Tema 3. Teorías de Fallo Estático
Tema 3. Teorías de Fallo Estático
Tema 3. Teorías de Fallo Estático
TEORIAS DE FALLO
ESTATICO
1. FALLO DÚCTIL Y FALLO FRÁGIL
Tal y como se ha explicado en el Tema anterior, el fallo dúctil se da cuando el material llega
a fluencia (se produce una elevada deformación permanente) mientras que el fallo frágil
ocurre cuando el material llega a la rotura (se produce la rotura de la pieza sin apenas
deformación).
b)
Figura 1. Tipos de fallo: a) fallo dúctil b) fallo frágil.
Ahora bien, cuando un punto de una pieza está sometido a un estado tensional multiaxial
(biaxial o, menos habitualmente, triaxial), no es tan inmediato determinar si se da el fallo.
Lo ideal sería tener un ensayo para tensiones multiaxiales semejante al ensayo de tracción
empleado para tensiones uniaxiales, pero esto no es viable en la práctica debido a la gran
variedad de posibles combinaciones de estados tensionales , , , , ,
que habría que ensayar. Tampoco está justificado realizar ensayos de la pieza sometiéndola
a las cargas que va a tener durante su vida de funcionamiento por su alto coste, excepto
cuando se trate de elementos críticos o que se vayan a fabricar en grandes tiradas. Así, lo
habitual es que el analista solamente conozca los valores y del material, obtenidos
del ensayo de tracción. Conociendo únicamente estos valores, el analista debe determinar si
se da el fallo en cualquier punto de la pieza que presente un estado tensional multiaxial.
Para ello se han desarrollado varias teorías de fallo.
Las teorías de fallo se basan en dos pasos. En primer lugar, se obtienen las tensiones
principales , , del estado multiaxial original , , , , , del
punto a estudio. En segundo lugar, mediante las teorías de fallo se pasa de ese estado
tensional de tensiones principales , , a un estado uniaxial equivalente ( ),
comparando dicho valor de con (material dúctil) o (material frágil) para
determinar si se da o no el fallo. La Figura 2 ilustra esquemáticamente este procedimiento.
TEORIA DE
FALLO
Según esta teoría, en un estado tensional multiaxial el fallo se produce cuando la máxima
tensión cortante supera la tensión cortante de fluencia, es decir cuando . Esto
es precisamente lo que se ha ilustrado en la Figura 1a. Así, representando un estado
tensional multiaxial cualquiera mediante los círculos de Mohr, el fallo ocurre cuando alguno
de los círculos rebasa los límites de (ver Figura 3).
, , (1)
2 2 2
Es decir, el radio del círculo más grande ( ) debe ser menor que . De acuerdo con la
Figura 1a, /2. Multiplicando la expresión anterior por 2, se obtiene la tensión
uniaxial equivalente que, al tratarse de un material dúctil, debe ser menor que para
que no se produzca el fallo:
| |, | |, | | (2)
Según esta teoría, el fallo ocurre cuando la energía de distorsión total en un volumen
unitario es mayor que el valor de energía de distorsión correspondiente a la resistencia a
fluencia en ese mismo volumen. Tras el desarrollo matemático correspondiente (que queda
fuera del alcance de este libro), esto da como resultado una tensión uniaxial equivalente
que, al tratarse de un material dúctil, debe ser menor que para que no se produzca el
fallo:
1
∙ (3)
2
Obsérvese que en las dos teorías explicadas (Tresca y Von Mises) se ha supuesto que el
material dúctil es equirresistente, es decir que tiene las mismas propiedades resistentes a
tracción y compresión ( ). Este es el caso más habitual.
∗ ∗
, ∗ ∗
, ∗ ∗
1 (4)
∗
Donde es igual a la tensión de fluencia de tracción cuando la tensión principal del
numerador es de tracción, e igual a la tensión de fluencia de compresión cuando la
tensión principal del numerador es de compresión. Nótese que para un material
equirresistente, la ecuación (4) de Coulomb-Mohr sería igual a la ecuación (2) de Tresca.
de Tresca.
a) b)
Figura 6. Representación de la teoría de fallo de Coulomb-Mohr: a) en los círculos de Mohr
b) en el diagrama σ1-σ2 (para estados tensionales biaxiales).
2.2 TEORÍAS DE FALLO PARA FALLO FRÁGIL
Las teorías de fallo frágil que se van a explicar en este libro son la teoría del esfuerzo
normal máximo (Rankine) y las teorías de Coulomb-Mohr y Mohr modificado.
