1-El Retorno Del Yacón - I
1-El Retorno Del Yacón - I
1-El Retorno Del Yacón - I
CIENCIA HOY
Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Asociación Ciencia Hoy
Por otro lado, puede plantearse la hipótesis de que en lugar de, o además, de espinas y
toxinas muchas plantas han desarrollado otra estrategia de sobrevivencia. Ella consiste
en almacenar sustancias de reserva en algún lugar poco accesible, protegido, como el
interior del tronco en los árboles o el suelo en las plantas menos voluminosas. El suelo,
un sitio relativamente aislado de los cambios térmicos, formado en su mayor parte por
compuestos minerales, es un sitio apropiado desde muchos puntos de vista.
La humanidad, del mismo modo que aprendió a usar en su beneficio los compuestos
acumulados en el follaje, raíces, tallos o semillas, también aprendió a escarbar y
aprovechar estas “cajas de ahorros”, inaccesibles para muchos otros herbívoros; primero
aprovechando las especies silvestres y más adelante cultivando deliberadamente
especies tuberosas particularmente productivas.
ANEXO N° 1
Actualmente las especies tuberosas constituyen, después de los cereales, las principales
fuentes de alimento de la humanidad. La papa (Solanum tuberosum) es la especie
tuberosa comestible más difundida en el mundo, seguida por la batata (Ipomoea batatas)
y la mandioca (Manihot esculenta), todas originarias de América del Sur. El yacón
(Smallanthus sonchifolius) comparte con estas especies esta estrategia exitosa de ahorro
subterráneo, el origen americano y su domesticación en tiempos prehispánicos. Pero
tiene por otro lado una serie de diferencias importantes que analizaremos en detalle en
este artículo.
Figura 1. Típica cabezuela de flores de yacón. Figura 2. El yacón produce una masa de
Estas flores son muy visitadas por insectos, raíces almacenadoras que pueden superar
particularmente abejas y escarabajos. Sin los 10 kg por planta. (Foto A. Grau).
embargo, la producción de semillas es pobre o
nula, debido a una esterilidad de polen muy
elevada. (Foto A. Grau).
3. ALGO DE HISTORIA.
La mayoría de las especies del género Smallanthus, el yacón y sus parientes, se
encuentra en las laderas húmedas de los Andes, desde América Central hasta el noroeste
de la Argentina. Allí existen al menos tres especies de Smallanthus con raíces tuberosas
comestibles que tienen facilidad para colonizar ambientes disturbados, orillas de ríos,
deslizamientos y parcelas de cultivo abandonadas, donde se comporta casi como una
ANEXO N° 1
maleza. Es altamente probable que en estos ambientes los antiguos habitantes andinos
hayan comenzado a aprovechar sus raíces, primero cosechando las raíces de las plantas
silvestres y luego incorporándolas de manera deliberada y sistemática al cultivo. Es
probable que el yacón haya sido domesticado en la región de selvas de montaña o
yungas del norte de Bolivia y sur del Perú, una zona con gran desarrollo de culturas
indígenas (figuras 3 y 4).
Figura 3. En los bosques que rodean las Figura 4. A corta distancia de Machu Pichu, a
escarpadas laderas que cercan el famoso orillas del río Urubamba o Vilcanota, se encuentra
reducto incaico de Machu Pichu, abundan la localidad de Ahuabamba, donde actualmente
formas silvestres de yacón. Es muy funciona un banco de germoplasma de Yacón del
probable que en esta zona del Perú, o en Centro de Recursos Genéticos de Tubérculos y
la vecina Bolivia, se haya producido la Raíces (GERGETYR) de la Universidad del Cusco,
domesticación de la especie. (Foto A. con apoyo del Centro Internacional de la Papa
Grau). (CIP). (Foto A. Grau).
