio preferente de participacin social,
te fueron relegados a la periferia de la economa
de comunicacin con otras personas y de manifes- se han hecho centrales en la mayor parte de las
tacin de sus ms ntimas expresiones identita- economas desarrolladas. Comportamientos que
13
rias . En este sentido, la Web 2.0 (o aquella parte no obedecen a las reglas del mercado se estn
que es de inters para el foco de esta ponencia) convirtiendo en elementos centrales en cmo se
puede ser descrita como una Web social. produce la cultura y la informacin en esas socie-
dades, generando a juicio de Benkler un momento
histrico en el cual se estn redefiniendo los con-
1 reflexin: La participacin ms ho- ceptos de libertad, justicia y productividad en la
rizontal que permiten las TIC impacta 14
sociedad de la informacin . Es la historia de la
en el patrimonio. msica rap, que de surgir y crecer originalmente
en los ghettos urbanos afroamericanos de las ciu-
Sin duda, el ttulo de esta primera reflexin no es dades de Estados Unidos se convierte en apenas
muy original, pero al revisar en detalle el compo- una dcada en el principal motor de la industria
nente tecnolgico de la misma surgen aristas que de la msica en el mundo, proceso en el cual el
13
Normalmente, tiende a identificarse como sinnimos los trminos Internet y Web, pero no lo son. Segn la definicin de Wikipedia,
Internet es un mtodo de interconexin descentralizada de redes de computadoras implementado en un conjunto de protocolos de-
nominado TCP/IP y garantiza que redes fsicas heterogneas funcionen como una red lgica nica, de alcance mundial. Sus orgenes
se remontan a 1969, cuando se estableci la primera conexin de computadoras, conocida como ARPANET, entre tres universidades en
California y una en Utah, EE.UU. (ver la entrada completa en http://es.wikipedia.org/wiki/Internet). La Web o World Wide Web es un
sistema de documentos de hipertexto y/o hipermedios enlazados y accesibles a travs de Internet. Con un navegador Web, un usuario
visualiza pginas web que pueden contener texto, imgenes, vdeos u otros contenidos multimedia, y navega a travs de ellas usando
hiperenlaces. La Web fue creada alrededor de 1990 por el ingls Tim Berners-Lee y el belga Robert Cailliau mientras trabajaban en el
CERN en Ginebra, Suiza. (ver la entrada completa en http://es.wikipedia.org/wiki/Web).
14
Yochai Benkler, The Wealth of Networks (2006), disponible en forma gratuita en http://www.benkler.org/wealth_of_networks/in-
dex.php/Main_Page
219
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
acceso a medios tecnolgicos cada vez ms ba- en nodo significa, incluso, que personas que no
ratos y de mayor calidad permite a creadores de son profesionales de una disciplina, realicen apor-
este estilo musical evitar el prejuicio y sesgo de tes sustantivos al conocimiento en esa disciplina.
los productores de las grandes empresas musica- Los investigadores ingleses Charles Leadbeater
les e imponer su ritmo y letras. y Paul Miller han denominado a este fenmeno
16
como la revolucin pro-am . Son los astrno-
Pero este cambio no significa, en realidad, un cam- mos aficionados, los que gracias a los avances de
bio en quien o quienes ocupan los espacios cen- la tecnologa ptica, pueden acceder a telescopios
trales de la red, sino un cambio ms profundo en caseros de gran potencia, con los cuales explorar
el tipo de red. La distincin entre periferia y centro el espacio y compartir sus descubrimientos en re-
se desdibuja, ya que la tecnologa nos permite a des de astronoma donde aficionados y profesio-
todos ser, simultneamente, centro y periferia. nales comparten casi al mismo nivel.
Como seala el espaol David de Ugarte, esta
nueva red es ante todo una red distribuida con un As, enfrentamos una participacin ms horizon-
diseo neuronal, donde todo conecta con todo, y tal, horizontalidad en que la tecnologa permite
ya no existen los grandes centros o nodos concen- a las personas dejar de ser sujetos perifricos
15
tradores . Todos somos nodos o tenemos la posi- en la toma de decisiones y en las grandes defini-
bilidad de constituirnos como tales. Un bloguero ciones; constituirse en nodos de informacin y co-
(autor de un blog) puede constituirse en referente nocimiento en redes distribuidas, para lo cual ya
de un tema en la Web y para ello no requiere de no se requiere tener acceso a los grandes medios
acceso a los medios tradicionales de informacin masivos de informacin; e, incluso, colaborar (y
y comunicacin. competir) con los expertos y especialistas en un
tema.
