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RdM # 53

www.museologia.net

PRESENTACIÓN 02 Sociomuseología en memoria de Pierre Mayrand

ENTREVISTA 04 Entrevista a HUGUES DE VARINE

INVESTIGACIÓN 08 De qué hablamos cuando hablamos de Sociomuseología I ANA MERCEDES STOFFEL


Y EXPERIENCIAS 15 Una aproximación a la definición de la Sociomuseología I FRANCISCA HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
30 Nueva Museología de ayer, Sociomuseología hoy I MARIO MOUTINHO
35 De ciudadano a consumidor. Los retos de la participación en las mecánicas museísticas
y patrimoniales I IÑAKI DÍAZ BALERDI
43 Sociomuseología y globalización I PEDRO PEREIRA LEITE

MUSEOS 55 Ecomuseos y Ecomuseología en España I ÓSCAR NAVAJAS


76 Museos locales y cohesión social en momentos de crisis I EULALIA JANER AMARGÓS Y TERESA BLANCH
BOFILL
80 Museología tradicional, posmoderna y social en el País Vasco I IÑAKI ARRIETA
91 Los museos comunitarios en América Latina I CUAUHTÉMOC CAMARENA OCAMPO Y TERESA MORALES
LERSCH
100 La participación en un ecomuseo de suburbio I ALEXANDRE DELAGE
104 El cambio de una comunidad. El caso del Ecomuseo de la Península de Miura I KAZUOKI OHARA

Revista de Museología I Edita: Asociación Española de Museólogos - Avda. Reyes Católicos, 6 28040 Madrid Tel. 91 543 09 17 I Dirección: Ana Carro Rossell, Mª José Cor-
tés Sádaba y Ana Velasco Rebollo I Comité científico: Francisca Hernández, Pedro Lavado, Jesús Pedro Lorente, Francisco Javier Ramírez Perdiguero, Fernando Sarría Ra-
mírez y María José Suárez Martínez I Consejo asesor internacional: Mercedes Stoffel y María Teresa Estrada Castro I Coordinación: Mercedes Stoffel y Óscar Navajas I Pu-
blicidad: AEM Tel. 91 543 09 17 I Diseño, Maquetación e Impresión: Cyan, Proyectos Editoriales, S.A. Tel. 91 530 05 04 I Depósito legal: M-8875-1994 I I.S.S.N: 1134-0576 I
Reservados todos los derechos, prohibida su reproducción total o parcial sin el consentimiento por escrito de los editores. Los editores no se hacen responsables de las
opiniones vertidas en los artículos publicados en esta revista.
Sociomuseología en memoria
El año 2012 es un año especial en el marco de la museología.

Se cumple el 40 aniversario de la organización por el ICOM de la Mesa Redonda de Santiago de Chile,


que representó un momento fundamental para el cambio de mentalidad de estas instituciones, que has-
ta entonces habían vivido aisladas de su realidad envolvente, y desinteresadas de su relación con el pú-
blico visitante. Las conclusiones de aquel encuentro pusieron en evidencia la necesidad de renovación
del pensamiento museológico y confirmaron el museo como un instrumento de cambio social y de con-
ciencia crítica. Fuertemente ancladas en un nuevo modo de encarar la responsabilidad social de los mu-
seos y el protagonismo de las comunidades, harían nacer también, de la mano de Jorge Enrique Hardoy,
el concepto de museo integral con interdisciplinaridad de acción.

Es también el año en que se conmemora el aniversario de la organización por la UNESCO de la 20ª Con-
ferencia de Caracas, que ratificaría las conclusiones anteriores y reforzaría el protagonismo del museo
como institución al servicio de la comunidad, asumido como espacio de expresión de la comunidad,
como promotor de nuevas interpretaciones sociales del patrimonio. Reforzaba además la importancia de
la preparación de sus profesionales para este modelo de intervención.

Y, finalmente, celebramos también el 20 aniversario de la Primera Conferencia Internacional de Ecomu-


seos de Río de Janeiro donde, a través del reconocimiento del Ecomuseo de Santa Cruz como pionero de
esta tipología, se vio reforzada la misión de los ecomuseos en su papel de promoción de comunidades
responsables y actoras de la valorización de nuevos patrimonios y de la afirmación de su identidad terri-
torial.

Un nuevo sentido social de la museología y una nueva magnitud en el significado del patrimonio ha-
bía surgido en la década de 70 del siglo XX, fruto de la entrada en los museos del sentido renovador
de los movimientos revolucionarios de Mayo de 1968. Traducidas en museología comunitaria, ecomu-
seología, nueva museología y, más recientemente en la expresión sociomuseología que de algún
modo pretende encuadrar todos estos movimientos, aquellas iniciativas y encuentros se han transfor-
mado en movimientos activos de intervención en los más importantes campos de abordaje de las nue-
vas sociedades del siglo XXI. Interdisciplinaridad, Interculturalidad, Inclusión, mestizaje…ninguna de
estas expresiones, fruto de la globalización y de los cambios por ella provocados, son extrañas a la so-
ciomuseología.

La publicación pues de esta revista sobre la temática de la sociomuseología asume, por todos estos mo-
tivos, una oportunidad y una relevancia especial. Los actuales tiempos de globalización y de crisis y los
cambios culturales y sociales generados por ellos están golpeando con fuerza a nuestras sociedades y a
nuestros museos. Ni sus promotores ni sus profesionales podrán seguir ajenos a este nuevo escenario
de convulsión.

Los principios y valores de la sociomuseología y el ejemplo de personalidades como Pierre Mayrand nos
están mostrando un camino…

Nous parlons de convivialité, d'actions, de processus et de changements, mais il y


a aussi les vertus du silence et de la méditation: Le combat de l'âme, avant de nous
engager dans nos combats solidaires et révolutionnaires. Je rêve également d'une
population entière observant un temps de silence méditatif à un stade poussé du
processus écomuséal (Pierre, 2010)1.
1Correo electrónico personal para
los amigos. 20 de noviembre de En marzo de 2011 falleció Pierre Mayrand. Hijo de diplomático tuvo la oportunidad de que su desarrollo per-
2010. sonal se enriqueciera con el contacto de diferentes culturas. Su formación inicial se forjó en estudios de

2 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 2-3


de Pierre Mayrand
Historia del Arte en l'École de París. Con apenas veinticinco años regresó a su Quebec natal en el mo-
mento de la Revolución Cultural de 1960 lo que le influirá hacia una visión en pro de la libertad de auto-
determinación cultural de los pueblos. En 1969 entró a formar parte del claustro de profesores de la Uni-
versidad de Quebec a Montreal.

El nuevo panorama social y cultural que se estaba fraguando en su entorno canadiense y las experien-
cias patrimoniales y museales internacionales, que llegaban fundamentalmente desde Francia de la
mano de las figuras carismáticas de Georges Henri Rivière y Hugues de Varine, con los que pronto uniría
lazos e inquietudes y que fomentarían su interés por los procesos de patrimonialización y musealización
comunitaria. Su inquietante carácter revolucionario y su, casi obsesiva, idea de participación le llevaron
a implicarse activamente en el mundo de los recién creados ecomuseos, los museos comunitarios mexi-
canos o las ya consolidadas experiencias de Estados Unidos. Miembro del Consejo Internacional de Mu-
seos participó activamente de sus reuniones convirtiéndose en uno de los “museólogos de la generación
contestataria” que en 1983 crearon un grupo de trabajo sobre Ecomuseos y Nueva Museología. Dos años
después, y tras ser el promotor de la Declaración de Quebec por una Nueva Museología, se convirtió en
uno de los miembros fundadores del Movimiento Internacional para una Nueva Museología (MINOM,
ICOM/UNESCO).

Fue el alma durante casi 20 años del Ecomuseo de la Haute-Beauce, fundado en 1978, y estuvo aso-
ciado al Ecomuseo du Fier Monde de Montreal desde 1980 hasta 1990. Su trabajo no cesó con su ju-
bilación en 1997. Compaginando estancias entre Portugal y Canadá continuo con su actividad docen-
te en la Universidad Lusófona de Lisboa, fomentando la creación de experiencias comunitarias como
la de Carrapateira en el Algarve luso, y recorriendo el mundo para llevar el espíritu del MINOM y de
la museología social a todos los foros en los que se entablase un diálogo sobre la función social de
los museos. Recibió un premio por su incansable trayectoria de la Sociedad de los Museos Canadien-
ses (SGC).

Un recorrido por la trayectoria creativa, y creadora, de sus experiencias y prácticas museales y de su pro-
ducción teórica nos haría ser partícipes de sus continuas alusiones a hacer del trabajo museológico una
metodología orgánica para relacionar la vida humana con su herencia patrimonial y con el territorio con
el que cohabitan.

La influencia que ha tenido Pierre Mayrand —en muchos casos no reconocida— para el mundo de la cul-
tura, no sólo de la Museología, ha sido demoledora. Siempre bajo la sombra de la humildad, pero con la
voz en alto, es difícil no pensar en él cuando se escuchan las palabras como Nueva Museología, MINOM,
ecomuseo, patrimonio integral o pedagogía comunitaria.

Pensar en Pierre es pensar en movimiento, en cambio, en acción, en lucha, en transgresión, en participa-


ción, en diálogo, en debate, en crítica, en libertad, en poesía, en utopía. Pierre fue un defensor incansa-
ble de los procesos de creación comunitarios, de la creatividad que surge de una población conciencia-
da con su territorio y con su legado (espacio-temporal) en el que el ecomuseo es el hilo conductor, la
excusa sutil para comenzar el proceso de autorrealización.

Escribía sin descanso a sus amigos casi todas las noches, con un espíritu juvenil de auténtica renovación
museológica diaria. Y continuó escribiendo durante años, en la salud y en la enfermedad, hasta que sus
fuerzas se apagaron totalmente. En el último Minuit-Express que recibimos y que abre este texto dedica-
do a su memoria, seguía siendo el chico travieso e irreverente, que ignoraba la muerte próxima y que se-
guía soñando museos mejores.

No te olvidamos Pierre…

Presentación I 3
ENTREVISTA

Entrevista a Hugues de Varine


Traducción: ANA Mª ROBLES GAMAZO

Hugues de Varinne ha sido director de ICOM


entre 1965 y 1974. Ha ejercido diversas funcio-
nes a nivel nacional en Francia (desarrollo lo-
cal, rural y urbano, político de la ciudad, usos
del patrimonio natural y cultural, alojamiento
de jóvenes, etc.). Actualmente es consultor en
desarrollo local y comunitario, condujo y con-
duce todavía misiones de acompañamiento de
proyectos innovadores en materia de patrimo-
nio en Brasil, Italia, Canadá y Portugal. Ha
publicado La cultura de los Otros (1976), La
iniciativa comunitaria (1991), Las raíces del
futuro (2002).

Hardoy puso en evidencia la responsabilidad so-


cial del museo.

Después hubo numerosas evoluciones e innova-


ciones, que se agrupan, habitualmente en lo que
se ha denominado Nueva Museología. Si los mu-
seos artísticos y científicos conservan en el mun-
do entero los modelos esencialmente del “primer
mundo”, los cambios fundamentales intervienen:
descolonización cultural, emergencia de las nue-
vas generaciones de museólogos influenciadas
por las ideologías y los movimientos de liberación,
Hace 50 años descubrió los museos, trabajando experimentaciones sobre el terreno más o menos
en ICOM. ¿Qué vio entonces y que ve hoy en ellos discrepantes o subversivas…
como institución?
Actualmente podemos constatar varias voces di-
Descubrí los museos como administrador (direc- vergentes:
tor) de ICOM, y no como museólogo. Descubrí al
mismo tiempo, los problemas de desarrollo de lo • Los grandes museos artísticos, arqueológicos,
que se ha denominado el Tercer Mundo. Y también antropológicos conservan el principio (normali-
que la mayoría de los museos de países del tercer zado por ICM y por las principales leyes nacio-
Mundo imitaban los museos de los países indus- nales) de la colección, que hay que adquirir,
trializados, ricos y desarrollados, que imponen sus ampliar, conservar y presentar al público. Los
modelos a través de la UNESCO, el ICOM y las re- presupuestos son cada vez más considerables y
laciones bilaterales. el turismo o los escolares forman parte esencial
de los visitantes. Estos museos son empresas
En los años 71 y 72 comenzó a cambiar eso, por un integradas en la economía liberal.
movimiento espontáneo de una pequeña minoría
de miembros del ICOM ya que en 1971, tuvo lugar • Los museos medianos, con objetivos generales
la Conferencia general de ICOM en Francia y con la (museos regionales por ejemplo), y los museos
entrada en escena de políticos (intervenciones de científicos o industriales, están cada vez más li-
Mario Vázquez, Jacques Duhamel, Stanislas Ado- gados al territorio y a la población que les rodea,
tevi) se inició la introducción de la noción de de- incluso si la colección resta preocupación a sus
sarrollo en los objetivos del museo. En 1972, en directores. La dimensión educativa y de memo-
la reunión de Santiago con la aportación de J. E. ria componen el centro de su acción.

4 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 4-7


• Los pequeños museos locales(a veces llamados En Malí, los museos locales ofrecen préstamos de
ecomuseos) están en plena transformación y son microcréditos a las familias o pueblos, a cambio
sobre todo gestores de patrimonio, convirtién- del almacenamiento temporal de los bienes de va-
dose en instituciones más o menos comunita- lor cultural en el museo para protegerlos de los
rias. Son herramientas para su desarrollo local y traficantes y turistas. Alpha Oumar Konaré fue
no solamente para el turismo. Pero su existencia presidente del ICOM antes de ser presidente de su
está a veces amenazada por el sostenimiento a país. En Vancouver (Columbia Británica, Canadá),
veces insuficiente de las autoridades locales y el Museo de Antropología de la Universidad Pro-
las exigencias de normas nacionales y la escasez vincial se convirtió en el guardián de los tesoros
de voluntariado. del culto (no sólo cultural) de las comunidades au-
tóctonas de la región, con las que trabaja todos
El problema que se plantea, desde mi punto de los días y puede utilizar estos tesoros para sus ce-
vista, es a la vez sostener los esfuerzos de los mu- remonias libremente.
seos medianos al servicio de sus comunidades e
inventarse, un plan micro-local, de nuevas fórmu- Los ecomuseos nacieron por su iniciativa en 1971
las que permitan gestionar de manera participati- con características de participación activa de la
va, por una parte el patrimonio recaudado (esto in- comunidad con los poderes locales, los técnicos
cluye archivos y bibliotecas) y por otra parte el y los especialistas, en un programa de colabora-
patrimonio “libre” en el ámbito de las estrategias ción exigente y de amplio alcance territorial, so-
de programas de desarrollo sostenible. cial, cultural y político ¿Qué piensa de la forma
como evolucionaron?
En los años 70 se introdujo el componente políti-
co en la vida de los museos. ¿Cree que, en la so- No es eso exactamente: los primeros ecomuseos,
ciedad de hoy, los museos pueden tener algún solamente franceses, eran museos de parques na-
papel en ese campo? turales, poco comunitarios, creados y controlados
por el Ministerio de Medio Ambiente. Más tarde,
Los museos son normalmente un proyecto político, después de 1974, la palabra ecomuseo se utiliza
ya sea como manifestación de prestigio de la ciudad cada vez más en la descripción de algunas estruc-
o del país (los grandes museos), creación de una turas innovadoras del movimiento de la nueva mu-
gran elección política (los grandes museos parisinos seología, más o menos inspirados por el ejemplo
de los últimos años), de un mecenas convencido de de Creusot-Montceau.
sus responsabilidad social (los museos privados
de los Estados Unidos), sea como proyecto econó- Este museo (llamado más tarde ecomuseo) Creu-
mico y turístico (los clones Guggenheim), como pa- sot-Montceau había incluido en los estatutos que
liativo a las crisis económicas (los museos de minas su consejo de administración estaría formado a
o industriales cerrados) o como resultado de la mo- partes iguales por representantes de los usuarios,
vilización de una comunidad sobre su identidad técnicos, científicos y los poderes públicos. Este
(Ecomuseo Trece de Mayo en Santa María, Brasil). sistema fue considerado, al menos en Francia,
como una característica del ecomuseo. De hecho,
La dificultad es que, muy a menudo, los museos y nunca funcionó bien, sobre todo porque los usua-
sus responsables no son conscientes de ese rol rios (población, comunidad) no estaban dispues-
político o no quieren verlo. Pretenden jugar un rol tos a participar en igualdad con los especialistas
puramente cultural, científico, educativo y desin- que conocen y con los poderes que financian.
teresado. Y están favorecidos desde este punto de
vista por los discursos de los medios de comunica- Los Museos de la comunidad mexicanos (Unión de
ción y en general por los medios culturales. los Museos Comunitarios de Oaxaca) han entendi-
do la necesidad de poner en marcha un comple-
Debemos volver a la reunión de Santiago: el mu- jo proceso de formación de la conciencia cívica y
seo y sus responsables deben ser conscientes de la responsabilidad del patrimonio, antes de dar a la
su responsabilidad en la política cultural, social, comunidad un poder real en los objetivos, métodos,
educativa y económica, por lo tanto, deben utilizar programas y evaluación del museo.
la explotación de la riqueza global de los territo-
rios como un recurso y factor de desarrollo soste- En la actualidad, en Belém (PA, Brasil), el Museo
nible. El museólogo no es una persona remarca- Amazónico ha puesto en marcha un programa de
ble solo en su comunidad, es también un actor capacitación en los barrios y pueblos que confor-
que debe colaborar en el desarrollo con otros ac- man su territorio. Se trata de un proceso político,
tores. correspondiente a lo que los británicos llaman

Entrevista I 5
“empoderamiento”. Pero aún estamos lejos de • Desde el punto de vista de la cultura local, mayo-
esta práctica en la mayoría de los museos e inclu- ritaria y autóctona, que consiste en compartir su
so de los ecomuseos. En la mayoría de los casos, patrimonio y sus raíces con los recién llegados,
los técnicos y los políticos saben cooperar entre sí, por el interés de ambas partes. Pero también se
pero la población no habla el mismo idioma y no trata de dar un lugar a la cultura y el patrimonio
se siente capaz de participar en la decisión. de los recién llegados. Este es el problema de to-
dos los países que reciben inmigrantes de otros
Los ciudadanos de hoy son diferentes de los ciuda- países, o "pueblos nuevos" constituidos de dis-
danos de los años 70. ¿Entienden mejor su papel tintas contribuciones. En países como Suecia y
como actores sociales y culturales que entonces? Dinamarca, los museos y los sistemas de exposi-
ciones itinerantes (Riksutställningar) trabajaron
Depende del país y de situaciones locales concre- en esta dirección. Los ecomuseos italianos tra-
tas. En las sociedades ricas, donde el consumo es la tan de abordar este problema, sobre todo por el
regla, los ciudadanos demandan —o incluso exi- aumento de la xenofobia y la falta de experiencia
gen— que los sistemas públicos o filantrópicos, ha- de la inmigración, tanto de la población como de
gan lo necesario para abordar lo que consideran las instituciones.
que necesitan. Esto es válido para la salud, la edu-
cación y la cultura, y creo que esto fue a peor a par- • Desde la perspectiva de los propios inmigrantes,
tir de los años 70. En las sociedades pobres, donde es importante encontrar en los museos locales
los servicios públicos son mínimos, la gente tiene el un punto de llegada una herramienta pedagógi-
hábito de tomar su propio destino en sus manos, o ca de iniciación a la cultura educativa y el patri-
para protestar, más o menos violentamente. Por monio local. No debemos olvidar nunca que un
otra parte, los mejores ecomuseos comunitarios re- inmigrante (su nombre de la población del país
almente existen principalmente en las comunida- de llegada) es en realidad un emigrante por sí
des desfavorecidas o simplemente muy pobres. mismo. Es portador de un patrimonio y de una
Aquí hay una respuesta de la gente, porque saben cultura. ¿Cómo pueden responder los museos?
bien que pueden esperar ciertas cosas por sí mis- En Europa, las colecciones de los museos de arte
mos. Este es el caso de los museos de las favelas en están medio compuestas de objetos religiosos
Brasil, o en los 60 museos de Niamey y Anacostia. procedentes del cristianismo, sin embargo, mu-
chos inmigrantes (y sus hijos) pertenecen a otras
Las sociedades multiculturales y la mezcla de religiones. Es la función del museo el tratar de
costumbres y tradiciones han invadido práctica- llenar este vacío tan profundo.
mente todos los territorios del mundo ¿De qué
forma la interculturalidad social obliga a cambiar • Desde el punto de vista del museólogo, que per-
los museos y sus conceptos de identidad? tenece a su propia cultura, generalmente, de un
alto nivel, está muy lejos de las culturas de los
Este es un tema muy complejo y puede ser aborda- diferentes estratos de la población de alrededor,
do desde varias perspectivas. es muy difícil de entender, y por lo tanto de
adaptarse al bagaje cultural de los recién llega-
• Desde el punto de vista de los territorios, nos en- dos, y también a un mestizaje cultural que pasa-
contramos con varias comunidades, que poco a rá de generación en generación.
poco se integrarán en una sola comunidad mes-
tiza, donde no se integra si cada minoría étnico- Los profesionales de la Museología también han
culturales se encierra en sí misma y/o es recha- cambiado. ¿Son más conscientes de su papel de
zada por la mayoría. Aquí, el papel del museo es intermediarios entre el patrimonio y la sociedad?
crear puentes de comprensión y aceptación de la ¿Comprenden la importancia de la función social
diferencia, para practicar la mediación. El traba- del museo mejor que en 1958 cuando fue lanzado
jo del mediador llega a ser tan importante como el desafío a los museólogos por primera vez en la
la del museólogo. Es el ejemplo del Museo Na- UNESCO?
cional de Niamey (Níger), que fue creado para
permitir a los principales grupos étnicos en el Santiago de Chile (1972) fue la primera reunión de
país de reciente independencia (desde 1960) la Unesco en el ámbito de los museos, donde los
crear juntos una nación. Esto es también lo que ponentes pertenecían a la región donde la reunión
sucede en Europa en las grandes ciudades, don- tenía lugar. Hasta entonces, todas estas reuniones
de los museos establecen relaciones comercia- regionales (Río de Janeiro, Nueva Delhi, Bagdad,
les y de cooperación con las personas en los cen- etc.) fueron dirigidos por los profesores de Europa
tros periféricos o degradados. y América del Norte, que no conocían los proyectos

6 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 4-7


de los países visitados. El papel social de los mu- gente común y también de los políticos, la palabra
seos era sólo un tipo de discurso y el modelo colo- “museo” sigue estando vinculada a una institu-
nial fue el museo europeo. En realidad, los profe- ción que conserva las colecciones y que recibe del
sionales de museos han cambiado, ya que se público.
“nacionalizaron”. Sus modelos ya no son europe-
os o norteamericanos. Creo que no hay más que dos soluciones:

Es la gran diferencia entre aquellos que ven sus • Bien guardamos la palabra museo, y le damos
colecciones y los que ven todo el patrimonio de su una función social, en el más amplio sentido,
territorio. Y también entre aquellos que sólo tie- como herramienta de desarrollo. Personalmente,
nen en cuenta el público que entra en sus salas, y prefiero usar el término “museo comunitario”,
los que consideran a toda la comunidad como su para cualquier museo que tenga en cuenta a la
lugar natural de acción, fuera de los muros del mu- comunidad como objeto y sujeto. Pero también
seo (o sin muros). podemos dar el nombre de este museo el nom-
bre de ecomuseo: lo que importa es que este
La obsesión por las estadísticas es general, bajo la museo esté realizado para la comunidad.
presión de las autoridades administrativas y políti-
cas locales o nacionales que pesan en términos de • O podemos no utilizar la palabra museo y encon-
“rendimiento” y eficacia, y que buscan indicado- trar otras fórmulas, como se hizo en la Quarta
res: el incremento cuantitativos de las colecciones, Colonia (RS, Brasil) o del Maestrazgo (Teruel, Es-
su valor definido en términos económicos, la paña). En muchos casos será una Asociación del
evolución en el número de visitantes que paga- Patrimonio, que ejercerá, bajo su propio nombre
ron o no, el volumen de ventas de las tiendas y en su territorio, todas las funciones sociales
son los criterios de evaluación y la comunica- del museo, sin centrarse en la conservación de
ción institucional. Se ignora el impacto real de una colección.
la actividad del museo en su territorio y la po-
blación que lo rodea, ya que no es cuantificable Por un lado, no debe confundirse museología como
ni analizable. disciplina (teoría) y el museo como práctica. Los
museos tradicionales, incluso cuando se preocu-
Por contra, vemos ahora el nacimiento de “museos pan por la sociedad que les rodea, tienen la cos-
de la calle” o “de museos de recorrido” por ejem- tumbre de coleccionar lo que les hace a todos más
plo en el Río Grande do Sul (Brasil). Sin embargo, o menos similares en forma. Esta idea se corres-
esta fórmula extrema sigue siendo muy minorita- ponde con las leyes de los museos y las enseñan-
ria. En Parabiago (Lombardía, Italia), es la gente la zas de los cursos universitarios en museología, y
que impuso a un nuevo equipo de gobierno local a también con la definición de ICOM.
continuar su apoyo al ecomuseo local, incluso si
no dispone de estadísticas, ni una monumental Por otro, los “nuevos museos” no responden a
sede y una colección a visitar. ninguna definición ni a ningún modelo. Podemos
decir, por lo tanto, que están fuera de la museolo-
La dimensión social de la Museología ha sido in- gía, porque no se pueden reducir a modelos o ca-
terpretada a través de muchos nombres, a lo largo tegorías. Cada uno de ellos es único, ya que refle-
de los últimos 50 años: Función Social del Museo, ja un contexto local, también único. Cada museo
Ecomuseología, Nueva Museología, Museología es esencialmente el resultado de la práctica y de
Comunitaria, Sociomuseología… Existe en el siglo un proceso que no estaba previsto inicialmente.
XXI una Museología Social o ¿solo hay una Muse- También es la creación única de la gente que lo
ología y todos los museos de hoy deben tener sen- quería, diseñado y construido.
tido social, sean de colección, de identidad o de
cualquier otro tipo? Para concluir me gustaría citar el evangelio de Lu-
cas (capítulo 6, 43-44): “Jamás un buen árbol da
No hay que utilizar términos que cubren diferentes malos frutos; jamás un árbol malo puede darnos
significados para las diferentes personas que los buenos frutos. Cada árbol reconoce a su fruto: no
utilizan. El caso del término “ecomuseo” es típico. se cogen higos de los espinos; no se vendimia
A pesar de que su significado general se entiende tampoco racimos en las zarzas.”
más o menos en todas partes, se utiliza muy a me-
nudo para cubrir cosas muy diferentes y se ha con- Queda saber que frutos queremos obtener del mu-
vertido en una moda. También en la mente de la seo.

Entrevista I 7
INVESTIGACIÓN Y EXPERIENCIAS

De qué hablamos cuando hablamos


de Sociomuseología
ANA MERCEDES STOFFEL*
Museóloga

Ana Mercedes Stoffel Sociomuseología y dimensión social Comunitaria, del Movimiento Internacional para
Licenciada en Filosofía y Letras
por la UCM y en Historia del Arte
de los museos una Nueva Museología - MINOM, de los Ecomuse-
por la Universidade de Letras de os y de tantas otras formas de interpretar la res-
Coimbra. Docente de Museología La expresión Sociomuseología fue creada por Fer- ponsabilidad social dos museos, la Sociomuseolo-
e Sistemas de Qualidade en la nando Santos Neves, rector de la Universidade Lu- gía define esta dimensión social como un
Universidade Lusófona de Lisboa.
Dirigió la Casa Museo Mario
sófona de Humanidades e Tecnologias de Lisboa, elemento esencial de la componente museológica
Soares (1997-2007). Secretaria coincidiendo con el lanzamiento del primer núme- general, en una cuádruple vertiente:
General de MINOM-ICOM. ro de los Cadernos de Sociomuseologia, cuyas te-
máticas están exclusivamente dedicadas al asunto • Entendimiento del Patrimonio como elemento
que nos ocupa y cuya publicación regular ya se aglutinador de todas las culturas y de todas
encuentra en el número 441. La Universidad Lusó- las memorias, en una componente amplia y so-
fona desarrolla los conceptos y prácticas de la lidaria.
Museología Social en su Centro de Estudios de So-
ciomuseología desde hace más de 20 años y man- • Implicación activa de la comunidad en el conoci-
tiene un Mestrado y un Doctorado en esta área de miento, defensa y gestión del Patrimonio encua-
la Museología. drado por los museos.

La Sociomuseología, tal como es estudiada y tra- • Comprensión del museo en un ámbito territorial
bajada en la Universidad Lusófona constituye un rural y urbano, interpretado como un espacio de
punto de encuentro en el camino de la evolución intervención social y cultural del Patrimonio.
de los numerosos movimientos y reflexiones que
han promovido la Museología Social desde hace • Integración de la Interdisciplinaridad en el abor-
casi 50 años, una vez superadas las primitivas lu- daje y la comprensión de los fenómenos sociales
chas entre nueva y vieja Museología. Pretende ser que afectan a los museos y al patrimonio.
al mismo tiempo un proceso abierto y permanente
de adaptación a los cambios culturales que las so- Podríamos, así, decir que la Sociomuseología es-
ciedades van provocando y busca, por eso, en nue- tudia y promueve la investigación y la reflexión so-
vas reflexiones y experiencias, el camino de una bre la dimensión social del museo y su perma-
comunicación biunívoca y de enriquecimiento del nente capacidad para desempeñar un papel de
patrimonio y de la memoria colectiva dentro de los mediador cultural entre el Patrimonio, el Territorio
museos, a través de la participación activa de las y la Comunidad, tanto del punto de vista del pen-
comunidades en el proceso de apropiación cultu- samiento teórico subyacente, como de las expe-
ral democrática y de interés común para toda la riencias museológicas y de intervención comunita-
sociedad. Intenta también abrazar y conceptuali- ria que esas iniciativas desarrollan.
zar los procesos de innovación y las nuevas situa-
ciones que surgen en la convivencia de los distin- Sociomuseología y campos de intervención
tos grupos sociales y en los nuevos fenómenos de
la globalización, que se relacionan con la dimen- La Sociomuseología asume actualmente un enten-
sión social de los museos, afectando su función y dimiento específico relativamente a algunos de los
sus opciones. campos de intervención en que se mueve: la cultu-
1Neves, F. (1993. Cadernos de ra, el patrimonio, la educación y el conocimiento,
Sociomuseologia - Apresentação Todos los caminos de la Sociomuseología llevan a las personas, la gestión, la comunicación o la pro-
do número1. Universidade
Lusófona de Humanidades e la confirmación de los principios fundamentales pia actividad museológica, procurando desarrollar
Tecnologias. Lisboa. Para que conformaron su origen y que continúan vi- en cada una de esas áreas los modelos de aborda-
consultar on-line Cadernos de gentes entre los actuales pensadores y actores je que mejor interpretan su vocación social y que
Sociomuseologia usar la URL:
http://revistas.ulusofona.pt/inde de la Museología Social y sus museos. Como here- mejor permiten implementar esos modelos en la
x.php/cadernosociomuseologia dera de los valores y conceptos de la Museología vida diaria de los museos.

8 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 8-14


1. Desde punto de vista de la Cultura, se puede aglutinador de la historia, de las realidades cul-
decir que la Sociomuseología, siguiendo el ca- turales y sociales y de las perspectivas de futuro
mino trazado por Hugues de Varine, intenta en- de las poblaciones. Patrimonio que deja de ser
contrar, a través de la Mediación Cultural, el apenas un bien cultural susceptible de ser reco-
punto de entendimiento entre los conceptos de nocido como bueno por las sociedades dominan-
Democratización Cultural y Democracia Cultu- tes del momento, para transformarse en un com-
ral, de modo a permitir a los museos su propia ponente cultural de la evolución de la sociedad
supervivencia como motores del desarrollo sos- entendida de forma global e integradora. Con
tenible, al volverse estructurantes en los terri- esta comprensión del Patrimonio cabe a los mu-
torios en que se encuentran. seos, en colaboración con la comunidad, el papel
de descubrir y relacionar bienes y memorias cul-
…la mediación ha aparecido recientemente turales que nos identifican y nos unen. Siendo
como una gestión indispensable a la democra- por tradición espacios de reflexión y acción so-
tización cultural y a la democracia cultural… bre e Patrimonio, debe caber a los museos el
La democratización cultural…que consiste en desarrollo de nuevas formas de conservación,
llevar al pueblo al conocimiento y al disfrute de comunicación y gestión del objeto cultural y de la
formas superiores de la producción artística e memoria colectiva, de modo de realizar una in-
intelectual de la Humanidad…es una gestión de tervención sensible a los acontecimientos que
arriba hacia abajo… marcan las transformaciones y adaptaciones so-
La democracia cultural, cuya teoría se afirma en cioculturales de la Humanidad.
reacción a la democratización cultural, privile-
gia una gestión inversa de lo bajo a lo alto… Más allá de la clásica interpretación de colec-
…en materia cultural, la mediación consiste en ciones y de las exposiciones por medios reno-
intentar reconciliar estas dos conductas, es de- vados y respetuosos de la cultura de los habi-
cir, aproximar cultura y artes de elite, por una tantes y de los visitantes, el museo puede (y
parte, y culturas plurales de la masa del pue- debe) utilizar su lenguaje (el del objeto y de la
blo, por otra, para hacerlos comprenderse, res- exposición) y los recursos patrimoniales de su
petarse y enriquecerse.2 territorio para contribuir a resolver ciertos pro-
blemas del mundo actual.3
La Mediación Cultural puede ser una respuesta
a las tensiones que condicionan actualmente la Cuando observamos las nuevas sociedades mul-
relación entre los distintos grupos sociocultura- ticulturales, comprendemos la necesidad de una
les, utilizando al mismo tiempo la diversidad revisión de las perspectivas de comunicación de
como forma de enriquecimiento cultural de to- los museos, que les permita revisar sus modelos
dos y provocando el encuentro entre dos mode- de identidad o memoria y tornar propios los
los de Cultura tradicionalmente en confronta- deseos de realización social y cultural de las
ción. Pero no será posible a un museo ejercer la nuevas comunidades, considerando todo el pa-
Mediación Cultural si no ha asumido el sentido trimonio disponible o el que puedan reunir y cua-
de servicio y colaboración con la comunidad es- lificar, como un recurso imprescindible de este
pecialmente la residente, fundamentada en su desarrollo multipolar: cultural, social, identitario
implicación activa y en el conocimiento y satis- y económico.
facción de sus intereses. Y este papel nunca Esta necesidad de adaptación y actualización
será eficaz sin el reconocimiento por parte de de los museos se ve reforzada todos los días
esos utilizadores, de la bondad y utilidad de esta por la reciente transformación de pueblos, ba-
tarea. Reconocimiento que apenas será posible rrios y ciudades en un conjunto de comunida-
cuando el paradigma de reflexión/acción del des de los más variados grupos étnicos, tanto
museo deje de colocar su meta apenas en los autóctonos como inmigrantes, que conviven en
objetos culturales e invierta la orientación para modelos diversos de relación, más o menos pa-
las personas y para la utilidad que la memoria cíficos e interdependientes. Los movimientos
colectiva y el objeto cultural pueden tener en un sociales de los últimos 20 años por todo e mun-
proceso de desarrollo social y cultural mejor do, especialmente en la Unión Europea, que al-
para todos. teraron profundamente la identidad de los terri-
torios y el sentido de apropiación de las
2. Desde punto de vista del Patrimonio, estamos ha- poblaciones, piden un rápido ajustamiento cul- 2Varine, H. (2011). “El museo
blando de museos que consideran la riqueza pa- tural a los nuevos modos de estar y sentir el Pa- mediador”. Revista RDM, nº 49.
trimonial como un vasto elemento objetual, his- trimonio, propio y ajeno, de las comunidades P.16-23
tórico y de memoria en permanente renovación, en presencia. 3Varine, H. (2011). Idem.

Investigación y experiencias I 9
LA SOCIOMUSEOLOGÍA PROPONE UNA COLABORACIÓN ACTIVA ENTRE LOS DISTINTOS GRUPOS QUE INFLUENCIAN, INTERNA O EXTERNAMEN-
TE, LA EXISTENCIA Y LA ACTIVIDAD MUSEOLÓGICA: LOS PODERES POLÍTICOS —ESTATALES, REGIONALES Y MUNICIPALES— QUE TUTELAN LOS
MUSEOS; LOS MUSEÓLOGOS —TÉCNICOS Y CONSERVADORES— QUE LOS DIRIGEN Y GESTIONAN; LOS ESPECIALISTAS —ACADÉMICOS Y
PROFESORES— QUE REFLEXIONAN Y TEORIZAN SOBRE ELLOS; Y, FINALMENTE, LA COMUNIDAD —VISITANTES Y VECINOS— UTILIZADORES
SU VIDA Y SU ACTIVIDAD.

3. Desde el punto de vista del modelo educativo y o indirectamente con los museos, la Sociomuseo-
formador, la Sociomuseología promueve las te- logía propone una colaboración activa entre los
orías y las opciones prácticas de la enseñanza distintos grupos que influencian, interna o exter-
que caracteriza el método Paulo Friere. El méto- namente, la existencia y la actividad museológi-
do de educación popular que lleva su nombre, ca: Los poderes políticos —estatales, regionales
revela un pensamiento político-pedagógico de y municipales— que tutelan los museos; los mu-
sentido libertador, que coloca el intercambio de seólogos —técnicos y conservadores— que los
saberes entre el aprendiz y el profesor al nivel dirigen y gestionan; los especialistas —académi-
de la complicidad y del aprendizaje de conoci- cos y profesores— que reflexionan y teorizan
mientos en un régimen de igualdad, rompiendo sobre ellos; y, finalmente, la comunidad —visi-
así las tradicionales barreras de la comunica- tantes y vecinos— utilizadores su vida y su acti-
ción vertical de la sabiduría institucionalizada4. vidad. Todos ellos y en conjunto necesitan en-
En el caso de los museos, estamos hablando contrar un modelo concertado de orientación,
del museo colega frente al museo profesor y del concepción y acción estratégica para los museos.
museo interpretador frente al museo informa- Este principio político de entendimiento entre los
dor. Esta actitud puede permitir que los museos principales actores del museo ya viene siendo
se transformen en centros de aprendizaje acti- defendido en la Museología Social, desde los
vos donde, además del tradicional apoyo a la años 70 del siglo XX, especialmente para la Mu-
enseñanza de los jóvenes en la escuela para seología Local, como un elemento esencial para
promover la Cultura y el Patrimonio en los pri- su supervivencia y como una garantía de com-
meros tiempos de formación, los museos pue- portamiento democrático de toda la sociedad re-
dan contribuir al enriquecimiento sociocultural lativamente al Patrimonio.
de los adultos, si consiguen implicarlos en la di-
namización de una Cultura diversificada e inclu- • A los poderes políticos que tutelan los museos
siva. Con los nuevos modelos sociales creados y a quienes cabe definir la legislación, la fi-
por la globalización, el aprendizaje, utilizado nanciación y los recursos, se pide que esta-
como método para compartir conocimientos, blezcan, en colaboración con los museólogos
puede ayudar a transformar nuestras socieda- y los restantes agentes culturales, aquellos
des multiétnicas en espacios de interculturali- caminos estratégicos que permitan la conti-
dad pacificadora y democrática. Los museos, nuidad de una política de museos indepen-
como protectores del Patrimonio, están en una diente de la vida partidaria, que promuevan a
posición privilegiada para desempeñar este pa- través de los museos la democraticidad cultu-
pel, contribuyendo para adquirir, en conjunto ral que permita el conocimiento y la creación
con la sociedad que los rodea, valores culturales por todos de nuevos caminos de valorización
cada vez más fuertes y solidarios. Los museos patrimonial y que analicen el desempeño de
pueden ser esenciales para descubrir la forma de los museos por valores cualitativos que to-
integrar estas nuevas comunidades migrantes: men en consideración el papel de los museos
valorizando su patrimonio específico y sus inte- a medio y largo plazo en el desarrollo de la so-
reses socioculturales, promoviendo el desarrollo ciedad.
conjunto y la comunicación entre saberes y cos- • A los museólogos, conservadores y técnicos
tumbres y diseñando modelos de aprendizaje que en ellos trabajan se pide que comprendan
que permitan la aproximación social y contribu- su misión de mediadores en el proceso de
yan para alejar el fantasma de la confrontación, apertura del museo a la sociedad, que conside-
que el racismo y la xenofobia pueden provocar. ren a la comunidad coprotagonista de su acti-
4Freire, P. (1980) - La educación vidad y al territorio como un amplio campo de
como práctica de libertad. Siglo 4. Desde el punto de vista de las personas, consi- virtualidades patrimoniales. La expresión
XXI Editores. Madrid. deradas como agentes que se relacionan directa “Sociomuseología” refleja hoy con bastante

10 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 8-14


claridad la situación del pensamiento y la ac- así localizado tendrá mayores posibilidades
ción que enfrentan verdaderamente los muse- de sobrevivir si el envolvimiento social, es ac-
ólogos de hoy. Su posición se encuentra muy tivo tanto durante el proceso de transforma-
cerca de las Ciencias Sociales y mucho más allá ción o creación como en la vida y actividad
de la simple oposición a la primitiva visión ob- que escogerá desarrollar, una vez abierto.
jetual y técnica de los museos tradicionales y • Las redes sociales, las ONG, los medios de
también de la misión redentora y socializante Comunicación, las Asociaciones de Amigos de
de los primeros tiempos de la Nueva Museolo- los Museos, los Grupos de Voluntariado, los
gía. Una Museología que pone la tónica en las jóvenes en prácticas universitarias, los mayo-
personas, no siendo incompatible con las tra- res jubilados… El mundo de las personas que
dicionales responsabilidades de los museos, puede estar interesado en los museos es
pide que se gestionen de forma democrática, enorme, si se descubre el modo de conquis-
memorias y patrimonios ricos y diversificados y tarlas y si se comprende y acepta que para
personas y grupos diferentes; que se encuen- conquistarlas hay que hacer las cosas con
tren modelos de comunicación accesibles y ellas y no solo para ellas.
lenguajes innovadores de integración cultural;
y todo esto en territorios socialmente en per- 5. Desde el punto de vista de la gestión, la reco-
manente mudanza. El museo con objetivos de mendación de la Sociomuseología sobre la
intervención social actual exige de sus museó- adopción de Sistemas de Calidad y de modelos
logos una formación que les permita entender de organización avanzados como metodología
sus nuevas misiones de mediadores y compa- sistemática de aplicación a los procesos museo-
ñeros de aprendizaje cultural y les enseñe a lógicos, pretende que se encare, de forma regu-
trabajar, al mismo tiempo, en función de difi- lar, una planificación estratégica sensata y posi-
cultades y desafíos que la sociedad coloca to- ble en función de los recursos, una definición
dos los días. clara de la misión y de los objetivos del museo y
• A los especialistas, académicos y profesores, una gestión y evaluación de su desempeño di-
pide la Sociomuseología que desarrollen tra- reccionada para la mejora permanente de sus ta-
bajos de investigación sobre las nuevas visio- reas de servicio y para la gestión de los procesos
nes del Patrimonio y que preparen a sus alum- museológicos. Herramientas como la CAF —Mar-
nos en las materias que darán cobertura más co Común de Evaluación5, la norma ISO 90016 o
tarde a los desafíos que hoy debe encarar los valores de excelencia promovido por la
cualquier profesional de la Museología cuan- EFQM— Fundación Europea para la gestión de la
do se compromete en la labor social de su Calidad7, todas ellas disponibles en la NET para
museo. Se les pide que no se aíslen en sus te- utilización libre, son mecanismos inspiradores,
rritorios de pensamiento y que trabajen cerca que debidamente adaptados, pueden proporcio-
de la realidad del terreno museológico para nar formas seguras y testadas de gestión sensa-
que sus reflexiones y propuestas sean útiles a ta e inteligente. Apartando de la gestión de los
la sociedad que sirven y a los museos y al Pa- museos la improvisación y el voluntarismo que
trimonio que son su objeto fundamental y la con frecuencia los estrangula, pueden ayudar a
razón de su existencia. producir mejores resultados y garantizar mayor
• A los utilizadores de los museos, la Sociomu- seguridad en el uso de los medios, permitiendo
seología pide que se impliquen en la activi- una mayor certeza en las opciones y una relación
dad de los museos, que exijan su presencia más correcta y saludable entre los diversos
como actores y elementos de agregación so- agentes culturales.
cial y que garanticen que los poderes locales
que eligen les den el reconocimiento do su 6. Desde el punto de vista de la comunicación, es-
papel de intervención cultural. Una sociedad tamos hablando de nuevas formas de explicar, 5Para conocer la CAF, consultar:

de escribir y de mostrar las virtualidades del Pa- http://www.aeval.es/es/calidad_


que mantiene una presencia regular y activa
de_los_servicios_publicos/progra
en el museo, puede sentirse dueña y compa- trimonio, en consonancia con los intereses y mas_de_calidad/programa_evalu
ñera de su actividad y encuentra siempre mo- preocupaciones de la sociedad y con las nuevas acion/caf.html
6Para conocer la norma ISO 9001
tivos personales y de pertenencia para volver. misiones que esos cambios provocan. Estamos
consultar:
Esta situación es especialmente relevante en hablando también de adaptar los modelos de http://www.ucongreso.edu.ar/gra
los museos locales, que encontramos en los comunicación del museo a los nuevos métodos do/carreras/lsi/2006/ele_calsof/
barrios de las grandes capitales, en los espa- de informar y de conquistar la atención de los Norma_ISO_9001-2000.pdf
7Para conocer el modelo EFQM
cios rurales y en las ciudades y pueblos aleja- usuarios. De la aplicación de las nuevas tecno-
consultar:
dos de los grandes centros. Cualquier proyec- logías de comunicación, de inventar nuevos http://www.tqm.es/TQM/ModEur
to de creación o modernización de un museo caminos o de pedir a los utilizadores que los /ModeloEuropeo.htm

Investigación y experiencias I 11
UNO DE LOS PRIMEROS ECOMUSEOS, EL MÁS CONOCIDO CON ESE NOMBRE Y CREADO POR HUGUES DE VARINE, ERA UN PROYECTO COM-
PLETO DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA, TERRITORIAL, ECONÓMICA, SOCIAL Y CULTURAL DE UNA COMUNIDAD Y SUS ELEGIDOS, CON SUS CIU-
DADES Y PUEBLOS FUNCIONANDO EN UN MODELO DE AUTOGESTIÓN COMUNAL, SUSTENTADA EN LA CULTURA Y EN LA RESPONSABILIDAD
CIUDADANA. HOY HAY ECOMUSEOS POR TODO EL MUNDO, DESDE LA CHINA HASTA BRASIL Y LAS INICIATIVAS Y ENCUENTROS FRECUEN-
TES SOBRE EL TEMA HABLAN DE SU ACTUALIDAD COMO CONCEPTO Y COMO PRÁCTICA.

inventen para los museos. De una museografía era un proyecto completo de organización política,
y de una expografía amables y originales, que territorial, económica, social y cultural de una co-
privilegien la facilidad en la comprensión sin ol- munidad y sus elegidos, con sus ciudades y pue-
vidar el rigor técnico o científico y que sean blos funcionando en un modelo de autogestión
inclusivas para con todos los elementos da so- comunal, sustentada en la cultura y en la respon-
ciedad, sin distinción de capacidades físicas o sabilidad ciudadana. Hoy hay ecomuseos por todo
intelectuales. el mundo, desde la China hasta Brasil y las inicia-
tivas y encuentros frecuentes sobre el tema hablan
7. Desde el punto de vista de las experiencias o de su actualidad como concepto y como práctica.
de la intervención en el terreno, la evolución de Cuáles y cuántos son verdaderos ecomuseos es
los 50 años de vida de la Museología Social ha una tarea ingrata y relativamente poco importante
generado múltiples tipos de museos. Dentro de que apenas el futuro y el resultados de sus respec-
la Museología Local, que es el campo en el que tivos trabajos podrá descubrir.
la Sociomuseología con más frecuencia y facili-
dad desarrolla sus iniciativas, la adaptación al El museo comunitario, otra de las experiencias
medio geográfico, político, cultural y social ha que se ha mantenido desde el principio, se identi-
creado las más diversas formas y soluciones, fica más, sin ser exclusiva la acepción para este
cuyos nombres e identificaciones han provoca- fin, con lo museos y las iniciativas que evitan la in-
do también, a veces, confusiones y dificultades tervención directa de los poderes políticos, para
a la hora de reconocer esa experiencia como vá- preservar su independencia y sus opciones. Se
lida o catalizadoras de nuevas iniciativas. El desarrolla con más facilidad junto a las comunida-
ecomuseo es una de ellas. Nacido en los años des y minoría étnicas y Méjico ha sido y continúa
70 con la doble visión, espacial y ecológica de siendo uno de los lugares en que el desarrollo de
Georges Henry Riviére: “…expresa las relacio- este modelo ha obtenido durante más tiempo re-
nes entre el hombre y la naturaleza a través del sultados y defensores. El museo de comunidad, tal
tiempo y a través del espacio del territorio…” y como se define en Sociomuseología, se encuentra
política e integradora de Hugues de Varine: englobado en el concepto más amplio de Museos
“…instrumento que una comunidad y un poder Locales, que fue lanzado por MINOM durante el II
público conciben, fabrican y exploran conjunta- Atelier Internacional, realizado en Lisboa en 1985.
mente,…”8, trajo para el lenguaje regular de la Se consideraba entonces como Museo Local cual-
Museología expresiones como interdisciplinari- quier iniciativa fuera de la tutela del estado central
dad, evolución, integración, territorios museali- —museos de autarquía, de asociaciones, ecomuse-
zados, comunidad actora o sentido de utilidad os y otras iniciativas locales de carácter museológi-
cultural del museo. Se ha ido desarrollando por co—. Ya entonces esta definición ponía en eviden-
distintos países y continentes, privilegiado unas cia que distintos contextos históricos, económicos,
veces, desvirtuando en otras ocasiones su ver- sociales y políticos condicionaban los procesos mu-
dadero sentido de implicación de la comunidad o seológicos y que las soluciones encontradas podrí-
extendiendo su ámbito a modelos evoluciona- an corresponder a un vasto diccionario de concep-
dos de su estructura de origen, como los econo- tos a pesar del mismo punto de partida.
8Rivière, G.H. (1980). L’Ecomusée, museos que estudian y experimentan soluciones
un modèle évolutif. Desvallées, de rentabilidad a través del Patrimonio. Una re- Dentro de este ámbito, por Museo de Comunidad
A., de Bary, O., Wasserman, F. -
Direction de publication. Vagues
ciente publicación de Peter Davis, que actualiza puede entenderse hoy cualquier museo local, pú-
Une anthologie de la nouvelle un libro anterior de su misma autoría, ayuda a blico o privado, de pequeña o media dimensión
muséologie.2. Pp 440-445. Ed. esclarecer un poco todo este tema9. (de barrio, rural, de territorio o de pueblo) que, uti-
MNES, Collection Muséologie.
Savigny-le-Temple, 2002 lizando el Patrimonio como recurso fundamental,
9Davis, P. (2011). Ecomuseums: A Uno de los primeros ecomuseos, el más conocido pretende trabajar con la población en que se inte-
sense of Place. Amazon. UK. con ese nombre y creado por Hugues de Varine, gra, promoviendo su desarrollo. Se pueden incluir

12 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 8-14


ÉSTA CLARO QUE NO ES POSIBLE PRETENDER LA EXISTENCIA DE UN MODELO LINEAL DE ACTUACIÓN. CADA CONTINENTE, CADA PAÍS, CADA
GRUPO SOCIAL, CADA TERRITORIO, ES UN CASO ESPECÍFICO CON PROBLEMAS Y VOLUNTADES DIFERENTES EN LA INTERACCIÓN DEL MUSEO
CON SU COMUNIDAD. PERO LA HOMOGENEIDAD DE LOS PROBLEMAS Y DE LOS DESEOS DE MEJORÍA PERMITE AVANZAR CON PROPUESTAS
COMUNES DE DEFENSA DE VALORES DEMOCRÁTICOS Y SOLIDARIOS, DE SUSTENTACIÓN DE PATRIMONIOS E IDENTIDADES Y DE IMPLEMEN-
TACIÓN DE MODELOS DE INTEGRACIÓN COMUNITARIA. HACERLO, SIGNIFICA GARANTIZAR EN EL FUTURO LA SUPERVIVENCIA DE LA MUSEOLO-
GÍA PARTICIPATIVA, COMO UNA FORMA FUNDAMENTAL E IMPRESCINDIBLE DE DESARROLLO SUSTENTADO DE LAS POBLACIONES.

en este encuadramiento, por sus fuertes ligacio- anualmente en distintos municipios del país, unas
nes y por la coincidencia entre modelos, algunos Jornadas de la Función Social del Museo y la Uni-
ecomuseos que en Portugal se asumieron como versidad Lusófona mantiene un Encuentro Anual
Ecomuseos de Desarrollo bien como otros proyec- de Museología y Autarquías, que ya realizó 19 en-
tos locales que, por su especificidad, difieren en cuentros anuales, en colaboración con distintas
ocasiones de los ecomuseos originales, en el abor- municipalidades del país.
daje de la relación entre los habitantes, los profe-
sionales y voluntarios y el poder político local. Ésta claro que no es posible pretender la existen-
cia de un modelo lineal de actuación. Cada con-
De hecho, si no ponemos como condición de parti- tinente, cada país, cada grupo social, cada terri-
da la existencia de un territorio o la iniciativa de torio, es un caso específico con problemas y
arranque de la población como condición de una voluntades diferentes en la interacción del museo
lectura social para nacimiento o mejoría de un pro- con su comunidad. Pero la homogeneidad de los
yecto museológico, casi todos los museos de pe- problemas y de los deseos de mejoría permite
queña y media dimensión, instalados en zonas ru- avanzar con propuestas comunes de defensa de
rales o urbanas, poseen elementos aglutinadores valores democráticos y solidarios, de sustentación
que conviene analizar en conjunto. Es muy fácil ve- de patrimonios e identidades y de implementación
rificar que, salvo raras excepciones, los problemas de modelos de integración comunitaria. Hacerlo,
que se colocan y las soluciones que se apuntan, significa garantizar en el futuro la supervivencia de
son aplicables a los más variados tipos de museo la Museología Participativa, como una forma fun-
local, desde que sus profesionales tengan cons- damental e imprescindible de desarrollo sustenta-
ciencia y conocimiento de los principios de la So- do de las poblaciones.
ciomuseología y con mayor o menor conocimiento
y poder, pretendan implementarlos en sus museos Están aquí apenas sumariamente definidos tres de
o centros de cultura asociativa. los ejemplos más comunes, pero la lista de tipolo-
gías para los museos de intervención social que se
A este respecto, es importante señalar que, en la asumen como tales es muy grande y abarca no-
evolución de los museos locales en sentido social, menclaturas y países bien diferentes. Museos de
hay que tomar en consideración la diferente inter- sociedad, museos de identidad, museos poli-nu-
pretación y comprensión del fenómeno museo que cleados, museos de territorio, museos integrales,
existe entre los elementos políticos dirigentes de o museos cibernéticos como defiende Tomislav
estas instituciones y los técnicos y museólogos Sola; lo importante es saber cómo utilizan las po-
responsables. A pesar de que estos últimos pue- tencialidades del Patrimonio, como encaran la par-
dan estar muchas veces llenos de ideas y proyec- ticipación de la comunidad y como abren sus puer-
tos de calidad innegable, pocas veces tienen el tas a nuevos modos de entender su misión social
poder suficiente para implementar de modo afir- y su papel de mediadores culturales.
mativo y consistente programas de reforma o me-
joría en este sentido. Por ese motivo, el apoyo por Conclusión
parte de especialistas, instituciones y universida-
des a estas iniciativas a través de la difusión de los Hace 50 años, en una época que esperaba la apa- 10Maure, M. (1984). Identité,
principios y prácticas de intervención social de los rición de un mundo mejor, la Museología, de la écologie et participation:
museos pueden desempeñar un papel muy impor- mano de Kinard, Adotevi, Riviére, Varine o Pierre nouveaux musées, nouvelle
muséologie. Desvallées, A., de
tante en la sensibilización de los reales “dueños” Mayrand entre muchos otros, dio inicio a un proce- Bary, O., Wasserman, F. - Direction
de las decisiones en los museos. En este campo, la so de mudanza en que, según Marc Maure, era de publication. Vagues Une
Sociomuseología portuguesa ha desarrollado un dado “…énfasis a la función del museo como ins- anthologie de la nouvelle
muséologie.2. Pp 91. Ed. MNES,
importante trabajo de sensibilización del poder lo- trumento de desarrollo social y cultural al servicio Collection Muséologie. Savigny-
cal. La sección portuguesa de MINOM organiza de una sociedad democrática…”10. Un conocido le-Temple, 2002.