Las raíces de yacón tienen una textura muy agradable similar a la de la manzana, y un
sabor dulce suave, con gran cantidad de agua. Precisamente, yacón proviene del vocablo
quichua llaqum o yacu, que significa agua, aguachento o insípido. A diferencia de la
mayoría de los tubérculos o raíces tuberosas, el yacón no necesita cocción para ser
consumido y la forma usual es su consumo crudo. Por otro lado su contenido energético
es bajo. Por ello dentro de la cultura andina cumple una función muy distinta a la de la
papa u otros tubérculos, y es considerada una fruta o golosina del mismo modo que la
ahipa (ver Ciencia Hoy, 42:31-38, 1997). También cumple una función ritual durante las
festividades de Corpus Christi, que están superpuestas con las de Inti Raymi, desde la
conquista española. Inti Raymi es la fiesta del solsticio de invierno en la tradición
andina, el momento cuando se cumplían rituales para que los días dejaran de acortarse y
volviera la primavera. En este momento, desde junio en adelante, las raíces de yacón
han alcanzado una madurez adecuada, son entonces cosechadas y consumidas.
improbable que alguna vez pueda conocerse el origen del yacón con tanto detalle, pues
en las selvas húmedas de los Andes la preservación de restos orgánicos es pobre o nula.
Sin embargo, podemos suponer que varios siglos antes de la conquista española el
cultivo del yacón se había extendido hacia los valles interandinos semiáridos y la
desértica costa peruana. Es allí donde se han encontrado los primeros registros
arqueológicos indiscutibles de yacón, en cerámica de la cultura Nazca (500-1200 años
d.C.). También en tiempos prehispánicos el yacón se difundió hacia el norte hasta
Colombia y hacia el sur hasta el noroeste de la Argentina.
Como muchos otros cultivos andinos que no han sido adoptados por la cultura global, el
yacón está sufriendo un proceso de paulatino abandono, por razones complejas y
ANEXO N° 1
Figura 7. Cultivo comercial de Yacón en el estado de San Pablo, Brasil. (Foto A. Grau).
ANEXO N° 1
Mientras que en los Andes el cultivo del yacón pierde vigencia lentamente, un proceso
inverso se ha producido fuera de ellos. Esta historia moderna comenzó tal vez en Nueva
Zelanda, un país con una fuerte cultura innovadora en agricultura. El yacón fue introducido
allí alrededor de los años sesenta, posiblemente desde Ecuador y aunque no se transformó
en un cultivo importante, llegó a aparecer en los supermercados (figura 8).
En 1985 el cultivo fue llevado desde Nueva Zelanda a Japón y poco después a Corea. En
Japón se ha desarrollado una pequeña industria agrícola, apuntando esencialmente a sus
propiedades dietéticas y medicinales (figura 9). A comienzos de los 90 un agricultor
brasileño de origen japonés introdujo la especie en el estado de San Pablo, montando una
pequeña empresa familiar muy exitosa que actualmente abastece principalmente a la
comunidad japonesa de la ciudad de San Pablo. Este emprendimiento produce no solo
raíces frescas al estilo andino, sino también raíces deshidratadas como “chips” y hojas
secas para preparar té medicinal antidiabético (figura 10), un producto que hasta donde se
conoce, no es usado en la región andina. Siguiendo su ejemplo, otros productores están
aprovechando el mismo nicho comercial y actualmente se ofrece yacón en varias páginas
de Internet.
El ejemplo del yacón es una buena muestra del potencial de algunos cultivos olvidados,
marginales, que son todavía mantenidos por los agricultores indígenas en distintos lugares
del mundo. Debido a su bajo contenido de calorías probablemente nunca se destacó en los
sistemas agrícolas sudamericanos. En las economías de subsistencia de los Andes el grueso
de los recursos, suelos, mano de obra, riego, se canalizan hacia cultivos como la papa o el
maíz, cuyo éxito es esencial para la supervivencia de la población. A pesar de ello el yacón
ha mostrado atributos suficientes, particularmente rusticidad y productividad, como para
ANEXO N° 1
sobrevivir dentro de los sistemas agrícolas tradicionales hasta nuestros días, aunque
cultivado cada vez por menos agricultores. Precisamente su elevada productividad ha
llevado a algunos científicos a plantear su posible uso como fuente de materia prima para
la preparación de jarabe de fructosa. El mercado mundial del azúcar, dominado por grandes
lobbies, excedentes de producción y subsidios es un terreno demasiado difícil para un
nuevo cultivo, donde competiría en desigualdad de condiciones contra la caña de azúcar, la
remolacha azucarera o el maíz, que han pasado ya por etapas intensivas de mejoramiento y
desarrollo agronómicos y están apoyados por equipos técnicos y científicos numerosos. Por
el contrario, la producción de yacón orientada a una serie de usos especializados,
medicinales y dietéticos parece una alternativa viable y atractiva.
sistema experimental ideal para estudiar el efecto de sustancias que podrían paliar la
enfermedad. Se han tratado ratas artificialmente diabéticas con extractos de hojas de yacón,
tanto en forma oral como por vía parenteral con resultados positivos. Los extractos foliares
de yacón tienen la capacidad de aumentar los niveles de insulina en sangre y
consecuentemente reducir los niveles de glucosa. Esta reducción se manifiesta
positivamente, manteniendo la capacidad filtrante de los riñones, cuya falla se evidencia
por aumento en la eliminación de creatinina y de albúmina (tabla 1). Estos resultados dan
apoyo experimental al uso popular del té de yacón. Por otro lado, aunque estos resultados
son muy promisorios, es necesario un proceso experimental mucho más detallado y
prolongado para poder evaluar plenamente la acción farmacológica de los extractos en
humanos.
LOS SESQUITERPENOS.
En sus hojas, el yacón posee al menos dos sistemas que lo protegen de los depredadores.
Por un lado existe una espesa trama de pelos, que dificultan mecánicamente el acceso a
muchos insectos (figura 11) y simultáneamente una elevada densidad de glándulas,
probablemente con sesquiterpenos tóxicos (figura 12), que complementan la acción
disuasiva o antagónica. Con estos recursos las hojas del yacón son poco atacadas por
insectos. Probablemente esto ha contribuido a que los cultivos de yacón se realicen
comúnmente sin el empleo de plaguicidas, lo que ha dado en llamarse actualmente como
“cultivo orgánico”. Para una planta que puede ser aprovechada como medicinal o en la
formulación de alimentos dietéticos, esta es una propiedad ideal.
EL YACÓN
Horacio Angulo _ Universidad Nacional del Altiplano – PUNO
Zardini, et al (1991), indica que el primero en escribir sobre el Yacón fue el cronista
Rvdo. Padre Bernabé Cobo quien en 1653 y en su libro IV, cap. XVI: 365-366 indica :
“Cómence crudas por frutas y tienen muy buen sabor, es maravillosa fruta, para
embarcar por que dura mucho en tiempo de calor”, posteriormente se le describe como
Polymnia edullis Wedd., por Weddellen 1957 llamando la atención por su bondad de
estas tuberosas, exhibiéndose, en París bajo el nombre de “Jiquimilla”.
Algunos creen que el término “Yacón” es español, pero según el diccionario Quechua
Lira, yakku significa insípido y unu es agua, con estos datos se deduce que Yacón es una
palabra de origen Quechua y significa “aguanoso, insípido”. (Cárdenas et al. 1969).
El Yacón es una planta indígena de América Tropiandina cultivada entre los otros de
medio interandino, como adorno y principalmente sus raíces fusiformes. Seguramente el
Yacón fue domesticado en la época prehispánica .(Acosta S.1980).
Según Zardini (1991) los primeros recuerdos disponibles del uso de yacón se
encuentran en el museo arqueológico de Argentina, asociados con la cultura candelaria
que se desarrollo entre 1-1000 a.C. al noroeste de Argentina. Agrupaciones de raíces de
Yacón se identifican en una vaso auténtico de la cultura peruana Nazca 200-900 a.C.
que se encuentra en el museo de arqueología y antropología de Lima - Perú.
Superreino : Eucaryotes
Reino : Planta
Subreino : Embryophyta
Phylum : Trachophyta
Superclase : Angiospermae
Clase : Dicotyledoneae
Orden : Asterales
Familia : Asteraceae
Genero : Smallanthus
Especie : Sonchifolius
Nombre Científico : Smallanthus sonchifolius
ANEXO N° 1
3. NOMBRES COMUNES.
Artica et. al. (1993), indica los nombres comunes que presenta el yacón, son abundantes
por lo que es necesario indicar el nombre de esta tubérculo en otros idiomas.
Las raíces tuberosas de las cuales hay varias en cada planta, son externamente de color
púrpura opaco, internamente la raíz presenta como un cuerpo carnoso anaranjado
transparente, cuyo color cambia al ambiente con el transcurrir del tiempo. La epidermis
se forma de varias capas de células muy comprimidas. Los tejidos corticales están
formados por parenquima, llenos de agua, en las capas externas debajo de la epidermis
contienen abundante antocianina, que da el color purpúreo a esos tejidos (León, J.
1964).
Esta planta perenne crece en los andes; en las regiones que van desde Colombia,
Venezuela, Argentina, también Ecuador, Perú y Bolivia. En 1985 el Yacón fue
ANEXO N° 1
introducido al Japón bajo Nueva Zelandia, también se produce en mínima escala en los
Estados Unidos .(Piccha, D. 1994).
El follaje anual y los tallos perennes, hacen el Yacón adaptable a los periodos de sequía
y frío. Generalmente se cultivan desde 900 a 2750 m.s.n.m. en los Andes; pero es
producido a nivel del mar en Nueva Zelandia y hasta 3500 m.s.n.m. en el Ecuador.
Aunque el ramaje superior se dañe por heladas, aparentemente los tejidos subterráneos
no son afectados, ya que tolera un amplio rango de temperaturas. Se producen en una
gran variedad de tipo de suelo, pero son preferibles los terrenos ricos y bien drenados.
Requiere de poca atención, aparte del control de malezas. (National Research Council
1989).
Esta especie es producida con diverso fines, es curioso visualizar que el Departamento
de Puno, un porcentaje importante de la producción se destina a la venta, 83,47%, esta
es una bondad que debe explotarse con mas deteniendo, porque puede ser fuente
potencial de ingreso rural, como se muestra en el cuadro 2. En el mismo cuadro también
se observa que el 4,3 0% de la producción se consume, y el 2,53% se destina a la
alimentación de algunos animales (Ccama, F. 1994).
En los Andes frecuentemente se rallan y se exprimen para ser filtrados por una tela para
obtener una bebida dulce y refrescante. Algunas veces cuando esta concentrado, forma
bloques de azúcar, turrón obscuro llamado chancaca. La cascara quede tener un sabor no
muy agradable, por el cual los tubérculos se pelan antes de comerlos. Uno de los usos
potenciales de la especie seria forraje, ya que se puede alimentar ganado con los tallos y las
hojas, las cuales contiene entre 11 y 17 % de proteína. (National Research council. 1989)
8. ALMACENAMIENTO.
El almacenamiento del yacón en las zonas de producción es muy precario ya que lo
acondicionan en un rincón de la habitación. Otro problema relevante es la plasmólisis
de los tubérculos, el alto contenido.
Agroindustrias.org 2001
Sugerencias o comentarios : agro@ecompanyperu.com
LECTURAS SUGERIDAS.
Aybar, M., Sánchez Riera, A.N., Grau, A., & Sánchez, S.S., 2001, “Hypoglycemic effect
of the water extract of Smallantus sonchifolium (yacon) leaves in normal and diabetic
rats”, Journal of Ethnopharmacology 74:125-132.
Grau, A. & Rea J., 1997, “Yacon, Smallanthus sonchifolius” (Poepp. & Endl.) H.
Robinson. En: Hermann, M. & Heller J. (Editors), Andean roots and tubers: Ahipa,
arracacha, maca and yacon, IPK and IPGRI, Rome, pp. 200-242.
Grau, A., 1997, “Ahipa, la legumbre tuberosa de los Andes”, Ciencia Hoy, 42:31-38
Volpato, G.T., Vieira, F.L., Almeida, F.C.G., Camara, F. & Lemonica, I.P., 1997, “Study
of the hypoglycemic effects of polymnia sonchifolia leaf extracts in rats”, Abstracts II
World Congress on Medicinal and Aromatic Plants for Human Use, Mendoza.
http//:www.geocities.com/capecanaveral/4409/. (The fructan page, un sitio con abundante
información sobre fructanos).
http//:www.cipotato.org/ (El CIP, Centro Internacional de la Papa, con información sobre
tubérculos andinos, incluyendo yacón).