En algunos casos, esta posibilidad de constituirse
15
David de Ugarte, El poder de las redes (2007), disponible en forma gratuita en http://www.deugarte.com/manual-ilustrado-para-
ciberactivistas. La escritura del libro de De Ugarte es un claro ejemplo del conocimiento construido de manera abierta: el libro se es-
cribi en lnea entre 2005 y 2007, recibiendo numerosos aportes de lectores de las sucesivas versiones, hasta que se cierra su proceso
editorial y se edita en formato libro este ao.
16
Charles Leadbeater y Paul Miller, The Pro-Am Revolution (2004), disponible en forma gratuita en http://www.demos.co.uk/publica-
tions/proameconomy. El trmino pro-am es una abreviatura de proffessional amateur, o aficionado que desarrolla su aficin con
estndares profesionales (calidad del equipamiento usado, rigor en el desarrollo de la actividad, etc.).
220
MUSEOS EN OBRA
2 Reflexin: Las TIC generan nuevas concentrando a junio de 2007 la mitad de las
prcticas y espacios de participacin bsquedas que se realizan en Internet en todo el
19
que impactan en el patrimonio. mundo . De esta manera, es tambin sinnimo
de bsqueda en Internet, basado en un algoritmo
Para las personas que usamos Internet, los busca- (PageRank) que revolucion la forma de buscar
dores de informacin son cada vez herramientas informacin en Internet y los resultados que este
de mayor valor, dado el exponencial crecimiento proceso arroja. Representa una nueva manera de
de la cantidad de informacin disponible en la buscar informacin, ms simple, donde el usuario
17
red . Encontrar el resultado correcto a nuestra de- ingresa un trmino a la bsqueda y siempre en-
manda de informacin se constituye en una activi- contrar un resultado.
dad central, tanto en una investigacin escolar o
acadmica, en la seleccin de un restorn para ce- La Base de Datos de las Intenciones que menciona
nar, o en la bsqueda de referencias sobre un bien Battelle, Google los define como zeitgeist, pala-
que deseamos comprar o un servicio que necesita- bra alemana que hace referencia al espritu del
mos contratar. Enlace por enlace, clic por clic, la tiempo, sutil metfora para describir qu estn
bsqueda posiblemente est creando el aparato buscando las personas en un momento dado en
cultural ms duradero, slido y significativo de la la Web. As, por ejemplo, en octubre de 2007, en
historia de la humanidad: la Base de Datos de las Chile los quince trminos ms buscados fueron:
Intenciones .
18 energa hidrulica; caries; El Rancagino; Morti-
cia; aloe vera; hipotiroidismo; biografa de Pablo
Y en esta dimensin, Google se ha constituido Neruda; Marcelo Bielsa; Ceratti; Escuela Naval;
en los ltimos aos en el actor ms destacado, atomix; los miserables; circulomas; charango; y
20
muro de Berln .
17
Solamente considerando el nmero de sitios web, entre 1995 y 2006, se pas de poco ms de 18 mil a ms de 100 millones de sitios.
Consultar http://www.eleconomista.es/gestion-empresarial/noticias/96517/11/06/Crecimiento-imparable-Internet-ya-tiene-100-mi-
llones-de-webs.html
18
John Battelle, Buscar, Tendencias Ediciones Urano, Barcelona, 2006, pp. 17-18. El libro de Battelle describe cmo el negocio de la
bsqueda de Internet (y las empresas que a esta actividad se dedican, principalmente Google) est transformando los mercados y la
cultura.
19
Ver http://www.ojobuscador.com/2007/07/17/ranking-de-buscadores-junio-2007
20
Ver http://www.google.com/intl/en/press/intl-zeitgeist.html#cl
221
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
21
Si aplicamos el mismo filtro a los trminos de bsqueda rucahue, puerto cristal y rock en Antofagasta, entre los primeros
resultados aparecen los contenidos creados por usuarios de las bibliotecas pblicas a travs de www.biblioredes.cl.
22
James Surowiecki, The Wisdom of Crowds, Doubleday, Nueva York, 2004.
23
Para mayor informacin, consultar http://clickworkers.arc.nasa.gov/top
24
Ver http://earth.google.com/intl/es
222
MUSEOS EN OBRA
que vivo, me encontr con una fotografa que una Preguntas Finales
persona haba georreferenciado en la direccin
del edificio. La imagen muestra una casa que ya no Comenzbamos esta ponencia con una pregunta
existe, en un da de invierno atpico (est nevada). y para responderla al terminar estas reflexiones
Qu valor patrimonial tiene esa accin? Qu sig- slo podemos hacernos un nmero mayor de pre-
nificado tiene esa imagen para cualquier persona guntas. Sin duda, estamos an en las primeras
ms all de quien la subi a Internet? Quiz mis etapas de la comprensin sobre cmo la tecno-
hijos, en unos aos ms, cuando busquen conocer loga puede llegar a intermediar la relacin patri-
la historia del barrio donde crecieron, le darn un monio-comunidad, pero son ya muy diversos los
valor mayor al que ahora tiene para m. ejemplos que demuestran que la participacin
ms horizontal y las nuevas prcticas y espacios
Por ltimo, y en una lgica que contradice en par- en los que la comunidad puede intervenir sobre el
te ciertos lugares comunes sobre Internet, la red patrimonio gracias a la tecnologa, pueden llegar
permite establecer espacios de participacin que a constituir uno de los cambios ms radicales en
van desde lo local a lo global. Una buena muestra este mbito en las ltimas dcadas.