Investigación y experiencias I 13
cuadro de evolución de los conceptos que compo- Nueva Museología y transformada en movimiento
nían el museo tradicional resumía esta evolución: - MINOM, ha crecido en su propio terreno, ha creado

Colección Edificio Público

Patrimonio Territorio Comunidad

Nueva Museología
Ecomuseos
Museos Comunitarios

Entretanto, cambiaron y evolucionaron los patri- variadas y diversas formas de expresarse y ha con-
monios con la inmaterialidad de la memoria y la seguido introducir muchos de sus principios orien-
transnacionalidad del multiculturalismo. Mudaron tadores en una buena parte de la reflexión y la ac-
las formas y los contenidos del los territorios con ción museológica tradicional, especialmente en la
la transversalidad de la Globalización; cambiaron Museología Local y de Comunidad. La Sociomu-
las identidades locales con el fenómeno de las mi- seología, leyendo e interpretando esos cambios y
graciones y las relaciones interculturales. Se modi- promoviendo su evolución integrada en el contex-
ficó, la capacidad de comunicar y la relación entre to actual, trabaja para que el papel de los museos
las personas con la Internet, las redes sociales y y su supervivencia, en un especial momento de
las nuevas tecnologías de información. mudanza dentro de la Humanidad, sea valorizado
y promovido, porque los museos que asumen una
Durante todos estos años, la Nueva Museología dimensión social en su actuación, pueden consti-
evolucionó también, acompañando los tiempos de tuirse en centros de mediación, de aprendizaje y
una mudanza social, que quedó, infelizmente muy de resignificación de la memoria, de la cultura y de
lejos de los sueños de los años 70. Sin embargo, la creatividad y ser una de las garantías del prota-
consolidada como pensamiento y acción en 1984 gonismo democrático de las comunidades en el si-
en Quebec durante el I Atelier Internacional de la glo XXI.

14 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 8-14


Una aproximación a la definición
de la Sociomuseología
FRANCISCA HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
Profesora de la Universidad Complutense de Madrid

Francisca Hernández Hernández


Profesora de Prehistoria
A la hora de hablar de la Sociomuseología, hemos de tener en cuenta que el museo ha deja- y de Museología y difusión de la
do de ser un espacio cerrado, para abrirse al medio que le rodea estableciendo una estrecha Arqueología de la Universidad
relación con el contexto sociocultural en el que ha de desenvolverse. Desde ese momento, la Complutense de Madrid. Fue
directora científica del Master de
museología ha adoptado como principio básico de su metodología la interdisciplinariedad, Museología de la Facultad de
colaborando estrechamente con las ciencias humanas, el desarrollo sostenible, la planifica- Filosofía y Letras de la citada
ción del territorio y los diferentes servicios que tratan de ofrecer las mismas oportunidades universidad. Ha escrito varios
para todos los ciudadanos. artículos y libros sobre
Museología y participado en
numerosos foros, conferencias
y cursos.
Marco teórico y conceptual de la Sociomuseología básicos para una nueva museología, tratan de pre-
sentar al museo dentro de un entorno social que
Desde esta perspectiva, la museología ha sido sea capaz de promover y alentar el desarrollo de
considerada como un elemento fundamental para las diferentes comunidades, conscientes de que
el desarrollo de las diferentes comunidades, posi- los museos deben desempeñar una función social
bilitando que todos sus miembros puedan tomar si quieren sobrevivir en nuestra sociedad contem-
conciencia de las posibilidades que se les ofrece poránea. Hoy no es posible sostener una idea de
para desarrollar sus inquietudes y esperanzas de museo elitista, monolítico, aislado de la realidad e
cara al futuro. La museología se ha visto desbor- indiferente a los problemas de la sociedad que le
dada por la nueva realidad del mundo globalizado rodea. Un museo cuya única razón de ser se mani-
y ya no puede conformarse con asumir sus funcio- fieste en el deseo de almacenar y exponer los ob-
nes tradicionales, sino que ha de estar dispuesta a jetos, sin referencia alguna a su contexto y sin un
aceptar otras nuevas que la sociedad de nuestro mensaje claro de cuáles son sus objetivos a la
tiempo le pide con insistencia. La museología del hora de exhibirlos, poco o nada puede decir a una
siglo XXI ha de ser una realidad viva y dinámica, sociedad que, hoy más que nunca, se siente prota-
que ha de evitar por todos los medios convertirse gonista de su propia historia y está dispuesta a
en una ciencia obsoleta y meramente contemplati- descubrir cuáles son sus orígenes, cómo ha llega-
va, apostando por la originalidad, creatividad y el do hasta este momento, y busca con ahínco cons-
compromiso con la sociedad en la que vive. Nos truirse un futuro más prometedor.
estamos refiriendo a la aparición de la nueva mu-
seología que, dejando de interesarse de manera No es de extrañar, por tanto, que ante la nueva for-
casi exclusiva por los objetos, ha comenzado a po- ma de situarse los ciudadanos frente a la realidad
ner como centro de su reflexión a la comunidad, patrimonial, sea necesario recurrir a nuevas for-
abriéndose a una dinámica democratizadora con mas narrativas que exigen revisar los principios
el propósito de convertir sus instituciones museís- metodológicos que se han seguido hasta ahora,
ticas en nuevas herramientas, capaces de ofrecer para adentrarse en el campo de la investigación
visiones distintas de la realidad a las que hasta museológica. Estamos asistiendo a una nueva for-
ahora estaba presentando. En efecto, el nuevo mu- ma de ser de la realidad museológica, fundamen-
seo ha de estar al servicio de la sociedad y, en con- tada en la memoria social que los ciudadanos van
secuencia, ha de ser una institución democrática, elaborando cuando son capaces de percibir la rea-
educativa, crítica y creativa, capaz de dinamizar la lidad que les circunda a través de la observación
vida de los ciudadanos, invitándoles a participar de los objetos simbólicos, al tiempo que deciden
activamente en su desarrollo. pasar a la acción, en un intento de preservarlos y
conservarlos para poder transmitirlos y comuni-
Ya desde la Declaración de Santiago de Chile carlos a la propia sociedad. Nos estamos refirien-
(1972) con su propuesta del museo integral y la do al papel que la memoria social ha de desempe-
Declaración de Québec (1984) con sus principios ñar como campo de conocimiento dentro de la

Investigación y experiencias I 15
museología (Pereira Leite, 2010:2). Toda museolo- de asumir la tarea de comprometerse activamente
gía que quiera ser creativa ha de llevar a cabo una en la dinámica del mismo. Para ello, la comunidad
actuación coherente, sistemática, crítica e imagi- ha de tomar conciencia de su responsabilidad ante
nativa que sea capaz de despertar en los ciudada- el patrimonio. Adentrarnos en el mundo de la Socio-
nos, considerados como miembros activos de la museología implica la tarea de tomar conciencia de
comunidad, la memoria de aquellas experiencias que hemos de aceptar la participación de la comu-
vividas individual y grupalmente, que sean capa- nidad dentro del propio museo como fruto de un
ces de suscitar nuevas inquietudes al ser presen- diálogo previo entre ambos, con el objeto de llevar
tadas mediante narrativas adaptadas a las necesi- adelante un verdadero proyecto de acción e investi-
dades de cada tiempo y lugar. gación que sea capaz de abordar los problemas e
inquietudes que preocupan a los ciudadanos.
Cuando la sociedad está en disposición de percibir
y observar la realidad que le rodea con todos los Ha sido Paulo Freire (1970, 1975, 1977) quien pro-
elementos que la hacen posible, se hace sensible puso una teoría de la comunicación ante la reali-
y promueve su conservación, al tiempo que evalúa dad social en que se encontraba Brasil, con el
y estudia su significado para poder comunicarlo y propósito de erradicar el analfabetismo que exis-
transmitirlo a los ciudadanos. Sólo así es posible tía entre la mayoría de la población. Freire era
que la propia comunidad se implique necesaria- consciente de que la persona sólo puede llegar a
mente en todo el proceso museológico. Y cuando ser libre si toma conciencia de su situación de
esto sucede, el diálogo entre la museología y la precariedad y está dispuesta a pasar a la acción,
comunidad hacen posible una nueva visión de la en un intento de construir un futuro mejor. Por
realidad, más democrática y menos jerarquizada, eso, frente a la pedagogía de aquellos que optan
más cercana y menos elitista, más comprometida por la alienación y el sometimiento, Freire contra-
y menos teórica, que se verá reflejada en nuevos pone la pedagogía crítica de la libertad que ha de
paradigmas epistemológicos, más diversos y plu- fundamentarse en la participación crítica de la
rales y más abiertos a diferentes formas de acción realidad.
comunitaria.
No es de extrañar que en muchos países del conti-
Es aquí donde entra la Sociomuseología, conside- nente Sur estas ideas de Freire hayan sido asumi-
rada como una disciplina de carácter eminente- das como la mejor forma de apostar por el desarro-
mente práctico. No se trata de elaborar una serie llo social y cultural de los ciudadanos. Además, han
de teorías que sean expuestas de forma académi- tratado de aplicarlas al campo de la museología,
ca, sino más bien de producir un conocimiento que convencidos de que todo proceso museológico
tenga su origen dentro de la propia comunidad puede llegar a convertirse en un proceso de con-
para que ésta pueda verse enriquecida y transfor- cienciación que ayude a elaborar una museología
mada. El descubrimiento de su propio patrimonio liberadora frente a la museología alienante (Perei-
cultural ha de suponer para la comunidad una oca- ra Leite, 2010:9). Frente a los grupos dominantes
sión privilegiada para construirse a sí misma, par- de la sociedad que tratan de imponer su memoria,
tiendo de los valores democráticos de la libertad, se levantan aquellos otros grupos que, siendo
igualdad y solidaridad, capaces de abolir de mane- conscientes de dicha situación, apuestan por la
ra definitiva cualquier atisbo de intento de domi- conciencia crítica de la memoria social y se rebelan,
nación de un grupo social sobre otro. Y la museo- convencidos de que la memoria puede ser manipu-
logía social ha de propiciar el diálogo para que la lada cuando a los ciudadanos se les impide formar
participación e implicación de toda la comunidad parte en su elaboración. Se necesita, por tanto, im-
en el proceso museológico sea una realidad sufi- partir una educación capaz de concienciar a los in-
cientemente asentada como para que pueda con- dividuos de que es necesario actuar en defensa de
siderarse como el motor del cambio que la socie- los derechos fundamentales de la persona y, para
dad necesita, en un tiempo en el que no siempre ello, es preciso unir la teoría y la práctica, la refle-
se apuesta por la creatividad y el futuro. xión y la acción. Algunos, tal vez, puedan poner en
duda que sea necesario hablar de una conciencia-
Habría que plantearse entonces qué metodología ción museológica, pero si observamos la realidad
ha de seguir la Sociomuseología para llevar a cabo museológica de los países del Norte, descubrire-
sus propósitos, con la garantía de que surtirán el mos que los museos están llenos de objetos, pero
efecto necesario dentro de los museos. Cualquier que éstos no tienen relación alguna con la vida de
proceso museológico que implique llevar a la prác- la comunidad que los conserva y, por tanto, care-
tica un determinado proyecto, ha de partir del diá- cen de memoria, muchas veces intencionadamente
logo establecido con la propia comunidad, que ha suprimida para evitar cualquier crítica que se les

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LA SOCIOMUSEOLOGÍA INVITA A LOS MUSEÓLOGOS A TRABAJAR EN ESTRECHA RELACIÓN CON LA COMUNIDAD, ANIMÁNDOLA A QUE SE
IMPLIQUE EN SU DESARROLLO DESDE UNA CONCIENCIA CRÍTICA CAPAZ DE LLEVARLA A ACTUAR Y A COMPROMETERSE EN LA TRANSFOR-
MACIÓN DE LA REALIDAD.

pueda hacer sobre el origen y la procedencia de Evolución del nuevo concepto de museo a partir
los mismos. de la Mesa Redonda de Santiago de Chile (1972)
y de la Declaración de Caracas (1992)
Tal vez, los países del Norte anden desmemoriados,
mientras que los del Sur se encuentran en un proce- Si, desde una perspectiva histórica, tratamos de
so de búsqueda de su memoria colectiva y, por eso, analizar la evolución del concepto de museo expe-
han generado diferentes movimientos sociales que rimentada a partir de los años 70 del pasado siglo,
ponen todo su empeño en recuperarla. La Sociomu- hemos de reconocer la influencia que tuvieron la
seología invita a los museólogos a trabajar en estre- Mesa Redonda de Santiago y la Declaración de Ca-
cha relación con la comunidad, animándola a que racas. En primer lugar, la Mesa Redonda de Santia-
se implique en su desarrollo desde una conciencia go se hace eco de los cambios sociales, económi-
crítica capaz de llevarla a actuar y a comprometerse cos y culturales que tienen lugar en el mundo,
en la transformación de la realidad. tanto desarrollado como en vías de desarrollo, y
considera que éstos han de constituir un reto para
Tal vez sea necesario realizar una relectura de la la museología. Ante las situaciones de injusticia y
teoría de Pablo Freire aplicándola a la Sociomuse- de abandono en que se encontraban muchos paí-
ología, dando así paso hacia una museología críti- ses latinoamericanos, los museos han de asumir
ca de la liberación (Pereira Leite, 2010: 12). Como la tarea de concienciar a la comunidad para que
consecuencia de todo ello, podemos considerar la reaccione y se ponga a trabajar para cambiar las
museología como un compromiso ético y estético condiciones de exclusión y marginación en que se
que se ha de llevar a cabo en un constante diálogo encuentran muchos hombres y mujeres. Para ello,
entre el museo y la comunidad. El conocimiento la Mesa Redonda parte de una definición de mu-
mutuo ha de conducir a ambos a un análisis cien- seo considerado como “una institución al servicio
tífico en el que se pongan sobre la mesa las dife- de la sociedad de la que forma parte inseparable y
rentes memorias y las narrativas que las han de que posee en sí misma los elementos que le permi-
hacer explícitas, teniendo presente que dicho co- ten participar en la formación de la conciencia de
nocimiento ha de surgir de la práctica y de la refle- la comunidad a la que sirve”. Eso significa que el
xión museológica, que siempre tiene lugar en un museo ha de empeñarse en estimular a las comu-
tiempo y en un espacio concreto. Desligar el mu- nidades a que se comprometan activamente des-
seo de la comunidad que lo sostiene y conserva de el momento histórico concreto en que les toca
sería un grave error metodológico porque ambos vivir, provocando los cambios necesarios para que
están llamados a trabajar en estrecha relación, esa realidad pueda ser transformada. Esta defini-
creando un ámbito de concienciación museológica ción influirá en la que el ICOM formule, en 1974, al
capaz de implicar a ambos en la consecución de hablar del museo como una institución que debe
una museología dialógica, crítica y solidaria, estar al servicio de la sociedad y de su desarrollo.
abriendo nuevos horizontes de compromiso para
descubrir los espacios de la memoria que favorez- Veinte años más tarde, la Declaración de Caracas
can una acción liberadora para la comunidad y vendrá a reafirmar las ideas de Santiago de Chile y,
para sus miembros. Caminar metodológicamente en ambas, se reconoce que el museo no es un fin
por esta senda implica tener bien abiertos los ojos en sí mismo, sino que es un medio que ha de es-
y los oídos para ver por dónde debe caminarse tar al servicio de la comunidad. Además, el museo
dentro del ámbito de los museos, después de ha- ya no puede justificar su razón de ser a partir de
ber escuchado los diferentes rumores que nos in- sus colecciones, sino basándose en las ideas y va-
dican las posibles versiones que de la historia y de lores que está llamado a conservar y transmitir, sir-
la propia sociedad se dan dentro de cada uno de viéndose de los objetos para comunicarlas. Ideas
los grupos humanos que constituyen la base y el y valores que han de estar abiertos a la reflexión y
fundamento del quehacer museológico. que exigen una respuesta activa, crítica y eficaz

Investigación y experiencias I 17
que sirva para transformar la realidad. No se trata nuevo museo. Para ello, se ha de renovar el perfil
de negar el valor de los museos existentes, ni de de los profesionales que han de trabajar en las ins-
renunciar a los principios de los museos especiali- tituciones museológicas.
zados, sino de proponer un nuevo tipo de museo
que mejor se adapte a las nuevas necesidades de La Declaración de Caracas se plantea cómo ha de
la sociedad y sea capaz de darles respuestas váli- insertar las políticas museológicas en los planes
das y eficaces. El museo es considerado como un del sector cultural y poderlas utilizar para el desa-
espacio dinámico que, al tiempo que contribuye a rrollo de las comunidades. Da gran importancia a
la consolidación de la identidad de la comunidad, la acción social del museo y pretende hacer una
despierta su conciencia crítica. Nos estamos refi- reflexión exhaustiva sobre el tema, con el fin de
riendo al “museo integral” que está dispuesto a que la sociedad tome conciencia de su importan-
participar en la vida de la comunidad y pone todo cia. De este modo, se han de analizar cuáles son
su empeño en presentar los objetos en su contex- los proyectos teóricos que los museos del futuro
to para que puedan ser entendidos por los ciudada- se proponen llevar a cabo. Y, sobre todo, se ha de
nos. Este nuevo museo integral, por sus caracterís- concebir el museo como un medio de comunica-
ticas, parece el más adecuado para que funcione ción, una de las ideas más innovadoras que la De-
como un museo regional o local, donde los grupos claración aporta a la museología, al afirmar que
de población son más pequeños. los museos “no son sólo fuente de información o
instrumentos de educación, sino espacios y me-
El museo integral ha de estar abierto a otras disci- dios de comunicación” que han de servir para es-
plinas y ramas del saber, a fin de crear una con- tablecer una estrecha relación entre la comunidad
ciencia clara de cuál es la antropología, el desarro- y el proceso cultural. Dicho proceso no es unidirec-
llo social, económico y tecnológico de los países cional, sino interactivo, y supone la existencia de
latinoamericanos. La recuperación del patrimonio un diálogo permanente entre emisores y recepto-
cultural es otra de las tareas del nuevo museo, res, en el que ambos se enriquecen, al tiempo que
procurando que sea utilizado para fines sociales y se evita cualquier posibilidad de manipulación.
evitar su dispersión o desaparición. Sus coleccio-
nes han de estar disponibles para que los investi- Ahora bien, si el museo es un espacio de comuni-
gadores y cualquier persona interesada puedan cación, habrá que ver qué es lo que tiene que co-
tener acceso a su estudio y conocimiento, sin que municar y cómo ha de transmitirlo a la sociedad.
se les ponga ningún tipo de trabas. La utilización Porque no se trata sólo de mostrar los objetos que
de técnicas museográficas ha de actualizarse de poseen un valor artístico o histórico, sino también
manera que faciliten la comunicación entre las co- de comunicar las experiencias culturales del pasa-
lecciones y el público que las visita. Además, han do, que nos ayuden a clarificar cuál es nuestro pre-
de establecer sistemas de evaluación que verifi- sente para, desde ahí, tratar de contribuir al de-
quen su eficacia en relación con la comunidad, y sarrollo de los pueblos. El nuevo museo está
han de crearse centros de formación para que el llamado a vivir en un continuo diálogo entre el pa-
personal de los museos pueda actualizarse y poner- sado, el presente y el futuro, a fin de conseguir
se al día en las diferentes técnicas museográficas. una visión global del patrimonio cultural y del pro-
ceso histórico que lo ha hecho posible. Pero, para
La Declaración de Caracas, por su parte, es cons- que esto sea posible, es necesario que el nuevo
ciente de que la sociedad latinoamericana vive museo elabore nuevas estrategias de comunica-
unas circunstancias especiales en los años 90 y, ción con la sociedad, que le ayuden a detectar sus
para que el nuevo museo haga frente a ellas y problemas e inquietudes y le hagan más cercano y
cumpla su misión como concienciador de la comu- más accesible. Hoy, más que nunca, percibimos la
nidad, ha de adquirir los conocimientos que le pro- necesidad de que el museo no se manifieste como
porcionan las nuevas ciencias. Ha de tener en una institución aislada y ausente de la realidad,
cuenta que, si quiere cumplir sus objetivos, ha de sino que vaya adquiriendo la cercanía y el calor
asumir las estrategias propias del mercado, tra- propio de un ámbito de convivencia y de intercam-
tando de optimizar todos sus recursos humanos, bio de ideas y experiencias.
financieros y técnicos mediante la elaboración de
un plan de acción que facilite los medios necesa- De todo lo dicho anteriormente podemos destacar
rios para que la comunidad recupere los valores que la Declaración de Chile surge dentro del deba-
sociales y culturales que definen su propia identi- te que se inicia en el interior de los museos sobre
dad. Buscar las estrategias que mejor ayuden a la misión social que estos tienen y el papel que es-
captar los recursos financieros para la realización tán llamados a desempeñar en el desarrollo inte-
de sus objetivos será una de las prioridades del gral de los pueblos. Tiene un carácter interdisciplinar,

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LA COMUNIDAD HA DE ENCONTRAR SU ESPACIO APROPIADO DENTRO DEL MUSEO PARA PODER EXPRESARSE LIBREMENTE. Y SE INSISTE
EN LA NECESIDAD DE QUE LOS MUSEOS PROMUEVAN LA CONCIENCIA CRÍTICA DE LAS COMUNIDADES. ESO SIGNIFICA QUE EL NUEVO MU-
SEO VA A CONVERTIRSE EN LA EXPRESIÓN DE UN NUEVO DESARROLLO DESCENTRALIZADO QUE, EN LA ERA DE LA INFORMACIÓN, HA DE ABRIR
NUEVOS CAMINOS DE ESPERANZA PARA UN FUTURO MEJOR. SI LO CONSIGUE, EL MUSEO HABRÁ CUMPLIDO UNO DE LOS OBJETIVOS PRINCI-
PALES Y SE HABRÁ CONSTITUIDO EN UN ELEMENTO FUNDAMENTAL PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA HUMANIDAD.

que es asumido por la museología como un medio carácter monolítico de los museos (Mayrand,
de integrar los conocimientos de las diferentes 1985:200), abriéndolos a nuevos horizontes y re-
ciencias y así poder trabajar en equipo, para servir saltando, de forma preferente, su carácter social y
mejor a la comunidad. Dicha interdisciplinariedad político sobre las funciones tradicionales que les
constituye, según Teruggi (1973), una innovación habían sido asignadas a lo largo del tiempo. La
significativa al programa tradicional del museo, que nueva museología se nos presenta así como aque-
se verá enriquecido con las aportaciones de las de- lla ciencia que tiene como objeto desarrollar la vo-
más ciencias. Pero también posee una dimensión cación social del museo, su dimensión interdisci-
sociológica por cuanto está atento a las transforma- plinar y sus formas de expresión y comunicación.
ciones que el mundo estaba experimentando y a los En ella tienen cabida diferentes maneras de enten-
desequilibrios culturales y socioeconómicos que se der la realidad museal, ya sea como “museo inte-
producían como consecuencia de dichos cambios. gral”, “museo global”, “museología popular y co-
munitaria”, “ecomuseología” o “Sociomuseología”.
En definitiva, la Declaración de Caracas trata de Todas estas denominaciones tratan de darnos una
consolidar y renovar los postulados museológicos visión distinta del museo, invitándonos a despojar-
de la Declaración de Chile sobre la misión social nos de los antiguos clichés y de los prejuicios infun-
del museo. Pero da un paso más y se plantea cuál dados para adentrarnos en una nueva dimensión,
ha de ser el papel de los museos dentro de un aná- más humana y más cercana a las inquietudes y an-
lisis social, político y económico de los países lati- helos de una sociedad que está experimentando
noamericanos. La comunidad ha de encontrar su una transformación radical en sus formas de vivir y
espacio apropiado dentro del museo para poder de entender el mundo.
expresarse libremente. Y se insiste en la necesidad
de que los museos promuevan la conciencia crítica Ya no es posible que los museos se declaren neu-
de las comunidades. Eso significa que el nuevo mu- trales políticamente, ni que se desentiendan de
seo va a convertirse en la expresión de un nuevo los problemas que rodean a la sociedad. Ahora es
desarrollo descentralizado que, en la era de la infor- tiempo de compromiso y de confrontación ante
mación, ha de abrir nuevos caminos de esperanza aquellas situaciones de injusticia que impiden al
para un futuro mejor. Si lo consigue, el museo habrá ser humano realizarse en libertad y autonomía. La
cumplido uno de los objetivos principales y se ha- figura del museólogo no puede reducirse a realizar
brá constituido en un elemento fundamental para el las funciones tradicionales del museo, sino que ha
desarrollo integral de la humanidad. de prestar también atención a las personas, a las
colecciones, a los diferentes patrimonios y a los
La Creación del Movimiento Internacional espacios donde éstos se encuentran. Ya no necesi-
de la Nueva Museología (MINOM) tamos grandes museos donde, a partir de una ex-
cesiva acumulación de objetos, se nos pretenda
Las partes enunciadas en la Mesa Redonda de Chi- ofrecer grandes narrativas que sinteticen las ideas
le serán la base de discusión del primer taller in- básicas que se desean transmitir, sino que preci-
ternacional realizado en 1984, en la ciudad cana- samos de museos más pequeños que, a través de
diense de Quebec. En dicho taller se elaboró la narraciones más modestas, nos hagan percibir el
Declaración de Quebec donde se enunciaron los valor que para nosotros tienen las personas en sí
principios básicos de una nueva museología, dan- mismas consideradas y también en relación con el
do lugar a la creación del Movimiento Internacional medio cultural y natural que les rodea.
de la Nueva Museología (MINOM) bajo la dirección
de Pierre Mayrand y René Rivard. El punto de parti- Necesitamos de mucha imaginación creativa para
da de dicho movimiento se encuentra en el deseo romper con los modelos autoritarios, egocéntricos,
de llevar a cabo una tarea de innovación museológi- excluyentes y antidemocráticos que piensan que
ca permanente, que sea capaz de transformar el está prohibido realizar experiencias museográficas

Investigación y experiencias I 19
en primera persona porque es peligroso dar la pa- las visiones estáticas y monolíticas de los respon-
labra al “otro” para que hable por sí mismo y pon- sables de los grandes museos ingleses, america-
ga en tela de juicio nuestros esquemas tradiciona- nos, franceses o españoles, es un signo de que
les. Necesitamos de museografías creativas que algo está cambiando en el mundo de los museos.
nos acerquen al patrimonio cultural y natural sir- Cualquier proceso de participación y de construc-
viéndose de narraciones poéticas y pedagógicas, ción de la ciudadanía, en su lucha por instaurar los
capaces de suscitar el interés de toda la sociedad. Derechos Humanos, que se dé dentro de estos
Necesitamos de grupos de museólogos que aten- museos comunitarios ha de ser acogido y preser-
diendo a la pluralidad de formas y de opciones vado porque es el mejor ejemplo de que la museo-
para situarse ante los museos, sean capaces de logía es considerada como una herramienta capaz
elaborar prácticas innovadoras y concienciadoras de construir un proceso de desarrollo de las comu-
de la realidad. Necesitamos de una mayor partici- nidades y los territorios.
pación colectiva de los diferentes museos locales
para que nos digan su palabra y nos cuenten su Que el MINOM estuviera presente en el Foro Social
memoria, tantas veces silenciada por las institu- Mundial, celebrado en Dakar en enero de 2011, es
ciones oficiales. Necesitamos estar alerta para no un gesto de solidaridad que viene avalado ya des-
caer en la tentación de enmascarar con pequeños de que, en octubre de 2007, Pierre Mayrand pro-
arreglos el proceso innovador que se ha comenza- clamara en Setúbal (Portugal) su famoso manifies-
do en numerosos museos locales y regionales. Ne- to sobre la Altermuseología como una propuesta
cesitamos de una mayor apuesta por la solidari- para una museología alternativa. Si necesitamos
dad, la ayuda y el compromiso con las sociedades construir un mundo alternativo donde no haya lu-
más necesitadas económica y culturalmente, fo- gar para la destrucción de los recursos no reno-
mentando el diálogo entre los pueblos y apostando vables, ni para la creación de desigualdades en-
por una colaboración más eficaz y más resistente a tre los pueblos, la museología ha de ser un
las exigencias de una sociedad insolidaria e injusta instrumento que facilite la toma de conciencia
con los que menos cuentan en la sociedad. de que otro mundo es posible. Y los museos han
de convertirse en espacios abiertos al diálogo
Cuando se crea el MINOM, uno de los plantea- con los diferentes movimientos sociales y con
mientos que se hacen es preguntarse qué es un aquellas personas que estén dispuestas a involu-
museo y cuál es su función social. La renovación crarse activamente en dicho proceso, Los museos
museológica no se entiende si no se fundamenta han de estar abiertos al mundo y a la vida que
en una preocupación por la realidad social que ro- comparten las personas. Vivir de espaldas a la re-
dea a los museos. Estos han de ser espacios capa- alidad, sería vivir de espaldas a la vida, y eso su-
ces de confrontar aquellas estrategias que impul- pondría la muerte de los museos.
san la afirmación y consolidación de los diferentes
poderes sociales para descubrir hasta qué punto Mayrand (2007) opina que la acción cultural del
los ciudadanos están habilitados o no para poder museo ha de verse siempre enriquecida por la dia-
participar activamente. La función social del mu- léctica museológica mediante la aceptación de un
seo ha de facilitar la toma de conciencia de que ne- debate orientado a provocar reacciones contradic-
cesitamos una nueva narrativa museológica, que torias y, en consecuencia, ha de ser capaz de inter-
implica un ejercicio de libertad para afrontar la pelar a la ciudadanía, ya sean actores, trabajado-
construcción del presente y un ejercicio de poder res o públicos diversos, unidos en una misma idea
para tomar las decisiones necesarias dentro de la común: que otro museo es posible. El autor se
propia comunidad. considera heredero del pensamiento pedagógico
de los años 70 del siglo XX en el que Paulo Freire
El MINOM va estrechamente unido a la experiencia defendía la pedagogía de la liberación, Mário Vas-
y el compromiso de una serie de personas vincula- quez profundizaba en la educación popular, John
das a los museos, que toman conciencia de los Kinard se detenía en el museo catalizador-ágora,
procesos sociales que se están experimentando y de Varine proponía la pedagogía del patrimonio y
de la transformación de una serie de valores que donde todos se interrogaban sobre cuál debía ser
se están dando en las sociedades contemporáne- la función del museo y si éste sería capaz de asu-
as. Por esta razón, han de ser las sociedades y los mir su función social ante el peligro inminente de
individuos quienes conciban los museos como poder desaparecer como institución, al convertir-
lugares donde sea posible llevar a cabo determina- se en un mero elemento de mercantilización, ba-
das prácticas sociales de transformación. Que ha- nalización y espectacularización. Ya en la Declara-
yan ido surgiendo pequeños museos de comuni- ción de los Molinos (1987 y 2005) se hablaba de
dad o vecindad en todo el mundo, en reacción a que había que tender hacia utopías realistas y que

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MÉRITO DEL MINOM ES HABER CREADO UN MOVIMIENTO INTERNACIONAL MUSEOLÓGICO ABIERTO A CUALQUIER TIPO DE EXPERIENCIAS
MUSEOLÓGICAS, DONDE TIENEN CABIDA LOS ECOMUSEOS, LOS MUSEOS COMUNITARIOS, LOS MUSEOS LOCALES, MUNICIPALES, TEMÁ-
TICOS, ESCOLARES Y TERRITORIALES Y DE IDENTIDAD, CUYO FUNDAMENTO SE BASA EN LA RELACIÓN EXISTENTE ENTRE EL TERRITORIO,
EL PATRIMONIO Y LA COMUNIDAD, FRENTE AL MUSEO TRADICIONAL QUE LO HACE SUSTENTÁNDOSE EN EL EDIFICIO, LA COLECCIÓN Y EL
PÚBLICO. LA NUEVA MUSEOLOGÍA, POR TANTO, TIENE SU FUNDAMENTO Y RAZÓN DE SER EN LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE TODA LA COMU-
NIDAD, EN UN INTENTO DE CONSERVAR Y PROTEGER SU PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL.

era preciso presentar una “resistencia afirmativa” 7. El museólogo, a pesar de las dificultades rela-
capaz de comprometerse en la defensa de una cionales, personales y profesionales con las
nueva forma de entender la museología ciudada- que ha de encontrarse, cuya idea preconcebida
na, comprometida con la naturaleza de las institu- es la acción museal comunitaria, forma parte de
ciones, obligándolas a asumir los principios de la la familia de la vida asociativa y no de la institu-
Altermuseología. Entre otros, podemos destacar cional y, en consecuencia, es un colaborador
los siguientes: militante que sabe asumir los riesgos.

1. El funcionamiento de esta museología se fun- 8. Si se asume dicho contexto, se abre un espacio


damenta en la Alternativa. Otra museología es considerable para la innovación, la creatividad in-
posible frente a la museología tradicional e ins- dividual y colectiva y para el cambio de la misma
titucional. profesión, así como de la desjerarquización de la
acción hasta conseguir una autonomía total.
2. Cualquier investigador o trabajador que lleve a
cabo su labor dentro de este sistema paralelo, Todo ello nos lleva a asumir que es posible una re-
ha de ser consciente de que será marginado novación museológica, donde nos encontramos con
con respecto a los recursos públicos o privados una nueva museología de orientación social, que
que se concedan por parte de las instituciones. nos ofrece la posibilidad de abrir nuevos caminos
dentro del campo museal. Mérito del MINOM es ha-
3. La crítica que dicha museología ha sufrido, ha ber creado un movimiento internacional museológi-
sido precisamente que ha dado gran importan- co abierto a cualquier tipo de experiencias museo-
cia a la acción social y muy poca a la museolo- lógicas, donde tienen cabida los ecomuseos, los
gía propiamente dicha, que estaría considerada museos comunitarios, los museos locales, muni-
como una mera función institucional. cipales, temáticos, escolares y territoriales y de
identidad, cuyo fundamento se basa en la rela-
4. La museología, cuya función se extiende a la ani- ción existente entre el territorio, el patrimonio y la
mación comunitaria, mediación cultural y agente comunidad, frente al museo tradicional que lo hace
de desarrollo social y cultural, tiende a someter- sustentándose en el edificio, la colección y el públi-
se a las exigencias de una formación polivalente, co. La nueva museología, por tanto, tiene su funda-
en la que se han de conciliar las aportaciones del mento y razón de ser en la participación activa de
oficio con las del promotor, que ha de enfrentar- toda la comunidad, en un intento de conservar y
se a los intercambios complejos de la sociedad. proteger su patrimonio natural y cultural. Para ello,
es preciso que las decisiones que se tomen dentro
5. Respecto a todo lo relacionado con la exposi- del museo sean el resultado de un proceso demo-
ción, conservación e investigación, estas fun- crático y descentralizado en el que los ciudadanos
ciones se ocuparán más bien de la capacitación participen de manera activa y se comprometan en la
y de los impactos experimentados sobre un investigación, conservación, promoción y difusión
grupo dado, que de la perfección técnica nor- del patrimonio natural y cultural para evitar su des-
mativa, tal como está en vigor en la profesión trucción. No se debe nunca enterrar la historia con
museal estándar. el fin de dominar el presente y el futuro, sino que es
preciso recuperarla para, desde el presente, cons-
6. La gran fuerza de esta museología alternativa se truir un futuro mejor, más libre y más creativo.
fundamenta en el valor intrínseco de capacitación
y grado de maestría del proceso de trabajo del Hacia una definición de la Sociomuseología
proyecto socio-cultural, que se pone de manifies-
to en la proyección de un grupo mediante la orga- Es un hecho que la museología ha tenido que
nización colectiva y la comunicación social. adaptarse a la realidad de un mundo globalizado

Investigación y experiencias I 21
y, en consecuencia, se ha visto obligada a abrirse meros mausoleos del pasado, que nada decían ni
al medio natural y al contexto social que dan sen- aportaban a la gran mayoría de la humanidad por-
tido a su existencia. Sin ellos, la museología ten- que estaban totalmente desconectados de sus
dría poco que aportar y el museo carecería de sen- preocupaciones e intereses cotidianos. Que la So-
tido porque, sin público, no tiene razón de ser. Sin ciomuseología haya tenido la creatividad suficien-
embargo, hoy más que nunca, vemos la necesidad te para acercarse al sentir de la sociedad y haya
de que la museología social intervenga de manera sabido escuchar sus anhelos y sus sueños, es su
activa en el patrimonio cultural y natural, tangible mayor éxito y también su gran riesgo. Porque, des-
e intangible de la humanidad. Y lo ha de hacer de ese momento, el nivel de exigencia con que ha
siendo consciente de que ha de renunciar a una vi- de encontrar la Sociomuseología de cara a los ciu-
sión excesivamente restrictiva de sí misma, en la dadanos será cada vez más alto y necesitará de
que su función prioritaria estaría orientada al estu- mucha originalidad y actitud crítica para hacerles
dio de las colecciones, para dirigirse preferente- experimentar que el patrimonio cultural, los muse-
mente a impulsar y promover el desarrollo integral os y sus colecciones tienen algo que ver con su
de la humanidad. Para ello, es necesario que se propia historia pasada, y que pueden ofrecerles
creen amplios programas de formación museoló- pautas para afrontar el futuro con ilusión, sintién-
gica donde se intente dar una visión global de los dose protagonistas de su propia vida y de la vida
nuevos marcos sociales y culturales en los que de su comunidad.
han de moverse los museos y se ofrezcan las pau-
tas necesarias para afrontar los nuevos desafíos, Pero llegados a este punto, podemos preguntar-
que la sociedad contemporánea presenta con un nos desde dónde surge la Sociomuseología. Ya he-
estilo nuevo, renovado e imaginativo, capaz de dar mos señalado anteriormente que nuestra socie-
soluciones eficaces dentro de los museos. Los mu- dad globalizada está experimentando cambios
seos están llamados a prestar un servicio cultural significativos en todas las dimensiones de la vida,
y ético a la sociedad y, por este motivo, han de es- ya sean políticas, económicas, culturales, tecnoló-
tar al tanto de todos aquellos campos de conoci- gicas, metodológicas, medioambientales y éticas.
miento relacionados con la innovación, diseño de Como consecuencia, las personas se han visto
nuevas tecnologías, marketing y programas de in- obligadas a cambiar muchos de sus esquemas
formación y difusión. mentales tradicionales y han tenido que adaptarse
a los nuevos tiempos. En este contexto ha hecho
La Sociomuseología ha de hacerse planteamien- acto de presencia una manera diferente de enten-
tos globales con respecto al patrimonio cultural y der la museología que, desde una posición crítica,
natural, apostando por una visión integral del mis- ha tratado de reformular la dinámica existente en
mo y poniendo todos los medios disponibles a su los museos procurando acercarles a la realidad de
alcance para que la sociedad pueda conservarlo y cada contexto, ofreciéndoles la oportunidad de es-
disfrutarlo como un elemento imprescindible para tablecer una relación más directa con las diferen-
su desarrollo. Si se ponen todos los recursos hu- tes comunidades y su patrimonio natural y cultu-
manos, financieros y tecnológicos para que las di- ral. Es evidente que cada museo es diferente y que
ferentes comunidades, ya sean locales, nacionales cada uno de ellos trata de presentar su propia
o internacionales, puedan progresar en su des- identidad, en un intento de ofrecer a la sociedad
arrollo social, cultural, económico y espiritual, a aquellos valores que son el reflejo de sus viven-
partir de la experiencia estética que supone el cias más profundas. Sin embargo, esta nueva for-
contar con un excelente legado patrimonial, fruto ma de entender la museología nos hace ver que
de la creatividad artística de generaciones pasa- existe una estrecha relación entre el patrimonio, el
das y presentes, la Sociomuseología habrá cum- territorio y la comunidad a la hora de diseñar los
plido ampliamente su tarea como disciplina al ser- espacios museísticos.
vicio de la sociedad.
Los museos están llamados a investigar y docu-
Como señala Mário C. Mouthino (2007), la Socio- mentar el patrimonio natural y cultural; han de
museología encontraría su lugar propio entre el inventariarlo y conservarlo para que no desapa-
paradigma del museo al servicio de las coleccio- rezca, pero, sobre todo, han de hacer un gran es-
nes y el paradigma del museo al servicio de la so- fuerzo por difundirlo con el propósito de educar,
ciedad. Uno y otro son necesarios, pero nunca he- concienciar y sensibilizar a los ciudadanos sobre
mos de olvidar que las colecciones siempre han de el valor que tiene para su vida, no sólo considera-
estar al servicio de la sociedad y no al revés. Tal do como fuente donde indagar sobre el pasado,
vez, porque durante mucho tiempo no se tuvo en sino también como estímulo para construir el futu-
cuenta esta idea, los museos se convirtieron en ro. Nos estamos refiriendo a la nueva museología,

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LA SOCIOMUSEOLOGÍA PUEDE DEFINIRSE COMO UNA CIENCIA EMINENTEMENTE PRÁCTICA, CUYO CONOCIMIENTO SURGE DENTRO DE LA
COMUNIDAD QUE SE ABRE A UNA DIMENSIÓN DE INVESTIGACIÓN-ACCIÓN, CON EL PROPÓSITO DE CENTRARSE EN LAS MEMORIAS SOCIA-
LES, EN LOS OBJETOS, EN EL PATRIMONIO HEREDADO Y EN LOS TERRITORIOS. AL REFLEXIONAR SOBRE ELLOS, LA SOCIOMUSEOLOGÍA PRE-
TENDE TRANSFORMARLOS MEDIANTE LA CONSTRUCCIÓN DE UN PROCESO MUSEOLÓGICO QUE CONDUCE A LA CONCIENCIACIÓN DE QUE
ES PRECISO IMPLICARSE PERSONAL Y COMUNITARIAMENTE PARA CAMBIAR LA REALIDAD QUE NOS RODEA.

cuyo objetivo principal es descifrar y narrar el mis- una acción transformadora de la realidad. Cual-
terio del mundo sirviéndose de una “narrativa po- quier acción museológica ha de centrarse en el ser
ética que se construye con imágenes y objetos” humano que, a través de su toma de conciencia,
(Chagas, 2007), pero que ha de estar siempre es- está llamado a liberarse de cualquier atadura que
trechamente vinculada a la vida de la comunidad le impida ser él mismo. Ahora bien, esa necesidad
con todo lo que eso implica. de analizar el proceso de construcción de la me-
moria social de una determinada comunidad exige
No se trata de hacer desaparecer los museos tradi- contar con las herramientas necesarias para que
cionales, ni de anunciar su próxima muerte, como se dé el paso de una museología tradicional a una
preconizaban algunos sectores vanguardistas de museología crítica, capaz de analizar las memorias
los años 1960 y 1970, sino de renovarlos y trans- vividas y las representaciones utilizadas en el pre-
formarlos, intentando despojarlos de sus connota- sente para darles significado.
ciones autoritarias, aristocráticas, elitistas, colo-
nialistas e imperialistas. Si los grandes museos, Contenidos y características
como el Louvre y el British Museum, eran conside- de la Sociomuseología
rados los prototipos de unas instituciones que ha-
bían puesto todo su interés en coleccionar de ma- Hoy vivimos en un contexto de cambio continuo en
nera desmesurada el patrimonio de una sociedad el que podemos observar la existencia de grandes
burguesa, la nueva museología surgía a partir de avances tecnológicos, políticos y económicos, al
una nueva concepción de las instituciones museís- tiempo que se dan también situaciones de des-
ticas que apuestan por tener en cuenta los proble- igualdad, pobreza, marginación, contaminación,
mas de la sociedad, y se comprometen a actuar guerra y destrucción. Ante esta realidad, la Socio-
desde los museos como un instrumento dinámico museología se replantea hacer un cambio signifi-
capaz de contribuir a su transformación. cativo del concepto de museo poniéndolo en rela-
ción con el patrimonio natural y cultural de los
Concluyendo, podemos afirmar que la Sociomu- pueblos, con su identidad y con las posibilidades
seología puede definirse como una ciencia emi- que existen de alcanzar un desarrollo integral.
nentemente práctica, cuyo conocimiento surge
dentro de la comunidad que se abre a una dimen- Para la nueva museología, desde la que surge y se
sión de investigación-acción, con el propósito de desarrolla la Sociomuseología, existe una relación
centrarse en las memorias sociales, en los objetos, estrecha entre el territorio, el patrimonio y la co-
en el patrimonio heredado y en los territorios. Al munidad. Estos tres elementos constituyen su
reflexionar sobre ellos, la Sociomuseología pre- contenido fundamental, que trata de confrontarse
tende transformarlos mediante la construcción de con la vida real de la población donde se encuen-
un proceso museológico que conduce a la con- tra ubicado el patrimonio, al tiempo que pretende
cienciación de que es preciso implicarse personal convertirse en un elemento dinamizador de la so-
y comunitariamente para cambiar la realidad que ciedad. Para ello, la Sociomuseología trata de bus-
nos rodea. La Sociomuseología no mira la realidad car la identidad de las diferentes comunidades con
desde el museo, sino que es el análisis de esa re- el propósito de contribuir a su propia formación y
alidad la que lleva a adentrarse en el museo cam- desarrollo, aportando todos aquellos recursos de
biándolo y propiciando la conciencia crítica a tra- que dispone para solucionar los problemas de di-
vés de la participación de la misma comunidad. La chas comunidades. De ahí la gran importancia que
comunidad se convierte en sujeto activo, creativo la Sociomuseología da a la labor educativa y forma-
y dialogante al aceptar la opinión y la experiencia tiva, con el propósito de que todos los miembros de
de los demás. En consecuencia, el objetivo de la la comunidad asuman su propia identidad, tomen
Sociomuseología no puede ser otro que el de crear conciencia de la importancia de su patrimonio y se
una conciencia crítica que haga posible llegar a comprometan activamente en su conservación y

Investigación y experiencias I 23
difusión. Frente a la concepción de la museología de las tareas museológicas, conscientes de que
tradicional que se centra en el edificio, la colección los museos están al servicio de la comunidad. Por
y el público, la nueva museología y, con ella la So- ese motivo, todas las nuevas tecnologías de infor-
ciomuseología, se vuelcan en la participación co- mación y comunicación, las innovaciones museo-
munitaria, en la reflexión crítica y en la disposición lógicas, las técnicas de marketing y de diseño mu-
abierta a efectuar los cambios necesarios para seográfico, han de ser asumidas como nuevos
que tenga lugar la democratización y descentrali- retos que nos exigen un mayor compromiso con la
zación de la cultura patrimonial. realidad museal, siempre en estrecha relación con
las necesidades y proyectos de las comunidades.
La Sociomuseología pretende abrir las puertas
para que la comunidad entera se implique y parti- No hemos de olvidar que hoy los museos han ad-
cipe activamente en la conservación del patrimo- quirido una dimensión internacional y todos y
nio, que ha de cumplir una función social. A través cada uno de ellos pertenecen al patrimonio global
de un ejercicio de sensibilización y de toma de de la humanidad. Regionalización y mundializa-
conciencia, la comunidad va descubriendo el valor ción son dos aspectos de una misma realidad que
simbólico de determinados objetos y se compro- se han de tener presentes a la hora de proclamar
mete a conservarlos. En este sentido, la toma de la dimensión dinámica y polifacética de la identi-
conciencia y la valoración del patrimonio hacen dad cultural de los pueblos. Y los museos están
posible que la comunidad se comprometa y dina- ahí para reflejar dicha realidad plural y multicultu-
mice su actividad de cara a hacerlo más visible y ral, siendo testigos de los cambios que han tenido
más significativo para ella misma y para las demás lugar en nuestro mundo globalizado. Solo así será
comunidades. Eso significa que ha de hacer un es- posible aprender a respetar todas las culturas por
fuerzo para potenciar la participación, la democra- igual, porque todas contienen elementos impor-
tización, la identificación y la intercomunicación tantes para comprender la historia de la humani-
entre las personas, las comunidades y los diferen- dad, que hemos de evitar se pierdan para siempre.
tes públicos, que han de ser los auténticos prota-
gonistas de la dinámica museológica. Pero no de- Por otra parte, en la medida que la Sociomuseolo-
bemos engañarnos. La toma de conciencia de la gía abarca la pluralidad de relaciones que se dan
sociedad no es algo que se consiga en un corto en la sociedad, tanto en el tiempo como en el es-
plazo de tiempo. Al contrario, se necesita mucha pacio, descubrimos su valor polisémico y la nece-
paciencia y una gran labor de concienciación con- sidad de incluir dentro de la misma todas aquellas
tinuada para que los ciudadanos caigan en la realidades materiales, físicas, inmateriales, espiri-
cuenta de la importancia que supone para su co- tuales, simbólicas y creativas que constituyen el
munidad el conservar su patrimonio natural, ar- patrimonio de la humanidad. Todo aquello que
quitectónico y cultural. No es esta una labor que tenga que ver con la realidad humana no puede
se haya tenido en cuenta en la educación de los ni- dejar de interesar a la Sociomuseología que, des-
ños y jóvenes y, por eso, cuesta tanto iniciar una de diferentes perspectivas, está llamada a asumir-
reeducación que reconduzca hacia nuevos cami- lo, acogerlo, conservarlo y exponerlo, en un in-
nos de sensibilización y compromiso. tento de convertirse en memoria viva del ser
constitutivo de los pueblos y comunidades que
La dimensión global existen en el mundo. La Sociomuseología nos indi-
ca que, ya entendamos el museo como institución,
Uno de los contenidos que ha de desarrollar la So- fenómeno, medio o lugar de la memoria, hemos de
ciomuseología es el de su carácter global, de ma- concluir que cualquier definición que elaboremos
nera que cualquier toma de decisión que se reali- no deja de ser un intento de describir la realidad
ce sobre el patrimonio natural y cultural ha de que pretende abarcar, siendo conscientes de que
tener unas consecuencias nacionales e internacio- ninguna de ellas será capaz de contener toda la ri-
nales, y no meramente locales. Inmersos en un queza de la diferencia que encierran dentro de sí
mundo global, todo nos afecta a todos y no pode- las colecciones, fruto de la creatividad y originali-
mos vivir sin tener en cuenta la dimensión planeta- dad de las distintas identidades de los pueblos
ria de nuestra toma de postura. La facilidad con que las hicieron posible.
que las nuevas tecnologías nos ponen en contacto
con los últimos descubrimientos científicos y con La armonía social
las nuevas prácticas museológicas, contribuyen a
que nada de lo que sucede a nuestro alrededor La Sociomuseología puede ser entendida como un
nos resulte ajeno. Todos nos sentimos involucra- elemento que contribuye a la armonía social, lo
dos a participar de manera activa en el desarrollo que implica poner en evidencia las tareas que está

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DESDE LA NUEVA MUSEOLOGÍA EL MUSEO HA DE SER CONCEBIDO COMO UN INSTRUMENTO DE DESARROLLO SOCIAL Y CULTURAL AL SER-
VICIO DE UNA SOCIEDAD LIBRE, ABIERTA, CRÍTICA Y DEMOCRÁTICA. ESO SIGNIFICA QUE SE DESMITIFICA LA IDEA DE QUE LA CULTURA ES
HOMOGÉNEA Y QUE, POR TANTO, NINGUNA CULTURA NACIONAL, POR MUY IMPORTANTE QUE ÉSTA SEA, PUEDE APROPIARSE LA HEGEMO-
NÍA CULTURAL UNIVERSAL. AL CONTRARIO, ESTÁ ABIERTA A CUALQUIER MANIFESTACIÓN CULTURAL QUE PROVENGA DE DIFERENTES LU-
GARES Y SOCIEDADES, EN LA CONVICCIÓN DE QUE TODAS TIENEN MUCHO QUE APORTAR A LAS DEMÁS.

llamada a desarrollar si desea que su presencia a repetir actitudes y comportamientos que en nada
sea realmente significativa para la sociedad del si- favorecieron en el pasado la convivencia y la armo-
glo XXI. nía social. No son estos tiempos para el imperialis-
mo y el colonialismo culturales, para los naciona-
En primer lugar, ha de prestar suma atención al lismos exacerbados y los particularismos elitistas
medio social en que se mueve y se ha de convertir que tanto daño hicieron al patrimonio cultural de
en espacio y ámbito de encuentro y de diálogo en- la humanidad. Necesitamos, más bien, nuevas for-
tre las diferentes culturas. La Sociomuseología ha mas de entender el patrimonio, conscientes de
de estar abierta a la realidad que la rodea y refle- que no existen unas culturas superiores a otras,
jar las preocupaciones, los interrogantes y las sino que todas son el reflejo de la conciencia uni-
perspectivas de las sociedades a quienes repre- versal de los pueblos.
senta. La Sociomuseología ha de impulsar a los
museos para que dejen de ser lugares elitistas y Líneas metodológicas seguidas
cerrados y se abran a la sociedad, experimentando por la Sociomuseología
una transformación radical que les lleve a demo-
cratizarse y a tomar conciencia de que, cada vez Si la nueva museología está abierta incondicional-
que exponen sus colecciones, están tratando de mente a las preocupaciones e interrogantes de la
devolver el alma de las cosas a las gentes que las comunidad, necesariamente ha de tener en cuenta
contemplan y las conservan, sintiéndose agradeci- que no puede quedarse anclada en los esquemas
das por haberlas heredado de sus antepasados. tradicionales, sino que ha de estar abierta a un con-
tinuo proceso evolutivo que la ayude a adaptarse a
En segundo lugar, puede contribuir a la armonía las necesidades de los nuevos tiempos. Por esa ra-
social convirtiéndose en conservadora y transmi- zón, los principios metodológicos que ha de seguir
sora de la memoria colectiva, presentando los he- la nueva museología y, en especial, la Sociomuseo-
chos y los objetos de forma objetiva y sin caer en logía han de estar en consonancia con las inquietu-
la instrumentalización política, histórica e ideoló- des de esa misma sociedad. Ya Marc Maure (1995)
gica. Su mensaje ha de ser claro, diáfano, impar- expuso en el Symposium sobre Museo y Comuni-
cial, crítico y ha de estar enmarcado dentro de su dad, celebrado en Stavanger (Noruega) en julio de
contexto social y cultural para que pueda ser fácil- 1995, cuáles debían ser esas líneas metodológicas
mente comprendido y aceptado por las comunida- que tendrían que seguirse para hacer posible un
des que lo conservan. No hemos de olvidar que, nuevo camino dentro del movimiento museológico.
como señalábamos en otro lugar, al encontrarnos
“inmersos en una sociedad multicultural, multiét- En primer lugar, se encontraría la democracia so-
nica y multidiversificada, toda realidad humana es cial. Desde la nueva museología el museo ha de
contemplada desde una dimensión plural, que ser concebido como un instrumento de desarrollo
pone de manifiesto la presencia de un proceso en social y cultural al servicio de una sociedad libre,
el que están estrechamente relacionados el tiem- abierta, crítica y democrática. Eso significa que se
po, el espacio, la memoria y los valores de diferen- desmitifica la idea de que la cultura es homogénea
tes culturas que van surgiendo como consecuen- y que, por tanto, ninguna cultura nacional, por
cia de los diversos sistemas de pensamiento muy importante que ésta sea, puede apropiarse la
elaborados, en un intento de dar respuesta a los hegemonía cultural universal. Al contrario, está
nuevos interrogantes de la sociedad” (Hernández, abierta a cualquier manifestación cultural que pro-
2006:227). Memoria que ha de conservarse, trans- venga de diferentes lugares y sociedades, en la
mitirse, renovarse y purificarse, no para echar en convicción de que todas tienen mucho que aportar
cara a los demás los fallos y las equivocaciones a las demás. Durante mucho tiempo se ha consi-
que se cometieron, sino para invitar a la reflexión derado dentro de los museos que había culturas
común y contrastada de cara a que no se vuelvan que debían prevalecer sobre otras, relegando al

Investigación y experiencias I 25
olvido e incluso marginando a aquellas culturas de su patrimonio y estarán dispuestas a valorarlo
que no respondían al esquema patrón de la cultu- y protegerlo porque lo sentirán como algo propio y
ra europea. Habrá que hacer un examen detenido no impuesto desde fuera o desde instancias insti-
de todos aquellos prejuicios sostenidos y cultiva- tucionales, alejadas en muchos casos de las preo-
dos durante tanto tiempo y de aquellas prácticas cupaciones de la gente.
excluyentes que en nada favorecieron la existencia
de una dinámica democrática y dialogante dentro Por otra parte, la Sociomuseología se desliza de
de los museos. La museología social nos recuerda una visión puesta en el público a otra más centra-
de manera continuada la universalidad de la cultu- da en la comunidad. Si el público era considerado
ra y los rasgos distintivos de cada pueblo y comu- como una serie de visitantes anónimos que no te-
nidad, que son los que de verdad enriquecen a la nían relación alguna directa con el museo, ahora
cultura universal. Y, al mismo tiempo, nos invita a será la comunidad quien, de manera abierta, acti-
tomar las medidas necesarias para transformar las va y comprometida, se vea involucrada en la crea-
mentalidades imperialistas, colonialistas, autori- ción, organización, desarrollo y difusión de todas
tarias y despóticas que favorecieron una determi- sus actividades. Nada de lo que ocurre dentro del
nada museología desconectada de la sociedad, museo le será ajeno, de manera que el museo se
elitista y cerrada a cualquier atisbo de imaginación convierte para la comunidad en un instrumento
creativa. imprescindible para su desarrollo cultural, social y
económico. Finalmente, el nuevo museo deja de
La democratización de la cultura significa que todos ser considerado un mero edificio físico donde se
los pueblos y naciones, por muy diversos que sean, almacenan las colecciones de objetos para pasar a
tienen derecho a preservar, valorar, utilizar y difun- abarcar todo el territorio geográfico, político, eco-
dir las características de su propia cultura en igual- nómico, natural y cultural. Se produce así una des-
dad de condiciones, sin que ninguna se proclame centralización y fragmentación museográfica que
con el monopolio exclusivo de la cultura con mayús- sitúa al territorio en el medio de los diferentes
cula. Ya está bien de monopolios colonialistas, au- equipamientos.
toritarios y elitistas que fomentaron la exclusión y,
en ocasiones, la destrucción de culturas que tenían El tercer elemento se fundamenta en la conciencia-
mucho que ofrecernos. O aprendemos a valorar las ción. Para que el nuevo museo pueda ser significa-
características propias de cada cultura, o estaremos tivo para toda la comunidad, es preciso que todos
abocados a un empobrecimiento radical que nos sus miembros lleguen a tener un conocimiento bá-
impedirá descubrir el valor de lo desconocido y sor- sico de cuál ha sido su historia, tomando concien-
prendente. Y muchas veces, sólo por miedo a per- cia del valor de su situación actual, con el propósi-
der la propia identidad cultural, cuando en realidad to de mejorarla, recrearla y potenciarla. No hemos
el descubrimiento de la cultura de los demás nos de olvidar que, a mayor conocimiento, más posibi-
debería enriquecer, alentar y animar a conservar la lidades existen para que la comunidad se sienta li-
propia para, juntos, poder construir una sociedad bre y autónoma a la hora de tener que afrontar las
más solidaria y comprometida. situaciones actuales, por muy conflictivas que es-
tas sean. Y afrontarlas significa estar dispuestos a
El segundo elemento lo constituiría un nuevo pa- superar los problemas y las dificultades con la in-
radigma que implica tres aspectos distintos y com- tención de cambiarlas, haciendo posible un futuro
plementarios. Si el museo tradicional fundamenta- distinto. Pero no hemos de olvidar que, para que se
ba todas y cada una de sus actividades en un dé una mayor concienciación es preciso una labor
enfoque monodisciplinar, propio de las disciplinas educativa sistemática y comprometida, capaz de
científicas autónomas del siglo XIX, como la histo- hacer que cada miembro de la comunidad adquie-
ria del arte, la arqueología, la etnología o las cien- ra los conocimientos necesarios para estar en con-
cias naturales, el nuevo museo se centrará en un diciones de apreciar y valorar su propia historia.
enfoque interdisciplinar y ecológico. Eso significa
que ha de darse más importancia a la colaboración En cuarto lugar, nos encontramos con un sistema
con las demás ciencias porque todas ellas pueden abierto e interactivo. Durante mucho tiempo he-
aportar sus conocimientos para enriquecer el de- mos observado cómo dentro del museo tradicional
sarrollo de la museología. Además, se hace hinca- se realizaban una serie de actividades relaciona-
pié en la importancia que tienen las relaciones que das con la recogida, conservación y difusión de los
el ser humano ha de desarrollar con su medio am- objetos, sin que la comunidad se viera involucrada
biente natural y cultural. Sólo a través de una rela- de alguna manera. El museo actuaba autónoma-
ción estrecha con su medio ambiente, las comuni- mente y los expertos sabían muy bien qué debían
dades estarán en disposición de apreciar el valor hacer, por lo que no necesitaba de la opinión de

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EL MUSEO TRADICIONAL ESTABA CONVENCIDO DE QUE EL TRABAJO MUSEOLÓGICO DEBÍA REALIZARSE DENTRO DEL MUSEO PORQUE ERA
DENTRO DE ÉL DONDE SE MOVÍAN LOS ESPECIALISTAS Y ENTENDIDOS. BASTABA CON CONTAR CON BUENOS ESPECIALISTAS, CON EXCE-
LENTES CONSERVADORES, CON BUENOS GESTORES QUE FUERAN CAPACES DE HACER QUE EL MUSEO FUNCIONARA SIN PROBLEMAS. SIN
EMBARGO, EL NUEVO MUSEO TIENE CLARO QUE HA DE CONTAR CON LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE TODA LA COMUNIDAD. PARA ELLO, HA
DE ESTABLECERSE UN DIÁLOGO ESTRECHO ENTRE LOS MUSEÓLOGOS Y LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD.

los ciudadanos que lo visitaban. La comunidad se difusión de su patrimonio. Eso significa que los ex-
situaba ante el museo en una actitud pasiva, re- pertos y museólogos han de dedicar parte de su
ceptiva y acrítica. Sólo se le permitía contemplar tiempo a formar a la comunidad, siendo conscien-
las obras, pero no se le pedía su opinión. Todo es- tes de que están a su servicio. Y han de estar dis-
taba organizado de manera lineal y cada uno tenía puestos a responder a sus necesidades sin dar
una función que realizar, pero sin dar paso a nin- muestras de prepotencia, sin caer en paternalis-
guna clase de interferencias. Por el contrario, el mos innecesarios y renunciando siempre a cual-
nuevo museo trata de integrar de manera dinámi- quier indicio de poder o manipulación. Que dicha
ca todas sus actividades dentro de un proceso cir- tarea no sea fácil, no significa que no pueda reali-
cular y abierto, cuyo objeto principal sería el patri- zarse. Se necesitará buena disposición, convenci-
monio de una determinada comunidad. Aquí sí miento de que las cosas deben cambiar, una cier-
cuentan las opiniones de los demás y se está aten- ta capacidad de autocrítica y una gran imaginación
to a las sugerencias, críticas y valoraciones que creativa para buscar las estrategias y poner los
puedan ayudar a mejorar la vida del museo. Den- medios necesarios para llevarlos a la práctica.
tro de una visión integral del patrimonio, las dife- Cualquier proyecto que se desee llevar a cabo ha
rentes actividades se llevan a cabo teniendo siem- de estar fundamentado en un diálogo estrecho y
pre presente a la comunidad donde aquel se sincero entre los museólogos y la comunidad,
encuentra. Y la comunidad se compromete a hacer siendo conscientes de que cada uno ha de aportar
posible que cada una de ellas se realice de mane- sus conocimientos para hacer posible cualquier
ra dinámica y creativa, convencida de que le va en proyecto museológico. Y el fundamento de dicho
ello su futuro patrimonial. proyecto se encuentra, no tanto en el edificio o en
la colección, cuanto en la comunidad. Estos no de-
Finalmente, estaría la línea del diálogo entre los jan de ser sino medios para ayudar a la comunidad
diferentes actores del museo. El museo tradicional a desarrollarse de cara al futuro.
estaba convencido de que el trabajo museológico
debía realizarse dentro del museo porque era den- La Sociomuseología y el permanente
tro de él donde se movían los especialistas y en- cuestionamiento del museo y su razón de ser
tendidos. Bastaba con contar con buenos especia- en nuestros días
listas, con excelentes conservadores, con buenos
gestores que fueran capaces de hacer que el mu- La Sociomuseología trata de hacer una reflexión
seo funcionara sin problemas. Sin embargo, el crítica sobre la dinámica desempeñada por el mu-
nuevo museo tiene claro que ha de contar con la seo tradicional, con sus logros y limitaciones, pero
participación activa de toda la comunidad. Para que necesitaba experimentar una reformulación o
ello, ha de establecerse un diálogo estrecho entre renovación profunda. Y, de hecho, se ha de recono-
los museólogos y los miembros de la comunidad. cer que la museología tradicional ha sabido reno-
Estos dejan de ser considerados receptores pasi- varse, reformulando sus espacios arquitectónicos
vos de un mensaje que se desea transmitir y se les y creando montajes museográficos, sirviéndose de
comienza a considerar como sujetos activos que las nuevas teorías pedagógicas y sociales, así
tienen que aportar los conocimientos y las prácti- como de aquellas tecnologías que favorecen el
cas que ellos poseen sobre el desarrollo de su pro- desarrollo de las medidas educativas a la hora de
pia historia y su medio ambiente. afrontar y exponer la realidad de los museos. La
Sociomuseología trata de exponer o de señalar
Ahora bien, hemos de partir del hecho que los que entre el museo y la sociedad se da una rela-
miembros de la comunidad no siempre poseen los ción dialéctica en la que ambos están llamados a
instrumentos conceptuales y materiales necesarios entenderse y a respetar su propia peculiaridad, si
para entender y, al mismo tiempo, actuar en los pro- se pretende que el museo no se encamine hacia su
cesos de colección, conservación, investigación y desaparición tal como hoy lo concebimos. La razón

Investigación y experiencias I 27
LA SOCIOMUSEOLOGÍA APUESTA POR LA INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA ENTENDIDA COMO UN PROCESO METODOLÓGICO QUE PRETENDE
OBTENER AQUELLOS CONOCIMIENTOS NECESARIOS QUE LA COMUNIDAD ES CAPAZ DE CONSEGUIR SIRVIÉNDOSE DE LOS SISTEMAS DE
PARTICIPACIÓN Y DE LA TOMA DE DECISIONES EN UN MOMENTO DETERMINADO DE SU HISTORIA. LAS PERSONAS TIENE LA OPORTUNIDAD
DE REFLEXIONAR JUNTAS, EN IGUALDAD DE CONDICIONES, PARA PONER LOS MEDIOS NECESARIOS QUE AYUDEN A TRANSFORMAR LA RE-
ALIDAD. TEÓRICAMENTE ESTÁ MUY CLARO, PERO ¿CÓMO LLEVARLO A LA PRÁCTICA DENTRO DE NUESTROS MUSEOS?

última del museo no es conservar la herencia cul- resulta muy difícil de conseguir. Habrá que poten-
tural de la humanidad, ni facilitar que los especia- ciar los museos escolares con el objetivo de promo-
listas puedan estudiar las colecciones que inte- ver entre maestros, profesores, alumnos y padres
gran o forman dicha herencia cultural. Por el la formación de pequeños espacios museísticos de
contrario, el museo ha de ser fruto de la concien- manera que actúen como elementos didácticos ca-
cia comunitaria que, sintiéndose protagonista de paces de facilitar la comprensión y el desarrollo de
su historia, decide qué hechos y qué elementos los programas educativos, sobre todo, en las áreas
culturales son los más apropiados para expresar de ciencias sociales y naturales.
su memoria histórica. De este modo, la comunidad
aprende de su historia y se abre a nuevos horizon- Al mismo tiempo, si la museología comunitaria se
tes en los que ha de sentirse protagonista y ha de inserta dentro de una metodología de educación
implicarse de manera activa para hacer posible no formal, ha de tener como característica su dis-
que la sociedad cambie. ponibilidad para convertirse en un espacio de diá-
logo al asumir como metodología la pedagogía de
Solo si la comunidad es capaz de elegir los objetos la comunicación. Estamos convencidos de que
que para ella poseen un valor simbólico, se podrá sólo a través del diálogo es posible llegar al otro,
en un segundo momento exponerlos y asegurar su descubrir su forma de ser y reconocer que también
conservación in situ. El carácter simbólico de di- él puede aportarnos otras formas de ser y com-
chos objetos contribuye a que la gente se sienta prender el mundo. Además, ha de asumir el con-
más identificada con su comunidad y descubra cepto de cultura popular, entendida como un con-
que se le abren perspectivas nuevas donde poder junto de manifestaciones singulares que se han
asumir la propia historia compartida. Desde ese dado en un determinado grupo social o comuni-
momento, la comunidad está en su derecho de dad. La cultura ha de ser entendida como todo
afirmar que el patrimonio le pertenece y que es acto creativo del ser humano, independientemen-
ella quien ha de decidir qué está dispuesta a hacer te de que se trate de un artista, una persona sen-
con él. La Sociomuseología fundamenta su pro- cilla, un poeta o un cantautor. La Sociomuseología
puesta renovadora en la puesta en tela de juicio de apuesta por la investigación participativa entendi-
la dimensión social de la museología tradicional y da como un proceso metodológico que pretende
en la apuesta firme por rescatar la memoria colec- obtener aquellos conocimientos necesarios que la
tiva del olvido y de la indiferencia. Para ello no comunidad es capaz de conseguir sirviéndose de
duda en potenciar la creación de una toma de con- los sistemas de participación y de la toma de deci-
ciencia que le haga ver que está llamada a acoger siones en un momento determinado de su histo-
la historia de la comunidad como punto de partida ria. Las personas tiene la oportunidad de reflexio-
para buscar los medios necesarios que posibiliten nar juntas, en igualdad de condiciones, para poner
resolver los problemas que en el futuro puedan los medios necesarios que ayuden a transformar
presentarse. la realidad. Teóricamente está muy claro, pero
¿cómo llevarlo a la práctica dentro de nuestros
Pero podemos preguntarnos si nuestra sociedad museos? Esto da lugar a la creación de un plantea-
está preparada para asumir este papel, si se ha miento museográfico que conduce hacia la museo-
educado a nuestros jóvenes en esta forma de pen- grafía comunitaria como expresión de la cultura po-
sar con respecto a los museos y su patrimonio, si pular, que se lleva a cabo a través de la creación
estamos en condiciones de llevar a cabo una tarea colectiva que se sirve de los recursos naturales y
que supone un esfuerzo y un compromiso firme de tecnológicos, en un intento de recuperar la memo-
toda la sociedad. Mucho nos tememos que hace ria histórica y recrear la cultura propia. Todas aque-
falta mucha preparación previa para que esto pue- llas vivencias y actividades cotidianas pueden
da darse en nuestros museos más pequeños, considerarse como creaciones culturales sin la
conscientes de que en los grandes museos esto necesidad de tener que establecer codificaciones

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semánticas que consideran al otro como diferente y, ciudadanía implica aceptar la pedagogía de la co-
por tanto, le coartan la libertad de ser él mismo, de municación como una forma de aceptar la museo-
decirse, de comunicarse y de participar en igualdad logía dentro de las diferentes comunidades. Acep-
de condiciones como sujetos activos y críticos capa- ta que se dé la interacción dialógica que implica
ces de transformar aquellas prácticas que no ayu- aceptar el diálogo con los demás al mismo nivel,
dan a la persona a realizarse plenamente. aceptándose a sí mismo y aceptando la realidad
del otro para, juntos, transformar el mundo. A tra-
La museología comunitaria tiene en cuenta la for- vés de ella podemos contribuir a que las diferen-
mación regional, entendida como un espacio físico- tes comunidades comiencen a valorar sus espa-
territorial donde interactúan los factores económi- cios reales y simbólicos, reconociendo su propio
cos, políticos, sociales, culturales y ecológicos que patrimonio y la museografía aplicada, asumida li-
son los que hacen posible el ámbito contextual bremente y, en ningún caso, impuesta por instan-
donde se den diferentes formas de actuar para que cias administrativas.
pueda desarrollarse. Esto en sociedades donde se
vive el espíritu de comunidad más ligado a la pro- Si algo debemos agradecer a este tipo de museo-
pia tierra, resulta más fácil que en las grandes me- logía es su cuestionamiento sobre cómo es y debe
trópolis donde el sentido de comunidad se diluye llegar a ser el museo, cómo ha de desarrollar en el
casi sin darse cuenta. La museología comunitaria futuro sus funciones y cómo ha de afrontar el futu-
reivindica la noción de ciudadanía en plural reivin- ro para que sea realmente eficaz y tenga algo sig-
dicando el derecho a la diferencia en las prácticas nificativo que ofrecer a la sociedad de nuestro
sociales y culturales. La dimensión inclusiva de la tiempo.

Bibliografía
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obra, celebrado el 20 y 21 de noviembre de 2007 en el centro Patrimonial Recoleta Dominicana por la Dirección de Bibliotecas,
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Investigación y experiencias I 29
Nueva museología de ayer, sociomuseología hoy:
de los procesos históricos a las tendencias actuales
MÁRIO MOUTINHO*
Rector de la Universidade Lusófona de Humanidades e Tecnologias de Lisboa

Mário Moutinho
Profesor de Museología, miembro
fundador y Presidente de Cuando la idea de Nueva Museología se volvió relevante a finales de los 70, el contexto museoló-
MINOM-ICOM 2007-2011. gico, en general, se caracterizaba por el lugar central que ocupaban las grandes instituciones, de
Coordinador hasta 2007 del impacto nacional e incluso internacional, normalmente ubicadas en las capitales de cada país. De
Máster y del Doctorado en
Museología en Universidade
estas instituciones provenía un sentido de referencia que definía los límites y el lugar de lo que
Lusófona. Tiene publicaciones en debería ser un Museo.
el área de la Sociomuseología.
Rector de la Universidade
Lusófona de Humanidades e
Tecnologias de Lisboa.
Eran instituciones de grandes colecciones donde el urbanos hispanófonos y negros de las grandes ciu-
saber de las técnicas museológicas y de las asigna- dades norteamericanas, donde se daba una parti-
turas de cada especialidad, en concreto en el domi- cular importancia a los problemas del urbanismo,
nio de la historia del arte de la arqueología o de la de la identidad de los moradores y de su bienestar,
etnografía, representaban el saber museológico preocupándose con las cuestiones de polución, alo-
que se revelaba como consolidado sirviendo al mis- jamiento, rehabilitación social y creación artística.
mo tiempo de estándar. Cuando otras realidades
museológicas que no se reconocían en el modelo En la misma línea encontramos la renovación de la
establecido ganaron forma, fue progresivamente museología mexicana, en el ámbito del proyecto
evidente que éste no daba cuenta ni respondía a los “Casa del Museo”, muy cercana de los museos de
problemas que de manera más o menos consisten- vecindad y donde los objetivos se expresaban por la
te, un número creciente de museos objetivamente animación y debate sobre asuntos de la vida cuoti-
planteaba. diana, con una fuerte implicación popular. En Sue-
cia, las exposiciones populares organizadas con el
En general se trataba de pequeñas instituciones, apoyo o por iniciativa de Riksutstälningar donde
fuera de las grandes ciudades, que desvelaban una una museografía particularmente cuidada y utili-
articulación consciente con el entorno que las en- zando materiales simples es simultanea de los tra-
volvía, en realidad eran iniciativas locales que reco- bajos de Sven Lindquist sobre la memoria operaria,
nocían la museología como una manera y medio de renovaron el interés por la creación y remodelación
expresar su comprensión de los valores de la me- de museos de empresa y de los círculos de estudio
moria, del patrimonio y del desarrollo local. Y de esa y de un modo más amplio, provocaron una nueva
articulación nacía una consciencia más clara de las mirada sobre la sociedad sueca. Los museos de ar-
realidades locales, a las que la museología estable- queología industrial que en Reino Unido se basa-
cida miraba con sospecha. Probablemente no por la ban en la capacidad de las poblaciones de apropiar-
propia naturaleza de esa nueva forma de entender se de los métodos de la arqueología y de la historia
la museología sino por el trastorno que provocaba local, organizando la restauración de espacios in-
en el orden establecido. Como en el caso del recha- dustriales y asegurando su animación y recepción
zo del ICOFOM en la 14ª Conferencia de Londres de turística.
ICOM en 1983, en reconocer la existencia en su seno
de un agrupamiento de ecomuseos1. Esta posibili- Los ecomuseos por su lado, invocando especial-
dad suponía el reconocimiento no deseado de los mente el pensamiento y acción de Georges Henri Ri-
1Cf Pierre Mayrand, Parole de ecomuseos, como socios en situación de igualdad vière y de Hugues de Varine, colocaban entre otros
Jonas essais de terminologie, con la museología establecida. los problemas de la territorialidad, de la interdisci-
Augmentés des chroniques d´un
altermuséologue, Cadernos de
plinaridad, y como en los casos ya referidos, de la
Sociomuseologia, nº 31-2009, Y sin embargo, en esa época, la existencia de insti- propia participación de las poblaciones como acto-
Universidade Lusófona, Lisboa. tuciones museológicas que se orientaban por otros res y usuarios de las programaciones ecomuseoló-
2Cf.Peter Davis, Ecomuseums: A
estándares era ya una realidad consolidada. Ejem- gicas, con el objeto de desarrollo social del entorno
Sense of Place, 2011. Continuum
International Publishing Group, plo de esto son los museos de vecindad esencial- que les daba vida2. Cuando en 1984 el Taller Interna-
London, Primera edición 1999. mente orientados para la animación de barrios cional “Ecomuseos - Nueva Museología” se reunió

30 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 30-34


EN REALIDAD, ENTRE LA DECLARACIÓN DE SANTIAGO Y EL TALLER DE QUEBEC TRANSCURRIÓ EN POCO MÁS DE UNA DÉCADA, UN PERÍO-
DO PARTICULARMENTE RICO DE INNOVACIÓN Y AFIRMACIÓN EN LA PRÁCTICA Y EN EL ENTENDIMIENTO DE UNA NUEVA MUSEOLOGÍA. SE
TRATABA DE REFLEXIONAR Y DAR CONTINUIDAD A LA REFLEXIÓN DE SANTIAGO PERO TAMBIÉN Y TAL VEZ AQUÍ ESTÉ UNO DE LOS ASPEC-
TOS MÁS IMPORTANTES DE ESTE TALLER, ORGANIZAR LO QUE SE SENTÍA SER UN MOVIMIENTO SIMULTÁNEO EN NUMEROSOS PAÍSES.

en Quebec, quedó claro que existía una nueva prác- instituidos. La creación de MINOM en 1985 vendría
tica museológica generalizada expresándose de a consolidar hasta cierto punto este proceso, por lo
distintas formas y emergente en numerosos países. que poco tiempo después fue reconocida como Or-
Este hecho explica que se haya puesto en evidencia ganización afiliada a ICOM sin protesta4.
la Declaración de Santiago de Chile, la cual había
sido elaborada en el cuadro de la Mesa Redonda or- Entre los objetivos prioritarios del Taller, se deben
ganizada por UNESCO/ICOM. Si en 1972 esta decla- de citar el intento de creación de condiciones de in-
ración casi no tuvo importancia, en Quebec la nue- tercambio entre las experiencias del ámbito de la
va realidad del panorama de los museos podía ecomuseología y de modo general de la nueva mu-
fácilmente identificarse con los principios allí decla- seología en el mundo y la aclaración de sus relacio-
rados. Este proceso se anunciaba así en la Declara- nes con la museología instituida en general. En fin,
ción de Santiago (1972 UNESCO/ICOM) donde se se pretendía profundizar y revisar conceptos y ani-
consideraba también: mar a su vez nuevas prácticas museológicas.

“Que el museo es una institución al servicio de la A lo largo de estos años, lo que antes se desvelaba
sociedad de la cual es parte integrante y que po- como una Nueva Museología dejó de serlo, porque
see en sí misma los elementos que le permitan las ideas que esa Nueva Museología traía, fueron
participar en la formación de la consciencia de las de hecho asimiladas por un número creciente de
comunidades que sirve; que el museo puede con- museos. Por lo menos, desde el punto de vista del
tribuir para llevar esas comunidades a actuar, si- discurso, actualmente solo un museo “políticamen-
tuando su actividad en el cuadro histórico que te incorrecto” podría asumirse indiferente a la inclu-
permite aclarar los problemas actuales, (…) Que sión social o a las cuestiones del desarrollo o de la
esta nueva concepción no supone que se acabe sostenibilidad.
con los museos actuales ni que se rechace los mu-
seos especializados sino que en contrario esta La cuestión principal reside simplemente en la prio-
nueva concepción permitirá a los museos desarro- ridad que cada museo define como su objetivo prin-
llarse y evolucionar de manera más racional y más cipal. Entre trabajar con las colecciones o trabajar
lógica a fin de mejor servir la sociedad.(…) Que la con los retos contemporáneos existe un amplio
transformación de las actividades del museo exi- campo de acción que da forma a cada Museo. Ade-
ge el cambio progresivo de la mentalidad de los más, debemos fácilmente reconocer la existencia
conservadores y de los responsables de los muse- de instituciones que con más o menos consciencia
os así como de las estructuras de las que ellos de- actúan entre estos dos campos buscando estar al
penden."3 servicio de la sociedad y de su desarrollo, tal y
como la actual y renovada definición de museo que
En realidad, entre la Declaración de Santiago y el propone ICOM.
Taller de Quebec transcurrió en poco más de una
década, un período particularmente rico de inno- Sin embargo, cabe decir que la aceptación de este
vación y afirmación en la práctica y en el entendi- derecho a la diferencia supone también, natural-
miento de una Nueva Museología. Se trataba de mente, cambios en la formación de quienes actúan
reflexionar y dar continuidad a la reflexión de San- en los museos. Trabajar con las colecciones o traba-
tiago pero también y tal vez aquí esté uno de los as- 3Cf. A memória do pensamento
jar con los retos contemporáneos, es decir con per-
museológico contemporâneo
pectos más importantes de este Taller, organizar lo sonas, no se basa en competencias, personales, po- (Documentos y Declaraciones)
que se sentía ser un movimiento simultáneo en nu- líticas y profesionales idénticas. Si en el primer caso org. Marcelo Araujo & Cristina
merosos países. Faltaba entonces una plataforma estamos ante formaciones esencialmente técnicas, Bruno, Comité Brasileño de ICOM,
1995
en la que los distintos intervinientes pudieran reu- en el segundo caso pensamos en un enfoque esen- 4Para consultar los archivos de
nirse, rompiendo hasta cierto punto el aislamiento cialmente en el dominio de las ciencias sociales. Sin MINOM http://www.minom-
entre sí y naturalmente aún más ante los poderes embargo, esta distinción que consideramos de icom.net/signud/

Investigación y experiencias I 31
NUEVA MUSEOLOGÍA O SOCIOMUSEOLOGÍA ES LA BUSCA DE UNA COMPRENSIÓN DE LOS CAMBIOS PROFUNDOS DE LA REALIDAD DE LOS
MUSEOS. ES DECIR, MÁS QUE AMBICIONAR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA TEORÍA DE MUSEOLOGÍA, LA CUESTIÓN ES SIMPLEMENTE
TENER EN CONSIDERACIÓN QUE LOS MUSEOS HAN CAMBIADO, POR LO MENOS TANTO COMO LAS SOCIEDADES DONDE SE INSERTAN. Y,
DE HECHO, ESOS CAMBIOS SON PROFUNDOS.

mayor relevancia, no es asumida por las universida- La Sociomuseologia basa su intervención social
des que en la mayoría de los casos basan sus pro- en el patrimonio cultural y natural, tangible e in-
gramas en contenidos relacionados con las coleccio- tangible de la humanidad.
nes que son asumidas como siendo estructurantes Lo que caracteriza la Sociomuseologia no es pro-
de las formaciones. Es un ejemplo el Referencial Eu- piamente la naturaleza de sus presupuestos y de
ropeo de las Profesiones Museales elaborado en el sus objetivos, como sucede en otras áreas del co-
seno de ICTOP donde ni siquiera se encuentra refe- nocimiento, sino la interdisciplinaridad con que
renciada la profesión de museólogo (!)5. apela a áreas del conocimiento perfectamente
consolidadas y las relaciona con la Museología
Sin embargo, cuando pensamos un programa de propiamente dicha.” 6
formación con el objeto de contribuir a la formación
de museólogos que puedan servir una museología Nueva Museología o Sociomuseología es la busca
orientada a las personas, es fácil reconocer que ese de una comprensión de los cambios profundos de la
nuevo profesional necesita un enfoque tan nuevo realidad de los museos. Es decir, más que ambicio-
como los retos que deberá enfrentarse, en el cuadro nar la construcción de una nueva teoría de museo-
de una redefinida Sociomuseología. Pero hay que logía, la cuestión es simplemente tener en conside-
5Cf. Referencial Europeo de las considerar que lo que actualmente se reconoce ración que los museos han cambiado, por lo menos
Profesiones Museales, ICTOP, como Sociomuseología no corresponde a una rup- tanto como las sociedades donde se insertan. Y, de
2008. http://www.icom-
portugal.org/multimedia/ICTOP_r
tura con la Nueva Museología, sino que, en nuestra hecho, esos cambios son profundos.
eferencial_PT.pdf opinión, es simplemente una reformulación basada
Director/a: Colecciones e en la realidad actual de la museología. En este caso El derecho a la diferencia
Investigación Públicos
Administración, gestión y
se trata de un enfoque multidisciplinar que sinteti-
logística. zamos en los términos siguientes en una propuesta El Museo dejó de existir como un modelo único e
Colecciones e Investigación: de definición evolutiva de Sociomuseología: igual a la idea de colección, de edificio y de público,
Conservador/a, Responsable del
Inventario, Gestor de Colecciones, para asumirse como un lugar central de los concep-
Restaurador/a, Asistente de “La Sociomuseología traduce una parte conside- tos de patrimonio (s) territorio y población. Se han
Colecciones, Responsable del rable del esfuerzo de adecuación de las estructu- desarrollado modelos de gestión no jerarquizados y
Centro de Documentación,
Comisario/a de Exposiciones, ras museológicas a los condicionantes de la socie- se ha asumido la ampliación de la noción de patri-
Diseñador de Exposiciones dad contemporánea. monio y la consecuente redefinición de "objeto mu-
Públicos: Responsable de la La apertura del museo a su entorno y su relación seológico". Los conceptos de Ecomuseología, de
Mediación y Servicio Educativo,
Mediador/a, Responsable del orgánica con el contexto social que le da vida, han Economuseología, de Sociomuseología expresan
Servicio de Recepción y provocado la necesidad de elaborar y aclarar rela- distintas formas para que los museos se posicionen
Vigilancia, Técnico de Recepción y
ciones, nociones y conceptos que puedan dar en el mundo contemporáneo.
Vigilancia, Responsable de la
Biblioteca/Mediateca, cuenta de este proceso.
Responsable de la Página Web La Sociomuseología se constituye así como un El museo como fin versus museo como recurso
Administración, Gestión y
Logística: Administrador/a /
área disciplinar de enseñanza, investigación y ac-
Gestor/a, Responsable de la tuación que privilegia la articulación de la museo- Es cierto que en los estatutos de ICOM se escribe
Logística y Seguridad, logía en concreto con las áreas del conocimiento que el museo es una institución al servicio de la so-
Responsable de los Sistemas
Informáticos, Responsable del
de las Ciencias Humanas, de los Estudios del De- ciedad y de su desarrollo, pero también es cierto
Marketing, Divulgación y sarrollo, de la Ciencia de Servicios y de la Ordena- que los museos han estado más al servicio de sí
Recogida de Fondos, Responsable ción del Territorio. mismos, de sus colecciones y de los objetos que
de la Comunicación con los Media
6Actas do XII Atelier Internacional El enfoque multidisciplinar de la Sociomuseología sus dueños (porque los museos tienen dueños - pú-
do MINOM, Cadernos de tiene como objeto consolidar el reconocimiento blicos o privados) les han atribuido. Pero también
Sociomuseologia nº 28-2007, de la museología como recurso al desarrollo sos- es cierto que es cada vez más frecuente constatar
Universidade Lusófona, Lisboa tenible de la humanidad, basado en la igualdad que se organiza una nueva generación de Museos
http://revistas.ulusofona.pt/inde
x.php/cadernosociomuseologia/a de oportunidades y en la inclusión social y econó- y estos definen sus programas de actividades con
rticle/view/510 mica. perspectiva y como recurso para el desarrollo. Se

32 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 30-34


EL MONTAJE DE EXPOSICIONES SOBRE PROBLEMAS DE LA ACTUALIDAD, MUSEOS DE LA SOCIOLOGÍA, DE LA PSICOLOGÍA O DE LA GLOBA-
LIZACIÓN, TAMBIÉN SON UNA REALIDAD Y ESTRUCTURAN POR SÍ SOLOS LA PROGRAMACIÓN MUSEOLÓGICA DE PEQUEÑAS Y GRANDES
INSTITUCIONES O DE PEQUEÑOS MUSEOS DE COMUNIDAD Y DE REDES DONDE LAS EXPOSICIONES SON ESENCIALMENTE EL PROCESO
COMPARTIDO DE APREHENSIÓN DE LA REALIDAD Y CATALIZADORAS DE VOLUNTADES, ASPIRACIONES Y DESEOS DE INTERVENCIÓN. PERO
SI PENSAMOS EN LA ACTUACIÓN DE LOS MUSEOS EN SINTONÍA CON EL MUNDO QUE LOS RODEA, Y QUE ESE MUNDO ESTÁ EN CONSTAN-
TE CAMBIO, TAMBIÉN LOS MUSEOS Y SUS EXPOSICIONES TENDRÁN FORZOSAMENTE QUE RENOVARSE AL MISMO RITMO DE LA HISTORIA.

preocupan con los problemas del mundo en el que narrativas agotadas, parece cada vez más una fal-
viven impulsando el empleo, fomentando nuevas ta de atención al mundo en mudanza.7
formas de turismo, revitalizando y creando indus-
trias y reforzando identidades. Cada día que pasa, Los ritmos museológicos
los museos buscan distintas y mejores formas de
sostenibilidad y están más atentos a la promoción La idea de exposición temporal es hoy un dato ad-
del desarrollo humano y de la cohesión social y eco- quirido y ningún museo que se crea moderno osaría
nómica. ignorar este hecho. Por otro lado, el montaje de ex-
posiciones sobre problemas de la actualidad, mu-
La autonomía de los públicos seos de la sociología, de la psicología o de la globa-
lización, también son una realidad y estructuran por
El grado de autonomía de cada persona, que hoy sí solos la programación museológica de pequeñas
caracteriza nuestra sociedad, lleva cada vez más a y grandes instituciones o de pequeños museos de
los individuos a no someterse tan fácilmente a dis- comunidad y de redes donde las exposiciones son
cursos autoritarios y estandarizados. El Museo re- esencialmente el proceso compartido de aprehen-
flexiona cada vez más sobre las preocupaciones y sión de la realidad y catalizadoras de voluntades,
necesidades del visitante. Reconocer la existencia aspiraciones y deseos de intervención. Pero si pen-
de un público que no necesita guías ni subtítulos es samos en la actuación de los museos en sintonía
de sentido común, y obliga el Museo a elaborar dis- con el mundo que los rodea, y que ese mundo está
cursos simultáneamente más complejos y menos en constante cambio, también los museos y sus ex-
estandarizados. posiciones tendrán forzosamente que renovarse al
mismo ritmo de la historia. En última instancia, po-
Hoy en día cualquier adolescente domina plena- dremos imaginar un museo que cada mañana pro-
mente procesos de adquisición de información mil pone una nueva exposición elaborada y montada
veces más amplios y complejos que la generación por la noche, tal y como hacen los periódicos.
de sus padres. Hablamos de la Web y de todos los
recursos ahí existentes. ¿Por qué razón alguien se Aunque no haya la obligación de terminar este tex-
contentará con la, en general, pobre información to con una conclusión nos gustaría aceptar como ra-
que el Museo hace disponible cuando está a su al- zón de la nueva Museología y/o Sociomuseología la
cance un mundo de conocimiento? definición de Museo propuesta por el Instituto Bra-
Y, sin embargo, los museos se obstinan en trans- sileño de Museos8:
portar para los displays singulares o cubrir pare-
des enteras, exactamente con los mismos conte- “Los museos son casas que guardan y presentan
nidos que anteriormente presentaban en paneles sueños, sentimientos, pensamientos e intuicio-
penosamente construidos trozo a trozo o, más nes que ganan vida mediante imágenes, colores,
modernamente, directamente impresos en telas sonidos y formas. Los museos son puentes,
que después se fijan a los mismos paneles. puertas y ventanas que conectan y desconectan
Reducir o no buscar la utilización de los recursos mundos, tiempos, culturas y personas distintos.
tecnológicos actuales para servir nuevos retos de Los museos son conceptos y prácticas en meta-
la museología, sino únicamente para modernizar morfosis.”
7Moutinho, Mario C. M. 2010. Os
museus portugueses perante a
Sociomuselogia. In 100 anos de
patrimônio: memória e
identidade: 313 - 322. ISBN: 978-
989-8052-20-9. Lisboa: IGESPAR
8http://www.museus.gov.br/mus
eu/

Investigación y experiencias I 33
MINOM es una organización internacional afiliada a ICOM

Basado en una amplia preocupación por el cambio social y cultural, MINOM reúne a personas que
se dedican a la museología activa e interactiva. Está abierto a enfoques que hacen del museo un
instrumento para la construcción de la identidad y el desarrollo dentro de la comunidad. MINOM
favorece las relaciones de cooperación entre usuarios y profesionales, así como la colaboración in-
tercultural.

Origen

MINOM fue fundada en 1985, en Lisboa, Portugal, durante el II Taller Internacional de la Nueva Mu-
seología. Esta fundación oficial fue el resultado del primer encuentro Internacional “Ecomuseos /
Taller de la Nueva Museología”, en Quebec (Canadá) en 1984, cuando los museólogos de 15 paí-
ses adoptaron la Declaración de Québec como punto de referencia para el movimiento. Sus oríge-
nes ideológicos se encuentran en la Declaración de Santiago adoptada en 1972 en Chile.

Filosofía

Ayudarse unos a otros, aprender unos de otros las estrategias de uso del patrimonio y de los mu-
seos como una herramienta para combatir la injusticia, para fomentar el desarrollo en las comuni-
dades, para fomentar el diálogo. Para nosotros, estas no son sólo palabras, son parte de un pro-
yecto de sociedad, más solidaria. Se trata de un debate no fundamentado en las organizaciones o
los objetos, sino en las personas.

¿Qué podemos esperar del movimiento?

En esencia, el intercambio de experiencias humanas y técnicas que vayan al encuentro de la incer-


tidumbre y el aislamiento que son comunes a muchas expresiones de la nueva museología: eco-
museos, museos de barrio, los museos locales, museos populares y comunitarios; el fomento de
iniciativas innovadoras de museos; reuniones regionales e internacionales de los miembros y no
miembros; un continuo intercambio de ideas sobre los objetivos de la museología y museografía;
la comunicación por los medios más simples y directos; el entusiasmo compartido por nuestros
miembros.

Para convertirse en miembro

MINOM busca miembros cuyas ideas y/o experiencias se correspondan con la filosofía de la nue-
va museología. Si desea ser miembro, contacte el secretariado. La inscripción y participación es
gratuita.

... Y para participar

MINOM es un foro para la acción y las ideas, conocido en todo el mundo. Confiamos en la partici-
pación activa y regular de todos los miembros en la labor de MINOM como una organización en la
que los miembros inicien, divulguen y compartan sus propias actividades y proyectos.
http://www.minom-icom.net/

34 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 30-34


De ciudadano a consumidor. Los retos de la participación
en las mecánicas museísticas y patrimoniales
IÑAKI DÍAZ BALERDI*
Profesor Titular de Historia del Arte en la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Iñaki Díaz Balerdi


Profesor Titular de Historia del
Si definimos el patrimonio, de acuerdo con la Real academia de la Lengua, como hacienda que al- Arte en la Universidad del País
guien ha heredado de sus ascendientes y como conjunto de los bienes propios adquiridos por Vasco / Euskal Herriko
cualquier título, deberemos constatar que a lo largo de la historia —e incluso antes, en tiempos Unibertsitatea. Miembro del
Grupo Consolidado de
protohistóricos— las relaciones entre las personas —los grupos humanos— y los bienes patri- Investigación en Patrimonio
moniales han sido variables, aleatorias y, en no pocos casos, conflictivas. Variables y aleatorias Construido IT403-10.
pues no siempre se ha actuado con los bienes patrimoniales de la misma manera ni con el mismo
interés —que dependerá de algunos factores que se tratarán brevemente más adelante— en los
distintos momentos del devenir humano. Conflictivas pues, aun suponiendo que esos bienes su-
ponen un activo susceptible de producir beneficios de distinta índole, o quizá por eso mismo, pue-
den provocar conflictos de intereses entre personas o grupos, o pueden, por desinterés o abando-
no, peligrar e incluso desaparecer, con lo cual el activo —y sus posibles beneficios— dejarían de
existir.

El por qué se adquieren bienes patrimoniales nos ignorar lo que no está a nuestro alcance; la identi-
remitiría a condicionantes externos (la herencia o ficación, pues investir de un significado que va
la transmisión desde un origen más o menos aje- más allá de la materialidad del bien hace que lo
no), instintos básicos (el de supervivencia, funda- consideremos como algo propio aunque se trate
mentalmente en sus vertientes de acumulación y de un bien ajeno (Csikszentmihalyi y Rochberg-
reserva para el futuro) y factores psicológicos de Halton, 1981); o el valor simbólico, que convierte a
distinta naturaleza (curiosidad, placer, fetichismo, determinados objetos en portadores de referen-
propiedad, legitimación o poder, por solo citar cias emblemáticas.
unos cuantos).
Pero ¿qué pasa cuando esos bienes patrimoniales,
Una vez adquiridos, los bienes patrimoniales plan- pertenecientes al ámbito privado, usados en fun-
tean el reto de compatibilizar dos factores en prin- ción de intereses particulares y disfrutados por un
cipio contradictorios: su uso y su conservación. restringido círculo de privilegiados, pasan al domi-
Las posibilidades de uso son muy amplias, pero nio público, se socializan como resultado de deter-
siempre entrañarán el riesgo de desgaste, merma, minados acontecimientos políticos? ¿Cómo se ar-
deterioro o desaparición del bien. Las estrategias ticulan las relaciones entre grupos humanos y
de conservación (intuitivas o fundamentadas en el bienes patrimoniales cuando, a excepción de los
conocimiento científico) buscarán evitar o, en todo propios bienes, todos los factores que intervienen
caso, amortiguar esos riesgos y así posibilitar su en las mecánicas patrimoniales se alteran, se sus-
perdurabilidad den el tiempo y, consecuentemen- tituyen por otros o se transforman radicalmente?
te, alargar las posibilidades de uso del bien patri- Remontémonos a un momento bien conocido, la
monial. Revolución francesa, y detengámonos brevemente
en un concepto novedoso, el de ciudadanía, que
La operatividad y garantías de éxito en las labores habría de alterar de manera radical (¿o no tan radi-
de conservación dependerán a su vez de una serie cal?) ese escenario de relaciones, inaugurando
de factores, entre los que podríamos mencionar la una deriva de los acontecimientos impensable
propiedad, pues los propietarios conservan por re- tiempos atrás, pero sometida a todo tipo de ten-
gla general mejor que quienes no son poseedores siones y contradicciones.
del bien, a no ser que esos no propietarios sean
especialistas y reciban a cambio de su labor una La Revolución francesa proclama, entre otras co-
gratificación; la posibilidad de uso y disfrute, pues sas, la primacía de la res publica sobre el individuo
tendemos a minusvalorar aquello inservible y a —es decir, sanciona como norma la concepción

Investigación y experiencias I 35
republicana de la cultura y el conocimiento—, capaces de materializar en le campo patrimonial
pero a su vez eleva a dicho individuo a la categoría el paso de la monarquía a la república (Poulot:
de protagonista y beneficiario último de los asun- 1997). En adelante, esas colecciones, ese patrimo-
tos públicos. Ese individuo será en adelante un nio, no serán consideradas como reflejo de un es-
ciudadano, un sujeto con derechos y deberes. En tamento privilegiado, sino de una Francia (el nue-
este sentido, y aunque solo teórica o nominalmen- vo estado-nación) como el último eslabón de una
te, el ciudadano será, remontándonos a los rasgos secuencia narrativa que engloba a los grandes mo-
citados anteriormente, el propietario de los bienes mentos de la Historia del Arte y que tendrá su
patrimoniales del estado y, a su vez, quien disfru- plasmación paradigmática en el museo del Louvre
te de esos bienes puestos a su alcance por la nue- (Duncan, 1991: 95-99). Con el tiempo, los museos
va organización política. Sin embargo, la situación y el patrimonio en general seguirán siendo esce-
no estará tan clara si nos referimos a los otros dos nificaciones del orden, del poder, asegurando el
factores que aseguran la operatividad y conserva- control de la memoria inscrita, conservada, autori-
ción de los bienes patrimoniales. Por un lado, difí- zada (Guillaume, 1980: 16). Y algo parecido ocurrió
cilmente podía identificarse el grueso de la ciuda- en Rusia tras la Revolución de Octubre, que utilizó
danía con un patrimonio perteneciente a los la relectura de las obras como herramienta didác-
círculos cortesanos —y difícilmente sería capaz de tica (Groys: 1994) para mayor gloria del nuevo po-
adjudicarle un valor emblemático propio—, por- der soviético.
que, en buena medida, era la plasmación de los
gustos del “enemigo” derrotado y sometido al En todos estos procesos se produce y se perpetua,
nuevo orden. una paradoja: la que atañe al ciudadano, después
llamado visitante, público y, más recientemente
De todas formas, y por la vía de los hechos, el pa- aún, cliente (un consumidor, en otras palabras).
trimonio se socializó con el objetivo de promover Ese ciudadano, teórico propietario y beneficiario
el gozo estético e impulsar una pedagogía al servi- de los bienes socializados, se verá constreñido a
cio del nuevo régimen, bien enmascarando el con- desempeñar un papel pasivo, de mero observador
texto previo, bien legitimando a artistas y expertos —o comparsa—, en las mecánicas patrimoniales.

Museo de la Clandestinidad.
Santiago de Cuba.

36 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 35-42


EN TODOS LOS CASOS EL ESTADO SE RESERVA LA ÚLTIMA PALABRA SOBRE LOS BIENES PATRIMONIALES, INCLUSO CUANDO LA INICIATIVA
PRIVADA JUEGA UN PAPEL DETERMINANTE EN LA CONSERVACIÓN Y DIFUSIÓN DE DICHOS BIENES. EL ESTADO SE VALE DE INSTITUCIONES
DIFERENCIADAS PARA MANEJAR Y GESTIONAR EL PATRIMONIO, Y DICHAS INSTITUCIONES SE NUTREN DE TÉCNICOS ESPECIALIZADOS. A SU
VEZ, EL CIUDADANO, DELEGA EN ESOS MISMOS TÉCNICOS, BIEN DE MANERA DIRECTA, BIEN A TRAVÉS DE LAS POTESTADES ESTATALES,
TODO LO QUE CONCIERNE A LA CONSERVACIÓN Y DIFUSIÓN DE LOS BIENES PATRIMONIALES.

En principio, porque para la gestión de dichos sonido del fracaso curatorial y de la decepción de
bienes se supone necesaria una cualificación —al la audiencia. Una lejanía que se ha pretendido mi-
alcance de unas minorías—, por lo que al ciudada- tigar mediante diversas estrategias —programas
no solo le queda la posibilidad de disfrutar de lo didácticos, relaciones públicas, actividades de dis-
que ponen a su alcance —considerándolo un con- tinta índole—, pero que no acaban de producir re-
sumidor, no un sujeto social (Hernández y Ruiz, sultados convincentes, pues el andamiaje esencial
2008: 138)— los especialistas, los técnicos y, en de las relaciones entre unos y otros descansa so-
último caso, los políticos. Su derecho, como ciuda- bre estructuras de poder asimétricas. La lejanía
dano, se reduce casi siempre a mirar —o admi- produce, además, insensibilidad. Insensibilidad
rar— y su principal deber consistirá en respetar el patrimonial. Al no ser considerados como propios,
patrimonio. Y, al no tener capacidad ni potestad de los bienes patrimoniales siempre parecen respon-
intervenir de manera activa en las estrategias pa- sabilidad de otros —esos otros que pertenecen a
trimoniales, se refugia —no le queda otro reme- las estructuras estatales o científicas que tienen
dio— en las mecánicas de delegación, que son pa- potestad sobre su salvaguarda y uso—, y al no
recidas a las que funcionan en el mundo de la practicarse una pedagogía patrimonial rigurosa
política. que sensibilice sobre las potencialidades del patri-
monio —pensemos, por ejemplo, en cuántas ho-
Y esto se cumple tanto en regímenes democráticos ras se dedican a dicha materia en los currícula es-
como en sistemas autoritarios o dictatoriales. En colares, más allá de un recitado a memorizar sobre
todos los casos el Estado se reserva la última pa- hitos, autores y fechas—, el patrimonio se convier-
labra sobre los bienes patrimoniales, incluso te en un desconocido. Máxime en épocas como
cuando la iniciativa privada juega un papel deter- esta, proclives al consumo acrítico de novedades
minante en la conservación y difusión de dichos impactantes y efectistas en una vorágine marcada
bienes. El Estado se vale de instituciones diferen- por la inmediatez y el entretenimiento instantáneo
ciadas para manejar y gestionar el patrimonio, y (Huyssen: 1995) que, por comparación con otros
dichas instituciones se nutren de técnicos especia- reclamos más intensos, adjudica a museos y luga-
lizados. A su vez, el ciudadano, delega en esos res de patrimonio el sambenito de aburridos y ca-
mismos técnicos, bien de manera directa, bien a rentes de interés (ICOM, 1992).
través de las potestades estatales, todo lo que
concierne a la conservación y difusión de los bien- Y probablemente lo son, qué duda cabe. Claro
es patrimoniales. Es decir, y perdónese la repeti- que, dicho esto, podría argumentarse en contra ci-
ción, difícilmente se identificará el ciudadano con tando las espectaculares cifras de visitantes de al-
—o investirá de significado— a algo cuya idonei- gunos museos, con lo cual el desconocimiento o
dad, interés y trascendencia han sido decididos el aburrimiento citados quedarían en entredicho.
por otros según unos criterios la mayoría de las ve- Pero no podemos olvidar que esas cifras las exhi-
ces desconocidos, y que se pone a su alcance en ben solo determinados museos, aquellos que re-
función de otros criterios así mismo insondables: ciben una continua atención mediática y aquellos
criterios, en definitiva, utilizados para decidir qué cuya frecuentación no constituye sino una variable
es, por ejemplo, lo que adquiere un museo y, una más del consumo de masas —sobre todo en viaje
vez adquirido, qué es lo que se expone o lo que se turístico— revestido de una pátina de legitimación
guarda en un almacén —a veces para no salir ja- cultural —breve, aleatoria y superficial, las más de
más de esa mirífica oscuridad conservadora—. las veces—.

El resultado es la lejanía. Lejanía del ciudadano La estructura asimétrica en que se mueven las re-
respecto a los bienes patrimoniales. Y lejanía del laciones entre ciudadanos y patrimonio (Arrieta
patrimonio respecto a los ciudadanos, debida qui- Urtizberea, 2009) adopta una forma piramidal.
zá a lo que Ferguson (1996: 188) describía como el Una minoría (en la cúspide) decide y una mayoría

Investigación y experiencias I 37
(en la base) se debe conformar con lo que desde hace con ese patrimonio. Dónde se ubica. Cómo se
las instancias superiores se le ofrece. Y las estruc- utiliza. Cómo se regula. Cómo se exhibe —si se ha
turas piramidales casan mal con la democracia. Se decidido exhibirlo, que puede que no—. Quién tie-
dirá que se han hecho muchos esfuerzos para la ne acceso a él. Qué prohibiciones o restricciones
universalización del acceso al patrimonio, para su se aplican a quienes quieren acceder a su contem-
democratización. Es algo que no se puede negar. plación o estudio. Así, ese poder cumple —cuando
Quién iba a suponer hace unas décadas las inmen- lo cumple, que a veces gana la desidia o la deja-
sas posibilidades de las que hoy gozamos en for- dez, si no la ignorancia— con el imperativo ético
ma de museos y enclaves patrimoniales que, por de gestionar de manera cabal determinadas plas-
cierto, se han multiplicado de manera exponen- maciones objetuales e inmateriales de la memoria
cial, quizá demasiado exponencial. y, a cambio, intenta obtener réditos que justifi-
quen los desvelos. Fundamentalmente por dos
Pero democratización de la cultura no equivale a vías.
democracia cultural. Y en términos de democracia
cultural poco se ha avanzado desde la proclama- La primera es la de la imagen. Los poderes públi-
ción del ciudadano como protagonista, propietario cos utilizan el patrimonio, entre otras cosas, como
y destinatario último de las tareas de socialización carta de presentación y proyección de imagen, al
patrimonial. En lo alto de la pirámide se sitúa el mostrar sensibilidad y preocupación por el bienes-
núcleo del poder. Poder político que tutela y dele- tar de sus ciudadanos. Para ello, qué mejor que
ga en instancias especializadas la potestad, como los bienes patrimoniales —que dan brillo al entra-
se ha dicho antes, de sancionar qué es patrimonio mado institucional e ilustran sobre las peculiarida-
y qué atenciones necesita. Para decidir qué se des, avances y altura de miras de aquellos a los

En la fotografía de
arriba, museos de toda
clase y condición.
A la derecha, el Louvre
convertido en escenario
de consumo.

38 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 35-42


que representan y de sus antecesores—, unos empezó a tratar eso que hasta entonces había
bienes cuya conservación se considera pertinente, sido un gasto como una inversión, demostrando
necesaria y rara vez es puesta en duda. En teoría que los bienes patrimoniales —según cuáles, cla-
al menos, pues aunque por regla general se asume ro, y según con qué énfasis eran tratados— podían
esa responsabilidad, las labores relacionadas con ser susceptibles de generar beneficios contables,
el patrimonio durante mucho tiempo han sido con- lo cual produjo unas consecuencias paradójicas, al
sideradas como onerosoa —o muy onerosas—, margen del avance que supuso el nuevo punto de
como un foco de gasto inevitable pero nunca prio- vista para encarar estrategias de preservación pa-
ritario. Y es lógico que haya sido —y sea aún— así, trimonial. Paradójicas, pues la rentabilidad (o la
pues los beneficios obtenidos difícilmente podían hipotética promesa de rentabilidad) se ha conver-
ser cuantificados según las reglas contables al tido en una condición sine qua non para todo
uso. Al fin y al cabo había que contabilizarlos en proyecto cultural, premisa que evidentemente no
términos difusos, evanescente, como educación, puede ser asumida con carácter universal. Y tam-
nivel cultural o anclaje de la memoria. Hasta que bién porque, necesitada como estaba la economía
llegaron los tiburones de las finanzas. de especialistas para que todo fuera bien, un nue-
vo tipo de delegación se impuso en el mundo cul-
La segunda, la económica. Desde hacía tiempo se tural: en adelante, y junto a los especialistas en la
había hablado de la rentabilidad de la cultura correspondiente parcela del quehacer cultural, los
(Monreal y Torre, 1982; Myerscough, 1989), pero gestores económicos serían quienes integraran la
será en el último tramo del siglo pasado cuando, nueva casta de elegidos llamada a hacer viable —y
de la mano de las corrientes neoliberales, de mar- sostenible— la inversión que los poderes se veían
cado carácter economicista y tecnocrático, se constreñidos a realizar en el mundo patrimonial.

La cosa fue bien, al menos aparentemente y en de-


terminados centros o instituciones de postín,
mientras duró la época de prosperidad de años
atrás. Pero con el advenimiento de la crisis, las co-
sas ya no están tan claras, los proyectos no pare-
cen tan viables y las instituciones culturales son,
como siempre, las primeras en sufrir el zarpazo de
los ajustes presupuestarios. Si antes el ciudadano
delegaba en los técnicos las responsabilidades
patrimoniales, ahora se encuentra con que una
nueva delegación se había producido y no necesa-
riamente estaba dando los frutos esperados: la
depositada en los gestores financieros, auténticos
gurús de nuevo cuño para los que la cuantificación
numérica (de visitantes, de actividades, de apari-
ción en los media, de ingresos, de gastos, etc.)
constituye la única herramienta válida para gestio-
nar los bienes patrimoniales.

Ese nuevo enfoque propició la universalización de


una cantinela repetida una y otra vez pero solo de-
mostrada en contadas ocasiones: la que unía pa-
trimonio y turismo en una ecuación capaz de gene-
rar dinero y, consecuentemente, bienestar social.
Y todos los eslabones institucionales —estado,
provincias, ayuntamientos— se pusieron a la tarea
de inaugurar museos o enclaves patrimoniales,
presos de una fiebre incubada por el virus del ren-
dimiento económico. Las cosas no fueron, por su-
puesto, tan de color rosa como se proclamaba y
precisamente ahora, cuando la crisis arrecia, es
cuando más se notan. Y el camino para salir del
bache tampoco se presenta sencillo. Es evidente
que cualquier bien, incluidos los patrimoniales,

Investigación y experiencias I 39
SI LA RECETA DE NUESTROS GURÚS FINANCIEROS PASA EXCLUSIVAMENTE POR REDUCIR COSTES, DÉFICITS, ETC., DIFÍCILMENTE SE PODRÁ
EXIGIR RENTABILIDAD ECONÓMICA A MUSEOS O ENCLAVES PATRIMONIALES, A LOS CUALES NO LES QUEDARÁ OTRO REMEDIO QUE ADEL-
GAZAR SUS PROVISIONES, REDUCIR SUS ACTIVIDADES, DESPRENDERSE DE MANO DE OBRA Y ESPERAR QUE TRAS LA TORMENTA SALGA
EL SOL. O QUIZÁ SE PODRÍA ENFOCAR EL ASUNTO DESDE OTRO PUNTO DE VISTA, ATEMPERAR LAS EXPECTATIVAS DE UNA ECONOMÍA ES-
PECULATIVA, DEVOLVER EL PATRIMONIO —Y QUIEN DEBERÍA SER PROTAGONISTA DE TODO LO QUE SE HACE CON EL PATRIMONIO, ES DE-
CIR, EL CIUDADANO— AL LUGAR QUE LES CORRESPONDE Y RECUPERAR LO PERDIDO EN TAN LARGO VIAJE.

generarán beneficios en la medida en que se in- —ergo, autoritario— de la gestión del patrimonio?
vierta en ellos. Pues bien, si la receta de nuestros El segundo tiene que ver con la participación: ¿qué
gurús financieros pasa exclusivamente por reducir papel se otorga al pedagogo, al psicólogo, al públi-
costes, déficits, etc., difícilmente se podrá exigir co mismo, a la hora de planificar una exposición?
rentabilidad económica a museos o enclaves patri- (Screven, 1993). ¿Por qué los estudios de visitantes
moniales, a los cuales no les quedará otro remedio se hacen por regla general —cuando se hacen, que
que adelgazar sus provisiones, reducir sus activi- por estos pagos siguen siendo rarezas puntuales—
dades, desprenderse de mano de obra y esperar una vez montada, pongamos por caso, la exposi-
que tras la tormenta salga el sol. O quizá se podría ción y no antes y durante el proceso mismo de pla-
enfocar el asunto desde otro punto de vista, atem- nificación y montaje?
perar las expectativas de una economía especulati-
va, devolver el patrimonio —y quien debería ser Y si esos dos ejemplos, aplicables a cualquier mo-
protagonista de todo lo que se hace con el patrimo- delo museológico tradicional, no encuentran res-
nio, es decir, el ciudadano— al lugar que les corres- puesta adecuada, tampoco resulta baladí el reto
ponde y recuperar lo perdido en tan largo viaje. Em- social que una propuesta más radical —democra-
pezando por la interlocución, pues no podemos cia cultural y participación efectiva en la toma de
olvidar que museos y lugares patrimoniales debe- decisiones— generaría no solo en las instancias
rían ser lugares donde el ciudadano se interrogue especializadas o políticas del proceso sino en el
sobre los bienes que posee, y estos bienes, a su ciudadano mismo. Ese ciudadano acostumbrado a
vez, cuestionen —o deberían cuestionar— al ciuda- delegar y a contentarse con el papel de disfruta-
dano sobre su pasado, su presente y su futuro. dor/degustador del patrimonio. Ese ciudadano
que rara vez adjudica al patrimonio un significado
Ahora bien, esto en los tiempos que corren no deja de identificación personal, territorial y subsidiarie-
de ser un desiderátum, un empeño utópico, quizá dad, aunque espere —quizá porque se lo han re-
una entelequia. Cambiar mecánicas y modos de petido machaconamente— que resulte un motor
hacer que hunden su lógica en la noche de los de desarrollo a corto y largo plazo, por citar los
tiempos no es tarea fácil. Y no es que se propugne rasgos apuntados por Varine (2005: 12-13).
aquí la vuelta a prácticas asamblearias y autoges-
tionarias, ni que se proclame que cualquiera está La identificación personal, en todo caso, se limitará
capacitado para realizar tareas especializadas o a unos escasos bienes materiales y/o inmateriales
que las decisiones haya que tomarlas a mano alza- —aquellos que le sean más cercanos probablemen-
da. Las dificultades aparecen en los niveles más te— y considerará el resto como alejados o ajenos,
superficiales —o más inmediatos— de la propues- aunque se pongan a su alcance en museos o cen-
ta de cambio. tros patrimoniales. Otro tanto ocurrirá con la identi-
ficación territorial, máxime en un contexto en el que
Pongamos dos ejemplos. Uno tiene que ver con la se asocian de manera casi automática los concep-
percepción: ¿por qué en las prácticas de difusión tos de territorialidad y comunidad, sin que este últi-
patrimonial siguen primando los vectores raciona- mo sea fácil de definir y de acotar (Roigé i Ventura,
les sobre los emotivos, subjetivos y relacionales 2010: 296). Y más peliagudo aún será el asunto de
(Schouten, 1998), cuando sabemos que estos son la subsidiariedad, pues de todos es conocida la di-
absolutamente necesarios para lograr un efectiva ficultad para que la gente se involucre de manera
complicidad del público —o del visitante, ciudada- activa —al margen de recompensas económicas—
no o como quiera que lo denominemos— a la hora en tareas de voluntariado, y más de voluntariado
de articular su relación con el patrimonio? ¿O será patrimonial (Desvallées, 1985).
que esos vectores racionales —objetividad, cientifi-
cidad, etc.— no hacen sino enmascarar opciones po- No solo eso, pues las épocas de crisis son suscep-
líticas (Karp, 1991) y perpetuar el sistema piramidal tibles de agudizar contradicciones. Se podrá estar

40 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 35-42


de acuerdo en fomentar la sensibilidad patrimo- al uso, no harán sino agudizarse. Y entre todas Museo de Arte
nial y el voluntariado a fin de una mejor conserva- ellas, quizá una de las más evidentes es la que Contemporáneo. Macau.
ción y difusión de las materializaciones de la me- atañe al divorcio propiciado entre colectivos socia-
moria, pero en momentos así ¿no se corre el riesgo les —compuestos de ciudadanos— y patrimonio.
de coadyuvar a la destrucción de empleo y susti- Unos ciudadanos a los que se escamotea la capa-
tuir mano de obra por activistas altruistas? Un cidad de decisión en un panorama caracterizado
riesgo, por cierto, ya apuntado por Hubert (1985) por las bocas mudas, las voces silenciadas y la fal-
en un temprano artículo sobre ecomuseos, en el ta de escucha, por decirlo en palabras de Maceira
que advertía del riesgo de convertirse en institu- Ochoa (2008: 40). Y un patrimonio que en virtud
ciones de consenso que recurrían al voluntariado, de las mecánicas de delegación se convierte en
se encargaban de la animación sociocultural -lo algo ajeno (aunque se respete) o en un superficial
que era una ganga para el poder político- y servían reclamo de legitimidad y distinción (Bourdieu,
para tranquilizar las conciencias y como válvula de 1988).
escape al espíritu militante frustrado ante otras
fracasadas iniciativas. La democracia cultural y la participación no se im-
provisan, eso está claro. Para hacerlas viables y
Ahora bien, que esas dificultades existan no quie- efectivas habría que comenzar por practicar la in-
re decir que no se puedan superar. Y ya va siendo terlocución, algo que rara vez sucede en nuestros
hora de hacer las cosas de otra manera, pues el museos y enclaves patrimoniales. Habría que erra-
modelo imperante arrastra múltiples contradiccio- dicar prácticas discriminadoras que otorgan a
nes y disfunciones que, de no cambiar las mecánicas unos el papel de agentes activos y a otros el de

Investigación y experiencias I 41
beneficiarios pasivos. Y todos los agentes deberían el patrimonio. La octava, promover la pedagogía pa-
involucrarse de manera activa, claro, en al menos trimonial, de manera que todos nos sintamos co-
diez tareas, por poner un número redondo. La pri- partícipes de las tareas de conservación y difusión.
mera, conocer el patrimonio, pero también conocer La novena, hacer que la gestión del patrimonio be-
las necesidades y deseos de los colectivos huma- neficie realmente a los colectivos sociales y no solo
nos, de los ciudadanos, en relación a sus bienes pa- a sus órganos de representación/delegación. La dé-
trimoniales. La segunda, dotar de herramientas y cima, buscar modelos con voluntad de futuro y a
recursos de actuación en todos los niveles, y no de- salvo de las contingencias o de las ocurrencias dic-
jarlos solo en manos de los especialistas. La terce- tadas por quienes detentan el poder.
ra, huir de la sacralización acrítica del pasado —la
museomanía de la que hablaba Roux (1988)—. La Esta especie de decálogo podría ser aumentado y,
cuarta, insertar el patrimonio en el presente y vincu- desde luego, debería particularizarse para cada
larlo con sus retos y preocupaciones. La quinta, ha- una de las situaciones posibles. Pero, de todas
cer oídos sordos a los cantos de sirena del desarro- maneras, podría constituir la base para crear nue-
llismo a ultranza. La sexta, no dejarse seducir por vas mecánicas de actuación y romper con unas
promesas de flujos masivos e indiscriminados de inercias que quizá son operativas en la lógica de la
turistas, milagro que generalmente no se produce. delegación, pero que escamotean las verdaderas
La séptima, articular mecánicas que propicien algo posibilidades de democracia y participación inhe-
más que contactos esporádicos y epidérmicos con rentes al patrimonio.

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42 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 35-42


Sociomuseología y Globalización
PEDRO PEREIRA LEITE
Museólogo (Phd). Director de Casa Muss-amb-ike - Espacio de memorias

Pedro Pereira Leite


Museólogo (Phd). Director de
Todos sentimos que el mundo está cambiando de forma muy rápida. Nuestras instituciones dedi- Casa Muss-amb-ike - Espacio de
cadas a la memoria se enfrentan a importantes desafíos en un mundo globalizado. Este artículo memorias. Investigador del Centro
tiene como objetivo situar la problemática de la Sociomuseología frente a la globalización. de Estudios Sociales de la
Después de reflexionar sobre la evolución de la globalización y la Sociomuseología, vamos a pro- Universidad de Coimbra.
(pedropereiraleite@ces.uc.pt)
blematizar algunas de las cuestiones que emergen como desafíos en la Sociomuseología contem-
poránea y que han sido respondidas de diferentes maneras. Finalmente ilustraremos los proble-
mas abordados con tres ejemplos que consideramos significativos de una Sociomuseología en
tiempos de globalización.

Una mirada sobre la Sociomuseología una museología alternativa involucrada en los pro-
y la globalización cesos de globalización como un instrumento de
emancipación social.
La evolución de Sociomuseología es un proceso
que ha sido escrito por varios autores. Son conoci- La renovación del pensamiento y de la práctica
dos los documentos fundacionales y los protagonis- museológica se inició con las propuestas de dos
tas. En Europa y en el mundo norteamericano con la franceses, Georges Henri Rivière y André Desvallés
aparición de las utopías de mayo del 68 y en Suda- al abordar los objetos patrimoniales como un pro-
mérica con los procesos reivindicativos de emanci- ceso de diálogo. Este enfoque marcó el nuevo pa-
pación social que marcaron los contextos y crearon radigma diferenciando el fenómeno museológico
un nuevo paradigma de pensar y hacer la museolo- entre una nueva y una “vieja” museología. La So-
gía. Fueron tiempos de innumerables propuestas ciomuseología actual introduce un proceso de ac-
museológicas innovadoras, de muchas experiencias ción para todas las personas como sujetos de un
en diferentes tipos de organizaciones sociales. Unas diálogo con sus objetos patrimoniales.
con éxito, otras no tanto. En común, estuvieron mar-
cadas por el deseo de transformar el mundo para lo- Como proceso, este nuevo paradigma introduce
grar una mayor justicia social a través de patrimo- una dinámica de transformación. Donde antes
nio. Movilizar el patrimonio para la acción fue un existía la percepción de inmovilidad, se integra
principio común en estas propuestas. ahora el cambio como conciencia de una evolución
(el análisis de la tensión entre permanencia y la
Hoy en día es habitual hablar de globalización, al transformación) El diálogo, a su vez, introduce la
observar los procesos que tienen lugar en nuestra conciencia del objeto patrimonial como un fenó-
sociedad. La globalización, un término de elevada meno de comunicación (el análisis de la tensión
densidad semántica tiene como base una percep- entre la unidad y la totalidad). Esta toma de con-
ción: la capacidad que cada uno de nosotros tiene ciencia de una nueva cualidad, tanto de los suje-
de reconocer nuestra pertenencia a un conjunto tos como agentes transformadores como de los
común. La globalización es compartir una casa co- objetos patrimoniales como instrumentos de
mún (el planeta), compartir una familia común (la transformación, induce a la aparición de una plu-
humanidad) y tener conciencia de que los fenóme- ralidad de narrativas bien diferenciadas de las na-
nos que se producen son interdependientes. Y esa rraciones tradicionales, monólogos generalmente
percepción, que asume forma de conciencia de la enclaustrados en sus significados hegemónicos.
interdependencia entre los fenómenos sociales
que nos afectan a cada uno de nosotros como in- Por otro lado, por la vía de ese proceso de diálogo,
dividuos y a todos como colectivo, llega a cuestio- emerge también otra conciencia del museólogo
nar nuestras acciones. Este es un segundo rasgo como actor que organiza y genera procesos comu-
que caracteriza la Sociomuseología en la actuali- nicativos con la comunidad. Un agente de inter-
dad. La conciencia de la necesidad de construir vención social que propone caminos y que media
una alternativa de pensamiento y acción. Construir en entre los actores sociales. El sociomuseólogo,

Investigación y experiencias I 43
Formación práctica en al contrario del museólogo tradicional que organi- de los poderes sociales. Como lugares y como pro-
Tarrafal. za una narrativa fundada en un conocimiento he- cesos que se organizan en función de narrativas
gemónico (una verdad formulada como absoluta), sobre el patrimonio que resultan de procesos de
se asume ahora como un actor involucrado en las afirmación de espacios, organizaciones, procesos
acciones de la sociedad. y actores con su propia lógica de declaración so-
cial y la conciencia de las estrategias de afirma-
Este “espíritu de diálogo” contamina a todos ción de los poderes sociales por medio de narrati-
aquellos que se sienten en la necesidad de interro- vas patrimoniales va a permitir la aparición de la
gar el espacio social de nuestros museos y plantea voluntad de construir otros espacios y otras narra-
cuestiones tales como: qué es un museo y cuál es ciones alternativas, basadas en la emancipación
su rol en la sociedad1. Esta noción de lo social fun- social de las comunidades. A través de la con-
damenta la renovación del pensamiento y de la ac- ciencia de la función social de los museos y al in-
ción museológica y justifica la apuesta en el térmi- cluir el diálogo en los procesos museales, con el
no “socio” en fórmula Sociomuseología. objetivo de crear el “empoderamiento” de comu-
1Ver MOUTINHO, Mário (2007)
nidades y grupos, surgen nuevas narrativas mu-
Cadernos de sociomuseologia nº
28, Lisboa, Universidade
La conciencia de la función social de los museos seológicas, donde las memorias son movilizadas
Lusófona de Humanidades e permite interrogar a los museos como espacios para un ejercicio de libertad en la construcción
Tecnologias. donde se confrontan las estrategias de afirmación del presente.

44 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 43-54


conformado por diferentes actores sociales, en
diferentes espacios, con diferentes grados de ne-
cesidades, pero todos ellos reunidos en la cons-
trucción de un futuro común. La propuesta de la
Sociomuseología, es hoy una propuesta de acción
en un mundo globalizado.

La Sociomuseología o Altermuseología es hoy un


compromiso en la búsqueda de alternativas a un
modelo construido y basado en la explotación in-
tensiva de los recursos no renovables, que genera
profundas desigualdades en la distribución de la
riqueza entre los pueblos. Pero más que una uto-
pía, este compromiso propuesto por la Sociomu-
seología es ahora un reto para intentar vivir con
todos los demás.

La Sociomuseología es hoy en día una manera de


conectar a las comunidades con los ritmos de la
sociedad, haciéndolas participar en su construc-
ción. Por lo tanto, implica una multidimensionali-
dad de los espacios museológicos, que se asumen
como espacios de celebración de la memoria de
las comunidades. Como espacios de celebración
de la vida en su dimensión de experiencia social.

Problemas museológicos emergentes


con la globalización

Después de esta mirada global podemos pregun-


tarnos dónde están los resultados. Qué valores y
qué procesos se han aplicado en el marco de la So-
ciomuseología. Qué características y qué balance
podremos hacer de estos nuevos procesos. Cuáles
son los caminos para la Museología en la globali-
zación.

Este es un desafío difícil de resolver. Difícil porque


la Sociomuseología es sólo una propuesta de enfo-
Los procesos museológicos se convierten así en que del fenómeno museológico. Sus relatos se
narrativas creadas y decididas por los propios au- mantienen a la par con otras narrativas más tradi-
tores en procesos participativos y en ejercicios de cionales. Conviven con ellas en el espacio y tiempo.
la ciudadanía. La museología, en lugar de ser un Por otro lado, la Sociomuseología es una propues-
proceso directivo se convierte en un proceso parti- ta, organizada sobre todo alrededor de un movi-
cipativo. Mediante la inclusión de las comunida- miento - MINOM, Movimiento Internacional para
des y los procesos participativos, la museología una Nueva Museología2 y aplicada de diferentes
adapta su propuesta a los ritmos del mundo glo- maneras en diferentes lugares. Este movimiento re-
bal. La museología se asume así como un campo presenta la voluntad de pensar globalmente un fe-
de estudio de procesos en intensa transformación nómeno que ocurre, independientemente de esta
y como respuesta a los desafíos y problemas per- reflexión, en diferentes lugares y de diferentes ma-
manentes. neras en diferentes espacios, muchos de ellos inde-
pendientes de su reflexión teórica y que podemos
En resumen, dada la inquietud generada por la re- congregar en una conciencia de modernización.
flexión sobre la condición humana, la museología
se compromete con los procesos de emancipación En un mundo global la percepción de su totalidad
social, creando espacios de acción. Una acción que como herencia común también conduce a la cons-
2Ver www.minom-icom.net
se ejecuta en un mundo a diferentes velocidades, ciencia de sus diversidades. La globalización, que

Investigación y experiencias I 45
se asienta sobre fenómenos nacionales, está pro- En este contexto el surgimiento de narrativas cen-
duciendo erosión en algunos de sus factores de tradas en las comunidades del sur planetario, a
identidad (afirmación de marcadores de inclu- través de la inclusión de otros actores, produce in-
sión/exclusión). La conciencia de la diversidad teresantes desafíos a la museología que podría-
permite la apertura a la conciencia de que existen mos agrupar en un conjunto de tres problemas:
otros saberes, otros recuerdos y otras narraciones.
Que existen otros procesos y formas de vivir los re- Un primer desafío cuestiona la organización insti-
cuerdos. La conciencia del mundo de hoy es glo- tucional del museo. Como sabemos la organiza-
bal, en paralelo con la conciencia de un solo mun- ción del museo emerge en Europa Occidental en
do, la consciencia de un mundo de diversidad. un momento en que esta construye sus estados
Esta toma de conciencia de la diversidad, no lo es nacionales. Aunque a la historia de la museología
sólo de la diferencia entre espacios. También lo es le guste radicar su origen en la antigüedad clásica,
de la diferencia entre las personas dentro de un pasando por un renacimiento coleccionista y hu-
mismo territorio, de las diferencias entre nuestras manista, el museo, como organización surge como
sociedades. La Sociomuseología en la era de la una institución de poder dentro del estado-nación.
globalización enfatiza la disyunción cultural. Los La pregunta que nos podemos hacer entonces es
activos se configuran al mismo tiempo como el si esta institución, creada por el universo episte-
campo de la integración y la exclusión. mológico de la ciencia occidental es capaz de con-
ducir o incorporar otros procesos de gestión de la
memoria y del legado cultural en otros espacios.
La cultura occidental sustenta su poder a través de
la afirmación del proceso de conocimiento científi-
co. La exclusión de otros saberes y otras formas de
conocimiento es parte del proceso de hegemonía
practicado, a pesar de que, curiosamente, en la
ética del Occidente también se consagra el princi-
pio de la libertad de comunicación, la igualdad y la
solidaridad en la acción como miembros fundado-
res y reguladores de los movimientos sociales.

La cuestión es, aquí y ahora, si la institución del


museo tradicionalmente basada en la afirmación
de un legado de narrativa hegemónica en su con-
frontación con las aspiraciones de reconocimiento
y emancipación social de los sujetos individuales y
colectivos de las comunidades del sur es una ins-
titución adecuada y si lo es, cómo se integra como
una institución que proporciona el acceso al cono-
cimiento y a las formas específicas de gestión de
ese conocimiento en las comunidades del Sur y de
sus procesos de regulación social.

Hemos estado defendiendo que en las institucio-


nes y lugares de memoria, el espacio y el tiempo
Formación teórica en
son esenciales para la organización de los proce-
Sociomuseología en sos sociales de las comunidades. Son espacios re-
Assomada- Cabo verde, La Sociomuseología como una propuesta integra- ferenciales para la construcción de la acción, y por
noviembre 2011. dora de diálogo provoca numerosas propuestas. tanto, no se deben confundir con instituciones que
Un poco por todas partes, se publican nuevas for- emergen en contextos específicos de organización
mas de rescatar patrimonios olvidados. Con estas social. Del mismo modo que los hospitales y las
propuestas entran en campo nuevos protagonis- escuelas de la globalización ya no son apenas es-
tas. Para dar un ejemplo, los indígenas de América pacios que agotan los procesos de promoción de
son rescatados del olvido, los patrimonios y los la salud o del aprendizaje, los museos no agotan
saberes son valorados en diálogo y se recolocan los procesos museológicos y patrimoniales. Y en
las cuestiones de grupos de equidad sobre el pa- nuestra opinión, ha sido la aparición de otros en-
trimonio en las regiones con objetos saqueados tornos institucionales que contienen procesos mu-
durante los procesos de dominación colonial. seológicos, patrimoniales y mnemotécnicos, los

46 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 43-54


PERO EN EL MUNDO DE HOY, CON LA APARICIÓN DE NUEVOS DERECHOS DE TERCERA GENERACIÓN (ASÍ LLAMADOS) - LA IDENTIDAD, LOS
TERRITORIOS Y LAS POSESIONES DE LOS PUEBLOS SOMETIDOS A DOMINACIÓN COLONIAL PLANTEAN INTERROGANTES POR UN LADO, SO-
BRE LA POSESIÓN O EXHIBICIÓN DE TROFEOS (DE LA CONQUISTA O DOMINACIÓN), Y POR OTRO LADO, SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LAS
MERCANCÍAS EN DEPÓSITO, LO QUE, POR MUCHAS RAZONES, ACABA CONSTITUYENDO MOTIVOS PARA DISPUTAS POLÍTICAS. ESTE ES UNO
DE LOS EJEMPLOS EN QUE EL LEGADO SE TRANSFORMA EN UN INSTRUMENTO DE ACCIÓN EN EL PRESENTE.

que han provocado la renovación de las institucio- dominación en la historia. Por el hecho de ser tole-
nes más tradicionales. rantes con la exhibición de ejemplares que mues-
tran la evolución de la especie humana ¿podemos
Un segundo problema surge con la cuestión de la ser tolerantes con los restos de los seres humanos
propiedad de los bienes culturales que existen en que han sufrido la tortura y la humillación en los
nuestros museos. Cuando hablamos de la heren- procesos de conquista de territorios? ¿Nos gusta-
cia romana, árabe, africana, de los indios del Ama- ría a nosotros que expusieran así a nuestros ante-
zonas, de las comunidades indígenas, estamos ha- pasados? Sabiendo del expolio de determinados
blando de objetos simbólicos, de importancia objetos pertenecientes a nuestros antepasados
social, producidos en otros tiempos, en otros luga- ¿aceptaríamos su exhibición en un museo como
res, que utilizamos para la educación, el estudio, demostración de la superioridad en un conflicto,
la adquisición de la cultura, etc. Pero, ¿quién po- cuando la función de los museos es la de cultivar
see la propiedad de esos bienes? Egipto será el la paz y la armonía entre los hombres y las muje-
heredero actual de los imperios del Nilo? ¿Es Chi- res? Para estos casos, una lectura de la museolo-
na el heredero del Imperio Medio? Las ruinas ro- gía basada en los derechos humanos, puede ser,
manas se encuentran dispersas por toda Europa desde el punto de vista de la acción ética, un nue-
¿Pertenecen a Italia? ¿Serán las ciudades del Nue- vo y oportuno marco teórico.
vo Mundo propiedad de los descendientes de los
colonizadores españoles? Estas son preguntas Otro argumento se refiere a la autenticidad y la
que se vienen suscitando, unas veces con mayor singularidad de los objetos del museo. Por ejem-
insistencia y otras apenas insinuadas. Si con fre- plo, en África podemos referir las tallas de madera
cuencia entre los poderes fácticos no surgen du- de ciertos rituales y prácticas religiosas. Estos ob-
das, los problemas se viven de otro modo y se jetos son intermediarios, en determinadas circuns-
acentúan entre los movimientos sociales indepen- tancias, en la relación de la comunidad con sus an-
dentistas. Sabemos que los modelos para la ad- tepasados. Ahora bien, sabemos hoy que durante
quisición de las colecciones en los museos del pa- el proceso de colonización, los antropólogos bus-
sado, especialmente en los países del norte, se caban estos objetos "fetiches" para ilustrar sus
realizaban principalmente mediante la extorsión, colecciones. Los africanos aceptaban reproducir-
el robo y la negación de las identidades culturales los sin sacralizarlos. Es decir, ahora que sabemos
de los propietarios de estos objetos. Pero en el que estos objetos son copias. ¿Será que se mere-
mundo de hoy, con la aparición de nuevos dere- cen el derecho a figurar como auténticos y singu-
chos de tercera generación (así llamados) - la iden- lares en nuestros museos, consumiendo recursos
tidad, los territorios y las posesiones de los pue- actualmente escasos y caros (seguridad energéti-
blos sometidos a dominación colonial plantean ca, espacio, mano de obra, etc.)? Una vez más, la
interrogantes por un lado, sobre la posesión o ex- cuestión de los derechos humanos puede ser in-
hibición de trofeos (de la conquista o dominación), troducida como una referencia para la moviliza-
y por otro lado, sobre la autenticidad de las mer- ción de la participación comunitaria en la acción
cancías en depósito, lo que, por muchas razones, museal de resolución de este caso.
acaba constituyendo motivos para disputas políti-
cas. Este es uno de los ejemplos en que el legado Por último, un tercer problema deriva de la apari-
se transforma en un instrumento de acción en el ción de nuevos modelos organizativos y nuevas
presente. estrategias en los museos y sus espacios. La inter-
dependencia de los fenómenos en el mundo ha
Sin profundizar demasiado en estos temas, siem- puesto de manifiesto la importancia del diálogo
pre polémicos, analicemos un ejemplo con dos ar- intercultural como un componente inherente a la
gumentos: Un primero, relativo a la exposición de construcción de una cultura de paz basada en los
los restos humanos procedentes de las guerras de derechos humanos. El museo, como un espacio de

Investigación y experiencias I 47
Actividades en la Isla de
Mozambique.
TODAS LAS COMUNIDADES TIENEN SUS INSTITUCIONES DE MEMORIA. TODAS LAS COMUNIDADES TIENEN SUS ESTRUCTURAS DE GES-
TIÓN Y DE PRODUCCIÓN DE LA MEMORIA SOCIAL. Y ESTO PUEDE OCURRIR EN CUALQUIER PARTE Y TRAVÉS DE CUALQUIER MEDIO. EN INS-
TITUCIONES PREEXISTENTES O EN NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN. POR TANTO, ES ESENCIAL RECONOCER QUE EL MUSEO ES UN ES-
PACIO DONDE AL MISMO TIEMPO SE RESCATA Y SE RECONSTRUYE LA MEMORIA SOCIAL.

diálogo en la comunidad ha dado lugar a un nuevo de sus adaptaciones organizacionales permite así
papel del museo en la vida comunitaria. Pero la la universalización de los procesos en el museo.
aparición de la conciencia de la necesidad de un
espacio de diálogo entre las culturas dentro de las Todas las comunidades tienen sus instituciones de
organizaciones museológicas es en sí mismo un memoria. Todas las comunidades tienen sus es-
proceso de producción cultural. Se trata de un es- tructuras de gestión y de producción de la memo-
pacio de diálogo entre los miembros de la comuni- ria social. Y esto puede ocurrir en cualquier parte
dad, y de un diálogo entre la comunidad y otras co- y través de cualquier medio. En instituciones pree-
munidades. Este diálogo implica la revitalización xistentes o en nuevas formas de organización. Por
de las prácticas culturales y contribuye al enrique- tanto, es esencial reconocer que el museo es un
cimiento mutuo de organizaciones y personas. espacio donde al mismo tiempo se rescata y se re-
construye la memoria social. Todas las comunida-
A través de la representación del pasado, los pro- des disponen de espacios con dispositivos que
cesos museológicos se constituyen como expe- permiten el acceso al saber y que son la expresión
riencias del presente. Y viviendo el momento pre- del poder social. El control de la memoria social es
sente, el museo se vuelve global. A través del un instrumento de poder de las comunidades polí-
diálogo, las comunidades encuentran un espacio y ticas y su puesta en funcionamiento de forma libre
un tiempo para reconstruir hoy sus memorias y su es una condición de libertad. La propuesta de la
legado, pudiendo utilizarlos como instrumentos Sociomuseología es la creación de espacios y
de construcción del futuro. A través del diálogo las tiempos de libertad y de toma de conciencia para
comunidades se revitalizan y esa experiencia es la salvaguarda y producción de narraciones de la
un proceso de emancipación. En estos nuevos es- memoria social, como una expresión de narrativas
pacios, las comunidades descubren que los obje- realizada por los propios sujetos.
tos no sólo encarnan la materialidad, sino que
contienen significados. Mediante la exploración Algunas experiencias del mundo
de los significados de los objetos y en espacios
que permitan nuevas propuestas, se pueden im- ¿Qué está pasando en estos espacios museísticos
plementar acciones de representación dinámicas e tan nuevos? Naturalmente, es imposible reflexio-
innovadoras. nar sobre la gran cantidad de proyectos que se
producen en tantos lugares diferentes. Por lo tan-
En resumen, en el contexto de la globalización, los to la opción ha sido presentar sólo tres casos: Los
nuevos procesos museológicos están influencian- puntos de memoria en Brasil, el Museo de Soweto
do fuertemente las concepciones basadas en la en Sudáfrica y el Museo del Traje en São Brás.
herencia y la memoria. Una influencia que obliga a
adaptarse a los ritmos de los tiempos, de los espa- Los Puntos de Memoria en Brasil3 son una nueva
cios y de las comunidades, en toda su pluralidad. contribución importante a esta nueva museología,
Y esta circunstancia, que constituye el núcleo de la pues en ella se manifiesta la importancia de dar
propuesta de la Sociomuseología, ha sido des- voz a las comunidades que, por diversas razones,
arrollada por muchos y nuevos protagonistas. A se encuentran fuera de las narrativas tradicionales
través de la Sociomuseología, las memorias y los de la museología. Integrados en la Política Nacio-
legados enriquecen la diversidad de relatos sobre nal de Museos de Brasil y de la mano del poeta
el mundo y la condición humana. La Sociomuseo- museólogo Mario Chagas, representan la "volun-
logía representa hoy, esencialmente, una adapta- tad de la memoria" de una comunidad dada. El
ción de la museología como disciplina científica en punto de memoria, procura dar voz a la comuni-
un mundo transescalar. Su propuesta de configu- dad, a través del rescate de la memoria como un
ración organizativa es la de un museo imaginario instrumento de construcción de la ciudadanía. Pue- 3Ver www.museus.gov.br /
universal. La ampliación de la noción de museo y den realizarse en cualquier espacio y presentarse programa-punto-de memoria-

Investigación y experiencias I 49
Actividades en la Isla de con configuraciones diferentes, pero todos ellos a la comunidad internacional. Con el fin de este ré-
Mozambique - día de la tienen un objetivo común: dar motivación a la co- gimen en 1994, llegó la construcción de la demo-
abolición de la esclavitud 18
de junio.
munidad para trabajar la "condición humana" a cracia basada en la reconciliación de la nación
través de la memoria (Arendt, 2001). sudafricana y en una política guiada de la mano
del primer presidente negro Nelson Mandela. Una
El Museo de la Ciudad de Soweto en Johannesbur- de las áreas de Soweto, en uno de los barrios don-
go, Sudáfrica4, es un ejemplo que encaja en el mo- de las tensiones raciales habían sido particular-
vimiento de los Museos de Conciencia5. Los mu- mente evidentes, había sido sometida a un proce-
seos de Conciencia son ahora una red mundial de so de desposesión de la población negra, para
museos, lugares de memoria o de acción que tie- construir viviendas para las comunidades blancas.
nen como objetivo recordar la lucha de los movi- El proceso se invierte ahora. La pregunta que se
mientos sociales del pasado y sus herencias en el plantea es qué hacer de la estructura urbana anti-
presente. Soweto es interesante, pues puede gua, con sus puntos de referencia donde la memo-
constituir un caso de estudio para la nueva muse- ria había desaparecido. Las herramientas de la
4Ver www.soweto.co.za ología, ya que aborda el tema de la reconstrucción memoria en este caso fueron una importante con-
5Existe una Red Mundial de Sitios de la cohesión social después de situaciones de tribución a la reconstrucción del tejido social de
de Consciencia donde varias intenso conflicto social, que produjeron tiempos hoy en día y este es un lugar de memoria donde la
organizaciones tienen como de ruptura profunda y seria en la formación social. lucha por los derechos humanos está presente y
misión rescatar la consciencia
del ser humano como tal.
constituye la base de museo.
Para más detalles: Todos conocemos el fenómeno del apartheid y sus
www.sitesofconscience.org políticas de segregación racial y la lucha que du- El tercer ejemplo es el caso del Museo del Traje de
6Ver (Www.museu-sbras.com)
rante décadas mantuvo en preocupante actividad São Brás6. El Museo del Traje es un pequeño museo

50 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 43-54


EL TRABAJO DE LA MEMORIA COMO HERRAMIENTA IMPLICA SU UTILIZACIÓN PARA RECORDAR Y SU MOVILIZACIÓN COMO UN MEDIO DE
CONSTRUCCIÓN DE LA ACCIÓN. ESTE EJEMPLO MUESTRA CÓMO A PARTIR DE UNA COMUNIDAD LOCAL Y SOBRE LA BASE DE LOS RECUR-
SOS LOCALES, PODEMOS CONSTRUIR UN MUSEO DE ACCIÓN.

de iniciativa local, creado en 1994 en el Algarve, del surgimiento de la Sociomuseología como ex-
una de las regiones turísticas más importantes presión actual de esos nuevos paradigmas.
de Portugal. Todos sabemos de los fuertes im-
pactos sobre el paisaje y las comunidades provo- Hemos presentado tres tipos de problemas que
cados por la aparición de espacios de turismo de afectan a los procesos del museo y donde, a través
masas. São Brás, aunque integra esta región tu- de la Sociomuseología y la ética de los Derechos
rística, está fuera de la zona de playas. Es una Humanos, la museología se enfrenta hoy a tensio-
zona influenciada por una importante dinámica nes que afectan a esos esfuerzos procesuales:
territorial, que ha implicado un profundo cambio problemas en la configuración de la oferta de dise-
social en su formación pero sin las oportunida- ño organizacional de las instituciones de la memo-
des de los altos alquileres que el turismo ha pro- ria, en el tipo y propiedad de los objetos del patri-
ducido en los últimos treinta años. También es un monio y en las estrategias de los movimientos
interesante caso de estudio porque este es un sociales.
espacio de tensión entre la tradición y la moder-
nidad. Finalmente hemos dado tres ejemplos de museos
que hemos considerado significativos de estos
Lo que hace este ejemplo relevante para la nueva problemas. Sin duda se podrían haber incluido
museología es la capacidad de esta institución otros ejemplos, tal vez más importantes para una
para combinar la excelencia de la museología tra- experiencia tan variada como la de la nueva mu-
dicional (museo y la colección ) con un enfoque seología: En China, India, Australia, México, Cana-
innovador en la función social del museo, me- dá o Europa, para nombrar a los países en los que
diante la gestión activa de las actividades de su la dinámica museológica es más intensa, no falta-
"Grupo de Amigos ", que lleva un interesante rán ejemplos.
programa de intervención social. Un ejemplo de
entre las diversas iniciativas de este grupo, es Pero lo que nos interesa principalmente acentuar
“Las tardes de Recuerdos”, donde miembros de en estos tres ejemplos es que todos ellos parten
la comunidad se reúnen para compartir sus me- de la incorporación de la comunidad en la cons-
morias de vida. De esta manera, el museo no sólo trucción del proceso museológico, todos tienen
lleva a cabo un rescate importante de las memo- una idea de territorio como espacio de acción del
rias locales, sino que esta práctica se constituye museo y todos utilizan una gran diversidad de ob-
como un ejemplo de los procesos de construc- jetos patrimoniales, desde la memoria a los obje-
ción de voluntades e identidades. (Leite, 2012). tos de museo.

El trabajo de la memoria como herramienta impli- A través de estos ejemplos, podemos concluir que
ca su utilización para recordar y su movilización cuando nos fijamos en lo que ha sucedido en la
como un medio de construcción de la acción. Este museología con la aparición de un nuevo paradig-
ejemplo muestra cómo a partir de una comunidad ma epistemológico7, encontramos que sus pro-
local y sobre la base de los recursos locales, pode- puestas partieron, en un primer momento, de su
mos construir un museo de acción. apropiación por parte de los movimientos sociales
de las sociedades europeas y, más tarde, por ser
7Epistemología del Sur es una
Mirando hacia el futuro de la Sociomuseología objeto de apropiación por las comunidades del
propuesta de enfoque de las
Sur como instrumentos de emancipación social y ciencias sociales hecha por
Nuestra propuesta de estudiar las nuevas formas en un contexto de cultura de paz y de derechos hu- Boaventura Sousa Santos (2009)
de hacer la museología que surgieron en los últi- manos. Eso representa hoy una gran vitalidad en que trata de constituir una nueva
ecología del conocimiento, a
mos cincuenta años, a partir de la necesidad de in- la generación de procesos museológicos en el Sur, través de cuestionamiento
corporar la acción al servicio de la comunidad y de donde la comunidad museística ha llegado a rea- constante de las respuestas
los territorios, nos ha llevado a una breve descripción lizar museos perfectamente adecuados para la incompletas.

Investigación y experiencias I 51
52 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 43-54
Actividades Museológicas
Sudáfrica 2010.

Investigación y experiencias I 53
reconstrucción de sus memorias y como instru- La nueva dinámica también ha inducido cambios
mentos de desarrollo en sus territorios. en los perfiles ocupacionales de los expertos del
museo. A los papeles tradicionales de los museó-
Esta propuesta, para trabajar una museología de logos, como conservadores de colecciones, como
las epistemologías del Sur ha abierto nuevas gestores de patrimonio, se han agregado hoy
problemáticas y revelado nuevos procesos mu- nuevos desafíos. Un museólogo puede actuar
seológicos centrados en las cuestiones de la ciu- como mediador de una museología de lo impre-
dadanía, los derechos humanos, la gestión de visto o de una museología donde la construcción
conflictos, el cambio climático y el desarrollo sos- de los objetos se hace al mismo tiempo en que es
tenible sobre la base de una economía solidaria. consumida.

Bibliografía
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SANTOS, Boaventura de Sousa (2009). Epistemologias d Sul, Coimbra, Almedina.

54 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 43-54


MUSEOS

Ecomuseos y Ecomuseología en España


ÓSCAR NAVAJAS CORRAL
Profesor de la Universidad Antonio de Nebrija

Óscar Navajas Corral


Licenciado en Humanidades por la
La Nueva Museología fue la culminación de una serie de circunstancias políticas, sociales y cul- Universidad de Alcalá de Henares
turales que se fueron fraguando a nivel internacional desde finales del siglo XIX hasta el inicio de de Madrid. Diploma de Estudios
los años ochenta que cambiaron la forma de entender el patrimonio y de concebir el espacio mu- Avanzados en Historia del Arte por
seal y la museología. El ecomuseo fue una de las experiencias que sirvió para dar fe, teórico y la UNED, y doctorando en
Ecomuseología por la Universidad
práctica, de esta realidad que acabaría constituyéndose en una organización internacional para la de Alcalá de Henares.
Nueva Museología, el MINOM. Profesor-Coordinador académico
Pero la forma en la que los distintos países se adhirieron a esta corriente museológica fue dispar del Grado en Turismo de la
Universidad Antonio de Nebrija.
marcada, fundamentalmente, por las circunstancias internas de cada territorio. El presente texto
Miembro de la Asociación para la
intenta realizar una breve aproximación a la evolución de un pensamiento museológico en la his- Interpretación del Patrimonio
toria de los museos y la museología española que pudiese desembocar en una Nueva Museolo- (AIP), del Consejo Internacional de
gía en España; y, al mismo tiempo, trazar un panorama actual de los ecomuseos existentes. Museos (ICOM) y del Movimiento
Internacional para la Nueva
Museología (MINOM-ICOM).
Presidente de la Asociación
Palabras clave Espacios para la Memoria (EPM)
Nueva Museología, ecomuseos, desarrollo comunitario, acción social. para la gestión y la Interpretación
del Patrimonio de la Guerra Civil.

1. Introducción (…) Un espejo donde la población se contempla


para reconocerse, donde busca la explicación del
Desde la reunión de la UNESCO en Santiago de territorio en el que está enraizada y en el que se
Chile en 1972 se podría hablar del nacimiento “ofi- sucedieron todos los pueblos que la precedie-
cial” del cambio en los museos y en la museología ron, en la continuidad y la discontinuidad de las
hacia el museo integral y la(s) nueva(s) museolo- generaciones. Un espejo que la población ofrece
gía(s); y desde la reunión del Consejo Internacio- a sus huéspedes, por hacerse entender mejor, en
nal de Museos (ICOM) de Grenoble de 1971, y de la el respeto de su trabajo, de sus comportamien-
experiencia comunitaria de la región francesa de tos y de su intimidad.
Creusot-Montceau Les Mines, de la consagración (…) Una expresión del hombre y de la naturaleza
de un nuevo museo: el ecomuseo. (…) Una expresión del tiempo
(…) Una interpretación del espacio
El concepto de ecomuseo nació de la rapidez men- (…) Un laboratorio, en cuanto contribuye al estudio
tal de uno de los museólogos más influyentes de (…) Una escuela, en la media en la que asocia
la segunda mitad del siglo XX: Hugues de Varine- esta población a sus actividades de estudio y de
Bhoan, quien en 1971 inventaba la palabra ecomu- protección, donde le incita a tomar mayor con-
seo: ce serait absurde d'abandonner le mot, il veut ciencia de los problemas que plantea su propio
mieux changer son image de marque… mais on futuro.2
peut essayer de créer un nouveau mot à partir du
musée… Et j'essayai diverses combinaisons de El ecomuseo se planteaba como un modelo de mu-
syllabes à partir des deus mots: écologie et mu- seo atemporal, como un museo abierto a la parti-
sée. Au deuxième o troisième essai, je prononçai cipación y al desarrollo de las comunidades. El
écomusée.1 ecomuseo era una estructura nueva, experimental
que empezó a desarrollarse en los recién estrena-
Pero al que se considera auténtico padre teórico dos parques regionales naturales franceses de fi-
de la definición de ecomuseo es a Georges Henry nales de los años sesenta. Los vectores espacio y 1Varine-Bohan, 1978. En
Rivière. Rivière definía el ecomuseo como: tiempo y la concepción espacial desde la perspec- Desvallées, 1992: 448-449.
tiva patrimonial —antropológica— y geográfica 2Revista Museum, nº 148. Vol
(..) un instrumento que el poder y la población sería la clave para comprender los límites a los que XXXVII, nº 4, 1985: 182-183.
3Davis, 1999: 68.
conciben, fabrican y explotan conjuntamente. llegaría esta tipología museológica3.

Museos I 55
LA HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LOS MUSEOS Y DE LA MUSEOLOGÍA EN ESPAÑA ES UNA CONSECUENCIA DEL INICIO DEL COLECCIONISMO
EN LA EDAD MEDIA (HERNÁNDEZ, 2001: 35) CARACTERIZADO PRINCIPALMENTE POR LA ACUMULACIÓN DE RELIQUIAS EN LOS EDIFICIOS
ECLESIÁSTICOS, Y DE BIENES PATRIMONIALES CON UN ALTO VALOR SIMBÓLICO EN LAS PROPIEDADES DE LAS CLASES PUDIENTES EN UN
PRIMER MOMENTO; Y EN UN SEGUNDO MOMENTOS DE LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS DEL CAMBIO DEL SIGLO XVIII AL XIX.

El museólogo canadiense Pierre Mayrand definía que desemboque en la Nueva Museología de los
los ecomuseos como une organisation à vocation años ochenta es una tarea compleja, dada la aleato-
socioculturelle, utilisant l'histoire et l'exposition, ria variedad de circunstancias y hechos que cons-
l'éducation populaire, comme les outils privilégiés truyeron lo que finalmente se calificó como Nueva
d'un projet de connaissance de soi, de développe- Museología y el MINOM. Identificar una evolución
ment harmonisé et d'ouverture sur le monde. Il semejante de la Nueva Museología o de aquellos
peut être un instrument de luttes des groupes dé- jeunes muséologues de la génération contestatai-
favorisés, de revendication de l'environnement re5, en el panorama museístico español es, quizá,
durable4. Ampliaba la noción del ecomuseo como aún más complejo; tanto por la falta de fuentes6
una forma de concienciación social y cultural auto- como por la propia historia contemporánea de Es-
gestionaria. Así, territorio, entorno, patrimonio natu- paña. En estas líneas intentaremos trazar una visión
ral y cultural, identidad local y/o cultural, o en tér- más allá de la historia del coleccionismo especiali-
minos riverianos: espacio y tiempo, diálogo y zado y del museo público romántico para detener-
participación; parecen las premisas ineludibles para nos del humanismo renacentista dirigiéndonos a un
etiquetar y conceptualizar un ecomuseo como tal. pensamiento más social de la actividad museal.

