Principios de La Construcción Escénica Contemporánea PDF
Principios de La Construcción Escénica Contemporánea PDF
Principios de La Construcción Escénica Contemporánea PDF
Facultad de Artes
Escuela de Postgrado
Departamento de Teatro
ii
AGRADECIMIENTOS
Quisiera dar mis más sinceros agradecimientos a la Universidad de Chile y a cada uno
de los profesores que contribuyeron en el enriquecimiento de mi capital cultural, durante
los años que duró este proceso académico. Así mismo, manifestar un agradecimiento
especial a Verónica Sentis Herrmann y Ana Harcha Cortés, mis profesoras guías de tesis
y proyecto creativo respectivamente. Gracias por impulsarme y enseñarme a desarrollar
un pensamiento teórico-práctico relativo a mis inquietudes artísticas y lenguaje autoral.
iii
Índice
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................1
CAPÍTULO 1
Algunos antecedentes teóricos importantes hacia la construcción escénica no verbal ......5
CAPÍTULO 2
Antecedentes hacia la construcción escénica desde el Libreto Visual:
Directores íconos del siglo XX ........................................................................................26
iv
CAPÍTULO 3
Análisis en torno a la teoría y praxis del proceso creativo conducente a Épico ..............79
v
HACIA UNA ESPACIALIDAD DIFERENTE.............................................................127
CONCLUSIONES .........................................................................................................140
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................154
ANEXOS........................................................................................................................156
vi
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, desde Aristóteles hasta fines del siglo XIX, el teatro era asociado al
texto dramático. Dicha característica significó que la creación escénica estaba sujeta a
las exigencias y necesidades de éste, lo que la mantuvo durante siglos aferrada a
patrones de carácter convencional, en los que la sencilla concreción de lo sugerido en el
texto, se consideraba una obra de teatro en el más amplio sentido artístico. Estos
patrones estaban ligados, entre otras cosas, al tratamiento que se le daba a la
escenografía, la cual ejercía a modo de decorado, obedeciendo a lo sugerido en las
acotaciones. También esta visión teñía el trabajo actoral, el que permanecía aferrado a la
versificación de los diálogos y a una gestualidad más impuesta que espontánea. La
concepción de director de escena era la de ser un ordenador de lo descrito por el
dramaturgo y de este modo, durante aproximadamente todo el siglo XIX, el arte
escénico fue considerado un apéndice de la literatura.
Esta tendencia comenzó a modificarse a finales del siglo XIX y principios del XX,
con la irrupción del naturalismo, encabezada por la figura de Antoine, y la idea de que el
teatro debía salir del lugar en el que se encontraba desde ya hace más de un siglo,
específicamente en lo referente a su dimensión formal. Se comenzaron a cuestionar las
maneras tradicionales de concebir la creación visual de un espectáculo, surgiendo así
diferentes significaciones, valorizaciones y posibilidades en este campo. Una de las
principales relaciones que se puso en cuestión fue: Palabra-Imagen.
1
construido durante el proceso creativo del equipo, y donde la organización visual del
espectáculo se impone ante la textual.
Esta noción de escritura, que comenzó a generarse a comienzos del siglo XX con
el cuestionamiento a las leyes del teatro y la dramaturgia clásica aristotélica, resultó ser
un importante aporte para el arte escénico, sugiriendo tres directrices fundamentales: la
reformulación del uso del texto dramático, la supremacía de lo escénico por sobre lo
literario y la aparición del modelo director-autor.
El modelo antes mencionado exigió un nuevo entendimiento del rol por parte del
autor dramático y el director. Se manifestó así la necesidad de que ambos trabajaran en
comunión, mixturando sus respectivas técnicas para, de esta manera, contribuir a
producir un espectáculo principalmente escénico. Al respecto, señala Dubatti:
Hoy un texto dramático no es sólo aquella pieza teatral que posee autonomía
literaria y fue compuesta por un “autor” sino todo texto dotado de virtualidad
escénica o que, en un proceso de escenificación, es o ha sido atravesado por las
matrices constitutivas de la teatralidad, considerando esta última como resultado de
la imbricación de tres acontecimientos: el convivial, el lingüístico-poético y el
espectatorial1
1
Jorge Dubatti: Cartografía teatral, Buenos Aires, Edit Atuel, 2008, p 136.
2
Ídem, p 141.
2
Es así como el objetivo de nuestra investigación es pesquisar cuáles son los
principios que sustentan esta noción, con el fin de plantear un plan metodológico que
permita a la comunidad trabajar a partir de la tendencia.
El segundo capítulo está orientado a analizar las poéticas de Tadeusz Kantor, Jerzy
Grotowski, Peter Brook, Eugenio Barba y Robert Wilson, enfocándonos particularmente
en investigar una metodología de dirección que integra el uso de Libretos Visuales para
la creación escénica. Para esto se hará levantamiento de textos de los directores ya
mencionados, referentes a sus modos de construir escénicamente, su relación con el
actor, con el texto escrito y sus propuestas en torno a concebir un nuevo concepto de
espacio y audiencia.
3
buscarán artículos de revistas donde, de primeras o segunda fuente, se haya escrito sobre
su trabajo. De este modo se incrementará información teórica respecto a principios de
visualidad escénica, conceptos de dramaturgia escénica y Libreto Visual.
4
CAPÍTULO 1
Algunos antecedentes teóricos importantes hacia la construcción
escénica no verbal
Como ya es sabido, el teatro de fines del siglo XVIII y principio del siglo XIX
estuvo marcado por los principios neoclásicos. Estos sustentaban la idea de que “para
que una obra fuese artística se exigía que en ella se destacase el bien y se repudiase el
mal, que se mostrara lo bello y se escondiera lo feo”3. De este modo, la estructura que se
obtenía en la mayoría de los casos, respondía a formas rígidas, con personajes “tipos”,
argumentos de carácter convencional y estructuras esquemáticas.
3
Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de Cuyo,
1992, p 26.
5
Aquellas reglas precisas en relación a la composición de la obra y el
convencionalismo de los personajes4 se debieron, en gran medida, a la interpretación
demasiado literal que se hizo de las afirmaciones elaboradas por Aristóteles en su
Poética. Se descifró, que según el pensador, el mejor teatro era aquel que reproducía la
realidad de manera más fiel5, sin embargo, no fue esto a lo que se refería el filósofo, ya
que “el drama helénico en el cual basaba Aristóteles las conclusiones de su Poética no
era imitativo en el sentido realista”6.
Sujeto a esta forma de entender el arte escénico, el reinado del teatro neoclásico
duró hasta las primeras décadas del siglo XIX cuando comenzó a generarse una reacción
en oposición a la rigidez de esta organización, y como “antítesis ante la Tragedia; ya que
oponía la pasión al deber, la acción a la narración, el color al análisis psicológico, la
4
Véase: Ibidem.
5
John Gassner: Teatro moderno, México, Edit Letras S.A, 1967, pp120 -121.
6
Ibídem.
7
Véase: Aristóteles: Poética, Buenos Aires, Edit Leviatán, 2002.
6
Edad Media a la Antigüedad”8 surgió el Romanticismo, comenzándose a crear
conciencia respecto a los elementos inherentes al concepto de espectáculo, su posible
aplicación y consecutiva potencialización.
8
Emile Zola: El naturalismo, Barcelona, Edit Península, 1982, p 125.
9
Emile Zola: El naturalismo, Barcelona, Edit Península, 1982, p 125.
10
Idem, p 31.
7
buscar formas de otorgar verdad al arte dramático. Dicha misión instaló su base en la
visualidad escénica, apostando a que a través de ella se podía dotar de verosimilitud el
universo propuesto y por ende facilitar el proceso de identificación del público.
8
encallada”11 y constituyó uno de los máximos exponentes del teatro naturalista de fines
del siglo XIX. Su principal ocupación fue la de exterminar esa inefable falsedad de las
actuaciones y decorados que hasta entonces destacaban en el teatro. Para esto indagó en
los elementos visuales de la puesta en escena (utilería, escenografía, cuerpo del actor,
evocación de atmósfera a través de la luz, etc.) con el fin de ofrecer, en sus obras, un
universo completamente real.
11
Emile Zola. En: León Chancerel: Panorama del teatro, Buenos Aires, Edit Compañía General Fabril,
1963, p 165.
9
espectáculo”12 y volviéndose un rupturista en prácticamente todas las capas del arte
teatral, al aportar no desde el “que” sino desde el “cómo”.
Antoine puso al desnudo todos los artificios de las fórmulas antiguas (…). La obra
reconstructiva de Antoine creó el gusto por la acción simple, rápida, concisa y
visual, tanto en los gestos como en las actitudes y en las palabras.13
Este concepto de acción visual que adjudica Baty a la obra de Antoine es un hito
para nuestra investigación, ya que fue el pensar en la construcción visual como un canal
para que transitara la acción, lo que gatilló la explosión de sus posibilidades creativas.
Evidentemente, ante esta nueva escena, el rol del director comenzó a mutar. Se
volvió un sujeto creativo vital para la construcción del espectáculo y su papel dejó de ser
el de un organizador de lo escrito por el dramaturgo.
En este punto debo reiterar que dirigir es un arte que acaba de nacer. Nada,
absolutamente nada, antes del siglo pasado con su teatro de intriga y situación, llevó
a su florecimiento.14
Es así como propuso el concepto (que más tarde analizaremos) de director- autor,
develando una clave para el proceso que independizaría al teatro de la literatura y
cimentando nociones para la concepción de un nuevo teatro.
12
Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de Cuyo,
1992, p 47.
13
Gastón Baty. En César Oliva/Francisco Torres Monreal: Historia básica del arte escénico, Madrid, Edit,
Catedra S.A, 1997, p. 321.
14
Ídem, p 43.
10
Lamentablemente, el trabajo del director francés “tuvo una muerte rápida y poco
gloriosa, al ser atacado muy pronto por las nuevas tendencias de los simbolistas y de los
impresionistas”15. A pesar de esto, podemos ver que el aporte de Antoine se presenta
como un hito para el proceso de potencialización del aspecto escénico del teatro. Fue a
través del desarrollo de sus ideas referentes a la construcción visual, a la evolución del
concepto de escenografía, a la integración de una conciencia plástica en el trabajo
actoral, que comenzó a generarse este nuevo paradigma y, junto a ello, nuevas
audiencias capaces de exigir al arte escénico una evolución significativa en cuanto a la
forma.
15
Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de Cuyo,
1992, p 56.
11
Sobre éste principio, y en virtud de construir un arte dramático distante del que se
había concebido hasta entonces, comenzó el proceso de re-teatralización. Este consistió,
básicamente, en afirmar nuevos fundamentos para definir y concebir la teatralidad.
De hecho toda la práctica contemporánea, desde Alfred Jarry Hasta Eugenio Barba
(1986), pasando por Antonin Artaud(1964), Edward Gordon Craig(1979), Oskar
Schlemmer (1978), Tadeusz Kantor(1977), Jerzy Grotowski(1980, 1971) y Peter
Brook (1968), intenta subvertir si no eliminar el texto dramático, intentando
recuperar la teatralidad del teatro (perdónese la redundancia), esto es, recuperar el
juego teatral, la dimensión lúdica, devolverle al actor su papel ditirámbico y ritual,
y realizar una producción significante que se articula y se plasma en el texto
espectacular17
12
dramático ya que, como sabemos, la idea era trabajar con el texto como material;
“ocuparlo como un componente de la teatralidad”18.
Es importante advertir que según De toro “la teatralidad es propia de cada época e
incluso de cada práctica teatral”20. Atendiendo a aquello podríamos afirmar que cada
creador construye su propia teatralidad y que ésta estaría determinada por las
características particulares con que el director levanta un universo escénico determinado.
Esta variación, que permite que puedan existir diversas teatralidades, también tiene una
base común. Ésta la explica Fernando De Toro de la siguiente manera:
18
Ibídem.
19
Fernando de Toro: Intersecciones: Ensayos sobre teatro, Madrid, Edit Iberoamericana, 1999, p 49.
20
Ibídem.
21
Fernando de Toro: Intersecciones: Ensayos sobre teatro, Madrid, Edit Iberoamericana, 1999, p 50.
13
particulares. Es esa la razón de que podamos encontrar tantas versiones de Hamlet como
directores la han montado. Respecto a esto De Toro da un ejemplo que resulta aclarador:
Como ya hemos dicho, a fines del siglo XIX, y en reacción contra del naturalismo,
irrumpen a la escena los principios simbolistas. Se les criticaba a los naturalistas un afán
poco grato de sentirse “dueños de toda la verdad”23 y de precisarlo todo, que impedía la
intervención de la fantasía. Aquello, según los simbolistas, hacía que la obra de arte no
tuviese influencia alguna24. Se desprendía de la escena naturalista una carente
teatralidad, ya que al intentar ésta ser una reproducción real de la vida, impedía
desarrollar un lenguaje que se sirviese de elementos simbólicos para la construcción de
una realidad abstracta (que aludiera a la realidad cotidiana).
Fue así como los simbolistas levantaron una serie de principios en reacción a ésta
forma de concebir la creación, embarcándose en una firme batalla en pos de la re-
22
Ibidem.
23
Véase: Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de
Cuyo, 1992, p 50.
24
León Chancerel: Panorama del teatro, Buenos Aires, Edit Compañía General Fabril, 1963, p168.
14
teatralización del arte escénico. León Chancerel, en su libro Panorama del teatro,
expone claramente cuál era la noción de teatro que los simbolistas querían potencializar.
Aquí podemos ver que la mayor transformación que propuso el simbolismo tuvo
relación con crear a partir de la plástica, el color y la forma, un lenguaje que potenciara
el drama. Según apunta la cita anterior, la dimensión formal del espectáculo sería
valorada como un personaje más dentro de la puesta en escena y contribuiría, desde
aquel lugar, a crear un teatro unificado. Es así como, a partir de las ideas de los
simbolistas, se comenzó a valorar significativamente el plano visual del teatro y a
trabajar en pos de su potencialización y autonomía.
Como vemos, el afán de los directores era dotar la escena de una teatralidad no
existente hasta ese entonces, crear un diálogo entre la pieza y la audiencia que apelara a
recursos plásticos, auditivos, sensoriales como medio de expresión. Así se cimentó la
25
Ídem, pp 168-169.
26
Véase: León Chancerel: Panorama del teatro, Buenos Aires, Edit Compañía General Fabril, 1963.
27
Ibídem.
15
idea de que el teatro se manifestaba a través de un lenguaje que era escénico y no
literario. Si somos majaderos al reiterar este suceso, es porque el pensar el espectáculo
como una construcción visual, fue lo que posteriormente creó la necesidad de implantar
un nuevo dispositivo que suplantara al texto dramático: el Libreto Visual.
Esta corriente tuvo varios exponentes importantes, siendo uno de éstos el suizo
Adolph Appia, quien estimulado por la figura del “dramaturgo-músico” Wagneriano,
soñó con una obra orgánica, que creciera como un ser vivo integrando en sí música,
palabra, cuerpo e imagen28. Appia consideraba que las ideas de Wagner, relativas a crear
una obra de arte unificada, eran tentadoras y estaban dotadas de enormes posibilidades
para la evolución del concepto de espectáculo, sin embargo, eran también
indiscutiblemente generadora de caos. Es por esto que inició un análisis particular de
cada uno de los elementos que hacen posible una puesta en escena. Esto, con el fin de
pesquisar por medio de sus características cuáles eran sus vínculos, y así lograr una
nomenclatura que permitiera ésta interrelación de una manera fluida29.
28
Véase: José A. Sánchez: La escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999.
29
Véase: María José Sánchez: El cuerpo como signo: la transformación de la textualidad en el teatro
contemporáneo, Madrid, Biblioteca nueva, 2004.
16
preferente30. “Para ello, entre muchas cosas, manejó con especial énfasis la
luminotecnia, rompió con el escenario a la italiana, sustituyendo el decorado de tela por
construcciones corpóreas y practicables”.31 En lo relativo a esta relación entre el actor y
los elementos escénicos Appia señalaba lo siguiente:
Otro artista ícono en este proceso de reformulación de los principios del arte
escénico fue Gordon Craig. El director inglés, si bien no compartía la visión de Appia en
30
Véase: Adolphe Appia: El arte es una actitud. En: Adolphe Appia: Escenografías, Madrid, Edit circulo
de Bellas artes, 2004.
31
César Oliva/Francisco Torres Monreal: Historia básica del arte escénico, Madrid, Edit, Catedra S.A,
1997, p 337.
32
Ibídem.
17
lo referente al actor (ya que para él “el actor no es un artista porque desconoce las leyes
de su arte”33), si lo hacía respecto a la lamentable escena de su época y a la necesidad de
cambiar dicha realidad. “Parece-dice- que los ingleses me consideran anti inglés […] me
condenan en Inglaterra porque pienso y digo que la situación actual del teatro en
Inglaterra es ridícula”34.
Así como Appia depositó en la figura del actor (en relación a los elementos de la
visualidad) la responsabilidad de dar un cambio a la condición escénica de la época,
Craig lo hizo a través de la figura del director; pensando en que éste debía enfrentarse a
la escena como un autor, capaz de plasmar su propia visión de mundo, con un lenguaje
particular y “teatral”
¿Queréis saber por qué se cuentan siete maestros en lugar de uno? Porque no hay en
el Teatro un solo hombre que sea él mismo un maestro: ni uno solo capaz de
componer el mismo y de hacer ensayar una pieza; de dibujar y de vigilar la
ejecución de los decorados y los trajes; de escribir una música de escena; de
inventar la tramoya y la iluminación necesarias. Ningún director de teatro ha
estudiado sucesivamente estas cuestiones, y es una desgracia para el Teatro
Occidental que esta afirmación pueda ser hecha. 35
33
Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de Cuyo,
1992, p 173.
34
Ídem, p 152.
35
Edgard Gordon Craig: Del arte del teatro: Hacia un nuevo teatro, Madrid, Edit Asociación de directores
de España, 2011, p 82.
36
Idem, p 89.
37
Ibidem.
18
Se debía hacer surgir un modelo de director-autor. Para esto era necesario, entre
otras cosas, replantearse la función del autor dramático y establecer nuevas
valorizaciones y tareas a cada oficio. Se comenzó señalando que el texto no podía ser
una imposición para el director, que éste no debía hacer caso de las descripciones de
escena puestas por el autor ya que no necesitaba de ellas para la composición de su
espectáculo38 y que, por tanto, era necesario producir un empalme entre el trabajo de
dirección y dramaturgia.
Es así como Craig sugirió que los directores empezaran a abordar de otra manera
los textos dramáticos, proponiendo una idea de dirección que él argumentaba de la
siguiente manera: “trata al drama como el escultor al mármol, o como el compositor al
sonido; le da forma, proporciones, ritmo, expone algunos aspectos, oscurece otros, todo
ello de acuerdo con su propio criterio”39. De este modo proponía romper con esa
fidelidad mal entendida que tenían los directores frente a los textos dramáticos,
apuntando a que debían pensarlo como un material creativo que les permitiera plantear
una concepción propia de la obra.
Una obra resulta ser deficiente y carece de arte cuando se lee o tan sólo se escucha,
debido a que está incompleta, sin acción, color, línea y ritmo en movimiento y en
escena. Por ello si el director se capacitará técnicamente para la tarea de interpretar
las obras del dramaturgo, más adelante y a través de un desarrollo gradual,
recobraría el terreno perdido para el teatro y finalmente, restauraría el Arte del
Teatro a su lugar, por medio de su propio genio creativo.40
La tarea entonces era la de activar el genio creativo del director, con el fin de que
este fuese capaz de dominar las palabras, el ritmo, la línea y el color, para así convertirse
38
Véase: Edward Gordon Craig: El trabajo de dirección, En: Edgar Ceballos: Principios de la dirección
escénica, México, Edit. Gaceta.sa, 1999.
39
Galina Tolmacheva: Creadores del teatro moderno, Mendoza, Edit Universidad Nacional de Cuyo,
1992, p 164.
40
Edward Gordon Craig: El trabajo de dirección, En: Edgar Ceballos: Principios de la dirección escénica,
México, Edit. Gaceta.sa, 1999, p 197.
19
en un artista integral, que no necesitaba del dramaturgo para su arte41, un creador capaz
de plasmar su propia visión de mundo en una obra cuya complejidad estaba dada por las
dinámicas, vínculos y significaciones que él mismo determinaba.
41
Ibídem.
42
Ídem, pp 198-199.
43
Ídem, p180.
20
Meyerhold es una de las figuras más influyentes en el período que sucede entre la
caída del naturalismo y los inicios del nuevo teatro. Sus ideas respecto a la puesta en
escena no realista y a la renovación del trabajo del actor marcaron un antes y un después
en la historia del arte dramático. Principalmente, en lo relacionado con la liberación del
realismo y la entrada de un nuevo concepto de lo escénico.
En 1930 Meyerhold escribió refiriéndose a Wagner, quien como sabemos fue uno
de los primeros en impulsar la idea de integración de las artes en la puesta en escena y
del teatro como arte autónomo, lo siguiente:
44
Véase: “La reconstrucción de teatro” (1930), en V. Meyerhold, ob.cit.,p.271. En: José A. Sánchez: La
escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999, p 15.
45
Idem, p 44.
21
La idea de Meyerhold estaba basada fundamentalmente en que los mensajes no
eran transmitidos exclusivamente a través de las palabras, sino que existía un lenguaje
físico (por tanto perceptible a la vista) que muchas veces era más elocuente que el literal.
Es claro al respecto cuando señala: “la verdad de las relaciones humanas está
determinada por los gestos, las poses, las miradas, los silencios. Las palabras se dirigen
al oído; la plástica, al ojo.”46
Es así como puso especial énfasis en desarrollar técnicas para que el actor pudiese
comunicar, a través de construcciones visuales, que podía hacer con su cuerpo y su
gestualidad. El actor ruso, discípulo de Stanislawski, destacaba el trabajo hecho por el
Teatro de Arte, principalmente en lo referente a lograr virtuosismo en la representación
naturalista, sin embargo, creía que habían aparecido dramas que necesitaban de una
puesta en escena y una interpretación diferente47. Bajo el propósito de encontrar estos
nuevos principios escénicos, se introdujo en una ardua búsqueda teórico- práctica de
nuevas formas, que lo llevó a desarrollar una de las técnicas más trascendentes a nivel
actoral; la llamada Biomecánica.
46
Idem, p 52.
47
Ibídem.
22
Las técnicas de la Biomecánica surgen como respuesta a la necesidad, que veía el
director ruso, de que el actor creara formas plásticas en el espacio. Para esto era
necesario que dedicara tiempo al estudio de la mecánica su propio cuerpo48. Resultaba
para él poco efectivo el trabajo de “interpretación en auge hasta ese momento”49
refiriéndose principalmente al método Stanislavskiano, donde según Meyerhold la
emoción sobrepasaba siempre al actor “hasta el extremo de que este no podía responder
de sus propios movimientos y de su propia voz”50. Fue a partir de estas circunstancias,
que ideó un modelo que permitiera al intérprete abordar el papel, no desde su propia
psicología, sino de los procesos fisiológicos del propio cuerpo. De este modo la
Biomecánica se erigió como una técnica que permitía al actor descubrir, a través de los
estados físicos, impulsos del cuerpo y mecánica de sus posiciones, “la excitabilidad que
contagia al público y le hace participar de la interpretación del actor”51
Como hemos podido apreciar, estos aires de cambio que se inician con el objetivo
de dar autonomía al arte escénico, rápidamente van involucrando a todos los elementos
que lo componen. Se produce así una variación en los modelos de trabajo, hasta
entonces, legitimados: dramaturgo, escenógrafo, actor y director.
