Parashah Lej Leja - 5774
Parashah Lej Leja - 5774
Parashah Lej Leja - 5774
1
Resumen
de
la
Parashá
Lej
Lejá
(Génesis
12:1
17:27)
2
contara
las
estrellas.
"Ciertamente,
no
puedes
contarlas",
dijo
Di-‐s,
"pues
así
de
numerosos
serán
tus
hijos".
Luego
le
hizo
saber
que
lo
había
sacado
de
la
tierra
de
Ur
Casdim
para
entregarle
esta
tierra
como
posesión
que
heredarían
sus
descendientes.
Avram
preguntó:
"¿Cómo
sabré
que
poseo
esta
tierra?"
Y
HaShem
selló,
entonces,
un
pacto
con
él,
conocido
como
Brit
bein
habetarim
(pacto
en
las
mitades).
Di-‐s
le
informó
luego
que
sus
descendientes
serían
esclavizados
temporalmente
en
tierra
extraña,
pero
que
saldrían
de
ella
con
gran
riqueza.
Como
no
tenía
hijos,
Sarai
sugirió
a
Avram
que
tomara
a
su
sierva
Hagar
como
segunda
esposa.
Cuando
Hagar
advirtió
que
estaba
encinta
le
perdió
el
respeto
a
Sarai.
Esta
se
sintió
muy
molesta
y
se
quejó
a
Avram.
el
patriarca
devolvió
a
Sarai
su
autoridad
sobre
Hagar.
Después,
Sarai
tuvo
que
lidiar
duramente
con
la
sierva,
que
terminó
huyendo.
Un
ángel
de
HaShem
apareció
ante
Hagar
y
le
dijo
que
regresara,
prometiéndole
que
el
hijo
que
tendría,
Ishmael,
sería
el
fundador
de
una
nación
caracterizada
por
la
violencia
y
el
salvajismo.
Cuando
Avram
llegó
a
la
edad
de
noventa
y
nueve
años
HaShem
renovó
Su
pacto
con
él
y
cambió
Su
nombre
por
el
de
Abraham,
que
significa
"padre
de
una
multitud
de
naciones".
Luego
le
ordenó
que
se
circuncidara,
junto
con
todos
los
demás
varones
de
su
casa.
Desde
entonces,
todo
niño
varón
judío
que
nace
debe
ser
circuncidado
a
los
ocho
días
de
edad.
Este
ha
sido
el
signo
del
pacto
entre
Di-‐s
y
Abraham
y
sus
descendientes.
HaShem
dijo
también
a
Abraham
que
a
partir
de
entonces
Sarai
sería
conocida
como
Sará,
que
significa
"princesa".
Abraham
cumplió
prestamente
la
gran
mitzvá
del
Brit
milá
(circuncisión)
en
Ishmael
y
todos
los
varones
de
su
casa,
y
luego
se
circuncidó
él
mismo.
Todo
esto
fue
realizado
por
Abraham
a
la
luz
del
día,
sin
importarle
lo
que
los
demás
podrían
decir
o
hacer,
solamente
cuidándose
que
no
hubiera
mujeres
en
el
acto.
Con
este
acto
de
obediencia
a
los
preceptos
del
Eterno
de
forma
inmediata,
concluye
la
parashá
de
la
semana.
La
haftarah
o
lectura
de
los
Profetas
para
esta
semana
contiene
en
esencia,
una
evaluación
y
reflexión
de
la
peregrinación
de
Avraham
a
la
tierra
prometida
y
se
conecta
con
nuestra
Parashah
semanal
a
través
de
la
batalla
milagrosa
de
Avraham
contra
cuatro
reyes
sobre
los
que
salió
victorioso
con
la
ayuda
del
Eterno,
salvando
a
Lot
y
su
familia
del
secuestro
a
que
había
sido
sometido.
El
profeta
Isaías
presenta
la
queja
de
Israel:
“Mi
camino
(el
servicio
a
Dios)
ha
sido
ignorado
por
YHWH
y
he
quedado
sin
paga
por
mi
Dios”.
Ante
esa
queja,
el
profeta
nos
recuerda
la
grandeza
de
nuestro
Creador
afirmando
que
vendrá
un
tiempo
cuando
el
dará
al
cansado
fuerzas
advirtiendo
que
aquellos
que
ponen
su
confianza
en
el
Eterno,
se
renovarán
como
las
águilas,
correrán
y
no
se
cansarán”.
El
profeta
nos
recuerda
entonces
la
grandeza
de
Avraham
y
cómo
después
de
llegar
a
Kenaán,
pudo
desafiar
y
vencer
a
reyes
poderosos
anunciándose
entonces
que
“las
islas
desaparecerán
y
la
tierra
será
removida”
a
pesar
de
la
dureza
de
corazón
de
las
naciones
que
ante
todas
esas
señales
de
la
indignación
de
Dios,
continuarán
su
camino
y
no
abandonarán
sus
ídolos.
3
No
obstante,
el
Eterno
promete
a
Israel
un
premio
por
su
lealtad
a
Dios:
“No
temas
porque
Yo
estoy
contigo,
no
desmayes
porque
Yo
soy
tu
Dios...”
Israel
siempre
debe
recordar
que
nuestro
hacedor,
el
Creador
del
cielo
y
la
tierra
está
detrás
de
todos
los
eventos
que
sacudan
el
mundo
guiando
la
historia
hacia
un
final
feliz
y
por
tanto,
Su
pueblo
nunca
será
abandonado
a
su
suerte
ni
dejado
olvidado
en
el
camino.
En
esta
Haftarah
el
Eterno
hace
una
extraordinaria
declaración:
“Todos
los
que
te
vituperen
serán
avergonzados
y
los
que
tu
mal
buscan,
serán
confundidos,
los
que
se
levanten
contra
ti
serán
como
nada
y
desaparecerán”.
Así
ha
sido
durante
toda
la
historia.
Todo
imperio
que
se
ha
levantado
contra
Israel,
ha
quedado
en
el
camino.