Según esta teoría, en un estado tensional multiaxial el fallo ocurre cuando la tensión
principal más positiva supera la tensión normal de rotura a tracción , o cuando la
tensión principal más negativa supera la tensión normal de rotura a compresión (los
materiales frágiles no son equirresistentes). Esto es precisamente lo que se ha ilustrado en
la Figura 1b. Expresado matemáticamente:
, , (5a)
(5b)
, ,
a) b)
Figura 7. Representación de la teoría de fallo de Rankine: a) en los círculos de Mohr b) en
el diagrama σ1-σ2 (para estados tensionales biaxiales).
Rankine
∗ ∗
, ∗ ∗
, ∗ ∗
1 (6)
∗
Donde es igual a la tensión de rotura de tracción cuando la tensión principal del
numerador es de tracción, e igual a la tensión de rotura de compresión cuando la
tensión principal del numerador es de compresión.
Si bien un material frágil siempre falla de forma frágil, en un material dúctil puede llegar a
suceder el fallo frágil en determinados casos, cuando la pieza está sometida a una de las
siguientes condiciones: bajas temperaturas, cargas de impacto o estados tensionales
multiaxiales. A continuación se explica cada uno de estos casos particulares:
a) b)
Figura 11. a) Estado tensional triaxial b) pieza susceptible de presentar tensiones triaxiales.
varios factores. A la hora de seleccionar una teoría de fallo para materiales dúctiles, en
primer lugar debe hacerse la distinción entre material equirresistente o no equirresistente. Si
es equirresistente, se pueden emplear indistintamente las teorías de Tresca o Von Mises
(proporcionan resultados muy similares), aunque tal y como se ha comentado
anteriormente se utiliza más Von Mises porque se ajusta más a la realidad y porque tiene
una expresión matemática más sencilla (si bien Tresca es ligeramente más conservador). Si
el material es no equirresistente, se emplea Coulomb-Mohr.
Von Mises
(realista)
equirresistente
Tresca
fallo dúctil (conservador)
NO
Coulomb‐Mohr
Material dúctil equirresistente
fallo frágil Rankine
5. MECÁNICA DE LA FRACTURA
A veces aparecen roturas de tipo frágil en condiciones en las que era de esperar un
comportamiento dúctil y con tensiones por debajo de la fluencia. Son fallos que las teorías
de fallo no son capaces de explicar, es decir se produce el fallo para estados tensionales que
según las teorías de fallo no deberían fallar. Estas roturas se dan sobre todo en sistemas
estructurales construidos mediante soldadura de chapas y perfiles de elevado espesor
(barcos, puentes, grandes depósitos, carcasas de grandes máquinas…), aunque también
ocurren en piezas de tamaño moderado fabricadas en aceros y aleaciones de alta resistencia.
Se originan en zonas en las que existen grietas aparecidas previamente durante los procesos
de fabricación, mecanizado, soldadura, o simplemente a causa de golpes. Estas grietas son
de tamaño macroscópico, pese a que muchas veces no están a la vista por estar por ejemplo
en el interior de una soldadura.
Estas roturas de tipo frágil se dan de forma instantánea y sin previo aviso: en una pieza
solicitada estáticamente, ante una carga elevada la concentración de tensiones en el borde
de la grieta provoca su propagación, con lo que la sección resistente disminuye,
aumentando la tensión, y así sucesivamente, de forma que la pieza se rompe de manera casi
instantánea. La Teoría de la Fractura estudia este tipo de fallo. No sustituye a las teorías de
fallo recién explicadas, sino que las complementa, en el sentido de que explica unos
determinados tipos de fallo que éstas no son capaces de prever.
a) b) c)
Figura 14. Modos de fractura: a) modo I (tensiones normales) b) modo II (tensiones
cortantes) c) modo III (tensiones cortantes laterales).
La Figura 15 muestra las tensiones en el borde de la grieta (a una distancia ) para
un estado de tensión plana (pieza de pequeño espesor):
∙ (7a)
√2
(7b)
∙
√2
(7c)
∙
√2
√ (8)
Donde σ es la tensión nominal, es decir la tensión que tendría la pieza en la posición del
borde de la grieta si la grieta no existiera, en este caso / . Por su parte, es un
coeficiente que depende de la geometría de la pieza, de su forma de trabajo, y del tamaño y
posición de la grieta. El valor de está tabulado para un gran número de casos: en la
Figura 16 se proporcionan los valores de para el caso de la Figura 15. Generalmente el
tamaño de grieta (2 ) suele ser pequeño en comparación con el ancho de la pieza (2 ), es
decir / 0, por lo que se toma 1 (ver Figura 16).
