PROTOCOLO Sancion Integridad Sexual Niños y Adolescentes
PROTOCOLO Sancion Integridad Sexual Niños y Adolescentes
PROTOCOLO Sancion Integridad Sexual Niños y Adolescentes
PRIMERA PARTE
GENERALIDADES 11
PROTOCOLO DE PREVENCIÓN, ATENCIÓN Y SANCIÓN A TODA FORMA DE VULNERACIÓN A LA INTEGRIDAD
SEXUAL DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES 13
1. INTRODUCCIÓN 13
2. JUSTIFICACIÓN 13
3. MARCO NORMATIVO NACIONAL E INTERNACIONAL 15
3.1 MARCO NORMATIVO INTERNACIONA 15
3.2 MARCO NORMATIVO NACIONAL 17
4. ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DEL PROTOCOLO? 24
5. OBJETIVO 24
5.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 25
6. ENFOQUES 25
7. PRINCIPIOS RECTORES 26
8. INSTITUCIONES DESTINATARIAS 28
9. MARCO CONCEPTUAL DE LA VIOLENCIA SEXUAL CONTRA NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES 29
9.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE “VIOLENCIA” A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES 29
9.2 CARACTERÍSTICAS DE LOS/LAS AGRESORES/AS SEXUALES 31
9.3 CONDICIONES QUE CONDUCEN A LA VIOLENCIA SEXUAL 32
9.4 CONSECUENCIAS EN LA VIDA DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL 32
9.5 MITOS CON RELACIÓN A LA VIOLENCIA SEXUAL DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES. 33
9.6 DERECHO A LA PARTICIPACIÓN Y ACTUACIÓN DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES 35
10. NIVELES DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN INTEGRAL 35
10.1 PREVENCIÓN PRIMORDIAL 36
10.2 PREVENCIÓN PRIMARIA 36
10.3 PREVENCIÓN SECUNDARIA 38
10.4 PREVENCIÓN TERCIARIA 39
10.5 ATENCIÓN INTEGRAL 40
SEGUNDA PARTE
PROCEDIMIENTO DE PROTECCIÓN Y ATENCIÓN A NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
SEXUAL EN EL MARCO DE LA RUTA CRÍTICA INTERINSTITUCIONAL 45
PRIMERA FASE - IDENTIFICAR Y PROMOVER LA DENUNCIA 47
1. ENTIDADES QUE IDENTIFICAN Y PROMUEVEN LA DENUNCIA 47
1.1 ¿CUÁLES SON LAS FUNCIONES DE LAS ENTIDADES PROMOTORAS EN EL PRIMER CONTACTO CON LA VÍCTIMA? 47
1.2 SITUACIONES FRECUENTES EN LAS QUE SE ENCUENTRA LA VÍCTIMA Y LAS ACCIONES QUE DEBEN REALIZARSE 52
2. ENTIDADES RECEPTORAS DE LA DENUNCIA 59
2.1 ¿Cuáles son las funciones de las entidades receptoras de la denuncia? 59
SEGUNDA FASE - ETAPA PRELIMINAR DE LA INVESTIGACIÓN 60
1. ¿CÓMO SE PROCESA LA DENUNCIA CUANDO ÉSTA INGRESA POR LA POLICÍA – FELCV? 60
2. ¿CÓMO SE PROCESA LA DENUNCIA ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO – FISCALÍA? 61
2.1 ¿QUÉ HACER EN CASOS EN QUE LA DENUNCIA ES REMITIDA A LA FISCALÍA POR LA FELCV, OTRA INSTANCIA
POLICIAL, ENTIDAD PROMOTORA DE LA DENUNCIA O POR LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS O PRIVADAS? 62
2.2 ¿QUÉ HACER CUANDO LA VÍCTIMA ACUDE DIRECTAMENTE AL MI- NISTERIO PÚBLICO – FISCALÍA A
DENUNCIAR? 64
3.1 ARTICULACIÓN DE LAS LABORES INVESTIGATIVAS ENTRE EL MINISTERIO PÚBLICO (FISCALÍA) Y LA POLICÍA
(FELCV) 65
4. FORMAS DE CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PRELIMINAR 68
4.1 IMPUTACIÓN FORMAL  68
1.2 RECHAZO 68
1.3 SALIDAS ALTERNATIVAS 68
TERCERA FASE - ETAPA PREPARATORIA DE LA INVESTIGACIÓN 69
1. ARTICULACIÓN DE LAS LABORES INVESTIGATIVAS CON LAS LABORES DE ACOMPAÑAMIENTO Y PREPARACIÓN DE
LA VÍCTIMA Y TESTIGOS 69
2. SEGUIMIENTO Y ASESORAMIENTO DE LA VICTIMA EN LA ETAPA PRE- PARATORIA DEL PROCESO (ÁREA SOCIAL,
ÁREA PSICOLÓGICA, ÁREA LEGAL) 72
2.1 Intervención Psico-socio-Legal 72
3. FORMAS DE CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PREPARATORIA 74
CUARTA FASE - JUICIO ORAL 75
1. ACOMPAÑAMIENTO Y PREPARACIÓN DE LA VÍCTIMA Y/O TESTIGO DURANTE EL JUICIO ORAL 75
2. SEGUIMIENTO DE LA VÍCTIMA DURANTE EL JUICIO ORAL 75
3. ASESORAMIENTO Y PATROCINIO LEGAL DE LA VÍCTIMA EN LA ETAPA DEL JUICIO ORAL 76
4. SENTENCIA Y CONCLUSIÓN DEL JUICIO ORAL 76
4.1 SENTENCIA ABSOLUTORIA 76
4.2 SENTENCIA CONDENATORIA 76
QUINTA FASE - REPARACIÓN INTEGRAL DEL DAÑO/RESTITUCIÓN 77
1. ¿QUIÉNES PUEDEN ASISTIR A LA VÍCTIMA PARA SOLICITAR LA REPARA- CIÓN INTEGRAL DEL DAÑO? 77
2. MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y ASISTENCIA POSTERIORES AL PROCESO PENAL 78
2.1 TERAPIA PSICOLÓGICA (INTERVENCIÓN PSICOTERAPÉUTICA; APO- YO PARA REINSERCIÓN ESCOLAR;
EDUCACIÓN ESPECIAL) 78
2.2 REINCORPORACIÓN DE LA VÍCTIMA 80
2.3 RESARCIMIENTO A LA VÍCTIMA POR PARTE DEL AGRESOR 81
2.4 REPARACIÓN DEL DAÑO EN CASOS DONDE EL AGRESOR ES UN ADO- LESCENTE 82
2.5 CASOS NO JUDICIALIZADOS 82
RUTA CRITICA DE PREVENCIÓN. ATENCIÓN Y SANCIÓN A TODA FORMA DE VULNERACIÓN A LA INTEGRIDAD
SEXUAL DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES 83
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 86
PRESENTACIÓN
Bolivia a partir de la aprobación del nuevo texto Constitucional se ha configurado en un referente
histórico a nivel de desarrollo normativo en materia de protección y garantía de derechos de la Niñez
y Adolescencia, planteada a través del nuevo Código Niña, Niño y Adolescente la doctrina de la pro-
tección integral a favor de este sector vulnerable. La base de este avance significativo, se traduce en
la comprensión de las Niñas, Niños y Adolescentes, como sujetos de derechos, siendo en todo caso
los adultos, el Estado y la sociedad portadores de responsabilidades para con la niñez, en el marco de
una efectiva protección respecto de todas las dimensiones de la vida social y familiar de la niñez de
donde se deriva la concepción de la integridad.
En esa línea, y, considerando que a la fecha se ha identificado sensiblemente, como una las mayores
problemáticas sociales, la afectación del derecho a la integridad sexual de niñas, niños y adolescen-
tes, tal situación se convierte no sólo en la principal preocupación del Estado para ejercer una efecti-
va defensa y restitución de derechos de esta parte fundamental de la población, sino que además se
constituye, en un fenómeno de atención prioritaria por parte de las instancias de gobierno, así como
de todo del contexto institucional que tiene la obligación de garantizar el ejercicio pleno de los dere-
chos de la Niñez boliviana y prevenir tal flagelo.
En ese marco, como parte de la ejecución del Programa Integral de Lucha contra la Violencia Sexual
a Niñas, Niños y Adolescentes, en la perspectiva de lograr la garantía del ejercicio del derecho a la
integralidad sexual de la Niñez y Adolescencia, el Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional,
conjuntamente con entidades públicas y aquéllas que conforman la Red por el Derecho a una vida
libre de violencia, ha desarrollado: “El Protocolo de Prevención, Atención y Sanción a toda Forma de
Vulneración a la Integridad Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes”. Estableciendo, asimismo, la Ruta
Crítica de Prevención, Atención y Sanción, en estos casos.
Tanto el Protocolo como la Ruta Crítica, desarrollados con la participación de niñas, niños y ado-
lescentes, constituyen un conjunto de procedimientos específicos que describen la líneas directrices
orientadoras para las entidades públicas, privadas, instituciones de la sociedad civil y las familias cuyo
objetivo principal es el de ejecutar acciones de manera inmediata, en el marco de la prevención de
En esa línea, tales procedimientos facilitarán la articulación de cada una de las entidades que se cons-
tituyen en actores responsables de garantizar los derechos de la Niñez y Adolescencia en relación a
la temática de acuerdo a las competencias asignadas, evitando prioritariamente la revictimización,
reafirmando el compromiso asumido por el Estado en relación a la defensa y protección de nuestra
niñez en el marco del Código Niña, Niño y Adolescente.
1. INTRODUCCIÓN
La violencia hacia niñas, niños y adolescentes ha estado presente desde el inicio de la historia del mun-
do, y persiste en la actualidad, pese a los esfuerzos realizados para su erradicación.De todas las formas
y expresiones de la violencia, la que se ejerce contra las personas en situación de mayor vulnerabilidad
como son las niñas y niños es la más perversa, ya que se interrumpe su desarrollo integral, dañando su
dignidad e integridad personal. La violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes es ejercida
por una asimetría de poder, desde una posición de privilegio o dominación principalmente desde los
adultos.
Si bien el Estado ha dado importantes pasos en cuanto a la legislación, en especial en el ámbito penal
para sancionar toda conducta que implique cualquier forma de violencia contra las niñas, niños y ado-
lescentes, todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a su implementación, teniendo como
principales desafíos la formación especializada de las personas operadoras del sistema, la asignación
de recursos suficientes y necesarios para una adecuada atención del problema y la institucionalización
de procedimientos y mecanismos para lograr el pleno restablecimiento de los derechos de aquellas
personas que se ven sometidos a cualquier forma de violencia sexual durante su infancia.
Para la atención de niñas, niños y adolescentes que hayan sufrido algún tipo de vulneración en su in-
tegridad sexual, es necesario que todas las personas responsables de los servicios públicos o privados
actúen bajo un enfoque de derechos, lo que implicará que analicen sus conceptos personales, prejui-
cios, supuestos y conocimientos, para cuestionarlos, ampliarlos y a partir de este enfoque, brindar una
atención verdaderamente integral, articulada entre todos los servicios responsables de la reparación y
restablecimiento de derechos de la niña, niño o adolescente.
Para ello se presenta el Protocolo, que constituye un instrumento para la prevención, a toda forma de
vulneración a la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes, la detección oportuna y la atención
integral, interdisciplinaria e intersectorial, de forma secuencial y ordenada, bajo un enfoque de dere-
chos, priorizando su interés superior y velando porque se cumplan todos los pasos y requisitos legales
para garantizar su completo restablecimiento emocional, familiar y social.
El presente protocolo establece las acciones y momentos en que deben actuar las instituciones públi-
cas, y como se articulan en el marco de sus competencias, atribuciones y funciones para garantizar a
niñas, niños y adolescentes una vida sin vulneración a su integridad sexual, a través de 3 niveles de
prevención y un nivel de atención integral.
2. JUSTIFICACIÓN
Uno de los problemas más lacerantes y dolorosos que vive la población de niñez y adolescencia, en
particular, son las violencias. A pesar de las políticas que se aplican de manera sistemática desde hace
alrededor de 15 años para enfrentar este flagelo, las informaciones diarias y estudios recientes señalan
que las violencias se han incrementado, estimuladas por persistentes patrones patriarcales, diferentes
modalidades de respuesta a la precariedad material, cambios en las familias tanto en su composición,
como en su connotación espacial, la migración interna e internacional.
El fenómeno de la migración, además de afectar las estructuras familiares está teniendo efectos en un
desplazamiento intergeneracional de las violencias, haciendo de las niñas “las víctimas principales de
abuso, incluido el sexual, de parientes y vecinos a quienes se encomienda su cuidado” (Calla y otras
2005, cit. en Farah y Sánchez 2008).En Bolivia, las investigaciones indican que 4 de cada 10 niñas, ni-
ños y adolescentes sufren violencia sexual.
El sistema patriarcal en que vivimos, encubre y tolera la violencia sexual en contra de niñas, niños y
adolescentes, por eso muchos agresores aducen que la víctima estaba de acuerdo, o que esta los pro-
vocó, pese a su corta edad.
Entonces es importante entender, en el marco de la Ley 548, porqué se habla de Protocolo de Partici-
pación de las Niñas, Niños y Adolescentes (Disposición Quinta Transitoria) y de la Actuación de Niñas,
Niños y Adolescentes (Artículo 195) según la cual la niña, niño o adolescente tiene la garantía de par-
ticipar en todo el proceso en el que sea parte y será oído por la autoridad judicial que siempre tomará
en cuenta su edad y las características de su etapa de desarrollo.
Hasta el momento, para el ejercicio del derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser protegidas y
protegidos contra la violencia sexual se ha comprendido a estos como receptores (pasivos) de medidas
y prestaciones o servicios a su favor. En cambio, la participación constituye una innovación, pues ex-
plícitamente, concibe a las y los niños como actores activos y los reconoce como sujetos con capacidad
de actuar, y pensamientos propios, lo que implica un fortalecimiento de su estatus social en relación
con las personas adultas.
Entonces, se trata de tener una mirada integral de la niña, niño o adolescente víctima de violencia
sexual, quien no deja de ser persona porque su derecho a la integridad sexual haya sido vulnerado
y, por el contrario, tiene capacidades y potencialidades que deben ser fortalecidas para enfrentar las
adversidades ( capacidad de Resilencia).
Se requiere de espacios donde recoger su opinión, espacios en los que su opinión se traduce en acción
y espacios donde participa en la toma de decisiones relevantes (Comités de Niñas, Niños y Adolescen-
tes y Congreso Plurinacional de la Niña, Niño y Adolescente).
En este marco, el presente Protocolo se constituye en la guía para la articulación de las entidades pú-
blicas y privadas en el marco de sus competencias, para garantizar el derecho a la Integridad Sexual de
las Niñas, Niños y Adolescentes que requieren de acciones de prevención, de atención y de sanción a
los agresores. Responde a los Lineamientos establecidos en la Ley Nº 548, a las directrices planteadas
en las Políticas de la Niña, Niño y Adolescente y contribuirá a la implementación del Programa Integral
de lucha contra la violencia sexual, siendo uno de sus principales resultados.
Con la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de los Derechos del
Niño y luego con la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño, se han logrado importantes
avances en la garantía de los derechos humanos y de manera específica de los derechos de la niñez y
adolescencia. El Estado Plurinacional de Bolivia ha asimilado legislativamente los mandatos y princi-
pios de estos instrumentos internacionales, generando un régimen jurídico específico de protección y
exigibilidad de los derechos de este grupo poblacional.
Adoptada y proclamada por Resolución 217A (III) de la Asamblea General de Naciones Unidas
de fecha 10 de diciembre de 1948, establece que “Todos los seres humanos nacen libres e igua-
les en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.” (Art 1), que “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona.” (Art 3) y que “La familia es el elemento natural y funda-
mental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado” (Art 16).
Ratificada por Bolivia, mediante Ley N° 1152 de 14 de mayo de 1990, entiende por niño a todo
ser humano menor de dieciocho años de edad(Art.1), y determina medidas apropiadas para ga-
rantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de
su condición, actividades o creencias de sus padres, tutores o familiares (Art.2).
La Convención establece que todas las medidas concernientes a los niños que tomen las institu-
ciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o
los órganos legislativos, deberán considerar el interés superior del niño (Art. 3) y velar porque
el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando se vulneren
sus derechos, a reserva de revisión judicial (Art.9). Se deberá garantizar al niño que esté en con-
diciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente en todos los
asuntos que le afectan teniéndose debidamente en cuenta sus opiniones (Art. 12)
Supone una nueva visión de la infancia: el niño es un sujeto activo de derechos, por lo cual los Es-
tados tienen la obligación de proporcionar a la infancia una protección especial frente a agresio-
nes y abusos sexuales, teniendo presente el principio del interés superior del niño. Establece que
“Los Estados (…) deben adoptar las medidas legislativas, administrativas , sociales y educativas
para proteger al niño del perjuicio y abuso sexual, y que estas medidas deben contemplar meca-
nismos eficaces para el establecimiento de programas sociales con el objeto de proporcionar la
asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras formas de prevención
y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y ob-
servación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda la
intervención judicial” (Art. 19).
En el marco de los artículos 34, 36 y 39, los Estados parte se comprometen a proteger al niño y
niña contra todas las formas de explotación y abuso sexual que sean perjudiciales para su bienes-
tar, adoptando todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica
y la reintegración social de todo niño y niña.
Ratificado por Bolivia, mediante Decreto Supremo N° 18950 de 17/05/1982, elevado a rango de
Ley por la N° 2119 de 11/09/2000, establece en su artículo 23 que: “La familia es el elemento
natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”,
el cual se complementa con el Art. 24 que determina que: “Todo niño tiene derecho, sin discrimi-
nación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición
económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere”.
Ratificado por Bolivia, mediante Decreto Supremo N° 18950 de 17/05/1982, elevado a rango
de Ley por la N° 2119 de 11/09/2000, establece en el Art. 10 inc. 3 que “(…) Se deben adoptar
medidas especiales de protección y asistencia en favor de todos los niños y adolescentes, sin
discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra condición. Debe protegerse a los ni-
ños y adolescentes contra la explotación económica y social. Su empleo en trabajos nocivos para
su moral y salud, o en los cuales peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo
normal, será sancionado por la ley…”. Es decir los Estados deben estructurar políticas de protec-
ción Integral sobre los derechos de la niñez y adolescencia, materializando una visión integral:
Estado, sociedad y familia, con un abordaje diferenciado a niñas, niños o adolescentes, dado que
sus necesidades, aspiraciones e intereses son distintos a los de la población en general, por sus
condiciones particulares de desarrollo.
Ratificada por Ley Nº 1599 de 18 de octubre de 1994, contiene disposiciones específicas para
garantizar a las niñas el ejercicio pleno de sus derechos en igualdad de oportunidades, así como
una especial protección respecto a la situación de vulnerabilidad a la violencia que pueda sufrir
la mujer en razón, entre otras, de su condición por ser menor de edad.
Para facilitar el logro de los objetivos de la Convención sobre los Derechos del Niño y la aplica-
ción de sus disposiciones, se amplían las medidas que los Estados Partes deben adoptar a fin de
garantizar la protección de las Niñas, Niños y Adolescentes contra la venta de niños, la prostitu-
ción infantil y la utilización de niños en la pornografía.
Establece que todo Estado Parte deberá adoptar medidas para que los actos de venta de niños,
adopción de niños en violación de los instrumentos jurídicos, prostitución de niños y divulgación
o distribución de material pornográfico, queden íntegramente comprendidos en su legislación
penal, así como establecidas las penas y acciones de protección que el Estado parte llevará a cabo
para precautelar la seguridad y bienestar de los niños.
que nos muestra la constante vulneración de los derechos de la niñez y adolescencia. El Principio de
Especialización, rector de la Doctrina de Protección Integral sobre los derechos de la niñez y adolescen-
cia, ha llevado a nuestro Estado a adoptar una visión integral desde el Estado, la sociedad y familia, a
partir de un abordaje diferenciado a niñas, niños o adolescentes, dado que sus necesidades, aspiracio-
nes e intereses son distintos a la población en general, por sus condiciones particulares de desarrollo.
En este sentido el Estado boliviano ha reconocido a las niñas, niños y adolescentes como sujetos de
derechos, en cumplimiento de lo establecido en la Convención Internacional de los Derechos del Niño,
adoptando las medidas dirigidas a erradicar la vulneración de derechos de este grupo etario, genera-
dos principalmente por la asimetría social, la inequidad de género y generacional y en consecuencia el
asentamiento de relaciones de poder: hombres respecto a mujeres y adultos respecto a niñas, niños y
adolescentes.
Asimismo, de acuerdo a las competencias establecidas en la Constitución Política del Estado y disposi-
ciones legales vigentes, “la promoción y desarrollo de proyectos y políticas para la niñez y adolescen-
cia, mujer, adulto mayor y personas con discapacidad, se constituye en competencia exclusiva de los
Gobiernos Autónomos Departamentales y Municipales, por lo que la facultad legislativa sobre la ma-
teria debe ser ejercida por los gobiernos autónomos departamentales o municipales respectivamente.
Establece en el art. 14 que todo ser humano goza de los derechos reconocidos por la Constitu-
ción, sin distinción alguna de su sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen,
cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica,
estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad,
embarazo, u otras.
El art. 15 a la vez señala que toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psico-
lógica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o hu-
millantes; y que en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o
psicológica, tanto en la familia como en la sociedad. “El Estado adoptará las medidas necesarias
para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u
omisión que tenga por objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento
físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como privado”.
Incorpora en su Sección V, art. 58, los derechos de la niñez, y adolescencia, reconociendo a esta
categoría social como titulares de derechos y determinando su supra protección inherente a su
proceso de desarrollo y respetando su identidad étnica, socio-cultural, de género y generacional.
En el Art. 61, determina el deber del Estado Boliviano, la sociedad y la familia de garantizar la
prioridad del interés superior del niña, niño o adolescente, brindándoles preeminencia en sus
derechos, protección y socorro en cualquier circunstancia, priorizando su atención en servicios
públicos y privados y posibilitando una acceso a la administración de justicia oportuna con asis-
tencia de personal especializado.
Por otra parte, en el Artículo 61 prohíbe y sanciona toda forma de violencia contra niñas, niños
y adolescentes, el trabajo forzoso y la explotación de niñas, niños o adolescentes, determinando
que las actividades que realicen deberán tener una función formativa integral. Sus derechos y
garantías requieren regulación especial, la cual está determinada en el Código Niña, Niño y Ado-
lescente y en el Decreto Supremo Reglamentario Nº 2377, y otras menos específicas.
Promulgado el 17 de julio de 2014, tiene por objeto reconocer, desarrollar y regular el ejercicio
de los derechos de la Niña, Niño y Adolescente, implementando un Sistema Plurinacional Integral
de la Niña, Niño y Adolescente, para la garantía de esos derechos mediante la corresponsabilidad
del Estado en todos sus niveles, la familia y la sociedad (Art. 1, Ley 548).
Siendo el resultado de un largo proceso de análisis y consecuente relevo a nivel nacional de pro-
puestas de replanteamiento a la otrora Ley Nº 2026, recoge el sentir y la preocupación de los
propios sujetos de derechos: niñas, niños y adolescentes y de quienes trabajan por la niñez y
adolescencia.
En este sentido, en el Capítulo I, Título I del Libro I desarrolla el derecho a la vida y a la salud
que especifica en el inciso f) del Art. 25 que es obligación de los hospitales y establecimiento
públicos brindar un servicio respetuoso, no revictimizador a las madres adolescentes víctimas
de violencia sexual.
En esa línea, en el parágrafo I del art. 15, refiere a la asignación de recursos, puntualizando:
“I. El Estado en su nivel central formulará el Plan Plurinacional de la Niña, Niño y Adolescente,
desarrollando el Programa de Prevención y Protección Social para Niñas, Niños y Adolescentes
menores de catorce (14) años en actividad laboral, el Programa Integral de Lucha Contra la Vio-
lencia Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes, y otros, para lo cual asignará los recursos que sean
suficientes de acuerdo a la disponibilidad del Tesoro General de la Nación”.
Asimismo, en la Disposición Adicional Segunda, se sustituye el Artículo 258 del Código Penal,
Decreto Ley N° 10426 de 23 de agosto de 1972, elevado a rango de Ley y modificado por la Ley
N° 1768 de 10de marzo de 1997, quedando redactado con el siguiente texto:
“Artículo 258. (INFANTICIDIO). Se sancionará con pena de presidio de treinta (30) años, sin de-
recho a indulto, a quién mate a una niña o un niño desde su nacimiento hasta sus doce (12) años,
cuando:
• El hecho se haya producido en situación de vulnerabilidad de la niña o niño por el sólo hecho
de serlo;
• La niña o niño que haya sido víctima de violencia física, psicológica o sexual, con anterioridad
a la muerte, por parte del mismo agresor;
• La niña o niño haya sido víctima de un delito contra la libertad individual o la libertad sexual,
con anterioridad a la muerte por parte del mismo agresor;
• La muerte sea conexa al delito de trata o tráfico de personas;
• La muerte sea resultado de ritos, desafíos grupales o prácticas culturales por parte del mismo
agresor;
• La niña o niño haya sido víctima de violencia familiar o doméstica, con anterioridad a la muer-
te por parte del mismo agresor;
• Existan antecedentes de abandono a la niña o niño, por parte del mismo agresor;
• La niña o niño haya sido víctima de amenazas al interior de la familia, con anterioridad a la
muerte por parte del mismo agresor; y
• La niña o niño haya sido víctima de hostigamiento u odio dentro de la familia, con anteriori-
dad a la muerte por parte del mismo agresor”.
Por otro lado, en la Disposición Adicional Cuarta, específica que para el cumplimiento del “Pro-
grama Integral de Lucha contra la Violencia Sexual a Niñas, Niños o Adolescentes”, se deberán
implementar y ejecutar las siguientes medidas:
m) Ley N° 348 de 9/03/2013, Ley integral para garantizar a las mujeres una
vida sin violencia
Tiene por objeto establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención,
protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y san-
ción a los agresores (Art. 2). En ella se indica que su aplicación es preferente respecto a cualquier
otra norma (Art. 5) y que debe ser aplicada de manera inmediata para salvaguardar la vida, la
integridad física, psicológica, sexual de las mujeres en situación de violencia (Art. 32), evitando
su revictimización (Art. 33) y determinando medidas de protección para la víctima (Art. 35).
La presente Ley modifica los artículos referentes a los delitos que atentan contra la libertad se-
xual contenidos en el Código Penal, modificando los Arts. 308 bis. (Violación de infante, niña, niño
o adolescente), 310 que incluye agravantes para este delito, tipifica el delito de abuso sexual (Art.
312), incluye el delito de acoso sexual y determina que todos estos delitos son de acción pública.
Al respecto, es necesario puntualizar que en su parágrafo IV del Art. 5 señala: “Las disposiciones
de la presente Ley, serán aplicables a toda persona que por su situación de vulnerabilidad, sufra
cualquiera de las formas de violencia que esta Ley sanciona, independientemente de su género”.
n) Código Penal
Con todas las modificaciones introducidas por las leyes 2033, 263, 348 y 548constituye un ins-
trumento importante para la sanción de quienes atentan contra la vida, la integridad física, psi-
cológica y sexual de niñas, niños y adolescentes.
Determina el procedimiento para la persecución penal. El Art. 203 determina que “cuando deba
recibirse testimonio de personas agredidas sexualmente o de menores de dieciséis años, sin per-
juicio de la fase en que se encuentre el proceso, el juez o tribunal, dispondrá su recepción en
privado con el auxilio de familiares o peritos especializados”. Por su parte, el Art. 353 señala que
el testigo o menor de dieciséis años deberá ser interrogado por el juez o presidente del tribunal
en base a las preguntas presentadas por las partes en forma escrita, en presencia de un pariente
del menor o un experto en psicología.
El Código de Procedimiento Penal determina plazos de actuación para cada etapa del proceso, sin
embargo en los hechos, los plazos que establece no son cumplidos, lo que atenta contra los dere-
chos de las niñas, niños y adolescentes víctimas y contribuye a la impunidad de los abusadores,
asesinos y delincuentes. Frente a esta realidad se promulgó la Ley Nº 586 de Descongestiona-
miento y Efectivización del Sistema Procesal Penal”, derogando la normativa referente a las
audiencias conclusivas penales y los jueces ciudadanos en nuestro país.
La Ley Nº 263 contra la trata y tráfico de personas lo modifica, incluyendo los delitos que
tipifica en los considerados de acción pública a instancia de parte, en los delitos que pueden ser
investigados a través de agentes encubiertos.
Modifica el Código Penal en sus artículos 246 (substracción de niña, niño o adolescente o jurí-
dicamente incapaz), 247 (inducción a fuga de niña niño o adolescente o jurídicamente incapaz),
251 (homicidio), 256 (homicidio suicidio), 259 (homicidio en riña o a consecuencia de agre-
sión), 273 (lesión seguida de muerte), 274 (lesiones culposas), 277 (contagio de enfermedades
de transmisión sexual o VIH SIDA), 278 (abandono de niñas o niños), 279 (abandono por causa
de honor), 29(violación en estado de inconsciencia), 309 (estupro), 312 (abuso deshonesto),
Modifica el Art. 101 sobre prescripción de la acción y los artículos308, 309, 310, 312, 317, 318,
319, 320, 321 (delitos de violación, estupro, agravantes, abuso deshonesto, exención de san-
ción por matrimonio con víctimas, corrupción de menores, corrupción agravada, corrupción de
mayores y proxenetismo), agravando las penas en caso de cometerse contra niñas, niños y ado-
lescentes. Tipifica nuevos delitos: violación de niña, niño o adolescente (Art. 308 bis), violación
en estado de inconsciencia (Art. 308 ter), tráfico de personas (Art. 321 bis), deroga los Arts. 311
(substitución de persona) y 322 (Rufianería); reconoce derechos a las víctimas de delitos con-
tra la libertad sexual, y derechos específicos a niñas, niños o adolescentes menores de edad, así
como la obligación de las Prefecturas de implementar centros de atención, protección, orienta-
ción psicológica y apoyo a las niñas, niños o adolescentes.
Declara el 9 de agosto día nacional de la solidaridad con las víctimas de agresiones sexuales y
en contra la violencia sexual en niñas, niños o adolescentes, estableciendo la obligación de los
medios de comunicación estatales y privados de informar y sensibilizar sobre sus causas y con-
secuencias y sobre las políticas de prevención de la violencia sexual contra niñas, niños y adoles-
centes; del Poder Ejecutivo (hoy Órgano Ejecutivo), Prefecturas (hoy Gobiernos Autónomos De-
partamentales) y Gobiernos Municipales (hoy Gobiernos Autónomos Municipales), de promover,
gestionar y evaluar la formulación e implementación de estas políticas de prevención y atención
integral, así como su acceso a una justicia oportuna y eficaz.
Tiene el objeto de combatir la trata y tráfico de personas y delitos conexos, garantizar los dere-
chos fundamentales de las víctimas a través de la prevención, protección, atención, persecución
y sanción penal de estos delitos, crea el Consejo Plurinacional contra la trata y tráfico de perso-
nas, cuya Secretaría Técnica es el Ministerio de Justicia, la Dirección General de lucha contra
la trata y tráfico de personas en el Ministerio de Gobierno y los Consejos Departamentales
presididos por cada Gobernación.
Entre los principios que plantea en el Art. 5 se encuentra el interés superior del niño, Niña y Ado-
lescente; la celeridad de los procesos y confidencialidad. Asimismo, busca evitar la revictimiza-
ción de quienes hubieran sido sometidos a Trata y Tráfico de Personas (Art. 28). Como forma de
protección a las víctimas determina, entre varias medidas, la obligatoriedad de uso de cámaras
Gesell en el proceso de investigación y juicio; posibilitar el cambio de identidad de las víctimas,
testigos, denunciantes o familiares, cuando consideren que sus vidas están en peligro y brindar
seguridad y protección temporal en el entorno familiar y actividades propias que desarrolle la
víctima (Art. 29).
Con relación a la protección de niñas, niños y adolescentes dispone que recibirán cuidados y
atención especializados, adecuados e individualizados y que sus opiniones deberán ser tomadas
en cuenta. Su atención estará a cargo de profesionales especializados y se realizarán en un en-
torno adecuado y en Cámara Gesell, en su idioma y con la presencia de su padre o madre, tutor,
o persona de apoyo. También determina que durante el proceso judicial, los niños, niñas y ado-
lescentes recibirán el apoyo de la Unidad de Atención Especializada a las Víctimas y Testigos del
Ministerio Público. (Art. 30).
Modifica los Arts. 178 (omisión de denuncia), 281 bis (trata de personas), 321 (proxenetismo),
321 bis (tráfico de personas), 323 bis (pornografía). Tipifica nuevos delitos: Art. 203 bis (agra-
vantes), 321 ter (revelación de identidad de víctimas, testigos o denunciantes), 322 (violencia
sexual comercial).
Ley promulgada el 11 de julio de 2012 con el objetivo de regular las atribuciones y funciona-
miento del Ministerio Público. Determina los principios en torno a los cuales el Ministerio Pú-
blico deberá guiar sus acciones en todo proceso penal, entre ellos, la objetividad de y celeridad
de los procesos. Con relación a delitos cometidos contra niños, niñas y adolescentes señala que
en ningún caso el Ministerio Público podrá revelar la identidad, ni permitirá la difusión de imá-
genes de niñas, niños y adolescentes (art. 9) y determina brindar protección inmediata a niños,
niñas y adolescentes, especialmente cuando se trate de delitos vinculados a la trata y tráfico de
personas y/o violación de sus derechos fundamentales (Art. 11).
La SCP 0206/2014 modifica el artículo 266 del Código Penal referido al aborto impune que se-
ñalaba: “Cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un delito de violación, rapto no seguido de
matrimonio, estupro o incesto, no se aplicará sanción alguna, siempre que la acción penal hubiere
sido iniciada. Tampoco será punible si el aborto hubiere sido practicado con el fin de evitar un
peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no podía ser evitado por otros medios.
En ambos casos, el aborto deberá ser practicado por un médico,con el consentimiento de la mujer y
autorización judicial en su caso”.
A partir de la SCP 0206/2014 fue declarada la inconstitucionalidad de las frases: “siempre que la
acción penal hubiese sido iniciada” y “autorización judicial en su caso”.
En ese sentido, las niñas o adolescentes que como resultado de la violación, incesto o estupro
hubiesen quedado embarazadas, únicamente deberán presentar una copia de la denuncia efec-
tuada para que el servicio de salud (público o privado) proceda a realizar la interrupción legal del
embarazo. El Código Niño, Niña y Adolescente, establece normas precisas para la interpretación
de las disposiciones legales, como el principio de interés superior del niño, niña y adolescente,
así como el de prioridad absoluta, además de señalar que en todos los casos de atención médica
de emergencia, no se podrá negar el servicio por ausencia de los padres o representantes; última
norma que es fundamental para comprender que, ante situaciones de violencia sexual contra
niñas o adolescentes, en mérito a los principios antes señalados, no es necesaria la autorización
de los padres para la adopción de medidas vinculadas a la anticoncepción de emergencia y/o la
interrupción legal del embarazo.
El presente Protocolo parte de una concepción integral, que reconoce a las niñas, niños y adoles-
centes, como Titulares de todos los Derechos establecidos por la Constitución Política del Estado
– con los límites establecidos en esta – y de los derechos específicos por su condición de personas
en proceso de desarrollo, así como su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y
a la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones conforme establece la Constitución
Política del Estado y la Ley 548 que orientan la participación de las NNAs y la actuación de las
Autoridades y Operadores de Justicia.
El Protocolo, constituye a la vez el instrumento mediante el cual se facilita la articulación entre cada
una de estas entidades, de acuerdo a las competencias asignadas a cada una de ellas.
5. OBJETIVO
Promover actuaciones articuladas y coordinadas entre las entidades públicas y las instituciones
de la sociedad civil que dentro del marco normativo, deben llevar a cabo acciones de prevención,
atención, protección y/o restauración de cualquier forma de vulneración a la integridad sexual
de niñas, niños y adolescentes, evitando la re-victimización y la duplicidad de esfuerzos.
2. Facilitar los procesos de detección, atención y derivación de las víctimas de violencia sexual, ni-
ñas, niños y adolescentes.
3. Promover la participación de Niñas, Niños y Adolescentes (NNAs) como sujetos activos en la pro-
moción, defensa, protección y restitución de derechos.
5. Armonizar las actuaciones de las Autoridades y Operadores de Justicia para que, de acuerdo a sus
competencias, lleven a cabo una persecución penal efectiva.
6. ENFOQUES
Las instituciones responsables de la prevención, atención y sanción a toda forma de vulneración a la
integridad sexual de niñas, niños y adolescentes, deben trabajar bajo los enfoques incorporados en la
normativa vigente, desde sus respectivos ámbitos de intervención.
Enfoque de Derechos
Establece que los derechos humanos se centran en la dignidad intrínseca y el valor igual de todos los
seres humanos. Son inalienables, irrenunciables, intransferibles y deben ser ejercidos sin discrimi-
nación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura,
nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, condición económica o social, grado de instrucción,
discapacidad, embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconoci-
miento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona.
a) Reconocer la ciudadanía como un derecho de todas las personas; que para serlo plenamente
debe ser visible y exigible.
b) Considerar a cada niña, niño o adolescente en situación de violencia sexual como sujeto integral
(bio-psico-social), único e irrepetible.
Enfoque de Interculturalidad
Reconoce la existencia de culturas diversas, entre las que se debe establecer una convivencia pacífi-
ca, respetando sus respectivas cosmovisiones y su autodeterminación, sobre cuya base las diferentes
instituciones públicas y privadas deben actuar reconociendo, valorando y empoderando la identidad
étnica y cultural de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Enfoque de Género
Implica el análisis a partir de los roles y comportamientos que son socialmente atribuidos en fun-
ción de su sexo, reconociendo así las oportunidades y/o dificultades que dichas atribuciones generan,
identificando los sesgos y estereotipos de género que favorecen la reproducción de los patrones de la
violencia sexual.
Se reconoce que las distintas formas de violencia, afectan en mayor porcentaje y con un grado mayor de
agresividad, a niñas y adolescentes mujeres, quienes tan solo por su género se encuentran en situación
de mayor vulnerabilidad que los niños y adolescentes varones, estableciéndose la necesidad de gene-
rar acciones de prevención y protección destinadas a brindar mayor seguridad a este grupo específico
de la población.
Enfoque de Despatriarcalización
Se entiende como la búsqueda de eliminación de la estructura patriarcal arraigada en la sociedad,
reflejada en el abuso de poder que ejercen los hombres hacia las mujeres, niños, niñas y adolescentes,
buscando predominar sobre ellos/ellas.
7. PRINCIPIOS RECTORES
Los y las Fiscales, Funcionarios/as Policiales, Funcionarios/as de las Defensorías de la Niñez y Ado-
lescencia, los Servicios Integrados de Justicia Plurinacional (SIJPLU), SEPDAVI, UAVT, Gestión Social
dependiente de las Gobernaciones y otras instituciones públicas y privadas coadyuvantes en la pre-
vención, atención, asistencia y protección del bienestar de las víctimas, deben respetar los principios
previstos en el ARTÍCULO 12 DE LA LEY N°548, así como los enunciados en la Ley 348.
La niña, el niño y adolescente son sujetos plenos de derechos y deben ser respetados por el Es-
tado, comunidad, familia y la sociedad en su conjunto. El interés de la niña, el niño y adolescente
debe primar al momento de resolver cuestiones que le afecten; y le será aplicada la norma más
favorable.
Las niñas, niños y adolescentes serán objeto de preferente atención y protección, en la formu-
lación y ejecución de las políticas públicas, en la asignación de recursos, en el acceso a servicios
públicos, en la prestación de auxilio y atención en situaciones de vulnerabilidad, y en la protec-
ción y socorro en cualquier circunstancia.
Las niñas, niños y adolescentes son libres e iguales con dignidad y derechos, y no serán discrimi-
nados por ninguna causa.
Las niñas y las adolescentes, gozan de los mismos derechos y el acceso a las mismas oportuni-
dades que los niños y los adolescentes.
Todas las niñas, niños y adolescentes deben participar plena y efectivamente en la sociedad en
igualdad de oportunidades, poniendo énfasis en las niñas, niños y adolescentes con discapaci-
dad.
(vi) Confidencialidad
(vii) Especialización
Establece, que en toda actuación dirigida a Niñas, Niños y Adolescentes, los profesionales serán
especializados para garantizar el ejercicio de sus derechos.
(viii) No re-victimización
Precautela la integridad de las niñas, niños y adolescentes, evitando la confrontación directa con
el agresor, entrevistas, interrogatorios, exámenes y otros actuados innecesarios. Para víctimas
niñas o adolescentes mujeres, siempre deberá procurarse que las entrevistas y exámenes foren-
ses sean realizadas por personal del mismo sexo, inclusive las traductoras. Para víctimas varones,
éste o familiares o tutores pueden escoger el personal con el cual se sienta cómodo. En el caso de
niños pequeños, es preferible que la atención sea efectuada por funcionarias mujeres.
(ix) Seguridad
Se deberá garantizar a las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual, medidas de
protección y seguridad necesarias, considerando las particularidades del hecho.
Las niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de agresiones sexuales deberán recibir
atención médica inmediata cuando el caso lo requiera, sin que exista ningún tipo de discrimina-
ción por sexo, edad, cultura, raza o recursos económicos.
8. INSTITUCIONES DESTINATARIAS
Las y los destinatarios de este protocolo son: servidores y servidoras públicas; personal de institucio-
nes privadas; organizaciones no gubernamentales y Fundaciones; organizaciones de la sociedad ci-
vil; autoridades indígenas originario campesinas y personas particulares que tengan participación en
cualquier etapa de la Ruta Crítica, sea para la promoción de la denuncia, acompañamiento y atención
bio-psico-social o legal de la víctima, o para la protección o persecución penal.
de primer, segundo y tercer nivel en el sistema público de salud y servicios de salud privados.
§ Casas de Acogida dependientes de las Gobernaciones
§ Hogares Transitorios dependientes de los Gobiernos Municipales
§ Instituciones No Gubernamentales (ONGs) o Fundaciones especializadas en la atención de vio-
lencias.
§ Autoridades Indígena Originarias Campesinas (AIOCs)
§ Defensor del Pueblo
§ Personas Particulares
Violencia, es toda acción basada en el abuso de poder que ejercen las personas adultas, sometiendo a
niños, niñas y adolescentes con ánimo de satisfacer deseos sexuales, o con ánimo de lucro. Así cómo la
agresión que puede ejercer una persona adolescente contra una niña o niño, u otra adolescente cuya
diferencia de edad sea mayor a tres años.Son todos aquellos actos y negligencias que causan daño,
amenazan y/o alteran su desarrollo psicosocial, considerados como una grave vulneración de sus
derechos.
La violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes es ejercida por una asimetría de poder,
desde una posición de privilegio o dominación, utilizando la manipulación psicológica, el chantaje, el
engaño, el uso de la fuerza, basada en un vínculo de dependencia afectiva, emocional y/o económica.
Son actos silenciosos, poco reconocidos e invisibilizados que generan rabia, vergüenza, impotencia y
sentimientos de culpa en las niñas, niños o adolescentes que los sufren.
Es una problemática con connotaciones sociales, porque afecta a la familia en el momento del hecho y
es una amenaza potencial para el desarrollo psicológico y bienestar de niños, niñas y adolescentes de
todo el entorno familiar, ya que la persona agresora puede atacar a otros miembros de la familia incluso
de generaciones futuras.
La violencia sexual afecta sobre todo el ámbito psicológico de las personas que la sufren, alterando el
desarrollo bio-psico-social, con graves consecuencias para la salud mental y emocional a corto, media-
no y largo plazo, pudiendo producirse cuadros de depresión, trastornos de personalidad y disfunciones
sexuales.
Cuando el tipo de violencia sexual, se provoca con contacto físico, se pueden producir lesiones físicas
detectables tanto de inmediato como a largo plazo, como infecciones de transmisión sexual, disfun-
ciones sexuales y reproductivas, daños en el aparato reproductivo, en el caso de adolescentes pueden
producirse embarazos no deseados.
Los factores socio culturales que favorecen la desigualdad e inequidad de género, la asimetría de poder
en la familia, medidas violentas y autoritarias como forma de disciplina, el no considerar a las niñas
y niños como sujetos de derechos y actores activos de la vida familiar, es la plataforma que genera la
violencia sexual infantil. Estos elementos hacen que además se ponga en duda el relato de una niña,
niño o adolescente que ha roto el silencio, sobre todo si entra en contradicción con lo que dice el adulto
involucrado.
El sistema patriarcal en que vivimos, apaña y tolera la violencia sexual en contra de niñas, niños y ado-
lescentes, por eso muchos agresores aducen que la víctima estaba de acuerdo, o que esta los provocó,
pese a su corta edad; en la mayoría de los casos los hombres de la familia, que son la mayoría de los
perpetradores o victimarios, buscan culpabilizar a la madre, estos son parte de los justificativos cons-
truidos desde el sistema patriarcal, con una visión totalmente androcéntrica que ha sido develada por
los estudios de género y de la antropología de las mujeres. Los imaginarios sociales construidos contra
las mismas mujeres permiten que desde que son niñas sean sometidas al silencio cuando sufren este
tipo de violencia.
Muchos niños y adolescentes varones que han sido víctimas de violencia sexual, también mantienen
el silencio por la misma construcción social sexista patriarcal aprendida socialmente, que no permite
hacer evidente este tipo de violencia porque son discriminados, alegando que hubieran perdido la viri-
lidad. Los estereotipos, relacionados con la visión de género (los roles, las expectativas, comportamien-
tos socialmente acuñados y atribuidos a mujeres y varones) existentes en la familia y en la sociedad,
favorecen la violencia sexual.
La violencia sexual tiene una dimensión legal y está tipificada como un delito que debe ser sancionado.
Es responsabilidad del Estado no dejar en la impunidad estos casos de lesa humanidad.
En el marco de la Ley Nº 548 se reconocen como formas de vulneración a la integridad sexual de niñas,
niños y adolescentes, las siguientes:
a) Violencia sexual, que constituye toda conducta tipificada en el Código Penal que afecte la
libertad e integridad sexual de una niña, niño o adolescente;
b) Explotación sexual, que constituye toda conducta tipificada en el Código Penal, consistente
en cualquier forma de abuso o violencia sexual, con la finalidad de obtener algún tipo de
retribución;
d) Cualquier otro tipo de conducta que vulnere la integridad sexual de niñas, niños y adoles-
centes.
a) Violación: Es el acceso carnal con persona de uno u otro sexo mediante violencia física o intimi-
dación, ya sea penetración anal, vaginal o introducción de objetos con fines sexuales o impúdicos.
Tipificado en el Art. 308 (violación). “Se sancionará con privación de libertad de quince (15) a
veinte(20) años a quien mediante intimidación, violencia física o psicológica realice con persona de
uno u otro sexo, actos sexuales no consentidos que importen acceso carnal, mediante la penetración
del miembro viril, o de cualquier otra parte del cuerpo, o de un objeto cualquiera, por vía vagi-
nal, anal u oral, con fines libidinosos; y quien, bajo las mismas circunstancias, aunque no mediara
Quedan exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores de doce
años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres años, entre ambos, y no se haya
producido violencia ni intimidación”. (Art. 308 Bis. Código Penal incorporado por Ley 2033 de 29
octubre de 1999).
b) Abuso Sexual: Es cualquier contacto de naturaleza sexual, sin llegar a la penetración vaginal o
violación, implica tocar los genitales de una niña, niño o adolescente con los genitales; obligar
a que toque los genitales de una persona adulta; enseñarle pornografía o utilizarla/o como mo-
delo para hacer pornografía. Esta acción está tipificada como delito por el Art. 312 modificado
por Ley N° 348, “Cuando en las mismas circunstancias y por los medios señalados en los Artículos
308 y 308 bis se realizaran actos sexuales no constitutivos de penetración o acceso carnal, la pena
será de seis (6) a diez (10) años de privación de libertad. Se aplicarán las agravantes previstas en
el Artículo 310, y si la víctima es niña, niño o adolescente la pena privativa de libertad será de diez
(10) a quince (15) años”.
c) Estupro:Se produce cuando un adulto tiene acceso carnal con un o una adolescente, mayor de
14 años y menor de 18 años, mediante seducción o engaño. Está penado por el Art. 309 del Có-
digo Penal, modificado por la Ley N° 054 de 8 de noviembre de 2010, que determina que:“Quien,
mediante seducción o engaño, tuviera acceso carnal con persona de uno u otro sexo mayor de cator-
ce años y menor de dieciocho, será sancionado con privación de libertad de tres a seis años”.
d) Acoso sexual: Son conductas compulsivas que solicitan favores sexuales. Está tipificada en el
Art.312 quater. (acoso sexual). La persona que valiéndose de una posición jerárquica o poder de
cualquier índole hostigue, persiga, exija, apremie, amenace con producirle un daño o perjuicio
cualquiera, condicione la obtención de un beneficio u obligue por cualquier medio a otra perso-
na a mantener una relación o realizar actos o tener comportamientos de contenido sexual que
de otra forma no serían consentidos, para su beneficio o de una tercera persona, será sanciona-
da con privación de libertad de cuatro (4) a ocho (8) años.
No existe un “perfil” único. Una consideración importante a la hora de definir programas de preven-
ción es el hecho que alrededor de 9 de cada 10 casos suceden en el entorno más próximo de la niña,
niño o adolescente, las personas agresoras son familiares, amigos, personal educativo y sólo 1 caso
(de cada 10) es perpetrado por desconocidos. Por lo cual es importante que los programas de
prevención estén destinados a fortalecer las condiciones psico emocionales de las niñas, niños
1 Datos obtenidos de la Red Nacional de Lucha contra la Violencia Sexual Infanto Adolescente.
y adolescentes y prepararlos para que ellas y ellos mismos; desde sus propias capacidades pue-
dan desarrollar acciones de afrontamiento y autoprotección; también es trascendental trabajar
intensamente con la familia (cualquiera fuera ésta) para repensar el nivel y forma de protección
que ofrecen a sus miembros más indefensos y vulnerables.
La violencia sexual generalmente es un hecho planeado, no sucede por casualidad, el/la perpetrador/a
observa y estudia a su futura víctima, conoce sus carencias, sus necesidades, sus gustos e incluso sus
sueños, se acerca a ella a partir de eso, ofreciendo satisfacerlas, esto es lo perverso de estos delitos.
Entre los rasgos comunes el/la agresor/a sexual esta socializado/a para dominar y presenta una nece-
sidad de control, situación que hace que niñas, niños o adolescentes llamen su atención, por la poca re-
sistencia física y la vulnerabilidad que presentan. El/la agresor/a sexual distorsiona los hechos, niega o
minimiza su responsabilidad llegando a neutralizar sus agresiones a través de diversas justificaciones.
Algunos rasgos comunes se vinculan a su facilidad para manipular personas y hechos, falta de empatía
y bajo nivel de remordimiento o culpa.
Existen muchos factores que contribuyen a que la violencia sexual infantil suceda, condiciones que
permiten que niñas, niños y adolescentes estén expuestas a situaciones de peligro que con un enfoque
de protección efectiva podrían ser prevenidas. Entre esos factores, los más comunes son:
••Violencia en la familia, que expresa el abuso de poder de un miembro de la familia contra los
demás, mediante la agresión física, emocional y/o sexual.
••Familias autoritarias, autoridad sobredimensionada y abusiva, hay temor al padre y/o a la ma-
dre, y las hijas e hijos no tienen confianza en ellos
••Carencia afectiva, no hay respeto, falta de cariño, de comprensión y de calidad de tiempo.
••Negligencia o abandono, falta de cuidado, atención y protección a hijas e hijos.
••Falta de límites, hogares sin reglas claras, que permiten que hijas e hijos hagan lo que quieran o
por el contrario, cuando las reglas son muy rígidas y al no cumplirlas reciben castigos físicos y/o
psicológicos.
••Alcoholismo, drogadicción u otras adicciones de uno o más miembros de la familia.
••Libre acceso a pornografía (revistas, videos, Internet, etc.)
••Cultura y costumbres que aceptan el castigo como disciplina; obediencia incuestionable de las
niñas, niños y adolescentes a los adultos.
••Falta o inadecuada educación sexual a niñas, niños y adolescentes que no han recibido una apro-
piada orientación sexual.
••La sociedad no ejerce control, tolera los actos de abuso al interior de las familias, considerándo-
los del ámbito privado.
••Ineficacia de la aplicación de las leyes, la impunidad seguida de la negación o la retardación de
justicia, provoca que los abusadores continúen sus acciones delictivas.
trascender en el tiempo, por ello es muy importante conocer cada una de éstas, para lograr su atención
oportuna, acertada y sostenible.
La variabilidad de las experiencias que conllevan las tipologías de violencia sexual y los distintos con-
textos en los que se perpetran, determinan diversos niveles de impacto en las niñas, niños o adoles-
centes. Tanto los síntomas iniciales, como su manifestación en el tiempo, tienden a ser distintos de
una niña, niño o adolescente a otra u otro. Algunos de ellos podrían presentar sintomatología grave e
inmediata, mientras otros podrían presentarla en el mediano o largo plazo.
Las consecuencias dependerán de la edad, el desarrollo cognitivo y madurez emocional, el daño físi-
co producido, los factores resilientes, el medio socio cultural en el que vive la víctima, la relación de
parentesco y afectividad con la persona agresora, la frecuencia de la violencia, la tipología de ésta, la
sensación asociada de temor y culpabilidad, la utilización de amenazas o sobornos, la detección tem-
prana de la agresión, la reacción del/la adulto/a no agresor/agresora ante la revelación y el tratamien-
to proporcionado a las niñas, niños o adolescentes víctimas. El sexo y edad de la persona agresora no
presenta relación con la severidad de las consecuencias en los niños, niñas o adolescentes.
Existen pocos estudios prospectivos o de seguimiento de casos y controles, que intenten establecer una
relación a largo plazo entre la violencia sexual y otros trastornos neuro - psiquiátricos. Sin embargo,
algunas evidencias señalan que el riesgo de presentar síntomas depresivos o ansiosos en la vida adulta,
algún intento de suicidio, abuso de alcohol o Síndrome de Stress Postraumático, es cerca de tres veces
mayor en niñas, niños o adolescentes víctimas de violencia sexual que en la población no afectada.
Es importante comprender bien el alcance y las consecuencias que tiene la violencia sexual infantil, a
fin de que como Estado y como sociedad asumamos la responsabilidad que tenemos en su prevención.
En esta línea, se desarrollan en detalle las consecuencias emocionales, cognitivas, conductuales y en
la salud que se manifiestan en el corto, mediano y largo plazo en las niñas, niños y adolescentes que
sufren cualquier forma de violencia sexual.
Los siguientes cuadros buscan identificar las reacciones a las acciones de violencia sexual. La finalidad
es visualizar algunas de las consecuencias frecuentes que se desatan luego de sufrir cualquier tipo de
violencia sexual, pudiéndose presentar algunos o todos los indicadores mencionados, tanto en el perío-
do inicial, como también a mediano y largo plazo.
Una de las acepciones de la palabra mito según el Diccionario de la Real Academia Española es: “Per-
sona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que
carecen”. Y, en efecto, el abuso sexual infantil es un fenómeno al que se le atribuyen cualidades que no
tiene2.
La circulación de estos mitos en los contextos de intervención suele generar interferencias importantes
que pueden tener severas consecuencias respecto a la protección infantil.
En la sociedad existe una serie de mitos que contribuyen a invisibilizar e incluso naturalizar la vio-
2 “Abuso sexual infantil, cuestiones relevantes para su tratamiento en la Justicia” UNICEF – FISCALIA – Centro de Estudios Judicia-
les del URUGUAY – octubre de 2015.
“La violencia sexual se da sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte de la
Falso
persona agresora”
El término violencia sexual implica cualquier conducta de tipo sexual que se realiza con
un niño o una niña, entre las que cuales se encuentra la violación, pero existen muchas
otras formas de abuso, todas ellas consideradas como violencia sexual, como tocamien-
Verdadero
tos del y al agresor, entre niñas y niños, posar para material pornográfico, mostrar por-
nografía, palabras impúdicas o morbosas, etc. Todas ellas consideradas como violencia
sexual.
Falso “La violencia sexual siempre se da con violencia física”
La violencia sexual no siempre emplea la fuerza física, muchas veces es producto de
manipulación, amenazas o engaño; las niñas y niños confían en las personas que cono-
cen, por eso es frecuente que los agresores sean padrastros, parientes próximos, veci-
Verdadero
nos, maestros, o sea personas con quienes conviven cotidianamente. Muchas veces el
infundir temor es mejor herramienta que la fuerza física para agredir sexualmente a
una niña o niño.
Falso “La violencia sexual es poco frecuente o no existe”
La violencia sexual infantil constituye una forma de violencia altamente frecuente en
nuestra sociedad. No obstante, el mismo temor de las niñas y niños víctimas para de-
velar la situación, así como el rechazo de los padres o cuidadores al sospechar de una
Verdadero
situación de abuso, hacen que los casos que se denuncian aún constituyan un porcenta-
je menor, comparado con el universo total de casos reales. Se sabe que existe una gran
cifra oscura de casos de violencia sexual infantil no detectadas o no denunciadas.
Falso “La violencia sexual es fácil de detectar, si ocurriera en mi entorno yo la detectaría”
La creencia de que un caso de violencia sexual se detecta rápidamente es errónea. Son
múltiples las razones que dificultan la identificación del abuso, tales como el miedo de
la niña o niño a castigos de la persona en la que podrían confiar, amenazas de la per-
sona agresora, creencia de que no le van a creer o la van a culpar de lo sucedido, y tal
Verdadero
vez la más importante es que como adultos no estamos preparados para hacerle frente
a una realidad como ésta, resultándonos más simple pensar que no está sucediendo
realmente, que debe ser un error lo que sospechamos, o que simplemente estamos
exagerando al sospechar.
“Los niños o niñas generalmente mienten cuando señalan que están siendo víctimas de
Falso
algún tipo de violencia sexual”
La conducta más natural de las niñas o niños es decir la verdad cuando algo les afecta o
les está haciendo daño, la mentira que si bien se puede dar en otros ámbitos o situacio-
nes de la vida de un niño corresponde más bien a la fantasía. La probabilidad de que un
Verdadero
niño o niña llegue a elaborar como fantasía una situación de violencia sexual es mínima,
por lo tanto cuando una niña o niño nos cuenta que algo así le ha ocurrido, lo más pro-
bable es que estemos ante una situación verídica de violencia sexual.
Falso “Ocurre sólo en sectores pobres o en el área rural”
La violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes ocurre en todas las clases sociales
y todos los estratos socioculturales. En clases con mayores recursos económicos se
Verdadero
tiende a ocultar aún más la situación, produciéndose menos denuncias en instancias
públicas o privadas.
Conforme establece la Ley Nº 548 “Código Niña, Niño y Adolescente” el Derecho a la Participación se
entiende como la garantía de participar en todo proceso en el que sea parte una niña, niño o adolescen-
te, quien será oído por la Autoridad Judicial, que siempre tomará en cuenta su edad y las características
en su etapa de Desarrollo (Artículo 195 – Actuación de Niñas, Niños y Adolescentes).
La niña, niño y adolescente; participarán en los procesos judiciales, como sujetos integrales (bio-psi-
co-social), con capacidades y potencialidades, fortaleciendo en particular su capacidad de resiliencia
para sobreponerse a la vulneración de sus derechos, al respecto debe considerarse el “Protocolo de
Participación de Niñas, Niños y Adolescentes en procesos Judiciales y de Intervención del Equipo Pro-
fesional Interdisciplinario”, aprobado por el Tribunal Supremo de Justicia con Acuerdo de Sala Plena
Nº 42/2015.
El presente protocolo establece las acciones y momentos en que deben actuar las instituciones públi-
cas y de la sociedad civil que tienen atribuciones, funciones o competencias para contribuir a garanti-
zar a niñas, niños y adolescentes una vida sin vulneración a su integridad sexual, se plantean 4 niveles
de prevención y uno de atención integral:
• Prevención Primordial
• Prevención Primaria,
• Prevención Secundaria
• Prevención Terciaria,
• Atención Integral
En este Protocolo se encara la prevención como mecanismo para el cambio estructural, desde un enfo-
que general denominado “Prevención Primordial”, en el cual, al Estado en el nivel Central, nivel Depar-
tamental, nivel Municipal y nivel autonómico de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesi-
nos, le corresponde la formulación e implementación de las Políticas, los Programas y Protocolos en el
marco normativo vigente, a través de un proceso de coordinación sectorial e intersectorial a la cabeza
del Ministerio de Justicia en su calidad de Ente Rector.
a. Acciones
Con este fin el Estado realiza acciones sectoriales e intersectoriales para la implementación de las Polí-
ticas, planes, programas y protocolos en el marco de sus competencias establecidas por Ley.
Las acciones van dirigidas a toda la población para promover el surgimiento y consolidación de patro-
nes de vida, actitudes y hábitos de respeto, con límites claros sobre la sexualidad, el cuidado del cuer-
po, el fortalecimiento de la autoestima, el reconocimiento y respeto de la libertad y la dignidad de las
personas, la cultura de resolución pacífica de conflictos con calidad en todas las áreas de la vida: social,
económica, cultural, espiritual, familiar, comunitaria, política con el fin de mantener una buena salud
física, psicológica y espiritual y reducir el riesgo de desestructuración personal y social.
Las acciones que deben realizar las entidades estatales están referidas a la adopción, aplicación y so-
cialización de la normativa, políticas y programas destinados a generar un cambio estructural, para lo
que es necesaria, la coordinación de estrategias de comunicación masivas sobre la temática, acuerdos
sobre la forma de intervención en la prevención de la vulneración de la integridad sexual de niñas,
niños y adolescentes desde sus propias atribuciones y competencias. Cada Ministerio debe adoptar e
implementar estrategias de prevención en sus respectivos sistemas y promover acciones articuladas en
el marco de sus competencias.
El nivel de prevención primaria se ha previsto para evitar que las niñas, niños y adolescentes sean afec-
tados en su integridad sexual, llegando a grupos específicos de población.
Este nivel permitirá también identificar a la población en riesgo de vulneración del derecho a la inte-
gridad sexual, como de situaciones de vulneración del mismo.
• Niñas, niños o adolescentes, para encarar procesos de información específica, formación de ha-
bilidades de auto protección y fortalecimiento de capacidades (en especial de su capacidad de
resiliencia) para la transformación de las condiciones de riesgo de ser víctimas.
• Maestras/os directoras/es y personal administrativo de las unidades educativas para superar
los efectos de las situaciones de violencia que hubiesen vivido y generar fortalezas para el tra-
bajo con sus estudiantes, desarrollando sus capacidades para detectar casos de vulneración a la
integridad sexual de estudiantes, conocer y aplicar las estrategias adecuadas para fortalecer las
capacidades de sus estudiantes, dotarlas/os con herramientas para brindar contención primaria,
y que conozcan el presente Protocolo para la remisión y derivación de los casos detectados a las
instancias correspondientes.
• Padres/madres de familia para que desarrollen estrategias de prevención contra la vulneración a
la integridad sexual de sus hijas e hijos, basadas en la práctica de los derechos humanos en la fa-
milia, el trato respetuoso y afectivo entre sus integrantes, la comunicación asertiva, la capacidad
de tomar acuerdos y otros temas referidos al fortalecimiento de las capacidades psicosociales de
los miembros de la familia o núcleo básico de convivencia.
• Comunidad e instituciones de la sociedad civil, a fin de desarrollar sus capacidades para detectar
casos de vulneración a la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes en su barrio o zona.
Asimismo, dotarlas/os con herramientas para brindar la protección necesaria.
• Autoridades Indígena Originarias Campesinas para que desarrollen estrategias de prevención
contra la vulneración a la integridad sexual de las niñas, niños y adolescentes, basadas en la prác-
tica de los derechos humanos, el trato respetuoso, recuperar los saberes y conocimientos favora-
bles al Interés Superior del Niño; de las culturas ancestrales y sus principios.
a. Instituciones responsables
Las instituciones responsables de realizar las acciones de prevención primaria son instituciones públi-
cas del nivel central, así como entidades territoriales autónomas e instituciones privadas que trabajan
en la protección y seguridad de la niñez y adolescencia; y/o aquellas especializadas en la atención inte-
gral de casos de vulneración a la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes.
c. Acciones
La prevención primaria es el conjunto de acciones que se llevan a cabo antes de la aparición de algún
tipo de vulneración a la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes, para promover un entorno
protector, con el objetivo de atacar las causas o factores que producen o influyen generando condicio-
nes para que se ocasione la situación no deseada. También aporta al incremento de los conocimientos
generales sobre la temática y proporciona pautas de relación positivas y de autodefensa. Es la labor
de prevención más eficaz puesto que reducirá la incidencia de los casos de vulneración a la integridad
sexual de niñas, niños y adolescentes.
En esta fase de prevención es indispensable que las instituciones desplieguen una serie de acciones fo-
calizadas en sectores específicos de la sociedad, la comunidad, la familia, para detectar casos de riesgo,
a fin de evitar que las niñas y niños pasen a situaciones de mayor peligro, evitando que se concreten
las agresiones, a través de talleres con metodologías vivenciales, ferias culturales y temáticas, campa-
ñas específicas para determinada población, capacitación a actores importantes, talleres y eventos de
reflexión, etc.
El nivel de prevención secundaria se ha previsto como un mecanismo para trabajar la prevención con
personas y grupos en situación de mayor vulnerabilidad con el fin de reforzar el sistema de prevención
primaria.
a. Instituciones responsables
Las instituciones responsables de realizar las acciones de prevención secundaria en el marco de sus
competencias son las entidades territoriales autónomas del nivel departamental y nivel municipal, ade-
más de la Dirección Departamental de Educación (que depende del Ministerio de Educación) e ins-
tituciones privadas que trabajan en la protección y seguridad de la niñez y adolescencia; y/o aquellas
especializadas en la atención integral de casos de vulneración a la integridad sexual de niñas, niños y
adolescentes.
Es fundamental en este nivel de prevención, la articulación entre los niveles Departamental y Municipal
en el marco de los lineamientos establecidos en la Ley Nº 548, como de las Políticas de la Niña, Niño y
Adolescente, a la cabeza del Ministerio de Justicia como Ente Rector.
b. Acciones
Es importante que todo el personal docente esté capacitado para garantizar el cumplimiento de la Ley
N° 548 “Código Niña, Niño y Adolescente”. Tanto el personal docente, como el personal de trabajo social,
trabajadores y profesionales en salud, de instituciones privadas y la sociedad en general deben obser-
var para detectar indicadores, a fin de comunicar a las instancias pertinentes, dar orientación psicoso-
cial según sus posibilidades y ámbito de trabajo.
Las acciones de este nivel deben ser coordinadas entre todos los actores del Sistema Plurinacional de
Protección Integral de la Niña, Niño y Adolescente (SIPPROINA), y dentro de cada sector en el marco de
la Ley Nº 548, Artículos 159, 161 y 180.
Los casos de riesgo o de violencia que sean detectados en las unidades educativas recibirán conten-
ción y orientación inicial por parte de maestros, maestras o psicólogos/as en las Unidades Educativas
que los tuvieran. Según la gravedad, estos casos pueden ser referidos a las Defensorías de la Niñez y
Adolescencia, o coordinar la atención integral con una instancia pública o privada especializada para
proseguir con la terapia psicológica, seguimiento social u otras acciones que sean determinadas por
las personas profesionales especialistas de estas instancias, y que constituyen acciones de la siguiente
fase de prevención.
En el nivel de prevención terciaria, se pretende que la niña, niño y adolescente víctima no vuelva a vi-
vir la vulneración del derecho a la integridad sexual. Con tal fin se promueve a la atención integral de
niñas, niños o adolescentes en situación de vulneración de su integridad sexual y de sus familias. Prevé
la intervención psicológica, social, médica, legal para la restitución bio-psico-social, hasta el restableci-
miento de los derechos vulnerados.
••Las instituciones que están relacionadas con la protección integral de niñas, niños y adolescentes
cuya integridad sexual haya sido vulnerada, deben observar los principios establecidos en la ley
Nº 548, las Políticas de la Niña, Niño y Adolescente y el presente protocolo en el trato que se deba
establecer con las niñas, niños o adolescentes.
••El personal que realice las intervenciones en cualquier etapa de la atención integral (detección
de los casos, recepción de denuncia, realización de peritajes técnicos, proceso judicial, terapia
psicológica, atención biopsicosocial, etc.) debe estar capacitado para hacerlo de manera eficaz,
eficiente, efectiva y oportuna.
••La contención emocional en crisis de las niñas, niños o adolescentes, debe ser atendida en cual-
quier etapa del proceso, por una o un profesional calificado.
••Las personas que están en espacios donde se puede dar un primer contacto con niñas, niños o
adolescentes víctimas, deben contar con las herramientas necesarias para realizar la contención
emocional inicial y remitir el caso a la instancia que corresponda.
••La información que se brinde a la niña, niño o adolescente y su familia debe ser clara y en térmi-
nos sencillos, sin utilizar palabras técnico-jurídicas o conceptos teóricos, y conforme correspon-
de comunicarse en el idioma de las personas afectadas (aymara, quechua, guaraní, etc.).
••En lo posible, los ambientes físicos de atención a las niñas, niños y adolescentes que han sufrido
algún tipo de vulneración a su integridad sexual deben ser seguros y protegidos (con privacidad).
••El respeto y la credibilidad a lo manifestado por la niña, niño o adolescente es fundamental,
debiéndose respetar las pausas y los silencios que aparezcan en el relato. Asimismo no se conde-
nará ninguna conducta que haya hecho o haya dejado de hacer la niña, niño o adolescente, no se
guiará la entrevista en base a juicios de valor, sólo se deberán utilizar técnicas de reformulación,
para entender aspectos que no fueron manifestados de manera clara.
••Se debe posibilitar que la niña, niño o adolescente se encuentre acompañada por un familiar u
otra persona de confianza, que le brinde seguridad para contar lo sucedido. En caso de que solici-
te no estar acompañada por ningún familiar por razones de miedo, vergüenza, etc., la institución
proveerá el apoyo de personal, que de preferencia sea del mismo sexo.
••Se debe evitar la utilización de preguntas reiterativas, morbosas u ofensivas que generen la re-
victimización en la niña/o o adolescente, debiendo posibilitar un relato fluido sin interrupciones.
••El personal que atiende a esta población debe conocer las necesidades específicas (idioma de
origen, discapacidad, limitaciones en el lenguaje y comprensión debido a la edad, u otras); los
procesos mentales, biológicos y emocionales por los que puede estar pasando; sus manifestacio-
nes; las falsas verdades que se estereotipan en torno a este delito.
••Se debe tener presente la prohibición de plantear una salida alternativa a la denuncia, tal como
lo establece el Art. 157 de la Ley 548.
••No generar expectativas que no se puedan cumplir, tanto en la niña, niño o adolescente como en
los familiares.
••Se deben utilizar medios electrónicos de grabación o filmación durante la participación de niñas,
niños y adolescentes, cómo la cámara Gesell, para evitar actuados y diligencias reiterativas y su
revictimización.
a. Instituciones responsables
Este nivel de prevención es el más complejo, pues implica la intervención de varias instituciones, para
lograr la restitución bio - psico - social de las niñas, niños o adolescentes que estuvieran en situación
de vulneración a su integridad sexual, con el objeto además de evitar que sufra mayores daños, no so-
lamente por parte de la persona agresora, sino de todo el sistema, por actuaciones indebidas, inopor-
tunas o negligentes. Para ello, cada una debe jugar un rol específico. En esta instancia intervienen los
servicios de trabajo social, psicología, apoyo legal, y cuando se avanza hacia la denuncia, intervienen
también todas las instancias operadoras de la administración de justicia (policía, fiscal, médico forense,
IDIF, jueces).
Paralelamente al acompañamiento, la niña, niño o adolescente y su familia deberán contar con terapia
psicológica y seguimiento social hasta su restitución psico social a cargo de terapeutas especializados
de instancias públicas o privadas que trabajan en la temática. Los procesos judiciales deben ser ágiles
y llegar a la sentencia para no dejar los casos en la impunidad. Las responsabilidades de cada una de
las instituciones que intervienen en esta fase, serán descritas de acuerdo al desarrollo del presente
Protocolo, en el desarrollo de la atención integral.
El derecho a ser protegidas y protegidos contra toda forma de vulneración a la integridad sexual de las
niñas, niños y adolescentes debe considerar una atención integral (Psicológica, Social, médica y legal)
en el marco de los enfoques del presente protocolo.
Esta atención integral debe considerar las diferentes formas de vulneración a la integridad sexual agru-
padas en las conductas tipificadas en el Código Penal y las conductas consideradas infracciones en el
Código Niña, Niño y Adolescente.
En ese sentido las instancias, entidades y servicios que se encargan del procesamiento de este tipo de
violencia deben considerar los siguientes criterios en el marco de sus competencias:
a) Una vez conocida cualquier denuncia de actos de violencia sexual que se constituyan en infrac-
ción, la autoridad jurisdiccional deberá resguardar y reservar la identidad de la niña, niño y
adolescente.
b) Sólo en los casos de extrema necesidad requerirá de la intervención de su equipo multidiscipli-
nario para la evaluación de los antecedentes de la infracción, a fin de evitar la revictimización,
debiendo considerarse prioritariamente los informes interdisciplinarios de la Defensoría de la
Niñez y Adolescencia.
c) La autoridad jurisdiccional procurará la participación de la niña, niño y adolescente para la
identificación de sus necesidades y determinación de las sanciones correspondientes, para lo
cual considerará la edad de la niña, niño y adolescente.
d) Ordenará el seguimiento a las sanciones impuestas a los agresores, en coordinación con la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
e) Ordenará al equipo interdisciplinario del Juzgado de la Niñez y Adolescencia, la evaluación del
proceso de restitución del derecho a la integridad sexual de la niña, niño y adolescente, que
supone la valoración psicológica y social.
Las conductas de violencia contra la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes tipificadas como
delitos en la Ley Penal, deberán ser procesadas en el marco de la Ley Nº 1970 “Código de Procedi-
miento Penal” y la Ley Nº 548 “Código Niña, Niño y Adolescente”. Esta ultima en referencia al Sistema
Penal para adolescentes.
Las instancias, instituciones y servicios que intervienen en la atención integral de los casos de vulnera-
ción de la integridad sexual de niñas, niños y adolescentes tipificadas en la ley penal, deberán conside-
rar los siguientes criterios de actuación:
Policía Boliviana
- Ante el conocimiento de cualquier hecho de violencia sexual por acción directa o por denuncia;
el personal policial identificará las necesidades de la niña, niño y adolescente para la atención
médica, psicológica o psiquiátrica que fuera necesaria en cada uno de los casos.
- En cada uno de los actos investigativos, el personal policial evitará cualquier situación revicti-
mizadora de manera directa o indirecta a la niña, niño y adolescente.
- En coordinación con la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, brindará toda la información y
orientación necesaria a la familia de la víctima.
- El desarrollo de las acciones investigativas deberán considerar la opinión de las niñas, niños y
adolescentes.
Fiscalía
- Desde el conocimiento de los actos de violencia sexual, el representante del Ministerio Público
(Fiscalía) debe considerar los actos que fueran necesarios, para la seguridad e integridad física
y psicológica de la niña, niño y adolescente.
- En todos los actos investigativos donde participe la víctima, garantizará el apoyo y acompaña-
miento especializado de la defensoría de la niñez y adolescencia (Toma de declaración, Inspec-
ción Ocular, desfile identificativo, entre otros)
- El establecimiento de los actos investigativos deberá considerar la opinión y la participación de
las niñas, niños y adolescentes.
- Aplicar las acciones contenidas en la “Ruta crítica única nacional de atención de casos contra
la libertad sexual” del Ministerio Público, considerando el Interés Superior de la Niña, niño y
Adolescente, el derecho a opinar, especialización, proporcionalidad, desformalización, reserva
etc.
- Aplicar la normativa más favorable a la niña, niño y adolescente víctima de violencia sexual.
- Ante cualquier situación de riesgo o peligro para la integridad y desarrollo de la niña, niño y
adolescente el funcionario judicial tomará todas las medidas para su protección.
- Para la determinación de las medidas durante el proceso penal, la autoridad judicial conside-
rará las necesidades y características propias de las niñas, niños y adolescentes víctimas de
violencia sexual.
- Mantendrá informada a la niña, niño y adolescente sobre el desarrollo del proceso penal, con-
siderando su opinión.
- Evitará la revictimización de la niña, niño y adolescente durante la sustanciación del proceso
penal a partir de la aplicación de actos procesales como el Anticipo de Prueba.
- Evitará rituales y formalismos innecesarios durante la tramitación del proceso judicial.
PRIMERA FASE
IDENTIFICAR Y PROMOVER LA DENUNCIA
Para efectos del presente Protocolo, promover la denuncia implica brindar apoyo y atención inmediata
a la víctima, en respuesta a su demanda de protección. Asimismo, acompañarla a realizar la denuncia
ante las autoridades competentes (Policía, Fiscalía).
Todas las personas, sean particulares, servidoras y servidores públicos, que tengan conocimiento de he-
chos de violencia en contra de niñas, niños o adolescentes, están obligados a denunciarlos, ante las De-
fensorías de la Niñez y Adolescencia o cualquier otra autoridad competente. (Art. 155, Ley 548)
Si la agresión se produce en alguna de las instituciones promotoras de la denuncia, ésta deberá rea-
lizar el debido proceso de investigación, en el marco de su propio Protocolo.
2) Referir o acompañar a la víctima a un servicio de salud público o privado para recibir aten-
ción médica de emergencia, prioritariamente cuando esté comprometida su integridad fí-
sica y sexual.
3) Se debe asesorar sobre la importancia y la forma de preservar las pruebas. Si el hecho
ocurrió dentro de las 72 hrs. debe aconsejarse a la víctima o a su familia que ésta no se bañe,
ni que bote su ropa. Debe cuidarse que el lugar de los hechos quede intacto para la recolec-
ción de indicios.
Bajo ninguna circunstancia, la víctima deberá ser interrogada, por lo tanto, estrictamente el o
la funcionario/a deberá realizar preguntas abiertas, evitando juicios de valor, estereotipos,
estigmatización u otra forma de discriminación
• Impedimento del agresor de ingresar al hogar o estar cerca de la niña, niño o ado-
lescente víctima de la violencia
• Evitar careos o contacto de cualquier tipo con el agresor. Asimismo, evitar sobre-
cargar a las víctimas con responsabilidades que no les corresponden respecto a la
investigación (ejm. Notificaciones)
• Prohibición o restricción del tránsito del denunciado por los lugares que transita
48 MINISTERIO DE JUSTICIA
la niña,Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
niño o adolescente.
• En caso de ser necesario, integración de la niña, niño o adolescente a casas de
acogimiento, hogares transitorios o, a una familia sustituta.
• Impedimento del agresor de ingresar al hogar o estar cerca de la niña, niño o adoles-
cente víctima de la violencia
Protocolo de•
Prevención, Atenciónoycontacto
Evitar careos Sanción a toda forma de vulneración
de cualquier tipo cona La
el Integridad
agresor. Sexual de Niñas,
Asimismo, Niñossobrecargar
evitar y Adolescentes
Tan pronto como la familia de la niña, niño o adolescente entra en contacto con el sis-
tema de administración de justicia, es decir, en cuanto la Fiscalía tiene conocimiento
del delito se debe activar el sistema de protección y atención integral a la niña, niño o
adolescente, a su familia y testigos, brindándoles atención legal, psicológica y social, a
través de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (UPAVT) y la Fiscalía Especializada
en Atención a Víctimas de Atención Prioritaria (FEVAP)
• Impedimento del agresor de ingresar al hogar o estar cerca de la niña, niño o adoles-
cente víctima de la violencia
• Evitar careos o contacto de cualquier tipo con el agresor. Asimismo, evitar sobrecargar
a las víctimas con responsabilidades que no les corresponden respecto a la investiga-
ción (ejm. Notificaciones)
• Prohibición o restricción del tránsito del denunciado por los lugares que transita la
niña, niño o adolescente.
• En caso de ser necesario, integración de la niña, niño o adolescente a casas de acogi-
miento, hogares transitorios o, a una familia sustituta.
• Obligación de proporcionar a la niña, niño y adolescente el tratamiento especializado
correspondiente.
• Disponer cualquier medida cautelar de protección a las víctimas que se encuentran en
situación de violencia señalada en el Código de Procedimiento Penal y la Ley 348.
Tan pronto como la familia de la niña, niño o adolescente entra en contacto con el sis-
tema de administración de justicia, es decir, en cuanto la Fiscalía tiene conocimiento
MINISTERIO DE JUSTICIA Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
del delito se debe activar el sistema de protección y atención integral a la niña, niño o 49
adolescente, a su familia y testigos, brindándoles atención legal, psicológica y social, a
• Obligación de proporcionar a la niña, niño y adolescente el tratamiento especializado
correspondiente.
• Disponer
Protocolo de Prevención, cualquier
Atención y Sanciónmedida cautelar
a toda forma de protección
de vulneración a lasSexual
a La Integridad víctimas queNiños
de Niñas, se encuentran en
y Adolescentes
situación de violencia señalada en el Código de Procedimiento Penal y la Ley 348.
Tan pronto como la familia de la niña, niño o adolescente entra en contacto con el sis-
tema de administración de justicia, es decir, en cuanto la Fiscalía tiene conocimiento
del delito se debe activar el sistema de protección y atención integral a la niña, niño o
adolescente, a su familia y testigos, brindándoles atención legal, psicológica y social, a
través de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (UPAVT) y la Fiscalía Especializada
en Atención a Víctimas de Atención Prioritaria (FEVAP)
• Impedimento del agresor de ingresar al hogar o estar cerca de la niña, niño o adoles-
cente víctima de la violencia
• Evitar careos o contacto de cualquier tipo con el agresor. Asimismo, evitar sobrecar-
gar a las víctimas con responsabilidades que no les corresponden respecto a la inves-
tigación (ejm. Notificaciones)
• Prohibición o restricción del tránsito del denunciado por los lugares que transita la
niña, niño o adolescente.
• En caso de ser necesario, integración de la niña, niño o adolescente a casas de acogi-
miento, hogares transitorios o, a una familia sustituta.
• Obligación de proporcionar a la niña, niño y adolescente el tratamiento especializa-
do correspondiente.
• Disponer cualquier medida cautelar de protección a las víctimas que se encuentran
en situación de violencia señalada en el Código de Procedimiento Penal y la Ley 348.
Tan pronto como la familia de la niña, niño o adolescente entra en contacto con el sis-
tema de administración de justicia, es decir, en cuanto la Fiscalía tiene conocimiento
del delito se debe activar el sistema de protección y atención integral a la niña, niño o
adolescente, a su familia y testigos, brindándoles atención legal, psicológica y social, a
través de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (UPAVT) y la Fiscalía Especializa-
da en Atención a Víctimas de Atención Prioritaria (FEVAP)
Para una efectiva, adecuada y oportuna atención es preciso diferenciar tres situaciones frecuentes en
las que se puede presentar la víctima:
§ Agitación y temblor
Con la finalidad de precautelar la integridad de la víctima y velar por su seguridad, la niña, niño o ado-
lescente deberá ser referida de manera inmediata a un servicio de salud.
¿Qué medidas La o el profesional médico/a que atienda a la niña, niño o adolescente en situación
debe adoptar de violencia sexual debe adoptar las siguientes medidas:
el personal
ü Recibir y atender de forma inmediata con buen trato y evitando cualquier for-
de salud
ma de revictimización
ante un caso
de agresión ü Evaluar el estado de salud y si se encuentra en peligro inminente la vida de la
sexual de una niña, niño o adolescente víctima.
niña, niño o
adolescente? ü Evaluar el estado emocional y mental actual de la persona víctima y viabilizar
la contención emocional de emergencia.
ü Ante cualquier sospecha de violación o abuso sexual a una niña, niño o adoles-
cente, debe coordinar con el equipo de trabajo social y/o equipo legal resguar-
dando a la niña, niño o adolescente y viabilizando la denuncia.
¿Cómo se debe Tomando en cuenta el Modelo de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual
proceder en del Ministerio de Salud: Dentro de las 72 horas de acontecido el hecho, el servicio
la atención de salud debe proceder a la recolección de evidencia médico legal sin necesidad de
de la salud de requerimiento judicial.
niñas, niños o
ü Se debe explicar a la víctima y a quien tenga la custodia legal de la víctima, las
adolescentes
actuaciones que se van a realizar y la utilidad de cada procedimiento, infor-
víctimas de
mando que es necesario contar con su consentimiento para realizarlas.
violencia
sexual? ü Indicar que la víctima no se lave, bañe o cambie de ropa antes de la exploración
médica. Tampoco debe orinar antes de la toma de muestras.
¿Cómo se debe Las agresiones sexuales, por ser un tipo de delito en el que se requiere información
realizar la toma muy particular, tanto de los hechos como de la víctima, y una colección de mues-
de muestras tras muy estandarizada, por tanto, es imprescindible contar con una serie de datos
y recolección sobre los hechos y la víctima, para lo cual es necesario que el/la médico/a obtenga
de evidencias esa información que debe remitir junto con las muestras, llenando un acta con los
biológicas en siguientes datos:
víctimas de
Un listado de las muestras de referencia y de los indicios biológicos remiti-
agresiones se-
dos.
xuales?
Estos deben especificar: El número de referencia de la muestra; tipo de muestra
(sangre, saliva, pelos); nombre de la persona a la que se realiza la toma; relación
con el caso (víctima, sospechoso); recoger los datos del servicio donde fue atendi-
da; datos generales de la víctima; lugar, fecha y hora de la toma de muestra; nombre
y firma de la persona que toma la muestra.
Marcar (rotular: quién tomó, a quién se tomó, cuándo se tomó, de dónde se tomó) y
embalar bien las muestras; elaborar el “Acta de Toma de Muestra” y firmar conjun-
tamente con la víctima o en su defecto, con su padre/madre o tutor/a, 2 testigos y
54 MINISTERIO DE JUSTICIA Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
la autoridad local (DNA, Fiscal, Policía o Autoridad Comunitaria).
Marcar (rotular: quién tomó, a quién se tomó, cuándo se tomó, de dónde se tomó) y
embalar bien las muestras; elaborar el “Acta de Toma de Muestra” y firmar conjun-
tamente con la víctima o en su defecto, con su padre/madre o tutor/a, 2 testigos y
la autoridad local (DNA, Fiscal, Policía o Autoridad Comunitaria).
¿Cómo se debe Las agresiones sexuales, por ser un tipo de delito en el que se requiere información
realizar la toma muy particular, tanto de los hechos como de la víctima, y una colección de mues-
de muestras tras muy estandarizada, por tanto, es imprescindible contar con una serie de datos
y recolección sobre los hechos y la víctima, para lo cual es necesario que el/la médico/a obtenga
de evidencias esa información que debe remitir junto con las muestras, llenando un acta con los
biológicas en siguientes datos:
víctimas de
Un listado de las muestras de referencia y de los indicios biológicos remiti-
agresiones se-
dos.
xuales?
Estos deben especificar: El número de referencia de la muestra; tipo de muestra
(sangre, saliva, pelos); nombre de la persona a la que se realiza la toma; relación
con el caso (víctima, sospechoso); recoger los datos del servicio donde fue atendi-
da; datos generales de la víctima; lugar, fecha y hora de la toma de muestra; nombre
y firma de la persona que toma la muestra.
Marcar (rotular: quién tomó, a quién se tomó, cuándo se tomó, de dónde se tomó) y
embalar bien las muestras; elaborar el “Acta de Toma de Muestra” y firmar conjun-
tamente con la víctima o en su defecto, con su padre/madre o tutor/a, 2 testigos y
la autoridad local (DNA, Fiscal, Policía o Autoridad Comunitaria).
Para fines judiciales, este certificado médico se lo tendrá como un indicio respecto al delito y una vez
homologado, adquirirá valor probatorio. El certificado deberá ser homologado por un experto o una
experta forense, quien deberá entrevistar a la o el profesional que extendió el certificado, y solamente
en caso de necesidad fundada e ineludible, podrá practicar otro examen médico a la víctima. (Art. 65,
Ley 348)
En los casos de agresiones sexuales que se susciten en lugares donde no se puede contar con la presen-
cia de Médicos Forenses, en aplicación del numeral 9 del art. 20 de la Ley N° 348 los o las funcionarios/
as de la DNA u otras Instancias Promotoras de Denuncia deberán:
Las reacciones inmediatas al impacto del suceso varían mucho de una persona a otra, algunas pueden
ser muy obvias como gritar, llorar, entrar en pánico, desmayarse; otras no tan obvias, como un nudo en
la garganta y llanto silencioso, angustia o ira contenida y no todas pasan por cada una de las fases.
Si no se resuelve la crisis, la niña, niño o adolescente víctima de violencia sexual, puede sufrir alteracio-
nes físicas, emocionales, y/o mentales, y presentar actitudes negativas como mecanismos de defensa.
Las actitudes frecuen- Para intervenir en una crisis es necesario identificar los signos que pre-
tes de una niña, niño o senta la niña, niño o adolescente que está viviendo la crisis y reaccionar
adolescente que está de forma asertiva, con la intuición y sensibilidad para saber cómo inter-
en una situación de venir de la mejor manera.
violencia son: tornarse
La niña, niño o adolescente en situación de violencia puede presentar
resentida, agresiva,
cambios en su comportamiento habitual:
desconfiada, insegura,
soberbia, egoísta, pue- ü Puede estar tensa/o, ansiosa/o, enojada/o, irritable, triste, de-
de mostrar una másca- primida/o, pasiva/o, confundida/o, distraída/o, desorganiza-
ra de dureza, frialdad, da/o, aislada/o, sin energía, cansada/o, agotada/o.
indiferencia y sentir
soledad, amargura e ü Puede tener trastornos alimentarios: poco apetito, comer com-
infelicidad. Es normal pulsivamente.
que asuma el papel de
ü Trastornos del sueño: insomnio o mucho sueño y ganas de dor-
niñas, niños o adoles-
mir todo el tiempo.
centes o de victimario,
y puede estar incapaci- ü Rostro cansado, ojeroso por el insomnio, mirada sin brillo, piel
tada para establecer re- poco humectada.
laciones interpersona-
les sanas y profundas. ü Sentimientos de confusión, ansiedad, desorientación, angustia,
Bloquea su voluntad de impotencia.
sentido, su intuición, su
ü Deseo de salir de su malestar, pero no sabe cómo y se siente inca-
libertad y su responsa-
paz de enfrentar y superar la situación que vive.
bilidad, por lo que muy
probablemente sientan ü Dificultad en sus relaciones interpersonales y sus actividades.
vacío existencial.¿Cómo
ü Soledad, aislamiento y desamparo
identificar un estado
de crisis
Concluida la intervención en crisis, él o la psicólogo/a elaborará un informe que contenga los elemen-
tos conocidos, detectados o determinados en la intervención efectuada, además de la información del
estado en el que recibió a la víctima, recomendaciones urgentes de intervención, psicológica, social
y/o legal.
El informe, deberá ser remitido al o la abogado/a de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, para que
dicha entidad posteriormente remita el mismo a la Fiscalía.
Si la persona víctima acudiera a una Institución que no sea una agente promotor de
denuncia, ésta tiene la obligación de informar y acompañar donde le brinden la aten-
ción requerida, tal como refiere el artículo 20 en su inciso 6 de la Ley Nº 348, “Referir
o derivar a las personas en situación de violencia o riesgo inminente a los servicios
especializados de atención médica, psicológica y de protección”.
§ Policía – FELCV
§ Fiscalía
Ante la ausencia de Policía o Fiscalía, y en el marco de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, se podrá acu-
dir a las Autoridades Indígena Originario Campesinas (AIOCs), quienes según el caso, deberán dar a
conocer el hecho a la brevedad posible a la autoridad competente más próxima (Corregidores, sub
gobernaciones) quién a su vez pondrá en conocimiento a la Fiscalía.
En razón de lo expuesto, la Ley Nº 348, en el artículo dispone que FISCALES DE MATERIA MÓVILES “en
el área rural las y los Fiscales de Materia especializados contra la violencia hacia las mujeres deberán
desplazarse de forma regular y permanente”
En casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes existe PRIORIDAD ABSOLUTA por lo
que los operadores de justicia deben actuar de manera inmediata ante la presencia de un caso.
Estas entidadesdeben recepcionar la denuncia sea esta verbal o escrita, ejecutar la investigación y tra-
mitación de la misma conforme las previsiones del Código de Procedimiento Penal y las consiguientes
modificaciones efectuadas por la Ley Nº 348. En el ejercicio de estas funciones deberán brindar a las
víctimas apoyo y un trato digno y respetuoso acorde a la situación, facilitando al máximo las gestiones
que deban realizar.
La víctima puede elevar su denuncia sola o acompañada de alguna persona adulta (padre/madre,
tutor/a, otros familiares o personas adultas).Para ello, la víctima no requiere presentar ningún tipo
de documentación.
SEGUNDA FASE
ETAPA PRELIMINAR DE LA INVESTIGACIÓN
La Etapa Preliminar inicia desde el momento en que la denuncia es recepcionada por la Fiscalía (Mi-
nisterio Público) o la Policía (FELCV).
Tan pronto como la familia de la niña, niño o adolescente entra en contacto con el sistema de ad-
ministración de justicia, es decir, en cuanto el Ministerio Público (Fiscalía) tiene conocimiento del
delito, debe llevar a cabo las siguientes acciones:
• Activación del sistema de protección y atención integral a la niña, niño o adolescente, a su fami-
lia y testigos (Unidad de Atención a Víctimas y Testigos – UPAVT yla Fiscalía Especializada en
Atención a Víctimas de Atención Prioritaria – FEVAP), brindándoles atención legal, psicológica
y social.
• Brindar información adecuada y oportuna a las víctimas, familiares o testigos, sobre sus dere-
chos, garantías y obligaciones en el proceso penal.
• Otorgar información sobre las instituciones a las que pueden acudir para recibir el apoyo que
requieran, garantizando que reciban la información legal, el apoyo psicológico y social.
• Velar por la seguridad de las niñas, niños y adolescentes y testigos cuando está en alto riesgo
su vida, su integridad física o su salud, sugiriendo al o la Fiscal de Materia las medidas de pro-
tección inmediatas.
El funcionario policial, como regla general, NO tomará las declaraciones de la niña, niño o adolescente,
con el objetivo de evitar su revictimización, viabilizando, en coordinación con el Fiscal asignado a cada
caso, que éstas puedan ser tomadas por un profesional psicólogo en la Cámara Gesell o espacios que
tengan las mismas características.
En los casos de flagrancia de acuerdo a lo que establecen los artículos 227 y 230 del CPP, el fun-
cionario policial debe proceder a la aprehensión del sospechoso, y en plazo máximo de 8 horas
ponerlo a disposición del Ministerio Publico.
La autoridad policial realizará un informe, el cual será puesto en conocimiento de la Fiscalía (Minis-
terio Público) dentro del plazo de 8 horas. Encaso de existir personas arrestadas o aprehendidas, tal
situación debe constar en el informe policial y remitirse al Ministerio Público (Art. 227CPP).En los
casos donde no hubieran aprehendidos, el informe deberá presentarse en el plazo de 24 horas. (Art.
298 CPP).
TERCERA PARTE
La Policía debe realizar una intervención eficaz en lo que es la recolección y preservación de
pruebas, preservando todos los indicios datos y pruebas materiales
Una vez recibida la denuncia o la información fehaciente de la comisión de este delito, el Ministerio
Público (Fiscalía) coordinará con los funcionarios policiales, lo antes posible, agilizará los actos inves-
tigativos necesarios en cada uno de los casos, brindará las acciones de protección y auxilio a la niña,
niño o adolescente si fuera necesario.
Dentro de las 24 horas siguientes informará al juez de garantías el inicio de las investigaciones para
que se proceda con el control jurisdiccional correspondiente. Asimismo, por tratarse de niñas, niños
y adolescentes, todas las actuaciones fiscales deben ser dadas a conocer a las Defensorías de la Niñez
y Adolescencia para que asuman la protección integral de la niña, niño o adolescente en situación de
violencia sexual.
El Ministerio Público (Fiscalía) puede tener conocimiento del caso por cuatro vías:
3) En el marco de sus atribuciones ordenará y dirigirá todas las diligencias necesarias para reca-
bar indicios y obtener las evidencias necesarias para llegar a la verdad histórica de los hechos,
pero sin vulnerar los derechos de los niños/as y adolescentes, para ello el o la Fiscal de Materia
emitirá en el requerimiento las directrices de investigación a la FELCV o en su caso a otro u
otra Funcionario/a Policial, para el desarrollo de las labores investigativas de conformidad al
art.295 del CPP.
4) En caso de que la víctima no cuente con patrocinio legal, el o la Fiscal de Materia requerirá a la
Entidad Promotora de la Denuncia (DNA, SEPDAVI, institución privada o pública, ONG) propor-
cione a la víctima el asesoramiento legal correspondiente.
5) En caso de que la víctima, no haya sido remitida por una Entidad Promotora de la Denuncia,
el o la Fiscal de Materia requerirá la presencia de la DNA y de acuerdo al caso, el apoyo de la
Unidad de Protección a Víctimas y Testigos- UPAVT.
9) Los requerimientos fiscales emitidos por esta autoridad no deben ir en desmedro o afectar
la integridad biopsicosocial de las niñas, niños o adolescentes y sus familias. Por ejemplo, no
puede requerir que se haga un careo entre la víctima y el agresor.
10) En la medida de las posibilidades, en consideración de que las víctimas atraviesan una situa-
11) Las actuaciones investigativas de los fiscales deben regirse con estricta rigurosidad a lo esta-
blecido en la Constitución Política del Estado y todas as normativas pertinentes a la atención,
protección y sanción de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.
b) Si se constata que la víctima no presenta lesión visible alguna, el o la Asistente deberá veri-
ficar si la niña, niño o adolescente se encuentra en estado de crisis para lo cual observará si:
Ø Si se encuentra llorando, al grado que el llanto impide que hable con normalidad.
d) Si la víctima tuviera como lengua materna una lengua diferente del castellano o tuviera algu-
na discapacidad en el lenguaje, se requerirá la presencia de un traductor o intérprete. Con-
cluida la recepción de la denuncia, el personal de la UPAVT establecerá el enlace con el DNA
o cualquier otra institución pública o privada para la asistencia de la víctima; la UPAVT para
dicho efecto deberá aplicar el “Protocolo de Adopción de Medidas de Protección”, elaborado
por el Ministerio Público.
b) El o la Fiscal de Materia, registrará los hechos denunciados por la víctima, así como el nombre
de los/las testigos y el señalamiento de los medios de prueba.
c) La UPAVT o el o la asistente del o la Fiscal de Materia deberá informar a la víctima y a los fami-
liares/personas que le acompañen en lenguaje claro y sencillo sobre sus derechos, garantías,
medidas de protección y exámenes o pruebas a las que será sometida/o y la importancia de
su participación durante todo el proceso.
El Ministerio Público (Fiscalía) tiene la función transversal de garantizar que la víctima y las perso-
nas/familiares que le acompañan reciban información en todo momento sobre el estado y avance de
su causa; así como las funciones y el rol que tiene el Ministerio Público y otras instancias que inter-
vienen en la investigación.
Las acciones investigativas operativas consisten en las diligencias investigativas realizadas por el o la
investigador/a, necesarias para la identificación de las víctimas, averiguación del hecho, individualiza-
ción del imputado y la obtención de los elementos de prueba para sustentar el resultado de la investi-
gación.
Las notificaciones que deba realizar la Fiscalía serán procesadas de acuerdo a lo establecido en el ar-
tículo 58 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Los requerimientos fiscales serán procesados con
apoyo del investigador o investigadora asignada al caso.
Para tal efecto, el investigador o investigadora asignada al caso, tendrá acceso al cuaderno de investiga-
ción a fin de realizar ulteriores diligencias que le permitan un mayor conocimiento sobre el proceso y
Las determinaciones que tome la Fiscalía sobre el proceso, serán puestas en conocimiento investigador
o investigadora asignada al caso para fines de registro y conclusión de las actividades investigativas.
Por otro lado, la Fiscalía determinará la evaluación médico forense de la víctima, debiendo tomar en
cuenta lo siguiente:
Se priorizará la obtención del certificado médico forense, que permita constatar la agresión sexual,
en casos de violación, registrar las lesiones recientes o antiguas, así como recabar los indicios de pre-
sencia de antígeno prostático, lesiones de agresión por la defensa, presencia de tóxicos que hubieran
facilitado la perpetración del delito, etc. El IDIF homologará los certificados médicos forenses cuando
la valoración sea realizada por otra/o médico.
Si el o la Fiscal estima que existen suficientes indicios sobre la existencia del hecho y la participación
del o la imputado/a, formalizará la imputación de manera fundamentada, realizando una calificación
provisional del hecho, la cual presentará ante el o la Juez/a Instructor/a.
En esta fase procede el anticipo de prueba: Pericias investigativas, inspección ocular o reconstrucción
de los hechos.
Cuando se consideren que existen riesgos procesales, el Ministerio Público (Fiscalía) solicitará la apli-
cación de medidas cautelares (detención preventiva, detención domiciliaria, fianza, arraigo, prohibi-
ción de viajes, prohibición de cercanía a la víctima, a la familia sustituta, guarda provisional, etc.) al o
la Juez/Instructor.
1.2 RECHAZO
Cuando resulte que el hecho no existió, que no está tipificado como delito o que el o la imputado/a
no ha participado en él; no se haya podido individualizar al o la imputado/a, la investigación no haya
aportado elementos suficientes para fundar una imputación y posterior acusación o exista algún obs-
táculo legal para el desarrollo del proceso, el o la Fiscal podrá emitir la resolución fundamentada de
rechazo. Esta será susceptible de objeción por la víctima o su representante (DNA, otros) o la parte
querellante, en el plazo de 5 días de haber sido notificado; en ese caso, el o la el Fiscal de Materia re-
mitirá al cuaderno de investigaciones al o la Fiscal Departamental para su revisión (art.305 del CPP).
Iniciada la acción la DNA puede optar por un procedimiento abreviado previsto en el art. 373 CPP. (En
ningún caso puede conciliar). Para evitar la revictimización, la DNA solicitará una orden judicial para
que se realice una entrevista única a la niña, niño o adolescente y la realización de la pericia psicológica
con las garantías previstas por la Ley de Protección a Víctimas de Violencia Sexual, en Cámara Gesell
aplicando la Guía de Uso emitida por la Fiscalía General del Estado
TERCERA FASE
Se menciona Etapa Preparatoria a la fase siguiente después de que concluyó la Etapa Preliminar, cuan-
do él o la Fiscal determinan la Imputación del agresor o agresora para que el proceso penal siga en
contra de la o las personas denunciadas.
Teniendo siempre presente que la etapa preparatoria no constituye un fin en sí misma, por el contrario,
su finalidad es la preparación del juicio oral y público, que se cumple a través de la recolección de todos
los elementos que permitan fundar la acusación del fiscal o del querellante y la defensa del imputado
(art. 277 CPP).
Las funciones de contención, preparación, y acompañamiento de la niña, niño o adolescente, deben ser
llevadas de forma continua y transversal durante todo el proceso por los y las funcionarios/as de la
DNA y/u otras Entidades Promotoras de la Denuncia; funciones que deben realizarse de forma paralela
al accionar del Ministerio Público y la FELCV en el desarrollo de las diligencias.
En esta etapa, la psicóloga de la DNA iniciará el proceso de la terapia psicológica o coordinará con otras
instituciones especializadas en el área, como el Centro de Prevención y Atención Terapéutica - CEPAT u
otra similar en los demás departamentos o con instituciones privadas.
La psicóloga del Ministerio Público (UPAVT) o de la DNA debe preparar a la niña, niño o adolescente
antes de la declaración explicando por qué y para qué tiene que ir a declarar, cual es la importancia de
este paso; también es importante el acompañamiento para la realización de la contención emocional
para que la niña, niño o adolescente se siente fortalecida/o y acompañada/o a la hora de realizar la
declaración.
El acompañamiento debe realizarse en los siguientes actos procesales fundamentales en esta etapa de
investigación:
Pericia
Ø Esta acción estará determinada por la o él Fiscal en Materia cuando concluya ordenar Pericia
para descubrir o valorar un elemento de prueba, con el apoyo técnico de profesionales espe-
cializados en alguna ciencia, arte o técnica, de acuerdo a los hechos y criterios legales de la o
él Fiscal. (Art. 204 CPP)
Ø Una vez que él o la Fiscal de Materia haya determinado la realización de pericia, él o la funcio-
nario/a policial de la FELCV u otro donde no existiera, deberá proceder a la notificación de los
sujetos procesales con la designación del Perito y puntos de pericia a efectos de cumplir con
las tareas asignadas. (Art. 209 CPP)
Ø El equipo de profesionales de la Entidad Promotora debe informar a la víctima respecto al
procedimiento a realizarse y su intervención en la misma, mencionándole la importancia de
este acto investigativo, el cual puede durar varias sesiones en las que será sometida a una
serie de instrumentos, pruebas, y entrevistas psicológicas y sociales.
Para este acto investigativo el equipo de profesionales que patrocina a la niña, niño o adolescen-
te debe coordinar y establecer estas sesiones con el perito designando resguardando la integridad,
emocional, psicológica y espiritual de la víctima. La/el psicóloga/o o trabajadora social (personal) de
la DNA debe preparar a la niña, niño o adolescente para la pericias. Es fundamental que le explique
en qué consiste, dónde se realizará y la importancia de ésta y acompañarla para brindarle segu-
ridad, confianza y protección. La o el fiscal nombrará un perito psicólogo/a del Ministerio Público
(UPAVT) para realizar la pericia psicológica.
Consideraciones durante las pericias del/de la psicólogo/a forense:
1. El objetivo es la elaboración de un informe pericial, que busca la determinación de los hechos
o sobre sus manifestaciones.
2. El dictamen pericial versa sobre los puntos de pericia solicitados.
3. En una pericia donde se determina en qué medida los hechos violentos a los cuales se enfrentó
la víctima generaron un daño psicológico, por lo que se deberá realizar un estudio de la perso-
nalidad (diagnóstico psicológico).
4. Para la evaluación psicológica se recurrirá a la utilización de Test cuantitativos y cualitativos.
En los primeros se encuentran los cuestionarios, inventarios y escalas, en cambio en los segun-
dos se encuentran englobadas las pruebas proyectivas (las personas proyecten sus ideas y se
proyecten a sí mismas).
5. Los informes esenciales deben contener necesariamente los datos de identificación, el motivo
y objeto de la evaluación, antecedentes relevantes, metodología de la evaluación, conductas
observadas y/o examen mental, resultados de la evaluación y conclusiones.
Anticipo de Prueba
Ø Se presentará cuando sea necesario practicar un reconocimiento, registro, reconstrucción o
pericia, que por su naturaleza o pericia se consideran como actos definitivos e irreproduci-
bles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo se presuma que no
podrá producirse durante el juicio. El Fiscal o cualquiera de las partes podrán pedir al Juez o
Jueza que viabilice estos actos (Art. 307 CPP).
Ø Las o los funcionarios promotores de la Denuncia deberán informar de manera clara y sen-
cilla a la victima respecto a los objetivos y/o razones del Anticipo de Prueba, explicarle el
procedimiento y su participación en la misma.
Ø El equipo de profesionales que patrocinan a la víctima deberán informarle que NO se sienta
pre-juzgada, avergonzada y/o culpable por lo que le sucedió y que su relato o participación en
este acto investigativo será por única vez.
Ø Todo profesional que participe de este procedimiento sabe que debe reservar y guardar la
confidencialidad de la información que proporcione la víctima ya que solo es de uso especial
para el proceso penal desarrollado.
Ø En caso de que no exista UPAVT, el equipo de profesionales que patrocina a la víctima debe
prepararla para esta declaración o participación, haciendo hincapié en que es importante que
relate todo cuanto le sucedió, sin obviar detalles de lo sucedido.
Ø El anticipo de prueba debe precautelar los derechos de la misma como ser: el derecho a la inti-
midad y la reducción de niveles de revictimización. Esta debe ser realizada en Cámara Gesell o
un medio análogo, como se explica en la guía de Cámara Gesell. El equipo de profesionales que
patrocinan a la víctima deben informar a la misma y a los familiares o tutores que acompañen
a la NNA, que este procedimiento será grabado y que en la sala contigua estará el imputado.
Por esta razón los profesionales que dirigen esta acción deben obtener el consentimiento
informado de la víctima, familiares o tutores para que se cumpla con las formalidades de Ley.
Ø En caso de que la víctima sea una niña, niño o adolescente indígena originaria campesina, ex-
tranjera o persona con discapacidad, la entrevista deberá realizarse a través de un traductor
o intérprete.
Ø Los familiares o tutores y DNA siempre deberán acompañar a la víctima NNA.
Reconocimiento de Persona
A efectos de evitar cualquier encuentro directo entre la víctima y el o la agresor/a, el o la Fiscal y el
o la investigador/a asignado/a al caso, deberán coordinar con la Instancia Promotora a efectos que
la víctima llegue media hora antes a la realización del acto. Asimismo, a la conclusión de este acto se
resguardará a la víctima hasta que abandone el lugar; también se sugiere que con carácter previo, la
víctima se familiarice con el espacio físico donde se desarrollará el reconocimiento de persona.
Los y las funcionarios/as de la DNA y en su caso el personal de la UPAVT deben brindar a la víctima:
Ø En coordinación con la UPAVT, en los lugares donde esta exista, realizar la preparación de la
víctima por medio de estrategias de afrontamiento, ante la confrontación indirecta para el
reconocimiento de su posible agresor.
Ø Debe asegurarse que por ningún motivo la víctima sea expuesta o sometida a un encuentro
directo con el agresor; para lo cual debe utilizarse la cámara Gesell o medio análogo conforme
se explica en la guía de uso de la cámara Gesell.
Área Social
Los informes que se extienda por el o la profesional de esta área estarán amparados por el CNNA en
su art. 221. En este sentido el o la profesional de trabajo social durante esta etapa, deberá continuar
con el trabajo de campo (visitas domiciliarias y/o institucionales, llamadas telefónicas); control de
seguimiento de la efectiva aplicación de las medidas de protección que han sido iniciadas en la etapa
preliminar del proceso.
En caso de que las medidas de protección no estén cumpliendo su finalidad, él o la trabajadora social
deberá elaborar un informe a través del cual se pueda sugerir la modificación de las medidas de pro-
tección de acuerdo a las necesidades reales de la víctima. Por consiguiente deberá recomendar nuevas
medidas de protección.
Él o la profesional de esta área que desempeña funciones en la UPAVT, de las fiscalías Departamentales,
cumpliendo con las disposiciones vigentes, podrá ser convocado/a como perito, a efecto de elaborar
un informe social según los puntos de pericia que le sean solicitados y defendidos según corresponda.
Área Psicológica
Los informes que se extienda por el o la profesional de esta área estarán amparados por el CNNA en
su art. 222. Por tal sentido él o la profesional de psicología deberá proseguir con la intervención psi-
coterapéutica de acuerdo a las entrevistas o sesiones planificadas con la victima y los familiares de la
misma al inicio de la etapa preliminar y extendiéndose a la etapa preparatoria.
Asimismo deberá realizar el acompañamiento y preparación que requiera la victima para los actuados
del proceso penal, esta participación estará en plena coordinación con el área legal, ya que la ruta tera-
péutica deberá seguir sus propios pasos de intervención con la misma y los informes que se extiendan
deberán transmitir el estado real de evolución psicológica de la niña, niño o adolescente para que se
determine su participación directa o no, en los distintos actos investigativos que el proceso penal exija.
Las Entidades Promotoras en coordinación con la UPAVT deben desplegar diversas estrategias a
partir de la coordinación interinstitucional a fin de apoyar a la víctima y su familia en las necesida-
des apremiantes.
Área Legal
Los informes que extienda el o la profesional de esta área estarán amparados por el CNNA en su Art.
223. Por tal sentido él o la asesor/a legal de la entidad Promotora de la Denuncia, debe hacer conocer
a la víctima, familiares y/o tutor/a o representante de la niña, niño y adolescentes, el curso de las ac-
tuaciones, informándoles respecto a las resoluciones procesales y en general, a todo aquello que pueda
referirse a la protección de su seguridad e interés. Por otro lado, el o la abogado/a cumple las funcio-
nes de patrocinador de la víctima, defendiendo los intereses de la misma durante todo el desarrollo del
proceso. Ejemplo: proponer diligencias investigativas, impugnación, de sobreseimiento en representa-
ción de la víctima, considerando que ésta no necesita querellarse para tener activa participación en el
proceso, participación de las audiencias y otras.
En todo momento los y las funcionarios/as de las entidades Promotoras, junto al Ministerio Público
deberán promover la reserva y confidencialidad necesaria de la víctima y de los actuarios procesales:
Las instituciones y/o personas que brindan información, atención y protección a la víctima, tiene
la obligación de mantener en reserva la identidad de la niña, niño o adolescente que se vea involu-
crada/o en algún proceso legal, asimismo se tiene restringido el acceso a la documentación sobre
el caso que se desarrolla. Todo profesional o persona involucrada en las distintas tareas legales,
psicoterapéuticas o sociales que concierne a la víctima esta obligado a mantener en reserva la ima-
gen de la víctima (Art. 144, Ley 548).
La Ley Orgánica del Ministerio Público, respecto a la confidencialidad en su art. 9 determina:
I. El Ministerio Público cuidara que la información a proporcionar no vulnere los derechos de las
partes, establecidos en la Constitución Política del Estado y las Leyes, en particular la dignidad
y presunción de inocencia, ni ponga en peligro las investigaciones que se realicen o atenten
MINISTERIO DE JUSTICIA Y TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
contra la reserva que sobre ellas se haya dispuesto. 73
II. En ningún caso el Ministerio Público podrá revelar la identidad ni permitirá la difusión de imá-
genes de niños, nilas y adolescentes.
el caso que se desarrolla. Todo profesional o persona involucrada en las distintas tareas legales,
psicoterapéuticas o sociales que concierne a la víctima esta obligado a mantener en reserva la ima-
gen de
Protocolo dePrevención,
la víctimaAtención
(Art. 144, Ley a548).
y Sanción toda forma de vulneración a La Integridad Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes
La Ley Orgánica del Ministerio Público, respecto a la confidencialidad en su art. 9 determina:
I. El Ministerio Público cuidara que la información a proporcionar no vulnere los derechos de las
partes, establecidos en la Constitución Política del Estado y las Leyes, en particular la dignidad
y presunción de inocencia, ni ponga en peligro las investigaciones que se realicen o atenten
contra la reserva que sobre ellas se haya dispuesto.
II. En ningún caso el Ministerio Público podrá revelar la identidad ni permitirá la difusión de imá-
genes de niños, nilas y adolescentes.
III. Las y los investigadores policiales están prohibidos de proporcionar información a terceros
ajenos a la investigación sobre las investigaciones en curso, salvo los casos expresamente de-
terminados por la Constitución Política del Estado.
Al término de las investigaciones desarrolladas en los 6 meses que menciona el CPP en su art. 134, el
o la Fiscal de Materia pronunciará el requerimiento conclusivo correspondiente a esta etapa prepara-
toria, dando de esta manera conformidad al art. 323 del CPP, que en su descripción indica lo siguiente:
ACUSACIÓN
Se presentara ante el o la Juez/a de instrucción la acusación si estima que la investigación propor-
ciona fundamento para el enjuiciamiento público del imputado.
En el caso de que se concluya con la Acusación del imputado, la o él Juez/a instructor dentro el
plazo de 24 horas, previo sorteo, remitirá los antecedentes a la o el Juez Tribunal de Sentencia, bajo
responsabilidad. (art. 325 CPP).
SALIDAS ALTERNATIVAS
Se requerirá ante el o la Juez/a de instrucción, la suspensión condicional del proceso o la aplicación
del procedimiento abreviado.
SOBRESEDIMIENTO
Se decretará de manera fundamentada el sobreseimiento, cuando resulte evidente que el hecho
no existió, que no constituye delito o que el imputado no participo en él y cuando estime que los
elementos de prueba son insuficientes para fundamentar la acusación.
En la audiencia de requerimiento conclusivo, la víctima debe ser representada por el asesor legal de
la DNA, o las entidades que patrocinan el caso, para que en la audiencia las partes puedan pronunciar
observaciones pertinentes, asimismo el o la Fiscal en la misma audiencia podrá aclarar o corregir la
acusación, pero si no existen observaciones se dará por saneada las mismas.
En todas las decisiones que afecten a la víctima, se tomará en cuenta su opinión y se respetará en
cada acto y decisión el interés superior de la niña, niño o adolescente.
CUARTA FASE
JUICIO ORAL
El juicio es la parte esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la acusación; en forma contra-
dictoria, oral, pública y continua, para la comprobación del delito y la responsabilidad del imputado,
con plenitud de jurisdicción. (art. 329 CPP). Para la instalación del Juicio Oral, el Tribunal de Sentencia
estará constituido por 3 Jueces Técnicos, quienes serán competentes para conocer la sustanciación y
resolución del juicio y deberán instalar el proceso del mismo con la presencia ininterrumpida de las
partes.
La niña, niño o adolescente estará representado por sus familiares y/o tutores, DNA, pero en ningún
caso serán obligados a enfrentarse al agresor. El personal multidisciplinario de la DNA deberá evaluar
los requerimientos y necesidades especiales de la víctima, para reunir su declaración ante el Tribunal
de Sentencia.
Durante el periodo del juicio oral, el o la profesional correspondiente a trabajo social, podrá ser convo-
cada/o como nexo para ubicar a la víctima y coordinar con el área de psicología para su preparación y
comparecencia al estrado judicial, actividad que se realizará en estrecha coordinación con el o la Fiscal
asignado/a al caso. Así también, este o esta profesional estará en todo momento predispuesto/a para
la presentación de documentación a requerimiento y defensa de informes sociales, elaborados con
relación a la víctima y/o su entorno. Así también el o la trabajador/a social de la UPAVT en esta etapa,
y a requerimiento, podrá realizar la defensa de pericias sociales elaboradas.
Si el caso requiriera la presencia de la víctima, debe extremarse el cuidado para evitar un contacto
directo de la misma con el acusado, procurando que por ningún motivo la víctima sea expuesta a estar
sola con él o que se encuentre de manera directa en las dependencias del Tribunal. Estas acciones de
protección a la integridad de la víctima serán realizadas antes y después de las celebraciones de au-
diencias y al momento de abandonar los estrados judiciales.
En todas las audiencias del Juicio Oral, el o la abogada de la DNA u otra institución que patrocine a la
víctima deberá participar activamente en la audiencia del juicio oral, defendiendo los intereses de la
víctima y asegurándose que se respeten sus derechos.
El Tribunal de Sentencia concluirá su debate y votación secreta para luego dictar sentencia (Arts. 57,
363, 365 CPP), de acuerdo a todo lo expuesto se tendrá:
Se dictará sentencia condenatoria cuando la prueba aportada sea suficiente para generar en el
o la Juez/a o Tribunal, la convicción sobre la responsabilidad penal del imputado.
Ø La sentencia fijará con precisión las sanciones que correspondan, la forma y lugar de su cum-
plimiento y, en su caso, determinará el perdón judicial, la suspensión condicional de la pena
y las obligaciones que deberá cumplir el condenado.
Ø Se fijará con precisión la fecha en que la condena finaliza. Se computará como parte cumplida
de la sanción que se aplique, el tiempo que haya estado detenido por ese delito, incluso en
sede policial.
Ø Se establecerá la forma y el plazo para pagar la multa y se unificaran las condenas o las penas.
Ø La sentencia decidirá también sobre las costas y sobre la entrega de objetos secuestrados a
quien el Tribunal entienda como mejor derecho a poseerlos. Decidirá sobre el decomiso, la
confiscación y la destrucción previstos en ley.
QUINTA FASE
REPARACIÓN INTEGRAL DEL DAÑO/RESTITUCIÓN
Se entiende por reparación integral o restitución del daño desde las líneas o procesos que la víctima ha
seguido hasta antes y después de haberse dictado sentencia. La reparación del daño estará basada en
el enfoque de derechos humanos, de género y de interculturalidad, para garantizarle a la víctima una
atención integral desde que inicia el proceso penal y terapéutico hasta el final de los mismos.
Desde un enfoque legal, se entiende reparación integral del daño al proceso penal que la víctima sigue
y llega a la culminación con la sentencia hacia el agresor. Esto le garantizará y/o devolverá seguridad
en sí misma porque la veracidad de sus declaraciones ante el hecho habrá sido tomada en cuenta en
cada una de las etapas legales, lo que afirmará de algún modo su estabilidad social y familiar al mante-
nerse alejada y resguardada de su agresor.
Llegar a esta etapa legal implica que él o la profesional que ha venido patrocinando a la víctima, los
familiares o tutores, puede iniciar un proceso civil para la calificación y reparación del daño si es que
la Jueza o Juez no lo ha dispuesto, lo que conlleva una nueva ruta legal para exigir por derecho la com-
pensación económica a los daños ocasionados a la víctima. El objetivo de este pedido no será de nin-
guna manera monetizar el daño, sino buscar el apoyo a la restitución psicoafectiva, social y educativa
de la víctima.
Desde el enfoque terapéutico, se entenderá como reparación integral del daño al proceso concluido
de las etapas o sesiones que la víctima recibió durante el proceso penal o después del mismo. En algu-
nas entidades se marcará una ruta clara para llegar a la restitución psicoemocional bajo los enfoques
psicoterapéuticos que guíen las intervenciones o que proponga el equipo de profesionales de las ins-
tituciones establecidas para este trabajo. Se reconoce, bajo los criterios psicológicos, que la violencia
sexual (en cualquiera de sus tipificaciones), deja huellas en la víctima, por esta razón cada institución
abordará el trabajo psicoterapéutico con la víctima y con su entorno familiar para que el efecto de re-
elaboración de la situación vivida, la elección de nuevas habilidades sociales o fortalecimiento de las
mismas, apoyen de gran manera a su relacionamiento cotidiano con todo su entorno durante su vida.
La Restitución del Daño integral representa entonces la culminación de ambos procesos, el legal con
una sentencia condenatoria y el psicológico, con todo un camino terapéutico recorrido por la víctima.
Ø Servicio de Gestion Social (SEDEGES), CEPAT, u otras dependencias del SEDEGES. Su abordaje
y apoyo a la víctima estará centrado en la línea psicoterapéutica y de bienestar social. Esto será
asumido a nivel departamental.
Para asumir como medidas de protección y asistencia a la víctima después del proceso penal, se debe
tener en cuenta que la víctima esté resguardada ante cualquier amenaza o riesgo. Cuando todas las
medidas de protección han sido efectivas durante la persecución penal, las autoridades competentes
mantendrán en vigencia las medidas tomadas o determinarán otras, de acuerdo a las nuevas amena-
zas o riesgos que la víctima reciba después de ser dictada la sentencia o cumplida la misma, todo ello
para seguir garantizando la integridad y protección de la víctima durante su proceso psicoterapéutico
y restitución del daño recibido.
Asimismo las Defensorías de la Niñez y Adolescencia a nivel Nacional, los Centros Especializados en
Prevención y Atención Terapéutica (CEPAT) que a nivel departamental se hayan creado por los SEDE-
GES u otras dependencias de este, los SEPDAVI (Servicio Plurinacional de atención a la Víctima) que se
encuentren en los departamentos y las ONG´s especializadas en violencias, deberán seguir brindando
toda la atención psicoterapéutica a la niña, niño o adolescente hasta que hayan concluido con todo el
plan de trabajo, que de manera autónoma han propuesto para la víctima hasta alcanzar el alta terapéu-
tica o conclusión de todo este proceso.
La terapia tiene todo un camino para ser recorrido por la víctima, por la familia o personas adultas que
viven en el contexto familiar, acompañados de un profesional en el área de psicología.
CONTEXTO FAMILIAR: Muchas veces los miembros de la familia muestran señales y conductas de
afectación por la violencia suscitada en la niña, niño, adolescente, en algunos casos la magnificación
emocional provoca una re-victimización de la víctima y una propaganda emocional de la violencia
sexual descubierta, esto no sólo puede generar más violencia, angustia o sufrimiento a la víctima, tam-
bién puede provocar un retroceso en su apertura para recibir el apoyo psicoterapéutico de profesio-
nales, que ante su realidad son desconocidos. Por esta razón se recomienda que también ellos y ellas
puedan iniciar el proceso terapéutico antes, durante o después de la atención de la propia víctima, la
participación del entorno familiar será exigida por cada profesional del área de acuerdo al plan de tra-
bajo diseñado por el enfoque psicológico previsto a desarrollar con la víctima.
Si la madre, el padre, tutor u otros familiares que viven junto a la niña, niño o adolescente trabaja sus
emociones, sentimientos de culpa o cualquier vivencia, ayudará y acompañará con mayor fuerza y cla-
ridad a su hijo o hija víctima de violencia sexual, asimismo mejorará sus habilidades de comunicación
y relacionamiento con su entorno familiar y social. Callarse o no buscar ayuda, solo alargará el sufri-
miento para ellos y su seres queridos.
VÍCTIMA: Es importante saber que la víctima debe asistir a estas entrevistas con él o la psicóloga por
voluntad propia, no se la puede forzar pero sí se le puede explicar porqué y para qué debe asistir a
sesiones terapéuticas. Cuando la víctima acuda a estas entrevistas, los profesionales abordarán este
trabajo de la siguiente manera:
a) Solicitud de informe biopsicosocial: En caso de que la víctima haya sido evaluada de manera pre-
via se solicitará el informe biopsicosocial de la institución que envía el caso.
b) Evaluación Psicológica: En esta fase el o la profesional del área recabará información personal de
la víctima y hará sus primeras apreciaciones para medir el impacto emocional que le ha producido
la violencia vivida. Esta etapa definirá la cantidad de sesiones y el tiempo que durará cada entre-
vista. Todo esto ayudará a construir el perfil psicológico de la víctima con objetivos terapéuticos, el
o la profesional tomará en cuenta la edad, el informe forense o médico y aspectos relacionados al
agresor (si es un familiar o una persona externa a la familia), además incluirá datos que considere
del ámbito familiar en el que la víctima se estaba desenvolviendo.
Se concluirá con el cierre del proceso terapéutico cuando el o la profesional del área mencione en su
informe la situación actual, los logros alcanzados y las metas aún por alcanzar de la víctima.
El tratamiento, se extenderá de acuerdo a las conclusiones del o la profesional que trabajó con la vícti-
ma en esta etapa. Después de esta atención, cada 3 meses se llevará a cabo un proceso de seguimiento.
Este tiempo podrá variar de acuerdo a la situación psicoemocional de la víctima.
e) Reinserción Escolar: El profesional del área, desde el primer contacto con la evaluación psicológi-
ca, definirá el impacto de la violencia vivida por el NNA y sugerirá el tiempo y las estrategias para
que la víctima pueda volver al ámbito educativo y seguir con sus estudios o ser derivada a otra
unidad educativa.
El informe que presente este profesional deberá ser de pleno conocimiento de los padres o tutores y
por ende por el área legal para que sea acatado y ayude al proceso terapéutico que el o la profesional
brinda.
El o la psicóloga, deberá trabajar de manera articulada con el área social para que se hagan gestiones
ante las unidades educativas y se pueda buscar mecanismos que apoyen el proceso psicoterapéutico
por el que está pasando la víctima. En caso de existir abandono o deficiencia escolar, todos los profe-
sionales articulados deberán precautelar el derecho a la educación que la víctima tiene.
En aplicación del artículo 382 del CPP, el o la Fiscal podrá solicitar al o la Juez/a de Sentencia que or-
dene la reparación del daño o la indemnización correspondiente. En caso de que la víctima no se haya
constituido en querellante, ésta podrá solicitar la reparación a través del asesoramiento de la DNA para
la niña, niño o adolescente.
Para el resarcimiento del daño ocasionado a la víctima por parte del agresor, se deberá considerar toda
disminución, afectación y menoscabo, a su estado físico, psicológico, material y/o patrimonial como
consecuencia de la violencia o del hecho delictivo cometido contra su persona; considerando para ello
los gastos realizados emergentes del delito.
a) Gastos
•• Daño primario: Comprende los gastos efectuados en la recuperación y tratamientos aplicados para
la misma; referidos principalmente a la asistencia médica, psicológica y otros en los que se hayan
incurrido para el tratamiento o asesoramiento de la víctima durante todo el proceso penal. A efectos
de determinar el daño económico deberán considerarse todos aquellos elementos que permitan
demostrar los gastos incurridos por la víctima como ser; facturas, recibos, recetas y otros.
•• Lucro cesante y daño emergente: La víctima, a través de los agentes promotores de la denuncia, po-
drá solicitar el resarcimiento del daño surgido a consecuencia del hecho, así como la indemnización
por las pérdidas de beneficios mientras la víctima se encontraba inhabilitada por su propia recupe-
ración y el periodo de duración del proceso penal, así como la incapacidad sobreviniente al hecho.
•• Daño secundario: Gastos producidos durante el proceso judicial (perdida del año escolar, o pérdida
de otros estudios en institutos, cambio de unidad educativa, costos).
•• Daño terciario: Se deberá realizar un informe del daño social. En esta valoración se tiene que ver
cómo la víctima ha sido perjudicado/a, comparando la situación anterior y actual de la víctima;
cómo el desarrollo del proceso penal ha trastornado su desarrollo educativo, su relacionamiento
familiar y la situación personal de la víctima. Un Ejemplo claro es cómo la víctima ha sufrido es-
tigmatización por sus pares en la unidad educativa o provocada por los medios de comunicación,
razón por la cual la familia decide cambiarla/o de unidad educativa, cambiarse de vivienda, etc.
ü Se requerirá una valoración psicológica que pueda determinar: La repercusión y consecuencias del
hecho en todas las áreas de la vida de la víctima, así como, determinar el tipo y consecuente periodo
de tratamiento aproximado.
ü También se solicitará una pericia social para la valoración del daño de la víctima y su entorno.
Según el Código Niña, Niño, Adolescente en su art. 348 una vez concluido el proceso penal y dictada
sentencia, se determinará:
Si bien estos casos constituyen infracciones que se cometen en contra de la niña, niño o adolescente,
se debe tomar en cuenta el daño o afectación psicoemocional que la víctima muestra o desarrolla en su
cotidianidad. Para ello las entidades promotoras y receptoras de la denuncia, derivarán el caso para su
respectiva evaluación psicológica y posterior proceso psicoterapéutico.
En estos casos se sugiere trabajar con grupos de apoyo o bien de forma individualizada, pero no es una
determinación única, ya que cada entidad definirá su abordaje de acuerdo al enfoque psicoterapéutico
que maneja. El objetivo es identificar distintos aspectos que afectan a la víctima de esta infracción para
que el o la profesional que guíe este trabajo grupal o individual tome en cuenta, a la hora de realizar sus
informes, e identifique otras formas de violencias o situaciones que estén afectando a la víctima de las
cuales la familia o su entorno social no se hayan percatado. La o el profesional que aborde este trabajo
con la víctima determinará la cantidad de sesiones o entrevistas deberán sostenerse y la relevancia de
la participación de la familia o personas claves del entono social de la víctima.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Con-
vención de “Belem do Pará”, ratificada por Bolivia a través de la Ley Nº 1599 de 18 de agosto de 1994.
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