Esto tiene, a nuestro juicio, una explicación bastante evidente, la cual dice relación
con que, al manifestarse el afán de crear una escena integral, era necesario que los
elementos inherentes al teatro dejaran de trabajar en autonomía, y buscaran los medios
de poder entrar en comunión. Todo con el fin de establecer una dinámica de total
reciprocidad, que diera al teatro el carácter de espectáculo que requería.
Al igual que sus contemporáneos, Meyerhold creía que para que esta dinámica de
creación fuese posible, era necesario instaurar un concepto distinto de dirección. En
48
Idem, p 231.
49
Ibidem.
50
Ibidem.
51
Ibidem.
23
virtud de lo anterior, propone un modelo al que el denomina: director lineal, el cual
basaba las técnicas de su oficio en trabajar en constante comunicación y
retroalimentación, lo que permitía “que el actor se libere del director, como éste lo hace
del autor”52. Según él, era necesario instaurar y fortalecer este modelo de dirección, ya
que el suceso teatral se daba en la completa armonía de los cuatro elementos que lo
hacían posible: autor, director, actor y espectador.
No quisiéramos terminar esta revisión, sin antes comentar que (según los
antecedentes encontrados hasta hoy) es con Meyerhold que se comienzan a manifestar
las primeras nociones en relación al Libreto Visual. Al parecer, el director con el fin de
liberar al teatro de las restricciones impuestas por un texto dramático, y dar un soporte a
la creación en escena, utilizaba las obras a modo de libreto. Esto lo podemos observar
claramente en la siguiente cita:
Las creaciones de un director sólo se dan en escena, y la obra de Meyerhold era tan
completamente teatral, que el texto de una comedia, aunque se tratase de la clásica
de Mogol, no representaba para él sino el libreto con que hilvanar una creación
53
esencialmente sin palabras.
Diremos entonces que Meyerhold fue uno de los pioneros en trabajar bajo el
concepto de libreto. Con el fin de encontrar aquella teatralidad inexistente en su escena
contemporánea de corte realista-naturalista, el ruso hilvanó, como se dice en la cita
anterior, la idea de creación sin palabras.
52
Idem, p 57.
53
John Gassner: Teatro moderno, México, Edit Letras S.A, 1967, p 170.
54
Véase: J.M Monner Sans: Introducción al teatro del siglo XX, Buenos Aires, Edit Columba,1954.
24
últimos años del siglo XIX aparecieran nociones que impulsaron las nuevas teatralidades
del siglo XX.
A modo de síntesis diremos que estas propuestas, encabezadas por los directores
mencionados, se enfocaron en redefinir principios fundamentales como: que la acción
teatral debía estar dada por medios expresivos que le fuesen propios e independientes del
drama55. Esta redefinición, junto a la aparición de un nuevo modelo de dirección, y la
idea de pensar el drama como una construcción visual, fueron sucesos claves para el
proceso de re-teatralización y la ulterior aparición de la tendencia de dirección que
hemos investigado.
55
M. José Sánchez: El cuerpo como signo: la transformación de la textualidad en el teatro
contemporáneo, Madrid, Biblioteca nueva, 2004, p 29.
25
CAPÍTULO 2
Antecedentes hacia la construcción escénica desde el Libreto Visual:
Directores íconos del siglo XX
26
Otra característica importante fue el incentivar el proceso de re-teatralización y
potencialización de los elementos que son propiamente escénicos. Al contemplarse la
posibilidad de dejar de prescindir de la palabra, se necesitó una manera de ampliar las
facultades del lenguaje escénico. En consecuencia, se exploró en aquellos elementos
que estaban supeditados a las imposiciones del texto: los recursos visuales, el trabajo del
intérprete, la labor del director, etc. Fue así como comenzó este proceso de re-
teatralización que, principalmente, estuvo enfocado en desprender de la visualidad la
evocación de un mundo, la emanación de signos, y el proceso de identificación del
público.
Una tercera característica de este nuevo avatar del teatro, estuvo relacionada con la
reformulación de roles. Las renovadas ideas comenzaron a exigir un modelo distinto de
autor, director, intérprete y espectador. Si bien, en esta tesis nos referiremos
principalmente al trabajo del director, es importante mencionar que las exigencias que
demandó la nueva escena al actor hicieron que, por una parte, se modificaran los
procesos de creación escénica (pasando a establecerse una dinámica de trabajo en
comunión) y, por otra, se establecieran importantes principios y metodologías
relacionadas a su trabajo. De este modo podemos encontrar en las poéticas de Kantor,
Grotowski y Barba, manifiestos sobre el trabajo del actor que, si bien no trataremos en
esta investigación, son un importante referente a considerar.
Es así como para la escritura de este capítulo se ha indagado en esta otra forma de
concebir la creación espectacular. A través del levantamiento de bibliografía relativa al
trabajo de dirección de los autores mencionados, hemos dilucidado ciertos principios
metodológicos que son comunes entre ellos, y que según nuestra investigación
sustentarían esta tendencia de la dirección escénica. Es así como intentaremos definir los
ejes que rigen dicha práctica teatral, con el fin de cimentar una noción objetiva que
permita a otros directores experimentar en torno a estos conceptos.
27
2.1 El director como autor
La primera gran primicia, que determinó la tendencia que estamos analizando, fue que el
director debía presentarse ante la creación como autor. Para esto, se pretendía que los
directores no sólo organizaran metodologías de trabajo para sortear las nuevas
exigencias de su oficio, sino que también pensaran en dispositivos que sustentaran esta
manera otra de concebir un espectáculo. La intención siempre fue la de remover el teatro
desde sus raíces para que, como sabemos, se convirtiese en un arte independiente. Es así,
como suponemos que fue la aparición del concepto de director-autor lo que dio inicio a
la tendencia, sugiriendo a la vez los cuatro principios fundamentales de ésta: el actor
como artista, el texto como material, el uso del Libreto Visual como dispositivo de
escritura escénica y, la potencialización del lenguaje visual.
28
espectáculo para levantarlo según sus determinaciones, sino por el contrario, que el
director fuese capaz de entender el teatro como un todo, donde los elementos de
composición actúan en reciprocidad y el factor humano es preponderante.
Uno de los principales exponentes del rol director-autor fue Tadeusz Kantor. Para
el director polaco, la creación debía ser una exploración y explotación de los aspectos
formales del teatro, es así como trabajó bajo la premisa “Crear formas escénicas es
sinónimo de mostrar una obra dramática”56. Su foco estaba puesto en construir signos a
través de los elementos escénicos. De este modo, “por medio del manejo de los
contrastes entre estos elementos, es decir movimiento y sonido, forma visual y
56
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 26.
29
movimiento, espacio y voz, palabra y movimiento de las formas”57 iba componiendo el
espectáculo.
Cuando oigo a un director decir volublemente que sirve al autor, que deja que la
obra hable por sí misma, desconfío de inmediato, ya que eso es una de las cosas
más difíciles. Si se deja hablar a una obra puede que no emita sonido alguno. Si lo
que desea es que la obra se oiga, hay que sacarle el sonido58
Fue así, como la labor de los directores y el equipo se volvió activa, abandonando
la opinión de que la obra dramática hablaba e incorporando la de que era el artista quien
debía sacarle sonido. Esta idea de sacar sonido (misma que se utiliza cuando alguien se
enfrenta a un instrumento por primera vez) conduce a reflexionar en torno a que, iniciar
el trabajo de construcción espectacular, necesita del mismo estado de incertidumbre que
se tiene al iniciar el aprendizaje de un instrumento. Sin duda, esta decisión que tomaron
los directores, de enfrentarse a la obra desde la no-certeza (tanto a nivel formal como
intelectual), fue otro cambio importante que generó el nuevo paradigma del director, y
condujo al descubrimiento de que el arte escénico tenía una cantidad enorme de
facultades que no habían sido explotadas por la rigidez creativa, con la que hasta ese
entonces, había sido concebido.
57
Ídem, pp 25-26.
58
Peter Brook: El espacio vacío, Barcelona, Edit Península, 2001, p 53.
30
desplegar un lenguaje personal. Este hecho, desató otra característica importante de la
tendencia: el lenguaje del director. Al tener la posibilidad de renunciar a las
imposiciones estéticas de un texto o de un estilo determinado, cada director empezó a
desarrollar un lenguaje que hacía relación con su visión particular del mundo, con sus
inclinaciones estéticas, sus preocupaciones formales, su relación con el actor y con el
resto de los elementos que componen la puesta en escena, etc. Comenzaron así a
aparecer características poéticas en cada uno de estos directores y, con ellos, distintos
estilos en el arte escénico.
59
Eugenio Barba: Quemar la casa, Buenos Aires, Edit Catálogos, 2010, p 20.
31
Evidentemente el empoderamiento de Kantor, en relación a la noción director-
autor, no condiciona el trascendente desarrollo de independencia autoral realizado por el
resto de los directores citados. Cada uno de ellos, en mayor o menor medida, trabajó a
partir del principio y desarrolló sus propias técnicas directoriales, y de trabajo con el
intérprete, en función de poder enfrentarse a la creación de manera autoral.
Brook, a su vez, tomó esta práctica y trabajó (haciendo el ejercicio estimulado por
Grotowski) en extraer una columna vertebral de los textos dramáticos, para a partir de
eso componer un espectáculo. Se entendía entonces, que todo lo que daba carne a esa
columna vertebral, nacía de un proceso de creación en equipo que era propio y que, por
tanto, le daba al espectáculo la cualidad de ser único. El mismo Brook en relación al
trabajo de dirección señalaba lo siguiente:
La idea normal de dirigir es que hay un esquema que el director diseña antes de
empezar. Y luego dirige a la gente para que lleven a la práctica su esquema. Eso es
lo contrario de lo que hago yo. Lo que hago, por otro lado, es prepararme, estudiar,
hasta que algo crece, que es una “sensación de dirección”.60
Ante el planteamiento de que dirigir consistía en trabajar hasta que “algo crece” y
que suponía un proceso creativo que se daba en la práctica, y no en las ideas, es que se
60
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 75.
32
consolidó esta experiencia de dirección como un principio insoslayable. Ya no se trataba
de un director que venía a imponer un esquema trazado previamente, sino un director en
pleno estado de incertidumbre, estudiando (junto a su equipo) las maneras de abarcar un
suceso determinado.
33
En su origen, el formalismo es un método de crítica literaria elaborado por los
formalistas rusos entre 1915 y 1930. Estos se interesan por los aspectos formales de
la obra, poniendo en evidencia sus técnicas y procedimientos (…) Los aspectos
biográficos, psicológicos, sociológicos e ideológicos no son excluidos pero sí
subordinados a su organización formal”65
Si bien Wilson trabajaba con un equipo grande de profesionales de todas las áreas,
se presentaba ante sus obras como el creador absoluto. De hecho su metodología podía
parecer en momentos dictatorial, ya que el director elaboraba un modelo y el equipo
tenía la función de concretizarlo en escena.
El escenógrafo Kolo, que colaboró durante un tiempo con Wilson en obras como
Einstein on the Beach, señalaba respecto a esto lo siguiente:
65
Patrice Pavis: Diccionario del teatro, Dramaturgia. Estética, semiología, Buenos Aires, Edit Paidos,
2003, p 212.
34
de su obra se fue dando a medida que el tomaba lentamente el control de todos sus
elementos66
Es en este afán de controlar cada uno de los elementos que componían la puesta en
escena, donde radicaba la particularidad de Wilson, y el pensamiento de que el director,
más que ser un hombre de teatro, era un reggiser. Un creador de espectáculos que se
basaba en la elaboración de un complejo de imágenes, que daban a la obra la
característica de ir más allá de una pieza teatral.
Es así como, a través del testimonio de algunos artistas en relación al trabajo con
Wilson, se deja entrever la forma en que éste entendía el suceso escénico. La cual, se
diferencia por completo de la que aspiraban sus contemporáneos. Se podría decir que
por su modo de dirigir, Wilson respondía al modelo clásico que antecedió el inicio de la
66
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 55.
67
Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005, p 96.
35
tendencia, de hecho él mismo señalaba al respecto: “Trabajo de una manera casi
obsoleta en la tradición del siglo XIX. Me gusta la formalidad y la distancia de un teatro
frontal.”68
Empiezo por una forma, incluso antes de conocer el asunto. Empiezo por una
estructura y de esa manera conozco el contenido. La forma me dice lo que debo
hacer.70
Diremos entonces, que si bien Wilson se insertaba dentro del principio de director-
autor, su manera de abordar el trabajo no hizo relación con los postulados de los
directores Europeos. Había en su metodología, un afán de plasmar en escena una visión
estética completamente determinada por su imaginario, más que de dejar aparecer una
obra de teatro a partir del trabajo colectivo en relación a ciertos referentes (ya sean éstos
externos como imágenes o internos como la experiencia personal) y a las construcciones
visuales que se crean durante el proceso creativo. No decimos con esto que el resto de
los autores acá mencionados no establecieron principios estéticos particulares, al
contrario, lo hicieron y de manera muy aguda, sin embargo su autoría se ofrecía como
68
Robert Wilson citado por: José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma,
Buenos Aires, Edit Atuel, 2004, p 138.
69
Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005, p 16.
70
Robert Wilson citado por: José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma,
Buenos Aires, Edit Atuel, 2004, p 55.
36
algo que se daba en una dinámica de creación donde los aportes de terceros eran
fundamentales para la concretización del lenguaje.
Si bien, la intención de abolir el estado de soberanía que había sido dado al texto
literario, surgió a principios del siglo XX, adquirió preponderancia durante la segunda
mitad de éste, cuando los directores usados como referencia, estimulados por los
pensamientos de Artaud, comenzaron a concebir la idea de utilización del texto a modo
de pretexto.
37
la palabra en su punto en la elaboración del espectáculo escénico” 71; marcando así un
precedente para el Nuevo Teatro.
De este modo, se comenzó a trabajar bajo la certeza de que “el arte teatral, si tenía
que ver con el arte literario, era ocasionalmente; mas no en virtud de su propia
naturaleza” 72. Iniciándose así una lucha en pos de redefinir el lugar del texto en un arte
que debía ser, ante todo, escénico.
A partir del hecho anterior, surgió el concepto de texto como material, el cual se
sintetizaba en la ocupación del texto dramático como un elemento y no como un
universo completo a llevar a escena. En relación a esta forma de utilizar el texto se
levantaron las nociones de esta práctica, que como decíamos en los antecedentes, sugirió
pensar el texto dramático ya no como constante sino como variable.
Para Brook, la obra era producto del choque entre el material que está dentro del
actor (su experiencia) y el material con el que se enfrenta73. El director inglés, hizo
referencia al proceso ejercido por Grotowski en relación a esto, afirmando:
Ante este panorama creó una nueva concepción de texto dramático, basada en que
éste debía ser una especie de “balde de materiales” con los cuales poder trabajar. Como
71
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 95.
72
José A. Sánchez: La escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999, p 427.
73
Véase: Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005.
74
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 74.
38
hemos señalado anteriormente, esta práctica fue intensamente experimentada por todos
los directores acá mencionados, y por lo mismo, hemos podido pesquisar tres
características fundamentales que definieron el principio, y formularon a su vez un
nuevo concepto de proceso creativo y espectáculo. Todas ellas hacen relación con el uso
del texto dramático y el lugar del autor dentro del arte escénico.
La primera necesidad que percibió este principio, y que se levantó como una de sus
características fundamentales, fue la reformulación del rol de autor. Evidentemente, el
hecho de dar una nueva valorización al texto, hizo que el autor dramático dejara de ser
imprescindible para la puesta en escena, ya que los nuevos procedimientos apuntaban a
construir una obra a partir del vínculo entre las propuestas de un autor determinado, el
director, los actores y el equipo que era partícipe del proceso creativo.
Las condiciones anteriormente expuestas, y que dan lugar a una re-concepción del
rol del autor, están vinculadas a los dos principios anteriores. Veremos, en esta
exposición de las nociones que dan origen a la tendencia que investigamos, que todo está
directamente relacionado, lo que hace coherente nuestro planteamiento y facilita la
comprensión de ésta práctica escénica.
Si hablamos del vínculo entre los principios, es porque el cambio de rol del autor
dramático estuvo determinado, en gran medida, por la aparición del concepto director-
autor. El entender que la creación podía ser dada a través del trabajo del actor, el director
y el equipo, hizo que la figura del autor dramático se volviera menos indispensable,
cambiando así el valor que, hasta entonces, había tenido en el arte dramático. En el libro
39
Dramaturgias de la imagen, José Antonio Sánchez se refiere a esto, y a las
complejidades que de ello surgió, afirmando lo siguiente:
Fue así, como se fue dando esta reformulación del trabajo del autor, consistente en
ser, ante todo, un colaborador dentro del proceso creativo. De hecho, muchos de los
autores acá mencionados, nunca dejaron de trabajar con un autor dramático, siendo la
labor de éste construir una obra no únicamente a partir de su experiencia y su
imaginario, sino del material hallado durante el proceso creativo. Brook comenta al
respecto:
Desde luego, el autor tiene que estar presente, y el autor tiene que saber qué se está
buscando. El autor no puede comportarse como un magnetófono, o como una
especie de editor que se sienta en los ensayos, mira las improvisaciones y luego
edita el trabajo del grupo; así tiene un papel demasiado pasivo. No está planteando
ningún reto si el autor, en su papel tradicional, se sienta en casa, se inventa su obra
y dice: Aquí está, ésta es mi obra. Es una posibilidad, claro 76
75
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 147.
76
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 75.
40
como Kantor cancelaron de raíz su participación dentro del suceso escénico, hubo otros
como Brook, Grotowski y Wilson que siempre trabajaron en colaboración con un autor
dramático.
El mismo Wilson afirmaba “He aprendido a trabajar con dramaturgos y ahora creo
que es esencial trabajar con uno”77. El director estadounidense, aún comulgando con la
idea de utilización del texto como material, ha trabajado en colaboración con
dramaturgos en prácticamente todas sus obras. De hecho, según lo investigado hasta
ahora, una de sus relaciones más importantes en el ámbito de las colaboraciones fue con
el dramaturgo Heiner Müller, quien participó en la creación de la obra CIVIL wars. El
mismo Müller señalaba al respecto que “cada tres minutos, Bob giraba la cabeza para
preguntarle ¿qué piensas? o ¿qué debería hacer aquí?”78
En relación al modo en que Wilson trabajaba con los textos, Müller señalaba:
Bob trata un texto como si fuera una pieza de inmobiliario. No intenta roturarlo ni
abrirlo ni pretende obtener de él información, sentido o emoción. Para él es sólo una
cosa. Y es eso lo que me gusta de su estilo, puesto que el texto puede sostenerse por
sí mismo. No necesita sostén ni ayuda externa.79
Vemos, con esta afirmación, que (al igual que Kantor) Wilson trabajaba con el
texto y con las palabras como un material plástico. Si bien, como hemos dicho, todos los
autores de esta tendencia buscaban explorar en relación al principio texto-material, tanto
Kantor como Wilson fueron muchos más radicales en su postura relativa al trabajo con
el texto. Es muy probable que el haberse enfrentado al teatro desde sus facultades como
artistas visuales determinó esta inclinación (de ambos directores) de usar el texto como
un objeto. En la anterior cita, Müller afirma que Wilson no trabajaba con el sentido, con
77
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 186.
78
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 186.
79
Heiner Müller citado por: José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma,
Buenos Aires, Edit Atuel, 2004, p 183.
41
el discurso, con la columna vertebral de un texto (como lo hacía Grotowski, Barba y
Brook), sino que simplemente para el “son como rocas que pueden ponerse en la nieve,
en la arena, en el océano, en el espacio exterior y su estado no se altera”80.
Esta visión estableció un nuevo paradigma relativo al texto, que a nuestro juicio
estaba determinado por el hecho de que artistas visuales se involucraran con las artes
escénicas. Tenemos la impresión de que cuando esto sucedió, el teatro evolucionó a otra
cosa que tal vez fue el llamado: teatro de imágenes, que poco tenía que ver con la escena
tradicional y que generó una nueva forma de concebir el hecho teatral. En este caso, tal
como señala Beckett “una obra de arte no es sobre algo, sino que es algo; es una entidad
orgánica y no una armadura a la que se hubiera adherido un conjunto de ideas”81.
Para dejar una noción más acabada de lo que definía el llamado teatro de
imágenes, citaremos a Pedro Valiente, quien sintetiza sus características principales en
su libro Arte escénico planetario:
80
Ídem, p 184.
81
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 185.
82
Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005, p 16-17.
42
espectacular que correspondían a otras áreas del arte, como son la danza, las artes
visuales y las tecnologías. Proponiéndose así un teatro lejano a la textualidad, que sin
prescindir del texto se planteaba una escena multidisciplinaria donde, como dice la cita,
se vislumbraba el futuro del teatro bajo la ecuación imagen-movimiento-música-texto-
tecnología.83 Esta misma condición, relativa al valor del texto dramático, provocó la
aparición de nuevos usos del mismo, hecho del que se desprenden las siguientes
características del principio: Texto como Material.
La segunda característica importante (que derivó del hecho de pensar el texto como
material) fue el nuevo uso que se dio a la palabra. Tomando como antecedente lo
postulado por Craig, en relación a que el teatro del futuro debía ser pensado como un
drama sin palabras84, diremos que lo que se buscó fue aislarse del poder sígnico de ésta,
con el fin de buscar significado en otros elementos como la visualidad, el universo
sonoro y todo aquello perceptible a nivel sensorial más que intelectual.
Ibídem.
83
84
Véase: José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La
Mancha, 1999.
43
afectivo, es decir, que las palabras sean oídas como elementos sonoros y no por lo
que gramaticalmente quieren expresar (…)”85
85
Antonin Artaud citado por: José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la
universidad de Castilla-La Mancha, 1999, p 95.
86
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 66.
87
Ibídem p 295.
44
través de imágenes, y estas imágenes suscitaban reacciones en el actor desprendiendo de
ellas acción que, como decía Kantor, “era puramente escénica”88 ya que estaba liberada
de la complejidad sígnica a la que estaba vinculada la palabra.
Robert Wilson también ocupó, desde sus inicios en el teatro, este principio de
“inclinarse hacia las cualidades sonoras y rítmicas del discurso”89. De este modo, trabajaba
con la palabra como un objeto que se podía manipular en su estructura y sonoridad,
desprendiendo de ella todo su carácter sígnico y creando una nueva sintaxis. Un ejemplo
de esto, es el texto que escribe Christopher Knowles para A Letter for Queen Victoria:
OK OK
WELL, OK OK
WELL OK OK OK WELL
WELL OK OK OK WELL A
WELL OK OK OK WELL
WELL OK OK OK WELL
OK OK OK OK OKAY
OK AOK OK OK O
OK OK OK OK O
O90
88
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 14.
89
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 157.
90
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 159.
