Astrologia Lunar y Astral

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

La astrología, en su acepción más amplia, es un conjunto de tradiciones y creencias que

sostienen que es posible reconocer o construir un significado de los eventos celestes y de


las constelaciones, basándose en la interpretación de su correlación con los sucesos
terrenales; este paralelismo es usado como método de adivinación.1 Además de
la astrología occidental, la astrología china y la hindúa o védica también se han vuelto
populares en Europa y América;3 Se ha demostrado que todas ellas carecen de validez
científica o capacidad explicativa y son consideradas como pseudocientíficas.4
La astrología occidental tiene sus orígenes durante los tiempos precristianos
en Babilonia y en el antiguo Egipto.5 En la astrología moderna occidental son reconocibles
las bases y principios de interpretación así como también los cálculos, que son heredados
de la astrología helenística que a su vez los heredó de la grecoegipcia Alejandría. Es a
partir de ese entonces que surge la astronomía como un sistema de observación y
detección matemática del cielo libre de interpretaciones, manteniéndose durante mucho
tiempo como una ciencia auxiliar de la astrología.6
La astrología tiene en Europa una historia accidentada. Fue atacada y marginada después
de la elevación del cristianismo como la religión de estado del imperio romano. Pero en las
postrimerías de la Edad Media recuperó su reputación, y desde el Renacimientohasta el
siglo XVII d. C., era aceptada como una ciencia. Sin embargo y a raíz de la Ilustración,
perdió credibilidad entre los académicos. Desde 1900 surgió un nuevo interés en la
astrología y desde 1960, gracias al movimiento de la nueva era que apareció en el
hemisferio occidental, ella recuperó su popularidad.7
La ciencia moderna estudia a la astrología actual desde la perspectiva de las ciencias de la
religión y de la historia cultural.8 Se han llevado a cabo estudios empíricos para llegar a la
conclusión de que las interpretaciones de la personalidad hechas desde la astrología
son estadísticamente insignificantes y que los mismos resultados pueden ser obtenidos
por azar.9

Etimología[editar]
La palabra astrología proviene del latín astrologĭa /astrologuía/ y esta del
griego ἀστρολογία /astrologuía/.10 Está compuesta por las palabras άστρον /ástron/
‘estrellas’, que a su vez viene de ἀστῆρ /astḗr/ ‘estrella’, ‘constelación’, y λόγος /lógos/
‘compendio’, ‘tratado’, ‘discurso’; en este caso su significado se relaciona más con
«discurso», pues λογία /loguía/ es un sufijo que denota, en general, disciplina o material de
enseñanza.10
El lexema ἀστῆρ /astḗr/ está vinculado con las raíces protoindoeuropeas *ster~/*~stel
(sust.) ‘estrella’ presente en la palabra castiza «estrella» que llega desde la latina «stella».
También puede vérsele en: astronomía, asteroide, asterisco, desastre, desastroso y
muchas otras.11
El lexema ~λογία /logíā/ viene de λόγος /lógos/ ‘palabra’, ‘expresión’ y está vinculado a la
raíz indoeuropea *leg~ ‘coger’, ‘escoger’, más el lexema ~ία /~íā/ ‘acción’, ‘cualidad’. Este
vocablo pasó a significar «discurso» y después «tratado» y «ciencia». Puede vérsela en:
biología, cardiología, dermatología, enología, meteorología, metodología y muchas más.12
Etimológicamente hablando la astrología es «el discurso sobre las estrellas», que se
centra en mayor medida en el sol, la luna y los planetas del sistema solar y, en menor
medida, en las estrellas; como por ejemplo: Espiga, Antares y Regulus, y
en galaxias como Andrómeda.

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la astrología
El observatorio Caracol en la antigua ciudad de Chichén Itzá en México. Una escalera de caracol
situada en el interior, y que semeja una especie de caparazón, conduce a distintas ventanas que se
encuentran orientadas hacia la posición que ocupan los distintos planetas del firmamento en
diferentes épocas del año.

Muchas culturas, como la hindú,b la china, la maya y otras más, le han atribuido
importancia a los eventos astronómicos por lo que desarrollaron elaborados sistemas para
predecir los eventos terrestres basándose en las observaciones de la bóveda celeste. En
Occidente, la astrología muy a menudo consiste en un sistema de horóscopos —diagrama
que representa al cielo al momento de algún evento—, y en la interpretación o lectura de
la carta astral —gráfico que representa al firmamento al momento del nacimiento de una
persona—, lo que les permite a la mayoría de astrólogos de oficio comprender el pasado,
conocer el presente y predecir el futuro,13 buscando así explicar las características de
la personalidad de un individuo basándose en las posiciones del sol, la luna y otros
cuerpos celestes.
Se estima que la astrología existe desde por lo menos el segundo milenio antes de nuestra
era y sus raíces parecen ser los calendarios agrícolas que se utilizaban para predecir los
cambios estacionales y para interpretar los ciclos celestes como señales de comunicación
divina.14 Una forma de astrología se practicaba durante la primera
dinastía mesopotámica (1950-1651 a. C). La astrología china se desarrolló durante
la dinastía Zhou (1046-256 a. C). Después del 332 a. C. la astrología helenística se mezcló
con la astrología decánica de origen egipcio, concretamente de Alejandría, creando lo que
se conoce como el horóscopo astrológico. La conquista de Asia Menor por Alejandro
Magno permitió la propagación de la astrología a las antiguas Grecia y Roma. En esta
última, la astrología fue asociada con la «sabiduría caldea». Después de la conquista
de Alejandría por parte de los musulmanes, en el siglo VII d. C., la astrología fue estudiada
por los eruditos islámicos quienes tradujeron los textos helenísticos al árabe preclásico y
al persa medio. Durante el siglo XII d. C. los textos árabes fueron importados
a Europa y traducidos al latín, lo que ayudó a iniciar el Renacimiento europeo cuando los
principales astrónomos como Galileo Galilei (1564-1642), Tycho Brahe (1546-1601)
y Johannes Kepler (1571-1630); fungían como astrólogos de las respectivas cortes reales
de sus países. En la literatura renacentista aparecen referencias astrológicas en las obras
de poetas como Dante Alighieri (1265-1321) y Geoffrey Chaucer (1343-1400) y de
dramaturgos como Lope de Vega (1562-1635), Christopher Marlowe (1564-1593), William
Shakespeare (1564-1616) y Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).
A lo largo de su historia, la astrología fue aceptada en los contextos políticos y académicos
como una tradición erudita y era parte integral de otros estudios como la astronomía,
la alquimia, la meteorología y la medicina.15 Hacia el final del siglo XVII d. C., nuevos
conceptos como el heliocentrismo de la astronomía y la mecánica newtoniana de la física,
pusieron en duda los fundamentos de la astrología, logrando con ello que la misma
perdiese su posición académica y teórica, y por esto la creencia común en ella se ha ido
reduciendo en gran medida.16

Antigüedad[editar]
Véanse también: Historia antigua y Astrología babilónica.
Parte superior de una tablilla de arcilla, faltan el principio del anverso y el final del reverso. Contiene
pronósticos astrológicos. Es copia de la llamada Tablilla de Venus de Ammisaduqa, del
periodo neoasirio. Museo británico.

La astrología, en su acepción más amplia, es la búsqueda de la lógica o el sentido del


cielo.17 Las primeras evidencias de esta búsqueda datan desde hace 25 000 años y
consisten en marcas en huesos y en paredes de cuevas, que demuestran que los ciclos
lunares habían sido estudiados por los seres humanos en un intento consciente para
medir, registrar y predecir los cambios estacionales.18 Este fue el primer paso para
registrar la influencia de la luna sobre las mareas y los ríos; y un primer paso para la
creación de un calendario común a estos dos tipos de influencias.19 Los problemas
agrícolas se resolvieron con el aumento de los conocimientos de los momentos en los que
las constelaciones aparecen durante las diferentes estaciones del año, lo que permitió
relacionar la presentación en el cielo de ciertos grupos de estrellas con las inundaciones
anuales o los momentos estacionales propicios para ciertas actividades.20 Ya para el tercer
milenio antes de Cristo, varias civilizaciones tenían un sofisticado conocimiento de los
ciclos celestes que usaron para orientar los templos de tal manera que quedasen
alineados con el orto helíaco de las estrellas.21
Hay evidencias dispersas que sugieren que las inmemoriales y conocidas referencias
astrológicas son copias de textos aún más ancestrales escritos durante la antigüedad.
Existen reportes realizados durante el reinado del rey Sargón I de Acad (2334-2279 a. C.)
que dicen que la Tablilla de Venus de Ammisaduqa fue recopilada
en Babilonia aproximadamente en el año 1700 a. C.22 Una serie de rollos, los textos de los
tiempos del Antiguo Testamento (alemán: Texte aus der umwelt des Alten Testaments),
documenta el uso temprano de la astrología electiva, dubitativamente atribuido al gobierno
de Gudea de Lagash (c. 2144-2124 a. C.), en el que se describe cómo los dioses le
revelaron en sueños cuáles constelaciones le serían más favorables para construir su
planeado templo.23 Sin embargo, existe controversia sobre si realmente estos rollos
registran fielmente los hechos o si simplemente fueron atribuidos a esos gobernantes en
épocas posteriores. La evidencia más remota e indiscutible del uso de la astrología como
un sistema integrado de conocimiento es, por lo tanto, la que se le atribuye a los registros
de la primera dinastía mesopotámica (1950-1651 a. C). Esta astrología tenía cierto
paralelismo con la helenística —conocida hoy como astrología occidental—, incluyendo al
zodiaco, un punto vernal cerca a los 9° de Aries, el aspecto trígono, las exaltaciones
planetarias y las doce divisiones de 30° cada una (dodecatemoria).24 No obstante, los
babilonios consideraron a los eventos celestes como posibles señales más que como
causas de eventos físicos.24
El sistema astrológico chino fue confeccionado durante la dinastía Zhou (1046-256 a. C.) y
prosperó durante la dinastía Han (siglos II a. C. al II d. C). En este sistema todos los
elementos conocidos en la tradición china: la doctrina del yin y el yang, la teoría de
los cinco elementos, el Cielo y la Tierra, la moral confuciana; fueron unidos para formalizar
los principios filosóficos de la medicina tradicional china, el feng shui, que en la antigua
china era una especie de geomancia, la astrología y la alquimia chinas.25
Egipto helenístico[editar]
Artículo principal: Astrología helenística

El zodiaco de Dendera, eclipse solar del 7 de marzo del 51 a. C. Museo del Louvre; París, Francia.

Tras la ocupación de Alejandro Magno en el 332 a. C., la cultura en Egipto pasó a


ser helenística. Tras su conquista éste funda la ciudad de Alejandría, convirtiéndose en el
lugar en donde la astrología babilónica se mezcló con la astrología decánica egipcia y
generó la astrología horoscópica. Esta última abarcaba al zodiaco babilónico con su
sistema de exaltaciones planetarias, a las triplicidades de los signos y a la importancia de
los eclipses. Se utilizó el concepto egipcio de dividir el zodiaco en treinta y seis decanatos
de diez grados cada uno, con énfasis en el decanato ascendente y el sistema griego de los
dioses planetarios, signo solar y los cuatro elementos.26 Los textos del siglo II a. C.
predecían las posiciones de los planetas en los signos del zodiaco en el momento de la
salida de algunos decanatos, particularmente Sotis,27 diosa de la estrella Sirius.
El Tetrabiblos, obra del astrólogo, astrónomo, químico, geógrafo y matemático Claudio
Ptolomeo (90 o 100-168 o 170 a. C) quien vivió en Alejandría; se configuró como la base
de la astrología occidental y fue considerada obra de referencia entre los escritores
astrológicos durante más de mil años.28 Durante el siglo I a. C. el zodiaco de
Dendera compartió con la astrología babilónica dos signos: Libra y Escorpio. En el
525 a. C., Egipto fue conquistado por los persas.29
Grecia y Roma[editar]

Augusto emperador de la antigua Roma. El césar Augusto era capricorniano. Tanto confiaba en la
astrología que publicó su horóscopo e hizo acuñar monedas de plata y oro con la representación de
su signo zodiacal.
La conquista de Asia Menor por Alejandro Magno, expuso a los griegos a las ideas
provenientes de Siria, Babilonia, Persia y Asia Central.30 Alrededor del 280 a. C., Beroso el
Caldeo, sacerdote de Bel en Babilonia, se trasladó a la isla griega de Cos para enseñar la
astrología de la cultura babilónica.31 Para el siglo I a. C., existían dos variedades de
astrología; la que usaba horóscopos para describir el pasado, presente y futuro; y la
astrología teúrgica que hacía hincapié en la ascensión del alma hacia las estrellas.32 La
influencia griega cumplió una función crucial en la transmisión de la teoría astrológica
a Roma.33
La primera referencia clara sobre la astrología en Roma, viene del orador Catón el
Viejo (234-149 a. C.), quien en el 160 a. C. advirtió a los capataces agrícolas de no
consultar a los caldeos34 a quienes describió como los «observadores de estrellas».35
Babilonia —conocida también como Caldea— fue tan identificada con la astrología que
entre los griegos y los romanos la expresión «sabiduría caldea» se convirtió
en sinónimo de adivinación mediante la observación de los planetas y las estrellas.36
El poeta y satírico romano Décimo Junio Juvenal del siglo II d. C., se quejó de la
permanente influencia de los caldeos, diciendo «[...] Pero en los caldeos será mayor la
confianza: todo cuanto diga un astrólogo creerán que ha sido traído de la fuente de
Ammón, [...]».37
Uno de los primeros astrólogos que llevó la astrología hermética a Roma fue el gramático
de la lengua griega, de la lengua egipcia y comentarista literario egipcio Trasilo de
Mendes (c. Segunda mitad del siglo I a. C.-Primera mitad del siglo I d. C.), astrólogo del
emperador Tiberio33 (42 a. C.-37 d. C.), quien fue el primero en tener un astrólogo en su
corte,38 aunque su predecesor el césar Augusto (63 a. C.-14 d. C.) se apoyó en la
astrología para legitimar sus derechos imperiales.39
Objeciones en la antigüedad[editar]

Primera edición en griego del Tetrabiblos de Ptolomeo, publicada


en Núremberg, Baviera, Alemania en 1535. En la foto la primera página del primer capítulo.

El jurista, político, filósofo, escritor y orador Cicerón (106-43 a. C.) postuló la objeción de
los gemelos, los cuales nacen con poca diferencia de tiempo pero sus personalidades
pueden ser muy diferentes. Este postulado fue desarrollado más tarde por San Agustín.40
Cicerón sostuvo que, la influencia de los planetas que están más allá de la Luna podrían
tener solo una pequeñísima influencia en la Tierra en comparación con su satélite.41
También argumentó que si la astrología explica todo sobre el destino de una persona,
entonces se omite, erróneamente, el visible efecto de las capacidades heredadas y la
crianza de los hijos sobre el destino de los individuos; los cambios en la salud gracias a las
medicinas o los efectos del clima en las personas.42
El filósofo griego sofista Favorino (80-160) argumentó que era absurdo imaginar que las
estrellas y los planetas afectan a los cuerpos humanos de la misma forma en que afectan
a las mareas,43 y es igualmente absurdo que pequeños movimientos en los cielos
ocasionen grandes cambios en el destino de las personas. El médico y filósofo griego
del escepticismo pirroniano Sexto Empírico (c.160-c.210) arguyó que era absurdo vincular
atributos humanos con los mitos sobre los signos del zodiaco.44 El filósofo y orador
griego Carnéades (c. 214-c. 129 a. C.) alegó que la creencia en el destino niega el libre
albedrío y la moral; que las personas nacidas en diferentes momentos pueden morir todas
en el mismo accidente o batalla; y que, contrariamente a las uniformes influencias de las
estrellas, tribus y culturas son todas diferentes.45
El filósfo griego neoplátonico Plotino (205-270) planteó que, ya que las estrellas fijas son
mucho más distantes que los planetas, es risible imaginar que el efecto de los planetas
sobre la humanidad deba depender de su posición con respecto al zodiaco. También
sostuvo que es falsa la interpretación que afirma que las conjunciones de la Luna con los
planetas, sean tan benéficas como llena esté la Luna, y maléficas como menguante esté;
según Plotino esto es evidentemente falso, pues desde el punto de vista de la Luna, la
mitad de su superficie siempre estará iluminada por la luz solar. Debido a la perspectiva
desde la Tierra, menguante debería ser mejor, pues la Tierra recibe algo de luz de Luna,
pero cuando desde nuestra perspectiva ella está llena, la faz que mira a la Tierra está
oscura, por lo tanto debería ser malo.46