De este modo los ecomuseos se convirtieron en La historia y evolución de los museos y de la mu-
uno de pilares y de los caballos de batalla en los seología en España es una consecuencia del inicio
que sustentará la Nueva Museología en la década del coleccionismo en la Edad Media (Hernández,
de los ochenta. La Nueva Museología como movi- 2001: 35) caracterizado principalmente por la acu-
miento se instituirá en 1985 en el Movimiento In- mulación de reliquias en los edificios eclesiásti-
ternacional para la Nueva Museología (MINOM) di- cos, y de bienes patrimoniales con un alto valor
ferenciándose de las corrientes museológicas que simbólico en las propiedades de las clases pudien-
surgieron de la crisis del museo tradicional en las tes en un primer momento; y en un segundo mo-
décadas anteriores, estableciendo sus fronteras mentos de los movimientos revolucionarios del
entre la Museología Social, la Sociomuseología, la cambio del siglo XVIII al XIX.
Ecomuseología o la Altermuseología. Esta Nueva
Museología se fue expandiendo por todos los paí- El humanismo renacentista traerá consigo aires re-
ses del mundo, bien por el hecho de aceptar sus novados a ese coleccionismo incipiente y a la nue-
presupuestos metodológicos dentro de la discipli- va labor que asume el mecenas de los estamentos
na museológica general y como Movimiento que privilegiados que a escala local y nacional acapa-
agrupa a una serie de profesionales con idénticas ran gran parte de los bienes patrimoniales. Pero el
inquietudes; o bien por el hecho de asimilar sus Renacimiento también traerá el embrión de los fu-
4Mayrand, 2004: 45-46.
postulados para complementar el desarrollo teóri- turos museos etnológicos con los objetos recién
5OLCINA, P (1984). Écomusées co y práctico del patrimonio, los museos o la co- llegados de las “nuevas” tierras que pasarán a en-
1971-1984. Bilan. En Actas de la municación y gestión de la cultura y/o las indus- grosar gabinetes de maravillas privados testimo-
Memoria del Seminario de trias culturales dentro de las corrientes más niando la realidad de un mundo que hasta ese mo-
Oaxtepec: Ecomuseos Territoiro - tradicionales. mento se conocía de forma indirecta (Bolaños,
Patrimonio - Comunidad. Moleros
(méxico, 1984: 52-62). 2008: 46-47).
6Son numerosos los autores que
a lo largo de la historia han 2. ¿Dónde quedó la Nueva Museología en España? El coleccionismo y la construcción de los que po-
tratado las carencias de un
estudio riguroso de la institución
drían ser los futuros museos están supeditados a
museal y prioritariamente en Que haya poco, pero lo poco que valga y sirva un afán individualista y europeizante, en muchos
materia museológica social: (Manuel Bartolomé Cossío) casos marcados por las tendencias espirituales
Aurora León (1978), Luis Alonso
Fernández (1988), María Bolaños
y/o intelectuales de cada periodo. No podemos pa-
(2008), entre otros son algunos Construir una evolución histórica de un pensa- sar la oportunidad de ver en este coleccionismo par-
ejemplos. miento ligado a la función del social del museo ticular que dará pie al museo-almacén un interés

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más allá de la obra de arte. Las inquietudes de mu- Será durante los periodos liberales (1836-1868)
chos de estos coleccionistas se encontraban muy cuando el ideario romántico tenga visibilidad en
ligadas al conocimiento de su propio territorio y a materia museológica. En 1835 se crean el decreto
la memoria histórica del mismo, una mezcla que y las órdenes que suprimían los monasterios y
en la contemporaneidad actual se traduciría en conventos iniciándose el proceso de desamortiza-
una simbiosis posmoderna de espíritu geográfico ción. Las desamortizaciones proporcionaron, a la
y antropológico. larga, una cantidad inmensa de bienes incautados
que demandaban una serie de necesidades como
Nieckel (1727) trajo el orden museográfico al siglo el almacenaje, la catalogación, la conservación y la
de las Luces que en España se hizo eco en las Aca- visibilidad. El resultado de la catalogación que
demias, y en el proyecto ilustrado de mayor en- realizó la Junta Científica y Artística desde su crea-
vergadura planificación por el monarca Carlos III ción en 1937 llevó a la colocación de estos bienes
para la ciudad de Madrid7 con el propósito de incautados en edificios público que sirviesen al
acercar el conocimiento a la sociedad. Se proyec- mismo tiempo como biblioteca y como museo. Cá-
tó el Madrid de las ciencias con la instalación de diz, Córdoba, Granada, Sevilla, Valencia, Valladolid
un gabinete de Ciencias Naturales en el nuevo o Zaragoza serán algunas de las ciudades donde
edificio encargado a Juan de Villanueva y que será nacerán los primeros Museos Provinciales de Be-
la sede del futuro Museo del Prado, el Real Jardín llas Artes. De estas mismas desamortizaciones na-
Botánico, el observatorio astronómico, sin des- cerá el que es considerado el primer Museo Nacio-
contar también el proyecto de un Hospital San nal de España, el Museo de la Trinidad de Madrid.
Carlos en las inmediaciones del barrio de Lava- Un proyecto que comenzó a fraguarse a partir de la
piés; a los que le seguirán la fundación del Museo Real Orden de 31 de diciembre de 1837 para evitar
Naval en 1792, el Museo de Artillería e Ingenieros los expolios de las ciudades vecinas a la capital y
en 1803 y el Museo Geominero que no abrirá sus que vería abiertas sus puertas al público en 1942
puertas hasta bien entrado en siglo XIX. Esta idea formando, además, el primer eje cultural de la ca-
corresponde a la planificación de un Madrid Ilus- pital, Prado-Trinidad.
trado, acorde con los tiempos, de la vieja Europa,
y que salía del abigarrado barroco que los Aus- Las desamortizaciones sacaron a la luz la riqueza
trias habían legado al centro de la capital. Lugares patrimonial oculta en el territorio nacional y, al mis-
para la enseñanza, la investigación y el deleite. mo tiempo, las deficiencias en cuanto a la protec-
Una forma intuitiva e ignota de plantear un tem- ción, conservación y conocimiento del mismo. En
plo para el saber, similar, conceptualmente, a un 1844 se crean las Comisiones de Monumentos Histó-
templo para las musas, el Museion. Al fin y al cabo ricos y Artísticos, un organismo más ambicioso que
un espacio de conservación, educación y discu- la Junta Científica y Artística, y que se encargaría de
sión aunque en este caso dirigido casi en exclusi- regular y tutelar esta riqueza. Muchos de los mu-
vidad a las ciencias de la naturaleza. Podemos seos arqueológicos de nuestra geografía se beneficia-
apreciar una forma de entender el territorio como ron del trabajo de las Comisiones locales que reco-
un espacio de participación para la vida social, pilaron y distribuyeron bienes en estas instituciones
siempre dentro de la democratización de la cultu- incipientes para su custodia, fomentando la etapa
ra —o de la ciencia en este caso— y no de la de- museológica enfocada, eso sí, en la conservación y
mocracia cultural, que no podemos obviar pues almacenaje, pero que ampliaba su función de reunir
en la museología contemporánea el territorio, objetos pictóricos y escultores de arte sacro a obje-
fuera de los márgenes de los muros del museo, es tos arqueológicos y prehistóricos, numismática, ar-
una de las variables que marcará la historia de tes decorativas y elementos arquitectónicos (Her-
esta institución. nández, 2001: 47). A esta nueva iniciativa se suma la
creación en 1867 del Cuerpo de Archiveros, Bibliote-
El museo como entidad pública, y no como deseo carios y Anticuarios que serán los profesionales en-
personal de un individuo con poderes absolutos, cargados oficialmente de gestionar y custodiar tanto
nació con la Revolución Francesa. España tuvo una colecciones como museos. La adscripción de los
primera tentativa de museo público con José Bo- bienes museales a este cuerpo oficial de profesiona-
naparte en el Palacio de Buenavista. Pero el pro- les revela el sentido conservacionista que se le im-
yecto de crear un museo a disposición de la pobla- prime a los museos y su contenido.
ción tuvo que esperar a la apertura en 1819 del
Museo Real de Pinturas el edificio de Villanueva en La creación del Museo de Antigüedades de Madrid
el Prado. Quedaba por tanto la puerta abierta del a raíz del real decreto de 20 de marzo de 1867, que
siglo de la museología a una etapa convulsa y de posteriormente se convertirá en el Museo Arqueo-
7Bolaños, 2008: 136
cambios políticos y sociales. lógico Nacional de Madrid, es el paso que hacia

Museos I 57
LA FINALIDAD PRINCIPAL DE LOS PRIMEROS MUSEOS ANTROPOLÓGICOS ESPAÑOLES ESTARÁ ORIENTADA EN UN PRIMER MOMENTO A LAS
CULTURAS FORÁNEAS, EL EXOTISMO INDÍGENA QUE EN NUESTRO CASO, COMO EN LA MAYOR PARTE DE LOS PAÍSES EUROPEOS, SE SACIA-
RÁ EN LAS COLONIAS COMO FUENTE DE RECURSOS DIRECTOS. EL INTERÉS POR EL SABER POPULAR, EL FOLCLORE, NACIONAL TENDRÁ QUE
ESPERAR A LOS INICIOS DEL SIGLO XX.

falta en la concepción museal para sobrepasar la beben del surgimiento de la etnografía local finise-
barrera del Museo de Bellas Artes —que no la for- cular y del rescate del saber popular (Bolaños,
ma de tratar el objeto que continuaría primando el 2008: 258-264) que fue una de las señas de iden-
valor estético en su disposición museográfica—, y tidad en nuestro país de una generación de litera-
que puede considerarse uno de los primeros pasos tos y pensadores como la del noventa y ocho, y de
hacia los museos que pretendan relacionar lo patri- una serie de artistas que se refugiaron en el regio-
monial con lo social el que inicia esta investigación nalismo para paliar las necesidades de la nefasta
sobre lo que podemos denominar el estudio de la política internacional que llevó España en las últi-
identidad de la herencia que alberga el territorio pe- mas décadas del siglo XIX. Unido a la conciencia
ninsular dentro del centralismo en esta sede madri- nacional que se adueñaba de los países europeos
leña pero que pretendía tener sedes con la historia tras los recientes movimientos revolucionarios ro-
local en todas las provincias8. La investigación so- mánticos, y ligado a la nueva “redistribución” de
bre los pueblos de una nación joven y de grandes los bienes desamortizados, se vio en España un
diferencias étnicas hacia de este museo como for- auge de la etnografía local que acompaña en gran
ma de afianzar una identidad común. medida a las corrientes etnográficas focalizadas
en la idea del terruño que circulaban por el viejo
8El artículo 2 de este Real Decreto En 1866 se suma otra experiencia, El Palacio de continente y que a finales del siglo XIX tendrán sus
afirma que se considerarán Museo y Bibliotecas, que impulsaba la idea del claros hitos tangibles en los museos al aire libre
objetos arqueológicos para los universalismo heredada de la ilustración y retoma- escandinavos10.
fines de este Decreto todos los
pertenecientes a la antigüedad, ba, a su vez, la idea utópica Alejandría donde se
a los tiempos medios y la fusionan palabras y cosas —pensamientos y obje- La finalidad principal de los primeros museos an-
Renacimiento (Hernández, 2001: tos—, un todo para lo tangible y lo legible9. Un tropológicos españoles estará orientada en un pri-
48). Una visión aún pobre de la
realidad patrimonial de un nuevo edificio para las musas que pretendía aglu- mer momento a las culturas foráneas, el exotismo
territorio pero una forma de tinar en una misma sede el Museo de Arte Moder- indígena que en nuestro caso, como en la mayor
asentar una institución encargada no, el Museo Arqueológico, la Biblioteca heredada parte de los países europeos, se saciará en las co-
de velar por la custodia y la
identidad de una comunidad. de Felipe V y fundamentalmente de Carlos III, el lonias como fuente de recursos directos. El interés
9Bolaños, 2008: 251 Ministerio de Fomento y el Archivo Histórico. A por el saber popular, el folclore, nacional tendrá
10Los fervores localistas, este vecino del Prado y del Museo de la Trinidad que esperar a los inicios del siglo XX. El fervor et-
inspirados por el descubrimiento construido en Recoletos le siguió una red de mu- nográfico y antropológico tuvo también su reper-
de la originalidad del terruño,
alcanzarán no solo a los museos
seos provinciales de antigüedades que se forma cusión a nivel local. Eruditos y mecenas locales se
de historia sino a las restantes con los objetos incautados por las Comisiones de dedicaron a estudiar la idiosincrasia de poblacio-
especialidades museológicas, sin Monumentos. En 1875 se funda el museo de Antro- nes y territorios alejados de las grandes urbes y de
excluir ni siquiera a la naturaleza,
que también se «nacionalizará», pología de Madrid. Bien por su pasado colonial o los museos nacionales. La colección del archidu-
como lo prueba el mandato legal por la iniciativa de personajes ilustres como Velas- que Luis Salvador de Hamburgo-Lorena en Mallorca
de 1849 que obliga al Museo de co, se empezaba a coleccionar e investigar sobre es otro de los ejemplos de estas iniciativas. El pro-
Historia Natural de Madrid a crear
una colección específica de el desarrollo humano más allá de la herencia pura- pio Archiduque publicó un estudio de la población
plantas, fósiles y minerales que mente material de los yacimientos Arqueológicos. mallorquín en nueve volúmenes. La Institución Li-
producen las tierras patrias, Se iniciaba, con esto, una escala de intereses. Del bre de Enseñanza bajo la dirección de Joaquín Cos-
quebrando así el universalismo
enciclopédico que había reinado interés por lo artístico se suma el interés por lo an- ta dirigirá numerosos museos monográficos de et-
en la ciencia natural e tiguo y, a éste, le siguió el interés por lo humano. nografía local desde 1881. En el mismo año en el
introduciendo esta dimensión
La etnografía, la etnología y la antropología se que empieza la labor museística de la Institución
transversal de las raíces
solariegas (Bolaños, 2008: 244). afianzaban como disciplinas para el estudio de la Libre de Enseñanza, Antonio Machado y Álvarez,
11Antonio Machado y Álvarez evolución humana. padre del poeta, será uno de los principales impul-
fundará la Sociedad de Folclore sores del interés por las bases tradicionales espa-
Español con el cometido de
recolectar y estudiar materiales
No debemos olvidar que la Nueva Museología es- ñolas y su expresión en la literatura popular. El fol-
literarios, romances y tará íntimamente ligada a las disciplinas antropo- clore comprende no todo lo que el pueblo “sabe”,
cancioneros. lógicas (Sierra, 1999; Gómez Pellón, 2008) que sino todo o que el pueblo “siente”11 (Bolaños,

58 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 55-75


2008: 296-297). En Cataluña hubo un interés en el con tintes de epopeya (Bolaños, 2008: 299). La fe- Ecomuseo Alma Serrana
patrimonio etnográfico en el marco de la reivindi- cha de nacimiento de estos lugares donde colec- (Jaén).
cación de la identidad catalana por medio del mo- cionistas privados, filántropos y mentes inquietas
vimiento cultural de la Renaixença. Un movimiento depositaban los bienes considerados diferencia-
que fomentó el conocimiento del territorio por me- dores y portadores de señas de identidad, y que
dio de excursiones y la colección de objetos etno- tendrá, a la larga, una importancia clave en la his-
gráficos que abocará en la creación del Archivo de toria de la museología nacional está en los reales
Etnografía y Folclore de Cataluña en 191512. A éste decretos de 24 de julio y de 18 de julio de 1913, por
le seguirá el Museo Ripoll, el primer museo pura- los que se autoriza la creación de museos munici- 12El movimiento de la Renaixença
mente etnográfico organizado con ambientación pales13. fue clave para entender la
relación territorio y patrimonio.
museográfica. Pero la experiencia más ambiciosa De este movimiento cristalizado
de estos años fue el Museo del Pueblo Español en Quizá lo más destacado de estas “nuevas” institu- en el Centre Excursionista de
Montjuich, un museo al aire libre levantado con ciones para la evolución museológica residiese en Catalunya (1876), es del que
proviene gran parte del
ocasión de la Exposición Internacional de 1929. Un que nacieron con escaso apoyo institucional y de redescubrimiento de la identidad
proyecto que ocupaba 42.000 metros cuadrados la inquietud de un filántropo, un investigador o de territorial. La prioridad consistía
en el que se recrearon réplicas de las murallas de una asociación, por conocer y atesorar los elemen- en la de conocer el entorno y
conocer, estudiar y conservar el
Ávila y Montblanc para delimitar su perímetro y se tos relevantes de unas manifestaciones folclóricas patrimonio natural y cultural de
sucedieron una serie de edificios de diversos luga- determinadas. Reflejan un nuevo interés científico todo el territorio catalán como si
res de España. (Santacana y Hernández, 2011: 81). que se aleja de la visión esteta característica de de un museo al aire libre se
tratara (Ballart, 2002: 199-200).
los museo nacionales y que se acerca más a la cul- 13Recientemente se han
Museos que estaban en sintonía con la evolución tura local del (los) pueblo (s). Son una mirada ha- publicado dos monografías.
de las ciencias sociales e históricas de la segunda cia una cultura en uso, no inactivada por la vitrina SANTACANA I MAESTRE, J;
LLONCH MOLINA, N (2008).
mitad del siglo XIX; y la revalorización de la etno- del tiempo. El estudio etnográfico, o folclórico, re- Museo local. La cenicienta de la
grafía y el folclore. El interior de estos museos es quiere de una cultura comparativa. No se trataba cultura. Editorial Trea. Gijón. Y;
una clasificación cronológica y por disciplinas (ar- de hacer museos locales de arqueología sino de SANTACANA I MAESTRE, J;
HERNÁNDEZ CARDONA, F. X,
queología, historia, etc.) donde destacan hechos poner en los museos culturas vivas. La dimensión (2011). Museo de historia. Entre la
significativos de la localidad o del territorio o per- espacial comienza a tener sentido en el museo taxidermia y el nomadismo.
sonajes revestidos unos y otros de un aura literaria más allá de los muros del mismo. El territorio es el Editorial Trea. Gijón.

Museos I 59
lugar en el que se sustentan las relaciones sociales Julio Caro Baroja no será el único autor que preste
y la producción patrimonial (Sierra, 1999: 199) con atención a esta tipología museal. En 1958 la etnó-
lo que la mirada hacia el terruño comenzará a ser grafa Nieves de Hoyos escribe que los museos al
valorizada para la explicación del objeto y su im- aire libre son una creación de los países Escandi-
portancia en la comunidad. navos. No existiendo en nuestra Península, ocurre
que muchas personas cultas no saben de que se
A nivel internacional lo más interesante que puede trata por eso parece oportuno ocuparse de ellos
rescatar la Nueva Museología en la transición del (Hoyos, 1958b: 259). Un año antes, Nieves de Ho-
cambio de siglo no fueron tanto las exposiciones yos había sido invitada a la reunión del ICOM en
universales, o la creación de museos de arte con- Copenhague, Aahrus y Estocolmo cuyo tema era
temporáneo, como el de España que por primera los Museos al Aire. A dicha reunión asistieron seis
vez contenía artistas con producción en vida, sino invitados, (…) que habían sido elegidos entre los
los museos al aire libre del norte de Europa que se países que tenían más posibilidades de crear es-
posicionaban como la renovación del museológica tos Museos al Aire Libre; piensa, por tanto, con ra-
al romper la idea del museo-edificio y al conside- zón, que España, por su riqueza etnográfica, se
rar que la conservación de un bien patrimonial crease uno de estos Museos, tendría un interés ex-
está ligada a la perpetuación de una identidad lo- traordinario. (Hoyos, 1958a: 3).
cal o nacional. En nuestro país podemos retomar
la experiencia del Museo del Pueblo español de Varios de sus escritos16, que tienen como raíz este
Barcelona, pero esta iniciativa no fue la única que viaje por países escandinavos, describen y anali-
intentó dar una andanada de aire fresco a la muse- zan los museos al aire libre y las oportunidades
ología en España. En Madrid, Julio Caro Baroja pre- que ofrecen el territorio español y sus característi-
sentaba en los años cuarenta un Proyecto para la cas para la instalación de museos de este tipo. Sus
Instalación al aire libre del Museo del Pueblo Espa- descripciones no recogen únicamente las ideas de
ñol14. una museología foránea que se había iniciado ya a
finales del siglo XIX y que parece reveladora a sus
En el día de hoy, varias personalidades sobresa- ojos, sino también las carencias formativas de los
lientes en la vida cultural de la nación acarician profesionales de la museología. El Frilandsmu-
14El documento que se escribió la idea de crear en Madrid un “Museo del Pueblo seet, el Aarhus y su Dem Gamle By en Dinamarca;
desde el Museo del Pueblo Español”, de acuerdo, con las exigencias técni- el Skansen de Suecia; y el Norsk Folkmuseum y el
Español cuando Julio Caro Baroja cas, producidas por cien años de trabajo en el Gamle Bergem de Noruega serán modelos repeti-
era el director no está fechado, campo del folclore y de la etnología general15. dos en sus descripciones. Todos, y fundamental-
pero por el contenido y el periodo
en el que Julio Caro Baroja estuvo mente Skansen, para apoyar la idea de que el
al frente de la Institución se cree Para Julio Caro Baroja (1940: 5-6), este museo de- tratamiento del objeto museológico dentro del
que debe ser una fecha
relativamente cercana a 1940. en
bía constituirse al aire libre en un territorio que sir- museo etnográfico debe cambiar hacia una visión
las memorias personales que va de parque de atracciones al que asista un públi- más pragmática en su presentación y que el profe-
escribió, Los Baroja, relata cómo co heterogéneo, tanto como un lugar de trabajo sional del debe buscar más herramientas para re-
sucedió en el cargo de la
dirección del museo a Pérez
para estudiantes, profesores y especialistas que lación al público con el objeto17.
Barradas en plena época de los quieran conocer los rasgos de las unidades étni-
años cuarenta (Caro, 1997:384). cas peninsulares, desde las económicas hasta las Otro de los cambios a nivel nacional e internacio-
15Caro, 1940: 5
espirituales de toda clase. El deseo de Caro Baroja nal que se dieron en el siglo XIX fue en el campo de
16HOYOS SACHO, N. de (1958a).
es el de crear un museo donde el patrimonio etno- la pedagogía y que en nuestro país se encuadra
Un viaje por Escandinavia. HOYOS
SACHO, N. de (1958b). Los lógico tenga una importancia relevante más allá dentro de la Institución Libre de Enseñanza y de la
Museos al Aire Libre. HOYOS de la pura visión estética. Donde la concepción de figura de Manuel Bartolomé Cossío. La Institución
SACHO, N. de (1963) Algo sobre
lo “popular” sea una interconexión entre lo socio- Libre de Enseñanza venía trabajando en la educa-
los Museos Etnográficos.
Separata de: I Congreso de lógico, lo histórico y lo artístico (Caro, 1940: 8). ción desde 1876 en un nuevo tipo de intelectual;
Etnografía y Folklore (Braga), 22- Para apoyar el proyecto Julio Caro Baroja cita culto, refinado, sobrio, austero que gustaba el arte
23 junio de 1956, vol. I (1963), p.
289-292. Lisboa.
ejemplos como el de Skansen, el Friluftsmuseet pä y conocer la cultura popular (nacionalismo) sin ol-
17No estaba mal encaminada Norsk Folkmuseum, o los casos del Arnhem Mu- vidar el panorama internacional. Asociada a ésta
Nieves de Hoyos en sus seum de Holanda y del de Brno de Checoslova- encontramos la Junta de Ampliación de Estudios,
presupuesto ya que un año antes, quia. A estas experiencias hay que sumarle las pro- presidida por el recién premio Nobel Don Ramón y
en 1957, Freeman Tilden
publicaba Interpreting our pias españolas vinculadas estrechamente con los Cajal, encargada de formar investigadores en el
Heritage, uno de los libros de museos folclóricos regionales y provinciales, como extranjero. Otra de las creaciones de esta Edad de
referencia para la comunicación son las colecciones instaladas en el convento de Plata de la cultura española fue el Centro de Estu-
patrimonial y para comprender al
mismo tiempo la visión del San Telmo en San Sebastián, las del museo folclóri- dios Históricos presidido por Menéndez Pidal con
territorio en los ecomuseos y en co de Ripoll en Cataluña, y fundamentalmente el la voluntad de explorar el pasado y la tradición espa-
la Nueva Museología. Pueblo Español de Barcelona (Caro, 1940: 6). ñola, sus fuentes históricas, populares y literarias.

60 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 55-75


LA COLECCIÓN DE OBJETOS NO ES LO PRIORITARIO EN EL MUSEO, SINO EL USO SOCIAL QUE SE PUEDA HACER DE ELLA PARA UNAS NECE-
SIDADES CONCRETAS Y/O GENERALES.

18Bolaños, 2008: 347


Todo esto fue un caldo de cultivo para un cambio de (…) fue todo menos un archivo muerto, simple mu-
19La Figura de Cossío será clave
mentalidad hacia una mirada distinta al museo, un seo escolar con afán coleccionista. Casi desde sus
en el ambiente pedagógico y
pensamiento inconsciente hacia otra museología. primeros días, animado por la impronta moral que cultural de España desde finales
supo infundirle su director, M. B. Cossío, el Museo del siglo XIX hasta el primer
(…) Una pieza importante en este alumbramien- aparece como un organismo vivo y dinámico, ver- cuarto del siglo XX. Su
pensamiento influirá en buena
to que no puede dejarse sin mencionar es el gran dadera institución pedagógica dispuesta a recoger parte de las generaciones
número de asociaciones locales, casas del pue- todas aquellas manifestaciones en que se refleja- intelectuales de inicios del siglo
blo, centros recreativos y escuelas populares ba el movimiento pedagógico universal para po- XX. En materia museológica su
influencia, como veremos con las
que surgieron por doquier en todas las ciudades nerla a disposición del magisterio español y ejer- Misiones Pedagógicas, se
españolas y que van a suplir con eficiencia la pa- cer una acción eficaz en la enseñanza de nuestro encuentra en su concepción del
museo como foro cultural y en el
ralítica acción del estado. Tienen un carácter más país21.
sentido de pedagogía global que
anónimo y popular, a veces obrerista y de inspi- imprimía a todas las acciones que
ración libertaria, y están muy marcados por el La importancia de este museo en el panorama mu- emprendía.
20Carrillo et al., 2011, apuntan
progresismo del momento18. seológico que venimos desarrollando se encuen-
cuatro etapas en la historia de los
tra en el hecho de crearse con una idea bidireccio- Museo Pedagógicos a nivel
De está fiebre por la pedagogía es de donde nacería nal de diálogo ante una realidad social concreta. mundial. La primera,
el Museo de Instrucción Primaria, dirigido desde Se entendía como un espacio que podía albergar Antecedentes, de 1850 a 1878, es
la etapa de las primeras
1883 por Manuel B. Cossío19. Este museo identifica- el pasado y el presente para ser un útil para e fu- exposiciones de objetos
do con la orientación y filosofía de la Institución Li- turo. La colección de objetos no es lo prioritario en educativos y de dónde surgen las
bre de Enseñanza pretendía paliar las deficiencias el museo, sino el uso social que se pueda hacer de primeras colecciones
permanentes. La segunda, Periodo
en las que se encontraba la escuela y el magisterio ella para unas necesidades concretas y/o genera- de Efervescencia, de 1878 a 1931,
español. Deficiencias económicas, de infraestructu- les. Las funciones museísticas están relegadas a la es la época de apertura y
ras y de formación (teórica y práctica). El museo se usabilidad social. La sede no es una Institución expansión de Museos
Pedagógicos y de su consolidación
instauraba como centro de referencia para llenar las sino es el espacio físico de referencia o almacén, como herramientas para el cambio
lagunas metodológicas en las que incurría la profe- de unas colecciones que proporcionaba todo el social. La tercera, Periodo de Crisis
y Revitalización, de 1831 a 1986,
sionalización de la enseñanza y el ambiente educati- apoyo necesario al docente: desde laboratorios de
declive de estos museos debido a
vo en general (García del Dujo, 1985: 13). investigación pedagógica, cursos de actualización los contextos políticos
en materias como psicología y pedagogía o en ge- desfavorables repuntando a partir
de los años setenta con la nueva
El museo estaba en la línea de pensamiento de rencia y aprovechamiento de las instalaciones mentalidad educadora y
los museos pedagógicos surgidos e finales del si- desde ejemplos internacionales o nacionales (Bo- antropológica. La cuarta y última,
glo XIX en otras partes de Europa y en Estados laños, 2008: 358). Un espacio que deseaba hacer Periodo de Expansión, de 1986 a
2009 (actualidad), es la
Unidos de América que tenían como raíz las expo- de la educación una herramienta que contribuyese asimilación de la trayectoria
siciones educativas de mediados de siglo (Carri- no sólo a subir las cotas de alfabetización o a educativa y museológica (Nueva
llo et al., 2011: 25)20, un desarrollo industrial y construir ciudadanos equiparados a su entorno Museología) caracterizada por
entender el museo, la colección, el
una mentalidad positivista que demandaban una social europeo más próximo, sino también como visitante y el entorno como un
pedagogía más práctica a los programas clásicos herramienta para la construcción de una sociedad todo holístico. El Museo
de enseñanza (Otero, 1994: 248). De aquí se pue- más crítica y comprometida con el desarrollo de su Pedagógico de Madrid se inscribe
dentro de la segunda etapa en la
de deducir que el Museo Pedagógico de Madrid país22. que los museos pedagógicos son
intentó ser más una herramienta que un museo al entendidos como pilares para
uso tradicional, en el que mirar, observar, investi- Con la institución Libre de Enseñanza y el Museo emprender una reforma educativa
a nivel nacional.
gar materiales. Intentó ser un referente, un útil, Pedagógico se puede afirmar que la función edu- 21García del Dujo, 1985: 14
para el cambio en un determinado campo de es- cativa y social empezó a cobrar mayor relevancia 22La realidad está, en el caso del
tudio que albergaba en sus instalaciones, la pe- en los museos españoles. No es de extrañar que el Museo Pedagógico, en un
dagogía. Y, al ser la pedagogía una realidad so- siguiente paso fuera el que se inició en 1931 con uno territorio más amplio que sus
muros, el del Sistema Educativo
cial demandaba urgentemente una renovación y de los hitos en la pedagogía española, las Misiones Estatal, el de la formación de
un espacio que estuviera en consonancia con di- Pedagógicas, creadas por el decreto de 29 de mayo docentes y el de la investigación
cha realidad. de 1931 del Ministerio de Instrucción Pública del pedagógica en general.

Museos I 61
que no han salido de ellas (…) donde no hay mu-
seos 25.

La inauguración del Museo Circulante de pintura


se hace en el Barco de Ávila en 1932. El Museo
comprendía dos colecciones de reproducciones
de cuadros de artistas como Berruguete, Sán-
chez Coello, Greco, Ribera, Velázquez, Zurbarán,
Murillo o Goya26. Las reproducciones se realiza-
ron en tamaños similares al original intentando
que la experiencia del público se acercase lo má-
ximo posible a la del público que lo visitaba en su
lugar original. El museo solía estar instalado una
semana, coincidiendo con fines de semana y los
días de mercado que para asegurar que pudiese
visitarlo el mayor número de público posible tan-
to de la localidad en la que se había instalado
como de las próximas. Al finalizar cada exhibición
se entregaban a las autoridades reproducciones
de cuadros y fotografías de gran formato enmar-
cadas y otras de menor tamaño para entregar de
forma individual a los asistentes. De esta expe-
riencia “circulante” de la cultura y de la voluntad
pedagógica debemos recalcar su importancia al
romper la ecuación edificio, colección y público
Ecomuseo de la Pizarra gobierno republicano, y en cuyo interior se creó el en busca de la utilidad del patrimonio, el territo-
(Madrid). Museo Circulante. Un proyecto perseguido por rio y la población desde la óptica de la concien-
Cossío desde hacía años tanto por su forma de ser ciación y la pedagogía global.
como por su forma de entender la pedagogía. Una
forma de llegar al pueblo después de una acultu- Es interesante no sólo la concepción de la misio-
ración contemporánea protagonizada por la re- nes y del museo circulante, sino también la del
ciente industrialización y que estaba separando personal que asume las labores pedagógicas, el
aún más el pueblo de la ciudad, o la vida rural de Misionero. Todos los recursos serían baldíos sin
23Una vez inaugurada la
la urbana, convirtiendo a los primeros en una ima- los misioneros. Misioneros hay en abundancia, no
República la popularización de la
cultura se ponía como caballo de gen idílica pero atrasada y analfabeta y a los se- puede dudarse; pero están escondidos o se hallan
batalla para transformar el país, gundos en un mundo alejado y señorial. Dos reali- durmiendo, y hace falta quien los descubra o los
pero resolver esta necesidad que dades que de una misma España. Una España en despierte. De estos colaboradores, algo apostóli-
tenían las grandes masas de
población, no era una tarea fácil. proceso de democratización con un nuevo sistema cos y, un poco evangelistas, es de los que más ne-
Había 1.697.000 niños sin de gobierno y con necesidades acuciantes en ma- cesitan las Misiones. Y por carencia de ellos no se
escolarizar, y el analfabetismo se teria de la cultura y educación23. han constituido ya todos los necesarios Centros
cernía como una mancha
amenazadora para los regionales, ni los constituidos rinden toda la labor
republicanos (Otero, 1982: 22). De las diferentes herramientas pedagógicas que que desean27. Un nuevo perfil de profesional que
24Menciono que es en
acercaban las misiones a las diferentes localida- debe asumir las funciones de docente, asesor, ob-
“apariencia” puesto que sería
quizá más rigurosos tratar a las
des: biblioteca, cine, teatro, guiñol; el Museo Cir- servador, que aprenden y entablan relaciones con
Misiones como una experiencia culante es el que en apariencia24 nos puede dar un la población y el territorio; con más alma volunta-
museal completa dentro del potencial uso de la función social de la museología riosa que materialista.
sentido holístico de la pedagogía
global de la Nueva Museología; y
en aquellos años.
al mismo tiempo no podemos El Museo Circulante estuvo en funcionamiento,
afirmar que existiese una visión Las misiones añaden hoy algo nuevo, dirigido, junto con las Misiones, hasta los inicios de la
de este concepto holístico actual
del museo, heredero del museion como todo lo suyo, a educar la inteligencia y el Guerra Civil extinguiéndose poco a poco en el
alejandrino, en la filosofía y la goce del pueblo. Un Museo de Pintura, que irá cir- año 1937 hasta ser incautado por el bando rebel-
metodología de la Misiones culando de pueblo en pueblo. Un Museo muy pe- de y teniendo que abandonar toda actividad. Tras
Pedagógicas.
25Otero, 2006: 363. queñito, muy reducido, muy pobre, pero, al fin, un el desarme de la Misiones y del Museo Circulante
26Patronato de Misiones Museo, no para los que han viajado, para los que le llegó el turno también al que había sido el cen-
Pedagógicas, 1934: 111. han ido a Madrid o siquiera a las capitales de pro- tro neurálgico de operaciones y precedente inte-
27Patronato de Misiones vincias y han visto otros museos mejores (…), lectual y filosófico, El Museo Pedagógico Nacio-
Pedagógicas, 1934: 100. sino para los que viven en aldeas apartadas, los nal que tras la contienda bélica transfirió sus

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LOS INICIOS DEL SIGLO XX A NIVEL INTERNACIONAL ESTUVIERON MARCADOS EN EL PENSAMIENTO MUSEOLÓGICO POR LA INCIPIENTE FI-
GURA DE GEORGES HENRI RIVIÈRE QUE YA SE HABÍA HECHO CARGO DEL MUSEO ETNOGRÁFICO DEL TROCADERO DE PARÍS. UN MUSEO QUE
EN LA DÉCADA DE LOS TREINTA TRANSFORMA LA FORMA DE ENTENDER EL MUSEO, A PARTIR DE LA DESACRALIZACIÓN DEL OBJETO, LA CON-
QUISTA DEL ENTORNO NATURAL, LA IDEA DE QUE LA COLECTIVIDAD SEA EL EJE TEMÁTICO DE LA PROPIA INSTITUCIÓN Y LA REVALORIZA-
CIÓN DEL PATRIMONIO INMATERIAL.

colecciones a las instalaciones del Colegio San España, no dejan de ser un reflejo de la situación y
José de Calasanz. visión que los museos tenían para algunas de las
partes de la sociedad (Bolaños, 2008: 328).
Los inicios del siglo XX a nivel internacional estu-
vieron marcados en el pensamiento museológico Las críticas a nivel internacional parece que dieron
por la incipiente figura de Georges Henri Rivière su fruto ya que la museología empezó a quitarse
que ya se había hecho cargo del Museo Etnográfi- su envoltura de simple estudio técnico enfocada 28En su artículo “El problema de
co del Trocadero de París. Un museo que en la dé- en el almacenaje y conservación de objetos en el los museos”, Valery, crítica los
cada de los treinta transforma la forma de enten- museo, para comenzar a preocuparse por la profe- museos como instituciones que
se encontraban caducas,
der el museo, a partir de la desacralización del sionalización del propio técnico y estudio científi- necesitas de renovación en sus
objeto, la conquista del entorno natural, la idea de co de las funciones que debe cumplir el propio mu- funciones con el objeto museal y
que la colectividad sea el eje temático de la propia seo: investigación, conservación y difusión. con la población, y que debían
reflexionar sobre la propia
institución y la revalorización del patrimonio inma- Después de la Primera Guerra Mundial, en el seno capacidad que tenía para
terial (Bolaños, 2008: 375). Y por el descontento de la Sociedad de Naciones en 1926, de la Oficina descontextualizar el objeto. Me
intelectual sobre la figura de los museos. Valery28 Internacional de Museos y la revista Museion, uno siento en medio de un tumulto de
criaturas congeladas donde cada
o los futuristas29 son claros ejemplo de este ma- de los vehículos de transmisión teórica y práctica una requiere inútilmente la
lestar. más importantes de la época. Los modelos exposi- inexistencia de todas las demás
tivos se renuevan, el horror vacui decimonónico es (Valery, en Bolaños 2002: 31-34).
29Marinetti, 1968: 132-133.
¿Y España? ¿Aparte de forjar pensamientos en ma- suplantado por el espacio de reflexión entre obra y
30Menéndez Pelayo (1940)
teria pedagógica y etnográfica también estuvo obra, primando el orden cronológico y geográfico
Historia de las ideas estéticas. En
presente en estos repuntes de rebeldía intelectual al de género plástico. La Arquitectura ex profeso Bolaños, 2008: 326-327.
de principios del siglo XX? Menéndez Pelayo califi- comienza a cobrar relevancia a la hora de la plani- 31Ortega y Gasset (1966). El
có los museos como panteones y enterradores de ficación museística y, más aún, los arquitectos pre- Espectador. Pp.: 155 y 159. En
Bolaños, 2008: 326-327.
la verdadera creación en su disertación en la Aca- ocupados por el espacio museal34. Le Corbusier35 32Ovejero, 1934: 54.
demia de Bellas Artes. Ortega y Gasset en El Es- o Mies Van der Rohe son dos ejemplos de la nueva 33Cochet. G (1937) Prefacio al
pectador (1966)30 denominaba de Pobres cosas plástica arquitectónica aplicada al museo. Un ra- catálogo de la Exposición d’art.
quietas […] Una vida extemporánea e irreal, un gro- cionalismo diseñado con espacios diáfanos, sin Obres salvadas por la CNT-FAI,
tesco ensueño, exangüe e inválido31 a los objetos decoración donde el objeto, pensado fundamen- Barcelona. En Bolaños, 2008:
328.
de los museos. Ovejero en 1934 comenta que en talmente como obra estética, puede estar en diá- 34En 1934 Madrid fue testigo de
ninguna institución han recaído tantas objeciones logo con el visitante ya que nada interfiere en la re- esta expansión de la arquitectura
como sobre esta. No hay término despectivo que lación de ambos36. y los arquitectos enfocados en la
dinámica espacial de los museos
no haya venido a zaherirla. La intención satírica se al organizar el Congreso del
ha explayado en las comparaciones denigrantes. Dentro de este panorama España había sufrido Consejo Internacional de Museos
Se ha llamado al museo asilo lúgubre, hospital de una evolución en materia legislativa con la ley de con el título: Muséographie,
Architecture et Aménagement des
inválidos, prisión del arte, cementerio de la belle- 1913 y con el Real decreto de 29 de noviembre de Musées d’art.
za32. Y Gustavo Cochet, pintor anarquista, en ple- 1901 que aprobaba el reglamento general de los 35Dos ejemplos de esta
na Guerra Civil Española, afirmaba que un museo museos regidos por el Cuerpo Facultativo de Archi- preocupación espacial por el
es un mausoleo; en el que no caben, pues, más veros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Así como las museo son los proyectos de
Museo de crecimiento ilimitado
que las cosas pretéritas, y la obra de arte es eter- Juntas de Patronato, un organismo colegiado en- (1931), el Museo para una
na; colocarlas en un museo donde hay que pagar cargado de ser un puente entre los museos y la so- pequeña población (1942) de Le
Corbusier, o el Pabellón de
para verlas es considerarlas como reliquias y re- ciedad y que entre sus miembros podía contar con
Alemania para la exposición
cuerdos del pasado, como son momias, objetos, el alcalde, entendidos en Arte e Historia, académi- Internacional de Barcelona (1929)
utensilios, etcétera33. Estas palabras, aunque es- cos, representantes de la Iglesia o artistas. El mu- de Mies Van der Rohe.
36Uno de los espacios de
tán fuera del contexto del discurso de una proto-Nue- seo, desde el punto de vista internacional hasta el
referencia de estos cambios
va Museología en España y con unos argumentos en- nacional, daba un giro hacia lo educativo —al museológicos será la fundación
debles e inmersos, claramente, en la contienda menos en la teoría—, convirtiéndose en una ins- del Museum of Modern Art
bélica que marcó la historia contemporánea de titución que abogaba por el acercamiento de los (MOMA) de Nueva York.

Museos I 63
“entendidos” y de la masas social en un espacio A España, la España franquista, este panorama lle-
común, de formación y verdaderamente público, gó en forma de rumores (Bolaños, 2008: 413). En
como había nacido en sus orígenes revoluciona- 1951 Ruiz-Giménez accede al Ministerio de Educa-
rios, una Biblia del pueblo. ción, una clara apertura después de la primera ge-
neración monolítica del Régimen. Se inauguran
Aun con estos “avances”, los museos de España, museos municipales en ciudades de tamaño me-
más que anquilosados museológicamente en el si- dio como el de Melilla (1953) Santiago (1960) o Bé-
glo XIX se encontraban en crisis de instalaciones, jar (1966); a lo que suma las casas-museos de per-
obsoletas en su mayoría. Falta de recursos econó- sonajes y/o artistas. Pero este florecimiento
micos y humanos, a lo que se añadía cierta dejadez museológico no aportaba, en esencia, un avance
institucional palpable. Pero no podemos cerrar la vi- en el desarrollo museológico español, ni un reflejo
sión de los museos y de la museología únicamente con el panorama internacional.
a una áurea de decrepitud. Ni podemos perfilar
tampoco la intelectualidad y erudición de la época El museo será una institución con un uso político
como extenuada y hastiada por las dificultades. claro desde el ascenso de los totalitarismos y desde
Desde el inicio de la historia contemporánea de los su renacimiento como sedes que albergan la identi-
museos y de la museología, desde las incipientes dad de una sociedad, de una nación. Dos autores
colecciones renacentistas hasta el nacimiento de la que reflejaron este panorama son María Elena Gó-
institución pública, los museos y la museología han mez-Moreno38 y Juan Antonio Gaya Nuño39. Ambos
recorrido dos caminos paralelos. Por un lado, la fa- fueron testigos de la situación de los museos en Es-
ceta oficial de los museos repleta de baches presen- paña en la década de los años cincuenta. Ambos re-
ta un panorama poco evolutivo de lo museal, mar- tratarán un panorama poco evolucionado de los
cada por la deficiencia de instalaciones, escasa museos españoles desde su nacimiento en los ini-
profesionalización, de recursos económicos y un cios del siglo XIX hasta su contemporaneidad. Y
desigual desequilibrio entre las funciones teóricas aunque apelan a una mejora de las instalaciones
del museo que van de la conservación a la difusión y a la profesionalización de los trabajadores de los
y pedagogía social, y las funciones que en realidad museos, tanto Gómez-Moreno, como Gaya Nuño,
se llevaban a la práctica reducidas poco más a que omiten un acercamiento a la disciplina científica
la conservación de objetos —considerados en la que lo sustenta y al marco internacional, no tanto
mayoría de los casos como obras en sentido estéti- teórico sino fundamentalmente práctico, en el que
co—, y a la publicación de catálogos. Por otro lado, apuntar un camino en la mejora del museo y del pa-
las experiencias museales para-oficiales que surgí- trimonio. Las únicas premisas que se difieren de lo
37La Nueva Museología tanto en
an en poblaciones locales y la erudición de persona- que sería un mínima mejora en la planificación del
sus inicios como en la actualidad
se nutre de experiencias que no jes que dedicaban parte de su vida profesional o museo son las alusiones a la difusión y los servicios
tienen por que estar dentro de los personal a mirar el patrimonio y los museos con una educativos dentro del museo, siempre un museo
circuitos de museos tradicionales,
pero que en su seno llevan la
mentalidad donde prima el objeto y su contenedor, tradicional, obviando, conscientes o no, el panora-
función social, entendida como el museo, más como un medio identitario social que ma internacional que ya entraba en la fase de elabo-
una acción de pedagogía global y como un almacén de historias petrificadas, enrique- ración teórica y práctica de la participación social en
de participación comunitaria,
como objetivo fundamental.
cieron en muchas ocasiones la carencias de los mu- el museo y de la ruptura del museo como contene-
Desde los primeros ecomuseos seos oficiales37. dor de cuatro paredes.
franceses, los museos de barrio
norteamericanos o los museos
comunitarios mexicanos, hasta
El auge de los Estados Unidos de América como En este panorama en el que se evidenciaban las
los actuales ecomuseos que potencia económica mundial toma la delantera en carencias presupuestarias y formativas, la insufi-
pueblan tierras asiáticas, materia museológica y museográfica con nuevos ciencia de estudios sobre la historia de los muse-
europeas y latinoamericanas, el
factor de las iniciativas de modelos sustentados, en muchos casos, por la ini- os españoles y la necesidad de un sistema estatal
profesionales en colaboración con ciativa privada y, en lo estrictamente museográfi- de museos que aglutinasen el variado panorama
comunidades fuera de los co, en las teorías Interpretativas que se había ido museístico (Gaya, 1955: 13-14); no podemos olvi-
sistemas oficiales de museos han
sido las bases para plasmar la fraguando años antes en sus propios parques na- dar las experiencias que apuntaban una relación
metodología y la filosofía de la cionales. Nuevas tecnologías unidas a la proyec- del individuo con la cultura como construcción so-
Nueva Museología. ción social de los museos avivarán a nivel interna- cial de las Casas de Cultura. Las Casas de la Cultu-
38GÓMEZ-MORENO, María Elena
cional la creación de nuevos modelos museales ra serán una institución con vocación social cuya
(1955). Anuario-Guía de los
Museos de España. Ministerio de como los Museos de Barrio, los Museos Comunita- historia se puede remontar a las academias de la
Educación Nacional. Dirección rios mejicanos, los Centros de Arte Contemporá- Grecia clásica como la de Platón o Aristóteles, al
General de Bellas Artes. Madrid.
39GAYA NUÑO, J. A (1955) Historia
neo, la relectura de los Museos al Aire Libre escan- propio concepto de museion helenístico y, aunque
y Guía de los Museos de España.
dinavos en forma de periods-rooms, que tanto debemos considerar las diferencias espacio tem-
Espasa-Calpe, S. A. Madrid. calado tuvieron en la formación de la filosofía eco- porales, pueden servir de antesalas en la divulga-
Reeditado y ampliado en 1968. museal y de la Nueva Museología. ción y participación del conocimiento. Las Casas

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de Cultura fueron un apoyo en la difusión cultural
local durante la Dictadura y en la democracia, con
otros tintes políticos, siguieron siendo centros
neurálgicos para la difusión cultural40.

La evolución de la museología en España ha sido,


a la luz de los tratados y las experiencias aquí ana-
lizadas, sombría y deficiente más enfocada en la
construcción de la historia del coleccionismo que
en la reflexión sobre la razón de ser de las institu-
ciones museales. No obstante, esta evolución sí
nos ha dejado algunos pensamientos y acciones
de tipo educativo, patrimonial y museológico que
si pueden encaminarse, como apuntábamos al ini-
cio de este capítulo, como un acercamiento, ya sea
de forma intencionada o no, o por la mera evolu-
ción del panorama museístico y patrimonial a nivel
internacional, a planteamientos que en los años
setenta y ochenta conformaran el pensamiento de
la Nueva Museología.

Con la llegada de la democracia en 1975 se crea el


primer Ministerio de Cultura (1977) y con la carta Autónoma en los inicios de los años ochenta ela- Ecomuseo de la Huerta de
magna se democratiza el acceso a la cultura. Con boraron sendas legislaciones para regular la insti- Valoria en Palencia.
la transición a la democracia también llega la des- tución museal. Un análisis de las legislaciones nos
centralización y el Estado de Autonomías. Los po- podrá dar una referencia de la consideración que
deres municipales comienzan a tener mayor com- tiene el museo, su función social y la distribución
petencias en materia cultural, lo que lleva a un de experiencias en torno a la Nueva Museología y
entusiasmo generalizado pero al mismo tiempo la los ecomuseos. Las máquinas culturales de hacer
politización y espontaneidad de numerosas inicia- museos emprende un boom museístico que atis-
tivas carentes de una experiencia, consolidada ya ban una apertura, no en lo museográfico que se-
en otros países del entorno europeo. guía siendo muy limitada, pero sí en la innovación
fue la creación del Museo Español de Arte Contem-
En 1969 se había creado el Patronato Nacional de poráneo de Madrid, el Museo de Arte Contemporá-
Museos. Un organismo autónomo bajo la depen- neo de Barcelona, el Museo de Arte Contemporá-
dencia de la Dirección General de bellas Artes, con neo de Sevilla, o el Museo de Arte Abstracto de
las competencias de fijar las directrices de actua- Cuenca, que como algunos otros fueron germina-
ción en todos los museos; decidir las compras, dos por artistas, intelectuales y filántropos con
préstamos y depósitos que se realicen; y aprobar una vocación más de difusión social que de oficia-
los presupuestos. Aún así, la distribución de los lismo estatal (Bolaños, 2008: 422-431). España
mismos era arcaica y deficiente. Esta situación entraba en la Unión Europea, nacía la Feria de Arte
centralista no comenzará a modificarse sustancial- Contemporáneo ARCO, el Centro de Arte Reina So-
mente hasta que en 1985 nazca la Ley de Patrimo- fía y la Colección Thyssen por fin asentaba en Pa-
nio Histórico Español Ley de Patrimonio Histórico seo del Arte de Madrid. Los museos de toda Espa-
Español, de donde emana la Junta Superior de Mu- ña comenzaban sus políticas de exposiciones de
seos (1987) y el Sistema Español de Museos; y en artistas nacionales e internacionales. Las vanguar- 40Las Casas de la Cultura
el plano profesional, cuando se cree el Cuerpo Fa- dias en el arte irrumpían nuevamente las fronte- estuvieron reguladas por los
cultativo de Conservadores de Museos (1973). ras. Las corrientes museográficas internacionales Decretos de 10 de febrero de
1956, del Ministerio de Educación
fomentan, al mismo tiempo, la creación o renova- Nacional, sobre creación y
Ley de 1987 que regula El Sistema Estatal de Mu- ción de los museos de Ciencia, como la reapertura funcionamiento de las Casas de
seo definen estas instituciones como instituciones en 1989 del Museo Nacional de Ciencias Natura- Cultura, y el Decreto de 8 de
marzo de 1957 del Ministerio de
de carácter permanente que adquieren, conser- les, Cosmo Caixa en Barcelona. Y el turismo, que Educación Nacional, por el que se
van, investigan, comunican y exhiben, para fines aún se seguía viendo como estacional y de litoral, reglamenta la creación y
de estudio, educación y contemplación, conjuntos comenzaba a traer nuevos públicos a los museos. funcionamiento de las Casa
Municipales de Cultura, donde se
y colecciones de valor histórico, artístico, científico cambia la denominación a Casa
y técnico o de cualquier otra naturaleza cultural. Un panorama de entusiasmo pero que arrastraba Municipales de Cultura (Pérez-
Desde este punto las recién creadas Comunidades problemas anquilosados ya en la era franquista Rioja, 1971: 19-40).

