Bioetica - PDF Saavedra
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Bioetica - PDF Saavedra
ISBN: 978-607-96356-1-9
[Las opiniones que reune la presente obra reflejan el punto de vista de sus autores]
Índice
Introducción
Fernando Rodríguez Doval 7
I. Fundamentación
¿Quién es el ser humano?
María Elizabeth de los Ríos Uriarte 11
Bien, Mal y verdad ¡Eso es del siglo XVII!
José Enrique Gómez Álvarez 28
Laicidad del Estado ¿Qué significa? Laicidad y laicismo
José Enrique Gómez Álvarez 38
V. Biotecnología e investigación
Genoma Humano. Regulación del Estado y en qué consiste
Dora G. Mayen Molina 365
Ética de la investigación en seres humanos
Martha Tarasco Michel 373
5
La Fundación Rafael Preciado Hernández, como institución
académica humanista dedicada al estudio y a la investigación, quiere
participar en este debate bioético que hoy cruza las sociedades de todo
el mundo. Por eso es que con este libro abre sus páginas a especialistas
que, desde su personal punto de vista, abordan temas que tienen una
repercusión pública evidente.
Por supuesto que este libro no pretende imponer dogmas de fe; mu-
cho menos pontificar en temas complejos en los que cada día aparecen
nuevos retos. Aporta ideas para un debate inacabado pero necesario y
en el que todas las voces deben ser escuchadas con tolerancia y aper-
tura.
6
I
Fundamentación
¿Quién es el ser humano?
Dra. Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
9
¿Quién es el ser humano?
1
Kant, I. “¿Qué es la Ilustración?” en Filosofía de la Historia. 2ª reimpresión. México: FCE, 1981. P. 25.
2
Aristóteles. Metafísica. V (DELTA). VIII. Buenos Aires: Sudamericana, 2000.
10
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
Hay que mencionar aquí que, en la Filosofía del Estagirita el binomio sus-
tancia-accidentes constituye una columna central para entender todo cuanto
existe. La sustancia será pues aquello que posee una totalidad en sí mismo y
que es, como afirmaría Kant más adelante, fin en sí mismo. Además, hay que
distinguir entre la sustancia universal y la sustancia individual3 en el filósofo
mencionado, así pues, la sustancia universal o sustancia primera constituirá la
especie dotada de materia y forma mientras que la sustancia segunda, el géne-
ro más la diferencia específica que le corresponde. En el caso del ser humano,
el género será el de animal, la diferencia específica la de ser racional y la espe-
cie será precisamente la de ser humano. Con este orden de ideas Aristóteles
no niega los orígenes de cada especie sino que más bien los afirma al afirmar,
a su vez, las notas constitutivas de la misma. Hay que decir también que, una
vez que se ha llegado a la especie, de ella se pueden predicar adjetivos o ac-
ciones propias de ella pero también cualidades o actos que no se desprenden
directamente de ella.4
Para ejemplificar lo anterior se propone pensar en la especie del mismo ser
humano, algo que se puede predicar de él porque se desprende de su misma
esencia es su capacidad de habla, es decir, es propio de los ser humanos ha-
blar (aunque no lo hagan en un determinado momento o pierdan la habilidad
para producir sonidos y formar palabras, el lenguaje sigue siendo algo propio
de ellos), en cambio, se puede predicar también que su estatura promedio
es de 1.60 (dependiendo la raza) pero esto no será algo que le es propio sino
más bien algo que le es accidental, esto significa que, aunque el promedio de
estatura sea el mencionado, si hay un ser humano que lo rebasa o que no lo
cumple no por ello deja de ser, ser humano.
Así hay características y notas constitutivas que se pueden predicar de una
sustancia que le son propias y otras que no lo son.
3
Idem.
4
Ver la distinción entre predicables esenciales y predicables no esenciales en Sanguineti, Juan José. Lógica. 6ta edición.
Navarra, EUNSA, 2002. P. 75-81.
11
¿Quién es el ser humano?
12
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
Cfr. Platón. “Apología de Sócrates” en Diálogos. Tomo I. Madrid, Gredos, 1997. Platón. “Fedón” en Diálogos. Tomo III.
7
14
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
a) El cuerpo es presencia. Esto quiere decir que por nuestro cuerpo, los otros
nos ven y nos conocen, es decir, en el acto de interactuar con ellos trascien-
de nuestra esencia pero la vía de entrada y de manifestación de la misma
es el cuerpo.
b) El cuerpo es principio de instrumentalización. Transformamos el mundo
a partir de nuestro cuerpo. Nuestras manos son capaces de crear y de mo-
dificar nuestro entorno, de generar utensilios o de generar arte y de hacer
cultura. Lo que posibilita entonces nuestro interactuar en el mundo y su
consecuente transformación es nuestro cuerpo.
c) El cuerpo es lugar de posibilidades. Cada pensamiento que tenemos, cada
sueño que imaginamos, cada posibilidad de ser se despliega y se hace po-
sible a través de nuestro cuerpo, éste nos va permitiendo habitar espacios
e incorporarlos a nuestra existencia, así, se torna espacio de posibilidades
de realización de la persona. Cada persona llega a ser lo que desea por
medio de su cuerpo.
d) El cuerpo es límite. Por último hay que decir que el cuerpo nos constriñe
y nos limita y lo hace en funcién de poseer una materia que se rige por las
leyes del tiempo y del espacio y, por ende, limita nuestras posibilidades a
un tiempo y a un espacio determiandos pero, también, lo hace en cuanto
su corruptibilidad. El cuerpo se corrompe y, por ende, marca un límte en
nuestra existencia espacio-temporal.
15
¿Quién es el ser humano?
Una vez analizados los significados del cuerpo, preciso es decir que a pe-
sar del límite que éste implica para el ser humano, él trasciende en función de
su espíritu. La inmaterialidad de éste lleva a pensar que cuando la persona
acciona en sus actos también se imprime su inmaterialidad, es decir, éstos
llevan el sello constitutivo de su espíritu y por eso es capaz de trascender la
corrupción de su materia.
Descartes intentó mostrar que este aspecto espiritual del hombre no se
hallaba en ningún lugar material de su cuerpo y que, por lo tanto, era inde-
pendiente de éste.8 Por su parte, desde Platón hasta Kant se rechazó la idea de
que el carácter de sustancia única y con él, el de su ser espiritual, se encontrara
físicamente presente el hombre, rechazo que provocó la infundada pretensión
de la no existencia de la misma que presume, a su vez, el problema de su am-
bigüedad en la expresión y formulación.
Independientemente de los intentos para ubicarla físicamente, la esencia
espiritual del ser humano es lo que le permite ser un ser trascendente de tal
manera entonces que tanto su cuerpo como su espíritu son una unidad que no
merma con los límites físicos sino que los trasciende, por ello se puede afirmar
que el ser humano es un cuerpo espiritualizado o bien un espíritu encarnado.
De forma natural todos buscamos el bien,9 ya Santo Tomás afirmaba que,
para que busquemos algo es porque eso se presenta, al menos en un primer
momento, como algo bueno,10 de otra forma, no lo buscaríamos ni procura-
ríamos, es decir, hay en todos nosotros un deseo de bien que corresponde a
una necesidad intrínseca a nuestra esencia que, al ser
8
Descartes, R. Discurso del método. Quinta parte. México: Colofón, 2001. Pps. 101-118.
9
Aristóteles lo afirma de la siguiente manera: “Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción libre y elección
parecen tender a algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas
tienden”. Aristóteles. Op. Cit. Libro I 1094ª.
10
Santo Tomás afirma: “cuanto desea el hombre lo desea bajo la razón de bien; y, si este no es el bien perfecto, que sería el
fin último, es necesario que lo desee como tendente al bien perfecto […]”. De Aquino, Santo Tomás. Suma de Teología. 4ª
edición. Madrid: BAC, 2001. Tomo II Parte I-II. C. 1. a. 6. Solución.
16
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
17
¿Quién es el ser humano?
18
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
19
¿Quién es el ser humano?
común no puede ser la suma de los bienes individuales, más bien, tiene que
constituirse en una aspiración que mueva cada voluntad de forma individual
a ser capaces de vislumbrar una posibilidad en la que se ven beneficiados
muchos y no únicamente la misma persona involucrada. Así pues, la vida
en común, nuestro carácter naturalmente social es, en sí mismo, un punto de
reflexión.
Por lo anterior y de igual modo que el apartado anterior pero desde otra
perspectiva se puede advertir que existen dos maneras de pensar al ser huma-
no desde su relación con la sociedad en la que se ve inserto. En primer lugar,
una visión individualista donde prevalezca el interés individual por encima
del interés colectivo y que conduce necesariamente a un sistema político de
corte liberal y, en segundo lugar, una visión donde el cuerpo social prima so-
bre el individuo al punto de desaparecerlo que dan paso a asistemas políticos
comunistas y socialistas.
Desde una posición individualista bastará únicamente la voluntad de
poder del hombre para desarrollarse dentro de una sociedad y desplegar al
máximo sus capacidades frente a los demás individuos. Esta antropología
enaltece la autonomía frente a la libertad conduciendo, en el terreno de la po-
lítica, al liberalismo exacerbado que propone Robert Nozick.14 En este sistema
la intervención del Estado o autoridad regulatoria deberá ser siempre mínima
y cuando suceda deberá orientarse a la protección total e innegociable de la
autonomía individual y de la propiedad privada.15
20
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
así, la persona desaparece en la masa y ésta predomina por encima del mejor
interés.
Existe, no obstante una visión intermedia que sería la postura comunita-
rista propuesta por filósofos contemporáneos como Michael Walzer y Alasdar
MacIntyre en donde el ser humano adquiere un valor dentro de su comu-
nidad en la medida en que, a partir de sus acciones restituye el valor social.
Esta corriente defiende el carácter estrictamente social del ser humano bajo los
conceptos aristotélicos de justicia que conducen a una armonía con el todo.16
Aquí ya no se trata de darle prioridad al individuo o a la sociedad sino de
armonizar ambos justificando la necesidad que tienen de interactuar y conci-
liar intereses. Así el ser humano descubre que los bienes que más le conviene
perseguir y luchar por, serán aquellos que no sólo le brinden una satisfacción
personal sino comunitaria.17
21
¿Quién es el ser humano?
19
Para fortalecer esta idea se sugiere la lectura del capítulo tercero de la obra El Dios escondido de la posmodernidad de Carlos
Mendoza-Álvarez. México: ITESO/Universidad Iberoamericana, 2009.
20
De Rosa, G. La dignidad de la persona humana. México: IMDOSOC, 2005. P. 9.
22
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
23
¿Quién es el ser humano?
V. Conclusiones
Se ha abordado el misterio del ser humano desde su concepción como perso-
na y su conformación como espíritu encarnado, apuntando a que en él existen
dos componentes que son de igual importancia para su actuar y para su rela-
ción con otros, a saber, cuerpo y alma.
De esta forma se puede decir que el ser humano obtiene un especial lugar
en medio de otros seres y un incalculable valor sobre éstos ya que, como decía
Kant, mientras que las cosas tienen precio y son intercambiables, las personas
tienen dignidad y por ende, no lo son.22
El ser humano es capaz de comportarse a la altura de su esencia en el mo-
mento en que entiende que no está aislado del resto de sus semejantes sino
que es uno con ellos así, en términos de Buber,23 del “tú” y del “yo” sobreviene
el nosotros y, por ello, el ser humano se realiza plenamente. Lo que posibilita
este encuentro es, por un lado: su inteligencia que lo dirige a la verdad y, por
el otro lado, su voluntad que lo orienta y conduce al bien, así mismo, su sen-
tirse y saberse un ser social le hace salir al encuentro con otros.
De igual modo, el ser humano posee una dignidad ontológica que no de-
pende del reconocimiento que de la misma se haga ni de los accidentes que la
22
Kant, I. Fundamentación de la Metafísica de las costumbres. Barcelona: Ariel, 1999. P. 189
23
Buber, M. Yo y Tú. Buenos Aires: Nueva Visión, 1984.
24
Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
25
Bien, mal y verdad
¡Eso es del siglo XVII!
Objetividad de la Bioética
Dr. José Enrique Gómez Álvarez
Resumen
La opinión significa pronunciarse sobre la verdad o falsedad de un juicio,
por ejemplo, “Este trasplante debe intentarse en esta persona”. Este juicio
implica que conocemos juicios verdaderos no opinables: La persona necesita
trasplante. Este órgano es el que requiere entre otros.
26
José Enrique Gómez Álvarez
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Bien, mal y verdad
28
José Enrique Gómez Álvarez
Nótese que aquí no se afirma aquí la llamada “actitud crítica” sana: la que
nos lleva a replantearnos de nuevo lo que hacemos en nuestra vida. El hacer
un alto para reflexionar sobre las metas y medios que utilizamos. Eso es sen-
sato y adecuado. El problema viene cuando ese alto es concebido como una
evasión y no como un medio para reafirmar o reestructurar los compromisos.
En el fondo, esa actitud poco comprometida revela algo importante: la
verdad conlleva a la acción. Es decir, el ser humano no vive su vida en ám-
bitos meramente teóricos o meramente prácticos. Eso es incorrecto o mejor
dicho no concuerda con los hechos. Sin duda, cuando se considera algo falso,
causa desinterés o explicito rechazo. Al contrario, cuando se encuentra algo
verdadero, nos ilumina o señala algo que nos obliga a considerar que sucede
con nosotros frente a ello. Pero sin duda, cuando se apuesta la idea de que
todo se puede dudar, naturalmente conduce a la indiferencia. Y eso de nuevo
nos lleva a lo señalado al comienzo: la falta de compromiso. Si yo pienso, por
ejemplo, que todas las religiones son “iguales” a la larga conduce a rechazar-
las a todas, porque todas se convierten en igualmente dudosas. Es semejante
sostener la afirmación “todas las opiniones son igualmente valiosas”. Si real-
mente se considera eso así nos lleva a la consecuencia de que en verdad no es
importante, porque “todas valen lo mismo”. Si todo resulta igual, genera la
auténtica falta de crítica, es decir, de discernimiento acerca de lo que las cosas
son. Hay una pérdida del reto de descubrir lo verdadero: “vivir en la verdad
y de la verdad conduce a lo que podríamos denominar vida lograda, plena,
profunda, repleta de esfuerzos, natural y sobrenatural a la vez”. Se encuentra,
en conclusión, en vínculo entre la verdad y lo existencial que es innegable.
II. Opinión y verdad: un ejemplo en la Bioética
Un tema tradicional de la Bioética es la llamada eutanasia. La discusión pare-
ce interminable y quizá lo sea, debido a la complejidad para tomar decisiones
sobre los límites de la vida. Un ejemplo de esto es el planteamiento reciente
29
Bien, mal y verdad
30
José Enrique Gómez Álvarez
(sociales) qué me permitan tomar el riesgo o no?… etc. Lo que quiere mostrar-
se con estas preguntas es que la decisión autónoma no es el capricho del yo
racional qué decide sobre el mundo, sino de un yo relacionado con el mundo,
qué para tomar la mejor decisión posible, tendrá que considerar el bien (no
sólo el bienestar) que genere su acción. Así la decisión no es la mera opinión
personal, sino hay que reconocer que hay algo en la naturaleza humana y
social que tenemos que considerar para valorar si nuestras decisiones son ra-
cionales.
Llevado a nuestro tema, la decisión de no someterse a tratamientos inso-
portables o de acortar la vida por medio de una intervención médica nos obli-
ga a preguntarnos lo anterior. No basta afirmar qué hay dolor insoportable,
sino qué implica en el entorno biopsicosocial del niño. La noticia hace una
alusión a esta idea cuando señala: “… La enfermera de cuidados paliativos,
Sonja Develter, especializada en el cuidado de fin de vida de los niños, dice
que entre los 200 niños que ella cuidó hasta su muerte, ella nunca conoció a
un niño que le pidiera morir rápidamente. ‘La principal preocupación de los
niños es siempre para la familia’, dijo. ‘Es difícil para un niño, porque él siente
que está escapando, pero él no puede decir a sus padres porque no es eso lo
que ellos quieren oír’”.
En cuanto al segundo aspecto qué quiero resaltar es qué por supuesto, no
podemos desligarnos de nuestra biología, dependemos de ella para tomar
decisiones éticas. Acaso, alguien no ha tenido, por mencionar algún caso,
¿tener que abstenerse del café porque le genera migraña? Lo anterior nos
lleva en consecuencia a entender que la mayoría de las decisiones éticas que
implican dilemas de qué valores hay que cuidar, requiere un pensamiento
dispuesto a revisar todos los niveles posibles de respuesta aún a costa, como
es connatural del hombre a equivocarse y admitir el error.
Entonces también es correcto decir que hay verdades o sea juicios que
31
Bien, mal y verdad
al compararlos con la naturaleza o los hechos nos permite afirmar sin son
verdaderos o falsos. En el ejemplo de la persona que le afecta el café. Podemos
decir que el juicio:
Al Sr. X cuando toma café es causa que le produzca migraña.
Es verdadera, es decir, hay un estado de cosas, una causa física bien
delimitada que explica el daño a la persona y qué además, podemos corroborare
empíricamente. En este caso no estamos en el campo de lo opinable.
De ahí que la afirmación: “todo es opinable” es claramente falsa.
Esto no quiere decir, no obstante, que haya afirmaciones de las cuales no
tenemos, nadie, certeza ni información suficiente para determinar lo malo y
lo bueno. Así puede suceder que un determinado tratamiento o terapia, ten-
gamos evidencia contraria: a veces resulta benéfica y a veces falsa. A esto se
le llama perplejidad moral. No se puede tomar una decisión con base en los
datos disponibles. En estas circunstancias conviene entonces o abstenerse de
actuar o reconocer que puede haber riesgos, pero actúo. Aquí no es posible
determinar la dirección correcta, pero solo tomar precauciones.
No obstante también hay que insistir en evitar la idea equivocada de que
para “lo bueno hay solo un camino”. En realidad, a veces, diversos cursos
de acción son moralmente legítimos. Por ejemplo, una persona puede tener
necesidad de atenderse una enfermedad y puede realizarse con tratamiento
farmacológico o con cirugía. Los dos pueden buscar un bien objetivo, los me-
dios son razonables, pero los efectos deseados pueden variar de uno a otro.
32
José Enrique Gómez Álvarez
33
Bien, mal y verdad
Referencias
• Beuchot, Mauricio. Filosofía y derechos humanos. Siglo XXI. México.
• Beuchot Mauricio. Hermenéutica Analógica, pluralismo cultural y subje-
tividad. Editorial Torres Asociados, México, 2000.
• Gómez Álvarez, José E. et al. En torno a la verdad y los derechos humanos.
Universidad Anáhuac, México, 2001.
• Gómez Álvarez, José E. Hamill Meléndez, E. “Persona Humana”. En Ta-
natología y Bioética. Corinter, México, 2009.
• Gómez Álvarez, José E. Los trasplantes. Universidad Anáhuac, México,
2003.
• Gómez Álvarez, José E. La clonación. (2003). Universidad Anáhuac, Mé-
xico, 2003.
• Gómez Álvarez José E. “La idea de diálogo”. En Ruiz Healy Times. Mé-
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José Enrique Gómez Álvarez
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Laicidad del Estado ¿Qué significa?
Laicidad y laicismo
Dr. José Enrique Gómez Álvarez
Resumen
• Bioética laica y bioética religiosa. A menudo se ha hecho una contraposición
entre la llamada bioética laica y la bioética religiosa como contrapuestos
en fines y método.
• Laicismo. Por “laico” suele entenderse a veces que es inmencionable o
indiscutible un punto de vista religioso. Es básicamente expulsar lo
religioso de la vida pública. Este sentido es ingenuo ya que las posiciones
religiosas sí condicionan el actuar.
• Laicidad. Por “laico” suele entenderse también que el Estado no toma pos-
tura ante lo religioso, en el sentido de no apoyar en circunstancias des-
iguales a ninguna fe religiosa. Este sentido es aceptable. Significa limar di-
ferencias y garantizar la expresión de las religiones sin apoyar a ninguna
en cuanto al contenido concreto.
• Funciones del Estado. El Estado no está obligado a perseguir todo mal so-
cial. Sólo los más graves como el homicidio. Pero incluso otros se toleran
y regulan debido a la desproporción de recursos y daños que provoca el
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José Enrique Gómez Álvarez
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Laicidad del Estado
Entonces surgen los conflictos clásicos: ¿Se debe obedecer una ley que consi-
dero –a título individual o grupal– injusta?
La premisa general es más que clara: Si existe una ley a favor del aborto,
aprobada con los mecanismos legales pertinentes, el manifestarse en contra
de esas leyes, es decir, sugerir, proponer el no cumplirlas, o sea desobedecer-
las es castigado. Esto no implica no obstante decir que están mal, pero no el
hecho de proponer su desobediencia. Esto también aplica a los ciudadanos
comunes, creyentes o no, cuando violentan garantías individuales (y que de
hecho hoy se consideran derechos humanos de acuerdo a la reforma cons-
titucional). Así si una familia tiene personas en esclavitud en su casa, se les
castiga. Se entiende que no basta que hubiese un consentimiento de los que
viven así. Aunque ellos renunciasen a su libertad sin embargo se perseguiría.
Incluso acercándonos a la letra de la ley: el hacer propaganda esclavista (en
contra del art.2), aunque no tenga ningún esclavo, es motivo de sanción.
La segunda aparte subrayada es también importante: el registro o mejor
dicho el estado civil de las personas. Este ilustra, a mi parecer mejor la disyun-
ción que nos permite evitar los dos extremos: la sociedad integrista teológica
y por el otro extremo, la sociedad laicizante. El estado civil, desde el punto de
vista del Estado, no concuerda de facto ni de jure con alguna creencia religio-
sa. El ejemplo simple es la procreación y el divorcio. Mientras, que para
los católicos la posibilidad de procreación y el tener la intención explícita de
tener hijos es condición esencial del matrimonio, desde el punto de vista civil,
no. Las personas se consideran casadas, aunque una de ellas, se encuentra
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José Enrique Gómez Álvarez
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Laicidad del Estado
Así cuando el Estado toma una postura laica, significa que debe convertirse
en un actor que disminuya los conflictos entre los agentes sociales, no toman-
do partida en cuanto el tema religioso. Pero aún en ciertos temas que puede
considerar una creencia religiosa como punibles, el Estado lo deja a la libertad
en cuanto que puedan desarrollarse otros bienes sociales. El Estado, de hecho
debe permitir el desarrollo de algunos aspectos religiosos que no se compar-
ten desde la perspectiva del mismo, pero que no interfiera con sus acciones de
Estado. El ejemplo en temas de bioética es el aborto y más recientemente los
matrimonios entre el mismo sexo. El Estado debe permitir así que las iglesias
realicen, respecto a estos temas con sus feligreses lo que deseen, pero siempre
y cuando no intenten anular la ley por vías no constitucionales. De este modo,
en el culto del templo puede proponerse u oponerse al aborto provocado, mas
no llamar a bloquear las instituciones del Estado o a discriminar al que abortó
en el trabajo. En el tema del matrimonio análogamente: la Iglesia Católica, por
ejemplo, puede afirmar a los feligreses, que sólo ella reconoce el matrimonio
en el sentido sacramental y exigir al Estado que no le impide realizar sus cere-
monias religiosas en ese sentido. Así laico significa no me meto en tus asuntos
y promuevo dentro de lo posible tu actividad.
2
Suma de Teología. I-II, q. 96, art. 2. Argentina, 2002. En: http://hjg.com.ar/sumat/b/c96.html#a2 [7 de enero de 2017].
40
José Enrique Gómez Álvarez
41
Laicidad del Estado
creo qué
“El alcohol debe evitarse en toda circunstancia porque altera la conciencia
y lo manda el Corán”.5
Y ahora comparemos con el artículo 2 de la Carta:
“La República laica organiza la separación entre religión y Estado. El Esta-
do es neutral con respecto a las convicciones religiosas o espirituales. No hay
religión del Estado”.
Es comprensible, y sin duda, un logro de la Modernidad, el que se busque
dentro de los Derechos Humanos de primera generación, el respeto y toleran-
cia y en ese sentido, no hay religión que profese “abstractamente” el Estado.
El problema complejo, sin duda, es la aparente neutralidad de las conviccio-
nes. El mismo estado Francés, cuando prohibió el uso del velo islámico en las
escuelas, no mantuvo una neutralidad axiológica. Claro, que podrá insistirse
en que racionalmente la vía correcta es suprimir las manifestaciones religiosas
obvias. Y ¿si profeso una religión no muy conocida y llevo, por decir algo, un
signo en la camiseta? O qué sucede con lo político? ¿Podré llevar una cami-
seta del Che Guevara?, en suma, ¿Por qué? ¿Bajo qué supuesto?, ¿No es lícito
qué manifieste que creo, por decir algo en los signos astrales?6 O en el caso
que hemos ejemplificado, el no aceptar un brindis por el uso de alcohol y dar
mis razones y motivos para ello. ¿Por qué no sería una auténtica tolerancia el
respetar las manifestaciones de todas las creencias incluso aunque algunas de
ellas me parezcan irracionales?7
5
“¡Vosotros que creéis! Ciertamente el vino, el juego de azar, los altares de sacrificio y las flechas adivinatorias son una inmun-
dicia procedente de la actividad del Shaytán; apartaos de todo ello y podréis tener éxito. (90) Realmente el Shaytán quiere
desencadenar entre vosotros la enemistad y el odio, sirviéndose del vino y del juego de azar, y así apartaros del recuerdo de
Allah y del salat. ¿No desistiréis? (91) Y obedeced a Allah, obedeced al Mensajero y tomad precauciones. Y si os apartáis, sabed
que a Nuestro mensajero sólo le incumbe hacer llegar el mensaje con claridad”. (Sura 5, verso 89-91). Tomado de: http://www.
quranexplorer.com/Quran/Default.aspx
6
Cf. Art. 14 de la Carta.
