Balance Hidrico
Balance Hidrico
Balance Hidrico
Plan de Comunicación.
Diagnóstico de la gestión de los recursos hídricos en la cuenca.
Análisis de alternativas y planteamiento de soluciones estructurales y no
estructurales.
Plan de Gestión.
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIONES
Los proyectos de embalses deben contemplar la producción y movilización de
sedimentos en las cuencas, con la finalidad de adoptar diseños adecuados para los
efectos de la sedimentación en dichos embalses, especialmente en cuencas con
tasas significativas de erosión.
En las próximas décadas los embalses van a sufrir una pérdida de capacidad
significativa por la cantidad de sedimentos que están llegando a sus vasos. Según
las previsiones, el volumen de sedimentos se duplicará para 2050, con respecto al
volumen de sedimentos estimado en 2003, es decir, en 47 años. La tasa de
aterramiento en los embalses españoles ronda los 100 hm3/año, por lo tanto, cada
50 años perdemos unos 5.000 hm3 de capacidad de almacenamiento de agua.
Es importante realizar una labor de control y seguimiento de la evolución de los
sedimentos en los embalses. Puede establecerse un control del volumen de
sedimentos almacenado en un embalse cada diez años, así como controles
extraordinarios después de crecidas extraordinarias.
Los resultados de estos controles sirven para analizar las desviaciones respecto a
lo previsto en la fase de proyecto, para calibrar modelos y obtener previsiones sobre
el grado de colmatación. También pueden servir para adoptar las medidas
correctoras más adecuadas.
Recordar que la falta de datos precisos sobre la colmatación convierte la capacidad
real de los embalses en una incógnita.
Disponer de una legislación que regule el control y la corrección del aterramiento de
los embalses orientada a los titulares y concesionarios de grandes presas será
importante en el futuro.
Es necesaria una gestión adecuada de los aportes de sedimentos, tanto en las
zonas de origen como en el propio embalse donde se depositan. En cada caso
concreto habrá que definir las actuaciones más adecuadas. Existen medidas tanto
preventivas como correctoras que pueden contribuir a minimizar los procesos de
colmatación de embalses y/o a reducir los efectos ambientales derivados.
Si la cuenca del embalse está muy degradada puede ser necesario proceder a su
restauración, realizando, si fuera necesario, obras complementarias (azudes de
corrección y/o de retención,…) para la defensa del embalse. Si la cuenca está poco
degradada y bien protegida frente a la erosión, las actuaciones deberán
concentrarse en el propio embalse.
Resulta de gran ayuda conocer las tasas de erosión de las cuencas, localizar las
zonas productoras de sedimentos, medir el transporte de sedimentos para conocer
la tasa de colmatación y su distribución en el vaso de embalse, etc. con la finalidad
de poder considerar, proyectar y valorar posibles medidas preventivas y/o
correctoras frente a la colmatación.
EXTRACCION DE SEDIMENTOS