Museos I 65
Ecomuseo del Río despertaron nuevas facetas que debían despren-
Caicena. derse: la del educador y la del asesor. Un perfil de
profesional multidisciplinar que debe escuchar an-
tes de actuar, que debe conocer las necesidades de
una determinada comunidad antes de iniciar su ac-
tividad. Para Nueva Museología este perfil es que
debe tener el museólogo, el de mediador, asesor
que fomenta la participación. Que su trabajo se jus-
tifica con la labor de concienciación comunitaria, no
con sólo con la implantación de un contenedor mu-
seal. Quizá no podamos afirmar tajantemente que
todo esta miscelánea fuera visionaria de lo que de-
mandaría la nueva sociedad que se construía tras el
como la formación de profesionales, directores de desastre interno de España y el de Segunda Guerra
los museos estatales designados por el propio Mi- Mundial; pero sí que entendieron que los objetos
nistro de Cultura, la variada tipología museal cons- que se conservan son testimonios de una sociedad
truida desde el siglo pasado y que el sistema esta- y como tales son portadores de la identidad de
tal de museos podía hacer frente a duras penas. unos individuos y de un territorio por lo que el mu-
Pero nuevas formas de expresión entran en el seo debe hacer los esfuerzos necesarios para que
mundo de la museología española como es la con- ese vínculo entre pasado, objeto e individuo con-
sideración del museo como hogar cultural de la co- temporáneo sea cada vez más estrecho.
munidad41, y la idea de crear museos locales que
conserven la identidad popular de las pequeñas 3. La Nueva Museología en la actualidad
zonas, aquella que para Cossío ya era la que ver-
daderamente construía la Historia en mayúsculas Aunque parezca una paradoja, su principal
y que para otro de los grandes autores de la Gene- obligación el museo la tiene con el presente
ración del 98 era la Intrahistoria. (María Bolaños)

De aquella evolución que mencionamos hasta los Desde aquellos años de transición hasta la actuali-
años de la transición protagonizada por las prime- dad se han ido multiplicando las investigaciones y
ras iniciativas holísticas del proyecto de Carlos III las publicaciones en materia museológica y patri-
para la ciudad de Madrid; el interés etnográfico de monial. Tanto que es difícil estructurar una evolu-
eruditos que serán claves para comprender el sur- ción del pensamiento museológico clara por escue-
gimiento de la conciencia sobre el terruño; el apo- las y autores, sin caer en olvidos y controversias.
geo de la pedagogía que desembocó en nuestro
país en la Institución Libre de Enseñanza, el Museo La Secretaría General Técnica del Ministerio de
Pedagógico Nacional y las Misiones Pedagógicas, Cultura publicaba entre los años setenta y ochen-
o en los años de la postguerra civil se hilaba un ca- ta una serie de libros relacionados con la cultura,
mino entre las reflexiones críticas de Gaya Nuño, el desarrollo social, los derechos, la democratiza-
los escritos etnográficos de Nieves de Hoyos y ción, el patrimonio y los museos42. En 1978 Aurora
Caro Baroja. Nos han dado como resultado un pa- León publicaba El Museo. Teoría, praxis y utopía,
norama de la museología repleto de novedades y uno de los manuales de referencia en materia mu-
41Sanz-Pastor, 1969, 1977, 1980 y de incertidumbres. El museo ha ido forjándose seológica y de los que más se han acercado al pen-
1986: 12-13. como el espejo de la identidad social y cultural de samiento de la Nueva Museología, junto con Intro-
42Son interesantes: Animación
una sociedad, una herramienta para reconstruir el ducción a la Nueva Museología de Luis Alonso
socio-cultural de 1980; Cultura
española y autonomías de pasado y para construir el futuro. De aquí que lo Fernández (1999)43. A estos les acompañaron los
Francisco Serrán Pagán (1980); importante no fuese tanto la sede del museo o su libros de teoría museológica y patrimonial de la
Aspectos jurídicos de la colección sino la utilidad pedagógica. Una peda- profesora Francisca Hernández (1998 y 2005), de
protección del Patrimonio
Histórico-Artístico y Cultural de gogía abierta a todos los niveles mucho más cerca María Bolaños (2002 y 2008) o de Josep Ballart
Gloria González-Ubeda Rico de la educación informal y no-formal que de la for- (2001), los cuales han evidenciado la reflexión per-
(1981); Bases para la planificación
mal. El profesional de los museos en España hasta tinente y un panorama cada vez más rico en ramas
de una campaña de promoción
cultural en núcleos rurales de Julio el siglo XX y, hasta los años setenta fundamental- de la disciplina museológica. La museología crítica
Montero Díaz (1980); o Salas mente, no comenzará a ser considerado como un (Jesús Pedro Lorente, 2003 y 2006), la museogra-
López, Fernando de. El museo,
cultura para todos de Fernando
especialista multidisciplinar, sino como un investi- fía didáctica e interactiva (Joan Santacana, 2005 y
de Salas López (1980) entre otros. gador-conservador cuya principal labor parecía 2011), Interpretación del Patrimonio (Morales Mi-
43Recientemente reeditado como encaminada a acumular y conservar las coleccio- randa, 2001), museología comunicacional (Ángela
La Nueva Museología. nes acumuladas. Pero las misiones pedagógicas García Blanco, 1999). Una larga lista que se acelera

66 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 55-75


LAS PECULIARIDADES DE LA HISTORIA MÁS RECIENTE DE ESPAÑA NOS HAN DEJADO UNA ENTRADA DE LAS IDEAS DE LA NUEVA MU-
SEOLOGÍA TARDÍA Y NO CON TINTES DE CAMBIO REVOLUCIONARIO SINO CON UN SENTIMIENTO DE COMPLETAR EL SISTEMA MUSEOLÓ-
GICO ESPAÑOL.

con cada década, se hace más específica en sus de la Nueva Museología tardía y no con tintes de
posicionamientos y que en muchos casos se nutre cambio revolucionario sino con un sentimiento de
de pensamientos de fondo comunes. completar el sistema museológico español. No
quiere decir esto que la Nueva Museología no es-
El nuevo estado de autonomías fue la puerta por la tuviera presente en nuestras fronteras. Sí lo estu-
que recuperar los casi cuarenta años de dictadura vo y así lo atestiguan promotores de experiencias
en los que la identidad local y el sentimiento de te- como Allariz, El Ecomuseu de Valls d’Àneu o el Par-
rritorio se vieron minimizados a lo nacional. Para que Cultural del Maestrazo en cuya sede de Moli-
Bolaños (2008: 497-499) la trayectoria de la Nue- nos se realizaron sendos talleres internacionales
va Museología y de los ecomuseos también llegó a del MINOM. Pero no ha habido una red que man-
España en una reminiscencia de recuperación de tuviese el contacto, lo que ha generado una diás-
la memoria por medio del patrimonio y el territorio pora de experiencias y tratados difíciles de rastre-
tras la frenética modernización y la paupérrima po- ar y escasamente interconectados entre ellos.
lítica de los museos etnográficos y antropológicos,
quizá no tanto por sus profesionales sino por la Es posible ver en el Desarrollo Cultural Comunita-
dejadez institucional hacia el patrimonio de los rio y el Desarrollo Local que se generó y potenció
pobres, como se clamaba en los años treinta y lo en los inicios de la andadura democrática una de
vertiginoso de la vida moderna. las causas por las que la Nueva Museología no ca-
lase tanto como Movimiento y sí como filosofía y
Una “sed de raíces” parece obsesionar a las ge- herramienta metodológica.
neraciones presentes. Esa sed, como hace cien
años, sigue fascinada por el culto a lo local e in- Desarrollo Cultural Comunitario (DCC) tiene sus
mersa en un discurso desmovilizador y costum- antecedentes en la acción cultural que suele apun-
brista, a veces potenciado por un nacionalismo tar la década de los cincuenta del pasado siglo
insatisfecho. Es el pretexto de la mirada etnográ- como el momento en que se empieza a trabajar
fica el que permite, con harta frecuencia, conge- con la cultura y lo cultural en el ámbito de lo social
lar musealmente la nostalgia de una actividad (Úcar, 2011: 7). La idea de la acción social y cultu-
utilitarista extinguida, como si la fundación de ral y del DCC viene del ámbito francófona que en-
un Museo del Bandolero en Ronda (1995) o de tendía que la cultura podía ser un factor para el
una Agrupación Sardinera en Murcia (2006) fue- progreso y el desarrollo; de países anglosajones
se la vía más auténtica para comprender las pro- en los años setenta (Australia, Reino Unido, USA,
pias raíces. En otras ocasiones es el coleccionis- Canadá), y latinoamericanos (Brasil, México, Ar-
mo particular o corporativo, como el Museo de la gentina) (Casacuberta, 2011: 15). Desde la Confe-
Policía Local de Totana (2002), el que da ocasión rencia Mundial sobre Cultura celebrado en Venecia
a estas formas de “delirio conmemorativo”, ago- en 1970, hasta la Declaración de la Diversidad Cul-
tadas en el fondo, que se mueven entre el tipis- tural de este mismo organismo en 2001; la cultura
mo estéril, la manía personal y una seudoetno- se perfila como un recurso económico pero como
grafía banal y engañosa. Son seguramente, papel para la construcción social.
reacciones compensadoras que refuerzan, en
una época de homogeneidades y uniformidad El Desarrollo Cultural Comunitario es entendido
cultural, el sentimiento de pertenencia a un gru- como el conjunto de iniciativas llevadas a cabo a
po que se distingue por algo —yo vengo de una partir de la colaboración entre artistas y comunida-
tradición pastoril— y que ve “autentifica” su des locales, con el objetivo de manifestar mediante
existencia en el museo (Bolaños, 2008: 497). los lenguajes expresivos del arte y de la cultura,
identidades, preocupaciones e ideas, mientras se
Las peculiaridades de la historia más reciente de construyen capacidades culturales y se contribuye
España nos han dejado una entrada de las ideas al cambio social (Casacuberta, 2011: 19). Y donde la

Museos I 67
Ecomuseo Molino El Pintao comunidad, como afirma el propio Casacubierta, ejecución es más importante que la finalización
(Huelva). es entendido como el grupo de personas que com- ya que en el proceso es donde se encuentran los
parten algo en común y, en el caso de los procesos momentos de participación, de concienciación,
de desarrollo cultural comunitario, una problemá- de reflexión y de autoconfianza individual y gru-
tica común, un conflicto común o una preocupa- pal; y existe un cambio en el profesional que
ción común (2011: 19-20). debe tener una visión multidisciplinar. No obs-
tante mientras que la DCC usa el lenguaje artísti-
Desde una mirada a los presupuesto de la nueva co, la ecomuseología es una metodología más
museología la DCC es interesante por que surge global que no solo implica una política determi-
en un momento “problemático” o de necesidad y, nada en un momento determinado sino que exige
por tanto, trabaja sobre cuestiones en las que la implicación de todos los agentes de una comu-
igualmente trabaja la ecomuseología: empodera- nidad para el desarrollo de un territorio de forma
miento de la comunidad, mejora de la salud, vio- integral.
lencia, discriminación, creación de democracia
cultural, participación, etc. (Casacuberta, 2011: Por otra parte el Desarrollo Local se comprende
20). En el caso de la DCC las herramientas son to- como la movilización de los diferentes agentes
das aquellas manifestaciones artísticas que se que intervienen social y económicamente a nivel
puedan desarrollar mediante la participación ciu- local con la función de planificar y gestionar de for-
dadana y en las que el proceso de ejecución sea ma integral un territorio y sus comunidades. Tiene
más relevante que el acto final (Casacuberta, como base prioritaria los programas de desarrollo
2011: 20), lo que implica participación a todos los económico rural europeo desde la elaboración de
44Los fondos estructurales del
entorno comunitario son: el
sectores de la comunidad. Así podría trazar algu- la Política Agrícola Común (PAC) en el periodo de
Fondo Europeo para el Desarrollo nas líneas comunes entre la DCC que se ha des- 1957 a 1962, la creación del FEOGA de 196244, IN-
Regional (FEDER). El Fondo Social arrollado en nuestro país y los parámetros eco- TERREG y el primer programa LEADER de 1991 has-
Europeo (FSE), El Fondo Europeo
de Garantía Agrícola (FEOGA) y el
museológicos a nivel internacional ya que ambas ta los sucesivos LEADER II (1994), LEADER+ (2000)
Instrumento Financiero de nacen de un momento de crisis y necesidad so- que intentaban hacer frente a una realidad cada
Orientación de la PESCA (IFOP). cial (cultural, social o económica); el proceso de vez más plausible en el mundo rural.

68 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 55-75


ESTA CONCEPCIÓN DEL “MUSEO EN EL TERRITORIO” ES LA QUE MÁS SE ACERCA A LA CONCEPCIÓN DE LA NUEVA MUSEOLOGÍA Y DEL MU-
SEO INTEGRAL, CUYA EXTERNALIZACIÓN NO SÓLO IMPLICA LA AMPLIACIÓN DE LAS FUNCIONES MUSEALES A UNA PROFUSA DOCUMENTA-
CIÓN Y GEOLOCALIZACIÓN PATRIMONIAL Y DE LOS GEOSISTEMAS VINCULANTES A LOS MISMOS, SINO UN ESFUERZO PARTICIPATIVO CON
EL FIN DEL TRABAJO PEDAGÓGICO DESDE EL PUNTO DE VISTA GLOBAL DE TODA LA POBLACIÓN SOBRE SU IDENTIDAD.

Los programas LEADER de desarrollo local funcio- su incorporación como secciones a una insti-
nan por medio de los Grupos de Acción Local tución común.46
(GAL), formado por agentes públicos y privados
que trabajan sobre el territorio con autonomía de Esta relación museo-territorio se puede articular
gestión y que operan en los Centros de Desarrollo en dos direcciones de sentido contrario, pero com-
Rural (CEDER). Estos GAL (asociaciones de empre- plementarias: la del territorio que entre en el mu-
sarios, organizaciones agrarias, corporaciones lo- seo y la del museo que sale al territorio (San Mar-
cales, universidades, asociaciones juveniles, cul- tín, 1998: 49). El museo en el territorio, implica
turales, etc.) tiene entre sus tareas las de mejorar una visión más amplia de la museología tradicio-
la capacidad de gestión y organización del territo- nal ya que se superan las barreras arquitectónicas
rio y las comunidades que los habitan, desarrollar del museo realizándose las funciones y misiones
económicamente el entorno y recuperar y valorizar museales fuera del propio museo. Esta concepción
los recursos patrimoniales (culturales y naturales). del “museo en el territorio” es la que más se acer-
La base de los programas LEADER, apoyados pos- ca a la concepción de la nueva museología y del
teriormente por el plan nacional PRODER (1996- museo integral, cuya externalización no sólo impli-
1999)45, estaba en la autonomía de decisión y ca la ampliación de las funciones museales a una
participación de las comunidades para buscar so- profusa documentación y geolocalización patrimo-
lución a sus problemas y donde la identidad patri- nial y de los geosistemas vinculantes a los mis-
monial se perfilaba como una de las pautas para el mos, sino un esfuerzo participativo con el fin del
entendimiento común. Asimismo el carácter de trabajo pedagógico desde el punto de vista global
participación y coordinación de agentes posibilitó de toda la población sobre su identidad. El segun-
que estos programas diversificaran sus tareas en do caso, el territorio dentro del museo, hace refe-
un cuerpo amplio de profesionales proporcionan- rencia más concretamente a los esfuerzos que
do un trabajo multidisciplinar y transversal. hace el museo tradicional por contextualizar los
objetos, por medio de mecanismos museográficos
Un panorama al que Concha San Martín intenta dar divulgativos y pedagógicos, de un territorio deter-
luz haciendo un recorrido por la Nueva Museología, minado. Esta idea de objeto-mensaje proviene, en
los ecomuseo, los Museos de Barrio y los museos gran medida, de las corrientes interpretativas de-
comarcales británicos para recalar en la Mesa re- sarrolladas en los Parques Nacionales Estadouni-
donda de Santiago de Chile de 1972 y el concepto denses y que han dado lugar a los denominados
de Museo Integral (San Martín, 1998: 45-48). Centros de Interpretación, espacios especialmente
diseñados para la transmisión de mensajes, donde
Considero que el concepto de “museo inte- lo importante no es el objeto como bien patrimo-
gral” es el más adecuado para un museo de nial, sino lo que trasmite al público y su relación
nueva creación, de promoción pública y con con el entorno del que proviene.
vocación territorial, en un municipio o comar-
ca donde no existen otros. Pero no podemos Todos ellos, como las teorías debatidas y reformula-
olvidar los museos ya existentes, con una ti- das por el MINOM, establecen las conexiones y di-
pología o especialidad determinada; ni tam- vergencias entre lo que podría denominarse museo
poco determinadas circunstancias que hagan tradicional y el ecomuseo. Recordando los paráme-
aconsejable un museo especializado, mono- tros de la Nueva Museología47 para implementarlos
gráfico, de sitio. A esto se añade la diversi- a la visión territorial y patrimonial que se podía sus-
dad que puede existir en la propiedad y ges- traer de las palabras de Concha San Martín: 45Los programas LEADER+ y
tión de estos museos. Por todo ello, no PRODER se enmarcan en el
siempre será posible o aconsejable la idea 1. La democracia cultura. Ninguna cultura debe ser periodo 2000-2006.
46San Martín, 1998: 49.
del museo integral o la aproximación a ella, dominante y ser ensalzada como “la cultura” en
47Maure, 1995: 128-131.
mediante la coordinación de estos museos o detrimento de la variedad de culturas existente.

Museos I 69
EL GERMEN DIRECTO DE LOS ECOMUSEOS EN ESPAÑA NO LO PODEMOS BUSCAR POR TANTO EN LOS MUSEOS AL AIRE LIBRE SINO QUE
VENDRÁ DE LA MANO DE INICIATIVAS INDIVIDUALES POTENCIADAS, POR EL NUEVO ESTADO AUTONÓMICO Y EN EL ENTORNO DE DESARRO-
LLO SOCIAL, RURAL Y COMUNITARIO.

2. Un nuevo y triple paradigma: De la monodiscipli- entorno globalizado internacional en plena socie-


nariedad a la pluridisciplinariedad. Del edificio al dad de consumo y de la información sí que propicia-
territorio, de la colección al Patrimonio (Natural ron que al menos los planteamientos de la Nueva
y Cultural), y del público a la comunidad. Museología calasen en las políticas y los profesio-
nales más vinculados con la acción social.
3. La concienciación de la comunidad respecto a la
existencia y valor de su propia cultura. 4. Ecomuseos en España

4. Un sistema abierto e interactivo. Una nueva for- Si como hemos visto es complejo realizar una his-
ma de trabajar en el museo, no de puertas hacia toria de un pensamiento relacionado con la muse-
dentro sino de puertas abiertas, dinámico y de ología social, es igualmente complejo aunar una
acción. evolución de los ecomuseos españoles a la som-
bra de países como Francia. Algunos de los proble-
5. El diálogo entre sujetos. Participación activa en mas son la formación tardía de los mismo con res-
los miembros de la comunidad. pecto al panorama internacional50, la diáspora de
las iniciativas y su desconocimiento a nivel teóri-
6. La exposición. Uno de los más importantes úti- co, el contexto socio-político y económico en el
les de diálogo y concienciación de que dispone que nacieron y, por último, el escaso soporte legis-
48Algunos ejemplos son la Red el museólogo. lativo que no contempla dicha figura museal.
de Museos de Extremadura y sus
Museos de Identidad, la Red de Escritos como el de Concha San Martín se han ido En numerosos países donde se implantaron los
Museos de Etnografía de Asturias,
o la Xarxa de Museus Locals de
produciendo hasta la actualidad. Algunos mues- ecomuseos su germen provino de los Museos al
Cataluña. tran un profundo estudio de la Nueva Museología, Aire Libre como en Francia, países nórdicos o Ja-
49Como un simple acercamiento como son los de Aurora León (1978), Luis Alonso pón51. Pero en España como hemos visto no suce-
a esta realidad es interesante una Fernández (1999), Prats (1997), Francisca Hernán- dió de la misma forma. Hemos visto las experien-
lectura de las Actas a los
Congresos organizados en San dez (2006), Xosé C. Serra (2003), Montserrat Inies- cias de Caro Baroja, del Museo del Pueblo
Sebastián por el Departamento ta (1994) o Iñaki Díaz Balerdi (2002) entre otros. Y Español52, o de la insistencia de su necesidad
de Filosofía de los Valores y otros han conseguido implementar los postulados como dejaba patente Nieves de Hoyos Sancho. A
Antropología Social de la
Universidad del País Vasco que se de la Nueva Museología y de los ecomuseos a la diferencia de las experiencias foráneas, los muse-
viene realizando desde hace siete realidad patrimonial y museística contemporánea. os al aire libre españoles priorizan la representa-
años.
50Gran parte de los ecomuseos
De este último grupo existe una diáspora de rique- ción arquitectónica, el objeto-monumento, a la re-
se han creado en dos
za en experiencias48 de museología social que presentación de la vida y costumbres, del uso del
generaciones. En los años usan, con conocimiento de causa o de forma intui- objeto museal como transmisor de una evolución
noventa y, a partir del año 2002- tiva, los parámetros de la Nueva Museología para cultural. El germen directo de los ecomuseos en
2005.
51Navajas, 2010. el desarrollo de sus territorios49. España no lo podemos buscar por tanto en los Mu-
52En Barcelona existió incluso un seos al Aire Libre sino que vendrá de la mano de
intento de realización de un Podemos concluir, por tanto, que España no tuvo iniciativas individuales potenciadas, por el nuevo
museo-parque, cuando en 1790 el las condiciones políticas idóneas para que la Nue- estado autonómico y en el entorno de Desarrollo
canónigo Mariano Olivera, para
salvar la lápida de la calle de
va Museología y los ecomuseos se fraguasen Social, Rural y Comunitario.
Hércules, propuso que se como en otros países del mundo, pero las necesi-
instalara ésta como otras reliquias dades de recuperación patrimonial tan acuciantes ¿Dónde han quedado los ecomuseos españoles?
barcelonesas “en un parque
público, que podía ser paseo que
que mostraban numerosas poblaciones locales por Son numerosos los autores que han usado el con-
llaman de la Explanada, el desarrollo desigual de la industria y el turismo; la cepto y la palabra ecomuseo en sus escritos, con
levantándose de trecho en trecho situación de traslado de competencias —poder— a la intención básica de mostrar un momento deter-
los pedestales correspondientes,
que al mismo tiempo servirían de
las Comunidades Autónomas y, fundamentalmente minado de la historia de los museos o de la evolu-
decoración y honraría la ciudad a los lugares que están en contacto directo con el ción del pensamiento museológico, pero son po-
(Alonso, 1988: 132-133). ciudadano y el territorio, el municipio; y el nuevo cas las monografías que dediquen un espacio

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amplio y reflexivo, salvo contados casos, a este con-
cepto y su uso vigente. Al igual que en la lectura de
estos autores se atisba un aroma de anhelo de pa-
sado al ecomuseo y del que parecen que únicamen-
te restan su filosofía que debe seguir vigente e im-
plementarse a la museología y los museos actuales,
los vivos, como está pasando en otros países del
mundo (Italia, Japón, China, etc.) lo ecomuseos, los
espacios expositivos y museales que usan la pala-
bra ecomuseo para definirse están creciendo de for-
ma vertiginosa en España desde los años noventa.

El ecomuseo en España se encuadra como una evo-


lución de los museos locales y las inquietudes priva-
das de particulares con una visión filantrópica de su
entorno cultural, y antropológica de su territorio que
ha desembocado en museo del territorio con mati-
ces de identidad local-territorial marcadas por los
micro-nacionalismos y la descentralización tanto a
nivel global, por oposición a la globalización, como a
nivel nacional por la autogestión de las partes de
una nación como ocurre en el caso español.

Para autoras como Bolaños (2008: 497-499) en Es-


paña el ecomuseo ha optado por distintas varieda-
des. Por un lado la musealización de vestigios in- 2. La Comunidad como motor y eje de la experien- Ecomuseo de Román Gordo
dustriales (Cataluña, Asturias) donde la museología cia ecomuseal. (Extremadura).
entabla una relación con el territorio, la antropolo-
gía y la participación vecinal. Y por otro lado el aso- 3. La acción social como acto de reflexión indivi-
ciacionismo vecinal como ocurrió en el actual Par- dual y cultural que plantea problemas y solucio-
que Cultural del Maestrazgo. En ambos casos existe nes llevadas a cabo de forma democrática por
una visión científica hacia la conservación, recupe- todos los actores del ecomuseo.
ración y desarrollo de esas zonas. Pero en el primer
caso se opta por un modelo de arriba hacia abajo y 4. El reconocimiento de un territorio no necesaria-
en el segundo la política de desarrollo parte de la mente administrativo en el que se ha producido
acción asociativa comunitaria. la vivencialidad temporal de la comunidad.

Otro autor que se acerca a los ecomuseos españo- 5. El ecomuseo es una fórmula para el desarrollo
les es Josep Ballart (2008: 58-59) el Ecomuseo de social, cultural y económico. Un útil de concien-
Saja-Nansa de Cantabria y el Ecomuseu de les ciación y conservación pero con la mirada pues-
Valls d’Àneu en el pirineo leridano les sirven para ta en el futuro del territorio y de la comunidad.
ejemplificar los modelos ecomuseales que se han
gestado en España como una forma en las que Según esto los ecomuseos españoles se encuen-
profesionales de la cultura, el patrimonio y el turis- tran dentro de diferentes categorías según la fun-
mo han encontrado su fuente de inspiración para ción para los que fueron creados y de sus promo-
el desarrollo de comunidades y territorios. tores.

Pero la realidad es más compleja y amplia. Actual- Existen ecomuseos territoriales en los que la con-
mente nos acercamos a las cien unidades de espa- cepción del espacio y tiempo intenta estar íntima-
cios que usan la palabra ecomuseo en sus “letre- mente ligada a la relación de la comunidad con su
ros de entrada”53. Si revisamos los parámetros y entorno y su historia. Es el caso del Ecomuseo
modelos de ecomuseos a nivel teórico podemos Alma Serrana (Jaén), una experiencia que nace en
ver que las características de un ecomuseo son54: los años noventa pero que se constituye como
53En estos momentos se está
ecomuseo en el año 2002 para recuperar y difun- desarrollando una tesis doctoral
1. Un desarrollo integral de una comunidad enten- dir las costumbres y tradiciones de la Sierra de Se- en materia de ecomuseología en
dido de los parámetros de la sostenibilidad de gura, fomentar la participación comunitaria de un España.
54Navajas, 2010: 122-123.
los geosistemas. conjunto de poblaciones que cohabitan en estas

Museos I 71
LA NOMENCLATURA DE ECOMUSEOS QUE MÁS SE HA DADO HASTA LA FECHA ES LA DE AQUELLOS QUE PRIMAN LA FUNCIONALIDAD EN SUS
INSTALACIONES, ACERCÁNDOSE MÁS A LA TIPOLOGÍA DE MUSEO LOCAL O AL CENTRO DE INTERPRETACIÓN NATURAL Y/O CULTURAL.

tierras jienenses y favorecer la formación de las ge- proyecto son difíciles de clasificar como el Ecomu-
neraciones más jóvenes. El Ecomuseo Saja-Nansa seo de Sanabria, el Ecomuseo de Castillejar cuyo
(Cantabria), el Ecomuseo Casa Sola (Málaga), otra proyecto comenzó en 2003, e inaugurarse en
experiencia que se proyecta como un museo ligado 2008-2009, el Ecomuseo de Cerceda (La Coruña),
a su territorio y a la comunidad que en él habita. El el Ecomuseo El Tanque (Canarias). O proyectos in-
Ecomuseo-Farinera Castelló d'Empúries (Gerona) teresantes como el atípico Ecomuseo Itinerante de
inaugurado en 2004, o el Ecomuseo de Aperos agrí- Canarias55, o el Ecomuseo de participación comu-
colas (Huesca) inaugurado en 2002. O los ecomuse- nitaria de Están (Málaga).
os urbanos como el de Bicorp en Valencia que nace
como un proyecto de desarrollo por medio de la ¿Cuáles puede ser, entonces, las premisas genera-
promoción y difusión del patrimonio local. les que marcan la ecomuseología en España?

La nomenclatura de ecomuseos que más se ha • La decisión en la creación de un ecomuseo en Es-


dado hasta la fecha es la de aquellos que priman paña parte del apoyo institucional desde el nivel
la funcionalidad en sus instalaciones, acercándose local al internacional. El nivel local y regional po-
más a la tipología de museo local o al Centro de In- see la visión del territorio que tiene la necesidad
terpretación natural y/o cultural. Es el caso del de desarrollo, y los niveles estatales y supraes-
Ecomuseo castillo de Ainsa (Huesca), el Ecomuseo tatales (fundamentalmente desde las iniciativas
de Benalauria, el Ecomuseo Fluviarium (Canta- de los programas y fondos Comunitarios) son los
bria), Ecomuseo de la Minería de la Montaña Coto que impulsan estas iniciativas. en gran parte de
Musel (Asturias), Ecomuseo de la Pizarra (Madrid), los ecomuseos pesa más la iniciativa profesio-
Ecomuseo Larrul (Guipuzcoa), el Ecomuseo de la nal-institucional que la de la población.
Sal (Guipúzcoa), Ecomuseo del Pastoreo (Guipúz-
coa) ubicado en el caserío Erraizabal del siglo XVI • Los ecomuseos españoles son museos del tiem-
en el barrio de Telleriarte de Legazpi, el Ecomuseo po y del espacio. Si bien es cierto la idea de es-
de Guinea en El Hierro, el Ecomuseo de Tordehu- pacio dada por la nueva museología es de un te-
mos (Valladolid), el Ecomuseo de Tiriez (Albacete), rritorio delimitado por la propia identidad de la
el Ecomuseo de Pinilla (Albacete), el Ecomuseo del comunidad. La delimitación de los ecomuseos
Hábitat, Rural Tradicional (Valencia), el Ecomuseo españoles viene dada por una decisión adminis-
de Román Gordo (Extremadura), el Ecomuseo Mo- trativa más que de vivencia del lugar.
lino de Zubieta (Navarra), el Ecomuseo Molino El
Pintao (Huelva), Ecomuseo Aras de los Olmos, o el • Los esfuerzos de recuperación de bienes patri-
Ecomuseo de Benacoaz. moniales está íntimamente ligado al patrimonio
etnográfico pre-industrial.
Entre estas dos categorías existen ecomuseos que
se acercan más a la tipología de Museo al Aire Li- • El talón de Aquiles de los ecomuseos españoles
bre que a la de Ecomuseo. Tal es el caso del Eco- se encuentra en la participación comunitaria en
museo de la Alcogida de Teifa en Fuerteventura, el la gestión organizativa del ecomuseo. Este “ta-
Ecomuseo de Somiedo (Asturias), el Ecomuseo lón” viene dado por la verticalidad institucional
Forno do Forte (A Coruña). Otros ecomuseos de en la toma de decisión de la creación del ecomu-
iniciativa particular tienen un matiz más empresa- seo, o por las dificultades de concienciación que
55Un ecomuseo virtual del que
han emanado interesantes
rial, como es el ecomuseo de la Huerta de Valoria los promotores para que el proyecto sea apro-
experiencias y encuentros en Palencia, el Ecomuseo de Fuentecesped en Bur- piado por la propia población.
relacionados con la Nueva gos o el Ecomuseo Eukal Baserria en Vizcaya.
Museología como una de las
última publicaciones del profesor
• Los servicios educativos de los ecomuseos fun-
Mayrand, Manual del Proceder Por último existen ecomuseos que por la escasez cionan como los de los “museos tradicionales” en
del Ecomuseo (2009). de información disponible o por que aún están en el sentido que las actividades emana del interior

72 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 55-75


Ecomuseo de Tordehumos
(Valladolid).

del museo, de su organigrama, y no existe una promotor es fundamental para el desarrollo de la


relación reciproca de intercambio de pensamien- iniciativa.
tos con la comunidad, el diálogo es unidireccio-
nal. Estas experiencias nos dan dos nuevos paráme-
tros en las que en las anteriores experiencias no se
• El modelo de ecomuseo se basa generalmente encontraban con tanta claridad. Uno de ellos es la
en un modelo centralizado con un Centro y saté- figura de un promotor conocedor de la filosofía
lites repartidos por el territorio56. ecomuseal y capaz de concienciar a poderes públi-
cos y privados, y a la comunidad de un proyecto
Pero no podemos dejar este panorama sin hacer común. Y por otro lado el carácter de proceso de
mención a aquellas experiencias que, sin entrar a los ecomuseos. Cuando se revisan el inicio de ges-
valorar en el estado —ecomuseal— en el que se tación —que no únicamente de consagración del
encuentran en la actualidad, sí que estuvieron o se rótulo ecomuseo— se atisban más de una década
acercaron a la construcción de un ecomuseo. Tal de trabajo para poder obtener algún resultado ob-
es el caso del Ecomuseo del Alma Serrana, men- jetivo del proceso de cambio en la comunidad.
cionado más arriba, el Ecomuseo del Río Caicena
(Córdoba), las experiencias del Parque Cultural del 4. Conclusión. El futuro en pinzas
Maestrazgo (Teruel) o de Allariz (Orense), el Eco-
museo del Poni Asturcón (Asturias), o el Ecomuseo Llegados a este punto debemos hacer una refle-
Valls d'Àneu (Lérida). xión de hacia dónde van los ecomuseo en España.
Debemos pensar cuál es el futuro que depara a es-
Para la Nueva Museología la experiencia del Par- tas instituciones que en estos momentos se en-
que Cultural del Maestrazgo es, quizá una de las cuentra en floreciente auge en nuestro país.
más emblemáticas, pues en esta comarca de Te-
ruel se han sucedido varias reuniones del MINOM, Si tomamos la ecuación de la nueva museología
y es donde uno de sus promotores, Mateo Andrés, para el “nuevo” museo, un territorio + un patrimo-
fue uno de los impulsores de la ideas de la Nueva nio (cultural y natural) + una comunidad, en España
Museología como forma de recuperar cultural y observamos que el peso de la toma de decisiones, 56Desde la creación de los
económicamente zonas deprimidas. Los casos de de la administración y gestión de la institución re- ecomuseos se han ido generando
diferentes modelos en función de
Valls d'Àneu, Allariz y el Ecomuseo del Río Caice- cae, y es prácticamente monopolizada por el poder las características de la
na, también corresponden a esta línea de evolu- político. En todo ecomuseo el poder político es fun- comunidad, el territorio y el
ción larga en el tiempo en el que la figura de un damental y si recordamos las palabras de Rivière patrimonio (Navajas, 2010).

Museos I 73
EL ECOMUSEO DEBE SER ESE “ESPEJO” EN EL QUE DETENERSE PARA REFLEXIONAR SOBRE EL PRÓXIMO PASO. ESA HERRAMIENTA EN LA
QUE NO IMPORTA TANTO EL NOMBRE COMO EL PROCESO PARA CONSEGUIR UN FIN COMUNITARIO. QUEDA AÚN UN LARGO CAMINO POR
RECORRER EN MATERIA ECOMUSEOLÓGICA EN ESPAÑA.

cuando menciona que un ecomuseo es un instru- esta tipología57. Un apoyo legislativo institucional
mento que un poder y una población conciben, fabri- podría restarle la vitalidad combativa, voluntaria y
can y explotan conjuntamente, vemos que de lo que planificadamente improvisada del ecomuseo, pero
sufre el ecomuseo español es ese binomio democrá- también podría ayudar a difundir su naturaleza
tico de poder político y comunidad. Igualmente, el evitando confusiones y malentendidos.
territorio ecomuseal viene dado por la demarcación
administrativa más que por la demarcación identita- Los obstáculos a salvar son la creación de una red
ria, que es una de las premisas esenciales de la de ecomuseos que pueda ser integradora de las ex-
construcción mental de un ecomuseo. periencias, un útil de formación e información para
promotores y usuarios. Han surgido intentos de re-
Parece que el fenómeno del “oikos” se está expan- des de ecomuseo como la Red Europea de Ecomu-
diendo más como una fórmula mágica de desarro- seos58; o la experiencia de VAGEM59, pero su alcan-
llo rural y turístico dentro de las planificaciones di- ce ha sido minoritario y siempre supeditado a la
namización que como una forma de proceso de consecución de unos objetivos preestablecidos por
reflexión y cambio de una comunidad. De búsque- la concesión de las ayudas Comunitarias.
da o re-apropiación comunitaria de un patrimonio.
De un útil para sentirse ciudadano antropológico El ecomuseo, como la Nueva Museología, es un
de un territorio (Varine-Bohan, 2007) construido a continuo proceso de cambio y de reformulación.
lo largo del tiempo. Un proceso utópico de continuos replanteamien-
tos metodológicos. Las sociedades -comunidades-
Quizá uno de los problemas de esta diáspora sea el evolucionan. Cambian sus necesidades, sus pro-
problema de categorización ecomuseal no es única- blemas. El ecomuseo debe ser ese “espejo” en el
mente español. Aunque el ICOM tiene recogida la que detenerse para reflexionar sobre el próximo
figura del ecomuseos y el MINOM hace esfuerzos paso. Esa herramienta en la que no importa tanto
por la consolidación de esta figura por medio del el nombre como el proceso para conseguir un fin
acopio de experiencias y el debate teórico, son po- comunitario. Queda aún un largo camino por reco-
cos los países que en sus legislaciones aparece rrer en materia ecomuseológica en España.

Bibliografía
57Italia es uno de los países que
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sí la contempla. España posee julio de 1986. Editado Universidad Complutense, 1988. Madrid. 2 vol.
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Ley de Parques Culturales de
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Aragón de 1997.
58Compuesta por el Ecomuseo de BALLART, J. (2002). El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso. Ariel Patrimonio. Barcelona.
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Museos I 75
Museos locales y cohesión social en momentos de crisis
EULÀLIA JANER AMARGÓS
Jefa de Servicio de Exposiciones y Difusión de la Dirección General de Atención Ciudadana y Difusión
de la Generalitat de Catalunya
TERESA BLANCH BOFILL
Directora del Museu-Arxiu Tomàs Balvey de Cardedeu (Barcelona)

Eulàlia Janer Amargós Situación de partida comunidad. Áreas como urbanismo, servicios socia-
Jefa del Servicio de Museos de la
Generalitat de Catalunya (1984-
les, sanidad, medio ambiente, juventud, deportes,
1989) y (2007-2009). Responsable La mayoría de museos locales son instituciones que cultura o comercio, pueden propiciar el acercamiento
de la actividad cultural de dependen directamente del municipio. Es el ayunta- del museo, del ayuntamiento y de los grupos socia-
Blanquerna, Delegación del miento quien asigna la mayor parte del presupues- les que integran la comunidad, con el objetivo de di-
Gobierno de la Generalitat en
Madrid (1993-1997). Jefa de
to para su mantenimiento y para el funcionamiento señar conjuntamente determinadas actividades
Servicio de Exposiciones y en general. Con frecuencia estos museos presentan prioritariamente en temas de cohesión y sociabili-
Difusión de la Dirección General a otras Instituciones públicas —diputaciones, go- dad que, a manera de acciones pretexto, vayan nor-
de Atención Ciudadana y Difusión. bierno central y/o autónomo...— programas con- malizando el trabajo conjunto en beneficio de todos.
Departamento de la Presidencia
de la Generalitat de Catalunya. cretos de actuación que conciernen a la cataloga-
Especialista en Ecomuseos y ción, la conservación o la difusión, entre otros El patrimonio elemento integrador
Nueva Museología; autora de aspectos, para optar a subvenciones que comple- de colectividades
diversos artículos sobre dichos
menten su presupuesto. Y así han funcionado du-
temas. Ha participado en diversos
masters y postgrados en rante años haciendo de esta práctica la normalidad. El patrimonio, entendido como “documento histó-
universidades de Bilbao, No han tenido la necesidad de recurrir a otras for- rico”, tiene que servir de instrumento para el cono-
Zaragoza, Madrid, Huelva, mas de financiación y los escasos recursos proce- cimiento, el bienestar y la cohesión social. Y, con-
Barcelona y Gerona en calidad de
dentes de ingresos propios —entradas, tienda, acti- textualizado en el entorno, puede actuar como
profesora sobre proyectos
museológicos-museográficos, vidades varias…— han sido, en la mayoría de los
exposiciones y sistemas de casos, testimoniales.
difusión. Autora de diversos
proyectos museológicos y
museográficos.
La crisis económica y el endeudamiento han mer-
mado enormemente la liquidez de las institucio-
Teresa Blanch Bofill nes y, en las prioridades que han establecido, la
Desde 2008, es directora del cultura en general y los museos locales en parti-
Museu-Arxiu Tomàs Balvey de
Cardedeu (Barcelona). Profesora
cular, no ocupan un lugar preferente. Sufren la re-
de la asignatura de Museología ducción de presupuesto y de recursos humanos.
del Departamento de Arte y
Musicología de la Universidad Esta situación que se ha hecho recurrente y alar-
Autónoma de Barcelona.
Especialista en museología dentro
mante en los últimos años, debería ser motivo de
del campo de los museos de reflexión para el personal del museo para calibrar la
territorio. Autora de diversos posibilidad de invertir esa tendencia. Sólo situán-
artículos y ponencias sobre dose en parámetros de “necesidad”; de hacerse ne-
patrimonio. Participa como
profesora en distintos masters. cesario, pueden hacerse cambiar las prioridades.
Miembro del centro de Así, quizás se impone implementar estrategias que
investigación de humanidades de posibiliten este cambio y que a su vez se traduzcan
la Universidad Autónoma de
en beneficios para el museo. Las autoridades loca-
Barcelona (CERHUM. Ha
participado como comisaría en les, con frecuencia, y más aun en estos momentos
distintas exposiciones y realizado de crisis, evalúan el papel del museo en términos
proyectos museológicos. Ha ”coste/beneficio” sin valorar su rentabilidad social,
ocupado entre otros los cargos de
sin conocer su experiencia como espacio de diálogo
jefa de exposiciones del Museo de
Historia de Barcelona (2007- y de participación; en suma, sin atender a su fun-
2008), directora del Museo de ción de cohesión social. Y es ahí, en este indiscuti-
Rubí “El Castell Ecomuseu Urbà” ble valor y saber hacer donde hay que buscar nue-
(2000-2007), técnica de la
Comisión de Patrimonio y jefa de
vas maneras que permitan visualizar el papel que
Cultura del Ayuntamiento de Rubí puede jugar el museo como espacio mediador entre
(2005-2006). determinas políticas municipales, el patrimonio, y la Portada de la publicación.

76 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 76-79


SE IMPONE AHORA IMAGINACIÓN, REFLEXIÓN CONJUNTA PARA PLANTEAR ACCIONES QUE PUEDAN SER COMPARTIDAS, DEFINIR LOS OB-
JETIVOS DESEABLES PARA CADA UNO DE LOS AGENTES QUE INTERVIENEN, DISEÑAR EL PROYECTO, CONSENSUARLO, IMPLEMENTARLO,
LLEVAR EL CORRESPONDIENTE SEGUIMIENTO Y EVALUAR LOS RESULTADOS.

factor de desarrollo territorial y como elemento in- Escalibada y cuscús, son


tegrador de colectividades. El patrimonio nos per- algunos de los platos
elaborados en los talleres
mite, en consecuencia, trabajar la influencia de los
de cocina del Proyecto de
impactos culturales que comporta el proceso de Identidad y Socialización.
globalización en el que estamos inmersos. En este
contexto hay que trabajar de manera interdiscipli-
naria y participativa. Se impone ahora imagina-
ción, reflexión conjunta para plantear acciones
que puedan ser compartidas, definir los objetivos
deseables para cada uno de los agentes que inter-
vienen, diseñar el proyecto, consensuarlo, imple-
mentarlo, llevar el correspondiente seguimiento y
evaluar los resultados.

Sin embargo, por falta de costumbre, es probable


que los responsables de las áreas municipales va-
loren con recelo y reticencia las propuestas de co-
laboración que puedan elaborarse e incluso se
nieguen a ello. No hay que desalentarse, ya que tal
reacción es fruto del desconocimiento de los bene-
ficios conjuntos que pueden derivar de dicha cola-
boración. Es posible que en esta tesitura tenga
que ser el museo el que lleve la iniciativa en todo
el proceso, el que aporte más y el que mayor res-
ponsabilidad asuma. Pero es la manera de hacer
visible que museo y patrimonio son necesarios en
los procesos de integración, de desarrollo territo-
rial y de sociabilidad. Con este trabajo se pretendía conseguir un mayor
acercamiento a la diversidad cultural de la ciudad a
Fue en esta línea de participación que la dirección partir de la gastronomía entendida como patrimo-
del Ecomuseo-Urbano de Rubí* propuso a deter- nio. También se pretendía compartir y aprender del
minados servicios municipales, y de acuerdo a sus saber hacer de personas y colectivos de diferentes
competencias, compartir varios programas bajo el culturas a partir de una experiencia concreta.
denominador común de la cohesión social; uno so-
bre la identidad y socialización, otro sobre la auto- Se escogió la gastronomía como pretexto, por ser
estima y un tercero sobre el saber hacer. Estos tres un elemento importante en todas las culturas y
proyectos permitieron llevar a cabo un trabajo par- porque pone en evidencia las relaciones que un
ticipado con diversos segmentos de la población. grupo humano establece con su entorno más in-
mediato. Observar el lugar, el motivo, el cómo, con
Programa de identidad y socialización qué y con quien se comparte un ágape ayuda a
comprender determinados aspectos de los lazos
La exposición “La mesa de la fiesta” fue el resulta- que contribuyen a cohesionar una sociedad. Tam-
do del proyecto sobre identidad y socialización en bién es cierto que trabajar el patrimonio desde un
el que trabajaron conjuntamente el Área de Servi- referente conocido por todos favorece el diálogo y
cios Sociales del Ayuntamiento, las asociaciones el compartir conocimientos. Por estos motivos, se *Población de más de 80.000
de vecinos de la ciudad, la Mesa de Nuevas Migra- escogió el patrimonio gastronómico para poten- habitantes a unos 20Km de
ciones y el Museo. ciar la convivencia y el conocimiento mutuo de los Barcelona.

Museos I 77
distintos grupos sociales, para favorecer las rela- con un Centro de Día de salud mental y con otra ins-
ciones vecinales y para fomentar la participación titución que trabaja en la inserción sociolaboral de
en la vida social de la ciudad. personas con discapacidades psíquicas) fue el lla-
mado “programa de autoestima”. El diseño y la apli-
Las acciones concretas que se llevaron a término cación del programa fueron reflexionados y trabaja-
fueron: dos conjuntamente. Para sanidad y los centros
citados, el objetivo era incrementar la autoestima de
• Talleres de cocina, “Cocinas del mundo”, que se todos los que participaran en el programa. Para el
desarrollaron en un Centro de Día y en una es- museo el patrimonio debía constituir y ser la base
cuela municipal. En dichos talleres colaboraron del desarrollo del proyecto. Con la finalidad de con-
las asociaciones de vecinos de dos barrios de seguirlo, puso al alcance de todos los participantes
Rubí, con elevado porcentaje de inmigración, y los elementos necesarios para que, a partir de una
los correspondientes monitores pertenecían a exposición del llamado “arte pobre”, cada persona
culturas diversas. En cada sesión se elaboraba pudiera reconocer y diferenciar métodos y técnicas
un plato que era degustado y comentado al final de expresión y de creación artística en el ámbito del
de la misma, por todos los asistentes. arte contemporáneo. También se pretendía que pu-
dieran interesarse por el reciclaje de residuos y to-
• Reportajes fotográficos. Un fotógrafo aportado mar conciencia de que cada uno de ellos era capaz
por el museo realizaba, en cada taller, un repor- de desarrollar la creatividad a partir de la observa-
taje sobre la preparación, elaboración y degusta- ción y de la confianza en sí mismo. La exposición fa-
ción de los platos. Estas imágenes sirvieron de cilitó al personal del Museo incidir en conceptos ta-
material para la exposición que se realizó como les como la sensibilización hacia el patrimonio
acto final del proyecto y para difundirla. natural, la sostenibilidad y el reciclaje.

• Edición de un recetario que recogía todos los Este programa contó con la implicación de un artista
platos elaborados en los talleres. local que se encargó del montaje de la exposición
con obras propias. Se hizo cargo, asimismo, de guiar
• Exposición “La mesa y la fiesta”; en ella colabo- a los grupos, de dialogar con los participantes y de
raron todos los monitores asesorando el monta- organizar talleres en los que, además de observar y
je, recreando ambientes y aportando materiales. manipular las obras expuestas, pudieron y se sintie-
Las fechas de la exposición coincidieron con la ron capaces de crear su propia obra.
Fiesta Mayor de Rubí.
El seguimiento y la evaluación de los resultados
Programa de autoestima por parte de todas las instituciones implicadas re-
sultaron muy positivos. Se habían conseguido los
Otro de los proyectos que el museo compartió con objetivos trazados inicialmente. La autoestima
Programa de autoestima. el ámbito municipal de sanidad (concretamente hizo mella en cada participante y el museo puso
de manifiesto, una vez más, su papel mediador im-
pulsando la interacción del patrimonio con distin-
tas áreas municipales y con un determinado seg-
mento de la población con frecuencia excluido.

Programa sobre el saber hacer

En el proyecto de poner en valor el saber hacer, se im-


plicaron las áreas de Servicios Sociales y de Educa-
ción del Ayuntamiento, personas de la tercera edad y
el museo. Consistió en organizar una exposición de
juegos y juguetes que las personas mayores aún
guardaban en sus casas. Fueron ellas quienes se en-
cargaron de recogerlos, seleccionarlos, presentarlos
y de explicar la exposición a jóvenes en edad escolar.
El museo aportó el espacio expositivo y les instruyó
en los procesos a seguir para la preparación y monta-
je de la muestra. Los objetivos del programa se cen-
traron, por una parte, en reforzar los valores del sa-
ber hacer de las personas de edad avanzada, y que

78 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 76-79


ellas mismas transfirieran sus conocimientos a la po- conocimientos en la doble dirección y se aprende
blación escolar; y, por otra parte, también se quería directamente del “otro”. La interculturalidad se
demostrar que el patrimonio (en este caso los juegos aborda de manera directa.
y los juguetes) puede mediar en procesos y conflictos
de cambio generacional. • ¿Cómo se crean alianzas y sinergias?
Desarrollando conjuntamente programas que
Cuestiones a debate interesan al museo, a .los profesionales de di-
versas disciplinas y áreas, y a personas y grupos
Las valoraciones conjuntas que se formularon a par- sociales de culturas distintas. Cada uno de los
tir de estos y otros proyectos que se llevaron a térmi- agentes que intervienen aporta sus propios co-
no, condujeron al personal del museo a plantearse nocimientos en temas que les son próximos y
una serie de cuestiones que sirvieron de reflexión y conocen. La proximidad y el conocimiento con-
de debate. Uno de los objetivos que se perseguía, llevan seguridad y favorecen el desarrollo de fu-
era el de hallar nuevas formas que permitiesen ha- turas actuaciones.
cer del patrimonio un elemento particularmente útil
en los temas actuales de sociabilidad. Tales valora- • ¿Cómo se consigue la colaboración de las áreas
ciones constataron, también, que trabajar de mane- y de los grupos implicados?
ra participativa y transversal se había traducido en Con paciencia y buena dosis de prudencia. Na-
beneficio de las tareas propias del museo, especial- die conoce mejor que uno mismo sus propias
mente en temas de documentación. Se compartie- costumbres y rituales. Solo si se es capaz de es-
ron informaciones entre los distintos profesionales cuchar, de buscar equivalencias y despertar la
que colaboraron en los programas y estos pudieron necesidad de aprender se puede conseguir.
conocer, muy de cerca, las potencialidades del mu-
seo. Y, quizás, lo más significativo fue el mutuo acer- • ¿Los museos tienen por misión trabajar temáti-
camiento entre la población y el museo. cas tales como la identidad y la cohesión social?
Si aceptamos que el patrimonio es un documen-
Algunas de las reflexiones que se plantearon fueron: to histórico que nos informa sobre el pasado y el
presente, y nos ayuda a construir el futuro, pode-
• ¿Los museos deben incorporar el patrimonio mos afirmar, sin lugar a dudas, que los museos
aportado por grupos sociales foráneos? deben ser una pieza importante para el desarro-
Se llegó a la conclusión de que trabajando nuevos llo social y económico del territorio.
elementos patrimoniales con los nuevos ciudada-
nos habrá que incorporar aquellos que puedan ser Conclusiones
aceptados por todos y que, en consecuencia, for-
men parte de un proceso de interacción cultural. El museo local en momentos de crisis debe im-
pulsar acciones participativas con las áreas mu-
• ¿Son necesarias nuevas formas de comunicación? nicipales sobre proyectos que incidan en el des-
Se hizo evidente que sí, y que la implicación de arrollo local y que, a su vez, le permitan ser
la población en los proyectos ayuda a encontrar visualizado como espacio de mediación impres-
caminos alternativos de comunicación que hay cindible. El museo local frente a la actual crisis
que explorar y aplicar. tiene la oportunidad de potenciar el patrimonio
cultural en beneficio del bienestar social en tér-
• ¿Cómo se aplica la cultura del país a personas y minos de cohesión.
grupos sociales que poseen referentes cultura-
les muy distintos? El museo local deberá trabajar en redes pluridisci-
Se concluyó que no cabe una aplicación direc- plinares que permitan con facilidad la transferen-
ta: se trabaja conjuntamente, se transfieren cia de conocimientos y la participación activa.

