Kohan - Fuera de Lugar
Kohan - Fuera de Lugar
Kohan - Fuera de Lugar
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Fuera de lugar,
Martín Kohan
2016
Anagrama, 222 pp.
Así la novela va construyendo una trama que crece en personajes, motivos e intrigas.
Cuando el negocio de las fotografías se va acabando por el surgimiento de internet aparecen
las dudas de Correa y, de golpe, un muerto. El otro sobrino de Cardozo, Marcelo, comienza
a ocupar la escena. De esta manera, los personajes se cruzan, las historias de cada uno van
generando nuevas tramas basadas en lo que cada uno oculta y aparenta no ser.
El estar fuera de lugar puede significar no estar donde se está. Así, un personaje cree ser
alguien que no es; su moral no es la que piensa. En este sentido, no se define por la
conciencia de sí, sino por sus prácticas. También, lo que se narra siempre remite a otro
lado: el negocio en la remota y gigante ex Unión Soviética; las fotografías de Correa
pueden estar en el mundo infinito de la red; el secreto que busca Marcelo siempre lo lleva a
un lugar distinto; hasta las estaciones que repite Guido están “fuera de lugar”. Guido, quien
tiene problemas psíquicos, es un “fuera de lugar” porque nunca está donde está. Pero es uno
de los pocos que por su condición podría revelar un gran secreto. De hecho, la tensión más
fuerte de la novela se da justamente cuando Guido está por ubicarse, es decir, está por
tomar conciencia de donde está y quien lo rodea.
Pero si las cosas estuvieran en “su lugar”, la novela no sería lo que es. Sería una novela
anclada solo en la denuncia, en desmedro de su construcción. Martín Kohan elude ese
facilismo y arriesga tratar un tema muy complejo como solo la buena literatura puede
hacer: priorizando el valor estético. Por esto, los enigmas son los centros de la novela. Y,
como dijimos, para que un enigma siga siendo tal no debe encontrarse su resolución.