Y
los
que
en
nuestros
días
lo
intenten,
sabrán
que
lo
hacen
contra
el
que
sostiene
a
Israel:
HaShem
de
los
ejércitos
es
Su
Nombre.
En
relación
con
nuestra
Mishná
Netzarita,
la
sección
para
este
Shabat
nos
presenta
al
Ríbi
estableciendo
ciertas
reglas
de
interpretación
del
Shabat
que
son
válidas
para
nosotros,
especialmente
lo
que
tiene
que
ver
con
el
orden
de
prioridades
en
relación
con
la
importancia
de
la
vida
de
cada
ser
humano
y
las
restricciones
halájicas
para
las
fiestas
bíblicas,
especialmente
el
Shabat.
El
hombre
tiene
prioridad
sobre
el
Shabat,
no
el
Shabat
sobre
el
hombre,
consecuentemente
donde
quiera
que
la
vida
del
hombre
esté
en
peligro,
toma
precedencia
sobre
las
leyes
que
rigen
el
Shabat.
El
Ríbi,
legislando
siempre
con
el
principio
de
la
misericordia,
se
vuelve
un
imán
que
atrae
cada
vez
más
y
más
hijos
de
Israel
a
la
Toráh.
La
parashá
para
nuestra
Mishná
nos
informa
también
cómo
la
sola
presencia
del
Maestro
hacía
milagros
y
además
nos
introduce
a
la
gran
sección
de
la
elección
de
aquellos
que
estarían
con
él
para
aprender
su
doctrina
y
luego
ser
enviados
como
sus
representantes
oficiales.
El
Maestro
también
nos
enseña
acerca
del
peligro
de
blasfemar
contra
la
clara
manifestación
de
la
Divinidad
en
el
ejercicio
de
aquellos
Milagros
proféticos
que
tenían
lugar
mientras
realizaba
su
avodá
al
Eterno.
En
esta
sección
aprendemos
también
cómo
el
Maestro
demanda
obediencia
total
a
la
Toráh,
según
aplique
a
cada
uno
y
concluye
con
las
enseñanzas
magistrales
que
realiza
sobre
su
tema
favorito
y
único:
el
Reino
de
Dios.
Da
un
ejemplo
del
mismo
tomado
del
mundo
natural
y
luego
en
privado,
explica
a
sus
talmidim
su
significado
preciso,
dejàndonos
así
joyas
extraordinarias
acerca
del
tema
central
de
su
servicio
a
su
Dios.
COMENTARIOS
Según
nuestros
libros
sagrados,
Avraham
caminó
toda
la
tierra
de
Israel,
hacia
el
Sur,
tocando
el
borde
de
Egipto
(que
cruzó
finalmente)
y
hacia
el
Norte
a
la
altura
de
4
Dan
con
la
mira
de
liberar
a
su
sobrino
Lot.
Estas
jornadas
fueron
necesarias
a
fin
de
tomar
posesión
legal
para
su
desdendencia.
Con
el
big
bang
del
pecado,
chispas
de
santidad
fueron
esparcidas
por
todo
el
mundo
y
mezcladas
con
aquellas
del
pecado.
Cuando
un
hombre
justo
es
enviado
a
esos
lugares,
tiene
la
habilidad
de
recoger
las
chispas
de
santidad
y
elevar
así
lo
material
a
un
nivel
de
espiritualidad
que
causa
la
redención.
Es
una
característica
de
la
Providencia
causar
que
sucedan
cosas
que
lleven
a
una
persona
justa
aquí
y
allá
donde
esas
chispas
de
redención
están
dormidas,
a
fin
de
atraerlas
hacia
su
raíz
espiritual
y
prepararlas
para
la
redención
final.
El
exilio,
con
todo
y
lo
difícil
que
parece,
tiene
la
rara
ocasión
de
llevar
al
mundo
el
conocimiento
del
único
Dios
verdadero
de
tal
manera
que
las
almas
atrapadas
en
la
idolatría
sean
atraídas
y
sacadas
de
allí
para
servir
al
único
Elohim
verdadero.
Nuestro
Santo
Maestro,
(paz
sobre
él),
era
un
incansable
viajero,
un
maestro
itinerante,
atrayendo
sobre
sí
aquellos
que
serían
llamados
luego
para
tocar
el
mundo
entero
con
la
esperanza
de
la
redención.
Cuando
suceden
hechos
que
no
podemos
explicar
y
que
nos
obligan
tocar
latitudes
que
no
habíamos
imaginado,
debemos
tener
conciencia
que
la
Providencia
Divina
nos
dirigió
allí
para
atraer
hacia
nosotros
las
chispas
de
santidad
escondidas
en
las
almas
de
los
hombres
pertenecientes
al
mundo
por
venir.
Para
lograr
eso,
debemos
salir
de
la
casa
de
nuestros
padres,
nuestra
familia
y
nuestra
tierra.
¿Qué
significa
esto?
Nacemos
con
ciertas
tendencias
genéticas
e
inclinaciones
naturales
diseñadas
en
nuestro
árbol
genético.
Después,
la
influencia
de
nuestro
ambiente
añade
nuevos
valores
que
adquirimos
en
el
proceso
de
nuestro
desarrollo.
Esa
transferencia
proviene
casi
siempre
de
nuestros
padres,
maestros
y
compañeros
de
clase
con
quien
interactuamos
y
que
eventualmente
se
apoderan
de
nuestra
mentalidad.
Finalmente,
nosotros
mismos,
en
la
adultez
hacemos
nuestra
propia
selección
y
sintetización
de
valores
que
de
forma
objetiva
permean
nuestra
personalidad.
Si
tratáramos
de
definir
filosóficamente
estas
tres
áreas
de
influencia
diríamos
que
se
trata,
en
primero
lugar,
de
la
fuerza
del
instinto
natural.
Segundo,
la
fuerza
del
ambiente.
Y
tercero,
la
fuerza
de
la
razón.
Cuando
el
Eterno
le
dice
a
Avram,
“sal
de
tu
tierra,
de
tu
parentela
y
de
la
casa
de
tu
padre”,
estaba
haciendo
una
referencia
a
esas
tres
fuerzas
que
operan
en
la
vida
de
toda
persona.
En
el
lenguaje
‘SOD’
de
la
Escritura,
la
tierra
son
los
deseos
naturales,
el
lugar
de
nuestro
nacimiento
es
una
referencia
a
la
influencia
del
hogar
y
la
cultura
donde
nacimos.
Y
la
casa
de
tu
padre
es
una
referencia
a
nuestra
menta
interior.
Por
las
enseñanzas
de
nuestro
Santo
Maestro
sabemos
que
el
intelecto
es
como
“el
padre”
dentro
de
nosotros,
desde
que
nacimos
con
él,
es
nuestra
autoridad
y
representa
dominio
y
fuerza.
La
misión
de
la
redención
demanda
una
transformación
completa
de
nuestra
mentalidad
(la
casa
de
nuestro
padre),
nuestros
valores,
(nuestra
parentela)
y
5
nuestros
deseos
naturales
(nuestra
tierra)
encaminándolos
hacia
aquello
que
es
el
propósito
del
Eterno
para
nuestras
vidas.
Todos
los
valores
que
fluyen
de
nuestro
árbol
genético,
de
los
adquiridos
en
la
casa
de
nuestros
padres
y
los
transferidos
por
nuestros
focos
de
influencia
social,
tienen
que
ser
refinados
y
redefinidos
por
la
Torah
si
queremos
cumplir
la
misión
de
la
redención
del
mundo.
Para
ello,
cada
uno
de
nosotros,
en
su
tiempo
de
absoluta
conciencia
histórica,
social,
teológica
y
biológica
tiene
que
estar
dispuesto,
como
Avraham,
a
iniciar
su
caminata
espiritual
para
conquistar
la
tierra
que
nos
ha
sido
prometida
y
para
ello,
preciso
es
salir,
como
Avram,
de
la
casa
de
nuestro
padre
(mentalidad),
nuestros
parientes
(cultura)
y
tierra
(tendencia
natural)
alineándonos
con
la
Toráh.
El
mensaje
para
nosotros
es
claro:
Sal,
sal
por
ti
mismo
(Lej
Lejá),
sal
de
los
impulsos
de
tu
naturaleza
que
no
se
conforman
con
la
voluntad
de
tu
Padre
en
los
cielos.
Sal,
sal
por
ti
mismo
(Lej
Lejá)
de
tus
hábitos
aprendidos
y
confórmalos
con
la
voluntad
de
tu
Padre
en
los
cielos.
Sal,
sal
por
ti
mismo
(Lej
Lejá),
de
tu
vieja
mentalidad,
y
confórmala
con
la
mentalidad
de
tu
Padre
en
los
cielos
como
reflejada
en
la
Toráh.
Una
vez
que
rechazamos
todas
las
chispas
de
pecado
encerradas
en
nuestro
origen,
debemos
proceder
a
la
caminata
de
la
fe,
trascender
nuestras
propias
limitaciones,
con
la
ayuda
de
la
Shejináh,
y
alcanzar
la
tierra
prometida,
esto
es,
la
estatura
de
la
plenitud
de
un
varón
perfecto
cuya
medida
es,
precisamente,
nuestro
justo
Mesías
(paz
sobre
él)..
Mientras
no
estemos
dispuestos
a
salir
de
todo
aquello
que
nos
limita,
no
podremos
encontrar
todo
aquello
que
nos
eleva
hacia
la
trascendencia
de
una
vida
superior.
En
ese
caminar
seremos
dirigidos
por
el
Aliento
Divino
para
atraer
todas
las
chispas
de
santidad
perdidas
en
la
oscuridad
de
esta
presente
con
la
mira
de
elevarlas
a
la
raíz
espiritual
de
la
redención
que
nos
ha
sido
prometida.
Felices
los
que
sean
invitados
a
este
viaje,
felices
los
que
entendamos
esto
y
más
felices
aun
aquellos
que
decidamos
ponerlo
por
obra
adelantando
así
la
revelación
pronta
y
en
nuestros
días
del
hijo
de
Isaí,
nuestro
Santo
Maestro,
Yeshua
HaMashiaj,
la
tierra
prometida
delante
de
nosotros.
Los
mensajes
de
consolación
que
tenemos
en
nuestra
parashá
de
este
Shabat
por
la
vía
de
los
Profetas,
demanda
un
aprecio
profundo
por
la
humildad.
“que
toda
montaña
se
baje”
nos
dice
el
profeta
y
“que
todo
valle
se
alce”
(40:4).
La
humildad
no
es
la
destrucción
de
la
personalidad,
sino
su
anulación
ante
las
demandas
de
la
voluntad
Divina.
La
humildad
incluye
dos
procesos
básicos:
primero
trascendencia,
“que
todo
valle
se
alce”
y
segundo,
anulación
voluntaria:
“que
toda
montaña
se
baje”.
Cuando
“el
valle
se
alza”
y
“la
montaña
se
baja”,
se
hace
referencia
a
los
dos
lados
de
nuestra
personalidad.
El
Ietzer
Hatov
tiene
que
elevarse.
El
Ietzer
Hara,
tiene
que
anularse.
Solamente
así
podemos
desarrollar
el
atributo
de
la
humildad.
La
humildad
forma
parte
de
la
cadena
casi
infinita
de
midot,
es
decir,
de
esa
escala
de
valores
que
surgen
de
la
Torah
y
que
debe
adornar
la
vida
de
cada
hijo
e
hija
de
6
Israel.
La
excelencia
en
todo
lo
que
hacemos
debe
formar
parte
inseparable
de
nuestras
reglas
de
conducta.
El
proceso
transformativo
de
nuestras
vidas
que
ocurre
cuando
decidimos
trascender
las
barreras
de
nuestros
errores
y
limitaciones,
nos
proyecta
hacia
niveles
de
santidad
y
espiritualidad
impresionantes
que
deben
estar
resguardados
por
la
humildad.
Todos
experimentamos
en
algún
momento
de
nuestras
vidas,
diferentes
crisis
de
valores
cuando
no
respondemos
adecuadamente
a
los
desafíos
que
vamos
encontrando
en
el
camino
y
que
demanda
entonces
una
rectificación
de
aquellos
elementos
que
son
fundacionales
en
el
empeño
de
una
vida
consagrada
a
la
redención.
En
ese
proceso,
la
humildad
es
vital.
La
humildad
es
parte
de
la
personalidad
de
la
Torah
que
todos
debemos
cultivar
de
forma
permanente
en
nuestras
vidas.
Uno
de
los
más
grandes
desafíos
que
enfrentamos
hoy
día
es
el
de
inculcar
por
un
lado
el
conocimiento
académico
de
la
Toráh
y
por
el
otro,
el
ejercicio
del
carácter
conformado
a
la
altura
de
las
demandas
de
la
Toráh.
Así
pues,
educar
a
los
estudiantes
de
Toráh
a
vivir
su
vida
guiado
por
los
principios
éticos
y
los
ideales
de
la
Toráh,
deben
ser
vistos
como
un
importante
objetivo
educativo
de
nuestra
Alianza;
sin
embargo,
tenemos
una
responsabilidad
aún
mayor
que
enseñar
el
refinamiento
de
la
personalidad
a
la
luz
de
la
Torah,
y
es
este:
inculcar
en
nuestras
almas
y
en
las
almas
de
aquellos
que
estudian
con
nosotros,
la
toma
de
conciencia
que
conduce
inevitablemente
a
sanas
relaciones
interpersonales
tanto
a
nivel
horizontal
(Mitzvot
Bein
Adam
L’havero-‐hermanos
con
hermanos)
como
vertical
(con
Dios).
El
conocimiento
de
la
Toráh
sin
la
transformación
del
carácter
bajo
la
tutela
de
los
valores
de
la
personalidad
que
provienen
de
al
Toráh,
nos
puede
llevar
al
legalismo.
La
humildad
es
necesaria
para
no
solamente
reconocer
la
diferencia,
sino
dar
los
pasos
concretos
para
vivir
dentro
de
ella
en
armonía
académica
y
emocional.
La
ortodoxia
sin
ortopraxis
es
una
necrópolis.
La
humildad
significa
respeto
por
uno
mismo
y
por
los
demás,
especialmente
aquellos
que
el
Eterno
ha
puesto
como
autoridades
sobre
nosotros.
Es
reconocer
el
espacio
que
pertenece
a
cada
cual,
preservarlo
en
plena
conciencia
de
fe
y
proyectarlo
de
tal
manera
que
quien
se
lleve
el
honor
sea
HaShem
y
siempre
HaShem.
Tzniut,
Jesed,
Kavod
y
Anavah,
por
citar
algunos
y
según
aplique
a
cada
uno,
son
apenas
los
principios
de
la
personalidad
exigida
por
la
Torah,
mas
la
humildad
sobrepasa
a
todas.
Hoy
día
cuando
nuestra
sociedad
aplaude
más
y
más
los
logros
7
académicos
y
financieros
de
las
personas,
la
presión
que
encontramos
para
levantar
una
generación
amante
de
los
valores
éticos
y
espirituales
de
la
Toráh
es
una
tarea
difícil
pero
necesaria.
Felices
los
que
acepten
ese
desafío
y
pongan
manos
a
la
obra,
comenzando
por
donde
la
consolación
de
la
Haftarah
comienza:
“que
todo
valle
se
alce
y
que
toda
montaña
se
baje”
pues
solamente
los
humildes
heredarán
la
tierra
y
se
recrearán
con
abundancia
de
paz.
Piensa
en
esto:
La
mayor
parte
del
tiempo,
Yeshua
habló
del
Reino
de
Dios,
el
Reino
de
los
Cielos.
Tres
fueron
los
más
usados
temas
de
Yeshua:
el
Reino
de
los
Cielos,
la
Fe
y
el
Dinero.
De
ellos
tres,
15%
lo
toma
el
último.
15%
el
del
medio.
Y
el
resto,
70%
de
sus
enseñanzas,
el
Reino
de
los
Cielos
(Maljut
shamayim).
Esto
significa
que
para
el
Maestro
el
tema
era
fundamental
y
decisivo
en
su
programa
de
redención.
Si
así
lo
fue
para
el
Maestro,
deberá
serlo
también
para
nosotros,
sus
súbditos,
estudiantes
y
seguidores.
Ahora
bien,
¿qué
es
este
Reino?
Los
grandes
sabios
de
nuestro
pueblo
nos
dicen
que
el
término
tiene
un
significado
espiritual
y
otro
material.
Espiritualmente,
el
reino
de
Dios
existe
y
se
manifiesta
en
y
sobre
una
persona
que
guarda
o
comienza
a
guardar
los
mandamientos
de
la
Toráh,
según
apliquen
a
cada
uno.
Esto
se
ilustra
con
una
declaración
del
rabino
Yehoshua
ben
Korhah:
¿Por
qué
es
"Escucha,
oh
Israel"
Deuteronomio
[.
6:4-‐9]
recitado
antes
de
"Si,
obedecieres
a
los
mandamientos"
[Deut.
11:13-‐21]
en
las
oraciones
diarias?
Para
indicar
que
uno
debe
aceptar
primero
el
Reino
de
los
Cielos,
y
sólo
después
el
yugo
de
los
mandamientos.
(Mishná,
Berajot
2:2)
Los
sabios
consideraron
que
cuando
una
persona
acepta
y
confiesa:
"El
Eterno
es
nuestro
Elohim,
solo
el
Eterno"
indicando
su
intención
de
guardar
la
Torah,
esa
persona
es
traída
bajo
el
dominio
de
Dios
y
la
autoridad
de
Dios
y
así
puede
entrar
en
el
reino
de
Dios.
1
Dr.
R.
Lindsey
(paz
sobre
él
en
el
Gan
Eden),
Comentarios
sobre
Meir.
8
Habiendo
aceptado
la
autoridad
de
Dios
sobre
ella,
la
persona
es
capaz
de
comenzar
a
guardar
los
mandamientos
y
al
guardarlos,
se
manifiesta
en
ella
el
Reino
de
Dios
y
Su
justicia.