7
De hecho en legislaciones de Derechos Humanos, como el artículo 4º de la Declaración de los Derechos Humanos de la OEA,
se reconoce la práctica religiosa como un derecho público y privado. Cf.“Declaración Americana de los Derechos del Hombre”,
Organización de los Estados Americanos. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (Consultado el 7 de febrero de 2014).
En:
http://www.oas.org/es/cidh/mandato/Basicos/declaracion.asp
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José Enrique Gómez Álvarez
43
Laicidad del Estado
“deban” creer, ni la Iglesia puede desobedecer leyes sin castigo alguno. Dicho
de otro modo: el Estado debe ser laico sin duda, pero no por eso debe impedir
el desarrollo y expansión de las iglesias en sus propios campos.
Referencias
• “Declaración Americana de los Derechos del Hombre”, Organización de
los Estados Americanos. Comisión Interamericana de Derechos Huma-
nos. (Consultado el 7 de febrero de 2014). En:
http://www.oas.org/es/cidh/mandato/Basicos/declaracion.asp
• Gómez Álvarez, José Enrique. La desobediencia civil de los ciudadanos:
un comentario a la visión de la Iglesia Católico. La cuestión social. Año
9 No. 4. 2001. 348-353.
• Gómez Álvarez, José Enrique. La autonomía del menor , bioética y reli-
gión: fuente de paradojas. Hospital Infantil de México. Vol. 67. Mayo-Ju-
nio 2010. 223-229-
• Estrada, Juan Antonio. Razones y sinrazones de la creencia religiosa.
Editorial Trotta. Madrid, 2001.
• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Instituo de Inves-
tigaciones jurídicas, UNAM, México, 2017. En: https://www.juridicas.
unam.mx/legislacion/ordenamiento/constitucion-politica-de-los-esta-
dos-unidos-mexicanos [7 de enero de 2017].
• Gómez Alvarez, José E. et al 2001. En torno a la verdad y los derechos hu-
manos. Universidad Anáhuac, México.
• Jaki, S-L- Fundamentos Éticos de la Bioética. Ciencia y cultura, Madrid,
2006.
• Tomás de Aquino. Suma de Teología. Argentina, 2002. En: http://hjg.com.
44
José Enrique Gómez Álvarez
45
II
Generalidades de la Bioética
La Bioética y la atención
de la salud
Dr. Oscar Javier Martínez González
¿Qué es?
Se trata de un tema que ha acompañado a la medicina a lo largo de su historia
pero que, sin embargo, al caminar más rápidamente el avance de las ciencias
y de la tecnología, aunado lo anterior a los cambios de época en los que nos
encontramos en cuanto al tema del respeto a la vida y la dignidad de la per-
sona humana, encontramos un alejamiento del trabajo de los profesionistas
de la salud en cuanto a su trabajo ante seres humanos en su misma profesión.
Una especie de dicotomía entre su preocupación científica, social y económica
de su poca preocupación por el bien integral de la persona de sus pacientes.
49
La Bioética y la atención de la salud
No es que haya excepciones, lo que hay es una “libertad para actuar” mal
entendida, desligada, muchas veces, del compromiso que la misma profesión
le exige a quien la practica.
Aun habiendo suficientes argumentos legales y normas legales en la práctica
de esta profesión, cada quien camina por donde piensa que está bien.
I. Introducción
Los seres humanos tomamos decisiones sobre los diferentes problemas que
se nos presentan en la vida todos los días, y los problemas que tenemos que
resolver, son cada vez más complicados.
Podemos asegurar que quienes tienen que decidir y resolver los diferentes
problemas en el campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud
no la tienen fácil y, frecuentemente, nos encontramos con que quienes tienen
la responsabilidad para resolver estos problemas “límite”, no cuentan con la
formación necesaria y suficiente para hacerlo.
¿A qué nos referimos con problemas “limite”?
Nos referimos a aquellas situaciones en las que la decisión que se tiene que
tomar para poder resolver un problema, tiene que ver con la misma vida y/o
con la dignidad de personas humanas.
En el campo de la educación en salud se busca, preferentemente, la forma-
ción del conocimiento y de las competencias en los aspirantes a estas profe-
siones, sin embargo, sabemos que la formación social, cívica y ética no forman
parte de los planes de estudios en las diferentes instituciones educativas en
nuestro país.1
La Bioética, la interdisciplina que aparece en el mundo a finales de los
sesenta y que se define como el: “Estudio sistemático de la conducta hu-
mana en el campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud exami-
1
Acceso el 6 de octubre 2016 http://www.amfem.edu.mx/index.php/publicaciones/libros/14-educacion-medica-mexico
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Oscar Javier Martínez González
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La Bioética y la atención de la salud
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Oscar Javier Martínez González
1. Comités de Bioética
Buscado ayudar en la toma de decisiones límite, México ha seguido el ejemplo
de otros países desarrollados al proponer algunos cambios en la Ley General
de Salud con la finalidad de poder contar con Comités de Bioética en todas las
instituciones de salud, que puedan ayudar con su consejo y su experiencia a
tomar dichas decisiones límite.
El 14 de diciembre del 2011, se promulgó en México, en el Diario Oficial de
la Federación, el Decreto que adiciona el artículo 41 Bis y reforma el artículo
98 de la Ley General de Salud para quedar como sigue:
Artículo 41 Bis. “Los establecimientos para la atención médica del sector
público, social o privado del sistema nacional de salud… contarán con los
siguientes comités:
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La Bioética y la atención de la salud
Artículo 98. “En las instituciones de salud, bajo la responsabilidad de los di-
rectores o titulares respectivos y de conformidad con las disposiciones aplica-
bles, se constituirán:
I. Un Comité de Investigación
II. En caso de que se realicen investigaciones en seres
humanos, un Comité de Ética en Investigación[…]
III. Un Comité de Bioseguridad […]”
4
Sgreccia, E. (2009) Manual de Bioética. BAC, Madrid. p. 285-288
54
Oscar Javier Martínez González
Modelo paternalista
Este modelo asume que existen medios objetivos para determinar lo que es
mejor para el paciente y, por tanto, que el médico puede decidir con la mínima
participación de éste.
El médico se convierte, prácticamente, en el tutor del paciente y sus
decisiones prevalecen sobre la autonomía misma del paciente. Es el modelo
que por muchos años se ha dado en México y que sigue estando presente en
nuestro país.
Este modelo deja en manos del médico todas las decisiones sobre el pa-
ciente, con la consecuente falta de participación de parte del mismo así como
con su limitación en cuanto al ejercicio de la libertad y, su consecuente respon-
sabilidad.
Un modelo así podría ser válido en situaciones de emergencia, cuando el
paciente no puede participar en la toma de decisiones y éstas no dan tiempo a
esperar a familiares que se responsabilicen de las mismas. Sin embargo, cuan-
do el paciente o sus familiares pueden participar en la toma de decisiones, es
importante que se evite actuar de esta manera.
Modelo contractual
Debido a las dimensiones altamente tecnológicas del ejercicio de la medicina,
el paciente tiene cada vez más en cuenta la calidad técnica de la intervención de
parte del médico y la relación se reduce a ser entre un usuario y un prestador
55
La Bioética y la atención de la salud
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Libre voluntad
El paciente debe de tener la posibilidad de decidir libremente si quiere o
no seguir adelante en cuanto al método de diagnóstico o tratamiento que le
propone su médico, o si acepta participar en algún proyecto de investigación.
Para poder lograr esto, no debería existir ningún tipo de presión externa o
influencia indebida. Éstas se pueden dar a través de la persuasión, de la ma-
nipulación o de la coerción.
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La Bioética y la atención de la salud
Comprensión
Es preciso que la información proporcionada se haya comprendido totalmente
para que el consentimiento sea válido. Esto dependerá de la capacidad de los
pacientes en cuanto a su inteligencia, habilidad de razonamiento,
madurez y lenguaje.
Lo anterior en un país como el nuestro, en donde existe un nivel de educa-
ción y de cultura médica sumamente básica o nula, es también una fuente de
dudas sobre si en realidad lo explicado ha sido comprendido en su totalidad.
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La Bioética y la atención de la salud
pacientes. Hay que ayudarles a que lo vean como una parte de su actividad
que complementa su vocación como médicos.
Es importante llevar a cabo todo lo anterior, antes de que este procedi-
miento se vuelva un instrumento impuesto sólo por la ley, como ha sucedido
en otros países, haciendo con esto que se tenga que cumplir con este precepto
de manera obligada y fría por no haberlo aprovechado de manera natural
como parte de la relación médico-paciente.
Comentarios
Por lo general, el paciente firma su consentimiento sin que haya tenido una
correcta comunicación con el médico que va a realizar tal o cual procedimien-
to. Esta forma de actuar, es a la vez una irresponsabilidad del médico y una
fuente de problemas legales para el mismo médico.
Con el advenimiento de la bioética que se fundamenta en el respeto a la
dignidad de toda persona humana, el recurso del consentimiento informado
dentro de la atención médica se ve como una esperanza, una esperanza para
poder cumplir como médico con la verdadera misión de nuestra actividad,
con la que muchos de nosotros nos comprometimos cuando estudiamos
medicina y cuando la hemos ejercido.
Secreto médico
Obliga al médico a no revelar a nadie lo que haya visto o escuchado con res-
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La Bioética y la atención de la salud
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Oscar Javier Martínez González
3. Conclusión
En el presente trabajo se ha buscado presentar algunas generalidades sobre
la Bioética y la Atención de la Salud. Nos hemos abocado sólo a ciertos temas
que consideramos básicos. Esperamos que revisando la presente obra en su
totalidad se pueda comprender mejor el papel al que está llamada la Bioética
para el beneficio de las personas y de toda la sociedad.
63
III
Inicio de la vida
Matrimonio igualitario
y su regulación
Dr. Agustín Herrera Fragoso
Matrimonio
Concepto etimológico. La palabra matrimonio (del latín matrimonium),1 tiene
un origen incierto; puede haber surgido de la expresión en latín matris mu-
nium, matris, que significa madre y, munium, gravamen o cuidado, viniendo
a significar “cuidado de la madre por el marido/padre”, en tanto se conside-
raba que la madre era la que contribuía más a la formación y crianza de los
hijos; puede venir de matreum muniens2 entendida como advertencia sobre
la fidelidad debida al padre y al esposo, implicando la obligación del hombre
hacia la madre de sus hijos; también podría abarcar el significado de matre
nato, o sea, la finalidad propia del matrimonio “unión común de la vida con-
yugal”.3
La palabra congujium significa una vinculación ordenada, mutua y
recíproca para la realización de una tarea común; de dicho término se deduce
la palabra que en castellano establecemos cómo cónyuges. Por último, de
la palabra consortium se viene a significar la comunidad suerte y de ella
1
Real Academia Española. matrimonio. Diccionario de la lengua española (23.ª edición), 2014. Madrid: Espasa.
2
Ramos Pazos, René. Derecho de familia. Editorial Jurídica de Chile, 1998, p. 31.
3
Briseño, Ramón. Derecho natural, o Filosofía del derecho. Impr. del Mercurio de Tornero y Letelier. 1970, p. 144.
67
Matrimonio igualitario y su regulación
Antecedentes históricos4
Los conceptos más importantes son los que se desprenden de las Institutas
y del Digesto de Justiniano. Para las Institutas las nupcias o matrimonio “es
la unión del varón y la mujer, que comprende el comercio indivisible de la
vida”.5
Modestino a su vez decía que “nupcias son unión del varón y de la hem-
bra, consorcio de toda la vida y comunicación del derecho divino y del huma-
no”.6
Una definición que se daba en el Medievo por Hugo de San Vítor: “el ma-
trimonio es la sociedad formada por el acuerdo de mutuo consentimiento que
vincula a los esposos y recíprocamente los obliga durante su vida común”.7
En el derecho moderno los conceptos han sido sumamente discutidos pero
todos ellos conservan una parte de verdad. Así para Hauriou el matrimonio es
una Institución y ésta a su vez es una idea que se realiza y dura jurídicamente
en un medio social. León Duguit considera que el matrimonio es un acto-
condición; después de hacer una distinción entre acto-regla, la norma jurídica,
acto-subjetivo, esto es el contrato, habla del acto-condición como el que
determina la aplicación de un estatuto permanente a uno o varios individuos.8
4
Cfr. Felipe De La Mata Pizaña, Garzón Jiménez Roberto, Derecho Familiar, y sus reformas más recientes a la legalización del
distrito federal, Edit. Porrúa, 2012, pp. 113 y ss.
5
Bellusio, Augusto Cesar, Manual de derecho familiar, tomo I, Buenos Aires, Depalma, 2ª edición, 1993, p. 142.
6
Ídem.
7
López Monroy, José De Jesús, El concepto del matrimonio, IIJUNAM; p.300, ver: file:///E:/matrimonio.pdf
8
Ídem. p. 301.
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Agustín Herrera Fragoso
Para Antonio Cicú, el matrimonio no podrá ser otra cosa sino un acto del
poder estatal pues se mira principalmente en esta concepción el pronuncia-
miento que el Estado por conducto de sus jueces u oficiales hace de la consti-
tución del matrimonio y para Alicia Pérez Duarte, “es una institución o con-
junto de normas que reglamentan las relaciones de los cónyuges creando un
estado de vida permanente derivado de un acto jurídico solemne”.9
De lo anterior, se puede establecer que Matrimonio: Es la comunidad de
dos sujetos de distinto sexo, que se inicia con un acto jurídico esencialmente
formal y subjetivo, regulado y constitutivo de esa nueva situación.
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Matrimonio igualitario y su regulación
Impedimentos12
11
Hay 5 vicios del consentimiento: el error, la violencia, el dolo, la mala fe y la lesión.
12
Cfr. Villalobos Olvera, Rogelio, Derecho de familia, textos universitarios, Universidad Autónoma de Chihuahua, 2ª edición,
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Agustín Herrera Fragoso
71
Matrimonio igualitario y su regulación
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados
con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurar
en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres: ...g) Los mismos
derechos personales como marido y mujer, entre ellos el derecho a elegir
apellido, profesión y ocupación…
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Matrimonio igualitario y su regulación
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Agustín Herrera Fragoso
Jurisprudencia interamericana
Protección de la familia
El artículo 17 de la Convención Americana reconoce el papel central de la
familia y la vida familiar en la existencia de una persona y en la sociedad en
general. La Corte ya ha indicado que el derecho de protección a la familia
conlleva, entre otras obligaciones, a favorecer, de la manera más amplia, el
desarrollo y la fortaleza del núcleo familiar. Es un derecho tan básico de la
Convención americana que no se puede derogar aunque las circunstancias
sean extremas. El artículo 17.2 de la Convención Americana protege el dere-
cho a fundar una familia, el cual esta ampliamente consagrado en diversos
instrumentos internacionales de derechos humanos. Por su parte, el Comité
de Derechos Humanos ha señalado que la posibilidad de procrear es parte del
derecho a fundar una familia.13
…la convivencia entre padres e hijos constituye un elemento fundamental
en la vida de la familia…14
…Adicionalmente la Corte Interamericana ha establecido que el término
“familiares” debe entenderse en sentido amplio, abarcando a todas las perso-
nas vinculadas por un parentesco cercano. Por otra parte, no hay nada que in-
13
Artavia Murillo y otros (fertilización In vitro) vs. Costa Rica. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia
de 28 de noviembre de 2012. Serie C, núm., 257, párrafo 145.
14
Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas vs. República Dominicana. Excepciones preliminares, fondo, reparacio-
nes y costas. Sentencia de 28 de agosto de 2014. Serie C, núm., 282, párrafo 414.
75
Matrimonio igualitario y su regulación
Discriminación
“…el artículo 17.4 de la Convención, según el cual los estados parte deben
tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la ade-
cuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matri-
monio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de
disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria
de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos. Concor-
dando esta disposición con la norma general que establece la igualdad ante
la ley, según el artículo 24, y la prohibición de toda discriminación en razón
de sexo prevista en el artículo 1.1, puede establecerse que este artículo 17.4 es
la aplicación concreta de tales principios generales al matrimonio. En conse-
cuencia, la Corte interpreta que no se justifica y debe ser considerada como
discriminatoria la diferencia que se hace entre los cónyuges en el párrafo 4 del
artículo 14 del proyecto para la obtención de la nacionalidad costarricense en
condiciones especiales por razón del matrimonio…”17
La Corte ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención es una norma
de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del
tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar
el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos “sin dis-
15
Forneron e hija vs. Argentina, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 27 de abril de 2012 serie C, núm., 242, párrafo 98.
16
Chitay Nech y otros vs. Guatemala. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 25 de mayo de 2010.
Serie C, núm., 212, párrafo 159.
17
Opinión Consultiva OC-4/84 del 19 de Enero de 1984. Serie A No. 6.
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Matrimonio igualitario y su regulación
22
Opinión Consultiva OC-18/03, supra nota 85, párr. 104; Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek, supra nota 83, párr. 271,
y Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 18, No discriminación, 10 de noviembre de 1989,
CCPR/C/37, párr. 6.
23
El artículo 1.1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial señala:
“En la presente Convención la expresión “discriminación racial” denotará toda distinción, exclusión, restricción o preferencia
basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas
política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”.
24
El artículo 1.1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
señala:“A los efectos de la presente Convención, la expresión ‘discriminación contra la mujer’ denotará toda distinción, exclusión
o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la
mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las
libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.
25
Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 18, No discriminación, supra nota 87, párr. 6.
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Agustín Herrera Fragoso
La Corte reitera que, mientras la obligación general del artículo 1.1 se refiere
al deber del Estado de respetar y garantizar “sin discriminación” los derechos
contenidos en la Convención Americana, el artículo 24 protege el derecho a
“igual protección de la ley”.26 Es decir, el artículo 24 de la Convención Ame-
ricana prohíbe la discriminación de derecho o de hecho, no sólo en cuanto a
los derechos consagrados en dicho tratado, sino en lo que respecta a todas las
leyes que apruebe el Estado y a su aplicación. En otras palabras, si un Estado
discrimina en el respeto o garantía de un derecho convencional, incumpliría
la obligación establecida en el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión.
Si, por el contrario, la discriminación se refiere a una protección desigual de la
ley interna o su aplicación, el hecho debe analizarse a la luz del artículo 24 de
la Convención Americana.27
Los criterios específicos en virtud de los cuales está prohibido discriminar,
según el artículo 1.1 de la Convención Americana, no son un listado taxativo o
limitativo sino meramente enunciativo. Por el contrario, la redacción de dicho
artículo deja abiertos los criterios con la inclusión del término “otra condición
social” para incorporar así a otras categorías que no hubiesen sido explícita-
mente indicadas. La expresión “cualquier otra condición social” del artículo
1.1. de la Convención debe ser interpretada por la Corte, en consecuencia, en
la perspectiva de la opción más favorable a la persona y de la evolución de los
derechos fundamentales en el derecho internacional contemporáneo.
Al respecto, en el Sistema Interamericano, la Asamblea General de la Orga-
nización de Estados Americanos (en adelante OEA) ha aprobado desde 2008
en sus sesiones anuales cuatro resoluciones sucesivas respecto a la protección
de las personas contra tratos discriminatorios basados en su orientación se-
xual e identidad de género, mediante las cuales se ha exigido la adopción de
26
Opinión Consultiva OC-4/84, supra nota 83, párrs. 53 y 54 y Caso Barbani Duarte y Otros Vs. Uruguay. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 13 de octubre de 2011. Serie C No. 234, párr. 174.
27
Opinión Consultiva OC-16/99, supra nota 93, pára. 115.
79
Matrimonio igualitario y su regulación
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Agustín Herrera Fragoso
Clift Vs. Reino Unido, el Tribunal Europeo reiteró que la orientación sexual,
como una de las categorías que puede ser incluida bajo “otra condición”, es
otro ejemplo específico de los que se encuentran en dicho listado, que son
consideradas como características personales en el sentido que son innatas o
inherentes a la persona.32
En el marco del Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos, el
Comité de Derechos Humanos y el Comité de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales han calificado la orientación sexual como una de las categorías de
discriminación prohibida consideradas en el artículo 2.133 del Pacto Interna-
cional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 2.234 del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al respecto, el Comité de De-
rechos Humanos indicó en el caso Toonen Vs. Australia que la referencia a la
categoría “sexo” incluiría la orientación sexual de las personas.35
Igualmente, el Comité de Derechos Humanos ha expresado su preocupa-
ción frente a diversas situaciones discriminatorias relacionadas con la orienta-
ción sexual de las personas, lo cual ha sido expresado reiteradamente en sus
32
Cfr. T.E.D.H., Caso Clift Vs. Reino Unido, (No. 7205/07), Sentencia de 13 de julio de 2010. Final, 22 de noviembre de 2010, párr.
57 (the Court has considered to constitute [`]other status[´] characteristics which, like some of the specific examples listed in the
Article, can be said to be personal in the sense that they are innate or inherent). Sin embargo, el Tribunal Europeo no decidió
limitar con esto el concepto de “otra condición” a que las características sean inherentes o innatas de la persona. Cfr. T.E.D.H.,
Caso Clift, supra nota 101, párr. 58 (However, in finding violations of Article 14 in a number of other cases, the Court has accepted
that “status” existed where the distinction relied upon did not involve a characteristic which could be said to be innate or inherent,
and thus [`]personal[´] in the sense discussed above).
33
Artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Cada uno de los Estados Parte en el presente Pacto se
compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción
los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
34
Artículo 2.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Los Estados Parte en el presente Pacto se comprometen a
garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social.
35
Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Toonen Vs. Australia, Comunicación No. 488/1992, CCPR/C/50/D/488/1992,
4 de abril de 1992, párr. 8.7 (The State party has sought the Committee’s guidance as to whether sexual orientation may be consi-
dered an “other status” for the purposes of article 26. The same issue could arise under article 2, paragraph 1, of the Covenant. The
Committee confines itself to noting, however, that in its view, the reference to “sex” in articles 2, paragraph 1, and 26 is to be taken as
including sexual orientation). Asimismo, ver X Vs. Colombia, Comunicación No. 1361/2005, CCPR/C/89/D/1361/2005, 14 de mayo
2007, párr. 7.2. (The Committee recalls its earlier jurisprudence that the prohibition against discrimination under article 26 comprises
also discrimination based on sexual orientation). En el mismo sentido, Comité de Derechos Humanos, Edward Young v. Australia,
Comunicación No. 941/2000, CCPR/C/78/D/941/2000, 18 de septiembre de 2003, párr. 10.4. Véase también Naciones Unidas, Co-
mité de Derechos Humanos, Observaciones finales, Polonia, CCPR/C/79/Add.110, 25 de julio de 1999, párr. 23.
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Matrimonio igualitario y su regulación
Jurisprudencia europea
La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que
correctamente y con valor persuasivo refiere a las disposiciones del Convenio
47
Opinión Consultiva OC-6/86 del 9 de Mayo de 1986. Serie A No. 6.
48
Opinión Consultiva OC-13/93 del 16 de Julio de 1993. Serie A No. 13.
86
Agustín Herrera Fragoso
Importa sobre todo conocer las sentencias en las que el TEDH consideró
las situaciones de convivencia entre personas del mismo sexo o género50 a
la luz del artículo 8 del Convenio Europeo, en su relación con el 14. Como
establece la sentencia de esta Corte en su párrafo 174:
87
Matrimonio igualitario y su regulación
Se reseña brevemente los hechos de cada uno de los casos citados, así como las
conclusiones del TEDH:
El caso Schalk y Kopf vs. Austria: Los demandantes, nacidos en 1962 y
1960, respectivamente, son una pareja del mismo sexo que vive en Viena. En
2002 iniciaron trámites para contraer matrimonio, y las autoridades austríacas
entendieron que carecían de capacidad para ello, porque ambos eran hom-
51
La sentencia en el caso Schalk y Kopf vs. Austria (No. 30141/04) fue dictada por una Sala del TDH el 24 de junio de 2010 y
adquirió carácter definitivo el 22 de noviembre de 2010, con arreglo al art. 44.2 del Convenio (texto establecido por el Protocolo
N° 11).
52
La sentencia en el caso X, Y y Z vs. Reino Unido (No. 21830/93) fue dictada por la Gran Sala el 22 de abril de 1997.
88
Agustín Herrera Fragoso
bres, y según el artículo 44 del Código Civil sólo puede contraerse matrimo-
nio entre dos personas de sexo opuesto (párr. 7 a 9). En Austria existe una Ley
sobre uniones registradas (Eingetragene Partnerschaft-Gesetz), que da a las
parejas de un mismo sexo “un mecanismo formal para reconocer sus relacio-
nes y darles efecto jurídico” con caracteres análogos a los del matrimonio en
muchos aspectos (tales como “el derecho sucesorio, el derecho laboral, social
y de seguros sociales, el derecho fiscal, el derecho relativo al procedimiento
administrativo, el derecho relativo a la protección de datos y a la función pú-
blica, las cuestiones relativas a pasaportes y registro, y el derecho relativo a los
extranjeros” (párr. 16 a 22). No obstante, subsisten diferencias en varios otros
aspectos, en particular en lo tocante a la posibilidad de adoptar o de recurrir
a la inseminación artificial.