0,4
3,5
3,0 0,5
2,5
0,7
2,0
1,0
1,5 ∞
1,0
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7
Figura 16. Valor de α.
Para los puntos que están sobre el eje x ( 0), se demuestra que = =1 y
0, de modo que:
(9a)
√2 2
(9b)
0
Por otra parte, de las expresiones (9) también se deduce que a medida que se aleja del borde
de grieta la tensión tiende a cero. Sin embargo, esto no es cierto porque el efecto de la
grieta desaparece una vez nos hayamos alejado suficientemente de ella; a partir de esa
distancia, las expresiones (9) de la Mecánica de la Fractura dejan de ser válidas y la tensión
“recupera” su valor nominal (como se ha comentado, / en el caso de la Figura
15).
La distancia “rlim” que marca el límite entre ambos estados tensionales (el del borde de la
grieta y el nominal) se halla en el punto en que ambos valores se igualan, tal y como se
ilustra en la Figura 17:
→ (10)
2 2
La Figura 17 muestra por tanto el estado tensional real de la pieza, donde se cumplen las
Supóngase que se somete a una probeta dúctil de ensayo de tracción a una fuerza axial que
va aumentando paulatinamente; se estudia este caso por ser el más sencillo y por estar
relacionado con el modo I de fractura, pero los conceptos que se explican son aplicables a
cualquier otra pieza y estado de cargas. La tensión nominal / irá incrementándose
hasta que llegue a fluencia ( ), produciéndose el fallo dúctil por unas deformaciones
plásticas excesivas. Si se sigue aumentando la fuerza, finalmente se producirá la rotura de la
pieza cuando se alcance la tensión de rotura .
Si esa misma probeta tiene una grieta (debido a errores de fabricación, soldaduras,
golpes…), según el método de la tensión crítica la pieza falla por fractura frágil cuando la
tensión nominal / llega a un valor denominado tensión crítica , de valor:
(11)
√
Esta expresión se obtiene directamente de la expresión (8) del apartado anterior, en las que
cuando . Se demuestra experimentalmente que el valor de únicamente
depende del material (es decir, cada material tiene su valor de ), y no del tamaño o
posición de la grieta ni de la geometría o forma de trabajo de la pieza. A esta propiedad del
material se le denomina tenacidad a la fractura y su valor está tabulado para casi todos los
materiales estructurales: su valor se obtiene a partir de ensayos normalizados como el de la
Figura 18 (los valores de y son más difíciles de encontrar que ).
Figura 18. Ensayo para obtener el valor de la tenacidad a la fractura KIc de un material.
En definitiva, y volviendo al ensayo de tracción, si la probeta no presenta una grieta, su
fallo dúctil o frágil ocurre de forma “convencional” cuando la tensión / llega a
o , valores que sólo dependen del material de la probeta. Sin embargo, si la probeta tiene
una grieta, su fallo frágil por fractura se da cuando la tensión / alcanza , cuyo
valor depende del material ( ), del tamaño de la grieta ( ) y de la geometría y forma de
trabajo de la pieza ( ). Por ejemplo, como es lógico, cuanto mayor sea el tamaño de la
grieta, menor será el valor de la tensión crítica a la cual se producirá el fallo por fractura.
Para evitar el fallo por fractura, se debe buscar que la tensión crítica esté por encima no
sólo de la tensión de fluencia sino también de la tensión de rotura (se trata de un
criterio conservador). De esta forma se consigue que nunca se vaya a dar este fallo, ya que
antes de alcanzar el valor la pieza ya habrá fallado previamente de la forma
Mikel Abasolo, Santiago Navalpotro, Edurne Iriondo y Javier Corral
OCW – Diseño de Máquinas Tema 3. Teorías de fallo estático
“convencional” al llegar a y . Para garantizar esta condición > (ver Figura 19),
bastará con que el tamaño de grieta a se mantenga por debajo del siguiente valor. De la
ecuación (11):
1
→ (12)
Según se ha indicado, el procedimiento explicado sirve para cualquier pieza y para cualquier
modo de fallo. Si la grieta es susceptible de propagarse según los tres modos I, II y III, para
que no ocurra la fractura se debe cumplir la siguiente condición:
1 (13)
En estos casos, para calcular y se usan las tensiones nominales que corresponden a
los modos de deslizamiento y desgarramiento II y III: al igual que en el modo I son las
tensiones normales las que tratan de “abrir” la grieta, en los modos II y III son tensiones
tangenciales las que tratan de “cizallar” la grieta. Para se usan las tensiones tangenciales
en la dirección de la grieta, y para en la dirección perpendicular a la grieta, según se ha
ilustrado en la Figura 14.