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Museos I 79
Museologías tradicional, posmoderna y social1
en el País Vasco
IÑAKI ARRIETA URTIZBEREA
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Iñaki Arrieta Urtizberea Introducción


Doctor en antropología social y
Como hemos indicado la Comunidad Autónoma
cultural, y profesor del
Departamento de Filosofía de los En lo que respecta a la creación de museos, la Co- del País Vasco dibuja una evolución en la que se
Valores y Antropología Social de la munidad Autónoma del País Vasco presenta, en los reflejan también esas tendencias generales en la
Universidad del País Vasco. últimos cuarenta años, una breve pero intensa evo- creación o remodelación de museos, pero también
Miembro del Grupo de
Investigación Consolidado en
lución. En líneas generales, esta evolución corre pa- cuenta con sus propias especificidades. De éstas y
Patrimonio Construido (IT-403-10) reja a la de otros territorios del Estado español (Ma- aquéllas tratará este artículo. Por tanto, al tener
de la Universidad del País Vasco e riné Isidro, 2001: 79-81). Hay que tener en cuenta un propósito generalista, en este trabajo no nos
investigador en el proyecto que toda esa evolución ha estado muy condiciona- detendremos en ningún museo concreto, salvo en
“Patrimonialización y redefinición
de la ruralidad. Nuevos usos del
da, al menos durante sus primeros años, por el ré- uno, puesto que nuestro objetivo va a ser mostrar
patrimonio local” (CSO2011- gimen dictatorial franquista que le precedió. Aquél los movimientos museísticos que se han dado en
29413), financiado, Ministerio de que se inició en 1939 y se prolongó hasta 1975. De dicha Comunidad Autónoma, realizando al final
Economía y Competitividad del aquel nefasto periodo destacamos, en primer lugar, del mismo algunas reflexiones acerca de cuál es la
Gobierno de España. Editor de
varias publicaciones sobre
las acciones que el régimen llevó a cabo con el ob- situación museística actual, en particular la de los
museos y patrimonio cultural, jetivo de homogeneizar las diferentes culturas exis- museos locales. Tenemos que subrayar que en
algunas de ellas disponibles en : tentes dentro del Estado o de reducirlas a meros “ti- este trabajo abordaremos la dinámica museística
http://www.argitalpenak.ehu.es/p pismos” dentro de la identidad nacional. Y, en acontecida en la Comunidad Autónoma del País
291-content/es/contenidos/
libro/se_indice_humanpdf/es_hu segundo lugar, el aislamiento al que sometió o al Vasco, y no en el conjunto del País Vasco (Caro Ba-
manpdf/humanpdf.html que pretendió someter el Dictador al país para evi- roja, 2000), es decir, la que se ha dado en la cir-
tar que los cambios políticos, sociales y culturales cunscripción integrada por los territorios históri-
que se iban dando en Europa, por mencionar lo más cos de Araba/Álava, Bizkaia y Gipuzkoa.
próximo, se introdujeran en el estado. En el caso de
los museos, ese aislamiento es claro y notorio. Poco Un recorrido diacrónico: desde la Dictadura
o nada llegó de las novedosas e interesantes pro- hasta la actualidad
puestas que tras la Segunda Guerra Mundial, espe-
cialmente durante los años 60 y 70, se plantearon En 1975, año en el que murió el dictador Franco, el
en el mundo de los museos, cuestionándose algu- panorama museístico en la Comunidad Autónoma
nos de los principios decimonónicos en los que se del País Vasco era muy escaso. En aquel año la Co-
legitimaba la acción museística, en particular, y la munidad contaba con 14 museos (Díaz Balerdi,
patrimonial, en general (Mairesse, 2007: 194). “A 2008; VV.AA., 1987), casi todos ellos en las capita-
España, estos nuevos bríos llegan sólo en forma de les de los tres territorios históricos: Donostia-San
rumores” (Bolaños, 1997: 394). Sebastián, Bilbao y Vitoria-Gasteiz. Algunos habí-
an sido creados antes de la Guerra Civil de 1936,
En la evolución de los museos en el Estado espa- especialmente en Gipuzkoa y Bizkaia. De todos
ñol se pueden diferenciar dos grandes periodos ellos, destacaban en Donostia-San Sebastián el
(Azúar, 2008: 27-28). Durante el primero, la crea- Museo Municipal de San Telmo, especializado en
ción de museos ha estado vinculada a la recupera- arte y cultura vascas, y el Oceanográfico; en Bil-
ción y la exhibición de las memorias y las identida- bao, el Museo de Bellas Artes, el de Arte Moderno,
des oprimidas y excluidas durante el franquismo. el de Reproducciones Artísticas, y el Arqueológico
1Este trabajo se enmarca en el En el segundo, los nuevos museos han tratado de de Vizcaya y Etnográfico Vasco. Todos esos muse-
proyecto investigación CSO2011- seguir a las recientes tendencias culturales, y eco- os fueron creados por los ayuntamientos y las di-
29413, financiado por el
Ministerio de Economía y
nómicas, posmodernas. No obstante, esta periodi- putaciones provinciales e impulsados por las éli-
Competitividad y dentro del grupo zación no quiere decir que durante la segunda tes políticas, económicas y culturales, y buscaban
consolidado GPAC, IT-403-10, del fase los museos hayan perdido su dimensión iden- mostrar, por un lado, la identidad cultural vasca,
Sistema Universitario Vasco,
financiado por el Departamento
titaria, al fin y al cabo siempre “constitueix una ex- impulsada por una antropología romántica, y, por
de Educación, Universidades e traordinària vitrina de projecció de la identitat”. otro, una identidad de clase, la de la burguesía que
Investigación del Gobierno Vasco. (Roigé, Boya y Alcalde, 2010: 173) a través de las artes plásticas buscaba alcanzar

80 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 80-90


cierto prestigio a nivel europeo. Durante la Dicta- Administración autónoma se centró fundamental- Museo Etnográfico de
dura (1939-1975) se abrieron nuevos museos, mente en la promoción del euskara y en la puesta Artziniega.
principalmente en el territorio histórico de Ara- en marcha de la televisión pública vasca. De este
ba/Álava, entre ellos el Museo Provincial de Bellas modo, desde la aprobación del Estatuto hasta la
Artes y el Museo de Arqueología. El hecho de que aprobación de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco
Araba/Álava no fuera declarada “provincia traido- en 1990, los trece nuevos museos que abrieron
ra” (Díaz Balerdi, 2007: 111) por el Dictador favore- sus puertas fueron a iniciativa de particulares,
ció la creación de esos museos, en un periodo de asociaciones culturales y ayuntamientos. La impli-
políticas museísticas “mínimas” (Bolaños, 1997: cación del Gobierno Vasco fue escasa. Prácticamen-
374) y siempre al servicio del régimen nacional y te ninguno de estos nuevos museos se destinó a las
católico impuesto por el franquismo. artes plásticas, y sí, en cambio, a la etnología, la his-
toria y la arqueología. La mayoría buscaron recupe-
Muerto el Dictador, en 1979, se aprobó el Estatuto rar y exponer “lo vasco”, a través de la etnografía, el
de Autonomía de la Comunidad Autónoma. Esto folclore o la ciencia y la técnica. Es decir, recuperar
trajo la constitución del Gobierno Vasco y la asun- y exponer aquello que había sido negado durante la
ción por dicha Administración pública de las com- Dictadura.
petencias en materia de patrimonio cultural y mu-
seos. Como ya hemos indicado el panorama Con la aprobación de la Ley sobre patrimonio en
museístico era muy deficiente en aquellos años: 1990, el Gobierno se sumó al juego museístico, or-
desorganización, falta de personal especializado, ganizando y regulando el sistema de museos de la
escasos recursos económicos y escasa vinculación Comunidad Autónoma. Por un lado, instituyó el
con la población local (Gobierno Vasco, s.f.:72). No Sistema Nacional de Museos de Euskadi y, por
obstante, en materia de cultura, las infraestructu- otro, estableció que en los municipios y comarcas
ras museísticas no fueron un objetivo prioritario de más de 10.000 habitantes se impulsaría la cre-
para el Gobierno Vasco durante los primeros años ación de “museos de la ciudad”. Dicha Ley, apro-
de la Democracia. Teniendo en cuenta que eran mu- bada por unanimidad en el Parlamento Vasco y vi-
chos los ámbitos a los que tenía que hacer frente el gente en la actualidad, define el patrimonio cultural
Gobierno Vasco, tras cuarenta años de dictadura, la como “la principal expresión de la identidad y el

Museos I 81
Museo Euskal Herria en más importante testigo de la contribución históri- vascos. Once fueron los museos nacionales selec-
Gernika. ca de este pueblo a la cultura universal. Este patri- cionados. En Bizkaia, el Museo de Bellas Artes, el
monio cultural es propiedad del pueblo vasco”. Museo Guggenheim Bilbao, el Museo de la Ciencia
Según el entonces Consejero de Cultura del Parti- y la Técnica, y el Museo de Ciencias Naturales. En
do Nacionalista Vasco2, esa Ley era necesaria para Araba/Álava, el Museo de Bellas Artes, el Museo
preservar la memoria y para que la sociedad vasca de Arqueología, y el Museo Fournier del Naipe y de
no perdiera su identidad. las Artes Gráficas. Y en Gipuzkoa, el Museo de Ar-
quitectura, el Museo de Antropología Vasca, el
A los cuatro años de publicarse esa Ley, en mayo Museo Naval, y el Museo de Cerámica y Artes Po-
de 1994, el Gobierno Vasco aprobó el Plan Nacio- pulares. Hay que destacar que casi la mitad de
nal de Museos. El Plan estableció la figura de los esos museos nacionales iban a ser de nueva plan-
museos de carácter nacional, definiéndolos como ta y que los demás, si bien existían, necesitaban
“aquellas unidades museísticas que la Comunidad nuevos edificios o requerían una importante remo-
Autónoma Vasca debe tener y que representan im- delación. La inversión prevista fue de 23.560 mi-
portantes facetas del saber de la memoria colecti- llones de pesetas, a realizarse en los diez años si-
va de nuestro pueblo y en los que el Gobierno Vas- guientes a la aprobación del Plan.
co debe ser partícipe”3. Ese Plan se elaboró,
además, con el objetivo de coordinar el “gran im- Aunque el Plan contó con el visto bueno del Parla-
pulso” que se había dado a la creación de museos mento Vasco, suscitó bastantes controversias
2Diario de sesiones del en los pocos años que habían transcurrido desde acerca de por qué esos debían ser los nacionales,
Parlamento Vasco. Sesión
celebrada el 3 de julio de 1990.
la aprobación de la Ley de Patrimonio cultural. En cuando, por ejemplo, uno era una franquicia esta-
3Plan Nacional de Museos de aquel Plan se instituyó la figura de los museos na- dounidense o en otro “primaba el arte 'español'”
Euskadi, elaborado por el cionales vascos y fueron definidos como los “cen- (Díaz Balerdi, 2008: 84). El Plan fue criticado tam-
Gobierno Vasco, pág. 6. tros depositarios” del saber y de la memoria de los bién porque obedeció más a una decisión política,

82 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 80-90


de reparto por territorios históricos, que a una va- en julio de 2000, el Grupo Socialista Vasco del Par-
loración real de la situación existente y de las ne- lamento Vasco preguntó a la Consejera de Cultura
cesidades y posibilidades económicas, “en un pe- del Gobierno Vasco, del Partido Nacionalista Vas-
queño País casi sin tradición museísticas” (Mujika co, si era necesario seguir impulsado aquel plan.
Goñi, 1995: 288). Aunque no podamos detenernos La respuesta5 fue que el plan se estaba de-
en estas cuestiones, las diputaciones forales de sarrollado. Sin embargo, en realidad, “sólo” se
los territorios históricos tienen un peso político y, había llegado a realizar el Museo Guggenheim-
especialmente, económico en el entramado admi- Bilbao y estaban en fase de rehabilitación o reubica-
nistrativo de la Comunidad Autónoma que obliga ción el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo
al Gobierno Vasco a consensuar con ellas las deci- Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria-Gasteiz.
siones que afectan a sus territorios. Obviamente, Recientemente se ha abierto el Bibat en Vitoria-
el Gobierno Vasco era consciente de la escasa tra- Gasteiz que acoge el Museo de Arqueología y el
dición museística en la Comunidad, pero conside- Museo Fournier del Naipe. En ese reorganizado
ró también que el Plan había que llevarlo adelante museo ha participado el Gobierno Vasco, pero ya
por el valor que tenía la cultura, en sí misma, y por no siguiendo la lógica establecida en aquel siste-
la riqueza que ésta, la cultura, aportaría a la eco- ma de museos nacionales.
nomía y a la sociedad de la Comunidad Autónoma4.
Para entonces el Gobierno Vasco ya había firmado el Mientras el Gobierno Vasco venía trabajando en su
acuerdo con la Fundación Solomon R. Guggenheim Plan, de 1990 a 1994, otra vez, a lo largo y ancho
la construcción de un nuevo museo en Bilbao y su del territorio se crearon otros veintiún museos
“efecto” comenzaba a condicionar la política cultural más (Gobierno Vasco, 1995). La gran mayoría fue-
vasca. Así, la cultura fue “entendida como valor aña- ron etnográficos o historiográficos, y de un carác-
dido turístico y urbanístico, y la política cultural una ter muy local. Hay que destacar el papel que en la
herramienta promocional al servicio de los proyec- creación de los museos locales han jugado los mu-
tos económicos” (Zallo, 2011: 47) que requerían de chos coleccionistas que ha habido en el País Vasco.
iconos de representación y visualización. No son pocos los museos locales que se han lle-
gado a abrir gracias a la colaboración establecida
Al final, aquel plan de museos nacionales no llegó entre un coleccionista y un ayuntamiento. Aquél
a realizarse, tampoco, por cierto, la creación de un ponía los fondos, éste, las infraestructuras. Mien-
museo por cada comarca o ciudad de más 10.000 tras esa era la dinámica de los museos vascos, el
habitantes. Todo aquel plan fue finiquitado formal- Gobierno Vasco, como ya viene dicho, venían
mente por la Ley de Museos del 2006. Previamente, construyendo el encofrado del que sería su museo

Caserío Igartubeiti
en Ezkio-Itsaso.

4Garmendia, M. K. “Kultura
ekipamendu handiak. Kulturaren
Sailburuaren agerraldia”.
Gobierno Vasco, 15 de marzo de
1995.
5Parlamento Vasco. “Respuesta
escrita a la pregunta formulada
para su respuesta en comisión
por Dña. Isabel Celaá,
parlamentaria del Grupo
Socialista Vasco a la Consejería
de Cultura, sobre el Plan de
Museos”, del 20 de julio de 2000.

Museos I 83
EN DEFINITIVA, LA CULTURA SE ENTENDÍA PRINCIPALMENTE COMO UN MEDIO, UN RECURSO PARA LA REGENERACIÓN ECONÓMICA Y UR-
BANÍSTICA, Y PARA LA PROYECCIÓN EXTERIOR DE LA SOCIEDAD VASCA.

Museo de la Paz el Gobierno Vasco lo llevaran a cabo los responsa-


en Gernika. bles de economía de la Administración pública.
Los representantes de los departamentos de cul-
tura del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de
Bizkaia quedaron al margen de una manera delibe-
rada, “hasta que el asunto estuviera perfilado”
(Zulaika, 1997: 27). En definitiva, la cultura se en-
tendía principalmente como un medio, un recurso
para la regeneración económica y urbanística, y
para la proyección exterior de la sociedad vasca.
Una proyección a través de un “ornamento” (Este-
ban, 2007) ajeno a amplios ámbitos de la cultura
vasca, quienes cuestionaron el proyecto de la fran-
quicia americana.

estrella, el cual abrió sus puertas en 1997: el Mu- Realizado en el País Vasco y “por” los vascos, el
seo Guggenheim-Bilbao. museo ha pasado a ser en un icono de lo que son
capaces de hacer los vascos. El éxito económico,
No cabe duda que de todos los museos abiertos arquitectónico, urbanístico y mediático se ha ex-
en la Comunidad Autónoma, ése ha sido el que tendido al campo de la identidad cultural por lo
mayor “impacto” ha tenido a nivel local, nacional e que el museo habría pasado a ser un elemento
internacional. A principios de la década de los no- identificativo de los vascos. Como afirma el escri-
venta había una gran preocupación entre los diri- tor Lertxundi Esnal: símbolo, corazón, espejo y
gentes del Partido Nacionalista Vasco, partido que proa (2005: 50). Pero, ¿qué ha aportado al arte y a
gobernaba la Comunidad Autónoma, porque los la cultura vascas?, son cuestiones que ese escritor
vascos se estaban quedando al margen de los y diferentes intelectuales (Guash y Zulaika, 2007)
“fastos del 92” (Zulaika, 1997: 27): las Olimpiadas se preguntan y que todavía serán objeto de mu-
de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla. chos debates. Y, ¿en el ámbito social? Los datos
Mientras otras comunidades en España se proyec- nos llevan también a la reflexión. En el año 2006,
taban al exterior gracias a esos eventos deporti- el porcentaje de guipuzcoanos y alaveses que visi-
vos, culturales y económicos, la sociedad vasca se taron el Museo fue en torno al 3%, el de vizcaínos,
estaba quedando al margen de los flujos globales. de algo más del 5%. Aunque, tal vez, como mani-
Para darle la vuelta a esa situación los gobernan- fiesta Esteban, “la poca asistencia de los vizcaínos
tes vascos recurrieron a la Fundación Solomon R. confirma que el museo no es tanto para ellos un
Guggenheim que en aquellos años buscaba abrir lugar de uso como un símbolo que suscita un an-
un museo, sin mucho éxito, en Europa. Aunque se helado consenso en una sociedad tan dividida
trataba de un museo, lo que estaba en juego no como la vasca [...] En otras palabras: no hace falta
era solamente una cuestión cultural, de imagen o usar el Guggenheim, basta con sentirse orgulloso
de proyección internacional de la Comunidad Au- de él” (2007: 110).
tónoma, sino también económica. Muy claro en el
caso de la Fundación, que necesitaba urgentemen- En la actualidad la Comunidad Autónoma del País
te de recursos económicos para salvar su negocio. Vasco cuenta con cerca de 110 museos (Díaz Baler-
Bastante evidente en lo que atañe a las institucio- di, 2008: 78). Recordemos que antes de 1974 con-
nes vascas que buscaban implementar un nueva taba con 14 y en 1995 había algo más de 50. Cree-
economía en el Gran Bilbao, tras el desplome de mos que el crecimiento se puede juzgar de
su industria pesada. Significativo es también que espectacular. Claro que detrás de esas cifras hay
el peso de las negociaciones entre la Fundación y realidades museísticas muy desiguales. Por un

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lado, están los grandes museos como el Guggen- pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la actual cri- Museo Romano Oiasso
heim-Bilbao, el de Bellas Artes de Bilbao, el Artium sis han hecho aflorar la sinrazón de las alcaldadas en Irún.
de Vitoria-Gasteiz o el Museo Balenciaga en Geta- y de las ideas brillantes y los límites que presenta
ria (Gipuzkoa); por otro, pequeños museos como el querer llevar adelante proyectos museológicos y
el Etnográfico de Pipaón o el de Larraul, en pue- museográficos sin una mínima legitimación social y
blos de menos de 200 habitantes. Si durante los cultural.
primeros años de la Democracia el leitmotiv fue en
gran medida la recuperación y difusión de identi- Museos locales en la encrucijada
dades negadas durante décadas de dictadura, a fi-
nales de la década de los 90 del pasado siglo, las Este breve recorrido histórico nos muestra que en
justificaciones económicas irán dominando sobre el devenir museístico de la Comunidad Autónoma
las culturales e identitarias. Se inicia el periodo del del País Vasco se han dado también los dos perio-
“efecto Guggenheim”. dos acaecidos en otros territorios del Estado espa-
ñol. El primero calificado como identitario; el se-
En el territorio vasco el “efecto” condujo a que gundo, posmoderno. Esta periodización es clara a
muchos ayuntamientos buscaran abrir museos nivel local, no tanto en el autonómico al darse una
con la esperanza de que, al igual que el edificio cierta incongruencia entre el plano discursivo y el
de titanio, los suyos también atrajeran a una mul- ejecutivo.
titud de turistas y fueran un recurso que favore-
ciera el desarrollo socioeconómico local. Par- Analizar el devenir y la situación actual de los mu-
tiendo de esa premisa y favorecido por una seos en la Comunidad Autónoma nos obliga a te-
coyuntura económica favorable, gracias al boom ner en cuenta cuál es el punto de partida: el fin de
urbanístico, un gran número de museos han la dictadura franquista. Este régimen trajo que las
abierto sus puertas, impulsados y financiados dinámicas museísticas que se venían dando en el
por las entidades locales, si bien, en no pocos ca- País Vasco, muy relacionadas con las que ocurrían
sos, sin una legitimación social mínima en la que en toda Europa, se truncaran bruscamente en
apoyar la propuesta museológica y museográfi- 1936 y que durante 40 años los nuevos plantea-
ca. Son los tiempos de las alcaldadas e ideas bri- mientos museológicos no llegarán a cruzar prácti-
llantes (Solé i Lladós, 2011: 176). Sin embargo, el camente las fronteras nacionales.

Museos I 85
Los museos no son los únicos instrumentos con de ellos ha llegado a construirse. Justo aquél que
los que cuentan los gobiernos para simbolizar, vi- podemos calificar como posmoderno, en el que la
sualizar, comunicar o cohesionar la comunidad a dimensión identitaria vasca es más difícil de reco-
la que representan. La educación, las industrias nocer, pero que, en todo caso, ahí está: “Este edi-
culturales, los medios de comunicación, la lengua, ficio vanguardista dedicado al arte moderno y con-
por ejemplo, son también ámbitos con los que “ri- temporáneo nos permitirá comprender mejor a
valizan” los museos, a los cuales un gobierno les una comunidad natural (los vascos) que supo en-
puede prestar mayor atención en la consecución frentarse a una grave crisis con la tensión creativa
de aquellos objetivos (Aronsson y Elgenius 2011: necesaria para reinventar un nuevo modelo, una
9). En general, y teniendo en cuenta el punto de nueva ciudad y, sobre todo, un nuevo museo”
partida mencionado en el párrafo anterior, se pue- (Azúa, 2007: 79). En este museo, el elemento
de afirmar que para el Gobierno Vasco aquellos identitario vasco no está en la colección, las obras
otros ámbitos primaron sobre los museos. Si bien, o los objetos que dan cuenta de aquél, sino en un
durante el periodo de construcción del Museo bien cultural que simboliza el propio museo, en el
Guggenheim-Bilbao, éste se comió una parte im- que la dimensión inmaterial predomina sobre la
portante del presupuesto del Gobierno Vasco en material: el “saber hacer” de una comunidad, la
políticas culturales (Zallo, 1995: 316). vasca.

Once museos nacionales definió el Gobierno Vas- Mucho se ha escrito ya y se seguirá escribiendo
co a principios de la década de los 90 del pasado sobre ese museo, posmoderno. Más si cabe con
siglo, justificados en gran medida con un discurso motivo de la propuesta de realizar otro equipa-
identitario: centros depositarios del saber y de la miento Guggenheim a pocos kilómetros de Bil-
memoria de los vascos. Sin embargo, en el marco bao, en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. No
de aquel sistema de museos nacionales, sólo uno nos detendremos aquí en las múltiples y complejas

Museo del Hierro Vasco


en Legazpi.

86 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 80-90


EN SOCIEDADES CADA VEZ MÁS COMPLEJAS, CON UNAS IDENTIDADES MÁS DIVERSAS, CON FLUJOS POBLACIONES CADA VEZ MAYORES,
CON CULTURAS Y REFERENTES CULTURALES VARIADOS, LA FUNCIÓN SOCIAL DE LOS MUSEOS NO SE PUEDE RESOLVER CON RECETAS
DECIMONÓNICAS.

características que presentan los museos creados population, malgré les actions d'animation, les vi-
o reformulados según criterios, a su vez diversos y sites obligatoires et les ateliers” (De Varine, 2009:
variados, posmodernos y en todas sus consecuen- 2-3). “On comprend – como sostiene Deloche –
cias (Prior, 2006). Solamente tendremos en cuenta que la jeunesse actuelle ne fréquente guère plus
dos “efectos” del Guggenheim de Bilbao, aquellos les musées que les églises” (2010 : 58). O como
que mayor incidencia han tenido en el devenir de afirma Díaz Balerdi, “para la mayoría de la gente
los museos locales del País Vasco. Por un lado está siempre hay otras alternativas más excitantes que
el anteponer lo económico a otros criterios a la perder el tiempo en tan aburridos lugares” (Díaz
hora de construir o reorganizar un museo. Es decir, Balerdi, 2010: 99).
considerar que la inversión en cultura, en una in-
fraestructura museística, puede ser rentable y fa- En la actualidad, muchos de los museos locales, di-
vorecer el desarrollo económico del territorio. Por rigidos por los coleccionistas y especialistas que los
otro lado está el priorizar la afluencia de turistas y impulsaron, ponen su foco de atención en sus fon-
el consumo, realizando propuestas museográficas dos. En la dirección de esas infraestructuras cultu-
en las que prime el entretenimiento y, si hay recur- rales nos encontramos con expertos en historia, ar-
sos económicos, el espectáculo. Se obvia la impli- queología, artes plásticas, folclore, etnografía y
cación y participación de las comunidades y aso- otras disciplinas, pero con escaso conocimiento en
ciaciones locales y no se tiene en cuenta que el museología y patrimonio cultural. Su interés se cen-
museo puede ser un escenario adecuado a la hora tra en aquella disciplina o temática en la que son ex-
de fomentar el debate y la reflexión sobre aquellos pertos o estudiosos, sin embargo, poca atención
temas que interesen o preocupen a los individuos prestan a los debates que se han dado y se vienen
y la colectividad. dando en los campos patrimoniales y museísticos,
entre los que están la reformulación de las funcio-
Como ya hemos señalado, instaurada la Democra- nes tradicionales de los museos, planteada ya hace
cia, comienzan a crearse los primeros museos lo- varias décadas por la Nueva Museología y vueltas a
cales, impulsados por coleccionistas y asociacio- debatir en la década de los 90 del pasado siglo (Cro-
nes, y apoyados y sostenidos por ayuntamientos. oke, 2007: 41). Así, hoy en día, especialmente en el
Museos de etnografía, de folclore o de historia ámbito local, los museos no pueden ser solamente
abren sus puertas con el objetivo de reivindicar y centros destinados a gestionar unas colecciones y a
exponer identidades culturales reprimidas. Un tra- satisfacer los intereses de unos pocos especialistas
bajo desinteresado, realizado en condiciones pre- y científicos. Tienen que atender a las necesidades,
carias, en defensa del patrimonio cultural (Díaz los retos, las inquietudes, las preocupaciones de
Balerdi, 2010: 26) y que, hoy en día, tenemos que las sociedades actuales (Sandell, 2006: 5) o, al me-
seguir valorando y reconociendo. Sin embargo, nos, tiene que intentarlo. Todo esto demanda un
esos museos fueron creados, en gran medida, cambio en las prácticas del museo y en su personal
bajo los principios de la museología tradicional (Burgess, 2003: 34). En sociedades cada vez más
(Viel, 2006: 490), y así han seguido, sin tener en complejas, con unas identidades más diversas, con
cuenta nuevos planteamientos como, por ejemplo, flujos poblaciones cada vez mayores, con culturas y
los de la Nueva Museología. De este modo, al no referentes culturales variados, la función social de
actualizarse, muchos de esos museos han ido per- los museos no se puede resolver con recetas deci-
diendo relevancia social y cultural a medida que monónicas. Como señala Díaz Barledi el museo tie-
los intereses y los valores de los ciudadanos y las ne que ser un generador de cultura viva y no un pan-
comunidades han ido cambiando: “Le musée local teón de reliquias (2008: 19) o una ucronía, según
reflète généralement la vision de ses fondateurs, Deloche (2010: 10-13).
qui appartiennent à une génération bien caractéri-
sée (…). Déjà, trop souvent, ce musée ne répondra Así, en el País Vasco, aunque no sea algo específico
pas aux attentes des couches les plus jeunes de la de este territorio (Díaz Balerdi, 2002: 512), aunque

Museos I 87
sí muy evidente si lo comparamos por ejemplo con también en la actividad política, como en la muse-
Catalunya (Roigé y Arrieta, 2010; Solé i Lladós, ología posmoderna, el marketing, la imagen y el
2011), la museología tradicional todavía es hege- espectáculo frente al debate, la reflexión y la argu-
mónica entre el personal de los museos locales. mentación (Innerarity, 2006: 20). Un ejemplo, la
Más todavía entre los representantes políticos. Su importancia que conceden los políticos a las inau-
conocimiento museológico, en muchos casos sim- guraciones, mediáticas, como forma de aumentar
plemente es una intuición, es tradicional, solamen- su capital simbólico. Se podría decir que en los úl-
te actualizado por los dos “efectos” del Museo Gug- timos años se han dado unas sinergias entre los
genheim-Bilbao mencionados anteriormente. Poco campos políticos y museísticos. Sin embargo, aho-
o, más bien, nada saben de las propuestas realiza- ra que los ingresos municipales se han reducido
das en los últimos años por los museos de socie- considerablemente por la crisis económica, que
dad o de civilización (Roigé, Boya y Alcalde, 2010; las hordas de turistas han desaparecido —a decir
Mairesse, 2011: 304; Deloche, 2010: 87-77, 87-88, verdad, en muchos museos locales tampoco han
Bergeron, 2002: 63). Partiendo de una combina- llegado a aparecer, al menos según lo previsto— y
ción de museologías tradicional y posmoderna, que la función sociocultural de los museos no es
muchos políticos locales se han lanzado a crear reconocida por los colectivos locales, ahora, esos
nuevos museos en los últimos años en el País Vas- mismos políticos se preguntan para qué hace falta
co. Ese nuevo impulso en la creación de museos se ese tipo de infraestructurales culturales. Habrá
ha beneficiado asimismo de la buena coyuntura que ver cómo va afectando la actual crisis socioe-
económica de país y del incremento de los ingre- conómica a los museos locales, pero la viabilidad
Museo San Telmo en sos en las arcas públicas. Además, ese nuevo de muchos de ellos se presenta ciertamente pro-
Donostia-San Sebastián. movimiento se ha visto favorecido al priorizarse blemática.
Si hasta ahora nos hemos centrado en el personal Sebastián. Tras cien años de historia como museo
de los museos y en los políticos locales, qué pode- de historia, etnografía y bellas artes, éste se aca-
mos decir acerca de la percepción que tiene o pue- ba de remodelar y reabrir como museo de socie-
de tener la sociedad vasca acerca de esas infraes- dad. Así, su exposición se ha organizando selec-
tructuras culturales. No cabe duda que esa es una cionando unos temas significativos para la
cuestión muy complicada de precisar, más si cabe sociedad vasca, abordándolos desde un enfoque
cuando no hay rigurosos y densos estudios gene- multidisciplinar. Pues bien, mientras que la direc-
rales sobre esa cuestión. Ni siquiera los hay de pú- ción del museo trabajaba en esa línea, se presen-
blico y visitantes, más allá de una serie de datos taron algunas alternativas. Por un lado, algunos
estadísticos que publica el Gobierno Vasco. Con colectivos y personas propusieron que el museo
todo, trataremos de puntualizarla, valiéndonos del se constituyera en uno de bellas artes. Otros soli-
concepto de interpretive community de Hooper- citaron una mayor presencia de los fondos artísti-
Greenhill (2000: 119-123). Esta autora lo ha emple- cos en la exposición —acerca de su relevancia se
ado para estudiar los marcos interpretativos que han realizado variadas y dispares valorizaciones
comparten, o no, el personal de los museos y los en las que no vamos a entrar ahora, pero, en todo
públicos con el objetivo de determinar el grado de caso, se puede afirmar que está lejos de la de los
significación y relevancia que pueden tener para grandes museos nacionales de arte e incluso de la
los segundos las exposiciones propuestas por el de las colecciones de los museos de arte de Bilbao
primero. Aquí lo vamos a ampliar al conjunto de la o Vitoria-Gasteiz, a unos pocos kilómetros de Do-
institución museística y nos vamos a valer de él nostia-San Sebastián— y que contaran con un es-
para analizar dos casos, si bien de manera un tan- pacio singular como, al final, así ha sido, aunque
to superficial. todavía sea insuficiente para algunos. Aquí tam-
bién nos encontramos con una percepción tradi-
En el 2006 se abrió al público el Museo Romano cional: el museo decimonónico disciplinar en tor-
Oiasso en Irún (Gipuzkoa). Éste cuenta con una ex- no a las llamadas “bellas artes”. Aunque, como
posición permanente acerca de la presencia roma- hemos afirmado, se hace necesario un estudio
na y las poblaciones indígenas en el territorio. El profundo acerca de las interpretive communities,
discurso de la exposición se apoya en objetos, po- consideramos que en el País Vasco hay todavía
cos, y soportes multimedia, bastantes (Urteaga, una percepción, tradicional y decimonónica, gene-
2010: 199-204). Pues bien, la dirección del Museo ralizada del museo. Aquellas ideas y propuestas
ha recibido bastantes comentarios en los que se innovadoras que surgieron en los años 60 del pa-
afirma que el número de objetos presentados en la sado siglo y que se han ido concretando en eco-
exposición es pequeño. No es momento de entrar museos, museos de barrio, museos comunitarios,
a debatir acerca de la relación que se establece museos de sociedad o museos de civilización no
entre el discurso museográfico y sus soportes ex- se han afianzado en los esquemas de interpreta-
positivos, sino de indicar que para una parte im- ción de muchos especialistas, políticos y amplios
portante del público y los usuarios de los museos, sectores de la sociedad vasca.
éstos tienen que exponer muchos objetos y que,
por tanto, esa es su función cultural. Hay, conside- Tal vez el País Vasco esté a la vanguardia de la mu-
ramos, todavía una percepción tradicional y deci- seología posmoderna, pero en lo que se refiere a
monónica bastante generalizada de que los museos la Sociomuseología mucho nos queda por reco-
son “almacenes” en los que se tienen que apilar ob- rrer, aunque, hay que subrayarlo, contamos tam-
jetos y más objetos. El segundo caso lo situamos bién con experiencias, pocas pero muy interesan-
en el Museo Municipal San Telmo de Donostia-San tes, en esa línea.

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90 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 80-90


Los museos comunitarios de América Latina
CUAUHTÉMOC CAMARENA OCAMPO / TERESA MORALES LERSCH
Instituto Nacional de Antropología e Historia, México (Centro INAH Oaxaca)

Cuauhtémoc Camarena Ocampo


Teresa Morales Lersch
En este breve artículo intentaremos reseñar aspectos del desarrollo de los museos comunitarios Profesores investigadores del
en América Latina, señalando algunas necesidades comunitarias que propician su surgimiento y Instituto Nacional de Antropología
la reciente creación de una red internacional de museos comunitarios en América. e Historia de México quienes han
coordinado el Programa de
Museos Comunitarios de Oaxaca
de 1985 a la actualidad. Los dos
también son asesores de la Unión
Necesidades comunitarias, museos comunitarios renovar su papel de intervención social y cultural, de Museos Comunitarios de
Oaxaca, A.C., de la Unión Nacional
o museos que buscan propiciar la participación de
de Museos Comunitarios y
Para iniciar es relevante destacar que considera- la comunidad y la gestión del patrimonio en el te- Ecomuseos, A.C. de México y de la
mos que el concepto de museo comunitario tiene rritorio, pero que no están en las manos de una Red de Museos Comunitarios de
particularidades que lo distinguen de otros muse- agrupación comunitaria. América.
os que generalmente se han considerado pertene-
cientes a la corriente de la nueva museología. El si- Principalmente desde la década de 1980 a la fecha
tio actual de MINOM reúne bajo el término han surgido museos comunitarios en América Lati-
“expresiones de la nueva museología” a “ecomu- na por una variedad de necesidades; comunida-
seos, museos de barrio, museos locales, museos des rurales, muchas de ellas indígenas, y algunas
populares y museos comunitarios”1. Aunque este comunidades urbanas, han encontrado en el mu-
artículo no tiene el carácter de una reflexión teóri- seo comunitario una forma de defender sus dere-
ca, es necesario señalar que consideramos que un chos, afirmar la posesión física y simbólica de su
museo comunitario se distingue por: patrimonio, dignificar su cultura, contar sus pro-
pias historias y manejar su herencia cultural de
1. Surgir de necesidades propias de una comuni- acuerdo a sus propios intereses. Aunque en el ori-
dad que se expresan en una iniciativa de inte- gen de cada museo encontramos la presencia de
grantes de la misma. múltiples motivos, podemos señalar casos donde
algunos predominaron. Tenemos noticia de varias
2. Ser creado y dirigido por una instancia organi- experiencias que podemos mencionar, pero segu-
zada representativa de la comunidad. ramente existen muchas más.

3. Desarrollarse a través de las decisiones y la La necesidad de fortalecer la identidad cultural es


participación creativa de miembros de la comu- un motor fundamental de la creación de museos
nidad. comunitarios. Podríamos decir que es el motivo
más común que moviliza las comunidades latino-
4. Expresar la visión de integrantes de la comu- americanas para crear espacios de esta naturaleza.
nidad. Dos actores fundamentales son las comunidades
pertenecientes a pueblos originarios y comunida-
5. Fortalecer la organización y la acción comuni- des afroamericanas. En México es destacada la
taria. presencia de los pueblos originarios, por ejemplo,
en el caso del estado de Oaxaca. Un impulsor del
6. Pertenecer a la comunidad2. Museo Comunitario “Shan Dany” de Santa Ana del
Valle, Oaxaca, recuerda:
1http://www.minom-icom.net/,
Hay muchas otras características fundamentales,
consultada el 8 de marzo, 2012.
pero aquí podemos enfatizar que el museo comu- “El museo lo necesitábamos para recuperar 2Cuauhtémoc Camarena, Teresa
nitario es un espacio en el que se ejerce el poder nuestra historia, trabajar nuestra propia identi- Morales y Constantino Valeriano,
comunitario: no podríamos considerar que sea un dad. Cómo hacer para fortalecer la identidad cul- Pasos para creación de un museo
comunitario, México, CONACULTA,
museo comunitario uno que esté bajo la propie- tural, que con el problema de la emigración se va 1994.
dad y dirección de un particular, una institución deteriorando. Hay gente que dice: yo no soy za- 3Entrevista a Narciso Aquino
estatal o federal, o una empresa. En este sentido, poteco. Yo no soy indígena. La identidad cultural Juan, por Teresa Morales Lersch, 7
no incluimos a museos tradicionales que buscan es un elemento que no debemos descuidar”.3 de noviembre, 2007.

Museos I 91
De igual manera, el Museo Comunitario Rabinal
Achi de Guatemala señala como su misión:

“Nuestro compromiso es de rescate, recupera-


ción de la memoria histórica, cultural, fortaleci-
miento y promocionando la identidad Maya
Achi”.4

Las comunidades pertenecientes al Congreso Ge-


neral Kuna de Panamá emprendieron un proyecto
a través del cual se fundaron tres museos comuni-
tarios entre 2004 y 2005, señalando como sus ob-
jetivos:

“el proyecto… forma parte de las necesidades de


las mismas comunidades que ven en él un medio
para difundir, revitalizar y desarrollar la cultura
milenaria del pueblo kuna”.5

En Colombia y Brasil hay ejemplos destacados de


museos comunitarios que proponen la afirmación
y dignificación de la identidad afroamericana. El
Museo Mulaló, Valle de Cauca, Colombia, tiene
como objetivo del museo y su centro de documen-
tación:

“El análisis, descripción, redignificación, visibili-


zación y resignificación de la historia de las Co-
munidades Negras Afrocolombianas como depo-
sitarias de una sabiduría acumulada durante
siglos que han transmitido fundamentalmente a
través de la tradición oral, de abuelos a nietos
sucesivamente, para garantizar la reproducción
física y espiritual de las presentes y futuras ge-
neraciones”.6

Otro ejemplo es el Museo Comunitario Trece de


Mayo, en Santa María, RS, Brasil, establecido en
2001 por miembros de la comunidad negra y alum-
nos universitarios quienes retomaron el Club So-
cial Negro Trece de Mayo creado por ferroviarios
negros en 1903. Comenta su directora técnica:
4http://www.museo.rabinal.info/
objetivos.html, consultado el 1 de
“El objetivo de este local es cuidar y divulgar la
marzo, 2012. historia del negro. Nuestra misión es continuar
5Presentación de Iguayoikiler preservando este espacio”.7
Ferrer, Secretario General del
Congreso General de la Cultura
Kuna, en el Primer Encuentro de En Venezuela encontramos casos como el Museo
Museos Comunitarios de las Comunitario Monseñor Jáuregui Moreno de Niqui-
Américas en septiembre, 2000. tao, Estado Trujillo, en donde se busca fortalecer
6http://museomulalo.over-
la identidad cultural comunitaria a través de las
blog.es/pages/CDRMULALO_CEN
TRO_DE_DOCUMENTACION_
REGIONAL_MULALO-
1550722.html, consultado el 5 de Ceremonia de celebración de la herencia prehispánica
marzo, 2012. organizada en el sitio arqueológico Iki ya como parte
7http://museutrezedemaio.blogs de la festividad del 25° Aniversario del Museo
pot.com/, consultado el 5 de Comunitario “Shan Dany” del pueblo zapoteco de
marzo, 2012. Santa Ana del Valle, Oaxaca, México, septiembre 2011.

92 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 91-99


Museos I 93
LA DEMANDA NO ES LA CONSERVACIÓN ABSTRACTA DE UN PATRIMONIO HISTÓRICO, SINO UNA EXIGENCIA A DETENER PROCESOS EN LOS
QUE OBJETOS ARQUEOLÓGICOS SON EXTRAÍDOS DE LAS COMUNIDADES, TANTO POR SAQUEADORES COMO POR LAS MISMAS INSTITU-
CIONES FEDERALES QUE SE PROPONEN CONSERVARLAS PERO EN ESPACIOS QUE LAS COMUNIDADES CONSIDERAN AJENAS.

figuras de la muñequera, el violinista, el cuenta- en el presente, y una convocatoria para perpetuar


cuentos y el globero; y el Museo Comunitario de La su forma de vida en el futuro”8.
Vela, Estado Falcón, que fortalece su identidad
propia valorando la festividad de los Locos de la No solamente la posesión de colecciones sino el
Vela y sus fabulosos disfraces. manejo de sitios patrimoniales, también es una
demanda que da lugar a la creación de museos co-
En general, con base en la información con la que munitarios. En estos casos, la comunidad afirma la
contamos actualmente, podemos afirmar que el necesidad de intervenir en la administración de si-
objetivo más común y la necesidad más sentida a tios arqueológicos y el manejo de servicios de visi-
la que responden la mayoría de los museos comu- tantes. Es el caso del Museo Comunitario Puckara
nitarios de América Latina es el fortalecimiento de de Quitor y el Museo de Sitio Aldea de Tulor en Chi-
su identidad propia como comunidades, la defen- le. En Bolivia una serie de museos comunitarios en
sa de un sistema de significados y una forma de torno al Salar de Uyuni, incluyendo el Museo Co-
vida que está en una relación de tensión con pa- munitario de la Llama y la Sal de Colchani, el Mu-
trones culturales dominantes. seo Comunitario de Aguaquiza, y el Museo Comu-
nitario Kausaywasy de San Juan el Rosario, buscan
Sin embargo, podemos señalar otras necesidades presentar colecciones y sitios arqueológicos, ade-
puntuales que también están presentes. Por ejem- más de costumbres locales.
plo, la necesidad de mantener la posesión de co-
lecciones importantes tiene relevancia en muchos Existen algunos casos en los que la necesidad de dar
casos. En particular, la conservación de coleccio- a conocer, valorar y proyectar la producción artesa-
nes arqueológicas frecuentemente moviliza a las nal adquiere un papel fundamental. Es uno de los
comunidades. La demanda no es la conservación objetivos principales del Ecomuseo de la Cerámica
abstracta de un patrimonio histórico, sino una exi- Chorotega en San Vicente de Nicoya y el Museo Co-
gencia a detener procesos en los que objetos ar- munitario de Boruca, Territorio Indígena de Boruca,
queológicos son extraídos de las comunidades, ambos en Costa Rica, los cuales ponen en valor a la
tanto por saqueadores como por las mismas insti- producción tradicional de cerámica y máscaras cere-
tuciones federales que se proponen conservarlas moniales, respectivamente. De igual manera figura
pero en espacios que las comunidades consideran como uno de los objetivos centrales del Museo Co-
ajenas. Este factor ha sido muy relevante en la cre- munitario de Pisac, Provincia Calca, Perú, al resaltar
ación de museos comunitarios en México, donde la extraordinaria producción textil tradicional.
podemos citar muchos casos del estado de Oaxa-
ca, Puebla, Veracruz y otros. También está presen- Por otro lado, es importante resaltar que muchos
te en la creación del Museo Comunitario “Los Ran- museos comunitarios han surgido de la urgente
chitos”, Nueva Guinea, Nicaragua y el Museo necesidad del reconocimiento y reflexión en torno
Comunal de Chacas, Perú. a hechos violentos que sufrieron las comunidades
en décadas recientes. Para estas poblaciones es
Para comprender la intensidad con la que muchas fundamental ejercer el derecho de contar sus pro-
comunidades defienden su herencia arqueológica, pias historias que dan testimonio de conflictos ar-
es necesario destacar que no es considerada sola- mados y rinden tributo a las personas fallecidas en
8Teresa Morales y Cuauhtémoc
mente como una fuente de información sobre pro- batallas y masacres. El Museo Comunitario “Rabi-
Camarena, “El significado del
cesos históricos antiguos. Adquiere relevancia nal Achi” en Rabinal, Guatemala, da testimonio de
patrimonio arqueológico en los porque es vista: “como evidencia objetiva de los la memoria histórica del conflicto armado, presen-
museos comunitarios de Oaxaca”, orígenes de la comunidad, como una herencia que tando:
en Nelly Robles García, ed.,
Sociedad y patrimonio
legitima sus derechos ancestrales, como un testi-
arqueológico en el valle de monio de la fortaleza de la comunidad en el pasa- “las fotografías en honor a los fallecidos en las
Oaxaca, CONACULTA-INAH, 2002. do, un símbolo de la continuidad de esta fortaleza comunidades de Rabinal durante los años de

94 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 91-99


La Sala de Memoria Histórica
del Museo Comunitario de
Rabinal Achi, Rabinal, Baja
Verapaz, Guatemala. Muestra
las fotografías de personas
de Rabinal fallecidas en el
conflicto armado de la
década de 1980.

1980 como consecuencia del conflicto armado hace justicia, se dignifican familiares y amigos,
que sufrió Guatemala durante los 36 años y que muertos y desaparecidos”11.
concluyó con la firma de la paz entre el gobierno
y la URNG el día 29 de diciembre de 1996. Dichas Así, los museos comunitarios en América Latina
fotografías están en exposición para recuperar la surgen por la necesidad de fortalecer la identidad
memoria de las personas que fallecieron y que cultural, dignificando la forma de vida y los proyec-
no están olvidados en un cementerio, sino están tos de futuro de diversas comunidades, entre las
en el museo porque ellos forman parte de la his- que destacan las de pueblos originarios y las afro-
toria de Rabinal.”9 americanas; por la necesidad de tener bajo su con-
trol colecciones que inspiran y ofrecen evidencia
El Museo Comunitario Kawinal Jyub en Cubulco y objetiva de sus orígenes; por la necesidad de ad-
el Museo Comunitario de Kaqjay en Patzicía, Gua- ministrar sitios patrimoniales; por el surgimiento
temala, también hablan de las experiencias del de proyectos organizados para poner en valor la
conflicto armado. producción artesanal; y por la apremiante necesi-
dad de enfrentar procesos violentos de rompi-
El “Museo de la Revolución Salvadoreña, Homena- miento del tejido social.
je a los Héroes y Mártires” en Perquín, El Salvador,
comprende cinco salas de exposición, dedicadas Esta reseña nos permite observar que el surgi-
respectivamente a las causas que originaron la miento de los museos comunitarios responde a di-
guerra, la solidaridad internacional, la vida en los námicas profundas de resistencia y afirmación cul-
campamentos, armas convencionales, acuerdos tural de comunidades locales, que en las últimas
de paz y la Radio Venceremos. Además de rendir décadas han encontrado en estos espacios una 9http://www.museoscomunitario
tributo a los caídos en la guerra, el museo fue cre- herramienta para avanzar en sus proyectos pro- s.org/conoce2.php?museo=149,
ado “para ayudar a entender las razones del levan- pios, por lo que las propuestas alternativas de mu- consultado el 4 de marzo, 2012.
tamiento armado y para advertir a las jóvenes ge- seos, nacidas desde una reflexión de los indivi- 10http://www.museoscomunitari
os.org/conoce2.php?museo=154,
neraciones que algo como aquello no ocurra otra duos e instituciones dedicados a la museología,
consultado el 5 de marzo, 2012.
vez”10. tienen un impacto relativamente modesto. Consi- 11“Salón del Nunca Más: un año
deramos que las causas que generan los museos haciendo memoria”, Inforiente, 5
En Colombia el “Salón de Nunca Más” en Granada, comunitarios las podemos encontrar más bien en julio 2010,
http://www.inforiente.info/edicio
Antioquia, tiene una misión similar, al recuperar la procesos de carácter estructural, nacidos de las nes/2010/julio/2010-07-
memoria de las víctimas del conflicto armado. “Es contradicciones de un sistema global de relacio- 12/19522-salon-del-nunca-mas-
allí donde se rememora, se sana, se construye, se nes económicas y sociales. Entre los factores un-ano-haciendo-memoria.html.

Museos I 95
Museo Comunitario Mulaló, determinantes está la presencia de los movimien- Primer Encuentro de Museos Comunitarios de
en el pueblo afrocolombiano
de Mulaló, Municipio de tos de defensa de los derechos de los pueblos ori- América, los representantes de base de comuni-
Yumbo, Valle del Cauca, ginarios y afroamericanos, de defensa de los dere- dades y organizaciones de 10 países acordaron
Colombia. Muestra de los chos de víctimas de los conflictos armados, y la formar un Comité Coordinador para continuar la
fierros que se usaban para creciente capacidad de comunidades locales de vinculación de los museos comunitarios; realizar
marcar a los esclavos.
apropiarse de herramientas nuevas de afirmación nuevos encuentros internacionales; diseñar sis-
y desarrollo cultural. El motor principal han sido temas de capacitación; y establecer mecanismos
las necesidades sentidas de las comunidades de de comunicación. Así se dio el primer paso de
expresarse en torno a su propia experiencia, de conformar una agrupación internacional de re-
afirmar sus derechos y de hacerse de nuevas es- presentantes de base comunitaria, que se en-
trategias para mejorar su calidad de vida bajo sus cuentra todavía en proceso de creación.
propios valores.
En los años siguientes la Red de Museos Comuni-
Creación de la Red de Museos Comunitarios tarios de América se ha ido fortaleciendo gra-
de América dualmente a través de seis encuentros interna-
cionales, veintitrés talleres en los países
En los últimos 12 años, los museos comunitarios participantes, y cuatro talleres internacionales
se han ido dando una forma organizacional a tra- de formación de facilitadores. Desde el IV En-
vés de la Red de Museos Comunitarios de Améri- cuentro realizado en Nueva Guinea, Nicaragua,
ca. Desde el año 2000, cuando la Unión de Mu- se propuso la siguiente síntesis de los propósitos
seos Comunitarios de Oaxaca, México convocó al de la red:

96 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 91-99


Festival durante el V
Encuentro de Museos
Comunitarios de
América, Niquitao,
Trujillo, Venezuela,
noviembre 2008.

Museos I 97
“La red es una organización democrática y un soliciten y que fundamenten por escrito su proce-
instrumento facilitador de los pueblos y comuni- so de creación y funcionamiento con base en el
dades del continente americano para intercam- trabajo colectivo y participación comunitaria.
biar experiencias, aprender de las diversidades y
de diferentes visiones, apoyar las formas de or- En este sentido tiene una conformación distinta a
ganización propias y autónomas, construir alter- una agrupación de individuos, tal como es MI-
nativas de crecimiento auto sustentables, ayu- NOM, que reúne a “miembros cuyas ideas y/o ex-
dar a garantizar que la cultura de los pueblos no periencias corresponden a la filosofía de la nueva
desaparezca, y reivindicar nuestros derechos museología”, incluyendo “empleados de museos y
para preservar y valorar nuestra identidad y pa- voluntarios comunitarios, profesionistas aliados y
trimonio de manera digna.”12 estudiantes”15. De la misma manera que instan-
cias comunitarias toman decisiones y dirigen a los
En el VI Encuentro realizado en San Vicente de Ni- museos comunitarios, así las redes que los agru-
coya y Boruca, Costa Rica, los participantes de pan igualmente deben validar que las comunida-
doce países (Venezuela, Perú, Panamá, Nicaragua, des hablen por sí mismas y se representen por sí
México, Guatemala, El Salvador, Chile, Costa Rica, mismas dentro de la agrupación. Así la agrupación
Colombia y Brasil) dieron los primeros pasos para responde a las necesidades sentidas por el con-
precisar la membresía y estatutos de la red. Carac- junto de las comunidades; desarrolla una capaci-
terizaron los miembros de la siguiente manera: dad para abordar estas necesidades desde sus
propios recursos como organización y proyecta la
“Podrán ser miembros de la Red de Museos Co- capacidad de autodeterminación comunitaria a ni-
munitarios de América solamente las agrupacio- veles más amplios. Por lo anterior, los individuos
nes comunitarias con una base social, incluyen- que simpatizan con sus objetivos pueden partici-
do todas aquellas agrupaciones fundadas en los par en calidad de facilitadores y colaboradores,
sistemas de gobierno indígenas o tradicionales, más no miembros de la agrupación, puesto que no
en los usos y costumbres locales, en formas aso- tienen representatividad comunitaria ni pueden
ciativas comunales, civiles, agrarias, de barrios sustituir los representantes de base en sus funcio-
populares, cooperativas o sindicales, que tengan nes de decisión y dirección.
como objetivo el funcionamiento de un museo
comunitario abierto al público, sin fines de lucro
y no gubernamental, de promoción y beneficio
comunitario.”13

Los participantes buscaron precisar que se reco-


nocieran como museos comunitarios a aquellos
que estén en las manos de instancias comunita-
rias colectivas y representativas, cuyo proceso de
creación y funcionamiento estuviera fincado en el
trabajo colectivo, las decisiones y la participación
comunitaria. A la vez, intentaron incluir la gran va-
riedad de agrupaciones comunitarias que existe
en América, mencionando a las siguientes:

“comités comunitarios, autoridades indígenas,


autoridades tradicionales, juntas vecinales,
12Memoria IV Encuentro de
uniones de campesinos, asociaciones de colo-
Museos Comunitarios de América,
Nueva Guinea, Nicaragua, 5-10
nos, cooperativas, sindicatos, asociaciones civi-
junio, 2005. les, consejos o comités de ancianos, consejos
13Propuesta de los Estatutos de comunales, consejos comunitarios de comunida-
la Red de Museos Comunitarios des negras, comités de tierras, comités de bien-
de América, documento
discusión, VI Encuentro de es comunales, comités de tierras urbanas, comi-
Museos Comunitarios de América, tés de barrios, comités comarcales y tribunal
San Vicente de Nicoya y Boruca, consuetudinaria en los territorios indígenas.”14
Costa Rica, 8 - 15 mayo, 2010.
14Ibid.
15http://www.minom-icom.net/, La elaboración y aprobación de los estatutos toda-
consultado el 13 de marzo de vía se encuentra en proceso, pero ya está en mar-
2012. cha la afiliación de los museos comunitarios que lo

98 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 91-99


Durante el VI Encuentro los participantes también de poner en valor la producción artesanal; y la ne-
definieron las líneas de acción de la red, que inclu- cesidad de enfrentar procesos violentos de rompi-
yen capacitación, organización de encuentros in- miento del tejido social. En general, los procesos
ternacionales, sistematización de la memoria de la más determinantes para el desarrollo de los museos
red y organización de mecanismos de comunica- comunitarios no han sido propiciados por especia-
ción y difusión. Actualmente la comisión de comu- listas de la museología desde el exterior, sino que
nicación y difusión impulsa la elaboración de noti- han nacido desde el interior de las comunidades,
cias por parte de los participantes de museos las cuales enfrentan una relación de tensión con la
comunitarios, y los difunde en el portal de la red y cultura dominante a través de una mayor organiza-
en un boletín electrónico trimestral. Por otro lado, ción y apropiación de nuevas estrategias para me-
se está desarrollando un proyecto de capacitación jorar su calidad de vida bajo sus propios valores.
para llevar a cabo talleres para la creación y de-
sarrollo de museos comunitarios en los países parti- Desde el año 2000 representantes de museos co-
cipantes durante 2011 y 2012, impulsando la integra- munitarios de 12 países de América Latina se han
ción de los equipos de facilitadores y fortaleciendo ido agrupando en la Red de Museos Comunitarios
las relaciones solidarias entre los museos comunita- de América. Consideran a la red como un instru-
rios de cada país16. mento facilitador de los pueblos y comunidades
del continente que permite reivindicar sus dere-
Conclusión chos para preservar y valorar su identidad y patri-
monio de manera digna. En el VI Encuentro reali-
Los museos comunitarios en América Latina han zado en 2010 en Costa Rica, los participantes
surgido a partir de la década de 1980 en respues- acordaron que podrán pertenecer a la red las agru-
ta a diversas necesidades: la necesidad de fortale- paciones comunitarias con una base social que
cer la identidad cultural, especialmente de comu- tengan como objetivo el funcionamiento de un
nidades de pueblos originarios y afroamericanas; museo comunitario. En este caso, individuos tales
la necesidad de tener bajo su control colecciones como especialistas en museología pueden partici-
que inspiran un sentido de pertenencia; la necesi- par en calidad de facilitadores y colaboradores,
dad de administrar sitios patrimoniales; la necesidad más no como miembros. Actualmente las principa-
les líneas de acción de la red incluyen la comunica-
ción y difusión, y la capacitación. Así, esta agrupa-
ción en proceso de creación busca responder a las
necesidades sentidas por el conjunto de las comu-
nidades, desarrollar una capacidad para abordar
estas necesidades desde su propia visión y pro-
yectar la capacidad de autodeterminación comuni-
taria a niveles más amplios.

