Cultivos Phyzalisalmendrocapulin
Cultivos Phyzalisalmendrocapulin
Cultivos Phyzalisalmendrocapulin
CAMPUS XALAPA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS
NRC: 42151
Académico: Dra. María Ariadna Escalante
Rebolledo
Presenta:
Calzada Lozano Anaí
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES.
Para hacer una eficiente aplicación de fertilizantes es necesario realizar un análisis
del suelo debido a que cada terreno tiene diferentes necesidades de nutrientes, Los
nutrientes que preferentemente son usados para el tomate de cáscara son la urea,
11-12-0, 18-46-0, sulfato de potasio y 17-17-17.
ALMENDRO
Estado fenológico B:
Yemas hinchadas.
Estado fenológico C:
Cáliz visible
Estado fenológico D:
Corola visible.
Estado fenológico E:
Estambres visibles.
Estado fenológico F:
Flor abierta.
Estado fenológico G:
Caída de pétalos.
Estado fenológico H:
Fruto cuajado.
Estado fenológico I:
Fruto joven.
Estado fenológico J:
Fruto en evolución hacia
la madurez.
REQUERIMIENTOS EDÁFICOS.
REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS.
Temperatura, precipitaciones y viento
El almendro posee una sensibilidad media a heladas, siendo su fruto en estado
pequeño (fase 1) el órgano más sensible a este tipo de daño, junto con la floración.
Las temperaturas y requerimientos climáticos del almendro son:
T º critica de daño por heladas -1 º C
T º mínima de crecimiento 7 – 10 º C
T º optima de crecimiento 20 – 25 º C
T º máxima de crecimiento 40 º C
Suma térmica entre yema hinchada y cosecha 1.000 – 1.200 GD
Horas frío (menores a 7 º C) 200 – 550 HF
Cuadro 1: Requerimientos climáticos del almendro
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES.
El almendro es una de las especies frutales que responde mejor a las aplicaciones
de nitrógeno. Un huerto en plena producción (más de 8 años) puede fertilizarse con
más de 2 kg de urea por árbol, para obtener una respuesta positiva en crecimiento
y producción. Sin embargo, aún existe gran cantidad de huertos comerciales donde
la fertilización nitrogenada es bastante reducida. Un elemento que se presenta
deficitario con cierta frecuencia en esta especie es el zinc. La sintomatología de su
deficiencia se manifiesta en una marcada disminución del tamaño de las hojas, las
que se presentan amarillentas, cloróticas y formando un crecimiento en roseta.
Tanto la brotación como la floración se presentan retrasadas en relación a los
árboles normales, llegando finalmente a una cosecha menor y con fruta de tamaño
reducido. Su corrección se puede lograr con aspersiones de sulfato de zinc en
invierno y de óxido de zinc en primavera después decaída de pétalos.
ANALISIS FOLIAR
El análisis foliar permite conocer el contenido de nutrientes que poseen las hojas en
un momento determinado. La toma de muestras de hojas para efectuar este análisis
debe efectuarse entre el 15 de enero y 28 de febrero. Las hojas deben provenir de
dardos o centros frutales con o sin frutas. A través de este análisis se podrá ajustar
el programa de fertilización, puesto que se pueden determinar los elementos que
están deficientes o en exceso.
Fósforo y Potasio en Almendro
Fase de pre-plantación. En suelos con niveles de fósforo y potasio bajos, se
deberán aportar como máximo, en la preparación del suelo y antes de plantar, las
siguientes cantidades: - 50 kg de fósforo P2O5/ha. y 350 kg Potasio K2O/ha.
Fase de árboles en formación. Las aportaciones máximas que se deben aplicar
en esta fase son:
Año 1º 10 kg P2O5/ha 20 kg K2O/ha
Año 2º 15 kg P2O5/ha 40 kg K2O/ha
En caso de que se prolongue la fase de formación de los árboles, las dosis del año
segundo no deben ser superadas.
Fase de árboles en producción. El abonado de los árboles en esta fase debe ser
definido sobre la base de los valores indicados a continuación:
Cantidades de fósforo y potasio exportadas por los árboles de la plantación
Cultivo Exportaciones totales de Exportaciones totales de
Fósforo (kg/tm de fruto) Potasio (kg/tm de fruto)
Almendro 12,0 47,0
CAPULÍN
Nombre común: Prunus virginia
Género: Prunus
Familia: Rosaceae
Especie: P. virginiana; L.
Orden: Rosales
DISTRIBUCIÓN RADICAL.
Es un árbol que mide de 6-8 m, su palo es como del grueso del palo de encino pero
no esta tan arrugado. Su hoja es alargadita y termina en punta, alrededor es un
poco picudita y correosa, también brillan un poco. Sus flores se dan varias al final
de las varas, formadas en unos tallitos, empiezan como botones de color verde y
cuando abren, dan unas florecitas blancas que cuando se secan forman los
capulines de color negro.
FENOLOGÍA DEL CULTIVO.
Follaje: Caducifolio. Los árboles pierden sus hojas en la época de floración y al
principio de la fructificación.
Floración: Florece de marzo a septiembre. En Chamela, Jalisco, de mayo a agosto.
Fructificación: Los frutos maduran de julio a marzo.
Polinización: Autopolinización.
REQUERIMIENTOS EDÁFICOS.
El árbol crece a menudo en los suelos húmedos cerca de los arroyos en colinas y
cañones de las montañas a una altura entre 4.900 a 10.200 pies (1493 a 3108 m).
REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS.
El capulín prefiere situaciones soleadas, aunque es más tolerante a la sombra que
muchos otros árboles de cerezo.
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES.
Nitrógeno: Influencia el desarrollo de los brotes, raíces, inducción floral, fertilización
del óvulo, cuaja, desarrollo del fruto y calidad de las cerezas. Este elemento también
es un constituyente de la clorofila y por tanto ejerce una acción indirecta en la
elaboración de carbohidratos. El principal síntoma de deficiencia de nitrógeno es
una reducción del desarrollo vegetativo y rápida senescencia o envejecimiento de
las hojas. Esta se acentúa por la movilización del elemento hacia el ápice del brote.
Adicionalmente, ocurre clorosis foliar. La disponibilidad de nitrógeno en el suelo
incide sobre la relación huésped/patógeno y relación huésped/plaga.
Fósforo: El fósforo es extraído anualmente en bajas cantidades por los árboles, por
ello es recomendable suministrar una cantidad importante de fósforo como
“fertilización de base” previo a la plantación considerando la baja movilidad de este
elemento. Cabe destacar, que este nutriente bajo la forma de fosfato forma parte de
diferentes compuestos en la célula tales como azúcares, fosfatos de gran
importancia para los procesos de respiración y la fotosíntesis y los fosfolípidos que
forman parte de las membranas. Es importante que este elemento se encuentre
disponible al inicio de la actividad vegetativa, ya que en este momento favorece el
crecimiento de raicillas nuevas de la planta.
Potasio: Este elemento se caracteriza por presentar una elevada movilidad al
interior de las células y de los tejidos del árbol, encontrándose tanto a nivel del
xilema como del floema. Se encuentra mayoritariamente en el citoplasma donde
controla el potencial osmótico de las células y de los tejidos. Este elemento, después
del nitrógeno, es el más requerido por la planta y es importante durante la fase
productiva para lograr fruta de calidad. También es de importancia en diversas
funciones fisiológicas tales como fotosíntesis, biosíntesis de proteínas y
carbohidratos, expansión celular, movimiento de las células estomáticas y
regulación de actividades enzimáticas.
Calcio: Este nutriente participa en diferentes actividades enzimáticas, como en la
formación de las pectinas y mantiene en niveles no tóxicos los ácidos orgánicos
elaborados por los árboles. Además, favorece la lignificación de los brotes
aumentando así la resistencia de estos órganos a las bajas temperaturas,
particularmente en invierno, regula el desarrollo de las raíces y permite una mayor
firmeza de las cerezas. Preserva la integridad y estabilidad de la membrana
citoplasmática y previene parcialmente la fruta partida por lluvia, dado que confiere
resistencia a la pared celular a través de puentes con pectinas de la lamela media.
Magnesio: Es un elemento esencial de la clorofila, interviniendo en numerosos
procesos fisiológicos vitales tales como en la absorción del nitrógeno, fotosíntesis,
respiración, síntesis de ADN y RNA, formación de las pectinas y pigmentos como
xantofilas y carotenoides. La carencia de este nutriente puede ser también
ocasionada por un exceso de potasio o de calcio.
Azufre: Este nutriente interviene en diferentes procesos del ciclo del nitrógeno y en
la síntesis de carbohidratos. Se encuentra en diversas proteínas (particularmente a
nivel de las hojas). Este elemento, generalmente se encuentra en una cantidad
suficiente en los suelos para satisfacer los requerimientos de los árboles; y es
aplicado en forma indirecta a vía algunos agroquímicos (utilizados para prevención
de enfermedades y plagas) y otros fertilizantes que portan más de un nutriente y
que son normalmente aplicados en los huertos.
Hierro. Está presente en los tejidos foliares y tiene gran relevancia en la actividad
respiratoria del árbol; su carencia afecta la elaboración de clorofila ocasionándose
una clorosis a nivel foliar
Boro: Este micronutriente interviene en la inducción floral, germinación del polen,
elongación del tubo polínico y en la cuaja. Además, participa en la síntesis,
transporte y acumulación de azúcares, principalmente “en su paso” a través de las
membranas celulares. La carencia de este elemento normalmente se asocia a una
reacción anómala en el suelo o a desequilibrios hídricos que conlleva a la aparición
de síntomas no específicos y por tanto difíciles de diagnosticar. Cabe destacar, la
importancia de contar con análisis químicos tanto foliares como de suelo a objeto
de evitar aplicaciones incorrectas que pueden afectar negativamente a los árboles
de cerezo. Por ello, se recomienda la interpretación de los resultados de los análisis
por parte de un especialista y el asesoramiento para establecer un correcto plan de
nutrición del huerto. Si el análisis foliar arroja carencias, se deben realizar
tratamientos foliares en otoño y primavera.
PROGRAMAS DE FERTILIZACIÓN RECOMENDADOS POR CENTROS DE
INVESTIGACIÓN O UNIVERSIDADES.
Conocer la demanda del capulín y cuánto aporta el suelo.
Reponer los nutrientes que se extraen del sistema frutícola (fruta, hojas, material
de poda).
Sostener el crecimiento del árbol y la producción de fruta.