45
Aquí podemos ver como el texto no intenta transmitir un mensaje sino más bien
una sensación. La dislocación y repetición de la estructura de la frase va generando un
sentido que trasciende lo que las palabras significan, estimulando la sensación de un
lenguaje en movimiento. Fue así, como Wilson fue explorando diferentes maneras de
utilizar la palabra, ocupándola como un recurso en momentos plástico y en otros
discursivo. De hecho en Días Felices de Becket (la cual pudimos presenciar ya que fue
traída por el Festival Santiago a Mil el año 2011) el director presentó un montaje
construido en virtud del texto. En esta obra, Wilson no trabajó con esta desestructuración
del lenguaje, sin embargo hay una conciencia extra cotidiana del uso de la palabra, dada
principalmente por como suena y por el tiempo que requiere cada una de las letras para
ser dicha.
Para concluir este segmento, diremos que la ocupación del texto como material
también supuso que las partes que componían un texto fuesen vulneradas y tratadas
como un material posible de de-construir y dotar de otras funcionalidades. Es así, como
el uso de la palabra fue cuestionado y al mismo tiempo explotado, con el fin de
desentrañar de ella material que permita ampliar las facultades expresivas del teatro.
Esto mismo sucedió con la estructura el texto (nos referimos a sus diálogos, las
acotaciones, las unidades aristotélicas, etc.) que también se vio cuestionada, lo que
gatilló la tercera y más importante característica de este principio de utilización de texto
como material: La deconstrucción de los textos.
A nuestro juicio la característica principal, debido al uso que le han dado las
generaciones posteriores, del principio que estamos analizando (uso del texto como
46
material), fue la deconstrucción de obras dramáticas. Esta práctica surgió ante el anhelo
de desvincular el arte escénico del literario y fue utilizada por todos los directores acá
mencionados exceptuando Kantor, marcando un precedente para el teatro del siglo XX.
Se trataba de ser fiel a la idea de desliteralizar el arte escénico, pero sin por esto
dejar de tomar aquello que ofrecían los textos dramáticos y que hacían que el teatro
funcionara en un aspecto fundamental: la instalación de un drama universal.
Fue así, como los directores tomaron aquellos textos que son llamados universales
(por trabajar con rasgos propios del espíritu humano) y comenzaron a vulnerarlos,
extrayendo de ellos lo que podríamos llamar “su esencia”. De este modo, podían contar
con una estructura sobre la cual trabajar, una idea central sobre la que el actor y el
equipo pudiera transitar y, de este modo, vislumbrar un objetivo. Si bien, este proceso
comenzó como un trabajo de adaptación de las obras, cada vez se fue haciendo más
agudo, a tal punto que en momentos los directores llegaron a desligarse completamente
del original literario.
Grotowski fue, a nuestro juicio, el mayor representante de este principio, que más
tarde Kantor y Barba continuaron desarrollando. El director polaco enfocó gran parte de
sus investigaciones al trabajo de exploración y experimentación con textos dramáticos.
Se trataba de tomar aquellas situaciones que resultaban comunes a cualquier experiencia,
y a partir de ellas, comenzar a levantar material para la creación del espectáculo.
Grotowski, argumentaba este trabajo sosteniendo que los textos clásicos contenían
arquetipos y situaciones claves de la condición humana “como el amor contrastado
(Romeo y Julieta, Tristán e Isolda)” 91, lo que hacía que el espectador pudiera hacer el
ejercicio de la identificación cuando se enfrentaba a ellos. Según Barba, fue el
extremismo con que Grotowski realizó esta manipulación de los clásicos, lo que generó
91
Eugenio Barba: La tierra de cenizas y diamantes, Barcelona, Edit Octaedro, 2000, p 29.
47
un “nuevo avatar del texto, que adquiría la misma función del mito en la tragedia griega
de Atenas: una matriz de variantes que se interpretaba con entera libertad”92. Es así,
como podríamos advertir que fue este hecho el que dio origen a un nuevo
posicionamiento del texto dentro del arte escénico.
El proceso para Grotowski consistía en extraer una columna vertebral del texto. De
este modo, se tomaba aquello que resultaba indispensable de ser contemplado, para a
partir de aquel suceso comenzar a plantear la obra escénica. El mismo ejemplo que
exponíamos anteriormente del amor contrastado de Romeo y Julieta, nos sirve para
aclarar cómo se trabajaba a partir de una historia sencilla. Lo que se planteaba en la obra
era la problemática de un amor impedido por fuerzas que se le oponen. Esta historia
resultaba ser universal, ya que en cualquier cultura aquello era comprendido a través de
la experiencia. Es por esa razón que aquel suceso constituía la columna vertebral de la
obra. Posteriormente, el proceso creativo de los actores, y todo el material que derivara
de aquello, darían músculos a esa columna, levantando una versión única y particular.
Es por esta razón, que Grotowski nunca negó la necesidad de un texto, de hecho
insistía en la valorización de ciertos textos en desmedro de otros, porque no todas las
estructuras dramáticas brindaban la posibilidad de desentrañar de ellas una columna
vertebral, lo suficientemente poderosa, como para levantar sobre ella un espectáculo.
Marcos de Marinis, en su libro El nuevo teatro 1947-1970, expone cuales eran los
límites y criterios de selección de Grotowski para elegir un texto sobre otro:
Se trata siempre de dramas a los que podemos llamar clásicos, en el sentido más
amplio y menos convencional del término, es decir, de obras antiguas o menos
antiguas, e incluso modernas, “cuyo contenido (…)(está) arraigado en la psique de
la sociedad” (pág. 52); para ser más exactos, este contenido consiste en un núcleo
todavía viviente de imágenes profundas y representaciones colectivas o, dicho de
otro modo, en mitos capaces de constituir, para el actor y el espectador, “ un terreno
común preexistente en ambos”93.
92
Ibídem.
93
Marcos de Marinis, El nuevo teatro 1947-1970, Barcelona, Edit Paidós, 1988, p 106.
48
De este modo, podemos ver que para Grotowski lo que otorgaba valor a un texto
era su cualidad mitopoética, y la capacidad que tenía de plantear situaciones capaces de
sensibilizar el inconsciente colectivo de la humanidad, de la historia de un pueblo, de
una cultura o de un grupo social determinado94. Por lo mismo, Grotowski no trabajaba
con la virtuosidad literaria de un texto, sino con el arquetipo de éste, el cual ponía en
tensión contradiciéndolo, potenciándolo, cuestionándolo, etc.
A partir de esto, surgió la idea de texto como material. Un elemento que actuaba
como trampolín para dar impulso a los procesos creativos y a la identificación del
público. Dicho argumento fue vociferado por todos los directores acá mencionados,
marcando un hito importante de la tendencia.
Como hemos podido apreciar hasta ahora, el punto en común, que atravesó todos los
principios de la tendencia, fue poder desvincular el teatro de la literatura. Para esto,
todas las fuerzas estuvieron enfocadas en desarrollar metodologías que potenciaran la
construcción a partir de la forma. Este objetivo, según lo que hemos visto, obligó a
realizar una serie de cambios en los procesos creativos, estructuras legitimadas y roles
de los artistas. Todo con el fin de crear un lenguaje que fuera principalmente escénico.
94
Véase: Ibídem.
49
Hemos podido apreciar, que hay dos sucesos que fueron preponderantes para el
nacimiento de esta nueva estructura. Por una parte, la pretensión de hacer del teatro un
todo orgánico y, por otra, la re-concepción del lugar del texto dramático y consiguiente
ocupación del texto como material.
Hablar concretamente de cada uno de estos sucesos sería redundar en temas que ya
han sido desarrollados en esta tesis, si los nombramos es porque, a nuestra
consideración, estos dos asuntos gatillaron la necesidad de crear Libretos Visuales para
la composición espectacular. Debemos considerar, en primer lugar, que el hecho de
pensar el teatro como una creación, donde colindaban una multitud de lenguajes
artísticos, suponía un caos difícil de manejar. Entonces, se necesitaba de un elemento
estructurador.
Para apoyar lo que estamos afirmando, vamos a referirnos al siguiente pasaje del
libro Dramaturgias de la imagen, donde José Antonio Sánchez expone un breve análisis
en torno a esto:
50
más de los que intervienen en el montaje. El montaje, por su parte, pasa a ser la
categoría central, superponiéndose a la idea misma de dramaturgia.95
Fue así, como surgió la idea de crear una dramaturgia que apelara a integrar lo que
podríamos llamar el diálogo escénico. Hacer una escritura en base al material que se
desprendía del proceso creativo y ordenarlo a modo de guión. Los mayores
representantes de esta práctica fueron los directores aquí mencionados, quienes
desarrollando este modelo de escritura escénica, plantearon sus características y
fundamentos.
Según lo que hemos investigado, hay cuatro características que darían cuerpo a un
Libreto Visual: Actuar a modo de collage, ser resultado de un proceso escénico, ser
fijado al final del proceso creativo y ser apoyado (en la mayoría de los casos) por un
autor que estaba presente en los ensayos. Con el fin de tener una comprensión mayor de
esta práctica, y poder aplicarla en caso de querer explorar en torno a ella, vamos a hacer
una definición de cada una.
95
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 61.
51
creativo, y por todo el material escénico, visual, sonoro, etc, que se desprendía de la
investigación que hacía un grupo de artistas, en relación a un estímulo determinado.
Pudiendo ser éste una obra literaria, dramática, un hecho histórico, una imagen, una idea
política u otro.
Me sentía desnudo, era la primera vez que me lanzaba en un espectáculo sin el hilo
seguro de sucesos descriptos en un texto. Ahora me tocaba a mí construir una
trama, elegir, entre tantos otros, los episodios salientes, condensarlo, hilvanar
diálogos, concebir un final eficaz. Comencé por una improvisación: la casa del
padre de Dostoievski96
96
Eugenio Barba: Quemar la casa, orígenes de un director, Argentina, Edit Catálogos, 2010, p 160.
52
Nuevamente aparece la improvisación como la práctica conducente a crear
escénicamente. Y, sin duda, fue esta metodología de trabajo con el intérprete la más
desarrollada durante la tendencia, por contener en ella misma los principios que admitían
el teatro como una creación autónoma. Esto, debido a que permitía desarrollar el gran
objetivo de la tendencia: hacer una dramaturgia orgánica, una dramaturgia del espacio,
del actor, la luz, los elementos escénicos en constante relación. La misma que, según
José Antonio Sánchez, perseguía Artaud “Una dramaturgia que no puede ser concebida
como trabajo intelectual, sino como trabajo directamente escénico. Dramaturgia es
manipulación de los objetos escénicos: luz, forma, palabra, espacio”.97
En virtud de lo anterior, podemos decir que esta primera característica del Libreto
Visual se relaciona principalmente con los procesos creativos que llevaron a crear
lenguajes y dramaturgias propias. En relación a esto, Barba (quien más se refirió a esta
metodología de trabajo) señalaba lo siguiente:
97
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 98.
98
Eugenio Barba: Quemar la casa, orígenes de un director, Argentina, Edit Catálogos, 2010, p 265.
53
del resultado que se había obtenido durante los procesos de investigación, ensayos,
conversaciones, etc.
En sus inicios Bob Wilson también trabajó con esta metodología. Sus procesos
creativos surgían de lo que los actores hacían a partir de distintos estímulos que él iba
ofreciendo. En una entrevista expuesta en el libro Os procesos criativos de Robert
Wilson, la actriz Scotty Snyder señala lo siguiente:
Mas naqueles días a pecą foi construída enquanto nós íamos fazendo. Ele tinha
idéas más usava os accidentes, você entende. Nada realmente nos era imposto nos
laboratórios99
Es así, como podemos ver que la más trascendental práctica que caracterizó esta
época, fue la de crear y componer a través del material escénico que se desprendía del
trabajo de los actores en los ensayos. Es así como se concibieron los espectáculos, a
partir de la acción que emergía de la creación en colectividad.
Fue bajo aquel contexto, que nació la característica que veremos a continuación.
Al valerse el director y el equipo de una amplia gama de material escénico, se comenzó
a estructurar el todo según partes aisladas de acciones, imágenes, recursos sonoros, etc.
Fue por esta razón, que a la creación a partir de Libretos Visuales, se le adhirió como
práctica la idea (proveniente de las artes visuales) de Collage.
99
Por aquellos dias la pieza fue construida en tanto íbamos haciendo. El tenia ideas más usábamos los
accidentes, me entiendes. Nada realmente nos era impuesto en los laboratorios (Nota del A). Scotty
Snyder en: Luis Roberto Galizia: Os procesos criativos de Robert Wilson, edit Perspectiva, São Paulo,
1986, p 176.
54
b) El Libreto Visual actúa a modo de collage
Otra de las características primordiales del Libreto Visual fue el actuar a modo de
collage, la cual estuvo antecedida por el afán de pensar el texto como un objeto posible
de manipular. Fue ante esta desestructuración, de las partes que componían una
estructura dramática determinada, que se planteó la idea de trabajar con trozos aislados
de material (relativo a un tema en particular) que al ponerlos en relación formaban una
obra completa.
En un inicio, se trató de la selección de trozos de textos pero, posteriormente, de la
ocupación de cualquier tipo de material que pudiese aportar al universo que se pretendía
crear (ya fueran recortes del diario, imágenes, canciones, experiencias de los actores,
pinturas, etc.). Ante esta manera de trabajar, el Libreto Visual significó un gran aporte,
ya que se trataba de un soporte que permitía estructurar un material que, por ser tan
selecto y diverso, se presentaba como algo completamente desestructurado.
55
Los elementos reales (lo que se llama realidad bruta o “previa”), introducidos en la
imagen, resultan fascinantes por su organización y su estructura extrañas,
independientes- que sin embargo trato de asimilar a la composición formal de la
imagen- estructura, divisiones, manchas, formas… 100
Es así como proponía una dinámica de composición mucho más plástica, donde las
estructuras y los trozos podían ser manipulados y dispuestos libremente. De este modo,
ya no se trataba de construir una forma, sino de construir, a través de la forma, del uso
del color, la plástica y las imágenes: la acción.
100
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 67.
101
Eugenio Barba: Quemar la casa, orígenes de un director, Argentina, Edit Catálogos, 2010, p 178.
56
de las partes que compondrían el espectáculo. El mismo Barba, señalaba que esta idea de
dramaturgia orgánica necesitaba ser pensada en plural, es decir, más cantidad de temas,
más puntos de partida y más historias.102
Podemos ver entonces, que el Libreto Visual se presentaba como un soporte sin
restricciones de orden gramatical o narrativo, como una hoja en blanco donde depositar
el material con que la obra fue creada, ya fuese una palabra, un concepto, un baile, una
canción, etc. Es por lo mismo, que contenía una tercera característica fundamental: la de
ser fijado una vez que la obra estaba montada.
102
Véase: Ídem.
103
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p135.
57
c) El Libreto Visual es fijado al final del proceso creativo
En relación a este principio, diremos que los autores fueron majaderos en decir que
el libreto debía ser escrito al final del proceso y que esto constituía, prácticamente, una
ley de la tendencia. Para fundamentar esta aclaración vamos a citar a José Antonio
Sánchez quien expone aclaraciones de autores en relación a lo mismo:
104
Ibídem.
58
Nos parece interesante advertir que para Kantor esto no era así. Según el director
polaco, la pieza no podía ser escrita, simplemente existía en el momento que estaba
sucediendo y por tanto estaba en constante construcción y cambio. El mismo
argumentaba en La clase muerta lo siguiente:
Es por esta razón, que las partituras de Kantor se presentaban únicamente como
una descripción de imágenes y acciones. Por el contrario, el resto de los autores
intentaban dibujar la obra en la partitura, con el fin de dejar registro de cuál era su
construcción, cómo estaban estructuradas sus partes, cuáles eran las acciones de los
actores, con que elementos se estaba trabajando, etc. Vamos a entender que al prescindir
del texto dramático, lo único que existía más allá de la obra escénica era la partitura, y
por tanto, esta debía ser fiel al resultado de la obra.
105
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, pp 277-278.
59
Entendiendo este corpus no sólo como testigo de un proceso, sino como una guía para
los actores y el director, y por sobre todo como evidencia empírica de lo que había sido
el espectáculo creado. Para argumentar nuestra afirmación citaremos nuevamente a
Sánchez, quien elaboró un pensamiento muy acabado en relación a esta tendencia en su
libro Dramaturgias de la imagen:
En todo caso, lo único que puede existir autónomamente más allá de la creación
escénica es la partitura. Pero entender la escritura escénica como partitura no
implica, al menos programáticamente, sustituir al autor dramático por el director.
En el planteamiento piscatoriano, lo que se requiere es una colaboración entre el
literato, el escenógrafo y el director escénico. La partitura sería, idealmente,
resultado de una colaboración, pues sólo desde el colectivo el creador puede
liberarse de las dependencias externas.106
Para concluir diremos que, aun siendo disímiles las maneras de abordar un Libreto
Visual, este nació bajo principios ineludibles, los cuales son muy bien definidos por Max
Reinhardt, quien es citado por Sánchez con el fin de entregar un concepto definido y
sintético de lo que este documento sería:
106
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 75.
60
La atención a la construcción psicológica ha sido desplazada por la intención
compositiva. El actor pierde gran parte de su humanidad para convertirse en
material a organizar. Lógicamente, el texto pierde igualmente gran parte de su
dramatismo y gana en intensidad rítmica. Los efectos son en muchos casos más
importantes que las palabras. Lo primero es obtener una visión global del drama,
que progresivamente se va concentrando hasta alcanzar el detalle de cada gesto,
cada paso, cada mueble, cada luz, cada sonido. Entonces es cuando estas visiones
acústicas y sonoras, perfectamente configuradas, se escriben “como una
partitura”.107
Nos parece que esta cita es totalmente elocuente respecto a las características que
definían un libreto. Recalcaremos, para finalizar, la idea de que este hacía que el
espectáculo perdiera en dramatismo y ganara en intensidad rítmica ya que, a nuestro
juicio, el gran aporte de esta práctica fue el permitir que el suceso se sostuviera sobre
elementos escénicos más que dramáticos.
Como hemos dicho, junto con cimentarse el concepto de director-autor, texto como
material y Libreto Visual, apareció la idea de un actor-artista. El querer convertir el
teatro en un arte autónomo, necesitaba de un replanteamiento de los conceptos en todas
las áreas pertinentes al teatro sin exclusión, evidentemente, de su figura principal: el
actor. Fue así, como surge la necesidad de plantearse un intérprete capaz de
comprometerse activamente con la elaboración del espectáculo. Esto se debía, según
Grotowski, a que ante este teatro detenido en su etapa embrionaria, el actor surgía como
una fuerza creativa necesaria para llevar a cabo las pretensiones escénicas y estéticas del
montaje108.
107
Ídem, p 41.
108
Véase: Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998.
61
De este modo, el actor se volvió fundamental para la concreción del nuevo teatro,
sin embargo su rol debía cambiar, tenía que expandir los criterios de su formación y
evolucionar de ser un intérprete a un creativo, integrando la idea de que para llevar a
cabo este proceso era necesario desnudarse a sí mismo, ofrecer un material que provenía
exclusivamente de él, su cuerpo, su mente, sus recuerdos, su experiencia. Según Kantor,
el actor de este nuevo teatro “no representa ningún papel, no crea ningún personaje, no
lo imita: ante todo sigue siendo él mismo, un actor cargado de todo el fascinante
BAGAJE DE SUS PREDISPOSICIONES Y SUS DESTINOS”109.
109
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 172.
110
Marcos de Marinis, El nuevo teatro 1947-1970, Barcelona, edit Paidós, 1988, p 235.
111
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 97.
62
de mirada respecto a las búsquedas, objetivos y estímulos a nivel expresivo que se
pretendía activar en el actor.
• Cómo utilizar cada palabra como una acción vocal: no sólo un médium
intelectual, sino también una musicalidad capaz de suscitar asociaciones en el
espectador
• Cómo crear una polémica invirtiendo el valor de una acción física o vocal
mediante la introducción simultánea de elementos expresivos que contradicen
tal acción
• Cómo tratar el vestuario y los accesorios de tal forma que tengan una vida y un
carácter propios, y choquen incesantemente con el actor y sus acciones.112
En las dinámicas expuestas se puede percibir, como primera cosa, una búsqueda
que va más allá de la elaboración de un personaje y que se relaciona especialmente al
trabajo con la acción. Se pasó del intento de crear un personaje, a partir de las
características entregadas por el texto, a inmiscuirse en cuál era la acción de éste en una
historia determinada, para a partir de esa fuerza generadora del drama, construir un
modelo coherente con las circunstancias dadas. También podemos observar la intención
de que el actor, descubriera y resolviera, asuntos relacionados a elementos escénicos
como la musicalidad. Es así, como se promovió la ejercitación de un uso distinto de la
palabra, pensándola no sólo como un productor de significado sino como un sonido, un
112
Eugenio Barba: La tierra de cenizas y diamantes, Barcelona, Edit Octaedro, 2000, pp 80-81.
63
elemento que podía contribuir al proceso de identificación del espectador no
exclusivamente a nivel intelectual sino también sensorial. Por último, hablaremos de la
insistente propuesta de producir contradicción, ya sea entre los elementos expresivos y la
acción o el vestuario y los personajes, ya que esto se volvió un recurso primordial para el
aspecto formal del teatro.
Las técnicas empleadas por cada director, si bien en ciertos aspectos formales
pudieron ser disímiles, tenían un mismo fin: hacer que el actor explorara en sus
facultades expresivas y abandonara la presión que tenía respecto a la utilización del
texto, es decir, que pudiera trabajar con la libertad de “tomar o tirar el texto”113. Esta
práctica fue asunto de todos los directores aquí mencionados y se levantó bajo la misma
premisa: hacer que el actor dejara de ser únicamente un intérprete y aportara a la
creación espectacular como un creador.
113
Ídem, p 87.
114
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 171.
64
posible dicho objetivo, levantándose por esto mismo como uno de los referentes
principales de esta investigación.
Esta cita expone una problemática que resultó inminente para el actor de la época,
quien acostumbrado a concebir el texto como un soporte para su trabajo, debió asumir
una relación de independencia respecto a el, que le permitiera manipularlo hasta perderle
el respecto.
Ídem, p 119.
115
116
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p 97.
65
Grotowski también aportó al desarrollo de un lenguaje que naciera en escena, en
su caso su preocupación tuvo que ver con el actor y sus procesos. Con la forma en que el
intérprete se relacionaba con la realidad de un texto determinado. Es por esta razón, que
su mayor aporte en relación a la re-fundamentación del vínculo actor-texto, estuvo dado
por crear métodos para que el intérprete pudiera desarrollarse como artista
independiente, y descubrirse a sí mismo en la comprensión de un rol.
Es importante hablar del tipo de metodología que surgió tras estas renovaciones,
principalmente porque dan cuenta de cómo se llevó a cabo el proceso de creación
apartado de la literalidad del texto (Nos referimos a su estructura, sus diálogos, sus
acotaciones). A modo de ejemplo, nos referiremos al proceso de Brook en la obra Marat
Sade. Aquí se explica, de manera sencilla, cómo enfrentaba el trabajo el director inglés:
En esta descripción, respecto a cómo Brook fue construyendo la obra Marat Sade,
vemos un proceder que derivó de la renovación del vínculo texto-actor. Aquí los actores
eran protagonistas de la creación, ya que aun sabiendo que el propósito era montar dicha
obra, estaba depositada sobre ellos la responsabilidad de otorgar al director material para
que ésta fuese construida. Vemos entonces, que lo único que en un principio tomaron del
texto, fue la imagen de insania (motor de la obra) y a partir de esto comenzaron un
proceso de improvisación, de recaudación de material de toda índole, para luego
construir el montaje.
