Claves de La Auditoría Interna en Hospitales
Claves de La Auditoría Interna en Hospitales
Claves de La Auditoría Interna en Hospitales
hospitales
Auditar un hospital tiene aspectos únicos. Se requiere de un tacto especial a la hora de obtener
la información y tratar con el personal, es un espacio en el que prima el bienestar de los
pacientes a todo costo y son pocos los profesionales que se acercan al campo de la
administración. Es clave conocer el negocio y su entorno, entender el objetivo de estas
instituciones; siempre se debe organizar el plan de trabajo según los riesgos que se encuentren,
donde sea más potencial es por donde se debe empezar; para ejecutar el plan es vital recordar
las buenas relaciones y el entendimiento con el personal; se puede generar valor a partir de las
recomendaciones, destacando aquello que funciona de manera correcta.
Redacción INCP a partir del artículo publicado en Auditool
Para mayor información, puede revisar el artículo titulado “Auditoría interna en hospitales:
los cinco retos de ejecutar la función” de la fuente Auditool.
Auditoría interna en hospitales: los cinco retos de ejecutar la función
A diferencia de otros sectores, en el hospitalario el auditor requiere sensibilizarse con la
operación, tener mayor tacto y diplomacia con el personal para evaluar y recomendar acciones
acordes a la realidad.
La función de Auditoría Interna ha ido tomando un papel cada vez más relevante en el día a día
de las empresas: en la vigilancia de los procesos, en la confianza y certidumbre de la
información financiera emitida y el control de las operaciones; sin embargo, el sector
hospitalario, es el sector más complicado de administrar y dirigir, lo que nos enfrenta a retos
importantes antes de lograr la implementación y ejecución de la función de auditoría interna
con éxito.
Dicho lo anterior, es importante que el equipo de trabajo esté sensibilizado sobre la gran
responsabilidad que implica la atención al paciente, por lo que los controles a evaluar y los que
se recomienden para mitigar los riesgos existentes no deben, en ningún momento, entorpecer la
calidad y oportunidad de dicha atención.
Durante el entendimiento, se considera que los siguientes aspectos son importantes para
determinar el grado de madurez de la Institución y la amplitud de las pruebas a ejecutar:
Existencia de controles compensatorios: en algunos procesos críticos, los controles
tradicionales no funcionan como en otras industrias, por lo que este tipo de controles son
utilizados (por ejemplo: usar vales autorizados para la salida de materiales en el almacén
del servicio de Urgencias no funciona).
Controles Gerenciales para analizar e identificar irregularidades en la operación (por
ejemplo: análisis de relación Costo – Ingreso)
Validar la integridad de las cuentas de los pacientes: no solo identificar omisiones en el
cobro, sino también para observar cargos no procedentes en perjuicio del paciente.
Eficiencia en los procesos de admisión y alta de los pacientes, que asegure la integridad de
la información del paciente evite o minimice pérdidas económicas por omisión de cargos a
pacientes o cobros indebidos; así como el grado de satisfacción del paciente.
Efectividad de la cadena de suministros, oportunidad en la entrega de materiales y
medicamentos para el paciente, y mecanismos definidos para las compras de urgencia o de
materiales fuera del stock.
La complejidad de la infraestructura tecnológica que soporta las operaciones y el
intercambio de información entre los sistemas administrativos y clínicos.
Una técnica eficiente para conocer los procesos del negocio son los “recorridos del
proceso” (walkthroughs), durante los cuales se conoce la dinámica de la operación, se
identifican los riesgos existentes y los controles implementados.
En estos recorridos se deben incluir las áreas, departamentos y servicios que integran al
Hospital, por mencionar algunas:
Administrativas:
Recursos Humanos.
Tesorería.
Activo fijo.
Proyectos de inversión.
Admisión y Caja.
Operativas:
Clínicas/Médicas:
Una vez que se ha entendido el negocio y conocido los riesgos, las debilidades de control y
algunas de las áreas de oportunidad existentes, se define el plan de auditoría, el cual incluirá las
áreas/procesos a revisar durante el periodo definido, en este caso y de acuerdo a la metodología
antes mencionada, se basó el plan en la evaluación de riesgos (considerando los riesgos
estratégicos, de procesos, de sistemas de información y cumplimiento, entre otros).
La auditoría de los sistemas de información puede ser tan extensa como compleja, ya que las
revisiones se pueden enfocar en los Controles Generales del Computador (CGC), la revisión de
perfiles de accesos de los usuarios a los sistemas, la segregación de funciones, la infraestructura
tecnológica, las interfaces entre sistemas, entre otros; por ello es indispensable contar con
personal especializado en la auditoría de sistemas, que aporten sus conocimientos y experiencia
en cada revisión programada, ya sean de revisiones de procesos o exclusivas de Tecnología de
la Información, lo que reforzará el control interno en la Organización.
La habilidad del equipo para relacionarse con el personal juega un papel relevante: los
Auditores deben estar conscientes de que en las áreas clínicas y médicas tratarán con personas
que no tienen un enfoque administrativo en su mayoría, ya que:
Son Jefes de Servicios Clínicos (Imagenología, Cirugía, Laboratorio, etc.) que tienen una
preparación médica y clínica
Es personal de Enfermería dedicado a la atención de varios pacientes simultáneamente.
Además se deben considerar las particularidades de algunos procesos dentro de la operación, lo
que influirá en gran medida para la determinación en las horas a invertir en las revisiones y el
alcance de las pruebas:
Compras:
Se cuenta con un gran número de familias de productos: medicamentos, materiales, equipo
médico e instrumental, activos fijos, perecederos, entre otros.
Se tienen métodos particulares de compra: compras “a vistas” (materiales que se compran
hasta después de que el médico los seleccionó y utilizó en la cirugía con la asistencia del
proveedor), compras de materiales y medicamentos que no están dentro del stock definido y
se hacen a solicitud del médico tratante, alto volumen de compras de emergencia, etc.
Ingresos:
Diversidad en las fuentes de ingresos: Hospitalización, estudios clínicos y cirugías
ambulatorias, venta de medicamentos, venta y renta de equipos, rentas de consultorios y
“time-share”, por mencionar algunos
Complejidad en la administración de las cuentas de los pacientes por las diversas fuentes de
información para el cargo de los materiales, medicamentos, estudios clínicos y servicios
proporcionados
Inventarios:
Estructura centralizada en el Almacén General (materiales) y la Farmacia Intrahospitalaria
(medicamentos) como proveedores internos principales y segregada en sub-almacenes
como distribuidores finales a los servicios/departamentos.
Alto volumen de operaciones registradas por salidas (cargo al paciente-costo o cargo al
departamento-gasto) y transferencias entre almacenes internos o centros de distribución
Reto 4: Emisión de reportes y su seguimiento, presencia de la función después del trabajo
de campo
Una vez que el trabajo de campo ha concluido, los hallazgos han sido revisados y aceptados por
el área auditada y las recomendaciones fueron evaluadas conjuntamente para corroborar su
viabilidad y funcionamiento, se emite el informe final, debiendo el área auditada dar respuesta
a cada hallazgo con un plan de acción, donde designa a los responsables y fechas compromiso
para su cumplimiento.
Recomendaciones
Como auditores internos, no importa la forma en que se haya ejecutado el trabajo de campo, el
número de pruebas realizadas, o el tamaño de las muestras que se tomaron, ni siquiera las
metodologías o herramientas utilizadas, sino que las recomendaciones emitidas como opciones
de solución a los hallazgos identificados funcionen para la Organización.
En el caso particular del sector hospitalario, y como se mencionó en la primera parte de este
artículo, las características del negocio requieren que los controles “tradicionales” en áreas
clínicas o médicas y las áreas de soporte, sean analizados bajo una nueva perspectiva, donde se
le dé prioridad a la dinámica de la operación diaria más que al control de cada transacción, por
ejemplo:
Valor agregado
Valor agregado implica “superar la expectativa de la Administración”, en mi experiencia, este
concepto lo he materializado por medio de las siguientes actividades:
Auditorías exprés: Revisiones de tiempo muy corto (no más de 3 horas) en cajas y almacenes,
con el fin de detectar errores y vicios en la operación diaria, promoviendo el apego a los
procedimientos y políticas establecidas, así como fortalecer el ambiente de control.
Lecciones aprendidas
La evolución de la función de Auditoría Interna nos ha llevado a tener un rol de Consultor del
negocio más que de policía en los últimos años.
En el caso particular de un hospital, el auditor requiere sensibilizarse con la operación, tener
mayor tacto y diplomacia con el personal, requiere “vivir” la operación para estar en posición
de entenderla con la visión del tercero independiente, lo que nos permitirá evaluar y
recomendar acciones acordes a la realidad del hospital y sobre todo, al beneficio directo del
paciente.
Fuente: Auditool
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