Las consideraciones de derecho comienzan (párr. 24 a 26) con un análisis
de la normativa de la Unión Europea (artículo 9 de la Carta de Derechos Fun-
damentales53 y varias directivas), y en particular del derecho de los 47 Estados
miembros del Consejo de Europa (párr. 27 a 34). Sólo seis de ellos prevén que
las parejas de un mismo sexo tengan igualdad de acceso al matrimonio; otros
13 tienen “ciertas disposiciones legislativas que permiten que las parejas de
un mismo sexo registren su relación”. Un Estado “reconoce a las parejas de un
mismo sexo que cohabitan a ciertos efectos limitados, pero no les dé la posibi-
lidad de registro”. Con referencia a las consecuencias materiales, parentales y
de otra índole, el TEDH dice que “las consecuencias jurídicas de las uniones
registradas varían desde las que son casi equivalentes al matrimonio hasta las
que dan derechos relativamente limitados”. El TEDH pasa entonces a consi-
derar los principios generales y su aplicación al caso concreto, y finalmente
examina la aplicabilidad del artículo 14 considerado conjuntamente con el
53
“Artículo 9 –Derecho a contraer matrimonio y derecho a fundar una familia– Se garantizan el derecho a contraer matrimonio
y el derecho a fundar una familia según las leyes nacionales que regulen su ejercicio”. Como se advierte, desaparece la referencia
a “el hombre y la mujer”, pero hay una remisión general a lo que dispongan las leyes nacionales.
89
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fracción 66).
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Es importante resaltar que si bien el artículo 29 de la CADH no es la única norma internacional que puede ser considerada
como una positivización del principio pro persona, sin duda es la que más desarrollo ha tenido en la jurisprudencia interame-
ricana en materia de derechos humanos, de ahí su importancia para el debate sobre la integración constitucional del principio
pro persona. No obstante, hay que conocer otras normas análogas al artículo 29 de la CADH que se han integrado en diversos
tratados en derechos humanos con el fin de mantener un grado de cohesión y congruencia en un sistema normativo (interna-
cional), el cual se caracteriza por su fragmentación. Entre dichos artículos destacan, en primer lugar, los artículos 5º del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y 5º PIDESC. De la misma forma, otros tratados especializados, tanto
regionales como universales, contienen reglas de construcción normativa similar, aun cuando parecen tener un alcance más
restringido que responde a la naturaleza específica de cada instrumento. Véanse, por ejemplo:
• Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, adoptada por la Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos, Cartagena de Indias, Colombia, 9 de diciembre de 1985, artículo 15: “Nada de lo dispuesto en la presente
Convención podrá ser interpretado como limitación del derecho de asilo, cuando proceda, ni como modificación a las obliga-
ciones de los Estados Partes en materia de extradición”; y artículo 16: “La presente Convención deja a salvo lo dispuesto por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, por otras convenciones sobre la materia y por el Estatuto de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos respecto del delito de tortura”.
• Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (Protocolo de San Salvador), adoptado por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos
en su xviii periodo de sesiones, San Salvador, 17 de noviembre de 1988, artículo 4º. No admisión de restricciones: “No podrá
restringirse o menoscabarse ninguno de los derechos reconocidos o vigentes en un Estado en virtud de su legislación interna o
de convenciones internacionales, a pretexto de que el presente Protocolo no los reconoce o los reconoce en menor grado”.
• Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer,“Convención de Belém do Pará”,
adoptada por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, Belém do Pará, Brasil, 9 de junio de 1994,
artículo 13:“Nada de lo dispuesto en la presente Convención podrá ser interpretado como restricción o limitación a la legislación
interna de los Estados Parte que prevea iguales o mayores protecciones y garantías de los derechos de la mujer y salvaguardias
adecuadas para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer”; y artículo 14:“Nada de lo dispuesto en la presente Convención
podrá ser interpretado como restricción o limitación a la Convención Americana sobre Derechos Humanos o a otras convencio-
nes internacionales sobre la materia que prevean iguales o mayores protecciones relacionadas con este tema”.
• Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, adoptada y abierta a la firma y ra-
tificación, o adhesión, por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 34/180 del 18 de diciembre de 1979,
artículo 23: “Nada de lo dispuesto en la presente Convención afectará a disposición alguna que sea más conducente al logro
de la igualdad entre hombres y mujeres y que pueda formar parte de: a) La legislación de un Estado Parte; o b) Cualquier otra
convención, tratado o acuerdo internacional vigente en ese Estado”.
• Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en su Resolución 44/25 del 20 de noviembre de 1989, artículo 41:“Nada de lo dispuesto en la presente Convención afec-
tará a las disposiciones que sean más conducentes a la realización de los derechos del niño y que puedan estar recogidas en: a)
El derecho de un Estado Parte; o b) El derecho internacional vigente con respecto a dicho Estado”.
104
Agustín Herrera Fragoso
La Corte IDH derivó tres ámbitos distintos para el uso de dichas normas:
Derechos Humanos, San José de Costa Rica, 22 de noviembre de 1969, artículo 29.
105
Matrimonio igualitario y su regulación
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Matrimonio igualitario y su regulación
Sobre lo vertido con antelación destaca lo señalado por el TEDH: “los de-
rechos están en evolución y no hay un consenso establecido”, de modo que
“los Estados deben gozar también de un margen de apreciación en cuanto a
la fecha en que introducen los cambios legislativos”. En conclusión, el TEDH
dijo que no veía “ninguna indicación de que el Estado demandado hubiese
excedido su margen de apreciación al seleccionar los derechos y obligaciones
conferidos por las uniones registradas”.
La “prepotencia normativa del factual”, usando una expresión de Günther
Anders, induce a considerar, en la cultura de hoy, como obligatorio todo lo que
es posible: ya no vemos como debido lo que se puede, sino que consideramos
inevitable lo que se debe.83 Por lo cual, se debe regular como es debido y
respetando las diferencias y pluralidad humana, dando a cada cual lo que le
es propio.
79
Véase, entre otras SAS vs. Francia [GS], núm. 43835/11, párr. 161, CEDH 2014.
80
Christine Goodwin vs. Reino Unido (no. 28957/95), sentencia de la Gran Sala de 11 de julio de 2002, pàrr.97.
81
Véase Abdulaziz, Cabales y Balkandali , párr. 82; Vallianatos y otros, párr. 76.
82
Ídem. párr. 99.
83
Anders, G., L’uomo e antiquato. Volume II. Sulla distruzione della vita nella terza rivoluzione industriale, Bollati Boringhieri,
Torino, 2003, pp. 367 y ss.
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Adopción
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Adopción
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Adopción
9
El Comité espera que los Estados interpreten el término “desarrollo” como “concepto holístico que abarca el desarrollo físico,
mental, espiritual, moral, psicológico y social del niño” (Observación general Nº 5, párr. 12).
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Adopción
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Adopción
prácticas que sean incompatibles o estén reñidas con los derechos estable-
cidos en la Convención no responden al interés superior del niño...”
• La Observación General Nº 7 (2005). Realización de los derechos del niño
en la primera infancia, establece… 19. Tendencias sociales y la función de
la familia. La Convención hace hincapié en que “ambos padres tienen obli-
gaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño”,
reconociéndose a padres y madres como cuidadores en pie de igualdad
(art. 18.1). El Comité observa que en la práctica los modelos familiares son
variables y cambiantes en muchas regiones, al igual que la disponibilidad
de redes no estructuradas de apoyo a los padres, y existe una tendencia
global hacia una mayor diversidad en el tamaño de la familia, las funciones
parentales y las estructuras para la crianza de los niños. Estas tendencias
son especialmente importantes para los niños pequeños, cuyo desarrollo
físico, personal y psicológico está mejor atendido mediante un pequeño
número de relaciones estables y afectuosas. En general, estas relaciones
consisten en una combinación de madre, padre, hermanos, abuelos y otros
miembros de la familia ampliada, junto con profesionales especializados
en la atención y educación del niño. El Comité reconoce que cada una de
estas relaciones puede hacer una aportación específica a la realización de
los derechos del niño consagrados por la Convención y que diversos mo-
delos familiares pueden ser compatibles con la promoción del bienestar
del niño. En algunos países y regiones, las actitudes sociales cambiantes
hacia la familia, el matrimonio y la paternidad están repercutiendo en las
experiencias de primera infancia de los niños pequeños, por ejemplo tras
las separaciones y reconstituciones familiares. Las presiones económicas
también influyen en los niños pequeños, por ejemplo: cuando los padres
se ven obligados a trabajar lejos de sus familias y sus comunidades. En
otros países y regiones, la enfermedad y muerte de uno o de ambos padres
120
Agustín Herrera Fragoso
121
Adopción
alude a que el niño debe ser protegido contra toda forma de abandono,
crueldad y explotación y no será objeto de ningún tipo de trata.
• La Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de
Adopción de Menores. De acuerdo con su artículo 1: la convención se apli-
cará a todos los menores bajo las formas de adopción plena, legitimación
adoptiva y otras instituciones afines que, equiparen al adoptado a la con-
dición de hijo, cuya filiación esté legalmente establecida, cuando el adop-
tante (adoptantes) tengan su domicilio en un Estado Parte y el adoptado
su residencia habitual en otro Estado Parte.
• Protocolo Facultativo de la Convención Sobre los Derechos del Niño Rela-
tivo a la Venta de Niños, la Pornografía Infantil y la Utilización de Niños
en la pornografía. Con la finalidad de asegurar el mejor logro de los pro-
pósitos de la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados Parte
acordaron en su mayoría, adoptar este protocolo, que en su artículo 2,
inciso a: define a la venta de niños como todo acto o transacción en vir-
tud del cual un niño es transferido por una persona o grupo de personas
a otra, a cambio de remuneración u otra retribución; en su artículo 3.5
insta a los Estados Parte a que adopten todas las disposiciones legales y
administrativas pertinentes para que todas las personas que intervengan
en la adopción de un niño actúen de conformidad con los instrumentos
jurídicos aplicables.
122
Agustín Herrera Fragoso
123
Adopción
tableció la SCJN:
Adopción. El interés superior del menor de edad se basa en la idoneidad
de los adoptantes, dentro de la cual son irrelevantes el tipo de familia al que
aquél será integrado, así como la orientación sexual o el estado civil de éstos.13
El punto fundamental a considerar en una adopción es el interés superior
del niño, niña o adolescente, con la intención de que éste forme o se integre
en una familia en la cual reciba afecto, cuidados, educación y condiciones
adecuadas para su desarrollo, derechos todos inherentes a su persona. La ido-
neidad de las personas para ser consideradas para adoptar debe atender úni-
camente a la posibilidad de brindar cuidado y protección al menor de edad,
para incluirlo a una familia, y no puede atender, de manera alguna, a la per-
tenencia a un tipo de familia por un tipo de estado civil (soltero, casado, en
concubinato, en sociedad de convivencia), ni por cierta orientación sexual.
Pertenecer a un estado civil en particular en modo alguno pone en riesgo,
por sí mismo, el interés superior del niño, niña y adolescente, puesto que
cualquier persona en lo individual y cualquier pareja del mismo o distinto sexo
deben ser consideradas en igualdad de condiciones como posibles adoptantes
y lo que debe ser tomado en cuenta en dicho proceso es si la persona o personas
cumplen con una serie de requisitos esenciales para ser consideradas como
adoptantes, es decir, si cuentan con las características, virtudes y cualidades
para brindarle una familia a los menores de edad.
Dentro de dichos requisitos esenciales, no puede figurar el tipo de unión
civil al que pertenezcan los posibles adoptantes, ni la orientación sexual de
éstos, pues estas circunstancias no inciden en su idoneidad para brindar a los
niños, niñas y adolescentes una familia en donde éstos se desarrollen inte-
gralmente. En ese sentido, es insostenible la interpretación –implícita o explí-
cita– en el sentido de que la homosexualidad de los adoptantes implica una
13
TJ: Constitucional; 10ª. Época; Pleno; Gaceta S.J.F.; Libro 34, septiembre de 2016, Tomo I; Pág. 6. P./J. 8/2016 (10a.)
124
Agustín Herrera Fragoso
• Dinámico porque:
– Se evalúa en el aquí y el ahora, y dado que ciertas circunstancias pue-
den cambiar a lo largo del tiempo se puede ser adecuado en un mo-
mento y no en otro.
– Por tanto, tiene un carácter circunstancial y no estructural de los
solicitantes.
– Por ello que los certificados de idoneidad tienen un periodo de vigencia.
• Relacional porque:
– No se puede decir qué solicitante individual o familia sea adecuado
Casalilla, J. A., Bermejo, F. A. Y Romero, A. Manual para la Valoración de la Idoneidad en Adopción Internacional. Madrid: Co-
14
125
Adopción
para todo perfil de niño. Hay quienes son adecuado para unos niños
y no para otros, debido a las diferencias entre perfiles del solicitante y
necesidades y características de los niños.
126
Agustín Herrera Fragoso
que los solicitantes tienen derecho a “pedir”, pero debe verse más como un
ofrecimiento que hacen, y no como un derecho a “la persona” del niño. Se
debe velar siempre por la dignidad personal del niño(a), evitando que está sea
mermada por el adulto.
Esto es así porque debe de evitarse la mentalidad de consumo (creciente
y altamente frecuente) donde el niño (a) podría ser visto como un objeto co-
mercial, al cual se tiene derecho. Esto puede ser sutil e implícito, y se deducirá
de la actitud del solicitante, y de ciertas características psicológicas. Es obvio
que esta actitud representa un obstáculo para la idoneidad, al minar de ma-
nera subrepticia el reconocimiento de la dignidad personal del niño (a). Final-
mente debemos recordar que la adopción debe ser vista como un proceso de
curación que implica dificultades añadidas en comparación con la paternidad
biológica, que la hacen más difícil. Es un proceso curativo que hace que el cen-
tro sea el niño, la persona herida, por cuyos intereses sea ha de velar. Y cabe
mencionar como apunta Vilaginés”15 en el caso de una adopción el amor no
garantiza absolutamente nada. No es cierto que el amor lo cure todo…” hay
que tener una serie de habilidades y características específicas.
Los evaluadores deben verificar y posteriormente certificar, que determi-
nada persona es idónea para satisfacer las necesidades acrecentadas de un
niño(a) que de por sí ya trae una historia traumática, y que tiene determina-
das características, para ver que solicitante tiene “medios bastantes” y aptitud
para brindar un desarrollo integral al niño.
Esta idoneidad debemos verla como una combinación tanto de caracterís-
ticas y rasgos psicológicos, pero a su vez, de manera complementaria, como
evaluación también de capacidades.
15
Vilaginés, C. la otra cara de la adopción: aspectos emocionales de los que no se habla. España: Red Ediciones, 2012.
127
Adopción
128
Sexualidad y anticoncepción
Rosario Laris MD, PhD
Resumen
- Hombre y mujer poseemos la misma dignidad, inteligencia, voluntad y
libertad; es decir, nuestro valor como personas es idéntico, pero eso no
implica que seamos “iguales”.
- Mujer y hombre somos diferentes, sentimos, pensamos, y actuamos en
muchos casos de manera opuesta, cualidad que nos permite atraernos,
complementarnos y elegirnos para amar.
- Paternidad y maternidad son complementarias. Biológica y emocional-
mente ninguna es autosuficiente; por lo que sí para engendrar vida se
necesita la acción de los dos, padre y madre, para que el hijo crezca y se
desarrolle de manera plena y armónica es similar.
- Masculinidad y feminidad no se distinguen por una distribución de
cualidades o virtudes entre hombre y mujer; sino por el modo peculiar
que tiene cada uno de encarnarlas. Hay un modo masculino y otro fe-
menino de hacer las mismas cosas.
- La sexualidad está conformada por 4 componentes:
129
Sexualidad y anticoncepción
1. El “unitivo”: cada relación sexual debe servir para unir, fusionar, crecer en
el amor y crear un lazo imborrable entre el hombre y la mujer que permita
atarse de por vida a la presencia del otro;
2. El “procreativo”: esa entrega total de amor entre el hombre y la mujer
debe ser fecunda desde el punto de vista biológico, emocional y espiritual,
donde esta capacidad de entrega tan íntima posee una dimensión inter-
personal tan grande que puede culminar en la llegada de una nueva vida
humana, es decir, de un hijo.
130
Rosario Laris Echeverría
131
Sexualidad y anticoncepción
Sexualidad
Hombre y mujer poseemos la misma dignidad, inteligencia, voluntad y li-
bertad; es decir, nuestro valor como personas es idéntico, podemos tener los
mismo logros académicos, acceder a los mismos empleos y elegir vivir con la
misma rectitud, honestidad y empeño en cada actividad que desempeñemos;
pero eso no implica que seamos “iguales”.
Mujer y hombre somos diferentes, sentimos, pensamos, y actuamos
en muchos casos de manera distinta, cualidad que nos permite atraernos,
complementarnos y elegirnos para amar. Dichas diferencias quedan
determinadas desde el momento de la fecundación, (es decir desde la unión
132
Rosario Laris Echeverría
133
Sexualidad y anticoncepción
Componentes de la sexualidad
La sexualidad está conformada por 4 componentes:
134
Rosario Laris Echeverría
no volveremos a ver? Es por eso, que el compromiso debe ser para toda la
vida, para que al momento de entregarse, uno viva en la certeza que ese
amor que se expresa en una relación sexual será único e indisoluble.
d) Fecundidad: esta se refiere al crecimiento que tanto el hombre como la mu-
jer deben experimentar en su relación, es decir, que ambos crezcan como
personas, en virtudes, alegría, en la capacidad para darse a los demás. La
fecundidad nos invita a dejar de lado el egoísmo, entregarnos y hacer feliz
al otro. Asimismo, abre la posibilidad a la llegada natural de los hijos y
nos invita a vivir la paternidad responsable, y de esta manera planear la
llegada de los hijos conforme nuestras capacidades físicas, emocionales,
espirituales y materiales.
135
Sexualidad y anticoncepción
Fertilidad
Las relaciones sexuales con entrega total, no implican traer al mundo todos
los hijos posibles; por el contrario, la paternidad responsable nos invita a
ir buscando la llegada de nuestros hijos conforme nuestras posibilidades
personales, emocionales, de educación y económicas.
Para esto la naturaleza femenina ha proveído de todas las herramientas
2
Sgreccia E, Spagnolo A, Di Pietro ML. Bioetica, manuale per i diplomi universitari della sanità. Milán: Vita e Pensiero; 2002; pág:
326.
136
Rosario Laris Echeverría
Posterior a una relación sexual, los espermatozoides viven dentro del cuer-
po de la mujer un máximo de 5 días, por lo que si consideramos estos datos
fisiológicos el periodo fertilidad de una mujer al mes es de aproximadamente
6 días al mes.4
Es así que los cambios hormonales durante todo el ciclo menstrual de la
mujer le permiten distinguir por medio de signos y síntomas los periodos
3
Pyper CM. Fertility awareness and natural family planning. Eur J Contracept Reprod Health Care 1997; 2(2):131-46.
4
Wilcox AJ, Weinberg CR, Baird DD. Timing of sexual intercourse in relation to ovulation. Effects on the probability of conception,
survival of the pregnancy, and sex of the baby. N Eng J Med 1995; 333(23):1517-21.
137
Sexualidad y anticoncepción
138
Rosario Laris Echeverría
Anticonceptivos
Los anticonceptivos se definen como sustancias, dispositivos o procedimien-
tos que buscan impedir un embarazo o que este siga su curso. Los anticon-
ceptivos vuelven la etapa fértil de la mujer en infértil, y esa infertilidad física,
puede abrir espacio para la infertilidad emocional, intelectual y espiritual y
afectar el matrimonio. La anticoncepción nos lleva a vivir relaciones sexuales
ajenas a la donación total y la apertura la vida.
Es importante dejar claro que los MRNF no son “anticonceptivos natura-
8
Rutllant M; Trullols LF. Sexualidad humana y práctica de los métodos naturales. Cuadernos de Bioética 2001; 45(2):131-39.
9
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10
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Contracept Reprod Health Care 2010; 15(2):113-23.
139
Sexualidad y anticoncepción
les”; pues nada tienen que ver con la anticoncepción. Los MRNF únicamente
proporcionan herramientas necesarias para reconocer los periodos de fertili-
dad y de no fertilidad en la mujer y así, en caso de querer postergar la llegada
de un hijo se deben evitar tener relaciones sexuales cuando la mujer se en-
cuentre en su etapa fértil; pero en ningún momento intervienen en la totalidad
de la entrega en una relación sexual.
11
http://berlex.bayerhealthcare.com/html/products/pi/Mirena_PI.pdf
12
http://www.spfiles.com/pinuvaring.pdf
13
http://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2009/021529s004lbl.pdf
14
http://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2008/021180s026lbl.pdf
140
Rosario Laris Echeverría
141
Sexualidad y anticoncepción
como abortivos.29
142
Rosario Laris Echeverría
sufrir cáncer de mama en comparación con personas que nunca han usado un
dispositivo intrauterino,36, 37 específicamente cáncer de mama de tipo lobular
y ductal.38
Es así, que está píldora puede actuar de las siguientes formas: si la mujer
no ha ovulado esta puede impedir la ovulación,41, 42, 43 pero algunas de estas
pastillas afectan al endometrio,44, 45 por lo que si la mujer ya ovuló, tuvo
relaciones sexuales y hubo fecundación, la capa interna del útero no estaría
36
Heikkinen, S., Koskenvuo, M., Malila, N. et al. Cancer Causes Control 2016 27: 249.
37
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38
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40
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41
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45
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143
Sexualidad y anticoncepción
144
Rosario Laris Echeverría
3. De barrera
Estos se pueden agrupar en:
145
Sexualidad y anticoncepción
4. Definitivos
68
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146
Rosario Laris Echeverría
147
Sexualidad y anticoncepción
Reflexiones
La sexualidad implica nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu, y gracias
a este cuerpo sexuado podemos expresar el amor, que puede culminar de
manera íntima y personal en una relación sexual. Hombre y mujer poseemos la
misma dignidad, inteligencia, voluntad y libertad; pero sentimos, pensamos,
y actuamos de manera distinta, cualidad que nos permite atraernos,
complementarnos y elegirnos para amar.
Las relaciones sexuales al tener dos fines inseparables, el “unitivo” y el
“procrativo”, nos invitan a aceptar al otro (nuestro amado) de manera total,
es decir recibir su cuerpo, mente, emociones y espíritu; así como su fertilidad;
razón por la cual los MRNF permiten identificar los días de fertilidad en la
mujer de los no fértiles y así en caso de querer esperar, posponer o espaciar la
llegada de sus hijos, evitarán tener relaciones sexuales los días fértiles; lo cual
no altera la totalidad en la entrega de amor dentro de una relación sexual.
Las relaciones sexuales están hechas para amar; es el acto más sagrado de
81
David M, Loftsgaarden M, Chukwudelunzu F. Embolic Stroke Caused by Staphylococcus lugdunensis Endocarditis Complica-
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148
Rosario Laris Echeverría
149
Sexualidad y anticoncepción
La invitación a vivir las relaciones sexuales como expresión del amor vivido
dentro de una relación de exclusividad y fidelidad por toda la vida, es decir,
dentro del matrimonio; permite tanto al hombre como a la mujer crecer como
personas, entregarse, forjar plena unión en la relación y genera el espacio ideal
para el nacimiento, crecimiento y formación de los hijos.
150
Rosario Laris Echeverría
151
El aborto
Rosario Laris MD, PhD.
Resumen
- La vida de toda persona comienza desde el momento de la fecundación,
es decir, de la unión del óvulo con el espermatozoide. Esta primer célula,
llamada cigoto, es una célula viva, única e irrepetible, con material
genético propio, y autónoma, es decir que ella modula por si misma su
crecimiento y desarrollo.
- La terminología “interrupción voluntaria del embarazo” debe ser re-
chazada pues “interrumpir” significa que algo, después de suspender-
se, puede ser nuevamente reanudado. En el aborto se suprime una vida
que no puede “recuperarse”.
- Dentro de los abortos provocados, encontramos la siguiente
clasificación:
152
Rosario Laris Echeverría
aunque el fin sea salvar a la madre, el medio utilizado sería matar al bebé.
El valor de la persona es intrínseco y el valor la madre es similar a la vida
del hijo.
3. Aborto criminal. En este tipo de aborto no existen razones de salud ni
en la madre ni en el bebé para llevarlo a cabo. Se lleva a cabo por: viola-
ción, problemas económicos o psicológicos para tener al hijo, embarazo
en adolescentes, falla de los anticonceptivos o incluso el tan caprichoso,
“embarazo no deseado.” El fin del aborto entonces es tranquilizar a la ma-
dre, guardar la “honra”, asegurar un “futuro económico” y para algunos
“respetar” el deseo de una mujer o una pareja, etc.
4. Aborto sexo selectivo: Es el aborto provocado que se realiza acorde con
la selección del sexo que desean los padres o la madre, y se lleva a cabo
durante el segundo trimestre de la gestación, que es el momento en que se
puede conocer el sexo del feto.
5. Aborto subconsciente: Es aquel aborto provocado, que se realiza
generalmente sin conciencia plena por parte de la mujer; tal es el caso del
uso de supuestos “anticonceptivos”, donde exista la posibilidad de actuar
como antiimplantatorio, por lo que en este caso se incurriría en la muerte
del cigoto, es decir, se provoca un aborto.
