Separata 07 Ca 2018 2
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EXPERIENCIA
CURRICULAR DE
CULTURAMAMBIENTAL
DESARROLLO SOSTENIBLE
Recuperado de:
https://www.google.com.pe/search?q=desarrollo+sostenible&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0a
hUKEwjOzouQ3bLaAhVDoFMKHTToBCEQ_AUICigB&biw=1600&bih=720#imgrc=yANWrWxf3cwuPM:
I. Fundamentación
El desarrollo sostenible incluye numerosos temas que los Estados Miembros de las Naciones Unidas han
acordado tratar. Debido a sus raíces ambientales, sociales, económicas y políticas, estos temas son complejos
y suelen ser difíciles de definir, así como de solucionar. Entre los temas se incluye la reducción de la pobreza,
el cambio de los patrones de consumo, el crecimiento de la población mundial y la protección de la salud
humana, los cuales presentan desafíos para nuestros sistemas sociales y económicos. También se incluye la
protección de la tierra en que vivimos, del agua que bebemos, del aire que respiramos y de los recursos que
utilizamos, así como otros desafíos actuales importantes como el cambio climático y la pérdida de la
biodiversidad. La lista es extensa; y todos ellos, además de los temas relacionados, pueden abordarse desde
una perspectiva de sostenibilidad.
3.1 Modelo cultural: Ésta entiende el ejercicio de la sostenibilidad y el diseño sostenible desde el
reconocimiento del valor que tiene la cultura como agente que caracteriza tanto el medio físico -natural y
construido- como el social. El medio físico es el patrimonio, la edificación, los recursos naturales, la geografía,
el metabolismo, la biodiversidad… El medio social son los estilos de vida, las formas de convivencia, el
conocimiento local, las celebraciones, las tradiciones, los símbolos, los mitos y creencias… Estamos hablando
de la subjetividad colectiva como gran valor del desarrollo. Sin embargo, la sostenibilidad cultural también
defiende las expresiones de subjetividad individual: la creatividad, la diversidad, la libertad de expresión en
definitiva.
Por esta razón, este entendimiento de la sostenibilidad no sólo pasa por reconocer cómo la cultura ha
conformado tanto el entorno físico y social –como un primer principio de eficiencia ya que aprovecha lo
existente y aprende sobre lo ya aprendido – sino que, y sobre todo, pasa por garantizar la libertad de
expresión de cualquier individuo o colectivo bajo cualquier formato así como “el acceso universal a la cultura y
a sus manifestaciones, (…) a la información y a los recursos”. En otras palabras, entiende que lo nuevo no debe
construirse sobre la nada sino contextualizado en el marco cultural que lo alberga -cada ciudad y/o territorio
tiene sus modos ya aprendidos- no sólo reconociendo el valor de las expresiones de subjetividad existentes
sino fomentando nuevos modos colectivos, individuales, etc.
Así pues, esta sostenibilidad defiende la IDENTIDAD como uno de los principales conceptos sobre los que
construir el desarrollo sostenible: no sólo desde la puesta en valor de la identidad existente –y materializada
en los medios físico y social- sino desde el fomento de nuevas identidades, individuales y colectivas. Esto
supone, por una parte, una economía de medios y recursos y, por otra, la amplificación y consolidación de
valores culturales.
En este sentido, una actuación culturalmente sostenible descubre, primero, y utiliza, después, todos los bienes
tangibles e intangibles del CONTEXTO en el que opera: poniendo en valor el patrimonio edificado o natural,
humano o no humano, reapropiándose de él hasta incluso decidiendo no intervenir, aprendiendo de
conocimientos y modos de hacer existentes propios de un colectivo o comunidad y que facilitan la
implementación de cualquier acción, reconociendo que las personas se comportan y formulan sus sueños,
deseos, frustraciones y creencias tanto individual como colectivamente de maneras muy distintas…
En definitiva, una actuación culturalmente sostenible fomenta que la sociedad sobre la que actúa se reconozca
e identifique con ella. De esta manera, una sociedad que ama y respeta tanto el entorno natural y construido
en los que vive como las personas que la rodean porque se reconoce e identifica con todos ellos y consigo
misma, es una sociedad más preparada, concienciada, informada, libre, solidaria, implicada, etc. para asumir
las otras cuestiones del desarrollo sostenible -“la inclusión social, el crecimiento económico y el equilibrio
medioambiental.” (Informe Brundtland)
3.2 Modelo social: Alguno de los problemas que identifica la dimensión social en el desarrollo sostenible como
la pobreza, la exclusión social, los problemas de salud, la discriminación digital, entre otros pasan de
generación en generación dentro de una misma sociedad, por lo que en este sentido, el desarrollo sostenible
preconiza la mejora de los servicios sanitarios, formativos, derechos de las personas en riesgo de exclusión, el
empleo, de las comunidades locales, etc.
Ésta entiende el ejercicio de la sostenibilidad y el diseño sostenible desde la “reconstrucción de las relaciones
humanas a todos los niveles del socius.” (Guattari, Felix; Las Tres Ecologías; p. 45) En este sentido, esto implica
no sólo fomentar y permitir las relaciones e interacciones sociales en espacios de convivencia (públicos o
privados) de cualquier escala sino, y sobre todo, mejorar el grado de convivencia entre grupos de personas con
rentas, género, culturas, edades o profesiones diferentes a través de diseños, acciones y políticas que
promuevan la integración, la redistribución equitativa de los beneficios urbanos y recursos disponibles, la
justicia social, la solidaridad, la igualdad, la inclusión, la resiliencia, la aceptación de la disputa o la diferencia
como valor positivo, el acceso a la vivienda, la consolidación y creación de equipamientos y dotaciones
públicas, etc. En esta línea, el Premio Nobel AmartyaSen sintetiza la sostenibilidad social en 6 dimensiones:
equidad, diversidad, cohesión social, calidad de vida, democracia y gobernanza, madurez.
En resumen, esta sostenibilidad destaca la importancia de fomentar las relaciones entre individuos y la
cohesión entre estos. Así, por poner un ejemplo más claro, no es sólo una cuestión de crear espacio público
per se sino también de diseñar los dispositivos necesarios para que la sociedad pueda “participar” en su
gestión o “decidir” su uso y destino. Del mismo modo, este entendimiento de la realidad solicita que estos
espacios sean integradores, que permitan la diferencia y diversidad en la manera de disfrutarlos. Pero esto no
es sólo exclusivo del espacio público, también del privado; igualmente, las infraestructuras y medios de
transporte deben favorecer las interacciones sociales y todos estos valores asociados: el trazado de un tranvía
puede integrar en su recorrido barrios de personas de distinta renta, edad, cultura, etc. Así pues, esta idea de
la sostenibilidad no debe circunscribirse sólo al espacio público ya que los espacios de convivencia son tan
múltiples y diversos como las propias personas.
En conclusión, esta lectura del desarrollo socialmente sostenible es doble: por un lado implica el fomento de la
INTERACCIÓN y, por otro, garantizar la COHESIÓN. De esta manera, esta sostenibilidad promueve una
sociedad que se comporta colectiva y cohesionadamente, haciendo frente a la individualidad y segregación
propias de modelos de desarrollo urbano menos sostenibles –como el anglosajón, el cual promueve el
consumo “disperso” como su “terapia capitalista contra la soledad” colectiva que construye.
Este entendimiento de la sostenibilidad comparte con el cultural las consideraciones relativas a la diversidad y
libertad de expresión. Sin embargo, es importante matizar que en este caso estas cuestiones no estarían
afectadas tanto por condiciones de identidad y subjetividad creativa sino por la condición humana misma y
nuestra necesidad de relacionarnos y de hacerlo en un marco de convivencia relativamente estable.
3.3 Modelo económico: Todos los problemas planteados a escala planetaria y local tienen un denominador
común y radican en el funcionamiento del actual sistema económico. El modelo hoy dominante es aquél que
dice que la economía va bien cuando crece el producto interior bruto (PIB). Este modelo no tiene en cuenta
cuánto cuesta a la colectividad en términos ecológicos y sociales el crecimiento de un punto del PIB. No tiene
en cuenta que la capacidad de crecimiento económico es finita, ni tampoco tiene en cuenta las limitaciones
del sistema natural que están llevando al planeta al infarto ecológico.
Proteger el medio ambiente no implica limitar el crecimiento o el consumo, sino más bien, implica cambiar los
modelos productivos, satisfaciendo la demanda, mejorando la calidad de vida reduciendo el consumo de
recursos y energía o bien que sus usos sean menos intensivos.
Ofrecer un medioambiente atractivo como elemento de calidad y diferenciación supone una ventaja
competitiva en la sociedad del conocimiento. Favorece la rentabilidad empresarial, la generación de empleo y
riqueza y preserva los ecosistemas.
Por lo tanto, se hacen necesarios cambios estructurales del modelo de desarrollo imperante. Y debes recordar
que la sostenibilidad integra aspectos interdependientes como son:
El ser humano
El ambiente
La tecnología
La economía
La sociedad
La política
La cultura.
Ésta entiende el ejercicio de la sostenibilidad y el diseño sostenible desde un uso inteligente y creativo de los
recursos económicos en busca no sólo de ahorrar, sino de conseguir que el valor de la intervención sea mucho
mayor que su precio. Esto, por desgracia, no es siempre así.
De esta manera, propone una economía de medios, materia y energía, así como una proporcionalidad entre
medios y fines. Es el “paga uno y llévate tres.” Esta lectura del desarrollo sostenible plantea que la gestión
inteligente y estratégica de presupuestos puede tener una deriva mucho más rica que la establecida por un fin
a priori.
En definitiva, es la política del sentido común. Construye lugares que hacen un consumo racional de lo posible
y en equilibrio con el medio tanto natural como cultural. Así pues la economía deja de ser un fin para
convertirse en un medio, un medio más para alcanzar el desarrollo sostenible.
3.4 Modelo medioambiental: Ésta entiende el ejercicio de la sostenibilidad y el diseño sostenible desde “el
mantenimiento del capital natural” (Goodland, Robert; The Concept of EnvironmentalSustainability;
AnnualReview of Ecology and Systematics, Volume 26, p. 10), es decir, de “los recursos naturales como
plantas, minerales, animales, aire o petróleo de la biosfera vistos como medios de producción de bienes y
servicios ecosistémicos: producción de oxígeno, depuración natural del agua, prevención de la erosión,
polinización y servicios recreativos en sí.” Este entendimiento de la sostenibilidad, a diferencia del tradicional,
defiende que la naturaleza y la vida no humana son recursos naturales activos y productivos cuyo uso debe ser
racionalizado. Se equipara, así, el capital natural al capital productivo.
Del mismo modo, su puesta en práctica pasa por todas las cuestiones metabólicas relativas a la eficiencia y/o
autosuficiencia energética, hídrica y en la gestión de residuos -buscando al máximo la minimización de la
huella ecológica- así como por una defensa clara de la biodiversidad y la vida no humana como grandes valores
del desarrollo sostenible.
Recuperado de:
https://lh3.googleusercontent.com/-kIZhOhEbpNE/V_IXk80tpgI/AAAAAAAAEBs/DhQv1-
g9sdE/s640/blogger-image--366370394.jpg
4. Los principios básicos del desarrollo sostenible. Siete principios para el logro del desarrollo sostenible.
a. Respetar los límites de regeneración y absorción de los ecosistemas naturales. En un planeta finito, el
ritmo de crecimiento ilimitado de la población y del consumo de los recursos es inviable, más aún si el
modelo de producción y consumo que se expande es el de los denominados países desarrollados.
b. Vivir de las fuentes de energía renovables: la solar y energías renovables endógenas que no contaminan.
La reducción de las energías no renovables y sus consecuencias medioambientales y sociales son ya
evidentes. Se necesita un sistema energético basado en energías renovables. Los depósitos de energías
fósiles deberían considerarse como una red de seguridad mientras se realiza la transición.
c. Producir y consumir cerrando los ciclos de materiales: residuo cero de la materia prima. Todos los
productos de la economía deberían ser nutrientes biológicos (biodegradabilidad y atoxicidad) del
metabolismo biológico o nutrientes industriales de la producción industrial.
e. Evitar los productos xenobióticos: impedir la introducción de productos artificiales y extraños a los
sistemas naturales, por ejemplo los organismos modificados genéticamente.
g. Reducción de la desigualdad en el uso de los recursos a escala global y eliminación de las relaciones de
dependencia entre el Norte y el Sur, que producen pobreza, desnutrición e imposibilidad de desarrollo
humano, afectando a la mayoría de la población mundial actual.
a) Para producir cualquier bien o servicio, independientemente del tipo de tecnología utilizada, se necesita
un flujo de materiales y de energía, provenientes, en última instancia, de sistemas ecológicos o del flujo de
energía directa del Sol en sus diferentes manifestaciones.
b) Se necesitan sistemas ecológicos para absorber los residuos generados durante el proceso de producción y
el uso de los productos finales.
Recuperado de:
https://aiesec.pe/wp-content/uploads/2016/08/ODS.jpg
c) El espacio es también ocupado con infraestructuras, viviendas, equipamientos reduciendo así las
superficies de ecosistemas productivos. Aunque este indicador integra múltiples impactos, hay que tener
en cuenta entre otros, los siguientes aspectos que subestiman el impacto ambiental real:
d) No quedan contabilizados algunos impactos, especialmente de carácter cualitativo, como son las
contaminaciones del suelo, del agua, y la atmosférica (a excepción del CO2), la erosión, la pérdida de
biodiversidad o la degradación del paisaje.
e) Se asume que las prácticas en los sectores agrícolas, ganaderos y forestales son sostenibles, es decir, que
la productividad del suelo no disminuye con el tiempo.
f) No se tiene en consideración el impacto asociado al uso del agua, a excepción de la ocupación directa del
suelo por embalses e infraestructuras hidráulicas y la energía asociada a la gestión del ciclo del agua.
g) Como criterio general se procura no contabilizar aquellos aspectos para los que existan dudas sobre la
calidad del cálculo. A este respecto, también se tiende siempre a elegir la opción más prudente a la hora
de obtener resultados.
Otro concepto complementario es el de biocapacidad de un territorio que se define como la superficie
biológicamente productiva (cultivos, pastos, mar productivo o bosques) disponible. La diferencia entre la
huella ecológica (demanda de recursos) y la biocapacidad (recursos disponibles) se define como déficit
ecológico.
6. AGENDA 21
Se define como una estrategia global que se lleva a la práctica de manera local y que implica a todos los
sectores de una comunidad: sociales, culturales, económicos y ambientales; es un conjunto de políticas y
programas relacionados con el concepto del desarrollo sostenible cuyo ámbito de aplicación es la esfera
local.
La Agenda 21 conjuga en forma integral las tres dimensiones del desarrollo sostenible (ecológico,
económico, social) y garantiza que ningún enfoque prevalezca sobre otro, por ejemplo, las políticas
económicas deben contemplar las repercusiones ecológicas y los programas ecológicos deben garantizar
el desarrollo económico y el bienestar social.
Las fases de importancia para la implantación de la Agenda Local 21 en unacomunidad deben ser:
o Firma de un compromiso por parte del gobierno municipal para llevar a cabo la Agenda Local 21.
o Convocatoria a los ciudadanos mediante el uso de los medios escritos y audiovisuales con el objetivo de
informarles acerca de los alcances de este proyecto.
o Elaboración de un diagnóstico del municipio donde se identifiquen los problemas socio-ambientales y
sus causas.
o Encontrar líderes o facilitadores dentro de la comunidad.
o Motivar a la gente de tal manera que exprese los problemas que le aqueja y sus posibles soluciones. En
la mayoría de los casos la gente aporta las soluciones definitivas a sus problemas.
o Aprobación, con participación de la ciudadanía, del plan de acción local donde se esbocen los
programas, proyectos y acciones a realizar.
o Evaluación de los resultados y seguimiento de todo el proceso mediante comisiones, debates e
indicadores.
7. DESAFÍOS PARA LA SOSTENIBILIDAD EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
América Latina y el Caribe están constituidos por 41 países muy diversos, algunos de ingresos medios como
México y Chile, y países menos desarrollados, como Haití; estados insulares pequeños hasta vastos territorios
como los de Brasil y Argentina. En este contexto, los principales retos para el desarrollo sostenible varían, pero
existen importantes puntos en común.
A pesar de un desarrollo económico favorable, un 31,4% de la población de la región vive en situación de
pobreza (CEPAL, 2011). Las disparidades de ingresos en América Latina son mayores que en cualquier otra
parte del mundo, expresándose en el acceso y calidad de la salud, educación y servicios básicos como la
electricidad y el agua potable. Los ecosistemas de la región son de importancia mundial, incluyendo a cinco de
los diez países con mayor biodiversidad del planeta (Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú), así como el
área de mayor diversidad biológica en el mundo: la vertiente oriental de los Andes. Sin embargo, esta riqueza
está en grave peligro, ya que estos cinco países se encuentran también entre el grupo de 15 estados cuya
fauna corre el mayor peligro de extinción.
La región también es rica en diversidad cultural y lingüística: más de 650 pueblos indígenas que hablan más de
600 idiomas. Esta diversidad es fuente de creatividad, crecimiento y desarrollo humano, pero también puede
originar enormes tensiones sociales, exclusión y discriminación.
Los problemas del cambio climático global y las amenazas a la biodiversidad se han agravado
considerablemente por la falta de protección de los bosques tropicales. Esto hace que la región sea aún más
vulnerable a los fenómenos climáticos extremos, como ciclones, inundaciones y sequías, especialmente las
pequeñas islas en el Caribe, aún más amenazadas por la subida del nivel del mar.
Representantes de los 34 países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) subscribieron
ayer un acuerdo denominado "Declaración de Santa Cruz + 10", en el que sientan las bases de la cooperación
internacional para enfrentar temas como la planificación de desastres naturales, principios y legislación
ambiental, implementación de planes para la seguridad del agua, mitigación de desastres, derecho y política
ambiental en las Américas.
La "Declaración de Santa Cruz + 10", aprobada por consenso por la Primera Reunión Interamericana de
Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Sostenible, realizada en Santa Cruz durante dos días, servirá como
nueva herramienta para que los países trabajen conjuntamente para alcanzar metas compartidas en el tema
de medio ambiente.
El documento –cuyo título se refiere al décimo aniversario de la Cumbre de las Américas sobre Desarrollo
Sostenible, que tuvo lugar en esta misma ciudad boliviana– contiene un detallado plan estratégico de acción
para optimizar la gestión sostenible de los recursos hídricos, reducir los riesgos de desastres naturales y
convertir la promesa de prácticas sostenibles en materia agrícola, forestales y de turismo, en resultados
concretos.
"Es evidente que se necesitan, de forma dramática, nuevos enfoques para poder traducir el desarrollo
sostenible en acciones que nos ayuden a cumplir con las Metas de Desarrollo del Milenio, que tratan
urgentemente dos de los retos que enfrenta el hemisferio, la pobreza y la inequidad", manifestó Alfonso
Quiñónez, secretario ejecutivo de la OEA para el Desarrollo Integral, quien clausuró la reunión en nombre del
secretario general José Miguel Insulza. "Esta reunión marca un nuevo e importante paso para avanzar la
agenda de desarrollo sostenible", añadió.
Al suscribir la Declaración de Santa Cruz, los ministros subrayaron el importante papel que juegan la sociedad
civil y los pueblos indígenas para promover el desarrollo sostenible. Previo a la cita ministerial, se realizó una
serie de reuniones y talleres técnicos con representantes de estos grupos con el fin de fortalecer una
participación más amplia en el proceso de formulación de políticas. Por medio de las consultas, se produjeron
varias recomendaciones que fueron incorporadas en la Declaración.
8. ¿POR QUÉ EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE?
La UNESCO destaca el rol de la educación tanto para mejorar calidad de vida de las personas y sus niveles de
satisfacción personal, pero por sobre todo como una de las herramientas con las que cuenta la sociedad para
transformar su realidad.
Para poder transformar nuestras sociedades hacia la sostenibilidad, necesitamos ciudadanos y ciudadanas
conscientes de la interrelación entre temas ambientales, económicos y sociales. Necesitamos una educación
que fomente el pensamiento crítico y los cambios de comportamiento en las personas para que tomen
acciones y decisiones a favor de la sostenibilidad del planeta.
Las prácticas educativas actuales no han sido exitosas en capacitar a las personas para llevar estilos de vidas
más sostenibles. Para cambiar la sociedad, también tenemos que transformar la manera de educar y de
aprender. La UNESCO promueve que la Educación para el Desarrollo Sostenible sea de calidad y que asegure la
pertinencia de las metodologías y contenidos educativos para preparar a los niños, niñas y jóvenes en la
construcción de un modelo de desarrollo en el que no se valore únicamente el crecimiento económico
9. DESARROLLO SOSTENIBLE EN LA ESTRATEGIA EUROPA 2020.
La consolidación de la economía europea es un componente indispensable del desarrollo sostenible, ya que
contribuye a generar los recursos necesarios para invertir en el medio ambiente, la mejora de la educación, la
salud y la protección social, entre otros.
Pero desde el año 2008, Europa se encuentra inmersa en la peor crisis económica que el mundo había
conocido desde 1930, y que ha invertido, en gran medida, los avances logrados desde 2000. Los excesivos
niveles de endeudamiento, el lento crecimiento estructural y el elevado desempleo actual, han puesto de
manifiesto la necesidad de una nueva estrategia basada en una coordinación más eficaz de las políticas
económicas para proporcionar más crecimiento y empleo.
La Estrategia 2020, presentada por la Comisión Europea en marzo de 2010, y que sustituye a la Estrategia de
Lisboa aprobada en el año 2000, ofrece una visión de lo que será la economía social europea en el siglo XXI. La
estrategia muestra cómo la Unión Europea podrá salir reforzada de la crisis y transformarse en una economía
inteligente, sostenible, e incluso con niveles de empleo, cohesión social y productividad elevados. Y para ello
propone tres prioridades que se refuerzan mutuamente:
1) Crecimiento inteligente: desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación.
2) Crecimiento sostenible: promoción de una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que
sea más verde y competitiva.
3) Crecimiento integrador: fomento de una economía con alto nivel de empleo que tenga cohesión
social y territorial.
La estrategia recoge que el crecimiento sostenible significa construir una economía que aproveche los
recursos con eficacia, que sea sostenible y competitiva, que aproveche el liderazgo de Europa en la carrera
para desarrollar las tecnologías verdes, reforzando las ventajas competitivas de nuestras empresas. Este
enfoque ayudará a la UE a prosperar en un mundo con pocas emisiones de carbono y recursos limitados y al
mismo tiempo impedirá la degradación del medio ambiente, la pérdida de biodiversidad y un uso no
sostenible de los recursos.
Estos objetivos se traducen en tres campos de actuación concretos:
1) Competitividad: Mantener el liderazgo en el mercado de tecnologías verdes como medio de garantizar un
uso eficaz de los recursos en toda la economía.
2) Lucha contra el cambio climático: reducir las emisiones significativamente y con más rapidez que en el
decenio anterior y explotar plenamente el potencial de nuevas tecnologías como la captura y
almacenamiento de carbono.
3) Energía limpia y eficaz: Alcanzar los objetivos de un 20% de generación de la energía a partir de fuentes
renovables, y del 20% de mejora de la eficiencia energética, lo que supondrá una disminución notable de
las importaciones de petróleo y gas, y una creación de empleo directa, estimada en más de un millón de
puestos de trabajo.
El desarrollo de los objetivos se prevé a través de las llamadas “Iniciativas emblemáticas” que recogen una
serie de medidas a adoptar en dos niveles, por la Comisión Europea, y por los Estados miembros. Para la
consecución de la prioridad de crecimiento sostenible, la estrategia 2020 propone dos iniciativas
emblemáticas.
Por un lado, la iniciativa emblemática “Una Europa que aproveche eficazmente los recursos” está relacionada
con los objetivos de energía y clima y se centra en medidas para ayudar a desligar crecimiento económico y
uso de recursos, reduciendo las emisiones de carbono de la economía europea, incrementando el uso de
energías renovables, modernizando el sector del transporte y promoviendo un uso eficaz de la energía.
Finalmente, la iniciativa emblemática “Una política industrial para la era de la mundialización”, está
relacionada con el objetivo de la competitividad, y propone medidas para mejorar el entorno empresarial,
especialmente para las PYME, y apoyar el desarrollo de una base industrial fuerte y sostenible que pueda
competir mundialmente.
III. Organización de actividades:
Escuela Profesional: …………………………………………………………………..…….
……………………………………….. ……………………………………
……………………………………….. ……………………………………
2. Analice el caso (video) propuestos, que se presenta a continuación e identifique los ejes del desarrollo
sostenible e indicadores de sostenibilidad.
https://www.youtube.com/watch?v=LbbNlgjy9ic&feature=share
https://www.youtube.com/watch?v=jmicLzPQl0c
https://www.youtube.com/watch?v=HjBe_lSLKCc
Previa a la edición de su noticiero ecológico, debe responder a las preguntas ¿Qué paso?,
¿Dónde paso?, ¿Cuándo?, ¿Cómo? Publicidad
V. Evaluación
Producto académico a evaluar: Noticiero ecológico
Instrumento: Rúbrica
INVESTIGACIÓN INFORMATIVA
INSTRUMENTODE RECOLECCIÓNDEDATOS
Acontinuaciónsepresentaunmodeloreferencialdeladescripcióndelinstrumento
derecolecciónde datosqueutilizaráparasuestudio.
DESCRIPCIÓNDELINSTRUMENTODE RECOLECCIÓNDE DATOS
Nombreoriginal Cuestionariosobre elconsumo delagua
Autor(es) JorgeRoncerosMendez
Procedencia Perú
Añodeelaboración 2012
Administración Individualocolectiva
Aplicación Adolescentesyadultos
Componentesdelinstrumento Elinstrumentosedivide entrescomponentes:
- Hábitosdelconsumodeagua
- Actitudeshacia elcuidadodelagua
- Conocimientosobrelaproblemática delrecursohídrico
Ademáselcuestionarionosbrinda unpuntajetotal
- Nivelessobre elconsumodegua
Materiales Manualdecalificación,cuadernillodepreguntas,hojaderespuestasyplantillasdecorrec
ción.
Númerodeítems Elcuestionariotiene15ítems,correspondientea5ítemsporcadacomponente.
Objetivo Elobjetivodelcuestionarioesexplorarloshábitosdeconsumodelaguaasícomolas
actitudes hacia elcuidadoyproblemáticadelrecursoagua.
Fuente:Elaboraciónpropia
Describasuinstrumentoderecolección:
DESCRIPCIÓNDELINSTRUMENTODE RECOLECCIÓNDE DATOS
Nombreoriginal
Autor(es)
Procedencia
Añodeelaboración
Administración
Aplicación
Componentesdelinstrumento
Materiales
Númerodeítems
Objetivo
Fuente:Elaboraciónpropia
ESTRATEGIAS PARA RECOLECCIÓN DE DATOS DE ACUERDO A LAS VARIABLE(s) DESIGNADAS:
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V. Referencias bibliográficas
Caravias, J., Meave, J., Valverde, T., & Cano-Santana, Z. (2009). Ecología y
577 C25
medio ambiente en el siglo XXI. México D.F.: Pearson Educación.
CD 577 R69 Rodríguez J. (2010). CD. Ecología. Madrid: Pirámide.
EJ. 2
Xercavins, J., Cayuela, D. Cervantes, G. & Sabater, A. (2005). Desarrollo
333-715 X6
sostenible. Barcelona: Ediciones UPC.
363.738748 Ministerio del Ambiente. (2010). El Perú y el cambio climático. Lima: Ministerio
5 M66 del Ambiente.