Taller de creación y desarrollo


de museos comunitarios
realizado en Alto y Bajo Milluni,
El Alto, Departamento de la Paz, 16El proyecto mencionado fue
Bolivia en noviembre 2011 como gestionado por la Red de Museos
parte del proyecto de Comunitarios de América a través
capacitación de la Red de de la Unión de Museos
Museos Comunitarios de Comunitarios de Oaxaca, y cuenta
América. Al final del taller, los con el apoyo de la Oficina Federal
participantes presentaron las de Cultura de Suiza, el Instituto
maquetas que elaboraron a la Nacional de Antropología e
asamblea comunitaria de Bajo Historia de México, el Museo de
Milluni. la Cultura de Basel, Suiza.

Museos I 99
La participación en un ecomuseo de suburbio
ALEXANDRE DELAGE
Conservador del Ecomuseo de Val de Briève (Fresnes, Francia)

Alexandre Delage
Inicia su carrera profesional en el
Parque Natural Regional del Alto
El autor presenta el Ecomuseo del Valle de Bièvre uno de los raros ecomuseos urbanos en Fran-
Valle de Chevreuse (1984-1994). cia, analizando la especificidad de su instalación en los suburbios de Paris y las acciones que rea-
Creador del Ecomuseo en la Isla liza. Describe varias acciones participativas llevadas a cabo por los agentes con los habitantes,
de Reunión (1994-97) Ha dirigido analiza los beneficios de este tipo de enfoque para ambas partes. Finalmente llega a la conclu-
numerosos museos llamados
de sociedad (Museo portuario sión de la necesidad de incorporar enfoques participativos en el tejido de los ecomuseos para que
1997-1999; Ecomuseo de Val de esta aproximación sea sostenible.
Briève desde 1999). Desarrolla
a través de la elaboración de
proyectos, publicaciones y gestión
de instituciones una
reflexión/acción sobre la Ecomuseo urbano marcada por una renovación museológica y museo-
patrimonialización, la cuestión gráfica. La otra, minoritaria, se refiere a Hugues de
de los enfoques contemporáneos
El ecomuseo de Val de Briève es el segundo eco- Varinne y al ecomuseo de Creusot para reivindicar
y participativos como piedra
angular de la acción museal. Las museo urbano creado en Francia. Esta situado a 10 la participación.
reflexiones sobre la forma de la kilómetros al sur de París, en los suburbios, y pre-
transmisión de conocimientos cisamente en su ubicación está el origen de la es- Para el cuerpo de conservadores, la cuestión de la
y por lo tanto, la relación con
el público, incluso a través de
pecificidad de esta institución. Ante todo porque participación plantea dudas, ya que su visión, la
exposiciones, están en el centro el patrimonio de las afueras es muy particular ya visión tradicional suele manifestar que los conser-
de sus esfuerzos. que este territorio no posee un pasado de ciudad vadores son los únicos competentes para llevar a
muy antigua, lo que lleva a las gentes considerar cabo las misiones del museo. ¿Es este el papel de
que no tiene pasado en absoluto. El territorio de un museo para aumentar la participación?
Val de Briève se urbanizó a partir de mediados del
siglo XIX. Antes era todo campo, las construccio- Por nuestra parte, creemos que las misiones del
nes rurales desaparecieron rápidamente. La arqui- museo implican el desarrollo de un trabajo sobre
tectura actual es relativamente reciente, los ele- el patrimonio cuyo objetivo es construir para el re-
mentos más antiguos, datan de finales del siglo conocimiento y hacer partícipe a todos los habi-
XIX. Es por lo tanto habitual considerar que no hay tantes. Los usuarios de los museos en general, son
patrimonio. Hoy, este territorio está habitado por analizados generalmente en categorías socio-pro-
personas que raramente han nacido en el lugar, fesionales de medio a alto nivel, es decir, dentro
vienen de diversas regiones de Francia o de otros del 30% de la población, la más dotada cultural-
países. La cuestión de la identidad se plantea de mente. Creemos que es necesario alcanzar el 70%
una manera muy particular. Es más pertinente ha- restante, aunque sólo sea por razones democráti-
blar de pertenencia a un lugar. Sobre todo porque cas. Parece claro que la participación sólo puede
estamos en una gran metrópolis que se caracteri- responder a estas preguntas. De hecho, si quere-
za por los efectos de la globalización. Por último, mos que sean los habitantes en su diversidad que
las personas cambian en promedio de hogar cada se impliquen, es necesario que se involucren y se
cinco años ¿Cómo consideramos entonces que hay sientan parte ¿Cómo comprometerse más? ¿ha-
una comunidad en el sentido tradicional? También ciendo elecciones, actuando sobre la definición de
¿cómo pueden estar interesadas las personas en patrimonio y su valorización? Especialmente desti-
un museo que habla del territorio? Esta es la cues- nado para las personas que tienen pocos estudios
tión sobre la que el museo ha trabajado durante y no están familiarizados con la cultura académica
muchos años. y con el mundo del patrimonio en general y sus có-
digos.
Una de las respuestas a esta cuestión, es la de
comprometer al ecomuseo en los enfoques partici- Por otra parte, para construir un sentido de perte-
pativos. Aquí cabe señalar que si los ecomuseos nencia a un territorio con poblaciones muy diver-
se inventaron en Francia, hay dos grandes familias. sas y muy cambiantes, la participación permite in-
Está la más clásica que se refiere a George Henri volucrar a las personas que, se sienten así parte
Rivière y que asume una filosofía especialmente interesada. Por otro lado, dándoles el poder de

100 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 100-103


decisión y acción, se convierten en ciudadanos or- objeto de control del territorio. Si el tema y las me-
gullosos de este patrimonio que participan en la didas organizativas se definen por los agentes del
invención, para proteger y hacer vivir. Por último, museo, las reflexiones y las producciones son el
dando voz a las personas, los agentes del ecomu- trabajo de los participantes.
seo descubrieron aspectos del patrimonio que no
pueden aparecer debido a su entorno social y cul- Llevamos a cabo una colecta participativa que
tural que puede ser muy diferente al de algunos consistía en captar a personas para aportar al mu-
residentes. seo objetos "que encontrarían interesante mos-
trar a sus hijos pequeños para presentar el territo-
Para ilustrar nuestra proposición, presentamos va- rio". Se planteó que los objetos podían darse o
rias acciones por parte del ecomuseo. Cada una de prestarse el tiempo de la exposición. La difusión
estas medidas muestra misiones diferentes del sobre este tema se realizó a través carteles, folle-
museo. Nos parece que el conjunto de las activida- tos, artículos en el periódico local y el contacto
des debe ser capaz de llevarse a cabo de manera con asociaciones o socios del museo. Ochenta
participativa. personas presentaron 120 objetos que abarcaban
un período histórico que iba desde el siglo XV has-
Acciones ta el XX. La exposición consistió presentar los ob-
jetos ordenados cronológicamente, con las obser-
Los talleres de la Imaginación son talleres de prác- vaciones recogidas por los agentes del museo en
ticas artísticas animados por un artista plástico. el momento del préstamo. Al analizar el tipo de ob-
Están dirigidos a niños en la escuela o a los adul- jetos aportados por los habitantes, nos dimos
tos. El concepto es básicamente el mismo. El obje- cuenta que casi todos entraban en dos grandes ca-
tivo no es enseñar las artes plásticas, sino apoyar tegorías: la comunicación y la transmisión. Hemos
a los participantes en su propio proceso creativo, centrado, por lo tanto, la política de la colección
trabajando en cuestiones de patrimonio. Cada ta- del museo en estos dos temas, añadiendo el del
ller se desarrolla durante un año escolar, es decir, lazo social. Esta acción participativa ha tenido
10 meses de trabajo. El desarrollo de cada acción desarrollos inicialmente inesperados.
se hace en tres tiempos, la recopilación de datos a
través de la foto, la reflexión sobre el tema esta- Con el fin de construir una representación junto a
bleciendo un debate formal dentro del grupo so- los habitantes del nuevo territorio de siete munici-
bre la base de la información proporcionada por el pios que se habían reunido, decidimos hacer visi-
artista y cada miembro del grupo, la realización de tas de descubrimiento con los residentes de 14 ba-
una obra plástica que se traducirá en una exposi- rrios. Ellos se propusieron ser los guías de su
ción al final del año. Las producciones del grupo propio barrio. Grupos de veinte personas fueron
integran las colecciones del ecomuseo como un formadas y caminaban durante toda una tarde, las

Niños el dia de la
inauguración de una
exposición de sus trabajos
realizados en el taller de la
Imaginación.

Museos I 101
Los habitantes se convierten observaciones fueron registradas por cada uno de proyecto. La regla de este trabajo se basa en el
en guías de su barrio. los estudiantes estimulados por las preguntas. Fo- apoyo por parte de los agentes en todas las tareas
tografías de campo fueron tomadas durante el de concepción y realización hasta la inauguración
transcurso de la operación. A partir de este mate- y los discursos de apertura.
rial, se hizo una exposición. Consistía en analizar
el conjunto de las palabras, sin censura. La expo- Una reflexión
sición, aunque realizada por el equipo del museo
fue la expresión exacta de los habitantes. Todos ¿Para qué sirve poner en marcha tales medidas que
los datos fueron tomados y analizados por un an- requieren una gran cantidad de energía y, pese a en-
tropólogo para comprender lo que era la relación trar en las misiones tradicionales de los museos (re-
de las personas con su territorio. colección, conservación, investigación, difusión) no
tienen la calidad del trabajo de los profesionales?
Desde 2005, durante más de cinco años, la expo- Para la institución este sistema permite comprender
sición permanente del museo, que era pequeña ya mejor el territorio pero sobre todo la mayor aporta-
que se desarrollaba en 90 metros cuadrados, se ción es que es un proyecto fabricado por los habi-
desmontó para liberar la sala y asignarla a la pre- tantes. Esto permite vivir cerca del pueblo y llegar a
sentación de exposiciones llamadas "participati- la gente que de otro modo no estarían interesados
vas", es decir, hechas por personas o grupos de en el patrimonio. Esto permite también proyectar
personas. Los temas presentados fueron muy dife- las acciones o trabajos por un personal que de otra
rentes: la arqueología del territorio, la escuela de forma no habría pensado en ellos ya que está de-
ayer y de hoy, el Patrimonio visto por un artista, la masiado alejado de su propia cultura. Generalmen-
experiencia individual de los lugares públicos, etc. te, permite responder a una pregunta filosófica: la
Las modalidades de realización de estas exposi- democracia ¿no consiste en involucrar a los actores
ciones siempre han contado con una colaboración para hacer ciudadanos?
comprometida entre los agentes y actores del mu-
seo, pero fue más sencillo, consistía en simples in- Para los habitantes, por el contrario, es una mane-
tercambios de puntos de vista con el portador del ra de comprender mejor su territorio a través de su

102 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 100-103


propio proceso de reflexión, de poder expresarse,
de encontrar la consideración de los demás y de
nosotros mismos, de desarrollar vínculos sociales,
de sentirse protagonista de su territorio. En el con-
texto del suburbio en el que la sociabilidad no
siempre es fácil de desarrollar, el museo puede
ofrecer soluciones. Del mismo modo, puede satis-
facer la demanda tanto de los agentes como de los
actores de construir un lugar cercano para una
cierta forma de acceso a la cultura, evitando así el
viaje a París.

Desarrollar enfoques participativos es cambiar ra-


dicalmente la posición del museo que de lugar de
divulgación de un conocimiento construido por los
profesionales, se convierte en un lugar de acción
para todas las personas que trabajan con los
agentes. Esto puede conducir a un cambio radical
de las misiones de estas instituciones patrimonia-
les que podrían, como preconizó Hugues de Varin-
ne, convertirse en lugares de trabajo o patrimonio,
para satisfacer las necesidades de la población.

Si el museo del Val de Bièvre se compromete en


esta vía es en parte debido a su ubicación en las
afueras, es decir, en una zona muy urbana marca-
da por la modernidad y con una población de nivel
social y cultural de bajo a medio. La dificultad de la con expectativas de participación elegidas por nos- Iniciación a la práctica de
realización de una estructura participativa en los otros para que construyamos un "verdadero" mu- vídeo y a la encuesta en el
ámbito de la realización de
suburbios se encuentra en parte en el hecho de seo que, por ejemplo, requiere hacer regularmente una exposición participativa.
que en estos territorios, los residentes tienen vi- exposiciones profesionales. La mayoría de los mu-
das muy ocupadas y hay una gran demanda de seos o los ecomuseos que desarrollan enfoques
participar en muchas actividades. La participación participativos lo hacen porque una persona (nor-
en un museo no es a priori algo importante para malmente el director) quiere. El día en que esta per-
ellos. Por lo tanto, son difíciles de movilizar. En sona abandona, el aspecto participativo el proyecto
este contexto, la construcción de un museo parti- tiene dificultad para mantenerse. Es por esto que,
cipativo lleva mucho tiempo y requiere emprender en el museo Val de Bièvre, reflexionamos sobre la
pacientes acciones para lograr este objetivo. forma en que se podría proponer un museo que sea
participativo en su propia estructura, es decir, en su
Es a esta dificultad a la que nos enfrentamos en el forma arquitectónica, la composición de su equipo,
Museo de Val de Bièvre. A esto se suman las repre- las asociaciones, etc. de manera que se continúe y
sentaciones sociales del museo tradicional. Debe- amplíe la labor en curso actualmente. Con el fin, tal
mos luchar constantemente contra estas representa- vez también, que el modelo construido pueda po-
ciones y hacerlas cambiar. Con tal de que no cambien nerse a prueba y se pueda trasladar y difundir a
nuestras metas debemos conciliar nuestros objetivos otros lugares.

Museos I 103
El cambio de una comunidad
El caso del Ecomuseo de la Península de Miura
KAZUOKI OHARA
Profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad Nacional de Yokohama

Kazuoki Ohara 1. El Ecomuseo de la Península de Miura, un modelo descentralizado


Es profesor del Departamento de
Arquitectura de la Universidad
Nacional de Yokohama. Miembro Actualmente se pueden contabilizar en Japón aproximadamente unos 100 ecomuseos. Alrededor de cin-
fundador y expresidente de la cuenta están activos. Desde nuestro primer ecomuseo (Asahi-machi), establecido en 1989, el número de
Sociedad Ecomuseológica de municipios y asociaciones que están interesados en este tipo de organizaciones han ido en aumento en
Japón (JECOMS). Investigador en
planificación museológica, estudio
estos veinte años.
de visitantes, desarrollo
comunitario y las condiciones de En ocasiones he señalado que el ecomuseo japonés sigue un modelo clásico estereotipado y centraliza-
vida de la sociedad envejecida. ción como modelo “núcleo y satélite” (Ohara, 1999, 2005, 2008).

A diferencia de las organizaciones tradicionales, los ecomuseos han creado redes de grupos de activida-
des locales que les ayudan a consolidarse, involucrándoles en sus propias actividades.

El ejemplo típico de esto es el Ecomuseo de la Península de Miura, que es un modelo descentralizado ba-
sado en redes de asociaciones de la comunidad local. Esta estructura está inspirada en el aprendizaje de
las prácticas de los ecomuseos escandinavos. Esto también es similar al “necklake model” de P. Davis
(1999) en el que cada “joya” del ecomuseo se conecta en el territorio.

1.1. Fundación del Ecomuseo de la Península de Miura: objetivo y método

La Península de Miura está localizada en la parte suroeste de la región de la capital, rodeada por tres la-
dos de agua (la bahía de Tokio, la bahía de Sagami y el Océano Pacífico). La península tiene 21 km de lar-
go de norte a sur y alrededor de 7 u 8 kilómetros de Este a Oeste, frente a la península de Boso separa-
das por la bahía de Tokio. Se encuentra no demasiado lejos de Tokio y Yokohama, donde la mayoría de
la población disfruta de una vida urbana. De clima suave y abundante naturaleza, con variados paisajes,
así como legados históricos y culturales que permanecen intactos hasta día de hoy.

Un espacio con abundantes recursos: su naturaleza excepcional, vida, historia, cultura y arte, con una po-
blación sensible, capaz de apreciar este legado y elevarlo a lo sublime. Si la población local careciera de
conciencia y entusiasmo, el desarrollo no sería suficiente para fomentar los valores de la región. El ecomu-
seo está diseñado para servir como un excelente lugar para la formación social y el desarrollo local.

En otras palabras, el último objetivo del ecomuseo es proporcionar a la mayor parte posible de la pobla-
ción local el entusiasmo, las técnicas, la motivación y el espíritu necesarios para valorar con orgullo, pro-
teger, nutrir y construir su región, que está representado por las palabras “Península de Miura”.

Son muchas las actividades que ya están en marcha vinculadas a los ricos recursos de la península. Se
realizan de forma voluntaria y se organizan en red. Una de las características del ecomuseo de Miura es
que nació con el objetivo de vincular estas acciones a los patrimonios locales.

1.2. El Ecomuseo de la Península de Miura: modelo estructural

El ecomuseo está integrado por un conjunto de aspectos del patrimonio, es decir, la cultura, la naturale-
za, la industria, que han sido apoyados por los movimientos ciudadanos de la región. Una red que reúne
los distintos emplazamientos patrimoniales, constituyendo el ecomuseo. El papel de la sede del ecomu-
seo es ayudar a cada punto integrante de la red, relacionándolos entre si, promoviéndolos y apoyando
sus actividades.

104 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 104-112


Algunos ejemplos de emplazamiento son: un área limitada que actúa como sede para el patrimonio lo-
cal, un museo repleto de colecciones, un distrito pequeño, es decir, los asentamientos, o un área deter-
minada con tradiciones específicas. Las posibilidades de estos lugares son prácticamente infinitas. Ade-
más, no hay un orden jerárquico entre los sitios ya que las diferentes partes del ecomuseo, deben
cooperar entre sí en igualdad de condiciones, con igualdad de derechos.

Para funcionar como un ecomuseo, no solo tiene que haber un espacio geográfico o patrimonial sino
también definir los esfuerzos de la población inherentes al área. Nuestra definición de ecomuseo es, la
unidad integral que combina el patrimonio de cada sitio y las actividades llevadas a cabo a nivel local. Es
decir, el ecomuseo es el resultado de una colectividad formada por los diferentes sitios.

Los primeros requisitos para la creación de un ecomuseo son: el establecimiento de objetos (patrimo-
nios, sitios), de gentes (actividades) y de un sistema (los trabajos de administración), esto se puede plas-
mar de la siguiente manera.

Ecomuseo = suma de los socios (partners) + la sede central

Socios (partners) = Patrimonio y Sitios (naturaleza, cultura, historia, industria, etc.) + los esfuerzos de
los ciudadanos (actividades de conservación, la herencia de la cultura tradicional, investigaciones y es-
tudios de la cultura local o el medio ambiente, el movimiento de la ecología, la creación de industrias lo-
cales, actividades de aprendizaje a través de trabajo comunitario, etc.)

Por comparar lo anterior con un ser humano,


Socio
Socio
El cuerpo humano = suma de los órganos del cuerpo
+ la mente, la red del sistema nervioso, el corazón. Socio
Patrimonio
Socios (partners) o los órganos del cuerpo = partes local

del cuerpo (la carne, los huesos, etc.) + un sistema Socio de la organización
dinámico (la sangre o la energía de la vida que su- Territorio de los socios
Red Patrimonio local
ministra oxígeno para vivir) Patrimonio Socio Esfuerzo de los ciudadanos
local
Sitio (patrimonio local + esfuerzo de los ciudadanos)
Así es como funciona la comparación. El ecomuseo Red
Sede
es metafóricamente comparable a un ser humano
que sigue viviendo y creciendo desde el punto de Sede
Socio Socio
vista ecológico.

1.3. Patrimonio Local en la Península de Miura

La península de Miura está dotada de una gran variedad de patrimonio local. Figura 1. Componentes del
Ecomuseo de la Península de
Miura.
A continuación se enumeran las características de la región:

• Configuración geográfica: Una hilera de cerros con una altitud de 100-200m se extiende a lo largo de su
territorio, formando la columna vertebral de la península. Varios ríos vierten su agua desde los cerros cir-
cundantes a los pantanos y zonas de la ciudad. En la parte sur de la península se encuentra una meseta
situada a 30-80m sobre nivel del mar. la costa, la terraza costera, la colina de arena y los arrecifes rodean
la península. Debido a sus ricos sedimentos hay abundantes y diferentes recursos marinos.
• Clima: La península posee un clima de la Costa del Pacífico, con altas temperaturas y fuertes lluvias en
verano y relativamente fresco con heladas en invierno debido a la Corriente de Kuroshi.
• Vida natural: Dada la peculiar geografía de la península, la biosfera de la región es bastante singular.
Su entorno natural es particularmente rico y variado, con muchas especies.
• Historia: La historia de la península se remonta varios siglos atrás. Concheros de la época Yayoi, o lu-
gares históricos del Periodo Kofun (túmulos) que han sido descubiertos dentro de la región. Por otra
parte, cuenta también con la trágica historia de Yamato Takerunomikoto, un héroe japonés de una an-
tigua leyenda, y Ototachibana hime (su mujer), escrito por Kojiki y Nihon Shoki. A finales del período
Heian, el clan Miura se encuentra aquí y ha contribuido en gran medida a la creación del gobierno de
Kamakura. Los santuarios y otros sitios históricos que el clan Miura construyó los podemos encontrar

Museos I 105
cruzando la península. Durante los últimos días del periodo Edo, los barcos de negros del Comodoro
Perry de los Estados Unidos desembarcaron aquí. Una carta personal del presidente de los EE.UU. fue
entregada en esta península, allanando el camino para la eliminación de la política de aislamiento na-
cional y, por tanto, marcando el comienzo de la nueva era de la modernización de Japón.
• Cultura: Muchos escritores, conectando sus recuerdos con el territorio, han ubicado sus novelas, poemas
“Tanka” y “Haiku”, en la Península. Un monumento literario con el nombre de los autores y con títulos de
obras es a menudo erigido en las localidades relevantes. Además, los materiales históricos de la región se
han convertido una y otra vez en tema de canciones. Lo mismo ocurre en el campo del arte. Muchos artis-
tas, tanto del arte occidental como del japonés, están asociados con la península. Por otra parte, hay mu-
chos ejemplos interesantes de exhibiciones de arte, folclore e historias antiguas que hablan de la región.
• Territorio: El lado oriental de la bahía de Tokio está siendo utilizado como una zona industrial y como
puerto. En el lado occidental frente a la bahía de Sagami prospera la pesca, el turismo y los deportes
marinos, mientras que en el lado sur la pesca y ocio son las actividades más importantes. Además, la
agricultura suburbana de la región capital se ha desarrollado en torno a las mesetas del sur. La zona
central de la colina, ofrece a la población local un entorno natural precioso.
• Industria manufacturera: La zona es conocida por tener una de las principales industrias dedicadas a
la agricultura y a la pesca. Gracias al clima, la agricultura es muy floreciente en las zonas central y me-
ridional. Los principales cultivos son el repollo, rábano japonés, la sandía y la calabaza.
• Pesca: Hay muchos puertos pesqueros en la península de Miura. Entre ellos se encuentra el puerto de
Misaki, que es la base para la pesca en profundidad. Prácticamente la mitad de los pescados captura-
dos son atunes. La captura de pesca en profundidad más frecuente es el atún, mientras que el jurel, la
caballa y las sardinas pueden ser capturados en la pesca de altura. El camarón mantis, congrio, corvi-
na, etc., pueden ser capturados en la bahía de Tokio.
• Industria: Las industrias florecientes en la ciudad de Yokosuka son el automóvil, la metalurgia y equi-
pos electrónicos, como por ejemplo, los ordenadores. Es una de las ciudades industriales de referen-
cia en esta prefectura (jurisdicciones territoriales). En los últimos años, los proyectos de I + D en desa-
rrollo de nuevas tecnologías están ganando impulso. Adicionalmente, los fabricantes de alimentos y las
industrias locales se ubican en la ciudad de Miura.
• Comercio: Hay muchas áreas comerciales en la región. De acuerdo con las estadísticas elaboradas en
1997, el número de tiendas al por menor se situó en 5.420. Por otra parte, el número de turistas en el
año 2001 en la región ascendió a 139.554.

2. Patrimonios locales y actividades en la península de Miura

2.1. El mantenimiento de las instalaciones y el patrimonio local de cada uno de los socios,
y la participación comunitaria

Al igual que en el caso del funcionamiento de la red de ecomuseos, la participación comunitaria en el


mantenimiento de edificios e instalaciones de los sitios del patrimonio regional es indispensable.

Sin embargo, la mayoría de las entidades asociadas que gestionan esos lugares, no existen solo por el bien
del ecomuseo; también se dedican a una variedad de actividades no relacionadas con los museos. Supon-
gamos que hay un grupo cuya actividad principal es la conservación de un paisaje urbano. Dada su espe-
cialización, el papel de la sede central es el de apoyar al grupo con formación, recogida de datos, e investi-
gación para que puedan llevar a cabo actividades para el museo de una manera equilibrada.

En este caso, el grupo está haciendo una contribución parcial, mientras que están siendo activos de for-
ma independiente. Al entrar en la red de ecomuseos, sería un error para un socio establecer solo su fun-
ción principal en los requerimientos de esta entidad y convertirse en un eslabón más de la cadena. Más
bien, el socio debe llevar a cabo actividades auto-organizadas, algunas de las cuales podrían ser para el
ecomuseo. El reto inmediato del ecomuseo en el momento de su creación era ganar la comprensión y el
acuerdo de la población local sobre este punto.

2.2. Actividades de las poblaciones locales en la península de Miura y su estado actual

Los grupos de las poblaciones locales en la península de Miura realizan diversas actividades. Una vez
que estos activistas se dan cuenta que son los socios del ecomuseo, crean la red de ecomuseos en toda

106 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 104-112


la región. Se realizaron encuestas en los años 2000 y 2004 con el fin de averiguar más sobre las asocia-
ciones locales que estaban orientadas a la cultura, historia, medio ambiente, las características y la
orientación de sus actividades, para conocer cuál era su grado de implicación y de cooperación.

En cada actividad, muchos grupos hacen lo mismo que lo que hace un museo. Es decir, encuestas e in-
vestigación, colección, preservación, exhibición y educación.

1. Cooperación intergrupal

• Orientación histórica: con una inclinación muy


fuerte hacia el estudio de por vida, hay muchos
miembros que pertenecen a dos o más organi-
zaciones. Los miembros se convierten en ins-
tructores de uno de sus campos favoritos y las
interacciones entre diversos grupos son promo-
vidas mediante sesiones de estudio. Entre los
grupos orientados a la historia, relativamente
muchos consideran “el desarrollo comunitario”
o “la construcción comunitaria” como su campo
de acción.
• Orientación medioambiental: en ocasiones los
campos de las actividades coinciden y se super-
ponen entre los distintos grupos. Si las activida-
des están bien coordinadas compartirán informa-
ción, recursos humanos, eventos, etc. Entre los
grupos orientados a entornos naturales, muchos
consideran la "educación" como su campo. Mu-
chos grupos son más que simples clubes que dis-
frutan de sus actividades como si fuese un “hobby”. Llevan a cabo actividades sociales. Figura 2. Áreas de actividad
• Orientación cultural: los grupos que se dedican a la investigación son de los más numerosos y la coo- de los grupos locales.
peración entre los diferentes organismos es limitada.

Aún con todo, la comunicación interdisciplinaria es débil, aunque hubo una interacción activa entre los
grupos orientados a la historia y al medio ambiente. El "Museo de la Ciudad de Yokosuka" y el "Museo
de Hayama Shiosai" son intermediarios de la red uniendo diferentes campos.

2. Bases de actividades

Muy a menudo, los grupos orientados hacia la historia proceden de personas con importante formación.
Son la base de la mayoría de los "centros comunitarios". Los grupos orientados al medio ambiente, valo-
ran mucho las actividades al aire libre y no están limitados por las instalaciones de la vivienda para realizar
sus actividades. Los organismos orientados a la cultura, utilizan diversas facultades, aunque la mayoría de
ellos son "hogares privados" o "lugares de reunión del vecindario" de fácil acceso.

3. Esferas de Actividades

• Orientación histórica: Hay una densidad ligeramente más alta de estos grupos en las costas orientales en
Yokosuka. Los grupos civiles amantes de la historia, tienen esferas de actividad más allá de las jurisdic-
ciones políticas. Sus bases se encuentran dispersas de manera uniforme sobre toda la península.
• Orientación medioambiental: La esfera de las actividades se concentra en las zonas verdes, donde la
naturaleza permanece relativamente intacta, y en la zona costera (especialmente en la orilla del mar,
en la zona del cabo).
• Orientación cultural: Las actividades se llevan a cabo en áreas urbanas de la región. También son activos
en municipios y complejos residenciales, ya que muchos grupos se fundan bajo el mandato del gobierno.

Comprobando los problemas de cada grupo en la realización de actividades, encontramos dificultades


relacionadas con las redes humanas. Por ejemplo, expresan: “No tenemos ningún método para ponernos

Museos I 107
en contacto con otros grupos.” “Queremos cooperar con las escuelas, pero no sabemos lo que quie-
ren.” “Nunca hemos tenido la oportunidad de acercarnos a las escuelas para preguntar y conocer sus
necesidades.” “Queremos una oportunidad para hablar de las actividades, gestiones y problemáticas con
otros grupos.” “Queremos conocer a otros grupos, sobre todo del mismo campo.” “Si sabemos lo que la
gente quiere en cada campo, podemos pedirles que sirvan como instructores en sesiones de estudio.” A
través de la entrevista se concluyó que algunos necesitan un marco para organizar las actividades de las
poblaciones locales en la península de Miura.

Sin embargo, por otro lado, algunos grupos hablaron de la comunicación con otros grupos de manera
muy diferente. Por ejemplo, dijeron: “No podemos imaginar cómo comunicarnos.” “Nuestras actividades
son lo suficientemente buenas en las condiciones actuales sin la ayuda de otros grupos.” Además, otros
dijeron: “Creemos que podemos llevar a cabo actividades de cooperación con otros grupos, pero esta-
mos muy ocupados, de hecho, con nuestras propias actividades. No esperamos algo concreto.” “Tene-
mos miedo de que sea difícil coordinar los grupos.”

3. El Consejo de Coordinación MARUHAKU

3.1. Organización y actividades del Ecomuseo de la península de Miura

En 2005, el Consejo de Coordinación del Ecomuseo de la península de Miura (en adelante, le llamare-
mos simplemente MARUHAKU) comenzó sus actividades con el propósito de realizar el Ecomuseo en
la península como un intento de conectar estos grupos de acción. En aquel momento, el centro admi-
nistrativo de la prefectura (centro administrativo del distrito Yokusuka-Miura en la prefectura de Kana-
gawa) y la fundación (KIF: Fundación para el intercambio Internacional Kanagawa) trabajaban como un
secretariado para hacer la planificación con los organizadores. Ellos lo discutían en el Consejo de
Coordinación y los miembros de los grupos y los administradores públicos cooperaban para llevar a
cabo la actividad.

Se compone de los miembros de las municipalidades (4 ciudades y un pueblo), organización pública re-
lacionada con la administración (centro administrativo de la Prefectura y Fundación KIF) y gente de gru-
pos de actividades locales (máximo 50 grupos; 30 en 2011), los consejeros (2 eruditos), y los organiza-
dores (4 personas) elegidos entre los grupos miembros.

MARUHAKU aspira a promocionar la creación de un ambiente de educación para activar y desarrollar la


región mediante grupos que realicen actividades con el Ecomuseo, interactuando y cooperando unos con
otros además de implicar a las instituciones administrativas.

Las actividades que ahora se están llevando a cabo son:

• Reuniones plenarias.
• Recorridos turísticos (sesiones de visitas).

Hasta la primavera de 2011, cuando el apoyo económico gubernamental fue cancelado, las siguientes ac-
tividades eran realizadas anualmente:

• Participación en forums (eventos interactivos).


• Emisión de un boletín y folletos trimestrales.
• Creación y gestión de website.
• Edición de guías impresas (cuatro libros fueron publicados en 2001-2010).

3.2. Situación actual del Consejo Coordinador de los grupos miembros de MARUHAKU

Los grupos miembros del Consejo Coordinador MARUHAKU tienen sus propios objetivos y temas en sus
regiones de actividad, realizan investigaciones y estudios, conservación y preservación, sesiones de vi-
sitas y exposiciones. Para conocer su realidad y opiniones, llevamos a cabo una encuesta a 14 grupos
miembros (18 personas) y entrevistamos a 11 grupos entre ellos.

108 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 104-112


1. ¿Por qué los miembros se suman al Consejo Coordinador?

El primer incentivo de los grupos miembros para sumarse al consejo coordinador es interactuar e inter-
cambiar información con otros grupos. Por ejemplo, dijeron, “Queremos conocer las actividades de otros
grupos en la península Miura” (78%). “Queremos interactuar con otros grupos en la península” (56%).
“Queremos obtener conocimiento e información útil para la actividad de nuestro grupo” (39%). “Percibi-
mos actitudes conectadas al desarrollo de la actividad del grupo. Por ejemplo, dijeron, “Queremos inte-
riorizar mejor las actividades de nuestro grupo” (44%). “Nos sumamos al Consejo como parte del traba-
jo divulgativo de nuestras actividades” (39%). También, dijeron, “Estamos de acuerdo con el espíritu
MARUHAKU (Ecomuseo)” (72%).

¿Por qué colaboramos con MARUHAKU? (n=18) ¿Qué esperamos de MARUHAKU? (n=18)
Queremos conocer otras actividades grupales
en la Península de Miura Queremos encontrar recursos de la península con otros grupos

Estamos de acuerdo con el espíritu de MARUHAKU (Ecomuseo)


Queremos conocer cada uno de los otros grupos
Queremos colaborar con otros grupos de la península
Queremos colaborar con otros grupos de la península
Queremos conocer mejor nuestras actividades grupales

Queremos conocimientos técnicos e información útil Queremos que se conozcan nuestras actividades grupales
para nuestra actividad grupal
Nos unimos al consejo como parte del trabajo publicitario Queremos compartir problemas y tareas en la península
para nuestras actividades grupales con otros grupos

Queremos colaborar con las autoridades administrativas Queremos tener capacidad para colaborar e intercambiar
información con gente de otros grupos
Algunos colegas ya se han unido
Las organizaciones administrativas nos han pedido colaborar
Las organizaciones administrativas nos han pedido colaborar
Queremos conocer mejor nuestras actividades grupales
Queremos colaborar con museos de la zona

Nada
No hay razones

Otros Otros

0 2 4 6 8 10 12 14 16
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Número de miembros que han respondido Número de miembros que han respondido

Figura 3. Razones para participar. Figura 4. Las expectativas de MARUHAKU.

Por otra parte, adicionalmente a los incentivos arriba descritos,


muchos esperaban de las actividades MARUHAKU que la penín- Lo que podríamos conseguir con MARUHAKU (n=18)

sula Miura actuará como un todo, más que con actividades indi-
Podríamos conocer actividades e ideas de otros grupos
viduales de cada grupo. Por ejemplo, dijeron, “Queremos encon-
trar atractivos de la península con otros grupos” (83%). Podríamos hacer conocidas nuestras actividades grupales
“Queremos compartir problemas y tareas en la península con
otros grupos” (56%). Podríamos adquirir el conocimiento para colaborar
e intercambiar información con gente de otros grupos

Mucha gente dice, “Podríamos conocer las actividades e ideas de Podríamos conseguir información útil para las actividades

otros grupos” comenzando de hecho, por las actividades relacio-


Podríamos conseguir alguien que nos asesore o ayude
nadas con MARUHAKU en la península. Siguiendo la misma opi-
nión, algunos dijeron, “Podríamos dar a conocer las actividades
Nada
del grupo”, “Podríamos saber cómo interactuar e intercambiar
información con la gente de otros grupos”. Otros

0 2 4 6 8 10 12 14 16
2. ¿Cómo se aprovechan y se preocupan de las actividades de unos Número de miembros que han respondido

y de otros en el Consejo coordinador de MARUHAKU?


Figura 5. Los logros de MARUHAKU.
Cuando preguntamos si los grupos de acción se aprovechan de
las actividades de otros grupos, no fueron pocos los que respon-
dieron, “Nosotros solo conocemos nombres”, pero podríamos
confirmar que se aprovechan de algo más que de las actividades
de otros grupos en cualquier campo.

Museos I 109
medioambiente
orientados al
Grupos

orientados a la
Grupos
Interés de los grupos

orientados a la
Grupos

Historia y cultura

dioambiente
Historia, cultura y me-

Otros

medioambiente
orientados al
Grupos

orientados a la
Grupos
Interés de los grupos

orientados a la
Grupos

Historia y cultura

dioambiente
Historia, cultura y me-

Otros
NPO Hayama Eco-familia
Grupo de preservación de los bosques de Koajiro
Grupo de la Isla Sarushima
Grupo de conservación de la naturaleza de Tsukui
Grupo de conservación del medioambiente de Hayama
Grupo de detectives del medioambiente de Yokosuka
Grupo de estudio “Agua y Medioambiente” Yokosuka
Círculo de historia cultural de Uraga
Grupo cultural de la península de Miura
Club del descubrimiento de Uraga
Grupo de estudio de la historia de apertura de la región en
Grupo de estudio Hakushu en Misaki
Mr. A of NPO grupo medioambiental, cultura y diseño en
Ms. M of NPO grupo medioambiental, cultura y diseño en
Ms. N grupo del ecomuseo de Okusu
Mr. T grupo del ecomuseo de Okusu
Mr. K. del grupo de investigación activa en la península de Miura
Sr. S del grupo de investigación activa en la península de Miura

NPO Hayama Eco-familia


Grupo de preservación de los bosques de Koajiro
Grupo de la Isla Sarushima
Grupo de conservación de la naturaleza de Tsukui
Grupo de conservación del medioambiente de Hayama
Grupo de detectives del medioambiente de Yokosuka
Grupo de estudio “Agua y Medioambiente” Yokosuka
Círculo de historia cultural de Uraga
Grupo cultural de la península de Miura
Club del descubrimiento de Uraga
Grupo de estudio de la historia de apertura de la región en
Grupo de estudio Hakushu en Misaki
Mr. A of NPO grupo medioambiental, cultura y diseño en
Ms. M of NPO grupo medioambiental, cultura y diseño en
Ms. N grupo del ecomuseo de Okusu
Mr. T grupo del ecomuseo de Okusu
Mr. K. del grupo de investigación activa en la península de Miura
Sr. S del grupo de investigación activa en la península de Miura
A qué grupo de personas se les realiza la entrevista A qué grupo de personas se les realiza la entrevista
Entorno natural

Entorno natural
NPO “Océano familiar” NPO “Océano familiar”
NPO Kanagawa Grupo Conciliar de Medio Ambiente NPO Kanagawa Grupo Conciliar de Medio Ambiente
Kosaku conservación de la agricultura medioambiental Kosaku conservación de la agricultura medioambiental
Kamakura Fundación para la conservación Kamakura Fundación para la conservación
NPO Hayama Eco-familia NPO Hayama Eco-familia
Grupo de conservación para los bosques de Koajiro Grupo de conservación para los bosques de Koajiro
Grupo de la Isla de Sarushima Grupo de la Isla de Sarushima
Zushi semanas medioambientales Zushi semanas medioambientales
Zushi congreso medioambiental Zushi congreso medioambiental
Grupo de conservación de la naturaleza de Tsukui Grupo de conservación de la naturaleza de Tsukui
Grupo Nagoe de satoyama green Grupo Nagoe de satoyama green
Grupo de conservación medioambiental de Hayama Grupo de conservación medioambiental de Hayama
Miura Taketomo grupo (friends of bamboo) Miura Taketomo grupo (friends of bamboo)
Miura península grupo de conservación de la naturaleza Miura península grupo de conservación de la naturaleza
Grupo de detectives medioambientales de Yokosuka Grupo de detectives medioambientales de Yokosuka
Congreso de Ciudadanos de Yokosuka Congreso de Ciudadanos de Yokosuka
Grupo de estudio Yokosuka “Agua y Medioambiente” Grupo de estudio Yokosuka “Agua y Medioambiente”
Cultura

Cultura

Grupo de Vigilantes del ocaso de la Shonan Village Grupo de Vigilantes del ocaso de la Shonan Village
Grupo de historia natural de Miura península Grupo de historia natural de Miura península
Círculo de Uraga historia cultural Círculo de Uraga historia cultural
Grupo cultural de Miura península Grupo cultural de Miura península
Historia

Historia

Club del descubrimiento de Uraga Club del descubrimiento de Uraga


Grupo secundario de la iglesia Uwamachi Grupo secundario de la iglesia Uwamachi
Club del descubrimiento Ohtsu Club del descubrimiento Ohtsu
Foro de la ciudad dorada de Kamakura Foro de la ciudad dorada de Kamakura
Grupo para el nombre y la historia de Zushi Grupo para el nombre y la historia de Zushi
Grupo de estudio de hª de la apertura del pueblo en Yokosuka Grupo de estudio de hª de la apertura del pueblo en Yokosuka
Cultura

Cultura

Grupo de estudio de Hakushu en Misaki Grupo de estudio de Hakushu en Misaki


Grupo de Yokosukalogy Grupo de Yokosukalogy
Medioambiente

Medioambiente

Grupo del ecomuseo de Okusu Grupo del ecomuseo de Okusu


Grupo del ecomuseo de Zushi Grupo del ecomuseo de Zushi
NPO grupo de medioambiente, cultura y diseño HaYama NPO grupo de medioambiente, cultura y diseño HaYama
Otras

Otras

Rama de Yokosuka asoc. de arquitectos de la prefectura de Kanagawa Rama de Yokosuka asoc. de arquitectos de la prefectura de Kanagawa
Grupo de promoción turística Zushi Grupo de promoción turística Zushi
Grupo activo de investigación en la península de Miura Grupo activo de investigación en la península de Miura
Guías turísticos voluntarios de la ciudad de Yokosuka Guías turísticos voluntarios de la ciudad de Yokosuka
NPO Asociación de personal de Yokosuka NPO Asociación de personal de Yokosuka
NGU NGU

Buen conocimiento de las actividades Conocimiento de la mayor parte de las Conocimiento sólo del nombre del grupo Buen conocimiento de las actividades Conocimiento de la mayor parte de las Conocimiento sólo del nombre del grupo
actividades actividades

Figura 6. Entendimiento mutuo antes de sumarse a la red. Figura 7. Entendimiento mutuo después de sumarse a la red.

4. Debate - Propósitos de la red

A continuación, resumiremos los propósitos de la creación de la red mediante entrevistas a gente local
de los grupos y demás.

1. Apoyar las actividades del grupo indirectamente y potencialmente

Los grupos participantes en el consejo de coordinación se han dado cuenta de que pueden:

• Conocer y comprender las actividades de otros grupos.


• Entender las relaciones entre su grupo y otros grupos.
• Construir relaciones interactivas con personas.
• Pedir apoyo y consejo a otros grupos.
• Aprender de la experiencia de las actividades de otros grupos.
• Conectarlo con ideas diversas.

110 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 104-112


Algunos dijeron que podrían solicitar la ayuda o consejo a otro grupo (4) solamente cuando tengan algún
conocido en el grupo. Crear una fundación de “conocidos” es un excelente medio para construir redes.

Es más, otros dijeron, “Un miembro de nuestro grupo tiene un conocido en otro grupo. Eso es por lo que
el grupo solicitó nuestra ayuda”, y así, podríamos afirmar que las relaciones individuales son más impor-
tantes que entre grupos.

Y podríamos confirmar progresos interactivos graduales. Sucede de la siguiente forma. (i) Conocen y en-
tienden las actividades de otros grupos. (ii) Se aprovechan de la relación de su grupo con otros. (iii) Quie-
ren solicitar ayuda en una actividad concreta. Y solamente entonces, esa petición de ayuda concreta es
realizada.

Muchos individuos dijeron, “Podríamos conocer las actividades e ideas de otros grupos” a través de ac-
tividades relacionadas MARUHAKU. Sencillamente “conocer las actividades de otros grupos” tiene un
enorme potencial para llevarnos a futuras relaciones.

2. Ofrecer “un lugar” a un individuo, para estudiar completamente una región

Es importante que los individuos de los grupos de las poblaciones locales participen en las reuniones del
Consejo de enlace MARUHAKU o en los foros como por ejemplo las excursiones.

En una entrevista, dijeron,”todavía no conocemos bien la región. Y no sé los parámetros para conocerla.
A través del consejo de enlace, tengo que reunirme con otros grupos de actividades y de ideas para
aprender la manera de llegar al forma para conocer bien la región”. El consejo de enlace proporcionó in-
dividuos que propiciaban encuentros con grupos de actividades para que las personas pudieran llegar a
tener, con otro punto de vista, un conocimiento regional.

Podemos afirmar que el consejo de enlace es “un organismo que permite a los individuos el estudio y co-
nocimiento de la región de forma integral”.

3. Construir una red de múltiples disciplinas


En las entrevistas, algunos dijeron: “Nos hemos comunicado y teníamos relaciones anteriormente con
otros grupos.”

Teniendo en cuenta que muchos de ellos habían realizado y aprovechado las actividades de otros grupos
antes de que existiera el consejo de enlace, hay una gran diferencia entre ellos, pero podríamos percibir
la tendencia a la pertenencia a su propio grupo.

• Grupos de Orientación medioambiental: Comprender las actividades sobretodo de los grupos de orien-
tación medioambiental y de los relativamente escasos grupos de otros campos incluidos los de la his-
toria y cultura. Tienen muchos conocidos en los mismos grupos de medio ambiente.
• Grupos de Orientación cultural o de historia: Los grupos conocen las actividades de los otros grupos
del mismo campo, pero no conocen prácticamente las actividades de los grupos de orientación me-
dioambiental. También ellos tienen, relativamente, muchos conocidos en los mismos campos y pocos
en los otros.

Podemos decir que antes de que los grupos se unieran a la red del consejo se realizaron intercambios li-
mitados dentro del mismo grupo.

¿Qué pasó con esta situación después de que se unió MARUHAKU al Consejo de Enlace? El ingreso en el
Consejo animó a aprovechar las actividades de los grupos en otros campos. Y nos confirmaron que se ha-
bían construido relaciones de familiarización con grupos en otros campos. Podemos decir que es debido
a la creación del consejo de enlace.

Por otro lado, se enumeraron los problemas como tareas futuras. Por ejemplo, dijo: “Es difícil hacer que
las actividades MARUHAKU se den a conocer a todos los miembros de nuestro grupo.” Cómo vamos a
pensar en el futuro con el siguiente problema? “No podemos decir que MARUHAKU se ha independizado

Museos I 111
como organización mientras que la fundación (KIF) y la prefectura (Centro de Administración de la Pre-
fectura) dirige y planifica.”

5. Conclusiones

En 2004, P. Davis escribió: “Sin embargo, aún no se ha probado si el ecomuseo tiene significado para to-
das las personas locales y visitantes. Para el visitante ocasional de los espacios, probablemente se vería
como ejemplo aislado de la conservación del patrimonio, y no como un esfuerzo integrado. Muchos de
los lugares ni siquiera están anunciados, y para la mayoría de los turistas extranjeros y locales, proba-
blemente pasaría desapercibido.” Después de visitar la península de Miura (Davis, 2004). Y O. Navajas
Corral incluyó su impresión en 2011, “Seis años después la realidad es relativamente diferente. Los gru-
pos de trabajo son cada vez más activos, las interrelaciones son eficientes y su acción se ha ampliado a
través de publicaciones y se ha difundido entre la población” (Navajas Corral, 2011).

Por encima de todas las actividades, el desarrollo de la comunicación entre los grupos es un éxito.

Hemos confirmado que los grupos han entendido las actividades en grupo, se han comunicado con otros
grupos y han creado relaciones más allá de tener conocidos, abriendo campos de comunicación. La gen-
te se sintió alentada por la inauguración de MARUHAKU y las actividades conexas. Las funciones de TI
por igual una cadena del collar en el modelo de ecomuseo (Davis 1999). Además, se ha hecho evidente
que en la situación actual esto conduce al apoyo de las actividades de los propios grupos. Se trata de
una gran misión, hacer un ecomuseo de comunidad local en un ambiente de aprendizaje para el mutuo
inter-aprendizaje.

Hemos encontrado un significado del consejo. Un miembro que asiste a las reuniones o foros del conse-
jo de enlace puede cumplir con otras actividades de grupo y disfrutar de un nuevo punto de vista para
conocer la región a través de las actividades del consejo. Además, podemos considerarlo como uno de
los significados del ecomuseo, que la gente aprenda a percibir la región en su totalidad desde varias di-
recciones más allá de un campo o un punto de vista.

Consideramos que la siguiente tarea es darse cuenta de la inclusión social mediante la creación de oportu-
nidades para conocer las actividades del consejo de enlace, de modo que podemos ofrecer un punto de vis-
ta de la región a la población local, posibilitando el unirse a exposiciones o visitar las reuniones de cada
grupo, en definitiva hacer partícipe a los individuos que no están integrados. El proceso supone una lucha
entre personas con opiniones diferentes, pero es una forma necesaria para desarrollar la comunidad.

Bibliografía

ARAI, J. (1989). Yagaihakubutsukan soron(overview of open-air museums), the Journal of the museological society of Japan, vol. 14, no.1-2
(in Japanese).
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Final Project Report.
DAVIS, PETER (1999). Ecomuseums -a sense of place-, Leicester University press, London, also 2nd ed. (2011), Continuum International
Publishing Group.
DAVIS, P. (2004). Ecomuseums and the Democratisation of Japanese Museology, International Journal of Heritage Studies, Vol. 10, No. 1,
March 2004, pp. 93-110.
DAVIS, P. (2007). Ecomuseums and sustainability in Italy, Japan and China: concept adaptation through implementation. Kenll, S.J.,
Macleod, S. and Watson, S (ed.) (2007). Museum Revolutions. How museums change and are changed. Routledge, London and New
York.
ENGSTRÖM, KJELL (1985). The ecomuseum concept is taking root in Sweden, pp.206-210, Museum, No. 148, ICOM (UNESCO).
(Special report) (1998). “Regional Rediscovery and the Ecomuseum”, pp.18-25, Pacific Friend, JIJIGAHO-SHA, Vol. 25 No. 12, 1998. April.
NAVAJAS CORRAL, ÓSCAR (2010). Japan ecomuseums: Global models for concrete realities, Sociomuseology IV, Cadernos de Sociomuseologia,
Vol. 38, pp. 217-244.
OHARA, K. (1998). The image of ‘Ecomuseum’ in Japan, pp.26-27, Pacific Friend, JIJIGAHO-SHA, Vol.25, No.12, 1998.4.
OHARA, KAZUOKI (1999). Ecomuseum heno tabi (Journey to Ecomuseums), KAJIMA publishing, 1999.12 (in Japanese).
OHARA, K., AND YANAGIDA, A. (2005). Ecomuseum in MiuraPeninsula - A Case study to Build Network Model-, pp.41-48, “Museum and
Citizenship”, Quaderrrni di ricerca, No. 108, Instituto di Ricerrche Economico-Sociali del Piemonte.
OHARA, KAZUOKI (2008). What have we learnt and should we learn from the Scandinavian Ecomuseums? -A study on museological way to
make sustainable community-, pp.43-51, Journal of Japan Ecomuseological Society, No. 13, 2008.3.

112 I Revista de Museología # 53 (2012): págs. 104-112

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