EticaJudicial PDF
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Ética Judicial
Corte Nacional de Justicia del Ecuador
Ética Judicial
Ecuador
Imprenta de la Gaceta Judicial
2014
Ecuador. Corte Nacional de Justicia
Ética Judicial/ Corte Nacional de Justicia. - - 1ª ed.- Quito, Corte Nacional de Justicia,
2014.
230 p.; 21 x 15 cm.- (Aportes jurídicos contemporáneos a la justicia ordinaria; No. 4)
ISBN: 978-9942-07-537-6
Derecho de Autor: 042960
1. Ética Judicial 2. Ecuador
CDD20: 174.3
Diseño de portada
y Diagramación Corte Nacional de Justicia
Dennys Arboleda G. Av. Amazonas N37-101 y Unión
Nacional de Periodistas, esq.
Impresión Telf.: (593-2) 23953500
Dirección de la Gaceta Judicial www.cortenacional.gob.ec
Todos los derechos reservados. Esta publicación es un producto editorial de la Corte Nacional de Justicia, las opi-
niones académicas vertidas en cada ponencia son de responsabilidad de los autores, y no constituye una opinión
institucional. Se autoriza su reproducción siempre que se cite la fuente.
Contenido
Prólogo
Lucy Blacio Pereira ................................................................................. 9
Presentación
Mariano Azuela Güitrón ........................................................................ 11
Introducción
Jorge Blum Carcelén ............................................................................... 13
I. Ponencias internacionales
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II. Ponencias nacionales
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Prólogo
Por eso, este trabajo denominado “Ética Judicial”, que recoge la compi-
lación de ponencias de tratadistas y magistrados/as internacionales y nacio-
nales, se realiza desde un planteamiento práctico profesional, que integra
la necesaria investigación de los problemas que aquejan a la justicia, la
fundamentación de una deontología judicial que dé respuesta a los mismos
y el examen de propuestas que podrían ser consideradas para la elaboración
del Código de Ética Judicial del Ecuador.
Sin duda, la contribución de las y los especialistas, que desde las di-
versas perspectivas en las que se hallan situados analizan la ética judicial,
reviste de enorme trascendencia, puesto que la construcción de un código
de ética amerita que se reflexione sobre el hecho de que la justicia es un
derecho que plantea la necesidad de respeto a la dignidad de las personas y
a la tutela de sus propios derechos.
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El reto de contar con un Código de Ética Judicial en el Ecuador radica
en que este sea elaborado y aprobado democráticamente. También en que
nazca de un pacto colectivo basado, a su vez, en el reconocimiento efectivo
de que el modelo constitucional ecuatoriano impone a quienes adminis-
tran justicia, esto es las juezas y los jueces, el ser garantes de los derechos.
Por lo tanto, su legitimidad depende de la rigurosidad de sus resoluciones,
implica la necesidad de traslucir su honestidad y profesionalismo, y tam-
bién ser independiente e imparcial.
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Presentación
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Introducción
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c) Responsabilidad: Asume plenamente las consecuencias de sus actos,
como resultado de las decisiones que tome, procurando que sus subor-
dinados hagan lo mismo.
d) Fortaleza: En situaciones adversas, resiste las influencias nocivas, sopor-
ta las molestias y se entrega con valentía para vencer las dificultades y
cumplir con su función jurisdiccional.
e) Patriotismo: Tributa a la Patria, el honor y servicio debidos, defendiendo el
conjunto de valores que, como juzgador del país, representa.
f ) Compromiso social: Tiene presente las condiciones de iniquidad que han
afectado a una gran parte de la sociedad a lo largo de nuestra historia, y
advierte que la confianza y el respeto sociales que merezca serán resul-
tado de un trabajo dedicado, responsable y honesto.
g) Lealtad: Acepta los vínculos implícitos en su adhesión a la Institución
a la que pertenece, de tal modo que refuerza y protege, en su trabajo
cotidiano, el conjunto de valores que aquella representa.
h) Orden: Se comporta de acuerdo con normas lógicas, necesarias para la
organización del trabajo a su cargo.
i) Respeto: Procura no lesionar los derechos y dignidad de los demás.
j) Decoro: Cuida que su comportamiento habitual al hablar, en el vetir y en el
actuar, esté en concordancia con el cargo y función que desempeña.
k) Laboriosidad: Cumple con diligencia sus obligaciones de juzgador.
l) Perseverancia: Una vez tomada una decisión, lleva a cabo los actos ne-
cesarios para su cumplimiento, aunque surjan dificultades externas o
internas.
m) Humildad: Es consciente de sus insuficiencias, cualidades y capacidades
y las aprovecha para emitir de la mejor manera posible sus resoluciones,
sin llamar la atención ni esperar reconocimientos.
n) Sencillez: Evita en el trato con los demás actitudes que denoten alarde
de poder.
o) Sobriedad: Distingue lo que es razonable de los que es inmoderado y
evita actos de ostentación que vayan en demérito de la respetabilidad
de su cargo.
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Iberoamérica, en los que se describen precisamente éstos principios, reglas
y virtudes judiciales, que se consideran idóneos para construir un referente
deontológico, que pueda no solo guiar la conducta de los juzgadores de los
diferentes países, sino sobre todo facilitar la reflexión ética sobre diversos
aspectos de las funciones que desempeñan, la estrictamente judicial, al re-
solver los conflictos sociales y la administrativa, que es consecuencia de la
antes referida, en relación con la labor del juzgado o tribunal a su cargo,
brindando en la práctica cotidiana una atención oportuna y apegada a la
normativa constitucional, internacional y legal vigente.
El lector deberá tener presente que Ética, debe entenderse como la cien-
cia del bien y del mal, que consiste en los fundamentos primarios y causas
últimas de la moral, que examina problemas como la libertad, los valores
humanos y la esencia de la moralidad. Por Moral, el conjunto de normas
que regulan el comportamiento humano, son las manifestaciones de los
bueno que se dan en determinadas circunstancias. La Deontología, es el es-
tudio del deber, como un conjunto de reglas y principios que rigen a cada
profesional, es la ciencia de lo moral y consiste en lo hay que cumplir, para
alcanzar el ideal utilitario de mayor placer posible, para el mayor número
de individuos. Según Del Vecchio, la Deontología Jurídica, es la rama de la
filosofía del derecho que tiene por objeto el estudio de la justicia; identifi-
cándose con la ética profesional de los juristas.
La ética del juzgador, busca llegar a una identidad entre las normas mo-
rales y las normas jurídicas, que son alcanzadas a través del cultivo de las
virtudes judiciales, que incluyen la aptitud o capacidad técnica, la honesti-
dad entendida como la verticalidad moral del individuo, la diligencia como
la capacidad de trabajo, la justicia como condición previa a la verticalidad
moral y específicamente la ética especial de la judicatura, que se refiere a la
idea de pertenencia, al orgullo de formar parte del sistema judicial, con
vocación y mística de servicio, las que no pueden quedar en buenas inten-
ciones o en normas abstractas, sino que son virtudes que deben ser aplica-
das para lograr la excelencia judicial, ya que de ello depende la calidad de
la justicia.
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Para lograr esa excelencia que demandamos, el judicial debe comprender
en sumo grado que la independencia, no significa un privilegio, sino la for-
ma de garantizar a los ciudadanos el derecho a ser juzgados con parámetros
jurídicos, evitando la arbitrariedad, reconociendo los valores constituciona-
les y salvaguardando los derechos fundamentales, porque el juez indepen-
diente es aquel que determina desde el Derecho vigente, la decisión justa,
sin dejarse influenciar real o aparentemente, por factores ajenos al Derecho.
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laboriosidad, perseverancia, humildad, sencillez, honestidad, sobriedad,
cortesía, transparencia, diligencia y conocimiento, para convertirse en el
“mejor juez o jueza”.
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sobre intereses en conflicto y posturas enfrentadas... La sociedad se posicionará
en bandos: unos montarán al bosanna de gloria y otros la cacería contra él. Si
no se siente capaz de dominar la embestida con temple y con independencia...
ese hombre no puede ser juez ni un minuto más”.
El buen juez o jueza, tiene que ser y parecer, porque en este nuevo
sistema de administración de justicia, surge como figura protagónica el
servidor judicial, el que debe estar revestido, en su acontecer cotidiano,
como lo hemos expresado, de valores éticos y morales.
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El maestro y Magistrado doctor Rodolfo Luis Vigo, (con el doctor Ma-
nuel Atienza, son los autores del Código Modelo Iberoamericano de Éti-
ca Judicial), en esta compilación se refiere a las “Exigencias actuales para
el mejor Juez”, quien nos hace reflexionar sobre el juez y el poder judicial,
mediante dieciséis consideraciones acerca de la justicia; sugiriéndonos que
debemos pasar de ser juez espectador, a ser juez protagonista; de un juez
guiado solamente por su conciencia, a un juez preocupado por inspirar con-
fianza; de una justicia en soporte papel, a una canalizada informáticamente;
entre otras consideraciones que magistralmente son expuestas en esta obra.
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si queremos llegar a un sólido concepto de ética judicial, debemos conectar
la moral con el derecho y precisar el alcance de la deontología jurídica,
entre otras consideraciones de real valía.
Entre los autores nacionales, contamos con los aportes de las Magis-
tradas y Magistrados de la Corte Nacional de Justicia, abordando temas
como: La responsabilidad Ética de las Juezas y los Jueces en el Estado cons-
titucional de derechos y justicia; La Ética y los pueblos indígenas; Ética,
¿Cuál Ética?; Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad; El Juez Feliz
desde la perspectiva aristotélica o de la simple realidad; La Integración de la
Cumbre Judicial Iberoamérica, la Comisión Iberoamérica de Ética Judicial
y la Ética Judicial en el Ecuador.
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Ponencias
Exigencias actuales para el mejor juez
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Sumario
1. Introducción. 2. Retos a ser analizados. 3. Conclusiones. 4. Referencias
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Resumen
Lo que me gustaría es aprovechar esta oportunidad para que asumamos
todo este desafío del poder que tenemos en manos, esta necesidad de
pensar, a veces con cierta soledad del poder judicial, estos retos, pero es
muy importante a su vez, contar con estos espacios institucionales como
herramienta fundamental para responder a estos retos, no el juez, ese
superior tribunal, ese tribunal en soledad, compartiendo experiencia,
potenciando recursos, generando proyectos, generando política, como
se que está ocurriendo.
Coautor del Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial. Doctor en Ciencias Jurí-
dicas y Sociales por la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe, Argentina. Ministro
en retiro de la Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe, Argentina. Experto en Ética
Judicial. Abogado Universidad Nacional del Litoral. Licenciado en Ciencias Políticas, Uni-
versidad Nacional de Rosario.
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Rodolfo Luis Vigo
1. Introducción
No cabe ninguna duda que en aquél modelo del estado de derecho legal
el poder judicial era el poder con suerte el poder menos considerado en la
estructura del estado en todo sentido, ya que de algún modo el estado se de-
finía solo en relación a la ley, el poder legislativo hacia la ley, el ejecutivo eje-
cutaba la ley y judicial la aplicaba de una manera como decía Montesquieu,
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En este sentido, nuestro primer desafío romper con un juez autista, me-
ramente tribunalisimo aunque nos guste estar solo trabajando expedientes,
pero eso ya no es posible, tenemos que hacernos cargo de un espacio del
poder del estado que la sociedad pretende que ejerzamos con liderazgo y
con todo a lo que eso nos lleva, ya que los jueces nos sentimos mucho más
cómodos teniendo los expediente en nuestras manos y el derecho, lo cual
ya no es posible, tenemos que asumir los espacios del poder con su lógica
y desafíos que ello importa, el poder judicial también se va a transformar
en este siglo XXI, el problema es si lo van a trasformar los jueces o lo van
a transformar de afuera, para que sean los jueces los encargados de dicha
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Alguna vez escuche una propuesta que únicamente menciono sin atre-
verme a suscribirla: un magistrado decía que en definitiva hay que replicar
“mutatis mutandi” en el poder judicial, algún modo la estructura que se ve
en un ejecutivo.
Asimismo, más allá de hasta donde avancemos, a veces los jueces ve-
mos muy distante, con poco interés, en ocasiones de una manera contraria
al esfuerzo del área de la administración, pero se debe tomar conciencia
que todo este mundo, aquí me detengo, por ejemplo; en una estructura
y escalafón apropiada, hay muchos poderes judiciales que carecen de una
estructura y escalafón a decusados, no que repliquen lo que pasa en otros
poderes, es decir, definir nuestros puestos, pudiendo haber confidencia en
el tipo de función entre los integrantes de los poderes judiciales (un ascen-
sorista del poder judicial cumple una tarea similar a un ascensorista de los
otros poderes), pero hay tareas especiales, en este sentido definir una es-
tructura y escalafón pensada detenidamente, contrastar experiencias como
lo fue mi experiencia de la Junta Federal de Corte, lo que es el equivalente
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Exigencias actuales para el mejor juez
En general nuestros tribunales pecan una vez más por aquél modelo
del estado de derecho legal de una rigidez y formalismo poco justificado a
la mirada de un neófito, se designa lo mejor a un juez solo para hacer eso
que está encomendado en su tribunal y parecería un disparate que uno le
apalie la competencia, el problema es el flujo de expedientes, es un flujo
que responde a contingencias económicas, sociales, etc. hay una especie de
desbalanceo.
Tenemos estructuras rígidas y una realidad muy móvil, sabe que en una
mirada de un juridisista típico del siglo XIX cuando se es designado para
dicho cargo solo tiene esa competencia, siendo más razonable dotar hasta
donde se pueda de flexibilidad, es decir, que no la forma sacrifique el fin, la
forma es algo necesario pero que está al servicio de un fin, el fin es lo más
importante, no vale cualquier medio, pero hay que tener la imaginación,
la flexibilidad para que aceptemos variedad de medios, no como de algún
modo uno ve esta especie de repetición, reiteración de un conservadurismo
y formalismo rígido que termina siendo insostenible frente a una realidad
por supuesto que pide flexibilidad.
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otras realidades constitucionales que no son menos jurídicas que las nues-
tras, realmente en esto uno podría poner ejemplos más cercanos a nosotros,
pero lo que uno piensa un juez, un secretario y un grupo de empleados,
pero si continuamos con esta visión y no generamos por ejemplo, lo que
se está haciendo en Europa secretarías únicas, está especie de dinamismo
que le cuesta asumir a los abogados y a los juristas, sobre todo por esa carga
estática del modelo del estado de derecho legal.
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no tienen correo electrónico como símbolo de hasta donde han puesto dis-
tancia con los medios informáticos actuales y en eso no tienen libertad, por
supuesto que pueden no tener correo, pero no tienen libertad para sustraer
el servicio justicia de aquellos medios que pueden contribuir decisivamen-
te a facilitar dicho servicio.
Sin embargo, me ha tocado ver a jueces que nunca se han arrimado aún
teclado, ya para esto no hay libertad y por ende habrá que hacer ir al kínder
informático y comenzar hacer la carrera correspondiente, ya que no es una
deshonra estar al margen de la informática, por lo que se deben de vencer
temores y resistencias, pero claro la humildad y lo que conlleva al servicio.
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distinta, es decir, el peso de los auxiliares, y aquí tiene que existir una preo-
cupación, por supuesto que los jueces se han visto forzados a delegar parte
de su poder jurisdiccional en sus colaboradores y como a veces los aboga-
dos saben muchas veces es más importante hablar con un secretario que
con el mismo juez, Por lo que aparece la necesidad de establecer sistema
de ingreso, de promoción, capacitación, de definición de funciones de los
colaboradores de un magistrado o juez, etc., esta preocupación que ahora
se ciñe al juez y sin duda tiene que proyectarse a sus colaboradores, hay
mucho trabajo que hacer por los colaboradores, llamados secretarios de
estudio y cuenta o relatores como se llaman en mi país, etc., el mundo de
los auxiliares, los que facilitan que un juez haga su trabajo que obviamente
firmará el juez pero no lo habrá hecho el juez.
El derecho tiene una mirada para atrás expo-facto, los juristas siempre
andamos mirando lo que ocurrió para saber si eso que sucedió merece o no
reproche jurídico, lo que estamos reclamando es que la justicia se interese
por el futuro y en consecuencia los jueces tenemos que estar haciendo reu-
niones con actores sociales, económicos y políticos, etc.
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En aquél modelo europeo del estado derecho legal, el único que tenía
capacidad normativa era el legislador, en el siglo XX la tuvo el poder ejecu-
tivo (estado de bienestar), por lo que estamos reclamando los jueces somos
los mejores para hacer una reforma procesal, nadie mejor que nosotros para
hacer dicha reforma. Ahora bien, no se trata de remplazar a los otros pode-
res, pero sí que tengamos iniciativa legislativa para que dentro de nuestros
poderes implícitos pudiéramos darnos nuestra administración. Resultaba
muy chocante cuando se nos planteó en la Cumbre Judicial Iberoamerica-
na cómo debíamos debían ser aprobados nuestros códigos de ética judicial,
a lo cual muchos países consideraban que tenía que crearse una ley, lo cual
defendimos con éxito la idea de que es una competencia implícita de cada
uno de nuestros poderes, el poder ejecutivo va a definir cuál va a ser el
modelo del empleado administrativo, el poder legislativo definirá el perfil
del empleado de dicho poder y el poder judicial va a definir el estatuto del
empleado judicial que requiere, pero además varias Cortes, también en
México tienen iniciativas judiciales, reformas procesales, estado judicial,
mapa judicial, estructura del poder judicial, ya que nosotros estamos en
mejores condiciones de saber qué juez se necesita, que servicio se requiere
etc., así como que reformas importantes se requieren.
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decir que los tratados de derechos humanos, por ejemplo, son supra-legales
e infra-constitucionales, pone, como lo han dicho algunos ministros tam-
bién, esta interrogante, hay reformas en marcha.
3. Conclusiones
4. Referencias
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Sumario
1. Introducción. 2. Presupuestos de la ética judicial. 3. El buen juez. 4. De-
finición de la ética judicial. 5. Necesidad de la ética judicial. 6. Referencias.
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Resumen
Una ética que queda en el campo del conocimiento, una ética que no
se traduce en comportamiento, pues es un adorno intelectual, pero
en realidad no está sirviendo a la comunidad a donde las personas se
encuentran, y esto naturalmente, lleva a una reflexión muy personal,
para el conferencista es imposible conocer la situación de cada una y
cada uno de los presentes, cada quien sabe cuál es su relación con la
impartición de justicia de México.
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1. Introducción
Una ética que queda en el campo del conocimiento, una ética que no se
traduce en comportamiento, pues es un adorno intelectual, pero en realidad
no está sirviendo a la comunidad a donde las personas se encuentran, y esto
naturalmente, lleva a una reflexión muy personal, para el conferencista es
imposible conocer la situación de cada una y cada uno de los presentes,
cada quien sabe cuál es su relación con la impartición de justicia de México.
Desde luego, advierto presencia de magistradas, magistrados, juezas, jueces
de quienes conozco que esa es su responsabilidad no solamente del Distrito
Federal sino de distintos lugares de la República, pero a otras personas no
las conozco y por lo mismo si están aquí sospecho que tienen que ver con
la impartición de justicia de alguna manera, entonces tendrán que aterrizar
lo que yo voy diciendo en lo que sería la interrogante ¿para cada quién
en el sitio en que se encuentre? en otras palabras es como si yo diera, una
conferencia a cada una y cada uno de los presentes y que a través de mis
palabras pudiera ir un poco contrastando lo que es su compromiso ante la
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3. El buen juez
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Bien, ahí estarían esas virtudes judiciales, lo que se desea que caracterice
esa conducta cotidiana de los jueces. Vocación, cuando, se toca el tema
de la vocación, se hace normalmente en forma especulativa, claro cuando
está uno en campañas presidenciales se habla de que habrá un momento
en que habrá tantas fuentes de trabajo que uno no tendrá preocupación
porque podrá elegir con facilidad cuál es aquella que corresponde más a
su vocación. Pero, la experiencia, por lo menos la mía, es que cuando uno
sale a conseguir trabajo, pues el objetivo es conseguirlo, y después tratar de
ver si responde uno con su vocación a ese trabajo, ahí es donde viene aquel
consejo: lo ideal es que hagas aquello que te gusta, pero si te toca hacer
aquello que no te gusta, esfuérzate porque te guste, naturalmente, cuando
la vocación se tiene, ese es el camino más claro, para que le guste a uno,
para que le satisfaga a uno, lo que está haciendo; cuando alguna persona
entra a laborar en la judicatura y se da cuenta que eso no le gusta, que no
le atrae, tiene que cambiar de trabajo, porque es fundamental el tener la
vocación; esa satisfacción que siente el Secretario de Estudio y Cuenta, y
en alguna medida el Juez, el Magistrado o el Ministro, cuando después de
estudiar un asunto, encuentran la solución, se siente un agrado extraordi-
nario, en esa actitud de humildad que normalmente debe caracterizar a los
secretarios, que satisfacción se siente, cuando en una conferencia en una
universidad prestigiada, se hace referencia a una tesis del Ministro que uno
sabe dentro de su “corazoncito”, que fue uno el que realizó ese proyecto, y
que fue uno el que preparó todas esas tesis, es cuando va uno gozando la
actividad y es cuando va uno corroborando que tiene uno vocación, una
persona que está sufriendo constantemente porque tiene muchos asuntos
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pendientes, una persona que sufre porque tiene que estar estudiando, esa
persona, seguramente, no tiene vocación, tiene que enfrentar ese proble-
ma, y naturalmente, que eso lo va a dar mucho mejor, al paso del tiempo,
porque no solo irá acumulando conocimientos jurídicos, conocimiento de
tesis. En fin, todo lo necesario para que después pueda hacer con mayor
rapidez aún el trabajo complejo, y naturalmente en esto, no perder de vista
que uno de los objetivos que debe tener todo juez, es llegar a formar a sus
colaboradores, que tengan siempre en mente, que en cada uno de sus co-
laboradores debe haber una persona que avance, que progrese y que el día
de mañana también esté ya con la responsabilidad directa de la judicatura.
Podría uno, dar algunos ejemplos de otra forma de entender al buen juez;
en algún curso que tuvimos en el Instituto, de Formación de Formadores,
tuvimos la oportunidad de oír al Consejero de la Judicatura Federal César
Jáuregui, y cuando él trató de abordar el tema del buen juez, lanzó una pre-
gunta: ¿Se han dado cuenta ustedes que los seres humanos atribuimos a los
animales algunas cualidades humanas? Y como todos afirmamos, entonces
el dijo: “Por ejemplo, la sabiduría” y alguien rápidamente dijo: el búho,
la fiereza, el tigre, la fuerza del león, la velocidad del venado, y fue dando
muchos ejemplos y de pronto interrumpió y dijo: ¿con qué animal se iden-
tifican los jueces?, y ahí todos guardamos respetuoso silencio con ese temor
sacramental a no cometer un error en el momento en que trata uno de dar
una respuesta. Y entonces el dijo: “con el elefante” y como es gordito, aña-
dió rápidamente: “no crean que es porque por simpatía personal, sino que
voy a demostrarles por qué con el elefante”, y entonces dijo: “el juez debe
tener un gran olfato, una gran nariz como es la trompa del elefante, ¿para
qué?, para encontrar la verdad y poder impartir justicia de acuerdo con
ella, debe tener grandes colmillos como el elefante, porque siempre habrá
partes que están tratando de demostrar que les asiste la razón y entonces
debe tener la agudeza de saber descubrir también dentro de esos distintos
alegatos aquel que posee la verdad, debe tener grandes orejas, porque debe
escuchar a los justiciables, debe escuchar a quienes los patrocinan porque
siempre habrá posibilidad de que esto los ilustre, porque siempre habrá po-
sibilidad de dictar una mejor sentencia; debe tener una piel dura, porque
cuando se deciden controversias, el que gana rara vez lo agradece, porque
simplemente dice: “desde un principio sabía yo que tenía toda la razón;
pero el que pierde, sobre todo si el abogado le ofreció, porque su asunto era
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clarísimo que iba a ganar con toda facilidad, entonces empiezan las críticas,
los ataques, las inferencias, qué sucedería aquí, es que vio a fulano, es que
mengano tiene influencia sobre él, etcétera, etcétera, una piel dura”.
Ustedes, sobre todo en esta época, en que los medios informativos y los
medios de comunicación, se ocupan mucho de lo que ocurre en los tribu-
nales, habrán visto muchas críticas y muchos ataques, y además conforme
a ese procedimiento, en el que lo que se atribuye a uno, rápidamente se
atribuye a la institución, y se acaba atribuyendo a todos los que desempe-
ñan esa función, hay que tener esa piel dura, para ver con tranquilidad, lo
que se diga con la conciencia tranquila de que uno está cumpliendo celosa-
mente con su deber, y que todas las sentencias, que uno dicta o en las que
uno participa, han tratado de responder a todos estos requerimientos del
buen juez; con el tiempo se han ido añadiendo algunas otras características,
debe tener los pies bien firmes en la tierra, como las patas del elefante; tiene
que tener una cola pequeñita, “cola que no le pisen”, para que de ese modo
no haya respuestas más o menos atinadas cuando se hacen las críticas, y ya
cada uno le podrá encontrar otras derivaciones; pues tratar de aproximarse
a lo que es esta imagen del buen juez, como que sería una primera directriz
que habría que tener; y desde luego ahora que está de moda el conservar la
línea, no dije ser gordos como el elefante, no, pueden tener otras caracte-
rísticas y eso simplemente aprovecharlo para tener una referencia.
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darse cuenta que no obstante ese aspecto extraordinario del ser humano, de
tener una libertad que lo hace ser dueño y señor de sus actos, tener una
inteligencia que le va a permitir que vea iluminado todo para que pueda
descubrir lo que es bueno y lo que es malo, tener conciencia de todo ello,
no obstante esos aspectos indiscutibles de al dignidad del ser humano, sin
embargo, el ser humano falla, el ser humano tiene flaquezas: Cuando doy
esta conferencia, algo que no se les olvida es una referencia que hago a
cuando era maestro de preparatoria y hablando del matrimonio y de la fi-
delidad conyugal, daba un ejemplo metafórico, el juego de la “resbaladi-
lla”, al principio al niño le da temor subirse, no se vaya a caer, pero ve a los
compañeritos que se suben, que se divierten, y regresan muy contentos y
un día se anima a subirse, cuando ve ya la parte de que se va a echar le da
miedo y se vuelve a bajar, pues aplíquenlo ustedes a muchos comporta-
mientos humanos, las tentaciones que se ofrecen a los jueces, pérdida de
independencia, que va a pasar conmigo el día de mañana a lo mejor me voy
a quedar sin trabajo porque no me van a ratificar y tengo que cuidar mi
futuro, y esta persona pues a lo mejor le guarda un lugarcito ahí en su des-
pacho ahí en su dependencia, y empieza el subirse a la resbaladilla, y cuan-
do se suben a la resbaladilla, y se echa le va a gustar, e incluso su inteligen-
cia va a racionalizar lo que hace, y si es malo, le va a decir que no es tan
malo e incluso de pronto le va a decir: no si esto es bueno, ve tú a quien
reconocen en esta sociedad, entonces tú estabas equivocado, pero que bue-
no que te has dado cuenta, te subiste a la resbaladilla y te echaste, tener
cuidado porque cuando se falla, ya es más difícil rectificar el camino, aun-
que afortunadamente los seres humanos debemos recordar aquello de que
en nosotros no es valedero lo que se dice de los vegetales: “árbol que crece
torcido jamás endereza sus ramas”, no, los seres humanos a veces van muy
torciditos, y enderezan sus ramas, pero también sucede lo contrario, que
algunos van muy derechitos y enchuecan sus ramas, y ahí es donde se ve la
importancia de la ética judicial, que la ética judicial viene a representar en
cierto sentido lo que viene a ser como una segunda naturaleza, una segun-
da naturaleza que ayuda a que uno no se suba a la resbaladilla, una segunda
naturaleza que ayuda a que uno esté cumpliendo con sus compromisos, y
ahí es donde aparecerá pues los peligros fundamentales que tiene el ser
humano y como puede atacar esos peligros, yo apuntaría entre los peligros,
la ignorancia, en segundo lugar, todo el desorden que se produce cuando
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y perpetua de dar a cada quien lo suyo, ese problema tan vinculado con el
mundo del derecho, encontrar lo suyo de cada quien, tener en cuenta los
diferentes tipos de relaciones que se producen, como existen diferentes
reglas y desde luego en la conducta cotidiana el actuar con justicia en rela-
ción con los compañeros, en relación con los justiciables, en relación con
los colaboradores administrativos, etcétera, etcétera, estar presente la justi-
cia en el comportamiento de los jueces. La fortaleza, espíritu de laboriosi-
dad alentado por la confianza en el éxito, espíritu de laboriosidad que lleva
naturalmente a superar cualquier problema, pensando que es difícil el con-
servar la fuerza de voluntad, pero puede uno hacerlo, la alegría del servicio
que se da sobre todo en el desempeño de la función judicial, eso estimula
que tenga uno ese espíritu de trabajo, ese espíritu de laboriosidad, el poner
el máximo esfuerzo para conseguir los objetivos que se pretenden; y la
templanza, que es el dominio de los apetitos sensibles, que deben llevar a
que el hombre en sus acciones corporales y espirituales, en sus acciones
expresivas o ejecutivas esté controlado, que tenga dominio sobre sí mismo,
y cuando el hombre a través de la reiteración de actos, regidos por estas
virtudes va adquiriendo esa segunda naturaleza, se le va a facilitar cualquier
problema cuando se le presente, cuando tenga el riesgo, vuelva a la resba-
ladilla, de subirse a ella, tendrá la fuerza de decir: no, porque no es debido.
Por ello entenderán que al crearse un ambiente propicio, internacional-
mente como ocurre en esta conferencia, nacionalmente como ocurre en la
Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, en el seno del Poder Ju-
dicial Federal para que esto sea materia en la que se esté pensando, se bus-
ca que cada juez y cada colaborador de los jueces actúen de esta manera.
Todo esto responde a una filosofía humanista, ser persona humana lleva en
primer lugar a tener conciencia de lo que esto significa, no se trata tanto de
hacer ahorita un listado de derechos humanos simplemente entender que
el ser humano no es ser que se da, sino es un ser que se está realizando, que
se está perfeccionando y que precisamente ese perfeccionamiento se tiene
que realizar en la actividad que tiene uno que cumplir, que tiene uno que
influir en que otros que dependen de uno, también estén buscando ese
crecimiento; hay una anécdota que recibimos también en ese curso de For-
mación de Formadores, cuando una magistrada comentó: tengo un com-
pañero que un día llegó y nos dijo: no entiendo por qué me dicen que mi
personal me odia, si yo ni les dirijo la palabra, bien a veces hay esas
58
La Ética Judicial al servicio de México
59
Mariano Azuela Güitrón
6. Referencias
60
La Ética antropocéntrica y los
nuevos campos de la ética
---- • ----
Sumario
1. Introducción. 2. Bosquejo del antropocentrismo ético. 3. Nuevas tierras
a la vista. 4. Cotejo entre la ética antropocéntrica y la que requiere la nueva
era tecnológica. 5. Haz y envés de la tecno-ciencia. 6. Controles éticos en
la era tecno-científica. 7. Referencias
---- • ----
Resumen
Es fácil apreciar que estos “mínimos éticos” son, esencialmente, los
mismos principios de la ética clásica o antropocéntrica sólo que con
aplicaciones adecuadas a las nuevas realidades. Así por ejemplo, el
mínimo ético de “precaución” se identifica esencialmente, con la
milenaria virtud de la prudencia, sólo que el discernimiento de lo que
es bueno o malo se aplica a las investigaciones tecnológicas según sean
benéficas para el hombre y la naturaleza, o no lo sean.
Magistrado en Retiro de la Suprema Corte de Mexico, con 44 años de carrera judicial, fue
miembro de la Primera Comisión Iberoamericana de Etica Judicial 2006 2010. En el 2011
recibió el Premio Iberoamericano al Mérito Judicial.
61
Juan Díaz Romero
1. Introducción
La expresión, tomada del filósofo Hans Jonas, tiene que ver con una
característica que ha sido constante en la ética desde que apareció en la An-
tigüedad helénica y que se ha prolongado durante dos mil quinientos años,
hasta hace unos pocos lustros: Consiste en que durante todo ese tiempo
su materia de estudio se ha limitado, exclusivamente, al comportamiento
moral de los seres humanos en sociedad. Sólo hasta hace relativamente
poco tiempo los reflectores de la ética se han proyectado, también, más allá
del hombre, sobre campos insospechados como la biosfera, o inesperados
como la genética, a los que de manera sorpresiva nos ha conducido la
técnica moderna. Así pues, el calificativo de “antropocéntrico” que aquí se
usará, pretende distinguir la era de aquella ética clásica, de la que se refiere
a la responsabilidad que ahora tiene el hombre frente a la biosfera y a la
esencia genética del hombre en un futuro que ya comenzó, dominado por
la tecnociencia. (Jonas Hans, 2000).
De aquí que todas las normas, entre ellas las morales, ignoraran las obli-
gaciones hacia la naturaleza y se limitaran, exclusivamente, al ser humano
en sociedad.
62
La Ética antropocéntrica y los nuevos campos de la ética
Esta concepción del ser humano, como núcleo central exclusivo del
pensamiento ético, se mantuvo durante mucho tiempo.
63
Juan Díaz Romero
64
La Ética antropocéntrica y los nuevos campos de la ética
65
Juan Díaz Romero
66
La Ética antropocéntrica y los nuevos campos de la ética
Pero sin llegar a tales extremos dolosos, algunas características tan hu-
manas como la imprudencia y el descuido en el manejo de fuerzas tan
poderosas han ocasionado desastres históricos, como los accidentes en
las plantas nucleares de Three Mile Island, de Chernobil, y el reciente en
Fukushima; el desastre químico de Bhopal que mató a unas tres mil per-
sonas, el derrame de petróleo crudo en zonas marinas como el Ixtoc y el
Exxon; el calentamiento de la Tierra; la contaminación del medio ambien-
te (agua, tierra, aire); la extinción de muchas especies de fauna y flora, el
sacrificio por ánimo de lucro de elefantes y rinocerontes, etc.
67
Juan Díaz Romero
Seguir sin control con tales vanidades haría olvidar aquel proloquio
griego “el hombre es la medida de todas las cosas”, para imponer otro cier-
tamente humillante: “el hombre es una cosa”.
68
La Ética antropocéntrica y los nuevos campos de la ética
El control ético o jurídico de esta etapa tiene que superar varios proble-
mas. En primer lugar, lo que se denomina “imperativo tecnológico”, iden-
tificado como un impulso que conmina al hombre que alcanza un logro
técnico a dar, automáticamente, el siguiente paso con fines pragmáticos; es
como un incentivo con vida propia. (Linares, 2008 p. 382).
A lo anterior hay que agregar la férrea oposición que presentan los in-
tereses políticos del Estado o el afán de lucro de la iniciativa privada, si las
normas de control estorban sus fines.
69
Juan Díaz Romero
Lo malo es que tan bella proposición es tan general, que sirve de poco
porque no es de fácil aplicación práctica. No todos somos poetas.
Hay otros autores que son más sistemáticos y más específicos en porme-
norizar los principios éticos que deben aplicarse en este mundo tecnológi-
co, así como los medios de control a que deben sujetarse. Entre ellos debe
destacarse a Hans Jonas (1903-1993), cuya obra principal “El principio
de responsabilidad” parece haber inspirado a Jorge Enrique Linares para
proponer cuatro “mínimos éticos”, que son responsabilidad, precaución,
autonomía y justicia.
70
La Ética antropocéntrica y los nuevos campos de la ética
Es fácil apreciar que estos “mínimos éticos” son, esencialmente, los mis-
mos principios de la ética clásica o antropocéntrica sólo que con aplicacio-
nes adecuadas a las nuevas realidades. Así por ejemplo, el mínimo ético
de “precaución” se identifica esencialmente, con la milenaria virtud de la
prudencia, sólo que el discernimiento de lo que es bueno o malo se aplica
a las investigaciones tecnológicas según sean benéficas para el hombre y la
naturaleza, o no lo sean.
Augurio tan pesimista que implica la amenaza ontológica del “no ser”,
parece difuminarse con la esperanza que nos aporta un buen número de
convenciones internacionales, leyes, reglamentos, resoluciones y jurispru-
dencia. Entre otras declaraciones, las siguientes:
71
Juan Díaz Romero
Además, casi todos los países tienen, actualmente, leyes sobre ecología,
genética, clonación, reproducción asistida, etc., y también hay resolucio-
nes relativas a esos temas del Parlamento Europeo y del Consejo de Euro-
pa, así como interesante jurisprudencia.
7. Referencias
Jonas Hans. (2000). El principio de vida: hacia una biología filosófica. Edi-
torial Trotta.
72
La prueba y el trato justo
---- • ----
Sumario
1. Introducción. 2. Inclusión de la ética judicial como guía para operado-
res judiciales de Colombia. 3. Igualdad en el trato a las partes procesales.
4. Los límites de la prueba en delitos sexuales. 5. De la prueba en las dife-
rentes fases procesales. 6. Conclusión. 7. Referencias.
---- • ----
Resumen
No obstante el rigor técnico de la aducción probatoria que caracteriza
el sistema penal acusatorio, nuestra Corte Suprema de Justicia permite
excepcionalmente la admisión en el juicio oral de la prueba que no fue
descubierta ni solicitada en la fase preparatoria, cuando se desconoce su
existencia con anterioridad y cuando a pesar de conocerse antes del jui-
cio no resultaba evidente y obvia su solicitud. Empero, en ambos casos
condiciona el decreto de la prueba a que la omisión de descubrimiento
no sea imputable a la parte que la solicita.
73
Fernando Alberto Castro Caballero
1. Introducción
En esa medida, es claro el interés en nuestra nación por que los jueces
ejerzan sus funciones con estricto apego a los principios de independencia,
imparcialidad, idoneidad, cortesía judicial, transparencia, diligencia, ho-
nestidad y compromiso profesional, así como el de orientar sus decisiones
hacia la efectividad de la justicia material, postulados todos contenidos en
el Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial.
Cabe mencionar que esas exigencias han sido recogidas desde la propia
Constitución Nacional y desarrolladas por la Ley Estatutaria de la Admi-
nistración de Justicia, el Código Único Disciplinario, que rige para los ser-
vidores públicos, el recientemente aprobado Código General del Proceso y
los códigos de procedimiento expedidos en las diversas áreas del derecho,
donde se establecen los deberes de los distintos actores procesales, con las
condignas sanciones en caso de incumplimiento de los mismos.
74
La prueba y el trato justo
75
Fernando Alberto Castro Caballero
el año 2004, con el cual se implantó el sistema acusatorio y por ende la prác-
tica de las pruebas de manera oral, con el fin de mostrar, cómo a partir de las
realidades de mi patria, se viene coincidiendo con los principios contenidos
en el Capítulo V del Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial.
76
La prueba y el trato justo
Por tal motivo, nuestra Corte Constitucional señaló que frente a los
derechos de las víctimas en el nuevo esquema procesal penal, se hacía nece-
sario reconocerles su potestad de intervención en todas las fases de la actua-
ción procesal, en desarrollo del derecho de acceder a la justicia en condicio-
nes de igualdad, para la determinación de sus derechos de contenido civil,
pero también para conocer la realidad de los hechos y propugnar porque el
valor de la justicia se materialice.
77
Fernando Alberto Castro Caballero
78
La prueba y el trato justo
para obtener una decisión del juez de conocimiento favorable a sus intereses
que lleve al funcionario judicial a desestimar las peticiones, tanto de la
Fiscalía como de las víctimas” (Corte Suprema de Justicial, 2011).
79
Fernando Alberto Castro Caballero
80
La prueba y el trato justo
1
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 8 de julio de 2004,
radicación No. 21624.
81
Fernando Alberto Castro Caballero
Adicionalmente ha precisado
82
La prueba y el trato justo
83
Fernando Alberto Castro Caballero
6. Conclusión
7. Referencias
2
“los principios son mandatos de optimización, que están caracterizados por el hecho de
que puedan ser cumplidos en diferente grado, y que la medida debida de su cumplimiento
no sólo depende de las posibilidades reales sino también de las jurídicas”.
84
La prueba y el trato justo
85
Fernando Alberto Castro Caballero
86
Ética Judicial en Venezuela
“El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen, los
derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad”
Simón Bolívar
---- • ----
Sumario
1. Introducción. 2. La ética y su relación con la moral y la deontología.
3. La ética del juzgador. 4. Antecedentes legislativos. 5. Impacto de la
ética judicial en el juzgador. 6. Conclusiones. 7. Referencias.
---- • ----
87
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
Resumen
Mediante la ética del juzgador, se busca llegar a una identidad entre las
normas morales y las normas jurídicas, de tal forma que el legislador
vuelve normas jurídicas a las morales, formando un Código de Ética
cuyas características idóneas son alcanzadas a través del cultivo de las
virtudes judiciales.
1. Introducción
Para hablar de ética, necesariamente hay que relacionarla con las ramas
naturales que de ella se derivan como son la moral y la deontología, y si
queremos llegar a un sólido concepto de la ética judicial, debemos conectar
la moral con el derecho y precisar el alcance de la deontología jurídica.
88
Ética Judicial en Venezuela
Ahora bien, la ética debe ser práctica, las virtudes han de demostrarse
en la vida diaria. La ética judicial no puede limitarse a las buenas intencio-
nes de las normas jurídicas; el servicio de administración de justicia debe
ser cumplido por jueces de clara idoneidad técnica profesional e integridad
ética, con decisiones que salvaguarden la dignidad de las personas, espe-
cialmente de los sectores vulnerables.
Mediante la ética del juzgador, se busca llegar a una identidad entre las
normas morales y las normas jurídicas, de tal forma que el legislador vuelve
normas jurídicas a las morales, formando un Código de Ética cuyas caracte-
rísticas idóneas son alcanzadas a través del cultivo de las virtudes judiciales.
89
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
90
Ética Judicial en Venezuela
4. Antecedentes legislativos
91
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
92
Ética Judicial en Venezuela
93
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
94
Ética Judicial en Venezuela
95
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
96
Ética Judicial en Venezuela
6. Conclusiones
97
Ana Cecilia Zulueta Rodríguez
cuales disponen para hacer valer sus denuncias, sin soslayar los esfuerzos
que día a día realizamos para optimizar el desarrollo de la función juris-
diccional introduciendo mecanismos adecuados al procedimiento y a las
necesidades que van surgiendo.
7. Referencias
98
La Ética Judicial en Iberoamérica
Eber Betanzos
---- • ----
Sumario
---- • ----
Resumen
“...A través del Código Iberoamericano de Ética Judicial , el cual obliga
a los órganos jurisdiccionales federales integrantes de la Cumbre Judi-
cial Iberoamericana, señalándose en este instrumento -en su exposición
de motivos una concepción de ética judicial extensiva...”
99
Eber Betanzos
1. La ética
100
La Ética Judicial en Iberoamérica
2. La justicia
Cabe comentar que ayer como hoy, una respuesta uniforme sobre el
problema de la justicia no se ha producido lo que no demerita el análisis
pro tempore de ésta idea-, por lo que el concepto seguirá evolucionando
junto con el pensamiento del hombre ahora y en la posteridad.
101
Eber Betanzos
102
La Ética Judicial en Iberoamérica
3. El camino de la ética
103
Eber Betanzos
104
La Ética Judicial en Iberoamérica
105
Eber Betanzos
106
La Ética Judicial en Iberoamérica
6. El caso Iberoamericano
107
Eber Betanzos
otras, de cara a alcanzar lo que podría llamarse el “mejor” juez posible para
nuestras sociedades. La ética judicial incluye los deberes jurídicos que se
refieren a las conductas más significativas para la vida social, pero preten-
de que su cumplimiento responda a una aceptación de los mismos por
su valor intrínseco, esto es, basada en razones morales; además, completa
esos deberes con otros que pueden parecer menos perentorios, pero que
contribuyen a definir la excelencia judicial. De lo cual se sigue que la ética
judicial supone rechazar tanto los estándares de conducta propios de un
“mal” juez, como los de un juez simplemente “mediocre” que se conforma
con el mínimo jurídicamente exigido.
108
La Ética Judicial en Iberoamérica
Se trata de una actividad interna, la cual lleva al jurista a decidir por las
conductas correctas en cada caso, ejerciendo la prudencia —estrechamente
ligada a la virtud de la justicia— y atendiendo cuidadosamente en sus ac-
tuaciones al deber de respeto al principio de seguridad jurídica.
8. La ética
1
Discurso de aceptación del III Premio Iberoamericano de Ética Judicial en la XVII
Asamblea Plenaria de la Cumbre Judicial Iberoamericana. 27 de abril de 2012.
109
Eber Betanzos
9. Referencias
110
Ponencias
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en
el Estado constitucional de derechos y justicia
113
Lucy Blacio Pereira
Resumen
“La principal función de las normas éticas es obtener de la administra-
ción de justicia, la certeza de que dentro del tratamiento de los procesos
judiciales, los jueces y juezas se encargarán de resolver de forma objeti-
va, en función del ordenamiento jurídico y de los hechos llevados a su
conocimiento, sin que exista interferencias externas, interpretaciones
subjetivas, actitudes preferentes, y cualquier otro comportamiento, por
parte de los jueces y juezas que vicie su imparcialidad y el trato de tercer
imparcial que deben brindar a las y los usuarios de la administración de
justicia”.
1
Constitución de la República del Ecuador.- Art. 1.- El Ecuador es un Estado consti-
tucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario,
intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de
manera descentralizada. La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento
de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de
participación directa previstas en la Constitución. Los recursos naturales no renovables
del territorio del Estado pertenecen a su patrimonio inalienable, irrenunciable e impres-
criptible. El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrá-
tico, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza
en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. La soberanía radica en el
pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos
del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución.
Los recursos naturales no renovables del territorio del Estado pertenecen a su patrimonio
inalienable, irrenunciable e imprescriptible.
114
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
2
Constitución de la República del Ecuador, el más alto deber del Estado es respetar y hacer
respetar los derechos consagrados en la Constitución y los derechos humanos.
115
Lucy Blacio Pereira
Como primera conclusión puedo señalar que los jueces y juezas en el Ecua-
dor, y me permito decir que en Latinoamérica, tienen herramientas constitu-
cionales sólidas (normas principios y normas reglas) que sirven para resolver
casos concretos y que limitan sus actuaciones en función de minimizar las
resoluciones irracionales que no brinden certeza jurídica a las personas.
116
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
Considero necesario analizar otro aspecto, que desde hace poco ha co-
menzado a tomarse en cuenta en el Ecuador, y que se refiere al aspecto
subjetivo de la Función Judicial, a la parte intrínseca de los jueces y juezas,
y sus actuaciones personales.
3
Código Iberoamericano de Ética Judicial, artículo 1-82.
117
Lucy Blacio Pereira
4
Ibídem, artículo 1.- Las instituciones que, en el marco del Estado constitucional, ga-
rantizan la independencia judicial no están dirigidas a situar al juez en una posición de
privilegio. Su razón de ser es la de garantizar a los ciudadanos el derecho a ser juzgados
con parámetros jurídicos, como forma de evitar la arbitrariedad y de realizar los valores
constitucionales y salvaguardar los derechos fundamentales.
5
Ibídem, artículos: 2.- El juez independiente es aquel que determina desde el Derecho
vigente la decisión justa, sin dejarse influir real o aparentemente por factores ajenos al
Derecho mismo; 3.- El juez, con sus actitudes y comportamientos, debe poner de ma-
nifiesto que no recibe influencias -directas o indirectas- de ningún otro poder público
o privado, bien sea externo o interno al orden judicial. 4.- La independencia judicial
implica que al juez le está éticamente vedado participar de cualquier manera en actividad
política partidaria.
6
Ibídem, artículos: 5.- El juez podrá reclamar que se le reconozcan los derechos y se le
suministren los medios que posibiliten o faciliten su independencia; 6.- El juez tiene el
derecho y el deber de denunciar cualquier intento de perturbación de su independencia.
118
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
7
Ibídem, artículos: artículo 7.- Al juez no sólo se le exige éticamente que sea independiente
sino también que no interfiera en la independencia de otros colegas; artículo. 8.- El juez
debe ejercer con moderación y prudencia el poder que acompaña al ejercicio de la función
jurisdiccional.
8
Ibídem, artículos: 9.- La imparcialidad judicial tiene su fundamento en el derecho de los
justiciables a ser tratados por igual y, por tanto, a no ser discriminados en lo que respecta
al desarrollo de la función jurisdiccional. 10.- El juez imparcial es aquel que persigue con
objetividad y con fundamento en la prueba la verdad de los hechos, manteniendo a lo lar-
go de todo el proceso una equivalente distancia con las partes y con sus abogados, y evita
todo tipo de comportamiento que pueda reflejar favoritismo, predisposición o prejuicio.
11.- El juez está obligado a abstenerse de intervenir en aquellas causas en las que se vea
comprometida su imparcialidad o en las que un observador razonable pueda entender que
hay motivo para pensar así. 12.- El juez debe procurar evitar las situaciones que directa o
indirectamente justifiquen apartarse de la causa. 13.- El juez debe evitar toda apariencia
de trato preferencial o especial con los abogados y con los justiciables, proveniente de su
propia conducta o de la de los otros integrantes de la oficina judicial.
119
Lucy Blacio Pereira
ANEXO
Principios de la Ética Judicial Iberoamericana.
CAPÍTULO I
Independencia
120
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
Art. 8º.- El juez debe ejercer con moderación y prudencia el poder que
acompaña al ejercicio de la función jurisdiccional.
CAPÍTULO II
Imparcialidad
Art. 10.- El juez imparcial es aquel que persigue con objetividad y con
fundamento en la prueba la verdad de los hechos, manteniendo a lo largo
121
Lucy Blacio Pereira
de todo el proceso una equivalente distancia con las partes y con sus abo-
gados, y evita todo tipo de comportamiento que pueda reflejar favoritismo,
predisposición o prejuicio.
Art. 12.- El juez debe procurar evitar las situaciones que directa o indi-
rectamente justifiquen apartarse de la causa.
Art. 14.- Al juez y a los otros miembros de la oficina judicial les está
prohibido recibir regalos o beneficios de toda índole que resulten injustifi-
cados desde la perspectiva de un observador razonable.
Art. 16.- El juez debe respetar el derecho de las partes a afirmar y con-
tradecir, en el marco del debido proceso.
CAPÍTULO III
Motivación
122
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
impugnaciones procesales, el adecuado control del poder del que los jueces
son titulares y, en último término, la justicia de las resoluciones judiciales.
Art. 22.- El juez debe motivar sus decisiones tanto en materia de he-
chos como de Derecho.
Art. 23.- En materia de hechos, el juez debe proceder con rigor analí-
tico en el tratamiento del cuadro probatorio. Debe mostrar en concreto lo
que aporta cada medio de prueba, para luego efectuar una apreciación en
su conjunto.
123
Lucy Blacio Pereira
CAPÍTULO IV
Conocimiento y Capacitación
Art. 34.- El juez debe esforzarse por contribuir, con sus conocimientos
teóricos y prácticos, al mejor desarrollo del Derecho y de la administración
de justicia.
124
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
CAPÍTULO V
Justicia y Equidad
Art. 40.- El juez debe sentirse vinculado no sólo por el texto de las
normas jurídicas vigentes, sino también por las razones en las que ellas se
fundamentan.
CAPÍTULO VI
Responsabilidad institucional
125
Lucy Blacio Pereira
Art. 45.- El juez debe denunciar ante quien corresponda los incumpli-
mientos graves en los que puedan incurrir sus colegas.
CAPÍTULO VII
Cortesía
126
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
Art. 52.- El juez debe mostrar una actitud tolerante y respetuosa hacia
las críticas dirigidas a sus decisiones y comportamientos.
CAPÍTULO VIII
Integridad
Art. 53.- La integridad de la conducta del juez fuera del ámbito estricto
de la actividad jurisdiccional contribuye a una fundada confianza de los
ciudadanos en la judicatura.
CAPÍTULO IX
Transparencia
Art. 59.- El juez debe comportarse, en relación con los medios de co-
municación social, de manera equitativa y prudente, y cuidar especialmen-
te de que no resulten perjudicados los derechos e intereses legítimos de las
partes y de los abogados.
Art. 60.- El juez debe evitar comportamientos o actitudes que puedan en-
tenderse como búsqueda injustificada o desmesurada de reconocimiento social.
127
Lucy Blacio Pereira
CAPÍTULO X
Secreto profesional
Art. 64.- Los jueces habrán de servirse tan solo de los medios legítimos
que el ordenamiento pone a su alcance en la persecución de la verdad de
los hechos en los actos de que conozcan.
Art. 65.- El juez debe procurar que los funcionarios, auxiliares o em-
pleados de la oficina judicial cumplan con el secreto profesional en torno a
la información vinculada con las causas bajo su jurisdicción.
Art. 66.- El deber de reserva y secreto profesional que pesa sobre el juez
se extiende no sólo a los medios de información institucionalizados, sino
también al ámbito estrictamente privado.
CAPÍTULO XI
Prudencia
128
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
Art. 70.- El juez debe mantener una actitud abierta y paciente para
escuchar o reconocer nuevos argumentos o críticas en orden a confirmar o
rectificar criterios o puntos de vista asumidos.
Art. 71.- Al adoptar una decisión, el juez debe analizar las distintas al-
ternativas que ofrece el Derecho y valorar las diferentes consecuencias que
traerán aparejadas cada una de ellas.
CAPÍTULO XII
Diligencia
Art. 74.- El juez debe procurar que los procesos a su cargo se resuelvan
en un plazo razonable.
Art. 75.- El juez debe evitar o, en todo caso, sancionar las actividades
dilatorias o de otro modo contrarias a la buena fe procesal de las partes.
Art. 76.- El juez debe procurar que los actos procesales se celebren con
la máxima puntualidad.
Art. 78.- El juez debe tener una actitud positiva hacia los sistemas de
evaluación de su desempeño.
129
Lucy Blacio Pereira
CAPÍTULO XIII
Honestidad profesional
Art. 80.- El juez tiene prohibido recibir beneficios al margen de los que
por Derecho le correspondan y utilizar abusivamente o apropiarse de los
medios que se le confíen para el cumplimiento de su función.
Art. 82.- El juez debe adoptar las medidas necesarias para evitar que
pueda surgir cualquier duda razonable sobre la legitimidad de sus ingresos
y de su situación patrimonial.
PARTE II
Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
130
La responsabilidad ética de las Juezas y los Jueces en el Estado constitucional de derechos y justicia
131
Lucy Blacio Pereira
Art. 92.- Las solicitudes de asesoría o cualquier otra petición de los ór-
ganos integrantes de la Cumbre Judicial Iberoamericana o los de la propia
Cumbre Judicial deberán dirigirse a la Secretaría Ejecutiva.
Art. 93.- Una vez recibida una solicitud o petición, la Secretaría Eje-
cutiva, en el plazo de 72 horas, deberá ponerla en conocimiento de los
integrantes de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial.
132
La ética y los pueblos indígenas
---- • ----
Sumario
1.- Plataforma Ancestral de los Pueblos Indígenas. 2.- Cosmovisión
Indígena. 3.- La Ética desde el Occidente. 4.- La Ética desde los pueblos
Indígenas. 5.- El Sumak Kawsay como Principio Supremo de Existencia.
6.- Visión Sur Americana de lo Ético con enfoque Intercultural.
7.- Referencias.
---- • ----
Mujer Kichwa del pueblo Waranka de la Provincia de Bolívar, Doctora en Jurisprudencia y abogada
de los Tribunales por la Universidad Central del Ecuador, Especialista en Derechos Colectivos por la
Universidad Andina Simón Bolívar, Especialista en Derecho Penal y Justicia Indígena, Magister en
Derecho Penal y Criminología por la Universidad Autónoma Regional de los Andes- Ambato, Experta
en Pueblos Indígenas, Derechos Humanos y Cooperación Internacional por la Universidad Carlos
III de Madrid-España, Ex Asesora de varias organizaciones campesinas e indígenas de la provincia de
Bolívar y a nivel nacional, Ex consultora de varios organismos nacionales e internacionales, ex Asesora
Parlamentaria del Congreso Nacional, Ex Jueza de Garantías Penales de Tránsito de Bolívar, actual
Jueza de la Corte Nacional de Justicia del Ecuador.
133
Mariana Yumbay Yallico
134
La ética y los pueblos indígenas
Los aspectos que aún siguen vigentes en la existencia de los pueblos indí-
genas, son aquellas relacionadas con una vida comunitaria y solidaria en con-
traposición al sistema individualista, una relación más armónica, respetuosa
y equilibrada del ser humano con la naturaleza en contraste a la idea de que
el hombre tiene la misión de “dominar el mundo” y por ende propietario de
la naturaleza con facultad hasta para destruirla, un sistema de organización
social participativa a diferencia de un sistema representativo, etc.
De manera que, a partir del año de 1492 la situación para las civili-
zaciones ancestrales cambió rotundamente al decir de ellos, “anocheció al
medio día” frase que encierra el proceso de sometimiento y explotación de
los pueblos ancestrales por parte de los españoles, quienes llegaron para
imponer una religión y la consecución de la riqueza, es decir “...estuvo deter-
minada por las necesidades de desarrollo capitalista monopólico específicamente
135
Mariana Yumbay Yallico
136
La ética y los pueblos indígenas
2. Cosmovisión Indígena
137
Mariana Yumbay Yallico
138
La ética y los pueblos indígenas
139
Mariana Yumbay Yallico
Jhon Stuart Mill, habla del utilitarismo como una forma para la iden-
tificación del bien y del mal, relaciona el bien con lo útil y el mal con lo
inútil, en este sentido la ética estaría encaminada a satisfacer a la mayoría
de personas buscando la utilidad máxima, logrando disgustar a un número
reducido.
Algunos positivistas como por ejemplo José Ramón Ayllon, y otros con-
sideran que la ética nace de la ley escrita dejando a un lado los sentimientos
y las emociones como plantean algunos autores, según él, la ley nace de
la razón de los legisladores que son personas que se encargan de elaborar
la ley, sin embargo, podría haber la posibilidad de que la ley nazca de un
acuerdo al que han llegado las partes, esta posición es refutada por Nietzs-
che, quien parte de la paradoja de que “si quieres vivir no debes de pensar
porque si piensas no vivirás,” por lo tanto es partidario del irracionalismo,
considera que la razón no puede lograr la verdad del conocimiento.
140
La ética y los pueblos indígenas
Por otro lado la ética dialógica es importante ya que el diálogo entre las
personas a fin de garantizar una convivencia armónica a partir de ciertos
acuerdos o pactos que podrían darse por conveniencia y beneficio para
todos. La positivización de las normas morales y éticas no es la solución
para que tenga vigencia más que eso, es importante que las personas inte-
rioricen aquellas normas y sepan que es beneficioso actuar éticamente para
bien de la humanidad.
141
Mariana Yumbay Yallico
Estos principios y normas que orientan la vida surgen como una cons-
trucción colectiva y consensuada, la misma que es experimentada, recreada
y validada durante cientos de años de existencia y transmitida de genera-
ción en generación, en base a la memoria y consciencia colectiva, lo fun-
damental de esta situación es que todo lo producido de manera colectiva
goza también de la legitimidad y respeto de todos.
142
La ética y los pueblos indígenas
143
Mariana Yumbay Yallico
los pueblos indígenas las normas que regulan las actuaciones constituyen
un deber cósmico que refleja un orden universal del que el ser humano
forma parte.
144
La ética y los pueblos indígenas
Ama killa, significa no ser ocioso, vago, perezoso, tiene relación con el
derecho al trabajo y al desarrollo, la falta a este principio afecta de manera
directa al desarrollo de la familia y la comunidad, por eso para los pue-
blos indígenas es fundamental participar en la minka y en otras acciones
y actividades familiares y comunitarias, no es posible que una persona o
miembro familiar se encuentre inactivo y por ende sin hacer absolutamen-
te nada, pues, una persona que no trabaja es castigado por holgazán.
145
Mariana Yumbay Yallico
146
La ética y los pueblos indígenas
“El Sumak Kawsai o Buen Vivir tiene que ver con una serie de
derechos y garantías sociales, económicas y ambientales, ...plasmado
en los principios orientadores del régimen económico, que se caracte-
rizan por promover una relación armoniosa entre los seres humanos
individual y colectivamente, así como con la Naturaleza.” (pág. 7).
147
Mariana Yumbay Yallico
Se observa que los pueblos en América del Sur, mediante los meca-
nismos democráticos, intentan definir sistemas de gobiernos ideales, sin
embargo, surgen dificultades debido a que ningún gobierno puede resultar
satisfactorio para todos, pero existen algunos elementos importantes que
148
La ética y los pueblos indígenas
149
Mariana Yumbay Yallico
Una ética desde América del Sur con visión intercultural debe superar
las posiciones etno-céntricas y supraculturalistas, y permitir que las rea-
lidades culturales e históricas de los diversos pueblos sean respetados y
sus experiencias y conocimientos interactúen y se relacionen de manera
igualitaria.
150
La ética y los pueblos indígenas
7. Referencias
Acosta, A., & Martínez, E. (2009). “El buen vivir; una vía para el desarro-
llo”. Quito: Abya Yala.
151
Mariana Yumbay Yallico
152
Ética... ¿Cuál Ética?
---- • ----
Sumario
1. Ética... ¿Cuál Ética? 2. ¿Y el Derecho qué? 3. El buen vivir como
alternativa de vida. 4. Hacia una praxis de la ética profesional judicial.
---- • ----
153
Johnny Ayluardo Salcedo
Resumen
“El estudio de la ética no tiene porqué convertirse en un ejercicio in-
telectual metafísico, sino todo lo contrario, pues, si bien es cierto que
es importante desentrañar su dimensión teórica, lo más trascendente y
verdaderamente importante radica en la posibilidad de su realización
práctica, de manera general en su utilidad para la convivencia armónica,
en el marco de buenas prácticas sociales, y particularmente un ejercicio
profesional decente”.
“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Timoteo. 3:14-17.
154
Ética... ¿Cuál Ética?
155
Johnny Ayluardo Salcedo
Son muy pocas las voces que, con toda autoridad, señalan que la vía
para superar la crisis generalizada que azota a la humanidad está dada en la
regeneración de valores sociales que redunden en mejores prácticas.
Bien vale analizar entonces el papel que cumplen los medios comuni-
cacionales en este proceso de desarticulación de valores. Deben potenciarse
los espacios en el que se evalúen los efectos perniciosos, que el consumo
desmedido de productos noticiosos, sin estándar de calidad, responsabili-
dad y veracidad, contamos a nuestro alcance.
156
Ética... ¿Cuál Ética?
Pero, todo aquello no ha sido visto con sentido crítico porque a quienes
les corresponde por naturaleza ejercer tal sentido han actuado con indife-
rencia y han tenido complacencia con todo lo imperante.
157
Johnny Ayluardo Salcedo
2. ¿Y el derecho qué?
158
Ética... ¿Cuál Ética?
Para que el Derecho sea —si es que no ha logrado serlo aún, o ha fra-
casado en su propósito— una herramienta adecuada en la solución de los
conflictos personales y sociales no es suficiente que se sustente sólo en su
fuerza coercitiva o coactiva, sino, fundamentalmente, es necesario que el
Derecho sea sustancialmente “justo”, pues allí radica su verdadero poten-
cial legitimador, asunto que podría parecer un contrasentido.
159
Johnny Ayluardo Salcedo
La filosofía del “Buen Vivir” empieza por cuestionar los valores sociales
imperantes que nos han conducido al consumismo como forma y estilo de
160
Ética... ¿Cuál Ética?
La crisis (material y espiritual) nos está obligando cada vez con mayor
urgencia a encontrar una salida sistémica al problema, para que ubique al
ser humano y su dignidad en el centro de las atenciones y prioridades de
su propio quehacer.
Ya existen voces cada vez más claras y elocuentes que comienzan a asi-
milar el Buen Vivir como opción contestataria al statu quo mundial, par-
ticularmente en nuestro país encontramos manifestaciones teóricas, pero
sobre todo vivenciales, que le dan significado a lo que nuestra Constitu-
ción reconoce como Derecho (así con mayúscula) del Buen Vivir.
Muestra de ello es aquella reflexión hecha pública que nos dice que para
comprender este planteamiento partimos del Buen Vivir como una propues-
ta integral de nueva sociedad, que articula los aspectos sociales, económicos,
culturales y políticos, permitiendo a las personas y colectividades su reali-
zación plena y continuidad en un entorno social, democrático, solidario y
ambientalmente saludable. (Patricio Carpio Benalcázar, El Telégrafo, 2014).
161
Johnny Ayluardo Salcedo
Bien vale la pena prestar atención a uno de los no muy nuevos intentos
por normar la conducta profesional del abogado, a través del Código de
Ética Profesional conocido como “Avellán Ferres” en homenaje al ilustre
jurisconsulto, que desarrolla un conjunto de principios para el ejercicio
profesional del derecho.
162
Ética... ¿Cuál Ética?
163
Johnny Ayluardo Salcedo
164
Ética... ¿Cuál Ética?
165
Los Jueces o Magistrados
y su rol en la sociedad
---- • ----
Sumario
---- • ----
167
Merck Benavides Benalcázar
Resumen
Es de trascendental importancia hacer referencia a la ética que debe
tener el juez o magistrado donde se debe priorizar de manera especial
su independencia judicial, que permita garantizar los derechos de
los ciudadanos y fundamentalmente a ser juzgados considerando los
parámetros jurídicos determinados en la Constitución de la república,
tratados y acuerdo internacionales y la ley, con la finalidad de evitar la
arbitrariedad y de esta forma hacer efectivos los valores constitucionales,
relacionados con los derechos humanos de los ciudadanos.
168
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
169
Merck Benavides Benalcázar
170
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
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Merck Benavides Benalcázar
172
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
Como otro de los derechos que la ley reconoce a los jueces, se puede
decir que es la estabilidad en sus cargos, esto como una retribución a la ap-
titud o capacidad demostrada para ejercer el cargo, por cuanto la remoción
debe aplicarse únicamente cuando: “Haya demostrado un mal desempeño y
se acrediten graves actos de inconducta que afecten seriamente al ejercicio de
la función”. (Chersi, pág. 125). Por lo tanto, se puede decir que mientras
el juez demuestre buena conducta, idoneidad, capacidad y eficiencia en su
función, sin ocasionar perjuicio a la confiabilidad del Función Judicial, su
buen desempeño será una garantía suficiente para su estabilidad laboral.
173
Merck Benavides Benalcázar
174
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
175
Merck Benavides Benalcázar
proceso...” (Abarca. Pág. 42). De manera que, al ser nuestro país un Estado
Social de Derecho, la misión del juez es cumplir en forma inexorable, pro-
gresiva, y urgente las declaraciones que constan en los textos constitucio-
nales, internacionales y legales, transformando dichas situaciones en una
realidad tangible, es decir, donde impere el respeto a los derechos humanos
de los sujetos procesales que se encuentran litigando en una causa penal.
176
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
Los jueces al ser parte integrante de la Función Judicial y por ende fun-
cionarios públicos, tienen responsabilidades frente a los particulares por la
deficiente prestación de sus servicios, o por actuar en contra de la ley, así
lo manifiesta el tratadista argentino Roberto Berizonce quien dice: “Todos
los jueces son responsables ante la ley de la más pequeña agresión contra los de-
rechos de las personas así como por separarse del orden de proceder que en ellas
se establece”. (Berizonce, pág. 514). Por lo tanto, estos funcionarios están
sujetos a lo que dispone el artículo 11 numeral 9 de la Constitución de
la República, esto es que deben respetar y hacer respetar los derechos ga-
rantizados por la Constitución, y fundamentalmente los jueces que tienen
jurisdicción y competencia en materia penal, serán responsables por deten-
ciones arbitrarias, error judicial, inadecuada administración de justicia y
en el caso de ser condenado el Estado, habrá repetición en contra de ellos.
De manera que: “La actuación del juez como funcionario está sometida
a una triple responsabilidad: civil, cuando causa daño en el desempeño de su
función, siendo de aplicación el régimen general de los funcionarios públicos,
responsabilidad disciplinaria o administrativa; y por último, responsabilidad
penal”. (Berizonce, pág. 514). Como manifiesta este tratadista, en el orde-
namiento jurídico vigente en el país, los jueces tienen responsabilidad de
carácter civil, o la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados al
titular del derecho conculcado; de carácter penal, por el cometimiento de
algún delito; y, de carácter administrativo, esto es, la sanción disciplinaria
hasta con la destitución del cargo según la falta y después de la tramitación
del respectivo sumario donde debe cumplirse el debido proceso y respetar-
se de manera especial el derecho de defensa.
177
Merck Benavides Benalcázar
178
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
Por lo expuesto, es preciso decir: “Un juez imparcial es aquel que no está
comprometido con ninguna de las partes, que juzga sólo en aras de la justicia,
sin interés en que gane uno u otro de los contendientes; para el cual la prueba no
es del proceso ni del juez, como se creía en la vieja concepción inquisitiva, sino
que, como lo afirma DAMASKA, son las pruebas llevadas por las partes, por
la Fiscalía y por la defensa”. (Arias, 2007, pág. 198). La integridad del juz-
gador garantiza una correcta administración de justicia y esto significa que
sus actuaciones judiciales deben ser sin favoritismo, predisposición o pre-
juicio, sino cumplir sus obligaciones con apego a las normas, principios y
garantías constitucionales y legales, a su razonamiento lógico jurídico y a su
capacidad intelectual de los casos puestos a su jurisdicción y competencia.
179
Merck Benavides Benalcázar
Dicho de otra manera “La función social del juez ha de estar en la realidad
social de su tiempo. Ni los pasados fueron mejores, ni los futuros serán peores.
Es el momento presente, con sus circunstancias políticas, históricas, laborales,
conflictivas, de falta de trabajo, de enfermedad y de grandes desigualdades,
donde el Juez tiene que ejercer su función, ante todo, social”. (www.arbil.org/
(30) juez.htm). Por lo tanto, un juez es un ser humano, sumido en cuantos
problemas afectan a la sociedad que le rodea, consciente de que tiene una
vocación especial que constituye algo más que un medio de vida o una
profesión, teniendo en cuenta que es un llamado a defender la ley, la Cons-
titución, los tratados y acuerdos internacionales, y de manera especial, a los
más necesitados del amparo jurídico, como los ausentes, los desaparecidos,
los incapaces, las personas marginadas y aquellas que aunque hayan come-
tido errores o delitos en su vida, se les debe ayudar a encaminarse hacia un
futuro de convivencia en una sociedad de paz y justicia y ésta obligación de
enrumbar a la sociedad por el camino del bien, es una de las misiones del
juez como parte integrante de la sociedad.
180
Los Jueces o Magistrados y su rol en la sociedad
2. Referencias
Beccaria, Cesare (1764) “De los Delitos y las Penas”. Editorial Heliasta,
Roma - Italia.
181
Merck Benavides Benalcázar
182
El juez feliz desde la perspectiva
Aristotélica o de la simple realidad
“Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad”
Aristóteles
183
Vicente Tiberio Robalino Villafuerte
---- • ----
Sumario
1. La ética aristotélica. 2. Referencias
---- • ----
Resumen
“El juez o la jueza tiene una función que le es específica dentro del
sistema de justicia, sería obvio argumentar que cuando realiza de forma
perfecta esta labor alcanza la felicidad. Sin embargo, cuando explora-
mos con mayor detenimiento esta afirmación nos encontramos con pre-
guntas, cuya respuesta no intento formular complectivamente, en este
brevísimo artículo, pretendo más bien dejar planteadas interrogantes y
algún esbozo de posibles caminos”
1. La ética aristotélica
184
El juez feliz desde la perspectiva Aristotélica o de la simple realidad
185
Vicente Tiberio Robalino Villafuerte
¿Puede una juez o un juez ser feliz, como cuando una escritora o un
escritor termina su obra intelectiva y ve el fruto concreto, apreciado por to-
dos y todas, llegando incluso a percibir su perfeccionamiento como obrero
de la palabra, o el médico que terminada su intervención con éxito se sien-
te satisfecho de salvar una vida, siendo un reflejo de su perfeccionamiento?
1
Respecto al informe de Naciones Unidas sobre la felicidad.
186
El juez feliz desde la perspectiva Aristotélica o de la simple realidad
y ante lo cual, con los elementos probatorios puestos ante su razón, debe
decidir quien posee, por lo menos, la razón sino la verdad.
2
El Código Orgánico de la Función Judicial del Ecuador considera que sí: Artículo 21.-
PRINCIPIO DE PROBIDAD.- La Función Judicial tiene la misión sustancial de conser-
var y recuperar la paz social; garantizar la ética laica y social como sustento del quehacer
público y el ordenamiento jurídico; y, lograr la plena eficacia y acatamiento del ordena-
miento jurídico vigente. (Código Orgánico de la Función Judicial, 2009).
Toda servidora y servidor de la Función Judicial en el desempeño de sus funciones obser-
vará una conducta diligente, recta, honrada e imparcial.
187
Vicente Tiberio Robalino Villafuerte
evitan dialogar sobre sus decisiones pasadas, es que éstas más que vinculan-
tes para las partes, lo son para la vida de quien las tomó.
188
El juez feliz desde la perspectiva Aristotélica o de la simple realidad
“Un ser racional no puede dejar de sentirse urgido a contribuir con su ac-
ción a la existencia de un mundo en el que los que merecen ser felices, además
de merecerlo, puedan llegar de verdad a serlo. Eso es lo que la razón considera-
ría un orden justo.” (Felicidad y justicia).
189
Vicente Tiberio Robalino Villafuerte
En este sentido al menos el juez o jueza puede asumir que hizo “bien”
o que su decisión es la más correcta en determinado caso, pero no podrá
sentirse feliz por haber dictado sentencia, sino sentirse a lo mucho justo.
Esto porque quien juzga ha asumido un riesgo que implica su decisión y el
impacto consecuente que tiene en el orden social, impacto no buscado, así
pues el juez o jueza que se siente feliz por decidir en casos “importantes”
desconoce que la felicidad es impropia a su labor o simplemente no es juez
o jueza, aunque ejerza tal rol.
2. Referencias
190
La Cumbre Judicial Iberoamérica,
La Comisión Iberoamericana de
Ética Judicial y la Ética Judicial en el Ecuador
---- • ----
Sumario
1. Introducción. 2. La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial. 3. Prin-
cipios del Código Iberoamericano de Ética Judicial. 4. Los Fines de la
Comisión Iberoamericana de Ética Judicial. 5. Las Normas de Funciona-
miento de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial. 6. Curso Virtual
de Ética Judicial. 7. Premio Iberoamericano al Mérito Judicial. 8. Concur-
so Internacional de Trabajo Monográfico. 9. La Ética Judicial en Ecuador.
10. Referencias
---- • ----
191
Jorge M. Blum Carcelén
Resumen
Cuando la administración de justicia del Ecuador, se encontraba, hace
varias décadas, abandonada a su suerte, politizada en sumo grado, por
supuestos líderes políticos, que la mangoneaban según sus caprichos y
contra toda norma racional de derecho, violando principios constitucio-
nales internos, como los tratados y convenios internacionales de derechos
humanos, reconocidos por el país, por el temor reinante que imprimie-
ron en los operadores de justicia, en quienes se evidenció la pérdida del
principio de independencia, obtenían sentencias, que en su mayoría eran
injustas, pero a las que se les daba la característica de verdaderas, cuando
en realidad se apartaban de lo constituye el afán de justicia, podemos
afirmar que se perdieron los principios éticos del judicial.
1. Introducción
192
La Cumbre Judicial Iberoamérica, La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
193
Jorge M. Blum Carcelén
194
La Cumbre Judicial Iberoamérica, La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
195
Jorge M. Blum Carcelén
La ética del judicial incluye los deberes jurídicos, que se refieren a las
conductas más significativas para la vida social, cuyo cumplimiento debe
basarse en razones morales, buscando la excelencia judicial, rechazando los
estándares de conducta propios de un “mal juez”, como los de un “juez
mediocre”, que se conforma con el mínimo jurídicamente exigido, consti-
tuyéndose el Código de Ética, en un mensaje que el Poder Judicial envía a
la sociedad, en forma voluntaria, para asumir un compromiso por la exce-
lencia en la prestación del servicio de justicia; ya que el juez, no sólo debe
preocuparse por “ser”, según la dignidad propia del poder conferido, sino
también por “parecer”, para no mantener las dudas existentes de la forma
en que se cumple dicho servicio.
La ética judicial debe aplicarse desde una lógica ponderativa que busca
un punto razonable de equilibrio, entre unos y otros valores. Entre los
valores de juez como ciudadano y titular de un poder, cuyo ejercicio reper-
cute en los bienes e intereses de individuos concretos y de la sociedad en
general, por ello, el ejercicio de la Función Judicial no debe ser arbitrario,
aunque en ocasiones debe ejercer un poder discrecional, que implica ries-
gos, que requieren el concurso de la ética, donde van a destacarse sus cua-
lidades o hábitos de conducta y su excelencia profesional, constituyendo
estos principios éticos, en el núcleo de la excelencia judicial.
196
La Cumbre Judicial Iberoamérica, La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
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Jorge M. Blum Carcelén
Sumado a ello, como uno de los ejes más importantes del programa
de reestructuración, está el de talento humano, donde sin lugar a dudas, se
encuentra el verdadero cambio que demanda el pueblo ecuatoriano, para
que el servidor o servidora judicial, desde la ubicación donde se encuentre
como amanuense, oficial mayor, secretario, juez o jueza de primer nivel,
de Corte Provincial o Nacional, entienda que éste no es un trabajo como
cualquier otro, que la labor judicial demanda sacrificio, mística de trabajo,
206
La Cumbre Judicial Iberoamérica, La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
que se es judicial todos los días y todas las horas del día, no solo los labora-
bles, que ya no es un ser común y corriente, que ha pasado a convertirse en
un baluarte para la sociedad, que todos los actos de su vida pública, como
privada, deben estar enmarcados en altísimos valores éticos y morales, que
debe primar en su comportamiento la humildad, la buena voluntad de
todo ser humano, entender el dolor ajeno, debe expresarse con cortesía, su
norma de conducta debe ser correcta, como una persona de bien, el trato
hacia sus compañeros, como al de los usuarios, no puede ser despótico,
hiriente o despectivo, sus decisiones deben ser tomadas con entereza y soli-
dez, a veces con dureza, pero en ningún momento con grosería, insolencia
o maldad, debe comportarse de un buen padre de familia, porque nadie va
a respetar una sentencia de un juez borracho, vicioso o corrupto, ya que
debe ser respetado por su conducta proba.
207
Jorge M. Blum Carcelén
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La Cumbre Judicial Iberoamérica, La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial
209
Jorge M. Blum Carcelén
10. Referencias
210
Responsabilidad Institucional
de la Función Judicial y del Juez
---- • ----
Sumario
1. Introducción 2. Qué se entiende por Responsabilidad Institucional. 3.
¿Pero que es el error judicial? 4. Conclusiones. 5. Referencias
---- • ----
211
Ana María Intriago Ceballos
Resumen
“El Poder Judicial se constituye en un “contrapoder” ya que sus atri-
buciones se encaminan a controlar la legalidad de los actos de los otros
Poderes del Estado y a la tutela de los derechos, de tal modo que la ad-
ministración de justicia es un freno a los abusos y arbitrariedades, viene
a ser la garantía de los ciudadanos contra el gobierno representativo, y
puede serlo gracias a que está sujeto solamente a la Constitución y a la
ley y su interés es la averiguación de la verdad”
1. Introducción
212
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
1
“Pero es específicamente la separación de la Función Judicial de los demás poderes públi-
cos la que ha revelado su función garantista, ligada a la especial naturaleza de la jurisdic-
ción, la cual como se ha visto en los ss.9.16 y 12.6 y como se verá mejor en el s.14.16 no
consiste, como la legislación y la administración, en actividades discrecionales obligadas
al simple respeto de la ley, sino también si esta resulta violada, en una actividad vinculada
a su aplicación no solo formal sino también sustancial”
213
Ana María Intriago Ceballos
2
En el Seminario: La Responsabilidad del Estado frente a terceros, Ponencias del II Congreso
Iberoamericano de Derecho Administrativo y Publico, Guayaquil, Ecuador, octubre 2005.
214
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
Sin embargo, esta libertad jamás será absoluta, pues estará sujeta a res-
tricciones que tienen por finalidad evitar la arbitrariedad en las actuaciones
judiciales, de modo que independencia y responsabilidad son dos princi-
pios codependientes que deben mantenerse un necesario equilibrio, pues
la disminución del control aumenta la independencia pero el fantasma de
3
Giuliani Alessandro y Nicola Picardi: “La responsabilidad del juez no es solo el capítulo
fundamental del ordenamiento judicial, sino también el símbolo de los valores y de las
instituciones dominantes en la cultura jurídica de una época, en efecto, representan la
unión entre el momento ético (relación intercorrente entre la responsabilidad del juez y
la responsabilidad común), el momento lógico (la reglamentación de los poderes del juez
en la aplicación de la ley en la prueba de los hechos) y el momento político-constitucional
(relaciones entre los gobernantes, entre ellos y el juez y entre este y los gobernantes)” en
Rentería Adrián.
215
Ana María Intriago Ceballos
4
Renteria Adrian: Independencia y responsabilidad del juez representan, entonces, dos
principios colocados en los dos lados de la misma medalla, no es posible tocar uno sin
influir en el otro”
5
VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de
Justicia, celebrada en Santa Cruz de Tenerife, Canarias, España, los días 23, 24 y 25 de
mayo de 200l.
6
XIII Cumbre Judicial Iberoamericana, celebrada en Santo Domingo, República Domini-
cana, el 22 de junio de 2006.
7
Anexo del informe presentado por el Relator Especial sobre la independencia de magis-
trados y abogados, 592 periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, el 29 de abril de 2003.
8
“Consejo de Europa. Estrasburgo, 8 a 10 de julio de 1998.
9
Parte del informe de actividades de la Comisión Africana en la 28 Cumbre y Reunión de
Jefes de Estado de la Unión Africana celebrada en Maputo, Mozambique, del 4 -12 de
julio de 2003.
10
6ta. Conferencia de los Presidentes de los Tribunales Supremos de Asia y el Pacifico,
Beijing, China. 19 de agosto de 199.
11
Naciones Unidas, La Habana, 1990.
216
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
12
En Ecuador el caso Tibi vs. Ecuador (Sentencia de 07 de septiembre de 2004) Corte
Interamericana de Derechos Humanos, así mismo el fallo en el caso Campo Algodonero
vs. México (Sentencia de 16 de noviembre de 2009) son casos paradigmáticos sobre la
responsabilidad de los Jueces.
217
Ana María Intriago Ceballos
218
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
219
Ana María Intriago Ceballos
220
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
221
Ana María Intriago Ceballos
La falta de cumplimiento del deber del juez como director del proceso
y de la aplicación del principio iura novit curia:
“Es entonces cuando el juez debe examinar las concretas acciones ejer-
citadas y darle respuesta de forma exhaustiva, sin incurrir en formalismos
excesivos.
13
Audiencia Provincial de Tarragona, sección cuarta rollo de apelación no 446/2012 - ap
p.a. niim.:115/2011 del juzgado penal 5 tarragona 5 ent en cia num. 342/2012.
14
Órgano Audiencia Provincial, Sede: Barcelona, Sección: 15 N° de Recurso: 636/2010 N°
de Resolución: 290/2011 Procedimiento: Civil, Ponente: Juan Francisco Garnica Martin.
15
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso, Sede: Madrid, Sección: 3 No de Re-
curso: 3017/2007, Procedimiento: Recurso Casación Ponente: Eduardo Espín Templado.
222
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
El juez es quien dirige el proceso, lo que significa que debe tener una
actitud proactiva, esto quiere decir que ante la oscuridad o silencio de la ley
en materia procesal, deberá adecuar la normativa a la eficacia y eficiencia,
asumiendo una actitud proactiva, solucionadora de problemas.
223
Ana María Intriago Ceballos
16
Núm. 176.- Sentencia de 3 de marzo de 1993; Ro]: STS 19168/1993 id Cendoj:
28079110011993 102934 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Civil, Ro]: STS
2302/2010 Sede: Madrid; Ponente: Luis Martínez Calcerrada Gómez.
224
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
Y esto debe ser así, porque el mismo Tribunal explica que no puede
admitirse que el error judicial sea una suerte de instancia más, en el caso
particular que se estudia, se trata de un recurso de revisión que si ataca la
cosa juzgada, lo que no sucedería en todos los casos, pues el error judicial
invocado en el proceso que no tenga recurso de revisión, necesariamente
deberá atenerse lo decidido, respetando la institución de la cosa juzgada,
pero en estos casos lo que lo que se persigue es la indemnización por el
daño injusto.
17
30 Núm. 176.- Sentencia de 3 de marza de 1993; Roj: STS 19168/1993 id Cendoj:
28079110011993 102934 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Civil, Roj: STS
2302/2010 Sede: Madrid; Ponente: Luis Martínez Calcerrada Gómez.
225
Ana María Intriago Ceballos
226
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
227
Ana María Intriago Ceballos
228
Responsabilidad Institucional de la Función Judicial y del Juez
4. Conclusiones
5. Referencias
229
Ana María Intriago Ceballos
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