153
El aborto
154
Rosario Laris Echeverría
- Por otro lado se ha documentado que las mujeres que están embaraza-
das y no abortan, tienen menor riesgo de suicidio; pues la maternidad
es un factor protector contra el suicidio.
Inicio de la vida
La vida humana comienza desde el momento de la fecundación o fertilización, es
decir, de la unión del óvulo de la madre con el espermatozoide del padre Desde
el primer contacto y fusión de las membranas plasmáticas de ambas células re-
productoras, se inicia un proceso de desarrollo continuo e interdependiente de un
individuo genéticamente nuevo a su madre, que es persona.
Se habla de desarrollo continuo porque, siempre y cuando no exista una
intervención externa, se pueden observar distintas etapas coordinadas unas
con otras, cuyo orden no se puede variar ya que están predeterminadas gené-
ticamente.
Este desarrollo es interdependiente porque en cada etapa se activan o apa-
gan distintos genes que determinan el progreso, inicio y fin de cada ciclo, es
decir, a nivel genético, existe una interrelación entre cada etapa, lo que impide
que el proceso sea discontinuo.
Lo trascendental de este tipo de desarrollo es que se refiere al de un sujeto
155
El aborto
Aborto
Definición de aborto
La palabra aborto proviene del latín abortus, que a su vez deriva del término
156
Rosario Laris Echeverría
157
El aborto
158
Rosario Laris Echeverría
159
El aborto
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160
Rosario Laris Echeverría
161
El aborto
A nivel global, la mortalidad materna disminuyó 47% entre 1990 y el año 2010;
presentándose en este último 287,000 mujeres que murieron en el periodo del
embarazo, el parto y el puerperio. De este total, el 19% (56,000) de las muer-
tes maternas totales, se presentaron en la India, país donde el aborto es legal
desde 1972. Asimismo, China ocupa el onceavo lugar con mayor número de
muertes maternas en el mundo (6,000 cada año) y en este país el aborto es le-
gal, e incluso forma parte de políticas de “planificación familiar” después del
primer hijo en áreas urbanas y el segundo en rurales.28
Otro caso es Rusia, donde el aborto es legal desde hace muchas décadas,
y en el año 2008 la mortalidad materna fue 3 veces superior al promedio (39
muertes por cada 100,000 nacidos vivos),29 siendo la mayoría por hemorragia
y sepsis.30 Para el año 2010 los datos no variaron de manera significativa, pues
la mortalidad materna fue de 34. Estos datos contrastan con la República Che-
ca, donde el aborto es ilegal y en 2008 la mortalidad materna fue de 7 mujeres
por cada 100,000 nacidos vivos y para el 2010 disminuyó a 5 mujeres por cada
100,000 nacidos vivos; así mismo en el caso de Irlanda (donde también es ile-
gal), en el 2010 la mortalidad materna fue de 5 por cada 100,000 nacidos vivos.
Mencionaremos el especial caso de Chile. En este país de Latinoamerica-
27
World Health Organization. The World health report 2005: make every mother and child count. Geneva: World Health Orga-
nization; 2005.
28
World Health Organization. Trends in Maternal Mortality: 1990 to 2010 WHO, UNICEF, UNFPA and The World Bank estimates.
Geneva: World Health Organization; 2012.
29
Hogan MC, Foreman KJ, Naghavi M, Y Ahn S, Wang M, Makela SM, et al. Maternal mortality for 181 countries, 1980–2008: a
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30
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162
Rosario Laris Echeverría
no, el aborto es ilegal en todas sus formas desde 1989 y en el 2010 fue el país
con mortalidad materna más baja de esta región (25 por 100,000 nacidos vi-
vos), menor que la de Cuba (73 por 100,000 nacidos vivos) y Guyana (280 por
100,000 nacidos vivos), donde el aborto es legal sin restricciones. Haciendo
una comparación de datos entre 1990 y el año 2010, la mortalidad materna en
Chile disminuyó de 56 a 25 por cada 100,000 nacidos vivos (un 56%), y por el
contrario en Cuba y Guyana aumentaron de 63 a 73 (un 16%) y de 180 a 280
(un 51%) muertes por 100,000 nacidos vivos respectivamente. Es importante
mencionar que países donde el aborto es legal como estados Unidos y Cana-
dá, presentaron un aumento en la mortalidad materna de 12 mujeres por cada
100,000 nacidos vivos en 1990 a 21 en el 2001 (aumento del 65%), y de 6 en
1990 a 12 en el 2010 (un aumento de 101%) respectivamente.31
El caso de Chile demuestra que la legalización del aborto no disminuye la
mortalidad materna, y un nuevo estudio demuestra32 que desde 1957 al 2007,
en este país, la mortalidad materna disminuyó un 93.8%, debido a un incre-
mento en el nivel educativo de las madres, así como en mejora en los servicios
de salud de este país, sin que la despenalización del aborto tuviera ninguna
relación con estas cifras; y por el contrario concluye que desde 1989 (año en
que se prohibió el aborto en todas sus formas) esta disminuyó de 41.3 a 12.7
por 100,000 nacidos vivos, lo que indica un porcentaje de 69.2%.
La legalidad o ilegalidad del aborto no afecta la mortalidad materna; lo
que sí la disminuye, son los partos atendidos por personal calificado. Un es-
tudio realizado en los 32 estados de México, encontró que el estatus legal del
aborto no es el factor que aumenta la mortalidad materna, sino otros factores
de desarrollo humano como acceso a servicios obstétricos de urgencia y ser-
31
Weitz TA, Taylor D, Desai S, et al. Safety of Aspiration Abortion Performed by Nurse Practitioners, Certified Nurse Midwives,
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163
El aborto
164
Rosario Laris Echeverría
En Reino Unido, el aborto es legal desde hace varias décadas. En el año 2004,
se llevaron a cabo 185,400 abortos provocados,37 un 2.1% más que en el 2003
que se llevaron a cabo 181,600. Y en 2006, se llevaron a cabo 193,700 abortos,
3.9% más que en 2005, que se llevaron 186,400 abortos.38 En 1968 se practi-
caron 23,641 abortos, y en el año 2004, la cifra fue de 194,197. Es decir que
desde su legalización ha aumentado más del 800%. En los últimos 10 años, el
aumento de abortos ha sido del 17%. Actualmente en Inglaterra el 79% de los
abortos, se llevan a cabo en la adolescencia.39
Cifras de otros países, nos indican por ejemplo que en Nueva Zelanda el
aborto es legal desde 1977. Estudios indican que hasta el 25% de mujeres me-
nores de 21 años han estado embarazadas, y casi el 31% han tenido un aborto
provocado.40 En Noruega el aborto es legal desde 1978, y se llevan a cabo
15,000 abortos al año (dentro de una población de 4.6 millones de personas).41
En Francia de 1988 al 2006 se llevaron a cabo más de 1.2 millones de abortos
mayores a 7 semanas de gestación.42 En Canadá se presentan 100,000 abortos
al año.43 En Estados Unidos, casi 1 de cada 4 embarazos termina en aborto
provocado anualmente. En el año 2004 se llevaron a cabo 839,226 abortos en
dicho país.44
En la Ciudad de México, el aborto se despenalizó en el 25 de abril del año
2007 y las cifras oficiales indican que en el año 2008 se llevaron a cabo 10,137
abortos, para el 2015 ya eran 14,390; y a más de 9 años de la legalización se
37
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165
El aborto
han llevado más de 138,000 abortos tan solo en los hospitales públicos de la
Ciudad.
Asimismo, según datos del INEGI en el año 2006 fallecieron 7,831 mu-
jeres de entre 15 y 29 años, donde una de cada cinco falleció a causa de un
accidente (1,566); 12.6% por tumores malignos (984) y 8% por complicaciones
en el embarazo, parto o puerperio murieron 627 mujeres.47 En el año 2015, el
INEGI reportó 944 muertes de mujeres a nivel nacional de todas las edades,
relacionadas con el embarazo, partir y el puerperio.48
Estudios científicos recientes han revelado que para grupos promotores
del aborto sobre estimaron hasta 1,000 veces la realidad del aborto en la Ciu-
dad de México para lograr la despenalización del mismo; pues las cifras ob-
45
(INEGI) INdEIyG. Hombres y Mujeres en México. 7a edición ed. México: INEGI; 2003.
46
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48
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Rosario Laris Echeverría
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El aborto
168
Rosario Laris Echeverría
169
El aborto
que dichas mujeres tienen 220 veces más riesgo de consumir marihuana y 110
veces más de consumir alcohol que aquellas que no han abortado.
Asimismo, publicaciones de 200570 y 200371 concluyen que las mujeres con
una historia clínica de aborto inducido son 3 veces más propensas a usar dro-
gas ilegales durante un embarazo posterior. Así mismo 200272 reporta que las
mujeres que presentaron aborto inducido, contra las que llevaron a término
su embarazo, presentan 42%, 30%, y 16% a 180 días, 1 año, y 2 años, mayor
incidencia en la necesidad de tratamiento psiquiátrico. Asimismo en su es-
tudio del 2005 publicado en Acta Paediatrica,73 compara dos grupos de
mujeres con y sin pérdidas perinatales y el riesgo de abuso físico hacia niños,
encontrado que en el caso de pérdidas, este es 99% más alto que en el otro
grupo, y 189% mayor si las pérdidas eran múltiples; pero este aumentaba en
un 1,237% si los abortos inducidos fueron múltiples.
El Dr. Reardon y colaboradores74 concluyen en 2011, al estudiar a toda la
población mujeres de Dinamarca que las mujeres que abortaron en su primer
embarazo antes de las 12 semanas de gestación, se asocia con un 80% mayor
riesgo de muerte durante el primer año y un 40% más riesgo de muerte en 10
años. Resultados similares se reportan en el estudio en población danesa en
2012,75 en el cual se concluye que existe un aumento de muerte de 45%, 114%
y191% por 1, 2 y 3 abortos respectivamente, al compararlo con las mujeres que
no han tenido un aborto; y se destaca que la mortalidad materna disminuye
en aquellas mujeres que han tenido dos o tres nacimientos, contra las que no
70
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172
Rosario Laris Echeverría
Reflexiones
Aunque mucho se ha argumentado que el aborto es un derecho de las muje-
res, y que esta práctica no afecta la integridad de ellas, esto es falso. El hecho
que la mujer decida libremente sobre su cuerpo, no incluye a otra persona,
como lo es el niño en gestación. La ciencia ha demostrado ampliamente que
desde la concepción, existe una nueva persona humana; un individuo con pa-
trimonio genético propio, que tiene fuerza interna propia que le permite cre-
cer y autonomía para modular su desarrollo. Claro, él depende de su madre
para recibir oxígeno y alimento, y seguirá dependiendo de sus padres incluso
varios años posteriores a su nacimiento.
La situación de una mujer ante un embarazo inesperado, debe llevar a
plantearnos, como sociedad, muchas preguntas, para las cuales lamentable-
mente el sistema jurídico, político y social de nuestro país parece no tener res-
puesta: ¿Por qué, la mujer debe cargar con la responsabilidad del embarazo, si
para su procreación se necesitó también del hombre?, ¿Por qué no promover
políticas públicas que permitan a la mujer vivir de manera más segura su ma-
ternidad, en vez de hacer todo lo posible por enfrentarla contra su hijo?
Como sociedad, es necesario que demos solución a los problemas de fondo,
de una manera justa, sin ideologías, ni excluyendo a nadie de sus derechos.
¿Cuántas madres que recurren al aborto lo hacen con un profundo desgarro
interior impulsadas la mayoría de las veces, por un sentimiento de angustia y
abandono? Detrás de esta acción, se puede esconder el desamparo y la incom-
prensión del padre de su hijo, de su familia y de la sociedad, lo que la vuelve
profundamente vulnerable ante el reto que le permitiría llevar a feliz término su
embarazo; por lo que es fundamental impulsar políticas públicas que apoyen a
la mujer y a su hijo no nacido, como lo son:
173
El aborto
45 días antes del parto y 45 días posteriores al mismo; por lo que lograr
una ampliación a seis meses (como ya lo ofrecen países Latinoamericanos
como Chile) puede lograr que la maternidad nunca sea un obstáculo para
acceder a un trabajo, ni el trabajo un obstáculo para ser madre.
2. Contar con guarderías de calidad en los centros de trabajo; para que de
esta forma puede promoverse la lactancia materna, y la madre se sienta
segura al saber que ante cualquier emergencia se encuentra cerca de su
hijo.
3. Implementar programas para la defensa de la maternidad vulnerable, que
incluya psicólogos, abogados, sociólogos y asistentes sociales, que presten
atención presencial y en línea a mujeres con problemas relacionados con
el embarazo o la maternidad, tales embarazos no esperados, duelo por
pérdida de un hijo, licencias laborales por maternidad, problemas de
pensión de alimentos, entre otros.
4. Impulsar programas de educación sexual para padres e hijos, donde se
compagine información científicamente veraz con actividades vinculadas
a la formación del carácter y la afectividad que promueva el retraso del
inicio de la vida sexual en la adolescencia y juventud temprana y les per-
mitan crecer, desarrollarse y hacer frente a sus actos. Proveer herramientas
educativas donde aprendan a amar y relacionarse con el prójimo con todo
el valor que tienen como personas sexuadas femeninas y masculinas.
5. En caso de adolescentes o jóvenes que hayan sido madres; debe contarse
con programas orientados hacia sus necesidades específicas, donde se fo-
mente la reinserción educacional y laboral, capacitación en el cuidado de
niños, etc.
6. Ante la realidad que una mujer no pueda o no quiera cuidar de su hijo por
nacer; debe fomentarse el tema de la adopción. Miles de familias en todo el
país esperan la llegada de un hijo; y la adopción para muchos de ellos es la
174
Rosario Laris Echeverría
mejor opción; siendo así que estos niños “inesperados” para algunas mu-
jeres, son ya deseados y amados por otras familias que los esperan con los
brazos abiertos. La adopción es una opción de vida.
175
Clonación
Dora Gilda Mayén Molina MD, PhD
Resumen
1. La clonación es el proceso mediante el cual, de manera no sexual, se
obtienen dos células, moléculas u organismos idénticos ya desarrollados.
2. El origen de las células que se van a emplear en la clonación tiene al menos
tres fuentes: fertilización in vitro, activación partenogenética y transferen-
cia nuclear somática.
3. Las células madre o troncales se obtienen a partir del embrión o en la vida
post-natal.
4. Las células madre embrionarias son pluripotenciales y pueden originar
diferentes tipos celulares, si bien la manipulación del embrión implica
problemas éticos importantes.
5. La obtención de células madre del adulto, tiene menos implicaciones éti-
cas ya que son obtenidas a partir de la médula ósea, sangre del cordón
umbilical al nacimiento o pulpa dentaria en la infancia, aunque su pluri-
potencialidad es menor a la de las embrionarias.
6. Existen dos tipos de clonación: reproductiva y terapéutica.
176
Dora Gilda Mayén Molina
Glosario de términos1, 2, 3
ADN
Ácido desoxirribonucleico, constituye el genoma humano. La mayor parte se
encuentra dentro del núcleo de la célula y una menor proporción en las mito-
condrias del citoplasma de la célula.
Célula somática
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2
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3
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V, Uranga Hernández RD, Zafra de la Rosa G: Genética clínica. Capítulo 4, pag 101-124. Ed. El Manual Moderno, México DF
2012. ISBN: 978-607-448-251-5.
177
Clonación
Se refiere a todas y cada una de las células del cuerpo del ser humano, contiene
el material genético contenido en 46 cromosomas (número diploide).
Célula germinal
Se refiere al óvulo y al espermatozoide humanos que contienen la mitad
del material genético que requiere un individuo, es decir 23 cromosomas
(número haploide). Estas células al fusionar su material genético durante
la fecundación o concepción originan 46 cromosomas (número diploide).
Cigoto
Es la primera célula que dará origen a un ser humano, se forma durante la
fecundación o concepción cuando el espermatozoide penetra al ovocito. Es el
comienzo de un nuevo ser humano, a partir de esta etapa contiene el núme-
ro diploide de cromosomas que mantendrá el resto de su vida un individuo
(n=46).
Cromosomas
Son estructuras que contienen al ADN. La especie humana cuenta con 46 cro-
mosomas, lo que se conoce como número diploide, dado que cada uno de los
progenitores aporta la mitad de éstos es decir 23, que es el número haploide.
Embrión
Se forma posterior a la división de la primera célula o cigoto para originar dos
células hijas idénticas y de ahí en adelante no detiene dicha división celular
hasta el nacimiento. Se considera como ser humano en desarrollo durante los
primeros estadios. El período embrionario se extiende hasta el final de la octa-
va semana (56 días), momento en el que están presentes los esbozos de todas
las estructuras principales.
178
Dora Gilda Mayén Molina
Epigenética
Estudio de los rasgos hereditarios que no dependen de la secuencia primaria
del ADN, es el resultado de la interacción entre los genes y sus productos
durante el desarrollo.
Espermatozoide
Célula germinal masculina que contiene el material genético del padre, no es
un cigoto ni un embrión. Contiene el número haploide de cromosomas huma-
nos (n=23).
Feto
Es el individuo en desarrollo después de la octava semana y hasta el nacimiento.
Durante el período fetal tiene lugar la diferenciación y el crecimiento de los
tejidos y órganos.
Óvulo (ovocito)
Célula germinal femenina que contiene el material genético de la madre, no
es un cigoto ni un embrión. Contiene el número haploide de cromosomas
humanos (n=23).
Transferencia nuclear
Fusión de una célula adulta –que contiene tanto cromosomas paternos como
maternos– con un ovocito al cual previamente se le han extraído sus cromo-
somas, posteriormente el embrión es transferido al útero de una madre su-
brogada, para finalmente obtener un producto clonado que es una copia del
organismo del que se obtuvo la célula adulta.4
4
Callaway E. Dolly at 20: The inside story on the world’s most famous sheep. Nature. 2016 Jun 29;534(7609):604-8. doi:
10.1038/534604a.
179
Clonación
Clonación
La clonación es el proceso mediante el cual, de manera no sexual, se obtienen
dos células, moléculas u organismos idénticos ya desarrollados. La clonación
molecular y la celular son empleadas como procedimientos de laboratorio
desde hace varias décadas con aplicaciones de diagnóstico y tratamiento mé-
dicos y en diversos procesos industriales y se basa en el cultivo de las células
de interés. El cultivo para mantener vivas células y tejidos presenta gran im-
pacto también en medicina regenerativa.5
La clonación de células de organismos superiores conocidos como
eucariontes, conlleva implicaciones bioéticas sumamente importantes. Existen
dos tipos de clonación: reproductiva y terapéutica.
Clonación reproductiva
Existe evidencia en diversos tipos de mamíferos y podría ser empleada en el
ser humano. Fue empleada en forma exitosa por primera vez en un mamífero
a partir de una célula epitelial adulta por el equipo de Ian Wilmut. La oveja
Dolly nació el 5 de julio de 1996 en el Instituto Roslin en Edimburgo, Reino
Unido, vivió durante seis años y medio y procreó diversas generaciones de
ovejas. En 2003 empezó a mostrar datos de enfermedad tumoral en los pul-
mones que la llevó a la muerte. La trascendencia de este experimento es que
se reconoció la existencia de factores en el ovocito que al entrar en contacto con
cromosomas de una célula adulta, le permite re-programarse a un estado em-
brionario y dar origen a un nuevo individuo idéntico al de la célula donadora
y con la posibilidad de originar líneas celulares diferentes con su potencial
empleo en el tratamiento de enfermedades humanas. Sin embargo aún queda
mucho por investigar entre otras cosas el envejecimiento prematuro de Do-
5
Sovario Ambesi-lmpiombato: La clonación En: Cuadernos de Bioética 2000/1’. pag 48-55. http://aebioetica.org/revis-
tas/2000/1/41/48.pdf
180
Dora Gilda Mayén Molina
Clonación terapéutica
Se refiere a la potencialidad de originar líneas celulares diferentes –lo cual está
aún en investigación– para el tratamiento de enfermedades humanas como
la diabetes mellitus, el infarto del miocardio y la enfermedad de Alzheimer,
entre otras.
El origen de las células que se van a emplear en la clonación tiene al menos
tres fuentes: fertilización in vitro, activación partenogenética y transferencia
nuclear somática, ésta última empleada con la oveja Dolly. Cualquiera de es-
tos mecanismos genera un cigoto a partir del cual se pueden extraer en eta-
pas tempranas (blastocisto) células pluripotenciales conocidas como células
madre embrionarias; asimismo si se deja evolucionar hacia el estado embrio-
nario ésta puede ser otra fuente más de este tipo de células. En estas células
pluripotenciales en cultivo es posible inducir su diferenciación hacia la estirpe
celular de interés para su empleo en terapia regenerativa. Otro tipo de células
pluripotenciales, son las obtenidas posterior al nacimiento, en la infancia y en
la vida adulta de una persona como la sangre del cordón umbilical, las células
de la pulpa del diente y células de la médula ósea. Si bien es posible también
inducir la pluripotencialidad, la cantidad es menor y el estadío de diferencia-
ción celular más avanzado, sin embargo son de fácil acceso y las limitaciones
6
Wilmut I, Bai Y, Taylor J.2015 Somatic cell nuclear transfer: origins, the present position and future opportunities. Phil.Trans. R.
Soc. B 370: 20140366. http://dx.doi.org/10.1098/rstb.2014.0366.
181
Clonación
éticas son menores y han permitido la mejoría del paciente en etapa crítica de
algunas neoplasias como es el caso de las leucemias, enfermedades hematoló-
gicas y de algunos errores congénitos del metabolismo, si bien no es curativa.7
Sin embargo como menciona López Moratalla: “…la aplicación terapéu-
tica se adelanta al conocimiento básico de los mecanismos implicados en los
procesos de desarrollo embrionario, maduración, regeneración celular y tisu-
lar….las opciones para la obtención de muestras biológicas humanas tanto
para su uso médico como de investigación, no son siempre neutras”; por otra
parte aún se desconocen el mecanismo de envejecimiento de las células tron-
cales, su capacidad de auto-renovarse, proliferar, diferenciarse y finalmente
desarrollar sistemas que aseguren su incorporación al tejido afectado”.
En ambos tipos de clonación, las implicaciones bioéticas a considerar son
muy importantes cuando la fuente de las células madre es el embrión. A pesar
de tener el mismo contenido cromosómico de una célula somática es diferente
a esta por diversos motivos, como el hecho de que a partir de la fecundación
se activa la división celular hasta lograr el desarrollo del ser humano, se ini-
cian cambios epigenéticos y se activan genes propios de la etapa embrionaria.8
7
López Moratalla N: Ética de la investigación en terapia regenerativa. Red de Revistas científicas de América Latina y del Caribe,
España y Portugal. Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª. 195-210. http://www.redalyc.org/html/875/87506601/
8
Huerta Zepeda A: Tiempo de pensar: el inicio de la vida humana ante la ciencia. En: Traslosheros J.E. El debate por la vida.
Capítulo tercero: La condición humana del embrión, pag. 37-57. Editorial Porrúa, México, 2ª edición. 2008
182
Reproducción asistida
Javier Marcó Bach
Resumen
• Existen dos grupos de técnicas de reproducción asistida (TRA), las in situ
o intracorpóreas donde la fecundación y el desarrollo del embrión es en
el cuerpo de la mujer. Comprenden la Inseminación Artificial y la Trans-
ferencia Intratubárica de Gametos, que tienen menos problemas éticos
respecto al segundo grupo. El otro tipo de técnicas son las in vitro o ex-
tracorpóreas, donde la fecundación y los primeros días de desarrollo del
embrión tiene lugar en el laboratorio. Corresponden a la fecundación in
vitro (FIV) y la Inyección intratubárica de Espermatozpides (ICSI), que
son las más utilizadas, las que presentan mayores problemas éticos y en
las que nos centraremos.
• La FIV y la ICSI presentan muchos problemas técnicos y riesgos. Entre
ellos está que la paciente se somete a un fuerte tratamiento hormonal para
conseguir una superovulación de 10 a 15 óvulos; que no hay selección de
gametos, lo que aumenta la formación de embriones defectuosos respecto
a un embarazo natural; se cultivan los embriones en el laboratorio en un
medio no natural, lo que altera el desarrollo del embrión. Todo ello ocasio-
183
Reproducción asistida
na que las TRA sean de bajo éxito (la media mundial es 20% de nacimien-
tos por cada aspiración óvulos, lo que corresponde al 8% en cada transfe-
rencia de embriones), que más del 90% de los embriones formados en el
laboratorio mueren, y los que sobreviven tienen más problemas de salud.
• El fin de las TRA es bueno, pero hay que considerar el aspecto ético del
medio, ya que el fin no justifica el medio. Además de los aspectos positi-
vos que se utilizan para justificar la FIV, existen 8 grandes problemas o
aspectos negativos de la técnica, que se tienden a silenciar a los pacientes
y son poco conocidos, pero que son necesarios conocer para valorar el
aspecto ético del medio utilizado. Estos son:
• La elevada mortandad de embriones que implica la técnica, más del 90%
de los formados en el laboratorio y que son los verdaderos pacientes.
• El destino de los embriones sobrantes, que se congelan, se destruyen o son
utilizados para la investigación y la manipulación genética si no son recla-
mados por los padres y no siguen pagando para mantenerlos congelados.
• La elevada cifra de embarazos múltiples que implica la técnica, lo que
aumenta los riesgos para la madre e hijos.
• No se informa al paciente de forma adecuada, con base en los riesgos y
beneficios, siendo una información parcial y el consentimiento que se ob-
tiene no es válidamente informado.
• Es un medio de fabricación de seres humanos, que sustituye a la pareja, sin
solucionarles su infertilidad y alterando el sistema natural de transmisión
de la vida, con las implicaciones que conlleva de mercantilización.
184
Javier Marcó Bach
1
Hilgers TW. Medical and Surgical Practice NaProtechnology. Institute Press, Omaha, Nebraska, EU, 2004. p. 1245. “http://www.
naprotechnology.com”
185
Reproducción asistida
186
Javier Marcó Bach
187
Reproducción asistida
4. La fecundación in vitro
Se añaden unos 100 mil espermatozoides por óvulo, pero no siempre los óvu-
los logran fecundarse, ya que pueden estar dañados. El gran problema de esta
fase es la falta de selección de los gametos, lo que aumenta la tasa de embrio-
nes con anomalías. En el proceso natural se liberan más de 200 millones de
espermatozoides en la eyaculación, y sólo uno, el más perfecto y capaz pene-
trará el óvulo. Pero en la FIV no se puede realizar esta selección. Lo mismo
ocurre con los óvulos, ya que en cada ciclo se desarrollan unos 12 folículos y
sólo uno ovula, el más perfecto. Sin embargo, este mecanismo de selección
no es posible en la FIV, lo que implica que los embriones generados in vitro
tengan una mayor proporción de anomalías genéticas, problemas en el desa-
rrollo, con mayores riesgos para el feto y una menor viabilidad respecto a los
embriones generados naturalmente. Esto es especialmente problemático en la
ICSI, donde se inyecta al óvulo un espermatozoide de un varón con deficiente
capacidad fecundante, a veces debido a alteraciones genéticas, de forma que los
hijos varones obtenidos pueden heredar la infertilidad paterna y sufrir altera-
ciones en su desarrollo.5
188
Javier Marcó Bach
189
Reproducción asistida
hormonal, por la falta de selección de gametos, por el cultivo in vitro del em-
brión en un medio no natural, o por cuerpos lúteos insuficientes debido a una
excesiva aspiración de la granulosa durante la aspiración del óvulo. También
puede deberse a la congelación previa del embrión, los endometrios no bien
preparados para la implantación ya que muchas veces la hiperestimulación
ovárica es un factor negativo para la receptividad endometrial. También influ-
ye un exceso de estrógenos durante la fase folicular, o por una hiperprolacti-
nemia que puede producirse por la ansiedad de la paciente o por la anestesia.
Por último, la misma infertilidad de los progenitores puede causar problemas
en el desarrollo del embrión.
190
Javier Marcó Bach
191
Reproducción asistida
192
Javier Marcó Bach
Como toda técnica médica, el fin de la FIV es bueno, ya que se trata de ayudar
al paciente con infertilidad. Sin embargo, no puede justificarse una técnica
sólo por su fin, sin considerar el aspecto ético del medio utilizado. El fin no
justifica los medios. Pero a veces se pretende justificar la FIV sólo por su fin,
enmascarando el aspecto ético del medio. Para determinar si el medio utiliza-
do en la FIV es éticamente correcto, se van a considerar los aspectos positivos
que se suelen presentar para justificarla técnica, que son muy conocidos, pero
además se verán los aspectos problemáticos o negativos de la técnica. Estos
últimos se tienden a silenciar y son menos conocidos, pero son necesarios
conocerlos para poder determinar si el medio es éticamente adecuado o in-
adecuado. Entre los aspectos positivos que se suelen presentar para la justifi-
cación de la FIV están:
193
Reproducción asistida
son hipofértiles y que podrían conseguir un hijo por otros medios más éticos.13
194
Javier Marcó Bach
14
Rimm AA, Katayama AC, Diaz M, Katayama KP. Meta-analysis of controlled studies comparing major malformation rates in
IVF and ICSI infants with naturally conceived children. J. Assist. Reprod. Genet. 2004; 21 (12): 437-43.
195
Reproducción asistida
196
Javier Marcó Bach
y produce una mortandad de más del 90% de los embriones. El que mueran
embriones en el proceso natural no justifica ni faculta el realizarlo técnicamen-
te, ya que las muertes de la FIV son responsabilidad humana y no del azar de
la naturaleza, al ser muertes voluntariamente aceptadas o toleradas. No es lo
mismo que existan muertes por una catástrofe natural, que realizar una acción
que se sabe que tendrá ese efecto. El producirlo voluntariamente no tiene nun-
ca justificación, y en la FIV se producen embriones que se sabe que más del
90% morirán por los defectos de la técnica.
197
Reproducción asistida
198
Javier Marcó Bach
199
Reproducción asistida
200
Javier Marcó Bach
El límite ético de las TRA debe ser manipular para ayudar a la unión fe-
cunda de la pareja, superando los obstáculos que impiden la fertilidad. Pero
no es ético el sustituir a la pareja, produciendo embriones en el laboratorio,
como es el caso de la FIV o la ICSI. La ciencia debe seguir investigando medios
eficaces, de bajo riesgo y respetuosos de la dignidad humana, para ayudar a
quienes sufren el problema de infertilidad, ya que el sufrimiento de los espo-
sos debe ser comprendido y valorado adecuadamente. Sin embargo, la bioé-
tica permite reflexionar sobre los límites en los que debe circunscribirse esa
acción, que excluye la sustitución del acto procreador. El médico está al ser-
vicio de la persona y la procreación humana, y no le corresponde el disponer
sobre ellas. La intervención médica no puede sustituir técnicamente al acto
conyugal, para obtener una procreación que no es ni su resultado, ni su fruto
en este caso, ni está al servicio de la unión conyugal, sino que se apropia de la
función procreadora, contradiciendo la dignidad y los derechos inalienables
de los esposos y de la persona que ha de nacer.19
19
Código de Bioética para el Personal de Salud. Secretaría de Salud. Comisión Nacional de Bioética, Mayo de 2002.
201
Reproducción asistida
202
Javier Marcó Bach
al niño las posibilidades para que sea capaz de alcanzar su finalidad última,
es decir, su autorrealización, aunque el hijo, con su libre albedrío, decidirá
cómo aprovechar esas posibilidades. Justamente estas posibilidades comien-
zan con su procreación, en donde el ejercicio de la libertad humana es puesto
al servicio del amor por donación mutua, completa, personalísima e insusti-
tuible. Posteriormente, el resto de las decisiones que los progenitores tomen,
continúan en esta línea de búsqueda amorosa y responsable de las mejores
condiciones para el desarrollo del hijo como persona en todos los niveles.
203
Reproducción asistida
neamente, sin utilización de TRA. Los resultados han sido ajustados con base
en la edad de la madre y a menudo a otros factores (sexo, medicación durante
el embarazo, nivel educacional de la madre, ser bebedor o fumador). La gran
mayoría de los meta-análisis obtienen un incremento significativo del riesgo
para las madres y los hijos cuando se conciben con la FIV y/o ICSI respecto a
las madres que conciben espontáneamente. Se van a describir principalmente
los efectos adversos en los embarazos únicos, para no introducir el factor del
embarazo múltiple, que incrementa todavía más el riesgo, a pesar de que con
estas técnicas aumentan mucho los embarazos múltiples. Los principales ries-
gos físicos son los siguientes:
204
Javier Marcó Bach
ción y costo del cuidado de los niños de FIV. También los niños únicos nacidos
con FIV presentan un incremento significativo de la frecuencia de ingreso en
el hospital respecto a los concebidos naturalmente, están más días ingresados
y el costo es 2.6 veces mayor respecto a los concebido naturalmente.26
205
Reproducción asistida
Cuadro I
Incremento de enfermedades en el hijo único secundarias a la FIV y la ICSI
IVF and ICSI infants with naturally conceived children. J Assist Reprod Genet. 2004;21(12):437-43.
32
Hansen, M, Kurinczuk JJ, Milne E, de Klerk N, Bower C. Assisted reproductive technology and birth defects: a systematic
review and meta-analysis. Hum Reprod Update 2013; 19(4):330–53.
33
Bonduelle M, Liebaers I, Deketelaere V, Derde MP, Camus M, Devroey P, Van Steirteghem A. Neonatal data on a cohort of 2889
infants born alter ICSI (1991-1999) and of 2995 infants born alter IVF (1983-1999). Hum Reprod. 2002; 17 (3):671-94.
34
Wen J, Jiang J, Ding C, Dai J, Liu Y, Xia Y, Liu J, Hu Z. Birth defects in children conceived by in vitro fertilization and intracyto-
plasmic sperm injection: a meta-analysis. Fertil Steril 2012;97 (6):1331–7.
35
Hansen, M, Kurinczuk JJ, Bower C, Webb S. The risk of major birth defects after intracytoplasmic sperm injection and in Vitro
fertilization. N Eng J Med. 2002; 346(10):725-30.
206
Javier Marcó Bach
Figura 1
Prevalencia de defectos mayores al nacimiento, durante el primer año de
vida
Por último, se han descrito niños de FIV con quimerismo y hermafroditismo,
que parece deberse a la fusión de dos embriones en las primeras etapas del
desarrollo para formar un solo individuo,36, 37 de forma que se ha propuesto
revisar todos los niños de FIV, ya que este fenómeno puede haberse dado en
más casos.
En resumen, los niños de FIV respecto a los de embarazo natural tienen
más riesgos perinatal, a medio plazo y más secuelas a largo plazo, más si pro-
vienen de embarazos múltiples. Tienen más muerte súbita y postnatal, y los
que sobreviven, son niños con peor salud, que requieren más cuidado neona-
36
Simon-Bouy B, Plachot M, Mokdad A, Lavaud N, Muti C, Bazin A, Vialard F, Belaisch-Allart J. Possible human chimera detec-
ted prenatally after in vitro fertilization: a case report. Prenat Diagn. 2003; 23(11):935-7.
37
Strain L, Dean JC, Hamilton MP, Bonthron DT (1998). A true hermaphrodite chimera resulting from embryo amalgamation
after in vitro fertilization. N Engl J Med 1988; 338 (3):166-9.
207
Reproducción asistida
9 ICSI
tos mayores al nacimiento
8
IVF
7
6
Natural Concepción
5
4
3
2
1
0
Prenatal <1 wk <1 mo <3 mo <6 mo <12 mo
Abreviaturas: 1wk: 1 semana; 1mo: 1 mes; 3mo: 3 meses; 6mo: 6 meses; 12mo: 12 meses.
208
Javier Marcó Bach
209
Reproducción asistida
210
Javier Marcó Bach
211
Reproducción asistida
45
Kopeika J, Thornhill A, Khalaf Y. The effect of cryopreservation on the genome of gametes and embryos: principles of cryobio-
logy and critical appraisal of the evidence. Hum Reprod Update 2015; 21(2):209–27.
46
Halliday JL, Ukoumunne OC, Baker HW, Breheny S, Jaques AM, Garrett C, Healy D, Amor D. Increased risk of blastogenesis
birth defects, arising in the first 4 weeks of pregnancy, after assisted reproductive technologies. Hum Reprod 2010;25:59–65.
47
Kazaura M, Lie RT, Skjaerven R. Paternal age and the risk of birth defects in Norway. Ann Epidemiol 2004;14(8):566-70.
48
Davies MJ, Moore VM, Willson KJ, Van Essen P, Priest K, Scott H, Haan EA, Chan A. Reproductive technologies and the risk of
birth defects. N Engl J Med. 2012; 366(19):1803-13.
212
Javier Marcó Bach
1. Aspectos médicos
Cada vez hay más publicaciones que reportan que la FIV incrementa el riesgo
49
Ludwig M. Malformation risk in subfertile couples. Reprod Biomed Online 2012; 25(3):225-6.
50
Romundstad LB, Romundstad PR, Sunde A, von Düring V, Skjaerven R, Gunnell D, Vatten LJ. Effects of technology or maternal
factors on perinatal outcome after assisted fertilisation: a population-based cohort study. Lancet 2008; 372: 737–43.
51
Henningsen AK, Pinborg A, Lidegaard O, Vestergaard C, Forman JL, Andersen AN. Perinatal outcome of singleton siblings
born after assisted reproductive technology and spontaneous conception: Danish national sibling-cohort study. Fertil Steril 2011;
95:959–63.
52
Marino JL, Moore VM, Rumbold AR, Davies MJ. Fertility treatments and the young women who use them: an Australian
cohort study. Hum Reprod 2011;26:473-79.
213
Reproducción asistida
fetal respecto al embarazo natural, por los problemas de la técnica. Por la gran
cantidad de publicaciones sobre los riesgos de la FIV está justificado el dar
una voz de alarma científica sobre los efectos de la FIV, lo que da lugar a dile-
ma ético real. Por otra parte, la FIV no cumple la evaluación riesgo-beneficio
para la salud que exige la ley General de Salud de México (LGS, art. 17
bis). Además, no se informa al paciente “con base en los riesgos y beneficios”,
según indica el Código de Conducta para el Personal de Salud del 2002 de la
Comisión Nacional de Bioética de México. Tampoco se informa adecuada-
mente al paciente, de forma que su consentimiento es parcial, cuando la ley
General de Salud exige que debe ser válidamente informado (LGS, art. 77 bis
37, IX). Por todos estos aspectos negativos, la FIV resulta éticamente reproba-
ble.
Bajo los principios de la bioética, hay que considerar el Principio de Be-
neficencia, que es sólo para satisfacer el deseo de los padres de tener un hijo,
y que se contrapone al Principio de No Maleficiencia de no ocasionar daño.
Como en la FIV aumenta significativamente el riesgo de muerte, de enferme-
dad o malformaciones permanentes en el hijo, el juicio ético debe ser negativo.
No justificable el producir vida humana en el laboratorio con tanta mortan-
dad y riesgos, explotando la vida para satisfacer un deseo. En la FIV se ante-
pone deseo de unos padres, al derecho del hijo a ser concebido de modo digno
y seguro. El legítimo deseo a un hijo no justifica el utilizar cualquier medio,
especialmente cuando no es una urgencia vital y hay otras alternativas, como
la Naprotecnología.
Nadie puede cuestionar la licitud de un acto terapéutico justificado. Es
correcto el tratar de superar los obstáculos para poder procrear de acuerdo
a la naturaleza que poseo, es decir, dentro del marco procreativo de la unión
conyugal, y emplear el conocimiento científico para ayudar a restablecer el
funcionamiento de la naturaleza biológica. El límite ético de la reproducción
214
Javier Marcó Bach
humana es que las manipulaciones deben ser solo ayudar a que la unión cor-
poral de la pareja sea fecunda, pero no para sustituirla. Sin embargo, a pesar
de denominarse técnicas de reproducción asistida, las técnicas de FIV no son
terapéuticas, es decir, no curan la infertilidad, ya que la pareja seguirá siendo
infértil después de tener el hijo, si es que lo consiguen. La FIV en realidad es
una técnica sustitutiva del acto conyugal, en su doble dimensión unitiva y
procreativa, que algunas veces logran la concepción del hijo, empleando unos
medios inadecuados y con consecuencias que pueden ser muy graves. Ya he-
mos mencionado la elevada mortandad de muchos hermanitos formados en
el laboratorio, además de suprimir la vida de los “hermanitos sobrantes” o la
congelación de los mismos, que pone en peligro la vida del embrión.
215
Reproducción asistida
ción ética sobre el procedimiento para satisfacerlo. Por otra parte, los equipos
médicos tratan de responder a la demanda creada, buscando el aspecto lucra-
tivo de estas técnicas, sin más límite que lo técnicamente posible, y rechazan-
do cualquier consideración ética sobre el medio. Sin embargo, sabemos que los
progenitores que se someten a estas técnicas no son plenamente conscientes de
estas pulsiones, y sus sentimientos son los normales en cualquier pareja que se
ama. No es nuestra intención cuestionar los sentimientos de nadie, ya que en sí
mismos no pueden ser puestos en tela de juicio, sino dar una orientación ética
de las técnicas, como un medio para lograr el fin tan extraordinario que es la
paternidad.
216
Javier Marcó Bach
mente, que los embriones sobrantes sean congelados o utilizados para la in-
vestigación, son aspectos que hacen que el juicio ético sobre el medio utilizado
deba ser negativo.
217
Maternidad subrogada
Javier Marcó Bach
Resumen
• La maternidad subrogada se clasifica de acuerdo a quien aporte el mate-
rial genético, en subrogación tradicional o total, cuando la mujer aporta
sus óvulos y su vientre, y la gestacional o parcial, cuando se limita a gestar
el embarazo.
• Atendiendo al fin se clasifica en subrogación lucrativa o comercial, cuan-
do la mujer recibe una contraprestación económica al entregar al hijo, y la
altruista, cuando la mujer acepta por solidaridad de manera gratuita, por
lazos de amor, amistad o parentesco con la pareja contratante.
• El ánimo lucrativo constituye uno de los aspectos más criticados de la
maternidad subrogada, ya que supone una explotación de mujeres con
menores recursos, una instrumentalización del más débil y una cosifica-
ción, tanto de las mujeres como de los niños, convirtiéndolos en objeto de
comercio.
• La maternidad subrogada se intenta presentar como un tipo más de téc-
218
Javier Marcó Bach
219
Maternidad subrogada
220
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221
Maternidad subrogada
222
Javier Marcó Bach
dre alquilada cobra de 50 a 150 mil pesos por el nacimiento de un bebé sano,
mientras que el resto es para la clínica y las agencias intermediarias. En los
Estados Unidos el consto es unas 2 veces más caro, entre 113 a 226 mil dólares.
Por ejemplo, el contrato en California cuesta alrededor de 150 mil dólares y
la mujer subrogada cobra de 27 a 38 mil dólares (de 6 a 10 veces más que en
México), además de los gastos médicos, legales y salarios perdidos durante la
baja laboral.
Un caso que tuvo gran repercusión en los medios de comunicación y que
influyó que esta práctica se prohibiera en gran parte de los países, fue el de
“Baby M” en New Jersey, Estados Unidos, que ocurrió en 1986 (3). Los Sres.
Stern son profesores universitarios y contratan a través de una agencia los
servicios a la Sra. Mary Beth Whintehead como madre de alquiler por 10 mil
dólares. La Sra. Beth tiene dos hijos y su esposo es empleado de la limpieza
de la ciudad de New York. Se formaron embriones por FIV con los óvulos de
Mary Beth y el esperma del Sr. Stern y la gestación fue normal. Pero al nacer
la niña Melisa, la Sra. Beth se negó a entregar la criatura y devolvió el dinero,
debido a que sentía que esa niña que había parido era suya, que la amaba y no
quería venderla. Los Sres. Stern la denuncian por incumplimiento de contrato
y comenzó una batalla legal que acabó en marzo de 1987, cuando el juez Har-
vey Sorkow, de la Corte Suprema del condado de Bergen (New Jersey), dictó
sentencia dando la razón a los Sres. Stern: “La niña se quedaría con los pa-
dres legales porque tenían un contrato en regla y serían mejores padres para
Baby M, ya que era un matrimonio más estable y que disfrutaba de una mejor
posición económica. Pero la madre gestante podría visitar la niña dos veces
por semana durante dos horas”. Aunque trató el tema como una cuestión de
custodia, sin entrar en el fondo de la licitud de estos contratos, manifestó tex-
tualmente: “Estos sistemas sólo transfieren el dolor de una madre que sufre
esterilidad, a otra madre que sufre por separarse de su hijo”. Al juez Sorkow
223
Maternidad subrogada
se le ha comparado con Salomón, que tuvo que decidir entre dos madres que
reclamaban un mismo hijo. Pero Salomón lo tuvo mucho más fácil, ya que
sólo había una verdadera madre, mientras que aquí se enfrentaban una madre
biológica, una madre legal y un padre que era legal y biológico.
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shows the opposite – citizens of countries such as the US or Britain, where the
practice of surrogacy is widespread, tend to dominate among foreign buyers
in India and Nepal. La experiencia internacional muestra lo contrario, ya que
en los países donde está permitida sólo la altruista, la práctica de la subroga-
ción comercial está más extendida a través de subrogaciones internacionales
en países extranjeros. In any case, the notion of “altruistic” surrogacy – apart
from being a red herring, since it barely happens in reality – has a very strange
ideological underpinning.
Uno de los primeros casos de subrogación altruista tuvo lugar en Fran-
cia en 1983, que salió en los medios de comunicación del mundo y puso en
evidencia lo inhumano que es esta práctica, determinando que la mayoría de
los países prohibieran la subrogación. Se trata de dos hermanas gemelas, que
se llevaban extraordinariamente bien. Una es Magali, casada y embarazada,
pero en un accidente de tráfico pierde a su hijo y queda infértil por los daños
causados en el útero. La otra hermana gemela, Christine, era soltera y se ofre-
ce ayudarla para ser inseminada artificialmente con semen del marido de su
hermana. El 22 de abril de 1983 nace Stephane y comienzan los problemas
entre las dos gemelas. La hermana fértil no podía olvidarse de la criatura que
había gestado, pero la gemela infértil no quería que la niña se ligara dema-
siado a su hermana. Christine acabó odiando a su Magali y finalmente tuvo
que irse lejos a vivir a otra ciudad. Son palabras de Christine: “No deseo a
nadie pasar por lo que yo he pasado, porque nuevos problemas se sucedían
entre nosotras cada día y la vida se convirtió en algo infernal. Por ejemplo, yo
hubiera querido amamantar a Stephane, pero Magali me lo prohibía porque
decía que Stephan se ligaría demasiado e a mí. Me decía brutalmente, que
ahora que el cordón umbilical se ha roto, te debes olvidar completamente que
lo has dado a luz”.
La primera agencia creada para el alquiler de úteros fue en los Estados
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Maternidad subrogada
Unidos, la Subrrogate Family Service Inc. del abogado Noel Keane, que en
1976 realizó el primer contrato de maternidad subrogada a través de IA. Otra
fue fundada en 1979 por Richard Levine, la Subrogate Parenting Associates en
Luisville (Kentuky). (4). Desde que la industria de la subrogación comercial
inició a finales de los años setenta, ha estado inundada de escándalos,
explotación y abuso.From the infamous “Baby M” case – in which the mother
changed her mind and was forced, in tears, to hand over her baby – to the
Japanese billionaire who ordered 16 children from different Thai clinics.
Ha existido una mercantilización total de la vida humana, desde el infame
caso “Baby M” a los casos que veremos más adelante del multimillonario
japonés que ordenó a 16 niños en diferentes clínicas tailandesas o or the
intended parents who refused to accept a disabled child and tried to get their
surrogate to abort ;los padres australianos que se negaron a aceptar a un niño
discapacitado, después que trataran que la madre sustituta abortara. There has
been a total commodification of human life: click;Luego está el caso reciente
de la madre sustituta americana de Idaho, llamada Brooke, que había sido tres
veces madre subrogada y murió el 8-10-2015 cuando realizada la subrogación
para una pareja española, llevando gemelos. Fue la primera estadounidense
que muere en un embarazo subrogado, pero otras mujeres han muerto en todo
el mundo, incluyendo una mujer india que actuaba como subrogada de una
pareja de EU (5). La subrogación suele estar asociada a la FIV, lo que conlleva
administración de dosis elevadas de hormonas para la superovulación y el
proceso de la técnica, con los consiguientes riesgos, que pueden llegar a ser
en algún caso mortales. También mencionaremos los casos de subrogación
asociadas a mafias de trata de personas, con las llamadas fábricas de bebés en
Asia y África.
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embargo, de muchos otros se han perdido las pistas. Existe el temor fundado
de que han sido “usados” para la extracción de órganos o que han sido
“reclidados” para el mercado en auge de la pornografía infantil”… “Emanuele
di Leo, Presidente de Steadfast (una organización sin ánimo de lucro que
opera desde hace años en Nigeria junto a los más pobres) explica quiénes son
los compradores culpables de este delito: “Son personas que vienen desde el
Occidente que tienen problemas de infertilidad, tanto parejas heterosexuales
como homosexuales; también nigerianos, familias ricas, cuyo hombre efectúa
agresiones hacia estas chicas secuestradas en los pueblos con el fin de dar a luz
a un niño con su propio patrimonio genético”… “En los últimos años han sido
descubiertas, sólo en Nigeria, al menos 20 fábricas de niños, donde las chicas
son segregadas durante los 9 meses de gestación, finalizando después no se
sabe cómo. En uno de estos lugares infernales recientemente descubiertos por
la Policía, se encontraron 32 chicas, por supuesto, todas mujeres embarazadas,
encadenadas a la pared como vacas en un establo”, finaliza la denuncia de
Castigli.
Por otra parte, cuando el niño es fruto de una compra-venta, por el que
se paga una elevada cantidad de dinero, parece que se tiene derecho a exigir
unos niveles de calidad, e incluso, que se pueda devolver el producto si el
cliente no queda satisfecho. Un caso reciente fue el de la tailandesa Pattaram-
bon Chamba, que llevó a que se cambiaran las leyes de subrogación en ese
país. Pattarambon ante su situación de pobreza accedió por contrato a ser
madre subrogada en el 2013. Los dos hombres australianos que alquilaron
su vientre pidieron, según el contrato, que abortara a uno de los gemelos que
había concebido, el niño Koy, por haberle sido detectado en el diagnóstico
prenatal el síndrome de Down. La madre gestante se negó a abortar un hijo
suyo. Cuando nacieron los gemelos en diciembre del 2013, a pesar de no tener
recursos, se tuvo que quedar con ese niño con necesidades especiales, mien-
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Maternidad subrogada
que parece ignorar la realidad de esta práctica, que convierte a las mujeres y
niños en objetos de consumo sujetos a tráfico mercantil. Esta nueva forma de
cosificación de seres humanos, de tráfico de personas y de prostitución del
cuerpo de la mujer se va abriendo paso en las leyes de algunos países bajo el
peso de los lobbies, el negocio que genera y los intereses políticos y económi-
cos de quienes se benefician de tales prácticas.
En Europa, la mayoría de los países prohíben total o parcialmente la ma-
ternidad subrogada, al afectar la dignidad humana de la madre y el hijo. Los
recientes pronunciamientos del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa
son tan claros, que no admiten medias tintas, ya que se considera una práctica
incompatible con los derechos humanos. Así el pleno del Parlamento Europeo
votó el 30-11-2015 en contra de cualquier práctica de maternidad subrogada,
en su Informe Anual sobre derechos humanos y democracia en el mundo.
La resolución aprobada por la Eurocámara es (8): “Condena la práctica de
la subrogación, puesto que atenta contra la dignidad humana de la mujer,
dado que su cuerpo y sus funciones reproductivas son usadas como una mer-
cancía; considera que la práctica de la subrogación gestacional involucra la
explotación reproductiva y el uso del cuerpo humano para fines de lucro o
de otro tipo, especialmente en el caso de las mujeres vulnerables en los países
en desarrollo, por lo que debe prohibirse y ser tratado como una cuestión de
prioridad en los instrumentos de derechos humanos”.
Anteriormente, en otra resolución del 18-3-2012, el Parlamento Europeo
había condenado también esta práctica, sin distinción entre la altruista y la
comercia (9): “Pide a los Estados miembros que reconozcan el grave problema
de la maternidad subrogada, que constituye una explotación del cuerpo fe-
menino y de sus órganos reproductivos” (punto 20). “Se subraya que las mu-
jeres y los niños están sometidos a las mismas formas de explotación y ambos
pueden considerarse mercancías en el mercado internacional reproductivo, y
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entonces sólo reciben 800 dólares. Explicó que con lo que ganó la primera vez
construyó su casa, y la segunda vez fue para educar a su hija y casarlo con un
buen chico. Comentó que claro que se sentía mal por llevar en mi vientre un
niño 9 meses y entregarlo, pero los padres contratantes necesitaban un niño y
yo requería el dinero.
Caso de Tailandia: fue otro destino del turismo de la procreación, ya que
todo estaba permitido y no había ley que controlase. Cada año unos 2,000 ex-
tranjeros obtenían un hijo de mujeres subrogadas tailandesas, desde solteros
a parejas hetero y homosexuales. Pero ocurrieron dos casos de grave abuso
en la maternidad subrogada, que crearon alarma en el país. Se vieron en un
apartado anterior, y son los de Gammy con el niño Down que le dejaron los
contratantes australianos, y el empresario japonés soltero que era padre bio-
lógico de 16 niños. A raíz de esos casos, el gobierno creó una ley para regular
la maternidad subrogada, que se aprobó el 20-2-2015 y entró en vigor el 31-7-
2015 sin carácter retroactivo. Actualmente se permite la maternidad subroga-
da sólo a parejas tailandesas con problema de fertilidad (diagnóstico médico
de infertilidad o de contraindicación para embarazo), debiendo ser la madre
subrogada un pariente estrecho de la pareja y sólo está permitido una subro-
gación altruista. Por lo tanto, la nueva ley prohíbe la subrogación comercial, a
extranjeros, a homosexuales y a solteros, y no cumplir los requisitos conlleva
penas de hasta 10 años de cárcel.
Recientemente ocurrió un caso problemático en Tailandia, que afectó a
una pareja gay casada hacía 3 años, Gordon Lake de EU y el marido Manuel
Santos de España, que viven en Valencia y tienen un hijo por subrogación lla-
mado Álvaro de 2 años, nacido en la India. Con la agencia New Life contrata-
ron a la tailandesa Patidta Kusolsang por 40 mil dólares, naciendo el 17-1-2015
Carmen por FIV, con óvulos de un banco y el semen de Gordon. Eso fue poco
antes de aprobarse la nueva ley. La madre estando en el hospital firmó los pa-
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Un caso extremo ocurrió en Japón con una niña llamada Manyi, que llegó
a tener cinco madres. La criatura nació el 25-7-2008 en la clínica de Anand
(India) de una madre subrogada (1ª madre), por encargo del matrimonio japo-
nés, Ikufum Yamada de 45 años que se dio su esperma, y Yuki de 41 años (2ª
madre), aunque los óvulos fueron de una donadora (3ª madre). El matrimonio
se divorcia poco antes de nacer y la niña no la quieren ni la madre contratante
ni la subrogada. Manyi se queda sin madre y sin nacionalidad. Mientras el
padre biológico intenta resolver el caso en Japón, se le asignan una madre
provisional de la India para cuidarla (4ª madre). El padre regresa a la India
con su propia madre, que adopta a la niña (5ª madre y abuela paterna), pero
cuando intentan entrar a Japón tienen problemas, al no constar una madre
biológica, ni documentos, ni nacionalidad. Sin embargo, le dieron un permiso
provisional de permanencia en Japón durante un año, hasta que se aclarare la
situación.
Hay países que prohíben la filiación por subrogación realizada en el ex-
tranjero y la subrogación en el propio país (13, 14), como es el caso de Ale-
mania, Canadá, Estonia, Finlandia, Islandia, Japón, Moldavia, Montenegro,
Serbia, Suecia, Turquía. En otros países prohíben la filiación pero no está re-
gulada la subrogación, como ocurre en Andorra, Austria, Bosnia-Herzegovi-
na, Letonia, Lituania, Mónaco, Rumanía. En cambio, otros países permiten
la filiación por subrogación en el extranjero, incluso cuando la subrogación
está prohibida en el país de forma total o sólo la comercial, como es el caso de
Eslovenia, España, Estonia, Hungría, Irlanda, Holanda, Reino Unido. Otros
permiten la filiación por subrogación en el extranjero y es legal todo tipo de
subrogación o no hay legislación, como ocurre en Albania, Georgia, República
Checa, Rusia, Ucrania.
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una vez que el niño ha nacido. Por lo tanto, la madre de alquiler tiene que ser
capaz, por un período razonable después del nacimiento, a optar por mante-
ner al niño, lo que da lugar a problemas graves. Si una madre de alquiler cam-
bia de opinión, puede haber conflictos graves y un efecto adverso en el niño,
al enterarse que la madre de alquiler ha estado en contra de la voluntad de los
futuros padres, y quizás genéticos. Tal curso de acontecimientos es probable
que sea una tragedia” (punto 59).
Se tiene que exigir la abolición universal del alquiler de úteros, y en su
defecto, la prohibición de inscribir a favor de los compradores en el registro
civil a los niños obtenidos por subrogación internacional, como una medida
disuasoria para disminuir el tráfico de seres humanos que implica esta prác-
tica, hasta lograr su completa desaparición. Esto es lo defiende un artículo
titulado “Toda subrogación es explotación – el mundo debe seguir la prohibi-
ción de Suecia (16): “Detrás del aura de felicidad que muestra Elton John-ish,
hablando de bebés y de nociones de la familia moderna, está una industria
que compra y vende la vida humana, donde los bebés están hechos para satis-
facer los deseos de los países ricos. Cuando una madre es considerada como
nada, pues ni siquiera tiene el derecho a ser llamada “mamá” y todo responde
al deseo del comprador. Occidente ha comenzado a subcontratar la repro-
ducción a las naciones más pobres, así como externalizamos la producción
industrial.It is shocking to see how quickly the UN convention on the rights
of the child can be completely ignored. Resulta chocante ver con qué rapidez
se puede ignorar completamente la convención de la ONU sobre los derechos
del niño. No country allows the sale of human beings – yet, who cares, so long
as we are served cute images of famous people and their newborns?Ningún
país permite la venta de seres humanos, y sin embargo ¿a quién le importa,
siempre y cuando se sirven imágenes lindas de personas famosas y sus recién
nacidos?”. Las mujeres son esclavizadas para proveer hijos a heterosexuales y
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del hijo engendrado a través de dichas técnicas, para todos los efectos legales,
excluyendo cualquier derecho u obligación del donante”.
En Coahuila: estaba prohibida la maternidad subrogada por el artículo 491
del Código Civil de Coahuila, que decretaba la inexistencia del contrato de
maternidad subrogada. Sin embargo, el 15-12-2015 fue derogado ese artículo
y los referidos a la filiación, incluidos los de la sección tercera “De la filiación
resultante de la fecundación humana asistida”, con los artículos 482 a 491 (20).
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Bibliografía
1. Real Academia de la Lengua Española, Diccionario de la lengua española,
en http://dle.rae.es/?w=subrogar, consultado el 4 de marzo de 2017.
2. Ortiz Sánchez, Ricardo (2007). Gestación subrogada. Revista Jurídica de
Puerto Rico, 76 (4): 1200-09.
3. Corral Taiciani, Hernán (2013). Maternidad subrogada: sobre la pretensión
de formalizar la filiación perseguida mediante la adopción o la recepción
de su práctica en el extranjero. En Cristián Lepin Molina (coord.), Técni-
cas de reproducción humana asistida. Desafíos del siglo XXI: una mirada
transdisciplinaria. Abeledo Perrot-Thomson Reuters, Chile pp. 86.
4. Martínez Martínez, Verónica Lidia (2015) “Maternidad subrogada. Una
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IV
Fin de la vida
¿Muerte cerebral
o muerte encefálica?
Dr. José Alejandro Pedro Sánchez Priego MD, PhD.
Resumen
Muerte clínica: acontece con el cese de las funciones respiratoria, circulatoria y
nerviosa a los cuales se añaden fenómenos físicos como la enfriamiento cor-
poral (algor mortis), fenómenos químicos como la rigidez cadavérica (rigor
mortis) y fenómenos microbianos (putrefacción).
Muerte cerebral: hace alusión a la muerte de los hemisferios cerebrales con
el cese de la función cardiorrespiratoria.
Muerte encefálica: es el cese irreversible de las funciones de todo el encéfalo,
es decir, además de los dos hemisferios cerebrales, que incluye el tallo ence-
fálico y el cerebelo, dentro de una unidad funcional que es todo el sistema
nervioso central.
Criterios de Harvard: Estos criterios fueron elaborados por el Comité Ad-
Hoc de la escuela de Medicina de Harvard en 1968 y se convirtieron en Ley
en 1982.
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¿Muerte cerebral o muerte encefálica?
Prerrequisitos
a) Paciente en coma profundo.
b) Paciente ventilado mecánicamente en modalidad controlada, por perdida
del automatismo respiratorio.
c) Ausencia de causas reversibles de depresión de la función encefálica.
Hallazgos clínicos
1. Coma arreactivo.
2. Ausencia de reflejos del tronco encefálico.
3. Prueba de atropina negativa.
4. Apnea comprobada mediante la prueba de oxigenación apneica.
5. Test de apnea.
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¿Muerte cerebral o muerte encefálica?
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Encéfalo
Cerebro
Mesencéfalo
Puente de Varolio
Bulbo raquídeo
Cerebelo
Cervical
Médula espinal
Toráxica
Lumbar
Sacra
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¿Muerte cerebral o muerte encefálica?
La muerte clínica
La propuesta oficial del criterio de muerte cerebral, esto es, la pérdida total e
irreversible de la estructura y funciones cerebrales, como relevo del criterio
clásico de reconocimiento del momento de la muerte por la cesación irreversi-
ble de las funciones cardiaca y respiratoria, se remonta al informe del Comité
Ad Hoc de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, publicado
en 1968.11
Este informe está precedido por el desarrollo de nuevas técnicas médicas
que, por un lado, crean las condiciones de posibilidad para la definición y
verificación de dicho criterio y cuya puesta en práctica, por otro, requiere la
sanción legal de aquel. Vino, luego en el mismo año, la Declaración de Sydney,
emitida por la XXII Asamblea Médica Mundial en apoyo de ese nuevo crite-
rio, y ratificada por la Asamblea Médica Mundial de Venecia Italia en 1983.
En las dos décadas siguientes surgió al respecto un debate en el que no sólo
9
Bernat J. Brain death. En: Gilman S. MedLink Neurology. San Diego: MedLink. 2004, (2): 827-840.
10
Elliot R. Diagnosis in brain death. En: Trauma, January 1, 2006;5 (1):23-42.
11
A Definition of Irreversible Coma. Report of the Ad Hoc Commitee of the Harvard Medical School to Examine the Definition of
Brain Death. JAMA, Aug 5. Vol 205, No. 6.
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¿Muerte cerebral o muerte encefálica?
Muerte encefálica
Tal y como ya se mencionó la muerte encefálica es el cese completo e irrever-
sible de la actividad encefálica incluyendo las estructuras del tallo. Debido a
que la aparente ausencia de la función cerebral no es suficiente para diagnos-
ticar la muerte de la persona humana, se requieren pruebas de esta irreversi-
bilidad. De ahí que si bien la muerte hasta hace algunas décadas era conside-
rada como el cese de todas las funciones vitales. Se hizo necesaria una mejor
definición de la muerte, surgiendo durante las últimas décadas el concepto de
muerte encefálica. Según este criterio, se puede declarar clínicamente muerta
a una persona aún si permanece con actividad cardiaca y ventilatoria gracias
al soporte artificial en la unidad de cuidados intensivos, tal como ocurre con
enfermos en estado de coma.19 Existen numerosas revisiones que han apor-
tado datos científicos para la configuración de un protocolo al respecto en el
mundo,20, 21 y, aunque existen algunas diferencias entre los protocolos
utilizados en los distintos países, el siguiente protocolo diagnóstico de muerte
encefálica se usa en la mayoría de los países con muy pocas modificaciones.22
Prerrequisitos23 , 24
18
Browne, A. The ethics of organ donation after cardiocirculatory detah: do te guidelines of the Canadian Council for donations
and transplantation measure up? 2010 Open medicine.
19
Capron HM. Brain death: well settled yet still unresolved. New England Jounal of Medicine. 2001; 1244-1246.
20
Haup WF, Rudolf J. E.Bernard JL. “A defense of the whole-brain concept of death hasting in European brain death codes: a
comparition of national guidelines”. Journal of Neurology 2004. (246): 432-437.
21
E. Wijdicks, P.N. Varelas, G.S. Gronseth, and D.M. Greer. “Evidence based guideline update: The determining brain death in
adults”. Report of the quality Standard Subcomittee of American Academy of Neurology. Neurology. June 8, 2010; 74 (23):1911-
1918.
22
K.Choi, V. Fredlad, C. Zachodni, J. Lammers, P. Bledsoe.“Helf brain death revisited: the case for a National Standard”. Law and
Medicine. Ethics, Dec 1, 2008;36 ( 4): 824-836.
23
Machado-Curbelo C. ¿Defendemos una visión encefálica de la muerte? Rev Neurol. 2002; 35:387-96.
24
Machado-Curbelo C. Criterios cubanos para el diagnóstico de la muerte encefálica. Ciudad de La Habana: Editorial de Ciencias
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¿Muerte cerebral o muerte encefálica?
Hallazgos clínicos25
Una vez verificado los anteriores pre-requisitos debe demostrarse el cese de
la función cortical y tallo cerebral en forma irreversible para lo cual es ne-
cesario documentar los siguientes tres hallazgos clínicos cardinales (no está
de más recalcar que estos deben establecerse en ausencia de todo efecto de
medicación neurodepresora, sedante o relajante, en un paciente más o menos
“estable” hemodinámicamente, sin alteraciones severas de la oxigenación, ni
alteraciones metabólicas o hidroelectrolíticas severas, sin hipotermia severa
y sin una condición neurológica que impida esta adecuada evaluación como
síndrome severo de Guillain Barre o Miller-Fisher, síndrome de enclaustra-
miento, estado vegetativo, etc. (Exploración secuencial obligatoria).
1. Coma arreactivo
a) Ausencia de respuesta ante estímulos aplicados en territorios inervados
por nervios craneales.
b) Ausencia de respuesta en territorios inervados por nervios craneales ante
estímulos aplicados en cualquier parte del cuerpo.
c) Ausencia de respuesta ante estímulos que requieren para su integración
estructuras cerebrales o del tronco encefálico.
d) Pueden estar presentes respuestas motoras y/o autonómicas en territorios
de inervación espinal, ante estímulos aplicados en territorios espinales.
25
Greer DM, Varelas PN, Haque S, Wijdicks EF. Variability brain death determination guidelines in leading US neurologic
institutions. Neurology. 2008; 22:284-9.
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5. Test de Apnea26
Deben realizarse siempre dos pruebas con un intervalo mínimo de seis horas,
pero no es necesario realizar la segunda prueba si se dispone de un paraclíni-
co confirmatorio. En la segunda prueba debe repetirse una evaluación neuro-
26
Machado-Curbelo C, et al. Resolución para la determinación y certificación de la muerte en Cuba. Rev Neurol (España) 2002
(en prensa).
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Circunstancias especiales
Existen algunas circunstancias especiales en las que no pueden cumplirse es-
trictamente los pasos anteriormente expuestos, tal es el caso de recién nacidos,
lactantes y niños menores de 5 años de edad.30
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y de la dignidad de la persona.37
Así el diagnóstico de pérdida de vida descansa sobre bases médicas, sien-
do éstos los peritos responsables de esta función. Para fines legales los pará-
metros serán los que se encuentran en el título XIV, capítulo IV, “Pérdida de la
vida” de la Ley General de Salud vigente:38
Artículo 343. Para efectos de este Título, la pérdida de la vida ocurre cuan-
do:
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Donación de órganos y tejidos
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Durante la segunda mitad del siglo XX, se logró la realización de uno de los
avances médicos más esperados por la humanidad: el trasplante de órganos
de un individuo a otro. Gracias a los avances científicos y tecnológicos se pudo
acceder a una terapia que ha demostrado ser la mejor opción para preservar
y mejorar la calidad de vida de algunos enfermos. Sin embargo, el uso de esta
nueva acción terapéutica trae consigo un sinfín de cuestionamientos sobre lo
que es correcto o incorrecto al momento de obtener y distribuir los órganos y
tejidos.
Revisemos algunos conceptos:
Un trasplante puede definirse como el acto de transponer e integrar ór-
ganos, tejidos o células de una parte del cuerpo a otra o de un ser humano a
otro, con el fin de reponer la función deficiente o nula de los mismos órganos,
tejidos o células.
El trasplante alogénico es el que ocurre entre individuos de la misma especie
pero genéticamente diferentes. Es el que se conoce de manera más común y
el que ocupa la atención de los análisis bioéticos. El trasplante isogénico se
refiere a aquel que ocurre entre individuos con la misma información genética,
como los gemelos idénticos.
281
Donación de órganos y tejidos
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Luis A. Meixueiro Daza
casos debe existir coerción, manipulación, engaño ni se debe ejercer una auto-
ridad médico-científica para lograr que un individuo done o reciba un órgano.
El principio de beneficencia, se refiere a la obligación de pensar primero
en los intereses y necesidades de los individuos, maximizando los beneficios
y minimizando cualquier riesgo que pueda existir. Desde este enfoque, el tras-
plante es una acción terapéutica que puede aumentar y mejorar la calidad de
vida del paciente y, por tanto, actuar en su mejor beneficio. En el área de la
salud no se puede hablar de beneficencia sin dejar de mencionar el principio
de no-maleficencia, el cual alude a la obligación que tiene el médico de no
infringir daño al individuo de manera intencionada. Aunque éste aparenta
ser un concepto simple, en el caso de la donación y el trasplante suele haber
conflictos para su implementación, pues para algunos individuos el beneficio
de un trasplante puede ser superado por los riesgos que conlleva someterse a
una intervención quirúrgica.
El principio de la justicia, deberá de ser abordado desde el aspecto de jus-
ticia distributiva, donde todos deben de tener acceso a la terapéutica e im-
parcialidad de los beneficios resultantes de una investigación o, en este caso,
de los trasplantes. Por ejemplo, en la selección de pacientes que pueden ser
candidatos a recibir un trasplante o a ser donadores, en la distribución y la
asignación de órganos y tejidos y, a la asignación de recursos económicos para
realizar trasplantes. No debemos de dejar de tomar en cuenta que un factor
importante dentro de cualquier sistema de salud, se basa en la importancia
que se da a los tres niveles de atención: la prevención, el tratamiento y la reha-
bilitación, el dilema surge en el momento de dar asignar el recurso económico
y la prioridad que se le da a dichos niveles, tomando en cuenta el incremento
de enfermedades crónicas no transmisibles o la sustentabilidad de tratamien-
tos crónicos de alto costo.
Uno de los grandes problemas en la actualidad en materia de trasplante es
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Donación de órganos y tejidos
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Luis A. Meixueiro Daza
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Donación de órganos y tejidos
ner órganos ideales para ser trasplantados –lo cual parece moralmente inco-
rrecto–, no quiere decir que sea totalmente inadecuado. Diversas discusiones
éticas, médicas, religiosas y hasta lingüísticas han ido adecuando la defini-
ción de muerte encefálica para que sea la más aceptada de manera universal,
resultando en posturas a favor y en contra del concepto. Con el tiempo los
criterios de muerte encefálica han sido incluidos en la normativa nacional y
en la mayoría de las legislaciones internacionales para declarar a una persona
jurídicamente muerta. Esto gracias a que, al no violentar –en mayor medida–
las convicciones éticas de la sociedad, no parece haber razones para rechazar
la muerte encefálica como concepto jurídico de muerte.
Una vez que se tiene certeza que un individuo está legalmente muerto
¿en qué momento se convierte en donador? Para poder obtener los órganos o
tejidos de un ser humano que acaba de fallecer, por lo que es necesario contar
con un diagnostico que no involucre riesgo sanitario y un consentimiento in-
formado por parte de los familiares del donante. El consentimiento es la base
ética de cualquier intervención médica y la expresión de la autonomía. En pri-
mer lugar, el derecho a consentir la donación le pertenece a la misma persona,
que en vida puede pronunciarse a favor o en contra del proceso.
Si una persona ha muerto ¿por qué se deben tomar en cuenta sus de-
seos después de la muerte? Todos tenemos intereses póstumos y nos gustaría
que fueran tomados en cuenta una vez que perdamos la vida. Debido a ello
comunicamos dichas decisiones a familiares con el objetivo de que serán lle-
vadas a cabo.
Desde el inicio de la historia de la donación de órganos, hasta la actua-
lidad, han existido diversos modelos de consentimiento, tanto en la teoría
como en la práctica, que expresan el derecho a la toma de decisiones a diver-
sos participantes involucrados en el proceso.
Legalmente existe el consentimiento expreso y el consentimiento tácito. El
286
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Donación de órganos y tejidos
288
Luis A. Meixueiro Daza
La distribución y la asignación
Ahora bien, una vez que se procuran órganos y tejidos obtenidos de un dona-
dor ¿a quién le serán trasplantados?
Existen diversos dilemas éticos en el proceso de distribución y asignación.
Estos dilemas pueden surgir desde que se elige a las personas candidatas a
recibir un trasplante con el fin de mejorar la cantidad y calidad de vida y ter-
minar en la asignación final de los órganos y tejidos.
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exige realizar una evaluación más exhaustiva del caso, agregando también la
necesidad de contar con un consentimiento validado por un Notario Público.
El comercio de órganos
Pero ¿por qué no se pueden vender los órganos? Hay personas en el mundo
que están a favor de la donación remunerada, argumentando que cada uno es
dueño de su propio cuerpo y si desea vender una parte de sí, tiene derecho a
hacerlo. Además, sostienen que con un sistema que permita la venta de órga-
nos, la escasez de los mismos disminuiría.
Por otro lado, existe un argumento conocido como “la pendiente res-
baladiza” que pretende explicar por qué no debe permitirse el derecho a ven-
der los propios órganos. Este argumento sostiene que, si por ejemplo hoy la
ley autoriza vender un riñón con el fin de mejorar la situación económica
familiar, qué evitará que el día de mañana se permitan otras prácticas abe-
rrantes, como vender la propia vida para el mismo fin. Es decir, el solo hecho
de permitir una conducta específica derivará en que otras conductas que hoy
consideramos inaceptables sean consideradas totalmente viables en un futu-
ro.
También es conveniente preguntarnos ¿quién tendría acceso a comprar
órganos en un mundo de libre mercado? Solo aquellos que son capaces de
afrontar el costo que se le asignaría al órgano o tejido. La comercialización de
órganos o tejidos se aprovecha injustamente de los más vulnerables y de las
personas con pocos recursos económicos, fomentando el lucro, la explotación
y la trata de personas. Parece que el éxito de este modelo de mercado estaría
basado en la pobreza, donde el hecho de que existan cientos de individuos en
condiciones de extrema necesidad proporcione una mayor cantidad de órga-
nos para trasplante.
Hay quienes intentan formular modelos teóricos en donde la venta de ór-
298
Luis A. Meixueiro Daza
ganos esté bien regulada y se base en la igualdad de acceso para todos, pero
tienen que enfrentar a diversos problemas morales, jurídicos y filosóficos que
no se pueden solucionar de manera sencilla. En países como India y China,
donde impera la desigualdad, ha existido comercio de órganos. Ante la pre-
sión de la comunidad internacional, se han prohibido estos actos, aunque no
se sabe realmente en qué medida se siguen realizando.
También existen los que apoyan la venta de órganos en el final de
la vida. Bajo un argumento de que “el individuo está muerto y ya que no
usará sus órganos, estos pueden venderse para beneficiar a su familia”. Esta
opción tampoco es viable pues, generaría mucha desconfianza en los centros
hospitalarios. ¿En qué medida un individuo dejaría de recibir atención médica
oportuna si se conoce que sus órganos están en venta y que habrá beneficio para
el hospital y las familias? ¿Serían capaces de no salvar la vida de un ser humano
por obtener un beneficio monetario? Esta es una de las situaciones que forman
parte del argumento en contra de esta postura.
La venta de órganos está prohibida a nivel mundial por las legislaciones
y por las religiones. Al respecto, el Santo Padre Juan Pablo II expresó en 1984:
“El cuerpo no puede ser tratado como una simple entidad física y biológica; ni
sus órganos o tejidos pueden ser usados como artículos de venta e intercam-
bio. Esta concepción materialista llevaría a un uso meramente instrumental
del cuerpo y, por lo tanto, de la persona”.
Tanto en vida como después de la muerte se nos presenta una oportuni-
dad privilegiada para ayudar a otros seres humanos. Es nuestra responsabili-
dad como sociedad velar por el bien común de nuestros semejantes. Se debe
promover la cultura de la donación, especialmente después de la muerte, para
que la escasez de donadores disminuya y, con ello, también se eliminen varios
de los dilemas éticos que condicionan la distribución actual de los órganos y
tejidos a nivel mundial.
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Donación de órganos y tejidos
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Luis A. Meixueiro Daza
301
La Bioética y la eutanasia
Dr. Oscar Javier Martínez González
¿Qué es?
Se trata de un tema que ha acompañado al ser humano en su misma historia ya
que trata de algo que es propio de todo ser vivo que nace, crece, se reproduce
y muere.
La muerte es un evento natural, sin embargo, el cómo se muere el
individuo cuando existen tantas posibilidades de ser asistido por los avances
de la ciencia y de la técnica, es lo que genera preocupación en la sociedad y en
la misma profesión médica.
302
Oscar Javier Martínez González
La eutanasia ritualizada
Los grandes acontecimientos de la existencia humana: el nacimiento, la pu-
bertad, el matrimonio y la muerte, en tiempos antiguos, tenían un sentido
que iba más allá del plano biológico. Se trataba de acontecimientos culturales,
regulados y ritualizados por la sociedad.
En tiempos del Imperio Greco-Romano, la eutanasia ya existía. Platón y
Aristóteles admitían la práctica de la eutanasia o el abandono de los recién
nacidos deformes, y aprobaban la práctica espartana de arrojarlos a las rocas.
Las normas eran las que señalaban cuándo se debería de eliminar a una per-
sona en beneficio de los demás.
La eutanasia medicada
Esta etapa nació en Grecia, junto con el nacimiento de la Medicina, y llegó
hasta la época de la Segunda Guerra Mundial.
Platón, en La República, afirma que: “los individuos que no pueden vivir
desempeñando las funciones que les son propias, no deben recibir cuidados,
puesto que son inútilies, tanto para sí mismos como para la sociedad”.
El cristianismo adopta una actitud contraria a la eutanasia. En la Biblia no
se presenta ni la práctica ni el concepto de la eutanasia. Se muestra, en cambio,
1
Gracia, D. Historia de la Eutanasia, en Gafo, J. (1990) La eutanasia y el arte de morir. Universidad Pontificia de Comillas, Madrid.
303
La Bioética y la eutanasia
un gran respeto al anciano y una actitud solidaria para con los que sufren.
El tema resurge en el Renacimiento. Francis Bacon, filósofo inglés, afirma
que el médico debería de estar muy atento a saber cómo puede el moribundo
despedirse más fácil y silenciosamente de su vida. Con Bacon, el término eu-
tanasia adquiere su significado actual.
Tomás Moro defiende la eutanasia en su obra Utopía, en donde afirma
que: “cuando el enfermo no puede asumir las exigencias de la vida, y como
constituye una carga para los demás, no debe insistirse en alimentar su mal ni
dudar en despedirse de una vida que para él es un tormento”.
En la época nazi se practicó la eutanasia cuando se promulgó la Ley para
la Prevención de las Enfermedades Hereditarias, que justificaba la esteriliza-
ción obligatoria y que terminó eliminando a personas con enfermedades he-
reditarias, mentales, epilepsia, sordera, ceguera y alcoholismo. En esta etapa,
son los médicos los protagonistas en el tema de la eutanasia.
La eutanasia autónoma
En esta etapa, la carácterística más importante tiene que ver con el papel pro-
tagónico del enfermo y su derecho a decidir sobre su muerte con el princi-
pio de la autonomía. Con estos cambios, poco a poco, ni la enfermedad, ni la
muerte están ya en manos de los médicos.
Vivimos en una era de los derechos humanos y, entre ellos, está el derecho
a decidir. En medicina se le conoce como el derecho al consentimiento infor-
mado y el derecho a la voluntad anticipada.
Esta última, corre el riesgo de que sea tomada cuando el paciente no es
competente. Un caso paradigmático sobre este tema se dio en 1975 en el Esta-
do de New Jersey de los Estados Unidos sobre la paciente Karen Ann Quinlan,
de 21 años, quien después de una sobredósis de drogas y alcohol, quedó en
estado de coma y, después de varios meses de trámites legales, el Tribunal
304
Oscar Javier Martínez González
2. Definición de términos
2.1 Eutanasia
El término eutanasia proviene etimológicamente de eus = bueno y tanatos =
muerte. La pregunta ante esta afirmación sería la siguiente: ¿se trata en reali-
dad de una buena muerte?
Como definiciones de eutanasia nos encontramos la siguiente: “Acto mé-
dico cuya finalidad es eliminar el dolor y la indignidad de la enfermedad cró-
nica y el proceso de muerte mediante la eliminación del portador del dolor”.2
La Declaración de la Eutanasia de la Congregación de la Doctrina de la
Fe en la Iglesia Católica la define como: “Toda acción u omisión que por su
naturaleza o en su intensión causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier
dolor”.
Con esta última definición se puede hablar de dos tipos de eutanasia:
305
La Bioética y la eutanasia
306
Oscar Javier Martínez González
307
La Bioética y la eutanasia
3. Aspectos bioéticos
Los partidarios de la eutanasia buscan eliminar el sufrimiento y el dolor den-
tro del proceso de la muerte. Acusan a quienes se oponen a la eutanasia de ser
inhumanos al no permitir que se tome en cuenta el principio de autonomía de
las personas a decidir por este procedimiento.
¿Qué es lo que hace que haya partidarios y opositores a estos procedi-
mientos?
308
Oscar Javier Martínez González
309
La Bioética y la eutanasia
310
Oscar Javier Martínez González
Finalmente, ante estos problemas tan difíciles, habría que decir que quien
experimenta el sufrimiento de una persona querida, cuando enfrenta dolores
atroces y sin esperanza de curación, llega muchas veces a pensar en la bondad
de la eutanasia, sin embargo, el mal sigue siendo mal aun cuando se lleve a
cabo queriendo un bien. La incapacidad para descubrir el sentido y el valor
del sufrimiento y para advertir el verdadero rostro de la muerte, hace muy
difícil entender argumentos aun claros.
311
Cuidados paliativos
y voluntades anticipadas
Dr. Samuel Weingerz Mehl, M.D. Phd.
Resumen ejecutivo
El objetivo del presente resumen es ofrecer al profesional un texto breve y
práctico que pueda serle de utilidad a la hora de orientar los problemas éticos
que plantea el manejo de enfermos especialmente de aquellos con una enfer-
medad grave o que se encuentran en la fase final o terminal de su vida.
La voluntad anticipada o directrices anticipadas es el documento que esta-
blece la manifestación de los deseos de una persona acerca de los tratamientos
que quiere o no recibir si llegara a caer en estado de incompetencia por una
enfermedad terminal.
Ley de voluntades anticipadas del Distrito Federal que a partir de enero
del 2008 entro en vigor en el Distrito Federal y se modificó el 27 de julio de
2012 Gaceta Oficial del Distrito Federal.1
Esta legislación respalda el derecho de los individuos a ejercer su autono-
mía dentro del contexto de la atención médica.
Ha sido legislada en varios estados del país y en ella se prohíben las con-
1 http://www.aldf.gob.mx/archivo-edfcbf4442b58c1cf761114a6a224fb1.pdf
312
Samuel Weingerz Mehl
Cuidados paliativos
313
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
2
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5076793&fecha=05/01/2009
3
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5320513&fecha=01/11/2013
314
Samuel Weingerz Mehl
Consideraciones bioéticas
• Aspectos generales.
• Aspectos bioéticos a considerar.
• Veracidad.
4
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5375019&fecha=09/12/2014
5
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5377407&fecha=26/12/2014
315
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
• Respeto de la autonomía.
• Beneficencia.
• No maleficencia.
• Proporcionalidad Terapéutica.
• Doble efecto.
• No abandono.
• Cuidado especial de quienes participan como sujetos de investigación.
• Acceso a los servicios e insumos para el alivio del dolor y cuidados palia-
tivos.
• Participación de los comités hospitalarios de bioética (CHB).
316
Samuel Weingerz Mehl
317
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Introducción y contexto
Es importante introducir el tema mostrando las condiciones de salud de la
población mexicana , estas han mejorado durante las últimas décadas y existe
un incremento en la esperanza de vida en el país y se encuentra en una fase
avanzada de la transición demográfica y epidemiológica, creando la nueva
pirámide poblacional con mayor número de población adulta, esto ha llevado
a que en la actualidad la causa de muerte sean enfermedades crónico dege-
nerativas y tumores malignos, para documentar este hecho el INEGI reporta
655,688 muertes anuales en el 2015, se desglosa a continuación sus principa-
les causas y por sexo.6
318
Samuel Weingerz Mehl
Las enfermedades crónicas son afecciones de larga duración con una progre-
sión generalmente lenta y penosa. Estas enfermedades representan la causa
de defunción más importante en el mundo, acumulando un 63% del número
total de muertes anuales (36 millones de personas cada año). Cerca del 80% de
estas muertes se concentran en los países de ingresos bajos y medios.
Entre las enfermedades crónicas cuya incidencia ha aumentado, el cáncer
se ha convertido en un grave problema de salud pública. De acuerdo a datos
proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 70%
de todas las muertes por cáncer se produce en países con ingresos económicos
bajos y medios. En México durante el año 2015, se reportan que 78 mil mexi-
canos de ambos sexos murieron por cáncer.
Como sucede en otros países de ingresos medios, el mayor énfasis en los
programas contra el cáncer están orientados a la prevención y tratamiento;
sin embargo, la mayor parte de las neoplasias son diagnosticadas en etapa
avanzada, lo que se traduce en pocas posibilidades de curación, altos costos
para su diagnóstico, tratamiento y un mayor sufrimiento de los pacientes y
sus familias.
Es importante mencionar que los pacientes en cuidados paliativos presen-
319
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
tan múltiples síntomas, que pueden ser aliviadas con intervenciones de relati-
vo bajo costo, mejorar la atención de las personas en fase avanzada y terminal,
es un elemento esencial de calidad de atención para el sistema de salud.
Los cuidados paliativos alivian el dolor y otros síntomas, afirman la vida y
consideran la muerte como un proceso natural y no intentan acelerarla ni pro-
longarla. Incluyen aspectos psicológicos, sociales y espirituales, proporcionan
apoyo a los pacientes para vivir lo más activamente posible hasta su muerte.
Por definición, la enfermedad terminal es aquella que se manifiesta como
un padecimiento avanzado, progresivo e incurable, sin respuesta a tratamien-
to específico, con síntomas multifactoriales, y pronóstico de vida limitado, por
lo general, al no existir posibilidades de curación, los cuidados paliativos son
la mejor opción.
Los hospicios son definidos en muchos países como espacios diseñados
para dar el mejor confort, bienestar, soporte emocional y espiritual, tanto para
el paciente como a toda la familia, cuando los enfermos llegan a la fase avan-
zada de su enfermedad terminal.
El objetivo de estos lugares es tratar que sus pacientes puedan disponer de
los meses o días que les restan con una “gran calidad de vida”; mantenerlos
libres de dolor, consientes y controlar los síntomas que se hacen presentes por
la enfermedad en sí. Se busca que el ambiente sea lo más parecido posible a
su hogar y que puedan también estar rodeados de sus seres queridos para así
continuar con su vida familiar y morir con dignidad.
A principios de la década de los sesentas, Cicely Saunders dio inicio al mo-
derno movimiento de Hospice y Cuidados Paliativos al fundar el St. Christo-
pher´s Hospice en el sur de Londres. La medicina moderna como parte de su
evolución y con sus nuevos propósitos se ha ido transformando e interesando
en:
320
Samuel Weingerz Mehl
• Prevenir la enfermedad.
• Promover la salud .
• Aliviar el dolor y el sufrimiento.
• Atender y cuidar de los enfermos que no tienen cura.
• Prevenir la muerte prematura e innecesaria .
• Ayudar al bien morir.
321
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Estas tres medidas, junto con un liderazgo comprometido, son necesarias para
conseguir un programa efectivo de cuidados paliativos, recomendaciones que
en México han logrado paulatinamente ser integradas a nuestras instituciones
de salud.
Los programas de medicina paliativa son una excelente alternativa a la
costosa obstinación terapéutica y al abandono, actitudes que conviene pre-
venir y no deben ser considerados un lujo, sino una forma más adecuada de
afrontar el natural advenimiento de la muerte.8 Los cuidados paliativos, de
hecho, deben tomarse en consideración en todas las fases de una enfermedad
grave pero su grado de implicación varía con el curso de la misma, desde el
comienzo del proceso agudo, pasando en ocasiones por el crónico, hasta el
momento en que el enfermo ya no responde a los tratamientos disponibles y
debe enfrentarse con el final de su existencia.
7
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/44025/1/9789243547343_spa.pdf
8
http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2005/cmas051az.pdf
322
Samuel Weingerz Mehl
Consideraciones bioéticas
En el documento del acuerdo por el que el consejo de salubridad general de-
clara la obligatoriedad de los esquemas de manejo en cuidados paliativos y
los procesos señalados en la guía de manejo integral de cuidados paliativos,
en su capítulo 4 menciona los aspectos bioéticos a considerar y por lo tanto
considero conveniente ampliar estos principios para su mejor comprensión.
El Principio de veracidad
Este nos indica decir siempre la verdad. Todos los individuos tenemos de-
recho a saber siempre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad,
y más especialmente en el ámbito de la salud. Este principio está ligado al
de confidencialidad en el acto médico y a otorgar el principio de autonomía,
puesto que para tomar decisiones de la manera más correcta necesitamos sa-
ber la verdad, y la información suficiente que nos permita tomar nuestras
decisiones. La verdad es un valor fundamental en la vida y en la convivencia
humana.
Mentir por miedo a las consecuencias de la verdad ataca directamente el
núcleo más personal del hombre, que es su conciencia de libre albedrio y au-
323
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Esquema 1
Integración de los cuidados paliativos en una enfermedad progresiva
Cálculo curativo
Mensajero Cuidado
de soporte paliativo
CFV CI
324
Samuel Weingerz Mehl
Respeto de la autonomía
Principio de Autonomía. Este principio, mencionado de manera moderna en
1978 en el informe Belmont y publicado por Beuchamp y Childress en su li-
bro Principios de ética biomédica que ya va en su séptima edición:9 expone el
principio como bajo tres premisas como mínimo: 1. Intencionalidad del acto,
el propio paciente debería expresar claramente cuál es su intención de ese
acto; 2. Comprensión: estar seguros que comprende su decisión y consecuen-
cias es de total importancia y; 3. Libre de control externo: como se menciona
la no coaxion y libre toma de decisión garantiza que es su deseo realizar ese
acto.
325
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Principio de la beneficencia
“Todo acto ético debe ser benéfico tanto para el personal de salud como para
el paciente”. “Un acto es éticamente más adecuado cuando beneficia al más
débil o necesitado y cuando ese beneficio es más abundante y menos deman-
dante de esfuerzos en términos de riesgos y costos”.
El principio de beneficencia expresa de manera positiva la actitud y la
obligación de hacer el bien al otro. En la práctica médica el principio está ya
establecido. En la ética médica clásica de Hipócrates aparece este principio.
El Juramento Hipocrático habla de actuar siempre en bien de los enfermos.
Aristóteles en su Ética a Nicómaco habla de la benevolencia como una de
las virtudes del hombre bueno.
J. Gregory, profesor de Medicina en Edimburgo, en el siglo XVIII, sostiene
que el fin de la medicina es buscar el bien del enfermo.
En el Informe Belmont, se enunció y este es uno de los principios descritos,
que Beauchamp y Childress toman para estructurar la corriente denominada
el Principialismo.
Principio de No maleficencia
El principio de no maleficencia expresa la obligación de no producir daño in-
326
Samuel Weingerz Mehl
Principio de Justicia
Señala que las personas en situaciones similares deben ser tratadas similar-
mente. No se debe hacer discriminación de ningún tipo, todos somos iguales
por tener la misma dignidad. Es darle a cada quien lo que le corresponde y le
pertenece, procediendo siempre a partir de la equidad y el respeto por el bien
de todos.
327
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
328
Samuel Weingerz Mehl
Doble efecto
Este principio, que tiene su origen en distinciones trazadas por Tomás de
Aquino, constituía una regla de razonamiento práctico fundamental para los
teólogos juristas hispanos de los siglos XVI y XVII, pero no aparece en las
329
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
obras de los juristas dogmáticos de los siglos posteriores. En los siglos XVIII y
XIX su estudio se limita casi exclusivamente a los tratados y manuales de teo-
logía moral católica. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX,
con la rehabilitación de la filosofía práctica clásica en el ámbito analítico an-
glosajón, el principio vuelve a ser estudiado vigorosamente, y ahora también
por filósofos moralistas ajenos a la tradición tomista. El principio del doble
efecto, es reflejo de una teoría moral que reconoce, como salvaguardia de la
dignidad de la persona humana, la existencia de ciertas especies de accio-
nes –descritas en términos de sus efectos intencionales inmediatos– que están
absolutamente prohibidas con independencia de las ulteriores consecuencias
que produzcan.
Se denomina principio, doctrina, regla o razonamiento del doble efecto
al principio de razonamiento práctico que sirve para determinar la licitud o
ilicitud de una acción que produce o puede producir dos efectos, de los cuales
uno es bueno y el otro es malo. El principio recoge algunos de los elementos
centrales de la doctrina tomista sobre el acto humano y la responsabilidad
moral. En particular, se basa en la relevancia de la distinción entre volunta-
riedad directa y voluntariedad indirecta. Los seguidores de Tomás de Aquino
llamaron “directamente voluntario” a aquello que forma parte del plan de
acción del agente, esto es, a lo que él se propone alcanzar como fin de la acción
y a lo que busca como medio para conseguir ese fin. Por el contrario, llamaron
“indirectamente voluntario” a aquellos efectos de la acción voluntaria, que
el agente prevé o debe prever, pero que no busca ni como fin ni como medio,
sino que solo acepta, permite o tolera en la medida en que se encuentran liga-
dos a lo que directamente quiere.
Siguiendo una terminología moderna usaremos también la palabra inten-
ción para referirnos a la voluntad del fin y de los medios, y llamaremos efectos
colaterales o secundarios a los efectos voluntarios indirectos.
330
Samuel Weingerz Mehl
331
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Glosario de términos
Según el artículo 166 BIS 1 de la Ley General de Salud:
332
Samuel Weingerz Mehl
333
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas
Bibliografía
• http://www.aldf.gob.mx/archivo-edfcbf4442b58c1cf761114a6a224fb1.
pdf
• http://dof.gob.mx/nota_detalle.
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• http://www.inegi.org.mx/lib/olap/consulta/general_ver4/
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• http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2005/cmas051az.pdf
• Beauchamp T & Childress J, Principles of Biomedical Ethics. (seventh
Edition). Oxford: Oxford University Press, 2013.
• Schneiderman L, Commentary: Bringing Clarity to the Futility Debate:
334
Samuel Weingerz Mehl
335
La vida humana y la pena de muerte
Juan Pablo Saavedra Olea
Al iniciar este ensayo sobre la pena de muerte quiero destacar que no pretendo
hacer una revisión histórica y legislativa de las que ya existen varias y algunas
excelentes. Deseo abordarlo desde la perspectiva de las ideas. Curiosamente
me viene de inmediato a la mente la idea sobre la vida, pues este es un binomio
inseparable y antes de poder pensar en la muerte, es necesario establecer la
primera idea –de la cual se desprende la segunda de forma natural–, y esta es
la vida.
¿Qué es la vida?
La vida puede observarse desde muchas diferentes perspectivas. El quehacer
del hombre, a lo largo de su historia, se ha centrado en gran medida, en la re-
flexión en torno a esta pregunta. Siempre y en el fondo de su actividad, princi-
palmente en la intelectual, por lo menos de los últimos 30 siglos, ha intentado
responder a esta pregunta y otras relacionadas con ella, no solamente sobre
qué es, sino sobre cuál es su sentido, cómo vivirla y finalmente, si existe vida
más allá de la vida en la que actualmente nos encontramos subsistiendo. Por
lo tanto, cómo puede deducirse la pregunta, no es algo sencillo de contestar,
pues, aunque se han dado muchas respuestas a lo largo de la historia y cada
una desde su contexto socio cultural y espacial, la inquietud continúa subsis-
tiendo y siendo vigente hasta el día de hoy, y con esa misma vivacidad interior
336
Juan Pablo Saavedra Olea
337
La vida humana y la pena de muerte
¿Por qué es tan difícil definir la vida? Esta pregunta tiene una respuesta
concisa: porque la vida no es una cosa que pueda tocarse, sino un estado que
solamente puede describirse operacionalmente.
338
Juan Pablo Saavedra Olea
Ahora bien, esta visión de la vida es desde un punto de vista meramente cien-
tificista, no concibe dentro de sí razón alguna que aporte dignidad a quien la
posee más allá de la dignidad de su naturaleza por el solo hecho se existir,
como pueden existir los soles y los sistemas estelares, o como puede existir
un mineral, un vegetal, un perro, una ballena y finalmente un ser humano.
Por tanto, si siguiéramos en esta línea de pensamiento, se pudiera concluir
entonces que se puede disponer del “recurso” humano, como se puede dispo-
ner de otro recurso existente –como en el caso de la explotación pesquera, o la
minera, etcétera–, pues desde esta idea lo único que se comparte es la bondad
de existir, simple y llanamente.
Esta manera de entender la realidad de la vida ha llevado, a múltiples erro-
res pues al ser la persona humana considerada un “recurso natural” como en
los ejemplos mencionados, es lógico que sucedan abusos como en el caso de
un Estado Totalitario, en el que el mismo Estado es el centro vital a conservar y
resguardar, pudiendo entonces disponer para lograr este fin de la vida de todo
lo llamado a la existencia dentro de los límites de su territorio.
Así las cosas, aunque se entienda y se sepa inhumano el actuar del Estado,
en virtud de la suprarrelación existente entre éste y las personas, este actuar
suyo se acepta como válido, pues la vida solo representa un recurso más que
obedece a la lógica del bien general del Estado y no precisamente al bien de
los que lo conforman, por extraño que esto parezca. Ejemplos de lo anterior
tenemos muchos y variados en la historia en especial durante el siglo XX.
Entonces partiendo de esta idea, se puede disponer de la vida en todo su
abanico de manifestaciones y por supuesto, de la vida de las personas, antes,
2
Tomado de: http://www.biocab.org/Definicion-de-Vida.html (Visible para su consulta, el 8 de diciembre de 2016).
339
La vida humana y la pena de muerte
340
Juan Pablo Saavedra Olea
341
La vida humana y la pena de muerte
342
Juan Pablo Saavedra Olea
“EL HOMBRE”
355 “Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó, hombre y mujer los creó” (Gn 1,27). El hombre ocupa
un lugar único en la creación: “está hecho a imagen de Dios”
(I); en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el
mundo material (II); es creado “hombre y mujer” (III); Dios
lo estableció en la amistad con él (IV).
I “A imagen de Dios”
356 De todas las criaturas visibles sólo el hombre es “ca-
paz de conocer y amar a su Creador” (GS 12,3); es la “única
criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma”
(GS 24,3); sólo él está llamado a participar, por el conoci-
343
La vida humana y la pena de muerte
344
Juan Pablo Saavedra Olea
345
La vida humana y la pena de muerte
binómica de los padres, como persona humana. Más allá de la técnica utiliza-
da en la unión de ambos materiales celulares, ya sea, mediante una relación
sexual, o cómo resultado de alguna técnica de reproducción humana asistida.
Estos materiales genéticos se unen en uno solo, en el momento de la con-
cepción, esto es, en el momento en el que el esperma penetra el óvulo y se con-
vierte en persona humana. Que es nueva y es diferente de sus progenitores,
con características propias. Persona humana que se encuentra en potencia,
esto es, reúne en si todos los elementos y condiciones para desarrollarse hasta
estar “de hecho” como adulto, es decir, está en potencia de y evoluciona a
través de los procesos biológicos naturales correspondientes a la gestación a
persona en “Acto”, en adulto, perfectamente desarrollado. Su entidad es así,
única e indivisible, es la conversión de un conjunto de células determinadas
por la biología de cada uno de los padres, que se convierten ahora en células
de una nueva y diferente persona humana. Es el momento maravilloso de la
concepción.