25
representa Global Voices , un proyecto de medio
de comunicacin ciudadano sin fines de lucro que Para los que nos desempeamos en la intersec-
busca amplificar voces de todo el mundo que cin entre la cultura y la tecnologa, es deber re-
normalmente no son relevadas por los medios plantearnos las siguientes preguntas: Quin est
tradicionales de comunicacin. De esa manera, definiendo lo que es patrimonio? Cmo se est
temas y autores que se mueven en comunidades definiendo lo que es patrimonio? Cundo se defi-
virtuales que giran en torno a problemas locales, ne lo que es patrimonio? Finalmente, la pregunta
encuentran un canal de comunicacin con otras Qu es patrimonio? pareciera ser la clave para in-
redes, las que pudiendo estar distantes geogrfi- tentar una respuesta para estos nuevos tiempos.
ca y culturalmente, pueden llegar a tener visiones
compartidas. No es tanto la metfora de la aldea Acostumbrados a que la respuesta viniera o se in-
global como un mundo lleno de aldeas que con- tentara imponer desde el Estado, desde la acade-
versan globalmente. mia, desde los medios masivos de comunicacin,
25
www.globalvoicesonline.org
223
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
26
Pedro Salinas, Poesa, Alianza Editorial, Madrid, 1986, p. 8.
224
MUSEOS EN OBRA
Dilogo con el pblico Voy a hacer una muy breve reflexin. Soy
profesora de Estado, y quiero hacer una pro-
Quiero saber qu se est haciendo desde el posicin para la educacin patrimonial. Con-
Canal de Chacao hacia el sur, en Chilo, Ma- sidero que ensear a valorar el patrimonio es
gallanes. Conozco la Dibam en Puerto Montt mucho ms que ensear conceptos, es ms
y es excelente. Pero me interesa el sur, qu bien la transmisin emocional de una viven-
es lo que estn haciendo ustedes en este mi- cia valorativa, del mediador del aprendizaje
nuto para los excluidos de Chile que son del a los educandos. Voy a dar un pequeo ejem-
Canal de Chacao para el sur? plo: si el mediador del aprendizaje, miran-
do unos restos humanos en la vitrina de un
Enzo Abbagliati museo, dice estos son restos de los repre-
Tenemos una buena red de bibliotecas pblicas en sentantes de las primeras culturas de Chile
Chilo, creo que prcticamente cubre casi todas obtendr un educador, ms un grupo de visi-
las comunas de Chilo y de Palena, y en ese sen- tantes, ms un grupo de restos humanos, es
tido, en prcticamente todas est tambin Biblio- decir, obtendr 1+1+1, 3. Pero si dice ellos
Redes operando. De hecho, histricamente una de son nuestros antepasados, los primeros que
las mejores bibliotecas desde el punto de vista de habitaron y amaron nuestra tierra, entonces
la operacin de BiblioRedes ha sido la biblioteca obtendr 1+1+1,1, ms valoracin y respeto.
de Puqueldn, creo que en dos oportunidades Muchas gracias.
ha sido seleccionada como la mejor biblioteca de
Chile en el servicio de BiblioRedes. Tambin tene- Mara Isabel Orellana
mos muy buena biblioteca en Quemchi, estamos Existen mltiples instancias en las que se realiza
en Dalcahue, en Castro. Entonces, la invito a que educacin en la utilizacin de los espacios musea-
cuando cruce el canal se acerque a cualquiera de les, y que tiene que ver directamente con los profe-
las bibliotecas pblicas. sores y con los educadores de prvulos, ejemplos
concretos podemos ver varios. Lo que se hace en
el Museo de la Educacin, por ejemplo, cosas que
se vienen haciendo hace ms de 10, 12 aos por lo
menos, en los museos de la corporacin que fun-
ciona al interior de la Quinta Normal. Hay muchos
225
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
226
MUSEO REGIONAL DE ANCUD
230
MUSEOS EN OBRA
231
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
nuacin Alicia Villarreal nos va a contar lo que ha el deseo de coleccin, la pertenencia, el valor de
sido Musba, Museo de Barrio, un proyecto que una coleccin, las distancias y cercanas entre las
desde el arte cuestiona, nos hace pensar, nos hace colecciones pblicas y privadas, la transferencia
reflexionar, sobre el museo, sobre las tensiones del valor simblico y la invisibilidad de una de las
que gravitan en el museo. colecciones ms importantes de Chile.
232
MUSEOS EN OBRA
1
Teora de la deriva y otros textos Situacionistas sobre la ciudad. Texto sin firmar, Teora de los momentos y construccin de situa-
ciones.
233
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
coleccin desde puntos de observacin dismiles, cin visual y narrativa que relacionara cada pieza,
encuadrando con detalle un fuera de campo, como cada fragmento en una estructura comn.
si el exterior del sitio de inters, en este caso el
barrio, pudiese reflejar en su mxima distancia, el El trabajo se concentr en la bsqueda de una
estado de las cosas al interior de los museos. matriz ordenadora que pudiese establecer crite-
rios de seleccin de las singularidades de cada
La etapa de recopilacin se extendi por largo fragmento, donde no podra estar ausente la mi-
tiempo, desde mediados de 2005 hasta fines de rada del coleccionista como curador, teniendo
2006, lapso en que el proyecto tom forma en la en cuenta que toda clasificacin presupone de un
inestabilidad de la contingencia adaptando sus relato, una mirada global, una comprensin y una
estrategias para conservar en el cambio la per- lectura de la totalidad. Sin embargo, la diversidad
tinencia de sus objetivos. Se abrieron entonces de los sujetos entrevistados, la heterogeneidad
nuevas zonas de registro que ampliaban el lmite de los objetos registrados y la informacin reco-
de este museo imaginario, liviano, mvil, bordean- pilada, no permitan trazar el carcter de esta de-
do lo institucional sin ms anclaje que una utopa; sigual recoleccin. Fue necesario centralizar todos
construir un espacio de conexin entre territorios los documentos y realizar una preseleccin que
separados por los mapas culturales, domiciliarios, dejaba fuera aquellos que se confundan con me-
institucionales, pblicos y privados, bajo la forma ras antigedades, mientras otros se duplicaban, o
de un museo abierto a la circulacin de memorias bien tenan en primer lugar un valor religioso.
dispares, para crear all nuevos posibles relatos,
pasando por el ejercicio de hacer una coleccin. Ms all de los atributos especficos de los obje-
tos recopilados, la matriz que aparece en primer
III plano es la reinscripcin del objeto en tanto ima-
A medida que los registros, tanto fotogrficos gen fotogrfica. Esta coleccin en conclusin, no
como breves textos de las conversaciones y los vi- es real, sino slo el reflejo de un objeto retenido
deos se incrementaban, esta acumulacin (archi- en una secuencia de encuadres que, a pesar de
vada por: datos del propietario; nombre y direc- multiplicar sus puntos de vista, no es ms que un
cin, descripcin del objeto, valor que le asigna, documento extrado de su contexto, cumplindo-
ubicacin en el espacio), no constitua coleccin se en esta etapa el primer efecto de museo, el dis-
alguna en tanto no tomase forma en una articula- tanciamiento.
234
MUSEOS EN OBRA
La narracin deba agregar o compensar aquella puede proseguir indefinidamente el trabajo de ex-
2
falta, sin embargo, el relato levanta una parte de traccin, es decir, la ruinificacin o ruinancia .
ese contexto haciendo un nuevo ajuste. Entonces
expongo la arbitrariedad del corte de lo extrado. El dispositivo utilizado en la primera instalacin
de Musba, en el Museo de Arte Contemporneo
Frente a una imposibilidad de catalogar la expe- durante los meses de marzo, abril de este ao (es-
riencia, aparece la ficcin de un orden, tramada pacio de Quinta Normal), combina el flujo de una
por el deseo de coleccin y la relacin amorosa documentacin visual fraccionada en constante
con el objeto reservado, ligada a una memoria movimiento y la informacin organizada en fichas,
fundante o patrimonial. bajo el aparente rigor de una clasificatoria que
pone en juego parmetros de orden superficial con
En el inicio de toda coleccin habra una pasin, una categora de sentido. Las seis proyecciones de
una jugada, una apuesta, que aspira dejar una me- los registros divididas en tres duplas de registros,
moria tangible, un testimonio material que acom- se suceden en una combinatoria azarosa, sealan-
paa al sujeto o a un colectivo llenando de sen- do coincidencias, producto de las filtraciones en-
tido su presencia. Se mantendra esta condicin tre los relatos y las imgenes que se contaminan
fundacional mientras permanezca ese lazo vivo. unas con otras. Las proyecciones de los objetos de
El que recibe en cambio el objeto como legado, lo colecciones pblicas y privadas se confrontan y se
guarda como patrimonio y lo conserva en memoria traman en este aparecer y desaparecer de los ob-
del otro. jetos, como una forma de rehacer el recorrido por
el barrio dejando al espectador la posibilidad de
El museo, de otra parte, aleja las cosas de su cen- armar su propia lnea de lectura. La fragilidad de
tro amoroso, perdindose el contacto con la vida; la coleccin del barrio, reflejara la condicin del
all se produce un enfriamiento y un distancia- museo, a la vez que el museo elevara los objetos
miento que deja a las piezas de coleccin fuera de y sus sencillas historias, para transformarlas en
contexto. Segn Dotte: la paradoja del museo piezas de museo.