Medioevo[editar]
India[editar]
Véase también: Yiotisha

Los principales textos sobre los que se basa la astrología clásica de la India son las
primeras recopilaciones medievales, especialmente la Brihat Parashara Hora
Sastra (AITS: Bṛhat Parāśara Horā Śāstra) y la Saravali (AITS: Sārāvalī), esta última fue
escrita por Kalyanavarman (AITS: Kalyāṇavarman). La Hora Sastra es una obra
compuesta de 71 capítulos, de los cuales la primera parte, capítulos 1 a 51, data entre el
siglo VI d. C. hasta principios del VII d. C.; y la segunda parte, capítulos 52 a 71, data del
siglo VIII d. C. en adelante. Igualmente la Saravali puede fecharse alrededor del año
800 d. C.47 Las traducciones al inglés de estos textos fueron publicadas por N. N. Krishna
Rau y V. B. Choudhari en 1963 y 1961, respectivamente.
Mundo musulmán[editar]
Artículo principal: Astrología en el mundo musulmán medieval
Este manuscrito de estilo compuesto, fue copiado en un modelo yalayerí por un pintor de origen
persa, Qanbar 'Ali Naqqash Shirazi, probablemente bajo los mamelucos. Las treinta y seis secciones
que contiene corresponden a los decanatos de los signos del zodíaco.

Tras la conquista de Alejandría por los árabes en el siglo VII d. C. y la fundación del califato
abasí en siglo VIII d. C., la astrología fue estudiada por los eruditos árabes. El
segundo califa abasí Al-Mansur (712-775), fundó la ciudad de Bagdad para que fuese un
centro de aprendizaje, incluyendo en su diseño una biblioteca de traducciones que fue
conocida como la «Casa de la sabiduría» (en árabe en árabe, ‫ بيت الحكمة‬/Bayt al-Hikmah/),
que fue la encargada de seguir desarrollando la herencia cultural y promovió ampliamente
la traducción de los textos astrológicos helenísticos al árabe preclásico y al persa medio.
Los primeros traductores incluyen a Mashallah ibn Athari, que ayudó a elegir el momento
propicio para la fundación de Bagdad,48 y a Sahl ibn Bishr, también conocido como «Zael»,
cuyos textos tuvieron directa influencia sobre los astrólogos europeos posteriores
como Guido Bonatti del siglo XIII d. C. y William Lilly del siglo XVII d. C..49 Los
conocimientos habidos en los textos árabes, llegaron a Europa gracias a las traducciones
al latín en el siglo XII d. C.. Estos saberes fueron uno de los impulsores
del Renacimiento europeo.
Europa[editar]
El primer libro astrológico publicado en Europa fue el Liber Mundi Planetis et
Climatibus (Libro de los planetas y regiones del mundo), que apareció entre el 1010 y el
1027, y que pudo haber sido escrito por Gerberto de Aurillac (c. 945-1003), papa
Silvestre II.50 El Tetrabiblos de Claudio Ptolomeo fue traducido al latín por Platón de
Tívoli en 1138.50 El teólogo dominico Tomás de Aquino (1224 o 1225-1274) siguió la
propuesta aristotélica de que las estrellas gobiernan el imperfecto cuerpo «sublunar», en
un intento por conciliar la astrología con el cristianismo que afirmaba que Dios gobierna el
alma.51 Se dice que el matemático, astrónomo, astrólogo y médico italiano del
siglo XIII d. C., Campano de Novara (1220-1296), fue quien ideó el sistema de las casas
astrológicas que divide la prima vertical en «casas», todas ellas en arcos iguales de 30°,52
aunque este sistema ya estaba siendo utilizado en el Oriente.53 El astrónomo del
siglo XIII d. C. Guido Bonatti escribió el Liber Astronomicus (Libro astronómico), del
cual Enrique VII de Inglaterra era propietario de una copia hacia finales del siglo XV d. C..52
En la cántica del Paraíso, que es la parte final del poema medieval la Divina Comedia, el
poeta italiano Dante Alighieri hace referencia a los planetas astrológicos con lujo de
detalles,54 aunque adaptando la astrología tradicional a su punto de vista del cristianismo.
Por ejemplo: usa el pensamiento astrológico en sus profecías sobre la reforma a la
cristiandad.55
Objeciones medievales[editar]
Rodolphi Goclenii Iun D. Aula Isenburgic de medicina ordinaria (1603). Horóscopo; xilografía sobre
papel; fototeca alemana, Dresde, Sajonia, Alemania.

En el siglo VII d. C., Isidoro de Sevilla (c.556-636) en


su Etimologías (Etymologiae u Originum sive etymologiarum libri viginti) sostuvo que la
astronomía describe los movimientos de los cielos, mientras que la astrología tenía dos
partes: una era científica, que describe los movimientos del Sol, la Luna y las estrellas; y la
otra que hace predicciones es teológicamente errónea.5657 En contraste, en el
siglo XIV d. C. John Gower (1330-1408) definió a la astrología como esencialmente limitada
a la elaboración de predicciones.5658 La influencia de los astros estaba dividida a su vez en
astrología natural, por ejemplo: los efectos en las mareas y el crecimiento de las plantas, y
la astrología judiciaria, con sus predicciones de los supuestos efectos en las personas.5960
No obstante, el escéptico del siglo XIV d. C. Nicolás Oresme (c. 1323-1382), incluyó la
astronomía como parte de la astrología en su Livre de divinacions (Libro de
adivinaciones).61 Oresme sostuvo que los enfoques de su época sobre la predicción de
plagas, guerras y sobre el clima, eran inadecuados, pero que tales predicciones eran un
campo válido de investigación. Sin embargo, atacó el uso de la astrología para elegir el
momento de las acciones —la llamada astrología judiciaria— como totalmente falsa, y
rechazó que la acción humana esté sujeta a la determinación de las estrellas debido a la
existencia de la libre voluntad.6162 El fraile Laurens Pignon (c. 1368-1449)63 rechazó
asimismo todas las formas de adivinación y determinismo, incluyendo el astral, en su
obra Contre les devineurs (En contra de los adivinadores; 1411).64 Esto estaba en
oposición a la tradición llevada por el astrónomo árabe Albumasar (787-886) cuyas
obras Introductorium in astronomian (Introducción a la astronomía) y De magnis
coniunctionibus (Sobre la gran conjunción), sostenían el enfoque de que tanto las acciones
individuales como la historia a gran escala son determinadas por las estrellas.65

Renacimiento[editar]
Véase también: Renacimiento

Los eruditos del Renacimiento a menudo practicaban la astrología. Gerolamo


Cardano (1501-1576) levantó el horóscopo del rey Eduardo VI de Inglaterra (1537-1553); a
su vez John Dee (1527-1608 o 1609) fue el astrólogo personal de Isabel I de
Inglaterra (1533-1603). En 1566, Catalina de Médici (1519-1589) le pagó
a Nostradamus (1503-1566) para que verificase la predicción hecha por su consultor
astrológico el obispo Luca Gaurico (1475-1558), sobre la muerte de su esposo el
rey Enrique II de Francia (1519-1559). Los principales astrónomos que fungían como
astrólogos para las cortes reales incluyen a Tycho Brahe (1546-1601) para la corte real de
Dinamarca, Johannes Kepler (1571-1630) para los Habsburgo y Galileo Galilei (1564-
1642) para los Médici. El astrónomo y astrólogo espiritual Giordano Bruno (1548-1600) fue
quemado en la hoguera en Roma en 1600 acusado de herejía;66 el fundamento
procesal se basó en varios puntos, entre los que se encuentran: «Decir que existen
múltiples mundos; tener opiniones favorables sobre la metempsicosis y sobre la
transmigración del espíritu en otros seres humanos después de la muerte; y por ocuparse
en asuntos de magia y adivinación».67 La distinción entre astrología y astronomía no era
completamente clara en este tiempo. Con frecuencia, los avances en astronomía se
debían al deseo de mejorar la exactitud de la astrología.68
Durante la época isabelina en Inglaterra, fueron muy populares las efemérides, que
contienen complejos cálculos astrológicos y astronómicos; y los almanaques, que
interpretaban los acontecimientos celestes para su uso en medicina y para la elección de
los momentos propicios para el sembradío.69 En 1597, el matemático y médico
inglés Thomas Hood(1799-1845), fabricó un conjunto de instrumentos de papel que utilizó
para superponer las órbitas de los cuerpos celestes, dichos instrumentos permitían a los
estudiantes conocer las relaciones de las estrellas fijas o constelaciones con el medio cielo
y las doce casas astrológicas.70 Las herramientas de Hood también ilustran, con
fines pedagógicos, las relaciones entre los signos del zodiaco, los planetas y las partes del
cuerpo humano que se creían gobernadas por planetas y signos.7071 Si bien, la
presentación de Hood fue innovadora, su información astrológica era en gran medida la ya
conocida, la cual fue o bien tomada del disco astrológico de Gerardus Mercator (1512-
1594) que este último elaboró en 1551, o bien de una fuente utilizada por Mercator.7273
En Inglaterra la astrología alcanzó su cenit en el siglo XVII d. C..74 Los astrólogos eran los
teóricos, los investigadores y los ingenieros de la sociedad, también daban asesoramiento
personal a cada monarca. Entre otras cosas, estos aconsejaban sobre el mejor momento
para hacer un viaje o recoger la cosecha, diagnosticaban enfermedades físicas o mentales
y hacían prescripciones médicas; y predecían desastres naturales. Todo esto se
sustentaba en un sistema en el que el Todo —la gente, el mundo, el universo— está
interconectado. La astrología coexistió tranquilamente con la religión, la magia y la
ciencia.75

Ilustración y Edad Moderna[editar]


Véanse también: Ilustración y Edad Moderna.

La astrología fue considerada por los pensadores de la Ilustración como el ejemplo


arquetípico de la superstición, la creencia en fuerzas ocultas y superiores.76 Para ellos, la
lucha contra la astrología parecía ser una batalla general, así como un
compromiso político con el secularismo y el racionalismo en contra del oscurantismo.
Paradójicamente, los argumentos críticos contra la astrología parecen
más retóricos que lógicos, utilizando principalmente argumentos polémicos77 o de
autoridad,78 en lugar de un enfoque razonado.
Hacia finales del siglo XVIII d. C., época del triunfo racionalista, es cuando se da el divorcio
definitivo entre la astronomía y la astrología. El siglo XIX d. C. es científico. En Francia, la
astrología quedó limitada a círculos esotéricos clandestinos
como espiritistas, cabalistas, teósofos y otros.79 En el Imperio británico, su estado
evolucionó con el teósofo Alan Leo(1860-1917), quien realizó un análisis más categórico
para las predicciones, basándose en que el carácter forja el destino.80 Por el contrario, un
compilador inglés de almanaques, Richard Saunders, siguió el espíritu de la época e
imprimió un irónico Discourse on the invalidity of astrology (Discuso sobre la invalidez de la
astrología); mientras que en Francia el Diccionario de Pierre Bayle de 1967 sostenía que el
tema era pueril.81
En el siglo XX d. C., la astrología pasó por un renacimiento popular como parte
del espiritualismo y más tarde, como parte de la filosofía de la nueva era, y a través de
almanaques, revistas y programas de radio y televisión.82 Las nuevas versiones incorporan
afirmaciones sobre los valores simbólicos de los planetas que orbitan más allá
de Saturno y de los asteroides, así como nuevas teorías, como la astrología estadística83 A
principios de este siglo, la astrología reaparece en el campo científico a través de
la psicología profundadesarrollada por Carl Gustav Jung (1875-1961),8485 durante su
exploración de los símbolos antiguos, dijo descubrir, a pesar de todo, una fuerte relación
entre la astrología y la psicología:

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy