El Narco Negro de Pemex
El Narco Negro de Pemex
El Narco Negro de Pemex
Este hombre lidera la banda del mismo nombre y se promueve como parte del
Cártel Jalisco Nueva Generación.
"Este grupo lo que busca es atraer o llamar la atención de Cártel, por ejemplo como
Jalisco, ya sea porque tienen un disputa con otros grupos en el estado o ciudad de
Puebla, entonces al tener disputa buscan que alguien los apadrine y a cambio ofrecen
que tienen dominio del territorio y gente que los puede respaldar, así tratan de llamar
la atención", explicaron las autoridades.
El modus operandi del grupo de El Negro es reclutar gente en otro estado, con la promesa
de que trabajarán en el área de la construcción. Una vez que llegan a la entidad, les explican
a qué se van a dedicar, los alojan en casas de seguridad, los envuelven en el mundo de las
drogas y semanalmente les pagan.
Omar, alías El Negro, comenzó su carrera delictiva con la venta de discos piratas en la
zona de la Cuchilla, poco a poco fue incursionando en los negocios de la venta de
droga, hasta convertirse en el líder de la comercialización de narcomenudeo. En la
balacera en Clavijero, resultó lesionado.
Una de sus casas se ubica en Clavijero, cerca de donde se registró la balacera el pasado 26
de marzo por la noche.
A esta banda, se le relaciona con múltiples ejecuciones como son las de los dos
hombres en la carretera a Valsequillo, los tres empleados de Mama Burguer en
Atlixco, los dos descuartizados en pleno zócalo de San Martín Texmelucan, entre
otros; además de que son los responsables de colocar narco mantas en algunos
puentes del Anillo Periférico.
Las pipas contratadas por Pemex para llevar agua a las estaciones de recolección
de gas ingresaban en el Activo de Producción Burgos Reynosa, con la
autorización previa del jefe de turno, quien les recibía la carga y las despachaba
hasta la salida. El viaje era relativamente tardado: 30 mil litros de volumen hacían
que la pipa se desplazara lento entre las brechas; el regreso debía ser mucho más
rápido, con el tanque completamente vacío. Era un trajinar cotidiano de día y de
noche, porque en el área entraban pipas que abastecían de agua y salían otras
contratadas para transportar el condensado, subproducto de la extracción de gas
natural, para llevarlo al centro procesador de Pemex Gas.
Aquella noche parecía que todo funcionaba según los procedimientos cotidianos,
pero en realidad no era así. En la bolsa derecha de su pantalón, el empleado de
Pemex traía una pistola Raven Arms modelo P25, número de serie 467829, pavón
cromado con cachas de madera, cuatro cartuchos útiles en el cargador y uno en la
recámara. Estaba armado en su horario de trabajo porque lo que aquella noche
hacía Rogelio era abastecer uno de los cargamentos de condensado que
ilegalmente se sacaban de Burgos para traficarse a Estados Unidos, donde los
contrabandistas lo vendían a grandes y prestigiadas compañías petroleras, como
la BASF alemana y la Murphy, de origen estadunidense, las cuales empleaban el
hidrocarburo para la formulación de gasolinas. Por lo menos desde 2006, en la
Unión Americana muchos consumidores adquirieron gasolinas formuladas con
materia prima robada a Pemex y traficada con la protección de los cárteles de la
droga mexicanos.