Nuestro
Santo
Maestro,
primero
que
los
sabios
de
la
Mishná
cuyas
enseñanzas
del
tema
muestra
una
extraordinaria
están
armonía
con
la
enseñanza
del
Ríbi,
habló
del
Reino
como
está
escrito
en
nuestros
libros
sagrados:
"No
todo
el
que
dice
“Señor,
Señor”
va
a
entrar
en
el
reino
de
los
cielos,
sino
el
que
hace
la
voluntad
de
mi
Padre
que
está
en
los
cielos."
(Mt.
7:21).
Como
es
evidente,
el
Maestro
hace
hincapié
en
la
importancia
de
guardar
los
mandamientos
de
Dios,
en
la
misma
línea
que
Yehoshua
ben
Korhah
hará
después,
según
citamos.
Estos
dos
sabios
hablaron
del
reino
de
Dios
enraizada
en
la
confesión
de
Su
autoridad
y
el
hacer
de
Su
voluntad.
La
antecedencia
cronológica
del
Maestro
le
da
un
tono
de
prioridad
única
en
su
clase,
pero
el
fundamento
es
el
mismo.
Ahora
bien,
según
la
definición
de
Yeshua,
este
reino
es
limitado:
sólo
los
que
le
siguen
están
incluidos.
Y
para
seguirle,
debemos
“nacer
de
nuevo”
del
“agua
y
del
espíritu”
(Yoj.
3:
3-‐12)
pues,
“nadie
puede
venir
a
mí,
si
el
Padre
no
le
trae
y
yo
le
resucitaré
en
el
día
postrero”.
(Yoj.
6:37,44).
Por
otro
lado,
este
Reino
no
debe
confundirse
con
el
declaración
soberana
y
providencial
de
Dios:
"El
cielo
es
mi
trono
y
la
tierra
estrado
de
mis
pies"
(Isaías
66:1),
pues
en
este
sentido
general,
el
Señor
es
el
rey
del
universo.
9
mismo
entregará
el
Reino
a
Dios
para
que
HaShem
sea
todo
en
todos
(1
Cor.
15:24-‐
28).
Así
pues,
si
queremos
que
el
Reino
de
Dios
se
manifieste,
debemos
procurar
que
la
gente
acepte
la
soberanía
de
Dios
en
sus
vidas,
enseñándoles
a
guardar
los
mandamientos
y
echando
mano
a
los
méritos
de
Yeshua
pues
entonces,
el
Reino
de
los
Cielos
se
hará
presente
en
esa
persona,
en
sus
negocios,
en
su
familia,
en
su
comunidad,
en
su
ciudad
y
finalmente
en
toda
la
tierra.
Avram
y
Sarai
dedicaron
sus
vidas
al
servicio
de
HaShem.
Avram
convencía
a
los
hombres
de
servir
a
HaShem
y
Sarai
a
las
mujeres.
Avram
tenía
ahora
setenta
y
cinco
años
y
HaShem
jamás
se
le
había
revelado.
Finalmente,
las
palabras
proféticas
de
HaShem
le
llegaron.
-‐"Vete
de
tu
país,
de
tu
lugar
natal
y
de
la
casa
de
tu
padre"
-‐
le
ordenó
HaShem.
Este
último
punto
lo
aprendemos
del
hecho
que
HaShem
le
dijera
a
Avram
(12:1)
"Vete
de
tu
país
etc.
y
te
haré
un
pueblo
grande".
Avram
solamente
mereció
tener
hijos
después
de
cambiar
su
residencia.
Mudarse
a
un
lugar
extraño
ayuda
a
anular
un
mal
decreto
Divino,
pues
el
corazón
del
hombre
se
vuelve
mas
humilde
cuando
se
va
de
su
hogar.
HaShem
bendijo
a
Avram
diciendo
-‐
"Te
daré
riquezas
y
te
daré
el
poder
de
bendecir
a
quien
quieras.
Engrandeceré
tu
nombre
en
todo
el
mundo.
Bendeciré
a
los
que
te
bendigan
y
al
que
te
maldiga,
maldeciré.
Todas
las
familias
de
la
tierra
serán
10
bendecidas
por
tu
causa.
Por
ti
y
tu
descendencia
caerá
lluvia
y
rocío
sobre
todo
el
mundo".
Cuando
Avram
escuchó
el
mandamiento
de
HaShem,
cuestionó
-‐¿Cómo
puedo
abandonar
a
mi
padre
anciano?
He
enseñado
a
otros
a
ser
bondadosos
y
considerados.
¿Yo
abandonaré
a
mi
propio
padre?
¿No
estaré
profanando
Tu
Nombre?
-‐Te
eximo
de
la
obligación
de
honrar
a
tu
padre
-‐
contestó
HaShem.
-‐
Puedes
dejarlo.
Tu
padre
y
tus
hermanos
quienes
aparentan
ser
amistosos
en
realidad
traman
en
contra
tuyo.
Piensan
matarte.
HaShem
no
reveló
a
Avram
adonde
viajaría.
Avram
viajó
con
destino
desconocido.
Esto
hizo
que
la
prueba
de
dejar
su
hogar
fuera
aún
más
difícil.
Avram
pasó
la
prueba
exitosamente.
No
preguntó
ni
una
sola
vez.
-‐¿Cuánto
durará
el
viaje?
¿Qué
lugar
has
pensado
para
mí?
De
él
se
dice
(Tehilim
119:60)
"Me
apresuré
y
no
dude
en
cumplir
con
Tus
órdenes".
Inmediatamente
tomó
a
su
esposa
Sarai,
a
su
sobrino
Lot,
el
hijo
de
su
hermano
Harán,
y
a
la
gente
que
había
atraído
bajo
las
alas
de
la
Shejiná,
y
enseguida
salieron
de
viaje.
La
partida
de
un
hombre
tan
eminente
como
Avram
no
podía
pasar
inadvertida.
Todos
los
nobles
le
otorgaron
regalos
y
el
mismo
Rey
Nimrod
le
envió
un
sirviente
que
se
llamaba
Eliezer
para
acompañarlo
y
servirle.
Durante
el
viaje,
Avram
cruzó
Aram
Naharaim
y
Aram
Najor.
Observó
que
sus
habitantes
se
pasaban
la
vida
comiendo,
bebiendo
y
festejando.
-‐Espero
que
mi
destino
no
sea
en
esta
tierra-‐
pensó
Avram.
Cuando
llegó
a
Eretz
Canaán,
notó
que
la
gente
se
ocupaba
de
trabajar
la
tierra.
Dijo
-‐
Espero
que
mi
suerte
esté
en
esta
tierra.
HaShem
se
reveló
a
Avram
en
Sh’jem
y
anunció
-‐"Entregaré
esta
tierra
a
tus
descendientes."
Avram
construyó
un
mizbeaj
(altar)
para
agradecer
a
HaShem
por
las
buenas
noticias
que
sus
descendientes
recibirán
Eretz
Israel.
Avram
no
se
radicó
en
forma
permanente
en
la
ciudad
de
Sh’jem
sino
que
continuó
su
travesía.
Avram
viajó
toda
su
vida.
¿Cuál
era
el
propósito
de
su
peregrinaje
por
Eretz
Israel?
1.
En
cada
una
de
las
escalas,
HaShem
le
dio
a
Avram
un
anticipo
de
los
eventos
futuros
que
acaecerían
a
sus
descendientes
allí
y
él
rezó
por
ellos.
-‐
Por
ejemplo,
en
Sh’jem,
Avram
rezó
a
favor
de
Iaakov
y
su
familia
porque
los
hijos
de
Iaakov,
Shimon
y
Levi
en
el
futuro
pelearían
contra
la
ciudad.
-‐
En
Ai
rezó
para
que
HaShem
mitigara
el
castigo
que
caería
sobre
sus
hijos
como
consecuencia
del
pecado
de
Ajan
en
ese
lugar
(Iehoshua
7).
2.
Según
la
Halajá,
una
manera
de
adquirir
la
tierra
es
caminarla
a
lo
ancho
y
a
lo
largo.
Cuando
Avram
peregrinaba
por
Eretz
Israel
estaba
tomando
posesión
de
esta.
Dondequiera
que
Avram
visitaba
difundía
el
Nombre
de
HaShem.
Debatía
la
verdadera
fe
con
miles
de
personas
y
las
convencía
que
fueran
seguidores
de
su
Dios.
**
*
*
Brit
bein
Habetarim/El
acuerdo
entre
las
partes
HaShem
le
promete
a
Avram
descendencia
11
Después
que
Avram
ganó
la
batalla
contra
los
cuatro
reyes,
tuvo
miedo.
Estaba
preocupado
-‐He
matado
seres
humanos
en
la
guerra.
¿Quizás
hubo
gente
justa
entre
ellos?
-‐"No
temas"-‐
HaShem
lo
consoló.
-‐"Arrancaste
las
espinas
del
campo".
Avram
seguía
inquieto.
-‐¿Quizás
mi
porción
en
el
mundo-‐
por-‐
venir
ya
se
haya
consumido
en
este
mundo?
Después
de
haberme
salvado
milagrosamente
de
la
hoguera
de
Nimrod,
fui
victorioso
ante
un
ejército
de
cuatro
reyes
poderosos.
¿Es
posible
que
ya
no
reciba
ninguna
recompensa
en
el
olam
haba?
HaShem
le
aseguró
-‐"A
pesar
de
los
milagros
que
experimentaste,
Yo
no
te
quité
nada
de
tu
futura
recompensa.
Mereces
todos
los
milagros
que
se
te
concedieron
porque
nada
de
lo
que
hiciste
fue
por
ti,
todo
fue
en
Mi
Nombre.
Por
lo
tanto
tu
recompensa
está
intacta
para
el
olam
haba."
-‐¿Puedo
hacerte
un
pedido?-‐
preguntó
Avram.
-‐"Pide
lo
que
quieras"-‐
contestó
HaShem.
-‐Cualquier
cosa
que
me
concedas
será
inútil
para
mí-‐
dijo
Avram
-‐mientras
yo
sea
estéril
y
no
tenga
hijos.
El
fuerte
deseo
de
Avram
de
tener
hijos
se
debía
a
que
quería
fundar
una
nación
para
servir
a
HaShem.
-‐¿Quién
tomará
mi
lugar
cuando
yo
muera?-‐
preguntó.
¿Será
Lot,
quien
desea
ser
mi
heredero
o
mi
excelente
alumno
Eliezer
quien
enseña
mi
Torah
a
otros?
-‐"Ninguno
te
heredará"-‐
HaShem
le
prometió.
-‐"Tu
propio
hijo
lo
hará".
-‐Amo
del
Universo-‐
objetó
Avram
-‐He
visto
en
las
estrellas
que
no
podré
tener
un
hijo.
-‐"Olvida
la
astrología"-‐
HaShem
dijo.
-‐"Tu
destino
está
por
encima
de
la
prognosis
de
las
estrellas.
La
nación
judía
no
está
supeditada
al
mazal
(destino
natural).
Una
vez
R.
Iannai
y
R.
Iojanán
estaban
parados
en
las
puertas
de
Tiberías.
Junto
a
ellos
había
dos
astrólogos
gentiles
quienes
observaban
a
todos
los
trabajadores
como
iban
a
sus
labores
en
la
mañana.
¿Ven
allí
a
esos
dos
hombres
entre
los
trabajadores?
preguntaron
a
los
Sabios.
Salen
a
trabajar
esta
mañana
pero
jamás
volverán
con
vida.
Están
destinados
a
morir
de
una
picadura
de
serpiente.
R.
Iannai
y
R.
Iojanán
esperaron
que
los
trabajadores
volvieran.
Entre
ellos
estaban
los
trabajadores
de
quienes
habían
hablado
los
astrólogos.
¿Acaso
no
dijeron
que
esos
dos
no
volverían
de
su
trabajo
con
vida
porque
serían
mordidos
por
una
serpiente?
preguntaron
los
Sabios.
Sí
confirmaron
los
astrólogos.
Pero
volvieron
en
paz
comentaron
los
Sabios.
Los
astrólogos
llamaron
a
los
dos
hombres
y
les
preguntaron
¿Que
hicieron
hoy?
Lo
mismo
que
todos
los
días
contestaron.
Rezamos
el
sh’ma
y
sh’moné
esrei,
y
fuimos
a
trabajar.
¡Ustedes
son
judíos!
exclamaron
los
astrólogos.
Las
predicciones
de
los
astrólogos
no
son
aplicables
a
los
judíos.
El
mazal
(destino)
del
K’lal
Israel
no
es
absoluto.
Es
posible
modificarlo
mediante
la
oración,
la
caridad
y
los
méritos
espirituales.
12
Y
para
nosotros,
cuando
entran
en
acción
los
méritos
de
nuestro
justo
Mesías,
entonces
nos
introducimos
en
la
sala
de
los
milagros
y
todo
puede
ocurrir
para
bien,
vida
y
paz.
HaShem
le
prometió
a
Avram
-‐"Tu
descendencia
será
tan
numerosa
como
las
estrellas
del
cielo".
Avram
tenía
fe
en
HaShem
y
no
le
pidió
una
señal
para
corroborar
Su
palabra.
Qué
importante
es
la
fe,
fue
en
mérito
a
su
fe
que
Avram
heredó
este
mundo
y
el
olam
haba.
¡Cuán
importante
es
para
la
gente
tener
fe!
Esto
se
puede
aprender
de
la
historia
de
la
comadreja
y
el
manantial.
Una
vez,
una
niña
se
alejó
mucho
de
la
casa
de
su
padre
y
se
perdió.
De
repente,
se
encontró
en
el
desierto.
Caminó
un
largo
tiempo
y
estaba
muy
sedienta.
Para
su
alivio
descubrió
un
aljibe
a
la
distancia.
Corrió
hacia
él
y
encontró
una
soga
adentro.
Voy
a
bajar
para
recoger
un
poco
de
agua
pensó.
Descendió
y
bebió
pero
cuando
quiso
volver
a
subir
no
pudo
hacerlo.
Lloró
amargamente
y
pidió
ayuda.
Pero
¿quién
la
escucharía
en
ese
lugar
desértico?
Justo
en
ese
momento,
pasó
un
joven
y
escuchó
el
grito
de
las
profundidades
del
pozo.
Sorprendido
gritó
¿Quién
está
allí
abajo?
¿Eres
un
demonio
o
un
ser
humano?
La
niña
gritó
desde
el
aljibe
y
le
relató
lo
que
le
había
ocurrido.
Se
lamentó
de
su
suerte
y
le
pidió
ayuda
para
salir
del
pozo.
Te
ayudaré
dijo
con
una
condición.
Acepta
casarte
conmigo.
La
niña
aceptó
y
él
la
ayudó
a
salir
del
pozo.
Hablaron
entre
sí
y
se
pusieron
de
acuerdo
para
casarse.
El
joven
prometió
dirigirse
a
sus
padres
lo
antes
posible
y
comprometerse
oficialmente.
¿Quienes
son
nuestros
testigos
del
compromiso?
preguntó
la
niña.
En
ese
momento
pasó
una
comadreja
y
el
joven
dijo
Deja
que
la
comadreja
y
el
manantial
sean
nuestros
testigos
de
que
seremos
fieles
el
uno
para
el
otro.
Partieron,
el
joven
a
su
hogar
y
ella
a
la
casa
de
su
padre.
Ella
permaneció
en
casa
esperando
que
su
prometido
llegara
y
cumpliera
con
su
promesa.
El
tiempo
pasó
y
él
nunca
apareció.
Los
padres
de
la
niña
le
propusieron
otros
candidatos,
pero
ella
se
negaba
diciendo
que
no
se
podía
casar
con
ningún
otro.
No
le
importaba
quien
era
el
propuesto,
ella
se
mantuvo
firme
en
su
posición
negativa.
Con
el
tiempo
la
gente
la
consideraba
extraña
y
perdieron
la
esperanza
de
que
algún
día
se
casara.
Y
¿qué
pasó
con
el
joven?
Cuando
volvió
a
su
hogar
estaba
demasiado
ocupado
y
olvidó
el
episodio
en
el
desierto.
Se
casó
con
una
joven
de
su
pueblo
natal.
Su
esposa
le
dio
un
hijo,
pero
cuando
el
bebé
tuvo
tres
meses,
ocurrió
una
desgracia.
El
bebe
fue
mordido
por
una
comadreja
y
murió.
Tuvieron
otro
varón,
pero
un
día
cuando
jugaba
junto
al
manantial
cayó
en
él
y
murió.
La
esposa
desconsolada
le
dijo
a
su
marido
Si
nuestros
hijos
hubieran
fallecido
de
muerte
natural,
yo
aceptaría
el
decreto
Divino
sin
cuestionamientos.
Pero
como
los
eventos
fueron
tan
extraordinarios,
debemos
buscar
la
razón
de
este
extraño
castigo
y
sondear
en
nosotros
alguna
culpabilidad
anterior.
Ahora
la
escena
del
desierto
de
hacía
mucho
tiempo
vino
a
la
mente
del
esposo.
¿Es
posible
que
se
me
castiga
por
no
cumplir
con
mi
palabra?
pensó.
Le
contó
a
su
esposa
lo
que
había
ocurrido
junto
al
manantial.
Es
tu
obligación
averiguar
qué
le
ocurrió
a
la
niña
le
recriminó
a
su
esposo.
Era
tu
obligación
serle
fiel.
13
El
hombre
viajó
al
pueblo
de
la
niña
y
preguntó
si
había
alguien
con
ese
nombre
y
si
estaba
casada.
Hay
una
solterona
que
responde
a
ese
nombre
fue
la
respuesta.
Pero
no
está
en
su
sano
juicio.
No
tiene
sentido
hablarle
de
matrimonio.
Si
llega
un
pretendiente,
comienza
a
actuar
en
forma
extraña.
Escupe
frente
a
él
y
desgarra
sus
vestimentas.
El
hombre
fue
de
inmediato
a
la
casa
de
la
niña
y
le
explicó
al
padre
la
historia
que
había
sucedido
hacía
mucho
tiempo,
culpándose
a
sí
mismo
por
la
desgracia
de
su
hija.
Me
he
liberado
de
mi
esposa
para
cumplir
con
mi
palabra
le
explicó
a
su
padre
y
me
casaré
con
su
hija.
El
padre
lo
condujo
con
su
hija,
pero
cuando
él
intentó
hablarle,
ella
comenzó
a
gritar
y
a
actuar
en
forma
extraña
como
lo
hacía
cada
vez
que
alguien
se
le
declaraba.
El
dijo
solamente
dos
palabras
la
comadreja
y
el
manantial.
La
niña
se
desmayó
y
cuando
se
recuperó
volvió
a
ser
la
de
antes.
Se
casaron
y
vivieron
una
vida
llena
de
bendiciones,
tuvieron
hijos
y
vivieron
para
ver
a
los
hijos
de
sus
hijos.
**
*
*
Cuatro
personas
fueron
nombradas
por
HaShem
antes
de
nacer.
Itzjak,
como
dice
(Bereshit
17:19)"Sara
tu
esposa
va
a
dar
a
luz
para
ti,
un
hijo:
llamarás
su
nombre
Itzjak".
Shlomo,
como
HaShem
le
dijo
a
David
(Divrei
Haiamim
22:9)
"Tendrás
un
hijo,
su
nombre
será
Shlomo".
Ioshiahu,
como
dice
(Melajim
13:22)
"Un
hijo
nacerá
en
la
casa
de
David,
Ioshiahu
será
su
nombre".
Ishmael,
tal
cual
Hagar
fue
avisada
(16:11),
"darás
a
luz
un
hijo
y
llamarás
su
nombre
Ishmael".
Recibir
un
nombre
antes
de
nacer
significa
grandeza.
-‐
Itzjak
fue
nombrado
antes
de
nacer
pues
fue
el
fundador
del
pueblo
judío
y
el
primer
hijo
nacido
de
padres
sagrados.
-‐
Shlomo
fue
el
constructor
del
Beit
HaMikdash.
-‐
En
los
tiempos
de
Ioshiahu,
las
diez
tribus
fueron
devueltas
a
Eretz
Israel
(Meguilá
14:2),
un
antecedente
de
los
futuros
milagros
de
reunión
en
el
exilio.
-‐
Ishmael
fue
nombrado
antes
de
nacer,
como
demostración
de
que
se
le
brindó
el
potencial
para
elevarse
en
importancia.
Si
su
descendencia
hubiera
superado
sus
malos
impulsos,
hubieran
merecido
recibir
la
Toral.
**
*
*
La
octava
de
las
diez
pruebas
de
Avram:
Brit
Milá
–
Circuncisión
Cuando
Avram
cumplió
noventa
y
nueve
años,
se
le
ordenó
que
se
circuncidara.
Recibió
esta
mitzvá
antes
que
naciera
Itzjak
porque
HaShem
quería
que
Itzjak
fuera
sagrado
de
nacimiento.
HaShem
le
informó
a
Avram
-‐"Mientras
no
estés
circuncidado,
eres
imperfecto.
Al
realizar
el
brit
milá
adquieres
un
nuevo
grado
de
santidad
y
te
elevarás
por
encima
de
las
leyes
de
la
naturaleza.
Durante
veinte
generaciones
he
esperado
que
tu
llegaras
y
realizaras
la
circuncisión.
Si
te
niegas
a
realizar
esta
mitzva,
volveré
el
mundo
a
la
nada."
-‐Si
la
mitzva
de
brit
milá
es
tan
importante-‐
preguntó
Avram
-‐
¿Por
qué
no
se
la
diste
al
primer
hombre,
Adam?
-‐"No
preguntes
más"-‐
dijo
HaShem.
-‐"Tú
fuiste
el
encontrado
merecedor
de
esta
Mitzvá."
14
Avram
objetó
-‐
Hasta
ahora
pude
tener
influencia
en
la
gente.
Pero
ahora
tendrán
miedo
de
estar
cerca
mío.
No
querrán
hacerse
el
brit-‐
milá.
-‐No
te
preocupes
por
ello.
Es
suficiente
para
ti
que
yo
sea
tu
D-‐s.
No
perderás
por
haber
cumplido
con
la
mitzvá
de
milá,
mantendrás
la
existencia
del
mundo.
En
mérito
a
esta
mitzvá
celebraré
un
acuerdo
contigo.
Al
cumplirla,
tus
hijos
heredarán
Eretz
Israel.
En
lugar
de
Avram
te
llamarás
Abraham.
Hasta
ahora
fuiste
Avram,
padre
de
tu
tierra
natal
Aram.
Después
de
la
circuncisión,
serás
Abraham,
padre
de
muchas
naciones.
El
valor
numérico
del
nombre
Abraham
equivale
a
248,
lo
que
demuestra
que
después
de
su
brit-‐
milá.
Abraham
adquirió
el
dominio
de
los
248
miembros
de
su
cuerpo.
HaShem
ordenó.
"La
mitzvá
de
milá
será
observada
por
toda
tu
descendencia.
Cada
recién
nacido
varón
será
circuncidado
al
octavo
día
de
su
nacimiento".
HaShem
quiso
diferenciar
a
Su
pueblo
elegido
mediante
una
señal
especial.
No
creó
al
hombre
físicamente
perfecto
en
el
momento
del
nacimiento
para
enseñarnos
que
así
como
nos
perfeccionamos
físicamente
mediante
la
milá
así
también
es
nuestra
obligación
en
vida
mejorar
espiritualmente.
Shabat
Shalom
PD.
Aunque
se
ha
hecho
todo
el
esfuerzo
necesario,
este
escrito
no
ha
sido
revisado
en
su
totalidad
por
un
gramatólogo
de
la
lengua
española,
si
usted
encuentra
algún
error,
favor
notificarlo
para
corregirlo.
Gracias.
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