es sta: por un lado, puede muy bien satisfacer y
llevar el arte a una ms alta similitud; y por otro,
2
Dotte, Jean Louis, Catstrofe y olvido - Las ruinas, Europa, el Museo, Santiago, Editorial Cuarto Propio.
235
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
CA: Actualmente existe un sitio que se llama Mus- lugar donde se imparte, y todo el sistema, una tre-
ba.cl, que recoge la experiencia y tambin es una menda estructura donde fluyen y donde se trans-
experiencia en s mismo. fieren conocimientos y una memoria. Entonces hay
una relacin entre la escuela y el museo. El museo
AV: Claro. En el fondo esto es una recreacin de lo sera la continuacin de la escuela para los adultos
que se poda ver en el lugar, porque no es un video, o para los nios, pero de otra manera. Es el lugar
sino una recreacin virtual que tiene las imgenes. donde hay una idea del mundo que se transmite y
Entonces los objetos desfilan, quizs abajo se ven se conserva la memoria, es un lugar privilegiado
con ms nitidez, pero son los zapatos. La idea es de transferencia, que se respeta mucho. La escue-
que la fotografa accede a otro plano del objeto, es la es tremendamente atacada pero indispensable,
una mediacin pero tambin abre en el fragmento lo mismo que los museos, muy cuestionables pero
y en el detalle un mundo completamente distinto. indispensables finalmente. Entonces, hice un tra-
De alguna manera en el relato hay una lectura, hay bajo en las escuelas de abrir espacios, estas son
una coincidencia entre la lectura visual del objeto, escuelas perforadas, escuelas rurales. Es como
ese recorrido del objeto y la historia que se cuenta una manera de acercarse a la escuela no tan vio-
de l. Algunas de las historias las pueden ver en lentamente. O sea, el acto de perforar un muro es
Musba.cl, no estn todas porque subir 60 minivi- un acto violento, pero tambin hay un cuidado en
deos es muy difcil. eso y lo que se perfora son materiales educativos
antiguos, como de los aos 50. Hay adems unas
CA: Por qu a una artista le interesa el museo ganas de acercarse, de recorrer todos los espacios
como espacio de discusin, lo museable y la mu- y de recuperar una memoria de otra manera.
sealizacin?
CA: Pero el museo tiene ciertos dispositivos que
AV: Hace mucho tiempo que estoy trabajando con parecen ser interesantes para los artistas, el mis-
las colecciones y de una coleccin en relacin con mo hecho de la coleccin, la disposicin de los
el lenguaje, entonces me voy a ir a esto que es la objetos. Tanto el museo como el arte trabajan con
Escuela Imaginaria, o sea, la relacin escuela-mu- objetos e intentan hacerlos hablar.
seo. La Escuela Imaginaria fue un proyecto desde
el 99 al 2002 que me interes como el complejo
de la educacin, desde la alfabetizacin hasta el
236
MUSEOS EN OBRA
AV: Claro. Y ah est una operacin, una mediacin, CA: En el momento de recoleccin de los objetos,
que oculta tambin la historia de esos objetos. Es cmo fue tu relacin con la comunidad?, qu te
decir, hay una manipulacin total y absoluta de decan de participar de este museo imaginario o
ellos, porque esos objetos sin relato no tienen ab- ficticio?, les interesaba participar en un museo?,
solutamente ningn sentido y soportan todos los les interesaba musealizar sus pertenencias?
relatos posibles. Explorar en ese terreno, de hasta
dnde dan los relatos y hasta dnde dan las rela- AV: Creo que la palabra museo tiene un encanto
ciones es lo que a m me interes. Voy a recorrer impresionante, o sea, el museo, el imaginario del
rpido esto, porque aqu hay un antecedente: este museo, goza de un poder y de una salud impresio-
es el ltimo trabajo de la Escuela Imaginaria y se nante. Cualquiera quiere estar en un museo, quie-
llama La Coleccin, donde recojo todo lo que re poder ser o tener un museo.
hice en relacin a ese proyecto y quise hacer una
coleccin, pero la coleccin es imposible. Quise CA: Aun cuando en este caso el museo no exista.
recolectar sabiendo que era imposible, que era un
ejercicio de virtualizacin. No se puede tener una AV: Claro, pero est instalada la necesidad de
coleccin. El ejercicio ya es fallido. En este caso preservar cierta memoria. Todos tienen algo que
yo construyo este museo, que es transparente, preservar y esa necesidad es impresionante, en-
o una sala transparente, que no es un museo en tonces la gente estaba absolutamente dispuesta a
realidad, pero de una coleccin que es imposible y contribuir. Por supuesto que haba desconfianza,
es imposible tambin el cmo se recorre, es total- ahora claro, es un barrio muy especial. Es un pro-
mente arbitrario y casual. La persona que entraba yecto que es absolutamente impensable en otro
a esta sala, pisaba este piso y, dependiendo de la barrio, porque la gente vive bajo siete llaves y con-
tecla que pisaba, estaba conectado a un compu- testa por un citfono y no es capaz de abrir su inti-
tador y cambiaba lo que estaba viendo. Entonces midad a un extrao. Pero en ste, como explicaba
ah se encontraba con que no poda dirigir su mira- anteriormente Mara Isabel Orellana, la gente es
da, sino que dependa de donde estaba parado lo muy receptiva y muy abierta, y estn muy cons-
que poda ver. En el fondo, es explorar la falla de la cientes del valor de los lugares, del valor histrico
coleccin, la falla en esa transmisin, que es una y la memoria, entonces es algo para lo que haba
construccin, que es indispensable, que la nece- mucha disposicin.
sitamos, pero que tambin es arbitraria. Yo quise
explorar en ese arbitrio.
237
IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
CA: Entre los objetos que se recuperaron haba un CA: T crees que esa es una de las razones por
test de embarazo positivo, ombligos de recin na- las cuales los museos siguen encantando a la gen-
cidos, un fantoscopio, relojes. Si uno analiza los te? O sea tendran alguna relacin primigenia con
objetos recogidos no tienen mucha diferencia con una forma de pensar?
los de las primeras colecciones. O sea, podramos
pensar que los ombligos se parecen mucho a las AV: Creo que, como deca Walter Benjamin, las co-
reliquias religiosas, donde hay dedos de santo, lecciones son como una memoria concreta, fsica.
gotas de leche de la virgen, donde hay una canti- Los objetos tienen una memoria fsica, nosotros
dad impresionante de textos y objetos sagrados, no nos podemos desprender de esos objetos, nos
un fantoscopio me imagino que es un instrumento proyectan, los necesitamos. Nos rodeamos de ob-
de medicin y un test de embarazo tambin. A lo jetos signos que nos hacen ser quienes somos. Si
que voy es que las colecciones primigenias que nos sacan absolutamente todo, en el caso de la
fundan las naciones, que ya sabemos fue uno de gente que se le quema la casa o pierden absoluta-
los principales objetivos del museo, fundar una mente todo, es un tremendo drama, porque cmo
nacin, se vuelven a repetir. Esa intencin de la se arman. Esa desnudez es insoportable. Uno co-
gente se repite con el origen. lecciona lo que sea, necesita hacerse un hbitat.
Es justamente habitar con la memoria. En este
AV: S. Es muy curioso, pero son las mujeres las caso el test de embarazo tiene una historia muy
que guardan partes orgnicas, guardan ombligos, bonita, porque tocamos en la casa de una peruana
dientes de los nios, pelos, eso es bien impresio- y ella dice no, si yo no tengo nada, mi marido tie-
nante. Ahora, tambin dentro de esa coleccin hay ne todo, a l hay que preguntarle, porque l tiene
un corazn. Puse Musba en el convento de las Her- todas las cosas de sus paps, yo no tengo nada,
manas de San Jos y ellas guardan un corazn de pero cmo no va a tener algo que se trajo, no,
un obispo. Est en un muro, es decir, hay un hueco nada. Nos hizo pasar y conversamos, tena su
en un muro con el corazn guardado en una nfo- casa perfectamente ordenada y de repente, ha-
ra. Estamos en el Medievo, la gente en sus casas blando de la memoria nos dice yo guardo en la
guardando dientes, muelas, ombligos y pelo; es cartera hace como tres aos este test de embara-
bien impresionante en relacin al arte contempo- zo, pero cmo lo guarda en la cartera y anda con
rneo que est tres cuadras ms all o ms ac. eso, por qu, y dice bueno, porque es el nico
lugar privado que tengo. Entonces era especta-
238
MUSEOS EN OBRA
cular, la cartera era un museo, ese era el lugar y dad sea la responsable de perpetuar su patrimo-
ella lo reconoca como el de mxima privacidad, y nio, y transferir a travs de la sangre, de la lengua
el test de embarazo era su memoria fundacional: materna, esa memoria.