66
vuelve a reafirmar que era el actor el eje primordial para la nueva escena, y que ésta se
concebía como una creación en colectivo. Todo esto queda muy bien sintetizado y
aclarado en La escena moderna donde José Antonio Sánchez, refiriéndose al actor del
nuevo teatro, hace la siguiente reflexión:
Esta tendencia, que se dio en Europa y que levantó un nuevo paradigma del actor,
no fue tal en el caso de Wilson. Nuevamente veremos que el director texano incrementó
una contra postura, esta vez respecto al actor, planteando un modelo más cercano a la
marioneta de Craig que al propuesto por sus contemporáneos.
En la perspectiva del diseño global del espectáculo, el actor wilsoniano apenas está
sometido a un tratamiento diferente que las luces, la música, la escenografía o los
accesorios, dotados cada uno de su vida propia: el actor es un elemento ni central ni
marginal, es una componente entre componentes.119
118
José A. Sánchez: La escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999, p 59.
119
Sbyer citado por: José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos
Aires, Edit Atuel, 2004, p 133.
67
el director americano no comulgaba con el modelo actor-artista ya que no le servía para
llevar a cabo sus pretensiones. Según Sbyer, Wilson decía a sus actores “tomen sus
ideas, pónganlas en una cajita negra y déjenlas al costado del escenario. Olvídenlas”120
El papel se define por el actor; es algo extraño, pero la parte creativa viene después
de los ensayos (…). En los ensayos se pasa por coreografías automáticas, pero
luego, ante el público, descubre un borde que remite a otra cosa, y es eso lo que las
121
hace excitantes.
Entendemos con esta cita, que el actor wilsoniano encontraba su deleite no durante
el proceso creativo, sino durante la representación. Y esto posiblemente se debía a que
las exigencias técnicas de Wilson, y el rigor con que el intérprete debía llevarlas a cabo,
le consumía toda su concentración, impidiéndole “engolosinarse” con la creación de un
personaje. Vamos a recordar, que el director norteamericano no perseguía las
capacidades interpretativas del actor, sino más bien sus facultades técnicas, es decir, las
herramientas que tenía éste para ejecutar de manera exacta lo que se le pedía. Aquello se
aplicaba principalmente (en el caso de Wilson) a lo relativo al tiempo, ya que trabajaba
con partituras gestuales que debían ser llevadas a cabo según cronómetro y a través de
secuencias espaciales sumamente rígidas.122
120
Ídem, p 187.
121
Ídem, p 121.
122
Véase: Ídem, p 120.
68
reformulaciones del Nuevo Teatro hubiesen sido posibles, ya que se sostenían
principalmente en crear, como hemos dicho, una escena orgánica.
Como bien sabemos, la escena del siglo XX estuvo regida por una serie de cambios en
prácticamente todas sus áreas, sin exclusión del ámbito de la espacialidad. Fue así, como
al igual que se establecieron contrapropuestas en relación al rol del actor, autor y
director, también fueron debatidas las nociones respecto al espacio escénico,
evolucionando en aspectos hasta entonces desconocidos.
Fue entonces cuando figuras como Appia, Craig y Meyerhold (entre otros)
comenzaron a concebir un uso del espacio distinto al que había sido legitimado,
planteándose cuestionamientos en torno a los decorados, maquillajes, vestuarios,
utilización de la luz, recursos plásticos y concepto de espectador, lo que constituyó una
123
Jacques Copeau en: Investigaciones sobre el espacio escénico, Madrid, Edit Alberto Corazón, 1970, pp
96-97.
69
plataforma para las transformaciones sucesivas. José Antonio Sánchez, en su libro La
escena moderna afirma:
Meyerhold fue uno de los primeros en explorar las posibilidades de una utilización
global del espacio teatral convencional y como Reinhardt y Gémier, aunque con
diversa intencionalidad, fue muy aficionado a que los actores hicieran su entrada
por el pasillo central. Meyerhold, quería convertir el teatro en un lugar de encuentro
y en un foro de discusión124
Es bajo este contexto, que los directores ya abordados comenzaron a elaborar sus
manifiestos en relación a la espacialidad escénica, levantándose una otra mirada que se
podía sintetizar en dos características fundamentales: El trabajo desde el espacio vacío
(que a su vez potencializó el desarrollo del lenguaje visual) y el uso de espacios no
convencionales que, a su vez, potenció los aspectos convivales del teatro, generándose
un nuevo modelo espectador. Con el fin de una descripción mayor, haremos un breve
análisis de lo mencionado, insistiendo en el hecho de que las prácticas escénicas que de
aquí surgieron incrementaron los recursos propios del teatro.
124
José A. Sánchez: La escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999, p 36.
125
Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998, p 13.
70
Deseo comparar lo que únicamente puede ocurrir en un escenario estable con
decorados y luces con lo que sólo puede darse sin luces, sin decorados, al aire libre,
para demostrar que el fenómeno de un teatro vivo no tiene relación con condiciones
externas.126
126
Peter Brook: La puerta abierta, reflexiones sobre la interpretación y el teatro, Barcelona, Edit Alba,
1999, p 22.
127
Véase: Íbidem.
128
Polly Irvin: Directores, Artes Escénicas, Londres, Edit Océano, 2003, p 153.
129
Ídem, p 157.
130
Véase: Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005.
131
Íbidem.
71
Tanto Wilson como Kantor fueron figuras determinantes en este contexto, ya que
al insertarse al teatro desde sus competencias como artistas plásticos, aportaron una
nueva perspectiva de lo escenográfico. Se añadieron entonces prácticas provenientes de
las artes visuales para la construcción de la puesta en escena, lo que amplió sus
facultades expresivas y renovó sus patrones estéticos. Respecto a esto, Grotowski
comentaba:
Esta concepción plástica de la que hablaba Grotowski fue, sin duda, el gran aporte
que hicieron (desde escenarios muy diferentes como son Europa y Norteamérica) ambos
directores al teatro de la época. En este sentido levantaron un concepto de estilización,
basado principalmente en la imagen, que significó una revolución en el campo de la
visualidad escénica.
Robert Wilson concibe sus puestas en escena como un teatro de imágenes. Elabora
sus producciones dramáticas en video como si fuera un pintor. Estudia el encuadre
con minuciosidad y concede suma importancia a la calidad de las luces y los
colores, además de construir espacios sonoros.
72
un bosque, un sillón), que desataran la comprensión cognitiva del espectador, sino de
imágenes abstractas que alcanzaran su subconsciente134.
Esta particularidad se daba muy claramente en la obra de Kantor, donde los actores
y los objetos parecían tener el mismo grado de importancia en cuanto a la composición.
El mismo Kantor, señalaba la importancia de la revalorización de los objetos,
argumentando que cuando el surrealismo impulsó esta corriente “el acto de la creación
se transportó a otros ámbitos: los de la decisión, la iniciativa, la invención: la esfera
mental.”136
134
véase: Ibídem.
135
Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005, p 90.
136
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 134.
73
c) Ocupación de espacios no convencionales y carácter de convivio
El hecho de invitar al público a romper con sus hábitos condicionados – entre los
cuales se incluye el asistir a lugares especiales para determinados fines – es un gran
progreso, en términos dramáticos138.
137
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 64.
138
Peter Brook: Provocaciones, 40 años de experimentación en el teatro (1946/1987), Buenos Aires, Edit
Fausto, 1989, p 169.
74
Fue así, como el impulso de sacar la escena de las plataformas legitimadas, exigió
una re-concepción del rol del público. Se enfatizó en la necesidad de que el espectador
estableciese un nuevo modo de presenciar el hecho teatral. En lo relativo al surgimiento
de nuevas audiencias, Brook comentaba:
Según esta investigación, si bien desde Antoine, pasando por Meyerhold140 y sus
contemporáneos, hubo un replanteamiento respecto a la participación del espectador, las
mayores experimentaciones en torno a esta problemática se desataron durante la
tendencia que estamos investigando.
Todo el trabajo que hemos realizado hace una referencia constante al público: ver al
público, oír al público, sentir al público. El público es el testigo del mundo de hoy,
mucho más que las paredes o sillas. Las paredes y las sillas tienen sus limitaciones.
139
Peter Brook: La puerta abierta, reflexiones sobre la interpretación y el teatro, Barcelona, Edit Alba,
1999, pp 13-14.
140
Véase: José A. Sánchez: La escena moderna, Madrid, Edit Akal S.A, 1999.
75
Pero el testigo auténtico de cualquier momento de cualquier actuación hoy día es el
público.141
141
Margaret Croyden: Conversaciones con Peter Brook 1970-2000, Barcelona, Edit Alba, 2005, p 199.
142
Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998, pp 26-27.
143
Ídem, p 35.
144
Véase: Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998.
76
incomparable en relación al cine y televisión (que eran y siguen siendo la gran atracción
de las masas). Para reafirmar este asunto señalaremos las ideas de Grotowski al respecto:
Hay un sólo elemento del que el cine y la televisión no pueden despojar al teatro: la
cercanía del organismo vivo. […] es necesario por tanto abolir la distancia entre el
actor y el auditorio, eliminando el escenario y removiendo todas las fronteras145
Para Brook, lo principal era comprender que el espacio se compartía, es decir que
era el mismo para todas las personas que constituían el espectáculo146. De este modo,
todo estaba construido en virtud de las relaciones posibles dentro de un espacio de
representación. Barba también aportó a esta afirmación diciendo:
145
Ídem, p 36.
146
Véase: Peter Brook: La puerta abierta, reflexiones sobre la interpretación y el teatro, Barcelona, Edit
Alba, 1999.
147
Eugenio Barba: Quemar la casa, orígenes de un director, Argentina, Edit Catálogos, 2010, p 81.
148
Ídem, p 83.
77
Este compromiso del espectador con la obra fue reafirmado por todos los
directores que hemos ocupado como referentes en esta investigación. Sin embargo, para
Kantor el compromiso tenía que ver con un asunto diferente. Aun apoyando el
pensamiento de que el espectador formaba parte del espectáculo, el director polaco
afirmaba que éste “adquieren una responsabilidad al entrar a la sala, no pueden ser
voyeurs, deben tener una implicación más mental que física”149
149
Pedro Valiente: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005, p 164.
78
CAPÍTULO 3
Análisis en torno a la teoría y praxis del proceso creativo
conducente a Épico
Para comenzar este tercer capítulo donde se hará un paneo, primero descriptivo y
después analítico, de lo que fue el proceso creativo a partir de la práctica aquí
investigada, será importante recordar que esta tesis se sustenta en la noción de
construcción escénica a partir de Libretos Visuales.
Hemos denominado Libreto Visual a una pieza escrita que establece una columna
vertebral o motivo dramático sobre la cual se van adhiriendo imágenes, sucesos,
acciones, estructuras poéticas y conceptos pertinentes a la situación planteada que hacen
referencia tanto a contextos visuales, sonoros y físicos del universo propuesto. De este
modo se creó el Libreto Visual Épico, que fue el punto de partida del proceso creativo
conducente a la construcción de un montaje que estuviese sustentado sobre los
principios aquí pesquisados.
Luz
Sombra
Oscuridad
Y viceversa.
79
Contradictorio e independiente
Épico no es performance
Site specific
o una obra de arte obediente.
Es un instante ausente.
Un simulacro inmóvil de lo sucedido.
El patio de casa.
Tú
Y
Yo.
En cuanto a los inicios del proceso, siguiendo la lógica propuesta, se comenzó por
escribir Épico (el cual adjunto en los anexos de esta tesis). Un guión de acciones e
imágenes ( a la manera de Tadeusz Kantor) desde donde surgían personajes, situaciones
150
Reseña Épico para presentación a público.
80
y un contexto espacial determinado151. Vamos a recordar que uno de los principios de la
tendencia dice relación con la re-formulación del concepto de autor dramático y la
posibilidad de suplantación de éste por el director autor, quien no sólo se vuelve
responsable del levantamiento escénico de un texto, sino también de aquello que gatilla
el trabajo práctico; es decir un texto previo.
151
Aquel texto se ha agregado en los anexos de esta tesis para que pueda ser revisado y analizado en
completa libertad.
81
Siguiendo las pautas estudiadas en relación a la conformación de equipo, pero sin
sopesar que la realidad de producción de las obras de mis referentes estaban totalmente
alejadas de las personales, se llamó a colaborar a un número importante de artistas de
todas las áreas. Me parecía importante conformar un grupo heterogéneo de trabajadores,
porque esto me permitiría barajar, de manera más aguda, los principios de arte integral
que había estudiado en los antecedentes de esta tesis.
Fue así, como únicamente con el texto Épico en mano y un par de referentes, llamé
a colaborar a: Katalina Mella (Directora, bailarina y performer), Elías Santis (pintor,
músico), Magdalena Isaacson (artista visual, diseñadora integral), Gerardo Varas
(músico). Hasta ese entonces la idea de los actores me parecía incierta, no quería llamar
a ninguno sin antes descubrir, junto al equipo, desde que óptica enfrentaríamos el texto.
Lo primero que afirmé fue que nuestro único recurso era un texto desde el cual crear una
pieza con carácter integral. De este modo, ofrecí un trabajo abierto a la experimentación,
cuya base estaba determinada por una investigación previa referente a las metodologías
de dirección de los principales directores de vanguardia de mediados del siglo XX y que,
aún así, carecía de una concepción inamovible en cuanto a estilo y tendencia artística. A
partir de esto, mostré referentes de obras de Tadeusz Kantor para referirme a cómo se
trabaja a partir de un guión de acciones e imágenes. Respecto a lo musical, ofrecí como
referente el trabajo de John Cage y Laurie Anderson, abierto en cuanto a la utilización
de los ritmos, uso de la palabra, su desestructuración sintáctica y sonidos musicales no
convencionales.
82
bailarín), Sebastián Plaza (actor, locutor, músico), Daniela Burgos (actriz), Marcela
Velásquez (Actriz, músico) y Macarena Astudillo (bailarina).
A modo de síntesis, y para dar pie a la reflexión teórico práctica, diremos que si
bien en un proceso de creación la división no existe como tal, por razones metodológicas
y para mayor claridad, vamos a separar este proceso en las categorías planteadas en el
capítulo II que funcionaron en la realidad de la puesta en escena de manera conjunta y
simultánea. Es así como hemos estructurado el material en dos direcciones. Una a la que
hemos denominado: Descripción técnica, exhaustiva y sintética en virtud del proceso
Épico, en donde contaremos los detalles más relevantes de lo que fue el principio
abordado en específico. El otro punto se ha denominado: Análisis del proceso
considerando sus aciertos y des-aciertos, en donde analizaremos virtudes y oposiciones
de este proceso a la luz de la experiencia
152
Véase: https://www.youtube.com/watch?v=g95pegJ7T5o
83
EL TEXTO COMO MATERIAL
De cómo ir más allá de la literalidad
Cuando supe que tenía que enfrentar un proceso de puesta en escena, mi primera
decisión fue escribir un texto. Sentía, como siempre, que eso sería un ancla para empezar
a desarrollar un trabajo que me parecía abismante en su complejidad. Fue así como
empecé a escribir el texto basado (como se ha dicho) en una noticia real de femicidio
ocurrida en Chile el año 2012. Mi referente al momento de escribir fue La clase muerta
de Tadeusz Kantor. De este modo compuse un documento153 de veinticinco páginas
escrito en lenguaje poético donde narraba en imagen/acción lo que mi mente y corazón
pudieron traducir de ese instante épico; cuando Hugo mata a Teresa y luego se quita la
vida. Finalmente ese era el momento que había gatillado mi interés de escribir y, a su
vez, dado título a la obra.
El texto estaba sostenido por una columna vertebral que había extraído del hecho
real, y que en líneas muy generales se alineaban con el motivo universal: los amantes
que mueren. Para esto necesitaba levantar los referentes, la historia previa a la tragedia.
Dividí entonces la estructura en cuatro hitos fundamentales donde se mostraría el
vínculo de pareja, sus principios fundacionales y su trascendencia. Estos cuatro puntos
fueron los siguientes:
153
Para una mayor comprensión respecto a los cambios que fue sufriendo el texto a lo largo del proceso,
pueden revisar los ejemplares adjuntos en el anexo en sus tres etapas: inicio, medio y final.
84
1-La juventud: Basado en la creación y cimentación del amor. En este capítulo se
narraba, a partir de la descripción de sucesos, como ambos habían ido formando un
vínculo de amor indestructible y básico. En este segmento las palabras y las acciones
intentaban evocar la belleza inocente del amor de juventud y la convicción del
enamoramiento.
Repasan su historia
su crianza
sus gestos
sus gustos
sus formas
sus rebeldías
sus manías
sus andanzas
sus preferencias
sus proezas
su erotismo
su formación.
Comulgan
desacuerdan
vuelven a acordar.154
Desandado lo andado
Hacia atrás
Por sobre lo pisado
Un simulacro inmóvil
de lo sucedido.
La contra acción.
Detención.
Pausa larga
Considerablemente larga
Un limbo
Unas almas
154
Segmento de la primera parte del Libreto Épico: La juventud.
85
En paz155
3-La vigilia: Este segmento mostraba el instante en que Hugo realiza el plan para matar
a su esposa. Se insertaba por primera vez el vínculo de ellos con el exterior, cuando
aparece la familia.
4-La muerte: Mostraba el instante épico, cuando ambos mueren juntos en post del amor.
El público sale
un coro celestial
Ocurre la muerte
La liberación del amor.157
Al revisar el texto adjunto, se puede evidenciar que hay ciertos recursos literarios
que fueron claves en la construcción de esta pieza. Estos básicamente fueron la
reiteración de palabras y segmentos, la diagramación del texto en frases cortas, la
155
Segmento de la segunda parte del Libreto Épico: La vejez.
156
Segmento de la tercera parte del Libreto Épico: La vigilia.
157
Segmento de la cuarta parte del Libreto Épico: La muerte.
86
conciencia rítmica de la redacción, y la búsqueda de encontrar valor en las palabras más
allá de su significado.
Al cuarto mes del proceso de escritura, realicé las primeras lecturas con dos de los
artistas que posteriormente colaboraron en el proceso: Andrea Moro y Elías Santis.
Ambos a pesar de lo encantados que estaban con la poesía de la pieza, evidenciaron por
una parte, que en momentos se volvía reiterativo y que eso complicaría el montaje y, por
otra, que no existía una unidad Aristotélica sino que más bien constituía una estructura
bastante random. Esto último no me importó, ya que aquella característica comulgaba
con los principios que había investigado específicamente en el segmento: El texto como
material, donde se exponía que, junto con cambiar el paradigma de autor dramático
cambiaba la estructura dramática, apareciendo propuestas que rompieron con la
estructura Aristotélica imperante en el siglo XIX y principios del XX. En cuanto a lo
reiterativo no hice modificación alguna, simplemente decidí que empezaríamos con la
parte primera y que luego veríamos como resolver las siguientes.
87
pensar en si estábamos respetando un orden o el ritmo de las frases. Sin lugar a dudas el
texto sirvió como un material para el inicio del proceso; nos condujo a crear un sinfín de
imágenes muy poderosas y sobre las cuales posteriormente sostuvimos la dimensión
visual, musical y fonética del montaje.
Paralelo a lo anterior, el texto también nos ató a ciertas prácticas que, si bien
resultaban interesantes, no lograron afiatarse a la orgánica del montaje. Me refiero a
nuestra intención de decir el texto en off. Al parecernos valioso en su estructura literaria
agotamos muchos esfuerzos, junto a los artistas del lado sonoro, por ir contando la
historia literal y esto al cabo de dos meses de práctica fue desechado. Nos vimos
obligados a tomar una decisión: o hacíamos un espectáculo sonoro-literal o trabajábamos
en post del espacio y la visualidad. Preponderó lo segundo porque comulgaba
enteramente con el sentido de esta investigación. Fue así, como pasado los dos primeros
meses abandonamos el texto y continuamos trabajando con el material virtual (acción,
imagen, sonido) que de él se había desprendido.
Por último, diremos que el texto al ser fértil en imágenes y acciones nos permitió
desentrañar una vasta cantidad de material con el cual impulsamos la creación de Épico.
A su vez, el uso de la palabra nos obligó a pensar en ella desde su dimensión sonora más
que sígnica, valor que perseguimos con fuerza por tratarse de uno de los vértices de
nuestra investigación. En el segmento anterior hablamos de que quizás hubiese sido
mejor simplemente haber partido de una columna vertebral levantada sobre una cantidad
de palabras o imágenes acotadas. Ahora, revisando este ítem basado en la escritura del
texto, pienso que si bien aquello nos hubiese permitido navegar por un panorama más
amplio, quizás no habríamos logrado la cantidad de material específico y dirigido (en
cuanto a imaginario y selección de elementos) que logramos en la etapa pre-montaje de
Épico.
88
Ahora, con el fin de analizar lo que fue el uso de texto como material en nuestro
proceso creativo, nos referiremos a los dos puntos particulares que encabezaron esta
práctica: La reformulación del rol del autor y recomposición del uso de la palabra.
Hemos determinado que hay dos ejes primordiales en relación al trabajo de escritura de
un texto concebido como material, que se mencionan en esta investigación y se vinculan
estrechamente con la experiencia práctica del proceso creativo conducente a levantar la
obra Épico.
Cada punto fue trabajado (en mayor o menor medida) en nuestro proceso creativo
y evidentemente su resultado, en algunos casos fue excelente, y en otros, imposible. Con
el fin de hacer un análisis de lo que fue el estado de las cosas al respecto, trataremos
cada uno por separado y resolveremos, según nuestra experiencia, cuáles de ellos se
llevaron a cabo y cuales requieren de una nueva dirección, prueba y error.
89
a) Reformulación del rol del autor
Como se ha mencionado en los inicios de este segmento, uno de los postulados del
planteamiento teórico de la tendencia que investigamos se edifica en la necesidad de
introducir un concepto renovado de autor dramático. De este modo la figura imperante
del siglo XIX, que escribía un texto para ser montado, haciendo del teatro una especie de
formalización de un universo literario, se cuestionó. Así aparece, en lo que enmarca y
valoriza esta investigación, un autor-director. La pieza entonces se escribirá en un
proceso de creación dinámica de los elementos que constituyen, en esencia, un
espectáculo escénico.
Bajo este contexto, como vimos analizado en el capítulo anterior, nacen figuras
como Kantor y Wilson, que se levantan como creadores soberanos de sus propios
espectáculos y proponen un uso del texto radicalmente desvinculado del contexto
literario. Y también se alzan figuras como Brook, Barba y Grotowski que toman de los
textos clásicos su esencia dramática y a partir de este fundamento escriben un libreto,
junto a su equipo, que nace desde la escena158.
En nuestro caso particular, el motivo dramático (los amantes que mueren), que si
bien se podría encontrar en los clásicos159, se extrae de un hecho real. Luego de eso se
decide escribir un texto, a la manera de Kantor, para presentarlo como el primer material
de trabajo. Me pregunto por qué elegí un texto literario para dar el punto de partida.
¿Qué habría sucedido si hubiese ofrecido quinientas o mil imágenes en relación a lo que
para mí constituía esa historia?
158
Es importante recordar que los cinco directores mencionados trabajan la creación del texto desde la
escena, sin embargo los dos primeros logran desvincularse particularmente del texto, según nuestras
apreciaciones, debido a su formación desde el campo de la visualidad.
159
Tristán e Isolda, Romeo y Julieta.