Además, a lo descrito en el momento de esta unión, se otorga o no, el don
de la vida, no solo por el simple hecho de reunir los materiales genéticos de
los padres, sino con motivo de la realidad de naturaleza espiritual que existe
en el hombre y que es participada por Dios en el llamado a la vida. Por este
motivo, la proyección trascendental del hombre, que obtiene la vida gratuita-
mente y su dignidad, eminente más allá de sus cualidades como ser humano
material, pues es participado de una naturaleza espiritual y que juntos con-
forman el nuevo ser vivo, único, diferenciado y completo.
Esta es la razón por la que no podemos considerar nunca a las personas
como medios para conseguir un fin, por más altos que estos parezcan, no po-
demos arrancarles su dignidad, no podemos disponer de ellas como cualquier
otro recurso, pues siempre y mientras exista la vida mantendrán sus caracte-
rísticas desde su condición binómica, física y espiritual.
346
Juan Pablo Saavedra Olea
La Muerte.
La muerte en el plano biológico, es la consecuencia natural de la vida y ésta
puede agruparse muy genéricamente en dos grupos principales: el primero,
es la cesación de la vida de manera natural y por cualquier causa. La segunda,
es la terminación de la vida por un hecho externo a la persona que sufre la
muerte.
La muerte, desde el punto de vista de la bilogía, podría definirse cómo
la interrupción total, definitiva e irreversible de la vida, manifestada en la
incapacidad autónoma y sustentadora de la respiración, la circulación y la
actividad eléctrica cerebral, durante un periodo prolongado y normalmente
establecido en la Ley.
Pero la muerte no sucede como un todo biológico que se apaga de súbito.
No, la muerte a diferencia de la vida, que se genera en un solo acto en el
momento de la concepción, es progresiva y se va desarrollando en un primer
momento en el colapso de los órganos vitales, para posteriormente continuar
desarrollándose a nivel celular y en todos los tejidos del individuo, generando
así el inicio del proceso generalizado de descomposición del cuerpo.4
Corresponde entonces a la medicina, determinar la muerte, interpretan-
do los signos biológicos del sujeto y observando la normatividad de salud
aplicable, para que así entonces, pueda el derecho positivo declarar la muerte
legal del sujeto y con ello generar todos los efectos y consecuencias legales
pertinentes.
La vida y la muerte en México, se declaran formalmente con la expedición
del Acta del registro civil correspondiente, ya sea esta, de nacimiento o de
defunción.
4
Para aquellos que no están familiarizados con la práctica médica, se pueden dar una idea bastante amplia sobre la muerte y su
diagnóstico, en el trabajo de Jorge Avendaño H. Titulado “Concepto Médico-Legal de la muerte” que, aunque no es de reciente
hechura, explora muy claramente la evolución y las diferentes maneras para el diagnóstico clínico y su determinación. Visible en
la siguiente liga electrónica: http://bit.ly/1nkcoum (Consultada de su liga original, el 1 de marzo de 2017).
347
La vida humana y la pena de muerte
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349
La vida humana y la pena de muerte
....
Derogado.
ARTÍCULO TRANSITORIO
ÚNICO.- El presente Decreto entrará en vigor al día
siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
México, D.F., a 8 de noviembre de 2005.- Dip. Heliodoro
Díaz Escárraga, Presidente.- Sen. Enrique Jackson Ramírez,
Presidente.- Dip. Marcos Morales Torres, Secretario.- Sen.
Yolanda E. González Hernández, Secretaria.- Rúbricas.»
Sin embargo, y a pesar de que parece nos encontramos ante unos avances
significativos de los derechos humanos especialmente en las democracias mo-
dernas, entre en los que en su momento México se sumó en este esfuerzo
como parte de los países abolicionistas para todos los delitos, en la realidad
no es así. Por dos razones principales: la primera, por el número de verdadero
espanto de las ejecuciones extrajudiciales y sumarias realizadas a lo largo y
5
Para su consulta, dicha publicación se encuentra visible en la siguiente liga electrónica: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.
php?codigo=2101602&fecha=09/12/2005
(Consultado en febrero de 2017).
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La vida humana y la pena de muerte
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representa el delincuente, con otras formas mucho más acordes con la digni-
dad humana que todos compartímos en nuestra naturaleza, como ha quedado
establecido.
Sería un exceso de fuerza innecesario, por muy grave que sean los delitos
cometidos por el infractor. Es aquí donde precisamente se puede constatar el
grado de civilización de una sociedad, en la manera en que trata a sus mismos
agresores, de otra suerte estaríamos nuevamente en la época de las cavernas
y aplicando la ley del más fuerte, la pura fuerza bruta, dejando de lado 20
siglos de civilización que ya ha costado un precio de sangre altísimo en vidas
humanas. Debemos procurar una actitud tendiente a una actitud prudencial
respecto del tema, aún y cuando nos sea licito hacer uso de este medio extremo.
Desde la visión del mundo jurídico legal, México se encuentra obligado
a partir del año 2005 por los instrumentos Internacionales que con éste mo-
tivo suscribió y ratificó el Estado Mexicano, sobre la Convención Americana
sobre los Derechos Humanos y otros instrumentos posteriores, se señala con
toda claridad que no se reestablecerá la pena en los Estados que la hubieren
abolido. Sumado a esto, debemos siempre de aplicar el principio penal de
aplicación de la ley que resulte más favorecedora y no por el contrario, aplicar
la ley más desfavorablemente al delincuente, por horrendos que nos parezcan
sus crímenes.
Debemos tomar en consideración, además, que en las democracias que
aún se encuentran en muy incipientes estados de desarrollo como la nuestra,
en comparación con otras democracias occidentales con más de 1,000 años de
historia como la Suiza, es verdaderamente pequeño el grado de confiabilidad
de la inmensa mayoría de nuestros gobiernos en todos sus niveles. Dónde el
poder Judicial y la impartición de justicia es altamente dudosa y que se suman
además la arbitrariedad de muchos actores y factores del poder. Sería el equi-
valente de dar a un niño de pocos años un arma cargada y sin seguro.
355
La vida humana y la pena de muerte
El resultado sería no solo que lastimara al inocente frente a él, sino el peli-
gro que para él mismo le representa manipular esta arma, con las consecuen-
cias gravísimas, sino fatales que le pueden conllevar.
Sería gravísima la cantidad de “chivos expiatorios”, de acomodos políti-
cos, revanchismos y vendetas que acarrearía su aplicación solo justificándolo
con el pobre argumento de la eliminación del problema desde la raíz.
356
Juan Pablo Saavedra Olea
sexenio del actual Gobierno Federal emanado del Partido Revolucionario Ins-
titucional (PRI)–, ocurrieron más de 78 mil 109 homicidios dolosos en el país.11
Esto y para efecto de nuestro interés, significa que los delincuentes son
plenamente conscientes de que en algún momento determinado y derivado
de su actividad delincuencial perecerán, pero esto no los hace variar de su ac-
tividad, solo asumen este hecho como parte de ella, bajo el adagio populariza-
do entre ellos que dice: “más vale un día como rey, que una vida como buey”.
Así las cosas, la existencia de una ley positiva y vigente sería completamente
ineficaz como medio para frenar la escalada de violencia en la sociedad.
En otras sociedades como la norteamericana, donde algunos Estados de
la Unión tienen actualmente vigente la pena capital, tampoco tienen cambios
significativos en la disminución de los delitos, sin embargo, si tienen muchas
quejas de presuntos condenados a muerte que son inocentes. Si esto sucede
en un país donde su orgullo principal es su poder Judicial ¡qué resultados
obtendríamos en una sociedad como la mexicana¡? los hechos se explican por
sí mismos.
Por tanto, concluimos, que esta medida resulta altamente ineficaz y no
representa en medida alguna la vía que coadyuve con la disminución de la
actividad delincuencial. Por tanto, la respuesta a la pregunta, es: Resulta una
medida altamente ineficaz y el costo beneficio de una pena de esta naturaleza,
resulta muy alto y peligroso socialmente.
Podemos decir entonces que la verdadera solución no se encuentra en las
penas que se puedan establecer para los delitos, tampoco está en los centros
de reclusión que cada día resultan ser mejores escuelas del crimen. La repues-
ta debe buscarse bajo otros argumentos que no sean meramente reacciones
ante una problemática social que nos disgusta. Las raíces debemos buscarlas
en otras fuentes diferentes y observar nuestra realidad social como un todo,
11
El articulo puede consultarse en: http://bit.ly/2mSXkV3 (Visible para su consulta el 17 de marzo de 2017)
357
La vida humana y la pena de muerte
revisar la historia, pues solo aquellos que saben de dónde vienen, pueden sa-
ber quiénes son y así saber dónde desean llegar y esta es una tarea pendiente.
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La vida humana y la pena de muerte
360
V
Biotecnología e investigación
Genoma humano. Regulación del esta-
do y en qué consiste
Dora Gilda Mayén Molina, MD, PhD
Resumen
1. El genoma humano está constituído por ADN, que contiene la información
biológica necesaria para formar y mantener un organismo, duplicarla,
transmitirla, expresarla y permite la posibilidad de sufrir cambios
conocidos como mutaciones.
2. El genoma humano se divide en nuclear y mitocondrial.
3. La diversidad genética es un proceso natural y evolutivo que modifica a
los organismos.
4. El estudio las variantes genéticas ha permitido grandes avances en el
área biomédica, forense y en el conocimiento de mecanismos de algunas
enfermedades genéticas, susceptibilidad a enfermedades comunes y la
respuesta del individuo a diferentes fármacos.
5. El hallazgo más importante del proyecto del genoma humano (HGP) fue
que solo alrededor de 20,000 genes son codificantes es decir se expresan y
transcriben para una proteína
363
Genoma humano. Regulación del estado y en qué consiste
1
Cervantes A, López M, Arenas D, Peñaloza R: “Bases moleculares de la herencia”. En: Del Castillo Ruiz V, Uranga Hernández
RD, Zafra de la Rosa G: Genética clínica. Capítulo 2, pag. 11-36. Ed. El Manual Moderno, México DF 2012. ISBN: 978-607-448-
251-5
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Genoma humano. Regulación del estado y en qué consiste
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Genoma humano. Regulación del estado y en qué consiste
Glosario de términos
ADN
Ácido desoxirribonucleico, constituye el genoma humano. La mayor parte se
encuentra dentro del núcleo de la célula y una menor proporción en las mito-
condrias en el citoplasma de la célula.
Cromosomas
Son estructuras que contienen al ADN. La especie humana cuenta con 46 cro-
mosomas, lo que se conoce como número diploide, dado que cada unode los
progenitores aporta la mitad de éstos es decir 23, que es el número haploide.
Gen
Unidad hereditaria constituída por ADN que contiene la información bioló-
gica que codifica para una proteína, a través de la cual expresa su función así
como regiones implicadas en regular su expresión.
Núcleo celular
Organelo presente en toda célula humana que contiene el material genético
de una persona organizado en moléculas de ADN y asociado a proteínas
histonas. Su función es mantener la integridad del genoma y regular las
funciones celulares a través de la expresión de sus genes. Es el centro del
control de la célula.
368
Gilda Mayén Molina
Mitocondrias
Organelos presentes en toda célula humana encargados de proporcionar la
energía necesaria para la actividad celular. Contiene además genes mitocon-
driales que se heredan únicamente por línea materna.
Célula somática
Se refiere a todas y cada una de las células del cuerpo del ser humano, contiene
el material genético contenido en 46 cromosomas (número diploide).
Célula germinal
Se refiere al óvulo y al espermatozoide humanos que contienen la mitad del
material genético que requiere un individuo, es decir 23 cromosomas (número
haploide). Estas células al fusionar su material genético durante la fecunda-
ción o concepción originan 46 cromosomas en forma normal.
Cromatina
Estructura macromolecular compuesta por ADN y proteínas básicas llamadas
histonas que en conjunto presentan diferentes grados de enrrollamiento para
formar un cromosoma.
Mutación
Cambios en la secuencia de ADN que generalmente corresponden a fenóme-
nos evolutivos relacionados con la adaptación de los organismos, pero que
en otros casos dan origen a enfermedades genéticas con patrones de herencia
diversos.
Epigenética
369
Genoma humano. Regulación del estado y en qué consiste
Polimorfismo
Variante molecular, bioquímica o cromosómica que se presenta en al menos
el 1% de la población general, que por sí misma no condiciona enfermedad.
Es parte de la variabilidad genética entre los individuos y en algunos casos
puede conferir predisposición o susceptibilidad a algunas enfermedades o in-
dividualizar la respuesta a fármacos.
Nucleótido
Unidad fundamental de los ácidos nucleicos, formado por una base
nitrogenada, azúcar y fosfato.
370
Ética de la investigación
en seres humanos
Martha Tarasco Michel MD, PhD
Resumen
• Publicar es la recompensa para los investigadores científicos.
• Por eso debe haber leyes que vigilen y sancionen la autoría inapropiada
(en la que alguien que no ha trabajado aparece como autor); autoría fan-
tasma (alguien escribe y otro aparece como autor); conflicto de interés (un
investigador publica lo que la compañía farmacéutica quiere); o plagio
(copia textual o parafraseada de otros autores).
• Los editores de las publicaciones científicas tienen un rol fundamental en
la prevención y el remedio de la mala práctica científica.
• La participación de los sujetos de investigación debe ser libre y voluntaria
y deben poder abandonar el estudio cuando lo deseen. Y nunca debe ha-
cerse con población vulnerable. Además el sujeto de investigación, debe
de poder gozar de los avances de la misma.
• El conocimiento científico busca la causa de los fenómenos medibles o
cuantificables. Es objetivo, pero la realidad humana abarca mucho más
que la realidad física.
371
Ética de la investigación en seres humanos
Introducción
Dentro de las variedades metodológicas de la investigación clínica, puede
haber estudios descriptivos, y experimentales. Su objetivo es el de conocer
un fenómeno fisiológico,1 patológico,2 diagnóstico o terapéutico. Como por
ejemplo, describir la distribución de las enfermedades y eventos de salud en
poblaciones humanas, así como de descubrimiento, o la caracterización de las
leyes que gobiernan o influyen en estas condiciones.3 A nivel de resultados
se espera que a través de los aportes que haga la investigación, se ayude a
mejorar el conocimiento de los fenómenos biológicos, normales o patológicos
y a mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la salud. Así como a
prevenir las causas que la originan, tanto para las enfermedades a nivel indi-
vidual, como colectivas. Y por ello, aunque hay fases experimentales previas
en animales, cuando se trata de la investigación de sustancias nuevas, en far-
macología, la investigación clínica se realiza en última instancia en individuos
humanos. Este es el motivo por el cual debe de preverse el riesgo que la inves-
tigación implique, mismo que tiene que ser reducido tanto cuanto sea factible,
y siempre ser menor que el beneficio esperado.4 Tanto de manera inmediata
de la investigación, como a largo plazo, por posibles secuelas.
Todo acto humano tiene unos elementos conscientes que son una finali-
dad, se puede llevar a cabo por diversos de medios, y se da en circunstancias
determinadas de tiempo, espacio, sociales y personales. En la investigación
teórica, básica, de campo o clínica, las reglas del acto humano se aplican para
juzgar su eticidad.5, 6 Muchos eticistas se centran en el análisis de los medios y
sobre todo aquellos de corrientes pragmáticas y liberalistas enfocan su interés
1
La fisiología estudia las funciones de los distintos elementos.
2
La patología estudia las enfermedades, su acción en el organismo, su historia natural, su forma de adquisición, sus secuelas,
etc…
3
Hernández MA, Garrido LF, López MS. Diseño de Estudios Epidemiológicos. Salud Pública de México; 2000; 42 (2):144-154.
4
Kazdin AE. “Evidence-based treatment and practice: new opportunities to bridge clinical research and practice, enhance the
knowledge base, and improve patient care”. American psychologist. 2008 Apr;63(3):146.
5
Emanuel EJ, Wendler D, Grady C. What makes clinical research ethical?. Jama. 2000 May 24;283 (20):2701-11.
6
García MM. Lecciones Preliminares de Filosofía, Editorial Porrúa, México, D.F. 2001: 247-251.
372
Martha Tarasco Michel
en las circunstancias. Sin embargo para la ética en general, y sobre todo la que
está centrada en la dignidad de la persona, es necesario tomar en cuenta cada
uno de los elementos del acto humano, es decir finalidad, medios, y circun-
stancias. Así investigar per sé, es bueno ya que el conocer más, es la búsqueda
de la verdad y este hecho es correcto, y ayuda al perfeccionamiento del hombre.
En cuanto a la finalidad de ese conocimiento, éticamente debe establecerse, an-
tes de empezar la investigación. Los medios no deben ser nunca contrarios a la
naturaleza ontológica del investigador, ni de quien sea el sujeto de investigación
(esto ayuda en el caso de los animales a no infringir un dolor o sufrimiento inne-
cesarios), y las circunstancias deben nuevamente corresponder a aquellas que no
vayan en contra o mejor aún, propicien el respeto por la naturaleza ontológica del
hombre aún si la investigación fuera en animales o teórica.7
Investigar éticamente requiere sin duda un propósito ético, es decir una
finalidad de hacer el bien. Ello implica una construcción ética del conocimien-
to y una distribución universal de los resultados que sean benéficos, y del
conocimiento nuevo; utilizar medios adecuados (nunca usar al ser humano
como un medio, aunque se puede hacer investigación en humanos); y que las
circunstancias sean las adecuadas: es decir, donde el sujeto de estudio pueda
ser libre para decidir si desea participar en la investigación y si desea dejar
de participar, en cualquier momento de la investigación, así como a gozar
del fruto de dicha investigación, si llegara a haberlo. Es decir, no se puede
presionar a personas con privación de la libertad, o en cualquier condición de
vulnerabilidad para participar en un protocolo de investigación.8
La investigación para la medicina “del deseo”
Algunas investigaciones están enfocadas a buscar la modificación de límites
normales del cuerpo y/o de la función humana, sin que se trate de una patología,
7
Gamboa JD, Tarasco M,“Ética en la investigación Clínica”. En: Introducción a la Bioética. Kuthy J., Villalobos J.J, Martínez O., Ta-
rasco M. (eds). Méndez Editores, S.A. de C.V., 4° edición 2015. Capítulo 22, Pgs. 417- 442 . México, DF. ISBN 978-607-7659-00-6.
8
Glickman SW, McHutchison JG, Peterson ED, Cairns CB, Harrington RA, Califf RM, Schulman KA. Ethical and scientific impli-
cations of the globalization of clinical research.
373
Ética de la investigación en seres humanos
sino solo por el deseo de lograr algo diferente a la estructura orgánica normal.
La mayoría de éstas están relacionadas con la investigación en biotecnología.9
Si no buscan curar enfermedades, sino suplantar un órgano, tejido o función
sana por otra, no están respetando la naturaleza y dignidad humanas. Esto las
hace éticamente negativas, o por lo menos fútiles y peligrosas.
Otros casos similares, desde el punto de vista ético, son aquellos en los que
da la impresión que los problemas que actualmente analiza la bioética, solo
estuvieran interconectados por un avance desmedido de la biotecnología.10 O,
más aún, por razones económicas de crear consumidores para la venta de los
productos que desarrollan antes de que se necesiten.
En ambos casos se evidencia una sobre utilización de la biotecnología, que
no necesariamente, busca el bien del paciente. Pero es importante subrayar,
que existe un nivel de relación entre los distintos problemas aún más profun-
do. Éste se refiere a la idea irreal de que los límites de existencia de la persona
humana no existen, o pueden ser manipulados por el hombre. Sin lugar a
dudas es algo lógico el vencer ciertos límites vitales, tales como vencer las
enfermedades y con ello incrementar la edad de sobrevida de la población.
O vencer el límite del dolor, para que el paciente no sufra.11 Pero estos casos
tienen una constante de gran importancia: tratan de mejorar alguna función
que está enferma. No suplen una función enferma para obtener un resultado
deseado, de alguna función que no se requiera para la vida, sin curar la enfer-
9
Marcuse, H., El hombre unidimensional, Planeta, Barcelona 1985, p. 22.
10
Hoffman DC. A modest proposal: toward improved access to biotechnology research tools by implementing a broad experi-
mental use exception. Cornell L. Rev. 2003; 89:993.
11
Ruse, Michael, ed. “What the philosophy of biology is: essays dedicated to David Hull”. Vol. 32. Springer Science & Business
Media, 2012.
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375
Ética de la investigación en seres humanos
376
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377
Ética de la investigación en seres humanos
22
Protocol, M. (1987). United Nations Eviroment Programme. Recuperado el 10 de 08 de 2016, de Ozone Secretariat: http://
www.ozone. unep.org/Ratification_status /montreal_ protocol.shtml
23
Technology, W. C. (Marzo de 2005). The Precautionary Principle. Recuperado el 10 de Agosto de 2016, de UNESCO: http: //
unesdoc. unesco. Org /images /0013 /001395 /139578e.pdf
24
Explicado ya en el pie de página 4.
25
Que presupone que el sexo biológico es irrelevante para la identidad sexual. Y que ésta puede cambiarse de manera múltiple
en el transcurso de la vida.
26
El término preembrión surge como resultado de un debate de varios meses en Inglaterra y que fue publicado como informe
Warnock en 198, con el fin de idear cómo utilizar embriones para experimentación. A pesar de que el propio informe reconoce
que después de la fecundación inicia la vida embrionaria, y que el embrión desde su etapa de cigoto, es un organismo por sí
mismo, y diferente de los gametos masculino y femenino, así como de que no hay una fase después de la fecundación en la que
el desarrollo se detenga y se le deje de considerar como embrión, hubo grandes disputas. Ya que esta comisión se formó para
la investigación en embriones y era necesario llegar a esa meta. Para allanar la polémica surgida entre quienes querían respetar
y cuidar la vida del embrión en todo su desarrollo, y quienes querían poder utilizarlo para la investigación (de los embriones
obtenidos por técnicas de reproducción asistida), Mary Warnock designó el día 14 de vida, como el límite a partir del cual se
podía denominar embrión. Y entonces los días previos se denominaron pre embrión.
Curiosamente el término se ha usado mucho más a nivel jurídico y político, que a nivel científico, ya que no hay evidencias
biológicas que sostengan dos estados del mismo organismo. El desarrollo del uso de este término es muy extenso, y se sugiere
consultar el propio informe y diversos artículos.
27
Committee of Inquiry into Human Fertilisation and Embryology, Warnock Report, Londres: Department of Health and Social
Security, 1984.
378
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Martha Tarasco Michel
381
Semblanzas
Dra. Ma. Elizabeth de los Ríos Uriarte
385
Dr. José Enrique Gómez Álvarez
386
Dr. Agustín Antonio Herrera Fragoso
387
Semblanzas
388
Rosario Laris Echeverría MD, PhD.
389
Semblanzas
390
Javier Marcó Bach
391
Dr. Óscar Javier Martínez González
392
Dra. Dora Gilda Mayén Molina
393
Semblanzas
2003 A 2017; Presidente del Consejo Mexicano de Genética A.C., 2008-2011; Vi-
cepresidente del Consejo Mexicano de Genetica A.C., 2005-2008; Coordinado-
ra del Capítulo de Genética del Colegio Mexicano de Ginecología y Obstetri-
cia de 2008 a la fecha; Es miembro International Society Of Prenatal Diagnosis
de 2002 a la fecha; Integrante del Comité de Ética e Investigación del Hospital
Ángeles Lomas de 2005 a la fecha. Revisor del Comité Editorial de la Revista
de Ginecología y Obstetricia de México de 2012 a la fecha; Revisor del Comité
Editorial de la Revista Latinoamericana de Perinatología de 2012 a la fecha.
Asesora externa del Comité de Investigación del Crit 2003 a 2011; Co-Autora
del Atlas Diagnóstico de Sindromes Genéticos, premio Salvador Soto Allende,
otorgado por la Academia Mexicana de Pediatría en noviembre de 2011; Reco-
nocimiento por 30 años de servicio en el Gobieno federal, Secretaría de Salud,
2008; Jurado calificador del Premio Gen sobre los defectos al nacimiento 2001
y 2002. Segundo lugar carteles, Congreso Mexicano de Ginecología y Obste-
tricia en 1999. Candidato a Investigador, Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) 1° de julio de 1990 a 30 de junio de 1993; Reconocimiento por 10 años
de labor docente en la UNAM en 1990; Becaria Conacyt para la especialidad
en Genética Médica en 1984: Becaria de la Secretaría de Salud, Puis UNAM
1987-1989; Primer premio Grupo Gen 1986, por trabajo de Tesis de especiali-
dad en Genética; Tres primeros lugares de la Licenciatura en Médico Cirujano,
UNAM, Generación 1978-1983.
Colabora en el Programa de Diagnóstico Prenatal (Inper) y en el Programa
de detección de malformaciones congénitas Ryvemce (Inper-Innsz).
Ha publicado 25 artículos científicos; 123 capítulos de libros y 10 artículos
de divulgación. Asimismo, ha dado 200 presentaciones nacionales y 15
internacionales.
Fue profesora de Genética Clínica en la Facultad de Ciencias de la Salud en
la Universidad Anáhuac de Mexico campus Norte en 2012 y 2013. Profesora
394
Semblanzas
395
Dr. José Alejandro Pedro Sánchez Priego MD, PhD
396
Autor de diversos trabajos de investigación y artículos de bioética.
397
Semblanzas
398
Dr. Samuel Weingerz Mehl
399
Semblanzas
400
Juan Pablo Saavedra Olea
401
Semblanzas
402
Luis Antonio Meixueiro Daza
Diseño y formación:
Cuidado de la edición: