Análisis Del Cuento La Zarpa de José Emilio Pacheco
Análisis Del Cuento La Zarpa de José Emilio Pacheco
Análisis Del Cuento La Zarpa de José Emilio Pacheco
José Emilio Pacheco desarrolló varios géneros como poesía (este género fue por
lo que más se le conocía), cuento, novela, ensayo, columnas, etc. Este escritor
Juan José Arreola, entre otros. Esta generación destacaba por la transición
se aleja de una temática desarrollada en este ambiente urbano, así que hace una
confesión. Ella le va a decir al cura: “Es pecado alegrarse del mal ajeno”
protagonista, divaga sobre la ciudad, podría parecer innecesario que nos cuente
este detalle, y sin embargo, resulta ser fundamental, para entender por qué
y ya nos dice que la ciudad era una monstruosidad (¡en el 2017 también lo es y
quizá más!), pero también nos dice que al principio no lo era, como ella, como su
de vergüenza admitir pero ya no puede callarlo. Es algo terrible, con el que pienso
Quizá por el ego que traemos y que no nos permite aceptarnos como somos. Al
la escuela y tenía a muchos jóvenes tras de ella, en cambio ella, Zenobia, nos dice
que era “Fea, gorda, bruta, antipática, grosera, díscola, malgeniosa.” (60)
Contrastes en una amistad que no tenía por qué tornarse de esa manera. El lector,
sentido mal y no hubiera odiado a su amiga, la cual siempre se portó amable. Pero
misma edad, hijas de otras dos buenas amigas que siempre convivieron con
respeto y cariño. Pero eso no basta, porque la sociedad no perdona y los jóvenes
menos.
Cabría echarle la culpa a los jóvenes que hicieron la comparación entre
ambas, claro, la chica bonita del colegio se junta con la más fea para sentirse más
se miran, si la sociedad no los acepta, ellos terminan por sentirse mal o como diría
Zenobia: “Si alguien nace fea por fuera la gente se las arregla para que también se
vaya haciendo horrible por dentro”(60). Al menos, en ella así sucedió. Crece con
su envidia, motivada claro, por percatarse de que las personas no son iguales.
muchacho que conoció en una Kermés, que tiene dinero y se la lleva a vivir a una
servicios públicos en vez de estar en las altas esferas, gozando de privilegios por
el simple hecho de ser bonita, como su amiga y todo claro, por ser fea.
compararnos todo el tiempo. Recuerdo haber leído un estudio que decía que las
redes sociales bajaban nuestra autoestima, ¿por qué?, porque nos la pasamos
viendo todo el tiempo quién se compró el nuevo auto, Tablet, i phone… ¿quién
a uno que sólo le alcanza para los tacos de canasta, viviendo al día y trabajando
de sol a sol para tener un mísero sueldo. ¡Claro que la envidia está presente! Y no
nos atrevemos a confesarlo, porque eso sería admitir que somos mediocres. ¡Por
creo que si él dice que era horrible la vida en 1971 ya evolucionó esto a un mil por
ciento (quizá exagero o tal vez sea cierto). La vigencia de este cuento, es
Pero como dice el refrán “No todo lo que brilla es oro” y es cierto; si no, me
remito al mito del rey Midas, quien quería que todo lo que tocase se convirtiera en
oro, pero lo que en un principio fue emoción, después terminó mal, no pudo gozar
disfrutar plenamente (como pudiera pensar Zenobia). Como era bonita, los
hombres no pararon hasta poseerla, le dieron fortuna, viajes, ropa elegante y todo
“lo que una mujer pudiera esperar”. ¡Hasta se casó dos veces y la segunda vez
con un ¡extranjero!
Pero cuando la vida quiso reencontrar a las amigas, Rosalba, siempre tan
amable, le confiesa a Zenobia que no es feliz. Ella nunca pudo tener hijos y sólo
era el objeto de hombres que después de un rato, se aburrían de ella. No se
puede tener todo en la vida, reza un refrán. Y es cierto, si nos ponemos a hurgar
excepciones. Pero pareciera ser algo común, que casi nos pasa desapercibido.
Verlos envejecer y perder todos los atributos que les hacían ser bellos en otras
hoy (tiempo del cuento) acaba de ver a su amiga y “No puede imaginarse, Padre:
ese cuerpo maravilloso, esa cara, esas piernas, esos ojos, ese pelo color caoba,
Claro, la vejez nos iguala, nos hace ver feos a todos, arrugados, vencidos, y
todo el mal que hemos hecho en la vida. Podemos querer de manera sincera a
nuestros semejantes, la vida ya no es la misma, la ciudad envejece ¿o se
moderniza?
importante darnos cuenta de que la vida no es perfecta tanto para ricos como para
los pobres, y el mensaje que creo que intenta dar José Emilio Pacheco, es el de
aceptarnos tal cual somos y no dejarnos amargar por todo lo que vemos, o por lo
que la gente suele decir de nosotros. Sólo tenemos una vida y sería horrible
Referencias:
Mulato, Abril. ¿Es verdad que las redes sociales nos hacen más infelices?
Periódico El país: Verne, 2016. En línea:
https://verne.elpais.com/verne/2016/05/27/mexico/1464314019_118390.html
Pacheco, José Emilio. La Zarpa en “El principio del placer”. México: Era,
2003.