Monografía Retórica

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA de América)

FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

Pregrado

“Análisis de los poemas “Frente a la vida” y “Canto proletario” de Magda


Portal”

PRESENTADO POR

DANIELA MEZA AREVALO

PARA EL CURSO DE RETÓRICA Y ESTILÍSTICA LITERARIA

LIMA – PERÚ

2018
ÍNDICE

Introducción

Primer capítulo. Campo retórico: elementos de vanguardia en Una


esperanza i el mar

1.1 Contexto histórico y cultural: modernización y llegada de las vanguardias

1.2 Recepción crítica de Una esperanza i el mar

1.3 El impacto de la máquina en el Perú: reconfiguración del Futurismo

Segundo capítulo. Características generales de Una esperanza i el mar y


análisis de los poemas “Frente a la vida” y “Canto proletario”

2.1 Análisis de “Frente a la vida”

2.1.1 Revisión del título

2.1.2 Segmentación del poema

2.1.3 Campos figurativos y figuras retóricas

2.1.4 Locutores

2.1.5 Visión del mundo

2.2 Análisis de “Canto proletario”

2.2.1 Revisión del título

2.2.2 Segmentación del poema

2.2.3 Campos figurativos y figuras retóricas

2.2.4 Locutores

2.2.5 Visión del mundo

Conclusiones

1
Anexos

Bibliografía

2
INTRODUCCIÓN

Indagando sobre la llegada del vanguardismo al Perú fue donde me


encontré con la poeta Magda Portal, aunque más me interesaban las críticas y
la ensayística de esa época: por ello pude vislumbrarla como una de las
autoras de las que José Carlos Mariátegui hizo un ensayo sobre su obra, de
donde advertí una profunda admiración por su obra y su modo de expresar el
dolor y la piedad. Desde ahí, supe que la obra de Portal no podía quedarse ahí
y me interesé en la cuestión de si es que podía haber desarrollado una poesía
con temática social.

Ahora, en el presente trabajo académico, me propongo a realizar un


análisis exhaustivo de dos poemas de Portal: “Frente a la Vida” y “Canción
proletaria”, pertenecientes a su poemario número tres, titulado Una esperanza i
el mar. En este sentido, la edición con la que trabajaremos es la edición
facsimilar realizada por la editorial Minerva en el 2017, en donde se reproduce
íntegramente la primera edición.

Para emprender nuestro trabajo de análisis, nos basamos en lo


propuesto por Stefano Arduini, utilizando su aporte significativo en torno a los
campos retóricos, que nos servirán como una herramienta de
desentrañamiento de los poemas en mención. Nuestra hipótesis radica en
mostrar en influjo futurista y social en la poesía de Portal a través de la
inserción de temas como el proletario, la máquina, la conexión hombre-fábrica,
entre otros.

Al constar de dos capítulos, en el primero de ellos nos abocaremos a


realizar un rastreo de la crítica sobre la obra de Magda Portal. El segundo
capítulo se centra en el análisis siguiendo el concepto de Campo figuratvo de
Stefano Arduini

3
PRIMER CAPÍTULO

CAMPO RETÓRICO: ELEMENTOS DE VANGUARDIA EN UNA ESPERANZA


I EL MAR

A pesar de haber podido escribir dos libros de poemas anteriores (Ánima


absorta y Vidrios de amor, los cuales no salieron a la luz sino hasta años
después), Una esperanza i el mar (1927) resultó ser el primer compendio de
poemas de Magda Portal en ser publicado como tal. Portal integró a su obra de
tintes modernistas varias corrientes del vanguardismo surgido en Europa y, a
su vez, un discurso social el cual tiene elementos como las fábricas, la clase
media trabajadora y la descripción de su modo de vida. La aparición de nuestra
autora en el escenario literario peruano en la década comprendida entre 1920 y
1930, en tiempos donde la modernidad estaba consolidándose y dando sus
primeros frutos en la sociedad peruana (culturales, sociales, económicos, etc.),
significaría la llegada de la “primera poetisa del Perú”, según José Carlos
Mariátegui. Pero, ¿es suficiente la integración de temáticas propias de la
modernidad y del uso de una novedosa estructura formal para poder denominar
su obra como un producto de la vanguardia literaria peruana?

Pues, en este capítulo, nos encargaremos de los aspectos generales en


la obra de Portal. En la primera parte, analizaremos el contexto histórico y
literario en el que se vio inmersa nuestra autora durante el tiempo de
producción de la obra a analizar. Luego, se tratará el impacto crítico-literario de
esta al ser publicada; finalmente, se hablará del futurismo, corriente
vanguardista que resaltaremos en el análisis consiguiente para probar la
pertenencia del trabajo de Portal a esta época. Para ello, nos serviremos de la
definición del “campo retórico” brindada por Stefano Arduini.

1.1 CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL: MODERNIZACIÓN Y LLEGADA


DE LAS VANGUARDIAS

Según Arduini (2000), la producción de un texto depende de las experiencias y


los conocimientos que le brindaron la cultura y la sociedad a un individuo en

4
particular. Se le llama “campo retórico” justamente a ese conjunto de
experiencias vividas y expresadas por el individuo en la realización su texto. Así
mismo, este campo retórico se divide en dos conceptos: el hecho retórico y el
texto retórico, que abarcan lo que hace posible al texto y “el producto lingüístico
de la actividad comunicativa del orador” (p. 46), respectivamente.

De esta manera, procederemos a la definición de los hechos retóricos


que rodearon a Portal e hicieron posible la realización del poemario a analizar.

Durante los primeros años del siglo XX, la tecnología y la ciencia


producto de las revoluciones industriales en Europa procedieron a llegar al
Perú. Este suceso generó el inicio de la industrialización del país y el conocido
fenómeno de la clase social proletaria estaba por originarse. López (1999)
afirma:

Si hasta los primeros años del siglo, el campo intelectual peruano estaba
dominado por una clase política aristocrática (el civilismo), también es cierto
que durante el primer tercio del siglo XX se inicia la movilización de las capas
medias en rápido crecimiento. Cabe resaltar que los sectores medios
provincianos serán el motor principal de los fenómenos ideológicos y culturales
que ocurren en Lima o en las ciudades más importantes del país (p. 28)

Se pueden evidenciar que los cambios que iba a producir la llegada de


esta nueva corriente tecnológica ya se vislumbraban desde entonces: el
aumento de la población obrera, la proliferación de sus costumbres y su modo
de vida, los intereses que esta tecnología brindaba económica, social y
políticamente, etc.

La llegada de la modernización de las ciudades originó también, entre la


sociedad, una esperanza de cambio y de superación, de desarrollo económico
y social. Lauer (2003) opina que la idea de la maquinaria recién llegada como
fuerza originaria de las “transformaciones sociales” necesarias para superar las
clásicas y las nuevas injusticias del país estaba muy arraigada en algunos
sectores de la población (p. 51).

5
Sin embargo, el impacto pasó a ser, de un ilusionado pero pasivo
optimismo, a un desencanto que buscaba un cambio en la reacción del
intelectual. Mariátegui (1974) dio cuenta de esta situación:

El espectáculo del desarrollo de Lima en los últimos años, mueve a nuestra


impresionista gente limeña a previsiones de delirante optimismo sobre el futuro
cercano de la capital. Los barrios nuevos, las avenidas de asfalto, recorridas en
automóvil, a sesenta u ochenta kilómetros, persuaden fácilmente a un limeño,
—bajo su epidérmico y risueño escepticismo, el limeño es muchísimo menos
incrédulo de lo que parece— de que Lima sigue a prisa el camino de Buenos
Aires o Río de Janeiro (p. 217).

Los intelectuales de la época no solo manifestaban su descontento por


las esperanzas desilusionadas de progreso cultural y social, sino también
realizaron manifestaciones de cambio de su ambiente intelectual.

Siguiendo el ejemplo de sus predecesores, los modernistas, el


periodismo se volvió un campo de acción social y política para este incipiente
intelectual. La diferencia recae en el hecho de que no solo buscaba hacer
reflexionar al lector con sus manifiestos y tratados, sino que buscaba la acción.
Se incitaba al público a que tomara medidas contra los abusos del poder
hegemónico y así poder alcanzar el cambio social tan esperado que la promesa
de modernización del país a través de la industrialización no pudo darles:
buscaban una revolución.

En este espacio donde, finalmente, se afincó y se especializó el nuevo


intelectual le sirvió para ejercitar su acercamiento a la realidad y al discurso
social. El ejercicio de esto último se daba con el debate entre la hegemonía y la
oposición tanto culturales como políticas. López (1999) evidencia cómo se
realizaba esta práctica:

Cuestionamientos y objeciones, lapidaciones y resurrecciones, propuestas y


descartes, cismas y congregaciones de voluntades, serán algunos de los
factores que condicionan la complejidad de un discurso en formación, cuyo
espacio constitutivo es endeble y frágil. Este proceso es indesligable de la
conquista de espacios de comunicación que medran la autoridad del discurso
hegemónico (p. 48).

6
El cambio de mentalidad demostrado en la tecnología reciente y la
impresión causada por esta fueron las bases para la temática y la estructura
formal de los textos vanguardistas que empezaron a producirse en el Perú. La
vanguardia significó una ruptura con lo establecido, el escritor, el narrador, el
poeta, el creador de textos literarios debía tomar los elementos de su tiempo y
loarlos “para reivindicar desde la confesión de fidelidad a la propia época, su
filiación y su veneración comprometida con los frutos del progreso técnico”
(López, 1999, p. 67). El poeta se configura como una voz de su tiempo y se
justifica en la distancia temporal entre la formación de la tradición y su propia
formación cultural, implicando no solo la idea de una herencia literaria
anticuada y decadente, sino también el tomar una acción radical con esta: el
abandono total de la tradición imperante y la formación de una nueva,
fundamentada en los cambios tecnológicos y científicos cuyas premisas se
proyectaban a ser sus paradigmas en el futuro.

Sin embargo, el discurso aún seguía estando en periodo de formación,


por lo que aún era necesario tomar elementos de corrientes anteriores. Como
Gonzales (2007) afirma: “[…] hay que prestar atención al uso de imágenes
cargadas aparentemente de un simbolismo tradicional o preestablecido, ya que
todos los movimientos en transición tienden, por lo general, a crear textos
híbridos” (p. 56). Esto no manifestaba ninguna contradicción con las
intenciones de un poeta de vanguardia, pues se adaptaba la figura tomada a la
concepción contemporánea de su sociedad.

Si nos remitimos al productor de textos, podemos evidenciar cómo la


introducción de nuevas voces en el ambiente intelectual fue una meta que
estos mismos habían implicado mientras manifestaban sus intenciones de
justicia y cambio social. En el caso de la mujer, su inserción a este círculo aún
era de condición desigual. Gonzales (2007) señala que una de las opciones
para este sector era la coproducción de obras: esta producción de a dos
funcionaba mejor si el otro creador era ya reconocido o ya había publicado
anteriormente y se practicaba, de manera usual, entre dos cónyuges, de

7
manera que no era fácil tomar a la coproducción como una alternativa de
inserción (p. 84).

Así, el que una publicación tenga por creadora a una mujer era tomado
como dificultoso a inicios de la década de 1920, pero veremos que con la
publicación de Una esperanza i el mar los obstáculos para esta inserción de
Portal al círculo intelectual fueron superados.

1.2 RECEPCIÓN CRÍTICA DE UNA ESPERANZA I EL MAR

Remitiéndonos otra vez al concepto de campo retórico, Arduini (2000) afirma


que una cultura puede mantener varios hechos retóricos, variabilidad que se
produce por el espacio y el tiempo. Además, da cuenta de la existencia de
diversos campos retóricos en los que se puede incrustar el texto producido.

Así, la interpretación de este varía: siempre tomando en cuenta el campo


retórico de donde proviene el texto, este se actualiza en otro mediante la
interpretación, obteniendo así la recepción crítica del texto.

Entonces, teniendo en cuenta las diversas interpretaciones de la obra de


Portal, procederemos a analizar su recepción crítica.

Mariátegui (1974) fue uno de los primeros en reconocer la reveladora


obra de Portal, afirmando que con su llegada “le ha nacido al Perú su primera
poetisa” (p. 322). A pesar de haber voces femeninas anteriores dentro de la
literatura, Portal es, en el campo de la poesía, pionera. Dudamos que, a ojos de
Mariátegui, Amarilis con su Epístola a Abelardo haya podido ser considerada
como precursora de Portal, siendo su obra originaria de la colonia y era de
raigambres hispánicas.

Mariátegui también reconoció el potencial de Portal pues ella, al ser una


voz joven, aún tenía una muy bien marcada influencia modernista. Por ello, se
pregunta: “¿Quién sabe de cuántas oscuras potencias, de cuántas contrarias
verdades está hecha un alma como la suya?” (1974, p. 327). Además,

8
reconoce en su poesía una esperanza que comparte espacio con la ternura
casi juvenil que demuestra en su obra:

Magda es esencialmente lírica y humana. Su piedad se emparenta —dentro de


la autónoma personalidad de uno y otro— con la piedad de Vallejo […]. Pero, ni
piedad, ni ternura solamente, en su poesía se encuentra todos los acentos de
una mujer que vive apasionada y vehementemente, encendida de amor y de
anhelo y atormentada de verdad y esperanza (1974, p. 324).

Posteriormente, Gonzales (2007) señala que en Una esperanza y el mar


ya existe una madurez en tanto técnicas vanguardistas (p. 57).

A pesar de que el poemario recoja varias corrientes, tanto pertenecientes


a la vanguardia como el simbolismo y el modernismo anteriores, esto no
aminora su condición de obra vanguardista, al contrario: esta variación de
corrientes debe entenderse como una formalidad vanguardista más, como una
forma de desinstitucionalización de la vanguardia en tanto que no se concibe
en una única corriente vanguardista (p. 99).

Es así como obtenemos la imagen de Portal como pionera en la poesía


femenina peruana. Aparte de todo lo señalado anteriormente, la configuración
de la voz poética en un yo femenino, con una sensibilidad y expresión puras y
sinceras, correspondientes a sus verdaderas características es, en general, el
mayor logro que pudo realizar Portal.

1.3 EL IMPACTO DE LA MÁQUINA EN EL PERÚ: RECONFIGURACIÓN DEL


FUTURISMO

Como afirmamos anteriormente, la tecnología que estaba llegando al país


provenía de Europa, donde se había desarrollado e integrado a la vida
cotidiana de sus sociedades. Pero así como recibíamos a las máquinas y la
población comenzó a ver en ellas una promesa de progreso, los artistas veían
asombrados cómo estas máquinas se integraban, casi automáticamente, a la
sociedad. Aparte, con la crisis estética que estos cambios arrastraban consigo,
el artista también vio en ellas una oportunidad de renovarse.

9
Así, el futurismo se originó en Europa como respuesta artística a estos
cambios repentinos en la sociedad y en la cultura por la aparición y el auge de
las máquinas. Marinetti (1978) consideraba que las corrientes artísticas
anteriores tenían en la cima de su concepción estética a la mujer y que esa
norma imperaba desde tiempos de los románticos y, por ende, ya no era
conveniente para la época contemporánea. Por ello, propuso una
resemantización del concepto de belleza en el arte en pos de actualizar el
término:

Por eso desenvolvemos y preconizamos una gran idea nueva que nace de la
vida contemporánea, la idea de la belleza mecánica (sic), y exaltamos el amor
á (sic) la Máquina, amor que hemos visto impreso en las mejillas de los
mecánicos retostados y sucios de carbón (pp. 74-75).

También proponía la formación futura de una conexión hombre-máquina,


para así poder promulgar la semantización belleza-máquina:

Es preciso preparar también la futura é (sic) inevitable identificación del hombre


con el motor, facilitando y perfeccionando un cambio continuo de intuiciones, de
ritmos, de instintos y de disciplinas metálicas, absolutamente ignoradas hoy de
la generalidad y adivinadas sólo por los espíritud (sic) videntes (p. 76)

En el caso del Perú, la máquina creó la misma impresión que a los


europeos en años anteriores. Los literatos también tomaron a las máquinas y a
sus consecuencias sociales bajo su seno y llegaron a la misma conclusión que
los vanguardistas europeos: la figura de la máquina era esencial para poder
actualizar su poética.

En relación a la conexión hombre-máquina formulada por Marinetti,


Lauer (2003) constata que, como toda corriente europea, el futurismo no se
concibió al pie de la letra en el campo intelectual peruano, pero tampoco fue
rechazada: “En ningún caso parece concebir el vanguardista local una relación
negativa entre lo natural y lo artificial, sino al contrario, un deseo de humanizar
sus referentes mecánicos…” (p. 88). Como prueba de ello, Lauer ejemplifica un
tipo de conexión hombre-máquina cuando habla de la analogía del cerebro
humano con una de estas:

10
Un importante incentivo para aproximarse al mundo de las máquinas y la
técnica fue el deseo de establecer una relación personal, incluso en el sentido
de íntima, con ellas, y eso se busca sobre todo mediante un órgano
considerado central en el proceso de creación (p. 103).

Antes mencionamos que las corrientes extranjeras no eran seguidas al


pie de la letra al llegar a nuestro territorio. Esto se da, pues el intelectual
peruano tiene otros fines para con la vanguardia: buscaban un cambio y la
máquina les daba una esperanza para llegar a realizarlo. Por lo tanto, si
estaban en medio de un proceso transformador, las corrientes anteriores aún
debían ser referentes. Lauer (2003) expresa: “Esta ambigüedad es clave para
entender el tratamiento poético de las máquinas: el entusiasmo mecanicista
también está operando como el exorcismo de un modernismo residual” (p. 31).
De esto, podemos deducir que el futurismo, así como otras corrientes, fue, más
que un fin, un medio para poder llegar a la concepción de una poesía “social” y,
finalmente, a un discurso popular.

11
SEGUNDO CAPÍTULO

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE UNA ESPERANZA I EL MAR Y


ANÁLISIS DE LOS POEMAS “FRENTE A LA VIDA” Y “CANTO
PROLETARIO”

El poemario Una esperanza i el mar contiene cuarenta y dos poemas


divididos en tres secciones: “Varios poemas a la misma distancia”, “Poemas
claroscuros” y “El desfile de las miradas”, esta última dedicada a Serafín
Delmar. Dentro de sus elementos, se combinan elementos de la modernidad de
la década de los veinte, intentando introducir elementos vanguardistas. Tópicos
como el amor, el mar y la máquina están presentes de una u otra forma: para
expresar el sentimiento de la distancia y del amor de la manera más pura y
directa, así como también manifestar una creciente y preocupada conciencia
social.

En este capítulo, procederemos a analizar cómo se da el sentimiento


social en el poemario a partir de los poemas “Frente a la vida” y “Canto
proletario” a partir de un análisis retórico siguiendo los conceptos de Arduini y
sus figuras retóricas, así como de Perelman y sus técnicas argumentativas.

2.1 ANÁLISIS DE “FRENTE A LA VIDA”

Por su extensión, este poema está transcrito en la sección de anexos.

2.1.1 REVISIÓN DEL TÍTULO

El presente poema sirve de presentación al poemario Una esperanza i el


mar, pues se encuentra al inicio de este. Se halla compuesto por sesenta y tres
versos de los cuales el primero sirve de título.

“Frente a la Vida” nos habla de un posicionamiento que puede servir


para un enfrentamiento o para una contemplación y, así, llegar a alguna
conclusión con respecto a lo que se tiene frente a sí. En este caso, se tiene a la
“Vida” como elemento de contemplación y/u oposición, personificándola al

12
tomarla como un sujeto propio. El concepto de vida tiene muchas acepciones,
desde lo particular como la percepción de la existencia de uno mismo o la
cronología de sucesos que afectaron

2.1.2 SEGMENTACIÓN

La segmentación que proponemos se halla escindida en tres partes


como desarrollaremos y argumentaremos a continuación.

El segmento inicial está conformado desde el primer hasta el duodécimo


verso. En ese sentido, el título asignado es “La postura”, dado a que este se
halla marcado por el lugar o la posición desde donde el locutor del poema
empieza con el discurso; es decir, el punto de referencia o, en su defecto, su
posicionamiento al interior del mismo, que en este caso está conformado por el
mar y el sol, elementos propios de la costa, un ambiente natural.

El segundo segmento, que se compone desde el decimotercer al


cuadragésimo tercer verso, le hemos colocado el título de “La apreciación”, en
tanto que el locutor del poema –que es también el personaje– explica lo que
puede vislumbrar fuera de su posición: la ciudad y sus pobladores obreros. Hay
dos dicotomías en este segmento: el ambiente natural con la condición del
obrero y el presente con el pasado. Mientras que se muestra al hombre
“tatuado de tristeza” ingresar a la ciudad en un ritmo de vida monótono, la luz
del día, el cielo y demás elementos que corresponden a la naturaleza son
exclamados con tono alegre. El estilo de vida cotidiano se fundamenta en que
los hombres están caminando por los mismos pasos que sus padres, dándole
una connotación más trascendente a su día a día, incluso si no producen un
cambio significativo.

El segmento final viene a constituirse desde el cuadragésimo cuarto


hasta el sexagésimo tercer verso. El título asignado fue “La resolución”, pues
es aquí cuando da un juicio de valor con respecto a la vida en general: la suya
propia y la de los obreros. El locutor ratifica su presencia y su posición en el
trascurso del poema, el cual sigue siendo el mismo, pero con la revelación de

13
tener “la roja manzana de la Vida”, lo cual puede interpretarse como el secreto
de esta, lo que la diferenciaría de los citadinos además de la diferencia de
ambientes: la libertad hallada, quizás, en su exilio.

2.1.3 CAMPOS FIGURATIVOS Y FIGURAS RETÓRICAS

Primero, encontramos el campo figurativo de la metáfora. Esta se


encuentra desde el principio y se da en la personificación de elementos de la
naturaleza, como lo son la Vida, la Tierra y el Mar y esto manifiesta que poseen
características que pueden ser impropios de estos, pero pueden ser parte de
un arquetipo de persona: Vida como el gran otro al quien contemplar y
examinar, Tierra como la madre que provee de todo y Mar como el ente con el
que el locutor aprende, descansa y reflexiona.

En el campo figurativo de la sinécdoque, está la sustitución del parte por


el todo en las expresiones “ojos de ajusticiado/ manos que arañan las ideas
oscuras”, donde se resaltan estas características del hombre para mostrar
dónde estaban sus fuerzas encarceladas: dentro de su cuerpo, de su mirada y
de sus pequeños gestos de rebeldía. Así mismo, se presenta el campo
figurativo de la antítesis con una ironía (“persignado de amor/ con la pequeña
cruz a cuestas”) donde la religión cristiana se presenta como uno de los pilares
que impiden al obrero descansar un poco del trabajo, y con un oxímoron (“la
alegre tristeza del viaje”), con lo cual contrapone su propia versión de la vida
con la de los obreros, en el oxímoron se puede dilucidar cómo la dualidad
naturaleza-alegre/hombre-triste se mezclan en ella.

2.1.4 LOCUTORES

El poema presenta un locutor personaje el cual se configura como


alguien que está fuera de los ambientes de la ciudad, de la vida cotidiana, de
los sucesos del día al día del hombre común. Aun así, por ser parte de su
propia naturaleza humana de pertenecer a esa sociedad, también le
corresponde un poco de su tristeza, la cual, con el recorrido y la contemplación

14
del Mar y la reflexión sobre él, llega a aprender a contemplarla con la alegría
que le produce la libertad de la naturaleza externa a la ciudad.

2.1.5 VISIÓN DE MUNDO

El hombre citadino, como ser atrapado en su urbanización y en su


modernidad, en la llegada de nuevas maquinarias e industrias que les hacen
trabajar a todos de la misma manera dentro de las fábricas, ha perdido la
voluntad de un cambio, aduciendo que desde generaciones pasadas fue así. El
locutor afirma que el ser migrante y que se advoca a la naturaleza en pos de
una mejor conexión con ella es sinónimo de libertad, con lo cual se pone de
ejemplo. Aun con ello, no deja de lado su corte social.

2.2 ANÁLISIS DE “CANTO PROLETARIO”

Leamos el poema presentado:


“la vida es de los felices” 1
amanece en todos los pregones callejeros —
rueda la mañana sobre el asfalto de
la tierra ululante y caliente
al extremo de la ciudad 5
los árboles saludan al obrero
con sus ramas estremecidas
por la alegría del viento vagabundo
el gran libertario
como un dolor sigue la sombra 10
la silueta del hombre
que desemboca en la ancha
puerta de la fábrica
allí—el humano acecido de las máquinas
el gemido de las poleas 15
bajo la presión del pensamiento humano
balcones a la eternidad
los ojos siguen la labor constructora
i toda la fábrica es una sola
maquinaria de empuje formidable 20
como un titánico organismo
que mueve “el motor maravilloso”
de los cerebros de 100 hombres unidos
el hermoso espectáculo del cerebro
i el músculo en acción! 25

15
el sudor les decora la cara
como otra sonrisa
que se tuesta en los labios apretados
de anhelo
la fábrica lo es todo: 30
la ESPERANZA i la CÁRCEL
Todos los días son MAÑANA
para el obrero que los lleva apretados
al corazón
como la imagen de la madre 35
LI B E RTAD !
estandarte del Hombre!
_____
el Sol espera la salida de la fábrica
desde el horizonte sus anchos brazos de luz
saludan el dolor del obrero 40
vencedor de la Vida

2.2.1 REVISIÓN DEL TÍTULO

El poema “Canto proletario” es el segundo en orden del poemario ya


referido. Con el término “canto” se puede deducir que el poema en cuestión
posee un tono solemne, elevado y colectivo. Al caracterizarlo como “proletario”,
descubre que su canto tiene características que llaman más a la clase obrera
que a cualquier otra.

2.2.2 SEGMENTACIÓN

La segmentación que proponemos se halla escindida en tres partes


como desarrollaremos y argumentaremos a continuación.

El segmento inicial está conformado desde el primer hasta el noveno


verso. En ese sentido, el título asignado es “La ambientación”, dado a que el
locutor empieza a describir el ambiente por donde el hombre de ciudad (obrero)
camina hasta llegar a la fábrica. El ambiente, a pesar de ser citadino, se
describe como alegre en base a los componentes de la naturaleza presente (el
sol, los árboles, el viento) y en convivencia con elementos urbanos (el asfalto
por suelo).

16
El segundo segmento, que se compone desde el décimo al vigésimo
quinto verso, le hemos colocado el título de “La esperanza en el hombre-
máquina”, en tanto que los personajes de los obreros son percibidos como
seres dolosos, ajenos a la felicidad del paisaje, enmarcado en un ritmo de vida
monótono.

El segmento final viene a constituirse desde el vigésimo sexto hasta el


cuadragésimo tercer verso. El título asignado fue “La victoria”, pues es aquí
cuando da un juicio de valor sobre la libertad del obrero: a pesar de que todos
los días son lo mismo, el haber sobrevivido un día más en la “cárcel” de la
fábrica lo convierte en una victoria y en la esperanza del nuevo día.

2.2.3 LOCUTORES

Se presenta un locutor no personaje, el cual solo cumple la función de


demostrar un punto de vista mediante la contemplación de los sucesos diarios
sucedidos en la fábrica.

17
ANEXO

Frente a la Vida
frente a la Vida 1
recojo este grito desgarrado,
ancha ola que se estrella en
la playa de mi corazón
NO TENGO PROCEDENCIA 5
amo la Tierra
porque vengo del seno de la Tierra,
pero tengo los brazos
tendidos al mar
el sol castiga mis espaldas 10
i la sonrisa de la mañana
tiene besos salobres
abre sus rejas la ciudad
para los esclavos del hambre
donde el hombre tatuado de tristeza 15
muerde el pan cuotidiano:
“todos los días son iguales”
gran argolla
ojos de ajusticiado
manos que arañan las ideas oscuras 20
nubes alegres
alegría del campo
alegría del cielo
alegría del Mar
A L E G R Í A—vidrios rotos—las lágrimas 25
quiebran en arcoíris el paisaje
persignado de amor
con la pequeña cruz a cuestas
hombre esclavo—pequeño hijo de la Tierra
donde todo es prestado 30
hasta la luz que ríe
sobre su frente condenada
encarcelado hombre de ayer,
hierve el mar subterráneo del pasado
donde se nutren las raíces 35
de los hombres de hoi
amarrados al recuerdo
espectro detrás de nuestras pisadas
como la tara de la sangre
siempre somos los h i j o s 40
de los p a d r e s

18
con la garra que muerde nuestros talones
de la carne—de la patria—de dios
Pero Yo Yo
frente a la Vida, 45
yo poseo la roja manzana de la Vida
I estoi aquí—enorme Mar
humano Mar
Mar mío
tú—el único libre bajo el cielo,
tú que azotas las nubes 50
con banderas de espuma que enrojece el crepúsculo
tú que me has enseñado
la alegre tristeza del viaje
HOMBRE EMI GRANTE
recién H O M B R E L I B R E 55
NO TENGO PROCEDENCIA
alarido del Mar
detrás de las colinas azules
el Sol compañero de todos los días
me saluda en el don de la mañana 60
i la ancha ola
hunde en la playa de mi corazón
sus rojos dedos libertarios

19
BIBLIOGRAFÍA

Primaria

Portal, M. (2010). Obra poética completa. Lima: Fondo de Cultura Económica.

------------- (2017). Una esperanza i el mar (Ed. Facsimilar). Lima: Minerva.

Secundaria

Gonzales, M. (2007). Poética e ideología en Magda Portal. Lima: Instituto de


Estudios Peruanos.

Lauer, M. (2003). Musa mecánica. Máquinas y poesía en la vanguardia


peruana. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

López, Y. (1999). El laboratorio de la vanguardia literaria en el Perú. Lima:


Horizonte.

Mariátegui, J. C. (1974). Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana


(29a ed.). Lima: Amauta.

Complementaria

Arduini, S. (2000). Prolegómenos a una teoría general de las figuras. Murcia:


Universidad de Murcia.

Marinetti, F. T. (1978). Manifiestos y textos futuristas. Barcelona: Ediciones del


Cotal.

20

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