90
La elección de escribir un texto en palabras para ofrecerlo como material de inicio
del proceso creativo, estuvo determinada por la costumbre. Siempre lo hice de esa
manera y durante todos los años que he dedicado tiempo al estudio de las artes escénicas
se ha hecho así: el profesor o tú eligen un texto, que independiente de cómo abordes,
ofrece como primer estímulo: palabras.
Cuando llamé al equipo y les enseñé el texto, presiento que algunos pensaron que
íbamos a poner aquello en escena y no tuve la sabiduría necesaria para poderles
comunicar elocuentemente cuáles eran mis intenciones, quizás porque yo, aun
sabiéndolas, no quería tomar la decisión de asumirlas. Esto hizo, a mi juicio, que durante
la primera etapa de la investigación práctica estuviésemos muy atentos a las palabras del
texto y preocupados de correspondernos a la intensidad literaria de la pieza. En este caso
mi ser autor se colocó disimuladamente sobre el director, perdiéndose entonces de ver
las posibilidades visuales y sonoras de lo que espontáneamente ocurría en el espacio.
91
Al adentrarme al “cuentito”, creí entender en parte lo que Luisa quería contarnos,
pero de pronto se difuminaba y me perdía al tratar de comprender algunos pasajes.
No me importó mucho, porque opté por dejarme llevar por todas las imágenes…160
Estoy en absoluto acuerdo con la profesora Solá respecto al cuentito, asunto que
ratificó la profesora Andrews en el encuentro de evaluación. Cuando decidimos
abandonar el texto escrito y dedicarnos a trabajar en relación al material no-literal que
habíamos conseguido durante la primera etapa del proceso, nos despedimos de la
historia sencilla. Esta volvió a aparecer, casi por coincidencia, a mediados de la tercera y
última etapa del proceso creativo. En relación a esto la profesora Andrews comenta:
Tal como señala la profesora en la cita expuesta, los personajes que llevan la
historia en Épico son dos juguetes en miniatura: una niña y un caballo. Este último fue
encontrado enterrado en una planta durante los ensayos y nos condujo a introducir a una
niña, volviendo así a nuestro motivo dramático inicial. Al aparecer estos personajes
comenzamos, sin nosotros quererlo a construir la historia en la que habíamos estado
trabajando durante los dos primeros meses. El y ella se encuentran, se desencuentran y
mueren juntos. Sin embargo, en parte por falta de tiempo, y en parte por la no
colaboración con un autor dramático, la historia nunca cuajó, entonces el cuentito
quedaba inconcluso y el público no lograba compenetrarse totalmente con la historia.
160
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Alicia Solá.
161
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Macarena Andrews Barraza, p 3.
92
etapa de trabajo en colaboración con un dramaturgista. Esto sin lugar a dudas potenciaría
la epístola y carácter del espectáculo.
Durante la primera etapa de los ensayos, junto al equipo sonoro hicimos muchas pruebas
de cómo se escuchaba el texto, cómo decir las palabras y cómo contar la historia que ahí
sucedía a través del lenguaje escrito. Teníamos como referente la concepción que Brook
poseía respecto al uso de la palabra:
De este modo, intentábamos desentrañar las imágenes que subyacían bajo el texto
y encontrar los tonos, texturas y ritmos que nos permitieran levantar el universo de Hugo
y Teresa; su amor, confusión, vejez y deseos de muerte.
Hemos invertido buena parte del tiempo en la “partitura musical” de Épico, la cual
comprende la introducción del texto (narración).
Nos damos cuenta de que no podemos fijar una estructura y que un principio de
nuestra construcción será la espontaneidad de la misma. Este principio está en mi
tesis. No fijar nada hasta el final del proceso.
No sé cómo actuará la composición sonora en relación a lo escénico/visual, a través
de la contradicción supongo.
En lo sonoro pasa mucho y afuera poco.163
93
particular, sino a encontrar como traducíamos las sensaciones y colores, que nos
proponían las palabras, en ese espacio en particular.
Pasamos dos meses en éste intento, aparecieron cosas realmente interesantes, sin
embargo en un momento vi que todo el equipo estaba preso de la estructura literaria de
la obra y percibí que era exactamente esto lo que no debía suceder si quería ser fiel a las
metodologías de construcción escénica que había estado estudiando. Fue así como
decidimos, junto al equipo del lado sonoro, que detendríamos un tiempo la investigación
que llevábamos realizando ya que no estaba comulgando con lo escénico ni con el
espacio, parecía más una pieza sonora hecha para ser escuchada que un espectáculo para
ser visto y percibido desde múltiples sentidos. Fue así como la segunda etapa del
proyecto se desarrolló sin palabras, apelando simplemente a recursos físicos y plásticos
que fuimos encontrando en la relación con el espacio y las circunstancias dadas.
De este modo, Épico se iniciaba con el texto que cito más abajo, el cual era dicho
al mismo tiempo que las hojas secas del lugar iban produciendo un sonido al contacto
con una de las actrices. Formábamos cánones, rítmicas, composiciones musicales a
partir de una sola letra “A”
A
Aa
AA
94
Aaaa
A
Aa
A de A
Da A. A
Aaaaaaaaa
a-a-a-A
Esto mismo estaba basado en lo que habíamos visto del trabajo de Wilson quien
ocupó, desde sus inicios en el teatro, este principio de “inclinarse hacia las cualidades
sonoras y rítmicas del discurso”164. Un ejemplo de esto es el texto que escribe
Christopher Knowles para A Letter for Queen Victoria
OK OK
WELL, OK OK
WELL OK OK OK WELL
WELL OK OK OK WELL A
WELL OK OK OK WELL
WELL OK OK OK WELL
OK OK OK OK OKAY
OK AOK OK OK O
OK OK OK OK O
O165
Nosotros, estimulados por las necesidades del montaje, nos basamos en este
mismo principio. Cualquier diálogo coherente o con sentido simbólico que se dijera en
la acción-tiempo-espacio de Épico se escuchaba tan ajeno que era imposible insistir. Fue
así como agarramos el texto, de en ese entonces quince páginas, y lo dejamos convertido
en tres páginas. Esta reducción del texto fue paulatina a lo largo del proceso (lo que
164
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 157.
165
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 159.
95
podemos revisar en los anexos), íbamos descartando partes y sintetizando el universo
escrito porque, por una parte, nos aferraba a un contexto sumamente literal, y por otra,
limitaba nuestras posibilidades de explotación de los recursos escénicos, sonoros y
visuales166. Finalmente, como hemos dicho, quedaron tres páginas que resultaron ser
algunos párrafos del texto que nos permitían hacer el ejercicio anteriormente expuesto.
Es así como elegimos segmentos que nos resultaran elocuentes y en conexión con el
universo escénico que estábamos planteando y comenzamos a hacer el ejercicio de
deconstrucción y búsqueda de musicalidad en aquellas palabras.
Aquello resultó sumamente provechoso tanto para el aspecto sonoro del montaje,
como para lograr mayor compromiso entre las actrices y las acciones escénicas, sin
embargo al ser un recurso que descubrimos prácticamente al final del proceso, no
pudimos hacer un desarrollo profundo. De hecho la profesora Andrews señala al
respecto:
166
Hablaremos de esto en el capítulo siguiente: El Libreto Visual.
167
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Macarena Andrews Barraza, p 2.
96
significado de la construcción de acción, el espectáculo lograría una definida “mirada de
autor”168.
168
Ídem, p 3.
97
YO DIRECTOR AUTOR
Reflexiones en torno al trabajo autoral.
El trabajo de dirección de la obra Épico fue una difícil prueba. El haberme enfrentado al
ejercicio de dirección desde la completa autoría previa de un texto, hizo que mi camino
de dirección se viese ralentizado por el cariño, respeto y expectativas que tenía por sobre
la pieza literaria aún yo sabiendo, desde el momento que la concebí, que ésta debía
actuar como pretexto para la acción escénica.
La primera etapa duró dos meses, en ella los actores hacían improvisaciones libres
en el patio de casa, ya que tuvimos la suerte de poder ensayar siempre en el lugar que
98
sería el montaje. Estas improvisaciones se basaban, en un inicio, en encontrar en el
cuerpo acciones que el texto proponía. Es así, como nos pasábamos horas probando
formas para generar acción a partir de encargos como “desandando lo andado” “Entran
con plantas, plantas, plantas, y más plantas que plantan sin cesar” o “Se persiguen como
monstruos”. A pesar de que el equipo se enfrentaba a la creación desde un compromiso
activo, siempre los vi un tanto perdidos, como si encontrar acción en estos encargos tan
abstractos los atemorizara o no fuera lo suficientemente seguro. Los veía divagando en
el patio, no obstante ese estado, sin ellos saberlo, nos proponía una forma y se hacía
elocuente en cuanto a cuál era la verdadera participación de los intérpretes en este
espectáculo.
Pasaron dos meses en que tanto los músicos como los actores estuvieron probando
formas en relación al material que desentrañábamos del texto, hasta que en un momento
el equipo empezó a sentir incertidumbre en relación hacia donde se dirigía esta
búsqueda. Entonces se tomó la decisión de congelar el proceso musical y enfocarse
primeramente en el trabajo desde lo escénico. Fue así como se planteó al grupo los
principios de este trabajo, basados en un proceso de búsqueda y experimentación que no
se dirigían hacia un lugar concreto ni previamente determinado y que aquello constituía
una realidad que se llevaría hasta el límite. Sólo al final se fijaría una estructura que se
presentaría al público. Ante este escenario se ofreció al equipo poder descontinuar su
participación en el proyecto y, entonces, se retiraron dos de los cuatro actores y dos de
los tres músicos169. Al menos, posterior a eso, ya sabíamos con que se contaba.
La segunda etapa del proceso estuvo muchísimo más conectada con un plan de
estructuración de la creación. Es así como dedicamos un mes y medio a indagar en los
vínculos acción-tiempo-espacio. Dejamos el texto en casa y con el material que se
desprendió de la primera etapa a cuestas, se empezó a desarrollar un lenguaje orgánico,
169
Analizaremos este punto en la unidad IV : Actor-artista.
99
donde todos los estímulos venían de aquello que el presente inmediato nos ofrecía, es
decir, los sonidos del lugar, luz, objetos, dimensiones y características espaciales, etc.
Fue así, como la tercera etapa del trabajo de dirección estuvo enfocado en
consolidar una estructura base sobre la cual ir trabajando detalles, colores, texturas y
todos los posibles vínculos entre los distintos elementos, ya sean visuales, musicales,
textuales, físicos y espaciales que pertenecían al espectáculo. En esta última etapa se
volvió necesario tener una estructura, a modo de texto, que nos sirviera de escaleta para
concebir el espectáculo y entonces nos enfocamos en dibujar el Libreto Visual. Si bien
de este punto hablaré en la unidad III cuando me refiera particularmente al Libreto
Visual, me parece relevante mencionarlo aquí porque constituyó un hito en la última
etapa del trabajo de dirección de Épico.
Sostenidos sobre la práctica de dibujar cada escena y hacer una secuencia ilustrada
de lo que sería la obra, fuimos desarrollando el montaje por cuadros visuales a los que
añadíamos, según el carácter que tenían, trozos de texto, palabras, sonidos que habíamos
encontrado en algún momento. Cada cuadro tenía un nombre, un color, un tempo. Fue
así como lentamente comenzamos a tejer el espectáculo, con la libertad de ir
ordenándolo del modo que quisiéramos hasta encontrar aquello que resultaba coherente
en el vínculo acción-tiempo-espacio.
100
que transitaban la composición escénica. Solamente al final, cuando ya teníamos un
orden de las cosas y su acción se había develado orgánicamente, se tomó la decisión de
dirigir en qué dirección se desarrollaría su presencia en la obra. Tengo la sensación de
que si bien pudimos dar carácter a algunos episodios, a partir del involucramiento físico
de las actrices en cada segmento, el trabajo de profundización de la participación y
presencia de ellas dentro del espectáculo es algo con lo que quedamos en deuda por falta
de tiempo.
En relación a este punto, dedicado al trabajo del director como autor, hay dos principios
fundamentales que me gustaría analizar porque han constituido un desafío y al mismo
tiempo un aprendizaje invaluable. Este segmento en particular es el que más difícil me
resulta de observar porque se refiere a mi trabajo específico, lo que necesita que haga un
auto-análisis desvinculado y riguroso.
101
dirección desde este prisma requiere de un carácter fuerte para soportar hasta el límite
aquello que se busca y dejarlo si es que, aún habiendo costado, no apela a los
tratamientos que la relación acción-tiempo-espacio necesita para constituir un universo
coherente y competente.
Como hemos dicho anteriormente, hay ciertos principios en relación a esta práctica
que fueron los más transitados y cuestionados durante el proceso creativo de Épico.
Quisiera hacer un análisis de cada uno de ellos con el fin de establecer un pensamiento
crítico en relación a sus posibilidades y práctica. Estos son los siguientes:
170
Analizaremos este punto en la unidad IV: Actor-artista.
102
quería llevar. Por otra parte, los músicos estaban muy empoderados del texto dicho, pero
intrigados de ver cómo se vincularía con esos actores que deambulaban errantes entre las
plantas del patio. Yo, intentando crear una instalación plástica en el espacio, que no se
sustentaba por ninguna parte. Escuchando lo escénico, sonoro y visual al mismo tiempo.
En momentos hasta participé en el lado sonoro diciendo el texto al micrófono, junto con
Moro y Plaza. Estaba agobiada de información y era evidente para todos.
He podido observar que, como directora nobel, me armé de un equipo muy grande
que en un momento se convirtió en un monstruo difícil de manejar. Me vi
contemporizando decisiones y luchando por no querer hacerlo, entonces me hice
consciente de que en mi afán por controlar el proceso creativo antes de comenzarlo,
había convocado artistas sin saber realmente si los iba a necesitar. Es así como hoy me
quedo con una pregunta muy certera en relación a este punto: ¿Cuándo llamo a la gente?
Y mi respuesta: cuando el proceso revele que se necesita de una competencia específica
para su desarrollo. Antes de eso trabajaré y estudiaré con la mínima cantidad de
personas.
Escuchando lo anterior puedo advertir que hay dos principios vitales al momento
de concebir un proceso de creación colectivo. El primero, dice relación con tener los
objetivos trazados y las acciones con que se va a trabajar claras, esto con el fin de que el
equipo transite sobre un terreno sólido para experimentar. El segundo, con afinar y
empoderarse del rol de director. En una estructura, aun pareciendo azarosa, lo que no
debe estar en cuestión es quién decide al final. Al equipo no le gustaba sentir la no
claridad del director, se sentían cansados e incrédulos del proceso que estábamos
siguiendo. Esta fue la razón por la que muchos decidieron irse, ya que no veían cuál era
el fin que yo perseguía y que papel ocuparían ellos en ese lugar.
103
Olvídenlas”171. Para el director norteamericano, el actor era un componente más entre
los componentes de la puesta en escena. Él venía a desarrollar su visión de la obra y los
elementos le servían para llevar a cabo esta construcción.
En nuestro caso diremos que habrá que definir cuál es el lugar que se le quiere dar
al actor en la obra y según eso decidir cómo se enfocará el trabajo en colectivo; cuáles
serán sus flexibilidades y límites. Así mismo, entender que si se quiere nuevamente
alimentar un proceso de creación compartido, deberé iniciar la creación en solitario, con
uno o dos artistas colaboradores y, una vez que tenga una noción básica de que acción-
tiempo-espacio voy a conducir, llamar a los artistas que necesito específicamente para
llevar a cabo mi intensión. Es importante aclarar, en relación a esto, que no es mi
propósito armar un esquema que luego los actores lleven a cabo, sino tener definido los
límites estéticos y conceptuales sobre los cuales se transitará.
171
Ídem, p 187
104
b) Creación de un lenguaje propio
Esta cita del escenógrafo Kolo, expuesta en el capítulo II me parece muy elocuente
para iniciar las reflexiones en torno a este punto. Asumir la autoría, la voz personal y
empoderarse de la visión que se tiene requiere, a mi juicio, de algo que va más allá de
las competencias artísticas, involucra una madurez personal importante.
Durante éste proceso fue una constante el intentar identificar, sin dejarse llevar por
la impaciencia, qué era exactamente lo que respondía a mis intenciones mentales,
cognitivas, espirituales, físicas y creativas. Todo aquello que no correspondía, a veces
concreta y otras tímidamente, lo dejaba ir. Es así como, sin lugar a dudas, fui
introduciéndome en lo más íntimo y arraigado de mi imaginario. Fue un trabajo
bellísimo de encuentro y juego entre mi ser creativo, el texto, el espacio y los actores.
También fue hostil en el momento en que el equipo se manifestó descontento y
atemorizado por mi constante desechar-probar-desechar.
Si miro hacia atrás puedo afirmar que Épico es una propuesta donde logré ser fiel a
mis impulsos e ideas visuales y escénicas. La profesora Macarena Andrews, quien fue
comisión en mi examen creativo, en sus comentarios evaluativos señala:
María Luisa logró articular un espacio no invasivo y participante; de modo tal que
la fuerza estética de su propuesta me invitara a no objetualizar su proyecto y por
tanto me dispusiera a penetrar el mundo creativo que se materializaba a mi
alrededor173
172
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 55.
173
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Macarena Andrews Barraza.
105
Puedo hacer el ejercicio de auto-evaluación de mi trabajo y comparto que una de
sus mayores fortalezas fue lograr articular una propuesta auténtica. El ejercicio constante
de ser fiel a mi imaginario y mis inclinaciones artísticas hicieron que el universo
planteado funcionara de manera orgánica y, entonces, el público empatizara con él por
su honestidad.
106
c) Columna Vertebral sobre la cual levantar el espectáculo.
Épico como bien sabemos, se basaba en una historia (Hugo y Teresa) y extendía
una columna vertebral en cuatro partes (juventud, vejez, vigilia y muerte) cuya intención
era estructurar un motivo dramático determinado: Los amantes que mueren. Durante el
proceso, bien o mal, fuimos dejando atrás la historia, priorizando escuchar lo que el
espacio/tiempo presente nos proponía como material de composición. De este modo
quedó la columna vertebral, la cual a su vez fue abandonando su especificidad (juventud,
vejez, vigilia, muerte) para adentrarse en conceptos vinculados a las características
iniciales, pero de índole aún más general. De este modo juventud, vejez, vigilia y muerte
derivó en: nace, crece y muere.
107
palabras que constituyan una firme columna vertebral, lo demás se tejerá durante el
proceso.
Puedo advertir de sólo imaginarlo que aquello puede producir muchísimo temor en
el equipo completo, pero veo en ese ejercicio una asertiva herramienta para llevar a cabo
el desarrollo creativo que se busca. El mismo Barba da cuenta de su temor en relación a
partir un proceso desde lo extremadamente mínimo, cuando señala:
Me sentía desnudo, era la primera vez que me lanzaba en un espectáculo sin el hilo
seguro de sucesos descriptos en un texto. Ahora me tocaba a mí construir una
trama, elegir, entre tantos otros, los episodios salientes, condensarlo, hilvanar
diálogos, concebir un final eficaz. Comencé por una improvisación: la casa del
padre de Dostoievski174
Me parece que contar simplemente con una columna vertebral, que no fue nuestro
caso ya que teníamos un texto escrito sobre esta columna, permite hacer el ejercicio que
Barba exponía en la cita anterior. De este modo se tiene una urdimbre sobre la cual ir
tejiendo los sucesos que ocurren durante los ensayos, basados no en las palabras del
texto sino en los vínculos entre el espacio, actores, elementos visuales, sonoridades, etc.
Me gusta pensar la columna vertebral como una urdimbre, una red de contención
que permite hilvanar los hilos de la exploración creativa sin temor a que algo caiga y
luego se produzca un vacío difícil de llenar. A modo de conclusión diré que si bien este
proceso no se inició valorizando únicamente la columna vertebral como punto de inicio,
y que aquello significó que nuestra historia sencilla (de la que habla Brook) no se
sustentara correctamente, se aprendió a que esta práctica requiere por normativa,
establecer los inicios de la creación desde la concepción de un texto inicial y esto se
convertirá en uno de los principios de la propia metodología de dirección.
174
Eugenio Barba: Quemar la casa, orígenes de un director, Argentina, Edit Catálogos, 2010, p 160.
108
EL LIBRETO VISUAL
Sacando sonido al texto
Llevo dos meses sacando sonido al texto – sólo para que suene.
No es mi intensión hacer una obra de arte.
Quiero ver que pasa…me confundo y pienso que es descomprometido.
Si me comprometo tan pronto faltaré a la verdadera orgánica de la escena – no
quiero fijar, no logro tomar decisiones.
Tengo tres o cuatro decisiones tomadas y son aquellas que al observarlas una y otra
vez, me dejan respirar en paz:
a- oscuridad – luz- sombra
b- lugar de acción: el patio de casa175
Según lo que hemos descrito en la unidad II de este capítulo: El texto como material,
partimos trabajando con un texto de 28 páginas, estructurado en 4 segmentos. Cada uno
de los artistas tenía su ejemplar impreso. El planteamiento de trabajo era ir deshilándolo
y trabajando propuestas a partir de imágenes ahí contenidas que les resultaran
sugerentes.
Es así como hacíamos ejercicios de toda índole, cuya raíz se sostenía en los
verbos, acciones, imágenes, palabras que habíamos destacado del texto por parecernos
ricas como material. En el inicio de los ensayos hicimos una selección de las más
importantes y las escribimos en papeles blancos con los que empapelábamos el jardín
(posteriormente las trasladé y empapelé mi casa). Basábamos los ensayos en encontrar la
175
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
109
acción de esos verbos y su conexión con el espacio. También en encontrar la
musicalidad de sus palabras y la posibilidad de hacer propias las imágenes sugeridas.
Otras simplemente fijábamos el ensayo completo en alguna imagen que había surgido
durante la improvisación y que nos parecía un material posible de archivar. Pensar la
estructura con libertad nos permitía ir tomando aquello que nos servía sin temor a no
estar siendo fiel al orden del documento.
Es así como sacábamos sonido al texto. Tenía la convicción de que sólo cuando
encontráramos una orgánica conexión entre espacio-sonoridad-visualidad dejaríamos
este ejercicio, y a pesar de que, como comentaba anteriormente, esto comenzó a producir
un cáncer en el equipo, lo conduje hasta el final. En relación a lo mismo encuentro una
nota en el cuaderno de dirección que dice: “Si me comprometo tan pronto faltaré a la
verdadera orgánica de la escena – no quiero fijar, no logro tomar decisiones.”176
Poco a poco fuimos descartando acciones e imágenes. Los papeles blancos, que
comenzaron siendo 50, iban reduciéndose en número y con esto también se iba acotando
el universo a presentar, lo que volvía el terreno más manejable. Mientras tanto
continuábamos dilucidando cómo traducir las ideas del texto al espacio que
habitábamos. Nos detuvimos cuando surgió el modo que nos permitiría llevar a cabo
nuestro fin. Se trató de la aparición del legendario recurso luz-sombra. La proyección de
las plantas sobre los muros del jardín milagrosamente resolvían ideas irrenunciables del
texto como:
176
Ibídem.
110
Completan
tapizan
De verde
Los muros
Las ventanas
El cielo
su cielo.
Enclaustran
el espacio
el oxigeno
el movimiento
el tiempo
lo enclaustran
lo determinan
tergiversan
en verde
fosforescente. 177
Me llama la atención que a estas alturas del proceso, mirar la carpeta amarilla
donde está guardada la reciente edición del texto Épico me causa rechazo. Estoy
sintiendo que abandonar el papel será una libertad. Llevo trabajando tres meses a
partir de él y se ha manipulado hasta minimizarse a un 30 %, sin embargo pienso en
que las ideas ahí existentes se han vuelto un material. Al intentar calzarlo con lo
textual pierdo el norte.
177
Trozo del primer texto Épico, p 10-11.
178
He decidido denominar Épico como una instalación escénica porque es una obra que toma elementos
de las artes visuales, relativos al uso del espacio para la construcción de un lenguaje visual y de las artes
escénicas en relación al tratamiento que se da a la acción, el concepto de espectador, la presencia de
actores, etc. Llegado el momento me gustaría poder crear espectáculos que evidenciaran el No Limite
entre las artes.
111
Llego a la conclusión de guardar el libreto textual y empezar el desarrollo del
Libreto Visual cuyas “palabras” son el material (seleccionado) que ha arrojado
nuestro proceso creativo.
Las palabras, por alguna razón que desconozco, no están queriendo ser dichas.
Tomaré del libreto sólo su ritmo179
La realidad del uso del Libreto Visual fue algo que descubrimos en la práctica. Como ya
hemos dicho, cuando se comenzó el proceso creativo se hablaba del texto como un
Libreto Visual. Yo estaba absolutamente convencida que el documento que había
escrito, a la manera de Tadeusz Kantor, constituía en sí un libreto. De este modo les
pedía a los actores que no fueran fiel al texto y que desentrañáramos de él sólo material
179
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
112
técnico que nos permitiera ir hilvanando una propuesta, sin embargo aquello resultaba
muy complejo ya que los actores y el equipo inconscientemente querían ser fiel a la
historia y los personajes que ahí se mostraban. Al cabo de bastante tiempo, a pesar de lo
relevante que fue el texto para obtener material de composición, nos dimos cuenta que
aquello nos ataba a la literalidad porque en el fondo constituía un texto dramático,
independiente de la manera, más o menos tradicional, con que había sido escrito.
Es así como hoy podemos advertir que el Libreto Visual es aquello que resulta del
trabajo en equipo durante el proceso creativo. En virtud de esto, el documento se dibuja
cuando culmina la etapa de búsqueda, como medio para ordenar y sintetizar el material
propuesto. Para analizar como fue el trabajo desde el Libreto Visual en Épico, nos
referiremos a dos puntos esenciales que constituyeron la base de nuestra práctica a partir
de esta tendencia.
Cuando comenzó el proceso tenía la certeza de que el texto escrito constituía nuestro
Libreto Visual, porque había sido escrito según acciones e imágenes y sin diálogo ni
sentido dramático literal, sin embargo al final de la segunda etapa del proceso comprendí
que aquello con lo que habíamos partido era un libreto textual desde donde
obtendríamos material escénico para posteriormente, en una tercera etapa del proceso,
construir nuestro Libreto Visual.
113
El texto original ha sufrido transformaciones sustanciales (para algunos, incluso,
esenciales) (202). Pero el texto no constituye sino una parte de la partitura,
enriquecida por elementos hallados en el proceso vivido de construcción.180
Esta cita anteriormente expuesta resulta muy elocuente respecto a que la creación
del libreto se da exclusivamente después de que se ha realizado el proceso creativo y
corresponde a la síntesis y estructuración de los elementos allí hallados. Según lo que
perseguía Artaud se trataría de “Una dramaturgia que no puede ser concebida como
trabajo intelectual, sino como trabajo directamente escénico. Dramaturgia es
manipulación de los objetos escénicos. Esos objetos escénicos son: luz, forma, palabra,
espacio”.181
Sin embargo hay otros como Kantor que señalan respecto a la escritura de un
Libreto Visual que esto es algo que nunca termina de suceder en un espectáculo ya que
éste está en constante cambio según los estados del espacio, los actores, los factores
comunes y sociales (en cuanto a los receptores) que determinan cada función. Según
esto Kantor señala:
180
José A. Sánchez: Dramaturgias de la imagen, Cuenca, Edit De la universidad de Castilla-La Mancha,
1999, p.135.
181
Ídem, p 98.
182
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, pp 277-278.
114
y los cambios que se producen en el entendimiento del actor respecto al presente-
fantástico (la pieza escénica) que habita.
Es así como, si bien nosotros tenemos nuestro Libreto Visual, este se presenta
como un material dúctil, de fácil manipulación. La misma característica debe entenderse
por parte del elenco, la música y la composición visual. Se trata de una manera de
entender el espectáculo; como algo que está en constante proceso de evolución y
cambio.
Como hemos visto en el capítulo II de esta tesis, los conceptos provenientes de las artes
visuales: Storyboard y Collage, se hicieron presentes durante lo que duró la tendencia de
dirección investigada y en consecuencia en nuestro proceso creativo relativo a la
práctica de los principios de dicha tendencia.
115
Épico es una estructura visual donde aparecen líneas dramáticas.
Épico es algo así como una instalación escénica.183
Sin lugar a dudas el uso y práctica del Storyboard abrió una nueva era en mi
proceso de directora. Al entender que podía escribir en papel un diálogo visual sentí una
inmensa fascinación, una libertad infantil que potenció y dirigió mi búsqueda autoral.
Los actores se sentían muy cómodos con este formato ya que ordenaba el material de
composición que ellos estaban desarrollando de una manera súper aguda. Los dibujos
nos permitían ir viendo la obra en imágenes y recordar las partes de manera sencilla y
gráfica.
Es así como, una vez que teníamos la estructura visual de nuestro espectáculo,
escrita en veinte cuadros dibujados de cada una de las escenas que componían la obra
surgió nuevamente el deseo de tomar las palabras.
De este modo se hizo una selección de no más de 10 frases del texto que nos
parecían abarcaban el total de nuestro discurso y se trabajó a partir de ellas. Recortamos
183
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
184
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
116
cada palabra igual que si fuese un collage y las actrices trabajaban con ellas de manera
aleatoria. Tomando palabras de una frase y juntándolas a veces con otra frase. En otras
ocasiones simplemente ocupando el sonido de la palabra y en otras las silabas
desestructuradas para hacer construcciones melódicas. Fue muy interesante volver a la
palabra después de que ya teníamos la construcción visual del espectáculo porque no las
usábamos con la necesidad de explicar algo, sino simplemente con el afán de potenciar
el carácter de lo que se estaba mostrando.
A modo de síntesis diremos que trabajar a partir de un Libreto Visual fue una
práctica reveladora en cuanto a un punto fundamental que en mi búsqueda como
directora siempre había sido cuestionado: la literalidad. Ahora puedo entender que al
enfrentarme a un texto cuya libertad de acción y visualidad es amplia, puedo crear desde
los elementos que surgen espontáneamente y esto me permite no hacer gráfico un asunto
que se sugiere en el papel. El libreto permite crear desde la visualidad con mayor
propiedad y esto potencia mi búsqueda autoral.
117
ACTOR ARTISTA
Del cambio de paradigma en el rol
Recordaremos que el equipo estaba constituido por tres músicos: Elías Santis,
Andrea Moro y Sebastián Plaza. Cuatro actores: Francisco Achondo, Marcela
Velásquez, Daniela Burgos y Macarena Astudillo. Una diseñadora integral: Magdalena
Isaacson y una colaboradora de proceso creativo: Katalina Mella. Es así como cada
ensayo me correspondía escuchar, dirigir y generar respuestas a nueve personas.
A mi juicio los actores que egresan de la carrera de teatro, al menos en Chile, son
únicamente entrenados para ser intérpretes (con algún curso de dramaturgia en la malla),
118
por tanto el compromiso de la autoría les resulta a veces abismante y no todos quieren
practicarla. Es importante aclarar que nos referimos a una autoría integral, que considera
la participación en otros elementos de la puesta en escena que se excluyen de lo
interpretativo, ya que es evidente que los actores son creadores de sus papeles y su
acción interna de personaje, lo que en esta práctica no aplica ya que nuestra propuesta no
se basa en la creación de un personaje.
Magdalena Isaacson, que habitualmente asistía a los ensayos con los actores, me
sugería constantemente fijar una estructura que sirviera de Timón al equipo para que este
no quisiera abandonar el barco. Así mismo, Andrea Moro (en el lado sonoro) me sugería
que definiera cuáles eran exactamente los tipos musicales que quería para cada tema, el
tiempo de duración, los instrumentos que se utilizarían y el tinte rítmico de cada
segmento. A mí ambas tareas me resultaban titánicas y a pesar de mis deseos de
satisfacer las necesidades del grupo me veía imposibilitada a hacerlo. Y, hasta
prácticamente el final, no tuve esa claridad. Aquello era una verdad innegable.
Cada vez que intentaba fijar una estructura, al día siguiente la rompía. Para
algunos aquello no significaba una complejidad y seguían adelante, otros callaban con
aire de desapruebo. A mediados del tercer mes de ensayo, Andrea me increpó diciendo
que esto carecía absolutamente de sentido, coherencia y visión. Aquel día me sentí
agobiada, en parte porque aquellas recriminaciones resultaban ciertas. Me fui a casa a
revisar el material de estudio: mi tesis y los referentes que abordo en ella. Entonces
llegué a una cita de Beckett que se lanzó como un salvavidas.
Una obra de arte no es sobre algo, sino que es algo; es una entidad orgánica y no
una armadura a la que se hubiera adherido un conjunto de ideas185
185
José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos Aires, Edit Atuel,
2004, p 185.
119
Gracias a la cita anterior, luego del levantamiento del equipo volví al siguiente
ensayo empoderada de la verdad de este proceso. Llegué con una declaración de
principios estéticos y conceptuales anotados en un gran papelógrafo, donde en síntesis
advertía que esto se trataba de un experimento en virtud de una investigación, por tanto
este barco sin duda podía naufragar.
Comenté en líneas muy generales que las columnas que sostenían esta
experimentación eran: supremacía de lo escénico sobre lo literal, actor no intérprete,
sino artista (y un elemento más de la puesta en escena), estructura incierta hasta el final.
Invité entonces al equipo a abandonar esta creación, si así lo necesitaban, ya que no
podía continuar ocupando el tiempo en alimentar sus expectativas. Se fueron cinco de
ocho. Con tres personas había una certeza: sabía con lo que contaba.
De este modo me quedé con dos actrices: Daniela Burgos / Marcela Velásquez y
con la tranquilidad de que sabían cuál era mi posición y, aun así, estaban decidiendo
quedarse. También conté durante todo el proceso con la guía de proceso creativo
Katalina Mella, quien producto de su vasta experiencia en lo que es el trabajo
experimental de las artes escénicas (desde la danza) fue un apoyo constante en relación a
puntos como: Aclarar qué estaba siendo Épico más allá de lo que yo de antemano había
proyectado, entender que no todos los actores y artistas gustan del trabajo de
experimentación y empoderarse de la propuesta llevándola al límite.
120
equipo durante el proceso anterior, principalmente en lo relacionado con nuestro
principio de construcción visual básico: luz-sombra. Cuando teníamos un orden y una
noción de todas las posibilidades que el recurso luz-sombra nos daba en ese espacio en
particular, llamamos a trabajar a dos actrices más. Lamentablemente, por motivos
personales, Marcela Velásquez tuvo que retirarse y con sólo Burgos no lográbamos
establecer una dinámica de movimiento que nos permitiera utilizar el recurso al máximo.
La última fase de trabajo, donde se sumaron las actrices nobeles Karol Blum y
Ana Paula Durán, fue muy reveladora en cuanto a cuáles son las características básicas
que debo poseer como director, si quiero incentivar al intérprete a realizar un trabajo
creativo que resuelva problemáticas escénicas y no de rol.
En relación al trabajo con el actor como artista, el proceso de Épico fue muy debelador.
Si bien en un inicio culpaba a los actores por no ser capaces de enfrentar el suceso
creativo con la autoría requerida, al cabo de un tiempo me di cuenta de que habían dos
puntos esenciales que debía yo, como director, considerar y practicar para que esto
sucediera.
Lo primero es explicar a los actores, desde un inicio, que no han sido llamados
para que elaboren un personaje. Ser claro en que, en esta creación, su presencia será
considerada y valorizada al igual que un objeto, palabra, música o recurso visual. De
este modo el intérprete entiende que su juego va más allá de sus destrezas vocales,
físicas o actorales y entonces se libera, se entrega al juego; logrando ejercer labores de
creación integral
121
Lo segundo es ser concreto en las líneas de acción. Al actor no se le puede hablar
en abstracto, es necesario ir un paso más adelante, darle herramientas para que ellos
puedas solucionar el encargo. Y me parece que una buena herramienta es la utilización
de verbos, para que ellos puedan transitar con un objetivo que, por una parte, reconozcan
físicamente, y por otra, los obligue a estar en el presente.
En nuestro proceso creativo, cuando se tuvo claro estos dos puntos anteriormente
expuestos el trabajo con los actores se volvió productivo. Es así como hoy puedo ver que
no se trata de unir a un montón de artistas y ver qué sucede, porque lo más probable es
que de aquello no surja nada. Más bien se requiere tener claros los principios ideológicos
de la propuesta artística, la línea de acción de la obra, los elementos de composición
escénica sobre los cuales se trabajará y sobre qué condiciones del espacio levantaremos
aquel universo fantástico (la puesta en escena).
a) De la re-presentación a la presentación
Iniciamos el trabajo con los actores bajo la idea de Kantor respecto a la no-interpretación
de un personaje. Según el director polaco, el actor del nuevo teatro “no representa
ningún papel, no crea ningún personaje, no lo imita: ante todo sigue siendo él mismo, un
actor cargado de todo el fascinante BAGAJE DE SUS PREDISPOSICIONES Y SUS
DESTINOS”186.
186
Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004, p 172.
122
Este esquema, que anula la idea de re-presentación para unirse a la de
presentación, fue uno de los cambios de paradigma más importantes de la tendencia que
investigamos y a pesar de la antigüedad que supone dicha propuesta, me atrevería a
decir, que aún el actor comulga más con la idea de re-presentación que de presentación.
Pensaremos entonces en la noción de un actor que es parte del suceso en tanto ser
vivo y no en tanto a tomar una personalidad que le es externa. Un actor que no
representa; no nos presenta a alguien que no está y de pronto, por ausencia, se encarna
en él. Bajo este contexto se concibe que lo importante del actor en escena es la
presencia- tiempo y acción real.
Para Épico resultaba imprescindible que los actores no actuaran sino que
simplemente fuesen, como se señala en la cita anterior, “ellos mismos”. El espacio y la
propuesta estética no permitía que los actores hicieran un personaje, crearan un modo de
moverse o de hablar determinado ya que se veía extremadamente falso e impuesto.
Vamos a convenir que cuando se trabaja en un teatro de muros negros y focos, es
mayormente posible entrar en la convención de que aquello que está haciendo el actor
no es falso sino alusivo a un contexto particular. En el caso de espectáculos que se
levantan sobre plataformas no tradicionales aquello resulta cuestionable ya que es un
despropósito olvidar las características estéticas que el lugar propone, para levantar
sobre él un teatro convencional.
Fue bastante complejo que los actores entendieran como realizar su trabajo sin
partir del ejercicio de creación de personaje. En primera instancia porque el texto
proponía la historia Él y Ella, por lo tanto los intérpretes advertían, de antemano, cuáles
eran las acciones, antecedentes y características de su rol. En segunda instancia porque
el trabajo de los actores, en el teatro, es ponerse detrás del personaje, por lo que la
opción contraria les resulta intimidante e inconscientemente huyen de ella.
123
Según las conclusiones que se pueden obtener; observando el proceso de los
actores en relación a este punto específico, cuando ellos tienen una acción clara sobre la
cual sostenerse, pueden hacer el ejercicio de involucramiento desde sí mismos. No
extrañan el enmascaramiento de la interpretación, porque les resulta un impulso real, lo
que no les da tiempo de pensar. Si el encargo es una verbo claro, que movilizará la
acción escénica, el artista al realizarlo se siente cómodo.
Es así como en el caso de Épico, cuando los actores deambulaban por el espacio
siendo El y Ella, éste inmediatamente moría al tener que sustentar un sentido ajeno. Por
el contrario, cuando entraron en acción, en relación a las dinámicas de tránsito que
permitía aquel patio187 y aquello que lo determinaba (plantas y muros) se potenció su
presencia y la del lugar.
187
Recordaremos que el espacio era pequeño y se debía considerar, además, que debían entrar en lo
mínimo cuatro espectadores.
124
En la perspectiva del diseño global del espectáculo, el actor wilsoniano apenas está
sometido a un tratamiento diferente que las luces, la música, la escenografía o los
accesorios, dotados cada uno de su vida propia: el actor es un elemento ni central ni
marginal, es una componente entre componentes.188
188
Sbyer citado por: José Luis Valenzuela: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma, Buenos
Aires, Edit Atuel, 2004, p 133.
189
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Macarena Andrews, p 3.
125
La profesora Andrews también pudo observar este punto en su devolución:
Es así como los personajes son desplazados a las proyecciones de las miniaturas en
el espacio y las actrices entonces, cobran un rol manipulador similar al de un
titiritero, donde el tratamiento vocal y la proyección emocional sobre las imágenes
son los lugares que demandan su rol creador.190
Por último, siguiendo las observaciones hechas por Andrews en su visita al estreno
de Épico podemos decir que el trabajo en relación al intérprete se pudo desarrollar en
torno a la no-interpretación y esto hizo de la propuesta algo coherente. A nuestro juicio
nuestro espectáculo se sustenta en que la acción sea absolutamente real, de lo contrario
el público no lograría jamás conectarse con la propuesta espacial y temporal que son su
máximo acento
190
Ibídem.
126
HACIA UNA ESPACIALIDAD DIFERENTE
Del uso de espacios no convencionales y convivio
Para comenzar la descripción de lo que fue la práctica de este quinto y último principio
de la tendencia recordaremos algunos puntos esenciales. El primero dice relación con la
elección del lugar. Por deformación nunca fui asidua a los teatros, no me gustan. Es así
como a lo largo de mi formación fui huyendo de este espacio y vinculándome con el
territorio urbano para la presentación de mis obras visuales y espacios alternativos para
las obras escénicas; dentro de los que destaco la iglesia de Montecarmelo191 y la azotea
de Lastarria 90192.
Siendo fiel a esta inclinación, para Épico como bien saben, se eligió el patio
interior de una casa antigua ubicado en Vicuña Mackenna con Malaquías Concha. Se
trataba de un espacio de cinco metros cuadrados, delimitado por muros193 altos y
repletos de plantas194, que nosotros acentuamos con nuestra propuesta visual. De este
modo convertimos ese patio en una especie de jungla en medio del ruido de la ciudad.
Un espacio inevitablemente conmovedor. En relación a esto la profesora Solá aporta:
191
Obra Niña Tornillo año 2007.
192
Obra La construcción del llanto año 2010.
193
Los muros de aproximadamente cuatro metros de alto eran blancos y estaban desgastados por el
tiempo.
194
Había una enredadera madre que cubría toda la esquina noroeste del cuadrante y se trepaba hasta arriba
de los muros perdiéndose en la cima. Se suma a esto un aproximado de veinte maceteros con plantas de
todos tipos y tamaños, principalmente suculentas. Nosotros cubrimos el cielo del lugar con
aproximadamente treinta claveles del aire. Y el suelo con ochocientos kilos de tierra de hoja.
127
…Pero dentro de unos minutos sentiría un placer exquisito: entre a un patio lleno de
plantas, con olor a tierra, con una calma infinita. Al sentarme, me sentí maravillada
y agradecida de estar en ese espacio, a tal punto, que pensé que si el paraíso
existiera, me gustaría que fuese así. Después minutos sentada en un pisito, me
emocioné al pensar que mi abuela manuela podría estar en un lugar así. 195
Mi idea de hacer una intervención plástica se diluye a pasos agigantados porque veo
que el patio es una instalación en sí mismo. Me descubro levantando propuestas,
comprando materiales y descartando antes de probar.
No podemos malgastar el tiempo – vamos a trabajar con luz, sombra y oscuridad.196
Fue así, como ante la evidencia, permitimos que el espacio torciera la mano a
nuestras pretensiones estéticas empezando a ver y escuchar lo que él nos ofrecía. A
consecuencia de lo anterior, apareció el tan esperado lenguaje escénico-visual de la obra:
luz-sombra sobre el soporte muro.
195
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Alicia Solá, p 1.
196
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
128
Con el fin de ofrecer una breve reseña de lo que se afirma anteriormente, que nos
ayude a comprender (a nivel formal) lo que se tratará en este capítulo, haremos una
descripción de cada uno de los principios de construcción visual con los que levantamos
Épico:
4 muros: norte, sur, este, oeste: En un espacio no legitimado para exhibir el arte
escénico, el tema de donde se pone la acción resulta complejo, en momentos abrumante.
Cuando contamos con un escenario, tenemos la garantía de que el público desde el
momento que entra a la sala sabe que el espectáculo va a ocurrir sobre el escenario, o a
lo sumo, los actores en ocasiones van a salir de él. Esta certeza permite que la claridad
de foco sea un asunto evidente. Nosotros al tener un espacio en 360 grados para exponer
y los deseos de realizar acciones unísonas, en momentos la cantidad de focos hacia
insoportable la visión e incontrolable la composición. Fue entonces cuando definimos
que, aun conservando la amplitud de soporte que nos brindaba el espacio, teníamos que
estructurar sus partes. Decidimos que nuestras plataformas de exposición para la acción
(“nuestros escenarios”) serían los cuatro muros, denominados según los puntos
cardinales. Y un suelo.
Realidad objetual: El material visual de Épico estaba sostenido en un 70% por las
sombras que se proyectaban en la arquitectura del lugar al iluminar con pequeñas
129
linternas las plantas y los objetos. Un día fue el artista Pedro Sepúlveda a ver el proceso
y luego del ensayo concentró sus observaciones en lo interesante que le parecía poder
observar aquello que se proyectaba al mismo tiempo que estaba siendo proyectado, a lo
que él mismo denominó: Realidad objetual. Fue así como empezamos a tomar
conciencia de que la Realidad objetual también desprendía un montón de significado y
dejaba a su vez, entrever un meta discurso relativo a la representación.
130
Lo realista. Lo geométrico. Lo abstracto (la mancha): Cuando iniciamos el proceso
de edición del material visual que habíamos recaudado hasta el final del proceso
creativo, tuvimos que dividir el banco de imágenes en tres tipos fundamentales, de esa
manera todo aquello, del orden de lo visual, que no se definiera dentro de estas tres
pautas era descartado como material para la composición final. Los tres tipos
fundamentales no daban una gama compleja de información visual y se vinculaban entre
sí de manera espontánea y enriquecedora. Se trataba de enmarcar los recursos visuales
en imágenes realistas, geométricas y abstractas. Una vez que teníamos aquello resuelto
el fluir de la composición fue expedito porque teníamos un lenguaje sintético y concreto
al cual referirnos y con el cual construir.
131
potenciara el carácter del lugar. Como ya he comentado, nada de lo que proponía en el
orden de la instalación plástica funcionaba. Todo se veía espantosamente feo y fuera de
contexto en el patio de Estudio Panal197. Cuando olvidé aquellas pretensiones y enfrenté
en silencio las condiciones naturales del espacio, éste comenzó a levantarse como la
instalación más majestuosa que pude haber imaginado: una invisible.
En relación a este ítem en particular, hemos identificado que hay dos principios
que fueron los desarrollados en nuestra propuesta y que, a nuestro juicio, constituyen el
valor central de Épico: Uso de un espacio alternativo al teatro y carácter de convivio.
197
Estudio Panal es el nombre de aquella casa antigua donde realizamos Épico. Se trata de un proyecto de
educación comunitaria a través de la experiencia artística que fundé a inicios del 2014. Para mayor
información véase: www.estudiopanal.cl
132
Al corto tiempo de comenzar los ensayos, pudimos hacernos conscientes de esta
realidad. Entonces tomé la decisión de empezar a vincularme con el espacio sin la
condición de que debía servir para el montaje, sino con la intensión de que éste revelara
sus condiciones expresivas con confianza y naturalidad. Aquello fue un acierto.
Todas las semanas me iba de noche al lugar y me sentaba en la mitad del patio a
esperar que éste me hablara. Como quien espera que aparezca el monstruo debajo de la
cama cuando todos se han ido a dormir. Me pasé semanas largas sin que nada sucediera,
entonces me iba a casa decepcionada pensando en cómo llevar a cabo una instalación
plástica de material inorgánico que hiciera brillar el lugar. Así llegaba a los ensayos con
ideas de una majestuosidad indecorosa, que los actores escuchaban sin entender que
papel ocuparían ellos dentro de ese circo.
133
El espacio sólo soporta la acción “real”, es decir movimientos que están en relación
honesta y humilde con el entorno.
Entonces todo se vuelve muy poquito, casi nada.
Esta práctica de creación necesita de un estado de meditación consiente. Dialogar
con el espacio en post de levantar Épico ha requerido de mucho silencio interno y
externo.198
No estar sujeto, ni ser demandado por una historia determinante que dirige y
encuadra el drama es tan revelador como abismante. En un inicio sentía que sabía lo que
quería hacer, pero no sabía cómo hacerlo. En la mitad del proceso y ante la carga de
incredulidad en relación a mi propuesta por parte de los actores, sentía que lo que quería
hacer no era viable, como un experimento que al practicarse no da el resultado que se
espera. Fue entrando en la tercera parte del proceso, en medio de la oscuridad que era la
única certeza visible, que mi colaboradora de proceso creativo Katalina Mella me mostró
una llave que me permitiría entrar en acción a partir del planteamiento estético que
estaba queriendo resolver. Esa era asumir y pensar en la acción en tiempo real.
Desde ese momento nuestra más certera acción era no hacer nada. Cualquier
movimiento visual, corporal, musical, lumínico que fuese elaborado desde la ficción era
como un balde de agua fría o un ruido insoportable. El espacio lo rechazaba todo y
Épico comenzaba a transformarse en algo tan diminuto que resultaba imperceptible. La
incertidumbre me llenaba de un miedo que a su vez me estimulaba. Esto porque me
resultaba inadmisible concebir una obra donde no pasara nada, pero más inconcebible
198
Nota escrita en el cuaderno de dirección de Épico.
134
resultaba creer que funcionaba alguna de las acciones impuestas en nuestro afán de hacer
el espectáculo y que el público entendiera algo.
Fue así como siguiendo nuestra premisa, nos entregamos a la verdad inminente del
proceso y el espectáculo empezó a tomar forma desde la mínima expresión. Buscábamos
insistentemente hacer lo menos posible, dejar que el espacio y nuestra concepción de él
guiara la acción. Esto fue muy hermoso porque el jardín nos empezó a dar las escenas.
b) Convivio
Antes de comenzar con esta punto, de tanta trascendencia para nuestra investigación y
proceso creativo, queremos dar como antecedente que se entiende por convivio, según
Jorge Dubatti en su libro El convivio teatral:
135
antiguo”. Conjunción de presencias e intercambio humano directo, sin
intermediaciones técnicas ni delegaciones que posibiliten la ausencia de
los cuerpos. No se va al teatro para estar solo: el convivio es una práctica
de socialización de cuerpos presentes , de afectación comunitaria in vivo,
y significa una actitud de rechazo a la desterritorización
sociocomunicacional propiciada por las intermediaciones técnicas (García
Canclini, 1995)199
199
http://es.scribd.com/doc/112413479/Dubatti-El-convivio-teatral-Imp.
200
Informe Tesis proyecto creativo para obtener el grado de Magíster en Artes con mención en Dirección
Teatral de la profesora Macarena Andrews Barraza, p 2.
136
Si consideramos lo afirmado por Macarena Andrews en su evaluación, podemos
decir que nuestras pretensiones, en relación a ofrecer al espectador las condiciones
necesarias para que logre comprometerse con el espectáculo desde lo corporal más que
lo cognitivo, lo que Andrews denomina “concepciones hegemonizadoras”201, se dieron
de la manera que esperábamos. Todos los detalles: la copa de vino, la carta escrita
personalmente para cada uno, la invitación a quitarse los zapatos, la designación de un
asiento que lleva el nombre de cada uno de los invitados; iban lentamente introduciendo
al espectador en una situación que iba más allá de presenciar una obra de arte, sino que
estimulaba sus recuerdos, su historia, su presente inmediato. Aquello sin duda no dejó
indiferente al espectador. De hecho podemos ver en la descripción que hace la profesora
Andrews al respecto, lo sensible y observadora que fue de todos los estímulos:
[…] se nos ofreció una copa de vino y se nos entregó a cada uno dos tarjetas. Una
con la presentación del proyecto; la segunda, escrita a mano donde se me daba una
feliz bienvenida, se me indicaba como encontraría mi asiento, se me invitaba a
moverme por el espacio, a quedarme a conversar posteriormente, a sacarme los
zapatos previo al ingreso y se me señalaba que “disfrutara el momento”. Al final de
la tarjeta escrita con tinta verde, el dibujo de un corazón en dorado y el título de la
obra. Hice todo a lo que fui invitada.202
El hecho de invitar al público a romper con sus hábitos condicionados – entre los
cuales se incluye el asistir a lugares especiales para determinados fines – es un gran
203
progreso, en términos dramáticos .
201
Ibídem.
202
Ibídem.
203
Peter Brook: Provocaciones, 40 años de experimentación en el teatro (1946/1987), Buenos Aires, Edit
Fausto, 1989, p 169.
137
Si en la cita Brook habla de un progreso en términos dramáticos es porque, según
mi apreciación, la conexión que se establece bajo esta nueva concepción, entre actor,
espectador y espacio, genera que la sustancia dramática de la obra gane en
profundidades y especificidades antes no explotadas. Un ejemplo de esto es la relación
directa entre actor y espectador. Aquel vínculo no sólo significa un cambio de
paradigma en ambos roles, sino también una apertura al material sígnico y emocional
que de ahí podía derivar.
204
Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998, pp 14-15.
138
En lo tocante a esto, mencionamos esta conclusión de Grotowski que nos parece
elocuente:
205
Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, México, Edit Siglo XXI, 1998, pp 26-27 .
139
CONCLUSIONES
Es interesante ver cómo a finales del siglo XIX empiezan a aparecer antecedentes sobre
una manera de narrar el teatro, que continua generando respuestas y significando un hito
en la actualidad. La tendencia de desligar el teatro de la literatura, ofreciendo una
potencialización del lenguaje escénico, levantó una serie de renovaciones metodológicas
y conceptuales que, en esta investigación, hemos definido y ordenado.
En Estados Unidos y con el mismo ímpetu, el artista visual Robert Wilson también
se sobreponía a los cánones impuestos, proponiendo una reestructuración apegada al
carácter formal que devenía de su formación académica. Es así, como más allá de los
140
años y el lugar geográfico, todos los directores mencionados propusieron una
reestructuración total de lo que, hasta entonces, se entendía por teatro. Sugiriendo, según
lo afirmado, un replanteamiento en la figura del autor, director, espectador, público y
espacio.
Una de las figuras relevantes de esto, fue Tadeusz Kantor, quien también
determinado por su formación como artista visual, puso total énfasis en la organización
formal de la puesta en escena. De este modo, el director polaco se manifestó en
oposición a los principios hegemónicos del teatro, presentando ideas de vanguardia para
la época como: la no ocupación de un texto dramático, la incorporación de actores
aficionados, la presencia activa del director durante las funciones y una sobre-
estilización de los recursos formales, a tal medida, que sus obras parecían verdaderos
cuadros en movimiento206.
206
Véase: https://www.youtube.com/watch?v=U0wdk3N53XY
141
de un proceso creativo que, si bien podía ser iniciado desde una columna vertebral
extraída de un clásico universal, se alzaba en post de generar un teatro no-verbal y, de
este modo, contribuir al proceso de re-teatralización que había comenzado a fines del
siglo XIX.
207
Véase: Fernando de Toro: Intersecciones: Ensayos sobre teatro, Madrid, Edit Iberoamericana, 1999.
142
Recordaremos, que este principio se sostuvo en el hecho de impronta de
desvincular el arte dramático del literario. Los directores comenzaron a utilizar el texto
como un pretexto para la creación, contemplando la posibilidad de manipular y
traicionar el original literario, con el fin de extraer de él material para la composición. Es
así, como se reformuló el rol del autor dramático, pasando de ocupar un lugar soberano a
uno colaborativo. Así mismo, la palabra adoptó nuevas posibilidades expresivas, que se
alejaban de su contenido simbólico y se vinculaban a ser conducto de recursos sonoros,
plásticos y rítmicos.
Como respuesta a lo anterior, en la mitad del proceso, se decidió sustraer los trozos
del texto más cargados de imágenes, verbos, acciones, y lo demás dejarlo en casa,
143
olvidarlo208. Posterior a esto, los actores empezaron a liberarse de aquello que los tenía
confundidos y paralizados. Emanó en consecuencia un lenguaje particular, que apelaba a
la relación real acción-tiempo-espacio.
Se puede decir, que uno de los beneficios de trabajar con el texto como material,
es que brinda una libertad que permite explotar los recursos creativos de cada uno de los
miembros del equipo, pudiendo así generar una amplia cantidad de material proveniente
de una experiencia colectiva. Sin embargo, aquello puede generar un desconcierto en los
actores, acostumbrados a aferrarse a las partituras descritas en un texto y temerosos de la
precariedad que significa crear desde otros espacios.
Así mismo, se concibió la idea de que la obra escénica debía ser creada en
colectivo. Entonces los directores generaron una serie de metodologías, entre ellas la
incorporación del training, con el fin de potenciar el ser artista dentro del actor. Esta
amplitud de la función del intérprete, favoreció los procesos creativos, resultados y
relación con la audiencia.
208
Todo el material seleccionado para esta segunda etapa del trabajo lo podemos revisar en la segunda
versión del texto.
144
Resulta muy importante, al momento de enfrentar el trabajo de creación desde lo
colectivo, que el director tenga resuelto cual es el terreno donde el equipo va a transitar y
lo manifieste de manera clara. Es decir, cual es la acción que mueve el espectáculo, el
valor que se dará al espacio, la función de los actores, el carácter de cada uno de los
elementos de composición, etc. Aquello, genera la seguridad necesaria para que el grupo
proponga con confianza, y no se sienta desorientado en una búsqueda sin destino.
Evidentemente, como bien hemos visto en esta tesis, no se trata de un director que
tiene una idea preconcebida de cómo será la obra y luego pide al equipo que la ejecute.
Se trata de levantar una figura de director con una visión clara, capaz de formular una
autoría trazando los límites, referentes, objetivos, principios ideológicos y estéticos
sobre los cuales se sostendrá la creación.
145
En virtud de lo anterior, sin el afán de ser categórica, diría que si se quiere trabajar
a partir de la tendencia investigada, el director no puede partir el proceso con un texto
dramático acabado, y mucho menos, escrito por él. Esto confunde al equipo y al director.
Al primero, porque se le esta haciendo una invitación a indagar en el lenguaje no-verbal
partiendo desde un texto escrito de varias páginas; con argumento, desarrollo y
personajes. Al director, porque es imposible trabajar con libertad la autoría e
independencia escénica, si se tiene un apego particular al texto.
Podemos decir, que si bien durante la primera parte hubo una serie de errores que
desestabilizaron al equipo, finalmente se logró una visión clara de dirección y la
concreción de un leguaje particular, que apelaba a las nociones de acción- tiempo-
espacio que, como director, estaba persiguiendo. Se estima que si, en una segunda
experimentación en torno a esta tendencia, se modifica lo que esta vez fue un des-
acierto, se puede llegar a una coherencia aún mayor en el planteamiento directorial y
estético de la obra.
146
escenas o segmentos, una estructura de espectáculo. La segunda, el uso de storyboard
para levantar un libreto que pudiese ser escrito en imágenes.
Cuando empezamos a ahondar en los recursos que nos ofrecía la creación a partir
del concepto de Libreto Visual, sucedieron (como en todo orden de cosas) soluciones y
dificultades. Una gran dificultad, fue la premisa de que nada se fijaría hasta el final del
proceso. Los actores se abrumaron muchísimo con esta situación, producto de su
necesidad de estabilidad y su concepto de lo que significa: avanzar. Es así, como el
209
Véase: Tadeusz Kantor: El teatro de la muerte, Argentina, edit. De la flor, 2004.
147
equipo demandaba que se fijara una estructura musical, planta de movimiento y
secuencia de escenas.
148
participación en la dramaturgia, visualidad y uso de la palabra que se daba en un
espectáculo (entre otras cosas).
Uno de los contras de este principio, es que trabajar con muchos artistas implica
trabajar con muchas visiones diferentes, y aquello puede volverse un enemigo. Es por
esta razón que el director debe, desde un comienzo, trazar el campo creativo que donde
transitará el intérprete, advirtiendo que todo debe ir en dirección a una única visión: la
del director.
149
El último principio, de relevancia significativa en esta tendencia de la dirección
teatral, fue la renovación del concepto de espacio para la representación y, por
consiguiente, de audiencia. Las propuestas de los directores-autores apelaban a la
posibilidad de resolver el uso del espacio desde dimensiones antes insospechadas, como
la utilización de lugares alternativos a las salas de teatro. Se comenzó a considerar el
espacio como un factor preponderante de la puesta en escena y de importante
significación, pudiéndose ver propuestas como las de Brook que eran expuestas en todo
tipo de lugares210, desde hospitales hasta cuarteles, aportando un importante avance a
nivel dramático.
Para nuestro proceso creativo, la ocupación del patio antiguo de una casa, significó
la piedra angular. Absolutamente todo el proceso y todo el resultado estuvo atravesado
por esta decisión estética. Es así, como podemos afirmar que en este principio de
espacialidad, los pro y los contras de su práctica, están contenidos en el mismo hecho: el
espacio lo determina todo.
210
Véase: Peter Brook: La puerta abierta, reflexiones sobre la interpretación y el teatro, Barcelona, Edit
Alba, 1999, pp 13-14.
150
La preponderancia del espacio, en un montaje sostenido por los principios aquí
confinados, es incuestionable y total. Es así como sostener una obra desde esta decisión,
en momentos resulta sumamente difícil de manejar, ya que el espacio no deja lugar a la
independencia del resto de los elementos.
Así mismo, regido por este uso del espacio, la relación con el público se vuelve
absolutamente cercana. Este aspecto de convivio, que en Épico explotamos ofreciendo
una experiencia sobrecogedora en cuidados para con el espectador, es lo que permite que
la audiencia pueda participar enteramente del hecho artístico.
151
e) Advertir, desde un comienzo (ojala con material que justifique esta
decisión) que nada se fijará hasta el final del proceso y llevar dicha premisa
hasta el límite.
g) Advertir a los actores que se requiere que participen del suceso como
autores y enumerar cuales son los principios que sustentan esta idea.
h) Tener, como director, trazada con claridad cuáles son las acciones y las
circunstancias dadas sobre las que los actores trabajaran. Esto resulta
imprescindible, porque el actor al tener acción siente libertad para poder
crear, sin ésta se siente perdido y entonces no logra dejar de observarse.
j) Dentro de la visión previa al inicio del proceso, se debe tener resuelto que
lugar exacto es donde se trabajará. Esto debido a que, como señalábamos,
el espacio y sus características debe ser considerado en un cien por ciento.
152
Para dar fin a estas conclusiones, relativas a la investigación y práctica de una
tendencia de la dirección teatral cuyo enfoque esta en potenciar el arte escénico como
una disciplina autónoma, podemos decir que se tiene la sensación de que los resultados
obtenidos me habilitan en mi rol de director. Entendiéndose esto como el inicio de un
modo de creación, que me interesa desarrollar desde una metodología personal a la cual,
yo he podido arribar, a partir de este proceso.
Una metodología, que considera todas las sugerencias aquí expuestas como
principios ineludibles del trabajo de dirección, y que se ha podido identificar, no sólo a
través del proceso escénico, sino que de la obligación de reflexionar en relación a dicho
proceso.
153
BIBLIOGRAFÍA
154
Valenzuela, José Luis: Robert Wilson, La locomotora dentro del fantasma Buenos Aires, Edit
Atuel, 2004.
Valiente, Pedro: Arte escénico planetario, Ciudad Real, Edit Naque, 2005.
Wilson, Robert Wilson: Revista ADE número 100, abril/junio 2004.
Zola, Emile: El naturalismo, Barcelona, Edit Península, 1982.
155
ANEXOS
Con el fin de una comprensión mayor, de lo que fue el trabajo desde y con el texto
Épico, se adjunta este anexo. Consistente en las tres etapas que vivió el documento a lo
largo del proceso.
156
LIBRETO EPICO I
La Juventud
Reiteración de actos
SINTESIS
Acciones icono
Germen
Semilla
Auge .
El desarrollo del amor
y la familia.
notas del Piano
GEOMÉTRICO
desestructurado
des-hilado
VOZ
Respiración.
Armónica.
armónica respiración
armónica no armónica
sin armonía
sin juego
sin ficción
cruda
157
la –A- A- A- A- Armónica
es
respiración.
1 A 20
armónicas.
Una catre.
Una taza.
Una puerta.
Una ventana.
Una escoba.
Una caja
de metal.
Un perro.
Un ábaco.
Un caballo.
Un hombre.
Una sonrisa
de hombre.
Una
Una boca
de mujer.
Un parrón.
Un libro.
Una cocina.
Un buzón.
Un cuadro.
Una silla.
Una bicicleta.
158
Un suelo.
Un cielo
mi cielo.
Una estufa.
Una ampolleta
con
LUZ.
Construyen la casa
maquetean
decoran
la casa
olfatean
conocen
degustan
conquistan
poseen
la casa.
Barren
la casa.
Repasan su historia
su crianza
sus gestos
sus gustos
sus formas
sus rebeldías
sus manías
sus andanzas
sus preferencias
159
sus proezas
su erotismo
su formación.
Comulgan
desacuerdan
vuelven a acordar.
Arman escenografía
la misma donde morirán.
- montan
desmontan
montan
desmontan
desmontan
desmontan
vuelven a
montar -
Entran
con plantas
Entran
con plantas
Entran
con más plantas
cientos de plantas
que plantan
sin cesar.
160
Oler las plantas
SIT
DOWN
Sit down
SIT
No
No
No
Stop
Silbido
Silbido
Stop
Las plantas
Las plantas
Las plantas
Replantar
Resucitar
Regar
las plantas
Cercar.
Cuentan monedas
Chauchas
Monedas
chauchas
Se ríen
Ríen
Ríen
Reparten monedas
161
En torres
De porte
Altura
Anchura
Color
Ríen
Cogen
Ríen
Cogen
Ríen
Se cogen
Cucharita
Cucharita
Beso
Beso
Pato
Pato.
1 unidad de
hueso
leche
palta
pan.
Se emborrachan
De risa
Entre risas
Se emborrachan
162
cantan
Se interrumpen
Cogen
Hablan
Hablan
Hablan
Todo
TODO EL TIEMPO
Hablan – sin parar-
cogen
cantan
Convulsionan
De dicha
De dolor
Morderte
FUERTE
De tanto - tanto - tanto
tanto
Encanto
Picor.
La ampolleta
LUZ
Entra
Fría
mansamente
Espaciosamente
Se detiene
Se extiende
Ríen
163
Ríen
Ríen
Convulsionan
De dicha
De picor
De dolor
Y se ríen
De gracia
De impotencia
De amor
LUZ
Brillante
ilumina
Todo
De dicha
De tormento
De dolor
Brilla
LUZ
Blanca
Entra
Entra
Entra
Golpea
Cubre
Todo
Hasta volverlo
Incandescente
Una coreografía
164
Fundan el amor
El palacio
Los principios
El carácter
El lenguaje
El sistema
El humor.
Se reparten tareas
Tu:
Yo:
Tu:
Yo:
Un equipo.
Un
Mecanismo componente
conjunto módulo bloque.
Rezan
Construyen altar
Rezan
Rezan
Rezan
Desarmar altar
A veces MALDICEN
Del alto cielo
Montan
Desmontan
Montan
165
Desmontan
Montan y vuelven a montar
rezan.
Las cartas
-El juego-
Ella rigurosa
Atenta
Concentrada
Estratega
El
No sabe jugar.
-El juego- se acentúa
Se enturbia
Se pican
Ella habla en otro idioma
-El juego- sube de volumen
Deja de ser -el juego-
SE TERJIVERSA
SE MALENTIENDE
SE DESLENGUA
SE VUELVE A LENGUAR
Vuelve a serlo
-El juego-
y así
siempre
una
Y otra vez
166
Sin cesar.
Crecen
Juguetes de madera
167
paño
metal.
MULTIPLICADOS
desordenados
esparcidos
en el suelo
mi cielo.
Juguetes de madera
paño
metal.
Autitos
Autitos de
Niño
Niña
Niño chico
Niña grande.
Niño mujer
Niña hombre
Se pegan
Se arman
abotonan
Rezan
Hincados.
Se persiguen
como monstruos.
Ceremonia de los besos.
Rezos frente al altar.
Cantos de cumpleaños
Soplar velas
168
Una
Dos
Tres
15 veces.
Disminuyen
los juguetes de madera
paño
metal
Se restringen
Se ordenan
Se sintetizan
Se callan
DETENIÉNDOSE
solos
en un rincón.
169
Las ventanas
El cielo
mi cielo.
Enclaustran
el espacio
el oxigeno
el movimiento
el tiempo
lo enclaustran
lo determinan
tergiversan
en verde
fosforescente.
Cuentan Plata
Cuentan Plata
Cuentan Plata
Poca plata
Escasos billetes
Que guardan en sobres
Los guardan
Los vuelven a contar
Los reorganizan
De sobres
Los guardan
Los vuelven a contar
Sacan cuentas
170
Guardan escasos
Billetes
Y varias
Monedas
En sobres
Y vuelven a contar
Sacan cuentas
Anotan todo
Tienen todo calculado
Un registro
Acabado
Obsesivo
Excelente
particular
Hacen plata
La calculan
Y murmuran
Siempre murmuran
Murmuran de día
De noche
Sobretodo,
Cuando sacan cuentas
Ahí murmuran
Y firman papeles
Y leen correspondencia
Reciben mucha correspondencia
Decenas de cartas
Invitaciones
Revistas
171
Diarios
Y cuentas
Por pagar.
Una enredadera
Podada
Podante
En constante podamiento
Podación.
Un telón orgánico
Verde
Fosforescente
Cubriendo
Los amores
Los pensamientos
Los regalos
Los juguetes
Los activos
Los inactivos
Flujos
Constantes
De una sociedad
Social
No particular
Habitando
Un no lugar
No social
172
No humano
No acorde
Discorde
y
Puramente
Particular.
Riegan
podan
Barren
Riegan
podan
Se riegan
Se podan
Y barren.
Es una coreografía
Marcada
Por el metrónomo
El paso del tiempo
Muchos años son
21.330 días
descontándole bisiestos
512 horas
descontándole
me he confundido
vuelvo atrás
muchos años son
toda una vida
21.330 días
descontándole bisiestos?
173
Si
174
Los gritos
Los llantos
Los castigos
Los olores
Los hambrientos
Las tareas
Las ondas
Las masturbaciones
Los boys scouts
Las pistolas
Los autitos
Todo
Arrumado
Delante de la puerta.
Una cordillera
de maletas
que se van.
Pasado:
Aquel tiempo
Maravilloso
Que ya sucedió.
La VEJEZ
175
Estructuras poéticas
Olvidos
Y recuerdos
Tejiendo fotos
Ella teje
El desteje
No como Penélope,
que se destejía sola.
Revisan lo tejido
Escriben nombres sobre papelitos
que pegan
a los maceteros
según corresponde
Todas tienen un nombre
Todo
Tiene un nombre
Uno particular
El cual
está escrito
Para no olvidar.
Las plantas
María
Marta
Margot
Mabel
Elena
176
Sara
Angustia
Isolda
Isabel
Hugo
Teresa
Belinda
Josefina
Turca
Orgullosa
Sofie
Ester.
Abarcan todo el lugar
El cielo
mi cielo
Todo
El lugar.
Asfixian lánguidamente
Los pulmones
De El
y
Ella
- Ellos-
dichosos
drogados
En la falta de oxigeno
Propia
De su reducido
Elegante
177
Luminoso
Cálido
Selvático
Lugar.
podan
traspasan
riegan
alaban
Las retan
Las enseñan
Las odian
Las besan
Las castigan
Las matan
Las vuelven a resucitar.
Todo es lento
Silencioso
Murmurado
A señas
A tientas
A Gestos
Impulsos
Sonrisas
Sonrisas
Sonrisas
Amistad
Dolor.
178
Desandado lo andado
Hacia atrás
Por sobre lo pisado
Un simulacro inmóvil
de lo sucedido.
La contra acción.
Detención.
Pausa larga
Considerablemente larga
Un limbo
Unas almas
En paz
Murmurando:
Las cuentas
Los nombres
Las discusiones
de siempre.
Deambulando.
En cuerpo él
En mente ella
Somnolienta atmósfera
Iluminado lugar
LUZ CALIDA
Realidad y no realidad
Murmuran
179
Siempre murmuran
horas murmurando
- El juego-
Siguen murmurando
- El juego-
Pieza escénica
Cuya acción
-Discutir-
Es ejecutada en tonos elevados
Sonoros
Gestuales
Inverosímiles
Reales
Compenetrados
Comprometidos
Embelesados
Un Juego de rol
Y estatus
Ella: HISTERICA – GRACIOSA
El: SILENCIOSO - SUMISO
El saca cuentas
Ella en el ábaco,
Saca cuentas
Él saca cuentas en el papel
Él cuenta la plata
En billetes
Muchos billetes
180
No cuenta una
cuenta 7
Parceladamente
va entregando
A ella
Fajos de billetes
Estirados
Que ella
ceremonialmente
reparte en sobres
Sobres con nombre
Ordenados
Por alfabeto
En una caja
De metal
que guarda
como un
cáliz.
Él va de compras
1 -2 -3 tres, cinco veces
Al día
Ella administra la plata
Que saca
De la caja de metal
De dentro de los sobres
De tres sobres diferentes según
Hora
Día
181
Semana
Mes
Él va a comprar 1 -2- 3 tres, cinco veces
Al día
Ella administra la plata
El no guarda el vuelto
El vuelto
lo pierde
lo olvida
Se le va.
Murmuran
Hacen 10 segundos
-El juego-
Lo hacen 1 -2 -3 tres, cinco veces al día
no debe perder la plata
debe entregar el vuelto
a la caja
de los sobres
de metal.
182
Ella es rigurosa
Atenta
Concentrada
Estratega
Se olvida
Él le sopla
Se olvida
Es otro juego
Distinto
Uno que ella
Sabe jugar
Mueve las cartas
Las mira
Las revuelve
Las ordena
a su antojo
El da tiempo
La deja jugar
El turno de él:
carta inmóvil.
Ella apura
Ella se olvida
y lo descubre
se asusta
se pierde
se desconcierta
se atormenta
Él sonríe
Ella baja las cartas
183
Sonríe
Muestra las cartas
Se descarta
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
…
El
No sabe jugar.
Desayuno
Té
Cereal
184
Plátanos
Pan
Té
Cereal
Café
Primero cereal
Con leche-A-
para ella
Con leche-B-
para él
Cereal
Con plátano
Segundo
Té
Café para él
Pan
Lo mismo se repite
1 – 2 – 3 tres, cinco veces
Toda una vida
De plátanos
Pan
Té
Café
Cereal.
185
Intenta ayudarlo
Intenta
Intenta
Ella se confunde
se olvida
olvida
olvida
olvida
él
Se ahoga
Ahoga
Ahoga
LUZ blanca
Ella se confunde
No llora
Lo reta
-El juego-
Que se calme
Que respire
Que se des-ahogue
SIT
DOWN
STOP
SIT
es un perro
Ahogado
Que se quede quieto
Que tome agua
186
No muere.
Va 1 – 2 – 3 tres, cinco
veces al día
A veces compra
Con el dinero
De la caja
De los sobres
De metal
Ella se olvida
le confunden los sobres
El de hoy
El de ayer
Es el de ayer
De hoy ayer
Ayer el sobre
Es el de hoy
Hoy es ayer
En los sobres
Siempre
ayer es el presente
para que no falte
nunca
el hoy
se construye en el ayer
el de ayer no tiene plata
mañana es rojo
hoy amarillo
viernes rojo?
187
Lunes rojo?
Lunes verde
Martes amarillo
Martes
se confunde
los reordena
él sonríe
sonríe
sonríe
sonríe
agarrado de la bolsa
de las compras.
Le da dinero
se lo quita
se confunde
confunde
encorva
asusta
cae la caja
con los sobres
de metal
silencio
188
de la caja
de metal
Otras
no .
Escuchan vinilos
Rallados
Una y otra vez
Su historia de los 60
La juventud
Los bailes
Los peinados
Escuchando
Canciones
tarareando
Entre los balbuceos
de los cantantes
Rallados
El uso
Los discos
Suenan una y otra vez
Bailan David Mathis
Cheek to cheek
Tararean
Las mismas canciones
De siempre
De una vida
Entera
Vivida.
189
Sentados en la mesa
Uno y el otro
El doctor al medio
Ella escucha
El observa
Hace preguntas que se auto-responde
Ella se OLVIDA
De las cosas
Las caras
Las formas
Las comidas
Los días
Las horas
Los naipes
-El juego-
no lo olvida
nunca
-El juego-
permanece
en su mente
ordenado
igual.
El doctor habla
mucho habla
reparte remedios
Muchos
remedios
Con color
190
Hora
Tamaño
Ella pregunta
1 – 2 – 3 tres, cinco veces
La misma pregunta
El doctor responde
1 – 2 – 3 tres, cinco veces
La misma respuesta
El sonríe
Sonríe
Sonríe
Sonríe
Fugaz
Silencioso
Abstraído
En el fin.
Ella
Ceremonialmente
le entrega
le traspasa
la jurisdicción
de la caja
de los sobres
de metal.
191
Visitas: hablar de ciertos temas, tomar fotos.
La enfermedad de ella
El deterioro físico de él
su sordera:
Ver películas con el volumen muy fuerte
Ella no es sorda
Ella se olvida
Y ve películas
con el volumen muy fuerte
Junto a él
Mientras hace cadenetas
Con el chal
Las teje
Y las desteje
Como Penélope.
Ella se olvida
De los cubiertos
Tenedor
Cuchillo
cuchara
No entiende
Se olvida
De su capacidad prensil
No puede tomar
Los cubiertos
se olvida
De abrir la boca
No entiende
192
No sabe
Hablar.
Las visitas:
Sacar fotos
Fotos
Fotos
Foto de ella haciendo cadeneta
Foto de él estudiando
De la mesa
las tazas
manos
caras
objetos
De la casa.
Hablar de ellos
De su vida
riesgos y soledad
Las visitas
Van y vienen
Cada 15 días.
Entre los meses de enero
Y
Febrero
Cuando hace
Calor.
193
A ella
Levantarla a ella
Bañarla a ella
Vestirla a ella
Sentarla a ella
Alimentarla a ella
Contar las mismas historias
Repetirse
Sorprenderse
de lo mismo
Siempre
Una y otra vez
Con el mismo encanto
La misma dulzura
La cara de sorpresa
Los ojos de expectación
Repetir las preguntas
Las palabras
Los consejos
Decir en dos minutos
1, 2 , 3 tres, cinco veces
la misma pregunta
responder 1, 2, 3 tres
cinco veces
la misma respuesta
como si no la hubieses contestado nunca
sonreír
sonreír
194
sonreír
Besarla a ella
Tocarla a ella
Gritarle a ella
Peinarla a ella
Leerle a ella
Dialogar con ella
Tomar el té con ella
Chagall con ella
Perseguirla a ella
Maltratarla a ella
Adorarla a ella
Lavarle los pies a ella
Recordarle a ella
Contestarle a ella
Podarle a ella
Plantarla a ella
Desearla a ella
Engañarla a ella
Entallarla a ella
Trasladarla a ella
Abandonarla a ella
Perdonarla a ella
Regarle las plantas a ella
Hablarle del perro a ella
Lavarle los dientes a ella
Ponerle el pijama a ella
Ponerle el escapulario a ella
Leerle la biblia a ella
195
Apagarle las velas a ella
Ponerle calcetines a ella
Darle los remedios a ella
Acostarla a ella
Apagarle la luz a ella
Dormir.
LA VIGILIA
En el dormir de ella
Desplegar las cartas sobre la mesa
Trazar las líneas
Los cortes
Calcular
Definir
Decidir
Como operar
Planear
Hacen un cuadro estratégico
Dibujar
Destacar
Trazar
Un plan de amor
En silencio
Silencio
La visualización de la batalla
Trabajo minucioso
196
silencioso
La decisión
Las vísperas del fin.
Hablar con DIOS
ALIARSE
Sopesar la realidad
Y obtener respuesta
La duda
El amor
el desamor.
197
Fotos de ella
Con pedro
Juan
Y diego
De ella
Con corona
De princesa
De ella
Con la torta
En un plano abierto
Cerrado
Perfilado
acostumbrado
Ella se olvida
Que a las velas
las corona el fuego.
Que el fuego
Incendia.
Que las velas
se soplan.
En el sueño de ella
La vigilia de él
Escribir la carta
Conjugar palabras
Nombrar
Decir con palabras
Conjugadas y nombradas
198
a Dios
Por los dos
Nos vamos
Con o sin
Su consentimiento
Nos vamos
Allá
Nos vamos
Juntos
No podemos
Esperar
Desenterraremos
también
Las plantas
Con o sin
Su consentimiento
Ellas
También
Van.
Los dibujos
Trastelados
En segmentos
Grandes
De papel
dibujos
Del plan.
Una carta
199
Sencilla
Precisa
Amorosa
fotografiada
Contenida en una foto
Una foto
De la carta
para dejar
A la familia
La policía
La prensa
La gente
Que habita
En imágenes
Lo que sucede
Ahí
Ahí
Afuera
En su vida
Viviendo
Vivida
Vivirá.
6 fotos
6 palabras
que componen
1 carta
seis fotos
juntas
200
son una despedida
registrada en una foto
de una carta
que dice:
NOS
FUIMOS
VOLANDO
POR
EL
BALCON
El SUEÑO / LA MUERTE
La cena
De amor
La mesa
Los cubiertos
Las copas
Las ropas
La música
Las serpentinas
Hilando
Dibujos
Cartas
Fotos
201
Ella
El
Ella
El
Los chistes de siempre
El anfitrión
La anfitriona
Las plantas
vestidas
Para la ocasión
Todos
Una cena
Las vísperas
del velorio.
El Vino caliente
Muy caliente
Hirviendo el vino
Limpian las plantas
Podan
Las plantas
Riegan las plantas
Besan las plantas
Ceremonia de los besos
los mismo de judas
de Leonora
del amante
de Chagall
202
La sienta en el sillón
Con el chal
En las piernas
Ella
Hace plisados
Con el chal
Los arma y los desarma
La peina
La perfuma
La ruboriza
La molesta
La muerde
Le hace cosquillas
Se ríen
Ríen
Ríen
Estallan de risa
De picor
De amor
Dolor
Se besan
Boca con boca
Pegada
Una boca
Sobre la otra boca
Por decenas de sonidos
De un metrónomo
Que marca el paso del tiempo
203
El lapsus detenido
Donde emana
El amor.
Le hablan a Dios
El delirio
las imágenes
de una vida
vivida
Momento Épico
Dulce
Excitante
embriagador
204
De un amor
LA DUDA
De él
LA CERTEZA
De ella
El acto heroico
Saltar del barco
A los rieles del tren.
La muerte
Los ángeles
Destellos de luces
El tiempo corre y viene
Se golpea con fuerza
El tiempo
Una centrifuga
Un coro
De metrónomos
Una acción de arte plástica
Miles, cientos de papeles
Caen
Entre el humo blanco
Del gas
Cubren el lugar
Lo entierran
De color
Difuminado
Por el blanco
205
Los muebles
Las plantas
Los juguetes
Las sillas
Los recortes
Las fotos
Los muros
Y ellos
Ellos
En su Asunción
Salen por la ventana
anudados
Difuminándose
elevándose
Abrazados
El cumpleaños de Chagall
Los papeles caen
Tapándolo todo
Enterrando
Sepultando
La materia
El amor se va
volando
por el balcón
A donde no tenga enemigos.
206
El público sale
un coro celestial
Ocurre la muerte
La liberación del amor.
Fin.
207
LIBRETO ÉPICO II
(A esta segunda versión del texto se le llamó internamente: Texto Épico
para sonoro. La razón de aquello fue que estaba pensado para toda la
dimensión musical y textual sobre la que, en ese entonces, se sostenía la
obra. Asunto que cambio radicalmente en el final del proceso)211
Entra público
LA JUVENTUD
211
Nota del autor en relación a la segunda versión del texto Épico.
208
A.
A. A
A.
A. A. A.
A
A. A.
A.A.A.A.A.A.A.A (a coro)
A. A. A.
A es A
Es U
Es a
A.
A. A. A.
Au
Esssssssss
u UN A
a A a
Un A
Un
uN A
A. A. A.
A. es la primera letra del abecedario es
A
209
a
aes
a
alfa
alep
Ante
Hacia
A sss A
Antes
ASIA
A?
La A de principio
De A
De LA
La A
A
A.
210
La A de habitar
De empezar Algo
de ser feliz con alguien
Con
Algo.
Al encontrarnos tu y yo
al encontrarnos (loop)
A
A
Alfa
alep
a
Empezar Algo
Al encontrarnos
Al encontranos A.
A. A. A
AL Estrecharnos
Al doblarnos
A
Al
Al encontrarnos…
211
Empezar Algo
Es A
De ser Feliz con Alguien
Con Algo.
#2 Catre / Ritmo palpitante, como algo que está por nacer / una melodía
amorosa que nos permita hacer el ejercicio de la evocación que propone el
segmento. Me parece que es alegre. Dos arreglos en el tema que nos lleven
a otros espacios (especificado en el texto según corresponde).
CATRE
Un catre
TAZA
PUERTA
VENTANA
Una ventana
PARKET
Un suelo
de parket.
LLAVE
212
ESCALERA
AUTO
Un auto
Una carretera
Una
A
A
A
Un corazón
CORAZON
Pum pum
Pum pum
Pum crashh
CASA
CAZA
Una casa
CAJA
Una caja
de metal
#perro
(para el segmento de “el hombre” a continuación, me gustaría hacer una
variación musical que nos lleve a algo puramente nostálgico donde ambos
213
géneros – hombre y mujer- son el recuerdo de nuestros padres, amantes,
amigos, hermanos, animales, enemigos, etc.)
Un hombre.
Una sonrisa
de hombre.
Una
Una boca
de mujer.
(varios con variaciones)
PATIO
Un patio.
COCINA
Una cocina
Un árbol
Una bicicleta.
Una maleta
Una avioneta
(aquí me gustaría hacer una variación musical de notas altas que nos lleve
al cielo, pienso en notas sostenidas que no armen una melodía)
214
Un cielo
suelo
su cielo.
Mi cielo
cielo
Tu cielo
Un suelo
Cielo
Su suelo
Tu cielo
Mi suelo
suelo
Mi cielo
Una ampolleta
con
LUZ.
# 3 Fundar/ luz.
Fundar
Tu yo
Fundar tu
215
Fundar yo
Yo tu
Tu yo
Tu y yo
Yo
Fundar en el mi un tu
En el tu, un yo
Fundar tu – yo
Tu yo
Yo yo yo y más yo
yo
Fundar
Tu yo
Yo tu
Tu y yo
Yo yo yo y más yo
yo
Conocer / te
Olfatear / te
216
Limpiar / se
Observar /te
Alquilar /te
Vender / me
conquistar / te
Confiar / se
Perseguir / te
Engendrar / te
Descubrir / se
Apiadar / se
Empoderar /se
Fundar / se
Poseer /se
Escapar /me
Incendiar / te
Incendiar /me se
#PERRO
217
2 mil
Para que nos alcanza?
Pan
Pan
queso
Palta
Palta
Aji
tomate
Chocolate
No
Palta
Pan- palta-vino
Vino?
Vino.
Palta vino y pan
Se emborrachan
De risa
Entre risas
Se emborrachan
cantan
Se interrumpen
Cogen
Hablan
218
Hablan
Hablan
Todo
TODO EL TIEMPO
Hablan – sin parar-
cogen
cantan
Convulsionan
De dicha
De dolor
De tanto - tanto - tanto
tanto
Encanto
tanto
Picor.
La ampolleta
LUZ
Entra
Fría
mansamente
Espaciosamente
Se detiene
Se extiende
219
Ríen
Ríen
Ríen
Convulsionan
De dicha
De picor
De dolor
Y se ríen
De gracia
De impotencia
De amor.
LUZ
Brillante
ilumina
Todo
De dicha
De tormento
De dolor
Brilla
LUZ
Blanca
Entra
220
Entra
Entra
Golpea
Cubre
Todo
Hasta volverlo
Incandescente.
221
Y son otros
LOS MISMOS
OTROS
LOS MISMOS
Ella es rigurosa
El
No sabe jugar.
ELLA
Cubriendo
Los amores
Los pensamientos
Los juguetes
Los activos
Los inactivos
Flujos
Constantes
De una sociedad
Social
No particular
EL
Habitando
Un no lugar
222
No social
No humano
No acorde
Discorde
y
Puramente
Particular.
Ella es rigurosa
El
No sabe jugar.
El juego- se acentúa
Se enturbia
Se muele
Ella es rigurosa
Y el no sabe jugar
Entonces ella comienza a hablar en otro idioma
sube el volumen
el juego deja de ser -el juego-
SE TERJIVERSA
SE MALENTIENDE
SE DESLENGUA
223
Y SE VUELVE A LENGUAR
El juego se malentiende se tergiversa se deslengua y se vuelve a lenguar.
y así
siempre
una
Y otra vez
Sin cesar.
Se persiguen
como monstruos.
Ceremonia de los besos.
Rezos frente al altar.
Cantos de cumpleaños
Soplar velas
Una
Dos
Tres
y así
siempre
una
Y otra vez
Sin cesar.
224
El juego
SE TERJIVERSA
SE MALENTIENDE
SE DESLENGUA
SE VUELVE A LENGUAR
Enclaustran
el espacio
el oxigeno
el movimiento
el tiempo
lo enclaustran
lo determinan
tergiversan
el cielo
su cielo
mi suelo
suelo
cielo
PERRO
y así
siempre
una
Y otra vez
225
Sin cesar.
Sacan cuentas
Anotan todo
Tienen todo calculado
Un registro
Acabado
Obsesivo
Excelente
Particular
calculan
Y murmuran
Siempre murmuran
Murmuran de día
De noche
Sobretodo cuando calculan.
y así
siempre
una
Y otra vez
Sin cesar.
226
Por el metrónomo
El paso del tiempo
Muchos años son
21.330 días
descontándole bisiestos
512 horas
descontándole
me he confundido
vuelvo atrás
muchos años son
toda una vida
21.330 días
descontándole bisiestos?
Si
227
se convierte en sonido
de un cronómetro
que marca
el paso del tiempo
mientras nos volvemos viejos
detener
el cronómetro
del tiempo.
Pasado:
Aquel tiempo
Maravilloso
Que ya sucedió.
LA VEJEZ
Todo lento muy lento, casi descolocante como Jhon Cage 4`44 o la sinfonía
de los metrónomos
228
METRÓNOMO
METRÓNOMOS
Las armónicas!
LA VIGILIA
Dejo una carta donde decía que su cabeza iba a explotar como un polvorín,
que no podía caminar más de 50 metros sin cansarse y que sentía un ruido
insoportable producto del quiste que tenia alojado en el cerebro.
En la carta también advierte que ella no se dará cuenta de nada porque tiene
su cabecita ida ida ida ida
LA MUERTE
229
Se besan
Boca con boca
Pegada
Una boca
Sobre la otra boca
Por decenas de sonidos
De un metrónomo
Que marca el paso del tiempo
El lapsus detenido
Donde emana
El amor.
Desandado lo andado
Hacia atrás
Un simulacro inmóvil
de lo sucedido.
La contra acción.
Detención.
Pausa larga
Considerablemente larga
Un limbo
Unas almas
En paz
230
Murmurando:
Las cuentas
Los nombres
Las discusiones
de siempre.
LA DUDA
De él
LA CERTEZA
De ella
El acto heroico
Saltar del barco
231
A los rieles del tren.
Destellos de luces
El tiempo corre y viene
Se golpea con fuerza
El tiempo
Una centrifuga
De metrónomos
Una luz
Blanca
Entra
Lentamente
Mansamente
Se detiene
Se extiende
Y cubre todo
Hasta volverlo
incandescente
Y ellos
Su corazón
Se va volando por el balcón
Salen por la ventana
anudados
Difuminándose
232
Elevándose
En su asunción
El público sale
un coro celestial
Ocurre la muerte
La liberación del amor.
FIN.
233
LIBRETO ÉPICO III
A.
A. A
A.
A. A. A.
A
B. A.
A.A.A.A.A.A.A.A (a coro)
A. A. A.
A es A
Es U
Es a
212
Nota del autor en relación a la tercera versión del texto Épico.
234
alfa
alep
Un hombre.
Una sonrisa
de hombre.
Una
Una boca
de mujer.
(varios con variaciones)
235
Un cielo
suelo
su cielo.
Mi cielo
cielo
Un suelo
Cielo
Su suelo
cielo
Mi suelo
suelo
Mi cielo
La ampolleta
LUZ
Entra
Fría
Entonces ella comienza a hablar en otro idioma
sube el volumen
el juego deja de ser -el juego-
SE TERJIVERSA
SE MALENTIENDE
SE DESLENGUA
Y SE VUELVE A LENGUAR
236
Muchos años son
21.330 días
descontándole bisiestos
512 horas
descontándole
me he confundido
vuelvo atrás
muchos años son
toda una vida
21.330 días
descontándole bisiestos?
Si
237
de un cronómetro
que marca
el paso del tiempo.
238