ella era peruana y era el test de embarazo de su
hijo chileno, ah empezaba una historia. CA: Cul era la reaccin de la gente frente a los
objetos del vecino o de otra persona? Porque uno
CA: Ah se fundaba la nueva patria. podra entender la reaccin de uno frente a ellos,
pero cmo reacciona la gente frente a objetos
AV: Ese era un elemento fundacional, me pareci que no conoce o que no sabe a quin pertenecen?,
que era hermossimo porque justo tena que ver siguen comunicando algo?
con el nacimiento, o sea, el primer signo de una
nueva vida lo guarda la madre, y lo guarda para AV: Creo que es fundamental el relato. Ahora bue-
cuando el hijo crezca, decirle aqu empezaste no, en la exposicin parte del relato era ese acer-
t. Despus, reflexionando sobre el ejercicio que camiento al objeto. De alguna manera, la cmara
hice, me di cuenta de que hay un acto amoroso fotogrfica, a propsito del inconsciente, pulveri-
en cualquier coleccin. Cuando se pierde y llega za el objeto y lo convierte en una imagen, y esa
la institucin, la institucin a veces no tiene alma imagen al estar fragmentada es imposible tener
y ese es el problema. Todo acto de guardar es un la totalidad. Ah aparece otro mundo, ah aparece
acto amoroso. Mucha gente se puso a llorar con el inconsciente. Entonces a propsito del relato,
las cosas que tena guardadas, recordaban his- por ejemplo, descubr despus de mirar la foto de
torias traumticas, era muy sensible. La gente ese zapatito, que el relato de esa seora se poda
guarda, todos guardamos lo que amamos. El que traspasar, porque yo deca qu voy a decir de este
colecciona obras de arte se enamora tambin de objeto si la seora me dijo miles de cosas, qu
su coleccin. Ese acto irracional, maravilloso, gra- es lo importante y qu relacin tiene eso con el
tuito, est en el inicio de las colecciones. Si uno zapato que estoy mostrando, porque el zapato no
mantiene la herencia, si uno logra que el que viene dice nada, es un recuerdo para ella pero no para
se enamore de esa memoria, permanece, pero si los dems. Entonces pasaban cosas como tan ra-
se quiebra, y por supuesto viene el Estado con una ras como que, por ejemplo, ese zapatito, que era
responsabilidad, hay algo que se pierde, se pierde de badana, que era del hijo de su hija, haba reco-
ese lazo. Por eso es importante que cada comuni- rrido de Taltal a Iquique, de Iquique a en fin, dos
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IX SEMINARIO SOBRE PATRIMONIO CULTURAL
mujeres solas que haban recorrido muchas par- sede, cambio de director, en fin, entonces estaba
tes. Y cuando veo el zapato, tiene un mapa. Est lleno de pequeas historias el Museo de la Soli-
todo craquelado y es como el desierto. Aparece el daridad tambin, que estaban afectando la lectura
desierto en el zapato y la historia de ella se junta. de sus colecciones. Lo domstico estaba instalado
Me pasaron muchas cosas de ese estilo, que tie- en el museo que uno crea que estaba protegido
nen que ver con el azar y con ese inconsciente y de eso. Los objetos y las obras de arte tienen los
ese imaginario que aparece en el detalle de las co- mismos avatares, que las cosas y las memorias
sas. Ah hay una manipulacin total, porque es un privadas de los domicilios.
arbitrio el relato que yo cuento tambin. Es cierto
que es parte de lo que ella me dijo, pero como lo CA: Es interesante lo que mencionas sobre el Mu-
cuento yo es arbitrario. La coleccin est armada seo de la Solidaridad, porque fue fundado en el
con criterios absolutamente arbitrarios, como que ao 1972, el mismo ao en que se realiza la Mesa
los objetos estn divididos en objetos pequeos, de Santiago. Al respecto una nota de Grete Mostny,
grandes y medianos, al igual que por colores. En- que particip en la mesa, y deca el museo inte-
tonces las series eran blancos-pequeos-patrimo- grado a la vida, el museo debe salir de la pulcritud
niales, blancos pequeos fundacionales, entonces y paz de sus cuatro paredes e ir al encuentro de la
haba un blanco mediano fundacional, que era un gente, all donde se encuentra.
traje de novia, y haba un blanco pequeo patri-
monial, que poda ser el zapatito. AV: Si, yo encuentro que el Museo de la Solidari-
dad es absolutamente revolucionario en su poca.
CA: Pero uno podra analizar los museos y decir Completamente de vanguardia. No solamente en
que tambin las colecciones de los museos son cmo forma su coleccin, sino tambin en cmo se
completamente arbitrarias. proyecta. Era un museo pensado para el pueblo,
que tena la idea de estar absolutamente conec-
AV: Son completamente arbitrarias, absolutamen- tado con el mundo. Por un lado, que tuviera en su
te. A todo esto, la idea era que estaba conectado coleccin obras de todo el mundo y, por otro, ser
con el Museo de la Solidaridad y que haba una un museo abierto. Ese ideal qued truncado, nun-
comparacin entre las dos memorias, ese era el ca se pudo realizar. Este trabajo es un homenaje a
ejercicio, pero entretanto estaba haciendo este ese museo en el fondo.
proyecto pas todo esto de que hubo cambio de
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MUSEOS EN OBRA
CA: Por qu quisiste ponerle museo a tu proyec- AV: El museo, como museo, tiene 200 aos no-
to? Por qu llamarlo museo, cuando en realidad ms. Creo que es lo que nos corresponde a esta
no es un museo, porque no tiene una coleccin poca. Es nuestro espacio, nuestro imaginario so-
permanente, no tiene un espacio, algn pblico cial ms importante. Pienso que todo el mundo al
puede tener, pero no tiene dos condiciones funda- entrar a un museo siente que est en un espacio
mentales del museo. que es respetado, que es conflictivo, pero creo
que es nuestro lugar social para mirarnos, porque
AV: Porque as como hice un proyecto que se lla- tenemos Internet y tenemos televisin y todos los
maba la Escuela Imaginaria, que tampoco era una medios, pero fsicamente es donde tenemos que
escuela pero quera pasearme por todas las reas comparecer los cuerpos, donde tenemos que lle-
de la escuela. El museo es todo, digamos. Ese es gar ah caminando.
el gran proyecto, recorrer todos los espacios, to-
das las funciones del museo. La primera es, por
eso este es un proyecto a largo plazo, es como se
constituye una coleccin, como experimentacin,
como laboratorio. Actualmente estoy haciendo un
curso que se llama Musba: Museo de Barrio en
la Universidad Diego Portales, como un ejercicio
de este proyecto. Estamos trabajando museos
imaginarios, y estoy haciendo el trabajo de trans-
ferencia de estos museos, no tienen arquitectura,
pero estoy imaginando mltiples arquitecturas.
Va a haber otra coleccin que es una coleccin de
posibles museos. Ese es mi eje educativo. Est
contemplado barrer la idea de museo en todos
sus ejes.
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Dilogo con el pblico volver a las fichas y volver a mirar. No tena por qu
acceder a todas, creo que quedaba la sensacin
Cmo pretende incentivar a la gente, porque de que haba una memoria que estaba ah circu-
mencion que la gente es muy cerrada en ciertos lando y que podas acceder a un fragmento.
barrios, por ende cuesta mucho entrar a ellos, a
ellos les va costar entrar en ese museo imagina- Mario Chagas
rio? Me gusta mucho su trabajo en variados aspectos.
Uno de ellos es el dilogo que hace con Walter
Alicia Villarreal Benjamin, con Andr Montreux, los museos ima-
El lugar donde se constituy el museo era esa ins- ginarios, me gusta mucho eso. Me gusta mucho
talacin, y existe una pgina web donde puede ver tambin el trabajo con los objetos que hace, sobre
todo, acceder ah como a la idea, pero se concreta todo porque me deja con la sensacin de que su
en la exposicin porque es una obra. No es que trabajo apunta a una superacin del paradigma en
no tenga cuerpo, es un cuerpo de video, el objeto relacin a los objetos. Hay una tradicin dentro de
est mediatizado. Esa pantallita que estaba hecha los museos, donde uno piensa que los objetos son
con madera y todo el aparato que est a la vista es solamente eso, que no pueden nunca jams ser
el objeto en ese momento, no es totalmente vir- sujetos. Entonces uno piensa yo soy un sujeto
tual, hay una experiencia al estar ah. de conocimiento, yo conozco un objeto que puede
ser conocido, pero yo me pregunto y le pregunto
Tratan de sacar, descontextualizar y recontextua- a usted: en su trabajo ha tenido la experiencia de
lizar un objeto, cualquier cosa. Lo sacamos, lo lo objeto elevado a la condicin de sujeto, lo ob-
ponemos en una vitrina y tratamos de contextua- jeto que condiciona a la vida de las personas, el
lizarlo. Se busca que la gente lo entienda de la objeto que tiene el poder de condicionar, de decir
forma que el artista quiere. Si no se cumple eso, yo quiero quedarme aqu y no hablar, yo quiero
se cumple el objetivo o se perdi todo el proceso que usted mire al fondo de m, el objeto que con-
anterior? diciona, que tiene el poder de decir dnde quiere
quedarse en la casa? Tiene cierta experiencia con
Alicia Villarreal esto?
Se cumple en el sentido de que vi a la gente leer
con mucho inters las fichas, mirar y pasearse, y
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